Download - Carnavales de La Ciudad de México
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FESTIVODF
CARNAVALES DE LA CIUDAD DE MXICO
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CHARRO DE CARNAVALSANTA CRUZ MEYEHUALCO, DELEGACIN IZTAPALAPA, 2013.
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Mxico son las manos hbiles de sus artesanos, la fuerza de sus trabajadores, Mxico es la fusin de culturas y de tradiciones; es variedad de aromas y sabores; es el colorido de sus ferias y fiestas populares; es la grandeza de sus pirmides y la modernidad de sus ciudades
Enrique Pea Nieto
CHINELODELEGACIN MILPA ALTA, 2013.
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COMPARSA DE CARNAVALPEN DE LOS BAOS, DELEGACIN VENUSTIANO CARRANZA, 2013.
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CHARRO CARNAVALEROTLALTENCO, DELEGACIN TLHUAC, 2013.
MSCARA DE CHINELOSAN PEDRO CUAJIMALPA, 2013.
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PRLOGO
La gran ciudad de Mxico es por vocacin un inmenso mosaico cultural de espacios comunitarios, hroes calle-jeros, celebraciones ntimas, mujeres luchonas, pueblos, colonias y barrios fiesteros, tronido de cuetes, ferias y, por supuesto, carnavales.
As, irrumpiendo la rutina de los das, pintando de colorido las calles de siempre y acompasando el an-dar con danzas y msicas atemporales, mujeres, hom-bres, abuelas y abuelos, nias y nios inundan paseos y arterias viales para anunciar a todos que la fiesta ha llegado. No cualquier festividad, sino la de carnaval, la que todo lo invierte, la que reconstituye, la que prece-de en muchas ocasiones al primer Mircoles de Ceniza, pero en muchas otras se extiende sobre un calendario cubierto de nuevas jornadas.
La memoria popular sobre esta fiesta hunde sus races en los tiempos en los que el presidente Jurez lu-chaba por combatir a los traidores de la patria. Anclados en aquella poca, los recuerdos de los primeros carna-vales articulan una mitologa que lo mismo retrocede a los tiempos del arribo de los aztecas al Altiplano Central que a escenas de la vida campesina porfirista y surgen como respuesta a los intentos de modernizacin de los aos cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Sin embar-go, pese a sus diferencias cada una de estas versiones del origen recupera el sueo igualitario de la inversin de roles, que tiene como fin alterar el orden habitual del mundo, para terminar la fiesta con un acto restaurador donde se castiga a los transgresores de los preceptos morales.
Luego de escuchar los distintos testimonios de la defea comunidad carnavalera quedan tambin de manifiesto los nexos familiares que unen a los morado-res del Distrito Federal con quienes habitaron y habitan los estados de Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Hidalgo y el circundante Estado de Mxico, entre otros. Vnculos que por cierto fueron construidos sobre rutas comerciales y mercados regionales donde la Tierra Caliente, Costa Chica y Costa Grande, el Valle Poblano o la costa vera-cruzana siguen vivos en el imaginario colectivo.
Las mscaras, los trajes, las danzas, las msicas y la infaltable cocina tradicional que acompaa a los carnavales tienen historia de largo aliento, como podr constatar el lector, evoca aejas relaciones de amistad y trabajo entre pueblos que hoy parecen distantes. Re-corridos que hoy parecen largos, hace apenas medio siglo no lo eran, pues dichas poblaciones se encontra-ban vinculadas an por los restos de la intrincada red de canales y complejos lagunares que desde tiempos
prehispnicos dieron al Valle de Mxico una identidad acutica. De all que en muchas de estas celebraciones, los estribillos que cantan las cuadrillas recuerden con alegra la pesca lagunar, la caza de patos y el cultivo en las chinampas.
Los personajes distintivos de los carnavales constituyen todo un arsenal de inventiva y creatividad resultando uno de los mayores atractivos de estas fes-tividades: huehuenches, arrieros, charros, caporales, chinelos, muecas, licenciados, apaches, disfrazados, saltimbanquis o morras se dan cita en representaciones dancsticas que apelan a fusilamientos, ahorcamientos, juicios o incluso a coronaciones de reinas para reiniciar la rutina. Y en este trnsito del caos al orden las msicas de todo tipo son el acompaamiento ideal para dar rien-da suelta a las pasiones.
Resulta complicado sintetizar en poco espacio la diversidad carnavalera que hoy vive esta ciudad capital. Lo que s se puede hacer es insistir en la vigorosa orga-nizacin comunitaria que hace posible la realizacin de cada una de las celebraciones de carnestolendas. Igual-mente, debe insistirse en la conciencia que expresan los carnavaleros al respecto de que su fiesta constituye un patrimonio cultural, herencia de sus padres y abuelos que ellos a su vez deben salvaguardar para el usufructo de las futuras generaciones. De all que los carnavales sean un mirador privilegiado para valorar las slidas re-des de colaboracin y compromiso comunitario que los mantienen como una fiesta viva que mira al futuro.
Los testimonios recuperados, las historias y las ancdotas que aqu se cuentan debern comprender-se como acontecimientos que como bien lo dice Eduar-do Galeano () sucedieron, casi sucedieron o nunca sucedieron, pero lo bueno que tienen es que suceden cada vez que se cuentan. As, la fuerza y valor de esta provocadora instantnea carnavalesca que hoy ofrece-mos a travs de este libro reside en que son el producto de las vivencias y pasin con que esta ciudad ha mantie-ne viva su tradicin.
Vaya pues este libro como un reconocimiento a los miles y miles de personajes annimos que ao con ao se preparan con fervor para salir a las calles a dan-zar, engalanados con vistosos trajes y mscaras, slo para recordarle a la gente que de las tentaciones de la carne, nadie, - oiga usted bien -nadie se salva.
Que lo disfruten!
Agustn DanySecretario de Cultura PRI DF
HUEHUENCHE CON MSCARA DE MADERACARNAVAL FAMILIA SNCHEZ, DELEGACIN GUSTAVO A. MADERO, 2013.
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NDICE
Carnavales de Iztacalco
Carnaval de Venustiano Carranza Pen de los Baos
Carnavales de Gustavo A. Madero
Carnaval de Cuajimalpa San Pedro Cuajimalpa
Carnaval de Xochimilco
Carnaval de Azcapotzalco Santiago Ahuizotla
Carnavales de Tlhuac
Carnavales de Iztapalapa
Carnavales de Milpa Alta AnexosCarnavales y prcticas musicalesLos que beben pulque, los huehuenches Glosario
Bibliografa
Directorio
Agradecimientos
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39 |
55 |
81 |
99 |
119 |
141 |
167 |
213 |
243 |
258 |
259 |
260 |
262 |
CUAJIMALPA
AZCAPOTZALCO
GUSTAVO A. MADERO
VENUSTIANO CARRANZA
IZTACALCO
IZTAPALAPA
XOCHIMILCO
TLHUAC
MILPA ALTA
CUAJIMALPA
AZCAPOTZALCO
GUSTAVO A. MADERO
VENUSTIANO CARRANZA
IZTACALCO
IZTAPALAPA
XOCHIMILCO
TLHUAC
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CARNAVALES DE LA CIUDAD DE MXICO
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| IZTACALCO |
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En Iztacalco los carnavales se celebran por todo lo
alto. En 2014 se cumplirn cien aos de realizarse inin-
terrumpidamente, acompaados del ya tradicional Bai-
le de los licenciados. Para los habitantes de esta dele-
gacin, dicha festividad constituye uno de los eventos
ms importantes del ao, ya que contina con una tradi-
cin que entre los meses de febrero, marzo y abril, hace
posible que, todos los vecinos bailen por las calles ata-
viados de vistosos disfraces y mscaras sorprendentes
que evocan sucesos histricos de aejos tiempos que
vuelven a ocurrir ao tras ao.
Segn testimonios de los vecinos, el carnaval dio
inicio en 1914 en los barrios de Santiago y La Asuncin,
dos de los siete barrios que actualmente celebran la fies-
ta. Antes de esa fecha, ya se celebraba el carnaval en el
pueblo de Santa Anita, aunque cuentan que all eran los
charros quienes llevaban la voz cantante. Cuando a
principios de siglo la fiesta se extendi a otros barrios de
la delegacin, la lucha entre los conservadores y libera-
les del siglo XIX cobr nueva vida y los licenciados,
con danza, mofa y stira, representan la victoria del go-
bierno juarista sobre los invasores franceses. Aparece
IZTACALCOLOS CARNAVALES DE
as toda una constelacin de personajes histricos en-
treverados con otros de nueva creacin donde Maximi-
liano de Habsburgo, la emperatriz Carlota identificada
a veces con el personaje de la Loca y la Llorona- y
los liberales juaristas se entremezclan con arlequines,
monstruos, superhroes y pachucos.
Si bien aos atrs esta representacin histrica
culminaba con el fusilamiento del emperador austriaco,
a ltimas fechas el prncipe extranjero muere en la hor-
ca, mientras su desconsolada esposa recorre las calles
llorando su muerte. Mediante esta stira, el pueblo pa-
rece haber encontrado una forma de ajustar cuentas con
los aristcratas que hace siglo y medio no les permitan
asistir a los bailes de castillo.
Como en toda representacin, la indumentaria
es fundamental y los carnavaleros de Iztacalco, en el
intento de lucir el atuendo ms vistoso, ponen en prc-
tica toda la creatividad posible combinando levitas, tra-
jes, mascadas, sombreros de copa, plumas, lentejuelas,
chaquiras y guantes para no slo parecer, sino ser ellos
mismos la historia viviente.
PORTADA: NIO CARNAVALERO CON TRAJE DE LA DANZA DE LICENCIADOS.
LA DANZA DE LICENCIADOS ES UNA BURLA A LOS LICENCIADOS QUE LE HICIERON EL JUICIO A JUREZ. GUADALUPE OLIVARES (AMA DE CASA Y ORGANIZADORA DEL CARNAVAL).
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La lucha entre los conservadores y liberales del siglo XIX cobr nueva vida en los carnavales de Iztacalco. Los licenciados con danza, mofa y stira representan la victoria del gobierno juarista sobre los invasores franceses.
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La mscara que acompaa el disfraz es la cara
de Maximiliano, tal cual se le encuentra en los retratos de
la segunda mitad del siglo XIX: tupida barba pelirroja,
ojos azules y un lunar en el pmulo izquierdo. Las care-
tas utilizadas provienen de Santa Mara Aztahuacn, Chi-
malhuacn y, en menor medida, de Texcoco y, depen-
diendo de su complejidad y elaboracin, pueden llegar
a costar varios miles de pesos. Sin embargo, para los
miembros de las cuadrillas ni el dinero ni el tiempo in-
vertido son obstculo, la intencin es ser el licenciado
ms original. Isaas Monzalvo Aguilar, organizador de la
comparsa de Santiago y heredero de la tradicin de sus
padres y abuelos comenta: Los trajes son comunes, lo
que hace cada danzante es personalizarlo con borda-
dos, lentejuelas y plumas. A este traje no le puede faltar
un bombn, lpiz y un cuaderno.
