dionisio areopagita - los nombres divinos (selección)

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  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    1/27

    Los

    nom res

    divinos

    Estudio filológico lingüístico

    con traducción directa y notas de

    P BLO

    A

    C V UERO

    Revisión

    y

    comentarios l texto

    por

    GRACIELA RITACCO

    <

    o

    <

    l

    o

    J

    EDITORI L LOS D

    BUENOS AIRES

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    2/27

    rente agitación, y seguridad de los que están

    en

    pie, y guía

    que lleva de la mano, elevándolos, a los que son conducidos

    hacia Él, [112] luminosidad de los alumbrados, principio

    iniciático3s de los iniciados, y principio de divinidad de los

    que son divinizados, simplicidad de los que

    son

    simplifica-

    dos, y

    unidad

    de los que son unificados, principio suprae-

    sencialmente supraprincipal39 de todo principio bondado-

    sa donación4o de lo oculto según lo permitido y para decirlo

    simplemente, la vida de los vivientes esencia de los entes,

    principio causa de toda vida esencÍ'a mediante la produc-

    tora y cohesiva bondad suya para que los entes existan.

    [4] n esto hemos sido introducidos ante los Divinos

    Oráculos. Y encontrarás todo, por así decir, el sagrado him-

    nario de los 'teólogos' que dispone las divinas denominacio-

    nes manifiesta4I e himnoalabadoramente42 respecto de las

    benefactoras procesiones43 de la Tearquía. Por ello,

    en

    todo,

    casi, el tratamiento teológico vemos la Tearquía sagradamen-

    te alabada con himnos, por una parte como mónada uni-

    dad, a través de la simplicidad unicidad de la sobrenatural

    indivisibilidad,44 a partir de la cual, como fuerza unificante,

    somos unificados

    y

    acortadas supramundanamente nuestras

    parciales diversidades, somos conducidos hacia la mónada

    deiforme y a la unión imitadora de Dios;4s por otra parte

    como [113] tríada, a través de la manifestación tripersonal de

    la supraesencial fecundidad, a partir de la cual toda descen-

    dencia

    en

    l

    cielo sobre la tierra existe es nombrada ;46

    por otra parte, como causa de los entes, puesto que todo fue

    llevado hacia el ser a través de su bondad creadora de esen-

    cias, [causa] sabia y bella, porque todos los entes que se sal-

    vaguardan incorruptos47

    en

    su

    propia

    naturaleza están col-

    mados de toda armonía divinamente inspirada4s de una

    sagrada bella adecuación; causa especialmente amante de la

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    3/27

    humanidad, porque en una de sus Personas49 se hizo común

    con cada

    uno

    de nosotros en verdad enteramente, llamando

    y levantando hacia Sí misma la

    humana

    ultimidad, a partir de

    la cual inefablemente Jesús, simple, fue combinado, y el Sem

    piterno

    ha

    tomado

    dimensión temporal, y

    ha

    llegado a estar

    dentro de la naturaleza nuestra

    el

    que supraesencialmente

    excede todo orden según toda naturaleza, conservando el

    cimiento inmutable e inconfusoso de las propiedades. Y

    cuantas otras luces teúrgicassl, en concordancia con los Orá

    culos, la oculta tradición52 de nuestros guías divinamente ins

    pirados [114]

    nos

    ofreció

    por

    revelación, también en ésas

    hemos sido introducidos, ahora, análogamente a nosotros,

    mediante los sagrados velos en que el

    amor

    a la humanidads3

    de las tradiciones jerárquicas54 envuelve con lo sensible las

    cosas inteligibles y con los entes, las supraesenciales, y rodea

    las formas y figuras

    con

    lo informe y

    no

    figurado, y multipli

    ca y plasma la sobrenatural y anesquemática simplicidad

    con

    la variedad de los símbolos parciales; y luego,ss

    cuando

    sea

    mos

    incorruptos e inmortales y alcancemos la expresión

    cristiforme56 y beatísima, estaremos siempre -según el

    Oráculo- con

    el

    Señor",s

    7

    colmados

    por

    una

    parte,

    en

    con

    templaciones totalmente puras, de su visible teofanía que

    nos irradia con luminosísimos resplandores como a los discí

    pulos en aquella divinísima transfiguración;ss por otra, [115]

    participando de su inteligible donación de

    luz59

    en impasible

    e inmaterial inteligencia, y de la unión por sobre inteligencia

    en las ignotas y

    bienaventuradas

    emisiones de los rayos

    suprabrillantes. En muy divina imitación de las inteligencias

    supracelestiales, "seremos, pues, iguales a los ángeles", como

    dice la verdad de los Oráculos, "e hijos de Dios al ser hijos de

    la resurrección".6

    Pero ahora,

    como

    es

    accesible a nosotros, usamos símbo-

    [ 211]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    4/27

    los apropiados a lo divino, y a partir de éstos nos elevamos

    luego análogamente

    hasta

    la simple y

    unida verdad

    de las

    contemplaciones inteligibles, y tras

    toda

    la intelección de lo

    deiforme a nuestro alcance, suspendiendo nuestras activida

    des intelectuales,

    nos

    lanzamos según lo

    permitido

    hacia el

    rayo supraesencial, en el cual todos los límites de todos los

    conocimientos han presubsistido supraindeciblemente,61

    [rayo]

    que

    no es

    posible

    ni inteligir ni decir

    ni contemplar

    enteramente de algún modo por ser s l trascendente a todo y

    ser supraignoto,

    6

    no

    sólo

    habiendo

    tomado

    de

    antemano

    en

    sí mismo supraesencialmente las limitaciones,63 en

    conjunto

    y todas, de los conocimientos y poderes esenciales

    -pero con

    el poder

    incircunscripto de

    todo- ,

    sino

    también estando

    cimentado sobre64 las inteligencias supracelestiales. Pues si

    existen los conocimientos todos de los entes y tienen el lími

    te

    en

    los entes, el

    que

    está más allá de

    toda

    esencia también

    es

    trascendente a todo conocimiento.

    [5] Y empero, si es más fuerte

    que toda

    palabra y todo

    conocimiento, y [116] se cimenta en general sobre inteligen

    cia y esencia,

    al

    ser por una parte aprehensiva de todo y com

    prehensiva y anticipativa, y

    por

    otra

    ella

    misma

    es inapre

    hensible de modo general para todos y

    no

    hay percepción de

    ella ni imaginación ni opinión ni nombre ni palabra ni tacto

    ni ciencia, ¿cómo será examinado por nosotros el discurso

    acerca de los nombres divinos, al mostrarse indesignada y

    supranombrable6sla supraesencial divinidad?66

    Pero,

    por

    lo que dijimos cuando expusimos los Esbozos

    teo-

    lógicos

    lo uno, lo ignoto, lo supraesencial, lo

    bueno

    en sí mis

    mo, lo que es -digo la ternaria unidad idénticamente divina e

    idénticamente buena-,67 no es posible decirlo ni inteligirlo.

