darse permlso • para ser feliz · toda una invitacion a no pasar por esta vida como meros...

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Darse permlSO para ser feliz = semido oe fa 'lloe o jQ viaa senuo: (::c. Gran'ca) Aunque a veces la vida duela, 10 mejor es vivirla con intensidad. Pasar de puntillas solo nos conduce a una existencia gris; nos ahorramos los grandes altibajos, sf, pero tambien nos perdemos las grandes alegrias. Tampoco la actividad frenetica para evadir el encuentro con unomismo es una soluci6n. Solo entregamos con amor y confianza a la pasi6n de vivir nos hace mas felices y sabios.

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Darse•permlSO para

ser feliz

= semido oe fa 'lloe

o jQ viaa senuo:(::c. Gran'ca)

Aunque a veces la vida duela, 10mejor es vivirla con intensidad.Pasar de puntillas solo nosconduce a una existencia gris;nos ahorramos los grandesaltibajos, sf, pero tambien nosperdemos las grandes alegrias.Tampoco la actividad frenetic apara evadir el encuentro conuno mismo es una soluci6n.Solo entregamos con amor yconfianza a la pasi6n de vivirnos hace mas felices y sabios.

A parente mente es una obvie-dad damos permiso para vi-vir. Por el simple hecho derespirar, se sobrentiende que

vivimos, pero tal vez las cosas se vean di-ferentes si distinguirnos entre vivir0 exis-tir. Para muchas personas, la vida consis-te simplemente en ir tirando, en sobrevivir,en salir 10mas airosas posibles de los ava-tares del dia a dia. EjDsten,pero no viven.

Aestas alturas ya no es extra no oir ha-blar sobre la realidad virtual. Cada vezmas personas viven instaladas en mun-dos cibemeticos, jugando a construir se-gundas vidas y recreando identidades pro-tegidas por el anonimato y la falta decompromiso relacional. Viven experien-cias virtuales a costa de evitar las vitales.No tienen vidas sentidas sino recreadas.

CONQUISTAR, MEJOR QUE EVITAR

Hay quienes deciden que es mejor evi-tar que conquistar. Tienen tanto miedoque solo viven para controlar. Prefieren10menos malo a 10mejor. Vivir es paraellos un peligro incesante y,por eso, tien-den a encerrarse en burbuJas de segu-lidad, en rutinas compulsivas, en perso-nas de quienes depender. Sus vidas noson sentidas sino evitadas.

Tambien existen aquellas personasque se escudan en la mente. Pueden ha-blar de todo aunque experimentan po-co. Se pierden en los porques sin darsecuenta de 10 que esta ocurriendo masalla de sus narices. Se centran en la ra-zon y se bloquean ante la emocion. Ana-

lizan tanto que la verdad siempre losencuentra distraidos. No disponen devidas sentidas sino pensadas.

Despues, estan las personas que nun-ca disponen de tiempo porque tienendemasiado por hacer. Lo tienen todo ba-jo control, excepto 10que es realmenteimportante. Les faltan horas porque te-men el silencio de un minuto desocupa-do Pierden el tiempo llenando el tiem-po. De hecho, 10 llenan to do porquesiempre andan vados. No tienen vidassentidas sino programadas.

ENTRE EL MIEDO Y EL AMOR

El ser humano transita, a 10 largo de suexistencia, entre dos grandes aguas: elamory el miedo.lncluso se me ocurrepensar que son como las dos caras de lamisma moneda de la vida. Seguramen-te, una de las decisiones mas importan-tes que afrontamos ante el reto de vivires si queremos hacerlo des de el miedo 0

desde el amor. Y,en este punto, no se pue-de plantear un acomodado equilibrioNos instalamos en una dimension 0 enla otra, en la confianza 0 en la descon-fianza, a sabiendas de que el contrasteva a ser permanente.

Dice el escritor Arnaud Desjardins:"No sean la victima, sino el discipulo delas situaciones". Toda una invitacion ano pasar por esta vida como meros es-pectadores 0 como sufridores de las cir-cunstancias que nos rodean sino a com-prometemos a fondo con la experiencia.Esa es la vida sentida, en la que damos

valor a los acontecimientos y acomete-mos 10 que nos ocurre con valor. La vi-da sentida es, asi pues, el permiso quenos concedemos para entregamos mcon-dicionalmente a vivir.

Uno no vive separado de la vida, pormucho que a analice 0 la observe a dis-tancia. Ll bra:1.man :nciiofriri :<:r:s:c-

a .llIt soia Geer G:lee.. Dservarior es'e:lL to-

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G2 ~ ~e ver cor:: nosmros. ?or e 1 . a~~ GO ::eg'aTIa nuestra vida casos. co·sas y personas que nos plantean eleccio·..es.Ycon cada elecci6n nos expresamos.

