democratizar la comunicación · la comunicación pase a ocupar el sitial que se merece en las...

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"Sin democratización de la comunicación, nohay democracia" fue una proclama, un grito,que se extendió por Latinoamérica a inicios delos '80, particularmente en aquellos países delSur que transitaban de las tinieblas dictatoria-les a fórmulas constitucionales. La premisaera simple, pero contundente, por ser univer-salmente aceptada: la vitalidad de la demo-cracia depende de la participación ciudadana,para lo cual resulta fundamental que losdiversos sectores ciudadanos estén debida-mente informados y puedan expresar sus par-ticulares puntos de vista al conjunto de lasociedad, condición que solamente puedegarantizarse con la democratización de lacomunicación.

Para entonces, en un sentido general, estabapresente el hecho de que gran parte de losmedios establecidos o fueron puntales para elestablecimiento de tales dictaduras o se aco-modaron a ellas, sea por la censura o auto-censura, para medrar de un entendimientotácito que permitió que se levanten monopo-lios a cambio de favores efectivos pero nuncadichos, como el silenciar las voces de las fuer-zas políticas de oposición y de los movimien-tos sociales.

Pero en tal proclama también estuvo presen-te la voz y anhelo de un sinnúmero de esfuer-zos y experiencias alternativas, que con unsentido popular, comunitario, de base, etc.,buscaban desde anteponer contrapuntos asegmentos del manejo mediático, hasta for-mular respuestas globales, en un sentido anti-hegemónico, pasando por un conjunto híbri-do, pero con un común denominador: la filia-ción a lo que fue el movimiento en torno a las"políticas nacionales de comunicación" quedio sustento a la demanda por un NuevoOrden Mundial de Información y Comunicación(NOMIC).

Aunque no faltaron los respaldos y simpatía de

las fuerzas sociales organizadas con estacausa, el hecho es que no dieron el paso paraapropiarse de ella, para hacerla suya; fuecomo si se tratara de un asunto circunscrito aquienes están directamente vinculados alcampo comunicacional, cuando en realidad esante todo un asunto de ciudadanía. A la pos-tre, ello redundó en que pase a ser una de lasasignaturas pendientes de las luchas sociales,aunque en ella han perseverado un contingen-te de colectivos para mantenerla vigente y, dea poco, con un trabajo de hormiga, ir pugnan-do para que la lucha por la democratización dela comunicación pase a ocupar el sitial que semerece en las luchas sociales contemporáneas.

En el plano de la gestación y proyección derespuestas en el terreno, el acumulado que lacomunicación alternativa, popular, dialogal,horizontal, etc. había logrado entre finales delos '70 e inicios de los '80, prácticamente sedesparramó ante el impacto brutal de las polí-ticas neoliberales, en la medida que afectaronel sentido mismo de organización social con lapremisa individualista del "sálvese quienpueda". Fueron, sin duda, momentos difíciles,pero la llama permaneció encendida.

¿Dónde queda la sociedad?

Con los acelerados avances de las tecnologíasde información y comunicación registrados enlos últimos tiempos, no solo se ha establecidoun nuevo escenario en este campo, sino queéstas han repercutido en las diversas esferasdel convivir social de manera profunda. Eneste contexto, el poder que han venido acu-mulando los medios de difusión les ha llevadoa una virtual ocupación del espacio público,que les permite actuar con una agenda políti-ca y económica propia, estableciendo lo quetiene o no pertinencia social. Al punto que,en los tiempos que corren, ante el descalabrode los partidos políticos del establecimiento,prácticamente han pasado a cumplir el rol de

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Democratizar la comunicaciónOsvaldo León y Sally Burch

articuladores de tales sectores, incluso comocuasi partidos. Todo esto, en medio de lafebril competencia mercantil que desdibujaseriamente el carácter de servicio público delos medios de comunicación y la responsabili-dad social que tienen, lo cual va acompañadode intentos por desbaratar cualquier normalegal que pudiera restringir el control corpo-rativo del sector.

Es por ello que va cobrando fuerza la deman-da de un amplio debate público sobre el rol delos medios en las sociedades democráticascontemporáneas, el sistema de propiedad, elcarácter de los medios públicos, la libertad deexpresión, etc. que precisamente ha sido unade las banderas de quienes impulsan el reco-nocimiento del Derecho a la Comunicación yla democratización de los medios.

Sean O'Siochrú, de la Campaña por losDerechos de la Comunicación en la Sociedadde la Información (CRIS)1, al referirse a losdiferentes pasos del proceso de comunicaciónen la sociedad -creación y propiedad delconocimiento, procesos y medios para la difu-sión y la comunicación, su uso para alcanzarmetas políticas, económicas y sociales-, yquienes ejercen el control sobre ellos, señalaque: "El peligro inminente es que cadamomento del ciclo se está atando a las nece-sidades del capital y del mercado. El peligroen última instancia es que el ciclo del proce-so de la comunicación en la sociedad sea inte-rrumpido, que el proceso de aprendizajesocial se haga cada vez más débil, y que alfinal el proceso de la creatividad sea transfor-mado y reducido a la generación de gananciaa corto plazo, en forma insostenible, para unapequeña minoría". El evoca el concepto y lapráctica de los "derechos de la comunicación",que pueden ayudar a "evaluar críticamente yentender estos peligros, pero también paraayudarnos a organizar soluciones integralespara abordarlas".

Sería oportuno retomar el concepto de lacomunicación como derecho humano, indis-

pensable para el ejercicio de ciudadanía, parareencaminar el debate que se ha abierto enlos últimos meses en América Latina en tornoa la libertad de expresión -particularmente araíz de la decisión del gobierno venezolano desoberana y legalmente no renovar la conce-sión de frecuencias de RCTV-, puesto que latendencia ha sido polarizar el debate entremedios comerciales y gobierno, como si fue-ran los únicos actores.

Con la conquista del espacio público, demanera sistemática los medios pretenden eri-girse en representantes de la sociedad. Perono queda claro que las grandes mayorías sesientan representadas por ellos, siendo que,por lo general, solo hacen referencia a lossectores populares como víctimas de desas-tres o protagonistas de la violencia social y lacriminalidad. ¿Qué hay de la libertad deexpresión de estos sectores y su derecho dehacer oír sus propuestas, demandas y críticas?¿Qué mecanismos existen para defender elderecho a la información de la ciudadanía,frente al control dominante y crecientementemonopólico de los sectores de poder económi-co en el ámbito de la comunicación?

La reemergencia en el continente de expre-siones organizadas que pugnan por democrati-zar la comunicación está contribuyendo a estereplanteamiento del debate. Dos de susrecientes logros incluyen la aprobación de unaley de radiodifusión comunitaria en Uruguay, yen México la decisión de la Corte Suprema dedeclarar inconstitucional partes de la llamada"Ley Televisa", que consagraba el monopolioprivado en la televisión. Estas expresiones-algunas de las cuales, de distintos países, seexploran en las páginas de esta revista-, inclu-yen desde las redes y campañas que impulsanel reconocimiento e implementación de dere-chos y marcos legales, hasta los medios alter-nativos y comunitarios que apuntan a desblo-quear la expresión de la ciudadanía, ademásdel análisis de investigadores que acompañanestas causas. Son iniciativas como éstas y lasarticulaciones que se van tejiendo entre ellasy otros movimientos que luchan por la justiciasocial, las que están sentando las bases paraque la democratización de la comunicación sehaga realidad.

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1 O'Siochrú, Sean, "Los Derechos de la Comunicación yla Campaña CRIS", América Latina en Movimiento,ALAI, No 399-400, Quito, Sept. 12 2005.

El movimiento por la reforma de los medios decomunicación ha irrumpido en EE.UU. en losúltimos cinco años, teniendo un estrecho vín-culo con los avances en el campo de los estu-dios de la economía política de los massmedia. El activismo mediático se alimentadel análisis generado por investigadores críti-cos de la comunicación; y a su vez, la investi-gación se enriquece del compromiso con lapolítica coyuntural. La acción política con-creta hacia lo mediático da vida a la investi-gación, quitándole el estigma de ser pura-mente "académica". Sin embargo, la apari-ción de este movimiento llegó de sorpresapara mucha gente, incluyendo a aquellos eco-nomistas políticos de los media que trabaja-ban muy de cerca con esta problemática, ypara los propios activistas que se hallan en elcorazón del movimiento.

La economía política de los media sirve paraentender el papel de los medios de comunica-ción en las sociedades; por ejemplo, parahacer un balance sobre si el sistema mediáti-co alienta o desalienta la justicia social, lagobernanza abierta y la democracia real yparticipativa. Este campo también examinacómo las estructuras del mercado, las políti-cas y los subsidios, así como las estructurasinstitucionales dan forma a y determinan elcarácter del sistema y del contenido de losmedios. Toda esta área se basa en el enten-dimiento explícito de que los sistemas mediá-ticos no son ni naturales ni inevitables, sinoque son el resultado de decisiones políticascruciales. Estas decisiones no se toman enabstracto ni en condiciones neutras; al con-trario, son fuertemente influenciadas por elcontexto histórico y político-económico de lasociedad y época correspondiente. Hacemos

nuestra propia historia mediática -parafrase-ando a Marx- pero no exactamente segúnnuestro deseo. No lo hacemos bajo circuns-tancias libremente elegidas, sino tales comolas han creado los acontecimientos y la tradi-ción. "La tradición de todas las generacionespasadas pesa como una pesadilla sobre elcerebro de los seres vivos".

La economía política de los mass media

Durante la mayor parte del último siglo, haexistido una clara división en el campo de laeconomía política de los media, entre los aca-démicos estadounidenses y aquellos radicadosen casi todos los otros países del mundo. EnEE.UU. ha sido generalmente asumido, inclu-so por analistas comprometidos con el cambiosocial, que el único sistema mediático posiblees el modelo corporativo, motivado por lasganancias y sostenido por las ventas de publi-cidad. El sistema mediático reflejaba elcarácter de la economía política de EE.UU., ycualquier intento serio para reformarlo ten-dría que ser parte de un programa revolucio-nario para derrocar la economía política capi-talista. Como ello fue considerado poco rea-lista y hasta absurdo, la estructura mediáticafue vista como inmutable. Las circunstanciasexistentes y heredadas del pasado no dejabanalternativa.

En otras partes del mundo, se percibía al capi-talismo como que tenía menos asidero en lasrespectivas sociedades, y se consideraba quela economía política podía ser objeto de unareforma radical. Asimismo, se argumentabaque si los sistemas mediáticos eran resultado

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EEUU: Avanza el movimientopor la reforma mediática

Roberto W. McChesney

de políticas, podían registrar grandes varian-tes, aun dentro de una economía política decorte capitalista. En tales contextos, existíauna mayor apertura para entender que lanaturaleza del sistema mediático tendríainfluencia en las decisiones políticas másamplias, sobre la clase de economía que unasociedad dada podría tener. En otras pala-bras, no solo la economía política determinael carácter del sistema mediático, sino queéste a su vez configura la economía política.En tales circunstancias, los analistas y activis-tas estaban más abiertos a entender la impor-tancia de ganar batallas para reconstruir elsistema mediático, como parte necesaria delproceso de creación de una sociedad másjusta, aun cuando las reformas específicasreclamadas no eran en sí particularmenterevolucionarias.

El énfasis "académico" de la economía políticade los medios en los EE.UU. nos resultabafrustrante, especialmente viendo la inciden-cia directa de los investigadores en las políti-cas y el activismo mediáticos en otros países.Para muchos de nosotros, llegó a ser inclusoexasperante, cuando emprendíamos investi-gaciones históricas sobre el diseño de las polí-ticas mediáticas en EE.UU. Quedaba cada vezmás claro lo erróneo de la idea establecida deque el sistema comercial corporativo era algo"natural" y benevolente. En momentos clavede la historia de los EE.UU., cuando la estruc-tura del sistema mediático entraba en undebate en profundidad, en ningún momentose consideraba inevitable la entrega del siste-ma a poderosos intereses comerciales, paraque ellos hagan lo suyo. De hecho, mis inves-tigaciones descubrieron una oposición enérgi-ca al statu quo de los medios comerciales,especialmente durante la Época Progresista(1900-1915) y en los años 30.

Una forma más exacta de interpretar la rela-ción entre la economía política y los mediosen EE.UU., a partir de los años 1930, es enten-der que si se daba por descontado que segui-ría inmutable, era simplemente porque pare-cía tan atrincherada y sin ninguna oposiciónevidente. Nuestra investigación sobre EE.UU.se empeñaba en demostrar los estrechos vín-culos del sistema mediático con las necesida-

des de quienes dominaban el statu quo. Lafinalidad de la investigación era nuestra pro-pia autodefensa intelectual, sin plantearnostomar la ofensiva. En cuanto a las luchas polí-ticas en torno a los medios, quienes estudiá-bamos la economía política de los media nosconcentrábamos en las luchas por un sistemamediático más equitativo, libradas en otrospaíses, porque era allí donde el tema estabaen juego. A menudo examinamos el rol quecumplía el gobierno de EE.UU. en el sentidode socavar las aspiraciones legítimas y demo-cráticas en relación a los medios (y muchascosas más) en otros lugares.

Esto no quiere decir que no existía ningúngrado de activismo en torno a las políticasmediáticas en las generaciones entre laSegunda Guerra Mundial y el nuevo siglo.Pero el proceso de diseño de las políticas eracorrupto y dominado por intereses comercia-les. La industria tenía metido en el bolsillo alos políticos, y la prensa no cubría el tema, demodo que el 99,99 por ciento del públicoignoraba lo que sucedía. Los medios de difu-sión no estaban en discusión. Fue así como seregaló en paquete el sistema de la televisióna Wall Street y Madison Avenue, sin un mínimode conocimiento ni participación pública. Lomismo sucedió con la radio FM, el cable y latelevisión vía satélite. Durante esos años,hubo muy poca participación pública, aexcepción de unos pocos momentos, durantelos años 70, cuando el proceso de organiza-ción popular promovido por el poder negro ylos derechos de las mujeres abarcó parcial-mente el campo de los medios de comunica-ción. Pero en ese entonces, hasta las pro-puestas de reformas más radicales apenascuestionaban el dominio corporativo del siste-ma mediático.

El punto más bajo llegó en la época deReagan, con el advenimiento del neoliberalis-mo agresivo en los años 80. Wall Street y laderecha política concentraron la atención enla comunicación, en tanto puntal de su cam-paña para hacer florecer los intereses corpo-rativos y vaciar de sentido el concepto delinterés público. En poco tiempo, todo lo quepermanecía como motor de la organización afavor del interés público en temas mediáticos,

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era un puñado de grupos muy pequeños enWashington DC, casi sin personal, sin presu-puesto, carentes de conocimiento o respaldopopular. Ellos luchaban lo mejor que podían,pero el alcance de los resultados era limitado.La culminación lógica de este proceso fue elrespaldo abrumador bipartidista a favor de laaprobación de la Ley de Telecomunicaciones,en 1996, considerada la Magna Carta para lascorporaciones de la comunicación de esaépoca.

Nada sorprendente que en un clima políticotan hostil, los economistas políticos de losmedia en EE.UU. comenzaran a perder fuer-za hacia los años 90. Si el sistema era inmu-table, entonces para qué estudiarlo, sino paraautoflagelarse. Este campo de estudiocomenzó a declinar. De haber sido posible-mente el área más dinámica de la investiga-ción mediática en los años 70 e inicios en los80, gravitó hacia la oscuridad.

Cambiar el sistema mediático

Al mismo tiempo, fuera de la mirada de laacademia, de los medios del sistema y de lacultura política dominante, algo estaba suce-diendo. Impulsado por investigaciones defiguras como Ben Bagdikian, Noam Chomsky yEdward Herman, o por el periodismo deAlexander Cockburn, Jeff Cohen y NormanSolomon, una crítica popular perspicaz sobrelas limitaciones del sistema mediático para elautogobierno empezaba a florecer y desbor-darse de las salas de clase académicas haciala comunidad más amplia. Se hicieron másevidentes las conexiones entre las necesida-des de los pudientes y poderosos y el carácterde lo que informaban y de qué manera locubrían en los medios del sistema, delimitan-do de esa manera el debate legítimo. Entre laciudadanía y los activistas, esta crítica tuvoun efecto explosivo: si el sistema mediáticoera inhóspito para la democracia y la justiciasocial, y si nosotros estábamos comprometi-dos con éstas últimas, teníamos que cambiarel sistema mediático.

Así fue que a finales de los años 80 y especial-mente en los 90, surgió un movimiento socialpor la reforma de los medios. Grupos como

Fairness & Accuracy in Reporting -FAIR- (laImparcialidad y la Exactitud en losReportajes) y las dos conferencias llamadas"Los Medios y la Democracia" organizadas porDon Hazen en 1996 y 1997, formaban parte desu imaginario. Una de las evidencias fue elcreciente interés en la crítica y la problemá-tica de los medios en la prensa progresistacomo The Nation, In These Times, MonthlyReview y The Progressive. Pero en el sombríoambiente político reinante, permanecía débilla sensación de que podíamos hacer algo paracambiar la situación. En aquel momento, sinembargo, para muchos fue motivador enten-der que no estaban ni solos ni locos, al preo-cuparse por la situación de los medios decomunicación.

Cabe anotar que quienes se apersonaban deltema no solamente eran gente de la izquier-da. Si en la época de apogeo, los críticosradicales habían dirigido la atención hacia lasdebilidades y sesgos del periodismo dominan-te, ya para los años 90 fue obvio que íbamosen camino hacia algo peor. Con la concentra-ción de la propiedad y el debilitamiento delsindicalismo, el compromiso informal de losmedios comerciales con los estándares delperiodismo profesional -por imperfectos quefueran en ciertos aspectos- comenzó a desmo-ronarse. Se hicieron recortes en el personalde la redacción, se cerraron oficinas, y se dioun ablandamiento de los estándares noticierospara poder incluir material más escabroso ytrivial. Los propios periodistas se transforma-ron rápidamente: de defensores fieles delstatu quo, se convirtieron en sus principalescríticos. Aún más, la propagación de lacomercialización (y, con ella, de la vulgari-dad) en toda la cultura mediática molestó amuchos, no solo en la izquierda. En pocaspalabras, la aceptación popular del sistemamediático se debilitaba.

Al rememorar la historia de esa época desdela perspectiva actual, podemos reconocer queel movimiento de entonces por la reforma delos medios experimentaba una "prehistoria"necesaria, muy parecida a la del movimientode los derechos civiles en los años 40 e iniciosde los 50, o del movimiento ambientalista enlos años 60. El giro llegó a principios de la

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nueva década, cuando se demostró la cone-xión entre la naturaleza del sistema mediáti-co y la gama de las políticas y los subsidiosque lo crearon. Las Grandes Mentiras queprotegen el sistema de los medios corporati-vos -que pretenden que EE.UU. tiene un sis-tema de medios regido por el mercado libre,y que este sistema fue concebido como elúnico democrático posible por los Fundadoresen la Constitución- comenzaron a desmoro-narse. Ciertamente, EE.UU. tenía un sistemade medios orientado a las ganancias, pero esono era el resultado del libre mercado, sino delas políticas corruptas elaboradas entre bam-balinas para beneficio de los intereses corpo-rativos. Y los propios Fundadores habíanintroducido enormes subsidios a la impresióny a los correos para fomentar una prensa diná-mica. Ellos no abrigaban ninguna ilusión depoder generar una prensa libre permitiendo alos pudientes enriquecerse a su gusto con laedición, confiando en la suerte.

