dialnet-coseriusaussureyelproblemadelcambiolinguistico-3649699

Upload: mapi-hurtado-parra

Post on 03-Apr-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    1/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127

    Artculo recibido el 20/05/10 y aceptado el 14/06/10

    Jos Luis Mendvil Gir

    Coseriu, Saussure y el problemadel cambio lingstico1

    ResumenEl presente artculo es una breve contribucin a la historia de las ideas sobre el cambio ln-

    gstico y sobre la propia concepcin del lenguaje. Se centra en la teora del cambio lingstico deEugenio Coseriu, formulada como un intento de superacin de la famosa antinomia saussureanaentre sincrona y diacrona y como un intento de desplazar el inters sobre la lengua saussureana(langue ) hacia el estudio del habla ( parole ). Se concluye que el modelo de Saussure es ms co-herente con algunas aportaciones actuales a la teora del cambio lingstico que el de Coseriu, que,a causa de su concepcin antinaturalista del lenguaje, no consigue superar los problemasinherentes a toda explicacin teleolgica del cambio lingstico.

    Palabras clave: Teora del cambio lingstico, Coseriu, Saussure, funcionalismo, sincrona,diacrona.

    AbstractThe present paper is a modest contribution to the history of ideas about linguistic change and

    about the conception of language itself. It focuses on Eugenio Coserius theory of linguisticchange, a theory formulated as an attempt to overcome Saussures famous antinomy between syn-chrony and diachrony, and also as an attempt to shift the interest on Saussurean language (langue )towards the study of speech ( parole ). It is concluded that Saussures model is more coherent withsome recent approaches to linguistic change than Coserius one, being the later, because of Coserius anti-naturalistic view of language, unable to overcame the problems inherent to anyteleological explanation of linguistic changes.

    Key words:Theory of linguistic change, Coseriu, Saussure, functionalism, synchrony, dia-chrony .

    1. El cambio lingstico como problema y el problema de laexplicacin funcional de los cambios

    Es frecuente que las explicaciones del cambio lingstico adolezcan de un de-fecto fundamental: la confusin entre la causa y la consecuencia. De este modo,

    1 El presente artculo se basa en una conferencia presentada en el Encuentro en homenaje a Eugenio Coseriu celebrado en Zaragoza en 2004. Deseo agradecer a sus organizadores (Toms

    Buesa, M Antonia Martn Zorraquino y Jos M Enguita Utrilla) su invitacin a participar en elmismo y tanto a ellos como al resto de ponentes y asistentes sus interesantes comentarios.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    2/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    110

    a menudo se aduce como la causa que explica un determinado cambio lings-tico lo que, en el mejor de los casos, es realmente una consecuencia del mismo.

    Eugenio Coseriu dedic una amplia, documentada e influyente obra a for-mular una teora funcional del cambio lingstico que no estuviera afectada por dicho problema. Se trata del ensayoSincrona, diacrona e Historia: el problema

    del cambio2

    . En las pginas siguientes consideraremos cules son los problemaslgicos de las explicaciones funcionalistas del cambio lingstico a la luz dealgunas teoras recientes, cmo propone Coseriu evitar algunos de esos proble-mas sin abandonar una concepcin funcional del lenguaje y del propio cambiolingstico y hasta qu punto la alternativa propuesta por Coseriu realmente su- pera la famosa antinomia saussureana entre sincrona y diacrona, que es uno desus objetivos primordiales.

    De hecho, el punto de partida de Coseriu no son realmente los problemasque afligen a algunas explicaciones funcionalistas (aunque no es un problemaque vaya a descuidar), sino su crtica a la dicotoma saussureana y, en sus propios trminos, el intento de superarla. Como observaba Coseriu en la primeraedicin espaola de su clebre ensayo, aquel no versa sobre el cambio lings-tico en s, sino sobre el problema del cambio lingstico y pretende plantear el problema mismo del cambio como problema racional (1973, 8).

    Y, sin embargo, el intento de Coseriu de superar la antinomia saussureana yde evitar as la consideracin del cambio lingstico como un problema le va aconducir a no salvar algunas de las dificultades inherentes a toda explicacinfuncional del cambio lingstico.

    Una de esas dificultades, quiz la principal, es la tendencia a atribuir a un proceso que en esencia es ciego y azaroso una finalidad que slo es admisiblecuando ciertos fenmenos son intencionales3.

    As, como han mostrado autores como Lass (1997) o Lightfoot (1999) desdedistintos puntos de vista tericos, los cambios lingsticos estructurales tales

    como el cambio en el orden de palabras o la prdida o desarrollo de un sistemade casos son cambios que en ocasiones tardan en completarse mucho mstiempo que el que dura una generacin de hablantes. Si esto es as, estos cambiosno pueden explicarse acudiendo a la voluntad, la intencin o la accin de un in-dividuo o de un grupo de ellos. No mejoran las cosas si nos limitamos a afirmar que ciertos individuos provocan el inicio del cambio o que funcionan como un

    2 Un trabajo escrito entre los aos 1955 y 1957 y publicado en 1957 en la Revista de la Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo (vol. 15, pp. 201-355), traducido al ruso y publicado en Mosc en 1963 y publicado como libro por Gredos en Madrid en 1973, de cuya ter-cera edicin de 1978 se extraen las citas transcritas en esta aportacin. Existen versiones en ale-mn, portugus, italiano y rumano.

    3 Vase , para una discusin ms detallada, Mendvil (2003a) y las referencias all mencio-nadas.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    3/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    111

    detonante del proceso, porque entonces tendramos que asumir que una cadenade hablantes de diferentes generaciones colabora o conspira inadvertidamente (ono) para completar o continuar una accin iniciada en el pasado.

    Otras aproximaciones fundamentan la explicacin de los cambios en ten-dencias dinmicas internas que actan sobre sistemas desequilibrados o no

    ptimos proporcionando otros ms equilibrados o ms cercanos a lo ptimo.Pero en realidad esto estara implicando que hay estados de lengua desequilibra-dos o no ptimos, algo inverificable en s mismo a no ser que consideremos el propio cambio una prueba de ello, lo que nos lleva a un argumento circular.

