diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido...

5
Septiembre 2017 4 / PANORAMA Por Jorge Rojas La primera impresión que me pro- dujeron los diamantes sintéticos fue de rechazo, como si se tratase de un engaño, de algo falso ¿Cómo puedes preferir un diamante sin- tético que ha sido realizado en un la- boratorio a una gema gestada durante millones de años a 150 kilómetros de profundidad y que ha ascendi- do a la superficie arrastrada por el magma?. Pero he de admitir que según fui profundizando en el tema mis sensaciones fueron cambiando, o mejor dicho se fueron ampliando. Al fin y al cabo los diamantes sintéticos poseen las mismas pro- piedades ópticas que los natura- les, esto es, la misma belleza, y ade- más nos dan la posibilidad de rea- lizar grandes joyas con un precio un 30% o 40% inferior, sin olvidar que son menos contaminantes, de procedencia controlada y limpios. Otra característica que me empezó a gustar fue la posibilidad de tra- bajar con diamantes de color gran- des, tan escasos y caros en la na- turaleza, a un precio mucho más bajo. Porque ¿Qué es lo que bus- camos? ¿Belleza, autenticidad, in- versión? Los diamantes sintéticos están cambiando el panorama de la joye- ría y de la gemología. Es cierto que en el mercado conviven gemas sin- téticas con las naturales desde hace décadas, pero la expectación y al mismo tiempo la incertidumbre que generan es uno de los fenó- menos más destacados en el sec- tor en los últimos años. Como jo- yero y diseñador encuentro cada vez más clientes que me pregun- tan por diamantes sintéticos, no solo con ganas de informarse para su compra sino también por el te- mor de haber adquirido algún dia- mante sintético vendido como na- tural. Tengo la impresión de que los "laboratory-grown diamonds" continuarán aumentando su pre- sencia en el mercado en un futuro próximo. Muchas personas lucirán diamantes garantizados como li- bres de conflicto, ecológicos y no extraídos de minas, pero también puede pasar que alguien a quien le regales un diamante sintético te pregunte, ¿y por qué no me has regalado uno de verdad? He preguntado a algunos diseñadores sobre su parecer con los diamantes sintéticos y también he querido hablar con Egor Gavrilenko del IGE y con Thierry Silber, de la empresa Madestones de Amberes, la mayor distribuidora de diamantes sintéticos de Euro- pa. Además contamos también con la opinión de Dick Garard, gerente de la Asociación IGDA, una enti- dad que agrupa a productores, dis- tribuidores y vendendores de dia- mantes sintéticos a nivel interna- cional. Creo que entre todos van a facilitarnos mucha información so- bre el fascinante mundo de los dia- mantes sintéticos. ¿Cómo puedes preferir un diamante realizado en un laboratorio a una gema gestada durante millones de años a 150 kilómetros y que ascendió a la superficie arrastrada por el magma?. Diamantes sintéticos en forma de placas producidos mediante la deposición química de vapor, denominada método CVD (Chemical Vapor Deposition). Luz sobre los Diamantes Sintéticos La primera impresión que me produjeron los diamantes sintéticos fue de rechazo, como si se tratase de un engaño, de algo falso, Pero he de admitir que según fui profundizando en el tema mis sensaciones fueron cambiando; mejor dicho, ampliando

Upload: phamnhi

Post on 03-Nov-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido realizado en un la-boratorio a una ... mante sintético vendido como na-tural. Tengo

Septiembre 20174 / PANORAMA

Por Jorge RojasLa primera impresión que me pro-dujeron los diamantes sintéticos

fue de rechazo,como si se tratasede un engaño, dealgo falso ¿Cómopuedes preferirun diamante sin-tético que ha sido

realizado en un la-boratorio a una

gema gestada durantemillones de años a 150 kilómetrosde profundidad y que ha ascendi-do a la superficie arrastrada por elmagma?.

Pero he de admitir que segúnfui profundizando en el tema missensaciones fueron cambiando, omejor dicho se fueron ampliando.

Al fin y al cabo los diamantessintéticos poseen las mismas pro-piedades ópticas que los natura-les, esto es, la misma belleza, y ade-más nos dan la posibilidad de rea-lizar grandes joyas con un precioun 30% o 40% inferior, sin olvidarque son menos contaminantes, deprocedencia controlada y limpios.Otra característica que me empezóa gustar fue la posibilidad de tra-bajar con diamantes de color gran-des, tan escasos y caros en la na-turaleza, a un precio mucho másbajo. Porque ¿Qué es lo que bus-camos? ¿Belleza, autenticidad, in-versión?

Los diamantes sintéticos estáncambiando el panorama de la joye-ría y de la gemología. Es cierto queen el mercado conviven gemas sin-téticas con las naturales desde

hace décadas, pero la expectacióny al mismo tiempo la incertidumbreque generan es uno de los fenó-menos más destacados en el sec-tor en los últimos años. Como jo-yero y diseñador encuentro cadavez más clientes que me pregun-tan por diamantes sintéticos, nosolo con ganas de informarse parasu compra sino también por el te-mor de haber adquirido algún dia-mante sintético vendido como na-tural.

Tengo la impresión de que los"laboratory-grown diamonds"continuarán aumentando su pre-sencia en el mercado en un futuropróximo. Muchas personas lucirándiamantes garantizados como li-bres de conflicto, ecológicos y noextraídos de minas, pero tambiénpuede pasar que alguien a quienle regales un diamante sintético tepregunte, ¿y por qué no me hasregalado uno de verdad?

