Núm.314

PRESIDEHTE DEL COLEGIO:

OOH LUIS LOPEZ GARCIA

DIRECTOR: ADMIMISTRADOR:

DD. AITlIIJO ESTEBA. IBAÑES IlOl FEliPE CAlBmBO smURA ~PREStDf"TE DE LA fEDERACIÓ*:

DOH ANTONIO S. GARCIA DEL REAL

•ARO XXXV

NOVIEMBRE 1934

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lABO'RATORIOS-FEDE S. A.D/PECOTOA DA. A. LOÍ'l1 CIUOllD· t AfU.ACtUlICO

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SiD núesidad de emplear el opio Di nin,uno de sus derivados. tor,¡,e la ro. emftbaa.feele los luheréulosos. curandQ y evitando las a,udi~cionescatarralee.

COMPOSJOON POR I~ ~ c.-Gua)"acol. 0.10 ¡.; Ti111ol, 1/JO g.; Esteal'OpteDo de' mM/.,1,50 R·.; Esencia de Niaali,;qPtJ8·; CiDeol, 10/lO 8.; Sulluro de Alilo, 0,005 g.; TIioleinas eleri·"iradas. r. s.

En tos procesos blOnCopulmoltaRs inlecciolOs, se coniigae realiza1' una Abtisepsia~ápida y enérgica. obteniendo, la curación en corto plazo.

COMPOSICION POR fIlO c. C.- Para-iso,pl'Opilmetacresol, 1,50g.; AnbidllOlerpina. 101JO R.;Esencia de Niauli. 20,00 g.; Alcanfor. 2PO g.; Trioleinas eterifica(/as c. s.

En estos procesos la remisión ele los sintomas es inmediata a la aplicación del\lXttdicamen10.

COMPOS!CJON POR lOO c. C.-Lec/lina, 0.25 g.; Colesterina. O;JO g.; Estricnina. 0117 g--..;Timol, 2,50 g.; Gomenol, 7,45 g.; Eucaliptol, 7,5Sg.; Mentol. 5,00 8,' Alcanfor. 2.00 8.; GlJaya~o/,5,Q<ig.; &/'ite de olivas esterilizado, c. s.

Se nena la doble indicadón ele yu,ular el acceso de asma con la adrenalina y auopina'i ,(lctu;u sobre los procesos catarrales por ia acció~ antisépti~a ele ]os balsámicos; Ileuuclo·ambas indicaciones con una sola inyecci61l.

COMPOSICION POR 100 c. c.~Atropina, 0.0025g., Adi'ttrlJli'17f4,QJJOS g.; Guayaco~ Spo g-llimoJ, 5,5Q 8-' MuJol. 4,50 g.; Gomei7ol, 10/)(}04 Alcanfor...2JKJg.; Aceite esterilizatio.. c. 6.

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Todos los númUOll 'lÍenen una indicación especial en los procesos grij)ales elel aparaio rtspir8!orio,

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Num. 314Año XXXV MADRID, NOVIEMBRE 1934

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BOLETIN--DEL--

[~ l ~ fi I~ ~ fHIAl O~ PRA[TI[AnT~! O~ M~OI[ InAY [(RUfiII--DE--

MADRID Y SU PROVINCIAPRESIDENTE DE LA FEDERACiÓN:

DON ANTONIO S. GARCIA DEL REAL

DIRECTOR DEl BOLETíN:

..~ DON ANTO,NIO ESTEBAN IBAREZ"

PRESIDENTE DEl COLEGIO DE MADRID:

DON LUIS LOPEZ GARCIA

ADMINISTRADOR DEl BOLETíN:

DON FELIPE CARRETERO SEGURA

REDACTOR .IEFE:

DON LUIS TRÁPAGA Y SÁNCHEZ BRAVO........................, ..SE PUBLICA LA PRIMERA DECENA DE CADA MES, ~ .

8 Domicilio Social: CONDE DE ROMANONES, 10, 1.0_Teléfono 76852

~~,'~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

DISPOSIOIÓN

Cuando teníamos en prensa la mayor par­

te del original de nuestro BOLETÍN, recibi­

mos una grata noticia al ver publicada en la

Gacetu la siguiente disposición:

«Ilmo. Sr. : La Orden de 14 de septiem­

bre último dictada por este Ministerio para

resolver las consultas hechas por diversas

Facultades de Medicina y previo informe de

éstas y del Rectorado de Madrid, autoriza a

los médicos, en posesión del título de licen­

ciado en Medicina, a la obtención del de

practicante o e~fermero, con el pago de los

derechos correspondientes, sin necesidad de

otras pruebas de aptitud que las realizadas en

los esludios de Medicina.

»Esta disposición, perfectamente lógica y

fundada, puede crear en la práctica situacio­

nes especiales, ya que una persona que tenga

ambos títulos quizá desee ejercerlos simultá­

neamente. bien en asistencia a particulares o

cargos oficiales.

»Como la disposición citada no tiene otro

alcance que el determinar la forma de obte­

ner los médicos el título de practicante o en-

MINISTERIAL..

fermero, y es necesario señalar el uso de

uno y otro título, cuando lo posean a la vez:

))Este Ministerio se ha servido disponer

que: todo licenciado en Medicina, que haya

obtenido u obtenga el título de practicante o

enfermero, no podrá ejercer simultáneamente

las dos profesiones; por consecuencia queda

prohibido el desempeño al mismo tiempo del

ejercicio particular y de cargos retribuidos de

médico y de practicante o enfermero, ni si­

quiera con el carácter de interinidad ..

»Toda infracción de esta disposición se

castigará con la anulación de uno de los tí­

tulos obtenidos.))Lo digo a V. S, para su conocimiento y

efectos.-Madrid, 5 de octubre de 1934.­

Filiberta Villalabas .-Señor Subsecretario de

este Ministerio.))

* * *Aunque la disposición transcrita no colma

ni mucho menos nuestFas justas aspiraciones,

el hecho en sí, significa ya una prueba de la

justicia de nuestra protesta contra la dispo­

sición primera.

H,OMENAJE AL DOCTOR CASTRESANA

Por imperativo de la ley se ha visto obli­gado a abandonar su cargo de Director delInstituto Oftálmico el ilustre doctor D. Bal­domero Castresana, que al cumplir la edadreglamentaria ha causado baja en el citadoéstablecimiento, pasando a situación de ju­bilado.

Su labor profesional de más de treintaaños ha sido tan fecunda y de éxitos tanconstantes, que no solamente perdurará entrelos sanitarios de la época presente, sino quesu nombre, al igual que el de otros apósto­

les de la profesión, pasará a la posteridadcon la aureola de gloria y recuerdo santo aque por su sabiduría, caridad y laboriosidad

le corresponde.i Más de 17.000 personas fueron operadas

ron éxito por el Dr. Castresana, dando luz yvida a otras tantas pupilas! ¿ Qué mejor tes­timonio se puede aportar de su fructífera ac­

tuación?Un hombre de estas condiciones merece la

gratitud de todos sus compatriotas, ya quepone tan aito el prestigio de la ciencia espa­ñola. Esta expresión de afecto y simpatíasfué concretada por un crecido número de ad­miradores en un banquete-homenaje celebra­do la noche del día 3 de octubre en un aris­tocrático hotel, al que asistió una lucida re­presentación de la Medicina española, de las

Artes y de las Letras. Con este acto se haquerido patentizar en vida al Dr. Castresana

(esa vida fecunda hasta hoy, que no ha de serinterrumpida por una disposición burocráti­ca), el agradecimiento por su acción útil a laciencia y beneficiosa para sus semejantes, sinque por ello no estemos seguros de que se­

guirá esa carrera, que lo ha llevado a lascumbres del prestigio profesional, toda vezque se encuentra pleno de salud y de ener­gías, más amante que nunca de su profesión,

siempre dispuesto a ponerla al servicio delos demás.

No podía ser por menos. La Comisión or-

ganizadora tropezó con insuperables diflcul~

tades para llevar a cabo el acto verificado,por tener que vencer en primer lugar la vo-luntad del interesado, enemigo de exhibicio_,nes por su arraigado espíritu de modestia y

actuación callada, y por otra parte las cir­cunstancias anormales por que atravesó lapolítica de España en aquellos días.

En torno del sabio profesor Castresana to­maron asiento en la mesa presidencial losdoctores García Tapia, Piga, García del Mazoy Van-Baumberghen, las señoritas ClaraCampoamor y Concha Espina, el diputadodon Hilarío Ayuso, el vicepresidente de la

Asociación de la Prensa, D. Alfonso Santa­maría, D. Carlos Caamaño, y el hijo del ho­menajeado Dr. Castresana.

Difícil es recordar los nombres de todoslos médicos asistentes. Allí vimos, entreotros, a los doctores Nogueras, Hernándezde la Portilla, Carro, Vallejo de Simón, Ba­rajas, Soler, Luque, Arjona, Grinda, Ber­mejillo, Beneded, Poyales, Barragán, etc.

También asistieron los ex ministros seño­res Montes Jovellar y Garnica y representa­ciones diversas de la Prensa, del PatronatoNacional de Ciegos y de otras asociaciones y

entidades.A la hora de los brindis ofreció el home­

naje, en nombre de la Comisión organizadora,

don Jacinto Gamazo, quien leyó extraordina­rio número de adhesiones. •

A continuación el presidente del Colegio

de Médicos Dr. Piga, en nombre de la clase,hizo uso de la palabra para decir que no es tan

fácil encontrar las palabras adecuadas en ho·nor de un hombre de las condiciones quereúne el Dr. Castresana, quien no necesita

de elogios, pero que dando suelta a lo que suimaginación siente y piensa en aquel mo­mento ha de decir que Castresana no sólo esun eminente hombre de ciencia, sino que

también 10 es de conciencia, por lo que nocuenta enemigos. Todos los médicos que le

El Dr. Castresana fué profesor clínico dela Facultad; pasó pronto al Instituto Oftál­mico, y en tan reputado centro, escenario desus triunfos, llegó de profesor agregado a di­rector y jefe facultativo del mismo.

y fué grande su actuación científica y

social.Los trabajos publicados, numerosísimos.De los más interesantes el libro sobre «El

estrabismo», en colaboración con su hijo;«La sueroterapia en oftalmología»; los tra­

bajos acerca de «La operación de cataratas»,«La cirugía ocular conservadora», «El trata­

miento del desprendimiento de la retina»,«La insulinoterapia en oftalmología», «Cata­

rata diabética», «Dificultades diagnósticascuando se inicia el desarrollo del sarcoma de

la caraides», «Catarata negra», «Cristales de

5

* * *ALGUNOS DATOS BIOGRAFICOS

sagrado al curar o aliviar a sus semejantes.«Mi otro amor profesional-añade-es laAsociación de la Prensa. A ella me he dedi­cado desde la fundación de su Cuerpo mé­dico con todo mi cariño y toda mi voluntad.Esta labor la seguiré realizando mientrasviva con la misma fe y el mismo entusiasmoque hace treinta años.» (Una gran ovacióninterrumpe al orador, que continúa poco des­pués diciendo:) Ilustres personalidades yqueridos compañeros: Yo no tengo costum­bre de discursear, por estar más habituadoal manejo del bisturí que a la palabra y a laliteratura. Le embarga la emoción y cree quela profesión ejercida como un sacerdocio notiene otro mérito que el del cumplimiento deldeber. Elogia al Patronato Nacional de Cie­

gos, y termina diciendo que continuará tra­bajando con entusiasmo, con la inteligenciapuesta en el avance de la ciencia y el cora­zón junto al lecho del dolor, trazando el surcoprofundo de la verdadera caridad, que es laque más necesita la Humanidad doliente.

Al acabar su sentido discurso, el ilustredoctor Castresana fué muy aplaudido, reci­biendo numerosas felicitaciones, a las queunimos la nuestra muy sincera.

Antonio Esteban Ibáñes y Luis Trápagay Sánchez Bravo.

1[ DE PRACTICANTES DE MEDICINA y CIRUGIA¡,~ han tratado y conocen rueden decirle: i Cas-

t tresana, eres un buen compañero!

.

t,.,'. Después se levantó a hablar la señoritar Clara Campoamor, que llevaba la represen-

1,

',1 tación del ministro del Trabajo, y tambiéncomo directora general de Beneficencia que­ría mostrar su adhesión al acto y decir quevarios miles de enfermos deben la vista al doc­

lor Castresana, del que la asistencia privadaespera todavía seguir disfrutando los benefi­cios que sus manos bienhechoras derrocha-

,

1,. ron en la asistencia pública en nombre de lacual le da las gracias.

