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Entusbrazos

MayaBanks

TraduccióndeScheherezadeSurià

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ENTUSBRAZOSMayaBanksLlegalaapasionantesegundaentregadelaSagaDevereaux,trasSalvadaporti.Abandonadacuandoeraunbebéycriadaporunaparejaenunmundoprivilegiado,Arialnoconocenadadesupasado.Suúnicovínculoconélsonlospoderesdetelequinesiaquealparecerheredódesuprogenitora.Protegidaporsuspadresadoptivos,quieneslamantienenalejadadeunavidanormalparasalvaguardarsuspoderessecretos,Arihacrecidorodeadadelujo,ydesoledad.Peroesavidaestáapuntodedarungiro.Como jefe de la empresa de seguridad Devereaux, Beau está familiarizado con los poderespsíquicos.Porlotanto,cuandounamigodelafamiliaseponeencontactoconélparaqueprotejaasuhija,élestálisto.Peroparaloquenoestápreparadoesparalairresistibleatracciónquesurgiráentre él y Ari. Lo que comenzó como un trabajo más, ahora se ha convertido en un problemapersonal,enelqueestarádispuestoaarriesgarsuvidasiesnecesario.ACERCADELAAUTORAMayaBankshaaparecidoenlaslistasdebestsellersdelNewYorkTimesyUSATodayenmásdeunaocasiónconlibrosqueincluyengéneroscomorománticaerótica,suspenseromántico,románticacontemporáneayrománticahistóricaescocesa.ViveenTexasconsumarido,sustreshijosyotrosdesusbebés.Entreellosseencuentrandosgatosbengalíesyuntricolorquehaestadoconelladesdequetuvoasuhijopequeño.Esunaávidalectoradenovelarománticayleencantacomentarlibrosconsusfans,ocualquieraqueescuche.@maya_banksFacebook:AuthorMayaBankswww.mayabanks.comACERCADELAANTERIORENTREGA,SALVADAPORTI«Salvadaportitransportaallectoralasnegrasprofundidadesdelaangustia…Suspersonajessonun testimoniode la fuerzadelespírituhumano…Ydecómoelpoderdelamorescapazdesanarhastalaheridamásgrave.»LINDAHOWARD,THENEWYORKTIMES

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Índice

PortadillaAcercadelaautora

UnoDosTresCuatroCincoSeisSieteOchoNueveDiezOnceDoceTreceCatorceQuinceDieciséisDiecisieteDieciochoDiecinueveVeinteVeintiunoVeintidósVeintitrésVeinticuatroVeinticincoVeintiséisVeintisieteVeintiochoVeintinueveTreintaTreintayuno

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TreintaydosTreintaytresTreintaycuatroTreintaycincoTreintayseisTreintaysieteTreintayochoTreintaynueveCuarenta

Créditos

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Uno

En el umbral de su gran salón, Gavin Rochester observaba cómo sumujerexaminabaunornamentodeNavidadantesdecolocarloensucajitay ponerla en la caja de plástico que usaban para guardar la decoraciónnavideña.Sutristezaleproducíataldolorenelcorazónquesefrotóelpechoen

un intento de aliviarlo. Pero algunas heridas eran demasiado profundas.Permanentes e imposibles de curar.Y su dolor le resultaba insoportableporque no podía arreglarlo. Sus relaciones, su dinero y su poder nosignificabannadasinopodíadarasuqueridaesposaloquemásquería.Notabasudolor tanintensamentecomosifuerasuyoy,dehecho, loeraporque no podía soportar que fuera infeliz.Movería cielo y tierra parahacerlasonreír.Gingerlohabíacambiado,lohabíaconvertidoenunhombremejor.Un

hombrequenuncapensóquellegaríaaser,quenuncaquisoser.Peroellalocambiótodo;sumundo,susitioenestemundo.Derepenteélquisoserunhombremejor.Porella.Porqueellalomerecía.Ynuncalapondríaenuna situación de peligro con sus prácticas empresariales. Era una nuevaexperiencia para él. Vivir bien, vivir de forma honrada. Salir de laoscuridad.Teneraalguienquehacíaquequisierasentirse…digno.En aquel momento Ginger dejó de observar con tristeza aquel

ornamento,ycuandovioasumarido,seleiluminólacara,rosadaporlasbrillanteslucesdelárboldeNavidad.Aéllemaravillabacomprobarcómose lecortaba la respiracióncadavezqueella lesonreía.Esesentimientonuncadesaparecería.Jamásanteshabíadisfrutadodeunamorcomoelqueprofesabaasuesposa.Eraasombrosoyalmismotiempocálido,comolasllamasdeunachimenea.Algoinquebrantable,sinreservasniatadurasnicondiciones.Loamaba,ysaberesolederretíaaúnahora.—Este es el último —dijo su mujer mirando una vez más el único

ornamento que no se había colgado en el árbol. Momentáneamente, lapena apagó la calidez de sus ojos, pero vio que hacía un esfuerzo pararecomponerseylalástimadesapareciódesusfacciones.Sinembargo,sehabíadadocuenta.Sabíaqueestabaallípormuchoqueellaseesforzara

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paraquenoselenotara.Cruzóelsalón,yanopodíasoportaresadistanciaquelosseparaba.La

estrechó entre sus brazos e introdujo los dedos en su largamelena, queluegoacarició,mientrasaspirabasuaromaylebesabalosmechones.—Volveremosa intentarlo—murmuróél, tratandodeadoptarun tono

seguro y tranquilizador. A pesar de todo, sabía que había fracasadoestrepitosamente.Sonabatanalicaídocomoella.Noerasuesposaquienlehabía fallado;podíapasarseel restode lavida soloconellaynosentirremordimientoalguno.Eraélquien lahabíadefraudado.Era incapazdedarleelhijoquetantodeseaba.Gingerquería tenerunafamilia.Amor, risas,que llenaran lacasacon

unacalidezqueélnuncahabíaexperimentadoantesdeconocerla.Ellalosabía,sabíacómohabíasidosuvidayestabadecididaacambiarla.Adarleun hogar. No solo una casa. Una casa con una familia y su amorincondicional. No tenía defensa alguna. Su amor desafiaba fronteras yparámetros.Sabíaquenuncaamaríaaningunaotrapersonaenlafazdelatierracomoamabaaestamujer.Ella negó con la cabeza, apoyada contra su pecho, y él la apartó con

cuidado, destrozado por el brillo de las lágrimas en sus grandes ojosmarrones.Paraél,hastaconsumidaporlapena,eralamujermáshermosadelmundo.No recordaba cómo era su existencia antes de que entrara aformarpartedesuvida.Teníalomásvaliosodelplanetaentrelosbrazosyaunasíeraincapaz

dedarleloquemásquería:unhijo.—Ya nomás, Gavin—dijo ella tragando saliva como si le resultara

doloroso hablar—. No puedo soportar otra pérdida. Ya no puedoaguantarlomás.Laabsolutadesesperaciónenlavozdesuamadaesposaerademasiado

paraél.Estabamuycercadeperderelcontroldesuspropiasemociones.Loúnicoqueloimpedíaerasupromesadequeseríasiempresupuntal.Gingernecesitaba su fuerza, no sudebilidad.Yporduroque fuera él

soloteníaunadebilidadenestavida.Ginger.Suesposa,amanteyalmagemela.Antes se hubiera reído de eso del destino y las almas gemelas. El

profesor que le daba clases de Desarrollo y Recursos Humanos habíadichounavezqueelconceptodequesolohubieraunapersonaparatieracompletamentefalso.Quepodíasenamorartedemuchaspersonasdistintas

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durantetuvida,yamarlas.Él tambiéncompartíaesaopiniónhastaqueunbuendía,unahermosa

mujerdeliciosamentetímida,deojosmarronesypelocastañoentróensuvida y puso patas arriba toda su existencia. Desde la primera vez queGingeraceptósuinvitaciónacenar,supoqueestabatanperdidoquenuncamásvolveríaaencontrarse.Tampocoloquería.Gavineraunhombredecididoquepodíahacerfrenteacualquierreto

quelelanzaran.Loteníatodooesosolíandecirdeéllasmujeres.Eraapuesto,carismático,taciturnoenocasiones,yrico.No se chupaba el dedo. El último atributo era elmás cautivador. Las

mujeresconlasquehabíaestadonosehabíanparadoapensarenloquehabía más allá de la etiqueta que llevaba pegada en la frente:multimillonario.Irónicamente, la primera vez que se fijó enGinger estaba en una cita

conotramujer.Habíaplanificadotodalanoche:cenaríantranquilosenunambiente íntimo, flirtearía con su cita —de cuyo nombre no lograbaacordarseahora—yluegoiríanacasadeellaparafollarantesdevolverasuapartamento.Nadieloacompañabaasucasaniinvadíasusantuarioprivado.Elsexo

siempre era en casa de la chica o en un hotel, y siempre se ibainmediatamentedespués.Paraalgunas, eso loconvertíaenuncabronazosinalma,peronoerahipócrita.No ibaaquedarseparaunosarrumacosposcoitales cuando ya les había dejado claro que no habría enredossentimentales.Cuandodejóasucitaencasa,nosequedó,paradecepcióndelapobre

muchacha.Estabademasiadoocupadopensandoen ladulcecamareradegrandesojosmarronesytímidosquesehabíapuestorojacuandoélselaquedómirandodemasiadorato.No solía ser tanmaleducado ni falto de habilidades sociales, pero en

cuanto la vio se quedó prendado, así que la noche siguiente volvió alrestaurante.Solo.Selasarreglóparasentarseensuseccióndemesasysedispusoaserelmásexigentede losclientes;acada rato la llamabaporcualquierexcusainventada.Tardó tres largas semanas descorazonadoras antes de poder

convencerlaparaquesalieraconélacenar.Pasótressemanasdecelibatoobligadoporquesabíaqueseríalaúltimamujerensucama,asíquenoleimportóesperar.

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Tardóseismesesmásdenoviazgoantesdellevarlascosasmásalládeunosapasionadosbesosdebuenasnochesydelimitarseanotarlacalidezdesucuerpocontraelsuyocuandolaabrazaba.Habíansidolosseismejoresmesesdesuvida.Lanochequefinalmentela llevóasucamaylahizosuya, lepropuso

matrimonioyellaseechóallorar.Pasaron tresmesesmás en los queGinger prácticamente vivía con él

hasta que al final aceptó su proposición dematrimonio, pero en cuantoaccedió,seleacabólapaciencia.Lallevódelantedeunjuezalasprimerasdecambioylareclamócomosuyaparaelrestodesuvida.Tras un año de felicidad teniéndola para él solo —y era

extremadamente posesivo y egoísta en cuanto al tiempo que pasabanjuntos—,ellaempezóahablardetenerhijos.Gavinnocreíaquepudierasermás feliz de lo que era, pero entonces empezó a imaginarse a unasdulces niñas clavaditas a sumadre y se propuso llenar su hogar de unadecenadehijos,incluso,siesoeraloquesumujerdeseaba.Peroallísedierondebrucesconlarealidad.Paraalegríadeambos, sequedóembarazadaenseguida.Lagranpena

fuequesufrióunabortoalcabodeunaspocassemanas.Entoncesempezósupesadilladeesperanzas truncadas.Laúltimagotafuecuandovolvióaquedarseembarazadaaprincipiosdeesteaño,despuésdecuatroabortos.Consiguió llegaraunestadomásavanzadodeembarazo,que fuedondelosdemáshabíanterminado.Habíanempezadoaemocionarseyadejarsellevarporlaesperanzadeque,porfin,lohabíanconseguido.Cuandoestabadecincomeses,despuésdesaberque llevabadentro lo

que más quería, una niña; cuando ya habían empezado a establecer unvínculo con el bebé; habían notado sus primeros movimientos y hastaempezaronadecorarlahabitación—algoquenuncahabíanpodidohacerhasta entonces—, la tragedia volvió a azotarlos y perdieron al bebé. Lapeorpartefuequetuvoquedaraluzaunaniñadiminutayperfectamenteformada.Gingersequedódestrozada;sepasómeseslánguidayapática.Élnunca

sehabíasentido tan inútil.Laqueríamuchísimoy lahubieradescargadode todo ese dolor si hubiera podido, pero ella había tocado fondo ycuando se repuso físicamente ya no volvió a mencionar que quisieraintentarlodenuevo.Ni siquiera ahora, cuando él quería animarla para que lo volvieran a

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intentar,Gingersenegaba.Nopodíaculparla,perolefastidiabalaideadenosercapazdearreglarlo.Ensumundonadaeraimposible.Eldinero,sibiennoeralasoluciónparatodo,conseguíamuchascosas.Sinembargo,ni con todo el dinero del mundo, con todas las influencias del mundo,podríaayudarasubellaesposaaconseguirloquemásdeseaba.Como si notara el oscuro derrotero que estaban tomando sus

pensamientos, Ginger le acarició la mandíbula; esbozó una sonrisadolorosamentedulceylomirócomprensiva.—Tú eres lo que necesito. Lo único que quiero —dijo sin más—.

Júramequenomedejarásporalguienquepuedadartehijos.Júrameloynuncatepedirénadamás.Él sequedó impactado.Lamiróperplejo, cadavezmás enfadado.No

con ella, sino consigomismo,porque si la hubierahecho sentir segura,nunca se hubiera planteado algo así. Esa idea, ese miedo, nunca se lehubierapasadoporlacabeza.Enmarcósuhermoso rostrocon lasmanosysequedóasí,mirandoa

esosojosmarrones,conmovedoresehipnóticos.—Solome preocupa no poder tener hijos porque sé lomucho que te

duele—dijoélconvoz ronca—.Haría loque fueraparaahorrarteesto,Ginger.Sientomuchísimohabertefallado.Ellalepusolosdedosenloslabios.—Shhh.Gavin,túnomehasfallado.Mehasdadounhijotrasotro.Soy

yo la que te ha fallado a ti porque no consigo que los embarazosprosperen,algoquenotepasaríaconotramujer.Éllaestrechóentresusbrazosylaenvolvióconfirmezahastaquenotó

queserelajaba.—Nunca habrá ninguna otra mujer para mí —dijo bruscamente—.

Nuncaquerrémásdeloquepuedasdarme.Telojuropormivida,Ginger:mi corazón ymi alma te pertenecen. Son tuyos igual que lo soy yo. Yesperoseryoeldueñodelostuyostambién.—Tequiero—susurró—.Ahorahazmeunfavorycolocaelángelpara

queelárbolestécompleto.Peronoloestaríayamboslosabían.Unpequeñoadornosequedóenla

caja donde guardaban los demás.Era una cucharita de plata que llevabagrabado«LaprimeraNavidaddelbebé»yelaño.Sitodohubieraidocomoestabaprevisto,hubierasalidodecuentasen

cuestión de días. Un bebé de Navidad, exclamó emocionada cuando el

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doctor le dijo la fecha. Ahora tendría una barriga pronunciada, él lemasajearíalospiesylaabrazaría;ambosnotaríanlaspataditasdesuhijaduranteelabrazo.Ginger se apartó y desenvolvió al delicado ángel de porcelana que

coronaría el árbol. Gavin se subió al taburete y colocó la últimadecoraciónensusitio.—Esperfecto—susurróellaconlosojosbrillantesporlaslágrimas.Él se las secó con los labios y luego la abrazó para poder observar,

codo con codo, el árbol que ella había decorado con tanto afán. A suesposa le encantaba la Navidad. Las primeras fiestas navideñas quepasaron juntos no se le olvidarían en la vida porque antes, para él, laNavidaderaundíamás.Yunengorrotambién,yaquelamayoríadelossitioscerrabanylagentesalíadelaciudadoestabapocodisponible.Pero cuando Ginger entró en su vida, lo cambió por completo. Lo

arrastró de su casa deConnecticut para ir a comprar el árbol vivomásgrandeyespectacularquepudieranencontrar.Esefueotrocambioqueobróenél.Aunqueteníaunacasaenormecon

grandes extensiones de terreno alrededor y privacidad absoluta, no lehacíaningunagraciaestarallísolo.PasabalamayorpartedeltiempoensuapartamentodeManhattan.HastallegarGinger.Ahoraloraroeraqueestuvieraenelpisoysiiba,secerciorabadeque

ellaloacompañara.Nohabíanpasadoniunasolanocheseparadosdesdeque hicieran el amor por primera vez. Ella había convertido la casa deConnecticutenunhogar.Eracálida,acogedorayestaba llenadeamoryfelicidad.—Me encanta el árbol —dijo él sinceramente—. Has hecho un

magníficotrabajo,comocadaaño.—¿Esposiblequehaya transformadoalGrinchenPapaNoel?—dijo

ellaparapincharlo.Élseechóareír.—¿Atiquéteparece?Nomehubierapasadoundíaenteromatándomea

colgarlucesporlasparedesdetodalacasasiodiaraestasfiestas.—Siguesodiándolas,peromequieres—repuso,descarada.Gavinvolvióareír.—Voymejorando.Ynoodionadasiemprequetúformespartedeello.La expresión de su esposa se atenuó y el amor inundó sumirada. Se

volvióyladeólacabezapararecibirsubesocuandollamaronaltimbre.

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LosdosfruncieronelceñoyGingerseapartóparamirarendirecciónalvestíbulo.Erancasilasoncedelanoche,¿quiénnaricesiríaaverlosaesahora?Peoraún,¿cómopodíanhabertraspasadolapuertadeseguridadsinqueellosseenteraran?Gavinsepusoserioinmediatamente.—Quédateaquíynotemuevas.Iréaverquiénes.—Pero…—protestóella.Éllediounapretónenlamanoparaquesecallara,seacercóalcajón

de la mesilla junto al sofá y sacó su revólver. Lo escondió, volvió amirarlacomopidiéndolequenosemovierayluegoseacercóalapuertadeentrada.Arrugólafrentecuandomiróporelventanucoquesolopodíaabrirse

por dentro, pero no por fuera. No había nadie fuera, pero la luz demovimiento se había activado y aún brillaba sobre el paisaje invernalcubiertodenieve.Sacó la pistola, abrió la puerta con cuidado y se quedó mirando el

exterior.Elfríolediounabofetadayelvientoululóensuoído.Lalunallena iluminaba la gruesa capa de nieve. Solo el ruido de los árbolesmeciéndose y el crujido del hielo al romperse las ramas alteraban laserenidaddelanoche.Casi tropezó con el objetoquehabía en el suelo.Diounpaso atrás y

bajólavista;sequedóestupefactoalverloqueparecíauna…¿canastilladebebé?Searrodillóinmediatamenteyapartóconcuidadolamantitaquetapaba

algodelinterior.Cuandolaretirólosuficienteparaverloqueconteníalacanastilla,dioungritoahogado.—Gavin,¿quées?OyóeltonodevozpreocupadodeGingerasuespaldayantesdepoder

decirlequenoseacercara,elbebéescogióesejustoinstanteparaempezarasollozar,aunqueeramásungemidodeangustiaqueunllantodeverdad.Asuesposaselecortólarespiración.Seagachóasuladoyfueacoger

elvaliosobultoantesdequeélpensaraenhacerlo.—¡PorelamordeDios!Alguienacabadedejarunbebéaquí;sevaa

congelar.Elhorrorensuvozeraevidente.Élseguíademasiadoestupefactopara

pensarconclaridad.—Entra la canastilla —dijo ella, tensa, mientras recogía al bebé en

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brazosyseincorporabaenelporche.Él la siguió, pero algo le decía que debería buscar a la persona que

había dejado al bebé. Todavía debía de estar en la finca. Tenía muchastierrasyaúntardaríaunbuenratoensalirdeellasindependientementedeladirecciónporlaquehubieravenido.Sinembargo, estabaabsortomirandoa sumujer juntoa la chimenea;

apartaba la mantita y colocaba la cabecita del bebé bajo su barbillamientrasloacunabaparatranquilizarlo.—¿Hay alguna nota? —preguntó nerviosa—. Cualquier cosa que

expliqueenquédiantrepensabaalguienparahaceralgo tan terrible. ¡EsNavidad!NoseabandonaaunbebéenNavidad.Estaba muy angustiada. Gavin sacó rápidamente el contenido de la

canastillaysí,cayóunsobrealsuelojuntoalasmantitasydospeluchesviejos.—Léemela—lepidióellasinmirarlo.Estabaabsortamirandoalbebé

que llevaba en brazos y por un momento él ni siquiera pudo respirar.Contemplabaloquenuncapodríasersuyo.Eldoloreracasiinsoportable.Ginger miraba al bebé con una ternura y amor infinitos mientras leacariciabalaespaldaenunintentodealiviarlo…oaliviarla.¿Eraunniñoounaniña?Gavin abrió el sobre con manos temblorosas y leyó el texto

rápidamente, dispuesto a ahorrar a sumujer cualquier cosa que pudieraherirla,peroloqueleyólellegóalalma.

Nopuedoocuparmedemibebé.Conmigosiempreestaráenpeligro.Necesitaalguienquelaquieraylaproteja.Cuentoconustedesparaquelaquierancomosifuerasuhijaynuncapermitanque conozca las circunstanciasde supasado.Seguramentepensaránque soy la madre más horrible de la faz de la tierra por darle mi bebé a unoscompletosdesconocidos,peroquieroamihijayporesoladejoasucargoylespidoque laquierancomoyoloharíay laeduquencomosi fuerasuya.Nuncadebesabernada de mí ni de su padre biológico. Prométanme que guardarán el secreto. Estoydestrozada,perosaberquepodrándarletodoloqueyonopuedomedalafuerzaparahacer loqueesmejorparaella.Lahequeridomuchísimo;nuncaloduden,porfavor.Sololespidoquelaquierantantocomosupadreycomoyo.

CuandoGavin terminóde leer la carta, le temblabamucho lamanoyGinger se sentóenel sofá sosteniendoalbebécontra supechomientrasmirabaasumarido,incrédula.Élseapresuróasentarsejuntoasuesposa,ylaayudótambiénasujetar

albebéporqueestabatemblandotantocomoél.Ginger bajó un poco la mantita para ver la cara al bebé y Gavin se

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derritió. Una preciosa niña los miraba mientras ella le acariciaba lamejilla.Yal tiempoque seganó sucorazón, tomóunadecisión,unadecisión

que cambiaría para siempre el curso de su vida y la de Ginger. Se fuetranquilizandopocoapocoymentalmenteempezóabarajarsusopciones.—Quieroquehagaslasmaletas—ledijo,sutonoinsegurodejópasoa

unaresoluciónimplacable—.Nosiremosdelpaísypasaremosuntiempofuera.Sumujerabriólosojoscomoplatos.—¿Yquévamosahacer,Gavin?Él lamirófijamente.Leacarició larodilla;noqueríaqueapartara las

manosdelbebé.—Haremosloquenoshapedidoylaeducaremoscomosifueranuestra

hija.

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Dos

Cincomesesdespués…

Gavinsiemprehabíasidoconscientedeloquepodíanconseguireldineroy el poder, perohasta la llegadadeArial—pues ese fue el nombrequeeligieron para la preciosa niña— no fue plenamente consciente de quetodalariquezaquehabíaacumuladoalolargodesuvidaadultateníaunarazóndeser,comosillevaratodoesetiempopreparándoseparaalgotanimportante. Tan pronto como ese inocente bebé apareció en su puerta,supoquetodosudineroporfinserviríaparaunpropósito.Alfinal,todosereducíaaestoyaloquehabíapodidodarasumujer,yahoratambiénasuhija.Arieradeellos.Habíaconfeccionadometiculosamentevariaspruebas

documentalesquedieranfedelembarazodesumujerycómo,trasvariosabortos,selahabíallevadoaunlugaraisladodondepudieradaraluzasuhija con total privacidad. También había preparado una partida denacimientoenlaquefigurabansunombreyeldeGingercomopadresdela criatura, su lugar de nacimiento y hasta el nombre de la clínicafinanciadaporélmismodondelaniñasupuestamentehabíanacido.AhoravolvíanalosEstadosUnidosporprimeravez,segurosdequeel

pasadodeAriquedabaatadoybienatado.Todo loque teníanquehacerera retomar su vida, pero aun confiando en que el pasado de Ari eraincuestionable,Gavinnoeratantontocomoparapensarsiquieraenbajarlaguardia.Susvidasquedaríanalteradasparasiempre,ynoteníaelmenorremordimientoporhabercambiadoel futurodeambos.Ya tenía todo loque un hombre podría desear, y daba gracias por ello cada día desdeaquellafríanochedeNavidadenqueArillegóalavidadeambos.HabíaexplicadoaGingerloscambiosqueibaahaberensuvida,yque

ibanatenerqueextremarlacautelaentodoslosaspectosdesudíaadía.LepreocupabaqueGingersesintieramaniatadaosecansaradevivirtanaislada, pero debería haber sabido que su mujer, al igual que él, haríaabsolutamentecualquiercosaparaprotegerasuhija.EldíaenquedejaronaArienlapuertadesucasasehabíacreadoun

vínculo irrompible, inexplicable e instantáneo, como si hubiera estadodestinada a ser suya, y ese vínculo se había fortalecido tanto que ya no

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recordabansuvidaantesdequeentraraa formarpartede la familia.LoprimeroquehizoGavinantesdevolveralosEstadosUnidosfuevenderdiscretamentelacasadeConnecticut,porquenoqueríadejarningúnrastrode su vida anterior aAri, ni dar la posibilidad a sumadre biológica deaparecer en la casa donde había dejado a la niña y pedir que se ladevolvieran.Durante los meses que pasaron fuera del país, Gavin había estado

trabajando constantemente y a conciencia para pasar desapercibidos ydesaparecerdelamiradapública.Habíavendidovariosdesusnegociosyluego había invertido las ganancias de esas ventas para que su familiatuviera siempre una seguridad económica. Había comprado una casaenormeanombredeunaempresafantasmaquenosepodíavincularconél,sehabíaencargadodequelaseguridadfueseimpenetrable,ydespuésla había convertido en la casa de los sueños deGinger: un lugar que leencantaríayenelquenoleimportaríatantoestarconfinada.Ginger,feliz,ledijoqueteníatodoloquepodríaquerer:unmaridoalqueamabayunahijaalaqueadoraba.Ningúnsacrificioerademasiadograndecontaldepreservarasufamilia.AGavin,verasuesposatancontentalehacíasentirserealizadodeuna

manera totalmente nueva para él. Tras tanto dolor y tantas pérdidas, lamujer a la que amaba relucía, estaba llena de vida y rebosaba amor ysonrisas.Nohabíadíaquenosedeleitaraaldescubriralgonuevosobrelamaternidadysobresupreciosacriatura.Gavinsabíadecorazónqueharíacualquiercosaquehicierafaltapara

protegerlas.Ningúnprecioerademasiadoalto.Cierto,nolohabíahechode la manera más limpia ni más legal, pues debería haberlo puesto enconocimiento de las autoridades y los servicios sociales y solicitar unaadopción por las vías adecuadas; pero solo conmirar a los ojos de sumujerfijosenesaniñitasabíaquenopodíacorrerelriesgodeperderlahaciendolascosaspor lavía legal.SiGingererafeliz,podríavivirconesecargodeconcienciaoconelalmamaldita, incluso.Seenfrentaríaalfuegodelinfiernoyalmismísimodiabloantesqueprovocarquesusojosperdieranesebrillo.Ellalomirabacomosifuerasusalvador,aunqueenrealidad había quebrantado tantas leyes que si se descubriera, seenfrentaría a años de cárcel. Desde luego, se había asegurado de queningunadelasdecisionesquehabíatomadosalpicaraaGingerdeningunamanera, y que, si algún día saliera todo a la luz, tanto ella como Ari

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estaríanlimpias.Ginger entrelazó los dedos con los de su esposo, apretando con

nerviosismoalavezqueajustabalamochilaportabebésdemaneraquelaniñaquedaramirandohaciaella,bienacurrucadaensupecho.Bajarondelpequeño avión privado y se dirigieron apresuradamente hacia el cochequelosesperaba;GavintuvomuchocuidadodequeGingernotropezara.Cuando se sentó junto a ella en el asiento trasero del coche, Ginger lomiró,conelceñofruncidoyexpresióntensa.—Noséporquéestoytannerviosa—dijo,conlavozquebradaytono

dedisculpa—.Confío en ti,Gavin; no creasqueno.Pero es queparecequeen losúltimoscincomeseshemosvividoalejadosde la realidad,enuna burbuja en la que el tiempo estaba detenido y solo existíamosnosotros,yahoramedamiedovolveralmundoreal…Tengomiedodequeestoseaunsueñoycuandomedespierte,Arihayadesaparecido.Gavin le pasó el brazo por los hombros, estrechó a ambas entre sus

brazosyleacariciólacabezaconlos labios.Odiabaverlapreocupadaycon miedo a lo desconocido, pero lo comprendía y sabía que eraimposibledespojarladesusmiedos;hastaélestaba inquieto.Sepasaríanel resto de sus vidas preocupados de que los descubrieran o de que lesarrebataran a su hija. Puede que, con el tiempo, sumiedo disminuyera,peroahoraqueretomabansuvidapasadasetemíanlopeoryconrazón.—Novoyadejarqueesopasejamás—dijoenuntonograve.Miró un instante a través de la ventanilla. El coche que los había

recogidoen lapistadeaterrizajeprivadano teníanadadeespecialnidellamativo;queríapasardesapercibido.—¿Serásfelizaquí?—preguntóaGinger,dándoleasívozaunodesus

muchostemores.Lafelicidaddesumujererasuprincipalprioridad.Sehabíadeshechode lamayoríade susempresashastaquedarse solo

con la petrolera con sede enHouston (Texas), ciudad que conocía bien.Anteriormente había hecho negocios con Franklin Devereaux y ahorapretendíareactivarsurelaciónconél,puesteníaconocimientodesuvidapasadaypodíaserleútilparalograrelanonimatocompletoeiniciarunavida totalmente nueva. Le había costado mucho tomar esa decisión. Alponerse en contacto con él se arriesgaba a abrir una grieta en eldispositivo de seguridad que tanto le había costado levantar, pero teníacontactosqueGavinhabíaperdido,asíquealfinalhabíadecididocorrerelriesgo.

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Franklin tenía loqueGavinyGinger tanto anhelaban,omejordicho,tantohabíananhelado:unafamilia.PeroahoraGavinyanosentíaenvidiaal pensar en los Devereaux, porque Ari los había completado, habíaconsolidadosurelaciónyhabíaconvertidolaparejaenunafamilia.Ari se despertó, aún acurrucada en el pecho de su madre, y alzó la

cabeza,regalandoasupadreunasonrisasindientesque,comosiempre,lederritióelcorazón.—¡Hola, pequeñaja! —dijo Ginger, dándole el dedo para que se lo

envolvieraconsumanita.Selollevódirectamentealaboca,comohacíacon cualquier cosa que caía en sus manos, y empezó a morderlo entregorjeos,sinperdersuenormesonrisa.—¿Cuántofaltaparallegar?—inquirióGinger—.Hayquecambiarleel

pañal,yahoraquesehadespertadonovaatardarentenerhambre.—Diezminutoscomomucho—aseguróGavin.—Aguantarábienhastaentonces—respondióellaconunasonrisa,yse

pusoahacerlecarantoñasy ruiditosaAri.Luego levantó losojoshaciaGavin y le dedicó unamirada llena de cariño—. Somos una familia—susurróconundejedeasombroenlavoz—.¡Estoesreal!Gavinsonrióyseinclinóparabesarelnacimientodelossuavesrizos

deAri,aspirandosudulcearomadebebé.Acontinuaciónseacercóaloslabios de Ginger y la besó pausadamente, saboreando el momento deprivacidadconsumujerysuhija.—Sí,miamor.Estaesnuestranuevavidayes real.Nadienos lavaa

quitarnunca.Fueunapromesaquedaperofirme.Nadaninadielearrebataríaloque

erasuyo,ysiempreprotegeríaasumujeryasuhijadelacrudarealidaddelavida,costaraloquecostase.

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Tres

Cuatromesesdespués…

Gavinhizochirriarlosneumáticosconunsonorofrenazodelantedesucasa y, antes de que el chófer hubiera detenido totalmente suMercedesblindado, se bajó de él, pistola en mano. El miedo le hacía sentir elmartilleodelcorazónenlassienes.Gingersehabíapuestohistéricay lehabía pedido que fuera a casa inmediatamente, que estaba pasando algo.Tuvo que contenerse para no tirar la puerta abajo y meterse en casa adestrozarloquefueraqueamenazabaasumujeryasuhija.Enlugardeeso,sepusoaunladodelapuerta,estiróelbrazoparagirarlamanilla,dejóqueseabrieralapuertaymiróalinteriordelsalón.Allí estaba Ginger caminando de un lado a otro, con un aspecto

terriblemente angustiado. Como si notara su presencia, dirigió la vistahacialapuertayllamó:—¿Gav?¿Erestú?¿Estásencasa?Gavin se relajó y empezó a dejar de sentir ese pánico.Hizo un gesto

para que se apartaran los agentes de seguridad que habían llegado tanprontoloshabíallamado;hastaelconductorteníalapistoladesenfundadayenalto.Seguardóelarmaenlasobaquerayseincorporó,esperabanohacerelridículocayéndosedebrucesenlapuertadesupropiacasa.Nunca había tenido tantomiedo como en los últimos quinceminutos,

desdequesumujerlollamaraconvozaterrorizadaparapedirlequefueraacasa.Gavinnuncalasdejabasolas,salvounavezporsemana,cuandoibaalcentrodeHoustonaocuparsedesusnegociosoahaceralgúnrecado;peroyanoestabasegurodesipodríavolverahacerlo.LapuertaseabrióunpocomásyGingerseplantódelante,conlosojos

como platos por elmiedo. Tenía el rostro pálido y le temblaba todo elcuerpo.Aunqueellaparecíaestarbien,laseguridaddeAriseguíaenduda;y si su hija estaba bien también, ¿qué narices había asustado tanto a sumujer?—¡Gavin,tienesquevenir!Entoncesellasefijóenloshombresdispuestosenformaciónyentendió

loquehabíahechoGavin;aunasí,nohuboniunatisboderemordimientoodisculpaensurostro.Conunamanofríatomóladesumaridoylollevó

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haciadentro;cerrólapuertatrasél,deformaquequedaronseparadosdelosagentes.—Alguien o algo ha entrado en la habitación de Ari —dijo con la

respiración entrecortada, mientras corría escaleras arriba tirando deGavin, que se puso rígido y volvió a desenfundar el arma—. Ahoramismo no hay nadie dentro —susurró—. Está durmiendo, ¡guarda lapistola!Reacio,enfundódenuevo.AlentrarenlahabitacióndeAri lavioallí

dormida,conelculeteenaltoenvueltoenelpañal,laspiernasencogidasdebajo del cuerpo y un pulgar en la boca. Entonces pudo respirartranquilo.—¿Quécojonespasa,Ginger?—preguntó,sindisimularsuenfado.Ella

se estremeció, asustada—.Acabo de perder quince años de vida.Nomevuelvasahacerestojamás.—Peroaquíhaentradoalguien—siseóGinger—.Noestoyloca,Gav.

Lasprimerasvecespenséqueeradespistemío,quehabíadejadolosdospeluchesensucunasindarmecuenta;peroluegoempecéafijarmebienendóndelosdejabacuandoacostabaalaniña.Gavinfruncióelceño.Gingernoeraennadadescuidada,nuncadejaría

enlacunaobjetosconlosqueArisepudieraatragantar,asíquenocreyóniporunmomentoquesehubieraolvidadodealgo.Gingerseasomóporencimadelacuna;acontinuaciónsemetióelpuñoenlabocaparasofocarsullantoylevantólaotramano,temblorosa,paraseñalarlosmuñecos.—Gavin, los he sacado de ahí hace quince minutos, cuando te he

llamado.Loshepuestoencimadelmuebleyahoravuelvenaestaren lacuna.Alguienestáentrando.Gavinlaestrechóentresusbrazosylabesóenlafrente.—Tranquila,cielo.Mevoyaencargardeestoahoramismo.Enrealidad

es bastante fácil: a partir de ahora tendremos la cuna en nuestrodormitorio,ya lahorade la siesta,mételaenelmoisésy tenla siemprecontigo.Llegaremosal fondodeesteasunto.Puedo revisar lascintasdevigilancia;sihaentradoalguien,losabré.

Gavinmirabafijamentelagrabacióndelcuartodesuhijasinsabermuybien qué era exactamente lo que estaba viendo.Nopodía ser.Y eso queteníapruebasque indicaban locontrario.Loquehabíaenesahabitaciónnoeraalguien,sinoalgo.

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Podíarevisarlagrabacióntantasvecescomoquisiera,quesiempreibaamostrarlomismo:losdoscariñines,queeracomollamabaGingeralospeluchesfavoritosdesuhija—elúnicorecuerdodecómohabíallegadoAriasuvidayuntributosecretoalamujerqueselahabíadejadoenlapuerta—,flotabanporelairedesdedondeloshabíadejadoGingerhastalacunadeAri.Gavineraunhombredementelógica.Noleentrabaenlacabezaalgo

tan…ilógico.Encima,inmediatamentedespuésdelafaltadelógicaveníaelmiedo,unmiedoqueselemetíahastaloshuesos.¿Habíaalgomalignoacechandoasuhija?Nuncahabíacreídoenfantasmasnienespíritus;notenían cabida en su visión racional y ordenada del mundo. Pero desdeluego,algohabíaquehacíaquelospeluchesvolaranpor lahabitaciónycayeranenlacuna.¿QuénaricesleibaacontaraGingersinhacerquesemurierademiedo?Iríahastaelfindelmundoparaprotegerasumujeryasuhija; si podía evitarle cualquiermiedoodaño, se lo evitaría, yno searrepentiríadeello.Porlopronto,mandóasujefedeseguridadllevarlacunadeAriasuhabitaciónynotocarnadamásdelcuartodelaniña.

Alamañanasiguiente…GavinsedespertóaloírunaexclamaciónasustadadeGinger.Estabade

piejuntoalacunadeAri.Selevantóenseguidayfuejuntoaella.LosdoscariñinesestabanenlacunayAriestabadespierta,agarrando

unodeellosconsumanoregordetaymordiéndoleunaoreja.Sonrióasuspadresmientrasagitabalaspiernas,comodiciendoqueyaestabadespiertaylistaparasalirdelacuna.Miróalapuertadesuhabitación.Antesdeacostarsesehabíaasegurado

dequequedabacerradaconllave;ahoraseencontrabaentreabiertaylospeluches que habían dejado en la habitación deAri estaban ahora en sucuna, para gran alegría suya, como se podía ver.En esemomento supoquenopodíaocultarlasgrabacionesaGinger.Habíaalgoquenoibabien.GingerseagachóparacogeraAri,aquienselecayóelcariñín,loque

al instante produjo unos lloriqueos que cesaron en cuanto Ginger lorecogióyselopusootravezenlasmanos.Cuandogirólacabezahaciaél,conexpresiónsuplicante,vioqueteníalágrimasdemiedoenlosojos.Le estaba pidiendo en silencio que arreglara lo que fuera que estabaocurriendo, locual lodestrozaba,porquenoteníani lamásremotaideadequépodíahacer.Siempreleshabíadadoabsolutamentecualquiercosa

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que necesitaran, su prioridad era proteger a su familia, garantizar suseguridad, felicidad y bienestar, pero no tenía explicación para loinexplicable.—Daledecomerycámbiala,ydespuésvenalcuartodevigilancia—

dijo aGinger enunavozque se esforzó enmantener tranquila y firme,paraqueArinonotarasupreocupación.—¿Quéestápasando,Gavin?—preguntóGingerenunsusurro.—No losé—respondióélconsinceridad—.Peropiensoaveriguarlo.

EncárgatedeAriyluegosolucionamosesto.Gingersaliódelahabitaciónensilencio,perolatensiónqueirradiaba

casi se podía palpar.AGavin no le gustaba nada verla conmiedo.Quécojones,élmismoteníamiedotambién.Nadalehabíapreparadoparaalgocomoesto.¿Cómotedefiendesdealgoquenosabesniquées?Aunquenoerareligioso,sesorprendióasímismoalponersearezarensilencioparaexpulsaracualquierespíritumalignoquehubierainvadidosuhogar.EncuantoGingerdesaparecióescalerasabajoendirecciónalacocina

para dar de comer a Ari, Gavin se puso a examinar la cerradura de lapuerta en busca de algún indicio de que hubiera sido forzada, pero asimplevistanohabíaninguno.Niunarañazo,niunamarcaenlapintura,nienelpomo,nada.¿Cómosehabíaabiertolapuertayhabíanaparecidolos peluches en la cuna sin que él se enterase? Siempre había tenido elsueño ligero, pero desde la adopción de Ari lo tenía más ligero aún,siempre preparado para oír un ruido, un llanto, cualquier señal de quealgonoibabien.Apesardeeso,habíadormidotodalanochedeuntirón,abrazadoasumujeryconAridormidaenlacunaaunmetrodesucama.Hastahabíapuestolacunajuntoalapareddelfondoapropósito,paraquelacamaestuvieraentreaquellaylapuerta.Sacudiólacabezaybajóalpisoinferior,dondeencontróaArisentada

en su trona, gorjeando contenta con uno de los cariñines en la manomientrasGinger le preparaba el biberón.Gavin dio unbeso aAri en lacabeza y esta le correspondió con esa sonrisa que tanto lo derretía pordentro.¿Cómoera suvidaantesdeque llegaraAri, cuandocreíanquenunca

iban a tener hijos?Ya no se acordaba.Ginger y él eran felices, y él sesentíacompletoalladodelamujerquemásamaba…hastaquellegóAri.Fueunregalodelcielo.LehabíahechocreerenelespíritudelaNavidad,de la generosidad, y con su llegada se había terminado la tristeza de

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Ginger. Desaparecieron las dudas de si Gavin la abandonaría por otramujerque lepudieradaralgoqueélnisiquieraqueríasinoeraGingerquienselodaba.GingeracabódeprepararelbiberóndeAriylodejósobrelaencimera

cuandoGavinlaabrazóylabesó.Nuncaseaburriríadesusbesos,nuncaperderíansumágicacapacidaddehacerleolvidarelmundodealrededor.Ari, impaciente, tiró el cariñín al suelo, dioungolpe a la bandeja de latronayempezóadecir:—¡Mamá,mamá!Gingerrioycortóelbesoqueleestabadandoasumarido.—Creo que nuestra hija tiene hambre. Le puedo dar el biberón en el

cuartodevigilancia.Hasdichoquemequeríasenseñaralgo,¿no?Le disgustaba muchísimo el miedo de su voz y cómo intentaba

disimularlo, y sumanera de fingir que estaba tranquila cuando él sabíaperfectamentequenoeraasí.—¡Gavin!—lollamóGingerconungritoahogado—.¡Mira!Para asombro de ambos, el biberón acababa de ascender en el aire y

flotabasuavementeporlacocinahacialasmanosextendidasdeAri.Ningunodelosdossemovió.Ningunodelosdosrespiró.Observaban

incréduloscómoAriagarrabaelbiberónconambasmanosyloinclinabaparachuparlatetina.—¿Enserioacabadepasaresto?—susurróGinger,contodoelcuerpo

temblandojuntoaldeGavin.Estabatanagitadoquenofuecapazderesponder.Primerolospeluches

habíanllegadosoloshastaAri,atravesandoinclusounapuertacerradaconllave,¿yahoraesto?PorprimeravezempezóasospecharqueeraArilaqueestabahaciendotodoeso,¡peronoeramásqueunaniñapequeña,unbebé! Era una locura sugerir siquiera que podía mover a su antojo losobjetoscercanos.GingerseacercódeunsaltoalatronadeAriylequitóelbiberónde

lasmanoscondelicadeza.Laniñasequejóconungemidoy,paramayordesconcierto de Gavin, Ginger empezó a forcejear con el biberón, queparecíaquererírseledelasmanos;entoncesélcorrióasacaraAridelatrona e intentó calmarla en sus brazos. Tan pronto como Ginger ledevolvióelbiberón,setranquilizóyempezóabeber,satisfecha,mientrassupadrelamecía.EstelevantólavistaymiróaGinger,queestabapálidacomouncadáveryseleveíaelmiedoenesosenormesojos.

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—¿Quéestápasando,Gav?—preguntó,angustiada—.¿Seráellalaquehamovidolospeluches?Nopodemosnegarloqueacabamosdeverpordisparatadoqueparezca;nonoslohemosimaginado,esoseguro.Gavinpasóelbrazoqueteníalibrealrededordeella,atrayéndolahacia

síparatenerasumujeryasuhijaconél.—Parecequenuestrahijatieneunahabilidadmuyparticular—musitó.—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Ginger, con un deje de

desesperaciónenlavoz—.Loúltimoquenoshacefaltaesquealguienseentere. ¿Y si aparecen sus padres biológicos cuando salga a la luz quetiene…?—Cerró losojosyapoyó lacabezaenelpechodeGavin,muycercade la frentedeAri—.¿Qué tiene,Gavin?No loentiendo,yaúnsémenoscómosellamaesacosaquesabehacer.—Todo parece apuntar a que se trata de telequinesis, pero es muy

pequeña, no esmás que un bebé. Tenemos que prepararnos para lo quesea. Ahora es más importante que nunca tenerla alejada de miradasexternas. No va a poder ir al colegio, por lo menos mientras nodeterminemoslamagnituddesuspoderesyaprendaacontrolarlos.—Esa no es la vida que quería que tuviera —dijo Ginger con un

sollozo.Gavinsentíaelcalordesuslágrimas,quemojabanlafinacamisetaque

llevabapuesta,yseleencogióelcorazón.Laestrechóylediounbesoenlacoronilla.—Va a llevar una buena vida —le aseguró, y era una promesa que

pensaba cumplir—.No podrá hacer todo lo que hacen normalmente losniños de su edad, pero tendrá una vida plena y rica; tú y yo nosaseguraremos de que sea así. Cuando tenga edad para entender lasconsecuenciasdeusarsuspoderes,sabrácontrolarseparanohacernadaquepuedallamarlaatención.Ginger se apartó conuna sonrisa temblorosa,pero sonrisa al finy al

cabo.—Siempre he sabido que sería especial. Fue un regalo deDios en el

momento en que más lo necesitaba. Quizá sea lo que tenía que ser.Tenemos los medios necesarios para protegerla, educarla, orientarla ydarleloquenecesitemientrascrezca.—Dudóunmomento;semordióellabio, preocupada—. Supongo que el mayor de mis miedos desde queapareció en nuestra vida es que un día venga alguien y quiera que se ladevolvamos.

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GavinquitóelbiberóndelasmanosaAriy lapusosobresuhombroparahacerlaeructar.EntoncesmiróaGingerdirectamentealosojosparaenfatizarqueloqueestabaapuntodedeciribamuyenserio.—Nadaninadienosvaaquitaranuestrahijajamás.Aojosdecasitodo

elmundo,hemosdesaparecidodelmapaporcompleto;hicepúblicoquenosmudábamosaEuropae inclusoqueseguimosviviendoallí;vivimosenunacasaquenosepuederelacionarconmigo;yelnegocioquetengoaquí es propiedad de varias empresas fantasma, todas me pertenecen.Habría que escarbar muchísimo, pasar por un montón de burocracia yteneruna suerte enormeparavincularme siquiera concualquier cosa enlosEstadosUnidos.—Nodudodeti,Gav;nocreaslocontrario,nicreasquenotengofeen

ti,perocreoquesiempreviviréconmiedodequemelaquiten.Puedequeconeltiemposemevayapasando,yhastapuedequealgúndíamerelajepor completo, pero mi instinto maternal me dice que siempre estarépreocupadaporminiña,daiguallaedadquetenga.LarespuestadeGavinfuetotalmentesincera:—Tantotúcomoyo,miamor.EstaveznosorprendióaningunodelosdosverqueelcariñíndeAri

fueravolandodesdeelsuelohastasudueña.Gavinloatrapóenelaireygiróalaniñaparaquelopudieracoger.—Creoqueyava siendohoradequeduerma la siesta—dijoGinger,

apenada—.Supongoqueyanotienesentidodejarloscariñinesfueradesualcance.Al imaginarse los años venideros, la expresión de Gavin se tornó

socarronaydijo:—Querida,creoquecriaraestaniñavaasertodaunaaventura.

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Cuatro

Veintidósañosdespués…

Arial Rochester suspiró mientras salía por la puerta de la academiaprivadadondeenseñabainglés;siempresentíaciertamelancolíaafinalesdecurso.Pero intentó no hacerle mucho caso porque pronto estaría con sus

padres, y pasaría el verano con ellos donde fuera que su padre quisierasorprenderasumadreesteaño.Sonrióalpensarenellos.Seguíanmuyenamoradosinclusotrastantos

añosdematrimonio.Supadresemostrabatremendamenteprotectordesumadrey,asuvez,ellossemostrabanprotectoresconella.Yconmotivo.«Nuncadigasnada.Nadietienequesaberlo.Nousesnuncatuspoderes».Supadre le había enseñado estemantra desde que tenía uso de razón.

Habíacrecidomuycobijada,protegiday extremadamenteaislada.Yconmotivo.Sus padres habían hecho todo lo que habían podido para ofrecerle

normalidad, pero era imposible porque Ari no era normal. Era unfenómenodelanaturaleza,algosacadodeunapelículadeesasdecienciaficcióncutre.Noexistíagentecomoella.Salvo…ellamisma.Ynohabíaexplicacióndelporqué.Supadreera la lógicapersonificada.Aunqueteníaunabrillantemente

analítica, parecía desconcertado por sus habilidades. Su mayor miedohabía sido que la descubrieran; que alguien descubriera a Ari y se lallevara o su hija se viera expuesta al peligro en manos de gente quequisierausaresospoderesparaDiossabequé.Poresemotivocontrataronaprofesoresparaquevinieranacasaadarleclase.Ynoibaaningúnsitiosinunequipodeseguridad.Pero ahora, ya adulta y graduada con honores en una pequeña

universidadprivada, había salidode laburbujaprotectora creadapor supadretantosañosatrás.A él no le hacía gracia y a su madre tampoco, pero por suerte la

entendían.Loúnicoque lehabíapedido supadreeraquenunca ledieramotivosanadieparacreerqueeradistintaacualquierotrachica.Era una promesa bastante fácil de cumplir porque normalidad era

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precisamenteloqueellaquería…anhelaba,mejordicho.Noqueríaserlarara. Sus padres la habían criado con un miedo constante a que ladescubrieran,porlomenoshastaquefuelobastantemayorparaentenderque no debía usar sus poderes y exponerse al resto del mundo. SoloentoncessetranquilizaronunpocoydejarondeviviraterrorizadosporsiArirevelabaporerrortodoloquesabíahacer.Sus padres se habían sacrificado mucho por ella. Sus vidas habían

giradoalrededordesuprotección,loqueledolíaenelalma.Que,porsuculpa,ningunohubierapodidollevarunavidanormal.Buscólasllavesenelbolsomientrasandabaapasoligeroporlaacera

de la calle en la que estaba la escuela.Una verja alta de hierro forjadorodeaba el enorme edificio de ladrillo visto; la puerta se cerraba pocodespuésdel iniciode las clasesy se abría instantesdespuésdeque estasterminaran.Elaparcamientodelosprofesoresestabaamediamanzanadelaverjayeralaúltimaprofesoraenirse,ajuzgarporlovacíoqueestabaya.Cuando se disponía a entrar en el aparcamiento a por el coche, la

empujaroncontantafuerzaquecayóalsuelo;selehicieronrozadurasenlasrodillasylaspalmasalintentardetenerlacaída.Unescalofríolerecorriólaespaldamientrastratabadecomprenderqué

nariceshabíapasado.—¡Seráshijadeputa!¿Tecreesquemepuedessuspendersinmás?De

noserporti,esteotoñoempezaríalauniversidad.¿Tienesideadeloquevanahacermispadrescuandoveanmisnotasfinales?Reconoció su voz, era uno de sus estudiantes: Derek Cambridge.

Proveníadeunafamiliaadineradayestabamuypagadodesímismo.Eraarrogante y egoísta, pero nunca se hubiera imaginado siquiera que laatacaríaporlanotaquesehabíaganadoenclase.Se había tomadomuchas molestias para intentar ayudarlo. No quería

suspenderlo, pero él se resistía a sus esfuerzos, dando por sentado —dentro de su arrogancia— que lo aprobaría de todos modosindependientemente de lo que se esforzara o, en su caso, de que no seesforzaranada.Talvezpensabaque la riquezay el estatus social de suspadreslepermitiríanaprobarenlaescuelaasícomoenlavida.Cuandolevantólavista,selehelólasangre:noestabasolo.Habíados

chicos a su lado, que supuso eran sus amigos, y que tenían su mismamiradadecabreo.¿Estabanlocos?¿Atacaraunamujeraplenaluzdeldía

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enunacalletransitadadelantedeunaescuela?Desesperada,miróhaciaunladoyhaciaotro,enbuscadealguienque

pudieraayudarla.Unolediounapatadaenelcostadoquelahizocaerdeespaldas;teníael

bolsodebajoeintentabarespirarcontodassusfuerzas.Lo que vio cuando levantó la vista y reparó en la mirada furiosa de

DerekCambridgeladejóhelada.Nosetratabadeunasimplepalizaparadesahogarse.Violamuerteen

susojos.Sumuerte.Y sus amigosnoparecíaque fueran amoverni unsolo dedo para ayudarla. Ambos sonreían con suficiencia como sicreyerandeverdadqueestabarecibiendoloquemerecía.Entoncesvioundestellometálico.Eraunanavaja.Dereklasujetabacon

fuerzaenelpuño,conlahojahaciaabajo,yellasupo—estabaconvencida—queibaamatarlaallímismo.Aunquesuspoderesllevabanmuchotiempolatentes—porquesehabía

esforzadomucho en reprimirlos—, despertaron de repente como en unestallido;elinstintodesupervivenciadominabatodolodemás.Fue intuitivo. Ni siquiera tuvo que esforzarse por concentrarse. A su

agresor le cayó de repente una lluvia de piedras que lo hizo tambalear;con una mano se tapaba la cara para protegerse mientras con la otraseguíaagarrandolanavaja.Elvientoselevantócontantafuerzaqueparecíaunatormentatropical.

Ahora que había suficiente espacio entre el adolescente que sostenía lanavajayella,examinólazonaporsihubieraalgúnarmaqueusarcontraél.Miróelárbolquehabíaenlaacera.Enesemomentocrujióunagruesa

rama,cuyochasquidoalpartirsedespuéssonócomoundisparo,ycayódirectamenteencimadelostreschicosquelaamenazaban.—¿Quémierdapasa,colega?—gritóunodelosamigosdeDerek.Arinoreconocíaalosotrosdoschavales.Estabaprácticamentesegura

dequenoasistíanasuescuela,porquenohabíatantosalumnoscomoenlas escuelas públicas y estaba muy familiarizada con las caras y lamayoríadelosnombresdelosestudiantesdelaGroverAcademy.—Traedmeaesaputaysujetadlabienparaquepuedadestriparlacomo

lacerdaquees—bramóDerek.Ellatambiénlehabíahechodaño.ADereklesangrabalanariz,aunque

ni siquiera se dignó secársela. Le brillaban mucho los ojos y Ari se

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percatódequenosoloestabaenfadadoporquelehubierasuspendido,sinoquetambiénibapuestodenosesabíabienqué.Seibaaarmarunabuena.Se incorporó como pudo, aprovechando ese breve momento de

confusión. Necesitaba recuperar la ventaja. Necesitaba poder ver quérecursosteníaalalcance.Las jardinerasdeobraquerodeabantodoel frontalde laescuela,con

sus setos bien recortados, empezaron a temblar y a sacudirse como sihubiera un terremoto.Los amigos deDerek también lo notaron, porquerápidamente adoptaron expresiones de inquietud, pero él iba demasiadocolocadoparadarsecuentadenadasalvodesusganasdehacérselopagar.Losladrillosempezaronadesprenderseyfueroncayendounotrasotro.

Entonces uno salió disparado por el aire y acertó a Derek en toda lacabeza.Sedesplomócomounsaco;selecayólanavajadelasmanos.Losdosamigosmirabanestupefactoscómoseguíanvolandolosdemás

ladrillos,dandovueltasenelaireycambiandodedireccióncuandoellosdabanunpasoatrás.—¡La puta! —exclamó uno—. Es una bruja. ¡Fijo que la envía el

mismísimodiablo!Ahora que la navaja estaba en el suelo y cerca de donde había caído

Derek,laatrajohaciasí.Estaseacercóflotandoyellaabriólamanoparacogerlaporlaempuñadura.—Niosacerquéis—lesgritóella.Enesemomentoledabaigual loquepensaranquefuera.Sicreerque

eraelmismodiablolaayudaba,puesqueselocreyeran.Los ladrillos seguían cayendo a pocos centímetros de sus cabezas.

Levantaban los brazos para protegerse las caras y cerraban los ojos,preparándose para el impacto. Al ver que no pasaba nada, abrieron losojosconcuidadoyelpánicoseapoderódeellos.Cuando se echaron hacia atrás, los ladrillos volvieron a atacarlos.

Decidierondejarasuamigoasusuerteyecharonacorrercomoalmaquellevaeldiablo,precisamente.Losladrilloscayeronalsueloyunosepartió.Arisequedóallíplantada

ytemblandoporhaberescapadodelamuerteporlospelos.Yluegocayóenlacuentadequehabíahecholoimpensable.Pormucho

que lo hubiera hecho por salvar la vida, acababa de usar la telequinesia

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delante de tres testigos. Pero no eran los testigos los que más lapreocupaban.Si acudían a la policía conunahistoria tan disparatada, lomásseguroesqueserierandeellos.Peroelaparcamiento,aligualqueelresto de la escuela y todo el terreno que abarcaba, estaba vigilado porcámarasdeseguridad.Conesotendríanpruebastangiblesdesuspoderesinexplicables.Empezó a temblar; la navaja se le cayó de lamano y resbaló con un

ruidometálicoporelsueloirregular.Sinprestaratenciónalasrodillasya las palmas ensangrentadas o al dolor que sentía en el costado por lapatadaquelehabíandado,abrióelbolsoybuscoelteléfono,desesperada.Necesitótresintentosparapulsarelbotóncorrecto,abrirlaagendade

contactosyllamarasupadre.—Ari—lasaludóélcontonoafectuoso—.¿Cómohaidoelúltimodía

deescuela?—Pa…papá—tartamudeó—.Tengounproblema.El tonode supadrecambióenun santiamén.Notabacómovibraba la

tensiónalotroladodelteléfonocomosilotuvieradelantemismo.Seloimaginabacambiandodemarcharápidamente;pensarprimeroqueeraunallamadainformalyluegosaberquesuhijaestabaenpeligro.—Dime —pidió, tajante—. ¿Estás bien? ¿Estás herida? ¿Dónde te

encuentras?Ariinspiróhondoylecontólahistoriatandetalladamentecomopudo,

sabiendo que el tiempo era vital. Y entonces cayó en la cuenta de algohorrible porque Derek seguía inconsciente frente a ella. ¿Lo habríamatado?Sujetando el teléfono con una mano, se arrodilló reprimiendo un

gemidodedolor,ycomprobósupulsoenelcuello.Laembargóelaliviocuandonotóelpulso,fuerteyfirme,enlosdedos.—Entraenelcocheybloquea laspuertas—ordenósupadre, tenso—.

Encincominutosestoyahí.Sialguien,quiensea,seteacercaotesientesamenazadadealgúnmodo,salpitandodeahí.—Deacuerdo—susurró—,peropapá,¿yDerek?¿Deberíallamarauna

ambulancia?Nopuedodejarloaquí tirado.Aunquehayasidoendefensapropia,nopuedodejarquesemuera.Supadrerespondióconunavozimplacable.—Hazloquetehedicho.Encincominutosestoyahíyyameocuparé

detodo.

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Colgó y Ari miró hacia todas direcciones por si hubiera alguienmirandooquehubierapresenciadoloqueacababadeocurrir.Porsuerte,Derek y sus amigos se habían escondido detrás delmuro de piedra queseparabael aparcamientode lavallaque rodeabael recintoescolar.LostranseúntesquepasaranporallínoveríanaDerek,peroaellasí:estabaaplenavista.Supadreteníarazón.Teníaquesubirsealcocheantesdequealguienla

vierasangrandoyseacercaraainvestigar.Aunquehabíaintentadomatarla,sesentíamalporloquelehabíahecho.

Iba contra todo códigomoral dejarlo ahí tirado. ¿Y si sufría una lesióncerebral?¿Ysimoríaporquenoselellevabaprontoalhospital?Pormuymala persona que fuera, no merecía morir en un aparcamiento, solo yabandonadoporsusamigos.Convencida de que su padre se ocuparía de todo, tal como le había

prometido,marcóelnúmerodeEmergenciascondedostemblorosos.Envozbajase identificócomoprofesorade laGroverAcademye informóde que acababa de encontrarse a un alumno inconsciente en elaparcamientodelosprofesores.A los cuatro minutos, el Cadillac Escalade de su padre entró en el

aparcamiento y se detuvo bruscamente junto al coche de Ari. Salió delvehículoconpasodecididoyseacercóalapuertadelconductorantesdequeellatuvieratiemposiquieradeabrirla.Cuandosalióehizounamuecadedolorporelgolpequehabíarecibido

en las costillas, el rostro de su padre cambiópor completo; sus ojos sevolvieronsalvajesyseletensólamandíbula.—HellamadoaEmergencias—susurróasabiendasdequeasupadre

no le haría gracia que hubiera desobedecido sus órdenes—. No podíadejarloahí.—Esecabronazotienesuertedeseguirconvida—dijoélfríamente—.

Lomataríaporloquetehahecho.—Lepusounamanoenelhombroylediounapretóntranquilizador—.¿Estásbien?¿Teduele?—Sí —reconoció—. Estoy bastante magullada, pero lo que más me

dueleeslapatadaquemehadadoenlascostillas.Lamiradadesupadresevolvióhelada,perosecontuvoderesponder

loquefueraquetuvieraenlapuntadelalengua.—Sube al coche y sígueme. Si has llamado a Emergencias, pronto

llegará la ambulancia y seguramente también la Policía. Y cuando eso

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pase,tequierolomáslejosposible.—Papá, la escuela tiene cámaras de seguridad —dijo con voz

temblorosa.Élseinclinóylabesóenlafrente.—Estoyenello,cariño.Ahorasúbetealcoche.Tenemosqueirnosya.Ellasuspiró,aliviada.Supadreseocuparíadetodo.Laprotegeríacomo

siemprehabíahecho.Sediolavueltaysesentóalvolantehaciendocasoomiso a las protestas de su cuerpo. Era cuestión de minutos hasta quellegaranalaparcamientotantoelpersonalmédicocomolasautoridades.Leharíanpreguntas.Había llamadoaEmergenciasydespuéssehabía

ido.Lamayoríadelagentesehubieraquedadoparaprestarayudao,porlomenos,asegurarsedequelavíctimaestuvierabienhastaquellegaralaambulancia.Ahora tendríaque explicar porquénohabíahechonadadeeso.Peroconfiabaciegamenteensupadre.Nuncalehabíafallado.Salióconunasacudidaypisóelaceleradorparaseguirasupadre,que

ya salía del aparcamiento y marcaba un ritmo rápido y constante,abriéndosepasoentreeltráfico.Sediocuentadequesedirigíanalacasa—unadelasvariasquetenían—,enlaquepasabanlamayorpartedelañoescolar,ella,ydellaboral,supadre.Cruzaronrápidamentelaverjadeseguridad,quesecerrójustoalpasar.

En cuanto se detuvo en el garaje, sumadre apareció en la puerta y fuehastaelcocheconlacaracontraídaporlapreocupación.—Tencuidado,cielo—avisósupadreasumadre—.Estáherida.—Ay,Ari.¿Quéhapasado,cariño?¿Vamosalhospital?—Sevolvióa

sumarido—:¿Nodeberíashaberlallevadodirectamentealhospital?GavinRochesterlediounapretóntranquilizadorenelhombroantesde

ayudarasuhijaasalirdelcoche.Estavezfuemásdisciplinadaynodejóqueselenotaraeldolorporquesumadreestabaalbordedeunataquedenerviosynoqueríadarlemásmotivos.—No ha habido tiempo, Ginger. Antes tenemos que solucionar unos

problemas. Ya he llamado al doctor Winstead y está en camino. Siconsidera que Ari debe ir al hospital o que está gravemente herida, lallevaremoscondiscreciónasuclínica,dondepodamosasegurarnosdesuprivacidadyanonimato.Ginger rodeó a su hija con un brazo y notó cómo temblaba de los

nervios y del miedo. Ella le pasó el brazo por la esbelta cintura y la

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estrechótodoloquepudosinqueledolieranmáslascostillas.—Estoybien,mamá.Tenemosmayoresproblemasquemisheridas.He

metidomucholapata.Mientrashablabamiró a supadre con expresióndedisculpa; el pesar

porhaberlefalladolecalabahastaloshuesos.Suexpresiónse tornómuyseria.Leenmarcó lacaracon lasmanose

hizoquelomirara.—Notedisculpesnuncanicreasquemehasdecepcionadooatumadre

porhacerloqueseaparaprotegerte.Hoypodríashabermuerto,Ari.Sinohubierashecholoquehashecho,tumadreyyoestaríamospreparandotufuneralahoramismo.LeagradezcoaDiostusextraordinariashabilidadesy,porprimeravez,creoquehayunpropósito,unarazónmásimportantequetodo,paratudon.Hoyestedonhasalvadolavidadealguienaquienquiero.AAriseleinundaronlosojosdelágrimasporlasinceridadqueleíaen

losdesupadre.—Yahora entremos, anda—le instómientras la acompañabahacia la

puerta—.Tengoquehacerunasllamadasyeldoctordebedeestarapuntodellegar.Dejaquetumadreteatiendacomosemueredeganasdehacerynotepreocupesporesto,cariño.Teprometoqueyomeocuparédetodo.—Losé,papá—dijoenvozbaja.

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Cinco

Ari se instaló con un suspiro en su dormitorio, que sus padres todavíaconservaban a pesar de que tenía su propio apartamento en uno de losedificiosqueposeíasupadre,porsupuesto.Dejarlamarcharyahabíasidobastante duro para sus padres, pero la tolerancia deGavin solo llegabahastaahí.Habíainsistidoenquesemudaraasuedificioconapartamentosde lujo cerca de donde daba clases, ya que disponía de alta seguridad ypodíacerciorarsedequenocorrierapeligro.No le sorprendería que también hubiera destinado un servicio de

seguridadcompletoenelbloquedeapartamentossoloparavigilarla.Su madre aguardaba nerviosa junto al doctorWinstead mientras este

examinaba a Ari, como si tuviera miedo de que olvidara algo en sudiagnóstico, pero apartede los arañazos en las rodillasy laspalmas, loúnicoquehabíasufridoerauntraumatismograveenlascostillas,aunquenoteníanadaroto.Sentiríadoloryrigidezunpardedíasyéllehabíarecomendadoquese

lo tomara con calma y no se exigiera demasiado, algo que su madreaseguró con firmeza que no sería un problema. Luego le prescribiórelajantesmuscularesyanalgésicosqueellaencargóinmediatamenteparaqueserecogieranyseentregaranenunahora.Todavía no había surgido la conversación sobre dónde pasarían el

verano.Supadrehabíaestadotodalatardealteléfonohaciendollamadasdiscretas,peroellanohabíahechonadaporescucharlasporquenoqueríasaber.Laculpatodavíalaafligíaporquenoeraunapersonaviolentaeibacontrasusprincipiosherirapropósitoaotroserhumano.A su padre le preocupaba porque era demasiado blanda, como su

madre,peronoleinquietabaenexcesoporqueeraladulzuradesumadrelo que le había atraído en primer lugar. Su padre era un hombre duro,firmeydabamiedocuandoestabaenfadado,pero¿consumadre?No,conellaeraunhombrecompletamentedistinto.La idea de su tranquila, delicada y compasivamadre siendo capaz de

domesticaralchicomásmalosiemprehabíadivertidoaAri.Yéldecíaamenudo que daba gracias a Dios porque la niña no hubiera heredadoningunadesuscualidades.Nosecreíaunbuenhombrecuandoenrealidad

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eradelosmejores.Sinembargo,Gingersacabalomejordeély¿quiénpodía culpar a un hombre por hacer todo cuanto fuera necesario paraprotegerasumujeryasuhijadelacrudarealidaddelavida?Su madre había insinuado un par de veces que su padre no siempre

habíasidoelhombremás respetuosodelmundocon las leyes,peroquedespués de conocerla había prometido cambiar. Quería ser mejor paraella;serdignodeella.Ari creía que era increíblemente romántico, pero almismo tiempo el

matrimoniode sus padres había echado al traste al noventa y nueveporcientode lapoblaciónmasculina,porquequería loque teníasumadreyesoeradificilísimo:unhombrequefueraallímiteporella,quemovieracieloytierraparahacerlafeliz,quepusierasusnecesidadesydeseosporencimadelossuyospropiosyqueeliminaracualquieramenazahaciaella.Eso explicaba su faltadevida social.Dehecho,podía contar las citas

conlosdedosdeunamano.Dosdeestasnohabíansuperadolaexhaustivainvestigacióndeantecedentesquehacíasupadreynoeranhombresconlosqueél—oella—querríaninvolucrarse.¿Losdemás?Simplementenohabía… chispa, esa chispa que veía cada vez que su padre miraba a sumujer.Coneserostroquedemostrabatantoamorquehacíaqueledolieraelalma.Ellaqueríaesomismoysenegabaaconformarseconmenos,aunque

esosignificarapasarse solael restode lavida.Pornohablardequenopodía imaginarse cuántos hombres entenderían o tolerarían su «talento»especial.Mierda,probablementesaldríancorriendohaciendolaseñaldelacruz.De todas formas, ¿a quién podía confiar sus secretos?Y se negaba a

tenerunarelaciónbasadaensecretosymentiras,incluidaslasdeomisión.Sialgunavezsecasaba,sumaridodebíasabertodalaverdadsobreellayaceptarlasinreservas,loquenoledejabamuchasopciones.Intentandonodeprimirse todavíamás, encendió la televisiónmientras

seencogíaenlacama;lamedicaciónempezabaahacerefectoyaeliminarunpocoelagobiantemalestardesumaltratadocuerpo.Pero treinta segundos después, desearía haberse ido a dormir cuando

violahistoriaqueabríalasnoticiaslocales,quesindudarecogeríanlostelediariosmásimportantesyqueporlamañanaestaríaenlosmediosdecomunicaciónnacionales,comolaCNNyFoxNews.Mirabahorrorizadacómounvídeo,obviamentegrabadoconunmóvil,

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reproducíaelaltercadoíntegroenelaparcamiento.Joder, alguien que pasaba por allí debió de detenerse y grabar la

puñeteraescenaalcompleto.Laspalabrasdelpresentadoreransensacionalistas,porsupuesto.Cómo

una joven, una profesora de la Grover Academy —mierda, incluso lahabían identificado por su nombre—, se las había arreglado paraahuyentaratresagresoresenelaparcamientodelaescuela.Sabía por su padre que este se las había arreglado para piratear el

sistemadegrabacióndelaescuelayquemostraseelataqueaAri,paraqueno hubiera dudas de que actuaba en defensa propia; pero el metraje sehabíadesconectado,un«fallo»inexplicablecuandosuspoderessehabíanhechoevidentes.Quienquieraquegrabaseaquelvídeohabíacapturadolaescenaentera,deprincipioafin.De repente le entró el pánico. Se le detuvo el pulso y se le cerró la

garganta a medida que la ansiedad se apoderaba de todo su cuerpo. Lamedicaciónquehabíareducidoeldolorylatensiónyanolehacíaefectoporqueelpersistentedolorestabavolviendoaúnconmásfuerza.Y entonces, lo que dijo el presentador la llevó al límite. El vídeo se

había vuelto viral, con un millón de reproducciones en YouTube y sehabía compartido incontables veces en Facebook; lo recogía ya laasociación de prensa, ya que todo el mundo expresaba conmoción yasombrohacialoquehabíapresenciado.Todoaquellopor loquesuspadreshabían trabajado tantodurante los

últimos veinticuatro años quedó borrado de un plumazo a causa de estedescuido.Estabaexpuestayvulnerable.Suvidapodíahabercambiadoporcompletoporculpadeungilipollasengreídoquecreíaqueelestatusyeldinerodesuspadreslepermitiríanvivirfácilmentesinproblemas.Saliódisparadadelacama,haciendocasoomisodelefectoaletargador

de la medicación y del dolor que se notaba en la caja torácica. Saliócorriendoyllamódiscretamentealapuertadeldormitoriodesuspadres.Cuandoescuchólavozdesupadre,abriólapuertayentróconlasmanosaún temblandoy lacarapálida.Debíade llevarelmiedo reflejadoen lacara porque su madre se levantó de inmediato y la abrazó; después laurgióparaquesesentaraalbordedelacama,dondeelloshabíanestadorecostadoscontraelcabecero.—Papá,tienesqueveniraveralgo—instóretorciéndoselasmanoscon

angustia—. Podemos reproducirlo con el DVR. Es malo. No sé cómo

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vamosasolucionarloahora.—Lohemosvisto—dijosupadreconcalma—.Nosiremosencuanto

hayamos preparado lasmaletas. Esta noche. Como precaución iremos aalgunadelascasasquetenemoscerca,yaqueeldoctorWinsteadhaestadoaquíhacepoco.Nopodemospermitirnostomarunadecisiónapresurada,perotampocoquieroqueosexpongáisalosmediosparaqueosdevorenconsufervor,queeslomásprobablequesuceda.Tehanidentificadoportunombre,yalostrabajadoresdelaescuela,losestudiantes—antiguosyactuales—,losavasallaránapreguntasypeticionesparaentrevistasdelosmedioseinclusodelapolicía.Laadministraciónvaaestarencimadetiy,cariño,necesitasprepararteparaelpeordeloscasos.—Me despedirán—susurróAri—.Lo he estropeado. Lo siento tanto,

papá…Ymamá.Estoecharáaltrastevuestroviajedeveranoycambiaráporcompletonuestrasvidas.Los ojos de su madre reflejaban un amor tan impactante que las

lágrimas aparecieron en los de Ari y tuvo que tragarse el nudo deemocionesqueestabaapuntodeahogarla.Entonces,sumadrelaabrazóyle acercó la cabeza a su pecho a la vez que le acariciaba el pelo comocuandoerapequeña.—Cariño,eresnuestravida.Siemprehassidoelcorazónyelalmade

losdosdesdeeldíaenqueentrasteennuestrasvidas.Nuncatedisculpesporquieneres.Hiciste loque teníasquehacer.Siyohubieraestadoallí,ese desgraciado estaríamuerto en lugar de tener un dolor de cabeza—masculló.Supadretratódeesconderlasonrisamientrasmirabaasumujeryasu

hija,conundestellodeamoren lamiradaque relucíacomosi fueraunfaro.—Cariño,veahacerlelamaleta,quenotienefuerzasparahacerlo.Está

temblando como una hoja y se ha tomado la medicación hace poco.Tenemosque irnos.Yomeencargarédenuestrascosas.DejaqueAri sesienteaquíyveaprepararlelaropa—lepidióasuesposa.Supadreesperóhastaquesumujerabandonólahabitación,saliódela

camaysepusounacamisetaquehabíadejadoallí.SesentóalladodeAri,albordedelacama,ylacogióentresusbrazos.—Séqueestásasustada,cariño,perohayalgoquetienesqueentendery

esquetúytumadresoislasdospersonasmásimportantesdemimundo.Lasúnicasqueexistísymepreocupáisenestemundoyestoydispuestoa

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hacerloqueseaparaprotegerosalasdos.Le levantó la barbilla para que lo mirara directamente a los ojos y

pudieraverlasinceridaddesuexpresión.—Siemprehemossabidoqueexistíaestaposibilidad.Hemosintentado

protegerte todalavidadeeste tipodecosasprecisamente,peroenciertamaneraerainevitableporqueeresasí.Ynopuedoniimaginarmesiquieralodifícilquehasidoparatireprimiralgotanesencialdetupersonalidadpormiedo.Pormiedoaquetedescubrieranymiedoadecepcionarnosdealgúnmodoatumadreyamí.Llegadosaestepunto,tevoyaaclararunacosaantesdequeestovayamáslejos:nopodríamosestarmásorgullososdetiydequieneresynadadeloquehagasnosdecepcionarániharáquetequeramosmenos.Eresnuestraúnicahija.Fuisteunabendicióncuandopensábamos que nunca tendríamos descendencia y mucho menos tancariñosa, buena, especial y hermosa, tanto por dentro como por fuera,comotú.Asíqueconfíaenmí:harélomejorynosolamenteparati,sinopara mí y para tu madre. Porque vosotras sois lo primero para mí;siempreloseréisyesonovaacambiarnunca.—Tequiero,papá—susurró.Lediounbesoenlafrenteyunapretujóncariñoso.—Yotambiéntequiero,pequeña.Ahoradéjamequeprepareunamaleta

básicapara tumadreyparamí.Yaconseguiremos loquenoshagafaltamásadelante.

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Seis

Beau Devereaux apretó el botón de pausa del mando después dereproducir lapartede lasnoticiasde lanocheanteriorpara suhermanoCalebylosmiembrosallíreunidosdesuequipodeseguridadespecial.Habían perdido hombresmuybuenos por culpa de un loco que había

hechopasarloindecibleaCalebyalaqueahoraerasuesposa,Ramie;yse habían dado cuenta de que necesitaban más, más de lo que en unprincipio creíanque era lomejor.Despuésdeun exhaustivoprocesodeselección, habían contratado a más hombres y los nuevos empleadoshabían pasado por un curso de formación intensivo dirigido por DaneElliot,sujefedeseguridad.HabíatrabajadoenlasFuerzasdeOperacionesEspeciales de laMarina de los EE.UU. y era un combatiente excelente,durodepelar.FormabaequipoconElizaCummings,unamujerdearmastomar también.Amboshabíansido fundamentalesparaatraparalcabrónque había atormentado aRamie, aunque había sidoCaleb quien acabaracon ese desgraciado de una vez por todas. Zack era probablemente laincorporación más interesante. Beau se había interesado por él porqueambosseparecíanenmuchossentidos:eran tranquilosyescépticos.Losdosseconformabanconsentarseyobservar,mirarasualrededor,captarlosdetallesyprocesarconcalmatodalainformaciónobtenida.Yningunodelosdoserauncazafortunas:soloqueríanhacerbiensutrabajo.Él no era el empleado prototípico. Muchos de sus hombres eran

exmilitares o antiguos agentes del gobierno: del FBI, de la DEA y demuchas otras organizaciones que oficialmente no existían. Cuandoempezaron a remontar, tras el año frenético que siguió al secuestro yposteriorrescatedesuhermana,Calebyélhabíanhecholoqueestabaensus manos para contratar expertos de seguridad adecuados. De hecho,habíanpasadolapruebadefuego.AconsecuenciadehaberperdidoasushombresydelaexperienciacercanaalamuertedeCalebydesumujer,sepusieron laspilas, aprendieronde suserroresanterioresyno repararonengastosparatenerlomejor,sololomejor.Sieldichode«Lobaratosalecaro» era cierto, entonces tenían trabajadores de primera, porque noestabansiendobaratosprecisamente.Sinembargo,Zackeraotrahistoria.Había sidoel jugadorestrellade

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fútbol americano en la universidad con una beca completa. La NFL lehabía seleccionado en la primera ronda como quarterback titular, perodos años después, una lesión lo apartó del deporte para siempre. Paramucha gente esto habría sido un contratiempo del que nunca se habríanrecuperado,peroélnosehundióehizorehabilitación.Luegosiguiólospasosdesupadreyentróenloscuerposdeseguridad,dondeloteníanenestimayascendíaconrapidez.Una agencia del gobierno le iba detrás, pero Beau se lo arrebató

rápidamente; su instinto le decía que era la decisión correcta.Le notabaunacrueldadyoscuridadquenosepercibíanasimplevista.Sumiradanose perdía ni un detalle; siempre calculaba, tomaba notas y lo procesabatodoa lavelocidaddel rayo.Paramuchosestohabría sidouna señaldeadvertencia, una razón para no contratarlo, pero Beau conocía su granvalíatratandoalasvíctimasyalaspersonasalasqueperseguían.Eramuyamable con los inocentes, pero frío como el hielo cuando se trataba deacabar con los monstruos que abusaban de ellos. Era perfecto para elequipodeseguridaddeDevereauxysuredenexpansión.Caleb se reclinó conuna expresión especulativamientrasmiraba a su

hermano.—¿Porquéestamosviendoesto,exactamente?Los demás allí reunidos parecían tener miradas interrogativas

similares, pero la de Zack era dura; se le antojaba la misma ira queestallabaensuspropiasvenas.—¿Notepreocupaqueunamujerindefensahayaestadoalbordedela

muerte?—preguntóBeauamablemente.Inclusomientrashablabacentraba suatenciónen la imagencongelada

de los rasgos delicados y aterrorizados de Arial Rochester. No sabíaexplicar por qué estabamás preocupado por su ataque que por otros apesar de que en la empresa habían visto muchos, incluso en el pocotiempoquellevabantrabajando.—Amímeinteresamáseseextrañohuracánylosladrillosvolantes—

murmuróEliza—.DesdequelosubieronaYouTube,elvídeosehavueltoviralyharecibidomásdediezmillonesdevisitasenveinticuatrohoras.Todaslascadenasdenoticiasdelpaíssehanhechoecoysehandisparadolas especulaciones sobre cómo pudo defenderse de tres agresores sinllevarunarmaencima.—Cosas más raras se han visto —dijo Dane en su tono tranquilo e

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implacable.Elizaresoplóporquesabíaquedecíalaverdad.Encomparaciónconlo

que había pasado con Caleb y Ramie, esto parecía un simple juego deniños.Beau siguió escudriñando los ojos enormes y aterrorizados de la

pequeña mujer. Se abrazaba como forma de protección y el pánico sereflejaba en cada uno de sus rasgos… después de haber eliminado laamenaza.¿Nodebería sentirsealiviada?Deberíanotárseleunapizcadealivioo

incluso de enfado; alguna reacción por ese escarceo con lamuerte. Sinembargo, parecía incluso más aterrorizada que cuando se enfrentaba aaquellosimbécilesengreídos.Había algo que le preocupaba, pero no lograba dar con ello. Pero el

arrebato de ira que sentía por el ataque a una mujer que parecía tanpequeñayvulnerablelocabreabaymucho.Normalmentenoseimplicabade forma personal en su trabajo, no dejaba que sus emociones lodominasenoseinterpusieranensusactos.Laprotecciónrequeríaquenohubiera lugar a errores ni fallos. Que las emociones no resultaran endecisionesapresuradasyestúpidasqueprovocaranlamuertedealguien.—¿Así que crees que tiene habilidades psíquicas? —preguntó Caleb

atreviéndoseaformularlapreguntaquetodosseplanteaban.Élseencogiódehombros.—Puedeser.Esposible.Estáclaroquehacausadorevueloylaspruebas

sonbastanteinexplicables.Claroquetambiénpodríaserunsimplesucesoextraño; que la pobre estuviera asustada y no entendiera siquiera lo queestabapasando.—Talvezlepreocupabaqueladescubrieran—comentóZack,hablando

porprimeravezconsuvozronca.Beauhabíapensadolomismo.—Bueno, si entonces estabapreocupadapor eso, seguroque ahora lo

estaráaúnmás—repusoElizaconseriedad.LosDevereauxestabanfamiliarizadosconelmiedoaserdescubiertos.

Su hermana pequeña, Tori, tenía habilidades psíquicas y la habíanprotegidode laopiniónpública toda lavida.LamujerdeCaleb tambiénerapsíquica,aunquesudoneramásunamaldiciónqueunabendición.Yaunque sus habilidades ya se conocían, Caleb había corrido grandesriesgos para mantenerla alejada de la opinión pública y se había

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cerciorado de que lasmuchas peticiones para queRamie les ayudara sefiltraran a través de la empresa de seguridad y nunca le llegarandirectamente.Ramietodavíanosehabíarecuperadoporcompletodesuexperiencia

cercana a lamuerte. Tampoco Caleb. Beau no creía que lamujer fueracapazdeusarsuspoderesotravez.Habíavistolamuertedemasiadocerca,habíasentidodemasiadodolorydesolación,ynohabíaperdidoeljuiciopor muy poco. Caleb era plenamente consciente de ello y haría lo quefueraparaquesuesposanovolvieraacorrerpeligrootravez.—Tenemosquecentrarnosenotrosasuntos,asuntosdenegocios—dijo

Caleb enfáticamente—. Mientras esto siga siendo una cuestión deintereses, no hay nada más que hablar: no nos meteremos en el caso.Tenemosotrosclientesquemerecentodanuestraatención.Y, así, la reunión cambió de rumbo y se centraron en sus clientes y

encargos actuales. Siguieron planificando y organizando, decidieronquién dirigía qué y revisaron las solicitudes que habían llegadorecientemente.Beaunopodíasacarseel incidentede lacabezaynoestabasegurode

porqué,peroleinquietabaymucho.

