crítica filosófica a la cultura venezolana

7/26/2019 Crtica Filosfica a La Cultura Venezolana

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Apuntes filosficos para la interpretacin de la Identidad Cultural

venezolana

La Identidad Cultural es una de las formas ms profundas en las que los

individuos se reconocen como comunes dentro de un grupo humano. Est constituida

por valores, tradiciones, smbolos y creencias que estn por encima de otros tipos de

nexos, como filiaciones polticas, intereses estticos, o econ!micos. La Identidad

Cultural es la esfera ms amplia desde la que se puede hablar lo humano. En ese

sentido, los apuntes filos!ficos que se proyectan van en torno a la expresi!n de esta en

el Campo Cultural "opular vene#olano, reconocible por todos los que hacemos vida en

el pas, $pues formamos parte de l$ y que permitira interpretar de manera ms

adecuada muchas de esas caractersticas que componen nuestra ineludible identidad

cultural en b%squeda de la &ransformaci!n "oltica de nuestro pas.

Descriptores' Identidad Cultural ( Campo Cultural "opular$ )entido Com%n$

&ransformaci!n "oltica


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La historia cultural de nuestro pas bebe de fuentes antiqusimas, pues es

innegable nuestra ascendencia aborigen. *s como nuestro continente es reservorio de

culturas casi extintas y saberes ancestrales, somos nosotros parte del acervo cultural

aut!ctono de esta tierra. )in embargo, darle la espalda al aporte que a esa historia han

hecho los espa+oles a travs del proceso de conquista y en esa misma lnea, descreer la

aportaci!n de la irrupci!n de africanos en nuestra realidad, sera cuando menos,

ingenuo. "ero la cultura vene#olana, es decir, aquella que se fundamenta sobre los

componentes se+alados, se desarrolla en el marco de la ep%blica nacida a partir de

-/0. *ntes de esta fecha sera difcil hablar de una historia cultural vene#olana y

mucho menos acerca de una identidad cultural vene#olana-.

1o obstante, a los fines de este ensayo, nos proponemos abordar la identidad

cultural vene#olana de nuestros das, pues los apuntes filos!ficos que proponemos

surgen del anlisis de la cotidianidad, adems, permiten observar una identidad cultural

que es heterognea en su composici!n y distintas expresiones. En este sentido, la

pregunta que nos acompa+ar (y de la que no pretendemos una respuesta %ltima$ es esa

que ta+e en nuestro ser tel%rico' 23u somos como vene#olanos4 5 su respuesta estar

ligada profundamente al Campo Cultural "opular, pues de l formamos parte y solo

desde l (dado que es el campo cultural de mayor amplitud$ se pueden lograr cambios

sociales de profundidad.

6efiniciones preliminares' Campo e Identidad culturales

Entrados en lo que nos proponemos, es necesario explicitar dos nociones clave,

como lo son el Campo Cultural y la Identidad Cultural.

1Resulta fundamental sealar que es a partir de este momento histrico cuando podemos

hablar propiamente de Venezuela, pues si bien sabemos las vicisitudes que recorran toda laextensin de la naciente Repblica y la falta de cohesin rampante, es este el punto dearranque de la historia propiamente venezolana, liberada del tutelae colonial espaol!


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En cuanto al campo cultural, nos apoyamos en las palabras de Enrique 7on#le#

8rdosgoitti, quien nos dice que ante la diversidad cultural que se evidencia en nuestra

sociedad contempornea, una de las formas ms plausibles de abordarla es observando

la presencia de tres grandes campos culturales, a saber' el *cadmico, el Industrial$

9asivo y el "opular. *dems, :Cada uno de ellos, de alg%n modo puede ser adscrito a

con;untos sociales especficos


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El resultado es un individuo que comparte una gran cantidad de caractersticas

culturales con el resto del grupo humano en el que hace vida y esto le permite

desenvolverse efectivamente en ese entorno.

"ero, 2qu pasa cuando la identidad cultural parece contravenir el bien com%n de

la sociedad4 23u cuando la identidad cultural se corrompe4

La identidad Cultural vene#olana de hoy da' aportes para la

interpretaci!n del Campo Cultural "opular

* nuestro modo de ver, la historia de nuestro pas no ha dado tiempo para que

nuestra sociedad se plantee un plan de naci!n. Aivimos como vene#olanos, pero nuestra

identidad cultural parece conformarse ms en torno a aspectos negativos que otra cosa.

Esto se evidencia sobre manera cuando anali#amos el campo cultural popular

loque )ocial 6ominado, del que se excluyen los estratos

dominantes en poltica y economa= y su praxis cotidiana. El pueblo llano, del que

tambin nosotros formamos parte, ha estructurado su identidad cultural a partir de sus

necesidades inmediatas. En las #onas de ms ba;os recursos existen c!digos y se+as que

solo son reconocibles por aquellos que hacen vida en estos espacios, lo mismo ocurre en

los lugares en los que nos movemos con mayor frecuencia, como el metro o las calles.

