cuaderno de campo, guas y material pticobásic… · en cuanto a su coloración y tamaño. también...
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CUADERNO DE
CAMPO, GUÍAS Y
MATERIAL
ÓPTICO
Cuadernos de campo
El cuaderno de campo es un instrumento imprescindible para todos los naturalistas y
en especial para los ornitólogos. La memoria de cualquier persona es perecedera en el tiempo,
habitualmente cuando llegamos a casa e intentamos recordar lo que hemos visto, no tenemos
la imagen tan clara y probablemente distorsionemos la realidad y cuando consultamos una
guía y vemos una especie parecida, creemos de inmediato que es la que hemos estado
observando. ¡A todos nos ha pasado!
El cuaderno de campo es el diario donde vamos a reflejar toda la información que nos
van a proporcionar nuestras salidas al campo. Nos va a ser útil por varios motivos:
- Como archivo donde recopilar las observaciones realizadas a lo largo de nuestra vida.
- Para la posterior identificación de un ave dudosa.
- Como una gran obra de consulta futura para nosotros mismos u otras personas.
- Para apreciar nuestros avances en la ornitología.
Los cuadernos de campo deben ser cómodos de transportar, manejables, a ser posible
con tapas duras o plastificadas que
aguanten lo mejor posible las inclemencias
del tiempo y con hojas fuertes. Y
deberemos llevar un lapicero para realizar
anotaciones; plumas o bolígrafos pueden
traer complicaciones con borrones de tinta
o que dejen de escribir debido a la
humedad o el frío. El uso de libretas
también nos permite tener la información
de manera organizada, segura y puede ser
guardada con facilidad. Realizar las
anotaciones en hojas sueltas, supone, al
cabo del tiempo, la pérdida de las hojas y
por lo tanto de los datos.
En una salida al campo es recomendable anotar las aves que se observan. Unas notas cortas
con algunos detalles pueden ayudarnos a revivir una experiencia particular. Los datos nos
proporcionarán información sobre patrones de llegada de aves estivales o invernantes o de las
actividades de estas, por ejemplo.
También podemos dibujar lo que vemos. De esta manera acabaremos conociendo con
mayor detalle la avifauna de una zona determinada. El cuaderno nos permitirá hacer bocetos
de lo que apreciamos en el campo y anotar detalladas descripciones del comportamiento y la
anatomía de las aves, las impresiones de otras personas que estaban en el lugar, así como el
número de individuos por especie observada.
Se pueden anotar muchos detalles, pero los datos principales son:
- La fecha de observación (y la hora).
- El lugar (con el nombre de la provincia al que pertenece).
- Especie.
- Número de individuos.
- Notas y esquemas de accesos a zonas que no conocemos (tipo de hábitat).
- Dibujos esquemáticos, apuntando colores y formas de aves que no conocemos o no
he sabido identificar.
Un ejemplo de ficha de cuaderno de campo podría ser el siguiente:
Otros aspectos de interés a la hora de tomar notas serían marcas alares, anillas de
lectura a distancia, nidos, cantos, etc. Hay que anotar todo lo que nos llame la atención del
ave, haciendo descripciones y dibujos de todo lo que no seamos capaces de identificar.
Los avances tecnológicos hacen que el típico cuaderno de campo se quede obsoleto y
se vaya optando por PDAs, grabadoras, tablas de Access, GPSs, etc.
Guías de campo
Las guías de campo son libros con imágenes y descripciones de las aves que pueden
encontrarse regularmente en una región determinada. Por lo general, contienen información
sobre los hábitos y los lugares donde habitan estos animales. Su objetivo es ayudar al usuario
en la identificación apropiada de un ave.
Una de las partes más divertidas de la observación de aves es tratar de utilizar
diferentes pistas (colores del plumaje, comportamientos, hábitos, hábitat, etc.) para determinar
la identidad de algún ave en particular. Las guías son nuestras aliadas para resolver ese tipo de
misterios. No solo son buenas compañeras en el campo, también en nuestros hogares nos
pueden ayudar a conocer más sobre nuestros animales favoritos y a ilusionarnos sobre cuándo
observaremos aquellas aves que aún no hemos visto. Asimismo, en ellas podemos registrar
fechas y ubicaciones de avistamientos importantes.
