cuerpo y corporalidad desde el vivenciar femenino [articulo]

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55412204

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Mara Anglica Montenegro Medina, Claudia Ornstein Letelier, Patricia Anglica Tapia IlabacaCuerpo y corporalidad desde el vivenciar femeninoActa Bioethica, vol. XII, nm. 2, 2006, pp. 165-168,

    Universidad de ChileChile

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Acta Bioethica,ISSN (Versin impresa): [email protected] de ChileChile

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • Acta Bioethica 2006; 12 (2)

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    CUERPO Y CORPORALIDAD DESDE EL VIVENCIAR FEMENINO

    Mara Anglica Montenegro Medina, Claudia Ornstein Letelier yPatricia Anglica Tapia Ilabaca*

    Resumen: Este artculo revisa las acepciones comunes de los trminos cuerpo y corporalidad, las distingue y las sita en la vivencia de la imagen corporal femenina actual. Desde este anlisis, propone algunas explicaciones en torno del culto al cuerpo, la vigorexia y los trastornos alimentarios. Concluye proponiendo un viraje desde la somatolisis actual a un proceso de integracin cuerpo-corporalidad.

    Palabras clave: cuerpo, corporalidad, imagen corporal, femenino, gnero

    BODY AND CORPORALITY FROM A FEMININE STANCE

    Abstract: This paper review the common denitions of body and corporality. These are distinguished and settled in the current feminine corporal image. From this analysis it proposes some explanations in relation to the body worship, the vigorexia and the alimentary disorders. This paper concludes proposing a change from the current somatolysis to an integrative process of the body and corporality.

    Key words: body, corporality, corporal image, feminine, gender

    CORPO E CORPORALIDADE A PARTIR DA VIVNCIA FEMININA

    Resumo: Este artigo revisa os conceitos comuns dos termos corpo e corporalidade, as distingue e as situa na vivncia da imagem corporal feminina atual. Desde esta anlise, prope algumas explicaes em torno ao culto do corpo, a anorexia e os tanstornos alimentares. Conclui porpondo um olhar a partir da somatolises atual a um processo de integrao corpo-corporalidade.

    Palavras chave: corpo, corporalidade, imagem corporal, feminino, gnero

    * Acadmicos del Departamento de Psiquiatra y Salud Mental, Universidad de Chile. Chile. Correspondencia: [email protected]

  • Cuerpo y corporalidad desde el vivenciar femenino - M. Montenegro, C. Ornstein y P. Tapia

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    Introduccin

    En el discurso coloquial hay mltiples re-ferencias a la palabra cuerpo, toda vez que con ella se quiere representar unidad, totalidad, integridad. As, por ejemplo, en Derecho Penal o en periodismo policial se habla de cuerpo del delito para referirse a un hallazgo irrefutable de una trasgresin; en reuniones de carcter formal suele usarse el trmino de cuerpo pre-sente para sealar la permanencia de alguien ausente; en el mbito de lo culinario se alude a tomar y/o tener cuerpo de algunos preparados o vinos, en seal aparente de equilibrio.

    En el hombre normal, el uso de su corpora-lidad y la certera precisin de sus movimientos parecen estar siempre bajo control voluntario. Ante un prurito, el sujeto dirige su mano hacia la zona de la molestia ejecutando una friccin, en la despereza matinal se extienden ambos brazos, etc. Especial reexin merece la maternidad. En este evento ontognico, tan pronto se conrma la espera, la mujer, con frecuencia, deposita ambas manos sobre el vientre como una forma de cobijar al hijo y de explicitar analgicamente el albergue.

    Por otra parte, el cuerpo es un claro referente de la expresin emocional, siendo evidente que se expande con la alegra en seal de apertura, de liviandad, y se constrie con la tristeza, casi como si recayera en el sujeto una pesadez gra-vitacional. Se podra decir que las emociones encarnan en el cuerpo con el consecuente correlato neurolgico: taquicardia, sudoracin, sequedad de la boca y otros.

