dixie browning - el quinto marido

EEll qquuiinnttoo mmaarriiddoo Dixie Browning

3 Buscando novio

El quinto marido (2006) Ttulo Original: Her Fifth husband? (2005) Serie: 3 Buscando novio Editorial: Harlequin Ibrica Sello / Coleccin: Deseo 1441 Gnero: Contemporneo Protagonistas: Jake Smith y Sasha Combs Cassidy Bonne Lasiter

Argumento: Seguro que habra alguien que apreciara ms que ella aquel cuerpo perfecto y sus habilidades en el dormitorio. A Sasha Combs Cassidy Bonne Lasiter no le importaban las fantasas que hubiera despertado en ella aquel misterioso hombre que haba aparecido en su puerta. Fuera lo que fuera lo que Jake Smith quera ofrecerle, no le interesaba en absoluto. Si haba algo que haba aprendido en sus cuatro matrimonios era que las aventuras romnticas nunca le aportaban nada bueno. Adems, sera una lstima desaprovechar a un tipo tan guapo como aqul; seguro que haba alguna mujer ah fuera esperndolo Slo porque se le hubiera derretido el corazn con slo verlo sujetar a aquel beb no significaba que se hubiera convertido en el candidato para ser el nmero cinco o s?

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Captulo Uno Aprovechando uno de los descansos del trabajo, Sasha se recost sobre la

tumbona, cerr los ojos y disfrut del sol tibio de ltima hora de la tarde y de la clida brisa marina que se le meta bajo la ropa. Puede que no tuviera un sueldo fijo, y mucho menos beneficios, pero aquello era mucho mejor que cualquier despacho diminuto y sin ventanas.

El sonido del trfico lejano se mezclaba con el rumor de las olas, convirtindose en una especie de nana tranquilizadora.

Cinco minutos murmur Sasha.

Cinco minutos y volvera a incorporarse, terminara de revisar su lista, pensara en cualquier cosa que pudiera habrsele olvidado y luego se pasara por las nuevas oficinas de otro cliente para ver cundo poda empezar all.

Siendo decoradora de interiores, su principal actividad se centraba en lugares de trabajo, ya fueran bufetes de abogados, agencias inmobiliarias o clnicas. A veces realizaba algn que otro trabajo en alguna de las mltiples comunidades costeras de Outer Banks, pero su verdadera ilusin era tener una mansin a estrenar que pudiera decorar desde cero. Cualquier lmite presupuestario no haca sino estimular su creatividad.

Suspir complacida. Sinti cmo la brisa le echaba el pelo hacia delante y se lo apart de la cara an sin abrir los ojos. Si tuviera la energa suficiente, se quitara los zapatos, pero eso implicara incorporarse e inclinarse para desabrocharse las tiras del tobillo. Debera haber llevado sandalias.

Vanidad es mi segundo nombre murmur. El problema de los zapatos de tacn de aguja era que eran tan sumamente favorecedores, que no poda no llevarlos, incluso sabiendo que iba a tener que subir y bajar todas esas malditas escaleras.

En realidad tena unos cuantos pares de zapatos sin tacn, pero apenas se los pona. En casa iba descalza y llevaba ropa ancha, pero cada vez que sala se arreglaba con esmero por si acaso se encontraba con algn cliente potencial. Sus amigas, que conocan su pasado, le decan que tena el sndrome de Cenicienta.

Sasha nunca lo haba negado. Bajo el cuidado maquillaje, el pelo pelirrojo y los conjuntos que compraba en las rebajas de fin de temporada, por no hablar de las joyas que tanto adoraba, Sasha Combs Cassidy Boone Lasiter segua siendo Sally June Parrish, la hija mayor de un granjero del tabaco metido a predicador.

En momentos como se, casi deseaba que no le importara en absoluto. Se preguntaba si a Cenicienta le doleran los pies con aquellos zapatos de cristal.

Relajaos, pies murmur perezosamente. Cuando lleguemos a casa os dejar libres. Lo prometo.

Un minuto ms, se prometi a s misma. Despus volvera dentro y terminara de repasar la lista. El equipo de limpieza haba estado yendo durante la semana, pero el lugar segua oliendo a tabaco. No slo eso, sino que tambin una de


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las colchas estaba arrugada, como si el que la hubiera hecho hubiera sido interrumpido antes de poder terminar. Probablemente las camas tamao King-size requiriesen de un equipo para poder hacerse.

Sin embargo, hacer de ama de llaves no era su responsabilidad. Haba hecho una lista con los objetos que haba que reemplazar. Los cojines de las sillas, la cubertera y algunos platos que probablemente se hubieran llevado a la playa para comer y se habran perdido, una silla con una pata rota, una pantalla de lmpara manchada y un par de taburetes con el asiento de cuero que parecan haber sido utilizados como diana en un juego de dardos. Normalmente los dueos se habran hecho cargo de eso, pero de acuerdo con Katie McIver, que llevaba varias propiedades de la zona, el dueo de Driftwinds haba llamado en el ltimo minuto dicindole que buscara a alguien para que lo dejase a punto para la temporada entrante.

Sasha ya haba trabajado antes con Katie. Aqul era un trabajo sin importancia, pero los trabajos pequeos abran la puerta a otros ms grandes, y ella no estaba en posicin de rechazar ingresos. En el caso de la Casa Jamison, si los dueos queran amortizar su inversin, Katie o cualquier otra tendran que seleccionar su clientela, si es que eso era legalmente posible. Los ltimos inquilinos haban encerado sus tablas de surf en una de las duchas, dejando el trabajo sucio para el desafortunado equipo de limpieza.

Sasha se masaje las sienes. El dolor de cabeza que llevaba amenazndola todo el da cada vez estaba ms cerca de hacerse realidad. Haba contado con unos pocos minutos de relax para ocuparse de ello, pero de momento no estaba funcionando.

Un minuto ms, se prometi a s misma. Entonces regresara dentro para terminarlo todo. Ya haba advertido lo que pareca ser una mancha de vino tinto en una de las colchas que el equipo de limpieza haba pasado por alto. La gente que lo tena todo, gente que poda permitirse alquilar casas millonarias, con frecuencia no valoraba nada.

Piensa en cosas agradables, se dijo a s misma. Piensa en el chocolate amargo derritindose en tu lengua, en Alan Jackson cantndote suavemente al odo, en una tarjeta con crdito ilimitado.

All estaba, en una casita frente al mar, si es que una casa con seis dormitorios, siete baos y una piscina poda llamarse casita, y no era capaz de disfrutarlo por culpa de su cabeza.

Segua tratando de relajarse antes de que el dolor le fuera a ms cuando una sombra pas sobre su cabeza. Sasha frunci el ceo sin abrir los ojos. Una sombra de qu? De acuerdo con lo que haba dicho Katie, ese grupo de casas estara vaco hasta el fin de semana del da de la conmemoracin a los cados en la guerra.

Sasha abri los ojos y mir al cielo. Estaba completamente despejado, sin el menor rastro de nubes. Sin embargo, incluso con los ojos cerrados, habra jurado que una sombra acababa de pasar sobre su cabeza.

Pens que se tratara de un pelcano y volvi a relajarse. Sasha no haba crecido en esa parte del estado, pero s saba que, antes de que las agencias inmobiliarias


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tomaran posesin del lugar, aquellas dunas haban pertenecido a las aves marinas, a algunas familias de pescadores y unos cuantos ponis salvajes.

Sasha suspir y volvi a cerrar los ojos, notando el color rojizo del sol a travs de los prpados. Estaba casi dormida cuando volvi a ocurrir. El color rojizo se volvi negro por un instante. Ella abri los ojos rpidamente, levant la cabeza y mir a su alrededor.

No se mova ni una mosca.

Sintiendo ms curiosidad que miedo, prob un experimento, cerr los ojos y se pas la mano por delante de la cara, slo para estar segura.

Ah estaba de nuevo. Definitivamente, algo haba bloqueado el sol durante un segundo. Sasha se incorpor porque, fuera lo que fuera, no era producto de su imaginacin. No haba nada all capaz de proyectar sombra. No haba pjaros ni aviones, ni siquiera un superhroe volador. Fuera lo que fuera lo que haba pasado entre ella y el sol, haba desaparecido.

Al igual que sus posibilidades de relajarse.

An estaba tratando de levantarse de la tumbona cuando oy un ruido suave y lo que pareci ser una exclamacin amortiguada. Mir hacia atrs por encima del hombro pero la luz del sol se reflejaba en las puertas de cristal y no le permita ver el interior. La lgica le deca que nadie que hubiera dentro poda haber proyectado una sombra en la terraza superior, pero la lgica era la primera vctima cuando una mujer estaba verdaderamente asustada.

Sasha agarr con fuerza ambos lados de la tumbona y grit:

Maldita sea, quin anda ah? puso los pies en el suelo y se prepar para entrar corriendo en la casa y cerrar las puertas correderas con llave. Escucha, seas quien seas, estoy cansada, me duelen los pies y la cabeza. No querrs vrtelas conmigo!

De acuerdo, haba estado leyendo muchas novelas policacas ltimamente. El crimen era una realidad muy triste de la vida, incluso all, en un paraso frente al ocano. Como la mayora de las casas de la zona, Driftwinds tena un sistema de seguridad ltimo modelo.

El cual no se haba molestado en activar.

Tena las instrucciones escritas en alguna parte, qu nmeros pulsar, cunto tiempo esperar. Pero no haba planeado quedarse mucho tiempo, as que no le haba parecido que mereciese la pena.

Comenz a ponerse nerviosa. Y si tena que salir corriendo? No era precisamente una de esas heronas todopoderosas que se haban puesto tan de moda. Por mucho que aborreciera el ejercicio, tena que admitir que, en ocasiones, no vena mal estar en forma.

Cruz la terraza y se asom por la barandilla de madera. El nico coche que haba en el aparcamiento de abajo era su descapotable rojo.


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Mir por encima del hombro hacia las escaleras exteriores, esperando ver a alguien subir a la terraza. No le importaba la falta de lgica, ya pensara cmo diablos alguien en el piso de abajo iba a proyectar una sombra arriba.

Qu era lo que solan decir? S realista?

Primer hecho realista: unos obreros armados con martillos neumticos haban invadido su cabeza.

Segundo hecho realista: acababa de estar con la regla, as que probablemente sus hormonas tuvieran algo que ver.

Tercer hecho realista: probablemente se lo hubiera imaginado todo.

Sasha suspir profundamente y se dio la vuelta para entrar en la casa. Fue entonces cuando vio la silueta de un hombre dibujada con la puesta de sol de fondo en la terraza superior de la casa de al lado. La casa que se supona vaca.

Se quedaron mirndose el uno al otro. La persona llevaba algo en la mano, algo con la que apuntaba a Sasha.

Una pistola?

Sasha trag saliva con dificultad. Era imposible ver de qu se trataba desde una distancia de unos quince metros. La nica pistola que haba visto de cerca era la vieja 410 que su padre utilizaba para cazar ardillas y conejos.

La cosa ante la que se encontraba en ese momento era pequea y cuadriculada. De hecho, pareca ms una cmara que una pistola, aunque actualmente se fabricaban todo tipo de armas extraas.

