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¡:Ctf^s¿k. I Ullmann, Stephen, Op. cit. "Cambios de significado", pp. 218-266. I I I I *i I I I I I I I I

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¡:Ctf̂ s¿k.I Ullmann, Stephen, Op. cit.

"Cambios de significado", pp. 218-266.

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INTRODUCCIÓN 219

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CAPITULO 8

CAMBIO DE SIGNIFICADO

Hace más de cuarenta años, Edward Sapir introdujo un estima-ble concepto nuevo en la lingüística. "La lengua—escribía—se muevea lo largo del tiempo en una corriente de su propia hechura. Tieneun curso... Nada es perfectamente estático. Toda palabra, todo ele-mento gramatical, toda locución, todo sonido y acento es una confi-guración lentamente cambiante, moldeada por el curso invisible eimpersonal que es la vida de la lengua"l.

Esta concepción heracliteana de un perpetuo fluir en el lenguaje,que todo lo penetra, es de particular interés para el estudioso de lasemántica. De todos los elementos lingüísticos apresados en este flujo,el significado es probablemente el menos resistente al cambio. Estoes debido a la interacción de diversas fuerzas, algunas de las cualesfueron identificadas por Antoine Meillet a comienzos de siglo2,mientras que otras solo han sido advertidas en los últimos años. Entre los factores que facilitan los cambios semánticos, los siguientesparecen ser de importancia decisiva:

1) La lengua se transmite, como señaló Meillet, de una manera"discontinua" de una generación a otra: cada niño tiene que apren-derla de nuevo. Es de conocimiento común que los niños a menudoentenderán mal el significado de las palabras. En la mayoría de loscasos, tales errores serún corregidos antes que puedan ir muylejos; pero si, por una razón u otra, no sucede esto, tendrá lugar uncambio semántico en el uso de la nueva generación. La mayor partede los lingüistas estarían probablemente de acuerdo en que este es unfactor de cierta importancia; no obstante, por la naturaleza mismade las cosas, es difícil probar que cualquier cambio particular hayapodido surgir solamente en el lenguaje infantil3. Meillet da un ejem-

lOp. cit., págs. 150 y 171 (el subrayado es mío). Sobre el cambio lingüísticoen general, véase recientemente E. COSERIU, Sincronía, diacronía e historia. El pro-blema del cambio lingüístico. Montevideo, 1958. Un sumario y una crítica útilesde las ideas de COSERIU se encontrarán en N. C. W. SPENCE, "Towards a NewSyntbesis in Linguistics: the Work of Eugenio Coseriu", Archivum Linguisticum,xa (1960). págs. 1-34. Véase también H. M. HOENIGSWALD, Language Change andLinguistic Reconstruction, Chicago, 1960.

a En su importante artículo "Comment les mots changent de sens", Linguis-tique historique et ¡inguistique genérale, vol. I. págs. 230-71, esp. págs. 235 y.sgs.

• Cf. las observaciones críticas de G. STEKN, en Meaning and Change of Mea-ning, págs. 178 y sgs.

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pío plausible, pero no enteramente convincente: la historia del ad-jetivo francés saoul o soül. Este proviene del latín popular satullus"repleto eje comida, saciado", y conservó este significado hasta elsiglo xvii; el sentido originario todavía sobrevive en locuciones comomanger tmit son soül "comer hasta hartarse". Desde el siglo xvi, sinembargo, el adjetivo adquirió la nueva acepción de "borracho, beo-

-do", que es hoy su sentido principal (Bloch-Wartburg). Meillet ar-guye que esta modificación es debida a un malentendido que debehaberse originado en la mente de los niños: los adultos se referiríanirónicamente a una persona embriagada como estando "harta, reple-ta", y el niño, pasando por alto estos delicados matices, aplicaría lapalabra al hecho bruto mismo. Este puede muy bien haber sido elcaso, pero es obviamente imposible demostrarlo. Lo mismo cabedecir de otros cambios que se han atribuido a este agente, tales comoel paso de la palabra bead del sentido de "oración, plegaria" al de"cuenta, bolita perforada":

La frase lo count your beads significaba originalmente "contar tus ora-ciones", pero como el cómputo de las oraciones se hacía mediante bolitas,la palabra beads llegó a transferirse a estos objetos y perdió su sentido ori-ginal. Parece claro que esta equivocación no podía ocurrir en los cerebro»de aquellos que ya habían asociado la palabra con la significación original,mientras que era muy natural por parte de los niños que oían y entendíanla frase como un todo, pero que la analizaban de un modo diferente al dela generación anterior. (Jespersen, Language, pág. 175.)

2) La vaguedad en el significado es otra fuente de cambios se-mánticos. Las varias formas de vaguedad discutidas en el capítulo 5—la naturaleza genérica de nuestras palabras, la multiplicidad de susaspectos, la falta de familiaridad, la ausencia de fronteras bien des-lindadas—conspiran todas a facilitar las alteraciones del uso. A esterespecto, hay una diferencia fundamental entre el significado de laspalabras y su figura fonética, su estructura morfológica o su em-pleo sintáctico, que están mucho más estrictamente definidos y deli-mitados y, por consiguiente, menos expuestos al cambio.

3) Otro factor que puede conducir a cambios de significado esla pérdida de motivación. Mientras una palabra permanezca firme-mente vinculada a su raíz y a otros miembros de la misma familia,conservará su significado dentro de ciertos límites. Una vez que sehan roto estos lazos, por alguna de las razones examinadas en el ca-pítulo 4, el sentido puede evolucionar sin trabas y alejarse de susorígenes. En antiguo inglés, las palabras lord y lady eran compues-tos transparentes basados en el nombre hláf, "loaf' [pan, hogaza]:lord tenía la forma hláford o hlafweard, "loaf-ward" (guardián delpan], y lady la forma hláefdige, d? hláf 4- la raíz dig- "amasar",

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220 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADOINTRODUCCIÓN 221

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conectada con dough [masa] (NED). Cuando la conexión con loaffue oscurecida por el desarrollo fonético (cf. pág. 110), las dos pala-bras evolucionaron desembarazadas de asociaciones etimológicas.

A estos factores generales identificados por Meillet, pueden agre-garse al menos otros tres, conducentes todos a la movilidad de lasignificación:

4) La existencia de la polisemia introduce, como hemos visto,un elemento de ductilidad en el lenguaje. No hay nada definitivo enrelación con el cambio semántico: una palabra puede adquirir unnuevo sentido, o veintenas de sentidos nuevos, sin perder su signi-ficado original. Algunas de estas innovaciones son accidentales y decorta vida, reducidas a un solo autor o incluso quizá a un solo con-texto; otras pasarán del habla a la lengua y perdurarán en cambiospermanentes, dando lugar a una de las formas de polisemia discutidasen el capítulo precedente: las, mutaciones en la aplicación, la espe-cialización en un medio social, las expresiones figuradas, etc.

5) Muchos cambios semánticos surgen de primera instancia encontextos ambiguos, en los que una palabra particular puede tomarseen dos sentidos diferentes, mientras que el significado de la expre-sión en su conjunto permanece inafectado1. La frase to count one'sbeads, que acaba de mencionarse, es un ejemplo a punto. Ya se tomeaquí el término beads para referirse a las oraciones, o a las bolas delrosario utilizadas para contarlas, no habrá diferencia real en el sig-nificado total de la frase. Análogamente, la palabra boon originaria-mente quería decir "ruego, petición, súplica" 2; sin embargo, en unafecha muy temprana llegó a denotar la cosa pedida o solicitada. Aquía su vez el cambio debe haber sido facilitado por contextos ambi-guos tales como "he gave her freely all her boon"s (1300), en dondela palabra puede ser tomada o bien en el primer sentido o bien en elsegundo, y a pesar de ello el significado de la oración será prácti-camente el mismo4. Las construcciones ambiguas de este tipo sonbastante comunes, y el lexicógrafo a menudo hallará difícil establecerla fecha precisa en que emergió una nueva significación.

6) Acaso el más importante de los factores generales que rigenel cambio semántico sea la estructura del vocabulario. El sistema fo-nológico y gramatical de una lengua está constituido por un númerolimitado de elementos estrechamente organizados. El vocabulario,

1 Este proceso es plenamente discutido en STERN, op. cit., cap. 13, de dondeestán tomados los dos ejemplos inmediatos.

1 Cf., por ejemplo: "But you will take exceptions to my boon." Pero opon-dréis excepciones a mi requerimiento, King Henry the Sixlh, parte III, acto III,escena 2 (Shorter OED).

3 "El le concedió libremente a ella toda su demanda" o "El le concedió li-bremente toda su gracia."

4 STERN, op. cit., pág. 351.

por otro lado, es un laxo agregado de un número infinitamente ma-yor de unidades; es, por consiguiente, mucho más fluido y móvil,y los elementos nuevos, las palabras tanto como los significados,podrán añadirse con más libertad, mientras que los ya existentesdesaparecerán del uso más fácilmente. Sobre esta cuestión se hablarámás en el último capítulo; baste indicar por ahora que el vocabu-lario de una lengua es una estructura inestable en la que las palabrasindividuales pueden adquirir y perder significados con la máximafacilidad 1.

El cambio de significado monopolizó virtualmente la atención detodos los primeros semánticos. Se recordará que el fundador de lasemántica moderna, Bréal, y su precursor, Reisig, habían impuestoa la nueva ciencia la tarea de explorar las leyes que gobiernan el des-arrollo de los significados 2. Hasta comienzos de los años treinta, lalabor en este campo se centró casi exclusivamente sobre dos proble-mas : la clasificación de los cambios de significado y el descubri-miento de las leyes semánticas. La búsqueda de "leyes" alcanzó unéxito muy limitado, y el celo clasificatorio dio por resultado uncierto número de ambiciosos esquemas construidos sobre endeblesdatos empíricos; fue, según observó acremente un lingüista, comosi alguien intentase idear una clasificación comprensiva de las plan-tas, mientras que su propio conocimiento se redujera al álamo, lamargarita y las setas3. Hay que conceder, sin embargo, que estasclasificaciones primerizas con frecuencia mostraban una notable in-geniosidad, y que hicieron una contribución sustancial a nuestra me-jor comprensión de los procesos semánticos. Los dos esquemas mássobresalientes fueron los propuestos por los profesores Carnoy yStern, notable el primero por la extraordinaria riqueza de sus sub-divisiones, y el segundo por su claridad, su sólida documentacióny el sano empirismo que lo informaba4.

Durante los pasados treinta años, ha habido una importante va-riación en el énfasis de las investigaciones: el interés de la mayoríade los semánticos ha girado en torno a los problemas descriptivosy estructurales, y el cambio de significado ha sido relegado a un

1 Para algunos datos interesantes sobre la proporción del influjo de los nue-vos significados en ej inglés, véase E. L. THORNDIKE, "Semantic Change", Ameri-can Journal o] Psychology, uc (1947), págs. 588-97.

* Véanse anteriormente, págs. 7 y sgs.' H. SPERBER, op. cit., págs. 93 y sgs.; cf. H. HATZFELD, Leitfaden der verglei-

chenden Bedeutungslehre. Munich, 1924, pág. xa.4 Un examen detallado de estos y otros esquemas se encontrará en el cap. 4

de mis Principies of Semnntics. Cf. asimismo P. GUIRAUD. La sémantique, París,1955, caps. 3-4; J. CREMONA, "Histórica! Semantics and the Classification ofSemantic Changes", Híspame Studies in Honour of I. González U'ibera, Oxford,1959, págs. 1-6; K.. SVOBODA, "Sur la classification des changements sémantiques'Le Francais Moderne. XXVIII (1960), págs. 249-58.

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222 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

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segundo plano. Esto no quiere decir, por supuesto, que el trabajo eneste campo haya quedado parado. Continúan publicándose monogra-fías sobre problemas específicos; ha habido algunas aportaciones teó-ricas estimables1, y los cambios de significado ocupan un lugar pro-minente en la mayor parte de los manuales más recientes 2. Algunosde los experimentos estructuralistas que se discutirán en el capítulofinal son más idóneos para remozar el estudio del cambio semánticoque para invalidar los sólidos logros del pasado, que a veces sondesdeñosamente descartados como semántica "atomística" o "anec-dótica".

Examinar todos los sucesivos esquemas de clasificación, basadosen una variedad de criterios diferentes, sería una tarea tan hercúleacomo ingrata. Me limitaré, por consiguiente, a unos cuantos proble-mas escogidos, agrupados en torno a tres temas: las causas del cam-bio semántico, su naturaleza y condiciones, y sus efectos.

I. LAS CAUSAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO

Los cambios de significado pueden ser producidos por una infi-nita multiplicidad de causas. Uno de los primeros semánticos dis-tinguió no menos de treinta y una posibilidades 3, pero por muy finaque sea la malla de distinciones que podamos discurrir, siempre ha-brá algunos casos que se escaparán a. través de ella. Muchos cam-bios, incluidos algunos que parecen falazmente simples, son debidosa causas excepcionales que solo cabe establecer reconstruyendo elfondo histórico completo. Un ejemplo clásico de tales cambios ex-cepcionales es el origen del vocablo latino moneta que ha dado laspalabras inglesas mint [casa de moneda] y money [dinero], esta úl-tima por mediación de la francesa monnaie. Moneta procede del ver-bo moneo "amonestar, advertir, aconsejar", pero a primera vista esdifícil imaginar una conexión entre las dos ideas. La conexión, enefecto, fue puramente fortuita: Maneta era un sobrenombre de la

I. LAS CAUSAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO 223

1 Véanse, v. gr., A. BACHMANN, Zur psychologischen Theorie des sprachlichenBedeutungswandels, Munich, 1935; O. FUNKE, "Zum Problem des Bedeutung-swandels", Angla-Americana: Wiener Beitrage zur englisclten Philologie. LXII(1955), págs. 53-61; A. SAUVAGEOT, "A propos des changements sémantiquesf',Journal de Psychologie, XLVI (1953), págs. 465-72; J. SCHROPFER, "Wozu cin ver-gleichendes Worterbuch des Sinirwandels?", Proceedings of the Seventh Interna-tional Congress oj Unguists, págs. 366-71; THORNDIKE, loe. dt.; H. WERNER,"Cbange of Meaning: a Study of Semantic Processes through ExperimentalData". The Journal of General Psychology, L (1954), págs. 181-208.

a Véanse en particular los de Gamillscheg, Guiraud, Kronasser y Zvegintsev.* R. DE LA GRASSERIE, Essai d'une sémantique intégrale. París, 1908, vol. I,

páginas 89-139.

diosa Juno, en cuyo templo de Roma se acuñaba moneda1. To-mando un ejemplo bastante diferente, parece obvio que el bollofrancés conocido como croissant debe su nombre al hecho de quetiene fprrha de media luna. Esto es, por supuesto, verdad, pero noes toda la histórica. La palabra francesa es una traducción de laalemana Hornchen, y los primeros bollos de esta forma se hicieronen Viena a finales del siglo xvn para conmemorar una victoria de-cisiva sobre los turcos, cuyo emblema nacional es la media luna(Bloch-Wartburg). Tales casos contienen una saludable advertenciapara el etimologista y prestan renovada fuerza a la vieja consigna:"palabras y cosas" (Worter una Sache); sin un estrecho enlace entrela lingüística y la historia de la civilización, el origen de rrioney ha-bría seguido siendo un misterio insoluble y el de croissant habríasido groseramente simplificado.

No obstante, a despecho de la complejidad de estos procesos, esposible discernir varias causas principales que dan cuenta en suconjunto de una gran proporción de cambios semánticos. Tresde ellas fueron claramente identificadas en el artículo fundamental deAntoine Meillet sobre el tema2:

1) Causas lingüísticas. — Algunos cambios semánticos son de-bidos a las asociaciones que las palabras contraen en el habla. Lacolocación habitual puede afectar permanentemente el significadode los términos en cuestión; en virtud de un proceso conocido des-de Bréal como "contagio"3, el sentido de una palabra puede sertransferido a otra sencillamente porque aparecen juntas en muchoscontextos. Quizá el ejemplo más notable de esta tendencia sea lahistoria de la negación en el francés. Cierto número de palabras queoriginalmente tenían un sentido positivo han adquirido un valornegativo porque a menudo se usaban en conjunción con la partículanegativa ne:

latín passus "paso"" punctum "punto"" persona "persona"" rem, acusativo de res "cosa"" jam "ahora, ya" + magis "más"

ne ... pos "no"ne ... point "no, en modo alguno"ne ... personne "nadie"ne ... ríen "nada"ne ... jamáis "jamás, nunca"

El contagio ha sido tan eficaz que estos términos tienen en laactualidad un sentido negativo incluso cuando subsisten por sí mis-

1 Véase ya W. WUNDT, Volkespsychologie 1: Die Sprache, Leipzig, 1900, vol. I,páginas 426 y sgs.

3 Véase anteriormente, pág. 218, n. 1. Otro importante tratado sobre las causasdel cambio semántico es el de E. WEU,ANDER. Studien zum Bedeutungswandel imDeutschen, 3 partes, Upsala, 1917, 1923, 1928. Un sumario de su esquema sehallará en mis Principies of Semantics, págs. 206 y sgs.

* Essai de sémantique, cap. 21.

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mos, sin estar apoyados por ne. Esto ha conducido a la situaciónparadójica de que la palabra personne tiene dos usos diametral-mente opuestos: como nombre todavía significa "persona"; em-pleada como partícula, como por ejemplo en respuesta a una pre-gunta, quiere decir "nadie":

J'ai vu une persone. "He visto una persona."Qui a dit cela?—Personne. "¿Quién ha dicho eso?—Nadie."

