MANEJO, CONSERVACIÓN YRESTAURACIÓNDE RECURSOS NATURALES EN MÉXICO
Perspectivas desde la investigación científica
por
VICTOR MANUEL. TOLEDO *JAVIER RE\T.S * (AURA ARRIAGA * ALBERTO
111 RQUEZ * ANGELINA MARTÍNEZ \RÍZAR * FELIPE GARCÍA-OLIVA *
.JOSÉ MANUEL MAASS * VÍCTOR.J. JARAMILLO *ALFREDO PÉREZ. JIMENEZ *FOSÉ
SARURHÁN * ENRIQUE: J. JARDEI * EDUARDO SANTANA * SERGIO H. GRAF M. *
ALEJANDRO VELÁZQUEZ * GER\RDO BOCCO ALEJANDRO TORRES * PATRICIA
MORENO-CASASOLA * GUDELLA SALINAS PULIDO * ANA CECILIA IRAAIIESO-
BELLO * ABRAIIAM JUAREZ * (AURA RUEIAS MONJARDÍN * LAURA AMADOR *
HECTOR HUGO CRUZ * ROBERTO MONROY * ZENON GANO-SAN IAN;A * IRENE
I'ISANTY * SAUL SEGLRA * PEDRO ELOY MENDOZA-HERNÁNDEZ * RICARDO
LEON-RICO * JORGE. SOBERON * EFRAÍN [OVAR 1- EDUARDO MARÍNEZ-
ROMERO * LUZ DEL CARMEN RUIZ * ANDREA MARTÍNEZ-BALLESTE * ÓSCAR
DORADO * DULCE M. ARIAS * BEL INDA MALDONADO * ESAC LIANA * ALFONSO
VALIENTE-BANUET * PATRICIA DÁVILA * ALEJANDRO CASAS * MA. 1» 1, CORO
ARIZMENDI *JOSÉ ORTEGA-RAMÍREZ * MARIO GONZALEZ-ESPINOSA * NEPTALI
RAMÍREZ-MARCIAL. * MIGUEL. MARTÍNEZ RAMOS *ALEJANDRO HERNÁNDEZ
YÁÑEZ* ROBERTO ESCALANTE LÓPEZ * JUAN CARLOS CASTRO 11.
(Vordinado1Ps
KFl\ OYAMA
A'
ALICIA CASTILLO
362 ALICIA ( AS]11,10
7 1 ;Qué tanto los usuarios actuales pueden influir en los provectos de investigación (es
decir, sus necesidades , prr) ilenn as y opiniones pueden .ser tomados en cuerna).'
71 O Mucho
77 O Poco
T 1 O Nada
8] ;Qué tipo de utilización se hace actualmente de la información que generan:^.1 O Conceptual ( cien tífica, docencia , en medios masivos de comunicación)xs O Tecnológica (recomendaciones prácticas en diseno (le Aneas Naturales Pro-
tegidas, en actividades productivas , en manejo de recursos nanmales)
9] ;Quién se encarga de la comunicación entre el grupo (le investigación y los usuarios
actuales?Existe un equipo especializado en comunicación (educación ) dentro del
proyectoLo hace un equipo externo al proyecto (especificar tipo de organización):
y O Lo hacen los investigadores directamente
10] ,Qué medios de comunicación utilizan preferentemente para comunicar a losusuarios actuales la información que el grupo genera?
Publicaciones científicasPublicaciones y materiales de divulgación
I^u O Actividades corno cursos y talleres (capacitación)
Ul ros (especificar):
111 ;Desean agregar algo sobre alguna de las cuestiones tratadas en este cuestionario?
;Gracias por su participación!
ÍNDICE
PREFACIO
INTRODUCCIÓN, por KEN OY,AMA y ALICIA CASI 1110
ECOLOGIA, SUSTENTABILIDAD Y MANEJO DE RECURSOS NATURALES: LA INVESTI-
GACIÓN CIENTÍFICA A DEBATE, por VICTOR MANUEL TOLEDO
LA PARTICIPACIÓN SOCIAL EN LA INVESPIGACI ÓN DF PROBLEMAS AMBIENTALES,
porJAVIE R RE:\T:.S RUIZ
LA I'ENINSULA DE BAJA CALIFORNIA: BIODIVERSIDAD, C ONSERVACIÓN Y MANEJO
DE SUS RECURSOS VI GETALES, por LAURA ARRIAGA
CONSERVACIÓN, TRANSFORMACIÓN DEI. PAISAJE Y BIODIVERSIDAD EN El NO-
ROES1E DE MÉXICO, por ALBERTO Bl!RQUEZ y ANGELI,NA MARTÍNEZ YRÍZAR
EL ENFOQUE ECOSISTÉMICO Y SE APLICACIÓN EN PROBLEMAS DE MANEJO Y
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA: El, CASO DE LA SELVA BAJA CADL'CIFOLLA EN
CI IAMI(LA, JALLSCO, por FELIPE GARCÍA-OLIVA, JOSÉ MANUEL MAASS, VÍCTOR
J. JARAMILLO, ANGEI INA MARTINEZ-YRIZAR, ALFREDO PÉRE:Z-jIMENEZ y JOSÉ
S \RUKIEAN,
INVESTIGACIÓN CIEN 1 iFICA Y MANEJO DE LA RESERVA DE (A BIOSFERA SIERRA
DE MANANTLAN, por ENRIQUE J. JARDEI. P., EDUARDO SANTANA C. y SERGIO
H. GRAF M.
INVESTIGACIÓN PARTICIRATIVA Y IVAIUACION DEI. PAISAJE: BASES PARA El.
USO SOSTENIBLE DE 1,V BIODIVERSI DAD EN LA COMUNIDAD INDIGENA DE
NUEVO SAN JUAN PARANGARICUTIRO, MICHOACÁN, porAl EJANDRO VELÁZ-
QUEZ, GERARDO BOCCO, ALEJANDRO TORRES y ALICIA C1AS 1ILI.O
E.I. PAISAJE COSTERO: INVESTIGACIÓN PARA El. MANEJO Y LA CONSERVACIÓN,
por PA I RICIA MORENO-CASASOLA, GCDEI,IA SALINAS PULIDO, ANA CECILIA
"TRAVIESO-BELLO, ABRAIIAM JUAREZ, LAURA RI ELAS MONjARDIN, LAURA
AMADOR, HÉGI'OR I IUGO CRUZ y ROBERTO MONROY
9
43
6.4
111
127
154
179
364
ECOLOGÍA, CONSERVACIÓN, RESTAURACIÓN YMAN.EJO DE LAS ÁREAS NATURA-
LES Y PROTEGIDAS DEL PEDREGAL. DEI. XIII T, por ZENÓN CANO-SANTANA,
IRENE PISAN '1'Y, SAÚI. SEGURA, PEDRO ELOYMENDOZA-IERNÁNDEZ, RICARDO
LEÓN-RICO, JORGE SOBERON, E.FRAÍN'1 OVAR, EDUARDO NLARIINEZ-ROMERO,
LUZ DEI. CARMEN RUIZ Y ANDREA MARTÍNEZ-BALLESTE
ESTRATEGIA INTEGRAL. DE CONSERVACION DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA.SIE-
RRA DE HUAUTLA, MORELOS, porÓS( :AR DORADO, DULCE M. ARIAS, BELINDA
MALDONADO y ESAU LEY VA
DIVERSIDAD BIOLOGICA Y DESARROLLO SUSTENFABIE: EN LA RESERVA DE LA
BIOSFERATEIIUACAN-CUICATLAN, porALFONSO VALIENTE-BANUET, PATRICIA
DÁVILA, ALEJANDRO CASAS, MARÍA DEI. CORO ARIZMENDI y ÍOSÍ: ORTEGA-
RAMÍREZ.
E1. DISTURBIO ANCRÓI'ICO Y L A . CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE BOSQUES
DE LAS MONTAÑAS DEL CENTRO Y NORTE DE CHUPAS, MÉXICO, por MARIO
GONZÁLEZ-ESPINOSA y NFPI'AI.Í RAMÍREZ-MARCIAI.
ASPECTOS ECOLÓGICOS DE LA SELVA HÚMEDA EN LA REGIÓN LACANDONA:
PERSPECTIVAS PARA SE ESTUDIO Y CONSERVACIÓN, por MIGUEL MARTÍNEZ-
RAMOS
EXPERIENCIA DE MANEJO Y NECESIDADES DF. INVESI IGACION EN LA RESERVA
DE LA BIOSFERA EL TRIUNFO, CHIAPAS, por ALEJANDRO HERNÁNDEZ YÁNEZ,
ROBE:RIO ESCALANTE LOPEZ yJUAN CARLOS CASTRO H.