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Siete

Arial sabía que no podía esperar ni un momento más. El miedo y elpánicoseapoderabanincontrolablementedeellaylehelabanlasangreamedidaquesucorazónbombeabaconfuerzaparaseguirel ritmode lasexigenciasdesumenteysuspensamientoscaóticos.«Tardaremosunahoraodoscomomucho,cariño».Esolehabíadichosupadrejustoantesdeacompañarasumadreaun

cochediscretamenteaparcadoquedisponíadefácilaccesoatrespuntosdesalidadiferentesdesdelaenormecasa,compradaennombredeunadelasmuchas compañías ficticias a través de las cuales su padre habíacanalizadolamayoríadelaspropiedadesyactivos.A supadreno lehizomuchagracia—yseguroqueeso eraquedarse

corto—cuandosumadreinsistióenirconél.Queríaquelasdosmujerestuvieranprotecciónconstante.Sumadrenopensabadejarquesumaridocomprara lo queAri necesitaba y a ninguno de los dos se les ocurriríaexponerasuhijaenpúblico.Ari tenía rasgos muy característicos y seguramente la identificarían

porque los medios y noticieros locales no eran los únicos que habíanenloquecido con el vídeo anónimo, sino que también había llamado laatenciónenel restodelpaís.Supadreacabócediendoa regañadientesysoloporquesuesposalehabíaamenazadoconirsolaacomprar.Noibaapermitirdeningunamaneraquesumujerosuhijafuerananingunapartesinél.Por extraño que pareciera, a su madre le gustó que su marido le

escogieralaropa.Lehabíadichomásdeunavezquesabíamejorqueellalo que le quedaba bien y que le encantaba consentirla. Además, que sepusieraloqueélelegíaeraunapruebatangibledeposesiónparaGavin.En cuanto a Ari, sin embargo, su madre insistió en ser ella quien le

compraralaropa.Eraalgoespecialquelegustabahacerporsuhijayerasumanerademimarla,yaquesumarido lasconsentíadescaradamentealasdos.Pero ¿por qué no habían vuelto aún? ¿Por qué no tenía noticias de

ellos? En su interior, Ari sabía que algo terrible debía de haberlessucedido para que tardasen tanto y no hubieran dicho nada. Estabamuy

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preocupada; los motivos eran infinitos y se torturaba con cada uno deellos.Las tiendas estaban cerradas desde hacía rato y sabía que su padre le

habríametidoprisaasumadre;seguroquetendríaganasdevolveracasaconsuhija,dondepodíagarantizarlaseguridaddeambas.Ni su padre ni sumadre querrían preocuparla, eso lo sabía bien, así

comotampocoquerríanestaralejadosdeellamuchotiempo.Sobretodosupadre,queestabamuchomástranquilocuandopodíaverasuschicasysabía que estaban a salvo. De modo que tenía que haber ocurrido algoterrible. Era la única explicación lógica y se sentía completamenteparalizadaporelterroryeldolor,porquenopodíaperderlos.¡Nopodía!Eransuvida.Suapoyo,suancla,supiedraangular.Podía parecer ridículo que una mujer de veinticuatro años fuese tan

dependientedesuspadres,peroeraloqueellosquerían…yellatambién.En un mundo incierto y viviendo día a día con miedo a que ladescubrieran,suspadreseransuúnicorefugio.Sí,habíaechadoavolardelnido,sehabíaindependizadotrasgraduarse

comoprofesora.Hastateníasupropioapartamento,apesardequeestabaeneledificiodesupadre.Hacíalacompra,ibaasusrestaurantesfavoritosysehabíaconstruidounafachadadevidatotalmenterutinaria.Era muy inteligente y sobresalió siempre en los estudios. Tenía una

memoria fotográficayalmacenabadatosensucabezacomo loharíaunordenador.Yaunconsuinteligenciasuperiorysuspoderespsíquicos,quetodavía no había puesto a prueba para ver lo poderosa que era, seguíasiendo frágil y vulnerable. Lo sabía y le daba mucha rabia, pero loaceptaba porque era quien era y, por mucho que lo deseara, no podíacambiar.Queríaserfuerte,queríavivirlavidasinvigilarsiempresusespaldasy

reprimir su verdadero yo. No era forma de vivir aunque sus padres lacolmaran de amor y anduvieran siempre protegiéndola. En algúnmomento tendría que apartarse de sus padres y salir al mundo por símisma.Suspiróycerrólosojosdespuésdemirarelrelojporenésimavez.Las

dos horas que su padre le había asegurado que tardarían en volver sehabían convertido en tres y luego en cuatro y en cinco, hasta que cadaminuto se le antojó una eternidad.Al principio no se preocupó porque,por encima de todo, su padre era muy protector con su madre. Nunca

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habríapermitidoquehicierandañoasuesposaniasuhija.Había dejado a un equipo de seguridad que la protegiera a ella y

custodiara la casa. No los veía, pero sentía su presencia. Sus miradasatentas y vigilantes. Eso debería tranquilizarla, pero las horas sin suspadresibanpasandoycadavezseponíamásnerviosa,hastaquealfinalsequedó paralizada por el miedo y la indecisión. Estaba exhausta y eraincapazdedormirsinsuspadres,ysinsabersiestabanvivosomuertos.El día empezaba a despuntar y el alba llenaba su cuarto de pálidas

sombrasdecolor lavanda.Había intentado llamarasupadre incontablesveces.Asumadretambién.Ytodoslosintentosacabarondirectamenteenelbuzóndevoz.Sabíaqueteníaquehaceralgo,pero¿qué?Nisiquierasabíaadóndesu

padre había llevado de compras a su madre, así que trazar la ruta quehabíanseguidoeraimposible.¿Ysihabíantenidounaccidente?Enesecaso,¿nomiraríaalguiensus

teléfonos, vería las llamadas perdidas y, por lo menos, se pondría encontactoconellaparacontarlequeestabanenelhospital?¿O…muertos?Unfríoheladolaparalizó.Sentíaundolor intensoenelpechoytenía

queesforzarseporllenardeairelospulmones.Nopodíanestarmuertos.Ysihabíantenidounaccidente,unodelosdos

la habría llamado, seguro. A menos que no pudiesen llamar, queestuvieraninconscientesoinclusoluchandoporsobrevivir.Semetióunpuñoenlabocaehincólosdienteshastalosnudillos.Joder.

No podía imaginarse el mundo sin sus padres. Tenían que estar bien.Teníanqueestarlo.No podía soportarlo ni un minuto más. Iría a buscar a uno de los

hombresquelaprotegíanensilencio.Supadrehabíallevadoadosdesuequipo con él y sumadre. ¿No deberían saber ellos si les había pasadoalgomalo?Y si lo sabían, ¿entonces por quéno la habían informadooinclusollevadoadondequieraqueestuvieransuspadres?Se vistió rápidamente y se hizo unamaleta pequeña por si le hiciera

faltairconellosatodaprisa.Cogiósololoabsolutamentenecesarioylometióenunbolsograndeantesdecolgárseloalhombro.Luegosedirigióalaentradaprincipal.Aricruzólapuertaprincipalylacerróconfuerzatrasdesí.Agarróel

bolso ymiró furtivamente alrededormientras se alejaba por el caminodonde había otro vehículo aparcado. Gracias a Dios su padre se había

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aseguradodequetuvieralasllavesdetodosloscochesqueteníanporsiteníaqueecharmanodealgunodeellos.Leechóunvistazoalterrenoenbuscadealgunaseñaldeloshombres

apostados alrededor del perímetro. El viento soplaba y le despeinaba elpelo largo, así que se lo apartó de la cara con lamano y se lo colocódetrásdelaoreja.—¡Hola!—saludóenvozalta—.Séqueestáahí.Necesitosuayuda,por

favor.Sololarecibióelsilencio.Nolerespondiónadieniapareciónadiedela

nada. ¿Quizá les habían encargado marcharse porque sus padres losnecesitaban?Lointentóunavezmásyhablómásaltoestavez,hastaqueselequebró

lavoz.Yunavezmásnohuborespuesta.Suspiróconpesarybajóporelcamino;seresignóairaciegas.Tomó la curva interior del caminito que llevaba al exterior, donde

estaban aparcados los demás vehículos. Se detuvo un momento porqueaunque teníamuchas llaves en el llavero, no estaba segura de qué llaveabríaquécoche.Separóybajóelasadelbolsoparacogerelpesadollaveroqueestaba

enunodelosbolsillos.Cuandolevantólavistadioungritodesorpresayseechóhaciaatrásinstintivamente.Había un hombre alto, vestido con uniforme y una camiseta blanca

ajustada.Llevaba el pelo corto y botasmilitares. ¿Botasmilitares?Unasgafasdesoloscurasletapabanlosojos,peroaunasípodíasentirelgranpesodesumirada.Habíaalgoenélquelaponíanerviosa,claroqueyaloestabadeantes,

asíquenoeraculpasuya.Debíadeformarpartedelequipodeseguridadque contrató su padre. Tenía que saber perfectamente dónde estaban suspadresohabría sabidodeellosa travésde loshombresquesupadresehabíallevadoconélysumadre.Alguienhabíarespondidoasussúplicasporfin.—¿Tiene noticias de mis padres? —preguntó inquieta a pesar de

mantenerlasdistancias—.Deberíanhabervueltohacehoras.—Estánbien—dijoconcalmaysinpestañearsiquiera.El alivio la hizo tambalear. Le cedieron las rodillas, dio un traspié y

exhalóunagranbocanadadeaire.Antesdepoderreaccionaropreguntarcómosabíaqueestabanbien,le

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estalló lacaradedolorycayóa laaceradeespaldas.Casi lereventaronlascostillas,queaúnseresentíandelotrogolpe,ylepalpitabalacara.¡Elhijodeputalehabíapegado!Notóelsabordelasangre,perointentónopensarenesoysecentróen

el hombre que la atacaba.Captó un destello en lamano izquierda y esobastó para que se levantara en una fracción de segundo, preparada paralucharcontodoloquetenía.GraciasaDios,supadrelehabíaenseñadodefensapersonaldesdeque

era una niña. Siempre se había preocupado por su seguridad, no soloporque era su única hija y la adoraba, sino porque no quería que seencontrara nunca en una posición vulnerable sin posibilidad dedefenderse.El ataque en el aparcamiento de la escuela la había pillado tan por

sorpresaqueelprimerimpulsofueusarsuspoderes.Derepentefueconscientedealgoquelehizounnudoenelestómago;

un temorqueesparció suvenenopor todoel cuerpo: intentabadrogarlaparaquenopudierautilizarsuspoderes,loquenosolosignificabaquesupadre tenía un traidor entre los suyos, sino que a saber cuántos másestaban implicados. ¿Eran todos malos? Su madre y su padre habíandesaparecidodelmapacuandosupadresellevóunaescoltadeseguridad.Deberían haber sido capaces de protegerlo y por eso su padre estaríadispuestoadarleunapalizaaalguien.A menos que… Tal vez habían drogado a sus padres tal y como lo

habíanintentadoconella.Teníaunmillóndepreguntasrondándoleporlacabeza,perolascalmó

ysecentróensuagresor,queahorasoloestabaaunosmetrosdedistanciaynoseesforzabaporesconderlajeringuillaquellevabaenlamano.Analizó la situación rápidamente y supo que no había manera de

derrotarfísicamenteaestehombre,eraluchadoryhastaparecíaexmilitar.TodavíallevabaropadesoldadoyteníaunairedeseguridadensímismoqueleindicabaquenollevabafueradelEjércitomuchotiempo.La decisión que se reflejaba en sus facciones la asustabamás que su

evidentefuerzafísica:teníaunamisión,unaquedebíacumpliracualquierprecio.Pero si tenía pensado drogarla y no la habíamatado de inmediato—

algoqueobviamentepodríahaberhecho—,entonces tendríaórdenesdellevárselaconvida.

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Secentróenunpuntoyelrestodelmundosimplementedesapareció.Elsudor le caía por la nuca al tiempo que se concentraba en lamano quesujetaba la jeringuilla.Se le levantóelbrazocomosi fuera lamarionetadeuntitiritero.Semovíaatrompicones,tratandodezafarsedesucontrol.Intentóabalanzarsesobreella, tratandodealcanzarlacon lamanoque

tenía libre, y consiguió esquivarlo, aunque eso la desconcentró unmomento.Teníaque llegar hastaunode los cochesy la única formadeconseguirloerahacerlesuficientedañocomoparatenerlaoportunidaddeescapar. Dudaba de que estuviera solo, pero quizá esperaban que sureacción fuese esconderse en la habitación como una niña pequeña eindefensahastaquefueranaporella.Puso toda su energía mental en esa jeringuilla hasta que cobró vida

propia, se le escapó de lamano y quedó flotando en el aire; de repenteparecíaunaavispaamenazadora.Elhombremaldijo,seinclinóyesquivólajeringuillaqueenesemomentofueapincharle.Selecayeronlasgafasyentoncesleviolosojos.Seguíatratandodeatraparla,peroleesquivabaunayotravezsinapartarlavistadelajeringuilla.Esopodríaincapacitarla,¿verdad?Puesesomismoleharíaaél.Laimpaciencialehervíaenlaconciencia.Lascosasquesolíahacercon

facilidad y que le resultaban naturales ahora parecía que hubieransucedido hacía muchísimo tiempo. Toda una vida. Había crecido tanacostumbradaanoutilizarsuspoderesqueseleantojabanajenosynounaparteintegraldaella,comodeberíanhabersido.Olvidarse del pánico para centrarse solo en esa jeringuilla requería

hasta el último ápice de disciplina que su padre le había inculcado.Entonces empezó a distinguir el patrón de movimientos que el hombrehacíaparaevitarquelealcanzaselaaguja.Le lanzó la aguja en línea recta y en el último momento desvió la

trayectoria rápidamente y la proyectó justo donde había anticipado queestaría.Selaclavóenlagargantaypresionóelémbolomentalmenteparaintroducirleelcontenidodelajeringuilla.Él la fulminó con la mirada al tiempo que se arrancaba la aguja del

cuello y la lanzaba lejos, con rabia. Sin embargo, se le empañaron losojosy susmovimientos se ralentizaron.Se tambaleóy cayóde rodillas,peroenunúltimoesfuerzo,levantólacabezaylamiróconunamezcladeodioy…¿respeto?—No creas que esto es el final —dijo arrastrando las palabras—.

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Iremosaporti.Noestásseguradeningúnmodo.Nohaylugarenelqueno podamos encontrarte.Te he subestimado esta vez, pero no volveré acometer ese error. Y al final harás lo que queremos si es que quieresvolver a ver a tus queridosmamáy papá, aunqueno sean tus padres deverdad.Esasúltimaspalabraslesalieroncasiininteligiblesdeentreloslabios,

conunasonrisadebobalicónqueeracompletamenteincongruentedadalasituación.Unamirada triunfal seasomabaa susojosvidriosos, luegoelsedanteacabódesurtirefectoysecayóhaciaun ladohastagolpearse lacabezaenelcaminoconunruidosordo.—¿Qué?—preguntó—.¿Quéhasdicho?Corrióhaciaélylediounapatadaenelcostadointentandodespertarlo,

apesardequesabíaqueestaríafueradejuegoduranteunbuenrato.Esoeraloqueélhabíaqueridohacerle.Menudocabrón.¿Lohabíaoídobien?Sacudiólacabezaysevolvió,enfadadaporhaber

desperdiciado esos valiosos segundos preocupándose por una estupidezque su agresor había dicho cuando estaba bajo los efectos de un fuertesedante.La situación era una locura y, en unmundo en el que no podíaestarseguradenada,loúnicoquesabíaconcertezaeraquesuspadreslaquerían. Era hija suya: había visto su certificado de nacimiento y teníadoblenacionalidad,yaquehabíanacidofueradelosEstadosUnidos.No pensaba caer en la trampa y reaccionar ante esas palabras porque

esoeraprecisamenteloquequería.Queríaplantarlasemilladeladudaymeterlemiedo. Y sí, había conseguido asustarla. Estaba claro que sabíadóndeestabansuspadresyqueeraaellaaquienquerían.Mientrasbuscabaatientasentreeljuegodellaveslamarcaqueledijera

qué llave era de qué coche, decidió coger elmásgrandey resistente deentrelaflotadesupadre.Sabíaqueelenormetodoterrenoteníaunchasisdeaceroreforzadoapruebadebalasyventanasirrompiblesquedeberíaresistircarrosycarretas.Ysiotrocochelaembestía,nosaldríaperdiendoanoserquequisieraaplastarlauntráilerdedieciochoruedasyaunasínosesabríaquiénsaldríapeorparado.Abrióelcoche,sesentóalvolanteyencendióelmotorcontantoímpetu

que salió a toda mecha dejando marcas de neumáticos en el asfaltomientras se alejaba todo lo que podía de la gente en la que no podíaconfiar.

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Ocho

Ariseapretócontraelcostadoelbolsoenormequellevabaysedirigiócon ritmo rápido a la entrada del edificio que albergaba la empresa deseguridadDevereaux. La forma en que iba vestida denotaba elegancia yriqueza:llevabaropadediseño,pendientesdediamantesygafasdesoldediseñador,asícomounpañuelodeHermèsconelquesecubríalacabeza.Parecíaqueseprotegieraelpelodelviento,peroenrealidadconlasgafasyelpañuelointentabaocultarsupeloysusojostancaracterísticos,pornohablardeloscardenalesquelemarcabanelrostro.Habíaaparcadoelcochejuntoalbordillodetalformaqueotroscoches

nopudieranobstaculizarle la salida.EraunBMWM6descapotablemuyelegante que encajaba sin problemas con la imagen que intentabaproyectar. Además, tenía la ventaja de ser rápido: quinientos ochentacaballosbajoelcapó.Recordabahastaelúltimodetalledeloquelehabíacontado su padre sobre los distintos coches que tenía. El M6 era másrápidoymáspotentequeunMustang,queunCamaro—másinclusoqueelZL1—yqueunCorvette, aunqueconesteúltimo la cosa estaríamuyreñida.Sibienanteshubierapreferidounafortaleza impenetrableconruedas,

ahorapreferíaalgo sencillodemanejarconelquepudieradejaratrásalosdemás.Porsuertesupadrelehabíainculcadolaimportanciadepensaryhacerplanesporadelantado.Había contemplado minuciosamente sus opciones cuando fue a

recuperarelcontenidode lacajadeseguridadquesupadreguardabaenuno de los bancos locales. Lo había dispuesto así para que en caso denecesidadodeproblemas,tuvieraaccesoadineroenefectivoyaunafalsaidentidad,incluyendopasaportesypermisosdeconducción:tresentotal.Nunca se le había ocurrido preguntar a su padre por qué creía que

necesitaríaalgoasí.Sabíamuybienloprotectorqueeraconella,demodoque no le dio mucha importancia; pensó que era fruto de lasobreprotecciónydeciertaparanoia.Perotalvezsupadrehabíaacertadoalprepararseparalopeor,yaqueeraesoaloqueellaseenfrentabaenesemomento.Ahoradabalasgraciasalaprevisióndesupadre.Habíavividotoda su vida en una burbuja, y, por vez primera, su padre no estaba ahí

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para solucionarle losproblemas.Dependíadeella salirdel enredoenelqueestabametida.Lomásseguroeraquelagentequelaperseguíaesperaselocontrario

de loqueestabahaciendo.Supondríanque sevestiríadeuna formamásmodesta, que intentaría no parecer la hija de un hombre rico yevidentementenoesperaríanverlaenpúblicoconunaropayuncochequellamaranlaatención.Ariseestabaocultandoaplenavista,confiabaenqueseguiríanaalguienquetrataradeesconderlasuntuosidaddeldineroydelprestigio.Y si la estaban vigilando, como creía que hacían, o almenosdeberíanhaberhecho,entoncessabríanquenormalmentevestíademanerainformalyquepreferíavaquerosycamisetaalaropadediseño.Ibamáscómodaconsandaliasqueconloselegantestaconesquellevabaahora.Y,desdeluego,notendríaningúnreparoalahoradequitarselostaconesyhuirdescalzasifueranecesario.Caminaba con paso rápido, enérgico y seguro, y llevaba la barbilla

ligeramente levantada para tener una línea de visión despejada de losalrededoresentodomomento.Loobservabatodoenbuscadeunaseñaldepeligro.Cualquiercosaquepareciese…peligrosa,aunquenosabíacómoalguien podría percatarse de un peligro inminente. Si todo el mundollevarauna señalde advertencia con lapalabra«peligro»,nopillarían anadie desprevenido, así que era absurdo pensar que detectaría unaamenazaeneseiryvenirconstantedelagente.Dejó escapar un suspiro de alivio cuando entró en el edificio, la

tranquilizabaunpocodejaratráselajetreodelacalleyestarfueradelavista de cualquiera que pudiera observarla. Firmó en el mostrador deseguridad usando uno de los alias que había recogido de la caja deseguridad. Intentaba aparentar calmay aplomo, aunque tanto losnervioscomo la agitación se aferraban a su pecho. Tras obtener la tarjeta deidentificación para acceder a través del torno de seguridad, se apresuróhacialosascensoresconunaansiedadcadavezmayor.Supadrelehabíadichoenmásdeunaocasiónqueencasodequealgo

le sucediera a él, o si alguna vez ella necesitaba ayuda, debía acudir aCaleb o Beau Devereaux, a ser posible Caleb, por ser el mayor. No lehabíaexplicadoquérelaciónteníaconlosDevereaux,perohabíainsistidoen que solo confiara en ellos y en nadie más. Y al igual que no habíacuestionadolanecesidaddeldineroenefectivoylosaliasqueguardabaenunacajadeseguridad, tampocolepreguntósobreesevínculo,aunquele

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resultaba extraño no haber conocido nunca a los hombres a los que supadrelehabíadichoquerecurrierasifueranecesario.Solo esperaba que su padre estuviera en lo cierto. Ya le habían

traicionado hombres en los que él confiaba. ¿Quién podía decir que losDevereauxerandiferentes?Pero¿quéotraopcióntenía?Noteníaninguna.Apretóloslabiosmientrassalíadelascensorenlaplantaqueocupabala

empresa de seguridadDevereaux.No tenía otra opción salvo confiar enloshombresdelosqueevidentementesefiabasupadreyrezarparaquenohubieracometidoungranerroralrecurriraellosparapedirayuda.

Beaulevantólavistadelescritoriocuandolaalarmasilenciosadisparóelhazdeluzensudespachoqueanunciabaquealguienhabíaaccedidoalvestíbulode laempresa.Suoficinaestabasituadade formaestratégicaytenía un espejo polarizado que le permitía observar y formarse ciertaimpresión de un cliente potencial nada más verlo. A menudo, la gentemuestracómoesenrealidadcuandocreequenolavigilan.Una mujer joven y menuda se dirigía con vacilación hacia la

recepcionista,Anita,ydesdesupuntodevistaestratégicopodíavercómole temblaban las manos, aunque la muchacha trataba de ocultarlo conaplomo.Fruncióelceñoalverquenosehabíaquitadonilasgafasdesolnielpañueloyqueseguíaocultandosurostro.Ibadeincógnito,sinduda.Pulsó el botóndel interfonoque lepermitía escuchar la conversación

entre la joven y Anita. Había despertado su interés. Se vio a sí mismoinclinándosehaciadelantecomosipudieraacercarsemásapesardequeelcristallesseparara.Enunmomentodado, la joven,aúnensilencio,desvió lamiraday la

fijóenlapareddecristal.Yaquenopodíaverlelosojos,nosabíaloqueestaba pensando ni si sabía que la observaban, pero tenía la incómodasensacióndequesabíaexactamentequéeraesecristal.—¿Señorita?—instóAnita a la joven,otravez—.¿Puedoayudarla en

algo?¿Tieneustedcita?—No—dijolajovenconunavoztemblorosaysuave—.Quierodecir,

sí.Respiróprofundamenteyencorvóloshombrosdeformavisible,como

siestuvierahaciendoacopiodevalorparadecirleporquéhabíavenido.Beauselaimaginabafácilmentecerrandolosojosenaquelmomentodedesesperación.

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—Loquequeríadeciresquenotengocita—aclaróenvozbaja—,perosí,puedeayudarme.Dios,esperoquepueda.NecesitohablarconCaleboBeauDevereaux,aserposibleCalebsiestádisponible.Es…importante—añadió.Ladesesperaciónsehacíapatenteensuvoz.Beaualzólascejasdeinmediato.Estabasegurodequenoconocíaaesa

jovenyporelmodoenque leshabíanombradosenotabaquealmenoshabíaoídohablardeellos,porquenosehabíadivulgadoqueBeauoCalebparticiparan activamente en la gestión de la empresa de seguridadDevereaux.Daneeraeltestaferro,laimagendelacompañía.Cuandohabíaruedas

de prensa o estaba involucrada la policía, etc., eraDane quien estaba almando,mientrasBeauyCaleb semanteníanen la sombra.Desdeque sehabíacasadoconRamie,suhermanohabíadelegadoelfuncionamientodelacompañíaenBeauyQuinn,suhermanopequeño.Quinnseencargabadetodoeltostónfinancieroasícomodelarevisión

de antecedentes penales, no solo de los empleados potenciales, sinotambiénde aquellaspersonasquequisieran contratar los serviciosde suempresa: asuntos para los queBeau no tenía paciencia. Beau deliberabacon Dane sobre qué clientes aceptaban y cuáles remitían a otra parte.Muchos de los supuestos clientes eran en realidad personas que queríanllegarhastaRamieysuspoderes.Yesonoibaadejarquepasara,niporencimadelcadáverdeCaleb.Beaupulsóunbotónsituadocercadel interfonoparaenviarunaseñal

que Anita, o quien estuviera detrás del escritorio, pudiera ver. La luzsolamenteemitíadoscolores:rojooverde.ElrojosignificabaqueAnitadebía informar al posible cliente de que no había nadie disponible yacompañarlo con delicadeza a la salida. El verde significaba que debíaacompañaralclienteaunadelasoficinas.Enestecaso,aladeBeau.AAnitanuncaseleescapabanadaysumiradanuncadelatabalaluzque

leindicabaloqueteníaquehacer.—Losiento,peroCalebnoestádisponible.Antesdequepudieraterminar, la jovensellevóunamanoalabocay

luego apretó el puño contra sus labios.Beau casi podía sentir el pánicoemanandodesucuerpoenoleadasyráfagas.—Sin embargo, Beau está disponible, y la recibirá enseguida —

continuó Anita rápidamente. Ella también se había percatado de lareaccióndelajovenyseapresuróatranquilizarla.

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Alajovenleflaqueabaelcuerpoenteroytemíaquelefallaranhastalaspiernas. Frunció el ceño cuando pensó que no podría caminar hasta laoficina.Temblabacomounflan.Sepusodepieyenmarchaenunafraccióndesegundoyrápidamente

abriólapuertadeldespacho.Salióalvestíbuloazancadas,esperandoquesu presencia la tranquilizara en lugar de asustarla. Ella se dio la vuelta,visiblemente sobresaltadaalverlo tancerca.Fueentoncescuandovio loquetantohabíaintentadoocultar,ylohabríaconseguidodenoserporlaluz que ahora le iluminaba el rostro. Tenía un cardenal a un lado de labarbilla y había indicios de una grieta en la comisura de la boca. Alparecer,alguienlahabíagolpeado.Existían unmillón de razones que explicaran el porqué del cardenal,

peroenprimer lugar,habíavisto lopeorque lavidapodíaofrecery loque las personas eran capaces de hacer, así que su primer instinto erasiempre ponerse en lo peor. Y en segundo lugar, si se trataba de uncardenalsinimportancia—debidoaalgúnaccidentetalvez—,¿porquésetomabatantasmolestiasparaocultarlo?Dio un paso vacilante hacia atrás y él no se movió. Simplemente se

quedó ahí para que lo examinara sin interrumpirla. Era evidente que loestabaestudiando;quizásepreguntarasipodríaconfiarenél.—¿Queríaverme?—preguntóBeauenuntononeutro.Apretó los puños a la altura de la barriga. Se mordisqueó el labio

inferior e hizo una mueca de dolor al recordar la herida que tenía. Sellevóunamanoallabio,peroentonces,aldarsecuentadequeatraeríaunaatenciónquenodeseabasobreelcardenal,ladejócaeraunlado.—Sí—dijoella,inclinandolacabeza—.Necesitoquemeayude.BeaudesviólamiradaendirecciónaAnitayestalerespondióconuna

rápida inclinación de cabeza, sabiendo lo que quería. Tenía que ponertodaslasllamadasenesperayocuparsedetodoloquesurgieramientrasélestabaconlajovenparaquenadalosinterrumpiera.Hizoungestoa la jovenparaquelosiguieraasudespacho,peroella

vaciló.Despacio, le puso lamano en el antebrazo, peronode unmodoatemorizadororepentino,sinoconsuavidad.—Poraquí,porfavor—leindicó,alentándolaaacompañarle.Tenía los hombros rectos y miró al frente con decisión como si

quisiera deshacerse de la inquietud. En la puerta del despacho, tomó lainiciativayentróprimero,dejandoquelasiguiera.Élcerrólapuertatras

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de sí y se volvió hacia lamisteriosa jovenque lo había llamadopor sunombre.Sumiradaseposóenelespejopolarizadoehizounmohín.—Sabíaquemeestabaobservando—dijoenuntonobajoyacusador.—Nomehaayudadomucho—repusoélamablemente.Sedirigióhaciaelescritorioparasentarseenlasillayparecermenos

intimidador.Estabafamiliarizadoconelaspectodeunapersonaquehabíasido víctima de abusos. Dios sabe que había visto a unas cuantas. Demanera que sabía que su tamaño y su comportamiento podían serintimidantesyunamujerpodíainterpretarloscomoamenazantessiyaerarecelosaconloshombres.Sin embargo, también era terco, y enmásdeunaocasión, la gente le

había rehuido por su actitud franca. Era quien era y sabía que nuncacambiaría, por eso no podía comportarse de otro modo, aunque lasituaciónasílorequiriera.—Antesdequemecuente loque laasusta tanto,quítese lasgafasyel

pañuelo.Se puso tensa mientras lo observaba fijamente a través de las lentes

oscurasde lasgafas.Sentía sumiradaycómo la escudriñaba; lonotabaporelpicorenlanuca.—¿Sonloscardenalesloqueintentaesconder?¿Oaustedmisma?Automáticamente,ellase llevóunamanoa lacara,peronose tocóel

cardenaldelabarbilla.Lohizoparataparseunadelaslentesdelasgafas.Sureacciónfuefruncirelceñoantelaideadequelajoventeníamásdeuncardenal.Cuandosediocuentadelacaraqueponía,sepusonerviosaysegiróparamirarlapuerta.—Estáasalvoaquí—dijoBeauamablemente—,peronecesitosaberlo

todo para poder ayudarla. Por eso necesito que se quite las gafas y elpañueloyquemedigaquélahatraídohastamihermanoyhastamí.Sinrodeos—añadió.Debía de estar conteniendo el aliento porque estaba tan quieta que no

apreciabasiquieracómoseelevabaybajabaelpecho.Eneseinstantedejóqueelairesalieradesuspulmonesenunalargaexhalación.Sebalanceó,cansada,ybajólamanohastaencontrarelbrazodeunadelassillasquehabíafrentealescritoriodeBeau.Lentamente, levantó el brazo y tiró del pañuelo. Lo llevaba sujeto al

pelo con prendedores y, cuando se lo quitó, unamelena sedosa le cayó

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sobreloshombrosybrazos.Teníauncolorúnico.Podíaimaginarseporquésehabíamolestadotantoenocultarlo.Sumelenateníavariostonosderubio,perotambiénteníamechasplateadasentrelazadasconmechasdeuncálidocolorcastaño.Sereflejaban,almenos,seistonosdiferentesalaluzdeldespacho.Letemblabanlasmanoscuandosequitólasgafas;bajólamirada,con

loquenopudovérselaalmomento.Perocuandoalzólabarbillaparaquepudieranmirarsealosojos,losdeBeauseabrieron.Susojos,aligualquesu pelo, eran inconfundibles. Le fascinaba cómo parecían cambiar decolor a medida que se movía y la luz incidía en ellos, resaltando unasmotasrelucientesdeaguamarinayoro.Silehubieranpreguntadodequécolor eran, no habría sabido responder. ¿Cómo se podía describir lamezclaturbulentadelocéano,elsolylasjoyasmásbrillantes?Ytalcomosospechaba,habíamáscardenales.Teníaunoojohinchadoy

selehabíapuestomorado.Soloatravésdeunapequeñahendidurapodíaverelojodeeselado.Incluso a pesar de la hinchazón del ojo, había algo claramente

electrizanteensumirada.Sepreguntósieramédium.Enesemomentoleentraron ganas de hacerle varias preguntas, pero se contuvo porque lajoventeníacardenales,aunqueningunodelosgamberrosquehabíanidotras ella había sidoviolento con ella y, sin duda, no le habían tocado lacara. Alguien le había hecho daño y eso lo cabreó. Por no hablar delhechodequeestuvieraallí,ensuoficina,dequesupierasunombreydeque estuviera muerta de miedo. No podía estar fingiendo a no ser quefueraunaactrizbuenadecojonesynocreíaquelofuera.Suspreguntastendríanqueesperar.Ahorateníaqueconcentrarseenlo

que había hecho que acudiera a él y a Caleb. Tenía que hacer que sesintiera segura para que pudiera sincerarse con él y le hablara delproblemaenelqueestabametida,loquerequeríapacienciaporsuparte.Ynoeraunodesuspuntosfuertes,sinduda.Noobstante,decidióreprimirsuimpacienciayeldeseodesaberlotodoalinstanteparapermitirlequesecalmarayquesesintieramáscómoda.Siesqueesoeraposible.—Ustedes lamujerde lasnoticias—murmuró—.Lamujerde laque

todoelmundohabla.Ellaasintióy,de repente, cerró losojoscuandoeldolory lapena se

reflejaronensurostro.—Fui imbécil —dijo con la voz ronca—. Y ahora mis padres están

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pagandoporello.Necesitosuayuda,señorDevereaux.Measustamuchoqueleshayapasadoalgo.Mipadremedijoquesialgunavezmemetíaenproblemas,sinecesitabaayudayélnoestuvieraahí,quevinieraaquí.Conustedoconsuhermano.LascejasdeBeauseelevaroncuandopreguntó:—¿Yquiénessupadre?—GavinRochester.SoyArial,Ari,suhija.¿Loconoce?Beau frunció el ceño. El nombre le sonaba de algo. Habían pasado

muchos años, cuando sus padres aún vivían, pero estaba casi seguro dequeGavinRochesterhabíasidounamigoounsociodesupadre.Ydadaslasextrañascircunstanciasenlasquehabíanmuertosuspadres,leparecíararoquealguienqueestuvierarelacionadoconellosenviaraasuhijaaélyCaleb.Caleb había cortado con todas y cada una de las relaciones de sus

padres,socios,amigos…contodos.Nosabíanenquiénespodíanconfiar,siesquepodíanconfiarenalguien,asíque,simplemente,sehicieronaunlado, desaparecieron del mapa y empezaron de nuevo. Desde cero.Mientras sus padres estaban vivos, se deleitaron en su estilo de vida ydisfrutaron de todas las ventajas de haber sido ricos y poderosos. Sinembargo,Calebhabíahechoexactamentelocontrario.Noqueríaquesushermanosllevaranlamismavidaquesuspadres;unavidaqueloscondujoasumuerte.—No,noloconozco—dijoBeauconsinceridad—,peroesposibleque

mipadre lo conociera.Sin embargo,mispadresmurieronhacemuchosaños, así que debe de ser por eso que su padre le dijo que acudiera anosotrossialgunavezseveíaenproblemas.—Ojalápudieravolveratrásyenmendarlotodo—dijoella,mientrasla

penalaahogabaylesalíanlaspalabrasaborbotones—.Cometíunerror.Sesuponíaquenodebíaexponermecomohiceesedía,perofueinstintivo.Supequeibaamatarme,se loveíaen losojos.Yaunquesoyexpertaendefensapersonal,mipadre insistióenello,era imposiblequeunamujerdemitamañopudieracontreshombres.—¿Quéhizoexactamente?—preguntóBeaucontranquilidad.Se quedó en silencio, mordiéndose la parte superior del labio,

consternada. Podía ver que estaba librando una batalla infernalinternamente.Decidíacuántopodíacontarle,siesquepodíacontarlealgo.—Ari.¿PrefieresquetellameArioArial?

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—Ari—respondióconvozronca—.TodosmellamanAri.—Muybien,Ari.Hasvenidoaquíporqueenciertaformasabíasquesi

tu padre confiaba en nosotros, tú también podías. Y si voy a ayudarte,necesitosaberlo todo.Nopuedesdejartenadaenel tinteroporque tengoque saber a quéme enfrento. Si te preocupa tu privacidad, tenemos unapolítica muy estricta sobre la confidencialidad de nuestros clientes. Nisiquieraguardamoscopiasdeseguridadynuestrosistemainformáticoesimpenetrable. Solamente contratamos a los mejores y nos tomamosnuestronegocio,yanuestrosclientes,muyenserio.—¿Significa eso que me ayudará?—preguntó con inquietud—. Si el

dineroesunproblema,leaseguroquetengosuficiente.Mientrashablaba,empezóasacarunfajodediezmildólaresylopuso

sobreelescritorioconnerviosismo.—Dígame cuánto es y lo pagaré. Si el efectivo no es suficiente,

conseguirémás.Beause inclinó sobre lamesay lecogióunade suspequeñasmanos,

sujetándolacon firmezapara impedirquevolvieraahurgarenelbolso.Le frotó el pulgar sobre su piel suave y satinada en un intento detranquilizarla.—Hablaremosdeldineromásadelante—dijoconamabilidad—.Ahora

mismonecesitosaberaquénosenfrentamosparasaberdóndeempezarabuscar. ¿Dijiste que tus padres habían desaparecido? ¿O que estaban enpeligro?Unaslágrimasseasomaronasusojoselectrizantes,casideneón,ylos

volvieron más brillantes. Prácticamente resplandecían y parecían másgrandesencontraposiciónconladelicadaestructuradesushuesos.Sumiradaseposódenuevoenelojohinchadoyrechinólosdientes.Le

tocabalasnaricesimaginarquealguienpudieragolpearaunajovencontantafuerzacomoparadejarleuncardenalcomoelqueveía.Teníasuertedequenolehubierarotonada.Pero¿cómoestabatansegurodeeso?Nopodíallevarlaaurgenciasparahacerleunaradiografía.Tomónotamentalparallamaraunmédicoparaquefueraaexaminarlaencuantoestuvieraenunlugarseguro.Seretorciólasmanosconnerviosismoydespuésseinclinó,secolocó

los dedos en las sienes para aliviar el dolor y la tensión. Lo único quepodía hacer era mantenerse al margen y permanecer tras el escritoriocomo si de una tercera parte imparcial se tratara. Alguien a quien ella

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queríacontratar.—Simelopermites,serámejorqueseayoquienformulelaspreguntas

—apuntó él—.Puedeque así te seamás fácil concentrarte si solo tienesqueresponderamispreguntasenlugardedebatirteentrecómocontarmetuhistoriaysipuedesonoconfiarenmí.Laculpabrilló en susojosy supoquehabíadadoen el clavo,que la

jovensedebatíainternamentesobresipodíaonoconfiarenél.Entoncesapretó los labios, se enderezó y lo miró directamente como si hubieratomadounadecisión.—Mipadreconfíaenusted—dijoconsuavidad—,asíqueyotambién.

Nomehabríadichoqueacudieraaustedsinosupieraconabsolutacertezaque es un buen hombre y queme ayudaría. Es lo único queme queda,señorDevereaux.Abuenhambrenohaypanduro,sobretodosisetratadelavidademispadres.—Porfavor,llámameBeau—pidió—.LodeseñorDevereauxmehace

sentir como un viejo pesado y espero que no sea esa la imagen queproyecto.Surostroadquirióuncolorrosadoyunadiminutasonrisasedibujóen

las comisuras de sus labios. Se quedó fascinado por el cambio que seprodujoensusojosduranteesebreveinstanteenqueellabajólaguardia.Seviocautivadoporelcaleidoscopiodecoloresqueconteníanaquellospequeñosiris.—Puesclaroquenoeresningúnviejopesado,asíqueBeauentonces—

dijoellasuavemente.Notó que se relajaba un poco, que una parte de la horrible presión

empezabaaabandonarsucuerpo.—¿Quierescaféoté?¿Unrefresco,quizá?Ellasacudiólacabezaymiróelreloj.—A estas alturas ya he perdido demasiado tiempo. Puede que ya sea

demasiadotardeparaellos.Eldolorylaangustiaanegaronsusojosunavezmásyladesolaciónle

consumíalasfaccionescomounaoscurasombra.—¿Cuándodesaparecieron?—preguntóBeau,decididoacogereltoro

porloscuernosyainterrumpiraquelladelicadadanzaparahacerquesetranquilizara.—Ayer. Ayer por la tarde —informó ella mientras soltaba el aire

profundamente—.Séqueesunpocotontopreocuparsecuandoaúnnohan

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pasado veinticuatro horas desde que desaparecieron, pero tienes queentenderlo.Despuésdeloquehapasado,nuncamedejaríansoladurantetantotiempo.Fueronacomprarmealgunascosas.Nosíbamosaunadelasresidencias secretas de mi padre para protegerme de los medios decomunicaciónydecualquierchifladoquefueraapormí.Beaulevantólascejasaloíresodelaresidenciasecreta,peroajuzgar

porlacaravestimentaqueArillevabaylosfajosdediezmildólaresquehabíasacadodelenormebolso—sintenerencuentalasobviasmedidasdeseguridadquehabía tomadosupadre—,su familiadebíadeser rica.Denuevo,tomónotamentalparaaveriguartodoloquepudierasobreGavinRochesterencuantohablaraconQuinn.Porahora,dejóesetemaaunladoysecentróenelresto.Sinembargo,alamásmínimaoportunidad,sinquelajovensedieracuenta,pondríaaQuinnacomprobarlodeprincipioafinydeunaformadiscreta.Elnombrenoledababuenaespinaporqueestabasegurodequeestaba

relacionado con sus padres, y él y sus hermanos sospechaban de todoaquel que hubiera tenido relación con ellos antes de sus muertes«prematuras».Puede que Caleb, al ser el mayor, recordara a Gavin o lo hubiera

conocidoenalgunaocasión.Suspadressemovíanencírculosdepersonasadineradas, alardeaban abiertamente de su riqueza y de sus amigos,también ricos e importantes. Nunca habían sido discretos a la hora deseparar lo personal de los negocios y, con frecuencia, como le habíacontadoCaleb, habían recibido a sus socios en casa, loque lespermitíaconocer y relacionarse con los niñosDevereaux, aunqueCaleb siempreocultaba a su hermana pequeña, Tori, cauteloso con respecto a laspersonasconlasqueserelacionabansusprogenitores.Eratristeadmitirque, inclusoaunaedadtemprana,Calebnoconfiaba

en sus padres. Beau tenía apenas vagos recuerdos de ellos, nadaespecífico;yQuinnyTorinorecordabannada.—No me llamaron—continuó Ari—. No me dijeron adónde iban y,

cuandolosllamé,mesaltódirectamenteelbuzóndevoz,loquemehacepensar que tenían los teléfonos apagados o sin batería. Desaparecieronliteralmente.Nuncaharíanquemepreocuparanimedejaríansolaporquesí.Poreso,séqueleshapasadoalgo.—Cuéntametodoloquesepas—laanimóBeau—.Notedejesnada,no

importa lo insignificante que pueda parecer. Necesitamos toda la

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informaciónquenospuedasproporcionarparaque,almenos, tengamosalgoporloqueempezar.Se quedó quieta y contuvo el aliento. Sus fosas nasales temblaron

cuandolovolvióamirarfijamente.—¿Significaesoqueaceptaseltrabajo?—Necesito conocer todos los hechos, pero sí, nuestra empresa te

ayudará.Se le dilataron las fosas nasales por su repentina exhalación y se le

encorvaronloshombrosvisiblemente.—Gracias a Dios —murmuró—. No sabía qué más hacer, a quién

acudir. Los hombres que contrató mi padre no son de fiar. No puedopermitirmeconfiarennadie.Peroestáclaroquemipadreteníaabsolutafeentiyentuhermano,asíquemeguiaréporsujuicio.—¿Porquédicesqueloshombresquecontratótupadrenosondefiar?

—preguntóél,apesardequeteníaunaligeraideadecómohabíaidotodo.Nosehabíahechoesoscardenalesporaccidente.—Mi padre solamente se llevó con él y mi madre a dos de sus

guardaespaldas.Mipadreescapazdedefenderseasímismoyamimadre,perode todasformasse los llevóydejóal restodelpersonalen lacasaconmigo.»Cuandomedicuentadequenoregresaban,salídelacasaconelfinde

llamar su atención. Sabía que estaban ahí, pero no podía verlos. Noestabandentroconmigo.Beaufruncióelceño.¿Porquélechesnoseasegurósupadredequela

casaestuvieracompletamentevigilada,tantoporfueracomopordentro?—Al no recibir respuesta cuando les pedí ayuda, hurgué en el bolso

parabuscarlasllavesdelcochedemipadre.Cuandoalcélavistaviaunodeloshombresfrenteamí.Medijoquemispadresestabanbienyantesdequepudierareaccionar,mepegó.Se llevó lamanoa la cara, aunquedudabadeque fueraconscientede

ello.Lafurialedejóunrepugnantesaborenlabocaalpensarqueaquellajoven, tan delicada, había sido maltratada por un hombre mucho másgrandequeella.Unhombrequesesuponíaquedebíaprotegerla.—Cuandolevantélavistadelsuelo,veníahaciamíyviquellevabauna

jeringuilla en la mano. Sabía que intentaba drogarme y que me queríaviva,sino,mehabríamatadoencuantosalídecasa.Beau asintió con la cabeza ante su valoración, pero permaneció en

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silencioparaqueellacontinuara,sindistraerla.—Sabíaquenopodía lucharcontraélcuerpoacuerpo.Eradosveces

más grande que yo y tenía aspecto de militar. Esa mirada, ¿sabes? Eracompletamente frío ymetódico. También sabía que, aunque le hubierandado órdenes de mantenerme con vida, no significaba que no pudierahacermedaño.Suvozsefueapagandopormomentosysuslabiosformaronunalínea

tensayblanca.Palidecióyempezóarespirardeunaformasuperficialyrápida.Loobservófijamentemientrasloestudiabaconlamirada,comositodavíaestuvieradecidiendosipodíaconfiarplenamenteenélosidebíaomitirinformaciónparaquenolosupieratodo.Peroélesperó, sinhacerobjecionesniobligarlaaqueconfiaraenél.

Era una decisión que solamente podía tomar ella; no podía obligarla aello.Siibaaayudarla,necesitabaqueconfiaraenélalcienporcien.Esoimplicabaqueteníaquecontárselotodo.—Seguramentehasvistoelvídeo—dijoconvoztemblorosa—.Habrás

oídoloqueseespeculayseguroquehassacadotuspropiasconclusionessobrequiénsoy,sobreloquesoy.—Prefieroquemelocuentestúdirectamente—repusoconcalma—.No

sueloteneropinionesformadassinconocertodoslosdetalles.Ellalomiróconundestellodeagradecimientoy,unavezmás,cuadró

loshombrosconresolución.—Tengounpoder…especial—dijodubitativa—.Telequinesis.Nosési

esmiúnicopoderporquemispadreshanintentadomantenermeamí,yamishabilidades,fueradelavistadelosdemástodalavida,demodoquenolosheusadonunca.Nodesdequeeraniñaynosabía loqueocurría.Por eso, mi primer instinto fue usarlo cuando me atacaron. No fui lobastante sensata para intentar escapar sin usar ese poder. Ahora todo elmundolosabeo losospecha,yasaberquémáspiensanosospechandemí.Sumiradarecelosaloescrutaba,esperandoalgúntipodereacción,pero

élnoreaccionó,apesardequeeraesoloqueellaesperaba.—Séquepareceunalocura—reconocióenvozbaja.—Te sorprendería saber lo que considero una locura —dijo él con

calma.Ellaserelajóunpocomás;ladudayelmiedoempezabanaevaporarse

desusojos.

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—Llamé ami padre para contarle lo quehabía pasadoymedijo queentraraenelcoche,queélllegaríaenseguida.Estoycasiseguradequedealgunamaneramanipuló elmetraje de la cámara de seguridad para quepareciera que actué en defensa propia, pero al mismo tiempo, no seaveriguara cómo me defendí. Nunca llegamos a pensar que alguienpudiesesertestigodeeseacontecimiento,ymuchomenos,quelograbaraenvídeo.Yahoraestáentodaspartes.Cerró los ojos. De repente, su rostro empezó a mostrar signos del

estrésydelcansancio.—Noséquémáspuedocontartequeteseaútil.Noestabaimplicadaen

losasuntosdenegociosdemipadre.Loúnicoqueséesquemipadreymimadre se fueron después de decirme que regresarían en menos de doshorasyyanovolvíasaberdeellos.—Ytuagresortedijoqueestabanbien.Asintióconlacabeza.—¿Cómo sé que decía la verdad?—Entonces, suspiró otra vez y se

masajeólafrente,distraída—.Debídejarquemellevaraconél.¿Porquéte molestarías en sedar a alguien si lo quieres matar? Podría habermedisparado al verme y haberse salido con la suya. Debí dejar que medrogara,talvezasímehabríallevadoconmispadresopuedequequizásloshubierasoltado,yaqueestáclaroqueesamíaquienquieren.Beaufruncióelentrecejosindarsecuenta.—Esa no es la respuesta. Si están tan desesperados por encontrarte,

usarána tuspadrescomomonedadecambioporquesi losmatan,nuncacooperarás con ellos. Intentarán ponerse en contacto contigo. Puede quequieranhacerunintercambio:túenlugardeellos.Ellaasintió.—Y eso no va a pasar, Ari—dijo en un tono que no dejaba lugar a

discusiones.Ellapusounosojoscomoplatos,sorprendida.—¿Quéotraopcióntengo?—Has optado por venir a mí. Esa ha sido tu elección. En el fondo,

donde el miedo no origina esos pensamientos irracionales, sabes quetengorazónyquesiteentregasaellos,firmaráslasentenciademuertedetuspadres.

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Nueve

ArimirófijamenteaBeauDevereaux,queestabasentadoenlabutacaquehabíadetrásdelescritorio.Parecíaestar relajadoy tranquilo,perohabíaalgo en sus ojos. Algo oscuro y temible. Era un hombre imponente eintimidante, alto y musculoso, con unas facciones definidas y pómulosmuymarcados.No leencontrabaatractivopormuchoque locontemplase.No loveía

nada elegante o refinado, a pesar de que sabía que tanto él como sushermanoseranricos.Teníaunaspectoáspero,rudo,comosiconsiguierahacer callar a los demás con su sola presencia y, si estos eran listos,disuadirlosdeenfrentarseaél.Ella lohabíacontratado,deberíaserellaquientuviera lasarténporel

mango y, sin embargo, él la intimidaba por completo. Tenía un aire…duro.Comosinadaloperturbara.Talvezesofuerabueno:necesitabaquefueraduroeimplacablesiqueríaencontrarasuspadres.—¿Tienesalgúnlugarseguroalqueir?—lepreguntóBeaumientrasla

estudiaba.Intentó reprimir el pánico repentino que la invadió, pero seguía

notándolo en la nuca y supo que había fracasado estrepitosamente alintentarevitarqueselereflejaraenelrostro.Nuncaselehabíadadobienocultar sus emociones. Su padre había intentado enseñarle a serimpenetrable,perohabíasidoenvano.Ellanoeraasíyporlaexpresiónde Beau, sabía que no había conseguido disimular el desaliento en lamirada.—Nolosé—reconoció—.Alomejorelpersonaldeseguridaddemi

padreconocelalocalizacióndetodassusresidencias.Yonolasconozcotodas. Me registraré en un hotel con uno de los alias. Mi padre me haproporcionadonuevas identidades y pasaportes, así comodinero en unacajadeseguridad.Una vez más, Beau arqueó las cejas y ella imaginó lo que estaba

pensando.Parecíaquesupadrefueraalgúntipodecriminalporquetodolo que le rodeaba era secretismo y seguridad. Sinceramente, nunca sehabíaparadoapensarenello.Supadresiemprehabíasidoasí,demodoquelohabíaaceptadocomoalgonormalsinpensarenquéopinaríanlos

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demásdesusmedidasdeseguridad.Supusoquetodoloquehacíaeraparaprotegerla,paraquesuspoderes

nuncafueranobjetodelescrutiniopúblico.Yellaleshabíafallado,tantoasumadrecomoasupadre.Todoloquehabíanconseguidoenlosúltimosveinticuatroañossehabíadesvanecidoenunúnicomomentodepánico.—Entiendoquetuprincipalpreocupaciónahoramismoseantuspadres

y su seguridad—dijo Beau con amabilidad—, pero tú también estás enpeligro.Nopuedespensarsolamenteenellos.—Dime qué debería hacer entonces—solicitó Ari mientras intentaba

que no se le notara en la voz la impotencia que sentía. Era una mujeradulta y, sin embargo, aún dependía sentimentalmente de sus padres.Nosoportabalaideadenosaberquéhacer,cómoactuar,ahoraquesupadrenoestabaahíparaguiarlaconsuternurahabitual.Esolaavergonzabaylaabochornaba.—Porahora,tevienesacasaconmigo—dijoBeau—.Tuseguridades

esencial.Así podré asegurarme de que estás a salvo hasta que demos elsiguientepaso.¿SabesquiénesRamieSaintClaire?Fruncióelceñoanteesecambiodetematanrepentino.—Claro,porsupuesto.¿Quiénno?RamieSaintClairehabíasalidoentodaslasnoticiaselañopasado.Era

una médium que poseía la extraordinaria habilidad de localizar a lasvíctimasdesecuestros.Se quedó sin aliento. ¡Claro! ¿Por qué no lo había pensado antes? Si

Ramiepodíalocalizarvíctimas,talvezpudieraencontrarasuspadres.Peroencuantosediocuentadeeso,seencorvóysedesanimó.¿Cómo

podía ponerse en contacto con ella si había desaparecido de la vidapública?—EstácasadaconCaleb—continuóBeau—.Nopuedoprometerteque

teayude.Calebesmuyprotectorconellaporquesudon tieneunpreciomuy alto: ella experimenta lo mismo que le sucede a la víctima. Noobstante,sitienesalgo,algúnobjeto,quefueraelpreferidodetumadreode tu padre, o algo que usaran con frecuencia, puede que los localicegraciasaeso.El corazón le diounbrinco, le tembló el pulsoy la respiración se le

volvióentrecortada.—Vuelveacubrirteelcabellocomoloteníasantesypontelasgafasde

sol. Llamaré al chófer para que nos recoja en la entrada. Normalmente

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conduzcoyo,peronoheaparcadocercaynoquieroexponerteodejartesolamientrasvoyaporelcocheyterecojo.Ari pestañeó mientras se preguntaba cómo había pasado de querer

contratarlo a que la llevara a su casa y él se encargara de todo, pero apesardelasdudasobedeciósinrechistaryvolvióaocultarse.Cuandohuboterminado,Beaucogióelteléfonoymarcóunnúmero.Lo

escuchó mientras informaba lacónicamente al chófer de que debíarecogerlos directamente en la entrada del edificio. Cuando terminó dehablar, lepreguntócómohabíallegadohastaallí,ycuandoleexplicólodelBMWaparcadoen laaceranomuy lejosde laentrada,élsacudió lacabeza,fruncióelceñoehizootrallamada:pidióaalguienquerecogieraelcocheylollevaraacasadeBeau.Aunque esperaba que aceptara ayudarla, no se imaginaba que tendría

una reacción como aquella. Parecía que su mundo había cambiadodrásticamente y ella no tuviera ningún control sobre él. No era unasensaciónagradable,pero¿cuándohabía tenidoellaplenocontrol sobresuvida?CuandoBeauselevantódelabutaca,ellahizolomismo;derepentese

sentíanerviosaeinsegura,pero,comoyahabíareconocido,noteníaotraopción.Sabíaquenopodíaconfiarenloshombresdesupadre,aunquenotodosfuerantraidores.Sinembargo,lomásseguroerasuponerquetodosibanaporellaporalgunaextrañarazón,descartandoaloshombres—oalhombre—alosquesupadrelehabíadichoqueacudiera.Sisupadrehabíadepositadosuconfianzaysubienestaren lasmanosdeBeauDevereaux,ella podía hacer lo mismo. Nunca había cuestionado los motivos de supadreantesynoibaaempezarahora.Respiró hondo y dejó queBeau la acompañara al recibidor donde se

encontrabalarecepcionista.—DileaQuinnquetienequehacersecargodelaoficinahoyyqueme

pondréencontactoconélmástardeparaponerloaltantodelasunto.Anitaasintió.—Sí,señor.Lollamaréahora.AriresollósorprendidacuandoBeaugruñóalarecepcionistaylamiró

con el ceño fruncido. No pudo contenerse y le dio un codazo en lascostillas,arrugandolafrenteamododereprimenda.—¿Acabasdegruñirle?—susurróconasombro.Parasusorpresa,en lugardepareceralgohumillada,Anitaestallóen

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unacarcajadaysonrióaAri.—No lehagascaso.No legustanadaque lo llame«señor»ni«señor

Devereaux».Estáconvencidodeque lohaceparecerunviejoyno llevamuy bien que una mujer mayor que él lo trate de señor. Insiste enllamarmeseñora,asíquelecorrespondoconelmismorespeto.Le brillaban los ojos alegremente mientras parecía que Beau se

enfurruñabacadavezmás.—Tiene excelentesmodales sureños, desde luego—continuóAnita—.

Los hombres ya no son como antes y Beau es, sin duda, un hombrechapadoa laantigua.Lo llamoseñoryseñorDevereauxsolamenteparaprovocarlo. Sobre todo cuando se pone muy serio: es decir, la mayorparte del tiempo —dijo despreocupadamente, tranquila a pesar de lareaccióndeBeau.UnasonrisasedibujóenloslabiosdeAriaunquelasituacióneraseria

yseguíainquietaporladesaparicióndesuspadres.—¿Entoncesinsinúasquedeberíahacerlelapuñetallamándoloseñoro

señorDevereaux?—preguntóAri,convozinocente.—Exacto—afirmóAnita,contumaz,todavíasonriendo.Beaupusolosdedosfirmementealrededordesumuñecaylaarrastró

desdelasoficinashastaelascensor.—Mi padre siempre decía que nunca era lo bastante seria—dijo Ari

jovialmentemientras bajaban—.Decía que tengo un corazón demasiadoblando y que soy demasiado inocente e incrédula. Parece que tú eres elextremoopuesto,asíquequizáspodamosequilibrarnoselunoconelotro.Conlascejasalzadas,lamiróalosojosyellasesonrojóalinstante.El

calor le ardía en las mejillas: acababa de darse cuenta de cómo habíasonadoloqueacababadedecir.—Nome refería a eso—aclaró apresuradamente, casi gimiendo por

semejantemeteduradepata.Otra cosaque supadredecíaquehacía confrecuencia.—¿Aqué,entonces?—preguntóBeauenuntonodevozsuave.Estabaseguradequeseestabaponiendoaúnmásroja.—Merefieroaquetengamosalgúntipoderelación.Yasabes,elyiny

elyang,esetipodecosas.Hasidounatontería;aveceshablosinpensar.—Entonces,¿quiéndenosotroseselyinyquiénelyang?Tardóun instante endarse cuentadequeestababromeando.Se estaba

burlandodeella.

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Serio,sacudiendolacabeza.—Yturecepcionistadicequeeresdemasiadoserio.¿Acasonuncaseha

dadocuentadetusentidodelhumor?—No tengo sentido del humor —masculló—. Pregúntaselo a

cualquiera.TediránquesoyelcapullogruñóndelclandelosDevereaux.—Mmm.Supongoquetendréqueesperarparaformarmeunaopinión.

¿Adóndevamos?ElcambiodetemafuetanrepentinoqueBeaulamiróconconfusión.Ellasuspiró.—También hago eso, por desgracia. Pronto te darás cuenta: tiendo a

soltar loprimeroque semepasapor lamente.Mispadres sonexpertossiguiendoelhilodemispensamientos.Elrestoyanotanto.Él sonrió, lo que transformó por completo sus rasgos ceñudos. De

repente parecía… accesible. No tenía nada que ver con el hombreintimidantequehabíasidoeneldespacho.Las puertas del ascensor se abrieron y pasaron junto a la garita de

seguridadenlaqueAridejóelpase.Beaualzólascejascuandoleechóunvistazoalpase.—Noexagerabascuandodecíasqueteníasmuchosalias.Ari le lanzó una mirada seria para que supiera que no estaba

exagerandoenabsoluto.—Sí, tengo tres juegos de identidades. Permisos de conducción y

pasaportes de los tres nombres.Mi padre siempre me decía que, si losnecesitaba, era mejor que fuera cambiando para que así nadie pudieraidentificarmeconunosoloypudieralocalizarme.Enaquelmomentomepareció algo paranoico y lo achaqué a la sobreprotección de mi padreporque, sin duda, no era algo nuevo para mi madre y para mí. Pero,sinceramente, nunca pensé que podría necesitarlos. Está claro que meequivocaba y que debí haber prestado más atención a las medidas quetomómi padre para garantizarmi seguridad.Es como si él supiera quealgúndíalosnecesitaría.Soloquenoséporqué.SelefueapagandolavozmientrasBeaulaacompañabahacialapuerta

giratoria. Se apresuró a tocarse el pañuelo y las gafas, asegurándosedequeocultaban loquedebíanocultar.Sealegróde llevar lasgafasdesolporqueelsolbrillabaconfuerzaesedíayelrepentinohazdeluzlahabríacegadomomentáneamente.Vioelcocheaparcadojustodelantedeledificio;estababloqueandouno

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deloscarrilesdeltráficoysupoquedebíadeserelcochedeBeau.Sinembargo, cuando sedirigíanhaciaallí, alguienchocóconBeaue

hizoqueperdieraligeramenteelequilibriounosinstantes.Enesemismomomento,elcristalquehabíadetrásdeellosserompióy

seoyerongritos.ArinotócómolatirabanalsueloyBeaucubríatodosucuerpoconelsuyo.Le oyó maldecir y notó que estaba buscando algo. Giró la cabeza

intentandoaveriguarquépasabayelterrorseapoderódeellacuandovioqueBeauhabíasacadounapistolaquenosabíaquellevaba.—Agáchate—dijoapresuradamente—.Nomuevasniunpelohastaque

yotelodiga.Asintió, ya que no confiaba en poder articular palabra. Tenía la

garganta paralizada y el miedo le obstruía con rapidez las víasrespiratorias.Llegadosaestepunto,nadapodíaperjudicarlamásdeloqueyalohabía

hecho el vídeo en el que se veía cómo usaba sus poderes, así que seconcentróenlosdoscontenedoresdebasurametálicosquehabíaunpocomásabajo,enlamismacalle.Loscontenedoresselevantarondelaaceraysalierondisparadoshacia

Beau y ella antes de detenerse frente a ambos, sirviéndoles así deprotección.Cuandoél sediocuentade loquehabíahecho,maldijootravez,perosipensabaecharleunareprimenda,nolohizoenesemomento.Lapusodepieconesfuerzo,y juntoaélyelhombrequesupusoerasuchóferentraronenelcochecasideunsalto.Ariaterrizóenelasientotraseroysegolpeólacabezaconlamanivela

de la puerta contraria. Su cuerpomagullado seguía recibiendo aúnmásgolpes. Notaba como se resentían sus cardenales y las costillas todavíadoloridas.—¡Vamos,vamos,vamos!—ladróBeau—.Sácanosyadeaquí,joder.El coche salió disparado y dejó tras de sí el ruido de los neumáticos

derrapando. Se incorporó con dificultad sobre la espalda mientrasintentaba encontrarle sentido a lo que acababa de pasar. En la calle nohabíaniunsolopeatón.Todossehabíanpuestoacubiertoalescucharelprimerdisparo.Beaulaempujóhaciaabajoparaquesucabezaestuvieramásomenos

pordebajodelaventana.—¡Agáchate,joder!¿Quieresquetematen?

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Teníalosojoscomoplatoscuandobajólamiradahaciadondeestabaél,tambiénagachadoenelasiento.—¿Quéhasidoeso,Beau?—Unfrancotirador—espetó.Laconsternaciónylaconfusiónsearremolinabanensucaóticamente.

Erantantascosasquenopodíaprocesarlastodas.Habíapasadodemasiadoenmuypocotiempoysumundosehabíavueltocompletamentedelrevés.Su vida tal y como la conocía antes había experimentado un cambiodrástico.—No lo entiendo —dijo, intentando zafarse de su maraña mental—.

Cuando me atacaron, me pareció que no querían matarme. Su idea eradrogarmecuando,si lohubiesenquerido,podríanhabermeeliminadoalmomento.¿Porquéquerríanhacerloahora?—Notedisparabanati—dijoBeauconunaexpresiónsombría.Lomiróconasombro;suconfusiónaumentabapormomentos.—Medisparabanamí.

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Diez

AripermaneciócalladaduranteeltrayectoacasadeBeau.Estabapálida,visiblemente afectada y, peor aún, se notaba un sentimiento de culpareflejadoensusojos.Sabíaqueseculpabaasímismaporhaberlepuestoenpeligroyesolecabreaba.Así que cuando se movió incómoda en el asiento y se volvió para

mirarlo, supo con exactitud lo que iba a decir mucho antes de que lodijera.—Nodebíhaberte involucradoenesto—dijoenvozbaja—.Nosabía

queeraunasuntotangrave.Noentiendonadadeloqueestápasando,perosé que no podría perdonarme a mí misma si alguien muriera porayudarme.Loúnicorazonablequesemeocurreesdarlesloquequieren:amí.—Cállate y deja de comportarte como una mártir, joder —espetó él

bruscamente.Sabía que era demasiado agresivo cuando lo que ella necesitaba era

comprensión y empatía. Ari estaba a punto de perder los estribos y devenirse abajo, y estaba claro que lo último que necesitaba era que secomportara como un completo gilipollas. Sin embargo, le daba mucharabia pensar que alguien tan vulnerable e inocente como aquella jovenestuvieraenelpuntodemiradealgúnhijodeputaquesoloDiossabíaloqueplaneabahacerconella.Ari se encogió ante la reprimenda deBeau y la culpa lo embargó al

instante al ver el dolor reflejado en sus ojos. Ari trató de ocultarlorápidamente, pero no antes de que él reparara en el alcance que habíantenidosuspalabras,comosifueranundardo.—Novoydemártirniestoysiendoexcesivamentedramática—dijoen

vozbaja.La tristeza se apoderó no solo de sus rasgos, sino también de sus

palabras. Le anegó hasta los ojos, que pasaron de su fulgor eléctriconatural,casideneón,aunazulverdosomásapagadoysosegado.—Esquenoséquémáshacer.Mispadreslosontodoparamí.Miúnica

familia.Hanrenunciadoamuchascosaspormídurantetodamivida.Mipoder afectó su vida más de lo que sacudió la mía porque siempre se

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asegurarondequeestuvieraasalvoydequefuerafeliz,yhastaquenofuimayornocomprendítodoloquesacrificaronpormí.»Mi madre dice que soy su pequeño milagro. Cuando mis padres se

casaron,intentaron,sinéxito,tenerunhijo.Mimadreaúnerajovenymipadrenoteníaprisa.Élhabríasidofelizconmimadre,conellalehubierabastado,peroellaestabadesesperadaportenerunhijo.»Tras innumerables abortos y después de la decisión demimadre de

quedejaría de intentarlo porquenopodría soportar perder otro hijo, sequedóembarazadademí.Soysuúnicahija.Mimadrenopudotenermáshijos.Quiseserlahijaperfectaparacompensarasídealgúnmodoquemimadre no pudiera tener lo quemás quería. Una casa llena de niños, deamor,derisasydefelicidad.»Siempre me han protegido, siempre. Me protegieron de la cruda

realidad de la vida. Puede que no me hicieran ningún favor y que meprotegierandemasiado,perosiemprelesestaréagradecidaporloquemedieron: su amor y su disposición para garantizar mi bienestar y mifelicidad.»Yahoraquesonelloslosquemenecesitan,mesientocompletamente

inútil.No tengo losconocimientosni lashabilidadespara saber siquierapordóndeempezarabuscarlos.Asíque,cuandodigoquemiúnicaopciónesentregarmeaesaspersonas,seanquienessean,novoydemártirnimepongoexageradamentedramática.Soyunamujerquequiereasuspadresmásqueanadayqueestádispuestaahaceryadarcualquiercosacontalderecuperarlos,paraqueesténasalvo…aunqueseamipropiavida.La sinceridadempapaba todasycadaunade suspalabras.Suabsoluta

convicción era palpable en sus gestos.Volvían a brillarle los ojos, peroestavezconunobjetivo.Condeterminación.Ellanomerecíasudesaprobación.EstabaclaroqueArialnuncasehabía

enfrentadoalacrudarealidaddelavida,talcomohabíadichomomentosantes.Sencillamentenoentendíaqueestabanutilizandoasuspadresparallegar hasta ella y era obvio que iba en serio cuando decía que haríacualquiercosa,inclusoentregarsuvidaacambiodelasdesumadreysupadre.Esaclasedealtruismoseveíapocasveces.Beauestabaacostumbradoa

ver lo malo en las personas, nunca lo bueno. Su hermana y su cuñadahabían sufrido lo indecible a manos de unos monstruos enfermos yretorcidos. El mal se extendía por todas partes y llegaba a todos los

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ámbitosdelavida,inclusoaaquellosdondenadielosospecharía.Elmal,olacapacidadparahacerlo,habitaencasicualquierpersona.Laverdaderabondad, esa que emana de lo más recóndito del alma, es la rareza. Lamayoría de las personas no era tan altruista como parecía Ari, y él nodudabadesusinceridadniporunsegundo.Ibacompletamenteenserioyesoharíaquesu trabajo fueramásdifícil,pues tendríaquemantenerlaasalvo,mientrasélysushombreslocalizabanasuspadres.—Discúlpame—contestóBeau,esperandoque suspalabras fueran tan

sincerascomolassuyas—.Esquemecabreaquevalorestuvidatanpococomoparaqueteentreguesaellos.Notieneporquéserasí.Necesitoqueconfíes en mí. Está claro que tu padre confiaba en Caleb y en mí losuficiente como para advertirte que acudieras a nosotros si teníasproblemasoélmismonopudieseayudarte.Asíque,confíaenmí,nosolopara encontrar a tus padres, sino también para protegerte.Y prométemeque no harás nada a lo loco y sin pensarlo porque, Ari, tienes queentenderlo, aunquepermitierasque te cogieran, puedequemataran a tuspadresunavezobtuvieranloquequieren.Aripalidecióyelcolordesapareciódesurostrohastadejarleuna tez

blanquecina.—Séqueesduroescucharesto—continuóconundeje tranquilizador

—. Pero tienes que enfrentarte a la realidad. Sean quienes sean esaspersonas, está claro que son profesionales y que no dudarán enmatar atodo aquel que se interponga en su camino, como el francotirador queintentópegarmeuntiroenlacabezahacesolounosminutos.—¿Crees que siguen vivos? —susurró ella, sobrecogida por la

emoción.Parecía estar tanperdiday asustadaque instintivamente la acercóy la

estrechó entre sus brazos. Abrazándola, notó el rápido tamborileo delpulso en el pecho. Su respiración era superficial y tan agitada como supulso.ABeaunoseleescapólaironíadelasituación.Noeraunapersonacon

latendencianaturaladarabrazosniaofrecerconsuelo.Eraelgilipollasarrogantedelafamilia,elquesiempredecíaloquenadiequeríaoír,pero,noobstante,necesitabaescuchar.LomismoqueahoraocurríaconAri.Tenía que saber a qué se enfrentaba y que, en el momento en que

perdiesesupoderdenegociación—ellamisma,vaya—,estabaclaroquemataríanasuspadres.

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—Creo que están vivos—respondió Beau,mientras hacía unamuecapara sus adentros ante su afirmación. Esperaba que no fuera mentira.Normalmente era él quien siempre decía la verdad sin importar lo duraquefuese.PerosedignóadarleaAriunatisbodeesperanza,porque,sideverdadllegabaapensarquesuspadresestabanmuertos,esoladestrozaría.Necesitaba que tuviera esperanza para que razonara y se adhiriera al

plan queBeau y su equipo elaboraran.Lo último que necesitaban ahoraeraunapersona impredecible,queAri fueraporsucuenta.Conpoderosinél,eraextremadamentevulnerable.Y,aunquenomataranasuspadresenelmomentoenqueellaestuviera

enmanosdesusagresores,puedequelosusaranparacontrolarla.Podríanamenazarla con matar a sus padres para que cooperara con ellos yentoncestendríanundominiocompletosobreAri,yaqueestaríadispuestaahacercualquiercosaparamantenerconvidaalaspersonasquequería.—Siempre que temantengas fuera de su alcance, creo que tus padres

estarán a salvo.—De nuevo, esperaba no tener que prepararla para unadecepción y conmoción horribles. Sin embargo, era la conclusión máslógica, ya que no la habían matado y estaban decididos a tenerlacontrolada. Control sobre ellos, fueran quienes fueran—. Usarán a tuspadres para negociar, al menos por el momento. Esto nos dará tiempoparaempezarainvestigary,consuerte,encontraremosatuspadresantesdeque los secuestradores se impacientenydecidan tomarotrasmedidasparapersuadirte.Seestremeciócontrasucuerpocomosisuspalabrashubieranrecreado

una imagen muy desagradable en su mente. Le sabía mal, pero erainformaciónquedebíasaberyquedebíaentender.Nopodíasuavizarlonipensabahacerlo.El olor de su cabello inundó sus fosas nasales y entonces frunció el

ceño.Laalejódesíinmediatamente,devolviéndolaasuladodelvehículo.Cuandouno empieza a fijarse en cómohuele unamujer, cómoolía unaclienta, era hora de tomar cartas en el asunto—y distancia— entre unomismoylaclienta.Ya había infringido seriamente las reglas de la profesionalidad al

abrazarla,aunquesolo fueraparacalmarsucrispación.Elproblemaeraque lo había disfrutado demasiado, y lo que había empezado como unofrecimientoimpersonaldeconsuelo,habíacambiadoamedidaqueseibapercatando de ciertas cosas. De cómo olía. De cómo se acomodaba su

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cuerpo en el suyo. De lo pequeña que era y lo delicados que eran suspronunciadospómulos.O,joder,lomuchoquedeseababesarsuslabios.Dios.Seleestabayendodelasmanos.Siaúnlequedabaalgodesentido

común,dejaríaaArienlasmanosexpertasdeDaneyElizayseretiraría.Lesdejaríahacersutrabajo;untrabajoenelqueeranmuybuenos.Pero,almismo tiempo, senegabaen rotundoa la ideadedejaraAri

conotrapersona.SupadrehabíaconfiadoenélyenCaleb.Ennadiemás.Si se la entregaba a Dane y a Eliza, o a cualquier otro empleado, eraposiblequemetieralapataysalieracorriendo.Estaba tan asustada como un potrillo recién nacido y podía ver lo

muchoquelecostabapoderconfiarenél.Lohacíaporquesupadreasíselohabíadicho.Deotromodo,ellajamáshabríaconfiadoenél.Nopodíaculparlaporello.Peroledabalaimpresióndeserunapersonaamable,delas que dan su confianza con facilidad y siempre ven lo bueno en losdemás.Siestabaenlocierto,estaeralaprimeravezqueseenfrentabaalatraiciónysedabacuentadecómoeraelmundoenrealidad.Era evidente que sus padres la habían protegido durante toda su vida

con lo que no le habían hecho ningún favor, pero eso no era de suincumbencia. Ella era su clienta y su trabajo se dividía en dos partes:encontraryrecuperarasuspadres,ymantenerlaconvida,asalvo.—¡Agarraos!—gritóelchófer—.Tenemosproblemas.BeauapenastuvotiempodeprotegeraAriconlosbrazosantesdeque

elvehículoenterorecibieraunasacudidaysuscabezassemovieranhaciadelanteyatráscomosideunlatigazosetratase.—Mierda,¿quéhasidoeso?—vociferóBeau.—Nosestánsiguiendo.Aguantad.Vamosasalirdeaquídeunavez—

contestóBrent,elconductor,entonomalhumorado.—¿Nos siguen? —chilló Ari—. ¡No creo que alguien que intenta

sacarnosdelacarreteranosestésiguiendosolamente!—¡Mierda!ABeaunolegustóoíraBrentmaldecir.Teníanquepasarmuchascosas

para alterarlo de ese modo porque por lo general se desenvolvíaperfectamente en cualquier situación. No solo era expiloto de carreras,sinoque tambiénera exmilitary lohabíancontratadopor algomásqueporsucapacidaddeconducción.Beaulevantólavistajustoatiempodeveradosvehículosquevenían

disparadoshaciaellosporelladoopuestodelaautopista.Estabanapunto

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dechocar, era inevitable, loque resultababastante estúpidoporque si loquepretendíaneramanteneraAriconvida,¿cómopodíanestarsegurosdequesaldríailesa?A no ser que hubieran cambiado de objetivo. Era difícil especular en

aquelmomentocuandonosabíacuáleraelorigendelaamenaza.Yaibamuypordetrásenelasunto,noteníanadapordondeempezarhastaquenohablase con Ari largo y tendido y empezara a investigar a sus padres,sobretodoasupadre.AAriseleescapóungemidoguturaly,almomentoselepusieronlos

ojos vidriosos; los diminutos reflejos dorados resplandecían como elbrillo delmarmientras observaba a través del parabrisas los vehículosqueseaproximabanhaciaellos.Contrajoel rostrocomosiestuvieradolorida.Apretó lospuñosy los

nudillos se le volvieron blancos por la fuerza con la que los apretaba.Entoncesseestremeciócomosilaelectricidaddesusojoslecorrieraporlasvenas.Beaucasinotabacómoemanabaelpoderdeellaenformadeolas.No

se parecía a nada que hubiera experimentado antes. Y no es que fueranuevo o escéptico en cuanto a poderes psíquicos, porque ya habíaexperimentadodeprimeramanofenómenospsíquicosinusuales.Perocuandounode loscochesquehabía frenteaellosseelevóenel

aire de repente, giró sobre sí mismo y se estrelló contra la valla decontención,Beauabriólabocadeparenpar.Sumiradaibadelosrasgoscontraídos de Ari a los restos que quedaban del coche, a los que seacercabancadavezmás.De repente, aAri empezó a sangrarle la nariz.La sangre salía de sus

orejasysucuerposeestremeciócomosiestuvierasufriendoalgoterribleque la devorara por dentro. Entonces se inclinó hacia delante y chocócontraél;ambossebalancearonhaciaadelante.Apenaspudorodearlaconlosbrazosparaprotegerlayponersesobreellacuandoelmundoenteroselespusopatasarriba.El dolor se expandió por una pierna y le subió hasta el hombro. El

estruendo delmetal aplastándose, el terrible ruido de un coche volcadoquetodavíasedeslizabaporelasfaltodelaautopistaeraloúnicoqueseoía.Sinembargo,Beausoloeraconscientedelapequeñamujerqueteníaentre sus brazos y lo único que le preocupaba era haber fracasado alprotegerla,comolehabíaprometido.

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Once

Empezóanotardoloryporesosupoqueestabavivo.Primeromovióconcuidado los brazos, luego las piernas, aliviado, ya que todo parecíafuncionar correctamente. Solamente notaba un poco de dolor, lo queindicaba que había contusiones pero no roturas. O por lo menos esoesperaba,porquetodavíaseencontrabanengravepeligro.Se volvió hacia Ari automáticamente, abriendo bien los ojos para

examinar el caos que reinaba a su alrededor. Ari estaba escalando contorpezahaciaelasientodelanteroysacudióaBrentporloshombrosconcuidadoparacomprobarsiestabaconsciente.—Tengolapiernaatrapada—dijoBrentaAri,conseriedad—,perolas

manosmevanbien.Cogelapistolademifundaypásamela.Hayotraenlaguantera.Llévalaencimaentodomomento.Tencuidado,estácargada.Nodudesendispararsiunodeesoscabronesseteacerca.LosDevereauxseasegurarán de que nada de esto afecte o te salpique de algúnmodo. Tuprioridaddebeserprotegerteatimisma.Acualquierprecio.—Ari,quédateahí—leordenóBeausincontemplaciones.Ella echó un vistazo hacia atrás y el alivio se asomó a sus ojos al

mirarlo, como si hubiera tenido miedo de encontrárselo gravementeheridoomuerto.—Seestánacercando—dijoAri tranquilamente—.Tengoquesalirde

aquíparaalejarlos.OsmataránaBrentyati.Losabes.Beausintióuncosquilleoenelpecho,uncosquilleoquenolegustaba;

parecíaqueleafectaraquesepreocupasetantoporél.Protegerlaaellaerasutrabajo,joder.Ynoqueellaloprotegieraaél.Las palabrotas de Brent se mezclaron con las de Beau. Se estaba

pasando por el forro sus órdenes de quedarse quieta y donde pudieraprotegerla. Ari ya estaba saliendo por la ventanilla destrozada delcopiloto,pistolaenmano.Beau rebuscó alrededor para encontrar el móvil. Lo vio a unos

centímetrosdesumanoyloagarróconfuerza.MarcóelnúmerodeZack,quesabíaquepodríallegarantesqueDaneoEliza.—Brent y yo tenemos problemas —dijo sin más preámbulos—.

Necesitamosquenossaquesdeesta.Estoyconunaclientayesvulnerable.

