Cambios y continuidades en los gabinetes mexicanos
postalternancia: 2000-2006, 2006-2012 y 2012-2017.
Paulina Arredondo Fitz
Universidad Nacional Autónoma de México
Área temática: Poder Ejecutivo y Gobierno
Trabajo preparado para su presentación en el 9º Congreso Latinoamericano de Ciencia
Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP).
Montevideo, 26 al 28 de julio de 2017.
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Abstract
El objetivo de este artículo es identificar los cambios y continuidades en la conformación de
gabinetes de los tres gobiernos federales mexicanos surgidos después del año 2000: los
sexenios panistas de Vicente Fox: 2000-2006 y Felipe Calderón: 2006-2012 y el gobierno
priista de Enrique Peña Nieto de 2012 a 2017. El argumento del trabajo es que, además de
los cambios por “shocks inesperados y ajustes en la política” relacionados con la debilidad-
fortaleza de los ejecutivos, identificados por Martínez-Gallardo (2011, 2014) y los eventos
críticos mostrados por Camerlo y Pérez Linán (2013), los cambios en los gabinetes también
se explican por la existencia de ciclos predecibles del partido de gobierno como conjunto
organizacional, generando más similitudes que diferencias en la conformación de gobiernos
a través del tiempo, sin importar el partido, debido a que los requerimientos de las esferas:
ejecutivo-partido-legislativo en la tradición de partido de gobierno monocolor en México
obligan a un acoplamiento continuo. Para confirmar esta idea, se trabajará a partir de tres
variables identificadas en cada gobierno: partidización del gabinete, ambiente que motiva el
cambio y Timming del cambio.
I. Introducción.
El presente trabajo busca contribuir con los estudios sobre la normalización institucional
democrática teniendo como unidad de observación los gabinetes presidenciales, para explicar
las consecuencias institucionales de las alternancias en el poder ejecutivo federal en sistemas
longevos (Bovero, 2000). El objetivo de este trabajo es caracterizar el cambio y la
continuidad en los gabinetes presidenciales, designación y remoción de las y los titulares de
las Secretarías de Estado, conformados durante los gobiernos postalternancia en México:
2000-2006, 2006-2012, ambos panistas, y 2012-2017, priista. Se busca responder la
siguiente pregunta: ¿Por qué existen patrones en la integración de los gabinetes, tales como
la partidización y la renovación en ciertos periodos del sexenio aún en gobiernos de partidos
diferentes en los que no existen constricciones institucionales formales de conformación y
modificación?
2
El argumento central del trabajo es que en sistemas presidenciales con tradición de
conformación unipartidista (Arredondo, 2015:13; Camerlo, 2013:120), sin reelección, como
el mexicano, una vez conformado el gabinete, siguiendo una estrategia de integración
partidizada o no partidizada, derivada de la legitimidad de acceso, los cambios subsecuentes
se explican por dos dimensiones divididas a su vez en dos subdimensiones: 1. Ambiente
motivador del cambio, interno o externo y 2. Timming del cambio: reactivo o anticipatorio.
Se considera que si bien muchos cambios se explican por lo que Martínez Gallardo (2014)
ha llamado “shocks inesperados” o los “eventos críticos” de Camerlo y Pérez Liñán (2013)1,
la existencia de eventos que se repiten, ciclos dentro del periodo de gobierno, electorales
(Amorin Neto, 2000) y no electorales, así como el mantenimiento de las normas del régimen,
generan más similitudes que diferencias en la conformación y ajuste de los gabinetes, aunque
en principio el presidente de la república y el partido al que pertenece, pudieron manifestar
una estrategia de diferenciación frente a sus antecesores.
Buena parte de los cambios observados en la conformación de gabinetes mexicanos
postalternancia, que difícilmente pueden clasificarse como “eventos inesperados” (Martínez-
Gallardo, 2014), se generan por el acoplamiento necesario y hasta cierto punto previsible del
partido de gobierno, es decir, el conjunto organizacional conformado por las caras del partido
“en el ejecutivo”, “en el legislativo”, y el “partido como organización” (Sorauf, 1967;
Shelesinger, 1984, Katz y Mair 1993), en sus niveles nacional y local. Se retoman elementos
de la tradición party-governmet, gobierno de partido, al reconocer que el tipo de relación del
partido (como organización) y el gobierno (como las personas que militan en él y fueron
nombradas como titulares de Secretarías de Estado) impacta en la conformación y
funcionamiento de los gabinetes, y que los gabinetes pueden ser entendidos como un espacio
de comunicación e intercambio del ejecutivo con las demás esferas del sistema político tales
como el poder legislativo (Amorin Neto, 2000; Freidenberg, 2003:1)2. Lo anterior implica
que si bien el gabinete es por definición una esfera en la que el presidente tiene formalmente
amplios márgenes de autonomía, su funcionamiento no es aislado y no sólo responde a las
1 Para los autores, los eventos críticos son las protestas contra un ministro o los escándalos por corrupción presentados por los medios de comunicación. 2 Amorin Neto (2000) destaca la relación entre la conformación de gabinetes y el apoyo legislativo en Brasil en el periodo de 1989 a 1998. Su trabajo se enfoca en los gobiernos de coalición: “aquellos que incluyen al menos dos partidos y tienen un grado de proporcionalidad entre la cuota ministerial de los partidos y su peso parlamentario”.
3
estrategias planteadas por el ejecutivo (Martínez-Gallardo, 2014:7), sino que se ajusta
además de los grupos de presión o los partidos opositores (Martínez-Gallardo, 2014; Amorin
Neto, 2000), a los requerimientos de un conjunto mayor de instituciones: el sistema
conformado por el partido de gobierno, siempre que haya una postura identitaria común
(Arredondo, 2015).
Para realizar el análisis se hizo una revisión de todos los nombramientos y cambios
posteriores al año 2000. Se revisaron los perfiles de las y los titulares de las Secretarías de
Estado desde el primer gabinete hasta el último en los gobiernos panistas y se hizo el
seguimiento de su permanencia durante los sexenios. Para el gobierno de Peña Nieto se
realizó el mismo procedimiento salvo que el corte fue mayo del año 2017, considerando que
el sexenio no ha concluido. Para conocer los nombramientos y cambios durante los gobiernos
panistas, se recurrió los trabajos de Quijano (2012), Cuellar (2003), Arredondo (2015) y a
fuentes hemerográficas. Para analizar el sexenio en curso se utilizaron fuentes
hemerográficas. En los tres gobiernos se clasificaron las salidas del gabinete, considerando
los motivos implícitos y explícitos para la renovación de la Secretaría, a partir de una matriz
de cambio con las dimensiones y subdimensiones mencionadas anteriormente.
