Download - A Cesa Tesis Aguaymanto
Marco teórico
Origen
Physalis peruviana proviene de Brasil y que ha sido domesticado en los altiplanos
de Peru y Chile. (CRFG, 1997)
El aguaymanto fue una fruta conocida por los incas y su origen se distribuye a los
valles bajos andinos de Perú y chile. (Palacios, 1993)
Physalis peruviana es originaria del Perú, crece en forma silvestre y
semisilvestres entre los 800 y 3000 msnm, y está ampliamente distribuida en la
zona andina, en la actualidad se encuentra en casi todos los altiplanos de los
trópicos y en varias partes de los subtrópicos donde se comporta como planta
anual o perenne. (Morton, 1987)
Existen dudas si la uchuva (Physalis peruviana L.) es originaria del Perú. (Legge,
1974)
Su centro de diversidad de Physalis peruviana se encuentra en México.
(Waterfall. 1967)
Clasificación taxonómica
El aguaymanto (Physalis peruviana), uchuva o también conocida como uvilla,
pertenece a la familia de las solanáceas, es decir posee características similares a
la familia de la papa, el tomate y el tabaco, aun cuando su crecimiento es
arbustivo. La clasificación taxonómica según, Cronquist (1981), citado por Alarcón
(2002) es la siguiente:
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Sub-clase: Asteridae
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae
Sub-familia: solanoideae
Tribu: Solanae
Género: Physalis
Especie: Physalis peruviana L.
Morfología del cultivo
La uchuva es una planta perenne, herbácea, arbustiva y fuertemente ramificada
que crece sin tutorado normalmente hasta una altura de 1 a 1,5 m; pero con poda
y espaldera puede llegar hasta 2,0 m o más. La planta tiene un hábito de
crecimiento indeterminado, esto significa que el desarrollo de nuevas ramas,
hojas, flores y frutos ocurre simultáneamente. Toda la planta está cubierta de una
suave vellosidad. (Fischer, 2000).
Tallo: El tallo del Physalis peruviana es herbáceo, hueco quebradizo, cubierto de
vellosidades color verde (de textura muy suave al tacto), posee en sus nudos
varias yemas de donde nace una hoja, una yema vegetativa (rama) y una yema
floral (flor), aunque tiende a lignificarse en las plantas viejas. En sus primeros
estados de vida es monopólica (forma hasta 14 hojas) y luego se ramifica
dicotómicamente (forma dos bifurcaciones consecutivas al final del tallo principal,
en cada bifurcación aparece una flor), luego el crecimiento es en forma
consecutiva (formación de nuevos nudos, donde existe una hoja, una flor y una
yema vegetativa, donde nacerá una nueva rama, en el que se repite el mismo
patrón de crecimiento). Antes de completar su crecimiento, desarrollan las ramas
laterales (la forma de crecimiento es muy similar al del tallo principal), que luego
crecen más que el tallo principal, agrandando lateralmente a la planta (este tipo de
crecimiento ayuda en la protección del suelo, contra la erosión). En corte
transversal aparece más o menos circular, con pequeños ángulos o esquinas (el
tallo principal es poliédrico de 5 lados); en algunas ramas jóvenes es triangular?.
(Medina, 1985)
La altura del tallo es variable, esto según manejo que se le dé a la planta.
Mendo & Martos (2003) mencionan que la planta de Physalis peruviana tiene bastante ramificación, se han contado hasta 28 tallos en la base de la planta.
Raíz
El sistema radical consiste en una raíz principal (raíz axonomorfa), de la que salen
raíces laterales y muchas fibrosas (La mayoría de las raíces fibrosas se
encuentran en unos 10 a 15 cm de profundidad), formando un conjunto que puede
tener un radio hasta de 0.60 m. El sistema radical profundiza hasta unos 50 a 80
cm. Sin embargo, en el manejo del cultivo las labores de trasplante destruyen la
raíz principal y lo más común es que presente una masa irregular de raíces
fibrosas. Es frecuente la formación de raíces adventicias en los nudos inferiores de
las ramas principales. (Medina, 1985)
Hojas: Acorazonadas y simples están insertadas alternamente y tienen un tamaño
entre 5 y 15 cm de largo y 4 a 10 cm de ancho. En el tallo basal se desarrollan
solamente una hoja por nudo comparado con dos en la parte reproductiva. En
buenas condiciones, una planta puede desarrollar hasta 1.000 hojas o más y su
área foliar puede llegar hasta 150 dm2 por planta y el tamaño de una hoja hasta
25-30 cm2 . Fischer (2000)
.