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Laquierenviva.Atodoslosdemás,notanto.—Deacuerdo,ahoramismo.—Zackcolgóysecortólallamada.NoserviríademuchoperdereltiempoenviandoaZacklalocalización

exacta.TodoslosvehículosdelaempresadisponíandeGPSquepermitíaacualquieradelosempleadossaberdóndeestabanencualquiermomento.YZackerabueno.Deconfianza.Sí,talvezdeberíahabercontactadoconDane,yaqueestabaporencimadelosdemásempleadosysolorespondíaanteCalebyBeau,peroBeauconfiabaplenamenteenZackysabíaquenoperderíaeltiempo:llegaríaallíencuantolefuerahumanamenteposible.Ybueno,habíamomentosen losquesepreguntabasiZackerahumanodeverdad.Parecíatrabajarconcrueldadymentefríaentodomomento.Nolemolestabanada.Se tomaba lascosascon filosofíay realizabasu trabajosin esfuerzo. Era precisamente del tipo de hombres que la empresanecesitabaensusfilas.Beau avanzó torpemente de atrás adelante, su cuerpo voluminoso no

podía salir con tanta facilidad como lo había hecho Ari entre el capóabolladoylosasientos.Pero,joder,lahabíadejadosolaparaenfrentarsealoscabronesquelaperseguían.—¿Es muy grave? —preguntó Beau, mientras se daba un último

empujón.—Nocreoquetenganadaroto—respondióBrentmientrasapretabalos

dientes,loqueindicabaquenoloreconocía,peroledolíamucho.—Te cubro—avisóBeau—.Quédate aquí y no temuevas. Puede que

tengaslesionescervicales,asíqueesperahastaquelleguelaambulancia.—¿Cómopretendesexplicaresto?—preguntóBrent—.Hasvistoloque

hapasadoigualqueyo.Séquenomeloheimaginado.—No,nolohasimaginado—admitió—.HasidoAri.Noshasacadode

unbuenmarróny todavía intenta sacarnosdel atolladero.Voya salirdeaquíparaquenoseenfrenteellasolaaesosimbéciles.Beauhizounamuecadedolorcuandounodeloscristalesesparcidosle

cortólapielalintentarsalirdelvehículo.BuscóaAriinmediatamenteylavio aunosmetrosdedistancia; se cubríabajo su todoterrenovolcadoysujetaba una pistola que parecía demasiado grande para sus pequeñasmanos.Elcochequeleshabíaalcanzadopordetráshabíapasadoporencimade

losescombrosyjustoahoradabalavuelta,sin importarle lacirculacióndel tráfico. El otro coche que se había acercado por delante había

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derrapadohastadetenerseaunoscienmetrosdedistancia:laspuertasdelconductor y del copiloto estaban abiertas, los hombres se cubrían, perollevabanpistolasyapuntabanaBeau,AriyBrent.Mierda.Brenteraunblancofácil.Ari se volvió, con los ojos fríos e implacables. Casi sentía su furia;

crujíaentreelloscomolacorrienteeléctrica.LelanzólapistolaaBeauyéllacogióenunactoreflejo.—Cúbreme—dijocondelicadeza.Antes de que pudiera abrir la boca para protestar y decirle que se

quedasedondeestaba,selevantó,ofreciéndosecomounblancofácilparasusperseguidores.—¡Joder,Ari!¡Siéntate!¡Siéntate,coño!—Me quieren viva —dijo en voz baja—. No me dispararán. Pero

probablemente túyBrent les importáisunamierdaynovoyadejarqueacaben con vosotros porqueme estéis protegiendo.No cuando tengo elpoder de, al menos, retrasarlos aunque no pueda pararles los piescompletamente.No hizo ni caso de sus protestas y fijó sumirada en la amenaza que

teníaenfrente.Unavezmás,viocomolesalíasangredelanarizydelasorejas, y apretó los puños con fuerza. Tenía el cuerpo rígido y tenso;imaginabaelterribleesfuerzoqueestabahaciendo.Arilehabíadichoquehasta hacía poco no había utilizado su poder para nada, que habíaintentadoencajarloy sernormal.Comosiunamujer comoella, aunqueno tuviera poderes psíquicos, pudiera pasar inadvertida. No con esabellezayesosrasgostandistintivos.Le resbalómás sangrepor el cuello cuando loshombres soltaron las

pistolascon lasque losapuntaban.Lasarmasvolaronpor losaires:unaaterrizó justo al lado de la puerta del conductor, al alcance deBrent; laotracayóalsuelofrenteaBeau.El vehículo que había dado la vuelta en pleno carril salió disparado

hacia delante hasta chocar con el vehículo ya hecho polvo en el que seencontrabaatrapadoBrent.Beauobservaba,peronopudoevitarlo.Nadapodía hacer para evitar que hirieran gravemente a su hombre yprobablemente lomataran. Esos hijos de puta que iban a porAri teníanmuyclarosuobjetivoyeliminaríanacualquieraqueseinterpusieraensucamino.AAriselemarcabanlasvenasenlosbrazos,enelcuelloyhastaenla

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frentecomosiestuvieraexperimentadoundolormuyfuertemientrasseconcentrabaenelcochequeveníaatodavelocidad.Dehecho,susrasgosdenotaban agonía; se le escapó un gemido prácticamente mudo. Noobstante, tal como había eliminado al otro vehículo, este se levantó derepenteygiróantesdechocarbruscamentecontra la acera.Derrapó losúltimos cincuenta metros hasta detenerse a un vehículo de distancia delcochedondeBeauyArisehabíanrefugiado.Paraasegurarsedequenopudieran salir, seconcentróunavezmásy

laspuertasintactasqueestabanhaciaafuera,sedoblaronhaciaadentrosinmás,loqueimpedíaquenadiepudieraescapar.Supodereraincreíble,comonadaquehubierapresenciadoantes,pero

sabía que le estaba costando muchísimo. Ya había visto hemorragiaspsíquicas,sabíaquelascausabaunaconcentraciónintensa.LasangreylatensiónobviaensusrasgospreocupabanmuchísimoaBeau.Podíadarleuninfartooprovocarleunahemorragiacerebralgrave.—Ari —dijo en tono amable, levantando el brazo para colocar con

cuidado la mano por debajo del de ella—. Necesitas relajarte. Respiralentamente. Estás sangrando. Ya has acabado con dos de sus vehículos.Puedoencargarmedelresto.Necesitasagacharteyevitarqueteveanhastaquelleguenmishombres.Onoloescuchóodecidiónohacerlenicaso.Losdoshombresquese

habían refugiado detrás de las puertas del coche volvieron a entrarrápidamente,dieronmarchaatrása todavelocidadantesdegirarconunchirridoyalejarseconestruendo:seretiraban,porahora.Beau suspiró aliviado y luego agarró el delicado brazo de Ari y la

dirigiódenuevoalcochevolcado,dondeestaríarelativamentesegura.Aripestañeóconfundidayfruncióelceñocuandoviolacarniceríaque

había a su alrededor. El tráfico iba considerablemente lento porque loscochesdebíansortearlostresvehículosdestrozados.Aunqueestaballenode curiosos, en realidad nadie se detuvo a ayudarlos, lo que Beauagradecía.Loúltimoquenecesitabaeramásatención.OjaláZackllegaserápidamente para poder trasladar a Ari a algún lugar seguro y convigilanciaconstante.Seguramentelapolicíase involucraría,apesardequeelvehículoque

conducía Brent era ilocalizable. Dudaba de que los otros vehículospudieran aportar a las autoridades más información que el suyo. Lapolicía supondría que se trataba de alguna actividad relacionada con la

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mafiaocontraficantesdedrogas.Noleimportaba,siempreycuandoArinosufrieraunamayorexposiciónporhaberdadoriendasueltaasupoder.Cuandonopercibiómásmovimientoenlosdosvehículosdestrozados

queloshabíanperseguido,BeauordenóaAriquesequedasedondeestabayélsearrastróhaciaelinteriordelcocheparadeterminarlaslesionesquehabíasufridoBrent.—Estoybien—murmuróBrent—.Elsalpicaderomeestáaplastandola

putapierna.CuandollegueZack,llévateaAriydéjameaquí.Lapolicíaylaambulanciaapareceránenseguida.TendránquesacarmeyloúltimoquenecesitaAri esmás atención.Esmejorpara ti, ypara ella, que estéis lomáslejosposibledeesto.Esobvioquiénesresponsabledeloocurridoydudo de que esos idiotas vayan a proporcionarmucha información a lapolicía.TengocontactossuficientesenelDepartamentodePolicíaparanotenerningúnproblema.—Joder—maldijoBeau—.Sabesquenotrabajamosdeesaforma.No

dejamosaningúnhombreatrás.LamiradapenetrantedeBrentseclavóenladeBeau.—Ytúsabesquetienequeserasí.Ariytúnopodéisverosenvueltosen

esto.Tienesquellevártelalejosdeaquíantesdequeaparezcanlospolisylaprensa,siesquesospechanodescubrenqueestásrelacionadoconella.Brent tenía razón, pero esono significabaque tuvieraquedejarlo sin

más.Antesdequepudieraresponder,aunqueBrentharíaoídossordosasus

quejas, ya que como la mayoría de los empleados de su empresa erancabezotas, tercos y tendían a hacer las cosas a su manera, escuchó elrugidodeuncocheyunfuertefrenazodetrásdelamasijodehierrosdesucoche.Suspiró porque los que estaban por debajo de él siempre se las

arreglabanparacumplirconsutrabajo;leshabíadadomangaanchahacíatiempoyhabíapedidoaDaneyElizaquehicieranlomismo.AparecióZackconsusojosverdesllenosderabia.—Infórmamedelasituación—pidió.Beau lopusoaldía rápidamentemientrasmetíanaAri enelvehículo

queZackhabíatraído.Notenían tiempoparaquedarseparadosmientrasBeauleexplicaba la

situacióndeprincipio a fin.De repente,Ari apartódeunempujóna losdoshombres; loscogiótandesprevenidosquetropezaron.Beauobservó

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conterrorcomounodeloshombrestrepabaentrelosescombrosqueArihabíaprovocadoylosapuntabaconunapistola.—¡No!—chillóél.Zackgritóinmediatamentedespuésmientraslosdos

selanzabanhaciaAritratandodeprotegerla.Seoyóundisparoylosdoshombressequedarondepie,perplejos,al

tiempo que la bala se ralentizaba lo suficiente para que pudieran verlazumbando en dirección a Ari. Aunque ella fue capaz de ralentizarla ydesviarunpocosutrayectoria,lagolpeóenelcostadoycayóderodillas,conlamanoenlaheridaqueyaestabasangrando.Beauestabafurioso.LefastidiabaqueArihubierarecibidounabalaque

iba dirigida a él o a Zack. Le cabreaba porque se suponía que debíaprotegerlaaellayaunasíArisehabíapuestoenmedioparaapartarlosaambosdelalíneadefuego.Estaba inclinada, pálida y le sangraban la nariz, la boca, los oídos y

ahoratambiénelcostadodondelabalalahabíaalcanzado.Zack y él formaron inmediatamente una barrera de protección a su

alrededor.BeaulacogióenbrazosparameterlaenelcocheblindadodeZack,dondelasbalasnopodríanalcanzaranadie.Teníalamentenubladaporlarabia.Queríacargarseaesoshijosdeputaenesemismoinstante.En la distancia se oía ya el ulular de las sirenas. Por mucho que le

doliera dejar allí a Brent, el conductor iba armado y era capaz dedefenderse. Además, los que habían tenido la posibilidad de huir ya lohabíanhecho.Conlapolicíaylaasistenciamédicaencamino,dudabadequeelimbécilquehabíadisparadoaAridisparaseotravez,ysilohacía,la puntería de Brent era mortal, aunque se encontrara atrapado en unvehículodestrozado.BeauacomodóaArienelasientodeatrásysesentóasulado.Buscóa

tientas debajo del asiento y sacó un kit de primeros auxilios. Tenía quelimpiarlelasangredelacaraylasorejas.Entrelosantiguosmoratonesylasangreparecíaquealguienlehubieradadounapalizatremenda,perosuprioridad era ver cuánto daño había causado la bala.Deseaba con todassusfuerzasquesolofueraelrasguñoqueparecía.—¿Qué demonios ha pasado ahí atrás? —preguntó Zack mientras

mirabaporelretrovisor—.¿Tengoquellevarladirectamentealhospital?Estásangrandoporalgomásquelaheridadebala.ArinegabaconvehemenciamientrasBeaudesechabalaidea.—Es una hemorragia psíquica —le explicó—. Debemos tenerla

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controlada para garantizar que no se le haya producido ningún dañopermanenteenelcerebrooquehayaunahemorragiagrave.Zack frunció el ceñoy su expresiónhizoqueAri se acercase todavía

másaBeau,comosi tuvieramiedodelotrohombre.Él la rodeóconelbrazocomosifueralareacciónmásnormaldelmundo.—¿Hemorragia psíquica? —preguntó Zack—. ¿Entonces ella es

psíquica,esmédium?¿Esesoesloquehapasadoconloscochesquehanintentadoecharosdelacarretera?ArisepusotensaentrelosbrazosdeBeau.Respirabaentrecortadamente

y no sabía si era por la pérdida de sangre, el miedo, o una mezcla deambascosas.—Esdefiar—lesusurróélaloído—,trabajaparamíynohaynadieen

quienconfíemásqueenmishermanos.Asintióligeramente,perotodavíamirabaaZackconcautelamientrasse

dirigíantodolorápidoquepodíansinllamarlaatencióndelapolicíaodealgúncontroldevelocidad.—¿Mecontarásquéestápasandoyquiénesnuestranuevaclienta?—

preguntóZack,impaciente.Beauhizounamueca.TípicodeZack:directoaloimportante.Agarrabaelvolanteconfirmeza,conlosnudillosblancosdelafuerza.

Cambiaba de carril rápidamente para esquivar el tráfico denso de lainterestatal610.—Luego—dijo Beau brevemente—. Ahora mismo quiero que esté a

salvoyasegurarmedequeseencuentrabien.Ynecesitaréquehagasunasllamadas y averigües quién está dispuesto a ayudar en este caso. Sé queDaneyElizaestánocupadosconotrotrabajoahoramismo.—Yomeencargo—repusoZack.—¿Adóndevamos?—preguntóArialconvoztranquila.Parecíaqueestabaconmocionada: lasangrecontrastabaconlapalidez

de sus rasgos. Beau rebuscó en el botiquín y luego le levantó condelicadezalacamisetaempapadadesangre.Enrespuestaalapreguntaquenohabíahechoyaladesconfianzaensus

ojos, la consoló lomejor quepudo.No era de los que tenían labia.Erademasiadofrancoyrudo,ynoseledabanadabienaplacarlosmiedosdeunamujer.Sobretodolosdeunaalaqueleestabaquitandolacamisetaenesemomento.—Tengo que ver lo grave que es —anunció con una calma que no

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sentía.Por dentro era un volcán de lava hirviendo, furioso porque se había

puestoexpresamenteenla líneadefuegoparaprotegerlosaélyaZack.Eseera su trabajo:protegerla.Ynoal revés.Lemolestaba sobremaneraquesehubieraexpuestoaeseriesgo.Nopasaríaotravez,yencuantosehubiera asegurado de que estaba bien, tendrían una conversación paracontarlecómoseríanlascosasdeahoraenadelante.Ari hizo una mueca de dolor cuando le cortó la camiseta un par de

centímetros en el costado.Loque le sacabamásde sus casillas eran losmoratones que todavía se le apreciaban en el torso, por la parte de lospulmones; una prueba de su último encontronazo con los cabrones queibanaporella.—Noestámuymal—murmuró—.Necesitapuntos,peronospodemos

encargardeesocuandolleguemosaunlugarseguro.Ellaarqueólacejaamododepregunta.—Cuandoestás forrado,comoeselcasodeCaleb, losmédicosvana

él,ynoalrevés—dijoBeauencogiéndosedehombros.—¿Ytúno?—preguntóella—.¿Nocompartíslafortunafamiliar?Se encogió de hombros otra vez, incómodo por hablar sobre su

situacióneconómica.Lamayorpartede la fortunade losDevereauxeradineroprovenientede lacorrupción.Heredadodesuspadres,queestabamásqueclaroquesehabíanvistoinvolucradosennegociosturbios,oporlomenossupadre.Noteníaformadesabersisumadreestabaalcorrientedeesosnegociososisehabíavistoinvolucradadirectamente.Elloslehabíandadounbuenusoaldineroyhabíanhechosufortunaa

la antigua usanza: lo habían ganado mediante el trabajo duro y unasinversiones inteligentes. Sin duda, la gente pensaba que todo su dinerohabía sido heredado cuando, de hecho, sus padres no les habían dejadodemasiado, teniendo en cuenta su red de ganancias cuando fueronasesinados.—¿Adónde vamos? —preguntó, con más firmeza, como si quisiera

salirdelaturdimientoqueestabaexperimentando.—Aun lugar seguro—respondióBeau con seriedad—.Donde pueda

garantizartuseguridadparaquenoteescapesenbuscadetuspadres.Mehascontratadoparahaceruntrabajoyesoesprecisamenteloqueintentohacer,perotequedarásquietecitadondepuedaesconderte.Loúltimoquenecesitoahoraestenerquepreocuparmeporticuandoestamosintentando

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localizarelparaderodetuspadres.—No me interpondré —dijo con suavidad—. Si crees que puedes

encontraramispadres,harécuantoestéenmimano.Satisfechoconsupromesa,empezóa limpiarleconcuidado lasangre

delanariz,lacaraylosoídos.Unreguerodesangrelemanchabadesdeelcuello, pasando por los hombros e incluso más abajo, hasta el pecho.Procurónoincomodarlamás,porloquenolequitóelsujetador,aunquelollevaballenodesangre.Noqueríaavergonzarlanicohibirla.—Nuncahabíasangrado—dijoobviamenteconfusa—.Noloentiendo.

Hasdichoqueeraunahemorragiapsíquica, ¿cómopuedes saber loquees?Él le limpió con delicadeza lo que quedaba de sangre en la cara y la

examinóparaverquéotrosgolpeshabíarecibido.Fruncióelceñocuandovio pequeños cortes en brazos ymanos, que sin duda se había hecho alsalirarrastrándosedelcochevolcado.Siguió limpiándole lasheridasyaplicóantisépticoen loscortes antes

detaparlosconunasligerasvendas.—He tenido experiencias con gente con habilidades psíquicas —le

explicó con calma—. Al parecer, la hemorragia se produce cuando lapersonaconpoderespsíquicosseestáconcentrandomuchoenunobjetooen su poder. Puede ser abrumador. A veces puede provocarles lesionesgraves.Ellasuspiróyserodeóel torsoconlosbrazoscomoparaprotegerse.

Estuvoapuntodeabrazarla,comohabíahechoantes,peroseesforzópormantenerunadistanciaprofesional.El frío le sacudía todoelcuerpo,yafuera por la conmoción o por la preocupación. Con el esfuerzomentalquehabíahecho,seguramenteelcerebroseríaincapaztemporalmentederegular la temperatura corporal. Esto reafirmó su decisión de que tanprontocomolatuvieranescondidayabuenrecaudo,llamaríaaunmédicode confianza para que la examinase minuciosamente. Uno que tuvieraexperienciaconhemorragiaspsíquicas.—Nuncahabíausadoasímipoder—reconoció—.Noteníani ideade

que podía hacer algo de esa magnitud. En el pasado he hecho levitarobjetos,cosaspequeñas.Mispadresmedijeronquecuandoerabebéhacíaquemisdospeluchesfavoritosaparecieranenlacuna.Esolediounbuensustoamimadre,hastaquesedieroncuentadequeerayoquienlohacíaynoalguienescondidoenlahabitación.Medijeronquenoutilizaranunca

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mi poder, así que no lo hice. Han pasado años. Lo siguiente fue lo delincidenteenelcolegio.Nisiquieramelopensé.Sucedióconnaturalidad,como si fuera automático, como si hubiera estado usando yperfeccionandomishabilidadestodalavida.Yahora.¿Hasvistocómosehanvolcadoesoscoches?Había incredulidad en su pregunta como si ni ella misma se lo

terminaradecreer.Beauasintió.—Síquelohevisto.Bastanteimpresionante.—Noteníaniidea—dijoseriamente—.Tengoqueencontrarunaforma

decontrolarloahoraqueparecesucederdeformatannatural.Noquierohacerle daño a nadie o, Dios no lo quiera, matar a alguien usando mipoder.Beau leacarició labarbillay legiró lacaraparaque lomirasea los

ojos.—Lo controlarás. Lo que has hecho hoy me ha parecido bastante

controlado. No has hecho explotar nada, solo lo has hecho paradesarmarlos.Contrajoelrostrocomosifueraapreguntaralgoyluegolomirócon

suscautivadoresojos.—¿Creesquepuedohacerexplotaralgo?Quierodecir,¿siloimagino

mentalmente?Beau dudó un instante. En una misión, Ari podía ser un comodín

impredecibley tal vez la empresanopudierahacerbien su trabajo si lamuchacha optaba por ir por su cuenta, si confiaba ciegamente en sucapacidadparahacercualquiercosa.Yalomejorsípodía,perosidecidíairsolaaporloscabronesquehabíancapturadoasuspadres,lacagaría.—¿Esasícomohicistequevolcaranychocaran?¿Imaginándolo?Asintiólentamente.—Fue difícil, porque tenía que mantener la imagen y centrarme

solamente en ella. No podía permitirme ninguna distracción; de otraforma no podría haber hecho volcar el coche como lo hice. No hepracticadoniheusadomispoderesdesdequeeraniña,asíquenoestoycompletamenteseguradequésoycapaz,perosoloporquenohetenidolaoportunidaddemedirmishabilidadesenunentornocontrolado.—Yo diría que tienes bastante poder, sobre todo para alguien que

prácticamentenohautilizadosudon,solocuandoeraunaniña.Creoquesisiguespracticando,másvalequeelmundosevayapreparando.

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Dijoestoúltimoconunamueca,comoesbozandounalevesonrisa.—Olvidasqueoshesalvado—leespetóconciertaamargura.—Sí,noshassalvado,yteloagradezcodeverdad,peroenelfuturo,si

vuelvesausarunaartimañacomoesa,tedaréunpescozónyteataréaunasillaparaquenopuedasiraningúnlado.Ymeasegurarédequenohayanadaenlahabitaciónquepuedasutilizarparaliberarte.Quelosepas.Pestañeósorprendida.—¿Por qué puñetas no quieres que use la telequinesia cuando

rescatemosamispadres?Tomó nota de que ella había dicho cuando; no era una frase

condicional. Quería que tuviera esperanzas, pero, al mismo tiempo, nocreíaquepudierasoportarsudolorsillegaranadescubrirqueyaestabanmuertos. Era evidente que estabamuy unida a sus padres y que ellos laqueríanmuchísimotambién.—¿Rescatemos?Noquieroqueteentrometas,Ari—dijosinrodeos—.

Tu padre te envió por unmotivo, porque somos losmejores en lo quehacemos. Tú serías una carga porque nuestro objetivo estaría divididoentreprotegerteyasegurarnosdequenotepusieranlasmanosencima,yrescataratuspadres.Confíaenmí:harémitrabajo,sépaciente.Nosotros,ymerefieroamíyamishombres,losencontraremos.Elaliviosereflejóensusojos,comosihubierallevadoalaespaldaun

granpesodurantemuchotiempoyahorasehubieraaligeradoporfin.—Confíoenti—dijoellasinceramente—.Ysí,nomeinterpondréentu

camino amenos que no consigas encontrarles pronto. Dado el caso, loharemos amimanera yme entregaré a cambio de que devuelvan amimadreyamipadresanosysalvos.Estoesloúnicoqueestoydispuestaaprometer.

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Doce

Cuando el subidón de adrenalina disminuyó, el dolor se desató en lacabezadeAriyenelcostadodondelehabíaalcanzadolabala.Apretólamandíbula, decidida a no hacer ningún ruido ni dejar que Beau supieracuánto le dolía. Él también había recibido heridas en el accidente y loúltimoquenecesitabaeratenerquevigilarlaymimarla.Llevaba todaunavidademimos,atencionesyprotección;yaerahora

decogerlasriendasdesupropiodestino,serenérgicaytenermásfuerzadevoluntad.Yaerahoradeconvertirseenlamujerindependientequesehabíapropuestosercuandodioelprimerpasoysaliódelaburbujaenlaquelahabíantenidosuspadresalaceptareltrabajodeprofesora.El trabajo le encantaba, pero se enfrentaba a un futuro incierto desde

que la agrediera un estudiante y ella se defendiera utilizando latelequinesia.Dejóescaparunsuavesuspiro,contuvoelalientoysequedóinmóvilun

momento; esperaba no haber quedado en evidencia delante de Beau.Tendríaquehabersedadocuentadequeoiríahastaelmásmínimoruido.Dichoyhecho.Sevolvióparamirarlainmediatamenteyentrecerrólos

ojosconpreocupación.Larepasódearribaabajocasicomosipudieraverlascontusiones,arañazosycortesatravésdesuropa.—Yacasiestamos—dijo,sorprendiéndolaalnohablardesusituación.Agradecióquesecentraraeneltrabajoylatratasecomoaunapersona

de verdad y no como a una pequeña muñeca necesitada e inútil que sepodía romper si la tocaban. Se reprendió a sí misma mentalmente porsonartandesagradecidayresentidaporlobienquelahabíancuidadosuspadres,porlasdecisionesquehabíantomadoparadarleenlamedidadeloposibleunavidanormal.No se lamentaba de la manera en la que la habían criado. Quería

muchísimoasuspadresynocambiaríaesosañosnisucariñopornada.Ya era hora de salir de la sombra de su familia y vivir su propia vida.Tomar sus propias decisiones. Afrontar sus propias consecuencias. Lamayoríalohacíamuchoantesdecumplirlosveinticuatro.Ari nuncahabía afrontado las consecuencias denadaporque supadre

siempre se había asegurado de que, fuera cual fuera el problema que

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tuviese,estesimplementedesapareciera.Éleraquienera,peroahoraellatenía que ser quien era también. Con o sin poderes, tenía que salir almundoyplantarcaraalosproblemasconlacabezabienalta.Accedieronporunsinuosocaminoqueserpenteabaporelterrenoque

llevabaa lazonaboscosaquerodeaba lacasapor todaspartes.Pestañeóporquenisiquierasehabíadadocuentadequeestabanalasafueras.Habíaestado demasiado absorta en sus pensamientos y preocupaciones, eintentandoqueBeaunovieracuántoledolía.Zack se detuvo, salió inmediatamente del coche y abrió la puerta del

lado deAri.Beau salió, pero al instante se detuvo y empezó amoversemásdespacioaltiempoqueseaferrabaalapuerta.Arilemiró,alarmada,perosuexpresióneraindescifrable.Dio la vueltamientras ella empezaba a despegarse del asiento, al que

parecía estar pegada. No podía contener el dolor y cerró los ojos deinmediatocuandoestelerecorriólacolumnaylesubióhastalanuca,loqueprovocóunespasmoenelcuello.Apoyólospiesenelsueloyleflaquearonlaspiernasalmomento.Beau

yZacklaagarraroneimpidieronquesedieradebrucescontraelsuelo.Zacklepasóelbrazopordebajodelasrodillasylalevantósinmucho

esfuerzo, apretándola contra su pecho. Beau lo miró como si fuera aprotestar,peroZacklofulminóconlamirada.—Los dos tenéis un aspecto horroroso —dijo sin rodeos—. Tienes

suertedepoderentrarsolo,comoparallevarlaaella.—Estoybien—mascullóBeau.Peronodiscutiómás.AAriseleencendieronlasmejillasaltiempoque

Zack entraba a zancadas en la casa. La avergonzaba que tuvieran quellevarla como a una inválida.No estaba preparada para la reacción quetuvosucuerpocuandoquisomoverse.El zumbido sordo que la había acompañado todo el trayecto hasta la

casa se había convertido en un dolor intermitente, como si un cristal sehicieraañicosdentrodesucráneo.PorsuerteZacklahabíalevantadodeforma que la herida no estuviera pegada a su cuerpo y así no estuvierapresionada.Claroque talvez lohabíahechoasabiendas.Noparecíaserunhombrequeseolvidaradelosdetallesporpequeñosquefueran.Zackatravesólapuertaconellaenbrazosyseleerizóelvelloalnotar

un frío que no esperaba. Se estremeció y tuvo que apretar lamandíbulaparaquenolecastañetearanlosdientes.

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ZackbajólavistaparamirarlayBeaufruncióelceño.—Está sufriendo una conmoción. Ambos necesitáis que os vea un

médico.—Tehedichoqueestoybien—lesoltóBeau—.Ariesquiennecesita

asistencia médica. Ha sangrado por las orejas y la nariz, luego le handisparado. Yo, sin embargo, solo tengo algunas contusiones debido alaccidente.Zackseencogiódehombros,conexpresiónindiferente.—¿Dóndequieresqueladeje?—preguntó.Nohabíapensadoquefueraposiblesentirsemásavergonzadadeloque

ya estaba, que los dos hombres estuvieran hablando tandespreocupadamente de dónde colocarla, como si fuera un objetoinanimado, la hacía sentirse aúnmás inútil y estaba cansada de dar esaimpresión.Estabahastaelmoñodedepender tantode losdemás.Queríaserautosuficiente.Peroeldestinoestabaclaramenteensucontra,porquesi tenía alguna esperanza de ver a sus padres sanos y salvos, tenía queconfiarenlapromesadeBeaudequelosencontraría.Laverdaderaqueellanodisponíadelashabilidadesnecesariasparalocalizaraunenemigodesconocidooinclusoaveriguarporquéhabíansecuestradoasuspadresy por qué alguien tenía tanto interés en atraparla para usarlos comorehenes.¿Era por su poder?Era la única explicación lógica.Antes de que ese

puñeterovídeosehubieravueltoviral,suexistenciahabíasidotranquila.Protegida,sí,peroporfinhabíaechadoavolar.Su padre no había estado conforme cuando rechazó la inyección de

fondosensucuenta.Lehabíadichodeformaamableperofirmequeparaella era importante hacer las cosas a su manera. Para vivir como lamayoría de las chicas: con un trabajo, una casa modesta y un cocheeconómico.Paraella,todoesoeraunindicadordeindependencia.Eraunanecesidad que crecía en su interior; una necesidad que había empezadocomounasemillitayquehabíacrecidohastaserlomásimportanteparaella.Sehabíavueltosuúnicoobjetivo.Noqueríaacudircorriendoasuspadresporcualquiercosasinohacerloquehacenmuchosotrosadultos:vivirporsuspropiosmediosytratardequefuncionara,conseguirquelavidasiguieraadelante.Conoceragentenormal.Ligar,tenercitas,iniciaruna relación sin que su padre investigara los antecedentes de cualquierchicoquesecruzaraensucamino.

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Yahoratodoporloquehabíatrabajadosehabíaesfumadoporunsolomomento de pánico en el que su instinto de supervivencia habíapredominadoyloracionalsehabíaesfumado.Noeraellasolamentequienlo estaba pagando caro; sus padres estaban pagando también un preciomuyelevadoporsufaltadejuicio.Simoríanporloquehabíahecho,nopodríavivirconsigomisma,nuncapodríaperdonarsepornohaberhecholoúnicoquesuspadreslehabíanpedido:nocontarlonunca,nousarnuncasuspoderes,norevelarlosjamás.Cerrólosojosparadetenerelaluvióndelágrimasquenadateníanque

verconeldolorfísico.Zacklasentócondelicadezaenelmullidosofáyla rodeó de cojines para que no cayera hacia ningún lado. Y se habríacaídoporqueestabamuydébileinmediatamentesehundióenlasuavidaddelsillón,conlosojoscerradosyrespirandoporlanarizparanodejarsellevarporlasganasdellorar.Llorar no ayudaría a sus padres. Necesitaban que fuese fuerte, que

tuviera la mente fría y fuera a liberarlos. Tal y como ellos la habíanprotegido una y otra vez. Siempre estaban cuando los necesitaba.Ahoraqueelloslanecesitabanaella,noestabadispuestaafallarles.—Ari,estássangrandootravez.LassuavespalabrasdeBeauladevolvieronalarealidad.Abriólosojos

y pestañeó para ver con claridad lo que tenía alrededor. Beau y Zackestaban de pie frente al sillón donde estaba sentada, con una expresiónllenadeinquietud.Se llevó la mano a la nariz y se la manchó de sangre. Le pareció

extraño: no estaba usando sus poderes ahora. Claro que se habíaconcentradomucho en sus pensamientos; unos pensamientos terribles ydolorosos.ZacksefuecorriendoyBeausearrodillóenelsueloparacolocarsea

sunivel.Seacercóparatratardedetenerlahemorragiayluegoselimpiólamanoenlosvaqueros.—Tienes que calmar esos pensamientos —dijo—. Busca un buen

recuerdoounaimagenyconcéntrateeneso.Intentaborrartodolodemás.ZackvolvióconunatoallacalienteyBeaulacogió.Limpiócondulzura

lasangrequeacababadecaerylaquequedabadelahemorragiaanterioren los oídos y el cuello, manchas que se había dejado en su afán poranalizarlaslesionesenelviajehaciaallí.Dondequieraquefuera,porqueellaseguíasinsaberdóndeestaba.

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Miró nerviosa a Zack, consciente de que la estaba viendo en su peormomento.YaerabastantemaloqueBeaulavieraasí.—He llamado rápidamenteaCalebparaquepudieraenviaralmédico

—dijo Zack como si notara la incomodidad de Ari—. Quizá quierasllevarlaaunodelosdormitoriosydejarladescansarhastaquellegue.Asípodráexaminarlaenprivado.Beau se levantó lentamente.A pesar de insistir tanto en que no estaba

herido,ellavioqueestababastantedoloridoytenso.Cuandoseagachóenunintentodecogerlaenbrazos,ellasacudiólamanoparadisuadirlo.—Puedohacerlo—dijoella tranquilamente—.Tiemblounpoco,pero

simeapoyoentubrazo,podrécaminar.Beau apretó los labios en señal de descontento, pero no discutió ni

insistió.Enlugardeesodeslizósucálidamanobajosucodoylaayudóaponerse en pie. Ari se balanceó ligeramente y se quedó de pie unmomento, con los dedos de él sujetándole el brazo mientras seguía sucamino.Diounpasotemblorosohaciadelante,conBeauasulado.Le agarró del hombropara sujetarse a símisma, luegobajó lamano

porelbrazoyéllaabrazóinmediatamenteporlacintura,concuidadodenorozarlaheridadeldisparo.Lepasóelbrazopordebajodesuhombroyluegolamiró.—¿Estásbien?Ari asintióy luegodiootropaso, estavezmenosvacilanteporque se

sentía segura sabiendo que él no la dejaría caer. Se agarró con menosfuerza, seapoyóasu ladoycaminaron juntos lentamentedesdeel salónporunlargopasillohastaunahabitaciónquehabíaenunextremo.Cuandoentraroneneldormitorio,Beau la acompañóhasta la camay

luego ledijoqueseagarrasea lamesillamientras retiraba lasmantasycolocabalasalmohadasparaqueapoyaralacabeza.—Te harás más daño si intentas subir a la cama sola —le advirtió

bruscamente.Sinesperarrespuesta,lalevantósinmásyArilerodeóelcuelloconlos

brazos,sinsepararsedeélmientraseste la tumbabaenelsuavecolchón.Suspiróinmediatamenteycerrólosojosmientrassedejaballevarporelplacerylacomodidadquelacamaofrecíaasucuerpomaltratado.—Te voy a limpiar mejor antes de que llegue el médico —anunció

mientrassedirigíahacialoqueellaimaginabaqueseríaelbaño.Volvió un segundo después con una toalla húmeda, gasas y varias

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vendas.Primerovolvióalazonaqueyahabíalimpiado,losoídosyluegola nariz, que frotó con suavidad para quitarle la sangre seca. Luego lelevantólacamisa,queteníaungrancortedondelabalahabíaatravesadolatelaylapiel.Porsuertelaheridaestabajustodebajodelsujetadorynohizoningún

intentodequitárselo.Estaba seguradeque sehabíapuesto colorada, asíquemiróhaciaeltecho,intentandocontrolarlospensamientos,diciéndoseasímismaquenoseavergonzara.Lasintencionesdeélnoerandiferentesalasdelmédicoqueibaaveniraexaminarla.Oesosedecía.Beau gruñó bajito. Ella abrió los ojos y reparó en su ceño fruncido.

Estabamirandolaheridadebalaysusojosreflejabanunagranrabia.Seechóatemblar,incapazdecontrolarsureacciónantesuevidenteenfado.En estemomento supo que podía sermuy agresivo cuando alguien queestababajosuproteccióncorríaalgúnpeligro.Lepasóeldedoligeramenteporlaheridayfruncióaúnmáselceñoal

examinarlaheridadecerca.—Esto no debería haber pasado—dijo en voz baja—.Prometí que te

protegeríayenlugardeesotehandisparado.—No…SunegaciónseviointerrumpidacuandoagachóBeaulacabezay,para

suasombro,lepusoloslabiossobrelaherida.Nohabíanadasexualenelbeso:eraungestodeternuraparatranquilizarla.Eraexquisito.Ellalemirabalacabeza;elplacerlecorríaporlasvenasysustituyóel

dolordehacíatansolounmomento.Ungestotansimpleyaunasílehacíaunnudoenelpechoyenlagarganta.Elrocedesuslabioseracomoeldelasalasdeunamariposa,suavee

infinitamente amable. Un contraste muy marcado con la rabia en plenaebulliciónqueélsentíaminutosantes.Se quedó ahí, conteniendo el aliento y conmiedo amoverse para no

romper lamagia.Todoera intimidadasualrededoryel tiempoparecíahabersedetenido.Todolodemáshabíaquedadolejosysoloestabanellosdosysuslabiospresionandotiernamentesupiel.Ytanrepentinamentecomosehabíainclinadoparabesarlelaherida,se

levantóconunamiradadearrepentimientoyculpabilidad.Sepusodepieylanzólatoallaelsuelo.Sinmirarlaalosojos,segiróysedirigióhacialapuerta.—Elmédico estará aquí pronto—dijobruscamente—.Descansahasta

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quellegue.

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Trece

Beau estaba demal humor. Se odiaba por aprovecharse de Ari cuandoestaba en sumomentomás vulnerable. ¿En qué narices estaba pensandocuandolabesó?Noimportabaquenohubierasidounbesoapasionadoosinisiquiera

se lo hubiera dado en la boca. De alguna forma, el roce de sus labioscontra suherida, comosipudieracurarla, lehabíaparecidomuchomásíntimoquebesarlaenloslabios.Quéimbécilyarrogante;habíapensadoque tenía el poder de hacer que su dolor simplemente desapareciera,aunqueesoeraexactamenteloquequeríahacer.Sacudió la cabeza mientras volvía junto a Zack, que esperaba en el

salón.—¿Tienes algún plan? —preguntó Zack, interrumpiendo sus

pensamientos ymetiéndole de lleno en el caso que les ocupaba. Por lomenos uno de ellos pensaba con claridad, porque Beau seguíareproduciendo la situación con Ari una y otra vez en su mente hastavolverseloco.Loque quería hacer en realidad era volver a entrar en esa habitación

para que no estuviera sola. Se había comportado como un capullo aldespedirse tan bruscamente de ella y dejarla allí solo porque se sintieraasqueadoporsufaltadeautocontrol.Quería abrazarla y ofrecerle consuelo, que era precisamente lo que

necesitabatrasvercómotodosumundocambiabadrásticamenteysaberlaaterrorizadaporquesuspadresestuvieranmuertosomuyheridos.Porsuculpa. Era una carga que nadie debería soportar y, mucho menos, esamujerfrágilyvulnerablequeteníauncorazóndeacero,apesardequenolosupiera.Se hundió en el sillón y le dio un respiro a sus músculos cansados.

LuegomiróaZack.—No—contestóconsinceridad—.Sehapresentadoestamañanaenel

despacho con una historia bastante increíble y si no hubiera visto enprimerapersonatodoloquehapasadodespués,pensaríaqueestálocaose lo está inventando. Pero es verdad.Y después de haber escuchado suhistoria, es muy probable que hayan secuestrado a sus padres para

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manipular a Ari. Para hacerla ir hasta ellos como intercambio por suspadres.Zackhablócontonoburlón.—¿Creequesoltaríanasuspadres,ilesos,despuésdeponerlelasmanos

encimaaella?Esmuypocoprobable.—Sí, he intentado convencerla porque estaba a punto de ir sin

pensárselo dos veces y entregarse para que liberasen a sus padres. Hetenidoqueadvertirleque solamente los soltaríancuando tuviesen loquequerían. Y si mantenían a sus padres con vida, sería solo para podercontrolarla y utilizarlos con la amenaza de hacerles daño si no cumplíaconloquefueraquelepidieran.—Parecequeeseesnuestropuntodepartida—dijoZack—.Tenemos

que analizar su pasado, empezando por sus padres y cualquier enemigoquesupadrepudieratener.Unhombrenosetomalasmolestiasqueélsetomóconlaseguridadyparamantenerasufamiliafueradelpanorama,salvoquehayaunaamenaza.Alomejortenemossuerteyhayalgo,yaseaen el pasadodeAri o en el de supadre, quenosdéunapista acercadequiénvaahoratrasellayporqué.—Puedo imaginarme fácilmente por qué—supusoBeau entre dientes

—.Despuésdequeesepuñeterovídeo sevolvieraviral, habrábastantespiradosahífueraquehabránvistoelvalorquetienecontrolaraAriysupoder.—Pero ningún pirado normal y corriente se habría tomado las

molestias que evidentemente se ha tomado esta gente—argumentóZack—.Ydudodequeelequipodeseguridaddesupadre,hombresalosqueconfiólasvidasdesumujerysuhija,hubieransimplementecambiadodebando. Esto estabamás bien planeado a largo plazo y seguramente hantardado años en colocar a los hombres apropiados en sus puestos,sabiendolocuidadosoqueerasupadre.Esomedicequeelvídeonotienenadaqueverconestaamenazaenconcreto,conloqueesmásimportantesi cabe investigar sus asuntosdenegociosy lospersonales.Porqueestoparece un ataque orquestado cuidadosamente; no es fruto de laimprovisación.Esdemasiadocomplejo,demasiadoprofesional.ElvídeopodríahaberaceleradoelcomienzodelplanparaaccederaAri.—Lo que significa que alguien conocía la existencia de sus poderes

antesdequesehubieravistoobligadaadefenderseyelvídeovieralaluz.—Exactamente—dijoZackcontonosombrío.

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Beausepasólamanoporlacabeza.—Necesitamos información y la necesitamos para ayer. Ari solo

cooperaráconnosotrosduranteuntiempo.Estádesesperadaporencontrara sus padres y solo piensa en entregarse, aunque eso sea lo último quedebería hacer, porque entonces perdería su ventaja y cualquier poder denegociaciónquetenga.Zackasintió.—Vasatenerquereunirteconella,Beau.Ytendrásqueatarlaencorto.

No podemos hacer nuestro trabajo si tenemos que preocuparnos porprotegerlaacadamomento.—Dímeloamí—dijoBeauentredientes.Sefrotó lacaracon lasmanos;sesentíacansadomientrasseponíaal

díaconloquehabíapasado.Lehabíandisparado,echadodelacarreteraydisparadootravez.HabíanheridoaAriporsuculpa,porquehabíausadolospoderesparaprotegerlo.Nuncasehabíasentidotaninútil.Nisiquieracuando Caleb había estado tan centrado en la protección de Ramie, asícomo de la familia y sobre todo Tori, que todavía estaba frágil y seenfrentaba a las pesadillas de su secuestro hacía un año más o menos.Entonces no le tembló el pulso y ayudó a su hermano a hacer loinimaginable.Aun así, un pequeño desliz de unamujer, vulnerable y bondadosa, lo

teníatemblorosoeinseguro,doscualidadesquesiemprehabíatenido…ynecesitado.Yellaerabuenahastael fondode sualma.Teníaun instintoasombrosoparapercibirlapersonalidaddelagente,peroenestecasoeraevidente,no soloparaél, sinoparacualquieraqueestuvieraencontactoconella.Noeraparaél,nimerecíaaalguiencomoél,quevieralascosasentonosdegrisynotodoblancoonegro.Laslíneasdeloqueestababieno mal se volvían borrosas para él cuando se trataba de alguien que leimportaba.Noestabademás incumplir las leyesensupropiobeneficio.Las personas como Ari solo veían lo bueno de los demás. Ahora, derepente, tenía una nueva visión del mundo y resultaba desgarrador vercómoselecaíaelvelodeinocenciadelosojosycómounenormedolorytristezaocupabansulugar.Todasuexistencia,labarreraprotectoratrasla que había vivido y que con tanto esmero había construido, se habíadesmoronado en cuestión de un día. Era normal que estuvieradesconcertada, frenéticayque suspensamientos fueranun lío tremendo.Aun así no se había derrumbado ante la primera adversidad. Se había

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enfrentado a sus agresores y había desatado una tormenta de rabia ycastigo. Lo peor era que se sentía culpable de actuar no solo paradefenderseasímisma,sinotambiénaBrentyaél.—Soloparaquelosepas,cuandollaméaCaleb,quisosaberquémierda

estabapasandoyyavienedecamino.Conociéndolo,probablementeacabepegandoalmédico—dijoZackconindiferencia.Beau no sabía si sentirse aliviado o fastidiado porque su hermano

mayor se estuviera inmiscuyendo. Normalmente trabajaban como unequipo,peroporalguna inexplicable razón,considerabaqueestamisiónera… suya. Solo él y quien él quisiera que trabajara en este caso; unequipoque,seguramente,estaríaencabezadoporZackynoDane.Caleb tenía otras preocupaciones. Había acabado de construir la casa

quehabíadiseñadoparaRamiedespuésdequelaanteriorhubierasufridograndes daños. Tori, de momento, vivía con Caleb y Ramie. Mientras,Beauhabíareconstruidolasuyaenelmismositio.HabíanreparadoyalabrechaenlaseguridadquehabíaconllevadoladestruccióndesuscasasyaBeau legustaba la soledady la seguridaddelhogaroriginal.EntendíaporquéCalebqueríaempezardeceroconsumujer,lejosdeunlugarqueleshabíahechoaambostantodaño.Por primera vez desde que murieran sus padres, los hermanos

Devereauxsehabíanseparado;yanovivían juntosbajoelmismotecho,dondepodíangarantizarlaproteccióndesuhermanapequeña.Toriestabaa salvo con Caleb. Beau había decidido quedarse ahí, en la casareconstruidaquehabíasidoprácticamentederribada,mientrasqueQuinnhabía elegido un apartamento en un rascacielos cercano a la sede de laempresaenelcentrodeHouston.Enesemomento,lapuertaprincipalseabriódegolpeyCalebentróen

lacasaconlasfaccionesfrías,sibienlapreocupaciónsereflejabaensusojosazules.ParasorpresadeBeau,Ramieloacompañabayélfruncióelceño.¿HabíandejadosolaaTori?SeguramenteesapreguntaseleveíaenlacaraporqueCalebrespondió

almomento.—DaneyElizaestánconTori—anunciócortante—.Estoymuchomás

preocupado por lo que sea que haya pasado hoy. ¿Por qué no me hasinformadodesdeelprincipio?—Arihavenidoaverme—respondióBeau—.Havenidoaldespacho

muerta de miedo. Su padre le había dicho que si alguna vez estaba en

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peligronosbuscaraatioamí.Yoeraelqueestabaahí,asíquefueamí.Novirazónparapreocupartecuandoteníalascosascontroladas.Calebarqueóunaceja.—No creo que el hecho de que te hayan disparado, echado de la

carretera, que se salde el tema con tres vehículos destrozados y escapesconvidaporlospelosseatenerlascosascontroladas.—Loteníacontrolado—insistióBeauentredientes.—¿Quéhapasado,Beau?—preguntóRamieconsuavidadmientrasse

sentabaasuladoenelsofá.Notó que llevaba mucho cuidado en no tocarlo y era por una buena

razón,porqueseveríaafectadaporsurabiaysuspensamientososcurosalmomentoyesoera loúltimoquequeríaparasucuñada.Yahabía tenidosuficienteviolenciaymaldadensucortavida.Noqueríaser lacausademásdolor.Justoeneseinstanteoyeronquealguienllamabaaltimbredelapuerta

de seguridad, a la entrada del serpenteante camino. Zack contestó eintercambióbrevementeunaspalabrasconelmédico,mientrasestudiabaminuciosamente el monitor para asegurarse de que el doctor fuera elúnicoocupantedelvehículo.LodejópasaryBeause levantó;noestabadispuesto a tener aquella conversación con su hermano hasta haberseaseguradodequeAriestabaperfectamente.—Zackpuedeponertealdíaconloquesabemos—dijoBeau.Miróasu

hermanomayor fijamente,apropósito, sinapartar lavistaniun instante—.Pero,Caleb,esteesmío.Zacktrabajaráconmigoyelegiráasuequipo.Calebarqueólascejas,sorprendido.—Daneeseljefedeseguridad.¿Nodeberíasercosasuya?—SoyyoquienfirmalasnóminasdeZack—soltóBeauimpaciente—.

Tiene un trabajo enmarcha y no voy a cambiarlo por este. No cuandoZackyyosomosperfectamentecapacesdecontrolarestasituación.Caleb arrugó aún más la frente y miró a Zack para preguntarle,

visiblementeimpaciente,loqueconllevabaestecaso.Lapuertaseabrióyelmédico,unviejoamigodelafamilia,entróenel

salón con dos botiquines. Beau fue a saludarlo, ignorando a los demásmientrasloacompañabaalahabitacióndeAri.Llamódespacio a la puerta para avisarla y queno se asustase cuando

entrara con un completo desconocido. Sin embargo, no debería habersepreocupado.Cuandoabriócuidadosamentelapuerta,Ariestabahechaun

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ovillo, tumbada del costado donde no estaba herida. Se quedóimpresionadoporlaimagenquedaba.Aundurmiendo,susrasgosdenotabanmiedoycansancio,comosisus

sueños la estuvieran atormentando. Tenía la frente arrugada y el ceñofruncido como si le doliera mucho, y se estaba acercando lentamentecuandovioelpequeñoreguerodesangrequelecaíadelanariz.Seaproximóa lacamay se sentóenelborde; leapartóelpelode la

frente y le acarició la mejilla para tratar de aliviar su angustia. Ella semovióyabriólosojosderepente:teníalamiradacansadaynubladaporlaconfusión.—¿Beau?—Sí,cielo.Soyyo.Perdonaquetedespierte,peroestássangrandootra

vezyelmédicohavenidoaverte.Sellevólamanoautomáticamentealanariz,peroantesdequepudiera

secárselaconlamano,Beaulecogiólosdedosylealcanzólatoallaquehabíatiradoantes.Concuidado,lelimpiólasangreyluegosegiróparaquepudieraveralmédicodepie,aunospocoscentímetrosdedistancia.Seleaceleróelpulso.Notabaelrepentinolatidodesucorazóncontrala

manoquelehabíapuestoenelcuello.—Nopasanada—dijoconsuavidad—.Esdeconfianza.—Perome encuentro perfectamente—protestó ella—.Nonecesito un

médico.EldoctorCareyseacercórápidoyenérgico,sinandarseporlasramas

ypusolosbotiquinesenlacama,frenteaBeau.—¿Porquénodejasqueseayoquiendecidaeso?—dijoamablemente.MiróaBeau.—¿Preferiríasmarchartemientraslaexamino?Ari empezó a respirar entrecortadamente ymiró a Beau aterrorizada

comosideellodependierasuvida.—Mequedaré—dijoBeauconfirmeza.Ella suspiró de alivio y cerró los ojos un momento, mientras se

acomodabaentrelasalmohadas.—Me duele la cabeza—reconoció—.Muchomás que el costado. La

heridadeldisparomedueleunpoco,perolacabezamevaaestallar.Beaumiróaldoctor,preocupado.—Tiene una hemorragia psíquica grave. Ha sangradomucho por los

oídos y la nariz. Me preocupa que se haya podido producir una

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hemorragiacerebralodañospermanentes.AriquisoprotestarymiróaBeaucomosinopudieracreerquehubiera

traicionadosuconfianza.Beaulepusounamanoenlamejillaparatranquilizarla.—No es nada que no haya visto antes. Es de confianza, Ari. No te

pondríaenpeligrosinoestuvierasegurodesuconfianzaysudiscreciónabsolutaenesteasunto.Elmédicofruncióelceño.—Suenabastanteserioyesunapruebadeque tucerebrohahechoun

gran esfuerzo.Megustaría hacerte un análisis solo para asegurarnos dequenohayhemorragiaoquenoseguirássangrando.Si lopasamosporalto,podríasponerenriesgotuvida.Peroprimerodéjameveresaheridadebalayluegodecidiremosquéhayquehacercontucabeza.Laagilidadylaeficaciadelmédicoparecieronaplacarlapreocupación

deAri,quenoprotestócuandoBeaulelevantólacamisetaparaenseñarleelcortedeunpardecentímetrosdelcostado.Eldoctorarrugólafrenteylotocócondelicadezaparaexaminarlaprofundidaddelaherida.—Voyatenerquedarleunospuntos.Puedohacerloaquí,perocomohe

dicho,me quedaríamás tranquilo si la llevaras a la clínica para que lepuedahacerunTACcerebral.Deesaformapodremossaberexactamenteaquénos enfrentamos.No tardarámucho.Serásun casoprioritarioymeaseguraré de que no haya informesmédicos que indiquen que has sidopacientedemiclínica.ArimirórápidamenteaBeaucomosibuscarasuaprobación.Élasintió;

estabadeacuerdoconeldoctor.—Deberías hacerte la prueba—instó Beau con firmeza—. Si quieres

resultardeayudaparatuspadres,tenecesitamosalcienporcien,yesonoes negociable. Así que o cedes tranquilamente y aceptas, o te llevaré arastrasyomismo.Unapequeñasonrisaseasomóasuslabios.—¿Tehandichoalgunavezloexigentequepuedesllegaraser?Éltambiénesbozóunalevesonrisaenunintentodeconsolarlaunpoco

porquesentíaqueestabapendiendodeunhilo.—Melohandichounaodosveces,sí.—Bueno,yaquenomedejaselección,¿puedoalmenosponermealgo

quenoesté rotoy llenodesangre?Estoyhechaundesastreynoquierollamarlaatenciónmásdelonecesario.

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—TodavíahayalgoderopadeToriporaquí—dijoBeau—.Tetraeréalgo que puedas ponerte y nos iremos de inmediato. No me quedarétranquilohastaquesepaqueestásperfectamente.Túeresloprimero,Ari.Luegoiremosaporloscabronesquetienenatuspadres.

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Catorce

A pesar de la amenaza de Beau de que o se ponía en marcha o se lacargaría al hombro como un saco de patatas, él insistió en sacarla enbrazos del dormitorio y protestar no le sirvió de nada. La cogió confacilidad y no le hizo ni caso por mucho que le asegurara que podíacaminar.En cuanto entraron en el salón y Ari vio que había más gente, se le

encendieron las mejillas. Le dio una vergüenza tremenda que Beau lallevaraasí,comosifueraunainválida,peronolehabíadadootraopción.Noqueríaquesevierasometidaamásestréshastaquesupieransegurolamagnituddesusheridas.Aribajólavista,incapazdesoportarelescrutiniodeesehombretosco

yhurañoqueseparecíaaBeau.SupusoqueerasuhermanoCaleb,elotrohombrealquesupadredijoquerecurriera.Eneseinstante,bajosumiradapenetranteeinquisitiva,sesintióaliviadadehaberencontradoaBeaueneldespacho y no a él. Beau imponía, desde luego, y al principio se habíasentido intimidada por él, además de muy nerviosa. Estuvo a punto decambiardeopiniónysalircorriendodeallí,peroapesardesuaparentebrusquedad,aellasiemprelahabíatratadomuybien.Sinembargo,Calebparecíaduroeinflexiblemientraslarepasabacon

lamiradadeuna formacasiacusadoracomosino lehicieragraciaquehubierairrumpidoensufamilia.UnachicajovenestabasentadajuntoaCalebenelsofáy,unavezmás,

supuso que debía de ser Ramie Saint Claire o, mejor dicho, RamieDevereaux,yaquesehabíacasadoconél.Laintimidadquehabíaentrelosdoseratanobviaquesabíaqueesamujernopodíaserunacompañeradetrabajo. Tenían los dedos entrelazados y él tenía sumano en el regazo,acariciándole el índice con el pulgar distraídamente. Ramie habíaaparecidoen lasnoticiasde forma intermitente a lo largode los añosyArihabíaseguidosuhistoria,enlaquehabíaahondadoeidomásalládelosmerosartículos.Lafascinabaporquelaconsiderabaunalmagemela,lo que era una tontería porque ni siquiera conocía a la mujer. Sinembargo, en un mundo donde los poderes psíquicos supuestamente noexistían, a Ari la consolaba saber que no era un bicho raro o, por lo

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menos,quenoeralaúnica.Habíaotrosahífueraquecompartíanesedontanextraño,aunquedichosdonessemanifestarandemanerasdistintas.Miró a Ramie con disimulo; no quería que la sorprendiera

observándoladescaradamente.Semordióel labioparanopedirleque laayudaraa localizarasuspadres.Localizandoavíctimas,Ramie teníaunéxitoinfaliblesibiendossecuestradoreshabíaneludidoalasautoridadeshastabienentradoelañoanterior,cuandofinalmentepudieronarrestaraunograciasaltrabajoconjuntodelDepartamentodePolicíadeHoustonyDevereauxSecurity.Se estremeció; el miedo le recorrió la espalda al pensar en que

supuestamente alguien tuviera que localizar, no al secuestrador de suspadres, sino a su asesino. Cerró los ojos y se arrimó más a Beau,buscandosufuerzaysucalorporquenopodía—niquería—contemplarlaposibilidaddequehubieraperdidoa suspadrespara siempre.QueríacreercontodassusfuerzasenlapromesadeBeaudequeencontraríaasuspadressanosysalvos.Eraloúnicoquelequedabaenunmundoenelquetodolodemásestabaenelaire.Teníaquecreerenalgoosevolveríalocatorturándose con la incertidumbre y las espantosas posibilidades que levenían a la cabeza cada vez que pensaba en sus padres cautivos ysometidosaDiossabequé.Ensuspeorespesadillas imaginabaa sumadre, solay separadade su

marido,aterradaysinsabersiestabavivoomuerto.Beau le dio un apretón y agachó la cabeza como si notara el

horripilanterumboquetomabansuspensamientosyquisieracobijarladealgunamanera.—OsagradeceríaqueRamieytúosquedaraisaquíhastaquevolvamos

—le dijo Beau a su hermano—. Tenemos que hablar de muchas cosas,pero primero quiero asegurarme de que Ari está bien y no tiene unahemorragiacerebral.Ramie abrió mucho los ojos y miró primero a su marido, con

expresióninterrogativa,despuésaBeau,conelmismoaireinquisitivo.—Hemorragia psíquica. Y de las fuertes—dijo Beau—.Mucho peor

quelaquesufristeisCalebytú.Ari arrugó la frente, confundida. ¿Caleb también tenía un don? ¿Era

algo que compartía la familia Devereaux? Tal vez por eso su padreparecíasabertantodeellos.Ramie adoptó un aire preocupado, pero no dijo nada y siguió

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escudriñando a Ari, acurrucada entre los brazos de Beau. Parecía másinteresada en que él la llevara en brazos, cosa que la cohibía aúnmás.Apretólospuñosensupechoenunasúplicamudaparaquesefueran.Beausegiróysalióalvestíbulo.Eldoctorselesadelantóparaabrirla

puertay,alllegaralumbral,sedetuvobrevementeyvolviólacabeza.Deperfil, Ari reparó en su mandíbula tensa y en sus dientes apretados, yafuerapordeterminaciónopreocupación.Talvezfueraunacombinacióndeambas.—Empieza a escarbar, Zack. Necesitamos toda la información que

podamos.Volveréencuantopueda, amenosquehayaquehospitalizar aAri.—Ahoramismo—dijoél.Ari emitió un sonido ahogado de protesta al tiempo que Beau se

acercabaalvehículoquelesestabaesperando.—Nomehacefaltairalhospital—insistiómientraséllaacomodabaen

el asiento trasero—. Lo que necesito es encontrar a mis padres. Esadeberíasernuestraprioridad.Lepusoundedoenloslabiosparaquenoprotestaramás.—Túeresloprimero—sentencióélenuntonoquenoadmitíaréplica

—.Sintinotenemosventajanipoderdenegociación,yolvídatedesalvara tus padres. Simueres, la gente que ha secuestrado a tus padres ya notendrámotivosparamantenerlosconvida.Tienesqueentenderlo.Séqueesdurodeoír, pero tienesque afrontar loshechos. Importas,Ari, ymecabreaquedigasqueno.Novoyacambiartuvidaporladetuspadresypunto.Y tenpor seguroquenovoy adejar quehagasnada imprudente,impulsivo o irracional. Tú has acudido amí para que te ayude, así queharemoslascosasamimanera,¿entendido?Derepentelainvadiólarabiaylaimpotencia;seleaceleróelpulsoyse

notóalbordedeunataque.Empezóarespirarentrecortadamente,peroapesar de todo intentó controlar la furia que le habían provocado esaspalabrassobrelasdospersonasmásimportantesdesuvida.—Joder —maldijo Beau—, vuelves a sangrar. Ari, controla los

pensamientosytranquilízate.Cabréateconmigotodoloquequieras,peropiensomantenerte sana y salva, y voy a recuperar a tus padres.Deja depelearconmigoyempiezaaconfiarenloqueteheprometido.Ellasesecólanarizconeldorsodelamanoysemanchólamejillade

sangre.Lemartilleaba lacabezayeldolorestabaalcanzandounascotas

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casiinsoportables.Cerrólosojosyseapretólassienes.Beauvolvióamaldecir,perocuandole limpió lasangredel rostro lo

hizocondelicadeza;unacontradicciónevidenteconelhumordeperrosquetenía.—Túmbate e intenta ponerte cómoda.Me aseguraré de que el doctor

Careytedéalgoparaeldolorcuandolleguemosalaclínica.Ari asintió, y ese leve movimiento le produjo unos pinchazos

dolorosísimosquecasi lehicieronestallar lacabeza.Quizásínecesitaraatenciónmédica.Esto eranuevopara ellayno teníani ideade si era laconsecuencianormaldehaberusadosuspoderesono,porquenuncaloshabíapuestoapruebadeestaforma.—Meduele—dijoenvozbaja, liberandoenesasdospalabras toda la

emociónqueyanopodíacontener.Élleacariciólacarayseinclinóhastaapoyarlafrenteenlasuya.Igual

quecuandolehabíabesadolaheridaantes,aunquenohubieranadasexualenelgesto,leresultabamuysugerenteyenternecedor.Coneseroce,consubocaantesysufrenteahora,ysualientomezclándoseconeldeél,elcorazón se le henchía en el pecho y casi se sintió superada por ladelicadezadesuscaricias,porsutacto.—Lo sé, cielo —dijo Beau igual de bajito—. Ni siquiera llego a

imaginarmeeldolorquedebesdeestarsintiendo,locansadaquedebesdeestar. Pero tienes que hacer algo por mí: piensa en ti primero, ¿deacuerdo? Deja que el doctor Carey se ocupe del dolor físico, por lomenos.Elsufrimientoemotivoserámuchomásdifícildesolucionar,peroeresfuerte,Ari.Metienesamí.Deahoraenadelante,piensaqueseré tusombra.Nunca te perderé de vista, amenos que pida amis hombres deconfianzaquetevigilen.Noestássolayséquelosuperarás.Las lágrimas le quemaban tras los párpados y pestañeó rápidamente

para contenerlas, aunque elmásmínimomovimiento le provocaba unaspunzadas dolorosas en la cabeza que se propagaban por su mentefracturada.Derrotadaeincapazdeexpresarconpalabrasloquesentíasucorazón,leapretólasmanosqueleenmarcabanelrostroyselasllevóalpechoparaquenotaraellatidodesucorazónysupieraelefectoqueteníasupromesaenella.La sorprendió acariciándole los labios, tan suavemente como una

pluma, luego por encima de la frente y, de repente, se apartó con unmovimiento brusco como si fuera consciente de la realidad y del

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momento.Fruncióelceñoyparecióquehacíaunesfuerzoparacontrolarlaexpresiónfacial,aunqueArinotóquelarechazabadealgunamanera.Se volvió para que no viera el destello de dolor en sus ojos que ella

estaba convencidadeque le vería.Suspadres le decían siempreque susojos reflejaban sus emociones y sus pensamientos. Entre risas solíandecirlequeeratransparenteyqueerabuenoquefueratansincera,porqueleresultabaimposiblecontarunamentirayquenolapillaran.Suspiróylasensacióndecalidezdelpechosetransformóenundolor

leve mientras se tumbaba en los asientos posteriores del vehículo concuidadoyporelcostadoquenoledolía.Arrugólafrenteyseincorporóamedias cuando se abrió la puerta junto a su cabeza; unas manoscuidadosas le colocaron una almohada debajo del cuello para queestuvieramáscómoda.Beau Devereaux era un rompecabezas que no lograba terminar de

encajar… y tampoco estaba segura de querer hacerlo. En cuanto a subienestar, pasaba demostrarse tierno, protector y exigente a estar seco,retraídoyconcaradearrepentirsedehaberlatocadosiquiera.Estaba demasiado cansada mental y físicamente para descifrar el

enigmadeladoblepersonalidaddeBeau.Cerrólosojos;queríasumirseenalgocálidoyacogedor,cualquiercosaquelehicieraolvidarelpitidodelosoídosyelconstantetemorypreocupaciónporsuspadres.De repente cayó en la cuenta de que, sin sus padres, estaba

completamentesolaenelmundo.Suspadreshabíanperdidoalossuyosauna edad relativamente temprana. Su madre trabajaba para pagarse launiversidadcuandoconocióasupadre.Teníadiezañosmásqueellayyahabíaamasadounafortuna; lehabíahechoperder tanto lacabezaquesuromanceacabóenmatrimonioalospocosmeses.Noteníaabuelos,tíosniprimos.Nohabíamásfamiliasalvosuspadres

y ella misma, por eso tenían una relación tan estrecha. Su padre habíadichosiemprequenopodíadesearunafamiliamejoryconsiderabaasumujeryasuhijalosmejoresregalosquelavidapodíahacerle.Cerró los ojos con fuerza al notar cómo la embargaba la tristeza.

Entoncessereprendióporlasensacióndevacíoquelaabrumóderepente.Noqueríaperderlaesperanzaporqueeraloúnicoquelequedabaysiesotambiéndesaparecía,estaríatotalmenteperdida.Se aferró a la promesa que le había hecho Beaumás de una vez. Su

padrelohabíaescogido,yquehubieraencomendadoa losDevereauxla

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seguridaddesuhijateníaquesignificaralgopuesélnoconfiabaennadie.¿SabíalodelospoderesdeRamie?¿PoresosabíaqueBeauoCalebla

recibirían tan bien?Pero no podía ser.Ramie yCaleb no llevaban tantotiempo juntosy supadre lehabía arrancado lapromesahacía tres años,cuandosegraduóenlauniversidadunañoantesdetiempo.Hizounmohín sinabrir losojos. ¿Cuál sería la relaciónque tenía su

padreconlosDevereaux?AlparecerBeaunoloconocía;siCalebsí,noselohabíadichonilahabíamiradodeformaafectuosa,comosucederíasi su padre fuera un amigo o conocido, por lo menos. A no ser que aCalebno lecayerabien,peroesonopodíaser,porquenunca lehubieraencargadosuseguridaddehaberalgúndesacuerdoentreellos.Suspiró.Esecaosdepensamientos le intensificabaeldolordecabeza.

Algo líquido y cálido le llegó a los labios. Con la mano se limpió lasangreconlaesperanzadequeBeaunosedieracuenta.Abriólosojosy,parasusorpresa,vioqueélibaenelasientodelpasajerodeltodoterrenoy que era el médico quien conducía. Beau la observaba con el ceñofruncido.—¿Conquéteestástorturandoestavez?—lepreguntóenvozbaja,tal

vezendeferenciaasudolordecabeza.—Quería encontrarle el sentido a esto—murmuró al tiempo que se

secaba la nariz con la manga de la camiseta para limpiar los restos desangre.Ya no tenía tiempo de cambiarse de ropa, que no estuviera

ensangrentada,paranollamarlaatención.—Esoescosamía—dijoélconfirmezaymirándolafijamentecomosi

quisieraquecediera.¿Pero cómo podía ceder? ¿Cómo iba a mantenerse al margen de la

historia mientras alguien, un extraño, encabezaba la búsqueda de suspadres?¿Yporquénollamabanalapolicía?Habíademasiadaspreguntassinrespuesta.PreguntasquenohabíahechoaBeau,aunqueadecirverdadtampocohabíatenidotiempo.Todo había pasado muy rápidamente desde que pisara su oficina.

Despuéstodohabíaexplotado…literalmente.Nohabíantenidoniunsolomomentoparasentarseycentrarseenladesaparicióndesuspadres.Beauno había tenido la oportunidad de preguntarle nada y ni siquiera deverificar los datos más simples como el nombre de sus padres, sudirecciónycualquierotrodatoimportante.

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Loqueaellaseleantojabaunaeternidadfueron,dehecho,unaspocashorasysuspadresllevabanmenosdeveinticuatrodesaparecidos.¿Habíasucedidoayer?Automáticamentesemiróelreloj—unregalode

sumadre—,peroreparóenquenolollevaba.Nosabíacuándo,dóndeocómohabíadesaparecido.—¿Quéhoraes?—lepreguntóaBeaudébilmente.Élseguíafrunciendoelceñoylamirabaconaireinquisitivo,comosi

pensaraqueesofueraloúltimoquedeberíapreguntar.Ysí,talvezfuerainsignificanteencomparacióncon todo lodemás,peroaella leparecióimportantesabereltiempoquehabíapasadodesdequevieraasuspadresporúltimavez.—Son casi las tres—contestó él en un tono suave, como si estuviera

hablandoconunamemaoalguienqueestuvieraalbordedeunpuenteycualquierpalabrafueradetonolahicierasaltar.Teníalacabezahechaunlío.Eraunalocuracontemplaresasideastan

idiotasyridículascuandosusituación—lasituacióndesuspadres—eratan terrible.Talvez sí fuerauna locuradeverdadque sehabíadesatadocuando usó sus poderes después de tenerlos latentes e inactivos toda lavida.Quizáesolehabíaprovocadoelcortocircuitomentalquelehabíafrito

hastalosnervios.Oyóunruidoraroycomosinosesintierabastantehumilladaya,sedio

cuentadequehabíasidoella…riéndose.Eraunarisadesquiciadaycasihistérica.Beaudejódefingirquenoestabapreocupado.MiróaldoctorCareyy

ledijo:—Frena.Necesitaayudaahoramismo.—Estoybien—dijoenunhilodevoz—.Mehedadocuentadequeno

hanpasadoniveinticuatrohorasdesdequelosviporúltimavezyamímeparecetodaunavida.—Noestásbien—añadióenuntonoquerayabaelgruñido.¿Lagentegruñíadeverdad?Ay,no,otravezno.Otravezleveníanala

cabezaesasideasridículasyaleatorias,casicomosisucerebroquisieraprotegerla con una burbuja de pensamientos sin sentido para que notuvieraquecavilar sobre lapenosa realidadde las circunstanciasenqueestabaenvuelta.Setocólanarizinstintivamenteparaversivolvíaasangrar.Beau,que

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no se perdía ni una, la observó y se fijó también en si había rastro desangre.Para su alivio, solohabíaunpocode sangre seca,nadamás.Lalástimaeraqueeldolornohabíadesaparecido.Seapretólafrenteconlamanoenunintentodealiviardealgúnmodolapresión.Ledolíalacabezacomosiquisieran reventárselacomoquienquiere sacarseungranito; ledaba la impresión de que en el momento menos pensado acabaríaexplotando.—Háblame de tumadre—tanteóBeau con suavidad—. ¿Es tan guapa

comotú?Ariseloquedómirandodesconcertadaantesdedarsecuentadeloque

estaba haciendo. Quería distraerla de ese caos que tenía por cabeza eintentaba que centrara sus pensamientos en algo bueno. Y entonces lellegaron sus palabras al fin y notó que respiraba mejor, que la calidezempezabaaextenderseporsusvenas.Sonrió automáticamente, como siempre hacía cuando pensaba en su

madre. Por un segundo le vino a la mente la imagen de su madre, tanhermosa, riéndose, y sintió un alivio momentáneo del dolor y de laoscuridadqueparecíanhabitardeformapermanenteenlosmásprofundosrecovecosdesualma.—Es la mujer más hermosa del mundo —susurró—. Es cariñosa,

amable;siempresonríeyestácontenta.Escomosiiluminaraestemundo.Ysonríedeunaformacuandomipadrelamiradeesamanera…Pensabaqueunamorcomoelsuyosoloexistíaenlasnovelasrománticas,peroséde primeramano cómo se aman, con el almay el corazón, y cómomequierenamí:incondicionalmente.—¿Yde quién has sacado esos ojos?Tienen un colormuyparticular.

Bueno,colores,mejordicho—secorrigió—.Nuncahevistoanadieconunosojoscomolostuyos.Arilomirósinpodermediarpalabrayalratofruncióelceñomientras

pensabaensuspadres.Lelanzóunamiradadeperplejidadporquenuncasehabíaplanteadodequiénhabíaheredadosusojosoesecaleidoscopiodecolores.—De ninguno de los dos—repuso sinceramente—. Supongo que de

algúnabuelo,peronolosé.Loscuatromurieronantesdequesecasaranmispadresy losdoseranhijosúnicos;no teníanmás familia.Mipadresiempre decía que eran almas gemelas, dos mitades de un todo,incompletasysolasenelmundo,hastaqueseencontraron.

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Derepenteleentróvergüenzayagachólacabeza.Dichoenvozaltaporella,ynoconeltonoreverenteconelquesupadrehablabadesuesposa,sonaba algo forzado. Algo que se había sacado de la manga en unlamentableintentodeinspiración.PeroBeaulasorprendió.—Esunsentimientoprecioso.Esunapenaque lamayoríade lagente

nosesientaasíhacialapersonaconlaqueescogecompartirlavida.Oalmenos,granpartedeella.Ariarrugólafrentealoírestoúltimo.—¿Nocreesqueseaparasiempre?Élseencogiódehombros.—Será que nunca he conocido a nadie que me haga quererla para

siempre.Su naturalidad no la sorprendió; al fin y al cabo era un hombre. Los

hombresnosolíanpensardelamismaformaquelasmujeres.Nodeberíani haber pestañeado ante esa visión tan sensata de las relaciones. Habíaaprendidomuchotiempoatrásquesupadreera…bueno,queeraelúnicodesuespecieynoporquefuerasupadreylepusieraenunpedestalcomocualquierniñadepapá.Veíalaadoraciónensusojoscadavezquemirabaasumadre.Veíalo

afectuosoqueeraconellaaunquefueraserioyfríoconelresto.Nohabíasidoconscientedecómoleveíanlosdemáshastaquefuemayoryempezóareconocer lasdiferenciasentresupadrecuandoestabaencasaconsus«chicas»—comosolía llamarlascariñosamente—ycuandoestaba fueradeeserefugio.Pero tampoco le importaba lo más mínimo que alguien supiera que

estaba a los pies de su señora. Aunque pareciera que él era la fuerzadominante de la relación, ella sabía que era sumadre la que llevaba labatutayquetodoloqueélhabíahechoeraporella.YporAri.—¿Teencuentrasmejor?Dejódefruncirelceñoyesbozóunatímidasonrisaporhaberlehecho

recordar brevemente lo bueno de su vida. Y, de hecho, el dolor y lapresiónquenotabaenlacabezahabíandisminuido.Seguíanahíytodavíadolían,peroyanoeracomosifueraaexplotarleencualquiermomentoocomosillevaraunabombacontemporizadorapuntodeestallar.—Sí, gracias —dijo con voz ronca, embargada por la emoción—.

Necesitabaesemomentodefelicidad;hasidounainyeccióndeesperanza.

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Sinesperanzanotengonada.Parasusorpresa,elvehículosedetuvo.Nisiquierasehabíadadocuenta

dequehubieranaminoradolamarchayentradoenelaparcamientodeunedificiodeunasolaplanta,encuyafachadahabíauncartelqueanunciabaunaclínicamédica.Sinembargo,Beaunisemovió.Selaquedómirandofijamente;irradiabaseriedady…sinceridad.—Tienesalgo,Ari,ynoquieroque loolvides.Ahorametienesamí,

igualquedisponesde todoelpersonaly los recursosdemiempresadeseguridad.Aricontuvolarespiración.Nohabíaoídosusúltimaspalabrasporque

loúnicoquehabíaregistradoeraqueloteníaaélysepreguntabasiBeaucomprendíadeverdadloqueesosignificabaparaella.Alguienquecreíaen milagros y en finales felices, incluso a pesar de los obstáculosaparentementeinsalvables.Siempre tan optimista.Casi podía oír el tono burlón de su padre y la

voz de su madre regañándolo por sugerir que eso no era un rasgopositivo.Cuandoquisodarsecuenta,Beauestabaabriendo lapuertay,estavez,

ellanoprotestócuandolarodeóconlosbrazosdeformaprotectoraylallevó por una de las entradas laterales que tenía un cartelito de «Soloempleados».Al parecer a los hombres comoBeau no se les aplicaban lasmismas

reglas que a los demás. Esbozó una triste sonrisa al tiempo que seestremecíaporelfrescordelaclínica.Nolegustabanadacómoolía;eraeseolor a antisépticoya enfermedad, amuerteyadesconsuelo.Eraunsitiodefactoresopuestos.Lagentequeacudíaallírecibíabuenasnoticiasonoticiasmuymalas,deesasquetecambianlavida.Nopudoevitarsentirpesarporaquellaspersonasquerecibíanlasmalas.BeaulallevóaunasalapresididaporunTAC.Ellalomiróhorrorizada

porqueaefectosprácticoseraun tubo;un tubocerradoyestrechoenelqueteintroducen.Se le aceleró la respiración y se llevó lamano a la nariz por si ese

estrés repentino le provocaba otro sangrado. Beau ya estaba bastantepreocupado;noqueríadaraúnmásmotivosparaquedierariendasueltaasuirracionalidad.El médico le pidió que la tumbara en la camilla y la colocara bien,

luegolediounapretónafectuosoenelbrazo.

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—¿Quieres que Beau se quede contigo? A algunos pacientes les danmiedo los espacios cerrados y rehúyen las situaciones claustrofóbicas.Puedo ponerle un traje para que no sufra ningún tipo de daños.Nuestraprioridadesasegurarnosdequeestáscómoda.Lomásimportanteesqueterelajesyobedezcas,quehagastodoloquetepidamos.¿Podráshacerlo?—No…digosí,sí,estarébien—seapresuróacontestar.Aunquequería

queBeausequedara,senegabaaponerloenpeligroporsuculpa.Ya lehabían disparado dos veces y le habían echado de la carretera tras unasvueltas de campana.Ya había tenido suficiente; era hora de ser adulta yactuarcomolamujerindependientequetantosehabíaesforzadoporserdesdequesegraduaraenlauniversidadyencontraratrabajo.Asupadreno le había hecho ninguna gracia, pero su madre logró aplacarlo yconsiguió que le diera la libertad que no le había concedido hasta losúltimosaños.—Puedo estar sola. Estoy bien, en serio. No quiero que Beau corra

ningúnriesgo.Yasehaarriesgadosuficientepormíhastalafecha.—Peroteaterranlosespacioscerrados—dijoél,tenso—.Mequedo.Ellalomiró,pasmada.—¿Yesocómolosabes?—Puesporquenohasvistolacaradeterrorquesetehapuestoalverel

escáner. No pienso dejar que pases por esto sola sabiendo que será unsuplicio,asíquenitemolestesentratardeconvencerme.Estadiscusiónnolavasaganar.—Deacuerdo—masculló—,pero si te da radiacióno lo que seaque

denestasmáquinasderayosX,seráculpatuyaypasodesentirmeculpablesiluegotienescáncerylapalmas.Beauesbozóunasonrisa.—Ay,Ari,queempiezoacreerqueteimporto—bromeóél.Ellaadoptóunairesolemne.—Claro que me importas. Y demasiado. Ojalá fuera más egoísta y

estuviera dispuesta a hacer lo que fuera para recuperar a mis padrescostara lo que costara a los demás, ya fueran sus vidas o su integridadfísica, pero no soy así. Nunca he sido ese tipo de persona y no quieroserloahora.Él se había acostumbrado a besarla en cualquier sitio salvo en los

labios,casicomositemieraquehubierademasiadaintimidadentreélysucliente. Sin embargo, para ella, esos momentos de ternura significaban

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muchomásquesilabesaraenlaboca.Cerrólosojosmientraséllabesabaenlafrentearrugada.—Va, hemos desperdiciadomucho tiempo en tonterías y tenemos que

ponerte el traje, igual que yo, porque como te acabo de decir: te voy aacompañarencadapasoquedes.Siteasustas,llámame.Aquíestaré.—Gracias,Beau.Sabes,igualqueséyo,quehashechotodoloqueha

estadoentumanoymuchomásdeloquesueleshacerporuncliente,asíquegracias.Tuapoyosignificamuchísimoparamí,asícomolapromesade que encontrarás a mis padres y que me protegerás de los que mepersiguen.—Yamehasdadolasgraciasyconesomebasta—dijoélsuavemente

—.AhoravamosahacerteelescáneryaversieldoctorCareymedejamástranquilosobreloquetepasa.

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Quince

BeauentróencasaconArienbrazos,dormidacontrasupecho.Talcomoleshabíapedido,CalebyRamieseguíanallí,enelsalón,aunqueparecíaqueellasehabíaquedadodormidaapoyadaenelhombrodesuhermano.Lamelenaleocultabapartedelrostro.BeaumiróaCalebarqueandounaceja.Aloshermanossiempreseles

había dado bien la comunicación silenciosa. Era como si tuvieran tantasintoníaquepodíanhablarse,opreguntarse,conunasimplemirada.SeguramenteporesoCalebparecíaconfusoeinclusoenfadadoporque

nolehubieraconsultadolodeAri,aunqueBeautampocohabíatenidolaoportunidaddadolorápidoquehabíapasadotodoyelpeligroquehabíacorridoellaencuestióndeminutos.—Está bien—murmuró él—. Anoche se acostó tarde. Tori tuvo una

pesadillaysequedóconellahastaquesequedódormida.—¿Hayalgoquedebasaber?—preguntóBeau.Suhermanosequedócalladounmomento.—Enaquelmomentono,peroahora sí, creoquedeberías saberlo.—

MiróaAri,queseguíainconsciente—.¿Cómoestá?—Notolerabienlosanalgésicos—contestócontonoirónico—.Oeso

o está exhausta, que es lo más probable visto lo que ha pasado en lasúltimasveinticuatrohoras.EldoctorCareylehadadoelvistobuenoalatomografía,pero lehapuestouna inyecciónporque ledolíamuchísimo.Sehaquedadofritaenmenosdecincominutos.Hetenidoquesacarlaenbrazosdelaclínicaymeterlaenelcochemientrasesperabalosresultadosdelescáner.—Acuéstala,entonces—dijoCalebenvozbaja—.Tenemosmuchode

quéhablar.Zackhaestadoinvestigando.AunquenoqueríasmeteraDaney a Eliza, he tenido que echar mano de la pericia de Eliza para queaccediera a información que no suele estar disponible fácilmente. Zackestáen lasaladeseguridadhaciendoalgunas llamadas,peroseguroqueyasabequeestásaquí,asíqueestaráaquícuandohayasvueltodeacostaraAri.EltonodeCalebleerizóelvelloysuradarinternoempezóapitar.Su

hermanoteníaunaexpresiónmalhumoradaeirradiabaseriedad.

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Maldijoentredientes,sediolavueltaysalióalpasilloconAriaúnenbrazos, pero en lugar de dejarla en la habitación para invitados dondehabíaestadoantesgiróaladerecha,dondeestabaeldormitorioprincipal.Originalmente, la casa tenía dos plantas, pero después de tener que

escaparporlaventanadelsegundopisoysaltardel tejadillocuandounabomba destruyó la mayor parte de la planta baja, Beau optó por noreconstruirla igual. Las posibilidades a la hora de huir eran muchomayoressinoseteníanvariospisospormedio.DejóaAriensucama.Sedijoquenoqueríaquesedespertaraasustada

yconfrío,yqueesaera laúnica razónpor laque lahabía llevadoasuhabitación, aunque le pasó otra idea por la cabeza y sabía que era unmentirosointegral.Sí,éldormiríaenelsillónreclinablequehabíaenunrincón,orientado

a la pantalla de plasma colgada en la pared frente a la cama, pero larealidad era que la quería en la misma habitación. Le había hecho unapromesaytalvezseestabaaprovechandodeesocomoexcusaparatenerlaensucama,peronoqueríadejarlasolaysinprotecciónniunsegundo.Yesoincluíasushorasdesueño.Inclusolaarropó.Latapóconlasábanayeledredónconsumocuidado

paraquenadalerozaralaherida,aunquelallevaravendada.Eldoctorlotuvomuchomásfácilparacoserlaaldarlelainyeccióndespuésdehacerleelescáner,queporsuertesaliódentrodelosvaloresnormales.Reflejaba lo que elmédico llamóun«cardenal» leve enuna zonadel

cerebro de cuyo nombre científico ahora no se acordaba. Se quedóbastante preocupado por esa palabra hasta que el doctor le dijo que noteníanadaquetemer.Amenosquetuvieramástraumas.Elalivio leduró tressegundoshastaqueempezóadarlevueltasa los

«traumas». ¿Quería decir que si volvía a sangrar, ese cardenal podríaempeorar?Enretrospectivapodríahaberhechomilpreguntasmás,peroestabacentradoenAriyen tranquilizaresedesasosiegoqueveíaen susojos.Solosequedótranquilocuandoeldoctorlepusolainyecciónyellase

sumióenlainconscienciapoquitoapoco,porquecuandocerrabalosojosnoveíaesedolorinsondablequeselereflejabasiempre.Ysabíaque,porlomenosde formamomentánea,eldolor físicoyemotivoque lapobrehabíatenidoquesoportarledabatreguaporfin.El médico le comentó que ningún paciente se había quedado

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inconscienteconlosefectosdelosmedicamentosanalgésicosquelehabíaadministradoaella, aunque reconocióquedeesa formaseríamás fácil,rápido y eficaz dormir la zona y coserle la herida. En un santiaménterminó, le extendió unas recetas a nombre de Beau y le dio algunasinstruccionessobrecómoatenderladurantelosdíassiguientes.Apesardetodo, no necesitaba instrucción alguna, porque pensaba cuidarla yasegurarse de que no tuviera ni estrés ni dolor, que no tuviera quepreocuparse de nada. Eso significaba tener que trabajar deprisa paradesvelarelmisterioquerodeabaladesaparicióndesuspadres.Laexpresióndesuhermanoleinsinuóqueloquehabíadescubiertono

podía sermuy bueno. Si ese era el caso, tendría que prepararse para lopeor y andarse con cuidado conAri o correría el riesgo de provocarleunahemorragiamortal.Toqueteólassábanasunratomáshastaquesediocuentadequeestaba

retrasandoloinevitableyquedetestabaalejarsedeella,aunquesolofueraduranteunmomento,mientrashablabaconsuhermanode loquehabíandescubierto.Suspiró, fastidiado por esa falta de perspectiva cuando solía ser

expeditivo y asertivo con los clientes, se dio la vuelta y se acercó a lapuerta, que dejó entornada para oírla si tenía algunamolestia. Tambiénactivólacámaradelinteriordesudormitorioenelpaneldecontroldelasaladeseguridad.YapodríaespabilarseCalebenexplicárselotodoenesecuarto,yjunto

con Zack, para que pudiera echarle un vistazo a Ari a través de losmonitores.Volvió al salón y vio que Ramie se había despertado y Zack estaba

apoyadoenlaparedconlasmanosenlosbolsillos,unaposeengañosa,yaque él siempre estaba preparado, incluso cuando parecía tranquilo yrelajado.EsehombreteníasiempretalairedesuspicaciaqueBeausentíacuriosidad por su pasado y en lo que fuera que hubiera propiciado estecaráctertantaciturnoperoletal.—Hablemosenlasaladeseguridad,dondepuedateneraAricontrolada

—dijoBeauescuetamentesinesperaraquerespondieran.Se dio la vuelta y se alejó por el pasillo, al otro extremo de la casa;

Zackysuhermanolosiguieron.Despuésdeteclearelcódigodeseguridadparaentrar,Beausesentóen

labutacadesdelaque,consologirarse,podíaveryhablarconlosdemás

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ytambiénverelmonitorenelqueveíasudormitorio.LapantallaestabaalaizquierdadedondeestaríanCaleboZack.Esteúltimoentróconcalmayunaexpresiónfríaysombría.CalebentróconRamiedelamano.Trasloshorribles acontecimientosque estuvieron apuntodedar al traste con surelación,Caleb seguía batallando con los demonios y tocar a su esposaparecía tranquilizarlo,decirleque todoandababienyqueestabanvivos.Sabíaqueasuhermanonoseleibadelacabezahabersidoquiencasilamatara.—Y bien, ¿quién empieza a contar lo que sabemos hasta ahora? —

preguntóélconbrusquedad.Calebsepasóunamanoporelpelo.—Antesde seguir, tienesque saberalgo sobreelpadredeAri,Gavin

Rochester.Beau arqueó una ceja y se limitó a esperar mientras observaba las

emocionescambiantesquesereflejabanenel rostrodesuhermano,quecuriosamentesolíacontrolaralaperfección.—Al parecer Gavin conocía a nuestros padres, aunque por aquel

entoncesestabasoltero.Élasintiópreguntándoseporquéleveníaconalgotanobvio.¿Porqué,

si no, le había dicho a su hija que buscara a Caleb o a Beau cuandoninguno de los dos había visto ni mucho menos conocido al señorRochester?—Tambiénfuelaúltimapersonaquevioconvidaanuestrospadres—

dijosuhermanoenuntonogélido—.DespuésdecasarseydequenacieraAri,cuandosemudóaHoustonyborrótodaslashuellasdesupasado.Beau entrecerró los ojos mientras trataba de pensar en todas las

ramificaciones del asunto. No era ningún secreto para los hermanosDevereaux,sibienselohabíanocultadoaTori,quesuspadres—oporlomenossupadre—noerantrigolimpio.Noestabansegurosdeltododeloque había detrás, pero el hombre no había amasado esa fortunasimplementeheredandodineroprovenientedelpetróleo.Suspadreshabíanvividoatodotren,alardeandosiempredesuriqueza

ysusinfluencias.Sushijoserancasiunamolestiaquelesimpedíallevareltipodevidaquequeríansuspadres,osumadre,vaya.Aunquehabíancontratadoaunaniñera,a todos losefectoshabía sido

Caleb quien crió a sus hermanos. De crío era solemne y serio, ya quesoportaba sobre los hombros el peso de la responsabilidad de estar a

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cargodesushermanospequeños.Sinembargo,nuncasehabíaquejadoydesde luego se aseguró de que sus hermanos no se acercaran a laspersonas con las que solían codearse sus padres. Por consiguiente, tuvoquemadurar antesde tiempo; suspadres, egoístasydesconsiderados, lehabíanarrebatadolainfancia.Aunqueamboseranjóvenes,CalebyBeauteníanlaedadsuficientepara

tomarseconfilosofíalaindiferenciadesusprogenitores,peroaQuinnysobre todo aTori, que eraunbebéde apenasun año, los desconcertabamuchísimoquesuspadresnoleshicierannicaso.EstocabreabaaBeau,que solíapasarse lasnochesconsolandoaunaToriqueestabahechaunmardelágrimasobiencontándoleuncuentoantesdedormirporquepormuycompetentequefuera lacanguro,noeraunanodrizaexactamenteyprontoaprendióqueno lehacía faltahacergrancosaparasatisfacer las«peticiones»desusclientes.Al parecer las únicas reglas que tenían que cumplir eran dos: que no

estuvieran en medio y que nunca fueran descalzos. Con frecuencia, loshermanos comentabanqueno entendíanporqué sehabíanmolestadoentener hijos, amenos que fuera para dar la imagen de familia normal ycompletamente ajena a los negocios dudosos de su padre.De sobra erasabidoqueserpadredefamiliaerapositivoparalosnegocios.Beau nunca lo había reconocido, ni siquiera a Caleb, pero se sintió

aliviadocuandomurieronsuspadres.Olosasesinaron,mejordicho.Lesdijeron que sus muertes habían sido producto de un asesinato o de unsuicidio,yprovocadoporsupadre,peroBeauyCalebsabíanquenoeraasí.Asuspadreslesgustabademasiadolapompayelboatodelariquezaydesuestilodevidacomoparadejarloasísinmás.Sinembargo,elcasosecerrómuydeprisa,nuncasereabriónihubomáspreguntas,loqueaúnavivómáslasospechadeBeaudequesetrataradeunacortinadehumo.—¿YcuáleraexactamentelarelaciónentreGavinRochesterynuestro

padre?—preguntóBeauenvozbaja.Lo carcomía que lo hubiera contratado una seductora de mirada

inocente para que encontrara y rescatara a un hombre que podría teneralgo que ver con la muerte de su padre, aunque no tuviera a susprogenitoresengranestima.Sereprendiómentalmenteporhaberllegadoa semejante conclusión. Era cínico por naturaleza—al crecer como letocóhacerlo,tampocopudoelegir—,perohacerunasuposiciónenbaseaunúnicoacontecimientonoerapropiodeél.

