de porque a franz le dolió el estomago - christine nostlinger (para leer en computador)

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  • Torre de Papel

    Christine Nstlinger

    Ilu

    stracio

    nes d

    e E

    rh

    ard D

    ietl

    E D I T O R I A L

    G R U P O

    normanorma

    RO RT EN DOI E

    C P

    C A

    E P

    L E

    O L

    C

    De por qu a Franz

    le doli el est mago

  • NDICE

    De por qu a Franz le doli el estmago.......

    De cmo Franz perdi a su peor enemigo..

    1

    25

  • 1Franz tiene siete aos y est en primer

    grado de educacin bsica. Es el nio ms

    pequeo de la escuela. Ni en el curso A ni

    en el curso B y ni siquiera en el curso C

    hay un nio ms pequeo que Franz.

    Esto le molesta mucho a Franz, pero

    desde que su pap le corta el pelo bien

    corto, todas las semanas, ya no lo

    confunden con una niita. Antes, esto le

    pasaba a cada momento, y no slo le

    molestaba mucho sino que lo pona

    rabioso y triste.

    DE POR QU A FRANZ LE

    DOLI EL ESTMAGO

  • 2 3

    Franz tiene mam, pap y un hermano

    mayor llamado Josef. Tambin tiene una

    amiguita que se llama Gabi. Gabi tiene

    siete aos y, al igual que Franz, est en

    primer grado, pero, lamentablemente, est

    en el curso A y Franz en el B. El sueo de

    Franz es sentarse en la escuela alguna vez al

    lado de Gabi. Cuando fue con su mam a

    matricularse en la escuela, le dijo

    expresamente a la directora:

    Sabe, me gustara mucho estar en el

    mismo curso que Gabi Gruber.

    No hay ningn problema, Franz le

    contest la directora. As lo vamos a

    hacer.

    El primer da de clase haba una lista de

    alumnos en la puerta de la escuela. All se

    indicaba a qu curso tena que ir cada nio.

    Gabi Gruber estaba en el curso A, pero

    Franz Meier, en cambio, estaba en el B.

    Aqu hay un error dijo la mam de

    Franz. Ven, hablemos con la directora.

    Vers cmo lo arreglamos.

    Pero Franz estaba en ese momento

    peleado con Gabi y por eso le contest:

  • 4 5

    Haz algo para que me cambien! le

    peda a su mam, pero sta negaba con la

    cabeza.

    Ya es muy tarde. Has debido pensarlo

    bien el primer da y no dejarte llevar por un

    arrebato.

    A Franz tambin le molestaban otras

    cosas en la escuela. Le costaba mucho

    trabajo aprender a escribir. Llevaba cuatro

    semanas intentndolo, y todava no saba

    escribir bien.

    El maestro lo obligaba a seguir haciendo

    crculos grandes y pequeos, rayas largas y

    No! No quiero estar junto a Gabi!

    No y no!

    Despus vas a lamentarlo mucho,

    cuando se te pase la rabia le advirti su

    mam.

    Pero Franz no quiso or hablar ms del

    asunto.

    Jams en la vida estar en la misma

    clase que Gabi! Dijo.

    Tres das despus, Franz y Gabi se

    hicieron de nuevo amigos, y Franz se puso

    muy triste porque no estaba en la clase de

    Gabi.

  • 6 7

    cortas, curvas altas y bajas, y esto aburra

    mucho a Franz. Adems, al maestro ni

    siquiera le gustaban los crculos, las rayas o

    las curvas que Franz dibujaba.

    Esto est mal le deca cuando

    miraba su cuaderno. Y despus, al mirar a

    Franz, agregaba: Scate el dedo de la

    nariz! porque a Franz le gustaba meterse

    el ndice izquierdo en el hoyo derecho de la

    nariz.

    A Franz no le gustaba nada su maestro.

    Ni siquiera sabe hablar correctamente

    se quejaba Franz delante de su pap.

    En realidad, el maestro de Franz tena

    una manera muy especial de hablar. Slo

    deca frases cortas:

    Sintense!

    De pie!

    Cierren la boca!

    Abran los cuadernos!

    Abran los libros!

    Franz no estaba acostumbrado a que le

    hablaran as.

    Queridos nios, tengan la bondad de

    tomar asiento, lo encontraba mucho

    mejor.

    Por favor, pnganse de pie, le gustaba

  • 8 9

    ms.

