ANTROPOLOGÍA CÁTEDRA PEGORARO
Primer cuatrimestre 2016
Módulo III
Teorías de la evolución biológica y
proceso de hominización
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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Contenidos
De qué hablamos cuando hablamos de evolución (pp.3 a 14)
Cristina Bellelli, Vivian Scheinsohn y María C. Di Fini
http://www.cbc.uba.ar/dat/catedras/garreta/trama_cultural_10.pdf
Antes de Darwin - La clasificación linneana - Darwin y su época - ¿Qué son los
fósiles? - Darwin en Tierra del Fuego - Las innovaciones de Darwin: selección
natural y evolución sin dirección - ¿Qué cosa es una especie? - Después de
Darwin - ¿Cómo se transmite la herencia? - Variabilidad, azar y tiempo en el
proceso de especiación - Teoría Sintética y Teoría de los Equilibrios Puntuados -
La historia sin fin - La evolución como proceso y como teoría.
Apéndice con imágenes (pp. 15 y 16)
Los humanos: un instante en la historia de la vida. Herramientas para la
compresión del proceso de hominización (pp. 17 a 39)
Alejandro A. Acosta, Mariana Carballido Pablo M. Fernández
http://www.cbc.uba.ar/dat/catedras/garreta/trama_cultural_09.pdf
Introducción - Naturaleza del proceso evolutivo humano - Enfoque
interdisciplinario en el estudio de la evolución humana - Evidencias fósiles y
arqueológicas - Los primeros pasos
Cerebros más grandes - El Homo erectus - Los Homo sapiens arcaicos: hacia los
humanos modernos - Los Neandertales - El Homo sapiens anatómicamente
moderno - Comentarios finales – Glosario.
Tres facetas de la evolución (pp. 40 a 42)
Stephen Jay Gould
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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De qué hablamos cuando hablamos de evolución
Cristina Bellelli, Vivian Scheinsohn y María C. Di Fini
http://www.cbc.uba.ar/dat/catedras/garreta/trama_cultural_10.pdf
Si a cualquier persona le preguntan quién es el autor de la teoría más divulgada
sobre la evolución biológica contestaría sin dudar: Darwin. En 1859 este científico
británico publicó su libro "El Origen de las Especies" que, sin dudas, sentó las
bases de la que se conoce como Teoría de la evolución. Sin embargo, lo que pocos
saben es que el concepto de evolución es anterior a Darwin. Para poder determinar
con precisión qué es lo que cambió Darwin es necesario revisar brevemente qué
pasó antes de la formulación de su teoría.
Antes de Darwin
La evolución, como concepto que une a todos los seres vivos se puede rastrear a
partir de los filósofos presocráticos. La emergencia de la filosofía aristotélica y su
prolongación durante la Edad Media frenó las concepciones evolutivas gestadas
por los presocráticos. Durante este período primó la idea de que toda la fuente de
sabiduría y verdad estaba en los escritos sagrados. Así, todos los animales y
plantas que estaban sobre la tierra habían sido creados por Dios de una vez y para
siempre. Sin embargo, los pensadores medievales alcanzaron a percibir lo que se
dio en llamar "cadena de los seres" que establecía una clasificación de los seres
vivos según su grado de perfección, estando los seres humanos en el grado más
alto. Cada organismo permanece en su lugar dentro de esa cadena, no hay
cambios de ningún tipo y están aislados entre sí.
Las ideas evolucionistas resurgen, luego del Renacimiento, con la ciencia
moderna. A mediados del siglo XVIII, Linneo sienta las bases de la taxonomía
moderna, la cual sirve para clasificar a cualquier ser viviente del planeta (véase el
siguiente recuadro). La preocupación de los europeos por clasificar las nuevas
plantas y animales que encuentran en los territorios incorporados como colonias a
partir del siglo XVI impulsó esta necesidad de sistematizar el conocimiento de los
seres vivos.
La clasificación linneana
Según el esquema planteado por Linneo cada especie recibe un nombre científico
(siempre en latín) integrado por dos términos: el primero indica al género y el
segundo a la especie Así por ejemplo, Felis domestica (el nombre científico del
gato) indica que el animal del cual estamos hablando pertenece al género Felis,
siendo de la especie domestica. Si en cambio hablamos de Felis concolor (nombre
científico del puma) sabemos que estamos hablando de un animal que es del
mismo genero que el gato pero de especie distinta. A su turno, los géneros se
pueden clasificar en familias, las familias en órdenes, los órdenes en clases, hasta
llegar a las categorías más abarcadoras como los phylum.
Si tomamos por ejemplo el caso de los homínidos, vemos que nuestra
clasificación, dentro del esquema linneano sería:
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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Phylum: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Primate (incluye a los prosimios, simios, monos y humanos)
Familia: Hominidae (incluye a nuestros antepasados más antiguos)
Género: Homo
Especie: sapiens (y también habilis, erectus, etc)
En el siglo XVIII Jean Baptiste Lamarck es el primero en formular una teoría de
la evolución orgánica que es conocida bajo el nombre de transformismo. La teoría
de Lamarck se basa en dos hipótesis:
1) Herencia de los caracteres adquiridos: el ejemplo clásico de lo que sostenía
Lamarck es el de la jirafa. Las jirafas ancestrales tenían cuello corto. La necesidad
de alcanzar las hojas más altas de los árboles las llevó a "estirar" su cuello
progresivamente. Ese carácter se transmitió a sus descendientes y así quedó
fijado.
2) Tendencia de los organismos hacia la perfección constante. Sin embargo, al
sostener la herencia de los caracteres adquiridos, Lamarck rompe el fijismo de la
"cadena de los seres": ahora hay transformación de una especie a otra.
Darwin y su época
En 1798, el reverendo Thomas Malthus publica su "Ensayo sobre el principio de
la población" en el que relaciona crecimiento de la población con disponibilidad
de alimentos y advierte que si bien la población humana se incrementa a un ritmo
que sobrepasa al de la producción de alimentos poniendo en riesgo la
supervivencia de los habitantes de la Tierra, factores como guerras, enfermedades,
pobreza (con su secuela de mortandad) contribuyen a mantener un cierto
equilibrio entre población y recursos. Este tratado ejercerá gran influencia sobre el
pensamiento de Darwin que extenderá su aplicación a todas las especies vivas
para esbozar el mecanismo de la "selección natural" (con las nociones básicas de
lucha por la existencia y supervivencia del más apto) como fuerza impulsora de la
evolución de las especies. Pero faltaba aún un paso importante para dar forma a su
teoría: el proceso evolutivo requería una revisión en la escala del tiempo utilizada
para datar la antigüedad de la Tierra.
Para el momento en que Darwin escribe su libro ya eran numerosos los hallazgos
de fósiles de animales extintos. Los creacionistas que sostenían que los seres
vivos habían sido creados por Dios de una vez y para siempre, explicaban este
hecho sosteniendo que los animales extintos correspondían a creaciones anteriores
a la que estábamos viviendo. Según la doctrina creacionista, apoyada en la Biblia,
la creación actual había ocurrido el 23 de octubre del año 4004 antes de Cristo. De
esta forma, no había conexión posible con esos animales. La teoría de Lamarck
insinuaba una posible relación entre los fósiles y los animales actuales. Sin
embargo, esto no alcanzaba para que las doctrinas creacionistas se dejaran de
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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lado. Para ello faltaba un cambio más profundo que va a ser incorporado a través
de la obra de Lyell.
Charles Lyell es considerado el padre de la geología moderna. El cambio de
mentalidad que introduce y que va a dar lugar a la teoría darwiniana pasa por el
principio de uniformidad. Según este principio sólo se pueden explicar los estratos
geológicos a partir de procesos que se dan en la actualidad. Vale decir, si ahora
vemos actividad volcánica podemos sostener que esa actividad se dio en el pasado
y podemos explicar ciertos estratos geológicos como originados en la actividad
volcánica. Pero si no se registran catástrofes del tipo que sostenían ciertos
creacionistas —de tal magnitud que destruían toda una "creación"— no podemos
sostener que éstas se dieron en el pasado.
Al criticar la existencia de catástrofes de gran magnitud, Lyell permite ampliar la
escala temporal de la vida en la tierra, estableciendo la idea de que los procesos
naturales se desarrollaron a lo largo de millones de años. Lyell no creía en
catástrofes geológicas de grandes dimensiones: si las especies se extinguían lo
hacían en condiciones totalmente banales, como cambios climáticos localizados
en pequeñas áreas geográficas. El trabajo de Lyell fue el que abrió el camino para
Darwin.
¿Qué son los fósiles?
“Las especies son el resultado de una serie única de eventos evolutivos
Y aunque podamos reconocer a nuestros parientes por medio de la
comparación de nuestra estructura con la de aquellas especies que nos
rodean, sólo el registro fósil nos puede revelar los detalles precisos de
nuestra historia biológica. Entonces ¿qué son los fósiles?
Técnicamente, un fósil puede ser cualquier evidencia de la vida del
pasado (tales como las huellas de los pies o las impresiones de las
raíces de los árboles o los nidos de avispas), pero en la práctica, el
registro fósil humano consiste casi completamente de huesos y dientes.
Son los tejidos más durables del cuerpo, aquellos que se preservan
mejor.
No es fácil llegar a fósil. El proceso comienza con la muerte de un
animal cuando su cuerpo queda inmediatamente a merced de los
predadores y carroñeros. Estas criaturas lo desmembrarán, consumirán
o se llevaran algunas partes y ésta es una de las razones por las cuales
rara vez se encuentra un esqueleto fósil completo. En efecto, las restos
fósiles de un animal raramente se encuentran en el lugar donde cayó, es
más común hallarlo en los lugares donde el agua u otros animales los
depositaron.
Suponiendo que no hayan sido comidos completamente, los huesos
luego deben escapar a la meteorización (destrucción producida por la
exposición a los procesos climáticos) que puede darse antes de que sean
cubiertos por la acumulación de sedimentos. Estos sedimentos, que a su
turno pueden convertirse en rocas de diversas durezas, deben ser de una
clase que no destruya a los huesos como lo hacen las rocas o
sedimentos ácidos El mejor lugar para encontrar fósiles de vertebrados
terrestres, desde dinosaurios hasta humanos, son las rocas que se
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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conforman a partir de la depositación rápida de sedimentos en las
márgenes de lagos o en las planicies de inundación de los ríos. Una vez
que los huesos se han incorporado a un estrato geológico, éste no debe
sufrir modificaciones significativas tales como las ocasionadas por
fracturas o disolución de sedimentos (debidas a la deformación o a la
presión). Durante su permanencia en las rocas, los materiales orgánicos
originales que conforman los huesos y los dientes (como el colágeno)
son reemplazados en mayor o menor grado, generalmente por
minerales que se infiltran en ellos a través del agua que pasa por los
sedimentos. Así los huesos dejan de ser huesos y se convierten en
rocas: se fosilizan.
Las rocas sedimentarias de todo el mundo contienen fósiles pero los
fósiles deben ser encontrados. Para que esto suceda, la erosión tiene
que actuar sobre las rocas o sedimentes que los rodean y exponerlos a
la superficie de la tierra. Así también los fósiles mismos, pueden ser
erosionados a partir del momento en que quedan expuestos al viento y
al clima. Finalmente debe darse el caso de que alguien que sepa
reconocer fósiles llegue en el momento crítico en que el fósil es visible
en la superficie terrestre pero todavía no ha sido destruido. Por lo tanto
sólo la fracción más pequeña de todos los vertebrados que alguna vez
vivieron el la tierra pueden ser conocidos a través de sus fósiles.
(Traducido de Tattersal, 1993; capítulo 5).
Charles R. Darwin (1809-1882) estudió medicina en Edimburgo. Más tarde,
desilusionado de la ciencia médica, pasó a Cambridge donde estudió religión. Por
esa época, trabó amistad con el geólogo Segdwick y el botánico Henslow. Este
último le proporcionó la oportunidad de formar parte del equipo de la Beagle,
corbeta comandada por el capitán Fitz Roy cuya misión era efectuar una serie de
expediciones alrededor del mundo. A los 23 años Darwin integró la expedición en
calidad de naturalista no retribuido. Este viaje se efectuó entre 1832 y 1836 y se
cristalizó en un libro: "Viaje de un naturalista". Con la Beagle, Darwin estuvo en
las islas Canarias, Cabo Verde y Saint Paul, en Brasil (San Pablo y Río de
Janeiro), en Uruguay y Argentina (realizando expediciones al interior desde
Buenos Aires y Bahía Blanca), en la Patagonia y Tierra del Fuego, en el estrecho
de Magallanes, tierras chilenas y peruanas, pasó los Andes, estuvo en las
Galápagos y tomó contacto -en el Pacífico- con Tahití, Nueva Zelanda y
Australia, antes de regresar a Inglaterra.
