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EL NATURALISMO Y EL SIMBOLISMO MODERNISTAS EN DOS CUENTOS DE BALDOMERO LILLO. ADOLFO BISAMA FERNANDEZ. La base del anlisis de dos cuentos de Baldomero Lillo que a continuacin realizaremos esta en la caracterizacin que hace del Modernismo el profesor Cedomil Goic. Para ste, el modernismo no es ni ms ni menos la sensibilidad de una generacin, vigente quince aos.:"Como se ve, al contrario de las tendencias ms conocidas no consideramos ni mucho menos al modernismo como una poca...ni como un periodo, tendencia o escuela que abarcase un extenso lapso o dos o ms generaciones...sino que venimos a considerarlo estrictamente como una generacin, como un tipo de sensibilidad diferencial, como un sistema de vigencias en que esa sensibilidad se objetiva o actualiza, que encarnan los nacidos entre 1860 y 1874. Estos tienen su momento de gestacin entre 1890 y 1904 y su plena vigencia entre 1905 y 1919(1). Dos imgenes nos servirn, desde la misma sensibilidad modernista, para representar la estructura del sistema de preferencias modernistas. Sea la primera la de uno de los hombres ms lcidos de esta generacin no slo por la calidad de sus obras sino tambin por su agudo y riguroso espritu terico, el venezolano Manuel Daz Rodrguez. El autor de !dolos rotos, escriba en 1910: a los espritus de una sola ventana, prefiero los que son como una casa de muchos pisos, que en cada piso tienen ventanas abiertas a los cuatro vientos, o mejor -porque una casa puede ser estorbada por las casas vecinas- como un castillo seorial en medio de una vasta pradera, y con balcones en cada piso, que dominen a los cuatro puntos cardinales. Hasta debe haber en lo ms alto del castillo una azotea, para algunas veces otear de ah o abarcar de una ojeada el horizonte, o para curiosear a ojos desnudos o con lentes de astrnomo las estrellas. (Camino de perfeccin, Pars, 1910.) Atendamos a la forma de esta imagen de los espritus que son como un castillo seorial. Se trata en primer lugar de una casa de muchos pisos que en cada piso tiene ventanas abiertas a los cuatro vientos. Vemos en estos dos primeros rasgos un aspecto fundamental de la sensibilidad modernista y de su sistema de preferencias: su carcter vario que tiende a lo total a travs de lo mltiple y contradictorio, su carcter abierto. Como estructura la casa tiene muchos pisos, muchos niveles, y as representa la visin de la realidad en todos sus grados desde lo ms inmediato y terrenal elevndose por grados -o por pisos- hasta los niveles ms altos, hasta la azotea que se abre a los espacios infinitos y hacia el misterio y permite abarcarlo todo. Las ventanas abiertas a los cuatro vientos, en todos los pisos, representan la actitud curiosa del modernismo que no reconoce limitaciones a ningn nivel ni a direccin alguna. La imagen, a poco andar, se corrige para hacer de la casa un castillo seorial, sin duda, para acentuar as el sentido individualista del espritu, que se asla para mejor verlo todo, y que hace de la casa comn castillo seorial para destacar la dignidad y la condicin singular del poeta. La distancia del poblado puede verse tambin como distancia esttica, dignidad de la mirada no confundida con el mirar comn ordinariamente prctico y utilitario. Esta distancia representa tambin conciencia de estilo, nfasis en la autonoma de la obra literaria, distanciamiento de las formas comunes que el modernismo manifiesta en la prioridad de la forma con que aparece histricamente revestido y cuya unilateralidad queda desmentida por la otra parte de la imagen. En diferentes pisos y en distintos lugares del horizonte, puede hallarse sin contradiccin para este espritu abierto y totalizador las ms diversas, paradojales y antinmicas preferencias, siempre que tengan como smbolo de conjuncin su dignidad esttica. Naturalismo, parnasianismo, simbolismo,

