Download - FREDY VILLEDA RESÉNDIZ - 200.23.113.51
GOBIERNO DEL ESTADO DE HIDALGO
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE HIDALGO
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL-HIDALGO
UNIDAD UPN 131
PROCESOS SOCIALES QUE FAVORECEN LA ADQUISICIÓN DE
LA LECTURA ANTES DE LA LLEGADA AL PREESCOLAR
FREDY VILLEDA RESÉNDIZ
TULA DE ALLENDE, HIDALGO DICIEMBRE, 2010
~ 2 ~
GOBIERNO DEL ESTADO DE HIDALGO
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE HIDALGO
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL-HIDALGO
UNIDAD UPN 131
LICENCIATURA EN INTERVENCIÓN EDUCATIVA
PROCESOS SOCIALES QUE FAVORECEN LA ADQUISICIÓN DE
LA LECTURA ANTES DE LA LLEGADA AL PREESCOLAR
TESINA MODALIDAD ENSAYO
QUE PRESENTA:
FREDY VILLEDA RESÉNDIZ
PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN INTERVENCIÓN EDUCATIVA
TULA DE ALLENDE, HIDALGO DICIEMBRE, 2010
~ 3 ~
~ 4 ~
AGRADECIMIENTOS
A mis padres por dejarme probar mi
fuerza, por estar siempre al pendiente
de mis logros y fracasos, por permitirme
ser yo mismo y por dejarme robar
tiempo, cariño y sonrisas de sus vidas,
porque nada sin ustedes seria lo que es,
ni yo lo que soy.
A quienes permanecen cerca de mí
aun estando lejos, porque no ha sido
necesaria su presencia a mi vista,
cuando serán inmortales en mi
memoria.
Y a quienes están junto a mí, porque
cuando la distancia nos separe, los
recuerdos nos unirán aun más.
Permaneceré de pie gracias a ustedes…
~ 5 ~
ÍNDICE
Portada Portadilla Dictamen Agradecimientos INTRODUCCIÓN
i ii iii iv
5
CAPÍTULO 1. PRESUNCIONES SOBRE EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA EN LOS NIÑOS
13
1.1. ¿CÓMO SE LES HA ENSEÑADO A LEER PEDAGÓGICAMENTE A
LOS NIÑOS?
1.2. EL APRENDIZAJE POR INTERACCIÓN
21
44
1.3. LA INTERACCIÓN DE LOS SUJETOS EN EL CONTEXTO
58
CAPÍTULO 2. CONCEPTOS ACERCA DE LA LECTURA 70
CAPÍTULO 3. LA INFLUENCIA SOCIAL EN LA ADQUISICIÓN DE LA LECTURA
79
3.1. PRESENCIA DE UN AMBIENTE ALFABETIZADOR EN EL CONTEXTO
91
3.2. ELEMENTOS DE IMPORTANCIA PARA EL ACERCAMIENTO A LA LECTURA EN EL HOGAR DEL NIÑO
110
CONCLUSIONES 119
BIBLIOGRAFÍA 123
~ 6 ~
INTRODUCCIÓN
Los niños y las niñas por naturaleza poseen interés y curiosidad por
conocer su entorno, por obtener explicaciones de lo que les rodea, ellos imaginan
y tratan de encontrar respuestas a las dudas que les genera la interacción con el
ambiente y una prueba de ello son las innegables preguntas “por qué” dirigidas a
los adultos. En este sentido los adultos debemos de aprovechar esta curiosidad y
presentarles situaciones para que observen, y a la vez para que generen en ellos
nuevos aprendizajes, que en el caso de la lectura les permitan desarrollar
actitudes de interés y deseos de adquirirla, sin esperar a que estén en una
institución escolarizada.
Es pues justificante suficiente para revisión social, un par de situaciones
que en la vida diaria se viven, la curiosidad innata del humano y los textos visibles
que en el pasado o en el presente ha creado; y que manejadas adecuadamente
sirven para favorecer la lectura de una manera sencilla y sobretodo familiar a los
niños y a las cuales por desgracia se han dejado de lado por parte de las personas
que tienen algún tipo de instrucción sobre la lectura y que podrían apoyar a los
niños; ya que se piensa que este tipo de aprendizajes son exclusivos de las
instituciones. Se plantea en este trabajo que la responsabilidad sobre la
adquisición de la lectura no debería ser considerada un baúl a abrirse solamente
en las instituciones, sino que puede ser descubierto desde antes de los cuatro
años; con la adquisición del lenguaje oral, y que con un acompañamiento no
~ 7 ~
rígido, puede favorecer una identificación de palabras, tanto de forma verbal como
conceptual en los niños.
Ya que es fácil encontrar casi en cualquier parte, de los medios donde
cohabitamos, diferentes textos, palabras o letras que se contienen en gran
variedad de materiales o espacios y que sin querer o sin planearlo ofrecen algún
tipo de estimulo visual a los niños, que bien pueden ser aumentados a curiosidad
por parte de los adultos, con la finalidad de despertar el interés sobre que
esconden las palabras o que significados tienen, y en otros de los casos cuando a
los niños les interesen propiamente, pueden ser decodificados por parte de los
adultos para que dichos niños solucionen sus dudas con respecto a tales palabras
o textos.
Por lo anterior, se presenta esta tesina en su modalidad ensayo donde se
ha rescatado, mediante la investigación documental, de forma analítica y
específica la temática de los procesos sociales que favorecen la adquisición de la
lectura antes de la llegada al preescolar, suponiendo que los lectores logren
visualizar que no es necesario llegar a una institución educativa para conseguir
que los niños aprendan a leer, sino que, es más bien tarea de los adultos que les
rodeamos el apoyarles, utilizando por una parte nuestra experiencia y por la otra,
el contexto en el que nos encontramos y que ha sido por lo regular desdeñado en
la enseñanza de la lectura, siendo que éste no se escapa en ningún momento de
la presencia de las letras.
~ 8 ~
Con los planteamientos hipotéticos y teóricos que se citan, se discierne que,
mediante el uso del contexto que nos rodea y en el que están inmersas las
palabras es posible que los niños logren la lectura de algunas de ellas, así como
reconocer su estructura y conceptualización, es decir puedan indicar de que letras
se componen además de comprender que representación social tienen, esas
palabras que están leyendo.
El objetivo de este trabajo es identificar aquellos aspectos creados
socialmente y que son de uso cotidiano, que favorecen a partir del apoyo que los
adultos den a los niños la adquisición de la lectura, puesto que no basta decir que
hay elementos aprovechables en el contexto para favorecer la lectura en los niños,
sino que es necesario reconocer la necesidad de compromiso por parte de los
adultos; para apoyar y servir de decodificadores a los niños, cultivando su
potencial y ganas de adquirir cada día nuevos conocimientos.
Se expone a lo largo del escrito que los niños pueden identificar las
palabras así como letras del abecedario que las componen y que se presentan
cotidianamente, para lograr una lectura desde antes de su incursión al preescolar,
partiendo de la importancia que se le debería dar a la constante interacción social
que se tiene en la actualidad, con las palabras, así como al bombardeo de
información escrita en anuncios, productos, medios de comunicación, centros de
venta y otros aspectos que bien son reconocidos por Kalman, como una escritura
de vía pública.
En los contenidos abordados, en el primer capítulo de este trabajo, se
desarrollan algunas teorías del aprendizaje, con respecto a la lectura, que hacen
~ 9 ~
los niños antes de su incursión en el preescolar. En ellas se da aceptación a la
idea de que el aprendizaje, inicia en los niños, desde muy pequeños, es decir,
desde que nacen, pero se especifica cómo cada uno de los autores que han sido
revisados, las adecuan a ciertos esquemas, derivados bien del estudio de los
procesos de desarrollo cognitivos o en su caso de los procesos de socialización
que viven los niños.
Se plantea que, a partir de un ambiente alfabetizador socialmente creado,
en el que el infante tiene un acercamiento a la lectura puede derivar en una
manipulación de los textos desde muy pequeño, y en caso de una debida
aplicación y enfrentamiento a esa información, desde la familia en primera
instancia y posteriormente desde el resto de la sociedad, es que puede darse un
aprendizaje de importancia así como un avance en su lectura, aceptando que
esto dependerá del ímpetu con que se le esté apoyando en la interacción y
estimulación en tal ambiente, así como las capacidades que tenga para reconocer,
asimilar, así como de manipular la información que se le proporcione.
Asimismo, se reconoce en este trabajo que la lectura en la primera infancia
debería estar presente desde la aparición del lenguaje como el mismo hecho de la
comunicación y sus componentes, por un lado emisor y receptor y por otro el
mensaje. Solo que aquí se plantea que las funciones de los elementos de la
comunicación variarán de acuerdo a los fines de enseñanza lectora que se
persiguen, quedando entonces su organización, de la siguiente manera: receptor
(el niño), un mensaje (la palabra escrita) y un conductor (el decodificador
experimental) como escuetamente se interpreta a estos elementos.
~ 10 ~
El contenido que se aborda en el segundo capítulo alude principalmente a
las interpretaciones que diversos autores como Villacastin, Mialaret, Montessori y
Vilarrubies, entre otros, dan al acto de leer, se proporciona básicamente la relación
de dichos términos que se han asignado a la lectura, con respecto a la importancia
de propiciarla desde edades tempranas en los niños, dado que si se parte de un
ambiente social, no habrá mayor dificultad en que reconozcan las palabras o los
textos que por parte de los adultos en principio, son expresados para que los niños
los vayan conociendo en sus términos escritos.
Se indica que el acto de leer, no es la simple decodificación de letras, para
pronunciarlas cuando forman una palabra, es más que eso, refiere una ubicación
contextual y el previo conocimiento del objeto, sujeto o situación que es
mencionado, de hecho en el caso de que los adultos les lean a los niños palabras
extrañas a ellos, o que éstos las encuentren cuando apenas empiezan a leer, se
debe de rescatar, esta posibilidad de acrecentar en los niños sus conocimientos
acerca de las palabras, apoyándoles en el conocimiento de lo que representa el
término, recién encontrado.
Y se presenta de una forma más completa, que el resto de trabajos de
investigación, en este segundo capitulo, el método de Glenn Doman, que se ha
puesto en marcha con mayor éxito, y que representa un gran esfuerzo, puesto que
infiere las primeras palabras significativas en el niño, y posteriormente otra gran
cantidad de ellas, aunque éstas por ser generadas con el interés de esquematizar
el proceso de aprendizaje, deja en cierta manera fuera lo que es el uso del
contexto, pues se basa más que nada en crear tarjetas de lectura. Por lo que
desde la perspectiva que se manejará en este trabajo, no se le resta importancia
~ 11 ~
para la aplicación en los niños, pero si dista de integrar y aprovechar los textos de
la cotidianidad de los niños, en los diferentes contextos en los que se desarrollan.
En los párrafos del tercer capítulo se expresa que el acercamiento, a las
palabras del contexto, que tenga el niño desde antes de la llegada a una
institución, será parte de su formación social y dependerá en principio de su
familia, posteriormente de la sociedad que le rodee y se podrá revelar en el futuro
en medida de su aprovechamiento y avance cognitivo en las instituciones
educativas a las que ingresará alrededor de una edad de cuatro o cinco años.
Considerando desde las propuestas, tanto ya aplicadas, como las de
investigación que dan elementos para amparar la presente temática, se sustenta
que los niños que sean estimulados desde pequeños y a los cuales se les instaure
un amor por la lectura, sobrepasarán la generalidad, de aquellos a los cuales se
les enfrente al uso de las letras tanto en su escritura como en su lectura, hasta la
entrada al tercer grado de preescolar así como al primero de primaria.
También a lo largo del trabajo se toca de manera superficial, que uno de los
programas con mayor aceptación en el país, es el de educación inicial y que bien
por su contacto directo con padres de familia podría ofrecer, ciertos tipos de
capacitación o asesoramiento, para desarrollar actividades de lectura en casa, con
los niños pequeños, más a partir de este año (2010), que ha salido a relucir una
expectativa de lectura para cada grado escolar, a partir de la primaria y
secundaria, pero que sin embargo carece de un planteamiento de desarrollo y
aplicación para los grados inferiores a lo que compete la escolarización primaria.
