decir casi lo mismo

5
Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia. Publicado en Aula Intercultural http://www.aulaintercultural.org/spip.php?article2853 Biblioteca Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia. - Lenguas - Un libro de Umberto Eco Aula Intercultural Page 1/5

Upload: jorge-rojas-flores

Post on 23-Oct-2015

42 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

traduccion

TRANSCRIPT

Page 1: Decir Casi Lo Mismo

Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia.

Publicado en Aula Intercultural

http://www.aulaintercultural.org/spip.php?article2853

Biblioteca

Decir casi lo mismo. La

traducción como experiencia.- Lenguas -

Un libro de Umberto Eco

Aula Intercultural Page 1/5

Page 2: Decir Casi Lo Mismo

Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia.

Umberto Eco publica 'Decir casi lo mismo' (editorial Lumen), sobre su experiencia comotraductor de 'Exercises de style', de Queneau, y 'Sylvie', de Gérard de Nerval, así como sobrela labor de quienes 'interpretan' obras diversas para otras lenguas.

Qué quiere decir traducir? La primera respuesta, "decir lo mismo en otra lengua", sería una buena respuesta, ytambién consolatoria, si no fuera porque, en primer lugar, tenemos muchos problemas para establecer qué significa"decir lo mismo", así como tampoco sabríamos dar una respuesta satisfactoria para todas esas operaciones quellamamos paráfrasis, definición, explicación, reformulación, por no hablar de las pretendidas sustitucionessinonímicas. En segundo lugar, porque no sabemos qué es el "lo", esto es, ante un texto no sabemos lo quedebemos traducir. Y, por último, porque en algunos casos abrigamos serias dudas sobre lo que quiere decir decir.

Lo cual no quiere decir que nos vamos a poner a buscar (para subrayar la centralidad del problema de la traducciónen muchas discusiones filosóficas) lo que debería traslucirse o resplandecer más allá y por encima de toda lenguaque lo traduzca o, por el contrario, lo que no conseguirá aprehenderse jamás por muchos esfuerzos que haga la otralengua, es decir, ir a buscar si hay una cosa en sí en la Ilíada o en el leopardiano Canto nocturno de un pastorerrante de Asia. Nos conformamos con volar más bajo, y lo haremos muchas veces en las páginas que siguen.

Supongamos que en una novela inglesa un personaje dice It's raining cats and dogs. Sería un simple el traductorque, pensando que está diciendo lo mismo, lo tradujera literalmente como Llueve perros y gatos, y no como Llueve acántaros o Caen chuzos de punta. Ahora bien, ¿qué pasaría si se tratara de una novela de ciencia ficción, escritapor un adepto de las denominadas ciencias "fortianas", que relatara que, de verdad, llueven perros y gatos? Setraduciría literalmente, de acuerdo. ¿Y si el personaje estuviera yendo a ver al doctor Freud para contarle que sufreuna curiosa obsesión por perros y gatos, por los que se siente amenazado incluso cuando llueve? Seguiríatraduciéndose literalmente, pero se perdería el matiz de que el Hombre de los Gatos también está obsesionado porlas expresiones idiomáticas. ¿Y si en otra novela el que dice que están lloviendo perros y gatos fuera un estudiantede inglés de la academia Berlitz que no consigue sustraerse a la tentación de adornar su discurso con deplorablesanglicismos? Si hubiera que traducirlo literalmente, en este caso al inglés, el lector profano no entendería que seestá usando un anglicismo. ¿Cómo se vertería esa pose anglicanizante? ¿Debería cambiársele la nacionalidad alpersonaje y hacer que se convirtiera en un inglés con poses italianizantes?, ¿o en un obrero de Londres que ostentasin éxito un acento de Oxford? Sería una licencia insoportable. ¿Y si It's raining cats and dogs lo dijera, en inglés, unpersonaje de una novela francesa?, ¿cómo se traduciría al inglés?

Ven ustedes lo difícil que es decir qué es lo que un texto quiere transmitir, y cómo transmitirlo.

He aquí el sentido de los capítulos que siguen: intentar entender cómo, aun sabiendo que no se dice nunca lomismo, se puede decir casi lo mismo. A estas alturas, lo que constituye el problema no es tanto la idea de lo mismo,ni la de lo mismo, como la idea de ese casi. ¿Cuánta elasticidad debe tener ese casi? Depende del punto de vista: laTierra es casi como Marte, en cuanto ambos planetas giran alrededor del Sol y tienen forma esférica, pero puede sercasi como cualquier otro planeta que gire en otro sistema solar, y es casi como el Sol, puesto que ambos soncuerpos celestes, y casi como la bola de cristal de un adivino, o casi como un balón, o casi como una naranja.Establecer la flexibilidad, la extensión del casi, depende de una serie de criterios que hay que negociarpreliminarmente. (...)