2) Causas históricas.—Sucede frecuentemente que la lengua esmás conservadora que la civilización, tanto material como mo-ral. Los objetos, las instituciones, las ideas, los conceptos cientí-ficos cambian en el transcurso del tiempo; sin embargo, en mu-chos casos el nombre es conservado y contribuye así a asegurar unsentido de tradición y de continuidad 1. El proceso es demasiadoconocido para que requiera una discusión detallada; un ejemplode cada una de las categorías esenciales será suficiente para mos-trar cómo funciona:

a) Objetos. — La palabra inglesa car [coche] se remonta endefinitiva a la latina carrus, una palabra de origen celta que signi-ficaba un "vehículo de cuatro ruedas" y que se mencionaba repeti-damente en los comentarios de César sobre la guerra de las Galias.Nuestros coches modernos guardan escasa semejanza con los ve-hículos celtas del siglo i a. C.; pero el desarrollo tecnológico fuetan continuo que en ningún momento se precisó reemplazar el ró-tulo, y la palabra se ha mantenido casi inalterada fonéticamente des-de los tiempos romanos (cf. también la francesa char, la italiana,española y portuguesa carro, la rumana car)2.

b) Instituciones. — El significado de la palabra parliament [par-lamento], calcada de parlement, del antiguo francés3, ha cambiadomás allá de todo reconocimiento desde los concilios de los primi-tivos reyes Plantagenet, pero el desarrollo fue gradual, la continui-dad de la tradición nunca se interrumpió, y el término sobrevivepara dar testimonio de esta tradición; sin duda continuará dán-dolo cualesquiera que sean las reformas constitucionales que elfuturo pueda traer.

1 Algunos lingüistas rehusan considerar estos procesos como cambios de sig-nificado; cf. v. gr. J. SCHWIETERTNG. "Schriften zur Bedeutungslehre". Anzeigerfür acuaches Allcrtum, XLIV (1925). págs. 153-63. En The Principies of Semantics.página 211. yo he sugerido tratar tales casos como "cambios semánticos debidosal conservadurismo lingüístico", a diferencia de los que son debidos a la inno-vación lingüística.

2Cf. W. D. ELCOCK. The Romance Languages, pág. ]83. y L. R. PALMER,The Latín Language, pág. 53. Cf. igualmente Bloch-Wartburg y Lewis and Short1 Véase el NED; cf. anteriormente, pág. 1S6.

c) Ideas. — El término humour [humor], que el inglés tomó delantiguo francés, se basa en concepciones fisiológicas totalmente an-ticuadas1: la teoría de los "cuatro fluidos o humores cardinales (car-dinal 'humours) del cuerpo (sangre, flema, cólera o bilis, y melan-colía o atrábilis), por cuyas proporciones relativas se sostenía en elpasado que estaban determinadas las cualidades físicas y menta-les y la constitución de una persona" (NED). Posteriormente estasnociones fueron olvidadas y humour se .convirtió gradualmente enuno de los términos claves del modo de vida británico; pero, unavez más, la palabra se ha conservado, ya que no ha habido ningunaruptura en la continuidad. Un cierto número de otros términosmodernos—cholerío [colérico], melancholy [melancólico], phlegma-tic [flemático], sanguine [sanguíneo], temperament [temperamento]—tienen sus raíces en la misma teoría fisiológica.

d) Conceptos científicos. — Aunque humour y su grupo fue-ron en un tiempo términos científicos, o seudocientíficos, hace mu-cho que dejaron de ser reputados como tales y han pasado a lacategoría de ideas generales. Hay, sin embargo, múltiples conceptoscientíficos propiamente dichos que han retenido sus nombres tra-dicionales a pesar de todos los cambios que han experimentado.Una ojeada a la etimología de algunos de estos términos mostra-rá que completamente han sobrecrecido a sus significaciones ori-ginales. Electricidad procede del griego YJXs/.-pou. en latín électrum,"ámbar"; geometría significaba antaño "el arte de medir terrenos";más recientemente, incluso la palabra átomo se ha vuelto etimoló-gicamente inapropiada, como ya apuntamos (pág. 65), puesto queen griego significaba "indivisible".

3) Causas sociales. — Cuando una palabra pasa del lenguaje or-dinario a una nomenclatura especializada—la terminología de unoficio, un arte, una profesión o algún otro grupo limitado—, tiendea adquirir un sentido más restringido. Recíprocamente, las palabrasadoptadas del lenguaje de un grupo por el uso común suelen ensan-char su significado. Hay así dos tendencias socialmente condicio-nadas que operan en direcciones opuestas: la especialización y lageneralización.

La especialización del significado en un grupo social restringidoes un proceso extremadamente común; es, como ya hemos visto(págs. 182 y sgs.), una de las fuentes principales de ía polisemia. Enalgunos casos, el sentido especializado ha anulado por completo almás general, y el alcance de la palabra se ha estrechado considera-blemente. Esto ha acaecido en el francés a un cierto número de ver-bos ordinarios cuando pasaron al lenguaje de la granja1:

1 En algunos de estos verbos, la restricción del significado se remonta a lostiempos latinos; en otros es un desarrollo específicamente francés (Bloch-Wart-burg).

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latín cubare "echarse, recostarse"" muiare "cambiar"" poneré "colocar"" trahere "tirar, extraer"

francés couver "empollar"" muer "mudar, estar de muda"

pondré "poner huevos"" traire "ordeñar" '

El proceso inverso, la generalización, también es muy común. Cier-to número de términos de caza y de cetrería, por ejemplo, han pasadoal lenguaje ordinario y han ensanchado correspondientemente su sig-nificado 2. Haggard [intratable, rebelde, montaraz] se refería origina-riamente al halcón que había sido "cogido después de haber adqui-rido el plumaje adulto" y que, por tanto, era feroz e indómito (NED).Lure [señuelo, añagaza] y el verbo to allure [atraer, halagar, seducir]también se derivan de la cetrería: un lure era "un aparato usado porlos halconeros para llamar a sus halcones, consistente en un manojode plumas atadas a una cuerda, dentro del cual, durante su amaes-tramiento, el halcón encuentra su comida" (Shorter OED). El voca-blo francés niais "necio, bobo" proviene del latín vulgar, *nidax,* nidacern, un derivado de nidus "nido"; originalmente denotaba un"polluelo", un halcón joven sacado del nido. Muchas expresionesidiomáticas—"to be at bay" [hallarse en el mayor aprieto; literal-mente : estar entre ladridos], "to beat about the bush" [andarse porlas ramas; literalmente: batir el matorral], "to be caught in the toils"[caer en las redes], y otras—pueden rastrearse asimismo hasta diver-sos aspectos de la caza.

A estos tres factores capitales establecidos por Meillet puedenañadirse al menos otros tres, que son responsables de muchos cam-bios de significado.

4) Causas psicológicas. — Los cambios de significado con fre-cuencia tienen sus raíces en el estado de ánimo del que habla o enalgún rasgo más permanente de su índole mental. Algunos de losfactores psicológicos en juego son superficiales o incluso triviales.Una semejanza casual que capta la vista, una asociación humorísticaque viene al pensamiento, pueden producir una imagen que, por suadecuación o su calidad expresiva, pasarán del estilo individual aluso común. La idea de que algo tiene una vaga similitud con uncaballo—en la forma, la situación o el carácter—ha inspirado mu-chas metáforas e idiotismos gráficos o jocosos: clothes-harse [per-

1 Traire, como ya se mencionó (pág. 210), reemplazó al verbo moudre "orde-ñar", del latín mulgere, después que el último se hubo convertido en homónimode moudre "moler", del latín moleré.

1 Sobre términos de montería, véase N. EDGAR, Les expressions figurées ¿'ori-gine cynégétique en franjáis, Upsala, 1906, y, más recientemente, la serie deCynegetica publicada por G. Tilander. Cf. también J. VENDRYES, "Sur quelques.mots de la langue des cbasseurs", Archivum linguisticum, i (1949), págs. 24-9, yWEEKLEY. The Romance of Words, págs. 107 y sgs.

cha para la ropa], horse-fish [caballa], hcrrse-tail [cola de caballo]horse-play [broma pesada], horse-sense [sandez], "to flog a dead hor-se" [azotar un caballo muerto: después del burro muerto, la ceba-da al rabo], "to mount the high horse" [montar el caballo altó: asu-mir un porte altivo], "to look a gift horse in the mouth" [a caballoregalado no le mires el diente], etc. Tales metáforas a veces ter-minarán en un cambio permanente del significado: easel "caballetede pintor", por ejemplo, proviene de la palabra holandesa ezel, quequiere decir "asno" (cf. el término alemán Esel).

Más interesantes psicológicamente son aquellos cambios de sig-nificado que brotan de algún rasgo o tendencia profunda del espí-ritu del que habla. Dos de tales causas en particular han sido enér-gicamente recalcadas en los estudios semánticos: los factores emo-tivos y el tabú.

a) Factores emotivos. —¡ El papel desempeñado por el senti-miento en el cambio semántico fue explorado con gran detalle porel profesor H. Sperber en un libro publicado en 1923 *, que preten-dió aplicar un método freudiano a estos problemas. Sperber ar-güía que si estamos intensamente interesados por un tema, tende-mos a hablar frecuentemente de él; incluso nos referiremos a élal tratar de asuntos totalmente diferentes.-Tales temas están siem-pre presentes en nuestra mente y, por consiguiente, sugerirán sí-miles y metáforas para la descripción de otras experiencias. En laterminología de Sperber, se convertirán en "centros de expansión".Al mismo tiempo, estas importantes esferas formarán también"centros de atracción": acogeremos analogías de otros campos conel fin de describirlas con el máximo de precisión, frescura y varie-dad. Habrá así un doble movimiento de metáforas desde y haciaestos centros emocionales. Sperber cita algunos ejemplos sorpren-dentes para mostrar el impacto de ciertas armas pavorosas durantela primera guerra mundial. En el argot de los poilus, las personasy los objetos eran apodados a veces según estas armas: así, las ju-días se denomin'aban "balas" y una mujer con muchos hijos era alu-dida como una "ametralladora" (mitrailleuse á gosses). Inversamen-te, toda clase de metáforas pintorescas y festivas se aplicaban a laspropi'as armas; en un intento de despojarlas de algo de su terroreran comparadas con objetos familiares: una ametralladora se con-vertía en un "molinillo de café" o en una "máquina de coser", y untanque recibía el mote de "cocina rodante" (ibíd., págs. 45 y sgs.).

De las dos fuerzas emocionales propuestas por Sperber, la "atrac-ción" ciertamente representa un papel importante, aun cuando nosiempre comportará las implicaciones de largo alcance sugeridas porla teoría. Como vimos en un capítulo anterior (págs. 168 y sgs.), las

1 Op. cit, caps. 4-10.

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228 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO I. LAS CAUSAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO

cuestiones por las que se interesa una comunidad, que compendiansus temores, sus aspiraciones o sus ideales, tenderán a atraer sinó-nimos de todas las direcciones, y muchos de ellos serán metafóricos,puesto que la metáfora es la fuente suprema de la expresividad en ellenguaje. El cometido de la "expansión" es menos .obvio y más pro-blemático. No hay ciertamente nada parecido a una conexión auto-mática entre el interés que exige una materia y el número de metá-foras inspiradas por ella. Si tal correlación existiera serían de esperarincontables imágenes de la aviación en nuestra época tan inclinada a laaeronáutica, mientras que el número de semejantes figuras en ellenguaje ordinario es muy pequeño. Por otro lado, hay indudable-mente casos en que los intereses de una generación se reflejan en suelección de las metáforas. En la Francia del siglo xvi, donde la reli-gión era el más importante de todos los temas públicos, cierto nú-mero de expresiones figuradas se derivaban de ese campo: vray com-me la messe "verd'adero como la misa"; vray camme le patendtre"verdadero como el padrenuestro"; se rendre au premier coup dematines "ir al primer toque de maitines (= tan pronto como uno esrequerido); U faut laisser le moustier oú tt est "hay que dejar elmonasterio donde está" (= respetar la tradición), y muchas más 1.En el tiempo de la Revolución francesa hubo una plétora de metá-foras de la ciencia y la medicina, que reflejaban el interés público porlos recientes avances en estos campos: la gente hablaba de la "fuerzacentrífuga" del espíritu revolucionario y de la "refrangibilidad desus rayos regeneradores", del efecto "electrificador" de las asambleaspúblicas, de los "glóbulos fosforosos" que Pitt inflaba en los ojosdel público, y de la necesidad de "flebotomizar" a los periodistas 2.En el siglo XIX, la introducción de los ferrocarriles en Francia fueseguida por la aparición de toda suerte de metáforas de esta esfera".

La teoría de la "expansión" es de una aplicabilidad directa en elestudio del estilo literario. Si hay alguna verdad en esta teoría, en-tonces es presumible que los intereses y preocupaciones dominantesde un escritor se reflejen en el conjunto de sus imágenes; cabría in-cluso la esperanza de utilizar sus símiles y metáforas como una guíapara sus actitudes y procesos mentales básicos. Esto es lo que laprofesora C. F. E. Spurgeon pretendió hacer en su famoso libro Sha-kespeare" s Imagery and what it tell us (Cambridge, 1935). No cabeduda de que algunos de los hallazgos de miss Spurgeon son revela-

1 Véase E. HUGUET, La langage figuré au seizitme siicle, París, 1933, págs. 1-18.5 Véase F. BRUNOT, Histoire de la langue franfaise, vol. X, parte I, págs. 64 y

siguientes.* Cf. P. J. WEXLER, La iormation du vocabulaire des chemins de fer en France,

J778-I842, págs. 130 y sgs.; véase también mi Style in Ihe French Novel, pág.. 32.La boga de ciertos sufijos en nuestro propio tiempo—beatnik formado segúnel modelo de sputnik—es un síntoma de la misma tendencia.

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dores. Se sorprendió, por ejemplo, de la frecuencia de las imágenesrelativas a las crecidas de los ríos en Shakespeare:

, my particular gricf.' Is of so flood-gate and o'crbearing nature

That it engluts and swallows other sorrows,And it is still itself.

* Othello, acto I, escena 3 '.

Never carne reformation in a flood,With such a heady currance, scouring faults.

* King Hcnry the Fifth. acto I, escena 1 '.

Ahora bien: es sabido que el río Avon se desbordaba con fre-cuencia en los días de Shakespeare, como todavía lo hace en laactualidad. Es, por tanto, muy razonable suponer que hay algunaconexión entre las inundaciones que Shakespeare debe haber obser-vado en Stratford cuando niño, y la persistente recurrenci'a del mo-tivo de las crecidas en su imaginería 3.

No obstante, la "teoría de las metáforas predominantes", comose le ha llamado, ha sido severamente criticada y debe manejarse conextrema precaución4. Está claro, desde luego, que los argumentosex silentio no son de ningún valor; el hecho de que ciertas experien-cias no se encuentren en la imaginería de un escritor no quiere deciren modo alguno que estas materias le sean poco familiares o que nose interese por ellas. Es divertido señalar, por ejemplo, que en Lifeof Donne, de Izaac Walton, no haya ni una sola imagen derivada dela pesca; la apasionada afición que inspiró el Compleat Angler (Elperfecto pescador de caña) ha dejado totalmente inafectada la ima-ginería de la otra obra. En los escritos novelescos de Albert Camussolo he encontrado una imagen, poco interesante, relacionada con latuberculosis, una enfermedad que ha desempeñado un papel tan serioen su vida. Al mismo tiempo, la presencia de un grupo particular demetáforas no necesita estar asociada con ninguna experienci'a per-

1 "Mi dolor particular es de una naturaleza tan desbordante, tan impetuosa yparecida a las aguas de una esclusa, que engulle y sumerge las demás penas, y élqueda siempre igual." SHAKESPEARE, Obras completas, 10.* ed., Madrid Aguilar,1951, pág. 1471.

""Jamás vino la reforma en una oleada de tan impetuosa corriente para üm-piar los vicios." Ib'id., pág. 518.

' SPURGEON. op. cit.. pág. 93 y sgs. Sobre un caso similar en Proust, la impor-tancia psicológica de sus metáforas de medicina y cirugía, ver mi Image in theModern French Novel, págs. 130 y sgs.

Cf. L. H. HORNSTEIN, "Analysis of Imagery: a Critique of Literary Metbod",Publications of the Modern Language Association of America. LVII (1942), páei-nas 638-53: R. WELLEK y A. WARREN, Theory of Liierature. Londres, impr' 1954Páginas 213 y sgs.; y mi Style in the French Novel, págs. 31 y sgs.

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sonal intensa. Sería ingenuo atribuir las numerosas imágenes sobreinsectos que se encuentran en varios novelistas modernos a un inte-rés absorbente por la.entomologí'a, o a algún choque traumático enconexión con los insectos; las más de las veces, el factor determi-nante fue simplemente la fuerza expresiva de estas imágenes y susdesagradables tonos emotivos, que se ajustaban a la atmósfera en-tera de la obra en cuestión l.

Puede también suceder que un escritor trate de lograr la verosi-militud adaptando el estilo de sus person'ajes, incluida la imagineríade estos, a los intereses y al fondo personal de ellos. Esto es lo queVíctor Hugo hizo con buen resultado al final de su poema Booz en-dormi, que está basado en el Libro de Ruth. Después de haber pa-sado un día trabajando en la tierra, Ruth contempla el cielo estre-llado, con su mente llena todavía de las gentes y las cosas que havisto durante el día :

Ruth se demandait,Immobile, ouvrant l'oeil á rnoitié sous ses voiles,Quel dieu, quel moissonneur de l'éternel été.Avait, en s'en allant, négligemment jetéCette jaucüle d'or dans le champ des étoiles*.

b) Tabú3.—Tabú es pna palabra polinesia que el capitán Cook1 Cf. G. O. REES, "Animal Imagery in the Novéis of Atidré Malraux", French

Studies, DC (1955), págs. 129-42. En e! caso de Sartre, sin embargo, la recurrenciaobsesiva de las imágenes de insectos parece tener una motivación psicológica, ajuzgar por las recientes revelaciones en La forcé de ¡'age de Simone de Beauvoir.Estoy eii deuda con madame Escoffier, de la Universidad de Lyon, por haberatrafdo mi atención hacia este punto. Sobre las imágenes de insectos en Sartre,véase S. JOHN, "Sacrilege and Metamorphosis. Two Aspects of Sartre's Imagery",Modern Langunge Quarterly, XX (1959), págs. 57-66, y mi Style in the FrenchNovel, págs. 251 y sgs.

2 "Ruth se preguntaba, inmóvil, abriendo a medias los ojos bajo sus velos,qué dios, qué segador del eterno estío, había arrojado descuidadamente al irseesta hoz de oro en el campo de las estrellas."

