dossier la invención del amor

12
JOSÉ OVEJERO La invención del amor 256 Páginas- 18 Euros El autor José Ovejero (Madrid, 1958) vive entre Madrid y Bruselas, donde combina su pasión por la literatura con las colaboraciones periodísticas. Desde que ganara el Premio Ciudad de Irún 1993 con su poemario Biografía del explorador, ha cultivado todos los géneros, siendo reseñable su libro de viajes China para hipocondríacos (Alfaguara, 2013), merecedor del Premio Grandes Viajeros 1998; y su novela Las vidas ajenas, ganadora del Premio Primavera 2005. Desde su primer galardón hasta el último, el autor ha continuado cultivando el género narrativo, con novelas

Upload: revista-de-letras

Post on 24-Mar-2016

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Dossier La invención del amor, de José Ovejero (Alfaguara)

TRANSCRIPT

JOSÉ OVEJEROLa invención del amor256 Páginas- 18 Euros

El autorJosé Ovejero (Madrid, 1958) vive entre Madrid y Bruselas, donde combina su pasión por la literatura con las colaboraciones periodísticas. Desde que ganara el Premio Ciudad de Irún 1993 con su poemario Biografía del explorador, ha cultivado todos los géneros, siendo reseñable su libro de viajes China para hipocondríacos (Alfaguara, 2013), merecedor del Premio Grandes Viajeros 1998; y su novela Las vidas ajenas, ganadora del Premio Primavera 2005. Desde su primer galardón hasta el último, el autor ha continuado cultivando el género narrativo, con novelas

como Añoranza del héroe (Alfaguara, 2013), Huir de Palermo, Un mal año para Miki, Nunca pasa nada (Alfaguara, 2007) y La comedia salvaje (Alfaguara, 2009) —que obtuvo el Premio Ramón Gómez de la Serna 2010—, con libros de relatos como Cuentos para salvarnos a todos, Qué raros son los hombres y Mujeres que viajan solas (Alfaguara, 2013) y con ensayos como La ética de la crueldad (Premio Anagrama de Ensayo 2012) y Escritores delincuentes (Alfaguara, 2011).

La invención del amor, que ahora publica Alfaguara, ha sido galardonada con el XVI Premio Alfaguara de Novela 2013.

www.ovejero.info

La obra

Una historia de amor inventado, absolutamente real ***

Un thriller intimista, ambientado en el Madrid actual, donde el amor se convierte en una forma de

huida y refugio del protagonista

La invención del amor es una historia de amor. Pero ni mucho menos es sólo eso. Porque el Premio Alfaguara de Novela 2013 es una de esas grandes obras que, de vez en cuando, nos regala la literatura. Una novela en la que José Ovejero habla del amor –en ocasiones como si escribiera un ensayo, a veces coqueteando con la poesía–, pero también de búsquedas personales y de crisis sociales, de huidas y de refugios donde soportar el peso de la insatisfacción; lo que permite al autor reflexionar sobre la actual situación de nuestro país y sobre una generación de hombres y mujeres, que ahora rebasan los cuarenta y cuyas vidas se parecen poco o nada a aquellas que se inventarían, si pudieran.

Eso es, precisamente, lo que hace Samuel, el protagonista de este relato que ha tejido Ovejero con absoluta precisión: utilizar el amor como forma de huir de la realidad. Sólo que el suyo es un amor inventado. Inventado, sí, pero real. O lo que viene a ser lo mismo en literatura: creíble. Y es que Samuel "es un hombre que vive un poco adaptándose a las circunstancias, sin complicarse mucho la cómoda vida que tiene, con un trabajo que ni le gusta ni le disgusta, sin muchas emociones. Y, de pronto, por una casualidad, se encuentra con la posibilidad de reinventarse y de reinventar su vida amorosa. Y en ese momento decide emocionarse, empezar a vivir de verdad", ha aclarado el autor.

La invención del amor transcurre en el Madrid actual y relata la historia de Samuel, que se enamora de una mujer que ha muerto y a quien nunca ha conocido. A partir de ahí empieza a reinventar su vida, haciendo cómplice al lector sobre la capacidad del ser humano para autoengañarse. "El eje literario del libro es la mentira, o la invención, y cómo la invención modifica la realidad", puntualiza Ovejero.

