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ean audrillard
ultura
y
imulacro
La
precesin de los simul cros
efecto e ubourg
lasombr
de
las m yor s
silencios s
fin de lo soci l
P
P L : ~
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Ttulooriginal: LA PRECESSIONS DES SIMULACRES L'EFFET
BEAUBOURG A L OMBRE DES MAJORITS SrLENCrEUSES
Traduccin: Antoni Vicens )' Pedro RovirJ
i. \ J
9 by Jenn baudrilli.lrd
. 1978
by
dilions Gelile
1978 by dilton> Vtopie
O
de la cdiclOn en castellano:
1978
by
Editorial Kairs. S.A.
Primera
edicin: Seplicmbre 1978
Novena edicin: Diciembre 2008
ISBN-lO:
8 4 7 2 ~ 5 2 9 8
ISBN-13: 978-84-7245-298-5
Dep. Legal: B-52.09712oo8
Impresin)' encuadernacin: ndice. S. L Flu\'ia. 81*87. 08019 Barcelona
Este lib ro ha s ido
l.mpre.so Con
papel cemficado
rsc.
pro\'iene de fucmc\
respetuosas con la sociedad el mcdJo otmbientc ) cuenla con 1 5
reqUISito
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L SOM R
L S
M YOR S
SI LEN IOS S
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Todo el
montn confuso de lo social gira en
torno a ese referente esponjoso a esa realidad
opaca y translc ida a la vez a esa nada: las
masas.
Esa
bola de cristal de las estadlsticas
es-
t -atravesada por corrientes y f lu jos a
Ima-
gen
de
materia y de los elementos naturales.
Es
as al menos cmo nos las representan. Aun
que puedan estar -magnetizadas. y lo social
pueda envolverlas como una electricidad esttica
la mayor parte de las veces hacen
tierr
- o
-masn- precisamente o sea que absorben toda la
electricidad de lo social y de lo pol lt lco y la neu
tralizan sin retorno. No son ni buenas conducto
ras de lo polt ico ni buenas conductoras de lo
social ni buenas conductoras del sentido en ge-
neral. Todo las atraviesa todo las imanta pero
todo se difunde
en
ellas sin dejar rastro. Y la
ape acin a las masas en el fondo. siempre
se
qued sin respuesta.
No
irradian sino que si con
trario
~ s o r n
toda la radiacin
de
las constola
cionas -perifricas del Estado de la Historia. tle
la Cultura. del sentido. Son la inercia. el poder
de la
inercia el poder de lo neutro.
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l sombr de l s m yor s silencios s
s
en
este sentido que la masa es caracters
tica de nuestra modernidad, a titulo de fenmeno
al tamen te i mpl osi vo, i rr ed uc ti bl e a cual qu ier
p r ctic a y teo ra tra dicion ales . quizs inc lu so a
t oda pr c ti ca y a toda teora s in ms.
n la representacin imaginaria, las masas
flotan en alguna parte entre la pasividad y la es-
pontaneidad salvaje, pero siempre como
una
enero
ga potencial, un stock de socialidad y
de
energa
soci al , hoy r ef er ent e mudo, maana pr ot ago
nista
de
la historia, cuando tomen la palabra y
de jen de
ser
la -mayora silenciosa. ahora
bi en, j ust ame nt e las masas no t ie ne n h is to ri a
que escribir. ni pasada, ni futura, no tienen ener
gas virtuales que liberar. ni deseo que cumplir:
au
potencia es a ctua l, e st aqu Intac ta , y es la
d su silencio. Poder de absorcin y
de
neutrali
zacln, ya desde ahora s up erio r a todo s los que
ejercen sobre ellas. Poder de inercia especfica,
cuya eficacia es diferente a la de todos los
esquemas de produc cin, de irradiacin y de ex
pansln sobre los cuales nuestro imaginario fun
ciona. incluso con la voluntad
de
destruirlos. i-
gura inaceptable e ininteligible de la implosin
se trata
una
vez ms de un .proceso.?) tope
de
todos nuestros sistemas
de
sentido, y contra
el cual se arman todas sus resistencias, que cu-
bre con un recrudecimiento de todas las signi
ficaciones, con una llamarada de tod os lo s sigo
niflcados el hundimiento central del sentido.
l vaco s oc ia l est atrav es ado p or o bjetos
110
l
sombr
de l s
m yor s silencios s
intersticiales y por montones cristalinos que dan
v ueltas y
se
cruzan en un cerebral claroscuro.
As es la masa, reunin
en
el v aclo d e p artlcu
las individuales, de desechos de lo social y de
Impulsos medlticos: nebulosa opaca cuya den
sidad creciente absorbe todas las energlas y to
dos los haces lumin os os que la rodean, para fi
nalmente derrumbarse bajo su propio peso. Aju
jero negro en
el
que lo s ocial s e p re cipita .
Exactamente
inverso pues de una acepo
cin -sociolgica. la sociologa no puede hacer
ot ra cosa s ino d es cr ib ir la expansin de lo so
cial y sus peripecias. No vi ve ms que de la hi
ptesis positiva y definitiva de lo social. la reab-
sorcin, la implosin de lo social se le escapan.
la
hiptesis de la muerte de lo social es tambin
la
de
su propia muerte.
l trmino de masa no es un concepto.
leit
motiv de
la
demagogia polftica,
es
una nocin
blanda, viscosa, lumpenanalftlca. Una buena so
ciologia intentar superarla en unas categoras
-ms finas.: socioprofesionales,
de
clase,
de
es
tatuto c ultu ra l, etc. Error: es merodeando aire
dedor de esas nociones blandas y acrl tl cas
co mo lo fue
en
otros tiempos
el
-maOll-) como
se puede lle ga r ms lejos qua la soclologla crl
tica inteligente.
Por
lo dems nos daremos cuen
ta retro sp ec tiva me nte d e que lo s c onc eptos d
-clase., de . re la ci n s oc ia l. , de
.poder.
d
estatuto. de -instltucin-, y el mismo concepto
de
- so ci al -, t odos esos conceptos demasl do
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som r de l s m yor s silencios s
claros que son la gloria de las ciencias legitimas,
nunca fueron otra cosa que unas nociones con-
fusas, pero sobre las cuales nos hemos puesto
de acuerdo con fines misteriosos, los de pre
servar tJn cierto cdigo del anlisis.
Querer especificar el trmino de masa
es
jus
tamente un contrasentido
es
endosarle un sen-
t ido a lo que no lo tiene. Se dice:
Ia masa
de los
trabajadores._
Pero
la masa no
es
nunca la de
los trabajadores, ni la de ningn o tro sujeto u
objeto social.
las
.masas campesinas. de otros
tiempos no eran justamente unas masas: solo
hacen masa los que estn liberados de sus obli
gaciones simblicas,
resclndidos
cogidos en
redes. Infinitas) y destinados a no ser ms que
la
Innumerable terminal de los mismos modelos,
que no llegan a Integrar los y que
no
los produ
cen
finalmente
ms
que como desperdicios es-
todlstlcos.
la masa
es un ser s in atributo, sin
predicado, sin cualidad, sin referencia. sa es
su
definicin, o
su
indefinicin radical.
No
tiene
realidad. sociolgica. No tiene nada que ver
con ninguna poblacin real, ningn cuerpo, nin
gn agregado social especfico.
Toda
tentativa
para calificarla
es
solo
un
esfuerzo para vol
ver la a verter en la sociologia y arrancarla de
esa Indistincin que no es siquiera la de la equi
valencia suma ilimitada de individuos equivalen
tes: 1
+
1
+
1
+
1 -
esa
es la definicin so
ciolgica) . sino la de lo neutro, es decir ni uno
ni t ne-uter).
l som r de l s m yor s silencios s
Se
acab
la
polaridad
de
uno y otro en la
masa_
Es lo
que
hace ese vaclo
y
ese poder de derrum
bamiento que ejerce sobre todos los sistemas,
que viven de la separacin
y
de la distincin de
los polos dos, o mltiples
en
los sistemas ms
complejos). Eso
es
lo que hace imposib le que
circule algn sentido en ella: se dispersa Instan
tneamente como los tomos en el vaco. Es lo
que hace tambin
la
imposibilidad de
la
masa, de
estar alienada, puesto
que
ni uno ni otro existen
ya en ella.
Masa sin habla que est ahl para los porta
voces sin historia. Admirable conjuncin de los
que
no
tienen
nada
que decir y
de
las masas que
no hablan. Pesada nada de todos los discursos.
Ni h is teria ni fascismo potencial , sino simula
cin por precipitacin de todos los referenciales
perdidos. Caja negra de todos los referenciales,
de todos los sentidos que no han echado races,
de la historia imposible, de los sistemas de re-
presentacin inencontrables,
la masa
es lo que
queda cuando
se ha
olvidado todo lo social.
En cuanto a Ia Imposibilidad de hacer circu
lar algn sentido en ella. el mejor ejemplo es el
de Dios. Las masas retuvieron
apenas
su Imagon.
y
jams
su
Idea. No han sido alcanzadas
Jams
ni por
la
Idea de Dios, que se qued en OS d
clr igos, ni por las congojas del pecado d
la
salvacin personal. lo que retuvieron, I
mundo mgico de los mrtires y de loa santos,
el del juicio f inal , el de la Danza de la muon
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sombr de l s m yor s silencios s
es la
brujerla
es
el espectculo y el ceremonial
de la Iglesia la inmanencia del ritual contra la
trascendencia de la Idea. Paganas fueron y as
se quedaron a
su
manera; sin que jams las haya
visitado la Instancia Suprema sino viviendo de las
monedillas de imgenes supersticin y diablo.
