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DOCTRINAS CRISTIANAS.
Son verdades o enseñanzas bíblicas que la iglesia cristiana ha aceptado como su
credo. Estas “enseñanzas” (doctrinas) aparecen en el Antiguo Testamento y fueron
confirmadas por Nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles en el Nuevo Testamento.
Son la base o fundamento de la fe cristiana. Las doctrinas cristiana son nuestras
creencias; creencias que vienen desde los apóstoles (Mt. 7: 28; Hch. 2: 42). Estas
creencias de los apóstoles están registradas en el conocido “Credo de los apóstoles”
A. EL CREDO DE LOS APÓSTOLES.
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en Jesucristo,
su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la
Virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato: fue crucificado, muerto y
sepultado: al tercer día resucitó de entre los muertos: subió al cielo, y está sentado
a la diestra de Dios Padre Todopoderoso: Y desde allí vendrá a juzgar a los vivos y
a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de
los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y de la vida
perdurable. Amén.
B. DOCTRINAS DE LA ASOCIACION DE IGLESIAS EVANGELICAS “ADONAI”
Nuestras doctrinas tienen como fundamento Las Sagradas Escrituras, el Credo de
los apóstoles, las doctrinas ortodoxas (La Trinidad, la salvación, etc.) y el
pensamiento Arminiano - Wesleyano, que enfatiza la gracia de Dios al alcance de
todos los hombres y la libertad de éste para aceptarla o rechazarla; así como la
posibilidad de que el creyente pueda experimentar la entera santificación en esta
vida.
Nuestras doctrinas son:
1. Dios Trino.
2. Jesucristo.
3. Espíritu Santo.
4. Las Sagradas Escrituras.
5. El Pecado Original y Personal.
6. La Redención o Expiación.
7. El Libre Albedrío.
8. El Arrepentimiento.
9. La Justificación, la Regeneración y la Adopción.
10. La Santificación Cristiana.
11. La Iglesia.
12. El Bautismo.
13. La Cena del Señor.
14. La Sanidad Divina.
15. La Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo.
16. La Resurrección, el Juicio y el Destino Final.
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C. RAZON PARA ESTUDIARLAS.
El apóstol Pedro dice: “…estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza
que hay en vosotros” (1P. 3: 15). Por lo tanto es nuestra responsabilidad conocer
nuestras doctrinas, saber en qué creemos, enseñarlas a todos los nuevos
creyentes y a todo aquel que quiera conocerlas, como dice el apóstol Pedro.
Empecemos pues con nuestra primera doctrina:
I. LA DOCTRINA DEL DIOS TRINO.
“Creemos en un solo Dios eternalmente existente e infinito, el Soberano del
universo. Que Él sólo es Dios Creador y Administrador, Santo en naturaleza,
atributos y propósito. Que Él como Dios es Trino en su ser esencial, revelado
como Padre, Hijo y Espíritu Santo”
A. LA EXISTENCIA DE DIOS.
Muchos preguntan: ¿De dónde vino Dios? o ¿Quién creó a Dios? Dios no vino
de ningún lugar, Él es “Eterno”; y no ha sido creado, sino que Él es “Creador”. Si
fuera un Ser creado, dejaría de ser Dios.
Creemos que Él existe por fe; y si se quiere razones o evidencias para aceptar
su existencia; podemos decir lo siguiente:
1. Todo hombre tiene la idea de la existencia de un Ser Superior.
Lo tiene como grabado dentro de sí; y afirmamos esto porque se ha
comprobado que el hombre:
a. Busca adorar.
A lo largo de la historia el hombre ha tratado de manifestarle su adoración
a Dios, y esto se ha dado en todas las culturas, tribus o etnias.
Equivocadamente algunos “…cambiaron la verdad de Dios por la mentira,
honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador…” (Ro. 1:
25); los incas por ejemplo adoraron al sol, otros inventaron algún dios
salido de su imaginación. Los atenienses en el tiempo del apóstol Pablo
tenían en medio de los altares de sus dioses, un altar vacío con la
inscripción: “…al Dios no conocido” (Hch. 17: 23b); es decir tenían la idea
de la existencia de un Dios a Quien no podían ver ni tocar.
b. Espera recompensa o castigo.
El hombre común y corriente, aunque no sea creyente cuando actúa bien
tiene paz dentro de sí y espera una recompensa; y si actúa mal, se siente
culpable y merecedor de castigo; ¿Por qué espera ser recompensado o
castigado? y ¿de quién espera ser recompensado o castigado? La
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respuesta es una sola; de Dios; y es que el hombre tiene dentro de sí la
idea de la existencia de un Ser Superior.
2. La naturaleza.
Dice la Biblia:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus
manos” (Sal. 19: 1)
“porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas
por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Ro. 1: 19,
20)
La naturaleza es otra evidencia de la existencia de Dios. Basta mirar a
nuestro alrededor para afirmar que todo lo que existe Alguien lo creó y Ese
Alguien, es Dios; Quien administra y gobierna todo.
De otro manera, no se podría explicar por ejemplo la exactitud del tiempo
(que se da por la rotación de la tierra alrededor del sol); el ambiente
apropiado para vivir (aire, clima, luz del sol, etc.); la vida animal y vegetal; en
fin, son muchas las maravillas que no han podido existir por casualidad; y
sólo nos queda suspirar y decir: “Alguien hizo todo esto” y Ese “Alguien” sin
duda es, Dios.
3. Nuestra constitución física
Job dice:
“El Espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida” (Job.
33: 4)
David dice:
“Tus manos me hicieron y me formaron,…” (Sal. 119: 73)
“Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre”
(Sal. 139: 13)
En realidad al observar nuestro cuerpo y al meditar en todo lo maravilloso de
él; como por ejemplo la ubicación y funcionamiento exacto y complejo a la
vez, de nuestros miembros y órganos; como corazón, riñones, hígado, ojos,
oídos, pies, etc.; sólo podemos exclamar, como lo hizo un buen cristiano: “Yo
existo porque Dios existe”
Es una locura pensar, mucho más creer, que aparecimos de la nada, de la
casualidad, o que somos fruto de una evolución.
4. Nuestra experiencia cristiana.
La Biblia registra casos en los cuales Dios ha limpiado y transformado a
personas que eran malas:
a. María Magdalena:
“Habiendo pues resucitado Jesús por la mañana el primer día de la
semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había
echado siete demonios” (Mr. 16: 9)
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“y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de
enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido
siete demonios” (Lc. 8: 2)
b. Saulo de Tarso:
“Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este
hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén…El Señor le
dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre
en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel,…En
seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo
de Dios. Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste
el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso
vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?” (Hch. 9:
13, 15, 20, 22)
Sin duda la evidencia más clara de la existencia de Dios, es la transformación
de vida que experimenta cada pecador que se arrepiente y cree en Él. Dios
puede cambiar al borracho, al ladrón, al adúltero, etc. Entonces con
seguridad podemos decir: “Dios existe porque me liberó del pecado y cambió
mi vida; me transformó y ahora soy una nueva persona”
Pero, si Dios existe, ¿Cómo es Él? Veamos pues:
B. CÓMO ES DIOS.
Conocer a Dios se le hace difícil al hombre, teniendo en cuenta que Es
sumamente superior a todos nosotros; como dice el profeta Isaías: “Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Is. 55: 9); el rey
David decía: “…su grandeza es inescrutable” (Sal. 145: 3b); y el apóstol Pablo
dice: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!
¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Ro. 11: 33)
Si hasta la actualidad el hombre sigue investigando y descubriendo cosas
nuevas y sorprendentes en las profundidades del mar y en lo infinito del
firmamento; y estos sólo son parte de la creación de Dios. Aun el mismo hombre
no puede conocerse a sí mismo, ni lo que hay en lo infinito de su ser; como lo
afirma el profeta Jeremías: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo
el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”
(Jer. 17: 9, 10) teniendo en cuenta todo esto, entonces ¿Cómo podremos llegar
a conocer a Nuestro Creador? Sin embargo Dios en su grande amor nos ha
dejado algunas formas cómo poder conocerle; por ejemplo a través de:
1. Sus nombres.
En la cultura hebrea se conocía cómo era una persona por el significado de
su nombre. En la Biblia aparecen algunos nombres de Dios, a través de los
cuales podemos conocer cómo es:
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a. EL: significa “DIOS” Lo encontramos por ejemplo en los nombres:
1) Jo-El: “El Señor es Dios”
2) Gamali-El: “Recompensa de Dios”
3) Bezale-El: “La sombra de Dios”
b. ELYON: “Altísimo” o “El Altísimo”; también puede ser EL ELYON, que
sería “Dios Altísimo” o “Dios, El Altísimo”
La primera vez que se menciona éste nombre en la Biblia es en Gn.
14:18-22; además en: Nm. 24:16; Dt. 32:8; Hch. 7: 48.
c. ELOHIM. En hebreo significa “DIOSES”
Este nombre de Dios es mencionado por primera vez en Gn. 1:1: “En el
principio creó Dios (Elohim) los cielos y la tierra…” ELOHIM es el DIOS
CREADOR; expresa la grandeza, potencia, Omnipotencia y todo el poder
de Dios.
Lo encontramos también en la tentación de Eva (Génesis 3:5): “Porque
sabe Dios (Elohim)...” etc., “y seréis como Dios (Elohim)…” Que
literalmente significa: “Seréis Dioses (Elohim)”
ELOHIM es un plural que parece indicar a Las Tres Personas de la Divina
Trinidad. Aparece en “Entonces dijo Dios (Elohim): hagamos” (Gn. 1: 26) y
en “…descendamos, y confundamos…” (Gn. 11: 7)
d. JEHOVÁ O YAHWEH.
Es el nombre con que Dios se llama a sí mismo (Ex. 3: 14; 6: 2, 3) Su
significado es: “Yo Soy, El que existe eternamente por mí mismo”
YAHWEH es llamado el “TETRAGRAMATON SAGRADO”. Puesto que
este nombre en hebreo se escribe con cuatro letras “YHWH”; siendo ésta
la palabra más sagrada de toda la Biblia. Jehová o Yahveh quiere decir
también: “El Señor, Dios de su pueblo”, “Que habita en medio de su
pueblo”
e. EL SHADDAY.
Lo encontramos por primera vez en Génesis 17:1: “…le apareció Jehová y
le dijo: Yo Soy el Dios Todopoderoso; (EL SHADDAY); anda delante de
mí, y se perfecto” Se traduce: “Dios Todopoderoso” o “El Todopoderoso”.
Además se encuentra también en: (Gn. 28: 3; 35:11; 43:14; Ex. 6:3;
Nm.24: 4, 16; Rut. 1: 20, 21; Sal. 68: 14; 91: 1; Is. 13: 6; Ez. 1: 24; Joel. 1:
15 y en Job 31 veces)
f. ADONAI.
Se traduce como “El Señor” o “Mi Señor”. Expresa señorío y autoridad
de un Dueño, Maestro o Esposo, que puede gobernar como él quiere sin
tener que dar cuenta de sus actos.
Fue usado por los hebreos en lugar de Jehová o Yahveh, con el propósito
no usar con frecuencia este nombre sagrado (Is. 6: 1; 1R. 3: 10).
ADONAI, significa que Dios es el Amo o el Dueño de todo y que Israel es
su propiedad exclusiva (Ex. 4: 22; Zac. 2: 8)
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Lo encontramos por primera vez en Gn. 15:2, 8; 18:3. En la LXX y el
Nuevo Testamento, se traduce con la palabra Kuríos, que quiere decir
Señor.
g. JAH.
Era la forma abreviada de Jehová, como leemos por ejemplo en los
Salmos (68: 4; 77: 11; 94: 7)
h. NOMBRES COMPUESTOS.
1) Jehová Jireh: “Jehová es mi Proveedor” (Gn. 22: 8- 14)
2) Jehová Sidkenu: “Jehová es mi Justicia” (Jer. 23: 6; 33: 16)
3) Jehová Shalom: “Jehová es mi Paz” (Jue. 6: 24)
4) Jehová Rah-ah: “Jehová es mi Pastor” (Sal. 23: 1)
5) Jehová Sama: “Jehová está presente” (Ez. 48: 35)
6) Jehová Rafah: “Jehová es mi Sanador” (Ex. 15: 26)
7) Jehová Nisi: “Jehová es mi Estandarte o mi Bandera” (Ex. 17: 15; Sal.
60: 4)
8) Jehová Melek: “Jehová es Rey” (Is. 6: 5)
9) Jehová Sabaoth: “Jehová de los Ejércitos” (1S. 1:3; Sal. 80:4, 7, 14,19;
Is. 9:7; Am. 5:27) En el Nuevo Testamento: Ro. 9:29 y Stg. 5:4.
2. Sus atributos.
El diccionario de la Lengua Española, dice que “atributo” es: “Cada una de
las propiedades de un ser”, y también: “Cada una de las perfecciones
propias de la esencia de Dios, como su omnipotencia, su sabiduría, su amor,
etc.”
Estos atributos son la esencia misma de lo que es Dios y son
interdependientes; por ejemplo su justicia no puede estar separada de su
amor, Él juzga con amor. Además Dios es la fuente de todos sus atributos y
no los ha recibido de nadie. Tampoco debemos pensar que Dios es la suma
de sus atributos, pues Dios es más que la suma de sus atributos.
Estos atributos se clasifican en:
a. Atributos absolutos:
Son aquellas virtudes que manifiestan la esencia misma de Dios, lo que Él
es. La Biblia afirma que Dios es:
1) Espíritu.
Quiere decir que Dios no tiene cuerpo físico, sin embargo es una
persona real y viviente (Jn. 4: 24; Hch. 17: 24, 25)
2) Infinito.
No tiene límite, ni barrera; en espacio, o en tiempo (Sal. 139: 7-12; 1R.
8: 27; Is. 66: 1; Jer. 23: 24)
3) Eterno.
Para Él no hay pasado ni futuro, sólo un eterno presente (Ex. 3: 14; Dt.
33: 27; Sal. 90: 2; 102: 27; Is. 57: 15; 1Ti. 1: 17; Ap. 1: 8; 4: 8)
4) Inmutable.
No cambia ni en esencia, atributos, propósito o conciencia (Sal. 102:
27; Mal. 3: 6; Stg. 1: 17)
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5) Perfecto.
No le falta nada y excluye de Él toda posibilidad de defecto o
imperfección (Mt. 5: 48)
b. Atributos relativos:
Resultan de la relación entre el Creador y su creación. Es decir son
aquellos con los que Dios se relaciona con sus criaturas; ellos son:
1) Omnipotencia.
Él puede hacer todo lo que quiere para bien de sus criaturas (Sal. 33:
8, 9; 62: 11; 115: 3; Is. 46: 10; Ap. 19: 6)
2) Omnipresencia.
Está en todo lugar, donde quiera que estén sus hijos y todas sus
criaturas (139: 7-12; Is. 57: 15; Jer. 23: 23, 24)
3) Omnisciencia.
Quiere decir que Dios tiene pleno conocimiento de todo; aun de lo que
es desconocido y tal vez nunca conocerá el hombre (Sal. 33: 13, 14;
139: 2- 4; Ro.11: 33; He. 4: 13; 1Jn. 3: 20; Ap. 2: 2, 3)
4) Bondad.
Significa que Dios desea el bienestar y la felicidad de toda su creación
(Sal. 23: 1- 6; 136: 1; 145: 9; Lc. 12: 6: Ro. 2: 4)
c. Atributos morales:
Son los atributos con los cuales Dios gobierna su creación. En estos
atributos Dios basa su gobierno. El Creador gobierna en:
1) Santidad.
Santidad de Dios quiere decir que en Su esencia misma, Dios es
pureza y limpieza absoluta (Ex. 15: 11; Lv. 11: 44; Is. 6: 3; 1P. 1: 15,
16)
2) Amor.
Dios es amor en toda su naturaleza (1Jn. 4: 8, 10, 16) este amor lo
mostró al enviar a Su Hijo a morir por nosotros (Jn. 3: 16; Ro. 5: 8)
3) Justicia y Rectitud.
Significa que Dios no se parcializa a favor o en contra de nadie;
siempre mantiene la rectitud y la equidad (Gn. 18: 25; Dt. 32: 4: Sal.
18: 24- 26)
4) Verdad.
Quiere decir que Dios es todo lo contrario a la falsedad y la mentira. Él
es Fiel y cumple todo lo que promete (Sal. 31: 5; 119: 160; Is. 40: 8;
Jn. 14: 6; 1Ts. 5: 24; Ref. Nm. 23: 19)
5) Gracia.
Es el favor que Dios otorga a los humanos para que lleguen a ser sus
hijos. Esta gracia está al alcance de todos (Ef. 2: 8, 9; 1Co. 15: 10)
3. Su Palabra.
Otra manera de conocer a Dios es a través de Su Palabra, ella desde
Génesis hasta el Apocalipsis nos manifiesta cómo es nuestro Dios (Gn. 1: 1;
Jer. 10: 10)
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¿Quieres conocer a Dios?, lee las Escrituras.
4. Su Hijo Jesucristo.
La manera como se manifiesta Dios al hombre en el Nuevo Testamento es
por medio de Su Hijo Jesucristo.
En el Evangelio de Juan dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios… Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre
nosotros…A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito Hijo, que está en el seno
del Padre, Él lo ha dado a conocer” (Jn. 1: 1, 14, 18)
Dios se encarnó y se dio a conocer a través de Su Hijo Jesucristo. Es por eso
que cuando Felipe, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, muéstranos al
Padre…Jesús le dijo:…el que me ha visto a mí, ha visto al Padre…” (Jn. 14:
8, 9)
C. LA UNIDAD Y TRINIDAD DE DIOS.
1. Unidad (Dt. 6: 4)
Quiere decir que hay Un Solo Dios, con existencia propia, Infinito y Eterno.
La unidad también manifiesta el perfecto acuerdo e intimidad que hay entre
Las Tres Personas de la Trinidad. Los hebreos estaban llamados a confesar
continuamente la unidad de Dios en el “Shema”: “Oye Israel: Jehová nuestro
Dios, Jehová Uno Es” (Dt. 6: 4)
2. Trinidad (Mt. 28: 19; 2Co. 13: 14; 1Jn. 5: 7)
Significa que Dios es Uno pero a la vez Es Tres Personas, de una misma
substancia, poder y eternidad. En el Antiguo Testamento esta doctrina se
presenta en forma velada mediante el uso de nombres plurales, tales como:
“Elohim” (Gn. 1: 1; Dt. 6: 4) y el uso plural de algunos verbos, por ejemplo:
“…hagamos…” (Gn. 1: 26); “…descendamos y confundamos…” (Gn. 11: 7)
El Diccionario Ilustrado de la Biblia respecto a la Trinidad dice:
“Aunque la palabra Trinidad no aparece en la Biblia, la “fórmula trinitaria” se
menciona en la Gran Comisión (Mt. 28: 19) y en la bendición de la segunda carta
de Pablo a los corintios (2Co. 13: 14) Dios se reveló como Uno a los israelitas:
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Dt. 6: 4) Esta era una
significativa verdad religiosa por que las naciones que rodeaban Israel habían
caído en la idolatría, y eran muchos los dioses que adoraban (Ro. 1: 18-25). Pero
en el Nuevo Testamento Dios reveló que aunque Es Uno, esa unidad está
compuesta de Tres Personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) que son Uno en
voluntad y propósito, amor y justicia”
Algunos textos que expresan la Unidad y Trinidad de Dios son: Mt.
3:16-17; Mr. 1:10; Lc. 3:22; Hch. 20:27-28; Ro. 8:9; 15:18-19; 2Co.
13:14; Gá. 4:6; Ef. 2:18; 4:4-6; 1P. 1:2; Jud. 20-21.
3. Doctrinas erradas acerca de la Trinidad.
A lo largo de la historia de la iglesia han surgido doctrinas erradas acerca de
la Trinidad; entre ellas tenemos dos que aparecieron en los siglos III y IV d.