Al volver de ese viaje logró ser nombrado secretario de la Royal Geological
Society donde trabó amistad con Charles Lyell y fue influenciado por sus ideas.
Basándose en los trabajos de Lyell, los datos que había obtenido en su viaje en la
Beagle y la observación de los métodos utilizados para la crianza de animales
domésticos, Darwin publicó en 1859 El origen de las especies, donde expuso su
teoría.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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La innovación de Darwin no consistió en la idea misma de evolución, que ya
estaba presente desde los tiempos de Lamarck, sino en definir el mecanismo que
guía a la evolución: la selección natural.
Darwin en Tierra del Fuego
Si bien Darwin fue el más grande pensador evolucionista de su tiempo, sus
observaciones con respecto a los humanos no están despojadas de etnocentrismo,
lo que es coherente con el pensamiento victoriano de entonces. En el diario de
viaje que escribió mientras navegaba en la corbeta Beagle quedan claras sus
opiniones con respecto a los indígenas de Tierra del Fuego.
En la nota correspondiente al 17 de diciembre de 1832, Darwin dice: "La lengua
que hablan estas gentes no puede, tal como nosotros entendemos el lenguaje,
considerarse articulada. EI capitán Cook dice que suena como si hicieran gárgaras,
pero no creo que ningún europeo produzca un sonido tan áspero, gutural y
penetrante cuando las hace".
En la nota del 25 de diciembre hay nuevas referencias sobre los aborígenes: "Al
mirar estas pobres gentes raquíticas, con la cara grotescamente embadurnaba de
blanco, la horrible mueca de su expresión, su piel grasienta y llena de mugre, el
cabello enmarañado, sus voces estridentes y sus violentos ademanes se hace difícil
creer que son nuestros semejantes y habitan en nuestro propio mundo"
Las innovaciones de Darwin: selección natural y evolución sin dirección
Selección natural:
Para Darwin los organismos son variables. Por ejemplo, todos los seres humanos
pertenecemos a la misma especie pero no hay dos individuos que sean
exactamente iguales. Si bien en la época de Darwin se desconocía que la herencia
dependía de los genes, se sabía que ciertos rasgos de los padres eran heredados
por los hijos. Por otra parte nacen más organismos de los que son capaces de
sobrevivir. Los que presentan rasgos que no son ventajosos en un determinado
medio mueren, mientras que los que sobreviven logran reproducirse más. Por lo
tanto en la población en la que los caracteres de esos padres exitosos pasan a sus
hijos, cada generación será ligeramente diferente de la anterior y estará un poco
mejor adaptada a las condiciones prevalentes.
En relación con esto, Ian Tatersall (1993) expone el más famoso ejemplo: el de la
mariposa nocturna moteada Biston betularia que vive en el norte de Inglaterra.
Normalmente tiene colores pálidos y es difícil verla en medio de los líquenes que
cubren los árboles en los que se posa. Su coloración la protege de los pájaros que
se alimentan de ellas. Las mariposas que ocasionalmente tienen colores más
oscuros, en cambio, son localizadas instantáneamente por los pájaros y eliminadas
de la población. Sin embargo, a partir del inicio de la Revolución Industrial hasta
la firma del Acta por el Aire Limpio de los años '70 la polución en el norte
industrializado de Inglaterra ennegreció los árboles. Sobre el fondo tiznado de los
árboles ahora se destacaban las mariposas blancas y por ello la variante oscura se
volvió más común durante este período y las mariposas blancas fueron eliminadas
por sus predadores en cada generación en la que aparecían.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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La selección natural opera como un árbitro que elige cuáles son los organismos
que van a sobrevivir. Darwin tomó esta idea a partir de las operaciones que hacen
los criadores de ovejas, vacas u otros animales domésticos para crear nuevas
variedades. Si querernos obtener una vaca que dé más carne tomaremos los
ejemplares más robustos que tenemos y los cruzaremos entre sí de manera de dar
lugar -a través de sucesivas generaciones- a una variedad o raza más robusta. El
criador realiza una selección artificial. Darwin proponía que en la naturaleza no es
una persona quien realiza esa selección sino una serie de factores naturales.
Evolución sin dirección:
Otro factor innovador de las ideas de Darwin fue el de despojar de toda dirección
a la evolución. En su época el término evolución estaba muy asociado a la idea de
progreso y perfección, tema que se arrastraba ya desde la "cadena de los seres".
Darwin, en cambio, consideraba que la evolución no tenía dirección: no se dirigía
hacia lo más perfecto (o lo más imperfecto) sino que tenía que ver con la
adaptación de ciertos organismos a condiciones cambiantes. Por ello, para
despojar a su teoría de toda idea de progreso, antes que de "evolución", Darwin
prefería hablar de "descendencia con modificaciones", tema que retomaremos al
final de este capítulo.
Si bien las ideas de Darwin fueron resistidas -entre otras razones por haber puesto
en jaque a las llamadas "verdades bíblicas", por desmentir a la jerarquía religiosa
y por oponerse al creacionismo, la doctrina en boga del momento-, pronto
conquistó numerosos adeptos en el ámbito científico (como Thomas Huxley) que
le dieron su apoyo. Sin embargo, hay que destacar que la oposición fue lo
suficientemente fuerte como para que Darwin no se expidiera sobre la evolución
humana si no hasta 1871 con su obra "El origen del hombre".
En resumen, para Darwin la evolución es un proceso que consta de dos pasos:
1) Variabilidad inicial, que se da de manera azarosa (las mariposas pueden ser
blancas o negras).
2) Selección natural (ciertas razones ambientales hacen que, en un momento
dado, sobrevivan las mariposas negras en vez de las blancas).
Para esta teoría, los procesos que causan pequeños cambios en la escala de
observación humana se acumulan a gran escala produciendo grandes cambios. La
acumulación de grandes cambios produce nuevas especies.
¿Qué cosa es una especie?
Cuando intentamos definir qué es una especie nos encontramos con algunas
dificultades: por un lado, es una clasificación basada en características comunes a
un grupo de individuos y como tal es un recorte que desde el conocimiento
científico se le impone a una porción de la realidad; por otro lado, "las especies
tienen una 'realidad' a través del tiempo que se equipara a su distintividad en un
momento dado" (Gould 1980: 181). El nacimiento de una nueva especie a partir
de una especie ancestral, es un proceso lento y gradual que procede por la
acumulación de variaciones y requiere de amplias escalas de tiempo, según la
versión darwiniana. O puede ser una transformación rápida entre estados estables,
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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de acuerdo a la Teoría de los Equilibrios Puntuados, que veremos más adelante.
Teniendo en cuenta que aún cuando hablamos de transformación rápida nos
estamos refiriendo a períodos de centenares o miles de años, para especies que
pueden durar millones de años, esta duración en el tiempo hace que las especies
sean percibidas como entidades fijas y discretas.
Según la definición más utilizada por los biólogos, una especie es una población o
un grupo de poblaciones naturales, cuyos miembros pueden cruzarse entre sí pero
no pueden (o no lo hacen habitualmente) cruzarse con miembros de otras
poblaciones (ver el recuadro al final de este punto).
Cuando Darwin formuló su teoría sobre la evolución de las especies no se conocía
aún la existencia de los genes y el concepto de herencia se equiparaba al de
mezcla. Es decir, si se cruzaban dos individuos con características diferentes para
un mismo rasgo (color de ojos, estatura, o tamaño de nariz) se esperaba que sus
descendientes presentaran un aspecto intermedio para ese rasgo dado. Por lo tanto,
si se cruzaba un animal blanco con otro de color negro, el producto resultante
debería ser un animal de color gris. Esta deducción no parecía satisfactoria: si el
mecanismo de mezcla de los caracteres fuese cierto, las características de los
rasgos de una población dada (de animales o plantas) irían diluyéndose con el
suceder de las generaciones hasta desaparecer, hecho que no se verificaba en la
realidad. La transmisión de determinados rasgos a la descendencia parecía seguir
otras reglas: algunos aparecían en la primera generación de hijos y otros
desaparecían para volver a aparecer saltando una o varias generaciones. Por otro
lado, según la teoría de la evolución de Darwin, el proceso de especiación requiere
la posibilidad de variabilidad genética y que dicha variabilidad sea heredable, es
decir, que pueda transmitirse de una generación de progenitores a sus
descendientes.
"Los paleontólogos han enfrentado una gran dificultad desde el mismo momento
en que se constituyó la ciencia, en el siglo XVIII. Esta consiste fundamentalmente
en que el origen de una nueva especie no necesariamente involucra cambios en su
esqueleto que es lo único que se fosiliza. Para que se produzca la especiación (el
proceso por el cual aparecen nuevas especies) es necesario el aislamiento
reproductivo entre poblaciones que originalmente pertenecían a la misma especie
ancestral. La especiación se da cuando un cambio genético de alguna clase impide
que los miembros de una población procreen exitosamente entre sí. Es un evento
genético que no necesariamente tiene que ver con cambios anatómicos En los
mamíferas la incompatibilidad genética dentro de una población surge a partir de
una división ocasionada por una barrera geográfica o ecológica. Por otro lado,
también se producen cambios anatómicos dentro de poblaciones que se cruzan
libremente, lo cual puede ser ventajosa si esos cambios son producto de la
selección natural El resultado es que la especiación; a veces se da en ausencia de
cambios anatómicos apreciables, aún dentro de largos periodos de tiempo,
mientras en otros usos las poblaciones acumulan grandes cantidades de
variaciones anatómicas sin que haya especiación.
Los fósiles, por supuesta, hace rato que dejaron de reproducirse Todo lo que
tenemos que hacer para decidir a qué especie pertenece un fósil es determinar su
antigüedad, su localización y su anatomía. Ya que la diferenciación de especies y
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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el cambio anatómico no son la misma cosa, frecuentemente hay desacuerdo acerca
de si un conjunto de fósiles corresponden a una o más especies".1
Después de Darwin
A mediados de la década del '30, surge la Teoría Sintética de la evolución. Dicha
teoría parte de los postulados de Darwin y de la incorporación de los
conocimientos provenientes de la genética.
¿Cómo se transmite la herencia?
Nuestra experiencia cotidiana muestra que, si bien los componentes de una
familia, presentan ciertas semejanzas que nos permite reconocerlos como parte
integrante de un grupo emparentado, sin embargo, los hermanos no son idénticos
entre sí (exceptuando el caso de gemelos), y, tampoco son iguales a sus padres.
Esta constatación plantea el problema de la transmisión de los diferentes rasgos
hereditarios: qué es lo que se transmite biológicamente de padres a hijos, y cuál es
el rol jugado por las condiciones ambientales a la hora de determinar y fijar ciertas
características?
Para entender el mecanismo de la herencia tenemos que comenzar por distinguir
los distintos elementos que intervienen en el proceso.
En 1900 se redescubren los trabajos de Gregor Mendel sobre la transmisión
hereditaria de distintos caracteres en plantaciones de guisantes (arvejillas). Las
1 Traducido de Tattersall, 1993, capítulo 5.
Leyes de Mendel establecen, en primer lugar que la herencia se transmite a partir
de partículas elementales discretas (luego llamados genes), y que el resultado final
no es una mezcla de los rasgos de ambos progenitores.
A partir de sus observaciones, Mendel enuncia dos de las leyes fundamentales de
la herencia biológica:
1) La ley de segregación de los caracteres: en los individuos, los genes existen en
pares, al formarse las células sexuales, los pares se dividen, cada gen se segrega
del otro miembro del par y pasa a formar parte de un óvulo o un espermatozoide
diferente, es decir, que cada célula sexual tiene un solo gen de cada clase; y
2) El principio de la distribución independiente: en el caso de que existan dos o
más genes codificados para actuar sobre determinados rasgos (en este caso, cada
unidad es conocida como "alelo" de dicho gen), en el proceso de formación de las
células sexuales, los alelos del gen para una característica dada se segregan
independientemente de los alelos del gen para otra característica dada de ese
mismo rasgo.
En el caso de la reproducción sexuada (de la cual participamos los humanos) el
nuevo individuo se produce a partir de la unión de las células sexuales (óvulo y
espermatozoide) en el momento de la fecundación. Los responsables de la
transmisión de los rasgos que se heredan de padres a hijos son los genes alojados
en los cromosomas que se encuentran en el núcleo de las células sexuales. Un gen,
por lo tanto, es la unidad esencial de la transmisión de la herencia.
El conjunto de genes heredados del óvulo y del espermatozoide, conforman el
genotipo del nuevo individuo y están agrupados en pares de alelos, (cada unidad
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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del par aportada por cada uno de los progenitores). Los genes actúan sobre
determinados rasgos: color de pelo, de ojos, piel, estatura, grupo sanguíneo, etc.