    Para m sera ms agradable que se

    calmaran, le pareca mucho ms amistoso.

    Ahora podramos escribir algo en el

    cuaderno, lo encontraba ms motivador.

    Desean leer un poco?, le era mucho

    ms agradable.

    Tu maestro es verdaderamente un

    tipo zac zac dijo un da el pap de Franz.

    A Franz le gust la palabra. Por eso,

    siempre llama Zac Zac al maestro.

    Una vez Franz fue a visitar a su abuelita.

    La abuela vive en un hogar de ancianos y

    Franz la visita todos los domingos. Ese

    domingo haca buen tiempo y la abuela le

    dijo a Franz:

    Vamos al parque. Alli hay una

    cafetera y podemos beber algo. Me

    imagino que tienes sed y un poquitn de

    hambre.

    La cafetera est en medio del parque del

    hogar de ancianos. Cuando hace buen

    tiempo sacan tres mesas al aire libre.

    Alrededor de cada mesa colocan cuatro

    sillas. Franz y su abuelita tomaron asiento

    en una de las tres mesas. La abuela pidi un

    jugo de frambuesa para Franz y una taza

    grande de caf para ella. (En realidad, la

    abuela no debe beber caf pues tiene la

    presin muy alta.) La abuela tambin pidi

    dos pedazos grandes de torta de chocolate.

    (En realidad, la abuela no debe comer torta

    de chocolate, pues tiene demasiada azcar

    en la sangre.)

    Franz bebi su jugo de frambuesa,

    comi su torta de chocolate y le cont a la

    abuela todas las novedades que saba. Le

    inform que su mam se haba teido el

    pelo de otro color. Le dijo que su pap

    haba peleado con un vecino un poco

    tonto. Le cont que su hermano Josef

    estaba enamorado de la misma nia que su

    amigo Christian. Le cont que la mala de la

    seora Unge lo haba regaado sin razn y

  • 10 11

    de manera terrible, y naturalmente le habl

    de la escuela y del antiptico Zac Zac.

    Exactamente cuando Franz estaba

    imitando la manera de hablar de Zac Zac,

    se escuch detrs de l una voz de hombre:

    Perdone, estn libres estas dos sillas?

    Si, siga le contest la abuela.

    Franz se dio vuelta. Detrs de l estaban

    Zac Zac y una seora de edad, ms o

    menos de la edad de su abuelita. Franz se

    asust mucho.

    Cmo te va, Franz? le dijo el

    maestro, y tom asiento. La seora de edad

    que estaba con l tambin se sent.

    Usted conoce a mi nieto? le

    pregunt la abuela de Franz.

    Soy su maestro!

    Ah, me alegra conocerlo, seor Zac

    Zac! le dijo la abuela.

    Cmo poda saber la pobre abuela que

  • 12 13

    en realidad el apellido de su maestro era

    Sob da! Franz le haba hablado slo de

    Zac Zac.

    Qu bien que nos hayamos en-

    contrado, seor Zac Zac! comenz a

    decir la abuela.

    Franz no escuch ms. Agarr los restos

    de la torta y huy con ellos. Estaba

    colorado hasta las orejas. Tom un

    caminito de arena y corri y corri hasta

    que se escondi detrs de una enorme

    planta. Desde all, se puso a observar la

    mesa en la cafetera. Vio que su abuela

    hablaba sin parar. El maestro no tena

    o

    ocasin de decir palabra. Esto no era raro,

    pens Franz. Cuando la abuela comenzaba

    a hablar, nadie poda pararla. No aceptaba

    interrupciones. Claro, la abuela siempre

    deca cosas razonables. Slo que no era

    nada amable. Mucha gente se ofenda con

    lo que ella deca, y Franz no hallaba muy

    inteligente ofender a Zac Zac.

    Dios mo!, rog entre dientes, por

    favor, haz que mi abuela no le diga

    tonteras!

    Querido Jess!, murmur, permite

    que mi abuela no haga el ridculo!

    Virgen Santa!, dijo en voz baja, haz

    que mi abuela sea simptica!

    Hasta aqu lleg Franz. Ms no poda

    hacer para que las cosas se desarrollaran de

    la mejor manera.

    Casi media hora estuvo Franz

    escondido, detrs de la mata. Por fin, el

    maestro y la seora de edad se pusieron de

    pie. Franz vio cmo le dieron la mano a la

  • 14 15

    abuela. Luego caminaron por el sendero en

    direccin a la mata que ocultaba a Franz.