C., respectivamente
a. El Arrianismo.
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Deriva su nombre de Arrio, que fue obispo de Alejandría; quien en su afán
de explicar la encarnación del Hijo y su diferencia con el Padre; terminó
diciendo que: “el Verbo fue el primer ser creado, antes que todas las
cosas superior a los ángeles y a los hombres.
El Diccionario de las Religiones dice al respecto:
“El Hijo, segunda Persona de la Trinidad, es Dios, decía Arrio, pero en un sentido
distinto al que defiende la ortodoxia. No es coeterno con el Padre, primera
Persona, sino que fue engendrado por Él y no existía antes de haber sido
engendrado o creado. El Hijo tiene un comienzo pero Dios no. Dios existe antes
de todas las cosas, es causa de ellas y no fue engendrado. Así, pues, tiene que
haber existido antes que todos los seres, aun el Hijo…
Aunque fue condenado por el Concilio de Nicea (325), el arrianismo continuó
propagándose hasta ser nuevamente condenado por el Concilio de
Constantinopla (381)…”
b. El Sabelianismo.
El nombre se debe a su fundador Sabeliano, que enseñaba que Dios es
una sola persona, que se manifestó en el Antiguo Testamento como
Padre, en el Nuevo Testamento como Hijo y a partir del Pentecostés
como el Espíritu Santo.
El Diccionario de las Religiones define el sabelianismo como:
“La doctrina del heresiarca Sabelio, nacido probablemente en Libia, que vivió en
Roma hacia 215. Se dice que sostenía que la Trinidad no es la unión de tres
Personas, sino que forma una sola, una esencia divina única que se manifestaba
bajo tres aspectos sucesivos, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sabelio fue
desterrado, pero su doctrina se mantuvo”
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II. LA DOCTRINA DE JESUCRISTO.
“Creemos en Jesucristo la Segunda Persona de la Divina Trinidad, que Él es
eternalmente Uno con el Padre, que se encarnó por la obra del Espíritu Santo y
que nació de la virgen María, de manera que dos naturalezas enteras y perfectas,
es decir la Deidad y la humanidad, fueron unidas en una Persona, verdadero Dios
y verdadero Hombre; el Dios-Hombre.
Creemos que Jesucristo murió por nuestros pecados, y que verdaderamente se
levantó de la muerte y tomó otra vez su cuerpo, junto con todo lo perteneciente a
la perfección de la naturaleza humana, con el cual ascendió al cielo, y está allí
intercediendo por nosotros”
Recordemos que la Biblia dice que Jesucristo es el “Verbo Encarnado” y nuestra
doctrina dice: “…de manera que dos naturalezas enteras y perfectas, es decir la
Deidad y la humanidad, fueron unidas…” Nuestro Señor Jesús presenta dos
naturalezas; la humana y la divina.
A. NATURALEZA HUMANA DE JESUCRISTO.
Las Sagradas Escrituras dicen que Cristo se encarnó y participó de carne y sangre:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Jn. 1: 14), y “así que, por
cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo...”
(He. 2: 14).
El Verbo, la Segunda Persona de la Trinidad se hizo carne, moró en un cuerpo
humano igual al nuestro. Y la Biblia nos dice que Jesucristo tuvo:
1. Un Nacimiento que fue:
a. Anunciado con anterioridad (Gn. 3: 15; Is. 9: 6)
b. Por obra del Espíritu Santo (Mt. 1: 20; Lc. 1: 35)
c. A través de una virgen (Is. 7: 14; Lc. 1: 27)
d. En Belén (Mi. 5: 2; Lc. 2: 4)
e. En el cumplimiento del tiempo (Gá. 4: 4)
2. Una Familia:
a. José (Lc. 4: 22; Jn. 6: 42)
1) Su padre adoptivo, fue un hombre justo (Mt. 1: 19)
2) Descendía de la familia del rey David (Mt. 1: 20; Lc. 1: 27)
3) Carpintero de oficio (Mt. 13: 55)
4) Aparece en la Biblia hasta cuando Jesús tenía 12 años (Lc. 2: 41- 43)
b. María (Mt. 13: 55)
1) De Nazaret (Lc. 1: 26)
2) Era virgen (Lc. 1: 27)
3) Fue fiel a José (Mt. 2: 13, 14, 19- 21)
4) Seguía sumisa a Jesús (Jn. 2: 5; Ref. Hch. 1: 14)
c. Sus hermanos.
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Ante Dios y ante los hombres no era pecado que María después de dar a luz
a Jesús, haya tenido hijos con José; pues eran esposos ante los ojos de
Dios (Mt. 1: 19, 20)
Además las Escrituras dicen: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo
envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón” (Lc. 2: 7) Primogénito quiere decir “el hijo que nació
primero”, antes que los demás hijos; antes que sus hermanos.
Cuando una familia tenía un solo hijo, a éste se le llamaba “unigénito”, como
fue el caso de Isaac (Gn. 22: 2; He. 11: 17)
La Biblia dice que Jesús fue el Hijo Primogénito de María; dando a entender
que después de su Primogénito tuvo hijos con su esposo José (Mt. 1: 24,
25) Estos son “sus hermanos” o “los hermanos” del Señor que menciona
las Escrituras en: Mateo. 13: 55, 56; y Marcos. 3: 31, 32; 6: 3. Ellos:
1) Fueron: Jacobo (Santiago, que escribió la Epístola que lleva su nombre);
José, judas (escribió la Epístola de Judas); Simón, y hermanas (Mr. 6: 3)
2) No creían en Él (Jn. 7: 5)
3) Creyeron en Él después de su resurrección (Hch. 1: 14)
4) Fueron llenos del Espíritu Santo en el Pentecostés (Hch. 2: 4)
5) El apóstol Pablo los menciona también: (Gá. 1: 19; 1Co. 9: 5)
3. Características Humanas de Jesucristo:
a. Tenía necesidad de:
1) Comer (Mt. 4: 2)
2) Beber (Jn. 4: 7; 19: 28)
3) Descansar (Mt. 8: 24; Jn. 4: 6)
b. Tenía sentimientos humanos.
1) Lloró (Jn. 11: 35)
2) Sintió tristeza y angustia (Mt. 26: 37)
3) Tuvo temor (Mt. 26: 39, 42, 44)
c. Trabajó como carpintero (Mr. 6: 3)
d. Se sujetó a la Ley (Mt. 5: 17; Lc. 2: 21)
e. Fue tentado en todo (He. 2: 18; 4: 15)
Jesucristo al ser engendrado por obra del Espíritu Santo nació sin pecado original;
por lo tanto no tenía inclinación alguna al pecado. También tuvo alma; el mismo
Señor lo dijo: “Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta
hora? Mas para esto he llegado a esta hora” (Jn. 12: 27) y “Entonces Jesús les dijo:
Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo” (Mt. 26:
28) Además afirmó: “Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he
hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham” (Jn. 8: 40)
Por lo cual dejamos claro que, todos los sufrimientos que Jesucristo pasó, lo sintió
y lo soportó como hombre.
El teólogo Wiley al respecto dice lo siguiente en su libro “Introducción a la
Teología”:
“Teniendo a Dios como Padre, el nacimiento de Cristo no fue un nacimiento derivado de
una naturaleza pecaminosa, sino una unión entre la naturaleza humana con la Deidad, que
en el mismo acto la santificó. El pecado es asunto de la persona, y por cuanto Cristo era el
12
Verbo Preexistente o la Palabra, la segunda Persona de la adorable Trinidad, no
solamente se considera libre de pecado, sino libre de la posibilidad de pecado. Cristo
estuvo exento también de todo pecado presente. “El cual no hizo pecado, ni se halló
engaño en su boca” (1P. 2: 22). Su vida terrenal estaba libre de toda falta o de todo
pecado. Como niño fue hijo y obediente (Lc. 2: 51); como joven fue respetuoso y dócil (Lc.
2: 52), y como hombre, “santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho
más sublime que los cielos” (He. 7: 26). El gran misterio consiste en que Cristo, habiendo
tomado nuestra naturaleza, no perdió su identidad; y habiendo sido sin pecado, llevó las
consecuencias de nuestro pecado” (Pg. 219)
B. NATURALEZA DIVINA DE JESUCRISTO.
Jesucristo es la segunda persona de la Divina Trinidad; las Escrituras confirman
esta declaración dándole características que sólo le pertenecen a Dios.
La Biblia afirma que Jesucristo tiene:
1. Atributos de Dios.
a. Eterno (Jn. 1: 15; 8: 58; 17: 5; Col. 1: 15- 17; He. 1: 8; 7: 23, 24)
b. Omnipresente (Mt. 18: 20; 28: 20)
c. Omnisciente (Mt. 9: 4: Jn. 21: 17; Col. 2: 3)
d. Inmutable (He. 13: 8)
e. Todopoderoso (Ap. 1: 8; 15: 3)
2. Nombres y Títulos de Dios.
a. Señor (Mt. 3: 3; Jn. 13: 13, 14; 1Co. 9: 5)
b. Dios (Jn. 1: 1; 20: 28; Ro. 9: 5; Tit. 2: 13; 2P. 1: 1)
c. Padre Eterno (Is. 9: 6)
d. Salvador (Mt. 1: 21)
e. Redentor (Ef. 1:7; Tit. 2:14; Ap. 5:9)
f. El Principio y Fin de la creación (Ap. 3: 14; 22: 13)
g. El Príncipe de los pastores (1P. 5: 4)
h. Gloria de Israel (Lc. 2: 32)
i. Verdadero Dios (1Jn. 5: 20)
j. El Gran Pastor (He. 13: 20; Ref. Sal. 23: 1)
k. Señor de todos (Hch. 10: 36; Ref. Is. 6: 3)
l. Emanuel (Mt. 1: 23, 24)
3. Obras de Dios.
a. La creación (Jn. 1: 3, 10; Col. 1: 16)
b. Preservación y conservación del Universo (Col. 1: 17; He. 1: 3)
c. Perdona pecados (Mr. 2: 5, 7, 10, 11; Lc. 24: 47; Hch. 5: 31)
d. Otorga el don del Espíritu Santo a los creyentes (Lc. 24: 49)
e. Salva (Mt. 1: 21; Hch. 16: 31)
f. Redime (Mr. 10: 45; Ro. 6: 20, 22)
g. Recibe adoración:
Sólo a Dios se le debe adorar. Si Jesús no Es Dios, no debió dejarse adorar;
sin embargo aceptó la adoración (Jn. 9: 38; 11: 32; Ref. Hch. 10: 25, 26; Ap.
19: 9, 10)
13
C. SU OBRA A FAVOR DE LOS HOMBRES.
1. Para Todos sin Excepción por su gracia les ofrece:
a. Oportunidad de salvación (Hch. 16: 31; Ro. 10: 9- 13)
b. Perdón de sus pecados (Hch. 2: 38)
c. Limpieza del pecado (1Jn. 1: 7, 9)
d. Vida nueva (2Co. 5: 17)
e. Vida eterna (Jn. 3: 16)
Si el hombre acepta a Cristo como su Salvador todo esto se hará realidad en su
vida. Sin embargo, la gran mayoría lo rechaza y prefiere vivir y morir en su
pecado; perdiendo la oportunidad que Dios le da a todos los hombres.
2. Para Los Creyentes.
Nos ofrece los siguientes beneficios.
a. Su presencia permanente (Mt. 18: 20; 28: 20b)
b. El bautismo con Espíritu Santo (Mt. 3: 11; Hch. 1: 8; Ref.; Lc. 11: 13)
c. Intercesión permanente (He. 7: 25; Ref.; Lc. 13: 6- 9)
d. Llevarnos con Él (1Ts. 4: 16, 17)
e. Morada eterna (Jn. 14: 1- 3; 12: 26)
14
III. LA DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO.
“Creemos en el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Divina Trinidad que está
siempre presente y eficazmente activo en la iglesia de Cristo y juntamente con
ella, convenciendo al mundo de pecado, regenerando a los que se arrepienten y
creen, santificando a los creyentes y guiando a toda verdad como está en
Jesucristo”
En el Nuevo Testamento encontramos más referencia sobre el Espíritu Santo que en el
Antiguo, donde sólo aparece en tres ocasiones como Espíritu Santo (Sal. 51: 11; Is. 63:
10, 11). Al tratar esta doctrina, hablaremos de la Personalidad, Deidad y obra del
Espíritu Santo.
Aunque en el Antiguo Testamento no lo encontramos como Persona con claridad; sin
embargo en el Nuevo Testamento sí; sobre todo a partir de las promesas de Jesús (Jn.
14: 15ss; Hch. 1: 6ss) y en la fórmula bautismal de Mateo, como la Tercera Persona de
la Trinidad (28: 19). Por lo tanto la iglesia cristiana desde el tiempo de los apóstoles
declara que el Espíritu Santo Es Una Persona Divina.
Veamos entonces la personalidad, la divinidad y obra del Espíritu Santo:
A. LA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO.
Decimos que el Espíritu Santo Es Una Persona porque:
1. Tiene Nombres y Pronombres Personales:
a. Consolador
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho” (Jn. 14: 26)
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me
fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”
(16: 7)
b. El Espíritu de Verdad
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Jn. 16: 13)
c. El: es el pronombre principal que se utiliza para referirse al Espíritu Santo
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo,… él os enseñará todas las cosas, y
os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn. 14: 26)
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de
juicio…Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os hará saber” (16: 8,
14)
2. Tiene características de una Persona:
a. Posee inteligencia (Is. 11: 2)
b. Posee voluntad (1Co. 12: 11)
15
c. Posee conocimiento (1Co. 2: 10, 11)
d. Enseña y hace recordar (Jn. 14: 26)
e. Habla (Hch. 8: 29; 13: 2)
f. Intercede (Ro. 8: 26)
g. Testifica (Jn. 15: 26; Hch. 5: 30- 32)
h. Ordena (Hch. 16: 6, 7)
i. Guía (Jn. 16: 13)
j. Se le puede hacer enojar (Is. 63: 10)
k. Se entristece (Ef. 4: 30)
l. Se le puede intentar mentir (Hch. 5: 3)
m. Se puede hablar mal de Él (Mt. 12: 31)
B. LA DIVINIDAD DEL ESPÍRITU SANTO.
Hemos dicho que el Espíritu Santo es una Persona, porque tiene características de
Persona; pero además decimos que es una Persona Divina, porque tiene:
1. Nombres Divinos.
a. Dios (Hch. 5: 3, 4; 1Co. 3: 16)
b. Señor (1Co. 12: 4- 6; 2Co. 3: 16, 17)
c. Por su unidad con el Padre y el Hijo (Mt. 28: 19; 2Co. 13: 14)
2. Atributos Divinos.
a. Eternidad (He. 9: 14)
b. Omnipotencia (Zac. 4: 6)
c. Omnipresencia (Sal. 139: 7; 2Co. 3: 17)
d. Omnisciencia (Jn. 16: 13)
e. Santidad (Lc. 1: 41)
3. Obras Divinas.
a. La creación (Gn. 1: 2, 3; Job. 33: 4)
b. Inspiró a los santos hombres de Dios (Mt. 10: 20; 1P. 1: 11; 2P. 1: 21)
c. Hecha fuera demonios (Mt. 12: 28)
d. Redarguye de pecado (Jn. 16: 8)
C. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN EL CREYENTE.
1. Nos da testimonio que somos hijos de Dios (Ro. 8: 16)
2. Nos da vida nueva (Jn. 3: 3- 5)
3. Nos guía en la oración (Ro. 8: 26)
4. Nos ayuda a amar a los demás (Ef. 4: 1- 4; Fil. 2: 2- 4; 1Jn. 4: 8)
5. Nos capacita para cumplir la Gran Comisión (Hch. 1: 8; 4: 1- 8)
6. Dirige la iglesia (Hch. 8: 29; 13: 2; 16: 6, 7)
7. Santifica al creyente para irse con el Señor (Hch. 2: 4; 8: 14- 17; 11: 15, 16)
8. Reparte dones espirituales: (1Co. 12: 8- 11; Ref. Ro. 12: 6- 8)
a. Palabra de sabiduría (1Co. 12: 8)
b. Palabra de ciencia (1Co. 12: 8)
c. Fe (1Co. 12: 9)
d. Don de sanidad (1Co. 12: 9)
16
e. Don de milagros (1Co. 12: 10)
f. Don de profecía (1Co. 12: 10)
g. Discernimiento de espíritus (1Co. 12: 10)
h. Diversos géneros de lenguas (1Co. 12: 10)
i. Interpretación de lenguas (1Co. 12: 10)
IGUALDAD ENTRE EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO
ATRIBUTO PADRE HIJO ESPÍRITU SANTO
Eternidad. Sal. 90: 2.
Is. 9: 6.
He. 9: 14.
Omnipotencia. Gn. 17: 1.
Ap. 4: 8. Zac. 4: 6.
Omnipresencia. Sal. 139: 7.
Mt. 18: 20.
2Co. 3: 17.
Omnisciencia. Sal. 139: 4. Mt. 9: 4.
Jn. 14: 26.
Santidad. Is. 6: 3. Hch. 4: 30. Lc. 1: 41.
Verdad. Dt. 32: 4.
Ap. 3: 7. Jn. 14: 17.
OBRAS DIVINAS:
Creación. Gn. 1: 1.
Jn. 1: 3.
Job. 33: 4.
Inspiración. Ex. 4: 10. Lc. 21: 15. Mt. 10: 20.
Salvación. Sal. 27: 1.
Mt. 1: 21.
Jn. 16: 8.
Dan enseñanza. Jer. 33: 3.
Jn. 15: 15.
Lc. 12: 12.
17
IV. LA DOCTRINA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS.
“Creemos en la inspiración plenaria de las Sagradas Escrituras, por los cuales
entendemos los sesenta seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento, dados por
inspiración divina, revelando infaliblemente la voluntad de Dios respecto a
nosotros en todo lo necesario para nuestra salvación, de manera que no se debe
imponer como doctrina (artículo de fe) ninguna enseñanza que no esté en ellas”
A. DEFINICION DE BIBLIA.
El nombre griego de la Biblia es “ta Biblia” que significa “los libros”, luego que este
término pasó al latín en la Edad Media se volvió igual a “Biblia” o “El Libro”.
Los sesenta y seis libros de la Biblia están divididos en dos secciones; el Antiguo y
el Nuevo Testamento. En el tiempo de Cristo y de los apóstoles, lo que hoy
conocemos como Antiguo Testamento, era conocido como “La Ley, los profetas y
los Salmos” (Lc. 24: 44) o “las Escrituras” (2Ti. 3: 15, 16)
Cuando los libros del Nuevo Testamentos fueron aceptados en el canon se conoció
como Antiguo Testamento a los escritos judíos y como Nuevo Testamento los
escritos de los apóstoles y de sus compañeros.
B. LA UNIDAD DE LA BIBLIA.
La Biblia ha sido escrita en un lapso de 15 siglos, desde Moisés hasta el apóstol
Juan y por 40 hombres aproximadamente; entre ellos: Reyes, profetas, pastores,
granjeros, pescadores, cobradores de impuestos, médicos, abogados y maestros.
Algunos escribieron sin conocer lo que habían escrito los otros, algunos sólo
conocían una parte; sin embargo la Biblia mantiene una unidad en cuanto al
tema y propósito; y esto se explica si tenemos en cuenta que: “Los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2P. 1: 21)
C. LAS ESCRITURAS QUE USÓ EL SEÑOR JESUS.
“Las Escrituras” que los judíos usaban en el tiempo de Nuestro Señor Jesús
eran los libros de lo que hoy llamamos Antiguo Testamento, sólo que no estaban
divididos en los cinco grupos como se les divide hoy, es decir: Pentateuco, libros
históricos, libros poéticos, profetas mayores y profetas menores; porque los judíos
lo dividían en tres grupos: “La ley, los profetas y los escritos” o “La Ley de Moisés,
los profetas y los salmos” (Lc. 24: 44)
Nota:
1. Cuando decimos “la ley” nos referimos a la “ley de Moisés” es decir los
primeros cinco libros: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
2. “Los Salmos” eran los libros poéticos, como nosotros los conocemos hoy a:
Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares y que en la
Biblia judía están en un solo libro y el primero es el libro de Salmos.