' Una extensa información de los tabús lingüísticos se encontrará en dos mo-nografías: W. HAVERS. Neuere Literatur zur Sprachtabu, Akademie der Wissen-schaflen in Wien. Phil.-Hist. Kl.. Sitzungsbcr, 223, 5, 1946, y R. F. MANSUR GUA-RIOS. Tahua lingüísticos, Río de Janeiro, 1956. De la vasta literatura sobre e! tabúy el problema emparentado del eufemismo, puede mencionarse lo siguiente:G. BONFANTE, "Eludes sur le tabou dans les langues indo-européennes", Melan-ges Ch. Bnlly, Ginebra, 1939, págs. 195-207; CH. BRUNF.AU, "Euphémie et euphé-misme", Fextgahe C. Gamillscheg, Tubinga, 1952, p^ágs. 11-23; M. COKTELAZZO."Valore attuale del labu lingüístico mágico", Rivi.ila di Etnografía, vn (1953).páginas 13-29; M. B. EMENEAU, "Taboos on Animal Ñames", Language, xxrv(1948), págs. 56-63; J. MAROUZEAU. "Le parler des gens moyens. Interdiction desconvenances et tabou du sentiment", Journal de Paychologie. xxiv (1927), pági-nas 611-7; A. MEILI.ET, "Quelques hipotheses sur des interdictions de vocabu-laire dans les langues indo-européennffl", Linguistique historique et llnguistiquegenérale, vol. I, págs. 281-91; J. ORR. "Le role destructeur de l'euphemie", Ca-

introdujo en el inglés, de donde pasó a otras lenguas europeas. Se-gún el propio capitán Cook, el término "tiene un significado muyamplio; pero, en general, quiere decir que una cosa está prohibida" 1.En,su libro Tótem y tabú, Freud ha hecho un interesante análisis delsignificado y las implicaciones de la palabra:

Para nosotros el significado del tabú se ramifica en dos direcciones opues-tas. Por un lado significa para nosotros sagrado, consagrado; pero por otraparte significa misterioso, peligroso, prohibido e inmundo. Lo contrario altabú se designa en la Polinesia por la palabra noa y quiere decir algo ordi-nario y generalmente accesible. Así, algo parecido al concepto de reserva esinherente al tabú; el tabú se expresa esencialmente en prohibiciones y res-tricciones. Nuestra combinación "temor santo" expresaría a menudo el sig-nificado del tabú '.

El tabú es de vital importancia para el lingüista porque imponeuna interdicción no solo sobre ciertas personas, animales y cosas, sinotambién sobre sus nombres. En la mayoría de los casos, aunque noen todos, la palabra sometida al tabú será abandonada y un sustitutoinofensivo, un eufemismo3, será introducido para llenar el vacío.Esto entrañará con frecuencia un ajuste en la significación del sus-tituto, y de este modo el tabú es una causa importante de los cam-bios semánticos.

Los tabús del lenguaje se hallan comprendidos en tres grupos máso menos distintos, según la motivación psicológica que h'ay tras ellos:unos son debidos al miedo, otros a un sentimiento de delicadeza,otros finalmente a un sentido de decencia y decoro.

l) Tabú del miedo. — El pavor reverencial en que son manteni-dos los seres sobrenaturales ha impuesto frecuentemente interdic-ciones tabús sobre sus nombres. A los judíos, como ya se ha indicado,no les estaba permitido referirse directamente a Dios; utilizaban ensu lugar la palabra para designar "señor", y este circunloquio sobre-vive en el término ingles the Lord, en el francés Seigneur y en otrasformas modernas (pág. 187). El nombre del diablo ha dado origen aincontables eufemismos, incluida la curios'a expresión l'Autre, "elOtro", en francés. En su * Address to the Deil, Burns ha reunidotoda una serie de apodos cariñosos ideados para propiciar al diabloy mostrar que se está en relaciones de familiaridad con él:

hiers de l'Association Internationale des Eludes Francaises, 1953, págs. 167-75.Cf. asimismo ESTRICH-SPERBER, op. cit., caps. 1-4; GAMILLSCHEO, FranzijsixheBedeutungslehre, cap. 35; JESPERSEN, Mankind, Nailon and Individual, cap. 9;NYROP, Sémantique, libro VII.

1 M. GUÉRIOS, op. cit., pág. 8.2 Pelican Books, Londres, impr. 1940, pág. 37.3 Del griego eu "bien" -f phé me "habla".

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O thou! -whatever title suit thee—Auld "Hornie", "Satán", "Nick", or "Clootie"...Hear me, aulcl "Hangie", for a wee...But fare-you-weel, auld "Nickie-ben"! l

Los nombres de los espíritus diabólicos son declarados tabú de lamisma manera. El intento de propiciarlos puede llegar extraordina-riamente lejos: testimonio de ello son las Eúu.£ví3-i; griegas, uno delos nombres dados a las Furias, que literalmente significa "las biendispuestas, las favorables, las benévolas".

Las criaturas y las cosas ordinarias dotadas de cualidades sobre-naturales pueden también convertirse en objeto de temor y de tabú.Particularmente difundidas están las prohibiciones sobre los nombresde animales. Un libro reciente sobre la materia 2 cita nada menosque veinticuatro animales cuyos nombres están sujetos a tabú endiferentes lengu'as; abarcan desde las hormigas, las abejas y los gu-sanos hasta los osos3, los tigres y los leones; incluso las mariposas,los conejos y las ardillas están comprendidos en esta lista. Uno delos casos más intrigantes es la conocida serie de nombres eufemísti-cos para designar a la mustela (weasel) 4. En las lenguas romancessolo hay aislados supervivientes de mustela, el nombre latino delanimal. En el francés ha sido reemplazado por belette, un diminutivode beau, belle, que literalmente quiere decir "mujercita bella". Enotras partes, el eufemismo ha operado principalmente mediante elcambio de significado: los italianos y portugueses la llaman "dami-sela" (donnóla, doninha), los españoles comadreja, mientras que enDinamarca es conocida por "bell'a" y "novia", en Suecia por "niñabonita" o "señorita", en Grecia y Albania por "cuñada", etc. En elinglés tuvo antaño el apodo de fairy [hada], y Erasmo ha relatadoque en Inglaterra se consideraba de mal agüero mencionar este ani-mal cuando se iba de caza.

Los nombres de los objetos inanimados también pueden ser ta-chados por una prohibición tabú. Las supersticiones conectadas conla mano zurda han conducido a la creación de muchos eufemismosen varias lenguas. Las voces latinas laevus y scaevus han desapa-recido en las lenguas romances; sinister en el sentido literal ha sobre-vivido en el término italiano sinistro, pero en otras partes ha caído

"'¡Oh tú! Cualquiera que sea el título que te cuadre: — viejo "Cornudc".'"Satanás", "Nick" o "Clootie" ... Escúchame un poco, viejo "Ahorcado" ...¡Pero que lo pases bien, viejo "Nickieben"!"

* M. GUÉRIOS, op. cit., pág. 18.' Cf. MEILLET y EMENEAU, loe. cit.* Véase M. GUÉRIOS, op. cit.. págs. 152 y sgs., con nuevas referencias; cf. igual-

mente NYROP, Sémantique, págs. 275 y sgs., y WEEKLEY. The Romance of Words,páginas 91 y sgs.

en desuso. El español ha recurrido al vascuence para un sustituto(izquierdo) 1, mientras que el francés utiliza un vocablo germánico,gauche, que originalmente significaba "el camino equivocado; tosco,grosero" (Bloch-Wartburg). El inglés left tenía el sentido primariode "débil, indigno" (NED), y una de las palabras griegas para decir"izquierdo", £'J(I>VU¡J.G<;, es evidentemente un eufemismo: su sentidooriginario era "de buen nombre, honrado; de buen augurio, próspe-ro, afortunado" (Liddell and Scott).

II) Tabú de la delicadeza. — Es una tendencia humana general eleludir la referencia directa a los asuntos desagradables. Ya hemosvisto falgunos de los numerosos eufemismos enlazados con la enfer-medad y la muerte (págs. 171 y 208). La historia de palabras comodisease y undertaker muestra que tales sustitutos pueden quedartan estrechamente asociados con la idea declarada tabú que pier-dan su valor eufemístico, y haya que volver a reemplazarlos paramitigar el desagrado.

Otro grupo de palabras afectadas por esta forma de tabú son losnombres de los defectos físicos y mentales. Imbecile, en inglés, pro-viene, a través del francés, del latín imbedllus, o imbecillis, "débil,endeble". En el siglo xvn, Cornéale todavía pudo referirse al "sexodébil" como "le sexe imbécille"; un siglo más tarde, este uso habíaquedado tan anticuado que Voltaire lo describía como una "burday extraviada afrenta" (Nyrop, Sémantique, pág. 22). Otras palabrasde la misma esfera han evolucionado sobre líneas similares. El tér-mino francés crétin [cretino] es una forma dialectal de chrétien "cris-tiano", tomada del patois francés de Suiza en el siglo xvni (Bloch-Wartburg). Benét "tonto, estúpido, simple" procede de benedictas"bendito, bienaventurado", y es un eco palmario de la primerabienaventuranza: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque deellos es el reino de los cielos" (ibíd.). Es muy probable que estos usosfueran originalmente "seudoeufemismos" más que eufemismos pro-piamente dichos: fueron sugeridos más por ironía que por tabú.Lo mismo cabe decir del inglés idiot [idiota] que se retrotrae a unapalabra griega que significa "persona privada, lego, novato",, y desilly [necio, bobo], anteriormente seely, que en otro tiempo significa-ba "feliz" y "bendito" (cf. el alemán selig)2.

Otra clase aún de palabras que a menudo se evitan por razonesde delicadeza, o de delicadeza burlona, son los nombres de las ac-ciones criminales tales como estafar, robar y matar. Para "estafar"hay en francés una perífrasis tradicional, corriger la fortune, quese hizo famosa por un pasaje de la comedia de Lessing, Minna vcm

1 Cf. las observaciones de W. D. ELCOCK, op. cit., pág. \1&. Cf. asimismoENTWISTLE, The Spanisli Language, pág. 65.

* a. STERN, op. cit., pág. 403, y el NED.

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Barnhelm (acto IV, escena 2). "Robar" ha dado lugar a numerososeufemismos en diferentes lenguas; algunos de ellos han sido indi-cados en el capítulo sobre la sinonimia (pág. 170). Un ejemplo di-vertido se encuentra en * The Merry Wives of Windsor (acto I, es-cena 3:

NYM: The good humour is to steal at a minute's rest.FISTOL: "Convey" the wise it cali. "Steal" foh! A fico for the phrase! '

En los campos de concentración nazis, el verbo organizar acabópor ser usado en muchas lenguas como un eufemismo para expresar"procurar por medios ilícitos" y así para "robar". Esto produjoalgunas curiosas combinaciones: "Les magasins du camp sontpleins de tout ce que les S. S. ont organisé en France" 2.

Un ejemplo de un cambio radical de significado debido a estetipo de tabú es el verbo francés tuer "matar", que se deriva del la-tino tufan "custodiar, guardar, proteger". Según una investigaciónreciente, este uso parece haberse "originado como un eufemismoirónico debido, en definitiva, a la jerga de los ladrones o los sol-dados" 3.

ni) Tabú de la decencia. — Las tres grandes esferas más di-rectamente afectadas por esta forma de tabú son el sexo, ciertaspartes y funciones del cuerpo, y los juramentos. Hay variacionesextremadamente amplias entre las normas del decoro obtenidas endiferentes períodos: la procacidad de un Rabelais y la gazmoñeríade las précieuses (cf. pág. 211), la derechura con que madame deRambouliet en el Sentimental Journey, de Sterne, se refiere a lafisiología humana4, y la hipersensibilidad de las damas norteame-ricanas del siglo xix, que hablarían de los miembros (Hmbs) de unpiano y de sus propias agachaderas (benders) antes que mencionarlas piernas o las patas (legs), y que dirían talle (waist) antes queproferir la palabra cuerpo (body)5. No obstante, el sentido de ladecencia y del pudor ha sido a lo largo de las edades una rica fuen-te de tabús y de eufemismos. Unas cuantas expresiones de la esferade las relaciones sexuales servirán para ilustrar esta tendencia.

La historia de la palabra francesa filie muestra que incluso una1 "NYM: El talento consiste en robar en un silencio de mínima. — FISTOL :

"Transmisión" llaman a eso las gentes sensatas. "Robo", ¡puaf! ¡Una higa conla frase!" SHAKESPEARE, Obrar completas, 10* ed., Madrid Amular 1951 ná-gina 1103.

3 "Los almacenes del campo están llenos de todo lo que las S. S. han organi-zado en Francia." (Véase AMSLER, Le Francais Moderne xui 1945 pág 248-cf. Y. EYOT. ibíd.. xiv, 1946, pág. 167).

*B. FOSTER, Essays Presented to C. M. Girdlesíone, págs 109-21.«En el capítulo "The Rose" (ed. Penguin, pág. 97); cf. NYROP. Sémantíque,

páginas 303 y sgs.5 JESPERSEN, Crowth and Slructure, pág. 226.

de las palabras más comunes de una lengua puede llegar a corrom-perse en virtud del uso eufemístico. En el sentido de "hija", filie estodavía perfectamente respetable, pero en el sentido de "muchacha,joven", ya es necesario decir jeune filie, puesto que filie sola se usótan frecuentemente como un eufemismo para "prostituta" que estefue, por último, su significado ordinario. Una frase como la siguiente,que se encuentra en el escritor del siglo xvm Marivaux, seríaimposible hoy día: "Tu me dégoütes de toutes les filies qu'onpourrait m'offrir pour mon fils" 1. Otras palabras de esta esferahan tenido un sino semejante: garce, la forma femenina de garcon,se ha convertido en un término injurioso, y el alemán Dirne, queen otro tiempo se aplicó a la Virgen María como la sierva de Dios,ha concluido por significar una "ramera", excepto en los dialectosalemanes del Sur '¿.

Vanos términos asociados con el amor ilícito se han deterio-rado en su significado como resultado de un empleo eufemístico.Cuando Alceste dice a Céliméne, en el Misanthrope, de Moliere:"Vous avez trop á'amants qu'on volt vous obseder" (acto II, es-cena 1)3, esto es mucho menos insultante que como suena a losoídos modernos, porque en aquel tiempo amant quería decir me-ramente "alguien enamorado de una mujer"; es solo por eufemis-mo como adquirió gradualmente el sentido de "amante", que esel único significado actual. Análogamente, no había nada muyofensivo en las palabras de Pauline del Polyeucte, de Corneille: "Monpére fut ravi qu'il me prit pour mditresse (acto I, escena 3); en elsiglo xvn, maitresse significaba simplemente "novia" 4.

Hasta la palabra francesa para designar "beso", baiser, ha caídovíctima de una interdicción tabú. Desde que acabó por usarse comoun eufemismo con connotaciones obscenas, ha sido reemplazada engran medida en su sentido original por embrasser "abrazar", un de-rivado de bras "brazo"; de aquí combinaciones tan extravagantescomo "embrasser quelqu'un sur la joue", "besar a alguien en la me-jilla" 5.

Esta breve selección de ejemplos habrá mostrado que el tabú y eleufemismo son causas importantes del cambio semántico. Convieneadvertir, sin embargo, que este es sólo uno de los modos comopuede llenarse un vacío creado por el tabú. Como hemos visto, una

1 "Tú me haces sentirme disgustado con todas las muchachas que podríanofrecérseme para mi hijo" (citado por GAMILLSCHEG, Franzosische Bcdeutung-slehre, pág. 100).

2 PRIEBSCH-COLUNSON, op. cír., pág. 304.3 "Tienes demasiados admiradores a los que se ve asediarte." Este ejemplo y

el próximo son citados por NYROP, Scmantique, pág. 299.4 "Mi padre quedó encantado de que me tomase por novio."a Véase esp. J. ORR, "Le role destructeur de reuphemie", loe. cit., págs. 170

y siguientes.

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palabra viciada es reemplazada a veces por una nueva formación(belette) o por un término tomado de una lengua extranjera (elespañol izquierdo). Bloomfield ha llamado la atención sobre el hechocurioso de que los rusos tomasen su palabra para denotar la luna,luna, del latín, mientras que por lo demás copiaron muy poco deesta fuente, salvo algunos términos sumamente cultos (Language,página 400). Puesto que toda lengua es capaz de tener su propia pala-bra para designar la luna, tal término sería importado del exteriorsolo si el nombre nativo había sido infamado por una prohibicióntabú. Puede ocurrir también que la palabra declarada tabú no sehaya desvanecido enteramente, sino que se conserve en una formamodificada. El vocablo inglés arcaico zounds [pardiez] es una va-riante eufemística de by God's wounds [por las llagas de Dios];drat equivale a God rot! [¡podre de Dios!] y el vocablo francésbougre, aunque no tan ofensivo como su réplica inglesa, se hacemás respetable cuando se cambia en bigre [caramba]1. Cierto nú-mero de tacos franceses terminados en -bleu—corbleu, morbleu,parbleu, ventrebleu [cáspita, caramba, pardiez, voto al chápiro], et-cétera—no tienen nada que ver con el adjetivo bleu "azul"; bleues meramente una forma modificada de Dieu. El reniego palsambleu,que pertenece a la misma familia, es una variante bien camufladade la frase par le sang de Dieu "por la sangre de Dios"; cf. los tér-minos ingleses 'sblood y Od's blood.

5) La influencia extranjera como causa del cambio semántico. —Muchos cambios de significado son debidos a la influencia de algúnmodelo extranjero. Tomando un ejemplo obvio, el uso de la pala-bra bear para denotar dos constelaciones, la Great y la Lesser Bear,la Osa mayor y la Osa menor, tiene un paralelo en muchas lenguas:en francés, Ourse; en italiano, Orsa; en español, Osa; en alemán,Bar; en húngaro, Medve, etc. Ninguna de ellas es una metáfora es-pontánea : todas se basan en la latina Ursa y, más allá de esta, enla griega r, ''Apx-o;."osa", las cuales ya se utilizaban en la antigüe-dad clásica para denotar las constelaciones.

La parte desempeñada por la influencia extranjera en los cam-bios semánticos fue discutida con cierto detalle en el capítulo sobrela polisemia (págs. 186 y sgs. y 193); es, por tanto, innecesario citaraquí más ejemplos.

