06/10/2011 – PENAL
877-2011
Recurso de casación interpuesto por el procesado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, con el auxilio del abogado Mario Estuardo Falla Reyes, contra la sentencia dictada
por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el trece de mayo de dos mil once,
dentro del proceso seguido en su contra, por los delitos de FALSEDAD MATERIAL, FALSEDAD IDEOLÓGICA Y ABUSO DE AUTORIDAD.
DOCTRINA
-Cuando se resuelve un motivo de fondo, el referente básico del tribunal de
apelación, y en su caso el de casación, es la plataforma fáctica acreditada por el
Tribunal de Sentencia. La labor del tribunal consiste en realizar el análisis de los
hechos en su relación con las normas sustantivas aplicadas, para determinar si
han sido adecuadas con rigor jurídico al caso. En el presente caso, el sindicado a
través de medios electrónicos manipula la información resgistral, acreditando
falsamente la adjudicación de fincas por parte del Fontierras a favor de personas
determinadas, constituyendo ese hecho los delitos de falsedad material y falsedad
ideológica, en concurso ideal, y en forma continuada por haberlo realizado en
más de una oportunidad.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL: Guatemala, seis de octubre
de dos mil once.
Se tiene a la vista para dictar sentencia, en el recurso de casación interpuesto por
el procesado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, con el auxilio del abogado Mario
Estuardo Falla Reyes, contra la sentencia dictada por la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el
trece de mayo de dos mil once, dentro del proceso seguido en su contra, por los
delitos de FALSEDAD MATERIAL, FALSEDAD IDEOLÓGICA Y ABUSO DE AUTORIDAD.
I. ANTECEDENTES
A. DEL HECHO ACREDITADO: a. El acusado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, en
marzo de dos mil cinco, en el Registro General de la Propiedad de la zona central,
de la ciudad de Guatemala, le fue asignado por el reparto automático de
documentos el batch referente a una desmembración de un bien inmueble ubicado
en el departamento de Peten, otorgado por el Fondo de Tierras (FONTIERRAS), a
favor del señor Florencio Senté Raymundo, inmueble que se identifica como finca
doscientos noventa y dos (292), folio veintinueve (29), del libro tres (3), de Petén.
Con la presentación de ese instrumento público se creó la finca nueva número
nueve mil ciento ochenta y cuatro (9,184), folio ciento ochenta y cuatro (184), del
libro cincuenta y nueve E (59E), de Petén, el documento fue operado. Empero,
según consta en la bitácora electrónica que graba todo el movimiento que tiene un
documento que ingresa al Registro General de la Propiedad, el batch asignado al
acusado (quien se identifica dentro del sistema con la clave I quince), que
contenía el documento identificado con anterioridad, fue aprovechado por el
acusado, para crear electrónicamente y en forma anómala una “nueva finca”,
misma que quedó inscrita al número nueve mil doscientos sesenta (9260) folio
doscientos sesenta (260) del libro cincuenta y nueve E (59E), de Petén, a favor de
una persona de nombre Waldemar Lorenzana (único apellido). Tal operación fue
realizada por el acusado, sin tener ningún respaldo documental, es decir no
ingresó al registro, ninguna escritura pública que justificara la creación de la
segunda finca mencionada, a la cual el acusado, voluntariamente le anotó un área
de cincuenta y dos millones novecientos tres mil metros cuadrados (52,903,000.00
Mts2), ciento veinte caballerías aproximadamente, esta operación la realizó
haciendo uso del campo “N”. A la finca creada en forma fraudulenta, le aparece
como documento base el mismo que ampara la legitima desmembración hecha y
que dio origen a la finca nueve mil ciento ochenta y cuatro (9184), folio ciento
ochenta y cuatro (184), del libro cincuenta y nueve E (59E) de Petén, siendo este
el documento cero cinco R número cien millones veintiocho mil trescientos setenta
y cinco (05R100028375), número cinco e irrepetible por el sistema de cómputo del
Registro General de la Propiedad, y que contiene una desmembración a favor de
Florencio Senté Raymundo. Es importante hacer notar que a la finca matriz
doscientos noventa y dos (292), folio veintinueve (29) del libro tres (3) de Petén no
le aparece inscrita la desmembración que el acusado afirma con su anotación,
haber realizado para crear la nueva finca fraudulenta a nombre de Waldemar
Lorenzana, pero si le aparece la creación de la finca nueve mil ciento ochenta y
cuatro (9,184), folio ciento ochenta y cuatro (184), del libro cincuenta y nueve “E”
(59E) de Petén, que es legítima. En el archivo de duplicados del Registro General
de la Propiedad, se guardan los duplicados de todos los documentos que ingresan
para operaciones registrales, encontrándose en el mismo el documento cero cinco
R número cien millones veintiocho mil trescientos setenta y cinco
(05R100028375), que ampara la creación de la finca a favor del señor Florencio
Senté Raymundo, no así el duplicado de la finca a favor de Waldemar Lorenzana.
