KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVII, pp. 131-150, año 2003/7. ISSN 0214-7971
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR,
GIPUZKOA): VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
De bois carbonisé dans les fonds du cabane d'Arrubi et d'Esnaurreta (Chafne d'Aralar, Gipuzkoa): végétation et ressources forestieres au
MoyenAge
Ruiz Alonso, M. *
RESUMEN
Este trabajo supone una aportación desde la arqueobotánica al conocimiento del entorno de los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta y también a la utilización de las cabañas y de la cultura pastoril de fas áreas de montaña del entorno desde la Alta Edad Media.
Palabras clave: Antracología. Fondos de cabaíia (Esnaurreta, Arrubi). País Vasco. Sierra de Aralar. Edad Media.
RÉSUMÉ
Ce travail suppose un apport del' archeobotanique a la connaissance de l' entourage des gisements d' Arrubi et d'Esnaurreta aussi qu'a l\1tilisation des cabanes et a la culture pastorale des zones de montagne de l'entourage depuis le Haut Moyen Age.
Mots-clefs: Anthracologie. Fonds de cabanes (Esnaurreta, Arrubi). Pays Rasque. Chafne D'Aralar. Mayen A.ge.
LABURPENA
Lan arkeobotaniko hau ekarri bat da Arrubi eta Esnaurreta aztarnategien ingurugiroa ezagueran. Gainera Erdi Aroko artzain kulturaz eta mendi etxolen erabilpenari buruzko datuak ere eskaintzen ditugu.
Hitz gakoak: Antrakologia. Etxola hondoak (Esnaurreta, Arrubi). Euskal Herria. Aralar mendilerroa. Erdi A roa.
* Dpto. de Geografía, Prehistoria y Arqueología. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Universidad del País Vasco. C/ Tomás y Valiente s/n. O 1.006. Vitoria/Gasteiz (Álava)
132 RUIZ ALONSO, M.
l. INTRODUCCIÓN
En este trabajo se presentan los resultados del estudio arqueobotánico de los macrorrestos vegetales recuperados en los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta (Aralar, Gipuzkoa). Este análisis se planteó con el objetivo general de proporcionar datos que permitieran valorar la composición del paisaje vegetal del entorno de los yacimientos así como su utilización por parte del ser humano.
La finalidad de estas intervenciones es ampliar el conocimiento y valorar la importancia del poblamiento humano en áreas montañosas, prestando atención a los vestigios y actividades económicas que allí se desarrollan. Se han realizado sondeos en estructuras tumulares correspondientes con cronología histórica, estos presentan características similares con los túmulos prehistóricos, y en ocasiones han llegado a considerarse como monumentos megalíticos (AGIRRE et al, 2003).
1.1. Localización de los yacimientos
El fondo de cabaña tumular de Esnaurreta se localiza en la ladera Noreste de la Sierra de Aralar (Gipuzkoa), en el Noreste del monte Martxabaleta a una cota de unos 785 metros sobre el nivel del mar. La excavación realizada en el año 2003 mostró una planta cercana a lo circular, con un diámetro de unos 7 metros y un espesor de entre 30-40 centímetros. La estratigrafía obtenida en la excavación fue de características muy sencillas, después de levantar la capa vegetal superficial, se obtiene una uniformidad en el sedimento resultante, con abundantes clastos entre los que se intercalan fragmentos de arenisca enrojecida por el fuego junto a abundante materia orgánica y carbones (AGIRRE et al, 2003).
Procedentes del fondo de cabaña tumular de Esnaurreta se dispone de dos dataciones de 14C, una de ellas procedente de carbones obtenidos en una profundidad de 15-20 centímetros con respecto a la superficie (1080±40 BP, 880-1030 cal d.C.) y otra de hueso recuperados del nivel inferior (1340±40 BP, 630-780 cal d.C.) 1
• Ambas corresponden a un periodo histórico, Alta Edad Media.
El fondo de cabaña tumular de Arrubi se localiza en la parte central de la Sierra de Aralar (Gipuzkoa), actualmente una zona de pastos altos. La estructura se sitúa en el extremo inferior de una loma, entre
calibraciones realizadas según Atmospheric data from Reimer et al.(2004); OxCal v3.IO Bronk Ramsey (2005)
los montes Arrubi y Ganbo, localizándose a unos 1260 metros sobre el nivel del mar. Tiene una tendencia a ser circular con un diámetro aproximado de unos 6 metros y una altura de 40 centímetros. La excavación, realizada en el año 2004 se centró en una superficie de cuatro metros cuadrados (8-9/H-I). El proceso de excavación no permitió detectar diferentes estratigrafías, ya que igual que en el caso anterior, únicamente aparecen cambios laterales. Bajo la capa vegetal superficial se desarrolla un único y homogéneo paquete pedregoso con un espesor medio de 35-40 centímetros. Muchos de los cantos aparecen alterados por el calor y en la tierra, muy oscura, aparecen abundantes carbones (AGIRRE GARCÍA et al, 2004).
En el fondo de cabaña tumular de Arrubi se dispone de dos dataciones realizadas mediante l 4c, una procedente de carbones obtenidos en una profundidad de 15-20 cm. de la superficie (1440±100 BP, 390-780 cal d.C.) (Corresponden a Arrubi 3-4, se han identificado 9 fragmentos de Alnus, 2 de Fagus sylvatica, 14 de Fraxinus sp y 1 de Leguminosae) y otra de huesos del lecho inferior (1110±50 BP, 800-1030 cal d.C.). Ambas dataciones se sitúan igualmente en un periodo histórico (Alta Edad Media)2.
1.2. Vegetación actual y potencial
Según la clasificación de Rivas-Martínez (1987) los yacimientos se sitúan en la Región Eurosiberiana, Subregión Atlántico-Medioeuropea, Superprovincia Atlántica, en la Provincia Biográfica Cantábrica (Cántabro-Atlántica), S ubprovincia Cántabro-Euskalduna, Sector Cántabro-Euskaldún, Subsector Euskaldún.
Arrubi y Esnaurreta en la actualidad se localizan en un entorno de pastos petrano calcícolas, praderas montanas y zonas de Brezal-argomal-helechal atlántico (ASEGUINOL¿\ZA et al, 1992).
El pasto petrano ocupa suelos esqueléticos de montaña caliza, con sustrato que aflora ampliamente. Dependiendo de la orientación se pueden encontrar diferentes agrupaciones vegetales. En la zona de Enirio y sobre todo en la Sierra de Aralar, existen amplias áreas de pastos petranos, en mosaicos o alternando con otras agrupaciones como vegetación de roquedos calizos, praderas montanas, etc. La pradera montana son céspedes rasos, pastaderos estacionales de primavera y verano, cubren buena parte de los macizos calcáreos más elevados del País. Derivan de hayedos mermados. Por zonas esta salpicado por matas de brezos y brecima o argoma. Son superficies muy extensas en la Sierra de Aralar, sustentando una importante cabaña ganadera. En mosaico con otras
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBJ Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 133 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
agrupaciones cubre parte de las laderas de la zona de Enirio y parcelas menores se encuentran también en otras áreas de montaña. El brezal-argomal-helechal atlántico es el tipo de matorral más abundante de la vertiente cantábrica y sustituye a diferentes bosques acidófilos: robledales, tomocales, hayedos acidófilos. El carácter de la formación, la dominación de unas plantas sobre otras depende tanto del grado de acidezoligotrofía del suelo, como del manejo a que se ha visto sometido por parte del hombre: quemas, pastoreo, siega (ASEGUINOLAZA et al, 1992).
Potencialmente Arrubi y Esnaurreta se situarían en un entorno de hayedos calcícolas o éutrofos. Los hayedos (Fagus sylvatica) son los bosques potenciales de la practica totalidad del piso montano, al norte de la divisoria de aguas. Viven en suelos neutros o moderadamente ácidos. En la actualidad se localizan en algunas zonas de Enirio (ASEGUINOLAZA et al, 1992).
2. MATERIAL Y MÉTODO
2.1. Recogida de muestras
Presentamos en este estudio el resultado del análisis de 6 muestras de madera carbonizada del yacimiento de Esnaurreta y 16 muestras de Arrubi que nos fueron entregadas por J. A. Mujika, separadas por capas en el caso de Esnaurreta y por cuadros y capas en Arrubi.