~. El vicepresidente de la Asociación de lal Prensa Sr. Santamaría, se levantó a hablar

~ en nombre de la citada Asociación, diciendo! que los acontecimientos políticos han impe­, dido acudir al homenaje a ilustres personali-

dades que seguramente hubieran realzado

con su presencia el acto. Saluda al Dr. Cas­¡resana en nombre de la Directiva, y en elo­cuentes frases hace un caluroso elogio delhomenajeado, de quien dice es un hombre

de ciencia y de corazón. Tiene un sentido re­cuerdo para D. Federico Rubio y para losdoctores Huertas y López Elizagaray, de los

que dice que además de sabios eran santos,. y que el Dr. Castresana pertenece a esa es­

tirpe de ilustres médico3 que ejercían la pro-lesión junto con la caridad, dejando en más

, de una ocasi6n dinero en casa de los enfer­

t mas necesitados y obreros pobres.

Termina su discurso haciendo votos porque el doctor Castresana viva muchos añospara hien de la ciencia y de la Humanidad.

Por último, el Dr. Castresana, en medio, de una clamorosa ovaci6n, se levanta a ha­

hlar con emoción sentida y con modestaspero elocuentes palabras, agradeciendo a to­dos el homenaje de que se le hace objeto,que no lo estima proporcionado a sus méritos

i..·.· y sólo lo acepta si, como cree, está fundadoIl'n el cariño de todos. Dice que las manifes­¡: taciones públicas de adhesión deben guardar­~ se para aquéllos que en el campo de last ciencias, de las letras o del arte produzcanr¡lOa revolución sensacional con sus trabajos.

t Deja con verdadera pena la dirección del

¡ Instituto. Oftált~ico. dond.e ha trabajado du­l :ante tremta anos, cumphendo con un deber.¡

rf

(Marca registrada)

ANTONIO P. GONZÁLEZTeléfono 71351

Nue~tro compañero D. Juan Carbal ledo. Ges.

tor de la Diputación Provincial de Madrid.

al que se debe la propuesta de la creación

de 15 plazas de practicantes en la Beneficen-

cia Provincial.

BoLETíN DEL COLEGIO OFICIA

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ácido unco en el parenquima», Miopía pro­gresiva», «Mi modelo de pinza para extrac­ción «in totO» de la catarata», «(Quistes sero­sos de la conjuntiva bulbar», «De las úlceraspor espigazo» y numerosas notas clínicasacerca de lesiones oculares poco frecuentesen ,clínica oftalmológica.

Es vocal del Patronato Nacional de Ciegosy sus iniciativas, siempre acertadas y de uti­lísima orientación. Su obra social mereció queel Estado la apreciase en su justo valor, oto~­

gándole la gran cruz de Beneficencia y la de

Isabel la Católica.¿ Qué más? Hay una cifra que compendia

toda la exposición de la vida fecunda de estesabio oculista. Ha realizado más de veintemil operaciones, perfectamente clasificadas,lo que revela el número de visitas y consul­

tas que llevó a cabo.

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A. W. von Hoffman descubrióel formaldehido en 1867.

LUTO EN EL MUNDO

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HA MU'ERT'O!!._...,,,,,,.~~~

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Se llevó al maestro este otoño luminoso

de atardeceres violeta. Desde su casa fronte­

riza al Retiro madrileño, tuvo envidia de vercaer la hojarasca teñida de oro, y su vida

cayó cortada del tallo de sus ochenta y dosaños,

Ha muerto Cajal haciendo un alto en sus

tareas. Dejando la pluma horas antes de

expirar, sobre su última cuartilla llena de

graf<¡Jogía de moribundo.

Se marchó de la existencia casi sin aper­cibirse; porque su talento, su espíritu y su

alma, la hablaban al oído de la fortaleza in­

mortal de su privilegiado cerebro.

El mundo ha de llorar a estas horas alsahio desaparecido que dedicó a la humani­

dad su vida. Y nosotros, en esta nuestra

hora de España, en el acerbo de nuestro

dolor, hemos de hacer de su recuerdo guión

y espolique de voluntades. Para pensar en

* * *

autoridades de la Histología mundial por dlante de sus oculares. El Cajal español, no "conforma a la injusticia ni al absurdo. El dminio absoluto de su método, unido a la fihispana de su raza, le hacen arrastrar a Klliker, la más grande figura y maestro incatestable de la Histología, a su microscopiohundirle los ojos en sus lentes.

y la ciencia se rinde, a Cajal, y con Caja España, por boca de su más alta autoddad que exclama solemne: Señores, se aca.

ba de descubrir a un gran sabio. Se llama Ra- '.món y Caja\.

Se derrumba para el mundo la España demajos, toreros y pandereta que describieraMerimée en su panorama de Iberia. Para quesobre sus ruinas camine un sabio pregonan­do que el sol del mediodía de Europa, es ca­paz de crear cerebros de dioses que perso­nifiquen fuera de sus fronteras las excelen­cias de nuestra raza. Altanera y bravía, in­dependiente y romántica, pero dotada de su­hlimes cualidades de creación.

Vió Cajal en su vida cómo el mármol hade perpetuar eternamente su recuerdo.

Primero Zaragoza y luego Madrid, el Ma­drid de sus paseos de solitario, levantaron elbusto admirable del maestro sobre la Facul­tad que le hizo médico, y sobre la ciudadque puso a su vida nieve en sus canas, queél se cuidara de derretir con el fuego de sucorazón que todas las mañanas se levantabacomo el sol en el horizonte.

La tranquilidad de su vida la dividía entresu Laboratorio y sus callejeos entre puestosde libros viejos, de arribo al pelouche rojo

y desvaído de los divanes de su café delPrado. Y sólo, en su mesa que le inspirarasus célebres charlas, veía pasar la vida pen­sando en todo y sin pensar en nada. Entrete­nido en el hojeo de periódicos infantiles, queal sabio--tipo de hombre en un todo diferen­te al vulgar y anodino de los montones hu­manos-le habrían de decir cosas interesan­tes en medio de sus colorines y de su prosade fábula y de travesura. El hombre que nopudo nunca entretenerse en la «tontería de

ser ministro», la hacía leyendo-recordando

BOLETIN DEL COLEGIO OFICIA8

* * *

nuestra patria como él pensara siempre, ensu eterna máxima de dar a España una figu­ra cumbre del saber. Anhelo de sus anhelos.Quijotismo de hispanos, cuya falta denotaraen 1905, al decir en el entonces Colegio deSan Carlos, que entre los vicios y defectosmentales de nuestra raza, se hallaba la esca­sez de sanos y levantados quijotismos enpro de la cultura, elevación moral, y prospe­

ridad duradera de la patria.Se nos atasca la pluma al resbalar so­

bre las cuartillas. Nos sentimos pequeños einsignificantes para hablar de la figura ge­nuina y cumbre de nuestro siglo XIX. El úni­co valor de estas notas necrológicas, es suprosa de sentimiento, destilado en el alam­bique de nuestro dolor de españoles aman­

tes de nuestra ciencia.

i La vida de Cajal! En síntesis, dos moti­vos cultivados siempre: trabajo y constan­cia. Y fe. Una fe ciega en el estudio paraesclarecer los arcanos de la materia. Des­de 1880, recién concluída su carrera en quepublicara su primer trabajo científico, llenode « faltas de juventud» y que hizo excla­

mar al publicista de la Universidad de Zara­goza, i pero quién es Cajal para juzgar lostrabajos de los sabios!, hasta tres horas antesde su muerte, en que haciendo anotacionesa su más prodigiosa obra escribiera: «y vues­tras potencialidades inquisitivas distan mu­c,ho de haberse agotado, antes bien creceránincesantemente, tanto que cada fase evoluti­va del «hamo sapiens» revestirá los caracte­res de nueva humanidad».

Tiene la obra maravillosa de Cajal la vir­tud que tienen las de los grandes genios.Culmina en toda ella como cualidad especí­fica de su talento macho, la independencia~ás absoluta en todos sus juicios. Su valori~dómito al enfrentarse con todos los proble­

IT:Jas, no le hace decaer en su trayectoria.Fijo, seguro, paso a paso, extiende su cien­

cia por el ámbito patr~o primero, y en 1889,lI¡ega a Alemania cargado de microscopios y

preparaciones para ocupar su rincón en uncbngreso científico. Obscuro y silencioso, con­

templa el pasar indiferente de las grandes

DE PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUGIA 9

tal vez-los más disparatados cuentos que ha­cen soñar en la época de los primeros años,I,bre la frente de preocupaciones y de arru­gas el ceño.

Supone la pérdida de este hombre, repre­sentativo de la especie, un motivo de senti­miento vario. Fueron muchos los años de suvida y en ella nunca escatimó su rendimién­too Patriota por antonomasia, puso su almaentera al servicio -de una reivindicación deEspaña en aquellos sus años peores en losque se hablaba de nuestra muerte nacional.

y su gésto, a más de su valor personal,tuvo el de levantar en nuestro sUelo, en unnuevo renacimiento 'científico, literario y ar­tístico a los genios dormidos, en nueva edadde oro de la que son testimonios brillantesentre la pléyade de hombres ilustres, Torres­(~uevedo y Echegaray, Azcárate y Costa, Si­marro y Achúcarro...

Si la ciencia carece de patria, Cajal, comoPasteur, pensaba que los «sabios sí la tienen»v que el conquistador de la naturaleza no so­lamente pertenece a la Humanidad, 'sino a¡ ma raza que se envanece con sus talentos,a una náeión que se honra con sus triunfos,

y a una región que le con'sidera como el fru­to selecto de su terruño.

La inteligencia del maestro ha ido parejacon sus descubrimientos, siendo éstos losefectos inmediatos de su pensar. No ha per­tenecido, y ello' hay que proclamarlo muyalto, a esa estirpe de sabios que, como élmismo dijera, su inteligencia es muy inferiora sus descubrimientos, a los cuales llegaronpor ciegos e inesperados caminos del azar. Elcaso de Courtois, del que escribiera un in­genio que no se sabe si fué él quien descu­brió el yodo o si el yodo lo descubrió a él,es más frecuente de lo que muchos se fi­

guran.Pena en el ánimo, tristeza en el pensa­

miento y recogimiento en el espíritu que noshabla de hacer solitarios y pensar en empre­sas de altos vuelos, nos ha producido la muer­te de nuestro sabio.

Hay muertes que son germen de nuevasvidas. Que la de Cajal lo sea de la de unaEspaña más grande, más sabia y más buena.

Octubre' de 1934.

LUIS TRÁPAGA y SÁNCHEZ-BRAVO.

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Los que enferman en el mar.

Con este título, hemos leído en el diariode la noche Heraldo de Madrid un documen­tado artículo firmado por el Dr. Alvarez-Sie­r,ra, de cuyo artículo entresacamos algunospárrafos:

ce Por uno de esos absurdos legislativos tanfrecuentes en las ordenanzas marítimas detodos los países, la obligatoriedad de llevar

médico a bordo no se relaciona con los díasde navegaci6n, sino con el número de tripu­lantes. Como consecuencia, la mayor partede los barcos carecen de asistencia sanitariay sólo los grandes trasantlánticos disponen deella. Todo barco cuya dotación sea inferior acuarenta hombres no necesita médico, y lascasas armadoras procuran, siempre que esposible, no sobrepasar esta cifra. La medidano puede ser más inhumana. A los numero­sos riesgos de cruzar el océano tienen queunir éste de encontrarse aislados, sin el con­sejo técnico que cure sus dolencias y solu­cione un síntoma de gravedad. Ocurre, ade­más, que los buques de carga, en los quemás frecuentemente se da este caso, lle­van marchas lentas y' tardan mucho más queIü's de gran pasaje. Mientras éstos puedenhacer la travesía de España-Suramérica enquince o diecisiete días, aquéllos empleantres o cuatro semanas. Tiempo sufi<;:ientepara que alguien adquiera enfermedades depatología interna o para que se produzcanlos numerosos accidentes quirúrgicos: trau­matismos, fracturas, luxaciones, caracterís-ticas de los golpes de mar y del aspecto -me­

cánico de los oficios marineros.En una ocasión-según me refería un

ilustre marino--curaron a un epistásico conun aparato inventado, por él, abase de unapinza de madera de las que se utilizan parasujetar la ropa y con el que pretendía com­primir las ventanas, nasales. Los intentos desondar en una retención de orina motivaronotra vez una escena que por casualidad noresultó funestísima. En estos tiempos enque prodigamos legislaciones previsoras paralos obreros de tierra adentro, ha llegado lahora en que las autoridades deben poner fina esta situación absurda, obligando a todobarco que durante más de tres días tenga que

alejarse de la costa, a que lleve un médicoy un botiquín de urgencia suficientemente,dotado. »

Tiene razón sobrada el Dr. Alvarez Sie­rra, pero eS justo consignar que la marina de'guerra, en' los barcos de pequeñas dotacio­nes, va un practicante con un botiquín biensurtido para hacer frente a 9ualquier acci­dente que suceda.