Como sostiene el carismatico orador yautor australiano de libros de autoayu·da Matthew Kelly;todo es elecci6n, 10 queesconde un gran secreta: el poder que te·nemos, a menudo desaprovechado, pa-ra ser nosotros mismos y vivir como de-seamos. Is una dura lecci6n, porque noshace dar cuenta de que hemos elegidola vida que estamos viviendo en este mis-mo momento. Is par ello por 10 que per-mitimos vivir pasa par otargamos el per-miso de eseoger ser los ere adores denuestra propia realidad.

Asimismo, permitirse vivir es tenerconciencia del propio cuerpo, de los pro-pios sentidos y de las emociones,las in-tuiciones, la voz interior ... Muchas per-sonas tienen dificultades para estarco ectadas consigo mismas. Solo se I>

da.npermiso para v'..v'..: e!YlO.ones :"'Tl~eL-sas que las hagan vibrar. En ca.rr:bio.seacorazan contra la pena, el dolor 0 cual-quier tipo de sufrimiento. Temen tamopasarlo mal que prefieren tapar sus du-ras realidades intemas con adicciones,mecanismos de defensa 0 multiples ta-reas que les eviten el encuentro con Eliasmismas. Por el contrario, las personas vi-vimos cuando nos ciamos pelmiso parasentir 10 que sentimos, para apadrinarnuestros sentimientos, para dejar que seexprese nuestro mundo intelior

ENTREGARSE SIN CONDICIONES

Permitirse vivir es aceptar la forma enque la vida se expresa ante nosotros. Losestoicos tenian, en este sentido, una vi-si6n muy clara de la existencia: se entre-gaban inconciicionalmente a 10 inevi-table No se resistian a la realidad queencontraban sino que la aceptaban ple-namente, lejos de cualquier semejanzacon la resignaci6n 0 el pasotismo. Elmaestro Seneca solia decir: "La sabidu-ria radica en saber distinguir correcta-mente alla don de pod em os modelar larealidad para ajustarla a nuestros dese-os de alla donde debemos aceptar, contranquilidad, 10 inalterable".

Sinos fijamos, la resistencia a aceptarlas cosas tal y como vienen consigue elefecto contrario; es decir, la persistencia.Todo a 10 que nos resistimos persiste; 10que aceptamos, se transforma. CUliosa-mente, detras de mucnos conflictos depareja se esconde justamente la falta cie

ace'9~c.c:',- ce_ ~ 0 de una situaci6n.·..;,e.e :-::aoercar:1oio si no existe

acep:a ., '- r Permitirse vivir implica, de lamisma manera, no convertir todas lassituaciones de la vida en un problema.

PRESOS DE NU~TRA MENTE

Veamos un ejemplo que seguro qLlen ssuena: Pasamos por un mal momen~o.tal vez en el trabajo 0 en una relaci6n. Lasituaci6n es de estancamiento. Segura-mente no es agradable, pero tam pocoproblematica. En lugar de aceptar 0 trans-formar la situaci6n, nuestra mente em-pieza a realizar su juego: "Sien lugar deestar ahi, trabajara en otra empresa, 0

tuviera otra relaci6n, seguro que seriamas feliz. !nas libre, podria realizarmemucho mas ...".Aquello que era una si-tuaci6n ciesagradable se acaba convir-tiendo en un problema, porque ahora hayque cruzar la orilla entre una realidady la otra construida por nosotros.

Entonces nos empezamos a agobiar,nos ataca el panico y damos algun pa-so inseguro. Sin embargo, ya que la situa-ci6n se ha convertido en un problema,debemos solucionarla. Nadie nos pediaque cambiasemos, excepto nosotros mis-mos. No era necesario cruzar a la otraorilla si no sabiamos nadar ni teniamosuna buena barca para hacerlo. La men-te nos ha hecho una jugada.

Darse permiso para vivJIentrana tam-bien pasar por multiples siruaciones queno siempre son placemeras, pero alasc;ue tar:1po es necesario otorgar ma-

y r gravedad de la que tienen. Otro as-?ecto importante de permitirse vivir es:r a1 fondo de nuestra propia existen-cia: no conformarse solamente con cua-tro principios eticos sino acercarse a lacapacidad que tenemos de trascender.Hoy que tanto se habla de la nueva espi-ritualidad, se abre ante nosotros un mun-do interior que nos lleva directamente ala experiencia que parecia reservada so-lo a los misticos. Cada vez mas personasalejadas de cualquier confesion religio-sa logran estados de unidad y de amorabsoluto que les cambia la vida.

Ladimensi6n espiritual no es un mundoaparte del ser humano. No es solo un con-junto de practicas 0 la adscripci6n a unadoctrina, ni algo reservado para las fies-tas de guardar 0 unos minutos de rezoso meditaciones. La dimension espiritualconstituye la columna verrebral que sos-tiene las experiencias de una persona; es10 que Ie da sentido y la trasciende.