Mapa 2.Vegetación actual del entorno de Arrubi (ASEGUINOLAZA et al, 1992). 31- Brezal-argomal-helechal atlántico, 42- Pradera montana, 48- Pasto petrano calcicola, 49- Complejo de vegetación de roquedos calizos.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), aí\o 2003/07
Mapa l. Vegetación actual del entorno de Esnaurreta (ASEGUINOLAZA et al, 1992). 19- Hayedo calcícola o éutrofo, 20- Hayedo acidófilo, 31- Brezal-argomal-helechal atlántico, 35- Espinar o zarzal, 40- Lastonar de Brachypodiurn pinnaturn u otros pastos mesófilos, 42- Pradera montana, 48- Pasto petrano calcícola, 49- Complejo de vegetación de roquedos calizos, 61- Plantaciones forestales
El muestreo contempla todas las zonas en las que se ha intervenido arqueológicamente en los dos yacimientos. La recogida del material se ha realizado mediante el cribado de la totalidad de sedimento excavado con una malla de una luz de 3 mm. El material no procede de estructuras de combustión, en su totalidad se trata de restos carbonizados dispersos.
Se han analizado los fragmentos mayores de 4 mm en el caso de Esnaurreta y todos los mayores de 8 mm y la mitad de los mayores de 4 mm en el caso de Arrubi. Se ha utilizado el fragmento como unidad de medida como suele ser habitual (CHABAL, 1997). La identificación de los restos se ha realizado en las instalaciones del Área de Prehistoria de la UPV /EHU (Vitoria-Gasteiz) mediante la observación microscópica de las secciones transversal, longitudinal radial y longitudinal tan-
134 RUIZ ALONSO, M.
Mapa 3.Vegetación potencial del entorno de Esnaurreta (ASEGUINOLAZA et al, 1992). III- Encinar cantábrico, VIIIQuejigal-robledal calcícola, XRobledal acidófilo de Quercus robur y robledal bosque mixto atlántico, XII- Hayedo calcíco-la o éutrofo, XIII- Hayedo acidófilo, XVIa- Complejo de con;unidades ligadas a rocas cal- " careas. ir
gencial del material antracológico. ~ar~ ello se h~ utilizado un .microscopio de luz mc1dente Ohmpus (50x/100x/200x/500x). La determinación botánica se ha llevado a cabo con la ayuda de nuestra colección de referencia de maderas carbonizadas así como los atlas de anatomía de la madera de Schweingruber (1990), Haber (2000) y Vernet et al. (2001).
3. RESULTADOS
3.1. Material antracológico
3.1.1. Muestra utilizada para Carbono 14
Además de las muestras cuyo análisis presentamos en las Tablas 1, 2, 3 y 4 se, identificó otra que se ha utilizado para datar por 14C. Esta (Arrubi 3-4) ofre-
Mapa 4.Vegetación potencial del entorno de Arrubi (ASEGUINOLAZA et al, 1992). X- Robledal acidófilo de Quercus robur y
Ji robledal bosque mixto atlántico, XII- Hayedo ... calcícola o éutrofo, XIII- Hayedo acidófilo,
XVb- Aliseda cantábrica, XVIa- Complejo de comunidades ligadas a rocas calcáreas.
ció los siguientes resultados: 9 fragmentos de Alnus, 2 de Fagus sylvatica, 14 de Fraxinus sp y 1 de Leguminosae.
3.1.2. Resultados
ESNAURRETA (ARALAR)
En el yacimiento de Esnaurreta se han estudiado los carbones mayores de 4 mm. Han sido un total de 555 carbones, todos han sido identificables. Los resultados absolutos y relativos se exponen en las tablas 1 y 2 y en la Figura 1.
La madera analizada en Esnaurreta corresponde a 8 taxones y a un número mínimo de 8 especies: Acer sp (arce), Alnus (aliso), Corylus avellana (avellano~, Fagus sylvatica (haya), Fraxinus sp. (fresno), Pomo~deae (espino albar/manzano/peral), Quercus subgenero Quercus (roble albar, pedunculado, pubescente, quejigo, melojo), Salix sp. (sauce).
El taxón dominante en el yacimiento es Fagus sylvatica, superando siempre el 57%, lleg~ndo incluso al 82%. El siguiente taxón en importancia es Alnus
KOBIE (Paleoantropologfa n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 135 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
con 31,4% del total en la Capa 3-4. El tercer taxón representado es Corylus avellana (entre un 13,2% y un 8% ), el restos de los taxones tienen porcentajes mucho menores apareciendo de una forma más o menos homogénea a lo largo de todas las capas. Pomoideae tiene como valor más importante 7,8% en la capa 3-4 y un 3% en la capa 2. Acer sp. entre un 6% y un 0,7%, Quercus subg. Quercus aparece entre un 4,6% y un 1 % y Fraxinus sp. muestra un 1 % y un 2%. Esto nos refleja una homogeneidad de las capa 1, 2, 3 y 4 siendo en la capa 3-4 algo diferente sobre todo por la aparición con un porcentaje alto 31,4% de Alnus.
ARRUBI
En el yacimiento de Arrubi se han analizado todos los carbones mayores de 8 mm. Y la mitad de los mayores de 4 mm con el fin de conseguir una muestra significativa. Se han analizado un total de 1483 carbones, de los cuales 1476 han sido identificables. Los resultados absolutos y relativos se exponen en las tablas 3 y 4 y en la figura 2.
La madera estudiada en Arrubi corresponde a 11 taxones y a un número mínimo de 10 especies: Taxus baccata (tejo), Acer tipo campestre (arce menor) Acer sp (arce), Alnus (aliso), Corylus avellana (avellano), Ericaceae (brezos), Fagus sylvatica (haya), Fraxinus sp. (fresno), Leguminosae (leguminosas), Quercus subgénero Quercus (roble albar, pedunculado, pubescente, quejigo, melojo), Ulmus (olmo).
Entre las coníferas hemos identificado Taxus baccata, representando, únicamente en la Capa 4, el 0,3%.
Las frondosas tienen una presencia mayoritaria, exceptuando en 0,3% anteriormente mencionado. El taxón dominante en el yacimiento es Fraxinus sp. superando siempre el 57%, llegando incluso al 82 %. Seguido aparece Fagus sylvatica con unos porcentajes entre un 16,8% y un 39,2%. El resto de los taxones tienen una representación mucho menor. Alnus entre un 20% en la capa 4 y un 2,3% en la capa 1, Acer entre 7,7,% de la capa 3 y un 1,2 % de la capa 2. Ulmus es el 2,6%, Ericaceae menos del 2%, Corylus avellana es inferior al 1,5% y Quercus subg. Quercus (0,3%-0,5%) y Leguminosae (0,6%) inferiores al 1 %.
3.1.3. Características ecológicas y etnobotánicas de los taxones identificados
Las características ecológicas y culturales básicas de los árboles cuya madera se ha identificado en Esnaurreta y Arrubi son las siguientes (AIZPURU et al. 1990; ASEGUINOLAZA et al., 1989; BLANCO et al., 1997; VIGNOTE et al., 2000):
El taxón más abundante en Esnaurreta es Fagus sylvatica, en Arrubi se sitúa en segundo lugar en importancia. El haya en el País Vasco es el árbol que caracteriza el piso montano y cubre considerables extensiones en las montañas de altitud media que cruzan el País Vasco de este a oeste. En el Pirineo se asocia con el abeto y en la vertiente cantábrica descien-
ESNA~TA(ARALAR) .. , .. · ·.. ·: . . . . ' < .... ..
Capa 1 Capa 1, Capa2 Capa3 Capa 3-4 Capa4 4-D
Acer sp. 1 2 6 2
Alnus 1 32
Corylus avellana 15 5 8 11 10
Fagus sylvatica 70 47 82 80 59 81
Fraxinus sp. 1 2 2 2
Pomoideae 3 3 3 8 4
Quercus subg. Quercus 3 4 4 1 2
Salix sp. 1
TOTAL 91 61 100 100 102 101
Pericarpio de Corylus avellana 2 9 26 27
Tabla L Resultados absolutos del yacimientos de Esnaurreta (Aralar) n=555
KOBJE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
--------- --~~----------------
136 RUIZ ALONSO, M.
ESNAUlUlETA (AllALA.ll)
Capa 1 Capa2 Capa 3 Capa 3-4 Capa4
Acer sp. 0,7% 2% 6% 2%
Alnus 0,7% 31,4%
Corylus avellana 13,2% 8% 11% 9,9%
Fagus sylvatica 76,9% 82% 80% 57,8% 80,2%
Fra.xinus sp. 1% 2% 2% 2%
Pomoideae 3,9% 3% 7,8% 3,9%
Quercus subg. Quercus 4,6% 4% 1% 2%
Salix sp. 1%
TOTAL 152 100 100 102 101
Pericarpio de C01ylus avellana 11 26 27
Tabla 2. Resultados porcentuales del yacimientos de Esnaurreta (Aralar) n=555.