6) La exigencia de un nuevo nombre como causa del cambiosemántico. —Siempre que se requiera un nuevo nombre para de-notar un objeto o idea nuevos, podemos hacer una de estas tres

cosas: formar una palabra nueva de elementos existentes; copiarun término de un idioma extranjero o de alguna otra fuente; yfinalmente, alterar el significado de una palabra vieja. La necesidadde encontrar un nombre nuevo es así una causa extremadamenteimportante de los cambios semánticos.

La historia de los descubrimientos científicos y tecnológicos nosdepara abundantes pruebas de cómo se operan tales cambios. Un'ejemplo interesante es el uso del término tanque para denotar elvehículo blindado inventado en la primera guerra mundial. El nue-vo sentido fue añadido un tanto arbitrariamente a la palabra exis-tente con el fin de asegurar el secreto durante la fabricación (ShorterOED). El nombre de un arma anterior, el torpedo, también tuvoun origen inusitado. En el latín, el vocablo torpedo, que procedede la misma raíz que torpor, significaba "entumecimiento, modorra,torpor" y, traslaticiamente la "tremielga" o "raya eléctrica". Cuan-do en la segunda mitad del siglo, xvm se inventó una nueva armasubmarina, fue llamada, primero en inglés y luego en otras lenguas,con el nombre latino del pezl. Otra palabra latina, satelles, satel-litis, "alabardero, guardián, acompañante", tuvo una historia máscomplicada. Cuando Kepler necesitó un nombre para describir aun planeta pequeño girando alrededor de otro mayor, empleó lapalabra satélite en este sentido, en lugar de acuñar un término nue-vo. En el transcurso del tiempo, satélite adquirió diversos signifi-cados técnicos en anatomía, zoología y urbanización; en el sen-tido político fue usado por primera vez por Federico Naumann ensu libro Mitteleuropa (1915). Durante los últimos años, el lanza-miento de los primeros satélites artificiales ha ensanchado más aúnel alcance de la palabra. En todos estos casos, los descubrimientoscientíficos y otros desarrollos obligaron a encontrar un nombrenuevo, y la necesidad se satisfizo añadiendo significados inéditosal término latino 2.

jua celeridad del progreso científico y tecnológico en nuestrotiempo está haciendo demandas cada vez más importantes a los re-cursos lingüísticos, y las posibilidades de la metáfora y de otrostipos de cambio semántico están siendo plenamente explotadas-Este puede verse, por ejemplo, en la nomenclatura rápidamentecambiante de la industria aeronáutica. Primero tuvimos flyin-boats[barcos voladores, aeronaves], luego flying fortresses [fortalezas vo-lantes]; ahora tenemos flying saucers [platillos volantes] y hastaflying bedsteads [camas volantes]. Muchos tipos de aviones tienennombres metafóricos expresivos: Hurricane (huracán], Spitfire fescu-

1 Cf. J. ORR. Words and Sounds in EngUsh and French. pág. 227.

1 MIOLIORINI, The Contríbution oí the Individual lo Language, loe. dt., pá-ginas 7 y sgs.

2 IbUl.. págs. 9 y sgs.

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pe-fuego], Comet [cometa], Conslellation [constelación], Vampire[vampiro]. Entre todos los artificios lingüísticos disponibles, el cam-bio de significado es el modo más simple, más discreto, y quizá elmás elegante para andar al mismo paso que el progreso de la civili-zación.

II. LA NATURALEZA DEL CAMBIO SEMÁNTICO

El axioma de Leibniz: "Natura non facit saltus" ("La Naturalezano da saltos"), es enteramente aplicable al cambio semántico. Cuales-quiera que sean las causas que produzcan el cambio, debe habersiempre alguna conexión, alguna asociación entre el significado viejoy el nuevo. En unos casos la asociación puede ser lo bastante pode-rosa para alterar el significado por sí misma; en otros proporcionarámeramente un vehículo para un cambio determinado por otras cau-sas; pero de una forma o de otra, algún género de asociación subya-cerá siempre al proceso. En este sentido, la asociación puede consi-derarse como una condición necesaria, un sine qua non del cambiosemántico.

En la historia de la semántica, la teoría asociacionista ha apare-cido en dos formas diferentes. Algunos de los primeros semánticosprofesaron un asociacionismo ingenuo: trataron de explicar los cam-bios de significado como el producto de asociaciones entre palabrasaisladas. En las últimas décadas, una visión más sofisticada, basadasobre principios estructurales, ha acabado por prevalecer; la aten-ción ha pasado de las palabras solitarias a las unidades más amplias,los llamados "campos asociativos", a que pertenecen. La diferenciaentre las dos actitudes se discutirá más cumplidamente en el capítu-lo final.

Se han hecho varios intentos de clasificar los cambios semánti-cos de acuerdo con las asociaciones que los fundamentan. Medianteuna ingeniosa combinación del método estructural de Saussure conalgunos de los principios de la filosofía de Bergson, el lingüista fran-cés Léonce Roudet esbozó, hace cuarenta años, la primera clasifica-ción comprensiva de este género, que fue desarrollada más adelantepor la investigación subsiguiente1. El esquema de Roudet tiene la

1 Véase L. ROUDET. "Sur la classification psychologique des changements sé-mantiques", Journal de Psycliologie. xvín (1921), págs. 676-92. Entre los precur-sores de Roudet, Wundt y Schucbardt fueron de particular importancia. El es-quema de Roudet fue adoptado y perfeccionado por el lingüista húngaro Z. Gom-bocz (véase anteriormente, pág. 66, n. 2). Una discusión del desenvolvimiento deesta teoría, y una forma un tanto modificada del esquema mismo se'hallará enmis Principies of Semantics, págs. 213 y sgs.; cf. también GUIRAUD, La sémanti-que, págs. 43 y sgs., y AMMER, op. cit.. págs. 79 y sgs

ventaja inmediata de enlazar con una de las definiciones básicas delsignificado discutida en el capítulo tercero de este libro. Se recor-dará que una escuela de pensamiento considera el significado comouna "relación recíproca y reversible entre el nombre y el sentido"(página 66). Si se acepta esta fórmula como una hipótesis de trabajo,entonces los cambios semánticos se incluirán naturalmente en doscategorías: los basados en una asociación entre los sentidos y losque implican una asociación entre los nombres. Cada una de estasdos categorías puede subdividirse a su vez, si admitimos la acostum-brada distinción entre dos especies de asociación: la semejanza y lacontigüidad 1. Estas dos parejas de criterios dan lugar a cuatro tiposcardinales de cambio semántico, algunos de los cuales pueden escin-dirse en ulteriores subdivisiones.

1. Semejanza de sentidos (metáfora)

La importancia suprema de la metáfora2 como fuerza creadoraen el lenguaje siempre ha sido reconocida, y en su defensa se hanhecho muchas reivindicaciones extravagantes. Según Aristóteles, "lacosa más grande es, con mucho, poseer el dominio de la metáfora.Esto es lo único que no puede ser impartido por otro; es la marca

1 La "contigüidad" debe tomarse aquí en un sentido amplio: abarca cualquierrelación distinta de las basadas en la semejanza.

3 Quizá el tratado más detallado jamás publicado sobre la metáfora sea iaobra monumental de C. F. P. STUTTERHEIM, Het Begrip Metaphoor. Een taalkun-dig en wijsgerig onderzoek, Amsterdam, 1941. Entre los innumerables libros yartículos sobre la materia pueden señalarse los siguientes: H. ADANK., Essai surles fondements psychologiques et linguistiques de la méíaphore affective, Gine-bra, 1939; C. BROOKE-ROSE, A Grammar of Metaphor, Londres, 1958; CH. BRU-NEAU. "L'image dans notre littérature", Mélanges A. Dauzat, París, 1951, pági-nas 55-67; E. COSERIU, La creación metafórica en el lenguaje, Montevideo, 1956;G. ESNAULT, Imagination populaire, métaphores occidentales, París, 1925; P. HEN-LE, "Metaphor", Language. Thought, and Culture, cap. 7; L. G. KNiGirrs-B. COT-TLE (ed.), Metaphor and Symbol (Colston Research Society; Colston Papers 12),Londres, 1960; H. KONRAD, Etude sur la métaphore. París, 1939; F. W. LEAKEY,"Intention in Metaphor", Essays in Criticism, rv (1954), págs. 191-8; C. DAYLEWIS, The Poetic Image, Londres, 1947; J. MIDDLETON MURRY, "Metaphor",Countries of the Mind, Londres, 1931; B. MIGLIORINI, "La metáfora reciproca".Saggi linguistici, págs. 23-30; L. SAINÁAN, La création métaphorique en f raneáiset en román, 2 vols., Halle a. S., 1905-7; W. B. STANFORD, Creek Metaphor, Ox-ford, 1936; M. SALA, "Sur les métaphores reciproques", Revue de Linguistique(Bucarest), v (1960), págs. 311-17; H. WERNER, Die Vrsprünge der Metapher.Leipzig, 1919. Cf. igualmente ESTRICH-SPERBER, op. cit. cap. 13 y passim; R. JA-COBSON-M. HALLE, Fundamentáis of Language, La Haya, 1956, págs. 76-82;E. LEISI, Der Wortinhalt, 2.» ed., Haidelberg, 1961; L A. RICHARDS, The Philo-sophy of Rhetoric, caps. 5-6; R. A. SAYCE. Style in French Prose. Oxford, 1953,capítulo 10; WELLEK-WARREN, Theory of Literature, cap. 15. Cf. asimismo miStyle in the French Novel, cap. 6, y The Image in the Modern French Novel,pastim.

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del genio" 1. En nuestra propia época, Chesterton llegó a afirmar que"toda metáfora es poesía" 2, mientras que Sir Herbert Read ha ar-güido que "siempre debiéramos estar dispuestos a juzgar a un poe-ta... por la fuerza y originalidad de sus metáforas"3. Todavía másexageradamente, Proust declaraba en su artículo sobre el estilo deFlaubert: "Je crois que la métaphore seule peut donner une sorted'éternité au style" 4. Aun rebajando algo estas infladas pretensiones,no cabe duda de la importancia decisiva de la metáfora en el lenguajey en la literatura.

La metáfora está tan estrechamente entretejida con la texturamisma del habla humana que ya la hemos encontrado bajo vanosaspectos: como un factor capital de la motivación, como un artificioexpresivo, como una fuente de sinonimia y de polisemia, como unescape para las emociones intensas, como un medio de llenar lagunasen el vocabulario, y en otros diversos cometidos. Bastará, pues, daraquí una breve información sobre el fondo psicológico de la metá-fora y describir algunas de las formas características que asume enel lenguaje.

La estructura básica de la metáfora es muy simple. Siempre haypresentes dos términos: la cosa de la que estamos hablando, y aque-lla con quien la comparamos. En la terminología del Dr. Richards,el primero es el (tenory tenor); el segundo, el(vehicul& (vehicle);mientras que el raSgtrolos rasgos que tienen en común constituyenel (fundammfoj(ground) de la metáfora5. Tomando un caso concre-to, íapalá"5ra latina musculus "ratoncillo", un diminutivo de mus "ra-tón", se usó también figuradamente en el sentido de "músculo"; deaquí la voz inglesa muscle y otras formas modernas6. En esta me-táfora, "músculo" es el tenor, "ratoncillo" es el vehículo, y la seme-janza caprichosa entre las dos formas el fundamento de la imagen,el elemento común que subyace bajo la transferencia7. En lugar dedeclarar explícitamente, en forma de comparación, que un músculose parece a un ratoncillo, el tenor se identifica con el vehículo me-diante una especie de taquigrafía verbal. En este sentido es verdad

1 Citado por C. DAY LEWIS, op. cit., pág. 17." * The Defendant. A Defence of Slang. Cf. anteriormente, pág. 170." Citado por C. DAY LEWIS, loe. cit.4 "Yo creo que solo la metáfora puede dar una suerte de eternidad al estilo"

("A propos du "style" de Flaubert", Nouvelle Revue Francaise, xiv, 1 (1920),páginas 72-90).

6 The Philosophy of Rhetoric, págs. 96 y sgs. y 117. Los críticos franceses tie-nen una terminología aún más sencilla: llaman al vehículo le comparan! y altenor le comparé.

6 La misma metáfora se encuentra en el griego, en donde ¡lü;' "ratón", puedesignificar también "músculo".

' La palabra griega metaphora significa literalmente "transferir": meta "trans-"+ pherein "llevar".

decir que una metáfora es una "comparación condensada que afir-ma un'aidentidad intuitiva y concreta"1.

Hay que advertir que la semejanza entre el tenor y el vehículopuede ser de dos clases: objetiva y emotiva. Es objetiva en el casoque acabamos de citar o, por ejemplo, cuando la cima de una mon-taña es llamada cresta porque se parece a la cresta de la cabeza deun animal. Es emotiva cuando hablamos de un amargo contratiempoporque su efecto es similar al de un sabor amargo. Es así como lapalabra francesa déboire, un derivado de boire "beber", que origi-nalmente se refería al regusto desagradable dejado por una bebida,llegó a significar "sinsabor, contratiempo, esperanza frustrada" (Bloch-Wartburg).

Un factor importante en la eficacia de la metáfora es la distanciaentre el tenor y el vehículo o, como lo denomina el Dr. Sayce, el;"ángulo" de la imagen2. Si los dos términos están muy próximosuno de otro—si, por ejemplo, una flor es cotejada con otra—la me-táfora será apropiada, pero sin ninguna calidad expresiva. Como diceWordsworth patentemente:

The song would speakOf that interminable building rearedBy observation of affinitiesIn objects where no brotherhood existsTo passive minds3.

Los escritores modernos gustan de producir efectos sorpresivostrazando paralelos inesperados entre objetos dispares. El poetasurrealista André Bretón ha declarado inequívocamente: "Compa-rar dos objetos, lo más lejos posible uno de otro en cuanto al ca-rácter, o juntarlos por algún otro método de una manera repentinay sorprendente, esto sigue siendo la más alta tarea a que la poesíapuede aspirar." Al citar este aserto, el Dr. Richards hace el comen-tario pertinente: "Cuanto más remotas estén las cosas acopladas,la tensión creada será, por supuesto, mayor. Esta tensión es la com-badura del arco, la fuente de energía del disparo, pero no debemosconfundir la potencia del arco con la excelencia del tiro; o el es-fuerzo con el blanco" 4.

Entre las innumerables metáforas en que se ha expresado la facul-tad imaginativa del hombre, hay cuatro grupos principales que serepiten en las más diversas lenguas y estilos literarios.

1 ESNAULT, Imagination populatrc, pág. 30. Cf. anteriormente, pág. 153.2 Style in French Prose, págs. 62 y sgs.3 "La canción hablaría de ese interminable edificio, erigido por Ja observación

de afinidades en objetos; en los que no existe n inguna hermandad para las men-tes pasivas." Citado por C. DAV LEWIS, op. cit., pág. 36.

4 Lor di., págs. 123 y 125.

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i) Metáforas antropomórficas 1. — Uno de los primeros pensa-dores que reparó en la extraordinaria frecuencia de este tipo de trans-ferencia fue el filósofo italiano del siglo xvui Giambattista Vico."En todas las lenguas"—escribía en su Scienza Nuova—la mayor par-te de las expresiones que se refieren a objetos inanimados están toma-das traslaticiamente del cuerpo humano y de sus partes, de los sen-tidos humanos y de las pasiones humanas... El ignorante hombre seconvierte a sí mismo en el rasero del universo" 2. Esta tendencia esatestiguada en las más diferentes lenguas y civilizaciones, y yace enla raíz de incontables expresiones de uso corriente. En el capítulosobre la polisemia (págs. 183 y sgs.) vimos una breve muestra de lasmetáforas en que se comparan objetos inanimados con el ojo huma-no. Del mismo modo hablamos de la ceja (brow) de una colina, delas costillas (ríbs) de una bóveda, de la boca (mouth) de un río, delos pulmones (lungs) de una ciudad, del corazón (heart) del asunto,del nervio (sinews) de una guerra, de las manecillas (hands) de unreloj, y muchos más, mientras que los usos metafóricos de otrosórganos, tales como el pie (foot) y la pierna [pata] (leg), son virtual-mente ilimitados.

Naturalmente, hay, asimismo, muchas transferencias en la direc-ción opuesta, en donde partes del cuerpo reciben nombres de ani-males o de objetos inanimados: músculo, pólipo, nuez de la gargan-ta (Adam's apple: manzana de Adán), globo del ojo (apple of theeye: manzana del ojo); tímpano del oído (ear-drum: tambor dela oreja), y otros varios. En la terminología de Sperber, el cuerpo hu-mano es un poderoso centro de expansión, así como de atracciónmetafórica (cf. pág. 227); en general, sin embargo, las metáforas deesta esfera parecen ser mucho más comunes que las dirigidas hadaella.

n) Metáforas animales. — Otra fuente perenne de imágenes es elreino animal. Estas metáforas, de las cuales ya se han citado algunosespecímenes (cf. págs. 227, 236, 241, etc.), se mueven en dos direc-ciones capitales. Algunas de ellas se aplican a plantas y a objetos in-sensibles. Muchas plantas deben su nombre a alguna vaga similitud,a menudo caprichosa o burlesca, con un animal: barba de cabra(goat's-beard), pata de gallo (cock's-foot), cola de perro (dog's-taü),etcétera. Dandalion viene del francés dent de lion "diente de león".Hasta hay combinaciones de metáforas animales, como en el francéschiendent, queue-de-renard, "grama", que literalmente quiere decir

1 Del griego anthrópos "hombre" + morphe "forma".2 Citado por GOMBOCZ, op. clt.. pág. 73. La monografía más comprensiva

sobre las metáforas antropomórficas es la de J. J. DE WITTE, De Betekenifwereldvan het lichaam, Nimcga, 1948. Véase también CARNOY, op. cit., págs. 324-36, yE. CASSIRER, Philosophie der symbolischen Formen, vol. I, Berlín, 1923, pági-nas 158 y sgs.

"diente de perro, cola de zorra". Un gran número de objetos inani-mados, incluyendo varios instrumentos, máquinas y partes de algu-nas máquinas, son también denominados según un animal: caí [gato],cathead [cabeza de gata: serviola], cat-o'nine-tails [gato de nuevecolas], crab [cangrejo: cabrestante], crane [grulla: grúa], cock [ga-tillo] de una escopeta, cock [gallo] en el sentido de "espita, grifo",y otros incontables.

