dieta zamorana

Upload: curicaverii

Post on 11-Jul-2015

326 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

LA DIETA DE ZAMORAINTRODUCCIN

Despus de haber recordado con los lectores de estas pginas centrales de MENSAJE, brevemente y en anteriores artculos, le gestacin y el nacimiento de nuestra Dicesis de Zamora, intento ahora, sin seguir una cronologa, iniciar una serie de artculos relacionados con algunos de los sucesos ms importantes y relevantes en la interesante historia de esta pequea parte de la Iglesia Universal que es la Dicesis de Zamora. Lo hago tambin por sugerencia de la Direccin de este peridico y aprovechando el honor y la oportunidad que se me dan de poder compartir con los lectores, a travs de estas pginas, un poco de la riqueza de nuestro Archivo Diocesano. Quiera Dios que, al conocer estos sucesos histricos y trascendentales de nuestra Dicesis, podamos tener una visin ms amplia, un amor ms profundo y un compromiso ms efectivo y real con esta Iglesia particular de Zamora, para que ella pueda seguir escribiendo con nuestras vidas y nuestras obras esta gloriosa historia de la cual, ahora, estamos llamados y obligados a ser protagonistas.

I.- UN ETERNO Y DOLOROSO PROBLEMAUn problema tan antiguo como el hombre Me ha parecido interesante y necesario el comenzar esta nueva serie de artculos hablando de un acontecimiento de los ms trascendentales de nuestra Dicesis, pero tambin de los menos conocidos y, a veces, de los ms atacados o mal interpretados: La II Gran Dieta Obrera, celebrada en la ciudad de Zamora, cabecera de la Dicesis, en 1913. Pero, antes de entrar de lleno en la relacin de este suceso, quisiera hacer algunas reflexiones que nos podran ayudar a entenderlo, comprenderlo y valorarlo en su justa medida; reflexiones que nos permitirn ubicarnos y meternos en el sentido y significado de ese hecho y que nos pueden facilitar revivirlos con mayor exactitud y el mantener an viva su trascendencia.

Desde estos primeros renglones, podemos adelantar que la Gran Dieta de Zamora fue (y sigue siendo) una respuesta clara, concreta, precisa y llana de la Dicesis de Zamora (Obispo, Clero y fieles de todas las Parroquias) al problema social y una bsqueda sincera y efectiva a su solucin. Respuesta y bsqueda dirigidas no slo al territorio que conformaba entonces la Dicesis, sino a todo el Estado de Michoacn, a la nacin y al mundo entero y que an siguen vigentes. Desgraciadamente el problema social es tan antiguo como el hombre mismo, ya que slo necesit este relacionarse con sus semejantes, para empezar a pisotearles sus derechos y traer as a la humanidad un cmulo de calamidades: esclavitud, hambre, injusticia, robo, despojo, etc. Y esas calamidades han venido a ser la constante de su historia y las causas de ese problema. En efecto, el hombre, juntamente con inclinaciones nobles y positivas, trae en su sangre y en su naturaleza otras, no tan nobles ni tan positivas, como son el egosmo, la ambicin y el deseo desmedidos de poder; inclinaciones naturales que, si se deja llevar por ellas, irremediablemente lo llevarn al robo, a la injusticia, al despojo, a la ambicin, creando esa lacerante y constante realidad social: pobreza, miseria, humillacin, desigualdad, concentracin de riqueza, en una palabra, como nos dice el Papa Juan Pablo II en su Encclica Sollicitudo rei socialis, dando lugar a Una de las mayores injusticias del mundo contemporneo (que) consiste precisamente en esto: en que son relativamente pocos los que poseen mucho, y muchos los que no poseen casi nada. Es la injusticia de la mala distribucin de los bienes y servicios destinados originalmente a todos. Este problema, esta injusticia son tan de siempre y tan comunes, que hemos llegado a creer, falsamente, que el estado natural de la humanidad es la pobreza, la miseria, la marginacin y el sufrimiento y nos hemos resignado a ver o a sufrir esa situacin, sin hacer algo para cambiarla o, por lo menos, para disminuirla... Nos hemos convertido o en simples espectadores insensibles o en dolientes actores de ese terrible drama humano. Zamora, como ciudad y como Dicesis, no es, ni ha sido, ni ser ajena a este problema y a este drama... Lo ha vivido, lo vive y lo vivir, aunque ciertamente no con la misma intensidad y profundidad que otras partes de la Repblica Mexicana. Y la razn de ello pueden ser dos factores que han mitigado, en parte, los fuertes golpes de la pobreza y de la miseria en sus habitantes: 1) la riqueza de sus valles (Valle de Zamora, Cinaga, Tierra Caliente) y 2) la herencia de Don Vasco para muchos de los pueblos que conforman la Dicesis (sobre todo de la Meseta Purpecha) y que consisti en ensearles

un oficio u organizarlos, ayudndoles as, mal que bien y de alguna manera, a subsistir. Ms aun, podemos afirmar que la explotacin del indgena, del obrero o del campesino, en Zamora y en la Dicesis, no fue tan brutal como en otras regiones de Mxico. La Iglesia ante el problema social Mucho se habla de la Iglesia y del orden social y econmico de los pueblos. A veces se alaba, con bombo y platillo y se exagera un poco la labor de ella a favor de los pobres y ms necesitados. Otras se le ataca y se le reclama el no interesarse por los problemas materiales y econmicos de la sociedad. Creo que, para defender o para atacar la actuacin pasada o presente de la Iglesia en este rengln, debemos distinguir muy claramente dos cosas: por un lado, la doctrina que esa Iglesia sostiene y predica sobre el problema social y su solucin y, por otro, la prctica de esa doctrina que realizan sus miembros (Obispos, Sacerdotes y laicos). Para puntualizar, debidamente y sin demagogia ni fanatismo, ambas cosas, afortunadamente contamos con documentos escritos y edificados a travs del tiempo que no se pueden negar ni desechar. La Doctrina Social de la Iglesia. La Iglesia fundada por Cristo no puede ni debe permanecer al margen o indiferente ante las injusticias, la pobreza, la miseria y la ignorancia. Si as fuera, de ninguna manera pudiese llamarse cristiana, es decir, seguidora de Cristo. La verdadera Iglesia debe mostrarse abierta, atenta, estudiosa del problema social en el mundo. De hecho, esta cuenta con una doctrina social, una ideologa concreta y clara al respecto y, como nos deca el Papa Len XIII, hace ms de cien aos, la Iglesia no debe contentarse con slo mostrar los medios con que el mal se ha de curar, sino que con sus propias manos, debe aplicar la medicina. Partiendo de esa autenticidad y obligatoriedad, la Iglesia debe jugar en la sociedad un papel importante, practicando (no slo predicando) la doctrina que Cristo le ense para aplicarla al hombre total, cuerpo y alma, con necesidades materiales y espirituales, so pena de perder su razn de ser, si no lo hace.

No puede la Iglesia estar satisfecha del cumplimiento de su misin, si slo ofrece al hombre una serie de ritos y ceremonias, vacos de contenido y de sentido humano, juntamente con un cmulo de verdades y principios de orden moral y espiritual, poco entendidos y menos practicados... La Iglesia debe tener respuestas a todas las interrogantes y a todas las necesidades del hombre, que no son slo aspirar el incienso o asistir a la celebracin de un sacramento, sino que son calmar el fro, mitigar el hambre, disminuir el dolor o terminar con la soledad... Es por eso que la Iglesia (la Iglesia que fund Jess) est consciente (lo escribe y lo predica) de que debe educar y formar al hombre no slo en la devocin y en la pureza, sino tambin en la justicia y en la solidaridad; de que debe reformar la sociedad, en lo interno y en lo externo, dignificando al individuo en lo humano y en lo divino; de que debe moralizar al hombre no solamente por la virtud y el cielo, sino ayudndolo a que alcance su prosperidad material, ensendole a alejarse de los vicios que acaban su economa, a desterrar sus ambiciones desmedidas que destrozan a los dems y a buscar ser prudente y previsor para poder vivir mejor. La Iglesia verdadera debe instituir obras de caridad y beneficencia (como lo haca la primitiva Iglesia con las viudas y hurfanos), pero, sobre todo, debe crear y sostener obras de promocin humana que no den pescado, sino que enseen a pescar Para que el hombre, miembro o no de la Iglesia, pueda lograr la paz, la felicidad y el bienestar (sus metas naturales y divinas y a las que tiene pleno derecho natural y divino de llegar), no basta slo lo moral y espiritual, sino que se requieren medios humanos que coadyuven a que las alcance. Sobre todo a partir de los fines de la segunda mitad del siglo antepasado, cuando la Iglesia fue obligada (providencialmente) a dejar a un lado las preocupaciones y ocupaciones materiales por los Estados Pontificios, pudieron sus dirigentes (sobre todo el Papa) dedicarse ms a la atencin espiritual y material de los fieles y no fieles y fue entonces cuando empez a armarse toda un cuerpo de Doctrina Social de la Iglesia, que no es sino un reflejo del Evangelio predicado por Jess. Fue desde entonces cuando, principalmente, en Encclicas, Discursos y diversos documentos se fue plasmando esa Doctrina Social de la Iglesia, inspirada en la verdad, en la justicia y en la caridad. La prctica de la Doctrina Social de la Iglesia.

Desde luego y ante la evidencia de los hechos, nadie puede negar la aportacin de la Iglesia a la humanidad en los renglones de la educacin, la cultura y las artes, que son factores importantes e indirectos en la solucin de los problemas sociales. Se le debe dar crdito tambin en su lucha secular contra la esclavitud, la discriminacin y la explotacin y las obras de beneficencia creadas y sostenidas por la Iglesia, a travs del tiempo en todas partes del mundo, son un hecho y, aunque no son de ninguna manera la solucin al problema, s disminuyen un poco sus consecuencias en la humanidad Pero tampoco se puede negar que la respuesta de los miembros de la Iglesia (Obispos, Sacerdotes y fieles) a esa Doctrina Social de la Iglesia no ha sido del todo ni verdadera, ni completa. A veces se acusa a la Iglesia de callar ante la injusticia y as, con su silencio, hacerse cmplice de la injusticia; de hacerse al lado de los ricos en su opresin y explotacin de los pobres y de los trabajadores. Pero el hecho de que algunos de sus miembros prominentes callen por ignorancia o por razones muy personales, no quiere decir que sea la Iglesia la que lo haga. Repito: la Doctrina Social de la Iglesia est clara y al alcance de quien la quiera conocer de verdad en los Documentos que, a travs de los siglos, esta Institucin ha entregado a sus miembros y a toda la humanidad. El que esa Doctrina sea letra muerta o se ignore, no es culpa de la Iglesia, sino de todos los cristianos y de los que no lo son, pero que s pertenecen a la sociedad humana y que, por lo mismo, son responsables de las injusticias y del desorden social existente y estn obligados a acabar con ellos o, por lo menos, a disminuirlos enormemente. Partiendo de los principios sociales, emanados del Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia, sin mordazas ni componendas, echa en cara a cada uno de sus miembros, ricos o pobres, patronos o trabajadores, sus injusticias y quebrantos a la ley de Cristo y les seala claramente y sin ambigedades a cada cual sus deberes. Otra cosa es que nos hagamos sordos a esa voz y que rehuyamos el compromiso... Dieta de Zamora