Prcticas degradadas en relacin
con
el riesgo
espiritual
de la fe? Ciertamente.
s su
manera
propia a travs
de
la banalidad
de
los rituales
y de los simulacros profanos de tener en jaque
el Imperativo categrico de
la
moral y de
la
fe el
mperat ivo subl ime del sent ido. que siempre
rechazaron. No
se
trata de que
no
hayan podido
acceder a las luces superiores de la religin:
las Ignoraron.
No
rehsan morir por
una
fe por
una causa por un dolo.
lo
que rechazan es la
trascendencia
es
el suspenso la diferencia la
espera. la ascesls que forman el trmino subli-
me de la religin. Para las masas el Reino
de
Olas siempre estuvo ah sobre la tierra en Ia In-
manencia
pagana
de las imgenes en el espec-
tculo que
de
l daba la Iltlesla. Desviacin fan-
tstica del principio religioso.
n
la prctica he-
chicera y espectacular que tenian de
la
religin
las masas la absorbieron.
Todos los grandes esquemas de la razn su-
frieron la misma suerte. No describieron
su
tra-
yectoria no siguieron
el
hilo de su historia ms
que sobre la delgada cresta de la
capa
social
detentadora del sentido Iy en particular del sen-
tido social pero por
lo
esencial
no
penetraron
4
l
sombr
de l s m yo rt s
silencios s
en
las masas ms que
al
precio
de un
desvo
de
una distorsin radical. Asi sucedi con la
Razn histrica
con
la Razn poltica con la Ra-
zn cultural con
la
Razn revolucionaria
s
sucedi con la
Razn
misma
de
lo social la ms
interesante puesto que es que parece inhe-
rente a lasmasas y la
que
parece haberlas pro-
ducido
en
el hilo
de
su evolucin. Las masas
son el espejo de social.? No no reflejan lo
social ni reflexionan en lo social
es
el espejo
de
social el que viene a romperse sobre ellas.
la imagen no es ni tan siquiera justa puesto
que evoca an la idea de una sustancia plena de
una
resistencia opaca. Ahora bien las masas fun-
cionan ms bien como un gigantesco agujero
negro que doblega curva y retuerce inexorable-
mente todas las energias
y
radiaciones lumino-
sas que se aproximan a ella. Esfera implosiva
en
la que la curvatura de los espacios se acelera
en la que todas las dimensiones
se
encorvan so-
bre si mismas e involucionan hasta anularse
no
dejando en su sitio
y
lugar ms que una esfera
de
p ~ u l l m n t o
potencial.
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L ABISMO DEL SENTIDO
As sucede con la informacin.
Sea
cual fuere su contenido pol t ico. peda-
ggico cul tura l. el propsi to es s iempre el de
incluir
algn sentido.
de
mantener a las masas
bajo el sentido. Imperativo de produccin de sen-
t ido que se traduce por el impera tivo sin cesar
renovado de moral izacin de la informacin: in
formar mejor. socializar mejor elevarel nivel cul-
tural de las masas etc. Tonteras: las masas se
resisten escandalosamente a este imperativo de
la comunicacin racional. Se les da sentido quie
ren espectculo. Ningn esfuerzo pudo conver-
tirlas
a la seriedad de los contenidos. ni siquiera
a la seriedad del cdigo.
Se
les dan mensajes
no quieren ms que signos Ido lat ran el juego
de
los
s ignos y de los estereotipos. ido latran
todos los contenidos mientras se resuelvan en
una secuencia espectacular.
Lo
que rechazan es
la dialctlca del sentido. Y no sirve para nada
alegar que estn mistificadas. Hiptesis siempre
hipcri ta que permi te salvaguardar el confort
i nte lec tual de los productores de sentido: las
masas aspiraran espontneamente a las III OR
naturales de la razn. Eso para conjura r lo In
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lo som r de las m yor s silencios s
ve rso, a sa be r que es
en
plena
libertad
como
las masas oponen
su
rechazo al s en tido y
su
voluntad de espectculo al ultimtum
del
senti-
do Desconfan como
de
la muerte de esa trans-
p arencia y de esa voluntad poltica. Olfatean el
te rro r s implif ic ad or que es t tra s la hegemonia
ideal del sentido, y reaccionan a
su
manera, aba-
tiendo todos los discursos articulados hacia
una
nica dimensin irracional y sin fundamento, all
donde los signos pierden su sentido y se agotan
en la fascinacin: lo espectacular.
No
se trata otra vez
de
mistificacin: se
trata
de
su exigencia propia, de
una
contraestra-
tegia expresa y positiva trabajo de absorcin
y de aniquilacin de la cultura, del saber, del po-
der, de lo soci al . Trabajo i nmem or ial pero que
loma hoy tod a su envergadura. Antagonismo
en
profun dida d que o blig a a inv ertir tod os los es-
cenarios recibidos: ya
no es
el sentdo la lnea
de
fuerza ideal
de
nuestras sociedades, lo que
se le escapa
ya
es solo un desecho que est
destinado a ser reabsorbido un dla u otro l
contrario,
es
el sentido el
que es
slo un accl
dente ambiguo y sin prolongamiento. un
efecto
de bido a la convergencia ideal de un espacio
perspectivo en un momento dado la Historia, el
Poder, etc.), pero que en el fondo no concerni
ms que a
una
fraccin mlnima y a una pelfcula
superficial
de
nuestras .sociedades.
Yeso
es
cierto de los Individuos tambin: no somos ms
que episdlcemente conductores de sentido, en
l ismo del
sentido
lo esencial hacemos masa en profundidad, vi
viendo la mayor parte del t ie mp o en un modo
pnico o aleatorio, ms ac o
ms
all del sen-
tido.
Ah ora bien, todo cambia con e sta h ip tes is
inversa.
Sea
un
e je mp lo e ntre mil de ese desprecio
del sentido, de
ese
folklore de las pasividades
silenciosas.
La
noche de la extradicin de Klaus Crois-
sant, la tele retransmite
un
partido de ftbol en
el que Francia
se
juega
su
clasificacin para
la
copa del mundo. Algunos centenares
de
perso-
nas se man if ie stan ante la crcel
de
la Sant,
algunos abogados corren por la noche, veinte mi
1I0nes
de perso nas pasan su velada no cturna
ante la pantalla. Explosin de alegria popular
cuando Francia gana. Anonadamiento e indigna-
cin de los espritus ilustrados ante esa escan-
dalosa Indiferencia. Le Monde:
21
horas. A esa
hora el abogado alemn fue sacado
ya
de la cr-
cel de Ia Sant. Dentro de unos minutos, Ro-
cheteau marcar el primer g ol.. Me lodrama d e
la Indignacin.
NI una
s ola p regu nta sobre el
1.
Qu e
vlen. I
reunIrse con
l ImIrgUr1I de l IxtTtrn.
ItQtll
y con
su
cinismo _Inteligente_ trente
l
mayorl lItnClo ll
Q 11
e do
par ejemplo:
A
l
m yorr
allenclod
l Importa todo un
pot
mIento. mlentru
pueda
TOflron r en SUI zapetlllu.. . U mayorl
11 ,
cloaa no te eno-ft. sI el plco.
l
porque fin di
Mee
l ley. VIve
bien come bIen trabela
Justo
lo que t i pr 1.0
Lo que l pide su afea ser patllmallZlda y tranQulllxadl lo que
a prtIc lto con IU pequel \.
dolle
que
no ael peligro.. d
Imlolnl,IO
cotidIano
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l sombr de l s m yorl s silencios s
misterio de esa Indiferencia. Una sola razn siem
pre Invocada: la manipulacin
de
las masas por
el poder, su mis ti fi cacin por e l ftbo l. e to
das maneras, esa Indiferencia no debiera ser,
no tiene, pues,
nada
que decirnos.
n
otros tr
minos, la -mayora silenciosa- es desposeda in
cluso
de
su Indiferencia, no tiene derecho a que
le sea reconocida e Imputada. es necesario
ade-
ms que esa apatra le haya sido inspirada por
el
poder.
IQu desprecio tras esa interpretacin Las
masas. misti ficadas. no podran tener
un
com
portamiento propio.
Se
les concede.
de
tanto
en
cuando,
una
espontaneidad revolucionaria por la
que entrevn la - rac ionalidad de su propio de-
seo-, eso sr. pero Dios nos prote ja
de
su silen
CiO y de su Inercia. Ahora bien.
es
justamente
esa Indiferencia la que exigira
ser
analizada
en
au
brutalidad positiv en lugar
de
ser remitida
a
una
magia blanca, a una alienacin mgica que
siempre desviar la a las mul ti tudes de su voca
cin revolucionaria.
Pero por ot ra par te. cmo es que consigue
desviarles? Podemos preguntarnos sobre ese
hecho extrao de que despus de varias revolu
ciones y un siglo o dos de aprendizaje polt ico.
a pesar
de
los peridicos.
de
los sindicatos.
da
los partidos,
de
los Intelectuales y de todas las
energras puestas para educar y para mobil izar
al pueblo. se encuentren an y se encontrarn
exactamente Igual dentro
de
diez o dentro
de
120
l bismo del sentido
veinte aos mil personas para levantarse y vein
te millones para permanecer -pasivas- no
solamente pasivas. sino para preferir francamen
te. con toda la buena fe y con alegra y sin si
quiera preguntarse por qu, un partido
de
ftbol
a un drama humano y po li ti co? s curioso que
esa
constatacin
no
haya hecho mover
el
an-
l isis. sino que
lo ha
reforzado
al
contrario
en
su
visin de un poder todopoderoso en la manipula
cin, y
de una
masa postrada
en un
coma ininte
ligible. Ahora bien.
nada
de todo eso es cierto,
y ambas cosas son una trampa: el poder no ma-
nipula nada, las masas no estn ni perdidas ni
mistificadas. l poder ,est demasiado contento
de
poder gravitar sobre
el
ftbol
una
responsa
bilidad fcil. incluso
de
poder tomar sobre s
la
responsabilidad diablica
de
embrutecimiento
de
las masas.
so
le conforta
en
su i lusin de
ser
el
poder . y le aparta del hecho mucho ms pel j-
groso
de
que esa indiferencia
de
las masas es
su verdadera. su nica prct ica, que no hay otra
ideal que imaginar. que
no
hay
nada
que deplo
rar. s ino que est todo por anal izar ahl. en ese
hecho bruto de retorsin colectiva y
de
rechazo
de la participacin
en
los Ideales
p r
otra par
te luminosos que les son propuestas.
