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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
UNIDAD PROFESIONAL INTERDISCIPLINARIA DE INGENIERÍA
Y CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS
UPIICSA
SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN
DIAGNÓSTICO DE LAS CONDICIONES LABORALES EN LAS
MAQUILADORAS TEXTILES DE PANTALÓN DE MEZCLILLA
EN LA REGIÓN DE TEHUACÁN
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN
ADMINISTRACIÓN
PRESENTA
CLAUDIA FERINO VALLE
DIRECTORES DE TESIS
DRA. CLAUDIA ALEJANDRA HERNÁNDEZ HERRERA
M. EN C. JESÚS MANUEL REYES GARCÍA
MÉXICO D.F., ENERO DE 2015
1
2
CARTA CESIÓN DE DERECHOS
En la Ciudad de México, D.F. el día ___ del mes de __________del año____, el (la) que
suscribe ____Claudia Ferino Valle______alumna del Programa de __Maestría en
Administración______, con número de registro_B131209__, adscrita a UPIICSA___,
manifiesta que es la autora intelectual del presente trabajo de Tesis bajo la dirección de la
Dra. Claudia Alejandra Hernández Herrera y el M. en C. Jesús Manuel Reyes García__ y
cede los derechos del trabajo titulado __“Diagnóstico de las condiciones laborales en las
maquiladoras textiles de pantalón de mezclilla en la región de Tehuacán”_, al Instituto
Politécnico Nacional para su difusión, con fines académicos y de investigación.
Los usuarios de la información no deben reproducir el contenido textual, gráficas o datos
del trabajo sin el permiso expreso de la autora y/o directores del trabajo. Este puede ser
obtenido escribiendo a las siguientes direcciones: [email protected];
[email protected]_. Si el permiso se otorga, el usuario deberá dar el agradecimiento
correspondiente y citar la fuente del mismo.
Claudia Ferino Valle
Nombre y firma del alumno(a)
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
SECRETARÍA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO
3
Dedicatoria
“A mi madre que siempre me ha demostrado con su ejemplo que la dedicación
y la perseverancia es el camino para conseguir los logros
A mi familia que siempre siempre ha sido mi impulso para continuar, en
especial, Dani y Ángel
A mi hermano que siempre estará en mi corazón
A José Antonio, por su apoyo incondicional”
4
Indice Dedicatoria .......................................................................................................................................... 3
Resumen. ............................................................................................................................................. 6
Abstract ............................................................................................................................................... 7
Introducción ........................................................................................................................................ 8
Capítulo I. La industria textil en México y Puebla ............................................................................. 11
1.1. Antecedentes de la industria textil en México .................................................................. 11
1.2. La Industria Maquiladora en México...................................................................................... 18
1.3. La industria maquilera en el estado de Puebla y la región de Tehuacán. ......................... 24
1.4. La industria maquiladora en Tehuacán ............................................................................. 35
1.5. El TLC como auge y la recesión como causa de la crisis maquilera................................... 38
1.6. La Cultura en la Región de Tehuacán ................................................................................ 42
Capítulo 2 .......................................................................................................................................... 48
2.1. Taylorismo Fordismo, VS Corriente de las Relaciones Humanas ........................................... 48
2.2. Propuesta del sistema de administración científica de Taylor. ............................................. 50
2.3. Principios fundamentales del Fordismo ................................................................................. 56
2.4. Producción descentralizada y flexible .................................................................................... 59
2.5. Corriente de las Relaciones Humanas .................................................................................... 59
2.6. Flexibilización del Mercado del Trabajo ................................................................................. 60
2.7. Las relaciones laborales ......................................................................................................... 66
2.8. La flexibilidad laboral y el marco jurídico ............................................................................... 68
2.9. La flexibilidad laboral en México ............................................................................................ 70
Capítulo III. La maquila en la región de Tehuacán y el Marco legal laboral ..................................... 73
3.1. Descripción de la región de Tehuacán y el proceso maquilero.............................................. 73
3.2. La consolidación de la maquila .............................................................................................. 74
3.3. Condiciones del proceso maquilero en la región de Tehuacán ............................................. 76
3.4. La maquila clandestina ........................................................................................................... 78
3.5. Determinación del salario en las maquiladoras ..................................................................... 80
3.6. Los talleres formales frente a las maquiladoras clandestinas ............................................... 81
3.7. Marco Legal Laboral ............................................................................................................... 82
3.7.1. Ley Federal del Trabajo ................................................................................................... 82
3.7.2. Del trabajo y de la Previsión Social ................................................................................. 82
3.7.3. Remuneraciones .............................................................................................................. 85
5
3.7.4. Prestaciones de los trabajadores .................................................................................... 90
3.7.5. El trabajo de menores de edad en la LFT ........................................................................ 91
3.8. Requisitos para el Establecimiento de las Maquiladoras ....................................................... 93
3.8.1. Despido de los trabajadores ............................................................................................ 96
3.8.2. Derecho a la sindicalización ............................................................................................ 97
3.9. La realidad de las Maquiladoras frente al Marco Legal ......................................................... 97
3.9.1. Trabajadores sin contratos individuales o contratos a corto plazo .............................. 101
3.9.2. La implementación del Código de Conducta como alternativa .................................... 101
Capítulo IV. Conclusiones ................................................................................................................ 105
4.1. Gráficos e interpretación de los datos ................................................................................. 105
4.2. Artículos de la LFT que se violan en las maquiladoras ......................................................... 122
4.3. Testimonios de menores de edad trabajadores de las maquiladoras ................................. 127
4.4. Conclusiones......................................................................................................................... 129
4.5. Anexo Cuestionario y fotografías ......................................................................................... 131
Bibliografía ...................................................................................................................................... 137
6
Resumen
Tehuacán es la segunda ciudad más grande de Puebla, se ubica al centro sur del
estado y tiene un legado textil de más de cincuenta años. La industria maquiladora
de pantalón de mezclilla ha sido tan importante, que en algún momento, se le
consideró como la “capital del jeans de México” sin embargo, este mismo legado
como productor de confecciones se debe, en gran parte, a la mano de obra que el
empresario maquilero encuentra en esta región. Desafortunadamente los derechos
laborales de los obreros no son respetados, por el contrario, se les exigen tareas
excesivas bajo condiciones precarias y un salario muy por debajo de la Ley, además
de una serie de violaciones a sus derechos estipulados en la Ley Federal del Trabajo.
En el siguiente trabajo se pretende detallar dichas condiciones a través de un estudio
de investigación.
La investigación se realizó a través de un estudio de caso, la metodología utilizada
conjuntó la investigación documental con la de campo, esto fue para intentar abarcar
todos los ángulos de la exploración , lo cual conllevó la revisión y consulta de una
amplia bibliografía, tanto de revistas, periódicos, libros, artículos y demás
documentación referente al tema abordado. Se recurrió a un enfoque de
investigación mixta, que consistió en recolectar, analizar y vincular los datos de
manera cuantitativa y cualitativa. Se aplicaron cuestionarios recopilando los datos
información y opiniones a través de preguntas, los encuestados respondieron de
acuerdo a su criterio y brindaron información útil para la investigación. Las
preguntas que se realizaron fueron: dicotómicas, de alternativas múltiples y de
rangos, de esta forma se intentó consolidar los datos y los resultados obtenidos. Por
otro lado, las preguntas se diseñaron con base en los fundamentos teóricos y los
antecedentes planteados. Posteriormente se clasificaron las respuestas y se hizo la
tabulación e interpretación para llegar a datos significativos, la estadística que se
utilizó fue la descriptiva y a través de la interpretación de los datos se elaboraron las
gráficas pertinentes la cual arroja los datos que avalan la precarización de sus
7
condiciones, así como la violación de los derechos laborales de los trabajadores de
esta industria.
Abstract
Tehuacan is the second largest city of Puebla, is located to south of downtown and
has been a textile legacy of more than fifty years. The maquiladora industry jeans
was so important that at some point, was regarded as the "capital of Mexico jeans"
however, this same legacy as a producer of apparel, in great part due to hand
maquila work the employer in this region. Unfortunately the labor rights of workers
are not respected, however, they require excessive work under precarious conditions
and a salary well below the law, and a series of violations of their rights under the
Federal Labor Law. In this paper is to detail those conditions through a research
study.
The research was conducted through a case study, the methodology combined desk
research with field, this was to try to cover every angle of exploration, which led to
the review and consultation with a wide bibliography, both magazines, newspapers,
books, articles and other materials relevant to the topic addressed. He used a mixed
approach to research, which was to collect, analyze and link data quantitatively and
qualitatively. Questionnaires were applied to collect the data information and
opinions through questions, the respondents according to their criteria and provided
useful information for the investigation. The questions that were performed were:
dichotomous, multiple choice and ranges, thus they tried to consolidate the data and
the results obtained. On the other hand, the questions were designed based on the
theoretical foundations and background raised. Later responses were classified and
tabulation and interpretation was to reach significant data, the statistical used was
descriptive and through the interpretation of the relevant data which throws graphic
data that support the precarious were developed their conditions as well as the
violation of labor rights of workers in this industry.
8
Introducción
En nuestro país, tradicionalmente el empleador ha tenido ventajas poco éticas sobre
el trabajador, a partir de que el empleo ha sido uno de los factores de la producción.
Sin embargo, es la industria textil, específicamente, la industria de la maquila, en
donde se ha llegado a una explotación extrema.
Recordemos la Huelga de Río Blanco que fue una rebelión obrera en la fábrica de
tejidos de Río Blanco, en Veracruz, México, el 7 de enero de 1907, que se extendió
a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa. La rebelión de Río Blanco es
considerada un suceso precursor de la Revolución Mexicana de 1910.
El día 7 de enero en Río Blanco cerca de dos mil operarios agrupados en el Círculo
de Obreros Libres se amotinaron frente a la fábrica, le lanzaron piedras e intentaron
quemarla pero la policía montada lo impidió, entonces saquearon y quemaron la
tienda de raya propiedad de Víctor Garcín, que además era el dueño de otros dos
almacenes en Nogales y Santa Rosa, hoy Ciudad Mendoza. Después los obreros se
dirigieron a la cárcel y liberaron a los reos.
Soldados del 13º Batallón dispararon contra la multitud que huyó a Nogales y a
Santa Rosa, donde también saquearon la tienda de raya, paralizaron el servicio de
tranvías, cortaron los cables de energía eléctrica y saquearon las casas de
particulares acaudalados. De regreso a Río Blanco los amotinados fueron
interceptados por más fuerzas federales que dispararon contra hombres, mujeres y
niños. No existe un registro exacto, pero se estima que entre 400 y 800 obreros
fueron asesinados, durante dos noches algunos testigos vieron plataformas de
ferrocarril con docenas de cuerpos amontonados que de los 7.083 operarios de esa
zona, la diferencia es de 1.571 de los cuales unos habían sido muertos, heridos o
desplazados. Cerca de 223 operarios varones y 12 mujeres más fueron encarceladas.
(Anónimo. "Los sucesos de Río Blanco". La Voz de México, a. XXXVII, núm. 11,
13 de enero de 1907, p. 3)
Lo anterior marca el tipo de relación laboral que existe entre los patrones textiles
con sus trabajadores. A lo largo de este trabajo, se hace mención en forma detallada
9
del incumplimiento a la Ley Federal del Trabajo en infinidad de artículos que dañan
gravemente la economía del trabajador, sumiéndolo en una pobreza extrema.
La grave situación por la que pasan los trabajadores textiles, me impulsó a indagar
con mayor profundidad el estado que guarda la relación de trabajo en la industria
textil, llevándome a investigar, aplicando un cuestionario a los trabajadores de las
maquiladoras textiles en el estado de Puebla.
Este trabajo se desarrolla de la siguiente manera:
En el capítulo I, se aborda el marco contextual referido a la Industria Textil en
México y posteriormente en el estado de Puebla, en donde se hace un recorrido en el
tiempo de lo que sucede en la industria textil tehuacanera desde 1535 a la fecha.
El capítulo II está referido a las corrientes de la Administración Científica contra la
corriente de las Relaciones Humanas, haciendo hincapié en las especificidades de
cada una de ellas, encontrando que la corriente científica representada por el
Taylorismo, Fordismo, y otros representantes como los esposos Gilbert y Henry
Fayol, buscaban la eficiencia máxima en los trabajadores, pero sin llegar a
condiciones infrahumanas como las que vemos en la Industria Textil de nuestro país.
Así también, se analiza la posición de los humanistas de la Administración,
compuesta por Elton Mayo, Douglas Mc Gregor, Maslow y otros que abogan por las
mejores condiciones de las instalaciones y una retribución que satisfaga las
necesidades básicas y más del trabajador.
En el tercer capítulo denominado Marco Legal Laboral y el proceso maquilero en la
región de Tehuacán, se muestran ampliamente los artículos más importantes de la
Ley Federal del Trabajo que son violados por los patrones textiles, así también, se
presenta, en forma detallada, la situación que priva en la industria textil de la región.
10
El cuarto capítulo, contiene el cuestionario aplicado a los trabajadores de las
maquiladoras textiles, así como también, la interpretación de los datos obtenidos en
las mencionadas entrevistas.
Por último se presentan las conclusiones de este trabajo en las cuales se realizarán
algunas recomendaciones para intentar dar solución a la problemática de la violación
a los derechos laborales de los trabajadores de la industria maquilera textil de la
región de Tehuacán.
11
“La industria maquiladora de exportación (IME) en México es una
de las principales actividades industriales del país. Su importancia
en la generación de empleo, exportaciones y divisas se ve
fortalecida por su capacidad de evolución productiva,
organizacional y tecnológica.” Carrillo y Hualde (1997)
Capítulo I. La industria textil en México y Puebla
1.1. Antecedentes de la industria textil en México
Los registros más antiguos que tenemos del surgimiento de la industria textil en
México datan de 1539 que es cuando se instala el primer obraje novohispano, según
datos de Hugo Leich fue Francisco de Peñafiel quien la estableció “para hacer paños
como en Segovia”. Otro antecedente importante es la llegada del sedero a la ciudad
de México en 1535 y posteriormente en Puebla alrededor de 1542, esta actividad se
realizaba de forma artesanal en pequeños talleres. Gracias al fomento que le dio la
Nueva España a esta actividad es que se instalaron varios sederos en este lugar, pese
al recelo que podría tener Castilla, pues sus textileros eran, por excelencia, los
mejores de España. (Thomson, 1999)
Así también se puede mencionar que: “En ese entonces, Puebla, se distinguió por la
cría del gusano de seda y la cochinilla. Otro dato importante es que el 15 de marzo
de 1542 el cabildo de la Nueva España expidió las primeras ordenanzas de
protección al indígena y prohibió la esclavitud de hilanderos indígenas en los
sederos, quizás por un intento de España por frenar el crecimiento industrial de que
se estaba dando en la Nueva España. Aunado a esto, se crean los gremios, que en un
principio “vigilaban” únicamente la protección del indígena, sin embargo, en 1592
se dan a conocer otras ordenanzas en las cuales se restringe la producción, no tanto
por una sobreproducción sino porque pretendían que no fuera una competencia
frente al mercado europeo ya que ellos estaban buscando nuevos mercados en
América, esta ordenanza se implementó primeramente en la capital y
posteriormente, en Puebla en 1676. Al paso de los años, las consecuencias fueron
12
que para 1806 ya sólo quedaban dos fábricas de paño y telas de lana en Puebla.”
(Thomson, 1999)
Por otro lado, el mismo autor menciona la importancia de la industria algodonera, y
precisa lo siguiente: “Por una parte, a los ojos de los españoles, las prendas
elaboradas con algodón no eran tan finas como las elaboradas con seda por lo que
esta industria no estaba tan controlada, tan es así, que no existe propiamente un
registro de cuántos talleres se dedicaban a esta actividad pero se sabe que fue una
industria que comenzó durante la época de la colonia y que su mayor esplendor fue
en el siglo XIX, aunque ya desde antes de la llegada de los españoles los indígenas
ya confeccionaban prendas de algodón. Se sabe que a finales del siglo XVII ya
existía en Puebla un gremio de tejedores de algodón. Para la mitad del siglo XVIII
esta industria tenía un notable crecimiento frente a la industria pañera. En este
sentido, la industria poblana de algodón “es el único asilo que ha quedado a las
mujeres pobres, que casi todas se ocupan en hilar algodón para venderlo hilado a los
fabricantes, trabajo en el que es muy corta la utilidad que les queda”. Los tejidos se
vendían posteriormente al comerciante que casi siempre era español (Thomson,
1999)
Alrededor de 1800, se ha calculado a través de los registros de impuestos, que
México contaba con «más de 11,000 telares castellanos de pedal (87% de ellos para
el tejido de algodón) que proporcionaban trabajo de forma directa a 90,000
hilanderos y tejedores, 50,000 de los cuales estaban concentrados en las ciudades de
Puebla, Guadalajara y Querétaro. En 1803 la ciudad de Puebla aún aventajaba a sus
rivales, esa sola capital provinciana producía artículos de algodón valuados en
1,500,000 dólares» (en ese momento un peso se encontraba a la par de valor que el
dólar) (Gómez Galvarriato, 1999, p. 146)
En 1820 un hecho marca la decadencia de esta industria, la Independencia de
México, debido a la guerra, se abandonó el cultivo de esta fibra por lo que la materia
13
prima (el algodón) había elevado su precio pese a que la industrialización se
encontraba en pleno apogeo en lugares como Inglaterra de la cuál se importaban las
mantas.
En cuanto a la industria textil, México, ya como país independiente se encontraba
muy mal parada, por un lado «los bajos ingresos llevaban a que hubiese bajas
inversiones, en tanto que las bajas inversiones llevaban a una incapacidad de
competir con los manufactureros extranjeros.» (Gómez Galvarriato, 1999, p. 146) y
por otro lado, se encontraba ávido por llevar su propia economía, en este momento
es que surge el Banco de Avío, creado por Lucas Alamán, el 16 de octubre de 1830
como una propuesta para que el Estado participara abiertamente en la economía del
país, sin embargo, la realidad era que el país se encontraba destruido en
prácticamente todos sus ámbitos. «El banco trató de encontrarle la cuadratura al
círculo al traducir una baja protección en capital para inversión. Aunque nunca pudo
acumular el capital planeado -1000 000 de pesos-, sí tuvo capacidad para financiar
varios proyectos industriales hasta 1840, cuando dejó de funcionar como una
agencia industrial de préstamos»1 Aún así, el Banco de Avío tenía por objetivo
fomentar la industria nacional. Una de las industrias que más beneficios obtuvo fue
la algodonera. (Banco de Avío)
En esta etapa coyuntural aparece un personaje relevante, Esteban de Antuñano,
veracruzano de nacimiento que viaja a Francia en 1830 para aprender el proceso
industrial correcto y hacer negocio con empresarios galos, como lo menciona el
historiador Luis Andrés Prado.
Apodado por algunos como “el padre de la industria” en México debido a que
propugno por ella e incluso armó un plan económico de trabajo con el fin de
impulsar la industrialización en nuestro país. Antuñano, como buen criollo de
familia acomodada, realizó varios viajes a Europa, principalmente España, Francia e
Inglaterra, ahí es en donde conoce más sobre cuestiones textiles, económicas y
14
tecnológicas, por las cuáles hizo un enorme esfuerzo por implementarlas en el
México independiente, sostenía que en nuestro país los mexicanos tenían aptitudes
para el desarrollo costeable de la industria del algodón. En su discurso Analítico
menciona que «Nuestro país podía crear una industria textil por sus elementos
naturales, es decir, por la posibilidad de cultivo de dicho producto y por las
“aptitudes innatas y ancestrales” de sus habitantes pero únicamente si se les brindaba
como impulso inicial crédito y protección» Por protección se refiere a proteger la
industria algodonera tratando de importar lo menos posible cobrarla con elevados
aranceles. (Blázquez Domínguez C. , 1983)
Este emprendedor tuvo que soportar la suerte de tres naufragios antes de que en
1835 por fin pudiera comenzar a operar “La Constancia Mexicana” nombre que
recibió su primer fábrica y la primera en México. (Prado Trigo, 2009)
«Su tesis esencial a este respecto fue sencilla: el país no tendría paz mientras no
existiera industria “ilustrada y honesta” en progreso. Nadie podía conservarse si no
trabajaba y para que hubiera trabajo se requerían fábricas» (Blázquez Domínguez C.
,1983)
«En México, la modernización industrial no se convirtió en un proceso dinámico. La
mayor parte de la inversión en maquinaria moderna y en nuevas fábricas ocurrió en
una breve racha de inversiones entre 1838 y 1842» (Thomson, 1999, p. 138)
«Según Jan Bazant, Dawn Keremitsis y Bernecker, la moderna industria textil
algodonera se formó en tan sólo unos quince años, entre 1830 y 1845, y hacia
mediados de la década de 1850 se había llegado al punto más alto de expansión
industrial. Después de eso el progreso se volvió más y más lento, deteniéndose antes
del final de la década y recomenzando en 1880» (Gómez Galvarriato, 1999, p. 156)
A principios del s. XX, todavía durante la época del porfiriato, entre 1906 y 1909, la
producción textilera de Puebla había disminuido en un 16% y las ventas nacionales
15
en un 21% pese a esto, el número de fábricas existentes era de 45 y en 1911
sumaban 48, lo que habla de una recuperación.
Entre 1911 y 1913, en la época maderista, la producción vuelve a disminuir en un
12.5%, sin embargo, las ventas aumentaron un 5%.
Ya para la etapa huertista, entre 1913 y 1914, se cerraron abruptamente varias
fábricas, primero 14 y elevándose hasta 54
Los enfrentamientos entre zapatistas en esta región, provocaron daños e incendios en
diversas fábricas.
«Para el año 1913 en Puebla se hallaban además otras cinco fábricas paralizadas. La
Providencia, La Teja, La Paz, El Textil y la Heroica, las cuales se reportaron
provisionalmente clausuradas, aunque en el caso de las dos últimas el cierre se
volvió definitivo» (Gamboa, 1999, p. 234)
Entre 1919 y 1920 hay una ligera recuperación ya que de las 34 fábricas que se
encontraban laborando, 25 de ellas a las que se les cuestionó, trabajaban doble turno
y se registró la apertura de otras seis.
Sin embargo para 1921 hay una crisis que afecta el precio de la plata y el cobre por
un lado, y por otro lado, el país todavía no se recuperaba de los estragos de la
Revolución Mexicana.
La baja en la industria textil continuó hasta 1924, con un descenso en la producción
de 18.4%, en las ventas sólo disminuyó 1.4% y los empleados hasta un 5.1% debido
también a las huelgas que se suscitaron en esos años. (Gamboa, 1999, p. 236)
En la etapa callista, por el año 1925, los textileros contaban con el respaldo
presidencial para empezar con su recuperación. Entre 1925 y 1926 las huelgas casi
se habían extinguido debido a que la Confederación Regional Obrera Mexicana
16
CROM era la encargada de autorizar o desautorizar los movimientos huelguistas y
empezaba a existir un respaldo por la política empresarial.
Otra situación que se tenía que resolver era la diferencia en la tarifa salarial de los
obreros, a su vez, impulsada por trabajadores y empresarios que se encontraban en
desventaja «la SICT convocó a una Convención Industrial Obrera del Ramo Textil.
El evento se inauguró el 6 de octubre de 1926 y se clausuró hasta el 18 de marzo de
1927, influyendo considerablemente en la nueva política adoptada por los
empresarios a finales de esta década»
«La fijación de tarifas diferenciales suscitó enconadas pugnas entre los empresarios
asistentes a la Convención, pues todos se oponían a pagar más que sus
competidores. Sin embargo, por la mayoría de votos de los industriales de Puebla y
Tlaxcala el criterio de éstos prevaleció y así se establecieron tarifas distintas…Los
industriales de ambos estados quedaron entre los que debían pagar las tarifas menos
y … Orizaba y Distrito Federal entre aquellos a quienes tocaron las tarifas mayores»
(Gamboa, 1999, p. 262)
Las desavenencias no se hicieron esperar y los empresarios que tenían que pagar una
tarifa mayor amenazaron con realizar paros y huelgas por lo que Calles tomó la
determinación de «autorizar a estos empresarios por cuatro meses a reducir a 24 las
horas semanales de trabajo, cesar al personal innecesario y a seleccionarlo con base
en su eficiencia» (Gamboa, 1999, p. 262)
Hasta aquí hemos hecho el recuento de la industria textilera, ahora nos avocaremos a
describir cómo se originó la industria del vestido en México. Esta data alrededor de
los años cuarenta y se divide en cuatro periodos
1er Periodo. Los inicios de la industria década de 1940
17
2do Periodo. Del Programa Sustitución de Importaciones a la época pre-TLCAN
1994
3er Periodo. Comienzo del TLCAN 1994
4to Periodo. Época de cambios y retos 2001
Fuente CEC-ITAM. 2004
En el primer periodo funcionaban 425 talleres que se dedicaban a la confección de
ropa, formándose la Asociación de Fabricantes de Camisas y la Asociación Nacional
de Sastres en 1942, la que más tarde, en 1944, se constituiría como la Cámara
Nacional de Confección. (La industria del Vestido en México: Diagnóstico,
Prospectiva y Estrategia, 2008, p. 12)
En el segundo periodo, en los años cincuenta, con el Programa de Sustitución de
Importaciones, emprendido por Manuel Ávila Camacho en los cuarenta pero al que
le dió seguimiento Miguel Alemán Valdés. Esta estrategia de industrialización
consistió en sustituir los artículos manufacturados de procedencia extranjera por
productos y artículos manufacturados por la industria nacional, en esta etapa el
sector textil se vió beneficiado gracias a los subsidios que el gobierno otorgaba para
su crecimiento y desarrollo. Esta etapa duró hasta la llegada del Tratado de Libre
Comercio en 1994 y es precisamente antes del fin de este periodo que surge la
maquiladora textil como tal y de la que hablaré más a detalle posteriormente.