Por todo lo anterior, me parece importante el conocer una pgina de la historia de la Dicesis que es gloria y debe ser acicate y ejemplo para las actuales generaciones y una muestra de cmo debemos responder y poner en prctica la Doctrina Social de la Iglesia, que no es otra sino la doctrina de justicia y de paz de Cristo, su fundador. Desgraciadamente, es una Doctrina que poco conocemos y menos practicamos; una Doctrina excelente, maravillosa en el papel, pero nula o casi nula en nuestras vidas...La Dieta de Zamora intent practicarla e incrustarla en la vida de los Sacerdotes y de los hombres y mujeres de la Dicesis zamorana. Hay acontecimientos que se pueden olvidar, pero nunca borrar del todo. Hay sucesos a los que el fanatismo religioso o antireligioso tratan de cubrir o la ignorancia y el desinters de la mayora tienen bajo la capa del desconocimiento y de la indiferencia. Hay hechos comprometedores que sacuden y despiertan las conciencias, pero que, por miedo a lo que exigen, tratamos de esquivar o de ignorar. Y uno de esos acontecimientos es precisamente la celebracin en la ciudad de Zamora, del 19 al 22 de enero de 1813, de la II Gran Dieta de Obreros. En esas fechas, Zamora, ciudad y Dicesis, se vistieron de gala, de gloria y de inters para toda la Repblica Mexicana y para el mundo entero y fueron el centro de todas las miradas. La Dieta de Zamora fue un acontecimiento trascendente; grito y clarinada que despert muchas conciencias, dentro y fuera de la misma iglesia; punto de partida para muchos movimientos sociales posteriores y hasta piedra de escndalo para algunos cristianos... Tanta fue su trascendencia que, casi cien aos despus, todava en algunas Universidades europeas se cita la Dieta de Zamora como una aportacin importante a la solucin de los problemas sociales universales y como base y fundamento para posteriores proyectos reivindicativos y legislaciones sabias. Los trabajos, las propuestas y las soluciones, frutos de esa Dieta, fueron la aportacin de la Dicesis de Zamora a la humanidad, si no para acabar con la miseria, la pobreza, la marginacin, la manipulacin del poderoso y la falta de oportunidades, por lo menos para disminuirlas. Una aportacin valiosa que se menciona y recuerda en otras partes del mundo, pero que en Zamora ni siquiera se conoce y, menos, se valora en su justa medida como incentivo y como ejemplo. El conocimiento de ese evento en nuestra Dicesis y de sus frutos y resultados no slo deben llenarnos de sano orgullo, sino, sobre todo, debe despertar en nuestras conciencias la responsabilidad social que como seres humanos y como cristianos tenemos hacia los dems.

Ojal el recordar la Gran Dieta de Zamora nos sirva de algo a cada uno de nosotros y a los dems que nos rodean..

II.- UNA ENCICLICA ACUSADORA Y OTRA REVOLUCIONARIA (1)Cuando omos hablar de Dieta, ordinariamente, nos imaginamos un rgimen en el comer y en el beber... Pero tambin se le llama Dieta a una Asamblea o reunin de instituciones para deliberar acerca de asuntos comunes. Y la Dieta de Zamora fue precisamente eso, es decir, la reunin de todos los Crculos Obreros Catlicos de Mxico en esta ciudad para tratar acerca de un asunto comn: su bienestar y la justicia social. La idea de celebrar esa Dieta en la ciudad y en la Dicesis de Zamora no se debi a una mera casualidad, ni fue por mera simpata. Su realizacin fue fruto de una Encclica Papal, en la que tuvo su origen, inspiracin y races (la Rerum Novarum del Papa Len XIII, llamada la Carta Magna de los Trabajadores) y tuvo lugar precisamente en Zamora, en atencin a la obra social que, desde su nacimiento, vena realizando esta Dicesis en favor de los ms desprotegidos. Por eso que creo justo, oportuno y necesario hablar un poco de estos dos factores para entender mejor este acontecimiento de la Dieta de Zamora: la Encclica Rerum Novarum y la obra social de los tres primeros Obispos de la Dicesis zamorana. Quin fue Len XIII? Se dice que el estilo es el hombre y que para comprender sus ideas y acciones se debe conocer su vida y personalidad. Para comprender mejor la Rerum Novarum y en general la obra de Len XIII, conozcamos o recordemos un poco su historia. Vicente Gioacchino Pecci naci el da 2 de marzo de 1810 en Carpineto, perteneciente a los Estados Pontificios, gobernados por el Papa, en el seno de una familia de mediana nobleza. De nio y de joven, fue educado por los jesuitas en Viterbo, de donde pas a la Academia de Eclesisticos Nobles en la ciudad de Roma y luego a la Universidad de Zapiensa, en la misma ciudad. Apenas ordenado Sacerdote, a los 27 aos, form parte del servicio domstico del Papa Po IX y, ese mismo ao, fue nombrado Gobernador de Benevento y luego, a los 4 aos

y gracias al buen desempeo de su cargo, de Perugia, ambas Provincias pertenecientes a los Estados Pontificios. En 1843, fue consagrado Arzobispo y Nuncio en Bruselas donde tuvo serias dificultades con el Rey Leopoldo I por haber apoyado a los Obispos que se oponan a colaborar con el partido liberal, de tal forma que el mismo Rey pidi al Papa que lo cambiaran de puesto. En 1846 fue nombrado Obispo de Perugia y, en 1853, nombrado Cardenal por el Papa Po IX que, a pesar de conocer la simpata que Vicente Gioacchino Pecci haba externado a favor de la revolucin italiana de 1848 para la unificacin de Italia (aun a costa de la prdida de los Estados Pontificios para la Iglesia) y sus manifiestas declaraciones contra el poder temporal de la misma, lo eleva a la dignidad cardenalicia, reconociendo con esto las muchas y grandes cualidades del Obispo Pecci, puestas la servicio de Dios y de las almas. Al morir Po IX y celebrarse el Cnclave para elegir su sucesor, el Cardenal Pecci fue el candidato de los cardenales no italianos, tanto por su frreo carcter, su clara visin del mundo como por su bien entendido liberalismo, y, a los 13 das de la muerte de Po IX, el 20 de febrero de 1878, fue elegido Papa, aunque para muchos, de transicin. Debido a su edad y a su delicada salud. Pero la Providencia Divina piensa y acta de forma diferente: el nuevo, anciano y enfermo Papa, Len XIII, gobern la Iglesia durante 25 aos, abrindola al progreso, a la ciencia y ponindola al da en el liderazgo mundial, ya sin la carga y rmora del gobierno de los Estados Pontificios. Muri este Papa el 20 de julio de 1903. Una Encclica precursora de la Rerum Novarum Poseedor Len XIII de una inteligencia clara, de una formacin diplomtica excelente y de una basta experiencia en el arte de gobernar, tena un perfecto conocimiento del mundo y de la situacin peligrosa en que este se encontraba: Rusia, Francia, Italia, Prusia y Espaa eran el principal teatro del nuevo movimiento demoledor del socialismo ateo y anarquista, que amenazaba acabar con todo. El Zar Alejandro II era asesinado en Rusia, Guillermo I, en Alemania, sufra dos graves atentados, la anarqua en Italia y la agitacin en Espaa crecan, lo mismo que en Francia, etc. etc. Por eso, el 28 de diciembre del mismo ao de su ascenso a la Silla de Pedro, Len XIII le entregaba a ese mundo, catico y sin rumbo, la Encclica Quod Apostolici Muneri (llamada as, como sabemos, por las palabras con que empieza: Segn exiga de Nos nuestro cargo

apostlico...) Encclica que sera el prembulo, la introduccin y preparacin para la Rerum Novarum y con la cual alertaba a la humanidad sobre el gran peligro que corra si se dejaba seducir por el movimiento que iba invadiendo, no poco a poco, sino a pasos agigantados, todas las Naciones y que haba nacido como una reaccin al Liberalismo salvaje: el Comunismo. Carlos Marx (nacido en Trveris, Alemania en 1818 y muerto en Londres en 1883) haba redactado con Federico Engenls (su amigo y protector, nacido en 1820 en Alemania y muerto en Londres en 1895), el Manifiesto Comunista (1848) y haba publicado El Capital, contra la explotacin capitalista, dando as vida al Materialismo histrico y dialctico y a la Internacional Comunista que convocaba a la destruccin del Estado... a sustituir la anarqua a la autoridad, los contratos a la leyes, la propiedad colectiva a la privada, el amor al matrimonio, el hombre a Dios, y la universalizacin del trabajo a la patria... Breve sntesis de la Encclica Quod Apostolici Muneri A riesgo de enfadar a uno que otro lector, pero con el deseo de conocer y compartir a grandes rasgos el contenido de esta Encclica, me permito hacer una sntesis de ella: Len XIII en esta Encclica afirmaba que el Comunismo era un movimiento que, con perfiles de ingenuidad aparente, con un falso ideal de redencin y envuelto en una aureola de misticismo, con pegue para almas generosas y de buena voluntad, deseosas de cambiar el mundo (aun ahora sigue teniendo ese mismo "pegue" en algunas personas), esconda bajo esas apariencias un grave peligro para la humanidad. El Papa, con serenidad e inteligencia, con razones histricas y ticas, alertaba al mundo contra aquel mal y sus futuras consecuencias y, hablando claro y con energa, quera que la humanidad abriera los ojos ante aquel inminente peligro de disolucin y casi destruccin de la sociedad. Len XIII, en esa Encclica, sealaba de una manera valiente y clara, los errores de un Socialismo materialista y ateo que pretenda la destruccin total del orden social, para construir otro orden por medio de una lucha sangrienta y fratricida, por medio del odio y de la esclavitud... Desenmascaraba aquella doctrina, sobre todo, haciendo ver los medios que utilizaba para llegar a sus fines: sus predicas falsas y funestas contra la autoridad, contra la sociedad familiar, contra la propiedad privada y contra otras tantas bases que deberan servir para la construccin de una sociedad justa, pacfica y progresista.

El Papa haca ver a la sociedad de entonces cmo todo lo que haba de verdad en el Comunismo, (la fraternidad de los pueblos, la igualdad de los hombres y la libertad, etc.) estaba tomado del Evangelio y cmo todo cuanto haba en aquella doctrina de funesto y pernicioso, (despotismo, esclavitud, prdida de la dignidad y de los derechos individuales, etc.) lo era precisamente debido a que se apartaba del mismo Evangelio. Sealaba los medios usados por tal doctrina y comparaba sus principios bsicos con los principios de una sana y humanista filosofa. Partiendo de la realidad de la dignidad del hombre, como tal y como hijo de Dios, y teniendo eso como centro y fundamento de su exposicin, haca ver cmo el Comunismo iba contra ese principio de dignidad humana. Y la historia y el tiempo le dieron la razn a aquel Papa... Aquella Encclica, Quoad Apostolici Muneris, fue una sacudida a las conciencias y a la sociedad... Pero no era suficiente. La humanidad viva problemas sociales tremendos y necesitaba y urga soluciones practicas y reales... pero el camino se preparaba y unos aos despus, le daba al mundo su Encclica Rerum Novarum.

La Carta Magna de los Trabajadores Como dijo un luchador social no catlico, " aunque ese Papa no hubiera hecho nada ms que escribir la Encclica Rerum Novarum, de todas maneras debe considerrsele como el Papa social, el Papa de los trabajadores" Y efectivamente, el da 15 de mayo de 1891 el Papa Len XIII firmaba en el Vaticano esta Encclica y la entregaba para que fuera difundida por todo el mundo. Su primera Encclica, haca ya 13 aos, haba preparado el camino, haba levantado ampolla y era el momento oportuno para mostrar al mundo entero cul era la solucin para la paz y la justicia en la humanidad.