Lo
que las masas ponen
en
juego no est ahl.
Por ms que se levante acta
de
ello, y que so
reconozca que toda esperanza
de
revolucin,
toda esperanza en lo social y en el cambio so
clal no pudo funcionar hasta aqu ms que gr
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sombra de las mayor as silenciosas
clas a ese escamoteo, a esa denegacin fants-
tica.
Por
ms
que
se vuelva a partir, como Freud
lo hizo
en
el orden psfquico.
de
ese resto,
de
ese sedimento ciego, de ese desperdicio de
sen-
tido,
de
lo inanalizado y quizs inanalizable (hay
una buena razn para que esa inversin coperoi-
cana no haya
sido jams emprendida en
el
uni-
verso poltico
s
que quien corre el riesgo de
pagar la cuenta
es
todo el orden poltico).
t
Aqul
det iene la n
logr con
Freud,
pues
su acto radical
r.tulla un I
hIptesi.,
l
de
lo reprimido y
de
lo
Inconsciente,
que
abr
l1n h el. la potlbllldad, ampliamente
explotada
desde entonces,
produccin de entldo da
une
relntegntel6n del deseo y del I n-
tOn IOlllnto on 1I reparto
del
sentido. Slnfonra concert8llte,
en la
qUe
la IrroctucIlbl0 reversin del sentido entra en el eacenarlo bIen temo
porado
6
deseo,
a ,a SOmbra de una represin que abre hiela
I1
pe>
.lbllldld I erae de liberacin, De ahl el hecho
de
que la IIberacl6n
del
dO ea haya
podIdo
tan
f6cllmente tomar
el
relevo
de la
revoluCin
pollUce viniendo a colmar la debIlitacin de sentido en lugar de pro
fundlllrla,
Ahora
bien.
no
se trata
en
absoluto de encontrar
una nueva
Inlerpmtaoln de lal maeas en t6nnlnos de economra Ilbldlnsl (el con
r orml lmo o el . rascl smo_ de
18 5 masas
remitido
8
una
astruchJt ll
latente. a un oscuro deseo de poder y de representacin que se all
mentada eventualmente en
uns
represIn primaria o en
una
pulal6n
de muerta). Tal ver ee hoy la nica alternativa
al
an
lisis marxIsta
que
se
est
debllltando. Pero
es
lo mismo,
con una
torsin
mAs. Ante
se endosaba e les maBllS
un
destIno de revolucl6n cootrarlado por la
servidumbre I8xual (AelchJ, hoy
en
i le
les endosa un
deseo de
alienacIn y de servidumbre, o
InclU SO una
especIe
d
mfcrofasclsmo
cotIdIano tan lncomprenalble
como
su pUlsl6n vIrtual de llberecln.
Ahora bien. no
hay
ms deseo de fascismo
y
de
poder que
deseo de
revolucl6n. l l lt lma esperanra: que las
masas
tengan
un
Inconsciente
o un deseo. lo que permitirla relnvestlrlas como soporte o agente
de
sentldo
El deseo,
relventado por todas partes, no es m4s que
lo
re
ferenclel de
la
desesperacl6n politice. Y la estrategia del deseo,
de.
pUs
de htbeI B8 rodado
8n
el msrketlng
de
empresa. se
ha
afinado
hoy en dla en la promocl6n rewluelonart. de
las
masas.
122
GRANDEZA Y DECADENCIA
DE
LO
POLlTlCO
Lo polt ico y lo social nos parecen insepara-
bles. constelaciones gemelas. desde
la
Revolu-
cin Francesa al menos. bajo el signo (determi-
nante o no) de lo econmico.
Pero
eso
no es
verdadero sin duda ms que por lo que hace a
su
declinacin simultnea. para nosotros hoy.
Cuando hacia el Renacimiento surge lo polti-
co de la esfera religiosa y eclesial. para ilustrar-
se
en Maquiavelo, no es al principio ms que
un
puro juego
de
signos.
una
pura estrategia que no
se preocupa por ninguna verdad social o his-
trica, sino que juega al contrario con la ausen-
cia de verdad (tal como ms tarde la estrategia
mundana de los Jesuitas con
la
ausencia
de
Dios). l espacio polltico es el comienzo del mis-
mo
orden que
el
teatro de mquinas del Ranacl-
mie to. o del espacio perspectivo de la pintura,
que se inventa en el mismo momento.
La
rorm
es la de
un juego, no de
un
sistema
de
rapre
en
tacin semiurgia y estrategia. no ideologla
su uso
es
de virtuosismo,
no
de verdad (tal
e
I
juego, sutil y corolario
de
ste,
de
Baltasar Oro
123
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
13/48
la som r de las mayor as silencios s
cin en discreto l cinismo y la inmoralidad
de
la
pol it ica maquiavel ia.na est ah: no est.
como lo v i errneamente la acepcin vulgar.
en el uso sin escrpulo de los medios s ino en
la
desenvoltura f rente a los f ines. Ahora bien. es
ah. Nietzsche lo v io muy bien. en
ese desdeo
por una verdad social. psicolgica. histrica. en
ese ejercicio de los simulacros como tales.
donde se local iza el mximo de energra polt ica.
donde lo pol t ico es un juego y donde an no
se dio una razn.
s desde el siglo XVIII. y singularmente des-
de
la
Revolucin, cuando lo poltico se desva de
una manera decisiva. Se carga con una referen-
cia social. lo socisl lo inviste. A la vez. entra
represontacln. su juego es dominado
por
lo mecanismos representat ivos el tea tro si-
gue un destino paralelo: se convierte en un tea-
Iro
representetivo sucede lo mismo con el es-
pacio perspectivo: de maquinaria que era al co-
mienzo, pasa a ser el lugar de inscripcin de una
verdad del espacio y de la representac in . a
escena poltica
se
convierte en la de
la
evoca-
cin de
un
significado fundamental: el pueblo,
la
voluntad del pueblo, etc. Ya no trabaja sobre
signos solos, sino sobre sentido; y a la vez es
conminada para que signifique lo mejor posible
esa realdad que expresa, conminada a hacerse
transparente, a moralizarse y a responder al ideal
social de una buena representacin. Sin embargo
habr an por mucho tiempo un juego de balanza
24
randeza y
dec denci
de lo poltico
entre la esfera propia de lo polt ico y las fuerzas
que
se reflejan en l: lo social , lo hi st ri co, lo
econmico. se juego de balanza corresponde sin
duda a la edad dorada de los sistemas represen-
tativos burgueses la constitucionalidad: Ingla-
t rr
en
el XVIII, los Estados Unidos
de
Amrica,
la Francia de las revoluciones burguesas,
la
u-
ropa de 1848 .
s con el pensamiento marxista en sus de-
sarrollos sucesivos que se inaugura el fin de lo
pol t ico y de
su
energia propia. Ahi comienza la
hegemona definitiva de lo social y de lo econ-
mico, y
la
conminacin, para lo poltico. a que sea
el espejo, legislativo, institucional, ejecutivo, de
lo social. a autonoma
de
lo poltico es inversa-
mente proporcional a la hegemona creciente
de
lo social.
l pensamiento l iberal vive siempre de una
especie de dia lct ica nost lg ica entre las dos.
pero el pensamiento socialista, l. el pensamien-
to revolucionario, postula francamente una diso-
lucin de lo pol it ico en el trmino de la historia,
en
la
t ransparencia definit iva de lo social.
o social venci. Pero en ese punto de gene-
ralizacin, de saturacin.
en
el que no hay ms
que el grado cero de lo poltico, en ese
punto
de
referencia absoluta. de omnipresencia y de di-
fraccin
en
todos los interst icios del espacio f.
s ico y mental,
en
qu se conv ie rte lo social
mismo? s el s igno de su fin : la energa do lo
social se invierte.
su
especificidad se pierde. su
25
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sombr de l s m yori s silencios s
cualidad histrica y su idealidad
se
desvanecen
en
provecho de una configuracin
en
ia que no
solamente lo poltico
se
volatiliz, sino en la que
lo so cial mis mo
ya
no tiene nombre. Annimo.
LA MASA.
LAS
MASAS.
6
LA MAVORIA SILENCIOSA
Lo poltico pierde una pura disposicin estra-
tgica para
un
sistema
de
representaciones, y
dspus en el escenario actual de neofiguracin,
es d ec ir, donde el s is te ma se pe rpe ta b ajo los
mismos signos multiplicados pero que no repre-
sentan ya nada y
ya
no tie ne n su .eq uiv alen te.
en
una re l id d o
una
sustancia social real:
ya no
hay investidura poltica porque
no
hay ni
siquiera referente social de definicin clsica
un pueblo,
una
clase,
un
proletariado, condicio-
nes objetivas) para que d fuerza a unos signos
polticos eficaces. Simplemente
ya no
queda sigo
nificado social para que d fue rza a
un
signifi-
cante poltico.
El nico referente que funciona todava. es
el de la may ora s ilen cios a. Todos los s is te ma s
actuales funcionan sobre
esa
entidad nebulosa.
sobre esa sustancia flotante cuya existencia ya
no es
social, sino estadstica, y cuyo nico modo
de
aparicin es
el
del sondeo. Simulacin en el
h oriz on te de lo s oc ia l. o
ms
bien en
el
horlzon.
te donde lo social desapareci.