Ya lo dijo Manuel Rivas, presidente del Jurado de XVI Premio Alfaguara de Novela, al hacerse público el fallo: "La novela ganadora revela la fuerza transformadora de la imaginación y su capacidad para construir nuevas existencias". Y añade: "Esa historia de amor, nada convencional y sorprendente, que encierra la novela de Ovejero, surge a partir de una impostura y del poder y las posibilidades del azar. La trama se desarrolla en Madrid, en un fondo de zozobra y quiebra personal y social".

Una obra pegada a la realidad, a la calle, un thriller intimista donde los personajes transitan por rincones oscuros de nuestra sociedad actual. "Hay un ambiente como de preocupación, de tensión", ha dicho José Ovejero al hablar de La invención del amor, quizá con el propósito de que el lector no se quede sólo con la historia que da título a la novela, por más que sea una bella historia. "No es para nada un libro romántico o sentimental. No se trata de una historia de amor edulcorada. Hay humor negro y una cierta dureza", termina diciendo el autor.

Sinopsis

“En algún lugar de nosotros mismos estamos solos, nadie puede acompañarnos, pero no tenemos por qué descartar o minusvalorar ese territorio en el que es

posible adentrarse de la mano de alguien, quizá ensanchándolo, conquistando a la maleza zonas sobre las que poder sembrar. Nunca utilizo la palabra amor.”

Cumplidos los 40 años, Samuel reparte su vida entre unos pocos amigos, algunas ocasionales compañeras de cama, muchos ratos de soledad y la empresa de materiales de construcción de la que es socio y que la crisis está a punto de llevar a la quiebra. Lleva una vida anodina y tranquila, y siente que ya está de vuelta de todo, aunque en realidad nunca ha llegado a ninguna parte. Tiene miedo al compromiso y le gustan las mujeres que nunca hablan de amor, especialmente las casadas. Su lugar preferido es la terraza de su casa, desde donde observa el devenir diario de la gran urbe, pero en el que apenas participa.

Una madrugada, alguien le comunica que Clara, su ex novia, ha muerto. Samuel está resacoso y no es capaz de sacar a su interlocutor del error: él no es el hombre que cree. No conoce a ninguna Clara.

Arrastrado por la curiosidad, acude al tanatorio donde se vela a la difunta. Allí conoce a Carina, su hermana. A partir de entonces, establecerá con ella una particular relación, con quien compartirá vivencias, inventadas en su caso. Juntos intentarán llenar los huecos que ha dejado Clara en su ausencia: un enigma no sólo para Samuel, que nunca la ha conocido, sino también para Carina, demasiado responsable y madura. Lo contrario que su hermana. En la retrospectiva, se sacan a colación viejos dramas familiares, culpas, miedos, nostalgias, dolor.

Y es en esa espiral de mentiras y engaños donde Samuel empieza a sentirse más vivo que nunca. Lo que aún no sabe es qué lugar ha de ocupar Carina en esta historia, una mujer a la que algún día, quizá, tendrá que contar la verdad.

Extractos de La invención del amor

“Antes todo era como siempre, estaba acoplado a la humilde monotonía de los días en los que todos los desayunos son iguales y se va uno a acostar sin que haya ocurrido nada reseñable, pero la llamada de un desconocido a las cinco o las seis de la mañana sólo puede anunciar un cambio importante, una transformación que quizá haga que todo lo que era deje de ser, y que el libro que estábamos leyendo se convierta de repente en una historia totalmente distinta de lo que habíamos esperado.”

“Quiero saber quién es Clara, y qué ha hecho, qué relación me unía con ella y por qué voy a sentirlo […] Pero aunque me demoro en el pasatiempo de intentar reconstruir mi historia sentimental, ese rompecabezas desordenado, hecho de piezas que no encajan, sé que el esfuerzo es inútil: estoy seguro de no haber conocido nunca a ninguna Clara.”