90
80
70
60
50
40
30
20
10
o CAPAl CAPA2 CAPA3 CAPA3-4 CAPA4
IJAcer sp. 0,7 2 6 2
EIAlnus 0,7 31,4
11 Corylus avellana 13,2 8 11 9,9
111 Fagus sylvatica 76,9 82 80 57,8 80,2
111 Fraxinus sp. 2 2 2
IJ Pomoideae 3,9 3 7,8 3,9
m Quercus subg. Quercus 4,6 4 2
11 Salix sp.
Figura !.Representación de los resultados porcentuales del yacimiento de Esnaurreta (Aralar). n=555.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBJ Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GJPUZKOA): 137 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
de hasta mezclarse con el roble pedunculado. En regiones de clima suave y húmedo, sin sequía estival ni heladas tardías, Su leña y su carbón son considerados de alta calidad mientras que suele ser una madera poco utilizada para la construcción.
En Arrubi el taxón más abundante es Fraxinus sp. Asumimos que el tipo de fresno determinado atendiendo a su distribución geográfica actual, en Esnaurreta y Arrubi es el Fraxinus excelsior (fresno de Bizkaia). Se extiende por la vertiente cantábrica, vive formando parte de bosques caducifolios en suelos frescos, prefiriendo ricos y profundos. Su madera es elástica y tenaz, buena para mangos de herramientas, carretería y tornería, buena para combustible y para carbón. Las hojas y el ramón del fresno son muy adecuadas para la alimentación del ganado.
El resto de los taxones tienen una presencia mucho menor. El tejo se encuentra disperso por las montañas del País Vasco excepto en la mitad meridional de Navarra. Raramente forma poblaciones extensas, es indiferente al sustrato. Su madera es dura y
compacta. Es tóxico en todas sus partes menos el anillo rojo que rodea las semillas.
El arce en el País Vasco su distribución es muy amplia, faltando tan solo en el tercio meridional, más árido y en las montañas más elevadas. Vive formando parte de bosques, en especial de caducifolias, como alisedas, robledales, hayedos, etc., así como en setos y orlas. Es indiferente al sustrato aunque prefiere suelos frescos e incluso húmedos. No forma grandes masas sino que aparece normalmente en pies aislados o formando pequeños rodales. Madera compacta, dura y de densidad media, muy estimada en carpintería. Es muy buen combustible (con propiedades caloríficas similares a las del haya). Sus hojas y brotes tiernos pueden aprovecharse como forraje para el ganado, pues son muy alimenticias.
El aliso es un árbol de distribución general en la vertiente cantábrica del País, se enrarece en la vertiente mediterránea donde se ve limitado a las riberas de los grandes ríos. Forma alineaciones en las riberas de ríos (alisedas) y más raramente forma masas en
ARRUBI
Capa 1 Capa2 Capa3 Capa4
GIMNOSPERMAS
Taxus baccata 1
ANGIOSPERMAS
Acer tipo campestre 9 5 28 14
Acer sp 3 5
Alnus 7 13 76 63
Corylus avellana 2 6 4
Ericaceae 1 8
Fagus sylvatica 99 91 111 53
Fraxinus sp. 171 314 198 181
Leguminosae 1 2
Quercus subg. Quercus 2
U/mus 8
TOTAL 301 429 432 314
No identificable 3 1 3
Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 4
Quercus sp. Cotiledón 1
Tabla 3. Resultados absolutos del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
138 RUIZ ALONSO, M.
AJUllJBl --
Capa 1 Capa 2 Capa3 Capa4
GIMNOSPERMAS
Taxus baccata 0,3%
ANGIOSPERMAS
Acer tipo campestre 3% 1,2% 6,5% 4,4%
Acer 0,9% 1,2%
Alnus 2,3% 3% 17,6% 20%
Corylus avellana 0,7% 1,4% 0,9%
Ericaceae 0,3% 1,8%
Fagus sylvatica 32,9% 21,2% 25,7% 16,8%
Fraxinus sp. 56,8% 73,2% 45,8% 57,6%
Leguminosae 0,3% 0,5%
Quercus subg. Quercus 0,6%
Ulmus 2,6%
TOTAL 301 429 432 314
Tabla 4. Resultados porcentuales. del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483
80
70
60
50
40
30
20
10
o CAPA! CAPA2 CAPA3 CAPA4
EIAcer tipo campestre 3 1,2 6,5 4,4
•Acer sp. 0,9 1,2
•Alnus 2,3 3 17,6 20
•Fagus sylvatica 32,9 21,2 25,7 16,8
DFraxinus sp. 56,8 73,2 45,8 57,6
•Ulmus 2,6 •OTROS 1,3 1,4 3,2 0,9
Figura 2. Datos antracológicos porcentuales resumidos del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 139 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
laderas con humedad freática. Su madera es ligera y, aunque se descompone pronto al aire, es muy duradera sumergida en agua; la corteza es rica en taninos y tiene usos como astringente y para curtir los cueros.
Las ericáceas y brezos tienen una gran diversidad. Tienen una distribución cosmopolita, en el País Vasco se distribuyen por toda la geografía, unas con mayor influencia atlántica y otras más mediterránea Forman parte de orlas y comunidades de sustitución de encinares y robledales así como de desmontes, taludes y otros lugares alterados.
El avellano en el País Vasco es frecuente en la mitad septentrional y escasea en la meridional donde se refugia en los barrancos umbrosos hasta desaparecer en las partes bajas del Valle del Ebro. Generalmente forma parte del subsuelo y orlas de los bosques caducifolios, generalmente en sitios umbrosos y frescos. Madera ligera que resiste mal a la intemperie y sumergida.
Las leguminosas son una familia muy extensa que comprende cerca de 500 géneros y 15000 especies de plantas herbáceas, matorrales y grandes árboles. Son maderas duras y de buen combustible. Las hojas tienen propiedades diuréticas y antirreumáticas.
Las pomoideas como el espino albar o el manzano y peral, se extienden por la mayor parte de la Europa templada y Asia. En el País Vasco se hallan disperso por la vertiente cantábrica, refugiándose hacia el sur en las formaciones boscosas más frescas, enrareciéndose hasta desaparecer en las zonas más secas de la vertiente mediterránea. Forman parte de claros y orlas de bosques de caducifolias diversas. Su madera es dura y resistente tomando bien el pulimento. Es buena para combustible, casi comparable a la madera de haya.
Quercus subgénero Quercus incluye todos los Quercus de hoja caducifolia y marcescente que en la actualidad crecen en el País Vasco, roble albar, pedunculado, pubescente, quejigo, melojo. Anatómicamente estas especies no se pueden diferenciar. Sin embargo, atendiendo a su distribución actual, lo más probable es que la especie representada en Esnaurreta y Arrubi sea Quercus robur (roble pedunculado). Se dan en buena parte de la vertiente cantábrica del País Vasco y los valles submontanos de transición. Es uno de los árboles más característicos que, de forma natural, cubría grandes extensiones. Prefiere los suelos ácidos y húmedos, incluso temporalmente encharcados. Madera pesada, bueno para la construcción por su resistencia intrínseca y su durabilidad.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
Salix es un género formada por distintas especies. En el País Vasco los sauces se distribuyen tanto por la vertiente atlántica como la mediterránea, dependiendo de las especies. En general se trata de especies que viven en terrenos frescos, tanto a orillas de los ríos y arroyos como alrededor de las charcas; también en orlas y claros de bosques, taludes, cunetas, etc. En las zonas secas se refugian en sotos y arbolados de ribera con humedad freática. Es una madera blanda y poco estimable. Se ha utilizado en ocasiones para frenar la erosión en las orillas de torrentes y barrancos.
Ulmus comprende unas 20 especies distribuidas por el Hemisferio Norte, aunque es Ulmus glabra el único olmo autóctono en el País Vasco. Se observa con más frecuencia en la vertiente cantábrica sin faltar en la mediterránea. Se localiza especialmente en riberas y barrancos. También se adentra en los cursos de los ríos para formar parte de los sotos y alamedas. Su madera es dura y pesada. Sus hojas pueden utilizarse para alimento del ganado y la corteza es rica en taninos.
3.2. Material carpológico
Las muestras analizadas incluían diferentes restos carpológicos. En Esnaurreta los restos aparecidos corresponden a un único taxón: Corylus avellana, con un total de 64 restos.
En las muestras analizadas de Arrubi aparecen 4 Fragmentos de Pericarpio de Corylus avellana en la Capa 1 y un fragmento de Quercus sp. Cotiledón (Cotiledón de bellota) en la Capa 3.
4. DISCUSIÓN
Este trabajo supone una aportación desde la arqueobotánica al conocimiento del entorno de los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta y a la utilización de las cabañas y de la cultura pastoril de las áreas de montaña del entorno. La toma de muestras ha permitido recuperar diferentes tipos de macrorrestos tanto carpológicos como antracológicos. Todos los restos se conservan por carbonización, esto implica que sólo se han conservado los restos que han estado en contacto con el fuego y que una gran parte de los recursos vegetales utilizados han debido perderse. El modo de llegada de los restos vegetales al yacimiento asumimos que es antrópico, en el caso de la madera para su uso como combustible y en el caso de frutos como avellanas y bellotas para su utilización en la alimentación humana o animal.