El sentido comn le deca que, si ese hombre hubiera querido hacerle dao, lo habra hecho mientras estaba tumbada con los ojos cerrados. Probablemente estuviera sacando fotografas para alguna agencia inmobiliaria. Ella ni siquiera se habra dado cuenta de no ser porque su sombra le haba pasado por encima.

Con el sol de fondo, no poda distinguir sus rasgos, pero, a juzgar por su silueta, tena los hombros anchos y las caderas estrechas. Aunque no poda ver ms abajo porque la barandilla le tapaba medio cuerpo, su imaginacin le proporcion unos cuantos detalles ms y ella se dio la vuelta asqueada.

Deben de ser las malditas hormonas murmur Sasha. Por lo que saba, podra ser un prisionero convicto que hubiese pasado el invierno escondido en una casa cerrada. Pero, ahora que la temporada estaba a punto de comenzar, tendra que buscar otro lugar donde esconderse. En cuanto a sus hombros anchos, probablemente los hubiera desarrollado picando piedra en la crcel. Y quiz esa cosa que llevaba en la mano fuese uno de esos aparatos que rompen cristal o son capaces de leer las combinaciones de las cajas fuertes o

Simplemente tena que dejar de leer tantas novelas romnticas de suspense.

Lo menos que poda hacer era regresar a la casa, donde haba dejado el bolso, y llamar desde su mvil al 911, por si acaso. Como mujer sensata que era, o eso esperaba, Sasha tena el nmero de emergencias en marcacin rpida.


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Fingiendo que no pasaba nada, cruz la terraza hasta las puertas correderas, entr y mir desesperadamente hacia todos lados buscando su bolso.

Hola. S, soy Sasha Lasiter. Estoy en la casa Driftwinds, en Kitty Hawk dijo cuando contestaron, y dio el kilmetro y el nmero de la calle. Mire, hay un hombre en la casa de al lado, que se supone que est cerrada, y o est apuntndome con un arma, o me est haciendo fotos. S, estoy segura! replic indignada al escuchar la pregunta. Bueno, sea lo que sea lo que tiene en la mano, me est apuntando con ello.

Quiz fuese as o quiz no, pero, si quera ayuda, tendra que describir la peor de las situaciones.

Mire, s que se detuvo exasperada. No, no estoy en la ducha! Estoy vestida, pero resulta que estaba fuera en la terraza superior y impacientemente explic lo que estaba haciendo en una casa deshabitada. No recuerdo si he cerrado tras de m o no contest, aunque estaba muy segura de no haberlo hecho. Escuch mientras la voz al telfono le daba instrucciones y luego interrumpi. Mire, no pienso arriesgarme a ir a por mi coche y que me atraquen, as que podran enviar a alguien para que echase un vistazo?

Sintindose desalentada y un poco asustada, colg y se dirigi hacia la cocina, donde encontr un bloque de madera con cuchillos. Armada con un cuchillo de carnicero que saba que no tendra el valor de usar, regres arriba y mir a su alrededor, buscando el mejor lugar en el que esperar. No haba mentido al decir que tena miedo de salir fuera. Una amiga suya haba sido atracada recientemente en un aparcamiento no muy lejos de all. Sasha tena su coche aparcado lo suficientemente cerca de la casa como para poder abrirlo con el mando, montarse a toda velocidad y volver a cerrarlo antes de que nadie pudiera agarrarla. Slo que su mando ya no funcionaba, ni siquiera estaba segura de seguir llevndolo en el bolso.

Adems, qu seguridad poda proporcionarle un descapotable? E incluso aunque consiguiera escapar, quin le asegurara que aquel hombre no iba a seguirla hasta casa?

Quin habra pensado que ser decoradora de interiores en una casa junto al mar fuese a ser una ocupacin tan peligrosa?

Oye, Jake. Acabamos de recibir una llamada de una mujer que dice que la ests asustando dijo el ayudante del sheriff al entrar en la terraza por las escaleras exteriores.

Eh, Mac. Cmo sabes que era yo?

La llamada la hicieron desde la casa de al lado, pero he visto tu coche aparcado abajo y me he imaginado que t sabras algo. Ests trabajando?

Lo estaba. Lo siento si he asustado a la mujer. Estuve gritndole, pero ya se haba metido dentro.


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Ah, s, como si gritar a una mujer fuese a suavizarla. Quieres decirme lo que ests haciendo? Dijo que o la estaba apuntando con un arma o sacndole fotografas.

Fotos. Por el amor de Dios, Mac, ya sabes que no puedo decirte para quin trabajo dijo John Smith, conocido como Jake. Es un caso de divorcio. La mujer piensa que su marido tiene algo que ocultar. Quiere pruebas antes de firmar. Pens en echar un vistazo a la casa dado que estaba vaca. El tipo es muy conocido en la zona, as que me imagin que no se arriesgara a que lo vieran en un motel con otra mujer.

Has tenido suerte?

Todava no. He empezado hoy.

El ayudante asinti. Mac Scarborough le sacaba tres aos a Tim, el hijo de Jake, pero se haban conocido como se conoce la gente en los pueblos pequeos. Adems, perteneciendo al mundo de la seguridad, Jake conoca a todos los hombres de la ley de los alrededores.

Qu tal est Timmy? Ya se ha marchado? pregunt el joven.

Zarpar cualquier da de stos dijo Jake. Te aseguro que deseara que se hubiera unido a vosotros en vez de al ejrcito.

S, bueno, espera unas semanas hasta que la temporada est en pleno auge. Te alegrars de que est en zona de guerra y no aqu deteniendo a conductores borrachos, reventando el trfico de drogas y ocupndose de los choques en todos los cruces desde el canal de Oregon hasta el puente Currituck el ayudante sacudi la cabeza. Vaya, lo siento.

Jake ignor tanto el recuerdo de su prdida como la disculpa.

Sabes que no cambiaras tu trabajo por nada en el mundo dijo.

Con una sonrisa, el joven se quit el sombrero y se pas la mano por el pelo.

En eso tienes razn. Supongo que no ocurre nada en los Banks que no ocurra en las grandes ciudades. Al menos aqu podemos hacer surf en nuestro da libre aadi volviendo a colocarse el sombrero. Ser mejor que vaya a la casa de al lado a decirle a la pobre mujer que eres uno de los buenos.

Yo tambin dijo Jake, sabiendo que cualquier evidencia de recopilar pruebas haba desaparecido por el momento, ahora que me has espantado al pichn.

Oye, al menos no he utilizado las luces y la sirena dijo Mac con una sonrisa volvindose hacia las escaleras. Cudate, Jake. Dile a Timmy hola de mi parte y no vayas por ah asustando a ms seoritas, entendido?

En ese momento oyeron una puerta cerrndose de golpe. Mac dud por un momento y entonces los dos se asomaron por la barandilla y vieron a aquella mujer pelirroja corriendo como corren las mujeres cuando llevan esos ridculos zapatos altos. Se mont en un descapotable rojo a toda velocidad y sali disparada por la carretera de la playa.


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Qu velocidad dijo el ayudante.

Supongo que con eso se acab el problema coment Jake.

Tendra que volver a intentarlo maana, probablemente durante el da. El sentido comn le deca que, si ocurra algo, sera durante el da, no por la noche, cuando unas luces encendidas despertaran la curiosidad sobre una casa supuestamente vaca. Aunque su da no haba sido una completa prdida de tiempo. Obviamente, aquella pelirroja haba estado esperando a alguien.

Guard su cmara digital, se puso las gafas de sol y baj por las escaleras pensando en aquella mujer. Excepto por el pelo, le recordaba al tpico pster de Marilyn Monroe, sobre todo los tobillos. Fuera quien fuera, tena lo que haca falta para tentar a cualquier hombre.

Por otra parte, pensaba mientras se suba al coche, el hecho de que la mujer hubiera llamado a la polica dejaba ciertas dudas con respecto a su identidad. Habra hecho una cosa as si simplemente hubiera ido all a pasar la tarde con Jamison?

En cualquier caso, las fotos de la mujer all sola no iban a tranquilizar en absoluto a la seora J. Le habra sacado una docena de fotografas desde diferentes ngulos antes de que se levantara y lo viera.

A sus cuarenta y un aos, Jake Smith, propietario de una pequea empresa de seguridad, haba estado largo tiempo sin hacer uso de su licencia de investigador privado mientras se ocupaba de criar a su hijo. Haca algunos aos, haba dado un curso para ponerse al da en Blackwater, uno de los mejores centros de entrenamiento en seguridad del mundo, que estaba en el condado colindante. Pero, como haba menos demanda de investigadores privados que de ingenieros en seguridad, se haba concentrado en eso ltimo. Aun as, saba que tena que anotar el nmero de matrcula de cualquier sospechoso en potencia.

Lo cual hizo, y el cual tendra que haberle pedido a Mac que localizara. Ocasionalmente intercambiaban favores entre Seguridad JBS y le departamento del sheriff.

La mujer se haba dirigido hacia el norte y l hizo lo mismo, a pesar de que se estuviese haciendo tarde y viviese en direccin contraria. Durante el camino, hizo una llamada a su ayudante.

Hack, necesito informacin rpida. Un Lexus rojo descapotable. En la matrcula pone S-A-S-H-A.

Dame un minuto dijo su ayudante, un genio informtico de diecinueve aos.

Hack cumpli su palabra. Para cuando Jake tuvo que decidir entre girar hacia la derecha y dirigirse hacia Southern Shores o dirigirse hacia el oeste y cruzar el puente Wright Memorial, ya tena una respuesta.

Muddy Landing. Jake le dio un golpe al volante y ni siquiera trat de buscar una explicacin lgica a lo que estaba haciendo. Haba un buen restaurante de barbacoa en el camino, y no haba tenido tiempo de comer.


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En cuanto a lo que esperaba conseguir, no tena ni idea. Aquella pelirroja sexy quiz hubiese estado esperando a Jamison o puede que no. Podr ser que incluso tuviera algo que hacer all. Poda ser una agente inmobiliaria, o incluso una inquilina en potencia. Antes de desechar las fotografas, tena que averiguar si estaba implicada o no. La verdad es que era lo suficientemente tentadora, sobre todo comparada con la mujer de Jamison.

Pero daba igual la tentacin, tener una aventura en una casa propia era algo bastante estpido.

Pas por delante del restaurante, respir hondo y se prometi a s mismo parar en el camino de vuelta. Muddy Landing era ms bien una comunidad grande que un pueblo pequeo, as que no tuvo problemas en encontrar la direccin, incluso sin emplear el aparato que Hack le haba instalado en el coche.

Tras aparcar el coche dos casas ms atrs al otro lado de la calle, pens que se trataba de un lugar agradable, aunque l nunca habra pintado una casa de morado con detalles verdes y un coche rojo aparcado en la puerta.

Jake consider la mejor manera de acercarse a ella. Me has parecido una chica guapa, as que te he seguido a casa, probablemente no iba a resultar efectivo. Le cerrara la puerta en las narices y llamara a la polica como haba hecho antes.