    En biologa evolutiva se ha recorrido un camino paralelo y, al igual quesucede con la teora sobre el cambio lingstico, tambin podemos encontrar histricamente tentaciones finalistas. Pero es claro que las especies no tienenintencin alguna de cambiar en una determinada direccin, a no ser que confi-ramos a las especies (o, como suele decirse, a la sabia naturaleza) algn tipode conciencia o de voluntad intencional. En trminos algo simplificados: parececlaro que a los pjaros no les salieron alas para poder volar sino que, en todo ca-so, gracias a que les salieron alas, pueden volar. Por tanto, la funcin o finalidadde volar no puede ser una explicacin para el surgimiento inicial de las alas (o desus antecedentes evolutivos), por mucho que pueda ser relevante en sudesarrollo. No hay razones para que ese razonamiento no se aplique al cambiolingstico.

    Lo que une a autores como Lass (1997), Lightfoot (1999) o Croft (2000),que proceden de escuelas lingsticas no slo distintas sino hasta opuestas, es precisamente que se inspiran en la teora evolutiva para explicar el cambiolingstico. De hecho, de forma independiente (aunque con algunas diferenciassensibles entre sus propuestas), los tres autores concluyen que la evolucin delas especies y el cambio lingstico son en realidad instancias particulares de un proceso comn, segn el cual evolucionan o cambian todos los llamados sis-

    temas autorreplicantes imperfectos . Tanto los organismos naturales como laslenguas son sistemas que se replican y que, al hacerlo, dan lugar a ligeras va-riaciones o mutaciones que, en las circunstancias externas adecuadas, pueden dar lugar a un cambio, sea en la especie, sea en la lengua4.

    En el mbito de la explicacin del cambio lingstico la tentacin finalistaest ms arraigada y es an ms difcil de evitar que en biologa evolutiva, y ello por una razn doble. Primero, porque al igual que sucede en el mbito de laevolucin biolgica, tendemos a pensar que para explicar un proceso de cambiohay que encontrar su finalidad (la adaptacin). Esto es, identificamos explica-cin con explicacin final. Y segundo, y ms importante, porque en lingstica, a

    4 Para una discusin detallada de la comparacin entre lenguas y especies,vase Mendvil(2009).

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    4/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    112

    diferencia de lo que sucede en biologa, hay o mejor dicho,creemos que hay un actor: el hablante o, ms difusamente, la comunidad de hablantes.

    Pero como ya sugera Saussure y ha argumentado Lass (1997) explci-tamente, toda explicacin que se base en la nocin de un actor debe asumir,adems de la implausible nocin de un estado de lengua imperfecto o dis-

    funcional, diversas premisas, todas ellas igualmente implausibles, tales comoque los hablantes tienen intuiciones acerca de la eficiencia u optimidad de sulengua para las tareas comunicativas o cognitivas, que los hablantes puedencomparar estados de lengua presentes y otros todava no desarrollados y optar entre ellos, o que los hablantes tienen algn tipo de intuicin global sobre laestructura de su lengua y que, basndose en informacin de ese tipo, puedencambiar su lengua o iniciar un cambio que continuarn sus descendientes.

    En lo que sigue espero mostrar que Coseriu, aunque muestra ser muy cons-ciente del primer problema, no puede ni quiere superar la segunda dificultad, lade situar al individuo como la conciencia finalista del cambio.

    2. Coseriuvs. Saussure: sincrona y diacrona / lengua y hablaComo es sabido, Saussure formul su distincin entre sincrona y diacrona demanera radical: la oposicin entre los dos puntos de vista sincrnico y dia-crnico es absoluta y no tolera componendas (Saussure 1916, 155). Coseriu nofue un pionero en criticar e intentar superar la radical antinomia saussureana. Yaen las clebrestesis del 29 , que marcan el surgimiento de la Escuela de Praga, seaborda esa tarea como un fin programtico crucial de dicha escuela:

    Il ne serait pas logique de supposer que les changements linguistiques ne sont que desatteintes destructives s'oprant au hasard et htrognes du point de vue du systme. Leschangements linguistiques visent souvent le systme, sa stabilisation, sa reconstruction, etc. (Cercle Linguistique de Prague 1929, 7, cursiva aadida)5.

    Sin embargo, Coseriu tambin se va a oponer a esa interpretacin teleolgica delcambio lingstico, pero no porque no crea en las explicaciones finalistas (queson las nicas que admite como tales), sino por el obvio efecto animista quetiene el atribuir una finalidad a un sistema o, en general, a algo que no sea unsujeto racional. As, dice Coseriu:

    En realidad, los cambios lingsticos, en cuanto resultados de una actividad libre, slo pueden tener motivacin finalista y, sin embargo, es absolutamente cierto que la lengua nopremedita ni puede premeditar nada, pues no es un sujeto (1973, 224).

    5 Sobre la reaccin contra Saussure sigue siendo una referencia inexcusable la nota 176 (pp.467-70) de la edicin de Tulio de Mauro delCurso .

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    5/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    113

    El entrecomillado del texto anterior de Coseriu se refiere precisamente a una fra-se delCours de linguistique gnrale de Saussure. Como se observa en el textosiguiente, las objeciones de Coseriu al teleologismo praguense son equiparablesa las crticas de Lass o Lightfoot a las explicaciones funcionalistas:

    En general, las afirmaciones teleolgicas no son explicaciones y carecen de valor cognos-citivo, pues la finalidad objetiva no es algo comprobable [...]. Las afirmacionesteleolgicas referidas a la historia particular de una lengua son meras comprobaciones; y si pretenden ser explicaciones, o son tautolgicas o carecen de sentido (Coseriu 1973, 227-8 y231).

    Y sin embargo, Coseriu va a sostener una explicacin finalista, aunque en unsentido algo diferente.

    El rechazo de Coseriu de la antinomia Saussureana se fundamenta enrealidad en su propia concepcin del lenguaje, muy distinta de la del lingistaginebrino. Saussure afirmaba que en s mismo, el sistema es inmutable. Co-seriu, antipositivista y humboldtiano, considera que la lengua es un sistemadinmico, que es actividad creadora y que, por tanto, el cambio no es algo que lesucede al sistema esttico, en el que no cree. Para Coseriu el cambio no es algoexterno, ajeno al sistema, sino parte de su esencia. De ah precisamente queniegue lo que l mismo denomina el problema racional del cambio. Muy en sulnea de gran dialctico, afirma Coseriu que en realidad no podemos pregun-tarnos por qu cambian las lenguas o por qu no son inmutables, ya que dicha pregunta implica que asumimos que las lenguas deberan ser estticas por na-turaleza y que el hecho de que cambien es algo ajeno que les pasa por diversascausas.