Muy lejos del Vaticano, en la Repblica Mexicana, ese mismo ao mora el zamorano Don Pelagio Antonio Labastida y Dvalos, gran estadsta comprometido con la justicia, y eran erigidas (por mandato del mismo Len XIII) las Dicesis de Chihuahua, Saltillo, Tepic, Cuernavaca y Tehuantepec (4 de esas Dicesis seran gobernadas ms tarde por Obispos salidos de la de Zamora) Ese ao tambin un joven Sacerdote J. de Jess Fernndez era enviado como Vicario a la Parroquia de San Francisco en Uruapan y el Obispo Jos Ma. Czares trabajaba incansablemente en su Dicesis, sobre todo en pro de los ms pobres y necesitados. Mxico tambin se debata entre luchas fratricidas y en desrdenes militares, polticos y sociales y todo esto golpeaba principalmente a la clase humilde y trabajadora, que tambin clamaba por un cambio mediante la aplicacin de una justicia social que la sacara de la miseria y la desesperacin en que viva. Adems de los obreros, eran los campesinos y peones los ms necesitados de la aplicacin de esa justicia. Y la Dicesis de Zamora no era la excepcin: eran 86 las Haciendas ubicadas en su territorio y, en muchas de ellas, las condiciones de vida de sus peones eran dolorosas: morada, alimentacin, vestido, educacin, salario, etc. dejaban mucho que desear y no haba esperanzas de cambio. Su misma desesperanza y falta de cultura los empujaban a los vicios, sumindose ms en su miseria y desesperacin. El mundo entero (no slo Europa) necesitaba una solucin, un remedio, una medicina para curar el cncer de la injusticia que lo llevaba a su destruccin, sobre todo si haca caso de las voces y cantos de las nuevas doctrinas sociales que lo apartaban de Dios y de la verdadera justicia. Importancia y trascendencia de la Rerum Novarum Es tanta la importancia que esta Encclica tuvo para el mundo entero que, a partir de su valiente denuncia y condena de la condicin de los obreros y trabajadores en general de pobreza, miseria y explotacin, ha sido cita obligada no slo de los Documentos de la Iglesia sobre el problema social (Encclicas Quadragesimo Anno, Mater et Magistra, Populorum Progreso, Constitucin Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II, etc. etc.), sino de todos aquellos que desean, buscan y trabajan por la justicia social en el mundo entero. Es una pena y una vergenza que no la inmensa mayora de los catlicos desconozcamos o no queramos conocer este Documento de tanta trascendencia para la

humanidad... Por eso me atrevo a hablar un poco de l, no con el afn de ensear, sino con el deseo de recordar, conocer y compartir un poco la riqueza de su contenido. Adems, para poder enmarcar debidamente la celebracin de la Dieta de Zamora y penetrar y entender su espritu e intencionalidad, nos ayudar mucho el conocer este Documento, aunque sea brevemente. La Encclica Rerum Novarum (llamada as por sus palabras iniciales: Una vez despertado el afn de novedades..) Es una solucin cristina, alejada tanto del liberalismo capitalista, como de socialismo revolucionario y origen de la democracia cristiana; Reafirma el derecho natural a la propiedad privada, sin olvidar su funcin social y hace responsable al Estado de la tutela tanto del bien pblico como del privado, pero le asigna una funcin complementaria de la iniciativa privada: condena el materialismo y la lucha de clases, y seala el derecho del trabajador a un salario justo y a constituirse en asociaciones libres y propias.. La Rerum Novarum es un documento importante, parteaguas en la historia de la sociedad y de la humanidad, pero poco conocido porque se cree que de la Iglesia slo puede venir el clericalismo, el oscurantismo y el proselitismo. Son muy dignos de lstima los que nada de bueno ven en instituciones o personas contrarias a sus ideas. Eso s es miopa, oscurantismo y fanatismo. Uno de los aciertos, de los hits de la Iglesia, ha sido la Rerum Novarum. Han pasado ya ms de ciento diez aos de la publicacin de esa Encclica y todava tiene vigencia, porque el problema que la motiv sigue vigente (la injusticia social, sobre todo para los obreros, trabajadores y campesinos) y porque no se ha querido poner en prctica. La doctrina expuesta por Len XIII en su Encclica no era una doctrina nueva. Pero s fue novedad la forma magistral, sinttica y valiente como expuso el problema del trabajo, de la injusticia hacia los trabajadores, como novedosas tambin fueron sus propuestas concretas y viables para dar una solucin a todo ello. La Encclica Rerum Novarum dio origen a mltiples y variadas instituciones a favor de la clase trabajadora; abri amplios horizontes y prepar las mentes y las voluntades de muchos legisladores para establecer las reformas que ms tarde se introduciran en las Leyes y Constituciones de diversas naciones. Y lo que revisti suma importancia fue el hecho de crear para los catlicos (y en especial para los Obispos y Sacerdotes) un nuevo deber de conciencia cristiana y sacerdotal: trabajar sin descanso y por todos los medios de que se pueda disponer para mejorar la situacin de los que viven de su salario. No ciertamente como un

"hoby" o como una forma de proselitismo, sino como esencia misma de la Iglesia y por lo tanto de Obispos, Sacerdotes y fieles en general. Si se puso o no en prctica por los catlicos las directrices de esa Encclica, es otro boleto. Pero la doctrina, clara, concreta y prctica, ah est y sigue esperando ser ms conocida y mejor practicada.

III.- UNA ENCICLICA ACUSADORA Y OTRA REVOLUCIONARIA (2)Una Breve anlisis Si vamos a hablar de la Dieta de Zamora, sera interesante analizar con detenimiento la Encclica Rerum Novarum por haber sido su inspiradora y porque, a pesar de sus ms de cien aos de haber sido escrita, an ahora sigue poniendo el dedo en la llaga, sigue vigente y sigue siendo una valiosa aportacin a la solucin del problema social en nuestra Patria y en el mundo entero. En la imposibilidad de hacerlo as y con riesgo de enfadar a ms de algn lector, al menos me permito hacer una breve sntesis de la misma, procurando mantener en ella la misma claridad y trasparencia de su doctrina y siguiendo un poco la divisin que en ella hace el Papa. 1) Refutacin del Comunismo Despus de hablar brevemente de la gravedad y dificultad del problema social y de sus orgenes ( Liberalismo, Capitalismo y Socialismo), el Papa Len XIII trata de desenmascarar y de poner en evidencia la solucin propuesta entonces al problema social y econmico, es decir, al naciente Comunismo que propona como uno de los principales y fundamentales remedios: "despus de excitar al odio de clases, hay que acabar con la propiedad privada, pasando todo al poder del Estado". Para Len XIII, esto era perjudicial e injusto para la humanidad y, sobre todo para el mismo trabajador, para el proletario, a nombre del cual se empuaba la bandera de redencin y de justicia y las razones que aduca para rechazar y reprobar tal solucin eran las siguientes:

a) Era perjudicial: - porque priva al individuo del derecho a lo que legtimamente posee, altera la incumbencia y deberes del Estado y crea una confusin en el orden social en la cual el ms perjudicado es el mismo obrero. - porque, si el obrero trabaja es con el fin de tener lo necesario para vivir y sustentar a su familia, adems para ir adquiriendo bienes que le hagan la vida ms llevadera. El Comunismo le quitara el derecho y la esperanza de poder aumentar su patrimonio y mejorar su condicin social. b) Era injusto: a) en cuanto al individuo: - porque, como se dijo, lo priva de su derecho natural a poseer, porque lo hace no ser dueo de sus actos, porque le quita la iniciativa y lo condena a suprimir su inventiva y sus deseos de superacin. - porque niega a la persona el derecho que tiene por voluntad divina de poseer la tierra que le suministra lo necesario para su vida. - porque, ms antiguo que el estado, es el hombre y ste debe estar por encima de todo. b) en cuanto a la familia: - los deberes individuales, contra los que atenta el Comunismo, son an ms fuertes si se considera la familia. - la familia es tambin anterior al Estado y, como sociedad, tiene derechos naturales, anteriores al Estado. - La patria potestad no puede ni ser extinguida, ni absorbida por el Estado, porque no se puede disolver la trabazn natural del hogar domstico. c) Era un remedio subversivo y catastrfico Si el Comunismo se implantara (como de hecho sucedi), se dara una odiosa esclavitud del ciudadano, esclavitud que seguira como consecuencia de los trastornos y perturbaciones que con los mutuos odios y discordias se suscitaran. 2) En el Evangelio est la solucin

Len XIII, en su Encclica Rerum Novarum, no slo seala la injusticia y los errores, tanto del Liberalismo como del Comunismo, sino que propone soluciones prcticas y obligatorias, sobre todo, para quienes se dicen cristianos... No basta criticar. Hay que construir. No basta quejarse de todo y por todo y nunca ayudar a solucionar algo... Len XIII construy, proponiendo soluciones al problema de la injusticia, causa de casi todos los problemas y sufrimientos de la humanidad y las soluciones que propuestas son sencillamente las que el Evangelio ha sealado siempre, pero de las que, entonces como ahora, se ha hecho caso omiso. Acerca de la Iglesia, institucin divina, pero compuesta de hombres que tienen un alma que salvar y un cuerpo que alimentar y vestir, el Papa enumera tres puntos: 1) su doctrina bsica respecto a la naturaleza del hombre, al trabajo y a la convivencia humana; 2) sus mandatos, sealamientos y obligaciones que a sus miembros impone y 3) la accin benfica que, como institucin y con su presencia y medios espirituales y morales, puede ejercer en la sociedad. Principios sociales bsicos - Todo los hombres somos hijos de Dios y por lo tanto, todos somos iguales en cuanto a dignidad y valor, puesto que para todos vino el Hijo de Dios al mundo y para todos predic su Evangelio, dando a todos el mismo derecho a las oportunidades de crecimiento y de superacin en todos los rdenes. - Pero tambin se debe tener en cuenta que la misma naturaleza impone una desigualdad humana en cuanto a talento, ingenio, salud, fuerza, etc. De ah nace, naturalmente, la desigualdad econmica entre los hombres, y esto nadie lo puede cambiar, slo acomodar. - El trabajo es penoso porque es expiatorio, desde la cada de nuestros primeros padres. Pero tambin el trabajo es necesario y no puede existir una vida exenta de fatiga, de cansancio y aun de dolor. Lo mejor es ver la vida y aceptarla tal como es y buscar remediar lo ms que se pueda esos sufrimientos, incomodidades y carencias. - Finalmente el Papa recuerda que para la Iglesia es falso y opuesto a la razn que las clases en la sociedad son enemigas por naturaleza, como sera falso afirmar que el brazo es enemigo de las manos o de los ojos. Ambas clases, por la misma desigualdad natural (no impuesta) de ingenio, salud, fuerza, iniciativa, etc. se necesitan mutuamente y, unidas, pueden y deben trabajar por un bien comn..