“Clara ha muerto. Y yo ni siquiera llegaré a conocer esas huellas, esos rastros, esos indicios equívocos. Y a mí me gustaría saber si era feliz, si llevaba la vida que había elegido o si estaba deseando salirse del camino trazado para lanzarse a una aventura que le hiciese sentir vértigo o pasión. Pero de pronto me doy cuenta de que quizá era una mujer de por sí vertiginosa y apasionada y no necesitaba cambiar nada. Me gustaría ver una foto suya, descubrir si en alguno de sus rasgos se podrían adivinar sus ansias, sus miedos, su historia.”

“Me quedo discretamente cerca de la puerta, intimidado por mi condición de intruso en un duelo al que nada me une más que el deseo de sentir yo también esa emoción intensa que sin duda provoca una pérdida.”

“Estás muerto cuando deja de atraerte el placer, cuando ya no piensas más que en evitar el aburrimiento y no te importa que tu vida sea más ausencia —de dolor, de pasión, de entusiasmo— que contenido. El mayor enemigo de la felicidad no es el dolor, es el miedo. Para estar realmente vivo tienes que estar dispuesto a pagar un precio por lo que obtienes. Y ahí es donde yo fallo. Me estoy volviendo perezoso; me cuesta pagar para obtener y tiendo a conformarme con lo que me sale gratis, es decir, con poca cosa.”

“Pero la he llamado y está aquí, quizá tan tensa como yo y acaso preguntándose ella también para qué ha venido, si ha sido por curiosidad morbosa, para saber cómo era el amante de su hermana, imaginarla conmigo, lo que hacíamos y lo que no, si soy un hombre cariñoso, peor o mejor de lo que ella imaginó; o también puede que haya aceptado mi invitación como una manera de recuperar partes de Clara que ella desconocía, y ahora tendría la oportunidad de disfrutar de una visión más completa de su hermana, también de cosas que quizá le ocultó en su

momento. Somos buitres del pasado, habituados a hurgar en la carroña que han ido dejando nuestros errores e insuficiencias.”

“Es sabido que queremos que los ojos del otro reflejen no lo que somos, sino aquella persona que nos gustaría ser, aunque tengamos que cargar para ello con la sensación de insuficiencia al intentar adaptarnos a esa imagen ideal, más bien a esa deformación favorecedora de nosotros mismos. Y luego, en general, con el paso del tiempo, acabamos conformándonos con quienes somos, dejamos de fingir, reprochamos al otro que espere de nosotros más de lo que podemos darle, olvidando que justo eso era lo que le habíamos prometido.”

“—Y lo que no sé es si ese día que uno deja de preocuparse por los ruidos de sus tripas, por disimular las propias funciones fisiológicas, si ese día que no te importa que el otro te oiga cagando, es el día en el que el amor se acaba o el día en el que el amor empieza. ¿Entiendes lo que quiero decir?”

“Una mentira y todo cambia, se precipita, se disuelve. Una mentira y ya no puedes defenderte, decir: «No es posible, te juro que no es así». Porque ya te has creado un personaje y has convencido a los demás de que ese personaje eres tú; y ahora no puedes salir tú mismo a escena para mostrar quién eres. Ahí está, tu doble, el otro inventado que querías que diese la cara por ti. Una mentira y ya no eres nadie, ya no existes, porque ahora a ojos de los demás eres otro, ese que has dicho que eras. El otro Samuel ha ocupado mi vida y me va a hacer pagar mi impostura. Y yo sólo puedo seguir mintiendo para reducir los estragos. Creía estar robándole algo y es él quien me devora poco a poco.”

“¿En qué está pensando alguien a quien preguntamos: «¿En qué piensas?»? Y responde: «En nada, cariño». No podemos saberlo, nunca, con certeza, no sabemos quién nos miente, quién se miente, vivimos con fantasías que nos construimos para explicar al otro y para crear una relación —qué más da que no sea cierta— que nos tranquilice y nos dé lo que deseamos.”

“Siempre he evitado la palabra amor. Un sustantivo devaluado, una moneda tan usada que ha perdido el relieve, de manera que se puede acariciar entre los dedos sin percibir imagen alguna; una moneda que no me atrevería a dar en pago por miedo a ser mirado como un estafador.”