Otro extenso grupo de imágenes animales se transfieren a laesfera humana, en donde con frecuencia adquieren connotacioneshumorísticas, irónicas, peyorativas o incluso grotescas. Un ser hu-mano puede ser comparado con una inagotable variedad de anima-les: un perro, un gato, un cerdo, un burro, un ratón, una rata, un;ganso, un león, un chacal, etc.; puede parecer o comportarse de unmodo gatuno, perruno, borreguil, lechuzo, como un pez o como unamuía; puede sabuesear (dog: perseguir, espiar a un criminal), monear(ape: imitar, remedar) o lecmizar (lionize: exaltar, alabar) a los queadmira y hasta papagayear (parrot: repetir de memoria) sus palabras.Esta abundante imaginería brota de la misma actitud que las nume-rosas obras literarias, desde Esopo a Lafontaine y desde la griegnBatracomiomaquia (guerra de las ranas y los ratones) a la Anima!Farm de Orwell, en las que se hace hablar y actuar a las bestias comoseres humanos. Aunque las imágenes animales se hallan entre losmás antiguos artificios del estilo literario—Hornero ya había lla-mado a la diosa Hera "la de los ojos de buey"—no han perdidonada de su fuerza expresiva y evocadora: todos los lectores deProust recordarán la tersa y vivaz caricatura de M. de Palancy "qui,avec sa grosse tete de carpe aux yeux ronds, se déplacait lentementau milieu des fétes en deserrant d'instant en instant ses mandibulescomme pour chercher son orientation" 1.

ni) De lo concreto a lo abstracto. — Una de las tendencias bá-sicas en la metáfora consiste en traducir experiencias abstractas entérminos concretos. En muchos casos, la transferencia es todavíatransparente, pero en otros será necesaria alguna indagación etimo-lógica para recapturar la imagen concreta subyacente bajo una pa-labra abstracta: para descubrir los vocablos latinos finís "límite, fin"detrás de define [definir] y de finance [finanza]; limen "umbral"detrás de elimínate [eliminar]; sidus "estrella" detrás de desire [de-sear] ; velum "velo" detrás de reveal [revelar]; o volvere "rodar, vol-tear" detrás de involve [envolver]. Tales transferencias prosiguencontinuamente; de hecho sería imposible discutir ningún tema abs-tracto sin ellas. Tomemos, por ejemplo, las innumerables metáforas

1 "que, con su gran cabeza de carpa de ojos redondos, se desplazaba lenta-mente en medio de las fiestas, abriendo y cerrando sus mandíbulas como parabuscar su orientación" (Du colé de chez Swann, vol. II, pág. 143). Cf. mi Imagein the Modern French Novel, págs. 176 y sgs.

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244 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO II. LA NATURALEZA DEL CAMBIO SEMÁNTICO 245

relacionadas con light. [luz]: to throw light on [arrojar luz sobre],to put in a favourable light [poner a una luz favorable], leading lights[luces indicadoras], to enlighten [alumbrar], illuminating [iluminador],brilíiant [brillante], beaming [luciente], radiant [radiante], corusca-ting [coruscante], dazzling [deslumbrador], etc. Que esta vena meta-fórica está lejos de agotarse puede verse en expresiones relativa-mente recientes, tales como in the limelight [en las candilejas], toholdthe spotlight [mantener el reflector], o high-lights [luces altas], en elsentido de "un momento o detalle de vivo interés" (Shorter OED).

Hasta una experiencia tan abstracta y elusiva como el tiempo 1

puede hacerse concreta y tangible por el escritor creador. El viejocliché del "fluir" del tiempo se rejuvenece en manos de Sartre cuan-do, evocando la lánguida atmósfera de un día caluroso de verano,habla del "tiempo fluyendo dulcemente, como una tisana .entibiadapor el sol" 2. En otros autores, el tiempo es visualizado en imágenesnovedosas y atrayentes. A Shakespeare se le aparece como "el viejoTiempo, ese regulador de los relojes; el Tiempo, ese sepulturerocalvo" (* King John, acto III, escena 1)3. Tennyson lo pinta comoun "maníaco esparciendo el polvo" ("maniac scattering dust". * In Me-moriam, L). En Proust, cuya obra entera se centra en el problema deltiempo, hay infinitas variaciones sobre este tema, que culminan, altérmino mismo del ciclo, en la visión de pesadilla de los hombresmontados en los zancos siempre crecientes del tiempo hasta quefinalmente se derrumban 4.

iv) Metáforas "sinestéticas'" 5. — Un tipo muy común de metá-fora es el basado en la transposición de un sentido a otro: del oídoa la vista, del tacto al oído, etc. Cuando hablamos de una voz cálida[warm] o fría [cold], obramos así porque percibimos alguna especiede semejanza entre la temperatura cálida o fría y la cualidad de cier-tas voces. De la misma manera, hablamos de sonidos penetrantes[piercing], de colores chillones [loud], de voces y olores dulces [sweet],y muchos más. Las asociaciones sinestéticas descansan también enla raíz de ciertas etimologías. El adjetivo alemán hell "claro, res-plandeciente" está emparentado con el verbo hallen "resonar"(cf. pág. 115). El vocablo de origen griego barytone [barítono] se

1 Cf. G. POULET, Eludes sur le temps humain. Edimburgo 19492 "Le temps coulait doucement, tisane attiédie par le soleil" (La morí dans

lame. París. 1949, pág. 70; cf. Style in the French Novel, pág 256)' ";°'d T'̂ 6 í6 xi°C

Jk"?lter' that ba!d sexton Timc-" SHAKESPEARE, Obras

completas 10.- ed., Madrid, Aguüar, 1951, trad. de ASTRANA MARÍN, op. cit.,página 334.

'Le temps retrouvé París, ed. 1949, vol. II, pág. 229. Sobre las metáforasñasP2°3S,7

aCerCa P° V" mi Image in the Modern French Novel, pági-

• Del griego syn "juntamente" + aisthesis "percepción". Una plena discusiónde este tipo de metáfora además de referencias detalladas, se hallará en misPrincipies of Semantics, págs. 266 y sgs.

basa en papú;, "pesado", y oxytone [oxítono], "que tiene el acentoagudc", se basa en ó £ó;, "afilado"; análogamente, los términoslatinos gravis y acutus, que dieron nuestros acentos grave y acule[agudo]. Comentando tales transposiciones en De anima, Aristóte-les escribía: "Agudo y grave son aquí metáforas transferidas de supropia esfera, a saber, la del tacto... Parece haber una suerte deparalelismo entre lo que es agudo o grave al oído y lo que es afiladoo romo al tacto" *.

La explotación sistemática de estos recursos en el estilo litera-rio empezó con el advenimiento del Simbolismo, pero el artificiomismo es de respetable abolengo. La combinación sinestética "devoz de lirio" ya se encuentra en la litada2, y en la Eneida se dicedel cielo que está "encendido de gritos"3. Shakespeare fue lo su-ficientemente consciente de esta técnica para ridiculizarla en AMidsummer Night's Dream.(acto V, escena 1):

PYRAMUS: I see a volee; r¡ow \vill I to the chink.To spy an I can hear my Thisby's face *.

Sin embargo, el propio Shakespeare no vaciló en usar el artifi-cio; en The Tempest, Acto IV, escena 1, ha¿>la de "olorosa música"(smelling music), y Ttvelfth Night se abre con una compleja seriede imágenes sinestéticas:

If music be the food of love, play on,Give me excess of it, that, surfeiting,The appetite may sicken and so die.That strain again! It had a dying fall;O, it carne o'er my ear like the sweet soundThat breathes upon a bank of violéis,Stealing and giving odour '.

Hay varias metáforas sinestéticas en la poesía del siglo xvn,tales como el "estridente perfume" (loud perfume) de Donne (Elegy,

1 Citado por STANFORD, Greek Metaphor. pág. 49.s Citado ibld., pág. 53, de la ¡liada, ni, 152 í íz?. XÉIOIÓCOJIV ).3 "Clamore incendunt caelum' (Eneida, x, 895). Cf. E. STRUCK, Bedeutung-

slehre. Grundzüge einer lateinischen und griechischen Semasiologie, 1." ed., pá-gina 98.

4"PfRAMo: Veo una voz. Ahora voy a la abertura a espiar para poder oírel rostro de mi Tisbe." SHAKESPEARE Obras completas. 10.a ed., Madrid, Aguilar,1951, trad. de ASTRANA MARÍN, op. cit., pág. 939.

5 "Si la música es el alimento del amor, tocad siempre,, saciadme de ella, paraque mi apetito, sufriendo un empacho, pueda enfermar, y así morir. ¡Repetidese trozo! Tiene una lánguida cadencia. ¡Oh! Llega a mis o/dos como el dulcesonido que alienta sobre un bancal de violetas, arrebatando y, a la vez, dandoolor." Cf. ibíd., pág. 1247. Sobre la historia de este pasaje, véase E. v. SIEBOLD,"Synasthesien in der englischen Dichtung des 19. Jahrbunderts", Englische Ksu-dicn. LUÍ (1919-20), págs. 1-157 y 196-334: pág. 217, n. 1.

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246 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

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IV: "The Perfume") y las "bocas ciegas" (blind mouths) de Milton(Lz/cítfas, v. 119). Los románticos fueron particularmente aficiona-dos a tales combinaciones; Byron fue criticado por escribir: "theMusic breathing from her face" [la música que exhala de su ros-tro] (The Bride of Afcz/cfos, I, 6)1, pero Keats llegó aún más lejosy combinó tres sentidos diferentes cuando escribió en habella: "Andtaste the music of that visión palé" [y saborean la música de esavisión pálida]. Entre los románticos franceses, Théophile Gautier,con su Symphonie en blanc majeur, desempeñó un papel importanteen la moda de semejantes transposiciones.

La sinestesia fue erigida en una doctrina estética en el sonetode Baudelaire, Correspondances:

Les parfums, les couleurs et les sons se répondcnf.II est de parfums frais comme des chairs d'enfants.Doux comme les hautbois, verts comme les prairies 2.

Desde esa época en adelante, la imaginería sinestética ha sidoplenamente explotada e incluso se ha abusado de ella, tanto en lapoesía como en la prosa. Hasta se hicieron intentos por sistema-tizar las correspondencias entre los varios sentidos; el experimentomás conocido de esta clase fue el soneto de Rimbaud sobre el colorde los sonidos vocálicos: -"A noir, E blanc, I rouge, U vert, O bleu...",que puede haber sido sugerido por los recuerdos de una cartilla usa-da en su niñez3. En la actualidad, tales transposiciones son tan co-munes que nadie se asombra cuando un novelista habla de "saboramarillo" o de "olores verdes y puntiagudos" 4.

2. Contigüidad de sentidos (metonimia)

La metonimia5 es intrínsecamente menos interesante que la me-táfora, puesto que no descubre relaciones nuevas, sino que surge en-

1 Véase E. v. ÉRHARDT-SIEBOIJD, "Harmony of the Senses in English, Germán,and French Romanticism", Publications of the Modern Language Associationof America. XLVII (1932), págs. 577-92: págs. 587 y sgs.

3 "Los perfumes, los colores y los sonidos se corresponden. Hay perfumesfrescos como carne de niños, dulces como los oboes, verdes como las praderas"(Cf. la trad. de FRANGÍS SCARFE, en Baudelaire, Penguin Books, 1961, pág. 37>.

* Cf. H. HÉRAUT, "Du nouveau sur Rimbaud", Nouvelle Revue Francaise,XLIII (1934), págs. 602-08; R. ETIEMBLE, "Le Sonnet des Voyelles", Revut de Lit-lirature Comparée. xix(1939), págs. 235-61; J.-F. BARRERÉ, "Rimbaud, l'apprenlisorcier", Revue ¿"Histoire Uttéraire de la Frunce, LVI (1956), págs. 50-64.

' "Le jeune goüt jaune de bois tendré" (SARTRE, La morí dans Tome, pág. 233);"des odeurs verles et gaies, encoré pointues, enceres acides" (ibíd., pág. 45).

8 Del griego meta "trans" 4- onoma "nombre". Muchos ejemplos, de metoni-mia se encontrarán en NYROP, Sémantique, libro V, y en E. HUOUET, L'évoluíion™*Tn*de°mo<s depuis le XVI' síécle, París, 1934. cap. 7.

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tre palabras ya relacionadas entre sí. La diferencia entre los dosprocesos ha sido resumida con perspicacia por M. Esnault: "La mé-tonymie n'ouvre pas de chemins comme l'intuition métaphorique;mais- brülant les étapes de chemins trop connus, elle raccourcit desdistances pour faciliter la rapide intuition de dioses deja connues" *.Pero si la metonimia es de limitado interés para el estudioso delestilo 2, es un factor importante en el cambio semántico ; ya la hemosencontrado en la discusión de los nombres propios (pág. 89), de lamotivación (pág. 104), de la polisemia (pág. 185), y en otras partes.

Las metonimias pueden clasificarse mejor según las asociacio-nes que subyacen bajo ellas. Algunas transferencias metonímicas sebasan en relaciones espaciales. La mutación de significado del voca-blo latino coxa "cadera" al francés cuisse "muslo" se explica por elhecho de que la cadera y el muslo son dos partes contiguas de nuestrocuerpo, sin fronteras definidas entre sí (págs. 141 y sgs.). Como se veráen el último capítulo, esta no fue la causa fundamental del cambio; «-.],fue meramente la condición que hizo posible semejante transieren- 'cia. Una metonimia similar yace en la raíz de la palabra francesa paradesignar "huelga", gréve, que deriva su nombre de la Place de Gréve,llamada ahora Place de VHótel de Ville, en donde los obreros pari-sienses acostumbraban reunirse cuando abandonaban el trabajo

(Bloch-Wartburg).Otro grupo de metonimias se basan en relaciones temporales. Elnombre de una acción o acontecimiento puede transferirse ITalgcrqueinmediatamente le precede o le sigue. Ya hemos visto un ejemplo deesto en la historia de la palabra colación (pág. 112). Una asociaciónparecida entre acaecimientos sucesivos explica con toda probabilidadel desarrollo semántico de la voz inglesa mass, la francesa messe[misa], y de términos emparentados que denotan el oficio católicoen muchas lenguas. Todos ellos se remontan al vocablo eclesiásticolatino missa, participio pasado femenino del verbo latino mittere "en-viar, despedir, disolver". Como los oficios terminaban con la fór-mula: "Ite, missa est (contio)", "Idos, se disuelve la asamblea", la.palabra missa acabó con el tiempo por significar el culto mismo(Bloch-Wartburg). Un caso exactamente similar es el de la palabrafrancesa veille "vigilia, vela", que en la actualidad quiere decir prin- 1 'cipalmente "víspera, día anterior". V

Entre otras relaciones que pueden dar por resultado un cambiometonímico, hay un tipo tan importante que a veces ha sido tratadocomo una categoría separada : pars pro toto o "la parte por el todo" 3.

1 "La metonimia no abre caminos como la intuición metafórica ; sino que,quemando las etapas de caminos demasiado conocidos, acorta distancias parafacilitar la rápida intuición de cosas ya sabidas" (¡magination populaire, pág. 31).

2 Cf. mi Sf y/e in the French Novel, págs. 21 1 y sgs.' Esta es una parte de ¡a figura tradicional sinécdoque (del griego syn "jun-

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248 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

NATURALEZA DEL CAMBIO SEMÁNTICO249

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Un ejemplo sencillo es el empleo de redbreast [petirrojo, pechicolo-rado] en lugar de "robin" [tordo, pardillo] (pág. 105), dando nombreal pájaro de acuerdo con el detalle de apariencia más notable. Aná-logamente, los tipos humanos y las clases sociales se denominan confrecuencia según alguna prenda de vestir característica: redcoat [ca-saca roja: los soldados], redcap [gorra roja: los cargadores en lasestaciones de ferrocarril], blue-stocking [media azul: marisabidilla,mujer pedante]1, Blackshirt [camisa negra: fascista]; en francésla blouse "trabajador; clase obrera, proletariado", y más reciente-mente blouson noir, el equivalente francés de un "teddy boy" [gam-berro], así titulado por la chaqueta negra usada por estos jóvenes. Laconexión ha cesado de ser transparente en la palabra francesa griset-te, un derivado de gris, que originalmente significaba una tela grisbarata y luego llegó a designar, con tonos peyorativos, las muchachasobreras que gastaban este género de ropa (Bloch-Wartburg).

Otros tipos de metonimia son tan simples y tan conocidos que norequieren una discusión detallada. Como ya se mencionó, las inven-ciones y descubrimientos a menudo reciben el nombre de la personaresponsable de ellos; cuando un físico dice que un amperio es lacorriente que un voltio puede enviar a través de un ohmio (NED),está conmemorando a tres grandes pioneros de su ciencia: al fran-cés André Ampére, al italiano Conde Alessandro Volta, y al alemánGeorg Simón Ohm. Parejamente, los alimentos y bebidas se denomi-nan según su lugar de origen (gruyere, champagne), el contenido se-gún el continente ("beber un vaso, una botella de vino"), y muchosotros casos.

Un rasgo interesante de la metonimia es que, a diferencia de lametáfora, tiende a dar a las palabras abstractas un significado con-creto: el nombre de una acción representará su resultado; el nom-bre de una cualidad, la persona u objeto que la exhibe, etc. Bréal hadescrito gráficamente estos cambios como "condensación o engrosa-miento del significado" (épaississement de sens) 2. Hay incontablesejemplos de esta tendencia en diversas lenguas: el acto de encua-

tamente" + ekdekhesthai "tomar, recoger"), en la cual "un término más com-prensivo se usa en lugar de otro menos comprensivo o viceversa" (NED).

