-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
1/20
J
.
.Q
v
o
C'
q
11
w
_
-
..:.,)
t
/1
\IJ
'
; 630 Carlos Escud
t\
S.t CV{
c . e n l . ~ L
( w 0 ~ ~ 1 t )
Rplica
al
comentario sobre
La
declinacin
argentina.
IN MEMORIAIVi
636 Jorge A. Sbato
(1924-1983).
RESEAAS BIBL.IOGRAFICAS
:r
f.'l'
)'-
' '
l.l
e
~ . J
[.
i,.
i:l
.J;:J
-\+-
REALIZACION GRAFICAi
DEPARTA""'ENTO EDITORIAL DEL
INSTITUTQ DE' ~ E S A R R O L L O ECONOMICO Y SOCIAL
Coordinadt?r editorial Getu
Lo E.
Steinbach.
Colaboradores tllcnlcos Hctor Carreira, Osear S. Jimnez
. v
Anaet r ~ i l : ~ r n e .
Colaboradores administrativos Niida E. Wechsler, Delfn
... . M ~ i J n ~ ~
"Tlca, Jos L. Castillo, Isabel Paz y Miguel Angel
: : \ ~ . i l i l ~ n o
:'
,1
. ,
,,
'.(
;
1
1
Desarrollo Econmico, .l3, N 92 (enero-marzo 1984)
LA ARGENTINA EN LA DEPRESION:
'
..
- - - ~ ..: .
,
' -
. .
LOS PROBLEM S DE UNA ECONOMIA ABIERTA
ARTURO O'CONNELL*
La Depresin de los aos
'30 y
la Segunda Guerra Mundial trajeron:, .
c o n s 1 g o ' ' \ m ~ e a o ~ d e
a:ecliiiCiri enla.S transacciones econmicus 'inter-,
- - ~ - . - - . . . . - ...
P............
....
..
.......... _........._____
_.
.......... - ................. --------- ........,
~ ~ i o i t i l i r ~ r a 7 c ~ ~ < > ~ J J ~ ~ ~ ~ c i ~ c t l ; P ~ ~ J > a ~ 1 - ~ ~ a ~ i ~ ~ i e 6 ~ ~ ~ ~ c i i ~ a ~ : ' :
la posguerra
y
una vez que el comercio internacional
y
los movimientos de .
capital comenzaron a florecer nuevamente, la "apertura de la economa"
readquiri la popularidad que haba perdido.
Se
aconsej incesantemente, a
los pases en desarrollo, el abandono
de
los mecanismos y polticas postula
dos en pocas ahora visualizadas como distantes
y
su adhesin al nuevo
credo. Los aos '30, parecera, a veces, insinuarse, habran constituido una
aberracin, una era patolgica. De acurdo con esta ptica, los problemas
de dicha poca
no
se presentaran nunca ms.
Y,
en consecuencia, no habra
justificativos para ajustarse a ideas generadas en circunstancias
tan
excepcio
nales.
P Q . ~ . J o
contrario,
la
d,cacia previa
~ l a d , e
los
a_os
'2()= " ~ _ c o r d - < l e
por estos mismos sectores, en la Argentina
y
en o t r o s _ p a s ~ _ r _ g _ ~ . t Y E . m e n . ~ .
e s a r r o 1 I i Q o - s a e s u : c r a m n c a , c o m o ~ i p a r a i l l g m a d e " u a era de prosperidad
asoCiada.
con
la
existencia
de
una ~ t g r l _ < M > P :
- ~ i r . l : l ~ h - - - - - ~ Q l L J l i
..
economa
mUararyeii a queerEstaao, todava, no intervena en la conduccin de .
2.s
asw1 Qs.econ9mfc. r e
I o s " i i O S " " a t , " i n a o e r ; ~ q u e l e j o r a e c o n . i f i t w T
..
peroao.tan excepcional
_se
trata
oeho cas1
normruaunqe
a T O r i i l a l i ~ l J .
Glrto
iiiod9:13astante
' t ) l ' I : l l ~ t i t e ~
_ . Q o t i s ~ c \ E i i ' ~ ~ -
C"CI i
J < > : ~ ~ i l < i ~ : ..
m t t i n ~ c n t i c . a r ~ . l l 1 Q s . 1 ~ . o p i n i n
que sostiene que la-dcada previa fue incuestionablemente prspera
y
armo-
niosa:;:A:dems;se"Vl l' .:que Ull _egol1
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
2/20
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
3/20
482
ART. l O'CONNELL
carne desde el
Ro
de la Plata a
GranBretaa.
Los mecanismos de precios
de triltnsferencia entre las subsidiarias de estas empresas transnacionales, ha
subfacturacin, las guerras de precios y todas las prcticas habituales en
estas condiciones, contribuyeron a desestabilizar
an
ms los preCios y vol
menes de exportacin
4
A pesar de una cierta relacin inversa entre precios de exportacin y
volmenes, congruente con un pas que no era mero
to.mador
de precios,
en el mercado internacional, los valores de exportaci n tambin presentaron
un grado significativo de inestabilidad. En el
perodo
1 9 1 7 ~ 2 9
tal
n e s t a ~
bilidad fue mayor que en
todos
los perodos anteriores o posteriores
de
la Argentina, muy por encima, por ejemplo, del que experimentaron los
pases .en. vas de desarrollo en los aos poster iores a la Segunda Guerra S.
Si los precios de importacin hubieren oscilado en la misma direccin y
grado que los de exportacin, su inestabilidad no hubiese si4o importante
en trminos de capacidad de importacin y balanza de pagos, aunque no
hubiera sido
un
fenmeno neutral
en
lo que se refiere a SlJS efectos sobre la_
distribucin del ingreso dentro del pas. De todos modos, lo q ue sucedi fue
justamente lo contrario. Esto es, los trminos del intercambio de la Argen
tina sufrieron grandes oscilaciones antes de la dcada del '30 y slo recupe
raron el nivel anterior a la Primera Guerra Mundial en 1946-50, aunque, como
veremos, mejoraron considerablemente en medio mismo de
la
Depresin
6
Los ingresos de capital, tambin, ex:erimentaron oscilacioJ:leS
s i g x : i J i c a ~
. _
tvas, a pesar
de
estar canalizados casi exclusivamente hacia la i11yersin di
recta
en
servicios pblicos y a la compra de bonos emitidos por distintos
E; ntes gubernamentales o bien por las mismas empresas concesionarias
de
4
Vase
Lzaro NEMIROVSKY: Estructura econmica y orientacin poUtica de la agricultura
argentina
Buenos Aires,
1933,
pgs.
142-143, para
los
datos de concentracin de
exportaciones en
el comercio de cereales. Para los datos y anlisis de pool de los frigorficos, vase 1
informe oficial
conjunto
anglo-argentino
"Report of
the Joint Committee
of
Enquiry into the Anglo-Argentine
Meat Trade", HMSO, Londres, 1938. En 1928, la Sociedad Rural Argentina
haba
publicado El pool
de los frigorficos
escrito
por
Rai-Prebisch.
All
se
demostraba que
en lugar
de compensar
las fluc
tuaciones de los precios, como se haba pretendido, el pool transfera cualquier declinacin de los
precios y
tenda
a
retener
cualquier
aumento de
los mismos.
Haba
diferencias sustanciales
entre
los
precios de exportacin declarados a .las
autoridades
argentinas y
los precios
de
importacin
en
Gran
Bretaa. En un episodio famoso, uno de los frigorficos que se haba negado a
dar
los datos sobre
costos a
una
Comisir: de Investigaciones
del
Congreso
Argentino,
fue descubierto
"in
frag11nti"
cuando trataba de
contrabandear
su contabilidad de costos en latas
de comed
beef. Vase Peter
SMITH:
Politics
and
Beej
in A.rgentina
Nueva
York, 1970. En cuanto
a las firmas cerealeras, se dice
qne
durante la devaluacin
forzaban
a la baja
los precios
internacionales a fin de
monopolizar
las
ventajas del precio en
detrimento
del productor y del pas. Su actitud se vio favorecida
por
la falta
de silos y elendore;; de granos, lo cual obligaba a la Argentina a vender cada cosecha
inmediatamente
despus de levantarla.
S
El
ndice d-e
incsabiHdad para el
valor
de las
exportaciones
fue de
16,8 por ciento
en el
perodo
1917-29. El mismo ndice estimado
por
Mac Bean para 35 pases en el perodo 1948-58
fue de slo 9,06. Vea"e DIEGUEZ, op, cit., pg. 34,
6
Los trminos del intercambio disminuyeron, de 1919 a
1922, un 24 por ciento,
luego
aumen
taron
un 37 hasta 1925, para volver a caer un 1O
por
ciento en
1926
y
1927, aumentar
un 35 en 1928
y caer el 7 en 1929.
En
promedio, los
trminos
del
intercambio
en la dcada del '20 estuvieron un
27 por ciento por debajo del nivel de 1913; d.e paso sea dicho, el
promedio
para la dcada del '30 fue
. ; ~ f l o .
Vase Manuel BALBOA:
"L
evolucin del balance de pagos de la Repblica Argentina,
;
3 950",
en Desarrollo
Econmico
vol. 12, NO
45, abriHunio 1972,
donde hay series anuales de
l Js u ~ r r n a c s
el
intercambio
LA ARGENTINA Et
DEPRESION
483
sE:)rvicios. pblicos. El comportamiento
de
estos movimi entos de capital;, de
largo plazo estaba determinado, principalmente, por las condiciones de los
m ~ r c ~ d o s
de capital en las reas "centrales", es decir de Londres hasta
1914
y de Nueva York despus de 1924, condiciones que poco tenan que ver con
la situacin econmica o las necesidades de la Argentina. Y cuando s lo
estuvieron,-su ingreso al igual que el de los movimientos especulativos, de
menor importancia cuantitativa, fue marcadamente desestabilizador ya que
aumentaba
en tiempos de auge y disminua
con
las crisis
7
1 . ~ ~ . Mecanismos de transmisin
Las exportaciones, en el perodo 1925-29, constituan el 24 por ciento
del producto bruto
interno y el 67 por ciento de la demand a final para el
sector rural pampeano. Por otra parte, el capital extranjero posea, hacia
fines de la dcada del '20, el 32 por ciento de
todo
el capital fijo y los in
gresos brutos corrientes de capital representaban ms del 10 por ciento de
la inversin bruta fija, principalmente, en obras pblicas o de infraestructura,
de gran efecto multiplicador y de fuerte encadenamiento hacia atrs. Por lo
tanto_, ) a n.estabilidad
de
las exportaciones y de la entrada de capitales-fue
1.111
. u ~ r i e
g e p ~ r 1 g ) r c i . e i l 1 ~ t a p U i c J a ~ L ~ H Ja ; C:()J:l()J: Ja global a travs.clei fun
cionamiento del sistema
de
ingresos y gastos
8
Los hnpa,ctos (=lXtern.os, tambin, se transmitieron a travs del sistem
fisc:fl
y
1noi1etario, ntixnamente
ligado
a. las. transacciones. externas
.
l
sistem:mone tari.deLpa s fue.biiutizad.o como de "patrri oro esprdico".
c:reac:in primaria de dinero estaba regu1ada por el flujo de oroy
de
di:
visas extranJe;raf .
