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  • DESDE EL ENCIERRO 1

  • Los textos que conforman esta publicación son el resultado de los ta-lleres de poesía y de escritura creativa ofertados por el Centro Univer-sitario de Tonalá durante el ciclo 2020-B, los cuales se llevaron a cabo en modalidad virtual debido a la pandemia de COVID-19 que surgió en el año 2020.

    La ilustraciones que aparecen en la portada y en las hojas interiores de esta publicación, así como el diseño de arte, son obras originales de Arely Monserrat Rivera Mendoza y Juan Manuel Badillo Enciso, estu-diantes del Centro Universitario de Tonalá, realizadas durante la pan-demia de COVID-19 que surgió en el año 2020.

    DESDE EL ENCIERRO 2

  • Contenido

    I. Presentación 6Palabras de la Coordinación de ExtensiónMtro. Jairo de Jesús Nares Amezcua, Coordinador de Extensión del CUTONALÁ 7“Miradas” Lic. Carlos Muñoz Vazquez, encargado del área de Difusión Cultural del CUTONALÁ. 8“Tiempos de taller” Elizabeth Padilla, egresada del CUTONALÁ e instructora del Taller de Escritura Creativa. 9“Flores de papel”Alan Agustín de la Cruz, egresado del CUTONALÁ e instructor del Taller de Poesía. 10

    II. Cuentos 12“El día en que un virus derrumbó a dios” David Etzin Ibañez Cornejo 13“No te sueltes, Satancito”Dante Fuentes Maciel 15“Diario en una cuarentena”Alejandra Guadalupe García Huitzache 19“Noticias”Claudia Paola Sandoval Minaya 22“El puente”Claudia Paola Sandoval Minaya 22“El borde de la muralla”Nadia Karyme Cruz García 23“La vida en tiempos de Covid”Jocelyn Dayan Astilleros Pulido 27

    DESDE EL ENCIERRO 3

  • III. Poemas 31“A ti, mi amor de cuarentena”María Concepción Ulloa Bautista 32Sin títuloNathaly Elizabeth López Castañeda 33“Después de 40 días”Germán Gómez Rangel 34“13 de marzo”Estrella del norte 34 “Bendito encierro”Gabriela Domínguez Montes 35“Querida cuarentena” Germán Gómez Rangel 36Sin título Braulio Israel García Martínez 37“La cuarentena”Israel Uriel De la Rosa Vallejo 38“Cuarenta días” Karla Rodríguez 39“Virus en célula”Deyci Maritza Juárez López 40“Rey de la corona negra”Karla Rodríguez 41

    IV. Sobre los autores 43

    V. Página de créditos 51

    DESDE EL ENCIERRO 4

  • DESDE EL ENCIERRO 5

  • DESDE EL ENCIERRO 6

  • Palabras de la Coordinación de ExtensiónMtro. Jairo de Jesús Nares Amezcua, Coordinador de Extensión del CUTONALÁ.

    En un mundo actual en el que las diversas manifestaciones artístico culturales y sus comunidades han tornado a la formación de públicos para la apreciación de las artes y la cultura a través de la innovación tecnológica y la creatividad virtual, y considerando que para la Uni-versidad de Guadalajara, la difusión de la cultura como elemento de la formación humanista desarrolla en las personas capacidades de pen-samiento, juicio y expresión; por lo anterior, la difusión cultural entre la comunidad del CUTonalá se fomenta a través de actividades creadas por y para los estudiantes con el objetivo de fortalecer su formación integral y a su vez, incrementar el acceso y la práctica de la comuni-dad universitaria en actividades artísticas y culturales. Asimismo, para el CUTonalá, la difusión cultural es una herramienta indispensable que desarrolla la identidad universitaria entre los inte-grantes de su comunidad, además de ser un vínculo social que contri-buye a la construcción de las condiciones necesarias para que la evo-lución del ecosistema universitario se consolide de forma equilibrada y contribuya al bienestar social de la región. Desde el área de Extensión Universitaria se reconoce el compromiso de todas y todos los que integramos la comunidad universitaria del CUTonalá por fortalecer la difusión cultural en todas sus manifesta-ciones; asimismo, nos orgullece el ímpetu y entrega de las y los estu-diantes que día a día nos apoyan y motivan a consolidar un programa de difusión cultural con impacto para la comunidad del Centro y para la sociedad de la región, particularmente agradecemos el esfuerzo y dedicación de las y los estudiantes que desarrollaron los Talleres de Poesía y Escritura Creativa; de igual manera, reconocemos la visión y liderazgo de quienes hoy encabezan esta comunidad universitaria im-pulsándola para ser un referente como una institución en donde no sólo se forman profesionistas de calidad, sino seres humanos integra-les.

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  • “Miradas”Lic. Carlos Muñoz Vazquez, encargado del área de Difusión Cultural del CUTONALÁ.

    Ese momento maravilloso en el que es posible vislumbrar la mirada de un artista en ciernes es lo que da sentido a nuestras actividades. Buscar y facilitar las circunstancias idóneas que le permitan a esa mirada fortale-cerse en vez de perderse es el objetivo en común de todas y cada una de las actividades de difusión cultural y formación integral del Centro Uni-versitario de Tonalá.

    “Desde el encierro” es un proyecto que nace a partir de diecinueve mira-das que buscan expresarse a través de la docencia, de la escritura, de la poesía o de la ilustración y que espera convertirse en la primera publica-ción que aparezca en varias de las biografías de autores egresados de nuestra comunidad universitaria.

    La consolidación de las mirada de estos escritores, de estos ilustradores y, sobre todo, de estos grandes seres humanos que están surgiendo del Centro Universitario de Tonalá es lo que el lector podrá presenciar en las siguientes páginas.

    ¡A maravillarse!

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  • “Tiempos de taller”Elizabeth Padilla, egresada del CUTONALÁ e instructora del Taller de Escritura Creativa.

    El taller de escritura creativa y sus integrantes aportaron un cúmulo de visiones distintas en un mismo tema. El tener la disponibilidad y posibilidad de, aún a la distancia, encontrar espacios para que alum-nos y en general personas interesadas, desarrollen textos, nos de-muestra la creciente necesidad por expresar con la palabra escrita situaciones imaginarias, personales, irreales y desconocidas. Aunque escribir es un proceso personal, nunca es una actividad soli-taria. Se escribe para alguien, ese alguien puede ser uno mismo, y siempre se espera ser leído. En conjunto, comprendimos dentro del taller que aunque no hay nada nuevo escrito y todos los temas ya se han abordado varias veces, el cómo contarlo es lo que nos permite conectar con lo que leemos. La compañía que nos da una texto no deja espacio para la soledad.Escribir desde el encierro y en tiempos de pandemia, no fue en ningún momento una actividad solitaria.

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  • “Flores de papel”Alan Agustín de la Cruz, egresado del CUTONALÁ e instructor del Taller de Poesía.

    La inspiración puede salir desde cualquier parte, algunos escriben desde la más bella anécdota y otros prefieren expresar las más gran-des tragedias.El taller de poesía del Centro Universitario de Tonalá quiso tratar la cuarentena desde una escala de grises, pues, aunque ha sacudido nuestras vidas de una manera drástica a cada uno nos afectó de un modo diferente, haciéndonos sentir desde la más grande impotencia hasta el recordar nostálgicos varias cosas olvidadas por el ajetreo de la vida cotidiana. Ha sido una época complicada, hemos tenido que adaptarnos y aquí está el fruto de dicho proceso.Pues jugando con nuestras palabras y emociones hemos podido sem-brar letras en los jardines literarios, las semillas de estos textos han germinado. A través de esta recopilación, algunas de las flores se han cortado para que puedan ser regaladas en este ramillete poético.

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  • DESDE EL ENCIERRO 11

  • DESDE EL ENCIERRO 12

  • “El día en el que un virus derrumbo a dios” (Crónica)David Etzin Ibañez Cornejo

    Todavía recuerdo aquel día tan vívidamente que me da escalofríos. Aquella mañana del 13 de Noviembre del 2020, parecía que todo transcurriría como otro día más de mi aburrida existencia, pero pronto descubriría que la vida como la conocía cambiaría por comple-to.Eran las ocho de la mañana, horario central de la ciudad de Guadala-jara, México. Las noticias en el televisor, como ya era habitual en la gran urbe, se transmitía con normalidad: Accidentes de coche por Va-llarta y López Mateos, Tiroteos por la Jalisco, cuerpos desmembrados por Tonalá, los decesos por Covid en el país rondaban las 100,000 cifras, el presidente diciendo que todos los estados se pondrían en semáforo verde, y para variar, una supuesta red de tratas de blancas por mi zona, Huentitán el Bajo.Todo lo contrario tenía lugar en Twitter, donde el hashtag #Super-manVisitaMéxico, era tendencia a nivel nacional, seguido de #Chapu-línColoradovsSuperman. La reacción de la gente por este hecho no fue sorpresa, ya que el famoso “Hijo de Krypton” rara vez viajaba al sur de américa. Más que nada por las políticas de no intervención de los Súper Héroes Norteamericanos.Mierda burocrática y conservadora de los políticos Republicanos.Cuando por fin terminaba con mi desayuno, la taza de mi café empezó a vibrar junto a otros objetos cristalinos de mi hogar; entonces fue cuando escuche, como el cielo se partía, un estruendoso sonido que activo las alarmas de los automóviles de mi cuadra y rompió los pa-rabrisas de algunos otros.No quedaba ninguna duda. Ese era el “Hombre de Acero”. ¡Superman estaba aquí!