3. “Los Profetas” se refieren tanto a los profetas mayores y menores.
18
D. NOMBRES DADOS AL ANTIGUO TESTAMENTO.
1. Las Sagradas Escrituras (2Ti. 3: 15)
2. La Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos (Lc. 24: 44)
3. La Palabra de Dios (Mr. 7: 13)
4. La Ley de Dios (Sal. 37: 31)
5. En el Salmo 119 lo encontramos como:
a. Estatutos.
b. Preceptos.
c. Mandamientos.
d. Dichos.
e. Caminos.
f. Palabra.
g. Juicio.
h. Consejo.
i. Derecho.
E. CLASIFICACION DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA.
1. Antiguo Testamento (39 libros)
a. Pentateuco o ley de Moisés (5 libros)
LIBRO AUTOR FECHA RESUMEN
Gn. Moisés. 1490 a. C. La creación y el nacimiento de Israel.
Éx. Moisés. 1490 a. C. Liberación de Israel de la esclavitud.
Lv. Moisés. 1490 a. C. Ley ceremonial.
Nm. Moisés. 1490 a. C. El pueblo de Dios vaga por el desierto.
Dt. Moisés. 1451 a. C. Lectura de la ley antes de entrar a Canaán.
b. Libros históricos (12 libros)
Jos. Josué. 1427 a. C. Conquista y división de la tierra prometida.
Jue. Samuel. 1403 a. C. Salvación de Israel por medio de los jueces.
Rut. Rut. 1060 a. C. Relata sobre el amor y el cuidado de Dios.
1S. Hemán. 1060 a. C. Hist. de Israel en tiempo de David y Saúl.
2S. Hemán. 1060 a. C. Hist. de Israel en tiempo de David y Saúl.
1R. Jeremías. 620 a. C. Hist. política desde Salomón – cautiverio.
2R. Jeremías. 620 a. C. Hist. política desde Salomón – cautiverio.
1Cr. Esdras. 457 a. C. Hist. religiosa que abarca: 1S.; 1R.; 2R.
2Cr. Esdras. 457 a. C. Hist. religiosa que abarca: 1S.; 1R.; 2R.
Esd. Esdras. 443 a. C. Regreso del cautiverio babilónico.
Neh. Nehemías. 444 a. C. Reedificación de las murallas de Jerusalén.
Est. Esdras. 500 a. C. Cuidado de Dios para su pueblo oprimido.
c. Libros poéticos o de sabiduría (5 libros)
LIBRO AUTOR FECHA RESUMEN
Job. Job. No definida Problema del mal y el sufrimiento humano.
Sal. David 1085 a. C. Himnario del Antiguo Testamento.
Pr. Salomón. 1000 a. C. Dichos sabio para la buena conducta.
Ec. Salomón. 977 a. C. Descripción de lo vacío de la vida.
Cnt. Salomón. 1000 a. C. Símbolo del amor divino.
d. Profetas mayores (5 libros)
Is. Isaías. 559 a. C. Prof. de condena y consolación mesiánica.
Jer. Jeremías. 609 a. C. Mensaje contra la inmoralidad de Judá.
Lm. Jeremías. 586 a. C. Lamento por la caída de Jerusalén.
19
Ez. Ezequiel. 588 a. C. Profe. de juicio en cautiverio babilónico.
Dn. Daniel. 534 a. C. Profecías sobre los postreros tiempos.
e. Profetas menores (12 libros)
Os. Oseas. 784-725a. C. Condenación y perdón a Israel.
Jl. Joel. 800 a. C. Prof. de invasión como juicio de Dios.
Am. Amós. 800-787a. C. Edicto de juicio contra las naciones.
Abd. Abdías. 587 a. C. Profetiza la destrucción total de Edom.
Jon. Jonás. 825 a. C. Predicación y arrepentimiento de Nínive.
Mi. Miqueas. 698 a. C. Juicio y promesa de restauración . mesiánica.
Nah. Nahúm. 690 a. C. Profecía sobre la destrucción de Nínive.
Hab. Habacuc. 630- 610 a. C.
Profeta que discutió con Dios y alabó su juicio contra Judá.
Sof. Sofonías. 630-605a. C. Juicio seguido de gran bendición.
Hag. Hageo 620 a. C. Llamado a reedificar el templo.
Zac. Zacarías. 520 a. C. Profecía mesiánica que llama a terminar la construcción del templo.
Mal. Malaquías. 416 a. C. Profecía de destrucción seguida de ben- dición mesiánica.
2. Nuevo Testamento (27 libros)
a. Los Evangelios (4 evangelios)
Mt. Mateo. 68- 72 d. C. Se presenta a Cristo como el cumplimiento de las profecías mesiánicas.
Mr. Marcos. 60- 70 d. C. Se centra en el ministerio de Cristo.
Lc. Lucas. 70- 80 d. C. Contiene la biografía más completa de Cristo.
Jn. Juan. 90-100 d. C. Presenta a Cristo como Hijo de Dios.
b. Libro histórico (1 libro)
Hch. Lucas. 66- 80 d. C. Hist. de la expansión de la iglesia primitiva.
c. Cartas o epístolas paulinas (13 cartas)
Ro. Pablo. 56 d. C. Explicación de la fe cristiana.
1Cr. Pablo 57 d. C. Instrucciones por los problemas internos de la iglesia.
2Cr. Pablo. 57- 58 d. C. Defensa de Pablo y explicación de su apostolado.
Gá. Pablo. 54- 58 d. C. Importancia de la justificación por su fe antes que por sus obras.
Ef. Pablo. 63- 66 d. C.
Explica la posición del creyente en Cristo.
Fil. Pablo. 58- 62 d. C. Relata la fe triunfante de Pablo durante su encarcelamiento.
Col. Pablo. 62- 63 d. C. Consideración de la supremacía de Cristo.
1Ts. 2Ts.
Pablo. 62- 65 d. C. 50- 53 d. C
Instrucciones para la iglesia sobre la venida del Señor.
20
1 Ti. 2 Ti.
Pablo. 63- 67 d. C 62- 68 d. C
Manuales de liderazgo para el joven pastor de Éfeso.
Tito. Pablo. 63- 67 d. C Manual de conducta cristiana para el pastor de Creta
Flm. Pablo. 62- 63 d. C Petición de la unidad cristiana y el perdón del esclavo fugado.
d. Cartas o epístolas generales (8 cartas)
He. No hay se- guridad.
66 d. C. Presentación de Cristo como Sumo sacer- dote.
Stg. Santiago. 42- 65 d. C Instrucciones prácticas.
1 P. Pedro. 60- 68 d. C Consuelo y ánimo a los cristianos que su- fren.
2 P. Pedro. 66- 68 d. C Advertencia contra los falsos maestros.
1 Jn. Juan. 90-100 d. C Resalta la humanidad de Cristo.
2 Jn. Juan. 90-100 d. C Carta de aliento y aprobación.
3 Jn. Juan. 90-100 d. C Nota personal de aprecio para Gayo.
Jud. Judas. 60- 62 d. C Advertencia contra los falsos maestros.
e. Libro profético (1 libro)
Ap. Juan. 98- 100 d. C. Profecía de aliento sobre los días finales y el tiempo definitivo de Dios.
F. COMO AFECTA LA BIBLIA LA VIDA DEL HOMBRE.
Afecta para bien la vida del hombre:
1. Redarguye la conciencia (2Ti. 3: 16)
2. Convierte el alma (Sal. 19: 7)
3. Produce fe en el oyente (Ro. 10: 17)
4. Somos renacidos por la Palabra (Stg. 1: 18; 1P. 1: 23)
5. Alegra el corazón (Sal. 19: 8)
6. Santifica (Jn. 17: 17)
G. LA INSPIRACION DE LA BIBLIA.
Los paganos dudan que la Biblia sea un libro divino, y pueden seguir dudando toda
su vida; sin embargo nosotros los cristianos creemos y declaramos que el Autor de
la Biblia y de su mensaje es Dios.
La misma Palabra de Dios afirma que “…toda la Escritura es inspirada por Dios”
(2Ti. 3: 16) y también creemos que “…nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por Dios” (2P.
1: 21)
Además el mismo Señor Jesús citó las Escrituras:
1. La historia de Noé y el diluvio (Mt. 24: 37- 39)
2. La historia de Jonás (Mt. 12: 40)
3. Menciona a Lot (Lc. 17: 28- 30)
4. Hizo referencia a Nínive (Mt. 12: 41)
5. Se refirió a las Escrituras en general (Lc. 24: 44)
21
H. MODOS O TEORIAS DE LA INSPIRACION.
Sabemos que Dios inspiró las Escrituras, y para explicar el modo cómo Dios entregó
el mensaje a los escritores, y cómo estos escribieron, han surgido varias teorías,
entre estas tenemos:
1. La Inspiración Verbal o Mecánica.
Esta teoría afirma que Dios habló a los santos y que ellos escribieron al pie de la
letra lo que les fue dictado; es decir actuaron como simples secretarios. Esta
teoría es incorrecta.
2. La Inspiración Intuitiva.
Da a entender que Dios influyó en la mente del hombre y ellos recibieron el
mensaje por intuición, es decir que, lo que les venía a la mente lo escribieron
como palabra de Dios. Debemos afirmar que todo conocimiento por intuición se
equivoca. Esta teoría no es correcta.
3. La Inspiración Parcial.
Sostiene que Dios dio la orden a los hombres de escribir Su mensaje para la
humanidad, pero que los dejó expresarse como ellos quisieran. Podemos decir
que si Dios no supervisó el mensaje ellos pudieron escribir con errores humanos.
Esta teoría no es correcta.
4. La Teoría de la Iluminación.
Esta teoría dice que los escritores se inspiraron en Dios, a la manera que un
poeta o un pintor se inspira en un paisaje, persona, u objeto para escribir una
poesía, o hacer una pintura de arte. Esta teoría no es correcta.
5. La Inspiración Plenaria o Dinámica.
Afirma que el elemento divino y humano se unió para escribir bajo la dirección del
Espíritu Santo las Sagradas Escrituras. Por lo cual se afirma que:
a. Dios es el Autor del mensaje.
b. Dios transmite el mensaje con un propósito (el propósito final de toda la
Biblia es la salvación del hombre)
c. Dios propició las circunstancias y los elementos, divino, humano, y material
para la transmisión de Su mensaje.
d. Aunque el elemento humano cooperó en la producción, el Autor es Dios.
e. Dios permitió que el hombre haga uso de sus facultades espirituales y
humanas, es decir: conocimientos, habilidades y sus capacidades
intelectuales, para hacer un buen trabajo; pero el Dador y Autor del
mensaje es Dios.
f. El escritor hizo uso de su lenguaje, su estilo y sus experiencias; pero Dios
supervisó el trabajo.
Esta teoría es la que aceptamos los cristianos. Esta teoría es correcta.
I. VERSIONES DE LA BIBLIA.
1. Versiones Antiguas:
a. La versión de los Setenta o Septuaginta (LXX)
Es la traducción más antigua del Antiguo Testamento, de su idioma original el
hebreo, al idioma griego. Fue hecha entre los años 250- 225 a. C.;
22
aproximadamente, en Alejandría, Egipto; por orden posiblemente de Tolomeo
Filadelfo.
La tradición dice que Filadelfo sabiendo que los judíos tenían algunos libros
importantes, quiso que estos sean parte de su Biblioteca para poder leerlos;
entonces mandó traer judíos que dominasen tanto el hebreo como el griego.
Eleazar que era el sumo sacerdote de ese tiempo envió setenta y dos judíos, o
sea seis de cada tribu. Al final sólo fueron setenta; de allí el nombre “De los
Setenta” (LXX) ellos fueron distribuidos en habitaciones distintas y tradujeron
los libros del Antiguo Testamento del hebreo al griego y las traducciones de
todos ellos coincidieron.
b. Peshita.
Es la traducción de las Escrituras del hebreo al idioma sirio. Es obra de los
cristianos del siglo V. d. C.
c. Copto.
Es la traducción del Antiguo Testamento del hebreo al idioma egipcio.
d. Versión Latina.
Es la traducción del Antiguo y Nuevo Testamento al idioma latín (idioma de los
romanos)
Fue hecha por San Jerónimo entre los años 385 al 405 d. C.
Fue el primer libro que se imprimió en el invento de Juan Gutemberg (la
imprenta), en el año 1456 d, C.
2. Versiones en Castellano.
a. Casiodoro de Reina.
Estudió para sacerdote pero luego se convirtió al protestantismo (al
evangelio), vivió en Suiza y Alemania. Su traducción lo hizo de los originales,
tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, en 1569.
b. Cipriano de Valera.
Se dedicó por 20 años a revisar la Versión de Casiodoro de Reina,
cotejándola de sus originales, es decir del Antiguo Testamento en hebreo y
del Nuevo Testamento en griego. Esta obra se publicó el año 1602.
J. LOS LIBROS APOCRIFOS.
Llamados también “deuterocanónicos” (segundo canon); estos libros no se
encuentran en la Biblia hebrea (Antiguo Testamento), los judíos optaron por
excluirlos, no considerándolos inspirados. Las iglesias evangélicas han hecho lo
mismo. No le dan la misma autoridad que sí tienen los 39 libros del Antiguo
Testamento (de Génesis a Malaquías) que es la Biblia hebrea.
Los libros apócrifos eran usados para lectura general, como libros religiosos de su
época. La iglesia católica romana y algunas orientales las aceptan como parte de las
Escrituras. También algunas iglesias evangélicas los usan para lectura personal,
pero no lo consideran como base para afirmar alguna doctrina.
Debemos hacer notar que:
23
1. El Antiguo Testamento de la Biblia católica es la que tradujo San Jerónimo de la
Versión griega, llamada la Septuaginta, que no sólo tiene los 39 libros
inspirados, sino también otros libros no inspirados (apócrifos).
2. En la traducción de la Biblia que usa la iglesia evangélica, hecha por Casiodoro
de Reina, el Antiguo Testamento fue traducido del original hebreo, que no
contiene los libros apócrifos; sino sólo los 39 libros inspirados.
K. RAZONES PARA NO CONSIDERARLOS INSPIRADOS.
1. No figuran en la Biblia hebrea.
2. Los judíos jamás los consideraron inspirados.
3. Nuestro Señor Jesús nunca mencionó ningún libro apócrifo.
4. Los apóstoles nunca los mencionaron.
5. El historiador judío Josefo no los aceptó como inspirados.
24
V. LA DOCTRINA DEL PECADO ORIGINAL Y PERSONAL.
“Creemos que el pecado entró en el mundo a través de la desobediencia de nuestros
primeros padres, y la muerte por el pecado. Creemos que el pecado es de dos clases:
pecado original o depravación y pecado actual o personal.
Creemos que el pecado original, o sea la depravación, es aquella corrupción de la naturaleza
de toda la prole de Adán, razón por la cual todo ser humano está muy apartado de la justicia
original o estado de pureza de nuestros primeros padres al tiempo de su creación, es
adverso a Dios, no tiene vida espiritual, está inclinado al mal, y esto de continuo. Además,
creemos que el pecado original continúa existiendo en la nueva vida del regenerado, hasta
que el corazón es totalmente limpiado por el bautismo con el Espíritu Santo.
Creemos que el pecado original difiere del pecado actual, por cuanto constituye una
propensión heredada al pecado actual de la que nadie es responsable, sino hasta que el
remedio divinamente provisto haya sido menospreciado o rechazado.
Creemos que el pecado actual o personal es la violación voluntaria de una ley conocida de
Dios, cometida por una persona moralmente responsable. Por lo tanto, no debe ser
confundido con fallas involuntarias o inevitables, debilidades, faltas, errores, fracasos u
otras desviaciones de una norma de conducta perfecta, los cuales son residuos de la caída.
Sin embargo, tales efectos inocentes no incluyen actitudes o respuestas contrarias al
Espíritu de Cristo, las que pueden llamarse propiamente pecados del espíritu. Creemos que
el pecado personal es la violación de la ley del amor y que, en relación con Cristo el pecado
puede definirse como incredulidad”
A. EL ORIGEN DEL PECADO.
El padre e inventor del pecado fue Satanás al rebelarse contra Dios (Is. 14: 12- 15; Ez.
28: 12- 18) y él lo que introdujo en la vida del hombre, cuando hizo pecar a Eva y a
Adán su marido.
La tesis sobre “La Teología de Juan Wesley”, menciona su comentario al respecto:
“Teniendo grande ira, y quizás envidia, por la felicidad de las criaturas que Dios había
creado recientemente, no es extraño que deseara y que tratara de quitársela. Para hacer
esto, se escondió en la serpiente,…Para engañarla (a Eva), Satanás entremezcló la
verdad con la mentira: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? –
y luego después le persuadió que no creyera a Dios, que supusiera que su amonestación
no se realizaría…ella estaba determinada que haría su propia voluntad, no la de aquel
que la hizo…´Ella tomó del fruto y comió” (Bryant: 1982; 165, 166)
B. DEFINICIONES A CERCA DEL PECADO.
1. Definición Bíblica: Transgresión de la ley de Dios
“Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley” (1Jn. 3: 4)
2. Definiciones Teológicas.
a. Juan Wesley: “El pecado es una transgresión voluntaria de una ley conocida”.
b. Dr. Raymond: “La idea primaria designada en las Escrituras por el término
pecado es la falta de conformidad a la ley; una transgresión de la ley, el hacer
aquello que es prohibido o el dejar de hacer aquello que es requerido. En un
25
sentido secundario el término se aplica al carácter, no a lo que uno hace, sino a
lo que es”.
c. Dr. A. H. Strong:
“El pecado es la falta de conformidad a la ley moral de Dios, ya sea en acto,
carácter o estado”.
C. CLASES DE PECADO.
1. Pecado original o depravación.
a. Es el pecado que heredamos de nuestros primeros padres (Gn. 3; 5: 3; 6: 5)
b. Es la incapacidad de evitar el pecado y hacer el bien sin la ayuda de Dios (1Co.
2: 14; Sal. 51: 5; Ro. 5: 8; 8: 21)
c. Nadie es culpable del pecado original, ya que lo hemos heredado.
d. Continúa existiendo en la vida del regenerado hasta que el corazón es
totalmente limpiado por el bautismo con el Espíritu Santo.
2. Pecado personal.
a. Es la violación voluntaria de una ley conocida de Dios, cometida por una
persona moralmente responsable.
b. No hay que confundirlo con el pecado por ignorancia (Lv. 22.14; Nm. 15.22-26)
En este caso sólo Dios conoce si se pecó por ignorancia o no.