Muchos años de práctica han probado laeficacia de este servicio. Como se deduceel no llevar médico en algunos barcos depequeña dotación, es debido a la carga eco~

n6mica que representa para la empresa laremuneración de un facultativo superior, ysiendo así, se debía legislar por los PoderesPúblicos: «Que aqu'ellos barcos cuya dota­ci6I}.' fuese inferior a cuarenta hombres, lIe-... .~. .

vasen a bordo un practicante» .•

He aquí una ocasi6n para que el actualSubsecretario de Sanidad, Sr. Pérez Ma­teos, dando una prueba más de su interéspor la Sanidad; pongo fin de una vez a loinhumano y cruel que supone tener a va­rios centenares de trabajadores del mar sinasistencia sanitaria.

MARCOS YERA.

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En las grandes colectividades o em­presas del orden que sean, el éxito de unhombre solo, es el fracaso de aquéllas yla humillación de sus componentes.

El: BOLETIN debe ser el triunfo detodos, y vuestro" administrador os pideaportéis a la obr(l' vuestro grano dearena.

Captando lID nuevo suscriptor o unanuncio habréis cumplido con vuestrodeber de compañero o colegiado, y eltriunfo, por ser de todos, no podrá eleo

var ni rebajar a nadie, siendo necesariono olvidar que las grandes obras se sos­tienen y triunfan gracias al cariño y amorque les prestan sus autores.

El administrador de vuestra Qevistaos pide la cooperación de todos y esperaque se la otorguéis, asegurando así lavida próspera y duradera del portavozde los practicantes de Madrid y su pro,viucia.

FLORENCia BEL GERONAUn viejo luchador, tachado de nuestras

lilas por el borrador negro, duro y áspero dela muerte.

Un hueco más entre nosotros para l1en~r1o

tOdo él con el recuerdo del hombre buenoque desaparece.

Fué Bel durante su vida, un compañero

siempre en activo, no teniendo ninguna épo­ca de su existencia, ese matiz de sombra quehace difícil el recuerdo de compañeros quevivieron nominalmente. Vivió por y para sucarrera, dándola todo cuanto tenía, trabajan­do y luchando con la esperanza de mejorestiempos en el porvenir.

Tuvo su espíritu por CUt1~",::',~1 de su padretambi~J;I profesional, y curtHio "en la luchapor el pan cotidiano, en ese agro espáñol quetempla l~s corazones en la lucha con el me­dio, a fU(frza de vencer dificultades y pasardesdichas.

De diecinueve años termina en Zaragozasu carrera, y. cumplidos sus deberes milita­les comienza su ejercicio profesional en unpueblecito de Aragón (Embid y su anejo de

Ribera de Campiel), asistiendo él solo a suenfermería rural, haciendo de todo y perci­biendo seguramente aquel10s haberes irriso­rios y antihumanos, que hacían de un hom­bre un muestrario de deberes y una multi­plicación de actividades para lograr el mila­gro de subsistir diariamente.

Veintisiete años de ejercicio rural, danbuena prueba de su temple y de su fe, almismo tiempo que pregonan la que en él te-

BOLETIN DEL COLEGiO OFICIAL12

nían depositada sus enfermos, que le vene­raban y querían, sin que en su ausencia le,olvidasen, ya que en Madrid recibía a todoaquel que de su partido aragonés pasara pornuestra capital, sin importar para nada eltiempo de su ausencia.

Florencio Bel, desde sus primeros tiem­pos, no pudo permanecer inactivo en sus de­beres sociales. En sus años de titular. su~spíritu batallador funda el Colegio de Cala­tayud-Ateca, del que durante siete añosocupó la presidencia y desde el cuaí organi­zó dos asambleas de rurales.

Más tarde, en Madrid, es· nombrado pri­mero agregado, y luego numerario por opo­sición de la Beneficencia Municipal, y lasDirectivas de nuestro Colegio se vieron fa­vorecidas por su cooperación y desempeñode cargos.

En suma, toda U'na vida consagrada al tra­bajo y al cumplimiento del deber, y que ha

tenido como colofón el haber formado unhogar donde, después de muerto, se seguirásu ejemplo y se venerará su recuerdo, a loque se unirán en muchas ocasiones sus com­pañeros madrileños.

A nuestro fraterno amigo y compañeroFlorencio Bel Gimeno" imagen y semejanzade su padre, el testimonio de, nuestro doloral que se asocia nuestro Colegio como pós~tumo homenaje a uno de sus viejos lucha­dores. '. Octubre de 1934.

L. T.

Por acuerdo de la}linta Directiva hasido designado con carácter interino has:ta aprobación de la General, letrado ase,sor de este Colegio el ilustre jurisconsultodon Antonio Vidal Moya.

Contra las herjdas

Heridas infect~ª~s. FlemonesQuemaduras. Sabafiones ul­cerados. Alter:~s:dones de lapiel de carácter infeccioso. úsese

"DERCUSAN"

Cinemato bencito,Colesteri na. Go­menol, Alcanfor.

Muestra, y literatura:

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SANITARIAS

EI e o n f I ¡e to e r e a d o a los Pr a e tic a n te s

Hay que hacer justicia rápida a tan meritoria clase.

El revuelo producido por la disposición deldía 14 (Gaceta del 18) sigue entrañando idén­tica inquietud para quienes han sido vícti­mas de él en su moral y en sus intereseslegítimos. La reacción ha sido enorme, yde todos los puntos de España llegan hastanosotros copias de los telegramas y oficiosdirigidos al ministro de Instrucción públicay a la Presidencia del Consejo solicitandourgente derogación de tan absurda medida.Urge la demostración que esto no se ha ins­pirado en un propósito de perjuicio para lospracticantes, tan acreedores a otro trato ya quienes, por el contrario;' consciente o im­pensadamente tanto se persigue.

Reproducimos algunas opiniones y pro­testas sobre dicho asunto y sobre el concep­to qu~ los auxiliares de la medicina merecen.a destacadas personalidades sanitarias..1. La Federación de colegios oficiales dematronas, con la firma de su presidenta,doña Africa Biencinto, ha elevado respetuo­sa y documentada protesta ante el ministro,uno de cuyos párrafos dice: «Se permite di­rigir a la superior autoridad de vuecencia la

'más respetuosa y sentida protesta por el de-sastroso efecto que ha producido a la claseauxiliar sanitaria en general la mencionadadisposición, que consideramos como unaanulación de derechos muy legítimos, adqui­ridos en virtud de disposiciones vigentes,por una clase que si bien modesta, no porello resulta menos digna de respeto ... »

Dicha Federación ha interesado de susorganismos se dirijan al ministerio eh idén­¡ico sentido, ." El Colegio de practicantes de Avila mere­.ce destaqa~se por la energía respetuosa desu protesta;' así como el de Salamanca y Va­lencia, pues sólo de esos puntos se han di­rigido al ministro más de cien telegramas yoficios.

o

El Colegio de Médicos de Avila ha en-viado ~I siguiente telegrama: «Colegio Mé­~icos de Avila protesta enérgicamente con­tra nueva disposición ese ministerio quitan­do derechos practicantes son muy suyos, einvita ministro busque solución más digna.compañeros médicos,--Presidente.»

En oficio confirmativo razona y amplía losfundamentos de su protesta y termina el es­crito con las siguientes palabras: «... reiteraeste Colegio médico la susodicha protestaesperando del buen criterio de V. E. otradisposición que anule la anterior y resuelvacon más dignidad, con más respeto para eltítulo de licenciado la situación económicade los médicos.-'Tomás Martín, presidente.»

* * *y a ese tenor todos los colegios de prac­

t'icantes y matronales y muchos de médicos,a quienes se nos ruega hagamos patente lagratitud del Comité por su magnífica y valio­sa solidaridad.

* * *Con relación a este problema y a cuanto:>

tiene planteados la clase de practicantes, he­mos hablado con diversos profesores, cuyasopiniones apuntamos a continuación,

Del ilustre amigo y maestro doctor Taboa­da es la siguiente:

«Lo que ocurre con ustedes es inexplica­ble. Quienes éünocemos la eficiencia de suactuación profesional y las necesidades dela sanidad no alcanzamos a comprender quela solución de sus justas aspiraciones, tanligadas a los intereses de la Sanidad y delpúblico hallen obstáculos. Más que pompo­sidades: espectB:culares los organizadores de­ben tender en-!sus propósitos a la estructu­ración' de un' instrumento sanitario perfectoy progresivo, :para cuya articulación lógica yeficaz ustedes >, son indispensables.

Por mi parte ya saben, y no de ahora,que me tienen a su lado incondicionalmentey que me encUentro identificado con su cia-se, y sus aspt:D.á~iones.·) .

El ilustre presidente del Colegio de médi­cos de Madrid, doctor Piga, nos manifestó:

«Se ha dicho con verdad que la institu­ción que ustedes componen es digna de co­pia y que los practicantes llenan con excesolas necesidades del servicio auxiliar médico­sanitario en España. Yo añado que 'en la for­ma que ustedes exponen sus querellas, tandolorosas como inmerecidas, también resul-

i30LETf-N DEL COLEGIO OFICIAL

drid, ha quedado plasmado en el trabajo me.ritísimo que con espontaneidad conmovedoray perfecto por su acopio de razonamientospublica este popular diario de la noche ensu número correspondiente al día 25.

Nos ha dicho este joven maestro:«Cuando leí la disposición la juzgué tan

fuera de toda razón, tan ilógica y extempo.ránea, que creía soñar. Inmediatamente hil­vané el trabajo a que se refiere usted con la'plena satisfacción de quien cumple un deberineludible. Mi modesta pluma y las" págfnasde Heraldo se encuentran siempre dispues­tas a la defensa de las causas justas y la delos practicantes lo es. No hay médico quepueda defender la merma que se les hacenen sus intereses y en sus derechos y no ese'se el camino de resolver los problemas quea la clase médica afectan. Y yo, que co­nozco mucho a mis compañeros de profesión,les afirmo que ninguno de ellos se solidarizacon los que hayan solicitado esa protecciónque les rebaja ... »

(De El Liberal.)

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ta digna de copia y de enaltecimiento su co­rrección, pues hasta cuando se refieren aquienes les irrogan los, mayores perjuicioslo hacen con ejemplar ecuanimidad, de lo quese deduce su firme convicción y se colige lafuerza ,que supone su se'renidad consciente.En mí tienen un amigo y un compañero, quepor comprenderles les apoyará siempre, noya por afecto sólo, que esto sería poco, sinopor resultar absolutamente justo.»

El doctor D. Enrique Bardají, inspectorprovincial de Madrid, opina de esta forma:

«Los practicantes me titulan su verdade­ro amigo y no hay denominación que másme halague, ni de mayor certeza. Con lamisma firmeza que les diría lo contrario,pues a quienes se quiere se va siempre conla verdad por delante, les digo que sus re­clamaciones son tan lógicas, tan razonables,que no tenían ustedes que exponerlas, sinoque hace tiempo debían haber sido satisfe­chas por quienes pueden hacerlo.»

Lo que piensa el doctor Fernández Cues­ta, colaborador sanitario de Heraldo de Ma-

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DE PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUGIA

Favores que ofenden

15

De esa naturaleza es el que acaba de ha­cerle el ministro de Instrucción pública a laclase médica española y que aparece en unadisposición publicada en la Gaceta del día 18.

Aun siendo verdad que algunos médicoshayan solicitado el poder ejercer la profesiónde practicante y enfermero, no alcanzamos acomprender la premura de legislar al accedera lo solicitado, sin antes consultar con el Con­sejo general de los Colegios Médicos, únicarepresentación oficial de la clase que podíaaconsejarle.

¿Consentirán los médicos españoles tama­ña ofensa a su dignidad profesional? Creemosque no.

La clase médica no puede eludir su protes­ta. Por naturaleza, por sacerdocio, por índolede ciencia y arte, el médico será siempreindividualista. Ese individualismo consumelas tareas del médico, que lleva un al­ma muerta, porque no surgen las leyesque se desean y se precisan, y nacen, encambio, otras como la que motiva este co­mentario, que no teniendo virtualidad paratransformar socialmente al médico ni a laMedicina, viene en cambio a ofenderles ensu dignidad profesional y no a sacarles de susituación irredenta ante la sociedad y el Es­tado.