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decadentismo, prerrafaelismo, indigenismo, romanticismo, misticismo, cosmopolitismo, exotismo, clasicismo, medievalismo, renacentismo, manierismo, barroco, rococ, criollismo, americanismo, galicismo, anglicismo, orientalismo. Esoterismo; todas las tendencias, todas las literaturas, todos los tiempos, despiertan el apetito curioso de estos perseguidores de la belleza. Esta actitud da sentido acotado al universalismo modernista. La universalidad se entiende como universalidad de la belleza o de las formas. No se ve desde cada nivel ni hacia cada punto cardinal, sino solamente lo que est tocado de universalidad en algn grado significativo. As podr decir Daro al final de su prefacio a Cantos de vida y esperanza: Si en estos cantos hay poltica, es porque aparece universal. Y si encontris versos a un presidente, es porque son un clamor continental. Maana podremos ser yanquis (y es lo ms probable); de todas maneras, mi protesta queda escrita sobre las alas de los inmaculados cisnes, tan ilustres como Jpiter. Desarrollo extenso de las tesis de Goic es el texto de Mario Rodrguez Fernndez, El modernismo en Chile e Hispanoamrica(3)donde efecta un clarificador catastro -obviamente extrado de las obras del epnimo del modernismo Rubn Daro- de los motivos que vertebran a la sensibilidad generacional modernista, motivos que se pueden ordenar as: Grupo I:motivos fundados dentro de las preferencias romnticas. Grupo II:motivos enmarcados en las preferencias del parnasianismo. Grupo III:motivos basados en la concepcin social del arte. Grupo IV:aqullos fundados en la concepcin naturalista (por ejemplo, la explotacin social,el maquinismo,el cuarto estado.el determinismo , etc. ( 4). Grupo V:motivos relacionados con la concepcin simbolista. La suma de todos estos motivos, detectados en la produccin dariana, le permite a Rodrguez llegar a una conclusin parecida a la de su maestro Goic, que enunciamos ms arriba si rastreamos los motivos desarrollados en la obra de los autores ms representativos del modernismo en Hispanoamrica, podemos constatar que su caracterstica principal es la heterogeneidad... Queremos decir con ello que ya en la simple enunciacin de los motivos modernistas el observador puede sorprender su diversidad radical sus opuestos orgenes. Se puede afirmar, entonces, que la sensibilidad generacional que revelan estos motivos est definida por su voluntad para acoger las ms dismiles instancias que le ofrece el arte y, naturalmente, la vida." (5) "Frente a la concepcin estrecha y monoltica, que la crtica al uso tiene del modernismo, hemos procurado hacer resaltar la libertad creadora, el sincretismo y el carcter polifactico que caracteriza a este movimiento literario(6) , sincretismo que Rodrguez concluye que es producto del mestizaje cultural que identifica a lo hispanoamericano. Establecidos estos supuestos de Goic y Rodrguez -que como dijimos arriba obviamente compartimos-, lo que pretendemos en las lneas siguientes de este trabajo es interpretar dos conocidos cuentos de Baldomero Lillo, La Compuerta N.12 y Sub Sole (7) ,insertando dicha interpretacin dentro del marco de referencias tericas que nos proveen dichos supuestos. 1.-Baldomero Iillo,autor modernista. En primer lugar,si atendemos a las zonas de fechas dadas por Goic para la generacin modernista (Vid.supra,pg. 1) concluiremos fcilmente que Baldomero Lillo se incluye con toda propiedad en esta generacin ya que pertenecen a ella los escritores nacidos entre 1860 y 1874: nuestro autor por su parte naci en Lota el 6 de enero de 1871. El periodo de vigencia de la generacin es entre los aos 1905-1919, segn Goic, pero Mario Rodrguez, entendiendo que este esquema generacional no puede ser aplicado de una forma mecnica ni rgida, sobre todo, en cuanto