D. CONSECUENCIAS DEL PECADO PERSONAL.
1. Vergüenza, miedo y culpa.
Adán dijo: “Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí” (Gn. 3: 10)
El libro “Introducción a la Teología Cristiana” dice:
“…Esto es debido a que la oposición a la ley de Dios significa oposición personal a un
Dios personal, en tal grado y alcance, como ha sido revelado al ofensor” (Wiley: 1969,
195)
2. Separación de Dios:
“pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Is. 59: 2)
3. Castigo.
Todo pecado atrae castigo de Dios y el pecador lo sabe; además la justicia de Dios
lo demanda. La Biblia dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro. 6: 23)
E. DIOS NOS MANDA NO PECAR.
El mandato del Señor a los creyentes es que no pequemos más. La Biblia dice:
“Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y
callad” (Sal. 4: 4) “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1Jn. 2: 1)
“Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza
vuestra lo digo” (1Co. 15: 34) Y el Señor le recomendó a los que habían creído: “…no
peques más…” (Jn. 5: 14; 8: 11)
26
VI. LA DOCTRINA DE LA EXPIACION.
“Creemos que Jesucristo por sus sufrimientos, por el derramamiento de su preciosa sangre
y por su muerte en la cruz hizo una expiación plena por todo el pecado de la humanidad, y
que esta expiación es la única base de la salvación y que es suficiente para todo individuo
de la raza de Adán. La expiación es misericordiosamente eficaz para la salvación de aquellos
incapaces de responsabilidad moral y para los niños en su inocencia, pero para los que
llegan a la edad de responsabilidad es eficaz para su salvación solamente cuando se
arrepienten y creen”
A. DEFINICION.
1. Mediación (1Ti. 2: 5; He. 8: 6; 9: 15; 12: 24)
2. Reconciliación (2Co. 5: 18, 19). Wiley dice que la expiación:
“Denota aquello que une y reconcilia partes en disputa, haciendo que tengan una
misma mente” (Wiley: 1969, 244)
3. Redención. Significa recuperar algo o recuperar a alguien por medio de un pago
(Ro. 3: 24; Ef. 1: 7; He. 9: 12; 1P. 1: 18, 19). El Diccionario de Samuel Vila, dice:
“En Cristo Jesús, Dios pagó el precio completo de la redención del género
humano (Col 1.13). Redención es liberación del poder de las tinieblas, a fin de
vivir bajo la soberanía o el reino del amor de Dios” (Electrónico)
4. Sustitución. Un sustituto es una persona que toma el lugar de otro (Ro. 5: 8; Is.
53: 4- 6). El autor del libro “Introducción a la Teología Cristiana” señala que el Dr.
Miley define la expiación como:
“Los sufrimientos vicarios de nuestro Señor Jesucristo son la expiación por el
pecado como un sustituto condicional de la pena…” (Wiley: 1969, 245)
B. LA EXPIACIÓN FUE PLAN DE DIOS.
El hombre no buscó la redención de su ser; sino que fue Dios el que tomó la
iniciativa de redimirlo, y lo hizo a través de Su Hijo Jesucristo.
La Biblia registra la primera promesa de redención en el libro de Génesis: “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en
la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (3: 15) Jesucristo confirmó que la expiación
había sido determinado por Dios, al decir: “A la verdad el Hijo del Hombre va, según
lo que está determinado…” (Lc. 22: 22); lo mismo dice Pedro: “a éste, entregado
por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios” (Hch. 2: 23; Ref.
4: 27, 28)
C. ELEMENTOS DE LA EXPIACION.
1. La predicación (Mt. 28: 19, 20; Ro. 10: 17; He. 4: 12)
2. La intervención del Espíritu Santo (Jn. 16: 8, 13)
3. La gracia salvadora (Ef. 2: 8; Ro. 5: 6)
4. El arrepentimiento (Is. 55: 6, 7; Hch. 2: 38)
5. La conversión (Jn. 3: 3- 5; Ro. 5: 1; 8: 14- 16; Ref. Lc. 10: 20)
D. ES A TRAVES DE CRISTO.
1. Ya que el hombre no puede redimirse a sí mismo, pues es un pecador:
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“Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque)…” (1R. 8: 46)
“Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti
ningún ser humano” (Sal. 143: 2; Ref. 7: 20; Is. 64: 6; Ro. 3: 23)
2. Cristo cargó nuestras culpas y pecados
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Is. 53: 5, 6)
3. Cristo salva al perdido
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc.
19: 10)
4. Cristo se dio en rescate
“el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su
debido tiempo” (1Ti. 2: 6)
5. Cristo es nuestra expiación o propiciación (Hch. 4: 12; 1Jn. 1: 7; 2: 2)
E. LA REDENCION ES INICIATIVA DE DIOS.
No es el hombre el que busca a Dios; sino que es Dios Quien busca al hombre
perdido:
1. Porque ama al hombre.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros” (Ro. 5: 8)
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1Jn. 4: 19)
2. Mostró su amor enviando a Su Hijo (Jn. 3: 16)
F. EL HOMBRE TIENE QUE HACER SU PARTE.
1. Arrepentirse.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo” (Hch. 2: 38; Ref. 2P. 3: 9)
2. Confesar sus pecados
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1Jn. 1: 9; Ref. Hch. 19: 18)
3. Creer y aceptar a Cristo como Salvador
“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hch.
16: 31; Ref. Ef. 3: 17)
4. No volver a pecar (Ro. 6: 1- 5; Ref. Jn. 5: 14; 8: 11)
G. LA SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACION.
Es debido a que:
1. Hemos sido adoptados como hijos de Dios (Jn. 1: 12; Ro. 8: 16, 17)
2. Si vivimos en santidad (2Co. 5: 17; 1Ts. 5: 23; He. 12: 14; 1P. 1: 16)
3. Si permanecemos fieles hasta el fin (Mt. 10: 22; 24: 13)
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VII. LA DOCTRINA DEL LIBRE ALBEDRIO.
“Creemos que la creación de la raza humana a la imagen de Dios incluyó la
capacidad de decidir entre el bien y el mal y que, por tanto, los seres humanos
fueron hechos moralmente responsables; que a través de la caída de Adán
ellos se tornaron depravados, de tal modo que ahora no pueden, por sí
mismos y por sus capacidades y obras, volver a la fe e invocar a Dios. Pero
también creemos que la gracia de Dios, por medio de Jesucristo, se concede
gratuitamente a todas las personas, capacitando a todos los que quieran, para
volverse del pecado a la justicia, para creer en Jesucristo y recibir perdón y
limpieza del pecado, y para seguir las buenas obras agradables y aceptables
ante Él.
Creemos que todas las personas, aunque posean la experiencia de la
regeneración y de la entera santificación, pueden caer de la gracia y apostatar
y, a menos que se arrepientan de sus pecados se perderán eternalmente y sin
esperanza”
El hombre al igual que los seres celestiales fue creado con la capacidad para
escoger; es decir, fue dotado con la facultad de elegir libremente hacer el bien o
hacer el mal. A esta libertad de escoger entre el bien y el mal se le llama libre
albedrío.
El autor del libro “Un Vistazo a la Doctrina Bíblica” dice:
“De principio a fin la Biblia da por sentado que los seres humanos son libres para hacer
decisiones responsables. El hombre no es una máquina o un autómata, sino una criatura
capaz de hacer decisiones en asuntos de bien o de mal” (Purkiser: 1973, 87)
Por lo tanto afirmamos que:
A. EL HOMBRE ES MORALMENTE RESPONSABLE DE SUS ACTOS.
Ya que fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn. 1: 26, 27). Desde el principio
el Señor le dejó muy en claro al hombre que él debía decidir, obedecerle o
desobedecerle. La Biblia dice: “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo
árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gn. 2: 16, 17). Lo
que quiso decirle Dios aquí, fue: Yo te mando que no comas del árbol de la ciencia
del bien y del mal; pero tú eres libre de escoger; si quieres come; pero serás
responsable de las consecuencias que te sobrevengan debido a tu elección”
Purkiser dice lo siguiente:
“Todos los mandatos, amonestaciones y exhortaciones de la Biblia dan por sentado que el
hombre tiene la capacidad para responder; los seres humanos pueden obedecer o
desobedecer, pero, cualquier cosa que hagan es el resultado de decisiones hechas por ellos
mismos – y de las que son responsables” (Purkiser: 1973, 87)
Ninguna persona puede excusarse y decir: “hice lo malo porque me obligaron a
hacerlo”. No; sino que la persona impulsada por el pecado que mora en ella; decidió
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ejecutar el mal. Tampoco puede decir: “hice lo bueno porque me gusta hacer lo
bueno” o “porque soy bueno”. No; sino que la persona decidió hacer el bien y con la
ayuda de Dios lo hizo. Ya que sabemos que:
B. EL HOMBRE ES INCAPAZ DE SER BUENO POR SÍ MISMO.
Nuestra naturaleza es inclinada al mal, debido al pecado original que mora en el
corazón del hombre. Por lo tanto si el hombre quiere hacer al bien por sí mismo
jamás lo logrará.
El libro “Un Vistazo a la Doctrina Bíblica” afirma:
“Aunque en la naturaleza humana caída permanece cierta medida de libertad respecto a
asuntos de conciencia y de la ley moral, los efectos del pecado imposibilitan a la persona a
guardar perfectamente la ley de Dios o a salvarse a sí misma” (Purkiser: 1973, 88)
Y la Biblia afirma:
“He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre” (Sal. 51:
5)
“¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.” (Job. 14: 4)
“¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, Y para que se justifique el nacido de
mujer? (Job. 15: 14)
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras
abominables; No hay quien haga el bien” (Sal. 14: 1)
“No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Ro. 3: 11, 12)
C. DIOS AYUDA AL HOMBRE A ELEGIR POR EL BIEN.
Es necesario la intervención divina; es necesario que el Espíritu Santo limpie y more
en el corazón del hombre para que éste haga el bien. El Señor dijo a Zorobabel:
“…No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los
ejércitos” (Zac. 4: 6b). El hombre moriría en su pecado, si Dios no le ayudase; sin
embargo, Dios le extiende su gracia y le ayuda a volverse a Él y hacer el bien.
Purkiser dice:
“La expresión “gracia preventiva” simplemente se refiere a la gracia (ayuda amante de Dios
hacia los indignos) que nos es dada antes que acudamos a Cristo. En oposición a los que
sostienen que la gracia sólo ayuda a aquellos que El “ha elegido”…la gracia de Dios hace
que todos los hombres puedan ser salvos. La conciencia y la convicción del Espíritu Santo
son parte de la “gracia anticipada” (Purkiser: 1973; 89, 90)
D. ELIGIERON MAL Y SE PERDIERON PARA SIEMPRE.
En la Biblia encontramos ejemplos de personas que haciendo uso de su libre
albedrío y aceptando la gracia ofrecida por Dios, decidieron llevar vidas piadosas;
otros rechazando la gracia divina decidieron llevar vidas de pecado y maldad; entre
ellos, algunos nunca se rectificaron, sino que murieron en su pecado; otros fallaron
en algún momento pero se humillaron delante de Dios; y otros permanecieron fieles
toda su vida.
Ninguna persona podrá culpar a Dios de haberlo enviado al infierno; ya que ella
misma o se acoge a la gracia de Dios o la rechaza; eligiendo voluntariamente qué
vida llevar; y a la vez cuál será su morada eterna.
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En la Biblia hay ejemplos de personas que libremente eligieron por el mal y se
perdieron para siempre; entre ellos tenemos:
1. Satanás (Is. 14: 12- 15; Ez. 28: 13- 19; Ap. 20: 10)
2. Los Ángeles Caídos (2P. 2: 4; Jud. 6; Mt. 25: 41)
3. Caín (Gn. 4: 5- 11)
4. Balaam (Nm. 22: 9- 12, 20- 22; 31: 8b; Ref. 2P. 2: 15)
5. Saúl (1S. 15: 22- 24; 31: 3- 5)
6. Judas (Mt. 26: 14- 16; Jn. 13: 21-27; Mt. 27: 3- 5)
También hay personas que:
E. ELIGIERON MAL Y LUEGO SE ARREPINTIERON.
1. David (2S. 11: 2- 15; 12: 13; Ref. Sal. 32; 51)
2. Jonás (Jon. 1: 1- 3; 2: 1)
3. Pedro (Mt. 26: 69- 75; Jn. 21: 15- 17)
4. Juan Marcos (Hch. 13: 13; Col. 4: 10; 2Ti. 4: 11)
Hay ejemplo de quienes:
F. ELIGIERON BIEN Y FUERON FIELES HASTA EL FIN.
1. Abel (Gn. 4: 3, 4, 8; He. 11: 4)
2. Noé (Gn. 6: 8, 9; 9: 8, 9)
3. José (Gn. 37: 2; 39: 8- 12; 50: 18- 20)
4. Samuel (1S. 3: 10; 8: 6- 8)
5. Juan el Apóstol (Mt. 4: 21, 22; Ap. 1: 10; 22: 20)
La Biblia nos enseña esta doctrina del Libre Albedrío, diciendo:
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para
que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y
siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que
habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que
les había de dar” (Dt. 30: 19, 20)
“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis…” (Jos. 24: 15a)
31
VIII. LA DOCTRINA DEL ARREPENTIMIENTO.
“Creemos que el arrepentimiento, que es un cambio sincero y completo de la
mente respecto al pecado con el reconocimiento de culpa personal y la separación
voluntaria del pecado, se exige de todos los que por acción o por propósito han
llegado a ser pecadores contra Dios. El Espíritu de Dios da a todos los que quieran
arrepentirse la ayuda benigna de la contrición de corazón y esperanza de
misericordia, para que crean en el perdón y logren la vida espiritual”
(2Cr. 7: 14; Is. 55: 6, 7; Jer. 3: 12- 14; Ez. 18: 30- 32; 33: 14- 16; Mr. 1: 14, 15; Lc. 3:
1- 14; 13: 1- 5; 18: 9- 14; Hch. 2: 38; 3: 19; Ro. 2: 4; 1Ts. 1: 9; 2P. 3: 9)
A. DEFINICIONES DE ARREPENTIMIENTO.
El arrepentimiento es la convicción que se ha pecado, acompañado de un
sentimiento de culpa, vergüenza y dolor por haber ofendido a Dios; Aquel Ser
Santo y Bueno que nos ama y que sólo busca nuestro bien; seguido de un
rechazo y una separación voluntaria del pecado cometido y el inicio de una vida
nueva, diferente a la anterior.
Algunos teólogos lo definen de la siguiente manera:
1. Wesley.
“Por arrepentimiento quiero decir convicción de pecado, produciendo deseos
reales y decisión sincera de corrección”
2. Watson.
“El arrepentimiento evangélico es una tristeza santa efectuada en el corazón
del pecador por la Palabra del Espíritu de Dios, por medio de la cual con
tristeza y odio por sus pecados cometidos, se vuelve del pecado a Dios como
su Salvador y Señor, del pecado que arruina y pone en peligro su propia alma,
y por una comprensión de las misericordias de Dios en Cristo”
3. Dr. Pope.
“El arrepentimiento es una convicción de pecado efectuada divinamente, el
resultado de aplicación del Espíritu Santo de la ley condenatoria a la
conciencia o corazón. Se conoce por contrición, que se distingue del mero
conocimiento del pecado; en sumisión a la sentencia judicial, que es la
esencia de la confesión verdadera; y en esfuerzo sincero a corregirse, que
desea hacer restituciones a la ley transgredida. De aquí que se necesite venir
de Dios y volver a Él: siendo el Espíritu el que usa esta ley y el Agente en
producir este cambio divino preliminar”
4. Dr. Nevin.
“El arrepentimiento genuino consiste en la tristeza completa del corazón, de
todo pecado”
32
B. LOS ELEMENTOS DEL ARREPENTIMIENTO.
En un arrepentimiento genuino participan dos elementos: el elemento divino y el
elemento humano.
1. Elemento Divino.
Si se piensa que el arrepentimiento es sólo una decisión humana, sería algo
presuntuoso; porque si Dios no interviniera, el hombre jamás se arrepentiría.
Se puede decir entonces que Dios es el que guía al arrepentimiento.
La Biblia dice:
a. Hechos. 5: 31.
“A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y perdón de pecados”
b. Hechos. 11: 18.
“Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De
manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para
vida!”
c. Romanos. 2: 4.
“¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y
longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?”
2. Elemento Humano.
Para que el hombre llegue al arrepentimiento, debe obedecer a la influencia
del Espíritu Santo; y no debe pensar que el arrepentimiento sólo depende de
Dios; ya que puede caer en: un descuido, pensando: “Si todo depende de
Dios, entonces Él hará que me arrepienta; por lo tanto no tengo porque
preocuparme”; o podría caer también en la desesperación pensando “quizá
Dios nunca hará que me arrepienta”
Orton Wiley dice:
“…el arrepentimiento es un acto del pecador en respuesta a la convicción y a las
apelaciones del Espíritu. Es verdad que Dios le da el poder, pero el acto es
puramente suyo. Dios, por su Espíritu, aplica la verdad al corazón del pecador,
descubre a su mente el número de pecados que ha cometido y la gravedad de
ellos, así como la posibilidad de la ira eterna que el vendrá como castigo. En vista
de la revelación y de la gracia con que se le ha favorecido, se le manda
arrepentirse y volverse a Dios. Él puede aceptar la verdad o resistirla; pero si no
se arrepiente es porque no quiere”
Es decir Dios le da la oportunidad y le ayuda a arrepentirse al hombre, pero es el
hombre el que se arrepiente voluntariamente o no.
C. EFECTOS DEL ARREPENTIMIENTO.
Cuando el arrepentimiento que se ha producido en el hombre es obra del Espíritu
Santo; produce los siguientes efectos:
1. Convicción de que hemos pecado y que somos culpables.
Es el reconocimiento que hemos ofendido a Dios y merecemos Su castigo.
El rey David dijo después que se arrepintió: “Porque yo reconozco mis
rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí” (Sal. 51: 3)
33
Puede suceder:
a. Porque alguien nos hizo ver nuestro pecado, como fue el caso del rey
David (2S. 12: 1- 5, 7, 13)
b. Por la lectura de la Palabra de Dios, como fue el caso del rey Josías (2R.
22: 11- 13)
c. Por la obra directa del Espíritu Santo; como sucedió con el apóstol Pedro y
también con el publicano (Mt. 26: 75; Lc. 18: 13)
2. Contrición o tristeza santa por el pecado.
Llamamos tristeza santa a aquella que nos conduce a Dios, como dice el
apóstol Pablo: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento
para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte” (2Co. 7: 10) y que va en busca de perdón, que fue lo que
hizo el “hijo pródigo” (Lc. 15: 17, 18). No la que produce desesperación y que
lleva a enfrentarse consigo mismo, con los demás o con Dios, como le sucedió
a Judas (Mt. 27: 3- 5)
3. Confesión.
El arrepentimiento genuino produce humillación y confesión (Sal. 51: 4; 32: 5)
4. Abandono del pecado: “…frutos dignos de arrepentimiento” (Mt. 3: 8)
D. LO QUE NO ES EL ARREPENTIMIENTO.
1. No es una simple convicción de pecado.
Muchos sólo llegan hasta aquí.
2. No es hacer penitencia.
Para querer ganar el perdón.
3. No es sólo reformar la conducta.
Dejar de hacer lo malo o unirse a una iglesia.
4. No es sólo remordimiento.
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IX. LA DOCTRINA DE LA JUSTIFICACION, LA REGENERACION Y LA ADOPCION.
“Creemos que la justificación es aquel acto benigno y judicial de Dios, por el cual
Él concede pleno perdón de toda culpa, la remisión completa de la pena por los
pecados cometidos y la aceptación como justos de los que creen en Jesucristo y
lo reciben como Salvador y Señor.
Creemos que la regeneración, o nuevo nacimiento, es aquella obra de gracia de
Dios, por la cual la naturaleza moral del creyente arrepentido es vivificada
espiritualmente y recibe una vida distintivamente espiritual, capaz de experimentar
fe, amor y obediencia.
Creemos que la adopción es aquel acto benigno de Dios, por el cual el creyente
justificado y regenerado se constituye en hijo de Dios.
Creemos que la justificación, la regeneración y la adopción son simultáneas en la
experiencia de los que buscan a Dios y se obtiene por el requisito de la fe,
precedida por el arrepentimiento y que el Espíritu Santo da testimonio de esta obra
y estado de gracia”
(Lc. 18: 14; Jn. 1: 12, 13; 3: 3- 8; Hch. 13: 39; Ro. 1: 17; 1Co. 1: 30; 6: 12; 2Co. 5: 17-
21; 1P. 1: 23)
A. LA JUSTIFICACIÓN.
1. La Justificación Evangélica.
Es un acto de misericordia hecha por Dios a un hombre que ha sido acusado,
que resulta culpable y que debería ser condenado; pero es perdonado y
declarado justo por haber aceptado con fe a Jesucristo como su Señor y
Salvador.