    As pues, segn Coseriu la oposicin entre sincrona y diacrona es pu-ramente metodolgica (la antinomia sincrona/diacrona no pertenece al len-guaje, sino a la lingstica, dice explcitamente, 1973, 27), y atribuye al propio

    Saussure el error de aplicarla al objeto y no a la investigacin6.Pero esta es la clave de toda la discusin. Coseriu, al negar que la oposicinentre sincrona y diacrona sea una oposicin del objeto, en realidad lo que estnegando es la propia nocin de lengua como sistema sincrnico. De hecho lmismo confirma esta interpretacin al afirmar en repetidas ocasiones que unalengua es esencialmente un objeto histrico. Pero la afirmacin de que una len-

    6 Pero vase la mencionada nota de De Mauro (n 176) para una interpretacin distinta. DeMauro sostiene que la distincin para Saussure es de points de vue (p. 468), pero aclara (vasetambin nota 40) que para Saussure la distincin es delobjet (el sistema lingstico) y no de lamatire (el conjunto de cosas de que se ocupa el investigador, una masa heterclita de datos). Por tanto, en este sentido tiene razn Coseriu al atribuir a Saussure una concepcin no puramente

    metodolgica de la distincin, algo que, al contrario que Coseriu, consideraremos un mrito y noun error de Saussure.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    6/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    114

    gua es un objeto histrico, siendo claramente cierta, no implica necesariamenteque no pueda abordarse como un objeto mental y esencialmente esttico en loque a la historia se refiere, algo que Coseriu rechaza al considerar el estadocomo una mera abstraccin metodolgica.

    Parece claro que Saussure estaba pensando en el conocimiento del lenguaje

    por parte del hablante y en ese sentido es en el que el sistema es esttico e in-mutable, al igual que una ballena es esttica como organismo y como especie, por mucho que sepamos que evolucion de algo parecido a una vaca y que, qui-z, seguir evolucionando.

    Pero Coseriu rechaza en realidad la abstraccin saussureana de la lenguasalvo como mera tcnica de descripcin:

    Aunque la lengua fuera por su naturaleza sincrnica, esto habra que comprobarlo en ladiacrona. Salvo que se quiera crear el concepto de lengua por definicin. Mas ello no eslegtimo, pues las lenguas existen, pertenecen a la experiencia (Coseriu 1973, 25).

    Para Coseriu la lengua no existe salvo como el hablar. Es, dice repetidamente,

    un hablar histricamente condicionado:La lengua no se da ms que en el hablar de los individuos, y el hablar es siempre hablar unalengua. Todo el ser del lenguaje gira necesariamente en ese crculo. El propio Saussure lo viocon bastante claridad, pero quiso salir del crculo y opt decididamente por la lengua [...].Pero hay que optar por el camino ms difcil: no hay que salir del crculo, porque se trata delcrculo mismo de la realidad del lenguaje (1973, 31-2).

    Lo que ofrece Coseriu es, pues, una visin antinaturalista del lenguaje, siendocomo era un firme partidario de la separacin neta e irreductible entre las cien-cias humanas y las ciencias naturales. No romper el crculo del que hablaba Co-seriu implica precisamente eso: que la ciencia del lenguaje debe ser herme-nutica y, en consecuencia, finalista, frente a la ciencia natural, que debe ser em- prica y causal7. Esto queda claramente manifiesto en el siguiente fragmento dellingista rumano en el que tambin seala el error de considerar que el problemaracional del cambio (por qu cambian las lenguas) se pueda contestar cau-salmente:

    7 Como observa Bernardo, la concepcin de la ciencia del lenguaje de Coseriu implica laaceptacin de la dicotoma propia del neokantismo, acorde con la clasificacin de las ciencias deDilthey en naturales y culturales, fundamentada en la peculiaridad de los objetos: naturales, deter-minados por las leyes de la naturaleza, y culturales, definidos por la libertad, la finalidad y la crea-tividad (2003, 164). Para un anlisis ms detallado del lugar de la lingstica entre las ciencias

    puede consultarse Bernardo (1995) en lo que respecta especialmente a Coseriu y Mendvil (2003b)en general.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    7/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    115

    Su propio planteamiento [el del problema racional del cambio], como necesariamente ocurreen las ciencias del hombre, se funda en el saber originario acerca del lenguaje, es decir, enel conocimiento, anterior a toda ciencia, que el hombre tiene de s mismo [...]. Uno de loserrores que ms afligen a la lingstica y que tambin procede del considerar las lenguascomo cosas y de la confusin entre ciencias del hombre y ciencias de la naturaleza es el dequerer reducir los problemas tericos (racionales) a problemas generales. En el caso delcambio lingstico, ese error consiste en creer que el problema de la mutabilidad de las len-guas se resuelve encontrando la causa, o todas las pretendidas causas, de los muchos cam- bios particulares (Coseriu 1973, 66-7).

    As, para Coseriu, en realidad no hay que explicar por qu cambian las lenguas,ya que esto no es algo que les suceda, sino que es parte de su propia definicin:

    No se trata de un problema por resolver, sino de un problema implcitamente resuelto por la misma comprensin del ser real de la lengua. La lengua cambia justamente porqueno esthecha sino que se hace continuamente por la actividad lingstica. En otros trminos, cambia porque se habla: porque slo existe como tcnica y modalidad del hablar (1973, 69).

    Por tanto, si Coseriu en realidad niega que exista un problema del cambio lin-gstico es precisamente porque no reconoce estatuto epistemolgico alguno alestado de una lengua: la no-historicidad (sincronicidad) pertenece al ser de ladescripcin, y no al ser de la lengua (1973, 26). Pero entonces la superacin dela antinomia saussureana en realidad es una negacin de la misma8.

    Y dicha negacin nos lleva al problema grave de no poder deslindar elhecho de que podamos concebir una lengua como un objeto histrico del hechode que tambin podamos concebirla como un objeto mental (y dualismo apar-te natural). Pero esta distincin es crucial para poder tener una adecuada con-cepcin del cambio lingstico. Para Coseriu slo existe la lengua como hechohistrico y lalangue saussureana slo es abstraccin para una descripcin sin-crnica. Sin embargo, hay muchas razones para pensar que lo correcto es lo

    contrario: que lo realmente existente es la lengua como rgano mental de la persona que la habla, y que es la lengua como objeto histrico lo que constituyeun constructo en sentido estricto. Cabe decir pues que, a pesar de las apariencias,la concepcin del lenguaje de Coseriu es incluso menos mentalista an que la deSaussure.