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a las fechas lmites, plantea que la generacin modernista se gesta entre 1890 y 1900 y entra en vigencia "alrededor de 1902 Y 1903"(8): Lillo public durante su vida dos volmenes de cuentos, Sub-Terra(1904) y Sub Sole(1907), pstumamente Gonzlez Ver publica la tercera obra del cuentista lotino con el titulo de Relatos Populares, donde compilaba, una serie de cuentos publicados por Lillo en diarios y revistas entre 1906 y 1907.Ntese, entonces, las fechas de publicacin de las dos primeras obras y la de los textos aparecidos en diarios y revistas y se concluir obviamente que ellas son dadas a la prensa justamente dentro de la zona de fechas que Goic y Rodrguez sealaban como e1, periodo de vigencia de la generacin modernista. Ms an, con Baldomero Lillo se ha producido por parte de cierta crtica y ciertos lectores, una situacin parecida a la que ha provocado el modernismo: una visin centrada en uno 'solo de sus aspectos por ejemplo, el exotismo y evasi6n.frente a una perspectiva ms matizada -que es la verdadera- centrada en su carcter heterogneo, eclctico y multifactico de esta generacin. Por su parte, de Lillo slo se ha atendido casi siempre a la temtica minera de sus cuentos (visin monoltica), dejndose muchas veces de lado en su lectura y estudio otros aspectos que evidentemente posee la producci6n de este cuentista. A este propsito dice Mario Rodrguez Fernndez: No podemos quedarnos con un Lillo apegado exclusivamente al drama minero. En su obra campean los temas ms diversos y contradictorios y se conjugan las ms dismiles influencias: el naturalismo .el parnaso ,el simbolismo, el realismo ruso, etc. Desde este punto de vista, Baldomero Lillo es cabalmente un autor modernista" (9). 2.-El naturalismo y el simbolismo en dos cuentos de Baldomero Lillo. Tomando como base lo afirmado en la reciente cita, quisiramos a continuacin estudiar las caractersticas naturalistas y simbolistas (estas ltimas entendidas con un sentido bastante laxo) que aparecen en el relato referido al nio que su padre obliga a trabajar en la mina (C.12) y aquel otro, que narra la tragedia de Cipriana y su hijo, quienes fallecen ahogados luego que ella queda atrapada en una roca (S.S.) 2.2.La Compuerta N12. En el esquema ordenador respecto a los motivos modernistas basados en una concepcin naturalista aparece encabezando dicho grupo aquel motivo referido a la "explotacin social que aflige al cuarto estado". Vase al respecto el siguiente ejemplo de esta situacin -inserta en el sistema de preferencias naturalistas del modernismo- tal como aparece en La Compuerta N l2: "ms atrs con el pequeo de la mano, segua el viejo con la barba sumida en el pecho, hondamente preocupado. Las palabras del capataz [referidas a que si no cumpla con la cuota mnima de mineral requerida por la empresa sera despedido] y la amenaza en ellas contenida, haban llenado de angustia su corazn.Desde algn tiempo su decadencia era visible para todos, cada da se acercaba ms el fatal lindero que una vez traspasado, convierte al obrero viejo en un trasto intil dentro de la mina. En balde desde el amanecer hasta la noche, durante catorce horas mortales...atacaba la hulla furiosamente encarnizndose contra el filn inagotable que tantas generaciones de forzados como el araaban sin cesar en las entraas de la tierra. Pero aquella lucha tenaz y sin tregua converta muy pronto en viejos decrpitos a los ms jvenes y vigorosos. All, encorvbanse las espaldas y aflojbanse los msculos...Pero el hambre es aguijn ms eficaz que el ltigo y la espuela,y reanudaban taciturnos la tarea agobiadora... (C.12.pg.16).