La creación de la finca sin respaldo documental, trascendió, toda vez que
mediante escritura pública número once (11), autorizada en esta ciudad, el once
de enero de dos mil seis, por el Notario Héctor Amado Ramírez, comparece ante
sus oficios notariales el propietario creado por el acusado (Waldemar Lorenzana),
a vender el inmueble real y propiedad legítima del Estado de Guatemala, a su hija
Marta Julia Lorenzana Cordón, solicitud que no fue inscrita en el Registro de la
Propiedad, por haberse detectado la anomalía realizada por el acusado. b) El
acusado Luis Felipe Camey Camey, es responsable de inscripción anómala al
crear finca a favor del señor José Edgar Pozuelos Leiva, creando un registro
informático sin respaldo documental. c) En la inscripción que realizó insertó
declaración falsa, concerniente a un hecho que el documento debe probar, al
inscribir a José Edgar Pozuelos Leiva como beneficiario de Fontierras y que el
negocio se hizo por medio de escritura pública número ciento veintiséis,
autorizada por el Notario Saúl Perdomo Sánchez, el mismo caso cuado benefició a
los señores Alfonso Ramírez Fajardo, Gregorio de Jesús Cardona Pascual, Tomas
Vinicio López Rivas y José Antonio Escobar Gutiérrez; para estas cuatro
personas, indicó que la escritura pública era número ciento veintiséis, autorizada
por el notario Walfre Alberto Heredia Barrios. d) El acusado Camey Camey, como
empleado del Registro General de la Propiedad, en su calidad de operador
registral, abusó de su cargo y función, realizando arbitrariamente sin respaldo
documental de las fincas mencionadas.
B. DE LA RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL DE SENTENCIA: El Tribunal Primero
de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente Liquidador de
Guatemala, en sentencia de fecha cinco de octubre de dos mil diez, absolvió al
sindicado por el delito de abuso de autoridad y lo condenó como autor
responsable de los delitos de FALSEDAD MATERIAL, en forma continuada,
establecido en el artículo 321; FALSEDAD IDEOLÓGICA en forma continuada,
contenido en el artículo 322; normas jurídicas del Código Penal, en agravio de
Estado de Guatemala. Le impuso por el primero de los delitos indicados la pena
de prisión de CUATRO AÑOS y SEIS MESES; y, por el segundo de los delitos
indicados, la pena de prisión DE CUATRO AÑOS y SEIS MESES, los que suman
NUEVE AÑOS DE PRISIÓN, aumentada en una tercera pare por haberse
cometido ambos delitos en forma continuada, para un total de DOCE AÑOS de
prisión inconmutables. El razonamiento del tribunal es el siguiente: luego del
análisis de las declaraciones testimoniales producidas durante el desarrollo del
debate, los documentos incorporados mediante su lectura y exhibición, y la prueba
nueva ofrecida por las partes, en acatamiento a lo dispuesto en los artículos 181,
182, 186 y 385 del Código Procesal Penal, los cuales indican hacer uso y
aplicación de la sana crítica razonada fundamentada en la experiencia, la
psicología y la lógica, el tribunal establece que el acusado los días momentos
registrales en que se inscribieron las finca anómalas referidas, estuvo operando
otras inscripciones, lo que da certeza que Luis Felipe Camey Camey, en las
circunstancias de tiempo y modo descritas en la acusación, participó en operar
seis (6) inscripciones sin documentos legales que las sustenten, a las que insertó
información falsa para constituirlas en documentos públicos que probaran que
eran propiedad de personas que legalmente no han sido beneficiadas con
adjudicaciones por parte de la Nación, ocasionando perjuicio a la seguridad
registral y al Estado de Guatemala que debió revertir esas falsas inscripciones,
hechos que ejecutó en forma continuada abusando de su cargo y función como
operador del Registro General de la Propiedad, incurriendo el acusado con su
actuar en los elementos materiales establecido en los artículos 321 y 322 del
Código Penal, en forma continuada, toda vez que, los hechos imputados fueron
cometidos con el mismo propósito, con violación de los bienes jurídicos tutelados
con aprovechamiento de la misma situación, pues conforme a los medios de
prueba producidos en el debate quedó demostrada la participación del acusado
Luis Felipe Camey Camey en la comisión de esos delitos, consecuentemente
resulta ser autor responsable penalmente con la agravante de abuso de autoridad.
