dibuja para desenmascarar criminales

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antología www.lapatria.com LUNES 26 DE DICIEMBRE DE 2011 15a Es una técnica que facilita la identificación y ubicación de delincuentes. Hay que saber dibujar, pero también hay que tener habilidad para interpretar la descripción que da la víctima. Justicia. SANIA SALAZAR LA PATRIA | MANIZALES J uan Carlos Gómez tiene 31 años y mide un metro con 70 cen- tímetros aproxima- damente. Piel blanca, cejas gruesas y nariz puntia- guda. Cabello negro, frente amplia y un lunar en la mejilla izquierda, cerca a la boca. Buen dibujante, habilidad que utiliza para resolver delitos. Por la oficina de Gómez, en la Sijín de Manizales, pasan a menudo víctimas de distintos delitos. Su trabajo consiste en saber preguntar e interpretar la descripción que el afectado le proporciona sobre las caracte- rísticas físicas del agresor, para así elaborar un retrato hablado lo más ceñido a la realidad, ahí radica el éxito de su trabajo. Su pasión por el dibujo no es suficiente, necesita conocimien- tos en sicología, mucha pacien- cia, saber crear el ambiente adecuado para que la víctima se sienta en confianza y mucho tacto, sobre todo en los casos de acceso carnal violento, toda- vía más cuando la víctima es un menor de edad. La experien- cia también pesa. “Lo importante es que a uno le guste, la satisfacción es que por el retrato hablado que uno Fotos | Darío Cardona | LA PATRIA Juan Carlos Gómez, técnico en retratos hablados de la Sijín de la Policía de Caldas, hace entre 15 y 20 dibujos al mes. El retrato hablado es comparado pos- teriormente con la foto del sospechoso que los investigadores consiguen en la Registraduría Nacional para determinar el grado de acierto del trabajo. El software para hacer re- tratos hablados es para ver el resultado en tercera dimen- sión, lo que per- mite una ima- gen más real. Con la técnica de retrato habla- do también logran simular el aspecto actual que puede tener una persona desaparecida hace años. Incluso dibujan varias po- sibilidades. Gómez ha dedicado seis de los siete años que lleva en la Policía a hacer los retratos hablados. Atribuye a su ex- periencia que le asignen algunos de los casos más im- portantes de la región, pues indica que la institución so- lo tiene dos técnicos como él en el Eje Cafetero. Acla- ra que hay una persona que está empezando en el oficio y que otros organismos de seguridad tienen expertos en el tema. Le impactan los casos de acceso carnal a menores de edad, por lo que no se le olvida el caso del solda- do que secuestró y violó a una niña de cuatro años en Chinchiná, en el que el retrato hablado que hizo ayudó a resolver el caso. Al soldado lo condenaron a 28 años de prisión. El retrato que hizo de uno de los hombres que hurtaron la Custodia de la iglesia del barrio Palermo, en Manizales, en mayo de 2009, fue clave para capturar al sospecho- so en menos de una semana. Aunque a Gómez siempre le ha gustado el dibujo, llegó a la Policía sin intenciones de utilizar esa habilidad en la institución. Sin embargo, durante sus estudios previos a su ingreso quiso capacitarse en esa área, pero solo lo pudo hacer tiempo después. Casos Del retrato hablado* En Colombia este sistema empieza a aparecer en la época de 1810 cuando el General Murillo, del Ejército espa- ñol, emplea dibujantes para realizar los panfletos de las imágenes creadas por la narración descriptiva de los llamados cabecillas de las tropas del libertador. Características Generales: Edad, sexo, estatura, con- textura, tipo regional, cabello y color de piel. Específicas: Contorno, frente, cejas, ojos, nariz, boca, orejas, bigote, barba, mentón, cuello. Particulares: cicatrices, lunares o ac- né, entre otros. *Con información suministrada por la Sijín. DIBUJOS DE LOS ROSTROS DE SOSPECHOSOS QUE SON CLAVES PARA ENCONTRARLOS Dibuja logró lleguen al culpable”. Hasta