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Unido al de la explotacin social est el motivo del determinismo ambiental: el medio, el mlieu" de los naturalistas, la mina de este cuento, influye decisivamente en la vida del anciano minero y de su hijo Pablo, determinando fatalmente las formas que asumen sus vidas. Por ejemplo, Pablo, para l no hay juegos infantiles, no existe la escuela, propia de sus escasos aos y deber convertirse en minero, pese a su debilidad y escasa edad. Este es el fatal destino que el medio, ha deparado para 1 y toda su familia: Pues debas tener lstima de sus pocos aos y antes de enterrarlo aqu, enviarlo a la escuela por algn tiempo. -Seor -balbuce la ruda voz del minero, en la que vibraba un acento de dolorosa splica-somos seis en casa y uno solo el que trabaja. Pablo cumpli ya los ocho aos y debe ganarse el pan que come y, como hijo de minero, su oficio ser el de sus mayores, que no tuvieron nunca otra escuela que la mina(C,12,pg.15). En el fragmento anterior hay, adems, una mencin a la natalidad excesiva como mal incurable de los pobres, que es a su vez otro rasgo tipificador de las obras naturalistas. Rodrguez apunta las siguientes citas de Daro y Zola, que avalan esta caracterstica: "El tio Lucas era casado,tena muchos hijos.La mujer llevaba la maldicin del vientre de los pobres:la fecundaci6n.Haba,pues,mucha boca abierta que peda pan, mucho chico sucio-que se revolcaba en la basural. (E1 Fardo) "Caray! -responda Maheu-,si tuviramos ms dinero, estaramos ms holgados...De todos modos no hay duda que no hace bien a nadie estar as amontonados los unos sobre los otros.Esto termina siempre en hombres borrachos y mujeres embarazadas...Cuando llegaba el.domingo se estaba tan fatigado que no poda hacerse otra cosa que dormir.Los nicos placeres consistan en emborracharse o en hacer un nio a su mujer" (Germinal). Como ya ha quedado entrevisto por los planteamientos anteriores,de acuerdo a la ventana naturalista del modernismo, la satisfaccin de las necesidades ms vitales exige al cuarto estado obligaciones tales que se transforman en verdaderos sacrificios como el del anciano padre de.la Compuerta N12, quien perentoriamente debe -tal como se lo ha dicho el capataz de la mina"enterrar a su hijo en ella. Ms an, el determinismo ambiental anula las relaciones de amor filial entre los miembros de la familia minera, ya que el padre, condicionado por el medio, se ve obligado a transformar a su hijo en minero, a condenar a Pablo, al trabajo, el que -siguiendo la misma lnea de raciocinio naturalista es desde siempre s6lo sinnimo de "sangre, sudor y lgrimas, como se desprende del trgico desenlace de este cuento: Entonces ech a correr como un loco y no se detuvo, acosado por el doliente vagido de su hijo, sino, cuando se hall delante de la veta, a la vista de la cual su dolor se convirti en furiosa ira, y empujando el mango del pico la atac rabiosamente...Las cortantes aristas del carb6n volaban con fuerza ,hirindole el rostro, el cuello y el pecho desnudo. Hilos de sangre mezclbanse al copioso sudor que inundaba su cuerpo.,que penetraba como una cua en la brecha abierta. (C.12 pg.21). Redunda en este entender el trabajo minero como causa1 de deshumanizacion, de degradacin humana que se desprende del texto, las mltiples alusiones existentes en 1 a que"la labor de la mina "bestializa sus trabajadores, v.gr.:cuando padre e hijo bajan a la mina, segn el narrador, creanse "precipitados en aquel agujero cuya negra abertura haban entrevisto al penetrar en la jaula (C.12 pg.13) . Pablo es caracterizado en este ingreso como una medrosa bestazuela,el

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minero trabaja revolvindose como, un reptil", el socavn minero es "una lbrega madriguera ,en fin, como el potro resabiado que se estremece tembloroso a la vista de la vara, los viejos mineros cada maana sentan tiritar sus carnes al contacto de la veta(C.12.pg.16). (Cfr.con los versos de Nicanor Parra en su Autorretrato, referidos esta vez al trabajo docente, Para qu hemos nacido como hombres/ si nos dan una muerte de animales).