“El otro Samuel, ese a quien suplanto para Carina, tiene una mujer y tenía una amante. Yo nunca he tenido una amante porque nunca he tenido una mujer a la que engañar; quizá debería decir que nunca ha confiado en mí lo suficiente una mujer como para que podamos hablar de engaño.”

“La echo de menos como se añora una infancia feliz que no se tuvo, con esa nostalgia de lo que nunca fue, una leve intuición de cómo podría haber sido nuestra vida, de lo que no será.”

“Me molesta, aunque resulte ridículo y además yo pueda pensar cosas parecidas, me molesta que piense que mi mujer llevaba tiempo engañándome y me molesta sobretodo que lo diga con ese aire de desafío, como si levantando sospechas sobre mi matrimonio se vengase de alguna ofensa. Qué sabe ella de la mujer que yo tendría, de nuestra relación, si me engañaría o no. Tampoco sabe nada de mí.”

“Sacude la cabeza muy seria, toda ojos y ceño fruncido, toda pesar y dientes apretados. La abrazo. Su cuerpo se tensa ligeramente y estoy seguro de que me va a rechazar, pero poco a poco se ablanda, se abandona y olvida, me acepta al menos para apoyarse y descansar unos segundos en los que ella mira al sur y yo al norte, pero tengo la impresión de que estamos viendo lo mismo.”

“Por lo general, en el momento de la separación, aparte de una serie de reproches, suelo recibir un diagnóstico de mis flaquezas, y siempre, irremediablemente, soy declarado culpable del fracaso, lo que, teniendo en cuenta mi condición de multireincidente, ni siquiera a mí me parece descabellado, aunque agradecería de vez en cuando un mínimo de autocrítica por parte de mis compañeras.”

“Siempre soy yo el que deja a las mujeres. No porque sea un hombre tan atractivo o tan cariñoso que no quieran perderme. Sencillamente soy más rápido: antes de que acaben de darse cuenta de mis defectos ya estoy marchándome. A estas alturas, aún no sé si encontrarlo divertido o triste.”

“No me hace caso, grita otra vez que la he matado yo, ese histérico cobarde que no quiere asumir su responsabilidad, que no se pregunta ni por un momento si esa prisión aséptica que había construido para Clara y él no había sido una forma egoísta de atraparla, de negar a la otra Clara, a la que no le convenía para su vida empalagosa, para sus pasitos pequeñitos y sus superficies brillantes. Él nunca había querido de verdad entenderla, asomarse a su rabia y su desesperación. Yo sí lo habría hecho. Yo habría compartido eso con ella. Clara, conmigo, habría podido ser ella misma, no esconderse.”

“Antes de salir, le pongo una mano en el hombro, que él se sacude molesto. Allí le dejo, a Samuel, al otro Samuel, imaginando ahora cómo podría haber sido su vida, barajando y descartando, lo sé, todas esas posibilidades que nunca se van a confirmar.”

“Me quedo yo mismo sorprendido. No sé si lo que acabo de decir es un descubrimiento o una invención. «Me he enamorado de Carina», he dicho, cuando lo habitual en mí habría sido decir «salgo con», «tengo una relación con», «estoy con». Pero suena bien, «me he enamorado de Carina», aunque no sé exactamente lo que significa y por eso no sé si es verdad.”

La crítica ha dicho sobre…la obra de José Ovejero

Sobre La invención del amor

«En esta novela José Ovejero deja de mirar al amor de soslayo en sus poemas, narraciones o ensayos para mirarlo de frente. Sereno. Reflexivo. Como un gran aliado para la reinvención de su protagonista Samuel. Y también como aliado para contar la realidad social zozobrante de España […] La obra se inscribe en una tendencia literaria en la cual el tema del amor ha vuelto al epicentro de la narrativa, a protagonizar las novelas de grandes autores y a través de él dar cuenta de la realidad.»

WINSTON MANRIQUE, El País

«De entrada, que en la novela el amor sea, al menos en un primer momento, literalmente una mentira consciente, ya es un manifiesto antirromántico.»

ERNEST ALÓS, El Periódico de Catalunya

«Una historia de azares, zozobras, amores peligrosos y quiebras individuales y colectivas ambientada en el madrileño barrio de Tirso de Molina.»