Aunque cada barrio disea su propio carnaval,
es labor de los organizadores distribuir el da en que
saldrn las cuadrillas por las calles. Los organizadores
se encargan no slo del pago y alimentacin de los m-
sicos, sino tambin de convidar a todos los asistentes,
siendo infaltables en estas comilonas el pipin y los no-
pales. Pero esto no lo hacen solos, toda una organizacin
colectiva se despliega durante el ao para hacer posible
la fiesta, donde destaca la participacin de las mujeres,
en su carcter de promotoras de la tradicin, adems
de proporcionar apoyo econmico, moral y logstico. Un
buen ejemplo lo constituye Guadalupe Olivares, quien
con su activa participacin, ha inculcado a sus dos hijos
el gusto por el carnaval y la defensa de las tradiciones.
Pedro Vzquez Daz a quien su padre y abuelo
le confiaron la responsabilidad de mantener y promo-
ver la festividad iniciada por su bisabuelo, Petronilo Vz-
quez, en 1914 nos dice sin vacilar: Al primer barrio
que le toca es el de la Asuncin, despus sigue el barrio
de Santa Cruz, luego el barrio de Los Reyes; el barrio de
Santiago; el barrio de San Sebastin Zapotla, el pueblo
de Santa Anita, el barrio de San Miguel, el barrio de san
Francisco, para despus hacer un gran cierre con todos
los barrios.Con relacin a esto, Isaas Monzalvo nos in-
forma que el barrio de San Pedro se sumar al carnaval
en 2014.
Es el de la Viga [carnaval] uno de los ms bellos que imaginarse pueden, y an podra mejorarse; pero as como est [] sera difcil [] encontrar en cualquier otra parte un espectculo tan placentero o ms inconfundible.
La vida en Mxico. Madame Caldern de la Barca, Carta XII del 16 de Marzo de 1840.
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Las mscaras utilizadas provienen de Santa Mara Aztahuacn, Chimalhuacn y, en menor medida, de Texcoco y, dependiendo de su complejidad y elaboracin, pueden llegar a costar varios miles de pesos. Sin embargo, para los miembros de las cuadrillas ni el dinero ni el tiempo invertido son obstculo, la intencin es ser el licenciado ms original.
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33 32 ISAAS MONZALVO, ORGANIZADOR Y CARNAVALERO DE LA DANZA DE LICENCIADOS. NEGRO EN LA DANZA DE LICENCIADOS.
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La msica que acompaa al carnaval es fiel refle-
jo de la capacidad renovadora de las tradiciones. Hace
medio siglo, los pasodobles, el fox trot (paso del zorro o trote del zorro que naci en Estados Unidos con las
primeras orquestas de jazz) y el danzn eran los gne-
ros que acompaaban la danza. Hoy en da, la cumbia, la
msica tropical y la banda sinaloense suenan con el dan-
zar en las calles; las actuales bandas han dejado atrs
a la antigua orquesta del carnaval compuesta por dos
trompetas, dos saxofones, trombn de vara y timbal.
La creciente participacin social y una mejor or-
ganizacin entre los barrios han fortalecido los carnava-
les de Iztacalco, a tal grado que desde hace cinco aos
se organiza un cierre en el que participan los siete ba-
rrios y el pueblo de Santa Anita. Segn cuentan, en la
edicin de este ao, 2013, ms de trece mil personas
celebraron el carnaval por las principales calles de la
delegacin. Los retos son grandes pues los gastos de lo-
gstica, alimentacin y msica sobrepasan el bolsillo de
los organizadores y vecinos, nos describe Alicia Tllez
Snchez promotora cultural y social de la Delegacin.
Todava hoy se recuerdan con nostalgia los tiem-
pos en que el carnaval conclua con el baile de corona-
cin de la reina. Entonces, dicen los vecinos del lugar,
se lleg a escuchar a Mike Laure, Acerina, Los Xochimil-
cas, y la mismsima reina de la salsa, Celia Cruz. Ante la
falta de apoyos institucionales y los elevados gastos que
implica mantener vigente el carnaval, los bailes de coro-
nacin hoy son slo recuerdo.
Los pujantes carnavales de estos rumbos estn
a la espera de ser revalorados pues, como bien nos re-
cuerda Guadalupe Olivares, los habitantes de Iztacalco
saben muy bien que tienen historia y el carnaval es
toda una historia viviente.
PEDRO VZQUEZ DAZ, ORGANIZADOR HISTRICO DEL CARNAVAL.
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CARNAVALES DE IZTACALCO
CARNAVAL TEMPORAL (2013) ATEMPORAL
San Pedro Inicia 2014 Tres sbados antes de Mircoles de Ceniza (MC en adelante)
La Asuncin 10, 11, 12, 13 de marzo A parr del domingo antes de MC y hasta el propio MC
Santa Cruz 16 y 17 de marzo Fin de semana posterior a MC
Los Reyes
Sanago
Zapotla
Pueblo de Santa Anita
San Miguel
San Francisco
Cierre de Carnaval
23 y 24 de marzo Segundo fin de semana posterior a MC
Segundo fin de semana posterior a SS
Tercer fin de semana posterior a MC
Cuarto fin de semana posterior a MC
Quinto fin de semana posterior a MC
Sexto fin de semana posterior
Fin de semana posterior a SS
a MC
30 y 31 de marzo
6 y 7 de abril
13 y 14 de abril
20 y 21 de abril
4 y 5 de mayo
11 y 12 de mayo
MC: Mircoles de Ceniza SS: Semana Santa Nota: Cada barrio organiza su propia comparsa, sin embargo, durante el cierre de carnaval se unen todas, incluyendo la del pueblo de Santa Anita. Fuente: Isaas Monzalvo / Carnavalero
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VE
NU
STIA
NO
CA
RR
AN
ZA
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| VENUSTIANO CARRANZA |
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Al igual que otros sitios de la capital, el Pen de los
Baos es un ejemplo de cmo las polticas moderni-
zadoras hicieron desaparecer, casi de un plumazo, a
la antigua Ciudad de Mxico. Reducida y reinventada
a mediados del siglo pasado, tras la construccin del
aeropuerto Benito Jurez, esta antigua zona de tierras
cultivables debi entrar a los carriles del frenes urbano
y forjarse una nueva historia. La nueva vida debi or-
ganizarse alejada del lago de Texcoco, del intercambio
comercial que se realizaba en los grandes canales que
lo unan con Tlhuac o Santa Anita y de la vida silvestre
y campirana donde la pesca, la agricultura y la caza de
patos animaban los das.
Su nombre, Pen de los Baos, lo adquiri gra-
cias a la fama de las aguas sulfurosas y curativas que
emanaban de sus cerros. Del periodo colonial, distintos
testimonios documentales dan cuenta de su renombre y
hay quienes afirman que los aztecas usaban sus aguas
con fines medicinales.
Al hurgar en los recuerdos de sus actuales habi-
tantes, el viaje por el pasado alcanza a los abuelos de los
abuelos, para situarse en una brumosa poca porfiria-
na donde los fundadores hicieron su vida en torno a las
haciendas. De ah surgen los Cedillo, Caballero, Nava,
Hernndez, Villanueva, Gutirrez, Alpide, Samaniego o
Arista, por mencionar algunos. Todos ellos recordados
PEN DE LOS BAOSCARNAVAL DEL
por su liderazgo moral, pues lo mismo diriman las di-
ferencias entre vecinos que instaban la continuidad de
las tradiciones ms representativas de los peoneros: la
recreacin de la Batalla del 5 de mayo y las fiestas de
carnaval, nos cuenta don Agustin Jimnez Cedillo, cro-
nista del Pen.
GLADIADORES DE LA COMPARSA DE LOS INFAMES DEL BARRIO DE LOS REYES, FAMILIA CABALLERO.COMPARSA DE LA 194.
COMPARSA DE LOS VENADOS DE TRASVAL.
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| VENUSTIANO CARRANZA |
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Se calcula que el carnaval se celebraba desde
finales del siglo XIX, aunque queda claro que las cosas
han cambiado. De los vestigios intactos encontramos la
sana competencia existente entre los barrios del Pen,
La Asuncin, El Carmen y Los Reyes por no repetir trajes
y lucir lo ms original posible durante los das de fiesta.
La aeja competencia implica tambin los esfuerzos por
preparar las comparsas con antelacin, recurriendo a
donaciones, colectas y todo tipo de estrategias de asis-
tencia mutua que asegure una relucida fiesta.
En lo que respecta a la msica, durante los tres
das previos al Mircoles de Ceniza, las antiguas ban-
das van entremezclndose con los actuales gustos de los
asistentes y pasodobles, polcas y quebradita. Sonidos
que continan marcando el movimiento de cuadrillas y
comparsas. Sin duda, el estribillo que nunca podr dejar
de orse en estos das es aquel que afirma: voy de paso
chapinguito, voy contento y a pescar, qu bonito peon-
cito, que le gusta el carnaval.
Cuentan que antiguamente el traje de charro
era lo tpico en das de carnaval y que poco a poco se
fueron incorporando mscaras, capas, sombreros y dis-
fraces de arlequn. Cabe destacar que las imgenes de
este ao muestran una variedad de trajes, vestimentas y
disfraces que podramos calificar como surrealistas: lu-
chadores, botargas, saltimbanquis, hombres barbados,
animales zoomorfos, soldados a la usanza europea, ro-
bots, zombis, ensombrillados de todos colores y esco-
peteros, provenientes del recuerdo de la mtica Batalla
del 5 de mayo que tambin se han sumado para redon-
dear la lista. No olvidemos que esta diversidad carna-
valesca no es otra cosa que una recreacin del mundo
patas paarriba con todo y el consabido intercambio de
gnero nos narra la antroploga Ema Jimnez, originaria
y descendiente de familias carnavaleras.
ESCOPETEROS VENECIANOS DEL BARRIO DE LOS REYES.
MOSQUETEROS DE LA COMPARSA DE LOS VENADOS DE TRASVAL.
COMPARSA DE LOS VENADOS DE TRASVAL DISFRAZADOS DE TEMPLARIOS.
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COMPARSA DE LOS INFAMES DE LA FAMILIA CABALLERO DEL BARRIO DE LOS REYES, ATAVIADOS CON TRAJE DE GLADIADORES.
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| VENUSTIANO CARRANZA |
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Al presenciar el espectculo de este ao y la
impresionante participacin popular, resulta impensa-
ble que la tradicin carnavalera se encuentre en riesgo.
Fiel al espritu original de esta festividad, el derroche
de energa, la energa del baile, la oportunidad de rom-
per con la rutina, el nimo de entregarse a la bebida y
al goce de los sentidos le augura un largo futuro. Esto,
pese a los intentos de algn funcionario agobiado por
los excesos, recuerda que la calle siempre ha sido un
espacio del pueblo.