El artículo se compone de 5 partes. Después de esta introducción se muestran los elementos
teóricos para estudiar el cambio en los gabinetes considerando la centralidad del partido de
gobierno. Posteriormente se realiza un análisis de los cambios y permanencias de los tres
gobiernos desde la partidización y la jerarquización de las secretarías realizando una
comparación de los elementos comunes utilizando la visualización reticular con el software
payek. En la cuarta parte se revisan elementos comunes a los tres gobiernos y en la quinta se
presentan conclusiones generales.
II. Conformación y cambio de los gabinetes en sistemas presidenciales.
Los estudios recientes sobre la conformación de gabinetes en sistemas presidenciales están
orientados a responder, además de la pregunta clásica ¿Quiénes fueron nombrados como
ministros o Secretarios?3, cuestionamientos como ¿Por qué fueron nombrados? (Camerlo,
3 Autores como Quijano (2012) han desarrollado tipologías para los nombramientos: por conveniencia política, motivos ideológicos, imposición de grupos fácticos, razones económicas, pertenencia a la élite, méritos personales, vínculos personales, vínculos familiares y motivos religiosos.
4
2013; Quijano, 2012; Villareal, 2011; Freidenberg, 2003) y ¿Cuándo y por qué fueron
designados o removidos? (Martínez-Gallardo, 2014; Chaquetti, Buquet,y Cardarello, 2013;
Camerlo, 2013). La conformación y cambios en los gabinetes permiten plantear preguntas
más amplias, tales como “¿Quién gobierna efectivamente?” y “¿Cómo se gobierna en un
sistema democrático?” (Freidenberg, 2013:3). Las respuestas trascienden los límites del
gabinete, incluso del poder ejecutivo, obligando a ver a los gabinetes como medios para la
obtención de “recursos políticos múltiples”, tales como gobernabilidad (Camerlo, 2013:123)
4, y no como fines en sí mismos.
La idea de los gabinetes y su conformación como parte de un conjunto mayor de procesos
institucionales puede encontrarse en la tradición de party-government, gobierno de partidos,
tanto para sistemas parlamentarios como presidenciales. Los trabajos que forman parte de
esta tradición por lo general recurren a las dimensiones ofrecidas por Katz (1986) para definir
un gobierno de partidos:
Las decisiones son tomadas a través de los partidos o por individuos responsables
ante ellos;
Las políticas son decididas dentro del partido gobernante, cuando es un gobierno
monocolor, o por negociación entre los partidos cuando es una coalición y
Los funcionarios de alto rango deben ser seleccionados dentro de los partidos y ser
responsables ante estos (Katz, 1986:42).
Estas tres dimensiones, que retratan el tipo ideal del gobierno de partido, han derivado en
los intentos de medición de la influencia recíproca entre los partidos “sostenedores” y los
gobiernos, reconociendo que puede haber niveles de autonomía e interdependencia (Blondel
y Cotta, 1995:8) que varían con el tiempo (Freidenberg, 2003:4). La noción de party-
government desarrollada por Blondel y Cotta discute la interpretación de los gobiernos como
sujetos pasivos y a los partidos sostenedores como poco influyentes frente a la presión de
otros grupos organizados (Blondel y Cotta, 1996: 1), proponiendo que los partidos, además
4 Otros recursos son las “capacidades técnicas individuales” y el “alineamiento personal” (Camerlo, 2013: 124).
5
de ser organizaciones, pueden entenderse como tomadores de decisiones (Blondel, 1994:
534).
La propuesta teórica del gobierno de partido ha sido retomada para conocer los niveles de
influencia de los partidos sobre los gobiernos en tres dimensiones: 1. Reclutamiento, 2.
Elaboración de Políticas y 3. Patronazgo (Freidenberg, 2003; Cansino, 1997; Casar, 1997;
Blondel y Cotta, 1996). Teóricamente, los gabinetes forman parte indiscutible del modelo
party-government ya que el poder ejecutivo surge de un partido y, una vez en el poder, el
ejecutivo puede elegir o no a los miembros de su partido para integrar al gabinete
(Reclutamiento), los cuales, pueden o no implementar el programa de partido (elaboración
de políticas), dependiendo si hay suficientes incentivos para hacerlo (patronazgo)
(Arredondo, 2015:13). Los trabajos sobre gobierno de partidos desarrollados para explicar
los sistemas presidenciales en América Latina han mostrado que los partidos sostenedores
tienen poca influencia en las dimensiones del gobierno de partidos, evidenciando su
subordinación respecto a los gobiernos (Corvetto, 2014:14; Casar, 1997:109; Cansino,
1997:225)5.
Lo anterior podría explicarse por el diseño del sistema presidencial, que lleva a los partidos
a cumplir con funciones representativas, mientras que las del gobierno, en particular el poder
ejecutivo, son de naturaleza administrativa, aunque su origen sea representativo (Cotta, 2001;
Contreras, 2012: 74). Esto quiere decir que en sistemas presidenciales democráticos los
partidos de gobierno no gobiernan (Arredondo, 2015:20); pueden tener mayor o menor
influencia en los gobiernos del ejecutivo que pertenece a su partido sin pretender un gobierno
de partido. Esta conclusión sobre la influencia limitada de los partidos sobre los gobiernos
no niega la posibilidad de estudiar la relación que en la práctica existe entre esferas6.
La propuesta teórica del gobierno de partido puede complementarse con la idea de partido de
gobierno (Panebianco, 1988). En sistemas presidenciales, desarrollados en contextos
democráticos, con tradición de conformación monocolor del gabinete (Camerlo, 2013:139),
el partido de gobierno es definido como la organización a la que pertenece el presidente de
5 Cansino expresa “No es posible hablar de gobiernos de partido en América Latina, al menos no en el sentido original del término…”(Cansino, 1997:225) 6 Esta discusión se encuentra en Arredondo (2015).
6
la república (Contreras, 2015; Arredondo, 2015), la cual busca participar en el reclutamiento
de los funcionarios, en la elaboración de políticas y adquirir cierto patronazgo, como lo señala
el gobierno de partidos, sin que la falta de alguno de estos elementos determine su existencia,
ya que el partido de gobierno no depende del gobierno para subsistir. Por otro lado, el
ejecutivo tampoco depende del partido para seguir existiendo, como sí ocurre en sistemas
parlamentarios, pero ambos pueden cooperar para obtener más posiciones en el sistema
político, asumiendo una responsabilidad común. Esto implica que la relación partido-
gobierno es funcional y política aunque no esté formalmente establecida7.