En el camino hacia la casa, se alis la camisa y se pas la mano por su pelo oscuro y tupido. Mientras esperaba a que contestasen al timbre, se fij en los detalles de aquella casa de dos pisos tan bien cuidada. Le gustaba el hecho de que no todas las casas fueran del mismo color. Desde donde estaba poda ver tres casas blancas, dos amarillas y una azul. Sin embargo l se haba ceido al blanco en las dos propiedades que tena en Manteo, a setenta y tantos kilmetros al sur. Nadie podra ponerle pegas a eso.

Volvi a pulsar el timbre y, en ese momento, la puerta se abri.

Seorita, mi nombre es Jake Smith y

Djeme en paz le contest una mujer con ojos de mapache que lo miraba con desprecio. No quiero nada, no estoy interesada, y no hago encuestas.

No dijo Jake colocando el pie en el marco de la puerta antes de que ella pudiera cerrarla. Se equivoca. Tengo credenciales aadi mientras buscaba su cartera. En ese momento, la mujer aprovech para darle un pisotn. Estoy aqu por negocios dijo Jake sintiendo cmo el dolor le suba hasta la ingle. Sac su licencia de investigador privado y la tarjeta del sheriff que haba conseguido haca aos y que no tena valor oficial alguno. Seorita, slo quera disculparme, explicarme en caso de que siguiera preocupada.

Acaso se trataba de la misma mujer? Tena la misma altura, el mismo color de pelo, pero, en vez de llevar aquel atuendo sexy de color rojo, iba cubierta con una especie de tienda de campaa enorme. Tena los pies descalzos, las uas pintadas de rojo y manchas rojas en los lugares en que le haban rozado los zapatos. Puede que fueran muy elegantes, pero esos zapatos eran un crimen contra la humanidad.


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Es usted carne de can dijo ella. El ayudante del sheriff vive a dos puertas de distancia. Lo nico que tengo que hacer es llamarlo.

Quiere usar mi telfono mvil? pregunt l haciendo el gesto de sacar el telfono, a pesar de habrselo dejado en la furgoneta.

Ella parpade y pareci relajarse un poco.

Mtase en sus asuntos y lrguese agreg ella. Le doy treinta segundos y entonces llamar a Darrell.

La habra tomado ms en serio si no hubiera llevado toda la sombra de ojos corrida por las mejillas. Al menos tena la esperanza de que aquellas manchas negras y azules fueran por eso. De otro modo, se tratara de uno de los peores casos de violencia domstica. Su pelo rojizo estaba liso por un lado y levantado por el otro.

Quiz fuese all donde se reuna con Jamison. El perfume que llevaba ola a sexo trrido en un jardn tropical.

Pero por qu iba a vestirse as para recibir a un amante?

Claro que, ni siquiera llevando algo que pareca un disfraz de Halloween poda disimular la esbelta figura que esconda debajo.

Puede quitar el pie, por favor? dijo ella con voz seca.

Tena los ojos color caqui. Jake habra jurado que eran azules, pero claro, a una distancia de ms de cuatro metros el color de los ojos era difcil de distinguir.

Seorita Lasiter, slo quera asegurarle que

Cmo sabe mi nombre?

Jake pens, soy demasiado viejo para esto. No importaba lo guapa que fuera, ni lo bien que oliera. Simplemente no mereca la pena todo el desgaste.

Pero se mereca una respuesta, y l haba ido all expresamente para eso. Entre otras cosas.

Trabajo en el negocio de la seguridad. Estaba realizando un trabajo y necesitaba comprobar su matrcula. Lo siento si la he asustado. Slo quera que supiera que no corre ningn peligro.

Jake Smith, pens Sasha. Una variacin de John Smith. Qu probabilidades haba? Mirndolo con los ojos cansados, trat de convencerse a s misma de que el hombre que se haca llamar Jake Smith estuviera siendo sincero. Con el sol de fondo ya era suficientemente imponente, pero de cerca era

Bueno, fuera lo que fuera, no estaba interesada. No necesitaba nada, no quera nada. Para cuando haba llegado a casa, el dolor de cabeza haba aumentado considerablemente, lo que significaba que las pastillas por s solas no iban a conseguir efecto alguno. Aun as, se haba tomado tres con un sorbo de leche. Luego, sin molestarse en quitarse el maquillaje, se haba puesto la ropa ms antigua y ms cmoda que tena y se haba tirado en la cama con un paquete de guisantes congelados sobre los ojos.


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Para que lo sepa dijo l. Probablemente volver a aparecer por all. Aun no he terminado mi trabajo.

Incluso en su estado, Sasha no pudo evitar fijarse en que tena cierto atractivo. Su piel era morena y tena ciertas arrugas causadas sin duda por la risa. Tena la mandbula muy marcada y cubierta con una ligera barba incipiente. Incluso podan advertirse ciertas canas en su pelo oscuro. Obviamente haba llegado a esa edad en la que un hombre pasa a ser del montn o se convierte en algo realmente especial.

Pues para que lo sepa usted, yo tampoco he terminado le advirti Sasha.

l se ech hacia atrs quitando el pie de la puerta. Ella no esper a que se diera la vuelta para cerrarle la puerta en las narices.


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Captulo Dos Jake pidi un plato de carne a la parrilla para llevar y condujo el resto del

camino hacia Manteo escuchando un CD de Molasses Creek y pensando en la extraa mujer que acababa de conocer.

Sasha Lasiter. Se preguntaba si se sera su verdadero nombre. Lo primero en lo que se haba fijado estando en la casa de la playa era en su figura. Puede que ese trapo que llevaba puesto una vez en su propia casa disimulara sus curvas, pero l ya haba podido verlas de primera mano.

Un hombre no vea curvas as todos los das. Jake haba odo hablar de las figuras de reloj de arena. La de Sasha se ajustaba perfectamente a la descripcin, quiz con veinte minutos ms de arena en la parte de abajo que en la de arriba. El hecho de que esas curvas se extendieran hasta los talones indicaba que, probablemente, fuera todo gentico y no producto de la silicona.

Malditos genes, pens.

El olor a salsa barbacoa se le meti por la nariz mientras cruzaba el puente de Washington Baum de camino a casa. Tena la sensacin de que esa noche necesitara algo ms que carne y patatas fritas para saciar su apetito. Su vida sexual haba muerto por falta de atencin, ocupado como haba estado educando l slo a su hijo.

La mujer de Jake, Rosemary, casi tan alta como l, haba sido una gran atleta local que soaba con formar parte del equipo olmpico. Haban ido a clase juntos y, en el ltimo curso, Jake haba decidido que quera casarse con ella. Haban escapado para casarse la semana despus de su graduacin. Por aquel entonces, ella ya haba renunciado a sus sueos olmpicos y ninguno de los dos se haba arrepentido de nada.

Siete aos despus, Rosemary haba muerto al ser atropellada por un conductor borracho en uno de los cruces que Mac haba mencionado. Jake haba conseguido sobrellevarlo por su hijo, Timmy. Tras un ao ms o menos de luchar con los recuerdos, haba acabado por alquilar la casa que l y su mujer haban comprado y compartido y se haba mudado con su hijo al adosado de al lado, donde tena su oficina.

Haba pasado mucho tiempo. A veces le costaba trabajo visualizar la cara de Rosemary. Mirar las fotografas, cosa que no haca ltimamente, ya no pareca ayudarlo. No era que los estilos en el vestir hubieran cambiado mucho. Los vaqueros seguan siendo vaqueros y los pantalones cortos seguan siendo pantalones cortos, pero con los aos le resultaba difcil reconocer aquellas sonrisas ingenuas y confiadas en sus caras, sobre todo despus del nacimiento de Timmy, siete meses y medio despus de la boda. Haba fotos de la casa que l haba construido en el rbol cuando Timmy tena seis meses, y de la chatarra que se haban comprado como segundo coche y del que tanto se enorgullecan.

En algn momento durante aquellos ms de doce aos, sus recuerdos se haban convertido en recuerdos de fotos, y no de las cosas reales.


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Te ests haciendo viejo murmur mientras entraba en su casa. Lo gracioso era que no se senta viejo. Por muy cansado que estuviera y por mucho que comenzara a dolerle el pie derecho, se senta ms joven de lo que se haba sentido en aos.

Sasha se despert cuando el sol de primera hora de la maana comenz a filtrarse por la ventana. Se qued all tumbada durante un rato sin abrir los ojos, pensando en el da anterior, y en el color de la luz del sol a travs de los ojos cerrados. Aguant la respiracin y esper a ver si el dolor de cabeza amenazaba con golpearla un da ms.

La palabra golpear le recordaba a su padre, que sola golpear con los puos incluso despus de meterse en la religin. Tambin le record que las cenas benficas esponsorizadas por la iglesia comenzaran pronto, lo cual le hizo pensar en el juego de buscar pareja al que llevaba aos jugando con sus amigas. Daisy se haba casado y se haba mudado a Oklahoma. Marty tambin se haba casado, pero segua viviendo en Sugar Lane. Faylene, la asistenta que compartan, era una miembro inestimable del juego, y las cenas benficas semanales eran uno de sus acontecimientos favoritos para juntar a dos personas.

An no haban encontrado a nadie para Lily, la contable que se haba mudado a Muddy Landing haca algunos aos. El marinero con el que lo haban intentado el otoo pasado haba sido un fracaso. l haba levado anclas y ella se haba quedado en tierra. Faylene, que limpiaba para Lily, haba mencionado unas cartas que Lily reciba semanalmente de California y que siempre guardaba en un cajn del dormitorio en vez de dejarlas sobre el escritorio.

Aunque eso no tena por qu significar nada, sobre todo porque Faye deca que las cartas estaban escritas a lpiz y en papel cuadriculado. As que quiz seran de algn nio. Algn sobrino o sobrina.

Alguien que escriba todas las semanas?

Sasha pens en sus propios sobrinos y sobrinas. Tena suerte si lograba ver sus firmas en las tarjetas navideas y de cumpleaos que sus hermanas le enviaban.

Se gir sobre la cama y pens en Jake Smith, preguntndose si estara casado o liado con alguien. De no ser as, puede que quisieran agregarlo a su lista de candidatos. Fuera cual fuera su estado, definitivamente era un tipo bastante atractivo.

Mientras las ideas iban y venan, pens en quedar con Katie para ir a la agencia y ver si haban surgido nuevas casas.

Satisfecha al comprobar que su dolor de cabeza haba desaparecido, se incorpor, hizo unos ejercicios mnimos y se dirigi hacia la ducha.

Jake Smith haba dicho que no haba terminado con lo que fuera que estuviera haciendo en la casa de al lado. Tras ajustar la temperatura de la ducha, se pregunt qu estara haciendo cuando el ayudante del sheriff se haba presentado. Los haba


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visto a los dos hablando antes de salir corriendo hacia el coche. Fuera lo que fuera, no lo haban arrestado, as que no se tratara de nada ilegal.

