corso solidario

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Arzobispado de Arequipa Domingo 26 de marzo de 2017 LA COLUMNA De Mons. Javier Del Río Alba CORSO SOLIDARIO Cada 25 de marzo la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Anunciación del Señor, conmemorando el día en que, al acoger el anuncio que le hizo el arcángel Gabriel, la Virgen María concibió en su seno a Jesús por obra del Espíritu Santo. Es una fiesta cristocéntrica y mariana. Nos alegramos de que María haya sido elegida para ser madre del Hijo de Dios y nos alegramos también porque es el día en que Dios se hace verdaderamente hombre para, más adelante, dar su vida por nosotros y llevarnos con Él al Cielo por toda la eternidad. Es, entonces, una fiesta de la vida: María acoge una nueva vida en su seno y Jesús, la verdadera Vida como lo dice Él mismo en el evangelio, entra en este mundo para destruir el pecado, no al pecador, y la muerte. Desde esa perspectiva sigue siendo muy acertada la Ley N° 27654 del año 2002, mediante la cual el Congreso de la República dispuso que, en todo el Perú, el mismo 25 de marzo se celebre el Día del Niño por Nacer. Y sigue siendo muy acertada también la iniciativa de la Coordinadora Regional por la Vida, entidad de la sociedad civil arequipeña, de organizar en torno a ese día el Corso por la Vida y la Familia, que este año llega a su décimo primera edición. Toda vez que el Corso se comenzó a celebrar a los pocos meses de mi llegada a Arequipa, he podido participar en él todos los años y siempre me ha atraído su estilo festivo. No es una marcha contra nada ni contra nadie, sino una alegre manifestación de gratitud por el don de la vida y la familia. La vida como un regalo inmerecido; y la familia como esa célula básica de la sociedad, en la que todos hemos aprendido a dar nuestros primeros pasos, decir nuestras primeras palabras, relacionarnos con los demás y tantas otras cosas bellas. He sabido que los organizadores del Corso han evaluado la posibilidad de suspenderlo este año, debido al sufrimiento y dolor que muchísimos de nuestros compatriotas están atravesando ante los desastres causados por el fenómeno de El Niño Costero. ¿Cómo tener una celebración festiva si tantos hermanos nuestros están pasando extrema necesidad? Creo que la decisión final ha sido adecuada: llevar a cabo un Corso solidario, a favor sobre todo de los bebes, niños y madres de familia que necesitan urgentemente de nuestro apoyo. Con esa finalidad, la portavoz del Corso ha pedido que las delegaciones no gasten dinero en banderolas o carros alegóricos, sino que en lugar de eso lleven alguna donación en productos que sean útiles para los más pequeños y vulnerables: pañales, biberones, leche, mantas, toallitas húmedas, alimentos no perecibles, medicinas de primera necesidad o ropa para bebes, niños y mujeres en gestación. Desde estas líneas, animo a todos a participar en este Corso Solidario por la Vida y la Familia que se realizará el próximo sábado, 1 de abril. Partiremos a las 9 a.m. desde el Parque Mayta Cápac y caminaremos hasta la Plaza de Armas, donde cada uno podrá dejar la donación, pequeña o grande, que pueda llevar. Y si alguno no puede llevar nada, no se preocupe, su sola presencia será un signo de esa solidaridad. Una vez más, Arequipa unida dirá “Sí a la vida, sí a la familia”. Los espero. + Javier Del Río Alba Arzobispo de Arequipa

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Page 1: Corso Solidario

Arzobispado de Arequipa

Domingo 26 de marzo

de 2017

LA COLUMNADe Mons. Javier Del Río Alba

CORSO SOLIDARIO

Cada 25 de marzo la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Anunciación del Señor, conmemorando el día en que, al acoger el anuncio que le hizo el arcángel Gabriel, la Virgen María concibió en su seno a Jesús por obra del Espíritu Santo. Es una fiesta cristocéntrica y mariana. Nos alegramos de que María haya sido elegida para ser madre del Hijo de Dios y nos alegramos también porque es el día en que Dios se hace verdaderamente hombre para, más adelante, dar su vida por nosotros y llevarnos con Él al Cielo por toda la eternidad. Es, entonces, una fiesta de la vida: María acoge una nueva vida en su seno y Jesús, la verdadera Vida como lo dice Él mismo en el evangelio, entra en este mundo para destruir el pecado, no al pecador, y la muerte.

Desde esa perspectiva sigue siendo muy acertada la Ley N° 27654 del año 2002, mediante la cual el Congreso de la República dispuso que, en todo el Perú, el mismo 25 de marzo se celebre el Día del Niño por Nacer. Y sigue siendo muy acertada también la iniciativa de la Coordinadora Regional por la Vida, entidad de la sociedad civil arequipeña, de organizar en torno a ese día el Corso por la Vida y la Familia, que este año llega a su décimo primera edición. Toda vez que el Corso se comenzó a celebrar a los pocos meses de mi llegada a Arequipa, he podido participar en él todos los años y siempre me ha atraído su estilo festivo. No es una marcha contra nada ni contra nadie, sino una alegre manifestación de gratitud por el don de la vida y la familia. La vida como un regalo inmerecido; y la familia como esa célula básica de la sociedad, en la que todos hemos aprendido a dar nuestros primeros pasos,

decir nuestras primeras palabras, relacionarnos con los demás y tantas otras cosas bellas.

He sabido que los organizadores del Corso han evaluado la posibilidad de suspenderlo este año, debido al sufrimiento y dolor que muchísimos de nuestros compatriotas están atravesando ante los desastres causados por el fenómeno de El Niño Costero. ¿Cómo tener una celebración festiva si tantos hermanos nuestros están pasando extrema necesidad? Creo que la decisión final ha sido adecuada: llevar a cabo un Corso solidario, a favor sobre todo de los bebes, niños y madres de familia que necesitan urgentemente de nuestro apoyo. Con esa finalidad, la portavoz del Corso ha pedido que las delegaciones no gasten dinero en banderolas o carros alegóricos, sino que en lugar de eso lleven alguna donación en productos que sean útiles para los más pequeños y vulnerables: pañales, biberones, leche, mantas, toallitas húmedas, alimentos no perecibles, medicinas de primera necesidad o ropa para bebes, niños y mujeres en gestación. Desde estas líneas, animo a todos a participar en este Corso Solidario por la Vida y la Familia que se realizará el próximo sábado, 1 de abril. Partiremos a las 9 a.m. desde el Parque Mayta Cápac y caminaremos hasta la Plaza de Armas, donde cada uno podrá dejar la donación, pequeña o grande, que pueda llevar. Y si alguno no puede llevar nada, no se preocupe, su sola presencia será un signo de esa solidaridad. Una vez más, Arequipa unida dirá “Sí a la vida, sí a la familia”. Los espero.

+ Javier Del Río AlbaArzobispo de Arequipa