No es humano que los médicos sigan me­tidos en el estrecho e incierto sendero que lesvan trazando ineptos gobernantes. Ni a la so­ciedad ni al Estado puede convenirles, porquelos aprisiona en un estrecho círculo, del quesale malparada la Medicina con sus preciadasconquistas, que quedan inaprovechables en laamplitud requerida. En nuestro concepto so­cial de la situación de los médicos y las ne­cesidades nacionales, estimamos que ya queno se ha hecho nada fundamental que lastransforme y mejore, debieran cesar las pe-

queñas disposiciones durante cierto tiempopara ver si aquellas cuestiones se enfocancon mayor prudencia y puede acometerse unareforma básica conforme a los dictados dela gran masa médica, que innegablementeestá preparada para ello.

Se pretende con esa disposición facilitartrabajo al número abundante de médicos, quecon las actuales leyes no encuentran un dig­no acomodo, olvidándose de que la masa lu­gareña española, compuesta de diez y seismillones de habitantes, carece, no ya de hi­giene pública y privada de la que también secarece' en las ciudades, sino de todos los ser­vicios médicos que utilizan seis millones deciudadanos que viven en poblaciones de másde veinte mil habitantes.

La clase médiéa que se aglomera en lasgrandes poblaciones como la que vegeta ais­lada en los miserables pueblecillos, no podráredimirse de sus penurias en tanto continúela falta de organización amplia que requie­ren los servicios públicos más importantes,como son los de asistencia clínica y asisten­cia sanitaria.

y no hablemos también del gran perjuicioque esa disposiCión .... crea a los catorce milpracticantes y que viene a ser una vejaciónmás para esa clase de los auxiliares médicos,arrebatándoles los mermados derechos que lesrestaban. La situación de estos profesionales,además de áspera, toma tintes dolorosos ysombríos pues significan la casi' anulación dedicha. carrera desplazándoles" de un puestoque con toda dignidad, competencia 'i altruis­mo han conquistado en la sociedad.

Tanto médicos como practicantes debenpedir ra derogación de esa disposición minis ..terial. - MANUEL FERNÁNDEZ.

(De La Voz de Galicia, diario de La Co­ruña.) .

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¿Son nuestros hermanos maY9res?

Siempre hemos tenido como injusto el ca­lificativo de hermanos. que muchos de nues­tros mismos compañeros daban a los 'médi­cos; creíamos que no existían las necesa­rias razones sobre las cuales se pudierafundamentar la referida calificación, ya quepor ningún lado apreciábamos la r,elacióncariñosa, leal y sincera, que hiciera posi­ble una convivencia franca, transigente yagradable entre las colectividades de' ambasprofesiones para que nos pudiéramos hacerla ilusión de que nos encontrábamos comoentre familia.

Si el hombre, y por él las asociaciones,para sostener sus actitudes de una formarecta, justa y precisa, no tienen que olvi­dar los ejemplos sobre los cuales tienen quecimentar sus determinaciones; los practi­cantes, basándose en esta premisa, al repa­sar su historia social, se encuentran con unaimportantísima cantidad de ejemplos, quenos permite suponer, si no hubiéramos es­tado más acertados considerando a los mé­dicos como nuestros mayores enemigos.

Uno y otro día, antes, ahora y siempre,los hechos nos están diciendo cómo los te­nemos que juzgar; hemos tomado comotipo de clasificación general las escasísimasexcepciones; nos ha servido eQmo norma elrespeto y la consideración, que nos parecíase merecían, la mayor clasificación socialpor su superioridad jerárquica; pero cree­mos llegada la hora de que, sin olvidar lasexcepciones ni la jerarquía, señalemos comose merezcan los que de forma despreciativanos traten. Acaso no les importe nada; pue­de ser que se alegren si tal hiciéramos, por­que así tendrían la disculpa, que ahora lesfalta, para terminar con el obstáculo que,según ellos dicen, supone para el progresode la Sanidad española lo que un médi~o.

llamó la resistencia pasiva de los practi­cantes.

Teniendo presente lo que conocemos, nosparece que las Directivas de los Colegios yel Comité de la Federación, han hechocuanto han podido y acaso algo más de loque en principio nos parecía podían hacer.¿Pero cómo y con qué medios lo han he­cho? Este es el problema que los practican­tes tienen planteado. Para resolverle tene­mos buen núrtlero de proposiciones en estu- .dio presentados por distintos colegios o in­dividuos que por su iiltención y su conve·

n!encia, merecen que se salven todas la~

dIficultades que presentan y rápidamente seponga~ en práctica,. y. a~emás, los Colegiosdeber.'an de dar ~n~clplO al estudio o pre­paración de constItuIr un fondo especialdedicado sólo y exclusivamente para lo~gastos de los medios que se empleen en la de'­fensa del título que, entre otros procedimien­tos, señalamos como eficaz, una campanade di.vulgación sostenida exclusivamente porpracticantes, que al habla y órdenes del Co­mité, demuestren públicamente la razón denuestros derechos y con ellos y por ellos, elderecho que tenemos a la vida, sin olvidarde decir quién es y cómo se porta con la clasenuestro hermano mayor, el médico.

Todos os habréis supuesto el por qué delas líneas que anteceden y la indignación quecon ellas se pone de manifiesto. Para los quesentís la herida en vuestras carnes, no nece­sitáis que os la señalen ni que os digan quiénla produjo. El dolor propio es más compren­sible que cuantos argumentos, citas y datosse puedan hacer y señalar para presentárosle.Si nos fuera posible, nos alegraría mucho másver ejecutado el deseo de cada cual, perocomo tiene las mismas dificultades para lle­varlo a efecto que las que nosotros encontra­mos para de'cirlo por imposición de la ley es­crita y por mandato de la conciencia, tenemosque olvidar; pero lo que no podemos olvidar,por mucha buena fe que en ello pongamos, esa qué clase pertenece y rOl' qué clase se nospretenden restar los medios de defensa que.después de muy desacreditados por quienesahora quieren recogerle para su propio pro­vecho, nosotros conservábamos y protegíamoscon la protección y cariño maternal que semerecían, porque eran, son, y aunque nos losquiten, serán nuestros, dígalo quien lo diga yhágalo quien lo haga, son nuestros y MUYNUESTROS.

, 0_' LUIS PANERO

11111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111,1111111111111111111111111111111111

El Dr. Page, médico=jefe de Imni=gración del Canadá, dice: «U n v. ia=je con la mar picada pondrá de ma="itiesto si un organismo está propen=so a la. locura». Recomienda estosviajes vioientos por el mar comoprueba para todos-tos que no estén

. seguros de -su estabilidad mental.

--1 "

REPLICA

MÉDICOS Y PRACTICANTES

Con este mismo título leernos en Vida

Médica, número 437, un artículo firmado pordon Julio Mut, cuyas apreciaciones nos inte­resa refutar en justificación de la campaña'emprendida contra la Orden del Ministerio'de Instrucción Pública, que todos conocemos.

Paladinamente reconocemos, como siem­pre hemos reconocido y reconoceremos, lasuperioridad profesional, científica del mé­dico sobre la del practicante. Negarlo sería'absurdo, pedante. Por ello, como auxiliaresde la Medicina, nos situamos en un plano me­dio que es el que lógica y legalmente nos

pertenece; el que, en justicia, debe respe­társenos.

. ~firma el autor que para ser practicante'«sólo son precisos tres cursos (y bien ele­

mentales, por cierto»). No nos e'xtraña sudesórientación en este sentido, ya que no

está obligado a conocer cuanto se ha legisla­do sobre el particular. Cuando se estableció

la dualidad del Bachillerato en Elemental yUniversitario, se dispuso' 'que aquél fuera ne­

cesario a quienes tratasen de cursar la carre­

ra de practicante. Al unificarse nuevamente

el Bachillerato, podía pasarse directamente ala Facultad, con efectuar simplemente unexamen de ingreso. Como venía a aumentarla plétora profesional, de una parte. y deotra, suponía un r~troceso en el grado cultu­

ral de los aspirantes. se consiguió del Minis­terio correspondiente que en su defecto seestableciese la obligatoriedad de aprobar pre­vi~meflte un número de asignaturas equiva­lentes a los tres primeros cursos del Bachi­llerato que se iba a crear. Si a esto sumamosahora los dos de Facultad, tendremos en total

cinfo años de estudios para poder ser prac­ticante. ¿Que satisface plenamente a la clase

este proceso estudiantil hasta l:a posesión deltítulo? No, ciertamente. Pero no es culpa

suya el que no se hayan atendido las peticio­nes de reforma de carrera, reiteradamente

hechas a los Poderes públicos desde haceaños, y que de llevarse a efecto nos coloca­ría a la altura de las circunstancias y de los

progresos de la Medicina y de la Sanidad.'

También afirma que ((los servicios de cual­

quier médico, han sido siempre, son y serántoda la vida, preferidos a los de los practi­cantes)). Pudiera ser, pero no siempre es.

Hoy nadie ignora que los practicantes son,además de ayudantes de los médicos, quie­nes aplican inyecciones, hacen sangrías, po­

nen ventosas, curan heridas, anestesian, eFcétera, etc.; todo ello bajo la dirección delprofesor, cuya ejecutoria, más elevada, infi­

nitamente más compleja, determina el diag­nóstico, ordena la terapéutica, dispone el ré­gimen alImenticio y de vida, etc .• etc. Bienclaramente se deja ver que el médico, 'orapor incapacidad (¿por qué no?), ya por aza­

res de la vida, impelido a descender a másbajos menesteres, pierde prestigio ante elenfermo o familia. Innegable que a todo obli­

ga la necesidad, y así es verosímil el hechode que muchos pacientes sean asistidos porquien creyéndole practicante, no es sino unmédico en calidad de ayudante de otro com­pañero, de otro hermano de profesión. Porlo que respecta a los honorarios, también esfrecuente el caso de que profesionales mé­dicos trabajen más económicamente que al­

gunos practicantes. i Cuántas veces en nues­tra modesta vida profesional hemos perdidoel cliente, no porque aquel mismo trabajoque fuéramos a realizar había de hacerlocon mejor acierto quien ostentaba un título

superior, sinb porque había sido ajustado amás bajo precio! Además, ¿quién no conoceprofesores cuyo acierto clínico es indiscuti­

ble y, sin embargo, han fracasado en la prác-

BOLETIN18

tica secundaria que cualquier auxiliar exper­

to realiza satisfactoriamente?

Al escribir estas líneas podemos garantizar

que hay muchos, muchísimos practicantes

que jamás osaron enmendar la plana de nin­

gún médico. Con esta convicción y tranqui­

I¡dad de conciencia levantamos el dedo, ya

que a ello se nos invitó.

No es «labor de desprestigio y minadora

del crédito profesional la que toda la vida

han realizado los practicantes con los médi­

cos», el pleito que se ventila. El problema

tiene más profundas raíces. Ya 10 dijo el doc­

tor Hinojal' desde las columnas de Heraldo

de Madrid, siendo a la sazón presidente del

Colegio de Médicos de la provincia: «Sobran

licenciados y faltan médicos.»

Palabras textuales del artículo son las si­

guientes: «Pudiera ser que el objeto de la

Orden del Sr. Villalobos sea acabar con la

anomalía irritante de existir plazas de prac­

t.icantes de hospitales mejor remuneradas que

las de los médicos que actúan en los mismos

centros benéficos.» ¿Pero es que acaso no

hay enfermeras y hasta mozos que ganan me­

Jores sueldos que los propios médicos? Man­

tener semejante tesis es una ingenuidad. No

creemos que sea ese el espíritu de tan incon­

cebible disposición, ya que el legislador de

DEL CO~EGIO OFJCIAL

Instrucción Pública loes para materia de en­

señanza (como el caso que nos ocupa, au

cuando resulte arbitrario lo legislado), y n

para normal' tipos de remuneraciones, suel

dos o salarios. El día que la reorganización, o

la organización, mejor dicho, de la Sanidad

en España pase de mito a realidad, se habrán

a<:abado estas disquisiciones que solamente

sirven para antagonizar a quienes por deber

de sacerdocio tienen que convivir en bien de

la labor común y de la salud que se les confía.

Y para no hacer interminable este artículo

vamos a dejar incontestado-séanos permiti­

do-el párrafo en el que estima necesario

«transformar del todo la carrera», pues ello

nos ocuparía demasiado espacio. No renun­

ciamos la ocasión de hacerlo; mientras tanto

deconózcase que jamás (colectivamente ha­

blando) la clase de practicantes necesitó «es­

grimir un criterio despectivo» en perjuicio de

la clase médica, para la que tenemos cariño,

respeto y acatamiento. A su lado siempre;

enfrente cuando trata de herirnos en nuestra

sensibilidad de profesionales, de hombres y

de ciudadanos. Sin razón nunca nos queja­

mos. Con ella, porque estamos pletóricos de

razón, nos defenderemos siempre.