    8 Coseriu insista, tanto en el ensayo que estamos considerando como en una aportacin msreciente (1995), en que no pretenda negar las antinomias saussureanas sino partir de ellas, lo queno implica que en ocasiones ese partir de ellas pueda implicar una negacin de la antinomia tal y

    como la entenda Saussure.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    8/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    116

    3. Creatividad, libertad y cambioComo hemos visto, la concepcin de Saussure del cambio lingstico como un proceso externo, ciego y azaroso ha venido a confluir con las teoras re-cientes que consideran el cambio lingstico como un fenmeno accidental y, por supuesto, no dirigido a ningn fin, sea ste profilctico o teraputico. Cose-riu vio muy claramente las dificultades lgicas y empricas de las explicacionesfuncionalistas del cambio (lo que l denominaba las explicaciones causales), pe-ro a la vez, por su propia concepcin del lenguaje como actividad, se vio abo-cado a una explicacin tambin funcional del cambio, tal y como se refleja en elsiguiente revelador fragmento (en el que de nuevo entrecomilla a Saussure):

    En cuanto a la no intencionalidad, es cierto que la lengua no premedita nada, que no tienefinalidad objetiva; pero ello no significa que los cambios no sean intencionales. En rea-lidad, por su mismo modo de darse,los cambios slo pueden entenderse como procesosconstituidos por actos intencionales y finalistas (Coseriu 1973, 248, cursiva aadida).

    Es ms, de forma rotunda, afirma que la lengua cambia para seguir funcionando

    como tal (1973, 30), lo que entraa no ya una concepcin finalista del cambio,sino incluso lo que podramos denominar como una concepcinmetafinalista .Argumenta Coseriu que las lenguas que no cambian son las lenguas muer-

    tas, y tiene razn, pero ello no debera hacernos pensar que una lengua que nocambiase no sera utilizable o no sera una lengua humana. No hay justificacinalguna para tal afirmacin. Pero eso precisamente se deduce de las afirmacionescitadas y de la siguiente:

    El cambio no es mero accidente, sino que pertenece a la esencia de la lengua. En efecto, lalengua se hace mediante lo que se llama cambio lingstico: el cambio lingstico no es si-no la manifestacin de la creatividad del lenguaje en la historia de las lenguas (Coseriu1973, 108)

    La innovacin, la libertad creativa que seduce a Coseriu es ciertamente un rasgoesencial deluso del lenguaje y es, por supuesto (como tambin muestra Cose-riu), uno de los factores que posibilitan que se produzcan los cambios, pero loscambios no son en s una parte funcional del lenguaje para el hablante que lousa, sino que son en s un hecho externo; son ajenos a la conciencia individual y, por tanto, slo visibles para el observador externo.

    Puede afirmarse que la clave (y el problema crucial) de la concepcin delcambio de Coseriu es precisamente el identificar el carcter creativo del uso dellenguaje con el hecho de que las lenguas cambien.

    Pero es importante observar que una lengua que no fuera creativa tambincambiara al transmitirse de generacin en generacin (aunque quiz de unaforma distinta) y, sobre todo, que una lengua que no cambiara tambin podra ser

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    9/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    117

    creativa. No hay razn para considerar el cambio histrico un requisito de lacreatividad o de la libertad del hablante en el uso del lenguaje.

    Consideremos de nuevo la analoga con las especies: cambian (ms omenos, como las lenguas, segn las condiciones externas), pero no podemosdecir que el cambio sea su naturaleza ni un requisito para ser tales, incluso

    aunque cambiar est en su naturaleza. El equivalente sera decir que las especiescambian para sobrevivir , pero lo cierto es que las especies no cambian para so- brevivir, sino que (a veces) sobreviven porque cambian , que no es lo mismo. Yslo cambian si hay factores externos que lo propicien. Lo importante es que elcambio es independiente de la finalidad de sobrevivir (que, por otra parte, ningu-na especie tiene como tal). El cambio es algo que acontece como un accidente. Yese accidente resulta o no relevante en funcin de las circunstancias histricas.Podra decirse que en cierto modo un cocodrilo ha cambiado menos en losltimos millones de aos que un len, pero no es por ello menos viable comoorganismo ni como especie.

    Del mismo modo, el cambio no es imprescindible para el funcionamiento deuna lengua, salvo, claro est, que la concibamos nicamente como una entidadhistrica. En este sentido el razonamiento de Coseriu parece claramente aprio-rstico:

    Normalmente, el hablante no suele cambiar la lengua ni se propone cambiarla. Si, a pesar deesa actitud, la lengua cambia, ello ha de tener razones ms profundas que el mero azarsaussureano y debe hallar justificacin en la funcin misma de la lengua y en su modo deexistir concreto (Coseriu 1973, 44).

    Pero lo que se nos propone en realidad es casi una afirmacin tautolgica: laslenguas cambian porque tienen que cambiar. Puede que sea cierto que las len-guas tengan que cambiar, pero no porque esa sea su finalidad estricta, ni unrequisito para ser tales, sino por la existencia de variaciones, innovaciones yreanlisis (esto es, como dice Coseriu, por su modo de existir concreto) y por su transmisin tradicional, esto es, por el hecho de que tenemos que aprenderlasen unas determinadas condiciones9.

    4. El problema racional de la explicacin funcional del cambiolingstico

    La conclusin de Coseriu sobre el problema del cambio lingstico se puedeconsiderar nihilista, dado que consiste en negar la existencia del problema(Linguistic change does not exist proclamaba el ttulo de su ms reciente tra-

    9 Por ejemplo, como propone Lightfoot (1999), encontrando pistas cruciales sobre su estruc-tura en los datos superficiales y caticos del entorno.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    10/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    118

    bajo al respecto, de 1983), pero ello no implica necesariamente que el resultadosea incorrecto y, de hecho, esta conclusin se puede considerar uno de los aspec-tos ms relevantes de su aportacin. En cierto modo, aunque desde un punto devista distinto al de tericos como Lightfoot o Lass, el planteamiento de Coseriuviene a concluir ms o menos lo mismo: que no hay una causa para la muta-

    bilidad de las lenguas, sino que mutan incesante e irremediablemente en virtudde su modo de existir concreto. Sin embargo, Coseriu no se queda ah, ya queello implicara no superar realmente la antonimia saussureana.

    Hemos visto que para Lightfoot, Lass o Croft (aun con sus diferencias) elhecho de que las lenguas cambien es una consecuencia de su naturaleza de siste-mas autorreplicantes imperfectos, mientras que Coseriu se centra en algo no irre-levante como es la libertad, la creatividad de los hablantes en el uso. Sin dudaesto es importante para explicar (al menos) parte de las innovaciones lingsticas(que vienen a ser el equivalente de las mutaciones en las especies), pero no seimplica necesariamente de ello que las lenguas slo sean objetos histricos, queslo exista la actividad de hablar (y no el conocimiento de la lengua) o quedebamos admitir una explicacin finalista de los cambios.