Nace un movimiento

La reforma mediática se catapultó al estatusde movimiento con la lucha del 2003 contra laconcentración de la propiedad de los medios.La Ley de Telecomunicaciones de 1996 reque-ría que la Comisión Federal deComunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés)evalúe cada dos años las normas vigentessobre la propiedad de los medios, pero ésta sehabía retrasado. Estas normas limitaban elnúmero de concesiones monopólicas de fre-cuencias, otorgadas por el gobierno, que unasola empresa podía poseer, a nivel local ynacional. También fijaban límites a la canti-dad de otros medios de comunicación -especí-ficamente periódicos- que una misma empre-sa podía poseer, cuando era beneficiaria deuna concesión de monopolio para manejar unaparte del espacio radioeléctrico público. Laintención detrás de estas reglas fue la de ase-gurar la mayor diversidad posible en la pro-piedad de los medios de comunicación. Estasnormas, de larga vigencia, tenían un amplioapoyo entre la ciudadanía; no así entre lasgrandes corporaciones de comunicación,ansiosas por tener más oportunidades paraexpandirse y disminuir las presiones competi-tivas.

Tan populares eran las normas sobre la propie-dad de los medios, que inclusive en la épocade Reagan, solamente la FCC podía modificar-las. Pero con la presidencia de George W.Bush, las grandes corporaciones mediáticas sealistaron para el remate. Muchas de ellas, porejemplo la News Corporation de RupertMurdoch, Clear Channel y Belo, que habíansido entusiastas partidarios en la campaña deBush para la presidencia en el año 2000, lide-raron la lucha para eliminar las reglas sobre lapropiedad. Los tres miembros de la FCC nom-brados por Bush (de un total de cinco), antesde que se hubiese realizado ninguna investiga-ción, manifestaban su simpatía por flexibilizarlas reglas sobre la propiedad de los medios,conociendo que tenían la mayoría de votosnecesaria para aprobar las reformas que dese-aban. Con el Congreso controlado por labanca republicana en la primavera del año2003, la cuestión parecía perdida.

Fue en ese momento que surgió la oposición,en forma aparentemente espontánea, paraimpedir el debilitamiento de las normas sobrela propiedad de los medios. En el plazo de unaño, por lo menos dos millones de personas, yquizás más, habían contactado a la FCC o alCongreso para manifestarse en contra de loscambios de las normas. Las protestas provi-nieron de distintos puntos del espectro políti-co y con diversas motivaciones; seguramenteun factor importante fue la ira que suscitó lacobertura mediática sobre el proceso que cul-minó en la invasión de Irak en marzo del 2003.La frustración reprimida durante muchos añosen contra de los medios se destapó cuando lagente empezó a reconocer que nuestro siste-ma mediático era resultado de políticas y sub-sidios que habían sido diseñados en su nombrepero sin su consentimiento. Así nació el movi-miento contemporáneo por la reforma de losmedios en EE.UU.

En los últimos cuatro años, el movimiento hacrecido dramáticamente. Ya no está más res-tringido a un puñado de activistas trabajandoen Washington, sin visibilidad, y carentes deconocimiento y apoyo público. Está lograndovincular las bases con los procesos de diseñode políticas. Junto con John Nichols y JoshSilver, en diciembre del 2002 fundé el grupo

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que se llama Free Press (Prensa Libre). En el2003 el grupo tenía unos pocos empleados.Pero ya para el verano de 2007, tenía un equi-po de 30 personas y aproximadamente400,000 miembros. Si bien Free Press es elgrupo más grande en EE.UU. que trabaja enel tema de la reforma de los medios, haymuchos más, y varios de ellos comenzarondespués de 2003. Hay un lista completa condescripciones de las 165 organizaciones enEE.UU. que están trabajando para las refor-mas mediáticas, que se puede encontrar en:http://www.freepress.net/content/orgs. Enel 2005, unas dos docenas de estos grupos sereunieron para fundar la Media & DemocracyCoalition (Coalición sobre los Medios y laDemocracia). Una parte significativa delmovimiento por la reforma de los medios seidentifica como el movimiento por la justiciaen los medios, porque vinculan los asuntosmediáticos específicamente con temas de jus-ticia social, y más precisamente, cómo seaplican estas problemáticas a las mujeres y alas llamadas comunidades de color. A nivellocal, a cada rato emergen nuevos grupos porla reforma mediática.

Nuevos retos

Algunas características diferencian al actualmovimiento emergente por la reforma de losmedios en EE.UU del activismo mediáticoanterior a 2003. Primero, si bien la propiedadde los medios y la lucha en contra de la con-centración de los mismos es el asunto que dioimpulso al movimiento, varios otros aspectoshan entrado en juego posteriormente. FreePress ha liderado una coalición que lucha porla Neutralidad de la Red en Internet, enarbo-lando la bandera de "Save the Internet"(Salvar Internet). Se trata de impedir que lasempresas de cable y de teléfono puedan pri-vatizar Internet, con el poder de decisiónsobre cuáles sitios Web se transmiten a velo-cidades más altas. Asimismo, otras coalicio-nes similares han luchado en contra de losintentos de la administración Bush de generarnoticias falsas o de subvertir de otras manerasla libertad de prensa. En el mismo sentido,otras agrupaciones lucharon para proteger alos medios de comunicación públicos y comu-nitarios de las reducciones presupuestarias en

el 2005. Hacia adelante, numerosos retos enmateria de políticas están en juego o se vis-lumbran en el horizonte. Cada una de estasproblemáticas convoca a diferentes grupos aunirse al movimiento; nuestro reto es asegu-rar que ellos perciban que también les con-cierne los otros aspectos de las reformasmediáticas. No estamos exagerando al decirque el destino del propio sistema de comuni-cación digital será determinado en gran partepor los resultados de estas luchas.

En segundo lugar, la meta del movimiento porla reforma de los medios es simplemente con-vertir el tema de las políticas mediáticas enun asunto político. Una vez que se debataabiertamente el asunto, habrá resultados pro-gresistas. El statu quo corporativo no era nipopular ni democrático, su fuerza residía ensostener la idea de que no había alternativa,que era un mandato de los PadresFundadores, de Adam Smith o de Dios, o algu-na combinación de ellos. Una vez que salió ala luz pública que se trataba de simple propa-ganda, y se sometió al sistema mediático a unanálisis lúcido, el debate se transformó radi-calmente. En el momento actual, millones deestadounidenses entienden que nuestro siste-ma mediático no tiene nada de "natural" y queellos tienen el derecho y la responsabilidad departicipar en la definición de las políticas.

Tercero, si bien el movimiento por la reformade los medios de comunicación se concentraen el activismo en torno a políticas, tieneestrechos vínculos con grupos que producenmedios independientes -que han irrumpidocon fuerza en Internet- y con aquellos queobservan críticamente los medios masivos.Quienes manejan medios independientesrequieren de reformas exitosas en el campode las políticas, para asegurar que tengan laposibilidad de ser efectivos, mientras quequienes se empeñan en la crítica y la educa-ción comparten la meta central de cambiar elsistema. Estas tres ramas del activismomediático avanzan o retroceden juntas. Ytodas dependen de tener relaciones estrechascon los trabajadores de los medios de difusiónen el sector corporativo quienes, cada vezmás, se disocian de las necesidades y valoresde sus jefes. Por lo tanto, la lucha para crear

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sindicatos libres que representen a los traba-jadores mediáticos es un eje fundamental delmovimiento por la reforma de los medios.Estamos descubriendo ahora en EE.UU., en elmarco de la lucha por mantener vigente elperiodismo de la prensa escrita, que dentrodel sistema, únicamente los sindicatos de laprensa escrita tienen un claro interés en sos-tener el periodismo viable. A los dueños delas corporaciones, les importa un bledo.

Cuarto, EE.UU., que durante décadas quedórezagado en el activismo mediático global, hapasado a tener liderazgo. A las conferenciasperiódicas sobre las reformas mediáticas,convocadas por Free Press, ahora llegan acti-vistas de otros países, que asisten para apren-der de los procesos en EE.UU. Desde 2007, loscanadienses comenzaron a desarrollar unaorganización similar en alcance a Free Press.Hacia el futuro, los activistas no solamentetendrán que desarrollar sus movimientos ensus propios países, sino que tendrán queseguir articulando sus esfuerzos internacional-mente, ya que muchos de los asuntos son glo-bales y tienen que ver con las políticas y lasnormas comerciales y económicas.

Es incierto qué tan lejos el movimiento de lareforma mediática en los EE.UU. pueda avan-zar como líder global. Si bien el movimientoes políticamente independiente y atrae el res-paldo de elementos de la derecha política, enúltima instancia su éxito dependerá del creci-miento y el fortalecimiento de las fuerzaspolíticas populares; es decir, de la izquierda.En EE.UU., estas corrientes son débiles y engran parte incipientes. Al fin y al cabo, lapugna en torno a los medios se dirige a lacuestión de quienes van a manejar el ámbitode la comunicación: el pueblo o las corpora-ciones, el interés público o el beneficio priva-do. Y dada la importancia de la comunicaciónpara la economía política, cada vez más nosacercamos a la cuestión de quién debe dirigirtoda la sociedad. Esto significa que llegará elmomento en el que habrá que enfrentar alcapital. Es más fácil visualizar una izquierdaemergente que apoye las reformas progresis-

tas de los medios, en lugares como AméricaLatina o África -o incluso en Europa-, endonde el capitalismo está menos estable ydonde tradicionalmente ha existido unaizquierda más robusta. En EE.UU., un puntoatractivo del movimiento por la reforma delos medios es que, al forzar una apertura delespacio mediático, los medios progresistastendrán mayor posibilidad de éxito, contribu-yendo a generar una izquierda más fuerte ydinámica. Nadie piensa que se puede dejar lasolución de la reforma de los medios para"después de la revolución". Todos entiendenque sin la reforma de los medios, no habrárevolución. En ese sentido, es parecido almovimiento sindical, en donde el reclamo delos sindicatos libres, en sí nada muy revolucio-nario, es un requisito trascendental paraconstruir una izquierda bien organizada y via-ble que pueda disputar el poder. Aun si nologramos la revolución en EE.UU., la reformade los medios, al igual que el trabajo organi-zado, puede convertir al país en un lugar másjusto y más humano, para sus propios habitan-tes y para los pueblos del mundo.

Para concluir, la emergencia del movimientopor la reforma de los medios en EE.UU. hasido trascendental para los economistas polí-ticos de los medios. Esta sub-rama de inves-tigación estaba casi muerta en los años 90,cuando el pensamiento neoliberal dictamina-ba que el mercado domine todo lo que existee hizo que la investigación crítica aparecieradocta y desconectada de la realidad. En elplazo de solo una década, este supuesto se harevertido. Ahora entendemos que los siste-mas mediáticos surgen de factores político-económicos complejos y de decisiones clavesobre políticas. La necesidad del análisis aca-démico comprometido nunca ha sido más evi-dente, en EE.UU. y en el mundo. Este esnuestro momento de visibilidad y de granoportunidad, y debemos aprovecharla.

Robert McChesney, autor y profesor universi-tario estadounidense, es presidente fundador

de Free Press.

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Con una variedad de actores actuando endiferentes frentes y un escenario político con-tradictorio (y, en especial en el campo de lacomunicación, próximo a la esquizofrenia), lalucha por la democratización de la comunica-ción en Brasil enfrenta fuertes desafíos.Aunque pueda haber la impresión - a simplevista y comparando con países en situacionessimilares - de que aquí hay un campo propiciopara la batalla por el derecho a la comunica-ción, el hecho es que el país aún está lejos detener un movimiento de comunicación organi-zado como tal.

Es cierto que nunca se discutió tanto la comu-nicación como si discute hoy en el país. Elescenario, sin embargo, no puede ser conside-rado favorable para aquellos que luchan porel derecho a la comunicación. Este puede serresumido por las siguientes características:

1) Ausencia de regulación y políticas decomunicación: el escenario legal e institucio-nal de la defensa del derecho a la comunica-ción en Brasil es de tierra arrasada. No haylegislación actualizada sobre la radiodifusión(la actual data de 1962), no hay límites a lapropiedad cruzada, no hay sistema público decomunicación, las radios comunitarias sonreprimidas a diario (se cierran más radios quelas que se autorizan) y el sector privado dictasus propias reglas. Además, no hay ningúntipo de política de incentivo a la pluralidad ya la diversidad de los medios. En esas condi-ciones, sin la regulación del siglo XX, el paístodavía se ve en la necesidad de establecer laregulación del siglo XXI, en un escenario de

convergencia tecnológica y empresarial.

2) Esquizofrenia gubernamental: desde laentrada de Lula a la presidencia de laRepública, pero en especial después de laentrada de Hélio Costa al Ministerio de lasComunicaciones, se vive una realidad esquizo-frénica en las políticas de comunicación.Mientras el ministerio de Costa trabaja conpolíticas conservadoras en sintonía con elinterés de los radiodifusores, otros organis-mos de gobierno, como el Ministerio de laCultura, de Gilberto Gil, y la Radiobrás, presi-dida hasta el inicio de 2007 por Eugênio Bucci,buscan la implementación de políticas demo-cráticas. Aún así, hasta el final del mandato,las "pelotas divididas" quedaron en el campodel Ministerio de las Comunicaciones y de losradiodifusores.

3) Ofensiva de los mass media conservado-res: desde el punto de vista del contenido, losmass media, que se posicionaron contra elGobierno Lula en las elecciones, continúanoperando para determinar su agenda política,confirmando su papel de gran partido políticoorganizador de la agenda de la derecha. Laagenda reciente incluye, entre otros puntos:el apoyo a la flexibilización de los derechoslaborales, la defensa del recorte de los gastospúblicos y de las reformas de la seguridadsocial, además de la oposición constante a losmovimientos del campo (agravado por lareciente ofensiva contra las quilombolas). Enel último periodo, se acentuó la acción reac-cionaria en los temas de la comunicación, enuna campaña contra las radios comunitarias

Brasil:

Desafíos del movimiento porla democratización de la

comunicaciónJoão Brant

contra la no renovación de la licencia de laRCTV venezolana.

4) Aislamiento de la agenda: los movimientosde comunicación no están logrando hacer desu agenda democrática una lucha de todos losmovimientos sociales. Como veremos másadelante, eso es fruto de una combinación decaracterísticas, entre ellas la dispersión de lospropios movimientos de la comunicación y laausencia de derechos consolidados que permi-ta la defensa de una agenda unitaria.

Así, el momento actual de la lucha por lademocratización de las comunicaciones enBrasil está hoy marcado por tres desafíos prin-cipales: 1) búsqueda de convergencias entremovimientos con características y prioridadesdiferentes, en vez de privilegiar las divergen-cias; 2) la necesidad, en un momento de ofen-siva conservadora de los grandes mass media,de viabilizar la implantación de la agenda delsiglo XXI a la vez que luchar por la agenda norealizada del siglo XX; y, ligado a ese segundopunto, 3) la obligación de trabajar por unaagenda positiva en un escenario de tierraarrasada, en que no hay derechos a ser defen-didos, con el agravante de que los movimien-tos sociales viven un momento de descenso.

Estos desafíos no necesariamente constituyenla agenda política de los movimientos, peroson los principales nudos críticos a ser desata-dos. Para examinarlos, este texto se centrarámenos en el detalle de la coyuntura política,y más en la diversidad de actores que luchanpor la democratización de la comunicación (opor el derecho a la comunicación) en Brasil,buscando comprender sus propuestas, luchas,puntos de convergencia, logros y retrocesos ylas articulaciones. Para eso, es fundamentalhacer un repaso rápido de la historia de esosmovimientos en Brasil.

Un breve recuento histórico

El origen de la lucha por la democratizaciónde la comunicación en Brasil está relacionadocon el momento político en que el mundo dis-cutía, en la década de 1970, las propuestas enel ámbito de la UNESCO, que, algunos añosdespués, aparecerían sintetizadas en el

Informe McBride. En ese momento, el temadel combate a la censura y la defensa de lalibertad de expresión ocupaban un espaciocentral en la lucha de los diversos movimien-tos anti-dictatoriales, pero no existía unaacción organizada por la democratización dela comunicación.

En aquel momento, entidades como la UniónCristiana Brasileña de Comunicación Social(UCBC) y un sector de la academia brasileñaimpulsaron en el país la discusión sobre lanecesidad de políticas democráticas de comu-nicación. El país vivía una dictadura militar ylos imperios privados, en especial la RedGlobo, crecían en alianza con los gobiernosdictatoriales. En ese entonces, las propuestasno encontrarían ningún eco en el gobierno,pero marcarían la agenda en los sectores pro-gresistas, señalando que la democratizaciónde la sociedad y la democratización de lacomunicación eran (como siguen siendo)mutuamente dependientes. Surgen en esaépoca decenas de iniciativas de comunicaciónalternativa, en especial periódicos, que llegana tener grandes tirajes.

En la década de los 80, el movimiento deradios libres y comunitarias y la perspectivade una nueva Constitución (aprobada final-mente en 1988) impulsan el movimiento yhacen que éste se organice, tanto local comonacionalmente. En 1984, durante la transi-ción del régimen dictatorial al régimen demo-crático, se formó el Frente Nacional porPolíticas Democráticas de Comunicación, quereunía a la Federación Nacional de losPeriodistas (FENAJ), la Asociación Brasileña dePrensa (ABI), la Asociación Brasileña deEmisoras Públicas, Educativas y Culturales(Abepec) y varias universidades. La creacióndel Frente marcaba la migración de un movi-miento que antes trabajaba por la moviliza-ción popular y la creación de una red decomunicación alternativa hacia un movimien-to que empezaba a manifestarse a través delas vías institucionales centrales, intentandoafectar a los grandes medios.

Este movimiento, con altibajos, seguiría orga-nizado hasta la Constitución de 1988. Enaquel año, se entabló una verdadera batalla

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en la definición del capítulo sobre laComunicación, en el que el movimiento tuvoalgunos avances, pero sufrió derrotas signifi-cativas, como la no aprobación de un ConsejoNacional de Comunicación con carácter deli-berativo y los límites impuestos para la no-renovación de concesiones o para la cancela-ción de licencias de radio y TV.

En 1991, fruto de la articulación del Frente,surge el Foro Nacional por la Democratizaciónde la Comunicación, que abarcó entidadesacadémicas, profesionales, estudiantiles yrepresentaciones de otros segmentos, como laOrden de los Abogados de Brasil (OAB) y laConferencia Nacional de los Obispos de Brasil(CNBB), habiendo, durante todo ese periodo,la Federación Nacional de los Periodistas(FENAJ) capitaneado la organización de lasociedad civil.

En la década de los 90, el Foro se transformóen el principal actor de la lucha institucionalpor la democratización de las comunicacionesen Brasil. A despecho del fortalecimiento delneoliberalismo en el país, en ese momento lalucha institucional lograría algunos éxitosimportantes, como la ley de la TV por cable,en 1995, que garantizó espacio para canalesde acceso público -comunitarios y universita-rios- y propuso la infraestructura basada enuna red pública y única.