He preguntado a algunosdiseñadores sobre su parecer conlos diamantes sintéticos y tambiénhe querido hablar con EgorGavrilenko del IGE y con ThierrySilber, de la empresa Madestonesde Amberes, la mayor distribuidorade diamantes sintéticos de Euro-pa. Además contamos también conla opinión de Dick Garard, gerentede la Asociación IGDA, una enti-dad que agrupa a productores, dis-tribuidores y vendendores de dia-mantes sintéticos a nivel interna-cional. Creo que entre todos van afacilitarnos mucha información so-bre el fascinante mundo de los dia-mantes sintéticos.

¿Cómo puedes preferir un diamante realizado en un laboratorio auna gema gestada durante millones de años a 150 kilómetros yque ascendió a la superficie arrastrada por el magma?.

Diamantes sintéticos en forma de placas producidos mediante la deposición química de vapor, denominada método CVD (Chemical Vapor Deposition).

Luz sobre los Diamantes Sintéticos

La primera impresión que me produjeron los diamantessintéticos fue de rechazo, como si se tratase de un engaño, dealgo falso, Pero he de admitir que según fui profundizando en eltema mis sensaciones fueron cambiando; mejor dicho, ampliando

Page 2: Diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido realizado en un la-boratorio a una ... mante sintético vendido como na-tural. Tengo

Septiembre 20176 / PANORAMA

La belleza es unade las más impor-tantes caracte-rísticas de lasgemas, así comouno de los ele-

mentos que losdiseñadores bus-

camos en nuestrascreaciones. ¿Desde un punto devista estético los diamantes sinté-ticos poseen las mismas caracte-rísticas que los naturales?Sí, la belleza de las gemas radicasobre todo en su color y brillo. Enel caso del diamante, aunque exis-ten diamantes de colores intensos,llamados colores fantasía, la in-mensa mayoría pertenece a la serieincolora. Estos diamantes varíandesde totalmente incoloros a lige-ros matices amarillentos, siendosus mayores atractivos el fuertebrillo y la dispersión ––la capaci-dad de descomponer la luz blancaque se refracta a través de la gemaen colores espectrales––. El fuertebrillo del diamante es debido a suíndice de refracción muy elevado,mientras que su alta dispersiónpermite observar los destellos decolores al mover la gema.

Los diamantes sintéticos, a di-ferencia de las imitaciones, tienenla misma composición química y laestructura cristalina que los dia-mantes naturales, en esencia es elmismo material pero obtenido porel hombre. Sus propiedades físicas––índice de refracción, dispersión,dureza–– son idénticas a los dia-mantes naturales, por lo cual, ob-jetivamente, podemos concluir conno puede haber diferencia estéticaentre estos dos materiales.

Hay un temor recurrente en elsector; el miedo a que los diaman-tes sintéticos se vendan como na-turales y que ya hayan entrado enel mercado o que en pocos añosinunden las joyerías como si fue-ran naturales. Cada vez es más ha-bitual que los joyeros solicitemoscertificados para diamantes supe-riores a medio quilate, en estos ca-sos el precio del análisis se puedeamortizar con el valor de la pie-dra, ¿Pero qué pasa con los dia-mantes pequeños? ¿Cómo distin-guirlos? ¿Ha evolucionado el de-sarrollo de los equipos de análi-sis, o sigo dándose el caso que re-sulta más caro el análisis que loanalizado?Es una preocupación razonable,hay cada vez más noticias de ven-tas de diamantes sintéticos, decla-rados como tales o no. En el Labo-

ratorio del IGE desde el mes de oc-tubre hemos tenido tres casos dedetectar diamantes sintéticos parala sorpresa de los clientes que lostenían por naturales. Eran de tama-ños muy diferentes, desde un lotede melee (1.3-2 mm) que intenta-ban vender como natural hasta unasortija con diamante sintético mon-tado de casi 3 quilates.

Además, hemos analizado nu-merosas muestras de diamantessintéticos adquiridos como talespor el IGE o por nuestros colabo-radores, para ir ampliando nuestrabase de datos de sus característi-cas.

Para más preocupación, se hanpublicado noticias de diamantessintéticos con falsas inscripcioneslaser en el filetín, correspondien-tes a los números de certificadosde otro diamante natural de idénti-co peso y características. Es decir,incluso observando una inscrip-ción laser con número de certifica-do de un laboratorio fiable, habríaque comprobar que la piedra es lamisma y no es sintética (observardibujo de las inclusiones o al me-nos comprobar el tipo de diamantepara casos de pureza alta).

Hay métodos sencillos paradistinguir los diamantes sintéticoso al menos para tener sospechasrazonables de su naturaleza. La ob-servación de inclusiones, el mag-netismo, la birrefringencia anóma-la, la fluorescencia, la transparen-cia a la luz UV de onda corta, laobservación del espectro óptico...Todos estos métodos degemología clásica pueden ayudaren la gran mayoría de los casos.

Puedo decir que todos los dia-mantes sintéticos detectados ennuestro laboratorio no pasaríanestos sencillos controles que pue-de aplicar cualquier joyero. Su usose explica más a fondo en un artí-culo que hemos publicado en la webdel IGE en enero, a disposición detodos los profesionales del sector(Identificación de diamantes sin-téticos mediante métodos gemoló-gicos básicos).

Por supuesto, para aplicar es-tos métodos hace falta una peque-ña inversión en aparatos sencillosy en formación. Para ello tambiénofrecemos un curso teórico-prác-tico de cinco horas, observandodecenas de muestras de diaman-tes naturales, sintéticos y tratados.Para los casos que no pueden serresueltos de esta mantera, lo másseguro es acudir a un laboratoriogemológico. Para diamantes pe-queños y lotes, donde la certifica-

ción completa podría ser no renta-ble, se puede hacer una simple con-sulta verbal sobre la naturaleza delos diamantes. Es un servicio muyrápido y económico, en nuestrolaboratorio cuesta entre 15 y 25euros.

