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ARTE PARA EL BUEN VIVIRCultura y liderazgo para
juventudes de Alamikanbang
Cultura para el desarrollo
ARTE PARA EL BUEN VIVIRCultura y liderazgo para juventudes de
Alamikanbang
CRÉDITOS
Arte para el buen vivir(Cultura y liderazgo para juven-tudes de Alamikanbang)
Publicado por ICCO Cooperación Centroamérica, en el marco del Programa Derechos y Oportunidades para Juventudes Indígenas y Afrodescendientes en Nicaragua y Guatemala.
OFICINA CENTROAMÉRICAKM. 5 Carretera a Masaya, del Cole-gio Teresiano, 1 C. al Este, No: 130. Managua Nicaragua. (505) 2277-70555 / [email protected]. icco.nl
Con fondos de:
Equipo programático ICCO Emmanuelle Benavidez - RioufolDanilo González
Equipo programático CEIBOJosé Wheelock Irene Guido Oscar BalladaresWilmer MontesJairo SayaGustavo González
Fotos y textos: Milena García / ICCO Cooperación
ICCO Cooperación es una agencia holandesa de cooperación al desarrollo con más de 50 años de experiencia en 44 países de Asia, África y América Latina. La misión de ICCO es contribuir a la construcción de un mundo sin pobreza e injusticia, con medios de vida sostenibles para todas las personas.
Río Prinzapolka, arteria principal de Alamikanbang.
> UN LUGAR LLAMADO ALAMIKANBANG
Prinzapolka es una municipalidad del Caribe Norte de Nicaragua que se caracteriza por sus zonas selváticas y costeras. Fue fundada a inicios del Siglo XIX, a raíz de los desplazamientos causados por conflictos étnicos entre los pueblos Miskitos y Prinsus.
Su historia está marcada por la presencia de compañías extranjeras pro-ductoras de banano y extractoras de oro, latex y madera y por despojos y desplazamientos originados por pugnas sobre la tenencia de la tierra.
En repetidas ocasiones, las comunidades indígenas del municipio (mayoritariamente Miskitas), han visto violentados sus derechos sobre territorios ancestrales debido a políticas de Estado e iniciativas corpo-rativas que favorecen el extractivismo y el avance de la frontera agrícola.
Prinzapolka se ha estigmatizado como un territorio aislado: primero porque cuenta con una fragil infraestructura, y segundo, por la insu-ficiente presencia de instituciones del Estado. Los servicios públicos son limitados e inexistentes en algunas comunidades, lo que agrava las condiciones de pobreza de sus habitantes.
Cada año, Prinzapolka es amenazada por inundaciones, tormentas y huracanes, por lo que se considera el municipio más vulnerable del Ca-ribe Norte de Nicaragua. La mayoría de las comunidades se encuentran en lugares de alto riesgo, porque las viviendas y sus medios de vida se ubican en las zonas bajas y en las riberas del río.
La poca comunicación entre Alamikanbang (cabezera municipal) y el resto del municipio, se ha identificado como factor atenuante para el incremento de casos de violencia doméstica. La dispersión de la po-blación (2 pesonas por km2), facilita la práctica de algunas tradiciones
ancestrales que lesionan los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes. Una de estas es el Tala Mana, que naturaliza el abuso sexual al permitir un intercambio de dinero o de bienes, para “resarcir” o “compensar” a la familia de la víctima.
En este contexto, las niñas, niños y adolescentes de Prinzapolka se en-cuentran en situación permanente de vulnerabilidad. La naturalización de la violencia, sumada a los pocos espacios de participación, limitan severamente las posibilidades para que puedan ejercer sus derechos.
Abriendo espaciosLa Cooperativa de Arte Ceibo, organización nicaragüense sin fines de lucro que promueve la participación de niñas, niños y adolescentes a través del arte y la cultura, trabaja en Prinzapolka desde el 2013, focali-zando sus acciones en Alamikanbang.
Desde inicios del 2016, con apoyo de ICCO Cooperación, Ceibo desa-rrolla el proyecto Yamni iwaia natka nani (Arte para el buen vivir en miskito), que busca fortalecer el liderazgo de pre adolescentesy adoles-centes indígenas, y prevenir la violencia a través del arte y los deportes.