la captura Es en el lugar del crimen donde un investigador estable- ce inicialmente qué personas pueden dar información sobre las características del delin- cuente, luego de lo cual se rea- liza la entrevista con el técnico en retratos hablados. El primer paso es escuchar el relato de la persona en rela- ción con el suceso. Una de las preguntas iniciales es si reco- nocería al sujeto en caso de volver a verlo. “Si hay dudas no hay nada que hacer, se pierde la labor”, sentencia. Interrogar varias veces a cer- ca de lo mismo es una de las tácticas para saber si la perso- na está diciendo la verdad. “A veces se le pregunta al testigo si relaciona a la perso- na con alguien de la televisión, eso resulta mucho, en muchos casos los identifican con juga- dores de fútbol”. No hay un tiempo determi- nado para hacer un retrato hablado, por lo que se requiere que el testigo o la víctima ten- ga disposición, además lo más recomendado es no dejar pasar mucho tiempo entre el momen- to en el que ocurre el delito y la elaboración del dibujo, pues los recuerdos de la víctima van a estar más frescos. El retrato hablado es una guía para que el investigador de un crimen ubique el para- dero del sospechoso y obtenga datos como el lugar de trabajo, residencia, estado civil, sitios que frecuenta, hasta llegar al número de cédula, clave para la investigación, según Gómez. Con el dato del documento los investigadores solicitan a la Registraduría Nacional del Estado Civil la tarjeta de preparación de la cédula. De aquí consiguen la foto del sos- pechoso, con la que realizan un reconocimiento fotográfico que consiste en que la víctima debe señalar al sujeto entre una selección de imágenes de personas con características similares al indiciado. Una señal de que van por buen camino es que la víctima escoja a su agresor en diferen- tes posiciones, ahí es cuando le envían las diligencias a la Fis- calía mediante un acta. El ente acusador estudia el caso y orde- na la captura. En ese momento empieza el proceso judicial, en el que un juez establecerá si el detenido es culpable o inocente del delito del que se le respon- sabiliza. “Cuando tenemos la orden de captura podemos decir que tenemos el 80% del caso. Lo más duro de una investigación es que alguien señale al culpa- ble y su posterior identifica- ción”. “La idea es armar un rompecabezas” “Para mí los ojos son el 50 % del rostro”, por esa apreciación Gómez siempre inicia por ahí. La segunda son las cejas, pues con esos elementos logra la ex- presión de la mirada. Sigue con la nariz y la boca, ensamblando piezas a punta de detalles. Lue- go obtiene el contorno facial, que le da la forma de la cara. “En ese momento la persona se da una idea, y tenemos por lo menos un 60% del trabajo”. Continúa con la frente, el ca- bello, las orejas, el cuello y los hombros. Con ese bosquejo se hacen las modificaciones del caso para lograr mayor preci- sión. En el momento en que la víctima determina que el dibujo está terminado, Gómez le pone a su trabajo su sello personal. “Un toque artístico, lo innato, un valor agregado para darle naturalidad, para darle perso- nalidad”. Gómez aclara que hay inves- tigadores que no creen en los retratos hablados porque no han obtenido resultados con esa técnica y explica que no son fundamentales en todos los casos, pues se hacen cuan- do no se puede identificar al victimario. Hay dos técnicas para hacer los retratos, a mano alzada y con un software. Dice que la Po- licía colombiana tiene uno de los programas más avanzados para estos retratos. “Hasta el momento no hay un programa que supere el retrato a mano alzada”, pero Gómez por lo general utiliza ambos, pues el computador le permite tener más precisión en los cambios que le pide la persona, eso sí, el resultado final de sus trabajos siempre será en papel. “A veces me da escalofrío cuando escucho las historias”. para desenmascarar criminales

