curso de derecho civil iii u.central

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Curso de Derecho Civil I Prof. Dr. Gonzalo RUZ LÁRTIGA SECCIÓN PRIMERA FUENTES DE LAS OBLIGACIONES CAPÍTULO I TEORÍA GENERAL DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES a.- Las fuentes de las obligaciones en el Código civil chileno; b.- Las fuentes de las obligaciones en la doctrina. A.- Las fuentes de las obligaciones en el código civil chileno Francisco Messineo defina las fuentes de las obligaciones como el acto o la situación jurídica de la que nace la relación obligatoria. Veremos al avanzar este curso que las obligaciones no nacen solamente de actos o situaciones jurídicas, también de hechos jurídicos a los cuales la ley les otorga un poder creador de obligaciones. René Abeliuk M. propone definir las fuentes de las obligaciones como el hecho jurídico que le da nacimiento, que origina o genera la obligación. Consensuemos entonces en definir las fuentes de las obligaciones como hechos, actos o situaciones jurídicas generadores de obligaciones. Fuente en términos generales es aquello de donde emana algo, en este caso las fuentes de las obligaciones son los antecedentes de derecho de los cuales emanan las obligaciones. Hablar de una teoría general de las obligaciones es tan ambicioso como irrealista, significa en términos simples en creer que existe una lógica que gobierna todo tipo de relación jurídica obligacional. El problema está en que un sistema jurídico de esta naturaleza no se encuentra ni en nuestro código civil ni tampoco ha sido hasta ahora elaborado por la doctrina. Así entonces vemos que existen tantas “teorías” o llamémoslo mejor “normas comunes” para cuanto tipo de relaciones jurídicas de contenido obligacional existan. Ya estudiamos en años pasados la “teoría de los bienes” que no es sino la manifestación de la relación jurídica de contenido real y la “teoría de las obligaciones” que no es sino la misma relación jurídica pero de contenido personal. Este año es el turno de estudiar fundamentalmente uno de los principales actos jurídicos generadores de obligaciones, el contrato y le daremos el nombre de “teoría general del contrato”. Sigamos el programa de este año y con ello a la doctrina mayoritaria en el estudio y tratamiento de las fuentes de las obligaciones en dos grandes grupos: En nuestro Código civil (A) y en la doctrina clásica y moderna (B). Un poco de historia. Mucho se ha escrito acerca de los orígenes de las fuentes de las obligaciones tal como se nos presenta en el Código civil. Se dice que no nos viene en esa forma directamente de los romanos pues éstos distinguían dos tipos de fuentes de obligaciones: los contratos y los delitos, admitiéndose una tercera bajo la denominación de "figuras varias" (variae causarum figurae) que eran de creación pretoriana (los cuasicontratos y los cuasidelitos). 1

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Los contratos

112Curso de Derecho Civil IProf. Dr. Gonzalo RUZ LRTIGA

SECCIN PRIMERA

FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

CAPTULO I

TEORA GENERAL DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

a.- Las fuentes de las obligaciones en el Cdigo civil chileno; b.- Las fuentes de las obligaciones en la doctrina.

A.- Las fuentes de las obligaciones en el cdigo civil chileno

Francisco Messineo defina las fuentes de las obligaciones como el acto o la situacin jurdica de la que nace la relacin obligatoria.

Veremos al avanzar este curso que las obligaciones no nacen solamente de actos o situaciones jurdicas, tambin de hechos jurdicos a los cuales la ley les otorga un poder creador de obligaciones.

Ren Abeliuk M. propone definir las fuentes de las obligaciones como el hecho jurdico que le da nacimiento, que origina o genera la obligacin.

Consensuemos entonces en definir las fuentes de las obligaciones como hechos, actos o situaciones jurdicas generadores de obligaciones.

Fuente en trminos generales es aquello de donde emana algo, en este caso las fuentes de las obligaciones son los antecedentes de derecho de los cuales emanan las obligaciones.

Hablar de una teora general de las obligaciones es tan ambicioso como irrealista, significa en trminos simples en creer que existe una lgica que gobierna todo tipo de relacin jurdica obligacional. El problema est en que un sistema jurdico de esta naturaleza no se encuentra ni en nuestro cdigo civil ni tampoco ha sido hasta ahora elaborado por la doctrina. As entonces vemos que existen tantas teoras o llammoslo mejor normas comunes para cuanto tipo de relaciones jurdicas de contenido obligacional existan.

Ya estudiamos en aos pasados la teora de los bienes que no es sino la manifestacin de la relacin jurdica de contenido real y la teora de las obligaciones que no es sino la misma relacin jurdica pero de contenido personal. Este ao es el turno de estudiar fundamentalmente uno de los principales actos jurdicos generadores de obligaciones, el contrato y le daremos el nombre de teora general del contrato.

Sigamos el programa de este ao y con ello a la doctrina mayoritaria en el estudio y tratamiento de las fuentes de las obligaciones en dos grandes grupos: En nuestro Cdigo civil (A) y en la doctrina clsica y moderna (B).

Un poco de historia.

Mucho se ha escrito acerca de los orgenes de las fuentes de las obligaciones tal como se nos presenta en el Cdigo civil. Se dice que no nos viene en esa forma directamente de los romanos pues stos distinguan dos tipos de fuentes de obligaciones: los contratos y los delitos, admitindose una tercera bajo la denominacin de "figuras varias" (variae causarum figurae) que eran de creacin pretoriana (los cuasicontratos y los cuasidelitos).

Los glosadores medievales fueron quienes establecieron la divisin clsica de las fuentes de los crditos, enumerando el contrato, el cuasicontrato, el delito y cuasidelito, clasificacin a la cual posteriormente se agreg la ley.

Lo cierto es que el trabajo de los glosadores pasa a travs de J. Pothier y de J. Domat como teora clsica en el Cdigo civil francs, distinguindose, de acuerdo a lo dicho, cinco fuentes de las obligaciones, en que quedaban incluidos y agrupados todos los hechos jurdicos susceptibles de generarlas

Estas fuentes son:

1. El contrato, la principal fuente de obligaciones, definido en el cdigo civil (una definicin por cierto restrictiva o poco afortunada) art.1438 como un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Agregando que cada parte puede ser una o muchas personas. La doctrina prefiere mantener la definicin clsica que entiende el contrato como la convencin generadora de obligaciones, o desde el punto de vista del acto jurdico como el acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor que da nacimiento a la obligacin;

2. El cuasicontrato, es por cierto una de las figuras ms discutidas hoy en da. Se le definira, si para ello se atiende al tenor literal del art.1437 como un hecho voluntario del deudor que genera obligaciones. La doctrina prefiere describirlo como el hecho voluntario, lcito y no convencional que genera obligaciones;

Merece que nos detengamos un minuto en las reflexiones de Marcel Planiol sobre los cuasicontratos.

Para Planiol el cuasicontrato no es un hecho voluntario. Si en l interviene la voluntad, ella no genera la obligacin. A menudo en el cuasicontrato surge una obligacin para una persona que, de ningn modo, ha expresado su voluntad. Por ejemplo, en el cuasicontrato de agencia oficiosa, el agente se obliga y podr decirse que su acto voluntario le acarrea la obligacin, pero tambin puede resultar obligado el dueo del negocio a cumplir los compromisos contrados por el agente y a reembolsarle las expensas tiles y necesarias a ste, art.2290. -

Ms evidente es la situacin en el pago de lo no debido. El que recibe el pago de buena fe no tiene intencin de restituir lo que se le ha pagado; con mayor razn carece de voluntad de restituir el que recibe de mala fe. Por lo que toca al que paga se excluye la idea de voluntad porque es esencial que el pago de haya verificado por error. -

Para Planiol, el cuasicontrato no es un acto lcito. En todos los cuasicontratos se descubre, como rasgo comn, un enriquecimiento sin causa, producido a expensas de otro. Semejante enriquecimiento es un hecho ilcito. La obligacin resultante tiene por causa un estado de hecho contrario al derecho. -

En suma, el cuasicontrato no es ni un hecho voluntario, ni un hecho lcito es un hecho involuntario e ilcito. -

3. El delito civil, esto es, el acto doloso o intencional que causa dao;

4. El cuasidelito civil, que es el acto culpable que causa dao.

Tanto el los delitos como en los cuasidelitos civiles el efecto y la obligacin que se generan es el mismo: la produccin del dao y la obligacin de reparacin (indemnizacin de perjuicios); lo que hace la diferencia es la concurrencia del elemento intencional en el primero (dolo de parte del autor) y en el segundo, el elemento non intencional (la culpa, negligencia o imprudencia).

Por lo anterior es tendencia actual de refundir el delito y el cuasidelito en una sola fuente de obligacin: la responsabilidad civil extracontractual, o los actos o hechos ilcitos.

5. La ley. La ley en verdad es el fundamento de toda obligacin, la fuente primera. Es por cierto, mirada como quinta fuente en trminos mediatos o directos en la generacin de las obligaciones, se entiende entonces que cuando la ley es fuente no ha existido por parte del acreedor o del deudor acto alguno que provoque el nacimiento de la obligacin (art.1437 inc. Final) ejemplificando con las obligaciones que nacen de la patria potestad o la obligacin alimenticia.

Ya hemos sealado que en un sentido amplio toda obligacin encuentra su razn de ser en el ordenamiento jurdico, y en tal sentido tienen su parte de verdad las doctrinas que pretenden que la ley es la fuente nica de las obligaciones.

Pero tambin es verdad que la obligacin nace muy distintamente de la ley en las obligaciones legales stricto sensu, en que no hay hecho alguno del deudor para dar nacimiento a la obligacin, sino la sola voluntad del legislador, que en las dems fuentes de obligaciones. Por ejemplo en el contrato, la obligacin nace porque el deudor lo quiere, y si en las extracontractuales falta esta intencin, hay un hecho del deudor que fundamenta la obligacin.

Las obligaciones legales propiamente tales son, pues, aquellas en que la ley es la fuente directa e inmediata de las obligaciones, y no existe un hecho del deudor en que la obligacin tenga su fundamento.

Este tipo de obligaciones no son frecuentes en la parte que estudiamos, se dan mayormente en derecho de familia, por ej. la obligacin alimenticia, en que la ley determina cundo nace ella, las personas del deudor y acreedor, y la forma de satisfacerla.

Podemos sealar tambin el ejemplo que propio cdigo cito en el art.1437: las obligaciones entre padres e hijos de familia, pero aqu se nos presenta un problema, pues ellas no caben en el concepto de obligacin tradicional ms bien se trata de deberes jurdicos que de obligaciones en sentido estricto.

Otros casos de obligaciones legales que se exponen como la obligacin de pagar impuestos no pueden ser analizadas como obligaciones en el sentido privado de las mismas, sino como cargas de derecho pblico que escapan de la nocin de obligacin que habitualmente se da.