La experiencia humana que hace po-sible que demos un paso mas alla es, sinduda, el amor. Permitirse vivir consiste,finalmente, en dejar que sea el amor quientranspire por toda nuestra piel, ya queninguna otra dimensi6n de la vida es tanpoderosa. Decia que las elecciones quehacemos en la vida construyen nuestrarealidad. Ojala podamos damos permi-so para vivir en el amor, la naturalezaautentica de 10 que somos, el impulsode vida que nos hace existir.

yor gravedad de la que tienen. Otro as-pecto importante de permitirse vivir esir al fondo de nuestra propia existen-cia: no conformarse solamente con cua-tro principios eticos sino acercarse a lacapacidad que tenemos de trascender.Hoy que tanto se habla de la nueva espi-ritualidad, se abre ante nosotros un mun-do interior que nos lleva directamente ala expeliencia que parecia reservada so-lo a los misticos. Cada vez mas personasalejadas de cualquier confesi6n religio-sa logran estados de unidad y de amorabsoluto que les cambia la vida

La dimensi6n espiritual no es un mundoaparte del ser humano. No es solo un con-junto de practicas 0 la adscripci6n a unadoctrina, ni algo reservado para las fies-tas de guardar 0 unos minutos de rezoso meditaciones. La dimensi6n espiritualconstituye la columna venebral que sos-tiene las experiencias de una persona; es10que Ie da sentido y la trasciende.

La experiencia humana que hace po-sible que demos un paso mas alla es, sinduda, el amor. Permitirse vivir consiste,finalmente, en dejar que sea el arnor quientranspire por toda nuestra piel, ya queninguna otra dimensi6n de la vida es tanpoderosa. Decia que las elecciones quehacemos en la vida construyen nuestrarealidad. Ojala podamos damos permi-so para vivir en el amor, la naturalezaautentica de 10 que somas, el impulsode vida que nos hace existir

IIhombrede la lluviaPoner orden en nuestra vida

. ., .es un pnnClplO necesano paradotar de sentido la propiaexistencia, como nos ensefiaeste cuento. Y es que cuandoordenamos nuestro interior,hacemos las paces con el mundo.

Hacia tiempo que no Hoviaen la aldea. Lasequia habia provocado el caos en la po-blaci6n, que vivia fundamentalmentede los frutos de la tierra. No solo apa-

recieron enfermedades sino que la desesperaci6nhabia acarreado multiples problemas de conviven-cia. El clima reinante era triste y agrio.

Los desesperados rezos, invocaciones y ritualesancestrales resultaron en balde. Llegados a este ex-trema, los sabios dellugar recurrieron al gran hom-bre de la Huvia. Cuando este lIeg6 al lugar, observ6la desolaci6n y, ante la mirada atenta de los sa-bios, pidi6 una cabana a la entrada de la aldea, asi

como agua y pan para cinco dias. Nadie entendia__acia Todos eSDeraban que el hombre les dijera 10que tepian que hacer y 10teplan todo dispuesto pa-ra ~acilitarle 10que quisiera. por extravagante quefuera, pero el hombre de la11uviano pidio nada mas

Pasaron 10stres primeros dias y 10saldeanos se quedaron en sus casas,expectan tes. No hubo mas linas, ni mas enfer-mos, ni mas tristeza. Todo era silencio y expectacion.Muchos oraron para dar fuerza al hombre de la llu-via. Al cuarto dia, llovio La gente volvio jubilosa delos campos y lugares de trabajo y se dirigio a la ca-bana del hombre de la lluvia para festejarlo. Todo elmundo, sobre todo los sabios, querian conocer elgran secreto que habia traido las lluvias a su al-dea. Illes contesto: "Yono puedo hacer que llueva"

Aquellas palabras resultaban increibles. "Pero sinembargo,llueve", decia la gente. Elhombre de la 11u-via aclar6: "Cuando vine a vuestra aldea, vi el desor-den exterior e interior. Fui a la cabana y yo mismome puse en orden. Cuando yo estuve en orden, vo-sotros tambien os pusisteis en orden y, cuando yaestuvisteis en orden, tambien la naturaleza se pu-so en orden y, al ponerse en orden, 110vio".

Este relato, adaptado de 1aversion del monje bene-dictino y maestro espilitual Wi11igisJager en su libroEnbusca delsentidode lavida, nos acerca a la mayor res-ponsabilidad que tenemos con nosotros mismos, conlos demas y con la existencia, que no es otra que elponemos en orden con nosotros mismos. Sien nues-tro interior hay paz, comunicamos paz y creamospaz a nuestro alrededor. Por eso, si queremos cam-biar este mundo tan sin sentido, a veces debemosempezar por nosotros mismos. Y comenzar por po-nemos en orden para sentimos en paz.