    Recuerdos de mi niñez inundaron mi mente, y mis ojos se humedecie-ron. No lo podía creer, el héroe más grande del mundo había sobrevo-lado mi casa. Fue entonces cuando caí en cuenta sobre las noticias de la mañana, al parecer la trata de blancas era más seria de lo que pensé (como si no fuera de por si algo aberrante).

    DESDE EL ENCIERRO 13

  • Rápidamente apague la televisión y me puse los pantalones. Tome mi mochila y mi cámara, ya que si alcanzaba a tomar una foto de él, aunque este mal enfocado, se vería genial en cualquier columna de no-ticias local.Salí de mi casa y entre a mi coche, pero se me olvidaba lo más impor-tante… ¡El cubre bocas!Puede ser algo arrogante llamar a un objeto tan común como “lo más importante”, pero en ese instante literalmente salvo mi vida.En cuanto entre a mi casa a buscarlo, se escuchó un estrepitoso sonido del metal quebrantándose, un chillido del fuselaje atravesando mi ven-tana, y una fuerte onda de choque del aire quebrándose; efectivamente, ese era mi auto que ahora se encontraba esparcido por toda la cochera.Mis oídos aún escuchaban un zumbido estremecedor, mientras camina-ba hacia lo que quedaba de mi auto, pude ver una tela roja ondeando en un pedazo de metal. Me acerque más y mis ojos no podían creer lo que veían; Superman yacía inconsciente enfrente de mí. Cuando el zumbido se disipo, pude escuchar el alboroto de la gente afuera de mi casa y me percate que el sonido de las sirenas se fortalecía; en ese momento no lo pensé dos veces y abrí el portón de mi cancel.No hizo falta pedir ayuda, mis vecinos y otros transeúntes, junto conmi-go, cargamos como pudimos el cuerpo vahído de lo que alguna vez fue el hombre más fuerte del mundo. Lo subimos a la primer ambulancia que llego y mientras se alejaba toda la multitud de apago, un silencio fúnebre inundó las calles de Huentitán.El día siguiente toda la ciudad se congrego afuera del Hospital de la Mujer, ubicado por el Anillo Periférico y la Calzada independencia Norte. Al parecer esa ambulancia que llevo a Superman, había sido una a las que llamaron para recoger a las chicas que acababa de rescatar. Cuando llego al hospital, los doctores no pudieron hacer nada por él. Una insuficiencia cardíaca fulminante, dijeron, provocada por el virus SARS-COV-2, mejor conocido como Covid 19.Aquel 13 de Noviembre será un recordatorio, de que nadie está comple-tamente seguro ante esta nueva enfermedad, ni siquiera alguien que no es de este planeta. Yo perdí un coche y el mundo, ese rayo de esperanza color rojo y azul.

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  • “No te sueltes, Satancito”Dante Fuentes Maciel

    -Verás… llevo mucho tiempo acompañándolo, ya te imaginarás -le gritaba Chimuelo a Satancito, que se encontraba lejos de él- así que puedo decirte las cosas que han pasado, porque serás su nuevo guar-dián.

    -Claro, estoy a su disposición, maestro -decía mientras su dueño arreglaba su cola- quiero aprender.

    Durante una semana entera, día y noche sin descanso, Chimuelo le contó a su aprendiz todo acerca de su nuevo amo, desde lo más nece-sario para satisfacerlo, hasta las cosas insignificantes o sin impor-tancia. Llegado el día, ambos fueron separados del mismo aro:

    -¡Maestro! ¿A dónde se irá? -preguntó Satancito angustiado por su compañero.

    -No te preocupes más, amigo mío, pero ya no seré más tu maestro, ahora él lo es, así que cuídalo por todos nosotros.

    -Lo haré, ¡lo juro! -gritaba para que fuera escuchado incluso después de que Chimuelo fuera guardado en el cajón.

    Pero para la mala suerte del nuevo guardián, no estaba mucho tiempo con su dueño, por lo que tenía que agudizar sus orejas para estar al tanto de lo que hacía, no sería suficiente, porque no podría ver su cara para ver sus tan variadas expresiones y eso le preocupa-ba.

    Es como mi mae, digo, Chimuelo dijo, desde que llegó esa enfermedad no ha logrado estar con el amo como antes, y si mi amigo tenía mala racha con eso, estoy en una situación incluso peor, tengo que buscar una manera para hacerlo… ¡lo tengo!

    Y así, el carnero de color lila, se movió lo suficiente para que el pe-queño aro de metal se abrierá y lo dejara en el piso.

    DESDE EL ENCIERRO 15

  • Ahora tendrá que arreglar eso -pensó mientras era recogido con cuida-do.

    A pesar de que era un buen plan, duró algunos días sin acompañarlo, por lo que tuvo que pensar en otro plan para quedarse a cuidar a su dueño. Por más que pensó, lo único que le decía que era buena idea, era quedar bien sujeto a lo que había hecho su amo y tener esperanzas de estar a su lado todo el tiempo.

    Con el pasar de los días, su pelaje se volvía más oscuro y aparecían más pelusas de las que debería de haber pero su objetivo se cumplía más se-guido, ya que cada que su amo tenía que salir, lo llevaba consigo y cuando las emociones se ponían complicadas, podría tranquilizarse con Satancito a su lado, por supuesto que estaba orgulloso pero también asustado por dejar de mostrar una apariencia linda como para seguir yendo a lado de su maestro, y aún con ello, seguían juntos cada que su dueño tuviera que salir de su casa aunque eso no siempre era así, cada que su pelaje sufría de algún daño, su dueño se encargaba de darle tra-tamiento en ese momento pero al cabo de un rato lo olvidaba, el carnero se entristecía pero cumplía su propósito, así que lo dejaba pasar.-¿Chimuelo? ¿Puedes escucharme? -no hubo respuesta.

    El carnero se quedó pensando durante un largo tiempo sobre qué es lo que debería hacer ahora, no tenía más ideas para seguir cumpliendo su función y sin darse cuenta, por el mismo alambre con el que se mantenía unido, se abrió y quedó varado nuevamente en las pertenencias de su amo, durando así varios días. No tenía la necesidad de preguntarse si algún día se daría cuenta de cuánto tiempo había pasado, solamente miraba la pared blanca.

    Otro día, cuando tuvo más energía, se percató que no había nadie, desco-nocía aquello que hizo durante tanto tiempo, estaba confundido y alar-mado pero al cabo de unos minutos, volvió a estar sereno, se acomodó en su rincón y empezó a hablar al aire:

    -Amigo Chimuelo… Han pasado más de cinco días desde la última vez que tuve contacto con el amo, estoy preocupado de no poder hacer mi trabajo como es debido, incluso dejé de hacerlo, ¿así fue contigo? Me siento des-esperado y solo, ¿así se siente ser un guardián?

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  • “El día en el que un virus derrumbo a dios” (Crónica)David Etzin Ibañez Cornejo

    Todavía recuerdo aquel día tan vívidamente que me da escalofríos. Aquella mañana del 13 de Noviembre del 2020, parecía que todo transcurriría como otro día más de mi aburrida existencia, pero pronto descubriría que la vida como la conocía cambiaría por comple-to.Eran las ocho de la mañana, horario central de la ciudad de Guadala-jara, México. Las noticias en el televisor, como ya era habitual en la gran urbe, se transmitía con normalidad: Accidentes de coche por Va-llarta y López Mateos, Tiroteos por la Jalisco, cuerpos desmembrados por Tonalá, los decesos por Covid en el país rondaban las 100,000 cifras, el presidente diciendo que todos los estados se pondrían en semáforo verde, y para variar, una supuesta red de tratas de blancas por mi zona, Huentitán el Bajo.Todo lo contrario tenía lugar en Twitter, donde el hashtag #Super-manVisitaMéxico, era tendencia a nivel nacional, seguido de #Chapu-línColoradovsSuperman. La reacción de la gente por este hecho no fue sorpresa, ya que el famoso “Hijo de Krypton” rara vez viajaba al sur de américa. Más que nada por las políticas de no intervención de los Súper Héroes Norteamericanos.Mierda burocrática y conservadora de los políticos Republicanos.Cuando por fin terminaba con mi desayuno, la taza de mi café empezó a vibrar junto a otros objetos cristalinos de mi hogar; entonces fue cuando escuche, como el cielo se partía, un estruendoso sonido que activo las alarmas de los automóviles de mi cuadra y rompió los pa-rabrisas de algunos otros.No quedaba ninguna duda. Ese era el “Hombre de Acero”. ¡Superman estaba aquí!