BORJA HERMOSO, El País

«Seguro que llegará a mucha gente porque es una historia con muchas capas de lectura.»

JORDI PUNTÍ, Miembro del Jurado. XVI Premio de Novela Alfaguara 2013

Sobre Escritores delincuentes

«Su ensayo es rico en meandros, consideraciones y puntos de vista que se evalúan, se examinan y se dejan pasar. Hemos de agradecerle aparte de lo mucho y bien que se ha documentado, que no intente explicar lo inexplicable. También en eso se ve la mano de un verdadero novelista.»

ANDRÉS IBÁÑEZ, ABC Cultural

«Pero es que además ese gran escritor que es Ovejero ha conseguido profundizar con la fuerza de un taladro en las biografías de sus personajes y, al mismo tiempo, reflexionar sobre la relación que hay entre la vida y la escritura, entre los demonios y los deseos. Este libro es un paseo intenso y conmovedor por los extremos del ser, por la inquietante y a veces grotesca realidad que se extiende extramuros, justo al otro lado de la frontera, entre las sombras.»

ROSA MONTERO, Babelia

«Un inventario –de erudición envidiable y escritura elegante– de la relación, más tortuosa e impredecible de lo que uno pudiera pensar, entre la literatura y el crimen.»

JUAN GABRIEL VÁSQUEZ, La Vanguardia.

Sobre La comedia salvaje «Solo la voz de un loco puede contar la locura de una guerra. Y encima funciona.»

ENRIQUE DE HÉRIZ, El Periódico de Catalunya

«Es un viaje por la historia humana de la barbarie, un infernal viaje por todas las guerras, las pasadas y las que vendrán.»

J. ERNESTO AYALA-DIP, Babelia

«Ovejero muestra una notable imaginación, virtud siempre escasa entre nuestros autores (…). En esa inventiva, así como en el equilibrio entre lo atroz y caricaturesco, radica el mérito principal de esta excelente novela.»

RICARDO SENABRE, El Cultural

Sobre Nunca pasa nada

«Una historia de esas que agarran al lector desde la primera página para enfrentarle, en la última, con su conciencia.»

SANTOS SANZ VILLANUEVA, El Cultural

«Nunca pasa nada esconde en realidad todo un subterráneo flujo de secretos, de culpas, de miedos»

J. M. POZUELO YVANCOS, ABCD Las Artes y Las Letras

Sobre Las vidas ajenas

«Una de las más perfectas del autor en cuanto a la creación de personajes y al cuidado del filo psicológico.»

JOAQUÍN ARNÁIZ, La Razón

«Puedo aconsejarles encarecidamente la lectura de Las vidas ajenas, una novela que es un poco de todo: novela negra, de personajes, social, política, con una buena ambientación histórica… Y todo ello con calidad, que es lo verdaderamente difícil.»

ANA G. INGLÁN, La Opinión de Málaga

Sobre Qué raros son los hombres

«Destaca la maestría de Ovejero para condensar tensión, trazar sólidas estructuras y convocar a fantasmas de deseo y pasión.»

ENRIQUE TURPIN, El Periódico de Catalunya

Sobre Añoranza del héroe

«Cuando leí Añoranza del héroe hace cuatro años me quedé boquiabierta, fulminada por su potencia narrativa. Es una novela antropofágica: no es que se deje leer, sino que más bien devora al lector que se asoma a sus páginas, de manera que en cuanto la comienzas te caes de bruces dentro de la historia y ya no puedes dejar de habitar en ese espacio imaginario hasta acabar el libro.»

ROSA MONTERO, en el prólogo del libro.

Sobre China para hipocondríacos

«Un choque constante de lo que el protagonista llama el síndrome del National Geographic (la búsqueda de lo exótico) con la difícil realidad del día a día, hacen de este libro una aventura en la que los impulsos y motivaciones del viajero constituyen la parte central.»