Las estructuras tumulares de Arrubi y Esnaurreta están relacionadas con la cultura pastoril en áreas de
140 RUIZ ALONSO, M.
montaña del País Vasco, concretamente se sitúan en la Sierra de Aralar. Es un paisaje típico de un área de montaña (SÁEZ (dir), 1998) con contrastes entre los picos calizos con una vegetación de roquedo y las zonas al pie de estos, colonizadas por praderas debido a la práctica continuada del pastoreo. Esto ha originado amplias zonas deforestadas cubiertas con praderas y matorrales. La práctica continuada impide además la recuperación de los bosques caducifolios de la zona como son los hayedos y robledales acidófilos (CARO BAROJA, 1995). Es probable que, desde épocas prehistóricas, lo pastores se hayan visto obligados por condiciones meteorológicas a trasladarse con sus ganados desde los pastos invernales, situados en las zonas bajas o en la costa, donde el clima es más benigno, hasta los altos pastos, en donde permanecen durante la temporada estival viviendo en txabolas o chozas de piedra (LEIZAOLA CALVO, 1971). En Esnaurreta y Arrubi se trata de construcciones de forma tumular semicircular donde se ubica la habitación del pastor, se incluye en esta un posible foco de calor sin evidencias constructivas. Leizaola (1976) plantea diferentes técnicas constructivas. Las que más se acercan a la tipología de los yacimientos a estudiar son las txabolas tumulares, se levantan sobre un gran túmulo o galgal, que llega a alcanzar en ocasiones más de 3 metros de altur-a. Estos lugares se han utilizado de forma repetida desde épocas antiguas, en los yacimientos de Esnaurreta y Arrubi esta hipótesis viene apoyada por el amplio arco cronológico que han ofrecido las dataciones obtenidas en ambos casos (AGIRRE GARCÍA et al, en prensa b). Puede que este sea el motivo por el que se conservan estos grandes túmulos, ya que al construir el pastor la nueva txabola retira los materiales que le estorban y edifican sobre los escombros (LEIZAOLA CALVO, 1976). Este modo de vida se desarrolla preferente-
mente en zonas aledañas a los macizos montañosos, con abundantes pastizales comunales. Aralar es una de las principales zonas donde se practica con más intensidad esta forma de vida. Dentro del territorio del País Vasco se pueden diferenciar 3 tipos de pastoreo: 1) pastoreo de gran trashumancia, 2) la trashumancia media (se desarrolla en la zona estudiada con rebaños de un menor numero de cabezas de ganado) y 3) el pastoreo mixto o de borda. (LEIZAOLA CALVO, 1999). Entre los tipos de ganados que se pastorean podemos citar ganado ovino, equino, vacuno, porcino y caprino con una menor entidad. En la actualidad en la zona de Aralar predomina la cabaña ovina pero en las épocas estudiadas en Esnaurreta y Arrubi la cabaña vacuna, atestiguada por los restos óseos recuperados en los yacimientos, era la mayoritaria (AGIRRE GARCÍA et al, en prensa b) Las muestras se agrupan en un único periodo cronológico: Alta Edad Media. Los resultados obtenidos por las dataciones de 14c enmarcan a Esnaurreta entre la segunda mitad del siglo VII y la segunda mitad del X y para Arrubi marcan un amplio espectro cronológico que abarca desde los siglos VI-VII hasta la transición de los siglos IX-X en la más reciente.
El estudio antracológico que aquí presentamos se ha realizado sobre 555 carbones del yacimiento de Esnaurreta y 1483 del yacimiento de Arrubi. Se observa una mayor diversidad en el yacimiento de Arrubi con 11 taxones y un número mínimo de 1 O especies (tejo, arce menor, arce, aliso, avellano, brezos, haya, fresno, leguminosas, roble albar/pedunculado/pubescente/quejigo/melojo, olmo), frente a 8 taxones y a un número mínimo de 8 especies que aparecen en Esnaurreta (arce, aliso, avellano, haya, fresno, espino albar/manzano/peral, roble albar/ pedunculado/pubescente/quejigo/melojo, sauce).
ESNAURRETA
Capa 1 Capa2 Capa3
Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 11 26 27
Tabla 5. Material carpológico localizado entre las muestras antracológicas del yacimiento de Esnaurreta (Aralar).
ARRUBI
Capa 1 Capa 3
Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 4
Quercus sp. Cotiledón 1
Tabla 6 Material carpológico localizado entre las muestras antracológicas del yacimiento de Arrubi (Aralar).
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 141 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
• Acer sp .
• Alnus
D Corylus avellana
D Fagus sylvatica
• Fraxinus sp.
liJ . Pomoideae
• Quercus subg. Quercus
• Salix sp.
Figura 3.Datos antracológicos porcentuales totales del yacimiento de Esnaurreta. n=555
• Acer tipo campestre
O Acersp .
• Alnus
ti) Fagus sylvatica
• Fraxinus sp .
• Ulmus
D OTROS
Figura 4. Datos antracológicos porcentuales totales del yacimiento de Arrubi. n=1483.
En las figuras 3 y 4 podemos observar la madera identificada en los dos yacimientos. En ellas se observa claramente la diferencia entre los yacimientos y la presencia mayoritaria del haya en el yacimiento
- de Esnaurreta y del fresno en el caso de Arrubi.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
En conjunto, los dos taxones mayoritarios son el haya y el fresno. Nos parece poco probable que la madera carbonizada proceda de zonas alejadas. Por ello, la abundancia de madera de Fagus sylvatica sugiere la existencia en las inmediaciones del yací-
142 RUIZ ALONSO, M.
miento de Esnaurreta de extensiones de hayedos, mientras que en Arrubi existe una utilización preferencial de Fraxinus sp. quizá debido al cultivo por parte del ser humano. Potencialmente, como ya hemos comentado anteriormente, Arrubi y Esnaurreta se situarían en un entorno de hayedos calcícolas o éutrofos, bosques potenciales del piso montano, al norte de la divisoria de aguas (ASEGUINOLAZA et al, 1989).
El haya tiene una madera muy apreciada por su textura fina y uniforme, no se astilla por los golpes, muy valorada en ebanistería para realizar útiles diversos, aunque es una madera poco utilizada para la construcción por no resistir cambios de humedad (AIZPURU et al, 1990). Los maderos mayores son muy buscados para el corte y la ebanistería y las calidades inferiores se utilizan para carrocería, marquetería, fabricación de muebles en madera curvada, cepillos, etc. (VVAA, 1998 y RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991). Es una madera dura y proporciona un combustible muy valorado y, al igual que su carbón, son considerados de alta calidad (DE HERRERA, 1513), aunque dura menos que el de roble o encina (ABELLA, 1996). También sus ramas se utilizan para calefacción y carbonización (VVAA, 1998). Sus frutos y sus hojas tiernas son comestibles. Con el líber de la madera se ha elaborado harina en épocas de hambre. Los brotes tiernos primaverales pueden comerse en ensalada (ABELLA, 1996). Antiguamente se han utilizado para hacer tazas y herramientas de carpintería (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991) y Virgilio la recomendaba para el palo de arado (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991).
Los frutos, hayucos, son ricos en aceite, utilizables como combustible para el alumbrado o en cocina (VVAA, 1998 y RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991) y su corteza ha sido utilizada en ocasiones como superficie de escritura (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991).
Muchos estudios indican que durante el Holoceno los hayedos, como formaciones forestales a gran escala, se extendieron tarde en Europa occidental, fundamentalmente a partir del 5000 B.P. (ZAPATA, 2002, CAROZZA et al, 2005, JALUT et al, 1998, MONNA et al, 2004). Esto no indica que no existieran hayas con anterioridad. Diferentes autores defienden que la expansión de Fagus sylvatica se realizaría a partir del sur y sudeste de Europa, penetrando en la Península Ibérica a través de los Pirineos orientales y extendiéndose hacia el sur y el oeste (HUNTLEY Y BIRKS, 1983), C. Peñalba también defiende esta gradación (PEÑALBA 1989 y 1992). Cada vez existen
más dataciones que se encuentran fuera de este esquema y se plantea la existencia de "zonas refugio" a partir de las cuales Fagus sylvatica se extiende con las condiciones adecuadas (IRIARTE 1994, UZQUIANO, 1992, ZAPATA y MEAZA, 1998). Las causas de su expansión responden a una conjunción de efectos naturales y antropógenos (POTT, 1995). La madera de haya se documenta en el País Vasco y su entorno durante el Paleolítico superior final y el Mesolítico. Durante el Neolítico su polen se identifica en Bizkaia (IRIARTE, 1999a) y en el Sistema Ibérico (GIL-GARCÍA y TOMÁS-LAS HERAS, 1995). En el Calcolítico-Edad del Bronce la madera está presente en la sierra de Cameros y en la cueva de Arenaza (UZQUIANO y ZAPATA, 2000). En tomo al 4000 B.P. los hayedos debían formar masas boscosas importantes en algunas zonas de Euskal Herria. No parece que con anterioridad formaran grandes extensiones, pero Fagus sylvatica no estuvo ausente por completo en el paisaje vegetal (ZAPATA, 2002).