Las fuentes de las obligaciones y el cdigo civil chileno.

El estudio de las fuentes de las obligaciones en el cdigo civil chileno, como ya hemos avanzado un poco al examinar el art.1437, sigue la doctrina clsica o francesa.

Sin embargo el art.1437, no es la nica fuente formal de las fuentes de las obligaciones, a pesar que de su tenor aparecen enumeradas las cinco fuentes clsicas.

Art. 1437 Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o ms personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la persona que se obliga, como en la aceptacin de una herencia o legado y en todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o dao a otra persona, corno en los delitos y cuasidelitos; ya por disposicin de la ley, como entre los padres y los hijos de familia.

El art.2284 se encarga de tratar las fuentes de las obligaciones, otras que el contrato, al disponer: Las obligaciones que se contraen sin convencin, nacen o de la ley, o del hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.

Si el hecho de que nacen es lcito, constituye un cuasicontrato,

Si el hecho es ilcito, y cometido con intencin de daar, constituye un delito.

Si el hecho es culpable. Pero cometido sin intencin de daar, constituye un cuasidelito.

El problema es el determinar la existencia de un numerus classus de las fuentes de las obligaciones, o por el contrario un numerus appertus. En otras palabras saber si la numeracin que efecta el Cdigo es taxativa o no. La doctrina y una jurisprudencia constante parecen concluir que no existen otras fuentes de las obligaciones que las enunciadas, de manera que cualquiera figura jurdica que las genere habra que encuadrarla forzosamente en alguna de dichas categoras. Con ello, quedaran afuera otros hechos o situaciones jurdicas generadoras de obligaciones, como lo veremos en su momento.

Lo cierto es que la numeracin clsica ha sido criticada.

Las diversas posiciones doctrinarias crticas, en definitiva, se reducen a tres categoras:

1. Las que sintetizan la enumeracin;

2. Las que consideran que ella no es completa, y

3. Las que clasifican las fuentes segn si en su generacin ha habido por parte del deudor voluntad de obligarse o no.

1 Las posiciones sintticas o la posicin de los autores que creen ver slo al contrato y a la ley como fuentes de las obligaciones.

Para algunos tratadistas debe distinguirse nicamente entre el contrato, por un lado, y la ley por el otro. En el primero, existe la voluntad de obligarse; en todos los dems casos, es la ley la que establece que el deudor ha quedado obligado.

Esto ltimo es lo que ocurre en los delitos y cuasidelitos: es la ley quien seala cundo una persona est obligada a indemnizar los perjuicios ocasionados a otra. En los cuasicontratos, de los cuales los ms caractersticos son el pago de lo no debido (N. 679), y la agencia oficiosa es igualmente el legislador el que establece que quien ha recibido el pago de una obligacin que no se le debe, resulta obligado a restituir y en cules circunstancias y condiciones, o cundo el gerente o agente oficioso, y el dueo del negocio, resultan obligados.

De acuerdo a esto, las obligaciones naceran; pues, o de un acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor, o por la sola disposicin de la ley.

Esta posicin no es una posicin carente de sustento positivo. Si recordamos la definicin de derecho personal que nos entrega el art.578 en donde se expresa que la relacin jurdica de contenido real es la que slo puede reclamarse de ciertas personas que por un hecho suyo o la sola disposicin de la ley ha contrado la obligacin correlativa, se est ratificando que las fuentes de los crditos son el consentimiento (el acuerdo de voluntades) y la ley.

Sin embargo, si leemos bien no es el acuerdo de voluntades sino el hecho voluntario aquello que genera la obligacin, es decir, tanto los actos voluntarios (que requieren de acuerdo) como la sola voluntad unilateral, sea con o sin intencin de obligarse, y del otro, la ley.

Esta interpretacin del art.578 esta en perfecta comunin con el art.2284, que distingue la convencin, la ley y el hecho voluntario.

Dentro de estas posiciones sintticas est la de aquellos autores que propugnan como nica fuente de obligaciones a la ley, ya que cuando los interesados por medio del contrato dan nacimiento a una obligacin, es porque el legislador expresamente los ha facultado para hacerlo; las partes no podran obligarse si la ley prohibiera un determinado contrato que quieren celebrar.

2 Doctrina que considera incompleta la enumeracin del Cdigo civil, por existir en el mismo cdigo otras fuentes del obligacionesCiertos autores se refieren principalmente al enriquecimiento sin causa y a la declaracin unilateral de voluntad, que seran productoras de obligaciones, pero no participantes de la definicin clsica.

En efecto, la teora del enriquecimiento sin causa rechaza el acrecentamiento injusto de un patrimonio a costa de otro, y se considera que lo hay cuando carece de causa jurdica.

La ley acepta que una persona se enriquezca aun en perjuicio de otra, pues todo contrato oneroso se busca una ganancia, pero a condicin de que el enriquecimiento tenga algn antecedente jurdico que lo justifique. Si no lo tiene, nace la obligacin del enriquecido de restituir todo aquello que se ha obtenido sin causa.

En su momento veremos que el enriquecimiento sin causa es tratado por nuestro cdigo dentro del estudio de los cuasicontratos.

La teora del acto unilateral como generador de obligaciones es una larga historia de esfuerzos de la doctrina clsica por excluirla dentro de las fuentes generadoras (comienza con Siegel a fines del siglo XIX).

Se dice que el deudor podra por s slo obligarse para con otro que podra no saber e incluso negarse a ello.

3 Ciertos autores estiman que lo que habra en la divisin clsica seran tres categoras distintas de fuentes de las obligaciones.

En efecto sta clasificacin atiende a la intencin del deudor de obligarse, y desde este punto de vista seala que hay fuentes voluntarias, no voluntarias y aquellas en que para nada participa el deudor, pues nacen de la sola ley.

1. Las fuentes voluntarias son aquellas en que el deudor consiente en obligarse; la deuda nace de un acto voluntario suyo efectuado con la intencin de obligarse, ya sea por un acuerdo con el acreedor, que constituye el contrato, ya sea por su sola voluntad si se acepta la declaracin unilateral como fuente de obligaciones;

2. Tratndose de las fuentes no voluntarias, el deudor no tiene la intencin de obligarse, pero resulta obligado al margen de su voluntad, sea por que a) ha cometido un hecho ilcito, sea intencional (delito) o no intencional pero culpable (cuasidelito), y que impone al autor la obligacin de indemnizar el perjuicio; b) sea por haber realizado un acto lcito sin intencin de obligarse, como ocurre en todas las situaciones agrupadas en los cuasicontratos, y en el enriquecimiento sin causa; c) o bien sea porque es la ley la que ha creado directamente la obligacin.

Esta clasificacin ha sido criticada tambin por la preponderancia que da a la voluntad de las partes que, se seala, ha perdido incluso su importancia en muchos contratos, como los contratos dirigidos, y los de adhesin, que estudiaremos pronto. No existira, en consecuencia, razn para distinguir tan tajantemente las obligaciones contractuales y extracontractuales que es lo que en el fondo hace esta clasificacin. Pero debemos reconocer que siempre en ellos la voluntad juega un papel, ya que la persona puede escabullir la obligacin negndose a contratar, mientras que, por ejemplo, no hay forma de librarse de una obligacin de indemnizar el hecho ilcito.

Acerca de los modos de adquirir las obligaciones.

Los crditos y su aspecto pasivo, las obligaciones, pueden adquirirse originariamente o en forma derivativa, usando los trminos propios de los derechos reales, aunque la situacin es un tanto diferente.

En efecto, podemos decir que el crdito se adquiere originariamente en cuanto nace por primera vez en favor de su titular, sin tener existencia anterior.

Ello ocurre en todos los casos de fuentes de obligaciones antes enumerados.

Los modos derivativos suponen que la obligacin ya existe, aunque con otro titular activo o pasivo. Tratndose del acreedor, este puede variar en el derecho personal por sucesin por causa de muerte (N. 1.041), por tradicin o cesin de crditos (N' 1.047), y por subrogacin personal (N. 652). Aunque en la prctica se haya usado con tal objeto, no ocurre lo mismo en la novacin por cambio de acreedor, porque ella supone la extincin de la obligacin anterior (N. 1.131).

El titular pasivo puede reemplazarse nicamente por causa de muerte (N. 1.041), en las legislaciones que no toleran la cesin de deuda (N. 1.149). Lo dicho anteriormente respecto de la novacin por cambio de acreedor, vale en cuanto ella se efecte por reemplazo del deudor (N. 1.135).

En los captulos que siguen se estudian nicamente las fuentes de las obligaciones; en la Parte V hemos agrupado todas las instituciones antes mencionadas y que importan una variacin subjetiva en la obligacin.

CAPTULO II y IIITEORA DEL CONTRATO. GENERACIN DEL CONTRATOa.- Definiciones, funcin jurdica, econmica y social; b.- Principios generales que informan la contratacin; c.- Clasificaciones de los contratos. a.- Libertad contractual; b.- Limitaciones a la libertad contractual; c.- Contratos dirigidos y de adhesin; d.- Contratos forzosos.a) Concepto de contrato.-

Nuestro Cdigo Civil y en general nuestro derecho recoge la idea de contrato como un acuerdo de voluntades, es en este aspecto entonces la principal de las fuentes de las obligaciones.

Basar el poder obligacional de una persona en su voluntad obedece por cierto a una concepcin ius-filosfica determinada, la del individualismo. Nuestro Cdigo, siguiendo al cdigo civil francs este impregnado de individualismo, que en teora jurdica contractual esta reflejado en el principio de la autonoma de la voluntad y en su corolario lgico en este punto, el de la libertad contractual, todo ello unido a la preponderancia del consensualismo como forma general de manifestar los acuerdos. De todo aquello nos haremos cargo en el punto siguiente de nuestro programa de estudios.

Nuestro Cdigo define el contrato en el articulo 1438 como un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa.

Se suele sealar que esta definicin confunde contrato con convencin.

Sabemos por nuestra base jurdica sobre el acto o negocio jurdico que convencin es todo acto jurdico bilateral, cualquiera sea su funcin o efecto, aunque principalmente estos sean de crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones.

Dentro de ese concepto genrico se situara el especfico de contrato: convencin destinada solamente a crear derechos y obligaciones.

Lo cierto es que la distincin carece de relevancia, y la supuesta confusin no es privativa de Bello y nuestro Cdigo. Los cdigos italiano, francs o alemn suelen utilizar indistintamente las expresiones contrato o convencin.

Lo que si puede ser objeto de crtica es que dentro de la definicin de contrato aparece que el objeto que se atribuye sera el de dar, hacer o no hacer algo. El objeto del contrato sin embargo, son las obligaciones (y derechos) que l genera y son stas las que tienen como objeto una prestacin determinada que puede consistir en dar, hacer o no hacer una cosa o algo.