Flores: Acampanadas, pedunculares y hermafroditas con cinco pétalos amarillos
soldados y puntos morados en su base. (Fischer et al., 2011)
El desarrollo del botón floral demora entre 18 y 21 días. (Mazorra et al., 2006)
Observaron en el departamento de Nariño que la corola abre entre 7:00 y 10:00
horas de la mañana y cierra entre 16:00 y 18:00 horas de la tarde con una caída
de pétalos 5 a 6 días después de la apertura de la primera flor. (Lagos et al. 2008)
La polinización ocurre fácilmente por insectos o el viento (Research l, 1989)
La autopolinización es común (Gupta y Roy, 1981)
Sin embargo, encontraron que 2 días antes de la apertura floral, el polen maduró y
el estigma fue receptivo, un fenómeno que restringe la autopolinización, además
estos autores observaron que se presentó polinización mixta con un 54%
polinización cruzada. (Lagos et al. 2006)
Cáliz: Se elonga después de la fecundación del fruto cubriéndolo durante todo su
desarrollo, pierda su clorofila a partir de unos 40-45 días de su desarrollo. (Fischer
y Lüdders, 1997)
Encontraron que el cáliz juega un papel importante durante los primeros 20 días
del desarrollo del fruto referente a la formación y la translocación de carbohidratos,
especialmente sacarosa para el fruto. Además, este órgano protege el fruto contra
condiciones climáticas extremas (alta insolación, frío y granizos), daño mecánico,
enfermedades, distribuidas por el aíre, insectos y pájaros. (Fischer et al., 2011).
Dentro del cáliz hay una glándula que produce un vitanólido “withanolide E and
4β-hydroxywithanolide E”, que tiene un efecto repelente contra insectos.
(Baumann y Meier, 1993)
Frutos: Redondos (1,25 a 2,50 cm, 4 a 10 g) que contienen entre 150 y 300
semillas necesitan entre 60 y 80 días para madurar y se destacan por un
contenido alto en antioxidantes (ácido ascórbico y provitamina A [beta-caroteno]),
fósforo, hierro, proteína y fibra (Fischer ,2011).
Interesantemente, la relación entre el peso de las semillas y el peso fresco del
fruto es más alta que entre el número de semillas y el peso del fruto. (Peña, 2010).
Recientemente se ha incluido la uchuva en la lista de los “Superfrutos” por su alto
contenido de vitaminas, minerales y fibra (Superfruit, 2011).
Durante las labores de cosecha, en algunos ecotipos (Sudáfrica y Kenia) el
pedúnculo que une al cáliz, difícilmente se desprende de la planta, lo que obliga a
la utilización de tijeras, para evitar la ruptura del capacho y perder calidad en el
mercado internacional (Almanza y Espinosa, 1995).
Fases fenológicas
Germinación
Las semillas del Physalis peruviana no alcanzan su madurez fisiológica
paralelamente con la madurez fisiológica del fruto, en tal sentido estas semillas
requieren de un periodo de post-maduración de 2 a 4 meses conservados a 4 °C
de temperatura para completar su madurez fisiológica (el poder germinativo va
aumentando a medida que mayor es el tiempo de conservación). (Medina, 1985)
Encontró que el porcentaje de germinación fue de 86%, cuando las semillas fueron
conservadas a 4 ºC durante 4 meses después de la cosecha (la germinación
empezó a los 6 días y terminó a los 19 días); mientras que las semillas
conservadas a 4 ºC durante 6 meses después de la cosecha alcanzaron un
porcentaje de germinación de 92 % (la germinación empezó a los 8 días y terminó
a los 16 días). (Medina, 1985)
Proceso de germinación de la semilla de Physalis peruviana
Crecimiento de la radícula a los 8 días después de la siembra. Fuente: (Medina,
1985).
Figura 4. Crecimiento de la radícula a los 10 días después de la siembra. (Medina,
1985).
Crecimiento de la radícula a los 20 días después de la siembra. (Medina, 1985).
Crecimiento de la plúmula a los 15 días después de la siembra. (Medina, 1985).
El mayor porcentaje de germinación de semillas (93%), trascurridos 15 días se
logró con la siembra de semilla de Physalis peruviana previamente almacenada en
nevera (8 ºC) por más de cuatro meses y posteriormente sumergidas durante 24
horas en ácido giberélico en concentración de 1500 ppm , (Zapata, 2002).