Que la
mayora silenciosa
o
las mases)
sea
un referente Imaginarlo, no quiere decir que no
exista. Eso quiere
decir
que ha d ejad o d e h abo r
7
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
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l sombr de l s m yor s silencios s
una representacin posible de ella. Las masas
ya
no
son un referente porque ya
no
son del
orden de la representacin. No se expresan, se
las sondea. No
se
reflejan,
se
las somete a test.
Er
referndum y los media son
un
referndum
perpetuo de preguntas/respuestas dirigidas ha
sustituido al referente poltico. Ahora bien, a l -
deos, tests, referndum. media, son dispositivos
que no responden ya a
una
dimensin represen
tativa, sino slmulatlva.
Ya
no apuntan a un refe.
rente, sino a
un
modelo.
La
revolucin aqu es
total respecto a los dispositivos de la socialidad
clsica de la que forman parte todava las elec
clones, las instituciones, las instancias de re-
presentacin, e Incluso de represin :
en
todo
so algn sentido social pasa todava de un polo
otro,
en
una estructura dialctica que deja
sitio para un riesgo politico y para las contradlc
IOMS
Todo cambia en el dispositivo
de
simulacin.
En la pareja sondeo/mayora silenciosa, porejem
plo.
ya
no hay polo ni trminos diferenciales, asl
pues tampoco
hay
ya electricidad de lo social:
est
en
corto circuito por la confusin
de
los
polos, en una circularidad total de descripcin
exactamente como sucede con
la
regulacin mo
lecular y de la sustancia que Informa en el DN
y
en
el cdigo gentico . es la forma Ideal
de
la simulacin: derrumbamiento de los polos,
circulacin orbital de los modelos es tambin
la matriz de todo proceso Implosivo .
28
m yor silencios
Bombardeadas por estmulos. por mensajes y
por tests, las masas no son ms que un yacimien
to opaco, ciego, como esos montones de gas
es-
telares que no se conocen ms que a travs del
anlisis
de su
espectro luminoso
espectro
de
radiaciones equivalente a las estad ist icas y a
los sondeos pero justamente:
ya
no puede tra
tarse de expresin o de representacin, escasa
mente
de
simulacin
de
algo social para siempre
inexpresable e inexpresado. Tal
es el
sentido de
su silencio. Pero ese silencio es paradjico n o
es un silencio que no habla, es un silencio que
prohbe que se hable
en
su nombre. Y
en
ese
sentido, lejos de ser una forma
de
alienacin, es
un arma absoluta.
De
nadie puede decirse que represente a la
mayoria silenciosa, y sa es su revancha.
Las
masas
ya
no son una instancia a la que uno pue-
da referirse como
en
otros t iempos a la clase
o al pueblo. Retiradas en
su
silencio, ya
no
son
sujeto y sobre todo no
de
la historia . ya no
pueden pues ser habladas, articuladas, represen
tadas, ni pasar por el -estadio del espeJo- po-
l it ico y el ciclo de las identificaciones Imagina
rias. Se
ve qu poder resulta de ello: no siendo
ya sujeto, ya no pueden estar alienadas
n
n
su
propio lenguaje no tienen . ni en ningn otro
que pretendiese hablar por ellas. Fin
de
las
peranzas revolucionarias. Pues stas al mpr
especularon con la posibilidad para las mas
como para la clase proletaria, de negarse en tan
29
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
16/48
l som r de l s m yor s silencios s
to que tales . Pero la
m asa no
es
un
lugar de ne-
gatividad ni de explosin es un lugar
de
absor
ci n y de implosin.
Inaccesible a los esquemas de liberacin
de
revolucin y
de
historicidad; pero se es
un
modo
de
defensa su modo prop io de represa
lia. Modelo de simulacin y referente imagina
rio para uso
de
una clase poltica fantasma que
ya
no sabe desde ahora qu clase de poder
ejerce sobre ella es
al
mismo tiempo la muerte
el tin de ese proceso polltico
al
que se le da
p or sup ue sto que es quien la rige. En ella se
sume lo polltico como voluntad y representacin.
Pudo
parecer durante mucho tiempo que la
estrategia del poder se fundamentaba sobre la
patla
de
las masas. Cuanto ms pasivas eran
ms seguro estaba.
Paro
esa lgica no es carac
t rra tlca ms que de la fase burocrtica y cen
t r o ~ t del poder. V es ella la que se vuelve con
tra l: la Inercia que foment se convierte en
el
signo de su propia muerte. Es por ello
que
busca
Invertir las estrategias:
de
la pasividad a la par
ticipacin del silencio a la palabra. P ero es de-
masiado tarde.
El
u mbral de la .ma sa c rlt ic a-
el
d e inv oluc i n de lo s oc ia l p or Ine rc ia es t fran
queado.
1. la
nocin
de _mau
critfctl-,
habItualmente relady 1 prtl to
de
_os i6n nuclear.
es retom
a qu ( titulo de Intplotl6n nudaar.
A lo que
Iatlmos en e ter eno de lo aocl.1 y
de
lo
politlco.
con
el
fenmeno
IlI tOIudOMl lo de ,
mu u
y
de m yorr
lIenclo-
.
unl
especie
de
explosIn ll Vern d. le fuern de
Inercia
tmIbl n , conoce tu pooto aln retomo.
130
m yor
silencios
Por todas partes
se
busca hacer hablar a las
masas se las urge a existir socialmente elec
toralmente sindicalmente sexualmente
en
la
participacin en la fiesta en la expresin libre
etctera. Hay que conjurar el espectro y que
diga su nombre. Nada muestra con m s esplen
dor que el nico verdadero problema hoy en da
es
el
silencio
de la masa el
silencio de
la
ma-
yora silenciosa.
Todas
las energas se agotan
en
mantener a
s
masa
en e mu ls i n d irig id a y a imp ed ir
que
recaiga
en
su ine rc ia pnica y
en
su silencio.
Como ya no es del reino de la voluntad ni de la
representacin cae bajo el golpe del diagnsti
co de la adivinacin pura Y simple e
ahr
vie
ne el reino universal
de la
informacin y
de
la
estadlstica: hay que auscultara presentirla ha-
cer que salga
de
ella algn orculo.
De
ah vie
ne la furia
de
seduccin
de
s olic itud y de s oii
citacin alrededor de ella. De ahl viene la pre
diccin por resonancia los efectos de anticipa
cin y d e h oriz on te de multi tu d
en
trompe--I oeil:
.EI pue blo fra nc s piens a
La
mayorla de los
alemanes reprueban
Toda Inglaterra vibra por
el nacimiento del Prncipe... etc.- espejo ten
dido a un reconocimiento siempre ciego slem
pde ausente.
De
ah viene ese bombardeo
de
signos y se
le supone a la masa que los devuelve en eco. Se
la interroga con ondas convergentes estrmulos
luminosos o linglsticos exactamente como a la
131
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
17/48
l
sombr l s m yor s silencios s
estrellas lejanas o a los ncleos que
se
bombar
dean con partculas en
un
ciclotrn.
Eso
es la in
formacin.
NO un
modo de comunicacin ni de
sentido, s ino un modo de emuls in incesante,
de input-output y de reacciones
en
cadenas diri
gidas, exactamente como
en
las cmaras de si
mulacin atmicas. Hay que liberar la energia-
de la masa para hacer con ella a lgo
social .
Pero
es
un proceso contradictorio, pues
la
informacin bajo todas sus formas, la seguridad
bajo todas sus formas,
en
lugar de intensificar
o de crear la - re lacin social. son al contrario
unos procesos entrpicos, unas modalidades del
fi n
de lo social.
Se
deben estructurar las masas inyectando
n ellas Informacin, se piensa l iberar su ener
gro social caut iva a fuerza de informacin y de
mensajes no es tanto la cuadrcu la insti tucio
nal, es ms bien la cantidad de informacin y la
tasa de exposicin a los media lo que mide hoy
en
dla la socializacin . Pero es todo lo contra
rio. En lugar de t ransformar la masa
en
ener
gla, la Informacin produce siempre ms masa.
En lugar de Informar como pretende, es decir de
dar forma y estructura, neutral iza siempre ms
el -campo soc la l- , crea ms y ms masa iner te
impermeable a las insti tuciones clsicas de lo
sociai, y a los mismos contenidos de la infor
macin. A la f is in de las est ructuras slmbl i
cas por lo sociai y a su violencia racional sucede
hoy en dla la fisin de lo social mismo por Ia vio-
132
m yor silencios
lencia _
irracional.
de los media y de
la
informa
cin siendo j us tamente el resultado final la
masa atomizada, nuclearizada,
molecularizada-
resultado de dos siglos de socializacin acelera
da y que pone fin a ella s in apelacin.
La masa
no
es masa ms que porque su ener
gia social se enf ri ya. Es
un
stock fria, capaz
de absorber y de neutral izar todas las energas
calientes.
Se
parece a esos sistemas medio
muertos en los que se inyecta ms energa de
la que se ret ira , a esos yac imientos agotados
que se mantienen a precio de oro
en
estado de
explotacin artificial.
La energa que se consume para paliar la
baja tendencial de la tasa de inversin pol t ica
y la f rag il idad absoluta del p rinc ipio social de
realidad, para mantener esa simulacin de lo so
cial e impedi rle que haga total implosin, esa
energfa, es inmensa, y el si stema se sume
en
ella.