Haba dicho que perteneca al negocio de la seguridad. Probablemente estara instalando un nuevo sistema o reparando uno antiguo, en cuyo caso sera uno de esos tcnicos que utilizan un lenguaje que ella nunca haba tratado de comprender. Ella utilizaba un ordenador slo porque tena que hacerlo, lea manuales de instrucciones slo cuando se vea obligada e, incluso entonces, raramente entenda una palabra. Cuando se trataba de desactivar o activar los aparatos que la gente utilizaba para proteger sus propiedades, se limitaba a leer las instrucciones que le dejaban escritas, pero a veces la fastidiaba y tena que pedir ayuda.

As que era un tipo de seguridad. Interesante. Seguramente l y Lily encontraran muchos temas en comn sobre los que hablar.

Sintiendo cmo cada vez se relajaba ms, Sasha se ech el champ de coco por el pelo. An segua sopesando preguntas y respuestas con respecto a la pequea aventura del da anterior cuando se sec con la toalla, se aplic la locin y se visti para trabajar con una falda larga, una camiseta amarilla y una camisola de gasa. Las faldas empezaban a quedarle un poco ajustadas a la altura de las caderas, pero no en la cintura. Cada vez que engordaba algo, se le iba directamente a las caderas, nunca a la cintura ni al pecho. Si hubiera nacido un siglo antes, estara dentro del canon de belleza.

Por desgracia, el estilo imperante en la actualidad era la esbeltez, la altura y la silicona, y como ella no entraba dentro de ninguno de esos aspectos, tena que sacarle el mayor partido a lo que tena.

Tras vestirse y desayunar un donut, slo uno pues estaba a dieta, y un caf con leche, la temperatura haba aumentado a poco ms de treinta grados. Como no haba nubes en el cielo, baj la capota de su coche, que haba sido el regalo de su treinta y cinco cumpleaos de parte de ella misma. Llevaba puesto un maquillaje con proteccin solar, pero, aun as, se coloc un sombrero de ala ancha, dejando que los extremos de su pauelo quedaran sueltos por detrs de ella.

Una famosa actriz no haba muerto de ese modo cuando su pauelo se le enganch en una rueda? Puede que no tuviera un ttulo universitario, pero tena muchos conocimientos de cultura general.

Tras pasar el puente Currituck, se detuvo en su cafetera favorita y pidi un caf bien cargado para llevar. En caso de que el dolor de cabeza volviese a atacarla, o incluso aunque no lo hiciera, le vendra bien una dosis doble de cafena.

Minutos despus aparc el coche en el aparcamiento de la casa de Jamison. Observ que el aparcamiento de al lado estaba vaco. Se neg a admitir que se senta decepcionada. A juzgar por lo que saba de los hombres, y podra haber escrito un libro sobre el tema, aquel hombre de la seguridad deba de seguir en la cama.

Siendo como era una persona madrugadora, Sasha siempre haba tenido que sacar a sus anteriores cuatro maridos a rastras de la cama. Frank haba nacido siendo perezoso. Barry trabajaba por las noches, lo cual podra servirle como excusa. Pero


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Rusty simplemente haba preferido dormir hasta tarde y jugar hasta tarde, apostando y divirtindose hasta altas horas de la madrugada, normalmente sin ella.

En cuanto a Larry, su primer marido, al que haba conocido y con el que se haba casado en la misma semana, el mes antes de cumplir diecinueve aos, no lograba recordar cul haba sido su excusa, a no ser que l hubiera sabido que eso la pona de los nervios. Incluso siendo nia, Sasha siempre se haba levantado con el sol y llena de energa.

La verdad era que, ningn hombre soltero con el que haba cometido el error de casarse haba tenido nada parecido a una tica laboral. Ni siquiera su padre, Addler Parrish, que haba vendido su granja de tabaco y se haba metido a predicador.

Y tampoco eso se le daba muy bien. La gente deca que el viejo Ad era malo como una serpiente, y ella personalmente poda dar fe de eso. Pero al menos eso le daba tiempo suficiente para aplicar la ley sobre su familia y castigar a aquellos que se atrevan a romper sus normas. Lo cual Sasha haba hecho constantemente.

Por entonces ella haba sido simplemente Sally June Parrish. Su atareada madre no haba tenido la fuerza suficiente para defenderse, ni a ella misma ni a sus hijos, de la lengua viperina de su marido, ni de sus puos ni su cinturn. En cuanto haba podido, Sally June se haba marchado de casa y haba encontrado un trabajo como dependienta en una tienda de muebles. A los pocos aos, comenz a tomar clases nocturnas en la universidad y a asistir a la Feria Internacional del Mueble con su jefe.

Por aquel entonces ella estaba casada con Larry Combs, un tipo parecido a Jude Law e incapaz de mantener un trabajo durante ms de un par de meses. Sola decir que estaba sobrecualificado. Pero la verdad era que estaba submotivado. Larry haba sido el primero. Su segundo marido haba sido ms guapo, y listo adems.

Por desgracia, tambin haba sido un ladrn.

Con dos matrimonios fugaces a sus espaldas, haba dejado la zona de Greensboro y se haba dirigido hacia el este, dejando por el camino a dos maridos ms. Ninguno de sus matrimonios le haba proporcionado lo que tanto necesitaba, una familia cercana a la que amar. Y ninguno haba durado ms de un ao. Para cuando lleg a Muddy Landing y se hizo decoradora de interiores, ya se haba convertido en Sasha. Se haba quedado con el apellido de su cuarto marido porque era ms fcil que volver a cambiarlo todo.

Adems, Sasha le sonaba bien.

Haba elegido Muddy Landing porque, en aquel momento, las casas en el condado de Currituck estaban relativamente baratas. Aunque eso iba cambiando con rapidez cuanto ms se desarrollaba la zona. Pero la localizacin era perfecta, pues estaba a poco ms de una hora de la zona de compras de Norfolk y a menos de media hora de Outer Banks, donde cada vez se construa ms y los trabajos de decoracin estaban a la orden del da.

Eso haba sido haca casi trece aos. Cuando cobraba velocidad, el tiempo pareca volar. A la edad de treinta y ocho aos, de los cuales slo admita treinta y


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cinco, Sasha estaba soltera para siempre. Cada vez que se haba casado, haba estado segura de haber encontrado a su prncipe.

Pero simplemente haba encontrado a otro imbcil que pensaba que aprender a vestir y a hablar bien lo convertira en otra persona. Pero bajo la ropa de diseo, las colonias caras y los Rolex, seguan siendo tan inseguros como ella lo haba sido al principio. La diferencia estribaba en que ellos no haban tenido las agallas que ella haba demostrado ni sus ansias de triunfar.

Puede que bromeara con sus amigas sobre la posibilidad de encontrar al nmero cinco, pero antes que implicarse con otro hombre, se dejara el color natural de su pelo, abandonara todo tipo de maquillaje y se deshara de sus joyas.

Se qued sentada en el coche durante unos minutos, disfrutando del maravilloso clima primaveral y de la cafena haciendo efecto en su sistema nervioso. Calculaba que sera capaz de terminar el trabajo en una hora y dispondra de algo de tiempo libre.

Sali del coche, ascendi el primer tramo de escaleras hacia la casa, abri la puerta y desactiv el sistema de seguridad. El lugar segua oliendo a tabaco, as que dej las puertas correderas de cristal abiertas para airearlo. Subi al siguiente piso, abri otra puerta y aspir profundamente el aire que suba de abajo.

Comenz a comprobar por segunda vez la lista que haba redactado el da anterior para asegurarse de que se hubiera repuesto todo aquello que se hubiera perdido o roto, o que hubiera sido robado. Ya haban llevado los nuevos taburetes, as que tach eso de la lista. Cuando lleg al ltimo piso, mir a su alrededor para comprobar que no haba pasado nada por alto. Cuando hubo terminado, abri las puertas correderas de cristal y sali a la terraza, su lugar favorito. Ignorando la maravillosa vista de las dunas y el ocano, mir directamente hacia la casa de al lado.

No esperaba verlo, ni siquiera quera verlo, pero Jake Smith haba dicho que no haba terminado con lo que fuera que estuviera haciendo.

Se dijo a s misma que no estaba decepcionada, y la verdad era que no lo estaba. No por ella misma, sino por los meses durante los que ella y sus amigas haban estado buscando un candidato para Lily Sullivan, la rubia contable de ojos tristes que viva a pocas calles de distancia de Marty. Faylene poda averiguar ms cosas de una persona por su basura que cualquier agente de la CA, y, por lo que saban, Lily no tena vida social en absoluto.

Irnicamente, en los ltimos dos aos, haban sido Daisy y Marty, dos de las que haban comenzado con el juego de emparejar, las que se haban retirado del mercado. Daisy se haba casado con Kell Magee, que haba ido al este a visitar a un pariente, y Marty se haba casado con el carpintero que haba contratado para reformar su casa.

Y a ella no le daba envidia, era cierto. Cuando se dio la vuelta para marcharse, uno de los tacones se le enganch entre dos tablas, Sasha perdi el equilibrio y se agarr con fuerza a la tumbona, que a su vez se desvencij, hacindole perder ms el equilibrio. Sasha acab en el suelo y sinti cmo el dolor se le extenda por la pierna izquierda.


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Oh, maldicin, maldicin! exclam mientras se agarraba el tobillo con la mano. El tacn segua atrapado y vio que el ante rosa se haba echado a perder, as que grit de nuevo de frustracin y de dolor. Haba pagado una fortuna por esos zapatos, sabiendo que no haba nada que realzara tanto las piernas de una mujer como un buen par de tacones. Sobre todo una mujer que haba dejado de crecer en quinto curso, al menos verticalmente. Siempre le haban dicho que las pelirrojas no deban llevar nada rosa, y ella haba hecho todo lo posible por hacer lo contrario, llevando siempre algo rosa en su indumentaria.

Con dedos temblorosos, se desat la tira del zapato y consigui liberar el pie, dndose cuenta de que el tobillo comenzaba a parecerse a una salchicha hinchada. No slo eso, sino que adems se haba roto tres uas de la mano y se haba clavado un buen puado de astillas que podran envenenarle la sangre. No utilizaban arsnico para tratar la madera en las casas de la playa? Incluira eso las terrazas?

Al menos consigui desabrocharse el brazalete de oro que llevaba en el tobillo antes de que le cortase la circulacin. Dios, iba a morirse all, en medio de una terraza en una casa vaca. El sol le quemara la cara y acabara como un cangrejo. Se le pondra la nariz roja y las gaviotas se lanzaran sobre ella.

Su telfono mvil. Se haba dejado el bolso dentro. Si pudiera levantarse, utilizara una de las sillas de plstico como andador y as poder ir dentro y llamar al 911. Aunque, despus de lo del da anterior

Quiz por las maanas hubiera otra persona al telfono.

Las lgrimas comenzaron a resbalarle por las mejillas, haciendo que se le corriera el rmel. Se desabroch el otro zapato y lo tir a un lado. De qu servira un zapato si su pareja se haba echado a perder?

Estaba de rodillas tratando de alcanzar la pata de una silla para acercarla cuando oy a alguien caminar sobre la terraza detrs de ella.

Qu diablos has hecho? pregunt una voz familiar.

Asustada, Sasha se dio la vuelta y observ al intruso, el hombre que tanto la haba asustado el da anterior.