Una vez extraída las semillas es importante dejarlas en reposo por lo menos dos
semanas, pues si se hace la siembra de inmediato ella demorará en germinar.
Emergencia
La humedad del suelo debe ser lo suficiente, de tal manera asegurar la
germinación de las semillas y la emergencia de las plántulas que se realizan entre
los 17 a 25 días (después de la siembra), con temperatura diurnas entre 20 a 30
ºC en promedio y si la temperatura es inferior a 20 ºC, el periodo de emergencia
se prolonga entre 5 a 12 días más. (Velásquez y Mestanza, 2003)
Desarrollo vegetativo
Floración
Research (1989) menciona que la floración ocurre aproximadamente de 65 a 75
días después del trasplante.
La floración ocurre a los 60 a 75 días de plantadas las plantas (días después del
trasplante) y la floración es muy larga (florecen a lo largo de todo el año en áreas
libres de heladas). Las flores tienen un pedúnculo corto y curvo hacia abajo, por lo
que asumen una posición pendiente. El pedúnculo presenta al centro un
engrosamiento ligero que corresponde a la superficie de abscisión, pues es muy
corriente en esta especie que un gran número de flores se caigan
prematuramente, sobre todo cuando hay estrés hídrico o bajas temperaturas.
(Velásquez y Mestanza, 2003)
Fructificación
.
Fase de fructificación a la maduración del fruto (cosecha).
Estas fases tienen diferente duración en plantas en crecimiento: Inicialmente hay
un crecimiento inicial foliar; alrededor de 2 a 3 semanas del trasplante, se inicia la
ramificación y floración; a partir de este momento, el crecimiento de hojas y flores
es continuo y alterno en cada rama, teniendo siempre las plantas hojas nuevas y
viejas, flores, frutos en crecimiento y otros madurando. (Velásquez y Mestanza,
2003)
Fructificación y cuajado 165-191 días
Producción 192-202 días. (Montalvo, 1999)
Requerimientos ecofisiológicos
Se adapta fácilmente a una amplia gama de condiciones agroecológicas, sea en
campo abierto o bajo cubierta, por ejemplo en un invernadero en Inglaterra
existieron plantas mayores a 20 años.
Luz
La radiación solar directa favorece la fructificación de la uchuva, esta fomenta la
fotosíntesis del cáliz y de las hojas adyacentes.
Reportan que la planta también crece en asociación con un bosque abierto, bajo
cierta sombra. (Verheij y Coronel, 1991)
Bajo invernadero, la uchuva tiende a un mayor crecimiento longitudinal y lateral de
las ramas en comparación con el campo abierto, donde la luz ultravioleta y la
menor temperatura restringen un desarrollo muy exuberante (Fischer, 2000).
Un fotoperiodo corto, de 8 horas por día, fomenta la inducción floral, comparado
con 16 horas, y por lo cual clasificaron la uchuva como una planta cuantitativa de
día corto. (Heinze y Midash, 1991)
Temperatura
La uchuva en Colombia crece bien con una temperatura promedio anual entre 13 y
16°C (Fischer y Miranda, 2012), mientras temperaturas muy altas (30°C)
perjudican la floración y fructificación. (Fischer y Miranda, 2012),
Como temperatura mínima (o fisiológica base) en la cual la planta de uchuva inicia
el crecimiento de tallo y la formación de nudos. (Wolff, 1991)
También se encontró 6,3°C, confirmando que se trata de una planta de clima frío.
(Salazar, 2006)
Cuando las temperaturas nocturnas se mantienen constantes por debajo de 10°C
las plantaciones de uchuva no prosperan. (Research, 1989)
Se encontró un desarrollo sumamente pobre de la planta a temperaturas de suelo
de 8°C, mientras 15 y 22°C en el medio radical causaron un crecimiento favorable
de la hoja. Las temperaturas calientes del suelo (29°C) originan un crecimiento
longitudinal de ramas muy altas, con muchos nudos y frutos, pero con hojas y
frutos más pequeños que una planta a su condición de crecimiento normal.