Samuel Vila dice que la justificación es el:
“Acto por el cual el Dios tres veces santo declara que el pecador que cree viene a ser
justo y aceptable ante Él, por cuanto Cristo ha llevado su pecado en la cruz, habiendo
sido «hecho justicia» en su favor (1 Co. 1:30). La justificación es gratuita, esto es,
totalmente inmerecida (Ro. 3:24)”
2. Es un Acto y un Estado.
a. Un acto de Dios que declara justo al hombre y por lo tanto libre de culpa y
de pecado.
b. Es el estado de justicia en el cual se halla el hombre en relación a Dios.
3. La Justificación y la Santificación.
a. La justificación es un cambio en relación con Dios.
b. La santificación es un cambio en la naturaleza moral del hombre.
4. La justificación es gracias a la obra redentora de Cristo.
La relación del pecador con Dios es de condenación, sin embargo al mirar y
apelar a Jesucristo, sus pecados son perdonados y declarado justo. La
justificación es entonces una obra redentora exclusivamente de Cristo.
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La Biblia dice al respecto:
“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia
perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no
pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hch. 13:38-
39).
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de es
en Cristo” (Ro. 3: 24)
“Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe
de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser
justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las
obras de la ley nadie será justificado” (Gálatas 2:16).
(Ref. Lc. 18:13-14; Ro. 3:26-28; 5:1, 9, 18; Gá. 3:24; Stg. 2:20-26)
5. Es por fe
Ya que sucede en el momento mismo que el hombre cree que Jesucristo
puede perdonar y limpiarlo de su pecado. (Ro. 5: 1; Ref. Hch. 13: 39; Ro. 4: 3,
22, 24; 10: 4)
Wiley dice: “Esta obra es instantánea en el sentido que es una decisión
definida e inmediata, resultado de la fe…”
B. LA REGENERACIÓN.
1. Definición Sencilla.
Es la comunicación de vida por el Espíritu Santo a un alma muerta en sus
delitos y pecados.
2. Definición Bíblica.
a. “Nacer de nuevo” (Jn. 3: 3, 5, 7)
b. “Nacido de nuevo” (Jn. 1: 13; 1Jn. 3: 9; 4: 7; 5: 1, 4, 18)
c. “Nacido del Espíritu” (Jn. 3: 5, 8)
d. “Dio vida” (Ef. 2: 1, 5)
e. “Ha pasado de muerte a vida” (Jn. 5: 24; 1Jn. 3: 14)
3. Definición Teológica.
a. Juan Wesley:
“Es aquel gran cambio que Dios obra en el alma cuando la trae a la vida;
cuando la resucita de la muerte del pecado a la vida de justicia. Es el
cambio efectuado en el alma total por el Espíritu todopoderoso de Dios,
cuando es creada de nuevo en Cristo Jesús; cuando es renovada de
acuerdo con la imagen de Dios en justicia y en verdadera santidad”
b. Watson:
“La regeneración es aquel cambio poderoso en el hombre efectuado por
Espíritu Santo, por el que el dominio que el pecado tenía sobre él en su
estado natural, y que el individuo deplora y en contra del cual lucha en su
estado penitente, es quebrantado y abolido; de manera que con el pleno
escogimiento de su voluntad y la energía de los efectos correctos, sirve a
Dios libremente y cumple sus mandamientos”
4. Es Obra de Dios.
a. El apóstol Pablo, dice: “nos dio vida juntamente con Cristo” (Ef. 2: 5); “Y él
os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
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pecados” (Ef. 2: 1); “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos vuestros pecados” (Col. 2: 13)
b. El apóstol Santiago, señala: “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la
palabra de verdad” (Stg. 1: 18)
c. El apóstol Juan, afirma: “todo aquel que ama al que engendró, ama
también al que ha sido engendrado” (1Jn. 5: 1)
5. Errores Respecto a la Regeneración.
a. No se obtiene por el bautismo (1P. 3: 21)
b. No es un logro sólo humano, pues el hombre nada bueno puede hacer sin
la ayuda de Dios (Zac. 4: 6; Jn. 15: 5)
c. No se efectúa sin la colaboración del hombre.
6. Lo Que Es.
a. Es un cambio moral efectuado en el corazón del hombre.
b. Es obra del Espíritu Santo y por influencia de Su Palabra (Hch. 16: 14; Ef.
6: 17; 1P. 1: 23)
c. Hace posible el conocimiento de Dios.
d. Es la puerta de entrada para la santificación.
C. LA ADOPCIÓN.
1. Significado.
Es el acto por el cual, después de haber sido justificado y regenerado; la
persona viene a ser uno de la familia de Dios y recibe los privilegios de hijo.
La justificación nos quita la culpa, la regeneración cambia nuestro corazón y la
adopción nos hace miembro de la familia de Dios (Ro. 8: 15, 16; Gá. 4: 5; Ef.
2: 19)
2. Sus Beneficios.
a. El privilegio de la afiliación a la familia de Dios (Gá. 3: 26; 4: 7; Ro. 8: 17)
b. La confianza filial hacia Dios (R. 8: 15)
c. El derecho de propiedad de todo lo que es de Cristo (1Co. 3: 21, 23)
d. El derecho y título de la heredad eterna (1P. 1: 4; Lc. 12: 32; Stg. 1: 12;
2Ti. 4: 8)
e. El testimonio del Espíritu Santo (Ro. 8: 15, 16; Ga. 4: 6; 1Jn. 5: 10, 11)
Wesley dice al respecto:
“el testimonio del Espíritu es una interna impresión en el alma, por medio
de la cual el Espíritu de Dios testifica directamente a mi espíritu, que soy
hijo de Dios, que Jesucristo me amo y se dio a si mismo por mí, y todos mis
pecados son borrados, y que yo, mismo, soy reconciliado con Dios”
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X. LA DOCTRINA DE LA SANTIFICACIÓN CRISTIANA.
“Creemos que la santificación es la obra de Dios por medio de la cual
transforma a los creyentes a la semejanza de Cristo. Ésta es efectuada
mediante la gracia de Dios por el Espíritu Santo en la santificación inicial, o
regeneración, la entera santificación y la obra continua de perfeccionamiento
del creyente por el Espíritu Santo, culminando en la glorificación, en la cual
somos completamente conformados a la imagen del Hijo.
Creemos que la entera santificación es el acto de Dios, subsecuente a la
regeneración, por el cual los creyentes son hechos libres del pecado original o
depravación, y son llevados a un estado de entera devoción a Dios y a la santa
obediencia de amor hecho perfecto.
Es efectuada por la llenura o el bautismo con el Espíritu Santo; y en una sola
experiencia incluye la limpieza de pecado del corazón y la morada permanente
y continua del Espíritu Santo, capacitando al creyente para la vida y el servicio.
La entera santificación es provista por la sangre de Jesús, efectuada
instantáneamente por la gracia mediante la fe y precedida por la entera
consagración. El Espíritu Santo da testimonio de esta obra y estado de gracia.
Esta experiencia se conoce también por varios nombres que representan sus
diferentes fases, tales como “La Perfección Cristiana”, “El Amor Perfecto”, “La
Pureza de Corazón”, “La Llenura o el Bautismo con el Espíritu Santo”, “La
Plenitud de la Bendición” y “La Santidad Cristiana”
Creemos que hay una clara distinción entre un corazón puro y un carácter
maduro. El primero se obtiene instantáneamente como resultado de la Entera
Santificación; el segundo es el resultado del crecimiento en la gracia.
Creemos que la gracia de la entera santificación incluye el impulso divino para
crecer en gracia como discípulo semejante a Cristo. Sin embargo, este impulso
se debe cultivar conscientemente y se debe dar atención cuidadosa a los
requisitos y procesos del desarrollo espiritual y mejoramiento de carácter y
personalidad en semejanza a Cristo. Sin ese esfuerzo con tal propósito, el
testimonio de uno puede debilitarse, la gracia puede entorpecerse y finalmente
perderse”
Estudiemos pues esta verdad cristiana:
A. DEFINICIONES DE SANTIFICACIÓN.
1. Arminio.
“La santificación es un acto gratuito de Dios por el cual purifica al hombre
-que es pecador a la vez que creyente- de la ignorancia, del pecado original,
con sus concupiscencias y deseos, y pone dentro de él, el Espíritu de
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conocimiento, justicia y santidad. Consiste en la muerte del hombre viejo, y
en la vivificación del hombre nuevo”
2. Juan Wesley.
“La santificación en el sentido propio es una libertad instantánea de todo
pecado e incluye un poder instantáneo dado en ese momento para
permanecer unido a Dios”
3. Dr. J. W. Goodwin.
“La santificación es una obra divina de gracia, que purifica el corazón del
creyente de pecado original. Es subsecuente a la regeneración, se asegura
por la sangre expiatoria de Cristo, y se efectúa por el bautismo con el Espíritu
santo, es condicionada por la consagración completa a Dios, recibida por la
fe, e incluye el revestimiento instantáneo para el servicio”
4. Juan Fletcher (apologista del movimiento wesleyano-de santidad-)
“Es el amor puro a Dios y al hombre encerrado en el corazón del creyente
por el Espíritu Santo, que le es dado a fin de purificarlo y conservarlo puro”
5. Adam Clarke.
“Es la purificación de algo que todavía no ha sido limpio; es el lavamiento del
alma del creyente de todo residuo de pecado”
6. Dr. E. F. Walker.
“La santificación, en el sentido propio, es una obra de gracia, efectuada
instantáneamente en la persona del creyente subsecuente a la regeneración y
administrado por Jesucristo, a través del bautismo con el Espíritu Santo
purificándolo de todo pecado y perfeccionándolo en el amor divino”
7. Dr. Shelby Corlett.
“El ser santificado no es ni nada más ni nada menos que la remoción
completa del corazón de todo aquello que es enemistad contra Dios, no
sujeto a la ley de Dios, ni tampoco puede; y esto capacita a la vida para ser
completamente dedicada a Dios”
B. LO QUE ES LA SANTIFICACIÓN O PERFECCIÓN CRISTIANA.
1. Es el estado de gracia que excluye todo pecado del corazón del creyente y
la posesión del amor puro para Dios.
Las Escrituras dicen: “…la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado” (1Jn. 1: 7) y Cristo Nuestro Señor dijo: “Bienaventurados lo de limpio
corazón…” (Mt. 5: 8) y en un corazón limpio nace el amor, conforme escribe
el apóstol Pablo a Timoteo: “Pues el propósito de este mandamiento es el
amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida”
(1Ti. 1: 5)
2. En la justificación los pecados son perdonados; en la santificación el pecado
es quitado, dejando puro el corazón. Entonces se obtiene la condición moral
que se conoce en la Biblia como la perfección o santidad.
3. Es el amor puro para Dios y para los hombres (Mr. 12: 30, 31; Dt. 30: 6)
4. Es el amor gobernando el corazón y la vida, corriendo por todos los
pensamientos, palabras y hechos.
5. Es la completa liberación de toda corrupción espiritual.
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El pecado tiene que ser quitado del corazón del creyente antes de ir al cielo;
esto es lo que llamamos “entera santificación” (Sal. 24:3, 4; He. 12: 14)
El Comentario “Siglo XXI” dice al respecto:
“Debemos buscar esa santidad práctica de la vida (gr. hagiasmos, “consagración,
santificación”) que fluye de una dedicación genuina a su servicio y obediencia a su
voluntad. Al margen de esa santidad nadie verá al Señor (es decir, experimentar la
vida eterna)”
6. Es la eliminación de todos los deseos y gustos pecaminosos, como: Ira,
envidia, incredulidad, orgullo, amor al mundo, deleite personal (Gá. 5: 19- 21);
llegando a poseer: Amor, gozo, paz, paciencia, etc. (Gá. 5: 22, 23)
El Diccionario Bíblico dice:
“El NT emplea el término “hagios” que también en ocasiones significa separado,
consagrado, puesto aparte (Lc. 2: 23), pero con mayor frecuencia “puro”. Ser santo
es ser sin “mancha, ni arruga ni cosa semejante” (Ef. 5: 26- 27). Y en 2 Co. 7:1 se
lee: “Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios”
7. Es la perfección en el amor y en la pureza moral.
8. El Espíritu Santo es el agente en la santificación (Ro.15: 16; 2Ts. 2:13; 1P. 1:
2; 1Co. 6: 11)
C. DIFERENCIA ENTRE LA REGENERACIÓN Y LA SANTIFICACIÓN.
1. Es la diferencia que hay entre la pureza parcial y la pureza completa.
2. El cristiano que es solamente regenerado no es limpio de todo pecado
inherente, pero el cristiano que es santificado es enteramente purificado.
3. En el regenerado el pecado no reina, en el santificado el pecado no existe.
4. En el regenerado el pecado es suspendido, en el santificado es destruido.
5. En el regenerado los deseos carnales, la ira, la envidia, el orgullo, etc.; son
dominados, en el santificado son quitados.
6. En el regenerado el hombre viejo es atado, en el santificado es crucificado.
7. La justificación hace posible la adopción en la familia de Dios; la santificación
restaura la imagen de Dios.
8. Wiley dice:
“La justificación es un acto completo e instantáneo, y por tanto no toma lugar en pasos o en
grados; la santificación es marcada por un progreso en el sentido de que la santificación
parcial o inicial ocurre en el momento de la justificación; y la entera santificación ocurre
subsecuente a la justificación. Tanto la santificación inicial como la entera santificación, sin
embargo, son actos instantáneos efectuados por el Espíritu santo”
D. CARACTERÍSTICAS DE LA SANTIFICACIÓN O AMOR PERFECTO.
1. Es amor puro, y no está mesclado con otros afectos (1Ti. 5: 2)
2. El amor perfecto es constante, si no es constante no es perfecto. Aunque no
haya gran gozo en todo tiempo, hay siempre una suprema preferencia para
Dios.
3. Es progresivo.
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Los creyentes deben andar “…perfeccionando la santidad en el temor de
Dios” (2Co. 7:1)
4. Echa fuera el temor (que sienten los culpables), temor a la muerte, al infierno,
a la pobreza, a los hombres, etc. (1Jn. 4: 18)
5. Hace más claras las grandes verdades de Dios.
6. Despega nuestros afectos de toda cosa prohibida, destruye todo apetito por
las cosas carnales y mundanas.
7. Trae al alma intensa hambre y sed de Dios (Sal. 42: 1- 3) Desea lo espiritual,
lo santo y lo divino.
E. BASE ESCRITURAL DE LA ENTERA SANTIFICACIÓN.
Veamos qué encontramos en las Sagradas Escrituras respecto a esta doctrina:
1. Es la Voluntad de Dios.
a. “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad
del Señor. No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución; antes
bien sed llenos del Espíritu Santo” (Ef. 5: 17, 18)
b. “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación…” (1Ts. 4: 3)
c. “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecha una vez para siempre” (He. 10: 10)
2. Es una Promesa de Dios.
a. “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como
el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Is. 1: 18)
b. “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas
vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos o limpiaré” (Ez. 36: 25)
c. “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene
tras mí…él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en
su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la
paja en fuego que nunca se apagará” (Mt. 3: 11- 12)
d. Es promesa para los creyentes:
Wesley la llama, “Segunda Obra de Gracia”, dando a entender que la
“Primera Obra de Gracia” es la regeneración, la cual se da a su vez en la
conversión.
La Biblia confirma lo que Wesley dice, ya que encontramos textos donde
se exhorta a los creyentes (a los regenerados) a santificarse. La
santificación no es requerida a los no regenerados, sino a los creyentes.
Algunos de estos textos son:
1) “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional no os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta” (Ro. 12: 1- 2)
2) “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de
toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad
en el temor de Dios” (2C. 7: 1)
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3) “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección” (He. 6: 1)
3. Es Mandato de Dios.
a. “Sed santos, porque yo soy santo” (1P. 1: 16)
b. “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová
y le dijo: YO soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto”
(Gn. 17: 1)
c. “Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es Perfecto” (Mt. 5: 48)
d. “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente y con todas tus fuerzas…” (Mr. 12: 30)
F. INSTRUCCIONES PARA OBTENER LA SANTIFICACIÓN.
Testimonio de Juan Wesley:
“En 1729 mi hermano Charles y yo, al leer la Biblia, y al darnos cuenta de que no
podíamos ser salvos sin santidad, la buscamos e hicimos que otros la buscaran. En
1737 vimos que la santidad se obtiene por fe. En 1738 vimos que los hombres son
justificados antes de ser santificados, pero aun así, todavía buscábamos la santidad-una
santidad interna y externa. Dios entonces nos dio la tarea de hacer que los individuos
buscaran la santidad”
Este hombre de Dios, que buscó y halló la santidad, recomienda a todo creyente
lo siguiente:
1. Tener una visión correcta de esta bendición necesaria y prometida en la
Palabra de Dios.
2. Decidirse a buscarla, hasta obtener un corazón puro.
3. Humillarse bajo la mano poderosa de Dios (Mt. 5: 3, 6) implica un examen de
conciencia.
4. Consagración entera de uno mismo a Dios: alma, cuerpo, tiempo, talento, etc.
No hay santificación sin completa rendición.
5. Se obtiene a través de:
a. La oración (Mt. 26: 41)
b. La lectura de las Sagradas Escrituras (Jn. 15: 3; 17: 17)
c. Meditaciones quietas (devocional diario)
d. Por la utilidad cristiana (Jn. 15: 2)
42
XI. LA DOCTRINA DE LA IGLESIA.
“Creemos en la iglesia, la comunidad que confiesa a Jesucristo como Señor, el
pueblo del pacto de Dios renovado en Cristo, el Cuerpo de Cristo llamado a ser
uno por el Espíritu Santo mediante la Palabra.
Dios llama a la iglesia a expresar su vida en la unidad y la comunión del
Espíritu; en adoración por medio de la predicación de la Palabra de Dios, en la
observancia de los sacramentos y el ministerio en su nombre; en la obediencia
a Cristo, la vida santa y la mutua rendición de cuentas.
La misión de la iglesia en el mundo es compartir la obra redentora y el
ministerio reconciliador de Cristo en el poder del Espíritu. La iglesia cumple su
misión haciendo discípulos mediante el evangelismo, la educación, mostrando
compasión, trabajando por la justicia y dando testimonio al reino de Dios.
La iglesia es una realidad histórica que se organiza en formas culturales
adaptadas; existe tanto como congregaciones locales y como cuerpo universal;
aparta a personas llamadas por Dios para ministerios específicos. Dios llama a
la iglesia a vivir bajo su gobierno en la anticipación de la consumación de la
venida de nuestro Señor Jesucristo”
La palabra iglesia viene del griego “ekklesía”, de “ek” (fuera de) y “kaleo” (llamar).
Ekklesía significa entonces: “una asamblea” o “cuerpo de llamados”; por lo tanto la
iglesia es la asamblea de los llamados, quienes han sido adoptados como hijos de
Dios. En Mt. 18: 17, dice: “…dilo a la iglesia”.
Hablaremos sobre: el origen de la iglesia, la iglesia como cuerpo de Cristo, la iglesia
como templo del Espíritu Santo y cómo hacerse miembro de la iglesia.
A. ORIGEN DE LA IGLESIA.
1. La iglesia del Nuevo Testamento está relacionada con la iglesia del Antiguo
Testamento, “…la congregación del desierto…” (Hch. 7: 38)
2. El Señor Jesús comenzó a formar el “rebaño” con sus seguidores; los
primeros habían seguido a Juan el Bautista y después se constituyeron en
discípulos suyos. Al principio fueron 12, luego, 70, 120, etc.