GENERA(M)N, COMUNICACION Y UTILIZACIÓN DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
PARA EI. MANEJO DE LOS ECOSISTEMAS EN MÉXICO, Po? ALICIA (:ASTILLO
ÍNDICE
203
227
248
278
202
326
341
lorwaci ni: gebricla pilladaaldéslipogrdia: uca' btis'kcn'flle 1012.5
iniprevo en pn>gtanms edocmicnS, s.n. de c.cc.di. <hnbacalto núm. (115, local acol. astucias, eP. ((655(1
octubre de 2006
INVESTIGACIÓN PARTICIPA VIVA ]' EVALUACIÓN DEL
PAISAJE: BASES PARA L.I. USO SOSTENIBLE DE LA
BIODIVERSIDAD EN LA COMUNIDAD INDIGENA DE
NUEVO SAN JUAN PARANGARICIJI IRO, MICHOACÁN
ALEJANDRO ATI .AZQUEZ, GERARDO BOCCQ1
AL.EJANDRO TORRES y ALICIA CASTILLO
INTRODUCCIÓN
Con base en la Lasa de deterioro ambiental actual, resulta irrefutable aceptar que la
mayor parte de los recursos naturales se reducirán drásticamente durante las prime-
r as décadas del siglo XXI (Mvers. 1993). Como respuesta a esta situación, los países
desarrollados hicieron una declaración (le alerta durante el informe Bnindtland
(w( FD, 1987). El concepto de área protegida como una estrategia (le conservación
no es suficiente v en términos globales puede incluso ser inoperante (Hansen el al.,
1991; Van Clav. 2001; Lit¡, el al., 2001). A partir ele estos dos hechos se ha favorecido
la labor conjunta del quehacer cienúfico en apoyo a los rnanejadores de recursos,
tanto los usuarios cono los que delinco las políticas de uso, en aras de buscar rá-
pidas y eficientes alternativas de uso sostenible (le los recursos naturales (Eolke,
2003). Entre los marcos (ienúficos propuestos destacan las acciones participativas y
el uso de un enarco geográfico robusto, en sustitución de las iniciativas excluyen Les
de los sectores sociales locales y ele métodos aespaciales (Velázquez el al., 2003a;
Castillo, el al., 2005).
Spellerberg (1996) señaló que para los países desarrollados el uso sostenible de
los recursos naturales representa un aspecto no prioritario (le sus sociedades, mien-
tras que es un asunto primordial para los países del Sur. Esto se sustenta en que los
países del Norte basan su economía en el desarrollo tecnológico, cn contaste con
los países del Sur, para los cuales el óptiuro manejo (le sus recursos naturales lleva
implícita su propia subsistencia (Velázquez v Romera, 1999). Bajo este contexto, la
ecología v la economía han aportado conocimientos básicos sobre el manejo sor
terrible de los recursos naturales (S( haller, 1993; Ikerd, 1993; Faetln, 1993). I.a ve-
locidad a el tipo de conocimiento científico, no obstante, son insuficientes y corno
muestra se observa un creciente deterioro ambiental (Luchvig el al., 1993; Hilboru v
Ludwig, 1993). Ante esto, lit investigación científica ha intentado construir vías más
cortas r puentes que vvrcnlen el trabajo científico y la toma de decisiones (hervir,
lulo dC Gcngrat5n. I S:AAI
Crntro d5- Incevigad úu 5-v L:aaisleura^_ rSlAl
Co.UtNInAt) INDÍGENA DL Nt iAU 5\,N lU. N P.ARVNCÁRICCillto_ MICAIM(A\155
1993). Las disciplinas sociales tales como la antropología (Folke, 2003) y las ciencias
(le la tierra como la geografía (Velázquez el al., 2003a) han resurgido como una
necesidad para catalizar y concretar en acciones conspicuas los resultados (le inves-
tigaciones cncatninadas a la búsqueda de modelos alternos del uso de los recursos
naturales.
Lo anterior cobra mayor importancia en países de gran riqueza biológica, tales
como México (que alberga alrededor de 10% de la biodiversidad mundial). Para
México deben destacarse tres hechos: prinnero, tan sólo el9.1% del territorio nacio-
nal se encuentra dentro (le alguna categoría de protección ((ONANP, 2005 ovww.
conanp.gob.nux>); segundo, la mayoría incluye ecosisteuuas templados, relativa-
mente menos diversos que los tropicales; y tercero, la mayor parte de la riqueza
natural del país (±7:5%) está manejada por actores locales col] sistemas productivos
tradicionales con modelos de apropiación colectiva (Thorns v Betters, 1998; Bray
el al., 2004). Por esto los actores locales representan indi.st infamen te los enemigos
o aliados de la protección biológica dependiendo de las condiciones paructlares y
son fundamentales para preservar los agroecosisternas tradicionales v la diversidad
genética in sikt (Carabias el cal. , 1994).
La experiencia que se describe en este trabajo se ubica en el contexto (le la inves-
tigación participativa v análisis integral del paisaje como 'narcos científicos alternos
para generar modelos de uso sostenible de los recursos naturales cn comunida-
des indígenas. En especial se intenta docunnentar la importancia de un enfoque
espacialmente explícito para desarrollar, impleruenl a5-, verificar v monitorear usos
diversificados y sostenibles de los rectnsos naturales. El trabajo se realizó en estre-
cha colaboración con la Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Parangaricutiro
(CINSJP; ¡agrura 1), en Michoacán durante 199:5-2001 v los detalles no desarrollados
en este capíudo se pueden consultar en <www.inegob.mx/pttblicaciones> las ense-
ñanzas de San Juan.
LA COMUNIDAD INDÍGENA DE NUEVO SAN JUAN PARANCARICUIIRO (CINSIP)
La Comunidad Indígena de Nuevo San Juan Parangari(utiro (CIxSJP), (le la etnia
purépecha, se localiza en el estado de Michoacán, a unos 15 kan al occidente (le la
ciudad de Uruapan, en el extremo suroccidental (le la meseta Tarasca, parte del
Sistema Volcánico Transmexicano (figura L. La localización actual tic la connni-
dad es una consecuencia de la erupción del volcán Paricutn (Segerstronr, 1950;
Willianis, 1950; Rees, 1970; Inbar el al., 1994). Sus habitantes fueron desplazados
por la erupción y dotados de nuevos terrenos forestales así como de una zona tuba-
ni¡ en el municipio del mismo nombre. En la actualidad, la comunidad se compone
por algo más de 1 300 comuneros y sus familias. La población total del municipio de
Nuevo San Juan es del orden de los 15000 habitantes.
Los terrenos de la comunidad se encuentran entre altitudes que van desde los
1 800 msnm hasta los 3000 msnm. Ocupan una superficie de 1911 km2 de terrenos
1 1 5 41
COAIUNIDA) tNDÍGILK:A DI AcrVo SAN II.AN P.ARVNGARU t_ uRO, me lio.AC,ANAAH.V/QI 1/ GKO((.o/A. tORRPS A.C:AsIIIiz) '57
11(a itt 1Mapa de localización de la GINSJP.
Comunidad Indígenade Nuevo San JuanOnr nnanri ilirn
volcánicos recientes , donde 50% de la superficie está cubierta por cenizas del volcán
PariaaLLín ( Bocco el aL , 1998). Las precipitaciones varían dentro del territorio conut-
nal, pero se concentran entre mayo y octubre con un promedio anual de alrededor
de 1200 mm. Las teniperantrrs medias anuales también varían y no superan los
15°C en promedio anual. La cobertura original es de bosques de coníferas, mesó-
filos de montaña v vegetación asociada secundaria . El uso del suelo incluye agricul-
tura de subsistencia (maíz, chile , frijol), ganadería extensiva, huertas de aguacate
durazno, y aprovechamiento de madera v resina en los bosques de pino.
Hasta 1993 , la GINSJP realizaba un manejo forestal que incluía el aprovechamien-
to anual sostenible de alrededor de 100000 ni ' de madera en rollo, generando
un dividendo ele alrededor de medio millón (le dólares por año. Esta situación de
óptimo uso forestal aunado a su estructurada y operativa forma de tonta de decisio-
nes, llevó a considerar a la (INSIP como un modelo exitoso (le aprovechamiento de
bosques en México (Alvarez-I(,aza , 1993).
Durante 1994, cuando se firma el Tratado de Libre Comercio (1 LO entre Méxi-
co, Canadá y Estados Unidos, oct icen cambios importantes en los mercados ele la
madera v derivados. Éstos traen consigo una reducción importante de la demanda
de los productos generados por la comunidad, reduciendo su ingreso anual en un
20%. Dentro de este marco la GINSJP solicita ayuda a diversos centros académicos
para explorar las posibilidades ele diversificar sus actividades productivas. Después
de colaborar con diversas instituciones académicas (e.g., INIF;AP, Colegio de Posgra-
duados, Universidad de Wisconsin) la CINSIP inicia una estrecha colaboración con
la UNW (Instinuo de Ecología y Facultad ele Ciencias). El reto propuesto por la
comunidad consistió en generar las bases conceptuales y operativas para contribuir
a un uso diversificado V sostenible de los productos forestales.