    Recuerdos de mi niñez inundaron mi mente, y mis ojos se humedecie-ron. No lo podía creer, el héroe más grande del mundo había sobrevo-lado mi casa. Fue entonces cuando caí en cuenta sobre las noticias de la mañana, al parecer la trata de blancas era más seria de lo que pensé (como si no fuera de por si algo aberrante).

    -No necesariamente -le dijo una voz desconocida- Mira por acá, pe-queño -Satancito miró hacia la cama en donde duerme su dueño y pudo ver a seres mucho más grandes que él- Yo no soy el líder, por si te lo preguntas, claro que tengo más años de experiencia que tú pero nunca estaré en esa posición como lo estás tú, soy Mr. Hugs, pero puedo asegurarte, amigo mío, que tú camino es largo, peligroso y ate-rrador, recuerda para que lo haces y olvidarás todas las preocupa-ciones que te consumen, puedes preguntarle al Sr. Hippopotas, tiene casi el mismo tiempo existiendo que nuestro amo. Verás que somos 5 los que dormimos con él, pero no por eso significa que no pensamos si en verdad estamos cumpliendo nuestro objetivo. Satancito, si puedes sentir sus manos acariciarte, puedo asegurarte que realmen-te lo estás haciendo bien.

    El pobre carnero no podía pronunciar palabras, se encontraba en un llanto incontrolable y cada que quería hablar, más lágrimas se lo im-pedían.

    -Satancito -le dijo otra voz más calmada y agradable- sin importar lo sucio que estés, él te querrá, siempre lo hará, así que sécate esos trocitos de silicon que salen por debajo de tus ojos, Dante se preocu-pará si no estás bien.

    -Gracias, gracias Sr. Hippopotas y Mr. Hugs, me siento más tranquilo ahora, espero poder seguir haciendo un buen trabajo.

    -Lo harás pequeño, ten confianza en ti mismo -le dijo el cocodrilo.

    Satancito sonrió y siguió esperando a ser necesitado por su dueño y, curiosamente, ese día fue necesitado todo el tiempo, volvía a sentirse importante y con valor, no imaginaba que las palabras de otro tipo de guardianes veteranos le ayudaría tanto. Aunque estuviera apartado de todos, se encontraría bien.

    En otro día de larga espera para ser usado, su amo le dió la oportuni-dad de saludar a todos sus hermanos y hermanas dentro del cajón, teniendo la oportunidad de encontrarse con su amigo, Chimuelo:

    -¡Chimuelo!

    -Amigo mío, ¿qué tal estás?

    DESDE EL ENCIERRO 17

  • -Bastante bien, en relación al amo, quiero contarle acerca de la nueva normalidad, incluso a todos los demás, porque sino estoy yo o usted, deben de saberlo los demás.

    -Mírate, parece que has crecido bastante en estos meses -le decía or-gulloso el dragón- acérquense todos, esto es algo que nos interesa.

    Fin.Shiro Okami.

    DESDE EL ENCIERRO 18

  • “Diario en una cuarentena”Alejandra Guadalupe Garcia Huitzache

    Día 1:Es extraño. Un montón de alternativas aparecen frente a nosotros, para algunos más que para otros y al mismo tiempo ninguna. Nadie sabe cómo actuar o que decir o sentir. Dos días antes parecía un chiste, la gente recorría la calle de manera normal, se daban besos en la mejilla y abrazos al saludarse, ahora ya no es viable hacer eso.  Tal vez pase pronto, tal vez.Día 3:Para algunos será conveniente, para ella específicamente. Hablo de “ella” en un afán de no revelar mi propia identidad, justo como él. Las cosas se tornaron turbias, como ver la vida en blanco y negro. No fue del todo mi culpa, aun que es cierto, yo le creí. Siempre hay más, otras personas.Día 4:Incertidumbre y caos parecen tomar más y más sentido. Si tienes suerte una ventana se convertirá ahora en la puerta al mundo, si tu imaginación te lo permite. Parece haber demasiado tiempo, demasia-do en que pensar y de cierta manera, hay demasiado espacio. Ahora mismo ella se encuentra agradecía por el espacio, para alguien que siempre ha intentado ser buena y que comiencen a creer que es de lo peor, puede resultar impactante. Al final de la calle hay un semáforo, ahora mismo se encuentra en alto, como la vida, como el trabajo, como la libertad.Día 7:El estrés era una visita, ahora es parte de la familia. En la tele no se habla de otra cosa. El significado de “pandemia” aún parece exagera-do, pero comienza a causar desastres. Se dice que son pocos días. Quiero creer que es verdad.Día 12:Han pasado muchos días. Ella comienza a reflexionar en lo que ha pasado, recordar aquellos días en los que se creía ser la única, a pesar de saber que no era así. Los clichés son clichés por algo, siem-pre funcionan, deberíamos estar más atentos para saber cuándo sucede. Puede verlos, días de vino y quesos que se transformaban en una cama vacía. Que pasan de un color otoñal a una película en blanco y negro. Era mentira.

    DESDE EL ENCIERRO 19

  • Día 18:Sí, ha pasado más de lo esperado, en todos los sentidos. La ciudad parece cada vez más estancada y al mismo tiempo con ganas de gritar como nunca, cada día es peor, es uno de esos casos en los que una cifra alta es una mala señal. El viento lleva consigo pánico y se cuela en el hogar jugueteando con las emociones presentes en la habitación. Es perjudicial para todos, en especial para los de muchas preocupaciones. Para ella ha sido como una montaña rusa, necesita salir a expresar lo que siente, al mismo tiempo sabe que podría resultar mal. Los héroes y villanos deja-ron de existir. Fue atacada y no estaba preparada para el combate, fue su entrenamiento, sus armas, sus sentimientos.Día 22:Algo paso. Era solo café y charla. Un bombardeo hubiera sido menos cruel, la esperanza se desvaneció y con esta lo que sentía por él. Podía experimentar el dolor como el resto, era diferente, pero tenia la misma intensidad. Él volvió al lugar que pertenece, a los brazos que pertenece, hay solo un culpable desde el otro lado de la historia. Día 29:Las sensaciones descritas son ciertas. Es como es estar en una pecera, la sensación de ahogo y no poder salir a flote recorren cada partícula de tu ser, no hay salida, no hay luz al final del túnel, no existen las fuerzas para seguir. Levantarse de la cama ahora es el mayor de los retos. El alba trae consigo más que un nuevo día. Trae noticias, malas noticias. Es el turno de ella. Todo tiene consecuencias. Aquel “positivo” no es en reali-dad positivo. Ahora ella se convierte en una razón para seguir en aisla-miento. Día 31:Cada vez se siente peor. No hay mucho que decir, ni siquiera existe la mo-tivación para hacerlo. Es todo.Día 36:Resultó mejor. Días en cama, menos que hacer, más que pensar. Todo evoluciona de manera correcta, la sensación de ahogo de a poco se va, física y emocionalmente.