Me ayudas?

Para cuando estuvieron en el coche de Jake camino del hospital de Nags Head, Sasha haba dejado de lado su miseria y se haba hecho tres promesas firmes. Primero, no ms tacones de quince centmetros, al menos no mientras trabajaba. Segundo, empezando desde ya, disminuira su ingesta de carbohidratos a la mitad. No ms donuts ni cafs dobles.

En otras palabras, nada que valiese la pena comer.

Jake haba insistido en llevarla en brazos escaleras abajo. Como si el dolor que senta no fuese lo suficientemente malo, el hecho de ser llevada en brazos contra un cuerpo clido y fuerte la haba puesto tan nerviosa que ni siquiera haba discutido.


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Ya se haba olvidado de la tercera promesa, pero probablemente sera mantenerse alejada de cualquier hombre que pudiera acabar con su resistencia simplemente gracias a su fragancia. Ola como a jabn, pasta de dientes y caf, junto con algo muy terrenal y esencialmente masculino.

Por no mencionar que slo tocarlo, era como meter los dedos en un enchufe.

Jake la haba colocado en el asiento del copiloto y haba intentado ponerle el cinturn de seguridad, pero ella le haba quitado las manos de encima.

Puedo hacerlo yo misma.

Pues hazlo haba contestado l.

Se preguntaba por qu diablos tendra l que estar enfadado, y sinti pena por ella misma, aunque se senta excitada al mismo tiempo. Era ella la que tena el tobillo roto, no l. Era a ella a la que probablemente se le infectara la mano derecha. Adems, puede que se le infectara la sangre. Por lo que saba, incluso podra ser alrgica a los antibiticos. As que morira por un shock anafilctico o como diablos fueran los sntomas que causara la alergia.

Jake conduca deprisa, acelerando cada vez que se acercaba a un semforo para no tener que frenar de golpe por si la luz cambiaba de repente. Ella lo agradeca en silencio. El tobillo le dola horrores y no poda soportarlo. Siempre haba odiado el dolor. No era en absoluto estoica.

Ests bien? pregunt l.

No, no estoy bien contest ella. Se estaba comportando como una nia, pero qu poda perder que no hubiera perdido ya? Su dignidad?

Ya.

Llegaremos en pocos minutos dijo l. Siendo la poca del ao que es, no creo que tengas que esperar mucho. Supongo que te darn algo para el dolor y te harn algunas radiografas. Tambin te has hecho dao en la mano?

Vaya, incluso sonaba compasivo. Sasha no poda soportar la compasin. Cuando la haba necesitado no la haba encontrado, cuando haba tenido que gastarse el dinero del almuerzo en maquillaje para cubrir los cardenales causados por los golpes de su padre, y l la haba acusado de pintarse la cara como un payaso. Lo cual sola costarle unos cuantos cardenales ms.

Jake aparc frente al hospital de la playa y dijo:

Espera mientras voy a buscar una silla de ruedas.

No seas tonto. No necesito una silla de ruedas contest ella. Nunca antes haba estado en un hospital, salvo se visita.

De acuerdo, entonces pon el brazo sobre mi hombro aadi l, se inclin sobre ella y le pas el brazo por debajo de las rodillas.

Si le quedaba algn pensamiento racional en la cabeza, haba desaparecido cuando la meti en el hospital en brazos. Aquel hombre provocaba verdaderas descargas.


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Tendrs que ocuparte de todo el papeleo le dijo l, pero ver si puedo acelerar el proceso.

Dos mujeres se quedaron mirando, y la gente de la sala de espera levant la vista de sus revistas cuando entraron.

Por el amor de Dios, bjame murmur Sasha. A esas alturas ya no necesitaba un mdico. Estar tan cerca de Jake Smith, o como se llamara, ya era suficiente distraccin, y apenas se acordaba del tobillo hinchado, mucho menos de su mano.

Dos horas despus, un enfermero la condujo en silla de ruedas de vuelta a la sala de espera. Tras dejar de lado el peridico que haba estado fingiendo leer, Jake se puso en pie para reunirse con ella.

Todo bien? pregunt. No llevaba escayola, slo una venda, lo que significaba que no haba rotura. Qu pasa con la mano?

Astillas. Y me he partido tres uas.

Dios, eso es asqueroso.

Creo que tengo otra suelta, y me las hice la semana pasada dijo ella. Ahora tendr que hacerme la mano entera otra vez le dio las gracias al enfermero y aadi: Puedo ir desde aqu yo sola.

Son las normas, seorita dijo el enfermero, negndose a dejarla tirada.

Jake neg con la cabeza, se acerc a las puertas de cristal para mantenerlas abiertas y dijo:

Vamos, no seas cabezota.

Los dos la ayudaron a levantarse de la silla y a montarse en el asiento del copiloto. Condujeron varios kilmetros en silencio salvo por los suspiros provenientes del asiento del copiloto. Cuando se detuvieron en el primer semforo, Jake trat de entablar conversacin.

Pararemos para comprar tu medicacin, luego volveremos a la playa para que le pongas la capota al coche. Estar bien all durante unos das hasta que puedas volver a conducir.

Eh, espera un segundo, no pienso dejar mi coche abandonado.

Crees que puedes conducir? pregunt Jake sealndole el tobillo.

No es nada grave.

Sasha, mralo desde mi punto de vista. Si te dejo ah tirada, no pegar ojo en toda la noche pensando si llegaste bien a casa. Si te ocurriera algo, sera negligencia criminal dijo Jake, a juzgar por cmo Sasha parpadeaba y lo miraba, deban de haberle dado algo para el dolor. Pareca como si estuviera drogada.

Puedo llamar a un taxi.


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Eso no te ayudar a mover tu coche. Mira, te he llevado sana y salva hasta el hospital, verdad? No confas en que pueda llevarte tambin a casa?

Jake gir el coche y se desvi por una calle sin salida dnde se alineaban una serie de casas todas iguales a excepcin de por el color. Driftwinds, donde Sasha haba dejado su coche, era la penltima.

No tendras por qu llevarme hasta Muddy Landing.

Era evidente que se estaba suavizando. La verdad era que no saba por qu se estaba metiendo en tantos problemas por ella. Debera estar trabajando en el caso Jamison, sobre todo teniendo en cuenta que an no tena pistas de ninguna clase.

Te gusta la carne a la parrilla? pregunt Jake al volver al coche, tras haberle puesto la capota al de Sasha y haberlo aparcado en la zona reservada de la casa.

A quin no? pregunt ella mientras se toqueteaba la venda de la mano. Entonces l le cubri las manos con una suya.

No te lo toques dijo. Nunca te dijo tu madre que no te hurgaras en las heridas?

Jake tena la sensacin de que le dola ms de lo que estaba dispuesta a admitir, incluso a pesar de aquello que le hubiesen dado en el hospital. Lo cual era bastante sorprendente porque, a juzgar por su aspecto, Jake habra dicho que se trataba de la tpica quejica.

Diez minutos despus, cuando Jake volvi con dos platos de carne a la parilla y se sent tras el volante, se le ocurri que, o iban a compartir una comida los dos juntos, o tendra que comrsela fra l slo en alguna parte.

Debera haber pedido tambin bebida? pregunt mientras pasaban sobre el puente de Currituck.

Tengo t helado contest ella.

Con el t bastar dijo Jake, encendi el reproductor de CD y comenz a silbar mientras daba golpecitos al volante con el pulgar.

Tena un montn de trabajo, su casa y su oficina estaban hechas un desastre y el caso Jamison rio iba a ninguna parte, de modo que no tena sentido nada de lo que estaba haciendo. l nunca haba sido de los que actan por impulsos.

Por otra parte, cuando comenzaba algo, le gustaba terminarlo. En su trabajo, seguir el procedimiento era la nica manera de realizar un trabajo.

Pero qu era lo que acababa de comenzar?


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Captulo Tres Sasha necesitaba llegar hasta su puerta sin ayuda, aunque slo fuera para

demostrar su independencia, pero despus de unos pasos, no le qued ms remedio que aceptar la ayuda de Jake. Desde luego, se no haba sido uno de sus mejores das. Sac las llaves y Jake se las quit de la mano.

Es la llave de color rojo dijo ella.

Sin soltarla, Jake consigui abrir la puerta y dijo:

Quieres que te lleve en brazos a travs del umbral?

Sasha lo dijo todo con su mirada. Sobre mi cadver, pens. No contaba el hecho de que tuviera un esguince, astillas en la mano y estuviera despeinada.

Lo primero que vamos a hacer es ponerte el pie en alto dijo l tras colocarla en el sof una vez dentro. Y, si me dices dnde est la cocina, preparar una bolsa con hielo.

Cmo sabes lo que necesito?

Confa en m. He visto un esguince o dos en mi vida. Bajo el vendaje, probablemente se te est poniendo morado.

Sasha tuvo ganas de decirle que agarrara su compasin y su plato de carne a la parrilla y se largase por donde haba venido, porque no lo necesitaba.

Pero en realidad s lo necesitaba. Ese da a Faylene le tocaba trabajar en casa de Lily, y Marty acababa de regresar de su luna de miel.

El mdico ha dicho que se trata de un esguince de tipo dos. Ha dicho algo de ligamentos rasgados, pero no estaba escuchndolo mucho dijo ella. La verdad era que tena ciertas costumbres nada buenas, como evadirse de las malas noticias concentrndose en otra cosa. En ese caso, haba estado pensando en la opcin de asegurar sus zapatos ms caros. Dijo algo de hielo. Creo que hay una bolsa en el congelador, pero normalmente utilizo verduras congeladas.

Haces esto a menudo?

Sasha le dirigi una mirada altanera arqueando las cejas mientras l le colocaba varios cojines bajo las piernas, lo cual implicaba ms roces de los que ella necesitaba en ese momento. Tena la falda retorcida alrededor de las caderas y se la estir con la mano sana, deseando haberse puesto algo ms largo. Tena cosas muy cortas o muy largas, nada de trminos medios.

Ahora vamos a levantarte el pie y a poner una almohada debajo del taln dijo Jake con voz dulce.

Mientras Sasha se preguntaba de dnde habra adquirido tanta experiencia, l le coloc otra almohada bajo la rodilla, lo cual requiri ms roces. Teniendo en cuenta que segua dolindole el pie, incluso despus de haberse tomado las pastillas que le haban recetado, ni siquiera debera haberlo notado. Sin embargo, senta como


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si todo su cuerpo estuviera hipersensible. El mnimo roce de las manos de Jake en su muslo o en su rodilla y se le pona la piel de gallina.

Ests mejor? pregunt Jake.

Ella asinti, notando cmo se le sonrojaban las mejillas, y dijo:

Esto es muy embarazoso.

Por qu? Podra pasarle a cualquiera.

Sasha apost a que seguramente habra aadido: A cualquiera lo suficientemente estpida como para llevar semejantes tacones en los pies.

Qu tal la mano? aadi. Las suyas estaban en sus caderas. Eran unas manos fuertes y bronceadas.

Bien contest ella tratando de no desviar su atencin hacia cosas que no deba.

Sintate recta. Volver enseguida con el hielo.

