cuentos infantiles

17

Upload: estefania-lara

Post on 03-Mar-2016

224 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

para niños

TRANSCRIPT

Page 1: cuentos infantiles

Recopilacion de cuentos infantiles por Estefania Lara

Page 2: cuentos infantiles
Page 3: cuentos infantiles

la sirenita

la bella y la bestia

pinocho

Page 4: cuentos infantiles

4

la sirenita

Page 5: cuentos infantiles

5El Mago dE oz

Hacía muchos años que el rey del mar era viudo. Su anciana madre era quien se ocupaba de cuidar a sus seis hijas, las princesitas del mar. De estas, la más bella era la menor. Como todas sus hermanas, no tenía pies: su cuerpo terminaba en

cola de pez.A partir de los quince años, las princesitas podían salir de las aguas y ver pasar los barcos. Aquel año la menor los cumplía y esperaba con impaciencia el momento en que pudiera ver el mundo.Al fin llegó el día en que la sirena pudo asomar la cabeza a la superficie. A poca distancia había un barco y sobre la cubierta se hallaba un joven y guapo príncipe. La princesa no era capaz de apartar los ojos de él. Estaba en

Page 6: cuentos infantiles

6amorada. Durante los días siguientes sólo pudo pensar en aquel apuesto príncipe. Su único deseo era convertirse en un ser humano y vivir siempre junto al joven príncipe. Por eso se decidió a visitar a la bruja del mar. Quizás ella pudiera ayudarla. La bruja del mar no dudó en hacer un trato con ella: la libraría de la cola y le daría dos piernas para andar, por medio de un brebaje que sólo ella

sabía preparar, pero cada vez que diese un paso sería como si pisase un afilado cuchillo por los dolores que tendría que sufrir.Si no conseguía

enamorar al príncipe, a la mañana siguiente de casarse él con otra doncella, la sirenita se convertiría

en espuma flotante en el

agua. Además, a cambio del brebaje, debía entregarle su hermosa voz. La princesita aceptó el

Page 7: cuentos infantiles

7trato. A la mañana siguiente, cuando el príncipe daba su acostumbrado paseo, encontró a la sirenita ya convertida en una bellísima muchacha. Le preguntó quién era, pero la princesa

no podía hablar. Entonces el joven la tomó de la mano y la

llevó al interior del palacio. La sirenita era feliz a pesar de los agudos dolores que padecía cada vez que daba un paso. Desde aquel día la sirenita y el príncipe se hicieron inseparables.

Una noche, llegó al puerto del palacio un barco de donde bajó la princesa que estaba prometida en matrimonio con el príncipe. El joven se quedó frío como el hielo al verla

porque no la conocía.

Page 8: cuentos infantiles

8Su padre, el rey, le dijo que su deber era casarse con aquella doncella pero el príncipe dijo que, antes que casarse con una mujer que jamás en su vida había visto y que no le inspiraba amor, prefería renunciar al trono.Ante esa amenaza el viejo rey cedió, escribió una carta de disculpas a su amigo el padre de la princesa y se quejó de haber pasado la mayor vergüenza de su vida, pero en el fondo se alegró de lo que había

pasado. Después de que el barco se llevó a la princesa, el príncipe tomó de la mano a la sirenita y dándole un beso le declaró su amor. La pequeña niña cantó de emoción dejando asombrado al príncipe con su melodiosa voz y sintió cómo se iban para siempre los dolores de sus piernas. Los dos reinos de mar y tierra celebraron felices el matrimonio de los príncipes quienes fueron felices para siempre. De la bruja del mar, nadie volvió a saber.

Page 9: cuentos infantiles

9

la bella y la bestia

Page 10: cuentos infantiles

10

Érase una vez... un mercader que, an-tes de partir para un largo viaje de negocios, llamó a sus tres hijas para

preguntarles qué querían que les trajera a cada una como regalo. La primera pidió un vestido de brocado, la segunda un collar de perlas y la tercera, que se llamaba Bella y era la más gentil, le dijo a su padre: “Me bastará una rosa cortada con tus manos.” El mercader partió y, una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a volver cuando una tormenta le pilló desprevenido. El vien-to soplaba gélido y su caballo avanzaba fatigosamente. Muerto de cansan-cio y de frío, el mercader de improviso vio brillar una luz en medio del bosque. A

medida que se acercaba a ella, se dio cuenta que estaba llegando a un cas-tillo iluminado. “Confío en que puedan ofrecerme hospitalidad”, dijo para sí esperanzado. Pero al llegar junto a la entrada, se dio cuenta de que la puer-ta estaba entreabierta y, por más que llamó, nadie acudió a recibirlo.