¿Actualmente los análisis para di-ferenciarlos requieren de equiposcostosos, o se pueden analizar conlos equipos más habituales en pe-queños laboratorios gemológicos?Afortunadamente, todos los dia-mantes sintéticos incoloros perte-neces al tipo II, prácticamente notienen nitrógeno en su composi-ción. Los diamantes de este tipotambién existen en la naturalezapero su proporción es muy peque-ña, se estima alrededor de 2%.Muchos métodos sencillos, como

los mencionados anteriormente,permiten diferenciar los diamantesde tipo I de los de tipo II. Si nues-tro diamante incoloro es de tipo I,como van a ser 98% de los casos,nos podemos quedar tranquilos, esnatural.

Si tenemos un diamante inco-loro de tipo II, puede ser natural,pero puede ser sintético, obtenidopor el método HPHT o CVD. Ade-más, si es natural, puede ser trata-do por alta presión y alta tempera-tura (tratamiento HPHT) para me-jorar su color, hacerlo más incolo-ro. Para la correcta identificaciónde este tipo de diamantes hacenfalta métodos analíticos más avan-zados, también disponibles en elLaboratorio del IGE, como son lasespectroscopías FTIR, Raman-PL(a temperatura ambiental y enfrian-

do la muestra con nitrógeno líqui-do), UV-Vis-NIR y el equipoDiamondView. Estos equipos tam-bién nos ayudan a analizar diaman-tes de colores fantasía y pequeñosdiamantes montados en objetos dejoyería, donde los métodos mássencillos no se pueden aplicar.Además, sirven para una multitudde tipos de análisis en otras ge-mas.

En muchas ocasiones los compra-dores de joyas son muy poco exi-gentes, realizan compras por va-rios cientos o miles de euros y nisiquiera se preocupan por solici-tar un comprobante de la ley delmetal o un certificado firmado porun gemólogo de la joya que estáadquiriendo. Afortunadamente lasnuevas generaciones de compra-

dores son mucho más exigentes,se informan por Internet, compa-ran y quieren saber lo que com-pran. Comprar diamantes sin re-cibir los certificados correspon-dientes va a ser cada vez más difí-cil, y más ahora que los diamantessintéticos han venido para quedar-se.Comprar cualquier gema de ciertovalor sin un certificado gemológicoes una práctica de mucho riesgo.Al no ser obligatorio, depende delpropio cliente exigirlo o del propiovendedor ofrecerlo para evitar cual-quier tipo de sorpresas desagrada-bles. Además del posible cambiode mentalidad generacional, lo queestamos viendo es un auge delcomercio online, mucho más dis-tante e impersonal, donde acom-pañar una venta con un certifica-

do de calidad emitido por un orga-nismo independiente ayuda muchí-simo a la venta.

En el Laboratorio del IGE tene-mos cada vez más volumen de cer-tificaciones destinadas a este sec-tor, tanto para diamantes como parapiedras de color, sueltas y monta-das en joyas. Además, se certifi-can gemas cada vez más económi-cas ––las variedades de cuarzo, to-pacios, granates, peridotos, etc.–

Los diamantes sintéticos aunquemás económicos que los natura-les siguen siendo caros, ¿las per-sonas que adquieren este tipo dediamantes, al haber también dife-rentes calidades, pueden solicitara los laboratorios gemológicosanálisis y certificados para cono-cer su calidad?

Sí, podemos graduar la calidad dediamantes sintéticos también, uti-lizando las escalas de color, pure-za, calidad de talla como para losnaturales. Es cierto que en la ac-tualidad todavía son bastante ca-ros comparado con las imitaciones,pera ya mucho más baratos que losnaturales. No obstante, la tecnolo-gía de la síntesis avanza muy rápi-do y las fuentes de carbono ennuestro planeta son inagotables,así que es fácil imaginar el preciodel diamante sintético caerdrásticamente en el futuro y situar-se a nivel de las imitaciones del dia-mante, como son la circonita o lamoissanita. Otras gemas importan-tes, como el rubí, el zafiro y la es-meralda ya vivieron décadas antes

‘Por muy parecidos que sean, nunca podrántener la magia de las gemas naturales’

Existen métodos sencillos para distinguir los diamantes sintéticoso al menos para tener sospechas razonables de su naturaleza. Laobservación de inclusiones, el magnetismo, la birrefringenciaanómala, la fluorescencia, la transparencia a la luz UV de onda...

Egor Gavrilenko. Doctor en Geología, Gemólogo yEspecialista en Diamante, además de director delLaboratorio de Análisis y Certificación de Gemas delInstituto Gemológico Español (IGE).

Continúa en pág. siguiente

Page 3: Diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido realizado en un la-boratorio a una ... mante sintético vendido como na-tural. Tengo

Septiembre 20178 / PANORAMA

Thierry Silber es latercera genera-ción de comer-ciantes de dia-mantes y co-menzó en la in-

dustria en 1978,como aprendiz en

la factoría. "La inten-ción de mi padre era que me con-virtiese en un maestro lapidario,pero con una vision de 360 gradosde toda la industria del diamante",asegura. Se dedicó a ello durantedos años y a continuación comen-zó en el negocio familiar operandoen Bélgica y Rusia, hasta que en2009 decidió dar el paso hacia losdiamantes producidos en labora-torio, viendo las nuevas oportuni-dades en este mercado.