Tercer Periodo. Como es bien sabido, la incursión de México al Tratado de Libre
Comercio se originó en 1994, dicho tratado, tenía como fin “fortalecer las
economías de los países participantes” . En este sentido «México ha sobrepasado a
todas las demás naciones en lo que respecta al fortalecimiento de su capacidad de
exportar manufacturas. El número de empresas exportadoras ha aumentado de 22
000 en 1994 a 34 000 en 1998 y los trabajadores aumentaron a más de 1 000 000»
(Gereffi, 2000, p. 8)
18
Cuarto Periodo. En este periodo la industria manufacturera parecía encontrarse en
una etapa estable, pero a partir del año del atentado en las Torres Gemelas en
Estados Unidos, hubo un derrumbe en las empresas maquiladoras que manejaban
principalmente producción extranjera. «Para mediados del 2001 el panorama de la
industria, desde la puesta en marcha del TLCAN, había cambiado. Entre junio del
2001 y diciembre de 2002 cerraron en México un total de 322 empresas
maquiladoras en la industria textil y del vestido; según el Banco Mexicano de
Comercio Exterior (BANCOMEXT), esta cifra representó aproximadamente el 28%
del total de maquiladoras en el sector. Durante el periodo 2000-2004 existió una
pérdida de 199 mil empleos, el cierre del 18.3% de empresas, reducción en ventas
del 6.6% y una tendencia descendente en la Inversión Extranjera Directa (IED) con
disminuciones del 71%» (La industria del Vestido en México: Diagnóstico,
Prospectiva y Estrategia, 2008, p. 14)
1.2. La Industria Maquiladora en México
Originalmente la Industria Maquiladora en México surge alrededor de la década de
los sesenta, sin embargo es hasta los ochenta cuando tiene su mayor auge, surge
como un plan emergente y temporal por parte del gobierno mexicano para abatir el
desempleo que se daba en la zona fronteriza con Estados Unidos, esta iniciativa cae
como anillo al dedo para nuestros vecinos del norte, ya que de esta forma se le
permitía pagar bajos salarios y bajar sus costos laborales debido a la cercanía que se
tenía.
Pese a la precariedad con que se laboraban en estos lugares de trabajo y la poca
tecnología con que elaboraban sus productos, estos trabajos significaban un ingreso
para los habitantes de la zona fronteriza. (Contreras & Munguía, 2007, p. 72)
«En la década de los ochenta del siglo XX, la paradoja central relacionada con el
trabajo en la industria maquiladora de exportación (IME) era: re-valorización del
19
trabajo versus precarización en el empleo. Mientras que, por un lado, se
implementaban sistemas y formas de trabajo más racionales, eficientes y
competitivos, por otro lado, disminuían los salarios reales, el nivel del salario
relativo era muy bajo y las condiciones de trabajo eran las mínimas que establecía la
Ley Federal del Trabajo (LFT). La alta rotación voluntaria en el empleo era
interpretada en este contexto como un síntoma de las malas condiciones laborales
existentes y la insatisfacción en el trabajo» (Carrillo, 2003, p. 123)
Actualmente la prioridad de las empresas radica en mejorar su desempeño laboral
dejando en segundo término e incluso nulificando asuntos primordiales como
salarios, condiciones de trabajo, seguridad y el cuidado del medio ambiente. En el
contexto en que actualmente nos encontramos en continua pérdida de ventajas
competitivas, lo prioritario es «cómo lograr que las maquiladoras permanezcan,
mejoren tecnológica y laboralmente, al mismo tiempo que arriben nuevas
inversiones, en un contexto de incertidumbre.» (Carrillo, 2003, p. 123)
El hecho de considerarse como una medida temporal para abatir el desempleo,
provocó que no existiera desde el principio un objetivo explícito para la creación de
eslabonamientos productivos a través de ellas sino simplemente existía un
proteccionismo para las empresas extranjeras. «En 1966 se emitieron las reglas que
permitieron la importación temporal de maquinaria e insumos a la franja fronteriza;
en 1971 un reglamento nuevo autorizó el establecimiento de plantas en regiones no
fronterizas, y la creación de empresas de capital extranjero en su totalidad y en 1977
se definieron los mecanismos de coordinación, para el cumplimiento de las normas
aplicables a este tipo de empresas.» (Contreras & Munguía, 2007, p. 76)
Siguiendo con la evolución de las maquiladoras en nuestro país, tenemos que de
1985 a 2000, la tasa de crecimiento anual del trabajo en las maquiladoras fue de 13
por ciento, en tanto que en el resto del sector manufacturero fue menor a 1. En 1985,
el total de las exportaciones mexicanas ascendía a poco más de 27 mil millones de
20
dólares, de los cuales 19 por ciento correspondía a las maquiladoras. Para el 2000, el
valor total de las exportaciones del país se había multiplicado seis veces más, y la
participación de las maquiladoras representaba ya 48 por ciento.
Las actividades que crecieron más rápido fueron la fabricación de autopartes y la
confección, aunque la industria electrónica se mantuvo como la mayor
concentradora de plantas y empleados. (Contreras & Munguía, 2007, p. 75)
Como ya lo habíamos mencionado, el discurso oficial, era que las maquiladoras
eran consideradas como un “mal temporal”; pero en los hechos, han sido
respaldados gubernamentalmente, permitiendo su instalación, al principio en la zona
fronteriza para de esta forma, combatir el desempleo y generar divisas. (Contreras
& Munguía, 2007, p. 76)
Pues bien, el “modelo maquilador”, que fue diseñado como un recurso de
emergencia, se fue transformando tanto en su normatividad como en su
funcionamiento, hasta convertirse en la base del desarrollo industrial en la región
norte de México, y en el frente más dinámico de las exportaciones del país. Todos
estos cambios legales estuvieron en su momento ligados con los estructurales
experimentados por las maquiladoras, y con el reconocimiento de la importancia
creciente de estas empresas para la economía mexicana. (Contreras & Munguía,
2007, p. 77)
Uno de los cambios más relevantes en la regulación de las maquiladoras se dio en
1983, cuando, en un proceso de apertura externa y desregulación de la economía
mexicana.
Tanto el Plan Nacional de Desarrollo publicado ese año, como el nuevo Decreto
para el fomento y operación de industria maquiladora de exportación, concedieron a
las maquiladoras un papel más relevante que simples generadoras de empleo y
21
divisas sino «como la base del desarrollo económico de la región fronteriza y fuente
de modernización tecnológica» (Contreras & Munguía, 2007, p. 77)
«Este decreto les concedió, por primera vez, el estatus de sociedades mercantiles
mexicanas, a la vez les permitió vender hasta 20 por ciento de su producción en
territorio mexicano; desde entonces los documentos oficiales las empezaron a
considerar como un factor de desarrollo industrial y no sólo como enclaves de
ensamblaje para crear empleos. Este enfoque se afianzó y precisó en el decreto de
1989, cuando se consideraron como instrumentos de trasferencia de tecnología y
promotoras de la competitividad de la industria nacional (Comisión Económica para
América Latina y el Caribe 1996). Después, el decreto fue reformado en 1994, para
ajustarse a las disposiciones del TLC, y en 1996 se introdujeron cambios para
estimular el desarrollo de empresas mexicanas proveedoras de insumos y partes.»
(Contreras & Munguía, 2007, p. 77)
Para 1998 se da un nuevo decreto, que es el que se encuentra vigente, emitido por el
Diario Oficial de la Federación el 1 de junio en él se resume el enfoque que el
gobierno le da a estas empresas:
«Las empresas maquiladoras de exportación deberán atender a las siguientes
prioridades nacionales:
I. Crear fuentes de empleo;
II. Fortalecer la balanza comercial del país a través de una mayor aportación neta de
divisas;
III. Contribuir a una mayor integración interindustrial y coadyuvar a elevar la
competitividad internacional de la industria nacional, y
IV. Elevar la capacitación de los trabajadores e impulsar el desarrollo y la
transferencia de tecnología en el país.» (Contreras & Munguía, 2007, p. 77)
22
Como se puede apreciar, después de este breve recuento de la evolución de las
maquiladoras, las transformaciones del marco legal de las mismas no han formado
parte de una visión estratégica del desarrollo industrial y económico, dentro de la
cual los instrumentos normativos debieran estar diseñados para aprovechar su
expansión y orientar el desarrollo industrial en determinado sentido. Los cambios
han consistido principalmente en adaptaciones y ajustes, para adecuar la norma a la
realidad eminente del sector y a las demandas empresariales. (Contreras & Munguía,
2007, pp. 77-78)
Desafortunadamente, después de crecer casi sin interrupción desde su origen, el
número de maquiladoras empezó a declinar de manera acelerada a finales de 2000.
En octubre de ese año el empleo llegó a su punto más alto, con 1 338 970
trabajadores. Pero de noviembre de 2000 a diciembre de 2001 se perdieron poco más
de 250 mil puestos de trabajo. A mediados de 2002, el empleo se había reducido en
20% y la producción en 30% . (Contreras & Munguía, 2007, p. 75)
El principal factor coyuntural externo que afectó negativamente a la Industria
Maquiladora de Exportación fue la famosa desaceleración de la economía
estadounidense. Esto se debió a que existen varios factores que nos unen a la
economía de ese país.
«En primer lugar, existe una dependencia histórica de la producción de las
maquiladoras y la demanda en Estados Unidos (Fuentes, 1993, 2001). En segundo
lugar, a mayor importancia económica de la Industria Maquiladora de Exportación
(IME) en México mayor el tamaño del impacto. En tercer lugar, existe una relación
asimétrica muy pronunciada entre ambas economías. Y en cuarto lugar, hubo una
situación dramática en la baja del consumo en EU debido a los atentados del 11 de
septiembre del 2001. Debido a que en las maquiladoras se producen productos
finales (televisores o ropa, por ejemplo), commodities (los arneses por ejemplo) o
23
devices (válvulas, por ejemplo), al modificarse el mercado inmediatamente se ven
afectadas las empresas.» (Carrillo, 2003, p. 129)
Aunado a todo esto se encuentra también el surgimiento de países emergentes con
una alta competitividad derivada de bajos costos salariales, apoyos y subsidios de
los gobiernos, gran disponibilidad de mano de obra y un mercado potencial enorme.
Tal es el caso de países continentales como China e India que han logrado disminuir
sustantivamente los costos de operación, de tal suerte que ningún país
latinoamericano podría competir sobre tales circunstancias. China es el principal
competidor de las “maquiladoras mexicanas” ya que mientras que ese país paga
salarios 10 veces más bajos que México (20 centavos de dólar la hora contra $2.27),
la mano de obra disponible supera más de 10 veces a la de nuestro país. China es
además el principal destino de la IED Inversión extranjera directa en nivel mundial,
y en sectores como calzado, textiles y juguetes es el principal productor mundial.
(Carrillo, 2003, p. 130)
24
1.3. La industria maquilera en el estado de Puebla y la región de Tehuacán.
Hasta la década de los años treinta del siglo pasado México basaba su economía en
el sector agropecuario, pero a partir del sexenio del general Lázaro Cárdenas (1934–
1940) se impulsó la industrialización del país. En 1965, bajo el modelo de
industrialización por sustitución de importaciones (isi) el gobierno autorizó, en
principio, de manera limitada y provisional la instalación de maquiladoras bajo el
Programa Nacional Fronterizo y el Programa Industrialización de la Frontera, con el
objetivo de frenar la emigración ilegal de mexicanos a Estados Unidos ocasionada
por la suspensión del Programa Bracero, que desde 1942 garantizaba la entrada
regular de mexicanos a este país (De la O, 2006a; Morales y García, 2005)
En los primeros años del Tratado del Libre Comercio (TLC) las maquiladoras
crecieron notablemente; Vargas (2003) menciona que el TLC creó condiciones
favorables para este crecimiento.
Ante este marco la maquila adquiere importancia en el empleo nacional, y de
acuerdo con Carrillo y García (2002), se incrementó la inversión directa en esta
industria debido al fomento de la reducción de los aranceles y a la flexibilización de
la Ley Federal del Trabajo, para fortalecer el esquema de mano de obra barata y
penetrar en el mercado norteamericano y latinoamericano. Con esta reestructuración
económica se establecen industrias para la confección de ropa y electrónica que
emplean mano de obra de baja remuneración.
Pero en el año 2000 comenzó su decrecimiento, la producción representó 28.7% del
pib y 87.3% de las exportaciones; la maquila y el sector en general entraron en crisis
a partir de este año. El personal ocupado entre 2000 y 2003 se redujo 17.7% (-9.7%
en 2004); el número de maquiladoras disminuyó 20.5% (-21.7% en 2004) (De la
Garza, 2007). Las causas que incidieron en su decrecimiento son diversas pero
destaca la caída en la demanda del mercado en Estados Unidos y el acuerdo del TLC
que las hace pagar mayores impuestos a las empresas; las exportaciones de China y
Centroamérica a ese país y el clima de inseguridad pública (Hualde, 2003a; Carrillo,
2007 p. 88).
25
La expansión de las maquiladoras a espacios diferentes a la frontera norte, se da
dentro del esquema neoliberal y responde a la reestructuración económica del país y
a la creciente reindustrialización, donde las micro, pequeñas y medianas empresas
toman importancia en la producción flexible. Con respecto al origen de las
empresas, éstas en un inicio eran estadounidenses, posteriormente ingresaron de
Japón, Corea del Sur, Taiwán y de algunos países europeos (Alonso, 2004) Se puede
decir que el desarrollo de la industria maquiladora de México se sustentó en tres
elementos fundamentales: la proximidad geográfica con Estados Unidos, los bajos
salarios y de acuerdo con Moreno, Santamaría y Rivas (2006), al favorable régimen
fiscal diseñado para la industria maquiladora, el cual le permite disminuir o
exentarse del pago de impuestos a la importación, al valor agregado y sobre la renta.
Con esta política industrial México atrajo diversas empresas y aprovechó —en las
últimas décadas— la creciente desconcentración o relocalización industrial a escala
mundial y se constituyó como el centro manufacturero de más bajo costo de
América del Norte. Pero a cambio, las maquiladoras de exportación tenían como
objetivo crear fuentes de empleo, mejorar la captación de divisas, la competitividad
internacional de la industria del país, la capacitación de los trabajadores y sobre
todo, impulsar el desarrollo y transferencia tecnológica (Fernández, 2002).
26
En este sentido las condiciones laborales, específicamente su flexibilización, fue uno
de los instrumentos para impulsar la maquila en el país. Pérez (2002) menciona al
respecto que las relaciones industriales en México buscan conseguir para las
empresas mayor grado de modernidad con menores costos laborables. Méndez y
Caravaca (1999) comentan que esta situación es aprovechada por algunas empresas
para instalarse en áreas donde la fuerza de trabajo no se encuentra organizada para
defender sus prestaciones y donde las leyes correspondientes establecen
restricciones en materia sindical o fomentan el desarrollo de condiciones de trabajo
precarias, donde regularmente las relaciones de trabajo son familiares, comunitarias
y clientelistas; situación a la que las grandes industrias recurren ampliamente. Se
puede decir que la maquila en talleres y domiciliaria se caracteriza por beneficiarse
de los bajos salarios así como de la disponibilidad y destreza de la mano de obra
familiar, además de no otorgar prestaciones laborales que por ley les corresponde a
los trabajadores (Barrientos, 2000 p. 89).
Los desplazamientos en las comunidades rurales de México hacia los trabajos
manufactureros de las maquiladoras, muchos de ellos localizados en zonas urbanas
de los distintos estados donde se han desplazado a las zonas rurales. Aquí las
actividades agrícolas dejaron de ser la única actividad económica y en ciertos casos
es la principal fuente de ingresos para las familias. Algunos organismos
internacionales mencionan que las maquiladoras se constituyeron como una
alternativa para combatir la pobreza y el desempleo en los territorios rurales, para
frenar la migración y como un medio para mejorar el bienestar de sus habitantes.
Pero la realidad es diferente, se instalan en estos espacios para aprovechar la mano
de obra barata y marginarlos en sus prestaciones laborales con la finalidad de
incrementar sus ganancias. Corbera (1988)
27
«El fortalecimiento del empleo rural no agrícola (ERNA) en los espacios rurales fue
impulsado por la deslocalización industrial y por una política agrícola que
desincentivó la producción de cultivos básicos. Padilla (2004) señala que el modelo
neoliberal se caracteriza por la ausencia del Estado» (Aguilar Díaz, Juárez Sánchez,
& Ramírez Valverde, diciembre 2009 p.90)
«Lo interesante es que las industrias maquiladoras en el país, a más de 50 años de
haberse establecido, no han favorecido el desarrollo industrial de México con bases
tecnológicas propias que pudieran asegurar el verdadero progreso, revertir los
índices de pobreza y miseria y reducir la migración a Estados Unidos.
Los únicos beneficiados son los dueños de las maquiladoras y quien los contrata
como obreros, ya que disminuyen sus costos de producción al emplear mano de obra
barata y ahorrarse todo tipo de prestaciones laborales.» (Aguilar Díaz, Juárez
Sánchez, & Ramírez Valverde, diciembre 2009, p. 91)
El paso de la agricultura a actividades no agrícolas se explica por la crisis del
modelo productivo y el cambio en la política agrícola que trajo consigo la
marginación de las actividades agrícolas que derivaron en el declive de sus ingresos
y en el surgimiento de la pluriactividad como un mecanismo para resarcir la caída de
los ingresos agrícolas (Rubio, 2002, p.25).
«El origen laboral del grupo que no trabaja en el campo, 43.5% mencionó que era
obrero, 34.8% era desempleado, 8.7% estaba estudiando y el porcentaje restante
tenía algún oficio.» (Aguilar Díaz, Juárez Sánchez, & Ramírez Valverde, diciembre
2009, p. 94)
«El nivel de instrucción que tienen los trabajadores es de secundaria, rebasando los
requisitos necesarios para desarrollar las actividades particulares que desempeñan en
las maquiladoras.
28
Las maquiladoras constituyen una fuente de empleo importante, principalmente en
la población joven de los espacios rurales. Las empresas descentralizan sus procesos
manufactureros en esos espacio y traen consigo la generación de empleo donde los
principales beneficiaros son los dueños, ya que margina a sus trabajadores —vía
salario— mediante todo tipo de prestaciones laborales.» (Aguilar Díaz, Juárez
Sánchez, & Ramírez Valverde, diciembre 2009, p. 97)
«La importancia del estado de Puebla se encuentra en su aportación al PIB, según
datos del INEGI, Puebla es la octava economía más importante de México, con una
Población Económicamente Activa (PEA) que ascendió a 2,710,076 personas de 14
años y más, al 2013, lo que representa una alta tasa de participación en la actividad
económica de 61.1%. Del total de la PEA, el 95.3% está ocupada y el 4.7%
desocupada.» (Aguilar Díaz, Juárez Sánchez, & Ramírez Valverde, diciembre 2009)
Entre las principales actividades se encuentran: industrias manufactureras (24.05%),
servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles (16.04%),
comercio (15.74%) y fabricación de maquinaria y equipo; fabricación de equipo de
computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios
electrónicos; fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación
de energía eléctrica; y fabricación de equipo de transporte (11.44%). Juntas
representan el 67.27% del PIB estatal.
Los sectores estratégicos, de acuerdo a la Delegación Federal de Puebla, son:
automotriz y autopartes, metalmecánica, química, plásticos, textil-confección e
industria alimentaria.
Sin embargo, cabe mencionar, que es la tercera entidad con la mayor tasa de
desempleo en todo el país, en 2013 alcanzó la cifra de 128 mil 123 personas sin
trabajo y el quinto lugar nacional en pobreza extrema, según datos del Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) además de que
29
en el tercer trimestre de 2013, Puebla registró una caída en el índice de actividad
económica de -2.1% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Todo esto nos habla de que, si bien, es una entidad de gran importancia, el trabajo se
ha visto mermado por la constante competencia que existe en el mercado de países
que ofrecen mano de obra barata, todo esto pese a los costos que implica el maquilar
en países asiáticos.
La historia de la entrada de las maquiladoras textiles en el estado de Puebla, se da a
finales de la década de los noventa, en ese momento se vivió un proceso de
expansión de la industria maquiladora de exportación, especialmente en la rama
textil de la confección. Pese a lo anterior expuesto, que como ya sabemos, Puebla ha
tenido por tradición una industria textilera, adquirió mayor importancia hacia la
década de los cincuenta del siglo pasado.
La duración de ese crecimiento industrial –más diversificado- fue de
aproximadamente veinticinco años, entrando en crisis a mediados de los ochenta.
Para la década siguiente se puede observar cómo se desplegó el nuevo modelo de
crecimiento (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 271)
«La característica fundamental de la manufactura poblana es su concentración en la
zona conurbada de su capital y en tres regiones más: corredor Huejotzingo-
Texmelucan, Teziutlán y Tehuacán. Destaca el peso que han adquirido éstas
regiones, que, en términos de empleo, elevaron su participación del 3.0 al 6.2%, la
de Teziutlán y del 8.7 al 16.6% la comprendida en los municipios de Ajalpan,
Tehuacan y Tepanco, resultado del impulso de la maquila» (Martínez de Ita,
Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 272)
Durante toda una década de 1988 a 1998; el empleo se multiplicó de forma
extraordinaria en estos años al pasar de la cantidad 8,938 a 61,723, los principales
municipios en los que se concentró la gran parte de estos empleos «–Puebla,
30
Tehuacán y Teziutlán, con el 79.9% del empleo en la rama-, se dio una ampliación
de su localización hacia los municipios aledaños de estos dos últimos municipios»
En los años noventa, el estado de Puebla tuvo su época dorada en lo que se refiere a
la industria maquiladora. Sobre todo «en los municipios de Puebla, Tehuacán,
Huejotzingo-Texmelucan y Tezuitlán se observó un crecimiento rápido de la
producción que se mostró en el empleo formal: mientras que en el año 2000 apenas
42,463 personas trabajaban en el ensamble de prendas de vestir en la industria
maquiladora, después se llegó a contar con 282,755 empleados en este sector»
(Juárez Núñez, 2004, p. 95).
Desafortunadamente para el 2001 este explendor tuvo su más abrupta caída,
sumergiendo a la industria Textil mexicana en una profunda crisis, ya que, aundada
a la recesión estadounidense la competencia con China iba en aumento «la
composición de importaciones estadounidense se redujo desde 13.6 % en el año
2000 a 6.3% en 2005» (Gereffi, 2005, p. 24)
Por su parte en la “Región de Tehuacán” se ubicó el 45.4% del personal ocupado y
en la “Región de Teziutlán” se localizó el 25.1%; segunda, se trata de una “nueva
industria del vestido”, en la que predomina la maquila4 y, en particular, la de
exportación. (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 273)
La industria del sector maquilador se ubicó en la década de los 60 en la zona norte
de México y con posterioridad en la zona centro del país; en a la ciudad de
Tehuacán, Puebla. La maquila que se instaló en esta ciudad, es la dedicada a la
confección de ropa, lo que propició una fuerte actividad económica así como
modificaciones en las costumbres y formas de vida de la población y redujo en su
momento a 0% la tasa de desempleo. (Vera Muñoz & Vera Muñoz, 2012, p. 2)
Las cifras de Cámara Nacional de la Industria del Vestido – Tehuacán (CANAIVES)
a finales de 2010 muestran que de 20,000 trabajadores el 70% (14,000) perdieron su
31
trabajo, mientras el 30% (6,000) tuvo la fortuna de conservarlo. (Vera Muñoz &
Vera Muñoz, 2012, p. 3)
Comparado con la frontera de nuestro país, Puebla no tenía la participación de la
primera, sin embargo, la forma en que creció esta industria en tan pocos años y la
importancia que tuvo como generador de empleos en las localidades anteriormente
mencionadas fueron preponderantes en este estado. «Para 1991, Puebla tenía sólo el
0.3% del total de empleo generado por la maquila, pero en el 2001 ya sumaba al
3.1%, en tanto que en términos de valor agregado pasó del 0.1 al 2.2%, para esos
mismos años.» (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 275)
Como lo menciona Martínez de Ita, el estado de Puebla contaba con industrias
maquiladoras de exportación que eran los que eran más demandados en el estado ya
que tenían un mejor rendimiento, pero también las maquiladoras se encargaban de
producción para consumo nacional en su mayoría.
De manera general, podemos decir que la mayoría de estas industrias son de tamaño
pequeño y micro aunque también hay que tomar en cuenta que muchas de estas
maquilas se encuentran dentro de la clandestinidad, por lo que forman parte de la
economía informal, hasta podría decirse que son más las maquilas que trabajan de
esta forma que las que lo hacen de manera reglamentada.
«Durante el periodo de mayor auge de las maquiladoras de exportación –que se
ubica en la segunda mitad de la década de 1990- éstas se convirtieron en la principal
fuente de generación de empleo en el estado, ya que en ese lapso llegaron a
mantener tasas de crecimiento en el empleo del 15% anual; esto quiere decir que –en
términos absolutos- se llegaron a crear aproximadamente 3, 700 empleos cada año,
lo que significa que ésta sola industria –y más específicamente las casi cien
empresas instaladas en ese lustro- estaban contribuyendo, nada más y nada menos,
que con el 75% de la capacidad de generación de empleo que tiene el mercado
32
laboral poblano en época de “vacas gordas”.» (Martínez de Ita, Sánchez Daza, &
Campos Ríos, 2005, p. 275)
Casualidad o una estrategia muy bien pensada para la instauración de las
maquiladoras en la región de Tehuacán, son las características del personal que
labora en ellas: ínfimo grado de escolaridad y por ende, un desconocimiento total de
sus derechos laborales, personal que esta acostumbrado a largas jornadas de trabajo
ya que una gran mayoría de ellos se dedicaban a la agricultura pero que a cambio
aprenden rápido las tareas repetitivas que se les asignan, sin necesidad de contar con
un obrero calificado, además de ser una actividad rudimentaria, no necesitan tener
conocimientos tecnológicos.
Esta industria, ya se comentó con anterioridad, «abrió oportunidades de ocupación a
sectores de la población tradicionalmente marginados, como los jóvenes y las
mujeres; por esta razón, además de por el tipo de actividad predominante: la
confección, inicialmente predominaban en la ocupación las mujeres jóvenes, pero
los movimientos de adaptación del propio mercado laboral, propiciaron una
“masculinización” gradual pero constante, al punto que, hacia el 2002, se revirtió la
tendencia y ahora ya laboran en las maquiladoras de exportación poblanas más
hombres que mujeres.» (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p.
278) Sin embargo, no es de extrañarse que se haya realizado esta masculinización
ya que desde la época en que surgieron las fábricas de algodón también se conoce de
hombres que se dedicaban a esta actividad e incluso llegaban a superar a la cifra de
mujeres.
Las maquiladoras mantuvieron su auge hasta que a finales del año 2000 y durante
2001, debido a la recesión económica de los Estados Unidos, la industria
maquiladora del estado sufrió un duro golpe con efecto dominó ya que se inició toda
una serie de cancelaciones de contratos, siguiendo con el despido masivo del
33
personal que laboraba y posteriormente el cierre de grandes empresas que parecía se
encontraban bien consolidadas.
En tan sólo cuatro años la industria maquiladora tuvo un retroceso de seis años, la
pérdida de empleos tuvo claras repercusiones en la región de Tehuacán debido a que
la mayor parte de sus empleados se habían dedicado exclusivamente a esta
actividad.