El género de los fresnos está integrado por diferentes especies, en la Península Ibérica, se localizan básicamente dos especies autóctonas el fresno común (Fraxinus excelsior) y el fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) o del sur. Desde el punto de vista de la etnobotánica y mitología que existe en tomo al fresno, las referencias recogidas son comunes a las diferentes especies y a los distintos usos y aprovechamientos.
La madera de fresno ha sido muy apreciada desde la antigüedad, al ser resistente y poseer gran elasticidad (UZQUIANO, 2000), además de ligera y dura, al tiempo que fácil de trabajar. Es una madera apta para la carrocería y buena para carretería y tornería. En cestería las tiras de madera de fresno forman cestos muy resistentes (ABELLA, 1996). Las ramas se han utilizado como soporte para entrelazar otros materiales, como estacas para cerraduras y como soporte de las alubias o viñas (ABELLA, 1996). Puede ser doblada al vapor, es fácil de pulir, se utiliza mucho en carpintería para fabricar mangos de herramientas (RIVERA y OBÓN DE CASTRO, 1991), es una buena madera para hacer lanzas y arcos (DE HERRERA, 1513). Se utiliza en carpintería en piezas rectas o curvadas (si bien requiere tratamiento para alargar su vida), (www.fut.es), también se ha utilizado en ebanistería, para construir bastones y garrotas por los pastores (www.sierradebaza.org), tiene grandes cualidades impermeables. El fresno tiene una gran importancia en la economía pastoril. Para la fabricación de los cierres, los pastores aprovechan los materiales que tienen más a mano, por lo que utilizaban avellanos y fresnos en los lugares donde existían. A parte de la utilización que le dan a las ramas para
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR. GIPUZKOA): 143 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
los cierres, es un árbol que debido a su gran fronda y a sus periódicos podados produce gran cantidad de ramas que proporcionan una codiciadora sombra durante la estación estival (LEIZAOLA CALVO, 1976).
La leña y carbón del fresno son combustibles de calidad (AIZPURU et al, 1990). Es una de las mejores leñas y arde incluso verde (ABELLA, 1996). La madera de fresno posee un alto poder calorífico. Quema con una llama larga y duradera. Es una madera fácil de astillar, por estas dos razones es una madera apropiada para quemar (KREUZ, 1992).
El fresno es a su vez una especie forrajera. Cuando se cortaban las ramas de fresno para el ganado, se troceaban y separaban las ramas más gruesas para leña, mientras que las ramas más finas, se aprovechaban para construir cestas y capazos (www.sierradebaza.org). Las hojas de ramón del fresno son muy adecuadas para la alimentación del ganado, por lo que estos árboles suelen descabezarse (AIZPURU et al, 1990), sus abundantes hojas son utilizadas como sobrealimento para los carneros durante la época en que éstos cubren al rebaño (LEIZAOLA CALVO, 1976), se ha utilizado como forraje verde o seco para ovejas, cabras y vacas (ABELLA, 1996). En la Península se plantaba en las regiones cantábricas, en las cercanías de prados y cabañas, con el fin de alimentar al ganado y dar sombra. En años de sequía y escasez de hierba, se secaban sus hojas al sol y se metían en el pajar en lugar de heno (ABELLA, 1996). En el País Vasco este uso esta extendido en las montañas donde pasta el ganado ovino y para ello se cultiva en las majadas (AIZPURU et al, 1990). En Aralar el fresno siempre se sitúa alrededor de cualquier construcción humana, su presencia tiene un sentido económico pero sobre todo es el protector de las casas y bordas, las mantiene sombreadas en verano y en invierno las aleja del rayo, esta es la finalidad principal con la que se plantan cerca de las construcciones. Ignacio Abella (1996) recoge que se dice que su consumo aumenta la leche a las vacas, aunque "le da mal gusto". La utilización de árboles forrajeros ofrece una alimentación más rica en oligoelementos extraídos del subsuelo, que complementa la dieta de forma muy positiva para la salud del ganado. Las ramillas de fresno constituyen un aporte importante en la dieta de los bóvidos y esto se ha constatado en yacimientos de los Alpes (THIEBAULT, 1988). Los resultados antracológicos de ocupaciones calcolíticas de los Alpes reflejan un paisaje vegetal donde el avellano ha cedido a favor del fresno y los robles caducifolios. Thiebault plantea la hipótesis del aprovechamiento del fresno como una especie forrajera asociado a la ganadería de bóvidos (THIEBAULT, 1988).
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
Se asocian las fluctuaciones que registra el fresno y tejo en relación con el tipo de cabaña ganadera que imperaba en cada ocupación (UZQUIANO, 2000).
Debido al uso como alimento para el ganado de las hojas de fresno, es muy propio el desmoche o descabezado de los fresnos con este fin, hábito que les da un aspecto muy característico con la parte superior del tronco engrosada y ramas jóvenes y delgadas, llegando a almacenarse las hojas en establos y pajares, como alimento invernal del ganado. Es común encontrarse con ejemplares de este árbol en las majadas de las sierras de Aralar, Aitzgorri, Zaraya, Ernio, etc (LEIZAOLA CALVO, 1976).
En entrevistas realizadas por Lydia Zapata y Leonor Peña Chocarro a campesinos con el fin de obtener información acerca del aprovechamiento tradicional de los recursos forestales en Bizkaia (ZAPATA y PEÑA-CHOCARRO, 2003), se obtienen diferentes datos sobre el uso del fresno. El forraje arbóreo es el que procede de las hojas y ramas pequeñas de árboles y arbustos. Se suele recurrir a él en momentos de escasez de pasto (si el verano venía seco, cuando nevaba ... ). En Sopuerta el fresno está considerado como el mejor forraje de árbol. En Gordexola, en previsión del mal tiempo, se solía cortar y almacenar en sacos la hoja de roble y fresno para vacas y bueyes. En Zalla, si el verano era seco y no había comida para el ganado, se cortaba y se daba en verde fresno, chopo, roble y encina. También se podía dejar secar pero no era habitual. En Galdames, el fresno se podía aprovechar pero en este municipio era un árbol escaso. (ZAPATA y PEÑA-CHOCARRO, 2003).
Además, las hojas del fresno tienen diferentes usos medicinales, gozando de propiedades diuréticas y antirreumáticas. En infusión se consideran efectivas en artritis y crisis de gota, se han utilizado como laxantes. Su acción parece ser debida a derivados polifenólicos. También la corteza del fresno tenía reputación como tónica y febrífuga, pero no se usa en la actualidad. Una propiedad curiosa es la que atribuye a sus semillas que, bien maduras, secas, reducidas a polvo y tomadas con vino, servirían para adelgazar (www.la-almenara.com). Otros uso del fresno, como es el aprovechamiento de sus hojas y corteza para tratar procesos respiratorios o reumáticos, así como dolores de las articulaciones, han desaparecido en la actualidad dados sus nulos efectos, siendo su referencia meramente anecdótica. (www.sierradebaza.org).
En la mitología germánica el fresno es considerado como el árbol del mundo, que contiene en sí toda la fuerza del universo. En la mitología griega el fresno también desempeñó un importante papel, y apare-
144 RUIZ ALONSO, M.
cía consagrado a Poseidón, dios de los mares y océanos y también de los ríos y lagos. En las tradiciones más actuales, se considera que el fresno es protector de las casas y celebraciones matrimoniales, tradición heredada del relato trascrito de las bodas de Peleo y Tetis. Existe la antigua costumbre de plantarlo junto a las casas rurales, ermitas e iglesias, al considera que aleja el rayo (www.sierradebaza.org). También es un árbol enraizado en la mitología de la vertiente cantábrica del País Vasco, donde las ramas protegen todavía las entradas de las casas en primavera. (AIZPURU et al, 1990). Según la tradición de toda la sierra de Aralar, "aleja" el rayo, las construcciones de la Sierra de Aralar son cabañas situadas en lugares muy expuestos, ladera sin vegetación y elevadas por lo que los fresnos se plantarían cerca de estas ellas pará protegerlas de los rayos (ABELLA, 1996).