Al
no e:idstfr
un
Banco Central hasta 1935 (si bien el
]3anco de.laNacin Argentina cumpla algunas funciones de ste), a menos
. v -- - ,- _ ,- , ooe,--'> ,
,>, - _-_,-.
- -
- - - ' < ' ' , -
0
, ,_ , ,,
.,,
. , . , o, - ;c; , ' - ' '>
7 Un ejemplo clsico de variacin de ingresos
de
capital
no
relacionados con las condiciones
argentinas es el
que
relata Ford. Vase A. G.
FORD: The Gold Standard 1880-1914 Britain and
Argentina Oxford, 1962,
cap. X,
"Argentina and the
crisis
of
1913-14".
La
Guerra
de los Balcanes;
por
sus consecuencias en el mercado de Londres, gener una parlisis en la
entrada
de capitales
y
pro
dujo una
crisis en la
Argentina -agravada por un posterior fracaso
en la
cosecha-, que no
tena
ninguna
justificacin desde
un
punto de vista local.
En
el
periodo 1926-28,
el ingreso
de capitales de
largo
plazo constitua
algo ms del lO
por
ciento del valor
de las
exportaciones y
era,
por lo tanto, una fuente importante
de divisas. La inver
sin privada contribua
con
el 41
por
ciento y los crditos pblicos
con
un 59 del total. Vase evist_a
Econmica
(nueva serie), vol. l,
N
1
(1937), cuadro
6,
donde
estn las estimaciones del
balance
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
4/20
' '
484
ARTURO O'CONNELL
1
~ Q . J ; ; t n , 9 < , 2 _ 1 : , u y i ~ ~ l L 1 J ~ . J ? . . ~ i c ~ c t e l i T a b e r a ~ m ~ ~ , ~ - C O E P ~ ~ ~ Q r i a .. ~ J l ~ O
de :reservas
en
efectivo, los prestamos y a expansion secundaria del dinero
~ J a [
t f m t i l f i T I ~ l f t , ~ ~ Q Q g ~ ~ con o L ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ o s
'1'. .
t Adems,
el
sistema fiscal argentino dependa e x c ~ s i v a m e n t e de las
v a r l ~ c o e s ~ e a o a r a z a ~ c o i e r c T a r J . ; a s f r e s ' - C m a s ~ p m ~ s - l e t o o o S I O s i - : .
g r ~ o r c o r e Y r ~ s ~ g o t i t e m o - - s e " " " 5 I " i g i r : \ ~ m r ~ e T o s - a r a n c e 1 e s ~ f e ~ - o r o s . r
~ r ~ * ? r ~ ~ ~ ~ r : ~ ~ ~ f u ~ i t ~ l ~ a ' f ~ / ~ ~ ~ ~ ~ ~ : ; ~ ~ i ~ ~ f n ; J ~ ,
~ ~ ~ ~ ~ ~ a ~ ~ ~ f f j ~ y - ~ { r ~ ~ ~ a t = i ~ ; ~ ~ ~ i - f W r E r e l ~ ~ ~
~ - ~ : l m , R Q t ~ r i 2 x ..
. $ l . ~ . c : : ~ P J i Q .
1.3. La vulnerabilidad externa
y
l autonoma de
l
poltica econmica
Ge,mo todo pas deudor, la Argentina
se
enfrentaba cada ao con una
carga
f i J a s ~ t a n c i T ' s o o r e - s U : s ' i . n i f e s o l f o e ' a i V I s l i S . - A u i f i i t ~ s a e I a .
Primera
durta Mundial, estas caigas erar superiores al saldo de la Jianza comercial.
P r T o ' t ' t o : e r - ~ i s e c e S i t a o i l ' a e ' ' i i u e v a s " r i t r a d a S de ca italcad afio ara
~ ~ - E ' \ = 1 ~ ~ - = - - ' " ' ~ - - , ~ " ~ - . - " " 6 ~ , . . ~ . , *
.............. ' J ~ ................
J . ............P. .
~ W . _ P . r o b 1 e m a s serios en la balanza de pagos y las consiguientes perturba- -
ciones
i t e r r i a s l l : ~ ~ . . . . .....
. . . . . .
"'-
~ - - - ' ' - . ; w , . . . - .. ~ - " ' " " ' ' " - ~ ' -
::9
Alberto. Hueyo, mi nistro de Finanzas desde marzo de 193 2 hasta
julio
de 1933, fue quien
acu; esta expresin del patrn oro espordico". Sus palabras pueden leerse en MINISTERIO DE
HACIENDA:
La accin de emergencia en el problemD monetario
Buenos Aires, 1932, pg. 6. A
partiride comienzos del siglo
XX
rigi en
el
pas el patrn oro hasta agosto de 1914 y luego desde
agosto de 1927 hasta diciembre de 1929.
La
vuelta al patrn oro,
tanto
en 1899 como en 1927, fue
exigida por el sector de intereses exportadores cuando se enfrent con un peso en franca apreciacin.
Por ro contrario, los inversores extranjeros favorecan al peso fuerte para convertir a divisas sus
g a n a n ~ i a s
en pesos.
:
a
opinin adversa de sir Otto Niemeyer con respecto a la relacin rgida entre balanza de
pa>s y creacin de dinero puede leerse en Revista Econmica vol. 7, NO S-8. 1934.
'1 10 Vase
Revista Econmica
vol. 5, NO 9, octubre de 1932, "Desarrollo
y
estructura del rgi
menimpositivo en el pas ", cuadro 6, pg. 178, que consigna cifras de impuestos de distintas fuentes.
:1
11
Vase Vernon Lovell PHELPS: The International conomic Position o Argentina Filadel-
fia, 1j938, apndice 1, cuadro 1, para las cifras de la balanza de pagos, en pesos oro, para
todo
el pero
do: 1? 14-35. Las cifras, en pesos corrientes , para 192 6-36, estn en
Revista Econmica
(nueva serie),
v o l . : ~ ; NO 1 (1937}, cuadro 6. El peso oro argentino, como lo define la ley de 1891, tena 1.451,61
mg
de oro fino y era igual a la par a 47,58 peniques, S francos franceses o 0,965 dlares estadouni
dens.es.
La Ley de Conversin
de
1899 defini
el
peso papel como el equivalente a 0,44 pesos oro.
' i
/ Vase tambin Virgil ~ A L E R A : Exchange Control and the Argentine Market Nueva York,
~ 4 1 : ; pg. 21, que cubre
el
perodo previo a la Primera Guerra Mundial. El gran endeudamiento de
la A ~ g e n t i n a
haba llamado
la
atencin de Keynes; vase J.
M.
KEYNES:
The conomic Conaequences
o[ t . ~ e
Peace
Lonres, 1919, pg.
263. El
servicio del capital extranjero en el perodo 1925-29 se
lle':'aba un 31,3 por ciento de los ingresos por exportaciones y un 8,5 del PBI. Vase CEPAL (1959),
. cuadro 28, pg.
2 9;
y
cnlJ.dro
2 9, pg. 30. Para un anlisis de la deuda en los pases agrarios (que reci-
bierdn en los aos del 1924
al
28
el
60 por ciento de
todo
el capital que fue recibido en bonos extran
j e r o ' s ~
vase Vladimir P. TIMOSHENKO: World Agriculture and the Depression Ann Arbor, 1933,
cap,
1
3.
,,, En la Argentina, para el perodo 1924/25-1928/29, el balance neto de intercambio fue de
570 .millones
de
pesos oro, frente a los cuales las remesas por ganancias e intereses privados de 563
mi\l'?nes de pesos oro (70 por ciento de los cuales eran enviados por las empresas de ferrocarriles)
;' e.l [ :anuna"ca:rgaTlja,DastteifleiiDle, frente a 'los
mgreii)J;
.d.'.divisa8qe;'Cotiio
ya I e r a m o . s ' " ; e f i f a l t a i : i i e n t e i f i e s t a b l e s l ~ - ..
~ e d e s t a ~
g u ~ ~ ~ ~ ~ J ~ ~ ~ Q _ v ~ , a n E , ~ ~ E ~ ~ ~ ~ ~ .
j l ~ E i ~ ~ . ~ a l po-
. cas
as
cerealistas y los onficos. n consecuencia,
as
variaciones en
las
r e ~ r v a s
de divisas (y, por lo tanto, de la oferta monetaria bajo el sistema
de patrqn oro "espordico ,) estaban, en gran medida, bajo control ~
lico, al mismo tiempo que no eiSEia un organismo estatafquepW:fierliQOn-
t f i f r e ~ p m : l e r e t r 1 l " m e r c 1 l d t n : b n t M l s : - - ~ ~ ---- ~ ~ - - ' " - -
Una mayor vulnerabilidad, an, resultaba de la estructura triangular :
del comercio exterior, y de los movimientos navieros y de capitales de la
Argentina, ya analizados por nosotros en otro trabajo. En primer lugar,
el
pas dependa muy especialmente de sus ventas a Gran Bretaa. Esto era
particularmente cierto de uno de sus grupos sociales ms importantes, a
saber, el de los ganaderos. En segundo lugar,
al
tener
un
excedente comercial
con Gran
Bretaa y un dficit con los Estados Unidos, la Argentina depen
da fatalmente de que Gran Bretaa pudiera
y
quisiera- financiar un
excedente de importacin, superior a
sus
crditos como inversor
- lo
que
involucraba convertir libras en dlares- o bien que los Estados Unidos tuvie
ran la capacidad de continuar. efectuando exportaciones netas de capital a la
Argentina
13
Es as que la economa argentina no slo era vulnerable a la situacin
general de la economa mundial, sino que, en especial, lo era con respecto
a las dificultades de la economa britnica. Ms especficamente, la
Argen-
12
Para conocer la participacin de las importaciones en
el
PBI vase CEPAL (1959), cuadro
24, pg.
26. En
19;5/29 era de 24,8 por ciento,
un
poco menos que
en
1900-04,
donde
era de 26,1.
Las importaciones, de 1925 a 1929, constituan el 13,3 por ciento del consumo. En el mismo pero
do, los bienes intermedios
de'
importacin representaban el 8 por ciento del PBI y la maquinaria y
equipo el35,3 de la Inversin interna. Vase CEPAL (1959) cuadro 25, pg. 27.
El carcter esencial de algunas importaciones para el nivel de la actividad interna
se
demostr
durante la Primera Guerra Mundial. La escasez de productos importados en ese perodo llev a una
fuert e disminuci n del 20 po r ciento del PBI desde 19 13 hasta 1917. Sin embargo, parte de la dismi
nucin se debi a una menor actividad
en
la construccin debida a dificultades financieras. Vase
DIAZ ALEJANDRO,
op.
cit., apndice estadstico, cuadro 19, con los
datos
de PBI por sector a costo
de factores. Esta depresin fue mucho ms grave que la de principios de
la
dcada del
'30.