Guía para entender una guía
En el campo, una guía de aves puede
representar la diferencia entre un encuentro
inolvidable con un ave y uno frustrante.
Ciertas guías de campo solo contienen
aves comunes; otras son más completas y
contienen todas las aves esperadas para un país.
También están las más especializadas, que están
enfocadas sobre un grupo en particular, por ejemplo, aquellos que son muy difíciles de
diferenciar (como las limícolas o las especies de la familia Sylviidae).
Todas las guías de campo están, por lo general, organizadas de manera similar: las
aves acuáticas predominan en la primera mitad de la guía y las terrestres dominan la segunda
mitad de la guía. ¿Por qué este orden? La respuesta es porque las guías agrupan los animales
según el orden taxonómico establecido por los científicos. De esta manera, las aves aparecen
clasificadas por orden, familias y especie. Muy pocas guías, en vez de ordenar las aves
taxonómicamente, las agrupan por hábitat o por comportamiento.
Las guías de campo también nos ofrecen nombres científicos en latín. El nombre en
latín contribuye a que haya entendimiento entre observadores de aves de todos los países. Los
nombres comunes a veces dejan a los observadores de aves con grandes inquietudes: "¿el
bigotudo tiene bigotes?", "¿por qué a tales pájaros se les llama collalbas?" Pues bien, existen
diversas razones por las que a las aves se les llama como se les llama.
- Juegos de palabras. Muchas especies de aves fueron descubiertas hace más de dos
siglos. Los científicos, naturalistas o exploradores que las descubrían les asignaban nombres
creativos (o el nombre de algún conocido o pariente).
- Hábitat. Los sitios o los hábitats también se utilizan para denominar aves; por
ejemplo, la gaviota polar. El nombre común y/o el vernacular (como se le conoce al ave
localmente) viene en español.
- Hábitos. Probablemente la primera persona que acuñó el nombre pico picapinos
observó al ave Dendrocopos major tamborileando en un pino.
- Benefactor. La mayoría de los primeros ornitólogos no tenían recursos económicos
suficientes para realizar sus
investigaciones, por lo que tenían que
pedir financiación. Los científicos
mostraban su agradecimiento al poner
el nombre de sus benefactores a las
aves que iban descubriendo. También
era usual que nombraran las aves en
honor a sus amigos, cónyuges, etc.
- Características anatómicas.
Otra forma popular para nombrar a las
aves se asocia con alguna característica
distintiva; por ejemplo, los estorninos
negros, estorninos pintos y estorninos
rosados fueron nombrados así porque
la coloración general de sus plumas
son negras, negras con pintas blancas y
rosas respectivamente.
- Sonidos. Algunas aves tienen
nombres vernaculares muy particulares que les fueron dados por los sonidos que hacen. En
algunos lugares al pito real Picus viridis, se le llama “picorelinche” por el reclamo que emite
parecido a lo que hacen los caballos.
En fin, el origen de todo nombre tiene alguna explicación en la mente de quien lo
propuso.
Características de toda guía
- Sección introductoria. Texto en las primeras páginas de libro que le indica al usuario
quién escribió la guía, cómo emplear el libro, qué significan los símbolos que aparecen en las
láminas, etc. Usualmente contiene datos generales sobre el país al que está destinado la guía:
geografía y clima de valles, montañas, llanuras, costas e islas de diferentes zonas del país y
cómo se interrelacionan estas características con la avifauna.
- Dibujo de la anatomía de un ave. Imagen en la que se señalan las partes del cuerpo
del animal. Le ayuda al usuario a comprender qué significa el que un ave tenga lista
superciliar de color blanco, por ejemplo.
- Imágenes. Dibujos coloreados o fotografías de las aves. Como dicen comúnmente,
una imagen vale más que mil palabras. No es lo mismo escuchar la descripción de un ave que
ver una imagen. Esas imágenes deben mostrar fielmente las
características distintivas de las aves; por ejemplo, color del
pico o de las patas, forma de la cola, ceja blanca, etc. Antes
de comprar una guía específica, procure informarse bien con
un observador de aves que tenga una igual o la haya
utilizado, con el fin de que le aconseje si las imágenes de esa
guía tienen buenos colores y muestran bien los detalles de las
aves.
Fotos: no son buenas para salir a identificar al
campo ya que en la mayor parte de los casos viene
fotografiado un único ejemplar con un solo plumaje
cuando en la especie existen varios tipos de plumajes.