    De hecho, un logro temprano y relevante del anlisis de Coseriu del meca-nismo del cambio es su insistencia en distinguir como dos procesos distintos la propia innovacin y la posterior adopcin de la innovacin por parte de otroshablantes, o difusin, algo que fue puesto de manifiesto por la sociolingsticadurante todo el siglo XX (y que algunos tericos como Croft pretenden haber descubierto recientemente).

    Y, sin embargo, tambin cae Coseriu en la trampa funcionalista alconsiderar que la adopcin de una innovacin es tambin finalista y consciente.Puede que en ocasiones la adopcin de una innovacin sea voluntaria, pero no loes siempre, como sugiere el hecho de que normalmente somos inconscientes deque hemos adoptado formas ajenas (sean acepciones lxicas, muletillas, ento-

    naciones o modismos fonticos). Por otra parte, y lo que es ms importante, latransmisin de las innovaciones de una generacin a otra, que es lo que determi-na si realmente hay cambio lingstico o no, en modo alguno es voluntaria ofinalista.

    Un ejemplo paradigmtico puede ser su tratamiento del futuro analticoromance (Coseriu 1973, 157-77). El ataque de Coseriu a la explicacin idea-lista de Vossler es lcido y penetrante y se basa en el hecho evidente de quegeneraciones de hablantes de clases populares emplearon las formas del tipoamabo y, en ltima instancia, en que no se ve por qu habra de reponerse unacategora que, segn Vossler, estaba debilitada.

    Pero cae Coseriu en la tentacin finalista cuando pretende explicar por qulas formas del tipoamabo (de cuya desaparicin por problemas morfolgicos escopartcipe, segn la propuesta de Wartburg o Pagliaro) fueron sustituidas por la

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    11/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    119

    perfrasis del tipoamare habeo y no por cualquier otra cosa. Lo curioso es que precisamente rechaza la explicacin ms acorde a su punto de vista no causal(esto es, que se seleccion simplemente porque estaba ah) y dice que esta expli-cacin es tautolgica porque es una explicacin que se refiere al cmo y no alporqu del cambio o de su sentido (1973, 166), lo que parece contradictorio

    con su postura respecto del problema racional del cambio y con su acertada des-confianza hacia las explicaciones causales.Se decanta Coseriu por una versin corregida de la explicacin semn-

    tico-estilstica de Vossler aduciendo que en otras familias lingsticas en lasque no ha habido problemas morfolgicos con el futuro sinttico tambin existenfuturos modales perifrsticos y que incluso en las lenguas romnicas, las formasya temporalizadas vuelven a sustituirse por perfrasis modales comohe de hacer ,etc.

    Pero ntese que los procesos de que habla Coseriu (y que le hacen llevarnoshasta el anlisis del tiempo del propio Heidegger) son precisamente los que pueden explicar el uso de un futuro perifrstico modal ya en latn vulgar, pero nolos que explican el cambio de uno a otro en las lenguas romances. Esto es, latendencia general a que las lenguas expresen de formas diferentes el futuro tem- poral y el futuro modal no es una explicacin causal de que en el paso del latnvulgar a las lenguas romances desapareciera el futuro sinttico y se extendiera eluso del perifrstico (que luego se temporaliz de nuevo en las formas del tipoamar ). Lo que plantea Coseriu perspicazmente es en realidad una posible expli-cacin de que existan las perfrasis modales, pero no de la tendencia histrica aque unas formas se confundan con otras. La desaparicin del futuro sinttico deltipo de amabo se explicara perfectamente por su inestabilidad morfolgica(debido a la confusin por cambios fonticos independientes con otras formas:amabit/amavit , dices/dicis , dicet/dicit , etc.) y, por tanto, la explicacin msrazonable de la sustitucin parece ser la que el propio Coseriu apunta en una

    nota a pie de pgina y atribuye a Wartburg:Salvo que se piense que las formas sintticas se sustituyeron por las perifrsticas (de valor diverso) a falta de otras formas ms apropiadas, es decir, por mera pereza intelectual de loshablantes (Coseriu 1973, 166, n. 41)

    Esta nota revela mucho de la concepcin de Coseriu del cambio lingstico y, por tanto, del lenguaje. Hoy en da lo que Coseriu llama mera pereza intelectualde los hablantes no tiene tan mala prensa, no slo ya por los diversos marcostericos que emplean nociones como ltimo recurso, dilacin o avaricia,sino porque la pereza es en s misma una forma de economa. Pero a Coseriu unaexplicacin que no entronque con su concepcin del lenguaje como fuerza

    creadora del hablante es insuficiente, de manera que al final, por decirlo as,

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    12/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    120

    claudica en favor de una explicacin puramente teleolgica o basada en pulsio-nes cognitivas o ideolgicas que, como hemos visto, realmente no explican loscambios.

    Su solucin, como se refleja en sus siguientes palabras, se basa en laextensin del cristianismo:

    La circunstancia histricamente determinante fue, sin duda, el cristianismo: un movimientoespiritual que, entre otras cosas, despertaba y acentuaba el sentido de la existencia e imprimaa la existencia misma una genuina orientacin tica. El futuro latino-vulgar, en cuanto nosignifica lo mismo que el futuro clsico, refleja, efectivamente, una nueva actividad mental:no es el futuro exterior e indiferente, sino el futuro interior, encarado con consciente res- ponsabilidad, como intencin y obligacin moral (Coseriu 1973, 173).

    Al confiar en una explicacin causal basada en lo que l mismo denomina lanecesidad expresiva, Coseriu no slo se compromete con un tipo de expli-caciones que adolece de graves problemas empricos y tericos, sino que a ren-gln seguido adems incurre en cierta contradiccin al deshacer lo andado en sudistincin entre innovacin y difusin, un requisito imprescindible para eliminar los problemas lgicos de las explicaciones finalistas:

    La explicacin por la necesidad expresiva se refiere, en primer lugar, a la innovacin o alas innovaciones iniciales: es decir, a los actos creativos de aquellos hablantes que fueron los primeros en utilizar las formas perifrsticas para expresar una nueva concepcin del futuro.Pero se refiere tambin al cambio como proceso de difusin y consolidacin de estas for-mas en la comunidad lingstica romana, pues implica que la innovacin se difundi porquecorresponda a una necesidad expresiva de muchos hablantes (Coseriu 1973, 176).