¿Qué ventajas y desventajas pien-sas que tienen los diamantes sin-téticos para los diseñadores? Des-de tu punto de vista, ¿quienes se-rían los consumidores clave?Los consumidores pueden dividir-se en cuatro grupos principales:El primero es el cliente con una car-tera reducida pero que, con todo,aún busca adquirir un diamanteatractivo y de calidad. Tambiénentrarían en esta categoría aque-llos que, por el mismo dinero, quie-ren un diamante entre un 30% y40% más grande que los tradicio-nalmente extraídos en la mina.

El Segundo grupo lo formanaquellos consumidores que no tie-nen intención de comprar diaman-tes debido a las implicaciones so-ciales, morales y medioambientalesnegativas, que la minería tradicio-nal conlleva en algunas ocasiones.Los diamantes sintéticos se con-

vierten así en los preferidos paraeste tipo de público. El tercer gru-po lo forman las generaciones másjóvenes que están muy 'engancha-das' a los productos con un eleva-do componente tecnológico, comoes el caso de los diamantes produ-cidos en un laboratorio.

El último grupo está formadopor los clientes que buscan un dia-mante de color. En este caso, la di-ferencia de precio entre un diaman-te sintético y uno natural es enor-me, por lo que los diamantes de la-boratorio se convierten en unaopción mucho más accesible.

Tengo la impresión que a los fa-bricantes no les gusta mucho lautilización del a palabra "sintéti-co", evidentemente no es muy co-mercial. ¿Cuál es el término ade-cuado?Observo que constantemente serrefiere a diamantes sintéticos y megustaría recomendarle que usaseel término diamantes creados, ocrecidos en laboratorio (lab growndiamond). El consumidor mediovincula el término sintético a algofalso o a una imitación, asociado aotros materiales como la circonitao la moissanita.

Los tres principales laborato-rios del mundo (GIA, HRD e IGI)explican en sus certificados queeste tipo de diamantes tienen exac-tamente las mismas propiedadesópticas, físicas y químicas que losdiamantes naturales y con la únicadiferencia de su origen: Unos secrean en la superficie terrestre,mientras los otros lo hacen en elinterior. Diamantes creados en la-boratorio es un término que el con-sumidor comprende y no genera

problemas respecto a otro tipo degemas.

¿Se puede elegir la calidad del dia-mante? ¿Cuál es el tamaño máxi-mo que se ha conseguido?Los laboratorios reproducen exac-tamente el mismo proceso que seproduce en el interior de la tierrapara crear los diamantes. Un dia-mante en bruto creado en un labo-ratorio procede de una pequeña'semilla' de diamante natural. Estabase se deposita en un entorno quecontiene carbon, el componentebásico de los diamantes, y despuésde una elevadísima presión y calorel diamante crece, emulando el de-sarrollo natural de los diamantes.

La gente suele pensar que po-demos decider exactamente quécolor y qué pureza se le va a dar aese diamante, pero no es así. Po-demos influir parcialmente, pero no

de forma total en el resultado finalaunque reproduzcamos las condi-ciones que se dan en el interior dela tierra. El peso, eso sí, dependerádel número de veces en las que serepita este proceso. La mayor pie-dra a día de hoy es de 10 quilates,fabricada a través del procesoHPHT, pero aún están por venirpiezas aún mayores.

¿Cuáles son las causas que inter-vienen en su aún elevado coste?La primera razón es que el preciode los equipos es elevado. Y si bienes cierto que la tecnología se de-sarrolla muy rápidamente, tambiénlo es que la demanda continúa su-perando a la oferta disponible y au-mentar la capacidad de producciónpuede llevar entre cinco y seis me-ses. Pero al tiempo que se aumenta

la producción, también lo hace lademanda. Al menos así lo ha esta-do hacienda en los últimos dosaños y se espera que continúe lamisma tendencia en los próximos.

Los productores de diamantesestán ofreciendo una alternativa alos consumidores que, en númerocada vez mayor, sienten desapegohacia los diamantes naturales pordiversas razones, entre las que seencuentran los casos de diaman-tes de 'sangre', el trabajo infantil yel daño ambiental que supone laminería.

Al mismo tiempo hay un núme-ro creciente de consumidores hoyen día que sienten esas preocupa-ciones éticas y que tienen una opor-tunidad para comprar un diamantede verdad evitando esos proble-mas. Las nuevas generaciones es-tán educadas sobre una base deconciencia social y cuidado am-

biental que está afectando a sucomportamiento de compra. Otrofactor importantísimo es el precio.Los diamantes incoloros creadosen un laboratorio tienen un costeentre el 40% y el 50% inferior a losdiamantes naturales. Pero en elcaso de los diamantes de color, estadiferencia es aún mayor.

Hace un tiempo mostré a unode los mayores expertos del mer-cado en diamantes fancy una gemacolor azul fancy vívido cortado entalla cojín y con un peso de 1,58quilates. En ese momento no le dijeque este raro ejemplar no era natu-ral pero él estaba dispuesto a pa-gar un millón de dólares por la pie-dra. Entonces fue cuando le dijeque el diamante había sido produ-cido en un laboratorio y que yaestaba vendido, ¡pero al precio de

‘La cuota de mercado de los diamantessintéticos alcanzará el 20% en pocos años’

Thierry Silber es el consejero Delegado y fundador de lasfirmas Madestones y Diamaz, con sede en Amberes, yespecializadas en la comercialización de diamantesproducidos en laboratorio (lab grown diamonds).