Don Agustin Cedillo nos dice que todo lo ante-
rior quiz pueda achacrsele a cualquier carnaval de
pueblo, sin embargo, lo que es nico del Pen de los
Baos, la Colombia Chiquita, como la llaman muchos, es
que ah naci el movimiento sonidero. Justamente esa
vocacin sonidera y fiestera de los habitantes del Pen
de los Baos hace que sus carnavales sean en la opi-
nin de sus protagonistas los ms chingones. Y es
por eso por lo que desde aquellas primeras discos m-
viles o sonidos que amenizaban las fiestas callejeras
haciendo sonar el repertorio de cumbias, salsa, valle-
nato y msica afroantillana, se sigan peleando el honor
de tocar aunque sea una vez en su vida en el Pen, La
Colombia chiquita de los carnavales monumentales.
As o ms mejor, pregunt el peonero!
EN ESTA CELEBRACIN SE OBSERVAN, EN EL DISEO DE LAS MSCARAS DE CERA, HBRIDOS DE CARNAVAL VENECIANO Y DISFRACES DE MOSQUETEROS.
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El artesano mascarero de el Pen, Jonathan
Garca Hernndez, nos describe:
Cuadrilla del Barrio de El Carmen
Segn las narraciones populares, el personaje del ahorcado sola ser un seor que robaba vacas, hasta que un da decidi robarse a su novia; ahora la dinmica carnavalesca es que el ahorcado y la novia andan corriendo por el barrio, seguidos por el padrecito, todo ello el domingo despus de Mircoles de Ceniza.
En este barrio las comparsas se hacen acom-paar por una orquesta, originaria del Pen de los Ba-os, cuyos principales instrumentos son el bandoln, las trompetas, el trombn y los tambores, dirigida por el Sr. Lino Cedillo.
Cuadrilla del Barrio de la Asuncin
Las cuadrillas, es decir, el conjunto de compar-sas de los Barrios de la Asuncin y de El Carmen, bailan en compaa de la banda de viento San Juan de Aragn, estos barrios tienen canciones especiales, algunas de ellas son: Los Dados, La panzona, Ernermundo, El Pe-oncito, Los Chenchas, Chicos Malos, El Chapinguita. El Mircoles de Ceniza se ejecuta al ahorcado en el carna-val despus de los bailes de pareja tradicionales.
Cuadrilla del Barrio de Los Reyes
La banda San Juan de Aragn, cuyos lderes son los seores Silverio Fuentes y su hermano el Gero Fuentes, es de tal magnitud que cada ao se divide para tocar en este barrio y en el de La Asuncin. En Los Reyes los bailes que encienden el carnaval se realizan en pare-jas, el ahorcado es ejecutado el Mircoles de Ceniza.
VENECIANOS DEL BARRIO DE LOS REYES.
ESQUIMAL DE LA COMPARSA DE LOS KISS DE ZAPATA.
VIKINGO Y VENECIANOS DE LA COMPARSA DE LOS VENADOS DE TRASVAL.
RABES DE LA COMPARSA DE LOS HIELEROS.
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VENECIANOS Y REYES DE LA COMPARSA DE LOS VIKINGOS Y, AL FONDO, LA BANDA DE SAN JUAN DE ARAGN.
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CARNAVAL DE EL PEN DE LOS BAOS
Barrio de El Carmen
Los Dados
10, 11, 12, 13 y 17 de febrero
10, 11, 12, 13 y 17 de febrero
10, 11, 12, 13 y 17 de febrero
Inicia un domingo antes de MC Los Uvas
Los Chenchas Intocables Chicos malos ngeles de la colonia Campeones Camorras Sinaloa Familia GarcaLos animalitos (nios vesdos de botargas)
Barrio de La Asuncin
Los Burros Inicia un domingo antes de MC
Inicia un domingo antes de MC
Los CalaverasLos TraviesosLos Dragones Los Concaguas
Barrio de Los Reyes
Los Kiss de Zapata Los Hileros Los 7 Vientos Los Petroleros Los VenadosLos Kibukis Los Casi Guapos
MC: Mircoles de Ceniza Nota: El conjunto de comparsas perteneciente a un mismo barrio es llamado Cuadrilla, por ejemplo, Cuadrilla de Barrio de El Carmen
Fuente: Jonathan Garca Hdez. /Artesano.
CARNAVAL COMPARSA TEMPORAL (2013) ATEMPORAL
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GU
STAV
O A
. MA
DE
RO
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| GUSTAVO A. MADERO |
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En el intento por explicar el origen de los carnavales de
esta delegacin, surgen en el imaginario de sus pobla-
dores las reivindicaciones de la antigua nobleza indge-
na tlaxcalteca y el cmulo de tradiciones heredadas de
padres a hijos a travs de los tiempos. En dichas prc-
ticas, encontramos la remembranza de acontecimientos
histricos como la Batalla de Puebla (1862) y la evoca-
cin de bailes y danzas aristocrticos de las cortes eu-
ropeas.
Un primer acercamiento a la composicin de
esta festividad lo brinda el profesor Carlos Ortega, quien
dice: Se presume que la festividad la trajeron familias
de msicos que venan de Tlaxcala y que se asentaron
en donde ahora se sita el panten Guadalupe-Hidalgo,
en la colonia Martn Carrera (detrs de la baslica de
Guadalupe).
Otra versin que reafirma esta influencia es la de
Sal Snchez Lpez, integrante de la organizacin Fami-
lia Snchez y descendiente de aejos migrantes tlaxcal-
tecas, que a la fecha conserva las actas de nacimiento
de sus abuelos como prueba irrefutable del nexo con
su ancestral raz ubicada en San Damin Tlacocalpan. El
seor Sal nos cuenta: El carnaval viene de Tlaxcala,
GUSTAVO A. MADEROLOS CARNAVALES DE
PORTADA: FOTO HISTRICA DEL CARNAVAL MARTN CARRERA, FAMILIA SNCHEZ, 1946.HUEHUENCHES DE CARNAVAL.
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| GUSTAVO A. MADERO |
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anteriormente en San Juan de Aragn, el baile se realiza-
ba vestidos de toreros, disfrazaban una carretilla de toro
y la toreaban asemejando la fiesta taurina y la msica
que los acompaaba era nicamente de violines; poste-
riormente, comenzaron a usar el traje de huehuenche,
pero en Martn Carrera siempre ha sido el huehuenche.
Con respecto a los personajes, existen dos figu-
ras fundamentales que le dan vida a la fiesta: las mo-
rras y los huehuenches, ambos protagonizan todos
los recorridos. Hacia el final del carnaval, se lleva a cabo
la horca, donde participan distintos actores como el
padre, el fiscal, el demandante, la esposa, la
querida, el verdugo, etctera. Dicha representacin
es una suerte de juicio a los transgresores de las normas
sociales. Con este acto se pone fin al caos ritual, restau-
rando simblicamente el orden preestablecido.
El seor David Snchez Lpez nos cuenta: Esta
tradicin proviene de tiempos coloniales, cuando a los
indios se les ahorcaba o se les degollaba si cometan al-
gn delito. El ahorcado, es la representacin de la histo-ria del castigo de un indio de aquellos tiempos que rob
veinte guajolotes.
La mscara constituye la esencia del carnavale-
ro, es el elemento que permite cubrir y disipar las dife-
rencias entre los participantes. Sin importar la profesin,
el oficio, la fama o la fortuna, una vez puesta la careta
todos pueden cambiar de identidad. Como explicara
Octavio Paz en el Laberinto de la soledad: [] viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licen-
ciado, el mexicano se me aparece como un ser que se
encierra y se preserva: mscara el rostro y mscara la
sonrisa.
Hechas con manta, cera y cerdas de caballo,
cada mscara sola contener las etiquetas de las familias
visitantes que las elaboraban. Actualmente la delegacin
Gustavo A. Madero cuenta con sus propios mascareros.
Uno de ellos es ngel Gutirrez, conocido en el barrio
como el Famossimo Faria.
FOTO DE ARCHIVO HISTRICO HUEHUENCHES Y MORRAS DEL CARNAVAL, MARTN CARRERA, FAMILIA SNCHEZ, 1950.
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FAMILIAS EN EL CARNAVAL.
Esta tradicin proviene de tiempos coloniales, cuando a los indios se les ahorcaba si cometan algn delito. El ahorcado, es la representacin de la historia del castigo de un indio de aquellos tiempos que rob veinte guajolotes. David Snchez Lpez
EL AHORCADO. LA VIUDA.
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| GUSTAVO A. MADERO |
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COMPARSAS DE CARNAVALES DE SANTA ISABEL TOLA, ZACATENCO Y PADROTES
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ngel Gutirrez nos
cuenta que cuando era pe-
queo su mscara se rom-
pi y, al no haber en su lo-
calidad quin las supiera
reparar, decidi arreglarla
l mismo. As, en compaa
de su hermano, viaj has-
ta Santa Mara Aztahuacan,
uno de los pueblos origi-
narios de Iztapalapa donde
se haba perfeccionado la tcnica artesanal. Desde en-
tonces, el Faria decidi convertirse en mascarero con
la firme intencin de preservar y enriquecer el oficio.
ngel Gutirrez nos relata: Mi pasin de artesano es
alimentada por los recuerdos. Cuando me voy a poner
una mscara y miro detrs de ella tengo un sentimiento
de alegra y tristeza. Son los recuerdos de la infancia que
pasan rpido frente a mis ojos como un enorme estmulo
para extender la tradicin en las siguientes generacio-
nes.
Sobre la historia de las mscaras, algunos miem-
bros de la organizacin Familia Snchez mencionan que
las primeras, hechas con madera de cedro, provienen
de Tlaxcala. Con respecto a las de cera y manta, nos
comentaron que se confeccionan en Santa Mara Azta-
huacn. Tambin se utilizan mscaras rematadas con
pedrera, originales de San-
ta Isabel Tola. Estas ltimas
constituyen una peculiari-
dad, ya que slo se utilizan
en la delegacin Gustavo A.
Madero.
El Faria relata que
los carnavales son realiza-
dos por diversas organiza-
ciones que se encuentran
en San Juan de Aragn, Santa Isabel Tola, San Pedro
Zacatenco y la colonia Martn Carrera.
Los bailes caractersticos son los de cuadrillas,
cuyas reminiscencias remontan al barroco europeo.
Pero la cultura popular se ha construido en un vaivn en-
tre Amrica y Europa. Desde finales del siglo XVI hasta
la fecha, tonadas y gneros como los minus, contradan-
zas, valses o gallops fueron incorporndose al conjunto de festividades populares en las distintas regiones del
pas hasta constituir parte viva de los carnavales. De all
que en muchas zonas como la Huasteca los vinuetes
sean los minus de antao, mientras que las contradan-
zas y zarabandas las podemos ver en las coreografas
de los carnavales musicalizadas con piezas de moda
como El Gallinazo o El Pollito Po.
CARNAVAL DE PRIMAVERA EN LA COLONIA MARTN CARRERA.NGEL GUTIRREZ, EL FAMOSSIMO FARIA.