El partido de gobierno es una organización que se compone de caras (Katz y Mair, 2002:
113; Contreras 2010:55). Una de estas caras es el partido en el gobierno “compuesto por los
miembros del partido con un cargo en el gabinete” (Cotta, 2001:211). Siguiendo este
planteamiento, gobierno y partido son esferas funcionalmente distintas con amplia autonomía
pero con motivos suficientes para crear un sistema de relaciones (Cotta, 2001:201)8. Este
sistema de relaciones deriva de la conceptualización de que partido-gobierno-legislativo, el
partido en las instituciones públicas de Katz y Mair (2002), es un conjunto organizacional
(Evan, 1972:79). La relación entre partido-gobierno-legislativo se puede observar en la
conformación y los cambios de los gabinetes, a partir de una influencia recíproca, sin buscar
medir el alejamiento o la cercanía respecto al ideal del gobierno de partido. Esto coincide
con los trabajos de gobierno de partidos que consideran que la formación de gabinetes es una
estrategia de apoyo en el poder legislativo (Chasquetti, Buquet, Cardarello: 2013:17;
Freidenberg, 2003:7) aún sin que se den las otras condiciones descritas por Katz.
A continuación (cuadro 1) se muestra un esquema de las caras y niveles del partido de
gobierno, el conjunto organizacional como sistema en sí mismo, con dos proyecciones:
vertical y horizontal. La modificación en el gabinete puede obedecer a un proceso en alguna
de estas caras o niveles. Siguiendo a Arredondo (2015), quien a su vez parte del esquema de
7 En las disposiciones nacionales no hay señalamientos que obliguen al poder ejecutivo a conformar el gabinete de tal o cual forma. Al interior de los partidos tampoco hay reglas que comprometan a los presidentes de la república surgidos del partido a nombrar a tal o cual número de miembros del partido. 8 Cotta sugería que partido y gobierno no podían verse como entidades unitarias sino como ámbitos de competencia y cooperación, como entidades compuestas.
7
Katz y Mair (1993), cada cara y nivel aporta un recurso de relación cíclico respecto a los
demás, mismo que hace posible la interacción (Cuadro 2).
Cuadro 1: Caras y niveles del partido de gobierno
Fuente: elaboración propia con base en Arredondo 2015.
Cuadro 2. Caras y recursos de relación
Fuente: Elaboración propia a partir de Arredondo 2015.
Esto significa que si bien el ejecutivo y el legislativo se encuentran en un nivel distinto al
partido, en tanto poderes del Estado, para el planteamiento del partido de gobierno el “partido
en el ejecutivo” se encuentra en el mismo nivel que el partido “como organización central”
y el “partido en el legislativo”. Este trabajo estudia esta interacción a partir de una de sus
múltiples manifestaciones: la integración de gabinetes y sus cambios.
8
Así, la asignación de los ministerios (reclutamiento) con inclinación partidaria se convierte
en uno de los aspectos más visibles del gobierno de partido (Blondel y Cotta: 1996:249) y
por sus características, el que más posibilidades de medición ofrece. Los nombramientos de
las Secretarías evidencian por una parte el “tipo de relación que existe entre los gabinetes y
los partidos que los sostienen” a través de la conformación de gabinetes “partidistas, no
partidistas y mixtos”, así como los perfiles encargados de implementar “el programa del
ejecutivo, del partido o de ambos” (Freidenberg, 2003:6). También permite identificar los
intereses que el poder ejecutivo busca representar fuera del partido de gobierno (Martínez-
Gallardo: 2011:1) y las posibilidades de negociación con las fuerzas representadas en el poder
legislativo, incluyendo al partido de gobierno (Freidenberg, 2003:7).
Para Camerlo, la partidización del gabinete no es determinante en los gobiernos
presidenciales con tradición monocolor debido a que la relación del ejecutivo y el legislativo
no es directa como algunos trabajos enfocados en las coaliciones presidenciales parecen
mostrar. Así, el apoyo en el legislativo no está garantizado por la militancia, y el grado de
vinculación con el partido de gobierno puede ser muy variable entre los miembros del partido,
a diferencia de lo que ocurre en gobiernos de coalición donde la militancia sí puede hacer la
diferencia (Camerlo, 2013:121). Sin embargo, parece existir cierta relación entre legitimidad
y partidización en diferentes contextos. Camerlo (2013) encontró, en su estudio sobre la
conformación de gabinetes en Argentina de 1983 a 2012, que a mayor legitimidad de los
Presidentes de la República, estos nombraban predominantemente a los miembros de su
partido como ministros, “estrategia de clausura”, y, por el contrario, los presidentes con
menos legitimidad tenían una “estrategia de apertura” para integrar perfiles no partidistas
(p.126). Por su parte, Martínez-Gallardo analizó la popularidad presidencial concluyendo que
habrá más cambios si el gobierno es impopular y viceversa (Martínez-Gallardo, 2011:11) 9.
En este trabajo, la partidización en el nombramiento de los gabinetes iniciales se explica por
la legitimidad de acceso al poder: a mayor legitimidad, menor necesidad de recurrir al partido
de gobierno para obtener recursos de gobernabilidad (Arredondo, 2015:19). Por el contrario,
a menor legitimidad, mayor necesidad de apoyos partidarios reflejados en la conformación
9 Martínez-Gallardo realiza estudios de la popularidad presidencia encontrando que a menor popularidad, mayor número de cambios.
9
del gabinete. Esta relación se explica más que por el funcionamiento del sistema presidencial
propiamente dicho, por la conceptualización del partido de gobierno como sistema
cooperativo o diferenciado.
La partidización se puede apreciar al inicio del gobierno y en las modificaciones posteriores.
La forma de identificar la partidización será si las principales carteras dentro del gabinete son
asignadas a personas con militancia o no y si las remociones modifican el equilibrio
partidario o no partidario inicial. La definición de la jerarquía de los ministerios se hará a
partir de una adaptación de la clasificación de Escobar-Lemmon y Taylor-Robinson (2005),
la cual coincide con trabajos como el de Quijano (2012), que señalan que las carteras más
importantes son las de Hacienda, Política exterior, Política Interior y Defensa10.
Ambiente y timmig del cambio
Los motivos para realizar cambios en los gabinetes a lo largo del periodo de gobierno son
difíciles de clasificar ya que suponen la modificación de estrategias en las caras del partido
de gobierno y los niveles territoriales (véase cuadro 1) además de que un cambio implica en
realidad dos movimientos y justificaciones, una salida y una entrada. La tendencia para
estudiar los cambios en los gabinetes es la identificación de conflictos, internos o externos,
el momento del cambio, respecto al ciclo electoral y al mandato, así como el número de
cambios, si fue individual o colectivo (Camerlo, 2013:127). La mayor parte de la literatura
considera que los cambios en el gabinete son una respuesta ante conflictos externos.
Para Martínez-Gallardo, el cambio en los gabinetes es una evidencia de “flexibilidad” frente
a eventos inesperados y “ambientes cambiantes” (2011:2), el cual puede significar la
modificación “política y de políticas” (2014:8). Para la autora, los cambios en los gabinetes
son reacciones del poder ejecutivo a shocks externos (Martínez-Gallardo, 2011:1) que se
presentan cuando el ejecutivo busca aumentar su apoyo público o político (Martínez-
Gallardo, 2014:10).