Ahora bien si analizamos el art.1460 descubrimos que Bello vuelve a confundir el objeto del acto jurdico (o declaracin de voluntad) con el objeto de la obligacin.

b) Funcin jurdica, econmica y social del contrato.

El contrato es desde distintos puntos de vista un instrumento jurdico de intercambio de bienes o servicios.

Lo que pareciera ser un aspecto puramente econmico, no es sino la realidad de una tcnica jurdica al servicio de los intereses de las personas.

1.- La funcin econmica.

Innegable es sostener que el contrato es una tcnica de optimizacin del intercambio de bienes y servicios. Por el contrato circula la riqueza desde un patrimonio a otro, por el contrato se transfieren bienes y servicios,. Por un contrato se cierran o abren mercados para explotar u obtener beneficios de una actividad determinada. En conclusin el contrato es el til o herramienta ms eficiente de plasmar las relaciones econmicas de las personas.

Todo contrato tiene una causa que en un anlisis econmico pretende en definitiva obtener la mejor eficiencia en el intercambio de bienes, pero an ms el contrato se causa en un inters tanto privado (el de las partes que contratan y que tienen en mira el beneficio que de l reportarn) como el inters pblico (el que tiene en vista el estado regulador)

2.- La funcin social

El derecho en s tiene como funcin social, el obtener la paz social y el bien comn.

El contrato contribuye a este fin del derecho en el sentido que permite lograr esta paz a travs de la justa colaboracin entre los hombres. Que mejor manifestacin de la libertad de los hombres que de la de permitirles colaborar en un contrato en donde ambos buscan la justicia a travs dela correcta correlacin de los intereses en juego. Un viejo adagio francs seala quien dice justo dice contractual.

En efecto, todas las actividades sociales se basan finalmente en contratos. Pinsese slo en la ms bsicas como alimentarse (para eso celebramos frecuentemente contratos de compraventa), obtener el sustento para ello (celebramos contratos de trabajos), instruirnos para poder ser ms valorados por nuestros empleadores (suscribimos contratos con los colegios o universidades que nos educan a nosotros o a nuestros hijos), para transportarnos a nuestros hogares, lugares de estudio o de trabajo (suscribimos contratos de transporte), etc.

El contrato impone, y con eso contribuye a la paz social tambin, el respeto del actuar leal y de buena fe y la dura sancin por lo tanto del actuar doloso o fraudulento.

El contrato eso s, no puede ser concebido como el slo regulador de la vida social. Reflexinese sobre el siguiente aspecto: el contrato voluntarista impide en ocasiones la obtencin de la paz social pues genera injusticias en donde aquel que tiene ms o que se encuentra en posicin dominante puede imponer los contenidos de la relacin contractual al ms dbil. Veremos en su momento que esta situacin permite la intervencin del Estado, para establecer los desequilibrios, sea fijando un contenido mnimo protector dentro de ese contrato a la parte que considera en desequilibrio de fuerzas (lo veremos luego en los contratos dirigidos) sea aceptando la imposicin de las reglas de la contratacin a una de las partes pero velando porque no se incluyan clusulas abusivas.

3.- La funcin jurdica

La funcin jurdica del contrato puede ser analizado desde distintos puntos de vista.

El contrato es un canal difusor del derecho, de la regla jurdica. A travs de l las partes, los ciudadanos conocen la norma, se relacionan con la regla jurdica y se interiorizan de sus derechos y obligaciones.

El contrato es una tcnica jurdica insuperable para la obtencin del beneficio privado como del pblico. De que mejor manera que a travs de un contrato puede el fisco de Chile recaudar sus ingresos (cada compraventa esta gravada de IVA por ejemplo) . De que mejor manera que a travs de un contrato, como tcnica jurdica, podemos respetar y hacer respetar nuestros derechos o hacer exigibles las obligaciones correlativas.

El contrato entre otras cosas el lugar jurdicamente ms seguro e inviolable para respetar y hacer respetar nuestros compromisos, ni el juez, ni la ley ni la autoridad administrativa pueden violarlo.

El contrato si se quiere para tener un mejor orden puede adems cumplir subfunciones especficas:

A) Funcin de cambio o circulacin de los bienes: se realiza a travs del los contratos traslaticios de dominio, como son la compraventa, la permuta, la donacin y el aporte en sociedad.

En Chile hay que tener presente que por la naturaleza compleja del procedimiento para adquirir el dominio, el solo contrato, aisladamente considerado, no cumple por s mismo esta funcin de cambio, sino que es necesario que se agregue el modo de adquirir tradicin, porque mientras sta no opera, no hay transferencia de dominio.

Algunos estiman que esta funcin de cambio o de circulacin de los bienes no se cumple solamente a travs de los contratos traslaticios, sino que tambin se estara cumpliendo a travs de los contratos de mera tenencia por un tiempo prolongado, porque estos contratos operaran un cambio temporal, pero de larga duracin, de las cosas a que se refieren. Es lo que sucedera con el contrato de arrendamiento a largo plazo y con el contrato de leasing.

B) Funcin de crdito: funcin de carcter generalmente oneroso y la cual opera a travs de los contratos de mutuo, de apertura de crdito y, en general, de todos los contratos bancarios; es decir, todo contrato que pone a disposicin de otra persona ciertos bienes, principalmente dinero, con cargo de restituirlos en ciertas y determinadas condiciones.

La regla general es que estos contratos sean onerosos, excepcionalmente la funcin de crdito se cumple a travs de un contrato gratuito, cual es el contrato de comodato.

C) Funcin de garanta: es frecuente que al contraer una obligacin, se exija por la contraparte que asegure el cumplimiento de esa obligacin constituyendo alguna caucin y, aqu aparece la funcin de garanta del contrato; porque mediante contratos accesorios --como la prenda, hipoteca y fianza-- el deudor garantiza al acreedor el cumplimiento de la obligacin principal.

D) Funcin de custodia: se cumple a travs de contratos que tienen por objeto la guarda y conservacin de bienes ajenos. Es lo que sucede con el tpico contrato de depsito y con ciertos contratos atpicos o innominados bastante frecuentes como el que se refiere al arrendamiento de cajas de seguridad, los contratos de garaje, el contrato de hotelera en relacin al equipaje que se introduce al hotel, etc.

E) Funcin laboral: se cumple a travs de las diversas variantes que presenta el contrato de trabajo. Pero, no solamente se logra esta funcin a travs de este contrato, sino que tambin a travs de otros como el contrato de arrendamiento de servicios y el mandato mercantil.

F) Funcin de previsin: la cumple por medio de contratos destinados a precaver riesgos o a cubrir las consecuencias de esos riesgos, es lo que sucede con el contrato de seguro, que presenta una amplia y diversa gama.

G) Funcin de recreacin: son numerosos los contratos que intervienen en el cumplimiento de esta funcin, por ejemplo: el contrato de transporte para fines tursticos, el contrato de hotelera. Hay veces que se combinan varios de estos en uno solo, como sucede cuando se contrata un tour.

H) Funcin de cooperacin: se presenta principalmente en contratos intuito persona, como por ejemplo: en el mandato, en que hay una cooperacin entre mandante y mandatario; tambin se nos presenta en las sociedades, especialmente en las colectivas, en que varias personas ponen algo en comn con la mira de repartirse las utilidades que de ellos provengan.

B.- PRINCIPIOS GENERALES QUE INFORMAN LA CONTRATACIN.

a) El principio bsico que inspira la contratacin en el derecho privado y en particular en el derecho civil chileno, es el de la autonoma de la voluntad.

En el Cdigo civil el hombre no es un cuerpo humano (este es una cosa) el hombre es esencialmente una voluntad, un ser capaz de tomar decisiones libres.

Pinsese solamente que la ley es percibida como una declaracin de voluntad soberana.

La voluntad en efecto atraviesa todo el Cdigo civil y en definitiva la vida del hombre como lo seala el profesor Mauricio Tapia. El matrimonio se contrae por voluntad de los cnyuges, los contratos se forman por el concurso de voluntades, se ejecutan e interpretan segn la voluntad de los contratantes, la responsabilidad supone una voluntad libre del agente, y el testador puede voluntariamente disponer de una parte de sus bienes, por no citar sino algunos ejemplos.

La voluntad sera fuente y medida de los derechos y obligaciones que el contrato produce.En materia contractual rige por lo tanto ampliamente el principio de la autonoma de la voluntad, autonoma que veremos es tanto de forma (para celebrar la convencin nominada o innominada que se quiera) o de fondo (para fijar el contenido del contrato, mediante la inclusin libre de elementos accidentales a la convencin).

Si en materia extracontractual o delictual, precisamente en materia de responsabilidad civil no contractual la libertad es la justificacin de sus reglas pues slo el hombre libre de gobernar sus actos puede ser declarado responsable de las consecuencias perjudiciales que su actuacin puede provocar a terceros, el materia de responsabilidad contractual ellos es ms evidente an, pues el contratante es responsable porque as lo quiso en pleno conocimiento de sus obligaciones y de las consecuencias de su incumplimiento eventual, ello por su propia y sola voluntad.

Ms que un principio entonces segn nos dice Jean Carbonnier es una teora de filosofa jurdica segn la cual, la voluntad humana tiene en ella a su propia ley, ella se crea su propia obligacin, pues si el hombre se encuentra obligado por un acto jurdico, especialmente por un contrato, es porque l lo ha querido. El contrato es el principio de la vida jurdica y la voluntad individual, el principio del contrato.

Esta teora ha marcado el Cdigo civil francs y el chileno, todo ello en armona con la ideologa del individualismo.

La autonoma de la voluntad se manifiesta en cuanto al fondo y a la forma en varias etapas de la formacin del contrato.

1.- En cuanto al fondo.

En plena discusin contractual, es decir, antes que el contrato sea formado, en el perodo de negociacin, el individuo tiene una doble libertad: contratar o no contratar, entrar o salir libremente de la negociacin, ms todava l puede determinar a su gusto el contenido del contrato. Esta libertad de contenido es la que se denomina corrientemente libertad contractual donde se ve la esencia de la autonoma de la voluntad.

El individuo puede contratar no slo la oferta de contratos que se encuentran en las leyes (se les llama contratos nominados o tpicos) tambin puede crear sus propias convenciones. Ciertamente no le est permitido eliminar todas las reglas legales, pues hay algunas que son imperativas o de orden pblico. El orden pblico lo veremos ms adelante es un lmite a la libertad contractual.

Recordemos que uno de los axiomas del liberalismo y que inunda el derecho privado es el contenido en la Declaracin de Derechos del hombre de 1789, en el artculo 5, que dice que todo lo que no est prohibido est permitido.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que el principio de la autonoma de la voluntad y su corolario en materia de contratos, el de la libertad contractual, inundan todo el cdigo civil y en general nuestro derecho privado.