(Fischer, 1992)
Las heladas afectan la uchuva, especialmente el crecimiento nuevo y tierno de la
planta, pese a esta susceptibilidad, después de una helada ligera suelen ocurrir
rebrotes de las ramas basales (Fischer, 2000)
Altitud
Sitios con elevaciones entre 1.800 y 2.800 msnm son los más recomendados
para este cultivo. (Fischer y Angulo, 1999)
Observando buenas producciones entre 2.200 y 2.400 msnm, que siempre están
influenciadas por el microclima y el manejo de la plantación. Con el aumento de la
altitud, se incrementa la radiación ultravioleta y baja la temperatura, ocasionando
un porte (tallo) más bajo de la planta y hojas más pequeñas y gruesas (adaptación
a la radiación UV) lo que aplaza el primer pico de la producción. Las plantas en la
altitud mantienen un estado fitosanitario más estable, mientras a elevaciones
bajas, la incidencia de algunas plagas y enfermedades es mayor y se reduce el
ciclo de producción (Galindo y Pardo, 2010).
Agua
Se considera que las precipitaciones anuales entre 1.000 y 1.500 mm, bien
distribuidos es lo ideal y rangos de humedad relativa (HR) entre 70 y 80% para
que la planta se desarrolle bien. (Angulo, 2003)
La uchuva presenta un crecimiento indeterminado por lo que necesita suministro
de agua constante para el crecimiento vegetativo y la reproducción, especialmente
para el llenado del fruto, garantizando producciones altas. (Fischer y Miranda,
2012)
Una alta humedad durante la época de cosecha deteriora el fruto, pudiendo
estancar el crecimiento; el encharcamiento, ya sea en pocas horas, causa la
muerte del sistema radical. (Fischer, 2000).
El problema del rajado genera un gran impacto negativo sobre la calidad del fruto,
especialmente en épocas de alta precipitación (acompañadas de humedades
relativas en el aire prolongadas), también lluvias abundantes después de una
época seca presenta esta adversidad con mayor frecuencia, afectando hasta el
50% de los frutos. Para evitar el rajado del fruto, es muy importante mantener una
humedad constante, por debajo de la capacidad de campo, durante el cultivo, los
niveles óptimos de calcio, boro y magnesio, evitar los excesos de nitrógeno y
eliminar las primeras flores al inicio de la fase reproductiva (Fischer, 2005).
Durante épocas prolongadas de sequía (Fenómeno El Niño), aplicaciones
preventivas de polímeros absorbentes de agua (por ejemplo Stockosorb® o
Cosmosorb®) pueden aliviar el efecto deshidratante de la planta y, además,
garantizar un tamaño adecuado del fruto para su exportación. (Pinzón y
Rodríguez, 1999)
La uchuva no resiste mucho tiempo la falta de oxígeno de sus raíces, causado por
encharcamiento o inundación. En un estudio reciente con plantas de uchuva
sometidas a diferentes duraciones de anegamiento continuo de 0, 2, 4, 6 y 8 días
(colocadas en zanjas en las cuales se llenaron el agua hasta 5 cm por encima de
la superficie del sustrato de la maceta) se encontró que las plantas con
anegamiento de 0 y 2 días no presentaron diferencias, pero las de 6 y 8 días bajo
agua, fueron las más afectadas, presentando los valores más bajos en altura de
planta, área foliar, número de hojas, número de nudos, diámetro de la base del
tallo, pesos secos de los órganos de la planta y contenido de clorofila, con unos
síntomas marcados de marchitamiento. (Aldana y García, 2012).
Velásquez y Mestanza (2003) mencionan que la planta de aguaymanto o tomatillo
es muy sensible a la falta de agua, la planta se torna de un color púrpura
generalizado; la carencia de humedad (sequía prolongada) produce también el
fenómeno de absorción de agua de los frutos por las diferentes partes del vegetal,
dando lugar a agrietamientos de frutos o caída de los mismos; cuando
inmediatamente se riega, va cambiando de coloración a un verde normal.
(Velásquez y Mestanza, 2003)
Suelos
La uchuva prefiere suelos de estructura granular con una textura franco-arenosa
o franco arcillosa, ricos en materia orgánica (>3%), un pH entre 5,5 y 6,5, y que
no presenten resistencia mecánica a la penetración de raíces. Estos suelos
garantizan buena aireación y drenaje, permitiendo que las raíces penetren con
facilidad y dispongan de buena cantidad de agua y nutrientes para su desarrollo
(Angulo, 2005).
Los suelos con profundidades efectivas de 60 cm garantizan condiciones óptimas
para el crecimiento radical (Miranda, 2005), con niveles freáticos mayores de 1 m.