En la propuesta de Martínez Gallardo, los shocks pueden ser de dos tipos:
10 El criterio utilizado por las autoras es la destinación de presupuesto.
10
1. Shock por políticas. a) El Presidente de la República realiza un nombramiento basado en
capacidades técnicas para impulsar una política específica dentro del gabinete. b) El
Presidente busca impulsar una política que necesita ser negociada en el legislativo. c) Como
un mecanismo de rendición de cuentas.
2. Shock por apoyo electoral. d) El cambio se hace para concentrar el fracaso en un ministro
o un escándalo en un ministro. e) El cambio también puede darse porque la búsqueda de una
posición distinta fuera del gabinete (Martínez-Gallardo, 2011:5).
En un sentido similar, Camerlo y Pérez Liñán (2013) estudian el cambio a partir de “eventos
críticos”. Para los autores, la lógica de los cambios también es reactiva y tiene un cálculo
racional al asumir que la protección o remoción de un ministro “afecta de capacidad de
asegurar el apoyo de diferentes bloques de votantes a corto y largo plazo” (2013:1),
dependiendo del calendario electoral (p.2). En este sentido, la percepción de la población es
un elemento relevante para hacer los cambios, siendo más probable una remoción por
acusaciones de corrupción que por la implementación de políticas. Esta visión sostiene la
relación entre los nombramientos en el gabinete y la preservación del apoyo público en donde
la búsqueda de reelección juega un papel importante.
Un matiz importante es realizado por Camerlo (2013) al estudiar los gabinetes de un solo
partido. De manera similar a los autores anteriores, el autor identifica que los cambios en el
gabinete pueden presentarse tanto por desempeños deficientes, por los que la población
manifestó su rechazo al titular del ministerio; escándalos; conflictos con el Congreso;
elecciones y agrega un motivo no considerado por los autores anteriores: “conflictos
internos”. El autor menciona que las elecciones motivan cambios, pero, sobre todo, estos se
presentan una vez concluidas, siendo menores los cambios previos a las elecciones (p.136).
Camerlo incluye en “otros” los cambios realizados para que el o la titular del ministerio se
desempeñe en otra responsabilidad así como las salidas por problemas de salud y la creación
de nuevos ministerios.
En el esquema propuesto en este trabajo, los shocks externos o eventos críticos se encuentran
fuera del partido de gobierno, lo cual no significa que no sean de importancia para éste.
11
Significa que el partido de gobierno tiene un control mínimo y que la estrategia de cambio
es reactiva. Esto supone la influencia de todo el sistema político, la oposición con sus propias
caras y niveles, los medios de comunicación, la sociedad civil, el electorado, las empresas;
incluso de elementos supranacionales como gobiernos o instituciones. A diferencia de los
trabajos de Martínez-Gallardo (2011, 2014) y Carmerlo y Pérez Liñán (2013), al estudiar el
cambio en este trabajo se sostiene que éste no ocurre siempre por eventos inesperados
externos o “eventos críticos”, como una reacción, sino que pueden darse como estrategia
anticipatoria de procesos esperados. Por ejemplo, dentro de los shocks considerados por
Martínez-Gallardo, existen cambios clasificables como previsibles para el caso mexicano
postalternancia dentro de los que se encuentran el cambio para “ajustar una política
específica”, el cambio como “mecanismo de rendición de cuentas” o la búsqueda de una
“posición distinta fuera del gabinete” bajo condiciones de consenso entre el partido y el
ejecutivo. Incluso el relevo de un ministro acusado de una falla, equiparado por Martínez-
Gallardo como una remoción por escándalo, puede separarse considerando que la falla pudo
ser detectada por el propio ejecutivo o señalada por alguien externo al partido de gobierno.
Teniendo en cuenta lo anterior, se propone una adaptación de la matriz de Nadler y Tushman
(1989: 534), creada originalmente para medir el cambio en los partidos políticos, la cual
considera el 1. Timming del cambio: reactivo o anticipatorio y el 2. Ambiente de la
Motivación para el cambio: interno o externo. En el ámbito externo se encuentran los eventos
descritos como shocks identificados por Martínez Gallardo o eventos críticos de Camerlo y
Pérez Liñán, que representarían las casillas de cambio por ambiente externo y Timming
reactivo. Mientras que en la casilla reactiva interna se encuentran algunos eventos detectados
por Camerlo, tales como conflictos internos entre ministerios. La dimensión de Timming no
refiere al calendario del sexenio que se cruza con procesos como las elecciones, sino al
momento de la reacción. La mayoría de los autores han abordado los cambios como una
lógica reactiva externa aunque, pocos consideran algunos eventos internos, sin embargo, esto
supondría que el partido de gobierno no tienen ninguna posibilidad de impactar en el entorno,
lo cual es difícil de afirmar considerando la dinámica del sistema político mexicano antes y
después de la primera alternancia.
12
En este esquema, el Ejecutivo Federal es el referente que impulsa el cambio o que actúa para
hacer ajustes, aunque se reconoce que los movimientos involucran más actores u
organizaciones. Las dimensiones de cambio de la matriz suponen diferentes niveles de
control del ejecutivo; la estrategia anticipatoria interna se ubica como la de mayor control,
seguida por la anticipatoria externa. Las casillas reactivas implican menos control de los
cambios, el extremo de falta de control es la casilla reactiva-externa.
Cuadro 3. Matriz de dimensiones del cambio
*Los eventos colocados dentro de las casillas son producto de la discusión teórica de los
autores citados y los eventos detectados en el caso mexicano.
Fuente: Elaboración propia a partir de Nadler y Tushman (1989, 534), citados en Janda
(1990: 37).
La casilla anticipatoria-externa implica el compromiso indirecto del presidente de la
república con el partido al ceder perfiles para cubrir otras caras del conjunto organizacional.
Se sostiene que las elecciones subnacionales no son shocks inesperados sino un tipo de
cambio anticipatorio en la lógica del conjunto organizacional siempre y cuando exista
consenso. Se considera interno cuando el movimiento obedece a un ajuste con personas o
motivaciones en el gabinete y externo cuando obedece a una motivación fuera del gabinete.
Se clasifica como reactivo cuando no había forma de predecir la aparición del evento o
depende de la voluntad de alguien que no es el presidente de la república, por ejemplo una
renuncia no dirigida por el presidente. Es anticipatorio cuando se presenta un evento del cual
el presidente tenía conocimiento previo, ya sea porque era parte del calendario o porque lo
impulsó él mismo.
