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Ya no podía siquiera asomarse a la ventana, llevaba tres días sin ver ocultarse el sol, es más desconocía si realmente seguía saliendo a diario, tal vez estaba harto como ella de tanta sangre; el día, la noche eran una penumbra perpetua. Danielle, así la había nombrado su padre, ansiaba volver al pasado, donde era libre de amar, de soñar, a pesar de que la vida no era menos complicada en esa época, sin embargo no vivía un poco muerta cada día con el miedo de que fuera el último. Recordar, mantener su mente alejada del presente ¿Qué más podría hacer? En la casa de los Rockefeller había vivido sus últimos años, su adolescencia y parte de su juventud, la cual ahora se consumía en la oscuridad. Tras la muerte de su padre ingresó a la mansión con el objetivo de trabajar y sobrevivir, pues su madrastra nunca le ofrecería el cariño y protección de una verdadera familia, por ello Danielle debía buscar acogida en un lugar apartado. Durante esos cuatro años, sentía que había tenido suerte, sus jefes la trataban muy bien, fue educada en arte, música y literatura, le ofrecían alimentación, hospedaje, vestimenta y calor humano a cambio de acatar algunas ordenes durante el día, ordenes que le eran solicitadas más bien como favores. Tal vez era la dulzura que inspiraba Danielle la que motivaba al matrimonio alemán a verla casi como una hija, la niña que nunca pudieron tener, pues su primogénito y único hijo era un varón un par de años mayor que Danielle, un tanto arrogante pero en el fondo amable. Fremont Rockefeller era un joven caucásico, alto, de piel pálida, ojos azules y profundos su mayor sueño era ser ingeniero, aunque llevaba cinco años en una escuela militar la detestaba, odiaba las armas, amaba las matemáticas, la pólvora le provocaba nauseas, las ecuaciones un deleite. Tenía quince cuando vió a Danielle por primera vez en la cocina preparando un café, tenía dos semanas de receso de su entrenamiento en la Escuela Militar Prusiana pero solo estaría cuatro días en casa, el resto del tiempo lo