Otras veces la calidad de la foto o la postura del ave no
permiten aclarar su identidad.
Dibujos: son mucho más apropiados para la identificación que las fotos. Nos permiten
ver con mayor claridad los rasgos
característicos de cada especie, incluso
diferenciando edades. Normalmente vienen
varios plumajes si la especie los presenta, a
veces se dibujan en el ambiente donde es
frecuente encontrarlas o con posturas típicas,
suelen estar dibujadas las especies de la
misma familia a la misma escala para que
podamos comparar tamaños entre ellas e
incluso hay dibujos de aves en vuelo cosa que
es muy difícil de conseguir en fotografía.
- Texto descriptivo. Información sobre
la historia natural de las aves. De nada valen
las mejores imágenes si no son acompañadas
por una buena descripción de las características de cada especie. Esto es particularmente
importante cuando se tiene la duda entre dos especies muy similares: el texto le proporcionará
pistas sobre la distribución geográfica, los hábitos, el comportamiento y otros datos
interesantes sobre cada una de ellas.
Los datos deben ser actualizados, por ejemplo, los nombres en latín a veces cambian:
con las nuevas técnicas de biología molecular los científicos podrían descubrir que un ave
determinada pertenece a otra familia y, en consecuencia, pueden modificarles el nombre
científico.
La mayoría de las guías indica para cada especie la familia del ave, nombres
(científicos y locales), descripción anatómica, hábitos del animal, vocalizaciones, datos sobre
su biología reproductiva y rango de distribución. También contienen datos generales sobre la
abundancia relativa de cada especie en un país.
- Mapas o detalle de la distribución. Información gráfica o escrita sobre la distribución
geográfica del ave, ya sea a nivel nacional o internacional. Las guías más prácticas muestran
esta información en la misma página que contiene la imagen del ave y su historia natural.
- Índice. Sección que permite encontrar rápidamente las páginas en caso de que el
usuario sepa distinguir si el ave por identificar es de la familia de los gorriones, de los
escribanos, de los papamoscas, etc.
Ante todo, recuerde que para decidirse definitivamente por una guía de aves debe
sentirse cómodamente al usarla. Tenga en mente que, para hacer uso adecuado de una guía,
usted debe poner de su parte. Al ver un ave, esfuércese por observarla críticamente: piense
qué le llama la atención del ave (por ejemplo, una ceja blanca, iris amarillo, patas rosadas...) y
memorícese esos detalles antes de buscar el animal en la guía o anótelos en el cuaderno de
campo.
Antes de la primera salida al campo con su nueva guía, familiarícese con ella. Todo
aficionado a la observación de aves debe saber que, sin importar cuán buena sea su guía de
campo, siempre topará con la ocasión en que vea un ave que no se parece a nada de lo que
trae la guía.
Así como sucede en la especie humana, en cada especie de ave los individuos varían
en cuanto a su coloración y tamaño. También puede ser que se hayan manchado con barro,
petróleo, etc. Ocasionalmente, algunas aves se extienden a otros lugares que no se consideran
parte del rango de distribución de las aves.
Considere siempre que una guía es solo una guía y que esta no tiene la última palabra.
Para la persona que se inicia una buena opción es “Guía de las Aves de España,
Península, Baleares y
Canarias” editada por
Lynx y SEO/Birdlife.
Cuesta en torno a unos
20 euros, con dibujos
muy sencillos y claros
de Juan Varela y mapas
actualizados. Además
las especies tratadas se
circunscriben al ámbito
de la Península Ibérica.
de distribución
Aunque en el mercado existe una gran oferta de guías de la región (España, Europa y
Norte de África fundamentalmente) son dos las que habría que destacar por encima del resto.
La llamada guía Collins o “La Guía de Campo de las aves de España y de Europa más
completa” editada en España por Omega. Su precio ronda los 60 euros. Y la llamada guía
Jonsson, por el nombre de su autor Lars Jonsson, también editada por Omega y algo más
antigua “Aves de Europa, con el Norte de África y el Próximo Oriente”.
Existen multitud de guías, algunas realmente buenas pero demasiado pesadas y poco
prácticas para llevar al campo, incluso hay algunas obras por volúmenes. El precio también se
dispara dicho sea de paso.