1 \ PROPUESTA DE 1'\\ 1 Stl(:ACIt)N PARTICIPA IDA ENTRE CINSIP-UNAN
El modelo conceptual propuesto a la CINSIP por los autores se inspira en el marco
de la escuela europea ele ecología del paisaje. Este modelo ele aproximación per-
mite evaluar las posibilidades de conciliar el uso y la conservación de los recursos
naturales a través de analizar integralmente la demanda social y la oferta ambien-
tal de cada entidad geográfica diferente (Naveh y Licbernian, 1993). Dado que la
demanda .social por parte de la GINSJP requería productos inmediatos y un modelo
sostenible a largo plazo, el enfoque mencionado se complementó con el concepto
de manejo adaptativo. Este permite re tn)alirnentareontinuamente acciones cíe uso-
monitorco-ailibra(ión-uso(Mangel el al., 1996). Finalmente, se incluyó la dinánica
de trabajo conjunta a través del concepto de investigación participativa, con la fina-
lidad ele asegurar que los productos generados fucrau adoptados c instrtunentados
a largo plazo por cl personal de la (lNSIP independiente mente de los investigadores
(Ludwig el al., 1993; Hilborn N Ludwig, 1993).
Para desarrollar el enfoque descrito se consideró conveniente generar una base
de datos espacialuteute explícita que permitiera incorporar la distensión geográ-
fica al análisis. Asimismo, la (ANSJP podría implementar sistemas automatizados de
observación, análisis y evaluación de sus recursos periódicamente. Para esto se ela-
boró lit] sistema de iniorniación geográfica (sI(;) que operara desde las oficinas de
toma de decisiones de la dirección téutica de la misma (INSIP.
El instrumento que sirvió como marco operativo del trabajo crNsp'-i NAM itic cl
plan de manejo Ibrestal, quc cada 10 años se elabora para ordenar, programar y
dirigir el manejo del bosque y solicitar a la Sernantat la autorización de aprovechar
miento forestal de sus terrenos. Ln este plan de manejo deberían quedar reflejadastodas las ideas del manejo altenrati -o del bosque y la información capturada en
formato digital (espa( ial v tabular) para fines de asistencia en la torta de decisiones
acerca de qué hacer v dónde hacer. Pata tal fin se consideró relevante que la U NAM
tuviera comunicación directa con los mes grupos de tomadores de decisiones consto-nales: el consejo (formado por comuneros con prestigio), el gerente de la empresa
A A tl AZQ1 FZ c; KOCCO / A IoRRI S X ,
(om1tnal (designado por consenso) y la dirección técnica (grupo encargado de los
usos convencionales v alternos del bosque). Los primeras fueron responsables de
trasmitir a la asamblea general comunal las ideas y resultados obtenidos, en tanto
que el gerente general v la dirección técnica fueron los encargados de instrumentar
las recomendacionesgeueradas por el grupo de trabajo CINSp'-UNAN. En última ins-
tancia, la asamblea general decidía si se aceptaba o se rechazaba cada propuesta.
L1 F.fECLCIÓN DE IA I'ROI't ESIA
Los trabajos (término empleado por los comuneras) o estudios dieron inicio con
las tareas ele regionalización de la comunidad en unidades nat u rales relativamente
grandes. Para este proceso se realizó kul osificación espectral de una imagen de sa-
télite (Laudsat TM, con fecha de 1993). Las principales clases espectrales obtenidas
fueron utilizadas congo base paca realizar la estrategia de muestreo (número, loca-
lización e intensidad de unidades de muestreo) para la definición de las unidades
de paisaje La regionalización espectral general. atinada a la interpretación de foto-
grabas aéreas (pancromáticas, escala 1:25000 v 1:50000), permitió la definición de
unidades geomorfológicas (U(.) y clases de coberturas de vegetación preliminares
(Mo(eo el aL, 1998). Estas tic incluyen componentes estables de terreno tales congo
roca, relieve, suelo y pauon hídrico. Adicionalmente. las Cc permiten una regiona-
lización discreta del territorio sobre las cu rles se evalúan los elementos complemen-
tarios del paisaje (Boceo, el al., 1998).
El primer elemento estudiado dentro de las unidades geomorfológicas fue elsuelo. Para esto se recurrió a una evaluación ecológica de 28 perfiles y 150 barrenas
nsle Siebe el aL, 1996). La evaluación ecológica de cada perfil permitió generar
una hase de datos sobre características físicas del suelo, índices de erodabilidad y
uso potencial alternativo. A partir ele esta regionalización preliminar se identifica-
ron ocho unidades permanentes de evaluación y mulnitorco de la diversidad bioló-
gica; esto incluyó a las aves, los mamíferos terrestres y las plantas vasculares. Estos
tres grupos cn su conjunto iucluvem un buen número de especies de alto potencial
de uso alterno (Velázquez v Romero, 1999). Las unidades respondían a fragmentos
con cobertura vegetal distinta v (le diferentes tamañas.
El estudio de las plantas vasculares incluyó tres aspectos: el inventario florístico
completo, la definición de un sistema de clasificación v caracterización jerárquicas
de las comunidades vegetales, y la verificación de las coberturas vegetales asociadas
a cada unidad espectral (serasu Velázquez, 1992). Se realizaron colectas botánicas du-
rante u-es anos continuos en toda la comunidad con la finalidad de cubrir el primer
aspecto (Medina y Guevara, en prensa). Paralelamente se hicieron 135 levantamien-
tos de vegetación para cubrir el segundo v tercer aspectos. En cada levantamiento
se realizó un listado completo de las especies incluidas en cuadrángulos de 650 m'.
Para cada especie y cada estrato se estimó la cobertura dentro del levantamiento.
la selección del sitio del levantamiento v número de éstos paro caracterizar a cada
(IOMI \91}M) IADIGliN.A DI ATtvo S.AA' 11 AN I'.AItVAG:AKIcrIIKO. MmcltovC:AN 159
comunidad vegetal se estableció con base en la heterogeneidad de Cada unidad
geonrorfológica. Los sitios de levantamiento y su información fueron vertidos en
una base de datos que incluía la localización v el tipo de cuidad que se estaba ca-racterizando.
Los inventarios de aves se realizaron a lo largo (le transcctos que iluluveran la
mayor diversidad de los tipos de vegetación. En cada transecto se establecieron
puntos de tonteo de acuerdo con el método propuesto por Ilutto el al.. (1986). En
cada punto se contaron todos los individuos de cada especie de ave avistada o detec-
tada por su vocalización. En esto participó de personal calificado de la Universidad
Michoacana de San Nicolás Hidalgo (Sosa, 1996). Esta labor se realizó en cuatrope-
riodos de 10 días cada uno, distribuidos a lo largo de un año completo. Los comeos
de aves sólo incluían información capturada entre el amanecer v las 10:30 AM. En
total se cuantificaron 250 puntos. Toda la información se vació en una base de datos
dando especial importancia a la especie y al punto de registro de cada individuo.
1.a estrategia para realizar los inventarios de rnarníferos siguió métodos distintos
a los de las aves. Para éstos, se establecieron ocho parcelas diferentes en sitios re-
presentativos de la mayor homogeneidad de cada una de las principales unidades
geomorfológicas previamente definidas. En cada parcela se marcó un cuadrángulo
de una hectárea en donde se marcaron con estacas puntos separados a cada 10 in
uno del otro. En cada punto se colocó una trampa "Shennan" para capurrar mamí-
feros vivos de talla pequeña. A cada 25 metros dentro del cuadrángulo se colocó una
trampa "Tomahawk" para capturar mamíferos vivos de talla mediana. Estas parcelas
de captura permanente se establecieron por tres noches consecutivas en noches de
luna nueva. Esta operación se' repitió durante cuarta periodos de 10 días cada uno
distribuidos a lo largo de un ano completo. A cada uno de los individuos capturados
se les tomaron las medidas somáticas v se identificaron hasta especie en campo. En
aquellos individuos cuyas medidas socráticas externas no permitían su identifica-
ción, se procedió a sacrificarlos para su posterior identificación en gabinete.
Para inventariar los mamíferos de talla mayor se hizo uso de métodos indirectos.
Con este propósito se realizaron transcctos a lo largo de las diversas comunidades
vegetales en donde se cuantificó la presencia/ausencia y abundancia de huellas,
rascaderos carcasas u otros restos de mamíferos encontrados. También se recurrió
a la salida conjunta con cazadores locales quienes aportaron información relevante
sobre diversidad y aspectos ecológicos descriptivos de este grupo de vertebrados.
Toda la información se vació en una base de datos dando especial importancia a la
especie val lugar de registro de cada individuo.
EVAI UA( ION FORESI Al.