Una temperatura edáfica mínima de 15°C garantiza una buena absorción de
nutrientes y agua, y la síntesis de hormonas (citoquininas) por las raíces, mientras
la concentración de O2 en el suelo o sustrato debe ser mayor del 10% y la de
CO2 menor del 2%.
Manejo agronómico
PROPAGACIÓN
Propagación asexual (estacas)
Una ventaja de este tipo de propagación consistiría en la facilidad de la
multiplicación del Physalis peruviana. Para ello se utiliza estacas escogidas de las
mejores plantas. Menciona que por lo general, éstas tienen entre 20 y 30 cm de
longitud; se sugiere practicar en el polo basal de las mismas un corte en cruz y
eliminar 0.5 cm de corteza para estimular e inducir la formación rápida de raíces.
Con este método de propagación se acorta el período vegetativo (las plantas
florecen antes), pero al parecer producen frutos más pequeños que por
propagación sexual, se tendría que estudiar la edad del material vegetal a
propagar (de preferencia que no sea de una planta vieja).
Para este tipo de propagación es necesario que el sustrato se desinfecte, ya sea
con agua hirviendo, solarización o con agroquímicos.
(Medina, 1985) encontró que el sustrato que ha dado mayor número de esquejes
enraizados ha sido la arena con un 50% de enraizamiento y además alcanzó la
mayor longitud de raíces sin la presencia de bioestimulantes.
(Medina. 1985) obtuvo un 90% de enraizamiento usando la combinación de 200
ppm de ANA (Ácido Naftalenoacético), con 1800 ppm de BE (Bioestimulante
Ergostin), en el sustrato arena; además, recomienda usar mayores dosis de ANA y
BE.
Para el trasplante, se seleccionan esquejes enraizados que estén sanos, bien
formadas, libres de plagas y enfermedades.
La propagación mediante esquejes tiene ventajas como la precocidad de la
cosecha y frutos uniformes, aunque su enraizamiento es débil y conlleva una vida
más corta de la plantación. Con la utilización de hormonas sintéticas (AIA, IBA), se
fomenta un enraizamiento rápido. Además, el Physalis peruviana responde
fácilmente a la propagación mediante cultivos de tejidos meristemáticos usando
yemas apicales o laterales.
Propagación sexual (vía semillas)
Para la propagación sexual se utilizan semillas del ecotipo deseado provenientes
de plantas sanas, vigorosas y en plena producción (buena capacidad de
producción). Los frutos deben ser de buen tamaño y completamente maduros
(preferiblemente de los primeros frutos de la planta, que son los más grandes y
más sanos), además los frutos deben ser dulces, de buen aroma y que tengan un
color amarillo dorado brillante.
Las semillas se extraen estrujando los frutos en un recipiente con agua (se
desmenuza bien los frutos) se agita el agua y por diferencia de densidad, se
separa la cáscara, la pulpa y las semillas; siendo estas últimas las que tienen
mayor densidad (semillas maduras) las que van a ir a parar al fondo del recipiente
y con la ayuda de un colador se recepciona las semillas, se da un buen lavado con
agua del caño; luego las semillas se secan a la sombra sobre un papel o tela
absorbente. (Montero 2004)
Plagas y enfermedades
El aguaymanto puede ser atacado por una serie de plagas y enfermedades; dentro
de los primeros tenemos a los grillos, babosas y larvas de polillas, quienes
ocasionan cortaduras a nivel del cuello de la planta, comen la corteza del tallo y
también las hojas; escarabajos del género Diabrotica también atacan el follaje,
abriendo pequeños orificios en las hojas, mientras que los pulgones forman
grandes colonias en el envés foliar, provocando enrollamiento y clorosis
(Velásquez, 2003).
Según estos autores, para el caso de grillos, escarabajos y babosas, puede
procederse a la extracción manual de los mismos, o aplicando cal, ceniza, o
incluso, depósitos con residuos de cerveza; en casos como pulgones y
escarabajos también se puede aplicar insecticidas de contacto. Hongos del género
Fusarium y virus del mosaico del tabaco también suelen atacar las plantas de
aguaymanto, teniendo que controlarse los niveles de riego, para el caso del
hongo, y la remoción de las plantas infectadas en el caso de la afección vírica.