Es evidente que en todas las sociedades existe una noci!n de comunidad, que

permite que la vida social sea posible sin mayores sobresaltos. 6e esto se desprende la

estructuraci!n coherente con el buen desenvolvimiento de la vida social de un sentido

comnque permita que los individuos act%en (desde s$ sin afectar la comunidad que

reina en la sociedad en donde se desenvuelven (hacia el colectivo. 6esde nuestra

perspectiva, consideramos que se ha estructurado un sentido com%n claro en nuestra


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sociedad, pero, y est aqu el quid de la cosa, ese sentido com%n se ha desarrollado

desde la improvisaci!n y la inmediate#.

*hora bien, este proceso de adecuacin del campo cultural popular a un sentido

comn fundado en la inmediatez y la improvisacin no es mera expresin de la

voluntad del pueblo, es resultado de un proceso histrico, poltico y social, que ha

influenciado a nuestra sociedad hasta traerla aqu. Los tres grandes campos culturales

que reconocimos


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Esta desatenci!n intenta ser paleada hoy da con cantidades ingentes de recursos

que se inyectan al campo cultural popular, sin que se estructure efica#mente esta

inversi!n con prospectiva de pas.

En otro texto/de 7on#le# 8rdosgoitti, tituladoo !ultural !ontemporneo en

"enezuela. #puntes de $istoria !ultural, el acadmico en cuesti!n nos hace un

acercamiento a grandes rasgos de la evoluci!n hist!rica del campo cultural popular. En

este anlisis se evidencia el progresivo despla#amiento del inters poltico en el

bienestar del pueblo hacia el afian#amiento del control cultural y econ!mico del pas. El

>loque )ocial 6ominante se erige como creador y e;ecutor de los planes culturales y el

>loque )ocial 6ominado, simplemente se de;a llevar. 1o hay organicidad en los

movimientos sociales que coexisten en el seno de este %ltimo y, por tanto, la resistencia

se hace imposible. 6esde el bloque social dominante se establecen distintos canales de

dominaci!n y difusi!n


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econ!micos ms altos. La diferencia no es solo espacial, es material y efectiva. )e

evidencia en la posibilidad de acceso y transporte, en la distribuci!n de alimentos, en las

polticas de salud p%blica


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)in embargo, lo que expresamos en nuestra acci!n diaria, sin crtica ni

vigilancia, es prueba de ese sentido com%n conformado desde la inmediate#. E;emplos

paradigmticos son la auto$conveniencia y la corrupci!n, ambas partes de ese mismo

sentido com%n, que obedece ms a la individualidad que a intereses colectivos.

"rofundicemos.

Bn vene#olano tpico, esperando el tren en el andn del 9etro de Caracas. ay

una se+ali#aci!n en el piso, pero resulta evidente que nadie


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inters por el otro, y mucho menos pensamiento colectivo


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&odas las acciones que se dan desde este sentido com%n viciado obedecen a lo

que impone la realidad, es decir, no son la voluntad expresa %nicamente desde el

individuo, son la respuesta a las necesidades inmediatas que la realidad impone de suyo

y que el individuo ha asumido hist!ricamente como propias. "odemos decir que el

sentido comn se ha hecho en torno a la realidad y sus distintas vas de resolucin, sin

que estas hayan llegado a alcanzar como trasfondo el beneficio colectivo.

5 lo que es peor, es muy probable que si la realidad sigue imponindose como lo

hace, nuestro sentido com%n se envile#ca cada ve# ms pues l va :aumentando su peso

decisorio en la medida que transcurre el tiempo de antigedad de determinada conducta,

debido a que la seguridad que trasmite al hombre una acci!n repetida, act%a en su

refor#amiento.?J

La indagaci!n cotidiana de la realidad' aportes desde la filosofa

ingenua. Comentario sobre el saludopregunta :23u lo qu4?


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)in embargo, la realidad se impone y ni los individuos, ni la sociedad han de;ado

de avan#ar. *s, la indagaci!n sobre nuestra realidad se ha hecho prctica com%n, a%n

cuando no lo sepamos del todo.

Bno de los saludos ms comunes que se dan en el campo cultural popular hara

las delicias de cualquier metafsico. Es adems, una pregunta que si bien se refiere al

individuo al que se la hace, en su fuero interno, lleva la angustia que impele la realidad,

lleva el desasosiego e incluso la inseguridad que esta causa y que generalmente se

resume en un simple :23u lo qu4? usca

una respuesta ontol!gica de la que se desprender una epistemologa, etc., esto lo

sabemos pues compartimos ciertos c!digos legados a nosotros por la tradici!n filos!fica

occidental y la formaci!n en ella. *hora bien, fuera, en donde se transforma la realidad,

en las calles, :23u lo qu4? es un saludo y a su ve#, un cuestionamiento por la realidad

misma


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posibilidad interpretativa de la realidad misma. )in darnos cuenta, nos hemos vuelto

indagadores de la realidad, nos hemos vuelto, en cierto sentidos fil!sofos de lo

cotidiano.

