dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a dios? le conoce a... · quizá usted al igual que...
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Versículo clave: Lucas 9:1
“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos
pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho
conocimiento.
También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el
pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo
darle el liderazgo de un ministerio.
En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo
contrario el choque habría sido inevitable.
Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al
protagonista del incidente.
--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del
automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras
groseras.
Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de
un pastor de la misma iglesia.
--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron
por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es
una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.
DESARROLLO
1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?
Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que
acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.
El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre
ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no
conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.
El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)
Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la
Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.
01
La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?
Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando
mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme
disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.
2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente
estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.
Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).
También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se
produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida
cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.
3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran
nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también
sea algo que reviste cierta novedad.
El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).
Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes
como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras
indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.
APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?
¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus
esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos
explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de
nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.
Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.
Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...
Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios?
Versículo clave: Lucas 9:1
“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos
pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho
conocimiento.
También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el
pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo
darle el liderazgo de un ministerio.
En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo
contrario el choque habría sido inevitable.
Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al
protagonista del incidente.
--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del
automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras
groseras.
Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de
un pastor de la misma iglesia.
--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron
por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es
una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.
DESARROLLO
1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?
Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que
acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.
El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre
ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no
conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.
El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)
Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la
Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.
La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?
Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando
mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme
disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.
2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente
estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.
Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).
También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se
produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida
cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.
3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran
nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también
sea algo que reviste cierta novedad.
El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).
Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes
como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras
indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.
APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?
¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus
esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos
explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de
nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.
Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.
Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...
02
Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios?
“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos
pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho
conocimiento.
También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el
pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo
darle el liderazgo de un ministerio.
En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo
contrario el choque habría sido inevitable.
Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al
protagonista del incidente.
--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del
automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras
groseras.
Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de
un pastor de la misma iglesia.
--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron
por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es
una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.
DESARROLLO
1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?
Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que
acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.
El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre
ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no
conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.
El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)
Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la
Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.
La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?
Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando
mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme
disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.
2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente
estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.
Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).
También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se
produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida
cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.
3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran
nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también
sea algo que reviste cierta novedad.
El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).
Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes
como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras
indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.
APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?
¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus
esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos
explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de
nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.
Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.
Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...
03
Versículo clave: Lucas 2:10-11
¿Tiene lugar la celebración de Navidad?
“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos
pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho
conocimiento.
También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el
pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo
darle el liderazgo de un ministerio.
En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo
contrario el choque habría sido inevitable.
Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al
protagonista del incidente.
--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del
automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras
groseras.
Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de
un pastor de la misma iglesia.
--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron
por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es
una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.
DESARROLLO
1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?
Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que
acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.
El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre
ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no
conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.
El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el
vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)
Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la
Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.
La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?
Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando
mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme
disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.
2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente
estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.
Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.
"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).
También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se
produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida
cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.
3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran
nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también
sea algo que reviste cierta novedad.
El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).
Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes
como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras
indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.
APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?
¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus
esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos
explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de
nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.
Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.
Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...
Versículo clave: Lucas 2:10-11
¿Tiene lugar la celebración de Navidad?
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