En el fondo, sucede con el sentido como con
la
mercanca. Le fue suf ic iente al capital con
producir unas mercancfas, pues el consumo fun
cionaba solo. Hoy
en dfa hay que produci r a los
consumidores, hay que producir
la
demanda mis.
ma
y esa produccin es inf initamente ms cos
tosa que la de las mercancas lo social naci
en
gran parte, a partir de
9 9
sobre todo, de
es
crisis de la demanda: la produccin de
la
deman
da recubre muy ampliamente la produccin de lo
133
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
18/48
a
som r e l s m yor s si lencios s
social mismo). As le fue suficiente al poder
durante mucho tiempo
con
producir sentido po-
litico, Ideolgico, cultural, sexual). y
la deman-
da le iba a la zaga,
ab Qrbla
la o fe rta y la exce-
da adems, Faltaba el sent ido, y t odos los re-
volucionarios se ofrecan para producir an ms.
Hoy en
da
todo cambi: el sentido ya
no
est
en
falta, se produce
por
todas partes, y siempre
ms
e s
la demanda la que se echa a falta r.
y
es
la produccin de esa demanda de sentido
la
que
ha
l lega do a s er c ru cial para el s is te ma .
Sn esa demanda, sin esa receptividad. sin esa
participacin mnima en el sentido, el poder no
es ms
que simulacro vaco y efecto solitario de
perspectiva. Mas, tambin ah,
la
produccin de
la
demanda es infinitamente ms costosa que la
produccin misma del sentido. En el lmite, es
Imposible, todas las energas reundas del sste.
ma
no
alcanzaran.
La
demanda de objetos y de
servicios puede siempre ser artficlalmente pro-
ducida, a un precio elevado, pero accesible;
el
sistema dio prueba de ello. El deseo de senti-
do, cuando falta. el deseo de realidad, cuando se
1.
No
s e t ra t.
n i s iq uI er a d e p ro du cc l6 n
de
l o s o ci a l. p ue s e nt on
ces
el
socialismo
serie
suficiente
par.
e ll o, y h as ta
el
propio espita
llamo. De Ileeho. todo c am bia con la prDC8sln
de
l a p ro du cc i n d e
la
demalKfa aobre
.
de la s
mercendes. l3
r el ac i n 1 6g lc a d e l a
pro-
ducel6n
consumo est quebrada, y estemos del
todo
en
otro
oro
den. que ya no es n I d e p ro du cc l6 n. n i de c on su mo , s in o
de almol
crn de
un .
y
otro
gracias l a I nv er si n d el
proceso.
A la V8Z ya
no se trata
de
u ne c r is is -reel. d el c ap lm /. c om o lo sUPOne Attall.
crisla JU.t1clable
de un
poco mAs
de
s oc ia l y de socialismo Ino
de
un diSPOSitivo completamente distinto. que
) a
no t ie ne nada qlHt ver
ni
c on e l c ap it al
ni
c on l o s o ci a l.
134
a m yor silencios
echa a f al ta r por todas par tes, no pueden ser
colmados y son
un
abismo definitivo.
La
masa absorbe toda
la
energa social, pero
no la refra cta. Absorbe todos los s ig no s y todo
el
sentido. mas
ya
no
devuelve ninguno. Absor
be tod os los mensajes y los d ig ie re . Devuelve a
todas las preguntas
que le son
dirigidas una res-
p uesta tau to l gica y c ircu la r.
No
participa ja-
ms. At ravesada po r los f lu jos y lo s t est s, es,
como masa, una toma de tielTa, se contenta con
ser conductora de lo s flu jo s, pero de todos los
flujos; buena conductora
de
la informacin, pero
de toda la informacin; buena conductora da las
normas, pero
de
todas las normas; y
con
remitir
as lo social a
su
transparencia absoluta,
con
no
dejar sitio ms que a efectos
de
soc ial y
de
poder, constelaciones flotantes alrededor de ese
ncleo imperceptible.
La
masa se
calla como las be stia s, y
su
si-
len cio vale por
el
silencio
de
las bestias.
Por
ms que se la sondee hasta la muer te y la so-
l icitacin incesante a la que est sometida. la
informacin, equivale al suplicio experimental.
1.
la
misma conflguracl6n que para lo. aguIero. n.gro., Verdadera,
tumbas
estelll 1l5, su empo de gravedad es tan monUNoao QUD InolulO
la luz cae e n l a t ra mP l
tellzlda, y de.po6, -uortllda. Son ptHI
un
reglonn del
e Peclo
de
la .
q ue n o p ue de l le ga r nlnQ\INI
InfOrm-Un.
Su descubrimiento
)
su toma en
conslderacl6n
Implican n i
unll
. .
p ec io d e t ra st oc am la nt o d e t od a c ie nc ia
procodlmltlfllO dti
1)ntM;lml4Wl
tD tradicional. Est1lI se fundamenta sIempre en l InformlK:16n.
al
mln
sale, la seal positiva (sentido). vehlcul.do por U1l
rntdlo
lond
O
l uz ), a qu f a pa re ce otra COH c uy o s en ti do o m l. ta rl o ct. v \H Il tu _ h_
dedor de l IlUMnCla es Inform.Icl6n. Eso
no
emUa Vi.
1 10
r .llOn
de ya.
Una
r ev ol uc l6 n d el m is mo o rd en e nt ra e n Ju con l. ton
en consideracin
de
1. ,
masas.
136
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
19/48
l som r de l s m yor s silencios s
el de
los animales
en
los laboratorios , no dice
ni dnde est la verdad: en la derecha,
en
la
Izquierda? ni lo que prefiere: la revolucin, la
represin? s un ser sin verdad y sin razn. Se
le pueden prestar
ya
todas las hablas artifIcia
les.
s
un ser sin consciencia y sin inconsciente.
se silencio es inso.portable. s la Incgnita
de
la ecuacin poltica, la incgnita que anula
todas las ecuaciones polticas.
Todo e l
mundo le
pregunta, pero jams en tanto que silencio, siem
pre para hacerla hablar. Ahora bien, el poder de
inercia
de
las masas es insondable: literalmen
te ningn sondeo lo har aparecer, puesto que
estn ah para borrarlo. Silencio que hace bascu
lar a lo polftlco y a lo social
en
la hiperrealidad
que 1 conocemos.
Pues
si lo poltico busca cap-
t r s m s s en una cmara de eco y de simu
I cln social los media, : informacin , son
las masas en retorno las que se convierten
en
la cmara de eco y de simulacin gigantesca de
lo social.
No
hubo jams manipulacin. La parti
da
se jug por ambas partes, con las mismas ar-
mas, y nadie sabra decir quin ha ganado hoy
en da: la simulacin ejercida por el poder so
bre las masas o la simulacin inversa tendida
por las masas al poder que se sume
en
ellas.
SUJ TO
O J TO
La
masa realiza esa paradoja ae ser a la vez
un objeto de simulacin no existe
ms que
en
el
punto de convergencia de todas las vibracio
nes media que la describen y un sujeto de simu
lacin, capaz de refractar todos los modelos y
de verterlos
de
nuevo por hipersimulacin su
huperconformismo, forma inmanente del humor .
La
masa realiza la paradoja de no ser un su
jeto, un grupo-sujeto, pero de
no
ser tampoco
un objeto_ Todos los esfuerzos para hacer de
ella un sujeto real o mtico topan con una es-
trepitosa imposibilidad de toma de consciencia
autnoma. Todos los esfuerzos para hacer
de
ella un objeto, para tratarla y analizarla como
una materia bruta, segn leyes objetivas, topan
con la evidencia Inversa de la Imposibilidad de
una manipulacin determinada de las masas o
de una aprehensin en trminos de elementos,
de relaciones, de estructuras y de
conjuntos.
Toda
manipulacin se inmerga, se arremolina
en
la masa absorbida, desviada, reverslblllzada. Im
posible saber a dnde conduce; lo ms verosl
mil es que se agote
en
un ciclo sin fin, desbara-
7
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
20/48
l sombr de l s m yor s silencios s
tando todas las intenciones de los manipulado
res. Ningn anlisis podra contener esa reali
dad
difusa, descentralizada, browniana. molecu
lar: la nocin
de
objeto se pierde
en
ella como
en
el horizonte
de la
microfsica
en
el anlisis
ltimo de la
materia imposible
captarla
como objeto en ese lmite Inf in itesimal en el
que, a
la
vez el mismo sujeto de
la
observacin
se encuentra anulado. Ya no queda objeto de
saber, ya no queda sujeto de saber.
La masa actualiza la misma situacin lmite
e nsoluble en el campo de lo -socal . Ya no es
objet ivable en trminos pol it icos:
ya
no es re
presentable , y anula a todos los sujetos que
pretendan captarla en trminos pol it icos: anu-
la a todos aquellos que pretendan represen
tarl . nicamente pueden dar cuenta
de
ella
como
en
flsica matemtica la
ley de
los gran
des nmeros y
el
clculo
de
probabilidades los
sondeos y las estadsticas, pero se sabe que
ese
encantamiento, ese ritual meterico de las
estadsticas y de los sondeos no t ene objeto
real; y menos que ninguno las masas que se su-
pone que estaran expresadas en ellos. Simula
simplemente un objeto que se escapa, pero cuya
ausencia es intolerable. Lo produce. bajo forma
de respuestas anticpadas, de seales circulares
que parecen circunscr ibir su existencia y test
moniar su voluntad. Signos flotantes
s
son
los
sondeos
signos nstantneos, destinados a
la manipulacin, y cuyas conclusiones pueden
8
i sujeto ni objeto
intercambiarse. Todo el mundo sabe la indeter
minacin profunda que reina sobre las estadis
t icas en el cl culo
de
probabilidades los gran
des nmeros corresponden tambin a una inde
terminacin, a una
flotacin.
del concepto
de
materia, a lo cual an no corresponde una no-
cin cualquiera de .Iey objetiva. .