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Ya no poda siquiera asomarse a la ventana, llevaba tres das sin ver ocultarse el sol, es ms desconoca si realmente segua saliendo a diario, tal vez estaba harto como ella de tanta sangre; el da, la noche eran una penumbra perpetua. Danielle, as la haba nombrado su padre, ansiaba volver al pasado, donde era libre de amar, de soar, a pesar de que la vida no era menos complicada en esa poca, sin embargo no viva un poco muerta cada da con el miedo de que fuera el ltimo. Recordar, mantener su mente alejada del presente Qu ms podra hacer? En la casa de los Rockefeller haba vivido sus ltimos aos, su adolescencia y parte de su juventud, la cual ahora se consuma en la oscuridad. Tras la muerte de su padre ingres a la mansin con el objetivo de trabajar y sobrevivir, pues su madrastra nunca le ofrecera el cario y proteccin de una verdadera familia, por ello Danielle deba buscar acogida en un lugar apartado. Durante esos cuatro aos, senta que haba tenido suerte, sus jefes la trataban muy bien, fue educada en arte, msica y literatura, le ofrecan alimentacin, hospedaje, vestimenta y calor humano a cambio de acatar algunas ordenes durante el da, ordenes que le eran solicitadas ms bien como favores. Tal vez era la dulzura que inspiraba Danielle la que motivaba al matrimonio alemn a verla casi como una hija, la nia que nunca pudieron tener, pues su primognito y nico hijo era un varn un par de aos mayor que Danielle, un tanto arrogante pero en el fondo amable. Fremont Rockefeller era un joven caucsico, alto, de piel plida, ojos azules y profundos su mayor sueo era ser ingeniero, aunque llevaba cinco aos en una escuela militar la detestaba, odiaba las armas, amaba las matemticas, la plvora le provocaba nauseas, las ecuaciones un deleite. Tena quince cuando vi a Danielle por primera vez en la cocina preparando un caf, tena dos semanas de receso de su entrenamiento en la Escuela Militar Prusiana pero solo estara cuatro das en casa, el resto del tiempo lo compartira con otros familiares que queran disfrutar de su compaa. Fue el tercer da, cuando el joven se atrevi a hablarle a la esculida nia, mientras ella regaba las plantas. A m me gustan los robles, prefiero los arboles ostentosos a las flores minsculas.Danielle se sinti sorprendida al escucharlo, a la vez decepcionada, ella amaba las flores. Es la delicadeza de las flores la que exige la existencia de los robles o los nogales, ellos dan proteccin, ellas colores a la vida.Durante esa tarde hablaron bastante, aunque tenan muchas discrepancias se divertan juntos, jugaron con una pelota de tela que Danielle haba improvisado. Fremont prometi volver a jugar cuando volviera, faltaban poca ms de tres meses. As lo hizo, durante los siguientes tres aos, tiempo para el cual ambos ya se haban enamorado.Ya haban pasado cinco das, la comida escaseaba para el grupo que se esconda y los proveedores que deban haber pasado dos das antes no lo haban hecho, era muy probable que hubieran sido capturados, torturados, incluso obligados a confesar y por ende, les quedara poco tiempo si continuaban en el refugio, era necesario moverse alejarse un poco ms del ghetto, pero con tantos nios la movilidad resultaba tortuosa y difcil de dirigir, sin embargo era obligatorio intentarlo. Al cuarto ao de estada de Danielle en casa de los Rockefeller, Fremont regres a la casa, haba culminado su entrenamiento y ya era libre de escoger su propio camino, un camino que quera recorrer al lado de Danielle. Sin embargo, para la fecha ya haba estallado un conflicto que se vea venir desde un tiempo atrs. El gobierno alemn era completamente inestable tras la crisis econmica de 1928, y ya para 1932 el Partido Nacional Socialista Obrero Alemn haba colonizado gran parte del parlamento con cerca de 230 diputados. Hittler haba subido al poder como canciller y tena a su cargo la formacin del gobierno. El rgimen del terror ya haba empezado.La familia Rockefeller a pesar de su status siempre haba estado alejada de la poltica, no incursionaban en ese medio por falta de inters, consideraban que no les afectaban las decisiones del gobierno y que estas en su mayora eran malas. A pesar de ello, en esa ocasin les fue imposible ignorar que el mundo que conocan se vena abajo gracias a ideales que ellos no seguan, pero que deban adoptar si queran proteger sus propias vidas.Danielle era juda, sus facciones eran delicadas, su piel casi traslcida, pero fsicamente el cabello y ojos la delataban, adems nunca se habra atrevido a negar su origen, morira si as era dictaminado, era ese carcter fuerte, ese impet y decisin lo que haba terminado de cautivar a Fremont. Intentaron migrar juntos a norteamerica, los rumores decan que all era posible sobrevivir y que tal vez, gracias a la intervencin de ese pas algn da lograran regresar. Durante la travesa, Fremont fue descubierto y capturado por traicin, durante la captura distrajo a los oficiales para que Danielle pudiera darse a la fuga internndose en un bosque de conferas, saba que l tena posibilidades de ser liberado mientras que la nica esperanza para Danielle de alcanzar la libertad una vez capturada eran las chimeneas o un puado de plvora. Una vez dentro del bosque y tras horas de caminata Danielle encontr un lago en donde pudo beber agua, descansar y asimilar la serie de eventos desafortunados que en ese infame da haba tenido lugar. Un fro recorri su cuerpo cuando observ un anciano a tan slo diez metros de distancia, l se acerc pausadamente y con la mirada fija en los oscuros ojos de la joven dijo Todos tenemos la vida marchita en tiempos de guerra, pero la tuya tendr oportunidad de florecer, tras esto desapareci. Sobre el csped una carta con dos personas alejadas la una de la otra a una gran distancia, pero mirando ambas en una misma direccin.Una vez ms tena que huir, tal como lo haba hecho meses atrs, cuando abandon con lgrimas al amor de su vida, que arriesgo la suya propia por salvarla, dndole una oportunidad. No haba sido fcil, cada segundo era un reto a la muerte, sin embargo, deba sobrevivir, no tena opcin, se lo deba a Fremont, tena claro que era posible un reencuentro y que la guerra aunque lo pareciera no durara eternamente. An le quedaba esa esperanza

Acciones. Danille se encuentra en su escondite, recordando aquel pasado en el que fue feliz. El padre de Danielle muere. Danielle deja a su poco cariosa madrastra y parte en busca de un hogar verdadero. Fremont ve por primera vez a Danielle mientras la delicada joven prepara un caf. Fremont y Danielle charlan, luego se divierten con un improvisado juego de pelota. Danielle est en su escondite y planea salir de l. Hittler sube al poder como canciller. Fermont y Danielle inician su viaje. Fremont es descubierto y capturado por traicin. Danielle se da a la fuga internndose en un bosque de conferas. Danielle lega a lago en donde pudo beber agua, descansar. Un anciano se acerca a Danielle y le dice algunas palabras. Daniele prosigue con su camino.

Dilogos. Fermont: A m me gustan los robles, prefiero los arboles ostentosos a las flores minsculas.

Danielle: Es la delicadeza de las flores la que exige la existencia de los robles o los nogales, ellos dan proteccin, ellas colores a la vida.

Anciano: Todos tenemos la vida marchita en tiempos de guerra, pero la tuya tendr oportunidad de florecer