Pero, como podemos observar, en los descendientes no se manifiestan por igual
todos los rasgos heredados de los padres. Los rasgos que se expresan en el nuevo
individuo, constituyen su fenotipo. Cuando un rasgo se expresa en el fenotipo, se
dice que el gen que determina esa característica es dominante con relación al gen
aportado por el otro progenitor, que no tiene expresión a nivel fenotípico y del que
se dice que es recesivo para dicha característica.
Recapitulando: el genotipo, entonces, está constituido por el pool genético que un
individuo hereda de sus padres; el fenotipo, en cambio, es la manifestación
externa del organismo, y es el resultado de la acción entre los genes y el ambiente.
Por ejemplo, un individuo predispuesto a la obesidad por características genéticas,
puede mantenerse delgado si se somete a dieta, o puede darse, también el caso
inverso.
Variabilidad, azar y tiempo en el proceso de especiación
El cambio evolutivo que conduce a la formación de nuevas especies, conocido
como macroevolución, es el mecanismo estudiado por Darwin y al que él llamó
"descendencia con modificaciones". La existencia de variabilidad entre los
individuos que componen una población, es la condición indispensable para que
actúe la selección natural, favoreciendo la supervivencia, y por lo tanto,
asegurando la eficacia reproductiva de aquellos que en su pool genético portan
variaciones favorables para desarrollar su vida en ambientes determinados. Por lo
tanto, la selección natural es un mecanismo "oportunista": actúa sobre
modificaciones genéticas ya existentes, no produce por sí misma modificaciones.
Las fuentes de esta variabilidad genética pueden ser diversas:
a) Recombinación cromosómica: se produce por intercambio de material genético
entre cromosomas en el momento de formación de las células sexuales. Un
cromosoma puede romperse en el proceso y un fragmento adicionarse a otro
cromosoma.
b) Mutaciones: son alteraciones genéticas que pueden producirse por errores en
las moléculas de ADN que forman los cromosomas, provocando cambios
abruptos en el genotipo y constituyen la fuente primaria de variación genética
c) La reproducción sexual: que permite la combinación de material genético
procedente de regiones alejadas cuando se producen migraciones, conquistas, trata
de esclavos, etc.
En el contexto de la teoría de la evolución, "más apto" significa, entonces, "mayor
eficacia reproductiva". Es más apto el individuo que deja mayor número de
descendientes y es el que está mejor adaptado al ambiente en que vive. La
adaptación es el resultado de la interacción entre el organismo (o población de
organismos) y su medio ambiente que comprende el hábitat natural y los otros
organismos (o poblaciones) con las cuales interactúa (recordar el ejemplo de la
Biston betularia). Aunque hay que hacer la salvedad de que la adaptación puede
no ser perfecta, si se piensa que el camino para la evolución debe seguir abierto.
Es necesario, además, plantear el hecho de que los nuevos rasgos aparecen en
individuos; para que se conviertan en una característica evolutiva, esos nuevos
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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rasgos deben quedar fijados en poblaciones, es decir, "los individuos no
evolucionan, las poblaciones si" (Tattersall 1998:119). Es en el seno de
poblaciones que se presentan las condiciones para el surgimiento de nuevas
especies. Y para que el proceso se realice tienen que concluir una serie de
factores:
a) Aislamiento reproductivo: poblaciones pequeñas, relativamente aisladas del
tronco central común, cuyos miembros se cruzan entre sí, lo que permite fijar las
variaciones genéticas que toda población contiene.
b) Fuerzas selectivas diferentes: generalmente es un cambio medioambiental el
que actúa de disparador, modificando las condiciones del hábitat. Puede ser un
ejemplo el caso de la transformación de los bosques en sabanas en el continente
africano, que preparó el escenario para que un grupo de primates experimentara
un nuevo medio de locomoción que iba a transformar su estructura ósea y
conjuntamente la historia de la especie (aparición del bipedismo en los primeros
australopithecus y divergencia en varias especies) (véase el articulo de Acosta,
Carballido y Fernández en este mismo volumen).
c) Suficiente tiempo: para que las variaciones favorables se fijen en la población y
puedan ser transmitidas a su descendencia.
Teoría Sintética y Teoría de los Equilibrios Puntuados
Como se dijo, las leyes genéticas de la herencia fueron elaboradas a fines del siglo
XIX pero no se popularizaron sino hasta la década del '20. El acento se puso en
los procesos que se dan a nivel genético en una población. Así, siguiendo a
Darwin, los adeptos a esta Teoría Sintética como George Gaylord Simpson,
consideraban que la acumulación del cambio en una escala pequeña genética-
producía la diferenciación de especies. Al analizar los restos fósiles existentes
entre una especie ancestro y sus descendientes, era esperable encontrar un cambio
gradual y continuo, es decir, una serie continua de ejemplares que fueran
mostrando los distintos momentos del cambio. La derivación más radical de este
razonamiento conduce a considerar a las especies como simples "segmentos de
linajes, definidos con fines prácticos por discontinuidades azarosas en el registro
geológico" (Tattersall 1998:106).
Sin embargo, poco a poco, ciertos paleontólogos comienzan a hacer oír su voz: tal
continuidad no existe. En el camino entre una especie y otra faltan muchas formas
transicionales, hay muchos huecos y cambios abruptos. Lo primero que se
argumentó fue que, tal como lo planteaba Darwin, esto tenía que ver con las
imperfecciones del registro fósil, ya que los fósiles pueden no conservarse y no
todos los animales que hayan existido en la tierra dejaban su impronta como
fósiles (véase "Qué son los fósiles"). Durante mucho tiempo los paleontólogos
intentaron hacer encajar las predicciones de Darwin proponiendo diversas
hipótesis ad hoc para justificar una pretendida continuidad. Niles Eldredge y
Stephen Jay Gould, dos paleontólogos norteamericanos, cansados de esos
esfuerzos, propusieron reconocer esa inadecuación y ofrecieron como marco
explicativo la Teoría de los Equilibrios Puntuados (TEP) en una obra de 1972.
Estos autores, cada uno por su lado, habían comenzado a encontrar patrones
semejantes en los fósiles que estudiaban. Eldredge, que estudiaba a los trilobites,
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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animales semejantes a crustáceos del Mesozoico, encontró que en un período de 3
o 4 millones de años, no se había producido ningún cambio en estos animales.
Esto contradecía la proposición de Simpson de que una especie inicial se
transformaba en otra de una manera gradual y continua. Gould encontró un patrón
semejante al estudiar los caracoles de las islas Bermudas. Los dos comienzan a
llamar stasis a esa etapa de falta de cambio. Luego de ese período de stasis se
presenta un período de cambios morfológicos acelerados. Este patrón de stasis y
cambio acelerado, es lo que estos autores consideran un "equilibrio puntuado".
Ahora bien, ¿cómo se explica este patrón? Para Gould y Eldredge (1974) de las
tres posibles respuestas al cambio ambiental (acomodación adaptativa, extinción y
migración) lamas probable es la migración. Las especies rastrean el mismo
ambiente a medida que éste se mueve en el espacio. Así, el cambio repentino que
se presenta en el registro fósil puede explicarse fácilmente si una especie sustituye
a otra en una localidad dada mediante una migración en vez de un proceso
evolutivo. En definitiva, lo que proponen Eldredge y Gould es aplicar a la
paleontología el modelo de especiación alopátrica o geográfica, formulado en el
ámbito de la biología por Ernst Mayr. Este modelo, consiste en sostener que una
especie se origina mediante un proceso de aislamiento geográfico (véase "Qué
cosa es una especie"). Así, para estos autores, una especie es reemplazada por
otras nuevas, que llegan al área mediante una migración. De todas esas sólo una o
unas pocas subsistirán presentando un momento de stasis. Las que persisten lo
hacen porque presentan algún carácter que favorece su adaptación al medio y se
mantienen durante un tiempo en equilibrio. Entonces, en el marco de la TEP, la
selección natural actúa a nivel de especie. Por ello, las especies dejan de ser meros
estadios transicionales, como las consideraba la Teoría Sintética y pasan a verse
como individuos, es decir que están espacio-temporalmente limitadas.
Para los paleontólogos que adhieren a la TEP la macroevolución, es decir, la
sustitución de una especie por otra, no es producto de la microevolución,
sustitución de unos genes por otros dentro de ciertas poblaciones, como plantea la
Teoría sintética, sino que se trata de un proceso distinto.
La historia sin fin
Intentar registrar aquí las distintas corrientes evolutivas que se abren a partir de la
Teoría Sintética y la TEP sería demasiado engorroso. Basta decir que el
pensamiento evolucionista ha permeado a una gran cantidad de disciplinas, como
la genética, la paleontología, la arqueología, la antropología y la sociología (para
más detalles véase Scheinsohn 2001), en cada caso con distintas variantes. Esto se
debe, indudablemente al enorme potencial explicativo que brinda. Sin embargo,
también ha generado resistencias que perduran hasta el día de hoy. En muchos
ámbitos se la critica diciendo que nunca fue probada. Esto, para cualquiera que
conozca el funcionamiento del conocimiento científico, es un error. Ninguna
teoría se ha probado nunca. Lo que se prueba, o se somete a prueba, son las
implicancias de las hipótesis y modelos derivados a partir de esa teoría. Y en ese
sentido se puede decir que las implicancias de las hipótesis y modelos derivados a
partir de la teoría de la evolución han sido corroboradas en numerosísimas
ocasiones y que su potencial crece día a día. La evolución sigue su curso.
También su teoría.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
14
La evolución como proceso y como teoría
"(...) hay que hacer hincapié en la distinción entre evolución en tanto que proceso
que opera sobre las diversas formas y niveles de organización de la materia
(evolución de las partículas elementales, evolución de la materia inorgánica,
evolución de las macromoléculas, evolución del universo y de los cuerpos
celestes, evolución del planeta tierra, evolución de la materia viva, evolución de la
sociedad humana, etc.) y las distintas teorías que explican las regularidades y las
mecanismos que rigen el desarrollo evolutivo en cada una de esas formas y
niveles de organización. Estas teorías son específicas para cada tipo de proceso
evolutivo y, dadas las particularidades de cada uno de los niveles de organización
de la materia, ellas sólo tienen alcance explicativo para los dominios de la realidad
a los que se refiere. Así por ejemplo, la teoría explosiva de la evolución del
universo no es pertinente para explicar la historia de la vida sobre la tierra (...)"
(Reig s/f).
Bibliografía
BLANC, Marcel (1994) Os herdeiros de Darwin. Sao Paulo, Página Aberta.
DARWIN, Charles (1921) Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo
en el navío de S. M."Beagle". Colección Viajes Clásicos. Madrid.
ELDREDGE, Niles y Stephen Jay GOULD (1972) Punctuated equilibria: An
alternative to phyletic gradualism. En: Schopf T. J. Models in paleobiology, pp.
82-115, Freeman, Cooper & Co.
GOULD, Stephen Jay (1994) El Pulgar del Panda. Crítica. Barcelona.
REIG, Osvaldo (s/f ) La teoría de la evolución a los ciento veinticinco años de la
aparición de 'El origen de las especies' . Boletín de la Academia Nacional de
Medicina 62: 545-586.
SCHEINSOHN, Vivian (comp.) (2001) La evolución y las ciencias. Emecé. 2001.
TATTERSALL, Ian (1993) La Odisea Humana. Cuatro Millones de Años de
Evolución Humana. Prentice Hall General Reference. New York. 1998 Hacia el
ser humano. Península. Barcelona.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
15
Apéndice con imágenes
Pinzones de Darwin. Adaptación.
Leaves (hojas)
Seeds (semillas)
Buds/ Fruit (yemas o frutas)
Insects (insectos)
Tool Using Finch (Uso del pico como herramienta)
Grubs (gusanos)
"pienso en el primer árbol de la vida" escribió Darwin en julio de 1837
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
16
Mapa del viaje del Beagle
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
17
Los humanos: un instante en la historia de la vida. Herramientas para la
compresión del proceso de hominización
Alejandro A. Acosta Mariana Carballido Pablo M. Fernández
http://www.cbc.uba.ar/dat/catedras/garreta/trama_cultural_09.pdf
¡Descendientes de los monos! exclamó la mujer del obispo de
Worcester en el siglo XIX.
Esperemos que no sea verdad y si lo es, esperemos que no se
difunda (citado en Barash 1994).
Introducción
La historia de la vida sobre la Tierra comienza hace aproximadamente 3800
millones de años con las primeras formas unicelulares de diseño simple. Durante
los primeros 2400 millones de años éstos fueron los únicos organismos existentes.
Los animales pluricelulares recién aparecen en el registro fósil (ver Glosario) hace
570 millones de años y sólo hace 150 millones de años se desarrollaron los
mamíferos (Gould 1999). Recién hace 5 millones de años aparecen los primeros
ancestros de los seres humanos. Desde una perspectiva amplia constituimos sólo
un instante en la historia de la vida.