De manera mayoritaria, las empresas maquiladoras de exportación que dependen del
mercado de bienes de consumo, se ubican en la rama textil de la confección, ellas
utilizan de manera preferencial el esquema fiscal conocido como “maquila de
exportación”, que les permite exenciones al pago del impuesto al valor agregado.
(Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, pp. 275-276)
En Puebla, al igual que en otras regiones subdesarrolladas, está basada en la
intensificación en el uso de la fuerza de trabajo, en el aprovechamiento de la
ventajas fiscales y ambientales ofrecidas por los gobiernos locales y en los bajos
salarios de un tipo de personal que tiene tres características: Una adecuada
formación escolar en promedio, una escasa experiencia sindical y un muy reciente
origen campesino.
Si esta industria ya era de suyo polémica, después de la crisis las opiniones se
polarizaron aún más. (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 280)
En el estado de Puebla se percibe que la forma en que se verifica el control de la
calidad es absolutamente tradicional; básicamente porque se concibe como una
actividad externa a la que habitualmente realizan todos los trabajadores; en ese
sentido la realizan generalmente trabajadores especializados que vigilan el
cumplimiento de la calidad al final de cada lote de producción. Además que la forma
de control no está automatizada, sino que la cumplen de manera visual. La visión
moderna del control de la calidad, que es el control estadístico de proceso,
34
culminado por cada uno de los trabajadores, no está difundido, sin embargo si se ha
extendido el discurso de la calidad como un elemento retórico que no se corresponde
con la estructura de control de la producción. Vista en términos productivos, el
control de calidad tradicional puede verse como competidora de otras prioridades
empresariales, como los costos o la misma productividad y, en algunos momentos
puede optarse por sacrificar la calidad a efecto de disminuir los costos. (Martínez de
Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, pp. 280-281)
Hay una notoria carencia de representación sindical y, cuando esta existe, no
fomenta la participación. No existe una cultura de la participación activa de los
trabajadores. La misma representación sindical se da en los términos más
tradicionales, de control. (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p.
287)
La maquila de exportación se convirtió en el principal generador de empleo en
nuestro estado pero mostró una alta dependencia respecto del mercado
estadounidense de la ropa. La debilidad central de este modelo no fue de índole
productiva sino de naturaleza comercial, la extrema dependencia del mercado
norteamericano, le hizo sucumbir junto con la recesión económica que se vivió en
este país hacia el segundo lustro de la década pasada.
La maquila de exportación ubicada en la rama de la confección de ropa fue la que
adquirió un mayor impulso, y se asentó en zonas que ya mostraban una experiencia
productiva precedente, precisamente en la elaboración de prendas de vestir, además
que representan zonas de alto nivel de desarrollo en la formación de recursos
humanos. (Martínez de Ita, Sánchez Daza, & Campos Ríos, 2005, p. 291)
El resultado obvio de esta nueva estrategia maquiladora fue la proliferación en
diversas regiones de México de numerosas empresas subcontratistas. Entre estas
regiones destacan la zona de Tehuacán y las comunidades aledañas, las cuales
35
experimentaron un crecimiento inusitado en cuanto al número de empresas
maquiladoras.
Hay que subrayar, sin embargo, que estas cadenas asentadas a horcajadas en ambos
lados de la frontera entre México y Estados Unidos surgieron “prácticamente al
margen de la estructura regional existente”.
1.4. La industria maquiladora en Tehuacán
La estructura industrial generada en Tehuacán abarca una gran complejidad de
niveles organizativos, que va desde las plantas formalmente instaladas, a las que se
subordinan las pequeñas y medianas empresas de capital mexicano, hasta las
microempresas informales, sin olvidar lo que Juárez Núñez califica como el regreso
del trabajo a domicilio. Porque, en definitiva, “trabajar en la maquila se volvió un
asunto de los más pobres” (p. 20). El desarrollo de la industria maquiladora en
Tehuacán no fue inmune a los ciclos económicos que afectaron a la industria textil y
del vestido de Estados Unidos. La dinámica de las fases de expansión y de
desaceleración estadounidenses tuvo un reflejo inmediato en el desarrollo de las
empresas maquiladoras de Tehuacán, cuyas repercusiones a veces críticas afectaron
tanto a los empresarios mexicanos como a los trabajadores. (Alonso Herrero, 2006,
p. 790)
Gracias a las nuevas reglas para la maquila promulgadas en México a partir de 1989,
la producción textil y del vestido en nuestro país se convierte en estrictamente
maquiladora. El impacto de esta estrategia industrial afecta de manera diversa a las
distintas regiones del país, como lo muestran las cifras oficiales sobre el empleo, el
desempleo y la pobreza. (Alonso Herrero, 2006, p. 791)
En definitiva, a los indígenas de la región no les quedó más remedio que optar por
unas condiciones de vida intolerables o emigrar a Estados Unidos (Alonso Herrero,
2006, p. 792)
36
De esta manera, los únicos grupos que han salido beneficiados respecto a la
implementación de las maquiladoras son precisamente los que cuentan con el capital
de inversión.
En primer lugar, sobresalen los grupos transnacionales, comandados por Estados
Unidos; en segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas mexicanas orientadas
al mercado nacional; en tercer lugar, las empresas informales que sobreviven gracias
a la sub-maquila y a los mercados regionales y locales. Las referencias al trabajo a
domicilio no faltan, pero tampoco son suficientes para detectar toda la complejidad
de su integración al nuevo sistema industrial. (Alonso Herrero, 2006, p. 792)
“Puede afirmarse que a Tehuacán llegó la modernidad (aunque periférica, me
permito añadir) con sus rasgos capitalistas tradicionales: se adopta el sistema
japonés de producción y surgen nuevas figuras laborales. Sin embargo, los salarios
siguen siendo insuficientes y, con la llegada de China y de Centroamérica, se
considera agotado el ciclo de la aparente bonanza. La solución fue que los
empresarios detectaron que el origen de la crisis se encontraba en los altos salarios.
Era imprescindible bajar aún más los salarios para poder competir con China y con
Centroamérica. A pesar de todo, la crisis continuó” (Alonso Herrero, 2006, p. 791)
No obstante, la crisis se intensificó, pues su origen no estaba en los obreros, ni en los
representantes del gobierno que pretendían aplicar la ley, sino en la ruptura de las
conexiones empresariales con las empresas estadounidenses. La pregunta crucial era
si podían reintegrarse las cadenas maquileras creadas en los años anteriores
(p. 139). (Alonso Herrero, 2006, p. 791)
Las consecuencias negativas se incrementan en todos los niveles: la contaminación
de las aguas y la ambiental alcanzan niveles de desastre ecológico; disminuyen
inmisericordemente los salarios de los trabajadores, quienes cada día padecen más
37
robos; las denuncias laborales se generalizan y los conflictos se tornan inevitables.
(Alonso Herrero, 2006, p. 792)
Hay que buscar la explicación en las estrategias políticas e industriales generadas
por las élites políticas y empresariales de México. A diferencia de los países que han
desarrollado su propia industria nacional, como Corea del Sur, las élites poblanas
han preferido maquilar antes que entrar en competencia con el capital transnacional.
(Alonso Herrero, 2006, p. 792)
Si las élites políticas y empresariales poblanas siguen aferradas a la maquila es
porque todavía creen en la ortodoxia económica dominante, propalada por el FMI, el
Banco Mundial y los economistas monetaristas creadores de las recetas neoliberales.
(Alonso Herrero, 2006, p. 792)
Esa misteriosa debilidad de los empresarios tehuacanenses no es sino una
manifestación más —de profundas raíces iberoamericanas e hispanas— de esa
tendencia por la cual las élites manufactureras de nuestros países se han visto
sometidas por los intereses comercializadores. En definitiva, a través de la historia
los comerciantes exportadores de materia prima se han impuesto a las élites
manufactureras, interesadas en aumentar el valor agregado de sus productos.
Recordemos que la actual maquila internacional no es más que una manera
disfrazada de exportar la principal materia prima de un país que es la fuerza de
trabajo. (Alonso Herrero, 2006, p. 793)
Hablando de datos estadísticos, y tomando en cuenta los datos más recientes del
INEGI, actualmente Puebla se sitúa con un 3.7% del valor agregado censal bruto
del comercio a nivel nacional y un 4.7% a nivel entidad. (INEGI, 2013, pág. 73)
La siguiente gráfica puede ilustrar mejor cómo se encuentra el estado de Puebla
frente a otros estados respecto a la manufactura
38
1.5. El TLC como auge y la recesión como causa de la crisis maquilera
Entre los años 1995 y el 2000, las maquiladoras se encuentran en una etapa de
reconfiguración y crecimiento acelerado de la industria, casualmente, esta etapa
coincide con el inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), lo cual implico que industrias de diferente índole fueron trasladadas a
México, en el caso de la industria del vestido se dio por la facilidad de mover fases
productivas, como el cortado y el lavado, pero además por las facilidades tanto
arancelarias como de reglamentación que les podía ofrecer México.
La recesión de la economía estadounidense afectó seriamente a México entre los
años 2000 a 2005, el país perdió 234,797 empleos entre el año de 2000 y 2003,
colapsando a la maquila mexicana en general, por ejemplo, la industria electrónica
y automotriz afectó a tal grado que en ciudades como Piedras Negras, Coahuila, se
pasó de 15,000 empleos generados a finales de los noventa, a a sólo 9,000 empleos
en 2006.
El aumento de las exportaciones totales de prendas de vestir de México fue de 11
veces entre 1990 y 1998.
«Los que permanecieron en los empleos, ajustaron sus salarios y sus prestaciones
limitadas, los nuevos trabajadores fueron contratados con salarios mínimos y con
prestaciones básicas, conduciendo a una precarización laboral. A pesar de esta crisis,
el gobierno mexicano sigue estimulando su instalación por considerarla fuente
central para la creación de empleos. En el año 2006, se le extendió el régimen fiscal
de no pago de impuestos por importaciones y exportaciones.» (Quintero Ramírez)
Si hablamos de América Latina, debemos de hablar de las contradicciones que de
ella emanan. Por un lado, sus talleres de costura se encuentran en situaciones
precarias, pero por otro lado coexisten también, las grandes empresas con
maquinaria moderna que simplifican el proceso. En México y en los países de la
Cuenca del Caribe, aumentaron las exportaciones de manufacturas de estas
economías, generando gran cantidad de puestos de trabajo, aunque su contradicción
se encuentra en que hay una baja de la calidad de estos trabajos, la estabilidad de los
39
ingresos procedentes de la exportación y la caída del nivel de vida de los
trabajadores.
Lo que no les es permitido hacer en su país, en México se les da carta abierta para
ofrecer bajos salarios a sus trabajadores (aproximadamente 30 dólares a la semana),
no proporcionar prestaciones o las mínimas, ni sistema de seguridad social,
contaminar mantos acuiferos o incumplir cualquier tipo de norma, todo ello, ante la
complacencia del gobierno mexicano.
A pesar del crecimiento maquilero que se dio en los años noventa, debido a las
facilidades que el gobierno ofreció a las industrias extranjeras y que el país se
convirtió en un sitio de producción muy atractivo para los fabricantes de prendas de
vestir estadounidenses con operaciones internacionales de subcontratación que tuvo
como causa las devaluaciones del peso en 1994-1995, el TLC no garantizó el
crecimiento económico esperado, México ha carecido tradicionalmente de la
infraestructura de industrias conexas y de apoyo necesarias para ofrecer una
producción de ropa de paquete completo que países como los asiáticos sí pudieron
ofrecer y cuya solución hubiera sido completar la transición hasta llegar al
suministro de paquete completo para que de esta forma creara nuevos nichos de
producción y comercialización, es el establecimiento vinculándose con grandes
empresas que pudieran proveer los recursos y la orientación necesarios.
La «Maquila entonces pasó de ser un modelo de impuestos y aranceles a un modelo
industrial basado en el uso de mano de obra barata en vez de innovación en
tecnología y diseño de productos (Garza Toledo, 2006). (2006), Tratado
Latinoamericano de Sociología. Anthropos Editorial, Iztapalapa, México.»
La subcontratación tuvo un incremento considerable y sostenido hasta la década de
los noventa, resultado de la firma del TLCAN. México se encontraba en una
situación privilegiada entre las compañías norteamericanas, gracias a los bajos
costos y la cercanía del país, en especial en el sector de fibras, el textil, la
confección, etc. «…de 1994 a 1998, 463 empresas extranjeras de textiles y
confección se establecieron en México, 71.9% de las cuales son de Estados Unidos,
y el resto de Canadá, Asia y Europa (Destacan Guilford Mills, Burlington Industries,
40
Sara Lee, Oxford Industries, Russell Corp., Galey & Lord, Cone Mills Corp. y
Wrangler)4. En 1998, México se convirtió en el principal exportador de ropa a
Estados Unidos, superando a países como Hong Kong y Taiwan, al igual que a sus
competidores latinoamericanos, Honduras y República Dominicana.» (García
Castro, 2004)
«La competitividad es una de las marcas de la globalización y si hablamos de una
industria internacional como la del vestido, se encuentra en constantes cambios tanto
en las funciones como en las capacidades económicas. Esta misma competencia es
la que obliga a los países exportadores a reducir costos y a modernizar su
producción, de no ser así, corre el riesgo de ser desplazado en el mercado.
«La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), estima que en 2004 se
perdieron 14 mil empleos, mientras que entre 2001 y 2003 se acumuló una pérdida
de 185 mil trabajos. Lo anterior derivado de la creciente competencia de la industria
china, el contrabando7 y la competencia desleal que entraña y de la pérdida de
competitividad del sector productivo mexicano. A lo que se agrega que alrededor de
la mitad de la ventaja en costos de nuestro país es atribuible al acceso preferencial
bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), mientras que la
competitividad de China es posible porque su mano de obra en la industria textil es
72% más barata que en México.» (Sosa Juarico & Rangel Vargas, 2007, p.53)
Además de ventajas impositivas frente a las cuales no pudimos competir.
Esta misma recesión que golpeó tan duramente al estado de Puebla en el sector
textil, rompió con la dinámica que se había llevado hasta ese momento. Se dio una
cancelación de contratos con las maquiladoras poblanas de exportación lo que
derivó en despidos masivos, cierres de empresas y por ende, una crisis económica en
este estado.
Por dar unas cifras, se perdieron «49,389 empleos en el sector textil y 185 mil más
en la confección, de diciembre del 2000 al mismo mes del 2003» (García Castro,
2004)
41
En Tehuacán, según cifras de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido –
Tehuacán (CANAIVES) muestra que a finales de 2010 de 20,000 trabajadores el
70% (14,000) perdieron su trabajo, mientras que únicamente el 30% (6,000) lo
conservaron.
«Con la recesión económica, los patrones empezaron a buscar cómo ahorrar gastos
de producción. La fórmula que aplicaron fue cargándole al trabajador los costos,
reduciendo el salario, eliminando prestaciones o bonos y despidiendo a mucha
gente, en especial a los que vienen de otros municipios.» (López Luna, 2002, p.30)
Gráfica 1. Participación del valor agregado bruto de la industria textil y del vestido en la industria manufacturera
de cada entidad federativa 2005 y 2009
Fuente: INEGI. La industria textil y del vestido en México 2013. Series estadísticas sectoriales p. 21
En la tabla anterior podemos observar que respecto a la participación del valor
agregado bruto de la industria textil y del vestido en la industria manufacturera,
42
Puebla se sitúa en un honroso sexto lugar a nivel nacional, sin embargo, es de
consideración que en el 2005 tuvo una participación de 8.4% y en 2009 disminuyó a
7.1%. (Geografía, 2013, p. 21)
1.6. La Cultura en la Región de Tehuacán
Para poder explicar la consolidación de la maquiladora en esta región, es importante
considerar el aspecto cultural de la zona.
Como se ha mencionado anteriormente, la maquila del vestido lleva varios años en
Tehuacán, sin embargo, es a partir de 1994, con el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte, la región se tornó clave para los mercados nacional y
transnacional, lo que coincidió con la privatización de las tierras ejidales, promovida
por las reformas al artículo 27 constitucional en 1991, y posteriormente con la
creación de la actual Ley Agraria, en la cual se podía privatizar dichas tierras y que
otorgó inmejorables condiciones a los empresarios para operar en el Valle de
Tehuacán. El boom maquilero se dió paralelo a la ejecución del Programa de
Certificación de Derechos Ejidales y Solares Urbanos (Procede). Ya para 1995 el
80% de los núcleos agrarios de Puebla ya estaban "regularizados" con este
programa, al tiempo que empezaban a llegar a Tehuacán marcas como The Gap,
Guess?, Sun Apparel y Levis Strauss, entre otras.
Deslumbrados por este “boom” es que cientos de nahuas y mazatecos de la Sierra
Negra y de las sierras Mazateca y de Zongolica migraron a Tehuacán. También
llegaron mixtecos, popolocas, veracruzanos, hondureños, guatemaltecos y hasta
salvadoreños buscando ciertas oportunidades laborales que ya eran insostenibles en
su lugar de origen, la maquila representaba un ingreso seguro, por lo menos en ese
momento, además de que se les ofrecía oportunidades de crecimiento . «Todos
buscando chamba, principalmente en las maquilas, algunos temporalmente, otros
hasta que no pase otra cosa mejor o peor, algunos escapan de los conflictos y
desastres naturales y económicos de Centroamérica y otros se estacionan en su
43
diáspora hacia el sueño americano.» Según lo menciona Martín Barrios, y
sobrenombrándola como Maquilatitlán.
El paisaje del Valle de Tehuacán se comenzó a transformar, en los ejidos del
municipio de Tehuacán se situaron nuevos asentamientos humanos, pese a que la
mayoría de ellos se encontraban sin servicio de drenaje ni agua, ni alumbrado u otro
servicio. Sus casas eran elaboradas con cartón, carrizo o láminas. De ahí el mote que
se le dio a Tehuacán, llamada oficialmente Ciudad de Indios, debido a que viven
más indígenas que en todos los municipios del Valle o la Sierra Negra.
Podríamos definir a esta persona como:
«…una persona de origen rural que vive en un ambiente social y regional afectado
por el capital en su forma de sistema maquilador, y que es obligado a incorporarse a
él no solo en posición de desventaja, también en condición de explotación, ya sea
directamente como trabajador dentro del sistema o como familiar directo del
trabajador» (Muñiz, Ramírez y Juárez: 2010).
«Cuando los trabajadores que venían de diversas comunidades rurales llegaron a
Tehuacán, la necesidad de adaptarse a la vida en la ciudad implicó el desinterés o la
imposibilidad por participar en el trabajo campesino, y la extinción de expresiones
culturales regionales, incluyendo el idioma. Nuevos gustos, intereses y preferencias
han surgido en esta juventud subalterna. Si el cambio en las formas de vida inició
con la generación que hoy tiene alrededor de cuarenta años, son sus hijos quienes
muestran más claramente la transformación cultural de la región.» (Muñíz Montero,
2014:142)
Su condición desafortunadamente, por pertenecer a la población indígena y rural,
tiene escasa o nulo conocimiento respecto a la defensa de sus derechos laborales,
siendo víctima así, de todo un proceso cultural derivada de la transformación de sus
costumbres.
«Con la transformación de los procesos productivos cambia la cultura local, de tal
forma que con la transformación de campesino a obrero, albañil o migrante la
cultura se transforma. Si bien la cultura siempre se está transformando por el embate
de los procesos históricos, es la forma en que estos procesos se presentan en la
44
actualidad (afectando espacios y formas de vida)». (Muñíz Montero, 2014: 43)
«para aumentar la productividad del trabajador aun a costa de su propia vida. La
mano de obra superexplotable de Tehuacán que fue contratada en la década de los
90s o que continua laborando en las maquilas que aun existen en la región está
constituida por jóvenes de origen indígena o rural, y mestizos de el municipio de
Tehuacán, con baja escolaridad, que perciben ingresos reducidos y que eran capaces
de integrarse a las cadenas productivas internacionales como mano de obra
intensiva, abundante y barata» (Santiago, 2009:19)
Al instaurarse la industria en esta zona, también su vida cotidiana se transformó, los
hombres, mujeres y jóvenes de claro origen rural, que se dedicaban al trabajo de
cultivo, se tuvieron que adaptar a la vida urbana de una ciudad que se encontraba en
crecimiento, como lo es Tehuacán, posteriormente, porque estas maquiladoras se
trasladaron hacia la zona conurbana y posteriormente a pueblos como Altepexi y
Ajalpan, este último con una más clara transformación en su paisaje, ya que en
pocos años se ha visto un notorio crecimiento.
Este proceso se fue dando de la siguiente forma « Algunos jóvenes mayores y
menores de edad nacieron en comunidades indígenas y campesinas, y a muy
temprana edad llegaron a Tehuacán, otros, nacieron en la ciudad de Tehuacán, de
padres que hoy tienen entre treinta y cuarenta años. Otros de estos jóvenes se
trasladan a diario de sus comunidades de origen a las maquilas, ya sea por sus
propios medios o en los transportes de las empresas. Algunos de los padres de estos
menores trabajaron en el campo y hablan un idioma indígena.»
En estas comunidades indígenas su lengua materna era el nahualt, los más ancianos
todavía se comunican de esta forma. Para la siguiente generación, se utilizaba,
generalmente, para hablar entre los miembros de su misma familia, para la siguiente
generación, son muy pocos los que todavía lo practican o lo hablan a la perfección,
entre amigos lo utilizan como una forma original de utilizar el albúr.
«Los jóvenes de la región de Tehuacán viven por tanto, la relación contradictoria
entre las culturas parentales y de origen, y las condiciones de vida que la hegemonía
de los políticos y empresarios maquileros han generado. De tal forma que, a
45
diferencia de sus padres o abuelos los jóvenes obreros han tenido que construir una
identidad en la que se perciben como obreros que hablan un lenguaje local, que
tienen un aspecto físico de rasgos indígenas, y que se interesan por la vida urbana,
que son sometidos a horarios y trabajos en los cuales se saben explotados, que no
desean trabajar en el campo. Por tanto, entre el origen campesino e indígena y la
necesidad de incorporarse al medio urbano, la música es una proyección de grandes
contradicciones, es un reflejo de la superexplotación, de la flexibilidad laboral, de
persecución policiaca, es pues, producto de la coerción, y es una forma de
resistencia, más no de lucha.» (Muñíz Montero, 2014:145)
Ejemplo de ello es la banda que era originaria del pueblo de Altepexi, esta banda se
hacía llamar “Los Guerris” y en ese momento (alrededor de principios del siglo)
eran jóvenes cuya edas oscilaba entre los 13 y los 30 años pero que en promedio se
encontraban entre los 18 años. No era raro que la mayoría de ellos trabajara en la
maquiladora y que por ser vecinos o amigos desde la infancia, se reunieran cada
sábado “a tomar unas chelas” y a presentarse (en banda) en cada baile que se
realizara, como es costumbre, en la calle. Estos jóvenes gustaban escuchar rock
urbano en español. Después de varios tragos, se armaban trifulcas causados por
ellos, el pretexto era lo de menos, comenzaban a volar botellas y sillas, se tenía que
pedir la intervención policiaca y siempre terminaban en el separo varios de ellos.
Tuvieron que pasar algunas décadas para que esta banda desapareciera, pero en
cambio, aparecieron otras más con otro tipo de vicios como las drogas y la sodomía.
«Trabajar en la maquila implica vivir una vida diferente a la que vivieron los padres
o los abuelos de los obreros. Las tradiciones se transforman o dejan de existir para
dar paso a que aparezcan nuevas instituciones.» (Muñíz Montero, 2014:170)
«Para aumentar la productividad del trabajador aun a costa de su propia vida. La
mano de obra superexplotable de Tehuacán que fue contratada en la década de los
90s o que continua laborando en las maquilas que aun existen en la región está
constituida por jóvenes de origen indígena o rural, y mestizos de el municipio de
Tehuacán, con baja escolaridad, que perciben ingresos reducidos y que eran capaces
46
de integrarse a las cadenas productivas internacionales como mano de obra
intensiva, abundante y barata» (Santiago, 2009:19)
Martín Barrios, activista y ex miembro de la Comisión de Derechos Humanos y
Laborales del Valle de Tehuacán explica cómo es que ha repercutido la incursión de
las maquiladoras en la región en el apartado que publicó dentro del diario la jornada,
dentro del párrafo titulado Lo que era ya es sólo loquera:
«En Ajalpan, Altepexi, Zinacatepec y San José Miahuatlán, la juventud nahua se ha
vuelto banda. La cultura maquilera trajo la moda de los vatos locos. No sólo los
chavos son indígenas proletarizados de manera violenta por la difícil situación de
sus familias para vivir del campo y la necesidad de trabajar» (Barrios Hernández M.
&., 2004)
«En el Valle muchos chavos ya no quieren seguir la vida de sus padres: sembrar,
labrar, regar y cosechar la milpa. Las muchachas obtienen una supuesta
independencia de la cultura patriarcal tradicional de la región al tener un empleo en
la maquila, pero la estructura en estas fábricas no sólo es machista --manifiesta en el
acoso sexual-- sino de esclavista explotación» (Barrios Hernández M. &., 2004)
«Pero también hay resistencia: en la Sierra donde muchos pueblos no quieren que
llegue el "progreso" de la maquila, y en Tehuacán donde las mujeres nahuas
llamadas "canasteras" venden nopales, tempezquiscles o huitlacoches en las calles,
donde los chavos nahuas y mazatecos migrantes trabajan de limpiaparabrisas con tal
de no entrar a las maquilas, pese a los esfuerzos de los gobiernos locales, en especial
panistas, por no ver indios viviendo como tales, libres en las calles de esta
multicultural metrópoli india. Los pueblos indios han sabido resistir y reinventar su
cultura.» (Barrios Hernández M. &., 2004)
47
Una de las principales problemáticas que presentan los habitantes de esta región es
el alcoholismo, los jóvenes empiezan a temprana edad a ingerir bebidas
embriagantes, incluso desde niños, es un juego de los padres darle probaditas al
niño, lo cual resulta muy gracioso para ellos. En esta región, los habitantes tienden a
celebrar cualquier ocasión: el bautismo, la presentación, la primera comunión, los
quince años, bodas, cumpleaños, salidas de la primaria o secundaria, el apizhuilo
(cuyo término no se encuentra bien determinado pero es un concepto que se utiliza
cuando los niños desean mucho “algo” e incluso llegan a enfermar por ello y el
remedio es realizarles una fiesta y comprarles aquello que deseaban). En fin,
cualquier ocasión es un pretexto para celebrar, así que para realizarlo se puede
“pedir prestado” a los compadres, familiares, vecinos, etc.