Muy asociado al motivo naturalista de la explotacin social, est el del maquinismo: La mquina obliga, por su eterna labor a un gran esfuerzo de quienes la manejan o dependen de ella, la que adems est al servicio de los explotadores y funciona slo para aumentar sus ganancias. El maquinismo es retratado entonces por los naturalistas como amenazador, opresor y demonaco. En el cuento de Baldomero Lillo que hemos venido tratando, el narrador establece la sinonimia mina=mquina dotndola de todas esas caractersticas funestas que recin enunciamos: La mina no soltaba nunca al que haba cogido y, como eslabones nuevos que sustituyen a los viejos y gastados de una cadena sin fin, all abajo, los hijos sucedan a los padres y en el hondo pozo el subir y bajar de aquella viviente marea no se interrumpa jams(C.12, pg.20). Desde una perspectiva complementaria de la anterior, podemos decir que como manifestacin de otra de las "ventanas del modernismo, cabe sealar varias muestras del simbolismo que como dijimos antes, entendido en un sentido amplio se da en este cuento, cuyo ejemplo ms palmario es la cromtica simbologa -recordar en este aspecto que otra de las marcas del modernismo es la "transposicin de las artes, v.gr.: pintura-literatura- oscuridad=muerte, claridad=vida. En el desarrollo de su relato, como una de las instancias ms significativas para la descripcin del lugar donde ser condenado, encadenado y enterrado Pablo, el narrador acumula apuntes relacionados con lo tenebroso, con la oscuridad. con lo sombro. Vanse a este respecto los siguientes eptetos referidos a la mina: negra abertura", lbregas paredes,'negras sombras", oscuridad profunda,"lbrega madriguera ,etc.(C.12,passim) No es necesario ser muy agudo para concluir que todos estos tintes sombros que invaden la mina son representacin del luto asociado a la muerte. Congruente con esta simbologa, el narrador nos dice adems que la mina es ,una cripta [que la mayora de los diccionarios define como un lugar subterrneo en el que se acostumbra enterrar a los muertos] enlutada y llena de sombras", y es justamente all donde deber trabajar (?) Pablo, por supuesto predestinado por el medio, como hemos venido diciendo, una muerte segura. Ms todava, el lugar especifico donde laborar el nio la compuerta nmero 12, es descrita por el narrador como una lpida,donde reemplazar a otro nio aplastado el da anterior por un carro que porta mineral.

En esta oscuridad que invade la mina toda , ella contagia entonces a todos los seres que laboran en all: Pablo tiene un "moreno rostro,un minero posee una oscura silueta y otro nio de 10 aos que cumple la misma misin que har Pablo est sumido en la oscuridad,el animal que empuja la corrida es "un caballo oscuro, sudoroso y jadeante(C.12,passim).Todo esto es marca premonitoria de la segura muerte de todos ellos en la mina.