13 Vase Jorge FODOR'y Arturo O'CONNELL: "Argentina y la economa atlntica en la pri
mera mitad del siglo XX", en:
Desarrollo Econmic o
vol. 13,
NO
49, abrll-junio 1973. La posicin
de la Argentina era bastante peculiar entre los productores primarios d aquellos aos. La mayora
de los dems pases latinoamericanos, por ejemplo, tenan un excedente de exportaciones con los
Estados Unidos y un excedente de importaciones con Gran Bretaa. En ese sentido constituan una
ayuda para los problemas de balanza de
"pagos
de los britnicos.
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
5/20
486
.A JRO O'CONNELL
tina
poda
ser gravemente afectada por el dficit de dlares de Gran Bre
taa y su .necesidad de encont rar mercados par a los productos de sus tradi
cionales y declinantes industrias de expor tacin.
Como consecuencia de lo anterior, la pol tica econmica slo gozaba de
una muy limitada autonoma para atacar el ciclo .econmico argentino.
En una situacin de balanza de pagos como la descrita y dado que la deman
da por importaciones presentaba una altsima elasticidad-ingreso, los intentos
de reflotar la demanda interna por medio de medidas fiscales y o moneta
rias podan llevar fcilmente a una crisis en los pagos externos. De todos
modos, con un sistema monetario e impositivo
tan
elemental como el des-.
crito, directamente, se careca de algunos de los i n s t r u m e ~ t o s imprescindi
bles para encarar
una
poltica tal.
Por
otra
parte, el carcter esencial de la mayora de las importaciones
haca todava ms difcil restringir esta fuente de demanda de divisas durante
la fase descendente del ciclo.
En
cuanto al otro "drenaje" de divisas, es
decir, el servicio del capital externo, debe subrayarse que no slo represen
taba una cantidad bastante
fija
sin relacin con las dificultades en la balanza
de pagos. El incumplimiento en tal servicio o la retencin de ganancias de
las firmas extranjeras poda encontrar serios obstculos
ya
que el acreedor
principal del pas, o sea Gran Bretaa, era a la vez su cliente ms importante
al
que siempre le quedaba abierta, por lo
tanto,
la posibilidad de represalias
muy obvias
14
1 4 El ciclo econmico en la dcada de 192
La d ~ c a d a de.
l920fuetestigo
de varias oscilaciones de la
:.ctividad
econmica. Al comienzo, .desde 1919 hasta 1921,
hubo
-una de.clinacin,
que se origino en una fuerte
reducdn
de los precios agrarios como conse
, ~ } l ~ r i C i ~ _ q ~ J a f i n a . l i ~ a c i r i
de 1 ~ . :PJirn.era.Qu,erra
M" lns,e ll.S
a Y Q ~ _ r ~ y ~ " l , l . l : l l ; : i . Q ..
i . e L P ~ S Q :
. b s > s _ ~ ~ ~ Q s ..
o . I 1 t i 1 t l _ ~ ( ) l } _ c u : : g m l ; l l ~ c 1 9 . ? J l t , ~ ~
c i a ~ l ~ s . r ~ . ~ E . r : v a s . ~ . e 4iivisas.
Tanto el efectivo como los depsitos aumenta ron pero los prstamos
no se bifitu\fiein a"la paf'; yaque' los bruics rconstruyeron S11S r e l B i i f ~ s y
liql idaron
. v1ejo c::litos 9.\le
pr()venan d.
a.crisis .previa. Las tasas .
de
h1ters, tanto a C()rtO con1o a largo l)la2_;o,. bajaron.
D_etrs
de este. o m p ~ - r t a
mi.ento.
del
sector bancario se pued
intuii
el acihar del Banco de la
N
aCin
Argentina, quer
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
6/20
488
AftTURO O'CONNELL
d e 4 ) . r s t r u : l l 9 _ ~ _ g ( ) l : > i e : t : l 1 o .
y
.sobre t()do a ()tros })ancos, e ~ ~ a Q . a p o r el Banco.
c i ~ . l ~ - - ~ ~ : i ~ l 1 ~ ~ ~ e p _ _ i ? ~ :
_P?r_J?
. f l l ? ~ . ~ l : ..
~ ~ ~ . 8 : : t J : l ~ l t J l . g l . g ~ t Q ~ Y J ~ t ~ B l J
pesar
J gJ:lS.IS
~ I 1 lt l:)_afa:nza a pagos;
sm
embargo,
datos
menos glo-
bales
ya m ~ e s t r a n
a las claras la
cada
de la actividad econmica en la segun
da mitad del ao.
.
2.2. La cada del precio del trigo y la depresin agrcola (r.)::;. ~ .
.;
. Y
a
se
ha hecho mencin de
l l ~ < : ~ l = ~ 2 ~
..
l l ~ ~ 9 i i i n { t ~ L e m R ~ Q ~ -
J j ~ i l ; ; r . ~ ~ l J ~ ~ ~ ~ W a ~ 3 i ~ s ~ ~ ~ r i s f c ~ ~ ~ ~ t a ~ . d ~ ~ ~ ~ t : J : 9 a ~ ~ ~ % ~ ~ ~ d ~
losprCioJrmundiales
16
:
Ep
~ l ' a i o . agrc:ola c.omercial
1928/29 predominaba
en el mundo 1lil
d ~ ~ f ~ e ~ ~ r ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ t e ; f ~ ~ ~ ~ ~ ~ e ~ ~ ~ a t ~ ~ : i # ~ i ~ ~ i ~ ~ f ~ ~ 6 i f f ~ ~
r t i s e i ; ~ s - y a
existentes. Los
p i ~ c i o s ~ e l t i : i g ( > ya
haban:comenzado a.declinar
~ t ~ r ~ ~ 0 i ~ ~ ~ ~ - i : : i l ~ ~ [ ~ ~ ~ i k J ~ ~ ~ ~ ~ ~ i f ~ ~ 9 ~ . 1 l ~ i : ~ ~ ~ : ~ i ~ i i c f f f ~ ~ : ~
esta declinacin. En la Argentina, el precio del quintal
de
ti:igo baj
de 11,81
psot en
mayo denr2ga.B:I4
pesas
eii
mayo ae I Y 2 ' 9 ~ - e s ' d e c 1 r . _ c ~ ~ i
.ll. .
30 -pqrciento. Vemos . luevamente
_que bastante
antes
d ~ _ l l i .
c a : d l l d e ~ W r u f
Street,
l a c n s i S l i a o a ' l i e ~ a d c j l
. f ~ e r i t i n a : ;
n:o sc)lo
por
hE cbp 9e
ha]:)er
cesado.
ei
i n g r ~ s o
deCapita}s sfuo
tambin
por
el
brusco descenso
d.e
ls
precios d e ~ ~ p o i t a d o n
t7.
Desde
una
perspectiva
de
largo plazo, la
cada
de los precios del trigo
erl 1928-29 es ms grave an,
ya
que representaba slo parte de
una
crisis
ms fundamental en la agricultura mundial. En realidad; los precios mundia
l i para
muchos productos agrarios haban venido declinando desde 1925
18
Clculos minuciosos del rea cultivada con trigo
en todo
el mundo,
subdividida en "real" y "necesaria", efectuados por Mandelbaum, llevan a
la conclusin de que la brecha
entre
ambas estaban
aumentando
rpidamente
desde un nivel de 6,9 por ciento a fines del siglo XIX, a
8,6
algo ms tarde
un
15
por ciento en la dcada del '30
19
]os J Q ~ i v o s _ e l ~ . e ~ . t ~ . c z : ~ ~ i E J : l ~ e - c eequilibrio
p:tUJ.dial,
.enJo que. respe.cta
al
~ t ; i g o ,
..
.pueden
.
xe.s .lmi.r.se,
de.
,m,aner l.
c : ~ : m v : e J c : j o : n ~ .
_e_n
ilquellos que
a f e c t a ~
ban
a la
demand
y aquellos otros que afectab an a la oferta.
~ . , C ' C \ , ~ : ~ ~
~ o 0 2 C ~
- - " < ' - ; , ~ ' o ' ~ , , :_ .;< ~ - - ~ ' ' ' ~ ' -
' ' '
' ' < --,- ' ' -' - ~ -
- ~
; 16 El volu1;1en de exportaci6n cay6 un 3,8
por
ciento, mientras que los precios
de
exportaci6n
cayeron uit 9 con
r ~ s p e c t o
a los de 1928; vase DIEGUEZ,
op.
cit.
1
'.
17 Vase
R-evista
Econmica (versi6n en ingls), mayo de 1929, pgs. 74-80, para \in anlisis
precoz de la crisis en et' mercad o de trigo.
\
18
Segn 'i'irr:oshenko, los precios para 15 de los productos agrcolas ms importantes (entre
ellos: trigo, l ~ W i
Y
cueros) ya estaban cayendo a mediados de la dcada del
'20.
Vase TIMOSHENKO,
o p.
Cit.
Segn Mandelbaum, los precios del trigo estaban declinando desde principios de la dcada de
1880; vase Wilfred MANDELBAUM: The World Wheat Economy Cambridge, Mass.,
1953. En
la
Argehtina, los precios del trigo, de un promedio de 15,13 pesos
por
quintal en el perodo 192024,
h o \ J { ~ n cado a 14,31 en 1924-25, a 12,20 en 192526, a 11,31 en 192627, a 10,50 en 1927-28 y
tirtlinante a 9,68 en 1928-29.
. :. l9 lbd.,
pgs. 172-175.
:Oi
j
LA ARGENTINA EN LA DEPRESION
4 9
~ ~ L l 1 9 g l ~ ,
_ h L q ~ m a , n d a , h a , ) : > i ~ .en j).leg() _ ()s.,fuerzas
d ~ f . e r e n t e s . La
pri
mera
era la
lenta
tas de'cre'clie'itcraena pobladn, especialmente en el .
n J i t R ~ ~ ~ ~ : ' ~ ~ 1 l f ( > p ' . 6 ; ~ p r f n C i p a J a r e a ' de
"lmpaCiori
: : a ~ e - - - c i i e & J ~ s ~ La.
segunda
_u ~ , } ; l l l : B . . , C : l < : u g l : _ i n ~ ~ , ~ C : l . ~ C9nSlJ.Il1.5J.l?er. cpit1:1
c E:l.
JrJgg_:-:-y_Q.t Q c e ~ ~ a . J , ~ s - en
favor
de
ot;ros
alimentos, a medida que aumentaban los ingresos
-"bel Iadode
laoferti,
elfactor p i : i J : l c : i p ~ C : f t i i T a l i ' ' u p e r a c i n de la pro
duccin
europea,.a Pa.rtir del ao 1925, sin. una reduccin correspondiente
ehJ.as
r ~ ~ t
cul.tiv(las
de
los pses
expOrf;(lq6re,s
C():QlQ.