    La corporalidad en el santo

    Numerosas son las referencias religiosas sobre autoinjurias, flagelaciones, purgas y ayunos a las que se sometan todos quienes, a travs del castigo del cuerpo, queran alcanzar la vida eterna. Pareciera que en la vida terrena

    de quien aspiraba a trascender a una existencia supraterrena, las prcticas en contra de la propia corporalidad constituan una forma vlida para alcanzar el Paraso. El cuerpo aqu es concebido como algo precario, nito, limitado. En la medi-da en que, voluntariamente, se le haga tambin doliente, se lo posterga y toma preeminencia la constancia del alma.

    Similar actitud ostentaba el hroe pico de la antigedad. Este expona temerariamente su corporalidad y, si bien poda perder la vida en los enfrentamientos, era precisamente el sufrimiento corporal el que lo haca ostentar la categora heroica.

    Cuerpo y corporalidad

    Cuerpo y corporalidad parecen no ser lo mismo. Cuerpo se dene como una realidad objetiva que, a la manera de un objeto, posee una forma denida. Diversos modelos tericos sealan que no tiene historia o historicidad (a diferencia de la corporalidad), bastndole slo la espacialidad.

    Esto ltimo permite sostener que el hombre muerto tambin posee un cuerpo, aunque ya exnime. El cuerpo sufre desgaste segn los avances evolutivos del ciclo vital (pesa en la vejez), posee un carcter instrumental, sirve para el desplazamiento, la aprehensin, etc., y, curiosamente, tiene una doble pertenencia.

    En tanto realidad objetiva pertenece al mun-do de las cosas, de los objetos, pero tambin pertenece al s mismo. Tenemos nuestro cuerpo, pero a la vez nuestro cuerpo nos tiene. Merleau Ponty seala que la envoltura corporal es a la vez posibilidad y prisin.

    La corporalidad, en tanto, hace referencia ms bien a la realidad subjetiva, vivenciada o experienciada; por ello est en la intencio-nalidad de la vida psquica. La corporalidad

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    es historia vital interna, madura hacia la dife-renciacin; en tanto cada cual tiene su propia historia individual y no se limita al volumen del cuerpo, es capaz de extenderse e incluso tomar posesin de los objetos del espacio. Zutt da gran importancia a la jerarqua en el mundo de la corporalidad, sealando que la vestimenta forma parte de su mundo, es decir, se ha integrado a ella.

    Se dice que el proyecto divino slo se puede realizar a travs de la corporalidad, es decir, con la dimensin temporal integrada.

    Consideraciones en torno a la imagen corporal

    La palabra imagen proviene del latn ima-go, que signica retrato, estatua, represen-tacin. El modelo terico que representa las cosas sin serlas propiamente pertenece al orden de la imagen; por lo tanto, el trmino imagen corporal pertenece al terreno de lo imaginario. Se presume que cada sujeto tendra, en su ima-ginario simblico, una conciencia o imagen de su cuerpo.

    Sin embargo, sta suele ser bastante inasible, dado que el mundo es siempre sin nosotros, existiendo incluso partes de nuestro cuerpo a las que ni siquiera se puede acceder a travs de la imagen especular, cual es la espalda. La representacin de una imagen corporal certera es prcticamente imposible; puede llegar a configurarse una imagen aproximada, pero nunca completa. El carcter indenido, mvil e impreciso de la corporalidad, la no exclusiva adscripcin a gura geomtrica, propia del cuerpo, dicultan este proceso.

    La corporalidad en la actualidad

    La medicina griega clsica estableca una ntima conexin entre la belleza y la bondad. Su objetivo era hacer que los hombres fueran

    bellos y buenos, y no era posible conseguir un n sin el otro debido al convencimiento de que el cuerpo era el espejo del alma. As las cosas, el cuerpo alimentado, ejercitado y utilizado en armona con la naturaleza es bello; en cambio, es feo cuando evita la integracin o cuando sucumbe indulgentemente ante el placer. Uno lleva a la armona y el otro a la destruccin.