En cuanto a la imputación del delito de abuso de autoridad que también se le
imputa al acusado, si bien a quedado acreditado que el acusado en la comisión de
los delitos de falsedad material e ideológica, abusó de las funciones inherentes al
cago de operador del Registro General de la Propiedad que ejercía, únicamente
se deberá considerar ese aspecto como circunstancia que modifica su
responsabilidad penal; debiendo ser absuelto del delito de abuso de autoridad, por
encuadrar esa conducta en las anteriores figuras delictivas especialmente
previstas en el Código Penal.
C. DEL RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL: El procesado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, impugnó la sentencia relacionada. Denunció INOBSERVANCIA DEL ARTÍCULO 394 incisos 3 y 6 del Código Procesal Penal, consistentes en la inobservancia de las REGLAS DE LA SANA CRÍTICA RAZONADA, al
momento de dar valor probatorio a los medios de prueba de valor decisivo en el
caso de mérito, haciendo referencia a declaraciones de testigos y del perito Jorge
Paiz Prem, que en conclusión señala que el tribunal sentenciador al dar valor
probatorio a los referidos medios de prueba violenta el debido proceso, presunción
de inocencia y derecho de defensa que le asisten. En la audiencia señalada por el
tribunal de apelación, denuncia inobservancia del artículo 385 del Código Procesal
Penal, ya que no se le dio valor probatorio a todos los medios de prueba que
promovió e individualizó en su momento oportuno, propuso la declaración
testimonial de CANDIDA DOMITILA JUAREZ MORALES, quien fue clara y
concisa en manifestar que durante el período de sus vacaciones su clave fue
utilizada para realizar operaciones registrales, acto que no fue impugnado por el
Ministerio Público ni por el querellante adhesivo en este caso la Procuraduría
General de la Nación. Asimismo, argumenta que toda la prueba que ofreció
consistente en documentos no fue valorada correctamente. Que cada uno de los
medios de prueba que ofreció el Ministerio Público, fueron debidamente
protestados como lo regula nuestro ordenamiento Procesal Penal, lo cual consta
en el audio y el proceso en general. No existe convicción razonada del tribunal
sobre el criterio de valoración de la prueba que demuestre y justifique el veredicto
de condena en su contra y su correcta y fiel redacción con los hechos acreditados
en el debate. INTERPRETACIÓN INDEBIDA DE LOS ARTÍCULOS 1 y 10 del Código Penal. Argumenta que se violó el principio de legalidad relacionado con el
de causalidad, toda vez que se establece con el informe de la bitácora contenido
en acta notarial, mediante la cual se determina que participó en la realización de
operaciones de inscripciones, sin documentos legales que las sustentaran y que
como consecuencia de esas acciones, el tribunal también determinó la
probabilidad de participación de otras dos personas en las acciones que se le
atribuyen, constituyendo tales circunstancias duda razonable en dicha convicción,
señalando a la vez lo relativo al dominio de la acción, tomando en cuenta su
función se encontraba sujeta a revisión así como a la firma electrónica de la
registradora auxiliar para realizar las operaciones realizadas. ERRÓNEA INTERPRETACIÓN de los artículos 35, 36, 37, 321 y 322 del Código Penal.
