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Los centros educativos
COLEGIO PUBLICO “GLORIA FUERTES”de Montequinto [Sevilla, España]
SCUOLA “SAN FRANCESCO D’ASSISI” de Altamura [Bari, Italia]
Dentro del Proyecto Educativo para el Curso Escolar 2014/2015
Hola, me llamo CARLO LEVICARLO LEVI
Nací en Turín, Italia y os voy a contar algo de mi vida.
¿Me ayudáis?
Pero antes de seguir adelante, vamos a situar a Italia dentro del
continente europeo, al que como sabéis corresponde, y las ciudades y lugares
donde mi vida transcurrió.
En color naranja, la Península Italiana con las islas de Sicilia y Cerdeña, formando parte de Europa. A la izquierda, la Península Ibérica con España y
Portugal, y al norte Francia.
Aquí situamos las regiones de 1/Piemonte (al norte) y 2/Basilicata (al sur). En la primera se encuentra Turín y en la segunda Aliano. Ya iréis descubriendo la importancia de ellas en mi vida.
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1: Torino (Turín), donde nazco. 2: Firenze (Florencia) donde escribo.3: Roma, donde muero. 4: Basilicata (Aliano) donde sufro destierro.
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1: Eboli, región de Campania, ciudad protagonista de mi obra literaria más famosa, “Cristo se paró en Éboli”.2: Aliano, región de Basilicata, provincia de Matera, donde sufrí mi destierro.
Turín, capital de la región del Piamonte, es una importante ciudad, centro cultural y de negocios del norte de Italia.
Está situada en la margen izquierda del río Po y rodeada por los Alpes.
De lo primero no estoy seguro de que fuera cierto cuando vine al mundo; de lo segundo si.
Nací el 29 de noviembre de 1902, por lo que hace pocos meses se han cumplido 112 años.
Cuando terminé mis estudios en el Instituto decidí estudiar medicina, pero no debía de tener clara mi vocación porque acabada la carrera fue la pintura, y luego la literatura, las
actividades que ocuparon mi vida.
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En 1934, cumplidos 32 años, fui detenido porque me había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que luchaban contra el fascismo, ideología que surgió después de la Primera Guerra
Mundial, de la que en 2014 se ha cumplido un siglo. Y en mi país, Benito Mussolini era quien gobernaba.
En el juicio que siguió a mi detención me condenan a tres años de destierro en la región de Lucania, al sur del país.
Cumplido ese castigo, en 1939 emigré a Francia de donde regresé nuevamente a mi patria dos años después.
Y de nuevo soy detenido durante unos meses en 1943 por mi afiliación a un partido político, lo que no debía de
gustar a los gobernantes.
Ya he cumplido 41 años y mi vida como veis no ha sido un camino de rosas…
Cristo nunca llegó tan lejos, ni el tiempo, ni el alma individual, ni la esperanza, ni la
relación de causa a efecto, ni la razón ni la historia.
(Carlo Levi)
La mayor parte de mi obra pictórica surge entre 1921 y 1933, es decir, entre los 19 y 30 años, antes de que empiecen mis
problemas con las autoridades italianas.Y formé parte del grupo “Seis pintores de Turín”, contrarios a
toda forma de academicismo
Por este orden, surgen de mi imaginación cuadros como “Retrato del padre”, El hermano y la hermana”,
“El gasómetro”, “Cándida”, “Autorretrato con barba”, “Caramelos baratti”, “Retrato de la madre”…
Es precisamente el retrato de mi familia y de verdaderos amigos lo que más llena mis lienzos y así les tengo dedicados otros a Carlo Roselli, Leone Ginzburg, Paola, Pablo Neruda y
muchos más.
El año 1945 es muy importante en mi vida. Voy a cumplir 43, estamos en plena Segunda Guerra Mundial y en mi cabeza
revolotean las experiencias que viví diez años antes durante el duro destierro en Lucania, ahora llamada Basilicata.
Me encuentro en Florencia, bellísima ciudad, una de las cunas mundiales del arte en general y de la arquitectura en particular,
donde durante la segunda mitad del siglo XIV se originó el movimiento artístico denominado Renacimiento, y paradójicamente
ya no es la pintura mi principal inquietud artística.
Creo que ya he dicho que los recuerdos de mi destierro en Grassano y Aliano me atormentan por lo que contemplé en aquella sociedad campesina, en la más absoluta de las miserias y donde la malaria
hacía estragos.
Y concibo la novela que después supe fue mi obra literaria más importante, “Cristo se detuvo en Éboli”, en cierta parte
autobiográfica, a la que seguirán “Miedo de la libertad” (1946), “El reloj” (1950), “Las palabras son piedras” (1955),
“El futuro tiene un corazón antiguo” (1956) y alguna otra más.