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—De momento no lo sabemos —reconoció Caleb—, pero debemosprofundizareneso,¿nocreéis?—Yo puedo responder algunas de las preguntas sobre la relación de

Gavin con vuestro padre—terció Zack dejando a su madre al margenexplícitamente.CalebyBeaulomiraronsindecirnada.—Eranunaespeciedesocios.—¿Unaespecie?—interrumpióCalebantesdequeZackpudieraseguir

—.¿Cómoseesunaespeciedesocio?Undestellode impaciencia se asomóa losojosdeZack; estabaclaro

quenolehabíagustadoquelocortaran.—Merefieroasihay,porqueaúntengoqueaveriguarlo,unarelación

clara entre los dos. Sin embargo, el nombre de Gavin aparecefrecuentementeenlasdistintasempresasdetupadre.ElmodoenqueZackdijo«empresas»hizoestremeceraBeau,porque

parecía que supiera o intuyera lo que él ya sabía. Una cosa era que élsupiera,yreconociera,laverdadsobrequéyquiénerasupadre,perootramuydistintaeraquealguienfueradelafamiliaDevereauxlopensara…oespecularasobreeso.CalebreaccionódelmismomodoaloíraZack:lamiradaselevolvió

fría de repente y Ramie apartó la mano, seguramente la sobrecarga deemocionesdebíaderesultarledesagradable.Unapruebade loatentoqueestabafuequenisediocuentadequesuesposayanolecogíalamano.—¿Qué tipo de empresas? —preguntó Beau a Zack con una mirada

penetrantecomositrataradeaveriguarlomuchoquesabíasobreFranklinDevereaux.—Pues por lo que he podido examinar a primera vista, muchas eran

empresasfantasmacasiimposiblesderastrear.Sonunauténticolaberintoparacualquieraquequierainvestigarloaéloasusnegocios.Voyatardarbastante en rebuscar en ese embrollo y ver adónde me lleva. Todo sepensóconcuidadoymuchoesmero.Borrósushuellasmuybien.Zacknoempleabauntonodereprocheodecondena.Selocontabatodo

con una voz neutra y natural, como si estuviera hablando de cualquierclientedelaempresa.ConesetonologróaplacarlatensiónqueemanabaCaleb, cuyos rasgos se suavizaron, dejó de fruncir el ceño y volvió acogerle la mano a su esposa. La miró con cierta perplejidad primero,comosiacabaradedarsecuentadequeselehabíaescapadosumano.

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Actoseguidolamiróconunaexpresióndedisculpayselaacercómás,acomodandosuesbeltafiguraasulado.EntoncesvolvióamiraraZack.—A menos que haya una relación directa entre Gavin Rochester,

olvídatedeltema—dijoconrotundidad.—Seré yo quien lo decida —terció Beau bruscamente mirando a su

hermano—.No temetas en esto, Caleb. Esto es entre Zack y yo. Si noquieresoír la información,perfecto,peroyonecesito saber todo loquepuedasobreGavinRochestersiquieroencontrarloaélyasuesposaantesdequeselesacabeeltiempo.YseleacabeaAritambién.CalebapretólamandíbulayRamiesemovióincómodaasulado,como

si quisiera contener la réplica de sumarido, pero se limitó a hacer unamuecaysuspirar.—De acuerdo, todo tuyo, lo entiendo, pero quiero saber si tuvo algo

queverenlamuertedenuestropadre.Beauasintió.—¿YquéhaydelainformaciónquehadescubiertoEliza?LaatencióndeZacksecentróenCaleb,conundestellodeirritaciónen

losojos,comosilecabrearaqueesteseentrometieraenunamisiónqueBeauhabíadichoexpresamentequeeradelosdosynadiemás.Habíaidotodo tan deprisa que se preguntaba si eran imaginaciones suyas.No erapropio de Zack expresar muchas emociones. Solía ser imperturbable y,hasta que conoció aAri, hubiera dicho que era como él, por eso sintióafinidadinmediataconsuempleado.Sinembargo,Arihabíacambiadolasreglasdeljuego:lashabíaechadoportierra.Había perdido la objetividad, cosa rara en él, y encima se había

involucrado a nivel personal—y no completamente profesional—, queaúneramásraro.Ylopeoreraquenopodíaarmarsedelvalorsuficientepara desvincularse del caso, que era lo que debería hacer. Se habíapropuesto estar al frente de la protección personal de Ari y cumplir lapromesa que le había hecho, costara lo que costara. Estaba dispuesto aemplear todos los recursos de la empresa, así como cualquier otro quefueramenesterparaalcanzarsuobjetivoprimordial:localizaryrecuperaralospadresdeAriy,másimportanteaún,queaellanolepasaranada.LedabalomismoqueGavinhubieratenidoalgoquever,yafuerademaneradirectaoindirecta,enelasesinatodesupadre.—Estáinvestigandovariosflancos—contestóCaleb—,perolaverdad

esqueGavinRochesterestáoestabametidoennegociosturbios.Nuncase

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le pilló realizando actividades ilegales, pero está claro que trabajaba almargendelaley.Conocíaamuchagenteyeraintocable,yasabes:amigosen cargos importantes, poderosos e influyentes. Aquellos que osabancontrariarlo o desafiarlo sufrían reveses económicos repentinos ysospechosos.Hastaentoncestodoseparecíasospechosamentealamaneradetrabajar

queteníasupadre.Beaurecordóqueseponíahechounafieracuandouncompetidor,ounconocidosinmás,loinsultabaolodesafiabadealgunaforma,yafueraunagraviodeverdadoalgoqueélpercibieracomotal.Sabíaquesupadretomabarepresalias,perosiempreseandabaconmuchoojoparaquenolesalpicaranlosdañoscolaterales.Algunavezhabíaoídocómo contaba a sumadre, regodeándose, que había ganado a alguien yque ese pobre diablo se arrepentiría de haber contrariado a FranklinDevereaux.—Pero cuando se pone interesante la cosa es tres años después de

casarseconGingerCrofton,ahoraapellidadaRochester,yque trabajabade camarera para pagarse la universidad cuando se conocieron.La dejóobnubiladaysecasaronantesdellegaralaño.—Ve a lo interesante, anda —le pidió su hermano con impaciencia,

porquehastaentoncessolohabíacomentadocosasqueerandeldominiopúblico o estaban al alcance de cualquiera que tuviera acceso a buenasherramientasdebúsqueda.—Su esposa sufrió varios abortos en un período de tiempo

relativamente corto.De repente, se esfumaron sinmás.Gavin vendió lamayorpartedesusbienes.Primerovendiólosnegocios,loslegalesylosnotanlegales,yluegosefuedelpaís.Cuandoregresaronteníanunahija:Ari.—¿Y qué? Tal vez se la llevó para que se recuperara, se volviera a

quedar embarazada y pudiera asegurarse de tenerla controlada en todomomento. Imagino que si tuvo tantos abortos, querría protegerla y quepudieradaraluzsinproblemas.—Pero los intervalos de tiempo no encajan —repuso Caleb,

visiblementemolesto por las continuas interrupciones de su hermano—.Callayescúchameunmomento.Solopasaronfueracincomeseseinclusoantesdevolver,vendiótodoloqueteníaenNuevaYorkylacostaEsteysemudóaHouston.ElúnicovínculoconHoustoneraunaempresalegal.Ynuestropadre.Meparecequeesoes tener lascosasmuyclarasymás

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despuésdetantosabortos.¿Tanseguroestabadequeesavezdaríaaluz?Beau se mordió los labios para seguir callado y aguardar a que su

hermanoterminarasurelatoyllegaraaunaconclusión,fueracualfuera.—VolvieronconAri,loquesignificaquedebíadeestarembarazadade

cuatromesesotalveztressilaniñafueprematura.Ysegúninformaciónclasificada,tuvounabortocuandoestabadecincomesesalmismotiempoquesesuponequeestabaembarazadadeAri.Beaufruncióelceño;barajabalasimplicacionesdeesedescubrimiento.—¿Puedeque falsificara losdocumentosparaqueparecieraquehabía

abortadoconelfindepodermarcharseyqueellapudierapasarelrestodel embarazo tranquilamente en un sitio donde tal vez se sintiera máscómoda?Suhermanoseencogiódehombros;teníaunaexpresiónescéptica.—A lo mejor, pero me parece improbable. Mira, tan solo es una

suposición,peropuedequeadoptaranaAriyquese fueranasídelpaís,borrando todo lo relacionado con su vida anterior a la niña, lo quemehacedudardelascircunstanciasenlasqueconsiguieronalaniña.Zack arrugó la frente: era la primera vez que reaccionaba a algo que

decía Caleb. Beau también se quedó patidifuso e intentó pensar en elporqué,elcómoy…otravezenelporqué.—Noseparecenadaasupadreniasumadre.Elizaconsiguiófotosde

losdifuntospadresdeGavinydeGinger,ynoexisteningúnparecidoconninguno,nisiquieradeniños.¿Cómopuedeserquedospersonasdepielmorenaypeloyojososcurostenganunacríadepelorubiocondestellosplateadosydorados,unosojosindescriptiblesyunapieltanblanca?ABeau le entró un escalofrío y, de repente, se sintió preocupadopor

ella.Arinohabíadichonadadeadopcióneinclusohabíacomentadoquetenía rasgos de su madre. Además de que sus poderes se habíanmanifestadoyadepequeña.SiGavinyGingerRochesterno eran suspadresbiológicos, ¿quiénes

eransuspadres?¿Habíasidosuvidaunamentira?Seestabaprecipitandounavezmás,pero teníaunpresentimientoy se

empezabana acumular lasdiscrepanciasy coincidencias.Semasajeó lassienesmientrasapartabalavistadesuhermano.Cuandovolvióamirarlo,viopreocupaciónensusojos.—PediréaElizaqueteenvíeuncorreoconel informecompletopara

que puedas repasar la información detallada y sacar tus propias

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conclusiones—dijoCaleb en voz baja—.Ramie y yo deberíamos irnosya.Torillevasolamuchorato.—Debe saber lo del sueñodeTori—interpusoRamie, que habló por

primeravez.Teníaunacaraseriaymientrasmirabaaloshermanos,susojosgrises

reflejabaninquietud.Calebsepasóunamanoporelpelo;eraunaseñaldenerviosismo.—Estabatanabsortoenlodemásquesemehaolvidado.Ysí,tienesque

oírlo.Zack se cruzó de brazos ymiró aCaleb, expectante.Beau también lo

mirabaensilenciocomodiciéndolequesiguierahablando.—Hasoñadocontigo—dijoCaleb envozbaja—.Estabas cubiertode

sangre.Lehadadomuchomiedoporquelaúltimavezquesoñóconunodesushermanosempapadodesangreestuveapuntodemataramimujer.Asíque,comoentenderás,estátraumatizadayaterrorizada.Beauresopló.—Esotienefácilexplicación.Yamehemanchadodesangre,dehecho

era sangre deAri.En el accidente sangrómuchísimo.Había sangre portodaspartes.AsíqueToritienerazón,sueletenerla,sí,peropuedesdecirlequenotienedequépreocuparse.Yahaterminadotodoyestoybien.La mirada preocupada de Ramie se posó en Beau; tenía el rostro

contraídoporeldesasosiego.—En el sueño no salíaAri, solo tú. Y estabas tendido en el suelo de

espaldas,contodalasangreencima.Creoquedeberíastomártelomásenserio,Beau.Porfavor,tencuidado.Beauhablóconmássuavidadporquenoqueríapagaresafrustracióne

impacienciaconunamujerquenomerecíaningunadelasdos.—YtúnoestabasenelsueñoquetuvoenqueCalebestabacubiertode

sangre,tusangre—apuntóél.Caleb se estremeció y ella palideció; sus mejillas perdieron todo el

color.—Entonces puede que su sueño fuera sobre la secuencia de

acontecimientos que pasaron después de que Ari y yo saliéramos de laempresa —insistió Beau, que se sentía culpable por recordarle a suhermanoyasucuñadaelpeordíadesusvidas.Ramienoloteníamuyclaroyselenotabaenlamirada,peronoquiso

discutir.Lecogiólamanoasumaridocasicomosiquisieraevaluarsus

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emocionesmásrecónditas.Comonolaretiró,BeausupusoqueCalebnodebíadeestarmuyenfadado.Enesasquelellamólaatenciónunmovimientoenelmonitorysefijó

mejor:Ari semovía en la cama, inquieta.Sepusodepiepara salir e irhaciaella,peroentoncessetranquilizóysequedóquietatanrápidocomohabíaempezadoamoverse.Beau se relajó y entonces volvió a centrarse enCaleb yZack, que lo

miraban con atención. Se sintió incómodo al saberse observado y derepenteleentraronganasdehuir.—Zack,pídeleelinformeaEliza—ordenósinambageshaciendocaso

omisodesusexpresionesresueltas—.AverquésaleporahíyquépuedesconectarentreloquehasdescubiertoyloquehaaveriguadoEliza.Caleb,RamieytúvolvedconTori,queaquílotengotodocontrolado.Osavisarésiosnecesito.Yasehabíadespedidodelosdos.Zacknoteníanadamásquehacerallí

ysevolvióparasalir;seguramenteestabayacentradoensuobjetivo.Sinembargo, Caleb tenía la pinta de empezar a protestar. Beau levantó unamano.—Ahórratelo,Caleb—dijo en vozbaja—.Noquiero que temetas en

esto.Fue lo más parecido a pedirle que renunciara a las actividades que,

comohermanos,solíancompartirydecidir,casosenlosquetrabajar.Élseloquedómirandounratosindecirnadayluegotomóunadecisión,oacató su orden, vaya, y eso que él no solía aceptarlas ni le gustabaresponderantenadie.RamielesoltólamanoyseacercóaBeauparabesarloenlamejilla.—Prométemequeirásconcuidado—lepidióconternura.Élesbozóunasonrisatranquilizadora.—Siempre.

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Dieciséis

Beau despertó de pronto de su sueño. Notaba molestias en el cuello amedida que se incorporaba de la extraña postura en el sillón abatible,donde se había quedado dormido mientras vigilaba a Ari. Pestañeóapresuradamente para enfocar bien la habitación; sus ojos se adaptaronconrapidezalatenueluzquesefiltrabaporlapuertaentornadadelcuartodebaño.Entonces, volvió a pestañear; no sabía si lo que estaba viendo era

verdadosetratabadeunaalucinaciónestrafalaria.Por la habitación flotaban de forma aleatoria diferentes objetos. La

lámpara, que estaba apagada, chocó contra la pared y se encendió derepente.Elmandodelatelevisiónplaneabaaunpalmodelsuelojuntoalsillónabatible.Lasnovelasalineadasenunadelasbaldasdesubibliotecachocabanentresíantesdesaltardelaestanteríaycaerdeformabruscaalsueloencascada.Habíacosasquenoeracapazdever,perosídeoír,queseagitaban,se

golpeabanychasqueaban.Todalahabitaciónparecíaestarenmovimiento.Sinpensar,llevólasmanosalosbrazosdelsillónabatibleparaasegurarsedequenoseestabamoviendo,agitandoniflotando.Acontinuación,plantólospiesenelsuelopararecuperarelequilibrio.Deprontosepercatódeloqueestabaocurriendo,apartólamiradade

losobjetosquesemovíanylacentróenAri,quepermanecíaacurrucadaenlacama.Teníalafrentearrugada;unossurcosprofundoslapoblaban.Hizounmohínyseleescapóungemidoaltiempoqueagitabaunbrazocomosiespantaraaunatacanteinvisible.SediocuentadequeAriseencontrabasumidaenunapesadillayquesu

poder,ahoradesenfrenado,eracomountorrenteeléctricoquegolpeabaymovíalosobjetossintonnison;objetosquereaccionabanalcaostotaldesupensamiento.Se incorporó rápidamente temeroso de que Ari pudiera sufrir una

hemorragiapsíquicagrave si seguíadeesemodo.La llamócon ternurapor su nombre, semetió en la cama, le cogió el brazo y se lo llevó alpecho.—Ari, cielo, despierta. No pasa nada. Estás a salvo. Soy yo, Beau

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Devereaux.Abrelosojos,cielo.Mírame.Estoyaquí.Beaucontinuóconlaretahíladebalbuceosreconfortantesmientrascon

lamanolibreacariciabalacurvaturadelbrazoqueteníaapretadocontrasupecho.Comonosabíaquémáshacer,se inclinóybesólasprofundaslíneasquesurcaban la frentedeAri sindejardemurmurarque todo ibabienypedirlequedespertara.Leacariciólanarizconelpulgaryluegosiguióporellabiosuperior,y

suspiródealivioalcomprobarque,demomento,nosangraba.Ahorasolodebíasercapazdesacarladelasgarrasdelsueñoantesdequecomenzaraasangrar.—Ari,porfavor,amor,tienesquedespertarte—suplicóconternura.Su

alientoemanabacalorsobrelapielgélidadelamuchacha.Ari se estremeció conviolenciay él se apartó cuandoabrió losojos;

tenía las pupilas tan dilatadas que parecía que tuviera los ojos negros.RespirabaerráticayrápidamenteymientrasBeaubajabalamanohaciasupechonotócomoelcorazónlelatíadesbocado.—¿Beau? —susurró. Solo esa palabra, su nombre, expresaba tanto

miedoquelediounvuelcoelcorazón.—Sí,cielo,soyyo.Has tenidounapesadilla,peroestásasalvo.Estoy

aquí.¿Teacuerdasdedóndeestás?Ariarrugólanarizunmomentoylaperplejidadseasomóbrevementea

susojosantesde tranquilizarse.Al instante leparecióquesemarchitabaanteél.—¡Ay,Dios!—exclamócerrandolosojos—.Porfavor,dimequeesto

es un sueño.Dime que nada de esto está pasando.Dime quemis padresestánencasa,asalvo.A Beau le embargó una impotencia que se apoderaba también de su

corazónysumente,unasensaciónalaquenoestabaacostumbrado.Ynoqueríaacostumbrarsetampocoasemejantedebilidad.Saberquenopodíaarreglar la situación ni hacer que desapareciera del todo era la peorsensacióndelmundo.—Esonopuedodecírtelo.Losiento.—Elpesarmarcaba todasycada

unadesuspalabras—.Daríaloquefueraporpoderdecírtelo,cielo,peroahoranoestássoñando.Arivolvióaabrirlosojos,peroahorateníalaspupilasmásnormalese

iguales. Se fijaba porque unode los aspectos que el doctorCarey habíadestacadocomoseñaldeadvertenciadedañocerebraleraquetuvieralos

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ojos irritados con pupilas desiguales o que no reaccionaran a losestímulos.Sesintióaliviadoalverque,apesardehaberusadosupoderinconscientemente, no tenía hemorragias ni parecía estar mal por elincidente.—¿Teduele?—preguntóenvozbaja—.¿Necesitaselmedicamentoque

recetóeldoctor?Ari negó con la cabeza en silencio y lomiró a los ojos, como si lo

absorbiera de algún modo. Al darse cuenta notó un escalofrío por laespalda,peseasuintentodesofocarlo.Sinembargo,ellatambiénsehabíapercatado.Sabíaqueellalosentíaporqueabriómuchomáslosojosylemirabafijamenteyconmayorintensidadhastaquellegóunpuntoqueleparecióqueseahogabaenlosremansosdesusojos.Erancomodosimanes:atraídoselunoalotroinexorablementeporun

poder que desafiaba toda explicación o definición. Parecía… correcto.Correcto y adecuado, mucho más que cualquier otra cosa que hubieraexperimentadoantes.Suatraccióneraeléctrica.Ledolíanhastalasterminacionesnerviosasy

se le puso la piel muy tensa. Era incómodo y aun así placentero. Suspensamientoserantancaóticoscomolosquehabíatenidoellacuandoseencontrabaenlasgarrasdelossueños,soloqueesteeraunsueñodelqueBeaununcahubieraqueridodespertar.Lentamente,comosiseencontraranenunaensoñación,ella levantóla

cabezayempezóaacariciarleelbrazo,pasandoporelhombroypor lasensiblepieldesucuellohastafinalmentellegaralmentón.Suslabiosseencontrabanaescasoscentímetrosde losdeBeau;sualientorozabaconternurasubocaysubarbilla.Con cuidado, casi como si ella temiera que la rechazara, ladeó

ligeramente la cabeza para que sus bocas quedaran alineadas a laperfecciónyentoncespresionósuscálidosyexuberanteslabioscontralosdeél.Fue una explosión eléctrica; una corriente que le sacudió el cuerpo

entero. Él contuvo el aliento, tenía los músculos rígidos y en tensiónmientrasellaexplorabasuboca,deformatentativaalprincipio.Alverqueno encontraba resistencia alguna, se volvió más atrevida y le pasó lalenguaporloslabios,comoinvitándoloaqueabrieralaboca.Élcumplióconsusilenciosapetición,relajólamandíbulaylepermitió

queentrara.El ligerorocedesu lenguacontra lasuyalovolvía locode

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deseoy anhelo, demasiado anhelo, comoningunaotra cosaquehubierasentidoenlavidayconningunaotramujer.Connadiehabíasentidoesanecesidad imperiosadeproteger, dominar, poseer, querer, tranquilizar yhacerpromesasquenoteníaformahumanadepodermantener,peroquequeríahacerigualmente.Se sobresaltó y esa sensación consiguió penetrar la bruma de placer

embriagadorqueleofrecíasuboca.Arieravulnerable,frágil,ynoestabaen condiciones de ser consciente de sus actos.Unode los dos tenía quepensarconclaridady,enesemomento,estabaclaroqueélnolohacía.Nopodíahacerlo.Nopodíaniqueríaaprovecharsedeella,apesardequesucuerpoysumenterugíanalunísonoparaabrazarla,poseerla,reclamarla.No había entendido la obsesión de Caleb con Ramie. Cómo podía

cualquier hombre estar tan obsesionado con una mujer, no pensar deforma racional o directamente perder el juicio. Sin embargo, ahora sedabacuentadeque si suhermanohabía sentido siquieraunapartede loqueestabasintiendoél, locomprendía.Fueunmomentodeclaridadcasicegadoraenelque todoencajabayexperimentópor fin la sensaciónderectitudquesolounamujerespecíficapodíaofreceraunhombre.Lecostómuchísimointerrumpirelbesoparaapartar los labiosdelos

suyos; se le movía el pecho como si hubiera acabado de correr unkilómetrocuestaarriba.Loslatidoshacíanelmismoestruendoquelosdeellaescasosminutosantes,cuandohabíadespertadodesupesadilla,salvoquelosuyoeraunsueñolamardedulce,eltipodesueñodelqueunonoquieredespertar.—¿Beau?—susurróconpesarevidenteenlavoz.Aricerrólosojosinmediatamenteeintentógirarlacaraparaqueélno

pudieraver loquesu rechazohabíaprovocado.Él leacarició lamejillacon suavidad para que le devolviera lamirada. Se obligó a sopesar suspalabrasyamirarlaalosojos:deseabacontodasualmaquepudieraverlasinceridadquedesprendíansuspalabras.—Nopodemoshaceresto,Ari.Casi seatragantóalpronunciar laspalabras. ¿Porquénopodía serel

capulloyegoístaporelqueseteníasiempreoelcabrón,fríoydescortésquesolíaser?Precisamenteahorateníaquedescubrirunaconscienciaquele exigía proteger a esta mujer, que se encontraba en el momento másvulnerable. No quería de ningún modo aprovecharse de ella en estemomentodemayordebilidad.

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Cuando los ojos de Ari se volvieron vidriosos por las lágrimas quecontenían, estuvo a punto de estallar. Joder, no quería hacerle daño. Senotabalalenguatorpeydensaenlaboca,cuandohacíaescasossegundosestaba saboreando elmásdulcede losplaceres.Luchó con las palabras,lascorrectas,paraaliviarelresquemordesurechazo.Mierda,no laestaba rechazando.Todo locontrario.Se rechazabaa sí

mismo y la idea de causarle más daño o angustia, y lo peor:arrepentimiento. Se moriría si viese alguna vez desilusión oarrepentimientoensumiradadespuésdehaberlehechoelamor.—Nopuedoaprovecharmedeti—dijoconvozronca.Leacariciólos

labiosconelpulgar.Inclusocuandohablaba,recordabaeltactodesubocacontralasuya—.Ahoraestásenunmomentomuyvulnerable.Acabasdedespertartedeunsueñoterribleyestásdébilyconfusa.Tesientesperdida.Se te ha desmoronado el mundo y la gente a la quemás quieres correpeligro.Seríamuycabrónsitehicieraelamorahoramismo.Ellafruncióelceñoalinstanteylairaseasomóasusojos,peroluego

suavizósuexpresiónysuspiró,acariciándolelapalmaconlamejilla.—¿Meconsiderasunamujercapazeinteligente,Beau?Élpestañeóyledevolviólamirada;duranteunmomentonosupocómo

responder. La pregunta surgió de la nada, pero ella lo observabafijamente,esperandounarespuesta.—Por supuesto—dijo arrugando el ceño también—. ¿A santo de qué

preguntaseso?Ella le puso un dedo en los labios para que guardara silencio y él se

quedócompletamentequieto.Notabaunaavalanchadeplacerinconteniblepor todoelcuerpoconalgo tansimplecomoel rocedesusdedosen laboca,aunquepalidecíaencomparaciónconsuboca,suslabios,sulengua.Sequejómentalmentedelatorturaalaqueélmismosesometía.Tenía

quesermuymasoquista.—Siunamujer inteligente se sienteatraídapor ti, si tedeseayquiere

que le hagas el amor, ¿considerarías que darle lo que quiere esaprovechartedeella?Amenos,porsupuesto,quenoladesees.Casi seechóa reír.En lugardeeso,Beaugimió;un sonidodedeseo

frustrado. Se limitó a cogerle lamano con la que le tocaba la cara y lapusosobresuingle,dolorida,dondeteníaelpeneapuntodeagujerearlelosvaqueros.—¿Tedalaimpresióndequenotedeseo?

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Ari tenía la cara enrojecida y no precisamente por bochorno overgüenza.Veíaelcalorqueirradiabansusojosysusmejillas.Nosedabacuenta,peroteníalabocaentreabiertayemitíaunsonidoentrecortadoqueleenloquecíatodavíamás.—El problema no es que no te desee —gruñó—, es que no quiero

aprovecharmedeti.Ella esbozó una ligera sonrisa; los ojos le brillaban y adoptaba una

expresión más atrevida. Sin duda, era la deliciosa chispa de picardíafemeninalaqueiluminabaesosojostanexpresivos.Eneseinstantesupoquesehabíametidoenunproblema,unodeesosquea loshombres lessueleimportarmuypoco.Entonces dejó escapar un suspiro exagerado, como si estuviera

sumamentedecepcionada,aunqueconsumiradaledijeraqueleaguardabaunadulcerepresalia.—Bueno,sinotevasaaprovechardemí,entoncessupongoqueseréyo

quientengaqueaprovecharmedeti.

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Diecisiete

A pesar de sus palabras coquetas y sus formas descaradas, Ari estabaaterrada. Solo esperaba poder sacar esto adelante sin delatarsecompletamente.BeauDevereauxeradelosquenodejabanindiferentesalasmujeresyestabaseguradequenuncahabíatenidoquebuscarmuchoparagozardecompañíasexual.Yesoquenoeratanapuestoonoeraunadonisdeesosdefaccionessofisticadasyhermosas,comoloeranciertoshombresricos,porqueBeauteníaunasfaccionesmásduras.Eracomosihubieraestadomirandolaotracaradelsoldondeacechanlaoscuridadyelpeligro.Su confianza era extremadamente atractiva para unamujer como ella

que no la poseía y estaba deseosa por tenerla.Admiraba que los demástuvieranesaconfianza,yunacosade laquesehabíapercatadoen todoslosempleados,operariosocomodemoniossellamaranasímismoslosdelaempresadeseguridadDevereauxSecurityServices,eraqueestoslateníandeserie.Eraunaseguridadpalpable,unaconfianzaquenosepodíafingir.Ellalosabíaporqueseledabafatalfingircosas.Aplicó solo un poco más de presión en la ingle, donde él le había

colocadolamanojustosobresurígidaerección.Inclusoatravésdelatelagruesadelosvaquerosydelaropainteriorquellevaba,notabaelpalpitardesupenequereaccionabatensándoseasutacto.ParecíaqueelcuerpoylamentedeBeaunoseponíandeacuerdo.Su

actitud era reacia, pero su cuerpo la deseaba. Aunque tenía unosconocimientossexualesescasos, reconoció lossignosde la lujuriaydeldeseo,loquelediolainyeccióndeconfianzaquetantonecesitaba.No tenía ni idea de cómo ser una sirena, alguien capaz de tentar y

seduciraunhombreconelcuerpoylaspalabras.Sinembargo,estabaapunto de recibir un curso acelerado porque no pensaba desperdiciar laoportunidaddeveraBeauDevereauxdesnudo,tanguapo.Ysuyoaunquefueraporunanoche.Su posesividad la sorprendió.Quería reclamar a este hombre, dejarle

marcaparaquelasdemásmujerestuvieranquedesistiroatenerseasuira.¿Quién le iba a decir que podía ser tan celosa y codiciosa? Le gustababastanteesteladodesímismaquenohabíaconocidohastaentonces.

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Másahoraquesupoderestabadesatadoy funcionabaaunavelocidadsobrehumana. Su sexualidad se abría como los pétalos de una flor enprimavera.Ledeseabacontodassusfuerzasyhastasualmasufríaporél.Elrocededoscorazones,dosespíritus,queseconvertíanenuno.A Beau se le escapó un silbido entrecortado. Ella levantó la vista y

reparóensumandíbulaapretadaytemblorosa.Teníalosojoscerradosylacabezahaciaatrásmientraslevantabalapelvisyarqueabalaespaldaconavidezporsucontacto.—¿Medeseas,Beau?—susurró;laspalabraslesalíancondificultadpor

laexcitación—.Porque tedeseo…deseoesto.Tenecesitoahoramismo.—Sedetuvounsegundo,contuvoelalientoyluegodijo—:Porfavor.Sonaba demasiado a súplica para su gusto. Sí, sería una consentida y

unamimada,noteníaproblemasenreconocerlo,peroteníaorgullo.Ylaverdad era que nunca había tenido que pedir nada en la vida. Esto leresultaba completamente nuevo y extraño. La incertidumbre la invadíamientras se le aceleraba el pulso en un anticipo delicioso de tener elcuerpo de Beau sobre el suyo, dentro de ella, notando la dureza que lellenaba la mano ahora y casi deliraba al preguntarse qué sentiría alintroducirseensusrecovecosmásíntimos.—Dios, tedeseo—dijoapretandolosdientes—.Tenpiedad,cielo.Me

estásmatando.Nohacefaltaquemepidasquetedéloquequieres,loquenecesitas. Si estás segura, si estás totalmente segura de que soy lo quequieres,entoncesmealegrarádarlecursoatutandulcepetición.Ella le acarició el cuerpomusculoso y, con lamano en su nuca, tiró

hacia abajo, hacia su boca, desesperada por sentir sus labios contra lossuyos otra vez. Se estremeció al imaginar su boca en otras partes delcuerpo.Suspechos…yenloslabiosmenoresquelatíanysecontraían.Era demasiado para procesarlo todo de golpe. Tenía lamente activa,

llena de imágenes eróticas en las que ellos eran los protagonistas,enmarañados,moviéndosecomounosolo.Élcorriéndosedentrodeellayencima,marcándolacomosifuerasudueño.Unescalofríolerecorrióelcuerpoyelvelloseleerizabaenunadanza

seductora. Se le endurecieron los pezones y se notó el pecho pesado ydolorido,faltodesuscaricias.Estabaimpaciente,queríaestarpegadaaél,pielconpiel,sinbarrerasentreambos.—Enséñame —dijo Ari—. Enséñame qué tengo que hacer, cómo lo

tengoquehacerycómocomplacerte.Quieroverte,Beau.Quítatelaropa,

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porfavor.Estavezel«porfavor»noeraunasúplica,sinounapeticióndeamante

aamante.Ellavolvióaestremecersecondelicadeza.Lapalabra«amante»nuncahabíatenidotalimpactoenellaporquenuncahabíaexperimentadolaesenciadetenerpareja,deserlaamantedeotrapersona.Beau se levantóde la camayestuvoapuntode rasgarse la ropapara

quedarseencalzoncillos.Entonces,comosisintieralaexcitacióndeAri,setomótodoeltiempodelmundoconloscalzoncillos,quesefuebajandodespacioparadejarpaso,centímetroacentímetro,asugruesaehinchadapolla.Un macho alfa puro que la deleitaba; tantas ganas de tocarlo y

explorarloquenosabíasiquierapordóndeempezar.—Ahoratú—incitóconvozronca—.Siéntateenelbordedelacamade

formaquetepuedaayudar,noseaquetedejesllevartantoquealfinaltehagasdaño.Debodeestarlocoporaccederaesto.¡Eresunregalodivino!Ari ibaarebatírselo,peroélse inclinósobreellaen lacama,con los

brazosacada ladoy labocaaescasoscentímetrosde la suya,hastaquelentamenteempezóadesvestirla.Sindarsecuenta,inclusosinsabercómohabíasidocapazdehacerlotanrápidosinpercatarse,yaseviodesnuda.Éltodavía se cernía sobre ella y la examinaba con la mirada, con unaexpresiónmuyintensa.—Puede queme hayas provocado y puede queme hayas convencido,

pero esto está fuera de tu control. Este es mi terreno y me tomaré eltiempoquequieraenmostrartelomuchoquetedeseo.Loquequieredecirquevamosahacerlascosasamimanera.Tetumbarásahíynoharásnadaquepuedahacertedañoenlospuntosmientrasyomeencargodetodo.Joder.Tragósaliva;teníaelcorazónapuntodesalírseledelpecho.Él

acariciócon labocasumandíbulay fuemordisqueandosudelicadapielhastallegardebajodelaoreja.Él le mordió el lóbulo y le pasó la lengua para posteriormente

succionarlo y chuparlo suavemente hasta conseguir que se derritiera deplacerpordentro.Tuvoquesujetarla,puesperdíaelequilibrioynoteníanadaqueverconelmedicamentoparaeldolorquesehabíatomadoantes.Beaueramilvecesmáspotentequecualquiermedicina.Ari apoyó la frente en su pecho—la parte superior de la cabeza le

rozabapordebajode labarbilla—e inhalóprofundamente,absorbiendosu esencia, disfrutando de la sensación de la piel sobre su corazón.

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Además,teníavistasprivilegiadasdelatensaereccióndeBeau.Jadeóconsuavidad.Incapazdecontenerse,seapartóunpocoydejóquesusdedosvagaran

sinrumboporsuvientreyseperdieranentreelvellorizadodesuingle.Élsequedócompletamenteinmóvilcuandoleacariciólapollacuanlargaera.Estabafascinadapornotarlatanrígida,queaunconlapieltantensa,fuesecomoterciopelosobreacero.Presionóconelpulgarhasta encontrar lavenagruesaque recorría la

parteinferiordelaerecciónyluegosiguióacariciandohastaelextremo.Lasorprendióunagotadelíquidopreseminalquebrotódeprontoporelglandeysedeslizóporsusdedoscomolaseda.Lesoltóelpeneysellevóeldedoíndicealaboca;queríacomprobara

quésabía.Beaugimiódetalmaneraqueparecíaqueestuvierapadeciendoundolorextremo,y,sinembargo,cuandolomiróalosojos,estosardíanfervientementedeplacerydedeseo.PareceríaqueBeauestuvieraapuntodecomérselaydevorarlaentera.

Ella lo quería todo y lo quería ya. Se derretía de la impaciencia, queríaexperimentar todo sobre lo que había leído pero que nunca habíaexperimentado de primera mano. Esto era como… una fantasía, unaescena del libromás erótico, salvo que era real. ¡Y le estaba pasando aella!Arilelanzóunamiradaqueesperabafueraseductoraaltiempoquese

tumbabapocoapocoyestirabalosbrazossobrelacabezaenunamuestrade sumisión. Quería hacerle perder la cabeza igual que él lo estabalogrando.A Beau le brillaban los ojos peligrosamente mientras la repasaba de

arriba abajo. En su rostro se dibujó una satisfacción inmensa por suconsentimiento,porsuobedienciaantesuexigenciadequesetumbaraylepermitierahacerloquequisiera.Gateólentamenteporlacama,selepusoencimaycubriósucuerpocon

el suyo. Cuando se deslizó hasta su cintura, hincó las rodillas en elcolchónysesentóde tal formaquepudieraverelcuerpo,Arisequedóabsortacontemplandosuesbeltoymusculosocuerpo,talladocualobradearte.Beau le pasó unamano por el vendaje del costado y frunció el ceño

mientrasloexaminaba.Resueltaaquenocambiaradeopiniónydecidieraque estaba demasiado malherida para follar, arqueó la espalda para

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llamarlelaatenciónconlospechos.Funcionó porque, inmediatamente, le ardía la mirada y pasó de

acariciarleelcostadoarozarleunseno.Conlaotramanolecogióelotropechoyentonceslosjuntólosdosylelamióprimerounpezónyluegoelotro, hasta que ambos se le pusieron duros, como dos picos tensos quereclamaban su atención. Su boca. Sus labios. Su lengua. Quería que lossuccionara,queríasentiresedeliciosotirónquesabíaquelavolveríaloca.Comosi lehubiera leído lamente,oquizásporqueseestabasoltando

más, cogióunpezónentre losdientescon sumadelicadeza,mordisqueóconcuidadoesadeliciaultrasensibleyluegoseintrodujolaareolaenteraenlaboca.Ella dio un grito ahogado y arqueó la espalda de nuevo. Llevó las

manosasucabezaparasujetarlofirmementeyquenodejaradesuccionar.Élgruñó,aunquecasieraun ronroneodeplacer, loque leprovocóunasatisfacciónsublime.Le introdujo los dedos en el pelo, deleitándose con la sensación del

contacto. Tenía los sentidos a flor de piel, ardientes, devorados por elfuego.Sufuego.Beau descubrió rápidamente sus puntos de placer; sabía exactamente

cómovolverlalocaconlaimperiosanecesidaddequeparase.Descubriózonas que ni siquiera ella sabía que eran erógenas gracias al repasometiculosoquelediodepiesacabezaconlasmanos,labocaylalengua.Dios,¡quélengua!Arihabíaperdidolarazónynopodíahacermásqueentregarsealdulce

olvido.Cuántasveceshabíacreídoqueestallaríaysaldríaflotando,yaunasíélparecíasaberelmomentoexactoparatraerladevueltaeimpedirsucaídalibrealespacio.Estabaapuntodegritar,depedirleque laaliviarade tanta tensión,de

ese fuego que la derretía, la azuzaba y la llevaba al éxtasis. Cuandoalcanzóelpuntoenelqueibaaexplotar,abriólabocaparatratardetomarelairesuficientepararogarle,éllevantólacabezadesuingle,enlaqueexplorabaconavidezsuclítorispalpitante,lehincólosdedosenlacadera,leseparólosmuslosconlarodillaylapenetróconunafuerteembestida.Leardíanlospulmonescomosihubieratragadofuego.Beausedetuvo

y se puso tenso al verla. Tenía los ojos abiertos como platos mientrasprocesabaelbombardeodesensacionescontradictoriasque recorríansucuerpo.

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Arinosupocómolohizo,peroBeauseinclinóyconmuchocuidado,conmuchaternura,apoyósufrenteempapadadesudorenlasuya.—Ari,cielo,¿porquénomelohabíasdicho?—susurró.—Nolosabía—susurró,conlaimpresiónaúnestremeciéndolecuerpo

ymente.—¿No sabías que eras virgen? —preguntó esbozando una media

sonrisa.No dejaba las manos quietas; se deslizaban arriba y abajo por sus

brazosypor la curvatura de su cuello, disfrutandode cadamúsculo, decadarasgo.—Nomerefieroaeso.—Negóconlacabeza.Élgruñó.—Quiero que te quedes quieta, cielo. Me cuesta mucho controlarme,

perosisiguesasímeseráimposibleaguantarme.—Pensaba que no me dolería mucho—dijo ella mientras dejaba las

manosyelcuerpoquietospara ira laparconél—.Aver,en los librosnuncaduele,siempreesalgofantástico.Laverdadesquecreíaque todoestodeldoloreraunmitoparadesalentaralaschicasdetenerrelacionessexualesdemasiadopronto.Éllabesóenlafrenteysuspiró.—Teheembestidocon lamismadelicadezaqueun toroencelo,pues

claroquetehadolido.Ellamovióunpocolascaderasparacomprobarsiseguíadoliéndoleo

escociéndole.Laquemazónpersistía,peronoeradelasmolestas.Sefrotócontraélcomounagata, le rodeóelcuellocon losbrazosy levantó laspiernas para abrazarle la espalda y unirse a él, para que sus cuerpossiguieranconectadosynohubieradudasdequenoteníaqueretirarse.Él estaba justo donde ella quería que estuviera. Ari quería sentir esa

sensaciónotravez:lasensacióndeflotar,dellegaralbordedeunaespiraltras la cual llegaría la caída libre, el deseo, la lujuria y el deseo, todoinexorablementeligadoenunacadenasinfin.—¿Bien?—preguntó.Esedejedevozledecíaquesusmovimientosle

provocabanaéllomismoqueaella.Laesperaeraangustiosaparaambos.—Sí—susurróellacontrasucuello.Volviólacabezaparaacariciarloe

inhalar su olor.Empezó amordisquearle la garganta y luego le pasó lalenguaporlabarbaescasaamedidaqueascendíahacialamandíbula.Actoseguido le lamió y le clavó los dientes de camino a la oreja, y cuando

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llegóasulóbuloylosuccionó,éldejóescaparungranbufidoyempezóamoverseporfin.EllagimióconganascuandoBeauseretiróconunalentitudagonizante,

perolaternuraconquelatratabaeramuyreconfortante.—Agárrateamí—lepidióconvozronca.Le recorrió las curvas con las manos, palpando y moldeando sus

pechos,deleitándoseensussenosantesdeseguirlaexploración.Entonceslepasólasmanosporloscostados,pordebajodelascaderasylalevantópor detrás. La ajustó de forma que, al penetrarla, llegó más adentro yalcanzópartesquehicieronqueseleagrandaranlosojosyabrieralabocaenunaO.UnaOdelasgrandes.—Creo que acabo de descubrir lo que es el punto G —reconoció

asombrada.El pecho le retumbó por la carcajada y le brillaron los dientes al

sonreír.—Me siento como si fuese virgen también —dijo Beau en un tono

arrepentido.Ariserecostóyreposólacabezaenlaalmohadaparaverlomejor.—¿Aquévieneeso?Él sonrió de nuevoy, juguetón, le tiró de algunosmechones de pelo,

queluegoseenvolvióentrelosdedosmientrasleapretabaelculoconlaotramano;ambosgestoscariñosos,sinduda.—Porqueestaeslaprimeravezqueelsexohasidodivertido.Parecía tan confundido como ella sobre el sexo, lo que era bastante

gracioso,dadoqueellanoteníaexperienciaymuyseguramenteélhabíaestadoenesatesituramuchasveces.Nopodíasertanbuenofollandosinotuvieramuchapráctica.Aella legustósersuprimeralgo.Noobstante, reparóenqueparecía

perplejoporesodequefueradivertido.—¿Nosesuponequeelsexoesdivertido?—preguntó,desconcertada.—Sí,loes—contestóconundejedesatisfacción—,perocontigoloes

todavíamás.Essoloquesuelendecirmequeresultoinquietanteeintenso,algoquesupuestamentegustaalaschicas.Nomehereídonuncaaltenerrelacionessexuales,pero,joder,erestanmona.Serioaldecirestoúltimoyledioungolpecitocariñosoenlabarbilla.

Luego empujó la cadera para llegarmás adentro y la dejó sin habla unmomento,comosilahubieraembargadolaeuforia.Ellaestabaalborde,

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enesadelgadalíneaqueseparabadoloryplaceramedidaquesumiembrolapenetrabaylallenaba.Las paredes interiores de su sexo se estremecían y se agarraban

ávidamenteaél,tratandodeevitarquelasacaracadavezqueserelajaba.AAriyano lepreocupabaelmalestarporqueesaneblinasensualque laenvolvíayquelefluíaporlasvenaseratanpotentecomocualquierotromedicamentojamásfabricado.—Me vuelves loco—susurróBeaumientras le rozaba las orejas con

loslabios.Lodijotanbajitoquenoestabaseguradesilohabíaescuchadoosisimplementeselohabíaimaginado.Se aferró a su nuca y tiró de él para acercarlo a su boca, para

succionarlelalenguadelamismaformaenquesucuerpolesuccionabalapollacadavezmásymásadentroconcadaembestida.—Quiero que te corras —le dijo con la voz ronca—. Quiero que

lleguescuandomecorrayo.Quierovercómoloexperimentas todoporprimeravez.Porfincedíaasudesesperadoanhelo.Finalmenteledaríaelalivioque

necesitaba.Contrajoelsexodelasganasyélgimió;eraunsonidobrutoyatormentado,eldeunhombrequenopuedemás.—Dimequénecesitas—dijoBeau—.Déjamellevarteallí,cielo.—¡Nolosé!—gritóella—.Peronopares.Porfavor,nopares.Hasta el últimomúsculo, terminación nerviosa y célula de su cuerpo

estabaentensión,comoenunaespiralqueestabaapuntode…casi…¡ah,joder!Estabapasando.Aricayóalvacíoconunavelocidadtanexcitantecomoundescensode

esquíalpino,suavecomolanieveysincontrol.Másdeprisaysintiéndosecadavezmásarriba.Todosevolvióborrosoasualrededor.Lacamasesacudía.Oyócomo

ungolpeteoquesehacíamásfuertey lacamaempezóavibrarmientrasBeau lapenetrabacolocadoencima,empujándolamáshaciaelcabecero,cubriéndola con su cuerpo como si fuera una manta. Piel con piel. Sinbarreras ni separación alguna. El tiempo se detenía un breve instantemientrastodolodemásdesaparecíaynadieninadapodíaentrometerseniromperesaconexióntangibleentreelcorazón,lamenteyelalma.Éllahabíallenadoynosolosucuerpo,sinodeunaformacompleta:el

corazón, el alma. La había colmado de esperanza y de confianza. Sabíaqueno le fallaría.Que la protegeríadelmundoexterior y loharía para

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defenderlaantelasdificultadesdelavida.Con sus pequeñas manos le presionaba los hombros; empezaban a

ponérsele blancos los nudillos de lo fuerte que se sujetaba. De repentereparó en un cuadro que colgaba de la pared y se lo quedó mirandoporqueoestabacolocadomuchomásabajodelonormaloellaestabamásarriba.Fueentoncescuandosediocuentadequetodalacamalevitabaysele

escapólarisa.—Se supone que no puedes reír después de que un hombre te haya

hechosentirelmejororgasmodetuvida—ledijoélsecamente.ABeau le brillaban los ojos con picardía como diciéndole que había

sido arrogante a propósito. Pero teníamás razón que un santo y ella lesonrió.—MesientocomosiestuviéramosenElexorcista.Yasabes,portodoel

rolloesedelacamaquelevita.Éllabesóyesesuavesonidolereverberóenlosoídosconternura.—Quizánoshemosmovidocontantoímpetuquelaenergíasexualha

levantadoeltecho.Literalmente.Movió los hombros y lo abrazó cuando la cama volvió a posarse

suavementeenel suelo,peroelmeneo los sacudióde todosmodos.Ariteníaunasonrisapermanenteenloslabios.Nuncasehabíaimaginadoquesuprimeravezseríatansorprendenteyesoquesusexpectativaseranmuyaltas.Yequivocadas,paratalcaso.Asíque,alparecer,labuenaficciónerasoloeso:ficción.Alprincipio

sehabíasentidomuydefraudada,ademásdebobae ingenua,claro,peroBeaunosehabíareídodeella.Sehabíareídoconella.Ellahabíahechodivertidoelsexoparaél.Enlaescaladelsexonoestabaseguradeenquéposiciónestaríaladiversión,perolegustabahabersidoespecialparaél.No quería ser una mujer más dentro de la indudable larga lista de susamantes.LoshombrescomoBeaunotienenquepreocuparseporligar.Esmás,seguroqueselasteníaquequitardeencima.Yapesardetodo,éllahabíaescogidoaella.Esaidealadevolvióa larealidadyleborrólasonrisa.Lomiróalos

ojos, llenos de pasión, con cierta inseguridad, algo que no le resultabanuevoyqueamortiguabalasréplicasdealgorealmentehermoso.Beaudescendiósobresucuerpoylaobservóconpreocupación.—¿Ari?¿Tehevueltoahacerdaño?¿Hesidomuybrusco?

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—No—se apresuró a afirmar—. Es una tontería, nada de lo que tetengasquepreocupar.Hasidomaravilloso.Era totalmente sincera en ese sentido. Sin embargo, Beau continuó

estudiándolaconunamiradapenetrantecomosiquisieravermásalládeesanegación.Beauseapoyabaconunbrazosobreelcolchónparanodescargartodo

supesodemasiadoencimadeellayporelladoquenoteníaherido,parano ejercer presión en la herida. Con la mano libre, le apartó variosmechonesrebeldesquelecaíancaprichosamentesobresumejillamojadaysonrojada.—¿Enquéestabaspensando?—preguntóBeauconternura.Ellasuspiróylehizounamueca.—Nosoylapersonamásseguraycreerásquesoyabsurda,peroestaba

pensando que he sido algo especial y tal vez único para ti, porque hasdicho que era la primera con la que te divertías en la cama.Luego estepensamiento ha derivado hacia la idea de que los hombres como tú notienen que preocuparse por ligar, que seguro que tienes que espantarlascomomoscas.Ari semordióel labio;detestaba reconocerestoúltimo.Unacosaera

albergarpensamientossecretos—eransuyosyno teníaquepreocuparsede que se conocieran sus debilidades— y otra muy distinta que Beauquisieraaccederadichospensamientos,yesaidealeprovocabaurticaria.Beau seguía desconcertado, pero la miraba fijamente. Esperaba su

respuestay,comoeraobvio,sabíaquehabíamás.—Semehapasadopor la cabezaque soy comounaquinceañera a la

queelchicomásguapodelinstitutoacabadepedirlequevayaalbailedegraduación con él. Estaba pensando que él podía escoger a cualquiermujerymehabíaescogidoamí.Sinembargo,alpensarlodetenidamente,me he dado cuenta de que tú no me has escogido: yo me he lanzadoencimadeti.Casiteherogadoqueteacostarasconmigoy,después,tehehecho sentir culpable por rechazarme.En pocas palabras, he convertidoestoenunpolvoporpena…Hizounamuecaalpercatarsedecómosonabanesaspalabras,durasy

crudas, y se sorprendió hasta ella, sobre todo por la última parte. Esaexpresiónlerondabaporlacabezacuandolemencionólodelrechazoyal final lo soltó sinpensárselodosveces.Ahora se avergonzabaporqueindependientementede losmotivosquehubiera tenidoélparahacerle el

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amor, había sido algo hermoso, emotivo, y ella lo había reducido a uncrudoeufemismo.—¿Un polvo… por pena? —preguntó entrecortadamente. Montó en

cólera en cuestión de segundos y ella se arrepintió de expresar suspensamientos en semejantemomentode irreflexión,un errordel queyanopodíaretractarseyquepodríadestruirporcompletoaquellaexquisitaunióndecorazonesyalmas.—¿Esquenotevesatimisma?—lepreguntóconincredulidad.Quiso

quitarleesasparanoiasdelacabezacogiéndolaenbrazosyllevándolaalcuartodebaño.Desnuda.Con cuidado, la dejó frente al espejo y se puso detrás de ella,

obligándola a que mirara su reflejo. El rubor le encendió las mejillascuandovioelaspectodesaliñadoquetenía.Claramente,elaspectodeunamujeralaqueacababandehacerelamor:conloslabioshinchadosylosojos aún vidriosos por el vestigio de ese increíble orgasmo; unos ojosquetodavíaresplandecíanyparecíanespecialmentebrillantesapesardelaescasailuminacióndelcuartodebaño.Éllaagarróconambasmanos,unaencadacostado:larecorrióconlas

palmas,arribayabajo,porlascurvas,porsuspechos,quejuntóylevantóparaquevieralospezonestiesosehinchadosporsuroce.—Eres preciosa —dijo con voz ronca— y de una forma que ni te

imaginas.Estáclaroquenotevesdelmismomodoqueyo.Tucorazón.—Lepusolamanosobreelpechoconlapalmabienabierta—.Dejaquetecuenteloqueyoveo.Contuvo el aliento, anhelante. Tan llena de esperanza y, al mismo

tiempo,temerosadepermitírselaporsisurechazolahacíavenirseabajo.—Veo a una mujer joven, valiente, leal, hermosa que antepone los

demás a sí misma y su propia seguridad. No hay muchas personas tandesinteresadascomotú.Mehasdadounregalo,Ari.¿Eresconscientedelo humilde y angustiado que me has dejado al escogerme para ser tuprimeravez?¿Yaunasípiensasqueteheescogidoyo?¿Quehasidounpolvoporpena?Arihizounamuecadedoloralescucharloporqueahora,envistadesu

reacciónydetodoloquehacíaparatratardetranquilizarla,parecíaquelohubiera dicho para que le hiciera un cumplido. La clásicamanipulaciónfemenina,vaya.Eso lahacía sentirmás rebajada, avergonzada e inclusomásconscientedesímisma.

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—Nosolotevaloraspoco,sinoquetehacesunflacofavor;inclusomelohacesamíporquesugieresqueusomicuerpoenposdelacompasión,como si tuvieraquehacerde tripas corazónparahacerte el amor comomereces.Entiendoquetengaspocaconfianzaentimisma,peroquenoteoigayodesmerecertedeestaforma,joder,porquemecabreamuchísimo.Ari tragó saliva y asintió lentamente mientras él se inclinaba para

acariciarleelcuello.Inclusoapesardeestartanhipersensiblecomoestabadespués del orgasmo, su cuerpo reaccionó violentamente al tacto y alcalorsofocantequesurgíaentreelloscuandoentrabanencontactofísico.Él se deshizo en una lluvia de besos por toda la curvatura del cuello

hastaquellegóalapartesuperiordelhombro,momentoenquelaempujóhaciaatrás.Laatrajohaciasupechoylaabrazóconfuerza.Su reflejomostraba en el espejo una imagen tan íntima y erótica que

quiso memorizarla porque no quería que el recuerdo se desvanecierajamás. Quería ser capaz de recordarlo cuando le apeteciese. No loolvidaría;habíasidounanocheconmuchasprimerasvecesparaella.Él apoyó labarbilla en su cabezay lamiródirectamente a losojos a

travésdelespejo.Nohabíarastrodeenfadoensusojosnegros;solounaexpresión resuelta. La comodidad y la calidez se propagaban por susextremidades y su torrente sanguíneo, que rápidamente las bombeó alresto del cuerpo. La euforia la envolvió una vez más en un abrazoembriagador y Ari se relajó en su regazo. Dejó que su cuerpo seacostumbraraaesto,aestauniónperfecta.—Mírate al espejo, Ari—murmuró rozándole el pelo con los labios

pordetrásdellóbulodelaoreja—.Miralohermosaqueeres.Deverdad,quieroqueloveas.Aregañadientesellasegiróyobedeció:loqueviolesorprendiópues

semiraba a símisma a través de ojos objetivos, como si no fueran lossuyos,sinolosdeotramujer.Eracomosisevieraasímismasinunfiltroautoimpuestoporprimeravez.Se veía…hermosa.Más importante si cabe,Beau había hecho que se

sintierahermosaydeseada.Comounamujerqueélhabíaescogidoynoalguienaquienellahabíaconvencidoparahacerelamor.Ahora,lejosdeese vulnerable momento en que se había desnudado por dentro y porfuera, totalmenteexpuestaalpoderdelsexo,sediocuentade lo ridículaquehabíasidoesaidea,yelmiedo.Beaunoeraunhombrefácilmentemanipulable.Dehechonosedejaba

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manipularpornadie.Queríadisculparse,peroesosoloempeoraría lascosas.Lomejorque

podíahacererareconocersimplementeloqueélveíayloqueahoraveíaellatambién:unamujerguapaalaqueacababandehacerleelamoryqueacababa de entregarle un pedazo de su corazón a un hombre al queconocíadesdehacíamuypoco.Pero,almismotiempo,teníalasensacióndequellevabatodalavidaesperandoestemomento.

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Dieciocho

A lamañanasiguiente,Beauabandonólacalidezdelacamaensilencio,mirando a Ari de vez en cuando para cerciorarse de no despertarla.Necesitabadescansoyél…distancia.Objetividad.Porque lode lanocheanteriorhabíacambiadodeformapermanenteelcursodesurelación—esarelaciónsupuestamenteprofesionalyobjetiva—conunamujerquenodebería haber tocado ni con las manos ni con ningún otro miembro.Debería haber mantenido un nivel de profesionalidad estricto para nocomprometer la perspectiva y conservar la imparcialidad entre cliente ycontratista.¿Aquiénqueríaengañar?Talvezpensaraquenecesitabadistanciarsey

supiera que debía hacerlo, pero no era lo que quería y era lo bastantesincero consigomismo para no buscar excusas ni tratar de racionalizaresainfraccióndelcódigodeconductaprofesionalenqueinsistíantantoélcomoCalebasusespecialistasenseguridad.Eraunhipócritadetomoylomoynoleimportabaunamierda,loque

significabaqueestabamaldelaazotea.Sevistiódeprisayfuealacocinaaprepararseuncafé;necesitabauna

inyeccióndecafeínaquetraspasaraeseabotargamiento,esaletargia,quele acompañaba.Quería quedarse en la cama conAri, envolverla con sucuerpo para que ella pudiera despertarse entre sus brazos, tan cálida ytranquila,conesamiradasoñolientayfelizensusojosmulticolor.Peroteníaquetrabajarymuchoconloqueponerseadía.Elrelojnose

deteníay trabajabanconunplazomuyajustado.Cadahoraquepasabayque los padres de Ari seguían desaparecidos, aumentaban lasprobabilidadesdenorecuperarlossanosysalvos.Si fuera él, si fuera la clase de cabrón que se aprovecha de las

debilidadesdeunamuchachavulnerable,mataríaaunodesuspadres, leenviaríalaspruebasyluegolediríaque,osatisfacíasuspeticiones,oyapodría despedirse del otro. Y se cargaría al padre primero, ya quesupondríaunamayordificultadquelamadre.Esoladestrozaría.Seríaalgodeloquenoserepondríaenlavida,yél

debería cargar con el peso de la responsabilidad, la incapacidad decumplirloquelehabíaprometido.Arinuncaloperdonaríayéltampoco

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podríaperdonarseasímismo.Mientrasleechabaunpocodeazúcaralcaféparareducirligeramente

la amargura y hacerlomás agradable, le sonó elmóvil. Era el tono dellamadaquehabíaasignadoa losnúmerosqueno teníacomocontactos,pero cuando miró en la pantalla frunció el ceño al ver el aviso de«Númerooculto».Normalmentenorespondíasillamabandesdeunnúmerosinidentificar

yquenotuvieraalmenosalgunaformadelocalizarlallamada,perodadala situaciónquepresentaba suúltimocaso, nopodía arriesgarse a pasarnadaporalto.—¿Diga?—dijoolvidándosedesusaludohabitual:«BeauDevereaux».

Nohacíafaltadaralinterlocutorinformaciónqueéloellatuvieraya,ysisetratabadeunaequivocación,másmotivoaúnparaquenorelacionaransunombreconelnúmeroqueyateníanyqueapareceríaensuregistrodellamadas.—SeñorDevereaux,tieneamihijayesfundamentalquelamantengaa

salvoyfueradelavistadelagente.Losquelapersiguennosedetendránhastaquelatengan.Beaufruncióelceño; larabia loconsumíamientrasapretabaelmóvil

confuerza.—¿GavinRochester?¿Peroquénarices?¿Tieneideadelopreocupada

queestásuhija?¿Quélepasa?LeestáhaciendopasarlasdeCaín.—NosoyGavinRochester—dijoelhombre,cansado.Sonabafatigado

ytrascaptarelenfadodeBeau,leoyóundejedetemor—:AriRochesteresmihijabiológica.Beausepusoenestadodealertaysediolavueltaautomáticamentepara

asegurarsedequeArinoestuvieradetrás.Despuésdecerciorarsedequenohabíanadiealacecho,entróen lasaladeseguridadycerró lapuertatrasdesí.La sala estaba insonorizada, todos los monitores estaban activados y

mostraban las imágenes en tiempo real del interior de la casa y losalrededores. Su mayor preocupación era Ari, así que se colocóexpresamentefrentealapantalladesdelaqueaúnlaveíaacurrucadaenlacama.—¿Aquéserefiereconpadrebiológico?—preguntóBeau,quevolvió

acentrarseenlallamadaahoraqueestabasegurodequepodíaverbienaAri—.Le juroquecomoseaun farol, lo localizaréy leharécomersus

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propioscojones.Hubounsilencioincómodoalotroladodelalínea;elhombredebíade

estar armándose de valor o, por lo menos, buscando las palabrasadecuadas.Y entonces Beau cayó en otra cosa: ¿cómo diantre había conseguido

esta persona su móvil particular, por muy disparatada que fuera suafirmación?Nohabíamuchagentequetuvierasunúmero:sushermanos,DaneyEliza,Zack.NisiquieraAnitalosabía.Teníaunteléfonodetrabajoyunopersonal.No solíausar elmóvilpersonalporque sushermanosylosotrosquelotenían,muypocos,tambiénerancompañerosdetrabajoyles resultabamás sencilloynatural llamarloaunnúmeroalque segurocontestaría hiciera lo que hiciera o independientemente de la hora quefuera.Aunqueadecirverdadlanocheanteriorlohubieralanzadoporlaventanasilohubieranllamado.—¿Cómo ha conseguido este número? —preguntó con un tono que

insinuabaqueseleestabaacabandolapaciencia.Ydeprisa.El hombre también demostró su impaciencia por el aluvión de

preguntasdeBeau.Lasignoróporcompletoysiguióadelante.—Tiene razón al decir queGavinRochester es su padre. Es un título

bienmerecido, se lo ha ganado a pulso. Lo último que quiero es hacerdañoaAri.Verá,yoera joven,engreídoyarrogante.Seguroquesabeaquémerefiero—dijoconvozquebradaelhombrequedecíaserelpadredeAri,elbiológico.Sí,Beausabíaaquésereferíaporquehabíasidoasíenlauniversidady

sejuntóconotrosquemostrabanlosmismosrasgos.Sibienhabíatenidotodaesaresponsabilidadaunaedadmuytemprana, launiversidadfuesuformaderebelarse,aunqueseguíacargandoconelcompromisofamiliar.—Sí—contestódébilmente—,mesuena.Elotrohombreprosiguiócomoparanodarledemasiadotiempopara

procesar y menos aún para hacerle preguntas. Y eso que a Beau se leocurríanmuchísimas.QueríarespuestasporqueAribienlasmerecía.—Ella está en grave peligro. Quiero que sea consciente de que esta

gentenovaapararhastaecharleelguanteaAri.Sabenloqueescapazdehaceryestándecididosausarlaynoparabien—añadióconvozqueda—.Pensamos… pensé que estaría a salvo con Gavin Rochester. Teníareputacióndeserduroeimplacable.Renunciaralaniñafuelomásduroquehehechonunca,perosabíaquenopodíamosgarantizarsuseguridad,

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quenoteníamoslosrecursosolosmediosparaasegurarnosdequenolaencontrarannunca.—¿Asegurarnos?¿Aquiénserefiere?Hubo una pausa y luego el hombre volvió a hablar con un deje de

tristezaqueempapabatodassuspalabras.—Sumadreyyo.—Haymuchas cosas que no entiendo—lo interrumpió Beau—, pero

empezaremos con lo más pertinente. Esta gente, como usted dice, yllegaremosaesoenunmomento,¿cómopodíasaberqueunbebéteníalaclasedepoderesquedemostraríamás tarde?Suspadresadoptivosno lodescubrieronhastaquetuvocasiunaño.—Porqueeraunexperimento—dijoconciertaurgenciaaltiempoque

bajabalavoz—.Mire,notengomuchotiempo.Tienequesaberaquétipodepersonasseenfrenta.ElmotivoporelquedescubrieronaArivienedeañosatrás,ynodehaceunosdíascomodebedepensar,dadalaatenciónmediáticaquerecibióalusarsuspoderes.Beauasentíaaunqueelotrohombrenopudieraverlo.Zackestabaenlo

cierto.HabíasidounaconspiraciónmuymetódicaybienplanificadaparainfiltrarseenlasfilasdeGavinRochester,ganarsesuconfianzayluego,cuandomenos lo esperara, dar el golpey llevarse aAri, pero ¿dóndeyporqué?—¿Cómoseenteraron?—preguntóél,cansadodeestetirayafloja.—Nos seleccionaron a lamadre deAri y amí para un programa de

investigaciónydesarrollosobrelospoderespsíquicos.Losdosteníamospoderesfueradelocomún.LamadredeArieramuypobreylaspasabacanutas para sobrevivir. Le pagaron para que fuera madre de alquileraunquenoleexplicaronquesubebénoacabaríaenunafamilia.Fingieronserunaagenciadeadopciónlegalespecializadaenvientresdealquiler.Seaprovecharondesuvulnerabilidadyellaaccedióaquedarseembarazadaporqueleofrecíanmuchodinero,unaviviendagratisyelabonodetodoslosgastosyfacturas.»Yofuieldonantedeesperma.Mevinieronconelmismocuento.Pero

nosenamoramosycuandodescubrimosporazarquéeraestaempresaylosplanesque teníanparanuestrahija, echamosa correr.Huimos.Cadaveznos resultabamásdifícil escapary sabíamosque cuandonacieranopodríamos seguir huyendo porque tendríamos que cuidar del bebé. Asíqueacudimos…asupadreparaquenosayudarayélnosrecomendóalos

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Rochester,quenopodíantenerhijos.LarespuestadeBeauo,mejordicho,reacciónfueexplosiva.—¿Peroquénarices…?¿Quétienequevermipadreoquétuvoquever,

vaya,entodoesto?Serámejorqueseexplique.Beau estaba haciendo verdaderos esfuerzos por asimilarlo todo. Era

como una mala película de ficción pero escalofriantemente real. TodoencajabademasiadobienconlainformacióndequedisponíansobreAriysuspadres, pero ahora este hombre sugería que supadre tenía algoquever.Selehelólasangre.Gavinhabíasidolaúltimapersona—queellossupieran— que vio a su padre con vida. ¿Lo habría silenciado paraprotegeraAri?¿Olohizoparaprotegersuspropiosintereses?Parasufrustración,elhombrehizocasoomisodesupreguntaysiguió

comosinohubieradejadocaerlabomba.—DescubrieronaArio,dichodeotra forma,descubrieronquiénera,

porquenosencontraronysellevaronamiesposa.—Suspalabrasestabancargadas de dolor. El pesar era tangible a través del teléfono y Beauautomáticamente apretó elmóvil ymiró elmonitor para cerciorarse deque Ari estuviera bien—. La torturaron —dijo con voz ronca—. Lehicieronloindecibledurantetresdíashastaquealfinalsevinoabajoylescontó a quién había entregado la niña. Entonces lamataron y tiraron elcadáver donde sabían que yo lo encontraría con una nota que decía queesoeraloquelespasabaalosqueosabancabrearlos.Sepaconquiénselasvaaver,señorDevereaux.Tienequesaberquevanaloquevanyqueno se rendirán sinmás. Hace cuatro años que asesinaron amimujer yempezaronamoverlamaquinariaparallegarhastaAri.Créamecuandoledigoquecuantomáslesdesbaratanlosplanes,másdecididossevuelvenparalograrsuobjetivo.Laestupefacciónleembotabalacabezamientrastratabadepensarenlas

ramificacionesde loque acababade contarle el padrebiológicodeAri.Joder,silehabíanhechoesoasumadrebiológica—unamujerindefensa—notendríanningúnreparoconsuspadresadoptivos.Nopodríamirarlaa la cara si undía aparecieraunode suspadres en lapuertao en algúnlugar donde supieran que los de DSS encontrarían el cadáver.SeguramentequerríanqueArilovieraysupieraqueibanmuyenserio.ABeauleentraronaúnmásganasdeconseguirquenolatocaransiquiera.Seoyóunruidodefondoyentonceselhombredijodeprisa:—Tengoqueirme.

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—¡Espere!—exclamó él rápidamente—. ¿Cómo puedo contactar conusted?—Queríasabermuchomásdeestehombre,sobretodoencuantoalaparticipacióndesupadreentodoesteembrollo.—Nopuede—repuso,tenso.Y entonces colgó sin más. Beau se quedó frustrado y con aún más

incógnitasenlacabeza.—Mecagoen todo—espetóy lanzóelmóvil aunade lasbutacasde

pieldelasala,sobrelaquecayódandoungolpeamortiguado.Volvióalevantarlavistaparaecharunvistazoalmonitoryleembargó

el miedo al contemplar a Ari durmiendo tranquila, tan inocente. Eraalguien que no vivía en unmundo donde torturaban a lasmujeres y lastirabancomosifueransimplebasura.Lacuestiónerasideberíacontarleloquesabíao,porlomenos,loque

lehabíanhechocreerqueeraverdad,porqueparecíaquesusvidas—tantoladeAricomolasuya—nohabíansidomásqueunpuñadodementirasdesdeelprincipio.

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Diecinueve

—Lo primero que quiero hacer es inyectar a Ari un dispositivo deseguimiento indetectable como medida preventiva —dijo Beau a losmiembrosallíreunidosdelaempresatrasllamarlosencuantoterminódehablarporteléfonoconelpadrebiológicodeAri.Al final ella se había quedado dormida, muy posiblemente de

agotamientopor loquehabía acontecido en las últimas cuarentayochohoras.Solosehabíamovidounpococuandollegaronsuhermano,Zack,DaneyElizadespuésde llamarlosparauna reuniónurgente.Beauhabíaidoa lahabitacióny lehabíadichoquesebañara tranquilamente,que lallamaríacuandoeldesayunoestuvieralisto.Lesupomaltenerquementirle,peronoestabapreparadoparallenarle

lacabezaconcosasquepodríanserciertasono,ynecesitabatiempoparacontarle a su equipo lo que había descubierto antes de tomar cualquierdecisiónconrespectoaella.Ramie estaba en la cocina preparando el desayuno queBeau le había

prometido aAri. Debía de estar planteándose quedarse almargen de loquecasiseguroibaaserunareunióndifícilparaella,yaquetendríaqueabsorberlasemocionesnegativasdelosdemás.Beaunoqueríatocarasucuñadaysometerlaalaavalanchadesuspensamientoshomicidas,susedde venganza y crueldad absoluta si se diera el caso. Tampoco teníaintencióndeanunciarlaposiblerelaciónquesupropiopadreteníaenestedichoso lío hasta que no estuviera seguro de los hechos. Caleb secabrearíaylaobjetividadseiríaalgarete,endetrimentodeAri.—Buena idea.Nuncasees lobastanteprecavido—reconocióDane—.

Podemos planearlo infinitas veces, pero con los recursos que tiene esegrupoysutotalcrueldad,nocreoquepodamoscubrirtodoslosángulosymáscuandonotenemosnizorraideadequiénessonnicuálessuobjetivofinal.—Estáclaroqueno tienen reparosen torturar amujeres inocentes—

dijoZack, con gesto serio—.Caleb, tal vez quieras encerrar aRamie ycerciorartedequeestávigilada.SiesapandadegilipollashahechoyalaconexiónentreAriyestaempresa,algomásqueobvioporeltiroteoquehuboalaspuertasdeDSS,quieredecirquenadiequetengarelacióncon

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estaempresaestáasalvo,sobretodolasparejas.LamiradadeCalebsevolviógélida;surostro,inmóvilyduro.—Tenpor seguroqueprotegeré ami esposa—dijo tan tranquiloque

dabahastamiedo.—ElizayyovigilaremostodoelratoaQuinnyaTori—apuntóDane

—,aunqueQuinnestédemalahostiaydigaquenonecesitaniñerayqueescapazdecuidarsesolito.Beaulelanzóunaduramirada.—Me la suda lo que diga Quinn. Si tienes que vigilarlo, lo haces y

punto.Hastaqueestosesolucione,nadiedeestafamilia,nideDSS,iráaningúnladosolo.Esperoqueinformesatodostuschicos,Dane.—Estamos en ello. Lo tenemos todo atado. Preocúpate solo de ti—

añadióElizacon ternura—.MepreocupabásicamentequeArivaya solaconZackycontigo.Ellaeselprincipalobjetivo,nonosotros.—Noquierenmatarla—argumentóZack—.Quierenrecuperarlaatoda

costa, lo que significa que todos sois prescindibles. Ari no lo es.Probablementesealaquemenospeligrocorradetodosnosotros.SehizoelsilencioconlacontundenteafirmacióndeZack,peroluego

reconocieronaregañadientesquehabíaacertadodepleno,sabíanqueeracierto.SabíanqueestabanenpeligroporqueseguramentelosusaríanparamanipularaAri.Ese misterioso grupo tenía toda la pinta de fanatismo radical y, sin

embargo,trabajabaconunapacienciayfrialdadmetódicas.SilosdeDSSesperabanquelapifiara,yapodíanesperarsentados.—Yo me ocupo del dispositivo de localización —dijo Dane—.

Deberíais marcharos. Id con cuidado; actuad como si os estuvieransiguiendo y vigilando todo el rato. Despistad a vuestros seguidores yaseguraosdeutilizarunlugarquenotengarelaciónalgunaconnosotros.—CreemosqueesbuenaideaquetellevesaAriaotrolugar—opinó

ElizasinpestañearmientrasclavabalamiradaenBeau.—Yalohepensado—repusoéltranquilamente—.Noquieropasarmás

de un par de días en el mismo sitio. Quiero estar en marchaconstantementeparadificultarquelarastreen.

AArilaconsumíalaimpacienciamientrasesperabaaqueBeaufueraabuscarla.¿Acasoqueríallevarlaenbrazosotravez?Basta.Siestababienpara disfrutar del sexo de la noche anterior, también podíamoverse sin

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ayudadenadie.El calor le encendió las mejillas mientras recordaba la noche en

cuestión. Todavía notaba ese ligero dolor decadente y delicioso en suslugares íntimos; lasmolestias justasque ladistraíande lasmolestiasdeldolordecabezaydelcorteconpuntosdesuturaqueteníaenelcostado.Era curioso pero no había pensado en ello hasta ahora porque se

centrabamásen lasheridas íntimas.Fruncióelceño;eldolornoeraunindicador apropiado. ¿Conciencia del dolor?Sí, eso se le acercabamás.Estaba muy sensible y el roce más ligero sobre los pechos, entre laspiernaseinclusolaboca,hinchadaporsusbesos,eracomounadescargaeléctrica, que la encendía y la arrastraba de nuevo al momento en quefinalmentehabíaperdidoelcontrol.Podíapasarseeldíaenteroenlacamarecordando la experiencia, regodeándoseconesa sensaciónyconganasderepetir.Le rugieron las tripas al captar los olores que entraban en el

dormitorio.Selehizolabocaaguayselafrotóconlamano.¿Quiénibaaimaginar que hacer el amor daba tanta hambre? No solía desayunarmucho,peroderepenteteníamuchahambre.Algolaempujabairrefrenablementeahacerselaseductoramalvadaeir

hasta la cocina desnuda para ver cuánto tardaba Beau en meterla en lacama otra vez.Una sonrisa de satisfacción se le dibujó en los labios alrecordar la libertadquesintióalparticipardeesaseducciónmutuay tansatisfactoria.Quiénpodíaimaginarquellevabaaunagatitapicaronaensuinteriorconganasdejugar.Enlugardesentirsecohibidayavergonzada,decidió arriesgarse. No tenía que arrepentirse de algo tan bueno y tanbonito;noeranadadeloqueavergonzarse,nisentirsehumillada.En ese instante dos pensamientos simultáneos la hicieron bajar de la

nube,queseevaporóenunafinabrumacuandolarealidadlaabofeteó.En primer lugar, seguramente no estaban solos, así que mejor no ir

enseñando el culo por ahí. Y, en segundo lugar, ¿cómo podía haberloolvidado? ¿Cómo iba a embarcarse en un escarceo amoroso cuando sumundo estaba patas arriba? ¿Cómo podía pensar que todo iba bien, enperfectaarmoníayequilibrio?Suvidaerauncaos.Lavergüenza,algoquehabíajuradonosentir, lehizosemejantenudo

enelcorazónquetuvoquesentarseenelbordedelacamaparaquenoleflaquearanlaspiernas.Elmiedo,esecompañerofieldelquehabíapodidoescabullirseunpardehoras,habíavueltoconunafuerzainusitada.

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Mientrasseentregabaaunanochededesenfrenototalyentrabaenunmundo totalmentenuevoydesconocido, seguía sin saber el paraderodesuspadres.Nosabíaenquéestadoseencontrabannisiseguiríanvivos.Habíasidomuyfeliz.Habíamantenidorelacionessexualesporprimera

vez y al fin conocía el motivo de tanto alboroto. Tal vez le restaraimportancia,perosuspadreseransumundoysinellosseenfrentabaaunaexistenciadesoladaysolitaria.Las lágrimas le irritaban losojos.Bajó la cabezaynotóel caloryel

olormetálicoenlasfosasnasales.Lasangreempezabaagotearsobresuregazo.Latocóconundedotemblorosomientrasreparabaeneldolordelabasedelcráneoquesepropagabaportodalacabeza.—Papá,mamá:osquiero—susurró.¿Por qué no podía tener la telequinesia como don?De ser así podría

hablarconsuspadresestuvierandondeestuvieran.Nohabríabarreraquenofueracapazderompernilugardondepudieranesconderlos.¿De qué le servía mover objetos con la mente? Con ese poder solo

generabacaosyviolencia.Ah,yquelacamalevitaraalfollar.Algomuyraro.¿Aquiénleimportaba?Casileparecíaoírasumadreensureconfortantetonodevoz,esetan

dulcequesoloutilizabaconsupadreyconella:«Noseastanduracontigomisma,pequeña.Notienesquedemostrarnadaanadieymuchomenosatupadreo amí.Tequeremos tal y comoeresyno cambiaríamosnada.Eres lomejor de nuestras vidas, lomás importante.Nadie nos hace tanfelicescomotú».Se secó una lágrima que asomaba ya por el rabillo del ojo y le

manchabalacaradesangre.Luegosuspiró.Nopodíaentrarenlacocinacon ese aspecto; parecía sacada de una película de terror. Beau seasustaría.Conelpesodelmiedoylamelancolíaencima,sedirigióhaciaelcuarto

de baño e hizo una mueca al ver lo pálida que estaba y el marcadocontrastedelrojobrillantedelasangre.Esperó a que saliera el agua caliente y empapó una toalla, que luego

escurrióyconlaquesetapólacara, inhalandoelairecálidoyhúmedo.Las lágrimasmojabanla toallaysemezclabanconlahumedaddelaguadel grifo. Dejó caer la toalla, enderezó los hombros y se esforzó porrecobrarlacompostura.Loúltimoquequiereunhombreesveralamujerconlaquehahecho

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elamorlanocheanteriorentrarenlacocinaconunaspectodemacradoytriste. No era bueno para su ego y tampoco quería que pensara que searrepentía, porque aunque estaba avergonzada por no haber pensado ensus padres durante esas preciosas horas, era incapaz de arrepentirse deello.Quizá eso la convertía en una persona terrible, pero al menos era

sincera.Másimportante,erasinceraconsigomisma.SerunahipócritanoibaaencabezarlalargalistadesuspecadosHacerelamorconBeauhabíasidocomotocarelsoldespuésdedías,

semanas,grisesylluviosos.Habíasidosuúnicorayodeluzdesdequesumundosehubieravueltodelrevésconladesaparicióndesuspadres.Erasu apoyo, lo único que tenía que fuera real y sólido. Se aferraba a éldesesperadamente porque no tenía nada, no tenía a nadie más en quienapoyarseenesemomentodenecesidad.Sieso lahacíadébilydependiente,¿quémásdaba?Loquenecesitaba

eraeso,aél,tantoparaencontrarasuspadresygarantizarqueregresaransanosysalvos—porqueconfiabaenquemantendríasupalabra—,comopara que fuera su punto de apoyo, que estuviera a su lado cuando nopudieramásysederrumbara.Ojalá fueramás fuerte ymás independiente.Había dado los primeros

pasosenesadirección,peroalfinalhabíafracasadoporqueanteelprimersignodeadversidadhabíarecurridoasupadre.YahoraseveíaobligadaarecurriraBeau.No era una supermujer, pero podía vivir con eso. Solo esperaba que

Beaunosedespertaraundíaylamiraraconasco,preguntándoseporquésehabíaliadoconalguienquenoseleparecíaennada.Élerafuerte,eraunemprendedornato.Noseloimaginabanecesitando

laayudadenadie.Yapesarde todo, ladeseaba.Lahabíaescogidoysehabía enfadadomucho cuando ella le dio a entender que lo había hechopormeraobligaciónyporlástima.Ari seaferróa la ideadequeno lahabíaelegido,dequeno lehabía

obligadoanadaqueélnohubieraqueridohacer.Esolesubiólamoralyledioelánimoquenecesitabacuandoestabadecapacaídayensupeormomento.Conunsuspiro,dejóderetrasar lo inevitableysenegóapermanecer

dondeestaba,escondida,apesardequelehabíadichoqueiríaaporellacuandoeldesayunoestuvierapreparado.Solopodíaponersedelantedeél,

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mirarloalosojosydecirlesoloconlamiradaquenosearrepentíaparanadadelanochequehabíapasadoensusbrazos.Solorezabapornoverdesilusiónoarrepentimientoensusojos.Terminó de arreglarse y se recogió el pelo en unmoño desenfadado

mientrasbuscabaunagoma.Noeralomejor,peronocreíaquetuvierauncoletero.Sucuartodebañonoeranadafemeninoynohabíaaccesoriosque delataran una presencia femenina anterior. Era una tontería, pero lahacíasentirsemuchomejor,asíqueseaferróaesepensamientosindarlemásvueltas.Lo malo era que no tenía maquillaje para disimular la palidez y las

ojeras. Se vistió con desinterés, no se calzó, y respiró profundamenteantes de dejar el santuario de su dormitorio y afrontar la realidad. Paraescapardelaburbujaenlaqueeltiempoparecíadetenerseysuspendersedemaneraindefinida.Ojalápudieraretrocedereneltiempoaantesdequedesaparecieransuspadresysuplicarlesquenosefueran.Cerrólosojospararecomponerseantesdesaliralpasillo,queestabaal

otroladodelsalón,yentrarenlacocina.AbriólosojosydeprontosesintiócohibidaalveraRamieDevereaux

emplatandounoshuevosrevueltosqueacababadepreparar.Sedetuvoenlapuerta;nosabíasiteníaqueentraronoysiibaaacogerlabien.Nohabía tenido tiempodepercibirquésensaciones ledabanRamieo

Calebeldíaanterioryno teníani ideadequépensaban sobrequeBeauhubieraaccedidoaayudarla.Comosihubieranotadosumirada,Ramielevantólavistayesbozóuna

sonrisaamododesaludo.—Buenosdías—ledijoaltiempoquedejabalasarténenelfregadero

—.Llegasjustoatiempoparaeldesayuno.Acabodecalentarelbeiconylo único que me queda por hacer es sacar las galletas del horno. Pordesgracialasgachassonelúnicoplatodelsurquenodomino.ArrugólanarizalhablardelasgachasyArinopudoevitarsonreíranteelencantonaturalqueteníalamujeryloabiertaqueera.—No tepreocupes.Hevivido todamividaenTexasynoheprobado

nuncalasgachas.Mehandichoqueesunaofensaenalgunaspartesdelsurprofundo, pero mis padres eran de la costa Oeste, así que nunca lecogieroneltranquilloaestosplatostípicos.Ramie se limpió las manos en el paño de cocina que había en la

encimeraysevolvióhaciaArimientrasletendíalamano.

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—Ayernonospresentamoscomoesdebido.SoyRamieDevereaux.Arisequedóinmóvil;luegodejócaerlasmanosysetocólosvaqueros.

Diounpasoatrásdeformainstintiva.—Nodeberíastocarme—dijoArienvozbajayalgoavergonzada.Ramieparecíaconfundida.—Soloteharíadaño—explicóAri—.Heleídocosassobreestosaños.

Sé que solo sientes emociones negativas. Supongo que es una tontería,perosiempremehaparecidoquesomosalmasgemelas,comohermanasapesardetenermadresdiferentes.Graciasati,nomesentíatansola.—¿Porquémeibasahacerdaño?—preguntóRamie.—Porqueno tengobuenospensamientosahoramismo—contestóella

consinceridad.Ramiesonriócondulzura.—Nadieescapazdenotenernuncaunpensamientomalo,Ari.Midon

semanifiestaporsímismodeunaformaexcepcional.Másqueundonesunamaldiciónounabendición,perosupongoqueesadecisiónesmejordejárselaaotros,yaque son losdemás losquesebeneficiandemidonmientrasyo…sufro.—Poresocreoqueesmejorquenometoques.—Loqueintentabadecirte—dijoRamie,sinprestarleatenciónmientras

laacompañabaaunodelostaburetesfrenteaunodelosplatos—esquepercibo la verdadera naturaleza de una persona, si son malvados pornaturaleza o qué pecados tienen, pero no necesariamente suspensamientos.Séqueestopuederesultarextrañoyquemeconfundehastaa mí algunas veces, pero me parece que eres buena. Que tengas malospensamientos, sobre todo en estemomento tan especial, no quiere decirqueseasmala.Como si quisiera demostrárselo, Ramie le cogió la mano y se la

estrechó.Ramiepermanecióensilenciounmomentoyluegofruncióelceño;Ari

tratabadesoltarlamanoporquenoqueríahacerledaño.Sinembargo,laapretóconfuerzaparaquenolaretirara.Alfinalselasoltóyesbozóunasonrisaqueleborróelceñofruncido.—No eres mala, Ari. De hecho, tienes uno de los corazones más

bondadosos que haya visto nunca y créeme cuando digo que he vistomuchos.—¿Entoncesporquéfruncíaselceño?—preguntóAri,perpleja.