Plagas
Coleóptera – Chrysomelidae: Epitrix cucumeris, Diabrotica spp (Su nombre
vulgar es: Pulguilla): son cucarroncitos negros brillantes, su cuerpo tiene forma
oval y la cabeza y el protórax son estrechos, los ojos son moderadamente
prominentes.
Las poblaciones son favorecidas por el tiempo seco, presencia de plantas
huéspedes (hierba mora) y asocios con papa criolla. Su longitud promedio está
entre 1,6 y 1,9 mm. Se alimentan de los cogollos (brotes tiernos) y al expandirse la
hoja se observan huecos de diferentes tamaños (Jerez, 2005).
Para la detección de su daño se requiere de un monitoreo constante en fases
iniciales del cultivo. El control de esta plaga generalmente se realiza por medio
de labores culturales como un buen desyerbe y aplicación de riego, para
poblaciones altas se puede aplicar un insecticida selectivo.
Lepidóptera – Noctuidae: Heliothis sp: (Su nombre vulgar es perforador del
fruto).Los huevos son blancos redondeados, las larvas son de color oscuro, pasan
por cuatro instares, miden 1-1,5 cm cuando están jóvenes y 4-5 cm en larvas
maduras, las pupas son de color café claro, duran un período de 20-25 días, sus
hábitos de alimentación varían. Las larvas inicialmente pueden alimentarse de los
cogollos generando quemazones, pero su daño económico más representativo lo
ocasiona en el fruto (Jerez et al., 2005).
El monitoreo es fundamental para su manejo, se deben seleccionar plantas y
revisar capachos y frutos. El manejo químico de esta plaga es ineficiente, cuando
la larva esta en el interior del fruto, el control es básicamente cultural, con la
eliminación de plantas huéspedes, el uso de trampas de luz y el uso de trampas
de feromonas que han mostrado buenos resultados; el uso de Bacillus
thuringiensis también es una práctica con buena efectividad, pero el control debe
estar dirigido a los primeros instares larvales.
Acarina – Tetranychidae: Aculops lycopersici T., Taesonemus setifer,
Czenspinskia tranversostriata: la primera especie citada es la más común en los
cultivos protegidos, pero su biología, ecología y daños causados son similares,
por lo que se abordan las tres especies de manera conjunta. Se desarrolla en el
envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas
amarillentas que pueden apreciarse en el haz como primeros síntomas. Con
mayores poblaciones se produce desecación o incluso defoliación. Los ataques
más graves se producen en fase productiva, cuando los ácaros atacan el capacho
(cáliz) presentando una coloración rojiza, un arrugamiento afectando la calidad del
fruto (Jerez et al., 2005).
Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen el desarrollo
de la plaga; La eliminación de hospederos alternos, las deshierbas oportunas y
un adecuado manejo de residuos de cosecha contribuyen a disminuir sus
poblaciones.
En poblaciones altas de la plaga y en temporada de verano se realizan
aplicaciones en rotación con Spiromesifen, Clorfenapir, Abamectina y Azufre.
Enfermedades
Marchitamiento vascular (Fusarium oxysporum Schlecht): esta enfermedad
es la más importante de todas las que afectan la uchuva, alcanzado una incidencia
superior al 50%. Fusarium oxysporum es una especie anamorfica descrita por un
amplio número de criterios morfológicos, principalmente por la forma de su
macroconidia, la estructura del microconidioforo y la formación y disposición de las
clamidosporas (Gordon y Martín, 1997). Las plantas afectadas presentan
inicialmente amarillamiento y flacidez en las hojas localizadas en el tercio superior.
Al realizar cortes longitudinales tanto en el sistema radical como en los tallos y
ramas, se observa una coloración pardo rojiza en los haces conductores, mientras
que la corteza se encuentra aparentemente sana (Quevedo, 2005). El agente
causal diseminado por las herramientas de trabajo durante las labores de cultivo,
por la siembra de material afectado, por transporte de partículas de suelo en los
zapatos por contacto entre raíces de plantas enfermas con las sanas. Tiene la
capacidad de sobrevivir por mucho tiempo en el suelo, esto hace que los suelos
queden infectados e inhabilitados para ser cultivados con esta especie por
periodos continuos. Si la enfermedad se presenta en cultivos en las fases de
establecimiento o en producción es necesario reconocer los primeros síntomas,
con el fin de eliminar las plantas afectadas en forma temprana y de esta manera
evitar que las poblaciones del microorganismo se aumenten en forma
considerable. El uso de productos químicos (Dazomet 98%, Carbendazim y
Formol) en combinación con biológicos (Trichoderma harzianum, TerraVite-S21®)
no evita el desarrollo de la enfermedad en suelos contaminados, sin embargo los
productos biológicos aplicados en suelo libre del microorganismo puede estimular
el desarrollo de las plántulas y hacerlas más tolerantes al ataque del patógeno
(Obregón et al., 2007).