E ~ a , d p ; J J n i d o s ,
Canad,. Australia y la Argentina,
que
haban incrementado su produccin
e.n respu_eta
a, a,s
:r:teGeic:fdel
de.Ja, ~ P Q < . a c;Ie
.la. guel'ra
20
]j n est(:l ~ s t a d o
de cosas, el proteccionismo agrcola pas a ser cada vez
m . . l l Q P H ~ ~ l # E J ( ) ~
p ~ o ~ c : t o r e ~ . M a n d e l b a u m
ha documentado
hasta qu
punto, debido al proteccioriism, se produjeron divergencias entre precios
internacionales e internos
en
Francia, Alemania e Italia. Tambin, las com
para
con Gran Bretaa,
donde
el proteccionismo se adopt
-slo
para el
trigo y en
forma muy
moderada- recin
en
1932
21
4-Rill.j;e. qel r i ~ o ,
otros
productos. r ~ e n t i n o s exportable s tuvieron suerte
al- . ~ ~ j ' c > . { ~ ~ ~ I
..
~ ~ ~ - ~ : l & ~ f l ~ t < : ) ~ i l ~ . t 9 l . : P - ~ G l < ? . . ~ = g ~ U l 1 a z y
dela semilla
de lino e x p e r i m . e 1 1 ~ a r O i l u11. aumento
en.losaosinmdatameiit:nnlteriores
a r t s f ~ . ~ s r ' b e n 'en 'el c.s()
depnaz-ef pico e 1 9 2 8 - ' e s t a ~ a my por d'ebajo
d e J : p f ~ c i ~ d e ~ J ' 9 2 5 : P c n :
trolad,
el
caso
de
la carne
tambin
result algo
d ~ ~ i ~ ~ - ~ a que 'c:'olapso
de.
su
P eciose
llll ='a 1??-" >dl.l,ciQ.Q l n t ~ r i o r m e n t e ,
soqre todo. a comienzos de la dcada. Los precios, incluso, se recuperaron
al,g_q
(i n
~ 9 . ~ ? < ; l ~ f ~ P l 1 s e l ~ Ja "guerra de c a r n e ~ " J p E r ~ o d _ q ele d g s , _ a , i , ( ) ~ e.11 q11e
se c l e f l l : : > ~ a t lpool
e
los frigorficos) una vez
que
se control aron nueva
l l l E : r : t t ~ . l o YQJl:rnE ne.s Q.e.embarque.s a ln .glater ra
22
En la Argentina, los precios internos para todo el sector rural reflejaron
claramente la tendencia de los mercados mundiales.
En
1920-24, el promedio
fue de 127
O
(1910/14 = 100,0) y los precios de estos bienes declinaron de
156,8 en
1925, a 128,6 y 131,0 en
1926
y 1927, para ex perimentar alguna
recuperacin hasta
145,7
en
1928
y caer, nuevamente, a 136,2 en 1929.
Los precios
de
la tierra acompaaron esta tendencia. La$ tierras adecuadas
para
el cultivo de trigo, en la provincia
de
Buenos Aires, disminuyeron de
377 pesos por hectrea en
1926
a
324
pesos
en
1929, a pesar de la inflacin
20
Un anlisis de estos distintos factores puede consultarse en Mandelbaum, op. cit., y Paul
HEVESY,
World wheat Planning and Planning in General
Londres, 1940. Vase tambin SOCIETE
DES NATIONS: La crise agricole Ginebra, 1931.
La principal variaci6n en la producci6n durante la guerra se haba producido en Norteamrica,
dado
que las dificultades de transporte
haban
hecho menos atractiva la expansin de la producci6n
en la Argentina y Australia.
21 V ~ a s e MANDELBAUM, op. cit., figura 11, pg. 118. Un anlisis del proteccionismo agrcola
previo a
1930
puede consultarse en
Arturo
O'CONNELL: "Free Trade in One (Primary Producing)
Country; The Case of Argentina in the 1920's", Documento de Trabajo, Instituto Torcuato Di Tella,
Buenos Aires, 1983.
22
El maz se cotizaba a 9,21 pesos el quintal en 1925 y a 8,53 pesos por quintal en 1928.
Vase Revista Econmica vol. 3,
NO
1, 1930, y tambin abril-junio de 1934 la versi6n inglesa "The
downward trend in agricultura and pastoral prices". Para la "guerra
de
las carnes" vase SMITH,
op. cit.
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
7/20
490.
ARTt;
O'CONNELL
del crCUto. Las tierras destinadas a invernada cayeron en esos mismos aos
de
382
a
293
pesos
por
hectrea
23
,
La,
~ . a d a .de. lqs
p r ~ < ; i o s
agrcolas y de otros relacionad()s directa1ne11.te \
con eH.os. er; la A r g ~ J : l t : q a , .solidaria c;on.ten.dendas mundia1es, es, pues,juevhi \
al
ao 1929, que normalmente
trii
com p.rito
ae prllaaela Depre- \
sin
.
1:\.dems, la Argentina se e11fren.taba;crecientemente, .slo con una
f
inestabilidad a c ~ m t u a d . a d.e p r ~ < ; i ( ) s j:Jara sus. productos de exportacin, sino
j
cpn \}na.ciec in.acin pau}atina en
el
mercado internacional .para alimentos
de
zonas templadas .
2.3. Crisis y recuperacin
2.3.1. El impacto
externo
Hemos
.visto que hacia il;les 1 ~ ~ ; } - : - : - - ~ n x : ~ ~ i < ; l a . q
PPA:fI.
Q,ecjrse
que a partir de la segunda mitad de
1928-
existan indicacicmes ciaras d,e
unaeadaen Iaa c:tJ\IJ
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
8/20
492
ARTURO
O CONNELL
por ciento entre los dos quinquenios 1925-29 y 1930-34 y la produccin
rura:I:pampeana (orientada hacia las exportaciones) subi en
un
3,7
30
Pero si se considera el efecto de las variaciones n los trminos del
intercambio y el del servicio del capital extranjero, se llega a una cifra del
ingreso nacional que muestra un panorama muy distinto
.
Esto es, el efecto
de los trminos del intercambio entre ambos quinquenios gener una cada
del h:lgreso nacional equivalente a casi el 10
por
ciento del PBI y el servicio
del capital extranjero aument en
un
1 por ciento su participacin en esteagregado. Como resultado de ambos fenmenos, el ingreso nacional (bruto)
en lugar de aumentar, disminuy
un
9,4 por ciento entre el quinquenio
previo a la Depresin y el primero de la Depresin.
:Por
lo tanto, el c a ~ ~ ~ d a ~ ~ ~ 2 ~ ~ J t
Depresin no es, basicamente, consecuencia de una aismmucion
ae
la c t ~ v i :
d i ~ r o d u ~ l J Y . i C s f ~ c C g ~ 1 ~ a a o ~ 0 ] ~ 1 2 .. ~ r n ; } f ? s : a i l 1 . l i m - i i P 1 9
:de la rigidez. del
s e r v i ~ l q : , _ j 2 P ~ - - - . e x t i " 8 1 1 ~ ~ ~ ~ , _ .
2.3.3. Precios e ingresos
/Tratemos, ahora, de analizar la distribucin de tal cada del ingreso
nadqnal entre los distintos grupos y sectores.
'En el mercado interno, los precios siguieron las mismas pautas que en
los
~ e r c a d o s
mundiales. No obstante, la depreciacin del peso,
una
vez
clausurada la Caja de Conversin a fines de 1929, amortigu las fuerzas
defh:cionarias. Mientras los precios de exportacin e importacin en el
perOdo 1928-1932 disminuan ms
del60
y 40 por ciento, respectivamente,
los precios mayoristas en la Argentina slo cayeron el 9. Es que la libra
estedina y el dlar estadounidense haban subido
19
y 65 por ciento, res
p e d i ~ v a m e n t e , para el final de este per odo
32
: : ~ l s i n
embargo, el nivel general de los precios mayoristas encubre diferen
cias,.\llparciales
muy importantes. El mximo descenso de precios no rurales
(4,11, por ciento) se produjo hasta julio de 1931 y en 1932 ya estaban un
3,4: por encima del nivel de 1928.
En
cambio, los precios rurales cayeron un
4 5 , ~ ' i por ciento entre 1928 y 1932 y .siguieron
~ a ~ e n d o
un 5,2: ms
h ~
nov1embre de 1933. Como consecuencia de moVInnentos
tan
dispares, los
trrniinos del intercambio interno ehtre el sector
rurill
y no rural descen
diern un 47,3 por ciento en ese mismo perodo
33
\'iAl mismo tiempo, las tasas de inters estuvieron lejos de caer. A partir
de U p nivel de 5,75 por ciento por ao, en julio de 1928 , pasaron a 7,91 en
dicil' fbre de 1 ~ 3 1 , para comenzar una gradual declinacin hasta 7,04 a fines
.:I30 Vase CEPAL (1959), cuadro 11, col. E, pg.
15,
y cuadro 20,
col.l,
pg. 23.
:: ~ ~ l Los dato; sobre efecto de'los trminos del intercambio y sobre servicio de la deuda provie
nen de:CEPAL {1959).
Los ndices de precios mayoristas se extrajeron de evlna Econmica varios nmeros, y
de
la
.misma fuente son los tipos de cambio. La gran disparidad entre
el
dlar y la libra se debe a la
i : . ; : : ; n ~ f i b i i d a d de la libra en setiembre de 1931. Medidos por el nivel g l o b ~ de precios mayoristas,
l o ' ' > > r . e ~ i c ~ ~ J n t i n u a r o n declinando hasta noviembre de 1933.
H : ~ 3 Ibd., para precios rurales y no rurales.
;
.
LA ARGENTINA EN LA DEPRESION
4 ~ 3
.de 1932. Por lo .tanto, las tasas de inters real para productpres no rurales
distaban mucho de ser bajas,
si
bien la depreciacin del peso, al inflar sus
precios (principalmente en 1930/31) contribuy a aliviar su situacin. Pero
con aquella cada de los precios agropecuarios es fcil imaginarse lo que
signific el pes de la deuda para los productores rurales. Las dificultades de
los terratenientes tambin fueron considerables (slo el 35 por ciento de las
tierras pampeanas estaban en manos de sus productores), ya que la mayor
parte de los arrendainientos se pactaba en dinero efectivo y stos se vieron
reducidos entre 30
y
40 por ciento. En tanto que las hipotecas no slo
mantenan su valor nominal sino que pagaban las altas tasas ya mencionadas.