13
III. Análisis de los tres gobiernos
Partidización inicial y legitimidad de origen
El sistema presidencial mexicano está definido por el componente partidario de las y los
titulares de las Secretarías de Estado; la oposición fue incluida en los gabinetes sólo de forma
exigua hasta 1994.11 Por lo anterior fue relevante que Vicente Fox formara un gabinete inicial
no partidizado. Desde el inicio de su campaña, Fox manifestó su intención de gobernar de
forma plural basado en una selección rigurosa de estilo empresarial (La Nación, 5 de julio
del 2000) en la que se podrían incluir personas de otros partidos y se atendiera a una
representación territorial y de género (Ibid). Para lograrlo, se valió de una herramienta inusual
en la tradición mexicana: Head Hunters que buscaran a las y los mejores en su ramo para
formar un “Gabinetazo”. La estrategia de Fox era posible debido a la amplia legitimidad de
acceso con la que contó, 42.52% de votos indiscutidos, así como la postura de diferenciación
que el Partido Acción Nacional sostuvo de forma mayoritaria al inicio del gobierno12.
(Arredondo, 2015:163). Por otra parte, Fox manifestó su intención de mantener el gabinete
sin cambios durante todo el sexenio (Proceso, junio, 2002)
El caso contrastante fue el gabinete inicial de Felipe Calderón, quien durante su campaña al
interior del partido y en clara diferenciación respecto al inicio del gobierno de Vicente Fox
expresó que formaría su gobierno con miembros panistas. Calderón enfrentó la controversia
postelectoral por las acusaciones de fraude frente a Andrés López Obrador y la diferencia de
mínima de .5% en los resultados oficiales. Calderón optó por la vía partidista de integración.
En menor medida, pero con claros cuestionamientos sobre la limpieza de la elección que le
dio el triunfo, Enrique Peña Nieto conformó un gabinete inicial claramente partidizado. No
sólo la legitimidad de acceso explica la partidización, se relaciona con el arraigo partidario y
la conceptualización que hayan hecho los candidatos a la presidencia al interior de su partido
y durante la campaña, si hablaron de un gobierno plural sin ataduras partidistas o si apelaron
a la necesidad de identidad en la formación del gobierno.
11 Ernesto Zedillo invitó a Antonio Lozano Gracia a participar en el gabinete. 12 El PAN no manifestó de forma unificada su rechazo a esta decisión, por el contrario, mostró su apoyo a la gestión en esta etapa.
14
Para observar la partidización de los gabinetes se clasificó a las y los integrantes del gabinete
en partidistas y no partidistas, con el criterio de su militancia formal al momento de ser
nombrados, aunque puedan existir diferentes niveles de involucramiento de los perfiles en
el partido del que provienen (años de militancia, participación en los órganos de gobierno del
partido, cargos públicos, entre otros) y que los no partidistas pueden representar múltiples
grupos o partidos. El primer gabinete de Vicente Fox fue en su mayoría no partidista 13 de
19 Secretarías estuvieron en manos no panistas (68.4%), lo cual se considera no partidizado13.
En el gabinete inicial de Felipe Calderón la relación fue menor, con un total de 7 Secretarías
no panistas (36.8%), es decir, un gabinete partidizado. En el primer gabinete de Enrique Peña
Nieto, 8 Secretarías fueron asignadas a no priistas (36,8%) y 11 a priistas, es decir, un
gabinete partidizado.
Cuadro 4. Relación Partidista-No partidista en los gabinetes iniciales de los sexenios
2000-2006, 2006-2012, 2012-2017.
Fuente: Elaboración propia con información de Cuéllar, 2003, El Universal y La Jornada.
Sin embargo, como lo muestra la mayoría de los textos recientes sobre gabinetes, no basta
con estudiar los gabinetes iniciales; por lo que la partidización durante la vida de cada
gobierno se analizará dividiendo las Secretarías en dos grupos de acuerdo con su jerarquía,
13 A partir de una escala simple en la que 50% más o menos de un tipo determina si es o no partidizado.
15
adaptado la clasificación de Escobar-Lemmon y Taylor-Robinson (2005:833)14. En el primer
grupo se encuentran las Secretarías de alto prestigio, en el segundo las de medio prestigio15.
Del primer grupo, se aprecia que la Secretaría de Gobernación es la única que ha sido
totalmente partidizada en los tres gobiernos. Las carteras del primer grupo que siguen en
cuanto a partidización, tomando los tres sexenios son: Trabajo, Desarrollo Social y
Economía; le siguen Relaciones Exteriores y Educación con 66%16. La Secretaría de
Hacienda es la que menor partidización ha tenido en los tres sexenios17. Felipe Calderón fue
el que registró mayor partidización durante todo el sexenio en las Secretarías del primer
grupo con 83%, frente a 76% de Peña Nieto y 73% de Vicente Fox. En el segundo grupo de
Secretarías, considerando la militancia de las y los Secretarios de Estado en todo el periodo
de gobierno, el presidente con menos partidización fue Felipe Calderón, y el que más
partidización tuvo fue Vicente Fox. Agricultura fue la Secretaría con mayor partidización
mientras que Seguridad Pública fue la menos partidizada. La secretaría de Salud es la segunda
cartera menos partidizada. Considerando los dos grupos y los cambios en cada gobienro, Fox
tuvo una partidización total de 61.83%, Calderón de 69% y Peña Nieto de 68%, lo que
muestra que de forma agregada no hay un contraste tan importante entre los partidos y su
forma de conformar gobiernos a lo largo del tiempo. En los tres gobiernos la partidización a
lo largo del tiempo es mayor al 50% aunque hubo momentos en los que la legitimidad de
acceso permite una menor. Vicente Fox fue el presidente que realizó más cambios de titulares
independientes o no panistas a panistas.
14 Se incluyó en el primer grupo las Secretarías del Desarrollo Social, Economía y Educación por su manejo de recursos y por su visibilidad. 15 El criterio para la división fue el presupuesto, la visibilidad y las Secretarías que existieron durante el Siglo XX y no han sido reformadas. 16 Cabe señalar que Fox tuvo un solo Secretario de Educación durante el sexenio, el cual no pertenecía al PAN. 17 Fox sólo tuvo un titular en Hacienda, mismo que no pertenecía al PAN.
16
Cuadro 5. Partidización de las Secretarías por nivel de prestigio.
*El porcentaje se estimó respecto al total de Secretarios por Secretaría en cada gobierno.
Se excluyeron las secretarías de Defensa y Marina. En los tres sexenios fueron nombradas
personas sin vínculos partidistas.
Fuente: Elaboración propia.