Sus mandatos Partiendo de estos principios sociales, emanados del Evangelio, la Rerum Novarum, sin mordazas ni componendas, recuerda y reclama a cada uno de los miembros de la sociedad, cristianos o no, ricos o pobres, patronos o trabajadores, sus injusticias y quebrantos a la ley de Cristo y les seala, claramente y sin ambigedades, a cada quien sus deberes: Deberes de justicia de los ricos: - Los ricos, nos dice la Encclica, no deben ver a los trabajadores como esclavos, sino que deben respetar su dignidad humana, dndoles tiempo para cumplir sus deberes de cristianos y no estorbando el cumplimiento de sus deberes con la familia; ni imponindoles trabajos superiores a sus fuerzas. - Deben adems pagarles el justo salario, teniendo en cuenta los siguientes puntos: a) que explotar al obrero es contra todo derecho divino y humano, b) que defraudar el salario al trabajador es un crimen que clama venganza al cielo y c) que el salario debe ser suficiente para la sustentacin, sobria y frugal del trabajador, considerndolo como jefe de una familia. Deberes de caridad de los ricos: No deben usar las cosas como propias, sino como comunes y participar de ellas a los Considerar al proletario como hermano y considerar que la riqueza no libra del dolor Ms claro, no canta un gallo... Otra cosa es taparse los odos para no or ese canto... Deberes del trabajador Pero si los ricos y los patrones tienen deberes de justicia y de caridad qu cumplir, tambin los trabajadores, en correlacin, los tienen y la Rerum Novarum, sin paternalismos, ni falsos tintes redentores o populismos, se los seala. Muchas veces no es injusto atribuirle al patrono o al rico todos los males del pobre. Es este, algunas veces, el responsable de su miseria y desgracia por su ignorancia, su falta de ambicin, su pereza o su entrega a los vicios y al despilfarro. Por eso Len XIII le habla claro tambin al trabajador y asalariado, sealndole claramente esos deberes: dems cuando lo necesiten, una vez satisfechas sus necesidades y su propio decoro; ni nada aprovecha para el cielo, si no es bien empleada.

- Debe responder al patrn o a la empresa con su trabajo, ntegro y fiel segn lo contratado con justicia. - No puede perjudicar al patrn, robndolo o defraudndolo y considerarlo como hermano. - Debe evitar la violencia y las sediciones y apreciar la dignidad del trabajo y no tenerlo como deshonra - Alejarse de los vicios que lo esclavizan y mantienen en su estado de pobreza, de miseria, de apocamiento y de carencia general y constante 4) La accin benfica de la Iglesia La Iglesia, seala el Papa Len XIII en la Rerum Novarum, no se contenta, ni se debe contentar con slo mostrar los medios con los que el mal se ha de curar, sino que con sus propias manos, debe aplicar la medicina, educando y formando al hombre con en la justicia, reformando a la sociedad, rechazando cualquier esclavitud y dignificando al individuo, moralizndolo. Pero tambin instituyendo obras de caridad y de beneficencia por todos lados y a pesar de las pugnas de sus enemigos y, sobre todo, obras de promocin humana que ayuden al hombre a salir de su miseria y pobreza. 5) Y el Estado, qu?.... El hombre no es para el Estado, es anterior a l y debe estar sobre l, porque fue creado para el hombre. De ah que la Rerum Novarum seala y sugiere con toda claridad, lo que el Estado debe ser y lo que debe hacer para la solucin del problema social. Algunos de esos deberes: a) De modo general: - Deber promover, con leyes e instituciones, la prosperidad pblica y privada, particularmente de la proletaria, porque su oficio es atender al bien comn y debe hacer que se guarde la justicia distributiva.

- debe entender que la sociedad civil es una armoniosa unidad que abarca clases altas, medias y bajas, ricos y pobres y que todos tiene derechos y obligaciones por los que l debe luchar. - debe entender y admitir que no se puede concebir una sociedad sin desigualdades; lo que da lugar a la variedad en la sociedad gobierno, oficio, etc. Pero para la produccin de los bienes que la sociedad necesita, lo ms eficaz y necesario es el trabajo de los proletarios, por lo tanto debe el Estado cuidar ms de ellos. - El Estado de proteger y cuidar al individuo y a la familia; de lo contrario, en la inseguridad, no se podr hacer nada y debe proteger los derechos de todos, pero sobre todo los de los dbiles y pobres, ya que los ricos tienen ms recursos y necesitan menos amparos. b) en particular: - contener al pueblo dentro del cumplimiento de sus deberes: poniendo a salvo la propiedad privada, impidiendo las huelgas injustas y, sobre todo, apartando las causas del conflicto. - proteger los bienes espirituales del obrero: libertad religiosa y descanso dominical. - defender el bienestar material del obrero, normando la duracin del trabajo, librando a los pobres obreros de la crueldad de hombres codiciosos que, a fin de aumentar sus propias ganancias, abusan sin moderacin alguna de las personas como si fueron cosas - cuidar que el trabajo sea proporcionado al sexo y a la edad y que haya un salario justo, dando el Papa en este punto conceptos importantsimos acerca de la justicia en el salario. - fomentar el ahorro, multiplicando los propietarios, ya que trabajando lo suyo, el trabajador lo hace mejor y con ms afn e impedir que el obrero sea abrumado con impuestos. Como vemos, el Papa Len XIII en la Rerum Novarum se adelant con mucho a su tiempo en lo referente a la solucin del problema social de la humanidad y vislumbraba para ella, en aquellos tiempos y en el futuro, un instrumento formidable: las asociaciones y organizaciones de obreros, campesinos, etc. 6) Las Asociaciones y Organizaciones Obreras Aboga Len XIII por un instrumento de socorro a los dbiles y de unin entre las clases sociales: asociaciones y organizaciones para obreros y campesinos. Este socorro y esta doble unin se lograran con la participacin de ambos grupos en la promocin y formacin de

organismos de socorros mutuos, seguros de prevencin, patronatos para nios y nias y para jvenes y ancianos, corporaciones de artes y oficios, etc. etc. De tal manera que fueran el vehculo normal y natural para la ayuda del pobre y el cumplimiento de la obligacin de compartir que tiene el que posee muchos bienes. Enseguida habla el Papa de los principios en que deben basarse esas asociaciones para que puedan llenar su cometido y no ser meros sueos ni slo instrumentos de poder y de manipulacin: - Todo hombre, por su misma naturaleza, goza del derecho de asociacin y, por lo mismo, se debe terminar con todo fanatismo que conduce a la injusta persecucin de las Congregaciones Religiosas, llevadas a cabo por medio de expropiaciones, prohibiciones, eliminaciones, etc. - De una manera especial habla el Papa de la necesidad de Asociacin para los obreros catlicos que ya tienen un comn denominador entre s (la fe) y un distintivo: la caridad. - Se deben promover y realizar Congresos, Dietas, etc. que sean instrumentos de coordinacin y cooperacin a las obras sociales y las Asociaciones obreras catlicas deben servir para el bienestar fsico, econmico y moral del trabajador, pero siempre bajo un reglamento bien hecho y definido. Y como eplogo, Len XIII en la Rerum Novarum, insiste en que cada quien se aplique a la solucin del problema social: ricos, pobres, Obispos, Sacerdotes y fieles, con toda la fuerza de nimo y con todas las industrias posibles, pero todo basado en la justicia que nace de la caridad evanglica. Con razn este Encclica sirvi de inspiracin a la Dieta de Zamora...

IV.- LABOR SOCIAL DE LOS 3 PRIMEROS OBISPOSSi la Encclica Rerum Novarum del Papa Len XIII fue la inspiradora de la Dieta de Zamora, la razn por la que se celebr en la Dicesis de Zamora fue sin duda la labor social desarrollada por sus tres primeros Obispos, juntamente con sus Sacerdotes y fieles, tanto en la ciudad episcopal como en casi todos las parroquias. Y si para escoger Zamora como sede de la Segunda Gran Dieta, sus organizadores reconocieron esa labor, creo que es justo y saludable recordar, aunque sea brevemente, algunos aspectos del trabajo social y humanista de esos tres Obispos.

Desde luego que podramos hablar largo y tendido de cada una de las obras realizadas por ellos, con todos sus pelos y seales, con datos y detalles sin fin, consignados en libros y documentos del Archivo Diocesano. Pero al ser esto imposible, me concreto a slo casi enumerarlas, aunque ya habamos adelantado algo, al hablar de los Obispos de Zamora en artculos anteriores. Jos Antonio de la Pea Navarro, pionero de la labor social Aunque durante el gobierno del primer Obispo, no haba nacido an la Rerum Novarum, la doctrina social de la Iglesia, basada en la caridad y la justicia, ya exista, desde que exista el Evangelio y el Seor Don Jos Antonio de la Pea la conoca, la viva y trat, desde su llegada a Zamora, de establecerla en lo posible en su Dicesis, dadas las problemticas circunstancias en que la gobern. Partiendo casi de cero y a pesar de innumerables dificultades de ndole personal, poltica, econmica y clerical, logr sentar las bases para que sus sucesores pudieran realizar la gigantesca obra social y religiosa que transform y dio lustre a la ciudad y a la Dicesis de Zamora. Y para muestras, unos botones bastan: - Lucha enrgica, valiente y frontal contra la injusticia y la pobreza. Desde el plpito y, sobre todo, por medio de Pastorales y Circulares, el Seor de la Pea conden duramente la injusticia con la que eran tratados los peones en las haciendas y en general los trabajadores al servicio de otros. Esto le vali la malquerencia y an la indiferencia de muchos ricos y hacendados que se dieron por aludidos. Adems siempre expres su dolor por la excesiva pobreza en que vivan muchos de sus diocesanos e invitaba a los que pudieran hacerlo para que compartieran con ellos un poco lo que posean. - Condena tajante del agio y la usura y descalificacin de las compras al tiempo. Las Pastorales en que trat el Seor de la Pea estas dos situaciones, tan comunes en su Dicesis, fueron tan claras y tan valederos y directos sus argumentos, que de otras Dicesis de la Repblica se las pidieron para ser publicadas tambin en ellas. Su condena del agio y de los voraces prestamistas y usureros la fundaba en la Sagrada Escritura y en la justicia y equidad naturales; en su desaprobacin de las compras al tiempo, por las que el campesino venda, por adelantado y a un precio mucho muy inferior al justo, su cosecha o el fruto de sus animales, el Seor de la Pea esgrima razones nacidas tanto del sentido comn, como de la esencia misma de la justicia y de la caridad.