Prinzapolka es uno de los municipios más empobrecidos del Caribe Norte. Solo en Alamikanbang, el 99.5% de la población vive en pobreza extrema. Fuente: INIDE, 2015.
EMPOBRECIMIENTO
Entre las principales actividades del proyecto se destacan la realización de talleres de arte, eventos culturales, actividades deportivas y la crea-ción colectiva de contenidos radiofónicos educativos.
Ceibo trabaja en coordinación con el sistema de educación local a través del colegio Flor de Pino de Alamikanbang. Los talleres de arte, diseña-dos e impartidos por instructores de Ceibo, son un complemento ideal para el pénsum académico local.
De hecho, uno de los requisitos que deben cumplir las y los participan-tes es estar en la escuela, por lo que estos talleres de arte poco a poco se van convirtiendo en un mecanismo para promover la retención escolar.
“El arte es un elemento esencial, como expresión cultural y humani-zadora, porque es socializador, reflexivo, colaborativo. Creemos que puede ser una herramienta muy útil para los procesos de desarrollo,
POCO ACCESO A LA EDUCACIÓN
La tasa de analfabetismo en Alamikanbang es de 43,5% (mujeres) y 41,5% (hombres). Fuente: INIDE, 2005)
especialmente en comunidades marginadas y olvidadas por el tiempo”, explica José Wheelock, Presidente de la Cooperativa de Arte Ceibo.
Como parte del proyecto también se capacita a más de 20 jóvenes en temas relacionados con la promotoría cultural. Estas muchachas y mu-chachos han creado Tininiska (colibrí en miskito), una red de jóvenes promotores culturales de Alamikanbang. Con esta estructura pretenden organizar eventos y espacios culturales permanentes para garantizar la participación activa de las juventudes en la vida municipal.
“Hay ausencia del soñar; lo que les podría esperar a muchos niños es reproducir esa estructura familiar en la que la madre a los 13 ó 14 años tuvo su primer pareja, su primer hijo. Ante esa ausencia de estímulo de superación, creemos que Ceibo comienza a tener un lugar, porque hay niños que demandan la cultura, y que al experimentar el teatro o la danza por primera vez, se dan cuenta de que hay algo más”, expresa Wheelock.
TRABAJO INFANTIL
El trabajo en labores relacionadas a la agricultura es una forma de vida para muchas niñas, niños y adolescentes de Alamikanbang.
> PRINZAPOLKA
Población del municipio 24,784
Beneficiarias/os del proyecto Arte para el Buen Vivir 319 niñas | 309 niños
628 pre-adolescentes y adolescentes
Número de comunidades 32
Cabecera municipal Alamikanbang
Fuente: Instituto Nicaragüense de Información para el Desarrollo (INIDE), 2012 y Cooperativa de Arte Ceibo RL.
Población infantil y adolescente
57.80%
Población urbana 2,988
Población rural 21,796
Estudiantes de Alamikanbang en una sesión del taller de teatro de Ceibo.
> MUCHO MÁS QUE TEATRO Y DANZA
Las y los participantes del taller de teatro de Ceibo en Alamikanbang tienen múltiples talentos. Escriben historias, libretos, improvisan, per-sonifican, diseñan máscaras y crean canciones.
El instructor es Oscar Balladares, un artista de 27 años de edad origi-nario de Managua y especialista en teatro popular. Al igual que el resto de artistas que trabajan con Ceibo, él cree en el potencial del arte para promover crecimiento, desarrollo y libertad.
“Lo que he podido ver en este transcurso de tiempo es que parece que hay una cultura que no le da importancia a los derechos. Quizá por la misma violencia que hay es que los chavalos no ven tan importantes los derechos. Entonces tuve que hacerlo a manera de canción, creamos una pequeña cancioncita de los derechos y los deberes para que ellos pudie-ran aprendérselos y tomarles importancia, hallarles ritmo”.
En estos días se encuentran trabajando en el montaje de una obra de teatro que fue creada colectivamente por las y los participantes del taller. La obra abordará temas que preocupan a las y los jóvenes de Ala-mikanbang, como el Tala Mana, e intentará promover en la comunidad una mayor conciencia sobre la necesidad de respetar los derechos de las y los niños y forjar una cultura de no violencia.