Denuncia que, el tribunal tuvo por acreditado que “insertó información falsa para
constituirlas en documentos públicos que probaran que eran propiedad de
personas que legalmente no han sido beneficiadas con adjudicaciones por parte
de la nación, indica que entonces tal acción podría encuadrarse en el tipo penal de
falsedad ideológica, esto en base al contenido del artículo 321 del Código Penal,
que señala que en su caso se esta penalizando dos veces la supuesta acción.
Alega también que, en el caso de merito se da una errónea interpretación de l
autoría que establecen los artículos 35 y 36 del Código Penal que de acuerdo al
fallo impugnado el mismo tribunal sentenciador duda de su participación, al haber
concluido que se de la probabilidad de Dinora Marilena Morales Rodríguez y
Claudia Lavinia Figueroa Perdomo, que en el caso de la participación se da una
imperfección, tomando en cuenta que dentro de los grados de participación se
encuentran la autoría, complicidad o encubrimiento.
D. DE LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE APELACIÓN ESPECIAL: La Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y delitos
Contra el Ambiente de Guatemala, no acogió el recurso de apelación especial; y,
consideró que, SUBMOTIVO DE FORMA: en el presente caso, es evidente que el
valor probatorio que dan los juzgadores a cada uno de los medios de prueba lo
hacen en aplicación precisamente de la sana crítica razonada y concatenados
entre si los hacen concluir en la decisión de certeza jurídica en cuanto a la
sentencia venida en grado, y en razón del análisis de esos medios de prueba el
ente investigador destruye el estado de inocencia en contra del acusado,
apreciación realizada por el tribunal no por intima convicción sino por la valoración
a cada medio de prueba legalmente incorporado. A la vez, menciona que del
contenido de la plataforma fáctica en la cual constan los hechos atribuidos al
acusado, es el límite legal para los juzgadores en cuanto a determinar o no la
existencia de las acciones ilícitas atribuidas al mismo. En el caso de análisis, es
evidente que esos hechos fueron los que tuvo por acreditados el tribunal, de no
haberlo hecho así eso constituiría una ilegalidad manifiesta del tribunal
sentenciador, circunstancias que respeta el a quo al momento de analizar los
hechos objeto de la acusación y que tuvo por acreditados oportunamente,
dándose como corresponde el principio de correlación y de congruencia, no siendo
arbitrario el contenido del fallo impugnado. SUBMOTIVO DE FONDO: ERRÓNEA
INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 1 Y 10 del Código Penal. En cuanto a
este submotivo de fondo alega que la acción de operar seis inscripciones sin
documentos legales que las sustenta, y a las cuales según el fallo impugnado
insertó información falsa para constituirlos en documentos públicos, no se da ese
supuesto; y en cuanto a la relación causal, el tribunal indica que en las acciones
también participan las señoras Dinora Marilena Morales Rodríguez y Claudia
Lavinia Figueroa Perdomo, pero no indica de que manera participaron y a la vez
no toman en cuenta que las actividades que cada una de ellas realizaron y su
persona eran diferentes e indica que se da en fases distintas, que en el caso de
estas personas su función es revisar o corregir; en ese sentido es necesario
indicar que de acuerdo a lo contenido de la sentencia en cuanto a los hechos que
tuvo por acreditados el tribunal sentenciador indica: “…c) En esa inscripción que
realizó insertó declaración falsa, concerniente a un hecho que el documento debe
probar, al inscribir a José Edgar Pozuelos Leiva como beneficiario de Fontierras y
que el negocio se hizo por medio de escritura pública número ciento veintiséis,
autorizada por el notario Saúl Perdomo Sánchez; el mismo caso cuando benefició
a los señores Alfonso Ramírez Fajardo, Gregorio de Jesús Cardona Pascual,
Tomas Vinicio López Rivas y José Antonio Escobar Gutiérrez; para estas cuatro
personas, indicó que la escritura pública era número ciento veintiséis, autorizada
por el Notario Walfre Alberto Heredia Barrios. En consecuencia las inscripciones
debían realizarse obviamente consignando datos de documentos que respaldaran