Dejando en el aire la postura que habrá de tomar el preescolar y que a la fecha de
~ 12 ~
elaboración de este trabajo, se ha preocupado sólo por darles a los niños
situaciones de pre-lectura, pre-numeración y pre-escritura.
Si usamos como base del aprendizaje de la lectura la interacción que se
logra dentro de la familia, así como los textos y espacios visuales en los que son
utilizadas las palabras, que están presentes en la realidad de la mayoría de los
niños y que les estimulan sus conocimientos, prácticamente desde su llegada a la
vida, podremos fomentar en ellos una adquisición de la lectura, sin siquiera alterar
su desarrollo, ya que todos los elementos son algo de diaria interacción, que aún
no se han explotado en pro del desarrollo y mejora de la infancia, pero que se
podría hacer con un acompañamiento, por parte de todos aquellos que tienen
conocimientos sobre la lectura y que están alrededor de los niños que aún no han
ingresado al preescolar y que ya cuentan con un lenguaje verbalizado.
Al final se podrá entender cómo los procesos que se viven dentro del
contexto social que rodea a un niño, como lo son la interacción con familiares, uso
de la palabra, observación de situaciones y experimentación con diversidad de
textos, hasta los cuatro años, tienen una gran implicación en la formación de sus
conocimientos y que con la ayuda necesaria desde las perspectivas de los
adultos, puede lograrse en él una lectura de las palabras que en primer momento
se extraerán del mismo contexto y en segundo de los libros y demás textos
complejos y extensos, con los que pueda interactuar.
~ 13 ~
CAPÍTULO 1.
PRESUNCIONES SOBRE EL
APRENDIZAJE DE LA LECTURA EN
LOS NIÑOS
Referir en este capítulo las teorías de aprendizaje que se han desarrollado
en cuanto a la adquisición de la lectura, es un tanto crucial para la presentación de
los que le son subsecuentes, ya que no podrían dejarse a un lado las diversas
interpretaciones que autores como Bühler, Chomsky, Grace, Ferreiro, Teberosky,
Kalman, Doman, Vigotsky, Cohen, Bruner y otros, dan al aprendizaje humano,
que por misma lógica, como plantean la mayoría de ellos y con quienes se va de
acuerdo en este trabajo, se inicia desde el desarrollo intrauterino, pudiéndose
visualizar y comprobar después del nacimiento, cuando ya cada sujeto actúa por si
solo dentro de la sociedad respondiendo a los estímulos que tanto ésta, como el
ambiente le proporcionan; terminando evidentemente al llegar la muerte de cada
individuo.
Para sostener lo antes mencionado, no es raro escuchar, en las
conversaciones de las personas que se dedican a la educación de niños pequeños
o que tienen una profesión, o aquellas a las que les interesa la lectura, y que por
medio del acto de leer, de sus propias experiencias o de sus investigaciones y
estudios, casos en los que se trabaja o se ha trabajado con estimulación
~ 14 ~
intrauterina1, esperando iniciar, en el niño, desde los primeros meses de desarrollo
dentro del vientre de la madre, ciertos temperamentos o actitudes posteriores a su
nacimiento, entre estas actividades están las referidas al uso de diferentes tipos
de música, diferentes tipos de color de luz proyectados a través del vientre de la
madre, con los que desde esta edad, el niño tiene reacciones de movimiento. Otra
situación que se trabaja con madres embarazadas y que nadie habrá de negar, es
recomendada por los familiares más allegados a éstas, por los conocidos y por los
médicos que les llegan a atender, es el mantener comunicación con el niño2, es
decir que se le hable dulcemente y se le acaricie, haciéndole sentir querido y
deseado, para que al nacer y posterior a este momento, sea un niño con un buen
nivel de autoestima.
Después del nacimiento el niño manifiesta sus necesidades a través del
llanto cuando aún no tiene lenguaje, es comprensible reconocer que ya hay un uso
de la inteligencia, asimismo del aprendizaje, pues ha percibido que los adultos en
la mayoría de las veces preocupados por que él esté cómodo, tranquilo y seguro
acudirán a calmar sus malestares, mayormente cuando presente ansiedad o
llanto, así el niño poco a poco reconocerá que los demás están al pendiente de
sus actitudes y que a cada una de ellas responderán de diferente manera, por
ejemplo la variación del llanto influirá en la atención que se le de; arrullo para que
duerma o se apacigüe, leche o alimento para que satisfaga su hambre o bien
abrigo para calmar su frío, entre otros ejemplos más.
1 Revisado en: http://www.estimulacionprenatal.com.mx.html. 26 octubre 2009.
2Revisado en: http://www.guiainfantil.com/blog/71/hablar-con-el-bebe-durante-el-embarazo.html. 25
de febrero de 2010
~ 15 ~
En cuestión a la funcionalidad de las partes de su cuerpo las primeras
manifestaciones de inteligencia práctica se dan a los seis meses de vida y estas
están referidas a la propia manipulación que el niño da a sus miembros superiores
e inferiores contando ya con una intención según Charlotte Bühler,3 tal es el
ejemplo que se presenta cuando los niños al tener ya la mamila en sus manos
después de haber llorado por presentar hambre, la toman y retienen durante el
tiempo en el que están tomando la leche y al sentirse llenos la sueltan; además de
la manipulación corporal, a través de la visión pueden fijar objetivos, generando
de acciones ya intencionadas, aunque se interpreten como situaciones de
ansiedad, por los adultos. Este tipo de expresiones las hacen también cuando se
les presentan sonidos que activan su sistema auditivo pues al igual que cuando
ven algo, se expresan con movimientos repentinos y agitados.
Posteriormente comienzan a coordinar más sus actitudes alargando
progresivamente su atención, propiciando actividades cada vez más lógicas y
sociales, en el sentido de lograr un autocontrol de su conducta así como de su
cuerpo, estas actividades que son mas de interacción con los adultos o personas
que rodean al niño, aún otros niños mayores, pueden ser las de aparecer y
desaparecer, hacer ojitos (como dicen a la actividad de parpadear rápido) o gestos
y muecas con la cara. En su corta edad también comienzan a poner atención a
quien les habla, pudiéndose platicarles y ellos poner cierta atención a lo que se le
dice, sin tener por supuesto respuestas verbalizadas del niño, sino más bien
diversos movimientos de las extremidades del niño, o gestos de diversos tipos,
que se identifican en el rostro del niño (sonrisas, llanto, euforia, tranquilidad).
3 Revisado en http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/ADDIT.pdf. 27 de octubre de
2009.
~ 16 ~
Así poco a poco, reconocen cuando se les pide realicen ciertas actividades,
como sonreír, taparse la cara con la mano, aparecer o desaparecer detrás de la
madre, y esta misma relación que se da con los adultos, les hace reconocer
progresivamente los nombres de sus prendas de vestir, ya que cuando se le cubre
del frio, se le dice que no se quite la gorra; y aunque de manera inconsciente se
emitan estas palabras, por el hecho de que el adulto que cuida del niño, o de
quienes le rodean, reconoce los nombres de los objetos y su uso, en el niño se
van haciendo cada vez mas familiares con respecto de los objetos que citan.
Este mismo desarrollo como parte del proceso de aprendizaje propiciará en
los niños el descubrimiento de que todos los objetos tienen un significado, que
pueden ser nombrados además de reconocidos al interiorizarse, permitiéndoles
dar cabida a sus funciones memorísticas. Es entonces entendible que en la edad
temprana mientras mayor información se presente al niño acerca de los objetos,
de sus usos, nombres, al igual que sus características, se podrá lograr en ellos un
grado mayor de conocimientos y de expresión oral, que le permitirá ir reforzando
su memoria, pues sabemos bien que en sus primeros años y después de la
aparición del lenguaje, este mismo le sirve para reforzar su sistema cognitivo.
En relación a la apariencia física Grace, señala que entre los dos y los seis
años, el cuerpo del niño va perdiendo el aspecto infantil a medida que cambian su
tamaño, sus proporciones y su forma, pero además que al mismo tiempo que
cambia su cuerpo, el rápido desarrollo del cerebro da origen a habilidades más
complejas y refinadas de aprendizaje, así como al perfeccionamiento de las
~ 17 ~
habilidades motoras gruesas y finas.,4 Es alrededor de estas edades cuando los
niños comienzan sus actividades exploratorias directas, en las que gracias a su
marcha o por lo menos a su desplazamiento de gateo, pueden ya acercarse a
revisar detenidamente objetos, visualizándolos desde lejos y persiguiéndolos con
la mirada en las ocasiones que éstos se mueven.
Las cuestiones de exploración que van teniendo los niños desde estas
primeras experiencias de desplazamiento, en definitiva se deben aprovechar para
que mas allá de el puro enfrentamiento a los objetos, logren una experimentación
corporal con los cuerpos inmediatos, pudiéndose presentárseles con una buena
manipulación e intervención de los adultos en formas palpables y atrayentes, que
es lo que en este tema resulta de interés, si se le quiere dar importancia desde
esta edad, a una interacción de los pequeños con los textos que le rodean y por
ende con las letras, que se pueden ofrecer en forma de artículos palpables y
manipulables, indispensables para lograr la lectura de los textos del contexto5 que
les rodean.
Si se estimula de forma simple, pero continua a los niños, al estar
enfrentándolos a las palabras y mostrándoles el objeto que representan,
identificando desde entonces la configuración de cada letra, al sentirla y reconocer
su forma, gracias a su vivencia, pueden identificarles en los diferentes lugares de
su entorno en los que son utilizadas ya con la simple representación, es decir
4 Revisado en:
http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Programasacademicos/LIE/LIEAntologias/03semestre/DESAR
ROLLOINFANTIL.PDF. 7 de octubre de 2009.
5 Paulo Freire y Donaldo Macedo (1989). Alfabetización, Lectura de la palabra y lectura de la realidad.
Barcelona, Ed. Paidos. pág. 63
~ 18 ~
pueden saber donde hay letras al observar los elementos que se imponen a su
paso en las calles y demás lugares donde transitan, bien en las placas y anuncios
que hay en las vías publicas, como los letreros y señalamientos o en las que
anuncian los productos que están en venta, por citar los más comunes.
A los cinco años, el cerebro del niño alcanzará casi el tamaño del cerebro
del adulto, por lo que su desarrollo le permite entonces aprender, resolver
problemas y utilizar el lenguaje en formas cada vez más complejas, el número
infinito de conexiones neuronales que se forman a lo largo de la vida constituyen
el fundamento físico del aprendizaje, la memoria y el conocimiento general.6 Esta
maduración del cerebro y del sistema nervioso central incluye la mielinización,7
que comienza durante la infancia temprana en las neuronas que producen los
reflejos así como la visión, posteriormente se sigue de las que realizan actividades
motoras complejas, luego, de las que controlan la coordinación entre ojos y
manos, el lapso de atención, la memoria y el autocontrol, la mielinización del
sistema nervioso central acompaña de cerca la adquisición de habilidades motoras
cognoscitivas durante el periodo preescolar.
De hecho a los cuatro años la mayoría de los niños han cerrado sus
procesos de desarrollo motor gruesos y de control corporal ya que estos en
adelante solo se reforzarán en su funcionalidad, es decir, solo irán
perfeccionándose al poder especializar cada vez, los movimientos de cada parte
6 Revisado en:
http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Programasacademicos/LIE/LIEAntologias/03semestre/DESAR
ROLLOINFANTIL.PDF. 17 de octubre de 2009.
7 Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/ADDIT.pdf. 25 de octubre de
2009.