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—Porque he sentido tu dolor. Tu sentimiento de pérdida y deimpotencia. Conozco esos sentimientos —le dijo con dulzura—. Hefruncidoelceñoporquemeduelevertetanangustiada.Tienesqueconfiaren Beau, es un buen hombre. Mi marido también lo es aunque me loniegue—añadióconunasonrisatraviesa—.Todavíainsisteenquenoeslobastantebuenoparamí,peroesdemasiadoegoístaparadejarmeir.Yyolerespondoqueesoesserinteligente,noegoísta.Arisonrióyderepentesesintióaliviada.EnesemomentofueconscientedelamagnituddeldondeRamie.Sele

acelerólarespiraciónalrecordarlasinnumerableshistoriasalolargodelosaños.AhoraledabalasensacióndequehabíapasadomuchísimodesdequehablaraconBeauensudespachoymencionaranlaposibilidaddequeRamielaayudaraalocalizarasuspadres.Se mordió el labio; no sabía cómo abordar un asunto tan delicado,

sobre todo teniendo en cuenta que Ramie sufría lo que padecían lasvíctimas.En el casode que la ayudara, de que fuera capazde averiguarexactamenteloquelesestabapasando,nosabíasiseríacapazdeafrontaresaterribleverdad.—¿Quéocurre?—lepreguntó—.Tienescarademiedo,Ari.Ramie la miró fijamente; la preocupación era evidente en sus ojos

grises.Ari cerró losojosduranteun instantepara armarsedevalor, rezando

paraqueRamieaceptarayparapodersoportarlaverdad.—Séqueespedirmucho—dijoella,nerviosa—,perocomoyasabes

mispadreshandesaparecido.Sehanesfumadosindejarrastroynotengoni ideadepordóndeempezarabuscarlos. ¿Podrías…?—Inspiróhondoantes de proseguir—. ¿Podrías usar tus poderes para intentarencontrarlos?

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Veinte

—¡Nidecoña!Ari dio un brinco. Tropezó de la impresión y tuvo que agarrarse al

respaldodeunodelostaburetesparamantenerelequilibrioynodarsedebrucesenelsuelodelacocina.ElcorazóncasileexplotaenelpechoantelavehemenciadelarrebatodeCaleb.Sediolavuelta,hechaunmanojodenervios,yselehizounnudoenlagargantaalverqueCaleb,Beau,Zack,Dane y Eliza habían entrado justo en el momento en que se lo pedía aRamie. Se le había acelerado el pulso tan deprisa y de una forma tanimprevisiblequeempezabaamarearse.Setambaleóy,depronto,Ramielerodeó la cintura con el brazo para sujetarla al mismo tiempo que lelanzabaasumaridounamiradadereprimenda.Caleb estaba furioso. Tenía el cuerpo entero erizado de la rabia y el

brillo de los ojos le daba un aspecto… letal. Dio un paso atrásinstintivamente y Ramie la soltó, pero se topó con la barra y, en esemomento,sesintióatrapada.NopodíaescapardelaterribleiradeCaleb.Tragó saliva, incapaz de articular respuesta alguna, ni siquiera de

disculpa.Estabaparalizada,elpánicolaagarrotaba.—¿Cómonaricesseteocurreintentarmanipularasíamimujercuando

sabesdesobraloquelepasacuandousasuspoderesparalocalizaralasvíctimasdeunsecuestro?Ariapretólospuñosconfuerza;ojalápudieratragarsesuspalabras.En

eseinstantesearrepintiódehaberacudidoalasoficinasdeDSS.Sihacíaun momento se había sentido segura y tranquila al saber que Beau laprotegeríayencontraríaasuspadres,ahoraestabaaterradayqueríahuirlomáslejosposibledeeselugar.Se hizo a un lado, buscando con la vista el pasillo que daba a las

habitaciones. Había una puerta justo al salir de la cocina, a manoizquierda, que llevaba al salón. Y a su huida. Había otras empresas deseguridad.Solohabíabuscadoa losDevereauxporqueeranconquienessu padre le había dicho que se pusiera en contacto. Podría habercontratadoinclusoaundetectiveprivadoo,simplemente,haberacudidoalapolicía,loquedeberíahaberhechodesdeelprincipio.Cuandoyahabíaesquivadolos taburetes,que lesuponíanunabarrera,

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echóacorrerhaciaelpasillocomouncervatilloasustado.Unbrazofuertela agarró por la cintura y la detuvo. Se giró preparada para pelear.Levantódostaburetesylosarrojóasuatacanteinvisible.—¡Joder, Ari! Que soy yo, Beau. Estate quietecita con los taburetes.

¡Hacendaño!Suvozconsiguiópenetrarlabrumadelpánicoysusirrefrenablesganas

de huir, de estar en cualquier otro lugar. Se quedó inmóvil y las sillascayeronalsuelodecostado.Beaulasosteníaconfuerzaconambosbrazosalrededor de su cintura; lo tenía delante y adoptaba una expresión dura,furiosacomolatormentaenlosojosdesuhermano.Se echó a llorar. ¿Él también estaba enfadado? Pero si ya habían

habladodeesaposibilidadduranteelprimerencuentro.Fueélquiensacóeltema,noella.Le resbaló una lágrima por la mejilla, que se le antojó caliente en

comparaciónconlogélidaquesenotabalapiel.—¿Por qué estás tan enfadado conmigo? —preguntó con la voz

quebrada. Le había costado horrores controlarse para no sollozar trascadapalabra.Nopodíasoportarverletantarabiaenlamirada.Bajólavistayagachó

lacabezaenunactodederrota;elpelolecaíasobreelrostrocomounacortina.Seguíallorandoylaslágrimaslenublabanlavisión,porloqueselimitóacerrarlosojosyevadirsedeloquelarodeaba.Ladesesperación fuedejandopasoaunarrebatode iraqueempezóa

correrle por las venas. Quería echar abajo la puñetera casa y podíahacerlo. Ahoramás que nunca, era consciente del poder que albergaba.Aunquehacíaunosdíasnisiquieralohabíaprobado,ahoraeracomounasegundapielyporvezprimeraaceptabasudon.Teníaalgoquelossecuestradoresdesuspadresnotenían:lahabilidad,

adistancia,desembraruncaostotalyabsoluto.Yahabíademostradoquepodíafrenarunabala.Suúnicopuntodébilocurríacuandoestababajolosefectos de lamedicación y alguien tendría que acercársele lo suficientepara inyectarle los fármacosde formamanual.Alguienarmadoconunapistola de dardos tranquilizantes no tendría ninguna opción porque nosolo podía reducir la trayectoria, sino que sabía que podía redirigir elproyectilendirecciónaquiendisparase.Amenosquenosupieradedóndevenía el dardo, claro. En ese caso, ¿sería vulnerable si una especie detiradordeéliteledispararadecerca?

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Descartó la idea en cuanto se le ocurrió. Ese pensamiento estaba ahí,enterradoensusubconsciente.Enrealidad,nadielehabíahabladodeestascosas.¿Quiénselohabríacontado?Suspadresestabantandesconcertadoscomoellaanteelcómoyelporquédesuspoderes.Aunasí,sabíaosentía,fuera lo que fuera, quepodía desviar este tipodeproyectiles aunquenosupieradesdedóndelosdisparaban.¿Hastadóndellegabasupoder?Talesreflejos,talesinstintosimplicaban

algo más que una simple telequinesis que requería concentración yfocalización.Andarpor lacalle, recibirundisparoaleatorioysercapazderepelerlabalaeraalgocompletamentedistinto,aunquenoteníaniideadequé,cómooporqué.Sintióunaoleadadefuerzaensuinterior;algoirrefrenablequequería

saliryhacerloqueestabaprogramadoparahacer:protegerlayprotegeralagentequeleimportaba.Yesaspersonas,todasahíplantadas,cabreadasylanzándolepalabrashirientescualflechas,noimportaban.Laspuertasdelosarmariosseabrieronderepenteylosvasossalieron

disparadosendirecciónaCaleb.Segirólojustoparaverloporelrabillodel ojo: soltaba tacos y trataba de esquivar los vasos que acababangolpeando la pared de detrás, el suelo o incluso el techo. Uno logrógolpearlo; le dio de refilón en el hombroy terminóhecho añicos en elsuelo.LlevócuidadoparaprotegeraRamie.Proyectóunescudoinvisible;lo

construyó mentalmente con detalle y sin mediar palabra ordenó a losobjetosqueni larozaran.Parasusorpresa,funcionó.Ramielevantóunamano para protegerse la cabeza, pero un plato chocó con el escudosituadoaunosdospasosdeella,rebotóycayóalsuelo,dondealfinalserompióendos.Beau la asió por los hombros sujetándola con firmeza, pero con

cuidadodenohacerledaño.Lediolavueltaysinmás,labesóenlaboca;unbesoprofundo,exigente,poderoso.Sisuintencióneradistraerladelatormentadeobjetosque suhermanoy losotros tratabande esquivar, lologró.Apartólasmanosdeloshombrosyleacariciólasmejillasmientrasla

besabaportodoelrostroparasecarlelaslágrimas.—Solo quiero irme —susurró entrecortadamente en cuanto pudo

enunciar las palabras—.Por favor, deja quememarche.Los encontrarépormicuenta.Estoyacostumbradaaestarsolaconmispadres.

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Beaurepusoconuntonodevozqueerapocomásqueunsusurro:—No estoy enfadado contigo. No podría. Estoy cabreado con el

gilipollasdemihermano,peroestabasapuntodesalircorriendoporloque he tenido que elegir entre darle una paliza o asegurarmede que nodesaparecierasdemividaparasiempre.Lebrillabanlosojosconunaexpresiónsincera;elatisbodeenfadofue

menguandomientraslamirabafijamentealosojos.—Teheescogido.Las palabras de la noche anterior no eran coincidencia; quería que

recordaracómohabíanhechoel amoryqueél lahabíaescogido,noalrevés.La corriente eléctrica quemagnetizaba la cocina, toda esa fuerza que

emanabadesudolorysurabia,empezóadisminuir.Lasesquirlasdelosvasos, los platos y demás objetos dejaron de vibrar en el suelo y lahabitaciónquedóencompletosilencio.Sabíaquetodoelmundolosestabamirando,notabalamiradafuriosa

deCaleb,ahoramuchomásdesdeelataquequelehabíalanzado.—Lahasprotegido—murmuróBeauseñalandoaRamiequeestabade

piedetrásdeella.Arisegirólentamente,elrictusdedescontentoensuslabiosenturbiaba

la conversación íntima entre ella y Beau. Los ojos de Ramie estabanabiertosdeparenparmientraslaobservabaconincredulidad.Losdemásteníanexpresionessimilares.Sesentíainquietaantetantoescrutinio,comosiestuvieraenunespectáculodebichosraros,yleentraronganasdesalircorriendo otra vez. Todo con tal de escapar de la incomodidad de lasituación.—Sientohabértelopedido,Ramie—susurróconvozqueda.Entoncesse

volvióhaciaBeauotravez—.Ysí,laheprotegido.Nomerecíamiira.ABeau,que la cogíade lamano, le temblaban losdedospor la rabia

contenida.—Has levantado una barrera a mi alrededor para protegerme—dijo

Ramie.Elasombrosereflejabatantoensurostrocomoensuspalabras—.¿Ari,tedascuentadeloextraordinariosquesontuspoderes?—Teloscambiogustosamenteporeltuyoahoramismo—repusoella

conamargura.—Notienesniideadeloquehablas—espetóCalebcondureza.Y Beau perdió los papeles. Salió disparado como un cohete hacia su

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hermano.AgarróaCalebporlacamisetaconlospuñosbiencerradosyloestrellócontralaparedenlaquetantosvasosyplatossehabíanrotoyaenmilpedazos.Tenía las venas del cuello hinchadas y el rostro rojo, y respiraba

entrecortadamente. Apretaba con tanta fuerza la mandíbula que lesobresalíayselemovíacomosituvierauntic.—Estoyhartodeque temetasconAri—ladróBeau—.JuroporDios

quecomosueltesotragilipollezporesabocaza,tearrancarélacabeza.Lapróximaveznoteavisaré,Caleb.Nomebusquesporquemeencontrarás.Arimirónerviosamenteaunhermanoyaotro,alosotrostresagentes

deDSSyporúltimoaRamie,queparecíaestarfuriosa.Nopodíaculparlapor estar cabreada; su cuñado había estampado a su marido contra laparedylohabíaamenazadodespués.Esetonodevozledabaescalofríos.Sonaba letal; eran unas palabras violentas y llenas de pasión, pero porencima de todo, eran convincentes. Sabía que, como Caleb dijera algomás,Beaunodudaríaenemplearlaviolencia.—¡Beau!—gritóAri,pasandofinalmentealaacción.LanzóunamiradasuplicanteaRamieparaquelaayudaraaevitaruna

posible catástrofe y fue corriendo hasta Beau, que seguía sujetando aCaleb contra la pared. Con el antebrazo le presionaba el cuello. Ari sepercató de que le había cortado la respiración al ejercer tanta presión yquecadavez se leponía lacaramás roja.Tiró inútilmentedelbrazodeBeau.—Beau,porfavor—suplicóAri—.Nolohagas.Estuhermano.Meiré.

Nadiedeberíahaberprovocado taldisensiónenuna familiay está claroqueesloúnicoqueheconseguido.Nopuedesculparloporestarenfadado.No tenía derecho a pedirle a Ramie lo que le he pedido. Estaba…desesperada. ¿Te acuerdas de cómo te sentías cuando desapareció tuhermana?LoúltimoibamásporCaleb,aunquehabíaincluidoalosdoshermanos

en lapregunta.Sabíaque lehabía tocado la fibraporque laculpabilidadapareciómomentáneamenteenlosojosdeCaleb,quesevolvierontristes.La desesperación vino después y ella se maldijo en silencio por haberpuestomásleñaenelfuego.Se giró. Sabía que lo mejor era marcharse de allí y dejar que los

hermanosaclararansusdiferenciastrassupartida.Alnoestarpresentelacausa del conflicto, todo volvería a la normalidad. La vida seguiría

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adelante y, por lomenos, tendría el recuerdode unanochemaravillosa.Nuncaloolvidaría;esemomentoseríasuyoparasiempreynadiepodríaarrebatárselo.Quería cortar por lo sano y no demorarse solo porque su corazón y

partedesualmasequedaranallíconél,asíquesefuederechaa laotrasalida, la que llevaba directamente al salón y no la que daba a los dosvestíbulosconectados,porlaqueBeaulehabíaimpedidomarchar.PasójuntoaDaneyElizaymiróaZackcuandoselepusodelantepara

cortarleelpaso.—Apártateo te apartaréyo—leadvirtió conun tonoamenazanteque

nuncahubieradichoquelesaldría.—Nopuedohacerlo—dijoZackcontranquilidad—.Yaperdíaalguien

unavez,Ari.SéloquesesienteysécómosesentiráBeausisalesdesuvida y desapareces.Creo que tú lo sentirías de lamisma forma.Nomeequivoco,¿verdad?Aunquetécnicamentesetratabadeunapregunta,loúltimolodijocomo

unaafirmación,comosifueracapazdeleerlelamente,ahondarenlomásprofundo de su corazón y ver la huella de…Beau. Ver que Beau ya lahabíamarcadodeunaformapermanente.Siemprehabríaunapartedeellareservadaparaélyelrecuerdodelanocheenlaquehicieronelamor.—Lo sientomucho por ti—dijo con solemnidad—.Quizás entiendas

entoncesporquémeniegoamantenermealmargenyaquemeseparendemispadresalquedarmedebrazoscruzados.Lafrustraciónsehizomásevidenteenelmomentoenque terminóde

hablar.Unos brazos familiares la rodearon sigilosamente; era Beau que la

acercaba a su pecho, a pesar de que seguía estando de cara a Zack.Nosabíaquéhabíaocurridoasusespaldas.Solosehabíacentradoenescapar.Sihabíanhabladoosehabíanpedidoperdón,nolohabíaoídoporqueenesemomentonoestabaprestandoatención;sepreparabamentalmenteparaloquesabíaqueeraunadespedida.Unoslabioscálidosleacariciaronelpelojustoporencimadeloído.—Notevayas,Ari—susurróBeau—.No…notevayas.Porfavor.Sorprendida porque él nunca suplicaba, se volvió en sus brazos y le

miróparadescifrarconexactitudquéleestabapidiendo.Habíasonadoaalgo…permanente.Noparecíaqueintentaraconvencerlaúnicamenteparaquesequedarahastacompletarlamisión.

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Susojos reflejaban talvulnerabilidadque laasombrócasi tantocomoque suplicara. Se lo imaginó arrodillado,mirándola con esos hermososojososcurosrebosantesdesinceridad.Lapenalaembargó;nolegustaríaque ese hombre orgulloso y arrogante se postrase ante nadie. Amenosque,porsupuesto,fueseparaproponerlematrimonio.Bueno,bueno.Sehabíaprecipitadobastantealpensareneso,ensacar

esasconclusiones tandescabelladas.Sacudió lacabezaparaquitarseesasideasdelamente.Debíadeserunefectosecundariodeusarlospoderes;un efecto del que no tenía constancia porque hasta entonces no habíaqueridoponerlosaprueba.En ese instante notó el calor delator que salía por un orificio nasal.

MiróaBeauconsternadaaltiempoquesentíacómoledolíacadavezmásla cabeza. Era como si, hasta entonces, el dolor hubiera pasadodesapercibidoocontenido—alestartanconcentradaentodolodemás—,yahoranotuvieraningunarestricciónderepente.Semordióellabioparaevitarqueseleescaparaungemido,temerosa

de que cualquier sonido le hiciera explotar la cabeza. Se tapó los oídoscon lasmanos.Elzumbido ibacobrandocadavezmásymás intensidadhastaquenopudosoportarlomás.Lahabitaciónnodejabadedarvueltasasualrededormientraspermanecíadepie,inmóvil.Estabatanmareadaquecreyóquevomitaría.Sebalanceóycerrólosojosparaquetododejarademoverse.Beau soltó un exabrupto y Ari se dobló de dolor. Estuvo a punto de

gritar; el ruido le perforaba la cabeza. Gimió y ya no fue capaz decontrolarlosllantosdesufrimiento.—Porfavor—susurródeformatansuavequenoestabaseguradeque

la hubiera escuchado, aunque para ella era como si hubiera gritado—.¡Porfavor,nohables!Nohagasruido.Voyavomitar.—Quenadiediganada—espetóBeau,quelediolaespaldayseretiró

unpocoparaquenorecibieraelimpactodelaspalabrasdeformadirecta.Cuando se giró, se la encontró temblando y, de pronto, unas manos

extrañas la agarraron de los hombros y la sostuvieron con firmeza. Sinembargo, ni siquiera eso pudo evitar que le fallaran las piernas. Sepreparó para el impacto; sabía que el golpetazo le partiría la cabeza endos,oasísentiríaeldolor.Perojustoantesdellegaralsuelo,seelevóderepenteycerrólosojos

denuevo.Lahabitacióngirabaviolentamente;nopodíacontrolarlo.Zack.

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Habíaolvidadoqueestabaallí,quehabíasidoélquienhabíaimpedidoquesemarcharaencuantosegiróparaenfrentarseaBeau.—¿Quénarices…?—murmuróBeau.Arientreabrióunojoehizounamuecadedolorcomosi la luz se le

clavara en el ojo como si fueran agujas. Beau había vuelto a girarse yteníalosojosaúnmásoscuros;denotabanpreocupaciónalverlaacunadaenlosbrazosdeZack.—Casisedauncabezazo—dijoestesombríamente.Aunquehabíahabladobajito,ellagimoteódedolor.Beauseleacercódeinmediatoy,conmuchadelicadeza,lacogiódelos

brazosdeZack.—Ponlacabezasobremihombro,cielo—susurróBeau—.Tellevaréa

la cama yZack te traerá lamedicina. Todo se arreglará, te lo prometo.Intentarelajarteycontrolatuspensamientos;piensaenalgoreconfortanteyrelajante,algoapacibleyfeliz.O,aúnmejor,tratadedespejarlamentesipuedes.Lacadenciadesuvoz,aunquecasiensordecedoraparaella,leresultaba

curiosamenterelajanteo talvezsedebíaa lavibracióndesupecho,queeracomounbálsamoparasusnervioscrispados.Lallevabaenbrazoscomosifueralomásvaliosoyfrágildelmundo,

como si importara de verdad, e iba con cuidado de no zarandearla. Lacamaestabasinhacer,porloqueladejósobreelcolchón.Acontinuación,alisóyajustó lassábanasasualrededor,deteniéndosesolounmomentoparacerciorarsedequeelvendajesiguieraensusitiobajolacamisa.ApenasestabayaconscientecuandoentróZack.Arisegiróparaapoyar

lacaracontralaalmohadayamortiguarasíeltintineodelaspastillasenelfrasco. El muchacho cogió un par y se las puso con delicadeza en loslabios.—Abre laboca,encanto—murmuróZack—.Tehe traídounpocode

lecheparaquetetomeslaspastillas,yaquenohasdesayunadonada.Se preguntó vagamente por qué no eraBeau quien le administraba la

medicación,peroBeaumismolerespondióallevantarlecondelicadezalacabeza, losuficienteparaquepudieraabrir labocayque laspastillas leentraran bien entre los labios. Le sorprendió muchísimo comprobar elesfuerzo que tenía que hacer para tragárselas. En esemomento Beau lelevantólacabezaunpocomásmientrasZackleacercabaelvasoalaboca.Loinclinóconcuidadoparanoderramarlalecheydarlesolounpoquito,

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cosa de la que se alegró porque el dolor le provocaba náuseas y temíavomitarcualquiercosaquetomara.Unavezcumplidalatarea,ZackseretiróyBeausesentóenelbordede

la cama. Le pasó la mano por el pelo y se lo apartó de la cara en unmovimientoreconfortante.—Duele—sequejóAri.Esafuelaúnicapalabraquepudoarticulartras

unacopiodefuerzas.Algoibaterriblementemal,peronosabíaquéoporquélepasaba.—Losé,cielo.Losientomucho.Deberíahaberlecerradolabocaaese

capullonadamásabrirla.Notienederechoaatacartedeesaforma—dijoél,amenazante.—Él…hermano…El intento de reproche con el que quería decirle que Caleb era su

hermano y que no había nada más importante que la familia, se habíareducido a las dos palabras únicas que había sido capaz de formar. Sinembargo,bastaronparatransmitirelmensaje.Beauleacariciólacabezasindecirnada.Hizocomosinolashubiera

escuchadooquizáshabíadecididopasarlasporalto.—Cuandolaspastillashayansurtidoefecto,tequitarélaropaparaque

estésmás cómoda—comentómientras seguía acariciándola suavemente—.Intentarelajarte,cielo.Séqueesdifícil,perohazlopormí.—Pediste…Lamiróconfusoaltiempoqueseacercabaparaoírlamejor.—¿Quétepedí,Ari?—No…vayas.¿Qué…decir?Selesuavizólaexpresiónylepusolamanoenlafrente.Conelpulgar

empezóaacariciarlapoquitoapocopararelajarla.—Quenoquieroquetemarches.—¿Porqué?Cadavezlepesabanmáslospárpados,peronoqueríadormirsetodavía.

Queríaescucharelmotivo.Pestañeóunpardevecesconlosojosmediocerrados.Lahabitaciónseoscurecíacadavezmás.—¿Beau?—preguntó con temor, preguntándose por qué empezaba a

verlotodotanoscuro.—Estoyaquí—dijoél—.¿Aúnnotehanhechoefectolaspastillas?—¿Por qué?—insistió ella, resuelta a no rendirse a los efectos de la

medicaciónhastaquenocontestarasupregunta.

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Élvaciló,parecíaqueestuvieralibrandounabatallainterna,comosinosupieraquédecirleoquéno.A tientas,Ari lebuscó lamanoamododeapoyo.Élselaestrechóyellasintiócómosucalorlesubíaporelbrazoyel

pecho.Entonces,Beausellevósumanoalabocaylabesó.—Porqueeresmía.

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Veintiuno

Beau saliódeldormitoriocon rostro serio.Sabíaque losdemáshabíanpasadoalsalónporquehabíaoídovoces.Estabatanenfadadoquenoveíaconclaridad.Larabialeprovocabaunaneblinarojaqueleemborronabalavista.Encuantoentróenelsalón,Danelevantólavista.—Mierda.—Beau,déjaloya—loavisóZack.Haciendo caso omiso, se fue derecho a Caleb, que aún se frotaba la

gargantajuntoalapareddondeBeaulohabíaempujadoycasiasfixiado.ApenaslediotiempoaverloantesdequeBeaulepropinaseunpuñetazoenlamandíbula.Y se desató el caos. Los hermanos cayeron al suelo y Beau trató de

cogerlodelapecheraparaquelomiraraalosojos.Tumbadodeespaldas,Caleb le propinó un gancho que lo empujó hacia atrás al tiempo queintentabanoperderelequilibrio.Caleb aprovechó ese instante para incorporarse. Lo fulminó con la

miradamientrassefrotabalazonadelmentónquehabíarecibidoelgolpe.—Eselúltimoquemedas—advirtióCaleb.—Porque tú lodigas—repusosuhermanoenvozbajaperocon tono

amenazador.—¡Bastaya!—lesespetóRamie.Se plantó entre ellos en un par de zancadas al tiempo que Beau se

acercabaasuhermano.Sinembargo,sedetuvoporquenoqueríaquesucuñada,unamujermenudayfrágil,encajaraalgúngolpesinquerer.Silepegabaporaccidentecontantafuerzacomoasuhermano,seguramentelefracturaríalamandíbula.Pero se limitó a fulminarlo con la mirada apretando los puños;

flexionandolosdedosyestirándolosdenuevo,yvolviéndolosaflexionar.Semoríadeganasdeatizarleotravez.NopodíamiraraCalebsinqueleconsumieraunarabiaquelehacíaolvidartodolodemás.—Sehaequivocado,Beau—reconocióRamieenvozbaja.—Yunamierda—repusoCalebapretandolamandíbula.Ramie se le encaró y Beau vio un destello furibundo en su mirada.

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Sorprendido, observó cómo lo increpaba y le pedía que no tomaradecisionesporella,quesiqueríaayudaraAriloharíaquisieraélono.—Te juro que como le provoques a mi mujer un solo momento de

dolor,temato—ledijoCalebconlacararojaylamiradaencendida.—Peroseráshipócrita—leincrepósuhermanoenvozbaja.Ramie quiso intervenir, peroBeau le puso lamano en el hombro.La

apartó enseguida, antes de que captara toda la rabia que llevaba dentro,peroellalainterpretócomodebía,comoungestoparaquenodijeranadamás.Asintióysequedóallíentrelosdos.—¿AcasonohasvistoloquelehashechoaAri?Estádesesperada,sola

ymuertademiedo.Suúnicafamiliahadesaparecidosindejarrastroytúlaatacas.Peoraún,lahashechosentirrechazada.¿Quénaricestepasa?Yeso no es todo, claro. Has seguido pinchándola para que se sintieraindefensa;usar lospoderesladebilita, joder.Deberíassaberyacómovaesto de los sangrados psíquicos, y eso que los tuyos no eran tanmaloscomolosquesufreella.Además,padeceunosdoloresmuyintensos.Antesdequelaatacaras,yateníaunhematomacerebral.Laacabodeacostarynisiquierahasidocapazdedecirmásdeunpardepalabrasdelodébilqueestaba; elmásmínimo ruido le hace estallar la cabeza.No puedo hacermás que quedarme a su lado ymirar; no puedo hacer unamierda paraayudarla aparte de hacer que se tome una pastilla y esperar que caigainconscienteprontoparaquepuedaevadirsedelarealidad.Asíquedime,hermano, ¿cuándo te has convertido en un gilipollas que acosaverbalmenteaunamujertanfrágilyvulnerable?Ah,espera,queyatienesexperienciaenesodeobligaraRamieahacercosasquenoqueríacuandotehabíadichomuyclaroqueno.RamiesequedólívidayCalebpalidecióaltiempoquesusfaccionesse

ensombrecíanylaoscuridadvolvíaasusojos.Enesemomentodeseóquesu esposano estuviera allí enmedioparaoír lo quede sobra sabía.NohacíafaltarecordarleloqueCaleblahabíahechopasar.—¿Olvidasquiénessupadre?¿Quefueelúltimoenveranuestropadre

convida?—preguntóCalebaunquesearrepintióalmomento.Miróasumujerconpesar,conunadisculpamarcadaensugesto.ABeaulocabreóaúnmásquepudierasentiresearrepentimientoyestartanhorrorizadoporlo que le había hecho pasar aRamie, pero que no le viera nadamalo atrataraunainocentecontantacrueldad.Eneseinstante,Beausealegródenohabercontadoasuhermanotodos

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los detalles de la llamada que había recibido, porque entonces seríadespiadadoeimplacableconAri.—Porlovisto,elúnicopecadodeArieshabernacido—dijoBeau—.

Eres un hipócrita de mierda si crees que deberían juzgarla yresponsabilizarla por los actos de su padre, porque tanto tú como yosabemosqueelnuestronoeraningúnsanto.Ysicreesquedeberesponderporlospecadosdesupadre,yapodemosnosotroshacerlomismoconlosdelnuestro.Calebcerrólosojos,perosuhermanoalcanzóaverensumiradaque

lehabíadolido.—Joder, soy un capullo—dijo Caleb, cansado. Alargó el brazo para

tocarasuesposa,comosiconesovolvieraaestarlimpio,sinembargo,no era el perdón de Ramie lo que necesitaba. Ella ya le había dado laabsoluciónalcasarseconél.—Sí,loeres,peroesonoesningunanovedad—dijoélconundejede

despechoenlavoz.SeguíaviendoaAriconunamiradadedolor,ydespuésdemiedo,en

los ojos. En cómo se había acobardado con esas palabras hirientes queCaleblelanzabacomodagas.Ylopeor,lasensacióndederrota,comosinotuvieraanadie;nadiequelaabrazarayledijeraquetodosearreglaría.Y luego el terror, toda esa rabia: los vasos y los platos volando y

estrellándose porqueCaleb le había hecho daño yBeau no había tenidotiemposiquierade intervenir.Seguroquepensóqueestabaensucontra,igualquelosdemásallípresentesquesehicieronaunladoypermitieronqueCalebdierariendasueltaasuspalabrasysusactos.A Beau le entraron ganas de despedirlos a todos en el acto. ¿Dónde

estaba la furia de Eliza? Bien que le plantó cara a Caleb cuando lo deRamie. Solo Zack se había portado bien con Ari. De hecho, tenía unamirada furibunda cuandomiró aCaleb antes de evitar que lamuchachaescapara.GraciasaDiosquealguienenaquellamalditacasahabíatenidounpoco

de sentido común. No podía imaginarse a Ari sola, sin protección yrechazadaporlasmismaspersonasquehabíanprometidoprotegerla,sinquelehirvieralasangre.Lorecordabayseestremecíadelarabiaydelasganasdevenganza.Pero,enesemomento,notócomounamanopequeñaletocabaelbrazo,

se dio la vuelta e instintivamente contuvo el torbellino de emociones

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porque no quería hacer daño aRamie.No lomerecía. Se había portadobienconAriyella,que lohabíanotado,seaseguródequeno lepasaranada en ese torrente de desconcierto y perplejidad al ver la animosidadquedesprendíaCaleb.Lomásfácilhubierasidomandarlosatodosafreírespárragos,derrumbarlacasa,largarseylavarselasmanosdelasunto.—Inclusomientraslaestabashaciendopolvocontuscomentarios,ella

protegióaRamie,atuesposa,porqueesbuenapersonaynomerecenadadeloqueharecibidoestanoche.SegiróparaincluiraDaneyaElizaensuacusación.—Nolomerecíadeningunodenosotrosyesoesexactamenteloqueha

tenidoqueaguantar.¿Yporqué?¿Porqueestádesesperadaporencontrarala única familia que tiene en el mundo?Me importa una mierda si losRochester son familiaresdesangreono.ParaAri sonelmundoentero,asíqueesoloshaceimportantes.Ynonoscorrespondeanosotroshacerdejuezyjuradoycondenaraunhombreconunapruebatanendeblequenosesostieneporningunaparte.—Sientesalgoporella—ledijoRamieconsuvozdulceysuave.Élselaquedómirando,perplejo.—¿Porquéunhombretienequesentiralgoporunamujerparacriticar

elmaltratoamanosdeotrohombrequeledoblaeltamaño?En cuanto pronunció esas palabras supo que había sonado a la

defensiva,comosilehubieratocadolafibra.Ytalvezasífuera.Estabatancabreadoqueyanosabíaniaquéatenerse.ComosifueralaprimeravezqueibaaunrodeoyfueratanpocoexperimentadocomoArientemasdesexo. Y pensar que Ari le había entregado su inocencia con semejantedulzuralanocheanteriorleprovocóotraoleadaderabiainterna.Deberíaestarabrazándolaahoramismo,ofreciéndoleconsueloyasegurándosedequenosintieradolor.Perono,enlugardeeso,estabafueradelcobijodesu dormitorio, defendiéndola por un abuso inexcusable por parte de suhermanocuandodeberíaestarconellaparaquenosedespertaraypensaralopeor.Caleb frunció el ceño al oír su respuesta sobre Ramie, pero él lo

fulminóconlamiradaqueleretabaahablaraunquefueraparadecirunapalabra.Para su sorpresa, Ramie le cogió la mano con ambas palmas y le

sonrió,mirándoloconlosojosbrillantes.—Tedecíaloquenotaba—ledijoaltiempoqueparecíaaguantarsela

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risa.¿Porquésereiríaenunmomentocomoese?Lediounapretóncariñoso,sepusodepuntillasylobesóenlamejilla.—Estásacabado,BeauDevereaux—susurróesbozandounasonrisa.Sindejardesonreír,Ramieseapartóylanzóasumaridounamiradade

advertencia.Beauobservócómosuhermanodabaunpasoatrás,relajabala postura y obedecía al momento la orden de su esposa, aunque nohubieradichonada.Calebestaba tanacabadocomoelladecíadeély,alparecer,aningúnhermanoleimportabauncomino.Entonces se puso muy seria y sus ojos se volvieron sombríos, con

destellosgrisesqueaBeaulerecordaronaunatormentadeverano.—CuandoAri seencuentremejor,dileque laayudaré,peronopuedo

garantizarlenada.—Dijoesoúltimoconunamueca—.Normalmenteusounobjeto del lugar donde se produjo el secuestro o cualquier otro actoviolento.Enestecasonoesposible,yaqueArinosabedóndenicuándodesaparecieronsuspadres.HaciendocasoomisodelaprotestadeCaleb,sevolvióhaciasucuñada

ysecentrósoloenellamientrasZacksecolocabaentreamboshermanos.—¿Entonces puedes hacerlo?—preguntó. Se dio cuenta de que estaba

aguantandolarespiracióncuandosenotólaquemazónenlospulmones.—EsposiblesiemprequeAripuedadarmealgúnobjetooprendaque

los dos tocaran o llevaran con frecuencia. Si tuviera algo quecompartieran, aúnmejor—explicó ellamientras se frotaba un brazo enseñaldenerviosismo.EstabaclaroquelepreocupabafallaraAri.CalebsemovióyZacksepuso tensoa lavezque le lanzabaasu jefe

unamiradadeadvertencia.Caleberaelmayor,peroeraevidenteaquiénsedebía.Beaurodeóasucuñadaporlacintura.Erapequeña,aunqueAriloera

más; las dos tenían una figura muy parecida, facciones delicadas ycompartíanmuchomásquehabilidadespsíquicas.Labesóenlacabezaylediounapretóncariñoso.—Ariloentenderá.Esmásbuenaqueelpan.Teestarámuyagradecida

porintentarloyporayudarla.Significarámuchoparaella.AunqueCalebdigaqueArinosabeloquetienesquesoportarylomuchoquesufresalhacerlo,esmuyconscienteyporesohadudadoenpedírtelo.Poresonotelopidióencuantotevio.»Hablamos del tema el día que vino al despacho. Sabe quién eres.

Despuésmedijoquesiemprehasentidociertaafinidadcontigoyqueha

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leídotodoloquesehaescritosobreti.Creoqueledavergüenzaporquecreequeesalgopresuntuosoesodesentirseafínati.Sinembargo,hacesque se sientamenos sola y que no se vea tan rara, porque ha sacado laconclusióndeque,silasdostenéishabilidadespsíquicas,quieredecirquehaymásgenteconesedon.Ramieloabrazófuerteporlacintura.—Sé exactamente cómo se siente. Y no, no es presuntuoso ni es una

tonteríacreerquesomosalmasgemelas.Megustalaideadequehayamásgente comoyo.No estoy segura de por qué esome dejamás tranquila,pero de alguna manera me consuela que no seamos un accidente de lanaturaleza,unaabominación.—Una vez conocí a una persona que podía leer la mente—comentó

Zackenvozbaja.Quehablarasorprendióatodoslosallípresentesporquesolíaquedarsecalladomientrasobservabaalosdemás—.SesentíacomoAriycomotú.Beau arqueó las cejas ante este arrebato de alguien que solía ser tan

discretoy reservado.Eso le confirmabaquealgoen supasadodebíadehabermoldeadoalhombrequeerahoy.AhorasepreguntabasiZackhabíavividolapérdidadealguienqueleimportaba.¿Sumadre?¿Suhermana?¿Lamujeralaqueamaba?Calebfruncióelceñoypasójuntoaélcuandosedespistóunmomento,

cuandoparecíaqueteníalamiradadistante.CogióasuesposaylaapartódeBeau.Entonceslelevantólabarbillaylamiróalosojos.—Noeresningunaaberración.Eresunmilagro,mimilagro.Yledoy

graciasaDiostodoslosdías.Miró a Beau como disculpándose antes de volver a centrarse en su

mujer.—YAri tampoco lo es.Ella, al igual que tú, esunamujerhermosay

generosa,conuncorazóndeoroyfielalaspersonasalasquequiere.Mihermano tiene razón. Soy un capullo y a diferencia de Ari y de ti, soyegoísta.Loreconozco,losoy.Pero,joder,Ramie,nomegustaquevivasalgo tan espantoso… otra vez. Ya has pasado por demasiadas cosas.Quieroprotegerte,¿loentiendes?Teamoynoquierovolveravercómotehacesdaño—dijobruscamente.ABeauselepasóelenfadoenaquelinstanteytambiénsedisculpócon

su hermano con una mirada silenciosa, que agradeció con una sonrisaaunquesusojosseguíanreflejandolapreocupaciónquesentía.Nopodía

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culparlo,amboshacíanlomismo:protegerasusmujeresdeloshorroresdelamaldadylaagonía.Susmujeres…Al reconocer eso había sellado su destino y alterado para siempre el

cursodesuvida,sufuturo.ElfuturodeAri.Enlapráctica,habíaaceptadoloque ledeparabaeldestino lanocheanterior, cuandode la formamástradicional la había hecho suya. La había marcado de la manera másprimitivaqueunhombrepuedemarcaraunamujer.Era suya.Hasta se lo había dicho a ella hacía una hora, y aun así no

terminabadecreérselo.Nohabíareconocidodel todoloquesucorazónsabíaya.Laverdadleimpactóconlafuerzadeuntrendemercancías.¿Laamaba?Porqueestabasegurodequeeraamorloquesentía.O,por

lomenos, lo quepercibía comoamor, ya quenopodía haber nadamásfuerte e incontenible. Pero no eramomento de dar un paso tan grande.Anteshabíamuchoqueresolverentreambos.Ramie esbozó una sonrisa burlona y lo miró con una expresión

triunfante.—Diría que nome equivoco, pero esome haría parecer presuntuosa,

¿verdad?No hay vuelta atrás, BeauDevereaux. Hasta las trancas—dijoarrastrandolaspalabrasparadarlemásénfasisalasunto.—Puessí,esloquetehaceparecer—mascullóél.DaneyEliza,quesehabíanmantenidoalmargendelagrescaentrelos

hermanos,dieronahoraunpasoalfrenteconsemblanteserio.—Esto suponeungranpeligropara la seguridad—avisóDane—.No

puedesernuestroúnicoplandeacción.Ramienoestáseguradequepuedalocalizarasuspadres,asíquedebemostrabajarconelsupuestodequenotengamos ese as en la manga. Y no podemos permitir que Ari salga abuscarunobjetopersonalparaRamie.Esdemasiadopeligroso.Elizaasintió.—Seguramentetenganvigiladasucasa.Beauarrugólafrente.—Me comentó que su padre tenía varias casas y, según nuestros

informes cuando comparamos las direcciones que nos dio Ari con eldueño de estas, hay un rastro de documentos larguísimo que luegoempiezaarepetirse.—Asaberporquéalguien se tomaría tantasmolestiasparaocultar su

paradero—murmuróCaleb.

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—Tienemuchosentido—dijoZack,escueto—.Situvieraunahijaconpoderescomoella,haríaloquefueranecesarioparaquenolavieranyelfactorderiesgofueramenor.—Cierto—convinoBeau—.Sinembargo,creoquedebedehabermás

que eso. Entre la llamada de su supuesto padre biológico y lo de estafacciónmisteriosa que torturó a unamujer por información y luego lamatócuandoporfincedió.—Mepareceespecialmenteinteresantequesupadrebiológicosepaque

a su esposa o novia o lo que sea la torturaron y mataron, y que sepatambién lo que quería esta gente y que consiguieron sonsacárselo a lamadre de Ari. Es demasiada información, mucho detalle, a menos queestuvierapresentecuandosucedió—musitóDane.—Si estaba presente, ¿cómo salió ileso? —preguntó Eliza, dándose

golpecitosen labarbillaconundedo—.Y,yaqueestamos,¿cómosabíadóndeestáAriahoraycómoconsiguióelnúmeropersonaldeBeau?Beau no quiso divulgar los detalles grotescos que le había dado el

hombreporquenoqueríaasustaraCaleb.Además,seríaelúltimoclavoen el ataúd deAri si revelaba cómo sabía su padre biológico lo que lehabíacontado.—Me dijo que tiraron el cadáver donde sabían que lo encontraría—

explicóenvozbaja—.Estabaenmuymalascondiciones.Yledejaronunmensaje que decía que eso le pasaba a la gente que los cabreaba. Si esverdadono,yano lo sé.No soy tan inocentecomopara creerqueestallamadatanútil,yjustocuandomáslanecesitamos,seaunacoincidencia.Calebsequedóinmóvilyelmiedoseasomóasusojos.AtrajoaRamie

haciasícomosiquisieraprotegerlaconsucuerpodelodesconocidoolasposiblesrepercusionesquepodríatenerayudaraAri.Cansado,Beaususpiróysepasóunamanoporelpelo.Echóunvistazo

alrelojquehabíaenunrincónyvioquedebíavolverconAriantesdequeselepasaranlosefectosdelamedicaciónysedespertara.Eraelmomentomás oportuno para queDane le inyectara el dispositivo de localizaciónbajo la piel. Como estaba cansada y seguía con los efectos de lamedicación, Dane tardaría solo unos segundos en inoculárselo. Asítendríanunaformadeencontrarlasiocurríalopeor.Seríaelsúmmumdelaarrogancia—ylaestupidez—considerarseinvenciblesoinmunesaunataquesemejante.BeaunoqueríajugárselaconlavidadeAri.MiróaDane.

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—¿Yatieneselchippreparado?Estáinconsciente;hagámosloya.Sabía que sonaba tenso e impaciente, pero quería estar ahí cuando

abriera los ojos. Quería ser lo primero que viera. Se movía conimpaciencia;sabíaquenadadeestoimportabasinolograbanlocalizarasuspadres.Fueranbiológicosono,losqueríaconlocurayajuzgarporcómo hablaba de la devoción que sentían por ella, también estaba claroqueelloslaqueríancontodosucorazón.Y,bueno,silainformaciónquehabíaconseguidoZackeracorrecta,GingerRochesteryahabíasufridoloindeciblealverseincapazdetenerunhijo.Leparecíamuchacoincidencia,demasiada,quepocosmesesdespuésde

queellasufrierasucuartoabortoafinalesdelsegundotrimestre,hubierandejadounbebéalaspuertasdeGavinRochesterenlasmismasfechasenquesuesposahubieradadoaluzalbebésisuembarazohubierallegadoabuenpuerto.Beau se percataba de que la respuesta a todo estaba en descubrir de

dóndeydequiénprocedíaAri.Peroquélechestendríaqueversupropiopadreconestesórdidoasunto.

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Veintidós

Arisedespertóconundolorleveenlabasedelcráneoylafrente,peroporsuerteeraunamolestiaquepodíasoportarbien.Sesentíarodeadaporuna calidez deliciosa. Intentó estirarse para desentumecer sus músculosdoloridos, pero con el codo le dio un golpe a un torso fuerte. Esoexplicabalacalidez,claro.Losdos cuerpos entre las sábanas formabanuna especiede selloy el

airequelosenvolvíaestabacaldeado,sobretodoporBeau.Leparecíaquedespuésdeusarsuspoderessesentíamuyvulnerableeindefensayqueelesfuerzomental hacía que el cerebro no lograra regular la temperaturacorporal como era habitual. Como resultado, se despertaba siempre deltrauma con una neblina provocada por losmedicamentos que la calabahastaloshuesos.Ledabalasensacióndequeestabaheladapordentroyleresultabaimposibleentrarencalor.Peroestavezno.Se acurrucó junto al cuerpo de Beau y entrelazó las piernas con las

suyasparaquesucalorlaenvolvieraporcompleto.Leacaricióelpechoconlamejillayluegosuspiró,felizcomosolounamujerconelhombreperfectopuedeser.Elhombreperfectoparaella.«Te he escogido». Esas palabras, tan potentes y desgarradoras, se

repetían en su cabeza y aliviaban los fragmentos de dolor, rabia yviolencia.¿Habríapalabrasmásdulcesqueesas?Sequedópensativaunmomento

y luego cayó en la cuenta de que sí las había. Solo una frase teníamásfuerzaqueunhombrediciéndoleaunamujerque,deentrelasmillonesdemujeres en el mundo, él había escogido a una sola. ¡A una! La habíaescogidoaella.«Te quiero».Ay, escuchar esas palabras de sus labios, de su corazón.

Saber que lo decía con todo su ser.Daría lo que fuera por tener lo queanhelaba su corazón: a sus padres en casa, a salvo, y el amor de BeauDevereaux.Sialgunaveztuvieraesasdoscosas,nopediríanadamás.Alreconocerloquedeseabaenlomáshondodesualma,tuvoqueser

conscientedelamagnituddesussentimientos.Selehabíahechotrizaselcorazón,casiliteralmente,ylaspiezas,susastillas,seibandesprendiendoamedidaquesealejaba—ointentabaalejarse—deél,paradarlelapazy

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lafuerzadelafamiliaqueélmerecía.Sabíaloimportantequeeralafamilia.Lasuyanoeratangrandecomo

ladeBeau,peronoqueríadecirquefueramenosfuerte.Ytalvezlofueraprecisamenteporquesiemprehabíansidosoloella,sumadreysupadre:suvínculoeraindestructible.En unmundo donde el divorcio estaba a la orden del día, donde los

hijosseibandecasapronto,dondelosmaridosmaltratabanasusmujeres,donde los cónyuges seponían los cuernosy se abusabade losniños, lafamilia de Ari había resistido el paso del tiempo. Se había fortalecido,incluso,enlugardedebilitarseconlosaños.Tenía muy presentes los recuerdos, aquellos recuerdos felices y

maravillosos de su infancia, y rezaba con toda su alma para podercompartirmuchosmásconellos.Poderdarlesnietosalgúndía;nietosquepudieranprotegerymimartantocomohabíanhechoconella.«LoshijosdeBeau».Derepenteselepasóesaideaporlacabezayella

alzólavistaparabuscarlaseguridadqueledabansusmarcadasfacciones.Abriólaboca,sorprendida,cuandoloviocompletamentedespierto.Debíade llevar rato despierto porque sus ojos habían perdido la expresiónsoñolienta;estabanbrillantesyalertas,yfijosenella.Alparecernoeralaúnicasumidaenunmomentodemeditación.Ojalá

supiera lo que estaba pensando. Deseaba con todas sus fuerzas que susdeseos y sus sueños se vieran correspondidos.Quería compartir la vidaconél.Soloconél.¿Habíaperdido la chavetaal enamorarse tandeprisa?Fruncióel ceño

un instante; el escrutinio del hermoso rostro de Beau dio paso a unareflexiónsilenciosadeltiempo,muchoopoco,quehacíaqueseconocían.Hasta hacía unos pocos días solo conocía a Beau Devereaux por su

nombre.Losabíaporesosescasosmomentosenlosquesupadreestabamuy serio, momentos en que tenía la incómoda sensación de que teníamiedodealgoodealguien.Porqueeraenesos instantesenqueparecíaque estrechaba aún más a su esposa y a su hija entre sus brazos y semostrabareacioasepararsedurantemuchorato.Era en esos momentos en los que, de repente y con un rostro muy

sombrío,lerecordabaque,sienalgunaocasiónsevieraenpeligroyélnoestuviera o no pudiera ocuparse de su seguridad y bienestar, contactarainmediatamenteconCaleboBeauDevereauxenpersona.Nadadellamarpor teléfono.Yqueno lesdiera laoportunidaddeque se laquitarande

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encima,quecreyeranqueestabalocaoledijeranqueestabanhastaarribadetrabajo.Supadreysumadrelehabíandichomuchasvecesentrerisasquenadie

podríanegarlenadaencuantovierasusfaccionesdulcesyhermosas,ylamirara a los ojos, que podían embrujar hasta el más duro de loscorazones.SuponíaqueporesosupadrequisoquehablaracaraacaraconBeau.

Talveztemieraquenolaayudaraamenosqueleexpusieralasituaciónenpersona.Fueracualfueraelmotivo,leestabamuyagradecidaasupadreporquegraciasaesapromesacumplida,nosolo tenía laoportunidaddesalvarasufamilia,sinoquetambiénhabíaconocidoaunhombrequeledaba alas para soñar.Un hombre con el que quería pasar el resto de lavida.—¿Enquéestáspensando,cielo?—preguntóélcondulzuraal tiempo

que le acariciaba las arrugas que le surcaban la frente—. ¿Te preocupaalgo?¿Teduele?—dijoderepentecomosiseleacabaradeocurrir.Ibaacogerelfrascoquehabíaenlamesitadenochecuandoellaledijo

queno.Lepusolamanoenelpechoparaquenosemovierayélsediolavueltaaregañadientesyconlamiradapreocupada.—¿Estássegura?—inquirió,escéptico—.Ari,siteduelealgo,hayque

controlareldolorparadetenerotrosangradooaúnpeor,unahemorragiamásgrave.Ella sonrió; el corazón se le derretía por la preocupación que él

manifestaba tanto con sus palabras como por su lenguaje corporal. Lepuso el brazo sobre el pecho y le dio un apretón fuerte y firme, en unintento de abrazarlo a pesar de estar tumbados, él de espaldas y ella decostado,acurrucadabajosuaxila.—Oye—dijoenvozbaja—,quenomequejo,¿eh?,pero¿aquéviene

esto?¿Quétepasa?Parecesinquietaydesconcertada.Tebrillanlosojoscomositucabecitaestuvieraprocesandovariospensamientosalavezyloúltimoquequieroesqueteestreses.Asípues,cuéntameloparaquepuedaayudarte.Semoría de ganas de decírselo y las palabras le ardían en la lengua,

deseosasdeescapar,perosecontuvorelamiéndoseloslabios.Laideadedecirle esas dos palabras, las más importantes del mundo —o en sumundo, por lo menos— le daba muchísimo miedo. Ofrecerle amor aalguien no debería darmiedo, sino alegría.Debería celebrarse y ser un

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recuerdoqueapreciaryguardarenelcorazónparasiempre.Peroestabaaterrorizada.Teníamiedoalrechazo,averincomodidado

consternaciónensusojososcuroso,todavíapeor:pena.Lo último que quería era que sintiera lástima. Quería su amor, su

compromiso,suprotección.Queríaeltipodeamorqueseprofesabansuspadres y podía imaginárselo con Beau. Nunca había conocido a unhombre que llegara a la altura de su padre, alguien con quien pudieracompartirloqueteníansuspadres.Eseanhelolehizounnudoenelpechoyunabrevetristezaseapostóen

su corazón, dándole un tironcito al imaginarse un amor como ese quedesaparecía.El mundo era un lugar mejor con gente como sus padres. Todos

deberíanquerermásymejor,exigirloincluso.Suspadreseranunejemploque valorar, un testamento de amor, lealtad, fidelidad y generosidadabsolutos.—Mira,Ari,empiezasapreocuparme—dijoélconfirmezamientrasle

levantabalabarbillaparaquelomirara—.Desapareceshacianosédónde;soloséquenoestásaquíconmigo.—Peroesexactamentedondequieroestar—repusoellaenvozbajaal

tiempo que bajaba lamano por su torso explorando sus contornos y laondulación de sus músculos abdominales. Entonces besó su pezónizquierdo y disfrutó del roce de su piel firme y sus pectorales aúnmásfirmes.—Seguroquenomásqueyo—dijoél,acariciándoleelbrazoqueella

teníaapoyadosobresupecho.—¿Lo dices en serio?—preguntó vacilante y buscando en sumirada

unaseñaldeveracidadensuspalabras.Élparecíaconfundidoypreocupadodespués.Sevolviódecostadoyle

sujetóelbrazoconlamanoparaquenodejaradeabrazarloalmoverse.Entonces la acarició de la sien a la mejilla de tal forma que la hizoestremecerdeplacer.—¿Cómo puedes dudarlo?—Le vio el susto en los ojos mientras la

miraba fijamente como si hiciera lo mismo que ella le había estadohaciendo: acceder a su mente para entender o descubrir sus ideas,pensamientos,sentimientosymiedos.—Ari,¿dudasdequequieraestarcontigo?¿Quequieraqueestésami

lado?Ynosolotemporalmente,niparaunosdías,semanasomeses.

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—¿Para cuánto, entonces? —susurró ella evitando la pregunta de sidudabadeél.Leinteresabamásloqueacababadedecir.La esperanza le aceleraba el pulso. Contuvo la respiración lo que le

parecióunaeternidadmientrasesperaba…¿suconfirmación?¿Algomás,quizá?¿Sucompromiso?¿Suamor?No, mejor sería que no fuera por ahí. No estaba preparada para

semejanteaflicción.Tendríaqueaprenderaserfuerteyanotomarselascosastanapecho.Poderdeshacersedelascosasnegativasycentrarseenlasbuenas.A Beau se le hincharon los carrillos al suspirar con fuerza; bajó la

mano de su rostro al brazo que ella apoyaba en su pecho. Le cogió lamano,entrelazólosdedosconlossuyosyluegoselallevóalcorazón.—Aquíestás,Ari.Aquí.Yaquíesdondetequedarás.Ycomoestásaquí

—insistió, apretándole la mano contra el pecho, bajo el cual latía sucorazónconfuerza—,significaquetequieroaquí.Leseñalólacamayconelbrazoabarcótodalahabitación.—Entodoslossitios—prosiguióenvozbaja—.Allídondeestéyoes

dondequieroqueestés.Seinclinóhaciadelantesinsoltarlelamano,queseguíaatrapadaentre

amboscuerposysuslabiossefundieronconlossuyosenelmásdulcedelosbesos.Seguíatratándolaconternura,comosituvieramiedodequeserompieraodecausarlemásdolor.—Siempre—lesusurróen laboca;unapalabraqueella respiró igual

queinhalabasuolor,elsaboryeltactodeBeauquelaenvolvía—.Quieroqueseaparasiempre.Yesapalabra,tansencillaperotansincera,lehizosentirunafelicidad

quenoconocíanihabíaexperimentadonunca.El amor te encuentra cuando menos lo esperas, en circunstancias

aparentemente imposibles, pero ahí está. Joven y floreciente todavía.Inquebrantableyconstante.Eraciertoqueelamorlopuedetodo.Elamorrequeríaconfianzayfeincondicionalantelaadversidad.Elmiedoincontenibledeperderasufamiliahabíamenguadounpoco

porque,enesemomento,ArisuposindudarloqueBeauencontraríaasuspadresyquesuamorseríatanfirmeytanverdaderocomoeldesupadreysumadre,yquetambiénsoportaríalosembatesdeltiempo.

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Veintitrés

ABeauseleensombrecióelrostroymaldijocuandooyóquellamabanalapuertadeldormitorio.Sediolavueltaconungruñidoysegolpeóenlafrenteconlapalmaenseñaldefrustración.—Será una coña. ¿Ahora? ¿Nos tienen que interrumpir precisamente

ahora?Esperoqueseaporquelacasasehaincendiado.Ari esbozó una sonrisa e intentó sentir elmismo enfado que él, pero

estabamuygraciosoconesacaraenfurruñadatípicadeunniñoalquelehannegadosujuguetefavorito.Comonodejabandellamar,Beaupusolospiesenelsuelo,selevantó

demala ganay abrió la puerta de golpe conuna fuerza con la que casihubierapodidoarrancarladelosgoznes.—¿Qué?—ladró.Arisediolavuelta,curiosaporverquiéntendríaquelidiarconelmal

genio de Beau por haberlos interrumpido por la mañana tan temprano.Fruncióelceño.Oesocreía,queaúneralamañana.Teníalosrecuerdosdeldíaanterioralgoborrosos;tuvoqueesforzarseparaacordarsedetodoloquehabíasucedido.Se estremeció por ese frío que siempre la asaltaba después de un

arrebato psíquico—un término que se había inventado sobre lamarchaporque,bueno,quedabaquenipintado—porqueBeaunoestabaallíparadarle calor y de repente la cama se le antojaba fría. Metió los pies unpoquitomásadentrodelacama,enbuscadeunpoquitodelcalorresidualquehabríandejadosuspiernas.AlprincipionopudoverquiénhabíallamadoalapuertaporqueBeau

ocupabatodoelumbralyhablabaenvozbaja.¿Loharíanparaqueellanolosescuchara?Aunquetalvezfueraporsiaúnteníasensibilidadalsonido.Sin embargo, ahora estaba bien, así que seguramente se debía a que noqueríanquelosoyera.Ari arrugó la frente, se sentó en la cama y alargó el cuello para ver

mejor.Fueentoncescuandologróidentificaralintruso:eraZack,soloqueno estaba solo. Le acompañaban Caleb y Dane. Se mordió el labio,nerviosa.¿Quélechesestabapasando?¿Porquéestabanlostresallíyconesas caras tan serias? Salvo Caleb, cuyos ojos y rostro parecían

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impenetrables.Nifruncíaelceñonisonreía.Eraindescifrable,salvoporsuexpresiónvisiblementeseria,quebastabaparaintimidarla.Inconscientemente se recostó entre las almohadas y se tapó hasta la

barbillaconlasábanacomosiporhacerlopudieraerigirunaespeciedebarreraentreellaylafigurafríayamenazadoraquerepresentabaCaleb.¿Cómopodía ser?Solo cambiaba cuando estaba con su esposa o esta

aparecía donde fuera que él estuviese. Entonces se ablandaba y se leiluminabanlosojos,unfulgorqueparecíasalirlededentro.Arisabíaporesecambioinmediatoqueadorabaaestamujeryqueseríacapazdetodoporeliminarcualquieramenaza.Estabaclaroqueunhombrequesevolvieraindefensoencuantoentraba

su mujer, no podía ser tan malo. A su padre también le considerabanbastantedespiadado,hasta fríoyamenazador, cualidadesqueellamismaatribuíaaCaleb,pero,al igualqueeste,se transformabaconunasimplesonrisadesuesposa.Sabíaquesupadreeraunbuenhombre,apesardelas apariencias, así que tal vez no estuviera siendo muy justa con elhermanodeBeau.Sehabíaprecipitadoalsacarconclusionesporelgranmiedoquesentía,algoqueahoralahacíasentiravergonzada.Beau estuvo hablando con los hombres un rato más y durante ese

tiempo se dio cuenta de que procuraba hacer una barrera para que novieranelinteriordeldormitorio,sobretodolacamaenlaqueestabaAri.Noobstante, tampocohacía faltaquesepreocupara,yaqueestabahechaunovilloentrelassábanasysoloasomabalacabeza.Al poco cerró la puerta y volvió a su lado con una expresión que a

todaslucesintentabacontrolar.Enlugardemeterseenlacama,queeraloqueellaesperaba,sesentóalbordeyletendiólamanocomosinecesitaratocarla. O tal vez pensara que era ella quien necesitaría que la tocaradespuésdecontarleloquehabíamotivadoesavisitadesuhermanoylosdemásaesashoras.Sacó la mano de debajo de las sábanas y cogió la de Beau. Él se la

estrechódeinmediatoylediounapretóntranquilizador.—Quiero que me escuches y prestes atención—dijo él con un tono

comedido.El corazón le dio un vuelco y esa breve irregularidad le cortó la

respiración un instante. Beau parecía estar en perfecta armonía con susrespuestas, con su lenguaje corporal y sus reacciones. Estaba en plenaarmoníaconella.

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—Cielo,estopodríaseralgobueno,peronosaquesconclusionesantesdetiempo.Quieroqueestéstranquila.Bueno, entonces no era nada horrible. Podría soportarlo. Hizo un

esfuerzoporregularlarespiraciónycalmarse.Alcabodeunrato,cuandoBeaulaviopreparadaparaescuchar,seacercóunpocomásyleapretólamano.—Ramie ha accedido a ayudarnos. Intentará establecer una conexión

contupadreocontumadre,oconlosdossifueraposible.Se le aceleró el pulso de la emoción y no del miedo. Tuvo que

controlarseparanoempezarasaltarenlacamacomounaniñapequeña.—¿Enserio?—susurró,incapazdemantenerarayalaincredulidad—.

Calebno…Erareacio.—Beaureparóenelescalofríoquelarecorrióalrecordarlovehementequehabíasidosuhermano.Se le enturbió la mirada al recordarlo él también, pero trató de

calmarseysonrióantesderespondersupregunta.—Ramie puede hacer lo que quiera, piense lo que pienseCaleb o los

demás.Claroquelegustaríacontrolartodoslosaspectosdesuvida,ynoporqueseauncapullodominante,quepuedeserlo,sinoporquelaquiereconlocuraysolointentaprotegerla.Nopuedoculparloporeso.Notienesni idea de la pesadilla que vivieron no hacemucho y lo que Ramie hatenidoque soportarunavez trasotra todosestosaños.Undíaque tengatiempoyestemostranquilos, tecontarésuhistoria,peronoesagradable—ledijo,serio.»YcomoRamienopermitequeCaleblatratecomountrapoyejerzael

controlquequiere, lehadichoqueno tomedecisionesporellayquesiquiere ayudarte, lo hará. Le caes bien. Le has tocado la fibra. Quizáparezcaunatontería,peroellasientelomismohaciati,esodequelasdosestáis unidas de algúnmodo, que sois almas gemelas aunque os hayáisconocido ahora. Le rompe el corazón saber que has perdido a tu únicafamilia.Ramiecreciósinfamilia;nuncatuvoningunahastaquellegóalanuestra.Ahorasomossufamilia,asíqueseidentificaconloquesientesyquierehacer todo loqueestéensusmanosparaayudara localizara tuspadres.—¿Cuándo? —preguntó con dificultad—. ¿Dónde? ¿Hoy? —Ojalá

fueraentonces.Ojaláasífueraporquenosabíasipodríasobreviviraotrodíasinsaberalgo,loquefuera,queledemostraraquesuspadresseguíanconvida.

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Beauleapretólamano.—Sí,seráhoy,peroantesquieroquehagasalgo.—Loquesea—prometióellaalmomento.—Ramiesueleestablecerunarelaciónconlavíctimaaltocarunobjeto

del lugardelsecuestro,aunqueseaalgopequeño.Avecespuedequeseaalgoinsignificanteoraro,incluso.Perosielasesinohatocadoalgodelavíctima o si se ha acercado lo suficiente, si ha dejado su huella, Ramiepuedeusarlocomovía.Arifruncióelceño.—Yahoravieneelpero.Élasintió.—Nosencontramosenunadisyuntiva.Elproblemaesquenosabemos

dóndedesaparecieron tus padres.No sabemosnadani tenemospuntodepartida, pero Ramie cree que si se te ocurre algún objeto que fuera sufavorito, algo que tocaran con frecuencia y que les dejara huella tantomentalcomofísica, talvezpuedaabriresavía.Sinembargo,quierequesepas que aunque lo intentará todo y agotará todas las posibilidades, noquierequetehagasilusionesporsiluegonofuncionaytellevasunbuenchasco.Ariyalehabíadadoriendasueltaasumente,habíadejadodeescuchar

aBeauyseconcentrabaenlasposibilidades.Noquisopensarenloúltimoporque no quería contemplar ni por un momento que Ramie fracasara.Teníaqueconseguirlo…osevendríaabajoynoserepondríaenlavida.Lo único que la ayudaba a conservar la cordura era la esperanza derecuperar a sus padres. Si se la quitaban… Se estremeció; sabía que sedesmoronaría.El improperio vehemente de Beau consiguió interrumpir sus

pensamientos y levantó la vista; no sabía qué pasaba. Vio cómo selevantabadelacamaeibaallavaboenunpardezancadas.Volvióconunatoallitahúmedaycalienteconlaquelelimpiólanarizylaboca.Alretirareltrapitoyverlamanchadesangre,arrugólafrente.—Perosinoestabausandomispoderes,enserio.Soloestabapensando

yconcentrándomeparacentrarme.Pero el sentimiento de culpa le hizo sentir un escalofrío por los

hombrosyunnudoenlagargantaporquehabíaobviadolomásespantosoque podría pasar, que muy probablemente había sido la causa de lahemorragia.

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—Bueno,yabasta.Estásmuydébil.Creoqueayertuvisteunaespeciedesobrecargapsíquica.Nuncatehevistotanmaldespuésdeusartuspoderes.Imaginoqueestodebedeserundañoresidualporquetucerebroaúnnoseharepuestoycualquieresfuerzomentalexcesivopuededesencadenarunahemorragiaporpequeñaquesea.Ariseencogiódehombroscomosinoleimportara.Yasíera.Quería

volveraltemadelaayudadeRamieyderecuperarasuspadres.Noobstante,endeferenciaalapreocupacióndeBeau,intentócontrolar

suspensamientosyevocarrecuerdosyobjetosquesuspadrestocarandeformahabitual.Habíademasiadascosas, fotosyálbumes,peronadaquedestacaraespecialmente.QueríadaraRamiealgoconloquetuvieramásprobabilidadesderastrearelcaminohastasuspadres.Yentoncesseleocurriódelamaneramásnatural.Eratanobvioquese

reprendiópornohabercaídoantes.—Ay,Diosmío—susurró—.¡Claro!—¿Qué?¿Setehaocurridoalgo?—Miscariñines.Lamiróconfundido.—¿Tuscariñines?Ellasonrióyvolvióaevadirsealpensarenaquellosmomentosvividos

antaño. Aquel lugar sagrado que ocupaban sus cariñines, porque fuegraciasalospeluchesquesuspadresdescubrieronqueteníapoderes.Aún los tenía, aunque cuando vivía en la casa familiar estaban en un

lugardehonorenunodelosestantesdelsalón.Suspadressolíancogerlosyesbozarunasonrisa,sumidosenaquellosrecuerdosdehacíatantosaños.—Eran mis peluches favoritos. Tenía nueve meses y ya era muy

consciente de ellos. Me daban seguridad, aunque mi madre no me losdejabaen lacunaporque teníamiedodequemeahogara.Alparecernomehacíaningunagraciay,yadebebé,loshacíavolarymelosmetíaenlacunaparacogerlos.Beausacudiólacabeza.—Esincreíble.—Imagínateel sustoquese llevaronmispadres.No teníaniunañoy

tuvieron que aceptar que era distinta y, como tal, no podrían hacer vidanormal. Les cambió la vida, tuvieron que sacrificarse mucho por mí ycambiar su forma de hacer para ajustarse a lamía y amis necesidades.Para ellos siempre era lo primero, por eso quiero encontrarlos. Se lo

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deboaellosyamímisma.Tengoquehacertodoloqueestéenmismanospararecuperarlos,aunqueesosignifiquesacrificarmivida.Aélseleensombrecióelsemblanteyleapretólamanocontantafuerza

quecasiselarompe.—No vas a morir —le dijo bruscamente, aunque vio un destello de

vulnerabilidadensumirada.—No quiero morir —dijo suavemente para tranquilizarlo—. Tengo

mucho por lo que vivir. Solo digo que si la situación llegara a eseextremo, y confío plenamente en que tanto tú como DSS evitaréis quellegueaesepunto, laelecciónseríafácil.Notendríaqueconvencermeamímisma ni pensármelo dos veces. Son importantísimos paramí y noimaginomimundosinellos.—Mira,datecuentadequeellossientenlomismoporti.Imaginacómo

se sentirían sabiendo que te has sacrificado para que ellos puedan vivir.¿Creesqueestaríanagradecidos?¿Creesquepodríanvivirconesoensuconciencia?Unacosaasínosesuperanunca,Ari.Losdestrozaría.Tras esa declaración tan apasionada, hizo una pausa larga y respiró

profundamenteunpardeveces.Entonceslamiróalosojos.—Ymedestrozaría.Elcorazónlediounvuelco.Sentíaqueestallaríadetantoamor.Quería

decírselo, compartir esa parte de ella que le ocultaba, pero no era elmomento. Antes tenían una tarea que terminar, lamás importante de suvida.—Tenemosqueiraporlosmuñecosloantesposible—dijoella—.No

quiero esperar ni un minuto más del necesario. Si Ramie quiere y estápreparada, pregúntale si puede hacerlo hoy, en cuanto recuperemos lospeluches.—Bueno, bueno —dijo al tiempo que levantaba la mano—.

¿Recuperemos? En esta ecuación no estamos solo nosotros, hay queincluiraZack,Dane,ElizayotrosmiembrosdeDSS.Ellafruncióelceño.—Pero ellos no saben lo que nosotros. Es mejor que vayamos a

buscarlossolonosotrosdos.Sitienesatantagenteenestecaso,estaremosprotegidos.Además,parecequeolvidasquesoylacañadefendiéndome—añadióconunbrillopícaroenlosojos.Yanoarrugabalafrente.Élsuspiró.—¿Dónde están? ¿Están en la casa comprometida? Porque

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evidentementelatendránvigiladaporsisomoslobastantetontos,yparecequelosomos,devolverallugardelquecasitesecuestran.Ellasonrió.—Noestánallí.Mipadrenosequedadosvecesenlamismacasamás

de unosmeses, así que las cosas que son importantes las llevo siempreconmigo.Tengounapartamento,propiedaddemipadre,quenoestáaminombre.Noselepuederelacionarconéltampocoporqueestáregistradoanombredeunaempresaquenoexiste,aunquehaymuchadocumentaciónqueconfirmaqueesunacompañíalamardepróspera.Dudodequesepannada de este piso y, en caso de que lo supieran, tendrían que habermeestado siguiendodurantemucho tiempo,porquenuncavoydel trabajoacasadirectamente.Sébiencómodespistarlosylotengotaninculcadoporcostumbre,graciasamipadre,quenuncamedesvíodelplan.Beaumoviólacabezaymurmuró,peronoparecíasorprendidoporlas

meticulosasmedidasdeseguridadquehabíaideadosupadre.—Bueno,¿cuándonosvamos?—preguntóconimpaciencia.Élsuspiróysepasóunamanoporlacaraenseñaldefrustración.—Encuantoavisealosdemásdelcambiodeplanes,loqueconllevará

unniveldeproteccióndistintoporqueno teníamosprevistoquevinierasconnosotros.MehubierasentidomuchomejorsiRamieytúosquedaraisaquíparapodercerciorarnosdequeestuvieraisbien.—Seguroqueteadaptassobrelamarcha—repusoellaentusiasmada—.

Tehevistoenacción.Estoestáchupadoparati.La cogió por los hombros y la miró fijamente: una tormenta de

emociónsefraguabaensusojos.—No lo entiendes. Mira, si fueras otro cliente, no me afectaría la

presión y sí, nuestro lema es cambiar, adaptarnos y superarnos a todacosta.Perotúnoeresunclientecualquierayahíestáelproblema,porquesitepasaraalgo,noseríaresponsabledemisactos.PorquearmaríaladeDiospararecuperarte.Ysiocurrieraloimpensableyteperdiera…Se quedó callado un momento como si le hubiera embargado la

emoción;eraalgocasitangiblequesealojabaensugargantayleimpedíaarticularesasideasturbulentasyelpensamientodequeeraposiblequelaperdiera.—Nosobreviviría,Ari,¿loentiendes?Nosobreviviríasiteperdiera.Ella se lo quedó mirando, estupefacta. Estaba muy vulnerable y casi

podíaverlomuchoqueledolíaelcorazón.Sinpensárselo,leacaricióel

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pecho, aunque el dolor estaba en su interior. Tan dentro que no habíaformadealiviarlo.Beauno intentóocultarleesossentimientos.La tensióny lasinceridad

emanabanaraudalescomoenoleadasqueellapodíanotaryhasta tocar.Lerozabanlosoídosylepenetrabanhastaelalma.No había dicho nada; no había articulado las palabras que ella tanto

quería oír, pero en unmomento de claridad se dio cuenta de que no lehacíanfalta.Nolehacíanfaltaparaentenderyparacreer.Sentíasuamoryesoeramuchomásimportantequeoírlaspalabrasensí.Laspalabrassinactosnoteníanningúnsentido.Ytodossusactos,susgestosysulenguajecorporalnoeranlosdeunhombrealquelellamaralaatenciónunamujersinmás.Paraélnoeraunamujeraquienconsideraraunliguepasajero;sucorazón,sumenteysualmaapostabanporella.Quizá no había dicho «te quiero», pero no era necesario. Ya no. Su

inseguridadpor nooír esas dospalabras se esfumóporque se las habíadicho de las demás formas posibles y no hacía falta ponerle voz a susentimiento.Erapruebasuficientedequesentíaporellalomismoqueellaporél.Beau lacorrespondía.Eraunaemociónfuerteynohabía lugaradudas.Eran dos mitades de un todo incompleto, vacías y sin rumbo, que

buscabanaesaotraparteconlaqueencajaralaperfección;dosmitadesqueporfinsefundíanenunúnicocorazónyalma,sinfisurasnicosturas.Porqueahoraestabancompletos,susalmaseranuna,yyano tendrían

quesoportareldolordeestarseparadosoexperimentaresasensacióndevacío.Todoeraideal.Lohabíaconseguido;laperfeccióneraporfinsuya…

deambos.Noteníaprisaporoírselodecir.CuandoBeauestuvierapreparadoselo

diría,peroesonoimplicabaquenopudieradecírseloella.

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Veinticuatro

ElambienteeneltodoterrenoenelqueibanBeau,Ari,Zack,ElizayDaneera tenso.Beauhabía insistido enqueAri se sentara en la hilera centralparaqueno fueraunobjetivovulnerabledesde las lunasoelportóndelmaletero.Lecogíalamanocontantafuerzaquecasilehacíadaño,peroellanoprotestó.Sediocuentadequeestabaaterrorizadoporsilepasabaalgo a pesar de la extensa planificación y lasmedidas de seguridad quehabíanimplementadoparaevitaralgosemejante.LesseguíaotrovehículoconcincoagentesespecializadosdeDSSque

ellanoconocía.Sinembargo,sierancomolosdemás,sabíaqueestabaenbuenasmanos.Calebsesentabadetrás,juntoaRamie,porsugerenciadeBeau;sehabía

mostrado muy reacio a que se fueran sin él. A pesar de su porteamenazador,veíaensusojoselamorylapreocupaciónquesentíaporsuhermano al mirarlo o hablar con él. Solo por eso podría perdonar larudezaconlaquelahabíatratadoenelpasado.Pararonenelaparcamientoquehabíaalotro ladode laestrechacalle

queloseparabadelrascacielosqueparecíallegaralmismofirmamento.Habían estudiado los planos del edificio y optaron por no subir enascensoryaquenolesseríanadadifícildejarlosencerradosyatrapadosentreplantas.Seríanunapresafácil.Asípues,teníanquesubirveintitréstramosdeescalera.SabíaqueBeau

dudaba de que estuviera en condiciones físicas para conseguirlo y noporque no la creyera fuerte o en forma, sino por lo acontecido esosúltimosdías:lashemorragiasycefaleaslahabíandebilitado.Nisiquieraellaestabaseguradepoderhacerlo,peroestabadecididaa

obviareldoloryelagotamientoparanoretrasaralosdemás.Eradevitalimportancia que entraran y salieran lo antes posible para que nadie lesviera. Idealmente querían hacerlo evitando posibles confrontaciones. Laideadevérselasconelenemigoyquealguien—aunquefueraalgunodeloshombresqueno conocía— resultaraheridoomuerto, le revolvía elestómago. No quería ser la responsable de más sangre o violencia. Yateníasuficientepara los restosy, si teníaquepasar, temíaqueseríamuypronto.

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Todos iban vestidos de negro para fundirse con la nochemientras seacercaban con sigilo a la salida de incendios que había en la parteposteriordeledificioconaccesoalasescaleras.Dane dio algunas indicaciones con la mano que no entendió, pero

evidentemente sus hombres sí. Y debía de tener a dos hombres en laentradatraseraparahacerguardiayvigilarencasodepeligroporquedosde los hombres desaparecieron en la oscuridad con los rifles en alto ypistolasaunlado.Daneapostóaotrohombreen lapuertaquecomunicaba la cajade la

escaleraconeledificioensí.Lacerróparaquenadieentraradesdedentroyluegopusoaotrohombredetrás,porel ladodelasbisagras,paraquenadielovierayaprovecharelelementosorpresa.ArinoestabanerviosaantesporquelaanimabasaberqueRamiepodría

localizarasuspadres.Confiabaciegamenteenellaysudon.Peroahora,mientras subían por las escaleras sin hacer ruido—gracias a las botasmilitares específicamente diseñadas para amortiguar los pasos, comoBeau le había contadomientras se las ataba—, empezaron a consumirlalosnervios.Sesentíaincómoda;notócómolesubíauncosquilleoporlaespalday

se le hacía un nudo en el pecho, que le apretaba cada vez más y leacelerabaelcorazón.Inspirósinhacerruidoyespiródespacitoparaevitarqueseleescaparaunjadeodemiedo.EstababienprotegidaentreZack,queibadelante,yBeau,queibadetrás.

Dane encabezaba la marcha y Eliza la cerraba. Los agentes del otrovehículo se habían colocado estratégicamente en otros lugares; habíanestudiado hasta el último ángulo para poder ver bien en el caso de quealguienquisieraentraryllegarhastaelgrupo.Sabíaquelosquelaperseguíannotendríanclemenciaconloshombres

queahoramismoarriesgabansuvidaparaprotegerla.Sololesinteresabaella. Empezó a rezar mentalmente, a cantar una especie de mantra parapedirleaDiosquelosprotegieraatodosyqueelbienvencieraalmal.Rezóparaquelamisiónacabaraconéxitoypudieranvolver—todos,

sinningunabajaporayudarla—sanosysalvos,paraquenoencontraranresistencia alguna y pudieran regresar pronto junto a Ramie para quepudieraobrarelmilagro.Apretólospuñosalacercarsealaplantadecimoctava,cuandoempezóa

acusarelcansancioylosprimerosindiciosderoceenlaheridacosidadel

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costado. Las costillas, que no le daban guerra desde el segundo día dereposo, empezaron a resentirse como diciéndole que estaba forzando lamáquina.Noqueríaatrasarles;noqueríaserelmotivoderetraso,unretrasoque

podíasermortal.Intentó bloquear el dolor apretando los dientes e intentó subir más

deprisa con la cabeza agachada para que nadie se percatara de suincomodidad y su cansancio. Gracias a Dios nadie de los allí presentestenía el don de leer mentes porque de lo contrario la habrían pillado,aunqueBeauteníaunafacilidadpasmosaparacaptarsuspreocupacionesysumalestar.Mierda.Notólacalidezdelasangre,peroantesdepodersecárselacon

la manga, que por suerte era negra, una gota cayó en el escalón queacababa de dejar atrás y, peor aún, dejó un pequeño reguero en elsiguiente.Seapresuróalimpiarloconelpuñodelacamisetaparaquenoquedaranirastro.TendríaquehabersabidoqueBeausedaríacuenta.¿Porquénopodría

dejardesertanobservador?Deberíacentrarseensuobjetivoynoenella.Peroélsubiódospeldañosalavezysecolocójuntoaella,alargóla

mano para volverle la cabeza sin detenerse y se la quedó mirando,preocupado.Loúnicoquejugabaasufavorera lanecesidaddeguardarsilencioy

notabaqueleestabacostandolavidaquedarsecalladoynoreñirlapornosaber controlarmejor lamente.Peroeradifícil cuando sumente eraunhervidero de actividad. El terror, y no solo por sus padres, ocupaba yconsumíatodossuspensamientos,sobretodoalverqueestabanllegandoasupisosinsaberloquelesaguardabaallídentroosileshabíantendidounaemboscada.Alfinalllegaronasuplantaylevinoquenipintadoporqueleestaban

fallandoyalaspiernas.PorsuerteDanelesordenóqueseapoyaranenlapared delmismo lado de la puerta y así pudo descansar unmomento eintentarbloqueareldolor.DaneyElizatomaronladelantera.Ellapasólatarjetaporellectorpara

abrirlapuertamientrasDanesequedabaaladerechadelapuerta.Seríaelprimeroenentrar,ZackiríainmediatamentedespuésyElizadetrásdeeste.Eraunaentradacoordinadaycadaunodespejaríaunazonaparaquenopudieransorprenderlesconlaguardiabajada.

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SolocuandoDanedieraelvistobuenoentraríanellayBeau.Porsuerte,como los cariñines estaban en el salón sobre un estante en el que habíafotos y otros recuerdos, no haría falta pasarmás allá de esa habitación.Seríaalgovistoynovisto,yentoncesecharíanacorrerescalerasabajo.Elizaestabaenelcentro,enlalíneadevisióndeBeau,peronodeAri

yaquelateníaasusespaldasyconunbrazolarodeabaporlacintura.Conlamanolibresujetabaenaltounapistoladeaspectopeligroso.Lenotabatenso,señaldequeestabamuyalerta.Cuando notó que daba un paso al frente, sujetándola aún por detrás,

supuso que tenían vía libre. Se detuvo en el umbral para hacerla pasardelanteyaquenohabíapeligropordelante,perosípordetrás.—Ve a por los peluches —le susurró él—. Date prisa. Seguiremos

vigilando y te tendremos cubierta, así que no te preocupes. Coge losmuñecosynoslargamos.Echó a correr hacia el salón, y de la estantería grande cogió los dos

peluches del sitio de honor y se los llevó al pecho, sabiendo, pormuytontoquepareciera,queesosdosanimalesdepeluchepodríanserlaclaveparaencontrarasumadreyasupadre.

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Veinticinco

—Estonomegusta—murmuróZackmientrasvolvíanacasadeBeau.Daneconducía,comoalaida,peroElizaibaenelasientodelpasajeroy

AriestabaenlosasientosdelmedioentreBeauyZack.Quizá porque desde el principio Zack había estado a su lado y había

sidoamableconellacuandolosdemásnolehabíandadounabienvenidamuycalurosa,precisamente,sesentíaasalvoentreélyBeau.Noobstante,no estaba exactamente en elmedio, puesto que apoyaba la cabeza en elhombrodeBeauyestelerodeabalacinturaconunbrazo.Estaba exultante al haber recuperado los peluches sin obstáculos, ni

barreras ni peligro. En cuanto se pusieron en marcha para volver leentraron ganas de levantar el brazo en señal de victoria. Era unacombinación de esperanza, emoción, una sensación de triunfo… y fe.Tenía confianza de que esos hombres—y Ramie, sobre todo Ramie—encontraranasuspadresylosrescataransanosysalvos.QueríaqueconocieranaBeau.Aunquesupadreeradifícildecontentar,

sabía que le daría el visto bueno. Cuando lo mirara, vería a su almagemelay—lomásimportanteparasupadre—veríaaunhombrequelaprotegeríaconsuvida,laprotegeríacontantoafáncomoélhabíahecho.PerolaspalabrasdeZackladevolvieronalacrudarealidad.—¿Qué te preocupa?—preguntóDane sin una pizca de escepticismo.