Me he dado cuenta de que en mi vida he tenido que controlar muchas traducciones ajenas, ya sea en el transcursode una larga experiencia editorial, ya sea en calidad de director de colecciones de ensayo; he traducido dos libros

Aula Intercultural Page 2/5

Page 3: Decir Casi Lo Mismo

Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia.

que requieren gran dedicación: los Exercises de style, de Queneau, y Sylvie, de Gérard de Nerval, dedicando aambos muchos años; y, como autor, tanto de obras de ensayo como de narrativa, he trabajado en contacto directocon mis traductores. No sólo he controlado las traducciones, al menos para las lenguas que de alguna maneraconocía, y por eso citaré a menudo las traducciones de William Weaver, Burkhart Kroeber, Jean-Noel Schifano,Helena Lozano y otros, sino que he tenido largas conversaciones con los traductores (previamente y durante laelaboración), de suerte que he descubierto que, si el traductor o la traductora son inteligentes, pueden explicar losproblemas que surgen en su lengua incluso a un autor que no la conoce, y también en esos casos el autor puedecolaborar sugiriendo soluciones, es decir, sugiriendo qué licencias se pueden tomar con su texto para sortear elobstáculo (me ha pasado a menudo, por ejemplo, con la traductora rusa Elena Kostiukovich, con Imre Barna para elhúngaro, con Yond Boeke y Patty Krone para el neerlandés, con Masaki Fujimura y Tadahiko Wada para eljaponés).

He aquí por qué he decidido hablar de traducción partiendo de problemas concretos que en su mayor parte atañen amis escritos, limitándome a esbozar soluciones teóricas sólo sobre la base de experiencias in corpore vili.

Esto podía exponerme a dos peligros, el del narcisismo y el de sostener que mi interpretación de mis textos tienemás valor que las de los otros lectores, entre los cuales figuran in primis mis traductores, principio con el que hepolemizado en libros como Lector in fabula o Los límites de la interpretación. El primer riesgo era letal, pero en elfondo me estoy comportando como esos portadores de enfermedades socialmente nefastas que aceptan manifestarpúblicamente su estado y los tratamientos a los que se someten para ser útiles a los demás. Por lo que atañe alsegundo riesgo, espero que en las páginas siguientes se pueda apreciar cómo les he señalado yo a mis traductorespuntos críticos de mis textos que podían generar ambigüedades, aconsejándoles que pusieran atención, sin intentarinfluir en su interpretación; o he respondido a peticiones precisas cuando me preguntaban cuáles de las distintassoluciones habría elegido yo si hubiera tenido que escribir en su lengua; en esos casos mi decisión era legítima,visto que a fin de cuentas era yo el que firmaba el libro.

Por otra parte, en el curso de mis experiencias como autor traducido, fluctuaba continuamente entre la necesidad deque la versión fuera "fiel" a lo que había escrito y el descubrimiento excitante de cómo, en el instante en que sedecía en otra lengua, mi texto podía (es más, a veces debía) transformarse. Y si algunas veces notabaimposibilidades -que de alguna manera había que resolver-, más a menudo aún notaba posibilidades: es decir,notaba cómo, en contacto con la otra lengua, el texto exhibía potencialidades interpretativas que yo desconocía, ycómo a veces la traducción podía mejorarlo (digo "mejorar" precisamente con respecto a la intención que el textomismo iba manifestando de improviso, independientemente de mi intención originaria de autor empírico).

Puesto que mi punto de partida son mis experiencias personales y dos series de conversaciones, este libro no sepresenta como un libro de teoría de la traducción (ni tiene su sistematicidad) por la sencilla razón de que no toma enconsideración un sinnúmero de problemas traductológicos. No hablo de las relaciones con los clásicos griegos ylatinos simplemente porque nunca he traducido a Homero y nunca he tenido que juzgar una traducción homéricapara una colección de clásicos. Hablo sólo fugazmente de la denominada traducción intersemiótica, porque nuncahe dirigido una película sacada de una novela o transformado una poesía en ballet. No toco el problema de lastácticas o estrategias poscoloniales de adaptación de un texto occidental a la sensibilidad de otras culturas, porqueno he podido seguir y discutir las traducciones de textos míos al árabe, persa, coreano o chino. Nunca he traducidotextos escritos por una mujer (no es que por costumbre traduzca sólo a hombres, es que sólo he traducido a dos enmi vida) y no sé qué problemas habría tenido. En las relaciones con algunas traductoras mías (rusa, española,sueca, finlandesa, holandesa, croata, griega) encontraba tal disponibilidad por su parte a adaptarse a mi texto queno he podido experimentar voluntad alguna de traducción "feminista".