    Pero también las uniones de las santas potencias, adecuadas a

    los ángeles,6slas cuales

    es

    necesario afirmar ya

    como

    emisiones

    [ 212]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    5/27

    encima de

    la

    inteligencia y de toda esencia y conocimiento.

    Por ejemplo

    si

    a

    la

    supraesencial

    ocultezss

    denominamos Dios

    o vida o esencia o luz o palabra no inteligimos otra cosa sino

    las

    potencias llevadas adelante desde ella hacia nosotros deifi-

    cantess6

    o esencializadoras o engendradoras

    de

    vida o dadoras

    de sabiduría.s7 Y a ella nos aplicamos con independencia de

    todas

    las

    actividades intelectuales sin ver divinizaciónss

    algu-

    na o vida o esencia que

    sea

    exactamente parecida a

    la

    causa

    de

    todo [causa] trascendente según toda.supraeminencia. [132]

    A

    su

    vez que

    el

    Padre

    es

    divinidad fontanal y que

    el

    Hijo

    y

    el

    Espíritu son

    de

    divinidad engendradora

    de

    divinidad s9

    si

    hay que afirmarlo así brotes de planta divina y como flores60

    y luces supraesenciales lo hemos acogido de

    los

    sagrados Orá

    culos. Pero cómo es esto

    o

    es posible ni decirlo ni inteligirlo.

    [8] Pero hasta aquí es toda

    la

    potencialidad de

    la

    activi

    dad intelectual según nosotros porque toda divina paterni

    dad y filialidad es donada a partir del principio-de-paterni

    dad y principio-de-filialidad6t trascendente a todo no sólo a

    nosotros sino también a

    las

    potencias supracelestiales a par

    tir de la cual

    las

    inteligencias deiformes llegan a ser y son

    denominadas dioses e hijos de dioses y padres

    de

    dioses

    de

    modo espiritual evidentemente al cumplirse tal paternidad

    y filialidad -esto

    es

    incorpóreamente inmaterialmente

    inteligiblemente- supracimentado

    el

    Espíritu teárquico

    sobre toda inteligible inmaterialidad y divinización y sien

    do

    el

    Padre

    el

    Hijo supraeminentemente62 trascendentes a

    toda paternidad y filialidad divina.

    Pues

    ni siquiera existe exacto parecido

    de

    lo causado y

    de

    los

    causantes sino que por una parte lo causado tiene imágenes

    acogidas de los causantes por otra los causantes son trascen

    dentes a lo causado y supracimentados según

    la

    razón de su

    propio principio. Y para usar

    de

    ejemplos relativos a nosotros

    [2341

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    6/27

    se

    dice que placeres y penas son productores del sentir placer y

    del apenarse pero ellos ni placen ni apenan. Y no se dice que el

    fuego que calienta y quema, [133] sea quemado y calentado. Y

    si

    alguien

    afirma que

    la vida

    en sí vive

    o que

    la

    luz en

    sí es

    alum-

    brada, no hablará correctamente según mi razonamiento

    si

    no

    dijera

    esto

    al

    menos

    de

    otra manera, que lo propio

    de

    lo

    causa-

    do está antes, excedente y esencialmente, en los causantes.

    [9]

    Pero también

    lo

    más revelador de toda teología es la

    divina plasmación63 de Jesús según nosotros, y es inefable para

    toda palabra y desconocida para toda inteligencia, incluso para

    el

    primerísimo

    de

    los

    muy prístinos

    ángeles.

    Y

    el

    que

    Él

    se

    haya

    esencializado varonilmente lo hemos acogido místicamente,

    mas desconocemos cómo a partir de sangres virginales

    se

    plas-

    mó con otra norma más

    allá de la

    naturaleza, y cómo con

    pies

    secos poseedores de masa corporal y de peso de materia atra-

    vesó

    la

    esencia

    líquida e inestable y

    las

    otras

    cosas

    que son

    del

    sobrenatural funcionamiento

    natural64 de

    Jesús.6s

    Esto está suficientemente dicho por nosotros en otros

    lugares y es alabado muy sobrenaturalmente por el célebre

    guía66

    según sus Elementos

    teol6gicos

    lo cual él o bien lo ha

    acogido de los sagrados teólogos o bien lo ha visto a partir

    de

    una investigación científica

    de

    los

    Oráculos, a partir

    de la

    mucha ejercitación [134] y ocupación en ellos, o bien fue

    introducido en

    los

    misterios a partir

    de

    una inspiración muy

    divina, no sólo aprendiendo sino también experimentando

    lo divino y a partir de esa experiencia compartida respecto de

    eso,

    si

    hay que afirmarlo

    así

    perfectamente iniciado respecto

    de

    la

    no enseñable y mística unión y

    fe

    en lo divino. Y para

    que ofrezcamos brevemente los muchos y bienaventurados

    objetos

    de

    contemplación

    de

    la poderosísima reflexión

    de

    aquél, esto dice acerca de Jesús en

    los

    Elementos teol6gicos reu-

    nidos por

    él:

    [ 235]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    7/27

    [10] La

    Causa

    de todo y divinidad plenificadora del

    Hijo, que salvaguarda las partes consonantes

    con

    la integri

    dad

    y

    sin ser ni parte

    ni

    cosa íntegra, es

    no

    sólo cosa íntegra

    sino también parte, como comprehendiendo en

    misma

    el

    todo

    y la parte y lo íntegro, teniéndolos superior y anticipa

    damente, es por una parte perfecta

    en

    lo imperfecto como

    principio de perfección,67

    por

    otra, imperfecta en lo perfecto

    como

    supraperfecta preperfecta, forma formalizadora en lo

    informe

    como

    principio de formación,6s informe en las for

    mas

    como

    sobre forma, esencia que

    ~

    las íntegras esencias

    reposa inmaculada supraesencialmente trascendente a toda

    esencia, que delimita los íntegros principios y órdenes, supra

    cimentada sobre todo principio

    orden.

    Y es medida de

    todos los entes y

    es

    eternidad y está sobre la eternidad y antes

    de la eternidad, plena en

    lo necesitado, supraplena

    en

    lo ple

    no, inefable, impronunciable, sobre inteligencia, sobre vida,

    sobre esencia. [135]

    Supranaturalmente

    tiene lo suprana

    tural, supraesencialmente69 lo supraesencial.

    De donde, puesto que ha

    venido hasta la naturaleza

    por

    amor a la humanidad verdaderamente tomó tal esencia7o

    el

    Supradivino

    se

    hizo varón -séanos propicio lo alabado sobre

    inteligencia

    razón

    en este hecho

    71

    mantiene lo supranatu

    ral supraesencial, no sólo se

    ha

    hecho común

    con

    nosotros,

    por

    cierto inalterable e inconfusamente,n sin haber padecido

    mengua alguna, respecto de la impronunciable vacuidad,

    en

    lo

    suprapleno de

    sino que también

    lo

    más nuevo de todo lo

    nuevo era supranatural

    en

    nuestro natural, supraesencial

    en

    las cosas según esencia, sobresaliendo sobre nosotros en todo

    lo nuestro a partir de nosotros .