“Como si de un viaje al principio de los tiempos se tratase, Cristo se detuvo en Éboli relata el descubrimiento de una
civilización diferente, la de los campesinos del Mezzogiorno, una civilización ajena a la historia y a la razón progresiva, una
civilización de sabiduría antigua y paciente dolor. Sin embargo, el libro no se puede considerar un diario ya que fue escrito muchos
años después de la experiencia que lo inspira, cuando las impresiones reales habían dejado de tener la necesidad prosaica
del documento” (Carlo Levi, en el prefacio de la obra)
Esta novela cuenta muchas de mis experiencias como confinado político en Lucania, entre ellas la de volver a la práctica de la medicina a pesar de mi escasa preparación. Fue mi hermana
Luisa, también médico, quien me ayudó en lo mas elemental para poder aliviar a aquellas gentes tan abandonadas, pero los dos
médicos ‘oficiales’ del pueblo hicieron todo lo posible para que se me prohibiera esta ayuda.
“Cristo se detuvo en Éboli constituye la evocación más apasionante y cruel de nuestros pueblos”
(Rocco Scotellaro, escritor)
La novela tuvo una gran difusión, no solamente a nivel nacional sino europeo. En España fue publicada en las 4 lenguas oficiales del Estado.
También fue llevada al cine por Francesco Rosi en 1978, logrando el premio “David di Donatello” (Academia de Cine Italiano) en 1979, a la
mejor dirección y mejor película, y en 1983 el premio BAFTA (Academia de Cine Británico), a la mejor película extranjera.
Cuando soy llevado a Aliano para terminar de cumplir el destierro, el primer impacto que sufro es muy amargo: un rápido vistazo me
convence de que los tres años del castigo que he de cumplir en aquellas tierras serían largos y ociosos, y la imagen del pueblo, apartado y cerrado, me trae de inmediato la idea de la muerte.
Debe ser mi inequívoco compromiso antifascista…Para aquellos campesinos, debo ser alguien que por primera vez se
ha dado cuenta de su existencia.
Me alojo en la casa de una mujer viuda, familiar de un funcionario del ayuntamiento, gracias a la cual conoceré muchas cosas del pueblo y sus habitantes, entre ellos a los dos médicos que no
gozaban de muy buena reputación profesional, lo que origina que las buenas gentes del lugar acudan a mi en petición de consejo para
sus dolencias. Del señor cura párroco también habría cosas que contar…
La monotonía de aquellos largos días se rompió con la llegada de mi hermana que me anima y aconseja para que pueda curar a los
campesinos del lugar.
Tras permanecer tres meses en Aliano, llega de Matera un permiso para poder ir unos días a Grassano, mi anterior lugar
de residencia, a recoger unos efectos personales.
Vuelvo a mi pasado, me reencuentro con viejos amigos, asisto a una función nocturna de cómicos ambulantes… pero estas
delicias pasan pronto y debo volver. Ahora el invierno está a punto de llegar con su soledad y
tristeza.
En abril recibo un telegrama que me anuncia la muerte de un familiar y me autorizan a ir durante unos pocos días a Turín,
aunque escoltado. En esta ocasión contemplo mi ciudad natal con ojos nuevos:
observo con desapego a mis amigos y parientes y me doy cuenta de que mi experiencia en las tierras del sur han
producido profundos cambios, tanto en la forma de comportarme como en la de pensar.
De vuelta a Lucania me esperan algunas novedades, principalmente referidas a las personas de mi entorno
o lugares que me eran conocidos.
Después de algún tiempo, en medio de la euforia fascista por la conquista de Etiopia y del descontento de los
campesinos, recibo la noticia del final de mi deportación.
El final de la novela lo termino con la descripción de mi viaje de vuelta en tren.
ALIANOESTUVE CON CARLO LEVI
La casa en la que finalmente me fui a vivir, cerca de la antigua iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles…
ahora que la iglesia estaba en ¿? se encontró ser el último en el borde del precipicio.
(La traducción no está completada correctamente)
AQUÍ VIVIÓ ENTRE DICIEMBRE DE 1943 Y AGOSTO DE 1945CARLO LEVI.
AQUÍ ESCRIBIÓ “CRISTO SE PARÓ EN ÉBOLI” Y PINTÓ CUADROS DE SU MAS BELLA Y HUMANA…
EN LA CASA DE ANNA MARÍA ICHINO PARA ÉL Y OTRO… REFUGIO SEGURO DEL FASCISMO Y LA PERSECUCIÓN ANTISEMITA.
La traducción no está completada correctamente)
Esta es la casa, muy rehabilitada, donde estuve confinado durante mi exilio en Aliano.
Siento una especial emoción al contemplarla ahora…
Carlo Levi falleció en Roma el día 4 de enero de 1975,
a los 72 años de edad.
Por expreso deseo suyo, sus restos se encuentran en el
cementerio de Aliano.