    Ella tiene razn. T hablas realmente

    como el comandante de un regimiento

    deca la seora de edad.

    Estaban parados delante de la mata.

    !Si me hablas a m as, a tu propia

    madre, con ese tono espantoso!

    continu la seora.

    Dicho esto, la seora volvi a caminar.

    El maestro balbuce detrs de ella:

    Pero, madre...

    Esto fue todo lo que alcanz a escuchar Franz antes de que se pusiera a ladrar un

    perro y antes de que el maestro y su mam

    se perdieran en la vuelta del sendero.

    Franz salt de su escondite y corri hacia

    donde estaba su abuela. La Abuela lo mir

    con expresin satisfecha.

    Qu le dijiste? le pregunt con voz

    de pito.

    Siempre que Franz estaba nervioso, se le

    pona la voz muy aguda, como de pito.

    Le dije la verdad le contest la

  • 16 17

    abuela muy tranquila.

    Qu verdad?

    Hay una sola verdad. Que no se llama

    Zac Zac. El maestro se llama Soboda. Qu

    ocurrencia ponerle ese sobrenombre!

    Bueno, pero dime cul es la verdad

    le pidi Franz con voz de pito y muy

    impaciente.

    Muy simple. Le dije que no deba

    seguir siendo zac zac. Le dije que los nios

    no son soldados, y que un maestro no es un

    general de cinco estrellas la abuela mir

    a Franz con cario, y agreg Esto te

    ayudar, no es cierto?

    Claro que s, pero esas cosas no se le

    pueden decir tan fcilmente a un maestro.

    Por qu no? le pregunt la abuela.

    Porque es el maestro le contest

    Franz. No poda explicarlo mejor.

    Escucha, Franz. Ese maestro es un

    joven con poca experiencia, y yo, por el

    contrario, soy una seora vieja y con

    mu ch a e x p e r i e n c i a . T i e n e q u e

    agradecerme que le haya dicho la verdad.

    Tienes razn murmur Franz, A la

    abuela no se le poda discutir, porque se

    exaltaba, y eso, para su presin, era peor

    que una taza de caf.

    El lunes por la maana Franz amaneci

    con un fuerte dolor de estmago. Un

    verdadero dolor de estmago con

    retorcijones y ruidos intestinales .

    Ay, mam! Me duele mucho el

    estmago y creo que es de puro miedo,

    Por lo de la abuela y Zac Zac?

  • 18 19

    Franz dijo que s con la cabeza.

    Si quieres, puedo acompaarte a la

    escuela y hablar con Zac Zac le dijo la

    mam.

    Franz dijo que no con la cabeza. Primero

    que todo, si su mam lo acompaaba a la

    escuela, llegara demasiado tarde a la

    oficina. Segundo, su mam iba a defender

    la verdad a toda costa, y Franz tenia miedo

    de que a pesar de su buena voluntad, echara

    a perder todava ms las cosas.

    !Pero si t eres muy valiente!

    exclam el pap, mientras lo palmoteaba

    tan fuerte en la espalda que casi lo hace caer

    al suelo.

    Y si se pone difcil contigo le

    aconsej Josef dile que t no tienes la

    culpa de lo que dice tu abuelita

    arteriosclertica.

    Mi abuela no es arteriosclertica! le

    contest Franz indignado.

    Claro que no. Eso ya lo sabemos

    nosotros, pero Zac Zac no lo sabe dijo

    Josef.

    Para ustedes es muy fcil hablar!

    murmur Franz echndose el maletn a

    la espalda y saliendo rumbo a la escuela.

    Prefiri dejar en casa el bocadillo para el

    recreo.

  • 20 21

    Con semejante dolor de estmago,

    causado por el miedo, quin iba a tener

    ganas de comerse un bocadillo a la hora del

    recreo?

    Gabi lo estaba esperando en la escalera.

    Problemas?

    iGrandes problemas! le respondi

    Franz.

    Gabi y Franz caminaron en silencio

    hacia la escuela, tomados de la mano. Esto

    consolaba algo a Franz. Al llegar a la puerta

    del curso B; le dijo en voz baja:

    Suerte!. Franz sonri y entr en el saln.

    Se sent en su puesto, sac sus tiles

    escolares y los puso sobre la mesa.