las mismas efectivamente el tribunal tuvo por acreditado que la persona que
insertó en los libros del registro donde consta la creación de las fincas que
respaldan aparentemente los documentos consistentes en las escrituras públicas
descritas fue el acusado, ya que únicamente el tenía acceso al sistema mediante
la clave que le fue asignada, y como consecuencia es responsable de la acción
realizada, independientemente de las acciones realizadas por las otras dos
personas mencionadas anteriormente no es relevante la fase dentro del
procedimiento de la inscripción registral en la que hubieren actuado cada una de
las personas involucradas, lo cierto es que cualquiera de ellas debió crear una
inscripción anómala, y precisamente se da la relación causal en cuanto a la
participación del acusado porque su acción era necesaria para lograr el objetivo de
una inscripción anómala, si el no accedía a su clave era imposible realizar la
operación, aunado a lo anterior la acción penal es personal y en el caso de
análisis fue objeto del juicio la acción realizada por el acusado,
independientemente de que hubiere pasado a revisión o cualquier otra fase dentro
del procedimiento, siendo la culminación de la acción la inscripción realizada por el
acusado, aplicando la lógica y el sentido común, una vez realizada la inscripción
de origen a una nueva finca con documentos inexistentes. En conclusión, es
evidente que el tribunal no interpreta indebidamente los artículos 1 y 10 del Código
Penal en el caso de mérito, porque la acción que realizó el acusado fue la idónea
para la vulneración de los bienes jurídicos protegidos por el Estado. En el segundo
sebmotivo invocado, señala como vulnerados los artículos 35, 36, 37, 321 y 322
del Código Penal, haciendo referencia en cuanto a que en la sentencia venida en
grado indica el tribunal que el acusado insertó información falsa para constituirlas
en documentos públicos que probaran que eran propiedad de personas que
legítimamente no han sido beneficiadas con adjudicaciones por parte de la Nación;
como ya se dijo en el submotivo analizado anteriormente, la acción realizada por
el acusado fue necesaria para la comisión de los hechos atribuidos y que tuvo por
acreditados el tribunal a quo.
II. DEL RECURSO DE CASACIÓN
El procesado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, interpone recurso de casación por
motivos de forma y fondo, el primero con fundamento en el NUMERAL 6 DEL ARTÍCULO 440 DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL. Señala infringido el artículo
11 Bis del Código Procesal Penal, relacionado con el artículo 12 de la Constitución
Política de la República de Guatemala. Su principal reclamo es que, en el
recurso de apelación especial, interpuso submotivo de FORMA, invocó como caso
de procedencia, inobservancia del artículo 385 del Código Procesal Penal, por
considerar que el tribunal de sentencia al emitir el fallo, inobservó las reglas de la
sana crítica razonada, al momento de valorar los medios de prueba aportados,
infringiendo con tal actuación, los principios lógicos formales supremos que rigen
las leyes del pensamiento. La Sala se limitó a señalar: “cuando se plantea como
submotivo de forma la alegación de la inaplicabilidad de las reglas de la sana
crítica razonada, debe señalarse cuál de ellas infringe el tribunal a quo y que
permite al tribunal ad quem hacer un análisis en cuanto al contenido de la
sentencia en la cual se evidencia la falta de la aplicación de esas reglas del
entendimiento humano que hubiera inaplicado el tribunal sentenciador” y en
apartados siguientes continúa expresando el Tribunal de Apelación “en el presente
caso es evidente que el valor probatorio que dan los juzgadores a cada uno de los
medios de prueba lo hacen en aplicación precisamente de la sana crítica
razonada”, de lo anterior se puede evidenciar que, sin un discurso justificativo el
fallo, decide arbitrariamente no acoger el recurso de apelación especial planteado
por el submotivo invocado; en primer lugar, porque si bien el Tribunal de Apelación
consideraba que cuando se invoca violación de las reglas de la sana crítica
razonada, deben señalarse las reglas que se consideran infringidas, estas no
puede ser argumentos para rebatir submotivo planteado, ya que si la Sala de