Justo después de esa pequeña conquista, elmovimiento se desarticuló. En Brasil, las polí-ticas neoliberales estuvieron en auge, en lasegunda mitad de la década de 1990, y la pri-vatización de las telecomunicaciones dio másmunición y contingente al bando del empresa-riado (con el tiempo, las contradicciones delsistema de producción capitalista llevarían aun choque entre empresas de telecomunica-ciones y radiodifusores, que permanece hastahoy, aunque ellos tienen intereses comunes).EL FNDC permaneció por algunos años deses-tructurado, y la agenda "siglo XX" comenzó amostrarse insuficiente para enfrentar las nue-vas situaciones.

Al final de los años 90 y comienzos del 2000volvió a reactivarse el movimiento a partir dela reorganización del FNDC y del surgimiento

de iniciativas bajo diferentes perspectivas,como la Campaña por la Ética en la TV -que secentró en las denuncias de los telespectado-res sobre la violación de derechos humanos enlos mass media-, y las diversas entidades polí-ticas y académicas que habían retomado labandera del derecho a la comunicación1,ampliando la pauta de la democratización dela comunicación, e iniciativas de producciónindependiente y autónoma, en especial elCentro de Medios Independientes(Indymedia).

Al final del 2002, la llegada de Lula a la pre-sidencia creó una situación de difícil manejopara los movimientos. A la vez que la elecciónalimentó una enorme esperanza (las propues-tas del programa de gobierno y del programade transición habían sido desarrolladas enbuena parte por personas relacionadas con losmovimientos), el inicio del gobierno creó unasituación de encrucijada, en la cual los movi-mientos de comunicación tuvieron dificulta-des para encontrar su papel en la nuevacoyuntura.

La situación actual

La esquizofrenia del gobierno Lula en el áreade la comunicación ha llevado a una reorgani-zación del movimiento y a iniciativas conjun-tas, pero ha encontrado también una resisten-cia conservadora igualmente fortalecida.Frente a este contexto, es relevante ubicarlas diferentes iniciativas y relacionarlas conlos desafíos y nudos críticos ya enumerados afin de comprender la actual agenda de losmovimientos del campo de la comunicación.

El papel histórico del FNDC hace de él unareferencia fundamental, aunque en los últi-mos años la articulación no haya demostradola misma capacidad de movilización de añosanteriores. Formado en gran parte por enti-dades sindicales y representativas, el Forodepende de la movilización de esos sectorespara impulsar sus luchas, y enfrenta el mismoproblema de desmovilización que afecta a losmovimientos de la misma naturaleza.

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1 Entre ellas el Intervozes - Colectivo Brasil deComunicación Social, grupo del cual formo parte.

Además, con la ampliación de la pauta, elFNDC no abarcó toda la diversidad del campoque se moviliza por la democratización de lacomunicación. En los últimos años, la pautacentral de la articulación fue el proceso dedigitalización, y al final de 2006 se apuntó ala realización de una Conferencia Nacional deComunicación como el principal objetivo a sertrabajado en el 2007.

Desde el inicio de la década, han ganado fuer-za movimientos que organizan a militantes enla lucha por el derecho a la comunicación. Enese campo, se destaca Intervozes -ColectivoBrasil de Comunicación Social- , que reúne aactivistas de 14 de los 27 estados brasileños ygrupos que actúan localmente, como losComunicativistas, en Rio de Janeiro, y elFopecom, en Pernambuco. Estos grupos secaracterizan por haber retomado el derecho ala comunicación como consigna, con la con-cepción de que la comunicación no debe serun espacio sólo de expertos. En ese sentido,su lucha busca viabilizar la apropiación socialde la comunicación. Incluso sin una "base derepresentación", ellos se afirman como acto-res fundamentales en el campo, combinandocapacidad de formulación y de movilización.

También se han fortalecido procesos de segui-miento de la programación y control públicode los mass media, en especial con la denun-cia de violaciones sistemáticas de derechoshumanos en los mismos. La principal iniciati-va en este sentido es la Campaña por la Éticaen la TV, que reúne a la Comisión de DerechosHumanos y Minorías de Cámara de Diputados yentidades de la sociedad civil, como elConsejo Federal de Psicología. La Campaña,conocida como "Quien financia el relajo estácontra la ciudadanía" elabora un ranking men-sual con las denuncias recibidas, e intentaactuar directamente con los anunciantes delos programas, pretendiendo convencerlos deque no apoyen los programas de relajo o queviolen derechos humanos. Aunque ha perdidoun poco de su fuerza con la no elección deOrlando Fantazzini (diputado creador de lacampaña y miembro de la Comisión deDerechos Humanos), la campaña sigue tenien-do una importancia central.En cambio, el movimiento de radios comuni-

tarias sufre una enorme dispersión, con variasentidades representando diferentes perspec-tivas y con dificultades para trabajar en con-junto. La principal de ellas es la AsociaciónBrasileña de Radiodifusión Comunitaria(Abraço). Su principal lucha sigue siendo elcombate a la represión, ya que, durante elgobierno Lula, el cierre de radios comunita-rias aumentó, en lugar de haber disminuido,como era de esperarse. De la misma forma,buscan condiciones de sustentación y supervi-vencia, puesto que la ley brasileña es extre-madamente restrictiva: prohíbe la publicidadcomercial y crea una lucha fratricida entre lasradios al establecer el límite de una radiocomunitaria por localidad. Para este sector,el desafío se sitúa en la dificultad de estable-cer una agenda estratégica de lucha en uncontexto de ataques de la Policía Federal y dela Agencia Nacional de Telecomunicaciones(Anatel) y de los diferentes intereses que con-viven entre las radios.

Además de estas iniciativas, otras se hansumado al campo que lucha por la democrati-zación de las comunicaciones a propósito delproceso de convergencia tecnológica, quecrea nuevas realidades y demandas. En esecampo, se sitúan entidades del área de lainclusión digital, como la Red deInformaciones para el Tercer Sector (RITS), dela cultura, como el Congreso Brasileño de Ciney la Asociación Brasileña de RealizadoresIndependientes, y de propiedad intelectual,como el Centro de Tecnología Social de laFundación Getúlio Vargas, que representa elCreative Commons en Brasil. Además, se mul-tiplican colectivos con iniciativas autónomas,como el Centro de Medios Independientes,dedicado a la producción colaborativa y com-partida, y otros grupos pequeños con la mismafilosofía, pero con temáticas distintas.

Los desafíos de la actuación convergente

En los últimos años, el proceso de implemen-tación de la TV digital en Brasil posibilitó elsurgimiento de iniciativas convergentes. Enel momento en que este tema pasó a ocuparun lugar central en la agenda del gobierno, secreó el Frente por un Sistema Democrático de

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Radio y TV Digital, que congregó a más de uncentenar de entidades, entre ellas práctica-mente todas las que intervienen en el área dela comunicación. El Frente consiguió introdu-cir el tema en el debate de la sociedad,haciendo que éste no quede restringido a lascuestiones tecnológicas. Pese a ello, una for-taleza del Frente fue justamente la participa-ción de entidades con perfil técnico, como laFederación Interestadual de Trabajadores enTelecomunicaciones (FITTEL), que posibilitóque se entablara una batalla técnica de iguala igual con los radiodifusores. Después de lapublicación del decreto que se definió por elpatrón japonés, el Frente perdió fuerza acausa de la ausencia de un horizonte estraté-gico de largo plazo.

Empero, independientemente de que el temade la digitalización se haya debilitado, en losúltimos meses hay varios esfuerzos para quelas entidades no se dispersen y trabajen enconjunto. En lo que va del año 2007, ganófuerza el tema del sistema público de radiodi-fusión y de la Conferencia Nacional deComunicaciones, reivindicaciones históricasdel movimiento. En los dos casos, las diversasentidades han conseguido trabajar unidos,definiendo agendas y estrategias comunes deactuación. Está claro, sin embargo, que esasiniciativas ganaron aliento porque sectoresdel Ejecutivo (en el caso del sistema público)o del Legislativo (en el caso de laConferencia) se han comprado la pelea eimpulsaron iniciativas estatales en este senti-do. Sin aliados con visiones semejantes en elgobierno aún es muy difícil para el movimien-to de la comunicación establecer su agendapositiva.

De otro lado, el involucramiento de los movi-mientos de masas con la temática de la comu-nicación continúa siendo tímido. Aunque losprincipales movimientos (en especial el MST -Movimiento de los Trabajadores Rurales SinTierra) dediquen varios esfuerzos a la cons-trucción de medios propios de comunicación,ellos todavía no dan el peso suficiente a lalucha por políticas democráticas. Ese hechose debe, en especial, a dos cuestiones, denaturaleza distinta:

1) La primera es que el propio movimiento decomunicación no tiene tan clara una agendacomún, lo que dificulta la apropiación de estaagenda por los movimientos que no tienen enla comunicación su principal acción. Eso noexime a los movimientos sociales de su res-ponsabilidad, pero crea un contexto más difí-cil para que esa apropiación del tema seaefectiva.

2) La segunda y de mayor dificultad para queesa agenda sea apropiada por los movimientosparece situarse en el conjunto de caracterís-ticas del campo de la comunicación y delmomento político que vivimos. La VíaCampesina considera que en la historia brasi-leña se registran ciclos de ascensos y descen-sos en el movimiento de masas, que, por reglageneral, anticipan los ciclos de ascensos ydescensos de la izquierda. Para esta coordi-nación de organizaciones, desde el final de ladécada de los 80, estamos en una etapa dedescenso de los movimientos, en la que losmovimientos o luchan contra la reducción dederechos (en relación con las reformas labora-les y la seguridad social, por ejemplo) o sebasan en leyes favorables vigentes para exigirsu aplicación (reforma agraria y en la cuestiónindígena, por ejemplo). El gran desafío en lacomunicación es que, en un escenario de tie-rra arrasada, sencillamente no hay derechoque no sea atacado porque no hay ningúnderecho garantizado. En esta situación, lapauta es la pelea por la positivación del dere-cho y por políticas públicas que viabilicen suejercicio, enfrentando los cuellos de botellaeconómicos, políticos, sociales y culturalesque impiden su realización. Sin embargo, enmomentos en que los movimientos tienen queasirse en lo que ya está garantizado, trabajar"por la positiva" se vuelve muy difícil. Una delas pocas luchas "de resistencia" posible hoy esla de las radios comunitarias, que están sien-do cerradas a ritmo acelerado, y que sobrevi-ven a despecho de la ley restrictiva.

Esos dos factores -en especial el segundo-explican la dificultad de que la agenda delderecho a la comunicación logre apoyo social.Esto no significa que ésta no sea central. Sóloindica que mientras dure el periodo de des-censo en Brasil, es probable que no haya un

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Venezuela: Entrevista a

Blanca Eekhout, presidenta

de Vive TV

La disputa delos medios comunitarios

Osvaldo León

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Venezuela es uno de los países endonde el sentido de comunicacióncomunitaria ha cuajado en loshechos y disposiciones legales,como resultado de procesos vincu-lados a dinámicas organizativasque, básicamente, conjugaron con-cientización y participación ciuda-dana, cuestionando al carácterexcluyente de los medios masivosdel establecimiento. En el escena-rio de la revolución bolivariana, elempoderamiento de esta corrientese presenta como una clave paraavanzar en la democratización dela comunicación. Para descifraresta temática, conversamos conBlanca Eekhout, quien fue una delas responsables de Catia TV, unacadena comunitaria de los barriosdel oeste de Caracas, y hoy presi-denta de Vive TV.

compromiso efectivo de los movi-mientos sociales en la lucha porpolíticas democráticas. De cual-quier forma, la perspectiva debeser mantener esta lucha y el diá-logo permanente con los movi-mientos para intercambiar crite-rios y construir acciones conjun-tas, buscando impulsar tambiénluchas sociales generales.

En el próximo periodo, el movi-miento de comunicación brasileñodeberá definir una agenda queincluye puntos como la necesidadde una nueva regulación para lascomunicaciones -que dé cuentade la agenda perdida del siglo XXy de la nueva agenda de la con-vergencia del siglo XXI-, la defen-sa y el incentivo a los medioscomunitarios, la implantación deun sistema público de TV y radio,la digitalización (en especial lacuestión de la radio, en el sistemaabierto), la democratización delproceso de concesión y renova-ción de las licencias, la constitu-ción de espacios de participaciónpopular en la definición de laspolíticas públicas (como unaConferencia Nacional deComunicaciones), y la clasifica-ción indicativa de la programa-ción, además de temas como lainclusión digital y la flexibiliza-ción de la propiedad intelectual.Motivos de sobra para que elmovimiento dé cuenta de sus dife-rencias y trabaje de manera con-vergente sobre los nudos críticosque se presentan.

João Brant es miembro delIntervozes, Colectivo Brasil deComunicación Social, formado

en Radio y TV en la Universidadde São Paulo, y con maestría enregulación y políticas de comu-nicación en la London School ofEconomics and Political Science

(LSE).

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- Hoy por hoy, en y a partir de Venezuela seha logrado poner sobre el tapete el temademocratización de la comunicación. Nosgustaría que nos hables de este proceso apartir de los momentos germinales.

Mira, con el pacto de Punto Fijo que se dio enlos '60, como pilar de la institucionalidad de laIV República, los medios se consolidaron comograndes monopolios vinculados al poder polí-tico, a grandes sectores de la banca y ligadosa la inversión extranjera. Desde entoncesprácticamente han reinado en el imaginariodel pueblo venezolano, aunque ya en el cursode los '80, con más claridad, comenzaron asurgir nichos de resistencia cultural-comuni-cacional dentro del movimiento popular, enlos barrios, en zonas campesinas, con un per-fil más cultural que político.

Las formas eran muy diversas: incluían losperiódicos, los volantes, los murales, loscolectivos de cine club, radios parlantes yexperimentos con transmisores pequeñísimosde baja potencia, como de televisión, a travésde los cuales la gente buscaba dotarse de suspropios medios y redes de comunicación, por-que los grandes medios presentaban un paísque era totalmente ajeno a la realidad, por-que en esta exclusión mediática los sectorespopulares sólo aparecían estigmatizados,como delincuentes, peligrosos, etc.

Con pocos recursos, pero con mucho compro-miso, lo que se registra es una búsqueda per-manente para poder reconocerse, para apo-yarse mutuamente. En el caso de los cineclub, por ejemplo, la gente inicialmente sereunía para ver una película alternativa queera imposible verla por televisión, pero cuan-do ya se pudo tener una cámara, se comenzóa grabar la asamblea en el barrio, la actividadde la gente en la calle, y se creó una especiede red de intercambio de esos materiales, quedio paso a lo que se llamó noticiero del barrio.Sin embargo, todo eso tuvo por parte delEstado una permanente descalificación, perse-cución, acusados de ilegales, de piratas, inclu-so en algunos casos se les quitó los equipos.

Pero en la historia de mi país fueron doshechos políticos que gravitaron en la ruptura

con el poder mediático. El primero se da el27 de febrero de 1989, cuando el reelectopresidente Carlos Andrés Pérez emite unpaquete de medidas ordenado por el FondoMonetario Internacional (FMI) y genera unareacción popular, inicialmente en Caracas,pero que luego se extiende a nivel nacional,que tuvo como respuesta una tremenda repre-sión -se habla de 3 mil muertos, ya que nuncahubo una investigación real sobre este hecho-, la cual fue secundada por los medios, y esodio lugar a que se rompa el hechizo de losmedios. El segundo tiene lugar en febrero de1992, cuando el alzamiento militar del coro-nel Chávez, como secuela a la masacre del 89,en el cual la gente no participó pero luego sin-tonizó con sus propósitos y es por eso quesurge el movimiento que en 1998 gana laselecciones.

- Estos hechos políticos, ¿de alguna maneracoadyuvaron para que los nichos de resis-tencia comunicacional, como señalas,encuentren mecanismos articuladores?

Todos estos esfuerzos estaban muy ligados alas luchas específicas, con algunos niveles deintercambio, pero sin alcanzar una coordina-ción efectiva. En el año 98, justo antes deltriunfo del gobierno bolivariano se hicieronalgunos encuentros y se empezó a compartirexperiencias de manera que los que lograbanarmar transmisores pudieran, de algunamanera, multiplicar ese saber con los compa-ñeros que tenían en los cines clubes el traba-jo más político de la comunicación, se empe-zó hacer esas propuestas de televisión comu-nitaria. Todo esto, que fue un trabajo deresistencia comunicacional de muchos años,tiene un estallido en el año 99 con el procesoconstituyente.

- ¿Y cuál es el resultado positivo de talestallido en la constituyente?

En el proceso constituyente se establece quela comunicación es un derecho humano funda-mental, consecuentemente se legalizan losmedios comunitarios y no sólo que se legali-zan sino que el Estado se obliga a garantizar-le a las comunidades la posesión de herra-mientas, de recursos, para ejercer este dere-

cho, entonces hubo una relación mucho másactiva donde realmente las comunidades tie-nen el derecho de poseer instrumentos paraparticipar activamente en el hecho comunica-cional.

Esto implico cambios fuertes en la mismaestructura del Estado que no estaba diseñadasino para la televisión comercial y de algunamanera los espacios de la televisión pública yla radio pública, que para entonces estabanen ese momento muy malo porque habían sidoempaquetadas para ser privatizadas; se habíaentregado el canal 5, que era un canal nacio-nal, y se había desmantelado el canal 8 con laidea de ser privatizado.

Pero a partir de todo este marco jurídico, queestablece el derecho humano a la comunica-ción y la obligación del Estado de garantizarlos instrumentos, hay un cambio importanteen las estructuras de la Comisión Nacional deTelecomunicaciones, se crea el Ministerio deComunicaciones, y la comisión que antes solotenía ingenieros y abogados, comienza aincluir dentro de su nómina antropólogos, tra-bajadores sociales para poder entender eltema de la comunicación comunitaria y poderincluir ahí a las comunidades indígenas, afrodescendientes, populares.

Hay todo un cambio a partir del 99, primeroen lo jurídico, y luego se ha ido paulatinamen-te materializando en la realidad todavía condebilidades, porque hay una distribución delespectro radio eléctrico donde el 80% delespectro está en manos privadas, lo cual halimitado este proceso de democratizaciónporque aunque hay todo un marco legislativo,también hay un latifundio mediático. Aunquede a poco comienza a romperse con el otorga-miento de algunas concesiones que ha permi-tido por lo menos abrir un espacio para la pro-ducción nacional independiente, como es elcaso del nuevo canal TVes, respetando todo elmarco jurídico vigente pero entendiendo lanecesidad de fortalecer la comunicacióncomunitaria y pública.

- Todo parece indicar que sin el golpe deEstado las demandas de los medios comuni-tarios y afines, y en general la democrati-

zación de la comunicación misma, podríanhaber seguido en la sala de espera. ¿Cuáles tu criterio?

A partir del golpe de estado, en efecto, sevalora la importancia del hecho comunicacio-nal y la importancia de realmente democrati-zar las comunicaciones y fortalecer la plata-forma pública. Entonces, ahí se activa más eltema de la habilitación de los medios comuni-tarios, ya se había generado el reglamento demedios comunitarios como resultado de untrabajo en donde participaron los medioscomunitarios y la Comisión Nacional deTelecomunicaciones, pero no se lograba queefectivamente empezara el proceso de habili-tación, luego del golpe de Estado se desblo-quea esta situación.

La Comisión Nacional de Telecomunicacionesasume la tarea de convertirse en una platafor-ma para impulsar también a los medios comu-nitarios, ya que las comunidades tenían quecumplir con un conjunto de normas, llevarproyectos, y en comunidades populares,comunidades indígenas se necesitaba ayuda, yes por eso que se incorporan -como señalaba-antropólogos, trabajadores sociales paralograr que las comunitarias pudieran accederal tema de la habilitación.