Paralelamente se utilizaron las fotografías aéreas ele escala 1:25000 para identificar
unidades forestales homogéneas' (codales) preliminares. Las car acterísticas de tome,
color y patrón permitieron identificar codales y subrodales homogéneos. Estas ca-
lbo \. vEl 't z t EZ G IiOC(0 A. TORRES / ^A (.SI ll.t0
racterísticas espectrales reflejan la fisonomía y estructura de las masas forestales en
general. En ocasiones, se distinguen otros atributos coleo tipo de hoja (micróftlas
ele macrófilas; aciculares de latifoliadas) lo que permite agregar atributos a cada
rodal. Con base en esta rodalización se disenó una estrategia de muestreo que con-
sistió en la cuantificación de 30 variables en sitios (o unidades de muestreo forestal)
en todo el territorio. Los sitios se seleccionaron al azar asegurando que todos los
codales v subrodales estuvieran representados. Cada sitio cubría una superficie de
1000 m En total se cubrieron 4000 sitios y las variables medidas fueron de tres
tipos: forestales (e.g., especies dominantes, diámetros v alturas), del medio físico
(e.^., unidad g( lu morfológica, largo y pendiente de laderas, suelos) y observaciones
generales (cercanía a cansinos, perturbación, entre otras). Los datos ele campo se
vaciaron en una base de claros que permitió identificar 136 codales que incluyen
1 270 subrodales forestales. La información se sometió a un análisis estadístico que
permitió calcular la cantidad de madera disponible en pie por unidad forestal (ro-
dal v subrodal). A partir de esto se evaluó a cada unidad forestal en cuanto a calidad
(le madera disponible. Esta información se vació en urca base de datos tabular que
está ligada a la base ele datos espacial de las unidades forestales. Así se pudo dar
una representación espacial a la información obtenida en los sitios de muestreo
forestal. A partir (le esto se procedió a realizar agrupaciones ele los codales con ca-
racterísticas afines (cantidad v calidad de madera cm pie disponible) v su respectiva
representación espacial. De aquí se derivó el plan ele corta de cada una de las 10
anualidades deseadas.
INT@(;R.-ACION Mi BASES DE D\1 OS
Cada uno (lelos estudios generó una base de datos y localización espacial en for-
mato digital. Para su integración se recurrió a utilizar la unidad de paisaje como el
eje rector cielo que se trasformaría eu unidades de manejo de uso múltiple. Según
este esquetna se utilizó un sistema de infiortnación geográfica (II AVIS), versátil v con
requerimientos de configuración, mantenimiento y operación ele bajo costo. El pri-
mer paso fue digitalizar los límites de las unidades geroinorlilógicas. Anexo a esto
se captuó cada uno (lelos puntos de verificación, los perfiles de suelos, las barre-
nas, los levantamientos de vegetación, los transectos y puntos de couteos ele aves,
v las parcelas de estudio de mamíferos. Adicionalmente se capturaron en formato
digital los rodtles v subrodales con sus respectivos sitios de tonta de datos. Esta base
de datos fue evaluada por ternas independientes en un primer nivel de análisis. El
segundo nivel consistió cm evaluar la representatividad de los esfuerzos de inven-
tarios abióticos (gemoi ología v suelos) y bióticos (vegetación, aves, mauúferos v
recurso forestal). El tercer nivel permitió relacionar las bases de datos con unidades
integrales de paisaje. Para esto se recurrió al concepto de caracterización de unida-
des homogéneas con base en los atributos medidos de cada unidad. Posteriormente
se realizó trabajo cíe campo complementario para cubrir de aranera proporcional
CO}1rNIDAIO INt)Í(aN:A DL NI L\0 SAN It AN PARANGARICCTIRO, 11I(: 110.1(: 1N' 16r
todas las unidades ele paisaje con relación a atributos del medio biótico y abiótico.
H cuarto nivel de análisis permitió identificar una estrategia de uso potencial
de cada unidad paisajística bajo en contexto de un sistema de evaluación de tierras
(Rossiter, 1990). En este nivel se contrastan las demandas y las ofertas (relación cos-
to-beneficio) para pasar al siguiente nivel de análisis de generación de escenarios
de usos diversificados.
IA IM`ESTIGACION PARnCIPATIVA
Dos supuestos fueron ampliautenle discutidos para asegurar la transferencia de la
infbnnación generada durante el desarrollo del proyecto. El primero concibe a los
problemas de la comunidad como los mismos objetivos de los estudios a desarrollar.De esta forma cada actividad a desarrollarse resulta ser apoyada y comprendida
por los diversos sectores sociales involucrados. El segundo supttesto considera a los
comuneros como los únicos manejadores de los recursos a mediano y largo plazos,por lo que se debía asegurar la capacitación de los mismos en todas las actividades.Esto último permitiría una mínima dependencia de los comuneros y una máxima
capacidad de réplica de las actividades de monitorco y evaluación. De acuerdo conesta visión se realizaron todas las actividades que se describen a continuación.
Cada uno de los temas tanto del medio abiótico como del medio biótico, así
corro las tareas de integración y análisis se planearon y realizaron en conjunto concomuneros de la (INSIP. Esta labor de trabajo conjunto respondía a tres objetivos
básicos. El primero consistió en asegurarnos de que las ideas, intereses y conoci-miento no formal de los comuneros quedaran incluidos en las bases de datos. El
segundo fue formar cuadros de comuneros calificados que dieran seguimiento a
las tareas emprendidas. El tercer objetivo consistió en ganarnos la confianza de loscomuneros con la finalidad de poder trasmitir las ideas a las plataformas de toma
de decisiones de la CINSp'. Las labores incluyeron un total de 14 comuneros en los
diversos temas que se desarrollaron. Adicionalmente un total de 40 paraforestales
colaboraron por uu periodo de cuatro meses en la evaluación forestal.Paralelamente a las labores de coinvestigación se realizaron tres talleres con los
sectores de la caNSIP no formalmente productivos el primer taller se centró en re-
capitular las experiencias de los ancianos, v en él se exploraron las perspectivas queeste grupo vislumbra en la CINSJP y sus orígenes. El segundo taller se realizó con ungrupo de mujeres de la misma comunidad. Entre éstas se discutió la diversidad de
actividades alternas que se llevan a cabo o que se pueden realizar dentro del marcode la organización comunal. El último grupo-objetivo, que consistió de niños delmunicipio de San Juan Nuevo, se buscó despertar el interés cíe participar en las ac-
tividades tic conservación, mantenimiento v restauración del bosque.Cada taller incluyó de dos a tres días (le trabajo, la elaboración de material di-
dáctico que pasó a ser parte de la misma comunidad v múltiples entrevistas y filma-
ciones. Todo el material permitió, una vez editado, discutir nuevas intenciones de
1 62 V VE7 ízQtt./. / U. Ii(XCO / A. FORRES / A. cASrttto
comuneros no activos dentro de la organización comunal productiva, y comuneros
con cargos dejefaturas y torna de decisiones. Así surgieron nuevas ideas de peque-
nas empresas que incluyeran a todos los sectores de la comunidad. Un ejemplo hoy
día muy exitoso derivado de estas acciones son las tortillerías. Detalles técnicos v
operativos de cada taller y sus implicaciones se encuentran en Ortiz (1997).
Además de los talleres se realizaron cursos técnicos en ternas como interpreta-
ción de fotografías aéreas, formas del relieve, evaluación ecológica de suelos v su
aptitud para nnanejo, sistemas de información geográfica, evaluación automatiza
da forestal, educación ambiental, análisis de biodiversidad, proyectos productivos
(criaderos de fauna silvestre) y ecoturismo. Los cursos fueron intensivos con una
duración de tres a seis días de tiempo completo y con la participación de uno a
cuatro docentes simultáneamente. Cada curso incluía una parte teórica y una partepráctica dentro de los terrenos de la cINS]P.
Entre los compromisos establecidos entre la cINSIP y la q NAM se contemplaroninformes scinestrales al Consejo Consultivo y un informe anual a la Asamblea Ge-
neral. Adicionalmente, en cada periodo de trabajo, curso o taller se consultaba conel gerente (le la empresa comunal y los encargados ele las direcciones agropecuaria
y forestal para conciliar tiempos, espacios, participantes y otros detalles operativos(e.g., vehículos, material).
ILPSi l: rADOS y ntscusION
México, además de ser considerado mi país nregadiverso, se caracteriza por su altatasa (le deterioro ambiental y deforestación (Masera el al., 1992; Velázquez el al.,2002). Por ende, resulta imprescindible formular marcos conceptuales adecuados
para analizar la relación entre la oferta ambiental (hiótica y abiótica) y la deman-da social en entornos geográficos definidos (Ludwig el aL, 1993). El proceso sedenomina genéricamente ordenamiento del territorio, u ordenamiento ecológi-
co del territorio, y debe ser precedido por una serie de pasos metodológicos para
que el ejercicio final de organización oferta-demanda espacial sea efectivo (Faeth,1993). Estos pasos suelen recibir atención técnica y no científica, lo que explica que
muchas experiencias de uso de recursos naturales planificados no arrojen los resul-
tados esperados (Bocco, 1991). Un elemento fundamental es la definición de uni-dades espaciales homogéneas de relieve y suelos, por un lado, complementadas por
las de vegetación v fauna por otro. En ellas se debe apoyar el proceso de evaluación
de tierras, y caracterizar así la oferta del ambiente en forma estructurada, jerárqui-ca y referenciada geográficamente (Fresco el aL, 1992). El enfoque de ecología delpaisaje permite aproximarse en forma multidisciplinaria a este tipo de investigación
orientada a resolver problemas (Hilborn y Ludwig, 1993; l luggett, 1995). De esta
forma, la unidad geoecológica agrega ordenadamente tuna serie de atributos del
medio físico y del medio biótico, en primera instancia. Esta unidad, además se con-
vierte en la unidad de manejo por lo que el contexto social queda incluido dando
cO11LVIDAn INDÍGENA ut. NIIA0 SAN JUAN PARANGARtc:vt ffa, SttcxoACAN
El RA 2Mapa de unidades geomórficas de la t:INSJP.