CESÁREO SANZ

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PRACTICANTES RURALES

MOMENTOS

i Alerta, compañeros! Son éstos momen­tos decisivos para nuestra profesión y no po­demos ni debemos dormirnos en la inactivi­dad. Todas las iniciativas son viables si las

. dicta .Ia buena fe y el cariño a nuestra carre­ra. Todas las actitudes de protesta y todascuantas actividades podamos desarrollar den­·tro de los límites de la ley serán pocas hastaconseguir ver plasmadas nuestras legítimasaspiraciones en la Gaceta, derogando unadisposición que nos hace tanto daño materiala los practicantes como causa un despresti­gio moral entre la clase médica.

-El Colegio, la Federación Nacional y lasagrupaciones sindicales de nuestra profesióntrabaían incansablemente unidos con el mis­mo fin.. Quiero que la clase rural que modesta­mente represento en nuestro BOLETíN, sehaga también eco de la labor de nuestros di­rigentes y todos unidos podamos prestar máscalor y más fuerza en apoyo de nuestras -le­gítimas y modestas aspiraciones, que nopueden ser niás nobles ni más justas. Si ospreguntan qué pedimos o qué queremos,"'ien sencilla es la respuesta:

i Que se respeten nuestros. derechos! ¡Que!lO sea invadido nuestro limitado y escasocampo de acción por la clase médica a pre­texto de que tienen hambre! j Que comoL'onsecuencia de ello se derogue la disposi­ción ministerial en la que se autoriza a loslnédicos a apoderarse de las pocas migajasJe pan que para nuestros hijos tenemos, sinque por esta absurda disposición sean despo­seídos de un título que moralmente no su­pieron conservar los acogidos a la rebaja decategoría!

¡Qué bonitf>! Los que no sepan la medi­cina bastante para ir de médicos al último delos pueblos, no deberán preocuparse; se lesautoriza oficialmente para que sean practi­cantes. Y si ni"' aún en ésta modesta profe­s'lón encontraran acomodo a sus aspiraciones,todavía la ley les deja libre el camino de serenfermeros, profesión no oficial en España,que lo mismo pueden ser mozos de sala ded'isección que dedicarse a los propios de ca-milleros, desinfectores, etc. i Viva el senti­do común y la libertad del trabajo! Ni nos-

DECISIVOS

otros podríamos haber llegado a más conestas cosas, puesto que nuestra carrera'ynuestro campo es invadido por una clase su­perior, ni la clase médica que se acoja a ladisposición citada puede venir a menos, alpretender vivir a costa de los más modestosmenesteres que a nosotros hasta ahora úni­camente' corresponden, en razón de nuestrotítulo profesional y facultativo sancionadopor las leyes. No sabíamos que el intrusis­mo estuviese tan descaradamente autorizado.

* * *BOTüN DE MUESTRA

Allverso.-Los practicantes desde hacemuchos años venimos pidiendo a los poderespúblicos mayor capacitación científica, con elfin de colocarnos a tono con las necesidadessanitarias modernas y a costa de grandes sa­crificios y mayores esfuerzos procuramos queestas peticiones sean algún día realidades,no habiéndosenos concedido más que a me­dias por quienes debieran estar más intere­sados en que nuestra cultura fuese mayor.(No puede culpársenos.)

Reverso.-La Facultad de· Medicina deSalamanca (cuna de los más eminentes hom.­bres de ciencia) y el Rectorado de la Univer­sidad Central, están conformes en que seacceda a las solicitudes de los médicos cuyapretensión es el de obtener el título de enfer­mero (textual de la disposición de la Gaceta)cualquier licenciado de Medicina, sin previoexamen, a condición de abonar los derechoscorrespondientes.

y mientras tanto nosotros capacitándonosen cursos de gases de guerra química orga­nizados por nuestro Ateneo- de Madrid y con­fraternizando en estos cursos dados actual­mente en nuestro Colegio con los profesoresmédicos que han querido matricularse en ellossin pensar que estos estudios nos serán ne­cesarios pará cuando se nos haga el ambien­te irrespirab-le, poder proteger nuestras per­sonas con las caretas contra los gases asfi­xiantes con las cuales ocultaremos tambiénnuestro sonrojo por tales disparidades de pen­samiento.

DAVID FERNANDEZ,Practicante rural.

EN DEFENSA DE LA CLASE

rebajen a desempeñar ciertos menesteres oque si lo hacen sea a un precio mucho máselevado, y quién sabe si con la misma per-fección. .

Por otra parte, desde este instante habrádesaparecido el intrusismo de que se nos Ve.­nía culpando, porqtie así como permiten in­troducirse en nuestro reducido campo a otrosseñores, nosotros habremos de idearnos paraencontrar medios de vida apartándonos deescrúpulos profesionales que hasta ahora he­mos tenido.

¿ Qué va a ser de nosotros en las oposici~­nes que a partir de esta fecha se convoquen,en las cuales puedan presentarse como prac­ticantes aquellos médicos que hayan compra'·do su título como se compra una mercancíacualquiera?

Se alegará que lo que se pretende es des­congestionar la carrera de Medicina; mas siesto en parte lo consiguen, lo que me permi­to dudar, en otra multi tud de aspectos· com­plican más la cuestión, y haciendo que todoello repercuta en el enfermo.

No puedo comprender cómo los mismosmédicos no son los primeros en negarse aadmitir esas concesiones, que tan poco' dicenen pro de la clase médica española; yo per­sonalmente y como huérfano de médico afir­mo que mi padre, aquel médico rural que fuévíctima de la ciencia, se hubiera avergonzadode cosa semejante.

Señores médicos españoles: ¿Dónde estáentonces el honor profesional y la dignidadde hombres de ciencia? Si existe, ese insultono creo capaz de soportarlo por quienes has­ta ahora han recibido con justicia el califica­tivo de doctores, y que desde hoy se limitana serlo de practicantes o enfermeros:

No consintamos de ningún modo se avasa­llen nuestros reducidísimos derechos de talforma, y repito debemos manifestar nuestrodescontento a las _claras, sin ningún génerode ocultación y apelando a todos los procedi­mientos para no aprobar con nuestra pasivi­dad disposiciones qtie son Hm q'ecisivas ennuestro porvenir.

Madrid, octubre t 934.JESÚS BALLESTEROS

1IIIIIIIIIIII1I1lUU1llllllllllllllUllUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Gustavo Simón practicó la .escí:sión del riñón en 1869.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~.~~~OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUOOOQOOOOOOOOOOO.OOOOOUUOOO~OUOOOOOOOUOOOOQOOOO~OOOOOO~O~UOOUUOVUOOOOOOUUOU~OO 0000 ~~.o~_, tooooooooooo.ooooooooooooooooooooooooooooo~oooooooonoooooooo~oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo~oooooo:::::ooo:~._~~~~~(¿?¡(¿?¡(¿?¡(¿?¡(¿?¡ (¿?¡(¿?;~(¿?¡~(¿?¡(¿?¡t¿7)~(¿?(¿?;~~(¿?¡(¿?¡(¿?)(¿?¡(¿?¡(¿?¡ :¿;>¡f¿?¡~ ••"

Leemos en la Gaceta del t 8 de éste:«Orden autorizando a los médicos para

.ejercer la profesión de practicantes y de en­fermeros, con sólo solicitar el título, abo­nando los derechos correspondientes y sintener que sufrir examen de aptitud.»

No es la primera vez que, herida mi sen­sibilidad como practicante, me he visto obli­gado a expresar de manera enérgica mi con­denación a tantos atropellos cada ·vez másacentuados. Y es que me causa pena el cogernuestro periódico y encontrar siempre en élartículos lamentándonos de nuestra tan lasti­masa como indescifrable situación: hastaahora no hemos encontrado un medio másrazonable e inofensivo para protestar denuestro desamparo. ¿ Qué hemos consegui­;do? Que cada día aumente más el olvido en.que nos tienen, dejándonos relegados a último lugar.

Hondo pesar me ocasiona el decirlo, peroestando tan en boga el manifestar el descon­tento de clases por medio de la violencia(acaso los demás procedimientos no son te­nidos en consideración), y sólo se atiendanlos que supongan algún trastorno o conflictograve. Creo debemos pensar sobre esto paraque de esa manera se den exacta cuenta deque el auxiliar de Medicina y Cirugía es im­prescindible y por lo tanto necesario, o enotro caso y siguiendo con la arbitrariedadcomo norma eliminen de un plumazo estacarrera tan menospreciada por todos. De estemodo evitarían que muchos jóvenes orienta­sen sus estudios hacia esta rama de la cien­cia en espera de ver su porvenir resuelt·},para convencerse más tarde, cuando ya tengadifícil remedio, de que el disponer de un tí­tulo facultativo de aptitud no les sirve paranada, y tengan que arribar a otro puerto notan borrascoso, pero ya con sus primerasilusiones deshechas y con un tiempo hermosoperdido.

Ya pueden oficialmente los médicos actuarde practicantes, es decir, desdoblar su papelfacultativo; con esto vemos en triste pers­pectiva cómo en la mayor parte de los casosel médico realizará ambas funciones, y comoes consiguiente y lógico percibirá doble re­muneración, mientras existe multitud depracticantes sin colocación.

Comprendo que existirá un gran. númerode ellos que por dignidad profesional no se

practicantes. ya adiestrado en la práctica au­xiliar. le es confiado por los jefes de los ser­cíos los menesteres puramente secundarios.El alumno que durante su estancia oficial enIllS clínicas dedica su atención a la prácticaauxiliar con fines posteriores, esto es, adies­t~arse en el cometido de los practicantespara, una vez terminada la licenciatura, optara puestos inferiores. desvía su atención y conello finaliza la carrera, impotente para afron­tar y resolver de cna manera correcta y cer­tera los casos que la patología le presenta.Entonces es cuando el médico joven, poseídode una mayor autoridad sobre el auxiliar;'pretende invadir el campo de éste, con lasola garantía que le da el título y no los he­chos reales, cuando después es calificada suactuación de imperfecta.

Es innegable que sin la disposición a quenos referimos los médicos estaban facultadospara ejecutar cuantas prescripciones emana~

ran de otro compañero o de ellos mismos,pero si sólo fuera eso no nos hubiera movidoa hacer comentario alguno, y éste tiene unajustificación en la provisión de vacantes depractic.antes por médicos, al considerar demayor mérito el título superior, aunque node utilidad práctica.

La plétora médica no se resuelve facul­tándole para ejecutar funciones de practican­te y prácticas de enfermeros; a nuestro jui­cio. tendría mejor solución la selección antesde ser autorizados por la Universidad.

EDUARDO MEDINA"..

l Una fecha nef_a_st_a_(_1_8_septiembre 1934)f¡; Por una disposición del 18 de septiembre! hemos sido atropellados acremente., En ella se autoriza a los médicos para queili mediante el pago del título correspondiente~: les sea conferido, y como tal apto para eje-

cutar funciones y ocupar puestos reservadosa los practicantes y a los desconocidos deenfermeros.

Una injusticia así es imperdonable paraquien como su autor sabe, o debe saber exis­l te limitación y justificación en el campo mé­

I dico-cientffico.t En estas páginas ha sido comentado el~" asunto que nos ocupae por el publicista mé­1 dico Dr. Fernández uesta. Espontánea y~ admirablemente ha dibujado el panorama~ guiado por un afán de justicia hacia los prac­I.ticantes, víctimas de una nueva invasión dei sus funciones. No necesita de elogios el plu­:. mUero aludido después de haber sido galar­~ donado por la Academia 'de Medicina, y port eso tienen sus notas el eco de .la verdad, siL se quiere hasta de censura en este caso hacia! la clase a que pertenece.

El aspirante a galeno, en sus años de inter­nado en las clínicas hospitalarias, cuenta en­tre sus mejores amigos al practicante; aquélacude en busca de conocimientos útiles parapoder obtener, al finalizar el curso, su apro­bación; muchas veces es destinado. a una es­pecialidad por él no elegida,. pero que tieneallí un puesto, una misión que cumplir, yésta en muchos casos es deficiente cuando esreclamado por el aula o por talo cual servi­cio. En estas circunstancias el personal de

·lr:.:- :.: :.: :.: :.: .:.: ":.:- :.: :.: :.: :.: :.: :.: :.: :.: :.: I1II

~UCeregumil" Fernández~ill~ ALIMENTO COMPLETO VEGETARIANO 11I1

¡ili Insustituible en las intolerancias ¡illli~ gástricas y afecciones intestinales. ¡/jl

iiilFernández y Canlvell~'rl

~~ MÁLAGA ¡Ijl

ib :-: :.:_:.: :.: _:-:- :.: :.: :.:_:.:- -:.: :.: :.: :.: :.: :.:_:: :.: jil

UN aXITO PARA NUES....RA CLASE

Benef~·cencia·De

. Luego de vencer gran núméro de difi­cultades y de esperar pacientemente el des­arrollo y formulismos burocráticos, propiosde estos casos, llegaba el día 2 de octubredel presente año al sal6n de sesiones de laDiputaci6n Provincial por vez tercera, tinapropuesta del vocal gestor y compafleronuestro D. Juan Carballedo, de quince pla­zas de practicantes supernumerarios pára elservicio de esta Beneficencia.