* nuestro modo de ver, esto obedece a la continuada comple;i#aci!n de nuestra

realidad sumada al despla#amiento de intereses del >loque 6ominante hacia esferas que

se ale;an del campo cultural popular. ), desde ese bloque mencionado se crean y

distribuyen las matrices educativas, informativas, entre otras, pero como hemos visto, la

diferenciaci!n es abismal, y cada cul ha tomado su rumbo, y el de nosotros, el pueblo,

es el de resolver la inmediate#. )e nos ha hecho imprescindible cuestionar la realidad y

anali#arla en sus aristas, parece este y no otro el gran beneficio de nuestro sentido

comn viciado) podemos resolver en este y en cualquier otro contexto, nos hemos

constituido desde la falta, desde la necesidad y la ausencia como los grandes hacedores

y transformadores de la realidad.

Esta indagaci!n se ha erigido a partir de la necesidad de dar cuenta del mundo.

6entro de ese campo cultural popular, el mundo del malandreo, sus c!digos, sus formas

y en general, toda la estructura y la ;erarqua de la que se hace gala en l han surgido

como respuesta a esta realidad, en la que se han desatendido hist!ricamente a los ms

necesitados y se ha propagado velo#mente en los %ltimos a+os. *dems, forma parte

inequvoca de nuestra realidad efectiva, a%n cuando su relaci!n directa con muchos de

nosotros se tangencial o marginal.

*qu no abogamos por un Estado paternalista, no pedimos misericordia a los

poderosos, incluso no pedimos transformarnos y pasar de un campo cultural a otro,

sencillamente estamos observando como un flagelo social tan enorme (y mantenido en

el devenir hist!rico del pas$ trae consecuencias tan funestas, al tiempo que vemos como

se normali#an esos c!digos y esas formas que se entrecru#an a partir de distintas


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respuestas a una misma realidad y en cuyo caso particular, la violencia es el concepto

clave.

"areciera, en obediencia al mismo sentido com%n del que hemos hablado antes,

que por efectividad y capacidad resolutiva, la violencia y el malandreo, fuesen las

respuestas ms claras a esta realidad.


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Esto no quiere decir que se exculpe al gobierno, pues quien dirige el pas tiene la

mayor responsabilidad que un Estado puede legarD tampoco quiere decir que el gobierno

no se haya equivocado, porque lo sabemos, se han tomado decisiones terribles para

nuestra economa y nuestra sociedad, y mucho menos quiere decir que el actual modelo

poltico %ltimo y %nico a reali#ar. Lo que se plantea es que, sea el gobierno de i#quierda

o derecha, mientras la sociedad no se asuma como colectivo, mientras los individuos no

se entiendan solo desde y en su mismidad y sigamos delegando nuestra responsabilidad

en la construcci!n poltica del pas, no habr quien nos haga el socialismo ni quien nos

convierta en los nuevos Estados Bnidos de 1orteamrica.

La confluencia entre lo que nos halla como sociedad, lo que nos encuentra como

vene#olanos, ha de ser algo ms profundo que una arepa, el bsibol o el 9iss Aene#uela.

9ientras nos mantengamos como individuos de la inmediate#, como sociedades de la

inmediate#, construir el pas que queremos ser imposible y seguiremos guiados como

borregos. La revisi!n de nuestra Identidad Cultural debe poder dar cuenta de una

voluntad de nuestra sociedad hacia el cambio y el avance, adems, debe implicar un

compromiso profundo con lo que se quiere' no podemos lograr la "enezuela que

a+oramos desde la inaccin. l encuentro entre la voluntad del pueblo y la de los

gobernantes debe ser total.

1o pretendemos desdibu;ar los matices, las contradicciones y las desavenencias

que acaecen en el seno de nuestra sociedad, por el contrario, el encuentro de voluntades

ha de potenciar esa diversidad, pues es esta la nica garanta de una transformacin) el

respeto sin distingo a los otros.

*dems, resulta urgente cambiar nuestro sentido com%n, nuestra manera ms

inmediata de relacionarnos con el entorno y la realidad pues su trasformaci!n es el

%nico asidero para la transformaci!n radical y profunda del pas.


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El encuentro entre la Identidad Cultural vene#olana y la poltica se hace

necesario, urgente.*o puede seguir representndose solo los intereses de una parte de

los venezolanos, pues si ayer ramos nosotros los que suframos la marginacin, hoy

somos protagonistas de la invisibilizacin de realidades que, al obedecer a una lgica

distinta a la nuestra, se acallan y se acechan.

Esos valores, ideas, tradiciones y smbolos comunes que forman nuestra

Identidad Cultural han de reafirmarse en la esfera poltica, as y solo as parece posible

que alcancemos uno de nuestros grandes anhelos' que Aene#uela sea efectivamente el

pas de todos los vene#olanos.

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