Una vez el contrato formado cada parte se puede cobijar o atrincherar en lo pactado impidiendo que cualquiera autoridad, incluido el juez, pueda inmiscuirse en su contenido libremente pactado.

Slo las partes pueden modificar, de comn acuerdo, ese contrato, pero ya no ser el mismo contrato sino uno nuevo, y por lo mismo un nuevo triunfo de la autonoma de la voluntad.

2.- En cuanto a la forma

Es a la vez la existencia del contrato y su interpretacin los que se encuentran en causa.

En efecto el contrato tiene existencia jurdica por la sola fuerza de la voluntad sin que ella requiera un beneplcito de autoridad alguna. Por otro lado la interpretacin de las partes obscuras del contrato debe hacerse buscando lo que los contratantes han querido en lo ms profundo de su voluntad.

El Cdigo civil chileno comienza a configurar desde temprano la preeminencia de este principio. Es visible desde el artculo 12 del Cdigo que establece la renuncia de los derechos conferidos por las leyes, siempre que los derechos que se renuncian miren al slo inters del renunciante y su renuncia no est prohibida por ley. El artculo 1445, ya analizado, establece que para que una persona se obligue por un acto o declaracin de voluntad es necesario: 2 que consienta en dicho acto o declaracin; el art.1444 tambin analizado que faculta a las partes para introducir expresamente elementos de la naturaleza y accidentales por medio de clusulas consentidas mutua y libremente por las partes; el artculo 1545 que determina el efecto de las obligaciones sealando que todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes y no puede ser invalidado sino por consentimiento mutuo o causas legales, con lo que se establece que la forma de deshacer el contrato libremente consentido es de la misma forma como ste naci a la vida del derecho, por consentimiento mutuo.

Este ltimo artculo nos retrata la fuerza de la declaracin de voluntad, ella es una ley para los contratantes, en su efecto relativo ella es similar al efecto universal que tiene una ley emanada de la potestad legislativa. A tal punto es completo el alcance de la ley del contrato que procede el recurso de casacin en el fondo, que slo tiene lugar contra sentencia pronunciada con infraccin de ley. Vemos que la infraccin de la ley del contrato es asimilada por la Corte Suprema a la infraccin de una ley de normativa corriente, emanada de la potestad legislativa.

Al interpretar los contratos el artculo 1560 del Cdigo establece como regla primera que conocida claramente la intencin de los contratantes debe de estarse ms a ella que a lo literal de las palabras.

Es cierto que los flujos publicizadores son fuertes en materia de contratacin imponiendo por ejemplo en ciertas reas del derecho un contenido mnimo de justicia en la relacin que surja entre los contratantes, es el caso del contrato de trabajo. En otras situaciones, como el de los contratos de adhesin, se permite que el contenido del contrato no sea libremente debatido sino que impuesto en su integridad por uno de los contratantes, pero ello no es la regla general. En el caso de los contratos de adhesin subsiste la libertad del contratante que no ha propuesto el contenido de contrato de no consentir, y al hacerlo surgiendo problemas de interpretacin, esas clusulas sern interpretadas en contra del contratante que las impuso.

Los lmites del principio de la autonoma de la voluntad

1.- El primer lmite que conoce la autonoma de la voluntad es la propia ley.

La ley se presenta como lmite en dos aspectos: a) el acto voluntario no puede transgredir la ley; y b) por el acto voluntario no se puede renunciar a aquellos derechos que la ley declara irrenunciables.

En el primer caso vemos los ejemplos del objeto y de la causa ilcita. En el segundo el sealado art.12 del Cdigo civil.

2.- El segundo lmite que conoce la autonoma de la voluntad es la proteccin del orden pblico y las buenas costumbres.

Segn Carlos Ducci debemos entender por orden pblico el respeto de ese espritu general de la legislacin a que se refiere el art. 24 del Cdigo Civil. Las buenas costumbres, segn el mismo autor corresponden a aquellos usos y costumbres que la sociedad considera en un momento dado como normas bsicas de convivencia social.

3.- El tercer lmite est dado por la proteccin de los derechos legtimos de terceros.

Se entiende que se afectan derechos de terceros cuando se abusa del derecho propio. En otras palabras el uso legtimo de un derecho termina donde el abuso comienza.

Del principio de la autonoma de la voluntad se derivan sub-principios como es el del consensualismo y el de la libertad contractual, el de la fuerza obligatoria y el del efecto relativo de los contratos.

1.1.- El principio del consensualismo

Este principio se ha visto deteriorado ltimamente por el avance de las formalidades (de publicidad, habilitantes o de prueba). El principio de la libertad contractual se ha visto deteriorado, como ya hemos sealado, en virtud del surgimiento de los contratos dirigidos, forzosos y de adhesin.

1.2.- El principio de la fuerza obligatoria de los contratosLos contratos en tanto actos jurdicos bilaterales producen efectos respecto de las partes que han concurrido a su celebracin. Los terceros, sean stos absolutos o relativos no se ven afectados de las consecuencias del acto sino en situaciones especiales y generalmente cuando se enfrentan crisis contractuales.

En otras ocasiones el legislador se introduce en un contrato vulnerando su fuerza obligatoria.

Como decamos ello se puede producir en situaciones de emergencia, dictando leyes que ordenan suspender remates, que prorrogan los vencimientos de plazos (leyes de morosidad, apalzar plazos para el pago del crdito universitario), etc....

En otros casos, hay normas de aplicacin permanente en que la ley desconoce lo pactado, como en ciertos artculos del Cdigo Civil como el 1879 (pacto comisorio calificado) o el articulo 2180 (en el comodato, respecto de la obligacin del comodatario de restituir antes del tiempo estipulado).

Ha habido leyes que han alterado contratos en curso, ordenando mantener una relacin jurdica contractual que a la luz del ttulo convencional haba expirado.

Pero lo ms grave es cuando la alteracin de contratos en curso afecta por retroactividad el derecho de propiedad sobre derechos personales emanados del contrato. Ello es claro a partir de los nuevos trminos en que est concebido el articulo 19 N 24 de la Constitucin Poltica. Sobre esta materia ha habido mltiples recursos de proteccin y de inconstitucionalidad recogiendo la idea de que el acreedor es dueo de su derecho personal.

Famosos fueron los recursos de inaplicabilidad contra el articulo 2o transitorio del DFL N 9 de 1968 que dispuso que los plazos convenidos con anterioridad a la ley deban entenderse prorrogados hasta completar 10 aos. Esta norma afectaba al derecho de dominio del acreedor sobre su derecho personal a exigir la restitucin en el plazo convenido de acuerdo a la ley vigente a la celebracin del contrato. Por tal motivo esta materia guarda ntima relacin con el articulo 22 inciso 1 de la ley sobre efecto retroactivo de las leyes.

En todo caso, aun suponiendo que exista derecho de propiedad sobre derechos personales (lo que es discutible doctrinalmente a la luz de la concepcin cosificada del derecho de dominio de raigambre romanista, es perfectamente dable afirmar la legitimidad y constitucionalidad de las leyes que alteran derechos personales emanados de contratos en curso justificadas por la funcin social del derecho de propiedad que la misma Constitucin garantiza.

El principio de la fuerza obligatoria de los contratos llevada a los ojos del juez nos conduce a tratar al tema de la Teora de la Imprevisin.

Para comprender adecuadamente recurramos al concepto de De La Maza: define la teora de la imprevisin como aquella doctrina jurdica (conjunto de principios de derecho debidamente fundados) que sostiene que el juez puede intervenir a peticin de cualquiera de las partes, en la ejecucin de la obligacin, con el objeto de atenuar sus efectos, cuando, a consecuencia de acontecimientos imprevisibles para las partes al momento de formarse el vnculo jurdico, ajenos a su voluntad y que producen una perturbacin grave en relacin a toda una categora de contratantes, la ejecucin de la obligacin se hace ms difcil o ms onerosa, y siempre que aquel llegue a formarse la conviccin de que siendo previsibles esas perturbaciones, las partes no se habran obligado en las condiciones fijadas.

La doctrina alemana (Karl Larenz) ha enfatizado la intangibilidad de los contratos an frente a cambio de circunstancias ruinosas para una de las partes, fundada en que as como no hay libertad sin riesgo, no hay libertad contractual sin riesgo contractual.

Nuestra jurisprudencia (salvo algunos pocos fallos arbitrales) ha sido unnime en este aspecto. En un fallo publicado en la Gaceta de los Tribunales en 1925 y que ha servido de inspiracin a la dems jurisprudencia, se afirma que los tribunales carecen de facultad para derogar o dejar sin cumplimiento la ley del contrato, ya sea por razn de equidad o bien de costumbre o de reglamentos administrativos. Se sustenta en la idea de la norma de derecho Pacta Sunt Servanda.

Incluso Chile, al ratificar el 09 de abril de 1981 la Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, formul una reserva al articulo 62 concerniente al problema de la imprevisin, declarando su adhesin al principio de la inmutabilidad de los tratados.

En Chile hay normas que se inspiran en una actitud favorable a la revisin, como los artculos 2180, 2227, 2003 regla 2 y otras inspiradas en sentido contrario (1983, 2003 regla 1). Tambin se ha citado el articulo 1544. Estas normas sin embargo no caen de lleno en el problema de la imprevisin. El tema de la imprevisin queda circunscrito ms bien a la posibilidad de que un juez pueda en general y sin norma legal especfica que lo autorice, para revisar la vigencia de un contrato que por circunstancias imprevistas se ha tornado excesivamente oneroso de cumplir para una de las partes (aunque no imposible, pues lo imposible por caso fortuito o fuerza mayor extingue la obligacin -1670-), sea disminuyendo la obligacin agravada, agravando la prestacin recproca, acortando la vigencia del contrato o derechamente dando por terminado el contrato por faltar la conmutatividad de las obligaciones.

En otros pases se ha dado a veces soluciones legislativas para casos especficos. En enero de 1918 se dict en Francia la Ley Faillot, que facult a los jueces para dejar sin efecto los contratos celebrados con anterioridad a la guerra y cuyo cumplimiento se hubiere hecho excesivamente oneroso para los deudores; ms tarde, tras la segunda guerra mundial, el 22 de abril de 1949 se dict otra ley en el mismo sentido, lo que llev a Ripert a decir, sin poca razn, que la jurisprudencia contraria a la imprevisin ha tenido tal vez el inconveniente de incitar al legislador a hacer l mismo lo que el juez no quera hacer. Ha intervenido mediante medidas generales que han destruido an ms contratos que los que hubiere hecho la ms amplia interpretacin jurdica

Una de las teoras en que se ha fundado la teora de la imprevisin es la que la explica extrapolando al derecho privado la clusula del derecho internacional Rebus Sic Stantibus.