Pero además se fortalece la plataforma públi-ca. El Estado tenía un solo canal público que,por lo menos durante el golpe, su coberturano solo era limitada, sino que fue sacado delaire. Luego se entiende que es necesario unaplataforma pública efectiva; se hace un pro-yecto de adecuación tecnológica que comien-za en el año 2003 y termina en el año 2006 ydonde se repotencia todos los transmisores deeste canal público, que es el canal 8, y segenera toda una adecuación también internaporque la última inversión que se había hechoen este canal era en el año 1983; entonces,estaba realmente en una situación muy difícily con todo una forma de organización internaque estaba diseñada para la privatización.

Pero además, se crea un nuevo canal públicoa finales del 2003: Vive TV, como un canal conperfil comunitario, donde las comunidadespopulares tienen cabida permanente y los

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medios comunitarios pueden enlazarse a nivelnacional a partir de que en esta parrilla tie-nen cabida sus programaciones, pues sumisión es hacer visible el país que se estáconstruyendo, con la inclusión de las comuni-dades populares, indígenas, afro descendien-tes, campesinas, etc. Y a partir de esemomento también se empieza a trabajar enfunción de crear una plataforma que permi-tiera el enlace latinoamericano y surge TELE-SUR como una propuesta para también pre-sentar una mirada del mundo desde el Sur,desde América Latina, y no a través de losojos de CNN.

De hecho, todo esto realmente se activa y seentiende porque el golpe de Estado que sufreVenezuela es un golpe básicamente mediáti-co, lo que no quiere decir que haya sido vir-tual, porque hubo muertos, fue un golpe real;pero todo el diseño fue montado a partir deun show mediático que justificara ante elmundo el que se haya dado un golpe a unademocracia realmente sólida, a una democra-cia que había pasado por procesos electoralesque la habían reafirmado, con un procesoconstituyente, con un apoyo popular impor-tante y fueron los medios de comunicación losartífices de todo el show que justificaba anteel mundo el golpe de Estado.

En este momento, lo que logró salvar la revo-lución fue una comunicación que no pasa porlo mediático, es una comunicación de cons-ciencia colectiva, una comunicación tambiénemocional y afectiva que fue muy efectiva enese momento donde todo un pueblo supo quehacer, salió a la calle y dejó de ser un espec-tador pasivo de la comunicación a ser efecti-vamente un sujeto activo del hecho comuni-cacional, a transformar la comunicación.

- Aunque con medios que, precisamente, nohacían parte de los tradicionales.

De hecho, estuvieron medios comunitarios, elteléfono, la Internet, los motorizados queiban haciendo un enlace y otro, pero realmen-te hay cosas que son inexplicables porquehabían comunidades con las que no había nin-gún tipo de enlace comunicacional que hicie-ron exactamente lo mismo, tomar los puestos

militares, tomar las plazas… es sorprendentecomo gente sin intercomunicación entre ellaterminó haciendo lo mismo a lo largo y anchodel país. Entonces, creo que hay una especiede comunicación humana que no pasa por lomediático y que está ligada mucho a lo afec-tivo también, era la defensa no solo del pro-ceso sino del Presidente con el que había unaidentidad enorme del pueblo… De modo quehay muchas cosas que revisar para tratar deentender cómo se logro hacer esa comunica-ción.

Y es que el pueblo no sólo asumió una posicióncuestionadora y crítica a la información de losmedios, sino que tomó iniciativas para buscarinformación y construir su información, salió alas calles, tomó la palabra y derrotó al golpede Estado. Y, una vez más, este pueblo logróenfrentar a los medios. Y digo el pueblo por-que esta no ha sido una política de Estado, esun pueblo que desde el 89 ha tenido una posi-ción absolutamente crítica contra los mediosde comunicación.

- En todo este tiempo, ¿se ha logrado supe-rar la dispersión y fraccionamiento de lasiniciativas comunicacionales?

En este proceso han surgido varios colectivos,esta ANMCLA, que es la Asociación Nacional deMedios Libres Comunitarios Alternativos; estala RED, que es la Red de Medios Comunitariosy hay otra gente que no está asociada a nin-guna, pero al final en la dinámica permanen-te la gente coincide en los espacios, porquetodo el mundo forma parte de un colectivo,de un movimiento social, está integrada a losConsejos Comunales; la gente está en unadinámica permanente en donde no es sola-mente el medio. De modo que, hay muchascoincidencias en la acción política concreta,entonces hay compañeros que no están aso-ciados a ninguno, hay otros que están asocia-dos, son distintos colectivos donde están arti-culados, pero la verdad es que hay una articu-lación concreta de la realidad y es justamen-te la construcción del proceso revolucionario.

Ahora hay una tendencia enorme a fortalecerdentro de los Consejos Comunales las plata-formas comunicacionales que van a ser mucho

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más orgánicas que la TV comunitaria aisladade lo que es ese ejercicio de construcción depoder popular que son los ConsejosComunales. Los Consejos Comunales estánhaciendo esas plataformas, en el caso, porejemplo, de Catia la gente que va a confor-mar el equipo de producción, que incumbe alos miembros del consejo comunal, para querealmente la programación de las comunita-rias esté articulada con el proceso de cons-trucción de poder.

- Una precisión: ¿los medios comunitariostienen exigencias especiales?

Vale precisar que en este proceso también seestableció la Ley de Responsabilidad Social delos Medios que obliga a que medios públicos yprivados tengan un 60% de producción nacio-nal y que el 36% sea producción nacional inde-pendiente para promover eso de la divisiónmedio y mensaje y que la administración delmedio no sea quien siempre imponga todos loscontenidos, y así garantizar diversidad y plu-ralidad. El Reglamento de medios comunita-rias es más radical pues establece que el 70%de la programación sea programación inde-pendiente comunitaria; las televisoras y lasradios comunitarias están obligadas a ser pro-yecto-escuela, a formar comunicadores paraque realmente su programación logre teneruna participación activa de los habitantes desu comunidad.

- ¿Y cuál es la respuesta de la comunidadrespecto a tales medios?

Considero que en este momento hay una enor-me empatía y defensa de la gente por el espa-cio de comunicación alternativa y comunita-ria. Han surgido en Venezuela millares demedios de prensa escrita hechos por la genteen los barrios, en las fábricas, en los distintosespacios de articulación colectiva, igual haycentenares de radios, hay muchas iniciativasde televisión, muchas en proceso todavía, sinhaberse consolidado efectivamente, pero ladisposición de la gente a convertirse en comu-nicador la está acercando a los medios comu-nitarios porque pueden participar de ellos; sin

embargo, todavía hay mucho que estudiar.

Durante muchos años, el pueblo venezolanoestuvo, de alguna manera, dominado por unsolo modelo de televisión, que es un modeloque ha estado dominando toda América Latinay que tiene una gran influencia norteamerica-na, los medios comunitarios tienen pocosrecursos, están apenas desarrollándose perotienen una organicidad y una articulación conla realidad que permite efectivamente quesean una referencia.

- Con TVes, cuyo nacimiento ha generadomucha polémica, se anuncia que se abre unespacio público inédito. ¿Qué es efectiva-mente lo que podemos esperar?

Hay toda una discusión sobre la idea de empe-zar un nuevo modelo de comunicación de ser-vicio público. La idea es que el Estado admi-nistre el medio, pero que la programación seahecha totalmente por producción indepen-diente. Últimamente el Estado ha creado fon-dos para impulsar la producción nacionalindependiente, para lograr que recoja todaslas riquezas culturales que hay en todo elterritorio venezolano, pues de alguna maneralos medios venezolanos han sido medios deCaracas para el resto del país, y la idea espoder garantizar la participación de las regio-nes desde una participación más protagónicacomo productores de contenidos; entonceshay todo un proceso de impulso de la produc-ción nacional independiente y de que esta seauna plataforma para el desarrollo de ella.

Se trata de un desafío, porque es un proyectoque exige innovación, y eso no se hace de lanoche a la mañana, muchos menos en televi-sión; es un proceso de construcción colectivaque va a durar un tiempo, porque sino vamosa reproducir lo que hemos aprendido, que esbásicamente el modelo dominante, y a creerque ya tenemos la verdad; hay que activaruna producción nacional independiente queestaba absolutamente en el subsuelo por elmonopolio de los medios privados, entonceses una tarea difícil.

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El proceso de cambio social que vive Boliviatiene connotaciones importantes en el campode la comunicación. Los movimientos socialesnecesitan expresarse y para ello procuran for-talecer sus voces a partir de sistemas y proce-sos de comunicación participativa que seanpropios.

Contexto histórico

Es importante situar el proceso de cambio enBolivia en una perspectiva histórica, puesnada sucede de un día para otro. El desper-tar social y político de Bolivia tiene sus raícesen tres hechos fundamentales: la Guerra delChaco (1932-1936), la Revolución Nacional(1952) y la Guerrilla del Che (1967).

El segundo momento clave, la RevoluciónNacional fue -en el contexto latinoamericanode esa época- un hecho de enorme trascen-dencia, si se considera que la única revoluciónque se había producido antes en AméricaLatina fue la de México en los albores delsiglo. Las medidas sociales y económicas quetomó el MNR en Bolivia no tenían preceden-tes. La nacionalización de la minería, lareforma agraria y el voto para todos los ciuda-danos sin distinción de clase, representaronuna ruptura radical con el modelo feudal y oli-gárquico que imperaba hasta entonces.

Aunque el curso de la política boliviana fuemodificado por la intervención directa deEstados Unidos, que propició golpes militaresen toda la región latinoamericana a lo largode los años 1960s y a principios de los 1970s,lo cierto es que las medidas sociales y econó-micas fueron irreversibles.

Evo Morales es producto de la Revolución

Nacional, sin la cual no se podría entender elproceso de cambio que vive Bolivia con laemergencia de movimientos sociales y la rup-tura definitiva con el modelo gastado de lospartidos políticos tradicionales.

La llegada al gobierno del Movimiento alSocialismo (MAS) y de Evo Morales se produceen momentos de un gran vacío de poder. Lacrisis de confianza en los líderes políticos delas tres décadas anteriores, la falta de repre-sentatividad del Congreso repudiado por elpueblo y el cansancio de los bolivianos másempobrecidos, fueron el fermento del cam-bio. Muchos sectores -campesinos, obreros,clases medias, y pequeña burguesía intelec-tual- se unieron a los movimientos sindicales ysociales rurales y urbanos en la votación másalta alcanzada por un candidato presidencialdesde los años 1950s, lo que permitió a EvoMorales llegar a la presidencia sin tener quepasar por las acostumbradas manipulacionesen el Congreso.

Morales llegó a la presidencia agitando lasbanderas que los movimientos sociales enar-bolaban, sin embargo, el camino no ha sidofácil en el primer año de gobierno. La anun-ciada nacionalización de los hidrocarburos esen realidad una re-negociación de contratoscon las empresas multinacionales, en térmi-nos similares a los que ya se había avanzadodurante el gobierno de Carlos Mesa, a partirdel referéndum vinculante sobre el gas. LaAsamblea Constituyente, en la que deposita-ron sus esperanza los bolivianos, no ha podidohasta ahora ponerse de acuerdo en una nuevaConstitución Política del Estado; su plazo estáa punto de expirar sin que se vislumbren cam-bios sustanciales con relación a la constitu-

Bolivia en el proceso de cambio

Participación y comunicación:pilares de la democracia

Alfonso Gumucio Dagron

ción vigente. Otras medidas anunciadas per-manecen todavía como intenciones que no secristalizan: seguro universal, revolución agra-ria, transformación del sistema educativo…

A pesar de que existe una distancia entre eldiscurso político de Evo Morales y la concre-ción de las ofertas de la campaña electoral, locierto es que Bolivia está en un proceso detransformación social que va más allá delaccionar del gobierno. La mayoría aplastantedel MAS en el Congreso, en la AsambleaConstituyente y en el ejecutivo, no ha impe-dido que los movimientos sociales, siempreimpacientes, presenten demandas inmediatasy en muchos casos se enfrenten con el gobier-no por el que votaron.

El lugar de la comunicación

Los medios de información en general, dia-rios, radios y canales de televisión, se expla-yan reportando sobre los conflictos sociales,sobre los enfrentamientos y sobre los hechosde corrupción que tocan al gobierno. El altonivel de politización y de crítica no es nuevo,los medios han actuado de manera similardurante anteriores gobiernos, pero ahora suposición preocupa mucho más la sensibilidadde un presidente que representa a los pobresy que ha anunciado transformaciones profun-das en el país.

El gobierno ha desplegado iniciativas paracontrarrestar la información crítica. Las fun-ciones de la Agencia Boliviana de Información(ABI), del canal estatal de televisión (Canal 7)y de Radio Illimani (ahora Radio PatriaNueva), son mucho más centrales para estegobierno. Con apoyo de Venezuela, se hacomenzado a instalar medio centenar de emi-soras del Sistema Nacional de Radios dePueblos Originarios, que al principio fueronllamadas "radios comunitarias", aunque real-mente no lo son. El proyecto tiene el objeti-vo de dotar a poblaciones indígenas aisladasde medios de información propios. Se pareceal esquema de las 22 radios del InstitutoIndigenista de México, que aunque instaladasdesde el poder central, al pasar de los añosalgunas fueron asumidas por las comunidadesindígenas.

El tema de esta Red de Radios Originarias esdelicado. Por una parte, su creación favorecea las comunidades beneficiadas, pero por otrolado, ha despertado la sensibilidad de otrascomunidades que durante años estuvieronsolicitando frecuencias para crear sus radioscomunitarias, pero nunca las obtuvieron.Ahora, que el contexto político podría serfavorable, esas comunidades ven desarrollar-se una red que toma en cuenta a otras comu-nidades, que ni siquiera tenían planes dedotarse de un medio de información propio.El otro punto sensible, obviamente, es el usode esa red de radios para difundir informacio-nes y materiales producidos centralmente porel Ministerio de Informaciones. Se ha anun-ciado, por ejemplo, que el Presidente Moralespodría tener un programa semanal difundido através de la red. Al inaugurar un encuentrode 60 comunicadores rurales a mediados deabril, Evo Morales dijo: "esta red debe serviral Gobierno y a los pobres". La central de lared estará en Lauca Ñ, una población delChapare que es bastión político del MAS, yocho estaciones repetidoras de Radio Illimani,la radio del Estado, podrán ser usadas para lastransmisiones en red.

Doce de las emisoras del Sistema Nacional deRadios de Pueblos Originarios, incluida una enOrinoca, el pueblo natal del presidenteMorales, están dotadas de transmisores enAmplitud Modulada (AM), mientras que a lasemisoras comunitarias, la Dirección deTelecomunicaciones del Estado las obliga adotarse de transmisores en FrecuenciaModulada (FM), que tienen un alcance máslimitado. La red es accesible por Internetusando plataformas de Microsoft Windows.

El derecho a la comunicación no ha recibidotodavía un apoyo claro desde el Estado. Seesperaba en el primer año de gobierno una leya favor de las radios comunitarias, pero no hasido así. El único antecedente es un DecretoPresidencial que emitió Carlos Mesa durantesu gobierno, reconociendo a las radios comu-nitarias a condición de que fueran rurales.

Las radios comunitarias en Bolivia tienen unaexistencia de más de 60 años, son las másantiguas del mundo. Las radios mineras han

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escrito páginas importantes en la historia delas luchas contra las dictaduras, y han sido unejemplo paradigmático de participaciónpopular. Al declinar la minería estatal, tam-bién declinaron las radios mineras, y hoy que-dan solamente unas pocas que operan condificultad, y que no han recibido el apoyo delnuevo gobierno.

Propuestas a la AsambleaConstituyente

Las iniciativas de ley que se esperaban delgobierno han sido postergadas y el PresidenteMorales ha preferido gobernar por decreto,emitiendo 541en los 17 meses de su gestión.La Constituyente, encargada de diseñar elnuevo país y de incluir las plataformas progre-sistas de los sectores sociales, incluyendo laspropuestas sobre comunicación, no ha apro-bado en once meses un sólo artículo en plena-ria.

Los movimientos sociales que representan amujeres, indígenas, ambientalistas, y a otrossectores no incluidos en la AsambleaConstituyente han presentado sus proyectos aconsideración de los asambleístas, pero estosestán concentrados en ponerse de acuerdo entemas esencialmente políticos.

Agrupaciones de periodistas y comunicadoreshan presentado propuestas sobre cómo podríadefinirse el derecho a la comunicación en lanueva Constitución Política del Estado, peroantes de que se produzca la discusión, ya haysectores de periodistas que se oponen. Nadamenos que el Presidente de la Asociación dePeriodistas de La Paz, afirmó que defiende la"libertad de expresión", pero considera que "elderecho a la comunicación es un peligro".

A pesar de las divergencias, se creó laPlataforma Ciudadana por los Derechos a laComunicación y la Información, con participa-ción de la Asociación Nacional de Periodistasde Bolivia (ANPB), la Confederación Sindicalde Trabajadores de la Prensa de Bolivia(CSTPB), la Campaña por el Derecho a laComunicación en la Sociedad de laInformación (CRIS-Bolivia), la AsociaciónBoliviana de Investigadores de la

Comunicación (ABOIC), la Asociación Bolivianade Carreras de Comunicación Social(ABOCCS), el Observatorio Nacional de Medios(ONADEM), la Asociación Mundial de RadiosComunitarias (AMARC-Bolivia), la WACC enBolivia (Asociación Mundial de ComunicaciónCristiana), la Red Nacional de Trabajadoras dela Comunicación e Información (RED-ADA), laRed CEPRA (Centro de Educación y ProducciónRadiofónica), el Colegio de Comunicadores deOruro, la Asociación Boliviana de Padres yAmigos de Personas con Discapacidad Mental(ABOPANE) y el Proyecto Comunicación conDerechos del Centro de Programas deComunicación (CPC).

La propuesta "destinada a contribuir al forta-lecimiento de la construcción constitucionaldesde los ámbitos de una comunicación einformación con sentido y compromiso de dig-nidad humana y en articulación a los derechoshumanos", señala:

El Estado reconoce y sostiene la prácticade la interculturalidad como condiciónbásica para la existencia plural e igualita-ria de la sociedad boliviana y como expre-sión de su diversidad; por tanto, garantizaque su práctica sea dada en las mayorescondiciones de libertad e igualdad.

El Estado boliviano reconoce el valor deldiálogo como medio fundamental para laconvivencia pacífica y armónica de lasociedad boliviana y como instrumentocentral para su desarrollo; por consiguien-te, descarta cualquier práctica que privi-legie o favorezca el verticalismo, autorita-rismo y las acciones unilaterales en el usode la palabra.

() Toda persona tiene derecho:

- Al ejercicio pleno e irrestricto de sulibertad de expresión, por cualquier mediode expresión o difusión, en los distintosámbitos sociales de su existencia y enaquellos que considere oportunos para laconstrucción de su identidad.

- A acceder a mensajes e informaciones,así como a participar en los procesos de

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intercambio de sentidos y en el uso derecursos tecnológicos de emisión, búsque-da, recepción, registro e intercambio decontenidos.

- A fundar y gestionar medios de comunica-ción en equidad e igualdad de oportunida-des.

- A recibir la protección y garantía delEstado para el pleno, democrático y libreejercicio de sus derechos a la comunica-ción e información.