15.000 dólares! Nuestra firma tra-baja con diamantes amarillos, na-ranja, coñac, azules y rosa produ-cidos en laboratorio, lo que supo-ne unas enormes posibilidades decrecimiento para la oferta dediseñadores, fabricantes y distri-buidores de joyería, además de unaalternativa de compra verdadera-mente interesante para los consu-midores.

¿Cuál es la situación actual delmercado de diamante sintético yqué proyección se espera?El interés en los diamantes de la-boratorio procede de todos los ni-veles de la industria de la joyería:venta al por mayor, fabricantes yventa al por menor. La industriaestá comenzando realmente a verel potencial de proporcionar a losconsumidores una alternativa decompra de diamantes de color has-

ta ahora inaccesible. Los diaman-tes creados en laboratorio son unproducto completamente nuevo ylos nuevos productos crean nue-vos mercados.

El futuro de los diamantes crea-dos en laboratorio es muy brillan-te. Las ventas se han triplicado enun año y la demanda está comen-zando realmente a venir del con-sumidor. Las marcas y los minoris-tas se dan cuenta de que los dia-mantes producidos en laboratorioson un hecho y que están aquípara quedarse. El potencial y elmargen de crecimiento es enorme.Hoy en día la cuota de mercado esde alrededor del 3%. Una cantidadque ya no es insignificante en tancorto período de tiempo y mi pro-nóstico es que la cuota de merca-do se sitúe entre el 15% y el 20%.

...Viene de página 6.la aparición de sus análogos sinté-ticos en el mercado. Con el pasodel tiempo, los gemólogos y losjoyeros aprendieron a diferenciarcon seguridad los naturales de lossintéticos y cada material ocupó sunicho en el mercado, sin perjuiciomutuo en los rangos de preciosmuy diferentes. Nos toca ahora vi-vir lo mismo para el diamante. Se-guramente, los diamantes sintéti-cos van a ser cada vez más fre-cuentes, pero también avanzarány se abaratarán los aparatos parasu detección rápida y segura.

Parece que la denominación sin-

tético no es del gusto de quien loscomercializa, por eso desde los de-partamentos de marketing evitanutilizarla, y utilizan otras nomen-claturas. Mientras preparaba elartículo me he encontrado todasestas nomenclaturas refiriéndosea diamantes sintético: lab-growndiamonds, laboratory-createddiamond", también he visto que seutiliza cultured diamonds ocultivated diamond o man-madediamonds", ¿Todos estos térmi-nos hacen referencia a lo mismo?¿Es correcto utilizarlos?En el año 2015 se aprobó la normainternacional ISO 18323 sobre lanomenclatura de diamantes. Se es-

tablece que "diamante" sin mássolo puede aplicarse a diamantesnaturales. Para los sintéticos, seaprueban como válidos tambiénlos términos de laboratory-growndiamond o laboratory-createddiamond exclusivamente, que ade-más deben usarse sin abreviacio-nes.

La traducción de estos térmi-nos al español sería "diamante cre-cido en laboratorio" o "diamantecreado en laboratorio". Queda ex-plícitamente prohibido el uso deadjetivos como "cultivado","real", "genuino", "precioso" y"gema" para describir diamantessintéticos. El término "cultivado"

en concreto solo puede aplicarse alas perlas cultivadas.

Los informes de diamantes sinté-ticos apuntan a un incrementoconstante de sus ventas, pudiendollegar según algunos informes al15% del total para el año 2020,quizás es pronto para adelantarlo,pero no parece que sucomercialización vaya aestabilizarse como sucedió con loszafiros, rubíes o esmeraldas sin-téticas. ¿Compartes también estaopinión ?El diamante es una gema muy es-pecial en muchos aspectos, tantopor sus propiedades físicas como

por su formación, tipos de yaci-mientos, explotación y esquemasde comercialización a nivel mun-dial. No podemos trasladar direc-tamente nuestra experiencia conalgunas piedras de color al sectordel diamante. No obstante, creoque en este sentido tiene que pa-sar algo parecido: se fabricarán lossintéticos necesarios para cubrir lademanda de este material, pero eldiamante natural siempre se coti-zará al alza debido al factor de larareza, una propiedad fundamen-tal para cualquier gema que no po-seen los sintéticos. Por muy pare-cidos que sean, nunca podrán te-ner la magia de los naturales.

Los productores de diamantes están ofreciendo una alternativa alos consumidores que, en número cada vez mayor, sientendesapego hacia los diamantes naturales por cuestiones éticas

Page 4: Diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido realizado en un la-boratorio a una ... mante sintético vendido como na-tural. Tengo

Septiembre 2017 / 9PANORAMA

‘Diamantes naturales y creados en laboratoriocoexistirán con resultados positivos’

¿Cuándo y conqué objetivos secrea la Asocia-ción?Creamos laIn ternat ional

Grown DiamondAssociation (Aso-

ciación Internacionalde Diamantes Creados, IGDA) conel propósito de de representar, pro-mover y educar en el ámbito delmercado de los diamantes produ-cidos en laboratorio. La asociaciónnació en febrero de 2016 con diezmiembros fundadores.

¿Cuántas empresas y de qué paí-ses forman parte de la entidad?En la actualidad hay más de 30miembros de IGDA, que represen-tan a productores, mayoristas, mi-noristas, empresas proveedoras deequipamiento y laboratorios.

¿Quién es el principal productorhoy en día de sintéticos?En realidad no realizamos un se-guimiento de la producción indivi-dual de los miembros, pero sí po-demos decir que actualmente exis-ten un buen número de producto-res que han desarrollado con éxitola capacidad de producir diaman-tes en laboratorio de calidad.