De manera simultnea, los precios de la tierra rural disminuyeron entre 30 y
50 por ciento, dependiendo de la regin. Las propiedades urbanas, as como
los alquileres, fueron afectados de
un
modo similar
34
Existen datos, aunque algo incompletos, de que las firmas de exporta
cin monoplicas tuvieron
gran
xito en transferir el descenso de los precios
externos hacia los p r o d u ~ o r e s . Por ejemplo, mientras que las tasas de
ganancias para las sociedades annimas en su conjunto disminuyeron en
promedio de 8,4 por ciento .en 1928 a 1,8 en 1932, las de los frigorficos
subieron de 6,7 a 8,3
por
ciento
en
el mismo perodo. Firmas de exportacin
de cereales como Bunge Born o de Ridder estaban arrojando, en 1932,
tasas de ganancias de 10,9 y 8,8 por ciento, respectivamente. Cabe destacar
que, hasta este ao, los bancos tambin lograron mantener con xito sus
niveles de ganancias
35
Sobre
la
base de nuestros datos sobre disminucin del ingreso nacional
entre. ef l l i g u e J o [ r ~ ~ - J ~ p e ~ ~ ~ " x ~ ~ A J _ Q ~ _ E r e S i ~ i , ~ ~ e .
~ ~ ~ ~ , ~ q u e . " ~ A ~ . c ~ : : I i i i l i r - < l ~ l Q ~ $ A J i ~ " ' ~ ~ s - ~ ~
a j - g ~ e s 1 ~ ~ l t e a los. sectores u r b a n _ q _ ~ ) L P . ~ ~ ~ ~ . l . H l ~ Y . s t l l l l ~ 4 U d e p r ~ c i a c i 9 1
~ e s o . t . J l t J i e c l o , _ g J
podE "
a a g u i s i t i . y Q _ q ~ J . ~ Q . 9 . Y P ~ i 6 n . ~ ~ Cl ..il
~ s
del
25 por
c i e n t o ~
Dado que el sector rural era casi a
tercera parte del PBI, esta disminucin se traduce en ms del 8 por ciento del
ingreso nacional, lo cual asciende a casi 9/10 de la cifra que hemos dado de
cada del ingreso nacional. La informacin que
se
posee slo alcanzara para
formular conjeturas excesivamente aventuradas en lo que
se
refiere a la
distribucin de la cada
de
ingresos rurales entre peones, chacareros y estan-
cieros, terratenientes rentistas y acreedores
36
De acuerdo bon lo anterior, los ingresos urbanos deberan haber, prcti
camente, mantenido su valor total. No parece que se hayan producido
grandes cambios en su distribucin en sueldos y ganancias. La informacin
34
Las cifras sobre tasas de inters se ob tuvieron de Revina Econmica varios nmeros; las de
propiedad de la tierra se tomaron del Censo Agrario de 1937. Para precios de la tierra vase SOCIE
DAD RURAL ARGENTINA, op. cit., y para los terrenos urbanos y alqulleres vase Revtna Econ-
mica vol. 1 (nueva serie), NO 2, pg. 73.
3S Las cifras de tasas de ganancia pueden consultarse en Revtna Econmica varios nmeros.
Los bancos mantuvieron mrgenes bastante altos entre tasas de inters activas y pasivas, de modo que
sus tasas de ganancia acusan una
'Sorprendente establlidad hasta 1931, esto es, se ubicaron
por
encima
de 7
por
ciento.
36 Para los datos sobre produccin rural vase CEPAL (1959), cuadro
20,
pg.
23,
y para los
precios mayoristas relativos,
Revista Econmica
varios nmeros.
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
9/20
494
ARTUF )'CONNELL
sobre sueldos nominales es escasa, pero la que existe muestra que, en prome
dio, la disminucin durante el primer quinquenio de la Depresi n es similar a
la del costo de vida, es decir un 20 por
ciento. Por lo
tanto,
los sueldos reales
habran mantenido sus niveles anteriores a la Depresin. Lamentablemente,
no se
ha
podido encontrar informacin sistemtica sobre. el desempleo. Si
ste hubiese aumentado significativamente, como sostienen algunos sobre la
base de pruebas algo precarias, implicara que,
en
el
total,
se
habra
pro
ducido una redistribucin del ingreso a favor de las ganancias en los sectores
urbanos
37
Un dato
importante,
en
la
lnea de
razonamiento que
trata
de llegar a
una estimacin de los cambios que se produjeron en los niveles de vida de
distintos sectores sociales, es el crecimiento de la poblacin. La poblacin
creci casi
un
13 por ciento entre 1925-29 y 1930-34. Por lo tanto, .el
ingreso nacional
bruto
per cpita cay
en
el mismo
perodo
alrededor de
un
20
por
ciento
38
2.3.4. La recuperacin
En
la Argentina, al igual que
en otros
pases agrarios como los
de
la
cuel?-c
del ~ a n u E i o , " ~ 1 . c r e c i m i e ~ n d , u s ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ~ J ~ 2 ~ J ? . . ~ . S . ~ c : J l ~ ~ I
las lm:eortaclOnes -:erOVOC'aO a su veuQ.:t.la. l t l s : : J . ~ ~
pagos.:...
jug sin duda un cierto rol en la recuperacin eccmmica. Sin emJ?ar
go;coio v e r m o s ; ~ = e ~ u e s t r o " c a s o : ~ p o i ~ f c n e l l o s : ~ a = t a s a g f o b a l " a e ~ c r e c :
r.Te'iitOdeTaTnaustnae"1aecaaaaera
o
n.o
fue
~ ~ ~ g c i o n a l ~ Q 1 e . w ~ . ~
~ ; , ~ c ; : : , - _ - , - ; ~ _ ,
\
; . o ~ , , - c ~ - - - o o , - o . ~ - - , . - c _ r < " ' " " " ' = " " ' < = ~ = - . x < - = ~ " " < > 0 ' ~ ~ ~ " " ' - ~ ~ ' ~ " " ' " ' ' - - " " " " " " " ' ~ * ' ~
En realidad, adems de los efectos de algunas medidas de poltica eco
n m i c a ~ l l i " ' n : r ' f ~ i p ~ m e t z a
motriZ de la recu eracin fu
un
vez m' el
i 1 p a e t ~ ~ ' e i t ~ i : o . n"
esta ocasin, se
t r a t i T ' ~ ' B . U m e t o " ~ a e 1 ; l " p r e c : S " " c i e " "
exprtaciri. imooii:raermismo
e r o t l o 1 l e ' 1 a ' D e p r e i 0 ~ w - ~
- ~ ~ ~ " " "
...
" " : L ; ; ~ p r e c i o S - d e ~ e x p o r l ~ ; ; r ' ' " c r e c ~ n
repentina.mente, un
43 por
ciento
= ~ ~ } n ~ : ~ ~ ~ ; ; : ~ ~ ~ ~ M ~ ~ r - ~ ~ ; p ~ ~ \ ~ ~ ~ ~ r f l t ~ :
Durant ErIiC.iismaepoca,Tmr termmos a-er mti'camo1o ~ p a r a ta: Argenima
mejoraron, primero,
un 17
por ciento, luego se estabilizaron y a umentaron
otra
vez
24
y 11
por
ciento, respectivamente,
en
los aos siguientes.
En
1937
los trminos del intercambio p ~ a la Argentina
haban
vuelto al nivel de
1928
y, por lo
tanto,
al de 1913, el ms alto por muchas dcadas
40
El motivo de tal aumento
de
precios, a pesar de la depresin agraria y la
s i t u a c i f C b a S i ~ C ' b a s t a n + e r m:: .
3 1 ~ " ' Q f i ' m ~ r ; ; : ; . ; ; r . . . - ~ ~ ; ;
" ~ ; ; r . ; . ~ . ata ce .. ;;..;
_
- ~ ................... -,, . ~ . ~ - - - , . - l < : . ,
c i l - - c ~ ' " "
. \ : ~ S . < I . W J ; , . , l , l , l , - " " l l ~ . P . . .
. . .
J e ~ , ...
37
Paru las cifras
de
salarios
y costo de
vida, vase
LEAGUE OF
NATIONS:
Statlstical e r-
book, 1940,
Ginebra,
1941,
cuadros
16 y
97.
3ll Vase t::EPAL
(1959),
cuadro
11,
pg.
1S para
los
datos
de poblacin.
3
9 Incluso aquellos que estaban interesados prima facie en atribuirse la responsabilidad de la
recuperacin gracias a la poltica econmica aplicada, tuvieron la gran honestidad de aseverar que la
raz_n
principal de la recuperacin estaba en el aumento
de
los precios mundiales para los
productos
d:: e;p.-;rtacin argentinos; vase
Revista Econmica
(serie
Il),
vol. I, N 1, pg. l
40 Vase BALBOA, op. cit., para las cifras de precios de exportacin e importacin en dlares
~ ; ; t a i o u r . i d e n s e s .
.::
LA ARGENTINA EN LA RESION
495
< : ~ ~
J H ~ - - ~ .
~ ~ q ~ L a . J ? 2 , ~ S : ~ - < 1 : h .
9 . . ~ ~ - ~ < : n : r l : ~ l ~ ~
~ I : l ) 9 3 _ a . Y ql.le.
u r , . , 1 n i Q 1 ~
rrumg\damente,
por.
u a 2 . . 2 ~ ~ a s e n _ J . ~ s > n ~ ~ > m g ] . l . J . t Q . + : ~ i E : l _ g - l Q S ,.
d e = l a s , . , & t a d . A a = U n j i t a J J ~ Y - -
Q m - < @ . , ) . ~ ~ t E A < ~ n 2 . ~ - i l l . . . P ~ J ; J , - ~ : r l .1
.
Y .J9. 35
-
a Australia. Durante :tres aos consecutivos, los Estados Unidos
se
convier-
.
~ 2 ~ ~ ~ : S 9 i ~ ~ 9 / J : J ~ ~ 1 u ~ i : ~ ~ ~ n ~ E i < > % ~ a \ c i ~
~ ~
t ~ ~ ( ) ~ i : r i t 6 .
~ ~ l
altos el oajo ii1Verae'"l93"S:.-34 y alcanzaron el nisnio nivel que e l
a n o - T 9 2 8 - ~ 9 - - : - ' E s q u e l i . c a i a a ~ a , I a - p r : O a c c i o n ; c r e o c f a
T'j)eid1aa de'cose
c ; h ~ ; ~ , R ~ l ' @ i t l i - : q u e s e -
i e s ~ ~ O i e c r a u n
eqill6ro pasajro elltrEda ofer ta y
Ia
artfr
ae 19s3; n t r e - 1 9 a o : : r . r y " 1 g g ' 5 " ~ : 3 , [ " ~ I T i t r 7
1 u ~ ~ i Q L c o . n s t a m e s r a u . m e n t c ) ~ n T 7 ; - I p o r - C i e t o
..
Aaeiiis,los trminos
d e . l . l i i t . e ~ l i i f i i O ' h P l ~ . i i ~ : ~
..
i i ~ J : f o
a ser.
a y i J r ~ l e ~
J58.ia__lli
r g e n ~ i ~ : Y. . ,
ccn,
. a\lmer1to
. < ~ 1 r : ~ . k . I ~ . ~ ~ ~ -
r e e _ : ~ ~ ~ ~ ~ ~ . l ? 2 ~ L ~ - ~ E Y . S i 9
. < : e l , c i p ~ t a l
~ . J C t e m o se vea, tambien, reducida. Debido a
todos
estos factores, el ingreso
' ''>
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
10/20
496
ARTURO O CONNELL
nacional
bruto se
increment en casi 28 por ciento entre ambos quinquenios.