~ 19 ~
del cuerpo. Por ejemplo, antes de los cuatro años los niños demuestran una
excelente capacidad de agarre y prensión con las manos, pero aún no tienen la
especialización en la pinza y la manipulación de su dedo pulgar frente a los otros
como elementos funcionales, para tomar con delicadeza objetos muy pequeños,
además de lápices o colores que son básicos en la escritura, pero que por el
hecho de no requerir para la lectura este tipo de materiales, no se maneja como
parte a discutir en este trabajo el que el niño, tenga trazos controlados, cuando
tiene ya una conceptualización de los que son ciertos elementos y además su voz
para reproducir y explicar lo que ve, hace e intenta plasmar o descubrir; en el
sentido de las palabras o letras.
Como se decía, antes de los cuatro años hay una excelente presencia del
habla en la mayoría de los niños, lo cual les permite comunicar, describir y
responder en un cuestionamiento o interactuar en una conversación, a estas
edades después de que ya han vivido entre objetos manipulables que representan
a las letras, bien puede cuestionárseles sobre los nombres de ellas, de igual
manera que describan como están formadas, en cuestión a las líneas verticales o
las líneas curvas que en la mayoría de ellas se usan, de hecho se podría hasta
comenzar a jugar con ellos con diferentes materiales para ir formando letras, no es
descabellado pensar en que se pueda hacer la comparación de una letra “t” con el
martillo de papá, la llave de cruz o el zapapico, o que se pueda indicar que una
herradura de caballo es ya la letra “c” y que si se le agrega una varilla en forma
vertical al lado derecho y hacia arriba se forma una “d”, o con la misma varilla y
hacia abajo se forma una “q”, entre otras tantas combinaciones de materiales
diversos.
~ 20 ~
Es un sinnúmero de actividades que centradas en el juego del niño,
pueden hacer participes a las letras y las palabras que con ellas se puedan formar,
sin siquiera usar una metodología pedagógica establecida o diseñada para edades
tempranas, en especifico, sino más bien de interacción o de forma global, en el
sentido de que se estará requiriendo y apoyándose de todas las situaciones y
espacios en los que se localicen letras o textos o aquellas en las que se les pueda
formar, así se estaría logrando que el niño formase palabras, sin usar los trazos
con elementos convencionales como los lápices, crayones o colores, siendo
apoyado de un adulto al indicarle que letras colocar; o reproduciendo las palabras
de etiquetas de productos o bien de cualquier lugar donde las haya, rescatando la
pura forma de la letra, conociéndola ya por su sonido y nombre, si es que se han
interiorizado estos en su mente; y posteriormente pronunciando la palabra sobre la
cual se ha trabajado, la variante de materiales moldeables o que se ajustan a la
formación de letras y palabras dependerá de la imaginación que tanto el adulto
como el niño tengan, además del mismo deseo de comparación que den a los
elementos que les rodean.
~ 21 ~
CAPÍTULO 1.1
¿CÓMO SE LES A ENSEÑADO
PEDAGÓGICAMENTE A LEER A LOS
NIÑOS?
La ansiedad por enseñar a los niños a leer desde la incursión en el ámbito
escolar ha tenido variables exitosas, algunas de las que trataremos en los textos
siguientes y que demuestran que los experimentos aplicados en países como
Estados Unidos y Europa, han tenido un excelente resultado en el alcance de la
lectura, aunque la realidad es que la mayoría de los métodos pedagógicos y las
instituciones que los aplican, no solo en estos países donde ya se han puesto en
marcha proyectos de lectura, sino en casi todo el mundo, se niegan a ofrecer al
niño la posibilidad de acceder a la lectura, reforzándole sólo en las áreas afectiva,
social, sensorio motriz, manipulativa y proponiéndole actividades de pre-escritura,
pre-lectura y pre-numeración, que bien podrían acompañarse con una lecto-
escritura mayormente especializada.
Aún con las propuestas del desarrollo de una lectura a temprana edad,
como las que se presentaran a continuación, la negativa de la mayoría de la
población, a ofrecer una estimulación por la lectura a los niños antes de
incursionar en la primaria o el preescolar, es enorme, y los exime de la posibilidad
de lograr un futuro, más exitoso. Y aunque apenas en este mismo año (2010), en
México se propone un cierto nivel de lectura a nivel primaria, no se explica, como
habrá de lograrse claramente, o que método aplicar para ello, sino que solo se
~ 22 ~
maneja el de el ejemplo y el acompañamiento por parte de los padres, cosa que
sin duda es un avance, pero donde queda entonces una propuesta de iniciación
en el ámbito preescolar, y con ello de un método que sea aplicable dentro de las
aulas.
Verdaderamente las sugerencias deberían de permitirse también, ir más
allá y ofrecer lineamientos aplicables tal vez desde antes de que entren a
cualquier institución, no solo preescolar o primaria. A esto se puede indicar que
mientras más temprano se inicie con un acercamiento a la lectura en los niños,
mejores serán sus niveles de aprovechamiento en su desarrollo escolar; y uno de
los programas que cubre nuestro territorio nacional y que tiene cabida y
aceptación entre las poblaciones, mayormente con el sector de los padres de
familia, es el programa de Educación Inicial, manejado por el Consejo Nacional de
Fomento Educativo, que propone estrategias de interacción con los hijos, así
como capacitaciones a los padres para que conozcan el desarrollo de sus
pequeños y de que forma apoyarles.
Pero aquí podría darse cabida a un encaminamiento para la aplicación de
métodos de lectura como los que se presentaran a continuación, ya que las
promotoras de estos programas, podrían recibir entre sus capacitaciones
información que ofreciera formas de enseñanza a niños que estén accediendo al
lenguaje hablado y a la conceptualización de objetos y situaciones; sin que esto
implicara la obligación de ellas o los padres, para que los niños lean lo más pronto
posible. Pero sí, se estaría estimulando ya una responsabilidad y hasta una
aspiración de los padres por lograr que sus hijos tengan un acceso a la lectura,
respetando el nivel progresivo que tengan los niños, con respecto al
reconocimiento de las letras y algunas palabras que se formen con ellas.
~ 23 ~
Para iniciar con los diversos métodos desarrollados en pro de un acceso a
la lectura, se expone que estos no manejan una esquematización regida por el uso
de los lápices y cuadernos, como lo vemos en las aulas a donde van los
pequeños, sino que dejan estos materiales un poco de lado y se inclinan más por
rescatar el deseo de aprender de los niños y el hacerles sentir sobre lo productivo
de esta actividad, así como de la importancia que tiene para el desarrollo en la
vida de cada uno de ellos.
En la década de los sesentas, Moore, Bereiter y Engelman indican el
aparecer en Estados Unidos y en diversos países europeos de formas de
intervención a nivel de preescolar en los niños entre 2 a 5 años llamados
desfavorecidos8 social, económica, cultural y lingüísticamente como una
educación compensatoria, para aquellos que presentan un mínimo de
motivaciones del medio que les rodea, planteando como objetivo el preservar y
favorecer todas las capacidades de creatividad de los niños a nivel de preescolar
desarrollando así una familiaridad y aprecio en sus propias capacidades. En este
sentido no se esperaba claramente que los niños participaran diariamente en el
programa, puesto que se sabe este tipo de programas no son de carácter
obligatorio, sin embargo al rescatar la autoestima de los niños, indicándoseles que
podían hacer bien las cosas o mejor dicho leer si se lo proponían, se daba un paso
más adelante, puesto que se deja de lado la importancia sobre lo que los
educadores saben, y se pone en primer lugar ya las capacidades de los niños.
8 Ana María Corral Villacastín (1997). El aprendizaje de la lectura y escritura en la escuela infantil.
Universidad Complutense de Madrid. pág. 79
~ 24 ~
En este sentido debemos reconocer que cuando se enfrenta a los niños a
situaciones que les representan un reto, ellos se sienten incitados a buscar la
forma de salir vencedores, por así decirlo, y comprobar a los adultos sus
capacidades, así, si ponemos a un niño pequeño a armar torres de bloques,
cuando se pretende como objetivo la seriación o la agrupación por características
de tales bloques, el simple hecho de ser para ellos un juego en el que la
construcción y destrucción de lo que manipulan, les motiva. Y representa para el
adulto una actividad que podrá o no especializase de acuerdo a los estímulos y
nuevos retos que ponga al niño, en el sentido de conducirle para que posterior a la
formación al azar de los bloques, lo haga por colores, tamaños o formas. Y en este
mismo sentido podrán inferirse actividades que apoyen la formación de palabras
y/o letras, así como su identificación, en el mismo ejemplo que se ha hecho con la
formación de las torres de bloques.
En la investigación de Moore y sus colaboradores se planteaba que los
profesores, fueran también del mismo medio que los niños y no estaban
preparados como educadores por lo que fomentaban solamente la autonomía del
alumno permitiéndosele elegir el tipo de actividad que quería realizar, el tiempo
dedicado y la corrección de esas actividades en un ambiente alegre y sin
tensiones, y sin ser forzado a trabajar en el que se considera que el hecho de no
hacer nada especialmente ya era una situación propia de aprender. Así se puede
rescatar para la actualidad, que el aprendizaje de los niños se de en base a sus
necesidades, intereses y capacidades y a la vez el educador sea un apoyo que
medie al niño entre lo que puede mejorar de sus actividades y le interrogue en
cuestión a lo que está presentando, de tal manera los niños lograrían trabajar en
un ambiente de confianza que les haga participes de los conocimientos y no
solamente receptores pasivos, en los que los educadores descargan sus
conocimientos.
~ 25 ~
En este proyecto los niños podían trabajar con el conocido invento de
Moore, la máquina de escribir parlante, que era como un ordenador que enseñaba
a los niños a leer. Diciéndoles la palabra que habían escrito en el teclado,
deletreando las letras, dibujando el concepto de la palabra escrita, etc.9 Así que,
con la máquina de Moore, se podía combinar la lectura y la escritura cuando los
niños tenían la oportunidad de experimentar el uso de la máquina, en cuestión a la
lógica matemática este proyecto propiciaba en el rincón de los juegos de
probabilidades. Y en grandes pizarras los niños podían escribir o hacer dibujos
libres que explicaban o no a los profesores; por ello, Moore comprobó tras unos
años, que esta experiencia había resultado muy satisfactoria para todos aquellos
que se habían visto implicados.
Aquí podemos constatar que no es tan necesaria la presencia de una
persona de carácter rígido, o que siempre pida evidencias de trabajo a los niños,
para comprobar que están teniendo aprovechamiento del tiempo y actividades en
las que participan, y que si bien tendrá cierta capacitación, para mostrarse como
un sujeto que acompañe el aprendizaje de los niños, le será de más utilidad el
comprender el contexto en el que se desarrollan, sus necesidades y tal vez hasta
las aspiraciones que puedan tener, ya que básicamente los profesores que
pueden ofrecerse en las instituciones y que vienen de contextos diferentes a los
de los niños se preocupan más por presentar evidencias de su trabajo, que por
rescatar el verdadero potencial de sus alumnos, encajonándoles a seguir un
sistema homogéneo de aprendizaje.
9 Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 79.
~ 26 ~
Posteriormente se impulso el método de Moore en una escuela pública,
teniendo resultados igualmente satisfactorios en habilidades de comunicación,
matemáticas y ortografía.
Con semejanza a lo que pudo ser la máquina de Moore, actualmente se
venden y anuncian juguetes interactivos, en los que los niños solo tienen que
presionar igualmente botones y van comprendiendo el sonido de las letras, tal vez
de los más conocidos puedan estar aquellos parecidos a las computadoras y que
se prescriben para niños de tres a cinco años, en los que como punto máximo de
aprovechamiento se logran construir palabras, a las que los niños reconocen,
cuando la máquina las pronuncia y deletrea.