De acuerdo a esta explicacin, los contratantes contratan en el entendido de que las obligaciones que contraen y en general la fuerza vinculante del contrato quedan supeditados a que se mantengan las circunstancias de hecho vigentes al momento de contratar. La debilidad de esta explicacin radica en que presumir la clusula Rebus Sic Stantibus en los contratos es una ficcin sin base real. La verdad es que cuando se contrata lo normal es que las partes consideran tan ventajosas sus condiciones que no prevean una modificacin de circunstancias. De hecho podra expresarse la clusula, y sin embargo en la prctica rara ves se hace, salvo en los contratos internacionales (Clausula Hardship).

Otra explicacin a la teora de la imprevisin es la que la fundamenta en el principio del enriquecimiento sin causa.

Nadie tiene derecho a enriquecerse sin causa a costa ajena. Pero para que se aplique este principio es necesario a) Que haya habido un enriquecimiento de un patrimonio a costa del empobrecimiento de otro patrimonio, todo ello sin causa legtima que lo justifique y es adems necesario que no haya otro medio que la accin in rem verso para conseguir la reparacin.

La debilidad de la teora que explica la posibilidad de revisin de contratos por excesiva onerosidad sobreviniente reside precisamente en que el principio del enriquecimiento sin causa supone ausencia de causa. Ahora bien, en el caso de la imprevisin, es incontrastable que la causa es el contrato. Con todo, en este fundamento (del enriquecimiento sin causa) se han sustentado algunos dictmenes de Contralora General de la Repblica que han acogido la teora de la imprevisin. (Ns 010670, de 28.08.91; 041042 de 23.11.88; y 011598 de 21.04.87)

Otros explican la teora de la imprevisin invocando el concepto de causa de los actos jurdicos.

Juan Carlos Dorr ha desarrollado muy bien esta idea que siendo ingeniosa tiene una gran debilidad. Explica que la causa no interviene slo al momento de concertarse las voluntades, esto es, al momento de celebrarse el contrato, sino que su influencia se deja sentir hasta cuando el contrato ha sido puesto en ejecucin. As, si al momento del cumplimiento esta causa ha desaparecido, por sobrevenir circunstancias extraordinarias e imprevisibles, es que el contrato se ver carente de causa y por ende nulo. La gran debilidad de esta postura radica en que, como ha puesto de manifiesto Csar Parada en una ponencia en el Colegio de Abogados en 1994, no puede aceptarse la teora de que un contrato que nazca como vlido se transforme con el transcurso del tiempo en nulo.

Tambin hay quienes han explicado la teora de la imprevisin sobre la base del concepto de contrato conmutativo, que aparece violentamente destruido con sucesos extraordinarios e imprevistos e imprevisibles.

Pablo Rodrguez elabora en su libro la siguiente explicacin: La obligacin no es un imperativo de realizar una prestacin sino que impone un deber de realizar una conducta tpica, con una determinada y precisa exigencia de diligencia (articulo 1547) ms all de la cual esta no cubre el imperativo, dificultado por sucesos imprevistos.

Otros explican la teora de la imprevisin invocando la doctrina del abuso del derecho.

Sin embargo, el problema es que, al menos en la doctrina nacional, la doctrina del abuso del derecho se ha explicado no tanto en el contexto de la funcionalidad de los derechos como en las normas sobre responsabilidad extracontractual. Luego, desde esa perspectiva, pareciera fuera de lugar explicar en la responsabilidad extracontractual un tpico esencialmente contractual como es el de la teora de la imprevisin.

Nos parece que la teora de la imprevisin en Chile ms bien debera sustentarse en aplicar el principio que inspira el articulo 1558 (de excluir los perjuicios imprevistos o imprevisibles, salvo dolo).

Si un incumplimiento no es doloso sino que "explicable" por la excesiva onerosidad sobreviniente, esos perjuicios imprevistos e imprevisibles provocados por un cambio imprevisto e imprevisible de las condiciones de hecho no debieran ser indemnizados.

Por otra parte, en los contratos en que el deudor responde de culpa leve (1547), frente a un imprevisto cambio de circunstancias que haga excesivamente oneroso el cumplimiento, el afectado podra demandar judicialmente se declare su no exigibilidad de cumplir sin arriesgarse a ser condenado a indemnizar toda vez que cumplir, en las nuevas condiciones, sera exigirle un grado de diligencia mayor que aquel al que est obligado, esto es, el de un simple buen padre de familia.

Tambin nos parece aceptaba la explicacin de la teora de la imprevisin sobre la base de que los contratos deben ejecutarse de buena fe (articulo 1546).

En general se seala que la teora de la imprevisin supone la existencia de un contrato conmutativo de tracto sucesivo o de ejecucin diferida. Sin embargo, en Argentina el articulo 1198 del C Civil permite accionar la resolucin del contrato por excesiva onerosidad sobreviniente tambin en los contratos aleatorios cuando la excesiva onerosidad se produzca por causas extraas al riesgo propio de contrato, dado que -agrega- "los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosmilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsin". A igual conclusin llega el articulo 1441 del reciente y moderno Cdigo Peruano de 1984, agregando que tambien procede en los contratos de ejecucin inmediata cuando la prestacin a cargo de las partes ha sido diferida por causas no imputables a ellas . El C. Civil italiano de 1942 (articulo 1467) contiene una solucin similar. Siempre puede sin embargo el demandado enervar la accin ofreciendo modificar equitativamente el contrato.

En el comercio internacional se suelen utilizar clusulas de readaptacin destinadas a poder enfrentar adecuadamente un cambio de circunstancias. Entre ellas est la clusula government take clause introducidas por las grandes empresas distribuidoras de petrleo, y que les permite trasladar a los compradores del crudo los aumentos de precio impuestos por los pases productores; la clusula First refusal clause, o clusula de alineamiento sobre las ofertas de la competencia, por la cual el vendedor se compromete a bajar el precio del suministro si bajan los precios practicados por sus competidores en el mercado; la clusula del cliente ms favorecido, por la cual el proveedor promete a su comprador proporcionarle los mismos beneficios que pudiere, en el futuro, acordarle a otros clientes. Pero la ms aplicada es a clusula hardship que permite a cualquiera de las partes exigir una adaptacin del contrato si se produce un cambio de circunstancias que las llevaron a vincularse, de modo que este cambio le ocasione a ellas un rigor ("hardship") injusto.

1.3.- El principio del efecto relativo de los contratos.

El contrato por regla general slo produce efectos entre las partes y no beneficia ni perjudica a terceros.

La ley del contrato lo es slo para las partes y no para los terceros. Partes en un contrato son aquellas personas que personalmente o representadas concurren a la formacin del acto.

Los herederos, continuadores de la persona jurdica del causante son considerados terceros relativos. Generalmente sucedern a sus causahabientes en todas las obligaciones y derechos transmisibles, de ah que no se descarte que los efectos de los contratos los tengan (a un momento dado a la muerte del causante-) como parte de la convencin.

Aunque puede ocurrir que los herederos no adquieran los derechos y obligaciones que del contrato surgieron para su causante-parte. Ello puede ocurrir por varios motivos, como que el derecho u obligacin era intuito personae, o lo era el contrato, o en el contrato se estipul la intransmisibilidad (como en la sociedad), o el heredero acept limitadamente (con beneficio de inventario),...

Fuera de los terceros relativos estn los terceros absolutos que son aquellos que fuera de no participar en el contrato ni en forma personal ni representados, no estn ligados jurdicamente con las partes por vnculo alguno.

Los causahabientes a titulo singular (legatarios, compradores, donatarios, mutuarios) se ven afectados por un acto del que no han sido parte sino sus autores, y que han generado derechos reales (artculos 792 o 2033).

Excepciones a este principio.

a.- La estipulacin a favor de otro

Constituye una excepcin a la relatividad de los efectos del contrato en la medida en que se admita la doctrina que la explica como la creacin directa de un derecho en favor de un tercero.

La estipulacin en favor de otro, repudiada por el derecho romano y difundida por el derecho alemn (articulo 328 del BGB, C Civil alemn), ha sido consagrada en nuestro Cdigo en el articulo 1449.

Cualquiera puede estipular a favor de una tercera persona, aunque no tenga derecho para representarla, pero slo esta tercera persona podr demandar lo estipulado y mientras no intervenga su aceptacin expresa o tcita es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a l.

Ejemplos prcticos son el seguro, el contrato de transporte, los contratos de donacin con carga en beneficio de un tercero,..

Una primera teora explica esta institucin como una oferta que hace al beneficiario el estipulante, titular de un crdito adquirido frente al tercero. En un segundo acto, el beneficiario acepta la oferta de cesin. Es decir, el crdito alcanza a ingresar al patrimonio del estipulante.

Esta explicacin tiene pues el inconveniente de que el crdito puede ser embargado en el patrimonio del estipulante.

Adems, si el estipulante falleciera antes de la aceptacin del beneficiario, se habra producido una circunstancia de caducidad de la oferta.

Una segunda teora explica la estipulacin en favor de otro como una agencia oficiosa operada por el estipulante.

La debilidad de esta explicacin radica en que e la agencia oficiosa en agente acta en representacin del interesado, en tanto que en la estipulacin en favor de otro el estipulante acta a nombre propio. Adems, dos caractersticas de la agencia oficiosa no s encuentran en la estipulacin en favor de otro. a)El interesado en la agencia oficiosa debe cumplir las obligaciones contradas por el agente si ste ha administrado bien el negocio (articulo 2290); esto no ocurre en la estipulacin en favor de otro, pues el tercero, aunque el negocio haya sido bien administrado, pude rechazar la estipulacin; b) El agente oficioso despus de iniciada la gestin est obligado a proseguirla; en cambio el estipulante puede revocar la estipulacin de comn acuerdo con el promitente, mientras no acepte el tercero.

Una tercera teora explica esta institucin como una declaracin unilateral de voluntad generadora de obligaciones. Esto no tiene sin embargo cabida en nuestro derecho, pues nuestro Cdigo Civil habla de un contrato entre estipulante y prometiente.

Una ltima teora explica esta institucin simplemente como una derogacin del principio del efecto relativo de los contratos. Un caso de adquisicin directa de un derecho por una persona que no ha sido contratante. El derecho del beneficiario no emana de la aceptacin sino del contrato. La aceptacin es slo un presupuesto para la exigibilidad del derecho.