    [11] Basta de esto. Prosigamos hacia la finalidad73

    de

    nuestro estudio, explicando los nombres comunes y unidos

    de la divina distinción, según lo accesible a nosotros.

    [

    236]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    8/27

    Y para que claramente definamos en consecuencia acerca

    de

    todo

    afirmamos que la divina distinción como está

    dicho son las procesiones de la Tearquía adecuadas al bien.

    Donándose [la distinción] a todos los entes y supravertién-

    dose sobre las participaciones de los bienes íntegros

    por una

    parte

    es

    distinguida unitivamente y por otra

    es

    pluralizada

    unitariamente y es multiplicada

    [136]

    desde lo uno indivisi-

    blemente.74 De tal modo puesto que Dios es siendo suprae-

    sencialmente y dona l ser a los entes y produce las íntegras

    esencias

    se

    dice que aquél siendo

    l

    uno

    se

    multiplica por la

    producción de muchos entes a partir de

    mismo permane-

    ciendo él sin mengua y uno en la pluralización y unido a lo

    largo

    de

    la

    procesión y pleno en la distinción por ser suprae-

    sencialmente trascendente a todos los entes y por la unitaria

    promoción de todo y la indisminuida efusión de sus comu-

    nicaciones inmenguadas.

    Pero además siendo uno y al

    comunicar lo uno a toda parte e integridad a cada

    uno

    y a

    la

    pluralidad es uno supraesencialmente en su mismidad sin

    ser parte de la pluralidad ni algo integrado a partir de

    las

    par-

    tes. Y de este modo ni es uno ni participa de lo uno. Pero

    muy lejos de esto 7s es uno sobre lo uno uno y pluralidad sin

    partición para los entes

    no

    pleno suprapleno productor y

    perfeccionan te y continente de todo uno y pluralidad.

    Por otro lado parece y se dice que al volverse dioses

    muchos seres por la diyinización proveniente de Él median-

    te la conformidad a Dios de cada

    uno

    de acuerdo con su

    capacidad hay una distinción y multiplicación del Dios uno

    pero sin embargo es el Dios uno supraesencialmente arqui-

    divino76 y supradivino indiviso en lo dividido unido a sí

    mismo e inmixto e inmultiplicado en lo múltiple.

    E inteligiendo esto Jpranaturalmente l que nos con-

    dujo de

    la

    mano a nosotros77 y

    al

    guía 7s en común hacia la

    [ 237]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    9/27

    divina donación lumínica, muy experto en lo relativo a lo

    divino, la luz del [137] mundo ,79 afirma de mo o divina-

    mente inspirado esto en sus sagrados escritos: Pues también

    aunque existen los llamados dioses ya en el cielo ya sobre la

    tierra, como ciertamente existen muchos dioses y muchos

    señores, empero, para nosotros uno es Dios, el Padre, a partir

    del cual todo es y nosotros, para Él, y uno es el Señor, Jesu-

    cristo, por

    el

    cual todo es y nosotros por Él .so Pues también

    las uniones dominan sobre las divinas distinciones y las pre-

    ceden y sin embargo están unidas también más allá de la indi-

    visible y unitaria distinción de lo uno.

    Nosotros intentaremos en lo posible alabar las comparti-

    das y unidas distinciones de la íntegra divinidad o bien

    pro-

    cesiones adecuadas al bien, a partir de las denominaciones

    divinas que las develan en los Oráculos, conocido previa-

    mente esto, según está dicho: que toda benéfica denomina-

    ción divina, que esté sobre cualquiera de las Personas teár-

    quicas, es aplicada ella misma sin precauciones en la íntegra

    integridad teárquica.

    Notas

    autoagathótes

    es neologismo.

    2 Mateo 19:17.

    3

    Mateo 20:15.

    4

    Cf.

    Salmos

    142:10.

    Axodo 3:14.

    6

    Apoc 1:4. En este pasaje neotestamentario,

    la

    edición

    crítica de BOVER·

    O'CALLAGHAN

    (Madrid,

    BAC, 1977) lee b dw,

    con

    artículo, mientras MIGNE

    escribe

    b:;, el relativo masculino,

    y

    SUCHL Q l relativo

    neutro, según

    el acuer-

    do de todos los códices.

    7 Salmos 101:28.

    8

    Juan

    15:26.

    [ 238]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    10/27

    IV

    [ ] Sea, pues; avancemos ya con el raciocinio hacia la

    denominación misma del bien,z que los teólogos 3 definen

    trascendentemente a todas las cosas en tanto supradivina

    divinidad, llamando, según creo, bondad misma a la teárqui

    ca subsistencia y porque con

    el

    ser

    el

    bien, como bien esen

    cial, extiende la bondad a todos los entes.

    [144]

    Pues también

    como el sol entre nosotros alumbra, sin calcular o preferir

    sino por su ser mismo, todo lo que puede participar de su luz,

    de acuerdo con la propia condición, así también el bien

    supra sol

    como

    el arquetipo, manteniéndose trascendente

    mente sobre

    una

    imagen oscura-, lanza

    por

    su subsistencia

    misma los rayos de la íntegra bondad proporcionalmente a

    todos los entes.4

    A través de éstos [rayos] se

    constituyeron todas las inteli

    gibles e intelectuales esencias y potencias y energías, a través

    de éstos existen y tienen vida indefectible e inmenguada,

    purificadas de toda corrupción y muerte y materia y genera

    ción, y no removidas por la inestable y fluyente alteración lle

    vada a

    una

    y otra parte de

    uno

    y otro modo, y son inteligidas

    como incorpóreas e inmateriales,

    y

    como inteligencias, inte

    ligen supramundanamente e iluminan apropiadamente las

    razones de los entes y además transmiten lo propio hacia los

    congéneres. Y ellas tienen su residencia a partir de la bondad,

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    11/27

    y de aquí tienen cimiento y cohesión y guarda y hogar

    de

    los

    bienes y tendiendo a ella también tienen el ser y el estar

    bien y configuradas de acuerdo con ella en tanto puedan

    también son bienconformadass

    y

    según guía la divina nor-

    ma a las que están con ellas les comunican los dones que des-

    de el bien se expanden hasta ellas.6

    [2] De allí [el Bien] tienen ellas los órdenes supramun-

    danos las uniones entre sí las

    mutuas

    incursiones las

    inconfusas distinciones las potencialidades elevadoras? de

    las subalternas hacia las superiores las providencias de las

    precedentes

    en

    torno de las siguientes las guardas de lo pro-

    pio de cada potencia y

    [145]

    concentraciones indefectas en

    torno

    de sí mismas las mismidades y culminaciones

    en

    derredor del tender

    al

    bien y cuantas otras cosas hemos dicho

    en Acerca de las particularidades órdenes ange1icos s

    Pero también cuanto es propio de la jerarquía celestial

    las purificaciones adecuadas a los ángeles los supramunda-

    nos ascensos lumínicos y las perfectas obras de

    la

    íntegra per-

    fección angélica todo esto existe a partir de la bondad cau-

    sante de todo y fontanal desde la cual les fue

    donada

    también la conformidad con

    el

    bien y

    el

    revelar en

    mismas

    la

    oculta bondad y el ser ángeles como anunciantes del divi-

    no silencio y proyectados cual claras luces interpretadoras de

    lo que está en lo impenetrable.