El ingreso per cpita aument, en el mismo perodo,
un
17
por
ciento
45
:con la ayuda de la poca informacin disponible,
se
puede intentar algu
na c'onjetura sobre la manera en que se distribuy este incremento del
ingre'so.
:El aumento de precios en el mercado mundial para las exportaciones e
importaciones argentinas se hizo sentir sobre los precios internos, sumado
a una depreciacin adicional del peso en el perodo 1933-34. De
1933
a
1937 el ndiCe de precios mayoristas subi ms del
30
por ciento. Hubo
dos aos inflacionarios, 1934 y 1937, en los que
el
aumento fue
del14
por
ciento en cada caso. A part ir de junio de 1932 , las tasas de inters nominales
bajaron de 8 a algo ms que 6,75
por
ciento a mediados de 1933, para luego
estabilizarse en 5,0 a 5,5
por
ciento en setiembre de 193 3. Por lo tanto, las
tasas de inters reales bajaron desde su alto nivel previo.
En
aquellos dos
aos de marcada inflacin dichas tasas
se
hicieron acentuadamente negativas.
Utilizando la terminologa de hoy en da, la deuda comenz a licuarse
en la Argentina, en 1934, a lo cual se agrega una moratoria sobre la deuda
hipotecaria que sirvi para ayudar, en particular, a los terratenientes
46
Dado que los precios aumentaron sustancialmente
tanto
en el sector
rural
como
en el no rural, el debilitamiento de la carga de las deudas fue
significativo en ambos casos. Sin embargo, los precios relativos muestran
algun9s cambios importantes. Los precios no rurales slo aumentaron un
22,5 por ciento de 1933 a 1937, pero los precios rurales subieron un 84 por
ciento en el mismo perodo. En sentido contrario al de la fase inicial de la
D e p r ~ s i n y acompaando las fluctuaciones de los precios relativos en el
mercado mundial, los trminos del intercambio interno entre el sector
rural
y
el no rural, subieron ms del
53
por ciento. Estos violentos altibajos
del irtgreso relativo de los distintos grupos sociales en la
Argentina, y parti
cularrbente del sector rural frente al urbano, pareceran haberse convertido
en un'a caractersti ca persistente de la vida contempornea del pas.
. Pero si bien la direccin del cambio en los trminos del intercambio
interrto y externo es congruente
en
ambos perodos (fase t:lescendente y
ascendente del ciclo), existe una importante asimetr a si se comparan las
magnitudes. Tomemos los promedios para los varios quinquenios: mientras
que lps trminos del intercambio externo cayeron
un 17
por ciento
en
1930-
34 si se los compara con 1926-29, los trminos del intercambio interno
bajai:bn an ms (35 por ciento).
En
el siguiente perodo, de 1930-34 a
1 9 3 5 ~ 3 9
en tanto los trminos del intercambio externo aumentaron
un
19 por ciento, los- trminos del intercambio intern o slo subieron un 15.
Como resultado de esta diferencia, la relacin entre t rminos de intercambio
.interho y externo baj un 3
por
ciento ms entre ambos quinquenios de la
:4s Vase CEPAL (1959), vol. I, cuadros 11, pgs. 15 y 28, y pg.
29,
donde figuran las cifras
~ o l > r d pwducto bruto interno, efectos de los trminos del intercambio, remesas al exterior y pobla
c i ; ~ . 1 ~ ~ .
46
Las cifras
de
precios mayoristas y tasas de inters son de
Revista Econmica
varios nmeros.
La le}/ de woratoria hipotecaria
se
sancion en
1933.
LA ARGENTINA
EN
LA
DEPRESION
497
dcada del .30. En promedio, durante 1935-39, se ubican un 34 por ciento
por debajo del nivel correspondiente a 1926-29
47
La poltica econmica y fuerza relativa de los distintos sectores sociales
estabap. generando, claramente, ya en aquel entonces, una discriminacin
cada vez mayor contr a el sector rural. Se puede estim ar que los ingresos
reales originados
en
el sector rural se incrementaron entre 22
y
25 por
ciento, cifra
por
debajo .de la del ingreso nacional (28
por
ciento, lo cual
confirma que
una vez ms, al igual
que
en la fase descendente del ciclo,
se
haba generado
una
transferencia de ingresos del sector ru ral hacia el resto
de la economa
48
Simultneamente, los arrendamientos aumentaron. En 1937,
se
estima
ba que haban alcanzado los niveles anteriores a la Depresin. Esta informa
cin se confirma analizando los precios
de
la tierra en zonas trigueras y
maiceras, que recuperaron casi todas las prdidas que haban sufrido durante
la fase previa de la Depresin. Los ingresos de los agricultores se vieron
comprimidos,
por
lo tanto, entre sus precios relativos y las alzas de los
arrendamientos que favorecan a los terratenientes, los cuales a su vez haban
sido los beneficiarios de la moratoria hipotecaria
49
Los alquileres urbanos tambin se recuperaron algo. Y
si
bien la cons
truccin
de
viviendas no lleg a los niveles previos a la Depresin, se comen
taba
que
haba
gran actividad para nuevos departamentos de muy alto precio
en
los barrios pudientes de la ciudad
50
Bajo el efecto combinado del pronunciado incremento del ingreso na
cional y del mecanismo de transferencia de ingresos de los agricultores, los
ingresos urbanos deben haber aumentado significativamente. Por
otra
parte,
los salarios reales ms bien tendieron a disminuir entre los quinquenios de
1930-34 y 1935-39. Por lo
tanto,
las ganancias urbanas tienen que haber
subido, a menos que fueran absorbidas
por
la expansin del empleo, que
en ese per odo fue muy importante (14 por ciento en la industria). Las cifras
para la distribucin del ingreso nacional, a precios corrientes y a partir de
1935, no muestran modificaciones claras para el perodo 1935-39 en cuanto
a la participacin de sueldos y salarios
51
2.3.5. Recada
y ~ d o hacia. mediados.de.1937.llegaron.noticias de
una
.promisoria
c o s e ~ h a J ~ I l . N c : > r t e a m . ~ r i . c l l
l()s precios de los cereales en el mercado mundial
47
Las cifras de precios mayoristas y trminos del intercambio
externo
se
tomaron
de las fuen
tes ya mencionadas. Como el ndice de precios mayoristas del Banco de la Nacin Argentina comienza
en 1926, hemos tomado 4 aos como base, en lugar de S.
48
Las fuentes para la estimacin son las mismas
que
para el
perodo 1930-34;
vase
nota 36
49
Para la informacin sobre arrendamientos rurales y precios
de
las tierras, vase
Revista
Econmica
(nueva serie), vol. I, N 2 y SOCIEDAD RURAL ARGENTINA,
op.
cit.
S
Vase tambin
Revista Econmica
mismo
nmero.
51 Las cifras de sueldos nominales y costo de la vida provienen de la misma fuente que en la
nota
37. Las cifras de distribucin del ingreso nacional son de DIAZ ALEJANDRO,
op.
cit., apndice
estadstico, cuadro 3, pg
. 398;
la misma fuente, cuadro 30, pg. 428, para los datos sobre empleo
por
sector.
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
11/20
498
AR
TU;
O CONNELL
comenzaron a caer. Concomitantemente, el c:apital
comenz
a emigrar de
la Argentina. Por si fuera poco,
l
cosecha de 1937-38
fue
castigada por la
sequa: En 1938,.
pOI
primera. vez e s ~ 1930, l l l l a r t z c ~ ~ r c i J f i ~
n ~ g a t i v a Despus
de
un ao, en que se
hal:H:iri.ie'patiiai::Io' cantidadesimpor
tantes de la deuda en dlares, el gobierno debi contraer ur. nuevo prstamo
en
los
Estados
Unidos. No es de
extraar,
pues,
que
la mayora de las esti
maciones
muestren
una cada, aunque leve, del PBI. Al ao siguiente, con el
comienzo
de la
guerra,
todo
vuelve a cambiar. Es
que
slo
habamos
pasado
por
otro ciclo ms en la vida econmica argentina? No exactamente. En
la
ltima
seccin
de
este trabajo
tendremos oportunidad de
sealar algunos
cambios ms permanentes que emerge))
de
la
dcada
de
la D e p ~ e s i n
Pero
antes, en el prximo apartado, concentraremos nuestra atencirt sobre algu
nos elementos de la
poltica
econmica, fundamentalmente en los primeros
aos de la dcada
52
3.
La poltica
econmica
durante la
Depresin
Hemos visto
ya
que la recuperacin y posterior recada de la economa
argentina en la dcada del 30 puede atribuirse primordialmente a las bien
conocidas fuerzas
del
ciclo econmico, inducido desde el exterior. Desde
ese punto de vista, parte del acaloramiento asociado con el debate sobre la
poltica
econmica
durante la dcada resulta, al parecer, en gran medida,
fuera
de
lugar.
En
compensacin, sin embargo,
nos queda la
satisfaccin.de
suponer que sobre esta base es ms factible
que tal debate
pueda
continuar
en forma ms racional.
3.1. Algunos problemas globales
Si bien supera los lmites del presente trabajo, trataremos de examinar
brevemente dos cuestiones globales
que
han sido, y todava son, objeto de
dura controversia en relacin con la
poltica econmica
que se adopt en
la Argentina durante aquellos aos.
Por un
lado, es indudable
que
el grado
de
intervencin estatal
en
los
asuntos econmicos del pas se expandi radicalmente. La
introduccin
del
control de cambios
y
la creacin
de
distintos entes oficiales de comerciali
zacin, como
la Junta
Reguladora de Granos,
son
slo dos casos
de un
fen
meno
tal. Es cierto que unas cuantas
de
las reformas
que
se
introdujeron
durante esos aos, como la creacin
del
impuesto a los rditos o la
del
Banco
Central, se
h b ~
discutido
durante mucho tiempo en
la Argentina. La nece
sidad
de
una mayor flexibilidad en el sistema
monetario
al hallarse ste bajo
los efectos de los impactos externos era cosa bien sabida y se haban deba
tido en el Congreso esquemas bastante, completos para reformarlo, siendo
el
ltimo
el de Molina, el ministro de Finanzas, a mediados de la dcada del
S .'ara los
datos
sobre volmenes y precios de
exportacin, como tambin
para
los trminos
del inter.::;mblo
y
la balanza de pagos, vase
BALBOA,
o p.
cit.
Los
datos
del PBI se sacaron
de
varias
tabl2u de;
apndice
estadstico
de DIAZ
ALEJANDRO, o
p. cit.
LA
ARGENTINA EN
Lb.