    La autoimagen es un constructo a partir de la percepcin de s mismo, a lo que se agregan las atribuciones, explcitas o tcitas, de otros respecto de ese s mismo.

    En la actualidad, la atribucin en torno a la gura femenina estara validada slo desde una mirada esteticista, hedonista, lo que ha redun-dado en un verdadero culto al cuerpo. Culto que, como muchos otros, est sujeto a rituales; posee nombre propio: vigorexia; decreta una asistencia regular al lugar de culto o templo: gimnasio; su prctica es mediante la repeticin de oraciones o mantras: consignas verbales y/o msica estereotipada que sealan el comps del ejercicio, y, por ltimo, hace uso de una vesti-menta que proporciona identidad con los pares: ropa tness, equivalente al velo, kip, etc.

    As las cosas, resulta explicable la emergen-cia de trastornos de la conducta alimentaria, cuadros que, claramente, afectan en mayor medida a la poblacin femenina. Si bien se presenta sobre todo en la etapa adolescente y cada vez ms tempranamente, en las ltimas dcadas hay una emergencia de estas patologas en la adultez temprana y media.

    En trminos de identidad de gnero, la menstruacin y el embarazo son dos eventos biolgicos que, ms que diferenciar, distin-guen respecto del hombre. La temprana edad de aparicin de la anorexia (el 77% de los casos se inicia antes de los 20 aos) trae como conse-cuencia amenorrea y, no pocas veces, una serie de trastornos en torno a la fertilidad.

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  • Cuerpo y corporalidad desde el vivenciar femenino - M. Montenegro, C. Ornstein y P. Tapia

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    Por otra parte, la apetencia de la mujer por un desarrollo muscular, incluso exagerado, sumado a la eventual interrupcin de la mens-truacin por la prctica de dietas restrictivas, ha ido promoviendo cuerpos ms andrognicos y menos diferenciados de la gura masculina.

    La tendencia es preguntarse qu ha ocurrido durante las ltimas dcadas para que se ma-nieste este fenmeno. Talvez la mirada que se tiene hoy hacia lo femenino es una mirada fragmentada, en la que no se integra la valora-cin de slo el cuidado de la prole, en la que se menoscaba el desempeo de la mujer y se la restringa nicamente al quehacer domstico.

    Comentario

    En la sociedad patriarcal exista una clara diferenciacin de roles, cabindole al hombre uno instrumental, en trminos de toma de decisiones y de resolucin de problemas, y a la mujer uno expresivo, en cuanto al cuidado

    de la prole y la expresin y contencin emo-cional.

    Pareciera ser que, en la actualidad, hay un retorno al cuerpo en el vivenciar femenino, en tanto pura espacialidad, cayendo en el descr-dito la historicidad de ese cuerpo, es decir, su historia vital. El embarazo, la lactancia y otras angustias y pesares propios de los aconteceres biogrcos, van dejando, inevitablemente, hue-llas indelebles. No obstante, la tendencia es al retorno de la imagen juvenil, pretrita, aquella que an conservaba otra historia de vida.

    Pareciera entonces que la vigorexia se trata ms de una enfermedad que de un culto, por lo que, en ocasiones, debe ser abordada a travs de mtodos quirrgicos para obtener la sanacin.

    Creemos imperativo un viraje desde la somatolisis actual a un proceso de integracin cuerpo-corporalidad.

    Bibliografa

    Lpez-Ibor JJ, Lpez-Ibor Alio JJ. El cuerpo y la corporalidad. Madrid: Gredos; 1974.

    Lpez-Ibor JJ, Ortiz T, Lpez-Ibor MI. Lecciones de Psicologa Mdica. Barcelona: Masson; 1999.

    MINEDUC. Estilos de vida y conducta alimentaria del adolescente. Santiago de Chile: MINEDUC/ Programa MECE MEDIA; 1997.

    Ojeda C. El cuerpo biolgico (BIOS) en psiquiatra. Revista de Psiquiatra Clnica 1995; 32(1): 57.

    Recibido el 21 de abril de 2006.Aceptado el 04 de mayo de 2006.

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