Buena parte de los diseñadores ylos minoristas ven los diamantessintéticos como una amenaza almercado tradicional. ¿Qué le po-

Dick Garard, secretario general de la AsociaciónInternacional de Productores de Diamantes Sintéticos(IGDA) desvela algunos de los aspectos másdesconocidos -y controvertidos- de este mercado.

dría decir para cambiar esta opi-nión?Antes de nada me gustaría comen-tar aquí que nuestra asociación ynuestros miembros no reconocenel término sintético. No es repre-sentativo de nuestro producto, quetécnicamente se denomina ‘dia-mantes creados en laboratorio’,mientras que el término sintéticotiene unas connotaciones negati-vas que lo asemejan a las imitacio-nes del diamante, cuando en reali-dad son todo lo contrario.

Por otro lado no comprende-mos la amenaza percibida por al-gunos profesionales de esta indus-tria. Los diamantes creados en la-boratorio tienen y seguirán tenien-do un mercado del que en su mo-mento se alejaron debido a cues-tiones como el precio o a las cues-tiones éticas y sociales que arras-tran los diamantes naturales. Porlo tanto, se puede decir que lo queestá haciendo nuestro producto esexpandir el mercado de la joyeríacon diamantes.

Con todo, parte de este temor pro-cede de los potenciales fraudes quese puedan realizar con este tipo dediamantes. ¿Cuál es la mejor ma-nera de luchar contra esto?Efectivamente se han conocido enalgunos medios especializados ca-sos de fraudes con este tipo degemas, pero poco se sabe de quié-nes los han llevado a cabo o quéconsecuencias ha tenido esta prác-

tica. En efecto, todos estamos con-tra el fraude, pero son las Asocia-ciones de esta Industria quienesdeben tomar partido claramente,señalar a los culpables y tomar lasmedidas adecuadas contra estosmiembros. Los miembros de IGDAvenden con total transparencia susdiamantes.

Desde nuestra asociación apos-tamos también por la disponibili-dad de certificaciones a un menorcosto por parte de los laboratorios,además del desarrollo de disposi-tivos que aceleren y abaraten la

detección de diamantes para evi-tar fraudes.

Es cierto que los diamantes sinté-ticos no producen el efecto nocivosobre la medio ambiente y perso-nas. Pero... ¿Qué ocurre con to-das esas familias (principalmenteen África) a quienes la minería dediamantes les proporciona su úni-ca forma de supervivencia?Aquí partimos del hecho de que laminería de diamantes ya está endeclive por la escasez de recursosnaturales. Varios informes han pues-to de manfiesto que la demanda su-perará la oferta en los próximosdos años. Estas mismas fuentesapuntan a que, a partir de 2019,grandes explotaciones comoArgyle (Australia), Diavik y Ekati(Canadá), que representaron el18% de la producción mundial en2016 han alcanzado el techo de sus

reservas. De hecho, la mayoría delos países productores ya se estánplanteando el futuro más allá de laexplotación de sus diamantes. Se-gún el informe de la consultoraFrost & Sullivan, la producción dediamantes alcanzará los dos millo-nes de quilates durante el año queviene y se espera que la produc-ción supere los 100 millones dequilates en los próximos 25 años.Esto, a la larga, supondrá no sola-mente un nuevo nicho de negocio,sino el apoyo al empleo dentro dela industria en trabajos como el pro-

cesamiento, la distribución y laventa minorista de joyería.

¿Cree que la entrada de diaman-tes sintéticos en el mercado afec-tará al valor de los diamantes na-turales en el futuro?Creemos y esperamos que la pre-sencia de diamantes cultivados enlaboratorio aumente día a día, peroseguimos suponiendo sólo un por-centaje menor dentro del mercadototal del diamante debido a las li-mitaciones de la tecnología de pro-ducción. En todo caso no creemosque estos afecten al valor de losdiamantes naturales y sí confiamosen que tanto diamantes naturalescomo creados en laboratorio pue-dan coexistir con resultados posi-tivos para ambos.

Para finalizar, vamos a hacer unejercicio de economía-ficción res-

pecto al precio de los diamantesproducidos en laboratorio: Si com-pramos hoy un diamante sintéticode 10 quilates al hipotético preciode 30.000 dólares, ¿seguirá cos-tando lo mismo en el futuro?Un diamante de 30.000 dólaresnunca perderá su valor, sea natu-ral o producido en un laboratorio,a que se tratará de una gema pocofrecuente. Es importante tener encuenta que el coste para crear undiamante de buena calidad supo-ne un tiempo y un proceso que noes barato. Para producir diamantes

se necesita una inversión muy sig-nificativa (similar a abrir una mina)y, por lo tanto, pensar que los dia-mantes producidos inundarán y‘romperán’ el mercado dentro de 10años es ridículo. La producción vaa seguir creciendo, pero sólo enfunción de la demanda, teniendoen cuenta que los recursos natura-les son limitados.

Por otra parte, el valor de undiamante no es el que uno consi-gue en una casa de empeño. Suvalor deriva de la oferta y la de-manda que los minoristas le dancuando vuelvan a él después deun año o de diez años. La mayoríade los minoristas que venden dia-mantes cultivados en laboratorioofrecen intercambios competitivoso mejoras a sus clientes para quela compra de joyería con diaman-tes sintéticos se convierta en unaopción atractiva para el cliente.

La producción de diamantes en laboratorio alcanzará los dosmillones de quilates durante el año que viene y se espera quesupere los 100 millones de quilates en los próximos 25 años

Yo no uso diamantes sintéticosprincipalmente por la manara deentender la creación de mis obras,que está ligada íntimamente a lastécnicas artesanas y ancestrales dela joyería, por lo que siempre van aestar dotadas de un carácter orgá-nico y natural, por esto, el uso dediamantes naturales. Creo que lascosas naturales o hechas a manostan dotados de un alma invisible,una imperfección inapreciable lle-na de belleza en definitiva una per-sonalidad que lo hacen únicos.