En Barcelona existe una librería especializada en libros sobre naturaleza (Oryx), en
donde podemos consultar la disponibilidad de guías y libros más técnicos:
www.weboryx.com
Revistas y libros especializados
En España carecemos de revistas
especializadas en la materia. Sólo La
Garcilla, la revista con carácter trimestral
editada por SEO/Birdlife se puede
considerar como tal, pero lejos de las de
carácter mensual de Reino Unido, Estados
Unidos e incluso Holanda o Finlandia.
Entre las de temática naturalista y
conservación destacan:
- La Garcilla.
- Ardeola (revista científica editada por SEO y de carácter semestral).
- Quercus (revista decana en la prensa ambiental).
- Hace unos años había una revista llamada Biológica pero desapareció un par de años
después.
- British Birds, Birding World, Birder’s World, Birder’s Digest, Alula, Dutch Birding,
etc. (revistas extranjeras especializadas).
Entre los libros más interesantes para la persona que se inicia en la observación de
aves habría que destacar:
- Atlas de las Aves reproductoras de España, editado por el Ministerio de Medio
Ambiente y SEO/Birdlife.
- Libro Rojo de las Aves de España, Ministerio de Medio Ambiente y SEO/Birdlife.
- Aves Ibéricas (vol. I y II) de J.M Reyero Editor.
- Diccionario de nombres vernáculos de aves, Francisco Bernis.
- Cuaderno de campo de la naturaleza Española, Keith Brockie.
- Dónde ver aves en España, los 100 mejores lugares, José A. Montero.
Nuevas tecnologías
La incorporación de internet y los últimos avances informáticos a la vida cotidiana se
han visto reflejados también en un campo tan “rústico” como es la observación de aves. Por
ejemplo, las fotos tomadas durante el día con una cámara digital pueden ser visionadas al final
de la jornada en un ordenador portátil, y además, si existe la posibilidad de conexión a
Internet ser enviadas a usuarios al otro lado del planeta.
Ordenadores portátiles: Usados por lo general para descargar fotografías, introducir
las observaciones en una tabla de datos, consultar información almacenada en el disco duro
(guías escaneadas, artículos de revista, otras fotos, etc.).
Los iPOD y PDAs se están utilizando para almacenar los cantos de aves y ser
escuchados cómodamente en cualquier lugar.
Remembird: Es un sistema de grabación de voz que se ajusta a unos prismáticos y
que sirve como cuaderno de campo mientras seguimos observando. Incorpora una tarjeta de
memoria SD.
Proliferación de páginas web especializadas con contenidos muy útiles. Desde el
registro de aves raras y exóticas en nuestro país (www.rarebirdspain.net), hasta las dedicadas
a educación ambiental y toda información relacionada con las aves de España (www.seo.org),
hasta las dedicadas a viajes para observar aves (www.spainbirds.com) y fotografía de
naturaleza (www.fotonatura.org, www.fotodigiscoping.info) o las destinadas a adquirir
material y óptica (www.weboryx.com, www.opticaroma.com).
También SEO mantiene un foro (Avesforum) basado en temas relacionados con la
ornitología en la que participan más de 1.000 personas. Es una herramienta muy valiosa para
estar a la última en temas ornitológicos (observaciones, legislación, viajes, anécdotas, etc.).
Prismáticos
Si bien podemos distinguir sin problemas una golondrina que revolotea sobre nuestra
cabeza, también es cierto que no alcanzaríamos a observar con claridad los detalles de la cara
de un jilguero posado en una rama a 50 metros de distancia; sin embargo, con la ayuda de
unos buenos binoculares, esto sí es posible.
Estos instrumentos ópticos están diseñados para agarrarse con las manos. Contiene en
su interior lentes y prismas que, en conjunto, permiten "capturar" una imagen y aumentarla.
Un buen instrumento óptico para observar aves debe ser liviano para poder ser cargado a
cualquier parte y además, resistente a ciertas inclemencias del tiempo atmosférico ofreciendo
una imagen nítida y brillante.
Encontrareis en el mercado dos tipos de prismáticos, los llamados de prisma en techo
y los de prisma tipo porro. Las grandes marcas como Leica, Swarovski y Zeiss han optado por
elaborar productos de gama alta con prismas en techo. El diseño del prismático delata si
pertenece a uno u otro tipo. La principal diferencia es la disposición de las lentes en su
interior.