() Los medios de difusión, por naturaleza,tienen un carácter de servicio de interéspúblico y los medios gubernamentales sonmedios públicos.

() En ningún caso la propiedad y control delos medios asumirá carácter monopólico nioligopólico.

El Centro para Programas de Comunicación,una ONG, presentó tambiénsu propuesta, en la que rei-tera términos similares.Todas las propuestas tiendena limitar el poder de losmonopolios de la informa-ción.

Otra iniciativa es laPropuesta de Comunicacióndel Plan Nacional IndígenaOriginario de ComunicaciónAudiovisual en el marco delPacto de Unidad de lasOrganizaciones Indígenas,Originarias y Campesinas(ver recuadro). Aunque porsu extensión es difícil quesea tomada en cuenta porlos constituyentes, incluyeaspectos fundamentalesdesde la perspectiva de lospueblos indígenas, como esla interculturalidad y la "uni-dad en la diversidad".

El MAS anunció que introdu-ciría la propuesta de crear

"la figura del defensor del lector, defensor delradioescucha y defensor del televidente",pero algunos periodistas cuestionaron elintento arguyendo que ya existen los "tribuna-les de imprenta" que se ocupan de las quejasde los lectores.

Las propuestas reflejan el esfuerzo, la serie-dad y el tiempo que han invertido las organi-zaciones sociales para elaborarlas, pero comosuele suceder en la política, el gran escolloestá en las negociaciones entre los partidos.La Asamblea Constituyente, por su diseño par-tidista, no ha incorporado a todos los sectoresde la sociedad boliviana, y la nuevaConstitución Política del Estado probablemen-te no tomará en consideración los temas decomunicación con la seriedad que se mere-cen.

Nuevas tecnologías y gobernabilidad

Bolivia es uno de los países con más baja den-sidad de acceso a Internet de toda la región.

Propuesta para la Constitución

La Propuesta de Comunicación presentada a la AsambleaConstituyente por el Plan Nacional Indígena Originario deComunicación Audiovisual prevé, entre otros, que:

* El Estado Unitario Plurinacional respeta y garantiza el ejerci-cio del derecho a la comunicación, al acceso universal a lainformación, al conocimiento, y a la libre expresión sin dis-criminación, así como el derecho a establecer modelos pro-pios de comunicación indígenas, originarios y campesinos.

* El Estado Unitario Plurinacional garantiza que la propiedad ycontrol de los medios de comunicación no asumen caráctermonopólico ni oligopólico en contra de la sociedad en gene-ral y de las Naciones y Pueblos Indígenas, Originarios yCampesinos.

* Los medios de comunicación social privados y públicosdeben implementar procesos educativos integrales orientadosal desarrollo, respeto, protección y preservación de los valo-res éticos y estéticos de las Naciones y Pueblos Indígenas,Originarios y Campesinos y de la sociedad en general.

* Es competencia de las Autonomías Indígenas, Originarias yCampesinas el establecimiento de modelos, instituciones pro-pias, y el manejo de sistemas comunicacionales desde lascosmovisiones y prácticas de las Naciones y PueblosIndígenas, Originarios y Campesinos.

Solamente 99 municipios tienen acceso (el29% del total), y aunque la cifra de usuarios seha duplicado desde el año 2002, apenas llegana 80 mil los abonados a servicios de Internet.

En el área de las TICs, hay un esfuerzo delgobierno para ampliar el alcance de las nue-vas tecnologías, pero una vez más, se abordael tema desde una perspectiva de acceso tec-nológico antes que de participación. Lasacciones de este gobierno no difieren deacciones similares llevadas adelante pormuchos gobiernos en el mundo, que consistenen dotar de computadoras -y pocas veces deconectividad- a comunidades, escuelas o ins-tituciones aisladas. La entrega de computa-doras no resuelve la brecha digital, pues no seacompaña de capacitación y de programasque prevean el desarrollo de contenidos loca-les. La sustentabilidad económica a medianoplazo es imprevisible, ya que aparte de lainversión inicial no se ha señalado un presu-puesto que permita el mantenimiento y larenovación de equipos.

Las redes que realmente trabajan en la gene-ración de contenidos locales y se dedican autilizar las TICs en programas de desarrollosocial y económico, son autónomas delgobierno central. Uno de los programas máseficientes es: www.enlared.org.bo de laFederación de Asociaciones Municipales(FAM), en apoyo de los municipios de todo elpaís, junto con el Programa de Apoyo a laDemocracia Municipal (PADEM). Es impresio-nante la cantidad de información que se hagenerado en años recientes, y lo que significaesto para crear en los municipios aún más ais-lados, sistemas de trabajo que fortalecen lagobernabilidad sobre la base de la participa-ción ciudadana. Las redes de TICs municipa-les representan un nuevo estilo de ejercergobierno descentralizado y su impacto seráimportante en la medida en que promueven latransparencia de la gestión municipal y la par-ticipación de las comunidades.

Otro esfuerzo es la Red TIC Bolivia, www.tic-bolivia.net/, que agrupa a 19 organizacionessociales de base, ONGs, empresas privadas yentidades gubernamentales en los sectores deagricultura, gobernabilidad y educación. Sus

finalidades son: a) Promover y compartirexperiencias en el uso y la aplicación deTecnologías de Información y Comunicación(TIC) en todos los ámbitos del desarrollo y b)Influir en políticas públicas y abogar por el usode TIC en pro del desarrollo sostenible.

En el plano de la información, Internet ha ser-vido para estimular una pluralidad mayor quela que muestran los medios de difusión con-vencionales. En la red se encuentran sitios deinformación que renuevan su material diaria-mente como www.bolpress.com o semanal-mente como www.la-epoca.com , con profu-sión de artículos de análisis escritos por perio-distas independientes. Por otra parte, el diá-logo y el debate sobre política y economía sonmuy importantes para los bolivianos dentro yfuera de Bolivia, a través de foros comoAulalibrebol (es.groups.yahoo.com/group/aulalibrebol/), www.eforobolivia.org, TribunaBoliviana (espanol.groups.yahoo.com/group/tribuna_boliviana) y www.redbolivia.com/.

A manera de conclusión

Los avances que se han dado en Bolivia enmateria de comunicación participativa datande mucho tiempo y han sido posibles por elalto grado de politización en el diálogo inter-cultural. La experiencia de las radios comuni-tarias y de otras formas de comunicaciónpopular, alternativa y ciudadana, hacen queen el contexto actual exista cierto escepticis-mo sobre planes desde el gobierno que alien-tan el establecimiento de medios de informa-ción locales que estarían bajo el controldirecto del Estado, cuando lo que se necesitaen una coyuntura de cambio social es, por unaparte, multiplicar los medios comunitariospara fortalecer las instancias de comunicacióndiversas y autónomas, y por otra organizar losmedios públicos con una vocación de educa-ción y cultura.

Una versión más extensa de este artículo se encuen-tra en: http://alainet.org/active/18021

Alfonso Gumucio D. es director ejecutivodel Consorcio de Comunicación para el

Cambio Social.

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En los años recientes en México hemos vividouna discusión amplia y profunda sobre elpapel de los medios de comunicación y lainformación, y con ello la situación de lalibertad de expresión en sus distintas aristas,como el acceso a la información, las condicio-nes para el acceso, la diversidad y pluralidadinformativa y comunicativa. Lo cierto es queen esta discusión se han construido distintasposturas en las esferas del gobierno, losempresarios y la sociedad civil.

Para abordar esta discusión es necesario tenerclaro que los medios en México tienen unmarco jurídico añejo, donde la estructura depropiedad es monopólica, además de que losdueños de las empresas mediáticas tienenfuertes vínculos con grupos políticos y econó-micos, generando una fuerte influencia en lasorientaciones de la información que difunden.Por estas características, pensar en los mediosde comunicación también es pensar en loscambios y discusiones de la política en nues-tro país, así como en el marco jurídico, el cualsostiene y da derechos y obligaciones alEstado, marco a través del cual los medios decomunicación realizan su actividad.

En el caso de los medios electrónicos, laactual Ley Federal de Radio y Televisión fuepromulgada en 1960 y su primer reglamentoexpedido en 1973, durante el sexenio de JoséLópez Portillo. La modificación más recientedel reglamento ocurrió el 10 de octubre del2000 e igual reforma experimentó la LeyFederal, más conocida como Ley Televisa, enmarzo de 2006. Y en lo referente a la Ley deImprenta, data de 1913, pero en este trabajo,

solo abordaremos el tema de los medios elec-trónicos.

En los tiempos de cambios en los que Méxicoha estado inmerso, los medios en general hantenido un doble papel: han sido transmisoresde los cambios mediante la información ytambién receptores de esos mismos cambios.El análisis actual coloca a los medios en gene-ral como determinantes, "los medios son másque el espejo del debate porque lo modulan:su trabajo diario se ha convertido en la respi-ración misma de toda la opinión pública"1.Pero al ser receptores de nuevas reglas, larelación gobierno-medios también ha cambia-do. Otro elemento interesante es que elacceso a los medios es restringido a grupospolíticos y económicos, la idea de serviciopúblico ha sido sustituida por la premisa deque quién tiene dinero paga y quién no, quedafuera de la posibilidad de acceder a esteespacio comunicativo.

Los medios electrónicos en la agenda social

La alternancia en el gobierno federal en el2000, recolocó las acciones de los actorespolíticos, y, sin duda alguna, la sociedad civiljugó un papel importante. Así, algunas orga-nizaciones generaron estrategias de participa-ción y de incidencia, recurrieron al diálogo ya la contribución propositiva en espaciosabiertos por el gobierno en busca de generar

México: Deudas para la consolidación de la democracia

"Ley Televisa" e iniciativa ciudadana

Brisa Maya Solis Ventura

1 Woldemberg, José Consolidación Democrática yCultura Política, Revista Etcétera, Una Ventana delos Medios, Núm. 23, Septiembre 2002.

propuestas y consensos en torno a temas de laagenda política. Por ejemplo, PoderCiudadano, un espacio civil que aglutinaba amás de 1.200 organizaciones, con un discursode ciudadanía, corresponsabilidad y transicióna la democracia, planteó, ante los diferentescandidatos que aspiraban al poder ejecutivo,una agenda nacional denominada AcciónCiudadana por la Democracia y por la Vida,que contenía un apartado sobre Comunicacióny Cultura Democrática.

Después de más de 60 años del PartidoRevolucionario Institucional (PRI) en el poderejecutivo, el Partido Acción Nacional, conVicente Fox a la cabeza, trajo aires de alter-nancia y de transición en México. En estamateria, el 5 de marzo del 2001, se instaló laMesa de Diálogo para la Revisión Integral de laLegislación de los Medios, en la que, por pri-mera vez, se "sentaron" en la mesa la diversi-dad de actores que de alguna manera hangenerado posturas y se encuentran involucra-dos en la temática: partidos políticos, empre-sarios, gobierno y organizaciones de la socie-dad civil, desde la cual participan especialis-tas en el tema, líderes de opinión y otras enti-dades.

El objetivo de la Mesa, promovida por laSecretaría de Gobernación, era "lograr en elámbito de absoluto respeto a las libertades, -y particularmente a la libertad de expresión-una relación sana, transparente y responsableentre gobierno, los medios y la sociedad, paraque a través de esta vinculación democráticase pueda garantizar la certidumbre y la segu-ridad jurídica a gobernantes y gobernados"2.Pese a meses de trabajo, el 10 de octubre, demanera sorpresiva, se anunció un decreto pre-sidencial en torno al tema del Reglamento dela Ley Federal de Radio y Televisión, que fun-damentalmente disminuyó los tiempos delEstado a favor de las empresas de los mediosde comunicación electrónica, dejándolo úni-camente bajo la responsabilidad del poderejecutivo. Esta fue la primera señal de lafuerte relación entre dos poderes: el gober-nante y las empresas de los medios de comu-nicación. La posibilidad de una reforma inte-gral, desde ese momento, quedó truncada.

Iniciativa ciudadana y Ley Televisa

Las organizaciones civiles que participábamosen la Mesa para la Reforma Integral de losMedios de Comunicación, respondimos conuna declaración donde rechazábamos dichodecreto, poniendo en tela de juicio su legiti-midad. Así, surgió un espacio denominado"Mesa de Medios", en donde coincidieron orga-nizaciones como el Centro Nacional deComunicación Social (CENCOS), Incide Social,Asociación Mundial de Radios Comunitarias(AMARC), Sindicato de Radio Educación y másde 100 organizaciones que se sumaron al pro-ceso.

La Cámara de Diputados no nos dio muchoespacio, así que fue en el Senado donde losentonces senadores Javier Corral y FelipeVicencio acogieron la propuesta de Ley quetrabajamos las organizaciones civiles. Estaincluía el reconocimiento de las radios socia-les, así como la creación de un órgano autó-nomo para las concesiones y permisos; estainiciativa discutida y consensuada, finalmen-te, fue congelada.

Para el 2005 se abrió nuevamente la discusióndel tema. La Iniciativa Ciudadana participabaen los diferentes espacios del Senado de laRepública. En diciembre de ese año, laCámara de Diputados dio salida a la LeyTelevisa por medio de una minuta de reformasa la Ley Federal de Radio y Televisión y a laLey Federal de Telecomunicaciones, en uncontexto electoral y con la intervención deTelevisa. Pese a la insistencia de organizacio-nes civiles de que se ponga atención en lasconsecuencias de la iniciativa, finalmente,con una votación unánime de los partidospolíticos, fue enviada al Senado.

Es interesante destacar la participación enesta discusión de dos senadores que son con-cesionarios, siendo juez y parte. Por estemotivo, CENCOS promovió el recurso de "con-flictos de intereses" dejando fuera a ambossenadores-concesionarios de la votación,logrando que no pudiesen votar en la discu-

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2 Esteinou, Madrid, Javier. Reforma de Papel.Revista Etcétera. No. 25 Noviembre 2002. P.p.15

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sión. La Ley Televisa avanzó a pasos agigan-tados y fue aprobada en el Senado.

Pese a la fuerte discusión, en la que un grupoimportante de senadores argumentaron lasincongruencias, la iniciativa fue aceptada eljueves 30 de marzo del 2006. Las consecuen-cias más graves de la Ley Televisa eran el for-talecimiento del monopolio comunicativo enMéxico mediante concesiones que se refren-daban por 20 años, mecanismos de acceso alespacio radioeléctrico mediante la subasta, lacreación de un órgano regulador sin faculta-des y sin avances en transparencia para con-cesiones y permisos, y el no reconocimiento alas radios comunitarias.

La tramitación de la Ley Federal de Radio,Televisión y Telecomunicaciones puso en elcentro de la discusión el tema de la rendiciónde cuentas y la transparencia de los diferen-tes poderes que nos gobiernan, al mismotiempo que surgía el interrogante de ¿paraquién legislan? El gran entredicho, a estasalturas, es el poder legislativo.

El papel de la Suprema Corte deJusticia de la Nación

Ante estos resultados, un grupo de senadoresinterpuso una acción de inconstitucionalidaden mayo del 2006 ante la Suprema Corte deJusticia de la Nación (SCJN) es decir el poderjudicial, apoyada por amicus curiae de organi-zaciones.

La ultima instancia y el último actor involu-crado fue la SCJN, la cual abrió el debate alpúblico y generó condiciones para el acceso ala información y a documentos como el pro-yecto; además, transmitió en vivo porInternet y por el Canal de Poder Judicial eldebate de los Ministros. Además, abrió suspuertas para presenciar la discusión sobre laacción de inconstitucionalidad promovida porel Senado de la República de laQuincuagésima Novena Legislatura delCongreso de la Unión.

Así como reconocemos la importancia de losresultados de la discusión en el poder judicial,aplaudimos la declaración de inconstituciona-lidad a los artículos impugnados, y el altonivel de discusión en la materia y la responsa-bilidad social y política de dicha instancia.Sin embargo la SCJN tiene la facultad deborrar pero no de redactar, por ello la mate-ria sigue pendiente.

Conclusiones

Ante la denominada reforma del Estado, en laque se enmarca esta etapa de la discusiónpública, hay un reto muy importante y deter-minante para la sociedad mexicana en mate-ria de la regulación de los medios de comuni-cación que son un indicador de los sistemasdemocráticos.

Las organizaciones civiles han puesto una basemuy importante para la discusión y han apor-tado su experticia en la materia y el enfoquede garantías necesario para el goce de lalibertad de expresión.

En este proceso, han participado las diversasinstancias de gobierno: el poder ejecutivo,abriendo y cerrando la discusión en la mate-ria; el poder legislativo, legislando a favor delas empresas de comunicación; el poder judi-cial, transparentando el proceso de discusióny declarando inconstitucional el monopolio.

Corresponde a la diversidad de actores gene-rar, nuevamente, las condiciones para el diá-logo y para que la sociedad mexicana logretraspasar los poderes paralelos de los mediosde comunicación, en beneficio del derecho ala libertad de expresión en su vertiente deacceso a la información y derecho a la comu-nicación, acorde a los sistemas democráticos.Y en esta tarea, el legislativo es quien tiene lafacultad y la responsabilidad de regular y nosubsumirse en intereses de particulares.

Brisa Maya Solis Ventura es Directora delCentro Nacional de Comunicación Social

CENCOS, México.

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La sociedad civil uruguaya lentamente hacomenzado a establecer, en forma articulada,una serie de espacios e iniciativas que apun-tan a democratizar las comunicaciones yhacer efectiva la libertad de expresión einformación.

Si bien desde hace mucho tiempo organizacio-nes como la APU (Asociación de la PrensaUruguaya), que reúne a los trabajadores de laprensa y AMARC (Asociación Mundial de RadiosComunitarias) vienen trabajando estos temas,es más reciente la formación de coalicionesamplias y de carácter permanente.

Desde el 31 de agosto de 2004 existe el Forode Comunicación y Participación Ciudadana(FCPC), una instancia para el intercambio deexperiencias, de análisis, de debate, de pro-puestas y de acción, como forma de ir cons-truyendo "un espacio que permita la inciden-cia de la Sociedad Civil en la elaboración,definición y seguimiento de políticas públicasen comunicación y TIC"1.

Según la carta fundacional "las organizacionesy personas involucradas en la creación delForo buscamos democratizar las comunicacio-nes y reclamar el derecho a la libre informa-ción, que no depende solamente de formula-ciones jurídicas sino de una justa redistribu-ción económica de los recursos que permita elejercicio de esa libertad, según la concepciónintegral, interrelacionada e interdependientede los derechos humanos civiles, políticos,

económicos, sociales, culturales y de los pue-blos"2.

Se reúnen allí diversas organizaciones de lasociedad civil que están interesadas en quelos medios y las nuevas tecnologías jueguenun rol importante en la construcción de ciuda-danía, asegurando el acceso de la sociedadcivil a la gestión de medios de comunicación yel acceso, uso y apropiación de las nuevastecnologías, desde una perspectiva centradaen los derechos humanos.

Como nunca se había logrado, integran el Foroperiodistas de distintos medios, asociacionesde consumidores y organizaciones de mujeres,ecologistas y medios comunitarios, ONGsdefensoras de los derechos humanos y la uni-versidad pública, instituciones que trabajansobre las nuevas tecnologías, personas a títu-lo individual y sindicatos de trabajadores.