    DESDE EL ENCIERRO 20

  • Día 40:Ahora “ella” es parte de mí. Recuerdo los primeros días de “ella”, se siente como tres vidas atrás. Era como un animal herido listo para atacar. Fue amor excesivo e irrevocablemente incorrecto. También yo he vuelto a donde pertenezco, siempre ha existido esta parte de mi, la parte a la que siempre he de volver, la parte sensible. Permitirme ante mi misma ser vulnerable, dejar de juzgarme porque estoy llorando ha sido, por mucho, el reto más importante.  Ha habido momentos muy tormentosos en los que ser una persona dura ha sido lo más fácil. Me he sentido traicionada y triste y también me he dado cuenta que la realidad siempre ha estado ahí, solo que estaba escondida en una sombra, incluso disfrazada. Bajo la luz es otra cosa. Hubo un momento en el incluso busque cual era mi error e intente corregirlo solo por temor de estar sola, ahora reconozco que no solo se trataba de mis errores, sino también de cómo son los demás. Él solo encajaba con lo que fingía ser, con lo que la aceptación me llevaba a hacer. Es cansado fingir ser otra persona todo el tiempo, solo por temor a estar sola. Hoy me doy cuenta de lo horrible que era ser parte de su vida secreta, de lo incomodo que era para mí y el como siempre me hacía sentir menos perteneciente a él, diciendo todo el tiempo sus chistes privados, ha-blando en claves y dejando sus comentarios para después. Estaba en catarsis, pero nunca me sentí mejor. Estar sola tiene sus ventajas, no lo digo en un sentido metafórico. Por otro lado, puedo recordar los pri-meros días en aislamiento. Lentamente te vas adaptando a la situa-ción, tienes que hacerlo ¿de qué otra manera se supone que sobrevi-virás?. Cada vez se siente más lejano regresar a lo que éramos, todos pedimos regresar a la normalidad. No nos gusta. Las malas noticias siguen en la tele. Cifras que no tienen fin. La pregunta que realmente importa ahora es ¿cuándo acabará todo esto?

    DESDE EL ENCIERRO 21

  • “Noticias”Claudia Paola Sandoval Minaya

    Aún recuerdo ese día, estando encerrado en casa, cuando me avisaron por teléfono que pronto saldría del hospital y que él regresaría a casa. Me alegré al creer que volvería a ver su rostro sonriendo, luego de un par de meses sin saber de él; pero mi alegría se esfumó cuando la enfermera me pre-guntó si quería una caja de caoba o mármol para ir a bus-carlo.

    “El puente”Claudia Paola Sandoval Minaya

    El encierro comenzó un viernes 13 junto con un lunes de día fes-tivo. Desde entonces, en cada despertar, todo sigue igual al primer día. Esperaba que todo terminara pronto, observando los días monótonos pasar en el calendario, pero, mañana es viernes 13, y el lunes es día fes-tivo.

    DESDE EL ENCIERRO 22

  • “El borde de la muralla”Nadia Karyme Cruz García

    Hubo un antiguo reino, tiempo atrás, que solía tener los días más her-mosos y las noches más estrelladas del mundo. Los frutos que crecían sobre sus tierras eran los más jugosos y sabrosos, y su pueblo, que vivía a los costados de las grandes murallas que protegían el castillo del rey, se encontraba feliz de poder servir a su corona.Sin embargo, así como el destino le había dado riquezas y felicidad a este grandioso dominio, también supo cómo acabar con toda esta ar-monía; llegó el día en el que pareció que todas las nubes se tornaron grises y obscuras, y por la noche ni siquiera se atrevió a salir la Luna. Las lluvias dejaron de caer, las cosechas se secaron, y el ahora triste pueblo poco a poco caía más enfermo y desdichado ante la desgracia que había llegado a su hogar.El rey, observando desde su enorme castillo, se dio cuenta de cómo todo su imperio comenzaba a derrumbarse a pedazos y su gente, len-tamente, moría infectada por las enormes pústulas enrojecidas que comenzaron a desarrollarse por toda su piel; hombre por hombre, niño por niño, cayeron enfermos y no volvieron a despertar. Para no conta-giarse él mismo ni que su familia resultara afectada, el rey ordenó en-tonces cerrar todas las puertas y compuertas del castillo, para que así nadie pudiera entrar y tampoco pudiera salir, y llamó a su médico para investigar lo que estaba sucediendo con el pueblo.“No puedo saberlo con certeza, mi señor” había exclamado el médico, sin embargo, mientras se negaba a la petición de su monarca, con una rodilla sobre el suelo y una mano al corazón. “Jamás en mi vida ni en mi educación había visto algo como esto. Será mejor que le otorgue este valiente trabajo al gran mago” dijo entonces, y el rey, dando una última orden, mandó a llamar al gran mago que vivía en la torre más alta del castillo.El viejo hombre, con una barba blanca larga que le llegaba hasta las rodillas y con la columna curvada por la edad, apareció frente a su rey minutos después. Lo miró recargando sus manos sobre el bastón de caoba, y habló.

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  • “¿En qué le puedo servir, mi señor?” dijo, y el rey le dio exactamente la misma orden que había dado al médico. El mago asintió, comprendiendo su tarea. “Me temo que será un trabajo difícil, su alteza, y que es posible que me lleve varios meses. Espero pueda ser usted paciente.”El rey, desesperado porque le dieran una solución sin tener que retirarse del castillo, asintió y dejó al mago con su ardua tarea. Al volver a su enorme estudio, el viejo hombre no tardó en llamar a su aprendiz; el muchacho, delgado y algo torpe, apareció frente a él al mo-mento.“Dígame, gran mago, ¿en qué le puedo ser útil?”El mago, con una mano en la barbilla mientras recorría su enorme libre-ro lleno de obras destinadas a la curación, la magia y otros remedios, le ordenó entonces que le hiciera un importantísimo favor. “Ve hasta la mu-ralla que nos separa del pueblo, cerca del estanque” comenzó a decirle, recorriendo las palabras de uno de los tomos de libros con sus ojos. “Allí, pegada al borde, encontrarás una curiosa flor brillante de color púrpura. Tráemela”.El muchacho, obediente, se dirigió hasta el lugar que el gran mago le indicaba. Sin tardar en llegar, distinguió sin dificultad aquella hermosa flor púrpura de entre todas las demás, y caminó hacia ella con avidez; no obstante, detrás de él, una hermosa y curiosa muchacha se aproximó, con la ceja arqueada.“Disculpe, buen mozo, ¿pero a dónde es que se dirige?” dijo, expectante. El chico se dio la vuelta y la miró: se trataba de la princesa, quien, atavia-da en sus más galantes vestiduras, lo miraba con los brazos cruzados sobre su pecho.“Necesito conseguir aquella flor tan hermosa para poder curar la enfer-medad del pueblo” soltó el muchacho, agachando la cabeza en una reve-rencia. Ella, al poco tiempo, cambió su expresión extrañada por una ra-diante sonrisa.“Entonces quizá sea conveniente el ayudarle, por el bien de mi gente.”Cautivado por la belleza de la princesa, el chico solamente se atrevió a señalarle el camino, y con cuidado, ambos se dirigieron hacia la iniguala-ble flor.Desde aquel día, cada que el mago le indicaba al chico que había crecido una nueva flor, el menor se dirigía hasta el borde de la muralla para con-seguirla, encontrándose al mismo tiempo con la bella princesa. Los mi-nutos se convertían en segundos al estar a su lado y, a pesar de la lumi-nosidad y encanto de la flor misma, para el chico nada se comparaba a la hermosura de la muchacha junto a él. Ella, mirándolo a su costado, pensaba por su parte en el atractivo que no había visto antes en el chico, y mientras él sacaba la interesante planta de la tierra, la princesa se

    DESDE EL ENCIERRO 24

  • atrevió a rozar ligeramente sus dedos contra el dorso de su mano, una osadía que su padre, el rey, jamás le hubiera permitido.El mago, con-centrado en su trabajo, aún necesitaba la mayor cantidad de flores púrpuras para lograr el antídoto perfecto contra el virus que acecha-ba al pueblo de su rey; sabía que el terreno donde la flor nacía y crecía lentamente se volvería hostil e infértil, y no habría más remedio de buscarla al otro lado del castillo. A los pocos minutos, su aprendiz llegó con tan dichosa flor entre sus manos, entregándosela al instante a su señor.“Muchas gracias, muchacho” decía el mago, colocando los pétalos de uno en uno dentro de un gran caldero lleno de un líquido desconocido. “Sin embargo, mi tan fiel aprendiz, tendré que pedirte algo que no sería fácil ni para el más valiente caballero.”La decisión de salir a donde la enfermedad abundaba como el oxígeno que respiraba le había costado, como el mismísimo mago había hecho mención. A pesar de que resultaba para él una idea descabellada, había aceptado aquella peligrosa misión con tal de salvar al pueblo.Sabía, pues, que la vida en un reino necesitado, donde el sufrimiento y el dolor acaecían hasta al más indefenso niño era incluso más difícil que salir a luchar por ellos, además de que su amor por la princesa y el desconsuelo que podría causarle a ella el no poder ayudar a su gente le rompía el corazón.Así que, a la semana siguiente, preparado con una pala y una máscara para protegerse del virus, el chico se dirigió hasta el borde de la mu-ralla y comenzó a cavar y cavar, con tal de llegar al otro lado.Tardó varios minutos que se convirtieron en horas, pero cuando logró por fin cavar su salida fuera de la protección del gran fuerte, encontró que al otro lado del enorme muro se encontraba un precioso arbusto repleto de decenas de flores púrpura, jamás tocadas debido a la deso-lación del reino.“Mire, mi señor” dijo, cuando llegó nuevamente a la torre del gran mago con un montón de flores entre sus brazos. “¿Cree que sea sufi-ciente para lograr curar al pueblo?”“Puede que lo sea, muchacho” le respondió el mago, tomando las flores. “Si esto funciona, ten por seguro que te convertirás en el gran héroe del reino”Y entonces, el mago comenzó a pasar todas sus horas y sus días en la preparación de un antídoto perfecto, que pudiera darle al reino la ar-monía que una vez vivió; aquella paz y comodidad que en un abrir y cerrar de ojos desapareció, abandonando al poblado en la miseria y atrapándolo en la incertidumbre de poder volver a salir a ver el Sol de nuevo.