Aumentos. Los prismáticos poseen dos números estampados separados por medio de
una "x"; por ejemplo, 8 x 24. El número a la izquierda de la “x”, el aumento o poder, indica el
número de veces que se magnifica una imagen. Unos binoculares de 8 x 24 harán que usted
vea un pájaro distante como si estuviera 8 veces más cerca.
El número a la derecha de la “x” indica el diámetro de las lentes objetivos (las lentes
que están opuestas a las lentes oculares). En unos prismáticos 7 x 50, los objetivos tienen
cincuenta milímetros de diámetro; en unos de 8 x 24, equivaldría a veinticuatro milímetros.
Mientras mayor sea ese número, más anchos serán las
lentes objetivos y más luz entrará en los binoculares,
proporcionando imágenes con colores más brillantes. A su vez,
el prismático será más pesado porque el tamaño será mayor,
uno de los factores a tener en cuenta a la hora de comprar unos
prismáticos.
La división entre ambos factores daría un coeficiente relacionado con la luminosidad
del aparato. A mayor diferencia entre ambos números, mayor luminosidad.
Usualmente, los observadores de aves experimentados escogen prismáticos con unos
aumentos entre 7x y 10x. Los 7x y los 8x están entre los favoritos. Unos binoculares 8 x 42
son de los más aconsejables para empezar. Nunca compre prismáticos con zoom para
pajarear, pues tienen lentes de calidad inferior (los binoculares con zoom generalmente son
aquellos que tienen estampados tres números; por ejemplo, 7-15 x 35).
No es recomendable un prismático con más número de aumentos de 10, puesto que se
perderá en estabilidad de imagen y la dificultad en encontrar el sujeto será mayor.
A continuación vamos a dar unas pautas sobre las características de los prismáticos.
Campo visual. El campo visual (field of view, en inglés) es la cantidad del panorama
que puede verse cuando se mira a través de los prismáticos. A mayor campo visual, más fácil
será observar un ave distante. Los binoculares de 10 x, o de mayor poder tienen un campo
visual reducido.
Revestimiento de las lentes. Muchos prismáticos tienen lentes tratadas especialmente
para reducir la pérdida de luz (tratamientos antireflejos) y para aumentar la claridad de la
imagen y la calidad del color. Esos revestimientos de las lentes encarecen el producto, pero
bien lo valen.
Resistencia al agua. Algunos prismáticos son resistentes al agua, lo cual los hace
ideales para quienes acostumbran ir a lugares húmedos. Cierto que son más caros, pero valen
la pena.
Marca reconocida. Desconfíe de aquellos prismáticos de marcas poco reconocidas o
vendidas a un precio muy
bajo, probablemente con
ellos verá imágenes borrosas
y colores poco brillantes.
Además tenga en cuenta que
los ojos hay que cuidarlos y
a veces pasaremos varias
horas mirando por estos
aparatos. Algunos
binoculares excelentes para observar aves son los siguientes: Nikon Monarch ATB 8x42,
Pentax DCF HRII, Leica LC Trinovid Ultra 8x32, Zeiss Classic 7x42, Swarovski SLC
10x42WB.
Indudablemente, los instrumentos ópticos de las marcas Leica, Zeiss y Swarovski son
los mejores y también los más caros. Sin embargo, probablemente en el mundo no haya un
solo consumidor de estas marcas que se haya arrepentido de su compra.
Para muchos observadores de aves, los binoculares son casi como una extensión de su
cuerpo: los llevan a todos lados, a todas horas. Utilizarlos no es tan fácil como solo ponérselos
frente a los ojos, pero el proceso es relativamente simple de aprender.
Enfoque y ajuste de dioptrías. Para adecuar los prismáticos a su medida, cierre el ojo
derecho y enfoque un objeto estático lejano (por ejemplo, un poste) con el ojo izquierdo.
Mueva la rueda de enfoque central hasta que consiga una imagen clara, bien definida. Ahora,
cierre su ojo izquierdo y abra el derecho. Mueva lentamente el anillo de ajuste de dioptrías
(usualmente ubicado en el ocular derecho) hasta que la imagen que se ve por el ojo derecho
sea clara y definida. Una vez que haya alcanzado el enfoque máximo para sus ojos, observe
cómo quedó calibrado el anillo en los binoculares. Desde este momento en adelante, todos los
enfoques que haga serán solo con la rueda de enfoque central. No hay razón para que vuelva a
mover el anillo de ajuste de dioptrías, a menos que su visión cambie (por ejemplo, si en uno
de sus ojos aumentó la miopía).