No es de desdeñar que este tipo de juguetes tienen funciones numéricas y
relacionadas a la lectura, que por un lado pueden ser descifradas por la misma
computadora cuando el niño las manipula o bien, el aparato hace las sugerencias
y el niño, debe presionar las teclas para formar la palabra que describe a la
imagen y es a la vez felicitado o no por el cerebro electrónico, con que interactúa,
hay además de este aparato otros, que ya se pueden conectar hasta al televisor y
que con movimientos de pedaleo en una bicicleta, se pueden ir descubriendo tanto
paisajes como números, cantidades, letras o palabras, conforme se avanza o se
toman diferentes rutas. Así como los anteriores hay otros que incluyen juegos,
efectos de sonido, animaciones y que usan baterías al igual que los llamados
cuadernos parlantes, que se venden y podrían estar al alcance del bolsillo de
quien se proponga adquirirlos, en apoyo al aprendizaje de sus hijos; lo importante
de esto sería que se diera el seguimiento al interés del niño por encausarse en el
mundo de las letras,
~ 27 ~
En la década de los setentas C. Bereiter Y S. Engelmann, también elaboran
un programa para alumnos de 2 a 5 años de medios sociales, de la misma manera
desfavorecidos, preocupándose por la felicidad de estos alumnos y por recuperar
el ritmo normal de progreso o, incluso, superarlo. Su objetivo primordial es
fomentar la capacidad lingüística del niño porque con ella se mejora el
pensamiento10 y, por lo tanto, los aprendizajes. Consideran a la lectura como un
instrumento indispensable en los aprendizajes posteriores, por ello propone al
educador una serie de reglas para conseguir un clima de desarrollo lo más
favorable posible, planteando partir de unos aprendizajes de base, reconocer los
efectos nocivos de la fatiga en el aprendizaje y ofreciendo consejos sobre dar
confianza al niño y enseñarle a utilizar el tiempo libre. Concluyendo que mientras
más precoces son los aprendizajes, más eficaces resultan, puesto que en niños
que comenzaron más tarde el programa, aunque conseguían adelantos,
mantenían lagunas de ortografía y comprensión del lenguaje escrito; en este
sentido apoyan que cuanto más pequeño el niño, menor desajuste causa la
enseñanza de situaciones, puesto que tiene el tiempo para aceptarlas, debido a la
misma convivencia que tiene con dichas situaciones.
Al hacer la aseveración de que la convivencia es un factor decisivo en el
aprendizaje C. Bereiter Y S. Engelmann, confirman una vez más que el tiempo de
interacción con objetos y sujetos, propicia en los niños un mayor grado de
aceptación de los aprendizajes, en este entendido, se puede reconsiderar una vez
más que de la interacción que los infantes logrona con respecto a situaciones de
lectura dependerá su comprensión de las palabras, con las que se enfrenta;
además de ellos se debe reconocer que lo básico es despertar en ellos una buena
autoestima, y el poder de creer en si mismos y de esto deberán de ser
10
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 80
~ 28 ~
responsables más que nadie los adultos, que interactúan directamente con ellos,
además de otros niños mayores, que podrían facilitarles el acceso a la lectura de
palabras, si ya tuvieran esas experiencias ellos.
El seguimiento de la investigación de C. Bereiter Y S. Engelmann, indicó
que cuando los niños que la recibieron pasaron a educación primaria, los que
aprendieron a leer en preescolar11 y se les continúo aplicando el mismo tipo de
método, tuvieron excelentes resultados en cuanto a su desarrollo, más no así en
los que se aplicaron las clases tradicionales. Con esto se defiende que mientras
más pequeños, los niños, mayormente se pueden encauzar a ciertos aprendizajes,
así más allá de sus intereses por el juego o el desasosiego se les puede formar un
régimen de vida en el que actividades de interacción con las letras se hagan
cotidianas y fáciles de realizar.
Y es que es mediante el seguimiento a los resultados de dichos
aprendizajes que se comprueba que no existe ningún efecto perjudicial, y se
demuestra que un aprendizaje temprano de lectura es viable en un sistema
escolarizado de educación, por supuesto respetando la misma característica de
aprendizaje que los niños tengan, en tanto no se interfiera con palabras diferentes
o irrelevantes a su contexto.
Ana María Corral Víllacastín en su libro titulado “El aprendizaje de la lectura
y la escritura en la escuela infantil”, propone que la enseñanza de la lectura en
pequeños de hasta cuatro años dentro de las instituciones escolarizadas es
11
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. págs. 81-82
~ 29 ~
operable y no le afecta posteriormente si se sabe retomar el sistema educativo
que es utilizado en la enseñanza del niño, desde un inicio, por ello indica que:
1. El niño a los 2, 3 y 4 años tiene sed de conocimientos que se manifiesta en una gran
hiperactividad, con lo cual, si le damos esa oportunidad de saciar su sed, se sentirá más
tranquilo y disminuirá la inquietud.
2. Su gran capacidad y actitud para el aprendizaje, le ayuda durante los primeros meses
cuando más fácilmente se pueden aprender varias lenguas simultáneamente sin esfuerzo
adicional.
3. Tiene mayor capacidad para adquirir habilidades lectoras, en la edad temprana que en
edades posteriores.
4. No le temen a nada y no consideran la lectura como una asignatura obligatoria sino
como un mundo lleno de cosas que aprenden.
5. El niño es capaz de oír y transformar ondas sonoras en impulsos nerviosos que son
comprendidos por el cerebro, así también podrá si le dan las condiciones adecuadas,
realizar el mismo proceso con las señales visuales.
6. El proceso cerebral comienza en el mismo momento de la concepción. A los 12 días ya
se puede distinguir el cerebro del feto. Y desde entonces está funcionando y creciendo en
conexiones neuronales de forma sorprendente hasta aproximadamente los 8 años que
decrece el crecimiento. Hay que aprovechar ese ritmo vital, esa plasticidad cerebral.
~ 30 ~
7. Al niño le divierte leer. Y a nosotros los adultos también pueden enriquecernos mucho
este proceso.12
Con su planteamientos, Villacastin, pone una disyuntiva entre el sistema
educativo que ya conocemos y la enseñanza prematura de la lectura, pues al
plantear la situación por la que los más de los niños menores de cinco años
atraviesan en cuestión a su sistema neuronal, su misma vivacidad así como sus
ansias de conocer el mundo, de enfrentarlo y su necesidad de apoyo exterior para
constituir sus aprendizajes da las pautas básicas sobre las cuales se puede llegar
a un conocimiento realmente relevante sin que éste sea explícitamente forzado,
para que el niño se apropie de conocimientos nuevos, sino que este aprendizaje
estaría surgiendo precisamente de la naturaleza social, es decir de lo que ya esta
construido, y que por supuesto no costará al niño inventar para poder interactuar
con él, a lo más, tendrá que vivenciarlo y experimentarlo, en distintas formas,
nunca así, crearlo desde si mismo.
La propia autora menciona tres aseveraciones que aconseja al educador
que este a cargo de un grupo de niños, y que en realidad desee influenciar el
proceso de aprendizaje con la lectura, en ellas hace ver que más que la cantidad
de tiempo que se esté con el niño, dependerá de la calidad que se le esté
proporcionando, ya que aunque menciona será poco el tiempo en que educador y
niño interactúen, la situación que se planteará será de verdadero aprendizaje, en
el que se cuestione al niño, se le resuelvan sus dudas y se le vayan creando otras
que sea capaz de resolver por si solo, o con un poco de ayuda del adulto que esté
a cargo de él, señalando que:
12
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. págs. 82-83
~ 31 ~
1. Cuando a un niño de 2, 3 o 4 años se le enseña a leer, prestará atención al libro durante
un periodo de tiempo, estará relajado, tranquilo; pero no hay que olvidar que sigue siendo
un niño y que siguen pareciéndole muy interesantes casi todos los juguetes.
2. El descubrimiento del lenguaje escrito debe ser una «aventura feliz» para el niño y para
el educador Si el profesor o los padres consideran este trabajo como una carga o sin fe de
éxito, es mejor que se abstengan de intentarlo porque no conseguirán manifestar a los
niños esa alegría y entusiasmo necesario.
3. Hay un importante problema de métodos. ¿Cómo vamos a aplicar a los niños pequeños
las mismas técnicas empleadas con los de 6 años? Lógicamente, un profesor o un padre
que se empeñe en preguntar a los alumnos de esta edad «la E y la A, ¿qué forman?», dirá
ante el silencio de los niños, que antes de los 6 años no está maduro para la lectura.
Es entonces desde la aplicación de los autocuestionamientos entre los
niños que se puede fomentar un deseo mayor por el aprendizaje de la lectura,
aunando esto a la situación de acompañamiento, la actitud de poder lograr las
cosas y la interacción con cada vez más palabras o textos que se iría formando un
contexto dinámico y motivante en el que los aprendizajes sobre la lectura estarían
relacionados a lo que los niños ya conocen o intentan descubrir o bien desde lo
que se les presenta para motivarlos. Y considerando que a su corta edad no
hacen preguntas más allá de la lógica o la cotidianidad, estas podrán ser
respondidas por los mismos padres o familiares que tienen conocimientos sobre
las situaciones de las que los pequeños quisieran enterarse.
~ 32 ~
Gleen Doman13, no conforme con plantear que la enseñanza de la lectura
en los niños menores de cinco años, desarrolla un método que manifiesta la
interacción del niño con el material de aprendizaje, y que realmente parece ser
algo tan simple como el que el niño interactué con los objetos sin tener que
conocerlos por partes, esto es, que el niño por ejemplo no conoce un carrito por
sus llantas, luego por su estructura y después por su utilidad, sino desde todo el
complejo que representa (llantas, toldo, caja, volante, etc.), así ella refiere un
método global de aprendizaje que se basa en sesiones de aproximadamente cinco
minutos, en el que presenta a los niños palabras completas, escritas en una
cartulina pequeña; de hecho la misma Doman, hace la descripción del sistema de
trabajo y de la forma en que debería de ser aplicado en el niño, en función de sus
capacidades:
1) Es necesario que enfoquen este aprendizaje como un juego, que le sirva al niño de
recompensa, no de castigo. El tiempo que pasarán «jugando a leer» debe ser corto,
cada sesión de unos minutos y nunca más de 5 veces al día. Deben iniciarse al
pensamiento del niño y acabar la sesión antes de que él lo desee.
2) Características del material:
Se ha concebido de completo acuerdo con el hecho de que leer es una función cerebral. El
material que tiene en cuenta las capacidades y limitaciones del aparato visual del niño, y
trata de solventar todas sus necesidades, desde la máxima a la mínima agudeza visual».
13
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. págs. 84
~ 33 ~
Aunque Doman propone en su metodología, que sean los padres quienes enseñen a leer a
sus hijos, debemos entender que en la figura de los padres se incluye al maestro en
educación infantil.
Las características básicas son:
— Trabajar con cartulina blanca.
— Trazar las palabras con tinta china (rotulador) rojo o negro.
— Trazos limpios y claros, con estilo sencillo y homogéneo.
— Margen mínimo de 1,25 cm. entre letras y el borde de la cartulina.
El tamaño de las letras oscilará según las diversas etapas que componen la experiencia.
Este aspecto lo consideró primordial porque refleja la adaptación y respuesta a las
necesidades y limitaciones del niño pequeño es decir es el único indicio de madurez. Y no
es un problema tan traumático porque vemos como Doman ha sabido darle respuesta. El
tipo de letra que utiliza es letra script.
Son siete las etapas que componen este programa:
1. Las palabras papá y mamá se escribirán cada una en una cartulina de 15cm. de alto por
60cm. de largo, y medirán de forma invariable 12,5 cm. por l0 cm. separadas por 1,25 cm.
aproximadamente. Deben estar escritas con letra minúscula y, además, con tinta roja. El
objetivo de estos primeros momentos de la experiencia consiste en el reconocimiento, por
parte del niño, de ambas palabras por separado, una tras otra, para, posteriormente, poder
hacerlo de forma simultánea. Para ello, hay un número determinado de breves sesiones de
5 minutos, en que estas palabras son presentadas al niño y le son leídas. Al cabo de tres
días, el niño puede estar en condiciones de conocer la palabra y, por tanto, leerla. Con ello,
~ 34 ~
habremos conseguido preparar el camino visual y el cerebro del niño para diferenciar
símbolos y podremos avanzar en la experiencia.
2. Consta de 20 palabras relativas al cuerpo humano, escritas en cartulinas blancas de 12,
5 cm. de alto y 60 cm. de largo, de 10 cm. De altura y escritas en minúsculas y color rojo.