FERNANDO IWASAKI, El Cultural

MIEMBROS DEL JURADOXVI PREMIO ALFAGUARA 2013

Manuel Rivas – Escritor y presidente del Jurado(A Coruña, 1957) Como narrador ha obtenido, entre otros, el Premio de la Crítica española por Un millón de vacas (1990), el Premio de la Crítica en Gallego por En salvaje compañía (1994), el Premio Nacional de Narrativa por ¿Qué me quieres, amor? (1996), el Premio de la Crítica española por El lápiz del carpintero (1998) y el Premio Nacional de la Crítica en Gallego por Los libros arden mal (2006). Todo es silencio (2010) fue finalista del Premio Hammett de novela negra. Además, ha escrito El periodismo es un cuento (1997), Mujer en el baño (2003) y A cuerpo abierto (2008). Una muestra de su poesía está recogida en El pueblo de la noche (1997) y La desaparición de la nieve (2009), y sus cuentos están reunidos bajo el título Lo más extraño (2011). Su última novela es Las voces bajas (2012).

Annie Morvan – Editora y traductoraEditora de literaturas hispánicas en Editions du Seuil, en cuyo catálogo figuran José Saramago, Arturo Pérez-Reverte, Juan Gabriel Vásquez, Jorge Volpi y Santiago Roncagliolo, entre otros autores. Es también traductora al francés de numerosas obras de la literatura española y latinoamericana, entre otras las de Gabriel García Márquez.

José María Pozuelo Yvancos – Catedrático y crítico literarioCatedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Murcia, Pozuelo Yvancos ha sido Presidente de la Asociación Española de Semiótica, Presidente de la Asociación de Teoría de la Literatura y Vocal de la Asociación Internacional de Hispanistas. Es crítico literario del Suplemento Cultural de ABC desde 1999. Ha publicado, entre otros ensayos, El lenguaje poético de la lírica amorosa de Quevedo (Universidad de Murcia, 1979); Del formalismo a la Neorretórica (Taurus, 1988), Teoría del lenguaje literario (Cátedra, 1988, 1990, 1996) o Teoría del canon y literatura española (Cátedra, 2000).

Jordi Puntí – EscritorJordi Puntí nació en Manlleu, en 1967. Es autor de dos libros de relatos: Piel de armadillo (1998) y Animales tristes (2002). En 2010 publicó la novela Maletas perdidas, que mereció, entre otros premios, el Nacional de la Crítica y el Llibreter. Ahora acaba de publicar Los castellanos (Xordica, 2013). Es colaborador habitual de El Periódico y la revista L’Avenç. Su obra ha sido traducida a 14 idiomas.

Xavier Velasco – Escritor(Ciudad de México, 1964) Velasco obtuvo en 2003 el Premio Alfaguara de Novela por Diablo Guardián y es autor de Cecilia (novela), Luna llena en las rocas (crónicas de antronautas y licántropos, Alfaguara, 2005), El materialismo histérico (fábulas cutrefactas de avidez y revancha, Alfaguara, 2004), Este que ves (Alfaguara, 2007) y Puedo explicarlo todo (Alfaguara, 2011). Su última novela es La edad de la punzada (Alfaguara, 2013).

Antonio Ramírez – LibreroAntonio Ramírez (Medellín, 1959) fundó la Companyia Central Llibretera, La Central, junto a Marta Ramoneda, cuya primera librería se inauguró en Barcelona en 1996. En la actualidad, La Central cuenta con La Central del Raval, La Central del MACBA, La Central del Museo Reina Sofía, La Central del MUHBA, La Central de la Fundación MAPFRE y La Central de Callao. Además, es socio fundador de la editorial Arcadia y participa en programas de formación de varias universidades de España e Italia.

Pilar Reyes - Editora (con voz pero sin voto)(Bogotá, 1972) Empezó su carrera editorial en 1994, como asistente de edición del director editorial del Grupo Santillana en Colombia. De 1997 a 2009 estuvo al frente del área de Ediciones Generales del Grupo Santillana en Colombia, donde llegó a ser Directora Editorial de los sellos Aguilar, Punto de lectura, Taurus, Alfaguara, Suma y Alfaguara Infantil y Juvenil, desarrollando un catálogo de más de 300 títulos. Desde 2009 es la Directora Editorial del sello Alfaguara en España.