Por otro lado, el compadrazgo es algo que se toma muy en serio en estas
comunidades, ya que, además de ser una gran consideración hacia su persona, es
como si se incluyera dentro de su familia, por lo tanto, será convidado en cada
celebración que se realice como invitado de honor. Además cada año, después de la
celebración de “Todos Santos” se reunirán en la casa del compadre y cuyo visitante
tendrá que llevar un obsequio, sea una hojaldra, pastel y su botella y/o cartón de
caguama.
Como conclusión, el trabajador de la maquiladora, podría definirse como una
persona de origen indíguena, que desconoce el marco legal de sus derechos, que
gusta de la fiestas y que ve en ellas una válvula de escape para “no pensar mucho en
su situación” y por lo mismo, se desentiende de sus derechos laborales, es más,
considera que es una situación “normal” y que no podría encontrar otra alternativa.
48
Capítulo 2
2.1. Taylorismo Fordismo, VS Corriente de las Relaciones Humanas
Para abordar estas corrientes tan importantes y que han tenido gran influencia en la
industria maquiladora, es necesario remontarnos dos siglos atrás, cuando se
comenzaron a gestar y el por qué fue que tuvieron tanta incidencia hasta nuestros
días.
Si tratamos de tener un primer antecedente, mencionaremos que «La producción
capitalista en el siglo XIX se podía realizar sin implicar el maquinismo o en forma
maquinística, este tipo de trabajo que se realiza maquinísticamente con grandes
concentraciones de obreros fue privilegiado en los análisis y teorizaciones porque se
suponía que habría una línea evolutiva moderna hacia estas formas de producción y
de empleo. Lo anterior no implicaba que se ignorase que coexistían con el obrero
industrial de la gran empresa otros trabajadores en empresa capitalistas de servicios
y agricultura, e incluso ubicados en formas productivas no capitalistas al mismo
tiempo, pero estas serían marginales en la línea evolutiva del capitalismo industrial.»
(de la Garza Toledo, Introducción: construcción de la identidad y acción colectiva
entre trabajadores no , 2011, p. 6)
En las maquiladoras de la región de Tehuacán, podemos distinguir una clara
influencia de la corriente taylorista, que permeó en la industria textil, sobre todo por
los procesos que siguen para la elaboración de las prendas. Sin embargo, si bien se
adoptó el proceso sistemático, se dejó de lado los bonos de productividad y el
reconocimiento monetario a los trabajadores más eficientes.
Para entender el desarrollo de la corriente Taylorista-Fordista, es necesario
remontarnos hacia la segunda mitad del siglo XVIII, fecha de la primera Revolución
industrial, la cual consolidó el sistema de fabricación al establecer el tránsito del
taller artesanal al taller fabril, que se constituye, a su vez, en antecedente inmediato
de la fábrica industrial. Este proceso forzó, paulatinamente, a los artesanos a
49
convertirse en obreros, algunos de ellos asumiendo el papel de supervisores, pues
con el desarrollo del sistema fabril se hacía cada vez más difícil contratar obreros
calificados, por lo que era muy frecuente recurrir a obreros semicalificados y
descalificados, con las consecuencias que esto tenía en la eficiencia de la
producción.
Por otra parte, aspectos relevantes como los económicos, políticos y sociales, la
extensión territorial, los recursos naturales, etc. crearon las condiciones necesarias
para que se consolidara la producción industrial en Estados Unidos, los cuales
hicieron de este país la cuna de la segunda Revolución Industrial (1880-1930
aproximadamente) generada en primera instancia en Europa. Esto permitió a los
primeros colonizadores ser particularmente receptivos en cuanto a las habilidades
artesanales y a la necesaria innovación de los procedimientos aplicados en la
producción ayudando a la transición hacia la producción masiva de la gran industria.
La segunda mitad del siglo XIX está marcada por el crecimiento del tamaño de las
empresas norteamericanas. En estas condiciones, aumentó también el tamaño y la
complejidad de los departamentos de producción, que empleaban una gran cantidad
de inspectores de tiempo completo que reportaban directamente a sus respectivos
supervisores de producción. La eficiencia de la producción dependía en gran parte
de la habilidad de los obreros, complementada con la vigilancia de los capataces, o
por la supervisión de los ingenieros de producción o por los inspectores
departamentales.
Es en Estados Unidos donde se dieron las condiciones más adecuadas para la
concepción, difusión y experimentación de principios de administración aplicados a
las empresas, así como el análisis de problemas comunes a las organizaciones
resultado de su acelerado desarrollo, lo que hizo posible el desarrollo del
pensamiento organizacional dominante. (Barba Álvarez, 2010, p. 18)
50
En un principio, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se inicia la
sistematización de los conocimientos sobre administración industrial y organización
del trabajo, producto de la experiencia empírica de militares (Henry Metcalfe),
empresarios (Henry Towne), funcionarios e ingenieros (Frank Gilbreth)
relacionados directamente con los problemas de organización y producción.
Los conocimientos recopilados durante esta época dan origen a lo que podríamos
denominar la “administración industrial”. Esta etapa es muy importante para el
desarrollo de la organización científica del trabajo, ya que es considerada como su
antecedente más inmediato. El problema principal que intentan resolver los actores
de esta etapa está relacionado directamente con la búsqueda de la eficiencia en la
producción.
2.2. Propuesta del sistema de administración científica de Taylor.
En este contexto es que surge a fines del siglo XIX y principios del XX la propuesta
de Frederick Winslow Taylor a través de su obra más conocida: Principios de la
administración científica, aunque sus principales aportaciones se encuentran
expuestas en su libro (Shop Management, 1903) y más adelante ampliadas en “Los
principios de la administración científica” (1911). El sistema de Taylor se
caracteriza por buscar el aumento de la producción y de la productividad. Sin
embargo, esta propuesta contribuyó a destruir las habilidades de los obreros cuando
se estableció la separación del diseño y la operación con el argumento de la
necesidad de eliminar los tiempos muertos necesarios en la producción mediante la
organización científica del trabajo. Esta tarea, desde la perspectiva de Taylor, era
imposible de ser realizada por los propios obreros. Para ello era necesario contar con
los conocimientos científicos de los ingenieros, por lo que Taylor propuso la
incorporación en la estructura organizacional de un departamento de diseño para
planear y organizar el trabajo. Con esta propuesta tanto los obreros como los
51
supervisores se limitan exclusivamente a ejecutar las tareas planeadas en el
departamento de diseño.
La obra principal de Taylor se desarrolla al inicio del siglo XX, en medio de una
época marcada por la búsqueda de la eficiencia, la racionalidad, la organización del
trabajo, la productividad y la ganancia como premisas básicas de las nacientes
plantas industriales herederas de los talleres fabriles del siglo XIX. Según Taylor, el
principal objeto de la gerencia es asegurar la máxima prosperidad al empleador,
juntamente con la máxima prosperidad para el empleado. Al referirse a máxima
prosperidad para el empleador no se refiere únicamente al corto plazo, sino al
desarrollo de todos los aspectos necesarios que aseguren un estado de permanente
prosperidad. A su vez, la máxima prosperidad para los empleados no significa
salarios inmediatos más altos, sino más bien desarrollo personal de modo que
puedan trabajar más eficientemente teniendo en cuenta sus naturales habilidades.
El Taylorismo, que se refiere también al manejo de personal y la organización del
trabajo no se difundió por igual en todas las empresas, por ejemplo, su difusión se
dió más en las grandes y medianas que en las pequeñas y micro, así como en los
procesos productivos de ensamble y maquinado que en los de flujo continuo. Sin
embargo, fue fundamental como doctrina de las estrategias empresariales centrales.
Para tal fin, Taylor propone cuatro principios básicos para la administración
científica que podríamos resumir de la siguiente manera: selección científica de los
trabajadores; análisis científico del trabajo; cooperación estrecha entre los
planificadores del trabajo y los trabajadores y, finalmente, igual responsabilidad
entre administración y trabajadores. (Barba Álvarez, 2010, p. 26)
A través de la observación y la experimentación del proceso laboral logra obtener el
control del trabajo, que era el principal problema en el ámbito de la producción
industrial de principios de siglo XX. Taylor incorpora el cronómetro para analizar
los movimientos, separa la ejecución del diseño en el proceso de producción y
52
sugiere la incorporación de un departamento pensante y el establecimiento de una
política salarial. (Barba Álvarez, 2010, p. 20)
La Administración Científica como una ciencia en donde se da el producto de una
medición y observación realizada en forma sistemática, preferentemente a través del
tiempo, se basó en los siguientes principios:
a) Separación tajante entre concepción y ejecución. Es decir, dejar las tareas
físicas de la producción al obrero y separarlas de las de supervisión,
organización, planeación de la producción a cargo de mandos medios y
gerencia.
b) La reglamentación más estricta posible de las tareas, del método de trabajo, el
uso de las herramientas y los momentos de intervención del obrero en el
proceso productivo
c) Específicamente la medición del trabajo a través de su descomposición,
parcialización, en operaciones simples, estándar, que permitirían realizar el
trabajo con mayor intensidad.
d) Separar las tareas de producción de aquellas de mantenimiento, supervisión y
control de calidad, que corresponderían a personal especializado diferente del
de producción.
A su vez, promulgaba por una combinación óptima entre los intereses del personal y
de sus empleadores que es muy bien sintetizada por Taylor en su clásica frase: “Lo
que los trabajadores quieren de sus empleadores por encima de todo son sueldos
altos y lo que los empleadores quieren de sus trabajadores por sobre todo es un bajo
53
costo de manufactura... la existencia o ausencia de estos dos elementos conforman el
mejor índice de buen o mal gerenciamiento.” (TOD Institute)
Sin embargo, la organización científica del trabajo tuvo como consecuencia
inmediata la eliminación de las habilidades manuales y creatividad innovadora que
antes tenían los artesanos.
Otra de las consecuencias es la incorporación del departamento de diseño, en donde
tiene lugar una reorganización de los departamentos de inspección. Esta tarea se
centraliza en un solo departamento que concentra a todos los inspectores bajo el
mando de un jefe inspector —todos ellos pertenecían antes a distintos departamentos
de producción—, a pesar de la oposición de los inspectores. En parte, esta oposición
se sustentaba en el reclamo de la supresión de su participación en la organización del
proceso de producción.
Las nuevas tareas encomendadas a los inspectores se centraban en alejar los
productos defectuosos del alcance de los consumidores. Uno de los métodos más
comunes para alcanzar este fin, era la determinación de lotes de las materias primas
y productos en proceso para evaluar, tomar muestras y establecer, a través de la
evaluación, la disposición del lote. A partir de la muestra se separaban los productos
defectuosos del resto. (Barba Álvarez, 2010, p. 21)
Con este procedimiento, Taylor logra reducir sustantivamente la autonomía del
obrero en el proceso de producción y, al mismo tiempo, alcanza el control de la
organización del trabajo y de las características del producto a partir de su diseño.
Estas propuestas taylorianas trascendieron la cultura occidental y se expandieron por
todo el mundo, como una expresión de su importancia en la sociedad
contemporánea. (Barba Álvarez, 2010, p. 22)
54
Los trabajadores, expone Taylor, han de estar en condiciones de trabajar bajo un
sistema de incentivos donde su paga puede llegar a ser el doble de lo que ganaría en
una empresa donde no se hace uso de los principios de Administración Científica,
como consecuencia de niveles más altos de productividad.
Frederick Taylor enumera lo que el mismo denomina cuatro principios básicos de la
actividad gerencial:
1. La necesidad de desarrollar una verdadera ciencia de las tareas, actividades y
funciones. Para Taylor uno de los problemas que emergen y que influyen
negativamente sobre la productividad y la marcha organizacional tiene
que ver con que aquellos que gerencian no saben ni tampoco pueden
llegar a determinar lo que es “una justa y equitativa jornada de trabajo”.
Esto tiene como consecuencia que el trabajador no sabe qué es lo que se
espera de él por un lado y también tiene otro componente que afecta el
arreglo organizacional y en especial la continuidad efectiva de la relación
entre superior y el subordinado, ya que el gerente tiene “posibilidades
ilimitadas para quejarse, castigar y reprimir las acciones de los
subordinados.
2. La importancia del proceso de reclutamiento y selección de personal y
posterior desarrollo de carrera de los mismos. Taylor pone especial énfasis
en seleccionar solamente a aquéllas personas que reúnan los requisitos
físicos e intelectuales necesarios para hacer el trabajo bajo niveles de
producción óptimos desde antes de entrar a la empresa.
Una vez que el empleado ingrese a la empresa, es el superior el que lo debe entrenar
en una forma diaria y sistemática hasta convertirlo en un trabajador de “primera
clase”. El superior tiene esta responsabilidad de desarrollar a sus subordinados
55
ofreciendo oportunidades de crecimiento dentro de la empresa con el propósito de
que el trabajador “pueda hacer el trabajo al nivel más alto y también más rentable”,
lo cual los calificaría como personas de “primera clase”.
Taylor observó que por lo general, cuando las personas pueden ganar más dinero,
quieren aprender nuevas formas de aprender para ser más productivos.
3. Es absolutamente indispensable que la gerencia desarrolle mecanismos que
fortalezcan la cooperación de ellos mismos con los subordinados. El
trabajo del gerente tiene que ver con la administración científica lo que
implica la necesidad de estudiar los tiempos de producción, materiales a
ser usados, el costo de los mismos, el equipamiento necesario, un detalle
de los procedimientos y prácticas a ser realizadas por el subordinado,
como así también los estándares de calidad.
4. Una vez determinados estos debe transmitirse toda la información necesaria a
los subordinados para el cumplimiento de las tareas y esto debe hacerse a través de
una supervisión directa e íntima. Dicho en sus propias palabras “No hay nada más
injusto que tratar de igual manera (o pagarles similares salarios) a personas distintas
con producciones distintas.”
En pocas palabras, se podría definir el taylorismo como la aceleración de la cadencia
de ciclos de movimientos en los puestos de trabajo y la disminución del tiempo
muerto de la jornada de trabajo (introducción del cronómetro), mediante principios
generales de organización del trabajo, disminución de autonomía de los trabajadores
y vigilancia y control permanente en la ejecución de la norma de rendimiento.
(Barba Álvarez, 2010, p. 27)
56
Con las fuerzas de producción plenamente liberadas mediante la administración
industrial, la organización científica del trabajo y la teoría de la organización, se
establecen las bases para la expansión, el crecimiento y complejización de las
organizaciones modernas.
2.3. Principios fundamentales del Fordismo.
Es importante señalar que Henry Ford (1863-1947) complementa la propuesta
salarial de Taylor y logra el control del ritmo de trabajo del obrero con la cadena de
producción semiautomática.
El Fordismo añadió al Taylorismo la circulación continua de la materia a
transformar frente a un obrero fijo, la cadena es la que fija el ritmo de trabajo, que
facilita la estandarización, y el paso de la producción en pequeños lotes a la de masa
con nuevas normas de producción y de productividad y que extrema la
parcialización del trabajo.
En suma, el fordismo agrega al taylorismo los siguientes principios
complementarios:
a) Integración de los diferentes segmentos del proceso de trabajo a través de un
sistema de guías y medios de mantenimiento que permitan el desplazamiento
de las materias primas en proceso de transformación y su conducción ante las
máquinas herramientas (cadena de producción semiautomática).
b) Asignación de los obreros a puestos de trabajo cuyo emplazamiento está
rigurosamente determinado por la configuración del sistema de máquinas. El
obrero pierde totalmente el control sobre el ritmo de trabajo y su capacidad
creativa sobre el producto Ford retoma la política de salarios propuesta por
Taylor y establece el five dollars day, que en esa época equivalía al doble del
57
salario promedio recibido por el obrero de la industria automotriz, pero a
cambio de este salario el trabajador se ve sumido en una forma brutal de
control que va desde la intensificación meticulosa de las tareas desarrolladas
en la línea de montaje hasta la vigilancia estrecha de sus hábitos sociales y de
consumo. (Barba Álvarez, 2010, p. 27)
En esta etapa surgen corrientes que hacen fuertes críticas al Taylorismo-Fordismo.
Es en la década de 1920 cuando se inicia el desarrollo del estudio de la organización
con fundamentos teóricos y metodológicos, justamente para investigar las causas
que motivaban la resistencia, principalmente obrera, a la administración científica.
Más adelante, en la primera mitad del siglo XX, surge un grado más avanzado del
maquinismo y la automatización impulsados por el fordismo, que estimularon la
producción en masa, y por otro, con la optimización de la fuerza de trabajo gracias
al taylorismo, es decir, maquinaria con alta capacidad productiva manejada
eficientemente por una masa de obreros normados por la organización científica del
trabajo. (Barba Álvarez, 2010, pp. 17-18)
Las críticas al Taylorismo Fordismo aparecieron desde sus propios orígenes,
primero fue la corriente de las Relaciones Humanas de Elton Mayo, que desde los
años veinte consideró que no era realista tratar de disociar concepción y ejecución,
por el contrario, habría que tratar de poner al servicio de la empresa la conciencia
del trabajador y, por lo tanto, se planteó no como reglamentar burocráticamente el
trabajo, a través de normas formales para cada puesto, sino como lograr la
cooperación consciente de los obreros, incorporando en el análisis de los
comportamientos el campo del sentimiento, de la formación de grupos informales
con sus costumbres, rituales, y líderes. (de la Garza Toledo, 2007, p. 2)
58
Si bien, con las propuestas de Taylor y Ford, se resuelven sustantivamente los
problemas de la eficiencia en la producción, su obra no tiene una visión
organizacional.
Una aproximación a la etapa que podemos llamar “La era fordista” se da una
definición de ella que es la siguiente «La era fordista se caracteriza por la
dominación de los mercados de masas y por bienes estandarizados que se mantienen
durante largo tiempo. El fordismo surge de la eficiencia tecnológica de la
producción planificada, que se basa en la separación entre concepción y ejecución, y
de la eficiencia económica de fábricas de gran escala. El fordismo viene dominado
por la lógica económica, la lógica de la ventaja comparativa y del funcionamiento
del mercado.» (Safón, 1994,p. 310)
Por otro lado podemos decir que «El sustento de calificación, en el modelo fordista,
recaía en la transmisión de habilidades y conocimientos en el propio trabajo, en el
“credencialismo” a partir de los sistemas escolarizados y en los sistemas
escalafonarios de ascensos, fundamentalmente dados por la antigüedad en la
empresa» (Carrillo, Flexibilidad y calificación en la nueva encrucijada industrial,
1994, p. 140). Es decir, además de la maquinaría que ayudaba a eficientar el
proceso, un factor importante eran las habilidades y conocimientos que pudiera tener
el obrero para elevar la producción.
Por otro lado «El neofordismo representa una reinterpretación del paradigma
fordista y del modelo de regulación económica en masa a escala internacional y
macroeconómica. Supone un desarrollo de la producción en serie hacia la
diferenciación de productos; todo ello gracias al uso de la automatización flexible y
de la tecnología de la información, pero -y esto es lo importante- sobre las bases de
las mismas pautas de regulación definidas en la era fordista, o sobre una síntesis de
éstas.» (Safón, 1994, p. 311). Lo que podemos definir como que, mientras las
empresas y organizaciones se transformaban ya sea con las nuevas tecnologías o
bien con la exigencia y demanda tanto del mercado como del consumidor, la
59
producción tuvo que tomar nuevos bríos, dándose como resultado un neofordismo,
ya no sólo como producción en masa, sino en la diferenciación de productos.
2.4. Producción descentralizada y flexible
«En la sociología del trabajo latinoamericana se discute el proceso de
transformación industrial en relación con la transición de la producción fordista-
taylorista hacia la producción descentralizada y flexible, la Lean Production o
Toyotismo, procesos que están interrelacionados con la crisis del modelo de
acumulación fordista en los años setenta y la intensificación de la división del
trabajo global (Novick, 2000: 131). Bajo el imperativo de organizar la producción de
manera Eficaz “delgada” se propagaron la eliminación de diferentes niveles de
jerarquías dentro de la fábrica, la producción just-in-time, el control de calidad
rígido; en resumen, modelos de organización industrial que requieren una fuerza de
trabajo flexible y polivalente (Novick, 2006: 136; Garza Toledo, 2006). Aquí es
importante aclarar qué significa el término flexibilización con referencia al trabajo
ya que, según Enrique de la Garza Toledo (2000), hay varios tipos de flexibilidad:
uno que se refiere a la desregulación laboral (flexibilidad externa) y otro que se
refiere al uso de mano de obra polivalente (flexibilidad interna). La tercera
dimensión se vincula con la flexibilización de la jornada laboral y la forma de pago
y se refiere a modelos de remuneración alternativos como, por ejemplo, a destajo»
(Carstensen, 2012, p 162).
2.5. Corriente de las Relaciones Humanas
El desarrollo de la Teoría de la Organización a partir del experimento de la
Hawthorne, en cambio, dio origen al enfoque de las relaciones humanas y creó las
condiciones organizacionales que propiciaron la plena implantación de la
administración científica, ya que a partir de dicho experimento se descubrió que,
entre otros hallazgos, la resistencia obrera era causada principalmente por el carácter
60
disciplinario e impersonal que imponía el nuevo método de organizar el trabajo.
También se descubrió la importancia de la socialización de los trabajadores en la
empresa a través de grupos informales, lo que facilitaba la aplicación de la
organización científica de trabajo. Con estos descubrimientos, y la construcción de
un marco teórico explicativo de la problemática, fue posible, finalmente, aplicar la
administración científica y el florecimiento de esta forma específica de organizar el
trabajo en la sociedad capitalista.
2.6. Flexibilización del Mercado del Trabajo
«El proceso de flexibilización que afecta en última instancia a los trabajadores, ha
hecho resurgir el factor humano como clave en la transformación industrial de la
sociedad. La calificación en el trabajo, entendida como concepto mediador del nivel
organizacional y de las condiciones de trabajo, se convierte en este proceso en un
factor central y asume diferentes ascepciones según las estrategias empresariales»
(Carrillo, Flexibilidad y calificación en la nueva encrucijada industrial, 1994)
La investigación acerca de la organización del trabajo y la flexibilidad laboral en
México ha sido amplia. En particular, los estudios sobre la flexibilidad de las
relaciones laborales que dio inicio a mitad de los ochenta, han sido extensos y han
considerado muy diversos aspectos en el análisis. Para efectos de síntesis se pueden
destacar cinco momentos en el estudio de la flexibilidad y la organización del
trabajo.
Primer momento. Al inicio el estudio de la flexibilidad tuvo que ver con la
pretensión de interpretar el fenómeno a la luz de variables estructurales con
importantes dosis de determinismo. La investigación se llevó a cabo en el nivel
macro y, a pesar de sus insuficiencias, aportó interesantes resultados ya que
coadyuvó a dirigir la vista hacia el fenómeno de la flexibilidad, abriendo con ello
involuntariamente nuevas perspectivas derivadas de sus limitaciones.
61
Una investigación de esta naturaleza fue realizada bajo el enfoque regulacionista
(de la Garza Toledo, 2007, p. 29)
(Gutiérrez, 1988). Esthela Gutiérrez (1988) desarrolló su tesis sobre la idea de que
"Estamos ante dos concepciones del manejo de la crisis. En la primera, la solución al
problema de la productividad incluye la innovación tecnológica y la introducción de
equipos flexibles en el sistema de máquinas. Obviamente esto significa una
transformación substancial de la condición obrera, dirigida hacia la formación del
obrero polivalente, e implica también la búsqueda de una nueva racionalidad en la
organización empresarial y en el sistema productivo. La segunda, que es la solución
política, pretende redistribuir el nuevo valor creado en dirección a las ganancias,
fortaleciendo el fondo de inversión para reactivar el crecimiento. Esta solución se
apoya en una regulación basada en el libre juego de las fuerzas del mercado;
concepción liberal que en el terreno de las relaciones laborales toma cuerpo en el
principio de la flexibilidad del trabajo". (de la Garza Toledo, 2007, p. 29)
Posteriormente, Enrique Hernández Laos y Jaime Aboites hicieron otra
interpretación, sosteniendo que México vivía desde la década de los ochenta serias
transformaciones económicas, políticas y sociales las cuales tendían a transitar hacia
la modernización. Estos autores proponen que para acelerar el proceso se requiere la
liberalización de las fuerzas del mercado, la capacidad empresarial, la apertura
comercial del país y racionalizar la participación del Estado en la economía. El
interés central de su estudio fue entender los obstáculos a la movilidad laboral en la
industria mexicana, sosteniendo que la flexibilidad expresa la capacidad de
respuesta del sector laboral ante la reestructuración del aparato productivo y/o de las
condiciones de trabajo. Los autores sostienen que la flexibilidad salarial, la
movilidad en el empleo, la movilidad profesional y la movilidad geográfica de la
mano de obra, constituyen las principales dimensiones de la flexibilidad laboral en
el nivel macroeconómico. Y desde el punto de vista microeconómico, serían los
requerimientos de flexibilidad los que derivarían en cambios tecnológicos y en
62
organización del trabajo, hechos que los llevan a concluir en la conveniencia de
constituir la empresa flexible.
Este estudio parte de los supuestos de que no existe consenso en el nivel
internacional acerca de los procedimientos idóneos para flexibilizar los mercados
laborales; que la reconversión industrial requiere modificaciones substanciales en el
mercado de trabajo; que la crisis obligó a dramáticos ajustes económicos, impulsó
innovaciones tecnológicas y organizativas en las empresas, y generó cambios en los
mercados laborales, cambios que implicaron una nueva política de desarrollo
industrial (liberalización) y una política laboral concretada en un paulatino
desarrollo del nuevo modelo contractual, caracterizado por una menor intervención
del sindicato en las decisiones (Hernández y Aboites, 1990). (de la Garza Toledo,
2007, p. 30)
Segundo momento. Otros estudios empezaron por definir el concepto de
flexibilidad, el espacio de la relación laboral en la que se manifiesta el papel de los
actores sociales, y las particularidades que presenta este fenómeno en México.
En una investigación anterior (De la Garza, 1990), en la que se estudia la
flexibilización de las relaciones laborales, se considera de suma importancia
ponderar, en primer lugar, los conceptos de reconversión industrial, modernización,
reestructuración productiva y flexibilización del trabajo y de los contratos
colectivos. Se sostiene que la reconversión industrial está relacionada con la crisis
económica en la década anterior y que las empresas han experimentado una serie de
cambios tendientes a aumentar la productividad y calidad de sus productos,
eliminando con ello trabas en los procesos productivos y en las relaciones laborales.
Se argumenta que dentro del concepto de reestructuración productiva no basta con
incluir solamente los cambios tecnológicos en equipos, maquinaria y herramientas, y
en la organización del trabajo y de la producción, sino también las modificaciones
en las relaciones laborales, en particular las contractuales y legales.