3. Se considera como nacimiento de la iglesia el gran día de la fiesta de
Pentecostés, donde los 120 fueron llenos del Espíritu Santo (Hch. 2: 1- 4)
4. La iglesia es una institución edificada sobre Cristo (Mt. 16: 18)
43
B. LA IGLESIA COMO EL CUERPO DE CRISTO.
Cristo no está visiblemente en la tierra, pero está presente a través de la
iglesia.
Dice Wiley que es como:
“…una ampliación de la vida encarnada de Cristo”
Podemos decir que la iglesia es un Cuerpo porque tiene:
1. Unidad.
Cristo mantiene unidad con el Padre, y el Espíritu Santo; de igual manera
dentro de la iglesia Cristo es la fuente de unidad entre los creyentes; él oró:
“para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”
(Jn. 17: 21)
2. Crecimiento.
El crecimiento del cuerpo no se da por el crecimiento aislado de cada uno
de sus miembros, sino en una cooperación profunda y alegre con los otros
miembros. El apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo dijo: “sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en
amor” (Ef. 4: 15, 16)
3. Ministerios.
Dios reparte dones y ministerios a los creyentes, para la necesaria
edificación de su cuerpo. Pablo dice: “Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4: 11- 13)
El propósito de Cristo fue que a través de Su Cuerpo (la iglesia), llegue el
evangelio a todas las naciones. Y lo encontramos en la “Gran Comisión”:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mt. 28: 19, 20)
44
C. LA IGLESIA COMO TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO.
Porque es una institución para la adoración de Dios. Y los apóstoles Pedro y
Pablo usan este símbolo de “templo” refiriéndose a la iglesia.
1. Pedro dice:
“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual
y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios
por medio de Jesucristo” (1P. 2: 5)
2. Pablo dice:
“en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados
para morada de Dios en el Espíritu” (Ef. 2: 21, 22)
D. CÓMO SER MIEMBRO DE LA IGLESIA.
1. Aceptando a Cristo como Salvador.
a. Juan dice:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1: 12)
b. Pablo añade:
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Ro. 10: 9)
2. Ser bautizado
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron
aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones” (Hch. 2: 41, 42)
3. Ser libre del pecado.
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de
Dios” (1Jn. 3: 9)
Wiley dice:
“Ningún hombre está “en Cristo” hasta que haya sido limpiado del pecado por el
Espíritu Santo”
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LOS SACRAMENTOS.
“El término sacramento tal como se usa en la teología significa, una señal externa y
visible de una gracia interna y espiritual impartida a nosotros; ordenada por Cristo
mismo como medio para recibir esta gracia y como acto de seguridad en sí misma.”
(Wiley)
Los sacramentos de la iglesia cristiana son: El Bautismo y la Santa Cena.
XII. LA DOCTRINA DEL BAUTISMO.
“Creemos que el bautismo cristiano, ordenado por nuestro Señor, es un
sacramento que significa la aceptación de los beneficios de la expiación de
Jesucristo, que debe administrarse a los creyentes, y que declara su fe en
Jesucristo como su Salvador y su pleno propósito de obediencia en santidad y
justicia. Siendo el bautismo un símbolo del nuevo pacto.
El bautismo puede ser administrado por aspersión, afusión o inmersión, según
la preferencia del candidato”
A. DEFINICIONES DE BAUTISMO.
1. El bautismo es uno de los dos sacramentos que reconoce la tradición
protestante. La palabra bautismo proviene del término griego “baptizo” que
significa “lavar”, “consagrar”
2. Es un sacramento que significa la aceptación de los beneficios de la
propiciación de Jesucristo y que ha de ser administrado a los creyentes,
como declaración de su fe en Jesucristo, como su Salvador y con pleno
propósito de obediencia en santidad y justicia.
B. INSTITUCIÓN DEL BAUTISMO.
El doctor Pope dice:
“Fue ordenado por nuestro Señor Jesucristo, como señal de admisión a la
iglesia, y el sello de unión con Él mismo y la participación en las bendiciones
del Pacto Cristiano”.
Sin embargo debemos recordar que el bautismo, era practicado desde antes
del cristianismo, por los judíos. Ellos lo practicaban como un rito cada vez que
alguien se hacía prosélito de su religión.
También Juan el Bautista impartía un bautismo de arrepentimiento.
El bautismo cristiano es un mandato expreso de Nuestro Señor Jesucristo (Mt.
28: 19, 20) y una práctica apostólica (Hch. 2: 38, 41; 8: 12); además podemos
46
decir que es una obligación universal y perpetua en la vida de la iglesia.
Establece un pacto permanente, por lo tanto no debe repetirse.
Jesús no necesitaba del bautismo con agua, pero fue un reconocimiento
público de su identificación con los transgresores ((Is. 53: 12). Fue un ejemplo
para sus seguidores “…conviene que cumplamos toda justicia” (Mt. 3: 15)
C. OPINIONES SOBRE LA NATURALEZA DEL BAUTISMO.
1. En el tiempo de los apóstoles.
a. Era la identificación del individuo o de la familia que se bautizaba, con
Cristo.
b. Era la separación de la vieja vida y la aceptación de la nueva vida con
Cristo.
2. Opinión de la iglesia católica romana.
a. El bautismo limpia de todo pecado presente, pasado y original; e
incorpora con Cristo al que lo recibe impartiéndole todos los dones y
gracias de la vida nueva.
b. Por lo tanto la mera administración del bautismo salva a la persona
bautizada.
c. Los niños eran bautizados no por su fe, sino por el de la iglesia.
3. Opinión de la iglesia protestante.
a. Es necesario la fe del candidato para que el bautismo sea un medio de
gracia (Mr. 16: 15)
b. No quita el pecado original; no tiene poder santificador (1P. 3: 21)
c. Sólo es la señal externa de que la persona ya es seguidora de Cristo.
D. MODOS Y REQUISITOS PARA EL BAUTISMO.
1. Modos.
a. Los bautistas.
Le dan al término griego “baptizein” sólo el significado de sumergir o
meter, sin embargo la mayoría de lexicógrafos le dan un significado más
amplio, incluyendo, sumergir, teñir, templar, zambullir, rociar.
b. Los inmersionistas.
Ellos usan como argumento para mantener su posición algunos pasajes
que hacen referencia al bautismo como símbolo del entierro, por
ejemplo: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por
el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Ro. 6:
4) y “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de
los muertos” (Col. 2: 12); pero leyendo el contexto de estos versículos
encontramos que está haciendo referencia más que al bautismo y a su
modo; a la obra del Espíritu Santo.
c. Ejemplos de bautismo en la Biblia.
1) En Marcos 7: 4, dice: “…si no se lavan (bautizan), no comen” y aquí
está haciendo referencia al lavamiento de las manos.
47
2) El bautismo de Pablo no especifica la Biblia que fue en un río (Hch.
9: 18)
3) El bautismo de Cornelio y su familia (Hch. 10: 47, 48)
4) El bautismo el carcelero de Filipo (Hch. 16: 31- 33)
d. Otros modos de bautismo aceptables.
1) Derramando agua sobre la cabeza.
2) Salpicando agua.
3) Testimonio de un libro cristiano antiguo:
“Por lo que se refiere al bautismo; bautizarás de la siguiente manera:
Cuando hayas instruido al candidato sobre todas estas cosas,
bautízale en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo en
aguas corrientes. Si no puedes bautizar en agua fría úsala caliente.
Si no puedes obtener ninguna de las dos, derrama agua tres veces
sobre la cabeza del candidato en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Antes de bautizarlo has que ayune el candidato y
el que va a bautizar, y que los que pueden hagan lo mismo. Debes
exhortar al candidato a que ayune dos o tres días antes de la
ceremonia”
2. Requisitos del candidato.
a. Ser creyente.
El Señor dijo: “El que creyere y fuere bautizado será salvo” (Mr. 16: 16)
b. Estar en comunión.
Que tenga buen testimonio delante de Dios y de los hombres; es decir
que no esté en pecado.
c. No estar en convivencia sino ser casado.
Obligatorio el matrimonio civil. No puede bautizarse una persona que
está en convivencia, ya que es fornicación.
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XIII. LA DOCTRINA DE LA CENA DEL SEÑOR.
“Creemos que la Cena conmemorativa y de comunión instituida por nuestro
Señor y Salvador Jesucristo es esencialmente un sacramento del Nuevo
Testamento, que declara su muerte expiatoria, por cuyos méritos los creyentes
tienen vida y salvación, y la promesa de todas las bendiciones espirituales en
Cristo. Es distintivamente para aquellos que están preparados para apreciar con
reverencia su significado y por ella anuncian la muerte del Señor hasta que Él
venga otra vez. Siendo la fiesta de comunión, sólo aquellos que tienen fe en
Cristo y amor para los santos deben ser llamados a participar en ella”
A. INSTITUCIÓN DE LA CENA DE SEÑOR.
Fue instituida por el mismo Señor Jesucristo, la noche de la Pascua y de la
traición.
La Biblia lo registra de la siguiente manera:
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y
habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es
mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados” (Mt. 26: 26- 28)
B. INTERPRETACIÓN DOCTRINAL DEL APÓSTOL PABLO.
“La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo
uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos
participamos de aquel mismo pan” (1Co. 10: 16, 17)
Así como el bautismo sustituyó el rito de la circuncisión, la Cena del Señor
sustituyo la fiesta judía de la Pascua.
El apóstol Pablo dice que recibió la orden del Señor para se practicara en todas
las iglesias:
“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí” (1Co 11: 23, 24)
C. TÉRMINOS CON LOS QUE TAMBIÉN SE LE CONOCE A LA CENA DEL
SEÑOR.
1. “Eucaristía” (Eucharistía: “Gracias”)
La Biblia dice: “…y habiendo dado gracias…” (Mt. 26: 27)
2. “Comunión”
De los unos con los otros (1Co. 10: 16)
3. “Fiesta memorial”
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Porque conmemora la muerte de Cristo y la esperanza de su segunda
venida (1Co. 11: 26)
4. “Sacrificio”
No es que el sacrificio de Cristo se repita siempre que celebramos la Santa
Cena, porque las Escrituras dicen: “y no para ofrecerse muchas veces,
como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre
ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces
desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos,
se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar
de en medio el pecado” (He. 9: 25, 26)
5. “La Presencia o el Misterio”
a. Presencia: Porque Cristo es el Anfitrión.
b. Misterio: El alimento sagrado como un canal de gracia y de poder.
D. NATURALEZA DE LA CENA DEL SEÑOR.
Hay cuatro pensamientos doctrinales distintos:
1. La Transubstanciación.
Basándose en las Palabras de Cristo: “…este es mi cuerpo…” “…este es mi
sangre”
Este pensamiento es católico romano, que toma literalmente estas palabras
y afirman que en el momento de la consagración del pan y el vino, éstos
literalmente se convierten en el verdadero cuerpo y la verdadera sangre del
Señor; aun lo que queda de los elementos que no se usó (por eso el
sacerdote lo guarda)
2. La Consubstanciación.
Este presenta el pensamiento luterano. Afirma que el pan y el vino siguen
siendo pan y vino; pero en realidad el cuerpo y la sangre de Cristo están
presente en el pan y el vino; y sólo en lo que se usa en la Cena y lo
sobrante no.
3. De la Conmemoración.
Presenta el pensamiento del Zwinglio, reformador suizo, contemporáneo de
Lutero; él se opuso a la interpretación literal y afirmó que cuando Cristo dijo:
“…esto es mi cuerpo…” y “…esto es mi sangre…” estaba usando un
lenguaje figurativo; por lo tanto debe considerarse la Cena del Señor como
una conmemoración de la muerte del Señor.
4. Pensamiento Calvinista.
Juan Calvino enseñó que el Cuerpo y la sangre no estaban presente física,
sino espiritualmente en los elementos.
Lo expresó de la siguiente manera: “El pan y el vino son santos, verdaderos
símbolos a través de los cuales el Señor presenta y ofrece la verdadera
comunión del cuerpo y la sangre de Cristo para la alimentación y nutrición
de la vida eterna y espiritual”
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E. AFIRMACIÓN DE LA IGLESIA PROTESTANTE ACERCA DE LA CENA DEL
SEÑOR.
Orton Wiley afirma que:
“(1) No se efectúa ningún cambio en los elementos; el pan y el vino no son literalmente
el cuerpo y la sangre de Cristo. (2) El cuerpo y la sangre de Cristo no están
literalmente presentes en los elementos, no son recibidos por los comulgantes. (3)
Más bien, los elementos son señales o símbolos del cuerpo y de la sangre de Cristo,
sirviendo como conmemoración de sus sufrimientos en la cruz y como ayuda a la fe
del comulgante. (4) Los elementos también poseen un carácter sacramental, siendo un
sello divinamente señalado del pacto de la redención. Como la sangre del Cordero
pascual sirvió como sello de ese pacto bajo la antigua dispensación señalando la fe de
los israelitas al Redentor prometido, nada más correcto que, como la dispensación
antigua debía ser sustituida por la nueva, el sello del pacto debía también cambiarse;
de aquí que en la conclusión de última pascua autorizada se instituyera la Cena del
Señor como conmemoración perpetua y sello permanente de la misericordia pactada,
y gracia de Dios, hasta que el Salvador apareciera por segunda vez sin pecado para
salvación” (Pg. 442)
F. ADMINISTRACIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR.
1. Los elementos son el pan y el vino.
2. La oración. Que incluye: la acción de gracias, la preparación de los
corazones de los comulgantes y la consagración de los elementos.
3. La partición del pan. Puede presentarse ya partido.
4. La invitación es para todo el pueblo.
Pero es necesario que el que desea participar de la Cena del Señor debe
examinarse. Si es consciente que no está apto para participar; debe
abstenerse de hacerlo (1Co. 11: 27, 28)
5. Debe hacerse con fidelidad y regularidad, hasta que el Señor venga.
51
XIV. LA DOCTRINA DE LA SANIDAD DIVINA.
“Creemos en la doctrina bíblica de la sanidad divina e instamos a la iglesia del
Señor a ofrecer la oportunidad de hacer la oración de fe para sanidad de los
enfermos. Creemos también que Dios sana a través de la ciencia médica”
Con la caída de Adán entró en la humanidad la enfermedad y la muerte. Todos
cristianos y no cristianos estamos expuestos a la enfermedad. Por lo tanto la iglesia
no debe tratar de ignorar este asunto; sino por el contrario debe ayudar y exhortar a
los creyentes a que se esfuercen a mantenerse sanos; y si alguien se enferma,
buscar la sanidad divina. Sometiéndose desde luego a la voluntad de Dios; porque
hay enfermedades que Dios las sanará directamente, y en otros casos permitirá que
se use la medicina.
Al tratar la doctrina de la Sanidad Divina hablaremos de el origen de la enfermedad,
consecuencias, cómo cuidarnos para no enfermarnos, qué hacer si enfermamos y
cómo orar por el favor de la sanidad divina:
A. ORIGEN Y CONSECUENCIAS DE LA ENFERMEDAD.
1. Origen.
Samuel Vila en su Diccionario Bíblico dice:
“El origen primero de la enfermedad y de la muerte debe ser buscado,
evidentemente, en el pecado y en la caída. El hombre, hecho a imagen de Dios
por una creación perfecta, estaba destinado a una vida venturosa y eterna, y no a
los sufrimientos físicos y morales a los que se halla sometido (Gn. 1:27, 31; 2:7;
3:22)”
2. Consecuencias.
a. Sufrimiento y dolor.
Tanto para la persona que está enferma, como para sus familiares y
personas que la aman.
b. Muerte.
La enfermedad muchas veces causa la muerte, aun en los creyentes.
Al respecto el Diccionario Teológico dice:
“Por cuanto nuestro cuerpo envejece y que un día tendremos que abandonarlo,
no nos sorprende ver en 2 R. 13:14: «Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad
de que murió.»“
B. CÓMO CUIDARNOS PARA NO ENFERMAR.
1. Recordar que Nuestro Cuerpo puede Enfermar.
La envoltura en la que habitamos y que llamamos “cuerpo” siempre estará
expuesta a la enfermedad y al envejecimiento.
El Diccionario Bíblico dice:
“Al esperar esto, «gemimos dentro de nosotros mismos», ya que, aunque «el
[hombre] interior se renueva de día en día», «éste nuestro hombre exterior se va
desgastando». Nuestro cuerpo es un tabernáculo perecedero dentro del cual
«gemimos con angustia», ya que está para ser destruido (2 Co. 4:16; 5:1-4)”
52
Si somos conscientes de esto, cuidémonos y tomemos todas las
precauciones necesarias para evitar enfermarnos.
2. No Desafiar a Dios ni a la naturaleza.
A veces exageramos nuestra fe en el Señor y arriesgamos nuestra
integridad (salud) y hasta nuestra vida, de manera irresponsable; pensando
tal vez que, porque somos hijos de Dios no nos va a pasar nada. Dañamos
nuestra salud comiendo con exceso lo que hace daño (grasas, café, azúcar,
sal, etc.), exponiéndonos al polvo, humedad o humo que respiramos, o
corriendo riesgos innecesarios, como tomar un cable de electricidad con las
manos húmedas, y en los casados el exceso en las relaciones sexuales
puede debilitar nuestros cuerpos y enfermar.
El Diccionario Bíblico dice:
“Está claro asimismo que la violación de las leyes físicas y morales conduce, con
mucha frecuencia, a la enfermedad y al desequilibrio psíquico (p. ej., el
alcoholismo y la licencia sexual, Pr. 2:16-19; 23:29-32). En cambio, el respeto a los
mandatos divinos tiene con gran frecuencia el efecto de mantener la salud» (Pr.
3:8; 4:20-22)”
Por lo tanto debemos cuidar nuestro cuerpo, con una alimentación y descanso
apropiado, además de llevar una vida dinámica; y lo más importante vivir en temor
y santidad, agradando a Dios en todo”
C. QUÉ DEBO HACER SI ME ENFERMO.
1. Examinarse en Oración.
Hay enfermedades que se contraen en forma natural, pero hay otras que
vienen de parte de Dios, como disciplina, para llamar al arrepentimiento a la
persona; y otras hasta para darle la gloria a Su nombre. Para eso es
necesario examinarnos cómo estamos delante de Dios.
El Diccionario Bíblico dice lo siguiente:
“La enfermedad puede ser asimismo el castigo de un pecado concreto (Dt. 28:58-
61: 2 S. 24:15; 2 R. 5:27), o puede provenir de las faltas de los padres (Éx. 20:5),
y puede también alcanzar a los cristianos que no se juzgan a sí mismos
abandonando sus desobediencias (1 Co. 11:30-32). Sin embargo, la Biblia
destaca que no toda enfermedad es necesariamente el resultado de un pecado
personal. Job era íntegro, recto, temeroso de Dios, apartado del mal, hasta el
punto de que no había ninguno como él en toda la tierra. Con todo, Dios tuvo a
bien mandarle una prueba, para su crecimiento espiritual (Job. 1:8; 2:5-7). Ni el
ciego de nacimiento ni sus padres habían provocado por sus pecados esta
ceguera, que hizo manifestar la gloria de Dios (Jn. 9:2-3). A Pablo le fue puesto un
aguijón en la carne, no porque hubiera pecado, sino para guardarle del orgullo
debido a las revelaciones inauditas del Señor (2 Co. 12:7). La Biblia revela que, en
ocasiones, Satanás puede ser el agente que provoca ciertas enfermedades (Job.