El otro tipo de restos carbonizados que encontramos en los yacimientos aquí analizados son los carpológicos. En ambos son escasos y de poca variedad: 64 fr~gmentos de pericarpio de Corylus avellana en el yacimiento de Esnaurreta y 4 restos de pericarpio de· Corylus avellana y un cotiledón Quercus sp. (bellota) en Arrubi.
Los restos de pericarpio de Corylus avellana (avellanas) son unos de los más recuperados en los yacimientos arqueológicos de Europa occidental. Se pueden apuntar diferentes causas para explicar la aparición de avellanas en los yacimientos (ZAPATA, 2002 y ZAPATA, 2000): 1) alta disponibilidad en el medio, distribuyéndose por la mitad septentrional del País Vasco, 2) frecuente carbonización de los frutos de manera intencionada para su almacenamiento, matar insectos, romper las cáscaras, alterar su contenido de aceite, facilitar su molido, etc. y 3) conservación diferencial de los restos por la dureza de su cáscara.
Son frutos muy nutritivos con gran cantidad de grasas, proteínas e hidratos de carbono y se digieren con facilidad. Tienen un gran aporte energético por lo que resultan útiles para momentos en los que el organismo realiza un gran esfuerzo.
Dentro de las muestras del yacimiento de Arrubi, además de la aparición de 4 fragmentos de pericarpio de Corylus avellana se ha identificado un fragmento de cotiledón de Quercus sp. (cotiledón de bellota). Los taxones que proporcionan este fruto no se localizan en el entorno del yacimiento por lo que tienen que haber sido traídos de forma intencional a la cabaña. Los únicos restos antracológicos que hemos identificado de Quercus subgénero Quercus se sitúan en la capa 4, el cotiledón aparece en la capa 3. El uso de la bellota no se tiene que vincular necesariamente a la
alimentación humana, puede utilizarse además como curtientes y como alimento para el ganado. En el caso de Arrubi, al tratarse de una cabaña de pastores podemos relacionar la aparición de un resto de bellota con el alimento para el ganado, sin descartar su consumo por parte de los humanos, o su ubicación en el yacimiento de manera fortuita. Los restos faunísticos localizados se corresponden con bovino doméstico (72%) y ovicaprino (28%), no aparece ningún resto de porcino (sí aparece en Esnaurreta). A pesar de esto, tenemos que tener en cuenta la posible utilización de la bellota en la dieta humana (ZAPATA, 2002). Las bellotas de las diferentes especies de Quercus tienen una variedad de distintos tipos de nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) y de toxinas (taninos y glucósidos) (PEREIRA SIESO, 2002). Son nutritivamente similares a los cereales. Suelen distinguirse entre variedades de bellota amarga y dulce, todos los tipos de bellota son comestibles si los taninos se eliminan o neutralizan (ZAPATA, 2002). Las bellotas más dulces se pueden comer directamente en crudo, asadas o hervidas. Sin embargo aquellas que se caracterizan por una mayor concentración de taninos, y/o tiene un papel protagonista en la dieta habitual se someten a un procesado más complejo. Los taninos pueden ser eliminados mediante una serie de procesos como la lixiviación, tostado, cocido o mezclándolas con pequeñas cantidades de arcilla o ceniza. Después se suelen reducir a harina y se hornean en forma de pan o torta o se cocinan en forma de sopa o puré (MASON 1992, MCCORRISON 1994, CITADO EN ZAPATA, 2002) (PEÑA-CHOCARRO et al, 2000 ZAPATA 2000)
Podemos encontrar bellotas conservadas en los yacimientos por carbonización al entrar en contacto con el fuego, por ejemplo al ser tostadas o secadas (PEÑA-CHOCARRO et al, 2000). Si se comieron crudas, hervidas o en puré, las posibilidades de conservación son mucho menores. El descascarillado previo a su procesamiento parece una práctica habitual que en parte puede explicar la recuperación casi exclusiva de los cotiledones. Los motivos para asar o tostar este fruto puede tener como objetivos el aumentar el periodo de almacenamiento, matar insectos, romper la cáscara, alterar su contenido en aceite, mejorar su sabor o facilitar su molienda, eliminar toxinas, etc. (ZAPATA, 2002).
Los estudios sobre el paisaje vegetal y aprovechamiento se sus recursos por parte del Ser Humano son tremendamente escasos en la zona en la que se sitúan los dos depósitos aquí estudiados. Los trabajos arqueobotánicos sobre la Sierra de Aralar publicados hasta el momento se reducen a los estudios palinoló-
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR. GIPUZKOA): 145 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
gicos de Praalata, Aitxu (IRIARTE, 1997), Unanabi, Napalatza y Txoritegi (IRIARTE, 1999b). Se trata de un proyecto global que incluye el estudio palinológico de 5 de los monumentos megalíticos localizados en la estación megalítica de Ataun-Burunda (IRIARTE, 1999b).
Praalata, Unanabi y Napalatza parecen ser los monumentos más antiguos, encuadrados dentro del Eneolítico en función de su arquitectura, materiales y datos absolutos. En un segundo grupo de depósitos esta Aitxu, enmarcado en la Edad del Bronce. Finalmente la construcción y empleo del túmulo de Txoritegi parece plenamente encuadrable en época medieval. En ocasiones la vida de una estructura tiene un largo período de empleo (IRIARTE, 1999b). La autora señala la homogeneidad taxonómica de los depósitos analizados en este proyecto. Casi todos los taxones del análisis son comunes entre los diferentes depósitos. Merece la pena observar la aparición de diferentes taxones como Fagus sylvatica, presente en todas las muestras estudiadas excepto en Praalata (el yacimiento más antiguo) (IRIARTE, 1999b). Maria José Iriarte desarrolla diferentes conclusiones: 1) Se observan grandes similitudes entre las 5 estructuras analizadas, 2) El paisaje vegetal durante los últimos cuatro milenios sigue pautas similares al medio ambiente actual, con abundante humedad ambiental que permite el desarrollo de un bosque caducifolio y su cortejo herbáceo y arbustivo (IRIARTE, 1999b).
5. CONCLUSIONES
• Las estructuras estudiadas (Esnaurreta y Arrubi) son fondos de cabaña tumulares localizados en la Sierra de Aralar. La cronología de las estructuras se enmarca en época histórica: Alta Edad Media, con dataciones en madera en los dos casos estudiados. Se han conservado diferentes tipos de macrorrestos vegetales carbonizados: un cotiledón de bellota, fragmentos de pericarpio de avellana y, sobre todo, madera. Esto es muy frecuente ya que incluso a simple vista podían observarse carbones en el sedimento entre los clastos y la tierra oscura.
El carbón no procede de hogares o estructuras concretas sino que se encuentra disperso en el sedimento aunque sí se observan piedras rubefactadas y una coloración rojiza en el sedimento pero sin ningún resto de estructuras de combustión. El modo de llegada de los restos botánicos es con toda probabilidad antrópico debido a la utilización que han tenido las zonas excavadas como estructuras relacionadas con la cultura pastoril.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
En el yacimiento de Esnaurreta el taxón más abundante es el haya mientras que en Arrubi es el fresno. Los dos son árboles muy apreciados como combustible. El fresno lo es a su vez como forraje de las cabañas ganaderas, un motivo que puede explicar su importante presencia.
• Los restos carpológicos son escasos y de poca variedad, identificándose únicamente pericarpios de avellana, probablemente utilizadas en la alimentación humana, tanto en Esnaurreta como Arrubi, y un cotiledón Quercus sp. (bellota) en Arrubi
7 BIBLIOGRAFÍA
Abella, I.
1996 La Magia de los árboles. Integral. Barcelona
Agirre, J.; Flores, Mª.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.
2003 Sierra de Aralar (Ataun, Mancomunidad de Enirio-Aralar), Arkeoikuska 03: 132-137.
Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.
2004 Sierra de Aralar (Unión Enirio Aralar), Arkeoikuska 04: 153-159.
Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.
en prensa a El fondo de cabaña pastoril de Oidui (Sierra de Aralar). Kobie.
Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.
en prensa b Los fondos de cabaña pastoriles de Esnaurreta y Arrubi (Sierra de Aralar). Kobie.
Aizpuru, I.; Catalán, P.; Garin, F.
1990 Guía de los árboles y arbustos de Euskal Herria. Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz.
Alturo Monné R.A.
1997 Coscoja [on line].[Acceso 18 abril 2006]. Disponible en www.fut.es
Aseguinolaza, C.; Gómez, D.; Lizaur, X.; Montserrat, G.; Morante, G.; Salaverria, M.R.; Uribe-Echevarria, P.Mª
1989 Vegetación de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz.
146 RUIZ ALONSO, M.
Aseginolaza, C., Gómez, D., Lizaur, X., Montserrat, G., Morante, G., Salaverria, M. R. y Uribe-Echevarria, P.M.