De diciembre del año 2000 a mayo del año 2017 se han nombrado 114 titulares. Si se
consideran todos los cambios desde el año 2000, sólo 6 Secretarios se han mantenido en más
de un sexenio; cinco de los que en algún momento fueron nombrados por Fox también fueron
designados por Felipe Calderón: Alberto Cárdenas Jiménez, Eduardo Medina-Mora Icaza,
Francisco Javier Mayorga, José Antonio Meade Kuribreña, Josefina Vázquez Mota, Rodolfo
Elizondo Torres, la mayoría de ellos panistas; mientras que sólo un secretario, José Antonio
Meade, sin militancia, permaneció del sexenio de Calderón al de Peña Nieto.
Contraste entre permanencias y cambios en las carteras del primer grupo.
El promedio de Secretarías de Estado conformadas en los gobiernos posalternancia es de 19.
Enrique Peña Nieto inició su gobierno con 19 Secretarias, este número se mantiene por la
17
desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública en 2013 y la creación de la de Cultura en
2015. En el gobierno de Vicente Fox sólo en 6 Secretarías mantuvieron a su titular inicial:
Hacienda, Defensa, Marina, Comunicaciones y Transportes, Salud y Educación. Es de
mencionarse el hecho de que, salvo Comunicaciones y Transportes, el resto estuvieron en
manos de no panistas. En el gobierno de Felipe Calderón, 6 secretarías permanecieron sin
cambios: Relaciones Exteriores, Defensa, Marina, Reforma Agraria, Medio Ambiente y
Seguridad Pública, al igual que en el gobierno de Peña Nieto, en que se mantienen sin
cambios: Gobernación, Defensa, Energía, Economía, Comunicaciones y Transportes y
Trabajo, de las cuales 4 están encabezadas por priistas.
A continuación se caracterizará el cambio de las Secretarías del primer grupo.
Gobernación
Durante el sexenio de Vicente Fox la Secretaría de Gobernación tuvo dos titulares. Santiago
Creel permaneció en el cargo hasta 2005, cuando renunció para competir por la candidatura
del PAN a la presidencia de la República. En su lugar fue nombrado Carlos Abascal, quien
desde el principio del sexenio se desempeñaba como Secretario del Trabajo, Abascal
permaneció en el cargo hasta el final del sexenio. Considerando la cercanía de Fox y Creel,
este cambio puede ser clasificado como anticipatorio-externo para la Secretaría de
Gobernación y reactivo-interno para la Secretaría del Trabajo.
La Secretaría de Gobernación fue el talón de Aquiles del sexenio de Felipe Calderón, con 5
titulares. Del total de cambios, dos de ellos fueron reactivos-externos, el nombramiento de
Fernando Gómez Mont frente a la muerte de Juan Camilo Mouriño en 2008 y el de Alejandro
Poiré ante el deceso de Francisco Blake Mora, en 2010. Uno de ellos fueron anticipatorio-
interno por afinidad política: Mouriño en sustitución de Ramírez Acuña en 2008 y otro
reactivo-interno, Blake en sustitución de Gómez Mont en 2010, quien renunció al cargo por
su desacuerdo con las alianzas electorales.
En contraste, en el sexenio de Peña Nieto, la Secretaría de gobernación no ha tenido cambios.
El priista, proveniente del Estado de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong permanece en el
cargo desde 2012.
18
Relaciones Exteriores
El nombramiento de Jorge Castañeda Gutman fue una de las novedades del “Gabinetezo”
imaginado por Fox. Su renuncia en 2003 fue un cambio reactivo-interno. El lugar fue
ocupado por Ernesto Derbez, quien se desempeñaba desde el año 2000 como Secretario de
Economía, un cambio reactivo-interno. En el sexenio de Calderón la secretaría solo tuvo una
titular: Patricia Espinosa Cantellano, mientras que en el sexenio de Enrique Peña Nieto los
nombramientos y cargos en esta Secretaría han generado polémica y ciclos de cambio que
involucran ajustes en otras Secretarías. José Antonio Meade fue secretario de Relaciones
Exteriores de 2012 a 2015, cuando fue nombrado Secretario de Desarrollo Social en lugar de
Rosario Robles quien fue nombrada Secretaria de SEDATU en lugar de Jesús Murillo Karam,
quien había sido el Secretario sobre el que se ejerció mayor presión por su responsabilidad
en los hechos de Ayotzinapa al ser titular de la Procuraduría General de la República de 2012
a 2015. Tras la salida de Meade de la Secretaría de Relaciones exteriores fue nombrada la
priista Claudia Ruiz Massieu, quien se mantuvo en el cargo hasta 2017, cuando Luis
Videgaray se integró al gabinete en el contexto del inicio del gobierno de Donald Trump en
enero de 2017.
Hacienda
Fox sólo tuvo un titular de Hacienda, el priista, Francisco Gil Díaz. Felipe Calderón nombró
tres titulares. El primero de ellos fue el independiente Agustín Carstens quien dejó el cargo
en 2009 para ser Gobernador del Banco de México, un cambio anticipatorio-externo18, en su
lugar fue nombrado, quien se desempeñaba como Secretario de Desarrollo Social, Ernesto
Cordero, panista cercano a Felipe Calderón, en un cambio reactivo-interno. Cordero dejó el
cargo en 2011 para buscar la candidatura del PAN a la presidencia de la República,
anticipatorio-externo, en su lugar llegó Antonio Meade, quien se desempeñaba desde 2011
como Secretario de Energía, un cambio reactivo-interno.
En el sexenio de Peña se han nombrado dos Secretarios: el priista cercano al presidente de
República, Luis Videgaray, y el independiente José Antonio Meade. Videgaray renunció a la
Secretaría de Hacienda en septiembre de 2016, días después de la visita del candidato
18 Se considera anticipatorio porque Calderón hizo la propuesta ante el senado en sustitución de Guillermo Ortíz, cuyo periodo estaba por terminar (El universal, 10 de diciembre de 2009).
19
republicano a la presidencia, de la que se presumía, Videgaray fue principal impulsor. En su
lugar fue nombrado José Antonio Meade quien se desempeñaba como Secretario de
Desarrollo Social, por lo que se generó un cambio en esta Secretaría. Este es uno de los
cambios más difíciles de clasificar debido a que en su momento se interpretó como un castigo
frente a los malos resultados de la visita de Trump, lo cual sería un cambio reactivo-externo.
Sin embargo, Videgaray regresó al gabinete como Secretario de Relaciones Exteriores por lo
que su salida pudo ser anticipatoria-interna.
Economía
En la gestión de Vicente Fox la Secretaría de Economía tuvo 3 titulares: Luis Ernesto Derbez
Bautista, Fernando Canales Clariond y Sergio García del Alba. El primer cambio obedeció a
un reacomodo reactivo-interno producto de la renuncia de Jorge Castañeda a la Secretaria de
Relaciones Exteriores en 2003. El segundo cambio también se explica por una lógica
reactiva-interna, Jesús Canales Clariond dejó la Secretaría de Economía en 2005 para ajustar
la Secretaría de Energía tras la salida de Felipe Calderón quien dejó la Secretaría tras el
diferendo con Vicente Fox por manifestar su intención de participar como candidato a la
Presidencia en 2006.