    Pero como sabemos muy bien desde los estudios de Labov sobre la difusin(vase , por ejemplo, Labov 1963), el hecho evidente y probado de que la di-fusin de los cambios se realiza por cauces socialmente estructurados no se pue-

    de compaginar con las supuestas necesidades expresivas, salvo que admitamos lasarcstica explicacin de Lass (1997, 364) de que los hablantes, presionados por el prestigio social o la moda, vean al fin que tambin son sensibles a esas nuevasnecesidades expresivas.

    Lo relevante es que las causas, da lo mismo ahora si son eficientes o finales(por usar la terminologa aristotlica tan querida por Coseriu), no son las mismasen la fase de innovacin o variacin y en la fase de adopcin o difusin, lo querealmente invalida la explicacin funcional. Es concebible que un cierto nmerode innovaciones respondan a nuevas necesidades expresivas, pero la adopcin

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    13/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    121

    responde a causas diferentes de prestigio e imitacin, por lo que la explicacin basada en la causa inicial es inadecuada10.

    De hecho, el propio Coseriu es muy consciente de que muchos hablantes pudieron adoptar el cambio por razones puramente sociales de prestigio: Ymuchos hablantes, sin percatarse de su peculiaridad expresiva, las habrn adop-

    tado simplemente para hablar como los otros, es decir, por una razn culturalextrnseca (1973, 177). Pero esa observacin, plenamente oportuna, entra enconflicto con el prrafo antes citado en el que vincula la explicacin de la difu-sin a la necesidad expresiva. Y, a mi entender, la razn de esta incoherencia esclara: de otra manera, como hemos visto, la explicacin funcional se debilita se-riamente, algo que para muchos de nosotros hoy es una virtud, pero que para Co-seriu era inaceptable.

    5. Una concepcin de la ciencia, del lenguaje y del cambioY por qu, en fin, era inaceptable para Coseriu una explicacin que no est fun-

    cionalmente basada?Ya lo sabemos bien: a causa de su propia concepcin del lenguaje como ac-tividad creativa y de su alejamiento del lenguaje como sistema de conocimiento,esto es, como un objeto mental distinto del constructo histrico que halla el lin-gista.

    Para Coseriu, como hemos visto, el lenguaje slo se puede estudiar como fe-nmeno cultural, esto es, histrico. Pero entonces la idea de que los cambios noestn orientados a una finalidad es inconcebible, ya que equiparara el lenguaje auna suerte de objeto natural:

    En los fenmenos de la naturaleza corresponde, sin duda, buscar una necesidad exterior, ocausalidad ; en los fenmenos culturales, en cambio, lo que corresponde buscar es una ne-

    cesidad interior, o finalidad (Coseriu 1973, 194)

    Hemos visto que la concepcin del lenguaje como un objeto cultural le lleva auna razonable concepcin no causal del cambio, pero no en realidad a unaautntica explicacin no causal, ya que, como l mismo se encarga de sealar con la autoridad de su vasto conocimiento al respecto, la finalidad es, en tr-minos de Aristteles, un tipo de causalidad:

    10 Un logro fundamental de la teora de la evolucin darwiniana fue precisamente el plan-teamiento de que las mutaciones que dan lugar a la variacin (la innovacin) de la que se ali-

    menta la seleccin natural son independientes de las posibles funciones adaptativas que puedantener dichas mutaciones.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    14/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    122

    As, pues, la finalidad (causa final)es una causa y, precisamente, una causa que puede darseslo si el motor prximo es un ente dotado de libertad e intencionalidad (Coseriu 1973,200-1).

    Coseriu encuentra ese motor prximo en el hablante y en el carcter creativodel lenguaje, lo que le anima a concluir que lo que puede y debe hacerse, pues,no es buscar causas naturales o, de cualquier modo, exteriores a la libertad, si-no justificar finalsticamente lo realizado por la libertad en tales y cuales condi-ciones histricas (1973, 197-8) y que, por tanto, la nica explicacin pro- piamente causal de un hecho lingstico nuevo es que la libertad lo ha creadocon una finalidad (1973, 202).

    Veamos al principio que la finalidad del libro de Coseriu era superar la an-tinomia saussureana entre sincrona y diacrona, pero parece que en realidad nose logra, y no se logra precisamente porque la superacin de esa antinomia pre-supone la eliminacin de la antinomia saussureana bsica entrelengua y habla , yes realmente la inadecuada eliminacin de esa antinomia lo que conduce a Cose-riu a caer en las mismas trampas funcionalistas que tan agudamente seal en los

    lingistas de la Escuela de Praga.El siguiente fragmento muestra claramente la necesaria vinculacin entreambas antinomias:

    Lo que ocurre es que la antinomia saussureana no se supera, en su alcance real, si se siguemanteniendo de algn modo la concepcin esttica de la lengua y se sigue considerando lalengua histrica como un conjunto de estados de lengua ordenados en el tiempo. No se su- pera si no se elimina efectivamente la identificacin entre el ser de la lengua, que es un ser histrico (es decir, continuo) y unestado de lengua (Coseriu 1973, 222).

    La clave est en que para Saussure el hecho evidente de que las lenguas sonobjetos histricos no ocultaba que una lengua es esencialmente un sistema deconocimiento (depositado en la mente del hablante, deca), y que eso no es enesencia un objeto histrico, sino un objeto mental, un sistema de conocimiento, por mucho que est histricamente condicionado. Pero Coseriu insiste en que lorealmente existente (el ser de la lengua) es el objeto histrico, mientras que elestado de lengua es slo una abstraccin metodolgica.

    De hecho, eso le lleva a concluir que lo que l denomina lingstica des-criptiva es, en realidad una parte auxiliar de la autntica lingstica, que es loque denomina lingstica histrica11.

    Y sin embargo, al margen de credos y persuasiones, es un hecho innegableque una lengua, entre otras cosas, es un sistema de conocimiento de la personaque la habla, un estado o una propiedad de su mente y su cerebro.

    11 La descripcin y la historia de la lengua se sitan ambas en el nivel histrico del lenguajey constituyen juntas la lingstica histrica (estudio de las lenguas) (Coseriu 1973, 282).