1992 Mapa de Vegetación de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz.
Akeret, O., and Jacomet, S.
1997 Analysis of plant macrofossils in goat/sheep faeces from the Neolithic lake shore settlement of Horgen Scheller - an indication of prehistoric transhumance? Vegetation History and Archaeobotany 6: 235-239.
Austad, l.
1988 Tree Pollarding in Western Norway. In Birks, H.H., Birks, H.J.B., Kaland, P.E., and Moe, D. (eds.), The cultural landscape. Past, present and future, Cambridge University Press, Cambridge, pp. 11-29.
Asouti, E.
2004 Charcoal analysis web [on line]. [Acceso marzo 2006]. Disponible en httm:// www. ucl.ac.uk/-tcrneas/Index.htm
Badal, E.
1999 El potencial pecuario de la vegetación mediterránea: las Cuevas Redil. Saguntum Extra-2: 69-75.
Behre, K.-E., and Jacomet, S.
1991 The ecological interpretation of archaeobotanical data. In van Zeist, W., Wasylikowa, K., and Behre, K.-E. (eds.), Progress in Old World Palaeoethnobotany, A.A. Balkema, Rotterdam, pp. 81-108.
Biblioteca digital de la Universidad de Chile
2006 [on line].[Acceso Abril 2006]. Disponible en mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/ap/ ciencias_ quirnicas_y _farmaceuticas/ apbotfarm2d/evanswc01/18 .html
Blanco, E., Casado, M.A., Costa, M., Escribano, R., García, M., Génova, M., Gómez, A., Gómez, F., Moreno, J.C., Morla, C., Regato, P. y Sainz, H.
1997 Los bosques ibéricos una interpretación geobotánica. Ed. Planeta, Barcelona.
Caro Baroja, Julio
1995 Julio Caro Baroja II. Nosotros los vascos. Lur. Bilbao.
Caro Baroja, Julio
1984 Julio Caro Baroja I. Nosotros los vascos. Lur. Bilbao
Carozza, L, Galop, D., Marembert, F y Monna, F.
2005 Quel statut pour les espaces de montagne durant l'age du Bronce ? Regards criosés sur les appriches société-environnement dans les Pyrénées occidentales. Documents d'Arcéologie méridionales 28 , pp 7-23.
Ceresnet
2005 [on line]. [acceso 20 Marzo 2006]. Disponible en www.ceresnet.com/ceresnet/esp/ taponero/tema 1-2.html -
Chabal, L.
1997 Foréts et sociétés en Languedoc (Néolithique final, Antiquité tardive ). L' anthracologie, méthode et paléoécologie. Éditions de la Maison aes Sciences de l'Homme, París.
Chapman, G. W.
2005 La silvicultura en Irak [ on line] Unasylva - Vol. 2, No. 5 [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.fao.org/docrep/x5346s/x5346s06.htm
Contreras Cortés, F.; Morales Muñiz, A.; Peña Chocarro, L.; Robledo, B.; Rodríguez Ariza, Mª O.; Sanz Bretón J. L.; Trancho, G.
2006 Avance al estudio de los ecofactos del poblado de Peñalosa (baños de la encina, jaen). Una aproximación a la reconstrucción medioambiental [on line] [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.ugr.es/-fccortes/curriculum/anuario92.html
Coscoja
1997 Fagus sylvatica L [on line] [Acceso Abril 2006]. Disponible en www.fut.es/-ralturo/coscoja/arbol/fagaceae/fsyl.htm
De Herrera, A.
1513 Agricultura General. Edición de 1996, Ministerio de Agricultura, Madrid.
Diputación Foral de Bizkaia
2006 [on line] [Acceso Enero 2006]. Disponible en www.bizkaia.net/nekazari tza/za b alguneak/Fitxak/ca_hayedo.htm
Favre, P., and J acomet, S.
1998 Branch wood from the lake shore settlements of Horgen Scheller, Switzerland: Evidence for econornic specialization in the late Neo-
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 147 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
lithic period. Vegetation History and Archaeobotany 7: 167-178.
Fraxigen
2005 [on line] Los fresnos. [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.fraxigen.net/pdfs_and_ docs/brochure_es_txt.html
Garcia Esteban, L.; Guindeo Casasús, A.
1989 Anatomía de las maderas frondosas españolas. AITIM, Madrid.
Gil-García M.J. y Tomás-Las Heras, R.
1995 Evolución de la vegetación a partir del Subboreal en el Sistema Ibérico: Sierra Cebollera (La Rioja). En T. Aleixandre Campos, A. Perez- Gonzalez (eds) 1995, pp 339-346. CSIC. Madrid.
Greig, J.
1984 The palaeoecology of sorne British hay meadow types. In van Zeist, W., and Casparie, W. (eds.), Plants and Ancient Man. Studies in Palaeoethnobotany. 6th Symposium Palaeoethnobotany, A.A. Balkema, Rotterdam, pp. 213-226.
Gutiérrez Cuenca, E
1999 La agricultura en la prehistoria reciente de la región cantábrica: evidencia arqueológica y modelos explicativos Nivel Cero 6-, 7 Pág. 61-84, Santander.
Halstead, P., and Tierney, J.
1998 Leafy Hay: an Ethnoarchaeological Study in NW Greece. Environmental Archaeology 1: 71-80.
Hather, J. G.
2000 The identification of the Northern European woods. A guide far archaeologists and conservators. Archetype Publications, Londres.
Huntley, By Birks, H.J.B.
1983 An Atlas of past and present pallen maps far Europe: 0-13000 yerars ago (BP). Cambridge University Press, Cambridge.
Iriarte Chiapusso, M. J.
1994 El paisaje vegetal de la Prehistoria reciente en el Alto Valle del Ebro, sus estribaciones atlánticas. Datos polínicos. Antropización del paisaje, primeros estadios de la encomia de producción. Deparatamento de Geografía, Prehistoria, Arqueología. Facultad de Filolo-
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
gía, Geografía e Historia, UPV/EHU, Vitoria-Gasteiz. Tesis doctoral inédita.
Iriarte Chiapusso, M. J.
1997 El entorno arqueobotánico de la estación megalítica de Ataun-Burunda (Gipuzkoa) I. Los dólmenes de Praalata y Aitxu (AtaunIdiazabal). Isturitz 7. Pp. 131-143.
Iriarte Chiapusso, M. J.
1999a Estudio palinológico del dolmen La Cabaña 4. Isturitz 10. pp 242-245.
Iriarte Chiapusso, M. J.
1999b El entorno arqueobotánico de la estación megalítica de Ataun-Burunda (Gipuzkoa) II. Los dólmenes de Unanabi y Napalatza (Idiazabal) y el túmulo de Txoritegi (Zerain). Isturitz 10. Pp 247-258.
Jalup, G., Galop, D., Belet, J.M., Aubert, B., Esteban Amat, A., Bouchette, A., Dedoubat, J.J., y Fontugne, M.
1998 Historie des forets du versant nord des Pyrénées au cours des 30000 dernieres années. J. Bot. Soc. bot. Fr. 5. Pp: 73-84
Kreuz, A.
1992 Charcoal from ten early Neolithic settlements in Central Europe and its interpretaion in terms of woodland management and wildwood resources. Bulletin de la Société Botanique de France 139 (Actual. bot. 2/3/4): 383-394.
La Almenara
2006 El fresno base del ecosistema [on line] [acceso 25 Marzo 2006]. Disponible en www.laal menara. c om/agenda/fa una-flora/ 5_fauna_flora/5_fauna-flora_fresno.htm
Leizaola Calvo, Fermín
1971 Aspectos de la vida pastoril y trashumancia en el País Vasco. En I Semana de Antropología Vasca. Ed la Gran enciclopedia vasca. Bilbao.
Leizaola Calvo, Fermín
1976 La ganadería como actividad industrial. Tecnicas pastoriles. En III Semana de Antropología Vasca. Tomo 1. Ed la Gran enciclopedia vasca. Bilbao.
Leizaola Calvo, Fermín
1979 Cultura pastoril. En Euskaldunak: la etnia vasca. Dir. José Miguel de Barandiaran San sebastian: Etor
148 RUIZ ALONSO, M.
Leizaola Calvo, Fermín
1997 El pastoreo en Euskal Herria y su relación con el bosque. Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía nº 14, Comunidades de montaña. Pp 189-202.
Leizaola Calvo, Fermín
1999 Agricultores. El cultivo de la tierra. En Etnografía del pueblo vasco: modos de vida tradicionales. Lasarte-Oria: Ostoa.
López González, G.