Por otra parte, no es seguro que los proce
dimientos de experimentacin cientfica en las
ciencias llamadas exactas contengan mucha ms
verdad que los sondeos o las estadst icas . La
forma de pregunta codif icada, dir ig ida, -objeti
va- , deja s t io , en ninguna d iscipl ina, sea cual
fuere , so lo a ese
tipo
circular de verdad,
en
el
que su mismo objeto de atencin est excluido.
n
todo caso, est permi tido pensar que la in
certidumbre sobre esa empresa de determina
c in objet iva del mundo cont ina siendo total y
que incluso la mater ia y lo Inanimado, int imados
a responder, en las d iversas c ienc ias de la
na-
turaleza, en l os mismos trm inos y segn los
mismos procedimientos que las masas y lo vi
viente social. en las estadsticas y los sondeos,
remiten tambin ellos las mismas seales con.
formes, las mismas respuestas codificadas, con
el mismo conformismo exasperante, Incesante,
solo para escapar mejor
en
ltima InatMcl ,
exactamente como las masas, a toda def inic in
en
tanto que objeto.
Habra
una
i ronia fantst ica de las masas n
su mut ismo, o en su di scurso es tadi stl co t n
9
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
21/48
lasombr de las mayor as silencios s
conforme a las preguntas que
se
le hacen; esa
irona se acercara a la eterna irona de la femi
neidad de la que habla Hegel
l
irona de una
falsa fidelidad,
de
un exceso de fidelidad a la ley,
simulacin
de
pasividad y
de
obediencia finalmen
te impenetrable, y que anula de retorno la ley
que les gobierna, segn el inmortal ejemplo del
soldado Schweik.
De
ah partira
en
el sentido literal una pau
f s ica o ciencia de las soluciones imaginarias,
ciencia de la simulacin y de la hipersimulacln
de un mundo exacto, verdadero, objetivo, con
sus leyes universales. comprendendo en ellas
el del ir io
de
aquellos que lo interpretan segn
esas leyes. las masas y su humor involuntario
nos Introduciran
en
una patafslca
de
lo
social
Que
nos desembarazarla por fin de toda esa
me-
taflslca
de
lo social que nos estorba.
Eso contradice del todo la acepcin de recibo
del proceso
de
verdad, pero ste no es quizs
ms
que una ilusin del sentido. El cientfico no
puede creer que la materia, o lo vivo, no respon
dan .objetlvamente. a las preguntas que
se
le
plantean, o que respondan demasiado objetiva
mente para que sus preguntas sean las buenas.
Esta sola hiptesis le parece absurda e impensa
ble. No la formular nunca. No saldr jams del
crculo encantado y simulado de su Interrogante.
la misma hiptesis sirve por todas partes,
el mismo axioma de credibilidad. El publicitario
140
i
sujeto ni
objeto
no puede dejar
de
creer que la gente cree
en
por
poco que sea es decir que existe una pro
babilidad mnima de que
el
mensaje alcance su
meta y sea decodificado segn su sentido. Todo
principio de Incertidumbre est excluido
en
la
-materia. Si se se mostrase que el ndice
de
re-
f racc in de ese mensaje sobre
el
destinatario
es nulo, la publicidad
se
derrumbara en
el
mis
mo
instante. No vive ms que
de
ese crdito
que
se
concede a s misma es la misma apues
ta que la de la ciencia sobre la objetvidad del
mundo y que
no
busca demasiado verificar, en
el terror de que la hiptesis inversa pudiese ser
igualmente cierta, a saber que la nmensa ma-
yora de los mensajes publicitarios
no
l lega ja
ms a destino, que los lectores ya no perciben
ninguna diferencia entre contenidos que se
re-
fractan
en
el vaco funciona as slo como
efecto de ambiente y juega como espectcu
lo y fascinacin_ MEDIUM IS MESSAGE pro
fetizaba Mac luhan: frmula caracterstica
de
la fase actual, la fase
cool de
toda cultura
mass-meditica, la de un enfriamiento,
de una
neutralizacin de todos los mensajes en
un
ter
vaco. la
de
una glaciacin del sentido. El pen-
samiento crtco juzga y elige, produce unas di
ferencias, es por la seleccin que vela sobro el
sentido.
las
masas, ellas, no eligen, no produ-
cen diferencias, sino Indiferenciacin conser
van la fascnacln del medio que prefieren o la
exigencia critica del mensaje. Pues la fascln
141
-
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l sombr de l s m yori s silencos s
cin no compete al sentido, es proporcional a la
desafeccin del sentido. Se obtiene neutralizan-
do
el
mensaje
en
provecho del medio, neutrali-
zando la verdad en provecho del simulacro. Aho-
ra
bien, es
en
ese nivel donde funcionan los me-
dia. La fascinacin es su ley, y su violencia
es-
pecfica. violencia masiva hecha al sentido, vio-
lencia negadora de la comunicacin mediante
sentido
en
provecho
de
o tro modo
de
comuni-
cacin. Cul?
Hiptesis para nosotros insostenible: que
sea
p os ib le c omun ic ar fue ra del med io del s en tido ,
que la Intensidad misma de la comunicacin est
en
proporcin a la reabsorcin del sentido y
de
su derrumbamiento. Pues no es el senti do ni el
sobrante
de
sentido los que producen violenta-
mente placer, es su neutralizacin la que fasci-
na ct. el Wltz, la o perac i n del c histe, in L E.
changa Symboliqua la
Mort
Y
no
p or nin-
guna pulaln de muerte, lo cual dejarla sobreen-
tendido que la vida est
an
del lado del s en ti-
do s in o p or d es afIo s implemen te , p or a le rg ia a
la referencia,
al
mensaje,
al
cdig o y a todas
las categoras de la empresa lingstica, por de-
negacin
de
tod o eso en p ro ve cho nica me nte
de
la Implosin del signo en la fascinacin ya
no
queda significante ni significado: reabsorcin
de
los polos de la significacin). Ninguno
de
los
guardianes del sentido puede entenderlo: toda
la moral del sentido
se
levanta contra la fasci-
nacin.
142
i sujeto ni
objeto
Tambin la es fe ra p olt ic a v iv e s lo de una
hiptesis de credibilidad, a saber que las masas
son
permeables a la accin y
al
discurso, que tie-
nen una op in in , que estn p re se ntes tra s lo s
sondeos y las estadsticas.
Es
a ese nico pr e-
cio que la clase pol lt ica puede an c re er que
habla y que es olde polftlcamente. Mientras lo
poltico de algn tiempo a esta parte ya
no
hace
ms que oficio
de
espectculo
en
la pantalla
de
la vida privada. Digerido sobre el modo de la di-
versin, medio deportista, medio ldico vase
el billete ganador de las elecciones americanas,
o las velad as de elecciones en la rad io o en la
TV) , sobre el modo a la vez fascinado y guasn
de las viejas comedias de costumbres. El juego
electoral vino a reunirse desde hace tiempo
en la
consciencia del pueblo con los juegos televisa-
dos.
El
pueblo, que siempre sirvi de coartada
y
de
figurante en la representacin polftles,
se
ven-
ga dndose la representacin teatral
de
la esce-
na polltica y de sus actores. El pueblo ha llegado
a s er p b lico . Son el
p artido o la pellcula o
el
cmic los que sirven de modelos de percepcin
de la esfera politice.
El
pueblo disfruta incluso
dla a dla, como
de
un ci ne a do mi ci li o. de las
fluctuaciones de su propia opinin en la lectura
cotidiana de los sondeos.
Nada
de todo esto como
promete una responsabilidad cualquiera.
En
ningn momento las masas estn compromell
das poltica o histricamente de un modo cons
clente. No lo estuvieron jams si no fue par ju
143
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
23/48
l sombr de l s m yor s silencios s
garse el pellejo,
en
plena irresponsabilidad. Yeso
no
es una huida ante lo polt ico, sino el efecto
de un antagonismo inexpiable ,entre la clase
(casta?) portadora de lo social, de lo polt ico,
de la
cul tura, duea del t iempo y de la his toria,
y la masa informe, residual, desprovista
de
sen
t ido. Continuamente uno busca perfeccionar el
re ino del sentido, investi r, asediar . saturar el
campo de lo social. continuamente el otro desva
todos los efec tos de sent ido, los neutraliza o
los pliega. En ese enfrentamiento, quien sal i
ganando no es en absoluto el que parece.
Eso
puede verse
en la
inversin de valor en-
tre historia y cotidianeidad, entre esfera pblica
y esfera privada. Hasta en 'los aos
60
la h is-
tor ia se Impone como tiempo fuerte: lo privado,
lo cotidiano,
no es
ms que el reverso oscuro de
la esfera polltica.
En
ei mejor de los casos jue-
ga una dia lct ica entre los dos. y se puede pen-
sar que un dia lo cotidiano, como lo individual,
resplandecer ms all de la historia.
en
lo uni-
versal. Pero
en
la espera, no podemos ms que
deplorar el repliegue de las masas sobre
su
es-
fera domstica, su. rechazo de la historia, de la
pol t ica y de lo universal, y
su
absorcin en la
cot idianeidad embrutecida del consumo (feliz-
mente trabajan, lo que les deja con
un
estatuto
histrico
objetivo.
en
espera
de
la toma de
consciencia). Hoy
en
da hay una inversin del
t iempo fuerte y del t iempo dbil : se comienza a
entrever que lo cotidiano, los hombres en
su ba
'
i sujeto
ni
objeto
nalidad, podran efectivamente no ser el reverso
insignificante de la historia ms an: que el
rep liegue sobre lo privado podra muy bien ser
un desaf o d irecto a lo poltico.
una
forma de
resistencia activa a
ia
manipulacin poltica.
Los
papeles se invierten: es la banalidad de la vida.
la
vida corriente, todo lo que haba sido estigma-
tizado como pequeo burgus, como abyecto y
como apoltico (comprendiendo en esto al sexo)
lo que llega a ser el t iempo fetn, mientras la
h is toria y lo poltico desarrollan en otro lugar
su cualidad abstracta de conjunto de aconteci-
mientos.