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    15/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    123

    Tampoco Coseriu se puede evadir de ese hecho. De ah que a veces definael lenguaje como un saber hacer (o un saber tcnico). Pero pese a los girosdialcticos, un saber, aunque sea tcnico, es un saber , un sistema de conoci-miento y no un puro objeto histrico. Insistamos en la analoga: podemos decir que un caballo es un objeto histrico, pero nunca que slo es un objeto histrico

    y no natural. Podemos decir que la especie de los caballos existe, pero no que loscaballos no existen o que existen nicamente en tanto en cuanto que son mani-festaciones de la especie. Eso carece de sentido en biologa y en lingstica.

    Aunque Saussure no emple la analoga con las especies naturales, su con-cepcin del cambio como espontneo y fortuito es en cierto modo anloga a lade la biologa evolutiva y, como ha observado Petroff (1995), a la de las teorassobre el caos y el orden, tal y como se observa en su clebre comparacin con elajedrez, que el propio Coseriu cita parcialmente:

    No hay ms que un punto en el que la comparacin falla: el jugador de ajedreztiene laintencin de ejecutar el movimiento y de modificar el sistema, mientras que la legua no pre-medita nada; sus piezas se desplazan o mejor se modifican espontnea y fortuitamente [...].Para que la partida de ajedrez se pareciera en todo a la lengua sera necesario suponer un jugador inconsciente o ininteligente (Saussure 1916, 161).

    Segn Coseriu, con el fin de sostener la exterioridad del cambio, Saussure tuvoque hacer violencia a su propia concepcin de la lengua y recurrir a unaargumentacin viciosa y contradictoria (1973, 248-9), pero creo haber mostradoque en realidad la argumentacin contradictoria aparece en el propio Coseriucuando intenta cohonestar una concepcin no causal del cambio lingstico conuna explicacin finalista del mismo.

    Muy sagazmente observa Coseriu que lo que l considera graves incon-secuencias de la concepcin del lenguaje de Saussure se deben a que Saussuretodava es un lingista naturalista. Y lo cierto es que no deja de ser curioso

    que precisamente sea la concepcin del cambio de Saussure, y no la de Coseriu,la que mejor entronque con las recientes teoras que se basan precisamente enexplotar fructferamente y sin tentaciones finalistas la analoga entre lenguas,especies y otros sistemas complejos e integrarlas en una teora unificada de laevolucin o cambio de los sistemas complejos.

    Sin duda que la visin del cambio lingstico de Coseriu es reveladora enmuchos sentidos, por ejemplo, como cuando nos dice que la lengua no esdinmica porque cambia, sino que cambia porque su naturaleza es dinmica: porque el lenguaje es actividad libre, es decir, creadora (1973, 270). Pero pese alo inspirado de la afirmacin, no se puede decir que constituya en s unaexplicacin finalista o teleolgica como la que el autor defiende. Slo a duras penas se pueden considerar creaciones los procesos comprobados de cambio lin-gstico tales como el desarrollo de un sistema de marcas de caso o, ms an, la

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    16/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    124

    desaparicin del mismo, el cambio de una marcacin nomino-acusativa a una er-gativo-absolutiva, la mutacin de un sistema consonntico o el cambio de ordende palabras.

    Lo adecuado de esa concepcin dinmica del lenguaje de Coseriu tambinqueda reflejado en su confluencia con algunas conclusiones de las modernas teo-

    ras del cambio lingstico. Por ejemplo, si negamos que el cambio est dirigidoa un fin de optimizacin o de mejoramiento en general, estamos diciendo que to-do estado de lengua es adecuado por definicin. Y eso se colige tambin de laconcepcin de Coseriu del sistema lingstico como un sistema dinmico, comose puede observar en el siguiente fragmento:

    El desarrollo de la lengua no es un perpetuo cambiar, arbitrario y azaroso, sino una per- petua sistematizacin. Y cada estado de lengua presenta una estructura sistemtica preci-samente porque es un momento de la sistematizacin (Coseriu 1973, 272).

    Pero el hecho evidente e interesante de que las lenguas no se destruyan nidejan de ser tales en su odisea histrica de cambios fortuitos no se explica nece-

    sariamente porque los cambios sean una perpetua sistematizacin o porque stosno sean ciegos o azarosos, sino, de forma algo paradjica, precisamente por-que lo son. La estructura y naturaleza de cualquier lengua humana est restrin-gida por la facultad del lenguaje caracterstica de la especie. Dentro de esa res-triccin natural, el cambio puede ser casual y azaroso, precisamente porque noes sistemtico.

    De hecho, a causa de esa concepcin del cambio como sistematizacin, Co-seriu no puede eludir el prejuicio de que el cambio tiene una misin profilc-tica, alinendose as, a su pesar, con la concepcin teleolgica de la Escuela dePraga:

    Y si entre dos estados la lengua cambia sin dejar de ser sistemtica, ello significa que el

    cambio encuentra en el sistema su lugar necesario: que se justifica por una posibilidad o unainsuficiencia del primer estado, con respecto a las nuevas necesidades expresivas de loshablantes (Coseriu 1973, 117)12.

    La cuestin es que si, como dice Coseriu, el cambio es sistematizacin, bien sedebe partir de lo no sistemtico o de lo menos sistemtico hacia lo sistemtico ohacia lo ms sistemtico. En caso contrario no cabe hablar de sistematizacin . Escierto que todos los estados de lengua son sistemticos, pero lo son precisamente porque los cambios, como deca Saussure, no son sistemticos (originados en el

    12 Confrntese, igualmente: Siendo la lengua un sistema funcional, ella se modifica sobre

    todo en sus puntos dbiles, es decir, ah donde el sistema mismo no corresponde eficazmente alas necesidades expresivas y comunicativas de los hablantes (Coseriu 1973, 141).

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    17/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    125

    sistema y por el sistema) sino que son azarosos y, por tanto, circulares. Sonexternos al sistema, aunque puedan afectarlo. Lo mismo sucede con las muta-ciones genticas que explican la evolucin el cambio en los organismos.

    No debe ignorarse que la alusin a nuevas necesidades expresivas siemprese hacea posteriori , esto es, se observa un cambio, se asume que responde a una

    nueva necesidad expresiva y se busca la supuesta nueva necesidad. Esta manerade razonar recuerda los excesos adaptacionistas de los llamados neodarwinistasen teora evolutiva (vase Gould 2002 para un exhaustivo estado de la cuestinal respecto). En ese modelo, cada rasgo morfolgico de un organismo se pre-sume adaptativo pues nicamente se acepta la seleccin natural como explica-cin de su surgimiento, lo que indudablemente es circular y, sobre todo, noexplica cmo surgen las mutaciones que luego se habrn de seleccionar.