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  • “Su majestad” dijo un día, con un frasco lleno de una curiosa pócima púrpura entre sus manos. “He logrado encontrar la cura para todos los males de este virtuoso reino. Tráigame a un campesino enfermo, el que sea, y le daré un sorbo de este frasco que lo revitalizará al instante.” El rey, interesado y aliviado por la noticia, mandó a sus guardias a la búsqueda de un triste hombre repleto del virus por todo el rostro. El gran mago, teniéndolo enfrente, le colocó la boca de la botella sobre los labios y le hizo beber un poco.“Muchas gracias, mi señor” exclamó el campesino, sorprendido, sin-tiendo como la energía regresaba a su cuerpo. “Usted antes que nadie ha logrado que la enfermedad desaparezca de mi ser.”“No he sido sólo yo” soltó el mago. “Mi valeroso aprendiz fue quien, a pesar de las circunstancias, se atrevió a salir de la muralla del castillo y traer consigo la cura.”La princesa, que en aquel momento se encontraba junto a su padre, sonrió ante tan inesperada noticia.“Habrá que darle una recompensa equivalente a su grandiosa hazaña, ¿no es así, señor padre?”“Traigan al muchacho” exclamó firmemente el rey y sus guardias obe-decieron al instante.“¿Qué puedo ofrecerle, su majestad?”, preguntó el aprendiz al llegar ante el monarca.“Tú has salvado a mi pueblo sin importar que pudiera sucederte. Por favor, ten el mismo valor para pedir lo que quieras en compensación a tan valiente acto.”El chico, sorprendido ante aquellas palabras, dirigió su mirada hacia la princesa, quien le sonreía junto a su padre.“Mi señor, no quisiera causar la menor imprudencia ante usted, pero mi único deseo en la vida es el de desposar a su bella hija.”La muchacha levantó la mirada hacia su padre, expectante por la res-puesta que el hombre pudiera dar. Él la miró de vuelta, y comprendien-do que la afección de su hija era igual a la del muchacho, dio un asenti-miento final y aprobó aquella relación. La princesa, sonriente y feliz, se dirigió hasta el aprendiz del mago y tomó de nuevo su mano, esta vez entrelazando sus dedos con los de él, y vivieron felices para siempre en un mundo nuevo y próspero, todo gracias a la valentía de un solo chico que decidió cruzar el borde de la muralla ante la hostilidad de tan horripilante virus.Fin.

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  • “La vida en tiempos de Covid”Jocelyn Dayan Astilleros Pulido

    Te voy a contar una historia; un suceso que le ocurrió a mis abuelos, padres, amigos, pero no de mi edad; y al mundo entero. ¿Que por qué la sé? Bueno, en su momento fue un tema que estuvo de boca en boca. Encontré noticias, videos, imágenes, documentales y memes, claro. Pero ya te iré platicando lo que logré descubrir y qué tan conmovedor fue.Deja que me presente; soy Lucas, de apellido Almaraz. Me dedico a es-tudiar y actualmente voy en tercero de secundaria. Me gusta salir a pasear tanto como pueda hacerlo, lo amo incluso más que a la pizza sin piña o el arroz con leche sin pasas. Mi madre siempre me deja ir con mis amigos, siempre y cuando pase el mayor tiempo con mi fami-lia que con ellos. Ella es muy comprensiva y amable, constantemente me dice que disfrute salir tanto como pueda. Dice muchas cosas que me intrigan pero nunca me he detenido a preguntarle por ellas.Un día, el 31 de agosto para ser mas exactos, festejabamos el cum-pleaños de mi abuela, “May” le decíamos con cariño, ella es una viejita y muy simpática, siempre me dice que soy muy afortunado de poder salir de casa y no poner en riesgo mi salud. Es parecido a todo lo que dice mi mamá, así que me pareció un momento muy oportuno para preguntarle qué significaba eso, por qué lo mencionaban tanto. Me daba mucha curiosidad. Tal vez estemos de acuerdo en que cuando las palabras vienen de los abuelitos suenan más impresionantes.Mi viejita se acerco a su mecedora, se sentó muy agusto, y se dispuso a meditar. Me empecé a llenar de desesperación, de ansias, crucé mis pies y me dejé caer en el pasto.  Como un niño pequeño, frente a quien resolvería todas mis dudas. Parecía que mis parientes adultos ya sabían la historia,. No niego que jamás escuché de ese virus que man-tuvo sumiso al mundo entero, pero, ¿qué relación tenía con las cosas raras que decía mi familia?. Cuando por fin la abuela habló, fue con un tono muy nostálgico: —Hubo una época maravillosa, donde las familias estaban más unidas sin ne-cesidad de estar juntas. Los padres nos volvimos docentes y por ende, también comprensivos y tolerantes. Se nos dio la oportunidad de en-señar en base a nuestras propias experiencias y conocimientos.Al principio estaba muy confundido, pero eso hizo que quisiera seguir escuchándola.

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  • “¿En qué le puedo servir, mi señor?” dijo, y el rey le dio exactamente la misma orden que había dado al médico. El mago asintió, comprendiendo su tarea. “Me temo que será un trabajo difícil, su alteza, y que es posible que me lleve varios meses. Espero pueda ser usted paciente.”El rey, desesperado porque le dieran una solución sin tener que retirarse del castillo, asintió y dejó al mago con su ardua tarea. Al volver a su enorme estudio, el viejo hombre no tardó en llamar a su aprendiz; el muchacho, delgado y algo torpe, apareció frente a él al mo-mento.“Dígame, gran mago, ¿en qué le puedo ser útil?”El mago, con una mano en la barbilla mientras recorría su enorme libre-ro lleno de obras destinadas a la curación, la magia y otros remedios, le ordenó entonces que le hiciera un importantísimo favor. “Ve hasta la mu-ralla que nos separa del pueblo, cerca del estanque” comenzó a decirle, recorriendo las palabras de uno de los tomos de libros con sus ojos. “Allí, pegada al borde, encontrarás una curiosa flor brillante de color púrpura. Tráemela”.El muchacho, obediente, se dirigió hasta el lugar que el gran mago le indicaba. Sin tardar en llegar, distinguió sin dificultad aquella hermosa flor púrpura de entre todas las demás, y caminó hacia ella con avidez; no obstante, detrás de él, una hermosa y curiosa muchacha se aproximó, con la ceja arqueada.“Disculpe, buen mozo, ¿pero a dónde es que se dirige?” dijo, expectante. El chico se dio la vuelta y la miró: se trataba de la princesa, quien, atavia-da en sus más galantes vestiduras, lo miraba con los brazos cruzados sobre su pecho.“Necesito conseguir aquella flor tan hermosa para poder curar la enfer-medad del pueblo” soltó el muchacho, agachando la cabeza en una reve-rencia. Ella, al poco tiempo, cambió su expresión extrañada por una ra-diante sonrisa.“Entonces quizá sea conveniente el ayudarle, por el bien de mi gente.”Cautivado por la belleza de la princesa, el chico solamente se atrevió a señalarle el camino, y con cuidado, ambos se dirigieron hacia la iniguala-ble flor.Desde aquel día, cada que el mago le indicaba al chico que había crecido una nueva flor, el menor se dirigía hasta el borde de la muralla para con-seguirla, encontrándose al mismo tiempo con la bella princesa. Los mi-nutos se convertían en segundos al estar a su lado y, a pesar de la lumi-nosidad y encanto de la flor misma, para el chico nada se comparaba a la hermosura de la muchacha junto a él. Ella, mirándolo a su costado, pensaba por su parte en el atractivo que no había visto antes en el chico, y mientras él sacaba la interesante planta de la tierra, la princesa se