    Pero también tras

    ~ q u e l l s

    sagradas y santas inteligen-

    cias

    las

    almas y cuanto de

    las

    almas

    es

    bueno existen por la

    suprabuena bondad el que ellas sean intelectuales el que

    tengan indestructible la esencial vida en cuanto al ser mismo

    y tendiendo a lo alto hacia

    las

    angélicas vidas gracias a ellas

    bondadosos guías puedan elevarse hacia el principio de bien

    de todos los bienes y el que lleguen a estar en participación

    de las luminosidades surgidas de allí según la proporción de

    [

    251

    ]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    12/27

    cada una y el que participen tanto cuanto se pueda de la

    merced de esa conformidad con el bien y cuantas otras cosas

    están enumeradas por nosotros en Acerca del alma 9

    Pero también

    si

    es necesario afirmarlo acerca de las mis

    mas almas irracionales o animales cuantas cortan el aire y

    cuantas marchan sobre tierra y cuantas reptan en tierra y las

    que tienen su vida en las aguas o anfibiamentelo y cuantas

    viven ocultas bajo tierra [146] y rodeadas de tierra y simple

    mente cuantas tienen el alma o vida sensitiva todas éstas

    también han sido animadas y vitalizádas

    por

    el bien. u Y tam

    bién todas las plantas tienen la vida nutritiva y cinética a par

    tir del bien y cuanta esencia inanimada e invital hay existe

    por el bien y por él obtuvo

    la

    condición esencial.

    [3]

    Si el bien está también sobre todos los entes como en

    efecto es da forma también a lo informe. Y

    en

    él solo no

    solamente hay supraabundancia de esencia en cuanto a lo sin

    esencia sino también vida supraexcelente en cuanto a lo sin

    vida y sabiduría supraelevante en cuanto a lo sin inteligencia

    y cuanto está

    en

    el bien

    es

    propio de la formación supraemi

    nente de lo informe. Y si es lícito afirmarlo también lo no

    existente mismo tiende hacia

    el

    bien que está sobre todos los

    entes y de alguna manera también pelea por estar en

    el

    bien

    realmente supraesencial mediante la supresión de todo.

    [4] Pero el bien cosa que se nos ha escapado

    al

    pasar en

    medio del asunto también es causa de los celestiales princi

    pios y limitaciones de este buen flujol2 inacrecentable e

    inmenguado e íntegramente inalterable y de los movimien

    tos sin voz si hay que afirmarlo así- del totalmente grande

    recorrido celestial B y de los ordenamientos y aposturas y

    luces y ubicaciones estelares y de la cambiante multimovili

    dad de algunas estrellas l4 y del periódico retorno15 desde

    ellas hacia

    mismas de las dos lumbreras que los Oráculos

    [ 252]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    13/27

    llaman grandes,t6 definiéndose de acuerdo

    con

    ellas para

    nosotros los días y noches

    y

    al medirse, los meses y los años

    [147] delimitan los movimientos cíclicos del tiempo y de las

    cosas en el tiempo y los enumeran y ordenan y contienen.

    ¿

    Q lé podría decir alguien acerca del rayo solar mismo

    en

    mismo? Pues la luz es a partir del bien e imagen de la bon-

    dad. Por ello el bien también es alabado con himnos con la

    denomin ción de luz,t7 como el arquetipo revelado en la

    imagen. Pues así como la bondad de la divinidad, más allá de

    todo, atraviesa desde las supremas y antiquísimas esencias

    hasta las últimas

    y

    más aún, está sobre todas, sin aventajar las

    de arriba la supraeminencia de ella y sin traspasar las de aba-

    jo su entorno, y alumbra, empero, todas las cosas que pueden

    serlo y las forja y vitaliza y contiene y lleva a perfección, y es

    medida de los entes y eternidad y número y orden y entorno

    y causa y fin; así también, por cierto, la imagen manifiesta de

    la divina bondad, este sol grande e íntegramente brillante y

    siempreluminoso,ts apenas mínimo eco del bien,t9 alumbra

    todo cuanto puede participar de él y tiene supradesplegada la

    luz, desplegando hacia todo el

    mundo

    visible, arriba y abajo,

    los esplendores de sus propios rayos.Y si de éstos algo

    no

    par-

    ticipa, esto

    no es por

    la fragilidad o la cortedad de su distri-

    bución luminosa, sino por el

    no

    desplegarse hacia la partici-

    pación de luz debido a

    la impropiedad para la captación de

    luz.2o

    Sin duda, el rayo,. traspasando muchas de las cosas que

    se

    encuentran en esa situación,

    [148]

    alumbra las que están

    más allá de ellas, y nada visible hay a lo cual

    no

    alcance,

    según la grandeza suprairradiante de su propio brillo.

    Pero también contribuye al origen de los cuerpos sensi-

    bles y los mueve hacia la vida y los nutre y acrecienta y per-

    fecciona y purifica y renueva. Y la luz es medida y número de

    horas, de días y de todo tiempo acorde a nosotros. Pues la luz

    [ 253]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    14/27

    misma es, como afirmó el divino Moisés21

    aunque

    entonces

    estaba desfigurada-la que definió aquella misma primera trí

    ada de los días acordes a nosotros. Y como la bondad revier

    te todas las cosas hacia sí misma, también es principio con

    gregante22 de lo disperso,

    como

    divinidad de principio

    unitario y unificador, y

    todo

    tiende a ella como principio,

    como contención, como fin.