Mapa Geomorfológico de laComunidad Indígena de
Nuevo San Juan Parangaricutiro
0 3 km
Conos monogenéticos
Derrames andesiticos
Derrames andesítico - basálticos recientes
Derrame andesitico - basáltico del Paricutín
Laderas de piederonte del Tancitaro
Planicies acumulativas
Valles erosivos
así un resultado integrador (Bocco el aL, 2005). Unidades definidas con otros crite-
rios límites políticos municipales, celdas resultantes de proyecciones geográ-ficas) no responden a esta integración y homogeneidad por lo que dificihnente se
llegan a convertir en la unidad de manejo (Velázquez y Romero, 1999).En la experiencia aquí descrita se identificaron siete unidades geomorfológicas
que sirvieron de marco de regionalización geográfica (figura 2). Estas unidades in-
cluyen suelos con características semejantes a lo interno (le la unidad y diferentes
de las vecinas. Es decir, los procesos edafoecológicos en cada unidad varían y por
ende el manejo de cada unidad debe ser diferente (Bocco el al., 2005).
La vegetación respondió a este tipo de variación espacial. Se describieron nueve
comunidades vegetales en total, tanto aquéllas en procesos de colonización como
aquéllas en regeneración secundaria (cuadro 1). No existe ninguna comunidad
que pueda considerarse prístina, ya que toda la región ha sido sujeta a un uso fo-restal, agrícola o ganadero. No obstante, aún se conserva un alto porcentaje de lafitodiversidad original que se puede estimar por comparación con otras áreas (lehistorias similares (véase Velázquez, 1993). De los inventarios Ilorísticos se detecta-
ron algunas especies de alto potencial de uso (cuadro 2). Entre éstas destaca, por
ejemplo, el té nurite (Satureia macrostema), especie que hoy día y después de diver-
sos estudios poblacionales y de calidad de componentes químicos es el primer taxapor comercializarse extensivamente. La incorporación del té nurite en el mercado
traerá beneficios económicos directos a la CINSIP, por ahora ha generado al menosdos fuentes de empleo permanentes y lleva consigo la conservación de la comuni-dad de bosque de oyamel por ser el hábitat de desarrollo óptimo de esta especie
(Velázquez el aL, 2003b).
16,1 AVr1 W,,01 EZ/(;. I3o000 / A.TORRES / A. CAS111.1.0
Cabe mencionar que de cada inventario tanto de plantas vasculares como devertebrados se identificaron las especies de alto potencial de uso y aquellas prio-
ritarias para planes de conservación (denominadas diagnósticas en este trabajo).
Entre las plantas vasculares se cuenta con un listado de 56 plantas diagnósticas que
se incorporarán en las actividades productivas una vez explorado su potencial deuso (Fregoso,20O0).
El manejo forestal de la con unidad se describe en detalle en otro trabajo (Cortezel al., en preparación). En esencia, se continúa aprovechando un total de 100000 m``
anualmente pero bajo un esquema planificado que no se interponga a las diversas
actividades de uso y conservación ahora establecidas. Además, se cuenta con un
sistema automatizado y espacialmente explícito de selección de subrodales, volúine-
nes, método de corta y hasta una estrategia de transporte que se definen a partir de
la base de datos y el sistema de información geográfico que operan en la Dirección
Técnica de la comunidad. La ejecución del sistema está a cargo del propio personal
de la comunidad y sólo se presta asistencia técnica en aspectos puntuales solicita-
CUADRO 1
1)eudrugrama que muestra la afinidad entre las diversas conumidades vegetales descritas den-no del territorio Ele la clvsp'. Los géneros dominan les de cada comunidad se utilizaron paradar un rionfin identil icador.
Nivel de 0 1 2 3 4 5 6 7división
laso
0 501
(0 4.21
(03o
(0412)
(0397)
(0646)
(e 420 468)
(0.384)
Mies religiosa - Asplenium castaneum
Pinos montezumae - Dryopteris sp
Pinos montezumae - Baccharis heterophylla
Abies religiosa - Galium mexicanum
Pinos montezumae - Cestmm nitidum
Pinos pseodostrobus - Ternstroemia pringlei
Pinos leiophylla - Piptochaetium virescens
Symplocus citrea - Asplenium praemosum
Stevia rhombifolia - Aegopogon cenchroides
Buddleia cordata - Canaria ruscifolia
Gnaphalium - Aegopogon cenchroidessemiamplexicaule
Phlebodiuum araenosum - Elaphoglusum pringlei
Gnaphalium canescens - Gaultheria lancifolia
CUADRO
Nánicro de familias, géneros, especies y especies diagnósticas de plantan vasculares inventaria
dos en la CINSIe.
Comunidad 1 2 3 4 5 6 7 8
Pinos hertwegü 1-3Calamagrostis tolucensls 1-1
Pernettya cillate 1-2 1-1 11-1 I-1
Eryngium sp 11-1 1-1Erigeron galeottü -1
Muhlenbergia quadridentata 1-1
Juniperus monticola 1-2
Castlleja spCerastiom molle 1-1Senecio callosos
Asplenium castaneum
II-2
11-1 1-1Hieraolum sp 11-1 I1
uaccinium confertom 1-2 -1
Quarous miorophylla 11-2 I-1Castillejo anvensis 1-1 II-1 1-1Piptocheetiom fimbratum 111-2
Quereos conspersa 111-4 11-1Elaphoglosom spp. 11-1 III-1 1-2Agrostis tolucencis 1142
Dryopteris sp 1-1 V-1 1-1 1-1 1-1
Abies religiosa V-B 111-1 11-4 V-2 111-3
Asplenium monanthes IV-1 11-1 1-2 11-1 1-1 11-1 1-1Fuchsia microphylla V-1 11-1 Ib1 IV-1 111-1 1-3Galium mexicanum 11-2 1-1 1-1 1-1 111-2 111-1
Quereos launna 11-2 V-2 1-1 III-7 IV-3 IV-2 V-4 1-2Pinos montezumae 1-2 IV-2 IV -6 II-2 IV-5 1-2
Eupatorium glabratum 1-1 V-2 11-3 11-1 1-2 1-1 III-1
S[evia rhombirolia 111-2
Alnus jorullensis II-2 1-1 1- 11-1 1-2 V-3 1-3
Cr~ nitidum 1-2 111-2 1-2Pinos pseudostrobus 1-2 1-2 IV-3 IV-5 V-5 111-5 V-6
Pinos leiophylla 1-3 I-5 1-3 11-3 11-5 1-2 111-4 IV-4
Smilax morenensis 1-1 11-1 11-1 IV-1 1-1 11-1
Didymaea alslnoides 1-3 I-1 111-1 1-1Quereos rugosa 1-2 IV-3 11-4 111-1 IV-4
Plptochaetiom virescens I-3 1-3 11-4 11-3 11-1 IV-3
Baccharis heterophylla 1-1 IV-1 11-1 1-3 IV-2
Ternstroemia pringlei IV-2 IV-2 1-2 1-3
Clethra mexicana 1-1 11-4 11-1 1-3IIllandsie sp 111-4
Symplocos citrea 11-5 1-1
Adiantum andlcola 11-2 I1-1 1-1 1-1
Cleyez integnfolia 11-2 11-4 1-5Asplenium preamorsom 11-2 11-1 1-1
Carpinus caroliniana 111-3 1-3
Cornos dlsclflora 111-3 1-2
Zeugites americana -1 111-1Qreopanax xalapense 11-4 1-2 1-3
Eupatorium areolare 1-3 11-3 1-1Smilax pringlei 1-2 11-3 1-1 11-1Robos sp 11-2 1-4 11-2 1-2Heterotheca inoloides 1-1 111-1 I-1
Phacelia pie bits/pa III-1 I-1Tegetes fillfolia 11-2 1-4
Aegopogon cenchroides 1-2 1-1 1I-5 1-2 1-1 II-2 1-1Stellana sp. -1
Senecio cineranoides 1-2 (-1
Baccharis sp 11-1
Baccharis grandifolia I-1
F'rr1A 1 E: Medina Y G
1 6(i A A _A'Z.Qt t / G. Bosco 1 1 1
ru;CRA 3Número (le familias, géneros, especies y especies diagnósticas de aves v mamíferos terrestres
registrados durante las actividades de inventario en la (ISSJP.
120
100
m 60
ci
-oo
2Z 40
o 60
iE
20
[
n Númerode taza de aves© Número de taxa de mamiteros
Géneros Especies Diagnósticas
dos por la misma. Dentro del contexto nuevo de liso forestal de la comunidad va
no existen subrndales ociosos (término antes usado por los comuneros) ya que la"conservación" se ha convertido en una modalidad de uso. La actividad forestal, no
obstante, sigue siendo la principal fuente de insumos económicos y de ésta depen-
de el futuro (le la organización comunal.Los resultados de los inventarios (le vertebrados (aves v mamíferos) fueron menos
alentadores. Para las aves se observó que una buena parte (le las especies residentesesperadas no se encontraron o se distribuyen en muy bajas densidades (figura 3).