    -El planeta estaba por fin cada vez más sano—prosiguió. -Pues sus habi-tantes no salían a dañarlo. Las personas éramos más bondadosas con nuestro entorno. Se respiraba apoyo y consideración. Había en ese en-tonces una causa, una no muy buena o así lo veía mucha gente.Mi mente se echó a volar. Imagine infinitas posibilidades por las cuales había pasado eso. De seguro la gente aprendió a amar el planeta y todos se volvieron hippies; eso creí. Pero nada salía de mi boca, solo quería seguir escuchando. Así que con los ojos bien abiertos la miré con ganas de saber más. -Los jóvenes dejaron de hacer fiestas con amigos— dijo mientras me miraba burlona. —Ellos comenzaron a reunirse con su familia. Bien es cierto que se extrañaba salir a pasear, beber o bailar, pero en un futuro quizás lejos o quizá cerca, se extrañaría más al padre, madre, hermanos o abuelos, que partirían de este mundo. También, en esa no muy lejana situación, el sueño de todo niño se había hecho realidad, no ir a la escue-la durante mucho tiempo, pero a su vez no dejaban de estudiar. Los padres trabajaban en casa y esta no se sentía ausente ni olvidada.—¿Los niños no iban a la escuela? — grité sin poder contener la emoción. Le pregunté cuánto tiempo había durado esa situación, pero su memoria un poco desgastada solo me supo decir que fueron varios meses. Intriga-do le dije: continúa May. Vamos.Asintió con la cabeza y siguió.-Se dice también que muchos se encontraron y se reunieron consigo mismos. Se conocieron. Descubrieron talentos, gustos, maneras nuevas de vivir. Conocieron personas que se volvieron confidentes. Supieron ex-plorar el mundo tanto como les fue posible, y todo esto dentro de 4 pare-des.-Abuela, entonces debieron ser tiempos maravillosos. ¿no los extra-ñas?— dije mientras mis cachetes se sostenían con la palma de mis manos. Me sorprendió cuando sin dudar me respondió que no. Me dijo que la gente detestaba esos días de encierro, y deseaba que jamás hubiera pasado eso. También mencionó que en ese entonces era tanto el estrés y frustración de no poder salir, a tal grado de romper las reglas y exponerse a dañar la salud, no solo de ellos mismos, sino tam-bién de los demás. —Sin embargo— me dijo, mientras con sus ojos arru-gados, llenos de paz, imperturbables miraba a cada uno de los integran-tes de la familia.  —De no haber sido por esa oportunidad que se nos brindó, entonces no hubiésemos pasado todo ese tiempo con nuestra fa-milia o amigos.

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  • atrevió a rozar ligeramente sus dedos contra el dorso de su mano, una osadía que su padre, el rey, jamás le hubiera permitido.El mago, con-centrado en su trabajo, aún necesitaba la mayor cantidad de flores púrpuras para lograr el antídoto perfecto contra el virus que acecha-ba al pueblo de su rey; sabía que el terreno donde la flor nacía y crecía lentamente se volvería hostil e infértil, y no habría más remedio de buscarla al otro lado del castillo. A los pocos minutos, su aprendiz llegó con tan dichosa flor entre sus manos, entregándosela al instante a su señor.“Muchas gracias, muchacho” decía el mago, colocando los pétalos de uno en uno dentro de un gran caldero lleno de un líquido desconocido. “Sin embargo, mi tan fiel aprendiz, tendré que pedirte algo que no sería fácil ni para el más valiente caballero.”La decisión de salir a donde la enfermedad abundaba como el oxígeno que respiraba le había costado, como el mismísimo mago había hecho mención. A pesar de que resultaba para él una idea descabellada, había aceptado aquella peligrosa misión con tal de salvar al pueblo.Sabía, pues, que la vida en un reino necesitado, donde el sufrimiento y el dolor acaecían hasta al más indefenso niño era incluso más difícil que salir a luchar por ellos, además de que su amor por la princesa y el desconsuelo que podría causarle a ella el no poder ayudar a su gente le rompía el corazón.Así que, a la semana siguiente, preparado con una pala y una máscara para protegerse del virus, el chico se dirigió hasta el borde de la mu-ralla y comenzó a cavar y cavar, con tal de llegar al otro lado.Tardó varios minutos que se convirtieron en horas, pero cuando logró por fin cavar su salida fuera de la protección del gran fuerte, encontró que al otro lado del enorme muro se encontraba un precioso arbusto repleto de decenas de flores púrpura, jamás tocadas debido a la deso-lación del reino.“Mire, mi señor” dijo, cuando llegó nuevamente a la torre del gran mago con un montón de flores entre sus brazos. “¿Cree que sea sufi-ciente para lograr curar al pueblo?”“Puede que lo sea, muchacho” le respondió el mago, tomando las flores. “Si esto funciona, ten por seguro que te convertirás en el gran héroe del reino”Y entonces, el mago comenzó a pasar todas sus horas y sus días en la preparación de un antídoto perfecto, que pudiera darle al reino la ar-monía que una vez vivió; aquella paz y comodidad que en un abrir y cerrar de ojos desapareció, abandonando al poblado en la miseria y atrapándolo en la incertidumbre de poder volver a salir a ver el Sol de nuevo.

    Con nuestro roomie tal vez, o así los llaman los jóvenes de hoy en día. Quizá yo no hubiera descubierto mis gustos por las películas anima-das provenientes de Japón, o mi talento para dibujar— agregó. -Tam-poco hubiera aprendido a valorar tan bien el ver a mis amigos de la prepa o la universidad en ese entonces, o el sabor de la comida en la cafetería—.Sus palabras finales terminaron llenándome de mucha ternura, tran-quilidad, y sin yo haber vivido tal caso. Ella dijo:—Supe lo bien que te hace pasar tiempo con la gente que amas, es un sentimiento tan, pero tan reconfortante, que me es muy difícil expli-carlo, algún día lo entenderás. Y finalmente, usted, señorito, no esta-ría aquí escuchando el  testimonio de una persona que disfrutó como nunca su vida, en tiempos de pandemia.

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  • DESDE EL ENCIERRO 31

  • “A ti, mi amor de cuarentena”María Concepción Ulloa Bautista.

    A ti, te escribo por lo que no dije Por la oportunidad que no me diste, Por las respuestas que busco a diario de las verdades que no dijiste.

    A ti te escribo, desde mi alma Por lo que nunca dije de frente, Aunque tus dedos no toquen estás líneas, Aunque jamás me tengas presente.

    A ti, mi amor de cuarentena,que de ti no pude despedirme y aunque todos los días estás cerca toca fingir que no me destruíste.

    En este verso eres libre, Aquí dejo tu recuerdo,He decidido soltarteY continuar mi camino... ¡Sin ti!

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  • Sin títuloNathaly Elizabeth López Castañeda

    Después de seguir dentro de la normalidadpara unos, para otros, bueno, no es igualReferente al buen tiempoque podíamos pasar

    Buscamos un objetivo Una meta que alcanzar Se trata de ser positivo ¡Pero, vaya! Que formalidad

    Podemos encontrar una cosa Extrañamente no es material Somos nosotros, es nuestro interior que alguna vez buscamos y es más grande de lo que imaginamos.

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  • “Después de 40 días”Germán Gómez Rangel

    Me hice más humanoMás humano de lo que jamás fui.Encerrado, encontré puertasPuertas que abrir no creí.Aislado de todo y de todosDe todos, menos de mí.En fin, aprendí que soy aprendizAprendiz de guardar paciencia donde este mi raízPues cada brote de mala yerba tintada en mil tonos de gris,Después de 40 días, conseguí dibujarle un nuevo matiz.

    -wehrmann-

    "13 de marzo”Estrella del norte

    Todo iba bien en mi mundo todo era al fin normal en él, recuerdo aquel 13 de marzo

    un día más de este año. Pero todo cambio

    "Cuarentena" Cuarenta días...

    Para mí una condena.

    El tiempo en casa parecía ir bien,pero la monotonía llego

    mis colores empezaron a opacarse las clases no eran lo mismo

    ¿Aprender o cumplir? es la pregunta. A muchos ya no he vuelto a ver

    y otros se fueron para siempre sin una despedida.

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  • “Bendito encierro”Gabriela Domínguez Montes

    Los primeros meses con miedo vivíPues tenía todo para perderPero bendito encierro que por ti viví

    La soledad de no tenerte se apoderó de míCon tu rostro en pantalla pintada no fue suficientePero bendito encierroQue por ti le deje ir

    Lazos con mi familia pude recuperarTiempo con ellos yo ya no podía pasarPero bendito encierroQue por ti volví a sentir

    Donde caí en manos de la ansiedad y el encierro de mi habitación consumiendo lo poco que había dentro de mídecidí pedir una mano para salir de ahíBendito encierro porque volví a nacer.