    Y el bien, como dicen los Oráculos, es aquello a partir de

    lo cual todo

    se

    establece y existe como producido desde una

    causa totalmente perfecta, y en lo cuál

    todo

    está constituido

    como preservado y sostenido en fundamento todopoderoso,

    y hacia lo cual todo revierte como hacia el límite apropiado a

    cada uno, y a

    lo cual todo tiende, lo intelectual y racional

    cognoscitivamente, lo sensitivo sensitivamente, lo impartíci

    pe de sensibilidad con el natural movimiento de la tendencia

    vital, lo invita y solamente existente

    con

    la adecuación a la

    sola y esencial participación.23

    De acuerdo con la misma relación de aquella imagen mani

    fiesta, también la luz conduce y revierte hacia

    misma todo lo

    que puede ver, moverse, ser alumbrado, [149] calentado, lo

    íntegramente contenido

    por

    sus resplandores;

    por

    ello también

    [decimos] 'sol', porque hace compacto todo y conduce lo

    dis-

    perso.24 Y todo lo sensible tiende a ella,zs ya como al ver, ya

    como al moverse y al ser alumbrado y

    al

    ser calentado y al ser

    íntegramente contenido, tendiendo hacia la luz. Y

    por cierto

    no

    afirmo, según el razonamiento de la antigüedad, que el sol,

    siendo dios y forjador de todo esto, gobierna en nombre propio

    el mundo manifiesto, sino que "lo invisible" de Dios, "como

    también su sempiterna potencia y divinidad,

    es

    visto, desde la

    creación del mundo, como inteligido en

    las

    creaturas .26

    [5] Pero esto está en la Teología

    simbólica 27

    Ahora debe

    mos alabar con

    himnos

    la inteligible

    denominación

    'luz'zs

    [ 254]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    15/27

     

    [1] Ahora

    hay

    que pasar a la realmente existente divina

    denominación de Ser I del que realmente es. Recordemos a

    tal

    punto

    que l objetivo, para la argumentación,

    no

    s reve

    lar la esencia supraesencial en

    tanto

    supraesencial

    -pues

    esto

    es indecible e incognoscible y totalmente irrevelable y que

    supera la

    unión misma-,

    sino alabar

    con himnos

    la procesión

    esencializadora, para todos los entes, del teárquico principio

    de esencia.z [181]

    Pues también la divina

    denominación

    de Bien , que reve

    la las íntegras procesiones del causante de todo, no

    sólo s

    extiende hacia los entes y hacia los no entes sino también está

    sobre los entes y sobre los no entes. La de

    Ente s

    extiende

    a todos los entes y está sobre los entes. La de Vida

    s

    extien

    de a todo lo viviente y está sobre lo viviente.3 La de Sabidu

    ría

    s

    extiende a todo

    lo

    intelectual y racional y sensible y

    está sobre todo esto.

    [2]

    En

    efecto, el discurso anhela alabar

    con

    himnos

    estas

    reveladoras denominaciones divinas de la Providencia. Pues

    no se promete explicar la bondad supraesencial

    en

    sí yla

    esencia y vida y sabiduría de la divinidad supraesencial-en-sí,

    4

    la supracimentada sobre toda bondad y divinidad y esencia y

    vida y sabiduría en lo escondido,

    como

    afirman los Orácu

    los,s sino que alaba con himnos la revelada Providencia bene-

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    16/27

    factora supraerninenternente Bondad Causa de todos los

    bienes y Ente y Vida y Sdbiduría la Causa esencializadora y

    vivificadora y dadora de sal_

    ~ d u r í a

    de las cosas que asumie-

    ron esencia y vida e inteligencia y razón y sensibilidad.

    No afirma que

    el

    bien sea una cosa otra el ente y otra

    l

    vida o la sabiduría ni que son muchas las causas diversas las

    divinidades productoras de aquéllos unas supraexcelentes

    otras subordinadas sino que del único Dios son las íntegras

    procesiones buenas y las divinas denominaciones alabadas

    con himnos

    por

    nosotros y que una

    es

    reveladora de la pro-

    videncia totalmente perfecta del único Dios y otras de las

    más generales y de las más particulares de Él.7 [182]

    [3]

    Sin embargo alguien podría decir: ¿por qué al exten-

    derse [cuantitativamente]

    el

    ente sobre la vida y la vida sobre

    la sabiduría los vivientes supraexceden a los entes las cosas

    sensibles a cuantas viven a aquéllas las racionales

    y

    a las

    racionales las inteligencias y

    se

    hallan éstas en torno de Dios

    y más

    se

    acercan a Él? Sin embargo era necesario que lo que

    participaba de las mayores mercedes a partir de Dios fuese

    también superior y supraexcediese a las demás cosas.

    Pero

    si

    alguien supusiera que lo intelectual

    es

    inesencial

    falto de vida bien estaría el razonamiento. Mas si las divinas

    inteligencias están sobre los demás entes viven sobre los

    otros vivientes e inteligen y ono en sobre sensibilidad

    razón y

    junto

    a todos los entes tienden a y participan de lo

    bello y bueno ellas son más aún alrededor del Bien las que

    participan abundosarnente de Él

    y

    habiendo tornado a partir

    de Él las más y mayores mercedes corno también lo racional

    supraexcede a lo sensible superándolo por la abundancia de

    la razón también [lo hacen] unos entes por la sensibilidad y

    otros por la vida. Y esto es según creo verdadero porque las

    cosas más participantes del Dios único e ilimitado en doness

    [ 291]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    17/27

    Entonces Dios no tiene como propio el conocimiento de

    mismo mas

    como

    diverso el que

    comprehende

    todos los

    entes en común. Pues la causa misma de todo conociéndose

    a

    misma,

    en

    absoluto desconocerá las cosas que

    son

    desde

    ella

    misma

    y cuya causa es. Efectivamente,

    por

    ella Dios

    conoce los entes, no mediante la ciencia de los entes sino

    mediante la de sí mismo. Pues también afirman los Oráculos

    que los ángeles saben las cosas sobre la tierra, sin conocer los

    entes sensibles mismos de acuerdo

    con

    sensación, sino de

    acuerdo

    con

    la propia potencia y naturaleza de la deiforme

    inteligencia.

    [3] Acerca de estas cosas es necesario buscar

    cómo

    noso

    tros conocemos a Dios, que no es ni inteligible ni sensible ni

    es

    por entero ninguno de los entes.

    En

    efecto, ¿acaso no

    es

    verdadero decir que no conocemos a Dios a partir de su natu

    raleza

    -pues

    esto

    es

    incognoscible y supera toda razón e inte

    ligencia- sino que, a partir de la disposición de todos los

    entes, como proyectada a partir de Él y teniendo algunas imá

    genes y semejanzas de sus divinos paradigmas,24 hacia lo más

    allá [198] de

    todo subimos por

    camino

    y orden, según

    es

    posible,

    en

    la supresión y supraeminencia de

    todo

    y

    en

    la

    causa de todo?zs Por ello no sólo Dios es conocido en todas

    las cosas sino también fuera de todo.

    Y Dios

    es

    conocido a través del conocimiento y a través

    de la ignorancia. Y propio de Él es intelección y razón y cien

    cia y tacto y sensibilidad y opinión e imaginación y nombre

    y

    todo

    lo demás, pero ni

    es

    inteligido ni

    es

    dicho ni

    es

    nom

    brado. Y no es ninguno de los entes ni

    es

    conocido en nin

    guno de los entes. Y es todo en todo 26 y nada en nada, y a

    partir de todo es conocido por todo y a partir de nada

    por

    nada. Pues también esto decimos correctamente acerca de

    Dios

    y

    a

    partir

    de los entes todos,

    es

    alabado

    con

    himnos

    [ 307]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    18/27

    según la proporción de todas las cosas de las cuales es cau-

    sante.