'Traducido a varios idiomas: en francés bas-bleu, en alemán Blaustnttnpf,en sueco blastnimpa, en húngaro kékharisnya, etc. La expresión "data de lasasambleas que se reunían en Montagu House, en Londres, hacia 1750 con el finde sustituir los juegos de cartas por conversaciones literarias,, etc., etc. Un asis-tente principal de ellas fue Mr. Benjamín Stillingfleet, que habitualmente gastabamedias de estambre azules en vez de medias negras de seda. En referencia a esto,la camarilla fue apodada por el almirante Boscawen "the Blue Stocking Society"(Shorter OED).2 Essai de sémantique. cap. 13. Véanse asimismo GAMIL^SCHEG, FranzosisrlieBedeutungslehre, págs. 53-8 y 73-94; K. BALDrNGER, Kollektivsuffixe una Kollck-tn-begrif/. Berlín, 1950, parte I, 1; R. ZINDEL, Des abstraits en franyais et deleur pluralisation, Berna, 1958.

dernar (binding) y la encuademación (binding) de un libro; la eje-cución Q cumplimiento (performance) de un deber, y una ejecucióno representación (performance) operística; mantener la guardia (tokeep guard) y los guardias de a caballo (Horse Guaras: el cuartelgeneral del ejército británico), etc. Las cualidades son tratadas de lamisma manera: una cosa cuya belleza (beauty) admiramos, es llama-da una belleza (beauty); una persona de la que sus parientes estánorgullosos es el orgullo (pride) de su familia; falsedad (falsehood)significa falsía (falsity) en sentido abstracto y también una falsedadparticular, una mentira. En algunas palabras este uso ha conducidoa una alteración radical del significado. El término francés additionno solo quiere decir el acto de sumar y su resultado, sino también lacuenta de un restaurante. El francés témoin, que procede del latín tes-timonium "prueba, testimonio", significa ahora casi exclusivamente"una persona que testifica, un testigo"; la acepción abstracta sobre-vive todavía en la frase legal en témoin de quoi "en testimonio de locual". La palabra inglesa witness ha tenido una evolución rigurosa-mente paralela. En otros casos, el sentido abstracto se ha eclipsadopor completo. El vocablo francés ivrogne "borracho, ebrio" se derivade * ebríonia "embriaguez, borrachera", del latín vulgar (Bloch-Wart-burg), y élite, un participio pasado del verbo élire "elegir, escoger,seleccionar", todavía significaba "elección, selección" en el siglo xvicuando Montaigne hablaba de "eslite entre le bien et le mal" a, mien-tras que ahora se refiere solamente a la "parte escogida o selecta"de una sociedad.

3. Semejanza de nombres (etimología popular)

La etimología popular, como se recordará, puede cambiar tantola forma como el significado de una palabra conectándola errónea-mente con otro término al que es similar en cuanto al sonido. Lasinvestigaciones de Gilliéron y otros geógrafos lingüistas han mos-trado que este es un proceso más común de lo que cabría imaginar;sin embargo, es obvio que no se halla en paridad con la metáforao la metonimia como factor en el cambio semántico. No obstante,contiene una importante advertencia para el etimologista: antes depretender reconstruir la historia semántica de una palabra, debe aquelcerciorarse en primer lugar de que el desarrollo ha sido espontáneoy no inducido por un término fonéticamente parecido. Sin esta me-dida de precaución, algunas de nuestras más plausibles reconstruc-ciones pueden ser puramente gratuitas: acaso estemos estableciendolo que el profesor Orr ha llamado un "desarrollo seudo-semántico" 2.

1 "Elección entre el bien y el mal" (citado por HUGUET, loe. cit., pág. 235).* Words and Sounds in English and French, cap. 15.

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250 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

En el capítulo sobre la etimología popular (págs. 115 y sgs.). sehan discutido diversos cambios semánticos debidos a la semejanzafonética (el inglés sand-blind, el francés ouvrable, el alemán Sündflut).Uno o dos ejemplos más pueden darse aquí para mostrar la natura-leza de estos procesos 1. Los cambios de significado ocasionados poreste factor se incluyen en dos grupos. En el más engañoso de losdos, el sentido antiguo y el nuevo están medianamente cercanos entresí, de suerte que el último podría haberse desarrollado a partir delprimero, aunque en realidad no ocurrió así. La palabra francesa foraín[foráneo, forastero], que ha dado la inglesa foreign, es un claro ejem-plo de este tipo. Procede del bajo latín foranus, un derivado del vo-cablo latino foris, "fuera, exteriormente"; su significado original era"extranjero", como lo es aún en el inglés. En la frase marchand fo-rain, "mercader ambulante, feriante", el término se asoció equivoca-damente con foire, "feria" (del latín feria[e], "días de fiesta, vaca-ciónfes]"), que es la misma palabra que la inglesa fair, y estaasociación ha afectado al significado entero de forain. El enlace se-mántico entre las ideas de "mercader ambulante" y "feria" sin dudafacilitó el cambio, pero la semejanza fonética con foire debe habersido el factor decisivo. En algunos dialectos hay una forma colateral,foirain, en donde la conexión con {oiré es todavía más marcada (Bloch-Wartburg).

Otro ejemplo de este tipo es el sustantivo inglés boon que ya hasido mencionado (pág. 220). Como hemos visto, este nombre signi-ficó al principio "ruego, súplica", después "el objeto pedido o soli-citado"; su sentido corriente es "un favor, un beneficio, una cosadigna de agradecerse". El desarrollo semántico podría también habersido espontáneo, pero fue influido probablemente por el adjetivo ho-mónimo boon [liberal, generoso, bueno], una forma adaptada al in-glés de la francesa bon (NED).

La situación es bastante diferente en el segundo tipo, en el quelos dos significados son tan diversos que no parece haber conexiónalguna entre ellos. En vez de proponer una línea de desarrollo pura-mente imaginaria, el semántico experimentado buscará la influenciade alguna palabra fonéticamente similar que pueda proporcionar eleslabón que falta. Así, la voz francesa gazouiller, "gorjear, murmu-rar, balbucear", puede significar en el habla popular "tener un olor

1 Además de las obras ya mencionadas en el capítulo sobre la etimología po-pular, cabe sefialar aquí las siguientes monografías: H. AMMANN, "Wortklangund Worlbedeutung", Neue lahrbücher fiir Wissenschaft uncí Jugendbildung,i (1925). págs. 221-35; A. ERNOUT. Philologica, París, 1946; H. HATZFELD, UeberBedeutungverscliíebung durch Formannlichkeit im N euj ranzosischen, Munich,1924; F. LOFSTEDT, Vermischle Studien zur lateiníschen Sprachkunde und Syn-tax. Acta Reg. Soc. Hum. Litt. Lundemis, XXIII, 1936. Más referencias se en-contrarán en mis Principies of Semantics. pág. 236, n. 1.

II. LA NATURALEZA DEL CAMBIO SEMÁNTICO 251

desagradable". Sería ingenuo, por supuesto, intentar derivar este nue-vo significado del antiguo, ya que es evidentemente un chiste vul-gar sugerido por la asonancia de la sílaba inicial con la palabra gaz l.Mucho más complicado es el doble significado del verbo francés es-suyer: "enjugar, secar" y "sufrir, aguantar, soportar". El profesorOrr ha demostrado que este es otro caso de "desarrollo seudo-semántico": el segundo sentido no proviene del primero, sino que sedebió a la confusión con essayer, que ahora quiere decir "probar,procurar, pretender", pero que, en una época tan reciente como elsiglo xvi, también podía significar "experimentar, soportar, tolerar" 2.Las implicaciones de tales procesos con respecto a la semántica es?tructural serán consideradas más detenidamente en el próximo ca-pítulo.

4. Contigüidad de nombres (elipsis)

Las palabras que se encuentran a menudo juntas suelen tener unainfluencia semántica unas sobre otras. Ya hemos visto un ejemplode esto en la historia de la negación en el francés (pág. 223), la for-ma más común que toma esta influencia en la elipsis a: en una frasehecha constituida por dos palabras, una de ellas es omitida y su sig-nificado se transfiere a su compañera. Esto puede tener consecuenciasgramaticales: un adjetivo puede convertirse en un nombre (the mainpor the main sea [alta mar], a daily [un diario] por a daily papcr[un periódico diario]), y en algunas lenguas puede haber anomalíasde número o de género, como en el francés le cinquieme hussards[el quinto (de) húsares], en donde regiment se ha excluido, o enun premiére Lyon, que es una doble elipsis de "un (billete de) pri-mera (clase)".

En cierto número de casos, este tipo de elipsis ha conducido adrásticos cambios de significado. La omisión de la palabra francesacarrosse "coche" explica dos viejos términos del transporte que tam-bién han pasado al inglés: diligence [diligencia] es una abreviaciónde carrosse de diligence, y coupé, que es realmente el participio pasadodel verbo couper "cortar", representa a carrosse coupé, un carruajeuno de cuyos compartimientos ha sido cortado (Bloch-Wartburg).Del mismo modo, drawing-room [gabinete; literalmente: sala de"tiro"] es en realidad withdrawing-room [sala de "retiro"]; el fran-

1 Cf. NVROP, Sémantique, pág. 328.2 Words and Sounds in English and French, págs. 157-60.3 Pueden indicarse los siguientes estudios especiales sobre la elipsis: K. BER-

OMAN, Die Ellipse im Neufranzosischen, Friburgo, 1908; W. FRANZ, "Ellipse undBedeutungswandel". Englische Studien, LXH (1927-28), págs. 25-34; W. HORN,Spraclikorper und Sprachfunktion, Palaestra, CXXXV; 2.a ed., Leipzig, 1923:R. E. KELLER, Die Ellipse in der neuenglischen Sprache ais symaktisch-semantís-ches Problem, Zurich, 1944; WELLANDER, op. cit., partes II y III. Para más re-ferencias, véase mis Principies of Semantics, pág. 238, n. 1.

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CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO

TM. LA NATUR.UXZA DEL CAMBIO SEXÍÁNTICO

ees bouclier "broquel, escudo" era originariamente escu boucler "unescudo con una hebilla" (Bloch-Wartburg); piano, de un adjetivoy adverbio italiano que quiere decir "suave, lentamente", es una for-ma abreviada de pianoforte "suave y fuerte", así llamado por Cristo-fori, su inventor, para expresar la gradación de tonos de que es capaz(Shorter OED). Un ejemplo curioso es porter, que es una abreviaturade porteas ale, porter's beer [cerveza de faquín], al parecer porqueesta bebida originalmente estaba hecha para los mozos de cuerday demás jornaleros (Shorter OED).

Los compuestos y frases inglesas adoptadas por el francés hansido con frecuencia cercenadas por la elipsis. Esto ha producido al-gunos usos que suenan de una manera curiosa a los oídos nativos.Así, "smoking-jacket" [chaqueta de fumar] se ha reducido a smoking,que ahora significa una "chaqueta de comer" en francés y en otrosidiomas continentales. Análogamente, un "cargo-boat" [buque decarga o mercante] se transforma en un cargo, un "midshipman"[guardiamarina] en un midship, un "sidecar" en un side, y una "pin-up girl" en una pin-up. Tales acortamientos son comunes en el de-porte, en donde un goal puede querer decir un "goalkeeper" [guar-dameta, portero], le catch equivale a "catch-as-catch-can" [lucha li-bre; literalmente: coge como puedas], le cross a "cross-countryrunning" [carrera a campo traviesa], mientras que incluso "foot-ball" y "basket-ball" [baloncesto] pueden mutilarse: "des joueurs defoot, de basket" 1.

La clasificación antedicha de los cambios semánticos reclama loscomentarios generales siguientes:

1) Los cuatro tipos cardinales son de alcance muy diferente.La metáfora es con mucho el más importante de los cuatro, pero lametonimia es, asimismo, un proceso extremadamente común. La elip-sis, aunque en modo alguno infrecuente, es en general de importancialimitada, en tanto que la etimología 'popular, a pesar de su gran in-terés, es un fenómeno marginal. Parecería, pues, que las asociacionesentre sentidos son de una consecuencia incomparablemente mayorque las que se dan entre nombres. Una lengua sin elipsis y sin eti-mología popular sería un medio de comunicación perfectamente ade-cuado, mientras que una lengua sin metáfora y sin metonimia esinconcebible: estas dos fuerzas son inherentes a la estructura bá-sica del habla humana.

2) Hay muchos cambios semánticos que parecen acomodarse, amás de una categoría. Cabe preguntar, por ejemplo, si expresionescomo un Picasso en lugar de "un cuadro de Picasso", o un borgoña

1 Todos estos ejemplos son de HARMER, op. di., pógs. 118 y sgs.

en vez de "vino de Borgoña", son metonímicas o elípticas 1. Quizásería más sencillo estimarlas como cambios "compuestos" debidosa la interacción de dos tipos diferentes de asociación.

3) 'El desarrollo semántico de muchas palabras consiste en unaserie de cambios sucesivos, que a veces pueden apartarlas enorme-mente de su sentido original. Darmesteter acuñó el término "conca-tenación" (enchainement) para describir estos procesos complejos2.Un buen ejemplo es el vocablo francés cadeau, que fue tomado delprovenzal a principios del siglo xv en el sentido de "letra mayúscu-la", y que no alcanzó su significado moderno de "presente, regalo,obsequio" hasta tres siglos y medio más tarde. Las siguientes fueronlas principales etapas en la historia semántica de la palabra: 1, "letramayúscula; 2, "trazos de caligrafía"; 3, "palabras superfluas em-pleadas cc-mo meros adornos"; 4, "entretenimiento, diversión, esps-cialmente cuando se ofrece a una dama"; 5, "presente, obsequio"(Bloch-Wartburg). El estudioso del significado examinará, por su-puesto, cada cambio separadamente y tratará de reconstruir su tras-fondo. Un etimologista que sólo diera el punto de partida y el puntoterminal de semejante cadena de acontecimientos sería, según el di-vertido símil de Gilliéron, comparable al crítico literario que resu-miera la vida de Balzac en estas sentencias:- "Balzac, sentado en lasfaldas de su nodriza, llevaba un vestido azul con rayas rojas. Escribióla Comedie humaine" 3.

4) Con frecuencia se ha planteado la cuestión de si los cambiossemánticos son enteramente casuales, o si hay alguna especie de re-gularidad o norma tras de ellos4. Desde que Bréal sugirió que lanueva ciencia de la semántica debía intentar establecer las "leyesque rigen los cambios de significado" (cf. más arriba, pág. 8), labúsqueda de "leyes" ha sido una de las principales preocupacionesde los que trabajan en este campo. Algunos lingüistas fueron escép-ticos sobre las perspectivas de esta pesquisa. Comentando el cambiode sentido del vocablo francés poutre, que originalmente significabauna "potranca" y que ahora denota una "viga" o "cuartón", Saussureescribía: "cela est dü a des causes particuliéres et ne dépend pas desautres changements qui ont pu se produire dans le méme temps;ce n'est qu'un accident parmi tous ceux qu'enregistre l'histoire d'une

1 Para otros ejemplos de elipsis combinada con la metonimia, véase la hislonade la palabra misa discutida en la pág. 247.

2 La vie fies mota, págs. 76 y sgs.3 Citado por WARTBURG, Problémes et mcthodes, pág,. 107. Cf. anteriormente,

página 35.* Una detallada discusión de las "leyes semánticas", junto con referenciasbibliográficas, se encontrará en mis Principies of Semantics, cap. 4, sección 3,y cap. 5. Véase ahora también ZVEGINTSEV, Semasiologija, cap. 9, y el artículo deSauvageot indicado en la pág. 222, n. 1.

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langue" l. Nyrop fue aún más categórico: "ici les conditions quideterminen! les changements sont tellement múltiples et tellementcomplexes, que les resultáis défient constamment toute previsión etoffrent les plus grandes surprises" 2. No obstante, a despecho de estasy otras muchas advertencias, la búsqueda prosiguió y no fue del todoestéril en sus resultados. Incluso hoy día hay lingüistas que creenfirmemente que la tarea esencial de la semántica consiste en estudiarlas "leyes específicas del desarrollo del lenguaje" 3.

Quizá el intento más ambicioso de formular una "ley específica"semejante fue la monografía del fallecido Gustav Stern sobre los tér-minos del inglés medio (Middle English) para designar "swift" y "swif-tly" (cf. anteriormente, pág. 162, n. 1). Un examen completo de los da-tos cronológicos condujo a Stern a la siguiente conclusión, notable-

mente precisa:Los adverbios ingleses que han adquirido el sentido de "rápidamente" an-

tes de 1300, siempre desarrollan el sentido de "inmediatamente". Esto sucedecuando el adverbio se usa para calificar a un verbo, la acción del cual puedeser aprehendida como imperfectiva o como perfectiva, y cuando el significadodel adverbio es, en consecuencia, equívoco: "rápidamente/inmediatamente".Las excepciones son debidas a la influencia de factores especiales. Pero cuan-do el sentido de "rápidamente" se adquiere después; de 1300, tal desarrollono tiene lugar. No hay ninguna excepción a esta regla. (Meaning and Change

of Meaning, pág. 190.)

Si la fórmula del profesor Stern es realmente válida4, entoncestuvo razón al pretender que se trata de las leyes fonéticas de queestaban tan orgullosos los lingüistas del siglo xix: "Esta ley" tienela forma de una ley de los sonidos: da las circunstancias del cam-bio y un límite cronológico" (ibíd.). Es lícito preguntar, sin embargo,si puede aceptarse esto como una ley semántica genuina. Los des-arrollos de sentidos paralelos no surgen espontáneamente: las diver-sas palabras tienen que haber influido unas sobre otras, en virtuddel proceso de analogía o "irradiación sinonímica" que se discutióen el capítulo 6 (págs. 159 y sgs.).