    Palabras, personas, momentos y perdidasInfinidad de segundos pasados en casaQuedarnos es seguro, salir es incierto

    Hoy sé que lo que me quitaste En otra forma me lo disteLlanto y calma a mi vida trajiste bendito encierro que aires de esperanza trajiste.

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  • “Querida cuarentena” Germán Gómez Rangel

    Te odié como todos, te quise como nadie.

    Te conocí en casa,

    sofocado en tus paredes, respirando de tus aires.

    Vagando portus fríos rincones tan solitarios, cartografo de nuestros momentos y lugares

    Oh querida cuarentena;

    Mientras más te conozco, mis estudios empobreces. Aunque por hacerme autodidacta fuiste la mejor docente

    Y perdón por ser tan indecente; Mi ser adulto te odia, pero más te quiere el inocente. Me muero porque mueras de repente, pero amaría también que te quedaras para siempre.

    -wehrmann-

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  • Sin títuloBraulio Israel García Martínez

    333 días del año, 333 amaneceres, atardeceres y desde el día 75, no vimos ningún igualTodos en casa aburridos en el distanciamiento social, causado por un animal que le enseñaron a cocinarComenzó una especie de purga, una limpia que merecía el planetaEl Coronavirus se convirtió en una gran servilletaLimpiando toda la suciedad del mundo, puestos parados, aeropuertos detenidos, nada en la calle, desapareciendo contaminación de sonidoLos lagos se limpiaron, los animales recuperaron parte de lo que les pertenece.Más de un millón de muertos, personas que la selección natural no ayudó, sus sistemas fallaron, colapsaron, su hora ya había llegado.Personas apoderadas por el temor de salir de casa, otros impruden-tes anhelaban salir de ella. Toda precaución fue poca, aun sin salir podrías enfermar, y estando enfermo tenías que salir a buscar algo para cenar.Quizá este por acabar, estamos próximos a lo que llaman nueva normalidad.Y debemos prepararnos para otra limpieza llena de enfermedad y mortalidad.

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  • “La cuarentena”Israel Uriel De la Rosa Vallejo

    Con un solo caso comenzó,Después en epidemia se convirtióQue a pandemia se tornase nadie se esperó.

    Por un lado, los “Covidiotas”pecando de abundante ignoranciaPor el otro lado, los de la “sana distancia”muchos de ellos con maldita arrogancia.

    Por el confinamientoLas clases se suspendieron al aprendizaje detuvieron Y malas estrategias nos dirigieron.

    En la cuarentena, a los alumnos les tocóDe sí mismos volverse maestrosA los maestros, la tecnología no favoreció Y el sistema a un vacío a ambos arrojó

    A los amantesQue se veían por instantespor la cuarentena a su amorPusieron punto y aparte.

    Los matrimonios por el encierro,Se tornaron en manicomios Volviendo al divorcio Un mayor negocio.

    En la cuarentena, muchos prefieren la muerteAntes que las reglas acatar¿Será la nueva normalidad,la primera piedra para una nueva sociedad?

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  • “Cuarenta días”Karla Rodríguez

    Todo comenzó con 16luego, se volvieron 32.Bajo síntomas de fiebre y tostodo el mundo enloqueció.

    Se puede llamar de muchas manerasclasificar, opinar, muchas formas a otorgarUna tragedia, pues nuestra vida cambióUna bendición, ya que nuestra vida se acomodóUna desgracia, nuestro plan de vida partióUna fortuna, nuestra salud mejoró

    Personas se condenaron se liberaron se avivaron se suicidaron.

    Oportunidades para crecer brotaronmomentos para disfrutar emanaronlos días volaron y las semanas pasaronhoy la campana tintineó. “248 días sobre la condena” marcó.

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  • “Virus en célula”Deyci Maritza Juárez López

    Una corona al virus que se propaga en el miedo colectivo.Una célula formada por miles y millones de interpretaciones sobre un agente infeccioso.

    Cada discurso se réplica y modifica al contacto con el homo.

    "El virus es mortal sólo para los débiles" "es mentira" se dicen los homos.

    "busca desestabilizar la economía” “busca el nuevo orden mundial" dicen los que se califican de virtuosos.

    "Realmente es solo un virus que cumple su función vital" dicen los científicos, que buscan y rebuscan una cura para lograr la normalidad.

    Pero el homo es homo, su realidad es lo que crea su mente para bienestar.

    El virus seguirá incubando cada día en la mente del homo, creencias que no son la realidad.

    ¡Ja! Y dicen que el virus es la enfermedad.

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  • “Rey de la corona negra”Karla Rodríguez

    Érase una vezuna oscuridad que al mundo devoró.Amarguras llenaron las callespreocupación y paranoia avivóEl cielo su color desvanecióY al torrente del mundo amainó

    La luz sucumbió...la humanidad a sus cuevas volvióSu mirada se perdió...El mundo en quietud lució

    Bendecidos los reyes de las cuevasquienes avivamos nuestra fuerza ante el ocaso,bienaventurados los seres de sombrascuya realidad por la vida no cambió.

    ¡Oh rey oscuro con corona!Cruel ser que vidas acabó¡Oh rey oscuro con corona!Justo señor que quietud otorgóa este pobre ser débil de corazón.

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  • DESDE EL ENCIERRO 42

  • DESDE EL ENCIERRO 43

  • Alejandra Guadalupe García Huitzache(Guadalajara, Jalisco, México - 8 de abril de 2000)Es estudiante de la Ingeniería en Nanotecnología en el Centro Universi-tario de Tonalá. No puede imaginar su vida sin las emociones que le da el hecho de escribir ya que lo hace desde pequeña. Ha encontrado influen-cia en la obra de Gabriel García Márquez, Pablo Neruda y Cristina Rivera Garza.Dedica su texto a las personas que han encontrado en el encierro a alguien diferente a ellos mismos.

    Cuento:“Diario en una cuarentena” (Página 19)

    Arely Monserrat Rivera Mendoza (Guadalajara, Jalisco, México - 5 de mayo de 1998)Es estudiante de Diseño de Artesanía del Centro Universitario de Tonalá.Diseñar le permite transmitir mensajes y emociones a través de la habi-lidad creativa empírica y forjada con estudio y experiencia. Sus creacio-nes se dirigen a grupos determinados de personas, identificando así sus necesidades y gustos en específico con claridad y apego emocional. Su obra lleva influencia de artistas como Gustavo Klimt, Pierre-Auguste Renoir, Miguel Ángel y José Fors.Este trabajo ilustrativo lo dedica a todas esas personas que se vieron afectadas de algún modo por la pandemia, a todos los que, junto con ella, son parte de este suceso histórico donde la esperanza vive y el cambio se aproxima en profundas reflexiones.

    Ilustraciones y diseño de arte.

    Braulio Israel García Martínez(Guadalajara, Jalisco, México - 22 de marzo del 2000)Es estudiante de la Ingeniería en Ciencias Computacionales en el Centro Universitario de Tonalá. Principalmente escribe porque lo considera una especie de liberación.Sus influencias se encuentran en la música con exponentes tales como Nach, Chojin, Rafael Lechowsky y Sharif ya que se siente identificado con sus composiciones.

    Poema:Sin título (Página 37)

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  • Claudia Paola Sandoval Minaya(Campeche, Campeche, México – 15 de agosto de 1998)Aunque se dedica con regularidad a escribir, no encuentra una real inspiración en autores que ha leído con anterioridad. Considera que crear cuentos de fantasía es su más grande gusto personal. Tam-bién disfruta compartir su historia dentro de distintos juegos de rol.Es estudiante de la Licenciatura en Gerontología en el Centro Uni-versitario de Tonalá.

    Cuentos:“Noticias” (Página 22)“El puente” (Página 22)

    Dante Fuentes Maciel(Guadalajara, Jalisco, México - 21 de marzo de 2002)Es estudiante de la carrera de Abogado en el Centro Universitario de Tonalá. Expresarse fielmente a como ha querido es su objetivo prin-cipal para desarrollar sus textos, de igual manera considera que escribir es una actividad personal, ya que mayormente lo hace para sí mismo.

    Cuento:“No te sueltes, Satancito” (Página 15)

    David Etzin Ibañez Cornejo(Guadalajara, Jalisco, México – 13 de noviembre de 1996)Es estudiante de la Licenciatura en Historia del Arte en el Centro Universitario de Tonalá y es amante de las novelas históricas con personajes ficticios, como las de J.R.R. Tolkien y George R.R. Martin. Otros de sus autores favoritos son Octavio Paz y Eduardo Galeano.Considera que cualquier hoja en blanco es su lienzo, y plasmar en ellas sus palabras lo hacen sentir libre y capaz de transmitir diver-sas situaciones de la vida.Escribe para las futuras generaciones de lectores.

