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Lc 3, 10-11.18
Su discurso arrancaba de unas palabras que se encontraban en el libro de Isaías.
Juan invita:
Dos pautas negativas : Superar la tentación de la avaricia y la de la violencia.
Y una positiva: Tratar a los pobres como a uno mismo.
O mejor: ponerse uno mismo al nivel de los pobres.
El anunciado por Juan bautizará con Espíritu
Santo y con fuego.
Porque el Esperado es el único capaz de discernir el
bien del mal.
Es el árbitro de la verdad y la Verdad misma.
El Bautista considera un honor inmerecido
lo que para todos sería
una deshonra.
La Buena Noticia de la Salvación era al mismo tiempo anuncio del Salvador.
Juan proponía exigencias concretas a los que lo esperaban.
“Así anunciaba el evangelio”.
Ellos nos ayudan a prepararnos para celebrar el nacimiento de Jesús.
Juan Bautista junto con Isaías y María son los tres iconos de Adviento.
Señor Jesús, que nuestro mundo encuentre en ti la paz y que todos nosotros encontremosla plenitud de nuestras búsquedas.
Amén.
Autor: José Román FlechaLibro: Palabra del SeñorEditorial. Secret. Trinitario. Salamanca 2007