...,J :PRESXON
499
20, en la presidencia de Alvear. Asimismo, durante su
p i : i m e ~ a
presidencia
(1916-1922)
Yrigoyen haba
remitido
al Congreso un
proyecto
para ins- : '
taurar un
impuesto
a los rditos. El
hecho
es que slo bajo el impacto de la
Depresin se introdujeron
en
el
pas
tales reformas al sistema monetario y
fiscal. Adems, una vez superada
la
emergencia
que
originaron la Depresin
y
la
Segunda Guerra Mundial, slo se desmantel una
pequea
parte del apa-
rato
intervencionista
que
se haba erigido
a
principios
de
la dcada del 30.
Los partidarios de la
no
inte"rvencin en la economa, por lo tanto,
acusan a los responsables
de
la
poltica
econmica
de los aos
30
por
todos
los
problemas
posteriores de la economa argentina. Segn ellos, el pas
seguir en su actual estado de cosas no muy brillante a menos
que
se haga
ll esfuerzo de volver a una poca previa, de intachable laissez faire.
Por otra parte, si bien desde otra franja del espectro
poltico
la nece
sidad de una
reforma
institucional ha sido aceptada, las crticas a aquellas
instauradas en los
30 tampoco han
escaseado. Entre las filas de aquellos que
no
se
oponen,
en general, a la intervencin estatal, existe la opinin de que
lejos de ser un instrumento neutro para dominar las consecuencias de la
Depresin,
hubo,
en aquellos aos,
un
sesgo definidamente a favor de los
intereses del statu quo y ms especficamente de los intereses britnicos en
la Argentina. Segn stos, las reformas econmicas de los aos '50, en
lugar de
transformar
aquellos aspectos que hacan al pas vulnerable a la .
inestabilidad
externa y
vctima
de un
sistema injusto de relaciones exteriores,
no
hicieron sino reforzarlo. Por ejemplo, se hace mencin de que la poltica
comercial consagr la orientacin
de
la Argentina hacia un mercado nico,
el. de Gran Bretaa, as como
toda
una cadena de intereses monoplicos
(ferrocarriles,
productores
de ganado refinado, frigorficos y empresas mar
timas) asociados a dicho comercio. Los poderes amplios y crticos -desde el
punto de vista de la soberana del pas- conferidos al recientemente creado
Banco Central, no parecan ser muy compatibles, segn muchos opositores,
con
el hecho
de
que representantes
de
los bancos extranjeros ocuparon
cargos en su directorio.
Desde un punto de vista ms general, las amplias atribuciones otorgadas '
al Poder Ejecutivo
como
resultado del intervencionismo del Estado provoca-
ron muchos resentimientos, mxime por el
hecho que
los gobiernos de esos
ai'ios accedieron al
poder
sobre la base de proscripciones
y
fraudes, despus
de
un
golpe
de
estado militar
en
setiembre de
1930,
el primero
de
la historia
contempornea
argeptina.
Una
evaluacin desapasionada
del perodo es,
adems, particularmente difcil debido a la indignacin causada por los
escndalos financieros centrados en las empresas extranjeras, los que por
aiiadidura, segn algunos, se
debieron
ms a indulgencia
frente
a intereses
creados que a mera corrupcin.
Sin embargo, ms
que
analizar estos problemas globales, trataremos de
centrar nuestra
atencin, en el
presente
trabajo, en el
examen
ms modesto
de la
utilizacin
de
algunos
instrumentos ortodoxos y
otros no
tan
ortodo
xos de la poltica econmica en la primera parte de la dcada del '30. Consi-
dero
necesario, tambin, efectuar una aclaracin adicional.
No
nos incumbe,
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
12/20
500
ARTURO O'CONNELL
a diterencia de ms de
un
trabajo sobre el tema, discutir la originalidad o la
capacidad tcnica con la cual se formul y llev a cabo la poltica econ
mica De la comparacin de la experiencia argentina con la de otros pases
latinoamericanos e incluso con otros pases agrarios, dentro y fuera del
Commonwealth britnico, el lector podr extraer sus propias conclusiones.
3.2. La poltica econmica durante la Depresin
La vulnerabilidad externa de la economa argentina, como
ya
se
ha
ana
lizado, determinaba lmites bastante estrechos a la autonoma de la pol
tica econmica para contrarrestar el ciclo. La Depresin se present como
un caso particularmente agudo. Paulatinamente, fue quedando en claro que
las e;xportaciones
ya
no podan ampliarse y que ~ o s mercados de capital,
por l o menos en el corto plazo, estaban, prcticamente, cerrados. No queda
ban otras opciones,
por
lo
tanto,
que reducir las importaciones ms de lo
que la misma Depresin
haba
ocasionado o bien interrumpir el servicio
del capital extranjero.
Sin embargo, la Depresin haba agudizado, simultneamente, las limi
taciop.es que la presencia de monopolios y
la
estructura triangular
de
los
pagos del pas co locaban en el camino de tales cursos de accin. Porque,
ante \sus propios problemas, el gobierno y los intereses britnicos, tambin,
haban definido
una
estrategia para salvar sus problemas de pagos externos.
Tal estrategia comportaba, en primer lugar, asegurar la repatriacin, a Gran
Bret ia, dtr las ganancias sobr inversiones en el exterior (no as al menos
con
igual
prioridad, en cuanto
al
servicio de los
ttulos
extranjeros colocados
en Londres). Y, eri
segl.l.ndo
lugar, se'pretenda
que
parte de sus industrias
en
di;ficultades pudiesen seguir colocando su produccin en otros mercados,
adems de los del Commonwealth britnico
53
~ o s puede desconocer, por lo tan to, las fuertes limitaciones
que
aco
tabatj: las iniciativas de pol tica econmica .para enfrentar la .Depresin.
Al mismo tiempo, tambin, es verdad que, seguramente, no
todo
lo ocurri
do puede ser explicado por un mero determinismo externo. Parece cierto
que el perodo previo de crecimiento activo alcanzado en un contexto de
apertura econmica
haba
impactado la forma de encarar las dificultades,
en particular, de aquellos intereses con ms capacidad de presin sobre el
go
bie1;no
de la Concordancia, surgido de las elecciones posteriores al golpe
de Estado de setiembre de 1930. El caso de la deuda externa, en el que la
Argentina fue uno de los poqusimos pases en el mundo en mantener su
s e r v i c ~ o
--aunque su interrupcin le fuera sugerida por el mismsimo gobier
no ~ i t n i c o en el contexto de las tratativas del Pacto Roca-Runciman--
,,
Vase la opinin de Henry, J. TASCA: World Trading Systems A Study
o
American and
BritishJ:::ommercial Pollcies lnternational Studies Conference, International Institute of Intellectual
Cooper:lton, Sociedad de las Naciones, Pars, 1939. Hablando de la
poltica
britnica, dice Tasca:
El fluJ'o normal del intercambio ha sido subordinado, aparentemente, a la recoleccin de la deuda
',pig. Q ~ . Aun teniendo una prioridad menor, tambin es cierto, como lo deca el Banco Central
" .. no s/,>tro:; (Argentina) deberemos seguir
importando
grandes cantidades de otros productos no slo
p :lr
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
13/20
502
ARTU. O'CONNELL
para lograr la industrializacin de
la
Argentina
en
aquellos aos. Prima facie,
sin embargo, al inducir una mejora en el balance de la oferta y la demanda
en el mercado de divisas, el control de cambios sirvi para mantener el tipo
de cambio a
un
nivel ms bajo del que hubiera alcanzado en
un
mercado
libre, haciendo de este modo ms competitivas las importaciones frente a
la
produccin interna. En realidad, se admiti ms tarde que no fue muy efecti
vo
como instrumento para restringir la importacin
56
En lo que se refiere a los niveles del tipo
de
cambio, debemos recordar
que constitua ste un tema de controversia y conflicto
entre
exportadores
e intereses rurales, por un lado, y los acreedores
por
el otro.
En
efecto,
un
tipo de cambio, digamos, alto, favoreca a los exportadores y perjudicaba
a aquellos que deseaban remitir beneficios al exterior. Estos (lltimos eran
principalmente las empresas britnicas, que, inevitablemente, gozaban del
beneplcito de los ministros de Hacienda de turno, que con un peso depre
ciado deban lidiar con una carga cada vez mayor en el servicio de la deuda
pblica. Adems, como la depreciacin haba sido usada tradicionalmente
como parte de polticas inflacionarias, los partidarios del control de
la
balanza de pagos a travs de la deflacin defendan
un
valor alto del peso.
Es as que, a pesar de los fuertes intereses de los exportadores,
se
realizaron
varios intentos de estabilizacin antes y despus de imponer el control
de cambios
57
Un clculo cuidadoso de los tipos de cambio reales demuestra que, en
realidad, hubo, en promedio, ms bien una revaluacin real que una deva
luacin del peso frente a la libra esterlina en el perodo 1930- 34 si se lo com
para al perodo 1926-29. Esta situacin se modifica con la devaluacin de
fines de 1933, de modo que el tipo real de cambio, para la libra esterlina,
en el quinquenio 1935-39, estuvo un 4 por ciento
por
encima del de 1926-
29. El promedio, para
toda
la dcada de la Depresin, est algo
por
debajo
del perodo base, aunque durante esos ltimos aos de la dcada de los '20 la
abundancia de divisas habra llevado a un cierto grado de sobrevaluacin.
La situacin con respecto al dlar es algo distinta,
ya que hubo un aumento
del 11 y 17 por ciento, respectivamente, en el tipo de cambio real, con res-
56 "
...
os permisos de divisas, adems
de
ser
un instrumento
para la restriccin
de
las impor
taciones,
tambin
se convirtieron en un
instrumento
selectivo y, sobre la base de la experiencia, se
puede afirmar que esta ltima funcin fue a menudo ms
importante
que la primerai'; vase BCRA:
Memoria Anual 1941, pg. 12.
57 En
marzo 'de 1931 y antes de introducirse el control de cambios, se
intent
e ~ t b i l i z r el peso'
durante
el pico
de
a estacin
exportadora por
medio de
la
intervencin del Banco de la Nacin. El
peso se haba
depreciado'hasta
ese momento en ms del 20 por ciento. Tal intento
no
tuvo xito,
pero
se
utiliz fum:lamentalmente para
remitir
al extranjero los saldos que se
haban
acumulado a la
espera de obtener un
tipo
de cambio ms favorable.
Cuando
se
introdujo el control de
cambios,
tuvo
bastant.:
xito
debido a la entrega obligatoria de divisas que se impuso a las firmas cerealeras. El peso
comenz a revaluarse, pero frente al clamor de los intereses exportadores, la comisin de cambios
tom la decisin de fijarlo en 3,8864 pesos por dlar hasta marzo de 1933, fecha
en
que. al devaluarse
el
dl: r se fij su valor, en francos franceses, a razn de
15,47
pesos
por 100
francos.
Los esfuerzos para lograr una estabilizacin antes de la instauracin del con1rol de cambios
st basaron, primero, en prstamos
obtenidos
de bancos norteamericanos y britnicos
(1930)
y ms
tarde, en l3 exportacin de oro (193132).
i
.