Creo los diamantes sintéticosson un gran logro tecnológico yde grandísimo interés para la indus-tria joyera, imagino que muy pron-

OPINIÓN DE LOS DISEÑADORES Y GEMÓLOGOS EN NUESTRO PAÍS

Diseñador y joyeroTEO LEGIDO to se usaran masivamente y tam-

bién que los diamantes naturalestendrán el sitio que merecen, es-pero que sigan en las piezas conmas autenticidad.

En realidad aún no he tenidoocasión de trabajar con ellos. Ahorano uso tantos diamantes comohace pocos años ya que mi trabajose ha enfocado hacia otros mate-riales. De vez en cuando me pidenvolver a hacer algunos modelos enconcreto de piezas cinéticas, en lasque utilizo diamantes naturales depequeña medida, con el fin de des-tacar el movimiento con el juegode reflejos y brillos.

Pero no me importaría utilizar-los. Dependiendo del proyecto arealizar, por lo que tengo entendi-do tienen características muy simi-lares y no son tan contaminantes.Pero por el momento uso diaman-tes naturales, como los que he ve-nido usando hasta ahora.

Sobre mis clientes, imagino quehabría gente en los dos bandos.Aunque no creo que el diamantesea lo mas importante dentro de mispiezas. Por una parte estarían losadmiradores de lo natural y por otroaquellos a quienes no le importeque sean sintéticos mientras ten-gas cualidades equivalentes.

Tampoco creo que haya muchainformación en general, ya que muypocos clientes me preguntan si sonsintéticos o naturales. No soy unexperto en diamantes, pero creo

Diseñador y joyeroJORDI APARICIO

que las revoluciones e invencio-nes siempre sorprenden y hacenque se creen bandos. Dejando co-rrer el tiempo sera la única formade que se vayan aclarando las ubi-caciones poco a poco se vayanconectando los mercados. Mien-tras se sea claro con la proceden-cia cuando los compras y sepas dedonde vienen, creo que no habráproblemas.

Suelo tener casi siempre un ter-mino medio ya que no me gustanlos radicalismos. Todo tiene suscosas buenas y malas. Pero la crea-ción de diamantes como materialpuede facilitar mucho el desarrollode la tecnología, aunque pueda re-ducir el valor del material, piensoque tiene muchos beneficios parala humanidad como especie, enmateria social y ambiental.

Diseñador y joyeroJ. A. MORALEJO

Mi opinión en lo que respectaa este tema podría resumirse en quelos diamantes sintéticos son unhecho y están aquí para quedarse,por lo que su introducción en elmercado es inevitable. No obstan-te, existe el riesgo de que puedanllegar a ‘colarse’ como naturales,con el consiguiente daño que sepueda producir en el mercado.

En mi opinión, los grandes pro-blemas que se presentan para el ta-sador son dos; por una parte, el

Diseñadora y tasadoraA. BELÉN MARTÍN

Page 5: Diamantes sintéticos en forma de placas producidos ... · un diamante sin-tético que ha sido realizado en un la-boratorio a una ... mante sintético vendido como na-tural. Tengo

Septiembre 201710 / PANORAMA

busca un mensaje y una estética,se utilice o no materiales nobles…Es una joya artística que huye delo industrial… donde el conceptoes puro arte.

En primer lugar debo mencionarque el diamante es la piedra estre-lla entre las gemas, la magia que larodea desde muchos años atrás lahace única entre el resto de gemasde color que existen en el mercado.

Desde la campaña publicitariaque lanzó Cartier en 1972 para pro-mocionar que un diamante es parasiempre bajo el título de "Cartier espara los amantes", el diamante seconvierte ante los ojos de cual-quier cliente profano, en la mejorpiedra del mundo.

Esta es una de las causas porlas que el cliente final desea rega-lar o poseer un diamante y si es decolor, mucho mejor ya que es algomás raro y parece ser más exclusi-vo. Por ello los laboratorios llevanaños investigando, acelerando yabaratando su coste desde losaños 90. Fomentar la creación dediamantes sintéticos mucho máseconómicos que los naturales haceabrir nuevos mercados con unaclientela más "actual y moderna"dando un sentido nuevo y sobretodo económico al uso de las jo-yas.

En mi opinión, como joyera deautor, la nueva era nos lanza a so-ñar en piezas con un nuevo senti-miento, quizás reivindicativo por laera que nos toca vivir, mezclandometales, texturas y materiales dife-rentes, siempre con belleza y armo-nía tanto en las formas como enlos colores utilizados. Como

instrumental técnico que hay ac-tualmente en el mercado tiene unelevado costo, por lo que no haceviable su adquisición frente a loshonorarios por tasación. De otraparte, y como consecuencia de loanterior, en las joyas que contie-nen diamantes de más de un quila-te, el tasador va a solicitar al clien-te su certificación, pero en aque-llas que contienen diamantesmelees, el cliente no va a realizarcertificación en laboratorios de re-conocido prestigio, pues ésta se-ría superior en costo a la de la pro-pia pieza, y como consecuencia, eltasador se enfrenta a una mayordificultad a la hora de identificar sies sintético o natural.

Como gemóloga y especialista enDiamante no utilizo gemas sintéti-cas ni diamantes tampoco. Es unsello característico de mi firma y demis piezas únicas. Serme fiel a 'lonatural'. Creo que el uso de los dia-mantes sintéticos en la joya, escómo sí banalizáramos la pieza,amén de la confusión en el merca-do para nuestros clientes. Por su-puesto sería más competitivo y talvez llegaría a más público en gene-ral.