2:6-7; Lc. 13:16; Hch. 10:38)”
2. Si Somos Culpables, confesar nuestro pecado y pedir Perdón a Dios.
El Diccionario Teológico dice:
“¿Qué debe hacer el cristiano en caso de enfermedad? Santiago da una clara
respuesta acerca de este tema (Stg. 5:14-16). El enfermo es llamado a que se
examine a sí mismo para discernir el sentido de la prueba, y a confesar todo
pecado que le muestre el Espíritu Santo (cp. 1 Co. 11:30-31); tiene que llamar a
53
los ancianos de la iglesia, ya que su sufrimiento es el sufrimiento de toda la
comunidad (1 Co. 12:26) Los antiguos practicaban la unción con aceite, bien que
esto no sea una ley, y que Dios pueda sanar sin ella”
D. CÓMO DEBO ORAR POR EL FAVOR DE LA SANIDAD DIVINA.
1. Con Fe y Humildad.
2. Aceptando la Voluntad de Dios.
El leproso le dijo: “…Señor, si quieres, puedes limpiarme” (Lc. 5: 13)
El Diccionario Bíblico añade:
“Es «la oración de fe» la que sanará al enfermo. ¿En qué consiste esta última?
Nos parece, en base a 1 Jn. 5:14-15, que se basa en la búsqueda y certidumbre
de la voluntad precisa de Dios acerca del caso en cuestión”
3. ¿Qué Hacer si no Sano?
Veamos lo que dice el Diccionario Teológico:
“El Señor permite que la prueba persista, como sucedió con Pablo (2 Co. 12:7-10);
pero entonces da un auxilio sobrenatural para soportarla y para transformarla en
una victoria espiritual.
Dios hace comprender que ha llegado la hora de la partida (Gn. 48:1, 21; Jos.
23:2, 14; 2 R. 13:14; 20:1). Es cierto que Ezequías consiguió un aplazamiento de
15 años, pero fue en el curso de este período que cayó en la soberbia y que
engendró al impío Manasés (2 Cr. 32:24-25; 2 R. 21:1, 9; 24:3-4). Esta partida del
enfermo creyente y sumiso es para él, en realidad, una «ganancia» y una
liberación (Fil. 1:20-23; 2 Co. 5:6-8). En una palabra, la voluntad de Dios no puede
ser otra cosa que buena, agradable y perfecta. Dispongámonos, como creyentes, a
discernirla y a aceptarla.”
Pero recordemos que tenemos la promesa de Dios en su Palabra que llegará el
día en que “…ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor…” (Ap.
21: 4b) ¡ALELUYA!
54
XV. LA DOCTRINA DE LA SEGUNDA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO.
“Creemos que el Señor Jesucristo vendrá otra vez; que los que vivamos en
el momento de su venida no precederemos a los que durmieron en Cristo
Jesús; mas si hemos permanecido en Él, seremos arrebatados con los
santos resucitados para reunirnos con el Señor en el aire y estaremos
siempre con Él”
Al tratar estas dos últimas doctrinas: La segunda venida de Nuestro Señor
Jesucristo y la Resurrección, el juicio y el destino final; entramos a estudiar los
“acontecimientos futuros” que están declaradas en la Palabra de Dios; lo que se
denomina “escatología”
Antes de entrar a estudiar la doctrina de la Segunda Venida, es necesario hablar
acerca de:
A. LA MUERTE Y LA INMORTALIDAD.
1. La Muerte:
a. En el sentido físico es la separación del alma, del cuerpo. No es
aniquilación o terminación de la existencia.
b. En el sentido espiritual se refiere a la separación del alma y del cuerpo
de Dios y si es “muerte eterna” es final e irrevocable.
c. Para el cristiano la muerte física es una simple separación de esta vida
a otra, es la puerta por la que se entra a la presencia de Cristo mismo.
dice el apóstol Pablo: “Porque sabemos que si nuestra morada
terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio,
una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también
gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación
celestial” (2Co. 5: 1, 2).
2. La Inmortalidad.
El ser humano posee una parte espiritual y una parte física; lo que muere
es el cuerpo, pero la parte espiritual (el alma), sigue viva.
Acerca de la inmortalidad, dice el teólogo Wiley:
“La vida del hombre nunca cesa. El sepulcro es solamente el túnel para llegar a
la vida del más allá. La naturaleza de esta existencia futura es determinada por el
carácter personal, y éste a su vez por la actitud del alma hacia la obra expiatoria
de Jesucristo. Para el creyente es la vida eterna, para el incrédulo es la muerte
eterna…El Nuevo Testamento está repleto de enseñanzas respecto a la
inmortalidad del hombre. Nuestro Señor mismo declaró: “Y no temáis a los que
matan el cuerpo, mas el alma o pueden matar” (Mateo 10:28)” (Págs. 452, 453)
B. EL ESTADO INTERMEDIO.
55
Es la existencia consciente del alma entre la muerte y la resurrección del
cuerpo. Pero hay diferencia de opinión respecto a este estado. Es necesario
explicar la terminología de algunas palabras relacionados a este tema:
1. Sheol (hebreo)
La tumba, lugar, o estado de los muertos; en la que participan los
elementos: castigo y miseria; pero nunca un lugar o estado de felicidad.
2. Hades (griego)
Significa el mundo invisible de los espíritus idos (es la traducción de la
Septuaginta del término Sheol). Aparece 11 veces en el Nuevo
Testamento, y en cada caso, excepto uno, se traduce infierno y
claramente representa el mundo invisible bajo el dominio de Satanás.
3. Paraíso.
Significa “Parque o Jardín de Placer”; se usó en la Septuaginta para
representar el huerto en Edén. Aparece sólo 3 veces en el Nuevo
Testamento:
“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el
paraíso” (Lc. 23: 43)
“que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es
dado al hombre expresar” (2Co. 12: 4)
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que
venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del
paraíso de Dios” (Ap. 2: 7)
C. ¿LUGAR O ESTADO INTERMEDIO?
1. La Biblia dice:
“Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que
estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor” (2Co. 5: 6)
“Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús,
recibe mi espíritu” (Hch. 7: 59)
“pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y
presentes al Señor” (1Co. 5: 8)
2. Eunice R. Bryant en su “Tesis Sobre la Teología de Wesley” dice: “En su
sermón sobre “El Rico y Lázaro”, Wesley arguye eficazmente que las
almas de los justos no van directamente al cielo” (y escribe lo que él dijo):
“De hecho, se supone muy generalmente, que las almas de los hombres
buenos, tan luego dejan el cuerpo, vayan directamente al cielo, pero esta
opinión no tiene el menor fundamento en los Oráculos de Dios. El
contrario, nuestro Señor dice a María, después de la resurrección, ´No me
toques, porque aún no he subido a mi Padre´ en el cielo. Pero Él había
estado en el paraíso, de acuerdo con su promesa al ladrón penitente: ´Hoy
estarás conmigo en el paraíso´. De modo que, es claro que el paraíso no
es el cielo. Realmente es la antecámara del cielo (si me permite tal
expresión), donde se quedan las almas de los justos hasta después del
juicio general cuando se recibirán en la gloria” (Bryant: s/f, 586, 587)
3. ¿Qué podemos decir acerca del estado intermedio para los justos?
56
a. Es un estado de conciencia y de continua relación moral y espiritual
con Cristo: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni
lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro. 8: 38,
39)
b. Es un estado de bienaventuranza y reposo (Ap. 14: 13)
No es el estado final, ni para los justos, ni para los pecadores. Después
de la resurrección cada uno irá a su lugar eterno.
c. En el estado intermedio las almas de los justos siguen continuamente
al Señor. La Biblia dice:
“Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son
vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va.
Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios
y para el Cordero” (Ap. 14: 4)
“Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo
sobre ellos” (Ap. 7: 15)
4. ¿Qué podemos decir del estado intermedio de los condenados?
Eunice R. Bryant, escribe las palabras de Wesley sobre el estado
intermedio de los malos:
“¡Un convoy triste hacia el mundo de los espíritus! ¡Las arras tristes de lo
venidero! Además, o está atado con cadenas de tinieblas, y reservado hasta
el juicio del gran día; o, a lo mejor, vaga para allí y para allá, buscando
descanso, pero no encontrando nada. Quizás lo buscará (como el espíritu
inmundo que fue echado del hombre) en lugares secos y desolados; tal vez
en donde toda la naturaleza esté en ruinas, y acepta como su soberano la
muerte. ¡Pero poco consuelo puede encontrar aquí! Puesto que todo
contribuye para hacer crecer la espectativa espantosa de la indignación
fogosa, que devorará al impío” (Bryant: s/f, 589)
5. Wiley dice:
“El protestantismo retiene la idea de un estado intermedio pero rechaza la idea
de un lugar intermedio…durante el estado intermedio, las personas están
incompletas, en tanto que sus almas y sus cuerpos estén separados…” (Wiley:
1959, 456)
Pero Purkiser en el libro de Teología titulado “Dios, Hombre y Salvación”
dice:
“La historia del rico y Lázaro (Lc. 16: 19- 31) tiene que manejarse con mucho
cuidado…no debe ser mal usada por medio de una interpretación demasiado
literal del leguaje vívido que claramente es metafórico. Siendo que el rico
estaba en su estado incorpóreo, obviamente carecía de “lengua”, y Lázaro
tampoco tenía “dedo”…” (Purkiser: s/f, 694)
Ya que en el momento de la muerte el alma se separada del cuerpo, se cree
que va a un “estado” y no a un lugar. Los justos a un estado de dicha y
felicidad; mientras que los malos a un estado de sufrimiento y tormento.
57
D. DECLARACIÓN DEL SEÑOR JESÚS SOBRE SU SEGUNDA VENIDA.
Jesús dijo: “… el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os
digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta
que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino” (vv. 17, 18) Estas
palabras del Maestro las registró también Marcos y Lucas (Mr. 8: 27- 1: 9; Lc.
9: 18- 27) y también Juan: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn. 14: 2, 3)
No son palabras de algún apóstol, son palabras del mismo Señor Jesucristo,
prometiendo a los hombres que volvería por segunda vez.
E. DECLARACIÓN DE LOS APÓSTOLES.
1. Juan dice: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que
le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí,
amén” (Ap. 1: 7)
2. Pedro anima: “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed
sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando
Jesucristo sea manifestado” (1P. 1; 13)
3. Pablo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo
de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria
suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas” (Fil. 3: 20, 21); “aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tit. 2:
13)
4. Lucas: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le
recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos
puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a
ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron:
Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que
ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo” (Hch. 1: 9- 11)
5. El autor de la Carta a los Hebreos dice: “así también Cristo fue ofrecido
una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda
vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (9: 28)
6. Santiago: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.
Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando
con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened
también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la
venida del Señor se acerca” (5: 7, 8)
58
F. SEÑALES DE SU VENIDA.
El Señor predijo 3 eventos como señales de Su Venida:
1. Desorden en el mundo (Mt. 24: 7): (a)Disturbios en el mundo físico;
(b)Grandes revoluciones políticas; (c)Desintegración social. Todo esto
será por un espacio de tiempo considerable, según (Mt. 24: 6) Y al
aproximarse Su Venida será peor, según (Mt. 24: 21, 22)
2. Será predicado el evangelio en todo el mundo (Mt. 24: 14) Tarea que debe
cumplir su iglesia.
3. Surgimiento de la apostasía (Mt. 24: 10- 12)
Esto implica: (a)Aumento de pecado; (b)Falsas enseñanzas (sectas);
(c)Revelación del hombre de pecado, quien querrá tomar el lugar de Dios
y pedirá que le adoren (2Ts. 2: 3, 4). (c)La justicia aumentará al igual que
el pecado.
G. LA MANERA DE SU VENIDA.
Respecto a la manera de la venida a Biblia dice que habrá:
1. Falsas apariciones (Mt. 24: 26, 27)
2. Cataclismos (Mt. 24: 29- 31)
3. Será en una forma inesperada (Mt. 24: 36, 42, 44)
4. Será como en un día normal (Mt. 24: 37- 39)
H. EL PROPÓSITO DE SU VENIDA.
El propósito de Su Venida aparece en dos parábolas: La parábola de las 10
vírgenes, que nos exhorta a estar vigilantes y llenos de Dios (Mt 25: 1- 13) y la
parábola de los talentos, que nos exhortan a usar bien y hacer producir los
recursos que Dios ha puesto en nuestras manos (Mt. 25: 14- 30); porque
habrá:
1. Un juicio donde los justos serán recompensados y los malos castigados;
añade el Señor: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos
los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y
serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas
a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de
su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25: 31- 34)
2. Un dictamen final: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles…
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mt. 25: 41, 46)
I. EL DÍA DEL SEÑOR.
Como los días de la creación son días de duración indefinida; el Día del
Señor es un período de tiempo, en el que se darán muchos
acontecimientos.
59
J. EL ORDEN DE LOS EVENTOS DEL DÍA DEL SEÑOR.
No se puede establecer con seguridad el orden de los eventos porque son
profecías, no hechos históricos, puesto que están por suceder. Hay variedad
de opiniones respecto al orden.
Wiley, da el siguiente orden, pero sin embargo afirma que éste no debe
tomarse como un dogma:
1. El Arrebatamiento y la Revelación.
“La Segunda venida de Cristo es el evento inaugural del Día del Señor.
Será acompañada por la resurrección de los muertos justos y por el
arrebatamiento de los justos vivientes. Ambos grupos de santos recibirán
en las nubes al Señor. Se hace aquí una distinción entre el arrebatamiento
y la revelación. El arrebatamiento consiste en recibir al pueblo de Dios en
la reunión en las nubes. La revelación es el retorno de Cristo a la tierra
acompañado por el grupo de santos y ángeles. En lo que respecta a la
relación del arrebatamiento y la revelación, hay opiniones variadas.
Algunos las identifican sosteniendo que cuando él venga todo ojo lo verá,
los santos se levantarán en gozo a recibirle, y las naciones de la tierra
sufrirán por causa de esto (Ap. 1: 7). Otros establecen una separación
entre el arrebatamiento y la revelación, sosteniendo que el arrebatamiento
es secreto y conocido sólo por los santos; que la revelación es lo único
visible al mundo. En lo que se refiere al tiempo entre los dos, la mayoría
de los escritores sostienen que será un período de tres años y medio.
Durante este período, los santos asistirán a la Cena de las Bodas del
Cordero en los lugares celestiales, en tanto que la tierra pasará un período
de tribulación sin paralelo, en cuyo tiempo el anticristo asumirá autoridad
total. El hecho general del arrebatamiento y de la revelación es claramente
escritural; los detalles ya mencionados deben ser asunto de opinión
individual” (Pg. 468, 469)
2. El Juicio Investigativo.
Este juicio es para las naciones vivientes en el tiempo de la Segunda
Venida.
a. “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a
todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los
echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su
Padre. El que tiene oídos para oír, oiga” (Mt. 13: 41- 43)
b. “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos
ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán
reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá
a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mt. 25: 31-
34)
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c. “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el
Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me
habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a
las doce tribus de Israel” (Mt. 19: 28)
3. La Destrucción de los Malos.
“y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en
llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán
pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la
gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus
santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro
testimonio ha sido creído entre vosotros).” (2Ts. 1: 7- 10)
4. La Caída del Anticristo y la Ligadura de Satanás.
a. Cae el anticristo: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el
Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con
gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2Ts. 2: 8, 9)
b. Satanás es atado: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave
del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la
serpiente antigua,(A) que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no
engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y
después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo” (Ap. 20: 1-
3)
5. Establecimiento del Reino.
La iglesia en un sentido místico está incluida en el Reino de Dios, el
Espíritu Santo: “ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de
Dios está entre vosotros” (Lc. 17: 21); luego vendrá el Reino de Dios el
Hijo, cuando se siente en el trono de gloria: “Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará
en su trono de gloria” (Mt. 25: 31)
6. La Regeneración de la Tierra.
Cuando Nuestro Señor Jesucristo aparezca, la tierra será librada de la
ligadura de corrupción (Hch. 3: 19- 21). La maldición del pecado será
quitada de la tierra presente. Sucederán muchos cambios que no
podemos conocer ahora.
Isaías habla de:
a. Fertilidad extraordinaria de la tierra: “En lugar de la zarza crecerá
ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por
nombre, por señal eterna que nunca será raída” (55: 13)
b. Lugares que nunca fueron habitadas convertidas en centros de belleza
y gloria: “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y
florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará
y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del
Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del
61
Dios nuestro… Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y
torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el
sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su
guarida, será lugar de cañas y juncos” (Is. 35: 1, 2, 6, 7)
c. Longevidad: “No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo
que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el
pecador de cien años será maldito. Edificarán casas, y morarán en
ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para
que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días
de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán
la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para
maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus
descendientes con ellos” (Is. 65: 20- 23)
d. Cambios en los cielos astronómicos: “Y la luz de la luna será como la
luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días,
el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que
él causó” (Is. 30: 26)
7. La Consumación Final.
Es el evento culminante del “Día del Señor”. El día termina con una
apostasía que sigue al reinado de mil años, la resurrección de los malos,
la destrucción por fuego de los cielos y de la tierra y el juicio final con sus
recompensas y castigos: “pero los cielos y la tierra que existen ahora,
están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día
del juicio y de la perdición de los hombres impíos…esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
fundirán!” (2P. 3: 7, 12)
No es un aniquilamiento del mundo, sino más bien una purificación de lo
malo. Como el cuerpo del hombre que se deshace al morir pero luego se
levantará en gloria e inmortalidad; así será la tierra después de deshecha
aparecerá en resurrección los nuevos cielos y la nueva tierra, donde more
la justicia (2P. 3: 13) la Biblia añade que: “Luego el fin, cuando entregue el
reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad
y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos
sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido
es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y
cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se
exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las
cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que
le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1Co. 15:
24- 28)
62
K. EL MILENIO Y SUS TEORÍAS.
Es el Reinado de Cristo sobre la tierra por un período de mil años. Los
estudiosos de la Biblia y en especial los que estudian los acontecimientos
futuros (escatólogos) presentan algunas teorías con el propósito de explicar
este evento, en relación con la Venida de Cristo, entre ellas sobresalen dos:
1. El Premilenialismo (Teoría literalista)
Asegura que el milenio comienza con el regreso personal y visible de
Nuestro Señor Jesucristo.
2. El Postmilenialismo (Teoría espiritualista)
Se llama así porque considera que la Segunda Venida sigue, en lugar de
preceder al milenio y que será un tiempo donde la iglesia florecerá y la
santidad triunfará; reinará la justicia y la paz se extenderá por todo el
mundo por un período de mil años (Ap. 20: 1- 11)
L. LA PRIMERA Y LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.
El teólogo Wiley dice lo siguiente:
“Hay ciertos puntos interesantes de contraste entre la primera y la segunda
venidas de Cristo que merecen ser estudiados. En la primera venida se presentó
como un siervo que ministra; en la segunda “se sentará en su trono de gloria, y
serán reunidas delante de él todas las naciones” (Mt. 25: 31- 32). Su primera
venida fue en humillación; fue despreciado y rechazado por los hombres (Isaías
53: 3): “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Jn. 1: 11). Pero su segunda
venida será gobernada por la ley de la exaltación. Su segunda venida será
marcada, porque el pueblo se levantará con gozo y saldrá a recibirle en las nubes
con una compañía innumerable de ángeles, formando la escolta de su gloriosa
esposa en su retorno a la tierra. El propósito de su primera venida fue la libertad
del hombre de la culpa, del poder y de la existencia del pecado a través de su
sacrificio sacerdotal. La segunda venida será para quitar las consecuencias del
pecado por medio de la potestad que le ha sido dada como nuestro Rey glorioso”
(Pg. 467)
63
XVI. LA DOCTRINA DE LA RESURRECCION, EL JUICIO Y EL DESTINO.
“Creemos en la resurrección de los muertos, que los cuerpos de los justos
como de los injustos serán resucitados y unidos con sus espíritus, “los que
hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida mas los que hicieron lo malo,
a resurrección de condenación”
Creemos en el juicio futuro en el cual toda persona comparecerá ante Dios para
ser juzgada según sus hechos en esta vida.