Muerte descendente: (Phoma sp.): es muy frecuente en ambientes que
presentan alta humedad y temperatura baja. Los síntomas de la enfermedad se
manifiestan sobre tallos, ramas, pecíolos y frutos; en los tallos y ramas ocurren
lesiones de color amarillo a cobrizo sobre la corteza, no presentan bordes
definidos y que avanzan hasta colonizar gran parte de los tejidos afectados. En
las hojas las manchas avanzan del borde hacia la zona central. En el capacho la
lesión es de gran tamaño y presenta bordes definidos (Quevedo, 2005).
Barnett (1972) describe a Phoma sp semejante a Phyllosticta como hongos
parásitos de varias partes de las plantas; presentan picnidios oscuros, ostiolados,
lenticulares o globosos inmersos en el tejido hospedante. Para su manejo, se
requiere de podas para mantener una buenacirculación del aire dentro del cultivo,
la eliminación de tejidos afectados mediante una poda sanitaria y su posterior
destrucción fuera del cultivo, la aplicación de fungicidas de acción preventiva
(tebuconazol, triadimenol, mancozeb, clorotalonil) y curativos a base de
(trifloxystrobin, propiconazol).
Mancha de la hoja y del capacho: (Cercospora physalidis Ell.): es una de las
enfermedades de mayor distribución en las zonas cultivadas por la especie. Se
presenta mayor incidencia en zonas de menor altitud; en las hojas los primeros
síntomas se manifiestan como pequeñas áreas necróticas, en algunos casos las
manchas están limitadas por las nervaduras. En el capacho, se manifiestan en
forma similar a los de la hoja, con borde definido y centros de color grisáceo, a
medida que al agente causante se desarrolla el tejido aparece cubierto de micelio
y estructuras reproductiva que le dan una apariencia negruzca, demeritando la
calidad del capacho y disminuyendo su calidad para exportación (Quevedo ,
2005).
El desarrollo de la enfermedad es favorecido por condiciones del clima en donde
se alternan períodos cortos de lluvias y días secos. La tecnología modal para su
manejo incluye el uso de fungicidas preventivos (tebuconazol, triadimenol,
mancozeb, clorotalonil) y curativos a base de (trifloxystrobin y propiconazol).
COSECHA Y POST COSECHA
Cosecha
La época de cosecha se da cuando las frutas están pintones en un40%, y el
capuchón empieza a endurecer. En la planta procesadora, las jabas deben ser
colocadas en un lugar fresco y seco con temperatura entre 8 y 12 ºC con alta
humedad relativa (90%). (Bernal, 1986)
Los frutos son cosechables cuando el color del cáliz pasa de verdea dorado-café,
normalmente después de un período de desarrollo de 60—80 días. (Legge, 1974)
El peso del fruto sigue subiendo durante todo el período de desarrollo y
maduración. (Gutiérrez, 2008)
Bajo buenas condiciones de cultivo, los frutos más grandes se obtienen en la
primera cosecha. También la más alta cantidad de frutos se alcanza en la primera
cosecha. La cosecha de una planta individual puede elevarse hasta 300 frutos.