Con estas presentaciones artísticas, el proyecto también contribuye a que niñas, niños y adolescentes se apropien de los espacios públicos.
“Los juegos, el teatro y la danza les han permitido compartir porque an-tes había mucha distancia entre ellos mismos”, explica Balladares. “Aquí a las niñas y niños les gusta participar, el asunto es que casi no tienen oportunidades. Creo que se sienten como estrellas en este momento y tratan de dar lo mejor. Por eso estamos aquí en este proceso”.
EN COLECTIVO
Oscar Balladares trabajando con sus alumnos y alumnas en la preparación de una obra de teatro.
EL LIBRETOEstudiantes de teatro revisan sus parlamentos antes de que inicie el ensayo.
REPRESENTAR Y EXPRESAR
Las y los estudiantes crean máscaras para expresar sentimientos como el miedo, el enojo y la felicidad, y para representar la naturaleza.
METODOLOGÍA LÚDICA
“Iniciamos siempre con el juego. A través del juego se ríen y la risa les permite sentirse más cómodos y más seguros”. Oscar Balladares, profesor de Teatro.
LA ANTESALA
Alumnas de danza esperando a que empiece la siguiente sesión del taller de danza, en la Casa Base Comunitaria de la organización Acción Médica Cristiana, también socia de ICCO en Nicaragua.
Wilmer Montes Aragón es un bailarín profesional y docente con más de 15 años de experiencia. Combinar la danza con el trabajo social es algo que toca su corazón.
“Sé que para un joven no es fácil llegar a abrirse ante otra persona. Eso me ha impulsado a trabajar no solo lo intelectual si no también el lado emotivo que es la columna vertebral de muchas personas”, expresa.
Más que enseñar danza, con sus alumnas y alumnos de Alamikanbang Wilmer pretende abrir una ventana hacia otro mundo, hacia otras posi-bilidades y perspectivas de vida.
“Al inicio vi a muchos que estaban como cerrados, a no conversar, o veía sus rostros muy serios, no querían participar; ahora los veo más abier-tos a participar y muchos otros jóvenes se están integrando. No importa tanto si alcanzan al 100 por ciento la calidad de los movimientos. Lo im-portante es dejar en sus corazones una sonrisa, un momento alegre, que conozcan que hay otras personas que tienen otra visión, y otra misión de vida.”
PREPARANDO EL VESTUARIO
Estudiantes del taller de Danza buscan sus trajes para ingresar a la clase.
Wilmer Montes Aragón, bailarín profesional, con sus alumnas y alumnos de Alamikangba.
DANZANDO
DANZANDO
El profesor Wilmer Montes y sus alumnas y alumnos del taller de danza en Alamikanbang.
Ayker Britton (13) y Azon Espinoza (15), estudiantes de teatro y miembros de Tininiska, red de jóvenes promotores culturales de Alamikanbang.
> UN MOTOR DE CAMBIO PARA LA COMUNIDAD
La madre de Jairo Saya, ingeniero agrónomo y pofesor de promotoría cultural, es originaria de Waspam; su padre es de Bilwi. Su identidad miskita es una de sus más grandes fortalezas como profesional y ser humano. El imparte sus clases en dos idiomas: Miskito y Español.
Algo que siempre intenta transmitir a las y los jóvenes con los que tra-baja en Alamikanbang es que la cultura es riqueza y que por eso hay que promover su revitalización.
“Yo explico en Español porque hay un grupo que son hijos de gente que acá les llaman “terceros” o “colonos”. Son migrantes, niñas y niños de lugares como Matiguás. Entonces hay que hablarles en Español. Pero hay un grupo más grande que son los originarios, que hablan Miskito. Al expresarme en su mismo idioma y yo explicarles sobre la promotoría cultural, y la prevención de la violencia, ellos lo entienden mejor. Hay una mejor comprensión, un mejor entendimiento y ellos captan en su lengua, porque es parte también de la cultura, la promoción de la len-gua.”
Las y los alumnos de Jairo crearon la red Tininiska, una agrupación de promotoras y promotores culturales.