    Y existe además el divinísimo

    conocimiento

    de Dios

    conocido

    a través del desconocimiento,z

    7

    según la

    unión

    sobre inteligencia,

    cuando

    la inteligencia, alejándose de

    todos los entes, luego también dejándose a

    misma,zs es uni-

    da a los rayos suprabrillantesZ9 desde allá, iluminada también

    allí por la inescrutable profundidad de la sabiduría. Sin

    embargo, también a partir de todo, cpmo dije, hay que cono-

    cerlo; pues

    él

    es,

    según

    l

    Oráculo,3o

    el

    creador de todo y

    el

    que siempre armoniza todo y es causa de la indisoluble armo-

    nización y orden de todo, y

    el

    que siempre coliga los fines de

    las

    cosas precedentes a los principios de las siguientes, y

    el

    que trabaja bellamente31 la única concordia y armonía de

    todo.

    [4]

    omo

    palabra Dios es alabado con himnos

    por

    los

    sagrados Oráculos32 no sólo porque es promotor33 de razón y

    de inteligencia y de sabiduría, sino porque también aprehen-

    dió de antemano, monoformemente en Sí mismo, las causas

    de todas las cosas, y porque se extiende a través de

    todo 34

    [199]

    atravesándolo, como dicen los Oráculos, hasta

    l

    fin de

    todo, y antes de todo, porque la divina Palabra está supra-

    simplificada de toda simplicidad, y se halla desligada de

    todo, sobre todas las cosas, según lo supraesencial. Esta pala-

    bra es la simple y realmente existente verdad, en torno de la

    cual está la divina fe

    como

    conocimiento purificado e ine-

    rrante de las cosas todas, firme cimiento de los que han creí-

    do, que cimienta a éstos en la verdad y, en ellos, la verdad, .al

    tener ellos, con inflexible identidad,

    el

    simple conocimiento

    de la verdad de lo creído. Pues

    si

    el conocimiento es unifica-

    dor

    de los que han conocido y de las cosas conocidas, mas la

    ignorancia

    es

    siempre causa de cambio y de división de sí

    [ 308]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    19/27

    y límite

    en

    cada uno y salvaguarda los órdenes y lo bien insti-

    tuido de la totalidad para su propio bien, resguarda indem-

    nes las inmortales vidas de las angélicas unidades, y hace que

    las esencias y órdenes celestiales y lumínicosiz y astrales sean

    inalterables que los siglos puedan existir, distingue

    las

    cir-

    cunvoluciones del tiempo

    con

    las progresiones, pero las reúne

    con

    los restablecimientos, y hace inextinguibles las potencias

    del fuego e indefectibles los flujos del agua, y limita la difusión

    aérea y cimenta la tierra sobre nada y .guarda incorruptos sus

    partos generadores de vida, y salva inconfusa e inseparableB la

    armonía mezcla de elementos entre sí, contiene la conjun-

    ción de alma y

    cuerpo

    y moviliza las potencias nutritivas y

    acrecentadoras de los vegetales sostiene las esencializadoras

    potencias de las cosas todas y asegura la indisoluble residencia

    del todo

    dona

    la divinización misma, procurando potencia

    para esto a los que están deificándose.I4 [203]

    Y resumidamente, ninguno de los entes existe por entero

    despojado de la todopoderosa seguridad y

    contención

    de la

    divina Potencia. Pues lo que no tiene por entero potencia

    alguna, ni existe, ni es algo ni hay en absoluto ubicación algu-

    na de él.

    [ ]

    En verdad afirma el mago Elimas:Is si Dios

    es

    omni-

    potente ¿cómo es

    dicho

    por vuestro 'teólogo'I6

    que

    Él no

    puede hacer algo?

    Insulta

    al

    divino

    Pablo que afirma que

    Dios

    no

    puede

    negarse a sí mismo ,17 Al proponer esto,

    temo

    demasiado que,

    por

    necedad, me expondré a risa, pre-

    tendiendo

    derribar construcciones de

    niños juguetones

    hechas en arena y débiles, y así dar en

    un

    blanco inaccesible,

    afanándome por

    un

    razonamiento teológico acerca de esto.

    Pues la negación de sí mismo es decaimiento de verdad,

    pero la verdad es ser y el decaimiento de la verdad es decai-

    miento del ser. Entonces, si la verdad

    es

    ser la negación de

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    20/27

    la verdad es decaimiento del ser, Dios no puede decaer del ser

    y

    no

    es el no-ser,

    como

    alguien podría afirmar,

    no

    puede el

    no-poder y no sabe el no-saber

    por

    privación. Al no inteligir

    esto,

    el

    sabio imita a los atletas inexpertos en victoriasts quie

    nes,

    suponiendo

    muchas veces que

    son

    débiles sus antago

    nistas, según lo

    que

    les parece, y

    combatiendo

    virilmente

    contra ausentes, como sombras, y pegándole corajudamente

    al

    aire

    con

    golpes vacuos, creen haber

    dominado

    a sus adver

    sarios y lo proclaman ellos mismos

    sin

    conocer la potencia

    de aquéllos.

    Pero nosotros, teniendo en la mira

    al

    'teólogo', en tanto

    sea posible, alabamos

    con

    himnos al Dios

    suprapotente

    como omnipotente,

    como

    bienaventurado y único podero

    so, como dominante

    en

    el poderío de su eternidad, como

    para nada decaído de los entes,

    [204]

    más bien supratenien

    do y preteniendo todos los entes de acuerdo

    con

    su potencia

    supraesencial y tras haber donado a todos los entes,

    con

    efu

    sión carente de envidia,

    el

    poder ser, y este ser, por

    un

    exceso

    de sobreabundante potencia.

    [7] omo justicia , además, Dios

    es

    alabado con him

    nos como el que atribuye a todos lo acorde a su valort9, y el

    que define, para cada uno, buena mesura y belleza y buena

    disposición ordenamiento todas distribuciones órdenes

    de acuerdo

    con

    el límite realmente justísimo, siendo para

    todos causante de la libre acción o de cada uno de ellos. Pues

    la Justicia divina ordena todo

    y

    lo delimita

    y,

    salvaguardando

    todo

    inmixto e inmezclado de todo,Zt

    dona

    a todos los entes

    lo conveniente a cada uno de acuerdo con

    el

    valor que se

    aplica a cada

    uno

    de los entes.

    Y si afirmamos esto correctamente, cuantos insultan a la

    divina Justicia, sin darse cuenta votan contra su propia injus

    ticia manifiesta, pues afirman que la inmortalidad debe estar

    [ 315]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    21/27

    en los mortales y en los imperfectos lo perfecto y en los que

    se

    mueven por

    mismos la necesidad movida

    por

    otra cosa

    y en las cosas cambiantes la identidad y la potencia perfec

    cionadora22 en las cosas débiles y que son perpetuas las cosas

    temporarias e incambiables las que

    se

    mueven

    por

    naturale

    za y eternos los placeres ocasionales

    y

    en resumen asignan

    las cosas de unos a los otros. Hay que saber que la divina Jus

    ticia realmente en esto es verdadera justicia que a todos atri

    buye lo propio de acuerdo con el valor de cada uno de los

    entes y salvaguarda la naturaleza de

    tada uno

    en el orden y

    potencia propios.