- La venta de los Diezmos: el Seor de la Pea, adems de darse a la tarea de organizar la recoleccin de semillas, frutos, animales y dinero, para el cumplimiento de la obligacin de sus fieles de pagar sus diezmos, se empe en que se destinaran principalmente en beneficio de los ms necesitados, ordenando que, sobre todo las semillas, se guardaran para que no cayeran en manos de los acaparadores que se aprovecharan luego para venderlos a precios altos, sino que se les vendiera a los pobres de los distintos pueblo, a precios bajos. De ah que en muchas de las Parroquias se tuviera el cuidado de tener la Casa del Diezmo para en ellas almacenar y poner a la venta las semillas recolectadas. - Los Pindecuarios: el primer Obispo de Zamora cuid mucho de estar revisando constantemente el Pindecuario de los pueblos de la Meseta Purpecha (especie de tarifas para el pago de estipendios por los servicios de los Sacerdotes, sobre todo en las fiestas, y que ordinariamente se pagaban en especie: frutas, semillas, aves)), para adecuarlos a sus necesidades y para que no fueran aquellos pagos cargas insoportables. Un gran auxiliar en este campo lo tuvo en el Seor Cannigo Don Bruno Gutirrez, ducho en materia econmica y con un gran sentido de equidad y que procuraba en todas estas revisiones que aquellos Pindecuarios no fueran incongruos para el Sacerdote, ni oneroso o pesado para los purpechas. - Apoyo moral y econmico (en lo posible) a Sociedades y Obras de Beneficencia establecidas en la ciudad y en las Parroquias. Un ejemplo de ello fue su aliento, aprobacin y ayuda a la Sociedad Zamorana de Catlicos, una "asociacin civilizadora", fundada por un grupo de zamoranos en 1872 para poder trabajar en el cumplimiento de los sagrados deberes a que todo hombre fuera destinado, con relacin a Dios, a sus semejantes y a s mismos..." Las Comisiones que la integraban eran las siguientes: de Fomento (para procurar el crecimiento de la Sociedad), de la Doctrina (para su enseanza a los nios y adultos), de los Cultos (para la edificacin del templo a la Pursima), de los Colegios (para el fomento de las artes y la ciencia), de Publicaciones (para las producciones de la Sociedad y de los mejores autores antiguos y modernos), de Lecturas (para la celebracin de academias literarias mensuales), del centavo de Guadalupe (para promover las limosnas a favor de la Colegiata que se estaba construyendo en Mjico) y de Hospitales (para el auxilio a los enfermos de la ciudad) - Las Escuelas: antes que el mismo Gobierno liberal, el Seor de la Pea se preocup porque en todos los pueblos de su Dicesis existieran (sobre todo en los de la Sierra y a pesar de las inmensas dificultades) Escuelas para nios y nias, a tal grado que, como apuntbamos

en otra parte) a sus Sacerdotes les recomendaba dos cosas, sobre las dems: "el Tabernculo (el Santsimo) y las Escuelas de los nios y las nias" - El Hospital de los pobres al quien le cupo en suerte recibir todo el equipo, medicinas y mobiliario del Hospital militar del Ejrcito Republicano, donado al Seor de la Pea por el General Ramn Corona en agradecimiento por el celo y humanidad verdaderamente dignos de una misin tan sagrada como la suya. con que desempe la inspeccin del hospital de sangre de esa ciudad... y para reiterarle a nombre de la Repblica y el mo los ms merecidos votos de gratitud por el importante servicio que prest auxiliando y consolando a la vez su triste y dolorosa situacin a muchos pobres soldados (Ojo! para que los que afirman que todo el Clero estaba aliado con los ricos y era enemigo de la Repblica...) Jos Ma. Czares, un visionario humanista El ao de 1878 ocupaba la Silla de Pedro el Papa Len XIII y, casi al mismo tiempo, Don Jos Ma. Czares Martnez era nombrado segundo Obispo de Zamora y, alimentada su ya de por s humanista visin del pueblo, con la lectura de las Encclicas y el ejemplo del Papa Len, esa visin se aclar an ms y se hizo ms humanista, ms cristiana y ms social. Por eso, en su Dicesis de Zamora, el Seor Czares realiz una obra asombrosa en todos los rdenes: en lo espiritual, en lo administrativo, en la construccin de obras materiales, en la educacin y, sobre todo, en el plano social. Alguien ha dicho (y lo repetimos, sin el afn de ofender a nadie) que el Seor Czares le qued grande a su tiempo y a su Dicesis. Con motivo del Proceso de su beatificacin, se ha estudiado toda su obra. Pero creo que pasar mucho tiempo para que se le conozca y se le analice a fondo y no slo con el afn de exaltarla, sino con el fin de imitarla. - El Seor Czares saba que un factor importantsimo, no solamente para ser hombre completo, sino tambin para ser buen cristiano era la educacin y por eso se preocup, como su antecesor, por el establecimiento de las Escuelas Parroquiales en los distintos pueblos y ciudades de su Dicesis. Ms an, fund una Congregacin Religiosa (las Hermanas de los Pobres y Siervas del Sagrado Corazn de Jess) para promover la formacin y la superacin de la juventud, sobre todo de la juventud indgena en la Meseta Purpecha, tan pobre y tan abandonada.

- Cre, juntamente con las Escuelas, los Hospitales en las Parroquias los que, por medio de una ingeniosa y prctica administracin eran de gran utilidad para las clases menesterosas y enfermas de esos pueblos. - Estableci el Monte de Piedad que por ms de 20 aos facilit ayuda crediticia y salv del agio y la usura a los pobres y necesitados de Zamora. - Luch por la formacin de un Clero culto y servicial y, sobre todo, interesado e involucrado en el problema social. - Las mismas construcciones que realiz, adems de responder a su muy particular concepto de Ciudad Episcopal, fueron pensadas con un hondo sentido social. Por ejemplo la nueva Catedral (hoy Santuario Guadalupano) fue planeada en el lugar donde se encuentra porque el Seor Czares abogaba por el crecimiento de Zamora haca el oriente, hacia tierras cerriles, para no perder tierras laborables. Aquella obra gener trabajo para cientos de obreros de la ciudad y de otras partes. - Las Conferencias de Caridad, tanto de Seores como de Seoras, funcionaban en la mayor parte de las Parroquias. En la ciudad, Superioras y Profesoras de las Escuelas de San Francisco y del Camposanto daban gratuitamente la comida y cuidaban durante todo el da a los alumnos y alumnas, cuyos padres pobres tenan que trabajar fuera de sus casas. El Padre Rafael Guzmn tena en el templo de San Francisco la Asociacin de la Divina Providencia que alimentaba diariamente a cientos de nios pobres. Existan el Asilo del Sagrado Corazn, el Hospicio de San Vicente de Paul y el Hospital de Caridad, etc., etc. - Sus Visitas Pastorales se convertan no slo en ocasin de revisin y promocin de la vida espiritual de los pueblos, sino en verdaderas Visitas Sociales, ya que se informaba de las necesidades materiales de sus fieles y recomendaba a sus Sacerdotes la creacin de obras de beneficencia y de formacin en beneficio de aquellos. Ms an, se volvi un hbito en l el llevar en cada una de sus Visitas una bolsa de dinero para repartirla entre los ms pobres que encontraba en los pueblos visitados. Para ello, el Seor Czares tena destinados algunos bienes diocesanos, administrados por laicos, cuyos frutos estaban reservados para este menester, como el Rancho Las Gallinas, en Cotija. Fue la obra del Seor Czares una obra que pretenda crear una sociedad justa, pacfica, libre, autosuficiente en todos los sentidos, preparndola as para resistir los vientos que ya soplaban y que amenazaban con convertirse en vendaval: el socialismo materialista y ateo.

Jos Othn Nez, un luchador socialista La labor de la Iglesia Zamorana en el campo social estaba definida con la obra del Seor de la Pea y del Seor Czares. A la muerte de este ltimo, fue nombrado tercer Obispo de Zamora el Seor Jos Othn Nez, Sacerdote oaxaqueo, formado en la mstica de la Encclica Rerum Novarum del Papa Len XIII, pues le toc en suerte estar en el Colegio Po Latino, en Roma, de junio de 1890 hasta agosto de 1893, siendo ordenado Sacerdote el 19 de diciembre de 1891, cuando era publicada la Encclica en mayo de 1891 por lo que podemos decir que en su Sacerdocio al mismo tiempo que la Rerum Novarum. Como era lgico y natural, aquel documento, fresco y oliendo a tinta an, fue llevado por los Jesuitas al Po Latino para ser conocida, estudiada y asimilada por los alumnos. Jos Othn Nez, una vez terminados sus estudios en Roma y empapado en la doctrina de la Rerum Novarum, regres a Oaxaca y, con la anuencia y el apoyo de su Obispo el Seor Gillow, trabaj para poner en prctica aquella Encclica, relacionndose con los promotores de la misma en otras Dicesis, especialmente en la capital de la Repblica. Al ser nombrado Obispo de Zamora y llegar a su nueva Dicesis, trat de continuar con la obra social de sus antecesores y, particularmente, de llevar a la prctica los deseos, las enseanzas y las directrices de aquella Encclica que en otras partes del mundo estaban dando buenos resultados. Este intento le vali para que algunos ricos y acomodados lo llamaran el Obispo comunista Es verdad que ya existan en la ciudad de Zamora y en muchas de las Parroquias de la Dicesis varias Instituciones en beneficio de las clases menesterosas: caridad, beneficencia, limosna... Todo muy bueno, plausible y necesario. Pero faltaba reforzar, hacer nfasis en lo esencial: las obras sociales y de promocin humana; las obras que no dieran pescado, sino que ensearan a pescar; las obras que organizaran a los dbiles y les dieran fuerza para defenderse y para progresar por s mismos, sin depender de nadie; las obras que sirvieran para que el pobre no fuera ya humillado, sino que lo dignificaran. Tales eran las obras que el Papa Len XIII, en la Rerum Novarum, peda que promoviera la Iglesia, porque la beneficencia ayuda ciertamente, pero jams resolver el problema social y econmico de la humanidad, ni contando con todo el dinero del mundo. Con las obras de Beneficencia, fcilmente, se consiguen aplausos, agradecimientos (a veces

humillantes) y besamanos... Las obras de organizacin y promocin, adems de costar mucho ms sacrificio y dedicacin, muchas veces acarrean oposiciones, problemas y situaciones duras. Por tal motivo el Seor Nez, adems de beneficencia, inicia la creacin de las otras obras individuo: - Fundacin en toda la Dicesis de los Crculos de Obreros, que fueron el detonante y el principal factor para que la labor social en la Dicesis alcanzara el auge que alcanz. Como luego veremos, la finalidad principal de esos Crculos era que los obreros, los trabajadores, los campesinos, unidos entre s, superndose en todos los rdenes y ayudndose entre todos, pudieran defender sus derechos y lograr mayor bienestar para s y para sus familias. - Construccin del Teatro Obrero y del Centro Recreativo y Cultural para los trabajadores y sus familias. Obras grandiosas, sin exagerar, por su construccin y su finalidad y que fueron admiradas y envidiadas por muchos que las vieron como algo de otro mundo, de otra dimensin. - Fundacin en varios pueblos de la Dicesis de Centros de Recreacin para los trabajadores, desde luego, ms simples y sencillos que los de la ciudad de Zamora. - Fundacin del Colegio San Luis, de la Escuela de Comercio, de la Normal para Profesores y la Reorganizacin de la Escuela de Artes y Oficios. - Formacin de Cajas de Ahorros y de Mutuales en muchas de las Parroquias de la Dicesis. - Establecimiento de las Conferencias para Trabajadores, tanto en la ciudad de Zamora como en otras partes de la Dicesis, que eran cientficas y moralizadoras - Fundacin de la Liga para proveer Trabajo a los necesitados de l. - Creacin de Bibliotecas y Salas de Lectura en muchos de los pueblos y en la ciudad de Zamora. Estas eran algunas de las obras sociales (de las que luego hablaremos ms detenidamente) realizadas en la ciudad de Zamora y en gran parte de la Dicesis y que fueron el foco, la llamada de atencin para que los obreros de toda la Repblica se fijaran en la Dicesis de Zamora para realizar en ella su Segunda Gran Dieta. seguir promoviendo las obras de promocionales y dignificadoras del

V.-QU ERAN LOS CRCULOS CATLICOS DE OBREROS?Fundacin en Mxico y en Zamora Len XIII, apoyado en las palabras del Libro de los Proverbios El hermano ayudado del hermano es como una ciudad fuerte (Prov. XVIII, 19) y en otros textos da la Sagrada Escritura y sosteniendo el derecho natural del hombre de asociarse con otros para buscar la solucin a problemas comunes, en su Encclica Rerum Novarum, aboga y clama por la formacin de Asociaciones que ayuden al trabajador a salir de la pobreza, desterrando la injusticia social. Una respuesta a esa necesidad y a ese clamor del Papa fue, en nuestra Patria, la creacin de los Crculos Catlicos de Obreros. El Sacerdote Don Jos Mara Troncoso, Superior de los Padres Josefinos y educado en Roma (tambin en el ambiente de la Rerum Novarum), al ser testigo de la explotacin, la miseria y el abandono en que vivan los obreros de la ciudad de Mxico, se haba reunido con varios laicos de su Parroquia y haba fundado los Crculos Catlicos de Obreros, para unirlos entre s y para que, ayudndose entre todos, pudieran defender sus derechos y lograran mayor bienestar moral y material para ellos y sus familias. Pronto aquella idea se extendi en varias Parroquias de la ciudad y fueron apareciendo (a pesar del los problemas de su desconocimiento y del ambiente poltico reinante) en cada una de ellas ms Crculos, sobre todo en aquellas donde era mayor el nmero de obreros y trabajadores: Jess Mara, San Jos, Santa Cruz Acatln, Tecaxic, Espritu Santo, Guadalupe Hidalgo, Tacuba, etc. Don Jos Othn Nez, tercer Obispo de Zamora y (como ya apuntbamos) empapado en el espritu de la Rerum Novarum, cuando lleg para suplir al Seor Czares, en 1909, estaba resuelto a fundar estos Crculos de Obreros en su nueva Dicesis. No iba a experimentar nada. Ya, desde que haba estado en su natal Oaxaca, conoca esos Crculos, los haba promovido, haba tenido experiencias en su manejo y organizacin, saba de su necesidad y eficacia y tena estrecho contacto con el Padre Troncoso y sus colaboradores, sobre todo en el D. F. De ah que al establecerlos en la Dicesis de Zamora, lo haca con la seguridad de su posibilidad, de su necesidad y de su efectividad.