LA ARGENTINA EN LA ..,..,..t'RESION
5 3;
pecto a los aos 1926-29, para productos no rurales en el primer
y
segundo :
quinquenio de la Depresin 5
8
De ningn modo los tipos de cambio real indican una devaluacin real
de
un
orden similar a las que sugieren las cras conocidas en otros pases
latinoamericanos. El bajo ndice de la devaluacin real confirma nuestra
opinin sobre el impacto del control de cambios sobre el tipo de cambio.
Se
podra
agregar tambin que, precisamente, el tipo de productos que
se
'
importaban desde Gran Bretaa
--a un
tipo de cambio ms bajo- eran
aquellos para los cuales la Argen tina ofreca, en principio, -mejores perspec
tivas para su industrializacin.
El margen de cambios instaurado en el mercado oficial fue justificado
por
los beneficios fiscales que procuraba como compensacin de los mayores
costos del servicio, en pesos, de la deuda pblica, a raz dP. la devaluacin
decidida en forma simultnea
59
Pero, sobre todo, el margen de cambios permitira recabar los fondos
necesarios para financiar los precios mnimos para el trigo, el lino y
el
maz,
recientemente instaurados. Estos precios mnimos se fijaron exactamente en
un 20 por
ciento ms que el nivel previo a estas medidas,
es
decir,
el
mismo
aumento aplicado
al
tipo de cambio "comprador".
En
principio, po r lo tan
to,
no deba presentarse dicultad alguna para que los exportadores pudieran
pagarlo. Pero se pens que frente a estos nuevos precios, ms elevados, los
agricultores se apresuraran a colocar sus cosechas, provocando su disminu
cin. En dicho caso,
hubiE; sen
sido las empresas cerealeras las que habran
percibido los beneficios de la devaluacin, como ya h aba ocurrido en pocas
pasadas en ocasin de anteriores depreciaciones del peso. Por esta razn se
cre
un
ente, la.
Junta
Reguladora de Granos, que comprara cualquier
cantidad de granos ofrecidos al precio mnimo y lo vendera a los expor
tadores al precio vigente en el mercado
60
Ahora bien, es cierto que en el momento en que se introdu jo este esque
ma, haba una posibilidad de que, debido al estado deprimido del mercado
58
El
tipo promedio
de
importacin
para
la.
libra esterlina y el
dlar
estadounidense se ha esti
mado
sobre la base
de
la informacin sobre el rgimen de cambios aplicable en
cada
caso despus de
noviembre de
1933.
Las cifras del ndice de precios mayoristas del Reino Unido se sacaron de LEA
GUE OF
NATIONS,
op.
cit., cuadro
97.
Lo mismo para
el de
los
Estados
Unidos. Las diferencias en
las devaluaciones se debieron principalmente a
un
tratamiento discriminatorio en los tipos de cambio.
59
El
28
de
noviembre de
1933
el precio
de compra
del franco francs, sobre cuya base
se
haba
fijado el peso, se
aument
de 15,47 pesos por 100 francosa 18,36. El 20 de enero de 1934
el
precio de compra
se fij en libras esterlinas (a 1S pesos por libra), lo cual implic una devaluacin
del
20
por
ciento
El precio
de
venta se
determinaba
cada da
por
medio de remates; y comenz con
una
devaluacin de cerca del
26
por ciento. El margen
promedio entre
los tipos de compra y venta,
en
1934,
era
de l 3,87 por
ciento. A fines de
1935 el
sistema
de remate
se descart y el precio de
venta se fij en 17 pesos la libra.
60 La
Junta
no deba intentar un esquema de valorizacin, como fue tradicional en
el
Brasil con
el caf, por medio
de una
retencin deliberada de los
productos
fuera del
mercado. Tambin
Canad
y los
Estados
Unidos
haban probado
un sistema tal para los cereales. Pero no slo las autoridades
argentinas pensaban que estos
procedimientos
podan ser
infructuosos
sino
que,
en realidad,
tampoco
eran viables
debido
a la tradicional falta de espacio para almacenaje. En efecto,
como
ya hemos sub
rayado,
la Argentina se vea obligada por tal circunstancia a vender sus cosechas dentro del ao de
su
recoleccin
.
Para las operaciopes
de
la Junta vase
Revista Econmica
(versin inglesa), vol. 7, No 4,
octubre-diciembre
de
1934,
"The Grain Regulating Board and
the
Wheat Market".
-
8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf
14/20
504
ARTURO O'CONNELL
mundial de granos, nuevas cadas en los precios externqs redundaran en se-
veras prdidas para la
Junta
a pesar del modo en que haban sido reajustados
los precios iniciales. Al principio,
es
verdad, la
Junta
debi comprar el
86
por
cient6. de la cosecha de trigo (los precios del maz y del lino
se
ubicaron casi
inmediatamente
por
encima de su propio mnimo, de modo que prctica
m e n t ~ no hubo compras de maz y ninguna de lino) y vender parte
de
ella
con prdidas en los primeros meses de su funcionamiento y hasta mayo de
1934. Pero, posteriormente, con el aumento de los precios mundiales al que
hemos hecho referencia, la
Junta
comenz a dar ganancias con sus ventas,
por lo que
haCia
fines del ao las prdidas de la Junta
no
alcanzaban a
un
10
por ciento de las utilidades provenientes del margen
de
cambios
61
En consecuencia, dicho margen termin constituyendo, casi permanen
temente una medida fiscal que gravaba a los productores rurales. Algunas
veces
:se
les conceda una rebaja de tal impuesto en forma de un precio
mnimo efectivamente superior al de mercado
61
Ms
an, el papel de este impuesto, combinado con los nuevos e incre
m e n t ~ o s
aranceles, fue el de introducir
la
brecha que hemos visto surgir
entre :los precios relativos internos y los trminos del intercambio externo de
los
p ~ O d u c t o s
agrarios. Por lo tanto, la discriminacin contra los precios de la
produccin rural comenz en la dcada del '30 y no durante el gobierno de
Pern
63
Es as que, va el margen de cambios, los productores rurales no reci
bieron plenamente los beneficios de la devaluaci:p. de noviembre de 1933,
si
medimos sta
por
el tipo de cambio vendedor , o sea cerca del
26 por
cientb. Y esto a pesar de que venan sufriendo los efectos del fuerte retraso
camq,iario, dado que la tasa de cambio real para
1932
era inferior en
14
por
ciento a la de 1926-29, que
ya
era muy baja: En cambio, el grupo ms
poderoso de acreedores,
el
de los ferrocarriles ingleses, obtuvo a partir de
1936, una rebaja de
2/3
de la derencia entre los tipos
"comprador"
y ven
dedo(', lo. cual signic que
se
beneficiaron con
una
revaluacin real del
i61
lbd.
En
el
perodo desde diciembre de 1933 a setiembre de 1934, las prdidas
de.
la Junta
fueron, de 8.84/ .075 pesos y las prdidas en el servicio de la deuda pblica fueron de 24.600.000
pesos,
i
en
tanto
que las ganancias por
el
margen en la tasa de cambio fueron de 91.200.000 pesos.
Para tpdo el perodo que va de noviembre de 1933 a diciembre de 1938, las prdidas que se produ
jeron
e b i d o
a
los precios mnimos
de
os cereales slo fueron un por ciento de dichas ganancias.
Sumaqs
al
gasto incurrido por otras Juntas para la defensa de los cereales, carne, leche y al1lQdn,
esta p ~ r d i d a representa el 18 por ciento de las ganancias producidas por el margen de cambios. 'Las
prdid'as de cambio diversos ministerios aadieron
otro
48 por ciento. En
total
puede decirse que
slo 2)3 de las ganancias debidas al margen de cambio se utilizaron para el propsito original que
inspjrci su creaci n. Vase Salera, o p. cit., Ap p. cuad ro 28 y pgs. 102-111.
Por ejemplo, de'spusque Gran Bretaa impuso en 1936 un derecho de 3/4 penique por
libra
. 4 ~ .
carne -alrr,dedor de un 21-22 por ciento del equivalente ad valorem- , en la Argentina se
f\j
u.n,
precio mnimo para
el
novillo de exportacin y i /3 de la diferencia
con
el precio anterior
se
pagab4;c.on las ganancias del margen de cambios.
63 Se aceptaba corrientemente que los mrgenes de importacin haban disminuido durante la
crisi.si
;como puede inferirse analizando los cambios que se produjeron en los precios internos y exter
: 1 } ~ p ~ t n los productos importados. Por lo tanto, no poda ser sta la causa del margen entre los tr-
:;:i' .s,liei
intercambio interno y externo.
'.ll devaluacin de 1933 puede visualizarse como una devaluaci6n compe nsad a ; utilizan do
un t ~ r t 1 ) i n o de los aos
'60.
1
; : . : ~ 1
. .
LA ARGENTINA EN LA DEPRESION
505
7
por
c i e n t ~ . Eventualmente, diciembre de 1936, el margen de cambio
fue rebajado a la mitad
64
Ya .hemos mencionado que el control de cambios se utiliz, tambin,
para u na poltica de tratamiento preferencial para aquellos pases que eran
clientes importantes de los productos argentinos y entre ellos, en primer
trmino, Gran-Bretaa. A continuacin se analizar la manera en que el r-
gimen
de
cambios se us con tal fin, para luego abordar los problemas ms
amplios que se suacitaron a raz de esta poltica.
Segn los acuerdos que
se
firmaron con Gran Bretaa y con otros
pases eutopeos, a partir de mayo
de
1933, el gobierno otorgara divisas
para los pagos a dichos paSElS hasta el importe que alcanzasen sus compras de
productos argentinos (deduciendo una pequea parte para el servicio de
aquella parte
de
la deuda; pblica contrada en otros pases, principalmente
en los Estados
U ~ i d o s .
Tal monto de divisas se otorgaba a travs del mer
cado oficial, es decir al tipo vendedor oficial, excep tuando ciertos casos
como la tasa preferencial para los ferrocarriles ingleses. Para el pago de im
portaciones o
de
otros rubros con los dems pases se
deba
recurrir al
mercado lib re , siempre que en el mercado oficial
no
hubiese bastantes
divisas disponibles. En la prctica, este sistema signific que las importacio
nes desde los Estados Unidos
-que
como hemos visto se
haba
convertido en
el principal proveedor
de
la Argentina despus de 1925-- se canalizaban
principalmente a travs del mercado lib re , mientras gue las importaciones
desde Gran Bretaa muy rara vez
se
veran impedidas de recurrir
al
cambio
oficial. El mercado libre ,
un
mecanismo ideado para impedir los excesos
de importacin,
se
aplicaba nicamente a unos pocos pases, de los cuales los
Estados Unidos era el ms importante. No es
de
extraar, pues, que la
importacin de productos argentinos desde los Estados Unidos bajase desde
un 25 por
ciento en 1925-29 a
un 15
en 1934-38. La participacin que le
caba a Gran Bretaa, en cambio, en la misma poca, aument del
20 al
23
por
ciento
65
El sistema
de
preferencias que deba actuar a travs
de
la diferencia
entre tipos de ca