    [205]

    [8] Pero alguien podría decir: o es propio de la justicia

    dejar inauxiliados a hombres piadosos maltratados por los

    malos. Respecto de esto hay que decir que si los que afirmas

    piadosos aman las cosas sobre tierra buscadas celosamente

    por

    los materialistas ellos han decaído totalmente del divino

    amor-erótico y no sé

    cómo

    podrían ser llamados piadosos

    los que injurian con

    lo

    indigno de celo y de amor-erótico lo

    realmente amable y divino considerado

    no

    santamente por

    ellos. Pero si ellos aman eróticamente lo realmente existente

    es necesario que los que tienden hacia algo se gocen cada vez

    que alcanzan aquello a lo que tienden. ¿O no se acercan

    entonces más a las angélicas virtudes toda vez que como sea

    posible por tendencia a las cosas divinas se alejan del apasio

    namiento por

    las

    cosas materiales ejercitándose respecto de

    esto muy varonilmente en lo concerniente al bien? De tal

    modo

    es

    verdadero decir que

    es

    más pertinente a la divina

    justicia el no seducir y hacer perecer la masculinidad de los

    excelentes con donaciones de cosas materiales ni en caso de

    que alguien emprendiera hacer aquello dejarlos inauxilia

    dos 23 sino cimentados en una situación bella y no despiada

    da y asignarles a tales seres lo acorde a su mérito.

    [ 316]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    22/27

    suficientemente en los Esbozos teológicost acerca de estos

    dones supranaturales de los que nos da vehemente testimo

    niot4 la sagrada inspiración de los Oráculos.

    [6] Pero puesto

    que

    también otras veces

    por

    cartats me

    interrogaste qué afirmo que

    es

    entonces el ser-en-sí, la vida

    en-sí, la sabiduría-en-sí, y dijiste

    no

    tener solución respecto

    de cómo afirmo a veces que Dios es la vida-en-sí y a veces el

    sustento de la vida, creí forzoso,

    oh

    reverendo hombre de

    Dios, resolverte también esta aporía gue está en nosotros. Y

    en primer

    lugar, para retomar

    también

    ahora las cosas mil·

    veces dichas, no es contradictorio decir que Dios

    es

    la poten

    cia-en-sí o la vida-en-sí y

    el

    sustento de la vida-en-sí o de la

    paz o de la potencia. Pues lo

    uno

    se dice a partir de los entes

    y más aún de los primordialmente [222] entes, como causan

    te de todos los entes, lo otro como supraexistente supraesen

    cialmente sobre todas las cosas, incluso sobre los primordial

    mente entes.l6

    ¿q yé cosa en resumen -afirmas-, decimos que

    es

    el ser

    en-sí o la vida-en-sí o cuanto existe absoluta y primi

    geniamentel7 y lo que sostenemos que ha existido primera

    mente a partir de Dios? Esto, afirmamos,

    no

    es

    retorcido sino

    recto y de simple aclaración. Pues afirmamos que el ser-en-sí,

    como causa de que todos los entes existan, no es esencia algu

    na divina o angélica pues es solamente principio y esencia y

    causante de que existan todos los entes y

    el

    ser mismo supra

    esencial-, ni es otra divinidad generadora de vida más allá de

    la supradivina vida, causa de todo cuanto vive y de la vida-en

    sí, ni es, para decirlo resumidamente, esencias y sustancias

    principales y forjadoras de los entes, a las que algunos impro

    visantes proclamaron

    no

    sólo dioses sino también forjadores

    de los entes, de los cuales ni ellos ni sus padres supieron ts

    hablar veraz y autorizadamente, ya que nada de esto es Pero

    [ 336]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    23/27

    afirmamos que ser-en-sí y vida-en-sí y divinidad-en-sít9 son

    por una parte primordial y divina y causalmente el único

    principio y causa supraprincipal y supraesencial de todas las

    cosas;

    por otra

    parte participativamente [ellos] son las

    potencias providenciales dadas a partir de Dios impartícipe

    -la. esencialización-en-sízo vitalización-en-sízt divinización

    en-sí22- de las cuales los entes

    no

    sólo son sino se dicen par

    tícipes de modo apropiado a

    mismos y existentes y vivien-

    tes y divinamente inspirados y las demás cosas [223] de

    modo

    similar. Por ello también

    se

    dice que el bien

    es

    susten-

     

    to primeramente de las mismas cosas ya de lo íntegro ya de

    lo parcial ya de lo enteramente participante ya de lo parcial

    mente participante.

    Y ¿qué

    es

    necesario decir acerca de esto? Pues algunos

    de nuestros sacros maestros23 en cosas divinas afirman que

    la

    suprabuena

    y

    supradivina

    bondad-en-sí y

    divinidad

    es

    sustento de la bondad-en-sí y divinidad

    l

    decir que

    es

    divi

    nidad la merced benéfica y deífica venida de Dios y que

    es

    belleza-en-sí la efusión hacedora de belleza-en-sí y la belle

    za entera y belleza parcial y lo enteramente bello y lo bello

    en

    parte y cuantas otras cosas están dichas y

    habrán

    de

    decirse según

    el

    mismo

    modo

    revelador de providencias y

    bondades

    participadas

    por

    los entes

    provenientes

    del

    impartícipe Dios y

    que suprabullen

    con inenvidiosa efu

    sión24 de

    modo

    que el Causante de

    todas

    las cosas esté

    exactamente más allá de

    todo

    y

    que

    lo supraesencial y

    supranatural supraexceda en

    todo

    las cosas que según algu

    na esencia y naturaleza existen.

    [ 337]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    24/27

    X

    [ ]

    Y acerca de esto

    ya

    es

    suficiente. Pero,

    si

    parece bien,

    pasemos a lo restante, lo más grave para la cuestión. Pues

    también la Teología atribuye

    al

    Causante de todo no sólo

    todo sino todo a

    la

    vez, y lo alaba con himnos como perfec

    to I y como uno .z

    Es Perfecto , por cierto, no sólo

    como

    perfecto-en-sí y

    como que

    se

    define monoformemente por

    mismo según Él

    mismo, y como enteramente perfectísimo en todo, sino tam

    bién como supraperfecto según lo que supraexcede a todo y

    lo que define toda ilimitación, supraexpandido sobre todo

    límite y no contenido o asido por nada, pero extendiéndose

    a la vez a todo y sobre todo, con

    las [ 7]

    indefectibles dona

    ciones e interminables actividades. Se le dice perfecto, por

    otra parte, también como inacrecentable y siempre perfecto

    y

    como

    inmenguado,

    como

    que precontiene

    en sí

    mismo

    todo y suprabulle según

    la

    única liberalidad incesante e idén

    tica y supraplena e indisminuida, según

    la

    cual todas las cosas

    perfectas llegan a perfección y se colman

    de la

    propia perfec

    ción.