Es en una dirección diferente donde la mayoría de los lingüistashan buscado normas regulares en el cambio semántico. Han procu-rado reunir casos de cambios parecidos que habían ocurrido, inde-pendientemente unos de otros, en diferentes lenguas y períodos, y

1 "Esto es debido a causas particulares y no depende de los demás cambiosque hayan podido producirse al mismo tiempo; no es más que un accidenteentre todos los que registra la historia de una lengua" (op cit pág 132)' "Aquí las condiciones que determinan los cambios son tan múltiples y tan

complejas que los resultados desafian constantemente toda previsión y ofrecenlas mayores sorpresas (Sémantique, pág. 79).

s ZVEGINTSEV, np. cit., pág. 46.* Véanse las reservas de E. OKSAAR. en op. cit.. págs. 499 y Sgs

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que podían, por tanto, ser considerados como síntomas de una ten-dencia común, de un rasgo de la mente humana ampliamente difun-dido y permanente. Unos lingüistas se limitaron a desarrollos espe-cíficos, rñientras que otros intentaron formular leyes más generales.Entre las tendencias específicas examinadas, las metáforas paralelashan producido algunos resultados notables l. En muchas lenguas, porejemplo, los verbos que significan "coger" o "captar" se usan figu-radamente en el sentido de "comprender": los ingleses catch, grasp;los franceses comprendre (de prendre "tomar, asir"), saisir; el italia-no capire, del latino capere "coger"; el alemán begreifen, de greifen"agarrar"; y existen formaciones similares en ruso, en finés, enhúngaro y en turco 2. La dificultad estriba, por supuesto, en determi-nar hasta qué punto estas varias lenguas pueden haberse influido mu-tuamente. Cabe eliminar esta dificultad si los ejemplos se toman delenguas y civilizaciones muy diferentes, que han tenido poco o nin-gún contacto entre sí. De este modo, es interesante saber que la ex-presión inglesa eye of a needle [ojo de una aguja] tiene paralelos exac-tos en el esquimal y en el chuvash, lengua turca hablada en Rusia,y que el "eyelid" [párpado; literalmente: tapa del ojo] es llamado"pellejo" o "corteza" del ojo en Hungría .y en las islas Marquesas deOceanía, así como en algunas otras áreas 3. Todavía más sorprenden-te es el caso de pupil, "niña del ojo", que, como ya se indicó (pági-nas 112 y 200), es la misma palabra que la otra pupil. El vocablo la-tino pupilla "huérfana, pupila, menor de edad" también podía de-notar la niña del ojo, a causa de alguna vaga semejanza entre unaniña y la figura diminuta reflejada en la pupila (Bloch-Wartburg).Ahora bien: se ha encontrado que en más de treinta lenguas perte-necientes a los grupos más diversos, la pupila es llamada metafóri-camente "niña" o, más raramente, "niño" 4. Y no se reducen a lametáfora tales desarrollos paralelos: las metonimias pueden estarigual de diseminadas. El uso de la palabra que designa, órgano delhabla, en el sentido de "lengua" o "idioma" no solo tiene lugar enmuchos idiomas europeos que pueden haberse influido unos a otros,sino que también se halla en varias lenguas no europeas 5.

Algunos lingüistas han apuntado más alto aún y han tratado deidentificar ciertas tendencias generales que gobiernan el cambio se-mántico. Uno de los primeros experimentos de esta clase fue la "ley

1 Véase esp. GOMBOCZ, op. cit., págs. 5 y sgs.; cf. asimismo SAUVAGEOT, loe.

cif., y DE WITTE, op. cit., passim.1 Véase GOMBOCZ, loe. cit.' SAUVAGEOT, loe. cit., págs. 466 y sgs.•C. TAOLIAVINI, "Di alcune denominazioni della "pupilla", Annali dell'Istituto

Universitario Oriéntale di Ñopo/i, N. S., IH (1949), págs. 341-78: págs. 363 y sgs.5 GOMBOCZ. op. cit., pág. 94; RÉVÉSZ, The Origins and Prehistory of Lan-

guage, págs. 56 y sgi.

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256 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO

de diferenciación de sinónimos" de Bréal, que ya ha sido mencio-nada (pág. 159). La mayor parte de los intentos posteriores se hancentrado sobre la metáfora, aunque la metonimia también ha reci-bido cierta atención. G. Esnault lanzó algunas breves e incitantes alu-siones sobre la naturaleza de ambos procesos, tales como, por ejem-plo, que tendemos a describir el tiempo por medio de metáforas delespacio, pero no el espacio por medio de metáforas del tiempo2.Sperber ha desarrollado su teoría de la "expansión" (cf. págs. 227 y sgs.en una "ley" semántica: "Si en un cierto tiempo un complejo deideas está tan fuertemente cargado de sentimiento que hace que unapalabra extienda su esfera y cambie su significado, podemos esperarconfiadamente que otras palabras pertenecientes al mismo complejoemocional también alterarán su significado" 2.

El estudio cuidadoso de las metáforas antropomórficas ha conven-cido a De Witte de que las transferencias del cuerpo humano son másfrecuentes que las dirigidas hacia esta esfera (cf. pág. 242). Bloomfieldha sugerido plausiblemente que "los significados refinados y abstrac-tos proceden en gran medida de significados más concretos" 3. Yomismo he encontrado ciertos rasgos comunes en las imágenes sines-téticas de varios escritores ingleses, franceses y húngaros; parece,por ejemplo, que las transferencias de los sentidos inferiores y me-nos diferenciados a los superiores y más diferenciados son más co-munes que las realizadas en la dirección opuesta: las impresionesacústicas y visuales son transcritas con más frecuencia en términosde tacto o de calor, que viceversa 4. Algunas de estas "leyes" puedenmuy bien ser confirmadas, otras contradichas por ulteriores inquisi-ciones; lo que es necesario para todas ellas es una base empíricaharto más ancha, que incluya datos estadísticos de muchos lengua-jes diferentes. En este sentido el profesor Spitzer tenía perfecta ra-zón cuando declaró en 1943 que "nadie ha pensado nunca en ofre-cer una "ley semántica" 5. En vista de la escala de las investigacionesimplicadas, lo mejor sería abordar estos problemas bajo la forma deuna serie de proyectos de indagación internacional. Los resultados

1 "Lois sémantiques", en Oú en sont les eludes de franeáis, págs. 130-38.1 Op. di., pág. 67; traducción inglesa del profesor W. E. COLLINSON, Modcrn

Language Review, xx (1925), pág. 106.* Language, pág. 429; cf. G. BONFANTE, Word, \ (19451, pág. 145.* The Principies of Semantics, págs. 277 y sgs. Estos hallazgos parecen con-

cordar con las expectativas de los psicólogos; cf. H. WERNER, Language. xxviu(1952), pág. 256. Cf. también A. H. WHITNEY, "Synaesthesia ¡n Twentieth-On-tury Hungarian Poetry", The Slavonic and East European Review, xxx (1951-52),páginas 444-64.

3"Why Does Language Change?", Modern Language Quarterly. rv (1943).páginas 413-31: pág. 427; cf. BONFANTE. loe. cf/.. pág. 146.

III. LAS CONSECUENCIAS DEL CAMH1O SEMÁNTICO 257

de tales pesquisas serían de gran importancia no solo para la lin-güística, sino también para la psicología, la antropología cultural yotras varias disciplinas.

III. LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO

Entre las innumerables consecuencias que pueden resultar de loscambios semánticos, dos problemas han recibido particular atención:el radio de acción y las tonalidades emotivas del nuevo significadoen comparación con el antiguo.

1. Cambios en-.cuanto al alcance: extensión y restriccióndel significado

Muchos de los primeros tratadistas sobre semántica dividieron loscambios de significado en tres categorías: extensión, restricción, y untercer grupo misceláneo que no mostraba ni ampliación ni estrecha-miento del alcance. Esta supuesta "clasificación lógica" 1, aunque sen-cilla y cómoda de manejar, tenía algunas debilidades serias. Se apo-yaba sobre criterios puramente formales y no arrojaba ninguna luzni sobre las causas últimas de un cambio ni sobre su fondo psicoló-gico. Otra desventaja era que las tres categorías eran heterogéneas:bajo los títulos de "extensión" y "restricción" aparecía una vastavariedad de cambios que no tenían nada en común fuera del hechosuperficial de que el nuevo sentido era más ancho o más angosto queel viejo; todo lo que no respondía a este criterio se consignaba sindiscriminación en el grupo misceláneo.

Queda el hecho de que muchas palabras, por una diversidad derazones, han ampliado o estrechado su significado y continúan asípermanentemente. Algunos términos han duplicado o reducido ala mitad casi exactamente su alcance. Nuestra palabra únele, porejemplo, proviene, a través del francés, de la latina avunculus, quesolo significaba una especie de tío, a saber, el hermano de la madre,mientras que el hermano del padre se llamaba patruus. Como la úl-tima palabra cayó en desuso, los descendientes de avunculus hanacabado por representar ambas clases de tío, de suerte que el alcancedel término latino ha sido duplicado. En la mayoría de los casos, sinembargo, la extensión y la restricción han alterado mucho más drás-ticamente el campo de aplicación de las palabras consideradas.

1) Restricción del significadoz. — El mecanismo en funciona-

1 Para una discusión más detallada y referencias bibliográficas, véase misPrincipies of Semantics, págs. 203 y sgs.

2 Sobre esta cuestión, véase recientemente H SCHRF.UDER, "On Some Cases ofRestriction of Meaning", English Studies, xxxvn (1956), págs. 117-24. La mayo-

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258 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO

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miento puede demostrarse con un sencillo ejemplo. La palabra ingle-sa voyage significaba originariamente un "viaje", como todavía lohace el correspondiente término francés. En el transcurso del tiem-po, su alcance se estrechó y concluyó por referirse más específica-mente a un "viaje por mar o por agua". El resultado neto del cam-bio fue que la palabra es ahora aplicable a menos cosas, pero nos dicemás sobre ellas; su alcance se ha restringido, pero su significado seha enriquecido con un rasgo adicional: el de una travesía por elagua. Como diría un lógico, su "extensión" se ha reducido mientrasque su "intensión" ha aumentado correspondientemente (cf. pági-na 134). Un cambio similar ha experimentado el vocablo francésviande, del latín vulgar vivenda, un derivado de vivere "vivir". Hastael siglo xvn, viande significó "alimento" en general; desde entoncesse ha especializado en el sentido de "carne". Las palabras-correspon-dientes en otras lenguas—la italiana vivando, la española vianda,la inglesa viand(s)—han conservado el sentido más amplio (Bloch-Wartburg).

La causa más frecuente de la restricción es la especialización del sig-nificado en un grupo social particular. Las más de las veces esto darálugar meramente a la polisemia (véase anteriormente, págs. 161 y sgs.),pero también puede reducir de modo permanente el alcance de lapalabra en su conjunto. Diversos ejemplos de este proceso se die-ron anteriormente en este capítulo (pág. 225), y no es menester mul-tiplicarlos aquí. Otra causa de restricción es el eufemismo, incluidala variedad que es sugerida más por ironía que por tabú (cf. págs. 234y sgs.). Un caso famoso a propósito es poison [veneno, ponzoña],que históricamente es la misma palabra que potion [poción, pócima].El aspecto más desagradable del sentido, el hecho de que la pociónsea "ponzoñosa", dejó de decirse, pero cuando la palabra quedó ínti-mamente asociada con el significado sometido a tabú, gradualmentese limitó a denotar este género particular de poción y ninguno otro.La palabra alemana para designar el "veneno", Gift, sufrió una re-ducción más radical aún: entre todos los posibles "regalos" (gifts)que pueden otorgarse, acabó por aplicarse a esta única variedad. Larestricción del significado también puede resultar de la elipsis (cani-no por "diente canino"), de la necesidad de llenar una laguna delvocabulario (traire, "tirar, extraer", reemplazando a moudre en elsentido de "ordeñar")l, y de otras varias causas 2.

Algunos nombres de animales han sido restringidos del género

ría de los ejemplos que siguen están tomados de este artículo. Véase asimismoH. WERNER. "Change of Meaning", loe cit., págs. 201 y sgs.

1 Véase anteriormente, págs. 210 y 226.«SCHREUDER, loe. cil., págs, 118 y sgs., distingue seis causas principales de res-

tricción : el lenguaje profesional, la sinonimia, los términos medios, el eufemis-mo, la sustitución y las asociaciones de frases.

I I I . LAS CONSnCUtNCIAS UtX CAMIIIO SEMÁNTICO 259

a la especie o han sufrido una restricción más drástica. Deer [ciervo]significaba en otro tiempo una "bestia", hound [sabueso] un "perro",y fowl [gallo] un "ave" en general: "Behold the fvwls of the air:for théy sow not, neither do they reap, ñor gather into barns" (* SanMateo, VI, 25) *. Es interesante señalar que en los tres casos, la pa-labra alemana correspondiente — das Tier, der Hund, der Vogel —ha mantenido el sentido más amplio. De la misma manera, la fran-cesa oie, la italiana y española oca, proceden de * avica del latín vul-gar, derivada de avis "ave", como si el ganso fuese considerado comoel ave doméstica par excellence (Bloch-Wartburg). Por una ruta dife-rente, el vocablo francés sanglier "jabalí" ha evolucionado, medianteelipsis, de la voz latina singularis "singular, solitario", en la frasesingularis porcus "cerdo solitario" (ibíd.) Algunos verbos se handesarrollado sobre líneas similares: to starve [hambrear, desfallecer]significaba antaño "morir", como todavía ocurre con el término ale-mán sterben; y, el francés noyer "ahogar" se remonta al latino necare"matar" (cf. pág. 208).

Un ejemplo interesante de restricción es la palabra inglesa corn[grano] que, además de su significado general de "semilla de plantascereales", ha acabado por denotar las mieses más importantes pro-ducidas en un área particular: el trigo en Inglaterra, la avena en Es-cocia, el maíz en América 2.

2) -J^xtensión^dd__signiiicadQ. — Varios lingüistas han insinuadoque la extensión es un proceso menos común que la restricción3,y esto ha sido corroborado recientemente por los experimentos veri-ficados por el psicólogo Heinz Werner. Según el propio profesorWcrner, hay dos razones capitales para esta tendencia:

Una es que el rumbo evolutivo predominante apunta en la dirección dela diferenciación más que en la de la síntesis. Una segunda razón, relacionadacon la primera, es que la formación de conceptos generales a partir de tér-minos específicos es de menor importancia en la comunicación no científica,aunque es quiza una característica del esfuerzo científico. En otras palabras,el lenguaje de la vida diaria se dirige hacia lo concreto y especifico más quea lo abstracto y general*.

No obstante, los casos de ampliación semántica son bastante fre-cuentes en diversas lenguas. Desde un punto de vista puramente ló-gico, son el opuesto exacto de la restricción: aquí tenemos un in-

1 "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes.'12 Véase SCIIREUDER, loe. cit., págs. 119 y sgs.; cf. WEINREICH, Languages in

Contad, pág. 49." BRÉAI., E.Í.VOÍ de sémantiqut, pág. 107; VENDRYES, Le langagt, pág. 237;

BLOOMriELD. tenzuage, pág. 151; cf. WERNER, loe. cit., pág. 203.4 Loe. cil., ibíd.

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260 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

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cremento de la "extensión", siendo aplicada la palabra a una mayorvariedad de cosas; al mismo tiempo, su "intensión" decrecerá, nosdirá menos acerca de las cosas a que se refiere. Así, el vocablo fran-cés pam'er "cesta" procede del latino panarium "panera, cesta parael pan", derivado de pañis "pan". Cuando desapareció la conexióncon "pan", la palabra pudo aplicarse a más objetos que antes, perosu significado había quedado empobrecido al perder un rasgo dis-tintivo. Target, un diminutivo de targe, "escudo", originariamentesignificaba una "rodela, un escudo o broquel ligero y redondo", asícomo también un "blanco, una estructura en forma de escudo, mar-cada con círculos concéntricos, a la que se apunta en las prácticasde tiro"; ahora tiene un radio de significaciones mucho más am-plio y, por consiguiente, menos específico (NED).

La extensión, como la restricción, a menudo es debida a factoressociales. Según hemos visto, una palabra que pasa de un medio limi-tado a un uso común, a veces ensanchará su significado y perderáalgunos de sus rasgos distintivos en el proceso (pág. 226). Un ejem-plo citado con frecuencia es el verbo francés arriver y el inglés arrive[llegar], que en otro tiempo significaban ambos "arribar, alcanzar lacosta", lo mismo que su antepasado del latín vulgar * ampare, underivado de ripa "ribera, orilla, costa". De una esfera emparentadatenemos nuestra palabra moderna rival, debida a una extensión delsignificado que se remonta a los tiempos romanos: el término latinorivales, de rivus "arroyo, acequia, riachuelo", literalmente quería de-cir "los que tienen o utilizan el mismo arroyo, vecinos"; más tarde,esta "rivalidad" se amplió al amor y a otros asuntos (Lewis andShort).

Otra causa de extensión es la necesidad de "palabras ómnibus"con un significado extremadamente confuso y general. El vocablolatino causa era un término preciso y bien definido, mientras que susdescendientes romances, el francés chose, el italiano y español cosa,se encuentran entre las palabras más vagas de estas lenguas; enfrancés, la combinación quelque chose se ha convertido realmenteen un pronombre indefinido que significa "algo" o "un poco". Entanto que la voz francesa cause, la italiana y española causa, que fue-ron calcadas directamente de la latina, conservan su precisión prís-tina. La palabra machine también se ha transformado en una palabracomodín en el francés, en el sentido de "cosa, artefacto, chisme, tre-bejo"; incluso ha dado nacimiento a una forma masculina y jocosa,machín.

Entre las palabras que han ensanchado su significado hay va-rios nombres de animales y plantas. Un caso curioso es el de la pa-labra para designar "rosa" en algunas lenguas eslavas meridionales,que la emplean en el sentido genérico de "flor". Este uso hasta hallegado a afectar a algunos dialectos alemanes e italianos vecinos

III. LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO

(Vendryes, Le langage, pág. 237). En diversos casos, un término queen otro tiempo significaba la cría de un animal o una planta tiernaha acabado por representar a la especie entera: los vocablos fran-ceses' pigeon (cf. pág. 107), dindon "pavo", y hétre "haya", adquirie-ron su significado presente de esta manera. En un nivel más general,bird procede del inglés antiguo brid "cría de ave" (NED), plant, enfrancés plante, proviene del término latino planta "vastago, retoño,esqueje" (cf. anteriormente pág. 135).

2. Cambios en cuanto a la valoración: desarrollospeyorativos y amcliorativos

Los desarrollos peyorativosl son tan comunes en el lenguaje quealgunos de los primeros semánticos los consideraban como una ten-dencia fundamental, un síntoma de una "vena pesimista" en la men-te humana. Bréal protestó vigorosamente contra esta asunción. "Laprétendue tendance péjorative—escribía—"est l'effet d'une dispo-sition tres humaine qui nous porte a voiler, a déguiser les ideesfácheuses, blessantes ou repoussantes... II n'y a pas la autre chosequ'un besoin de ménagement, une précaution pour ne pas choquer—précaution sincere ou feinte, et qui ne sert pas longtemps, car l'au-diteur va chercher la chose derriére le mot et ne tarde pas á les met-tre de niveau" 2.