La presentación será también sucesiva a la vez que se procurará remarcar cada palabra
mediante refuerzos visuales, auditivos y táctiles. De este modo, la presentación de una
palabra como «mano» irá acompañada de la visión y del tacto de tal parte del cuerpo. De
esta forma, a través de la conjunción de sensación visual, táctil y auditiva, la palabra
experimenta fuerza.
Al igual que en la etapa anterior, cada palabra debe ser introducida según su grado de
dificultad, considerando el número de letras que la compongan, evitando mostrar de forma
consecutiva palabras que empiecen por la misma letra y asegurándose de que cada
palabra ha sido totalmente aprendida y asimilada. Según la teoría de Doman, el niño,
mediante este sistema puede aprender hasta una palabra diaria.
3. Se introducen palabras referidas al mundo inmediato del niño — objetos, acciones, útiles
de su propiedad—. En esta etapa se observa una nueva disminución del tamaño de las
letras, que ahora pasan a medir 5 cm. escritas igualmente en minúsculas y en tinta roja, en
cartulinas blancas de 7,5 cm. de alto. La metodología es la misma aunque han sido
introducidas acciones verbales, lo que en cierto modo, está ya permitiendo la lectura de
composiciones más complejas. Las listas que en esta fase se elaboren pueden oscilar
entre 10 y 50 palabras.
4 y 5. Estas etapas introducen una variante: no se trata ahora de presentar una lista de
palabras (sustantivos o acciones) con un determinado grado de conexión entre ellas.
Paralelamente al proceso de adquisición del lenguaje hablado, se introducen palabras con
funciones gramaticales o relacionantes como adverbio y conjunciones conexivas. Con
estos elementos el niño puede jugar, enlazar palabras conocidas y construir así frases o
~ 35 ~
párrafos. En estas etapas las letras han pasado de 5 cm. (4ta. etapa) a 2,5 cm. (5ta.
etapa) y el color de la tinta es ahora negra. Estas dos fases están pensadas en función de
la elección previa de un pequeño «libro», que será el primero para el niño.
6. Este libro ha de cumplir determinadas características: — presentar no más de 150
palabras diferentes.
— 15 o 20 palabras por página. — Nunca un tamaño inferior a 0,5 cm. y con dibujos a un
lado de la página, no mezclados con las letras. Este será el libro que procure en estos
momentos las palabras que el niño tiene que aprender, de modo que al final será capaz de
comprender el texto elegido en su totalidad.
7. Finalmente, será posible facilitar al niño el alfabeto en cartulinas cuadradas de 10cm-de
lado, con letras mayúsculas y minúsculas en color negro y de 7,5 cm., de altura.14
Se entiende la sugerencia de Doman, que como apoyo a su proyecto que
los elementos descritos en su método, no habrán de ser alterados y mucho menos
faltarán en el aprendizaje que se pretende reforzar en el infante, pues de hacerlo
se estará alterando el proceso y podrán faltar elementos para el buen desarrollo
de la cognición del niño. Sin embargo si se promueve una lectura del contexto es
requerible mencionar palabras acordes al medio en el que vive el niño, ya que no
son las mismas formas en las que se llaman ciertos objetos o elementos en las
diferentes regiones donde se puede desarrollar un niño.
14
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. págs. 84-86
~ 36 ~
Ya con estos métodos se hace claro que lo que en el niño se busca en
principio, no es tanto llegar a una lectura de enunciados cortos o libros, ya que por
su corta edad, esto en pocos de ellos acontecerá, sin embargo, también se hace
claro que en base al tipo de estimulación, experimentación y acompañamiento que
se le de con respecto al enfrentamiento a situaciones de lectura, será el avance
que logre.
Si bien Doman hace mención de que su método de enseñanza es de tipo,
global, por la forma en que se presentan las palabras a los niños, en comparación
con Moore o C. Bereiter Y S. Engelmann, que manifiestan las palabras por sus
partes, en dichos sistemas de trabajo se llega siempre a la palabra y como bien
dice Villacastin, la interacción que logre el niño con las palabras y el tiempo que
tenga para asimilarlas serán factores que le permitan el reorganizar las fallas que
se encuentren en el camino, con respecto de cómo leer y entender, o bien dará
tiempo para aceptar otros métodos de enseñanza, bien de forma gradual o de
forma arbitraria y sin un orden aparente.
Queda de cierto, pues, que con los adelantos que la actualidad ofrece y
refuerza en cada esquina de las calles, en cada placa de los autos y hasta en la
televisión, se puede aumentar la cantidad de tarjetas que se pueden presentar a
los niños, aumentando por tanto las situaciones de interacción con los nombres de
los elementos que le rodean, y que a partir de la actitud de los padres, su enfoque
de enseñanza y las características del material que presenten, el desarrollo que
alcanzaran los niños, será menos limitado y cubrirá mayor cantidad de
necesidades visuales.
~ 37 ~
Si en el ámbito educativo, se considerara toda la riqueza en pro del
aprendizaje que se está creando minuto a minuto, en los espacios sociales que
van apoyando la lectura mediante las palabras que se plasman, se reconocería
que las escrituras de tipo alfabético (tanto como las escrituras silábicas) parecen
poder caracterizarse como sistemas de representación cuya intención primera –o
primordial- es representar las diferencias entre los significantes.15 Es decir
permiten establecer supuestos de relación y familiaridad entre diferentes palabras
pero al igual que la escritura de los nombres propios, se deben considerar sus
diferencias tanto en representación de los objetos o sujetos como en uso de las
letras, con lo cual se podría permitir a los niños logren una lectura de diferentes
palabras a partir de su interacción escolar pero usando la riqueza social
alfabetizadora en la que vivan.
Dentro de las instituciones educativas es conocido que al tiempo que se
plantea el aprendizaje de la lecto-escritura y otros aprendizajes suele intentarse –
simultáneamente controlar a los padres en términos de prohibiciones, con
autorización expresa de hacer solamente lo mismo que se hace en la escuela para
no introducir conflictos en el aprendizaje,16 y esto por supuesto hace deficiente la
riqueza de actividades y materiales que podrían emplearse como apoyo en la
enseñanza de los niños, así por ejemplo es muy conocido que para que el niño
aprenda en principio a leer se le deja, cuando ya sabe manipular el lápiz, por lo
menos la escritura de tres veces la misma palabra, que intentará aprender, o si no
en otros de los casos puede que se le deje que escriba sílabas y las memorice,
disminuyendo en exceso la calidad de otros materiales que le representaran
menor esfuerzo en su aprendizaje, es decir no tendría que repasarlos tanto, si se
15
Emilia Ferreiro (2002). Alfabetización teoría y práctica. México .Ed. Siglo XXI. págs. 15-16
16 Ibídem. pág. 26
~ 38 ~
le apoyara en identificar poco a poco las letras componentes de cada texto y de
igual manera ir identificando las palabras que le rodean, y que le son fáciles de
identificar, tanto por su constante uso (en productos, alimentos o utensilios) como
por su encuentro en diversas situaciones.
En este sentido es reconocible que se puede controlar a los padres, pero es
ilusorio pretender controlar la conducta de todos los informantes potenciales
(hermanos, amigos, tíos, abuelos…), y es totalmente imposible controlar la
presencia del material escrito en el ambiente urbano,17 que si bien no es
debidamente usado o aprovechado, está tan presente retando a las instituciones,
como lo podría ser la corrupción a las leyes, en el más estricto de los casos. En
este sentido encerrar a los niños dentro de un aula y decirles que sólo las palabras
que ahí se encuentran, así como las que pertenecen a los libros y textos que se
logren producir, son las útiles, es denegar la importancia de todas las que se
encuentran fuera de ese contexto, siendo que realmente esas palabras son las
que podían aprovecharse en mayor medida, si la educación no fuese tan
restringida a las aulas y los pupitres, puesto que es ahí donde la interacción del
niño se hace presente.
Lo antepuesto, los educadores lo pueden sustentar en situaciones tan
ciertas como el mismo hecho del aprendizaje, pues dentro de las aulas, los niños
no dedican sus esfuerzos intelectuales a inventar letras nuevas, sino que la forma
de las letras las reciben de la sociedad y las adoptan tal cual,18 entonces en este
entendido es aceptable darle importancia al espacio circundante en el que
17
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 26
18 Ibídem. 19
~ 39 ~
cohabitan los niños, en el que hasta la misma ropa que se llegan a poner, por no
decir que toda, contiene por lo menos una letra, que podría utilizarse en apoyo a la
enseñanza de la lectura que habrán de alcanzar.
Los estudios que J. Hunt realizó, proponen nuevas perspectivas de la
educación preescolar pues opina que sería más posible acrecentar el desarrollo
mental de los niños entre 0-4 años, puesto que sus posibilidades de aprendizaje
son superiores a las imaginadas por nosotros. Su idea se establece al considerar
que el hecho de que no se fuerza al alumno, no implica peligro en la promoción de
un desarrollo intelectual, 19 y propone una organización de la vida del niño en la
que da a entender que mientras que el desarrollo se respete en cuanto a la
alegría que debe de tener el niño en todos los sentidos, también habrá de
entrometerse un tipo de educación no restringente ni basada en horarios para que
parezca más espontánea y sobre todo tan natural como el mismo desarrollo,
crecimiento y alimentación del niño, es decir habrá de plantearse como un sistema
dosificado.
Se puede entender, que dicho sistema encuentra apoyo en lo que es el
método que ya Doman ha referido, y que a partir de situaciones tan sencillas como
el tarjetero puede confrontarse al niño con la lectura, cosa que como da a
entender Hunt puede formar parte de las posibilidades de aprendizaje del niño y
que por supuesto si se reinventan a partir de lo que ya está escrito en el contexto
aunque no se tengan diariamente a la mano, representaran en el niño una
excelente situación de aprendizaje.
19
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 78
~ 40 ~
También es claro que en contraposición a algunos métodos de enseñanza
escolar en los que se inicia a los niños haciendo que aprendan letra por letra se
les desinteresa de tal manera, que al paso del tiempo sólo realizan las actividades
mecánicamente, en el sentido que pueden decir “me se las letras” y en efecto
repetirlas como canción, pero no logran diferenciarlas a la hora de escribirlas,
comprobando entonces que mediante esta mecanización no se dan cuenta de que
si lo escrito tiene ―todo el tiempo la misma‖ letra no se puede leer, o sea no es
interpretable,20 ya que en principio escribirán todo el tiempo la mayoría de las
palabras con las letras que les son más fáciles de elaborar. Se puede notar en
casi todos los niños que empiezan a conocer las letras que presumen de saber
leer y hasta escribir, pero que lo hacen usando al inicio las mismas letras, aun
cuando todavía no las conocen todas, lo preocupante de este asunto, es que
cuando se supone se les han enseñado todas las letras del alfabeto, es que
siguen usando las mismas pocas letras o representaciones graficas y dándoles la
función de otras que no escriben.
Por su parte Rachel Cohen propone un método educativo para preescolar
sustentado en el método Doman, indicando que la lectura para los niños habrá de
ser un espacio de aprendizaje que ofrezca la oportunidad de maniobrar y sentir las
letras en formas manipulables y constructivas es decir de formas dispersas donde
el niño lograse utilizar las letras construyendo y reconstruyendo diferentes
palabras, de forma práctica, y en el caso de no ser palabras formales como tal,
aun así se puede conducir al niño por el camino de los sonidos onomatopéyicos
que logran formarse, ya que bien menciona que el educador debe de dar rienda
suelta a la creatividad y a la capacidad de construcción del niño, pues si bien no
define palabras aún, se le puede hacer mención de que en ciertos modos se logra
20
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 19
~ 41 ~
concebir gran cantidad de sonidos comparados con los que se escuchan de los
animales y/o los elementos del contexto.