El estipulante y el prometiente son las partes del contrato. El estipulante puede demandar la resolucin si el prometiente no cumple; no puede demandar nada para s porque no es acreedor (salvo en virtud de una clausula penal), pero s podra demandar para (en favor) del beneficiario. Prometiente y beneficiario, aunque no han pactado, se hallan en relacin de deudor-acreedor. Pero el beneficiario, pese a ser acreedor en virtud de la estipulacin, no puede ejercer ese derecho sino desde la aceptacin. El beneficiario no podra en cambio ejercer accin resolutoria, pues no es parte contratante. Si el beneficiario muere despus de la estipulacin pero antes de aceptar, transmite a sus herederos el derecho de aceptar. Entre estipulante y beneficiario no hay relacin jurdica alguna, si bien muchas veces estn en la vida real muy ntimamente relacionados.

b.- La promesa de hecho ajeno.-

Esta institucin est contemplada en el articulo 1450 del Cdigo Civil. "Siempre que uno de los contratantes se compromete a que por una tercera persona, de quien no es legtimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna cosa, esta tercera persona no contraer obligacin alguna sino en virtud de su ratificacin; y si ella no ratifica, el otro contratante tendr accin de perjuicios en contra del que hizo la promesa". No es que una persona se obligue por un tercero. Lo que el deudor promete es un hecho (obligacin de hacer) propio:lograr que otro consienta en dar, hacer o no hacer. La obligacin de hacer del promitente consiste en lograr que el tercero ratifique. Si fracasa, el tercero no quedar obligado y el promitente deber indemnizar (indemnizacin contractual). En el fondo el promitente es un agente oficioso.

Se habla de efecto expansivo o absoluto de los contratos cuando un contrato puede ser invocado por un tercero en su favor u opuesto a un tercero en su detrimento. As por ejemplo, la vctima de un accidente del transito puede accionar directamente contra la Compaa de Seguros en sede contractual, aunque no haya sido parte del contrato.

Un tercero puede oponer un contrato a las partes. As, la vctima de un accidente del trnsito puede accionar contra el garaje que no arregl bien el vehculo, no obstante la vctima no haber contratado con el garaje. A la inversa, un contrato puede ser opuesto por las partes a un tercero. As, la jurisprudencia francesa ha acogido demandas indemnizatorias del promitente comprador en contra del comprador que incit al vendedor a no respetar el contrato de promesa. Nuestra jurisprudencia ha considerado que una persona que ocupa un inmueble como promitente comprador o como arrendatario tiene derecho de oponer esos contratos al tercero que con posterioridad adquiri el inmueble y que ejerce la accin de precario.

c.- La inoponibilidadEn relacin al principio de la fuerza obligatoria de los contratos hay que considerar el tema de la inoponibilidad.

Una clsica definicin de Daniel Bastian la define como la ineficacia respecto de terceros de un derecho nacido como consecuencia de la celebracin o de la nulidad de un acto jurdico. La inoponibilidad puede provenir de varios motivos:

a) Incumplimiento de formalidades de publicidad (artculos 1707, 1902, 2114, 2513)

b) Por falta de fecha cierta (articulo 1703)

c) Por falta de consentimiento (articulo 1815, 1916 inciso 2o, 2390, 2160, 2136)

d) Inoponibilidad de una nulidad (artculos 1895, 2058, 122) o de una resolucin (artculos 1490 y 1491) o de la rescisin, resolucin o revocacin de las donaciones (articulo 1432).

e) Inoponibilidad de actos simulados.

La simulacin no est tratada en forma sistemtica en nuestro Cdigo. La doctrina nacional la sistematizado bsicamente sobre la base de la magna obra de Ferrara sobre "La simulacin en los negocios jurdicos". Su clsica definicin la describe como la manifestacin de un contenido de voluntad no real, emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes o entre el declarante y la persona a la que va dirigida la voluntad, con el objeto de producir con fines de engao la apariencia de un acto jurdico que no existe o bien que es distinto de aquel que realmente se ha llevado a cabo. La simulacin lcita la contempla nuestra legislacin en varios casos. As, en las asociaciones o cuentas en participacin, en el mandato sin representacin, se oculta a terceros la verdadera connotacin del acto. La simulacin es ilcita cuando tiene por objeto burlar derechos de terceros. En la simulacin absoluta, el acto ostensible no oculta realidad alguna. Como el deudor que vende y transfiere sin la menor intencin de hacer ambas cosas, con el objeto de eludir a los acreedores. En la simulacin relativa, las partes celebran un acto jurdico real, pero lo disimulan bajo una apariencia distinta sea en la naturaleza de las clusulas (ejemplo, se dice haberse recibido el precio y en el hecho no fue as) , sea alterando la naturaleza del acto celebrado (se aparenta una compraventa para eludir pago de impuesto en el contrato que en realidad se quiso celebrar: un mutuo). En la simulacin por interposicin de persona, el acto aparente es real pero con otros sujetos que los reales. (artculos 966, 1796, 2144).

En Chile no se discute que entre las partes prevalece el acto real y oculto por obre el falso y ostensible. Cualquiera de las partes puede pedir (mediante el ejercicio de la accin de simulacin) que el Tribunal reste eficacia al acto ostensible y d valor al oculto. As se desprende de interpretar a contrario sensu el articulo 1707. La accin de simulacin es una accin declarativa y requiere que junto a ella se ejerza la de nulidad o inexistencia del acto ostensible, o bien otras acciones especficas (por ejemplo, de aumento del precio del acto ostensible al precio realmente convenido). Respecto de terceros relativos, contra ellos les es inoponible el acto secreto u oculto. Pero si lo prueban, podran prevalecerse de l. Si un tercero quiere prevalecerse del acto aparente y otro tercero quiere desconocerle valor, se produce entonces un conflicto entre los terceros. Hay en este cso una laguna legal. Pero aplicando analgicamente el principio del articulo 1817 del Cdigo Civil se concluye, al menos, que debe preferirse la posicin del tercero que es poseedor.2.- El principio de igualdad

La nocin unitaria de persona es una muestra de ello (art.55).

Se consagra la igualdad entre chilenos y extranjeros. A. Bello fue realmente innovador en este punto. Este principio lo vemos consagrado en el art.57.

Cuando se dicta el Cdigo casi todos los pases hacan distincin entre nacionales y extranjeros, nuestro cdigo establece el principio general de la igualdad.En materia patrimonial los contratantes se encuentran casi siempre (salvedad hecha en los contratos de adhesin) en igualdad de condiciones para discutir el contenido del contrato.

3.- El principio de la buena fe

Nuestro Cdigo civil es ejemplarizador al proteger la buena fe de los contratantes y al sancionar o castigar duramente la mala fe. Ms de 40 disposiciones, nos dice don Carlos Ducci, de nuestro cdigo se refieren a la buena y a la mala fe.

a comienza el Cdigo sealando en su ttulo preliminar lo que se entiende por dolo la intencin positiva de inferior injuria a la persona o propiedad de otro. La mala fe aqu esta asociada a una intencin positiva, aunque a veces se acta de mala fe a travs de una actitud meramente culpable (sin intencin) o sin mediar actitud alguna, es decir sin hacer nada u omitiendo una informacin esencial, como es el caso de la reticencia dolosiva.

El respeto de la buena fe se encuentra en todas las regulaciones de la vida civil que contiene el Cdigo, y en materia contractual, en todo el iter contractual, tanto en la etapa anterior a la conclusin del contratos, en el tratamiento de los vicios de que puede adolecer la voluntad de los contratantes, en la etapa en la ejecucin de los contratos (los contratos deben ejecutarse de buena fe); en la etapa de crisis del contrato en donde ste debe de interpretarse, en la etapa posterior a la completa ejecucin del mismo, en donde muchas veces las partes deben respetar clusulas de exclusividad que se basan en la buena fe en el uso de las informaciones obtenidas o de los medios empleados para la realizacin efectiva de los fines del contrato.

En general podemos decir que existe una presuncin general de buena fe en todo el mbito del derecho privado, es la mala fe la que no se presume y por lo tanto debe de probarse en cada oportunidad.

Este principio de la buena fe contractual es inspirador a su vez de otros principios o doctrinas, como la de la imprevisin, la doctrina de los actos propios (venire contra factum proprium non valet) o la de el error comn (articulo 1013, 1576 inc.2o).

La buena fe subjetiva es la creencia, por efecto de un error excusable, tiene la persona de que su conducta no atenta contra el derecho. Tiene aplicacin en varias normas (artculos 122, 706 inciso 1o, 1842, 1859, 2300).

La buena fe objetiva es la que consagra el articulo 1546, consiste en la conduccin correcta o leal en el contexto de las relaciones contractuales. Se trata de un estandar legal que tiene un valor normativo flexible que queda entregado primordialmente al criterio del juez. La exigencia de la buena fe puede proyectarse ya en el mbito de los tratos preliminares, en el de la celebracin del contrato o en el mbito del cumplimiento del contrato. A propsito de la celebracin y del cumplimiento en la legislacin comparada hay varias situaciones interesantes. Por ejemplo, la facultad del juez de rechazar una demanda resolutoria por incumplimiento insignificante o por algn incumplimiento cuando la buena fe permitira hablar de una causal de inexigibilidad. En el mbito post-contratual tambien se manifiesta la buena fe objetiva.As, se ha sostenido en jurisprudencia extranjera que concluido un arriendo de oficinas, el ex-arrendatario tiene derecho a que el ex arrendador informe a quienes concurren, acerca de la oficina a donde se traslad el ex arrendatario.4.- Enriquecimiento sin causa

Regularmente se habla de enriquecimiento sin causa como una infraccin a un orden que es causal en materia de obligaciones, se trata de que toda obligacin, todo acto jurdico ms generalmente hablando, debe de tener una causa, en trminos amplios, una razn de ser o de deber ser, lo que en derecho anglosajn se denomina consideration.

As todo aquello que enriquezca o aumente el patrimonio de una persona debe de situarse en una relacin causal con la disminucin o el empobrecimiento patrimonial del otro, esta relacin es adems correlativa, aunque no necesariamente de equivalencia.

Como el Cdigo civil es el cdigo de derecho privado comn este principio se encuentra en numerosas disposiciones de su texto, en la accesin (arts. 658 y ss.), en las prestaciones mutuas (905 al 917), en la nulidad de los acto de un incapaz o en la nulidad del pago (1688 y 1578), en la lesin enorme dentro de la compraventa (1889 y ss.) entre otras, pero es en materia contractual en que ella tiene su mximo esplendor, pues cuando por el contrato una parte se enriquece injustamente es porque en l ha fallado uno de los principales elementos de justicia perseguidos: la causa o inters legtimo de beneficiarse de l.

Todo aquello que es recibido sin causa o inmotivado no se entiende que es donado, debe por lo tanto ser restituido: el que da lo que no debe no se entiende que lo dona, as la vctima tiene acciones para reclamar su restitucin (actio in rem verso).

5.- La responsabilidad

Ms que un principio de derecho privado es un principio de derecho, del ordenamiento jurdico.

La responsabilidad es un principio transversal del derecho, que abarca temas de derecho pblico (la responsabilidad de los agentes del Estado, se habla de responsabilidad poltica y administrativa), la responsabilidad de los jueces por sus conductas ministeriales (se habla de responsabilidad ministerial o funcionaria), en el mbito del derecho privado, de responsabilidad civil y penal, distincin sta ltima que se recoge con claridad a partir del Cdigo de Napolen.