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Por otra parte, en la enlutada mina slo aparece cierta claridad proveniente de las luces de las lmparas de los mineros, las que sintomticamente son "luces vacilantes, que dan un macilento resplandor,en fin,luces de las lmparas que parecan a punto de extinguirse, de morir. Por todo ello, los personajes sumidos en esta lobreguez enlutada (valga la redundancia) lo nico que anhelan es la claridad inalcanzable (smbolo de la vida) que s6lo tiene existencia fuera de la mina. Por ejemplo, el nio que hace un trabajo similar al que Pablo efectuar tena "sus pupilas sedientas de luz, hmedas por la nostalgia del lejano resplandor del da; instantes antes de ser literalmente encadenado a su trabajo, al hijo del minero "parecale a veces que estaba en un cuarto a obscuras y crea ver a cada instante abrirse una ventana y entrar por ella la brillantez de los rayos del sol, y ms adelante, dominado por un deseo vehementsimo de abandonar aquel sitio, de ver a su madre y a sus hermanos y de encontrarse otra vez con la claridad del da" (C.12,passim). Pero lamentablemente, por todas las causas que hemos venido apuntando (manifestaciones de otras tantas ventanas naturalistas del modernismo): explotacin social, determinismo ambiental, maquinismo; tal claridad (la vida) se hace inalcanzable para los pobres de la mina:su cuerpo, que penetraba como una cua en al brecha abierta, ensanchndola con el afn del presidiario que horada el muro que lo oprime; pero sin la esperanza que alienta y fortalece al prisionero: hallar al fin de la jornada una vida nueva llena de sol, de aire y de libertad".(C.12, pg.22) 2.2. Sub Sole Abordaremos ahora el anlisis -siguiendo coordenadas parecidas a las anteriores- del cuento Sub Sole (otro ejemplo de que Baldomero Lillo no slo cultivaba temas mineros) relacionndolo en principio con otras obras del mismo autor: Jams se supo cmo la madre del Cabeza de Cobre salv la barrera. Detenida por los cables niveles, se la vio por un instante agitar sus piernas descarnadas en el vaco, y luego sin un grito, desaparecer en el abismo. Algunos segundos despus, un ruido sordo lejano, casi imperceptible brot de la hambrienta boca del pozo de la cual escapaban bocanadas tenues de vapores: era el aliento del monstruo ahto de sangre en el fondo de su cubil. (El Chifln del Diablo) "Tal vez muy pronto arrojaran de la mina su cuerpo exhausto como un estorbo, y al pensar que idntico destino aguardaba a la triste criatura, le acometi de improviso un deseo imperioso de disputar su presa a ese monstruo insaciable, que arrancaba del regazo de las madres a los hijos crecidos para convertirlos en parias" (La Compuerta N. 12) "El ocano, hasta entonces tranquilo, empezaba a hinchar su torso y espasmdicas sacudidas estremecan su espalda reluciente".

"Una ola alargando su elstica zarpa rebalso el punto donde dorma el pequeuelo quien al sentir el fro contacto de aquel bao brusco, despert, se retorci como un gusano y lanz un penetrante chillido (Sub Sole)Como queda claro a travs de estas citas, en los cuentos de Baldomero Lillo. el ambiente, ya sean la mina o el ocano, adquiere caractersticas y poderes gigantescos, monstruosos, que avasallan al empequeecido ser humano, quien en esta confrontacin desigual es reducido a su mnima

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expresin.,deshumanizndolo.V.gr.: as como Pablo es una "medrosa bestezuela el hijo de Cipriana es representado como un insignificante gusano. Hay una lucha dismil e injusta entonces, semejante a aquellas entabladas entre hombres y dioses propias de las tragedias griegas (por ejemplo, Edipo Rey) que obviamente culminar en un desenlace catastrfico para el ser humano. Incluso en Sub Sole, el mar adquiere rasgos demoniacos al representrsela como la serpiente del Edn: Con ojos y rostro desencajados por el espanto, haba visto delante de ella [ mientras permaneca atrapada en la roca] una lnea blanca, movible que avanz un corto trecho sobre la playa y retrocedi luego con rapdez: era la espuma de una ola(S.S. Pg 3). Estas fuerzas demoniacas, monstruosas no slo se imponen al hombre, sino que son ms poderosas que las