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El niño y el bosque
Había una vez un niño triste y abandonado,
el cual vagaba por las calles de una aldea.
Todas las persona que lo veían lo
consideraban como un indigente así que no
le prestaban atención al contrario lo
aborrecían. Un día al joven se le ocurrió salir
de la aldea al salir se encontró con un gran
bosque al mirarlo se sintió muy a gusto así
que procedió a entrar, mientras caminaba
veía las hermosas flores y árboles que lo
rodeaban, el niño estaba maravillado con lo
que veía hasta que de pronto a lo lejos de
unos arbusto vio como brillaba algo muy
incandescente, el niño se acercó
poco a poco con temor cuando de
pronto se encontró con un gran
tesoro. Al salir del bosque el niño
compro una hermosa casa que
deslumbraba a todo el que
pasaba. Las personas de la aldea
se mataban por estar con él y
aseguraban que era el mejor habitante de la aldea. Fin
El ratoncito ciego
Érase una vez un ratón ciego que vivía en
una vecindad. Este ratoncito era muy
especial porque a pesar de no ver, él podía
oír cualquier cosa y reconocerla. Un día a
la vecindad llego un gato el cual estaba
hambriento al
oírlos los
ratoncitos avisaron a el ratón ciego de que
no saliera pues iba a ser devorado por el
gato, pero él no les hizo cazo así que salió,
mientras olía el olor del queso oyó un gran
estruendo, era el gato que se estaba
preparando para comérselo. El ratón
empezó a oír a los ratones que decían en
voz alta es el gato,
de pronto el
ratoncito de la nada
empezó a cantar el gato oyéndolo se empezó a
dormir y no podía dejar de oír su música así que
aquel día el gato no pudo comerse al rato. Así que
Todos los días cuando el ratón salía a comer
cantaba para no ser comido por el gato. Fin
La fe del joven
Hace mucho tiempo en una de las tribus indígenas
existió un gran cacique que podía curar las
enfermedades. En una ciudad muy lejana un joven
buscaba como curar a su amada, cuando de pronto fue
tocado en el hombro por un extraño hombre que le
aseguro que si iba a las afuera de la ciudad y
buscaba en el bosque conseguiría a un cacique
que le curaría a su amada, el joven no creyó lo
que dijo el extraño y se fue. Un día muy
temprano por la mañana la amada del joven
amaneció muy mal los médicos no daba
esperanza, pero el joven no perdía la
esperanza así que se acordó de las palabras
del extraño. El joven tomo a su amada y corrió hacia el bosque cuando
de pronto apareció aquel extraño hombre que le había tocado la ves
pasada, él le pidió la dirección del cacique, pero el acercándose toco a la
joven y le dijo la fe de tu esposo te ha salvado.
El joven acercando abrazó a su amada
al verla viva y le dio un apretón de mano
al hombre
extraño en
señal de agradecimiento, él hombre
tocándole se
despido y se fue al bosque donde desapareció, al
irse el joven se dio cuenta que aquel hombre que le
había tocado era el cacique. Fin.