En especial se notó la parcial ausencia de un grupo de aves que normalmente sedetectan en los estratos por abajo del dosel arbóreo (Sosa, 1996). Esta situación se
explica por el continuo manejo forestal que incluye la corta de ramas y el chaponco
(corta de arbustos) para favorecer el rendimiento de los árboles.La comunidad de mamíferos también se encuentra por debajo de los resulta-
dos esperados. A pesar del significativo esfuerzo de captura realizado, se encontró
un empobrecimiento general de especies (Lobato, en preparación). Las presentes,
además, se encuentran en bajas densidades y con ciclos reproductivos alterados (fi-
gura 3). Estasit uación también obedece a (los situaciones (Torres, en preparación).
La primera es el proceso de refannación que se debe (le haber realizado después de
la erupción del volcán Paricutín. Esta parece ser mucho más lenta para este grupo
ya que muchas especies antes registradas en la zona (e.g., puma, conejo de monte)no se detectaron. Otra razón es el continuo manejo forestal que indudablemente
C ON U INDÍGE NA DI NI EVO SAN 11AN PAR NGARIC I TIRO. MI(:I IOAC,IN 167
afecta la estructura, composición y dinámica de las comunidades de vertebrados engeneral.
Las aves y los mamíferos, sin embargo, representan una nueva fuente de insu-
mos para la comunidad. En total se reconocieron 26 y 12 especies diagnósticas de
aves p mamíferos respectivamente. A partir de éstas se están desarrollando diversasactividades productivas como senderos de interpretación para ecoturismo y progra-
mas de reproducción de especies. Además, los estudios conjuntos (tJNSll'-uNAM)
permitieron destacar la importancia del balance ecológico y el papel de algunas
especies cíe vertebrados en la regeneración del bosque. Las funciones de las avescomo dispersoras de semillas y controladores de plagas (e.g., del gusano descor(e-zados v controladores de poblaciones de ardillas) ahora va son comprendidas por
los comuneros. Los mamíferos, por su parte, también contribuyen positiva o nega-tivamente al buen desarrollo del bosque y la perturbación de los mismos trae comoconsecuencia situaciones no deseadas. Dos son los casos más obvios, el coyote (Ca-nos laUarts) y el venado cola blanca (Odncnilcnts virginiaraus). El primero parece ha-berse convertido en una especie nociva depredando gallinas, borregos, aguacates,duraznos y maíz (entre otros productos) drásticamente. Estudios detallados sobre
esta especie nos han permitido replantear su manejo para hacerlo parte de las acti-vidades de uso v conservación de la misma comunidad (Monrov y Velázquez, 2002).Situaciones semejantes se piensan desarrollar para la ardilla (Sdunts aurogaster) y latriza (Zygogeomis meniamí), ambas también consideradas nocivas por los comuneros.La primera ha incrementado sus densidades de población que parece coincidir con
los momentos de generación de semillas. Corro las semillas también son un recursopara los comuneros se observa un conflicto de intereses. La taza, por su parte, pa
rece consumir importan (es cantidades de plántalas de maíz. Esta especie, aparte de
su existencia, es prácticamente desconocida para la ciencia y su alta endemicidadhace muy relevante un estudio de su situación actual.
El venado cola blanca, en contraste con el coyote, es una especie de interés para
los comuneros. Las poblaciones de esta especie han ido en decremento constante
por la cacería furtiva y la constante transformación de los hábitat naturales. Bajo
este esquema se seleccionó al venado cola blanca como una especial bandera para
dar inicio a una serie de proyectos de aprovechamiento alternativo, conservación
de hábitat y refannación. Durante el primer año se dio inicio a la construcción de
tres encierros de aproximadamente una hectárea y media cada uno (Reyna, 1998).
Además se contempló la construcción de un corral de cuarentena v uno (le manejo
de dimensiones mucho más reducidas. Simultáneamente se dio inicio a un criadero
en condiciones de sernicautiverio con hato de cinco individuos (tres hembras y dos
machos), de los cuales sólo un macho y dos hembras eran sexualmente maduros.
Las expectativas planteadas a la comunidad se ilustran en la figura 4. La meta con-
sistía en lograr producir un total de 100 individuos en un periodo de cinco años.
Actualmente se ha alcanzado el número esperado de individuos y la tasa (le repro-
ducción ha superado las expectativas. Lo esperado es asegurar un número de 30
individuos adultos que se destinarían a las actividades de reproducción continua en
}tatos de cinco hembras y dos machos (rotativos durante el periodo de estro de las
168 A A FI AZpr EZ , (, 6O(( O A TORRES 'A CASI ILLO
FIGURA 4
Comparación entre los valores esperados e los obsenactos ele u limero (te venados gire partici-pan en el programa de reproducción de. la (iNSje. Durante los primeros anos lo ts1)( nido ¡ticsuperior a lo observado, mientras que en los últimos años se han rebasado las expectativas.
1994
D Número observado de venadosn Número esperado de venados
1995 1996 1997 1998 1999
hembras), y tres juveniles en cada uno de los encierros. El resto debe dar inicio al
programa de refaunación con la inmediata liberación de hatos de dos heunbras y un
macho en lugares estratégicamente seleccionados (véase Gonzáless el al., 2003, en
<wuvw.ine.gob.mx/publ]eaciones> las enseñanzas de san Juan). Los sitios de libera
ción se determinaron con base en los hábitat mas favorables y en donde las activida-
des de aprovechamiento forestal no expusieran a los venados. 1 lov (lía la capacidad
de los encierros esta rebasada, con algunos problemas de manejo y monitorco dada
la alta densidad de individuos juveniles.
Existen otros subproycctos similares al venado que están por dar inicio operativo
con el respectivo manejo cíe colonias. Entre éstos destacan el de la gallina de monte
(Dendrortyx nzacroiem) y conejo de monte (SVkrilcagas cunicrd¢rzus) Estas actividadesde manejo de fauna silvestre, aunadas a la conservación de sus hábitat naturales,
han producido un impacto importante en el concepto de conservación de la CINSIP
en general. La actitud positiva de los couuulcros hacia la fauna silvestre es tanto en
términos (le conservación como (le usos alternativos generalizada. La propuesta
por asamblea general ha respetado Ana veda total de la fauna silvestre hasta que serealice un programa de aprovecharnienuo bayo en nuevo concepto ele las unidades
de manejo de vida silvestre (l XIAS) de la Semarnat. Finalmente, en esta sección ele
manejo y conservación de especies y espacios se han seleccionado tara y lugares
que sirven como bioindicadores del impacto producido por las diversas actividades
de aprovechamiento. Entre éstos destacan el coyote y la gallina de monte, para los
co)Mt N'InAD INoilaNA DE NI EVO SAN JEAN 1'ARANcARIcr tIRO. MICII(IACAN 169
que se realizan estudios detallados a mediano y largo plazos con la participación de
estudiantes de posgrado (Morir os, y Velázquez, 2002; Chávez, el aL, 1994).
Una (le las actividades alternas más prometedoras v resultantes del estudio parti-
cipativo tire el programa de ecoturismo. La CINSJP mostró un fuerte interés en estaactividad que obliga a conciliar aprovechamiento y conservación simultáneamente.
En la actualidad, la comunidad ha invertido un monto superior a 1500000 pesos
para desarrollar la infraestructura permanente en este nuevo "centro ecoturístico
Pantzingo" donde se llevan a cabo múltiples actividades en torno al uso de los re-
cursos naturales. Las expectativas incluyen el establecimiento de unos 20 empleos
y un ingreso de alrededor de 50000 dólares al afro por concepto de estos servicios
de ecoturismo. Cabe destacar que en este centro de desarrolla un sinnúmero (le
actividades que permiten a las autoridades de la comunidad vender imagen v con-seguir apoyos para nuevos proyectos cono lo fue el reciente establecimiento (le una
empresa embotelladora de agua (tzitzi pura) que hacen que la CINSJP siga siendo
vanguardista en las acciones ele manejo y conservación integral de sus recursos. Hoydía, el programa "verde" la comunidad lo denomina como "Manejo del paisaje yconservación ele la biodiversidad", lo que hace notar que los conceptos utilizados
han sido apropiados por los propios comuneros en su quehacer cotidiano.El plan de manejo es el documento rector (le las actividades productivas de la
INSIP. Por su naturaleza técnica forestal, en éste no se detallan todas las acciones
de diversificación productiva v conservación que se están realizando paralelamentedentro del territorio de la comunidad. Entre otros suhproyectos, por ejemplo, se
han contemplado estudios que contrastan las técnicas de uso tradicional con unida-des geopedológicas. El manejo tradicional de algunas variedades de maíz, cultivos
mixtos chile, calabaza, papa, frijol) y el calendario agrícola parecen ajustarse
a las características propias ele la unidad de paisaje. Es decir, los comuneras reco-nocen además de sus parajes (propiedades) las condiciones propias de cada lugarpara hacer un uso óptimo del suelo en el sentido agroforestal. Técnicamente se
incorporan nuevas ideas tales como cercas vivas, abonos verdes y conservación tra-dicional de suelo y agua, entre otros, aunque existe la intención de proponer antela Asamblea General este tipo de medidas a mediano plazo (Puli(1o y Bocco, 2003;
Sánchez, 2000).El aspecto forestal es quizás el tenla en donde mejor se aplicó el concepto (le
coinvestigación, Na que los encargados de la Dirección'1écnica Forestal (ingeniero
Luis Toraly colaboradores) además de enseñarnos una gran cantidad de conceptos
y técnicas, participaron en muchos de los cursos y talleres impartidos por los auto-
res. Esta situación generó largas mesas de discusión sobre preguntas tales como el
sub o sobreaprovechamiento forestal por parte de la misma (lNSJP. En realidad no
existen índices ele rendimiento local de las especies aprovechadas y esto puede re-
presentar grandes ganancias o pérdidas si no se aprovechan (le acuerdo con un co-
nocimiento validado in .sitio. Al respecto, la (1INSJP aceptó iniciar un estudio a largo
plazo (20 años) definiendo parcelas permanentes (te monitoreo. En estas parcelas
se investiga experimentalmente el desarrollo de una variedad de pino (Pinus pseu-
doslrolnis) bajo diversos regímenes de aprovechamiento (Cortez, en preparación).