63
Este estudio plantea que la flexibilización sintetiza la reestructuración de la fuerza
de trabajo en tres dimensiones básicas:
i) La flexibilidad numérica: ajuste del empleo a la demanda fluctuante del producto.
ii) La flexibilidad salarial: el salario se adecua en función de la productividad.
iii) La flexibilidad funcional: Uso flexible de la fuerza de trabajo dentro de los
procesos productivos, lo que implica un trabajo polivalente y movilidad interna entre
puestos de trabajo, departamentos, adscripción, turnos, horarios, etc. (De la
Garza, 1993).
En este tipo de estudios se aprecian las rigideces observadas por los empresarios,
que desde su perspectiva, son necesarias de eliminar. Es decir, la libre movilidad de
los trabajadores; la compactación y simplificación de tabuladores; la libertad en la
contratación de trabajadores de confianza; y el escalafón por capacidad probada y no
intervención sindicalista, tanto en organización como en materia de Tecnología. Se
concluye que, después de una década de iniciado el proceso de la reestructuración
productiva en México, es probable que la noción de flexibilidad sea la que cruza las
diversas modalidades de la reestructuración, aunque por el momento se refiera casi
exclusivamente a la flexibilidad en el uso de la fuerza de trabajo. (de la Garza
Toledo, 2007, p. 31)
Con este enfoque se entra en una caracterización y debate - por demás diferente de
los primeros estudios sobre flexibilidad- que intenta cruzar variables que antes no se
consideraban, entre otras razones, por la creencia en tendencias unívocas que
impedían ver las muy concretas diferencias y particularidades que existen en una
sociedad tan compleja como la mexicana.
64
Tercer momento. En esta etapa una de las vetas que más inquieta es el estudio
particular de las expresiones y diferencias sectoriales y regionales de la flexibilidad.
Resaltan las preguntas de por qué el fenómeno de flexibilización se implanta en
ciertos lugares con mayor velocidad que en otros. Si la flexibilidad del trabajo
adquiere formas diversas, cómo influyen las estrategias empresariales y sindicales,
el tipo de capital y la capacidad exportadora, en las diferencias regionales. Con el fin
de entender cómo se matiza el fenómeno de la flexibilidad, se estudia también la
incidencia de la tradición sindical en los distintos sectores y la experiencia laboral y
sindical de los trabajadores.
Entre los resultados más sobresalientes de las investigaciones destacan los
siguientes:
(a) La flexibilidad está fuertemente asociada con la privatización de las empresas
estatales y con la reestructuración de las grandes empresas privadas (De la
Garza, 1993), de tal manera que los cambios más importantes se orientan a
posibilitar la movilidad horizontal y vertical de los trabajadores dentro de las
empresas; a reducir la injerencia sindical en el cambio tecnológico,
organizativo y en el manejo de los mercados internos de trabajo; a establecer
la polivalencia; y a liberalizar las reglas de contratación, ascensos y
subcontratación.
(b) Se inaugura un nuevo modelo contractual flexible en la industria maquiladora
de exportación ubicada en la frontera norte, que excluye al sindicato de la
mayoría de las decisiones sobre la mano de obra; que otorga gran libertad a la
gerencia para contratar personal de confianza, eventual o de base; que faculta
a la empresa para imponer tiempos extras, trabajo en días de descanso, el
escalafón por capacidad y otras cláusulas de corte semejante (De la Garza,
1993; Quintero 1993; Carrillo, 1993).
65
(c) Existen diferencias en las maquiladoras de la zona fronteriza. A partir de las
particularidades que tienen las relaciones laborales en la franja norte del país
en materia de flexibilidad, De la O y Quintero (1992) encuentran que
mientras que en Matamoros los contratos colectivos protegen a los obreras,
en Tijuana y Ciudad Juárez son contratos de protección para las empresas, en
donde en muchas ocasiones los trabajadores ni siquiera saben que están
sindicalizados.
(d) Se encuentran diferencias en la forma e intensidad de la flexibilidad,
dependiendo de la fuerza y cultura de los actores del trabajo (De La Garza,
1993a). El mencionado autor, concluye que el concepto de flexibilidad
abarca fenómenos diferentes con formas diversas, tanto situaciones de
desregulación como modelos más cercanos al toyotismo, estableciéndose con
ello distintos segmentos de flexibilización: máxima y unilateral como en las
maquiladoras fronterizas; moderada en las empresas del patrón contractual de
la revolución mexicana; limitada y estable en empresas medianas y pequeñas;
flexibilidad sin cambios en los sindicatos de Monterrey, y flexibilidad rígida
por Ley pero flexible en las Condiciones Generales de Trabajo de los
trabajadores del apartado (de la Garza Toledo, 2007, p. 32)
(e) La movilidad interna entre funciones, puestos, categorías, turnos,
departamentos y establecimientos es una tendencia en la industria
manufacturera en el estado de Sonora
(Covarrubias, 1992). Este autor encuentra que se presentan variados niveles de
intensidad para aumentar la productividad, estimular la polivalencia, enfrentar el
ausentismo y las frecuentes renuncias, y para promover el salario en función de los
conocimientos del trabajador, cerrando el paso al escalafón ciego y fomentando los
exámenes de aptitudes.
66
2.7. Las relaciones laborales
(g) Las relaciones laborales se viven como relaciones formalizadas e informalizadas
(Bouzas, 1996). Las primeras regulan en forma codificada el proceso de trabajo, las
formas de organización y las decisiones entre trabajadores y directivos sobre el
proceso de producción. Las segundas, las informales, cobran forma concreta en el
piso de la fábrica en función: de las necesidades e incertidumbres que asume en cada
momento el proceso productivo, en asociación con las metas de productividad y las
condiciones de mercado del producto; de las estrategias empresariales para cubrir
estas necesidades; de la existencia o no de normas; de la disposición, actitud y
fuerza de los actores para respetarlos, establecerlos, filtrarlos o negociarlos; de la
presencia o ausencia de organizaciones de los trabajadores, sus fines, su identidad y
representatividad; de la configuración que asumen los conflictos del trabajo, sus
resultados productivos; y, de las estrategias colectivas e individuales de los
trabajadores para abordar o superar estos conflictos. (de la Garza Toledo, 2007, p.
33)
«Muchas pequeñas empresas concentraron en este período su actividad en
segmentos cada vez más limitados de sectores de bajo nivel tecnológico, no
provistos adecuadamente por las grandes empresas. En estos sectores adoptaron
rápidas e incisivas estrategias de hit and run, hechas posibles por una estructura
productiva extremadamente flexible, en virtud de una baja participación de sunk
costs (maquinaria multiuso, plantas de reducido tamaño, operarios y técnicos con
especializaciones polivalentes). Estas empresas adquirieron así una elevada
capacidad de respuesta a la incertidumbre, a la variabilidad y a la fragmentación de
la demanda.» (Safón, 1994, p. 312)
Cuarto momento. De manera natural se transitó hacia los estudios de caso que han
enriquecido la información empírica sobre el problema, permitiendo replantear
67
hipótesis provenientes de los marcos teóricos globales sobre la reestructuración
productiva.
En este tipo de experiencias encontramos los trabajos de Jorge Carrillo (1993) quien
a través de estudios comparativos tanto sectoriales como de empresas ubicadas en el
norte de México, aporta interesantes observaciones como las siguientes:
- En las plantas maquiladoras, con contrato colectivo o sin él, la situación es muy
semejante. Los contratos son muy sencillos y la flexibilidad se ha introducido y
difundido desde la década de los setenta, en contextos no conflictivos.
- Regionalmente, y para el norte de México, las empresas con contrato colectivo
mantienen menores condiciones de trabajo que las empresas sin contrato.
- Las relaciones laborales que ya son flexibles en los sectores maquilador,
automotriz y minero, se flexibilizarán más como consecuencia del proceso de
desregulación del TLC, de la introducción de nuevas tecnologías y de nuevas formas
de organización del trabajo.
En este cuarto momento también destacan los resultados sobre la transformación de
la industria automotriz:
- La modernización y flexibilidad como estrategias en la industria automotriz son
aplicadas de distinta manera, incluso en la misma empresa, como es el caso de
Volkswagen en donde entre la planta proveedora y las agencias distribuidoras
existen importantes diferencias, con consecuencias en aspectos de calidad por la
heterogeneidad del sector. (Montiel, 1993).
68
2.8. La flexibilidad laboral y el marco jurídico
Quinto momento. Finalmente se realizan estudios con una distinta perspectiva sobre
la flexibilidad: el marco jurídico laboral. Este nivel de análisis se entrelaza con los
proyectos de modificación de la Ley Federal del Trabajo y aprobar una ley más
flexible que la sustituya.
Se trata de un nivel de discusión en el que partidos políticos y organizaciones
empresariales y sindicales han entrado al debate. En un primer momento se vieron
los cambios al marco jurídico laboral como si se tratara de una revisión contractual,
mas en un contexto político y de contienda entre empresarios versus sindicatos en
busca de desregulación de las relaciones laborales. Desregular, se decía, es una
condición básica para alcanzar la competitividad en el nivel internacional, para
entrar a la modernidad y, bajo el supuesto de que la normatividad del trabajo actual
es rígida, se pedían cambios al marco normativo del trabajo.
El anterior debate se abrió cuando el gobierno de Salinas de Gortari, en 1989,
convocó a un foro de discusión sobre reformas al artículo 123 Constitucional y la
Ley Federal del Trabajo debido a que se requería atender peticiones del sector
empresarial. Sin embargo, los planteamientos hechos por los participantes
carecieron de un hilo conductor. Así, se presentaron estudios que tomaban aspectos
particulares de la regulación del trabajo, (trabajo de menores, jubilación, licencia de
maternidad y otros) o los que realizaban análisis tan puntuales que se reducían a
referir un artículo de la Ley bajo el argumento de carencias o excesos en el mismo.
Destacaron aquellos estudios que referían aspectos de trascendencia política como
fueron los casos de la supresión del apartado B del 123 constitucional, el rechazo al
registro sindical y otros temas. Sin embargo, en estos foros existieron ciertos tópicos
básicos sobre los que se centró la discusión de manera natural y se fue perfilando
una agenda más acabada: variación de la jornada de trabajo en función de los
requerimientos de la empresa (trabajo por hora por ejemplo); establecimiento del
69
salario en función a la productividad del trabajo; flexibilidad en materia de
estabilidad como forma de ampliar el abanico de oportunidades de empleo;
escalafón por desempeño; revisión de los tribunales del trabajo, su estructura, su
vinculación con el poder ejecutivo y su profesionalidad; el papel del Estado en las
relaciones laborales, su función tutelar del trabajo, y la seguridad social. (de la
Garza Toledo, 2007, p. 3)
Aparecieron también otros temas importantes en el planteamiento empresarial:
límites a la huelga, límites al derecho de asociación y límites a la contratación
colectiva; y su contraparte sindical: pleno ejercicio del derecho de huelga y rechazo
a la huelga procedimental; respeto al pleno ejercicio del derecho de asociación y a la
contratación colectiva, y ampliación de los espacios de negociación bilateral. A
pesar de que no se han concretado ninguno de los planteamientos anteriores, el
debate ha dejado frutos importantes y ha permitido reparar sobre cuestiones
generales de primer nivel como las siguientes:
- Existe un verdadero abuso normativo en materia del trabajo, de tal manera que se
requiere establecer un mínimo de normas lo más generales posibles, que contengan
aquellos principios fundamentales que se estimen válidos en la relación laboral y
regulaciones específicas que no los contravengan. (de la Garza Toledo, 2007, p. 37)
Los constantes cambios que sufren los mercados globales, exigen, además de un
desarrollo tecnológico más acelerado, una transformación en la organización de la
producción, teniendo como respuesta la producción flexible. «La producción
flexible significa la incorporación de nuevos esquemas de organización y
calificación del trabajo, de sistemas de proveeduría rápidos y a menor costo, y la
modificación de las regulaciones de las políticas gubernamentales. La flexibilización
de las líneas (antes rígidas) de producción en masa, ha convertido a la producción en
líneas» (García Castro, 2004)
Con la flexibilización del horario laboral se busca resolver la variación en el
volumen del trabajo. Por ejemplo, las fechas de entrega de los encargo, las definen
70
los contratantes y exigen el cumplimiento de las mismas desentendiéndose de las
condiciones en que se encuentren los talleres, bajo amenaza de no volver a contratar
sus servicios en caso de incumplimiento. A esto se le puede llamar flexibilización de
las relaciones laborales «lo que conlleva una precarización extrema de sus
condiciones de vida. Las exigencias de flexibilización se encuentran en un conflicto
permanente con las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras, un conflicto
que se tiene que resolver dentro de los talleres.» (Carstensen, 2012, pp 208-209)
2.9. La flexibilidad laboral en México
«En América latina los conceptos de marginalidad y de informalidad se pretendió
dar cuenta de “anomalías” en el desarrollo mencionado, con coexistencia de sectores
tradicionales y modernos sin clara substitución de unos por los otros. Posteriormente
en los países desarrollados se han desarrollado los trabajos atípicos, o bien no
estructurados. Así, han interesado las nuevas formas de precariedad, de exclusión,
de inseguridad en el trabajo o de flexibilidad.» (de la Garza Toledo, Introducción:
construcción de la identidad y acción colectiva entre trabajadores no , 2011, p. 7)
«Desde finales de los 70’s, el debate se ha centrado en el impacto en los trabajadores
por la incorporación de nuevas tecnologías y formas de organización flexibles.
Algunos especialistas consideran que hay evolución en ciertos trabajos calificados,
inserción de nuevas especialidades y un cierto margen de autonomía sobre la
producción por parte de los propios trabajadores. Mientras que otros mencionan que
los cambios vienen acompañados de un proceso de descalificación, degradación en
el trabajo y, sobre todo, un mayor control sobre los trabajadores» (Carrillo,
Flexibilidad y calificación en la nueva encrucijada industrial, 1994, p. 143)
En toda empresa hay una serie de obstáculos para conseguir el logro de los
objetivos, el concepto que mejor sintetiza la lucha contra estos obstáculos se llama
flexibilidad. «Al proceso de desalojo de rigideces se le ha denominado
flexibilización y denota una enorme gama de aspectos que van desde la esfera de la
71
producción hasta la de comercialización» (Carrillo, Flexibilidad y calificación en la
nueva encrucijada industrial, 1994, p. 146)
En México la flexibilidad tiene sus propias particularidades que se puede definir
como «una retaylorización del trabajo, acompañada por una flexibilización de las
relaciones laborales» (Novick, 2006; Garza Toledo, 2006, p.162). Esta
reestructuración también provocó un desplazamiento de trabajo hacia los hogares y
la consecuente informalización y precarización de las relaciones laborales.
Anteriormente al proceso de flexibilización de la mano de obra, el contrato entre el
trabajador y el contratante estipulaba el tiempo de contratación, por lo que el patrón
estaba obligado a pagarle aún cuando no se encontrara en un proceso productivo.
Con la flexibilización que se da en la subcontratación de tareas productivas, sólo se
usa la mano de obra cuando es necesario. «Esto significa para un empleador o una
empleadora que en tiempos de bajo volumen de producción no tiene responsabilidad
por los empleados y las empleadas, mientras que para éstos significa no poder pedir
cuentas a nadie cuando se suspendan los ingresos.» (Carstensen, 2012)
En el caso de México se debería de tomar en cuenta la verdadera esencia de la
empresa flexible, tal y como la concebía Alvin Toffler:
«La empresa flexible será la que sepa reaccionar ante las necesidades individuales y
las diferencias situacionales, como el gerente flexible será el que sepa enfrentar el
cambio y dominarlo con la aplicación del conocimiento de todo origen y el
despliegue de todas sus habilidades gerenciales a plenitud. Será el gerente capaz de
buscar el futuro con la convicción de que puede crearlo y aprovechar el pasado con
la certeza de que puede desecharlo, pero que hay un punto que contiene todo y
demanda todo, que exige total responsabilidad: el presente.
En la medida en que los gerentes sepan aceptar, valorar, cuestionar, enaltecer y
cambiar el presente, en esa proporción estarán alcanzando la flexibilidad» (Serralde,
1985, p. 13)
72
Sin embargo, la realidad en nuestro país está muy alejada del concepto de
flexibilización de Toffler, en nuestro país y en el caso especial de las maquiladoras,
la flexibilización se entiende como la sobreexplotación del obrero, la adecuación a
los horarios y necesidades laborales de la empresa, la polivalencia como la
obligación del obrero a realizar múltiples tareas, ya no de acuerdo a sus habilidades
sino más bien para optimizar recursos, personal y material. La flexibilización se ha
trasgiversado a tal grado, que se dejaron de lado varios principios, entre los que se
destaca que hay una nula presencia gerencial y a lo más, solamente se distingue al
encargado de la maquiladora, semejante al gerente, pero cuyo papel que juega es
más la de un supervisor que de un líder o directivo.
73
Capítulo III. La maquila en la región de Tehuacán y el Marco legal
laboral
3.1. Descripción de la región de Tehuacán y el proceso maquilero
La Ciudad de Tehuacán Puebla es un municipio que pertenece al estado Puebla
localizado en el centro de México. Hasta el año 2000 contaba con 226,258
habitantes mostrando una tasa de crecimiento intercensal de 3.8% en promedio
anual. Su mayor crecimiento poblacional se dio en las décadas de los sesenta y
setenta (con tasas de 4.2 y 5.2% respectivamente), seguido de una tendencia a la
baja de esta dinámica a partir de 1980. Actualmente, según cifras del Consejo
Nacional de Población (CONAPO), su población actual se estima en 248, 273
habitantes, que representan 4.6% de la población total del estado de Puebla.
Además de la industria maquiladora, la industria embotelladora y la industria avícola
son las principales actividades económicas que se desarrollan en esta ciudad.
También es conveniente hacer mención que la industria maquiladora en el área de
Tehuacán, remonta sus antecedentes a principios de los años 60. «Actualmente la
industria maquiladora del vestido con más 50 años de experiencia, es la que genera
el mayor número de empleos» (Vera & Vera, 2012, p.7) Como la segunda ciudad
más grande de Puebla, Tehuacán, se ubica al centro sur del Estado, su legado textil
se remonta desde hace más de 50 años como productor de confecciones,
disputándose, en algún momento, el nombre de la “capital del jean de México” con
Torreón Coahuila, como uno de los centros más importantes de confecciones de
mezclilla en el mundo. Pese a la baja económica que dicha industria sufrió en los
últimos quince años, ésta industria «sigue siendo el motor económico de la región,
representando casi el 50% de la economía de Tehuacán» (Santigo Hernández &
Maquila, 2010, p. 2)
Los primeros empresarios en incursionar en la industria de la cofección fueron
principalmente de origen español como la familia Fernández, que es dueña de Grupo
Navarra; y de origen libanés como el núcleo Haddad que era propietario de Grupo
74
Famián. En los primeros años de esta industria. El mercado sólo se encontraba
dirigido al consumidor local y se confeccionaban camisas, pantalones de vestir,
pantalones de mezclilla, uniformes escolares e industriales, ropa interior y ropa para
mujeres y niños. «Esta producción se vendía en almacenes locales como el Puerto de
Barcelona, 5-10-15 e ISSSTE, y en los mercados regionales como Teziutlán, Puebla,
Toluca y San Martín Texmelucan.» (López Luna, 2002)
3.2. La consolidación de la maquila
Ésta se dio hasta los años ochenta, con mayor auge en los años noventa, en los
tiempos de las negociaciones del TLCAN. Entre el año 1994 y 1995 tuvo su punto
álgido, permaneciendo constante hasta el año 2000. Estos «cinco años fueron el
lapso de mayor crecimiento de la maquila local en el desarrollo de infraestructura,
índices económicos de exportación, expansión industrial, automatización,
producción y en la creación de empleos.» (López Luna, 2002)
José Méndez Gómez fue uno de uno de los primeros empresarios que realizó varios
viajes a Estados Unidos, en especial el estado de California, buscando contactar con
los grandes consorcios de la confección estadounidense y de esta forma, conseguir
líneas de producción e inversión hacia esta entidad. En el año 2001, este personaje
sería presidente de la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria del
Vestido (Canacives) .
En este estado se producían jeans para el mercado norteamericano de las marcas The
Gap, Tommy Hilfiger, Polo Ralph Laurent, Levi´s, Dona Karan, Guess, Dockers,
Wrangler, Cavarishi, Silver Plate, y O.P., marcas canadienses como Genetic Jeans y
el fabricante de ropa de mujeres, Nygard International, con sede en Winnipeg. Para
el mercado nacional se producían para The One, Furor, Express y Cactus, entre
otras.
Como nota, la marca Levi Strauss & Co. es uno de los fabricantes más grandes del
mundo de ropa de marca y ocupa el segundo lugar en la fabricación de pantalones
vaqueros, detrás de VF Corporation. Levi Strauss fabrica y comercializa pantalones
75
vaqueros, pantalones de vestir y ropa informal, con las marcas Levi’s, Dockers y
Slates.
Entre las marcas mexicanas que se elaboran podemos encontrar a: «Disaf (batas y
uniformes médicos para el IMSS y la Secretaría de Salud); Dog and Cats; Checara
Rab; Cactus; Ecardy; Urban Land Denim; Edoardos; Goldie; Sintax; Goga;
Savanne; Diesel; Quarry; Furor; The One. La producción nacional se encontraba
distribuída en tiendas departamentales mexicanas como The One, Comercial
Mexicana, Gigante, Chedraui, 5-10-15 y Super Ahorros, así como en bodegas y
centros comerciales transnacionales como Wal-Mart México, en donde también se
distribuyen las versiones mexicanas de marcas estadounidenses como Lee, Tommy
Hilfiger y Levi Strauss and Co. Los precios de estos pantalones varían entre los cien
y los cuatrocientos pesos, de acuerdo a la marca de la prenda y el modelo.» (López
Luna, 2002, p. 29).
Posteriormente y a partir de diversas negociaciones, uno de los primeros consorcios
extranjeros que empezaron a producir en maquiladoras locales como Grupo Navarra
fue Guess Incorporated, debido, por un lado a las múltiples acusaciones de
activistas laborales y sindicales de California por sus prácticas de explotación
laboral en los talleres donde se confeccionaban sus prendas y por otro lado, por las
restricciones por parte del Departamento del Trabajo del gobierno estadounidense.
Otras marcas comercializadoras y tiendas estadounidenses que siguieron a Guess
fueron: Levi Strauss, VF Corporation, Sarah Lee, Farah, Calvin Klein, Tommy
Hilfiger, Gap, Polo Ralph Lauren, The Limited, entre los más importantes.
En 1997, la empresa Tarrant, que tenía sus instalaciones en la capital de Puebla, se
expandió al área de Tehuacán para corte, costura y terminado de prendas básicas. Ya
para 1999 manejaba el paquete completo, encargándose de todo el proceso de la
manufactura, desde la adquisición o producción de textiles y otros insumos hasta el
ensamble, empaquetado y a veces su distribución. «Mientras que las plantas
maquiladoras ensamblan productos de confecciones importados, los fabricantes que
ofrecen servicios de paquete completo coordinan las distintas etapas del proceso de
76
producción. “Local Clusters in Global Chains: The Causes and Consequences of
Export Dynamism in Torreon’s Blue Jean Industry.” estas plantas de contratistas y a
trabajar con su propietario anterior, Kamel Nacif, para construir plantas adicionales
para su red emergente de producción de paquete completo.» (López Luna, 2002)
«En abril de 1999, el Presidente y Ejecutivo Jefe de Tarrant, Gerard Guez, anunció
que su empresa había completado la adquisición de una planta textil con capacidad
para elaborar 18 millones de metros anuales de mezclilla en Puebla, México. El
anterior dueño de la planta, Kamel Nacif, se convirtió en presidente de Tarrant
México y como importante accionista de la empresa.» (López Luna, 2002)
Tarrant continuó su crecimiento, adquiriendo en 1999, el Grupo Famián
(originalmente propiedad de la familia tehuacanera Haddad), con esta adquisición
anadió siete plantas de ensamble y lavandería de confecciones.
Para noviembre del 2001, Tarrant ya había invertido millones de dólares en en el
desarrollo de su red mexicana de producción de paquete completo.
Desafortunadamente para Tarrant, la desaceleración económica de Estados Unidos,
aunado a los eventos del 11 de septiembre del 2001, forzaron a la empresa a cortar
costos operativos en México, además de reducir la fuerza laboral, apróximadamente
en un 20 por ciento.
3.3. Condiciones del proceso maquilero en la región de Tehuacán
Como ya habíamos mencionado anteriormente, la Secretaría de Desarrollo
Económico del gobierno de Puebla, nombraba en 1999 a Tehuacán como la “capital
mundial de los blue jeans” debido a la importante actividad maquiladora de
exportación.
En estos años tanto el ayuntamiento municipal de Tehuacán como la Cámara
Nacional de la Industria del Vestido local presumían el crecimiento de la industria
del vestido en la región por los empleos que generaba, afirmando que en Tehuacán
“prácticamente no existía el desempleo, ya que la tasa porcentual del mismo estaba
77
en cero, y que en la ciudad, las personas que no tenían empleo era porque no querían
trabajar” ya que «estas maquiladoras se encuentraban ubicadas principalmente en los
municipios de Tehuacán – en donde se encuentran dispersas por todas las colonias
de la ciudad y dentro de las poblaciones que constituyen sus juntas auxiliares,
principalmente en San Lorenzo Teotipilco, Magdalena Cuayucatepec, San Pedro
Acoquiaco, Nicolás Tetitzintla, San Diego Chalma, Santa Cruz Acapa, Santa María
Coapan y Santa Catarina Otzolotepec- y Ajalpan; pero también existen empresas en
otros municipios como Santiago Miahuatlán, Chapulco, Vicente Guerrero, Altepexi,
Zapotitlán Salinas, San Gabriel Chilac, Zinacatepec, Coxcatlán y Zoquitlán »(López
Luna, 2002) y cuyos consumidores finales son estadounidenses que compran en las
tiendas departamentales más grandes de Estados Unidos como Wal-Mart, The
Limited, JC Penney, The May Department Stores y Gap y alcanzan hasta los mil
pesos mexicanos. Aunque también se pueden encontrar estas prendas en el mercado
negro mexicano o cualquier otra prenda original de Guess? Inc. o Gap., con un costo
muy inferior, que oscila entre los 300 y 500 pesos, obtenidos ilegalmento por asaltos
a los transportes que llevan la mercancia a Nuevo Laredo o Ciudad Juárez y puestos
a la venta en lugares como la Capu en Puebla o en Tepito en el Distrito Federal.