Desde esta diversidad, el FCPC no aspira a seruna nueva estructura organizativa sino unainstancia de articulación, reflexión, elabora-ción conjunta e incidencia política. Esta deci-sión implica algunas dificultades obvias defuncionamiento y ha implicado un desarrollolento, con altas y bajas de participación segúnlas urgencias o las temáticas que se han plan-teado. Pero también ha permitido construirun espacio abierto y plural, de intercambio deinformación y debate, como plataforma deacciones que se han ido concretando poco apoco, algunas en conjunto como Foro y otras

Uruguay:

El firme despertar de derechos dormidos

Gustavo Gómez

Gustavo Gómez es Director del Programa deLegislaciones y Derecho a la Comunicación de

AMARC-ALC en Montevideo.

1 http://www.forocom.org.uy/?seccion=carta

2 Idem

entre algunas de sus organizaciones integran-tes.

Desde esas fortalezas y debilidades, el FCPC seestá convirtiendo en un actor legitimado enestos temas, más allá de los enfoques particu-lares de sus integrantes, que permite visuali-zar la capacidad de la sociedad civil no sólo decuestionar y opinar, sino también de proponer.

El FCPC mantiene un sitio Web3 y una listaelectrónica de intercambio como forma dearticulación permanente, pero también haorganizado o promovido reuniones y semina-rios sobre estos temas. La necesidad y carac-terísticas de un Observatorio de Medios haestado varias veces entre sus consideraciones4.

Varias son las iniciativas impulsadas por elForo o bajo su "paraguas" y que han significa-do, junto al cambio de gobierno un débil perocreciente involucramiento de la sociedad civil.

Ya desde el gobierno de Jorge Batlle, el FCPCconsiguió que el Ministerio de RelacionesExteriores incorporara las propuestas de lasociedad civil en los debates hacia la etapafinal de la Cumbre Mundial de la Sociedad dela Información. Posteriormente, varios inte-grantes del Foro participaron como parte dela delegación oficial de Uruguay en instanciascomo las reuniones para aprobar el e-LAC2007.

Una de las estrategias de incidencia tiene quever con modificaciones a la legislación enmateria de radiodifusión y libertad de expre-sión. Varias organizaciones integrantes hanelaborado dos proyectos de ley que seencuentran en estudio en el Parlamento. Unoes el proyecto sobre Radio y TV Comunitariaimpulsado por AMARC, APU, la central sindical(PIT-CNT), la Universidad de la República, laFederación de Viviendas por Ayuda Mutua

(FUCVAM) y varias organizaciones de derechoshumanos (IELSUR e ISODE).

En junio de este año el proyecto ha sido apro-bado por la Cámara de Representantes (dipu-tados)5. Siguiendo los más avanzados están-dares internacionales, en la ley se destaca elreconocimiento de la radiodifusión como "unsoporte técnico para el ejercicio, preexisten-te a cualquier intervención estatal, del dere-cho humano a la libertad de expresión y lalibertad de información".

Según el proyecto aprobado, el espectroradioeléctrico será considerado como "unpatrimonio común de la humanidad sujeto aadministración de los Estados y por tanto eluso equitativo a las frecuencias de toda lasociedad uruguaya constituye un principiogeneral de su administración".

El segundo es un proyecto sobre Acceso a laInformación Pública, elaborado y promovidopor APU, la Universidad, AMARC, UruguayTransparente, organizaciones de archivólogosy organizaciones de derechos humanos (IEL-SUR y SERPAJ). Se encuentra actualmente enestudio de una Comisión en la Cámara deSenadores y se prepara también un antepro-yecto de ley de Archivos.

Ambas iniciativas ciudadanas fueron tomadascomo propias por los legisladores oficialistas(que tiene mayoría en ambas cámaras), sincambios e ingresadas al debate parlamentariodesde 2005.

Al momento, una Comisión de personalidadesy organizaciones sociales preparan un nuevoproyecto de ley, esta vez para despenalizarciertos delitos de prensa, como el desacatopor ofensa contra funcionarios públicos.

Como muestra de su reconocimiento institu-cional, el Foro de Comunicación yParticipación ha sido invitado a participar enla Comisión Nacional de Televisión Digital, quetiene como objetivo formular recomendacio-nes para las decisiones que el gobierno deUruguay tiene que adoptar en torno a la TV

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3 www.forocom.org.uy

4 "¿Un Observatorio de Medios en Uruguay?" documen-to en www.forocom.org.uy/?seccion=noticias

5 Ver proyecto enhttp://legislaciones.amarc.org/URU_Proyecto_Ley_Radiodifusion_Comunitaria_05062007.pdf pase a la página 37

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La próxima Asamblea Constituyente, que ela-borará una nueva Constitución del Estado, sepresenta como una oportunidad para la ciuda-danía no solo para debatir sobre el tema de lacomunicación sino para incorporar nuevas dis-posiciones legales que permitan su democrati-zación.

En los últimos meses ha estado en primeraplana la controversia entre los propietarios degrandes medios privados de información y elPresidente Rafael Correa. Este último haentrado en un terreno que casi nadie se haatrevido a entrar: al intocable campo del"poder mediático". Durante varias oportuni-dades, el mandatario se ha referido a la estre-cha relación que existe entre la banca y losmedios, a la monopolización y concentraciónde los mismos en pocas manos, al repartoinjusto y a los abusos en el uso de las frecuen-cias radioeléctricas que son propiedad delEstado, en fin, ha establecido, además, unadiferenciación entre la libertad de expresiónde la ciudadanía y la libertad de empresa delos propietarios y ha abogado por los derechosde los trabajadores de los medios.

Los grandes medios han reaccionado con espí-ritu de cuerpo argumentando "ataques a lalibertad de expresión", y, auxiliados por orga-nismos como la Sociedad Interamericana dePrensa y Reporteros sin Fronteras, se han lan-zado contra el proyecto de cambio de Correa,que entre otros puntos plantea: limitar lasganancias de los banqueros, cobrar losimpuestos a los grandes empresarios, priorizarel gasto social, establecer una política sobe-rana respecto a la deuda externa, al FMI y elBanco Mundial, entre otros puntos. "La dere-cha ha perdido fuerza, está fraccionada y

tiene una enorme ilegitimidad social, anteesto está recurriendo a otros instrumentos, yuno de los más importantes son los grandesmedios de comunicación", señala FernandoLópez, decano de la Facultad deComunicación Social (FACSO) de laUniversidad Central

Se perfilan las propuestas

En este contexto, los actores involucrados enla comunicación tienen puesta la mira en laAsamblea Constituyente que, de acuerdo a loscronogramas previstos, comenzará a funcio-nar el próximo 12 de noviembre. Los propie-tarios de las grandes cadenas radiales, porejemplo, ya presentaron su propuesta dereforma constitucional en la que, "para evitarlo que ocurrió en Venezuela, donde laAsamblea aprobó una controvertida ley queregula la programación", reclaman que el"Estado no podrá, bajo ningún concepto, ni en(ninguna) forma crear mecanismos, ni siste-mas de regulación, intervención, control ocensura de los contenidos o características dela información de los medios de comunicaciónsocial de carácter privado".

Otros enfoques tienen el gobierno, las univer-sidades, los gremios periodísticos, mediosalternativos y los movimientos sociales queestán debatiendo el tema y han comenzado aformular propuestas que permitan hacer efec-tivo el derecho a la comunicación.

Rafael Correa enfáticamente ha manifestadoque "la Asamblea Constituyente será la encar-gada de legislar de manera más fuerte, másimperativa, para que no exista la concentra-ción de medios de información y la correspon-

Ecuador

Comunicación: tema candentepara Asamblea Constituyente

Eduardo Tamayo G.

diente separación entre grupos de poder eco-nómico financiero y grupos informativos"

Por su parte, María Eugenia Garcés, profesorade la FACSO, manifestó que "Los problemassurgidos entre algunos medios, periodistas yel Presidente de la República nos abre la posi-bilidad de debatir este tema (el de la comuni-cación) con mayor amplitud para que la socie-dad empiece a discutirlo y asumir que lacomunicación es un derecho de toda la pobla-ción".

Tras señalar que la FACSO está participandoen una mesa interinstitucional que incluye ala Federación Nacional de Periodistas (FENA-PE), medios alternativos, facultades de otrasuniversidades, ONGs, etc. Garcés señala quees necesario partir de un nuevo enfoque decomprensión y acción de la comunicación ubi-cándola como un "derecho humano fundamen-tal y la base para el ejercicio de los derechossociales, políticos, económicos y culturales".Agrega que otro punto importante de la pro-puesta es "el dimensionar el papel de la comu-nicación como agente que facilita la partici-pación, incide de manera directa en unademocracia verdadera y promueve el desarro-llo social, para la construcción de una socie-dad más justa y equitativa".

La periodista Yolanda León, presidenta de laFENAPE, considera necesario contar conpolíticas de comunicación, encaminadas a laconsolidación de la democracia y la ciudada-nía, el bienestar común, la defensa de losderechos y al mejoramiento de la calidad devida. De igual manera, las tecnologías deinformación y comunicación deben destinarsea garantizar el ejercicio de los derechoshumanos.

Para la dirigenta de lo periodistas profesiona-les es fundamental "promover mecanismospara que no se intensifique la concentraciónde la propiedad de los medios, cuyos efectosatentan a la libertad de prensa. El Estadodebe garantizar igualdad de condiciones paratodos los medios de comunicación, sean con-

vencionales, comunitarios, alternativos, yotros".

Este último planteamiento es compartido porRicardo Ulcuango, director de la radio comu-nitaria Inti Pacha, de la ciudad de Cayambe,al norte del Ecuador. "Debemos luchar parauna verdadera democratización de la comuni-cación y una verdadera redistribución delespectro radioeléctrico", expresa Ulcuango.Con la Constitución de 1998 se permitió quese crearan radios comunitarias, sin embargo,el Consejo Nacional de Radio y Televisión,bajo la influencia de los monopolios mediáti-cos, introdujo disposiciones que discriminan alas radios de baja potencia que están limita-das en su cobertura y en el acceso a la publi-cidad comercial y estatal.

Por su lado, la comunicadora de la organiza-ción indígena ECUARUNARI, Rebeca Llasag,expresa que "los diversos grupos de poder eco-nómico tienen el control de los medios masi-vos de comunicación, y eso ha significado quela población en general y los pueblos y nacio-nalidades y pueblos indígenas en particular notengamos la posibilidad o seguridad de estaradecuadamente informados, de que nuestrasculturas sean visibilizadas y valoradas y que elentretenimiento y la educación sean positivospara nuestras familias". Ante ello, proponecrear un sistema público de comunicacionespluricultural que permita contar con emisorasde televisión, radio, sistemas multimedia ymedios impresos que sean independientestanto de los grupos económicos como delEstado (y por lo tanto del gobierno de turno).

La carne está puesta en el asador. Lo que paseen la próxima Asamblea va a depender de lacorrelación de fuerzas. Pero lo que si es segu-ro es que el tema de la comunicación será unode los más controvertidos, pues los monopo-lios pugnarán con todas la armas a su alcancepor seguir manteniendo el statu quo, mientraslos sectores sociales y ciudadanos deberánavanzar en una propuesta común que permitala democratización de la comunicación.

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Colombia es conocida por la violen-cia, la guerrilla, los paramilitares oel narcotráfico, sin embargo poco sesabe de las iniciativas populares y dela explosión de experiencias comuni-cativas que han surgido en los últimosaños sobre todo a nivel local. Sobreeste movimiento diverso e incipiente-mente articulado nos habla el comu-nicador social Omar Rincón, quientrabaja en las universidadesJaveriana y los Andes y en laFundación Friedrich Ebert deAlemania, y es autor de varios ensa-yos y libros sobre la temática de lacomunicación.

- En la Asamblea Constituyente del 91 sereconoció la participación ciudadana comouno de los logros de las demandas demo-cráticas, el supuesto sería que para parti-cipar se necesita estar debidamente infor-mado sobre los asuntos que conciernen a lapoblación, ¿En qué medida el tema demo-cratización de la comunicación está pre-sente en la agenda social y política?

Colombia es un país bien raro, porque, justa-mente, la Constitución del 91 abrió la comu-nicación para que la sociedad se hiciera cargode ella a través de diferentes figuras; se intro-dujo desde un artículo para que todo ciudada-no pudiera crear medios hasta un artículosobre la autonomía para el manejo de la tele-visión independiente del gobierno de turno.Entonces, la televisión y los medios comunita-rios encontraron una posibilidad de expresión.Por otra parte, a lo largo de los últimos 10 o

15 años, se ha creado una legislación que, enel caso de las radios comunitarias, es bastan-te avanzada e interesante. Se ha creado unmovimiento legal que legitima que la comuni-cación es un bien público y que es de todos.

Entonces, en la parte legal, Colombia no estámal, pero en la parte real, la del activismo,hay una cantidad alucinante de experienciassobre la radio, televisión comunitaria, nuevastecnologías, hay un activismo por encima delo legal, que a mí me parece que es lo que esmás importante. Es un movimiento si sequiere un poco anárquico, individualista, soli-tario aparentemente, pero múltiple y diverso.

Hay otro tema importantísimo que es el de lasradios indígenas, los indígenas retomaron laposibilidad de tener radios, pero las reinven-taron en su propia lógica y formato, en su pro-pio estilo, decidieron que hacían radio perobajo sus conceptos.

- ¿Qué representa todo esto frente a unaestructura bastante oligárquica que preva-lece en Colombia, pues prácticamente hayuna fusión de los medios con el poder?

Como en toda Latinoamérica hay tres sistemasde medios: un sistema de medios privados quesiempre están muy ligados al poder, no a cual-quier poder sino a aquellos poderes quedefienden propuestas de mercado, de libertadde empresa, de hacer de la información unbien de venta y de consumo.

Por otro lado, hay un segundo sistema: el sis-tema público de medios, que pertenecen al

Colombia: Entrevista a Omar Rincón

"Tenemos que descubrir que hay otras estéticas

y otras narrativas"ALAI

Estado y que deberían corresponder a unapropuesta de constitución de lo público másabierta y plural, pero en el caso colombianoson más radios militares, radios nacionalespúblicas, tres canales de televisión, canalesregionales, que obviamente están muy en sin-tonía con la propuesta del gobierno, aunqueel canal cultural educativo es bastante autó-nomo e independiente.

Y por otro lado existe todo el movimiento dela radio local o de medios locales, de mediosque algunas veces son religiosos, politiqueros,mafiosos, pero que en otras veces son ciuda-danos, públicos, que representan una diversi-dad. Entonces, lo que está pasando es que laagenda masiva está copada por los grandesmedios privados, pero desde lo local hay unaresistencia creativa.

- En el proceso de descentralización, ¿Quémargen de autonomía han logrado estosmedios diversos de los que estás hablando,incluyendo los medios públicos?

Yo creo que hay sistemas de comunicaciónlocal con bastante incidencia en la sociedad,entonces eso es bueno, que frente a la esferaprivada de dos canales de televisión, de doscadenas de radios muy fuertes, y un periódicohablando de un país muy centralizado a nivelde comunicación, son atisbos de descentrali-zación, pero más que descentralizaciónexpresan propuestas políticas de lo local, esla afirmación de lo local en un espectro muytomado por lo nacional.

- ¿Cuál es el nivel de articulación de estosmedios ciudadanos, comunitarios?

En este momento se están comenzando acrear pequeños sistemas sobre todo a raíz dela radio, y por ahí están saliendo cosas intere-santes, hay una red de radios del MagdalenaMedio, hay unas redes de radios alrededor delSistema de Comunicación para la Paz (SIPAZ),hay unas radios comunitarias asociadas alre-dedor de otros tipos de conceptos, yo creoque se está intentando, pero nos falta hacermás un colectivo que sea capaz de luchar jun-tos. Lo que pasa es que la legislación prohíbeque la gente, que las radios, se junten para

transmitir, entonces, también hay un impedi-mento legal porque lo que más preocupa alpoder realmente es que los medios ciudada-nos se junten, porque podrían crear una alter-nativa de red.

- ¿Y respecto a la comunicación pública?

En Colombia el debate sobre el derecho a lacomunicación no ha llegado, no hay un deba-te público, las facultades de comunicación noestán debatiendo eso, no hay una coinciden-cia respecto al derecho a la comunicación, locual demuestra que seguimos un concepto demedios públicos tradicionales, gubernamenta-les, y desde allí planteamos algunas solucio-nes.

- Colombia tiene una enorme creatividadartística y con este campo ¿que vínculoshay?

Yo creo que sigue siendo un país que es crea-tivo en formatos, en narraciones, en estéti-cas, en estilos de contar, sí, pero sigue siendoun país también muy formal. Cuando llega-mos a los géneros y a las formas de contar hayuna vitalidad creativa, pero a la final no selogra desarrollarla, porque creo que aColombia le pasa como a América Latina:todos los que trabajan realmente con mediosciudadanos y públicos cercanos, se han inven-tado unos formatos para la radio, para la tele-visión, para Internet, que no sé de donde lossacaron, y han hecho que la radio se vuelvaconceptual, aburrida, discursiva. Yo esperoque aparezca la radio indígena, en formatoindígena, en modos de contar indígenas, queaparezca la radio femenina, la televisiónfemenina, que aparezcan los medios ecológi-cos, pero en su estilo. Creo que en eso hayque experimentar. Las temporalidades, lasnarrativas, las tonalidades, tienen que expre-sar la sensibilidad, ser feministas, o ser indi-genistas, o estar a favor de la diversidad cul-tural, aunque no significa que esto sea el con-tenido, tenemos que comenzar a descubrirque también hay una presencia de otras esté-ticas, de otras narrativas y creo que por ahíestá la búsqueda en Colombia y en AméricaLatina.

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Hace un año y algo más los indígenas delCauca fuimos presentados como los más ava-ros de Colombia. "Ya tienen tierra y quierenmás. Que dejen para los negros y campesi-nos. Tienen el 30% del territorio nacional",dijo el gobierno nacional aquella vez. Lasdeclaraciones fueron dadas a través de losgrandes medios de comunicación del país.Nunca hubo una entrevista, ni un reportaje, niuna nota que explicara al país las razones porlas que los indígenas en el Cauca estabanmovilizados y que generaron las declaracionesdel gobierno.

En efecto, 17 fincas habían sido ocupadas entodo el Cauca, reclamando la libertad de laMadre Tierra1, la reforma agraria directa. Losreclamos no provenían solo de la necesidadangustiosa de tierras sino de acuerdos u obli-gaciones del Estado por disposiciones interna-cionales pero recurrentemente incumplidas.La estrategia del gobierno se centró en vincu-lar las movilizaciones con "grupos terroristas"y en desvirtuar la necesidad de tierra condatos reales pero manipulados. Pues el 27%del territorio nacional es tierra de resguardosindígenas (para el 2% de la población), noaptas para la agricultura, pero en donde estánubicados los páramos, los desiertos, las selvasy los sistemas fluviales y en los que debenvivir grupos que aún son nómadas como es elcaso de los Nukak, que necesitan de territo-rios inmensos para sobrevivir en sus condicio-nes culturales. Cada Nukak que sobreviveequivale a miles de hectáreas de selvaAmazónica protegida para la humanidad y la

vida. Hoy, las tierras de las que son despoja-dos millones por las máquinas de muerte deparamilitares y ejércitos, se convierten porley en baldíos que se entregan a multinacio-nales o en grandes haciendas malhabidascuyos títulos se legalizan. Pero esto lo escon-de y encubre la palabra oficial, porque no seescucha la voz de las víctimas.