17o A. VEIÁZQUEZ / G. lttUCO / A.'TORRES / el (1S11LLo
Este estudio es otro de los bioindicadores que servirán para calibrar el modelo de
aprovechamiento forestal sostenible.Un aspecto lundamental fue la adquisición e inrplementación operativa de un sis-
tema cte información geográfica en la propia corrlunidad. Esto convirtió el plan demanejo en una actividad permanente y por lo tanto en una herramienta poderosa
de análisis que describa el dinamismo de una realidad altamente cambiante. El análi
sis cartográfico automatizado ha permitido generar información importante (le cómo
la comunidad está manejando sus recursos. Por ejemplo, los mapas de una cuencahidrográfica vecina con problemas de erosión y sedimentación, ayudaron a entender
la importancia de contribuir al equilibrio ecológico de zonas adyacentes a la comuni-dad. La mayor parte del ¡hijo subsuperficial que alimenta a los veneros de la cornu-
nidad así como a importantes arroyos se origina en cuencas ocupadas por el Parque
Nacional pico de Tancit ro con serios problemas de manejo. TToy en día, el grupode trabajo de la tNa I, en conjunto con la misma CINSIP, participa en las labores efe
ordenamiento territorial de toda la región ya que está consciente de estar involucrado
en un contexto más allá de los límites políticos de sus terrenos comunales (véase en
ovwsv.inagob.mx/publicaciones> las enseñanzas de san Juarn).En este proyecto se probó una serie de modelos conceptuales que permitieron
capturar y organizar los datos para describir la oferta ambiental en un sistema
computarizado de manejo y análisis espacial. Para ello, se utilizaron tecnologías
integradas de percepción remota, sistemas de información geográfica, evaluación
automatizada de tierras (Rosete, 1998; Rossiter, 1990) y análisis (le biodiversidad y
hábitat (Buc(o el aL, 1991; Velázquez, 1993). Por lo tanto, la inrplementación de
sistemas de informaaón geográfica }' percepción remota como herramientas de au-
tomatización e integración para el manejo sostenible de los recursos naturales y el
ordenamiento territorial de la comunidad ocupa un lugar relevante. Estas técnicas
fortalecen la evaluación v el monitoreo de los recursos naturales y permite vincular
los resultados de la labor científica a modelos verificados en campo. Esto último,
junto con la incidencia en las esferas de torna de decisiones de la CINSIP, represen-
tan las partes medulares del enfoque geoecológico adoptado.
LOS LOGROS
Desde nuestra perspectiva existen cuatro logros importantes. El primero consiste
en la operatividad de un sistema automatizado operado por los propios comuneros,lo que les da un apoyo instrumental a la toma de decisiones para el manejo forestal
(Buceo el al., 1991). Esto hace que la CINSIP sea una de las pocas experiencias de
manejo de recursos naturales en donde la tecnología de punta está siendo utilizada
litera de los espacios académicos para liases de aprovechamiento y conservación
(Boeeo el al., 2001).El segundo logro es el canal de transferencia de conocimiento establecido entre
1 NA M y el CINSIP v otras comunidades. La mejor manera de motivar la participación
COM1 NIDAn INDIGI'XV DF ruEVO SVN TOAS P.ARVN(:;ARICCTIRO, Su d:11QACAN 171
FICL IZA .5
Cotttribucibn (en porcentaje) de cada una de las actividades que se llevan a cabo en la CINSIP.
La diversificación en nuevas actividades es uno de los logros de este proycelo. El aproeerla-
micntu linesutl que distingue a la comunidad, no obstante, prevalece corno la actividad con
mayor contribución ala demanda social.
n Contribución al ingreso actual de la cINSP
o Contribución esperada en el 2001 al ingreso de la cisse
de otras grupos organizados en este tipo de estrategias de manejo es la presentación
de los productos por parte ele la misma CINSIP. Diversas comunidades han mostrado
interés en adoptar algunas de las estrategias de usos alternos del bosque dentro
de sus propios territorios. Así, la CINSp^, además ele realizar un uso diversificado de
sus recursos, también obtiene ingresos por consultorías y capacitación. De hecho,
la CINSIP se ha convertido en un centro de capacitación para proyectos efe manejo
forestal comunitario con apoyo del Banco -Mundial. Esto, en conjunto, los hace
plenos dependientes de un mercado establecido y más innovadores de mercados
emergentes. Para ilustrar esto se comparó la contribución de los recursos utilizados
por la CINSP^ actualmente y la contribución de recursos deseada efe acuerdo con lo
discutido con la gerencia (le la empresa al inicio del proyecto (figura 5).
Para lograr ampliar el abanico de posibilidades se realizan estudios que intentandar un marco económico, ecológico y geográfico alas diversas actividades que se desa-
rrollan en la comunidad (véase Olguin vial- en <wwvv.ine-gob.mx/publicaciones> las
enseñanzas de san Juan). Es decir, incluir los conceptos de valoración ambiental en
términos de bienes v servicios tanto locales corno los de orden mundial (eg., captura
de CO°), v continuar con estudios específicos, tales anuo el del potencial de uso de
hongos comestibles, que se están llevando a cabo acnlahneute.Durante 1998 la CINSIP fue evaluada positivamente para obtener la certificación
de buen manejo forestal. El Consejo Mundial Forestal (Forest Stewardship Couucil)
otorgó dicho reconocimicnlo y por lo unto les productos generados en la misma
1 72 A. VELA/Q( 1 7 / G. Boceo / A. I ORRES / A. CAS'IL.1,0
comunidad son ahora mejor cotizados en el mercado internacional. Entre las ob-servaciones por parte del Forest Stcwardship Council destacaron la diversificación
de actividades productivas y de conservación de suelos, flora y fauna que realiza lacomunidad. Esto compromete a la misma c:INsIP para dar seguimiento a las labores
iniciadas en conjunto y que apenas empiezan a dar resultados.Como último logro se reconoce que la comunidad se distingue nacional e in-
ternacionalmn ente por su manejo forestal (Alvarez-(caza, 1993). El modelo, no obs-
tante, es tan sólo replieable en comunidades que tengan condiciones similares de
organización y aún conserven una proporción importante de sus recursos naturales
(e.g.. Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunitaria, UNOFOC). Es-
tas comunidades ocupan cerca de 4.5% del territorio nacional y podrían represen-
tar una alternativa de aprovechamiento y conservación para México y muchos otros
lugares en Latinoamérica. La lección, no obstante, sugiere que para cada realidad
existe una unidad geográfica y una historia diferentes. Por esto se considera funda-
mental generar modelos locales para soluciones locales. Los marcos conceptuales
científicos, sin embargo, pueden ser utilizados para cualquier situación sin impor-
tar la naturaleza geográfica, ecológica, política y social. La (INSJP, en contraste, ha
disfrutado de múltiples beneficios financieros por su determinada labor política lo
que hace que su estrategia sea funcional siempre y cuando estos incentivos persistan
(Alvarez-Icaza, 1993).
LOS CONFLICTOS
Durante el desarrollo de la investigación antes descrita, tres aspectos resultaron ser
difíciles de conciliar. El primero es referente a los tiempos de ejecución de tareas.
Para la crNS1P existen calendarios y agendas que no siempre son factibles de plani-
ficar. De igual modo, aunque con menos resticciones, existen agendas y tiempos
para la realización de las labores de investigación por parte de las instancias acadé-
micas. Fue dificil articular estas agendas, ya que cada grupo establecía sus propias
prioridades y tiempos para cada actividad. Esto resultó en altos costos de tiempo y
financieros que redujeron la eficiencia de múltiples programas. La planeación de
muchas actividades estaba concatenada v las diversas agendas propiciaban retrasos N
fracasos parciales en la implementación de ciertas actividades. Como consecuencia
se llevaron a acabo múltiples actividades simultáneas (inventarios, criaderos, capa-
citación, análisis, entre otras) que resultaron en mucho desgaste y pocos frutos. La
labor más demandante, pero imprescindible, tire la presencia continua en la comu-
nidad, la cual fue de 10 días por mes durante el desarrollo del proyecto (±4 años)
de al nnenos uno de los autores o alguno de los integrantes directos del proyecto.