Hiptesis vertiginosa. Las masas despolitiza-
das no estarian ms ac sino ms all de lo
po-
ltico.
Lo
privado, lo innombrable, lo cotidiano,
lo insignificante, las pequeas trampas, las pe-
queas perversiones, etc., no estaran ms ac
sino ms all de la representacin.
Las
masas
ejecutaran
en
su prctica inocente. (y sin
ha-
ber esperado los anlsis sobre el
.fin de
lo
po-
litico ) la sentencia de anulacin de lo poltico,
serian espontneamente transpolticas como son
translngsticas
en
su lenguaje.
Pero atencin De ese universo privado
y
asocial, que no entra en una dialctica do repre
sentacin y de superacin hacia lo unlvorsal, d
esa esfera involut iva que se opone a todo r vo
lucin en la cumbre y se niega a jugar el juogo,
algunos quisieran en efecto hacer (en par tlct I
lar
en
su versin sexual y de deseo) una nu
5
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
24/48
l som r de l s m yor s silencios s
va fuente de energia revolucionaria, quisie an
d ev ol ve rl e s en ti do y restituirlo como negativi-
dad histrica,
en su
bana lidad misma. Exaltacin
de los microdeseos, de las pequeas diferencias,
de las p r ct ic as cie gas, de l as m ar gi na li dad es
annimas. ltimo s ob re sa lt o de i nt el ec tu al es
para exaltar la insignificancia, promover el sin-
sentido
en
el orden dei sentido. Y r ev er te rl o a
la razn poltica.
a
banalidad. la inercia, el apo-
Itismo eran fascistas, estn convirtindose
en
revolucionarios s n c ambi ar de s en ti do , es de-
cir s in d ej ar de t en er s en ti do . Mic ro rr ev ol uc i n
de
la banalidad, transpolt ica del deseo
- u n a
maa ms de lo s
cliberadores.-. a
denegacin
d el s en ti do
no
t iene sentido.
6
E
L RESISTEN I
L HIPER ONFORMISMO
a
emergencia
de
las mayoras silenciosas
espera an ser vuelta a colocar
en
el ciclo entero
de l a r es is te nc ia h is t ri ca o l o s oc ia l. Res ist en -
cia a lo s oc ia l, e st c la ro , p er o t ambi n r es is te n-
cia a la medcina, resist enci a a la escuela, re-
s is te nc ia a la seg uri dad , r es is te nc ia a la i nf or -
macin. a h is to ri a o fi ci al no r eg is tr a ms que
el progreso ininterrumpido de lo social, relegan-
do a las tinieblas, a la manera de las culturas
anteriores, como vestigios brbaros, todo lo que
no concurrfa a ese glorioso advenimiento. Ahora
bi en, c on tr ar ia me nt e a l o que s e pudi era c re er
q ue lo s oc ia l gan d ef in it iv amen te , que el
mo-
vimiento
es
irreversible, que el consenso sobre
lo social es
total ,
la r es is te nc ia a lo s oc ia l b aj o
todas sus formas progres ms rpidamente an
que lo c oc ia l. Simpl emen te t om o tr as f or ma s
que las que, primitivas y violentas, fueron resor-
b id as a c on ti nu ac i n l o s oc ia l b ie n. g ra ci as . n o
quedan m s que unos l oc os que se s us tr ai g n
I
la escritura
y
a la vacuna
y
a l s v en ta ja s do I
seguridad). sas resistencias frontales
co n
7
-
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la som r de las m yor s silencios s
pondan an a
una
fase frontal y violenta
de
la
socializacin. y venan an
de
grupos tradicio.
nales que buscaban preservar su cultura propia,
sus estructuras originales. No
es
la masa en
ellos
la
que resista, sino
al
contrario unas
estructuras diferenciadas. contra el modelo
ho-
mogneo y abstracto de lo social.
Es
una vez
ms
ese
tipo
de resistencia
COn
la
que nos encontramos
en
el
two
steps f low of
communication. que analiz la sociologa ameri
cana el doble escaln de la comunicacin. :
la
masa
no constituye en absoluto
una
estructu
ra
pasiva
de
acogida
de
los mensajes de los me
dia, ya sean pollticos. culturales o publicitarios.
los mlcrogrupos y los Individuos. le jos de al i
nearse sobre una decodificacin uniforme e im.
puesta. decodifican los mensajes a su manera
109 Interceptan a travs de los lideres y lo ;
trasponen segundo nivel . oponiendo al cdigo
dominante sus subcdigos particulares, y aca
bando por recic lar todo
1
que les llega
en su
cic lo propio. exactamente como los primitivos
reciclan la moneda occidental en su circulacin
simblica los Siane de Nueva Guinea o como
los corsos reciclan el sufrag io universal y las
elecciones
en
su estrategia
de
rivalidades
de
clanes. Esta manera de malversacin. de absor.
crn. de recuperacin victoriosa
por
los conjun.
tos del mater ia l di fundido por la cultura domi.
nante. esa astucia, es universal.
Es
ella tambin
la que impone el uso
mgico.
del mdico y
de
148
e la resistenci
l
hiperconformismo
la medicina
en
las masas -subdesarrolladas.
Comnmente remitido a una mentalidad arcaica
e Irracional. hay que leer en l al contrario
una
prctica ofensiva.
una
corrupcin por exceso.
un
rechazo inanallzado. pero consciente
.sin
saber
lo . de los estragos en profundidad de la medici
na racional.
Pero
eso es
an
una accin de grupos estruc
turados.
de
pertenencia y
de
implicaciones trad:
clonales. Otra cosa es el fracaso en la sociali
zacin que viene de la masa,
es
decir de un gru
po
innumerable. innombrable y annimo. y cuyo
poder viene
de
su destructuracin y
de
su iner
cia mismas. Asi. en el caso
de
los media. la re
sistencia tradicional consiste en re Interpretar los
mensajes segn el cdigo propio del grupo y
en
direccin a sus propios fines. las masas. ellas.
lo aceptan todo y lo desvan todo en bloque ha
cla lo espectacular. sin exigencia de otro cdi
go sin exigencia
de
sentido. sin resistencia en
el
fondo, sino hacindolo deslizar todo en una
esfera indeterminada que no es siquiera la del
sinsentido. sino la de la fascinacin/manipula
cln
en
todas las direcciones.
Siempre se crey s la Ideologla misma
de
los massmedia que SOn 109 media los que
envuelven las masas. Se busc el secreto do
la manipulacin
en una
semiologla enc rnlzada
de
los mass-media. Pero se olvid.
en
o a lglC
Inocente de la comunicacin, quo las ma as
un mdium ms fuerte que t s los modio, u
14
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
26/48
l
som r
de las mayor as
silencios s
son ellas las que los envuelven y los absorben
que al menos no hay ninguna prioridad de
uno
sobre otro l de la masa y el de los me-
dia
es
un nico proceso. Mass age is message.
As sucede con
el
cine, cuyos inventores lo
soaron
al
comienzo como un medio racional,
documental, informativo, social y que
se
desliz
muy rpida y definitivamente hacia lo imaginario.
As sucede con la tcnica, con la ciencia y
con el saber. Consagrados a una prctica mgi
ca y a un consumo -espectacular-. As sucede
con
el consumo mismo_
Los
economistas no
pu-
dieron jams racionalizar
el
consumo, ante
su
estupor,
dada
la seriedad
de
su - teor la
de
las necesidades- y el consensus general sobre
el
discurso
de
la utilidad_ Pero
es
que la prcti
ca
de las masas dej de tener muy aprisa, o no
tuvo jams nada que hacer
con
las necesidades.
Hicieron del consumo una dimensin de estatu
to y de
prestigio,
de
afn de emulacin Inti l o
de
simulacin, de potlatch que
de
todos modos
exceda el valor de uso.
Por
ms que
se
Intenta
por todos lados propaganda oficial, asociacin
de consumidores, eclogos socilogos Incul
carles el buen uso el clculo funcional en ma-
teria de consumo,
es
sin esperanza. Pues
es
por
el valor/signo y la puesta en juego desenfrenada
del valor /s igno en el que los economistas, in
cluso cuando intentan integrarlo como variable,
no
dejan
de
ver en
l un
desvro
de
la razn eco
nmica , es asi como las masas hacen jaque a
5
e la
resistenci l hiperconformismo
la economa,
se
resisten al imperativo -objeti
vo- de las necesidades y a b ponderacin racio
nal de los comportamientos Y de los fines. Valor
signo contra el valor de uso,
es
ya una desvia
cin de la economa poltica. V
que no
se dIga
que todo eso aprovecha
en
definitiva
al
valor
de
uso, es decir
al
sistema. Pues si
el
sistema se
l ibra muy bien
de
ese juego, e incluso lo favore
ce las masas _alienadas_
en
los gadgets, etc. ,
eso no es lo esencial, y lo que ese desliz3mlen
to, ese derrape inaugura a largo plazo
Inau-
gura a parti r de ahora mismo es el fin de lo
econmico, cortado en todas sus definiciones
por el uso excesivo, mgico, espectacular, des-
viado
y
casi pardico que
se
hace
de
l por las
masas. Uso asocial, que resiste a todas las pe-
dagogas, a todas las educaciones socialistas
uso aberrante por el que las masas nosotros.
vosotros, todo el mundo pasaron ya desde ese
mismo momento al otro lado de la economa po-
ltica. No esperaron a las revoluciones futuras
ni a las teoras que pretendfan _liberarlas_
de
l por
un
movimiento -dialctico-.