Cohen manifiesta también y aún aceptando que se apoya del método
singular de Doman, que no existe un método único a aplicar, en el desarrollo
cognitivo de los niños, sino que existen principios, y hay que confiar en los
potenciales de los niños, sin colocar fronteras a sus capacidades; más bien
debemos ofrecerles un entorno estimulante.21 Esto entendido como una situación
de latente riqueza natural en los niños, la cual se puede explotar conforme vayan
dando pauta a la entrada de nuevos conocimientos y enseñanzas por parte de los
adultos que les rodean.
Así se puede entender que teniendo las bases de lo que sería por un lado el
método desarrollado de Doman, se puede intercalar gran cantidad de situaciones
de aprendizaje que pueden llevar a los niños al conocimiento de las palabras y de
las letras que las conforman; por supuesto estas palabras no deberán de ser
rebuscadas ni mucho menos especializadas, ni de situaciones científicas, ya que
no causarán ningún tipo de asociación entre el niño y su contexto y por ende no le
serán significantes.
Además de esto, pueden desestructurarse todas las palabras que se vayan
conociendo, por un lado con letras individuales que sean acomodables, es decir
usadas como tarjetas individuales, o bien haciendo comparaciones y
entresacándolas de otras palabras que ya se hayan formado o conocido, para que,
21
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 68
~ 42 ~
como se mencionara anteriormente el niño reconozca que no todas las palabras
llevan la misma letra, ni mucho menos todas las letras tienen la misma función o
nombre. Para esto el acompañamiento de los adultos encargados de la educación
del niño, será radical en consideración a que en cualquier momento podrán tanto
cuestionarlos, sobre cómo dice cierta palabra y cuáles de sus letras se parecen a
las de otra.
Como producto de la mecanización escolar y de los métodos que los
docentes o educadores emplean en sus enseñanzas Ferreiro considera que: hay
prácticas que llevan a que el sujeto (el niño en este caso) quede ―fuera‖ del
reconocimiento, como espectador pasivo o receptor mecánico, sin encontrar
nunca respuestas a los ―por qué‖ y a los ―para qué‖ que ya ni siquiera se atreve a
formular en voz alta,22 esto como un severo encadenamiento a lo que los demás
dicen, y como una sumisión a la autoridad de los adultos que se hacen sentir
sobre los alumnos como los expertos e inequivocables, a los que habrá de creer
todo lo que digan.
Si reconocemos que los niños tienen la capacidad de adquirir, interactuar y
cuestionar lo que les rodea, bien podría aceptarse que los encargados de su
educación dentro de las instituciones cargasen esa responsabilidad de apoyarles
en la apropiación de las palabras que están en su contexto.
Si se aceptara que lo ―fácil‖ y lo ―difícil‖ no pueden definirse desde la
perspectiva del adulto sino desde la perspectiva de quien aprende; admitiendo que
22
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 22
~ 43 ~
cualquier información debe ser asimilada (y por lo tanto transformada) para ser
operante, considerando que los métodos (como secuencia de pasos ordenados
para acceder a un fin) no ofrecen más que sugerencias, incitaciones, cuando no
prácticas rituales o conjunto de prohibiciones,23 que por sí solos, no sugieren la
creación de conocimientos, sino más bien la manipulación de factores que no en
todos los casos son los más indicados para el trato que debería darse a los niños,
tanto por la función ritual con la que se hace ver el acto de asistir a la escuela,
como la figura de poder que representa el educador ante los niños, podríamos
entender que la situación de interacción de los pequeños con los adultos que les
rodean puede ser aprovechada, como algo cotidiano y poco forzado, como es el
caso de lo que se vive en la institución escolarizada.
23
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 21
~ 44 ~
CAPÍTULO 1.2
EL APRENDIZAJE POR
INTERACCIÓN
Comencemos, este apartado, por citar al lenguaje desde la teoría
vigotskiana que indica éste no sólo acompaña la actividad práctica, sino que
también desempeña un papel específico en su realización, lo cual se traduce en
que, para el niño, el hablar es tan importante como el actuar para conseguir una
meta y para dar solución a los problemas.24 Por lo que confiriendo la importancia
del lenguaje de los niños, sobre cualquier actividad, constituiría enlazar la
planeación y vinculación que dan éstos a las actividades que se reflejan al mundo
externo, bien en su forma más cotidiana y económica a través de la oralidad y en
su forma más elevada en la lectura; que desde un primer plano se expone en este
trabajo será abordada antes que escribir.
Al ya discernir entre una letra y otra y su aplicación primero en las
palabras, después en las oraciones y en los textos, el niño haciendo uso de su
lenguaje verbal podrá expresar a los adultos que le rodean que letras están
contenidas en una palabra, o bien decir directamente la palabra; por un lado el
apoyo que den los adultos al niño para que conozca su realidad y su contexto, le
24 Milagros Damián Díaz (2007). Desarrollo del lenguaje y la comunicación en la primera
infancia. Editorial trillas, S.A. de C.V. pág. 108.
~ 45 ~
serán de gran utilidad para que se desarrolle como parte de éste, además de que,
el dominio sobre el mismo contexto que el infante logre, dependerá de las
maneras en que se le ofrezca y se le pueda explicar, por ello la apreciación que el
niño tenga de su realidad, la manera de describirla verbalmente serán, casi una
responsabilidad de los adultos que le rodeen, en parte por ser sus cuidadores o
compañías directas y por otra porque al dar el ejemplo a los pequeños, de la
utilidad que dan los textos a las personas, podrán formarse más socialmente, dado
que a últimas fechas las libertades y democracias del individuo son coartadas,
debido a su poca crítica de la realidad y hasta a su falta de interés por la lectura.
En los experimentos que realizo Stern ―el niño de dos años que según él se
hallaba todavía en el estudio del objeto separado, percibió las figuras dinámicas
del dibujo y las reprodujo fácilmente utilizando la pantomima… Lo que Stern
consideró como una característica de las habilidades perceptivas del niño resultó
ser producto de las limitaciones de su desarrollo lingüístico o, en otras palabras,
un rasgo de su percepción verbalizada‖.25 Esta es una más de las situaciones que
sustenta que cuando el niño logra tener un acceso al lenguaje, por muy limitado
que sea al principio, le permite expresar características objétales, y si esto se logra
reafirmar en él, cada vez con mayor número de objetos, en diversas
presentaciones con el debido parecido, logra hacer las interpretaciones y
relaciones existentes entre unos y otros.
Por ello, si se le dan a conocer diversas presentaciones de un solo objeto
se le estará estimulando a reconocer un sinfín de características superficiales, que
por supuesto le apoyan en el desarrollo de su conocimiento, pero que más aún le
25
Lev. S. Vigotsky (1988). El desarrollo de los procesos Psicológicos superiores. Ed. Grijalbo, pág. 59
~ 46 ~
hacen ver que la generalidad o base objetal, en este caso las formas de las letras
se siguen conservando, de hecho la misma interacción que logre con los
diferentes objetos que se le presenten le permitirán realizar comparaciones y
hasta agrupaciones de aquellos que cuenten con similitudes. Al cuestionarle el
¿Por qué? de dichas agrupaciones, será casi seguro que, el niño explicará sus
razones, y podrá encontrar mientras mayor cuestionamiento, mayor cantidad de
respuestas y a la vez nuevas similitudes y comparaciones.
Por lo tanto, el lenguaje como parte de la identificación de las letras dentro
del ambiente alfabetizador social, permitirá hacer por una parte la proyección de
los símbolos gráficos así como sus sonidos en el sistema cognitivo de los niños,
con la intervención de los adultos cercanos a éstos, y por la otra la identificación
de si el niño está comprendiéndolos y expresándolos correctamente a lo largo de
su interacción con ellos.
Aunque el niño desde que nace puede expresarse mediante el llanto, los
gestos y movimientos propios de su desarrollo, podemos registrar antes de su
primer semestre de edad ya algunos sonidos guturales que podemos identificar en
cuanto a su estado de ánimo y que cerca de los diez meses son intercambiados
por algunas monosílabas o palabras cortas y que posteriormente evolucionarán,
por ello durante este despliegue el lenguaje contempla tres aspectos: el
semántico, relacionado con el significado de las palabras; el sintáctico, vinculado
con estructura y ordenamiento de las oraciones que contienen las palabras; y el
fonético, relacionado con la elevación y descenso del tono de la oración,26 esto en
definitiva refiere que la experiencia del niño, si es apoyada, en cuanto a la
26
Milagros Damián Díaz. Óp. cit. pág.123
~ 47 ~
interacción que logre, en el ambiente en que se relacione, podrá facilitar su
desarrollo cognitivo, con respecto a la apropiación de su entorno; de los elementos
que lo configuran y los significados que tienen.
Referente a lo antepuesto Vigotsky señala que dentro de la interacción
social y la configuración de significados asignados a los objetos a través de su
enunciación en palabras ―la palabra no se refiere a un solo objeto, sino a un grupo
o a una clase de objetos, y cada una de ellas es, por lo tanto, también, una
generalización. Esta última constituye un acto verbal del pensamiento y refleja la
realidad en un sentido bastante distinto del que la reflejan la sensación y la
percepción; tal diferencia cualitativa está implicada en la proposición de que existe
un salto dialéctico no sólo entre la ausencia total de conciencia (en la materia
inanimada) y la sensación, sino también entre sensación y pensamiento. Hay
diversas razones que nos hacen suponer que la distinción cualitativa entre
sensación y pensamiento es la presencia, en el último, de un reflejo generalizado
de la realidad, el cual constituye también la esencia del significado.‖27
Dada la situación que expone Vigotsky, será de gran importancia que
durante la enseñanza de la lectura de palabras a través de las letras se infiera si el
niño tiene, ya en su complejo conocimiento, la significación efectiva de una
palabra y no solamente está utilizando su identificación para pronunciarla, sin
saber a qué se refiere, a qué grupo pertenece y sobre todo que significa. Esto se
logrará solamente encaminando al niño mediante la enseñanza social que le
brinde su contexto inmediato a través de los individuos con los cuales conviva y
que de cierta manera tienen ya dentro de sus saberes experiencias referentes al
27
Lev S. Vygotsky. Op. cit. págs. 20-21
~ 48 ~
significado de las palabras que el infante menor de cuatro años, podrá utilizar,
además de que le pueden apoyar indicándole, cuales son las palabras que les
rodean, y en el caso de que el niño presente dudas, claramente los adultos se las
pueden resolver, en cuanto a responder como dicen ciertos textos o palabras, que
a los niños les parecen interesantes.
Lo anterior no es raro de encontrar en nuestra actualidad, pues la mayoría
de los niños, alrededor de los cuatro años, en lo que se conoce como la etapa de
los ¿porqué? exponen sus dudas, cuando van por la calle, cuando están en la
tienda o cerca de algún texto, haciendo la petición de que se les lea y preguntando
además por qué esta ahí.
Cuando se plantea que es posible enseñar a leer desde antes de la llegada
a una institución educativa, gracias al ambiente alfabetizador social, no se hace
referencia a la forma actual de enseñar, que implica, básicamente sentar al niño
en una silla frente a una mesa y darle material didáctico para que trabaje y aborde
las letras como tales, haciendo ejercicios de su uso directo o de reconocimiento y
escritura, por pasos, sea haciendo primero ejercicios de motricidad, escritura de
una sola letra o de las palabras directamente, sino que en este trabajo se sugiere
el uso de la interacción social que permita al niño la lectura de cualquier palabra,
aún las desconocidas, al incluir en su interacción diaria las letras, sus sonidos y
nombre, sí, pero desde algo que no incluya en principio el encasillamiento a
horarios, materiales y mesas de trabajo, por el contrario, éstas letras palabras y
textos planteados como algo común para toda su familia, como lo es para toda la
sociedad, desde el mero uso práctico, y localización en todos sitios que rodean a
las personas.