Durante el sexenio de Felipe Calderón esta Secretaría tuvo tres titulares: Eduardo Sojo,
Gerardo Ruiz Mateos y Bruno Ferrari García de Alba. La lógica del primer cambio fue
reactiva-interna. Ruiz Mateos sustituyó a Sojo, quien fue propuesto Presidente del Instituto
Nacional de Geografía y Estadística, un cambio anticipatorio-externo. Ferrari sustituyó a
Ruiz Mateos ante su llegada como Jefe de Oficina de la Presidencia en respuesta a la renuncia
de Patricia Flores Elizondo al cargo, un cambio reactivo-interno.
En el gobierno de Peña Nieto la Secretaría de Economía no ha tenido cambios, hasta el
momento, siendo su titular Ildefonso Guajardo, priista con experiencia en temas económicos
en la Administración Pública Federal y en el Poder Legislativo.
Educación
Vicente Fox nombró como secretario de educación a Reyez Tamez, no panista, quien
permaneció en el cargo hasta el final del sexenio. La Secretaría tuvo tres titulares en el
sexenio de Calderón; la primera de ellas fue Josefina Vázquez Mota, quien permaneció hasta
20
2009, cuando presentó su renuncia para contender por una diputación en las elecciones
intermedias, un cambio anticipatorio-externo. Fue sucedida por Alonso Lujambio, hasta
entonces comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información. Lujambio dejó el
cargo en 2011 debido a problemas de salud, cambio reactivo-externo y fue sucedido por José
Ángel Córdova Villalobos, de extracción panista.
Peña Nieto ha realizado un cambio en esta secretaria al relevar a Emilio Chuayffet por
Aurelio Nuño, quien se desempeñaba como Jefe de la Oficina de la Presidencia en 2015, en
el contexto de la implementación de la reforma educativa. Considerando que la reforma
educativa era un proyecto del ejecutivo, esta modificación es anticipatoria- interna.
Desarrollo Social
La Secretaría de Desarrollo Social fue asignada por Vicente Fox a Josefina Vázquez Mota al
inicio del sexenio. Vázquez Mota dejó el cargo en 2006 para participar en la campaña de
Felipe Calderón, un cambio reactivo-externo. El sexenio fue concluido por la panista Ana
Teresa Orozco. Felipe Calderón tuvo tres titulares: Beatriz Zavala Peniche, Ernesto Javier
Cordero Arroyo, ambos panistas, y el independiente Jesús Heriberto Félix Díaz. Zavala
Peniche fue sustituida en 2008 por Cordero Arroyo, siendo el segundo cambio en el sexenio
de Calderón: Zavala fue designada como Secretaria de Acción Gubernamental del PAN en
el contexto de la renovación de dirigencia, por lo que se considera un cambio anticipatorio-
externo. Codero Arroyo, quien es parte del grupo de Felipe Calderón, ocupó el cargo hasta
2009, cuando fue designado como sucesor de Carstens en un cambio reactivo-interno. Fue
relevado por Jesús Heriberto Felix días, quien con concluyó el sexenio.
En el gobierno de Peña Nieto, la secretaría ha sido ocupada por tres titulares. La primera fue
la perredista Rosario Robles. Robles se mantuvo en el cargo hasta 2015, cuando fue sustituida
por José Antonio Meade; el cambio de Robles obedeció a las críticas por las cifras
desfavorables en el combate a la pobreza, una salida reactiva-externa. Sin embargo, las
críticas no empujaron su salida del Gabinete, fue nombrada Secretaria de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano. Una cartera de medio prestigio. José Antonio Meade dejó el cargo en
2016 para ocupar Hacienda ante la renuncia de Videgaray, un cambio reactivo-interno. En
su lugar llegó Luis Miranda Nava, quien se desempeñaba como Subsecretario de Gobierno.
21
Trabajo
José María Abascal fue designado Secretario del Trabajo en el Sexenio de Fox. Abascal
transitó de la Secretaría del Trabajo a la Secretaría de Gobernación en 2005 frente a la salida
de Santiago Creel. El relevo de Abascal fue Javier Salazar Sáenz. Este cambio fue reactivo-
interno. Felipe Calderón realizó un cambio en esta Secretaría, en 2011, cuando Lozano
renunció para contender por un escaño en el senado, un cambio anticipatorio-externo. En su
lugar fue nombrada Rosalinda Vélez Juárez. Enrique Peña Nieto no ha realizado cambios
hasta ahora en este Secretaría.
Cuadro 6: Tipo de cambio en las salidas de las secretarías del primer grupo
Fuente: Elaboración propia
Cambios en las secretarías más relevantes del segundo grupo
El priista con amplia trayectoria en cargos de elección popular y partidarios, Pedro Joaquín
Coldwell ha estado al frente de la secretaría de Energía desde el 1 de diciembre de 2012. En
el gobierno de Felipe Calderón la Secretaría tuvo tres Secretarios: Georgina Kessel, Antonio
Meade y Jordi Herrera. Resalta el hecho de que los dos primeros carecían de filiación
22
partidista y el último contaba con una militancia panista incipiente. El cambio de Kessel
respondió a la lógica anticipatoria-interna, un acomodo dentro de la administración pública,
al ser designada Directora del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras). Mientras
que el relevo de Meade obedece a un ajuste por la coyuntura electoral de 2012, reactivo-
interno, al tener que cubrir la Secretaria de Hacienda cuando su titular, Ernesto Cordero, dejó
el cargo para participar como candidato a la presidencia de la república, un cambio
anticipatorio-externo.
La Secretaría de Energía en el Sexenio de Vicente Fox tuvo 4 titulares. El primer cambio se
explica por la necesidad de contar con más miembros del partido relegando a los
independientes del gabinete inicial, lo que permite clasificar la estrategia como anticipatoria-
interna, a diferencia del segundo cambio, reactivo-externo, en el que Felipe Calderón
Hinojosa presentó su renuncia a la Secretaría por haber sido reprendido públicamente por
Vicente Fox tras manifestar su interés en competir por la presidencia de la república en 2006.
El tercer cambio encuadra en la combinación anticipatoria-externa, Fernando Elizondo
Barragán dejó la Secretaría para contender por un espacio en el Senado de la República en
las elecciones de 2006.