Este es solo un ejemplo de lo que pasa enColombia, donde los medios están concentra-dos en agentes y engranajes del capitalismoglobal que, aunque ondean la bandera de lalibertad de expresión, están al servicio de losemporios económicos y los escuadrones de lamuerte de los que es aliado el actual gobier-no. Pues hay que decir que en el actualgobierno hay dos miembros de la familia quees dueña de un conglomerado que controla eldiario El Tiempo, orientador de noticias enColombia y varios medios de comunicación: losSantos, uno Vicepresidente, otro Ministro deDefensa. El Ministro de Agricultura es un hijode hacendado, gran terrateniente de la zonabananera y a quien no le conviene la reformaagraria y por consecuencia autor de la frasecon que abrimos este relato. Y ni hablar deotros miembros del alto gobierno, de los masaltos estamentos del Estado y de la FuerzaPública o de la coalición de gobierno en elcongreso: nos haría falta un libro que ahoramismo escribe con tinta de sangre la CorteSuprema de Justicia en las investigacionessobre parapolítica y la ley de justicia y paz.

Colombia, comunicación en resistencia

Tejer la libertad de la palabra para caminar

la verdad y la vidaACIN

1 http://www.nasaacin.net/consulta.htm

Por eso no es de extrañar, que el gobierno uti-lice la propaganda como el pilar en que sos-tiene su proyecto sin ahorrar esfuerzos paramanipular estadísticas que desdice la reali-dad, en las que la economía va bien y lapobreza decrece; o para mostrar resultadosespectaculares pero falsos en la "guerra con-tra el terrorismo" (falsos positivos); o paraesconder los escándalos que salpican a lafamilia presidencial, al legislativo y al altogobierno con el paramilitarismo o que impli-can a altos funcionarios con más de 8000horas de espionaje telefónico ilegal, o paramentir aseverando que un TLC que entrega elpaís y sus recursos al capital global es buenopara la gente. Todo esto se maneja desde losmedios y en su conjunto, régimen y medios,están al servicio del sometimiento al grancapital y a la guerra contra el pueblo.

Mientras esto pasa en Colombia, en todo elcontinente, ligados a los procesos de demo-cratización y soberanía, se van transformandoen puntales del cambio social puestos al ser-vicio de la libertad de expresión, entendidacomo la apertura irrestricta a la verdad delpueblo y sus procesos para que sean escucha-dos y reconocidos.

El Tejido de Comunicación de la ACIN

En medio de esta realidad abrumadora deColombia se desarrollan experiencias que con-vierten la comunicación en un instrumentopara la expresión de la verdad y la defensa dela vida. Es el caso del Tejido de Comunicacióny relaciones externas de la Asociación deCabildos Indígenas del Norte del Cauca(ACIN).

Esta experiencia, desarrollada en el pueblonasa, al sur occidente de Colombia, no centrasu atención en los medios tecnológicos, queno desconoce y que por el contrario acoge,sino en la fuerza y la riqueza de los saberesculturales, de los sentidos comunitarios, losrituales y los diversos eventos en los que seexpresa la alegría de vivir y desde donde nacela resistencia para seguir viviendo.

En ese sentido, el Tejido de Comunicación noes una oficina de prensa sino el tejido de rela-

ciones, capacidades, sentidos, saberes y sím-bolos puestos al servicio de lo que nosotrosllamamos "plan de vida nasa" para fortalecer-lo, visibilizarlo y protegerlo. Por eso mismo,el Tejido no es una iniciativa desarticuladasino una estrategia consciente de resistenciaante el avance arrollador del proyecto globa-lizante.

Ese plan de vida busca participar en la cons-trucción de una nueva comunidad, una nuevaColombia, un nuevo mundo, posibles y nece-sarios. Por eso, en coherencia con sus manda-tos y principios vitales, se ha manifestado ymovilizado para reclamar los derechos ydefender la vida con acciones que expresanen sí mismas lo que es un tejido de comunica-ción.

Una de esas acciones es la Marcha Indígena yPopular de septiembre de 2004 en la que par-ticiparon 60 mil personas. Esta marcha, másque un evento, fue una acción comunicativaque presentó de manera creativa y contun-dente la visión y propuesta del movimientoindígena y popular para un nuevo país y unnuevo mundo, con la convicción de que "nosnecesitamos mutuamente para defender lavida"2. En su realización intervinieron equiposlogístico, de educación, político y de comuni-cación que recogiendo la palabra, visual,sonora y escrita de la Marcha, la llevaron a lascomunidades, al país y al mundo. El mensajefue claro y contundente: toda Colombia se ali-mentó de esperanza y el gobierno tuvo sugolpe más duro en el primer cuatreño.

Otra acción fue la Consulta Indígena y Popularfrente al TLC entre Colombia y EstadosUnidos, realizada en marzo de 2005 en seismunicipios del oriente caucano. El puebloasumía, por primera vez, el derecho a ejercersu soberanía y realizar un referendo a pesarde la oposición del gobierno. Un referendocon una masiva participación en el que el 98%de los votantes dijeron un enfático ¡NO! alTLC. Todo el trabajo fue una estrategia decomunicación, desde la capacitación políticaa las comunidades de los seis municipios, el

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2 http://www.nasaacin.net/mandato_indigena_popu-lar.htm

entrenamiento de los equipos, el diseño de lacampaña, los afiches, las planillas, los tarje-tones, etc. Para la consulta, se establecieronequipos nacionales de comunicación alterna-tiva, que asumieron, de manera autónoma ycoordinada, la promoción y cobertura de estainiciativa. No solo se demostró la posibilidady la fuerza de una acción conjunta de mediosdiversos, sino que esta articulación obligó alos medios comerciales a respetar la consultay a darle la palabra a quienes la hicieron. Unasemana antes de la Consulta, la ciudad deBogotá amaneció adornada con afiches amari-llos con motivos pictográficos indígenas en losque se leían los nombres de los municipios, lafecha de la consulta y una frase: "No al TLC,porque las culturas no se venden". El afichenació, al igual que muchas otras iniciativas,de la Minga comunicativa. Fruto de estomuchas comunidades en el país se inspiraronrealizando consultas similares, que unidas aotras acciones, hicieron tambalear por dosaños la firma del tratado y han provocado difi-cultades para su aprobación en los Congresosde Colombia y EEUU.

El Tejido de Comunicación incorpora los"nudos", los "hilos" y los "huecos" como repre-sentación simbólica de los tejidos que hacennuestras artesanas, en la que los nudos(nodos) son las personas y organizaciones queen la comunidad y en el mundo tejemoscomunicaciones; los hilos, los medios tecnoló-gicos como radio, video, impresos e Internetque nos permiten llegar a todos los nudos y lascomunidades locales y mundiales; y los hue-cos los espacios de reflexión y encuentro parapensar y activar la estrategia de comunica-ción. Comunicación para el Tejido es infor-marse priorizando, para reflexionar, decidir yactuar. La conciencia de los pueblos hacesabia su palabra y la palabra sabia se caminaen la dirección correcta para el cambio. Poreso a las formas tradicionales de comunica-ción en asambleas, mingas, encuentros, searticulan las radios comunitarias, los docu-mentales y videos, y el "nasa net". No somosun Tejido de Comunicación comunitario por-que estamos en las comunidades, sino porquesomos parte de los procesos; hacemos partedel Plan de Vida.

Esta experiencia, que no está terminada yque, por el contrario, está en sus inicios conmuchas necesidades y carencias, nos indicaquizá un camino y nos convoca a construirotra comunicación que sea instrumento paraproclamar la verdad y defender la vida enextinción.

En la historia que empezó este relato, la demanipulación de cifras del gobierno en eltema tierras, el asunto no quedó allí.Nuestras emisoras mostraron la otra cara, enuna misma cabina de radio un nasa, un cam-pesino y un afrocolombiano hablaron de lanecesidad de la tierra y la unidad para lalucha; la página Web www.nasaacin.netmontó y circuló los comunicados de las auto-ridades y hasta rincones insospechados llegónuestra palabra, la verdad de los hechos, lapalabra que es vida porque la defiende. Hoynos coordinamos a diario con muchas palabrasy pueblos en toda Colombia y el continente.Hay una minga en movimiento comunicandopor la verdad y la vida.

Pero no fue solo aquí y con este ejemplo.Hemos aprendido a utilizar la comunicaciónancestral y los medios apropiados para estaren el mundo con otros pueblos y entender enel diálogo. ¿Qué decir de Oaxaca? Nuestrascomunidades escucharon la voz de los mani-festantes mientras CNN hablaba del daño a"unos pobres niños sin clase y sus papás deses-perados". El triunfo de Evo Morales, conquien nuestros líderes habían marchado en elChapare hace años, inspiró a muchas personasen nuestras veredas para salir a votar en2006. La revolución venezolana y la defensapor su pueblo es conocida y admirada aquí, yen todo el mundo y las luchas de los ecuato-rianos, mapuches, zapatistas, Sin Tierra,inmigrantes… están presentes en nuestraagenda y nuestro corazón, sin la mediación deCNN o de Reuters. Sabemos descubrir lasmentiras y encontrar las verdades sin perderel sentido crítico y la capacidad de cuestionar.

Esto nos ha dejado el gusto de la fuerza incal-culable que tenemos y lo que podemos seguirconstruyendo. Si bien es cierto que hoy másque nunca la vida está amenazada también esverdad que nunca América tuvo la conciencia

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que tiene hoy, incluida la conciencia de lo quenos falta. Pero también es necesario sumarlas conciencias y las capacidades, los tejidos,las experiencias y los procesos. Quien nosamenaza tiene estrategia y objetivos claros ycomunes. Tejer la comunicación es para quelos pueblos tengamos nuestros objetivos, pro-puestas y caminos.

El proyecto que llamamos capitalismo tamba-lea, aunque apenas estamos empezando acaminar en armonía y los movimientos que lehan asestado los golpes en sus bases aún noencuentran su punto de unidad. Muchoscreen que un grupo de movimientos soñadoresno serán capaces de derrotar este sistema.Pero aquí mismo y en Oaxaca, en Quito, enCaracas, en La Paz, hemos visto como puedeser derrotado. Lo ha logrado gente concienteque se moviliza con una comunicación quepromueve, acompaña y multiplica esta con-ciencia colectiva y la moviliza.

Tenemos en el aprender-haciendo algo deexperiencia acumulada y herramientas que yautilizamos creativamente para construir otracomunicación para otra América con sus pue-blos. En esa tarea estamos comprometidos ydispuestos a seguir tejiendo.

El desafío que nos convoca

Caldono, Cauca. Consulta popular frente al TLC

Periodista de una cadena comercial a unamujer indígena mayor: - Señora, ¿a usted

quien le dijo que votara contra el TLC?La señora: - Mi consciencia, ¡pero usted no entiende eso!

El 75% de la gente apoya al régimen que nossomete. Colombia es el tercer país del mundomás peligroso para el ejercicio del periodis-mo. Los géneros que le dan la palabra a lagente se acabaron. Los periodistas que asu-men su compromiso con los pueblos estánmuertos, amenazados, exilados o no encuen-tran recursos. La mayoría de la gente noaccede a los medios populares y alternativos yes manipulada por la propaganda avasalladoradel régimen que combina la propaganda conel terror y los estamentos del Estado para

someternos. Un régimen que es, ante todo,un aparato de propaganda con respaldos mul-tinacionales, como el del reconocido JuanRendón3, quien fuera instrumental para con-vencer al mundo de las mentiras que justifica-ron la invasión de Irak y que, desde haceaños, trabaja con el gobierno colombiano.Desde Colombia, se desarrolla un experimen-to integral de sometimiento que requiere dela propaganda para que la guerra y los pode-res económicos puedan imponerse.

Por eso hemos aprendido que comunicar parala verdad y la vida no es hacer muchas cosasy estar muy ocupados. No es hacer lo posiblesino lo necesario para resistir con eficacia ygenerar alternativas. La comunicación alter-nativa y popular se mide en sus impactos ylogros, más que en los esfuerzos. Hemosentendido que la movilización es un mensajeen marcha y también que el mensaje debemarchar y movilizarse. La acción de los pue-blos en resistencia nos da la palabra. Pero lapalabra debe estar al servicio de los pueblosque se movilizan. Sabemos que la mejorcomunicación es la conciencia de cada pue-blo, de cada persona y la función de comuni-car es formar consciencias. Entendemoscomo un desafío impostergable ordenar lo quehay que saber y hacérselo llegar a la gente enlas comunidades para poder entender y cam-biar el mundo. Arraigados en nuestros territo-rios y culturas, tenemos que entender elmundo. Uno no cambia lo que no entiende.La propaganda es para confundir y entretener,la comunicación es para que nos de la rabia ylas ganas que hacen falta para decir basta ysembrar vida. El calentamiento global, laguerra de Irak, los procesos populares, sontemas de nuestras veredas y comunidades.Nos hace falta llegar con humildad y firmezaa muchos lugares, convocando y sumándonosa la resistencia. Pero también necesitamosque lleguen a nuestros hogares las historiasque nos permitan entender. Somos en elTejido del mundo y la Madre Tierra, se debehacer una con sus pueblos diversos e insepa-rables. Somos en el mundo con otros pueblosque son cada vez más lugares en el territoriode la verdad de nuestros imaginarios.

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3 http://www.nasaacin.net/noticias.htm?x=1334

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Estamos recuperando el territorio de nuestrosimaginarios. Rescatándolos de los monopoliosque sostienen atontados con el monocultivode sus mentiras y avaricia. Nuestra lucha noes por nosotros sino desde acá y con todas ytodos. El Tejido no es de nadie, porque es porsi mismo en su belleza y colorido. Los vier-nes, cada vez que podemos, escuchamos unreporte desde Nueva York con WBAI PacíficaRadio y damos un informe desde el Cauca.Por eso sabemos de Cindy Sheehan y supimosdel Katrina. Salimos a Venezuela, al MST enBrasil, a México y a otros lugares. Vienen avisitarnos de Colombia y el mundo y compar-timos el dolor y la mirada. Nos sentamos ennuestras salas de reacción-redacción a escu-char, a entender porque sabemos que el díaen que todas y todos entendamos lo que hayque entender para defender la vida, ese díamarcharemos sin que nadie nos detenga por-que las conciencias derrotan la propaganda ypara eso estamos tejiendo.

El Gobierno nos cierra las puertas, las envidiasy los afanes de protagonismo confunden, ladesinformación engaña y la guerra asesina oexpulsa compañeras y compañeros. Por esoentendemos que acá nadie gana sino cuandoganemos todos los pueblos y para eso estamostejiendo. La legislación nos cierra emisorasque volvemos a abrir por orden de nuestrasautoridades. No tenemos dinero para traba-jar ni nos vendemos, pero seguimos al aire.No tenemos con qué hacer documentalespero ya hemos hecho dos que le dan la vueltaal mundo. Todo porque no estamos solos. Eldesafío que enfrentamos es lograr establecermingas de comunicación y movilización y quesea el fruto compartido de nuestro esfuerzode resistencia por la verdad y la vida, nuestraúnica y mayor remuneración. ¡Derrotar lapropaganda es libertad!

Tejido de Comunicación y relaciones externaspara la verdad y la vida. Asociación de

Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN)www.nasaacin.net

digital. A diferencia de otrospaíses, donde este tema quedóen manos exclusivas de empre-sarios y gobierno, esta Comisiónincluye actores estatales,empresariales y también de lasociedad civil.

También mantiene reunionesperiódicas de intercambio con elpresidente de la URSEC (UnidadReguladora de Servicios deComunicaciones), el organismoregulador de las telecomunica-ciones en Uruguay, con agendaabierta.

Como parte de su estrategia deincidencia en las políticas públi-cas, durante 2006 y los primerosmeses de 2007, el FCPC estuvocentrado en una campaña públi-ca para que el gobierno revoca-ra las concesiones de radio deun grupo económico que habíadefraudado al Estado en variosmillones de dólares por impues-tos impagos en el uso de susemisoras.

Se juntaron firmas, se enviaroncartas y se realizaron reunionescon autoridades del gobiernopara que fueran devueltas alpatrimonio público cuatro fre-cuencias en uso por estosempresarios (una AM y tres FM),y se solicitó que se priorizara suentrega a medios comunitarios ypúblicos.

Luego de garantizar el debidoproceso, que incluyó una sen-tencia de la Suprema Corte deJusticia que descartó que setrate de un asunto que afecte lalibertad de expresión, el gobier-no firmó la revocatoria.

4 http://www.nasaacin.net/video_somos_alzados.htm

El firme despertar...viene de la página 28

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Se están cumpliendo 20 años del "boom" de lasradios comunitarias en Argentina, que entre1985 y 1990 sorprendió al país con la creaciónde casi 3 mil radios de baja potencia. Estasemisoras lograron, en poco tiempo, abrir losmicrófonos a miles de radialistas populares, ala participación del vecindario y de la gentecomún e influir sustancialmente en la progra-mación radial comercial, con la creación denuevos formatos en los que tenía un papelcentral la opinión ciudadana, sin jerarquías nicondicionamientos. Siendo la radio enArgentina el medio más popular y con un altogrado de credibilidad por parte del público,las emisoras comunitarias jugaron un rol fun-damental para el fortalecimiento del debatedemocrático en el país.

Si bien buena parte de estas radios ya no exis-ten, continúan trabajando con firmeza unas500 emisoras de este tipo, que siguen fortale-cidas por estar sustentadas por proyectossociales y populares firmes y por un compro-miso con la democratización de las comunica-ciones capaz de confrontar una vieja ley aúnvigente, la Ley 22 285, que fue dictada duran-te la última dictadura militar y continúa privi-legiando los intereses de las grandes empresascomerciales de la comunicación, concentra-das en un puñado de no más de media docenade influyentes multimedios.

La mayoría de estas radios no comercialesestán afiliadas a FARCO (Foro Argentino deRadios Comunitarias) y una parte de ellas esmiembro de AMARC (Asociación Mundial deRadios Comunitarias) y/o de ALER (AsociaciónLatinoamericana de Educación Radiofónica).El apoyo de las organizaciones internacionalesde comunicación fue importante durante los

años de lucha por la legalización de estas emi-soras, fuertemente combatidas por las radioscomerciales que las vieron como intrusas en eldial y llegaron a tildarlas de "clandestinas" y"usurpadoras". Luego de una lucha sustentadapor las propias emisoras, las organizacionessociales y el movimiento popular que tuvieroncon ellas la posibilidad de participar en eldebate cotidiano de ideas y políticas, lasradios comunitarias lograron que se les exten-dieran permisos precarios para continuar conlas transmisiones, que continúan vigenteshasta el día de hoy.

El panorama actual ofrece la existencia deradios de muy variados orígenes y una tenden-cia interesante a la creación de radios o deprogramas radiales por parte de organizacio-nes sociales, escuelas, grupos de interés,entidades de bien público, asociaciones detrabajadores, movimientos campesinos e indí-genas. Esta tendencia se ve fortalecida por elabaratamiento de los equipos para la transmi-sión radial y el uso de las tecnologías de lainformación y la comunicación (TIC) en el tra-bajo cotidiano de las emisoras.

Convergencia tecnológica y participación ciudadana

Uno de los talleres más exitosos que ofrece laradio comunitaria La Tribu, creada en 1989por un grupo de jóvenes estudiantes dePeriodismo y Comunicación Social en laUniversidad de Buenos Aires, es el titulado"Hacé tu radio". Este taller reúne periódica-mente a personas de todas las edades y de lasmás diversas organizaciones y entidades, queven en la posibilidad de salir al aire con susprogramas una oportunidad para crear y alen-

Argentina:

Convergencia tecnológica yparticipación popular

Dafne Sabanes Plou

tar más participación en los proyectos en losque están involucradas.