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| GUSTAVO A. MADERO |
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Los bailes caractersticos son los de cuadrillas, cuyas reminiscencias remontan al barroco europeo. Pero la cultura popular se ha construido en un vaivn entre Amrica y Europa. Desde finales del siglo XVI hasta la fecha, tonadas y gneros como los minus, contradanzas, valses o gallops fueron incorporndose al conjunto de festividades populares en las distintas regiones del pas hasta constituir parte viva de los carnavales.
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| GUSTAVO A. MADERO |
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Otro baile que llama la atencin es el de La mu-
equita, danza que en los das de la fiesta se realiza en
torno a una mueca envuelta en un rebozo, a la que al-
gunos atribuyen poderes curativos. Para algunos habi-
tantes de Martn Carrera, la muequita representa a
la hija de un poderoso hacendado europeo quien tras
arribar al puerto de Veracruz luego de una larga trave-
sa logr reunirse con su padre que viva en la Ciudad
de Mxico. Otra hiptesis es que este personaje reme-
mora a una doncella raptada por tlaxcaltecas. Cabe de-
cir que las interpretaciones asociadas a este baile quizs
no sean suficientes para entender la importancia de este
baile en los carnavales de la Gustavo A. Madero. Lo cier-
to es que los versos dedicados a la muequitaaluden
reiteradamente a Tlaxcala y a sus antiguos pobladores.
Carlos Jos Ortega, organizador del carnaval, re-
mata la conversacin con el siguiente relato: La pasin
por el carnaval ha acompaado toda la vida a los vecinos
de esta delegacin y asiste a los carnavaleros hasta el
ltimo momento. Como ocurri con Genaro Gutirrez,
quien se despidi de la vida y del carnaval vestido de
huehuenche, sus amigos disfrazados y con msica nos
fuimos con l hasta el panten.
Abran puertas y ventanas,salgan todos a mirar,a esta nia tlaxcalteca,que ha venido aqu a bailar
Llegaron los tlaxcaltecascon vivas y con valor,que nos ha dado licencia nuestro juez y regidor
De Tlaxcala hemos venido,de Tlaxcala para ac,a bailar carnestolendas,como las que usan all
Algunos se adelantaron,de esta bella tradicin,seguro que estn presentes,porque eran de corazn
Con versos recordaremos,a todos los que se fueron,y as les agradecemos,todo lo que divirtieron
HUEHUENCHE CON MSCARA DE MADERA, QUE ORIGINALMENTE LLEGARON DE TLAXCALA.HUEHUENCHES ATRS DE LA BASLICA DE GUADALUPE, EN LA COLONIA MARTN CARRERA.
MSCARAS ELABORADAS POR JOS JUAN BARRN MORALES
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| GUSTAVO A. MADERO |
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Las mscara constituye la esencia del carnavalero, el elemento que permite cubrir y disipar las diferencias entre participantes. Sin importar la profesin, el oficio, la fama o la fortuna, una vez puesta la careta todos pueden cambiar de identidad.
FOTO DE ARCHIVO HISTRICO QUE REPRESENTA LO QUE SE HA VUELTO UNA COSTUMBRE DE DECORAR CON MURALES LAS PAREDES DE LAS CALLES DONDE SE REALIZA EL CARNAVAL
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77 76 LOS PRENDEDORES SON UNA CARACTERSTICA SINGULAR DE LOS TRAJES EN LOS CARNAVALES DE GUSTAVO A. MADERO.
LAS MUJERES SON PARTE FUNDAMENTAL DE LOS CARNAVALES, COMO PERSONAJES Y COMO ORGANIZADORAS.
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| GUSTAVO A. MADERO |
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En GAM tenemos una gran rivalidad y competencia en los carnavales, pero eso nos hace sacar el mejor cada ao. Al final del da, todos somos una gran familia, y lo que queremos es continuar la tradicin. ngel Gutirrez
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CARNAVALES DE GUSTAVO A. MADERO
Carnaval Marn Carrera
Organizacin Familia Snchez.
9, 10, 11 y 12 de febrero
9, 10, 11 y 12 de febrero
9, 10, 11 y 12 de febrero
9, 10, 11 y 12 de febrero
9, 10, 11 y 12 de febrero
Sbado antes del MC
Carnaval de la Villa Organizacin Los Pachis, Familia Crdenas
Carnaval del barrio de la Marn Carrera
Organizacin Los Padrotes, Familia Acua
Carnaval infanl de la Villa
Organizacin 12 de Joaqun Herrera, por el Lobo, Pepe Panteonero y El Tigre
16 y 17 de febrero
16 y 17 de febrero
Carnaval de Santa Isabel Tola
Organizacin El Chano 16, 17, 18 y 19 de febrero
Sbado despus del MC
Carnaval Infanl de Santa Isabel Tola
Organizacin El Maestrn
Sbado y domingo despus de MC
Sbado y domingo despus del MC
Carnaval de San Pedro Zacatenco
Organizacin Raymundo, Familia Herrera Serna
Carnaval Pueblo de San Juan de Aragn
Organizacin Luis Morales Pineda y Miguel ngel Gonzlez Gudio
Cuatro das antes del MC
Cuatro das antes del MC
Cuatro das antes del MC
Cuatro das antes del MC
Carnaval de Marn Carrera
Organizacin Los Chales, Familia Zaldvar
23, 24, 25 y 26 de febrero
Quince das despus del MC
Carnavales de Mxico, Tradicin y Cultura: Carnaval de primavera
El Famossimo Faria y la Organizacin Anaya y 47 de Rayn
16, 17, 18 y 19 de marzo
Sbado, domingo, lunes y martes antes o despus del 21 de marzo, depende el ao
MC: Mircoles de Ceniza
Nota: Este ao el carnaval de la Familia Snchez se realiz a desempo por instrucciones de las autoridades de la delegacin, durante los das 2, 3, 4 y 5 de febrero. Fuente: ngel Gurrez / Carnavalero
CARNAVAL COMPARSA TEMPORAL (2013) ATEMPORAL
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CU
AJI
MA
LPA
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| CUAJIMALPA |
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Los preparativos del carnaval comienzan el 2 de febre-
ro con el festejo de la Virgen de la Candelaria. Resuena
en el recuerdo la peregrinacin guadalupana que desde
hace 80 aos parte de la dicesis de Toluca, atravesando
Cuajimalpa hasta culminar en el Tepeyac. As, los mora-
dores de Cuajimalpa esperan ansiosos el amanecer del
sbado previo al Mircoles de Ceniza, para cargar en-
tre todos y acompaados de msica la portada hecha
a base de flores y granos que enmarcar la iglesia de
San Pedro Apstol.
Llegada la tarde, las cuadrillas de danzantes se
dirigen al panten central para retirar la cruz mayor y
trasladarla con algaraba a la casa donde ser velada. En
todos los sitios por donde las cuadrillas circulan, la co-
mida, la bebida, la msica y la palabra son dones que
se comparten con gusto. No importa que el amanecer
se encuentre prximo, el xtasis parece no tener fin. Son
das de carnaval, nos cuenta Vctor Carrillo, promotor
social.
Los bailes que acompaan esta festividad inclu-
yen las ya conocidas danzas de chinelos, apaches, hue-
CUAJIMALPACARNAVALES DE SAN PEDRO
huenches, concheros y arrieros. Esta representacin
hunde sus races en los circuitos comerciales que du-
rante dcadas unieron a Cuajimalpa con otras regiones
como Tierra Caliente, Costa Chica y Costa Grande (Oa-
xaca y Guerrero). Segn los testimonios recogidos, la
Danza de Arrieros y la de huehuenches son las danzas
ms antiguas practicadas en la delegacin, siendo las de
chinelos una tradicin relativamente reciente, pero que
va en aumento.
Don Vicente Snchez Delgadillo, de 74 aos de
edad y con 50 aos participando en la danza, nos cuenta
que fue durante la segunda mitad del siglo XIX que die-
ron inicio las primeras danzas en Capulhuac y Ocoyoa-
cac, Estado de Mxico. Los protagonistas de este baile
reviven la vida de las haciendas representando perso-
najes como el patrn, el cargador mayor, el surti-
dor de cargas, los atajadores, los corredores, los
arrieros y el animal de carga.
Las danzas de arrieros son acompaadas por
distintas msicas, como los mariachis, llamados alco-
holeros, rezos, alientos y, la mayor de las veces, por
PORTADA: MSCARA DE CHINELO.TRAJE DE LA DANZA DE ARRIEROS.
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DANZA DE ARRIEROS Y SU SINCRETISMO CON LOS RITUALES INDGENAS.
Al conversar con los distintos personajes que participan de la fiesta, emerge una memoria generacional que nos recuerda que el oficio de arriero formaba parte de la cotidianidad de estos pueblos en los tiempos pasados. De all que los carnavaleros recreen las distintas etapas que conformaban la ruta larga, que alcanzaba el puerto de Acapulco y, ocasionalmente, la ruta corta a Chalma u otros pueblos del estado de Morelos.
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un conjunto de cuerdas, es decir, violn, guitarra y bajo.
Si bien las costumbres carnavaleras de los pueblos tie-
nen sus diferencias, como anota don Vicente: La danza
de arrieros es la ms popular, la que atrae a ms gente,
y qu mejor para m, me siento muy contento porque
estn participando jvenes y podemos ensearles nues-
tras costumbres.
Al llegar el domingo, las calles se ven inundadas
por cuadrillas de arrieros, que marcan el tiempo de la
vida al ritmo de sones como Entrada de corral, Des-
cargar a la consentida, Dejar al atajador, Desapa-
rejar, Ir a dar agua, Limpia de atajo, Registro de
cocina, Desayuno y comida y Limpia de hato.
Al conversar con los distintos personajes que
participan de la fiesta, emerge una memoria generacio-
nal que nos recuerda que el oficio de arriero formaba
parte de la cotidianidad de estos pueblos en los tiempos
pasados. De all que los carnavaleros recreen las distin-
tas etapas que conformaban la ruta larga, que alcan-
zaba al puerto de Acapulco y, ocasionalmente, la ruta
corta a Chalma u otros pueblos del actual estado de
Morelos.
El domingo temprano los chinelos alistan sus
trajes blancos con vivos azules, negros o multicolores,
que rematan con el prominente mentn de una mscara.
Aunque en el pueblo constituye una tradicin reciente,
los danzantes de Cuajimalpa se asumen herederos de
las tradiciones de chinelos que existen en el estado de
Morelos desde el siglo XIX.
PERSONAJES DE LA DANZA DE ARRIEROS, REPRESENTANDO LA VIDA DE LAS HACIENDAS: EL PATRN, EL CARGADOR MAYOR, EL SURTIDOR DE CARGAS, LOS ATAJADORES, LOS CORREDORES, LOS ARRIEROS.
DON VICENTE SNCHEZ DELGADILLO, MAESTRO DE LA DANZA DE ARRIEROS.