Creemos que a los que son salvos por creer en Jesucristo nuestro Señor y le
siguen en obediencia se les asegura la vida gloriosa y eterna; y que los que
permanecen impenitentes hasta el fin, sufrirán eternamente en el infierno”
A. LA RESURRECCIÓN.
El término resurrección significa “volver a la vida”, esto es levantar aquello que
había estado en el sepulcro. Significa también “una restauración a la vida de lo
que había muerto”. El alma no muere, sino el cuerpo; entonces es el cuerpo del
hombre lo que resucita.
La enseñanza de la resurrección se encuentra tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento:
1. Base Bíblica de la Resurrección.
a. En el Antiguo Testamento.
1) Job. 19: 26.
“Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a
Dios”
2) Salmo. 16: 8- 11.
“A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente;
Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre”
3) Salmo. 17: 15.
“En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;
Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza”
4) Salmo. 49: 15.
“Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo”
5) Isaías. 26: 19.
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“Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y
cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de
hortalizas, y la tierra dará sus muertos”
6) Daniel. 12: 2.
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua”
b. En el Nuevo Testamento.
1) El testimonio de Nuestro Señor Jesucristo.
a) Juan. 5: 28, 29.
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los
que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo
bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo
malo, a resurrección de condenación”
b) Juan. 6: 44.
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y
yo le resucitaré en el día postrero”
c) Juan. 11: 25, 26.
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no
morirá eternamente”
d) Juan. 14: 19.
“Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me
veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis”
2) El testimonio de los apóstoles.
a) Hechos. 4: 1, 2.
“Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con
el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos de que
enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de
entre los muertos”
b) 2 Corintios. 4:14.
“sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también
nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con
vosotros”
c) 1Tesalonisenses. 4: 16.
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero”
Al principio de la vida de la iglesia algunos cristianos no entendían esta
enseñanza acerca de la resurrección; entre ellos:
Los de ascendencia griega; debido a que tenían la influencia del “dualismo”
que afirmaba que la materia es mala (Hch. 17: 32)
Otros que tenían la influencia de los saduceos que no creían en la
resurrección (Mt. 22: 23; Mr. 12: 18; Lc. 20: 27)
65
2. Opinión de Algunos Teólogos:
a. Wiley:
“…el anuncio evangélico incluye la idea de la resurrección del hombre total, y
de toda la raza humana a una existencia duradera…Mientras que la
resurrección de los justos es para vida eterna, la resurrección de los malos es
para condenación y vergüenza eternas. Por lo tanto, Pablo habla de la
“esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de "haber
resurrección de los muertos, así de justos como de injustos” (Hch. 24: 15)”
b. Purkiser:
“se dice que la resurrección de Cristo es la pauta para la resurrección de los
creyentes: “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que
sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede
también sujetar a si mismo todas las cosas” (Fil. 3: 21). “Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de
los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su
Espíritu que mora en vosotros” (Ro. 8: 11); “Porque si creemos que Jesucristo
murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”
(1Ts. 4: 14); y “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por
un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1Co. 15: 21-22)”
3. La Naturaleza del Cuerpo Resucitado.
En la muerte, lo que muere es el cuerpo; por lo tanto en la resurrección lo
que resucita es el cuerpo; pero ¿Cómo será aquel cuerpo resucitado?
El apóstol Pablo dice que nuestro cuerpo (el de los cristianos)
experimentará un cambio: “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la
final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados…” (1Co. 15:
52)
El teólogo Wiley dice al respecto:
“Hablando del cuerpo, Pablo escribe: “Se siembra en corrupción, resucitará en
incorrupción. Se siembra en deshora, resucitará en gloria; se siembra en debilidad,
resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual”
(1Corintios 15: 42- 44). En este pasaje se hace referencia clara al “cuerpo natural”
y al “cuerpo espiritual”. Por eso la iglesia asegura que el cuerpo se levantará, y en
algunos aspectos esenciales no muy claros, será el mismo que antes, después de
la resurrección”
Características del Cuerpo Resucitado:
- No se casarán (Lc. 20: 34- 36)
- Estará libre de decadencia, disolución y muerte.
- Libre de enfermedad, dolor y sufrimiento.
- Es muy posible que la hermosura y la gloria sea una característica de
estos cuerpos glorificados.
- Posiblemente estos cuerpos tendrán algunas facultades y capacidades
que no tenían antes de morir y los que tuvieron serán aumentados
considerablemente.
- El apóstol Juan inspirado por el Espíritu Santo dice que: “seremos
semejantes a Él”(1Jn. 3: 2)
66
4. El Orden de la Resurrección.
a. Cristo fue la Primicia (1Co. 15. 20- 23)
b. Los justos, los que son de Cristo (Mt. 24: 36- 42, 50; 25: 13)
c. Los que han creído desde el Pentecostés hasta el arrebatamiento (1Ts.
4: 11, 14)
d. Los que creerán en la Tribulación y mueran. Resucitarán junto a los
santos del Antiguo Testamento; para reinar durante el Milenio (Ap. 20: 4;
Dn. 12: 2)
5. Consecuencias de no Haber Resurrección.
a. La predicación de Cristo sería absurdo (1Co. 15: 2)
b. La fe en Cristo sería inútil (1Co. 15: 14)
c. Seríamos unos grandes mentirosos (1Co. 15: 15)
d. Nadie sería redimido del pecado (1Co. 15: 17)
e. Todos los creyentes del pasado serían aniquilados.
f. Los cristianos serían las personas más dignas de lástima.
6. La resurrección General.
La Biblia afirma que la resurrección es para todos los hombres; sin embargo
no todos resucitarán el en mismo momento. Los justos resucitarán en el
arrebatamiento y los malos en el día del juicio final. Pero todos resucitarán.
Al respecto Purkiser dice lo siguiente:
“Hay una drástica distinción entre la resurrección de los justos y la de los que no se
han arrepentido. Esto se indica en algunas de las referencias que hablan acerca
de la resurrección general, como Daniel 12: 2, algunos resucitan para “la vida
eterna” y otros para “eterna vergüenza y desprecio”; y Juan 5: 29 que habla de “la
resurrección de vida” y la “resurrección de condenación” (509)
B. EL JUICIO FINAL.
La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento afirma que habrá
un juicio para todos los hombres, al fin de los tiempos; donde cada uno será
juzgado según sus obras sean buenas o malas:
1. Sustento Bíblico.
a. En el Antiguo Testamento.
1) Daniel. 7: 9, 10.
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un
Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de
su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas
del mismo, fuego ardiente.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares
le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se
sentó, y los libros fueron abiertos”
2) Eclesiastés. 12: 14.
“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa
encubierta, sea buena o sea mala”
b. En el Nuevo Testamento.
1) Mateo. 11: 22, 24.
67
“¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón
se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras,
tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza”
Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el
castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”
2) Mateo. 12: 41.
“Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta
generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la
predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar”
3) Hechos. 17: 31.
“por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con
haberle levantado de los muertos”
4) Romanos. 2: 16.
“en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio”
5) 2 Pedro. 3: 7.
“Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la
misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la
perdición de los hombres impíos”
6) Judas. 14, 15.
“De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He
aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer
juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus
obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras
que los pecadores impíos han hablado contra él”
2. El Juicio Final es General.
Un juicio para todos los hombres en general (buenos y malos) es una
necesidad porque sólo así Dios manifestará a toda la raza humana, su
justicia; dando recompensas a los que fueron fieles y castigo a los rebeldes.
Dice Su Palabra: “…El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es
justo?” (Gn. 18: 25b)
Al respecto Wiley dice lo siguiente:
“Por la expresión juicio final entendemos un juicio general de todos los justos y de
todos los malos en la asamblea publica de vastas dimensiones. Esto ha sido
negado por algunos de los que piensan que el juicio de todo hombre ocurre al
tiempo de su muerte; y por otros que piensan que sólo los malos serán enjuiciados
en el último día…Es evidente que tanto los justos como los malos estarán
presentes, que las personas cuyos nombres están escritos en el libro de la vida
serán salvos y los que no encontraron sus nombres allí serán lanzados al fuego”
(478- 479)
Purkiser dice:
“El juicio es el último tribunal ante el cual las obras y las motivaciones de todos los
hombres serán finalmente juzgadas. El hecho de un juicio divino sobre toda la vida
humana es una de las más fuertes y más coherentes afirmaciones de las
Escrituras” (509)
Apocalipsis 20: 11- 13, 15 dice lo siguiente:
68
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual
huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras.
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras…
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de
fuego.”
3. El Juez será Jesucristo.
Jesucristo llevará a cabo el juicio final de todos los hombres; porque a Él
designó el Padre; según Hechos. 17: 31: “por cuanto ha establecido un día
en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó,
dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”
4. Principios del Juicio.
Será de acuerdo a todo lo que Dios puso al alcance del hombre para
facilitar su salvación.
Wiley dice:
“Un estudio cuidadoso…indica que la medida de la verdad revelada a los hombres
será la norma por la cual serán juzgados en aquel día. Nuestro Señor Jesucristo
declaró: “Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandara” (Lc. 12: 48)…significa que los paganos serán juzgados de acuerdo
con la ley de la naturaleza, o sea la ley originalmente dada al hombre para
gobernar su conducta. Alguna porción de esta ley ha sido preservada entre ellos,
en parte por la tradición y en parte por la razón… (Ro. 2: 14- 15). Los judíos serán
juzgados por la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas. Las palabras
mismas de nuestro Señor Jesucristo serán la norma para su propia generación…
(Juan 12: 48). Los cristianos en general serán juzgados por las Sagradas
Escrituras, o sea el Antiguo y Nuevo Testamentos…si al gentil que peca contra la
ley de la naturaleza se le castiga con justicia, y el que despreció la ley de Moisés
“muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que
pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue
santificado, e hiciera afrenta al Espíritu de gracia?” (Hebreos 10: 28- 29)” (Pgs.
480- 481)
5. La Necesidad del Juicio.
Purkiser lo explica de la siguiente manera:
“(1) La condición de los justos en este mundo es con frecuencia tal, que sin las
recompensas de lo futuro, la justicia y la equidad de Dios no podrían vindicarse. (2)
Solamente en el juicio puede resumirse la influencia total de la vida del hombre –
ya sea para bien o para mal. Los hombres son criaturas sociales y son
responsables de su influencia para con los demás. Esta influencia continúa en un
círculo más y más amplio, aun después de la muerte del individuo. Sólo en el juicio
final puede valorarse esta influencia ya sea para bien o para mal. (3) El juicio es
necesario a fin de que el verdadero carácter de los hombres se ponga de
manifiesto: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras
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estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2Corintios 5: 10). Así que en el juicio
Dios distingue entre los buenos y los malos y los separa a los unos de los otros, a
fin de que pueda descubrir o manifestar su verdadero carácter” (Pgs. 481- 482)
C. EL DESTINO FINAL.
Sabemos que después de todo juicio a la que es sometida una persona, puede
ser declarada inocente o culpable. Si es declarada inocente quedará libre para
disfrutar de la felicidad y el gozo con los suyos; y si es encontrada culpable, la
persona es esposada o encadenada y recluida en la cárcel para que pague su
castigo.
Después del Juicio Final, sucederá lo mismo con todos los seres humanos; los
que son declarados “inocentes” (los fieles a Jesucristo) y los que son
declarados culpables (quienes murieron en su pecado); hay un lugar para ellos
donde pasarán la eternidad. La Palabra de Dios afirma que hay un lugar de
felicidad eterna para los fieles y un lugar de tormento eterno para los que
murieron en su pecado.
Lo que debemos comprender y que, nos debe quedar muy claro es que el lugar
de tormento, que la Biblia llama “el fuego eterno” fue “preparado para el diablo
y sus ángeles” (Mt. 25: 41); no para el hombre.
Para el hombre Dios “…ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”
(Jn. 1: 16, 17) dando a entender que todos los hombres tenemos la
oportunidad de alcanzar la vida eterna y no ir a ese lugar de tormento.
Hablemos pues de:
1. El lugar de Castigo.
Hay 3 términos que se traducen en “infierno” en el Nuevo Testamento:
a. Hades.
Es el estado intermedio de los malos.
b. Tártaro.
Es el estado intermedio de los ángeles pecaminosos.
c. Gehena.
Se compone de dos palabras hebreas; “ge” e “hinnom”, y significa “valle
de Hinnom”. En el Nuevo Testamento esta palabra Gehena se le
menciona 12 veces, once de las cuales están en las declaraciones de
Nuestro Señor Jesucristo (excepto Stg. 3: 6). En todos los casos se
refiere a tortura y castigo en un mundo futuro.
Purkiser dice además:
“Los otros términos que son equivalentes de gehena en las Escrituras son
numerosos y en todos los casos inspiran un sagrado temor. Incluyen, entre
otros, el fuego eterno e inextinguible (Mt. 18: 8-9; 25: 41; Mr. 9: 44-48); un
horno de fuego (Mt. 13: 42); un lago de fuego, o de fuego y lava (Ap. 14: 10;
19: 20; 20: 10; 20: 14); el fuego y el gusano (Mr. 9: 48; Is. 66: 24); un pozo
abismal (Ap. 20: 3); un lugar preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25:
41); el tormento (Lc. 16: 23; 16: 28; Ap. 14: 10-11); la muerte segunda (Ap. 20:
14; 21: 8); cadenas de oscuridad (2P. 2: 4; 17; Jud. 6); ser exiliados para
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siempre de Dios (Mt. 25: 41); las tinieblas de afuera (Mt. 8: 12; 22: 13; 25: 30) y
el castigo eterno (Mt. 25: 46)” (Pg. 515)
Pero recordemos que Jesucristo puede librar a todo hombre de este
terrible lugar de castigo. Él pagó el precio, Él ofreció su vida para librar a
los hombres de la condenación (Mr. 10: 45; Jn. 3: 16; Ro. 6: 23) y todos
los que creen en Él pasan de muerte a vida, de condenación a salvación
(Jn. 5: 24; Col. 1: 12- 14)
2. La Bienaventuranza Eterna de los Santos.
La Biblia dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón
de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1Co. 2:
9). Lo que quiere decir que no es posible describir con exactitud cómo será
el lugar que gozaremos eternamente los salvos.
Hablemos pues de:
a. El cielo.
Wiley dice:
“Todos admiten que el cielo es un estado de bienaventuranza eterna. Pero el
cielo es también un lugar. Es la habitación de los justos en su estado final de
glorificación. Nuestro señor Jesucristo declaró: “En la casa de mi Padre
muchas moradas hay;…vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14: 2-3)…El cielo será un lugar
donde jamás se hallará pecado ni injusticia: “No entrará en ella ninguna cosa
inmunda, o que hace abominación y mentira” (Apocalipsis 21: 27)…Para los
cansados será el descanso eterno; para los tristes, el lugar en el que Dios
enjugará toda lágrima; para los que sufren, el lugar en que no habrá más dolor;
para los errores y las faltas de un servicio sincero aunque imperfecto, el trono
de Dios estará allí y sus siervos le servirán…Otra fuente de bienaventuranza
para los santos será la comunión entre ellos y con su Señor…Además, la
inferencia clara de las Sagradas Escrituras es que, los santos reconocerán y se
relacionarán con los que amaron aquí en la tierra, y quienes como ellos han
sido ya salvos por la sangre del Cordero. “Pero entonces conoceré como fui
conocido” (1Co. 13: 12), dijo Pablo. En vista de que la memoria permanece y el
tema de nuestro canto es la redención, podemos estar seguros de que también
retendremos el conocimiento de persona, lugares y circunstancias relacionadas
con nuestra salvación (1Ts. 2: 19). Pero lo mejor de todo es que se cumplirá la
promesa: “Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes” (Ap. 22: 4)”
(Pgs. 487- 489)
b. Las ocupaciones de los redimidos en el cielo.
Wiley señala:
“Aun cuando el cielo será un lugar de descanso, no debemos suponer que será
un lugar de inactividad. Podemos pensar que todas estas actividades, serán
principalmente espirituales: “El Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales con Cristo”
(Ef. 1: 3)…
La excelencia culminante del cielo es que su gozo nunca terminará. Al cielo se
le llama “la ciudad que tiene fundamentos, cuyo Arquitecto y Constructor es
Dios” (He. 11: 10); se le llama “una mejor, esto es, celestial” (He. 11: 16), y se
habla de ella como un “reino inconmovible” (He. 12: 28). La palabra eternidad o
algunas de sus formas se asocia frecuentemente con el cielo. Es una “casa
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eterna en los cielos” (2Co. 5: 1), “gloria eterna” (1P. 5: 10), “moradas eternas”
(Lc. 16: 9), y “el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2P. 1:
11). Cuando los santos entran en aquella eterna gloria, entran a una vida que
nunca terminará y de la cual puede decirse de ellos, como de Dios mismo, y
que sus años nunca terminarán” (Pgs. 489- 490)
c. El nuevo cielo y la nueva tierra.
El teólogo Wiley dice lo siguiente:
“Tanto el Antiguo como en el Nuevo Testamento señalan una nueva creación…
El profeta Isaías se vuelve elocuente cuando contempla la nueva creación:
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no
habrá memoria, ni más vendrán al pensamiento. Más os gozaréis y os
alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo
traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo” (Is. 65: 17- 18; compárese con
Is. 34: 4; 51: 6)…
Pedro …escribe: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el
cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán
desechos, y la tierra y las obra que en ella hay serán quemadas…pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales mora la justicia” (2P. 3: 10- 13). Así que las Escrituras enseñan que
Dios, en algún tiempo futuro desatará ciertas fuerzas que ahora están en
reservas, y las usará para la purificación de los que han sido contaminados por
el pecado. Dios destruye sólo para crear algo más hermoso y sobre las ruinas
de la tierra que se encuentran bajo maldición, Él erguirá otra más, que
florecerá con un esplendor indescriptible y sin fin” (Pgs. 491- 492)
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CONCLUSIÓN
1. Es una necesidad de cada cristiano; conocer sus doctrinas, es decir en qué
cree.
2. Las “Doctrinas Cristianas” tienen sustento bíblico y están en el Antiguo y
Nuevo Testamento.
3. No son resultado de alguna interpretación privada; sino que están en
concordancia con el Credo de los Apóstoles, las doctrinas ortodoxas y el
pensamiento Arminiano–Wesleyano (en relación a la gracia de Dios para
todos los hombres; es decir la salvación al alcance de todos)
4. Han sido aceptadas y enseñadas a lo largo de la historia de la iglesia
cristiana.
5. Con respecto a los acontecimientos futuros (doctrinas XV y XVI) no damos
un dogma del orden de los eventos; pero nos inclinamos a la opinión de los
teólogos Wiley y Purkiser que son de tendencia wesleyana.
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BIBLIOGRAFÍA.
Bryant, Eunice, R. La Teología de Juan Wesley. Kansas City. 1982. Pp. 349.
(Volumen I)
Diccionario Bíblico (electrónico)
Diccionario Teológico (electrónico)
Diccionario de las Religiones (electrónico)
Manual 2009 – 2013. Casa Nazarena de Publicaciones. Edición 2010. U.S.A.
Pp 344.
Nelson. Diccionario Ilustrado de la Biblia. (electrónico)
Purkiser, W. Explorando Nuestra Fe Cristiana. Casa Nazarena de
Publicaciones. Edición 1979. Pp. 660.
Purkiseer, W. Un Vistazo a la Doctrina Bíblica. Casa Nazarena de
Publicaciones. Edición 1973. Pp. 142.
Reyna – Valera. Santa Biblia. Sociedades Bíblicas Unidas. Revisión 1960.
Vila, S y Scuain. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. CLIE. Barcelona. Edición
1985. Pp. 1232.
Wiley, Orton y Culbertson. Introducción a la Teología Cristiana. Casa Nazarena
de Publicaciones. Edición 1969. U.S.A. Pp. 506.