~ 49 ~
Ya que al descubrir esa lógica desde pequeño, al entrar a las instituciones,
el niño, no tendrá que enfrentarse a algo nuevo y desconocido, por ello se expone
que como parte de sociedad, se acepta en este trabajo que la familia y la escuela,
son tradicionalmente entendidos como los principales espacios de socialización
(los pares y los medios de comunicación son otros)‖28y que la responsabilidad que
se proyecta o se obtiene de ellos, viene siendo de tipo informal pues representa la
educación que todos recibimos por ósmosis al vivir en una sociedad en la que
cada momento de la vida nos enseña algo29, pudiéndose aprovechar
precisamente para enseñar, en parte con el ejemplo, que la lectura es algo
placentero e importante y por el otro que considerando que los niños tal vez no
logren una lectura de textos largos, si seria básico comenzar con hacerles sentir la
importancia del reconocimiento de las letras como parte de las palabras que están
escritas en los textos que inundan el entorno.
Podemos entonces aceptar que la capacidad de aprendizaje de los niños es
muy grande y más aún si la influencia externa, que tiene más allá de su curiosidad
o deseo de exploración les es interesante, atractiva, funcional y divertida por ello
en su infancia temprana es posible desarrollar una gran cantidad de
conocimientos, ya que es en esta época cuando el niño tiene una mayor conexión
neurológica que le permite asociar todos los estímulos que se les presentan, más
aún si pueden hacer gala de su manipulación, experimentación y uso.
28
Tomado de: www.fundacionpobreza.cl/ herramientas/educacionnoformal.pdf. 2 de diciembre de
2009.
29 Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/8s/2.pdf. 25 de enero del 2010.
~ 50 ~
Podemos considerar entonces que si presentamos las letras a los niños
como una información simple al igual que otra cantidad de objetos y su uso, más
que algo cargado de un contenido de responsabilidad y obligación, y lo dejamos a
su libre exploración en el transcurso de su primera infancia, y permitimos que su
uso sea cotidiano sin obligarle a escribirlo de tajo, sino permitiendo que lo exprese
como cualquier otro dibujo y con el tiempo lo acentué en lo referido a la grafía,
pero ya sabiendo cómo se llama y suena cada una, incluso al estar junto a otra o
formando una palabra. Podría ser como pedirle que dibuje, al inicio de sus
capacidades de representación, una casa, un martillo o su propio cuerpo, lo cual
será en principio y por lógica, muy distorsionado, aun conociéndolos e indicando
como son estos, pero que con el paso del tiempo podrá proyectar a la perfección.
Lo expresado no se debe pasar por alto, que ya los sondeos realizados por
Ferreiro y Teberosky, indican que hacia los 4 años los niños hacen
espontáneamente preguntas del tipo ¿Cómo se escribe?, o ¿Qué dice?, al mismo
tiempo que solicitan del adulto la lectura de cuentos o revistas… esta
preocupación es posible que exista mucho antes, solo que por razones prácticas
ellas presentan esta edad como punto de partida,30 en todo caso se debe de
aceptar que mientras los niños tengan la necesidad o el deseo de informarse de
los que hay a su alrededor se les debe permitir conocerlo sin esperar a que esto
se los enseñen como parte de una obligación en las instituciones.
Y es que no se debe de olvidar que una influencia plena del contexto en el
que se inmiscuyan la lectura y las letras como tales, le estarán permitiendo al niño,
desde temprana edad, el saber el uso de estas, y diferenciarlas dentro del resto de
30
Emilia Ferreiro y Ana Teberosky (1989). Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño. México.
Ed. Siglo XXI. pág. 44
~ 51 ~
los objetos, como partes funcionales de la comunicación con las cuales logrará
comprender que el lenguaje escrito, al igual que el lenguaje oral, sirve para
comunicar ideas y pensamientos, transmite significados y es funcional. Mediante
actividades auténticas de lenguaje descubrirá ―...que puede escribir lo que dice,
leer lo que escribe y puede ser el autor de su propio libro‖. 31 Que por supuesto no
será en principio un completo compendio de textos, sino más bien un álbum de
referencias con dibujos y la palabra que los describen o nombran, por ejemplo o
bien desde el mero uso cotidiano, pero esto estará dando ya cabida al uso de la
palabra, tanto leída como escrita, si es que ya se tiene una coordinación motriz
fina que permita la manipulación de lápices de colores o de carbón, crayones, con
los que realice la proyección de letras o pseudoletras reconocibles y comparables
con otras y que posteriormente se podrán utilizar también para la lectura, aún a
pesar de sus variantes en forma a las letras convencionales o de los textos que se
encuentran en el contexto.
Sin embargo por el mismo hecho de estar siendo estas letras, ya
creaciones de los niños no habrán de tomarse a la ligera, sino que el adulto o
quien acompañe el proceso lector del alumno, habrá de festejarle y motivarle a
proyectarlas con mayor refinamiento, si como se expresa en este texto, la
capacidad de manipulación del niño lo permite.
31
Revisado en:
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:IQ_2CknIshwJ:www.educacion.objectis.n
et/primer-ciclo/produccion-academica/lenguaje/acercamiento-a-la-lectura-y-la-escritura/
doc+aproximaci%C3%B3n+a+la+lecturay+la+escritura+en+el+primer+ciclo&cd=8&hl=es&ct=clnk&
gl=mx&client=firefox-a. Revisado el 13 de octubre de 2009.
~ 52 ~
En el caso de las situaciones que se manejen desde la perspectiva de lo
socialmente creado, es posible aprovechar todos aquellos textos cortos, y los que
constan de una sola palabra, por ejemplo en estos últimos pueden considerarse,
los nombres de productos, sus etiquetas, los nombres de establecimientos, en los
que hay frases, pueden encontrarse los señalamientos, anuncios de bailes, ferias
o ventas de comidas, antojitos o golosinas. Y son precisamente esos textos los
que podrían apoyar la manipulación directa de materiales que a los adultos ya no
costaría crear, puesto que solo bastará que se enfrente repetidas veces al niño a
dichas palabras para comprobar como las va asimilando, y de hecho puede hacer
las comparaciones en casa, sobre la forma de las letras, en este caso puede usar
diferentes objetos para recrearlas a manera de juego y de ser posible,
reestructurar la palabra o las palabras a las que se le ha enfrentado.
Cirianni y Peregrina en su libro titulado Rumbo a la Lectura, al igual que
Cohen, hacen acertadas indicaciones en cuanto a los métodos de enseñanza que
son muy rígidos y refieren que “cuando la palabra propia debe someterse a una
única versión del texto, la alegría se pierde en pocos años‖,32 es decir cuando se
trata de implementar a edades muy tempranas un protocolo por así decirlo de
formación y que se base en la disciplina, dicho elemento del método, hace que el
niño se vuelva temeroso, y hasta enemigo de la educación y la lectura, pues más
bien a estas edades la disciplina podría referirse a actividades en las que el niño
estuviera inmerso en el juego y la interacción con los textos tanto pequeños como
extensos, tal vez recostados un rato en el piso, tal vez otras caminado por las
calles o buscando entre libros y revistas que para otros representen sólo
desperdicio de papel y no tanto relacionadas a las sillas y las mesas de trabajo,
acompañadas de libros gruesos y textos nada propios a su edad.
32
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina (2007). Rumbo a la lectura. México. Ed. IBBY. pág. 40
~ 53 ~
Anteriormente se mencionaba que el enfrentar al niño a las palabras que
encuentra en la calle y recrearlas en casa con diferentes objetos, rompe los
esquemas de las instituciones, por lo que también podrían hacerse otras
actividades en las que se deje al niño explorar diversos materiales como las
pastas, masa, plastilina, arcilla o barro con los que se pueden modelar las letras y
reacomodar las palabras, incluso es posible, si se tiene realmente la atención, que
se usen baritas y el mismo suelo o piso, como espacios de trabajo, en los que los
niños, hagan y deshagan letras y palabras.
Pueden presentárseles, por ejemplo, etiquetas o palabras como modelos y
permitirles que les encimen en los materiales que tengan a su alcance con la
finalidad de reconstruir los textos, posteriormente se reacomodarían nuevos
materiales en la misma posición que los que están sobre las etiquetas y se pide al
niño pronunciar la palabra, de esta manera se rescata en el ejercicio de lectura, la
manipulación, la experimentación, el uso del lenguaje y las funciones sensoriales,
además de hacerlo de manera lúdica para el niño.
Bien se puede decir que existe una enorme diversidad de actividades, con
materiales que pocas veces son tomadas en cuenta en las instituciones, para lo
que es la lectura y que se dejan para exploración o decoración solamente, por otro
lado pueden surgir dependiendo de la habilidad que tenga el adulto para
relacionarlas a la lectura, de hecho hasta sin materiales se podría lograr el
acercamiento a las letras, cuando con las partes del cuerpo se pueden dar a
entender sus formas, por ejemplo, la “a” se representaría con una palma en forma
de “c” y la otra en forma de “l”, y de hecho así ya estamos formando por separado
dos letras (c, l), la “z” se formaría con un dedo índice de la mano izquierda y una
abertura en “v” entre el índice y el medio de la derecha, solo haría falta explicar al
~ 54 ~
niño a partir de donde se hace la comparación de las posiciones de las manos o
de otras partes del cuerpo con respecto de las letras.
Como las anteriores, hay variedad de actividades que pueden librar a las
que se plantean como perfeccionistas, en este caso, en vez de colocar libros como
tal, a los niños se les pueden ofrecer otros materiales que puedan manipularse,
rescatando el fin propio de la interacción con las letras, por citar un ejemplo una
simple papeleta de dulce o una envoltura de galletas, de la cual los niños rescaten
la marca, el sabor y hasta el color, en un conjunto pequeño de grafías, que
claramente no son escritos proyectados en un pizarrón, sino tan corrientes, como
el mismo hecho de visualizar el letrero de la parada de autobuses en la calle.
De la forma anterior estaremos ofreciendo a los niños una versión pura y
sencilla de lectura en principio, y que al paso del tiempo permitirá, por supuesto
con la interacción de muchas otras palabras el reacomodo y la interpretación de
las oraciones y hasta de los textos, pues si bien conocen en sus primeras
interacciones los objetos y situaciones que van representando las palabras,
posteriormente podrán inferir el significado de las oraciones, aceptando en este
sentido lo que Cirianni comenta al indicar que “las nociones que se inculcan a los
niños respecto a la lectura y la escritura suelen ser meramente instrumentales‖33
pues es poco conocido algún método o intento de enseñanza de lectura en los
niños que haya partido de cosas tan simples como las que se comentan en este
trabajo.
33
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 40
~ 55 ~
Se manifiesta por lo explicado en los párrafos que anteceden a este, que si
bien la lectura se aprende poco a poco, es así como debe de abordarse, en los
primeros años de los pequeños, para que de dicha forma, accedan sin
alteraciones al conocimiento de las palabras y su significado ya que de la misma
manera “la invención de la escritura fue un proceso histórico de construcción de un
sistema de representación, y no un proceso de codificación ya completado que,
una vez construido fue aprendido, por los usuarios como un sistema de
codificación‖,34 es decir tanto la escritura como la lectura en la primera infancia
deberán de propiciarse y adquirirse poco a poco.
En cuanto a otros investigadores que apoyan la adquisición de
conocimientos a partir de la interacción social, podemos encontrar a Bruner que ya
probo con sus sondeos, el poder de aprendizaje, análisis y comprensión que los
niños tienen desde sus edades más tempranas, y establece que “cualquier tema
puede ser enseñado de una forma adecuada a cualquier niño‖.35 Lo dicho,
básicamente parte de la idea del potencial de aprendizaje de los niños.
Se indica además, que a esta capacidad quien debe de propiciar su
estimulación y con ello desarrollarla, es quien tiene a su cargo la educación de los
niños, no importa donde ni cuando, lo que importa en este caso es el cómo, ya
que sitúa como punto máximo de referencia la facilidad con la que los niños
aprehenden de su contexto, entonces se establece que el aprendizaje habrá de
logarse en cualquier edad, teniendo como condición que sea de acuerdo al nivel
de desarrollo del niño, la cantidad de experiencias que tenga y la forma en que se
34
Emilia Ferreiro. Óp. cit. pág. 15
35 Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 78
~ 56 ~
propicie ese acercamiento a ellas, ya que “cada persona posee unos rasgos de
personalidad específicos que determinan su forma de relacionarse con los
demás,‖36 y con ello aptitudes y habilidades especificas de aprendizaje.