Desde luego que al Seor Obispo Nez no le fue nada fcil la fundacin de los Crculos Catlicos de Obreros. Aquellas Asociaciones de trabajadores iban directamente contra los intereses de algunos ricos y poderosos y contra la situacin de explotacin a la que estaban sometidos muchos de esos trabajadores, en las haciendas y en las ciudades. Por otra parte, el Seor Nez necesitaba definitivamente de la colaboracin de sus Sacerdotes para hacer posible la fundacin y el funcionamiento de aquellos Crculos, pero encontr en algunos de los Prrocos indiferencia y apata, nacidos del deseo de que las cosas continuaran igual y sin complicaciones, ya que el ambiente poltico se notaba tenso, no slo en Zamora, sino en toda la Repblica; otros Sacerdotes (afortunadamente, no muchos), claramente le mostraron oposicin, ya que, en el fondo, no queran meterse en problemas con sus benefactores, olvidndose de que muchas veces los ricos y acaudalados daban ayudas y limosnas para ganarse el cielo o para mantener sumiso al Sacerdote y, a veces, hasta para hacerlo cmplices de algunas de sus injusticias. Sin embargo y a pesar de todos los pesares, el Seor Nez, el 27 de noviembre de 1909, aprob para su Dicesis la fundacin del primer Crculo Catlico de Obreros en la ciudad de Zamora, aceptando el Reglamento que en la ciudad de Mxico tena el Padre Troncoso para los Crculos de aquella ciudad y adaptndolo, en parte, a la ciudad y Dicesis de Zamora. Y el da 3 de enero de 1910 se fundaba solemnemente, en el patio principal del Colegio de Sagrado Corazn, aquel primer Crculo en Zamora que, por razones obvias, fue el ms efectivo y ms activo de todos los que se fundaran en la Dicesis. Un ao despus, el 16 de enero de 1911, al solemnizar en el patio del Seminario, en Jurez y Morelos, el primer aniversario de la fundacin de este primer Crculo, el Padre Don Francisco Padilla, Sub-Director del Circulo Catlico de Obreros de Zamora, informaba de la creacin (gracias a la tenacidad del Seor Nez) de los dems Crculos de la Dicesis de la siguiente manera: Rpidamente se han extendido en por toda la Dicesis los Crculos Catlicos de Obreros: Sahuayo fundado el 13 de febrero y con 900 socios; Uruapan, los primeros de marzo con 615 socios, Taretan, el 10 de abril con 397. Ziracuaretiro, en marzo con 254, Santiago Tangamandapio el 3 de enero con 450, Cojumatln en noviembre con 228, Tanctaro el 4 de abril con 165 socios, Tarecuato el 1 de agosto con 56 socios, Acahuato el 4 de abril con 125 socios, Tingindn el 6 de octubre con 538 socios, Chern en noviembre (no hay informe del nmero de socios), Charapan el 6 de noviembre con 58, San Juan

Parangaricutiro en noviembre con 60, Nahuatzen el mismo mes con 54 socios, Coalcomn en noviembre con 79, Los Reyes en diciembre 3 con 250, Chilchota el 12 de diciembre con 225, Pamatcuaro el 8 de diciembre con 160, Carapan el 12 de enero con 150 socios, Penjamillo en la misma fecha pero sin informe, Ecuandureo en la misma fecha, sin informe, Tlazazalca el 1 de enero de 1911 con 50 socios, Zinparo en la misma fecha y con 119 socios, Cotija ese mes con 900 socios No todo fue miel sobre hojuelas... Cuando se fundaron los Crculos en la ciudad de Mxico, haba la relativa paz porfiriana, aunque ya comenzaban los graves problemas para Don Porfirio Daz. Pero cuando se fundaron en la Dicesis de Zamora, fue en medio de conflictos serios y acontecimientos importantes que ponan en un hilo la tranquilidad de los habitantes de la ciudad y de toda la Dicesis. El ambiente nacional y el regional estaban tensos y la crisis poltica estaba en su apogeo. A Zamora llegaban las noticias de toda la Repblica: el 5 de junio de 1910, Francisco I. Madero, que luchaba contra la reeleccin y una mejor justicia social, era aprendido en Monterrey y trasladado preso a San Luis Potos. En septiembre, se celebraba con toda pompa y boato el Centenario de la Independencia en toda la Repblica y Zamora no se qued atrs, pues adems de desfiles, discursos, msicas y cohetes, el Seor Obispo Nez, el 23 de febrero de 1910, escriba una Pastoral en la que aplauda y se sumaba a todos aquellos festejos, pero mandaba que durante el presente ao (del Centenario de la Independencia) no slo hubiese sermones y plticas... sino que se funden obras de carcter permanente para la instruccin del pueblo... ni que se descuiden aquellas saludables instituciones a favor de todas las clases sociales... y principalmente de las ms humildes. El 5 de octubre, se fugaba Madero de la crcel y desde Estados Unidos firmaba el Plan de San Luis donde declara nulas la reeleccin de Porfirio Daz e invita a los mexicanos a levantarse en armas contra el Gobierno el 20 de noviembre de ese mismo 1910, estallando la Revolucin en Puebla y en Chihuahua. En Zamora se empezaban a sentir aquellos aires revolucionarios a principios de mayo de 1911: el da 3 se supo que las fuerzas maderistas tomaban La Piedad y el Prefecto de Zamora, Don Alfredo Leyva, reuni a los vecinos y les dijo que slo haba 40 elementos para defender la ciudad; el da 14, entran las fuerzas

federales, al mando del Mayor Francisco Crdenas (nacido en La Palma y futuro asesino de Madero); desde el 13, ya el maderista Irineo Contreras haba llegado a hacer propaganda y a convencer a Zamora de apoyar a Madero; el 25 de mayo de 1911, Don Porfirio Daz presenta su renuncia y el da 31, con su familia, se embarca hacia Europa. Rebeliones, levantamientos de todos los colores y sabores, encarnizadas luchas, etc. fueron el marco del nacimiento de los Crculos Catlicos de Obreros en la Dicesis de Zamora, dificultando no slo su fundacin, sino su funcionamiento, como podemos leer en uno de los informes del de Zamora: Por la agitacin poltica reinante, varios obreros no asisten ya a los Crculos, por lo que el Padre Sub- director ha visitado taller por taller para tratar de convencerlos que regresen y, de hecho, ya son muchos los que lo han hecho regresan A pesar de todos esos graves acontecimientos, los Crculos, tanto a nivel nacional como regional, crecieron y ya el ao de 1912 se haban extendido en varios Estados de la Repblica, por lo que se vio la necesidad de crear la Confederacin de los mismos, vislumbrndose con ello una era de paz, de unin y de bienestar para el obrero mexicano. Adems, se crey conveniente que los Crculos estuvieran bajo la dependencia de los Obispos Mexicanos y as 3 Obispos tomaron bajo su amparo el proyecto: Mons. Mora y del Ro, Arzobispo de Mxico y nacido en Pajacuarn, Mons. Guillow, Arzobispo de Oaxaca o Antequera y Mons. Nez, Obispo de Zamora. Organizacin Los Crculos Catlicos de Obreros lo formaban obreros artesanos, agricultores e industriales, pudiendo pertenecer tambin quienes no tengan esa calidad, como honorarios o protectores, ponindose como condicin indispensable el ser ajeno a toda poltica. Cada Crculo se divida en tantos grupos como gremios y casa gremio tena su Mesa Directiva, formada por un Presidente, un Secretario y un Tesorero y todos, una Mesa Directiva General formada por un Presidente, un Vice-Presidente, un Secretario, un Pro-Secretario, un Tesorero, un Sub-Tesorero y cuatro Vocales, elegidos por una Comisin integrada por personas de los gremios. En su Reglamento estaba estipulado todo lo relativo a sus Reuniones, Formacin de fondos econmicos, Penas y castigos a los socios, Festividades, Organizacin y manejo del Centro Recreativo, etc.

Fines y su mstica Los cuatro fines principales de los Crculos eran: 1) la instruccin religiosa y humana para los obreros; 2) la erradicacin de los vicios y la promocin de valores; 4) la superacin en sus profesiones y oficios y 3) la promocin del ahorro y auxilios mutuos para su progreso econmico. Los medios principales con que los Crculos Catlicos de Obreros utilizaban para alcanzar sus fines eran, a grandes rasgos, segn lo determinaba el artculo 4. de su Reglamento: Para la consecucin de estos fines la Asociacin procurar: a) que sus miembros reciban amplia instruccin religiosa, moral, sociolgica y artstica, y al efecto cada semana tendr verificativo un ejercicio religioso en el cual se explicar a los socios la Doctrina Cristiana y se les exhortar a la prctica del bien; y una conferencia que versar sobre asuntos sociales o de artes; b) la fundacin de centros recreativos; c) el establecimiento de instituciones que administren y hagan fructuosas las economas de los socios Quienes piensen que los Crculos Catlicos de Obreros eran simplemente una ms de las Asociaciones piadosas de la Iglesia, que terminaban en una falsa y empalagosa piedad religiosa o en una simple reunin de personas que se dedicaban a la crtica, a la murmuracin y a perder el tiempo, (como, desgraciadamente a veces sucede con algunas Asociaciones), estn muy equivocados. Su mstica, su organizacin, sus fines y su obligada efectividad no daban lugar a que se convirtieran en ese tipo de agrupaciones. Los Crculos Catlicos de Obreros nacieron al conjuro de la Rerum Novarum y respondiendo a una necesidad imperiosa y con la obligacin ineludible de atenuar esa necesidad. Eran el aterrizaje de la Doctrina social de la Iglesia y una puntualizacin de la verdadera doctrina social del Evangelio, distorsionada muchas veces por una mala interpretacin, por la ignorancia, por la facilidad o por la conveniencia. Los Crculos Catlicos de Obreros venan a sealar al cristiano y a la humanidad en general el verdadero camino para la solucin del problema social, ya que este nace precisamente de la injusticia que impera en las relaciones entre los hombres y la injusticia no se frena solamente con Conferencias de San Vicente, con Dispensarios o Despensas, como muchos piensan. La Doctrina social de la Iglesia tiene como base (como todo el cristianismo) la caridad, pero hemos hecho, muchas veces, una falsificacin de esa virtud, empequeecindola,