Unas veces a petici6n de un gestor parasu estudio detenido, otras a propuesta deotro en demanda de un informe dei Cuerpomédico, quedaba la propuesta «sobre la me­sa» para la sesi6n pr6xima, llegando a seréste su habitual estado en el orden del díade un buen número de sesiones.

Decimos que el día 2 lIeg6 por terceravez y que fué discutida, pero no podemosocultar que para su discusi6.n 6!stába en esedía el rigorismo de un reglamento que pro­hibe quede sobre la mesa un asunto más detres veces. Y en este caso se hállaba elnuestro.

Escuchar su lectuta y pedit la palabra elseñ"or Coca fué todo uno. Con su habitualmaestría combatió el dictamen alegando va­rias cosas, entre las qué creemos recordar~u opini6n de no ser necesarias estas plazas,tr~nsigiendo en último término con dos so­larvente, y vislumbrando la probabilidad deque dentro de breve plazo sértan numerariosde 1T\0do análogo a los ingresados en la con­vocatoria pasada. Pero no se olvidó el señorCoca, que enterado a la perfección de cues­

tiones sanitari~s está al día acerca de las dis­posiciones apJrecidas en la Gaceta. de esgri­mir como argum~nto de gran peso, la famosal'orden del 18 de septiembre, para sacar enconsecuencia el «peligro de que fueran mé­dicos los que obtuvieran las plazas y que unavez dentro de esta Beneficencia, se plantea-

Pro V i n e ia l· :

sen conflictos de jerarquías entre estos 's~ñó~res y las funciones que habían de desempeñ'a'i:como practicantes). <Este argumento tan pro­picio a comentarios, no queremos ser nosotroslos que le comentemos, y sólo hacemos rese­ñarle con todo el respeto que nos merece todaopinión ajena, aunque sea de personas nomuy conformes con nuestro ejercicio y vidaprofesional. Ahí queda y que cada uno pienselo que le parezca sobre esta «teoría»),

Seguía el señor Coca pidiendo el informe

en pro o en contra acerca de la convenienciade más plazas al Cuerpo médico, para' que'con él a la vista se hiciera o no la oportunaconvocatoria. .•. ;. "'l

No contaba, seguramente, el señor Cocaconque el señor Cantos pertenece, lo mismoque ~lOsotros, a una profesión auxiliar dentrodel r~mo de la ingeniería, y que no había deestar conforme con la absorción de los títu- '1

los au~iliares por los títulos superiores, se­gún arguJ?entaba señalando sus peligros sucompañlJro.

Nuestro amigo-¿verdad, señor Cantos?~puso toda su alma' al' rebatir la disposiciónque esgrimía el señor Coca.

Fueron sus palabras tan sentidas a la parque tan sensatas y tan lógicas, que destrozó

totalmente la oposición al dictamen. A nos­otros llegó a parecernos el señor Cantos uncompañero que supiese de nuestras desdi­chas y que por un juego de azar estuviera en

Jos escaños.No hemos de decir que (muestro gestor))

(nos referimos al señor Carballedo), utilizó

todo el argumento del señor Cantos para ha­cer la defensa de su dictamen y que pusoseñaladamente todo su interés por nuestra

clase una vez más.El señor Ovejero, que había dejado sobre

la mesa nuestro asunto en la sesión amertOr

para estudiarlo con más det~nimientof' desil!-

Ir~,

v DE PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUGIA¡ 23

p6 el frasco de su elocuencia, de su razona­miento--··ese razonamiento tan temible por 1016gico, del profesor señor Ovejero--y de susimpatía hacia nuestra clase, para hacernos

una apología y una defensa que oiremos y ve­remos muy pocas veces, pues también utili­zó como argumento la consabida disposici6nministerial tan traída, llevada, analizada ydestrozada, toda aquella mañana.

Del señor García-Moro nada hemos de de­cir. Es un antiguo amigo nuestro, y esta vezcomo siempre nos lo demostró con su votofavorable.

De igual modo hicieron los señores García­Trabado y Almiñaque, aislando totalmente laoposición al dictamen comenzada y única­mente sostenida f'='¡ el señor Coca.

Una página escrita en nuestro elogio contoda justicia-¡ alguna vez habíamos de pre­senciarlo !-fué en suma la famosa sesióndel día 2 de octubre de 1934, celebrada en lacasa-palacio de la Excma. Diputacicín Pro­vincial de Madrid, en ocasión de discutirsela aprobación de quince plazas de practican-

tes que .vieron la luz luego de hacernos tem­blar varias veces, temerosos de que su habi­tual estado fuera el de quedar sobre la mesa«in aeternarri)), como un lápiz o un tinteromás de los utilizados por la Presidencia.

A Juan Carballedo y a todos los que inter­vinieron a nuestro favor, y consignados que­dan, nuestro fervor y nuestro aplauso. Todo

ello merecidísimo. L. T.... ... ...

Al cerrar el número presente sabemos quea raíz de los acontecimientos políticos acae­cidos en estos días, .ha cesado la Comisióngestora de la Diputaci6n Provincial. y en sulugar ha sido nombrada otra Comisión, queintegran los señores siguientes: Nogueras,como presidente, y García Trabado, comovicepresidente, ambos que ocupaban los mis­mos puestos en la anterior, además de donAmalio Asenjo, alcalde de Arganda; D. Emi­

lio Estébanez, ex concejal del Ayuntamientode Madrid; D. Eugenio Muñoz, ex concejal

de El Escorial; D. Antonio Antorranz, con­

cejal de Carabanchel Bajo; D. Marcelo Gó­

mezo concejal de Navalcarnero; D. ManuelNavarro, ex concejal de Colmenar de Oreja,y D. Jesús del Pino, médico y ex concejaldel Ayuntamiento de Vallecas.

Lamentamos muy de veras el vernos pri­vados de la gestión eficacísima para nuestraclase que ejercían en el Palacio de la calle

de Fomento nuestro compañero D. Juan Car-_. balledo y los demás gestores, aunque confia­

mos que sus sustitutos no tardarán en hacer­se eco de nuestras peticiones, por conside­rarlos a todos ellos hombres íntegros y fer­vientes continuadores de toda causa justa y

noble.A los que abandonan sus cargos y nos fa­

vorecieron justamente, nuestro agradecimien­to desde estas columnas, y a los que losocupan para lo sucesivo, nuestra enhorabue­na y nuestra seguridad de que han de ha­cernos justicia en todo momento.

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'§ LA B O R A T O R I O DEI N Y E OT A B L E S §§ " . §~B. M A R T I N ~§ (FUNDADO EN 1898) §§ Francisco Navacerrada, 47- MADRID - Teléfono 50613 §§ • • • §§ Edificio propio, hecho expresamente para Laboratorio, con maquinaria ade- §§ cuada para producir en las ocho horas 50.000 ampollas, lo que permite ofre- §§ cer a nuestros clientes buenas condiciones de precio. §§ Preparamos rápidamente toda claso de fórmula" especiales que se nos encarguen. §. E . . I l"te I 'lt· .. d .§ nVlamos, a qUIen o so lel , a u Ima no.a e preCIos. §~~~~~~~~~~~~~0~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

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* * *

CRONICA DE ESPA"'A

UNAMUNO

* * *

suya, para que sus cátedras no perdieran Ihistoria ni la fama de profundo españolism.que enraizaron en ellas Nebrija y el Brocen

se, Fray Luis de León y Fray Domingo deSoto, y en cuyos bancos se han sentado Hur. '

tado de Mendoza y Toribio de Mogrobejo,Ponce de Le6n y Saavedra Fajardo, y el ma­ravilloso Juan de la Encina, que en sus poe- '

sías del siglo XV, marcara a Garcilaso el rit­mo de sus versos.

i tJniversidadáurea de Salamanca, por la 'que han pasado en ép~cas grandes y preté~ ",ritas los más claros varones de nuestra raza 1, '

En ella han meditado inteligencias impe­recederas. En ella han latido bravísimo~ cora­zones. En ella han lucido la claridad de suingenio y su talento, en oposición a 10 pobrey raído de su ropaje, muchos maestros delas ciencias y de las artes.

y entre el conceptismo de las humanidadesy el aprendizaje del «juris», hanse rimadosonetos perfectos, y pícaras letrillas que en­riquecieron más tarde nuestra literatura es­pañola y castellana.

Ha respondido España al homenaje de Una­muno con el máximo fervor; turbando unosdías la tranquilidad de las calles salmantinas.una muchedumbre que al venerar al sabio quepasara su vida al lado de sus piedras doradas',veneraba y enaltecía a España, a nuestra Es'~

paña que. mal enseñada a admirar glorias

ajenas, se va olvidando de sus glorias pro­pias. y a veces se encuentra a sí misma sindarse cuenta, al leer en su diario páginas ín­

timas de su cultura.Páginas que pueden ser de piedra como

sus ciudades, de oro viejo como su prosa ysus versos, de puro bronce como el temple

del alma de sus hombres ...

DEMIGUELA mi querido amigo Alfredo Ju­

derías. que me ofreciera la ideade hablar de Unamuno en estas pá­ginas. van dedicadas las pobres lí­neas de ésta, mi pobre crónica.Afectuosamente.

. Todo ángulos. Desde el vasto perfil de sucontorno, hasta el pensar agudo y afilado desu intelecto. Silueta de construcción geomé­trica. Generatriz de una recta inAnita en unperenne caminar en busca de la verdad. Dela verdad por medio de la palabra, constanteafán de escudriñar ei alma del lenguaje. Pe­sadilla de histólogo que trabajase en los teji­

dos del léxico. Dominio absoluto de nuestroidioma en el que construyera sus flagelos, lá­

tigos de paradoja, en su querer empedernidode hablar claro siempre. Brujo de las sílabas,disector de raíces y suAjos. investigador detodo significado escrito.

Unida su vida a las palabras, ellas cimen­

~aron su fama y ellas también le facturarona un destierro con la etiqueta personal de«paradojista peligroso».

Eterno rebelde de su recia espiritualidaduraña. Cartujo en la celda dorada de su Sa­

lamanca, «alto soto de torres, bosque de pie­dras que arrancó la Historia a las entrañas dela tierra madre».- ." .

Talla recia al igual ,que sus versos.

Tenía contraída España una deuda con elmaestro. Que no en vano su labor a más de~u pedagogía. encierra la rara virtud de for­jar espíritus. Espíritus a su imagen y seme­janza, fuertes y pujantes, labor de forja es­pañola, que permite pasar a cuchillo nuestrasdesdichas, hijas de tener por causa femeni­nos espíritus de celuloide.

Maestro de este temple había de corres­

ponder a Universidad tan española como la

DE PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUG [A 25

Siglos XVI Y XVII. Salamanca encarna en

su Universidad el humanismo de los clásicos

griegos y latinos: la tradición. Alcalá, en la

suya. significa en nuestra cultura el espíritu

del Renacimiento.

Quedan todavía en este meridiano de nues­

tro si~lo muros gloriosos qlle cobijan hom­

bn.:s enamorados de nuestra historia y de

nuestra cultura. Olvidarles sería crear en la

no efectividad de hacer algo más perfecto,

una anti-patria, una anti-España ...

* * *

Afortunadamente dejamos pasar de largo

por esta vez, el rigorismo de nuestra Admi­ni~tracjón, y gracias a ello, Unamuno segui­

rá explicando sus clases por y para España

en su amada Salamanca.La lección del maestro-no sabemos cuál

fué la primera, menos habíamos de saber si

ésta tuera la última- ha sido un canto a la

palahra. una evocación al pasado y una invo­

cación aí porvenir. Confiado en que la refun­

dición de nuestros romances, ha de crear laverdadera lengua de nuestra patria. Exhor­

tando a sus estudiantes para que hagan a Es­

palia su historia, su tradición y su ventura. Yr.os comprendamos y nos amemos todos sin

necesidad de traducirnos.

Darse un nombre es definirse. Llamarse es

querer ser. Y al escuchar esto, nos hemos

nombrado y nos hemos llamado españoles.

Como a sus setenta años quiere llamarse el

maestro en la cátedra de Fray Luis de la áureaUniversidad de Salamanca, en el día de su

homenaje ofrecido a España.

Madrid, octubre de 1934.LUIs rRÁPAGA y SÁNCHEZ-BRAVO.

Individualismo y Problenla sexual

CARTONES SIN LITERATURA

Antes de nada, 10 primero quetenemos que hacer es acabar conel difundidísimo error de que elamor es un simple sentimiento ais­lado.