    En este sentido es en el que se puede decir que Coseriu acaba planteandouna concepcin del cambio afn a la defendida, por ejemplo, por Jakobson(1973) y su nocin teleolgica de sincrona dinmica. Como ha observado demanera relevante Petroff (1995), la concepcin de Jakobson (y de buena partedel estructuralismo) es una concepcin determinista, una concepcin en la que elsistema esel mismo en distintos cortes sincrnicos y lleva en s el germen delcambio, de manera que es la ralisation future que explique rtroactivement lesmodifications qui sont intervenues dans les tats antrieurs (Petroff 1995, 110).Segn Petroff, la concepcin de Jakobson (y, segn hemos visto, la de Coseriumalgr lui ), se asocia al modelo cientfico determinista de Laplace, mientras quela concepcin de Saussure se asocia ms adecuadamente a las ms recientesteoras sobre la termodinmica de los estados de desequilibrio desarrolladas enlos aos setenta del siglo XX por Ilya Prigogine, especialmente a partir delestudio de las llamadas estructuras disipativas en las que un nuevo orden, unnuevo sistema emerge del caos y del desorden. Anlogamente, en la concep-cin de Saussure, cada estado de lengua es un orden para quien lo utiliza, pero

    ese orden est constantemente amenazado por factores externos que generan undesorden, pero ese desorden no crece, sino que es el detonante de un nuevoorden, de un sistema distinto y que es fortuito y contingente por definicin13.

    6. ConclusinHemos visto que para Coseriu la creatividad, la invencin, la libertad del hablan-te son la explicacin del cambio lingstico, pero lo cierto es que salvo en el ca-so de la introduccin de nuevas palabras o del uso de stas con nuevos sentidos,

    13 Como observa Petroff, entre deux tats conscutifs, Jakobson cherche donc trouver desrelations de cause consquence lintrieur dun mme systme, tandis que pour Ferdinand de

    Saussure, ces deux tats sont deux synchronies diffrentes. Lvolution est contingente. Lappari-tion du systme suivant est due un vnement fortuit (Petroff 1995, 111).

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    18/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Jos Luis Mendvil Gir

    126

    el hablante normalmente es ajeno a los cambios lingsticos que nos sobrecogen,tales como los experimentados por lenguas como el egipcio, que en unos tres milaos de documentacin pas de ser flexiva a ser aislante, luego aglutinante y por ltimo de nuevo flexiva (vase Hodge 1970).

    El uso creativo del lenguaje no implica necesariamente el cambio lings-

    tico, precisamente porque el conocimiento del lenguaje no es, como quiz daba aentender Saussure, pasivo y cerrado, sino como puso enrgicamente de manifies-to Coseriu, creativo y abierto.

    Pero es creativo y abierto sincrnicamente , algo en lo que tambin Coseriutena razn y que nunca se cans de sealar. Sin embargo, ello le llev a proyec-tar la creatividad del hablante histricamente, un paso que ofrece una teora delcambio inverificable y poco explicativa, aunque en cierto sentido menos expues-ta a los problemas lgicos y empricos que se pueden oponer a otras concep-ciones funcionalistas.

    Referencias bibliogrficasBernardo, Jos Mara. 1995. La construccin de la lingstica. Un debate epistemolgico (= Lynx

    Annexa, 9). Valencia: Universidad de Valencia.Bernardo, Jos Mara. 2003. El legado de Eugenio Coseriu (1921-2002). En: Lynx. Panormica

    de estudios lingsticos 2, 163-6.Crculo Lingstico de Praga. 1929. Thses prsentes au Premier Congrs des philologues

    slaves. En:Travaux Linguistiques de Prague 1, 5-29.Coseriu, Eugenio. 1973.Sincrona, diacrona e historia. El problema del cambio lingstico . Ma-

    drid: Gredos (citado por la 3 ed., 1978).Coseriu, Eugenio. 1983. Linguistic change does not exist. En: Linguistica Nuova ed Antica.

    Rivista di Linguistica Classica Medioevale e Moderna 1, 51-63.Coseriu, Eugenio. 1995. My Saussure. En: De Mauro, T. y Sugeta, S. (eds.)Saussure and

    Linguistics Today . Roma: Bulzoni, 187-91.Croft, William. 2000. Explaining Language Change . Londres: Longman.

    Hodge, Carleton T. 1970. The Linguistic Cycle. En: Language Sciences 13, 1-7.Gould, Stephen J. 2002.The Structure of Evolutionary Theory . Harvard: Harvard University Press.Jakobson, Roman. 1973. Essais de linguistique gnrale II . Paris: ditions de Minuit.Labov, William. 1963. The Social Motivation of a Sound Change. En:Word 19, 273-309Lass, Roger. 1997. Historical Linguistics and Language Change . Cambridge: Cambridge Uni-

    versity Press.Lightfoot, David. 1999.The Development of Language . Oxford: Blackwell.Mendvil Gir, Jos Luis. 2003a. Sobre la explicacin del cambio lingstico: Saussure tena ra-

    zn. En Blesa. T. & Martn Zorraquino, M. A. (eds.) En: Homenaje a Gaudioso Gimnez. Miscelnea de estudios lingsticos y literarios . Zaragoza: Institucin Fernando El Catlico,275-91.

    Mendvil Gir, Jos Luis. 2003b.Gramtica natural. La Gramtica Generativa y la terceracultura . Madrid: Machado Libros.

    Mendvil Gir, Jos Luis. 2009.Origen, evolucin y diversidad de las lenguas. Una aproximacinbiolingstica . Frankfurt: Peter Lang.

  • 7/28/2019 Dialnet-CoseriuSaussureYElProblemaDelCambioLinguistico-3649699

    19/19

    BSEHL 7 (2010), 109-127 Coseriu, Saussure y el problema del cambio

    127

    Petroff, Andr-Jean. 1995. Le temps perdu et le temps retrouv de Ferdinand de Saussure. En:De Mauro, T. & Sugeta, S. (eds.)Saussure and Linguistics Today . Roma: Bulzoni, 107-24.

    Saussure, Ferdinand de. 1916.Cours de linguistique gnrale . Pars: Payot (cit. por la edicin deT. de Mauro y traduccin de A. Alonso.Curso de lingstica general. Madrid: Alianza,1983).

    Universidad de ZaragozaDto. Lingstica General e HispnicaFacultad de Filosofa y LetrasC/ Pedro Cerbuna 12E-50009 Zaragoza

    Jos Luis Mendvil Gir [email protected]