limitndola, haciendo de ella algo muy pobre, mezquino y acomodado a nuestros propios intereses y complejos de ostentacin y vanagloria. Los Crculos Catlicos de Obreros vinieron a invitarnos a cambiar esa mentalidad y esa actitud, dndole el verdadero sentido y dimensin social a la caridad, que no debe consistir nicamente en obras de Beneficencia y de mal llamada caridad, sino en el compartir, en la entrega amorosa, desinteresada de lo que poseamos, juntamente con nuestra equidad y justicia, al darle a cada quin lo que es suyo. El Papa Po XI, en su Encclica Divinis Redemptoris, habla claro y sin rodeos: Una caridad que prive al obrero al salario del que tiene estricto derecho, no es caridad, sino un vano nombre y una vana apariencia de caridad. Ni el obrero ha de recibir como limosna lo que le corresponde por justicia; ni con pequeas ddivas de misericordia pretenda nadie eximirse de los grandes deberes impuestos por la justicia. San Agustn pensaba igual: T das pan al que tiene hambre; pero mejor sera que ninguno tuviese hambre y que no tuvieses que darlo a nadie... Pues si haces un favor a un desgraciado, quizs desees elevarte a tus ojos y quieras que l est por debajo de ti... En una palabra: NO PUEDE HABER CARIDAD, SI NO HAY JUSTICIA. La caridad, como a veces tratamos de practicarla (aun a travs de Organizaciones que llevan, incorrectamente, ese nombre) no es la autntica virtud predicada y mandada por Cristo a sus seguidores. La convertimos simplemente o en un leve paliativo (de ninguna manera del tamao adecuado) a la miseria y a la pobreza, o en un escaparate de nuestra vanagloria, o en una falsa salida de nuestras verdaderas y profundas obligaciones hacia nuestros hermanos. Alguien escribi (y me adher a lo escrito): La rabia y el coraje me invaden al ver a las esposas de algunos ricos, explotadores injustos con sus trabajadores, repartindoles unos pesos, unas cobijas, unas despensas o medicinas. Con esta caridad nunca se terminar con la miseria y la pobreza (al contrario, en muchos casos y debido a malas planeaciones, polticas y "desinformaciones", se aumentan haciendo a quienes se les da esas caridades ms atenidos y menos dispuestos y capaces de salir para siempre y por ellos mismos, de su dolorosa situacin). Sin menospreciar esas caridades (urgentes, necesarias y vitales, en ciertos casos) se debe ir ms lejos en el concepto, dimensin y prctica de la caridad, atendiendo el llamado de Len XIII para crear, promover y sostener obras de promocin humana, de organizacin y ayuda mutua para que los pobres y necesitados puedan valerse, defenderse y progresar por ellos mismos. Y los Crculos Catlicos de Obreros eran una respuesta a esa necesidad y a ese llamado.

VI.-QU HACAN LOS CRCULOS CATLICOS DE OBREROS? Directrices y orientaciones, fielmente seguidasDespus de haber hablado un poco de la fundacin y de lo que eran los Crculos Catlicos de Obreros, es interesante y necesario conocer lo que hacan, es decir, las actividades que realizaban y si, efectivamente, correspondan a su esencia y a sus fines. Por su Reglamento, sabemos que la finalidad global de tales Crculos era establecer todo un proceso de educacin de los trabajadores para convencerlos, orientarlos, empujarlos y ayudarlos para un mejor desarrollo material, moral, social y cultural, tanto de ellos como de sus familias. Ante todo debemos sealar que, siguiendo los lineamientos que la Encclica Rerum Novarum sealaba para la creacin de obras de promocin social a favor de la clase trabajadora, los Crculos Catlicos de Obreros actuaban bajo las siguientes caractersticas: - La participacin activa de todos sus socios era algo exigido e indispensable, por lo que aquellos que ingresaban al Crculo, creyendo que iba a ser una manera fcil de recibir ddivas y beneficencia, y no algo alcanzado por sus propios esfuerzos, pronto se alejaban de l. O si todo el Crculo se mova bajo la misma perspectiva de recibir, gratuitamente, ayudas econmicas, se iba directamente al fracaso. La historia e informes de los Crculos de la Dicesis de Zamora, como los de otras partes de la Repblica, as lo atestiguan, como sucedi con los Crculos de algunas pocas Parroquias de la Dicesis, donde fueron fundados slo por complacer al Obispo y no por conviccin o por cumplimiento de un deber social-sacerdotal. - El funcionamiento de los Crculos debera estar inmerso, enmarcado en la democracia, ya que de lo contrario no seran efectivos. En 1901 el mismo Papa Len XIII haba escrito su Encclica Graves de communi en la que tuvo que puntualizar claramente la distincin existente entre la democracia social, esgrimida por los comunistas (para la que no exista nada espiritual, buscaba exclusivamente los bienes materiales, estableciendo un falso origen de la autoridad y una igualdad en los bienes y la negaba el derecho de propiedad, utilizando la lucha de clases) y la democracia cristiana (fundada en los principios de la fe y que buscaba los bienes materiales sin excluir los espirituales, poniendo como base y principio

social la justicia y defendiendo el derecho de propiedad y la natural diversidad de clases) De ah que la democracia que debera cobijar las obras de promocin social debera consistir en la unin nativa de la clase pobre con las dems clases, afianzada por la fraternidad cristiana... teniendo en cuenta que para el xito de este orden (el orden social justo y equitativo) es necesario que aquellas clases (las pobres) sean llamadas a tomar parte en la obra. Y efectivamente en los Crculos Catlicos de Obreros todos tenan voz y voto del mismo valor y el Sacerdote slo era un asesor y promotor de ellos. - Una prudente y necesaria caracterstica de los Crculos Catlicos de Obreros era sin duda el ser "apolticos", no slo por lo delicado del ambiente de Mxico, sino porque cualquier suceso u obra que se politiza (sobre todo entre nosotros los mexicanos) divide y fanatiza a los involucrados. Nada ms falso que afirmar que en aquellos Crculos y, en especial, en la Dieta de Zamora, se plane el asesinato de Madero o que se dedicaban a hacer poltica subterrnea o a poner en peligro el orden social... Tonteras e inventos de fanticos antirreligiosos que ven monos con tranchete en todo lo referente a la Iglesia. - Los programas de planeacin deberan ser elaborados por los mismos socios, ya que nadie mejor que ellos conocan sus necesidades y sus capacidades. - La ejecucin de los proyectos seran tambin realizados por los mismos trabajadores, tanto porque eran para su propio y particular beneficio y le echaran todos los kilos, como porque de ellos sera la satisfaccin de haberlos logrado por s mismos, y no mediante la humillacin de la limosna y caridad condicionadas - Finalmente debemos hacer mencin de que toda la actividad de los Crculos se llevaban a cabo llenando los requisitos que la Ley exige para poder gozar de las franquicias concedidas a las personas morales en Mxico.

Acciones, no slo planes y palabrera.Sin hablar de memoria o dejando volar la imaginacin y la fantasa, sino ms bien basado en los documentos e informes escritos de los Crculos Catlicos de Obreros y presentados tanto en la Confederacin como en la Dicesis de Zamora, me permito hablar un poco de lo mucho que hacan esos Crculos. En la imposibilidad de hacerlo de todos y cada unos de los Crculos de todas las Parroquias, slo har una leve mencin de ellos, dando noticia ms extensa del Crculo de la ciudad de Zamora, teniendo en cuenta que (por razones

obvias) era el ms atendido y el que contaba con mayores elementos humanos y materiales para funcionar mejor. Sin embargo era una muestra y reflejo de lo que pasaba en los dems Crculos y, adems, muchas de sus realizaciones eran de dimensin y proyeccin diocesana. Los Crculos Catlicos de Obreros, como ya apuntbamos, tenan como meta fundamental y nica la superacin y el bienestar de sus socios y de sus familias, mediante su desarrollo material, moral, social y cultural y no solamente se preocupaban por la enseanza del Catecismo, como lo podemos ver en los siguientes datos que presento brevemente y reducidos a las tres metas ms importantes de los Crculos: a) Una amplia instruccin religiosa, moral, sociolgica y artstica. En el Informe del Crculo de Zamora presentado el 16 de enero de 1911, aniversario de su fundacin, se lee: Conferencias y conferencistas: En el nuevo local del Circulo, los domingos en la noche, se dictaron Conferencias sobre temas importantes: la embriaguez, la dignificacin del trabajo, el respeto a la mujer, la educacin de los hijos, la exactitud en el cumplimiento del deber, las ventajas y la utilidad del ahorro, el progreso en las artes y oficios. Los Conferencistas fueron: el Sr. Obispo Nez, el Vicario General Genaro Mndez del Ro, el Cannigo Ramn Contreras, los Pbros. Luis G. Arceo, Ignacio G. Romero, Luis G. Victoria, Rafael Guzmn, Cristbal Montejano, Miguel Medina, Francisco Garnica, Rafael Madrigal y Luis Amezcua Orozco; los Licenciados, Gonzalo Echevarrieta, Cesreo Gonzlez, Juan B. Ruz, Bardomiano Ruz, Manuel Vargas del Ro, D. J. de Jess Crdenas, y Manuel Ortz; los Seores Rafael Alvarez, Francisco G. Urbizu, Agustn Alvarez, Uriel Navarro, Ramn Martnez, Jos Palomino, Rafael Ruz y Antonio Ochoa. Y pocos meses despus, en otro informe: durante el ao se dieron las siguientes: el P. Rafael Madrigal sobre mala prensa y cooperativismo; el P. Luis Rivera, sobre la felicidad; P. Luis Amezcua Orozco, sobre el patriotismo; el P. Enrique Amezcua, sobre la labor de la Iglesia hacia el obrero; el P. V. Mendoza, sobre la influencia de la escuela en el taller; el P. Ignacio Garca Romero, sobre el respeto a la autoridad; el Prof. Ramn Martnez, sobre la embriaguez; el Prof. Jess Romero Flores, sobre la influencia de la mujer; el Sr. Rubn Navarro, sobre la influencia de la religin; el Sr. M. Serrato, sobre la relacin entre Iglesia y

trabajo; el Lic. Perfecto Mndez Padilla, sobre el funcionamiento poltico de los Crculos Obreros y sobre Ley electoral; el Lic. Fidel Silva, sobre el trabajo; el Sr. Rafael Ruz, sobre las malas lecturas; el P. Rafael Ochoa, sobre la falsa prudencia y las malas compaas. Grandes y notables personajes repartieron y compartieron sus conocimientos, experiencias y sugerencias para elevar el nivel de los obreros zamoranos en todos los aspectos de la vida. Entre ellos hubo sacerdotes, abogados, maestros y escritores de reconocida capacidad (de iglesia y no de iglesia; de Zamora y de fuera de Zamora) Escuelas Nocturnas: Funcionaban con trabajo y dificultades, sobre todo por la apata de los interesados, pero con buen xito y las haba en Zamora, Taretan, Paracho, Acahuato, Tingindn, Patamban, Ziracuaretiro y Uruapan. Bibliotecas, peridicos, hojas de propaganda: las primeras, con volmenes comprados o regalados y cuyo nmero iba creciendo poco a poco, tanto en Zamora como en algunas de las Parroquias; los segundos, mediante suscripciones: Se tuvo la suscripcin para los obreros de varios peridicos del pas: El Pas de Mxico, El Amigo de la verdad de Puebla, El Regional de Guadalajara, El Correo de Chihuahua, etc. b) la fundacin de centros recreativos Para los Crculos Catlicos de Obreros, adems de la cultura en sus socios, era importante la diversin a la que tambin tenan derecho, ya que de ninguna manera debera ser algo exclusivo para el que tiene dinero. De ah que en las Parroquias (donde se pudo) se procurara dedicar una cuarto de alguna casa o el saln de alguna escuela a donde pudieran acudir los trabajadores a leer o divertirse un poco con juegos de mesa, etc. en Zamora naci la idea y la realizacin del Conjunto Obrero zamorano que abarcara un Centro Recreativo y el Teatro Obrero, obra fuera de lo comn para su poca y admirada en varias partes de la Repblica y de la cual procurar dar noticias ms amplias posteriormente, en otros artculos. En ese Conjunto Obrero, adems de las Conferencias enumeradas se llevaron a cabo otras muchas actividades: h) Se dieron: 1 Funcin de cine, 3 funciones teatrales (dos organizadas por los mismos obreros y otra por jvenes de la mejor sociedad para los obreros y sus familias.