Como Bréal vio correctamente, el eufemismo, o el seudoeufemis-mo, es la fuerza motriz que hay detrás de muchos desarrollos peyo-rativos. Si un sustituto eufemístico cesa de percibirse como tal, siqueda directamente asociado con la idea que se proponía velar, estodará por resultado una depreciación permanente de su significado.Es este factor lo que explica la deterioración de muchas de las pa-labras examinadas en la sección sobre el tabú: disease, undertaker,tuer, filie, amant, maitresse, imbecile, crétin, silly y otras.

Un segundo factor que conduce al cambio peyorativo del senti-do es la influencia de ciertas asociaciones. Las ramificaciones semán-

1 Véase esp. H. SCHREUDER, Pejorative Scnse-Dcvetopmcnt in English l, Gro-ninga, 1929, y K. JABERG, "Pejorative Bedeutungsentwicklung im Fianzósischen",Zcitschrift jiir Romanische Philologie. xxv (1901), págs. 561-601 ; xxvit (1903),páginas 25-71; xxix (1905), págs. 57-71. Cf. igualmente NYROP, Sémaníiqíie, li-bro 111; HUGUET, L'évolution <¡u scns des mots, cap. 4; GAMIU.SCHEG, Franzo-siache Bedeutungslehre, págs. 94-115; G. GOUGENHEIM, "Acljectifs laudatifs etadjectifs dépréciatifs", Le Franjáis Moderne, xxvi (1958), págs. 3-15.

- "La pretendida tendencia peyorativa es el efecto de una disposición muyhumana que nos lleva a velar, a disfrazar las ideas enojosas, ofensivas o repug-nantes... No hay en ella otra cosa que una necesidad de miramiento, una pre-caución para no molestar—precaución sincera o fingida, y que no sirve muchotiempo, porque el oyente va a buscar la cosa detrás de la palabra y no tarda enponerlas al mismo nivel" CEí.vaí de sémantique, págs. 100 y sgs; cf. SCHREUDER.loe. cil.. cap. 11).

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262 CAP. 8: CAMBIO DE SIGNIFICADO III. LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO 2fi3

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ticas del término latino captivus pueden servir para ilustrar esto.Partiendo de la idea de cautividad, esta palabra ha adquirido signi-ficados desfavorables en diversas lenguas, aunque no en todas: elespañol cautivo todavía significa "prisionero". En el francés se haconvertido en chétif, "endeble, enclenque, enfermizo, pobre, misera-ble" ; el lazo de unión era la idea de un hombre dominado y debi-litado por sus pasiones (Bloch-Wartburg). Las mismas asociacionescondujeron a un resultado diferente en italiano, donde cattivo sig-nifica "malo". Todavía se encuentra otra línea de desarrollo en elvocablo inglés caitiff, de origen anglonormando, que en la actualidades un término arcaico y poético. Este ha evolucionado a través detres etapas: 1, "un cautivo, un prisionero; 2, "el que se halla enuna situación lastimosa; 3, "un hombre bajo, mezquino, desprecia-ble, un villano". En la frase de, Shakespeare: "the wicked'st caitiffon the ground" (Measure for Measure, acto V, escena 1) x, la palabraha viajado muy lejos de sus orígenes 2. Un destino similar ha caídosobre algunos términos de la misma esfera. El inglés wretch [vil, ruin,sórdido] quería decir antaño "desterrado"; mientras que su signi-ficado se ha deteriorado fuertemente3, la correspondiente palabraalemana, Recke, ha subido de estimación y ahora significa "guerrero,héroe". El adjetivo alemán schlecht, emparentado con el inglés slight[ligero, leve], ha tenido una historia parecida: primero significó"derecho, recto", luego "llano, liso" (ahora schlicht), "simple", "sen-cillo", "pobre", y finalmente "malo, perverso" (Priebsch-Collinson,op. cit., pág. 305).

Una tercera fuente de desarrollos peyorativos es el prejuicio hu-mano en sus varias formas. La xenofibia, como ya se indicó (pág. 152),ha henchido algunas palabras extranjeras de un sentido despectivo 4:la alemana Ross "caballo, corcel", ha dado la francesa rosse "rocín,jamelgo"; y la holandesa medieval boeckin "librito", la francesa bou-quin "libraco, libro viejo o sin valor", aunque en el habla familiareste término está libre actualmente de cualquier connotación desfa-vorable (Bloch-Wartburg). El vocablo portugués palavra "palabra"se ha convertido en palaver [chachara, palabrería] en inglés (NED).El mismo sesgo antiextranjero se refleja en las extrañas vicisitudes dealgunos nombres étnicos. El inglés slave, el francés esdave [esclavo],etcétera, son la misma palabra que Slav, slave [eslavo], y bulgarus"búlgaro" es el origen del francés bougre [bribón, picaro], que yase ha mencionado (pág. 236), y de su más deshonrosa contraparteinglesa. Bougre se usó en la Edad Media en el sentido de "hereje"

1 "El más miserable bellaco de la tierra." SHAKESPEARE, Obras completas,10.* ed., Madrid, Aguilar, 1951, pág. 1571.

3 Véase el NED y SCHREUDER, loe. cit., pág 85 y sgs• Ibíd., págs. 82 y sgs.• Ibíd., cap. 7.

porque los búlgaros eran miembros de la Iglesia oriental; despuésllegó a significar "sodomita" y por último evolucionó hasta el tér-mino' injurioso que dio a Stcrne la idea para un incidente groseropero divertido en Tristram Shandy (libro VII, caps. 20-5)l.

Los prejuicios sociales contra ciertas clases y ocupaciones tam-bién han deformado el significado de muchas palabras2. Términoscomo el inglés boor [patán, rústico] y el francés rustre "zafio, pa-lurdo, páparo", del latino rustíais, muestran el desprecio con que loscampesinos solían ser tratados. El vocablo del latín rusticas, villanus."habitante de una granja o cortijo (villa)", ha dado en inglés eltérmino histórico villein "siervo", y asimismo el peyorativo villain,mientras que el francés moderno vilain significa "feo" y "sucio, des-agradable". Otros grupos sociales han sido víctimas de prejuiciosanálogos. Brigand [salteador, bandolero] fue originariamente un "sol-dado de infantería irregular y armado a la ligera", y knave [bribón,bergante] equivalía en otro tiempo a un "muchacho" (cf. el alemánKnabe), y especialmente un muchacho empleado como criado (NED).El francés coquin "picaro, pillo, belitre" tenía el significado anteriorde "mendigo", y faquín "ganapán, rufián", el de "esportillero, mozode cordel" (Bloch-Wartburg). Ni siquiera otros rangos más elevadosde la jerarquía social se han librado del prejuicio. Un pedant [pe-dante] era antaño un "dómine", un "pedagogo" o "maestro de es-cuela" 3, y los altibajos de la palabra bourgeois [burgués] formaríanun interesante capítulo de la historia social. Esta clase ha sido elblanco de los ataques no solo de sus superiores e inferiores, sinotambién de los artistas e intelectuales. Théophile Gautier definió albourgeois como un hombre que "no tiene comprensión para ningu-na de las artes, ni sentido de la forma o el estilo, que carece de entu-siasmo y de pasión, y no admira la naturaleza" 4, y Flaubert expresaias mismas opiniones de un modo más terso e incisivo en su famosodicho: "J'appelle bourgeois quiconque pense bassement" 5.

Aunque hay así muchas palabras que se han deteriorado en susignificado, otras han cambiado en la dirección opuesta. Los llamadosdesarrollos "ameliorativos" han recibido menos atención que lospeyorativos 3, y en general parecen ser menos frecuentes. Se hallan

1 Véase BLOCH-WARTBURG y el NED; cf. también J. ORR. "Hougre as Expletive".Romance Phüology, \ (1947), págs. 71-74, y ESTRICH-SPERBF.R, op. cit., cap. 6.

2 Cf. SCHREUDER, loe. CÍl.. Cap. ().* Cf. ibid., págs. 91 y sgs.; JABERG. loe. cit., XVH, pág. 51, n. 1; NVROP, Sfman-

tíque, pág. 126.4 Citado por G. MATORÉ. Le vocahulaire et la sacíete sous Louis-Philippe,

Ginebra-Lila. 1951, pág. 76; cf. ibid.. pág. 234.5 "Llamo hurgues a quienquiera que piense bajamente"; citado por NYROP,

Scmanliqíie. pág. 130,•Véase G. A. VAN DONGEN, op. cit.: cf. NYROP. Sémantique, págs, 138 y sgs., y

GAMILLSCHEG, Franzosischc Bedeutnng.<,lehre, págs. 115 y sgs.

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264 CM'. 8: CAMBIO Dli SK'iNIFICADO

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comprendidos en dos categorías. La primera incluye los casos en queel mejoramiento es puramente negativo: por un proceso de debili-tamiento gradual, un término con un sentido desagradable perderágran parte de su estigma y quedará sólo suavemente desfavorable.Así, to blame [censurar, culpar, vituperar] es la misma palabra queto blaspheme [blasfemar], y to annoy, en francés ennuyer [incomodar,fastidiar], se originó de la frase latina in odio esse "ser objeto de odio"(NED y Bloch-Wartburg). El verbo francés regretter [sentir, deplo-rar] quería decir antiguamente "lamentar la muerte de alguien", vgene significaba "tortura física o moral" hasta las postrimerías delsiglo xvii, mientras que ahora tiene el sentido mucho más débil de"incomodidad, molestia, embarazo" (Bloch-Wartburg). Un ejemploextremo de debilitamiento es el término inglés pest [calamidad, azote,aflicción], que en otro tiempo equivalía a pestilencia y en particulara la peste bubónica (NED). La palabra plague [peste, plaga, miseria]ha tenido un desarrollo similar.

En las expresiones hiperbólicas, tal debilitamiento puede borrarel significado desagradable de una palabra. Esto ha sucedido, comohemos visto (pág. 154), con cierto número de adjetivos ingleses:awful, dreadful, /rightfuí y otros. Una etapa más avanzada de estaevolución puede verse en el vocablo alemán sehr "muy", que es eti-mológicamente la misma palabra que la inglesa sore [penoso, dolo-roso] 1.

Hay también varios casos de mejora positiva del significado.Estos pueden ocurrir por una simple asociación de ideas. El adje-tivo nice se deriva, a través del francés antiguo, del latino nescius"ignorante", y en tiempos de Shakespeare tenía diversos sentidos des-favorables : podía significar "licencioso, lascivo":

These are complements, these are humours; these betray nice •wencbes.that would be betrayed •without these.

Love's Labour's Lost. acto III, escena 1 2.

y "tenue, insignificante, trivial":

...feed upon such nice and waterish diet.Othello, acto III, escena 3*.

1 Véase STERN. Meaning and Change of Meaníng, pág. 393.' "Esos son los cumplimientos, esas son las perfecciones; eso es lo que

traiciona a las mozas retozonas, que sin ello también se traicionarían." Cf. SHA-KESPEARE, Obras completas, 10.a ed., Madrid. Aguilar, 1951, pág. 143.

'"Alimentarse con una dieta tan paren e insípida." Cf.'íbííí.. pág. 1492.

III. LAS CONStlCUr.NClAS DEL CAMBIO SEMÁNTICO 265

In such a. time as this it is not meetThat every nice offence shoulH bear his comment.

, Julias Caesur, acto IV, escena 3 '.

Gradualmente la palabra evolucionó, a través de significados como"fastidioso" y "delicado", en una dirección ameliorativa; desde lasegunda mitad del siglo xvni, tiene el sentido de "agradable, deli-cioso", y desde principios del xix, el de "benévolo, considerado,amable con los demás" 2.

Otros desarrollos ameliorativos son debidos a factores sociales s.Un oficio modesto o incluso servil puede elevarse progresivamenteen prestigio y hasta puede terminar en la cima de la jerarquía. Chan-cellar, en francés chancelier [canciller], se deriva del bajo latín can-cellarius, un "ujier que se apostaba ad canceUos, junto a los estradosde una basílica o de otro tribunal de justicia. En el Imperio de Orien-te este oficial ascendió hasta ser un secretario o notario, y, más tar-de, tuvo funciones judiciales. Eduardo el Confesor introdujo el cargoen Inglaterra, y su importancia aumentó bajo los reyes normandos"(Shorter OED). Minister [ministro] se ha elevado asimismo hasta sueminencia presente desde modestos comienzos: el latín minister,derivado de minus "menos", significaba "asistente, servidor, criado"(NED y Lewis and Short).

Como resultado de los movimientos de vaivén de la escala social,la misma palabra puede aparecer en dos puntos muy diferentes deuna jerarquía particular. Marshal [mariscal], un viejo término ger-mánico compuesto de las palabras para designar "caballo" (cf. more[yegua]) y "sirviente", es ahora el título de varios oficiales y fun-cionarios de alto rango en Inglaterra, pero en el ejército francés haydos clases de "mariscales": maréchal (de Trance) "mariscal de cam-po, capitán general", y maréchal des logis "sargento de caballería";existe también el maréchal ferrant "albéitar, herrador", que ha per-manecido muy cerca del sentido etimológico del término (cf. NED yBloch-Wartburg). Una ambivalencia similar se encuentra a vecesen significados de la misma palabra en lenguas diferentes, comopor ejemplo en el vocablo inglés knight [caballero], comparado conel alemán Knecht "erado" 4.

1 "En tiempos como estos no debe llevar su comentario cada falta insignifi-cante," Ibíd., pág. 1322.

2 Véase el NED, de donde están tomadas las citas anteriores; cf. también G. L.BROOK, A History of the English Langitage, Londres, 1958, pág. 184.

* Cf. VAN DONGEN. op. cit., cap. 2.* Sobre el desarrollo semántico de la palabra alemana, véase PRIUBSCH-

COI.UNSON, op. cit., pág. 303. Sobre la historia de la palabra inglesa, véase VANDONGEN. op. cit., págs. 17 y sgs.

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266 CAP. 8 : CAMBIO DE SIGNIFICADO

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Un grupo especial de desarrollos ameliorativos y peyorativos sonlos que afectan al significado de los llamados "términos medios"(voces mediae): palabras que son intrínsecamente neutras y quetomarán una acepción favorable o desfavorable según su contexto *.A veces acontece que tales palabras, o sus derivados, quedan fijas obien en la significación positiva o bien en la negativa. Fortune [for-tuna] es uno de semejantes términos medios, ya que puede ser buenao mala; pero tiene un valor exclusivamente positivo en el adjetivofortúnate [afortunado] y también cuando se usa metommicamenteen el sentido de "riqueza". Luck [ventura, suerte], aunque ambiva-lente, tiende a implicar "buena suerte" cuando no hay ninguna con-traindicación, y el adjetivo lucky [venturoso] sólo tiene el últimosignificado. Análogamente, el antiguo francés heur, derivado dellatín augurium "augurio", significa "buena o mala suerte", bonheuro malheur, mientras que el adjetivo heureux equivale solamente a"dichoso, feliz" (Bloch-Wartburg). Chance [acaso, casualidad], dellatín vulgar * cadentia "caída", originalmente se refería a la manerade caer los dados; luego se ensanchó su significado y, en frases como"to give, to stand a chance" [dar, tener suerte], se toma por el ladofavorable (ibíd.). Si bien todas estas palabras han evolucionado enun sentido optimista, otras se han movido en la dirección opuesta.Hazard [azar, albur], un término arábigo que también se refería aljuego de dados, ha acabado por significar "riesgo de pérdida o daño,peligro, contingencia" (ibíd. y NED). Accident [accidente] en algu-nos de sus usos muestra la misma tendencia, aunque el adjetivoaccidental es inmune a ella. Del inglés fate [hado], un término me-dio que se inclina hacia el lado pesimista, se derivan dos adjetivos:fatal [fatal, funesto], que es casi enteramente desfavorable, y fate-ful [fatal, inevitable], que es menos agresivo. El estudio comparativodel desarrollo de tales expresiones en diversos idiomas podría arro-jar una interesante luz indirecta sobre la psicología humana.

1 Véase esp. SCHREUDER, Pejorative Seme-Development, cap. 10, y'VAN DONGEN,op. cit., caps. 3-4.

CAPITULO 9

LA ESTRUCTURA DEL VOCABULARIO

Según una estimación reciente, hay cuarenta y cuatro o cuarentay cinco fonemas en el inglés, mientras que, por otra parte, el OxfordDictionary contiene cerca de 415.000 palabras. El contraste entre losrecursos fonológicos y los léxicos del inglés es, por tanto, aproxima-damente del orden de 1 por 10.000. Pocas lenguas tienen sin dudaun vocabulario tan extenso como el inglés, pero la disparidad estri-ba en que en la mayoría de los casos también habría menos fonemas,ya que, como nos dice la misma autoridad, su número en diferentesidiomas varía alrededor de quince a cincuenta1.

La comparación entre el vocabulario y la gramática de una len-gua produciría un resultado algo distinto, pero la discrepancia se-guiría siendo todavía muy considerable. Un inventario completode todos los sufijos y prefijos, flexiones, palabras-formas, entona-ciones, modelos de estructura sentencial y rasgos afines contendríaun número mayor de artículos que el sistema fonológico, pero eltotal aún sería muy pequeño comparado con el volumen del voca-bulario. Es de experiencia común el que incluso la gramática de unalengua altamente inflexiva puede aprenderse en un tiempo relati-vamente corto y recordarse sin demasiada dificultad, mientras quepocas personas sabrán más del 10 por 100 de las palabras de su len-gua materna2.

La magnitud de este contraste tiene serias implicaciones para elfuturo de la semántica. Como ya se indicó en el capítulo introduc-torio, la lingüística moderna está dominada por la idea de estructura.Desarrollando la concepción de Saussure de la lengua como unaGestalt, como un sistema sumamente organizado de elementos in-terdependientes, procura determinar la estructura peculiar de cadaidioma, la norma fundamental que difiere de una lengua a otra yhasta de un período a otro en la historia de una misma lengua. Comoescribió en cierta ocasión uno de los pioneros de la lingüística es-tructural, Edward Sapir,

JS. POTTER, Modern Linguistics. págs. 40 y 101. Según un escrito inédito deJ. H. GREENBFRG. C. E. OSGOOD y J. J. JENKINS. "para todas las lenguas el nú-mero de fonemas no es menor de 10 ni mayor de 70".

•Cf. JESPERSEN, Growth and Slructure, pág. 196. Cf. anteriormente, pág. 368.

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