Saben
que
uno no se libera de nada y que no
se
ebole
un
sistema ms que empujndolo hacia lo hlperlgl.
co, empujndolo a
un
uso excesivo qu equi
vale a un amortiguamiento brutal. -Queris que
se consuma
pues
bien, consumamos slempr
ms, y cualquier cosa;
con
todos los fines In
tiles y absurdos.-
As con la medicina: la resistencia frontal
5
-
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28/48
M S V T RRORISMO
Estamos pues
en
el punto paradjico
en el
que las masas rehsan
el
bautismo
de
lo social
que es
al
mismo tiempo
el
del sent ido y
de
la
libertad o hagamos de ellas una nueva y glo-
riosa referencia ues no existen ero consta-
temos que todos los poderes vienen a derrum-
barse silenciosamente sobre esa mayorla silen-
ciosa que
no
es ni
una
entidad ni
una
realidad
sociolgica sino la sombra proyectada del po-
der
su
sima en hueco
su
forma de absorcin
Nebulosa fluIda moviente conforme muy de-
masiado conforme a todas las solicitaciones y
de
un conformismo hiperreal que es la forma extre-
ma de
la
no
participacin: tal es
el
desastre ac-
tual del poder Y as es tambin el desastre de la
revolucin ues esa masa implosiva no explotar
jams por definicin y toda palabra revolucio-
naria implotar tambin
en
elia A partir
da
enton-
ces qu hacer con esas masas? son
el
loltmo
tiv
de
todos los discursos
Son la
obsesi n
da
todo proyecto socIal pero todos fracasan sobr
ellas pues todos permanecen enraizados en I
definicin clsica
de
las masas la de
una
asp
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
29/48
l sombr de l s m yor s silencios s
ranza
escatolgica de lo social y de
su
cumpli.
miento. Ahora bien, las masas no son lo s oc ia l,
son la reversin
de
todo lo que es s ocial y
de
todo lo que es s oc ia l y de todo socialismo. No
pocos tericos sin embargo hicieron
el
proceso
del sentido, denunciaron las emboscadas de la
libertad y las mistificaciones
de
lo politico, criti
caron radicalmente la racionalidad y toda forma
de
representacin cuando las masas, ellas, pa-
san a travs del sentido, de lo poltico, de la re
presentacin,
de
la historia,
de
la Ideologa, con
un poder sonamblico
de
denegacin. cuando
realizan aqu y ahora t odo lo que la cr t ica ms
radical pudo entr ever , mi en tr as st a no sabe
ya qu hacer con ellas, y se obstina en soar
en
una futura revolucin revolucin critica, re
volucln de prestigio, la
de
lo social, la del de
seo. I:s ta, rev oluc i n p or inv oluc i n,
no es
la
suya:
no es
explosivacrtica,
es
implosiva y cie
ga
Procede por inercia, y no
de una
negatividad
fresca y gozosa. Es silenciosa e involutiva exac
tamente lo inverso de todas las tomas d e p a la
bra
y tomas de consciencia. No tiene sentido.
No
tiene
nada
que decirnos.
Del mismo modo. el nico fenmeno que est
en relacin de afinidad con ella, con esas masas
en
las que se juega la ltima peripecia
de
lo
social y
de
su muerte, es
el
terrorismo.
Nada
ms -separado de las mas as - que el terro rismo
y ello por
ms
que el poder las alce uno con
6
s y terrorismo
t ra ot ra. P ero n ad a
ms
extrao,
ms
familiar
tampoco,
que su
convergencia en la denegacin
de
lo so cial y el rechazo del s en tido .
P ue s e l
te
rrorismo pretende efectivamente tener
al
capital
en
el pu nto
de
mira al Imperialismo mundial,
etc.) pero se equivoca de enemigo, y hacindolo
apunta a su verdadero enemigo, que es lo social.
El terro rismo actual apunta a lo so cial
en
res
puesta al terro rismo de lo s oc ia l. Apunta a lo so
cial tal como es producido hoy en dia
red
orbi
tal, interstic ia l, nuc lea r, t is ular, de c on trol y de
seguridad
que nos acosa p or todas partes y
nos produce, a todos nosotros, como la mayora
silenciosa. Socialidad hiperreal, imperceptible,
que opera no
ya
por la ley y la represin, sino
por la infiltracin de los modelos, no
ya
por la
violencia, sino por la persuasin-disuasin- a
eso el terrorismo responde por un acto l mismo
hiperrreal de entrada abocado a
las
ondas con
cntricas
de
los media y
de la
fascinacin,
de
entrada abocado no a alguna representacin o
consciencia, sino a la desmultiplicacin mental
por contigidad, fascinacin y pnico,
no
a
la
r ef lex i n ni a la lgica de las causas y de los
e fe ctos , sino a la reaccin en cadena por con
tagio desprovisto de sentido. pues es indeter
minado como el sistema que combate, en el que
ms
bien se inserta como
un
punto
de
implo
sin mxima e infinitesimal terrorismo no ex
plosivo, no histrico, no poltico: Implosivo, crls
talizante, apabullante y por el lo homlogo en
7
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
30/48
l
sombra
de l s
mayor as silenciosas
profundidad del s ilencio y de la inercia
de
las
masas.
El
terrorismo
no
tiene la direccin
de
hacer
hablar, resucitar o movilizar lo que fuese; no tie.
ne
prolongacin revolucionaria en este sentido
serfa ms bien una contrahazaa total. lo cual
se
le reprocha violentamente. pero eso no es /0 que
pone en juego . apunta a las masas en
su
silen
cio, s ilenc io magnetizado por la informacin.
apunta, para precipitar
su
muerte acentundola.
a esa magia blanca de lo social que nos envuel
ve la
de la informacin,
de la
simulacin.
de
la
disuasin. del control annimo y aleatorio. a esa
magia blanca
de
la abstraccin social
con
la
ma-
gia negra de una abstraccin mayor an. ms an_
nima. ms arbitraria y
ms
aleatoria an: la del
acto tarrorlsta.
Es el nico acto
no
representativo.
Es en
eso
en lo que
es
af ln a las masas. que son la nica
realidad no representable. Eso no quiere decir
sobre todo que de nuevo el terrorismo represen
el si lencio y lo no dicho de las masas, o que
exprese violentamente
su
resistencia pasiva.
Eso
quiere simplemente decir: no hay otro equivale,,
te
al
carcter ciego, no representativo. despro
visto de sentido, del acto terrorista, que el com
portamiento ciego, desprovisto de sent ido y
fuera
de
representacin que
es
el
de las masas.
Tienen
en
comn que son
la
forma actual
ms
radical, ms exacerbada, de denegacin de todo
sistema representativo. Es todo. Nadie ssbe
en
58
asay terrorismo
el
fondo qu relacin puede establecerse
en-
t re dos elementos que estn fuera de repre
sentacin,
es un
problema. que nuestra epis
temologa del conocimiento no permite resol
ver. puesto que postula siempre
el
medio
de
un
sujeto y de
un
lenguaje. el medio de una repre
sentacin. Slo conocemos bien los encade
namientos representativos.
no
sabemos gran
cosa de los encadenamientos analgicos, afini
tarios. in-mediatizados, irreferenciales y otros
s i s t ~ m s Sin duda aiguna cosa muy fuerte pasa
entre ellos masas y terrorismo que buscaria
mas en vano en los precedentes histricos de
los sistemas representativos pueblo/asamblea.
proletariado/ partido, marginales-minoras / gru
psculos
y
del mismo modo que una energfa
social
pasa
entre los dos polos
de
un
sistema
representativo cualquiera,
una
energa positiva,
asf se podra decirque entre masas y terrorismo,
entre esos dos
no
polos de
un
sistema
no
repre
sentativo, pasa tambin una energa. pero una
energa inversa, energa
no de
acumulacin so
cial y de transformacin, sino de dispersin so-
cial, de dispersin
lo social,
de
absorcin y
de anulacin de lo polltico.
No se puede decir que sea la
era
de las ma
yoras s ilenciosas. la que .produzca. el terro
rismo.
Es
la simultaneidad
de
los dos la que
es
apabullante, y lo que resulta
un
acontecimiento.
El nico, se acepte o no su brutalidad, que marca
verdaderamente
el
fin
de
lo pol lt ico y
de
lo
so
59
-
8/12/2019 Cultura y Simulacro,Braudillard
31/48
lasombr de las mayor as silencios s
cia . l nico que traduce esa realidad
de
una
implosin violenta de todos nuestros sistemas
de representacin.
l
terrorismo
no
apunta
en
absoluto a desen
mascarar el carcter represivo del Estado eso,
es
la negatividad provocadora de los grupsculos.
que
encuentran ahr
una
ltima posibilidad de ser
representativos ante los ojos de las masas). Pro-
paga
por
su
propia no representatividad. y por
reaccin
en cadena no por mostracin y toma
de
consciencia) la evidencIa
de
la no represen
tativ idad de todos los poderes.
sa
es
su
sub
versin: precipita la
no
representacin inyectn
dola en dosis infinitesimales pero muy concen
tradas.
Su
violencia fundamental es
de
denegacin
de todas las instituciones de representacin
sindicatos, movimientos organizados. lucha -po
lIt1ca. consciente. etc,). Comprendiendo ahl too
dos los que juegan a la solidaridad con l. pues
la solltbrldad
es
an un modo de constituirlo
con,u modelo, como emblema. y por tanto de
asignarlo a la representacin. Murieron por no-
sotros, su accin no
es
intil... ) Todos los me
dios
son
buenos para forzar el sentido. para des
conocer en qu medida el terrorismo
no
tiene
legit imidad social. ni prolongacin pollt lca. ni
continuidad
en
ninguna historia.
Su
nico -re
flejo.
no es justamente
una
prolongacin his
trico: es
su
relato, su onda de choque
en
los
6
s terrorismo
media. Ahora bien. ese relato
no
pertenece ms
a un orden objetivo e informativo de lo que el
terror