despedida fermin alonso
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Despedida de ARC ENERIZ de FERMIN ALONSO LOPEZTRANSCRIPT
“El joven conoce las reglas, el viejo… las excepciones”
Oliver W. Holmes
Esta mañana de diciembre, cuando ha sonado el despertador y a diferencia de tantas otras ocasiones, tenía ya los ojos
bien abiertos.
Algo nervioso, miraba al techo donde –ratifico- los sueños se esfuman en lo más
alto, entre alguna grieta de la pintura blanca que al amanecer parece tan solo
gris.
Me he levantado tranquilamente, sin mucha prisa, a sabiendas de que hoy es todo muy diferente.
El espejo del baño ó “cuarto reparador”, reflejaba un rostro
tirando a impasible, como a vueltas de todo, pero algo más
ajado.
En todo caso, me alegro de poder todavía (aunque ahora sean
canas) peinarme.
Termina hoy mi andadura laboral.
Estos últimos días han sido jornadas de despedidas
varias, en realidad estos “dos últimos años” significaron
ambos una muy larga despedida, casi diría que
excesiva y agónica. Pero ya paso todo.
Ha sido mi castigo, no sé… algo debí hacer mal.
He llegado a mi mesa, casi vacía, con los papeles legados ya a otros compañeros, podría decirse que solo “el eterno café mañanero” reina en su alisada superficie.
Entre los últimos sorbos de en ocasiones necesaria dosis de
cafeína, Inevitablemente me ha dado por recordar muchas cosas.
Es hora de preguntarme que me queda de todo este tiempo.
No me olvido de muchas otras personas que ahora no compete nombrar, pues ya
solo forman parte de recuerdos tan lejanos que casi se pierden entre las neuronas del
olvido.
Ni me olvido de Pili, la muchacha que fue secretaria del jefe y que entró a trabajar el
mismo día que yo; ella marchó tiempo atrás, en todos los sentidos posibles.
Una pena, pues rostros, formas y voces se
confunden en la distancia del tiempo y que, en
algún caso, me gustaría recordar, pues supongo que es la mejor manera de hacer vivo el tiempo
que paso.
Además ¿acaso no son
las personas las que poco a poco nos van haciendo
tal cual somos ahora?...todas ellas.
Ese es, sin duda, el mayor valor que me
llevo.
Regalé, entre otras cosas, mi planta, que fue más que un adorno todo un acto de rebeldía ante la casi total falta de objetos bonitos
dentro del escenario laboral diario de ¿color? ….gris.
He pensado despedirme por correo electrónico.
Las nuevas tecnologías te permiten esto, para que no se me olvide “dar la mano” a nadie, aun siendo de una
manera virtual.
Solo resta vaciarse de los años que hoy quedan atrás.
Sin reproches.
Antes de marchar, daré una vuelta a la empresa, como
el que abraza algo intangible.
Luego me iré, como tantos otros antes que yo, algo
dolido pero, a fin de cuentas, feliz de ganarle
tiempo al implacable reloj.
Me veo como el último eslabón de una cadena en exceso numerosa, como el final de un
sector laboral que casi (solo casi) ya no existe.
Hoy se terminan muchas cosas, pero sé que otras vendrán dando vida a los minutos del citado reloj vital al que daré cuerda nada más salir de aquí y que, sin “ser de oro”, tendrá mucho, muchísimo más valor.
No contando el tiempo por los años,sino por la forma de disfrutarlo.
Me llevo solo un lápiz muy gastado, como un símbolo sencillo que por encima de ordenadores y avances
varios, subsiste. Fiel compañero que siempre necesita de “una mano” amiga.
Ese lápiz es como yo: sobrevive siendo todavía útil a su manera.
Y con él, escribo mi despedida laborable, dando las gracias a todos y con un hasta
siempre.
“Y llega el último minutode los días que dimos y quisimos
para nacer a un nuevo y distendidouniverso que solo pertenece
al íntimo disfrute, a la alegríade sabernos los dueños del destino.”
Pedro A. López/2012
Hubo un tiempo en que el universo se transmutó en cristalY fue mi labor administrarlo.Gocé con el equipo de los cancerberosY de mis manos brotaron brillos de futuro.Mas toda transparencia añora un mundo opacoY ha llegado el momento de la ósmosis:Abro la puerta que lleva a la salidaPero no hallo detrás la oscuridad sentida.Veo más cristal por el que ver la vida.Ahora con los filtros domados,Un resplandor que deslumbra a grandes dosis,La tibia esperanza del renacer creciendo.Nada muda su avance en mi universo.Tan solo miro atrás y el cristal permanece.Sigo. Camino. Hay otra luz.
En homenaje a todos estos años en que el cristal del universo se llamó Enériz.
Poema de Pedro A. López.
Una presentación de FERMÍN ALONSO LÓPEZ.Colaboración técnica: Pedro A. López.
Sonido: BSO Cinema Paradiso (Ennio Morricone)Zaragoza. 2012.