«Antes del inicio del 2001 y de la desaceleración estadounidense,
Para la elaboración de las prendas en esta región, la forma más eficiente son las
“líneas de producción cuya base principal de producción es lo que se conoce como
“tarea”. Al más puro estilo taylorista-fordista los trabajadores se encuentran
organizados en una estructura lineal de trabajo, cada uno de ellos realizan tareas
personales de manera secuencial y repetitiva de acuerdo al “paso” que se
encuentren elaborando durante toda la jornada, aunque, cuando un trabajador es
capaz de realizar diversos de estos pasos de manera eficiente, pueden ser cambiados
de lugar para realizar diferentes pasos, a este tipo de trabajador calificado se le llama
“comodín”. Cuando las prendas entran a la maquiladora, éstas ya se encuentran
cortadas (proceso que se lleva a cabo en otros lugar conocido como las cortadoras) y
se va ensamblando a través de pasos, dividiéndose en trasero y delantero, al final el
78
pantalón se encuentra cosido completamente y listo para revisión en la penúltima
parte del proceso. Por último en el proceso de empaquetado, se traslada a las
lavanderías que se encargan de suavizar la tela.
La forma de pago se determina por el número de tareas producidas semanalmente, el
tipo de máquina que manejen y el paso que realicen los trabajadores. Cuando el
trabajador lleva tiempo trabajando, adquiere más experiencia y puede llegar a
aumentar su capacidad de producción, si el jefe de línea se percata, aumenta la tarea
no sólo para el trabajador sino a todos los que se encuentran realizando ese mismo
paso. Lo que propicia que el número de piezas a trabajar en un día se determinen las
horas de su jornada de acuerdo a sus habilidades. Las tareas, dependiendo el paso
que realice, puede varíar entre 500 y 1.500, incluso, 2,000 piezas diarias. En
promedio, los trabajadores laboran entre 10 y 12 horas diarias, sin pago de tiempo
extra. «Cada obrero tiene su tarea diaria de producción – que es la cuota o el
estándar de piezas que tiene que cortar o ensamblar –. Esto es una violación a la Ley
Federal del Trabajo porque los patrones violan la jornada establecida de ocho horas,
ya que no consultan ni acuerdan con los trabajadores la modalidad del trabajo diario
ni el sistema de pago, sino que es impuesto por ellos. Este sistema obliga a los
trabajadores a tener que cumplir su tarea – así sea en diez horas – para poder salir de
la maquiladora.» (López Luna, 2002)
En las maquiladoras de exportación, los sueldos se encontraban fijos, y
generalmente sólo los grandes consorcios pagaban tiempo extra.
3.4. La maquila clandestina
Posterior a la pérdida de 20.6 por ciento del empleo esta industria se negó a morir,
sufriendo un desplazamiento de tareas productivas hacia talleres informales o en
trabajo a domicilio, en donde, si bien, se suministró empleo a jóvenes y mujeres de
las comunidades cercanas, y de miembros de la familia de los respectivos patrones o
patronas (esposos o esposas, hijos, sobrinas y hermanos), también se precarizaron
las condiciones laborales, a la sombra de esta clandestinidad.
79
El director de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra)
de Tehuacán, Javier López Pineda, señaló que en el 2009 más de la mitad de las 400
empresas, incluidos talleres pequeños, dedicadas a la industria del vestido en la
región –tanto las que se dedican a la costura como a otros procesos de acabados de
ropa–, opera ya desde entonces en la clandestinidad y no pagaba impuestos ni
prestaciones laborales. Esta cifra resulta alarmente ya que quiere decir que la mitad
de las maquiladoras registradas han preferido transformarse antes de seguir
sufriendo más pérdidas o cerrar por completo su empresa. (Damián Jiménez, 2009)
Por lo anterior, unas 20 mil personas del sector carececían desde entonces de
estabilidad y seguridad social, quienes trabajan en las empresas que no están dadas
de alta ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las cuales se
pueden ir de una localidad a otra fácilmente, dejando desprotegidos a los
trabajadores de las mismas con relación a sus pagos de liquidación y prestaciones.
Aunque la producción se lleve a cabo dentro de las estructuras del hogar, la cadena
productiva se encuentra inmersa dentro de la estructura global. Por un lado, la vida
coitidiana del hogar se altera por la lógica de la producción empresarial y por el otro
lado, las estructuras sociales hogareñas son puestas al servicio de la producción,
aprovechando sus infraestructuras locales y relaciones sociales específicas. Otro
aspecto, de estos talleres es que no hay un trabajo remunerado entre los miembros de
la familia ya que se concibe como una contribución al ingreso familiar.
«Diferenciando a los distintos tipos de cadenas productivas, se observó que son los
talleres con más antigüedad y mejores contratos –situados en el primer modelo de
cadena productiva– los que hacen uso de trabajo remunerado. Ahí se ejecutan tareas
más complejas que en los demás talleres y se dispone de conocimientos técnicos
más sofisticados; por lo tanto las personas empleadas precisan de un mayor tiempo
de aprendizaje profesional. Los talleres del segundo modelo de cadena productiva, la
maquiladora de exportación, en cambio tienen pocos conocimientos acerca de las
diferentes tareas productivas y ejecutan tareas muy simples. Las mujeres y niñas
80
empleadas son remuneradas a destajo y mantienen el alto ritmo de la producción con
base en su propia habilidad y “destreza”. »(Carstensen, 2012, pp. 206-207)
Las personas que contactan a los contratantes de estas fábricas suelen ser
diseñadores, patrones o “coyotes”, ellos son los que negocian los precios, las fechas
para repartición y entrega de los trabajos, así como el volumen y la regularidad de
los encargos. Casi siempre son los que llevan a cabo el transporte y la seguridad de
las prendas y pueden trabajar hasta para cuatro contratantes al mismo tiempo y
dependiendo del contratante, su relación puede durar años o únicamente semanas.
La adquisición de los encargos se renegocia cada semana entre los talleres y las
fábricas, se trata de cuidar esta relación para mantener el trabajo continuo como una
relación de confianza.
3.5. Determinación del salario en las maquiladoras
El salario para el trabajo se define como un salario a destajo y este se negocia
directamente con el representante del taller y el o la contratante. Respecto a la
producción y los materiales se tiene que ser muy cuidadoso ya que en caso de un
error o daño a los mismos el taller tiene que reemplazar las prendas lo que puede
implicar pérdidas en lugar de ganancias. Como estos talleres cada vez se
multiplican más, existe una gran competencia entre ellos, lo que se traduce en
empeoramiento tanto de las condiciones laborales y salariales del trabajador.
«La forma como se discute y negocia el salario, así como la percepción de los/las
trabajadores y trabajadoras en las diferentes comunidades y modelos de producción
no se diferencia mucho. Existe siempre el peligro de que otros talleres les “quiten”
el trabajo, aceptando salarios más bajos. Pero aunque los entrevistados y las
entrevistadas se estén quejando de esta lógica, también quedó claro que a veces son
ellos y ellas mismos/as quienes están perjudicando a otros talleres por anticipar la
competencia y ofrecer un salario más bajo de lo que creen que otros cobrarán.»
(Carstensen, 2012, pp. 204-205)
81
Muchas veces esta situación los sobrepasa ya que si bien, tienen el conocimiento de
las líneas de producción no lo tienen de cómo manejar una organización ni cómo
financiar los costos ni los medios de producción. Además de manejar una cantidad
de tareas de planificación y coordinación de la jornada laboral en los talleres, como
mantenimiento, reparación y ensanchamiento de la maquinaria, así como la
enseñanza, instrucción y supervisión de los trabajos y el desarrollo de sistemas de
pago dentro del taller. Estos talleres se encuentran subordinados al contratante y «se
encuentran en una relación de dependencia y subordinación con su patrón como si
fueran parte de la plantilla de una fábrica. Al final son obreros y obreras dueñas de
los medios de producción, que realizan la transformación de su fuerza de trabajo por
cuenta propia.» (Carstensen, 2012, p. 205)
3.6. Los talleres formales frente a las maquiladoras clandestinas
Por otro lado, como bien lo mencionó el director de la Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación (Canacintra) de Tehuacán, Javier López Pineda, los
dueños de las compañías formales se quejan de las empresas y talleres clandestinos,
ya que sus prendas pierden competitividad frente a los costos de las piezas que se
hacen en las fábricas que no pagan prestaciones laborales, dan salarios más bajos y
no declaran ante Hacienda.
“Los empresarios están molestos porque las autoridades gubernamentales
inspeccionan más a las compañías formales que a las clandestinas o irregulares, lo
cual ha provocado el cierre de algunas maquilas que tratan de estar en regla”, señaló.
Los talleres clandestinos malbaratan la producción y las compañías establecidas no
pueden competir con las mismas. “En las casas meten máquinas y no te das cuenta,
son empresas familiares clandestinas que a final de cuentas contratan a tres o cuatro
personas” (Damián Jiménez, 2009)
Actualmente la crisis que enfrenta la industria del vestido en Puebla concentra su
mayor afectación en Tehuacán y San Martín Texmelucan, donde cada vez es más
común observar maquilas clandestinas que ponen en riesgo el poder de exportación
82
y estabilidad laboral de la industria, además de representar focos rojos en
contrabando y “piratería”.
Aunque no se tiene un registro oficial se estima la presencia de más de 200 maquilas
que operan de manera clandestina en Tehuacán, sin cubrir el correspondiente pago
de impuestos y vulnerar el derecho laboral de sus trabajadores, afectación que podría
involucrar a cerca de 25 mil personas.
El último reporte detectado por la Cámara Nacional de la Industria del Vestido en
Tehuacán (Canaive) revela que las ciudades con mayor presencia de maquilas
clandestinas son Tehuacán, San Gabriel Chilac, Altepexi y Ajalpan, donde es común
observar talleres en casas, con condiciones precarias para los trabajadores.
(Hernández, 2014)
3.7. Marco Legal Laboral
Es necesario mencionar que existe un marco legal para regular los derechos y
obligaciones de los trabajadores que se asienten en la Ley Federal del Trabajo
3.7.1. Ley Federal del Trabajo
A continuación nos referiremos al artículo 123 de la Constitución que enmarca las
condiciones que deben prevalecer en el ámbito laboral y que la Ley Federal del Trabajo lo
retoma, haciendo más específica la cobertura de los derechos y obligaciones de los
trabajadores, así como de los patrones.
En este apartado haremos una mención amplia del artículo 123 que hace referencia al
trabajo y a la previsión social.
3.7.2. Del trabajo y de la Previsión Social
Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al
efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo,
conforme a la ley.
El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes
sobre el trabajo, las cuales regirán:
83
A. Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una
manera general, todo contrato de trabajo. (Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Cámara de Diputados)
Es necesario mencionar que la Ley Federal del Trabajo de 1931 no establecía que el
tiempo de servicios prestados, fuera un derecho de los trabajadores, en cambio
contemplaba la defensa de la estabilidad en el trabajo e imponía a los empresarios,
en los casos de no respetar la sentencia de reinstalación, la obligación de pagar una
indemnización de 20 días de salario por cada año de antigüedad.
El artículo 162 de la nueva Ley Federal del Trabajo en 1970, incluyó una práctica
adoptada en diversos contratos colectivos de trabajo referida a que la permanencia
en la empresa debe ser objeto de un pago por el transcurso del tiempo al momento
de la separación de ésta, al cual se le da el nombre de prima de antigüedad y cuyo
monto será el equivalente a doce días por cada año de servicio. ( Ley Federal del
Trabajo y Previsión Social Secretaria, 2014)
Las condiciones de trabajo deberán ser establecidas en sus contratos individuales,
colectivos o reglamento de trabajo y en ningún caso podrán ser inferiores a las fija-
das en la Ley, y deberán ser proporcionadas sin que puedan establecer diferencias
por motivo de raza, nacionalidad, sexo, edad, credo religioso o doctrina política,
salvo las modalidades expresamente consignadas en la Ley.
Es importante que el trabajador conozca que cuando menos deben elaborarse dos
copias del contrato de trabajo, de las cuales, una quedará en poder del patrón y la
otra en poder del trabajador. Ese escrito debe contener:
Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil y domicilio del trabajador y del
patrón.
Si la relación de trabajo es por obra, tiempo determinado o tiempo indeterminado.
El servicio o servicios que deban prestarse, los que se determinarán con la mayor
precisión posible.
84
El lugar o los lugares donde debe prestarse el trabajo.
La duración de la jornada.
La forma y el monto del salario.
El día y el lugar de pago del salario.
La indicación de que el trabajador será capacitado o adiestrado en los términos de
los planes y programas establecidos o que se establezcan en la empresa, conforme
a lo dispuesto en esta ley.
Otras condiciones de trabajo, tales como días de descanso, vacaciones y demás que
convengan al trabajador y al patrón.
La falta de este escrito puede causar que el trabajador sea privado de los derechos
que deriven de la relación de trabajo y de los servicios prestados.
Para comenzar con los derechos laborales que el trabajador tiene y de las
obligaciones que tiene el patrón, comenzaremos por mencionar qué es lo que dice
la Ley Federal del Trabajo respecto a las condiciones laborales por parte del
trabajador.
TITULO TERCERO
Condiciones de Trabajo
CAPITULO I
Disposiciones Generales
Artículo 56. Las condiciones de trabajo basadas en el principio de igualdad
sustantiva entre mujeres y hombres en ningún caso podrán ser inferiores a las fijadas
en esta Ley y deberán ser proporcionales a la importancia de los servicios e iguales
para trabajos iguales, sin que puedan establecerse diferencias y/o exclusiones por
motivo de origen étnico o nacionalidad, sexo, género, edad, discapacidad, condición
social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, condiciones
85
de embarazo, responsabilidades familiares o estado civil, salvo las modalidades
expresamente consignadas en esta Ley.
Artículo 56 Bis.- Los trabajadores podrán desempeñar labores o tareas conexas o
complementarias a su labor principal, por lo cual podrán recibir la compensación
salarial correspondiente.
Para los efectos del párrafo anterior, se entenderán como labores o tareas conexas o
complementarias, aquellas relacionadas permanente y directamente con las que estén
pactadas en los contratos individuales y colectivos de trabajo o, en su caso, las que
habitualmente realice el trabajador.
Artículo 57. El trabajador podrá solicitar de la Junta de Conciliación y Arbitraje la
modificación de las condiciones de trabajo, cuando el salario no sea remunerador o
sea excesiva la jornada de trabajo o concurran circunstancias económicas que la
justifiquen.
El patrón podrá solicitar la modificación cuando concurran circunstancias
económicas que la justifiquen.
El trabajador tiene que verificar que se determine el trabajo que va a desempeñar
para evitar ser obligado a realizar otras tareas diferentes a las que debe desarrollar.
La Ley Federal del Trabajo señala como condiciones de trabajo: la jornada laboral,
días de descanso, vacaciones, salario y aguinaldo.
En primer lugar haremos una definición del concepto de remuneración.
3.7.3. Remuneraciones
Las remuneraciones y prestaciones de los trabajadores no se concretan al salario,
sino que incluyen una serie de renglones que en muchos casos no son cubiertos por
el patrón, incurriendo éste, en violaciones al marco regulatorio del trabajo. A
continuación haremos referencia a cada uno de los rubros a que está obligado el
patrón a conceder al trabajador.
86
a) Salario
Artículo 82. El salario es la retribución que el patrón paga al trabajador por su
actividad. Los trabajadores dispondrán libremente de su salario y el derecho a
percibirlo, siendo este irrenunciable. El salario no será objeto de compensación
alguna y deberá pagarse en el lugar donde se preste el servicio.
Artículo 84. El salario se integra con los pagos hechos en efectivo por cuota diaria,
gratificaciones, percepciones, habitación, primas, comisiones, prestaciones en
especie y cualquiera otra cantidad o prestación que se entregue al trabajador por su
trabajo. ( Ley Federal del Trabajo y Previsión Social Secretaria, 2014, Cap. V, )
El trabajador podrá solicitar a la Junta de Conciliación y Arbitraje la modificación
de las condiciones de trabajo, cuando el salario no sea remunerador o sea excesiva la
jornada de trabajo o concurran circunstancias económicas que la justifiquen.
Otro de los derechos que el patrón está obligado a proporcionar a su trabajador, es
una jornada digna de trabajo y de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, se define de
la siguiente forma.
b) Jornada de trabajo
CAPITULO II
Jornada de Trabajo
Artículo 58. Jornada de trabajo es el tiempo durante el cual el trabajador está a
disposición del patrón para prestar su trabajo.
Artículo 59. El trabajador y el patrón fijarán la duración de la jornada de trabajo, sin
que pueda exceder de los máximos legales.
Los trabajadores y el patrón podrán repartir las horas de trabajo, a fin de permitir a
los primeros el reposo del sábado en la tarde o cualquier modalidad equivalente.
Artículo 60. Jornada diurna es la comprendida entre las seis y las veinte horas.
87
Jornada nocturna es la comprendida entre las veinte y las seis horas.
Jornada mixta es la que comprende períodos de tiempo de las jornadas diurna y
nocturna, siempre que el período nocturno sea menor de tres horas y media, pues si
comprende tres y media o más, se reputará jornada nocturna.
Artículo 61. La duración máxima de la jornada será: ocho horas la diurna, siete la
nocturna y siete horas y media la mixta.
Artículo 62. Para fijar la jornada de trabajo se observará lo dispuesto en el artículo
5o., fracción III, aunque todo el artículo se encuentra comprendido por una serie de
fracciones los cuales también nos dejarán ver más adelante las faltas al mismo.
Artículo 5°. Las disposiciones de esta Ley son de orden público por lo que no
producirá efecto legal, ni impedirá el goce y el ejercicio de los derechos, sea escrita
o verbal, la estipulación que establezca:
I. Trabajos para niños menores de catorce años;
II. Una jornada mayor que la permitida por esta Ley;
III. Una jornada inhumana por lo notoriamente excesiva, dada la índole del trabajo, a
juicio de la Junta de Conciliación y Arbitraje;
IV. Horas extraordinarias de trabajo para los menores de dieciséis años;
V. Un salario inferior al mínimo;
VI. Un salario que no sea remunerador, a juicio de la Junta de Conciliación y
Arbitraje;
VII. Un plazo mayor de una semana para el pago de los salarios a los obreros y a los
trabajadores del campo;
VIII. Un lugar de recreo, fonda, cantina, café, taberna o tienda, para efectuar el pago
de los salarios, siempre que no se trate de trabajadores de esos establecimientos;
88
IX. La obligación directa o indirecta para obtener artículos de consumo en tienda o
lugar determinado;
X. La facultad del patrón de retener el salario por concepto de multa;
XI. Un salario menor que el que se pague a otro trabajador en la misma empresa o
establecimiento por trabajo de igual eficiencia, en la misma clase de trabajo o igual
jornada, por consideración de edad, sexo o nacionalidad;
XII. Trabajo nocturno industrial o el trabajo después de las veintidós horas, para
menores de dieciséis años; y
XIII. Renuncia por parte del trabajador de cualquiera de los derechos o prerrogativas
consignados en las normas de trabajo.
En todos estos casos se entenderá que rigen la Ley o las normas supletorias en lugar
de las cláusulas nulas.
Artículo 63. Durante la jornada continua de trabajo se concederá al trabajador un
descanso de media hora, por lo menos.
Artículo 64. Cuando el trabajador no pueda salir del lugar donde presta sus servicios
durante las horas de reposo o de comidas, el tiempo correspondiente le será
computado como tiempo efectivo de la jornada de trabajo.
Artículo 65. En los casos de siniestro o riesgo inminente en que peligre la vida del
trabajador, de sus compañeros o del patrón, o la existencia misma de la empresa, la
jornada de trabajo podrá prolongarse por el tiempo estrictamente indispensable para
evitar esos males.
Artículo 66. Podrá también prolongarse la jornada de trabajo por circunstancias
extraordinarias, sin exceder nunca de tres horas diarias ni de tres veces en una
semana.
Artículo 67. Las horas de trabajo a que se refiere el artículo 65, se retribuirán con
una cantidad igual a la que corresponda a cada una de las horas de la jornada.
89
Las horas de trabajo extraordinario se pagarán con un ciento por ciento más del
salario que corresponda a las horas de la jornada.
Artículo 68. Los trabajadores no están obligados a prestar sus servicios por un
tiempo mayor del permitido en este capítulo.
La prolongación del tiempo extraordinario que exceda de nueve horas a la semana,
obliga al patrón a pagar al trabajador el tiempo excedente con un doscientos por
ciento más del salario que corresponda a las horas de la jornada, sin perjuicio de las
sanciones establecidas en esta Ley.
La jornada de trabajo es el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del
patrón para prestar su trabajo.
La duración máxima de la jornada será: ocho horas la diurna, siete la nocturna y
siete horas y media la mixta.
Durante la jornada continua de trabajo se concederá al trabajador un descanso de
media hora, por lo menos.
Cuando el trabajador no pueda salir del lugar donde presta sus servicios durante las
horas de reposo o de comida, el tiempo correspondiente le será computado como
tiempo efectivo de la jornada de trabajo.
Podrá también prolongarse la jornada de trabajo por circunstancias extraordinarias,
sin exceder nunca de 3 horas diarias ni de 3 veces en la semana.
Las horas de trabajo a que se refiere el artículo 65, se retribuirán con una cantidad
igual a la que corresponda a cada una de las horas de la jornada.
Los trabajadores no están obligados a prestar sus servicios por tiempo mayor del
permitido.
La prolongación del tiempo extraordinario que exceda de nueve horas a la semana,
obliga al patrón a pagar al trabajador el tiempo excedente con un doscientos por
90
ciento más del salario que corresponda a las horas de la jornada, sin perjuicio de las
sanciones establecidas en esta Ley.
3.7.4. Prestaciones de los trabajadores
Ahora bien, el patrón debe otorgar al trabajador ciertas prestaciones que la Ley
contempla como obligatorias y que a continuación se mencionan.
a) Vacaciones
Según el artículo 76 de la Ley Federal del Trabajo, los trabajadores que tengan más
de un año de servicio disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas y que
no podrán ser inferiores a seis días laborables.
Dicho período, aumentará en dos días laborables, hasta llegar a doce por cada año
subsecuente de servicio. Después del cuarto año, el período vacacional aumentará en
dos días por cada cinco años de servicio.
b) Aguinaldo
Los trabajadores tendrán derecho a percibir un aguinaldo anual equivalente a quince
días de salario, por lo menos y deberá pagarse antes del día 20 de diciembre.
c) Indemnización
En atención a que los artículos 123, fracción XXII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 48 de la Ley Federal del Trabajo, no disponen que
cuando se ejercitan las acciones derivadas de un despido injustificado procede el
pago de la indemnización consistente en 20 días de salario por cada año de servicios
prestados, a que se refiere el artículo 50, fracción II, de la ley citada, dicha
prestación únicamente procede en los casos que señala los artículos 49, 52 y 947 de
la ley mencionada, pues su finalidad es la de resarcir o recompensar al trabajador del
perjuicio que se le ocasiona por no poder seguir laborando en el puesto que
desempeñaba por una causa ajena a su voluntad, bien porque el patrón no quiere
reinstalarlo en su trabajo, bien porque aquél se vea obligado a romper la relación
91
laboral por una causa imputable al patrón, o sea, que tal indemnización constituye
una compensación para el trabajador, que no puede continuar desempeñando su
trabajo.
En los casos de terminación de los trabajos señalados en el artículo 434, salvo el de
la fracción IV, los trabajadores tendrán derecho a una indemnización de tres meses
de salario, y a recibir la prima de antigüedad a que se refiere el artículo 162, y las
partes proporcionales a las que tenga derecho.
En el caso de la fracción IV del artículo anterior relacionado con el artículo 38,
existe una excepción porque aquí las relaciones de trabajo son la explotación de
minas que carecen de minerales costeables o para la restauración de minas
abandonadas o paralizadas y entonces la relación laboral puede ser por tiempo u
obra determinada o para la inversión de capital determinado.
También es pertinente señalar que la Ley Federal del Trabajo en el titulo VI,
capítulo 1, refiere trabajos especiales, en los cuales, de igual forma existen
suspensiones y terminaciones de las relaciones laborales.
Por otro lado, la Ley Federal del trabajo hace mención del trabajo de menores, en el
sentido de protección al infante y a sus derechos.
3.7.5. El trabajo de menores de edad en la LFT
Artículo 173.- El trabajo de los menores queda sujeto a vigilancia y protección
especiales de las autoridades del trabajo tanto federales como locales.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social en coordinación con las autoridades del
trabajo en las entidades federativas, desarrollarán programas que permitan
identificar y erradicar el trabajo infantil.
Artículo 174.- Los mayores de catorce y menores de dieciséis años, independie
ntemente de contar con la autorización de Ley para trabajar, deberán obtener un
certificado médico que acredite su aptitud para el trabajo y someterse a los
92
exámenes médicos que periódicamente ordenen las autoridades laborales
correspondientes. Sin estos requisitos, ningún patrón podrá utilizar sus servicios.
Artículo 175.- Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores:
I. En establecimientos no industriales después de las diez de la noche;
II. En expendios de bebidas embriagantes de consumo inmediato, cantinas o
tabernas y centros de vicio;
III. En trabajos susceptibles de afectar su moralidad o buenas costumbres; y
IV. En labores peligrosas o insalubres que, por la naturaleza del trabajo, por las
condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, o por la
composición de la materia prima que se utiliza, son capaces de actuar sobre la vida,
el desarrollo y la salud física y mental de los menores.
En caso de declaratoria de contingencia sanitaria y siempre que así lo determine la
autoridad competente, no podrá utilizarse el trabajo de menores de dieciséis años.
Los trabajadores que se encuentren en este supuesto, no sufrirán perjuicio en su
salario, prestaciones y derechos.
Artículo 177. La jornada de trabajo de los menores de dieciséis años no podrá
exceder de seis horas diarias y deberán dividirse en períodos máximos de tres horas.
Entre los distintos períodos de la jornada, disfrutarán de reposos de una hora por lo
menos.
Artículo 178. Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de dieciséis
años en horas extraordinarias y en los días domingos y de descanso obligatorio. En
caso de violación de esta prohibición, las horas extraordinarias se pagarán con un
doscientos por ciento más del salario que corresponda a las horas de la jornada, y el
salario de los días domingos y de descanso obligatorio, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 73 y 75. ( del Trabajo y Previsión Social Secretaria, 2014)
93
Después de hacer un repaso general de los principales artículos referentes a los
derechos laborales, observaremos el marco legal que regula a las empresas
maquiladoras de capital extranjero.