    [ ] Es Uno porque

    es todo

    unitariamente, según la

    supraeminencia

    de

    la única unidad, y es causante de todo, sin

    separarse del Uno.3 Pues nada de los entes hay impartícipe

    del

    Uno,

    sino que como todo número participa de la móna-

    [ 342]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    25/27

    da, también se dicen uno la díada y la decena, y uno la

    mitad, y

    uno

    el tercio y el décimo, así todas las cosas y cada

    parte de todas participan del Uno, y

    por

    existir l

    Uno

    exis-

    ten todos los entes. Y lo Uno causante de todo no es uno de

    muchos, sino que existe antes de todo

    uno

    y pluralidad, y

    es

    definidor de todo uno y pluralidad. Pues ni siquiera la plura-

    lidad deja de participar, de alguna manera, del Uno, sino que

    lo mucho en partes es uno en lo entero, y lo mucho en acci-

    dentes es uno en lo subyacente, y lo mucho en número o en

    potencias es uno en la forma, y lo mucho en las formas es

    uno en

    el

    género, y lo mucho en las procesiones

    es

    uno

    en

    l

    principio, y nada hay de los entes que

    no

    participe de alguna

    manera del Uno, que ha comprehendido de antemano uni-

    tariamente, en su total unicidad, todas las cosas, y todo en su

    integridad, e incluso

    las

    contrarias. Y sin l Uno no existirá

    pluralidad, mas sin pluralidad existirá lo Uno, como [228]

    también hay mónada antes de todo número pluralizado. Y

    si

    alguien supone todo unido a todo, todo será uno en la inte-

    gridad.

    [ ]

    Por otra parte, también hay que saber esto, que según

    la forma preconcebida de cada cosa singular,

    se

    dice que

    están unidas las cosas unidas, y lo elemental en todo

    es

    el

    Uno. Y si quitas el Uno, ni integridad ni parte ni ninguna

    otra cosa de los entes existirá. Pues l U no ha tomado de

    antemano y contenido,en sí mismo todas las cosas unifor-

    memente. Así efectivamente la 'Teología' alaba con himnos

    la entera Tearquía, como causa de todo, con

    l

    sobrenombre

    de 'Uno', y único Dios

    es

    l

    Padre y único señor

    es

    Jesu-

    cristo y único y l mismo Espíritu ,

    por

    la indivisibilidad

    que sobrepasa la entera Unidad divinal, en la cual todas las

    cosas convergen unitivamente y están supraunidas y existen

    además supraesencialmente.

    [ 343]

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    26/27

    Por ello también a Ella todas las cosas

    se

    refieren y atri

    buyen justamente, por la cual y a partir de la cual y a través de

    la cual y en la cual y hacia la

    cual4

    todo existe y está coordi

    nado y permanece y

    es

    contenido y colmado y

    se

    revierte. Y

    no podrías encontrar ninguno de los entes que, por el no

    -según el cual toda la divinidad

    es

    nombrada supraesencial

    mente-,

    no

    sea eso que

    es

    y sea perfeccionado y salvaguarda

    do. Y

    es

    necesario también que nosotros, revertidos de lo

    mucho

    al

    Uno, por la potencia de la divinal Unidad, alabe

    mos con himnos, unitariamente, la entera y única divinidad,

    el no causante de todo, lo que es antes de todo uno y plu

    ralidad, y parte y entero, y confin infinitud, y límite e ilimi

    tación, lo que define todos los entes y el ser mismo y

    es

    a la

    vez y antes [229 de todo y sobre todo, y unitivamente cau

    sante de todo y de todo en su integridad, y que

    por

    encima

    de lo uno existente mismo también define el uno existente

    mismo, dado que lo que

    es

    uno en los entes

    es

    numérico y

    el

    número participa de la esencia. El no supraesencial define

    no sólo lo que es uno sino también todo número,

    él

    mismo

    es

    principio y causa y número y orden del uno y del número

    y

    de todo ente.

    Por ello también, alabada como mónada y tríada, la divi

    nidad sobre todas las cosas

    no es

    ni mónada ni tríadas cono

    cida por nosotros o por algún otro de los entes; pero, para

    que alabemos con himnos verdaderamente también lo

    supra unido de ella y su divina fecundidad, denominamos a la

    que está sobre todo nombre con la divina denominación ter

    naria y unitaria, que

    es

    supraesencial a los entes. Ninguna

    mónada o tríada, ni número ni unidad o fecundidad, ni nin

    gún otro de los entes o de los entes conocidos por alguien

    explica la ocultez6, sobre toda razón inteligencia, de la

    Supradivinidad7 supraexistente supraesencialmente sobre

  • 8/19/2019 Dionisio Areopagita - Los Nombres Divinos (Selección)

    27/27

    todas las cosas, y no existe nombre ni razón de ella, sino que

    es trascendente en lo inaccesible.

    Y ni

    siquiera le asignamos,

    como

    armonizándolo

    con

    Ella, el

    nombre mismo

    de 'Bondad', sino

    que con

    el deseo de

    inteligir y

    decir

    algo acerca de aquella naturaleza inefable,

    consagramos primeramente a Ella el más venerable

    de

    los

    nombres.

    Y podríamos

    concordar

    también en esto con los

    teólogos ;

    pero

    estaremos alejados

    de

    la verdad de los

    hechos. [230] Por eso, ellos

    también

    han privilegiado l

    ascenso a través de negaciones,

    como que

    saca l alma de las

    cosas afines a ella y la encamina a través de todas las divinas

    intelecciones, las

    que son

    trascendidas por lo sobre

    todo

    nombre s y sobre

    toda

    lógica y conocimiento, coligándola a

    Ello en los extremos de todo, en cuanto

    es

    posible también

    para nosotros coligarnos a Aquél.

    [4]

    Habiendo

    reunido estas inteligibles denominaciones

    divinas, nosotros las explicamos hasta donde es posible, ale

    jados no sólo de sus exactos significados (pues

    también

    los

    ángeles afirmarían esto, en verdad), sino [alejados] asimismo

    de la alabanza de ellas l modo de los

    himnos

    angélicos (pues

    incluso los mejores de los 'teólogos' a nuestro lado distan de

    los últimos

    de

    los ángeles), y [alejados] en verdad no sólo de

    los teólogos mismos y de los ejercitados tras ellos o segui

    dores suyos, sino también de los que están en igual nivel que

    nosotros, en nuestra posición última e inferior.

    De

    tal

    modo,

    si es correcto lo dicho-y en la medida en que alcanzamos, con

    nuestro raciocinio, la explicación relativa a la divina denomi

    nación,

    hay que

    atribuir este hecho al Causante de todos los

    bienes

    que dona

    primero el hablar mismo, luego el hablar

    bien.

    Y si algo de valor equivalente ha sido dejado de lado, será

    necesario también que nosotros lo suplamos según los mis-