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Dibuja para desenmascarar criminales

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antologíawww.lapatria.com LUNES 26 DE DICIEMBRE DE 2011 15aen domingowww.lapatria.com DOMINGO 15 DE MAYO DE 2011 5b

Es una técnica que facilita la identificación y ubicación de delincuentes. Hay que saber dibujar, pero también hay que tener habilidad para interpretar la descripción que da la víctima. Justicia.

SANIA SALAZAR LA PATRIA | MANIZALES

Juan Carlos Gómez tiene 31 años y mide un metro con 70 cen-tímetros aproxima-damente. Piel blanca,

cejas gruesas y nariz puntia-guda. Cabello negro, frente amplia y un lunar en la mejilla izquierda, cerca a la boca. Buen dibujante, habilidad que utiliza para resolver delitos.

Por la oficina de Gómez, en la Sijín de Manizales, pasan a menudo víctimas de distintos delitos. Su trabajo consiste en saber preguntar e interpretar la descripción que el afectado le proporciona sobre las caracte-rísticas físicas del agresor, para así elaborar un retrato hablado lo más ceñido a la realidad, ahí radica el éxito de su trabajo.

Su pasión por el dibujo no es suficiente, necesita conocimien-tos en sicología, mucha pacien-cia, saber crear el ambiente adecuado para que la víctima se sienta en confianza y mucho tacto, sobre todo en los casos de acceso carnal violento, toda-vía más cuando la víctima es un menor de edad. La experien-cia también pesa.

“Lo importante es que a uno le guste, la satisfacción es que por el retrato hablado que uno

Fotos | Darío Cardona | LA PATRIA

Juan Carlos Gómez, técnico en retratos hablados de la Sijín de la Policía de Caldas, hace entre 15 y 20 dibujos al mes.

El retrato hablado es comparado pos-teriormente con la foto del sospechoso que los investigadores consiguen en la Registraduría Nacional para determinar el grado de acierto del trabajo.

El software para hacer re-tratos hablados es para ver el resultado en tercera dimen-sión, lo que per-mite una ima-gen más real.

Con la técnica de retrato habla-do también logran simular el aspecto actual que puede tener una persona desaparecida hace años. Incluso dibujan varias po-sibilidades.

Gómez ha dedicado seis de los siete años que lleva en la Policía a hacer los retratos hablados. Atribuye a su ex-periencia que le asignen algunos de los casos más im-portantes de la región, pues indica que la institución so-lo tiene dos técnicos como él en el Eje Cafetero. Acla-ra que hay una persona que está empezando en el oficio y que otros organismos de seguridad tienen expertos en el tema. Le impactan los casos de acceso carnal a menores de edad, por lo que no se le olvida el caso del solda-do que secuestró y violó a una niña de cuatro años en Chinchiná, en el que el retrato hablado que hizo ayudó a resolver el caso. Al soldado lo condenaron a 28 años de prisión. El retrato que hizo de uno de los hombres que hurtaron la Custodia de la iglesia del barrio Palermo, en Manizales, en mayo de 2009, fue clave para capturar al sospecho-so en menos de una semana. Aunque a Gómez siempre le ha gustado el dibujo, llegó a la Policía sin intenciones de utilizar esa habilidad en la institución. Sin embargo, durante sus estudios previos a su ingreso quiso capacitarse en esa área, pero solo lo pudo hacer tiempo después.

Casos

Del retrato hablado*En Colombia este sistema empieza a aparecer en la época de 1810 cuando el General Murillo, del Ejército espa-ñol, emplea dibujantes para realizar los panfletos de las imágenes creadas por la narración descriptiva de los llamados cabecillas de las tropas del libertador.

Características Generales: Edad, sexo, estatura, con-textura, tipo regional, cabello y color de piel. Específicas: Contorno, frente, cejas, ojos, nariz, boca, orejas, bigote, barba, mentón, cuello. Particulares: cicatrices, lunares o ac-né, entre otros.

*Con información suministrada por la Sijín.