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Una carta recibida en 1872 del entonces presi-
dente municipal de Tlayacapan, Antonio Ortz y Arvizu,
nos da pista sobre la antigedad de la danza, al ubicar
a este poblado como la posible cuna. Si bien existen di-
ferencias en los trajes debido a su procedencia, hoy en
da los pasos son los mismos para todas las comparsas.
En Cuajimalpa ocurre algo ms, pues algunas compar-
sas exageran los pasos para hacer el brinco del chine-
lo y hacer an ms vistoso y disparatado el baile.
Es posible que la palabra chinelo provenga
del nhuatl tzineloa que quiere decir meneo de cade-ra. Sin embargo, para Benjamn de Jess Rodrguez,
miembro de la comparsa de chinelos de San Pedro
Cuajimalpa, dicho trmino es en s misma una burla a
los poderosos y religiosos que no permitan a los po-
bres participar en las festividades. Entre los pioneros
de las comparsas de esta delegacin se encuentran los
seores Cecilio Ortz Montesinos y el seor Tobas L-
pez Garca, quienes con profundo entusiasmo continan
dando vida al carnaval.
La animosa participacin de habitantes de los
pueblos de San Pablo Chimalpa, La Candelaria, Zatla-
patl, Contadero, San Lorenzo Acopilco, San Mateo Tlal-
tenango, Santa Cruz Atizapn y, por supuesto, de San
Pedro Cuajimalpa permite augurar un largo futuro a
esta celebracin, cuenta Tomas Martnez, patrn en la
danza de arrieros.
A la distancia, el tronar de los cuetes recuerda
que un ao ms es uno menos. Y que otro sbado de
carnaval ha llegado.
CUADRILLA DE CHINELOS
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95 94 Los chinelos de San Pedro Cuajimalpa exageran sus pasos para hacer el brinco ms vistoso y disparatado.
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ESPUELA DE BOTA, DANZA DE ARRIEROS.
TOMAS MARTNEZ, PERSONAJE DE PATRN EN LA DANZA DE ARRIEROS.
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XO
CH
IMIL
CO
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| XOCHIMILCO |
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Ante nuestros ojos, la Ciudad de Mxico emerge como
un perpetuo desfiladero de asfalto, con avenidas, ejes
viales y segundos pisos que pretenden borrar el recuer-
do de aqul valle de Mxico
que alguna vez estuvo he-
cho de agua. Sin embargo,
la antigua vocacin acu-
tica de este asentamiento
por fortuna an subsiste en
Xochimilco, declarado Pa-
trimonio Cultural de la Hu-
manidad por la UNESCO en
1987. En ese lugar donde se
alternan caminos de agua y
tierra se despliega una car-
tografa fiestera que no deja
pasar un da sin que el tro-
nido de cohetes y la msica
anuncien a propios y extra-
os que se est de mante-
les largos.
Distribuida en catorce pueblos y diecisiete ba-
rrios, la delegacin de Xochimilco hace gala de su voca-
cin festiva, sostenida en una arraigada identidad y or-
ganizacin comunitaria. Ms o menos cercanas al culto
religioso, Xochimilco ejemplifica la renovacin de tradi-
XOCHIMILCOCARNAVAL DE
ciones que encuentran siempre la forma de imprimir el
sello de lo nuevo y contemporneo a la herencia de los
abuelos.
En la memoria po-
pular, las fiestas constituyen
un recorrido por el tiempo
y la historia. La celebracin
de La Flor ms Bella del Eji-
do remite para muchos a
una fiesta iniciada en la po-
ca prehispnica, realizada
en honor a la diosa Xochi-
quetzalli. Por otro lado, la
distintiva fiesta del Niopa
que en el candelario litr-
gico catlico est destina-
do a la Virgen de la Can-
delaria se relaciona con
la poca colonial. Mientras
que las conmemoraciones a
personajes fundantes de la
vida cvica y artstica, como
el poeta Fernando Celada o Quirino Mendoza y Corts
a quien se atribuye la composicin del Cielito lindo
complementan el calendario festivo. No debe olvidarse
que el clebre encuentro de los generales Emiliano Za-
pata y Pancho Villa tambin ocurri en este lugar.
PORTADA: MSCARA DE CHINELO XOCHIMILCO MANUFACTURA SUS TRAJES Y MASCARAS DE CHINELOS, TENIENDO COMO PARTE DE SU IDENTIDAD ELEMENTOS PREHISPNICOS
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En ese lugar donde se alternan caminos de agua y tierra se despliega una cartografa fiestera que no deja pasar un da sin que el tronido de cohetes y la msica anuncien a propios y extraos que se est de manteles largos.
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| XOCHIMILCO |
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La estructura comunitaria fundada en torno a las mayordomas y la organizacin barrial garantiza y refuerza la vida social y cultural de Xochimilco
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| XOCHIMILCO |
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Otra festividad que no puede dejar de men-
cionarse es la fiesta patronal del barrio de Xaltocan o
El Xaltocan palabra nhuatl que significa: donde se
siembra en arena celebrada dos domingos previos al
Mircoles de Ceniza, dedica a la Virgen de los Dolo-
res. En esta fiesta tradicional que antecede y se conecta
naturalmente con el carnaval, al son de las bandas de
viento, de pasito duranguense, grupero y de chirimas
con teponaztles se mezcla el emotivo paseo que acom-
paa la procesin de la Inmaculada. As, pueden verse
chinelos, huehuenches, animales humanizados, santia-
guitos y personas de todas las edades y gneros, que
con mscaras y estrafalarios atuendos, o sin ellos, riegan
por las calles su energa vital para honrar un nuevo ciclo
de vida.
Don Sebastin Flores Farfn, cronista de la de-
legacin Xochimilco, comenta: Los carnavales de Xo-
chimilco son fiestas recientes, esta celebracin tiene
un arraigo de apenas cuarenta aos en la zona. Sola
ser una festividad pequea hasta que, a inicios de los
ochentas, el ingeniero Mariano Velasco incitado por su
clebre sobrino, Ral Velasco, conductor del programa
Siempre en Domingo, avivaron el carnaval.
Segn el testimonio, el jefe delegacional de
aquellos aos, entusiasmado con la propuesta se dio a
la tarea de implementar acciones que fortalecieran al
carnaval local, exhort a las autoridades de las escuelas
de educacin bsica a participar activamente en la cele-
bracin. Se inst a los vecinos a participar en la transfor-
macin de los vehculos empleados en las actividades
cotidianas, desde aquellos que se usaban para el traba-
jo familiar hasta los camiones recolectores de basura,
en vistosos y alegres carros alegricos que dieran real-
ce al desfile carnavalero.
Distribuida en catorce pueblos y diecisiete barrios, la delegacin de Xochimilco hace gala de su vocacin festiva, sostenida en una arraigada identidad y organizacin comunitaria.
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Don Sebastin Flores Farfn, cronista de la delegacin Xochimilco, comenta: Los carnavales de Xochimilco son fiestas recientes, esta celebracin tiene un arraigo de apenas cuarenta aos en la zona. Sola ser una festividad pequea hasta que a inicios de los ochentas, el ingeniero Mariano Velasco incitado por su clebre sobrino, Ral Velasco, conductor del programa Siempre en Domingo avivaron el carnaval.
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| XOCHIMILCO |
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Dicha iniciativa fue tan exitosa que locatarios de
los mercados y embarcaderos de la zona se unieron
para hacer la fiesta en grande y fortalecer la tradicin.
El carnaval fue creciendo exponencialmente al punto de
atraer a pblico y comparsas de diversos puntos de la
Repblica Mexicana incluyendo aquellas que una vez
terminado el carnaval venan desde el entraable Puer-
to de Veracruz para incentivar la desbordante alegra
que encontraba en la explanada delegacional su epicen-
tro.
Con el transcurrir de los aos, el carnaval en Xo-
chimilco perdi fuerza, hasta el punto que lleg a des-
aparecer por algunos aos. Sin embargo, en 2008, la
inquietud ciudadana recuper los adormecidos bros y
restableci la fiesta. Las escuelas de todos los niveles
y casas de cultura locales fueron convocadas a formar
sus propias cuadrillas. Tambin invitaron a participar a
comparsas de otros lugares, como los charros de Santa
Mara Aztahuacn, los chinelos de Morelos, los huehuen-
ches xochimilcas, entre otros. Con este nuevo impulso,
los danzantes entre mscaras, tarolas, trompetas, trom-
bones, tamboras y pistas musicales previamente graba-
das, volvieron a inundar las multicolores calles y aveni-
das de Xochimilco.
Cada ao se suman nuevas comparsas que de
a poco han ido incorporando a su tradicional montaje
a personajes de la poltica y el mundo del espectculo.
Pero a diferencia de otras delegaciones, donde el carna-
val es fiesta principal, en Xochimilco comparte el prota-
gonismo con un extenso nmero de festividades que a lo
largo del ao provocan que las comparsas de los distin-
tos rumbos se esfuercen por ser reconocidas como las
mejores.
La estructura comunitaria fundada en torno a las
mayordomas y la organizacin barrial garantiza y re-
fuerza la vida social y cultural de este territorio. Cada
vez que un mayordomo toma la responsabilidad de cui-
dar al Niopa, lo acompaa una nueva comparsa, has-
ta que, al siguiente 2 de febrero, deba entregar al Nio
Dios a la comparsa que har la sustitucin.
Don Sebastin Flores Farfn, cronista, comenta:
Si bien algunas danzas casi han desaparecido, como la
danza de Los Santiaguitos que es una representacin de la batalla de moros y cristianos, donde los personajes
llevan capas rojas el entusiasmo de los lugareos es tan
grande que cada ao surge al menos una nueva com-
parsa. Hay reconocidas alrededor de veinticinco com-
parsas en la zona, que renuevan constantemente nuestra
tradicin y el sentir xochimilca.
A caballo entre la modernidad y la tradicin, Xo-
chimilco es una muestra inmejorable de cmo los pue-
blos pueden mirar al futuro sin olvidar su historia. Y para
muestra un botn, entre chinampas y asfalto el gusto
prehispnico por la comida continua vigente, por lo que
el convite ofrecido a los asistentes al festejo comunitario
es fundamental. Cada ao los pescadores van recorrien-
do las orillas del lago de Xochimilco confiados en reco-
lectar las presas necesarias para el banquete que tendr
lugar al da siguiente. La organizacin de la comilona es
compleja. Las familias locales cocinan mole con pollo y
arroz para los pescadores, que entre sus redes traern:
peces, acociles, charales, michpetos, ajolotes o almejas
con los que se prepararn los tlapiques (tamalitos asa-
dos, hechos en hoja de maz a base de pescado, tomate
verde, cebolla, venas de chile y epazote). Tambin se
prepara el michmole (tomate verde o rojo molido con
chile y sazonado con cebolla y epazote, servido sobre
pescados, ajolotes, ranas, almejas o menudencias de
pollo) que acompaado con agua de cha ser compar-
tido como los dones ms preciados de la vida. As pues,
esta mezcla de sabores, olores, ropajes, mscaras, tam-
bores y msica de viento anuncia en forma inequvoca el
comienzo de un carnaval ms. Con el transcurrir de los aos, el carnaval en Xochimilco perdi fuerza, hasta el punto que lleg a desaparecer por algunos aos. Sin embargo, en 2008, la inquietud ciudadana recuper los adormecidos bros y restableci la fiesta.