HabíaformuladolapreguntaenuntonotranquiloquereflejabalomuchoqueconfiabaenelinstintodeZack—Ha sido demasiado fácil—dijo este, serio—. Nome trago que no

tengan vigilados todos los sitios a los queAri podría ir. Pero nosotroshemosentradoysalidoencuestióndeminutos,haidocomolasedayesomeescama;hesentidoelpálpitoquenotosiemprequepresientoquealgovamal.Arisepuso tensaal ladodeBeauyeste laatrajomáshaciasíaunque

mirabaasuhombreconatención.Leacariciabaelbrazoarribayabajoenungestoconelquequeríatranquilizarla,peroquenoconseguíamásqueponerlamásnerviosaporqueahoraelnudoqueteníaenelestómagoeradeltamañodeunapelotadebéisbol.—Entonces debemos preguntarnos por qué —comentó Eliza, que se

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volvió en su asiento paramirar a Zack—. ¿Por qué volverse invisiblesahoracuandohanestadodándolo todoantesparacogeraAri?Tienenasus padres y cuando antes la tengan, antes podrán utilizarlos paramanipularla, para que haga lo que quieran. Porque saben, igual que losabemosnosotros,queAriharíacualquiercosapararecuperarlos.ArisequedóboquiabiertaalverlanaturalidadconlaqueElizahablaba

de su personalidad. No conocía a esta mujer; solo la había visto unosminutosynuncahabíanentabladoconversación.Elizareparóensusorpresayesbozóunasonrisacariñosa.—Chica,estáclaroquesientesdevociónporellosytambiénesevidente

queeresmuylealconlaspersonasalasquequieres.Noesdescabelladopensarqueharíasloquefueraparaqueestuvieransanosysalvos.Semedabienobservaralagente,Ari.Laestudioymeenorgulleceacertarenlavaloración del carácter de las personas. Por lo que respecta a tus seresqueridos,eresduradepelar,conpoderesosinellos.AArise leencendieron lasmejillayagachó lacabeza,halagadapero

también algo avergonzada por cómo la describía aquella mujer. Sinembargo,habíaacertado,asíque¿quépodíadecir?¿Gracias?Leparecíauna respuesta un tanto absurda porque no era un halago sino unavaloración.Perosílevantólacabezaylesonrióagradecida.Beau la apretómás con el brazo y sonrió al verla tan perpleja. Se le

acercóparadecirlealoído:—Tiene razón. Solo se ha dejado algunas cosas, como lo guapa que

estáscuandotieneslosojosbrillantesporlapasión.Loperfectosquesontuspechosyesossuavespétalosqueenvuelven tu sexo;unsexoquemepertenece. ¿Sabes cómo me siento al saber que soy el único que te hatocadoenesazonataníntima,tanprofunda?¿Quesoyelúnicoalquelehasregaladoalgotanpreciado?Ellasepusorojacomountomate;elcalorleencendíalasmejillasyel

cuello.Esperabaquenadie laestuvieramirandoenesemomentoporquesabría exactamente lo que Beau le susurraba al oído. Su humor,pensamientos, sentimientos y emociones se le reflejaban siempre en elrostroyledabamucharabia.Parecíauncartelandante.Le dio un codazo en las costillas aunque estaba encantada con lo que

acababadedecirle.—Cállate—leespetó—.¡Meestásdejandoenevidencia!Élsoltóunacarcajada

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—Yatelodemostrarédespuésytelorecordaréconelcuerpo,noconpalabras.Seleacelerólarespiraciónyelcalorseleextendióaotraspartesdel

cuerpo, sobre todo por los pechos, hinchados del deseo, y entre laspiernas,dondeelclítorislelatíadolorosamente.—Vasapagarporesto—leprometió.Despacio,Beauesbozóunasonrisa;eraunejemplodelaarroganciay

lasatisfacciónmasculinas.—Esperoconganasesaretribución.Ella suspiró aliviada cuando accedieron a la entrada de su casa.

Enseguida pensó en los peluches que llevaba en el regazo, cuyo pelomaltrecho acarició sin darse cuenta. Acusaban los años, pero siemprehabíaprocuradoquenoseestropearan.Significabanmuchísimoparaella.No sabía por qué sentía esta conexión con ellos desde que era un bebé,pero incluso ahora, al verlos, tocarlos o simplemente pensar en ellos,sentíaunacalidezyunamorenormes.Saliódelcocheporel ladodeZack,yaque fueelprimeroensalir, e

hizocasoomisodeBeau,queletendíalamanoparaayudarla.Hervíadeimpaciencia, de las ganas de llevar los muñecos a Ramie para querecogieratodalainformaciónquepudiera.Rápidamente alcanzó a Dane, que caminaba decidido con largas

zancadas y dejaba que los demás lo siguieran.Beau no protestó porquesabía lo importante que era para ella dar un paso adelante hacia laliberacióndesuspadres.Casi estalló de la alegría al ver a Ramie y a Caleb en el salón,

esperándolos.Seguramenteloshabríanllamadoparadecirlesqueibandecamino.Calebparecíaenfermo,consumidoporlapreocupación,yaunquele compadecía y entendía su renuencia, no era tan hipócrita como paraarrepentirseporcompletodeloquepodríaprovocarleestoaRamie.Rezaba para que no lo pasara fatal porque eso significaría que sus

padresestaríanpasandoporlomismo.Deseabacontodassusfuerzasquenoleshubieranhechodaño,yaquesuobjetivoeraalgomuchomayor.Se acercó a Ramie, se quedó a cierta distancia para darle espacio

suficienteyletendiólosmuñecosquehastaentoncesestrechabaentresusbrazos.—Mis padres han tenido estos muñecos durante muchos años. Sus

huellas, su aura o como se llame debería de impregnarlos, así como la

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mía.¿Quénecesitasquehaga?¿Puedoayudardealgunaforma?CuandoparecíaqueCalebibaaresponder,Ramielohizocallarconuna

simplemirada.Élapretóloslabios,peronodijonada.—Suelohacerloenprivadosinnadiealrededor—dijoellaenvozbaja

—.Puedeserbastantedifícil,horrendoincluso.Peroenestecasocreoquetodoelmundodeberíaestarpresente.Avecesdigocosasquevienendelasvíctimas, cosasqueno siempre recuerdodespués.O tal vez sucede algoquereinterpretoconmímicayquepuedasreconocer.Quizáslascosasquediga tenganmássentidopara tiqueparanadie.Soloquieroespacio,quenomeatosigueny,sobretodo,quenointerfiráispaseloquepase.Puedeserpeligrosoparamísinooslimitáisaobservar.Ariasintióconímpetu.—Loquemedigas.Loquenecesites.Nointerferiréennada,telojuro.Ramie miró a los demás, obviando a Dane y Eliza, que ya estaban

familiarizados con el proceso, pero se fijó en Beau y Zack como siquisieraqueselojurarantambién.—MequedoconAri—dijoBeauenvozbaja.Zack asintió y luego se colocó en el otro extremo del salón, desde

dondenoestorbaría,perotendríaunabuenalíneadevisión.Ramieinspiróhondo.—Muybien.Dale losmuñecosaCaleb,por favor.Prefieroqueseaél

quienme lospase.Despuésaléjate,quédate calladaynohagasnadaquepuedadistraerme.ArilediolospeluchesaCalebconmanostemblorosasysinatreversea

mirarloalosojos.Parasusorpresa,élnoselimitóacogerlosmuñecos,sinoqueleacariciólamanoylediounapretón.—Veo que me has cogido miedo y no me gusta —dijo en un tono

arrepentido—.Tejuroquenosoylapersonaqueconocisteenesaocasión.Reconozcoquetiendoaperderlospapelescuandosetratademimujer.RamieresoplóyCaleblafulminóconlamirada,peroellaserio.—Esperoqueaceptesmisdisculpas.Y,porsisirvedealgo,esperode

corazónqueRamiepuedaayudarteaencontraratuspadres.—Gracias—respondióellaconsinceridad—.Yotambiénloespero.Lesoltólamanoyellaretrocedióparadarleasuesposaelespacioque

había pedido. Beau la abrazó en señal de apoyo y le dio un apretóncariñosoenloshombros.Ramieinspiróhondoyfueatocarlospeluchesquesumaridoteníaen

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lasmanos.Calebselostendióylepusounoencadamanoalavez.Ellaselosquedómirandobrevemente,pestañeóunpardevecesycuandoabriólosojossucedióalgodelomásextraño.Eracomosi losojoslehubierancambiadodecolor.Teníalaspupilas

dilatadas y una mirada vacía, como si no supiera dónde estaba en esemomento. Empezó a balancearse hacia delante y hacia atrás como siestuviera angustiada.Porotro lado, leparecíaque aCaleb lematabanopoder abrazarla y tranquilizarla, pero respetó las reglas y se quedó allísentadoapretandolamandíbula.—¿Cómopodemoshacerlo?—preguntóRamieconunavoztristeque

noeralasuya.—¿Y cómo no? —se respondió ella misma, esta vez con una voz

completamentedistintaydesdeelpuntodevistodeotrapersona.—Porqueno tenemos losmediosparaprotegerla.FranklinDevereaux

ha prometido que nos ayudará. Conoce a alguien, alguien que puedeprotegeranuestrapequeña.Eslaúnicaopciónquetenemosdellevarunavidanormal.Sabesquecomo lacojan, la trataráncomoaunanimal.Laenjaularán, lamirarány tocarán, laobligaránahacerDiossabequé.Nopodemospermitirquepase.Al mencionar a Franklin Devereaux, Caleb y Beau se quedaron

inmóviles. Se quedaron mirando el uno al otro con los ojos brillantes.Beau había dejado de tocarla; por un instante parecía que se hubieraolvidadodeella.—¿Quéhadicho?—preguntóCalebconlavozentrecortada.Beausellevóundedoaloslabios.Noqueríaquesesupiera,joder.No

quería darle a su hermano más motivos para odiar a Ari. Se pasó unamanopor elpelo.Ojalá esa informaciónnohubiera llegadoa travésdeella;laconexiónseextendíamásalládelospadresadoptivosdeAri.Sinembargo,teníasentidoquelehubierandejadolospeluchesdebebé;unosjuguetesquesuspadresbiológicoslehabíanregalado.Ramie se inclinó hacia delante, empezó a temblar y los labios se le

volvieronazulescomosiestuvieraexpuestaaunastemperaturasgélidas.—Hacemuchofrío—dijoconlavozfemeninadelaprimerapersonaa

travésdelaquehabíahablado—.¿Ysisecongela?¡Nopodemosdejarlaaquí!¿Ysinolaquieren?—Laquerrán—repusootravozconaplomo—.Franklinmehadicho

queGingerRochesterhasufridomuchosabortosytodoapuntaaqueno

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puedetenerhijos.Nuestrahijaseráelregalocaídodelcieloquemerece.Nuncalefaltarádenaday,lomásimportanteaún:estaráasalvo.Ari dio un grito ahogado, incapaz de comprender lo que estaba

escuchando. Se arrodilló en el suelo porque le fallaron las piernas.EscondióelrostroentrelasmanosalasimilarlasimplicacionesdeloqueRamieestabaviviendoydiciendo;senegabaaaceptarlo.Empezóanegarconlacabezairracionalmentecomosiquisieradejardeoírlasvoces.Eraunerror.Nopodíaserverdad,seguroqueseequivocaba.Beau se arrodilló a su ladoy aunque lamiraba conpesar, no parecía

muy sorprendido. Se dio cuenta incluso a pesar de la confusión y deldolor.¿Cuántascosasleestabaocultando?Éllaabrazaba,tratandodecalmarla,peroellalorechazó,albordedela

histeria. No quería que la tocara o la tranquilizara. No había consueloposible,nialivio,nivendalobastantegrandeparacubrirestaherida.—Adiós, cariño—susurróRamie.Hizo como que acunaba a un bebé

entrelosbrazosydiounbesoenelaire,justodondeestaríasucabecita.HubounbrevesilencioaunqueRamiesequedó,distante,comoperdida

enotrotiempo,cautivaentrelossecretosqueguardabanesospeluches.—¡PorelamordeDios!Alguienacabadedejarunbebéaquí;sevaa

congelar.ArisequedódepiedracuandoaRamielecambiólavozdenuevo;se

parecíatantoaladesumadrequeselepusoelvellodepunta.Elfríolacaló hasta los huesos. El temor llegó a su corazón al ver que seconfirmabansussospechas…queloimpensableeraverdad.No.¡No!Nopodía ser. La gente que la engendró la quería; no podía ser un bebéabandonado.Su vida era una mentira. Estaba sola de verdad, iba a la deriva,

completamente perdida. Se encerró en una burbuja con la esperanza dedejarlaverdadylarealidadfuera,peroseguíaoyendolavozdeRamie,queahoraeraladesupadre:—Nosiremosdelpaísypasaremosuntiempofuera.Y entonces volvió a hablar su madre, solo que no era su madre de

verdad.—¿Yquévamosahacer,Gavin?Pusounavozmásroncaygrave,comoladesupadrecuandosevolvía

serio,implacable;comocuandotomabaunadecisión.—Haremosloquenoshapedidoylaeducaremoscomosifueranuestra

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hija.Entonces se quedó callada y pestañeó con rapidez como si estuviera

procesando datos a la velocidad de un ordenador. Apretó los puños yabriólasmanosensuregazovariasvecescomosiestuvieranerviosa.Noestabaallíconellos;seguíaenelpasado.Pero¿yelpresente?Pormuchoquesumundohubieracambiadoencuestióndeminutos,aún

queríaasus…padres.Oquienesfueran.Ahoramásquenuncalosqueríasanos y salvos porque tenía muchas preguntas que hacerles. Quería laverdad,unaverdadquedeberíanhaberlecontadocuando llegóa laedaddepoderasimilarla.Yviniendode suspadresadoptivos, la informaciónnohubierasidotanescandalosaporquelehabríancontadosusrazones:sila querían de verdad o si simplemente no concebían que la huérfanaacabaraenmanosdelosserviciossociales,deunacasadeacogidaaotra,sintenerunhogarestableypersonasenlasqueconfiar.Necesitabaesaseguridadysolopodíavenirdeellosydenadiemás.Si

antesestabadesesperadaporencontrarlos,ahoraesesentimientosehabíamultiplicado por diez. Si morían antes de obtener respuestas a laspreguntasquelerondabanporlacabezaaunavelocidadvertiginosaquehasta la mareaba, su vida quedaría incompleta para siempre. Una parteimportante de ella estaría siempre fuera de su alcance. ¿Cómo podíaesperarqueBeaulaaceptarasinisiquierasabíaquiénera?Eraconscientedequesupadrenohabíaidosiempreporelcaminomás

rectoydecente,que teníaunpasadooscuroycuestionable,perocuandoconoció a su madre, su futuro cambió por completo e hizo un granesfuerzoporserelhombrequeellamerecía.Pero ahora, por primera vez, se preguntaba si había dejado atrás esa

vidaono,sielbuenhombreporelque lehabía tenidosiempreeraunamentiramásenunalistacadavezmáslargadefalsedadesymediastintas.Porqueomitirlaverdaderapeorquementir,ensuopinión,puessetratabade un intento burdo de esconder la verdad, de evitar que alguiendescubriera la realidad. Era unamanipulación pura y dura; no era nadahonrosanieramuestradelaintegridaddeunapersona.Le dolía pensar que un hombre al que siempre había admirado,

idolatradoyadorado,eracapazdeengañarlaasí.Ahoraseveíaobligadaacuestionarlosdemásaspectosdesupasado.¿Quémáslehabíaocultado?¿Todoeraunamentira?¿Todasuexistencia?Apesardeldoloryladesesperaciónquelanublaba,viocomoRamiese

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hundíayseinclinabahaciaelladoopuestodeCaleb.Élseabalanzóhaciaella,perolasujetóconcuidado,laatrajohaciasíylasentóensuregazomientraslaabrazabaconternuraylabesabaenlafrente.Asusojosseasomabaunalivioinmensoporsaberquenohabíatenido

queexperimentarloimpensable.Ari,sinembargo,estabapreocupadísima.¿Quésignificabaquesolohubierapodidoverelpasado?No podía incorporarse; se notaba las piernas de goma porque el

desconsuelolehabíaconsumidotodaslasfuerzas.Asíqueseacercócasiagatas hacia el sofá donde Caleb acunaba a Ramie, que estaba despiertaperoaletargada.Miró aCaleb arrepentida.Una vezmás, este la sorprendió almirarla

conternuraycompasión.—Sé que está cansada y sé lo que la desgasta algo así, pero necesito

hablarconellaantesdequedesfallezca.Tengoquesaberlo.Ramiesemovióylaobservóconlosojosnublados.—Estoybien,Ari,muchomejorqueotrasveces.Soloestoycansadapor

elagotamientomentaldemantenerlasconexiones,enestecaso,decuatroentidades distintas. Intentaré responder a tus preguntas si conozco lasrespuestas,pero tenunpocodepaciencia.Estoyalgo lentacuandosalgodeunasesiónynopiensoconclaridad.—Solopidoeso,quelointentes—murmuróella.ApoyóloscodosenlasrodillasdeCaleb.Esperabaquenoleimportara

elpesoadicional,peroeraelúnicomododesostenerseynocaeralsuelocomountrapo.—Solohashabladodelpasado,deunpasadomuylejano—dijoconvoz

ronca—, pero ¿qué hay del presente? ¿Has captado algo que puedaayudarnosalocalizarlos?Ramie la miró con una expresión pesarosa. Alargó el brazo para

cogerleunamanoylediounligeroapretónenseñaldeapoyo.—Nada —reconoció—, lo siento. Hubiera resistido de buena gana

cualquiercosaparaayudarte.Lasimpresionesquehetenidoeranfuertes,apesar de tratarse de situaciones del pasado.He visto algunos fogonazosdespuésdelascosasquehedichoenvozalta,peroeranmuyaleatorios:túde bebé, de niña, de preadolescente y luego de adolescente que seconvierteenmujer.Loscariñinescomo tú los llamaseranobservadoressilenciososdelosacontecimientosdetodosesosaños,detuhistoriaylade tu familia. Son objetos muy especiales y espero que los conserves

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muchosañosmás.Ari se echó hacia atrás y se apartó de Caleb. No quería que nadie la

tocara, lamiraranipresenciaralaagoníadesgarradoraquelaconsumía.Todo había sido en vano. En lugar de poder encontrar a sus padres ytraerlos sanos y salvos, había recibido una noticia que le había roto elcorazón.—¡No! —gritó al tiempo que sacudía la cabeza porque se negaba a

aceptarlaverdad.Seincorporócomopudo,vacilante,yapartólasmanosdeBeaucuando

este quiso ayudarla. Él dio un paso atrás. No quería que la tocaran. Sesentíasucia,rechazadae indigna.Todalavidacreyéndoseseguraconsulugarenelmundoyelamordesuspadres,yahorasesentíatraicionada…delapeorformaposible.Eraunatraiciónde lasquelleganalalmay ladesgarran,delasquedejanunvacíopordentro.Sesentíasola.Lasensacióndeestarcompletamentesolaenunmundooscuro, fríoy

desconocidodondenohallabarefugioynadaeraloqueparecía,lehacíasentir una desesperación total y absoluta. En un visto y no visto se lohabíanarrebatadotodoyyanosabíaniquiénera.

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Veintiséis

BeauobservabaconimpotenciacómoAriseveníaabajofrenteaélynohabíanadaquepudierahacerparaayudarla.Nadiepodía.Algunasheridasy traiciones calaban demasiado hondo y eran imposibles de olvidar,perdonareinclusoentender.—No—repitióellaenuntonolastimero,comoeldeunanimalherido.Seabrazócomosiasípudieraprotegersedeesaverdadtandolorosa.Se

inclinóhaciadelanteconundolor intensoenel rostroy losobjetosdelsalónempezaronareaccionaralahecatombequehabíaensumente.Losobjetoseinclusolosmueblesgrandesvibrabancomosihubieraun

terremoto.Cayóunalámparaysehizoañicosenelsuelo,rompiendoasíelsilencioquereinabaenelsalón.—Nomedetestaban—dijo entrecortadamente—,nome abandonaron,

nomedejarontiradaenplenoinviernoamerceddealguienquetalvezsíotalveznomedescubrieraenelumbraldesucasa.Las lágrimas le resbalaban por las mejillas; sus ojos reflejaban tal

desolaciónqueaBeauselehizounnudoenlagargantadelaemociónyestuvoapuntodellorartambién.NingunodelospresenteserainmunealapenayaldolordeAri.Elizagirólacabeza,peronoantesdequeBeaulavierasecándoselas

lágrimas.Dane lamirabaconcompasión; cambiódeposturay semetiólasmanosen losbolsillos,sinsaberquéhaceroquédecir,visiblementeincómodoalpresenciarlacrisisnerviosadeAri.Zackteníaunaexpresiónsombría,lamiradadesoladaylejanacomosi

recordaraalgoigualdedoloroso.Ramie llorabaynoquisoqueCaleb laabrazara;seguramentepensaba

quenoeralaquemásconsuelonecesitabaenesosmomentos.Cada vez que Beau trataba de acercarse a Ari, tocarla, abrazarla y

mecerlasinmás,dejarquelloraraentresusbrazosysobresushombros,reaccionabaconviolenciacasicomosituvieramiedodecontagiarlealgo.Maldijoconganas.Eneseinstanteodiabaasupadre,GavinRochestery

a los cabronazos que le estaban haciendo pasar semejante suplicio.Llevabanmanipulándoladesdequenació.¿Cómopodíanhaberlohecho?Por la informaciónque teníanahora,según loqueRamiehabía repetido

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en su estupor, parecía que Ari no había sido más que una transacción.Como una forma de apaciguar a Gavin y a Ginger que aliviara laspérdidasquehabíansufrido.Unbebéderepuesto,comosino importaraquién,yellahubierasidounasoluciónparatodos.¿Porquésuspadresbiológicossemostrarontanreaciosaquedársela?

¿Y qué narices tenía que ver su padre en todo esto? ¿Podría ser quehubierasidoélquien leenviara laniñaaGavin?¿Se lodebíadealgunaforma?¿PoresolehabíadichoGavinaAriquebuscaraaCaleboaBeauDevereauxsiestabaenpeligro?Eracomosilahubieraestadopreparandoparaestaeventualidad.Que Gavin hubiera sido quien viera vivo a Franklin Devereaux por

última vez —dada la información que acababa de salir a la luz—,convencióaúnmásaBeaudequeelpadreadoptivodeAriteníaqueverconlamuertedesupadre.Directaoindirectamente,asaber.Dudaba de que Gavin fuera de los que se ocuparan directamente del

trabajo,nocuandoteníaaunmontóndehombresycomprabalalealtaddelosdemás.Porelprecioadecuado,unopodíaadquirirlalealtaddequienfuera.Ramie se levantódel sofá conpasovacilante yCaleb alargó el brazo

paradetenerunaposiblecaída,peroellaconsiguióllegartambaleándosehasta Ari, que estaba hecha un ovillo y sollozaba de una formadesgarradora.Le tocó laespaldaconsuavidadyalverquenoprotestaba, laabrazó.

Ari hundió el rostro en suhombro; el cuerpo entero le temblabapor lafuerzadelossollozos.—Lo siento muchísimo —le dijo en un tono arrepentido—, pero,

escúchamebien.Mírame—añadióconfirmeza.Aguardó, paciente y comprensiva, hasta que Ari levantó por fin la

cabezaylamiróconunosojosrojosdelllanto.ABeauselerevolvióelestómago al ver su agonía tan evidente en su rostro y en su expresivamirada.—Claro que te querían. Absoluta e incondicionalmente. Esa es la

verdad.TequisieronencuantoGavinyGingerRochesterteencontraronenelumbraldesucasa.Tomaronmuchasprecaucionesparacerciorarsede que nadie se te llevara y que pudieras llevar una buena vida.Evidentementeesocambiócuandodescubrieron tushabilidades,pero lesdiomásganasdedartetodoloqueestuvieraensumano.

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Las lágrimas salíanahoramásdeprisay lebrillabanen losojos,másvibrantesquedecostumbre.Eraneléctricos,casideneón.—Yhayotraverdadmásquequieroque escuches—añadióRamie—.

Prestaatenciónporqueno tementiríaconalgo tan importanteni tediríapalabras vacías para consolarte viéndote tan abatida. Tus padresbiológicostambiéntequeríanconlocura.Ari negó con la cabeza; sus ojos reflejaban de nuevo su gran dolor.

Ramielelanzóunamiradapenetrante.—Yotambiénheestadoenesasituación,Ari.Hesentidolomismoque

ellosyséloquees.¿Dudasdemidon?¿Creesqueestaeslaúnicaocasiónenlaquemeequivoco?—Entonces, ¿por qué? —preguntó entrecortadamente—. No entiendo

porqué.—Pues porque los mismos que te persiguen ahora te perseguían

entonces. Tus padres estaban aterrorizados y siempre estaban huyendo.Cuando tu madre se quedó embarazada no podían esconderse tanfácilmente ni pasar desapercibidos. Se pasaban los días mirando porencimadelhombroytemiendolopeor.Entoncesnacistetúytequisieronmuchísimo.Pensabanqueerasunmilagro;lapurabondadenmediodelamaldad.Intentaronquedarsecontigo…queríanquedarsecontigo.Pero lagente que iba a por ti los descubrieron. Escaparon por un pelo y poralguien que estaba en el sitio correcto en el momento más indicado.Entoncessupieronquenopodíanseguirasí,quenohabíaformadecriaraunhijoyque tuvida seríaun infierno.Nunca tendrías loque losdemásniños:unhogar,estabilidad, seguridad.Nopodrías ira laescuela,hacerdeporteoiradanza.Ramie se quedó callada un momento, cansada por lo que había

experimentado,perotambiéndecididaallegaralcorazóndeAriantesdesucumbiralosefectosfísicosymentalesdelaconexión.—Querían que tuvieras todo eso, así que acudieron a alguien que

pensaronquepodríaayudarlose inclusoacogerteensuseno:FranklinyMissyDevereaux.Caleb y Beau hicieron una mueca y este último apretó los puños

pensandoenlacoincidenciadequeestuvierarelacionadoconArideotrasmanerasademásdelamorquesentíaporella.Lasdudasquehabíatenidodeque la llamadadesupadrebiológico fueraunaestafaseacababandedisiparyloasimilóporfin.

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Ramiemiróaloshermanosconunaexpresióndelástima.—Quizánoqueráisoírelresto.Ariyyopodemosseguirenprivado.Beaudiounpasoalfrente,aligualqueCaleb,queselevantódelsofá.

Fuera intencionado o no, los hermanos estaban casi el uno al lado delotro,comoenseñaldesolidaridad.CalebhablóantesdequeBeaupudieradecirnada.—Nada de lo que puedas decir de mi padre o madre nos va a

sorprender.Sabemosexactamentequiényquéson…yloqueno—dijoenuntonohelado.Suhermanoasintió,incapazdeañadirnadamásaloqueélhabíadicho

ya.RamiesuspiróysevolvióhaciaAri.—Franklinsequejóatupadrebiológicodequeyateníatrescríosyla

imbécildesuesposasehabíaquedadopreñadaotravez.Lohabíansabidounasemanaantesynopodíaencargarsedeotrochiquilloporqueaduraspenassoportabaalostresqueyateníayelcuartoencamino.Incluso a sabiendas de que su padre era un gilipollas, Beau no pudo

controlarencogersededoloralescucharlaspalabrasdesupadredeunaformatandirecta.—FueentoncescuandolesrecomendóaGavinRochester, lesdijoque

era un socio y que su esposa y él estaban desesperados por tener hijos,pero que hasta entonces no habían podido. Les dio dinero e incluso losdejóusarsujetprivadoparaquenadiepudierarastrearsusmovimientos.RamietomólacaradeArientresusmanosylaobligóamirarla.—Quieroquemeescuches.Necesitoquelooigas.Ellapestañeó,tratódeenfocarlamiradayaclararlaconfusiónqueaún

habíaensusojos.—Tupadreytumadre,losdeverdad,ymerefieroalosquetecriaron

comosuhija, losque tehanqueridoyprotegido toda lavida,nosabíannadadeloquepasabaentretuspadresbiológicosylosquelosperseguíanni estaban al corriente de la participación de Franklin Devereaux. Dehechonolosupieronhastadosañosdespuésdeadoptarte.»Acudieron a la puerta una noche de Navidad y te… encontraron.

Descubrieron a un ángel, un bebé precioso, y una nota. En la nota lespedíanquetecriarancomosifuesessuya,quenopodíancuidardetiyquesiempre correrías peligro. Gavin y Ginger te quisieron al instante. TesacarondelpaísyGavinempezóaprepararelpapeleoquedocumentaba

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el embarazo, tu nacimiento en otro país y tu posterior regreso a losEstadosUnidos.»Vendió todo lo que tenía antes de tu llegada, salvo una empresa

petrolera,aquíenHouston.Semudaronaquíparaempezarunanuevavidacontigo.Esaeslaverdadylaúnicaquevale:tequerían,tedeseabanylesimportas.AriabrazóaRamieconfuerza.—Gracias—susurró—.Niteimaginasloquesignificaestoparamí.—Símeloimagino,sí—repusoellabajito.MiróaBeauyselesuavizó

lamiradaaltiempoquelecogíalamanoaAri.EntoncesletendiólamanoaBeauantesdevolveramirarla.—Creoquehayalguienquequerríacogertelamanoahoramismo.Esto

hasidomuyduroparaél también,Ari.Hadescubiertoinformaciónmuydelicada,deberíaisapoyaroselunoalotro.Beau observó la cantidad de emociones que se reflejaban en el

semblantedeAricuandolomiraba.Entonces,conunsollozoahogado,selanzóasusbrazosabiertos.Lorodeóporlacinturayloabrazó.—Lo siento —susurró casi tartamudeando—. Lo siento muchísimo,

Beau.Nomereceslaformaenlaquetehetratado.Ereselquemenoslomerece.Perdóname,porfavor.Ereselúnicoenquienconfíoplenamente.Noteenfadesconmigo,teloruego.Éllaatrajohaciasí todavíamás,abrazándolatodolofuertequepodía

sin hacerle daño.Hundió el rostro en esamelena tan deliciosa sin decirnada,solojadeabaportodalaemocióncontenida.Noqueríavenirseabajo,noallí,delantede losdemás.NocuandoAri

necesitabaquefuerafuerteporella.Cuandoseretiró,leenmarcósubellorostroconambasmanosylamirófijamentealosojos,perdiéndoseensualma.Noqueríaque loencontraran jamás.Estabaperdidoensu interior,enella,yqueríapermanecerasíelrestodesuvida.Lediounbesoenloslabiosconternura.Eraunbesoparatranquilizarla

yparaquesesintieramejorsabiendoqueestabaasulado,queerarealynoseiríaaningúnlado.EllaapoyólafrenteensucuelloyBeauposólabarbillaensucabeza,

sobresupelosedoso.Notabalafatigaqueemanaba;Arihabíallegadoallímite.Lecogiólasmanos.—Vamosalacama,cielo.Mañanalanzaremosunataqueagranescala.

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Atraeremos a esos cabronazos y les sonsacaremos la información quenecesitamoscuesteloquecueste.Ellaseestremecióysupoqueestaba imaginando las implicacionesde

suspalabras.Por suerteno reaccionóconmiedoodisgusto; se limitó aecharlacabezahaciaatrásymirarloalosojoscomosifuerasuvida,sumundoentero.Yesoeraprecisamenteloquequeríaserparaella.Cuandoterminaratodoesto,leabriríaelcorazón;selosacaríadelpechosihacíafalta.Queríaexponerseydesnudarsualmafrenteaella.Solo esperaba que cuando eso sucediese, no rechazara los únicos

regalosquepodíadarle:sucorazón,sualma,sucuerpo.Suamor.

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Veintisiete

Beau se sentó en la cama; Ari se le caía literalmente de los brazos.Protestócondebilidad,peropronto seacomodóentre lasalmohadas sinabrirlosojossiquiera.—¿¡Peroquénarices…!?—exclamóBeauparpadeandoalverlaluzque

derepenteinundabaeldormitorio.Cuandopudoenfocarporfin,vioaZackconelriflesobreunhombroy

dos pistolas enfundadas, así como varias granadas, incluso lasaturdidoras,enlacintura.Teníaunrevólveratadoporlaparteinteriordelmuslodeunapiernayotroenlaparteexteriordelaotraparaquenolomolestaran al andar. Y por si fuera poco, llevaba por lo menos trescuchillos en varias partes de fácil acceso y otra pistola en el tobillo.Parecíaquesefueraalaguerra.BeausepusoenalertaalmomentoysaliódelacamaantesdequeZack

pudieraabrirlaboca.—Informede lasituación—espetóasuhombremientras ibaaporsu

arsenal. Ni siquiera se había puesto una camiseta; solo se detuvo paraponerse la ropade trabajo, lasprendasdiseñadasespecialmenteparasusarmasfavoritas.Sepusoelchalecodefibradecarbonoyentoncescogióunacamisetanegrademangalargaquenoseveíaporlanoche.—Vienenapornosotrosennuestroterreno.Estánpreparandoungran

asalto.Yahantraspasadoelperímetroyseacercandeprisa.Yaheavisadoalosdemás,perotienesquellevaraArialcuartodeseguridad.CalebestállevandoaRamieahoramismo.—¡Mierda!DespuésdeasegurarsetodaslasarmaseinclusounaC4ilegalenunode

los bolsillos, fue corriendo a la cama sin molestarse en despertarla ointentar explicarle la situación. El tiempo era oro y su prioridad eragarantizarsuseguridad.LalevantóconmásrudezadelaquepretendíayZacksalióantesqueél

paravigilar,aunquesegúnsusestimaciones,losintrusostodavíatardaríanunoscuatrominutosenentrar.Cuatrominutosvaliosísimosparaponeralasmujeresasalvoydecidirelmejorplandeacción.—¿Beau?—tanteóAriconlavozconfundida.

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—Calla,cielo.Nohaytiempoparaexplicacionesahora.Confíaenmí.Ella guardó silencio, pero observó un atisbo demiedo en sumirada.

Sabíaqueteníaqueresultarledifícilestarcalladayaceptarloquelepedíasintenerniideadeloqueestabasucediendo.Echaronacorrerporelpasilloyllegaronalcuartodeseguridadenun

tiemporécord,inclusoconArienbrazos,aunqueenrealidadpesabamuypoco.Zackllegóprimero,pulsóelcódigodelapuerta,queseabriójustocuandollegabaBeau.Ramie ya estaba allí, sentada en una de las sillas con cara de pánico;

tenía losojos comoplatosy el semblanteblanco.Cuandovio aAri, sinembargo,parecióaliviadapornotenerqueestarsola.Beaulasentóenlasillajuntoaladeellaycorrióhastaelarmeroque

había en el cuarto. Cogió cuatro pistolas y dos cargadores adicionalesparacadauna,ademásdelosqueyallevabanlasarmas.LediodosaRamieyseaseguródeque lascogierabien, tras locual

hizo lo mismo con Ari. Ella miró perpleja el arma como si fuera unobjetocompletamentedesconocido.Maldijoentredientes.Estabaclaroquenuncahabíatocadounarma,lo

que le sorprendía teniendo en cuenta la sobreprotección de su padre encuanto a seguridad personal. Cuando vio la soltura con la que cogía lapistoladeBrentaqueldíacuandosebajódelcocheyselalanzó,supusoque sabía algo de armas.Ahora se percataba de que entonces actuó porinstinto,porlamotivaciónprincipaldeprotegeralosdemás.—Escúchamebien,Ari—dijoenuntonoquenoadmitíaréplicas—.Es

unaGlock.Notieneseguro,asíquevigiladóndeapuntasynopongaseldedo en el gatillo a menos que quieras disparar. Si alguien, repito, sialguienquenoseaunodenosotrosconsigueentrar,apunta,disparaynodejesdedispararhastaquetecarguesaesecabrón.¿Entendido?SevolvióhaciaRamieparacerciorarsedeque también lohabíaoído.

Ellaasintió.—Vámonos —ladró a Zack—. Dame la posición de los demás y si

tenemosrefuerzosquepuedanllegaratiempoparaecharnosunamano.

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Veintiocho

—¿Quépasa,Ramie?—preguntóAri.El terror atenazaba su garganta y la estaba asfixiando. Le costaba

respirarytuvoqueconcentrarseencadainspiraciónyespiraciónparanocometeralgunaestupidezcomodesmayarse,porejemplo.—No lo sé—contestó ella en un hilo de voz y elmismo destello de

pánicoenlamirada—.Nosatacan.Calebnohadichonadamásporquenohabíatiempo.Mehadejadoaquíysehalargado.—¿Estamoscompletamenteasalvoaquí?—inquiriótemerosa.—Puesnoestoyaltantodelalogística—reconoció—.Séquehacefalta

unacargamuchomayordeexplosivosdelonormalparaecharlapuertaabajo. Las paredes son triples, llevan un refuerzo de acero y la planchainterior es apruebadebalasyexplosiones,peronunca lashanpuestoaprueba.Siemprehecreídoqueeranmuyparanoicospor teneruncuartoasí,peroahoralesestoymuyagradecida.Ariasintióconfervoryluegolecontóelmiedoquelaparalizaba.—Pero ¿qué pasa… con ellos? —preguntó con voz temblorosa—.

¿Cómosabremosquépasaahífuera?¿Ysilesocurrealgo?¿Porquémeencierranaquísipuedoserlesdegranayuda?Ramie bajó la vista hacia las pistolas; le temblaba tanto el pulso que

apartólasmanosparanorozarlosgatillos.—Beaunotepondríanuncaenlalíneadefuego.Daigualloquesepaso

nosepashacer.Estánformadosysehanentrenadoparaesto;tú,no.SeríasunadistracciónporqueBeauylosdemássepreocuparíanmásportiquedeprotegerseellosyeliminarlasposiblesamenazas.—Mejodeestaraquísinhacernada;mesientoimpotente—repusoella

convehemencia.—Ya lo sé—convinoRamieenvozbajay trémula—.También tengo

miedo,estoyparalizada.NoquieroperderaCaleb.Unapunzadadedolorleperforóelpechoyporunmomentonopudo

respirar.—No pueden morir —dijo apasionadamente cuando recobró la

capacidad de hablar—. No pueden. No morirán. Tienen que volver anuestrolado.Volveránynopodemosplantearnosotracosa.

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Sehizoelsilencioenelcuarto:lasmujeressequedaronmeditabundas,torturadasporsuspensamientosmientrasimaginabantodoloquepodíairmal.Ari echó un vistazo al reloj digital de la pared; los minutos se le

antojabanhorasynosesentasegundos.Eltiempopasabalentamente,tantoque estaba a punto de perder la cordura por el temor, el miedo y laincertidumbre. ¿Qué estaría pasando ahí fuera? ¿Estaría Beau herido eincapazdeprotegerse?Cerró los ojos y se mordió el labio; el pensamiento siguiente la

abocabaalalocura.¿Estaríavivo?No,nopodíahacerlo.Nopodíaquedarseahídebrazoscruzados,enel

silencio, entre las paredes de ese cuarto que cada vez le parecía máspequeñohastaquecreyóqueseahogaría.Sevolveríaloca.Concuidado,dejólaspistolasaunladoyconlaspalmassecubriólos

ojos,queempezóapresionarmientrassebalanceabahaciadelanteyhaciaatrás.Ledolíamuchísimolacabeza.—Ari, ¿estás bien? —preguntó Ramie, nerviosa, y rompiendo el

silencioporprimeravezenloqueparecíanhoras.Ellamiróel relojyvioque,dehecho,habíanpasadocincuentay tres

minutos.Unavidaentera.¿Debíadesermalaseñal,no?Sihubieransalidoadarcañayhubieraneliminadoalosmalos,yadeberíandehabervuelto,¿verdad?Lasbalaseranrápidasyeficaces.El cuarto semovió durante unmomento, pero creyó que era solo la

reaccióna la sensaciónclaustrofóbicaqueaumentabaacadaminutoquepasaba.Ramiedebiódenotarlo tambiénporquemiró inmediatamenteendirecciónalapuertayaAriselecortólarespiración.¿Volvían ya? ¿Iban a entrar? ¿O sería alguien que no debería abrir la

puerta? Tal vez el cuarto vibraba porque habían introducido un códigoincorrecto. De haber querido echar la puerta abajo con explosivos,hubierannotadomuchomásqueesaligeravibración.—¿Quéhasidoeso?—susurróAri.—Nolosé.¿Todavíalooyes?Porqueyono.Ari aguzó el oído y se preguntó si se lo habrían imaginado, pero no

podríanhabertenidoelmismodelirio.Derepenteseoyóunagranexplosiónysevioundestelloperturbador

quecegóaAriporcompleto.Lafuerzadeladetonaciónlalanzócontrala

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pared y luego cayó despacio hasta quedarse sentada en el suelo con laespaldarecta,básicamenteporquelaparedlasostenía.Nopodíavernioírnada.Tenía lamentehechaun líoyno teníanada

que ver con los poderes. Al fin y al cabo no podía enfocar bien parausarlos ni sabía cómo dirigirlos hacia un agresor invisible porque aúnestabacegada.¿Quéhabíapasadoycómo?Lapuertanosehabíaabierto.Ramieyellalaestabanmirandocuando

hubolaexplosión.Unasmanosbastaslalevantaronsincontemplacionesysupoalinstante

quenoeraBeau,ninadiequequisieraprotegerla.Elmiedoylaadrenalinala sacudían como si se electrocutara, lo que le dio el empujón quenecesitabaparaprotegersedelosefectosdelexplosivo.Ramiegritódelpánico.—¡Ramie!—gritó—.¿Estásbien?Letaparonlabocaconlamanoyunavozroncalesusurróaloído:—Cállate y estate quieta o tu amiga va a sufrir una muerte muy

desagradable.Ari se quedó inmóvil; se le heló la sangre de repente. Si los intrusos

habíanentradoalcuartodeseguridad,significabaquehabríantenidoquevérselasconlosdemásagentesdelaDSSapostadospordoquier.SiBeauestuviera vivo, no hubiera fracasado de ninguna forma a la hora deprotegerla.Las lágrimas le ardían en los ojos y empezaban a resbalarleporlasmejillas,chocandoconlamanoqueaúnletapabalaboca.—Mira,estoesloquevaapasar—ledijoelhombrealoídoenelque

aúnnotabaunzumbidopor la explosión ensordecedora.Deprontonotóque,dehecho,estabagritando—.Solotequeremosati.Nonoshacenfaltalosdemásniqueremosmatarsinnecesidad,amenosquenosobligues.Elcorazón le latíaconfuerza.¿SignificabaesoqueBeauy losdemás

estabanvivos?—Tienesdosopciones.Tevienesconnosotrosensilencioomatamosa

todoelmundo,empezandoporlamujerconlaquecompartesescondite.Ahoramismomishombres están retrasandoa losdemás, a la esperadequesalgas.Dependedeti.Siteniegas,voyadarórdenesdequelosmatenatodos,tevendrásigualmente,asíquetudestinoesinevitable.Escuestióndedecidirsiquieressalvaralgunavidaenelcamino.—Iré—masculló—.Nolosmatéis.Iré.Cooperaré, lojuro,peronola

matéisaellanialosdemás,porfavor.

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Empezó a ver con mayor claridad y pudo enfocar mejor lo que larodeaba.Fueentoncescuandoviocómohabíanaccedidoa lahabitación:habíanabiertoeltejado,bajaronporeláticoyluegovolvieronapracticaruna abertura en el techo lo bastante grande para dejar pasar a dospersonas.Diounbrincocuandoporelagujerocayóunaescaleradecuerda.Miró

aRamie,preguntándosesihabríaoídoeltratoqueacababadehacerparasalvarlelavidayladelosdemás.A juzgar por las lágrimas en sus ojos y la expresión indefensa de su

mirada,supusoqueestabaalcorrientedeloquepasaba.Aellalasujetabaotrohombreconaspectodemilitaryasesino.Susojoseranfríosyvacíos,como si no le importara nada. Se estremeció porque sabía que, de nohaberaccedidoasusdeseos,nohubierandudadoenmataraRamiedelantedeella.Lelanzóunamiradasuplicanteparaquelaentendiera.Elhombrequela

inmovilizabaaellaseacercóalaescalerayseleencogióelestómagoalpensarquetendríaquesubirporahí.No tendría que haberse preocupadopor nada.Notó unpinchazo en el

cuello, comosi lehubierapicadounaavispa,ycomenzóaverborroso.Lo último que advirtió fueron las lágrimas de Ramie y su mirada deaflicciónabsoluta.

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Veintinueve

Ataviadoscongafasdevisiónnocturna,equipodeprotecciónysuficientepotenciadefuegoparaenfrentarsealejércitodeunpequeñopaís,BeauyZack corrieron para atravesar el patio despejado, manteniéndose bienagachadosparaevitarserblancosfáciles.Había que alcanzar a los demás rápidamente porque tendrían

muchísimasmás posibilidades de neutralizar a los intrusos todos juntosquenodiseminadosportodoelperímetro.Derepente,DaneyElizasurgierondeentrelassombras,perfectamente

integrados en la noche. Asintiendo en dirección a Beau, Dane hablópausadamente al micrófono e informó a los demás de sus coordenadaspara que pudieran reagruparse y mandar al mismísimo infierno acualquieraquenofueradellugar.Encuestiónde segundos, se leshabíanunido todos losquequedaban,

Caleb,Isaac,Capshaw,yempezaronamoverse,separándoselojustoparanoofrecerunblanco fácil acualquieraquebuscaraabatirlosdeunsolotiro.Había una hondonada amedio camino entre la casa y la espesa zona

boscosaque rodeaba la propiedadpor todos los flancos.Ahí, el terrenodescendíaabruptamenteantesdevolveraempinarseyalejarsedelacasa.Beau lideraba el grupo, tan concentrado en su entorno inmediato y

atento al bosquey a cualquier posible punto de emboscada, que tropezóconalgograndeyabultado,tendidoenelsuelo.¿Quénariceseraeso?Parecía…uncadáver.Beau recobró el equilibrio con dificultad y retrocedió, instando a los

demásahacerlomismo.ZackyDaneapuntaronconsusarmasalafiguratendidamientrasBeauseleacercaba.El hombre permanecía totalmente inmóvil, sin respiración aparente.

ElizasearrodillójuntoaBeauyrápidamenteenfocólacaradelhombrecon su pequeña linterna. Beau reculó. Joder. Lo habían matado de unapaliza.—Mierda—susurróEliza—.Nuncahabíavistoanadie tanmalherido.

¿Quiéncreesquepuedeser?Ante su más absoluta sorpresa, los labios del hombre se movieron

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apenasunoscentímetros.Losuficienteparaquecomprendieranqueestabavivo.Elgrupoenterointercambiómiradasperplejas.Queunapersonatanmalheridaestuvierasemiconscienteeraasombroso.—Ari—dijo el hombre en un suspiro, torciendo el gesto de dolor al

emitir la única palabra que había logrado salir como un susurro de suslabios.De repente, Beau concentró toda su atención en él y se inclinó para

mirar su rostro destrozado, hinchado y sanguinolento. Dios, erafrancamenteimposiblereconocerenélaunserhumano.Parecíamásunmonstruoqueunhombre.—¿QuépasaconAri?—preguntóBeau—.¿Quétehapasado?¿Quién

tehahechoesto?¿QuésabesdeAri?—Hija—carraspeó.Un escalofrío le recorrió la columnay volvió la vista atrás hacia los

demásconincredulidad.—Tengo…que…deciralgo.SuvozsedebilitabaporsegundosyBeautuvoqueinclinarsemáshacia

élparaoírloquedecía.El hombre levantó la mano temblorosa por la debilidad y la agitó,

comoquienintentaalcanzaralgoaqueaferrarse.LareaccióndeBeaufueautomática. No importaba quién fuera el hombre o qué hubiera hecho,nadiemerecíaunasalvajadacomoaquella.Cuando le hubo agarrado lamano, los dedos del hombre se cerraron

alrededordesumanoyentreabriólosojosconunadeterminaciónqueseperdíaensusprofundidades.—DiaAri…quelaquiero.Sumadretambién…—Suvozdesfallecióy,

derepente,seatragantóycomenzóatoserconconvulsiones,expulsandosangreprofusamenteporlaboca.Ay,madre,esoeramalo.Muymalo.Eraimposiblequeunaambulancia

llegaraatiempo.YteníanqueeliminarlaamenazaqueacechabaaRamieyaAri,yaellosmismos.—Pro… prométemelo —tartamudeó, con la sangre brotando y

resbalandopor labarbilla—.Siempre lahequerido.Díselo.Nunca laheolvidado.Queríaquefuera…feliz.Quetuviera…unabuenavida.El padre biológico de Ari cerró los ojos y se hundió, como si se

marchitarasobrelatierra.Beaulosiguióparanodejardemirarloyqueelhombrepudieraescucharsupromesa.

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—Lo prometo —dijo, agarrándole la mano aún—. ¿Me oyes? Teprometoqueledarétumensaje.Y,ahora,descansa.Losojosdelhombreseabrieronporúltimavezyunasonrisadepazse

instaló en su cara, lo que suavizó ligeramente la brutalidad que laviolenciaextremahabíaimprimidoensurostro.—Gracias—musitó—.Loestodoparamí.Y entonces inclinó la cabeza hacia un lado y su mano quedó

completamenteflácidaenladeBeau.—Hijos de puta—maldijo Beau—. ¡Estos tipos son unos animales y

quierenaAri!—Tranquilo, hermano —dijo Caleb, apoyando la mano sobre el

hombrodeBeau—.Solotenemosqueasegurarnosdequeesonoocurra.—Dios, si le han puesto una etiqueta en el dedo gordo del pie como

hacenenunaputamorgue—añadióZack,asqueado.Ysí,señor.CuandoElizaenfocólaspiernasdelhombreconlalinterna,

unatarjetitacolgabadeunhiloatadoaldedogordo.—¿Quédice?—preguntóDane.Zack sacudió la cabeza. La repugnancia era obvia en todas sus

facciones,mientrasdesenganchabalanotaysacabasupropialinternaparaenfocarlaspalabras.—Joder—murmuróZack—.Essurrealistadelahostia.—PorelamordeDios,¿quépone?—apremióBeauentredientes—.No

haytiempoqueperder.La voz de Zack temblaba de rabia mientras leía la letra pequeña

garabateadaenlatarjeta:Hemossidomuchomáspiadososconélqueconsuesposa,perosoloporqueíbamosjustosdetiempo.Notendremosningunapiedadconvosotros.Estoesloqueleocurreala gente que interfiere en nuestra causa de algún modo. Arial Rochester es nuestra.Nosotros la creamos. Nosotros somos su sangre. Rendíos antes de que borremosvuestraorganizacióndelmapa.Tenemosmásrecursosypoderdelquepodéisimaginar.

—¡Mierda,no!—exclamóElizaconlavozencendidayllevadapor laira—.¿Pretendenburlarsedenosotros,estoscabrones?Yalesdiríayoloquepuedenhacerexactamenteconsusrecursos.Beausepasólamanoporlacaray,cerrandolosojos,selamentópor

Aricontodassusfuerzas.Ledolíaelalmaporellayporeldolorquetodoesto le provocaría. Su vida jamás volvería a ser la misma. Sabríademasiado para poder seguir viviendo con la inocencia de la que anteshabíadisfrutado.Nosolíadefendernormalmente lafelicidadobstinadae

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ignorante,peroenestecaso,Arihabríaestadomuchísimomejorsinhaberdescubiertojamáslaverdad.Porqueahoraqueconocíaunaparte,lamásimportante: que los Rochester no eran sus padres biológicos, querría ypediría conocer el resto de la historia, y estaba en su derecho.Merecíasaber la verdad, independientemente del daño que le hiciera. Y noimportabalodolorosoquefueraparaéltenerqueserquienleexpusieralaspuñeteraspruebas.Pero,almismo tiempo,nodeseabaque lohicieranadiemás.Quería contárselo personalmente cuando pudiera abrazarla ydarleconsuelo.Joder.Siporélfuera,siempreestaríaahíparaconsolarlacuandolonecesitara.¿Quién narices quiere existir sabiendo que es solamente un

experimento? Un engendro de la naturaleza fabricado y moldeadojustamente para eso: utilizar sus poderes sin tener elección. Su vida nohabría sido jamás su propia vida si sus padres biológicos no hubieranacudidoalpadredeBeauenunactodedesesperación.Odiaba tener que agradecer algo a su padre. Su padre era un cabrón

egoístaquesolopensabaensímismoy,aunasí,habíahechomuchoporAri al enviarlaconGavinyGingerRochester,porquealmenosellos laamaronylaadoraronprofundamente.Encambio,si lahubieracriadoelpropiopadredeBeau,habríacrecidosolayaislada,comounamarginada.—Nuestro padre tiene las manos demasiadomanchadas de sangre—

dijoCalebconvozmonótona—.Meavergüenzodecompartirsusangre…lasangredelosdemás.Daríacualquiercosaparaquenofueraasí.Beauasintióconseriedad;nosabíasipodríaexpresarsuspensamientos

sinmontarencólera,yahoranecesitabatenerlacabezaclarasihabíaquerepelerunataqueinminenteasucasa.LacasadeAri.Sulugarestabaasulado, independientementede si ella lohabía reconocidooaceptadoyaono.—Suspecadosnosonlosnuestros,Caleb—intervinoElizaconcuidado

—.Has hechomucho por expiar sus culpas.Nadie puede culparte de loquehizoél,delasdecisionesquetomócuandoerasunniño.Loquecuentaes loquehicistedespués.Ehiciste lo correcto.TúyBeauescogisteis elbuen camino y no solo para vosotros, sino también para los hermanosmáspequeños.LadeclaracióndeElizaibatantoparaBeaucomoparaCaleb,peroBeau

estaba tan inmerso en la agonía de sus propios pensamientos ydescubrimientosquenoprestóningunaatenciónasuspalabras.

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¿CuántamierdamásibaapodersoportarAri?Sus padres, que no eran exactamente sus padres, habían sido

secuestrados; su madre biológica había sido torturada y finalmenteasesinada; y ahora su padre biológico acababa de encontrar el mismodestino. Sin duda, que el hombre hubiera llamado para advertir a Beauhabía desencadenado las represalias inmediatas y crueles de losresponsablesdehaberusadounvientredealquilerparaengendraraAri,quehabíanactuadoencuantoelpadrebiológicohabíapuestoenriesgoelsecretoalcontactarconél.¿Quiéneraesagentequecontabaconunaredtanampliayomnisciente?

La clase de tecnología que usaban no era civil. La leche, ni siquieraparecíamilitar.Sabíandemasiado.Erandemasiadopacientesyprecisos.Ynohabíanactuadoaciegasalarrancarlelainformaciónsobreelparaderodesumadrebiológica.No,habíanesperado,sehabíantomadosutiempoparadarelgolpeen

elmomento adecuado yBeau hubiera jurado que la filtración del vídeohabía sido lo último que la gente que la acechaba habría querido. Alhacerse públicos sus poderes, o por lomenos las especulaciones sobreellos, los que planeaban poner sus manos sobre Ari se habían vistoobligadosaacelerarsuagenda.BeaududabadequelospadresdeArihubieransidounobjetivodesdeel

principio, porque normalmente cuanta más gente se involucra, másmargenhayparael error.Para suspropósitoshabría sidomuchomejorllevarse sinmás aAri cuando ella y sus padresmenos se lo esperaran,dejandoasíaGavinsincapacidadparaayudarla.Yparacerciorarsedesucooperación, podían haberse limitado a mostrarle algunas imágenes deseguimientoparaquesupieraquesabíanquiéneseransuspadresycómoencontrarlos,yque sinocooperaba, losmatarían.Arihabríacedido sinpensárselodosveces.—¿Porquélohandejadoaquí?—preguntóIsaac,conungestotensode

preocupación en el rostro—. No lo entiendo. Nos están mandando unmensaje, pero ¿por qué? Están aquí. Somos inferiores en número. ¿Porquénonosliquidanatodos,sehacenconAriydesaparecen?Todosintercambiaronmiradasde«¡Mierda!».Beauechóacorrerantesdequealguienpudieraañadirnada.—Volvedalacasa.¡Ahora!Unaestruendosaexplosiónresonóconungranecoenelairenocturno.

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Todosseecharonalsueloysecubrieroninstintivamentemientraslatierratemblabayretumbababajosuscuerpos.—Mecagoentodo—maldijoZack,conlafuriatomándolelavoz—.Ya

valedeestamierda.Yaeshoradecargarnosaesoscabronesyenterrarlosdos metros bajo tierra. Malditos cabrones de mierda acechadores demujeres.—EstoeselputoArmagedón—murmuróCapshaw—.Estoylistopara

volarlossesosaesoscabrones.Apuntemosymandémoslosalinfierno.Sí,claro,Beautambiénqueríaeso,soloqueélnisiquierasemolestóen

decirlo.Toda su atención se centraba enAri y en que el artefacto habíaexplosionadoenlasinmediacionesdelacasa.«¡Joder!»AriyRamieestabansolasenlacasay,apesardelcuartodeseguridad

tipobúnker,eranvulnerables.—Esunapuñeteramaniobra—gritóBeau,mientrasvolvíaaponerseen

piedeunsalto—.Sabíanqueelcadávernosdistraeríamomentáneamente.Lanotaerasoloparaquesupiéramosloquesoncapacesdehacer.Otalvezpensaronquenosasustaríamosynosretiraríamos.—Deloquesoncapacesesdenojoderseasímismos—rugióEliza—.

Yretroceder,retrocederécuandotengasuspelotas.—Tranquilízate,mujer—murmuróDane, aunqueBeau reparó en que

apretabaloslabiosparaevitarreírseentredientes.ElizaeraferozcuandoentrabaenacciónyBeaulaadmirabaporello.Suplan,aunqueesbozadoapresuradamenteenvistadequeteníanmenos

de cinco minutos para trazarlo, consistía en salir de la casa y volverreagrupados desde diferentes flancos para poder liquidar la mayorcantidaddeobjetivosposibleantesdelanzarseaunataquefrontalagranescala.Sinembargo,ladirectrizmásimportantedetodoelequipodelaDSS,

laúnica, eramantener a los intrusos lejosde la casa.Llevar el combatehaciaellosyprotegeraRamieyAriatodacosta.—No nos separemos—ordenóBeau,mientras todos corrían hacia la

entrada trasera de la casa—. Por el amor de Dios, no os separéis delgrupo,nohagáisqueseaaúnmásfácilabatiros.Siemprefríobajoelfuego,inquebrantable.Sólido,duroysegurodesí

mismo. Sí, ¡seguro! Por dentro estaba hecho un flan porque sabía quepintabamal.Eralapeorsituaciónposible,queclaramentenohabíanvisto

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venir.¡Mierda!Nohabíatiroteo.Noeranecesarioagacharseparacubrirse.Lanochese

cerníaconunsilenciosiniestrodondepocoantesretumbabanlos tirosylas explosiones, aunque ni un solo tiro los había rozado.No había sidomásqueunapuñeteramaniobradedistracción.Ibaatodavelocidadcuandollegóalporcheycasi tirólapuertaabajo

consusansiasdeestarconAri.Entraron en la casa pisando fuerte, armas en alto, y se fueron

repartiendo para comprobar cada una de las habitaciones que seencontrabanenlarutadirectaalcuartodeseguridad.Elúnicolugarenquepodían estar seguros de que las mujeres estarían a salvo porque estabamásclaroqueelaguaquenopodíanarriesgarseadejarlassalirdelacasa.PeroBeausabíaque, fueracomofuera,habían reventadoelbúnkery loimpensablehabíaocurrido.Alllegaralapuertatodavíacerradadelcuarto,Calebfruncióelceñoen

unaexpresióndeconfusión.Conlasmanostemblorosas,marcóelcódigodeseguridadysoltóun tacoporque lasprisas lehicieronmarcarmalalprimerintento.Zack prácticamente lo apartó de un manotazo y marcó el código

correcto.Lapuertaseabrióytodoscorrieronameterseenlasfaucesdelinfierno.Lahabitaciónenteraestabahechauncisco.Habíaunagujeroenormeen

el techo, lo que significaba que los cabrones habían conseguido entrardesde el ático, a través del puñetero tejado. Llenaba la habitación unaneblinadepolvoyrestosdehumoquesearremolinabanerráticamente.Laaberturaeralobastantegrandeparaquepasaraunelefante.Suertetendríansi la explosión no había matado a alguna de las mujeres, o a las dos,porque para acceder al búnker, fuera por el lado que fuera, habríannecesitadounbuenmontóndeexplosivos.—¡Ramie!—gritóCalebconvozronca—.¡Ari!ElgritodeCalebencontróecoeneldeBeau,quellamabaaAri.YentoncesvieronaRamie,agazapadaenel rincóndel fondo,con las

rodillas retraídas hacia el pecho y la mirada vacía. Tenía las pupilasdilatadasy lavistafijaalfrenteaunquesinver.Sebalanceabaadelanteyatrásconevidenteangustia.—Diosmío—susurróCaleb,corriendoaarrodillarsejuntoasumujer.Beauescudriñabalasalafrenéticamente,mientraselhumoylaneblina

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empezabanaescampara travésde lapuertaabierta,hastaquesumiradatopóconlaescaleradecuerdaquecolgabadelaaberturaeneltecho.Zackyalaescalabaágilmente,pistolaenmanoyelriflecolgadodelhombro,biensujetoconsucorrea.Daneseafanabatrasélparacubrirloyloúnicoque Beau podía hacer era observar aturdido el destrozo en el búnker yasumir que había fracasado estrepitosamente a la hora de proteger a lamujerqueamabacontodasualmaytodosucorazón.Rabia.Tristeza.Unterror tanparalizantequeliteralmentenolodejaba

respirar.Eldolorloembargabacompletamente.EstabaaterradoporAriyloquepodríaestarsufriendo.Conscientedequeellahabíaconfiadoenél,quehabíadepositadotodasufeenél.Ahoradebíasentirseasustadaysola,alcomprenderquelehabíafallado.Lentamente, comenzó a volver en sí, sabía que las únicas respuestas

residíanenRamie,queestabatotalmenteconmocionada,mientrasCaleblatocaba y le hablaba en tono insistente, intentando que regresara delinfiernoenelqueestabasumergida.Laslágrimasresbalabanporelrostrodelamujery,comoCaleb,Beau

se arrodilló a su otro lado, mordiéndose el labio para no exigirle lasrespuestasquetantodeseaba…necesitaba.—Ramie,cielo,háblame—suplicabaCaleb—.¿Quéhapasado?¿Estás

bien?Meestásasustando.Porfavor,porfavor,vuelveconmigo.Lentamente,Ramievolviólacabezahaciaél.Teníalosojosapagadosy

sin vida, y aún más lágrimas resbalaban en infinitos regueros por lasmejillas.—Me tocó—susurró ella, y apartó lamirada deCaleb para volver a

balancearse—.Metocó.Lorepetíaamododecánticounayotravez,ylafríairasecongelóen

losojosdeCalebcomosi fueranesquirlasdehielo.Cerró lamandíbulacon rabia y, con suavidad, como si ella fuera el objeto más frágil yvaliosodelmundo,laatrajohaciasíylaenvolvióentresusbrazos.Cerrólosojosyparecióperderlabatallaantesuspropiasemociones.Lágrimasde rabia, furia… pesar… recorrieron su rostro como regueros de puraangustia.—¿Quétehanhecho?—preguntóCalebentrecortadamente—.Háblame,

cielo.Porfavor.Tengoquesaberloparaayudarte.Ramie levantó la cabeza, pero no miró a su marido. Sus ojos

encontraron los deBeau, que sucumbió totalmente abatido por el dolor

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reflejadoen losojosgrisesdeella.Pena.Remordimiento.¿Culpa?Beaufrunció el ceño y se inclinó un pocomás hacia ella con la intención deofrecer a su cuñada un poco de alivio en unmomento en que parecía apunto de romperse enmil pedazos.Una sensación que él compartía porcompletoyqueexperimentabaeneseprecisoinstante.Sololaconvicciónde que tenía que mantenerse entero por Ari lograba apaciguar ladesesperaciónsobrecogedoraqueseleaferrabaalcorazón.Ramieparecíaregresardellejanolugarenquesehabíarefugiado,una

medidaprotectoraparaevadirsedesuhorriblerealidad.SoloDiossabíaquéhabíaocurridoenaquelcuarto,ensubúnker.Beauqueríaecharabajola casa entera.Estabamaldita y no tendría que haberla reconstruido.Nohabíavistonadamásquedolor,desolaciónypérdida.Yahora,denuevo,habíafracasadocomolaimpenetrablefortalezaquehabíapretendidoquefuera.Esemalditobúnker.LeentrabanganasdereírseentredientesdelaironíaquesuponíaqueellugarenqueRamieyAritendríanquehabersesentidomásseguraseradondemásvulnerableshabíanestado.PorsuarroganciayladeCaleb—yladelgrupoalcompleto,vaya—,

habíansupuestoquepodíandejaraRamieyaAriallí,intactas,asalvodecualquier mal que acechara entre las sombras que venían a por ellos.Sencillamente,noexistíaunlugarseguro.Apesardelasmedidastomadasen la construcción, fue una estupidez pensar que sería indestructible eimposibledefranquear.Unerrorporelquepodríapagarunpreciomuyaltoyconelquetendríaquevivirelrestodesuvida.LosojosapenadosdeRamieseclavaronenlosdeBeau,queseencogió

de dolor ante el descarnado sufrimiento reflejado en esos ojosatormentados.—Selahanllevado.Losientomucho,Beau.Nohepodidohacernada.

Élmehatocado,mehapuestolasmanosencimayhenotadotantomal…tanto…Ha sidodemasiado abrumador.Me inundaba el almaynopodíahacernadapararesguardarmedeél.Estabaindefensa—relatóconlavozrota—.Yentonces…—Cerrólosojosysurostrosecontrajoenungestodetristeza—.Lehandichoqueteníadosopciones:irsetranquilamenteconellos para que los demás y yo viviéramos, o provocar una carnicería,mataratodoelmundoyllevárselaigualmente.Elfinalibaaserelmismo,así que era cuestiónde si ella quería salvarnos la vidaono.No solo lasuya,sinolasnuestras.Si antes dejaba que las lágrimas le resbalaran en silencio,

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desconcertada, ahora Ramie lloraba con grandes sollozos sentidos.Escondió lacabezaentre lasmanos inclusocuandoCaleb laatrajohacíasí,casiestrujándolaconlafuerzadesuabrazo.Élestabapálidoytambiénmiraba a Beau con tanto remordimiento y… pena. A Beau le entraronnáuseas.—Ellaaccedióamarcharse,por esonomemataron—explicóRamie

entre grandes sollozos—.Y no pude hacer nada de nada para ayudarla.¡Mesentíatotalmenteindefensa!SepegóconelpuñoenlapiernayrepitióelgestohastaqueCaleblo

rodeó con sumano protectora y se lo llevó al pecho para evitar que sehirieramástodavía.La de Ramie era una mirada atormentada; toda una vida de pesar

centelleabaensusojosdolientesyapenados.—Sehasacrificadoportodosnosotros.ZackyDanesaltaronsigilosamentedelaescalera, justoatiempopara

escucharloqueRamieacababadesusurrar.Elsilencioseextendióporlahabitacióncomositodosellosestuvieranasimilandoelaltruismopurodela acción de Ari. La incomodidad y una lúgubre determinación sereflejabanencadaunodelosagentesdelaDSS.LosojosdeElizaardíande ira. Los rasgos de Zack revelaban tanta frialdad que Beau sintió elhormigueodelosescalofríosporlosbrazos.—Saltaron a un helicóptero y ya estaban en el aire cuando llegamos

hasta ellos —informó Dane pausadamente—. No hemos podidodetenerlos.Nohemosllegadoatiempo.Eneseprecisoinstantelatristerealidaddeloqueacababadeocurrirle

oprimióelpechoaBeau.Lefallaronlasrodillasyseencontródenuevoen el suelo, de donde se había levantado unos segundos antes, al verreapareceraZackyDane.Unrugidohizotemblarlahabitación,unsonidoterriblemuyparecido

aldelanimalheridoyenfurecidoquepierdeasupareja.Beauapenassehabía dado cuenta de que había surgido de su interior. Una negaciónempática, a pesar de que sabía que todas y cada una de las palabras deRamieeranverdad.Undolorcomojamáshabíaexperimentadobrotabadelo más profundo de su alma y le inundaba el corazón con taldesesperaciónquesesentíasobrecogido.Noeracapazde levantarse,asíquepermanecióarrodilladoenelsuelo,paralizadode terror,dedoloryde un amor tan intenso que se asombraba de ser capaz de sentir una

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emocióntanprofundaporotroserhumano.¿Amor?Joder, laadoraba.Besabaelputo sueloquepisaba.Amorera

un término irrisoriopara describir lo que sentía porAri.Tal vez jamásencontraría las palabras correctas. Pero no iba a perderla. No podíaperderlaporque,aunquejamáspudieradarconesaspalabras,todoesoqueél tenía dentro tenía que demostrárselo.Cada día del resto de sus vidas.Pero su voto caía en un pozo vacío, era insignificante, porque lamujerquedebíaoírlo,noestabaallí.RamieseseparódelabrazodeCaleb,aunqueBeaunosupoexactamente

cómo,porquelateníasujetaconunafuerzaespantosa,comosiportenerlaabrazadaformaraunabarreraentreellayelrestodelmundo.Unabarreraaldoloryalpesarqueestabaexperimentando.PeroRamiesalvólacortadistanciahastadondeBeauyacíaarrodillado,conlacaraentrelasmanosyloshombrostemblandocomo…Serestrególacara,sorprendidoporlaslágrimasqueleresbalabanporlasmejillasy,perplejo,semirófijamentelas palmasmojadas justo en elmomento en que los deditosmuchomáspequeñosdeRamiesedeslizabansobrelossuyos.—Lo siento mucho, Beau —dijo ella, con voz atormentada—. He

dejadoqueselallevaran.Ojalátuvierayosuspoderes.Dios,ojalátuvieraalgomásqueestaterriblemaldiciónquemehacesentirlanaturalezadelmalqueselahallevado.Beauresurgiódesupropiosufrimientoagonizanteporquenoeraculpa

deRamieynopermitiríaquesetorturaraniunsolosegundomás.InclusocuandoCaleb se preparabapara protestar, él levantó lamanoy le lanzóunamiradaquecortódeinmediatosurespuesta.—No es culpa tuya—aclaróBeau con vehemencia—.Es culpamía y

solomía. Hablamos de trasladarla, de estar siempre enmovimiento, dequenoestuvieranuncademasiadotiempoenunmismolugar.Tendríaquehaberlopuestoenpráctica.Fuiarroganteydescuidado,perotalvez…—Lanzó una mirada de desesperación a Caleb, consciente de que no lequedabaotraopción—.Talveztúpuedasayudarnosaencontrarla.RamieasentíacuandoZacklosinterrumpió.—No hace falta, tío. Le inyectamos el dispositivo de seguimiento,

¿recuerdas?Daneyaestátrabajandoparaencontraralgunapistasobresuparadero.Votoporentrar,dondeseaqueesté,sorprenderlosycargarnosalpuñeterogrupo.—Joder—protestóBeauconfrustración,mirandohaciaellugardonde

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estaba Dane encendiendo uno de los ordenadores. Solo esperaba quedespuésde todoesecaos,aún funcionara. ¡Nisiquierapuedopensarconclaridad!¡Claro!¿Cómohepodidoolvidarprecisamenteesoaloqueeratan reacio?Loúnicoquenosdaríaunaoportunidad si pasaba loquehasucedidoestanoche.—Tómatelo con calma, tío —dijo Zack suavemente, con los ojos

inundados de compasión—. Sé muy bien que la frustración no te dejapensarcuandoalgoteimportadeverdad.Lohevividoduranteunadécada.Perorecuperaremosatuchica,puedesestarsegurodeello.

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Treinta

Ari entreabrió losojosy lasbrillantes luces fluorescentes lepenetraronlas pupilas como dardos de hielo. Con una mueca de dolor, volvió acerrarlosyemitióunlevegemido.¿Dóndeestaba?¿Quéhabíaocurrido?Teníalamenterevueltaporcompleto.Talvezlehabíapasadolopeory

habíasufridolaenormehemorragiapsíquicaqueBeautemía.Aunquetalvez hubiera sido una simple apoplejía, pero, al fin y al cabo, ¿no eraesencialmente lo mismo? Una apoplejía era un derrame cerebral, ¿no?Aunqueelsuyonoeraunodeesosderramesnormalesquesufrenlosquepadecenunaapoplejía.Teníalamentetannubladaquelecostabarecordarnada.El dolor de cabeza aumentó cuando intentó centrarse, al tratar de

concentrarselobastantecomoparatomarconscienciadesuentorno.Algonoibabien.Nopodíamoverse.Teníaatadoslosbrazosylaspiernas,yunmetalfríolerodeabaelcuello.¿Elcuello?Abriólosojosdegolpe,alarmada,yestavezignoróelpunzantedolor

que le causó la acción. Forzó la vista para observar el entorno, con elpánico que lo nublaba todo como enmedio de una tormenta. Ay, Dios,¿dóndeestaba?¿Sehabíaresguardadoensupeorpesadilla?Ysiasíera,¿porquénopodíadespertarseybuscarelconsuelodelosbrazosdeBeau?Suescudocontratododolorotemor.Y entonces le sobrevinieron los acontecimientos de la noche, que la

hacíantambalearyladejaronsinaliento.Leescocíanlospárpadosporlaslágrimas. ¿Estaban vivos los demás? ¿Beau estaba vivo? Ay, Dios, nopodíaestarmuerto.¡No!Loshombresqueselahabíanllevadonoteníanningún honor, pero al ver que habían reventado el búnker, habíacomprendido lo inevitable de su propio destino. Su única opción habíasidofiarsedequerealmentedejaranenpazaRamieyalosdemás.Quesecontentaranconhaberconseguidoporfinsuprimerobjetivo:ella.Ahora,porfinsabríaquéqueríanaquellos…fanáticos,y,francamente,

la aterraba conocer la respuesta. Pero si esa gente tenía a sus padres,¿podríaverlos,porfin?¿Saberporlomenosqueestabanasalvo?¿Vivos?Seleaceleróelpulsohastaquelarespiraciónempezóaconvertirseen

jadeo.

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—Ah,estásdespierta.Elsonidolepenetróelcráneocomosilehubieranatravesadolacabeza

conunapiqueta.Lasnáuseashervíanensuestómagoynoparabadetragarconvulsamente,comosinosupieraquetragarlasalivaacumuladanoibaahacermásqueincrementarlas.—¿Qué queréis? —carraspeó, sorprendida por el esfuerzo que le

requeríahablar.—Queremoshacerteunascuantaspruebas—respondióelhombre,con

lacalmadequienhabladeuntematantrivialcomoeltiempo—.Tútienesunpropósitomayor,Arial.Eshoradeaceptartudestino.¿Destino?Ellanoqueríaaceptar esaextraña idea sobre sudestino.Su

destino era estar junto a Beau. Y encontrar a sus padres para poderrecuperar a su familia y poder así formar la suya propia.Compartir sunuevafamiliaconsumadreysupadre.¡Soloqueríaunavidanormal!La voz incorpórea le estaba haciendo perder los nervios, así que

empezóa retorcersea izquierdayderecha, estirandoel cuellohastaqueporfindioconlafuentedeesta.Elcorazónlediounvuelco.Noantelavisióndelapersonademacradayconaspectodemédicoquellevabaunabata de laboratorio, sino más bien por los dos hombres que loflanqueaban.Altos y extremadamente musculosos. Como dos torres al lado del

científico de figuramuchomás pequeña. Ambos tenían cara de póquer,pero sus ojos hablaban de crueldad. Duros y fríos, la observabanfríamente. Ari achinó los ojos al reconocer a uno de ellos: era elgilipollas que había trabajado para su padre, el que la había atacado yhabíaintentadodrogarla.Sin embargo, no le daban miedo. En otro tiempo, sí lo habrían

conseguido. Se habría escondido bajo la mesa más cercana como unratoncilloasustadoysehabríatapadolacabezaylosoídosparaaislarsedetodoloquelarodeaba.Ahoraquesabíaexactamenteloqueeracapazdehaceryconlaseguridaddequeteníaelpoderdehacermáscosas,esoscapullos serían pan comido. ¿Acaso pensaban que limitándose ainmovilizarlapodríanevitarquedesatarauninfierno?Parte de los pensamientos debieron de reflejarse en sus siempre

expresivosojosyrostroporque,sinmediarpalabra,unodelosgorilassegiró y apuntó hacia unmonitor empotrado en la pared con unmando adistancia.

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Lapantallaparpadeóe inmediatamenteseenfocó.AAri se lecortóelaliento en plena garganta. Se le encogió el pecho y empezó a arderle;habíadejadoderespirar.Suspadresestabanen loqueparecíaser laceldadeunacárcel.Como

delincuentes comunes, o peor, rehenes sometidos a unas condicionesdeplorables.Supadreestabasentadosobreuncatremuyprecarioconsumadre acurrucada entre sus brazos, como si tratara de consolarla. Ajuzgarporlacaradeangustia—ydesolación—desumadre,supadrenopodía conseguir siquiera algo en lo que jamás había fracasado antes:transmitirlelacalmadequetodoibaasalirbien.Le subió la bilis a la garganta y el odio le abrió un agujero en el

estómago. Ella, que jamás había odiado a nadie de verdad. Ella, que seoponía a lamera idea de infligir violencia o dañar a alguien. En aquelmomento supoqueeraperfectamentecapazno solodehacerdaño, sinohasta dematar a esos cabrones por lo que estaban haciendo pasar a suspadres.Ynosentiríaningúnremordimientoenabsoluto.Aceptósuspoderes,conscientedeunavezportodasdequesírespondía

aunfinmáselevado,peroteníaclarísimoquenoseríanimuchomenoselque esos capullos imaginaban. Si supieran que estaba imaginando susmuertes con todo detalle, saldrían despavoridos como los cobardes queeran.Asualrededor,losobjetosempezaronavibrarytemblar,comoenlos

últimosestertoresdeunterremoto.Losmarcoscaíandelasparedes.Losvialesdecristalvolabandesusbasesparaestrellarsecontralaparedmáslejana.Yfijólamiradaenelgusanoconbatadelaboratorioquelehabíaanunciadoconcalmaquequeríahacerleunaspruebas.Comosiellafueraunanimal.Asuspadresyahacíadíasquelostratabancomoanimalesallíenjauladosenunoscubículosindecentes.Seteníansoloelunoalotroparaapoyarsemientraslapreocupaciónporsuhijalostorturabatantocomolahabían atormentado a ella su desaparición y el desconocimiento de susuertedesdeelmismomomentoenquefueronsecuestrados.Los labiosdelgorilaBsecurvaronenunasonrisasocarronayhabló

porprimeravez,aparentementeajenoalademostracióndefuerzadeAri.Adecirverdad,tampocohabíasidounahazañatanimpresionante.Aúnsesentía débil a causa del potente sedante que le habían administrado. Nisiquiera sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que se la habíanllevado del búnker, donde suplicaba a Dios que Ramie siguiera sana y

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salva.—Dejayalapataleta—ladróelgorila.—O¿qué?—leretóella,entrecerrandolosojosquefijabaenelblanco

desuira.De repente, el rostrodel tipo se enrojecióy se llevó ambasmanos al

cuello,comosilucharacontraunagresorausente.Tirabainútilmentedelamanoinvisiblequeleenvolvíaelcuelloylentamenteleibaexprimiendolavida.Queríamatarlo.Estabalobastantecabreadaparaliquidaratodosesoscabronessinimportarlelasconsecuencias.—¡Basta!—vociferóelprimermatón,loquedesviómomentáneamente

suatencióndelcompañero.Elsegundotosióyesputó,agarrándoseelcuellomientrasrecuperabael

aliento.—Me laspagaráspor esto, zorra—espetó, con la cara aún sonrojada

porlapresiónalaqueellalehabíasometidodepurafuria.AAriledabalo mismo. Nunca había sentido un deseo tan acuciante de venganza, deviolencia.Quería hacer daño a esa gente,mientras que tan solo unmesantes, la mera idea de desatar su violencia sobre otro ser humano leparecíaabominableycontraria a supropianaturaleza. ¿Yahora?Estabaanticipando con cada respiración cómo se vengaría exactamente de esagente por haberle truncado la vida, haber amenazado a sus padres —adoptivosono—yporhabermetidoenesoaBeauyasufamilia.QueDioslosayudaraatodoscomoBeauestuvieramuerto.Diostalvez

tuvierapiedad,peroella,ninguna.—Tal vez debas echar otro vistazo a tus queridos papá y mamá —

sugirió el gorila A en un tono burlón que le crispó los nervios losuficienteparaquererestrujarleunapartedesuanatomíadiferentealadelgorila B. Andar por ahí sin pelotas y cantando como una soprano lebastaríaparahacerlebajarelegounoscuantospeldaños.Perocuandovolviólavistaalapantalla,incapazderesistirlasganasde

ver a sus padres tras la velada amenaza en la voz del primermatón, sequedóhelada.Cuatrohombresirrumpieronenlaceldaeiniciaronuntumulto:unode

ellos agarró a sumadre y le pasó unmusculoso brazo por encima delpecho, rodeándole la espalda y tirándole del pelo para hacerle subir labarbillaydejaraldescubiertosucuellovulnerable.Reducirasupadredespuésdequeelcuartolehubierapuestolasmanos

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encima a sumadre requirió el esfuerzo combinado de los tres hombresrestantes,yesoqueerangrandes.Surabiaseconvirtióenalgoterribleyasombrosamente difícil de contener y Ari no pudo evitar sentir unapunzada de orgullo al ver que tenían que intervenir tres hombres dedimensiones exageradas, con la ayuda de sus armas, para someter a supadre.Yaunasí,tuvieronqueunirsuesfuerzoparamantenerloinmóvilenel suelo,mientras se asegurabandeque su cara apuntara al lugardondeestabasuesposaparaquevieraexactamenteloqueleestabanhaciendo.Larabiaylaagoníacompungíanelrostrodesupadre.Y,derepente,un

sonido estalló en la habitación donde Ari se encontraba indefensa, sinpoder hacer nada más que mirar. La voz de su padre era ronca,desesperada,suplicante.—Dejadla,joder.Cogedmeamí.Hacedmeloquequeráis,perodejadla

enpaz.Ellanohahechonadamalo.Cogedmeamí,¡cabrones!Las lágrimas abrasaban los párpados de Ari, pero ella las sacudía

furiosamenteparpadeando,decididaaqueesoscapullosquelaobservabantandecercanonotaranloafectadaqueestabadeverasíasuspadres.Loaliviadaquesesentíadequeestuvieranvivos,auncuandolaembargabaelterroralvercómoelhombrequesosteníalacabezadesumadreenaquelángulotanincómodosacabalentamenteuncuchilloylocolocabaanteelcuellodelamujer.Pudoverelmiedoenlosojosdesumadrequeellatratabavisiblemente

de esconder para que su marido no supiera lo aterrada que estaba. Denuevo,Arisintióunapunzadadeorgullo,estavezporsumadre,porqueno quería que su marido supiera lo asustada que estaba. Tenía unaexpresión desafiante, un claro «vete a tomar por culo» en sus delicadasfacciones.Y,traselprimerdestellodemiedo,inclusosusojos,unosojosquenuncahabíandemostradonadaquenofueracandor,amory ternura,ahora estaban cargados de odio y desafío. Miraba a los hombres queretenían a su marido como quien dice «No podéis ganar. Os matará.Encontraráelmododemataros».No siAripodíahacer algoal respecto.Ellamismaacabaría conesos

cabronesomoriríaenelintento.Algunas causas son nobles y justas, incluso cuando hay violencia,

sangrey…asesinato.Algunasbatallas,aunestandoendesventaja,valíalapenalucharlasporquesiunonoplantacara,entoncesnohayesperanza.YAriteníaquecreerque,dealgúnmodo,podíaganarysalvarasuspadres.

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Inclusoaunqueesosignificaracaerenelcamino.Poralgunascosasvalíalapenaluchar.Hastaelmásamargofinal,hasta

elúltimoaliento.YaAri,noseleocurríamejorrazónque…elamor.Elamorporsuspadres.ElamorporBeau.La derrota no era más que la ausencia de esperanza. Y hasta que no

hubieraagotadohasta laúltimagotadeesperanza,nopensabadarseporvencidajamás.Unapromesaleresonabaenlamente,quesilenciabatodolodemás.Hastaqueelchillidodedolordesumadrerompiólasoscurassombras

desuspensamientos.Susplanesdemuerteyvenganza.Yentonces,cuandounfinochorritodesangreempezabaaresbalarporelcuellodesumadremientras el gilipollas que la sostenía infligía un corte superficial a sudelicadapiel,Arisequedóhelada.Supadreenloqueció.Exabruptosderabia,promesasdevenganza;eco

de los propios pensamientos de Ari. Logró liberarse de sus captores ycruzódeunsaltolacelda,dispuestoacargarseconsuspropiasmanosalhombrequeestabahaciendodañoasuesposa.Y,entonces,elcuerpodesupadre se arqueó hacia atrás, se le compungió el rostro de dolor y susextremidadesseagitaronyretorcieronviolentamente.Aquellos cabrones cobardes le habían disparado con una pistola

eléctricapor laespalda.Poruninstante,Aripensóquesupadreseguiríaluchandoapesardelefectoagobiantedeladescargaensudeterminaciónpor proteger a su esposa por encima de todo, pero otra descargaadministradaporotrodelosguardiaslohizocaercomounsaco.Gingerchillóyelmovimientohizoquelebrotaramássangredelcortequeahoraera más profundo, porque instintivamente se había abalanzado haciadelanteenunintentodesesperadodeprotegerasumarido.—¡Basta!—gritóAri—.¡Nolamatéis!PorelamordeDios,¡yahabéis

hechobastante!Habéisdejadoamipadreinconscienteysielcabrónquesujeta el cuchillo en la garganta de mi madre hace un movimiento enfalso,¡lamatará!—Entonces,talvezquierasreconsiderarturechazoanuestrosplanes—

dijo el gorila A, fríamente—. Porque no me produce ningún reparorebanarlelagargantaydejarqueveascómosedesangra,cómoexhalasuúltimo aliento mientras su marido se despierta en un charco de sangrejuntoalcuerpoinertedesumujer.Ariseestremecióantelaamenazagélida.Perono,noeraunaamenaza.

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Sabíaqueestabacompletamentedecididoahacerlo.Sabíaqueejecutaríasu promesa si ella ofrecía alguna resistencia. ¿Podría asumirlo?¿Aguantar todo lo que le quisieran infligir sin quedar incapacitada porcompleto para poder después destruir aquel horrible lugar y a todos ycadaunodesusocupantes,exceptoasuspadres?SinsabersiBeauestabavivoono, teníaqueactuarconlapremisade

que sí lo estaba para poder tomar las decisiones correctas. No habíatiempoparadejarquelasemocionesinterfirieranenlafríalógicayenloqueellasabíaconcerteza.Ese hombre podía ordenar lamuerte de sumadre sin padecer ni una

gota de remordimiento. Y solo Dios sabía lo que podrían hacerle a supadrecuandoyanotuvieranasumadreparaobligarlaacooperar.—Haré lo que queráis—dijo con una calmaque no tenía ni idea que

fuera posible en una situación que normalmente la habría paralizado demiedo e impotencia, incapaz de hacer nada que no fuera comportarsecomounaputaflorecillaapocada.Alamierdalasflores.Detodosmodos,tampocolegustaban.Yusarla

palabra«puta»leconfiriólaresoluciónnecesariaparaadquirirelespírituguerrero de Beau. Para ser la guerrera que sus padres necesitaban. Laguerreraenlaquedebíaconvertirse.Hacersefuerteparasoportarelsufrimientoqueleesperabasinquedar

anulada después sería la prueba más dura a la que jamás se habíaenfrentado.Beaunoestabaahípararecogersuspedacitos,paramimarlayreconfortarla.Pero por sus padres, por Beau y por ella misma podría resistir y lo

resistiría. Y que Dios los pillara a todos confesados cuando finalmentedesataratodalafuriadesuspoderes,sudon,undonque,porprimeravezenlavida,agradecíayaceptabasinreservas.