Comunicaciones y transportes
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes no ha tenido cambios desde 2012, su titular
es Gerardo Ruiz Esparza, quien entre otros cargos fue Secretario de Comunicaciones en el
gobierno del Estado de México de 2005 a 2011. Durante el sexenio de Felipe Calderón se
presentaron dos cambios y tres titulares: Luis Téllez Kuenzler, Juan Molinar Horcasitas y
Dionisio Pérez-Jácome Friscione. La salida de Luis Téllez, funcionario en los gobiernos
priistas de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo fue reactiva-externa, a raíz de los escándalos por
grabaciones filtradas del secretario. El segundo cambio respondió a la lógica anticipatoria-
interna por la renuncia de Juan Molinar quien posteriormente se incorporaría como vocero
en la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota en 2012.
A continuación se presenta el mapa de cambios de los tres gobiernos a través de una red de
afiliación con tres modos: persona-secretaría-pertenencia partidaria: PAN/PRI o
independiente. Se muestra el número de titular de la persona por Secretaría. En los casos de
23
Secretarios con más de una Secretaría se muestra el número que ocupó en cada una. Al ser
una red de afiliación, se distingue en amarillo las personas y en verde la Secretarías.
Cuadro 7. Red con los cambios totales 2000-2006
Fuente: Elaboración propia información de Cuéllar (2003), El Univeral y La Jornada.
Elaborada con software pajek. Algoritmo Kamada-Kawai y una participación.
24
Cuadro 8. Red con los cambios totales 2006-2012
Fuente: Elaboración propia con información de Cuéllar (2003), El Univeral y La Jornada.
Elaborada con software pajek. Algoritmo Kamada-Kawai y una participación.
25
Cuadro 9. Red con los cambios totales 2012-2017
Fuente: Elaboración propia con información de El Univeral y La Jornada. Elaborada con
software pajek. Algoritmo Kamada-Kawai y una participación.
26
IV. Continuidades
El número de Secretarios en cada gabinete es de 33, para el sexenio de Peña, 43 para el de
Calderón y 38 en el Sexenio de Fox. Los tres gabinetes han tenido relativamente pocos
intercambios de personas de una Secretaría a otra. El número de secretarios por secretaría es
similar en el primer y segundo grupo en los tres gobiernos. Fox sombró en promedio 1.85
Secretarios en el primer grupo; Calderón 2.8 y Peña Nieto 1.71. Del primer grupo, el mayor
promedio de titulares, 2.67, lo tienen la Secretaría de Gobernación, Desarrollo Social y la
Secretaría del Trabajo. En cuanto al segundo grupo, la Secretaría con mayor número de
titulares en promedio fue la Secretaría de energía con 2.67 secretarios en promedio por cada
gobierno.
Cuadro 10. Número de titulares por sexenio y secretaría.
*Gobierno en curso.
**La Secretaría de reestructuró en 2013.
***La Secretaría desapareció en 2013.
****La Secretaría se creó en 2015.
Fuente: Elaboración propia con información de Quijano (2012); La Jornada y El Universal.
27
Salvo las crisis en la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Calderón, han sido pocos
los casos de cambio por elementos externos no previsibles o controlables como accidentes,
rupturas electorales, presión de grupos organizados. Esto no quiere decir que los Secretarios
no estén involucrados en escándalos o que no haya presión por parte de la sociedad para su
remoción, significa que se ha optado por el respaldo o por una salida paulatina.
Ritmo de cambio
Una coincidencia interesante es el cambio de titulares por año de gobierno, esto es lo que se
denomina como el ritmo del cambio. Al revisar las fechas de los cambios realizados en los
tres gobiernos, se puede apreciar un comportamiento similar. En su primer año de gobierno,
Peña Nieto y Vicente Fox no realizaron cambios, a diferencia de Calderón que realizó uno
en la Secretaría de Gobernación. En el segundo año de gobierno, Felipe Calderón realizó 4
cambios mientras que Peña Nieto y Vicente Fox no realizaron. En el tercer año de gobierno,
que coincide con las elecciones intermedias de 2003, 2009 y 2015, los tres Presidentes
realizaron más cambios que en ningún otro momento, diez en el caso de Peña Nieto, seis con
Calderón y siete con Vicente Fox. En el cuarto año de gobierno también hay cambios, 5 con
Peña Nieto, tres con Calderón y dos con Fox. No es posible analizar el quinto año de gobierno
de Peña Nieto pero es muy probable que se realicen más cambios que en el año anterior si se
mantiene la tendencia de los gobiernos de Calderón y Fox, quienes realizaron 9 y 8 cambios
respectivamente. En el último año de gobierno se reducen significativamente los cambios,
Calderón realizó uno y Fox 2. En el siguiente cuadro se aprecia un ritmo de cambio similar
por año y por presidente de la república.
28
Fuente: Elaboración propia con información de Quijano (2012), La Jornada y El Universal
V. Conclusiones
La conformación de los gabinetes mexicanos poslaternancia tiene un fuerte carácter
partidario, incluso en el gobierno menos partidizado de incio, el de Fox, fue necesaria la
partidización para conseguir soportes de gobernabilidad conforme avanzaba el gobierno.
Esto no significa que los partidos tengan influencia en el gobierno en las dimensiones de
políticas publicas; de hecho, para poder evaluar la dimensión de reclutamiento, sería
necesario medir el compromiso de los Secretarios de Estado con su partido y su trayectoria
al interior. La partidización comprueba que si bien el ejecutivo puede seleccionar a personas
sin militancia, existe una preferencia por los miembros del partido de gobierno, lo cual se
explica por la definición del partido de gobierno como un conjunto organizacional.
El promedio rotación es bajo, en ninguno de los tres sexenios la rotación promedio fue mayor
a tres Secretarios por sexenio.Queda pendiente realizar la comparación respecto a otros países
en sistemas presidenciales. Por otro lado, no se puede comprobar que los cambios se hayan
realizado principalmente para seguir los ritmos del partido de gobierno, como lo señala la
0
2
4
6
8
10
12
Cuadro 11. Cambios por año en los tres gobiernos
FOX CALDERÓN PEÑA
29
hipótesis, debido a que el tipo predominante de cambio es el anticipatorio interno, ajustes
propios del ejecutivo, con pocos cambios por crisis externas o atribuibles al partido. Sin
embargo, el segundo tipo de cambio más frecuente fue el anticipatorio externo, que refiere a
adpatación por procesos electorales, lo que muestra que sí existe relación entre los ciclos
externos y el gabiente.
La relevancia de los procesos elctorales corresponde con el ritmo de cambio, el cual muestra
que hay un comportamiento similiar en los tres gobiernos al realizar la mayor cantidad de
cambios en la mitad del sexenio, en el año en el que se realizan elecciones legislativas y un
año antes de las elecciones presidenciales.
Queda pendiente el estudio de los lugares que ocuparon los Secretarios que no obtuvieron un
cargo de elección popular, así como el comportamiento de los que lograron ingresar al poder
legislativo para poder confirmar o descartar que una parte de los cambios en los gabinetes
tiene como objetivo el apoyo legislativo.
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