Primero:
Un programa de maquila da derecho a la empresa, en primer lugar, a la participación
de la inversión extranjera en el capital - y en la gestión - de hasta un 100% sin
necesidad de ninguna autorización especial;
Segundo:
Da derecho a la empresa a un tratamiento aduanero especial, permitiendo la libre
importación temporal de maquinaria, equipos, piezas, materiales y equipo
administrativo, como computadoras y dispositivos de comunicaciones; sólo están
sujetos a pagar una fianza que garantice que tales bienes no permanecerán en
México en forma permanente.
“Salario digno: Salario que permite al trabajador o a la trabajadora satisfacer las
necesidades básicas de sí misma y su familia. En inglés (el idioma de la mayoría de
los códigos de conducta, se utiliza el término "living wage", que traducido
literalmente significa)” salario para poder vivir"
3.8. Requisitos para el Establecimiento de las Maquiladoras
El 1989 el Decreto para las maquiladoras establece un "Procedimiento Único", que
simplifica algunos de los requisitos del permiso y registro - y hay varios. El permiso
inicial necesario es el permiso para registrarse en la Secretaría de Relaciones
Exteriores, que es un requisito común a todas las empresas que se organizan en
México.
Una vez recibida la autorización para registrarse, se requiere la incorporación a la
Secretaría de Comercio y Fomento Industrial específicamente en el “Programa de
Maquilas”. La SECOFI solicita los datos corporativos, información sobre los
procesos que se utilizarán y los productos a fabricar, además de una descripción de
94
las importaciones temporales para establecerse en México. Los artículos que
fabricará la nueva compañía, y cualesquiera otros documentos pertinentes (como los
contratos de Maquila, de Asistencia Técnica, además de los contratos de trabajo,
contrato de arrendamiento, o acuerdos de compra) se deben presentar a la SECOFI.
En la tramitación de la solicitud, SECOFI obtendrá los registros necesarios con el
Registro Nacional de la Industria Maquiladora, el Registro Nacional de Inversiones
Extranjeras, de Relaciones Exteriores, el Registro Federal de Contribuyentes, el
Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda, y de la Seguridad Social. SECOFI
también notificará a la Oficina de Aduanas de la aprobación del programa de
maquila.
Una vez aprobado el programa de maquila, junto con los registros mencionados
anteriormente, la compañía necesitará una licencia de explotación de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), lo que supondrá la presentación de una
declaración de impacto ambiental. También necesitará un permiso especial si
descargará aguas residuales, manejo de materiales peligrosos, o si producirá
emisiones a la atmósfera.
Además:
•Se necesita una licencia sanitaria de la Secretaría de Salud, así como el registro y la
concesión de licencias con esta autoridad si serán operadas instalaciones de cafetería
o comedor;
•Registro de importación / exportación de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público;
•Inscripción en el Departamento de Estadística de la Secretaría de Planificación y
Presupuesto;
•La autorización de la Secretaría de Trabajo para la operación de la maquinaria de
transformación de energía mecánica, en su caso,
•Para hornos de gas, si las hubiere, de SECOFI y
95
•Para los sistemas de telecomunicaciones, la encargada es la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes;
•Registro ante la Comisión de Seguridad y Salud federal.
Registros y licencias estatales y locales incluyen:
•Una licencia de uso de suelo de las autoridades locales
•Registro de los programas de formación de los empleados, los contratos de trabajo
y las normas internas de la tienda con la Autoridad de Trabajo del Estado;
•Inscripción en el Registro Público de la Propiedad en la ciudad de domicilio social;
•Registro ante las autoridades fiscales del Estado.
Aunque se observa complicado, si la preparación preliminar se hace correctamente,
el proceso no toma mucho tiempo. La incorporación por lo general toma alrededor
de tres semanas, una vez que se recibe el permiso de Relaciones Exteriores, y los
permisos y registros restantes implican aproximadamente treinta días.
Es necesario que precisemos lo que produce una maquiladora. La respuesta depende
de las consideraciones de negocios de la sociedad matriz, incluidos los mercados y
deberes disponibles evaluados sobre las importaciones en esos mercados. Por
ejemplo, las empresas de textiles deben tener en cuenta el Acuerdo Multifibras entre
México y Estados Unidos, y sus enmiendas. Si una asignación de exportación no se
obtiene para la producción de un proyecto de empresa textil para entrar en Estados
Unidos, México no autorizará la operación textil.
El efecto de la legislación laboral en una maquiladora es el mismo que para
cualquier otra sociedad mexicana, y hay que reconocer que el impacto es
significativo. Los derechos laborales están consagrados en la Constitución
Mexicana. La Ley Federal del Trabajo, que implementa las garantías
constitucionales, es una ley integral que intenta regular todos los aspectos de una
relación laboral, ya sea individual o colectiva. Es aplicable a todas las empresas
96
mexicanas, ya sea extranjera o mexicana en propiedad, con o sin un programa de
maquila.
Las disposiciones básicas de interés para las maquiladoras son las siguientes:
Todos los empleados por hora y asalariados deben tener un contrato de trabajo por
escrito. La semana laboral obligatoria permisible es de 48 horas, o seis turnos de 8
horas; los salarios se basan en una tarifa diaria en lugar de una tarifa por hora, con
goce de sueldo para el séptimo día, así como los seis días de trabajo. Muchas
empresas, sin embargo, tienen una semana laboral de cinco días basado en turnos de
más de 8 horas, permitiendo dos días libres por semana. Las horas extraordinarias se
fijan por ley en un horario ascendente, dependiendo de cómo se trabajó, es decir, si
hubo tiempo extra por semana, y si se trabajó en las vacaciones o días de descanso.
Los empleados deben estar inscritos en la Seguridad Social, y las empresas deben
contribuir al Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. A las mujeres
embarazadas se les concede permiso para ausentarse durante el embarazo, y su
puesto debe mantenerse para ellas si desean regresar después de que nazca el niño.
Las prestaciones legales correspondientes a todos los trabajadores incluyen el pago
de vacaciones y primas, un período de vacaciones definida, aguinaldo, y reparto de
utilidades, todo lo cual debe ser proporcionado a un empleado al año, y en un grado
proporcional si un empleado deja la empresa.
3.8.1. Despido de los trabajadores
Los empleados no pueden ser despedidos salvo por causa justificada, según se
define específicamente en la Ley Federal del Trabajo. Si es despedido sin causa, el
empleado tiene derecho a ciertas prestaciones por este motivo. Los Derechos de los
trabajadores están garantizados y son irrenunciables. La forma en que se ejercen
estos derechos, sin embargo, puede variar según la región e incluso de una ciudad a
otra en función de la historia industrial y la cultura. Además, la forma de su ejercicio
puede ser negociada, y se respetará un acuerdo de consenso entre las partes.
97
3.8.2. Derecho a la sindicalización
Por último, si bien el derecho a la sindicalización está garantizada
constitucionalmente, el interés por la sindicalización también varía de una región a
otra. La principal preocupación de los trabajadores en el movimiento sindical en la
industria, ha sido la mejora de las condiciones de trabajo. Así si las maquiladoras
tienden a proporcionar beneficios por encima de los requeridos por la ley,
disminuirá el interés de los trabajadores de ser sindicalizados. Por otro lado,
aumentará su necesidad de sindicalización si la empresa implementa políticas de
personal pobres, prestaciones por debajo de la ley, falta de respeto a los horarios de
trabajo y comunicación inadecuada con la administración que una unión sindical se
ve como la única opción.
En general, los sindicatos existentes deberían de trabajar con la administración,
actuando como defensor de los trabajadores y participar en tareas tales como la
contratación, la distribución de beneficios, calendarios de vacaciones, y similares y a
menudo aliviando el manejo de ciertas tareas administrativas onerosas.
3.9. La realidad de las Maquiladoras frente al Marco Legal
Alrededor del año 2000, la industria de la confección en Tehuacán y sus alrededores
ha pasado por una dramática transición al darse una caída significativa en la
cantidad de fábricas registradas y el número de trabajadores empleados. Al mismo
tiempo, el porcentaje de producción que se realiza en talleres informales y a
domicilio parece estar creciendo.
Tan significativa como los cambios en la industria misma, es la dramática
disminución de la producción por parte de grandes marcas internacionales, que
pareciera haber sido reemplazada, al menos en cierto grado, por producción para
marcas nacionales destinadas al mercado nacional.
Un nuevo fenómeno es el establecimiento de pequeños talleres por parte de ex
personal de gerencia de fábricas grandes y medianas, así como por ex trabajadores
que fueron despedidos de grandes fábricas.
98
Los trabajadores utilizan el dinero y/o la maquinaria que les fue dada como parte de
sus liquidaciones (o incluso el dinero que se hayan ganado trabajando en los EE.
UU.), para establecer pequeñas plantas o talleres informales. Desafortunadamente,
con frecuencia las condiciones de trabajo en estos talleres son tan malas o peores
como las que había en sus antiguos lugares de trabajo.
Los efectos combinados de la recesión económica de 2001 en los EE.UU., la
reestructuración global de la industria de la confección y la crisis económica global
de 2009, debilitaron de manera profunda a la industria e hicieron más precarias las
condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y sus familias.
Desafortunadamente, la situación de la industria, y con ello el bienestar de los
trabajadores de Tehuacán, sigue dependiendo de las fluctuaciones de la economía
estadounidense.
Los cambios de la década pasada dieron como resultado condiciones de trabajo cada
vez más precarias para los trabajadores de la confección, incluyendo la utilización
cada vez más frecuente y sistemática de contratos de trabajo de corto plazo, mayor
inseguridad laboral y disminución de los salarios reales. Los trabajadores viven con
el miedo constante de que perderán sus empleos. Así, ahora muchos trabajan bajo
contratos de corto plazo o sin contrato alguno.
Respecto a los contratos de trabajo el Art. 37 de la Ley Federal del Trabajo dice lo
siguiente:
Artículo 37. El señalamiento de un tiempo determinado puede únicamente
estipularse en los casos siguientes:
I. Cuando lo exija la naturaleza del trabajo que se va a prestar;
II. Cuando tenga por objeto substituir temporalmente a otro trabajador; y
III. En los demás casos previstos por esta Ley.
Por lo que podemos definir que un contrato por tiempo determinado no se puede dar
en el caso expuesto.
99
En su informe de 2003, la Comisión de Derechos Humanos del Valle de Tehuacán
estimó que para mayo de 2002 había alrededor de 45,000 empleos de la confección
en Tehuacán y sus alrededores, representando una disminución de 70,000 respecto a
octubre de 2001.
Se estima que en mayo de 2010 había aproximadamente 38,000 trabajadores
empleados en el sector de confecciones, 20,000 en el sector formal y unas 18,000
adicionales trabajando en talleres clandestinos, los cuales no registran a sus
trabajadores ante el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) u otras instancias
del gobierno.
La reducción en el número de trabajadoras(es) registradas ante el IMSS es
dramática. Por ejemplo, en 2001, en el área de Tehuacán 62,000 trabajadoras(es)
estaban registrados ante el IMSS; para 2009 la cifra había caído a sólo 8,200
trabajadoras(es). Esto sugeriría que se le estaría negando cobertura de salud y otras
prestaciones de ley a un porcentaje significativo de la fuerza de trabajo de este
sector. Otro cambio importante que destaca la investigación de 2010 es que en
promedio los trabajadores tienden a ser más jóvenes de lo que eran en 2003.
Actualmente más y más adolescentes están buscando empleo en fábricas, eligiendo
dejar la escuela para comenzar a tener un ingreso. Anteriormente la fuerza de trabajo
estaba compuesta principalmente por madres jefas de familia.
Muchos trabajadores de la industria de la confección de Tehuacán se ven obligados
a trabajar jornadas diarias más intensas y largas que antes, y con frecuencia no se les
pagan esas horas extras.
Dada la alta tasa de desempleo (que incluye a cientos de ex trabajadores migrantes
que han tenido que regresar de los EE. UU debido a los efectos de la recesión en ese
país, los trabajadores no tienen otra opción que aceptar estas condiciones En las
grandes fábricas, la línea de ensamblaje de producción, en la que cada trabajador
realiza tareas secuenciales y repetitivas, sigue siendo el modelo dominante. Los
propietarios continúan economizando manteniendo la menor cantidad de
100
trabajadores en una línea. Las empresas también han eliminado ciertas categorías de
trabajo, como los bulteros, que antes apoyaban a las trabajadoras(es) en las líneas
llevándoles y recogiendo los bultos de prendas para ensamble o ya terminadas desde
cada lugar de trabajo. Esta función ahora debe realizarse por las propias
trabajadoras, lo que se suma a la presión que enfrentan de tener qué cumplir con
cuotas de producción.
Las fábricas medianas y talleres clandestinos ahora requieren que los trabajadores
realicen tareas múltiples sin darles la capacitación adicional o un mayor pago.
Cada vez más las fábricas medianas y los talleres clandestinos están involucrados en
confeccionar prendas más complejas, incluyendo estilos llamados de “modelaje”
para el mercado nacional.
Para ser más explícitos, estas prendas requieren una gran cantidad de operaciones,
hasta seis veces más, lo cual se plasma en mayor trabajo para el personal pero no
una mayor remuneración.
También se confeccionan jeans y otras prendas de vestir en estas fábricas y talleres
pequeños, donde el volumen diario de producción es mucho menor que en las
plantas medianas. Con frecuencia trabajan de manera subcontratada para las fábricas
medianas, que manufacturan para los mercados local y nacional. Es común en ellas
la producción de prendas piratas.
Estas plantas pequeñas operan en su mayoría sin regulación alguna (y casi siempre
sin estar registradas) y generalmente se establecen en lugares no tradicionales (como
patios dentro de casas particulares, por ejemplo) que son adaptados y equipados con
maquinaria. Las líneas de producción generalmente son de entre 15 a 20
trabajadores, que trabajan en lugares estrechos, con poca luz y/o ventilación e
instalaciones eléctricas inadecuadas. En muchos casos estos talleres son casas
adaptadas para operar como fábricas.
101
Los trabajadores reciben un salario bajo, no tienen prestaciones y no reciben la
capacitación especial necesaria para realizar las tareas que se les pueden exigir. En
ellas es común que se trabajen días de doce horas.
Estos talleres están comenzando a establecer metas de producción similares a las de
las fábricas grandes y medianas. La presión para que los trabajadores cumplan las
metas es intensa y se calcula la producción cada dos horas. Si los trabajadores no
cumplen con su meta para el fin del día, deben permanecer trabajando hasta
completarla, sin recibir pago por esas horas extra.
3.9.1. Trabajadores sin contratos individuales o contratos a corto plazo
La mayoría de las fábricas pequeñas y medianas y los talleres no entregan contratos
individuales de trabajo a sus trabajadores. De esta manera, los términos de empleo
pueden estar sujetos más fácilmente a los caprichos del empleador.
La vasta mayoría de trabajadores en Tehuacán están trabajando sin contrato o con
contratos de corto plazo. Como consecuencia, los trabajadores cada vez más se la
pasan rotando, yendo de fábrica en fábrica o trabajando para el mismo empleador
bajo contratos cortos sucesivos, sin tener, por lo tanto, la posibilidad de generar la
antigüedad que les permita ejercer derechos u obtener las prestaciones disponibles a
los trabajadores considerados permanentes.
3.9.2. La implementación del Código de Conducta como alternativa
Lo recomendable sería que se implementara en estos lugares de trabajo un Código
de Conducta:
«Un código de conducta corporativo es un documento que describe los derechos
básicos y los estándares mínimos que una corporación se compromete a respetar en
la relación con los trabajadores, comunidades y el medio ambiente.» (Red
Solidaridad de la Maquila)
Debido a la presión social que los medios de comunicación han revelado acerca de
los abusos de explotación y trabajo infantil, las tiendas y fabricantes de prendas de
102
vestir, calzado y juguetes adoptaron códigos de conducta voluntarios que cubren las
prácticas laborales de los proveedores contratados para fabricar sus productos
Sin embargo, mucho se ha criticado acerca del sistema de monitoreo que tienen estas
empresas respecto al monitoreo del cumplimiento de estos códigos. Las empresas
generalmente dependen del monitoreo interno de las condiciones en las fábricas
realizado por su propio personal. Algunas contratan firmas de auditoría social para
verificar que ellas mismas y/o sus proveedores cumplen con el código.
Algunas empresas que han respondido a la presión pública, sobre abusos de
explotación específicos, se han servido de organizaciones no gubernamentales y de
derechos humanos para que monitoreen las condiciones en fábricas específicas por
períodos limitados.
Los informes de los monitoreos internos o de los auditores externos raramente se
hacen públicos. Las empresas generalmente no revelan la ubicación de las fábricas
donde se manufacturan sus prendas de vestir, haciendo virtualmente imposible que
las organizaciones laborales o de derechos humanos puedan confirmar si la empresa
está cumpliendo sus propios estándares.
Sin embargo el monitoreo interno (el realizado por personal de la empresa) no es
adecuado para verificar el cumplimiento del proveedor con los códigos de conducta,
y que hace falta alguna forma de verificación externa realizada por terceros para que
tengan alguna legitimidad.
Siguen dándose debates sobre quién debería realizar las auditorías y cuál debería ser
su relación con las empresas, cuyos proveedores son objeto de auditoría.
Se puede comenzar por crear concienca acerca de las múltiples historias de las
jóvenes adolescentes, muchas veces madres solteras, que cosen prendas de vestir en
las maquiladoras de México y en este caso, de Tehuacán Puebla.
103
Algunas de estas jóvenes - niñas de 12 y 13 años - trabajan ilegalmente. Pero otras -
entre 15 y 16 años - son con frecuencia empleadas legalmente, presionadas a trabajar
horas excesivas e ilegales que les impiden terminar la escuela secundaria.
Sean trabajadoras por debajo de la edad permitida o empleadas legales, estas jóvenes
se encuentran trabajando a la par de un adulto; días de 12 a 18 horas de trabajo, a
menudo sin pago extra, abuso verbal, físico y a veces sexual, bajos salarios y
condiciones de trabajo insalubres.
Aunque no es un caso exclusivo de la zona de Tehuacán, ya que se pueden encontrar
estos tipos de fabricantes de prendas de vestir en las zonas francas de América
Central, las maquiladoras de México y las zonas de procesamiento de exportaciones
de Asia, cínicamente sostienen que prefieren emplear a niñas y mujeres jóvenes
porque tienen dedos delicados. La realidad es que las niñas y jóvenes son
contratados porque es menos probable que protesten sobre las condiciones ilegales e
injustas. Y, más importante aún, porque es menos probable que se organicen en
sindicatos.
De hecho, el trabajo infantil está generalmente ligado a los bajos salarios pagados a
los trabajadores adultos, las restricciones al derecho a organizarse, y la falta de de
guardería al alcance de las trabajadoras.
En los casos donde se descubra que hay trabajo infantil, las tiendas y fabricantes
deberían facilitar una eliminación gradual de la práctica. Cuando fuese posible, los
niños trabajadores deberían ser reemplazados por miembros adultos de la misma
familia. Las empresas deben ser presionadas a que provean apoyo económico de
transición para los niños y sus familias.
La mayoría de los países ya tienen regulaciones que protegen los derechos de los
trabajadores jóvenes.
Cada una de estas organizaciones es participar en el esfuerzo mundial para mejorar
las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro globales. Todos creen que
los códigos de conducta sólo pueden hacer una contribución efectiva y creíble a este
104
esfuerzo, si su aplicación implica una amplia gama de partes interesadas, incluidos
los gobiernos, los sindicatos, las asociaciones de empleadores y de la sociedad civil.
Los códigos de conducta han sido una parte importante de los esfuerzos para
mejorar los estándares laborales en las cadenas de suministro globales. En los
últimos diez años, estos códigos y sistemas para su aplicación han proliferado. Las
marcas y los minoristas se enfrentan a múltiples estándares de la industria y los
proveedores están confundidos por los numerosos códigos e iniciativas. Las
organizaciones locales se sienten frustrados por las muchas iniciativas que hacen
demandas en su tiempo. Una mejor coordinación y la cooperación es esencial para
hacer frente a esta confusión. También es importante desarrollar una comprensión
compartida de las formas en que los códigos de conducta voluntarios contribuyen a
mejores condiciones de trabajo.
Para conseguirlo, debería comenzar por reunirse a las principales organizaciones
diferentes aspectos de la ejecución de código y / o la ejecución de un programa de
trabajo en colaboración. Estos son: Campaña Ropa Limpia, Iniciativa de Comercio
Ético, Asociación Trabajo Justo, Fair Wear Foundation, Responsabilidad Social
Internacional y Derechos de los Trabajadores del Consorcio ("las organizaciones").
Cada una de estas organizaciones es participar en el esfuerzo mundial para mejorar
las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro globales. Todos creen que
los códigos de conducta sólo pueden hacer una contribución efectiva y creíble a este
esfuerzo, si su aplicación implica una amplia gama de partes interesadas, incluidos
los gobiernos, los sindicatos, las asociaciones de empleadores y de la sociedad civil.
(Joint Initiative on Corporate Accountability and Workers Rights)
105
Capítulo IV. Conclusiones
4.1. Gráficos e interpretación de los datos
Se realizaron 50 cuestionarios a trabajadores de las diversas maquiladoras de la
región de Tehuacán: “Belmar”, “Gilmar”, “Capricornio”, “Albet”, “Máxima
Calidad”, “Mazara”, “Carioca”, “Confecciones Albert”, “Karumi”, “San Francisco”,
“Maquiladora Rafael”, “Toño Gómez”, la más reconocida “Britos” y 10
entrevistados de maquiladoras que no cuentan con nombre por no estar registradas.
Se comenzó por los datos generales y posteriormente se realizaron las preguntas
correspondientes a el tiempo que lleva trabajando en maquiladoras, el tipo de trabajo
que realiza, su ocupación anterior, los motivos por los que ingresó a trabajar en esta
industria, su ingreso salarial y si este es suficiente para su sustento y el de su familia;
duración de su jornada, días de suspensión de labores, el trato que recibe de su jefe
inmediato, el tiempo de tolerancia que tiene para ingresar a su trabajo, el trabajo de
horas extras, las sanciones por retardo y por faltas, si cuenta con prestaciones y
seguridad social, el tipo de servicio médico con el que cuenta, las condiciones del
lugar de trabajo y las conclusiones a las que se llegó con respecto a la evidencia.
De las personas encuestadas el 77.8 por ciento son casados, lo cual representa un
número importante para la disposición de laboral en estos lugares
106
La escolaridad de los trabajadores entrevistados, en su mayoría, sólo cumplen con la
educación básica y media básica, representando el 22.2 por ciento de educación
primaria y el 68.9 por ciento de educación secundaría y sólo un 8.9 por ciento con
educación media superior. Lo cuál nos da un total de 91.1 por ciento que no llegó a
bachillerato.
El 77.8 por ciento de los encuestados fueron operarios, debido a que en las
maquiladoras la mayoría de los trabajadores tienen este puesto, además, desde que
el personal ingresa a estos lugares, buscan colocarse en dicho puesto que es el más
demandado.
107
Cabe notar que ninguna de las maquilas ofrece adiestramiento, es por iniciativa del
trabajador que aprende a desempeñar las funciones y en el caso de operario, el
trabajador debe de sacrificar muchas veces su horario de trabajo o quedarse después
de su jornada para aprender la función de operario en cualquiera de los pasos del
proceso de armado de una prenda.
Como podemos ver en la gráfica, el 62.2 por ciento de los trabajadores entrevistados
trabajan a destajo, es decir, cumplen con una tarea o meta que se le marca en la
elaboración de cierta cantidad de prendas que el patrón, el encargado o el supervisor
le marca. Solamente el 37.8 por ciento debe de cumplir con su jornada laboral, sin
embargo, el supervisor constantemente vigila, a través de bitácoras, la producción
del trabajador y su rendimiento.
108
En esta gráfica podemos ver cuáles fueron algunas de las labores que los
entrevistados realizaban antes de entrar a laborar en las maquiladoras. Podemos
notar que un 35.6 por ciento se dedicaba a las labores de campo pero al ver una
posibilidad de mayor ingreso, decidieron dejarlo y trabajar en las maquiladoras,
aunque esto implicara trasladarse, muchos de ellos, desde el estado vecino de
Oaxaca.
Otro porcentaje importante es el de emigrantes que laboraban en Estados Unidos
pero debido a la crisis, a la deportación o a la amenaza de ésta, tuvieron que regresar
nuevamente, sin una mejor alternativa que laborar en las maquiladoras.
Las demás personas, que juntas representan un 37.7 por ciento, igualmente
manifiestan que entraron a laboral en las maquiladoras por motivos económicos.
109
Dentro de los motivos principales que el trabajador tuvo para ingresar a laborar en
una maquiladora, se encuentra, en primer lugar la necesidad económica, le sigue, la
búsqueda de un mejor salario ya que, manifestaron que en sus ocupaciones
anteriores (agricultor, artesano, obrero, etc.) por más trabajo que realizaran, su
ingreso era estático, que va unido con el ingreso insuficiente para solventar sus
gastos y los gastos familiares. El 20 por ciento manifestó que lo hacía por gusto,
algunos de ellos esperanzados por trabajar un tiempo determinado y después
regresar a la escuela, otros más porque de esta forma pueden solventar sus gastos
personales. El 4.4 por ciento que manifestaron que era por falta de trabajo, comentó,
que al regresar de Estados Unidos, no encontraron un empleo mejor que el
maquilero.
110
La mayoría de los que entran a laboral en las maquiladoras de esta región, al
momento del ingreso no perciben su salario hasta la segunda semana después de su
ingreso, pagándoseles únicamente el salario de una semana, a esto se le llama “días
caídos” lo cual significa que el trabajador no percibe el salario de ciertos días o hasta
una semana como garantía de compromiso con la empresa, en caso de que decida
renunciar en menos de una semana, el patrón se queda con el pago de la producción
que haya hecho el trabajador en esos días, en caso contrario, cuando el trabajador
renuncia o lo despiden, puede exigir que se le regrese la cantidad salarial de días
caídos que dejó cuando ingresó. Esto debido a que muchas veces no existe un
contrato individual que avale los derechos y obligaciones del patrón ni del trabajador
y el patrón usa este recurso para sentirse avalado, desde mi particular punto de vista,
el patrón parte del hecho de la desconfianza hacia el trabajador ya que muchas veces
el patrón manifiesta que en caso de que sufra algún robo de herramienta o de
prendas, los días caídos le garantizan que no sufrirá una pérdida monetaria mayor.
111
El salario que perciben los trabajadores, en su mayoría, fluctúa entre los 500 y 1000
pesos semanales, que como veremos más adelante no le es suficiente para solventar
los gastos personales ni familiares.
En cuanto a la satisfacción del salario por parte del trabajador, vemos que sólo un
17.8 se encuentra conforme con el ingreso salarial que percibe, sin embargo el 82.2
por ciento, manifiesta que su ingreso no le es suficiente para solventar su gasto ni el
de su familia, por lo que se ven obligados a trabajar horas extras.