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Treintayuno

GavinRochesterseestremecióaloírelinconfundiblesonidodelapuertaquellevabaalpasillodondeestabanalineadaslasceldasabiertas,seguidodelaspisadasfuertesdebotas.Másdeunpar.Leardíalasangre,aunqueestavezdeseabamataraesoscabronescon

sus propiasmanos.Quería arrancarles la columna vertebral ymetérselaporlagarganta.Habían puesto sus sucias manos sobre su mujer. La habían hecho

sangrar y, peor aún, la habían aterrorizado y él había sido incapaz dedetenerlos. Le habían despojado de todo poder. Le habían arrancado laposibilidad de tomar cualquier decisión. La última vez que lo habíandejadosinopcionesysintenervoznivotoacercadesufuturohabíasidocuandoeraniñoysebuscabalavidacomopodía.Desdeeldíaenquematóalmonstruo—eldonantedeesperma,porque

nisiquieraestabadispuestoaconcederauntipoasíelhonornielrespetodellamarlopadre,yafuerabiológicoono—sehizoconelcontroldesudestino.Sumadre,demasiadoperdidaenelturbiomundodelasdrogasylas adicciones, había dado las gracias aGavin por librarlos del hombreque abusaba de los dos. Las gracias, ¡por el amor de Dios! Unagradecimiento educado que pronunció sin emoción alguna como siestuviera dando las gracias a un extraño por un pequeño acto deamabilidad.Cuandolerogóquesemarcharaconél,quepartieranlosdosenbusca

de algo mejor, de una vida mejor, de una existencia mejor, sus ojosreflejaronpánico,ysupoqueelorigendeesepánicoeraversealejadadesufuentededrogas,algomáspreciadoparaellaquesupropiohijo.Despuésdeeso,Gavindejóatrássuantiguavida.Todasycadaunade

sus facetas. Ni siquiera Ginger conocía todos los detalles, solo que suspadres habían sido las peores personas.Gente a la que nunca se tendríaquehaberpermitidoprocrear.Sinembargo,nuncalehabíaconfesadoquehabíamatadoasupropiopadreasangrefría.Ginger sabíamuchode suoscuropasadoyque sehabíapasadode la

rayaenvariasocasiones,oalmenoshabíaestadoapuntodepasarse.Peronosabíaqueeraunasesinoy,hastaahora,hastaqueesecabrónmimado,

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engreídoyegoístaforradodepastanohabíaidoaporsuhija,hastaqueun hombre no había derramado la sangre de su mujer, nunca se habíaplanteadovolveradescenderalmundodelosasesinatosasangrefría.Sinembargo,ahoraloanhelabacontodasualma.Lehervía lasangre

por la rabia y necesitaba derramar la de los hombres que habían hechodañoyhabíanatemorizadoasumujerysuhija:lasdospersonasalasquemásamabaenelmundo,lasúnicaspersonasalasqueamaba.Sabía que había llegado el momento de actuar. Había que asumir un

riesgo calculado y escapar lo más rápido posible. Porque, Dios santo,ahora mismo su preciosa hija estaría por ahí fuera, aterrada y solapensando que sumadre y su padre la habían abandonado sinmás. Justocuandomáslosnecesitaba.NisiquieraeracapazdeplantearseenquésituaciónpodríaestarArien

este momento sin volverse loco. Debía centrarse únicamente en lo quepodíacontrolar,enlahuidadeélydesumujerparapoderiraayudarasuhija.Ycuandoestohubieraacabado,sellevaríaasufamilialomáslejosposible. Nunca volverían aquí. Cambiarían de identidad por completo.Tendríanunasvidascompletamentenuevas.Enunlugarenelquepudieraestarsegurodequenuncavolveríanasufrirningúnactoviolento.JamásdeberíahabervueltoaEstadosUnidos.Noobstante,ahoramismodenadaservía arrepentirse de las decisiones que ya se habían tomado. Sinembargo,síquepodíaasegurarsedenovolveracometereseerrorjamás.CuandoGingergritó,Gavincorrióa suspiesmientrasalzaba lavista

para ver cuál era la amenaza que se cernía sobre ellos, qué era lo quehabíahechoquesumujersepusieraallorarangustiada.Pero,aunquenohabía nadie en la celda en ese momento, el rostro de Ginger estabadesencajadoporeldolor,altiempoquesucuerposesacudíavisiblementeporlatensiónyelmiedo.Gavinnotabaqueelpánicoseapoderabadeella,veíacómoletemblabatodoelcuerpo:estabamuynerviosa.Lecaíanlágrimasporlasmejillasyteníalamiradafijaenelpasillo,en

unpuntoquequedabafueradelcampovisualdeGavin,quehabíasituadoaGinger en la esquinamásalejadade la entraday lehabíapedidoque sequedara allí, lo más lejos posible de la puerta por la que entrarían loshombresydondeGavinteníapensadomatarlos.El fracaso no entraba en sus planes.Antes los habían tratadomal.De

hecho, los habían tratado con indiferencia, los miraban con unaimpaciencia latente como si esperaran algo completamente distinto y

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GavinyGingernofueranmásqueunosobstáculosensucamino.Entonces, ¿por qué los mantenían encerrados? ¿Por qué los habían

secuestrado? Si era para pedir un rescate, Ari no sabría cómo liquidarsuficientes activosparapagar loque tenía toda lapintade seruna sumaescandalosa,ademásdequetampocoquerríaquelohiciera.Loúltimoquequería era que su hija estuviera remotamente cerca de cualquier posiblepeligro.Sinembargo,conelrepentinocambioderumboanteriorylaamenaza

que había visto en los ojos de sus captores, la forma en que habíanaterrorizado aGinger, cómo lo habían electrocutado, como si todo esofuera una obra orquestada con sumo cuidado. Todo había cambiado encuestióndeminutos.¿Aquésedebíaneserepentinocambioylasprisas?¿Qué estaba pasando, incluso en ese preciso instante, entre bastidores?Eranunascircunstanciasdelasquenoestabaaltanto.GavinsecolocórápidamentedelantedeGinger,tapándolelavistapara

poderverquélohabíaalteradotantoypoderprotegerlaasídecualquieramenazaquesecernierasobreellos.Parasusorpresa,Gingerloempujócon fuerza, haciéndolo tambalear hacia delante, y corrió hasta losbarrotes,alosqueseaferrócontodassusfuerzas,apretandohastaquelasyemasdelosdedosquedaroncompletamenteblancas.—¡Ari!—gritóGinger—.¡Dejadlaenpaz,cabrones!AGavinselehelólasangrealtiempoqueelmiedoinvadíatodosuser.

No.No,por favor,Dios.Ari, no. ¡Joder, suhija también,no! ¿Acaso sumujernohabíasufridoyabastantequetambiénteníanqueaterrorizarasuúnicahija?ApartóaGingerdelosbarrotesylaarrojósobreelcamastro.Entonces

lelanzóunamiradaquenodejabalugaradiscusiones.—No temuevas, por dios—dijo con dureza—.Quédate aquí y no te

metas,paseloquepase.¿Mehasentendido?—Pero…Gavin le levantó lamanoa sumujer, algoquenohabíahechonunca,

aunque Dios sabe que nunca le levantaría la mano de forma violenta.Nuncaanteshabíatenidolafaltaderespetodeinterrumpirladeunaformatan despectiva como esa, rechazando sus palabras con su lenguajecorporalosimplementediciéndoledeformatanbruscaquenohablaranidiscutieramás.Enesemomento,noleimportó.Queríaqueloobedeciera,buscabauna

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sumisióninstantáneaeincuestionable.Miróconfuriaasumujerque,asuvez,lomirabaconlamismafiereza.Porquesiobligándolaaobedecerlo,conseguía que siguiera viva—e ilesa—, ya podía estar enfadada con élveinte años que estaría contentísimo de rebajarse todos los días de esasdosdécadas.—Nopuedoperderosalasdos—dijoGavinsecamente,peroconlavoz

casi rota por la emoción—. ¡Quédate donde estás, Ginger! Déjameocuparme de Ari. No puedo permitirme tener la concentración divididaentretúynuestrahija.Necesitosaberquenoestáscercadeningúnpeligro.Hazlopormí,porfavor.Estabavulnerableyteníaunmiedoquelosobrecogíaylehacíatemblar

laspiernas,loquedebiódereflejarseensurostroporqueGingersuavizósumiradayselimitóaasentir.ClavólosojosmásalládeGavin,conunamiradaansiosayexpectantemientrasesperabanasuhija.Duranteunbreveinstante,Gavinseinclinóhaciadelanteylabesóenla

frente,cerrandolosojos.Besóasudulce,cariñosaycompasivamujer.Yaera bastantemalo que hubiera tenido que soportar ese tormento durantelosúltimosdíascomoparaqueahoraesoshijosdeputatuvieranaAri.Elúnicoconsueloquehabían tenidoeraquenosehabían llevadoaAri.Ladesesperación acabó con la esperanza de que estuviera en algún lugarseguro,alejadadecualquierpeligro.Porquenoeraasí.Estabaahí,eneseinfiernoconélysumadre,yGavinnosehabíasentidotanimpotenteentodasuvidapuesnopodíaprotegeralaspersonasquemásleimportaban.Se separó a regañadientes de su mujer, pero tenía que ver lo que le

habíanhechoasuhija.Corrióhastalosbarrotes,apretándosecontraellospara ver mejor en ese pasillo pobremente iluminado. La celda estabaalumbrada soloporunabombillaqueél apagabapor lasnochescuandodormíaconGingerentreély laparedparahacerdebarreraentreellaycualquieraqueentraraenlacelda.Teníadosrazonesparahacerlo.Unaeraqueenlaoscuridad,abrazando

y tocando a su mujer, ambos podían olvidar durante un instante queestabansiendoretenidosporunosdesconocidosporunarazónigualmentedesconocida.LaotraeraquelaoscuridadmolestabamuchísimoaGinger,exceptodurantelanochecuandodormíaacurrucadaenelabrazoprotectorde Gavin. Si la dejaba encendida todo el tiempo, al final acabaría porfundirse y dudaba de que la fueran a sustituir, sobre todo si Gingermostrabacualquierseñaldeangustiaporlapérdidadesuúnicafuentede

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iluminación.Forzó la mirada, aunque solo vio lo que había visto Ginger: el

inconfundiblecolordelcabellodeAri,aunqueteníalacabezaagachadaysolo podía verle la coronilla. Se puso tenso al darse cuenta de que doshombreslaestabanarrastrandoyningunodeelloslasujetabaconelmásmínimocuidado.Contuvo una retahíla de insultos, sabiendo que les encantaría darle

todavía más razones para protestar, y lo último que quería era que lehicieranmásdañoasuhija.Buscócualquiersignode…vida.Algúnmovimiento.Leardíaelpecho

y el oxígeno se le quedaba atrapado en los pulmones al comprimirse yhundirsecadavezmásacausadelterrortotalyabsolutoqueledesgarrabalastripas.Estaba lánguida.No semovía. Tiraban de ella como unamarioneta o

másbiencomosiunniñoarrastraraunamuñecaporunsolobrazo.Teníael cabello revuelto y los mechones le caían por toda la cara. Se veíaenmarañadoytotalmenteenredado.Todavía se le desgarraron más las tripas cuando imaginó todas las

posibles razones por las que unamujer podía tener el aspecto que teníaella.SediomediavueltaparaasegurarsedequeGingercumplíasuorden,algoquenuncahacíaconsuesposaamenosque lacosa tuvieraqueverconsupropiaseguridadoconladeAri.Gingerlomiróescrutadoraalosojos,altiempoqueinclinabatodoel

cuerpo hacia delante, aunque se aferraba al borde del camastro con losdedos como si quisiera obligarse a no levantarse para verlo con suspropiosojos.Dios,ojalápudieraprotegerladevereso.Ojalá lahubieraprotegidoaellayaAri.Elpesode suserrores,de sus fracasos, le caíacomounalosasobreelcorazónylacabeza,peroahoradebíasuperaresesentimientodeculpayesaaplastantesensacióndeimpotenciaybuscarunaformadesacardeallíasufamilia.Alfinal,ellargorecorridoporelpasilloacercóaArilosuficientepara

queGavinpudieraverlamejor.Seguíasinmoverse,llevabaelpelohechoundesastre,moratones…Secontuvoparanoponerseamaldecircomouncondenadoalverloscardenales,conlaformadelashuellasdelosdedos,que mostraba en brazos y hombros. Solo llevaba una camiseta fina detirantes. Gavin se quedó helado al ver a uno de los guardias arrojarlahaciaélparaqueelotropudieraabrirlacelda.

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El movimiento hizo que el pelo que le tapaba la cara y le cubría elpecho se echara a un lado y pudo ver cómo la camiseta de tirantes sevolvió escarlata ante sus propios ojos. Se le encogió el corazón y elmiedoledejósinaire.Lacamiseta,yella,estabancubiertasdesangre.—¡Atrás!—advirtióaGavinelguardiaquellevabalallave.Comoreforzando laexigenciadelotroguardia,el tipoquesujetabaa

Aritiródeellahaciaarriba,sacudiéndolacomolamuñecadetrapoquelehabíarecordadoaGavinmientraslaarrastrabanporelpasillo.DetrásdeGavin,Gingerseestremecióhorrorizadaygritótotalmentedesesperada:—¡Ari!El grito agónico de sumujer sacó aGavin de su estupor y tormento

momentáneos. Se abalanzó sobre los barrotes, los golpeaba con tantafuerza que temblaron y chirriaron mientras dejaba escapar toda su ira,olvidándose por completo de su preocupación de que su reacción lesanimaraahacerlemásdaño.Desesperadamente,asomólosbrazosa travésde losgruesosbarrotes,

seinclinóhaciadelanteparatratardellegarasuhijayponerleslasmanosencimaalosresponsablesdetodoaquello.—¡Atrás!—espetóunodeloshombres,aunquediounprecipitadopaso

atrásinclusoalemitirlaorden,asegurándosedemantenersebienlejosdelalcancedeGavin.ElguardiaquenosujetabaaArisacóunapistolaeléctrica,lamismaque

habíausadoconGavinantes.EstaveznoapuntóaGavin,sinoaGinger,quienahoraseencontrabadepiealladodelcamastroconelrostropálidocomounfantasmamientrasteníalamiradafijaensuhija,ensangrentada.—Alomejortehasolvidadodeloquepasólaúltimavezqueolvidaste

cuáleratusitio—dijoelguardiacontonoamenazador—.Échateatrásoelectrocutoatumujer,yyapuedesirolvidándotedeveratupreciosahija.A Gavin le costó Dios y ayuda retirarse y alejarse poco a poco,

asegurándose de que su cuerpo se situaba de nuevo entre Ginger y elguardiaquesujetabael táser.Encuantoseabrió lapuertadeseó iraporlos dos, quería hacerlos pedazos, destrozarlos con sus propias manos.DerramarsusangrecomoelloshabíanderramadoladeAri.CuandoelguardiadecidióqueGavinyasehabíaalejadolosuficiente,

introdujo la llave en la cerradura, aunque sin dejar demirar aGavin yGinger,yeltipoquesujetabalapistolapermanecióquietosinbajarla.

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Con un quejido, debido a los años en que el óxido y el abandono lahabíanidodesgastando,seabriólapuertadelacelda.Gavinhabíapasadola totalidad de las primeras cuarenta y ocho horas de cautiverioexaminandodeformaimplacableeincansablecadacentímetrodelaceldaenbuscadealgúnpuntodébil,cualquierflaquezaquepudieraaprovechar,cualquier cosa que pudiera convertirse en una posible ruta de escapada.Peronoconsiguióencontrarnadadenada.Sinnisiquieraentrarenlacelda,talvezcorrectamenteconscientedela

ira salvaje de Gavin que él mismo sabía reflejada en su cara y ojos, yevidentemente por no querer dar a Gavin ninguna oportunidad dearremeter contra él, el guardia que sostenía aAri se detuvo justo en elumbraldelapuertaabiertamientrassucompañerosesituabaentreellos,apuntandoconeltáserendirecciónaGavinyGinger.EntonceselguardiaselimitóalanzaraArihaciadelanteysupocopeso

hizo que por un instante volara en el aire por ese empellón violento.GolpeóelsueloconunruidosordoquehizoqueGingervolvieraagritaryGavinseestremecióalverelcuerpoinertedesuhijatiradoenelsuelocomounamuñecarota.Ari no se movió. Tenía los ojos abiertos, pero no era consciente de

nada.Lesangrabanlanarizylaboca.Dios,parecíaquesangrabaporlosoídosylosojos.Los guardias se retiraron de formaprecipitada, cerrando con llave la

puerta de la celda antes de alejarse a toda prisa para desaparecer de sucampovisual.GavinrecorriórápidamenteladistanciaqueloseparabadeAri,cayóde

rodillas y recorrió de forma automática el cuerpo de su hija con lasmanos,temerosodeloquepudieraencontrar.Gingerseunióaél,conlosojos rojos e hinchados y gran preocupación reflejada en su miradaatormentada.—¡Haymucha sangre!—Ginger se atragantó conun sollozo—.Dios,

Gavin,está…¿estaráviva?Gavincerróporuninstantelosojosaltiempoqueapartabaconcuidado

el cabello que tapaba el cuello de Ari para poder tomarle el pulso. Elcorazón estaba a punto de salírsele del pecho. Le temblaban tanto lasmanos que no conseguía tocar la piel durante el tiempo suficiente paraestarsegurodelafuerzadesupulso.Ocomprobarsiquierasiteníapulso.Al final se obligó a tranquilizarse un poco para poder controlar la

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manoypresionóconlosdedosenlazonadondeestabalaarteriacarótida.Flaqueó, casi perdiendo el equilibrio por el alivio cuando sintió unapalpitaciónirregularconlosdedos.—Estáviva—dijoconcalma.—Gracias a Dios —murmuró Ginger con palabras entrecortadas.

Entonces tocó el brazo de Gavin para llamar su atención y su miradaaterrada se cruzó con la de él—. ¿Cómo podemos saber cuál es lagravedaddesusheridas?¿Ysilehacemosmásdañomoviéndola?Gavin teníaelmismomiedo,peropreferíamorirantesquedejarasu

hijaenelsuelofríoydurodeesaceldahúmedayoscura.Además,seguroque la movería con más cuidado que los guardias y su brutalidad altrasladarla.—Déjameacostarlaenelcamastro,querida—dijoGavin,obligándose

ahablarconunacalmaquenosentía.De lamismamanera que no quería asustar aGinger, tampoco quería

queellavieraloterriblementecercaqueestabadevolverselocoyperderelcontroldeformadesmesurada.Maldijo en voz baja cuando empezó a temblar de nuevo al pasar los

brazospordebajodelcuerpodeAriconunalentitudfrustrante.Suinstintoloapremiabaacogerlaenbrazos,abrazarlaconfuerzaynosoltarla,nodejarquevolvieraacaernuncaenmanosdealgúnmonstruo.Le preocupabamucho que sus piernas no soportaran el poco peso de

Ari, por no decir el suyo propio. Respiró lentamente varias veces,intentandocon todas sus fuerzascalmar laviolenta furiaque le recorríalasvenas.Con mucho cuidado, se levantó sin perder la postura. La levantó en

brazosy laacunócontrasupecho.Duranteun instantesedetuvo, rezabaparanoquebrarsealintentarponersedepie.Nuncaanteshabíatenidounarazónmásimportanteparasertanpacienteycuidadoso.—Ven,déjameayudarte—dijoGingerpreocupada, apuntalándolocon

todo su cuerpo y sacando fuerzas de flaqueza para intentar ayudarlo aponersedepiemientrassosteníaaArienbrazos.Aunquesudiminutaydelicadamujer,muyparecidaaAriapesardeno

sersumadrebiológica,casinoteníalafuerzanecesariaparahaceralgoasí,nolenegósuayudaporqueteníalasensacióndequeestabaapuntodedesmoronarse y necesitaba hacer algo, lo que fuera, para mantener lacompostura.Una hazaña que admiraba porque élmismo estaba igual de

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cercadederrumbarsealverasuhijamagulladayensangrentada.Laslágrimasleardíanenelrabillodelojocuandodepositócontodoel

cuidadodelmundoasuhijaenelcamastroysacólosbrazosdedebajodeella.AunqueAriteníalamiradafijayvidriosa,noseleveíaniunatisbode conciencia, casi como si estuviera inconsciente a pesar de tener losojosabiertoscomoplatos.Noobstante,noquisohacernadaquepudieracausarlesinquerermásdolor,razónporlacualsemovíaconunalentitudextremayconcuidadodenozarandearla.—Dios mío, Gavin —dijo Ginger entre lágrimas al tiempo que se

situaba justo al lado de la cabeza deAri—. ¿Qué le han hecho?—Mirócon ojos suplicantes a sumarido y la ira, la furia y una desesperaciónextremas ardieron con fuerza en sus ojosmarrones, que ahora se veíancasinegros—.¿Quélehanhecho?Eldolorcubríacomounmantopesadoyasfixiantetodalacelda.Gavin

ni siquiera era capaz de articular palabras de consuelo para su mujer,porque carecía de ellas. No podía proporcionarle una respuesta que latranquilizaraporquetemíaestarcontándoleunaburdamentira.Había mucha sangre. Tenía toda la parte delantera de la camiseta

empapada, sangraba por las orejas hasta el cuello donde se formabangrandesmanchasenelmontículoqueteníaentreloshombrosylabasedelcuello.Teníasangretambiénenlaboca,sangrequesesecabaenlasaletasde la nariz y, ahora que la miraba más de cerca, pudo confirmar suanteriorsospechadequeinclusohabíasangradoporlosojos.¿Tanfuertehabíasidolapalizaquelehabíandado?A pesar de que ya le había comprobado el pulso, volvió a poner la

manosobreelcuellodeAriparaasegurarsedequenosehabíaimaginadoanteseldébilpulsodevidaquehabíasentidobajolosdedos.Comoantes,era irregular pero potente al tacto. Sin embargo, temía que tuvieralesionesinternas,cosasquenopudieraver.Aparte del miedo de que le hubieran dado una paliza tremenda, no

encontrabaningunapruebadehinchazonesomoratonesensurostroniensu cabeza. La sangre parecía inexplicable porque los únicos hematomasqueencontrófueronlosdelosbrazos,comosi lahubieransujetadoconfuerza.AArisiemprelesalíanmoratonesconfacilidad,yesospequeñoshematomasparecíanproducidospordedos.Nohabíanadaquejustificaratodaesacantidaddesangrequelecubríalapiel.Ginger acercó lamano al rostro deAri con una expresión rígida de

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preocupaciónmientrasbuscabaalgúnsitio,dondefuera,enelquepodertocarasuhijadeformasegura.AlfinalcolocólamanosobrelafrentedeAri y la acarició hacia atrás sobre el pelo con un movimientotranquilizador.AriseestremecióalmomentocomosiGinger lehubierahechodaño.

Era la primera vez que Ari efectuaba algún tipo de movimiento omostraba algún signo de reconocimiento de lo que estaba pasando a sualrededor.—¿Ari?—dijoGavin apremiante—.Ari, ¿me oyes? ¿Estás despierta?

Porfavor,cielo,abrelosojosparaquetumadreyyosepamosqueestásbien.Parasorpresadeambos,Arilequitólamanoasumadreysediomedia

vueltaparadarleslaespaldaalosdos.Levantólaspiernashaciaelpecho—una medida de protección— y se las cogió con fuerza con ambosbrazos,comosiintentarahacerseunabolalomáspequeñaposible.Un gemido angustioso salió de sus labios. Gavin estaba en un sitio

desdedondetodavíapodíaverlelacara,apesardequeArileshabíadadola espalda. Cerró los ojos durante unos instantes como si estuvieraluchandocontra…¿undoloragudo?¿Miedo?¿Algoquesabía?Otalvezlo único que quería era huir de su realidad presente. Quizá sentía tantodolorqueloúnicoquequeríaeraalejarseaalgúnlugarenelquenofueratan agudo e insoportable.Gavin se limpió el rabillo del ojo y parpadeórápidamenteparapodermantenerlacompostura.—¿Ari? —Ginger fue a tocarla de nuevo, pero se detuvo y bajó la

mano,altiempoquelaangustiasereflejabaensumirada.—No—rogóAri—.Dios,no,porfavor.—¿Quenoqué?—preguntóGavinconurgencia—.Ari,¿puedeshablar

connosotros?¿Puedescontarnosquéhapasado?¿Quétehanhechoesoscabrones?AGavinselehizounnudoenlagargantayfueincapazdeproseguir.

Las lágrimas le taponaron la garganta, imposibilitándole hablar duranteunrato.Gingerentrelazósusdedosconlosdeél,apretándolosconfuerza,cogiéndolodelamanotodolofuertequepodíadebidoa todala tensiónquelerecorríaelcuerpo.—Nometoquéis—dijoAri,gimiendodenuevoyconunavoztandébil

queGavincasinooíalaspalabras—.Nadaderuidos.Porfavor.Nopuedosoportarlo.Duele.Meduelemucho.Por favor,nome toquéis.Nodigáis

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nada.Gingersellevólamanoalabocaylebrotaronlágrimasdelosojos.En

cuantoestasresbalaronporlasmejillas,aparecierontodavíamás.Ari se tapó las orejas y empezó a balancearse adelante y atrás,

encerrada en su propio infierno que Gavin y Ginger eran incapaces decalmar,suavizaroeliminar.Ginger permaneció de pie, cumpliendo la terrible petición de su hija,

con los ojos inundados por la pena de unamanera queGavin no habíavistoenveinticincoaños.Desdequeperdieronelúltimohijonolahabíavistoconelcorazóntanroto.Gavinselevantócomopudo,altiempoquesufuriaseacrecentabapor

momentos.Larabialerecorríalasvenascomounapotentedrogayselenublabayoscurecíalavista.Diolaespaldaasumujeryasuhijaporqueno quería que ninguna de las dos viera sus espantosos pensamientosreflejados en su mirada. La sed de venganza. De violencia. De destruirhastalaúltimapersonaimplicadaentodoestesórdidoembrollo.Emitió un sonido atronador de pura furia de hombre, sonido que al

momentointentócontrolarcuandovioaAriponersetensa.—La luz—dijoentoncesGinger—.Esprobableque la luz también le

hagadaño.Gingercorrióhastalabombillaquecolgabadeuncableeléctricoyla

tocóunpocoparaaflojarlalojustoparaqueseapagara.Gavinsediomediavuelta,cerrandolosojosaltiempoqueeldoloryla

impotenciaseabalanzabansobreélcomounaolagigantesca.Golpeólosbarrotesdehierroque loencerraban,buscandounasalidaparaesafuriasalvaje.Ni siquiera sintió dolor cuando golpeó una vez tras otra con elpuñoelmetalchirriante.Aparecióelolorpunzantedelasangreyestasederramócálidaporsusdedos,cayendoalsuelobajosuspies.Ginger loabrazóporunladoy luegosedeslizóalrededordeélhasta

que lo separó de los barrotes que había estado golpeando. Con muchoamor,lecogiólamanoentumecidaconlasuyaylobesóenlosnudillosdestrozados.Entonces hundió el rostro en el pecho de Gavin para ahogar sus

sollozos.LetemblabatodoelcuerpoyGavinlarodeóconsusbrazosenrespuesta, abrazándola con fuerza.A continuación ocultó el rostro en elcabellodesuesposa,altiempoquesuslágrimashumedecíanlossedososmechones,mientrasel corazón,comoelde sumujer, se lepartíapor la

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mitad.Seabrazaronduranteunbuenratohastaqueseoyólavozapagadade

Ginger.—¿Quélehanhechoanuestraniña,Gavin?¿Quéquieren?Gavin acarició arribay abajo la espaldade sumujer enun intentode

consolarla,peronohabíaconsueloposible.—Nolosé—dijoenvozbaja—.¡Joder,notengoniidea!—¿Cómopodemosprotegerlasitenemoslasmanosatadas?—preguntó

Gingerconundolorcreciente.—Noescierto.Gavin y Ginger se volvieron al instante al oír la voz apagada y

monótonadeAri.Sonabacasicomo…unrobot.—¿Elqué,cariño?—preguntóGavincondulzura,aunquelahabíaoído

sin problemas. Lo que le pasaba era que no estaba seguro de a qué serefería.—Derribaré todo el edificio —aseguró Ari con tranquilidad, que se

giró paramirar a la cara a sus padres de formavoluntaria por primeravez.Asualrededorsedespertóycentelleóunpoderqueelectrificabahasta

elairedelacelda.Dondeanteselambientesiemprehabíasidosofocanteydifícil de respirar, ahora parecía estar cargado de electricidad, departículas que brillaban, con una brisa que se levantó de repente,incansable, trayendo una bocanada de aire frío como si alguien hubieraabiertounaventanaparadejarentrarelairedefuera.Losbarrotesempezaronatraqueteardeformainquietante.Elcamastro

seagitabadebajodeAri.Elsuelodehormigóntemblabaasuspies.Enelexterior de la celda, en las contiguas, almohadas, mantas e incluso unviejozapatodesparejadoseelevaron,convirtiéndoseenun remolinosincontrol antes de golpear contra los barrotes de hierro que acotaban eseespacioreducido.Ginger le dirigió a Gavin una mirada oscura de preocupación e

inquietud. Gavin sabía que su expresión no difería mucho de la de suesposa. Algo no iba nada bien. En la distancia, podían oír el sonido decristales que se rompían y una ventana que se desintegraba. El vientosoplabaenelpasillo,aullabadeformainquietantecomosifuerauntúneldeviento.—¡Gavin!—susurróGinger,mirandoaterrorizadaaAri.

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Gavin desvió la vista de los objetos que formaban un remolino en elaire,secentróensuhijaydeinmediatovioloquepreocupabaaGinger.AAri le sangraba la nariz y la sangremanchaba la desgastada sábana delcamastro.—Ari, cielo —dijo Ginger con un gran dolor reflejado en su voz.

Corrió juntoa suhijay se sentó lentamente enelbordede la camaconcuidadodenotocarla—.¿Sedebeaestotodalasangre?¿Tehanobligadoausartuspoderes?Pero la mirada de Ari estaba perdida en el infinito. Vacía, como si

estuvieraakilómetrosdedistancia.Estabaahí,peroalmismotiemponoestaba.—Los mataré a todos —exclamó Ari mientras sus ojos brillaban

sorprendentemente, si bien un momento antes parecían apagados y sinvida.Entoncesobservóasuspadres,enaparienciaconscienteporprimeravezdeloquelarodeaba—.YBeauvaavenir—selimitóaañadir.

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Treintaydos

Tras sumisteriosa afirmación,Ari se quedó dormida.Al principio conunos rasgos contraídos que se fueron suavizando a medida que sesumergía en un sueñomás profundo.Ginger estaba tumbada junto a suhija, mientras que Gavin paseaba sin descanso arriba y abajo en laconfinacióndelacelda,comounleónenjaulado.QueríasaberquédemonioshabíanhechoaAri,aunqueellahabíasido

incapaz de proporcionarles respuestas, y no iba a presionarla en esemomentoqueparecíatanfrágil.Sinembargo,entonceshabíapronunciadoesaescalofriantefrasealaqueGavinseguíadándolevueltasenlacabeza.Su voz no solo reflejaba determinación, sino también seguridad.

Confianza. Valentía. Y eso le asustaba a más no poder. ¿Qué demoniosestaba planeando hacer? ¿Y cómo podía él quedarse plantado sin hacernada?¿Cómopodíadetenerlaparaquenohiciera loquefueraquehacíaquesurostroreflejaraesaexpresiónimplacable?Eraunaexpresiónqueledejaba claro quenohabía nadaquepudiera hacer que se desviara de suobjetivo.Gavin cerró los ojos al tiempo quemurmuraba una oración para un

enteenelquenuncaanteshabíacreídohastaqueGingeryArillegaronasuvida.Creíadeverdadqueeranunregalodelosángeles.DeDios.Deunser superior. No importaba cómo se llamara. Gavin creía —creía deverdad—cuandonuncaanteshabíacreídoennadaapartedeloqueélsoloteníaelpoderdeconseguirenlavida.Ahora rezaba una oración sincera y ferviente a Dios para que

protegieraasumujeryasuhija.Loquelepasaraaélletraíasincuidado.Estabadispuestoadarlavidaporlasdosmujeresqueamabacontodassusfuerzasy sinpestañear.Sinembargo,noestabadispuestoapermitirqueningunadelasdoshicieranlomismoporél.Sacudió la cabeza al ver los derroteros por los que habían ido sus

pensamientos. Ari había estado inconsciente. Catatónica. Profundamentetraumatizada.Dudabaque recordara siquiera suspalabras al despertarse,aunquerezabaparaquesedespertaraprontoconelfindepodertenerlasrespuestasquetandesesperadamenteanhelaba.Aunque Ginger se encontraba tumbada en el camastro con Ari, no

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estabadormida.Estabatandespiertayalertacomoél.Arihabíasentidolapresenciadesumadreinclusoconlosojoscerradosysehabíaacurrucadocerca de ella mientras caía en un sueño profundo. Un sueño curativo,esperabaGavin.Ginger pasó los dedos por su larga melena, algo que siempre había

gustadoaAridesdequeeramuypequeña.Leencantabaquejugaranconsu pelo, que le acariciaran la cabeza. A menudo la había tranquilizadocuandosehabíadespertadollorandoenmitaddelanoche.Ocuandonoseencontrababien.—¿Mamá?La dulce voz de Ari llegó a oídos de Gavin y se giró buscando al

instanteasuhijaconlamirada.Aritodavíaledabalaespalda.Gingersehabíasituadoentreellaylapareddelaceldaparapodertumbarseconsuhijasininterferirensudescanso.—¿Sí, cariño? —preguntó Ginger en voz baja en deferencia a la

sensibilidadalsonidoqueteníasuhija.—¿Dóndeestápapá?—susurró—.¿Estáaquí?Gavin fue a responder y estaba a punto de acudir a su lado para que

pudieraverlo,perolassiguientespalabrasdeArilohicierondetenerseenseco.—Hay cámaras aquí. No pueden ver que estoy despierta, así que no

permitamosquelosepan—advirtióArisiguiendoconelsusurro—.Miraa papá para que yo sepa dónde está, pero no hagas ni digas nada quesugieraqueestoydespierta.Gavinsecontrolóycasinofruncióelceño.ElméritofuedeGinger,ya

que su expresión siguió siendo preocupada y reflexiva igual que en lasdos últimas horas en las que Ari había permanecido dormida. Ningunaemocióntraicioneraniatisbodepreocupaciónonerviosismosereflejabaensusrasgoscuidadosamentecontrolados.Ginger dirigió la vista hacia Gavin y mantuvo la mirada el tiempo

suficienteparaqueArisupieraconseguridaddóndeestaba.—Dile que no se mueva o, mejor, que siga haciendo lo que sea que

estuviera haciendo—siguió susurrandoAri, por lo queGavin tuvo queesforzarse para oírla—. Bueno, no, no se lo digas —se corrigióapresuradamente—.Puedenoírte.—Puede oírte, cielo —dijo Ginger sin ni siquiera mover los labios

mientrascontinuabaacariciándoleelcabelloyconlavistafijaenGavin,

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igual que había hecho durante todo el tiempo en que Ari habíapermanecidodormida.Gavin laviovisiblemente relajada.Nosehabíadadocuentadecuánta

tensiónconteníasupequeñocuerpohastaquelaviohundirseenlacama.—Haycosasparalasqueostenéisquepreparar—prosiguióAri.Gavinseacercóa lacama, talcomohabíahechovariasvecesdurante

las últimas horas y se agachó como si fuera a comprobar cómo estaba.Suspalabraslohabíanpreocupadoynecesitabaasegurarsedequeestababien.Soloconmirarlaycontocarlasabríaqueestababien.—¿Sehadespertadoenalgúnmomento?DirigiólapreguntaaGingeryseagachóparaacariciarconcuidadola

mejilladeAriconeldedo,otracosaquehabíahechomuchasvecesconpreocupacióndesdequesehabíaquedadodormida.Unas lágrimas brillaron en las pestañas de Ari y Gavin sintió una

presiónenelpechoporlaemoción.¡Joder!Habíatantascosasquequeríapreguntarle,tantascosasquenecesitabasaber.Peroteníalasmanosatadas.Estuvoapuntodeestallarporlaimpaciencia,peroseobligóaseguirconsu papel, a no desviarse del patrón que había desarrollado durante eltiempoenqueélyGingerhabíanvigiladoasuhijamientrasdormía.—Todavíano—dijoGingerenvozalta—.Estoypreocupada,Gavin.¿Y

silehanhechoalgoterrible?Esaera suchica, lista comoninguna.Gingerconsiguióencontraruna

formadeplantearaAritodaslaspreguntasquesemoríaporhacerleélsinquenadiefueracapazdedarsecuentadeloqueestabanhaciendo.—Tuvequedejarlos—dijoArisinmoverseni reaccionara lacaricia

de supadre, aunque las lágrimasquehabíavistounos segundosantes ledabanmuchainformaciónaGavin—.Escomplicado.Ari respiró con tranquilidad, con cuidado de no permitir que su

lenguajecorporalindicarademaneraalgunaquenoestabadormida.Tododependíadequesuscaptoresnonotaranelengaño.LosestragosqueibaacausarylavenganzaqueplaneabasobreelloscomolairadeDiosteníanqueserinesperados.A sus padres no iba a gustarles lo que tenía que decir. A su padre

especialmente no le gustaría nada saber que no podría participar en suplan,quesoloAriacabaríaconsusenemigos.Sola.—Quierenusarmispoderes.Yestossonpotentes,muchomásdeloque

podríamos llegar a soñar.Enmuypoco tiempo, he aprendido a realizar

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proezasdelasquenuncamehabríacreídocapazy,aunasí,séquepuedohacermuchasmáscosas.—¿Crees que han experimentado con ella? —preguntó Ginger a su

marido,desempeñandoasísupapelalaperfección—.¿Poresotodaestasangre?—Nolosé—murmuróGavin,inyectandolarabiaylaindignaciónde

unpadreensuvoz.—Sí —susurró Ari al tiempo que buscaba la mano de su madre

lentamente,laqueestabaenelespacioquelasseparaba.Consupadredepiedetrásdeellaysumadretancercadeellaenelestrechocamastro,nohabíaformadequelacámaracaptaraesesutilmovimiento.Apretólamanodesumadre,conteniendolaslágrimasenlospárpados.

Estos eran sus padres. Biológicos o no, estas eran las personas que laquerían,quelaprotegíanyquesiemprelaapoyaban.—Peroyoleshedejadohacerlo—prosiguióAri—.Loquetengoque

decir,loquedebéisoírdemíserámuyduroparavosotros.Ytodavíaserámásduroaceptarlo.Peroospidoqueconfiéisenmí.Simehabéisqueridoalgunavez,queséqueesverdad;sialgunavezhabéistenidofeenmí,queséquelahabéistenido…Entoncesconfiadenmíahorayescuchadloquetengo que deciros. —Ari respiró un poco para que su cuerpo no latraicionaraconunaemociónmayor—.Yaceptadloquedebohacer.La preocupación apareció en la mirada de su padre, un sentimiento

primitivoquesereflejóensusrasgos.Estabadeespaldasalascámarasysequedódepieun instanteantesde recuperar lacomposturayplantarsecomosi simplementehubiera compartidounmomento íntimoyprivadoconsumujerysupreocupaciónhaciasuhijaduranteunosminutos.—Les he dejado que me sobrecargaran —dijo Ari—. Han pasado

muchas cosas desde que desaparecisteis. He aprendidomucho sobremímisma.Sobremispoderes.Y todavíaquedamuchopordestapar.Muchopordescubrir.Y,aunasí,séquesoycapazdemásdeloquenuncahabríacreídoposibleAunque su madre no verbalizó su pregunta, Ari pudo verla en su

mirada.—Mehicieronunaseriedepruebasmuyfáciles—explicó—.Perome

obligué a pensar a propósito en cosas que me causarían una tensióninsoportableparaquepudieranvermeconunagransobrecargapsíquica,paraquemevieranexperimentandounahemorragiapsíquica.Necesitaba

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que se enfadaran o tal vez que se sintieran decepcionados e incluso quecreyeranquenovalíanadaparaellos.Almenoshastapoderencontrarteatiyapapá.Porque,cuandovuelvanapormí,queloharán,tenéisqueestarpreparados.Ydebéishacerexactamenteloqueosdiga.Eslaúnicamaneraquetengodepodermantenerosalosdosasalvocuandoderribeelrestodeestelugaryloreduzcaacenizas,llevándomeatodosesossádicoshijosdeputapordelante.Sumadreabriólosojoscomoplatos,aunqueenseguidabajólamirada

para ocultar su reacción.AunqueAri no podía ver ya a su padre, podíanotarlo cerca y pudo sentir la espiral de tensión repentina queexperimentó.Ibaencontradesusinstintosmásbásicospermitirdeformavoluntariaquesuhijasepusieraenunasituaciónpeligrosamientrasélselimitabaaesperarsentadoasersalvado.Élseríaelmásdifícildeconvencer.Teníaqueganarseasumadrepara

queellapudieraconvencerloasuvez.Miróasumadresuplicante,rogándolequelaentendiera,queempezara

aconfiarenAri,quetuvierafeenlashabilidadesdesuhija.GingeragarróconfuerzalasmanosdeArialylaapretóunpoco.—Adelante—lainstósumadresinmoverloslabios.—Soy muy poderosa —dijo Ari sinceramente—. Estos hombres no

están ami alturaynecesitoqueme creáis cuando lodigo.Necesitoquesepáis que estaré a salvo y que comprendáis que la forma en la que hellegadoavosotroshasidoelecciónmía.Teníaquesaberdóndeestabais,que todavía seguíais con vida. Porque, cuando llegue la hora, podrélevantarunabarreraprotectoraavuestroalrededor,perodebéisquedarosquietos.No importa loqueveáis, loqueoigáisni loquepenséis.Tenéisque permanecer aquí mientras destrozo todo el edificio a vuestroalrededor.Ari pudo oír el bufido de su padre y luego cómo se le aceleraba la

respiración. De nuevo, miró a su madre suplicante pidiéndole que laayudaraaconvencerasupadre.Sumadrevolvióaapretarlelasmanos,estavezcondecisión.Yloque

Arivioreflejadoenlosojosdesumadreladejópasmada.Eraamor,porsupuesto. Pero también confianza. Y un orgullo que brillaba como lasestrellas,enlosojosdesumadre.Leiluminabalacara,esculpidoencadarasgodesuexpresión.Aricontuvolaslágrimas,apretandolamanodesumadreyagarrándola

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confuerza.Simplementemanteniendoesevínculotangibleentremadreehija. Un vínculo como ningún otro. Irremplazable. Inquebrantable. Tanantiguocomolavidamisma.Realmentenohaynadacomoelamordeunamadre, incondicional, sólido, indefinible e infinito. Capaz de superarcualquierobstáculoytriunfarsobreloimposible.YAri triunfaría. Ella creía en símisma, igual que sumadre creía en

ella. No era un error de la naturaleza. No era un ser monstruoso quedebería ser estudiado, examinadoni controlado.Tenía una razónde ser.Ellaeraespecial.Había tardado veinticuatro años en comprender su razón de ser.

Aceptarlaeinteriorizarla.Noseasustaría,nilaeludiría,nilareprimiríanilaignoraríajamás.Formabaparteintegraldequiényquéera.Yahorapodíasalvaralaspersonasalasquequeríaylaspersonasque

laqueríanmásquenadaenelmundo.Lasangrenoteconvierteenfamilia.Elamor,sí.—Papá—llamó en voz baja, aunque no lo suficiente para que él la

oyera,perosíparaquesumadrepudierahacerlesaberdealgunamaneraqueteníaqueacercarseunpocoparapoderoírla.—Gavin,venaquí,porfavor—pidióGingerpreocupada—.¿Hasvisto

quesangraporlosoídos?¿Porquélepasaesto?Ariqueríasonreír.Entoncessintiócomolacalidezllegabaasucuerpo

fríocuandosumadreysupadrelaflanquearonunavezmás.—Papá—volvióasusurrar.—Estoyaquí—murmuróGavin.—Tienesqueprotegeramamá.Erauntrucosucioymanipulador,perosabíaquedebíaapelaralmacho

protector que había en su padre para que, aunque se viera obligado apermanecerquietoynopudieraayudaraprotegerasuhija,sindudanoharíanadaquepudieracausardañoasumadre.Gingersonrióentredientescomosisupieraexactamenteloqueestaba

haciendoAri.Pero,claro,sumadrelehabíaproporcionadoinformaciónútilalolargodelosañossobrecómomanejaraloshombres,sobretodosuego.—Tienes que asegurarte de que no se mueve cuando yo me vaya—

prosiguió Ari, con la intención de que ese punto le quedara claro a supadre—. Si se moviera un poco, si se formara un vacío entre los dos,

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entoncespodríasalirsedelabarreraypodríaacabarmuerta.Aunque estaba claro que estaba intentando hacer todo lo posible por

convencerasupadresobrelaobligatoriedaddequedarseatrás,nomentíasobrelanecesidaddeprotegerasumadre.Sumadreeraunatigresacuandoteníaquesalirendefensadesuúnica

hija, y que Dios los cogiera confesados si pensaba que Ari estabaindefensaoenpeligroo,peortodavía,heridaeindefensa.Másqueoírsintióelbufidodesupadrequereflejabaunaresignación

obligada.—Nunca ha sido cuestión de que no confíe en ti —le dijo su padre

ásperamenteyconlavoztomadaporlaemoción.Yhabíaalgomásensutonodevoz.Algoquelareconfortabahastala

médula,quehacíadesapareceresedolorosofríoqueahoraparecíaformarparte permanente de ella.Orgullo. Podía ver lo orgullosoque estaba deellasolooyendoesaspocaspalabras.Solíahablarasídesumadrecuandocharlaba con la gente, aunque tampoco era que tuvieran una gran vidasocialquedigamos.—Pase lo que pase, tenéis que saber que os quiero a los dos.No hay

nadiemásenelmundoquepreferiríatenercomopadres…comofamilia.Dejódehablarparanoacabardiciendoloquesabíaqueeraverdad.Compartían algomuchomás preciado que la sangre.Algo que nunca

volveríaadarporsentado.Compartíanamory familia.Queríacon todassus fuerzasqueBeause

convirtiera en parte de su familia. Su padre lo odiaría de entrada…porsupuesto. No estaría cumpliendo con sus deberes como padre si nofruncieraelceño,amenazaraeintentaraintimidaralhombrequenuncalepareceríasuficientementebuenoparasuhija.—Ynohaynadiemásaquienquisiéramoscomohijaapartedeti—dijo

sumadreorgullosa.Unavezmás,supadreseinclinóparabesaraArienlamejilla.Yluego,

mientrasseseparaba,susurró:—No vamos a despedirnos ni a decirnos que nos queremos como si

algunodenosotrosfueraamorir—lareprendió—.Portodoslossantos,Ari,sinovuelvesaestaceldaynossacasatumadreyamídeestesitio,teseguiré hasta el cielo y lucharé contra el mismísimoDios por ti. Ya tetendráélmásadelante.Pero,mientrasyoviva,tequieroamilado.Ari cerró los ojos y una sensación de paz cayó sobre ella como el

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mantomáscálidoyreconfortantedelmundo.—Cuandovenganapormí,estadpreparados—susurróconelcorazón

latiéndoleconfuerzanoporelmiedo,sinoporlaexpectativadeloqueseavecinaba—. Cuando me lleven, tenéis que permanecer juntos y sinmoveros del punto exacto en el que os vea por última vez. Es la únicamanera que tengo de salvaros. Confiad en mí. Tened fe en mí: no osdecepcionaré.

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Treintaytres

LlegaronantesdeloqueesperabaAri,perosealegró.Habíadescansadojunto a su madre, rodeada por su calor y su amor, y luego se habíadespertado, aunque había permanecido paciente y en silencio porque noqueríaquesepercataranaquellosobservadoressilenciososquesabíaqueestabanahí.Laúnicaconcesiónquehabíahecho fuedecir a suspadresqueestaba

bienaunqueunpococansada,perolohizoparalosobservadores.Porqueestabapreparada.Antesdemediahora,vinieronaporella.Los mismos dos guardias aparecieron por el pasillo, se detuvieron

frentealapuertadelacelda,ambosconpistolas,aunqueestavezerandeverdad.Oalmenosaellaleparecieronreales,conbalasrealescapacesdematarencuestióndesegundos.Sabíaqueeraunmensajesilenciosoparaquenoseresistiera.Yunmensajenotansilenciosoparasupadrecuandounodelosguardiasapuntóconlapistolaalacabezadesumadreyespetófríamenteasupadreque,amenosquequisieralamateriagrisdesumujeresparcidaporlasparedes,sequedaraquietoynocausaraproblemas.Tal comoAri les había pedido, en cuanto se rindió a los guardias y

decidiómarcharsesinoponerresistencia,supadreatrajoasumadrehaciasí,laabrazóconfuerzaysecolocarondelantedelcamastro.Cuandolaarrastrarondemalasmaneraspor lapuertadelacelda,Ari

miró hacia atrás para verlos. Memorizó cada marca y cada detalle,haciendo cálculosmentales de cómodebía ser la barrera que necesitabalevantarasualrededorparamantenerlosasalvodecualquiermal.Entoncessonrióymovióloslabiosdiciéndoles«Osquiero»justoantes

dequeunode losguardias laagarraradelbrazoy laalejaradelcampovisualdesuspadres.ParaArieracomplicadoactuarcomosiestuvieraresignada,aterraday

confusa,comosituvieramiedodeesoscabrones.Enverdadloquequeríaeradesataruninfiernosobreellosconunafuriaquenohabríanconocidoenlavida,enlapocavidaquelesquedaba.Pero se obligó a sí misma a ser paciente, sabiendo que todo debía

transcurrir sin complicaciones. Necesitaba estar lo bastante lejos de sus

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padres para que la mayor devastación tuviera lugar en el corazón delrecintoynoenlaperiferiadondeestabansituadaslasceldasydondesuspadresestabanencerrados.Secentróyseregocijóanticipandolaexpresióndesorpresaycómose

quedaríancuandoal final sedierancuentadeque lahabían subestimadotanto,quesehabíanmetidoconlamujerequivocada.Yapodíasaborearlavenganzaquelallenabadegozohastaelalma;unavenganzasinsombras,sinreprensiones.Nadadeloquealgúndíapudieraarrepentirse.Eradulce.Oesoeraloquedecían.Porqueelmundo seríaun lugarmejor singentecomoesa,gentea la

quenoleimportabarecurriramatar,intimidarydestruirparaconseguirsus retorcidos objetivos. Lo malo era que todavía no sabía cuál era suobjetivo principal, solo que querían usarla, por sus poderes, de unamaneraquesabíaqueseríamalvada.Podría decirse que ella era tan retorcida y malvada como ellos, y

suponía que algo de verdad había en ese sentimiento. Pero, a fin decuentas,susacciones,suconcienciaylasconsecuenciasdesusactoseranalgoentreDiosyella.Yellanoteníaningúnproblemaenresponderanteelpodersupremoquelehabíaconcedidosudon.Volvieron a llevarla al aséptico laboratorio de color blanco cegador

con los mismos dos gorilas —esta vez iba con Pete y Repete— y elsupuestoprofesionalmédicoservilquenodebíadetenermásestudiosdemedicinaqueella.—Y ahora qué —dijo con aire cansado y fingiendo agotamiento y

resignaciónmedianteeltonodevoz.La rata de laboratorio se frotó la barbilla de forma exagerada y la

examinódearribaabajoconunamiradaquedesbordabairritación.—Hastaahorahasresultadoserunadecepcióntotal—dijoenfadado—.

Y considerando el tiempo y dinero que se han invertido en conseguiraccederati,decirqueestamosdecepcionadosesquedarsecorto.—VayaporDios—profirióconunsarcasmopronunciado—.Nosabe

cómomeofendequeunaratadelaboratorioysusgorilaspiensenquesoyunadecepcióntotal.¿Quépasa?¿Esperabanquefueracapazdeconseguirlapazmundial?¿Oqueríanquearreglaralodelacapadeozono?Ah,no,espera,tambiénestánlosniñosquesemuerendehambreenÁfrica.Empezóausarlosdedosparaenumerarcadarazón.—Otalvezmequierenparaqueencuentreunacuraparalaenfermedad

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delÉbola.HahabidoalmenosdiezcasoscomprobadosenEstadosUnidosduranteelúltimomesmásomenos.¿Oacasoprefierenqueaniquileparaustedes todos lospaísesafricanosen losquehay infectadosporelvirusdelÉbola?—Paraalguienqueparecíaestardispuestaacualquiercosaparasalvara

sus padres, no has hecho gran cosa hasta ahora —dijo Pete, alias el«GorilaA»,enuntonohelado.Ari le sonrió de forma burlona, lo que le hizo fruncir el ceño en un

brevemomentodeconfusión.—No podéis tocar a mis padres —repuso con voz tranquila y una

sonrisadesatisfacciónenloslabios.—Estáclaroquelashemorragiascerebralestehansecadoelcerebro—

aseverólaratadelaboratoriosacudiendolacabeza—.Talvezhallegadolahoradeunademostración.SegiróhaciaRepete, alias«GorilaB»,ypronuncióunaordenque le

habríacongelado lasangreaArisinohubieraestadoseguradequeeracapazdedetenerlos.Ahora,másquenunca, igualquehabíapedidoasuspadresque confiaranen ella, teníaque tener fe en ellamisma.Nohabíamargen de error ni podía permitirse el lujo de perder la concentración.Eraelactodevalormásimportantedesuvida.Preferíamorirantesquefallarasufamilia.Encendieronelmonitory,parasualivio,suspadresseguíanplantados

enelmismopuntoyenlamismaposturaenlaqueloshabíadejado.Diolasgraciasensilenciodequehubieranconfiadoenellayrezóparaquenoreaccionaranantelasposiblesaccionesdeesegilipollas.Porquelascosasestabanapuntodeponersemuyfeas.ElGorilaAordenóatravésdesuradioqueejecutaranasumadrey,en

cuestión de segundos, sin ni siquiera abrir la puerta de la celda,aparecierondossecuacesenlaperiferiadelmonitoryabrieronfuego.Tres personas se quedaron con la boca abierta cuando las balas

rebotaronenunescudoinvisiblequeprotegíaasuspadres.Supadrehabíaabrazado de forma instintiva a sumadre y se había dado la vuelta pararecibirlasbalasencasodequeArifallara,peronosehabíanmovidodeloslímitesqueleshabíamarcado.GraciasaDiosporlaférreadisciplinadesuspadres.Laratadelaboratoriodirigiósufuriosamiradahaciaellayempezóa

avanzarconunajeringaenlamano.Susdosgorilastambiénempezarona

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cercarla.EntoncesAridesatósuspoderes.Todas las cosas que había imaginado mientras estaba tumbada en la

celda con sus padres se desarrollaron sin problemas. No se atrevió acerrarlosojosparaconcentrarseenloqueestabaintentandoconseguiratantadistanciaporqueseenfrentabaalaamenazarealdequeladrogaran,loque ladejaría impotente.El escudoque se levantabaalrededorde suspadresdesapareceríayellosmorirían.Decidió enfrentarse a los problemas uno a uno. Sus padres estaban a

salvo. Todavía tenía fe en queBeau acudiría a su rescate. Lo único quetenía que hacer era provocar una gran destrucciónmientras tanto. Y yamismo.Despuésdetodoloquehabíansufridosufamiliayellamismaporculpadeesoscabrones.Pensóqueibaaserdelomásdivertido.Surgió de ella una gran determinación que la envolvió con una

confianzaquenunca se habría imaginadoqueposeía.Y se preparóparasoltartodasurabiasobrelostreshombresquesuponíanunaamenazamásinmediataparaella.—No tenéis ni idea de a lo que os enfrentáis —dijo con una voz

tranquilayamenazadoraquenotemblabaniunápiceporelmiedo.LaArialRochester sumisa, tímidaydébil habíadesaparecido.Exacto.

Rochester,eseerasuapellido,suherencia.Lasangrenosignificabanada.Al fin y al cabo, mira adónde había llevado eso a Caleb, Beau y sushermanos. Habían tenido unos padres de mierda que no se habíanpreocupadolomásmínimoporellos.Perosuspadresadoptivoslehabíandadomás amor en veinticuatro años que el que recibe lamayoría de lagenteentodasuvida.—Esta es mi especialidad—advirtió el Gorila A fríamente—. Tengo

unacuentapendientecontigo,zorra.Ynocreasquenovoyadisfrutardecada segundo.La gente queme paga te quiere viva, y ahora que hemosconfirmadotuspoderes,tuprecioacabadedispararse,aunquenohaynadaquemeimpidadeseartumuerte.AntesdequeAripudierareaccionar,devolverlelosinsultosolanzarle

uncomentariocruelysarcástico,el tiposacóunapistolay lemetióunabalaenlanucaalaratadelaboratorio.AntesdequeelGorilaBpudierareaccionar,tambiénrecibióunabala.Enlafrente.Justoentrelosojos.¡Coño!Ay,Dios,ay,Dios.Joder,esecabrónacababadepillarlaporsorpresay

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lahabíadejadodesconcertada,yahorano teníani ideadequédemoniosibaahacer.«Hazteladura,Ari.Noimportaquenuncahayassidounatíaguay.Te

asustas a lamínima. Siempre te ha dadomiedo hasta tu propia sombra.Supéralo.Yanoeresesachica».—Vaya,gracias—dijoellaconuntonoalegremientraslacabezaleiba

amil por hora sopesando las posibilidades. Sumemoria fotográfica seactivóalmomento.Sí,eraútilensuprofesióndemaestra,aunquenocreíaquefueraposiblevolveraejerceresetrabajo,yahoralesalvaríalavidaporquesucabezaprocesaba todas lasposiblessituacionesa lavelocidadde un ordenador, desechando las que tenían unamenor probabilidad desucederyasimilandolasqueteníanmáspapeletas.Eltipoentrecerrólosojosaloíresaextrañarespuesta.—¿Qué?—preguntó Ari—. ¿No estás acostumbrado a que te den las

gracias?Mimadremehaenseñadoasereducada.Teacabasdecargarados de los tíos demi lista. Si fueras ahora tan amable de dispararte a timismo,podríatacharotronombredelalistaydejarloporhoy.Loestabahaciendofatalintentandoocultarsumiedoysuhisterismo,y

esecabrónlonotaba.Dehecholesonrió.Eraunasonrisamalvadadignadel villano de cualquier película. También podían ser los personajesprincipalesdeunapelículade ciencia ficción. Joder, eraunapelículadeverdadporque¿quiénnaricesibaacreersetodaesamierda?Sumadrelelavaríalabocaconjabón.Porloqueparecía,haberpasado

tantotiempoconBeauysuscompañerosdetrabajolahabíaconvertidoenunamalhablada.Nuncahabíamaldecido tantoen toda lavidaapesardelapegodesupadrealapalabra«joder».—Lo que creo es que estás muerta de miedo, Arial—dijo con tono

burlón—.Nopareces tanvaliente ahoraque tienes sangre en lasmanos.¿Estabas fingiendo? ¿O de verdad pensabas matarnos a todos a sangrefría?—Puedesestarsegurodequesí—repusodejandoentreverlarabiaen

sus palabras—. Y no pienso tener ni el más mínimo remordimientocuando te envíe directo al infierno, de donde saliste reptando. Esta vezesperoquetequedesallípudriéndotedurantetodalaeternidad.El tipo aplaudió con un sonido irritante que la sorprendió; sus ojos

reíanyseburlabandeellasincesar.—Mirayaprende—espetóAri—.Nuncacabreesaunamujerquetiene

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elpoderdearrancarteloscojonesyobligarteacomértelosluego.Aricaptólamiradadesorpresadelhombreenelmomentoenquesalió

disparadoporlosaireshaciaatrásychocócontralaparedavariosmetrosdedistancia.La fuerza con laque lohabía arrojadovolandopor la salahizoqueelimpactoretumbara.Arisesentíasatisfechaypensóquehabíallegadosuturnodeburlarsedeél.—Es increíble cómo se acojonan los tíos cuando ven que su pajarito

está en peligro —ironizó alargando las palabras—. Apuesto a quetampoco tienes gran cosa ahí abajo, así que imagino que nome costarámuchoseparartedetupequeñoamiguito.Con expresión pensativa inclinó la cabeza a un lado justo antes de

levantarloporelaireyestamparlocontraeltecho.Lomantuvoallíarriba,clavadocontraeltechocomosiestuvieraatrapadoenlateladeunaaraña.—Aunquemispoderestienensuslímites—dijodivertida—.Tengoque

imaginar para poder manipular, y si no hay gran cosa con la quetrabajar…Bueno,yasabescuáleselproblema.Al tío le ardía la mirada por la furia, pero, a continuación y

extrañamente,suexpresióncambióaunadetriunfo.AArilerecorrióunescalofrío por la espalda justo cuando una sobrecogedora urgencia deesquivaryreaccionaraladefensivaseantepusoatodolodemás.Cayódegolpeyefectuóunpotentebarridoconunapierna,rotandoaciegashaciaatrás.Chocócontraalgoduroysintióundolorquelesubíaporlapierna.A

juzgarporlapalabrotafarfullada,asuasaltantelehabíadolidomásqueaella.Dividirsuconcentraciónentredosobjetos,omejordichopersonas,eramásdifícildeloquehabíaimaginado.ElGorilaA, todavíasuspendidodel techo,cayómediometroantesde

queArilovolvieraalevantar,peroesemomentodedesconcentraciónlecostócaro.Unpuñolagolpeóenlamejillaylaenvióunosmetrosatrás.Elmuycapulloteníapuñosdeacero.Se llevó la mano a la mandíbula y se la masajeó mientras se

concentrabaenmanteneralhombrequemáslaasustabadondenopudieracausarle ningún daño mientras planeaba su ofensiva contra su nuevoasaltante.Encontróconlamiradalapistolaconlaqueeltíoqueestabaatrapado

en el techo había disparado a la rata de laboratorio y al Gorila B.Evidentemente, se le había caído cuando lo había estampado contra la

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pared.RecordandoloquelehabíadichoBeausobrelasGlock,rezóparaqueesapistolalofueratambiénynotuvieraqueaveriguarcómoquitarleelseguromentalmente.Aunquepuedequeelgorilanolohubieravueltoaponerdespuésdemataralosdoshombres.Ahora que estaba dividiendo de verdad su energía mental entre tres

cosas, descubrió que era mucho más complicado recuperar la pistolasituadaalotroladodelasala.Lapistolaseacercódeformaerráticaporelsuelo,dandogolpesy rebotando.Ari seestremecióesperandocon todassusfuerzasquenosedispararaporque,siteníaquebloquearunabala,yapodíadespedirsedesusotrosobjetivos.Al final la pistola se levantó del suelo y flotó hacia ella, sin que su

nuevoasaltantelaviera.Sinembargo,elgorilagritóparaadvertirloyelhombresegirójustoatiempodeverlapistolaflotandofrenteasucara.¡Mierda!Eltíointentóagarrarla,perosusreflejos,osuinstintodesupervivencia,

entraronen juego. Imaginó lapistolaapuntandoalhombrodelaquel tíoporque, joder, era incapazdeconvertirseen laasesinaa sangre fríaquecasisehabíaconvencidoasímismaquepodíaser.Lapistolasedisparóyelhombrecayó,sujetándoseelhombroamedida

que la sangre brotaba con rapidez, deslizándose entre sus dedos ytiñéndolotododerojo.Volteóalgorilaenelaireysaliócorriendodelasalaasabiendasdeque

todavía le quedaba mucho por hacer antes de poder dar la cosa porfinalizada.Dejóalgorilaeneltechotrascolocarloenuncompartimentomentalyleordenóconfirmezaquesequedaradondeestaba.Entonces se dio cuenta, con gran horror, de que había pensado que

debíadividirsuatenciónentretrescosascuando,enrealidad,teníacuatrocosasdesarrollándosedemanerasimultánea.¡Suspadres!Diossanto.¿Ysielescudohabíafallado?¿Ysiloshabíamatadoporque

habíapasadodemasiadotiempoconcentradaennomataraalguienqueenrealidad sí que se lo merecía? Su conciencia y ella iban a tener unaconversación cara a cara cuando todo esto acabara. Porque estaba claroquetenerconciencianolesalvabalavidaanadie.Entodocaso,tedejaendesventajaclaraenlacadenaevolutiva.Suplan tendríaquecambiarsobre lamarcha.Nopodíaecharabajoel

edificio y reducirlo a cenizas con todos dentro si sus padres eran

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vulnerables.Mierda.¡Noeranadabuenaimprovisando!Al salir antes con los perros guardianes había grabado los tortuosos

corredores en su memoria —gracias otra vez, memoria fotográfica—porquesuprimertrayectoconellosnolohabíarealizadoprecisamenteenlasmejorescircunstancias.Tardólostresminutosmáslargosdesuvidaenllegarallargopasillo

quealojabalasviejasceldascarcelarias.¿Quédemonioseraeselugarenel que estaban? ¿Qué era ese escalofriante edificio que tenía unlaboratorioyceldas?Corríaatodaprisaaltiempoquecontabalasceldas,hastaquesedetuvo

delantedelaqueencerrabaasuspadres.Lapuertaestabaabiertadeparenpar y no solo no había ninguna burbuja protectora, sino que no habíarastroalgunodesuspadres.Loqueviohizoqueselehelaraelcorazónyqueelmiedolerecorriera

lasvenascomounreguerodepólvora.Habíavarios charcosde sangre; una cantidadmortal de líquido color

escarlatacubríaelsueloexactamenteenelpuntoenquehabíaindicadoasuspadresquesequedaran.Sangrefresca.Peoraún,habíaunreguerodesangrequeibadesdeelpuntosituadodelantedelcamastrohastalapuertay, cuandomiró hacia abajo, se dio cuenta de que seguía por el pasillo.¿Quédemonioshabíanhechoasuspadres?¿Leshabíandisparadoyluegoloshabíanarrastradohastaalgúnlugardesconocido?Mientrasellaestabasiendosarcásticaymordaz, regodeándoseconlas

mofas hacia sus enemigos, sus padres habían quedado desprotegidosporquenoeracapazdeencargarsedevariascosasalmismotiempoconsuspoderesreciéndescubiertos.Una gran desesperación, un dolor punzante y… una rabia enorme le

inundaron la cabeza y la arrastraban en una especie de ola de agonía.Había fallado. Les había prometido que podía hacerlo. Les había hechojurarqueconfiaríanenella.Yleshabíafallado.Conunagrandesolaciónyunvacíoque leembargabaelalma,sedio

mediavueltalentamentealtiempoquesusojossehumedecíanynotabaelcalor que emanaba de ellos. De forma automática, volvió a recorrerpasillos,curvasygirosquelallevaríandevueltaalcentro.QueDioscogieraconfesadoacualquieraquesecruzaraensucamino.

Atrás habían quedado su conciencia y su aprensión a matar de forma

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rápida y eficaz. La consumían la venganza y las ansias de represalias.Podíasentirlavenganza,saborearla.Laenvolvíaconsufríoydesalmadoabrazo.Un sonido la alertó de la presencia de hombres en el pasillo. Se

plantaron frente a ella. Era una emboscada. Levantó la mirada helada,completamente imperturbable ante el rastrodebalas por todo el pasillo.Pero lasbalas rebotabanenella,enelescudoquehabía levantadosinnisiquiera tener que concentrarse en crearlo. Ari vio miedo en sus ojoscuandopercibieronqueeraintocable.Eseseríaelúltimopensamientoquetendrían.Selimitóapartirleselcuello.Solohizofaltaunfogonazomentaldesus

poderesparaquecayeranal suelo.Apartó aunoconelpiepara abrirsecaminoentre ellos sindarlesniunminutomásde atenciónde laque semerecían.Ibanapagarpor loquehabíanhecho.Lopagarían todos.Empezando

por el cabrónque seguía colgadodel techodonde lo había dejadounosminutosantes.

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Treintaycuatro

—Vamos a entrar por sorpresa —anunció Beau con determinaciónmientraselprototipodehelicópterosilenciosoaltamentesecreto,quenoestabaregistrado,sobrevolabalatierra,meciendolascopasdelosárbolesy trasladándoseaunavelocidadvertiginosa—.Hayquehacerlorápidoylomás limpio posible hasta que saquemos de ahí a Ari y a sus padres.Cuando los hayamos encontrado y estén a salvo, propongo echar abajotodoeledificio.—Claroquesí,joder—murmuróZack.—Voto por lo mismo —dijo Eliza al tiempo que el ceño fruncido

oscurecíasuspreciososrasgos.Daneselimitóaasentirmientaslosotrosdosagentes,IsaacyCapshaw,

levantaron los pulgares en señal de aprobación, lo que se sumaba a ladecisiónreflejadaensusmiradas.Todos ellos estabandeseososde revanchadespuésdel falloquehabía

desembocadoenelsecuestrodeAri.Eraunamanchaensuhistorialyunduro golpe para su orgullo haber sido derrotados en su propio terreno.Porsegundavez.Cuando todo esto hubiera acabado, Beau disfrutaría al máximo

derribandoesemalditoedificioqueloúnicoquehabíaconseguidohabíasidohacerdañoalagentealaqueamaba.YsiteníalagransuertedetenerunfuturoqueincluyeraaAri—deseabacontodassusfuerzasnotenerqueenfrentarseaunadecepcióntotal—entoncesconstruiríaunafortalezaqueharíaquelaseguridaddeFortKnoxparecieraunjuegodeniños.Ari siempre necesitaría estar protegida ante el ojo público y los

fanáticosquequerríanhacerseconsuspoderesyusarlosparasuspropiosobjetivosretorcidos.Nidecoña.Nomientrasélsiguieraconvida.IgualqueCalebhabíacerradofilasentornoaRamieyeraimplacable

protegiéndola,BeauibaahacerexactamentelomismoconAri.PuedequenohubieraentendidoelexcesodecelodesuhermanorespectoaRamieenelpasado,peroahora loentendíaa laperfección.Se identificabaconél.Iba a pasarse lo que le quedara de vida manteniendo a Ari a salvo acualquierprecio.—Ya casi hemos llegado—anuncióDane con unamirada despierta y

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lista para la misión que se avecinaba—. Todo el mundo debe estarpreparado para salir cuando lo ordene. Tiene que ser rápido porquemientras bajemos del helicóptero por las cuerdas seremos objetivosfáciles.Dane, con sus innumerables contactos, lamitad de los cuales todavía

dejaban a Beau perplejo, había conseguido hacerse con un puñeterohelicópteromilitarsilenciosoinvisiblealosradaresyqueparecíasacadodeunapelículafuturista.«Hay que tener amigos hasta en el infierno». Esa era la frase de

cabecera de Dane y una que solía soltar cuando le preguntaban cómocarajohabíaconseguidohacerseconalgoquelamayoríadeloscivilesnisiquiera sabría nunca que existía, ymenos aún que llegaran a ver en lavida.Zack, que dirigía la misión de reconocimiento del complejo

parcialmente subterráneo del desierto de Mojave, había cogido planosescaneados de vigilancia terrestre y aérea. Usando un dispositivo debúsquedaporcalordealtatecnologíaclasificado,habíansidocapacesdeidentificartresseñalesdecalorjustounashorasantes,enlaperiferiadelcomplejo donde estaban alojadas las viejas celdas carcelarias. Y Beaupudo confirmar que Ari era una de esas fuentes de calor detectando suubicaciónconeldispositivodeseguimientoimplantado.GraciasaDios,almenoshabíaconseguidoestoantesdequetodosefueraalamierdaodeverdadseríacomobuscarunaagujaenunpajar,yseestremeciópensandoenqueAripodríaestarenunlugardesconocidoyélnotendríanilamásmínimapistadepordóndeempezarabuscarla.Eledificiohabíasidounmanicomioenelsigloxix.Luegoseañadieron

lasceldasaprincipiosdelsigloxxcuandoelhospitalsehabíaconvertidoen una cárcel demáxima seguridad para delincuentes con enfermedadesmentalesyextremadamentepeligrososparalasociedad.Ellugareraescalofriantedecojonesyllevabadécadasabandonado.O

eso decían los registros. Era propiedad de una corporación que nocotizaba en bolsa y no había ningún registro público de la empresa queapuntara a otra empresa fantasma. Sin embargo, las cosas se pusieroninteresantes cuando Eliza descubrió un vínculo entre PRI y la empresaficticiapropietariadelasinstalaciones.PRI, Psychic Research Incorporated, había subarrendado la propiedad

principal, además de media decena de edificios anexos situados en el

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extenso terreno de cuatrocientas hectáreas. ¿No era demasiadacoincidencia?Aparentemente, esa especie de fundación de investigación no solo

cultivabayexplorabafenómenospsíquicos,sinoquehabía invertidounaingentesumadedineroenunprogramadecríadisfrazadode fundacióndegestaciónsubrogadallamadoCreativeAdoptionSolutions.Beau tenía la horrible impresión de que Ari era producto de ese

programadecría;y,loqueespeor,cortesíadelasincreíblescapacidadesdepirateodeEliza, una investigaciónmás a fondohabíadescubiertouncomplicado registro muy bien oculto de inversiones sustanciales en lafundaciónporpartedelpropioFranklinDevereauxenpersona.¿Cómo explicar a Ari que no solo era producto de un nacimiento

experimental, sinoquesupadrehabía tenidounpapelsignificativoen lafundación de dicha investigación? De repente, la asociación de GavinRochester—yconsiguientevisitaalpadredeBeaujustoundíaantesdelassospechosasmuertesdesuspadres—nosoloparecíaalgoplausible,sinomuyprobable.NielpadredeBeaunieldeArieranprecisamenteungranejemplode

los principios fundadores del capitalismo y del éxito a la vieja usanza:matarseatrabajarparaganarselavida.No,esosdoshombresestabantanmetidosennegociossuciosquenuncahabríansuperadounainvestigaciónafondosinimportarlobienquehubierantapadosurastro.LacuestiónerasielpadredeArihabíaparticipadodealgunaformaen

la prematura muerte de los padres de Beau. Cada vez aparecían mássupuestas coincidencias, y eran bastante pasmosas. Le repugnaba laparticipacióndesupadreenalgotanrepulsivoymalvado.Perotambiénleparecíaque,cuantasmáscosasdescubríasobreeltipodehombrequeerasu padre, más se daba cuenta de que solo estaba viendo la punta deliceberg,yasaberenquénegociosinfameshabríaparticipado.Beaususpiróanteesegigantescodesmadredeproporcionesépicas.Si

conseguían recuperar a los padres deAri con vida, la bomba sobre lasverdaderascircunstanciasdelnacimientodeAriyelpapeldesupadreentodo ese asunto sórdido iba a convertirse en un gran obstáculo quetendríanquesuperarBeauyAriensurelación.Ari tendríaqueperdonarmuchas cosasyya estaba esforzándosepara

recuperarsedelestupordedescubrirquenoerahijabiológicadeGavinyGinger Rochester. La otra información podría resultar demasiado para

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unamujerqueyaestabaapuntoderomperse.—Ahorasolotengodosseñalesdecalor—dijoZackcongravedad—.

No se hanmovido enmedia hora.Están en elmismopunto.Totalmentequietos.Memosqueamucho.BeaumaldijoporquenoteníatiempodecomprobarlaposicióndeAri

en el complejo, ya que estaban a unos segundos de entrar en acción.Suúnica opción era entrar y poner patas arriba todo el edificio hastalocalizarla.Losdemás seprepararonparabajardelhelicóptero aunosmetrosde

donde estaban situadas las celdas. Era el lugar más apropiado paraencerrara losprisioneros,aunqueahorasolohabíadosfuentesdecalorvisibles,cuandoanteshabíahabidotres.Beau debería haber sabido que no iba a ser nada fácil. Se le había

aceleradoelpulsocuandosupoquehabíatrespersonasenunaúnicacelda.Leparecía demasiadobonito para ser verdad.PeroAri había estado ahíconotrasdospersonasy sus señalesde calordejaban claroque estabantodosconvida.Elcalorequivalíaavida.Habíanplaneadoentrarpegandotiros, sorprendiendoyatemorizandoa losdedentro,causando lamayorconfusión posible, provocando explosiones para que esos cabronesperdieran totalmente la orientación y no tuvieran ni idea de por dóndeestabanllegandoBeauylosdemás.Se obligó a calmarse. Cada cosa a su tiempo. Si los padres de Ari

estabanenlacelda,entrarían,pondríanasalvoalosdosprisionerosylosprotegeríanparaquequedaranfueradelalíneadefuego,yentoncesBeauregistraríatodoelcomplejopalmoapalmohastaencontraraAri.Cuandohubiera comprobado que estaba a salvo, no le importaba unamierda loquelespasaraalosdemás.Ensuopinión,todasesasinstalacioneseranunlugar inmundo y retorcido, y el mundo sería un lugar mejor sin ellas.Porque,siArihabíaformadopartedeverdaddeunprogramadisfrazadocomoorganizacióndegestación subrogada, lo lógico era pensar que lehabía pasado lomismo a otros. Si acabar con el edificio y los hijos deputa responsablesde tantodolorpodía salvar aotraspersonas, entoncesconmásrazónarrasaríaeselugaryloconvertiríaencenizas.Una vez que el helicóptero estuvo en posición, Beau y los demás

descendieron rápidamente por las cuerdas hasta el suelo mientras elhelicóptero los sobrevolaba. En cuanto estuvieron listos, el helicópteropartióhaciaelpuntodeencuentroacordado,unazonaseguradesignada,

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fácilmente defendible, y donde podían estar seguros de que Ari y suspadresestaríanasalvo.Ataviadosdearribaabajoconequipomilitar,corrieronhaciaelmuro

exteriordelaceldaenlaquehabíanregistradolasseñalesdecalor.DaneyZack colocaron con rapidez los explosivos que abrirían un hueco deentrada lobastantegrandeeneledificioparapoderentrary,consuerte,saliralmenosconlospadresdeAri.Entreintasegundos,losexplosivosestabancolocadosyDaneindicóa

todos que se pusieran a cubierto. En cuanto todo el mundo estuvoprotegido,Zackdetonólosexplosivosyunaexplosiónpotentesacudióelsuelo.Ungranpedazodelmurodepiedradesaparecióentreunanubedepolvoy cascotesy, ya antesdeque sedisipara,Beau sehabíapuesto enmarcha,al tiempoque losdemássepusieronenposicióny losiguieronunoaunoatravésdelagujeroparaentrarenaquellaespeciedemazmorralúgubreyhúmeda.LoprimeroqueoyóBeauencuantosalierondelaceldahaciaellargo

pasillofueronunostiros.Veníandecerca.¡Mierda!Seoyóungritodemujerquerompióelsilencio.Luegomásdisparos.A

Beauelpulsoleibaamilporhoraeindicórápidamentealosdemásqueestuvieranpreparados.Se dispersaron, recorriendo a toda prisa el pasillo en dirección a los

tirosyalgritoaterradodemujerquehabíanoído.Almenosesoesperaba:queelgritofuerademiedoynodedolor.Cuandollegaronalapuertaabiertadelacelda,lesrecibióunapavorosa

visión.GavinRochesterhabíaacabadocondoshombresarmadosyestabaapuntodedesarmaralúnicoasaltantequequedaba.Cuando el hombre consiguió soltarse de Gavin y se abalanzó sobre

Ginger,Beaunolodudó.Lemetióunabalaalatacanteenlacabeza,quecayó como un saco de patatas a centímetros de donde estaba Ginger,pálida, helada, con los ojos abiertos como platos por la sorpresa y elmiedo.ElatacantellevabaenlamanounanavajamortíferaqueclaramentepretendíausarparaacabarconlamadredeAriy,sinohubierasidoporlarepentinaaparicióndeBeau,talvezelhombrehubieralogradoteneréxitoensudesesperadointentoderajarlelagarganta.Gavinsegiródegolpeconunamiradafríay furiosa,preparadopara

enfrentarse a la nueva amenaza. Su presencia era realmente impactante,

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inclusoaunqueestuvierasangrandoporvariasheridas.—¡Tranquilo!—gritóDane—.Estamosdesuparte.BeaudiounpasohaciaélytuvocuidadodenoprovocaraGavin,que

teníamuyclaroquenoibaapermitirquelehicierandañoasuesposa.—Arinosha llamado—dijoBeauconcalma—.SoyBeauDevereaux.

Estossonmishombres.Tenemosquesacarlosdeaquíahoramismo.Gavin se relajó visiblemente y un miedo absoluto sustituyó su furia

anterior. Ginger corrió a sus brazos llorando y ocultó el rostro en supecho mientras sollozaba. Gavin acarició con ternura la cabeza de sumujer con la mano al tiempo que la abrazaba con fuerza. Levantó lamiradahaciaBeauy labrutalangustia,miedoyemociónquevioensusojoseranabsolutos.Beaucasiseestremecióalveresedolortanrealenelrostrodelhombre.—Ari—dijoGavin con voz grave—. Tienes que encontrarla. Has de

salvarla. Ella misma dejó que se la llevaran. Quería que se la llevaranporqueplaneabadestruirtodoesteedificio.Nosindicóasumadreyamíque nos quedáramos en un punto quietos para poder protegernos. Notengo ni idea de cómo pensaba hacerlo, pero levantó una especie decampo de fuerza alrededor de nosotros. Esos cabrones nos dispararon,perolasbalasrebotaron.La incredulidaderaevidenteensu tonodevoz,peroBeause limitóa

asentir porque ninguna de estas informaciones lo pillaba por sorpresa.HabíasidotestigodeprimeramanodelopoderosaqueeraAri.ABeauleasaltóelmiedoporqueestabaclaroquesehabíaabiertounabrechaenelescudo protector, lo que significaba que Ari había flaqueado en algúnmomento. Se quitó de la cabeza cualquier pensamiento paralizante yaterrador de que Ari pudiera estar incapacitada. Herida. Muerta. Nopodía…noseguiríaporahí.—Haymuchascosasqueustedesnosabensobreelpoderdesuhija—

dijoBeau—.Ahora tenemos quemarcharnos y necesito queme cuentencualquiercosaquesepanyquepuedaayudarnosaencontraraAri.Peroustedysumujerdebenpermanecerlejosdetodoyasalvo.CuandoGavinempezóaprotestar,Beaulehizocallardeinmediato.—Con todoel respetodelmundo, señor, si quiere a suhija, si quiere

que esté sana y salva, entonces irá conmis hombres y semantendrá almargen. No podemos permitirnos ninguna distracción ni estorbos, yustedesseríanambascosas.Déjenoshacernuestrotrabajo.Nodescansaré

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hastatraerladevuelta.Esta última declaración de intenciones le salió del alma. No eran las

palabras de un hombre que se limitaba a hacer su trabajo.Habíamuchaemociónenesaspalabras,perosalierondesuslabiosdesdeelfondodesucorazón,altiempoqueladeterminaciónlelatíacontantafuerzacomoelpulso.GavinparpadeóymirócondurezaaBeauenrespuestaasuelecciónde

palabras.Entrecerrólosojos,casicomosiestuvieraintentandodescubrirelverdaderointerésdeBeauysiesteerapuramenteprofesionalosieramás…personal.Ginger alzó lamiraday ladirigió al hombreque acababade afirmar

quesalvaríaasuhija.LoestudióenprofundidadmientrasloshombresdeBeaulosrodeabanyempezabanaacompañarloshacialapuerta.GingersedetuvocuandopasójuntoaBeau,haciendocasoomisodelos

esfuerzosdesushombresporquesiguieranandando.SeacercóyletocócondulzuraelbrazoaBeau.—¿Quéesmihijaparausted,señorDevereaux?—preguntóconcalma.—Loes todo—respondióBeaucon franqueza sinni siquiera intentar

disimular su propia vulnerabilidad y la inmensa emoción que estabaseguroquesereflejabaensusojos.Enotromomentohabríadeseadoque se lo tragara la tierra antesque

pronunciarunadeclaracióntanpersonalysinceradelantededospersonas,que eranmeros extraños para él, y de todo su equipo de profesionales.Peroahoramismonoleimportabaunamierdaporque,joder,ellaloeratodo.Erasutodo.Sinella,suvidaestaríaincompletayleimportabaunamierdaquelosupieraquienfuera.Gingerleapretóelbrazoy,parasusorpresa,sepusodepuntillasylo

besóenlamejilla.—Creo que mi hija no podría estar en mejores manos—susurró—.

Devuélvamela sana, señor Devereaux. Se lo ruego. Traiga de vuelta anuestraniña.BeautocóconcariñoelcodoaGingeraltiempoquelacondujohacia

elpasilloparaquepudieranllevarlaaunlugarseguro.—Latraerédevuelta—prometióBeau, incluyendoalpadredeArien

sumiradafirmeyresolutiva—.Tienenmipalabra.Encuantollegaronalaceldaenlaquelosexplosivoshabíanabiertoel

boquete en el muro, el suelo empezó a temblar, haciendo que Ginger

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estuviera a punto de caer al perder el equilibrio. Gavin la sujetó y lasostuvo con fuerzamientras todosmiraban a su alrededor con caras deincredulidad.Todo el edificio empezó a temblar. Las paredes vibraban. Empezó a

levantarsepolvoyaalzarseen remolinos.Losobjetosempezaronadarvueltasenelaireenuntorbellinoqueparecíauntornado.Enladistancia,se oyeronunos fuertes sonidos de grietas abriéndose y fragmentándose.Seoyerongritosdemiedoamortiguadospormástemblores.El sonido de hombres adultos que gritaban demiedo y dolor le hizo

sentirunescalofríoquelehelóloshuesosaBeau.Elsuelovolvióalevantarsebajosuspies.Enelhormigónaparecióuna

grietaqueempezóaabrirsecaminorápidamenteporelsuelo,alargándoseyensanchándosecadavezmás.Comosifueraunatelaraña,empezaronaaparecer grietas demenor tamaño en el suelo que se abrían camino entodasdirecciones.Era comoestar presenciandoun terremotodeverdad.Unodelosfuertes.Beau sintió una inquietud por todo el cuerpo al tiempo que buscaba

nervioso con lamirada aZack.La expresión seria deDane reflejaba loque todossabíanyaqueestabapasando.Solo lospadresdeAriparecíanconfusos y vacilantes sobre lo que estaba sucediendo. Pero todos losdemáslosabían.LospoderesdeArihabíansido liberadosyestoerasoloelprincipio.