(Ramanda, 2003)
Los rendimientos de cosecha son altamente variables, especialmente
dependiendo de los cuidados culturales realizados. En cultivos bien cuidados se
puede obtener hasta 20 - 33 t/ha. La cosecha comienza de siete a nueve meses
después de la siembra. La cosecha se realiza, dependiendo de las condiciones
climáticas en la región andina, entre marzo y junio. La cosecha se realiza en forma
sucesiva, con una recolecta de ballas cada dos a tres semanas. A diferencia de la
mayoría de las ballas, los frutos maduros pueden permanecer en la planta algunas
semanas sin que se deterioren ni caigan. Una cosecha mecanizada (con
máquinas cosechadoras) de los frutos no es técnicamente posible. Además, sólo
la cosecha manual asegura una obtención de frutos con el cáliz sin daño, el que
es decisivo para su buena comercialización. Se recomienda colocar mallas
plásticas debajo de las plantas durante la cosecha con el objeto de facilitar las
labores de colecta de frutos y evitar su contacto con el suelo. (Trinchero, 1999)
Postcosecha
Los frutos cosechados se pueden almacenar por un tiempo relativamente largo,
pero siguen madurando después de la cosecha. El proceso de maduración lleva,
incluso cuando el fruto todavía está en la planta, a un notorio aumento en CO2y en
la producción de etileno, así como a un desfase en los perfiles de pectinas y, con
ello, a un ablandamiento estructural del fruto. (Majumder, 2002)
La producción de etileno varía fuertemente en diferentes cultivares y dependiendo
del estado de madurez del fruto. Además, hay indicaciones que la producción de
etileno varía de acuerdo con la temperatura del ambiente. En experimentos se
muestra que la concentración de etileno es mayor en cosechas estivales que en
cosechas invernales (cultivo en Argentina). A través de la aplicación de etileno-
antagonistas (1-metilciclopropeno), se retraza el comienzo de la producción
climática de etileno en frutos verdes inmaduros y frutos verdes maduros,
dependiendo de las dosis de aplicación, y en frutos amarillos o anaranjados
maduros se logra disminuir la concentración. (Gutiérrez, 2008)
El tratamiento con 1-MCP no impide el proceso de pudrición de los frutos durante
el almacenamiento, pero reduce la frecuencia. Por otro lado, se ha podido mostrar
en otros frutos que, a través de un tratamiento con el regulador de crecimiento
Ethephon previo a la cosecha, se puede incrementar la solubilidad de las pectinas.
(Majumder, 2002)
El tiempo de almacenamiento de los frutos con cáliz es de. un mes, mientras que
los frutos sin cáliz son almacenables solo 4-5 días, porque al extraer el cáliz se
daña la base del fruto. (Puente, 2010)
El tiempo almacenamiento posible depende de las condiciones de cultivo, la
humedad del cáliz durante la cosecha y el tamaño del fruto. Frutos más grandes
tienden a agrietarse. El daño o remoción del cáliz impide el almacenaje. En un
recipiente sellado en atmósfera seca, los frutos se mantienen por unos meses,
bajo una temperatura de 2 °C pueden ser almacenados por cuatro a cinco meses;
sin embargo, bajo esas condiciones pueden eventualmente aparecer infecciones
fúngicas como Penicillium o Botrytis. (Ramadan, 2003)
Los frutos deben encontrarse sanos, limpios y libres de suciedad, tierra, hongos e
insectos, antes de proceder a su clasificación, de acuerdo a su tamaño y
cualidades, descartando los frutos dañados y sin el color adecuado. En el
momento del envasado debe tenerse en cuenta la uniformidad de los frutos, que
sean todos del mismo origen, variedad, color, categoría y calibre. Los envases
deben brindar suficiente protección al producto, para garantizar la manipulación,
transporte y conservación de los frutos. (Araujo, 2007)
Rendimientos
Los rendimientos de cosecha son altamente variables, especialmente
dependiendo de los cuidados culturales realizados. En cultivos bien cuidados se
puede obtener hasta 20t/ha. (Salazar, 2008)
Usos
(Research, 1989) menciona que los frutos del Physalis peruviana llevan ya
prestigio en algunos mercados internacionales. Los europeos, por ejemplo, pagan
a menudo precios superiores para sumergirlos en chocolate o para adornar las
tortas y los queques. Tiene un futuro como fruta fresca para exportación.
Igualmente, de los frutos del Physalis peruviana se hacen conservas excelentes;
de hecho, en la India, se lo conocen comúnmente como “fruta de conserva”. Los
frutos del Physalis peruviana también se utilizan en la elaboración de salsas y
guisos para las carnes y los mariscos, y le agrega un sabor intrigante a los postres
y a otras frutas.
Solamente las frutas maduras deben ser comidas. Aunque no se ha determinado
que puede haber glucósidos tóxicos en la fruta inmadura. (Research, 1989)
Un uso que no ha sido o al menos no se ha difundido es el helado de aguaymanto
(ya que el fruto congela bien). Actualmente, para los productos procesados, se ha
desarrollado maquinaria para descascarar la fruta. (Research, 1989)
Según (Research, 1989) menciona que el jugo del Physalis peruviana maduro
tiene altos contenidos de pectinaza, lo que disminuye los costos en la elaboración
de mermeladas y otros preparados similares.