Y recuerde, su vista es muy importante, trátela como tal.
Telescopios terrestres
Los telescopios terrestres ya requieren una mayor inversión y hay que estar muy
seguros de su utilización para amortizar la compra y que no se convierta en un instrumento
inútil. Comprobaréis que normalmente se vende el cuerpo separado del ocular. En los
telescopios si es más útil un ocular zoom pese a perder cierta calidad de imagen en
comparación con los oculares fijos. La razón es que van montados sobre un trípode y la
estabilidad está “asegurada” siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean las
adecuadas.
Las marcas más económicas son Tasco, Vixen y Opticron pudiendo encontrar
telescopios a partir de 275 euros con ocular ya incluido.
Los fabricantes de los mejores
telescopios coinciden con los de
prismáticos. Son compañías que tienen
secciones dedicadas al observador de la
naturaleza. Por poner un ejemplo de un
telescopio de gama alta, el Diascope 85
– Fluorita de Zeiss + zoom de 20 x 60
cuesta en torno a 2.135 euros.
En Madrid, Óptica Roma tiene la mayor variedad de óptica para el observador, además
hacen un 10% de descuento a los socios de SEO/Birdlife.
En cuanto a los trípodes, hay muchos modelos y precios. La mayor parte de la gente
no presta atención a este elemento cuando comienza y pronto se darán cuenta que comprar un
trípode barato sale caro. Primero por el riesgo a que el telescopio se caiga al suelo, y segundo
porque salvo en condiciones meteorológicas perfectas resultan poco prácticos, especialmente
con viento. Así pues gastará dos veces dinero en este elemento si no lo tiene en cuenta. Un
buen trípode con su correspondiente rótula puede estar en torno a los 400 Euros (marca
Manfrotto), aunque por 100 Euros ya se puede adquirir un buen producto.
Fotografía de naturaleza
La fotografía de la naturaleza ha sido tradicionalmente uno de los medios por los
cuales la gente se acercaba al mundo de la observación de aves. Sin embargo, un buen equipo
fotográfico está al alcance de muy pocos, y la necesidad de lentes de gran alcance y
excesivamente caros han limitado su acceso a multitud de aficionados.
Pero hace muy pocos años surge una idea genial tras la aparición de las primeras
cámaras digitales. El concepto era muy sencillo, a través de un adaptador casero, en principio
fabricado por el propio aficionado conectaba la cámara al telescopio. Los primeros resultados
prometían aunque todavía estaba lejos de conseguir resultados similares a los de la fotografía
convencional. A esta técnica se la denominó Digiscoping.
En la actualidad ya hay
empresas de óptica que están
fabricando adaptadores de marca
para la práctica del digiscoping, y
la mejora en las cámaras digitales
de última generación con
pantallas más grandes y
mecanismos más sencillos están
acercándose mucho a la calidad
que ofrecen las cámaras réflex.
Aunque los resultados
están muy relacionados con la calidad del telescopio lo cierto es que hoy día es raro el
aficionado a la observación de aves que no practique el digiscoping, bien como forma
artística, bien para retratar ciertas especies consideradas raras o escasas en sus zonas.
Recomendamos la visita a la web www.fotodigiscoping.info y un vistazo al libro de
Adolfo Márpez “Digiscoping, fotografiar la naturaleza a través del telescopio” o “Una
mirada de cerca. Aproximación a la naturaleza a través del Digiscoping” de la editorial
Náyade.
Respecto a la fotografía tradicional no vamos a entrar en detalles, ya que el tema puede ser
motivo de otro curso. Únicamente agregar una página web: www.fotonatura.org desde la que
podemos acceder a muchas galerías y links relacionados con la fotografía de naturaleza.
También en la red podemos encontrar multitud de cursos sobre fotografía.
Por último resaltar, que para poder realizar fotografías de fauna salvaje es obligatorio
disponer de los pertinentes permisos de cada comunidad autónoma, así como las
autorizaciones de cada espacio natural protegido.