Tiempo en millones de años
Origen de la vida Células
con núcleo
Animales
pluricelulares
Mamíferos
Figura 1. Escala cronológica de la evolución de la vida sobre la
Tierra.
3800
0
1400 570 150 5
Primeros Homínidos
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
18
En este trabajo presentaremos las características del proceso evolutivo
denominado hominización que refiere al origen y la evolución de los seres
humanos en sus aspectos biológicos y culturales.
Todos alguna vez nos hemos preguntado de dónde venimos. Al menos en una
oportunidad hemos interrogado a nuestros padres o abuelos intrigados acerca de la
historia de nuestra familia. También, aunque más raramente, nos preguntamos
acerca de nuestra familia más amplia: la especie humana. ¿De dónde venimos?
¿Quiénes somos? ¿Quiénes fueron nuestros antepasados? ¿Cuál es el lugar de los
humanos en el mundo? ¿Qué relación tenemos con los otros seres vivos?
Frecuentemente, las respuestas que encontramos en los libros, en los documentales
de televisión o las que nos dan amigos o parientes son distintas y contradictorias.
Algunas parten del sentido común reelaborando nociones científicas. Por ejemplo,
la idea, atribuida a Darwin, de que el hombre desciende del mono. En realidad,
como veremos más adelante, él nunca sostuvo tal cosa, que además es
incompatible con los principios básicos de su teoría evolutiva. El origen de otras
contestaciones se vincula también con las diferentes posiciones filosóficas por las
que se puede concebir a los seres humanos: como parte de la naturaleza, con una
constitución meramente instintiva radicada en el código genético humano; como
una creación a imagen y semejanza de la divinidad, con características inmutables;
o como el producto de una relación dialéctica con la naturaleza, entre otras
(Garreta 2001).
Finalmente, la ciencia es otra de las fuentes de respuestas. En tal sentido, en este
capítulo abordaremos las diferentes perspectivas científicas que en la actualidad
tratan de resolver los interrogantes planteados más arriba. Esto implica determinar
cómo, cuándo, dónde y por qué devenimos en seres humanos. Para abordar estos
acontecimientos es necesario establecer el significado de una serie de conceptos,
conocer la evidencia utilizada para discutir este problema y ver cómo ambos se
articulan con principios teóricos más generales.
Naturaleza del proceso evolutivo humano
La forma de conceptualizar y entender la naturaleza humana y el origen de la
humanidad se halla vinculada con diversos enfoques filosóficos de índole
metafísica de larga data. Sin embargo, desde el punto de vista científico los
primeros planteos acerca de la evolución de los humanos surgen recién en el siglo
XIX. A partir de la publicación de las principales obras de Darwin -El origen de
las especies en 1859 y La descendencia del hombre en 1871- las concepciones
sobre el origen y la evolución de la vida y, especialmente, de los seres humanos se
modificaron sustancialmente. En La descendencia del hombre Darwin establece
que los humanos descienden de una forma de vida preexistente a través de un lento
proceso que abarca un sinnúmero de generaciones y que se halla modelado por la
selección natural, igualando a los hombres con el resto de los seres vivos al hacer
extensivos los postulados de la teoría de la evolución (tratada en el capítulo De
qué hablamos cuando hablamos de evolución en este volumen) a los seres
humanos. La relevancia y el impacto de esta teoría pueden entenderse cabalmente
al recordar que en el siglo XIX imperaban las explicaciones de carácter
creacionista que sostenían la naturaleza fija e inmutable de la creación y la
existencia de un mundo ordenado por la divinidad en donde los humanos
ocupaban un lugar especial, separado del resto de los seres.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
19
Otro factor innovador de las ideas de Darwin fue el de despojar de toda dirección a
la evolución. En el siglo XIX los pensadores sociales asociaban este término a la
idea de progreso y perfección. Sostenían que las sociedades pasaban
necesariamente por una serie de estadios fijos (salvajismo, barbarie y civilización)
de los cuales el siguiente era siempre superior al precedente. Como vemos, son
dos concepciones totalmente opuestas de la evolución que muestran las diferencias
existentes entre el evolucionismo social del siglo XIX y la teoría de la evolución
biológica de Darwin.
La aplicación errónea de la teoría de Darwin en las ciencias sociales no sólo tuvo
consecuencias en el ámbito científico sino que también dio lugar a conocidos
prejuicios que pueblan el sentido común de las personas. Un ejemplo de ello es la
idea de que la lucha por la supervivencia2, vulgarizada como la supervivencia del
más fuerte, se desarrolla entre los grupos étnicos y sociales. Esta concepción,
sostenida por la corriente de pensamiento conocida como darwinismo social,
condujo a los conceptos de supremacía étnica y racial que persisten en numerosas
expresiones racistas y etnocentristas.
Las interpretaciones conflictivas de las ideas de Darwin también pueden rastrearse
en la creencia común en la inevitabilidad de la evolución humana, donde la
evolución es interpretada como planeada para desembocar en el hombre.
Paradójicamente, esto se opone completamente al núcleo mismo de la teoría de
Darwin, el concepto de selección natural, ya que implica una concepción de la
2 Dentro de la teoría de Darwin esta expresión hace referencia a que nacen más
organismos de los que son capaces de sobrevivir. Estos últimos presentan rasgos
ventajosos respecto de un medio determinado en el que pueden transmitir a su
descendencia.
evolución como progreso constante, un inexorable avance hacia la vida más
compleja e inteligente. A la vez, alberga una visión antropocéntrica de la vida
similar a la sostenida por los creacionistas y los filósofos naturalistas, a los cuales
Darwin se opuso. En los últimos años, y a medida que pierde terreno entre los
biólogos evolucionistas la vieja herencia del progreso, ha cobrado importancia el
concepto de contingencia histórica. Esto significa que la evolución de los
organismos se ha desarrollado en gran medida en forma azarosa. Al respecto, el
paleontólogo Stephen J. Gould opina:
“si un pequeño y singular linaje de peces no hubiera desarrollado aletas
capaces de sostener su peso en el medio terrestre […] los vertebrados
terrestres nunca habrían visto la luz. Si un enorme objeto extraterrestre -
el inesperado, genuino y definitivo trueno del cielo, en todo el sentido
de la palabra- no hubiera desencadenado la extinción de los dinosaurios
hace 65 millones de años, los mamíferos serían aún pequeños e
insignificantes animales relegados a las fisuras e intersticios en un
mundo de dinosaurios, e incapaces de crecer hasta el tamaño requerido
para albergar cerebros lo bastante grandes como para producir
conciencia de si mismos. Si una pequeña y frágil población de
protohumanos no hubiera sobrevivido a las mil injurias y calamidades
de un destino atroz (y por ende a la potencial extinción) en las sabanas
africanas, el Homo sapiens jamás habría hollado el suelo del planeta ni
se habría dispersado por todo el globo. Somos monumentales accidentes
de un proceso impredecible y carente de impulso hacia la complejidad,
no el resultado previsto de una serie de principios evolutivos ansiosos
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
20
por engendrar un organismo que pudiera comprender la razón y el modo
de su propia y necesaria construcción” (Gould 1997: 229)
El proceso de hominización, en tanto historia evolutiva de nuestra especie,
comprende el surgimiento de la cultura. A lo largo de millones de años, las fuerzas
selectivas favorecieron el desarrollo de la inteligencia y de las capacidades de
auto-reflexión y pensamiento abstracto, que constituyen la base biológica de la
cultura tal como nosotros la entendemos. Esto no quiere decir que los
comportamientos culturales estén determinados genéticamente sino que éstos son
posibles a partir de la capacidad biológica de generar cultura.
Este concepto se torna comprensible cuando vemos las diferencias que hay entre la
herencia genética y la herencia cultural. La primera refiere a la transmisión de la
información contenida en los genes a través de la duplicación del ADN. Esta
transferencia se da en sentido vertical, esto es, de padres a hijos. La herencia
cultural, en cambio, comprende los mecanismos de traspaso de información que se
da tanto en sentido vertical como horizontal (entre miembros de sucesivas
generaciones -tanto hacia los más jóvenes como ala inversa- como entre
individuos no emparentados que a menudo tienen mucho menos que una
generación de diferencia).
Tradicionalmente, los antropólogos han visto a la cultura como un conjunto de
características exclusivamente humanas: tecnología, lenguaje, tradición, sistemas
simbólicos, etc. Sin embargo, estudios actuales llevados a cabo fundamentalmente
por biólogos evolutivos han logrado establecer que muchos comportamientos
sofisticados y flexibles vinculados a la confección de herramientas, la
comunicación y el lenguaje, el parentesco, las jerarquías y las invenciones (entre
otros) existen también entre los actuales primates no humanos (ver Glosario). Es
por ello que muchos científicos se inclinan a considerar que el carácter distintivo
de la cultura humana radica en el gran desarrollo que ha tenido el lenguaje, con sus
derivaciones en cuanto a la posibilidad de simbolización, hecho que permitió
ampliar las redes de comunicación, acumulación y transmisión del conocimiento.
Estas características constituyen un fenómeno relativamente reciente en nuestra
historia evolutiva (quizá de sólo 60.000 años de antigüedad).
Las capacidades como la auto-reflexión y la capacidad simbólica parecen haber
estado ausentes durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva y nuestros
ancestros constituyen la vía de entrada para comprender cómo estas facultades
evolucionaron. Quizá el estudio del proceso de hominización sea el desafío más
fascinante para cualquier antropólogo o arqueólogo, ya que lo enfrenta con el
concepto de “diversidad cultural” más radicalizado que pueda existir, esto es,
tratar de entender la cultura antes de la cultura misma.
Enfoque interdisciplinario en el estudio de la evolución humana
El proceso de hominización ha sido abordado a través de diferentes disciplinas
científicas, principalmente por la paleoantropología, la biología molecular, la
arqueología y los estudios sobre primates actuales. Tradicionalmente, la tarea del
paleoantropólogo (paleontólogos especializados en el proceso de hominización)
fue la medición y descripción morfológica de los fósiles de homínidos (ver
Glosario) hallados en diferentes regiones del mundo. En la actualidad estas tareas
se complementan con estudios de índole ecológica como por ejemplo las formas
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
21
de adaptación de los homínidos ante los cambios ambientales ocurridos a lo largo
de su historia evolutiva. Estos investigadores son los principales responsables de la
reconstrucción de los árboles genealógicos, desde nuestros primeros antepasados
hasta la aparición de los seres humanos modernos.
Los biólogos moleculares basan sus aportes a la investigación del proceso de
hominización a partir de otro tipo de evidencia. Ya no son los fósiles los que están
en juego, sino los genes. Una de las herramientas utilizadas es el método llamado
«reloj molecular», que permite establecer las semejanzas entre especies y datar su
origen. Para saber cuan emparentadas están (es decir, evolutivamente
relacionadas) dos o más especies se procede a comparar moléculas biológicas
complejas (específicamente, proteínas y ADN) y contar las diferencias que existen
entre ellas. El grado de estas diferencias puede ser traducido, a través de técnicas
probabilísticas en una estimación cronológica que permite establecer el momento a
partir del cual las especies se separaron. Por ejemplo, las diferencias entre el
hombre y el gorila se reducen a un solo aminoácido, lo cual indica tanto su cercana
relación evolutiva como un lapso relativamente corto desde que estas especies se
separaron.
Ya hemos visto cuál es la tarea del arqueólogo (ver módulo Arqueología). En lo
relacionado con el proceso de hominización, los restos materiales recuperados
permiten documentar la forma en que nuestros antepasados utilizaron el espacio
circundante, los recursos y entablaron relaciones entre ellos y con otros grupos.
Estas evidencias incluyen desde las primeras herramientas de piedra halladas en
África, de 2,5 millones de años de antigüedad, hasta las pinturas rupestres de hace
30.000 años de Francia y España.
Finalmente, el estudio de los primates actuales (chimpancé, gorila, orangután y
babuinos, por mencionar los más conocidos) está orientado a crear modelos que
sirvan como análogos para entender cuestiones tan diversas de nuestros ancestros
más lejanos como su comportamiento, sus relaciones sociales, su forma de
locomoción, su alimentación, sus capacidades cognitivas (ver Glosario), etc. Por
ejemplo, durante varias décadas se han venido realizando estudios acerca de las
capacidades lingüísticas de los primates más cercanos al hombre, los cuales han
permitido establecer la radical diferencia entre las capacidades comunicativas de
los seres humanos y de los simios3
(ver Glosario).
«¿En que consiste, pues, el registro fósil (ver Glosario) de la evolución
humana? En el nivel más amplio hay una única familia de especies,
unidas por una serie de rasgos, principalmente la bipedación (ver
Glosario). Son los homínidos, o Hominidae, que incluyen todas las
especies que están en la rama que se separó de otros simios africanos
hace más de cinco millones de años. Sin embargo no son un único
linaje.