112
Muchos de estos trabajadores, como podemos ver, son el sustento principal de su
hogar, un 71.1 por ciento, que manifiestan verse obligados a laborar durante largas
jornadas de trabajo por necesidad económica.
Para complementar la gráfica anterior, se les preguntó a los entrevistados cuántas
personas dependían de él o ella, lo que dio como resultado que el 40 por ciento
tenían tres dependientes económicos, un 31.1 por ciento dos pero un 17.8 por ciento
tenía cuatro y hasta cinco dependientes económicos.
113
El 55.5 por ciento de los trabajadores entrevistados cumplen con una jornada laboral
de más de 8 horas, llegando ésta a alcanzar hasta las 13 horas diarias de labores. En
comparación con el 44.4 por ciento que trabaja alrededor de 8 horas diarias.
Por si fuera poco, el trabajador se ve en la necesidad de aceptar o incluso buscar
trabajo extra para tener un mayor ingreso económico. En el caso de los
entrevistados, el 62.2 por ciento buscan realizar este tipo de labores extras,
alcanzando a completar hasta 50 horas semanales y que se refleje en un mayor
ingreso.
114
El jefe inmediato del personal de las maquiladoras, depende del puesto en el que se
encuentre, por un lado puede ser el jefe de línea que es el encargado de vigilar que
se cumpla con el número de prendas diarias establecida. Dependiendo del tamaño de
la maquiladora, puede ser el encargado, que es una especie de jefe general que se
entiende con el patrón y que a su vez los jefes de línea le informan del cumplimiento
o no cumplimiento de las metas. En el caso de los entrevistados, sólo un 35.6 por
ciento manifestaron que su trato es bueno, frente a un 64.4 por ciento que declaró
que su trato iba de regular a malo.
115
Parece una regla general entre las maquiladoras que exista muy poca tolerancia en la
hora de entrada del trabajador, lo más que se le otorga son 10 minutos, aunque en
algunos lugares son únicamente 5 minutos y en otros no les permiten un solo minuto
de tolerancia.
Un minuto después del tiempo establecido como tolerancia significa retardo, por lo
que el trabajador es merecedor a una sanción. En el 84.4 de los casos de los
entrevistados se reflejaba en un descuento de una parte del salario que el patrón
establezca. En otros casos, el trabajador debe de pagar ahí mismo una multa
monetaria si quiere que se le permita ingresar a la maquiladora. En el 8.9 de los
116
casos, nos comentaron que si acumulan más de tres retardos, por la razón que esta
sea, se les descuenta 1 día entero.
Ahora bien, en el caso de faltar un día, la sanción es todavía mayor ya que en el 40
por ciento de los casos se les descuenta dos días, el día que faltó y el día que se
presenta a laborar. En otros casos, lo regresan pero con el conocimiento de que se
les descontarán dos días de facto. Estas sanciones pueden ser hasta de dos días y
medio y en el caso más extremo, regresarlo a su casa por una semana entera, como
escarmiento a la falta de 1 día.
Ahora bien, el trabajador puede dar por concluida su jornada en dos casos, ya sea
por cumplimiento de tiempo de duración de la jornada laboral o bien, cuando
117
cumpla su tarea o meta designada. En este último caso, sucede que si el trabajador
no ha concluido su tarea después de las 8 horas reglamentarias, el trabajador tiene
que quedarse hasta concluir su tarea.
Como podemos ver en esta gráfica, prácticamente, ninguno de los entrevistados
cuenta con seguridad social, lo cual es lamentable ya que se supone que una empresa
bien reglamentada debe de otorgar este derecho al trabajador.
118
A falta se seguridad social, muchas veces el trabajador tiene que buscar otra
alternativa de servicio médico en caso de enfermedad o accidente. Como podemos
ver en la gráfica, la mayoría, el 55.6 por ciento contrata los servicios de un médico
particular, otro número importante, se conforma con la enfermería que se encuentra
muchas veces en la maquiladora en la que labora para acudir a él en caso de algún
accidente laboral leve como cortarse, pincharse el dedo, etc. Otros, en caso de
enfermedad prefieren acudir al centro de salud de su localidad y algunos otros,
simplemente no cuentan con ningún servicio médico.
En el caso de las prestaciones, el 53.3 por ciento declaró contar solamente con
aguinaldo, el cual consiste en, “si bien le va”, en una semana de sueldo extra, en
119
otros casos, en dos o tres días de salario, pero no se les rinde cuentas claras y
tampoco ellos lo saben, cuál es la parte proporcional que por Ley les correspondería
como aguinaldo.
Un afortunado 17.8 por ciento cuenta con aguinaldo y vacaciones, aunque nos
manifiestan que sus vacaciones son entre el 24 de diciembre al medio día y en el
mejor de los casos, regresar el día primero de diciembre. Digo en el mejor de los
casos, porque, en veces, los trabajadores regresan a trabajar el día 28 de diciembre,
pero incluso, puede ser peor porque son las fechas en que la mayoría del trabajo se
ha entregado y la producción baja, a tal grado, que las labores pueden iniciar hasta
mediados de enero o principios de febrero, lo cual representa una pérdida económica
muy fuerte para el trabajador.
120
121
En el caso de cómo se encuentran las instalaciones en las que labora el personal de
las maquiladoras podemos determinar que en su mayoría, el techo es de tabique, el
piso de cemento, el techo es de lámina y menos de la mitad cuenta con ventilación.
Si se tiene que hacer una descripción de estos lugares, puedo decir que las
instalaciones no son adecuadas por varios aspectos: uno de ellos que al encontrarse
en obra negra y con piso de cemento, se desprende una especie de polvo que se
esparce por el aire, si a esto aunamos, la pelusa que suelta el pantalón al momento de
su elaboración, el aire se vuelve denso y obstruye la respiración. Tomando en cuenta
que en esta región las temperaturas en época de calor, llegan a alcanzar hasta los 40
grados centígrados, un techo de lámina concentra todavía más el calor, lo que hace
agobiante trabajar bajo estas temperaturas. Por último, la ventilación, primordial
para que este ambiente se refresque, sólo existe en menos de la mitad de las
maquiladoras en las que laboran nuestros entrevistados. Nos comentaban que
tampoco existen extractores, que ayudarían para que la pelusa fuera menos volátil.
Por todo ello, puedo determinar que las instalaciones no son en absoluto, las
adecuadas para laborar, mucho menos, maquilar pantalón de mezclilla.
122
4.2. Artículos de la LFT que se violan en las maquiladoras
Como conclusión podemos determinar que hay claras violaciones a diversos
artículos que conforman la Ley Federal del Trabajo, comenzando por el artículo 123,
ya que no se puede determinar el trabajo de las maquiladoras como un trabajo digno
al que tendría derecho el trabajador
Tampoco se hace de su conocimiento el contrato colectivo ni el contrato individual o
muchas veces es inexistente, ni por lo menos un reglamento de trabajo en el cual en
el cual se establezcan las condiciones de trabajo que en ningún caso podrán ser
inferiores a las fija-das en la Ley y que en teoría deberián ser proporcionadas sin que
puedan establecer diferencias por motivo de raza, nacionalidad, sexo, edad, credo
religioso o doctrina política.
Además de los datos personales, se deberían de incluir en estos contratos el tipo de
relación de trabajo, si es por tiempo determinado o indeterminado, la duración de la
jornada, la forma y el monto del salario, si será adiestrado en los términos de los
planes y programas establecidos o que se establezcan en la empresa, conforme a lo
dispuesto la Ley, otras condiciones de trabajo, tales como días de descanso,
vacaciones y demás que convengan al trabajador y al patrón.
Si se desconoce o no existe este contrato tiene como consecuencia que el trabajador
haya sido privado de los derechos que derivan de la relación de trabajo y de los
servicios prestados.
Pese a que el artículo 56, establece el principio de igualdad sustantiva entre mujeres
y hombres en ningún caso podrán ser inferiores a las fijadas en la Ley y ser
proporcionales a la importancia de los servicios e iguales para trabajos iguales, sin
que puedan establecerse diferencias y/o exclusiones por motivo de origen étnico o
nacionalidad, sexo, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de
salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, condiciones de embarazo,
responsabilidades familiares o estado civil, existen, además de claras diferencias, un
abuso por su condición de etnia, por su bajo nivel educativo, además de su género y
123
su edad, agudizando todos estos factores la sobreexplotación del personal por parte
de los patrones.
Otro de los artículos que el trabajador muchas veces desconoce es el 57, el cual
establece que el trabajador podrá solicitar de la Junta de Conciliación y Arbitraje la
modificación de las condiciones de trabajo, cuando el salario no sea remunerador o
sea excesiva la jornada de trabajo o concurran circunstancias económicas que la
justifiquen. Sin embargo, cuando el trabajador o trabajadores han acudido a esta
instancia, se ha mostrado una clara tendencia hacia los intereses del patrón,
minimizando el de los trabajadores, o en el mayor de los casos, haciendo simples
recomendaciones a los patrones, sin que esto implique un compromiso real de su
parte.
Otro de los artículos que se vulneran es el artículo 59 que nos habla que la jornada
de trabajo establecida no debe exceder de los máximos legales, mismas que se
especifican en el artículo 61 que dice que la duración máxima de la jornada será:
ocho horas la diurna, siete la nocturna y siete horas y media la mixta, pero que como
se mostró en las gráficas, las horas laboradas, exceden por mucho, a lo establecido
en la Ley sin una retribución significativa, como se especifica en el artículo 64 que
menciona que cuando el trabajador no pueda salir del lugar donde presta sus
servicios durante las horas de reposo o de comidas, el tiempo correspondiente le será
computado como tiempo efectivo de la jornada de trabajo, o en su caso, el artículo
66 que podrá también prolongarse la jornada de trabajo por circunstancias
extraordinarias, sin exceder nunca de tres horas diarias ni de tres veces en una
semana y el 67, en donde las horas de trabajo a que se refiere el artículo 65, se
retribuirán con una cantidad igual a la que corresponda a cada una de las horas de la
jornada.
Además muchas veces, los trabajadores son obligados a permanecer dentro del área
de trabajo, haciéndoles cumplir, de manera forzosa, labores de “compostura” que en
realidad significa, la elaboración de un mayor número de prendas aunadas a las de
su tarea diaria y sin un pago equitativo, violando así lo establecido en el artículo 68
124
el cual menciona que los trabajadores no están obligados a prestar sus servicios por
un tiempo mayor del permitido y por ende la prolongación del tiempo extraordinario
que exceda de nueve horas a la semana, obliga al patrón a pagar al trabajador el
tiempo excedente con un doscientos por ciento más del salario que corresponda a las
horas de la jornada, sin perjuicio de las sanciones establecidas en esta Ley.
Otro de los derechos que no se respetan es el que se establece en el artículo 76 de la
Ley Federal del Trabajo, que a la letra dice que los trabajadores que tengan más de
un año de servicio disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas y que no
podrán ser inferiores a seis días laborables.
Dicho período, aumentará en dos días laborables, hasta llegar a doce por cada año
subsecuente de servicio. Después del cuarto año, el período vacacional aumentará en
dos días por cada cinco años de servicio.
En este sentido, al realizar las entrevistas, los trabajadores confundían los días de
descanso obligatorio con vacaciones, ya que por Ley les deberían ser pagadas de
acuerdo a su antigüedad dentro de la empresa, sin embargo, no se les otorga una
prima vacacional, nisiquiera un pago simbólico por los días que no laboren, en
cambio, se les descuenta el doble o hasta el triple, en caso de que la empresa
requiera de sus servicios y los trabajadores se rehusen a asistir en esos días.
Respecto al aguinaldo que todo trabajador tiene derecho a percibir anualmente y que
será equivalente a quince días de salario, por lo menos y deberá pagarse antes del día
20 de diciembre, los trabajadores reciben, en algunas ocasiones, un pago simbólico,
el cual el patrón determina y que no corresponde ni a la mitad de su sueldo semanal,
pero otras veces, se argumenta que la empresa no pudo obtener suficientes ganancias
para otorgar aguinaldo, por lo que el trabajador se tiene que conformar únicamente
con su pago semanal en esa fecha.
Por supuesto, se dan los casos de despidos injustificados sin que el patrón proceda al
pago una una indemnización que consistiría en 20 días de salario por cada año de
servicios prestados, a que se refiere el artículo 50, fracción II, de la ley citada, dicha
125
prestación únicamente procede en los casos que señala los artículos 49, 52 y 947 de
la ley mencionada, pues su finalidad es la de resarcir o recompensar al trabajador del
perjuicio que se le ocasiona por no poder seguir laborando en el puesto que
desempeñaba por una causa ajena a su voluntad, bien porque el patrón no quiere
reinstalarlo en su trabajo, bien porque aquél se vea obligado a romper la relación
laboral por una causa imputable al patrón, o sea, que tal indemnización constituye
una compensación para el trabajador, que no puede continuar desempeñando su
trabajo.
Por otra parte el artículo 173 que hace referencia al trabajo de los menores y que
debería estar sujeto a vigilancia y protección especiales de las autoridades del
trabajo tanto federales como locales y el 174 en que establece que los mayores de
catorce y menores de dieciséis años, independientemente de contar con la
autorización de Ley para trabajar, deberán obtener un certificado médico que
acredite su aptitud para el trabajo y someterse a los exámenes médicos que
periódicamente ordenen las autoridades laborales correspondientes. Sin estos
requisitos, ningún patrón podrá utilizar sus servicios. Y respecto al artículo 175.-
Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores:
I. En establecimientos no industriales después de las diez de la noche;
III. En trabajos susceptibles de afectar su moralidad o buenas costumbres; y
IV. En labores peligrosas o insalubres que, por la naturaleza del trabajo, por las
condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, o por la
composición de la materia prima que se utiliza, son capaces de actuar sobre la vida,
el desarrollo y la salud física y mental de los menores.
Artículo 177. La jornada de trabajo de los menores de dieciséis años no podrá
exceder de seis horas diarias y deberán dividirse en períodos máximos de tres horas.
Entre los distintos períodos de la jornada, disfrutarán de reposos de una hora por lo
menos.
126
Artículo 178. Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de dieciséis
años en horas extraordinarias y en los días domingos y de descanso obligatorio. En
caso de violación de esta prohibición, las horas extraordinarias se pagarán con un
doscientos por ciento más del salario que corresponda a las horas de la jornada, y el
salario de los días domingos y de descanso obligatorio, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 73 y 75. ( del Trabajo y Previsión Social Secretaria, 2014)
Sin embargo en los patrones gustan de contratar tanto niños y jóvenes sin
experiencia ya que es menos probable que protesten sobre las condiciones ilegales e
injustas. Y, más importante aún, porque es menos probable que se organicen en
sindicatos. Por otro lado, el trabajo infantil está generalmente ligado a los bajos
salarios, a las restricciones y al derecho a organizarse.
Respecto al marco legal de las empresas maquiladoras de capital extranjero, la Ley
Federal del Trabajo establece que los empleados no pueden ser despedidos salvo por
causa justificada. Si es despedido sin causa, el empleado tiene derecho a ciertas
prestaciones por este motivo. Los Derechos de los trabajadores están garantizados y
son irrenunciables y sin embargo, como ya se mencionó, al cerrar muchas de las
grandes fábricas de capital extranjero, los despidos fueron masivos sin otorgarles a
los trabajadores la parte correspondiente a la indemnización a la cual eran
merecedores.
La vasta mayoría de trabajadores en Tehuacán están trabajando sin contrato o con
contratos de corto plazo. Como consecuencia, los trabajadores cada vez más se la
pasan rotando, yendo de fábrica en fábrica o trabajando para el mismo empleador
bajo contratos cortos sucesivos, sin tener, por lo tanto, la posibilidad de generar la
antigüedad que les permita ejercer derechos u obtener las prestaciones disponibles a
los trabajadores considerados permanentes.
127
4.3. Testimonios de menores de edad trabajadores de las maquiladoras
Además de los cuestionarios realizados a los trabajadores, se consideró primordial
realizar entrevistas a algunos menores de edad, resultó un poco difícil ya que
muchos de ellos estaban renuentes a contestar, ya sea porque pensaban que estaban
temerosos por mencionar los aspectos negativos de su trabajo, aunado a su corta
edad y su timidez al hablar.
Se consiguieron ocho testimonios que a continuación se describen:
Concepción, actualmente tiene diescisiete pero entró a trabajar a la maquiladora a
los 13 años su puesto es de manual y gana cuatroscientos pesos a la semana, al
ingresar a la maquiladora no se le pidió ningún tipo de examen médico y en su
trabajo realiza trabajos pesados como cargar prenda, ha trabajado hasta después de
las 10 de las noche, además de horas extras no remuneradas. Considera que el
trabajo en las maquiladoras es pesado y con sueldo bajo.
Daniela tiene quince años, ella entró a trabajar en la maquiladora a los trece años y
cuando ingresó no se le solicitó ni se le hizo ningún examen médico, ella gana 600
pesos y trabaja 12 horas diarias, se le exige la misma tarea que a un adulto, o como
ella lo menciona «se me exige la misma tarea que a los demás, son pesados los
trabajos en la maquila pero es lo normal» ella ha llegado a trabajar largas jornadas,
hasta las doce de la noche, dice «trabajo horas extras que no me pagan el trabajo es
muy duro y pesado pero tienes que estar ahí, no tengo ni prestaciones, el trabajo, no
sé, debería ser mejor pagado».
Jorge tiene quince años pero entró a trabajar a la maquiladora desde los doce años,
no se le hizo ningún tipo de examen médico, gana trescientos pesos semanales y
trabaja más de 6 horas diarias, hasta 10 o 12 horas, realiza trabajos pesados como
cargar prenda y bultos, ha llegado a trabajar hasta las doce de la noche y considera
que el trabajo en las maquiladoras es pesado y además no no hay prestaciones
adecuadas ni salario digno.
128
Herson tiene 13 años gana quinientos pesos a la semana, la tarea que se le exige es
igual a la de los adultos, a pesar de su edad realiza trabajos que se requieren la
fuerza de un adulto como cargar prenda y grandes bultos, trabaja hasta después de
las 10 de la noche y no tiene prestaciones y a su considración no tiene un salario
digno.
Lupita tiene 16 años, ingresó al trabajo de maquila a los quince años y cuando entró
a trabajar no se le realizó tipo de examen médico, gana 500 pesos semanales, ella
comenta que en las maquiladoras « todos trabajamos igual, hasta las 10 de la noche
cuando es necesario, a veces a las once, trabajo horas extras pero esas no me las
pagan, mi trabajo es muy pesado porque me la paso prácticamente tod el día ahí y
salgo tarde cuando me lo piden y encima, pues, no me lo pagan. En mi trabajo no
nos dan prestaciones ni nada, creo que me deberían de pagar más porque trabajo
mucho tiempo y encima, pues, no me alcanza.
Edith Castillo tiene 17 años pero entró a trabajar a los quince, nunca se le ha hecho
ningún tipo de examen médico y gana quinientos pesos, trabaja hasta la 1 de la
mañana pero sólo a veces le pagan las horas extras, considera que su trabajo es
pesado y no tiene prestaciones ni cree tener un salario digno.
Sofía tiene 15 años, aunque ella trabaja desde que tenía 14, no se le solicitó ni se le
realizó ningún tipo de examen médico, su salario es de quinientos pesos semanales
y ha trabaja hasta 12 horas diarias, se le exige la misama tarea que a la de los
adultos y ha trabajado hasta las 12, además de horas extras. El trabajo que realiza
considera que es muy pesado y no recibe prestaciones.
Juan Luis 13 años ningún examen quinientos cincuenta 12 horas diarias hasta las 12
de la noche trabaja horas extras es normal ni prestaciones ni salario digno
129
4.4. Conclusiones
Se determina que, si bien, la economía global ha generado un importante dinamismo
en cuanto a empleo para la economía nacional, en el caso de la industria maquilera,
el proceso, al realizarse, a través de la subcontratación, propicia una muy fuerte
competencia en el mercado siendo los mayores beneficiados los dueños de la
producción y obligando a los maquileros a flexibilizar sus procesos, por lo que en la
búsqueda de mejora en la calidad de los productos en un tiempo menor, ejerce una
gran presión sobre el trabajador. Por otro lado, se les ofrece la alternativa de
menores costos y ningún tipo de restricción laboral, propiciando de esta forma que
las instalaciones no sean las adecuadas, que los salarios sean muy poco remunerados
y que las jornadas sean extenuantes.
En el caso especial de la región de Tehuacán que abordamos, tuvo un proceso de
auge y prosperidad hasta llegar a una etapa de declive y crisis que para el sector
textil contribuyó para la precarización de las condiciones laborales de los
trabajadores de esta dicha industria. Desafortunadamente, esta misma crisis,
convirtió a las grandes maquileras en pequeños talleres, muchos de ellos familiares,
a informales, que al trabajar desde la clandestinidad se encuentren al margen de la
Ley, el trabajador por lo tanto no tiene más opción que acoplarse a este mercado
laboral pese a la violación de sus derechos laborales, con la justificación de que se
pertenece al esquema de producción global.
La supervivencia en Tehuacán, así como en muchas otras comunidades de la región
la supervivencia de las personas está precarizada más que por la falta de acceso a los
mercados mundiales por encontrarse inmersos en medio de las cadenas productivas
globales.
En esta zona de Tehuacán la contratación del personal al ser de origen rural e
inclinarse a la mano de obra de mujeres, a la contratación de menores de edad, con
nula o baja escolaridad, solteras o solteros, sin experiencia laboral se ofrecen bajos
130
salarios, pocas o ninguna prestación condiciones generales de trabajo muy
paupérrimas.
En el caso particular del municipio de Tehuacán en la que su economía se sustenta
en la producción y empleo de la industria maquiladora textil. Este tipo de
industrialización se ha traducido en serias limitaciones para impulsar un proceso de
desarrollo en otras industrias.
Por un lado, es urgente buscar nuevas alternativas ya que el panorama de la industria
maquilera en este municipio es desalentador y en los próximos años no se espera un
crecimiento relevante.
Por otra parte, el trabajador de esta industria debe de tomar conciencia que hay una
Ley en la cual se suscriben sus derechos laborales y exigir se respeten estos derechos
a través de la organización, el diálogo y la negociación.
Con este trabajo se ha pretendido dar testimonio de la violación a los derechos
laborales que sufren día a día los trabajadores de la industria maquiladora y espero
pueda crear conciencia en ellos para que puedan ejercer acción en la defensa de sus
derechos.
131
4.5. Anexo Cuestionario y fotografías
Datos Generales
Nombre de la empresa:______________________________________________
Nombre del trabajador: ________________________________________________
Edad:__________ Sexo:________
Estado Civil:______________
Escolaridad:_____________
Puesto:_____________________________
1. ¿Cuánto tiempo tiene trabajando en maquiladoras
2. ¿Antes de comenzar a trabajar en las maquiladoras a qué se dedicaba?
3. ¿Conoce la antigüedad que tiene la empresa en la que usted labora?
4. ¿El trabajo que usted realiza es por jornada o trabajo a destajo?
5. ¿La maquila en la que usted labora es grande, mediana, pequeña o familiar?
6. ¿Cuáles fueron los motivos por los que usted ingreso a este lugar de trabajo?
7. ¿Alguien le recomendó este lugar?
8. ¿Al momento de su ingreso lo hizo por contratación?
9. ¿Dejó días caídos o el pago de su semana fue corrida?
10. ¿Cuál su ingreso salarial?
11. ¿Considera que su ingreso es suficiente para sustentar sus gastos?
12. ¿Tiene trabajo todos los días de la semana o ha tenido días en que lo descansan?
13. ¿Cuál es la duración de su jornada de trabajo?
14. En el lugar en donde usted trabaja ¿la mayoría son hombres, mujeres o
equitativo?
15. ¿Usted es el sustento principal en su hogar? (en caso de contestar sí pasar a la
siguiente pregunta)
16. ¿De cuántos miembros de su familia es usted el sustento? (1, 2, 3, 4, 5…)
132
17. ¿Usted aporta parte de su salario a su hogar o lo ocupa para su sustento
personal?
18. ¿Cómo considera el trato de su jefe inmediato?
19. ¿Cuál es el tiempo de tolerancia que usted tiene para llegar al trabajo?
20. ¿Usted ha trabajado horas extras? De ser así ¿cuántas horas y días trabaja?
21. ¿A usted se le permite libremente realizar sus necesidades básicas? (comer, ir al
baño, tomar agua u otra bebida?
22. ¿Cuántos periodos de descanso tiene a lo largo de la jornada de trabajo?
23. Si tiene más de uno ¿cómo se dividen estos periodos?
24. En caso de llegar después de la hora de entrada ¿es merecedor a alguna sanción?
¿a qué tipo de sanción?
25. En caso de faltar a la jornada laboral ¿es merecedor a alguna sanción? ¿de qué
tipo?
26. ¿A usted se le exige una cantidad determinada de prendas o “tarea”?
27. Usted desempeña alguna otra labor además de sus labores contractuales (barrer,
lavar baños, componer o reparar prendas después de la jornada de trabajo)?
28. ¿Usted se ha llevado trabajo a casa?
29. ¿Usted ha sufrido algún tipo de acoso en el trabajo?
30. Le ha sucedido o ha conocido algún caso en que se le haya despedido o
despedido a alguien de manera injusta (ejemplo: falsas acusaciones, por embarazo,
etc)
31. ¿Usted cuenta con seguridad social?
32. ¿Usted ha padecido alguna enfermedad a causa de las labores que realiza en la
maquiladora?
33. ¿Ha tenido algún accidente de trabajo?
34. De ser así ¿con qué servicio médico cuenta?
35. ¿Con qué tipo de prestaciones cuenta? (aguinaldo, vacaciones, prima vacacional,
permisos por maternidad, bonos, vales, etc.)
36. ¿Usted pertenece a un sindicato o ha pertenecido a alguno?¿a cuál?
37. En caso de pertenecer o haber pertenecido a uno ¿qué beneficios le traía?
133
38. En el lugar de trabajo en el que usted labora ¿la edificación es de concreto, de
tabique o qué otro?
39. ¿El techo es de concreto, de lámina u otro?
40. ¿El piso es de cemento, mosaico madera u otro?
41. ¿Considera que los sanitarios se encuentran en buen estado, son salubres y
suficientes para el personal?
42. Sabe si ¿hay salidas de emergencia y extinguidores en caso de incendio?
43. Considera que la iluminación es la adecuada y cuenta con suficientes lámparas.
44. ¿La ventilación en su lugar de trabajo es la adecuada, existen ventiladores o
extractores?
45. ¿Se da mantenimiento a las máquinas?
134
135
136
137
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