    Gabi

    Disimuladamente mir hacia la mesa del

    maestro. Zac Zac lea el diario y sigui

    leyndolo hasta que son la campanilla de

    las ocho. Entonces, dej el peridico a un

    lado. Todos los nios se pusieron de pie

    muy derechos. Zac Zac los salud con un

    movimiento de cabeza. Mir a Franz y les

    dijo:

    Tomen asiento, queridos nios. Los

    nios tomaron asiento.

    Ha dicho queridos nios? le

    pregunt Nicols a Edith.

    Por qu estar hoy tan simptico?

    le pregunt Edith a Hans.

  • 22 23

    Quizs se gan la lotera le susurr

    Hans a Xavier.

    Queridos nios continu Zac Zac

    Sera ms agradable para todos que se

    calmaran un poco.

    Cuando los nios se calmaron, les

    pregunt:

    Quieren leer o prefieren escribir algo

    en sus cuadernos?

    Los nios prefirieron leer y tomaron sus

    abecedarios, salvo Franz, que se qued

    mirando a Zac Zac con la boca abierta.

    Franz, saluda a tu querida abuelita de

    mi parte le dijo Zac Zac.

    Entonces, Franz se puso de pie, y a su

    vez le dijo:

    Salude usted a su querida madre de mi

    parte, seor Soboda y sonri aliviado.

    Zac Zac tambin sonri.

  • 24 25

    En el recreo, los nios, que no haban

    entendido nada, le preguntaron a Franz

    qu significaban tantos saludos y sonrisas.

    Franz, sin embargo, pens que era mejor

    guardar el secreto y no les contest nada.

    Franz tena un enemigo en su curso. Se

    llamaba Daniel Eberhard. Franz no le

    haba hecho nada a Daniel Eberhard, pero

    Daniel Eberhard haba molestado a Franz

    desde el primer da de clase.

    Daniel Eberhard es muy grande y muy

    gordo, y pareca estar muy orgulloso de ser

    grande y gordo. Y, por supuesto, crea que

    poda divertirse a costillas de los nios

    pequeos y delgados.

    Qu haces t aqu, en la escuela?

    DE CMO FRANZ PERDI

    A SU PEOR ENEMIGO

  • 26 27

    Deberas estar en el jardn infantil! le

    dijo a Franz el primer da de clase.

    No te hagas delante mo! Eres tan

    chico que puedo aplastarte sin darme

    cuenta le dijo el segundo da de clase.

    El tercer da, lo levant y lo dej

    pataleando en el aire.

    El cuarto da, le quit el bocadillo que

    Franz siempre se coma en el recreo largo.

    Pero no se lo quit porque quisiera

    comrselo, sino slo para molestar a

    Franz!

    Daniel Eberhard le puso a Franz el

    bocadillo delante de la nariz y le dijo:

    A ver! Agrralo! Agrralo, enano!

    Y cuando Franz trat de alcanzarlo,

    Daniel Eberhard levant rpidamente el

    brazo. Luego lo baj y volvi a decirle:

    A ver! A que no puedes agarrarlo,

    enano! y volvi a levantar el brazo

    cuando Franz intent tomar el bocadillo.

    Lleg un momento en que Franz se

    aburri, no pudo ms y le grit:

    Qudate con mi bocadillo! Total, un

    g ordo como t neces i ta segu i r

    engordando!

    Entonces, Daniel Eberhard abri el

    bocadillo, se comi la rica salchicha que

    haba adentro y le peg en la cara a Franz

    los dos pedazos de pan con mantequilla del

    bocadillo. Un pedazo se lo peg en la

  • 28 29

    mejilla izquierda y el otro en la mejilla

    derecha.

    Cada da se le ocurra otra maldad para

    molestar a Franz.

    Dselo a Zac Zac! le aconsejaba

    Gabi, pero se no era un buen consejo,

    porque a Franz no le gustaba ser un

    acusetas.

    Pgale una bofetada! le aconsejaba

    el pap, pero ste tampoco era un buen

    consejo, porque el nio ms chico de la

    clase no puede noquear al ms grande y

    fuerte de la misma clase.

    Haz como si no existiera! le

    aconsejaba su mam. Mas ste tampoco

    era un buen consejo, porque si Franz haca

    como si Daniel Eberhard no existiera,

    Daniel Eberhard s que se encargara de

    hacerle sentir que l s exista. Y cmo!

    Daniel Eberhard quera divertirse a costa

    de Franz, y lo iba a seguir haciendo,

    cualquiera que fuera la reaccin de Franz.