En el siguiente nivel hacia abajo, aparecen dos géneros; esto es grupos
que son lo bastante diferentes en sus formas de vida para merecer el
reconocimiento de un género diferente para cada uno. El más antiguo lo
forman los australopitecinos (Australopithecus), que se dividen en una
forma temprana y de constitución relativamente ligera y otra forma más
tardía y robusta, caracterizada por grandes dientes masticadores y fuerte
3 Este punto puede ser ampliado consultando el capítulo 2 de Tattersall (1998).
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
22
musculatura. El otro grupo es Homo, con un cerebro relativamente
grande» (Foley 1997: 98-99).
Evidencias fósiles y arqueológicas
Si por un momento jugáramos con la idea de convertirnos en investigadores del
pasado de nuestra especie, intuitivamente, se nos presentarían una serie de
preguntas básicas. Como paleoantropólogos, sabríamos que poseemos un
antepasado en común con los primates superiores del cual ambos derivamos.
Posiblemente, nos llamarían la atención aquellos rasgos que nos diferencian de
nuestros parientes evolutivos cercanos: el caminar erguido, el tamaño del cerebro,
la capacidad de lenguaje articulado y la amplia dispersión de nuestra especie por
todo el planeta y en todo tipo de ambiente. Establecer el cuándo y el por qué de
estas diferencias es lo que ha guiado tradicionalmente la investigación de nuestros
orígenes y son los principales problemas que hemos elegido para articular y
discutir las evidencias del proceso de hominización que presentaremos a
continuación.
Los primeros pasos
Podemos situar el comienzo de la historia de nuestros ancestros hace unos 25
millones de años. Para esa época el sector oriental del continente africano
experimentó cambios significativos de tipo geológico y ambiental. Como
consecuencia se produjo la fragmentación del ambiente en diferentes ecosistemas
(jungla, montes bajos, praderas y sabanas), lo que ha sido interpretado como el
motor de la evolución de distintas especies, incluyendo a los primates, que
hallamos hace unos diez millones de años. En ese momento de gran diversidad las
especies de simios llegaban a veinte (tengamos en cuenta que en África
actualmente sólo hay tres).
Pero entre los diez y los cinco millones de años atrás esta diversidad comienza a
decrecer a causa tanto de la competencia entre las distintas especies como al
hábitat cambiante. En este momento podemos ubicar a uno de los sucesos clave de
nuestra historia evolutiva ya que aparecen los primeros simios bípedos (ver
Glosario) los cuales durante un período experimentan una floreciente diversidad.
¿Por qué la selección natural favoreció esta novedad evolutiva?
El amplio debate existente con el objeto de contestar esta pregunta gira alrededor
de las consecuencias del caminar erguido, las que bajo ciertas condiciones
ambientales impuestas por la selección natural se transformaron en ventajas
adaptativas.
Caminar erguido permite la liberación de las manos para llevar cosas, la
posibilidad de recolectar alimentos de una forma más eficiente en un ambiente con
recursos dispersos, la posibilidad de mantener el cuerpo y especialmente el cerebro
a una temperatura adecuada sin tener la protección del dosel del bosque4
y
4 Andar en dos patas permite el control de la temperatura corporal al ofrecer una
menor superficie del cuerpo a la exposición de los rayos del sol y al aumentar la
superficie capaz de liberar calor. Por otra parte, al separarse del suelo el cuerpo se
refrigera con el viento.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
23
disminuir el tiempo entre nacimientos5. Todas las ventajas enumeradas no
necesariamente habrían sido explotadas al mismo tiempo y sólo cuando se
conozcan con mayor detalle las condiciones ambientales de ese momento podrá
contestarse la pregunta.
El origen de la familia Hominidae puede verse reflejado en los fósiles más
antiguos conocidos hasta el momento (recomendamos seguir la lectura junto con
la figura 10). Ellos corresponden al género Australopithecus, que engloba a ocho
especies distintas que vivieron hace 4,5 y l millón de años atrás en el sur y el este
de África (Figura 2). Tal como reseñara Robert Foley (1997), los australopitecos
más tempranos (4,5 a 2,3 millones de años), que comprenden a las especies
ramidus, anamensis, afarensis y africanus,6 tenían una constitución física ligera o
«grácil» (Figura 4). Se caracterizaban por presentar una combinación de rasgos
anatómicos simiescos con algunas características netamente humanas. La
principal, el bipedismo (ver Glosario), pudo establecerse a partir del hallazgo de
un esqueleto casi completo de Australopithecus afarensis, bautizado con el
nombre de Lucy. Este fósil permitió sostener la existencia de este tipo de
locomoción hace 3 millones de años, reflejado principalmente por los restos
correspondientes a la articulación de la rodilla y la forma y posición de la pelvis
que señalan de forma inequívoca la marcha en dos patas.
5 Owen Lovejoy (1989) sugiere que al tener ambas manos libres los australopitecos machos
podrían haber llevado comida a las hembras las que habrían dispuesto de más tiempo para
la crianza y protección de las crías, posibilitando que los partos, que en los monos
antropoides se dan cada cinco años, se vuelvan menos espaciados. 6 Recientemente se ha propuesto una nueva especie, Australopithecus garhi, hallada en
Etiopía y datada en 2,5 millones de años aproximadamente.
Figura 2. Mapa de África con las principales zonas con yacimientos de fósiles del género Australopithecus.
Otra evidencia del andar erguido viene del yacimiento de Laetoli, al norte de
Tanzania, en donde se hallaron pisadas fósiles de animales (Figura 2). Hace 3,6
millones de años atrás un volcán, llamado Sadimán, entró en erupción y cubrió la
sabana con un manto de cenizas. Poco después de la erupción al menos dos
homínidos caminaron a través de las cenizas dejando sus huellas. Este tipo de
registro, de características excepcionales permitió analizar con mayor detalle la
forma de andar de nuestros primeros ancestros bípedos mostrando que la posición
de los dedos y el arco del pie era más parecida a la de los humanos modernos que
a la de los simios.
Los australopitecos más recientes (2,5 a 1 millón de años) se caracterizan por ser
especies «robustas»: aethiopicus, boisei, crassidens y robustus (Figura 4). Se los
denomina de esta forma debido a la constitución mucho más musculosa,
especialmente en lo que hace a la mandíbula y el cráneo. Presentan grandes
dientes y toda su anatomía apunta a especializaciones relacionadas con la
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
24
masticación de plantas fibrosas y frutos duros. Por ejemplo, la cresta ósea que va
desde la frente hacia la parte alta de la cabeza, que indica enormes músculos cuyo
fin era mover la poderosa mandíbula de estos homínidos.
Si tuviéramos que resumir las características del género Australopithecus que se
extiende en el tiempo durante 3,5 millones de años y que, como hemos visto,
encierra una gran variabilidad de formas fósiles -ocho especies- podríamos decir
que:
• eran bípedos, aunque probablemente conservaran hábitos arborícolas, esto es,
que continuaron trepando y utilizando los árboles,
• presentaban un gran dimorfismo sexual, esto es, marcadas diferencias entre
machos y hembras tanto en el tamaño corporal como en que los machos tenían
grandes caninos en comparación con las hembras,
• poseían una dentición intermedia entre los simios y los humanos: grandes
premolares (en el caso de los robustos. muy grandes), menor diastema (ver
Glosario) y caninos más reducidos que los simios y con un arco mandibular en
forma de U parecido al de los simios (Figura 3),
• eran prognatos (ver Glosario), tenían arco supraorbital (una especie de visera
ósea sobre los ojos) y el cráneo era bajo y por lo tanto casi sin frente (Figura 4),
• poseían una caja craneal pequeña apenas superior al chimpancé y al gorila. con
un volumen entre 400 y 500 cm3
.
Chimpancé Australopiteco Ser humano moderno
Figura 3. Comparación del arco mandibular y diastema (señalada por las flechas) de un chimpancé, un australopiteco y un ser humano moderno
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
25
Australopiteco de tipo grácil
Arco supra-
orbital
Australopiteco de tipo robusto
Figura 4. Forma general del cráneo de los australopitecos
gráciles y robustos. Aparece indicado el prognatismo, la cresta
ósea y el importante desarrollo del arco supraorbital.
Cerebros más grandes
A simple vista, el tamaño del cerebro es uno de los rasgos más notables que nos
diferencian de nuestros parientes los simios. Los chimpancés presentan una
capacidad craneana promedio de 390 cm3
frente a los 1350 cm3
de los seres
humanos modernos.
El tamaño del cerebro y su desarrollo, también llamado encefalización, ha sido
uno de los temas más investigados del proceso de hominización. Parte de su
atractivo reside en que, desde el sentido común, la idea de un cerebro más grande
y una mayor inteligencia se adapta a la concepción de progreso y a la
inevitabilidad de la evolución humana. Como hemos discutido anteriormente la
evolución no tiene dirección y al igual que cualquier otra característica biológica,
de no mediar ciertas condiciones particulares, entre las que debemos contar una
buena dosis de azar, es muy probable que este rasgo no se hubiera seleccionado ni
perdurado a lo largo de generaciones.
El aumento de la capacidad craneana, el desarrollo de ciertas áreas del cerebro y la
mayor complejidad de las conexiones interneuronales han sido relacionadas con la
aparición de las capacidades que nos definen como seres humanos: el lenguaje, la
confección de herramientas, el pensamiento abstracto, etc. ¿Bajo qué
circunstancias se seleccionaron cerebros más grandes y más complejos? Para
responder esta pregunta debemos revisar las condiciones bajo las cuales se
desarrolló el género del cual formamos parte: el género Homo.
Hace 2,5 millones de años se produjo un enfriamiento del clima más importante
que los anteriores. Surgieron grandes masas de hielos en la Antártida y en el
Ártico que produjeron climas más fríos y secos en el resto del planeta, incluyendo
África oriental. Para muchas especies estos cambios ambientales significaron la
extinción, mientras que para otras constituyeron nuevas «oportunidades
evolutivas» a partir de la aparición de mutaciones (ver Glosario) y el desarrollo de
nuevos comportamientos.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
26
Esta época de cambios y presiones selectivas llevó a que ciertas poblaciones
aisladas de primates especializaran su dieta mientras que otras la ampliaran y la
diversificaran. Por un lado, aparece la rama robusta de los australopitecos, que
como hemos visto, desarrolló una serie de cambios anatómicos orientados al
consumo de plantas de climas áridos y que termina extinguiéndose 1,5 millones de
años más tarde. Por el otro, aparece en el escenario africano un nuevo género:
Homo. Sus primitivos representantes se caracterizaron por presentar significativas
diferencias con los australopitecos. Entre las características y comportamientos
novedosos que desembocaron en estos seres radicalmente diferentes pueden
citarse: una importante reducción del dimorfismo sexual, el incremento de la masa
cerebral, la incorporación efectiva de la carne a su dieta y la confección de
herramientas. Cada uno de estos rasgos influyó en el desarrollo de los otros.
Los investigadores Richard Leakey y Roger Lewin, en el libro Nuestros orígenes
(1994) opinan que la retroalimentación (ver Glosario) entre los factores antes
mencionados significaron una ventaja adaptativa para este nuevo género. La
incorporación de la carne como un componente sustancial y regular de la dieta se
asocia a un aumento de alrededor del 50% de la capacidad craneal. Esto no es
casual ya que el cerebro es un órgano caro de mantener, consume casi el 20% de la
energía total del organismo. Su desarrollo requiere la ingestión de alimentos con
una alta concentración de grasas, calorías y proteínas, tal como la carne. ¿Por qué
se seleccionó el desarrollo de un órgano tan caro de mantener? Principalmente,
porque el cerebro permite, entre otras cosas, comportamientos más complejos, los
cuales habrían facilitado la supervivencia en el entorno ambiental sumamente
cambiante en el que vivieron estos homínidos. Una de las evidencias del
incremento de las capacidades mentales es la habilidad para confeccionar
herramientas de piedra que implica recordar la forma de elaborar los instrumentos
y relacionarlos con las tareas para las cuales fueron confeccionados. El uso de
herramientas facilitó a los primeros Homo el cambio dietético. Estas permitieron
rasgar la piel para llegar a la carne y romper los huesos para acceder a la grasa
ósea que contienen. Las evidencias sugieren que la carne era obtenida a partir del
carroñeo (ver Glosario) de animales cazados por grandes carnívoros y no a través
de la caza directa.
¿Qué evidencias materiales sustentan la hipótesis que relaciona nuevas especies,
cerebros más grandes, el consumo de carne y la confección de herramientas?
Nuevamente, el escenario es el sur y el este de África, donde fueron hallados los
restos fósiles de las formas más primitivas del género Homo: el H. habilis, el H.
rudolfensis y el H. ergaster. Las dos primeras especies vivieron entre 2,5 y 1,6
millones de años atrás y la tercera entre 1,8 y 1,4 millones de años. Posiblemente
de esta última especie, hace 1,8 millones de años, se haya originado el H. erectus,
el primero de nuestros antepasados que emigró del continente africano. Estos
cuatro ancestros se caracterizaron por una capacidad craneal que a menudo superó
los 700 cm3
y por tener mandíbulas y dientes más pequeños y un rostro menos
protuberante que los Australopithecus.