Beau sabía que el alcance total de su don todavía no se había puesto apruebayqueellaeracapazdemuchomásdeloquehabíademostradoenunperíodomuybrevedetiempo.—Mierda—maldijoBeau.—¿Quépasa?—preguntóGavin.—¿Quéestápasando?—gritóGinger.La desesperación era evidente en los ojos de ambos. Miedo.

Preocupación por su hija. No tenían ni idea de lo que Ari podía hacer.Ellossolohabíanvistounamínimapartede todoelpotencialdesudon.Incluso el propio Beau estaba seguro de haber visto solo la punta deliceberg y de que ahora, sin restricciones, la ira de Ari podía ser algoterrible.Conlaamenazadelasvidasdesuspadrespendiendodeunhilo,laira

deAri no conocería límites.Nohabíanadaqueno estuvieradispuesta ahacerpara salvar a la gente a laquequería.YBeau estaba aterradopor

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ella.Porqueaunqueellaseestabarecuperandomuybienydominabacadavezmásladirecciónyrumbodelincreíblealcancedesuscapacidades,eraextremadamentevulnerablejustodespués.Podíamorirdeunahemorragiacerebralgeneralizadaosufrirunataquedelquenuncaserecuperaría.Laprobabilidaddesufrirunalesióndebilitanteeraextremadamentealtay,amenos queBeau la encontrara con rapidez, no podría hacer unamierdaparasalvarla.—¿Quéestápasando?—rugióGavin—.¿Mihijaestáenpeligro?BeaumiróhaciaGavinmientrassalíanporelboquetedelaparedyse

situaban en el exterior del edificio tambaleante. Fragmentos del tejado,cristalesdeventanasrotaseinclusotrozosdelexteriordepiedraestabanesparcidosportodaspartes.Ariestabaderribandoeledificioytodoloqueseencontraraporelcamino.Yellaestabadentro.—Señor,suhijaeselpeligro.

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Treintaycinco

Beau tardó unos valiosos minutos —minutos que no tenían— enconvenceromásbienenordenaraGavinRochesterquesequedaraenelpunto de encuentro con sumujer, el piloto y una Elizamuy reticente ydisgustada.DanehabíainsistidoaElizaparaquesequedaraallí,peroellanoestaba

deacuerdoconesadecisión.EntrecerrólosojoshastaqueseconvirtieronendosranurasbrillantesyBeautuvoqueoírmásdeunapalabrotadesuslabios. Pero cuando Dane le dio la vuelta a la tortilla explicándole quetenía que haber al menos dos personas en el punto de encuentro paraprotegernosoloalosRochester,sinotambiénelhelicóptero—porquesisequedabansinél,estabanjodidosenmediodeldesierto—,Elizacediódemalagana.Aun así, Beau pudo sentir el calor de la mirada de Eliza cuando él,

Zack, Dane, Cap e Isaac se pusieron en marcha para volver alsanctasanctórumdelcomplejo.ZackandabaencabezajuntoaBeau,queibadetectandolaposiciónde

Ari,ademásdemarcandolasotrasseñalesdecalordeledificio.Beau abrió los ojos como platos cuando vio la pantalla parpadear y

mostrarlosresultados.—¿Quénarices…?—preguntóBeauincrédulo.Dane se adelantó hasta situarse al otro lado de Zack, se asomó para

echarunvistazoaldispositivoydejóescaparunsilbido.—Diría que tenemos una pequeña fiera bastante cabreada —anunció

Zack.Mientrasqueanteshabíahabidoalmenoscuatrodecenasdeseñalesde

calor dentro del edificio, ahora solo quedaban unas quince. Tal comohabíadichoantes,calorsignificabaviday,bueno,salvoqueeldispositivohubieraempezadoafallar,Arisehabíadesmadradoysehabíacargadoatrescuartaspartesdeloshombresresponsablesdesuencierroydeldesuspadres.—Ariestáaquí—dijoZackaltiempoqueseñalabaunaluzparpadeante

situadaalfinaldeunlargopasillo—.Comopodéisver,haytresfuentesdecalor aquí,peroningunaentre la celdaen laqueestabanencerrados sus

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padresyellaylasalaenlaqueestáahoramismo.Loquesignificaquesehacargadoatodoelquesehacruzadoensucamino.—Yaquínohaynadie—murmuróDane,gesticulandohaciaunodelos

pasilloscarentedecualquierfuentedecalor.—Los demás están aquí. —Zack señaló una zona concentrada donde

diez puntos se superponían en la pantalla—. Con suerte, podremosrecorrer ese primer pasillo que cruza el complejo hasta donde estáAri,acabar con las dos señales que están en la sala con ella, cogerla y salircagando hostias de aquí antes de que los demás decidan venir a pornosotros.—Mepareceunbuenplan—susurróBeau.Beau solía participar activamente en la planificación hasta el último

detalledelasmisiones,peroenestecasonoteníaningunaobjecióny losabía. También sabía que no podía fiarse de símismo en ese caso paratomardecisionesfiablesyobjetivas.NocuandosetratabadeAri.Así pues, le dio carta blanca a Zack, cosa que probablemente no le

parecería igualdebienaDane,aunquesi lemolestó,no lodemostróenabsoluto.Loúnicoquedemostrófuesutípicadeterminaciónparaacabarconéxitounamisión.Beauapreciabaeserasgodesucarácter,ahoramásquenunca.Porqueestamisióneramuypersonaly,sise ibaa tomarporculo,Beautambiénseiríaatomarporculo.Cuandoseacercaronalmurodelasceldasdelaprisión,eltejadoados

aguassehundióyaparecieronunasllamasqueseelevabandesdedentroyrugíanhacia el cielo.El humo formabagrandesnubarronesnegrosy elfuegoempezóaextenderseporelrestodeltejado.Cenizas,residuosyescombrosardíanysobrevolabanconfuerzasobre

ellos,cayendocomounatormentadegranizo.—Tuchicalaestámontandogorda—dijoZackconuntonodeasombro

—.Creoquepodríaenamorarmedeella.Beauselimitóamirar,máspreocupadoquenunca,mientrasrecorrían

la distancia que les quedaba cada vez más rápido hasta que acabaroncorriendo.Semetierondentrodelagujerodelmuroy,unoauno,fueronentrando

enelpasillo.DaneyCapshaw,paraencargarsedelaretaguardia,sedieronla vuelta y caminaron hacia atrás con las armas en alto y escrutando elpasilloquedejabanasuespalda.Cuandollegaronalapuertaquellevabaaunagransalacircularconuna

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cúpuladecristal,sedetuvieroneltiemposuficienteparaasegurarsedequelaposicióndeArinohabía cambiadoydequeno les esperabaningunasorpresainesperada.Lazonaprácticamentevacíadelcomplejoenlaqueestabanparecíaser

almismo tiempo una enfermería y una zona de recepción desde la quesalíanvariospasillosqueconducíanadiferentesalasdelsupuestohospital.Obviamente los pacientes que suponían una amenazamás grave para lasociedadestabanalojadosenlasinmundasceldasconbarrotesinfestadasdebichos,yBeausepusoenfermosolodepensarquealguienpudierasertratadocontanpocahumanidad.Inclusoaunqueesoscriminalesfuerandelapeorcalañaposible.Enestelugarquedabanreducidosalestadomásalejadodelahumanidad

posible.Lamayorpartedelosrefugiosparaanimalesy,sinosponemosasí,cárcelesmodernas,ofrecíanunalojamientomuysuperior.Aunque los cabrones que se habían llevado a Ari y que habían

encerradoasuspadresenunaceldadiminutaencondicionesdeplorablesse merecían algo mucho peor, así que Beau pensó que era mejorguardarse su opinión en el futuro antes de ofrecer su empatía total acualquiera.—Tenemos un problema—dijoZack con seriedad. Se dio la vuelta a

medio camino para poder observar el pasillo situado en el extremoderechomás alejado—. Tenemosmovimiento en el ala norte. Se dirigehaciaaquí.Dane se puso tenso y en cuestión de segundos tenía un arma en cada

mano.LuegoasintiómirandohaciaCapeIsaac.OrdenóaBeauyaZack:—Marchaos y sacad aAri.Nosotros os cubriremos desde aquí y nos

aseguraremos de que no pasen de este punto. Eso sí, avisadnos cuandovayáisaentrarparaquenoospeguemosporequivocaciónuntiroenloshuevos.—Gracias—dijoZacksecamente—.Nomeapetecenadasepararmede

mipolla.Intranquilo, Beau se alejó por el pasillo. Hacia Ari. Hacia la que era

todasuvida,dejandoatrásaZackparaque loalcanzara.Ono.No ibaaesperarniunminutomás,porsupuestoqueno.ConfiabaenqueDaneylosdemásharíansutrabajoymantendríanaloshombresqueseacercabanaunadistanciasuficienteparaqueellospudieranllegarhastadondeestaba

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Ariysacarladeahí.Todavía no habían dado dos pasos por el pasillo cuando el suelo se

combóyempezóaondearcomosifueranlasolasdelmarbajosuspies.Las paredes temblaron, haciendo que los cuadros que ya colgaban demedio lado cayeran con un estruendo sobre las baldosas del suelo. Eltecho y las vigas se agrietaron y gruñeron en señal de protesta,tambaleándose hasta que parecía como si todo el edificio se estuvieramoviendo.Elsonidonoaugurabanadabueno,eraseñaldeundesplomeinminente.ConfiandoenelsabertecnológicodeZack,Beaucorrióhaciaelfinal,

hacialapuertacerradatraslaqueseencontrabaArisinprestaratenciónalassalasblancasdistribuidasaambosladosdelpasillo.Zackibapisándolelostalones,conunarmaencadamano,losbrazosenaltoysupenetrantemiradacaptándolotodo.Beausabíaqueestabasiendoimprudenteytonto,perocontabaconsusocioparaquelecubrieralasespaldas.Zacknuncalehabía fallado todavía en el relativamente poco tiempo que hacía que seconocían.BeauaminorólamarchalosuficienteparadejarqueZackloalcanzara

yasípoderderribardeunapatadalapuerta.Sinembargo,antesdepoderhacerlo,lapuertasepartió,sesoltódelasbisagrasysalióvolandoporelpasillohechamilpedazos.Losdoshombressepusieronacubiertojustoatiempodeevitarquesus

cabezassalieranrodando.—¡Al suelo! —gritó Zack, tirando de Beau cuando este intentaba

ponersedepieotravez.Unhombresalióvolandoporelpasillodetrásdelapuertayseestampó

contralaparedmásalejada.Hizounagujeroenlaparedhuecaformandounaaberturacavernosa.—SantoDios—maldijoBeauconelrostropetrificadoporelsusto—.

¡Lesestádandounabuenapaliza!—Yatedigo.¿Ycuándolohassabido?¿Contresdecenasdeseñalesde

calor que desaparecían de repente?Vaya, espera, ya puedes tachar a esetambiéndelalista.Aritreintayocho,losmalosdiez.Otalvezhasidoalver el gigantesco agujero del tejado por el que asomaba un infiernoardiendoyenerupcióncomounmalditovolcán.Otalvez…—Yalopillo—mascullóBeau—.Listillo.Zackserio,peroselevantóconcuidado.Elhumordesapareciódesus

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rasgoscuandomiróhaciaelinteriordelasalasinpuerta.—Beau—susurróZack—.Tienesqueveniraveresto.Ahora.

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Treintayseis

InclusolasonrisadesatisfaccióndelGorilaAhabíadesaparecidoya.PeseaqueanteshabíasidoengreídoyhabíaestadosegurodequeArinoteníaagallas paramatar deverdad a alguien, la incertidumbremarcaba ahorasusrasgosyelmiedosereflejabasinadornosensumirada.Bien, porque ella iba realmente en serio. Se había acabado tener

remilgosporprovocarlamuertedelosgilipollasquehabíanmatadoasuspadresyhabíanarrastradosuscuerposcomosifueranbolsasdebasura.Sentíacómolehervíalasangreporlairaycómolesilbabaenlasvenas

hastaqueuncálidopalpitarresonabaentodosucuerpo.—¿Qué habéis hecho con ellos? —preguntó con un tono tan gélido

hastaquepudonotaruncambiodetemperaturarealenlasala.El tipo frunció el ceño desconcertado y entonces el dolor ocupó su

lugar cuando Ari aplicó presión en su garganta, dejándolo sin aire deformamomentánea.Eltíoestabaaplastadoconfirmezacontraeltechoyera incapaz de moverse. Estaba completamente paralizado y no podíahacerleningúndaño.—Dime lo que hicisteis con ellos o juro por Dios que tendrás una

muerte larga y agónica y me pedirás que te mate para acabar con tusufrimiento—ledijoconuntonodevozpeligrosamentesuave.Dejódehacerpresión sobre lagargantadel tipo,pero le retorció los

testículos con fuerzahastaque su rostro se convirtió enunamáscaradedolor.—No sé de qué narices estás hablando —rugió con la mandíbula

apretadayapuntodereventarlomientrasrespirabaatravésdelaagoníaqueArileestabainfligiendo—.Túhasvistolomismoqueyo.Sealoqueseaesevudúquehashechohaconseguidoquelasbalasnotenganefecto.La presiónmental a la que estaba sometidaAri la estaba dejando sin

fuerzas con rapidezy le estabapasando factura.La sangre le caía enunhilo continuo de la nariz y podía sentir el cálido líquido deslizándose aambosladosdelcuello.Selimpiólanarizconelantebrazo,arrastrandopartedelasangrealos

labios. Notó un sabor metálico y enfermizo en la boca. El sueloreaccionabaasuenergíapsíquica,vibrandoyrompiéndose.Empezabana

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aparecerpequeñasgrietasqueluegosehacíanmásgrandes.Un crujido que no presagiaba nada bueno llenó la sala como si el

edificio estuviera expresando su fatiga y su debilidad. Las bombillasestallaban, haciéndose añicos y desperdigando fragmentos de cristal entodasdirecciones.Alguno lagolpeó, y le produjo cortes, pero ella hizocasoomisoyenningúnmomentodesviósucentrodeatencióndelhombrequeteníasobreella.Todalazonaestabarespondiendoalaenergíainagotableysalvajeque

fluíaatravésdeellayasualrededor.Sentíaunhormigueoenlapielcomosi el aire estuviera cargado de electricidad y una corriente continuafluyeraencírculos.Se sentía… como si fuera de otro mundo. Como una actriz de una

películadeficción,yafuerademagiaodebrujería;cualquieradelosdostiposencajaba.Enestemomento,sentíaunacargadepodertanfuertequecasicayóderodillas.Lallenaba,laconsumía,eracasiabrumadoraensuintensidad.Nuncasehabíasentidotanfuerte,capazdeconseguircualquiercosasin

importarloimposiblequepareciera.LacolumnaselepusorígidayArise plantó al tiempo que la decisión se instalaba en ella y le confería lavoluntaddehacerloquedebíahacer.Eldolorleatravesabalacabezayelcuerpo,porloquesintiócomosi

se le estuvieran haciendo añicos los huesos. La sangre le salía por losorificios y solo fue capaz de imaginar el horrible aspecto que debía detener en ese momento. Esperaba con todas sus fuerzas que hubieraasustadoamuertealcabrónqueestabaclavadoeneltechoconlaincreíblefuerzadesuspoderes.Algodeloqueestabasintiendoteníaqueserclaramentevisibleporque

lacaradelgorilasepusoblancacomolalecheyselaquedómirandoconunos ojos que dejaban claro que sabía lo que le esperaba y cuál era sucondena.—Sí,gilipollas—murmuróAriconuntonoinquietante—.Ríndeteante

tudestinoyante lavergüenzade recibirunapalizadeuna«zorrita», talcomomehasdefinidodeformatanconcisa.Bueno,puesestazorravaamandartedirectoalinfierno.—¡Ari!Seestremecióaloíresegritodesgarradoydiounpasoatrásdeforma

instintivaantesdedarsecuentadequién laestaba llamando.Segiróyse

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sintió enormemente aliviada cuando vio a Beau en la entrada con unosojosque irradiabanmiedo.Zack corrió a su ladoy apuntó con su armainmediatamentealhombredeltecho.—Esmío—espetóAriconunavozqueeracomounlátigoqueazotaba

atravésdelasala.—Ari,cariño—dijoBeauconuntonotranquilizador—.Tenemosque

sacartedeaquíantesdequetodoestelugarseapastodelasllamasonoscaigaencima.LaslágrimaslequemabanenlospárpadosaAriynoestabasegurade

siahoraerasangreolágrimasloquelecaíaporlosojos.Talvezfueranlasdoscosas.—Los ha matado—dijo secamente Ari—. ¡Ha matado a mis padres!

Ordenó sus ejecuciones mientras yo estaba aquí. Dios mío, habíalevantado un escudo a su alrededor, pero perdí la concentración y elescudosevinoabajo.¡Visusangre!Beau abrió los ojos como platos. Zack y él intercambiaron miradas

rápidasyBeaumaldijoenvozbajaentredientes.—Ari,noestánmuertos.—¡Lohevisto!—gritó—.No intentescalmarme.Nomemientaspara

conseguirquemevayacontigo.Nomeiréhastaquetodosestoscabronesesténmuertos.—Ari, no están muertos —insistió Zack con la voz firme y no tan

tranquilizadoracomoladeBeau.Susrasgosteníanmarcadaunaseriedadextremacuandolamiró—.Loshemossacadodelacelda.Lasangrequevisteerade losdosguardiasque tupadremató.Beaudisparóal tercerocuando iba a por tu madre. Están bien. Te lo prometo. Están a salvo yesperándote.Estánmuypreocupadosporti.Tienenunmiedoatrozdequetehayapasadoalgo.Asíquedéjaloyaparaquepodamosllevartecontuspadres.Paraquepuedasverportimismaquenotementimos.Aripestañeó,abriólabocaypartedelosterriblespensamientossobre

irayviolenciafueronapaciguándoseamedidaquesopesabalasinceridaddeZack.—¿Estánvivos?—susurró.Beauseacercómásconunmovimientovacilantecomosituvieramiedo

detocarla,miedodequeserompieraenmilpedazos.—Sí,cariño,estánvivos—dijoconcalma—.Túleshasprotegido.Tu

escudoevitóquelasbalasloshirieran.Y,cuandoelescudocayó,tupadre

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secargóaloshombresdeformabastanteimpresionante.Estánasalvo,teestán esperando y, como ha dicho Zack, están que se mueren depreocupación.Porquetútehassacrificadoporellos.Nohagasalgoahoraquelosobligueallorartupérdidaduranteelrestodesusvidasysentirseculpables porquehayas sacrificado tu vidapor ellos.Nomehagas amítenerquellorartumuerte.DeslizólamanoporelbrazodeArihastallegarasuhombroyluego

llegóalanuca.Entonceslaatrajocondelicadezahaciaél.—Porfavor,Ari,venconmigo—lepidiócondulzura—.Eledificiose

estáyendoabajo.Noaguantarámuchotiempomásenpie.Dane,Capshawe Isaac se están encargando ya de los pocos hombres que no te hascargadotú.Yaestá.Leshasdadounabuenalecciónytehasaseguradodequenadieusaráestelugarconintencionesmalvadasnuncamás.SepermitióasímismaunbreveydulcemomentoenbrazosdeBeau,

ensuabrazofuerteyprotector,antesdesepararsedeéldemalagana.Acontinuaciónmiróendirecciónalgorila.—Aún queda uno—dijo con frialdad—.Y tengo una cuenta personal

quesaldarconél.Eselcabrónqueintentódrogarmelamañanadespuésdeladesaparicióndemispadres.Lamirada deBeau se enfrió cuando levantó la vista hacia el hombre

queestabaclavadocontraeltechosinpoderhacernada.Entonces otro temblor afectó a todo el complejo, sacudiendo sillas,

muebles e incluso los propios cimientos del edificio. Se oyeron unoscrujidos distantes que se acercaban cada vezmás. De hecho, Beau teníarazón. El edificio estaba cayéndose a pedazos guiado por lasobrecogedorairadeAriysuenergíapsíquica.—Déjalo—dijoBeau,entrelazandosusdedosconlosdeella—.Déjalo

quesemueracuandoeledificiosevengaabajo.Nosemereceunamuerterápidaypiadosa.Aun así, Ari dudó porque todavía saboreaba el dulce regusto de la

venganzaenlaboca.Seoyóunestruendomuchomáscercaestavezseguidoporungritoque

llegóatravésdelosescombrosqueseibanacumulando.EraelnombredeBeau.—Vamos —rugió Zack—. ¿Quieres que muramos todos para que

puedasvengarte,Ari?Beau lo miró y gruñó, y Ari pudo ver que estaba a punto de

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reprenderlo.EntoncesAriapretólamanodeBeau.—Tiene razón,Beau.Noestoypensandoconclaridad.Perdóname.Lo

últimoquequieroesquealguienmuerapormiodioymiseddevenganza.Beaulaabrazóconfuerzaylaguiohacialapuerta.Oloquequedabade

ella. A medida que el subidón de adrenalina empezaba a desaparecer,empezaron a temblarle las rodillas. Le temblaba todo el cuerpo. Laspiernas le fallabanyBeau tuvoque sujetarla contra él para impedir quecayeraalsuelo.—Estoybien—dijoentredientes—.Puedohacerlo.Túnecesitaslasdos

manos.—Noestásbien—leespetóBeau—.Nosabeselmalaspectoquetienes,

Ari. Me has acojonado de verdad cuando te he visto ahí dentro. Dios,pensabaquehabíallegadodemasiadotarde.Nopuedocreerquesigasenpiecontodoloquehassangrado.LoprimeroquevamosahacercuandosalgamosdeestelugardejadodelamanodeDiosesllevartealhospital.CorrieronporelpasilloentregritosdeDaneaBeauparaquesedieran

prisa.Arisabíaquelesretrasaba,peroBeausenegóadejarla.Tenían a la vista a Dane y a los dos hombres que los flanqueaban

cuando los muros de ambos lados explotaron, arrojando escombros yplacas de yeso sobre ellos. Se oyó un estrépito que no presagiaba nadabuenoyentoncesAriseencontróvolandohaciaatrásaltiempoqueBeaulaprotegíaparaabsorberelimpactodesucaída.Todo el techo y la segunda planta se habían hundido, bloqueando el

caminohaciadondelesesperabanlosdemás.—¿Zack?—Beaugritóconuntonodevozpreocupado.—Estoyaquí.Estoybien.EntoncesBeaucogiólacaradeArientrelasmanos.Estabaencimade

él,yaqueBeausehabíainterpuestoentreelsueloyelladurantelacaída.Laobservóconpreocupación.—¿Estásbien?¿Teduelealgo?Arihizounamueca.—Medueletodoelcuerpo,peronotienenadaqueverconloqueacaba

depasar.Estoybien,Beau.—Vamosatenerqueencontrarotrasalida—dijoZacksongravedad.—¿Qué? —preguntó Ari con incredulidad—. Puedo encargarme de

esto.Hehechocosasmuchomáscomplicadas.—No—dijeronlosdoshombresalunísono.

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Arinegóconlacabeza,seguradequehabíaalgoquenoentendía.—Nopuedesaguantarmuchomás,Ari.Cualquiertontopuedeverlo.Ya

hasacabado.Novasahacernada.Sisufresotrahemorragia,noquieroniimaginarmeloquepasaráy,aunqueatitedéigual,prefieroquenoseasunvegetalduranteelrestodetuvida.—PorDios santo—farfullóAri—. ¿Y cómo propones que salgamos

porotroladosinomedejasusarlospoderes?—Haciendo un agujero en uno de los muros externos para que la

estructura interna no caiga sobre nuestras cabezas—dijo con pacienciaBeau.Arisuspiró.—Comoquieras.Vamosahacerlo.Quieroveramispadres.Se levantaron del suelo y Zack se puso en cabeza. Ari estaba entre

ambos hombres. Podía ir delante. No tenía sentido que esos hombresvulnerables a las balas fuerandelante en lugar de unamujer queno eravulnerableaunataqueconarmas.Peronisiquieragastósalivadiscutiendoporque nunca accederían y lo único que conseguiría seríamalgastar untiempopreciadodándoseunayotravezcontralapared.Y,porquequeríaque todo acabara ya de una vez por todas para poder comprobar por símismaquesuspadresestabanbien.Al menos Beau la estaba dejando caminar por sus propios medios

ahora.Ariestabadeterminadaanoretrasarsuavancedeningunamanera,asíque luchómásalládeldoloragonizanteque sentíay suagotamientoextremo;anduvopegadaalostalonesdeZackdurantetodoeltrayecto.Giraronhacialaizquierdaenlaúltimasalaantesdeaquellaenlaqueel

gorilajugabaaserelhombrearañayZackseacercóatodaprisaalmuromásalejadoyempezóaadherirexplosivosplásticosendiversospuntos.—¿No abrirá esto un agujero en el pasillo de las celdas?—preguntó

Beauconelceñofruncido.Zack sacudió la cabeza y respondió sin desviar la mirada de lo que

estabahaciendo.—Lasúltimastressalasdeestepasilloseextiendenmásalládeledificio

quealojalasceldas.Cuandohagamosunagujeroenestemuro,estaremosfuera.—Meparecebien.Dateprisa—leurgióBeau.—Poneosacubierto—ordenóZack.Beauseagachódetrásdeunmueblequeparecíaunasólidaconstrucción

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deacero,yarrastróaAriconél.Beauseacuclilló,peroellaeramuchomásbajita,asíquesolotuvoquemedioagacharseasuizquierdayapoyarlamanosobresuhombroparapodersostenerseenpie.Unainquietantesensacióndepicazónhizoqueseleerizaraelvello.Una

sensación de frío le recorrió la columna y le estrujó el vientre,apretándoleelestómagohastaconvertirloenunabolaoprimida.Igualqueantes,cuandohabíasentidounaamenazainminentesobreella

y se había agachado y había dado una patada para defenderse de formainstintiva de un agresor al que no veía, sabía que se avecinaba algúnpeligro.Miró hacia atrás porque era el único lugar del que podía llegar el

peligro.Elúnico lugarqueno teníaensucampodevisión.Sequedódepiedra. El mundo empezó a girar más despacio. Como si estuviera enalgúnextrañosueñoenelquepodíaverloquepasaba,peroeraincapazdehaceralgo.Elgorilaquehabíacreídoatrapadoeneltechoyquesemoriríacuando

eledificiosevinieraabajoestabaenelumbraldelapuerta,conunarmaenlamanoyapuntandodirectamentea…Beau.No se formó de inmediato ningún escudo espontáneo e instintivo de

supervivenciasinqueellatuvieraquelevantarloconlamenteporqueellano era el objetivo. Y sabía que no tenía tiempo de levantar un escudoalrededor de Beau porque estaba demasiado débil y descentrada paralevantarloatiempo.SeoyóundisparoyArihizo loúnicoquepodíahacer, laúnica cosa

quetuvotiempodehacer.SepusodelantedeBeau,deespaldasalmatón.Agarró la cabeza de Beau, la colocó de forma protectora en la partesuperior de susmuslos para protegerlo de lamejormanera que supo ycerrólosojos.

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Treintaysiete

Beaunotócómorebotabasulacabezahaciaatrásysoltóunaexclamacióndesorpresa justocuandosonóundisparo.Pasó todoalmismotiempoyfuetanrápidoquenopudohacerseunaideadeloqueacababadepasar.Arileagarrabaconfuerzalacabezayelcuello,ylomanteníaapretado

contrasuspiernas.Peroentoncesnotóqueseponíatensayundesgarradorgritodedolorleatravesóelcorazónylodejóheladoporelmiedo.Dios,no.Undisparo.NotóaAricolocándosedetrásdeél,agarrándole

la cabeza de forma protectora con los brazos, gritando de dolor. No.¡Dios,no!¡Joder!Todollevabaaunaúnicacosa:Arisehabíainterpuestoentreélylapersonaquehabíadisparado.Zack se echó atrás en cuanto sonó el tiro con el arma en alto y que

apuntaba aBeau.Antes de que este pudiera girarse siquiera para ver dedónde procedía el disparo, Zack disparó dos ráfagas consecutivas yrápidasyluegosepusodepiedeunsalto.—HanalcanzadoaAri—dijoZack,aunquenohacíafalta.Beausabíaquehabíarecibidolabalaqueibadestinadaaél,algoquele

dolía hasta en el alma. Le pareció que tardaba una eternidad en darsemedia vuelta y cogerla entre sus brazos antes de que cayera al suelocuando, en realidad, no pasó más de una fracción de segundo. Toda laescenasehabíadesarrolladoenapenasdossegundos,peroestuvolentodereflejos.Leparalizóunterrorsupremocuandoconsiguióllegaraverelalcancedeldañoproducidoporlabala.—¡Ari!Sugrito agónicohizo añicos el espeluznante silencioquehabía caído

sobreellosencuantoZackacabóconelasaltante.Ari estaba pálida como un fantasma, con los ojos apagados e inertes

cuandoseechóhaciaunladoysedesplomóenlosbrazosdeBeau.—Diosmío—dijoconvozrota—.Ari,cariño,¿porqué?¿Porquélo

hashecho?¿Porqué?Noesperabaningunarespuesta.Noeraimportante.Sabíaperfectamente

bien por qué lo había hecho. Porque su forma de ser era anteponersiempre a los demás y protegerlos cuando era ella la que necesitabaprotección. Si moría por salvarle la vida, no habría servido para nada,

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porquelavidadeBeaunovalíaunamierdasiArinoestabaenella.Ladejóconmuchocuidadoenelsueloparapoderencontrarelorigen

detodalasangrequesederramabaenelsuelo.Teníaelcorazónapuntode salírsele del pecho.Nuncahabía sentidounaoleadadedesesperaciónmás oscura. Nunca se había sentido tan extremadamente solo como sesentía ahora.No podía perderla.No podía vivir sinAri. Era incapaz derecordarcómoerasuvidaantesdequellegara.Noqueríaimaginarseunfuturosinellaasulado.Siempreensucorazón,ensumente,ensualma,ensucama.Creandojuntosunafamilia—sufamilia—,envueltosporunamortanresplandecientecomoelsol.Unamorqueeclipsaríaacualquierestrellaquehubierabrilladonunca.NohabíaluzmásbrillantequeAri.Noparaél.Tenía que vivir. Por él, Ari tenía que vivir o estaría perdido para

siempre.Estaríaprivadoparasiempredesuluz.Viviríaenunaoscuridadtotalynuncamásvolveríaaamaryavivirdeverdad.—Mierda—murmuróZackalarrodillarsejuntoaBeau—.Esperoque

nohayaafectadoa laarteria femoral.En talcaso,sedesangraríamuchoantesdepoderllevarlaalhospital.—¡Cállate, mierda! —exclamó Beau—. No se va a morir. ¡No lo

permitiré!Volvió a centrar su atención en Ari, que pestañeaba lentamente. Los

párpadosselecerrabandébilmente.—¿Beau?LetemblabalavozyparecíatandébilquehizosentiraBeauelterroren

lomásprofundodelalma.—Sí,cariño,estoyaquí—dijo,intentandoocultarsupánicoabsoluto.—¿Estásherido?—preguntócasiconunsusurro—.¿Tehadisparado?LaslágrimaslequemabancomoácidoenlosojosaBeau.Ariestabaahí

tumbada, casi inconsciente y, aun así, lo único que pensaba era en si élestababienono.Laslágrimasleresbalabansincontrolporlasmejillas.Le pasó una temblorosa mano por el cabello y luego la besó en la

frente,dejandoallíloslabiosunlargoinstantemientrasintentabarecobrarla compostura. Respiró hondo, intentó controlar las emociones. ParapoderserfuerteporAri.Igualdefuertequeeraella, igualdefuertequeellahabíasidoporél.Loavergonzabaenlomásprofundodelalmaquehubiera sido la que lo salvase.Y no al revés.Nuncamás.La protegeríahastasuúltimoalientoduranteelrestodesusdías.

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—Estoybien—dijoBeau—.TelojuroporDios,Ari,comovuelvasahacer una tontería como esta otra vez, te encerraré a cal y canto en elpuñeterodormitorioynotedejarésalirnuncamás.Arimostró una sonrisa torcida.Y dolorida.Cerró los ojos al tiempo

quesucuerpoparecíadoblegarsehaciadentro.—¡Ari!—gritóasustado—.Nomedejes.Quédateconmigo.Porfavor,

quédateconmigo.Permanecedespierta.Solounpocomásyluegopodrásdescansar.Teloprometo.Beau estaba suplicando, rogando, pero no le importaba. No era nada

orgulloso cuando se trataba de ella. No había nada que no hiciera parasalvarla.Zackhablabaporradioylanzabaórdenesalosdemásconunavozdura

yurgente.Sin apartar su mirada de ansiedad de Ari ni siquiera durante un

segundo,dijoaZack:—Echa abajo el puto muro para que podamos salir. Tenemos que

llevarlaaunhospitalcuantoantes.Nadameimportanadamás.Sácanosdeaquíya.—Lascargasestáncolocadas.Loúnicoquetengoquehacerespulsarel

interruptor.¿EstáisacubiertoAriytú?Aunquelopreguntó,Zacknoesperóningunarespuesta,sinoquesehizo

a un lado de forma que él y Beau protegían aAri. Zack se encargó decubrir laspartesdeAria lasquenollegabaBeauyentoncesprovocólaexplosiónyagachólacabezaparaprotegerselosojosdelosescombros.BeauhizolomismoyacercóelrostrodeAriasupechoaltiempoque

le sujetaba con la palmade lamano la parte posterior de la cabezay lasosteníaparaquenadapudieratocarla.Laexplosiónsacudiólasala,elsuelo,lasparedesylasvigas.—¡Mierda!—exclamóZack conun tonodeurgencia—.Tenemosque

salirya.Eltejadoseestáviniendoabajo.¡CogeaAriysalgamosdeaquí!Beaunonecesitóquenadielemetieraprisas.YahabíacogidoaAride

formaseguraentresusbrazosyselevantó,manteniéndoleelrostrocontrasupechoparaquenoinhalaranielpolvonielhumoquesobrevolabanlasalacomosifueranunhuracán.Justo cuando salieron por el agujero del muro, el tejado cedió y se

derrumbócomounacascadadefichasdedominó.Selevantóotranubedepolvo y humo que los envolvió hasta que los dos hombres acabaron

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tosiendo.Elaireeramásfrescoymáslimpiocuantomássealejabandeledificio,

locualsupusounagradablecambiofrentealambienteviciadoyasfixiantedelinteriordelcomplejo.Beaurespiróhondoconlaintencióndelimpiarno solo sus pulmones, sino también su cabeza. El corazón le pesabademasiadoporlapreocupaciónylapena,peronecesitabatenertodossussentidosalertaporque,hastaqueconsiguieraalejaraAribienlejosdeallíyllevarlaaunhospitalpararecibirloscuidadosnecesarios,lehacíafaltatodalaagudezamentalquepudierareunir.—Van a aterrizar aquí con el helicóptero —informó Zack—. Es

imposiblequeArilleguecaminandohastaelpuntodeencuentro.Nohaysitiopara todos,asíque tú,Ariy suspadres subiréisalhelicóptero.Losdemásllamaremosparaqueunodelosvehículosvengaaquíeiremosloantesposible.—Quieroquevengasconnosotros—dijoBeauconfirmeza.Para Beau, Zack era su mano derecha, igual que Dane era la mano

derechadeCaleb.ConfiabaenZackparacubrirlasespaldasdeélyArienestemomentoenqueBeausabíaqueeraincapazdesertodoloperspicazquesolíaser.—Entoncesiré—anuncióZackconcalma.Así,sinmás.Sinpreguntas.Sindudas.Simplemente,conuna lealtady

unadecisióninquebrantables.—Gracias—dijoBeauenvozbaja.—Nilodudes,tío.—Losé.Yteloagradezco.Para alivio de Beau, el helicóptero apareció con únicamente un leve

zumbidoenelaireparaseñalarsullegada.Beauempezóaacercarseaélantesinclusodequehubierabajadodeltodoyesperóaqueaterrizaracondelicadeza.Dane,CapshaweIsaacbajaronrápidamente,mientrasBeauseacercaba

atodaprisallevandoaArienbrazosyconZackpisándolelostalones.EncuantoBeausubióal interior, lamadredeArigritóalarmadaysu

padresoltóunaristrademaldiciones.—¿Quédemonioslehapasado?—rugióGavin.AntesdequeBeaupudiera responder,Arise removióensusbrazosy

abrió los ojos nublados por el dolor y la confusión. Entonces se leaclararonylaescarchacubriósusglobosdemúltiplescolores.

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—Espera, Beau—dijo con una voz más fuerte de lo que había sidomomentosantes.—No, no vamos a esperar—dijoBeau con decisión—.Tenemos que

llevarte a un hospital ahora mismo. Por si te has olvidado, ¡te handisparado!Gingerpegóunrespingo.—¿Qué?Ariluchóporsentarse,peroelbrazodeBeaueraunabarreraqueselo

impedía.CuandoBeausediocuentadequenocejaríaensuempeñoyloúnicoqueconseguiríasinoladejabalevantarseseríahacerlemásdaño,laayudódemalaganaa incorporarse, concuidadodemantenerunamanofirmesobresuespaldayalrededordesucintura.Los ojos le brillaban a Ari cuando fijó la mirada en el edificio que

habíaaunosmetrosdedistancia.Eldolorledeformabalasfaccionesysuconcentracióneramáxima.EntoncesfuecuandoBeausupoloqueestabaintentandohacer.—¡No,Ari,niseteocurra!—rugió—.¡Bastaya!Meniegoadejarque

temates por esto.Habías perdido ya demasiada sangre incluso antes dequetedispararan.Vasasufrirunataqueotenerunaneurisma.Mirósuplicanteasuspadres,pidiéndolesensilencioqueloapoyaran.—Ari,sea loquesea loqueestáshaciendo,porfavor,nolohagas—

dijosumadrecondulzura—.Porfavor,vuelveacasaconnosotros.Arisacudiólacabeza.Losojosleseguíanbrillando.Lasangreempezó

abrotarlepocoapocoporlanarizylasorejasyfrunciótodavíamáselceño.La tierra se sacudióbajo el helicóptero, haciendoque este también se

sacudiera. Los padres de Ari miraron intranquilos a su hija y Gavinintercediódeformaconvincente.—Ari,paraya—leexigió—.Nopermitiréquelohagas.Nopermitiré

quetehagasaúnmásdaño.Portumadre…pormí,para.—Tengoquehacerlo—dijoAricontranquilidad—.Nopuedodejarque

ganen.Meloprometíytengoquellegarhastaelfinal.Nopuedodejarqueotros pasen por lo que me han hecho pasar a mí y a muchas otraspersonas.Entoncescerrólosojoscomosilesdejaraatodosfuera;aBeau,asus

padres…Solopensabaensuobjetivo.Beauordenóalpilotoquedespegara.EsperabaqueesodetuvieraaAri.

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Tendríaquehabérseloimaginado.Cuandoelhelicópteroalzóelvuelo,planeandoduranteunasdécimasde

segundo antes de alejarse del edificio, todo el complejo se incendió yestalló;unanubeconformadesetacomoladeunabombaatómicasealzóhaciaelcielo.Todos los que estaban en el helicóptero miraron hacia abajo

asombradosmientras el edificio se desmoronaba y se desintegraba antesusojos.PeroBeausolomirabaaAri.Mirabalasangrequelebrotabacomoun

río de la nariz, orejas y boca. La abrazó con más fuerza aunque tuvocuidadodenomoverlelapiernaquehabíarecibidolabaladirigidaaél.Los ojos de Ari estaban apagados y sin vida, la chispa que había

desatado la oleada de energía mental necesaria para derribar todo elcomplejo no era ahora más que una débil fuente de luz en peligro deapagarse.AriserevolvióenbrazosdeBeau,haciendoundébilesfuerzocomosi

quisiera sentarse.Peroni siquieraeracapazde soportar supropiopeso.Beau la levantó con cuidado para que pudiera ver a sus padres, pero sumirada estaba vacía. En blanco. Miraba más allá de los ocupantes delhelicópterohacialaboladefuegonaranjaqueerupcionabahaciaelcieloyelgruesomurodehumoquecubríatodaelárea.Su mirada desenfocada encontró a Beau. Pestañeaba con debilidad,

comosiestuvieraluchandoporpermanecerconsciente.—¿Hadesaparecido?—preguntóconvozronca—.¿Yanoestá?A Beau se le hizo un nudo en la garganta. Sintió una oleada de

emocionesquelehicieronimposibletragarsaliva.—Sí,cariño.Yanoestá.Lohasdestruidotalcomojurastequeharías.—¿Ymispadres?—susurró.Beauintercambióunamiradadepreocupaciónconsumadreysupadre

porqueestabansentadosjustoalladodeAri.Lahabíanabrazado,lehabíanhablado.¿Yellanoeraconscientedesupresencia?Beaulabesóenlafrente.—Tus padres están bien. Más que bien. Los has salvado. Están aquí

ahoracontigo.¿Quieresverlos?LosojosdeArisecerraronysedesplomósinfuerzassobreBeau.—Seacabó—murmuró.Beaulaabrazótodavíaconmásfuerzaaltiempoqueelmiedolecomía

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las entrañas. La abrazó con fuerza como si sujetándolamás cerca de sípudieradealgunamaneramantenersuespírituconélaquíyahora.Porqueveía que la estaba perdiendo. Como si Ari hubiera reunido la fuerzanecesaria únicamente para conseguir su objetivo y ahora se estuvieradejandoirconcadasegundoquepasaba.—No, no se ha acabado —espetó Beau—. Tú y yo no, Ari. Justo

estamosempezando.Aguanta.Noteatrevasarendirte.¿Meoyes?¡Nosehaacabadonada!La besó en la cabeza mientras las lágrimas le resbalaban por las

mejillas.—Notevayas,Ari.Nomedejes.Tequiero—dijoconvozrota.Inclinó la cabeza, acercándola más aún al cuerpo de Ari mientras le

tocaba el cuello con los dedos buscándole el pulso. Había sangradomucho.Había sufridouna presiónmental bestial. ¿Cómopodría alguiensobreviviraalgoasí?Surespiración, tandébilyerrática,hizoquese lehincharaelpechoy

luegoseestremeciócontralapieldeBeau.Acontinuación,Arisequedótotalmente paralizada. El pecho dejó de subir y bajar. No habíaintercambiodeaire.Nohabíapulso.Nada.—¡No!—rugióBeaufurioso.Lanegaciónsepropagabaporsumente,

corazónyalma—.Joder,¡vuelveaquíconmigo,Ari!Nopuedesdejarme.¡Nomedejes!ZackyGavinselasapañaronparasoltaraAridelabrazodeBeauyla

colocaron en el suelo del helicóptero para poder empezar con lareanimación. ParaBeau, todo quedabamuy lejos. Como si no estuvierapasandodeverdad.Comosiestuvieramirandoconciertacuriosidadquetodoesoleestabapasandoauncompletoextraño.Solo que no era un extraño. Ari era todo su mundo. Sin ella para

compartirloconél,novalíalapenadespertarseporlasmañanas.ArinoestabarespondiendoalosinsistentesintentosdeZackysupadre

porreanimarla.Llegóunpuntoenque lasituaciónacabódesbordandoaBeau.SeechóalsueloycogióelcuerpoinertedeArientresusbrazosy lo

acunóadelanteyatrásconelrostrohundidoensucabello.—No me dejes —susurró—. Por favor, Ari, no me dejes. Quédate

conmigo.Lucha.Luchapornosotros.Nomedejesahoradespuésdetodoloquemehacostadoencontraramiotramitad.

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Treintayocho

Beau caminaba arriba y abajo por la sala de espera como un leónenjaulado, alterado, salvaje, con los nervios tan a flor de piel quecualquiersonidolosacabadequicio.Cadavezquealgúnmédicoabríalapuertade la salade espera, seponía alerta, esperandoque fuera alguienquetrajeranoticiasdeAri.No había querido separarse de ella, ni un minuto. Sin embargo, las

enfermerasnohabíancedidoasusduraspeticiones,ruegosniasuenfado.Ni siquiera habían permitido a los padres entrar en la sala mientras elmédicoyelrestodeenfermerastrabajabanconrapidezparaestabilizarla.Noloconsolabaporque,aunquequeríaestarconellacontodasualma,noqueríaquerecuperaralaconcienciasolayasustada.Además,ajuzgarporlasexpresionesdeintranquilidadypreocupación

desuspadres,noloestabanpasandomuchomejorqueél.Cerrólosojosrecordandolaadvertenciadetantotiempoatrás.Elsueño

deTori.Enrealidad,nohabíapasadotantotiempo,perohabíansucedidotantas cosas que parecía haber pasado hacía un siglo. Él, cubierto desangre,enelsuelo.Beauhabíaacertadoenunacosa.Noerasusangrelaquesevertíaenelsueñodesuhermana.EraladeAri.PeroTorinohabíavistoalgoqueyahabíasucedido.Habíavistoelfuturo.EldestinodeAri.Dane,Eliza,CapshaweIsaachabíanllegadounahoraymediadespués

de que el helicóptero hubiera aterrizado en el tejado del hospital. Elpersonalmédicoparecíanohaberse sorprendidoporqueesehelicópterohubiera aterrizado en la terraza. Se habían concentrado enérgica yeficazmenteenhacersutrabajo:salvarlavidadeAri.Pero Beau estaba preocupado por la cantidad de sangre que había

perdidoAri.Parecíaquehabíaperdidomásdelamitaddesuvolumen.Yasolo lo que había perdido con las diversas y continuas hemorragiaspsíquicasbastaríaparamataraalguienyahora,porsi fuerapoco,habíaquesumarleunaheridapordisparodebala.Había perdido y recuperado el pulso muchas veces en el vuelo en

helicópterohastaelhospital.Cuandollegaron,laintubaronycomenzarondenuevoconlareanimación.Eso había pasado hacía horas. ¿Por qué demonios estaban tardando

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tanto? ¿No sabían que había gente a los que la espera para saber siAriestabavivaomuerta les estabaprovocandounamuerte lentayagónica?¿Tandifícilerainformarlosdelasituación?Sinembargo,sisehubieramuertoyaloshabríaninformadodeello,así

queseconsolópensandoenquenadiehabíasalidoparahablarledeella.BeauhabíahabladoporteléfonoconCalebyRamiecadahoradesdela

llegadadeArialhospital.RamiehabíaqueridocogerelavióndeCalebdeinmediatoparairalhospital,peroBeaulahabíaconvencidoparaquenolohiciera.NopodíahacergrancosaypreferíaquenodejaranaTorisolacon Quinn para protegerla. Su hermana pequeña seguía estando en unestado importante de fragilidad y vulnerabilidad, y sufría ataques deansiedadsiladejabansoladurantemásdeunaspocashoras.Quinntambiénhabíallamado,aunquesuhermanopequeñonoconocía

aAri.Porlovisto,CalebyRamielehabíanpuestoaldíaporquesemostrónerviososobreelestadodesufuturacuñada.Beauresopló.Siteníasuerte,Arisaldríadeestapeseahaberlefallado

tantasveces.—Tío,siéntateunrato—dijoZackenvozbaja.BeaualzólamiradayvioaZackdepieasulado.Nisiquierasehabía

percatadodequesehabíaacercadoaél.ZackofrecióaBeauuncaféqueesteaceptóagradecido.Estabahechopolvoynecesitabacualquierenergíaque la cafeína pudiera proporcionarle porque se negaba ni siquiera apensar en dormir hasta haber comprobadopor símismoqueAri estabafueradepeligro.—Estásdestrozado—dijoZackconfranqueza—.Noleestáshaciendoa

nadieningúnbien,particularmenteaAri,acechandoporaquíyhaciendoquelosdemásqueestánenlasaladeesperasepongandelosnervios,yestá claro que no estás ayudando a la madre de Ari a sentirse menospreocupada.TúvisteaAri.Túestuvisteconella.Suspadres,no.Asíqueverteconsumidodeestamanerasololeshacepensarenlopeor.Beau sintió una gran culpa y miró un instante hacia donde estaban

sentadoslospadresdeAri.GingerteníalacabezaapoyadaenelhombrodesumaridoyelbrazodeGavinlarodeabaconfirmeza.Gingerteníalosojos rojos e hinchados por las lágrimas que había derramado y podíaverse la preocupación reflejada tanto en su mirada como en la de sumarido.Aceptandoquenoayudabanadaamejorarlasituación,Beausesentóy

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se echó atrás. Sintió cómo la fatiga le corría por las venas, casiarrollándolo en el proceso. Tomó un trago del fuerte café e hizo unamuecaporelmalsabor.—No te he dicho que estuviera bueno —comentó Zack divertido—.

Pero está claro que te dará un chute de cafeína. Creo que podríamosllamarlobrebajemásquecafé.Beau echó un vistazo dentro de la taza y frunció el ceño en señal de

asentimiento.Luegosuspiróyseobligóatomarotrotrago.Losminutospasabanconunalentituddesesperante.Cadaminutoparecía

una hora. Beau miraba cómo se movía la aguja del reloj de la pared,contandocadasegundo.Elsilenciosehabíaadueñadodelapequeñasalaynadieparecíaquerercambiareso.Había otra media decena de personas que ocupaba la sala de espera,

pero se habían pasado al fondo cuando Beau y los demás entraron. Nopodía culparlos. Beau estaba cubierto con la sangre deAri,Gavin teníasangresecaenmásdeunsitioporsualtercadoconlosdoshombresquehabíamatadoylosdemássimplementeteníancaradecabreados.Beauseechóatrás,levantandolacabezahaciaeltechoyobligándosea

desviarlamiradadelrelojyaolvidarsedesufrustraciónporlolentoquepasaba el tiempo.Había empezado a cerrar los ojos cuando oyó que seabríalapuertadelasaladeespera.Sepreparabadenuevoparaotradecepción,sepusoenpie,aunqueesta

vez la mujer que llevaba ropa quirúrgica pronunció el nombre de Ari.Corrióalotroladodelasala,peroGavinyGingerestabanmáscercayseacercaronconimpacienciahastalaenfermera.Laenfermerafruncióelceñocuandovioatantagentelevantarsealoír

elnombredeAri.—Losiento,perosolopuedeentrarlafamiliadirecta.Beausequedódepiedra.¿Noibanadejarloentrar?¿Quénarices?Cerró losdedoshastaconvertirlosenpuños;deseabagolpearalgo, lo

quefuera.Sentíaunaviolentanecesidadquelohervíapordentro.Eraunacaldera a punto de estallar y su impaciencia estaba llegando a un puntocrítico.Antesdepoderabrirlabocaparainsultaralaenfermeraydecirleque

cómo se atrevía a mantenerlo alejado de Ari, Gavin alargó una manohaciaBeauylesorprendióconsuspalabras.—Vamos,hijo.

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Gingersonrióalaenfermera.—Essumarido,nuestroyerno.Beauqueríaecharseal sueloybesar lospiesa su suegra,y lohabría

hecho si pensara que podría volver a ponerse de pie. Unas lágrimasvergonzantes le llenaron los ojos por la aceptación incondicional quehabíanmostrado hacia él. ¿Era esto lo que se sentía cuando tenías unospadres que te querían? ¿Que se comportaban como padres de verdad ocomodeberían?Ni siquiera pudo pronunciar un agradecimiento mientras cruzaba el

umbral de la puerta detrás de ellos porque habría sido incapaz deconseguir que las palabras atravesaran el nudoque tenía en la garganta.Como si la sorpresa anterior hubiera sido poco,Ginger le cogió de unbrazo, caminando a su lado mientras la enfermera les conducía por elpasillohastaunadelashabitaciones.Ginger le apretó un poco, casi como si conociera el peso de sus

emocionesyelimpactoquesuspalabrashabíantenidoenél.Dios,loquemásdeseabaenelmundoeraabrazarla.LaenfermerasedetuvouninstanteenlapuertayaBeauselehizoun

nudoenelestómago.—Está atontada por los calmantes—dijo la enfermera—. Pero ahora

estáestable.Elmédicopasaráenunosminutosparaponerlesaldíasobresuestado,perosabíaquequerríanverlaloantesposible.—Yatedigo—dijoBeaubruscamente.Laenfermerasonrió.—Entren pues. Si se cansa o se pone nerviosa, pulsen el botón de

llamada.Hastaquenolaveauncirujanoynosetomeunadecisiónsobresihayqueoperar,debepermanecerlomásquietaposibleporquetodavíanolehemosencajadolapierna.—¿Encajado?—gruñóBeau—.¿Comosiestuvierarota?Ginger tragó saliva y el rostro de Gavin se puso blanco por la

preocupación.—Ha sufrido una fractura de fémur, pero la fractura en sí no es

demasiadograve.Lafuerzadelabalaalentrarlehadislocadolacaderayelcirujanoortopédicodebedeterminar si eldesgarrodelcartílagodeberepararse quirúrgicamente o si podemos volver a colocar en su sitio lacaderadislocadaysecuraráporsísola.Beauparpadeó.Esosonabamuydoloroso.Peroasintió,yaqueloúnico

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quequeríaeraqueseapartaraparapoderveraAri.Elcorazónleibaamilyoíasupulsoenlosoídoscuandoporfinsehizoaunlado,dejándoleslibrelaentrada.SeabriópasoatodaprisaypasóalladodelospadresdeAriensuapuro,quesabíaqueteníanlasmismasganasqueéldeverla.PeroellosnohabíanestadoallícuandodispararonaAri.Cuandohabía

recibido una bala dirigida a él. No la habían tenido entre los brazosmientras se desangraba sobre él y sobre el suelo formando un enormecharco escarlata. No habían experimentado la angustiosa idea de queestaba…muerta.Tomóaireysequitóesosrecuerdoshorriblesdelacabeza.Fuedirecto

haciaAriylesujetólamanoinerteconlasuya.Laotramanoteníaunavíapuesta,ademásdequeestabaconectadaatodotipodemáquinas.ABeauselehelólasangreporquehabíauncarrodeparadasallado.¿Habíaentradoen parada? Seguramente se lo habrían notificado. ¿O simplemente sehabíanpreparadopara lopeor teniendoencuenta las condicionesen lasquehabíallegado?Repasó todo su cuerpo con la mirada, captando cada detalle,

observandocadaunadesusrespiraciones,laleveelevaciónydescensodesupecho.Estavez las lágrimasnose limitaronaarderleen losojos.Lecayeronporlasmejillasyleempañaronlavista.Estabaviva.Casicayóderodillaspor laenormegratitudquesintióal

saberqueestabaviva,respirando,queserecuperaría.Y,siDiosquería,serecuperaríaconéljuntoaellaencadaetapadelcamino.Suspadressesituaronalotroladodelacamaysupadreseinclinópara

besarlaenlafrente.Sumadrelecogióconcuidadolamanoqueteníalavía puesta y, en ese momento, estuvo en contacto físico con las trespersonasquemáslaqueríanenelmundo.—¿Beau?—susurróAriconuntonodevoznubladoporlaconfusión.

Pero,graciasaDios,sindolor.Almenosparecíaquenoledolía.—Sí, cariño, estoy aquí—respondió Beau, limpiándose las lágrimas

conelhombro.Menudoidiota,llorabacomounniño.Ariselamióloslabiosyluegoloschasqueócomosiintentaralibrarse

deunmalsabordeboca.Perono,noeraesoloqueestabahaciendoparanada.—Bésame—murmuró.Mierda. Ari no se había dado cuenta, en su neblina inducida por los

calmantes, que sus padres estaban de pie a su lado. Pero Beau no iba a

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dejarqueesoseinterpusieraalahoradecumplirsudeseoporqueesoerajustoloqueéldeseabaahoramismomásquenadaenelmundo.Seinclinóypegósubocaa ladeella.Arisuspiróalnotarsus labios,

pero entonces Beau se separó, aunque nada le habría gustado más quepasarse varias horas tocándola y besándola, asegurándose de que estabaviva.—Cariño,aquíhaydospersonasque tienenmuchasganasdeverte—

dijoBeau,acariciándolelamejillaconeldorsodeundedo.Ariarrugóelentrecejoconlavistafijaenél.Nisiquierahabíamirado

todavía en dirección a sus padres, aunque ellos no parecían molestos.Ginger sonreíaa travésde las lágrimasyobservaba la interacciónentreBeau y su hija. Su padre tenía el ceño un poco fruncido, pero era deesperar. ¿A qué padre que se precie le causa buena impresión desde elprincipioelhombreconquiensalesuhija?—¿Quién?¿Dónde?—preguntódesconcertada.—Aquí,cielo—dijosumadreporfin.Arigirólacabezalevementeydejóescaparunaslágrimascuandovio

quetantosupadrecomosumadreestabanahí.—Estáisbien—dijoantesdetomaraire—.¡Noestáismuertos!Gavinfruncióelceño.—¿Porquédiantresibasapensaralgoasí?Sabiendoque sería difícil paraAri, por no decir agotador, explicarlo

todo,BeaulescontóloquehabíavistoAri…yloqueélseimaginaba.—Cielo, lo siento mucho—dijo Ginger—. No nos has fallado y no

tienes quemencionarlo.Nos has salvado la vida. Porque estos hombresteníantodalaintencióndematarnos.Intentaronmatarnos.Perotuspodereslosdetuvieron.Y,bueno,cuandosedieroncuentadequeelescudohabíacaído, era demasiado tarde —añadió con remordimiento—. Tu padreestababastantecabreado.AGavinseleoscureciólaexpresión.—Cabreadoesquedarsecorto.Ginger rio, Ari sonrió y Beau notó que le fallaban las rodillas. Qué

sonrisamáspreciosatenía.Iluminabatodalahabitación.Lehacíaentrarencalortodoelcuerpo.EntoncesArisepusoseria.Suexpresiónerasombríayextremadamente

grave.—Mamá,papá,hayalgoquedebéissaber.

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Sabiendo exactamente lo que Ari quería decirles, Beau le levantó lamanoylabesóenlapalma.—¿Prefieres que me vaya para que puedas hablar a solas con tus

padres?—preguntócondulzura.AlgodestellóenlosojosdeAriyentoncessacudiólacabeza.—Megustaríaquetequedaras.Siquieres.Siprefieres…Beaulepusoundedoenloslabiosparaindicarlequedejaradehablar.

Entonceslabesó.—Ni un ejército entero podría alejarme de aquí. Siempre he querido

estar a tu lado,Ari. Pero si quieres intimidad, no hay problema pormiparte.Enlugardeeso,Arientrelazósusdedosconlosdeélysegirónerviosa

haciasuspadres.—¿Quésucede,nena?—preguntóGingerconelceñoarrugadoporla

preocupación.Arirespiróhondo.—Sélaverdad.Séquetúypapámeadoptasteis.

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Treintaynueve

Unaexpresióndealarmaseasomóalosrostrosdesuspadres.Elmiedoaparecióen lamiradade sumadrey supadre sepusopálidodeverdad.Arilevantólamanoqueteníalavíapuestaylacolocósobrelasmanosdesuspadres,queestabanunasobrelaotraapoyadasenlabarradelacama.—¿Cómo?Esaparecióserlaúnicapalabraquesumadrefuecapazdepronunciar.

Parecía tan sorprendida—tan aterrada— queAri se preguntó si temíanquelosrechazara.Oqueseenfadara.¿Quesesintieradecepcionada?Deningunamanerapensabahacernadadeeso.Loúnicoqueibaahacereradarlessuamor.Bueno,muchasotrascosas

también.Lealtad.Risas.¿Nietos…?EchóunvistazorápidoaBeaucuandopensóenestoúltimo.Podíaimaginarseunosniñosdepelooscurocomosu padre. Y una niña rubia angelical. O tal vez incluso una hija con elcabellooscurodesupadre.Lasposibilidadeseran infinitasyAriqueríaunagranfamilia.EsperabaqueBeausintieralamitaddeloquesentíaella.—Esuna historia complicada—dijoAri con un suspiro—.Y en otro

momentooscontarétodoslosdetallesconcretos.Loimportanteesquelosé.—Lo sentimos —empezó a decir su padre, pero Ari lo interrumpió

rápidamenteporquenoqueríaquesiguieraporesecamino.—Lo único importante…de verdad, lo único importante… es que os

quieromuchoalosdos.Yquesoismispadres…mifamilia.Lasangrenoteconvierteenfamilia.Elamor,sí.Laspalabras,elsentimientoolarevelación—fueraloquefueraloque

ellapensabaqueera—lehabíanllegadoenlapeordelascircunstanciasyahora,alverbalizarlo,hacíaquetodofueramásreal.Asumadrelecaíanlágrimasporlasmejillasysupadreapartólacara

paraqueArinopudieraverlaemociónquesereflejabaensusojos.PeroArilahabíavisto.Justoantesdequedesviaralamirada.Beauleapretólamanoparadarlesuapoyosilencioso.Esperóaquesus

padres se recuperaran un poco antes de proseguir. Cuando parecieronrecuperarelcontrol,continuó.—Al principiome sentí dolida… destrozada—admitió—. La idea de

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quenoeradeseada,quenomequerían,quemehabíandejadoenlapuertadealguienparamorirsinadiellegaba…Serompió.Apesardeestarenpazconsupasado,todavíaseleformaba

unnudoenlagargantacuandohablabadesuspadresbiológicos.—Cielo—murmurósumadre—.Tequeremosconlocura.Beau carraspeó, deseoso de decir algo, pero pareció dudar entre si

decirloono.Entoncessuspiróysepasólamanoporlacabeza,señaldesunerviosismo.—Ari,lanochequeteraptarondelbúnker,cuandotodossalimosdela

casa para enfrentarnos a la amenaza que se cernía sobre nosotros…tropecé conun cuerpo.Era unhombre al que le habíandadounapalizatremenda.Dehecho, ni siquiera penséque estuviera vivo.Pero entonceshablóymehizoprometerlequetecomunicaríasusúltimaspalabras.Ariabriólosojoscomoplatosporlasorpresaysuspadreslemiraron

conunaestupefacciónigual.—¿Amí?PreguntóatónitaporlaspalabrasdeBeau.Beaurespiróhondoyleapretólamano,entrelazandoydesentrelazando

losdedos,dudandoduranteunafraccióndesegundo.—Eratupadrebiológico.—¿Qué?—VirgenSanta—murmurósumadre.Supadrepermanecióensilencioyconunaexpresiónyrasgosestoicos.

Se había quedado de piedra cuandoBeau pronunció las palabras «padrebiológico».Almenosnohabíadicho«padre».Porqueesohabríasidouninsultoparaelhombrequeerasupadreentodoslossentidosexceptoenelbiológico.—Tengo que remontarme unos días atrás —reconoció Beau—. Me

llamóunosdíasantes.Nomuchodespuésdequeacudierasamíenbuscade ayuda. Y me advirtió. Me contó lo que le habían hecho a tu madrebiológicaparaquelesdijeraquiéneserantuspadresadoptivos.Arisoltólamanoqueteníacogidaalasdesuspadresyselallevóala

bocacuandoseleescapóungritoahogado.—Noentraréendetalles—dijoBeaudisgustado—.Nohacefalta.Esas

personasson…eranunosanimales.Peronovolvíasaberdeélytampocolo vi en persona hasta esa noche. Cuando lo encontré fuera. Yme hizoprometerqueteentregaríasumensaje.—¿Yquédijo?

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—Que te quería. Que tu madre biológica te quería. Y que cuandodescubrieron las verdaderas intenciones de la fundación de gestaciónsubrogada que financió el embarazo de tu madre biológica, salieroncorriendo.Escaparonvariasvecesporlospelos,asíquecuandonacistetúfueronaver…Sequedó callado y cerró los ojos como si lo siguiente que tenía que

decirlehicieramásdañoaélqueelquepodríahacerleaella.—Fueronaveramipadre—dijosecamente—.Porqueeraparticipante

ydonanteactivodelafundación,lerogaronquesequedaracontigoyquetecriara.Paraqueestuvierasasalvo.Supadre cerró los ojos cuandoBeaupronunció la última fraseyAri

fruncióelceño,conscientedequeesarevelaciónnoeranadanuevoparaél.—Mipadre—dijoBeauponiendounénfasisamargoenesapalabra—

senegóyenvióatuspadresbiológicos…acasadelosRochester.Beauseñalóasuspadresamedidaquelafraseseibaapagando.—Mealegromuchodequelohiciera—aclaróAriconcalma.LevantólamanoparatocarlelamandíbulaaBeauyleacaricióconel

pulgareldurohuesodelpómulo.—Nomegustanadaimaginarnoscreciendocomohermanos.Esoharía

quenuestrarelaciónfueraunpocoretorcida,¿nocrees?Yentoncessoltóungruñido.—Diosmío.Olvidaquelohedicho.Noqueríadecirloconesesentido.—Diossanto—mascullóelpadrealtiempoquesetapabalasorejas—.

Todoslospadrestenemosunlímite,Ari.Sumadre se esforzaba por no sonreír y Beau parecía desconcertado,

casi como si hubiera estado seguro de que ella pensaría que era un tíorepugnanteviendoeltipodehombrequehabíasidosupadre.—Sí que sería un poco retorcido, sí —dijo su madre con una cara

completamenteseria.—¡Bastaya!—gruñósupadre.Beausepusotensootravezaltiempoqueestudiabacondetenimientoal

padredeAri.—Hayalgoquemegustaríasaber—dijoBeauconuntonotranquilo.Como la frase iba obviamente dirigida al padre de Ari, este asintió

mirandoaBeau.—Usted fue a ver ami padre el día antes dequemuriera.Ari tendría

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unosdosañosentonces.Tantomipadrecomomimadremurieronaldíasiguiente.Fueronasesinados.Aripegóunrespingoporqueseguramente…No,nopodíaserqueBeau

lopensara…¿Creíadeverdadquesupadrehabíatenidoalgoqueverconlamuertedesuspadresbiológicos?SupadremiróaBeausinpestañear.—Si me estás preguntando si tuve algo que ver con sus muertes, la

respuestaesqueno.Perosíquefuiaveratupadre.Fuiparaadvertirle.—¿Dequé?—leinterrumpióBeau.—De que estaban investigando de forma muy discreta los asuntos

comerciales de Franklin. En particular los relacionados con lafinanciación de CAS, la Creative Adoption Solutions. Y deja que terespondaatupróximapreguntaantesdequelahagas.No,noteníaniideaentoncesdequeFranklintuvieraalgoqueverconlaaparicióndeArienlapuerta de mi casa. Habían dejado una nota en el carrito en la que nosrogabanquelaaceptáramosyquelacriáramoscomonuestrapropiahija.Asíque lohicimos.HastaqueArino tuvovariosmesesdeedadnonostrasladamosaHouston.CuandoAri teníaunaño,FranklinvinoavermeparahablarmedesuparticipaciónenqueArisehubieraconvertidoenmihija.Yserésincerocontigo,hijo.Esehijodeputaintentóchantajearme.Beau parpadeó, pero no pareció nada sorprendido por la acusación

contrasupadre.—Si intentó chantajearlo, ¿por qué le advertiría usted luego? —

preguntóBeau.Supadreasintió.—Porque te tenía a ti. Y otros tres hijos más. Tenía una familia que

cualquieraestaríaorgullosodetenerysushijosnosemerecíansufrirporsuspecados.Soloestoyagradecidoporque, fueraquienfueraquienhizoeltrabajo,noosmatótambiénniatiniatushermanos.—Yotambién—murmuróBeau.AriapretólamanoaBeauestavez,ofreciéndoleconsuelo.Sabíaqueel

padredeBeaunoseríanombradonuncapadredelaño,peronohabíasidoconscientedelorepugnantequehabíallegadoaser.Los dos hombres hablaron un poco más, pero el dolor empezaba a

volveryAri semovióenun intentodeponersecómodaenesaestrechacamadehospital.Elmédicotodavíanolahabíavisitado,asíquenosabíasiteníanqueoperarlaono.

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La idea de no poder caminar durante tanto tiempo la irritaba. Pero almenos podía usar sus poderes para hacer que la comida y la bebidallegaran flotando hasta ella. O tal vez Beau podía convertirse en suasistente personal. La idea tenía su gracia. Elaboraría una detalladadescripcióndelpuestoparaél.Estabaapuntodepulsarelbotóndellamadadelaenfermera,consciente

de que su dolor iba a más, cuando oyó que la llamaban. Volvió a larealidad, levantó la mirada y vio la cara preocupada de Beau y de suspadres.—¿Necesitascalmantes,cariño?—preguntóBeaucondulzura.Ariasintió.Beaucogióelcontroladorquefuncionabacomomandodeltelevisory

como botón de llamada y lo pulsó. Su padre se inclinó hacia Ari,colocándolelamanoenlafrenteyapartándoleelpeloconunmovimientotranquilizador.—¿Estásseguradequeestásbien?—preguntócondulzura.Sabía que no se refería a sus heridas físicas. Le preguntaba si estaba

bienemocionalmentedespuésdehaberleexplotadoencimatantasbombasenunperíododetiempotanbreve.Ari permaneció en silencio durante unos instantes y luego levantó la

miradahaciasuspadres,sintiendohaciaellosunamormuyprofundo.—¿Creéisquesoytontaporllorarlasmuertesdedospersonasalasque

nuncaconocí?—susurró.Gingerbajólabarradelacamaysedeslizóconcuidadosobreelborde

delacamaparasituarsefrenteaAri.—Siemprehastenidouncorazónenorme,Ari.Mesorprenderíamássi

no sintieras almenosciertapenapor laspersonasque tedieron lavida.Tengounadeudahaciaellosquenuncaserécapazdepagar.Loúnicoquenos pidieron a cambio de esa bendición que nos dieron fue que tequisiéramoscomoanuestrapropiahija,ycielo,eslapromesamásfácilque he hecho en la vida. No hacía falta prometer nada porque nosenamoramosdetienelmomentoenelquetevimos.»Así que no, no creo que eso te convierta para nada en una tonta. Te

convierte en humana. Te convierte en la hija preciosa por dentro y porfueraalaqueamamoscontodonuestrocorazón.—Gracias,mamá—dijoAricon lavoz tomadapor laemoción—.Te

quiero.

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Sumadreseinclinóylabesóenlacabeza.—Yotambiéntequiero,nena.Ysiempreserásminenapequeña.Nome

importalomayorqueseas.—Lomismodigo—dijosupadreconuntonoronco.Lapuertaseabrióyentróunaenfermeraqueempujabauncarritoque

conteníaelregistroinformatizadoasícomomedicamentoseinstrumentospara comprobar los signos vitales. El padre y la madre de Ari sesepararondelacamaparadejarlibrealaenfermeraelaccesoalavíadeAri.Tras comprobar sus signos vitales, la enfermera sacó una jeringa

cargadayaconunmedicamento,frotóconunalgodónlaentradaeinyectóelcalmanteenlavíaintravenosa.Arisintió la incómodaquemazóndelamedicaciónencuantoentróen

su torrente sanguíneo y mientras le subía por el brazo hasta llegar alhombro,encuyopuntolaquemazónsedisipóylainvadióunasensaciónagradable,cálidaynebulosa.Recordabavagamentesuúltimoencuentroconloscalmantesynohabía

duradomásqueunospocosminutosantesdesumergirseenelolvido.Estavez no estaba preparada para salir volando.Acababa de recuperar a suspadres.SolohacíaunashorasquehabíaexperimentadolagraneuforiadesaberqueBeauestabavivo.Noqueríadejarlosniunsolominuto.Pestañeaba furiosamente para luchar contra los efectos del calmante

frunciendoelceñoporlaconcentración.—Dejadelucharcontraello,cariño—dijoBeauconternura.—Noquieroqueosvayáis—añadiópreocupada.Beaulabesóenlafrenteylecolocólapalmadelamanoenlacabeza.—Estaremosaquí.Novamosairnosaningúnlado.—¿Meloprometes?Beau le acarició la mejilla con el pulgar y luego el hoyuelo de la

barbilla.—Teloprometo.

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Cuarenta

BeaupermaneciósentadoaoscurasenlahabitacióndeAriconloscodosapoyados en las rodillas, cansado, y tapándose la cara con las manosmientrassefrotabalosojosparapermanecerdespierto.SenegabaairseadormiryperderselaoportunidaddehablarconAriasolas.GavinhabíallevadoaGingeraunhotelcercanoparaquepudieradescansardespuésdesuterribleexperiencia.Nopodía esperar otro día, hora ominuto sin saber si tenía un futuro

conAriono.Siellasentíaporélloqueélsentíaporella.Nopodíaevitarsentirsehenchidoporelorgullo,consuegomasculino

porloscielos,sabiendoquehabíasidosuprimeramante.Ytambiénseríaelúltimosidependíadeéllacosa.Levantó la cabeza de golpe cuando la oyó moverse y emitir un leve

gruñido.Selevantódeinmediatodelasillaquehabíacolocadoalacabezadesucama,lelevantólamanoyentrelazósusdedosconlosdeAri.—¿Cómoteencuentras,cariño?Otrosuspiro.—Duele.—Dejaquellamealaenfermera.—No—protestó Ari—. Todavía no. Me deja fuera de combate y lo

único que he hecho hasta ahora ha sido dormir. Entre la anestesia quetardóunaeternidadenirseyloscalmantes,mesientocomounazombi.Beau entendía lo que decía y, si era sincero, se alegraba de que

rechazara los calmantes, al menos hasta que le dijera lo que tenía quedecirle. Con suerte, Ari acabaría con su sufrimiento y podría volver arespirartranquilo.La habían operado la mañana después de llegar al hospital y había

estado inconsciente todo ese día y el día siguiente hasta que se habíaocultadoelsol,anunciandolanochequellegaba.Durante las seis semanas siguientes, había llevado un aparatoso yeso

quelecubríalacaderayquelahacíacompletamenteinflexible.Eracomollevarunbloquedehormigón,oesohabíadichoAriquejándose.—Tequiero—dijoBeauescuetamente.LasorprendidamiradadeArisefijóenlasuyayBeaugruñó,bajando

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lacabezaypegándoseen la frentede forma repetidacon lapalmade lamano.—Joder—mascullóBeau.Siguiópegándose—.Quédelicado.—Siguió

golpeándoselacabezacontralapalmadelamano—.Dios,llevabasiglosesperandoestemomento.Queríaque llegara estemomento.Contigo.Lohe imaginado unmillón de veces. Es lo único en lo que he pensado.Ycuando por fin llega el granmomento en que te digo que eres todomiputomundoyquenoquiero vivirmi vida sin ti,mequedoheladoy loúnico que consigo pronunciar son dos palabras sin preámbulos, sincontextoysinhaberpreparadoelterreno.Beaususpiróemitiendounsonidoindignadoylúgubre.ArisonrióysusojosseiluminaroncomosiBeauacabaradeponerleel

mundo a sus pies. ¿Su amor sería correspondido? ¿Tendría losmismossueñosydeseosqueél?—Puedequenohayasidoladeclaraciónmáselocuentedelmundo,pero

hasido totalmenteperfecta—dijoAriconunavozdistraídaysatisfecha—.Porque,aver,¿cómovoyadiscutirlosimedicesfrasescomo«Eresmimundo»o«Noquierovivirmividasinti»?Aridiounaspalmadasenelespacioquequedabavacíoenlacamaasu

lado.—Ven.Beau se inclinó hacia ella y, entonces, como la madre había hecho

durante su primera visita, se deslizó con cuidado dentro de la cama,asegurándosedenoincomodarladeningunamanera.Entoncesentrecerrólos ojos, pero no antes de que Ari viera una vulnerabilidad absolutareflejadaenellos.—¿Hayalgoquequierasdecirme?—preguntóBeausinrodeos.Ari casi se echó a reír, pero Beau parecía estar demasiado cerca de

venirse abajo como para andarse con bromas. Juraría que hasta estabasudando.Le indicóconeldedoqueseacercaramásymásaella,hastaquesus

carasestuvieronaunosmeroscentímetrosdedistancia.Entonceslepasólosbrazosporelcuelloytiródeélparabesarle.—Yotambiéntequiero—susurró.A Beau le flaquearon las piernas y cerró los ojos. Apoyó la frente

contraladeella.Beaurespirabadeformairregular.Levantólamanoparaacariciarle la cara a Ari, deslizando los dedos alrededor del rostro y

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elevándoloshastallegaralagruesamatadecabello.—Gracias,Dios—susurróBeau—.Gracias,Dios. Pensaba que estaba

soloenestoynoeraalgoquemeagradaraparanada.Beaulediovariosbesitosportodalaboca.—¿Tecasarásconmigo?—Bueno, depende —contestó ella, esperando su reacción. Beau la

mataríaporqueestabapasándolofatalynohacíamásquejugarconél.—¿Dequé?—Beausonabacabreado.Ellaagitólamanolibrefrenteaél.—Delanillo,porsupuesto.Beauseechóareírysacudiólacabeza.—Creoquepodréconseguirunanillo.Pero,siprometoconseguirteel

anilloperfecto,¿tecasarásconmigo?¿Porfavor?—Soy incapaz de negarme cuando me piden las cosas por favor—

respondióAri.—Ojalálohubierasabidoantes—reconocióBeauconsequedad.—Sí,mecasarécontigo,Beau—confirmóAri,poniéndoseseria—.No

meimaginolavidasinti.Noquieroimaginarlaniexperimentarla.Quieromuchísimo a mis padres, pero ya me había instalado por mi cuenta,aunqueseguíasiendomásdependientedeellosdeloquemegustaría.—Construiré la casa más alucinante que hayas visto en la vida —

prometióBeau.—¿Cuántosniños,digo,habitacionesnecesitaremos?Beau entrecerró los ojos durante un instante, casi como si intentara

asegurarsedesiestabatomándoleelpelootravez.—¿Cuántasquieres?—preguntóBeaupasandolapelotaaAri.—Almenoscuatro—respondióAriconunasonrisadesatisfacciónen

el rostromientras se imaginabauna casa llenadeniñosy suspadresdevisita.Yvercómosushijosjugabanapelearseconsupadreenelsuelo.Beaualzólascejas.—Cuatro,¿eh?Parecequetengomuchotrabajopordelante.Ariabriólabocadeparenpar.—¿Tú tienes mucho trabajo por delante? ¿Qué narices hacéis los

hombresapartededisfrutardeunorgasmodelcopón?Lamujertienequellevaralbebédentrodurantenuevemesesy…SequedócalladaylomiróencuantonotóqueBeauleestabatomadoel

pelocomohabíahechoella.

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—Soloporesto,tetocacambiarlospañalesdurantelosprimerosmesesparacompensarlosnuevemesesqueyollevedentroanuestroshijos.Arileechóunamiradaorgullosaqueleretabaasuperareso.ABeauselesuavizaronlosrasgosyaparecióunacálidasonrisaensu

rostro.—¿Cuándotecasarásconmigo?O,talvezdeberíapreguntar,¿tardarás

muchoencasarteconmigo?Aripodíasentircómoseibaablandandotalcomolehabíapasadoaél.

SeledeshizoelcorazónantelasonrisacautivadoradeBeau.—Encuantomequitenelyeso—dijoAri,mirandodisgustadahaciasu

cadera ymuslos enyesados—.Quiero una boda, luna demiel… todo elpaquete, y no podré disfrutar de nada de eso con este aparatoso yesopuesto.LaalegríainundóelcorazóndeAriyexplotócomofuegosartificiales

a medida que iba interiorizando las implicaciones de esa conversaciónsupuestamenteinformal.—Así que me quieres —dijo Ari maravillada—. Y quieres casarte

conmigo.Arilomirótotalmentefascinadayentoncesseechóallorar.Beau estaba horrorizado.Buscó frenéticamente un pañuelo de papel y

luegolelevantólabarbillaparapoderlimpiarlelaslágrimasdelrostro.—Ari,¿quépasa?—preguntóBeau.—Quesoyfeliz—reconocióentresollozos.Beaufruncióelceño.—Puestienesunaformamuyextrañadedemostrarlo.Meacabasdedar

un sustodemuerte.Aver,vamosa tenerqueestablecerunasnormasenesta relación a partir de ahora. Empecemos por que no puedes llorar:cuando te veo llorar, aunque sean lágrimas de felicidad,me acojono.Ytampoco podrás manipularme con ellas ahora que sabes el efecto quetienenenmí.Arisonrió,selimpiólaslágrimaseintentócontenerotrasquequerían

salir.Entonces se rindió, frente a él, con lasmanos extendidas hacia lassuyas.Beauselascogiófirmementeylasapretóconternura.—Tequiero—dijoAriconlágrimastodavíabrillandoensuspestañas.Beau la miró con un amor correspondido que resplandecía como un

faroensusojos.—Prométeme que no me dejarás nunca —dijo Beau secamente—.

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Prométemequemequerrássiempre.Queestarássiempreconmigo.—«Hastaquelamuertenossepare»—murmuróAri—.Almenosmesé

hastaahí.Beausonrió.—Sí,créeteloono,peroestuveatentoenlabodadeCalebyRamie.O

almenosenlaspartesmásinteresantes.«Hastaquelamuertenossepare»vadelamanocon«Amarteycuidarte».Porque,Ari,tecuidarétodoslosdíasdemivida.Seráslamujermásmimadayconsentidaqueexista.—Ay, no sé —dijo Ari pensativa—. Puede que mi padre se lleve la

palmaencuantoamimos,cuidados,etc.Daunpocodevergüenzaveramipadre,tanrudo,echándosealospiesdemimadre.Beauvolvióafruncirelceño.—¿Meestás retando?Si hablamosde cuidar amimujer, nohaynada

remotamentevergonzosoenhacercualquiercosaquelahagafeliz…quelahagasonreír.—Me alegra que pienses así. Debo admitir que, a veces, me siento

celosacuandoobservoamispadres.Nuncasoñéquepudieratenerloquetienenellos—susurró.—Puesesperaaquelleguenuestraboda—prometióBeau—.Entonces

veremosquiéneselquemimamásaquién.—Quieroquevenganmispadres—dijoAripensativamente—.Quiero

quemeentreguemipadre.Quieroquemimadremeveaconelvestidodenovia, que me ayude a peinarme y que me dé consejos sobre elmatrimonioylanochedebodas.Beauparecíahorrorizado.—Porsupuestoqueestarán.¿Porquéibasapensarlocontrario?Y,de

verdad, Ari. ¿Consejos para la noche de bodas? ¿Acaso no te hedemostradoyaquesoymásquecapazenelapartadodenochedebodas?Arilomiróriendo.—Talvezpensabamásenconsejosparamí.Y,bueno,enrelaciónconla

boda,noestabadeltodoseguradequenofuerasasacarmedelhospitalyllevarmeaLasVegasoalgoasíparacasarnosconmásrapidez.—Estentador—susurróBeau—,perotumadrememataría.—¿Ymipadreno?Beausoltóunacarcajada.—Esunhombre, cariño.Probablementenos compraría losbilletesde

aviónsiledijeraqueteníamospensadofugarnos.Joder,fijoquehastanos

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compraría un avión. Odiamos llevar traje y flores en la solapa,¿recuerdas?Aripusolosojosenblanco.—Loquetúdigas.EntonceslaexpresióndeArisesuavizóysepusoseriaalmoversepara

poderdejarlibreunapequeñazonaasuladoenlacama.Beausupoloqueellaqueríasinqueledijeranada.Con cuidado, Beau colocó su enorme cuerpo junto al de Ari,

levantándoleconcuidadolacabezaparapoderpasarunbrazopordebajo.Conlamanoquelequedabalibreleacaricióyrecorrióelcuerpo.—¿Creesquepuedesvivirconmispoderes?—preguntóAriconcalma.Beausequedóquietoyseechóatrásparapoderverlelacara.Conlas

yemasdelosdedos,lelevantólabarbillaaAriparapodermirarlaalosojos.—Tequiero,Ari.Todoloqueteconvierteenloqueeres.Megustatodo

de ti. Y si vienes equipada para acabar con todo el ejército de un país,entoncessupongoquenuncatendréquepreocuparmedequenadiemedéunapaliza.AAri le resplandecían los ojos bajo la tenue luz de la habitación de

hospitalmientraslerecorríaaBeaulamandíbulaconlosdedos.—Es una mierda tener que llevar este yeso—dijo con voz ronca—.

Pero supongo que eso hará que nuestra noche de bodas seamuchomásdulce.—Cariño, odio ser el que te diga esto, pero después de seis semanas

contigoysinnadadesexo,loshuevosmedolerántantoquemedoycomomucho treinta segundos dentro de ti hasta que explote y tenga lamayoreyaculaciónprecozdelahistoria.Ari se inclinó para mordisquearle la barbilla, haciendo que Beau

emitieraunsuavegruñidodeplacer.—Puede que el yeso me mantenga alejada del juego del orgasmo

duranteuntiempo,peronoveoporquétútienesquesufrirlotambién.Nomepasanadaenlasmanos…nienlaboca—añadióellaconunronroneo.—Apiádatedemí—dijoBeau—.Meestásmatando,cariño.—¿Piedad? —rio Ari—. Puedo asegurarte, Beau, que piedad es lo

últimoquequerrásdemílaspróximassemanas.Quelopartieraunrayosinoteníamásrazónqueunsanto.

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Títulooriginal:InhiskeepingCopyright©MayaBanks,2015Primeraediciónenesteformato:juliode2015©delatraducción:ScheherezadeSurià©deestaedición:RocaEditorialdeLibros,S.LAv.Marquèsdel’Argentera17,[email protected]:978-84-1595-281-7

Todoslosderechosreservados.Quedanrigurosamenteprohibidas,sinlaautorizaciónescritadelostitularesdelcopyright,bajolassancionesestablecidasenlasleyes,lareproduccióntotaloparcialdeestaobraporcualquiermediooprocedimiento,comprendidoslareprografíayeltratamientoinformático,yladistribucióndeejemplaresdeellamediantealquileropréstamospúblicos.

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TableofContentsPortadillaAcercadelaautoraUnoDosTresCuatroCincoSeisSieteOchoNueveDiezOnceDoceTreceCatorceQuinceDieciséisDiecisieteDieciochoDiecinueveVeinteVeintiunoVeintidósVeintitrésVeinticuatroVeinticincoVeintiséisVeintisieteVeintiochoVeintinueveTreintaTreintayunoTreintaydos

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TreintaytresTreintaycuatroTreintaycincoTreintayseisTreintaysieteTreintayochoTreintaynueveCuarentaCréditos

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TableofContentsPortadillaAcercadelaautoraUnoDosTresCuatroCincoSeisSieteOchoNueveDiezOnceDoceTreceCatorceQuinceDieciséisDiecisieteDieciochoDiecinueveVeinteVeintiunoVeintidósVeintitrésVeinticuatroVeinticincoVeintiséisVeintisieteVeintiochoVeintinueveTreintaTreintayunoTreintaydos

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TreintaytresTreintaycuatroTreintaycincoTreintayseisTreintaysieteTreintayochoTreintaynueveCuarentaCréditos