DIBUJOS DE LOS ROSTROS DE SOSPECHOSOS QUE SON CLAVES PARA ENCONTRARLOS

Dibuja

logró lleguen al culpable”.

Hasta la captura Es en el lugar del crimen

donde un investigador estable-ce inicialmente qué personas pueden dar información sobre las características del delin-cuente, luego de lo cual se rea-liza la entrevista con el técnico en retratos hablados.

El primer paso es escuchar el relato de la persona en rela-ción con el suceso. Una de las preguntas iniciales es si reco-nocería al sujeto en caso de volver a verlo. “Si hay dudas no hay nada que hacer, se pierde la labor”, sentencia.

Interrogar varias veces a cer-ca de lo mismo es una de las tácticas para saber si la perso-na está diciendo la verdad.

“A veces se le pregunta al testigo si relaciona a la perso-na con alguien de la televisión, eso resulta mucho, en muchos casos los identifican con juga-dores de fútbol”.

No hay un tiempo determi-nado para hacer un retrato hablado, por lo que se requiere que el testigo o la víctima ten-ga disposición, además lo más recomendado es no dejar pasar mucho tiempo entre el momen-to en el que ocurre el delito y la elaboración del dibujo, pues los recuerdos de la víctima van a estar más frescos.

El retrato hablado es una guía para que el investigador de un crimen ubique el para-dero del sospechoso y obtenga datos como el lugar de trabajo, residencia, estado civil, sitios que frecuenta, hasta llegar al número de cédula, clave para la investigación, según Gómez.

Con el dato del documento los investigadores solicitan a la Registraduría Nacional

del Estado Civil la tarjeta de preparación de la cédula. De aquí consiguen la foto del sos-pechoso, con la que realizan un reconocimiento fotográfico que consiste en que la víctima debe señalar al sujeto entre una selección de imágenes de personas con características similares al indiciado.

Una señal de que van por buen camino es que la víctima escoja a su agresor en diferen-tes posiciones, ahí es cuando le envían las diligencias a la Fis-calía mediante un acta. El ente acusador estudia el caso y orde-na la captura. En ese momento empieza el proceso judicial, en

el que un juez establecerá si el detenido es culpable o inocente del delito del que se le respon-sabiliza.

“Cuando tenemos la orden de captura podemos decir que tenemos el 80% del caso. Lo más duro de una investigación es que alguien señale al culpa-ble y su posterior identifica-ción”.

“La idea es armar un rompecabezas”

“Para mí los ojos son el 50 % del rostro”, por esa apreciación Gómez siempre inicia por ahí. La segunda son las cejas, pues con esos elementos logra la ex-presión de la mirada. Sigue con la nariz y la boca, ensamblando piezas a punta de detalles. Lue-go obtiene el contorno facial, que le da la forma de la cara. “En ese momento la persona se da una idea, y tenemos por lo menos un 60% del trabajo”.

Continúa con la frente, el ca-bello, las orejas, el cuello y los hombros. Con ese bosquejo se hacen las modificaciones del caso para lograr mayor preci-sión. En el momento en que la víctima determina que el dibujo está terminado, Gómez le pone a su trabajo su sello personal. “Un toque artístico, lo innato, un valor agregado para darle naturalidad, para darle perso-nalidad”.

Gómez aclara que hay inves-tigadores que no creen en los retratos hablados porque no han obtenido resultados con esa técnica y explica que no son fundamentales en todos

los casos, pues se hacen cuan-do no se puede identificar al victimario.

Hay dos técnicas para hacer los retratos, a mano alzada y con un software. Dice que la Po-licía colombiana tiene uno de los programas más avanzados para estos retratos. “Hasta el momento no hay un programa que supere el retrato a mano alzada”, pero Gómez por lo general utiliza ambos, pues el computador le permite tener más precisión en los cambios que le pide la persona, eso sí, el resultado final de sus trabajos siempre será en papel.

“A veces me da escalofrío cuando escucho las historias”.

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