T. FINCK.

En efecto, se su:stenta actualmente un cri­terio apergaminado y polvoriento en cuantose refiere a la individualización del «yO))personal. La canción popular «Du bis mein,ich bin deín)) (yo soy tuya y tú eres mío)lleva consigo la tendencia unipersonal entreel hombre y la mujer. Lamentable equivoca­ción. Inestabilidad clara del sentimiento es­piritual. Caminar triste de nuestra juventuden la noche de sus propios problemas, sobrerodadizos guijarros, sin querer buscar lamano amiga que les libre de esos caminares.

En el artículo «Romanticismo y problemasexua!» hacía mención al hecho de que hoyse empieza a «queren) demasiado pronto.Todos los pensadores y filósofos desaconse­jan los sentimientos contraídos en la primeraedad. La bella poesía del primer encuentro,de la primera novia, es. según Guztkow, eleterno juego de azar, en el que se pierde lasalud, la vida-el alma agregaría yo-y elporvenir.

Otro profundo observador, gran conoce­dor del hombre, Rétif, nos dice: «Es una lo­cura sin igual confiar en la constancia de unjoven de veinte años. En esa edad se quieremás a las mujeres que a una mujer y seembriaga uno más con la contemplación se­xual que con la individualidad, por digno deser amado que sea éste.»

l( El amor de la ~ f1mera juventud no es casisiempre más que un bello recuerdo, un pa­raíso desaparecido, que lleva algo imperece­dero pero sin fuerza para sujetar.»

El amor humano está fuertemente influídopor una imperiosa necesidad de variación.La constancia, firmeza y fidelidad marchanhacia el polo negativo. Rema y triunfa elsentimiento de inestabilidad. Y el llamadoamor único resulta desconocido y se agudizala constante renovación en las relacionesamorosas.

Radica esa desacomodación en el imposi­ole de encontrar en una misma persona aque-

llas cualidades esp!rituales y materiale3 que'sobre un fondo mas o menos artificial no·fuimos creando, hasta darle forma al «se~tipo» que la imaginación se forjó.

Asegura un viejo refrán que el roce es-­engendrador de cariño, pero su monótonarepetición ¿no lo será también de tediocansancio? i Creemos que sí !

Por un inconsciente psicoanálisis llegan aconocerse plenamente el uno al otro. Con eltiempo indefinido en propia convivencia loscaracteres se muestran muy al desnudo. seadvierte la carencia de aquel amor que se_quiso buscar y las frases, ya sin fondo, va~'

restando iiusiones. Y si al principio bellodespertar del amor, únicamente sabemos es­pigar las más bellas cualidades, con el tiem­po nuestra alma realiza viajes de exploraciónen busca de faltas y defectos, y como todostenemos nuestro eterno lado de sombra elalma las sabe encontrar en abundancia.

. .. y la existencia de toda pareja es corno]los platillos de las balanzas: o están vacíoso rarísimamente contienen pesos iguales j ylo malo es que tanto como baja uno sube elotro.

Sí el hombre estuviese lo suficientementeformado---en yo espiritual-podría ser el es­cultor de su obra soñada. Pulir las aristas enlas cuales tropezase su sensibilidad. Coger ala mujer de la mano y llevarla al colegio dedentro de su alma para enseñarla a ir dele­treando en el abecedario de las catorce estro­fas del amor-¡ ay, catorce, como los ver­sos de un soneto !- Labor silenciosa y lentade profesor sin gesto. Madrugada nimbada deoro. de crepúsculos y plata de amaneceres.en la que partirán los caballeros del espíritucaída la visera del casco y puesta la lanza enla cuja a la nueva cruzada. para desterrar alDon Juan ondulado y ridículo que luce orgu­lloso su perfil muy de cinema por las pisci­nas y salones de baile, dejando despreciati'­vamente abandonada su sensibilidad en unsimple sentimiento aislado, como un peleleabandonado a la embocadura de un guiñol.

, .. y enseñar a la mujer que en el «ma­gacine)) de su vida deje de ser la eterna por­tada-mejor o peor pintada-y sepa conver­tirse en texto.

ALFREDO JUDERIAS

~mJ1!/ifI:DERACIÓN NACIONAL

LA FUNCiÓN TÉCNICA-AUXILIAR MÉDICO-SANITARIA EN ESPAf:tA

~~nf!rencia ~! 6areía '~el Real ~n el At·!neo ~e 8il~ao

Conforme le fué solicitado durante su e:s­tancia en San Sebastián, el Presidente de laFederación ha hecho un viaje a Bilbao invi­tado por aquel Colegio provincial Jonde hapronunciado la con ferencia cuyo título en-::9.­heza esta información.

A recibirle acudió a la estación una nutri­da comisión de practicantes y de matrona;1.bajo la presidencia del compañero Momeñey de doña Gerarda Montes. Directamentemarcharon al local colegial donde ya habíacongregado numeroso público.

Presidió el acto el Inspector provincial deSanidad, don Joaquín Maestre y con él ocu­paron lugar destacado el Presidente del Co­legio de Farmacéuticos, el médico y practi­cante don Victoriano Martín, la presidenta delas matronas señora Montes y todas las repre­sentaciones sanitarias, entre ellos las nume­rosas de los Colegios de Guipúzcoa y Alava,presididas por don Román Elorz y don Ni­colás Barajuán, respectivamente, habiendoenviado muy expresivas adhesiones el Cole­gio de Médicós y el de practicantes de Na­varra y muchos practicantes rurales de lasdistintas regiones vasco-navarras.

Después de unas substanciosas, elocuen­tes y valentísimas palabras del señor Mo­meñe que hizo la presentación de los orado­res, hizo uso de la tribuna el Abogado asesordel Colegio de Vizcaya, D. José Vidre quedisertó sobre el teña: « Intrusismo en lasfunciones del practicante).

Con expresión feliz y absoluto dominio deltema, analizó los derechos de nuestro título,apoyándose en la sentencia del Tribunal Su­premo que viene erróneamente esgrimiéndo­se en contra nuestra. Demostró de formacumplida que se viene ejecutando un intru­sismo descarado y claramente ilegal en nues­tro campo por las enfermeras y a lo largo debien cimentada oración demostró el cariño einterés profundo con que tiene estudiadosnuestros problemas, no habiéndose limitadoa una exposición legalista sino que, con to­nos de buen luchador dejó cumplidamente ex-

puesto su cariño hacia nuestra clase. Fuéovacionado.

Al levantarse a hablar García del Real fuéacogido con una salva de aplausos que duróalgunos minutos. Hecho el silencio comenzósu intervención de la forma siguiente:

« Respetables profesores y muy queridoscompañeras y compañeros: Cúmpleme antetodo expresar la satisfacción inmensa que yosiento por encontrarme, después del brillan­te acto recientemente celebrado en San Se­bastián, ante vosotros los representantes dela región vasco-navarra, y entre las autori­dades y superiores que nos honran con supresencia y con estas otras muy queridascompañeras, las matronas, que avaloran to­dos nuestros actos (y que hoy en nutridarepresentación embellecen éste) y que por sermujeres, y mujeres que trabajan, merecendoblemente nuestra admiración y estimaciónya que tienen el civismo ejemplar de habersabido hermanar su bella fragilidad y femini­dad adorable, con sus deberes de ciudadanía.Ante estas mujeres que son un aroma ama­ble y fragante en la vida árida de los hombresde ciencia---y algo, al menos, de hombresde ciencia tenemos los practicantes, y perdó­neseme la inmodestia-; que saben hácerun oasis de nuestra existencia, que la ale­gran constituyendo una caricia para nuestrnalma y una embriaguez para nuestros senti­dos, rindo yo mi homenaje emocionado.

En cada uno de nuestros actos queda másy más prendida mi emoción y mi entusiasmoy rendida mi emotividad porque además devuestra voluntad de triunfo ellos me dicen,me hablan de vuestra hermandad de' la quese desprende, con repetición en é'ada uno denuestros comicios, vuestnf' firme decisión yvuestra fe en el triunfo hacia el que juntoscaminamos si el tes~n, hoy manifestado (yno hace muchos días igualmente en San Se­bastián), es persistente como cabe esperar.Vaya hasta todos el saludo fervoroso de laclase que inmerecidamente represento.

y vamos a entrar ahora en el tema de la

profesionalmente a éstos y se lamentanpretenda escudarse en el bien de la SaniJas alribuciones que tan subrepticiamenteconceden a todo linaje de enfermerassin nuestra preparación y sin título, y~ qlo que poseen es un simple certificado detudios, ahogan nuestra actividad y casi imsibilitan nuestra subsistencia.

Combate la opinión de quienes afirmanqrecibiendo las enfermeras unas enseñandeterminadas les cabe el derecho de aplien la práctica sus enseñanzas y estableceparangón de las que se determinan para efermeros psiquiátricos que llegan hasta eltudio del diagnóstico y de la terapéutica maextensa, a pesar de lo cual la primitiva dis­posición que los creaba fué rectificada, deacuerdo con nuestras reclamaciones en el sen­tido de que dichas enseñanzas no les autori­zaban ni presuponían que habían de ejerceninguna de las funciones que nos están asig­nadas.

«No puedo tampoco comprender-dice­cómo se pretende justificar que bajo el am­paro de un mandato médico y aún con su vi­gilancia directa, puede descargarse de la res­ponsabilidad en que incurren quienes se in­trusan en nuestras funciones. Yo digo quenosotros existimos para algo y por algo so­mos los auxiliares de la Medicina y de la Sa­nidad. Y ni un médico, ni dos, ni todos losmédicos de España, hacia los que yo siento,y vosotros sentís veneración y respeto, pue­den autorizar este desafuero ni sustentar tandesatinado criterio, porque no e,;; lógico,porque no es moral.»

y ni el pabellón de un médico, ni elde 20.000 médicos pueden autorizar la usur­pación de nuestras funciones, unas funcio­nes para ejecutar las que hemos realiza­do toda suerte de sacrificios y después deefectuarlos en las facultades, luchando connuestra escasez de medios para la obtencióndel título, nos hemos ido a los ambientes ru­rales a vivir una vida miserable, a carecerde todos los medios, de todas las comodidadespara que después de eso cualquiera con susmanos bellas, con sus manos blancas, consus albas tocas, con todos esos estímulos queno son títulos de legalidad y que sí puedenserlo de banalidad, pueda venir bien ampa­rada, excelente e ilegalmente amparada a r~­

barnos esto. ¡ No, no puede ser y no sera.Yo os garantizo que no será!»

«Y además de nuestro pensamiento y denuestro derecho histórico, existe el derechoescrito y cuando se trata de interpretarle envez de venir a decirnos que no hay prece~to

que claramente prohiba a la enfermera a eJe­cutar nuestro cometido, debe considerarse que

BOLETIN DEL COLEGIO OFICIA

charla que vais a tener la paciencia de es­cucharme; porque paciencia, valentía y re­signación se precisa para oír a quien comoyo se pronuncia con tanta falta de elocuencia.Ni tengo condiciones de conferenciante, niabrigo la estulticia, ni vacua pretensión dearrogarme semejante papel ante los profeso­res que me escuchan. Tiene mi comparecen­cia aquí la única pretensión de mostrar y aca-;bar un entusiasmo que es preciso, aunque lainiciación ante vosotros resulte innecesaria,ya que vosotros, hoy y cualquiera de los com­pañeros en donde se halle, es tan entusiastay se inunda de idénticas intenciones de amora la clase que yo.»

Da lectura del preámbulo de la comunica­ción presentada en el Congreso Nacional deSanidad, elogiando a su redactor el señorSaavedra, Secretario del Comité, en el quese plasma el parecer de la clase sobre la im­portancia y cuál debe ser y cómo ha de es­tructurarse la función médico-sanitaria en Es··paña. Señala después cuán poca importanciase ha concedido a dicha función hasta la fecha,por parte de quienes deben procurar la másperfecta organización sanitaria en nuestropaís y hace hincapié que, por su parte, lospracticantes vienen luchando por colocarse atono con las necesidades sanitarias por mediode una capacitación que, caso paradójico, sepide por nosotros inspirados por el interéshacia el pueblo y a costa de sacrificios y ma­yores esfuerzos y se nos niega por los quedebieran estar más interesados en que la ad­quiriéramos.

«No puede culpársenos-dice-si nuestrosestudios no se hallan hermanados con las ne­cesidades actuales. j)

Cita las leyes en que encuentra su origeny apoyo el derecho del practicante y estable­ciendo la diferencia que existe entre los es­tudios y obligaciones de éste y de la enfer­mera, n'iega a la misma el derecho a inmis­cuirse en funciones que claramente no le com­peten.