Otro prono de divergencia entre la c:INSJP y la UNAN fue la constante demanda
de proyectos productivos a corto plazo en lugar de aquéllos cíe conservación a largo
plazo. Nuestra insistente formulación (le actividades productivas sustentables a lar
go plazo no parecía llenar las demandas de la comunidad durante los dos primeros
(ONU,NIDAD INDIGENA DE NUEVO SAN LUAN PARANGARIC [TIRO, MICiOACAN 173
años. Esto se logró conciliar con la instrumentación simultánea de proyectos pro-ductivos a corto plazo té nurite y venado cola blanca), lo que incrementó el
número de tareas a realizar a un mismo tiempo.La tercera dificultad se presentó entre las demandas de las instituciones acadé-
micas y las labores de investigación de nuestro equipo. Las formas de evaluación del
trabajo de investigación no consideran este tipo de labores como actividades cientí-
ficas. El dilema se centra en que nuestro enfoque tiene una orientación hacia la so-
lución de problemas concretos y, no obedece a dar respuestas a preguntas a»rion de
investigación. En esta experiencia las preguntas fueron decididas en conjunto con
la CINSI1', por lo cual muchas respuestas carecen de valor universal. Esta situación
motivó que las actividades de investigación y docencia realizadas dentro (le¡ marco
del proyecto etNS1P-UNAN frieran un apéndice de las actividades de docencia c inves-
tigación solicitadas por las esferas académicas. En nuestro concepto, la experiencia
aquí descrita sigue un modelo de investigación de vanguardia y se basa en métodos
estrictamente científicos. Los productos, no obstante, no necesariannente se refle-
jan en artículos de circulación internacional sino en los productos que alimentan
de amanera literal (y figurada) a cerca de 15000 habitantes que dependen directa o
indirectamente de la CINS]I'.
LAS PERCEPCIONES
La CINSIP y los acadennicos directamente involucrados en el desarrollo de este es-
tudio fueron, a su vez, investigados para conocer los mecanismos de interacciónexitosos y fallidos durante los años de trabajo. Entre los temas más conspicuos ex-ternados por los actores locales se destacan cuatro aspectos: las raíces indígenas v
el inherente amor a la "tierra" que les fomenta un compromiso y valor agregados
a las actividades por realizar; el liderazgo técnico propio de su comunidad que seve reflejado en la continua capacitación de cuadros cada vez más autosulcientes; el
marco institucional para la toma de decisiones que desde su origen es transparentev colectivo a través de las asambleas; y el papel cíe los académicos en asuntos que .son
de competencia del grupo externo y aquellos que son inherentes a la comunidad.
Desde la visión cíe los académicos resultó notorio que una buena parte de los
logros son producto de la estabilidad institucional de la comunidad como empresaforestal, en donde la interacción tuvo como eje rector la elaboración del plan demanejo forestal 1995-2005; el marco participativo a partir del cual se desprendían
las actividades de investigación orientadas a responder a problemas específicos,lejos de cuestionar su relevancia en las plataformas científicas convencionales; la
formación de cuadros tanto locales como de estudiantes dirigidos a ciar respuestas
específicas bajo marcos de investigación rigurosos; y la constante lucha por el re-conocimiento del trabajo realizado dentro cíe los parámetros de las instituciones
académicas.En síntesis, la agenda (le investigación cubrió cinco aspectos para poder con-
17.1 A. l E1.,1ZQUEZ / O RO( (() 'AI ORRE S, A. CASTILLO
vestir sus resultados en acciones prácticas. Estos son: la agenda de trabajo debe
ser priorizada con base en necesidades mueras; la colaboración se fundamenta en
acuerdos respetados v ejecutados con base en la confianza de ambas partes; cons-
truir reconocimiento institucional para atender demandas específicas como parte
del quehacer académico; definir productos v logros tangibles y útiles a corto y largo
plazos; v crear conciencia sobre el conocimiento logrado y la apropiación del mis-mo por parte de los productores rurales. Todo esto invita a contribuir a una ciencia
de acción en aspectos vinculados al manejo integrado de los recursos naturales
((:astillo el al., 2005).
I.AS PERSPECTIAAS
En conclusión, la (INSI P, comparada a ojo de pájaro con las más o menos 3000 enr-
presas forestales comunitarias de México, representa una excepción únicamente
similar a un grupo de no más de 20 ejemplos para el país. En todos los ejemplos exi-
tosos de empresas comunitarias parece haber un eje rector ligado a una actividad
lucrativa que prevalece por encima de los valores culturales y políticos. Esto parece
aplicarse a una gran gama de productores rurales tales como los cafeticultores, pes-
cadores, forestales entre otros (Velázquez et al., 2003c; Btay y Merino, 2004).
La relación arrapo de productores rurales-grupo académico fue también exitosa
bajo el marco de los beneficios logrados. Entre éstos destacan, para los productores,
aspectos como la diversificación productiva, la profesionalización técnica y el uso
de tecnologías de punta; mientras que para los académicos, la generación de cono-cimiento innovador, la formación de cuadros académicos y la definición de nuevos
paradigmas en el quehacer académico.La peculiaridad de este grupo de trabajo académico radica en tres aspectos el
enloque participativo como marco para la definición del problema científico a re-solver; el marco paisajístico (y por ende multidisciplinario) corno catalizador para
ligar a una entidad territorial natural cada una de las actividades productivas y los
datos que la sustentan; y el compromiso con la comunidad mostrado con el traba-
jo cotidiano durante años de presencia, lo que no se logra desde el escritorio. Elmodelo de uso de recursos de la ciNSIP no dista mucho (le ser considerado como
un ordenamiento comunitario del territorio (oCT). Por el contrario, los esfuerzos
(le OCT deberían incluir plataformas participativas y paisajísticas como base para la
operatividad de las acciones a realizar.
Ac;RADECIMIEN1OS
La investigación que se describe en este docutucrlto es financiada por la UNAM
(DG,vPA, proyectos IN l0-11-96 y IN 10-19-00), CISFWS y la Conmuidad de Nuevo San
COMUNIDAD tNnitwN; DE NI E O SAN JUAN tARANOARICc rI RO- Mtt tOACáN 175
Juan. Agradecemos el apoyo de Nicolás Aguilar, Mil. cíe Lourdes Anguiano N' LuisToral. La determinación taxonómica de plantas fue llevada a cabo por C. Medina,
P. Zaens v F. Guevara, con quien compartirnos múltiples experiencias en campo.
Agradecemos a todos los estudiantes, cuyas tesis están citadas en las referencias de
este trabajo; sin ellos no hubiera sido posible alcanzar los resaltados obtenidos.
Lrr ERArURA CIrADA
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RUE].AS MONJARDÍN, LAURA AMADOR, RECTOR HUGO
CRUZ y ROBERTO MONROYe
INTRODUCCION
El ecosistema se define por sus componentes y por las interacciones entre ellos, locual implica la estructura y el funcionamiento. Hoy en día el hombre es uno de los
componentes de la mayor parte de los ecosistemas del inundo. Es la especie sobre
la Tierra con mayor capacidad de modificar la estructura y el funcionamiento de
los mismos. Durante el siglo XX la tecnología incrementó la transformación delambiente tanto en magnitud corno en velocidad de cambio. Sin embargo hay otras
actividades corno la agricultura que el hombre ha desarrollado desde que se vol-vió sedentario, y que también han alterado el ambiente. La producción rural, queincluye la agricultura, la ganadería, la pesca y la explotación forestal, constituye laprincipal actividad del hombre v la mayor influencia sobre la ecología del planeta:
45% de la población humana trabaja en labores agrícolas, y de ella, 95% habita elTercer Menudo donde entre 60 v 80% son campesinos caracterizados por formas deproducción tradicionales o premodernas (Toledo, 1997).
Las relaciones hombre-ambiente deben tener corno normativa relevante la bús-queda y tnarttenimiento de la integridad de mi ecosistema en que se combine la
naturaleza y la cultura. Este binomio debe ser producto (le la expresión tanto de
una comprensión ecológica como de los lineamientos éticos que buscan las relacio-nes más adecuadas entre el ser humano y la naturaleza (Regier, 1993). Corno este
mismo autor lo expresa, la idea ele integridad del ecosistema está basada en ciertos
conceptos ecológicos combinados con un conjunto de valores humanos. Cada eco-
sistema tiene su propia dinámica expresada en una estructura y funcionamientoque le son característicos. Cuando las presiones producen alteraciones profundas,
el sistema se desintegra. Hoy en día nos enfrentamos a la necesidad de recuperar
la estructura y función de muchos ecosistemas que se han desintegrado por la ex-
plotación que el hombre ha hecho de ellos. Nuestro futuro está intrínsecamente
ligado a la preservación de los sistemas globales que mantienen la vida, así como ala sobrevivencia de todas las formas de vida (UNESCO, 1999).
* Insdmn( de Ecología A.(:
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