2001 Los árboles y arbustos de la Península Ibérica e Islas Baleares. Madrid. Ediciones Mundi-Prensa.
Monna, F., Galop, D., Carozza, L., Tual, M., Beyrie, A., Marembert, F., Chatean, C., Dominik, J., Grousset, F.E.
2004 Science of the Total Enviroronment 327. Pp: 197-214.
Moraza, A.; Moro, l.; Mujika, J.A.
2003 Contribución al estudio de las estructuras tumulares en arqueología: entre la similitud morfológica y la disparidad de funciones .. Veleia 20,243-272. Servicio editorial de la Universidad del País Vasco, Vitoria/Gasteiz.
Orme, B.J., and Coles, J.M.
1985 Prehistoric Woodworking from the Somerset Levels: 2. Species Selection and Prehistoric Woodlands. Somerset Levels Papers 11: 6-14.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
2006 [on line]. [acceso Enero 2006]. Disponible en www.tecnun.es/ Asignaturas/ Ecologia/EspN aturales/Ordesa/Flora.htm
Paterson, R.T.
1993 Use of Trees by livestock. Quercus, Natural Resources Institute.
Peña-Chocarro, L; Zapata Peña, L; Gonzalez Urquijo, J.E.; Ibáñez Estévez, J.J.
2000 Agricultura, alimentación y uso del combustible: aplicación de modelos etnográficos en Arqueobotánica. Sagutum-Plav, extra 3.pp 403-420
Peñalba, M.C.
1989 Dynamique de végétation tardiglaciaire et Holocene de centre-nord de l 'Espagne d'apres l'analyse pollinique. Univ. d' Aix. Marseille III.
Peñalba, M.C.
1992 La vegetación, el clima de los Montes Vascos durante el Pleistoceno superior, el Holoceno segun los análisis polínicos. En A. Cearreta, F.M. Ugarte (eds) The Quatemary in the Western Pyrenean Region, pp.171-182. Universidad del País Vasco, Bilbao.
Pereira Sieso, Juan
2002 Bellotas, el alimento de la edad de oro.[on line]. [acceso 5 Febrero 2006]. Disponible en www.ucm.es
Poder Natural
2006 compendio de la medicina natural y altemativa.[on line]. [acceso 26 Febrero 2006] Disponible en www.podematural.com/ Plantas_20Medicinales/Plantas_H/p_haya.htm
Pott, R.
1995 El desarrollo natural del bosque en el período postglaciar, bajo el influjo del hombre prehistórico y del hombre actual. Texto inédito de la conferencia pronunciada en el campus de Leioa, UPV/EHU(l2-5-1995).
Probico
2006 Montes y bosques Vascos on line]. [acceso 12 Mar 2006]. Disponible enwww.probicosl. com/html/montevasco.htm
Rasmussen, P.
1990 Leaf foddering in the earliest neolithic agriculture. Evidence from Switzerland and Denmark. Acta Archaeologica 60: 71-86.
Rasmussen, P.
1993 Analysis of Goat/Sheep Faeces from Egolzwil 3, Switzerland: Evidence for Branch and Twig Foddering of Livestock in the Neolithic. Journal of Archaeological Science 20: 479-502.
Real Jardin Botánico de Madrid
2006 [on line]. [acceso Abril 2006]. Disponible en www .rj b.csic. es/im presion. ph p ?seccion=visitav&q=4
Revista digital de la Sierra de Baza
2006 El fresno del sur o de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia)[on line]. [acceso Marzo 2006]. Disponible en www.sierradebaza.org
Reynolds, P.J.
1987 Ancient Farming, Shire Publications Ltd, Aylesbury.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 149 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA
Rivas-Martinez, S.
1987 Memoria del mapa de series de vegetación de España. Publicaciones del Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación. Madrid.
Rivera, D.; Obón de Castro, C.
1991 La Guía de INCAFO de las plantas útiles y venenosas de la Península Ibérica y Baleares. INCAFO, S.A .. Madrid.
Sáez, J. A (dir)
1998 Nosotros, los Vascos. Ama lur: geografía física y humana de Euskalherria. Bilbao
Schweingruber, F. H.
1990 Microscopic wood anatomy. WSLFNP. Swirtzerland.
Thiebault, S.
1988 L 'homme et le milieu végétal. Analyse anthracologique de six gisements de pré-Alpes au Tardiglaciaire et au Postglaciaire. Documents d' Archéologie Fran9aise, 15. Maison des Sciences de l'Homme, París.
Thiebault, S.
2001 Anthracoanalyse des établissements néolithiques de la région liguro-proven9ale. Bulletin de la Société Préhistorique Fran9aise 98 (3): 399-409.
Universidad de extremadura
2005 Lecciones Hipertextuales De Botánica. Los Fresnos. [on line] [acceso 5 Febrero 2006]. Disponible en www.unex.es/polen/LHB/colabora/fresnos.htm.
Uzquiano, P.
1992 Recherches anthracologiques dans le secteur pyrénéo-cantabrique (Pays Basque, Cantabria et Asturias): Environnements et rélations homme-milieu au Pléistocene Supérieur et debut de l 'Holocene. Tesis doctoral. Université Montpellier II-Sciences et techniques de Languedoc, Montpellier.
Uzquiano, P.
2000 El aprovechamiento del bosque durante el Tardiglaciar y el Holoceno en la cuenca de Arudy (Pirineos occidentales, Francia). Antracoanálisis de las cuevas de Espalungue y Malarode. Complutum l. Pp 143-156.
Uzquiano, P.
2002 Vegetation and firewood management at Cueva de La Vaquera (Segovia, Spain) bet-
KOBIE (Paleoantropología n.º 27). año 2003/07
ween 6 and 3.7 kyr. BP: anthracological contribution to the landscape archaeology of the Spanish Central Mountains. In Thiébault, S. (ed.), Charcoal Analysis. Methodological Approaches, Palaeoecological Results and Wood Uses. Proceedings of the Second International Meeting of Anthracology (París, 2000). BAR International Series 1063, Archaeopress, Oxford, pp. 109-112.
Uzquiano, P. y Zapata, L.
2000 Vegetación y subsistencia durante la Edad del Bronce en el Cantábrico oriental: La cueva de Arenaza (S. Pedro de Galdames, Bizkaia). En: V. Oliveira Jorge (ed).3º Congreso de Arqueología Peninsular. Actas. Vol IX, pp. 51-63. ADECAP, Porto.
Van Zeist, W.
1991 Economic aspects. In van Zeist, W., Wasylikowa, K., and Behre, K.-E. (eds.), Progress in Old World Palaeoethnobotany, A.A. Balkema, Rotterdam, pp. 109-130.
Vernet, J. L.; Ogereau, P.; Figueiral, l.; Machado, C.; Uzquiano, C.
2001 Guide d'identification des charbons de bois préhistoriques et récents. Sud-Ouest de l'Europe: France, Péninsule Ibérique et Íles Canaries. CNRS Éditions. París.
Vignote, S., Picos, J., y Zamora, R.
2000 Características de las principales maderas utilizadas en Bizkaia: Tecnología y aplicaciones, Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao.
VVAA
1991 Gran enciclopedia. Larousse. Ed Planeta. Barcelona.
VVAA
1996 Salvat universal. Salvat editors S.A. Barcelona.
VVAA
1998 Gran enciclopedia. 15 Lexicultural. Plaza y Janés editores S.A. Barcelona
VVAA
2000 Gran referencia Anaya. Vox. Barcelona.
Wardle, P.
1961 Biological Flora of the British Isles. Fraxinus excelsior. Journal of Ecology 49: 739-751.
150 RUIZ ALONSO, M.
Zapata Peña, L.
2000 La recolección de plantas silvestres en la subsistencia mesolítica y neolítica. Datos arqueobotánicos del País Vasco. Complutum, 11. pp 157-169.
Zapata Peña, L.
2002 Modos de subsistencia en el Cantábrico oriental durante el cuarto milenio B.C. Rubricatum nºl. pp 101-108
Zapata Peña, L.
2002 Origen de la agricultura en el País Vasco y transfonnaciones en el paisaje: análisis de
restos vegetales arqueológicos. Kobie, anejo 4. Diputación Foral de Vizcaya. Bilbao
Zapata, L. y Meaza, G.
1998 Procesos de antropización y cambios en el paisaje vegetal del País Vasco atlántico en la prehistoria reciente: su incidencia en la expansión de hayedos y encinares. Munibe (Ciencias Naturales) 50: pp 21-35.
Zapata, L. y Peña-Chocarro, L.
2003 U so y gestión del bosque en la Euskal Herria atlántica: Aprovechamiento tradicional de los recursos forestales en Encartaciones y Gorbea. Zainak 22, pp 201-215.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07