«Los doctores Cajal, gloria española, y losmuy ilustres Novoa Santos (q. e. p. d.), Ma­raMn, Pittaluga, etc., etc., testimonian laeficiencia de nuestra labor y nos declaranprecisos e insustituíbles. Tenemos motivo depensar que más valen los testimonios dequien con su genio y su ciencia tan alto su,­pieron colocar el nombre de España que el deaquellos obscuros profesores (tan escasos porfortuna, que, sin razonarlo, opinan que nosomos necesarios y que está bien que se nossustituya. j)

Estudia cuáles son las atribuciones de lasdemás clases auxiliares como complementodel médico y del practicante y subordinadas

28

DE PRACTICANTES DE MEDICINA Y CIRUGIA 29

el sentido común vale para algo y que la dife­rencia de estudios y de obligaciones algo di­cen,' si no pudiera bastar nuestra afirmaciónde que nada existe que la autorice. Tampocose dice en ninguna ley concretamente quenos esté vedado introducirnos en el área mé­dica y nos los dice nuestra moralidad y elsentido lógico y nadie se le puede ocurrir ytemerariamente afirmar que podamos ha­cerlo. »

«( Yo he oído, y me curo en salud, al fina­lilar actos como éste que hoy aquí se ce­lebra, que ante unas palabras excitadas, anteuna justificadísima exaltación mía decía (fiel­Illente situado en su papel la persona que pre­sidía el acto), que más se puede conseguirpor la persuasión que por la coacción. Yosiempre lo he estimado así. Cuando nos en­contramos entre personas ·que piensan, en­tre personas que meditan es preciso conducir­<;c con persuasión; la coacción es la últimamedida, es el final esfuerzo que puede supo­ner el triunfo o puede ser el fracaso; quepuede ser la exaltación o la caída al abismo.Pero es indudable que para las colectividadescomo para los individuos, llega un instanteen que a través de la lucha de años, cuando:,e convencen de que nada conseguirán por lapersuasión, por misma ley física de la quenace la visión de la realidad, se desbocan suspasiones, se excita su ánimo y se precipitapor un camino que no hubiera nunca queridoemprender. El camino porque el deber, l.ascircunstancias y la concuta de quienes noquieren escuchar la voz de la razón, les em­pujan. Y quienes vengan a nosotros, a reco­mendarnos caminos de persuasión que nostraigan en vez de solicitudes de concordia;en lugar de hacernos recomendaciones inne­cesarias por sentidas y acreditadas por nues­tra conducta, que nos hagan justicia, queesto sí que puede convencernos, porque nos­otros no precisamos ya palabras sino hechos.y va llegando la hora, ya que nuestro derechoestá tan hermanado con el progreso de la Sa­nidad y con el interés público, de que con­sigamos esa justicia ... »

((Si algún día, y esto no es demagogia, sialgún día no dejáramos de tener pacienciaellos mismos dirían: «éstos todo lo toleran,vamos a perjudicarles más, vamos a atrope­llarles más porque lo permiten.»

«( i Y no !, eso no, porque aún sobre nuestroderecho está nuestra dignidad y nuestra mo­ral y no podemos tolerar, ni como profesiona­les, ni como ciudadanos, ni a título alguno,que se nos siga vejando, que nos siga cons­triñendo, que se nos vaya ahogando ... »

«y está siendQ próximo el día en que sino se nos hace la justicia que merecemos, tan

ligada a las conveniencias de la Sanidad y delbien público, tendremos que romper connuestra corrección, salir de nuestra ecuani­midad pero como sea, y por alto que se en·cuentre, vencer con la justicia de nuestra ra­zón y con la razón de nuestra fuerza a quiense oponga al triunfo de nuestras aspiraciones,a quien obstaculice el camino de nuestra rei­vindicación.» (La ovación que se tributa alorador dura varios minutos.)

El Inspector pone final al acto ofreciéndo­se en un todo a los practicantes y diciendo queva a estudiar los datos expuestos por el señorVidre y por nuestro compañero, para rec­tificar, si hay lugar, la interpretación quehi~o relativa a los derechos de las enfermeras.

Después celebróse un banquete en un po­pular y típico restaurante y a los postres ha­blaron los homenajeados, el señor Jáuregui ylos presidentes de los Colegios de Alava yGuipÚzcoa. Este último hizo un encendidoelogio de nuestro presidente y abogó porquese dote de medios al Comité para que puedadesplazarse a todas las provincias, pues estosactos estimulan la unión y el entusiasffi-J. Elde Alava pidió a nuestro presidente que fija­ra fecha para trasladarse a su provincia ynuestro presidente agradeció en emocionadaspalabras las atenciones de que fuera objeto;elogió la colaboración valiosa del abogadoseñor Vidre y tuvo palabras de admiraciónpara el señor Momeñe, presidente del Cole­gío bilbaíno y para su Junta de gobierno, porla' viril actitud observada en defensa de laclase. Contestando a unas palabras del señorInspector, dijo que la clase de practicantes noera el bajel desarbolado por el tiempo cuyostripulantes se agarran a cualquier tabla de sal­vación, sino que dentro del bajel sanitario erala clase que había sabido atemperarse' a' lascircunstancias, transformándose y con plenaoecisión de vida y conocimiento de su efica­cia, que serviría como tabla de salvación, todoy siempre con el afecto hacia los médicos,hermandad hacia las demás clases sanitariasy al mejor servicio de la causa pública.

Se pusieron telegramas a las autoridadessolicitando la diferencia de funciones y la sa­tisfacción rápida a lo solicitado con motivo dela última asamblea de Colegios.

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Las personas pobres de físico sontrabajadores eficientes, según lotllUestra el hecho de que el 30 por100 de los 44.500 trabajadores de laFábrica Ford tiene una constitución

de nivel inferior.

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Servicios de Dermatología y Sifiliogra­fia a cargo del Profesor-Jefe de los

mismos. Dr. Barrio de Medina

Se pone en conocimiento de los señoresmédicos matriculados, que la consulta deestos ~ervicios, se abrirá el día 15 del co­¡Tiente, a las nueve de la mañana, comen­~ando en este mismo día el Curso teórico­práctico de 1934 a 1935.

La matrícula, exclusivamente para médi­cos, continúa abierta, cerrándose el plazode admisión definitivamente el mismo día 15.

Defunciones.

, Á los sesenta y dos años ha fallecido enManzanares, la virtuosa señora doña Marga­rita Fernández y Millán, esposa de nuestroquerido compañero y suscritor del BOLETíNdon Martín Ruiz Villahermosa, a quien, enunión de sus hijos, enviamos desde estas co­lumnas nuestro más sincero pésame.

* * *Nuestro querido compañero de Junta Di­

rectiva D. Bernabé Blanco Pérez, pasa enestos momentos por .el amargo trance de ha­ber perdido a su hija María del Carmen,encantadora criatura de doce años, cuya vida;;egada en flor deja sumidos en un mar detristezas y de recuerdos tanto al buen com­pañero Blanco, como a su bondadosa esposa.

De todo corazón nos asociamos a su dolor,deseándoles sino conformidad, por lo menosque piensen en la necesidad de seguir lu­chando para sacar adelante a sus otros hijosFélix y Pilar, en los que por la pérdida irre­parable tienen que concentrar ahora el cariñode su hija Carmencita.

* * *Ha fallecido en Madrid la señora doña Con­

cepción Simón Francés, viuda de Tejero,madre de nuestro compañero don Ricardo,al que damos nuestro más sentido pésame,así como a su hermana doña Emilia.

-sSirvan estas breves líneas de demostra­

ción del afecto que entre sus compeñerosgoza el amigo Tejero.

Nombramientos atertados.

En el nuevo Ayuntamiento de Chamartínde la Rosa contamos con dos amigos: unode ellos el concejal D. Germán Hernández,compañero nuestro que presta sus serviciosen el Hospital Nacional y que comienzasu carrera política-que le auguramos muyfructífera en triunfos-con este cargo; yotro, el actual alcalde Dr. D. Mónica Cid,que por ejercer en el medio rural y convi­vir con nosotros, sabe nuestra existencia ynuestra valía como verdadero amigo.

A nuestro querido compañero GermánHernández nada hemos de decirle, ni re­cordarle. Hombre consciente, sabe de susobligaciones como el que más, y por lo tan­to no ignora que en cualquier lugar queocupe no le es posible un desdoblamientode personalidad, sino que su vida comopracticante y su sentir como tal, va íntima­mente unido a su condición de concejal deAyuntamiento, y de Ayuntamiento dondebrillan por su ausencia la higiene y la salu­bridad más elementales, y donde por tantoha de ser eficacísima su labor como sani­tario.

Reciban el Dr. Cid y D. Germán Her­nández el testimonio de nuestro afecto y

nuestra enhorabuena más cordial.L. T.

* * *Para ocupar el alto cargo de subsecreta­

rio de Sanidad ha sido nombrado, en susti­tución del Dr. Pérez-Mateos, el Dr. Ber­mejillo, persona de la que esperamos, dadasu competencia profesional, una labor fe­cunda para la Sanidad patria.

Por nuestro periódico reciba el Dr. Ber·mejillo el homenaje y enhorabuena de lospracticantes madrileños, en los que siem­pre hallará dentro de su ejercicio una en·

tusiasta colaboración.

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der a los colegiados que pertenecían al ex­tinguido Colegio de Auxiliares de Medicinay' Cirugía de Madrid y su provincia, unaamnistía, al objeto de que puedan solicitarel ingreso en ~sta Sociedad, sin necesidadde que tengan que satisfacer la cuota dee'ntrada que determina nuestro Reglamento,colocándoseles en el orden que les corres­ponda con arreglo a la fecha de su solici­tud como nuevos mutualistas.

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LA ADMINISTRAClüN

TOTAL ... ... ... 205

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Primera decena

D. Patrocinio Briones, del 1 al 10 = 10 50

10 5011 55

10 50

Tercera decena

D. Patrocinio Briones, 21 al 30D. Quirino Sánchez, 20 al 30

Segunda decena

D. Patrocinio Briones, 11 al 20

Ruego a los señores suscriptores de

provincias que al hacer el giro co­

rrespondiente anuncien por carta

detallando su procedencia y el nú­

mero del giro, para facilitar la bue­

na marcha de

~elación de socorros devengados en el

mes de septiembre de 1934, por decenas

ASOCIACION MUTUO BENEFICA

DEL COLEGIO OFICIAL DE

P~ACTICANTES DE MAD~ID

AMNISTtA

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Se pone en conocimiento de los señorescolegiados, que en Junta general extraordi­naria celebrada por esta Asociación deldía 22 del pasado mes de noviembre, setomó por unanimidad el acuerdo de conce-

Al año 100 pesetas, aumentando 50 poraño hasta el máximun, que es a los nue­ve años, 500 pesetas.

Socorros de inutilidad y vejez

A los quince años de la implantación deeste socorro, o sea, en el año 1946.

Cuota mensual para los señores Mutua­,.Iistas: 3,00 pesetas.. Los señores Colegiados de nuevo ingre­so, desde primero de enero de 1931, abo­narán la cuota de entrada, ajustándose a laescala siguiente:

Art. 16. Hasta los treinta años, 10 pe­setas; de treinta a cuarenta, 25 pesetas; decuarenta a cincuenta, 100 pesetas, y decincuenta en adelante, 250 pesetas.

Art. 17. Las dos cuotas superiores queestablece el artículo anterior, podrá abonar­se fraccionada en plazos mensuales a vo­luntad, pero no inferiores en cuantía a ladozava parte de cada uno, debiendo así es­tar satisfechas por completo, en el primeraño como máximo.

Por la Junta de Gobierno, el Secretario,Ricardo Ficher.

AVISOSe pone en conocimiento de los Sres. l\1utualistas que a los efectos dela tnejor marcha en la cobranza, todos los días laborables s~ hallará en

el Colegio de 8 a 9 el cobrador.

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Núm. 4(Sin hierro ni estricnina)

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Núm. 6(Espetlal. Sin dcldo na

ele/nito y sin hierro)

Núm.,(/fierro .débil s/n estric­

nina)

Núm. 8(Calcio y estricnina)

Núm.g(Calcio sin estricnina)

Núm. 10(Cacodilato de estricnina

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Para todas las indicacio­nes generales citadas.

Enfermos demasiadú débi­les O sensibles.

Hipoglobuliaa.

Niños. Es el número 1arreglados para éstos.

Embarazadas con hipo­globulias o niñas, etc.

Indicaciones tónicas anti­neurasténicas en diabéti­COS y casos en que no COD­viene el nucleinico ni los

nuc1einatos.

Indicaciones ferruginosasen individuos muy sensi­bles o que absorben mal

el hierro.

Hipocálcicos adultos.

Raquitismo, niños hipo­caldcos en general.

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