No hay prisa. Creo que me pondr de pie y empezar a bailar sobre la mesa del caf.

l le dirigi una sonrisa rpida y se dirigi hacia la cocina. Distrada como esta, Sasha casi haba olvidado su miseria. Jake tena una sonrisa agradable. Y un trasero realmente agradable, de lo cual se dio cuenta slo porque estaba a su altura visual mientras l abandonaba la habitacin. Tambin tena unas piernas fuertes. Al menos no la haba dejado caer mientras la llevaba en brazos por aquellas escaleras.

Aunque tampoco habra ido muy lejos a juzgar por cmo se haba agarrado a l con ambas manos.

Guisantes o maz. Cualquiera de los dos ir bien grit ella.

Haces esto a menudo? pregunt l momentos despus mientras le colocaba una bolsa de guisantes congelados alrededor del tobillo. Me refiero a utilizar bolsas congeladas.

Para los dolores de cabeza contest Sasha. Entonces se qued callada. Slo porque la hubiera ayudado, slo porque la hubiera llevado al hospital, le hubiera comprado la medicacin, se hubiera ocupado de su coche y le hubiera comprado carne a la parrilla, no significaba que necesitara saber toda su vida.

Por otra parte estaba Lily, que definitivamente necesitaba un hombre. Aqul podra irle bien, si es que estaba disponible. El hecho de que no llevara anillo de casado no significaba que estuviera soltero. Algunos hombres no lo llevaban.

Tu mujer no estar preocupada? pregunt, considerando que era lo suficientemente sutil.

Llam a la oficina para decir que llegara tarde.

Eso era un s o un no? Incluso aunque estuviera soltero, puede que no fuese adecuado para Lily. Los hombres que se mantenan solteros ms all de los treinta y cinco solan ser solteros de por vida. Lo haba ledo en alguna parte.


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Por otra parte, las emparejadoras oficiales de Muddy Landing nunca obligaban a nadie a ir al altar. Simplemente organizaban los encuentros entre gente necesitada de manera que tuvieran que pasar algn tiempo juntos. No todas las relaciones tenan por qu acabar en matrimonio. La verdad era que el matrimonio en s mismo sola acabar con muchas buenas relaciones, como Sasha y Marty podan confirmar. Entre las dos haban tenido seis maridos, sin incluir al actual marido de Marty.

Bonitos cuadros dijo Jake mirando el saln desordenado a su alrededor.

El resto de la casa estaba an peor. Su coleccin personal de arte, que poda describirse como eclctica, estaba colgada por las paredes de forma catica y desordenada. Catica porque cada vez que aada algn cuadro nuevo, tena que cambiar las cosas de lugar para hacer sitio. Apiladas en el suelo haba nueve reproducciones enmarcadas para dos de las oficinas que estaba decorando en ese momento.

Comida y algo de beber marchando aadi l.

En la cocina Jake se tom unos segundos para observar el panorama. Era evidente que a aquella mujer le gustaba el color. Nada haca juego excepto un par de cosas. Haba una pared roja, un par de ellas rosas. No haba cortinas en la ventana, sino una especie de parra a ambos lados de la misma.

Llen dos vasos con hielo, tom una jarra de t de la nevera y lo verti en los vasos, mirando a su alrededor en busca de una bandeja.

Eran las dos de la tarde de un da laborable, claro que no todos los das eran laborables, y estaba tan tranquilo como si tuviera todo el tiempo del mundo. Era incapaz de recordar la ltima vez que haba comido con una mujer.

Aqu est. Dos platos de carne y dos ts helados dijo mientras entraba de nuevo en el saln. Quieres que te recaliente tu plato?

No gracias. Me gusta as.

A m tambin. Recalentar las cosas siempre hace que sepa peor.

Sus habilidades sociales haban empeorado de no usarlas. Las charlas intrascendentales no eran su fuerte. Adems, qu podra tener en comn una mujer que viva en una casa multicolor y que conduca un Lexus rojo descapotable con un viudo de mediana edad que viva en una casa casi sin muebles y totalmente blanca y que conduca un utilitario con seis aos de antigedad?

Por qu no te traigo una toalla para que te la pongas en el regazo? pregunt l. Comer de medio lado es un poco extrao.

Lo extrao era que l estuviese all. Debera haberla dejado en casa y marcharse. Aunque, si hubiera hecho eso, ella se habra quedado sin comer. Y sin cenar tambin.


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Qu diablos. Tendra montones de amigas a las que podra haber llamado pidiendo ayuda. Y seguro que, con su aspecto, habra miles de hombres dispuestos a complacerla.

Puedo comer en la cocina si prefieres estar sola. O puedo marcharme y llevarme mi plato.

Oh, por el amor de Dios, toma una silla y usa la mesa del caf. Quita todas las cosas que hay encima y ponlas en el suelo.

Jake ech a un lado las revistas, los libros y el correo para hacer sitio y acerc una silla que tena dos monos tallados en el respaldo. Definitivamente esa mujer tena unos gustos nicos. La alfombra era de sas orientales, de color naranja y negro. En cuanto a los cuadros que colgaban de la pared, bueno, la palabra nicos era la que mejor encajaba.

Es un Eisher dijo ella siguiendo su mirada. El que est al lado del escritorio.

Interesante dijo l. Quieres ktchup con las patatas?

Tras servirse el ktchup, los dos estuvieron comiendo en silencio. Un silencio que no resultaba del todo incmodo. Al menos no lo habra sido si Jake hubiera sido capaz de dejar de mirar cmo ella intentaba arreglrselas con una mano lesionada y la otra llena de anillos.

Se habra ofrecido para darle de comer, pero no se fiaba de s mismo si se acercaba tanto. Le llevara un tiempo olvidar cmo se haba sentido al llevarla en brazos y sentirla contra su pecho mientras bajaban las escaleras de la casa de la playa. Por pequea que fuera, no haba nada de frgil en ella. Era firme, pero delicada en los lugares en los que una mujer tena que ser delicada.

Y luego estaba su olor, como a naranja e incienso con unos toques exticos. En circunstancias normales, ese olor habra desencadenado un torrente de pasin.

En otras palabras, mirar, pero no tocar.

As que mir. Su bronceado desapareca unos centmetros ms arriba de su tobillo lesionado. Significaba eso que era un bronceado de los de spray?

S, probablemente. Con unas piernas como las suyas, podra habrselas pintado de azul y no habra importado. Tena los labios brillantes por la grasa de las patatas, y aquellas pestaas negras y espesas hacan que sus ojos parecieran del color del mar en agosto, antes de que las tormentas lo revolvieran.

Si has terminado dijo l aclarndose la garganta, puedo llevarme tu bandeja. Quieres tener el mvil a mano? aadi ponindose en pie para buscar el bolso.

Por qu iba a querer eso?

Por si acaso suena, para que no tengas que levantarte. O por si tienes que llamar a alguien para que venga a quedarse contigo.


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Si es importante, volvern a llamar, y no estoy de humor para tener compaa.

Slo quera decir que comenz a explicarse, pero se rindi. Cuando se trataba de ponerse a la defensiva, aquella mujer poda impartir clases avanzadas.

As que Jake se llev la bandeja a la cocina, rellen el vaso con hielo y t y regres al saln. Entonces le quit la bolsa de guisantes congelados, que ya estaban prcticamente descongelados, y dijo:

Espera un poco y luego vuelve a ponerle hielo. Mientras tanto, mantn el pie en alto. Te dejar la medicacin aqu para que puedas alcanzarla. Vamos a ver, te has tomado la ltima ms o menos a las dos aadi buscando un reloj. Ella se mir la mueca. Resultaba que uno de los mltiples brazaletes que llevaba era un reloj. Cada cuatro horas o cuando lo necesites concluy Jake.

Sasha se sinti aliviada de que dejase de mirarla. Odiaba que la vieran en situacin de desventaja. Deba de tener un aspecto horrible con toda la ropa retorcida, el pelo revuelto y el pintalabios corrido. A saber qu habra sido de su maquillaje. Al menos no haba hecho nada que pudiera haberle estropeado la raya del ojo ni el rmel de las pestaas.

Tambin trabajas como enfermero? pregunt, e inmediatamente se sinti avergonzada por ello. Se negaba a disculparse, y eso la molestaba ms, porque saba que deba hacerlo.

Sin decir palabra, Jake limpi los crculos de humedad de la mesa y volvi a colocar en su sitio las revistas y los libros. Aquella boca capaz de esbozar sonrisas encantadoras se haba transformado en una lnea recta y severa.

Si ests segura de que no necesitas nada ms dijo Jake sin expresividad alguna, me marcho. Asegrate de ponerte hielo de nuevo.

Acrcame el bolso antes de irte. No te he pagado por la comida. Adems tambin te debo el dinero de la gasolina.

Jake pareci molesto, pero mantuvo la voz calmada.

Simplemente asegrate de llamar a alguien para que est contigo. Diles que traigan un libro para no tener que entretenerlos si prefieres no hacerlo, pero no ests en condiciones de cuidar de ti misma.

Oh, vete al infierno replic ella. En esa ocasin s que se habra disculpado, pero antes de poder encontrar las palabras adecuadas, Jake se haba marchado. Se gir en el sof para poder mirar por la ventana y vio cmo caminaba por la calle a toda velocidad y con cara de pocos amigos.

Por qu har este tipo de cosas? se dijo a s misma volviendo a recostarse sobre los cojines.


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Jake iba conduciendo de vuelta a casa cuando comenz a sonar su mvil. Puls el botn para contestar, pero antes de que pudiera hablar, Sasha comenz a soltar una retahla de palabras que parecan ser una disculpa. l la interrumpi, recordndole que debera encontrar a alguien que la llevase a Kitty Hawk a por su coche cuando pudiese volver a conducir.

No te preocupes por eso dijo ella. Tengo muchos amigos.

Jake le asegur que no estaba preocupado en lo ms mnimo.

Tras colgar el telfono, se pregunt que, si tan poco lo preocupaba, por qu estara desesperado buscando una excusa para regresar a Muddy Landing?

Y por otra parte, cmo diablos haba conseguido Sasha su nmero?

Demonios, Hack, sabes que no debes dar mi nmero dijo Jake cuarenta y cinco minutos despus, tras cerrar de un portazo la puerta de su oficina. Todo el lugar apestaba a pintura. No era de extraar que la seora Martha encontrara tantas razones para mantenerse alejada. Habra abierto todas las ventanas y apagado el aire acondicionado, pero Hack insista en que la humedad constante era fatal para los ordenadores.

La seorita Lasiter? Llam aqu y me dijo que se haba dejado algo en tu coche. Cmo iba a saber yo que estaba mintiendo?

Te pago para saber esas cosas, maldicin.

No, me pagas para organizar todo lo que t diseas y luego ver si funciona. Se supone que es la seora Martha la que se encarga del telfono, pero hoy se ha marchado temprano para asistir a un funeral. Y t dnde has estado? La mujer de Jamison llam hace unas horas y dijo que le devolvieses la llamada. Intent localizarte.

Jake haba marcado los tres primeros nmeros del telfono de la mujer de Jamison cuando se dio cuenta de que no tena nada que contar, al menos nada que fuese a ayudar a resolver el caso.