    Crónica:“El día en que un virus derrumbó a dios” (Página 13)

    DESDE EL ENCIERRO 45

  • Deyci Maritza Juárez López(Guadalajara, Jalisco, México - 30 de septiembre de 1992)Es egresada de la carrera de Trabajo Social en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades. Escribe para ella misma porque le gusta. Los autores que influyen su obra son Sor Juana Inés de la Cruz y Vicente Huidobro. Dedica sus textos a su familia, a su novio y las personas que le com-parten sus puntos de vista.

    Poema:“Virus en célula” (Página 40)

    Estrella del norte(Guadalajara, Jalisco, México - 20 de enero de 1999)Estudia la Ingeniería en Ciencias Computacionales en el Centro Uni-versitario de Tonalá. Escribe para ella pues le resulta más fácil expre-sarse escribiendo que hablando, además de que considera que es una actividad relajante.Dedica su texto a todas aquellas personas para las que esta cuarente-na también representó una condena en la que sus colores se opaca-ron.

    Poema:“13 de marzo” (Página 34)

    Gabriela Domínguez Montes(Guadalajara, Jalisco, México - 24 de abril del 2000)Estudiante de la carrera de Abogado en el Centro Universitario de Tonalá. Escribir es una actividad que la libera, le ayuda a aclarar sus sentimientos y le da forma a sus pensamientos; no obstante, no solo escribe para ella misma, pues escribe también para su familia, amigos y amores. Las influencias en sus textos son Gustavo Adolfo Bécquer y Emily Dickinson. Dedica su texto a cualquiera que se sienta identificado cuando lo lea.

    Poema:“Bendito encierro” (Página 35)

    DESDE EL ENCIERRO 46

  • Germán Gómez Rangel(Guadalajara, Jalisco, México – 28 de mayo de 1999)Es estudiante de la Ingeniería en Energía en el Centro Universitario de Tonalá.Considera a la escritura como una nueva forma de expresión. Sus textos van dirigidos a todo aquel que quiera leerlos y a él mismo. Sus influencias vienen del rap, sin embargo, últimamente lee mucho a la escritora Rosario Castellanos. Dedica sus poemas a los que, como él, creen que en la cuarentena no todo fue malo y a los que son capaces de rescatar algo bueno de cada situación.Poemas:“Después de 40 días” (Página 34)“Querida cuarentena” (Página 36)

    Israel Uriel De la Rosa Vallejo(Guadalajara, Jalisco, México - 7 de febrero del 2000)Estudia la Licenciatura en Salud Pública en el Centro Universitario de Tonalá. Su obra es para él y su círculo íntimo de personas a quienes aprecia ya que al escribir expresa todo aquello que no se atreve a decir en persona.Su inspiración parte desde la poesía de Víctor Hugo hasta el trabajo de Edgar Allan Poe, pasando por la obra de Heródoto y Aristóteles.Dedicatoria de su poema: “A mis compañeros Jesús, Mayte y Fátima, que durante esta pandemia han sido mis compañeros de equipo en todas las clases en línea, me han dado apoyo y el tiempo de poder es-cribir, esperando que en mejores tiempos pueda compartir con ellos más de mis obras.”

    Poema:“La cuarentena” (Página 38)

    Jocelyn Dayan Astilleros Pulido(Guadalajara, Jalisco, México - 31 de Agosto del 2001)Considera que todos sus textos son para ella misma, y cree que escri-bir es una forma de distracción, al igual que le sirve para proyectar emociones y sentimientos en diferentes situaciones.Actualmente es estudiante en el Centro Universitario de Tonalá, siendo parte de la Licenciatura en Contaduría Pública.

    Cuento:“La vida en tiempos de Covid” (Página 27)

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  • Juan Manuel Badillo Enciso(Guadalajara, Jalisco, México - 4 de agosto de 1991)Estudia la Licenciatura en Diseño de Artesanía en el Centro Universita-rio de Tonalá. Su objetivo al crear un diseño o una ilustración es com-partir emociones y significados, así como concebir, proyectar e imple-mentar efectivas vías de comunicación visual que puedan ser interpre-tadas según el punto de vista de cada persona.Diseña para servir, para crear, para generar soluciones funcionales y estéticas, siempre aportando de manera simbólica una parte de su identidad y del mundo que le rodea.

    Ilustraciones y diseño de arte.

    Karla Rodríguez(Guadalajara, Jalisco, México - 17 de septiembre de 1997)Es estudiante de la carrera de Abogado en el Centro Universitario de Tonalá. Escribe para ella y para quien guste leerla. No tiene una influen-cia en especial, tampoco considera que es necesario un “por qué” escri-bir sino más bien un “para qué” hacerlo. Dedica estos textos a todas las almas errantes que buscan refugio.

    Poemas: “Cuarenta días” (Página 39)“Rey de la corona negra” (Página 41)

    María Concepción Ulloa Bautista(Tonalá, Jalisco, México - 20 de marzo de 1997)Estudia la carrera de Nutrición. Escribe para darle vida a sus pensa-mientos. El autor que influye su obra es Gabriel García Márquez.Dedica este texto a su amor de cuarentena.

    Poema:“A ti, mi amor de cuarentena” (Página 32)

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  • Nadia Karyme Cruz García(El Salto, Jalisco, México – 2 de abril de 2000)Actualmente es estudiante de la Licenciatura en Estudios Liberales, del Centro Universitario de Tonalá. Una de las principales razones por la cual escribe es despejar ideas que surgen dentro de su cabeza, y así sacarlas a flote. Dedica su texto al año 2020, a todos aquellos que necesiten un poco más de ánimos y a los que sienten que su vida jamás volverá a ser como lo era antes.

    Cuento:“El borde de la muralla” (Página 23)

    Nathaly Elizabeth López Castañeda(Guadalajara, Jalisco, México – 4 de junio de 2001)Estudiante de la carrera de Administración de Negocios en el Centro Universitario de Tonalá. Escribir le sirve para aclarar sus pensamien-tos a través de la expresión y el control. Sus poemas tienen influen-cia principalmente de Pablo Neruda y Oscar Wilde. Dedica su texto todos aquellos que pudieron encontrar el valor y un lado positivo de ver las cosas.

    Poema:Sin título (Página 33)

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  • Dr. Ricardo Villanueva LomelíRector General

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    Mtro. José Alfredo Peña RamosRector

    Mtra. Lourdes Elizabeth Parga JiménezSecretario Académico

    Mtra. Ana Fabiola del Toro GarcíaSecretario Administrativo

    Mtra. Jazmín Robles LamasSecretaría Particular de Rectoría.

    Mtro. Jairo de Jesús Nares AmezcuaCoordinador de Extensión

    Mtra. Elizabeth Villalpando CastroComunicación social

    Lic. Carlos Muñoz VazquezDifusión cultural

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  • “Desde el encierro”. Cuentos y poemas escritos por estudiantes del CUTONALÁ en tiempos de pandemia.

    Elizabeth Padilla RuizAlan Agustín de la CruzCoordinación general y corrección de estilo

    Alejandra Guadalupe García HuitzacheBraulio Israel García MartínezClaudia Paola Sandoval MinayaDante Fuentes MacielDavid Etzin Ibañez CornejoDeyci Maritza Juárez LópezEstrella del norteGabriela Domínguez MontesGermán Gómez RangelIsrael Uriel De la Rosa VallejoJocelyn Dayan Astilleros PulidoKarla RodríguezMaría Concepción Ulloa BautistaNadia Karyme Cruz GarcíaNathaly Elizabeth López CastañedaCuentos y poemas

    Arely Monserrat Rivera MendozaJuan Manuel Badillo EncisoIlustración y diseño de arte

    Carlos Muñoz VazquezDiagramación

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  • Esta publicación tiene como objetivo difundir y visibilizar la obra lite-raria y artística surgida de las actividades de extensión, formación integral y difusión cultural del ciclo escolar 2020-B del Centro Uni-versitario de Tonalá.Este es un proyecto propuesto, ideado y realizado por estudiantes y egresados con el apoyo de la Coordinación de Extensión del Centro Universitario de Tonalá.

    Se autoriza la reproducción parcial para uso educativo o no comer-cial, a condición de que los autores y la fuente se mencionen en forma apropiada y se envíen copias físicas y digitales a las direccio-nes citadas a continuación.

    Universidad de Guadalajara.Centro Universitario de Tonalá.Av. Nuevo Periférico No. 555 Ejido San José Tateposco, C.P. 45425, Tonalá Jalisco, México. Teléfono: +52 (33) 20 00 23 00 Ext. 64007 y 64044http://[email protected]

    “Piensa y Trabaja”Tonalá, Jalisco, a 10 de diciembre de 2020

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