Hoy la diferencia entre la responsabilidad penal que acarrea la comisin de un delito y la responsabilidad civil que consiste en la reparacin de un perjuicio o de un dao ilcitamente causando se encuentra claramente establecida en nuestro ordenamiento jurdico.

En materia civil el Cdigo la distingue en dos reas fundamentales: La responsabilidad contractual, es decir, la que incurren aquellas personas que han incumplido una obligacin derivada de un contrato y; la responsabilidad extracontractual, aquella en la que incurren aquellos que dolosa o culposamente han cometido un hecho ilcito civil que causa dao a un tercero.

Los partidarios de la unicidad de la responsabilidad dicen que en ambos casos hay incumplimiento de una obligacin, dentro de la primera es la obligacin contractual la que se incumple, mientras que dentro de la segunda es la obligacin genrica de no causar dao injusto a otro la que se encuentra violada.

Dentro de sta ltima se suele incluir la responsabilidad precontractual que es aquella que se produce precisamente antes que nazca el vnculo contractual personal, es decir en el perodo de negociacin del contrato. Se la incluye dentro de la responsabilidad extracontractual pues no hay an contrato, sin embargo no se trata de la violacin dolosa o culposa de la obligacin genrica de no causar dao a otro, hay aqu la infraccin especfica de deberes morales o precontractuales que han sido incumplidas, nos referimos a los deberes de lealtad, buena fe, fidelidad, de informacin, etc.

A falta de responsabilidad extracontractual y de responsabilidad precontractual se le aplican a las situaciones daosas producidas en la etapa de la negociacin del contrato, las reglas de la responsabilidad contractual, que es la regla general.

En materia de responsabilidad no podemos dejar de asociar sta al derecho de prenda general de los acreedores (art.2465) por cuya virtud toda obligacin personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecucin sobre todos los bienes races o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptundose solamente los no embargables. Sin esta institucin el derecho de los daos o de la responsabilidad sera letra muerta.

C) CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOSSiguiendo en un primer momento las clasificaciones legales y luego las doctrinales tenemos.

a.- CLASIFICACIONES LEGALES.

1) Contratos unilaterales y bilaterales (Art1439)

Todo contrato es una convencin, es decir, un acto jurdico bilateral, que requiere para su formacin del consentimiento de dos o ms partes. El contrato es unilateral o bilateral segn que imponga obligaciones slo a una de las partes o a ambas.

Tal clasificacin tiene enorme importancia pues hay una serie de problemticas que slo se plantean a propsito de los contratos bilaterales. Tal sera la teora de los riesgos, la teora de la imprevisin (y sus derivados, es decir, la teora de la revisin o de la resolucin por excesiva onerosidad sobreviniente), la resolucin por incumplimiento de obligaciones, la excepcin del contrato no cumplido ("la mora purga la mora"), la cesin del contrato.

Se denomina contratos sinalagmticos imperfectos a aquellos contratos unilaterales que despus de perfeccionados, generan obligaciones para aquella parte que originalmente apareca dispensada de toda obligacin. As, el depsito, el comodato, el mutuo,...(art.2235, 2191 y 2192, 2203). Las nuevas obligaciones sin embargo no emanan del contrato sino de la ley. De ahi que el contrato no deje de ser unilateral.

Hay una categora contractual cercana al del contrato bilateral que es el contrato plurilateral o asociativo. El articulo 1420 del Cdigo italiano los define como aquellos con dos o ms partes, en los que las prestaciones de cada una de ellas van dirigidas a la consecusin de un fin comn. Es lo que ocurre entre nosotros con el contrato de sociedad (articulo 2053 del C Civil y 349 del Cdigo de Comercio).En la doctrina comparada que ha desarrollado la idea del contrato plurilateral se distinguen algunos caracteres especiales. Desde luego,el vicio del consentimiento que pudiere afectar a alguno de los contratantes no afectar, por regla general, a la validez del contrato en su totalidad. En segundo lugar, los contratos plurilaterales admiten la incorporacin o salida de algunas partes. En tercer lugar, los contratos plurilaterales tienen vocacin de permanencia en el tiempo, a diferencia de los contratos bilaterales, que normalmente se extinguen al paso de haber nacido.

2) Contratos gratuitos y contratos onerosos (art.1440)

El contrato oneroso es aquel del que ambas partes reportan beneficio y contrato gratuito es aquel del que slo una de las partes obtiene un beneficio.

Esta clasificacin de los contratos no dice relacin con las partes que resultan obligadas sino con las partes que resultan beneficiadas. No todo contrato unilateral es gratuito y no todo contrato bilateral es oneroso.

Unilateral oneroso es el mutuo de dinero (articulo 12 de la ley 18.010), el deposito en que se faculta al depositario para usar de la cosa en su provecho (articulos 2220 y 2222 N2), el comodato celebrado en utilidad de ambas partes (articulo 2179), la prenda, fianza o hipoteca en que el tercero que contrata con el acreedor reporta una utilidad del acreedor. En cuanto a contratos bilaterales gratuitos, se podra citar el mandato no remunerado y la donacin con cargas (o "con causa onerosa" como le llama nuestro Cdigo).

Qu importancia tiene la clasificacin de los contratos entre gratuitos y onerosos?

Desde luego por la gradacin de la culpa contractual (articulo 1547 inciso 1). En segundo lugar, en los contratos onerosos se reglamenta la obligacin de sanear la eviccin (articulos 1838 y s.s., 1928 y s., 2085).

Por regla general los contratos onerosos no son intuito personae (salvo excepciones, como la transaccin -articulo 2456-; en tanto que los contratos gratuitos son por regla general intuito personae. Tiene importancia tambin la clasificacin desde el punto de vista de los presupuestos para el ejercicio de la accin pauliana (articulo 2468), para analizar cuando el adquirente de una cosa arrendada est obligado a respetar el arriendo (articulo 1962), para la procedencia de la reivindicacin en el pago de lo no debido (articulo 2303).

En materia de gradacin de la culpa se refleja claramente la importancia de distinguir entre contratos gratuito y oneroso.

Art. 44 define la Culpa estableciendo una infraccin estndar de cuidado y diligencia. En los contratos la culpa ayuda a determinar el grado de responsabilidad por el que se debe responder el deudor: Se distingue entonces entre culpa grave, leve y levsima.

Si ahora recurrimos al art.1547, sobre el efecto de las obligaciones, vemos que aparece otra vez la distincin entre estos contratos.

En el contrato oneroso que supone un estndar de cuidado similar a la culpa leve, responde de esta culpa en el fondo por que este tipo de contratos se celebran en beneficio recproco de ambos contratantes. Por ej., en la compraventa.

En el contrato gratuito, en cambio el deudor, como consecuencia de que l no recibe beneficio que slo se beneficia el acreedor, responde slo de culpa grave. Por ej. En el contrato de depsito, en donde al depositario se le pide nicamente un cuidado mnimo ya que como contrapartida no recibe beneficio alguno.

Finalmente cuando hay slo beneficio para el deudor ste responde de la culpa levsima. Por ej. en el mutuo, en donde el nico beneficiado es quien recibe la cosa para su uso, por lo mismo se le pide (para despus poder restituirla) que tenga un nivel de exigencia mayor.

En conclusin para determinar los grados de culpa hay que analizar la estructura del contrato.

Las partes, eso s, pueden alterar sus grados de culpa o de responsabilidad en el contrato ya que estas normas son dispositivas.

Un ej. lo encontramos en el art.2219 que habla del depsito calificndolo de gratuito, pero si estipula remuneracin esto cambia, debiendo asumir culpa leve.

3.- Contratos conmutativos o aleatorios (Art.1441).

Critica:

Esta norma supone injustificadamente que los contratos onerosos son siempre bilaterales, en circunstancias de que un contrato oneroso pude ser, como hemos visto, unilateral. Adems, excluye de los contratos conmutativos a aquellos que engendran obligaciones de no hacer.

Ms bien se podra decir que el contrato conmutativo es aquel en que las partes pueden, en los tratos preliminares y al momento de la conclusin del contrato, apreciar o valorar los resultados econmicos que el contrato le ocasionar.

nicamente en los contratos conmutativos, las partes estn en condiciones de pronosticar si el contrato les reportar utilidad o no, cmo, en cuanto y por qu. En el contrato aleatorio ningn clculo es posible. El destino del contrato queda enteramente supeditado al azar, la suerte, a la total incertidumbre. Cuando se celebra un contrato bajo una condicin, hay incertidumbre acerca de la existencia del contrato, pero en modo alguno acerca de los efectos econmicos del contrato, si llega a existir. En tanto que en el contrato aleatorio hay total certidumbre acerca de la existencia del contrato; pero hay incertidumbre acerca de los efectos econmicos del contrato. La mayora de los contratos onerosos son conmutativos. Nuestro Cdigo califica de aleatorios el seguro, la renta vitalicia, el censo vitalicio, el juego o la apuesta. El seguro es aleatorio desde el punto de vista del asegurado pero no lo es desde la perspectiva del asegurador. En el caso de la compraventa de cosas que no existen pero se espera que existan, el contrato puede ser conmutativo-condicional o aleatorio-puro y simple, segn las circunstancias (articulo 1813).

Esta clasificacin de los contratos tiene importancia desde la perspectiva de la lesin enorme y de la teora de la imprevisin.

4.- Contratos principales y accesorios (art.1442)

Contratos principales son los autnomos, que se bastan a s mismos, y accesorios los que presuponen otra obligacin. Las cauciones son obligaciones de garanta. No necesariamente presuponen un contrato de garanta. El contrato de garanta no slo es dependiente de una obligacin principal, sino que adems tiene por objeto garantizar esa obligacin principal. Un contrato que depende de otro pero que no tiene un objeto de garanta es un contrato "dependiente" (como las capitulaciones matrimoniales).

La importancia de esta clasificacin radica en el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal (articulos 2381 N3, 2434, 2516)

5.- Contratos consensuales, reales y solemnes (Art.1443)

Segn que requiera para su perfeccionamiento del slo consentimiento, o de la entrega o tradicin de una cosa o del cumplimiento de cierta formalidades exigidas en consideracin a la naturaleza del acto. Pero el consentimiento es siempre necesario.

En nuestro Cdigo, inspirado en el consensualismo, los contratos consensuales son la regla general. Esto significa, por ejemplo, que las solemnidades, al ser excepcionales, hay que interpretarlas restrictivamente. Pero muchos contratos consensuales, sin dejar de serlos, deben cumplir de hecho con muchas formas (de publicidad, habilitantes, de prueba).