apelaciones consideraba el incumplimiento de ciertas características formales de
la presentación del recurso, debió en toda caso, fijarle el previo que establece la
ley, para la subsanación del recurso, y no hasta en sentencia declarar la
improcedencia del submotivo, bajo el argumento de supuesta deficiencias
técnicas. Señalar únicamente que el tribunal de juicio al momento de valorar los
medios de prueba lo realizó de conformidad con la sana crítica razonada, es
insuficiente para fundamentar el fallo. Por tanto, el actuar de la sala es a toda luz
violatoria de su derecho de defensa, pues se está violando su derecho de exponer
y argumentar las razones por las cuales estima que una resolución judicial le
causa agravio. Por otra parte, tampoco es cierto que el recurso de apelación
especial no fueran citadas las reglas de la sana crítica razonada que consideró
fueron violadas por el Tribunal de sentencia, porque en el escrito por medio del
cual reemplazó su participación en la audiencia de segunda instancia, citó las
reglas de la sana crítica razonada que consideró fueron infringidas por el
sentenciante, y es importante recordar que es en esta etapa del procedimiento de
apelación especial, en donde se refuerzan los argumentos de los motivos
planteados, evidenciándose así que la sala ni siquiera reparó en leer el escrito que
contiene el alegado. El submotivo de fondo lo fundamentó en el NUMERAL 5 DEL ARTÍCULO 441 DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL. Señala errónea
aplicación de los artículos 321 y 322 del Código Penal, en relación a los artículos
10 y 71 del código citado. Su reclamo principal es que, incurrieron en la errónea
interpretación de la ley al tipificar equivocadamente los hechos delictuosos
atribuidos, pues si bien es cierto fue el tribunal de sentencia quien realizó el
encuadramiento penal correspondiente, la sala sentenciadora igualmente se
pronuncia al respecto arribando a la conclusión que en el presente caso concurren
todos los elementos para tipificar los tipos penales por los cuales fue condenado.
En el presente caso, se aplicaron los tipos penales de FALSEDAD MATERIAL EN
FORMA CONTINUADA Y FALSEDAD IDEOLÓGICA EN FORMA CONTINUADA,
no obstante no darse los requisitos o elementos fundamentales que dan lugar a la
existencia y estructura de los tipos penales, sino por el contrario, el tribunal de
apelación queriendo a su antojo encuadrar los hechos con los delitos referidos,
realiza el análisis para establecer si la ley sustantiva ha sido aplicada
correctamente, tomando como base el apartado de la sentencia de primera
instancia. En el apartado al que hago referencia de la sentencia de primera
instancia, únicamente se concluyó en la existencia según el tribunal de sentencia
de un hecho antijurídico y que fue él partícipe del mismo, entonces el Tribunal de
apelación como puede considerar que se configuran los tipos penales por los
cuales fue condenado, razón por la cual el análisis realizado por el tribunal de
apelación carece de valor, pues debió realizar el análisis en base a los hechos que
el tribunal de sentencia tuvo por probados. Por lo anterior, se infringe también el
artículo 10 del Código Penal, referente a la relación de causalidad, en virtud de
que, la acción acreditada no es causa del resultado típico asumido por el
sentenciante.
III. DEL DIA DE LA VISTA
Con ocasión del día y hora señalados para la vista pública, comparecieron las
partes a reemplazar su participación por escrito.
CONSIDERANDO
-I-
Por técnica procesal se resuelve en primer lugar el motivo de fondo y solo si es
necesario se aborda el motivo de forma.
MOTIVO DE FONDO
Para resolver un motivo de fondo, el referente básico del tribunal de apelación, y
en su caso el de casación, es la plataforma fáctica acreditada por el Tribunal de
Sentencia, la que se considera reconocida y admitida por el recurrente. La labor
del tribunal consiste en realizar el análisis de los hechos en su relación con las
normas sustantivas aplicadas, para determinar si han sido adecuadas con rigor
jurídico al caso. Es por tanto ajena a la labor del tribunal la discusión o las
argumentaciones que cuestionen la valoración probatoria utilizada por el
sentenciante, y la acreditación de hechos que de ésta se derive.