    Dile: Djame o tendrs que vrtelas

    con mi hermano mayor! Te dar una paliza

    que recordars toda tu vida! le

    aconsejaba Josef. Como Josef es una

    cabeza ms grande que Daniel Eberhard y

    tambin es ms fuerte, este consejo le

    pareca ms razonable a Franz. Sin

    embargo, vindolo bien, Franz tampoco

  • 30 31

    poda seguir ese consejo, porque siempre

    que necesita que Josef lo ayude, ste no

    est:

    En la maana, mientras Franz camina

    hacia la escuela, Josef no est porque viaja

    en bus. Durante los recreos tampoco est.

    Y a la salida de la escuela tampoco puede

    acompaarlo a casa, porque todava no es

    su hora de salida. Los alumnos mayores

    tienen ms horas de clase que los alumnos

    de primer grado.

    Finalmente, Josef tampoco poda ir a

    casa de Daniel Eberhard en la tarde,

    especialmente para pegarle.

    Por todas estas razones Franz prefera

    no amenazar a Daniel Eberhard con su

    hermano mayor. Es claro que un hermano

    mayor, por ms grande y fuerte que sea, si

    nunca aparece, no poda asustar a ningn

    Daniel Eberhard.

    El ltimo recurso de Franz era Lily. Lily

    estudia en la universidad y cuida a Franz

    todas las tardes. Est con l hasta que la

    mam de Franz vuelve de su trabajo. A Lily

    no le gustaba nada que Franz volviera a

    casa triste y, a veces, hasta llorando. Y todo

    por culpa del tal Daniel Eberhard!

  • 32 33

    Ese cachalote no puede seguir

    aterrorizndote! Tenemos que planear

    algo, chico!

    Lily le deca siempre chico a Franz,

    pero no lo deca con mala intencin.

    Contra Eberhard no hay nada que

    hacer! deca Franz.

    La cosa se est poniendo interesante

    le dijo Lily un da. Te juro que se me

    ocurrir algo. Vas a ver!

    S, por favor le dijo Franz. Mira

    que ya no aguanto ms.

    Un da, al salir de la escuela, Franz tuvo la

    sorpresa de ver que Lily lo estaba

    esperando.

    Por qu me vienes a buscar? le

    pregunt sobresaltado.

    Porque quiero saber quin es Daniel

    Eberhard.

    Entretanto, Gabi haba salido tambin

    de la escuela. Seal con el dedo la puerta

    de la escuela y le dijo a Lily: Mira! Ah

    viene Daniel Eberhard. Es el del pantaln

    verde, el de la nariz de meln.

    Entonces, a la carga! exclam Lily,

    y se dirigi al encuentro de Daniel

    Eberhard. Franz y Gabi no la siguieron.

    Le ir a pegar? pregunt Gabi.

    Seguramente contest Franz, pero

    no saba muy bien si alegrarse o no. Mas

    Lily estaba hablando amigablemente con

    Daniel.

    Le deca:

    Yo soy Lily. Franz me ha dicho que t

  • 34 35

    eres muy grande y muy fuerte, y a m me

    gustan los muchachos grandes y fuertes,

    como t. No te gustara visitarnos hoy en

    la tarde? Tenemos una caja de Coca Cola y

    un rico pastel de ciruela. Y si quieres, te

    ayudo a hacer las tareas. Soy muy buena

    para el dibujo y tengo muy buena caligrafa.

    Daniel abri mucho los ojos, pero no

    dijo nada.

    Bueno, pinsalo, Vivimos en la Calle

    Independencia , nmero 101. Te

    esperarnos all. Chao.

    Dicho esto, se dirigi hacia Franz y Gabi,

    que la esperaban en la esquina.

    Jams va a ir a mi casa! opin Franz.

    Quizs quiera verme a m! insinu

    Lily.

    Te apuesto a que no viene le

    contest Franz.

    Mejor no apuestes! le advirti

    Gabi. Las apuestas tambin se pueden

    perder, y a ti no te gusta perder!

    Franz habra perdido la apuesta. A las

    tres en punto, esa tarde, Daniel Eberhard

    estaba frente a la puerta de la casa de Franz,

    tocando el timbre.

  • 36 37

    Ves, chico? A que no te esperabas

    esto, verdad? le dijo Lily, sonriendo.