“Lo que buscamos con el proceso de formar promotores es que también sean como ejemplos en la comunidad y se conviertan en motor de cam-bio. Y el cambio que buscamos es la prevención de la violencia, que sean promotores de cultura pero también de una buena enseñanza. Actual-mente son como unos 26 ó 27 que integran la red”, explica Jairo.
Las y los jóvenes de la red producirán radio novelas para promover la prevención de la violencia en comunidades aledañas a Alamikanbang, en donde no existe acceso a servicios básicos como la electricidad y en donde la radio es el principal medio de información.
MAYNOR MONCADA15 años - I año de secundaria
Nació en Siuna, municipio del Caribe Norte de Nicaragua. Cuando tenía cinco años de edad, él y su familia llegaron a Alamikanbang, en donde hoy dice sentirse feliz. Expresa que desde que iniciaron los talleres de arte, ha logrado hacer más amistades.
“Me siento muy alegre porque nun-ca en mi vida he estado en estas cosas y ahora pues ya estoy.
He aprendido a ser amable, a tener amistades, a no ser malcriado, a hacerle caso a los adultos y a ayu-darles.
Oscar nos ha enseñado a hacer máscaras, a hacer títeres, a pintar, a calentar nuestra garganta para salir a hacer la escena bien;
Nos ha enseñado a no tener pena en las escenas que vamos a presen-tar. Y también nos ha enseñado va-rias cosas sobre la violencia, sobre el abuso, y sobre nuestros dere-chos y los deberes que tenemos.
En mi vida he pensado en seguir es-tudiando y salir adelante para ser alguien más en la vida.
Y pienso que sería bueno llegar a ser un Licenciado.
NEYLIN SANDERS12 años - I año de Secundaria
Nació y creció en Alamikanbang. Tiene dos hermanas y un her-mano. Su mamá es ama de casa y su papá trabaja en proyectos de construcción de pozos y casas en comunidades del Caribe Norte. Con Ceibo estudia Teatro y además, es una de las integrantes de la red de jóvenes promotores culturales Tininiska.
“Siempre vengo a los talleres porque me gusta y también porque a mi mamá le gusta que yo venga aquí en vez de andar vagando.
He aprendido sobre los derechos, los deberes, he aprendido qué es la violencia y muchas cosas mas.
¿Qué pensas de la red que han formado?
Pienso que es algo muy bueno por-que vamos a promover una nueva cultura, vamos a promover valores, además de arte y música.
Es una red que que nos va a servir para promover a Alamikanbang.
Me gustaría lograr el sueño de ser enfermera pero antes quiero terminar mi quinto año.”
AYKER BRITTON13 años - I año de Secundaria
Su madre es originaria de Siuna, y su padre de Alamikanbang, en donde también nació él. Tiene una hermana y un hermano. Su mamá trabaja en los Juzgados locales y su papá en la alcaldía mu-nicipal. Es uno de los más jóvenes integrantes de la Red Tininiska, formada como parte del proyecto de Ceibo e ICCO Cooperación.
“He estado en teatro y en banda y me gusta participar en estos talle-res. Si no estuviera aquí estuviera en la casa y me estuviera aburrien-do.
En la red somos como más de 20. Yo pienso que ser parte de ella es bueno porque nos ayuda a aprender más, sobre qué es ser un promotor cultural, y eso nos puede ayudar algo en el futuro.
A mí me parece que Alamikanbang es bonito, no hay mucha corrup-ción, no asaltan mucho como en Managua o Puerto Cabezas.
Me gustaría que mejore, que hagan un parque, una buena cancha, y una buena escuela para que los que estudien aprendan más de lo que yo estoy aprendiendo. Me gustaría que tal vez cuando tenga hijos que vivan aquí y que aprendan.
AL RITMO DE BANDAPor las tardes, los jóvenes músicos del taller de banda del proyecto Arte para el buen vivir practican en las calles; las y los habitantes de Alamikanbang les observan desde sus ven-tanas y balcones. Con entusiamo y muy concentrados, ponen a prueba sus destrezas y se
muestran orgullosos de ser parte de la primera banda rítmica de la localidad.
SOCIO DE GENTE EMPRENDEDORA