Se cree que las especies más primitivas de Homo (H. habilis, H. rudolfensis y H.
ergaster) fueron las responsables de la fabricación de las herramientas más
antiguas que se conocen: fragmentos de roca usados como martillos y lascas
delgadas y afiladas (ver Glosario) utilizadas como cuchillos. El registro
arqueológico de tal antigüedad es muy escaso y se limita a uno o dos lugares en el
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
27
este de África. Los más conocidos están ubicados en la costa del lago Turkana, en
Etiopía y en la Garganta de Olduvai, Kenia. El primero se remonta a 2,5 millones
de años mientras que el segundo data de hace 1,5 millón de años.
En el yacimiento arqueológico de Konso-Gardula, en Etiopía, pueden verse los
cambios que experimentó esta tecnología primitiva entre 1,4 y 1,7 millones de
años atrás. Las herramientas más antiguas resultan ser trozos de rocas de las cuales
se desprendieron un par de lascas (ver Glosario) para crear un borde cortante,
mientras que las más modernas son las llamadas hachas de mano, instrumentos
que se supone cumplieron múltiples funciones como cortar, machacar y golpear
(Figura 5). Estas herramientas eran mucho más elaboradas y evidencian una mayor
inversión de energía y tiempo en su confección. Estos nuevos instrumentos han
sido asociados a el H. erectus y se supone que fueron uno de los elementos que
posibilitó la dispersión de estos homínidos fuera de África.
Figura 5. Lascas (1), chopper (2), bifaz (3) y hacha de mano (4)
El Homo erectus
Los factores mencionados (cerebros más grandes, confección de herramientas e
incorporación efectiva de la carne a la dieta) permitieron que el H. erectus dejara
su primitivo hogar en África y ocupara nuevos ambientes en el continente asiático
y tal vez en Europa (Figura 6). Se cree que tal migración tuvo lugar hace 1 millón
de años, aunque nuevos hallazgos, todavía bajo análisis, podrían llevar la fecha a 2
millones de años atrás, implicando un desplazamiento mucho más antiguo o bien
un origen asiático de esta especie. Más allá de esta controversia, el H. erectus
alcanzó un relativo éxito durante más de un millón y medio de años, tal como lo
evidencia el hallazgo de sus restos entre 1,8 millones y 300.000 años.
El H. erectus poseía proporciones óseas bastante cercanas a las de los humanos
modernos, aunque tenía huesos más robustos y una morfología de las
extremidades inferiores ligeramente diferente de la que se encuentra en el Homo
sapiens. El tamaño del cerebro alcanzaba entre 800 y 1000 cm3
y el cráneo era
bajo y largo. El arco de las cejas era llamativo y prominente. El fósil más completo
del H. erectus fue hallado en África y fue bautizado como «Turkana Boy». Tiene
una antigüedad de 1,6 millones de años y su mayor importancia radica en que
permitió conocer no sólo las características del cráneo sino también el resto de la
anatomía de estos homínidos. Por ejemplo, pudo establecerse que el H. erectus era
alto y delgado y que poseía un bipedismo esencialmente igual al de los seres
humanos. También permitió discutir otros aspectos, como la presencia del
lenguaje.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
28
Algunos investigadores sostienen que la mayor complejidad en la organización
social del H. erectus estaría indicando que poseía un lenguaje rudimentario. Sin
embargo, el análisis detallado de sus restos fósiles señala la ausencia de ciertos
tejidos nerviosos necesarios para controlar los músculos del tórax usados en la
exhalación. Esto habría imposibilitado, por ejemplo, hilvanar palabras dentro de
una oración larga, aunque no habría impedido la comunicación a través de
sonidos.
Uno de los aspectos que refleja la mayor complejidad en la organización social de
estos homínidos es la tecnología. Mientras que los anteriores homínidos poseían
artefactos rudimentarios el H. erectus aparece asociado a un nuevo tipo de
herramienta de piedra, las llamadas «hachas de mano». Estos instrumentos, con
forma de gota, más que hachas eran en realidad herramientas que cumplían
múltiples funciones, como cortar, perforar, golpear y machacar.
Este tipo de herramientas ha sido recuperado en numerosos sitios arqueológicos de
África, Asia y Europa y han sido tradicionalmente asociadas al H. erectus. Sin
embargo, hallazgos recientes en Europa indican que estas herramientas también se
relacionan a otros fósiles conocidos comúnmente como "Homo sapiens arcaicos".
Estos constituyen una pieza clave en la discusión acerca del origen de Homo
sapiens sapiens (nuestra especie) y muestran la complejidad del registro fósil
homínido del último millón de años.
Los Homo sapiens arcaicos: hacia los humanos modernos
Uno de los debates más apasionantes y polémicos es el que se desarrolla en torno
al origen de la especie Homo sapiens sapiens y del comportamiento humano
moderno. Esta discusión abarca tanto aspectos filogenéticos, las relaciones entre
las distintas especies, como aspectos que pueden ser englobados dentro del ámbito
de lo "cultural". Con respecto a las primeras, las preguntas se centran en establecer
cuál de todos los homínidos del género Homo constituye el ancestro de la
humanidad actual. Los segundos implican más elementos que los restos fósiles y
se orientan a determinar cuándo surgen las habilidades y capacidades culturales
que definen a los seres humanos como tales. Esta discusión, en los últimos años,
se ha desarrollado en el marco de dos grandes teorías denominadas de "sustitución
de poblaciones" y de "continuidad regional", respectivamente.
Figura 6. Hipótesis clásica acerca de la dispersión desde África del Homo
erectus.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
29
La primera postula la existencia de una sola población ancestral, derivada de H.
erectus, en una única región del mundo. Ésta población común habría dado lugar,
mediante procesos de evolución y dispersión, a toda la gente anatómicamente
moderna, cuyo origen se remontaría probablemente a 150.000 años atrás en
África. Pero recién hace 60.000 años se observa un crecimiento de las poblaciones
anatómicamente modernas y una mayor dispersión geográfica. A partir de ese
momento se inicia un proceso de sustitución de poblaciones, donde las antiguas
formas fósiles son reemplazadas por Homo sapiens sapiens.
La segunda propuesta, conocida como la teoría de la continuidad regional, postula
que los seres humanos modernos habrían evolucionado de forma parcialmente
independiente en distintas regiones del mundo a partir de poblaciones dispersas de
humanos arcaicos que generaron una especie única de humanos modernos con una
significativa diversidad fenotípica (lo que antiguamente se llamó razas).
La evidencia fósil utilizada en este debate refleja la gran diversidad de homínidos
que florecieron entre un millón y los 30.000 años atrás. Parece existir cierto
consenso acerca del proceso evolutivo hasta antes de la aparición de Homo sapiens
sapiens. El arqueólogo Robert Foley lo sintetizó de la siguiente forma:
"...el H. erectus ancestral se expandió desde África y formó dos grupos
separados, uno en África y Europa, y otro en Asia. La línea asiática puede
haberse dividido a su vez geográficamente hasta cierto punto, con
poblaciones distintas en el sudeste y el norte. De forma similar, la línea
afro-europea parece haberse dividido en dos poblaciones, una en Europa,
que culminó en lo que conocemos como Neandertales, y otra en África"
(Foley, 1997:98).
Como resultado de estos procesos de diversificación las poblaciones de H. erectus
comenzaron a mostrar diferencias. En Asia, se volvieron más robustas y con una
capacidad craneal ligeramente mayor. Corresponden a los fósiles conocidos como
el "Hombre de Pekín" (China), con una antigüedad estimada de 500.000 años y al
"Hombre de Solo" (Indonesia), de 127.000 años (variedades del norte y del
sudeste de Asia respectivamente). Esta línea asiática finalmente se extingue entre
los 100.000 y 40.000 años.
En Europa, posiblemente el H. erectus haya llegado antes de un millón de años, tal
como parece evidenciarlo el cráneo de Ceprano (Italia), de 900.000 años de
antigüedad. Sus características anatómicas señalan que estas primitivas
poblaciones europeas se hallaban emparentadas con el H. erectus, aunque al igual
que en Asia, presentaban ligeras diferencias con los fósiles africanos.
Otro fósil que podemos ubicar dentro de la línea evolutiva afro-europea es el
Homo antecessor hallado en el sitio Gran Dolina (España) con una antigüedad de
800.000 años. Este fósil ha sido propuesto como el ancestro de los denominados
sapiens arcaicos. Bajo este nombre se agrupan todos los fósiles que presentan
rasgos anatómicos que anticipan a los humanos actuales. En Europa, evolucionan
hacia el H. heidelbergensis, que fuera encontrado en Alemania y Gran Bretaña en
yacimientos de 500.000 años de antigüedad. Con el tiempo, estos homínidos
habrían dado origen a formas fósiles como las halladas en el sitio español "La
Sima de los Huesos". Con 300.000 años de antigüedad, los restos de 32 individuos
muestran rasgos faciales que permiten postular a estos fósiles como los ancestros
de los Homo neandertalensis. otra variedad de Homo sapiens arcaico.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
30
Con respecto a África, en este lapso el registro fósil presenta un gran vacío, ya que
entre el millón y los 300.000 años no se registran restos. A partir de esta fecha
encontramos en Etiopía, Tanzania, Kenia, Sudáfrica y Marruecos una serie de
fósiles que podemos denominar Homo sapiens arcaicos africanos y de los cuales
derivarían los humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens sapiens).
Este lapso en la historia evolutiva humana no sólo estuvo marcado por una
importante diversificación de las especies sino que también fue testigo de grandes
cambios en el comportamiento de los homínidos. Uno de los más relevantes fue el
papel cada vez más importante de la caza dentro de las estrategias de obtención de
alimentos. Las evidencias de este comportamiento han sido observadas en
diferentes sitios arqueológicos. Por ejemplo, en Boxgrove (Inglaterra) se hallaron
restos óseos de caballos con huellas de instrumentos de piedra y marcas de dientes
de carnívoros superpuestas. Esto estaría indicando que los homínidos habrían sido
los primeros en acceder a la presa mediante la caza y que las partes desechadas
habrían sido consumidas por los carnívoros en segunda instancia. El sitio tiene
500.000 años de antigüedad.
Otra evidencia es el hallazgo, en el yacimiento de Schöningen (Alemania) de
400.000 años de antigüedad, de cinco lanzas de madera7
asociadas a huesos de
caballo con huellas de instrumentos. En el mismo sitio también se encontraron
restos de fogones, lo que estaría señalando los inicios en el uso del fuego. La
tecnología de estos homínidos, básicamente hachas de mano y posiblemente otros
7 Las lanzas de madera se preservaron dentro de una turbera (similar a un pantano), ambiente saturado
de agua y sin oxígeno que posibilitó la conservación de la materia orgánica (ver ambientes de preservación en el capítulo El registro arqueológico: evidencia, contexto y procesos de formación en
este volumen).
artefactos en materiales perecederos (tal como lo indican las lanzas de madera de
Alemania) se caracteriza por presentar un ritmo de cambio tecnológico
marcadamente lento y una notable estabilidad á lo largo de decenas de miles de
años.
Los Neandertales
Como mencionáramos anteriormente, estos homínidos constituyen una variedad
de Homo sapiens arcaico que habría comenzado a evolucionar en Europa hace
300.000 años atrás a partir de el H. heidelbergensis. Una serie de hallazgos
muestran una anatomía intermedia entre este último y los neandertales típicos: La
Sima de los Huesos (España), Swanscombe (Inglaterra), L'Arago (Francia),
Steinheim (Alemania) y Petralona (Grecia), entre otros. Sin embargo, recién hace
130.000 años aparecen los rasgos que caracterizan a los neandertales, que
habitaron en Europa, Asia Central y Medio Oriente.
Durante el lapso en el que vivieron estos homínidos el clima experimentó una
serie de cambios o fluctuaciones entre períodos templados-frescos y períodos
glaciares. Es probable que estos climas hayan influido en la selección de ciertos
rasgos típicos de los neandertales clásicos.
Poseían un cráneo largo y aplanado en su parte superior, con un borde sobre las
cuencas oculares, aunque éste era de menor tamaño que el del H. erectus. Mientras
que este último homínido presentaba un volumen cerebral de 1250 cm3
, los
neandertales tenían un promedio de 1500 cm3
. La nariz era prominente,
característica que estaría relacionada con la necesidad de calentar y humedecer el
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
31
aire frío y seco del medio glaciar en el cual vivían. Asimismo, presentaban una
contextura poderosa, con una enorme masa corporal, posiblemente una adaptación
a las rudas condiciones climáticas de la época en Europa.