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A caballo entre la modernidad y la tradicin, Xochimilco es una muestra inmejorable de cmo los pueblos pueden mirar al futuro sin olvidar su historia.
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As pues, esta mezcla de sabores, olores, ropajes, mscaras, tambores y msica de viento anuncia en forma inequvoca el comienzo de un carnaval ms.
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AZ
CA
POT
ZA
LC
O
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| AZCAPOTZALCO |
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En pleno siglo XXI el carnaval en Azcapotzalco persiste
como una forma de enraizar la identidad local, median-
te la rememoracin de aejas prcticas culturales que
poca a poco han ido incorporando en el sentir y en la
cotidianidad de las nuevas generaciones.
De acuerdo con el arquelogo Jos Antonio
Urdapilleta Prez, cronista de la delegacin, esta zona
otom se rega por el calendario solar prehispnico para
realizar sus rituales agrarios. Por lo que sus actuales ha-
bitantes han intentado mantener la misma calendariza-
cin en sus festividades
A cuatro aos de organizar el carnaval, las for-
mas y texturas de esta joven festividad continan defi-
nindose. Esta inquietud carnavalesca fue introducida
por los profesores de la Casa de Cultura Morelos.
El cambio de mayordoma de la Virgen de los
Remedios se convirti naturalmente en la fecha emble-
mtica del carnaval, ya que se efecta desde hace ms
de 150 aos el domingo previo al Mircoles de Ceni-
za. As, en 2010, en el primer ao de carnaval en Santia-
go Ahuizotla, no hubo temtica. Sobre ello nos coment
Miguel ngel Garca, profesor de la Casa de Cultura:
Salimos a las calles con mscaras de mariposas, aves o
cualquier otro animal que nosotros mismos hicimos con
materiales reciclados. Fuimos ms de cincuenta y lo im-
portante fue expresar la alegra de nuestro pueblo y dar
inicio a una tradicin.
AZCAPOTZALCOCARNAVAL DE SANTIAGO AHUIZOTLA
Este 2013 incluso llegaron comparsas de la dele-
gacin Gustavo A. Madero por lo que huehuenches, chi-
nelos y bandas de viento coincidieron en Azcapotzalco
llevar a cabo la fiesta. Este ao march un ahuizote (del
nhuatl, perro de agua) figura que en adelante ser
representativa de Santiago Ahuizotla acompaando a
las comparsas.
PORTADA: TORITO DE PLVORA.TALLER DE DANZA REGIONAL DE LA CASA DE CULTURA MORELOS.
PERSONAJE LA VOZ DEL TIEMPO QUE CUENTA EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL CARNAVAL.
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123 122 DANZA CHL DE LA HUASTECA VERACRUZANA
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| AZCAPOTZALCO |
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PREPARATIVOS DE SANTIAGO EL MAYOR.
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TRADICIONAL PALO ENCEBADO.
El palo encebado es una herencia que ha sobrevivido desde tiempos prehispnicos. Uno de sus antecedentes clarificadores es la fiesta tepaneca de Azcapotzalco que se haca en honor a Otontecutli. sta consista en colocar, en la copa de un rbol de ocote, las insignias de un guerrero y una figura hecha de semilla de amaranto y miel, para que los participantes lucharan por alcanzarlas. El ganador obtena las insignias y los desafortunados reciban un trozo de la figurilla dulce. Jos Antonio Urdapilleta, cronista de Azcapotzalco
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DANZA DEL MAZ CENTOTL.
En el esfuerzo de buscar identidad, el 29 de julio de 2013 se repiti el carnaval. En la fiesta no faltaron las danzas dedica-das a Diosa del maz y al seor Santiago y tampoco personajes como el tlachiquero, encargado de extraer el aguamiel de la planta de maguey.
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Jorge Pineda Cervantes fotgrafo y cineasta in-
dependiente y actual director y asesor pedaggico de
la Casa de la Cultura y decisivo impulsor de la fiesta
nos comenta El carnaval, al ser nuevo, debe involucrar
poco a poco a la gente en el saber de su historia para
que participe. El objetivo es personalizar el carnaval se-
gn los gustos del pueblo y trabajar para que tenga su
propia msica original.
En el esfuerzo de buscar identidad, el 29 de julio
de 2013 se repiti el carnaval. En la fiesta no faltaron las
danzas dedicadas a diosa del Maz y al Seor Santiago y
tampoco personajes como el tlachiquero, encargado
de extraer el aguamiel de la planta de maguey. Sobre el
tema de las bebidas tradicionales, nos comenta el cro-
nista que, hacia 1974, haba ms pulqueras que escue-
las; actualmente solo existe una en toda la delegacin de
Azcapotzalco.
La msica que da vida a la celebracin est a
cargo de Ricardo Manuel Alonso Piln, msico compro-
metido con el rescate y difusin de la lengua nhuatl y
la msica prehispnica y quien, en la actualidad, desa-
rrolla un proyecto para recopilar ritmos propios de la
comunidad.
Los estudiosos de la cultura suelen considerar
las tradiciones de los pueblos y barrios como materia
prima para desarrollar sus principales temas de inves-
tigacin. El carnaval que recin inicia en Azcapotzalco,
implica al cientfico social un nuevo reto: atestiguar el
nacimiento de una nueva tradicin carnavalera que bus-
ca en el pasado el sostn del futuro. Y sern los habitan-
tes de esta delegacin quienes le den a este carnaval
historias para contar y recordar.
REPRESENTACIN DE SANTIAGO EL MAYOR DIOSA DEL MAZ CHICOMECATL. CUETERO
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DIABLITA INTENTANDO ECHAR A PERDER LA COSECHA DEL MAZ.
SANTIAGO EL MAYOR, ESCULTURA REALIZADA POR LA CASA DE CULTURA EN PAPEL MACH.
MSCARA DEL DIOS DEL MAZ CENTOTL.
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Se sabe por algunas fotografas que el primer carnaval
despus de la Revolucin, desfil en 1920 en San Fran-
cisco Tlaltenco. Los pioneros de esta festividad fueron
Agapito Mancilla, Dionisio Chvez y Gregorio Ruiz,
quienes no se imaginaban que la fiesta se extendera por
ms de cinco generaciones.
Sin embargo, la tradicin oral plantea que el car-
naval pudo haber existido antes de la Revolucin Mexi-
cana y que con dicha revuelta se dispers, pues muchos
tlahuaquenses emigraron para refugiarse en otros pue-
blos, por ejemplo, en Tlaxcala. Durante su refugio, estas
personas aprendieron nuevos estilos de msica y baile
que llevaron consigo de vuelta a Tlhuac. Cuando el mo-
vimiento armado termin reintegraron el carnaval, pero
ahora enriquecido con ms formas musicales y dancsti-
cas, que le dieron una nueva identidad. En algunos luga-
res como San Pedro Tlhuac, se asegura incluso que el
carnaval perdur durante la Revolucin, ya que se inte-
graron algunas canciones revolucionarias al repertorio
de la fiesta carnavalesca, aunque de igual forma las mi-
graciones terminaron por nutrir los desfiles.
Una situacin que ayud al resurgimiento del
carnaval fue la unin de los ciudadanos. Las familias que
TLHUACLOS CARNAVALES DE
haban emigrado a causa de los enfrentamientos bli-
cos, encontraron estragos en los paisajes en los que al-
guna vez se pasearon Maximiliano de Habsburgo y su
esposa Carlota, lo cual despert un profundo y ejemplar
sentimiento de solidaridad y fraternidad entre los pobla-
dores. Nos platica Jaime Leyte Mancilla que ante el es-
cenario que dej la Revolucin, los vecinos decidieron
unirse formando sociedades como la de Tlaltenco, que
sirvi como plataforma para crear la Sociedad Mutua-
lista y Recreativa Benito Jurez, a travs de la cual los
vecinos rehabilitaron casas y campos.
Lo cierto es que cuando la regin comenz a re-
ponerse social y econmicamente, el carnaval se fortale-
ci como una herencia cultural que adems contribuy a
la unin social: Para finales de la dcada de los veinte,
la estabilidad haba sido recuperada y en la misma de-
marcacin en la que Zapata mont uno de sus cuarteles
de guerra, los vecinos se enfocaban ahora un poco ms
a la fiesta del carnaval, puesto que les conceda espar-
cimiento y diversin fortaleciendo sus lazos comunita-
rios, nos dice Alfredo Rioja Castaeda, heredero de la
tradicin carnavalera reiniciada por sus abuelos.
CHARRO DE LA SOCIEDAD BENITO JUREZ. CARNAVAL DE SAN FRANCISCO TLALTENCO
CARNAVAL DE SAN PEDRO TLHUAC
Los carnavales en Tlhuac han contribuido a la vasta historia de esta delegacin, han aportado a su reestructuracin social y han permeado la identidad de sus habitantes. Lo que es realmente sorprendente es la fuerza de su presente, en una ciudad impersonal y hasta lejana, que sean miles las familias que intervienen en esta tradicin, miles los que dejan el corazn en el baile y la msica, miles los que con su alegra garantizan el futuro de esta festividad que seguro ser prominente.
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COMPARSA DE CAPORALES DEL CARNAVAL DE SAN PEDRO TLHUAC
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CARNAVAL DE ZAPOTITLN.
CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUZOTL.
En ese entonces en algunos carnavales de Tlhuac caminaban grupos de gente disfrazados de canbales, cargando cazue-las enormes. Estos grupos de pronto se detenan y colocaban el trasto encima de un puado de zacate hmedo al que le prendan fuego con el objetivo de que por no estar seco solo esparciera humo figurando una fogata, hecho esto, metan un canbal dentro de la cazuela y otros canbales danzaban alrededor
Esperanza Mancilla Castaeda, cronista de Tlhuac
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Menciona la profesora Esperanza Mancilla Cas-
taeda, cronista de Tlhuac que por esta misma poca el
carnaval era diverso: Al principio, en algunos pueblos,
la gente se disfrazaba con ropa vieja o con algn mote
extraordinario, por ejemplo, pieles de animales que ha-
bitaban en el cerro como tejones, coyotes, armadillos
o cualquier otra cosita que sirviera para un disfraz que
fuera visto con alegra en el carnaval.
Hacia los aos treinta se vean en los carnavales
de Tlhuac, personajes como la pareja de novios, los
ositos, el diablo y, por supuesto, los tradicionales cha-
rros, caporales y damas. Adems se encontraban otros
personajes muy curiosos como los hombres vestidos
de mujer, que a manera de parodia, cargaban un beb
en el rebozo mientras caminaban con enaguas y huipi-
les. En ese entonces en algunos carnavales de Tlhuac
caminaban grupos de gente disfrazados de canbales
cargando cazuelas enormes. Estos grupos de pronto se
detenan y colocaban el trasto encima de un puado de
zacate hmedo al que le prendan fuego con el objetivo
de que por no estar seco solo esparciera humo figuran-
do una fogata, hecho esto, metan un canbal dentro de la
cazuela y otros canbales danzaban alrededor, cuenta
la profesora Esperanza.