En los contratos reales, quien entrega la cosa perfeccionando el contrato, se transforma en acreedor de la obligacin restitutoria.

b.- CLASIFICACIONES DOCTRINARIAS

Siguiendo entonces la forma como Jorge Lpez Santa Mara divide es estudio de los contratos, conentrmonos a partir de ahora en las clsificaciones que ha efectuado la doctrina.

6.- Contratos nominados o innominados

Contratos nominados o "tpicos" son los que la ley ha reglamentado, en forma expresa; innominados o atpicos aquellos que la ley no ha reglamentado en esta forma.

Si uno analiza de cerca las expresiones tpico e innominado no tienen ninguna relacin de sinonimia, jurdicamente hablando tpico es algo que obedece a un tipo determinado, que responde a cada una de sus caractersticas, mientras innominado es algo que no tiene nombre.

Por lo mismo, no todos los contratos nminados son tpicos ni todos los contratos atpicos son innominados. Existe un sinnmero de contratos que son nminados pero no por ello son tpicos, por ejemplo cuando contratamos un camin de mudanza celebramos un contrato de mudanza pero ste no est regulado, lo mismo cuando contratamos a un jardinero, contratamos un mantenimiento de jardines o de talaje de rboles sin que en parte alguna se encuentre regulado, los escomrbos que mantenemos en nuestra propiedad despus de una remodelacin los hacemos extraer por una empresa que nos extiende un contrato de retiro de escombros que es nominado pero no tpico.

La existencia de los contratos atpicos nace del principio de la libertad contractual y no tiene ms limitacin que el cumplimiento de los requisitos generales de todo acto jurdico y en particular los relativos al objeto lcito y a la causa lcita.

Cuando las partes no han previsto en el contrato atpico una determinada situacin y debe recurrirse a las disposiciones supletorias de la ley, han de aplicarse las normas del contrato tpico ms parecido, quiere decir esto que los contratos atpicos o innominados para seguir con la distincin criticada no son ley para las partes?

Claro que no. Los contratos atpicos son ley para las partes lo que sucede es que los trminos de ese contrato no son suplidos, salvo calificacin en contrario, por ninguna reglamentacin determinada a priori.

7.-Contratos de ejecucin instantnea y de tracto sucesivo.-

Para recordarnos de estos contratos podemos cambiarle el nombre y llamarlos contratos de cumplimiento instantneo, de cumplimiento diferido o de cumplimiento constante o escalonado en el tiempo.

Contratos de ejecucin instantnea son aquellos en que las obligaciones nacen y se sumplen apenas se celebra el contrato que las genera. Podemos decir que el contrato nace y se extingue apenas celebrado, como sucede cuando compramos un caf de contado. Si el cumplimiento queda diferido en el tiempo, estamos frente al contrato de ejecucin diferida (ejemplo, compraventa a plazo).

Contratos de tracto sucesivo son aquellos en que el nacimiento de las obligaciones, del mismo modo que su cumplimiento, se prolonga en el tiempo (ejemplo:arrendamiento, contrato de trabajo, contrato de suministro)

Importancia

En los contratos de ejecucin instantnea, sea de cumplimiento instantneo o diferido, la nulidad y la resolucin operan retroactivamente. En cambio, en los contratos de tracto sucesivo, la nulidad o la terminacin operan slo hacia futuro.

La distincin de los contratos de ejecucin instantnea tiene inters tambin en relacin a la teora de los riesgos (art.1550, 1820 y 1950), a la caducidad del plazo (legal y convencional -"clusulas de aceleracin", como la prevista por el articulo 19 de la ley 4.702), a la teora de la imprevisin y .

8) Contratos individuales y contratos colectivos.-

Contrato individual es aquel para cuyo nacimiento o formacin es indispensable la manifestacin de voluntad de todas las personas que resultan jurdicamente vinculadas.

El contrato colectivo es aquel que obliga a personas que no concurrieron a celebrarlo, que no consintieron o que incuso disintieron.

El contrato colectivo es, pues, una excepcin al principio de la relatividad de los efectos de los contratos. Historicamente ha sido lo caracteristico de los contratos a que se llega como consecuencia de una negociacin colectiva. Tambin se presenta en la ley de quiebras (articulos 180 y 191 de la ley N 18.175) y en el articulo 58 N 6 de la ley N 6.071.

9) Contratos de adhesin y de libre discusin.-

El contrato de libre discusin o de gr gr es aquel en que las partes han deliberado en cuanto a su contenido, examinando y ventilando las clusulas del contrato. Las partes discuten en un plano de igualdad y libertad.

El contrato de adhesin, en cambio, es aquel en que una de las partes ha dictado o redactado las clusulas y la otra parte se ha limitado a aceptar, adhiriendo en bloque a dichas clusulas.

En el contrato de adhesin hay ciertas caractersticas tpicas.

Se trata de contratos con un destinatario general, de caracter permanente y muy minuciosos, casos de ellos vemos en los contratos de transporte o de seguros.

Lo caracterstico, sin embargo. del contrato de adhesin es el desequilibrio en el poder negociador de ambas partes.

En doctrina clisica hay quienes han discutido que los contratos de adhesin sean tales (Saleilles, Duguit, Hauriou). Estos autores plantean ms bien que que se trata de actos jurdicos unilaterales cuyos efectos, una vez verificada la adhesin por el tercero, se determinan segn la sla voluntad del oferente.

Otros estiman, en cambio, que son contratos porque, aunque poco libre a veces, el consentimiento existe (Ripert, Demogue, Josserad, Colin y Capitant), en trminos que el contratante es libre de contratar o no.

Por otra parte, resulta interesante destacar que la adhesin supone un desequilibrio en la fuerza negociadora de las partes. Ahora bien, esa situacin puede ser distinta en la etapa de la formacin del consentimiento a lo que ocurre en la etapa de cumplimiento del contrato.

En la etapa de cumplimiento del contrato la parte dbil suele transformarse en ms poderosa.

Nuestra jurisprudencia, aunque excepcionalmente, ha hecho aplicacin de la doctrina del contrato de adhesin, restando valor a ciertas clusulas en que aparece de manifiesto la falta de libertad al aceptarlas por una de las partes. Tales clusulas no seran contractuales sino verdaderos actos jurdicos unilaterales insertos en un contrato.

Hay dos reglas tradicionales de interpretacin especiales del contrato de adhesin que se pueden enunciar del siguiente modo:

a.- la regla de la interpretacin en contra del redactor (articulo 1566 inciso 2) y

b.- la regla de la preferencia de la clusula manuscrita por sobre la clusula impresa (que se desprende del articulo 1560).

Los inconvenientes de la adhesin han ido siendo paliados mediante diversos mecanismos. Desde luego, la regulacin de ciertas clusulas en los contratos de adhesin ("contrato dirigido"). Otro mecanismo que se suele aplicar es la necesidad de la aprobacin previa por la autoridad de los modelos de ciertos contratos (ejemplo:articulos 62 y 63 de la ley No 18.302, que reglamentan los contratos de seguros contra riesgos por energa nuclear). La proteccin contra las clusulas abusivas en este tipo de contratos (ley de proteccin al consumidor) es tambin un buen remedio para temperar los efectos perversos de la ausiencia de libertad en la discucin del contenido del contrato.

10.- Contratos preparatorios y definitivos.

Contrato preparatorio o precontrato o avant contrat es aquel mediante el cual las partes estipulan la celebracin de un contrato futuro. Generan por tanto, estos contratos, una obligacin de hacer, que consisten precisamente en suscribir dentro de un plazo o verificada que sea una condicin otro contrato futuro. Son de este tipo los contratos de promesa (art.1554).

Contrato definitivo es aquel que se celebra en cumplimiento precisamente de la obligacin contrada en el el contrato preparatorio.

c.- OTRAS CATEGORAS CONTRACTUALES.-

Sigamos con el mismo plan de trabajo del profesor Lpez Santa Mara.

11.- El contrato dirigido.

Alessandri lo define como aquel reglamentado y fiscalizado por los poderes pblicos en su formacin, ejecucin y duracin o aquel en que el poder pblico establece la fijacin predeterminada y oficial de algunas de sus principales condiciones.

Podemos definirlo como aquellos contratos en los cuales, generalmente el poder pblico, interviene fijando imperativamente las clusulas ms relevantes a fin de cautelar los intereses de la parte ms dbil.

Muchas veces el legislador se ha encargado de establecer imperativa y normadamente el contenido de ciertos contratos. As, el D.L. 600 sobre inversin extranjera, la ley No 18.010 sobre operaciones de credito de dinero, la ley 18.045 de mercado de valores.

Otras veces esa reglamentacin proviene ilegtimamente de normas dictadas por la autoridad administrativa, sin sustento legal. En ocasiones, tambin, ocurre que la autoridad "dirige" el contrato estableciendo la persona del contratante. Asi ocurra, por ejemplo, bajo la vigencia de la ley de arrendamiento de predios rsticos del ao 1968, en la que se estableca que si el arrendador del predio rstico decida enajenarlo, deba ofrecerle la primera opcin al arrendatario.

Hoy dia, en virtud del articulo 10 del Cdigo de Minera, el Estado tiene un derecho de compra preferente respecto de minerales en que haya presencia de torio y uranio. Tambin se podra citar el articulo 25 de la ley No 18.046, que establece la primera opcin para suscribir nuevas acciones, en favor de los accionistas de las Sociedades Annimas.

12.- El contrato forzoso.

Es aquel que el legislador obliga a ciertas y determinadas personas celebrar o da por celebrado.

No hay que confundir aqui con lo recin visto en relacin a los contratos preparatorios y definitivos, tampoco se trata de contratos que se celebran forzadamente por causa de circunstancias de hecho excepcionales (como el depsito necesario).

El profesor Lpez Santa Mara clasifica estos contratos forzosos en dos tipos: el contrato forzoso ortodoxo y el contrato forzoso heterodoxo.

El contrato forzoso ortodoxo o puro tiene dos etapas. En una primera etapa existe una orden o mandato de la autoridad exigiendo contratar. En la segunda el contratante celebra el contrato libremente, en el sentido que puedeelegir su contratante y determinar el contenido de las clusulas respectivas.

Por ej. En el art.374 que se refiere a la obligacin de rendir caucin a los guardadores, o en el art.775 la misma obligacin para el usufructuario), la del art.30 de la ley No 18.045 la obligacin de rendir caucin para los corredores de bolsa, o ms cotidianamente, sobre todo en este mes de marzo de pago de permisos de circulacin el del seguro obligatorio para los vehculos motorizados.

En el contrato forzoso heterodoxo, en cambio, no hay libertad contractual alguna o autonoma de la voluntad ni de fondo ni de forma, pues el legislador elabora el contrato de un slo golpe como dice Lpez Santa Mara.

En efecto, todo el contenido del contrato viene predeterminado por la autoridad.

Pongamos el caso de la enajenacin de empresas quebradas como unidades econmicas, por el slo ministerio de la ley, se entienden constituidas hi