Volvi a dejar el auricular en su sitio sin llegar a hablar, mientras Hack lo miraba entre asombrado y curioso. Sin decir palabra, Jake abri la puerta de su despacho, que estaba abarrotado con cosas que haban sido trasladadas de una habitacin a otra mientras pintaban el lugar Toda la casa estaba sufriendo reparaciones que se haban pospuesto durante demasiado tiempo. El huracn del pasado otoo haba daado el techo, y un rbol lo haba daado ms an al caerse durante una fuerte tormenta. Las cosas estaban hechas un desastre en todos los aspectos.

Al igual que l.


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El zapato. Cuando haba llevado a Sasha escaleras abajo en la casa de la playa, l se haba guardado su zapato en el bolsillo, dejndolo luego en el asiento trasero del coche. Era poco probable que Sasha fuese a utilizar esos zapatos en los prximos das, pero si lo quera, ira a llevrselo al da siguiente. O al siguiente. No haba prisa, se dijo a s mismo mientras buscaba el archivo de Jamison.

Por otra parte, tampoco estara de ms llamarla y decirle que l tena el zapato.

Sasha lleg cojeando hasta el dormitorio y se puso algo ms cmodo, luego sac un paquete de maz congelado del congelador y se dirigi al sof de nuevo para llamar a su amiga. Marty y Greg acababan de regresar de su luna de miel en un lugar llamado Isla Mujeres, en el Caribe mexicano.

Hola, te has recuperado ya de todas esas noches sin dormir?

Se cambi el telfono de oreja y se coloc el maz congelado en el tobillo. Antes se haba quitado la venda para ver qu aspecto tena, como si necesitase recordar lo estpida que poda ser cuando se lo propona. Desde ese momento, cada vez que tuviera que subir ms de tres escalones, llevara zapatos sensatos, aunque la reventara tener que hacerlo. Cualquier cosa que pudiera etiquetarse como sensata era fatal para su ego.

Escucha, puede que tenga a alguien para Lily dijo sin ms prembulos, y luego tuvo que esperar mientras su amiga se extenda con explicaciones sobre la maravillosa cocina mexicana. Ya lo haba escuchado todo ayer. Con respecto al tipo ste para Lily dijo aprovechando una pausa de su amiga, estoy muy segura de que est soltero. Es un once en una escala del uno al diez, y

Tuvo que escuchar una serie de preguntas junto con una receta para preparar huevos rancheros al estilo isleo. Finalmente, sigui hablando cuando pudo encontrar un huevo.

Gracias, cario. Comparada con Faylene, soy una cocinera excepcional, pero no pienso intentar cocinar algo que ni siquiera s deletrear. Ahora, volviendo a Jake, no s si est saliendo con alguien o no, tendremos que averiguarlo, pero

Sasha comenz a golpear con las uas que le quedaban la mesita del caf mientras pensaba en el hombre que se haba llevado su otro zapato y que probablemente lo habra tirado a la basura. No haba vuelto a llamar, aunque, por otra parte, ella haba estado al telfono casi todo el tiempo desde que se haba marchado. Primero haba llamado a su amiga Daisy para ver en qu fecha esperaba tener el beb, luego haba llamado al hospital para preguntar cunto tiempo pasara antes de poder volver a conducir.

Evidentemente, el hospital no iba a arriesgarse a que le pusieran una querella dando una opinin sin realizar otro examen en persona, lo cual no era una posibilidad. No estaba segura de cmo funcionaba su pliza de seguros en esos casos, porque no se haba molestado en leer la letra pequea.


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Quin, Daisy? pregunt cuando la voz de Marty la devolvi de nuevo a la realidad. Dar a luz en unas tres semanas, acabo de hablar con ella. Greg me ha prometido tenerme informada para que yo pueda volar hasta all.

Pero si t odias volar dijo Marty.

Mi cabeza odia volar. El resto de mi cuerpo puede asumirlo, siempre que sea en primera clase.

Por Daisy estaba dispuesta a arriesgarse a un fuerte dolor de cabeza. El tercer miembro del tro original de las emparejaduras, Daisy, esperaba a su beb para junio, y Sasha haba prometido ser la madrina. Quiz un ahijado, incluso uno que estuviera en Oklahoma, la ayudase a llenar la sensacin de vaco que llevaba unos aos creciendo en su interior.

Era el mismo tipo de vaco que la haba hecho pasar por cuatro matrimonios fallidos en busca del padre perfecto para el hijo que tanto deseaba. Estando casada con su cuarto marido haba descubierto gracias a una endometriosis que sus probabilidades de quedarse embarazada eran como poco, escasas.

De acuerdo, cario. Entonces te ver en un da o dos concluy, y dej el mvil sobre uno de los libros de muestras.

La vieja silla con los monos tallados le servira de andador siempre y cuando se asegurase de colocar las cuatro patas firmemente en el suelo. No le haba mencionado su accidente a Marty, sabiendo que su amiga lo dejara todo e ira a verla. Si haba algo que Sasha no necesitaba, era amigas pululando a su alrededor. Estaba orgullosa de su independencia. Era algo que le haba costado mucho adquirir.

Iba de camino a la cocina para sustituir el maz descongelado por guisantes congelados cuando el telfono volvi a sonar. Estuvo tentada de ignorarlo, pero estaba esperando una llamada de la directora de la propiedad de Driftwinds.

Pero, en vez de or a Katie McIver, oy una voz masculina que le produjo un escalofro.

Hola, Cenicienta. Echas de menos un zapato?


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Captulo Cuatro Tienes mi zapato? pregunt ella casi sin aliento. Sasha nunca se quedaba

sin aliento, a no ser que hubiera subido corriendo tres tramos de escaleras. Desde luego no con el sonido de una voz.

El tacn est un poco fastidiado dijo Jake. Supongo que podras arrancar el resto del cuero y pintarlo para que haga juego con el otro. Quieres que te lo lleve?

Oh, eso es demasiada molestia dijo ella mientras se alisaba el pelo inconscientemente.

Esta tarde estar por tu zona dijo l, e hizo una pausa para comprobar su respuesta. Podra pasarme por all a devolvrtelo.

Sasha quera decirle que no se molestara, pero deseaba verlo de nuevo incluso ms de lo que deseaba tener de vuelta su zapato. Teniendo en cuenta el modo en que se haban conocido, y teniendo en cuenta sobre todo su historial con los hombres, no tena sentido alguno. Pero as era. Slo necesitaba mirar a Jake Smith una vez para olvidar todo lo que haba aprendido sobre los hombres. Tcnicamente, ni siquiera era tan guapo. Pero, por otra parte, las caras bonitas, los coches caros, la ropa elegante y las buenas maneras no merecan la pena llegado el caso.

Adems, l ya la haba visto con su peor aspecto, con todo el maquillaje corrido por la cara y con una tnica enorme cubrindole el cuerpo. Y todo eso antes de arriesgarse a tener una hernia llevndola escaleras abajo.

Alguien se habra dado cuenta de que los buenos samaritanos podan ser sexys adems de tiles?

Supongo que, ya que vas a estar por aqu, podras pasarte para devolvrmelo contest ella tratando de quitarle importancia.

Entonces te ver en una hora. Necesitas algo ms que yo pueda llevarte? Pasar por delante de un par de centros comerciales.

Sasha estaba hecha un lo. Lo nico en lo que poda pensar era su pelo, su cara, su horrible tnica.

No? De acuerdo, entonces te ver luego. Si se te ocurre algo que necesites, llmame al mvil, de acuerdo? Ya tienes el nmero.

l esper. Ella esper. Ninguno de los dos habl hasta que finalmente Jake tom la iniciativa.

Por cierto, dnde ests? Tumbada?

Estoy entre el saln y la cocina dijo ella mientras se diriga hacia el sof.

Te has puesto hielo recientemente? Mira, cuanto antes dejes de hacer el tonto, antes podrs volver a conducir.


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Sasha estuvo tentada de preguntarle si tena alguna posibilidad entre conducir y tontear. Por suerte, el sentido comn le dijo que no lo hiciera, porque la posibilidad no era nada cercana.

Es para Lily!, se record a s misma.

Pasaron casi dos horas antes de que Jake aparcara frente a la casa de Sasha. Mir por el espejo retrovisor y se pas la mano por el pelo. Tena un aspecto horrible. Se haba levantado a las cinco de la maana y haba comenzado a trabajar en la montaa de papeles que haba sobre su escritorio hasta que los obreros haban comenzado a trabajar en el tejado.

Poco despus de eso, Hack y la seora Martha haban llegado y l se haba pasado a su casa a ducharse y afeitarse antes de que llegaran los pintores para acabar de pintar. Con un poco de suerte le quedaran unos pocos das, y entonces el lugar tendra un aspecto esplndido.

Llevaba puesto el polo que Timmy le haba regalado por su ltimo cumpleaos. Jake lo haba interpretado como una indirecta para renovar su armario. Incluso se haba echado algo de colonia, quin saba por qu. Supona que para que no se estropease en el bote. Nunca la usaba.

Cuarenta y cinco minutos despus, alcanz el ramo de flores que llevaba en el asiento trasero. Haban estado junto al mostrador en la tienda de ultramarinos donde se haba detenido un momento, imaginando que Sasha necesitara algunas cosas. Verduras congeladas, zumo, bebidas, donuts. Y leche, porque los huesos necesitaban calcio. Y flores, porque bueno, por qu no?

Llam al timbre y luego agarr el picaporte. La puerta se abri suavemente.

Sasha, no te levantes dijo. Como especialista en seguridad, consider la posibilidad de decirle que no deba tener la puerta abierta, pero decidi no hacerlo. En ese momento, lo ltimo que Sasha necesitaba era tener que levantarse cada vez que llamaran al timbre. Con dos bolsas de plstico en una mano y el pack de seis bebidas en la otra, se asom al saln y la vio. Ah ests.

Y all estaba, ms guapa de lo que l recordaba.

A Jake nunca lo haban atrado especialmente las pelirrojas. En realidad nunca haba tenido ningn tipo predilecto. Rosemary era alta, delgada, rubia y atltica. Pero el aspecto de Sasha, con su pelo rojizo y suave y sus ojos brillantes como esmeraldas

Esmeraldas? El da anterior eran azules.

Y el da antes de eso eran marrones.

Son preciosas dijo ella con una sonrisa.


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Ah, s dijo Jake mirando el ramo que llevaba en la mano. Me llamaron la atencin, as que pens que se encogi de hombros. Tienes un jarrn o algo as? Necesitarn agua.

Tras poner las flores en un jarrn, meti las bebidas en el frigorfico y las verduras en el congelador. Dej los donuts sobre la mesa.

Necesitas ms hielo en el tobillo? pregunt.

Supongo. Ya ha pasado un rato.

Te apetece algo fro para beber? O podra preparar caf.

S a las dos primeras cosas, pero no al caf. Me has trado el zapato?

Jake estuvo a punto de dejar caer una bandeja de hielo. El zapato. Se lo haba dejado en su dormitorio. Como si fuera un maldito trofeo.