Hacia la mitad del siglo XX el carnaval haba evo-
lucionado, las comparsas en diferentes pueblos haban
cobrado tanta fuerza que ya se disputaban el reconoci-
miento por el charro ms original, el traje de dama ms
llamativo, el carro alegrico ms vistoso, la reina ms
ataviada, y el mejor grupo de msica.
Es natural que las manifestaciones culturales
cambien con el tiempo, por eso en Tlhuac el carnaval
ha visto transformaciones en su msica y en sus vesti-
mentas pero tambin en su sistema organizativo. Un
ejemplo de estos cambios es la forma de participar de
las mujeres, nos explica Beatriz Mancilla, profesora de
educacin primaria y una de las primeras mujeres en
participar en el recorrido del carnaval: La participacin
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femenina en el principio era limitada, las mujeres slo
acompaaban a los hombres que eran los que le daban
vida al carnaval. Las primeras en bailar cuadrillas lo hi-
cieron hasta el ao 1940 y acompaar a los hombres en
el recorrido se logr en el ao 1955, al menos as fue en
Tlaltenco.
Actualmente el carnaval sigue siendo motivo y
causa de cohesin entre la poblacin, Eloy Palma, ve-
cino de esta demarcacin, seala que: El carnaval ha
tomado distintos caminos en Tlhuac, pero siempre es
una festividad que genera en esta delegacin participa-
cin ciudadana, como una de sus principales caracters-
ticas.
Marcos Zaldvar Espejel hace una radiografa
de los carnavales en esta demarcacin al sealar que:
En el caso de Santa Catarina Yecahuzotl los charros y
caporales van apegados al tema del trabajo y la fiesta.
San Pedro Tlhuac tiene un misticismo nico y adems
son los nicos que tiene al Judas. Por otro lado, Tlalten-co tiene al carnaval en un tenor de distraccin y alegra
pero tambin de tradicin, pues aqu siempre han baila-
do los charros y las damas sin cambiar su atuendo por
el orgullo de conservar sus costumbres y qu decir de
Zapotitln con la belleza de sus carros alegricos ador-
nados con flores naturales y sus comparsas orgullosas y
apasionadas que bailan hasta el ltimo aliento.
Es evidente que los carnavales en Tlhuac han
contribuido a la vasta historia de esta delegacin, que
han aportado a su reestructuracin social y que han per-
meado la identidad de sus habitantes. Lo que es real-
mente sorprendente es la fuerza de su presente, que
en una ciudad impersonal y hasta lejana, sean miles las
familias que intervienen en esta tradicin, miles los que
dejan el corazn en el baile y la msica, miles los que
con su alegra garantizan el futuro de esta festividad que
seguro ser prominente.
CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUZOTL.
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Si una revuelta armada no logr acallar la alegra
del carnaval, mucho menos la indiferencia de los ajenos
o la frialdad de las autoridades locales lograrn borrar
las sonrisas de la dama, o el bullicio de la trompeta, no
detendrn el fuete del caporal ni trastabillar el charro
cuando baile, todo lo contrario, cada vez la dama sonrei-
r ms alegre y el charro bailar mas fuerte, porque hoy
la llama de los carnavales de Tlhuac est encendida.
Es una hoguera, casi un incendio en el corazn de los
Tlahuaquenses. Hoy los carnavales estn ms vivos que
nunca!
Carnaval de San Francisco Tlaltenco
Amanece en Tlaltenco, los parques rodeados de
pirules y el paisaje pintoresco aguardan el momento del
baile y el alboroto, el da de los feos est por comen-
zar. En el segundo domingo de cuaresma, es decir dos
domingos despus del Mircoles de Ceniza, cuando el
sol comienza a alcanzar el cenit las comparsas toman las
calles y, al ritmo de la banda de viento, nios, jvenes,
hombres y mujeres bailan y brincan con sus atavos ins-
pirados en personajes del cine, polticos u otro icono del
imaginario popular. Personajes de la pelcula Avatar, ex
presidentes, msicos, guerreros guila, tlatoanis o acto-
res de telenovela se mezclan entre los personajes tra-
dicionales del carnaval de los feos como la muerte,
el diablo y el gorila.
En punto del medio da del tercer domingo de
cuaresma se renen los participantes del carnaval para
dar inicio al Baile de charros y damas. Cada comparsa
tiene su propia ruta y por ella desfilan los carros aleg-
ricos que trasladan a las reinas hasta la plazuela donde
se bailan cuadrillas y se hace la coronacin y baile que
cerrar la celebracin.
Los charros y las damas del carnaval de Tlalten-
co bailan las corridas acompaados de una banda de
viento que interpreta canciones como Las Lolas, Los
Pecados de Lola, Los de Levita, Los Lanceros, entre
otros. Las mujeres ataviadas con vestidos de coctel y los
hombres con el tradicional traje de charro: guantes, bo-
tas blancas o color hueso, sombrero bordado, mscara
de cera, fuete y, por supuesto, una pistola amarrada al
cinturn. Sobre las pistolas comenta Edgar Hernndez:
Aunque ya slo es una rplica que ya no dispara en el
recorrido.
El carnaval de Tlaltenco surgi en 1920, impul-
sado por la Sociedad Benito Jurez, pero hacia 1947 na-
ci una comparsa que tambin contribuy al desarrollo
de la tradicin carnavalesca el Club Juvenil. En 1947,
dicha comparsa se present con su reina en el carro
alegrico acompaado de Que rico mambo de P-
rez Prado, nos cuenta la seora Mara Rosa de la Rosa,
quien conserva el legado carnavalesco de los fundado-
res del Club Juvenil. Los grupos siguieron surgiendo:
Los Chupamaros, Los Guadalupanos, Las Guadalupa-
nas, Zacatenco, Barrio Fuerte, La Selene, grupos infan-
tiles y ms que durante mucho tiempo crearon ingenio-
sas comparsas que hasta hoy surcan las calles de sus
pueblos. No me imagino el carnaval sin otras compar-
sas, le dan vida y alegra y nos genera mucha emocin
el poder competir y compartir en el carnaval, nuestra
herencia cultural, agrega el seor Camilo Reyes Man-
cilla, quien es tambin descendiente de los iniciadores
del carnaval y enrgico promotor cultural de Tlhuac.
Cada ao la alegra del pueblo finaliza con la
convivencia anhelada por locales y visitantes. Msica,
baile, gastronoma, sonrisas y recuerdos cierran cada
ao el carnaval.
Carnaval de Santiago Zapotitln
En Santiago Zapotitln el carnaval tiene sus or-
genes en la danza de azcachichintles, un baile que por
el pasar del tiempo y los cambios sociales ya ha desa-
parecido. Se tiene conocimiento de que el carnaval co-
menz en esta zona en los ltimos aos de la dcada de
LA DAMA Y EL CHARRO DE LA SOCIEDAD BENITO JUREZ. CARNAVAL DE SAN FRANCISCO TLALTENCO
Hacia la mitad del siglo XX el carnaval haba evolucionado, las comparsas en diferentes pueblos haban cobrado tanta fuerza que ya se disputaban el reconocimiento por el charro ms original, el traje de dama ms llamativo, el carro alegrico ms vistoso, la reina ms ataviada, y el mejor grupo de msica.
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los veinte y los primeros de los treinta, donde se vea
bailotear a los primeros huehues con sus mscaras de
cera, que representaban un rostro europeo y que ms
tarde cambiaran para ser de cartn con alusin a ani-
males como chivos, toros o perros y personajes como el
diablo y las brujas.
Al igual que en Tlaltenco la participacin de la
mujer aqu era limitada, la lucha de las mujeres por par-
ticipar en el carnaval comenz en la dcada de los cua-
renta originando un movimiento en la delegacin a favor
de la participacin femenina. Es curioso mencionar que
se conquist este objetivo en la dcada siguiente, la de
los cincuenta, en la cual tambin se le otorg el voto a la
mujer a nivel nacional (1953). Es menester mencionarlo
porque se puede interpretar la lucha de las zapotitlecas
como parte de una lucha mayor en el pas.
En la actualidad, el carnaval empieza el tercer
domingo de cuaresma con la participacin de la com-
parsa de La Polilla, un grupo de adultos mayores (hom-
bres y mujeres) que, a pesar de sus aos, bailan con
toda la energa de un joven con el afn de conservar su
tradicin carnavalera. Nos cuenta el Jos Carlos Valds
Noguern, quien es nativo de Zapotitln, que este da La
Polilla inunda las calles con disfraces en lo que la gente
conoce como la primera loqueada.
El domingo siguiente la misma comparsa sale
con sus disfraces tradicionales de charros, hombres y
mujeres en pareja bailan para divertirse por las calles
para celebrar sus races. El quinto domingo de cuares-
ma, descansan y el sexto sale toda la loqueada y, final-
mente, el domingo siguiente es el cierre de carnaval.
Las comparsas del Club Santiago de charros,
del Club Races los Caporales, Club Unin Zapotitln y
Club Halcones, as como los Carverncolas y otros, to-
man las calles transformndolas en una fiesta de color,
banda de viento, charros y caporales. Alegres formas
multicolores hechas de flores naturales adornan el carro
alegrico en el que viaja la reina con sus princesas hacia
la coronacin en la explanada frente a la iglesia, donde
antes de la ceremonia se bailan cuadrillas durante varias
horas. El carnaval finaliza con los convivios organizados
con motivo de la coronacin de la reina y princesas. Esta
celebracin ha perdurado por ms de tres generacio-
nes. Es para m una gran alegra ver las tradiciones de
mi pueblo, comenta Jos Carlos mientras de fondo se
escuchan las campanas de la iglesia entonando La Biki-
na, dndole a la noche un toque de aoranza y buenos
recuerdos.
Carnaval de Santa Catarina Yecahuzotl
Desde hace ms de ocho dcadas, en Santa Ca-
tarina se ven desfilar charros, caporales a lo ancho de
sus calles y avenidas. Acompaados de msica de vien-
to, estos personajes surcan los paseos del pueblo con el
nico inters de divertir a los espectadores y de mante-
ner una tradicin que los hace sentirse orgullosos de su
procedencia.
El Domingo de Ramos, saltan a las calles decenas
de personas disfrazadas de cualquier personaje. El bai-
le conocido como la locada pone a bailar a cientos de
espectadores que acuden a mirar y valorar el ingenio de
quienes se animan a bailar, algunos contagiados por la
alegra bailan aunque no porten ningn atuendo extraor-
dinario de carnaval.
El Sbado de Gloria, ocho das despus de la
locada, salen a las calles los primeros charros y capora-
les a danzar en parejas con las charras y las mujeres que
portan su vestimenta estilo escaramuza de charrera. El
carnaval llega a su culmen el Domingo de Resurreccin
cuando todas las comparsas desfilan por los paseos: la
comparsa de la Seccin Primera, la Seccin Segunda, la
Asociacin de Charros y las comparsas infantiles.