    Tenlo en cuenta: ningn hombre resiste

    mis encantos.

    Haz lo que quieras, pero no me metas

    a m en esto! No me pidas ayuda le

    contest Franz malhumorado. No tena

    ganas de compartir el pastel de ciruela con

    su mayor enemigo. Se fue a su alcoba y

    cerr de un portazo.

    Lily se dirigi a la puerta de entrada y

    exclam en voz alta:

    Ojal sea mi querido Daniel! Soy yo

    dijo Daniel Eberhard cuando Lily abri

    la puerta.

    Lily condujo a Daniel a la cocina y lo

    invit a tomar asiento. Coloc delante de

    l, sobre la mesa, una bandeja con diez

    porciones de pastel, dos botellas de Coca

    Cola y dos vasos grandes. Se sent junto a

    l y le dijo:

    Me alegro de que hayas venido!

    Creme!

    Daniel tom una porcin de pastel, la

    que pareca ms grande, se la llev a la boca

    y comenz a mascar, mientras miraba a

    Lily algo sorprendido.

  • 38 39

    Franz no tena ganas de comer pastel de

    ciruela con su enemigo, pero si estaba

    interesado en saber de qu hablaba con

    Lily. Por eso, sali de su alcoba con mucho

    cuidado, se desliz en silencio hasta la

    cocina y acerc la oreja a la puerta. Al

    principio slo escuch el chasquido de

    alguien que coma o devoraba algo sin

    parar.

    El muy cerdo! Cmo come!, pens

    Franz.

    Despus de un rato, escuch que Lily

    deca:

    Querido Daniel, debes de estar

    sorprendido de que yo te haya invitado, o

    no es as?

    Mmm... dijo Daniel.

    Mira, lo que pasa es esto: Yo tena un

    hermanito menor, tan dulce el pobre, lo

    ms querido que tenia yo en la vida...

    Mientras tanto, Franz pensaba: De qu

    estar hablando Lily? Lo nico que tiene es

    una hermana mayor, de un mal genio

    espantoso. Y nada ms. Franz conoca

    muy bien a la familia de Lily. Y ahora qu

    estar inventando? Ella nunca habla as.

    No es ms que una mentirosa y una

    melosa?, pensaba Franz.

    ...Y a mi pequeo y adorable

    hermanito se lo llev la muerte hace un

    ao...

    Se le fue la mano! Est mintiendo

    como contratada, pens Franz.

  • 40 41

    Y t, Daniel, eres tan parecido a mi

    hermanito! Como un huevo a otro huevo!

    Ya basta!, pens Franz. No quera

    seguir escuchando tantas mentiras. Ya le

    comenzaban a doler los odos.

    Franz sali de su casa y toc a la puerta

    de la vecina, es decir, la mam de Gabi.

    Y ahora qu pasa? le pregunt

    Gabi con curiosidad cuando le abri.

    Franz le cont lo que haba odo.

    No puede ser! exclam Gabi.

    Anda t misma y escucha! le dijo

    Franz. Dej abierta la puerta de mi casa.

    Voy a echar una mirada! dijo Gabi,

    y parti hacia la casa de Franz.

    Por su parte, Franz entr en la cocina de

    la casa de Gabi. La mam de Gabi estaba

    ordenando los cubiertos que haba sacado

    de la mquina de lavar platos. Franz se

    apoy en el refrigerador.

    Cmo ests, Franz? Parece que no ha

    sido precisamente tu mejor da, no? le

    coment la mam de Gabi.

    Mi peor enemigo est en nuestra

    cocina y se est comiendo todo nuestro

    pastel de ciruela le dijo Franz.

    Es el colmo! Lo mejor, entonces, es

    que t comas de nuestro pastel de ciruela.

    La mam de Gabi sac del refrigerador

    una bandeja con porciones de pastel de

    ciruela. Franz tom una y luego otra y

    luego otra, y otra. Pens un poco y tom

    otra porcin. Pens tambin que haba

    hecho un buen cambio, porque en el pastel

  • 42 43

    de la mam de Gabi haba el doble de

    ciruelas que en el pastel que en ese

    momento se estaba comiendo su peor

    enemigo, Daniel Eberhard. Y, claro, las

    ciruelas son lo ms importante en el pastel

    de ciruela. Cuando Franz iba en la quinta

    porcin, regres Gabi.

    No te imaginas lo que pas!