En estos talleres se hace evidente que paramuchos de los grupos y organizaciones que seacercan por primera vez a la experienciaradial, la convergencia tecnológica es unapráctica sustancial para su proyecto comuni-cacional, en el que están dispuestos a aunarprensa escrita, audios y elementos visualescon fotografías, presentaciones con diapositi-vas y hasta videos breves. No hay duda quelos nuevos dispositivos tecnológicos que per-miten digitalizar imágenes y sonido y el pod-casting han facilitado esta tarea, como tam-bién han desafiado la creatividad de emisoresy receptores. Por lo general, las radios cuen-tan con su propio sitio Web que actualizanconstantemente y están también presentes enlos sitios Web de las organizaciones de lascuales son miembros, desde donde los oyentespueden acceder a su programación.

Así como en muchas radios comunitarias exis-ten ahora telecentros barriales que han abier-to sus puertas a nuevas formas de comunica-ción por computadora, también hay telecen-tros desde donde comienzan a transmitirsemensajes o programación radial. El denomi-nado "streaming", que permite la emisión deproductos puntuales por Internet sin necesi-dad de tener que llenar una grilla de progra-mación de muchas horas, facilita que esfuer-zos radiales específicos tengan una excelentecobertura y puedan ser escuchados por cien-tos de oyentes. Las TIC también son utiliza-das para editar la programación, obtener,compartir y almacenar recursos, información,música y audios, y mantener una comunica-ción fluida con la audiencia, cada vez másinquieta y activa. A esto vale agregar el telé-fono móvil que permite que ya no se preciseque los reporteros en exteriores cuenten congrandes equipos para poder transmitir, sinoque con la ayuda de un pequeño teléfonocelular de bajo costo, con su tarjeta prepaga,pueda recoger testimonios, informar al minu-to y participar de los hechos sin trabas, inclu-so enviando imágenes al sitio Web de la emi-sora. Los avances tecnológicos también hanpermitido la instalación de radios abiertascomo apoyo a campañas en la vía pública,

petitorios y marchas, reforzando así la visibi-lidad y repercusión del esfuerzo. La CorrienteClasista y Combativa, entre otros, se caracte-riza por realizar un uso muy creativo de laradio abierta en sus movilizaciones y accionesgremiales.

Es interesante señalar que, debido a la buenarepercusión de la tarea de las radios comuni-tarias, éstas han pasado a ser elementos indis-pensables en la tarea de los movimientos debase. El gobierno nacional, en más de unaoportunidad, ha decidido apoyar estas inicia-tivas en lugares donde la existencia de estasemisoras no produce tanto escozor en lasgrandes corporaciones de la comunicación. Esasí como en 2005 el Comité Federal deRadiodifusión (COMFER) reconoció oficialmen-te a la radio comunitaria FM Pocahullo, de lacomunidad mapuche de Linares, provincia deNeuquén en la Patagonia argentina. Estaradio había sido creada en 1999 por un grupode jóvenes indígenas y en la actualidad esparte de un proyecto comunitario integral.

En otra experiencia singular, la FM RadioGráfica "Recuperando el aire" funciona en unade las empresas recuperadas en la CiudadAutónoma de Buenos Aires, luego de la crisiseconómica de diciembre de 2001. Esta emiso-ra fue instalada en la imprenta CooperativaGráfica Patricios y su programación está acargo de los trabajadores y trabajadoras. Sibien por el momento su alcance es limitado,esta radio está abierta a la participación delos alumnos de la escuela secundaria y delcentro cultural que funcionan dentro de lacooperativa. También en el mismo barrio deBuenos Aires, el Movimiento TerritorialLiberación construye cooperativamente unbarrio de 334 viviendas, incluyendo espacioscomunitarios, escuelas y locales comerciales.Dentro de los espacios para el uso de la comu-nidad, han previsto el local para la radiocomunitaria que es la expresión de los gruposbarriales activos en la lucha por una viviendadigna.

Un espacio especial merecen las radios rura-les pertenecientes al Movimiento Campesinode Santiago del Estero (MOCASE). Estas radiosse caracterizan por su militancia en defensa

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de las familias campesinas cuyas propiedadesestán amenazadas por los grandes terrate-nientes, por su lucha ecologista y por su cues-tionamiento de las políticas agrícolas que notienen en cuenta las necesidades alimentariasde la población, sino que sólo piensan en pro-ducir para el mercado internacional.

En la acción política, la organización "Jóvenesde Pie", del Movimiento "Barrios de Pie", alien-ta los talleres de capacitación en comunica-ción social y periodismo para incentivar el usode la prensa y la radio populares con el fin deexpresar las necesidades y los derechos de lapoblación. Los nuevos medios de comunica-ción creados por este movimiento, con lacolaboración de universidades y agrupacionesestudiantiles, han permitido construir conoci-mientos desde la gente y vincular la capacita-ción con proyectos concretos de comunicaciónbarrial.

Para lograr una legislación que responda a lademocratización de las comunicaciones en

Argentina, un número importante de organi-zaciones sociales, sindicatos, agrupacionesestudiantiles y asociaciones de comunicadoresse agruparon en 2005 en la Coalición para unaComunicación Democrática. Si bien se pre-sentó un pedido para la sanción de una nuevaley de Radiodifusión que contemple los dere-chos a la comunicación de toda la población,los avatares políticos, las presiones de losmultimedios y la falta de debate públicosobre el tema han impedido avances significa-tivos en este camino. Mientras tanto, lasorganizaciones de la sociedad civil interesa-das en lograr estos cambios saben que la tareaexige continuar insistiendo ante las autorida-des y también trabajar para crear concienciaen la ciudadanía de que otra comunicación esposible, pluralista y democrática, sin atadurasa intereses corporativos de ninguna índole.

Dafne Sabanes Plou es periodista argentina.

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El Salvador, después de la firma de losAcuerdos de Paz en enero de 1992, ha vividocambios importantes. Cambios que todavíason insuficientes para garantizar la profundi-zación de su democracia y la consolidación dela paz, ya que la tendencia a la acumulaciónde la riqueza en pocas manos no solo se hamantenido sino profundizado.

Los Acuerdos de Paz propusieron reformaspara garantizar la desmilitarización de lasociedad, haciendo cambios sustanciales al rolde la Fuerza Armada y la eliminación de losentonces llamados Cuerpos de Seguridad. Sehicieron cambios en el sistema político y judi-cial, y se crearon instituciones que tutelaríanla promoción y defensa de los DerechosHumanos. Los acuerdos menores fueron losrelacionados con las transformaciones econó-micas, ya que el sistema de acumulación deriqueza quedó intacto.

La otra gran deuda que se ha venido arras-trando es la falta de una democratización delas comunicaciones, como mecanismo paracontribuir a la democracia, la libertad deexpresión y la paz. La tendencia que se man-tiene es el fortalecimiento de grupos oligopó-licos que buscan controlar la mayor cantidadde frecuencias radioeléctricas y medios decomunicación social.

Con la privatización de la telefonía, en ladécada de los 90, los sectores comerciales, enacuerdo con los partidos políticos de derecha,se garantizaron una Ley de Telecomunicacionesque no solo vino a legalizar el pasado y laforma perversa en la administración de las fre-

cuencias de radio y TV, sino que también pusocerrojo para impedir iniciativas comunicacio-nales de la sociedad civil.

El Salvador continúa siendo un país con gravesdiferencias, donde la brecha entre los pocosque tienen casi todo y los muchos/as que notienen casi nada se profundiza. Una naciónque, para poder consolidar su sistema econó-mico, tiene que expulsar diariamente a másde 600 personas que salen en busca de su"sueño americano". Una sociedad que pierderápidamente su identidad y en la que losmedios de comunicación comerciales abonana la pérdida de su memoria histórica.

La historia de El Salvador, desde su nacimien-to como Estado, se ha caracterizado por laapropiación de la palabra y el manejo de lainformación en muy pocas manos. El autori-tarismo y la concentración del poder han sidolas constantes, lo cual se ha visto reflejado enlos medios de comunicación. En efecto, unrápido vistazo a la historia de la comunicaciónen nuestro país nos demuestra la existenciade fuertes monopolios y oligopolios en losmedios de comunicación social y, derivada deesta circunstancia, su alineamiento casi totalcon los intereses de los grupos dominantes.

En las décadas de los setenta y ochenta, cual-quier intento de combatir la concentración dela palabra y la sola intención de utilizar lalibertad de expresión para criticar al régimeneconómico y político imperante traía comoconsecuencia la amenaza, tortura, desapari-ción y muerte. Uno de los casos más sonadosfue el asesinato del Arzobispo Monseñor Oscar

El Salvador: Democratización de las comunicaciones

Una tarea pendiente y urgente

Oscar Antonio Pérez

Romero "la voz de los sin voz", por parte de losEscuadrones de la Muerte y que según elInforme de la Comisión de la Verdad, de lasNaciones Unidas, fue planificado por quienfuera fundador de Alianza RepublicanaNacionalista, ARENA, partido que desde hacemás de 15 años gobierna el país.

La Comisión de la Verdad concluyó, entreotras cosas, que "el silencio informativo, ladesinformación y la impunidad ante el crimenforman parte de una realidad que la prensaescrita contribuyó a forjar". Estas afirmacio-nes sobre la conducta de la prensa escritadurante la guerra pueden perfectamente apli-carse a los medios de comunicación radial ytelevisiva de la época, aunque, por supuesto,con honrosas y contadas excepciones. En granmedida, esa conducta persiste hoy disfrazadade objetividad y de balance informativo.

En la actualidad hay una brecha gigantescaentre la gran prensa comercial, asociada a losgrupos de poder político y económico, y algu-nos esfuerzos informativos cuya sostenibilidadestá en alto riesgo. Las frecuencias de radioy TV (la mayoría) están prácticamente acapa-radas por un pequeño grupo de personas y pororganizaciones religiosas (éstas poseen un 60%de las frecuencias en AM). Por razones políti-cas, por ejemplo, se le está impidiendo a laUniversidad de El Salvador (UES) tener accesoa una frecuencia de radio AM.

No se puede negar que durante la posguerrahan existido progresos en el ejercicio de lalibertad de expresión, no sólo por la posibili-dad de hablar sin enfrentar una política derepresión abierta del Estado, sino además porla aparición de medios de comunicación alter-nativos que han intentado, con algún éxito,romper el monopolio de la opinión oficial enel país.

En ese ámbito de apertura ideológica de laposguerra, surgió en El Salvador un fenómenocomunicacional importante, con escasos pre-cedentes nacionales pero con una lucha signi-ficativa en América Latina: la radiodifusióncomunitaria. Las radios comunitarias se defi-nen como espacios alternativos de comunica-ción movidos, más que por el ánimo de lucro,

por la satisfacción de las exigencias de la dig-nidad humana de las comunidades en las quese insertan y a las que se dirigen. La radiodi-fusión comunitaria ha nacido con la convic-ción de promover el desarrollo humano de lospueblos y comunidades con la palabra y laimagen transmitida a través del espectroradioeléctrico.

El surgimiento de las radios comunitarias, aglu-tinadas en la Asociación de Radios y ProgramasParticipativos de El Salvador (ARPAS), ha signi-ficado un esfuerzo importante en la democra-tización de la palabra. Desde su nacimiento,estas emisoras han debido enfrentar un marcojurídico que ha sido diseñado en función de laconcentración, sin tomar en consideración nin-guna otra lógica que la razón de "mercado". Lalucha de ARPAS por legalizar la radiodifusióncomunitaria durante la década de los 90 y lasdificultades que actualmente enfrenta parasubsistir, en un medio profundamente marcadopor una visión comercial de la libertad deexpresión, demuestran lo mucho que faltaavanzar en la verdadera democratización delas comunicaciones.

Al igual que las radios participativas, existenotros esfuerzos comunicacionales escritos quebuscan democratizar las comunicaciones,como los periódicos Co-Latino, ElIndependiente, Nuevo Enfoque, El Faro y RAI-CES (por Internet), y nuevas revistas comoRumbo. Junto a estos esfuerzos, se suma eltrabajo de AMARC-El Salvador, que se da a tra-vés de sus radios y centros de comunicación.

Sin duda, existen fuertes presiones para com-petir con las radios y televisoras comerciales,a fin de lograr la continuidad de los proyectosalternativos, expuestos a la voracidad del mer-cado y las presiones políticas. Estas circuns-tancias muchas veces terminan por deformar elcarácter de los medios alternativos. Por ello,la lucha por sostener los proyectos comunica-cionales es permanente y creciente.

Oscar Antonio Pérez es CoordinadorSubregional de AMARC-Centroamérica y

Presidente de la Fundación de laComunicación para el Desarrollo

(COMUNICANDONOS)

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En la transición desde las resistencias frenteal neoliberalismo a las ofensivas contra esemodelo, el papel de los medios es trascenden-tal. Por ello, hoy más que nunca nos manifes-tamos contra el poder sin control, no demo-crático e impune de los grandes medios decomunicación que intentan imponer su visiónde la realidad y sus valores. Estos oligopoliossirven a intereses económicos y políticos deaccionistas, financieros y anunciantes.

Sin embargo, las transnacionales mediáticasestán perdiendo credibilidad y se ha echadopor tierra el mito de la invulnerabilidad de losmedios. En América Latina, hay dos polosequidistantes: por un lado, el refuerzo de lasoberanía, y por otro, la renuncia al espaciopúblico. Por ejemplo, mientras México estárenunciando a ese ámbito para entregarlo aperpetuidad a dos consorcios mediáticos, enVenezuela se está recobrando una concesiónque imponía la dictadura de la palabra y laimagen únicas (RCTV). Como dijo elPresidente Hugo Chávez, no estamos luchandocontra la libertad de prensa, estamos resta-bleciendo esa libertad.

La red de redes En Defensa de la Humanidadse pronuncia por asegurar el derecho a lainformación y la comunicación como un dere-cho humano fundamental. Para ello, es de pri-mer orden demostrar la ilegitimidad del siste-ma actual donde los medios están al serviciode los poderosos. Hay que recordar que se haproducido una enorme concentración antide-mocrática y es abrumador el control del capi-tal financiero sobre los grandes medios.

Debemos identificar quiénes son los aliados delos pueblos en los medios y quiénes son susenemigos. Denunciamos a los mercenariosintelectuales que alquilan su pensamiento alas grandes transnacionales. Denunciamos ainstituciones y grupos de comunicación que ennombre de un distorsionado concepto de lalibertad de expresión sirven a estructuraseconómicas e imperialistas, como ReporterosSin Fronteras y la Sociedad Interamericana dePrensa. Asimismo, condenamos el asesinato,la persecución y la exclusión en los medios decomunicación, de periodistas y comunicado-res sociales que han hecho y hacen de su ejer-cicio una tradición de lucha por los mejoresintereses de sus pueblos.

Encuentro de Intelectuales y

Artistas en Defensa de la Humanidad

En el V Encuentro Mundial de Artistas e Intelectuales en Defensa de laHumanidad, que tuvo lugar en Cochabamba, Bolivia, el 22 y 23 de mayo, uncentenar de participantes de 56 países debatieron y analizaron la conducta delos diferentes medios de información en los procesos de cambio de AméricaLatina y en el resto del mundo.

Esta problemática se abordó desde dos vertientes: cómo el gran capital estátratando de dominar la información, y los escollos que enfrentan los periodis-tas para superar esta realidad; y segundo, cómo contrarrestar dichas intencio-nes de dominio mediático con un modelo de comunicación, en una situacióncompletamente nueva, como la que se vive en Latinoamérica. Al final delEncuentro se adoptó la

Declaración de Cochabamba

Para enfrentar al sistema dominante, conta-mos con los medios alternativos y la posibili-dad real de fortalecer la voz de los pueblos enlos medios tradicionales. Lo alternativo noestá reñido con la excelencia. Es vital no ena-jenarnos de la veracidad, el rigor y la profe-sionalidad, y evitar reproducir formatos alie-nantes, conceptos y prácticas clasistas, sexis-tas y racistas de las transnacionales de lainformación.

Los estados tienen el deber de garantizar elderecho a la información y la democratizaciónde los medios y el acceso a todos los sectoressociales. Esa garantía se logra mediante el usopúblico del espacio radioeléctrico y la propie-dad social de los medios.

Una verdadera comunicación con el pueblo enla pluralidad de sus aspiraciones es realmentenecesaria, lo que de hecho no fue el modeloen lo que se llamó en el pasado "socialismoreal". Reconocemos que la neutralidad noexiste: toda información tiene una intencio-nalidad oculta o manifiesta.

Promovemos el socialismo. Sin embargo, reco-nocemos que la palabra socialismo tiene múl-tiples interpretaciones y por eso genera resis-tencia en parte de la opinión pública.Legitimarla supone rescatar sus tradiciones enla lucha por la justicia social, la paz y la feli-cidad de los pueblos. De manera estratégicahay que combatir y seguir deslegitimando alcapitalismo, e identificar desde los problemasdel medioambiente hasta la destrucciónsocial.

La red de redes En Defensa de la Humanidaddestaca los valores centrales del socialismo denuestros días: el uso sustentable de los recur-sos naturales y el control público de los queno son renovables; la satisfacción de las nece-sidades de la gente por encima de los criteriosde mercado; la defensa de la democracia entodas las relaciones colectivas y de género, ytambién, la interculturalidad, la posibilidadde acceso a todos los saberes, filosofías y reli-giones.

Reconocemos el papel trascendente de lospueblos originarios en los procesos revolucio-

narios de nuestro tiempo y su aporte a lapráctica de una democracia participativa queconcibe el gobierno como servicio, que mandaobedeciendo en la solidaridad y el sentidocolectivo de sus instituciones. Valoramos quese deben defender y promover los medios pro-pios de las comunidades.

Nos solidarizamos con las resistencias de lospueblos contra la ocupación en Iraq,Afganistán, y contra las intervenciones en elMedio Oriente, y sumamos nuestros esfuerzospara que los procesos revolucionarios que enel mundo se dan, sigan avanzando y debilitan-do el poder imperial.

Condenamos el doble rasero del gobierno deWashington, la Unión Europa y los emporiosmediáticos, que promueven la doctrina delbuen y el mal terrorista, como se verifica enlos casos de Luis Posada Carriles y los deteni-dos fuera de todo marco legal en Guantámanoy cárceles secretas que el imperio mantieneen el mundo.

Apoyamos los procesos revolucionarios enAmérica Latina y la presencia de la voz legíti-ma de los pueblos en las asambleas constitu-yentes. En particular, apoyamos los procesosde cambio que están teniendo lugar enBolivia, que han permitido que los pueblosacrecienten su protagonismo. Reivindicamosel trascendente papel de los pueblos origina-rios, de las mujeres y de la juventud en lasluchas de hoy.

La Red de Redes en Defensa de la Humanidaddebe ampliarse y fortalecerse; debe promoverestructuras de traducción para que las len-guas no sean barreras entre los pueblos; esti-mular procesos legales en contra de losmedios de comunicación que violan el dere-cho legítimo a la información. ¡Nuestra luchaes por la verdad y por la justicia!

Cochabamba, Bolivia, 23 de mayo de 2007

Siguen firmas(ver: http://alainet.org/active/17725).

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