Representacin de los disfrazados en el cierre del carnaval: la muerte. La hechicera Tlahuica de los mil amores-personaje caracterizado por don Jos Cecilio Calzada Cadena- influy en el carnaval durante la dcada de los 90. Dicho personaje inclusofue nombrado en varias notas periodsticas Finalmente, el judas de cartn y de carrizo destinado a la quema.
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CARNAVAL DE SAN PEDRO TLHUAC
Marcos Zaldvar Espejel hace una radiografa de los carnavales en esta demarcacin al sealar que: En el caso de Santa Catarina Yecahuzotl los charros y caporales van apegados al tema del trabajo y la fiesta. San Pedro Tlhuac tiene un misticismo nico y adems son los nicos que tiene al Judas. Por otro lado, Tlaltenco tiene al carnaval en un tenor de distraccin y alegra pero tambin de tradicin, pues aqu siempre han bailado los charros y las damas sin cambiar su atuendo por el orgullo de conservar sus costumbres y qu decir de Zapotitln con la belleza de sus carros alegricos adornados con flores naturales y sus comparsas orgullosas y apasionadas que bailan hasta el ltimo aliento.
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Cada comparsa se reune por la maana para sa-
lir en los carros alegricos, con su reina y as iniciar el
primer recorrido. Al medio da hacen un descanso para
tomar los alimentos en la casa de la reina de la compar-
sa correspondiente. Al atardecer, charros, caporales
y disfrazados vuelven a tomar las calles con su alegra
carnavalesca para llegar as al momento de la corona-
cin. Todas las comparsas tienen a su reina, incluso las
infantiles tienen su reinita, adems de las princesas que
llevan a sus padrinos para que tambin las coronen. Es
tradicin que las comparsas de las secciones Primera
y Segunda coronen en la plaza frente a la iglesia por el
espacio que hay all, nosotros los de la Asociacin de
Charros coronamos en el saln ejidal y las comparsas
infantiles pues depende de lo que decidan los organiza-
dores, algunas veces coronan en la plaza y otras eligen
lugares distintos, cuenta Mauricio Infante Caas, presi-
dente de la Asociacin de Charros de Santa Catarina.
Luego de la coronacin, las comparsas realizan
un baile para que la gente del pueblo y los visitantes
convivan. Una locura de fiesta, donde quiera que se tran-
site el da de carnaval se hallar jolgorio y alegra.
Carnaval de San Pedro Tlhuac
Judas es el nombre que recibe una artesana he-
cha de papel y carrizo para el desfile de carnaval. En
San Pedro desde hace muchos aos se acostumbra ha-
cer estas figuras gigantes y multicolores para burlarse
de personajes de la poltica o de la sociedad, estas fi-
guras nacieron como tradicin en las pulqueras aun-
que ahora se queman en la explanada durante el cierre
del carnaval. Aqu al que se porte mal le hacemos su
judas. Hace tiempo hubo un padrecito que se opuso al
carnaval y pues hasta a l le hicimos su judas tambin y
lo quemamos, explica Ezequiel Calzada Martnez, con
una sonrisa dibujada al recordar la alegra del carnaval.
Este carnaval cuenta con ms de ochenta aos de tradi-
cin, en un principio slo se vea gente disfrazada, con
el tiempo se unieron caporales y charros. Se bailaban
canciones revolucionarias de paso doble como la Mar-
cha de Zacatecas, El Zopilote mojado, La Raspa,
Rascapetates, Las Pelonas y actualmente ya se tocan
ms ritmos con banda de viento, cuenta Jos Cecilio
Calzada Cadena, uno de los carnavaleros ms antiguos
de San Pedro.
El traje tradicional masculino se compone de
sombrero de trigo, moo doble sencillo, camisa pachu-
quea, pantaln de caporal azul, gris o plateado, botn
charro, fuete, espuelas y cinto, narra Emmanuel Calza-
da Martnez. Las mujeres siempre han tenido participa-
cin en el carnaval, no slo en su papel de reina, pues
durante dcadas han sido parte de la danza. Su traje est
diseado con apego al del hombre. Maribel Crdova
seala que la vestimenta que usa la mujer en la compar-
sa de caporales es una blusa blanca de manga larga con
moo, chaleco y falda que hacen juego.
Aqu el carnaval comienza el Domingo de Ra-
mos, cuando salen los disfrazados. Posteriormente el
Domingo de Resurreccin todas las comparsas salen a
las calles a bailar, excepto los charros que salen ocho
das despus.
Desde el medio da los desfiles toman las calles,
las reinas viajan en sus carros alegricos o sus calan-
drias y se coronan en la explanada de la delegacin.
Este ritual finaliza con una fiesta donde la familia de la
reina ofrece comida a los participantes.
El carnaval llega a su fin, pero la alegra sigue y
no tardar demasiado para que se repita esa sensacin
que nos narra Don Jos Cecilio: Al or la msica se sien-
te un golpe fuerte en el pecho: se siente que se sale el
toro del corral! As empezamos a bailar es un orgullo
ser de aqu.
Actualmente el carnaval sigue siendo motivo y causa de cohesin entre la poblacin, Eloy Palma, vecino de esta demarcacin, seala que: El carnaval ha tomado distintos caminos en Tlhuac, pero siempre es una festividad que genera en esta delegacin participa-cin ciudadana, como una de sus principales caractersticas.
COMPARSA Y REINA DEL CLUB JUVENIL TLALTENCO
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CARNAVALES DE TLHUAC CARNAVALES DE TLHUAC
CARNAVAL COMPARSA TEMPORAL (2013) ATEMPORAL
Pueblo de San Francisco Tlaltenco
Sociedad Benito Jurez 2,3 y 4 de marzo
Club Juvenil San Francisco Tlaltenco
2,3 y 4 de marzo Tercer domingo de cuaresma
Tercer domingo de cuaresma
Barrio Fuerte 16 y 17 de febrero Domingo despus de MC
Santa Catarina 29,30,31 de marzo y 8 de abril
VS, SG, DRe y domingo siguiente
Grupo Guadalupanos 23 de febrero, 9,10 y 11 de marzo
Segundo y cuarto sbado de cuaresma
Comparsa independiente Chupamaros
10 de marzo Cuarto domingo de cuaresma
Comparsa Zacatenco 8 de marzo Cuarto viernes de cuaresma
Comparsa La Guadalupana 10 y 11 de marzo Cuarto domingo de cuaresma y lunes siguiente
Comparsa Cultural Selene 10 de marzo Cuarto domingo de cuaresma
Comparsa Ampliacin Selene 17 de marzo Quinto domingo de cuaresma
Asociacin Mazatepec 23 de marzo Sbado antes de SS
Amigos de Mazatepec 24 de marzo DRa Club infanl El Popo y sus Cariosos
14 y 15 de abril Segundo domingo despus de SS y lunes siguiente
Pueblo de San Pedro Tlhuac
Comparsa Tradicional de Caporales
24 de marzo DRa
Comparsa de Caporales 31 de marzo DReComparsa de Caporales Alegres
31 de marzo DRe
Comparsa de caporales Santa Cecilia
31 de marzo
31 de marzo
DRe
Club de Caporales DReComparsa de Caporales San Pedro Tlhuac
31 de marzo y 6 de abril DRe y sbado despus de SS
MC: Mircoles de Ceniza VS: Viernes Santo SG: Sbado de Gloria
DRe: Domingo de Resurreccin DRa: Domingo de RamosSS: Semana Santa
Nota: El segundo domingo de cuaresma todas las comparsas de Tlaltenco salen a bailar disfrazados Fuente: Marcos Zaldvar Espejel/ Promotor social y cultural y carnavalero. Eloy Palma/ Promotor social
CARNAVAL COMPARSA TEMPORAL (2013) ATEMPORAL
Pueblo de Santa Catarina Yecahuzotl
Asociacin de Charros 31 de marzo
31 de marzo 31 de marzo
31 de marzo
31 de marzo
31 de marzo
31 de marzo
31 de marzo
DRe
DRe DRe
DRe
DRe
DRe
DRe
DRe
Comparsa Nueva Generacin de Caporales
29 y 31 de marzo VS y DRe
Originales Caporales 30 y 31 de marzo SG y DReComparsa Monarca Los Peques, comparsa infanl de caporales Cuadrilla Juventud Salazar Segunda Seccin de Carnaval Nueva Sociedad de Charros san Miguel Primera seccin de Charros Carnaval infanl 8 de abril Segundo lunes
despus de SS
Pueblo de Zapotln
Club Sanago Chvez 16 de marzo disfrazados 23 y 24 de marzo charros
Quinto sbado de cuaresma
Club Oro A. y amigos Races de los Caporalitos
5,6 y 7 de abril Viernes a domingo despus de SS
Tradicional carnaval de Comparsa Caverncolas
21 de abril Cuarto domingo despus de SS
Carnaval de comparsa Charros Unin Zapotln
14, 20, 21, 27 de abril Segundo domingo despus de SS, tercer sbado y domingo despus de SS y cuarto domingo despus de SS
MC: Mircoles de Ceniza VS: Viernes Santo SG: Sbado de Gloria
DRe: Domingo de Resurreccin DRa: Domingo de RamosSS: Semana Santa
Nota: El segundo domingo de cuaresma todas las comparsas de Tlaltenco salen a bailar disfrazados Fuente: Marcos Zaldvar Espejel/ Promotor social y cultural y carnavalero. Eloy Palma / Promotor social
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CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUZOTL
Si una revuelta armada no logr acallar la alegra del carnaval, mucho menos la indiferencia de los ajenos o la frialdad de las autoridades locales lograrn borrar las sonrisas de la dama, o el bullicio de la trompeta. No detendrn el fuete del caporal ni trastabillar el charro cuando baile, todo lo contrario, cada vez la dama sonreir ms alegre y el charro bailar ms fuerte porque hoy la llama de los carnavales de Tlhuac est encendida, es una hoguera, casi un incendio en el corazn de los Tlahuaquenses. Hoy los carnavales estn ms vivos que nunca!
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IZT
APA
LA
PA
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No hay delegacin ms carnavalera en el Distrito Fede-
ral y su zona metropolitana que Iztapalapa. Aqu los car-
navales son fiesta principal en
los pueblos originarios, en los
barrios, en las colonias. Aqu
nos organizamos todo el ao
para que la fiesta sea la mejor.
Es una fiesta cvica, ciudadana
donde cada ao se suman ms
y ms comparsas, nuestros
carnavales tienen historia, ha-
cen cultura, nos dan identidad,
pero tambin dejan derrama
econmica, afirma Israel Be-
tanzos, promotor social de la
Delegacin.
La historia oral ha sido
la fuente principal para enar-
bolar el posible antecedente de los carnavales. Los pro-
tagonistas de esta fiesta cuentan lo que sus padres, y