i) Se realiz una Velada inaugural solemne, se tom parte en la celebracin del Centenario de la Independencia sobre todo en el Paseo cvico del 16 de septiembre, causando el Crculo muy buena impresin, tanto por su nmero como por su aseo, orden y correccin. Por 1. vez utiliz el Circulo su estandarte, confeccionado de raso blanco, artsticamente adornado y ostentando en el centro la figura simblica del trabajo; las Mesas Directivas de los Gremios lucieron en dicho paseo sus elegantes pabellones de seda, llevando escrito en el fondo el nombre del Circulo y del Gremio respectivo. Para mayor lucimiento de las fiestas patrias, la autoridad constituida organiz un desfile de carros que recorrieron las principales calles de la poblacin; el Circulo de Obreros contribuy con un carro perfectamente adornado con guirnaldas de flores naturales, que simbolizaba el trabajo. j) Se realizaron dos Jamaicas con la expansiva alegra de las familias de todos los obreros. i) Otro de los logros del Crculo de Obreros ha sido la Orquesta que con maestra dirige el profesor D. Jess Vzquez. Su primera audicin fue en honor del Sr. Nez y la segunda fue dedicada al Prefecto del Distrito D. Francisco de P. Aguado, eventos que se desarrollaron en el Saln Imperial donde la Orquesta, en ambas conquist numerosos y clidos aplausos. c) el establecimiento de instituciones a favor de las economas de los socios Fueron dos, sobre todo, las que se instituyeron en casi todas las Parroquias y las que dieron mejores resultados para los socios: - Las Cajas de Auxilios Mutuos: que adems de recibir los socios ayuda generada por ellos mismos, por medio de sus cuotas, los formaba en la solidaridad, unin y responsabilidad. Estaban establecidas, el primer ao de la formacin de los Crculos, en Ziracuaretiro, Taretan, Uruapan, Zamora, Tanctaro, Coalcomn, Penjamillo, Chilchota, Pamatcuaro, Cotija, Guarachita, Ixtln, Valenciano, Santiago Tangamandapio y Zinparoy luego se extendieron a todas las Parroquias donde estaban establecidos los Crculos, contando con miles de socios. Su funcionamiento, en Zamora: Las cuotas de los socios, segn sus categoras (posibilidades) fueron de 3, 6 y 9 centavos para las categoras de 3., 2. y 1. respectivamente y se reunieron en total durante el ao $ 2,006.09. Por lo que a 20 socios de 1. clase (las

clases eran segn las cuotas entregadas) se les entregaron $ 414.50; a 64 socios de 2., $ 175.50 y a 48 socios de 3. Clase, $ 125.50. Sus resultados, tambin en Zamora: Socios enfermos auxiliados por el Crculo: del 1. de enero al 31 de diciembre: 208 enfermos. Suma empleada: $ 1,492.25. Visitas mdicas 381. Socios muertos: 6. Ayuda econmica a sus familias: $ 28.00. En servicios mdicos y decesos: en pagos de honorarios a mdicos por atencin a socios, $ 217.00; en pago de medicinas, $ 370.42; gastos por fallecimiento, 27.50 y socorros extraordinarios, $ 14.50. Las Cajas de ahorro: siguiendo, en gran parte, el modelo de las establecidas por los obreros de las fbricas de tejidos de Rochdale, Inglaterra en 1844 y, sobre todo, practicando los principios bsicos del cooperativismo (libertad, democracia, educacin y justicia), las Cajas de ahorro establecidas en varias de las Parroquias de la Dicesis (Penjamillo, Zamora, Tingindn, en un principio y luego Tarecuato, y otras) fueron una ayuda enorme para la clase trabajadora. En la de Zamora deposit el Sr. Nez para premios a los socios constantes y de buena conducta: el 1. de $20, el 2. de $10 y el 3. de $ 5.

Eventos especiales de los Crculos de ObrerosComo complemento a las actividades de los Crculos existan los eventos especiales que servan para manifestacin su presencia en la sociedad. Como muestra de ellos, transcribo algunos de ellos, realizados en la ciudad de Zamora: Peregrinaciones: en febrero del ao pasado (1911) en las bodas de plata de la coronacin de la Virgen de la Esperanza, se realiz la peregrinacin del Crculo de Obreros a su Santuario. En mayo se realiz otra peregrinacin a Catedral para dar gracias por habernos librado de los horrores de la guerra, tanto a San Jos como a la Virgen de Guadalupe. Varios Festejos: se celebr el Santo del Seor Director P. Jos Ma. Aguilar el da 19 de marzo. El 16 de septiembre, dentro del recinto del Crculo se celebraron las fiestas patrias con la presentacin de un drama patritico . Ese mismo da se tom parte en el Desfile por todas las calles de la poblacin y lo numeroso del grupo del Crculo, su compostura y donaire arrancaban aplausos de las personas al paso del estandarte del Crculo Obrero .

Santo del Seor Obispo:...a pesar de los temores por las revueltas de estos tiempos, por lo que no daban permiso las Autoridades; pero nos lo dieron para realizar el desfile delante del Obispo mas de mil obreros por las calles de la ciudad, en correcta formacin y con el orden debido, siendo muy satisfactorio or de algunas personas que al contemplarnos decan con orgullo: Son los obreros catlicos. Motivaciones materiales: a) Se realiz la Rifa de los regalos que una casa espaola establecida en la ciudad hizo para los obreros y se espera que otros comerciantes zamoranos sigan su ejemplo. b) Se instituye por el mismo Presidente reelecto del Crculo, Seor Antonio Ochoa, un Premio de $ 25 para el obrero que traiga ms socios al Crculo y c) Finalmente, se realiza el reparto de premios instituidos por el Sr. Obispo Nez para los obreros ms constantes en asistir a sus Juntas y de mejor comportamiento. Los Crculos se valan de todos los medios con el fin de convocar al mayor nmero de obreros para que conocieran y actuaran dentro de ellos y as se dieran cuenta de las bondades y conveniencias que para ellos significaba el pertenecer a aquella Organizacin. Estas son algunas de las actividades realizadas por los Crculos Catlicos de Obreros en la Dicesis de Zamora con las que trataban de dar una respuesta a la llamada de la Iglesia para poner en practica la doctrina social de la misma y para responder tambin a las graves necesidades de la clase trabajadora.

VII.- UN CENTRO RECREATIVO, SOLO PARA OBREROS Un proyecto ambiciosoEntre los fines perseguidos por los Crculos Catlicos de Obreros estaban, juntamente con el de elevar el nivel cultural y econmico de los trabajadores, el de la necesidad y el derecho que ellos y sus familias tenan a divertirse. Tal diversin debera ser sana y les ayudara a bajar las tensiones causadas por el trabajo, a fomentar el compaerismo entre los diversos gremios y a acrecentar la unidad y el descanso entre las familias. De ah (como apuntbamos en el artculo anterior) naci, de parte del Seor Obispo Don Jos Othn Nez, la idea de crear y construir un Conjunto Obrero que abarcara un Centro

Recreativo y un Teatro, exclusivos para los Obreros; el primero, para la diversin y esparcimiento de los socios del Circulo de Zamora y el segundo, para fomentar la cultura y los conocimientos de ellos y de sus familias. El Seor Obispo Nez, desde su llegada a la Dicesis, en agosto de 1909, empez a armar en su mente aquel proyecto y, cuando lo tuvo ya completo y sinti que era oportuno el hacerlo, lo platic con los miembros del Cabildo, con algunos personajes de la sociedad zamorana y con los dirigentes de los diversos gremios de artesanos existentes en la ciudad (por cierto, muy bien organizados): Sastres, Carpinteros, Herreros, Zapateros, Talabarteros, Reboceros, Albailes, Comerciantes de Matanza, Obrajeros, Sombrereros, y Comerciantes de Frutas, de Semillas y de verduras. Con todos ellos organiz reuniones en las que se estudi la posibilidad de realizar aquel proyecto, tanto desde el punto de vista econmico, como de su conveniencia, de la seguridad en la propiedad (debido a la inestabilidad y ebullicin poltica por la que atravesaba el pas) y de su funcionalidad. - En cuanto a lo primero, el Seor Nez sac sus cuentas y determin (a ejemplo de su antecesor, el Seor Czares con relacin a la construccin de la nueva Catedral) el destinar la mayor parte de lo que le corresponda de la Gruesa Decimal, tanto para terminar el Palacio Episcopal, como para la construccin de aquel proyecto del Conjunto Obrero (en cuanto a la Catedral Nueva se segua trabajando, ya que el mismo Seor Czares haba dejado dinero para ello). Adems, algunos de sus colaboradores y algunos de los zamoranos acomodados le prometieron ayudarle en dinero y en especies para la construccin de aquel Conjunto. Pero sobre todo, el Seor Nez cont con el apoyo moral y de faenas al que se comprometieron los diversos gremios para llevar a cabo aquel proyecto.. Se contaba tambin con el terreno para aquel proyecto: los lotes aledaos a la Catedral Nueva ( 17 hectreas) pertenecan la Iglesia Zamorana y en ellos se sembraba alfalfa, rboles frutales o que se prestaban y alquilaban para otros menesteres. - La conveniencia y necesidad para el trabajador de aquel proyecto estaban fuera de discusin. - Por lo que se refera al peligro de perder aquella obra, sin duda alguna que el Seor Nez se enter de la advertencia ( prudente y proftica, por cierto) que el Seor Czares haba hecho a su Coadjutor el Seor Fernndez, cuando emprendi la construccin del Palacio Episcopal, dicindole que aquello ira a parar a manos del Gobierno. Y en realidad la atmsfera poltica en el pas era cada da ms tensa... Desde mediados de ese ao de 1909,

Zamora y su regin empezaban a inquietarse y a mostrar cierta desaprobacin a Don Porfirio Daz y al estado de cosas imperante. De algunas Parroquias empezaban a llegar noticias al respecto: en la de Paracho, Flix C. Ramrez y Eutimio Daz comenzaban a preparar un levantamiento, juntamente con Jos Ma. Alvarez de Corupo, con Marcos V. Mndez y Rafael Olivares de Peribn y con Sabs Valladares de Los Reyes.