Le he dedicado algún párrafo a la palabra fidelidad porque un autor que sigue a sus traductores parte de unaimplícita exigencia de "fidelidad". Entiendo que este término puede parecer obsoleto ante las propuestas críticassegún las cuales, en una traducción, cuenta sólo el resultado que se realiza en el texto y en la lengua de llegada y,

Aula Intercultural Page 3/5

Page 4: Decir Casi Lo Mismo

Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia.

por añadidura, en un momento histórico determinado, allá donde se intente actualizar un texto concebido en otrasépocas. Pero el concepto de fidelidad tiene que ver con la convicción de que la traducción es una de las formas dela interpretación y que debe apuntar siempre, aun partiendo de la sensibilidad y de la cultura del lector, areencontrarse no ya con la intención del autor, sino con la intención del texto, con lo que el texto dice o sugiere conrelación a la lengua en que se expresa y al contexto cultural en que ha nacido.

Supongamos que en un texto norteamericano alguien le diga a otro You're just pulling my leg. El traductor no lovertería con Me estás tirando sólo la pierna, y ni siquiera con Me estás tomando sólo la pierna, sino con Tú me estástomando el pelo o incluso con Te estás quedando conmigo. Si se tradujera la expresión literalmente, una expresióntan poco corriente en la lengua de llegada dejaría suponer que el personaje (y con él, el autor) está inventado unaosada figura retórica, lo cual no es cierto, visto que el personaje usa algo que en su lengua es una frase hecha. Sisustituimos la pierna con el pelo, en cambio, ponemos al lector de la lengua de llegada en la misma situación en laque el texto quería que se encontrara el lector inglés. He aquí por qué una aparente infidelidad (no se traduce a laletra) se manifiesta al final como un acto de fidelidad. Lo cual es un poco como repetir con san Jerónimo, patrón delos traductores, que al traducir no hay que verbum e verbo sed sensum exprimere de sensu (aunque veremos cómotambién esta afirmación puede generar muchas ambigüedades).

Así pues, traducir quiere decir entender tanto el sistema interno de una lengua como la estructura de un textodeterminado en esa lengua, y construir un duplicado del sistema textual que, según una determinada descripción,pueda producir efectos análogos en el lector, ya sea en el plano semántico y sintáctico o en el estilístico, métrico,fonosimbólico, así como en lo que concierne a los efectos pasionales a los que el texto fuente tendía. "Según unadeterminada descripción", significa que toda traducción presenta unos márgenes de infidelidad con respecto a unnúcleo de presunta fidelidad, pero la decisión sobre la posición del núcleo y la amplitud de los márgenes depende delas finalidades que se plantea el traductor.

Post-scriptum :

El autor con el que todos los traductores sueñan

Por HELENA LOZANO MIRALLES

En las notas que acompañan a mis traducciones suelo referirme a un estado de desasosiego que se apodera de mí antes de ponerme a traducir:

por una parte, me inquieta la idea de pasar muchas horas solitarias dialogando con mi texto, con los enfados y satisfacciones que eso conlleva;

por la otra, todo texto nos impone estrategias particulares, decisiones que implican al traductor en primera persona aunque deba permanecer

invisible en todo momento detrás del texto. En este cuerpo a cuerpo con el texto es fundamental saber que el autor (aunque de lejos) nos

acompaña, nos anima, y Umberto Eco lo hace. Es el autor con el que todos los traductores sueñan: siempre nos presta la máxima disponibilidad

posible, y la discusión es abierta y creativa, tanto en la resolución de las dudas como en la búsqueda de soluciones posibles. Claramente, eso

entraña que uno puede tomarse la libertad de adoptar determinadas elecciones de traducción que podríamos definir arriesgadas. Si textualmente

funcionan y se corresponden de alguna manera con lo que a él le habría gustado escribir, a Eco le encanta acogerlas.

En Decir casi lo mismo, mis dificultades de traducción residían en el hecho de que no se habla sólo de teoría, sino también (y profusamente) de

prácticas traductoras, con ejemplos en muchas lenguas. ¿Tiene sentido ofrecer una traducción de esas traducciones? Desde mi punto de vista,

no; por lo cual decidí añadir experiencias afines o contrastantes realizadas en nuestra lengua. Pero eso llevaba a construir un texto ampliado que

planteaba numerosos problemas de ritmo de lectura y, además, rompía el tono general de amable conversación del libro, así como el peculiar

estilo narrativo que adopta Eco en todos sus ensayos.

Así pues, en un camino traductor bastante tortuoso, decidí hacer toda una serie de interpolaciones textuales (implícitas o explícitas) orientadas a

mantener los ritmos del texto, pensando en dos tipos de lector: un primer lector interesado en saber qué es lo que dice Eco sobre la traducción,

presumiblemente sin la intención de demorarse en los ejemplos, pues se fía de la bondad de los ejemplos mismos; en definitiva, un lector de

consumo rápido -sin que esto implique ningún juicio de valor-. Y un segundo lector, interesado en profundizar y evaluar los modos de traducir que

se le presentan, que desea poder volver sobre el texto.

Aula Intercultural Page 4/5

Page 5: Decir Casi Lo Mismo

Decir casi lo mismo. La traducción como experiencia.

Y una vez más, Eco me ha acompañado en estas decisiones, observando divertido cómo cada traducción de un libro suyo se convierte en un

nuevo libro. -

Aula Intercultural Page 5/5