De los hechos acreditados, se desprende claramente la relación de causalidad
entre éstos y la falsedad material en forma continuada y falsedad ideológica en
forma continuada y la autoría del sindicado Luis Felipe Camey Camey. En efecto,
los elementos del tipo del primero de los delitos comprende, quien, hiciere en todo
o en parte, un documento público falso, o alterare un verdadero, de modo que
pueda resultar perjuicio. Estos son los supuestos de hecho del artículo 321 del
Código Penal. Las acciones que se le acreditaron al acusado, realizan
adecuadamente estos supuestos. Igual sucede con los elementos del tipo
establecido en el artículo 322 del mismo código, cuyo elemento objetivo es quien
con motivo del otorgamiento, autorización o formalización de un documento
público, insertare o hiciere insertar declaraciones falsas concernientes a un hecho
que el documento debe probar, de modo que pueda resultar perjuicio, que realiza
justamente el supuesto del artículo antes referido. Por lo mismo, se verifica que
estos hechos realizan tanto el supuesto de hecho del artículo 321 como del
artículo 322 ambos del Código Penal.
Respecto a que solo debió haberse aplicado uno de los tipos penales referidos, se
observa que el sentenciante optó por distinguir en concurso real las dos
infracciones desprendidas de los mismos hechos y los calificó de continuados de
conformidad con el artículo 71 del Código Penal. En efecto, si bien queda claro
que los hechos constituyen dos delitos, no se entiende porqué los califica en
concurso real, puesto que de ellos se desprende que se realiza el supuesto del
artículo 70 del citado código, que regula el concurso ideal, ya que un solo hecho
constituye los delitos de falsedad ideológica y falsedad material. Cámara Penal
estima, que se da el concurso ideal y por lo tanto debió aplicarse la pena
correspondiente a uno de los delitos, pues tienen asignada la misma, y
aumentarse en una tercera parte, y además aplicar el aumento de un tercio por
tratarse de un delito continuado. En consecuencia, debe casarse la sentencia y
anularse en cuanto al carácter del concurso de delitos y la determinación de la
pena.
Sobre esta base, debe aplicarse la pena de cuatro años seis meses, más un tercio
equivalente a un año seis meses, por tratarse de un concurso ideal de delitos, lo
que hace un total de seis años, más un tercio de la pena anterior por tratarse de
un delito continuado, que es igual a dos años, haciendo un total de ocho años de
prisión inconmutables. Por el contenido de lo que se resuelve, se hace
innecesario entrar a conocer el recurso por motivo de forma.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 1º, 2º, 4º, 5º, 12, 17, 203 y 204 de la Constitución Política de
la República de Guatemala; 3, 4, 5, 11 BIS, 14, 16, 20, 24 Bis, 37, 43 inciso 7º.,
50, 160, 437, 438, 439, 440, 441, 442 y 447 del Código Procesal Penal, Decreto
51-92 del Congreso de la República ; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 79 inciso a), 141, 142,
143, 149, 177 y 207 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso
de la República.
POR TANTO
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA PENAL, con base en lo
considerado y leyes aplicadas, DECLARA: I. PROCEDENTE el recurso de
casación por motivo de fondo interpuesto por el sindicado LUIS FELIPE CAMEY
CAMEY; II. ANULA la sentencia dictada por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del Ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el trece
de mayo de dos mil once; únicamente en lo que se refiere a la calificación de la
naturaleza del concurso de delitos y la determinación de la pena, y en
consecuencia, CASA PARCIALMENTE la sentencia referida y se dicta la
correspondiente. III. Que el acusado LUIS FELIPE CAMEY CAMEY, es
responsable en el grado de autor de los delitos de falsedad material y falsedad
ideológica, en concurso ideal y en forma continuada, en agravio del Estado de
Guatemala. Por dicho ilícito se le impone la pena de cuatro años seis meses, más
un tercio equivalente a un año seis meses, por tratarse de un concurso ideal de
delitos, lo que hace un total de seis años, más un tercio de la pena anterior por ser
un delito continuado, que es igual a dos años, haciendo un total de OCHO AÑOS DE PRISIÓN INCONMUTABLES. NOTIFÍQUESE y con certificación de lo
resuelto, vuelvan los antecedentes a donde corresponda.
César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo,
Presidente de la Cámara Penal; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos,
Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo Maldonado Méndez, Magistrado Vocal
Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal Décimo Tercero. Jorge Guillermo Arauz
Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.