El mercader, tras meditarlo du-rante un rato, decidió sentarse a la mesa; con el hambre que tenía consumió en breve ti-empo una suculenta cena. Después, todavía intriga-do, subió al piso superior.

Pero al igual que la noche anterior, no encontró a nadie y,

agitando la cabeza ante tan extra-ña situación, se dirigió al jardín en busca de su caballo que había dejado

Page 11: cuentos infantiles

11

atado a un árbol, cuando un hermoso ro-sal atrajo su atención. Se acordó entonc-es de la promesa hecha a Bella, e inclinán-dose cortó una rosa. Inesperadamente, de entre la espesura del rosal, apareció una bestia horrenda que iba vestida con un bellísimo atuendo; con voz profunda y terrible le amenazó: “ ¡Desagradecido! Te he dado hospitali-dad, has comido en mi mesa y dormido en mi cama y, en señal de agradec-imiento, ¿vas y robas mis rosas preferi-das? ¡Te mataré por tu falta de consideración!”

Mirándolo, Bella podía ver a lo lejos a sus seres más queridos. Al regalárselo, el monstruo le dijo: “De esta manera tu soledad no será tan penosa”. Bella se

pasaba horas mirando a sus familiares. Al cabo de un tiempo se sintió inquieta, y un día la Bestia la encontró derramando lágrimas cerca de su espejo mágico. “¿Qué sucede?” quiso saber el monstruo. “¡ Mi padre está muy enfermo, quizá

muriéndose! ¡Oh! Desearía tanto poderlo ver por última vez!” “¡Imposible! ¡Nunca dejarás este castillo!” gritó fuera de sí la Bestia, y se fue. Al

Page 12: cuentos infantiles

12poco rato volvió y con voz grave le dijo a Bella: “Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre.” ¡Qué bueno eres conmigo! Has devuelto la felicidad a una hija devota.” le agradeció Bella feliz. El padre, que estaba enfermo más que nada por el desasosiego de tener a su hija prisionera de la Bestia en su lugar, cuando la pudo abrazar, de golpe se sintió mejor, y poco a poco se fue recuperando.

Había visto a la Bestia muriéndose, respirando con estertores en su agonía, y llamándola: “¡Vuelve! ¡Vuelve conmigo!” Fuese por

corre caballito!” decía mientras fustigaba al corcel por miedo de no llegar a tiempo..Al llegar al castillo subió la escalera y llamó. Nadie respondió; todas las habitaciones estaban vacías. Bajó al jardín con el corazón encogido

por un extraño presentimiento.

La Bestia estaba allí, r ec l inada en un árbol, con los ojos ce r r ados , c o m o m u e r t a . Bella se a b a l a n z ó sobre el m o n s t r u o

abrazándolo: “No te mueras! No

Page 13: cuentos infantiles

13Tras esas palabras, aconteció un prodigio: el horrible hocico de la Bestia se convirtió en la figura de un hermoso joven. “¡Cuánto he esperado este m o m e n t o ! Una bruja

malé f ica m e

transformó en un monstruo y sólo el amor de una joven que aceptara

era, podía devolverme mi apariencia normal. Se celebró la boda, y el joven príncipe quiso que, para conmemorar aquel día, se cultivasen en su honor sólo

rosas en el jardín. He aquí porqué todavía hoy

aquel castillo se llama “El Castillo de la

R o s a ” .

Page 14: cuentos infantiles

14

pinocho

Page 15: cuentos infantiles

En una vieja carpintería, Geppetto, un señor amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construído este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho. Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso

premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco. Al día siguiente, cuando se

despertó, Geppetto no daba crédito a sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para

alegría del viejo carpintero. Feliz y muy satisfecho, Geppeto mandó a Pinocho a la

escuela. Quería que fuese un niño muy listo

y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.

15

Page 16: cuentos infantiles

Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando

los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas. Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada. Pinocho acabó

reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto. Supo entonces que Geppeto, al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena.

Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar

al pobre viejecito. Cuando Pinocho estuvo

frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él. Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar cómo salir de allí. Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida.

16

Page 17: cuentos infantiles

Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes. Todos se encontraban salvados. Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años.

f i n

17