No eran muy longevos, ningún esqueleto recuperado parece haber superado los 40
años siendo el promedio de vida de alrededor de 30 años. Muchos presentan
evidencias de haber sobrevivido a heridas y fracturas en la cabeza y las
extremidades señalando condiciones de vida muy duras. Se han comparado los
daños que exhiben los huesos de los neandertales con los que presentan personas
que realizan distintos oficios peligrosos en la actualidad. El patrón neandertal se
ajusta casi perfectamente a las heridas y fracturas que presentan los domadores de
los rodeos de Estados Unidos (Stringer y Gamble 1996). El hecho de que muchos
neandertales hayan sobrevivido a este tipo de heridas y que algunos individuos
muestren señales de haber padecido enfermedades degenerativas, como la artrosis,
indicaría la presencia de algún tipo de comportamiento solidario para el cuidado
de los enfermos.
La recuperación de los restos fósiles de más de doscientos individuos permite
discutir con cierto grado de confianza algunos aspectos como la anatomía, el estilo
de vida, el crecimiento, la longevidad, etc. Sin embargo, otras cuestiones,
fundamentalmente relacionadas con el comportamiento, constituyen el eje de una
serie de controversias.
Una de ellas gira en tomo a la posible existencia de sepulturas y de prácticas
mortuorias. En el pasado, los científicos aceptaron acríticamente que los hallazgos
de esqueletos completos de neandertal representaban entierros deliberados y que
ciertas evidencias asociadas a los huesos (polen de flores, cráneos de osos
cavernarios, cornamentas de cabras montesas) indicaban la práctica de rituales
funerarios. En la actualidad muchos investigadores, a la luz del estudio de los
procesos de formación del registro, cuestionan esa interpretación y consideran que
este tipo de prácticas comenzaron sólo a partir de la aparición del comportamiento
humano moderno.
Otro aspecto sumamente controvertido es el relacionado con la posesión de un
lenguaje tal como tenemos los seres humanos modernos. Al respecto, algunos
investigadores han sostenido que estos homínidos tuvieron un sistema de
comunicación similar al nuestro mientras que otros consideran que carecieron de
un lenguaje propiamente dicho. En la actualidad nuevos estudios demuestran que
los neandertales estaban anatómicamente capacitados para emitir sólo un limitado
repertorio de sonidos y que podrían haber tenido un lenguaje articulado aunque no
habría sido tan complejo como el nuestro.
La subsistencia de estos homínidos es otro tema que divide la opinión de los
científicos. Unas décadas atrás un grupo sostenía que los neandertales eran
eminentemente cazadores y presentaban las mismas habilidades que los humanos
posteriores mientras que otros apoyaban la hipótesis de que la caza era esporádica
y que el mayor aporte de carne provenía del desarrollo de estrategias de carroñeo
(ver Glosario). Actualmente, se acepta la posibilidad de una cierta importancia de
la caza en grupo de grandes animales, como bisontes y mamuts, aunque con
técnicas distintas a las que desarrollaron más adelante los H. sapiens sapiens. La
combinación de dos líneas de evidencia (la tecnología y los rastros de heridas en
los restos fósiles de los neandertales) estaría señalando el uso de técnicas de caza
por contacto directo con las presas. Esto es, una caza mediante el uso de lanzas y
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
32
no del arco y flecha que permiten reducir el riesgo de un ataque del animal al
cazador.
Si bien no hay evidencias del desarrollo de este último tipo de tecnología, los
instrumentos confeccionados por los neandertales denotan que éstos poseían una
buena capacidad artesanal y una estructura mental similar a la de los humanos
modernos (Figura 7). También se han encontrado pruebas de selección de las
materias primas que en algunos casos se localizaban en lugares alejados de los
sitios de habitación. Esto implica el desarrollo y planificación de estrategias de
obtención y uso de determinadas rocas de buena calidad para la manufactura de los
artefactos (Kuhn 1995). Por último, existen evidencias de que los neandertales
habrían tenido cierto manejo del fuego aunque no tan eficiente como el de los
humanos anatómicamente modernos.
Figura 7. Herramientas de piedra utilizadas por los neandertales
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
33
Aproximadamente hace 30.000 años el registro fósil y arqueológico muestra la
extinción de las últimas poblaciones de neandertales de Europa (específicamente
de España y Francia). Estos homínidos no lograron sobrevivir a la competencia y
fueron sustituidos gradualmente por los humanos anatómicamente modernos.
Estos últimos desarrollaron un conjunto de características anatómicas, cognitivas
(ver Glosario) y tecnológicas que les permitieron ser mucho más eficaces en la
extracción y aprovechamiento de los recursos que los neandertales.
El Homo sapiens anatómicamente moderno
En esta sección trataremos el origen y dispersión de nuestra especie, Homo sapiens
sapiens, también conocida como humanos anatómicamente modernos, en el marco
de la teoría de sustitución de poblaciones.
Cabe aclarar que este proceso no abarca una única ola de expansión y colonización
sino un continuado cambio evolutivo y una serie de dispersiones sucesivas y
múltiples a lo largo de un periodo de hasta 100.000 años (Foley 1997).
Podemos situar su origen en África, hace entre 200.000 y 150.000 años atrás,
cuando surge una línea de homínidos con rasgos anatómicos muy similares a los
seres humanos modernos. Sin embargo, es a partir de los 130.000 años cuando
encontramos individuos que ya poseen todas las características anatómicas
modernas: cráneos más cortos y redondeados, rostro y rebordes supraorbitales más
pequeños, mentón prominente y una estructura esquelética más liviana. Los
principales sitios africanos en donde se hallaron estos fósiles son Omo Kibish
(Etiopía), Klasies River Mouth y Border Cave (Sudáfrica) y Jebel Irhoud
(Marruecos). También se los encuentra en Medio Oriente, en las cuevas de Skhul y
Qafzeh (ambos en Israel).
La investigadora Marta Mirazón Lahr (2001) resume el escenario en el cual se
desenvolvió la evolución de los humanos anatómicamente modernos: entre los
200.000 y los 130.000 años atrás el mundo atravesaba un periodo de glaciaciones.
En África, esto se tradujo en un momento de gran aridez que llevó a un aumento
en la competencia por la obtención de recursos para la subsistencia. Estos recursos
se volvieron muy escasos llevando a que se necesitaran cubrir áreas más extensas
para conseguir la misma cantidad de alimentos y a que los grupos de homínidos
africanos se separaran en el espacio. A su vez, la escasez de recursos llevó a una
importante reducción demográfica y, consecuentemente, a una disminución de la
variabilidad genética de la especie humana. Los especialistas consideran que los
humanos modernos descienden de un único grupo de apenas 10.000 personas que
sobrevivieron a estas condiciones en África.
El registro fósil correspondiente al lapso entre 100.000 y 60.000 años atrás es
prácticamente inexistente, por lo que este importante momento en la evolución de
los humanos está escasamente documentado. Sólo sabemos que a partir de esa
fecha comienza la expansión de las poblaciones anatómicamente modernas desde
África hacia el resto del planeta, ocupando regiones que, en algunos casos, estaban
habitadas por otros homínidos que fueron reduciéndose hasta extinguirse (Figura
8).
Los humanos anatómicamente modernos desarrollaron un conjunto de
características anatómicas y tecnológicas que les permitieron ser mucho más
eficaces en la extracción y aprovechamiento de los recursos que el resto de los
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
34
homínidos contemporáneos. Sin embargo, el registro arqueológico indica que este
grado de eficacia sólo se alcanzó hace aproximadamente 60.000 años atrás. Antes
de esta fecha las poblaciones anatómicamente modernas dejaron un registro
material de características similares al resto de los homínidos con los que
coexistieron.
Una de estas características es el desarrollo del lenguaje articulado, aspecto
fundamental para comprender la historia de nuestra especie. Desde el punto de
vista anatómico, desde hace 300.000 años las evidencias fósiles muestran el
desarrollo de las propiedades biológicas (mentales y de la anatomía de la garganta
y la respiración) que lo hacen posible: ciertas áreas del cerebro y la base curva del
cráneo, ambas relacionadas con la capacidad de generar sonidos articulados.
Desde el punto de vista cognitivo (ver Glosario), ciertos investigadores entienden
al lenguaje como la capacidad de exteriorizar el pensamiento. Al respecto, Robert
Foley plantea que «la selección para el pensamiento y la selección para la
comunicación son dos procesos muy diferentes... durante el curso de la evolución
de los homínidos ha habido unos períodos prolongados en que se han seleccionado
los beneficios generales derivados de una mayor capacidad mental, pero estos
beneficios no procedían del lenguaje hasta que se produjeron ciertas condiciones
específicas en los últimos doscientos o trescientos mil años» (Foley, 1997: 204).
En otras palabras, este enfoque permite explicar el cambio evolutivo que significó
la aparición del lenguaje en el contexto del aumento cerebral y el incremento de la
inteligencia que muestra el género Homo desde hace por lo menos 2 millones de
años.
Lo distintivo de Homo sapiens sapiens es la capacidad de exteriorizar los
pensamientos producto del sistema interno de procesamiento de información que
reside en el cerebro. El lenguaje, como el pensamiento, implica la formación y
modificación de símbolos en la mente y nuestra capacidad para el razonamiento
simbólico es prácticamente inconcebible sin él (Tattersall 1998). A partir de su
aparición, el registro arqueológico se puebla de evidencias que muestran las
distintas formas de plasmar el pensamiento reflexivo. Entre ellas, podemos
mencionar a las expresiones artísticas cargadas de simbolismo y al
comportamiento mortuorio, el cual muestra las creencias acerca del origen y la
Figura 8. Dispersión de nuestra especie {Homo sapiens sapiens) desde África hacia el resto del globo -las
fechas corresponden a años antes del presente. (Basado en la Figura 74 de Stringer y Gamble 1996).
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
35
posición de los individuos frente al mundo que los rodeaba (Leakey y Lewin
1994).
En el marco de este cambio evolutivo surge lo que denominamos cultura. Recién
ahí encontramos, de manera inequívoca, aquellos aspectos comprendidos en las
múltiples definiciones de cultura que utilizan los antropólogos en la actualidad
(por ejemplo, recordar la de Carutti y otros, 1975). Las manifestaciones artísticas,
la innovación tecnológica, las diferencias culturales, las creencias religiosas, la
ampliación de las redes sociales, la mayor complejidad en la explotación de los
recursos, etc., caracterizan a nuestra especie a partir de este momento.
En el registro arqueológico de los últimos 40.000 años se puede apreciar las
características anteriormente mencionadas. Los conjuntos artefactuales denotan
una alta diversificación en cuanto al tipo de instrumentos, procesos de
manufactura y materias primas utilizadas. Por ejemplo, en cuanto a la diversidad
de instrumentos, podemos mencionarla aparición de agujas, punzones, arpones,
puntas de proyectil de variadas formas y tamaños, uso de arco y flecha, etc. Hay
una amplia variedad de materias primas utilizadas (piedra, madera, hueso, marfil,
astas). También es común hallar en sitios arqueológicos valvas marinas usadas
como ornamento a centenares de kilómetros de su lugar de origen (Stringer y
Gamble 1993). La ubicación y estructura de los sitios arqueológicos estudiados
indica la existencia de una organización y planificación en cuanto al uso y
explotación de los recursos. Las expresiones artísticas se ven reflejadas en
representaciones naturalistas y abstractas pintadas, principalmente, en el interior
de las cuevas y abrigos rocosos (Lascaux, en Francia y Altamira en España, entre
otras -Figura 9-). También se han hallado estatuillas, como las llamadas «Venus»
de Dolní Vestonice, en la antigua Checoeslovaquia y de Willendorf en Alemania,
y diferentes objetos relacionados con la ornamentación personal (por ejemplo,
collares). Asimismo, existen claras evidencias de que inhumaban a sus muertos
con ofrendas sofisticadas (Arene Candide y Barma Grande en Italia).
Hace 10.000 años nuestra especie había alcanzado una dispersión global (se
hallaba presente en todos los continentes a excepción de la Antártida) y comienzan
a surgir nuevas estrategias de subsistencia basadas en la agricultura, acompañadas
por un aumento demográfico y la sedentarización. El desarrollo de la producción
de alimentos fue un proceso complejo que ocurrió en etapas, sin abandonarse
inmediatamente la caza y la recolección. La sedentarización ocurrió, en ciertos
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
36
casos, antes que la domesticación de las plantas (agricultura). En relación con este
proceso, surgen las primeras aldeas y posteriormente los conglomerados urbanos y
la estratificación social. Sin embargo, esta apretada síntesis no debe interpretarse
en términos de un esquema evolutivo unidireccional, a la manera de los
evolucionistas sociales del siglo diecinueve. Durante este lapso los seres humanos
desarrollaron diversas estrategias para enfrentar al medio social y natural
circundante, estrategias que, en términos antropológicos, constituyen la base de la
diversidad cultural que caracteriza a los seres humanos en la actualidad.