No poda hacer otra cosa ms que admitirlo.

Mira, s que parece una locura, pero sal por la puerta y me olvid de traerlo. Puedo volver ahora mismo y trartelo si

No seas tonto dijo ella indicndole que se sentara en una silla. No creo que lo vaya a necesitar prximamente.

Menos mal. Unos zapatos como sos no hacen ms que meter a la gente en problemas.

Primero tendrn que arreglarme el tacn prosigui ella ignorando su comentario.

Y por qu llevas esas cosas?

Te refieres a los zapatos de tiras?

Me refiero a unos tacones de quince centmetros de alto contest l, y sonri levemente. Sasha estaba tomndole el pelo, y le gustaba.

Por si no te has dado cuenta, la altura es un desafo para m.

Quieres decir que eres bajita.

Bueno, si insistes en ser literal, soy bajita y rechoncha. Y, puestos a confesar, tampoco nac con este color de pelo dijo carcajendose.

Tampoco yo. Es lo que tiene el pelo.

Quieres decir que no naciste con el pelo gris? pregunt Sasha con aire inocente.

Lo creas o no, comenc siendo rubio. Para cuando cumpl los veinte, ya se haba vuelto oscuro. Y s, ltimamente el color ha vuelto a empezar a cambiar.

Yo nac con el pelo ms o menos rojizo. Cuando descubr mi faceta creativa, comenc a jugar con los colores.

Jake le mir descaradamente el pelo. Actualmente era una mezcla entre rojo intenso y marrn, estaba cortado a diferentes alturas y recogido de manera que le daba un aire despreocupado.


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De morena estoy horrible admiti Sasha. He probado con distintos tonos de rubio, pero sabes qu? No me importa lo que digan, nunca me lo pas tan bien siendo rubia.

Y la diversin y la parte importante, no?

No. El poder es la parte importante dijo ella con mucha seriedad, y entonces comenz a rerse. Eres divertido, lo sabas?

Bueno, todo el mundo lo comenta. Soy el alma de las fiestas. Deja que te rellene el vaso dijo l ponindose en pie, sabiendo que debera haberse marchado antes de complicar ms las cosas. No saba qu era lo que haba en aquella mujer, pero deseaba explorar cada rincn de su mente.

Su mente. Claro.

Y el que hablaba no era Jake Smith, investigador privado, era Jake Smith, hombre.

Sasha se recost sobre los cojines, recordndole a un pster de Mae West que haba visto una vez.

Hacas deporte en el colegio? pregunt ella. Fue as como te rompiste la nariz?

Cmo sabes que me romp la nariz?

Lo he imaginado. Mi hermano jugaba al ftbol. Era quarterback.

Profesional?

Ella neg con la cabeza y su expresin se torn sombra.

Slo en el instituto. Fue a la universidad local y luego se meti en el departamento del sheriff. Lo mataron el primer ao durante un intento de fuga.

Jake se hundi en la silla. Qu se deca en situaciones como sa? An segua pensando en alguna respuesta que no sonara trillada cuando ella sigui hablando.

Lo siento, seguro que no tienes inters alguno en mi familia. No s por qu lo he dicho. Frustracin, seguramente. Por tener que estar aqu tirada pensando en todas las cosas que tengo que hacer.

Lo cual tena ms sentido que cualquier otra cosa que pudiera haber dicho, se dijo a s misma. Aquel hombre era como una esponja. Invitaba a todo tipo de confidencias. Si se quedaba un poco ms, quin sabra lo que acabara contando.

Sasha se alis la falda por encima de las rodillas. Tras llamar Jake por telfono, haba ido cojeando hasta el dormitorio y se haba puesto una falda larga y amarilla con estampado de flores y una camisola de seda verde.

Conoces a mucha gente aqu, en Muddy Landing? pregunt Sasha.

Conozco a varios ayudantes de sheriff, y conoca a un tipo que llevaba una tienda de pesca junto al ro, pero se march hace unos aos.

Y qu hay de tus impuestos?


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Mis qu?

Impuestos. Ya sabes, esas cosas que tenemos que pagar para financiar escuelas, carreteras y las vacaciones de los congresistas.

Ah, esos impuestos dijo l sintindose confuso. S, pago mis impuestos. Por la propiedad, los ingresos, lo tpico. Si necesitas saber tanto, podra conseguirte las cifras exactas.

Sasha pens que estaba de broma. Esperaba que estuviese de broma. Avergonzada, se apresur a disculparse.

Lo siento, no lo deca en ese sentido. Es slo que conozco a una contable que vive cerca de aqu. Se llama Lily Sullivan y

Y? pregunt l tras unos instantes.

Ella se encogi de hombros. Y qu? Por lo que saba, Lily ya tena trabajo suficiente. Por esa misma razn, seguro que no tendra inters en salir con nadie. No sera la primera vez que el tro de emparejaduras fracasaba.

Es slo que resulta que es muy buena contable y pens que quiz sacudi Ja cabeza. Olvdalo. Tus impuestos y t no sois asunto mo.

Jake se puso en pie lentamente, aunque no pareca en absoluto intimidante.

Quieres darme el maz? pregunt l. Lo pondr de nuevo en el congelador. Diez minutos, de acuerdo? Si tuvieras una nevera porttil, podra ponerla junto a ti con unas cuantas bebidas fras y algunas verduras congeladas ms.

No gracias dijo ella notando cmo se sonrojaba. Es azul marino. Mi nevera, quiero decir. No poda ponerla en esta habitacin.

Jake mir a su alrededor y dijo:

S, ahora que lo dices, veo que el azul sera un gran problema.

Lo siento, no estoy acostumbrada a no poder moverme. Me siento frustrada y no puedo mantener la boca cerrada.

l asinti como si supiera exactamente de lo que estaba hablando.

Ni siquiera ella saba de lo que estaba hablando, lo cual era parte del problema.

Tienes que estar en reposo al menos un da o dos ms. Cuanto antes baje la hinchazn, antes podrs recuperar tu coche. No creo que corra mucho peligro estando donde est, pero eso nunca se sabe cuando se acercan las vacaciones.

Vaya dijo ella cerrando los ojos. Gracias. Justo lo que necesitaba escuchar.

Si te preocupa, puedo hacer que te lo remolquen hasta aqu. O, si me das las llaves, puedo hacer que alguien te lo traiga. Hack, el chico que trabaja para m

De ningn modo un chico llamado Hack va a poner sus manazas sobre mi coche lo interrumpi ella. Maana una amiga me llevar hasta Kitty Hawk. Estoy segura de que tendr el tobillo bien para entonces.


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Jake observ la venda color carne de su tobillo y pens en quitrsela para ver cmo iba la hinchazn, pero se lo pens mejor. En vez de un pequeo clip de metal, Sasha haba empleado un broche chilln para sujetarse la venda.

Es tu eleccin dijo l. Pero asegrate de elegir un momento en el que no haya mucho trfico. Quiz a la hora de la cena, o por la maana.

Ella asinti y lo prometi solemnemente, aunque ambos saban que hara lo que le diese la gana. Ya haba demostrado que no le gustaba obedecer rdenes, incluso aunque fueran en su propio beneficio.

Jake pens que se trataba de una mujer bastante cabezona. Tras montarse en el coche minutos despus, se dijo a s mismo que deba sacrsela de la cabeza y seguir con sus asuntos. l ya haba hecho su buena obra y eso era suficiente. Incluso se haba desviado de su camino y le haba llevado flores.

A cambio, ella haba echado a perder cualquier oportunidad de pillar a Jamison en una situacin comprometida. Jake haba tratado de llamar a su clienta, pero no la haba localizado y le haba dejado un mensaje. Le hubiera encantado poder darle buenas noticias, o al menos alguna noticia sobre el caso, pero mientras el coche rojo estuviera aparcado frente a la casa, el juego haba acabado.

Marty y Faylene coincidieron en casa de Sasha a primera hora de la maana siguiente. Sasha coje hasta la puerta para recibirlas tras ver la furgoneta blanca de Marty y el Cadillac rosa de Faylene aparcados frente a su casa.

La noche anterior haba acabado contndoles su pequeo accidente, asegurndoles a las dos que se iba a la cama y que lo ltimo que quera era tener que levantarse para abrir la puerta. Eso haba pospuesto la visita hasta esa maana.

Pareces cansada para acabar de regresar de tu luna de miel dijo Sasha al saludar a Marty. No me des detalles, por favor. Slo dime una cosa. Es mejor que los otros dos?

Faylene resopl mientras se diriga a la cocina a preparar caf.

Slo te digo una cosa dijo. No ha dejado de tararear desde que lleg a casa. Como para volver loca a cualquiera.

Cinco minutos despus, las tres estaban sentadas en el saln con caf y donuts, preparadas para cotillear y comentar los posibles candidatos para los emparejamientos.

Se ve que ests durmiendo mucho dijo Sasha.

Marty era conocida por su mala leche a primera hora de la maana. Y ni siquiera eran las nueve.

Ms que mucho, estoy durmiendo bien dijo la recin casada. Es una gran diferencia. Y antes de que empieces a cotillear, te dir que no pienso contar ms. Entonces qu pasa con ese hombre que tienes para Lily?


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Sasha se ech una segunda cucharada de azcar en el caf y dijo:

Es perfecto, eso es todo. Como ya te dije por telfono, es por lo menos un once.

Y se es su nmero de zapato? pregunt Marty.

Sus zapatos son aun mayores. Mira, slo estoy suponiendo cosas, de acuerdo? Lily es alta. Jake es ms alto. Es grande, pero no demasiado grande. Es atractivo sin ser descarado al respecto.

Qu hay de malo con el descaro? pregunt Faylene, cuyo Bob Ed tena la barba gris y la barriga cervecera y, segn ella, era el hombre ms dulce que haba conocido.

Bueno, al menos no es un credo. Recordis aquel abogado que le presentamos a Lily en la fiesta de Navidad? El que no poda pasar por delante de un espejo sin mirarse?

Yo creo que llevaba ms cera en el pelo que la que usaba para su coche dijo Faylene. Y qu me decs del tipo que le regal aquella caja de caramelos baratos que segua teniendo la etiqueta del descuento?

Bueno, al menos lo intentamos. Es difcil encontrar un buen hombre dijo Sasha.

No es eso lo que yo he odo dijo Faylene.

De acuerdo, la cuestin es: cmo vamos a hacer que se conozcan? An quedan unas semanas para que empiecen las cenas benficas, y ya le he preguntado por sus impuestos.

Y?

Y la pifi. Pens que me estaba entrometiendo.

Y lo estabas, pero normalmente eres lo suficientemente inteligente para salir airosa dijo Marty rindose. Ests perdiendo el toque, cario.

Prueba a ser ingeniosa cuando tu tobillo parece una salchicha rellena y tienes tres uas rotas.

Por qu no te dejas las de verdad? Hoy en da nadie lleva las uas largas y rojas. Ni siquiera puede considerarse retro. Adems, creo que te ahorraras un buen dinero dijo Marty admirando su manicura francesa.

Te he contado lo de mi zapato? El de color rosa con las tiras?

Ya te

dixie browning - el quinto marido

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