Download - ABSCESOS PERIODONTALES
ABSCESOS PERIODONTALES
Un absceso periodontal es una infección purulenta localizada en los tejidos periodontales que puede
ser una manifestación clínica en pacientes con periodontitis moderada o severa. Se caracterizan por
inflamación, supuración, enrojecimiento, extrusión del diente implicado y diente sensible a la percusión.
A veces aparece una ligera elevación de la temperatura
Los abscesos periodontales pueden ser agudos o crónicos:
El Absceso Periodontal Agudo: Aparece como una elevación ovoide de la encía al costado de la raíz.
La encía se encuentra edematosa y roja, con superficie lisa y brillante. Son variables la forma y
consistencia de la región elevada.
En la mayoría de los casos es posible que el pus se expulse del margen gingival con presión digital
suave.
El Absceso Periodontal Agudo se presenta con síntomas como dolor pulsátil, irradiado, sensibilidad
exquisita de la encía a la palpación, sensibilidad del diente a la palpación, movilidad dentaria,
linfadenitis y, con menor frecuencia, efectos sistémicos como fiebre, leucocitosis y malestar general. En
ocasiones, el paciente tiene los síntomas de un absceso periodontal agudo sin que haya lesión clínica
notable o cambios radiográficos.
El Absceso periodontal Crónico: suele aparecer como una fístula que se abre en la mucosa gingival
en alguna parte a lo largo de la raíz. Puede haber antecedentes de exudado intermitente. El orificio de
fístula puede aparecer como una abertura puntiforme difícil de detectar, la cual, al sondearla, revela un
trayecto fistuloso en la profundidad del periodoncio. La fístula puede estar cubierta con una masa
discoide, pequeña y rosa, de tejido de granulación. Por lo regular, el absceso periodontal crónico es
asintomático. No obstante, el paciente se queja de episodios de dolor apagado y persistente, elevación
ligera del diente y un deseo por morder sobre el diente y rechinarlo. Con frecuencia, el absceso
periodontal crónico sufre exacerbaciones agudas, con todos los síntomas correspondientes.
Los Abscesos se pueden clasificar en:
Absceso Gingivial : lesión localizada, dolorosa. rápidamente expansiva que afecta al margen gingival o
a la papila interdental. Suele ser una respuesta inflamatoria aguda de la encía a un cuerpo extraño
introducido en la encía.
Un absceso periodontal: Acumulación localizada de pus en la pared gingival de una bolsa periodontal
que origina la destrucción de la inserción de fibras colágenas y la pérdida del hueso alveolar
adyacente. Suele estar asociado a la existencia de bolsas periodontales tortuosas, furcas afectadas o
defectos infraóseos.
Un Absceso Pericoronal: . Acumulación localizada e pus sobre el tejido gingival que rodea la corona
de un diente que no ha erupcionado completamente generalmente en la zona del tercer molar inferior.
El tejido gingival aparece rojo e inflamado y los pacientes pueden encontrar dificultades para tragar.
Diferenciación:
Absceso Periodontal y Absceso Periapical: Es posible usar como guía varias características a fin de
distinguir un absceso periodontal de uno periapical. Si el diente no tiene vitalidad, es muy probable que
la lesión sea periapical. Sin embargo, un diente que ya estaba desvitalizado puede tener una bolsa
periodontal profunda que se absceso. Asimismo, una bolsa periodontal profunda tiene la capacidad de
extenderse hasta el ápice y causar afección y necrosis pulpares.
Es probable que un absceso apical se difunda hacia el margen gingival, a lo largo de la raíz. No
obstante, cuando desde el margen gingival es posible hacer el sondeo directo de una lesión única que
afecta ápice y superficie externa de la raíz, lo más probable es que la lesión se haya originado en un
absceso periodontal.
A veces, los signos radiográficos son útiles para establecer la diferencia entre una lesión periodontal y
otra periapical (cap. 31), pero en los abscesos periapicales y periodontales agudos incipientes no se
encuentran cambios radiográficos. Es común que una zona radiolúcida en la superficie lateral de la raíz
lleve a pensar que se trate de un absceso periodontal, en tanto que la rarefacción apical insinúa un
absceso periapical.