Comentarios finales
Los humanos han tenido probablemente un impacto nunca visto sobre el mundo.
En los últimos 10.000 años han transformado muchos ambientes, aumentaron su
población a niveles impensables, transformaron plantas y animales a través de la
manipulación agropastoril, desarrollaron la capacidad potencial de modificar
permanentemente todas las especies (biotecnología e ingeniería genética),
precipitaron a otros organismos a su extinción y desarrollaron la capacidad de
autoextinguirse a través de la creación de armas con un enorme poder destructivo.
No obstante, la singularidad humana se ha desarrollado bajo la influencia de las
mismas leyes evolutivas que rigen al resto de la naturaleza y no son el resultado de
fuerzas especiales. Estas leyes señalan que nuestra especie (y la inteligencia
autoconsciente) y sus ancestros son producto de un hecho contingente de la
historia y no de una trayectoria irreversible según un proceso evolutivo
predestinado.
A la luz de estos principios derivados de la teoría biológica de la evolución, las
débiles y lejanas «voces» de los fósiles y de las herramientas de piedra cuentan
nuestra asombrosa historia, apenas un instante en el reloj de la vida.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
37
Glosario
Bipedia, bipedismo, bipedación: patrón de locomoción que consiste en caminar en
dos pies.
Carroñeo: modo de alimentación que consiste en el aprovechamiento de presas
cazadas por otros predadores.
Cognición: acción y efecto de conocer.
Cognitivo: se refiere a la cognición.
Diastema: separación o espacio que existe entre los dientes.
Fósil: consiste en cualquier evidencia de la vida del pasado, tales como huellas,
huesos, dientes, que han sufrido un proceso de fosilización (ver Bellelli et al., en
este volumen).
Homínido: refiere de manera amplia a los humanos y sus ancestros.
Lasca: producto de la talla de una roca.
Mutación: cambios bruscos en la herencia ocasionados por una alteración en la
secuencia del ADN. Estos cambios pueden transmitirse a las generaciones
posteriores si no son tan grandes como para dañar al organismo en el que ocurren.
Primate: orden de mamíferos al que pertenecen los prosimios, monos, simios,
seres humanos y sus ancestros.
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
38
Prognato: que posee una mandíbula sobresaliente, proyectada hacia adelante.
Retroalimentación: interrelación entre distintos factores causales, sin que
necesariamente uno predomine sobre los otros y que juntos conducen a un
determinado efecto.
Registro fósil: todo tipo de evidencia fósil que ha sido recolectada e interpretada a
través de determinados procedimientos científicos.
Simios: se refiere a todos los integrantes del orden de los primates.
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Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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TRES FACETAS DE LA EVOLUCION
Por Stephen Jay Gould8
De todos los conceptos fundamentales de las ciencias de la vida, el de la evolución
es a la vez el más importante y el que más se suele malinterpretar. Dado que a
veces resulta más fácil entender un tema si se explica lo que no es y lo que no
puede hacer, vamos a comenzar con unos cuantos desmentidos, aplicando a la
ciencia lo que G. K. Chesterton consideraba tan importante para las humanidades:
“El arte es limitación; la esencia de todo cuadro es el marco.”
En primer lugar, ni la evolución ni ninguna ciencia pueden acceder al tema de los
primeros orígenes ni al de los principios éticos. (El propósito de la ciencia es
procurar descubrir y explicar los fenómenos y pautas del mundo empírico, dando
por supuesto que las leyes naturales son uniformes en el espacio y en el tiempo.
Esta restricción sitúa un mundo infinito y fascinante en el “cuadro”; en general, los
temas que quedan relegados al “marco” carecen de respuesta.) Así pues, la
evolución no es el estudio del origen primordial de la vida en el Universo, ni del
significado de la vida entre los objetos de la naturaleza; estas cuestiones son
filosóficas (o teológicas) y quedan fuera del alcance de la ciencia. (Además,
sospecho que carecen de respuestas de validez universal, pero éste es otro tema,
que debe dejarse para otra ocasión.) Esta puntualización es importante, porque los
fanáticos fundamentalistas, disfrazados de “creacionistas científicos”, alegan que
8 Stephen Jay Gould (1941-2002) era paleontólogo, biólogo evolucionista, historiador y divulgador de
la ciencia. Entre sus mejores libros figuran La falsa medida del hombre, La sonrisa del flamingo, Bully el Brontosaurio y Wonderful Life.
la creación se debe equiparar con la evolución, dedicándoseles el mismo tiempo en
los colegios porque las dos son igualmente “religiosas”, puesto que se ocupan de
incógnitas trascendentales. Pero lo cierto es que la evolución no se ocupa de esa
clase de temas y, por lo tanto, sigue siendo plenamente científica.
En segundo lugar, la evolución ha tenido que cargar con toda una serie de
conceptos e interpretaciones que reflejan otros tantos prejuicios sociales y
fantasías psicológicas muy arraigados en Occidente, pero que no se ajustan a los
hechos de la naturaleza. Seguramente, dicho “lastre” era inevitable en una
disciplina que toca tan de cerca temas que afectan profundamente a los seres
humanos, pero esta pesada sobrecarga social nos ha impedido llevar a pleno
término la revolución de Darwin. El más pernicioso y entorpecedor de estos
prejuicios es el concepto de progreso: la idea de que la evolución obedece a una
fuerza impulsora o que manifiesta una irresistible tendencia hacia una mayor
complejidad, un mejor diseño biomecánico, un cerebro más grande o cualquier
otra definición de progreso, propia de mentes estrechas y centrada en el eterno
deseo humano de situarnos por encima del resto de la naturaleza y, de ese modo,
ejercer nuestro derecho natural a dominar y explotar el planeta.
La evolución, según la formulación de Darwin, es la adaptación a los cambios en
el entorno local, no un “progreso” universal. Una estirpe de elefantes que
evoluciona mientras los hielos avanzan, desarrollando una capa de pelo cada vez
más gruesa hasta transformarse en mamuts lanudos, no constituye un modelo
superior de elefante en ningún sentido general, sino simplemente un elefante mejor
adaptado a las condiciones locales, cada vez más frías. Por cada especie que se
vuelve más compleja en su proceso de adaptación a su ambiente, hay una o más
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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especies de parásitos que viven dentro de su cuerpo y que, por lo general,
presentan una anatomía muy simplificada en comparación con la de sus
antepasados de vida libre. Y, sin embargo, estos parásitos están tan bien adaptados
al ambiente interno de su huésped como el huésped a las exigencias de su
ambiente externo.
En su formulación minimalista y esquemática, la evolución es una idea muy
simple con una enorme gama de implicaciones. El concepto básico incluye dos
ideas relacionadas que se han convertido en la base de dos de las disciplinas
fundamentales de la historia natural: la taxonomía (la ordenación de las relaciones
de parentesco entre los organismos) y la paleontología (la historia de la vida). La
evolución significa: 1) que todos los organismos están emparentados, ligados por
lazos genealógicos que se remontan hasta antepasados comunes, siguiendo las
ramas del árbol de la vida; y 2) que a lo largo del tiempo, las estirpes alteran su
forma y su diversidad, por un proceso natural de cambio: la “descendencia con
modificación”, según la expresión de Darwin. Esta idea, simple a la par que
profunda, da respuesta inmediatamente a la gran cuestión biológica de todos los
tiempos: en qué se basa el “sistema natural” de relaciones entre los organismos
(los gatos están más próximos a los perros que a los lagartos; todos los vertebrados
se parecen más entre sí que cualquiera de ellos a un insecto... un hecho que
siempre ha llamado la atención y que se ha considerado maravilloso y misterioso a
la vez, desde mucho antes de que la evolución explicara la razón). Las
explicaciones anteriores no resultaban satisfactorias porque eran bien
incomprobables (la mano creadora de Dios dando forma a cada especie, una
hipótesis en la que las relaciones taxonómicas representarían el orden de los
pensamientos divinos), bien absurdas e incomprensibles (la clasificación de la
materia orgánica considerando las especies como lugares naturales, como los
elementos químicos en la tabla periódica). La explicación evolutiva del sistema
natural es asombrosamente simple: la relación es genealógica; los seres humanos
se parecen a los monos porque tenemos un antepasado común bastante reciente. El
orden taxonómico es un registro de la historia.
Pero el hecho básico de la genealogía y el cambio –la descendencia con
modificación– no basta para conferir a la evolución la categoría de ciencia. La
ciencia tiene dos misiones: 1) descubrir y registrar el estado fáctico del mundo
empírico; y 2) diseñar y poner a prueba explicaciones de por qué el mundo
funciona como funciona. La genealogía y el cambio sólo representan la solución al
primer objetivo: una descripción del hecho de la evolución. Pero también
queremos conocer el segundo objetivo, los mecanismos del cambio evolutivo, la
explicación de las causas de la descendencia con modificación. Darwin propuso el
mecanismo de cambio más famoso y mejor documentado, un principio al que
llamó “selección natural”.
La realidad de la evolución está tan bien documentada como cualquier otro hecho
comprobado por la ciencia; es algo tan seguro como nuestra convicción de que la
Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés. Pero el mecanismo de la evolución
sigue siendo objeto de apasionantes controversias. La ciencia siempre resulta más
estimulante y fructífera cuando se enfrasca en debates fundamentales acerca de las
causas de hechos bien documentados. La selección natural de Darwin ha sido
confirmada por estudios exhaustivos y elegantes, y ha demostrado ser un
mecanismo muy potente, sobre todo para la revolución de adaptaciones de los
Antropología Teorías de la Evolución Biológica. Proceso de Hominización.
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organismos a su ambiente local, lo que Darwin llamaba “esa perfección de
estructura y co-adaptación que provoca una admiración muy justificada”. Pero la
historia de la vida a gran escala incluye otros fenómenos en los que podrían haber
influido también otras causas (los efectos potenciales del azar, por ejemplo, en
otro determinante fundamental de los patrones de la vida: qué grupos sobreviven y
cuáles desaparecen en episodios de extinción catastrófica).
La respuesta más directa y contundente a la pregunta “¿y a nosotros qué nos
importa?” se encuentra en la mente humana, y por motivos que yo no pretendo
explicar. Siempre nos han fascinado los lazos físicos de parentesco y ascendencia;
nos parece que rastreando nuestros orígenes genealógicos podremos conocernos
mejor y saber quiénes somos en algún sentido fundamental. Rebuscamos en los
cementerios y en los registros parroquiales; escudriñamos las biblias familiares y
preguntamos a nuestros parientes más ancianos, todo para llenar los vacíos de
nuestro árbol genealógico. El estudio de la evolución es el mismo fenómeno, pero
a una escala mucho más global, con raíces mucho más largas. La evolución es el
árbol genealógico de nuestras razas, especies y grupos zoológicos, y no sólo de
nuestro insignificante apellido. En la medida en que la ciencia puede abordar este
tipo de cuestiones, la evolución responde a las perturbadoras y fascinantes
preguntas del tipo de ¿quiénes somos?, ¿con qué otros seres estamos
emparentados, y cómo?, ¿cuál es la historia de nuestra interdependencia con el
mundo natural?, ¿por qué estamos aquí? Aparte de esto, creo que quien mejor
expresó la importancia de la evolución en el pensamiento humano fue Sigmund
Freud cuando declaró, con aguda y reveladora ironía, que todas las grandes
revoluciones científicas tienen una cosa en común: todas atacan la arrogancia
humana, derribándola de un pedestal tras otro de convicciones anteriores acerca de
nuestra posición central y preponderante en el universo. Freud mencionaba tres de
estas revoluciones: la copernicana, que nos desplazó desde el centro del escenario
en un universo pequeño a un diminuto peñasco periférico en un universo de
vastedad inconcebible; la darwiniana, que “nos relegó a descendientes del mundo
animal”; y (en una de las declaraciones menos modestas de la historia intelectual)
la suya propia, que descubrió el inconsciente y demostró el carácter irracional de
la mente humana.
¿Qué podría resultar más humillante, y por lo tanto más liberador, que pasar de
considerarnos “sólo un poco por debajo de los ángeles”, dominadores legítimos de
la naturaleza, creados a imagen y semejanza de Dios para someter y moldear la
Tierra... a saber que sólo somos productos naturales de un proceso universal de
descendencia con modificación (y, por lo tanto, emparentados con todas las demás
criaturas), y que para colmo somos sólo una pequeña ramita, recién brotada y
destinada a desaparecer, del frondoso árbol de la vida y no la cumbre predestinada
de una escala ascendente de progreso? Es algo que destroza la certidumbre
complaciente y al mismo tiempo aviva los fuegos del intelecto.
DIARIO PÁGINA 12, 22/1/2005
Disponible en http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-1060-
2005-01-27.html