divinas, ya que al igual que en el poema Balada de Gabriela Mistral ( "Dios quiere callar) permanecen impasibles e inmutables ante el dolor humano: Dios mo, apidate de mi hijo, slvalo, socrrelo!... no consientas que muera desesperada...virgen Santsima! ataja la mar, sujeta las olas. misericordia, Seor Mo, Dios Mo, yeme, virgen Santsima. Escchame Madre Ma!... Y-mientras el cielo azul extenda su cncavo dosel sobre la tierra y sobre las aguas, tlamos donde la muerte y la vida se enlazan perpetuamente, el infinito dolor de la madre que, dividido entre las almas hubiera puesto taciturnos a todos los hombres, no empao con la ms leve sombra la divina armona de aquel cuadro palpitante de vida, de dulzura, paz y amor (S.S.Pg5). En sntesis, la injusticia social que aflige a los pobres de 1a mina, por ejemplo en La compuerta N. 12; da paso aqu a la injusticia divina, que aflige tambin a los igualmente pobres de este cuento. Por otro lado, el determinismo ambiental, tan caracterstico de la tantas veces nombrada ventana naturalista del modernismo es apreciable a travs de todo Sub Sole, pero es fcilmente ejemplificable en la peculiar equivalencia entre la agitacin del ocano ("A partir de ese instante, los progresos de la marea fueran rpidos, tanto que muy pronto el oleaje alcanz muy cerca del sitio en que yaca la criatura) con la agitacin de la protagonista por este mismo hecho(Cipriana, con el cuello estirado, los ojos fuera de rbita miraba aquello estremecida por una suprema convulsin); an ms, cuando el mar se aquieta luego de engullir al hijo de la mariscadora, tambin finaliza la agitacin de esta, al enloquecer ahogndose, adquiriendo la quietud de la muerte: La luz de su espritu, azotada por una racha formidable, se extingui, y mientras la energa y el vigor, aniquilados en un instante, cesaban de sostener el cuerpo en aquella forzada postura, la cabeza se hundi en el agua, un leve remolino agit las ondas y algunas burbujas aparecieron en la superficie tranquila de la pleamar (S.S.passim). Permtasenos un ltimo apunte interpretativo; complementario de todo lo que hasta el momento hemos venido diciendo: otra muestra del sincretismo de carcter polifactico, destacado por Goic como elemento fundamental del modernismo (vid. supra pg.l), est en lo que su seguidor Rodrguez denomina motivos asociados a la agona romntica, entre los que seala a la metamorfosis de Satn y a la belleza de la Medusa. Relacionado con el primero de tales motivos, Rodrguez a travs del estudio del cuento La Larva de Rubn Daro, seala :Mas lo demoniaco produce una extraa atraccin y an puede

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mostrarse como bello, respecto del segundo motivo el mismo crtico expresa: Muy unido a este carcter satnico y como justa correspondencia aparece la concepcin de la belleza maldita. La idea bsica planteada por estos dos motivos y por estas dos citas es que la belleza es una de las tantas causales de la muerte (Cfr. los versos gongorinos: en tu hermosura est escondida/ la ocasin de morir muerte temprana,) relacin, entonces, belleza = muerte, que es la misma existente entre la hermosura de la concha del caracol con la muerte que provoca en Cipriana y su hijo: "Retir la mano y tuvo un segundo de vacilacin, mas el recuerdo de su hijo le sugiri el pensamiento de que sera aquello un lindo juguete para el chico y no le costara nada.Y el tinte plido del caracol, con sus tonos iridisados tan hermosos, destacbanse tan suavemente en aquel estuche de verde y aterciopelado musgo, que, haciendo una nueva tentativa salv el obstculo y cogi la preciosa concha.Trat de retirar la mano y no pudo conseguirlo. En balde hizo vigorosos esfuerzos para zafarse. Todos resultaban intiles... (S.S.3). NOTAS (l)Goic, Cedomil. Generacin de Darol Revista del Pacfico, N 4, 1967, pg.25. (2)Goic. Op.cit. pg.28 (3)Rodrguez Fernndez, Mario. El Modernismo en Chile e Hispanoamrica. Santiago de Chile, Instituto de Literatura Chilena, 1967, 259 pp. (4)Son estos motivos los que pretendemos ms adelante aplicar a los cuentos de Baldomero Lillo. (5)Rodrguez. op. Cit. pg.37. (6)Rodrguez.op.cit. pg.123.

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