    Realmente lo ltimo! Ahora han hecho

    un pacto de hermandad! Hermandad del

    alma!

    La mam de Gabi movi la cabeza.

    Me parece espantoso que Lily haya

    llegado a eso con un enemigo de nuestro

    querido Franz!

    A m tambin me parece espantoso!

    dijo Gabi.

    Franz no dijo nada. Simplemente no

    comprenda nada.

    Franz y Gabi empezaron a ayudarle a la

    mam de Gabi a ordenar la cocina, y

    despus le ayudaron a ordenar la

    repostera. Normalmente no ayudaban

    nunca en la limpieza de la cocina, pero

    Franz estaba tan exaltado y nervioso con lo

    que estaba pasando, que no tena ningn

    deseo de jugar.

    Hasta cundo va a seguir en mi casa!,

    se preguntaba Franz. Por fin escuch el

    chirrido de la puerta de su casa.

    La puerta de la casa de Franz siempre

  • 44 45

    chirriaba cuando la abran. El padre de

    Franz debiera haber aceitado los goznes

    haca tiempo.

    Silencio! dijo Franz.

    La mam de Gabi y Gabi contuvieron la

    respiracin.

    Adis, querido hermano! Oyeron

    que deca Lily.

    Adis, querida hermana! oyeron que

    deca Daniel.

    Y enseguida escucharon el ruido de los

    pasos que se alejaban escalera abajo. Franz

    solt el pao con que estaba limpiando un

    espejo y corri a su casa.

    Lily!, Lily! grit--. Qu est

    pasando? Cmo puedes hacer un pacto de

    hermandad con mi peor enemigo?

    Paciencia, chico! Paciencia... le dijo

    Lily sonriendo misteriosamente. Y no

    quiso decir nada ms.

    Pero Franz no era capaz de quedarse

    tranquilo. Se hizo preguntas toda la tarde, y

    le preguntaba tambin a Lily:

    Lily, por qu te inventaste un

    hermano?

    Tambin le preguntaba:

    Y esa otra mentira, Lily? Por qu tu

  • 46 47

    hermano, que nunca existi, tiene que

    parecerse a Daniel Eberhard?

    Es lgico, chico le dijo Lily. Slo

    as pude hacer el pacto de hermandad. Slo

    as pudimos ser hermanos del alma.

    Y por qu tienes que ser hermana del

    alma del pesado de Daniel Eberhard, mi

    peor enemigo?

    Lily le volvi a decir simplemente que

    tuviera paciencia hasta el da siguiente. Y

    cuando lleg la mam de Franz, se fue a su

    casa.

    Al da siguiente, en la escuela, durante el

    recreo largo, Daniel Eberhard llam a

    todos los compaeros de curso y les dijo:

    Atencin, un momento de atencin!

    Les anuncio que desde ahora Franz est

    bajo mi proteccin. El que le toque un

    pelo, se se las tendr que ver conmigo!

    Los nios se miraron unos a otros con la

    boca abierta. No slo por el cambio de

    Daniel Eberhard, sino porque nunca le

    haban hecho nada a Franz!

    Mi hermana del alma trabaja en la casa

    de Franz les sigui diciendo Daniel. Y

    de ahora en adelante, todas las maanas, en

    la escuela, Franz estar bajo mi proteccin.

    A partir de entonces Daniel Eberhard no

    le hizo nada ms a Franz, y Franz est feliz

    con la nueva situacin. Mas toda felicidad

    tiene tambin su precio de amargura. En

    este caso, un par de gotitas de amargura,

    nada ms.

  • 48

    FIN

    Dos veces por semana Daniel visita a

    Lily en la casa de Franz, pues Lily es su

    hermana del alma. Eso est bien, slo que

    no queda ni una miga de pastel de ciruela

    o de cualquier otro pastel cuando Daniel

    abandona la casa de Franz.

    Afortunadamente, en la casa de Gabi

    siempre hay otro pastel, y es mucho ms

    rico!.

  • Christine Nstlinger

    Christine Nstlinger

    Naci en 1936 en Austria. En 1984 obtuvo el premio Hans Christian Andersen, considerado el premio Nobel de la literatura infantil, por su obra representada en ms de sesenta libros para nios y jvenes.

    De esta autora, Torre de Papel ha publicado el libro de cuentos El lobo y los siete cabritos, adems de otros ttulos de la serie de Franz.

    fue galardonada con el Premio Astrid Lindgren en el ao 2003.

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