Pero se me plantea la seria dudasi al final al cliente que lo compraen establecimientos comerciales, lellega esa información o no. Si no lellega un engaño. A la par de unacompetencia desleal para aquellosque SI utilizamos lo natural, y clarocomo tal el precio es más elevado.

Mis clientes me transmiten susdudas, pues al no ser expertos engemología no se fían en comprarjoyas con gemas (y vienen a mí que

Diseñadora y gemólogaLAURA MÁRQUEZ

Diseñadora y gemólogaMARIAN JAÉN

les explico y certifico a través delos canales para ello) … encuen-tran demasiada disparidad en losprecios, y pocos establecimientosestán formados para dar 'explica-ciones' o comentar, e informar conrigurosidad lo que es o no, o darcertificado de calidad donde espe-cifique con claridad yprofesionalidad lo que están ofre-ciendo y vendiendo. Así el merca-do está lleno de síntesis, imitacio-nes, tinciones, y un largo etc.

Antes la bisutería (piezas reali-zadas con metales no nobles y ge-mas sintéticas o abalorios) se fija-ba en la joyería para realizar suscreaciones.

Después la Joyería se fijaba enla alta bisutería para arriesgar másen sus piezas.

Y ahora hay una mezcolanza depiezas realizadas a nivel industrialen metales no nobles, con síntesisa precios muy bajos que 'confun-den' al comprador, haciéndolescreer que son 'joyas' competiti-vas… pero para mí son 'abalorios'sin más. Con escaso valorcrematístico y artístico, y la mayo-ría de las veces de 'vida corta' sinposibilidad de poder ser arregladossi hiciese falta (calaminas, peltres,latón, plásticos, etc.) Piezas casi de'usar y tirar'… de un momento. Unmoda vertiginosa a estos tiempos.

Me gusta la 'Joya de Autor',donde me siento más cómoda, mi-mando la pieza única, o serie limi-tada, transmitiendo en un lengua-je artístico y elaborado con líneaspuras, depuradas o/y muy trabaja-das y estudiadas a través del metalnoble y utilizando o no la gema contoda su versatilidad, como canal deexpresión.

También me gusta 'la Joya deInvestigación' denominación quehe puesto a las joyas donde se

gemóloga, en fin, he de decir queme parece muy lícito utilizar gemastratadas o sintéticas que abaratanla pieza, en muchas ocasiones, sinarriesgar el diseño que tanto bus-camos y hacen que la pieza sea másfácil de llevar en el día a día, perohe de resaltar que siempre debe-mos mencionar si la gema utiliza-da, es natural, o lleva tratamiento oes sintética. Si no damos a cono-cer a nuestro cliente las caracterís-ticas de nuestra Joya, es decir, tipode metal, qué gemas hemos utiliza-do, mencionando siempre si llevantratamiento o son sintéticas, esta-mos engañando y estafando anuestro cliente.

En su gran mayoría, los clien-tes finales no tienen mucho cono-cimiento sobre joyas y gemas, yaque suelen ser sentimientos paraser portados y les gusta por su pro-pia belleza, les mueve el corazónnormalmente y es por ello nuestraobligación informarles de lo queestán comprando.

No me gustaría seguir tratando estetema como un debate con titularescomo “Diamante natural ó diaman-te sintético? e incluso “Diamantenatural versus diamante sintético?

Los diamantes sintéticos sonuna realidad y han llegado paraquedarse, por tanto ya no debe-mos cuestionar qué es mejor sinobuscar y analizar el modo en queambas realidades puedan conviviry consolidar su mejor hueco en elmercado.

En este aspecto, la opinión delos millenials es importante. Estosjóvenes nacidos entre los años1980-2000 no lo son ya tanto; tie-

nen entre 17 y 37 años, están yaNO a las puertas del consumo dediamantes sino directamente EN elmercado. Hablamos de 220 millo-nes de jóvenes que ya en 2016 gas-taron más de 2.500 millones de dó-lares en joyas con diamantes, un45% del consumo total retail. Es-tas cifras irán aumentando y al mis-mo tiempo los “no millenials” ire-mos dejándoles paso, por eso delrelevo generacional… Y ellos, losmillenials, los prefieren sintéticos,fundamentalmente animados por elconcepto de sostenibilidad, la tran-quilidad de su origen no conflicti-vo, la no agresión al medio ambien-te y, desde el punto de vista co-mercial, una oferta más competiti-va y con mayor tranquilidad anteel engaño.

Pero a estos conceptos, de losque sin duda podemos hacernoseco y apoyar muchos de nosotrosno-millenials, hay que añadir reali-dades como la existencia de minasbien controladas y ya en explota-ción, la fuente de ingresos que su-pone para países que basan unaparte importante de su economíaen este mercado, los millones depuestos de trabajo directos e indi-rectos y, por qué no, la preferenciapor la “piedra de inversión”, “lonatural”, “lo único” o “lo inalcan-zable”.

Así que aquí estamos todos,con nuestras opiniones y preferen-cias respecto a un tipo de diaman-te u otro. Al consumidor final se leabre una nueva ventana, podrá ele-gir su piedra según el momento.

Lo que sin duda necesitamoses transparencia, honestidad y ve-racidad por parte de nuestros pro-veedores, cada uno en su rangode mercado, para tener la garantíade que pagamos por lo que real-mente compramos.

Diseñadora y gemólogaMIRIAM DE UNGRÍA