La presencia del lenguaje, constituye entonces, el enlace entre las
actividades que realizan los niños, sus objetivos propios y el reflejó del mundo
externo, permitiéndoles expresar características de los objetos, establecer
relaciones, familiaridades y comparaciones que se basan en la experiencia que
adquieren y que se desprende de la interacción que ha tenido con su contexto,
siendo considerada ésta en medida de los enlaces que tenga con todos los
elementos que le rodean, y que le van proporcionando conceptualizaciones
mentales de los objetos. Las cuales logran, cuando resuelven sus dudas sobre
aquello que esta presente en su alrededor, pero que en cierta época les causa
duda.
Así el aprendizaje que se logra por la socialización, en las edades más
tempranas, parte de un dinamismo innato en el que no encuentra cabida la espera
o las ceremonias en las que se explica con todo detalle alguna situación a los
niños, sino que resuelve dudas en el momento en el que al niño se presentan y no
se prescribe un momento para ello, mucho menos se habrá de esperar a que el
niño se aquiete para recibir instrucciones, sino que habrá de adaptarse a sus
expectativas y requerimientos en cuanto a atención, ya que con ello se le estará
proporcionando un ambiente en el que al dársele importancia a las situaciones que
a él mismo le interesan sobre su contexto, se le estarán dando herramientas de
conocimiento con respecto de todo lo que le rodea.
36
Tomado de: http://www.cnice.mec.es/recursos/rec-fp.htm. 3 de noviembre de 2009.
~ 57 ~
Y si a lo anterior se le atribuye el manejo de actividades variadas en las que
se motive al niño de formas interactivas, rescatando la importancia de letras,
palabras y textos, el conocimiento que logren será aún mayor, en suposición de
que se formara un interés por redescubrir cada vez más palabras y su significado,
y con el continuo cuestionamiento (no rígido), por parte de adultos o personas
mayores a las edad del niño, irán teniendo un significado para los niños, que
además podrán reconocerles en cuestión a su acomodo de letras.
~ 58 ~
CAPÍTULO 1.3
LA INTERACCIÓN DE LOS SUJETOS
EN EL CONTEXTO
Varias de las investigaciones que se citan a continuación, en los siguientes
párrafos afirman que la convivencia y experimentación con el ambiente además de
los elementos que lo constituyen son aprovechados inconscientemente por el ser
humano, por un lado para apoyarse en sus actividades diarias y por otro para
alcanzar a conocer y aprehender a la cultura en la que conviven. Y si en todos los
casos de desarrollo humano en un inicio no está presente la voz, con la cual el
niño pueda expresarse directamente sobre los objetos o en su caso sobre sus
sentires, también es cierto que en cuanto tiene el poder de la palabra ya expresa
conocimientos adquiridos por mera relación social, es decir expresa el nombre de
objetos y sujetos; que le fueron enseñados de forma tanto directa como indirecta
en el tiempo de convivencia social que ha tenido.
Stern logró percibir que aproximadamente a los dos años, las dos curvas de
desarrollo: la del pensamiento y la del lenguaje, hasta entonces separadas en la
comunicación del niño, se encuentran y se unen para iniciar una nueva forma de
comportamiento... Muestra cómo el deseo de conquistar el lenguaje sigue a la
primera realización confusa del intento de hablar; esto sucede cuando el niño
"hace el gran descubrimiento de su vida, se encuentra con que cada cosa tiene su
~ 59 ~
nombre".37 Puede entonces comprenderse que después o alrededor de los dos
años de edad y en adelante es básico hacer preguntas recurrentes al niño acerca
del nombre de los objetos y de su uso para que vaya reforzando lo que en sí nos
interesa, que es el reconocimiento de las letras y por supuesto de las palabras que
se forman con ellas.
Este instante crucial en que el lenguaje comienza a servir al intelecto, y los
pensamientos empiezan a ser expresados, está señalado por dos síntomas
objetivos inconfundibles que es la repentina y activa curiosidad del niño acerca de
las palabras, su pregunta sobre cada cosa nueva y los rápidos y cada vez más
amplios aumentos resultantes de su vocabulario. Esto se puede confirmar al
observar el desarrollo de cualquier niño, que en base a su desarrollo van
propiciando el manejo de las palabras y acercándose cada vez más a la
interacción por medio de la palabra con quienes le rodean.
Antes de llegar al punto decisivo el niño reconoce un reducido número de
palabras que sustituye, como en un condicionamiento, por objetos, personas,
estados de ánimo o deseos. En esa edad conoce solamente las palabras que los
otros le suministran, pero después la situación cambia, cuando el niño siente la
necesidad de palabras, tratando activamente a través de sus preguntas de
aprender los signos vinculados a los objetos. Y el habla que en su primer
momento era solo por efecto de las necesidades que debe expresar o de la misma
ejercitación por dominarla, actualmente se utiliza casi a la perfección en la
expresión de las situaciones, la cita de objetos y de sus acciones.
37
W. Stern, “Psychoilogie der fruehen Kindheit”. En Lev S. Vygotsky (2008). Pensamiento y lenguaje.
México D.F. Editorial Quinto Sol. Pág. 60
~ 60 ~
En consideración a la expresión por necesidades, los niños pronuncian
palabras como “aba” al pedir agua, “tan” al solicitar alimentos, u otras que son
interpretadas por los padres o los cuidadores; con ellas los infantes se acercan
poco a poco a la comunicación verbal, después de ello, ya comienzan a expresar
más y más palabras, al grado de alcanzar a sostener conversaciones cortas
alrededor de los tres años, a veces más tarde o antes de esta edad. Ya entrados
en la socialización, cuando tienen un buen vocabulario, pueden incluso hacer
interpretaciones de situaciones de tiempo, espacio, distancias, cantidades, y otras
situaciones que basadas precisamente en las correcciones que los adultos les
hacen, así como las interacciones que van teniendo con los objetos, les permiten
hacerse entender.
Aunque desde las visiones de Piaget se establece que "el niño nunca se
pone real y verdaderamente en contacto con las cosas porque no trabaja. Juega
con ellas, o las da por sentadas‖.38 Como bien dice Stern estas similitudes en el
desarrollo de los niños se valen solamente a un medio o actividad dados, bajo las
circunstancias de su disertación; más no serían aplicables en la generalidad de los
grupos de niños,39 ya que aunque el estudio ofrecido por Piaget tenga un alto valor
otorgado por la misma sociedad, difiere en consecuencia y apoyando a Stern, de
cualquier actividad lúdica que pueda desarrollar cualquier niño con los objetos, ya
que siendo ésta de tipo significativo o no, para las personas que le rodean, sin
equivocación para él, tendrá un significado de valor experiencial cognitivo, de
práctica hacia algún rol o por lo menos de ejercitación física, que le otorgara la
experiencia del aprendizaje que en este texto se defiende y que no inicia cuando
se encasilla al niño a cuatro paredes para decir que está aprendiendo en serio,
38
Jean, Piaget. “Le jugement et le raisonnement chez l'enfant”. En Lev S. Vygotsky (2008).
Pensamiento y lenguaje. México D.F. Editorial Quinto Sol. pág. 40
39 Ídem.
~ 61 ~
sino que se le da la importancia que realmente tiene cualquier tipo de experiencia
que el niño obtenga de su contexto, siendo ésta creada intencionalmente o no.
Por ello mismo, Piaget también ha sido criticado por el mismo Stern por no
tomar suficientemente en cuenta la importancia de la situación social y el medio
ambiente. Que la conversación del niño sea más egocéntrica o más social
depende no sólo de su edad, sino también de las condiciones circundantes.40 Es
aquí precisamente donde entra en juego la postura y la función social, en la
cantidad de objetos y de palabras para nombrarlos, como parte de un ambiente
alfabetizador socialmente creado, que estará ofreciendo al niño un bombardeo
absoluto de información, que le otorgarán el sustento de su conocimiento,
reconocimiento y expresión verbal en forma dinámica pudiendo presentar
resultados reales y significativos.
De acuerdo a Vigotsky ―la naturaleza misma del desarrollo cambia de lo
biológico a lo socio-cultural. El pensamiento verbal no es una forma innata, natural
de la conducta pero está determinado por un proceso histórico-cultural y tiene
propiedades específicas y leyes que no pueden ser halladas en las formas
naturales del pensamiento y la palabra…”41 de dicha manera queda de cierto que
la formación de los significados de las palabras que se le enseñen a los niños
podrán acarrearle una buena cantidad de conocimiento en función de las
atribuciones que se les den, es decir, mientras mayor número de palabras se le
den al niño para nombrar las cosas correctamente o en su caso mientras más se
le digan al niño el nombre de los objetos que le rodean, así mismo el nombre y
pronunciación de las letras, este mismo niño estará obteniendo un mayor número
40
Lev S.Vygotsky. Op. Cit. pág. 40
41 Íbidem. págs. 68-69
~ 62 ~
de referencias para poder expresarse sobre dichos objetos, en diferentes
circunstancias de manera correcta.
Sabiendo de antemano que las actividades que mayormente favorecen la
formación de conocimientos es la interacción social, la estimulación sensorio
motriz, el leguaje y la adquisición de experiencias nuevas así como la
experimentación y comprendiendo que nuestro objetivo al tener un niño en casa
no es simplemente dejarlo que haga lo que quiera o solamente brindarle
alimentación, cobijo, salud y un poco de tiempo, en lo que se va a la escuela, la
cual ―no es ni la panacea educativa ni el medio siempre idóneo para atender a
cualquier necesidad de instrucción o formación,”42 la familia podría, retomando el
asunto de las asesorías que Educación Inicial diese y que fueran afines a los
planteamientos de este trabajo, darle también herramientas que lo pongan un
paso más adelante de lo que está a punto de enfrentar, deben entonces
generarse las actividades relacionadas al acercamiento de nuevas situaciones que
configuren su conocimiento, a partir de su estimulación sensorio motriz, de
lenguaje y experimentación que bien pueden estimularse individualmente llevando
estrecha relación, ya que al ser parte de la integridad de una persona resultarán
en ocasiones también ellas indivisibles, por citar un ejemplo: si se pone a jugar a
un bebé con una sonaja se estimula la visión, el oído, la percepción y hasta el
lenguaje cuando se le pide su atención al decirle “mira qué bonita sonaja” (cosa
que en principio, se cree, no entiende).
Ya en el caso de que se fomente, como se ha iniciado actualmente, en la
población, la motivación y participación, para probar los alcances que puede tener
42
Tomado de: http://www.angelfire.com/space2/sisedform/ESCRITO_PAGINA_WEB_OK.htm. 2 de diciembre de 2009.
~ 63 ~
un niño, sea desde los programas comunitarios, o con a pura participación de los
adultos y personas con conocimientos de lectura se consideraría un avance en el
niño, pues sabiendo que no esta del todo solo en un contexto en el que las letras
son elementos de primer orden para la comunicación de las personas, se
consideraría también una iniciación en su proceso de lectura.
Posteriormente con el aumento de edad del niño, y al lograr su atención y
de ser posible su lenguaje oral se le pueden dar para jugar objetos con forma de
letra, los cuales por supuesto ya deberán de mencionárseles por el nombre que
reciben, bien sea la a, b, c, o d, entre otras, posteriormente podrá pedírseles que
identifiquen dichas letras, lo cual por producto de la interacción y la familiarización,
resultara efectivo, al entregar o señalar correctamente, la letra que se le pide; con
el paso de sus edad y el acercamiento a un lenguaje más completo, puede
enfrentárseles a las palabras y los textos de su contexto, como anteriormente se
mencionará, es decir indicando nombres de productos, lugares y direcciones,
entre otros más y de los que se puede pedir al niño recuerde, identifique y
compare, a la hora de expresar como dicen, o de recibir por parte del algún adulto,
la información que ofrecen dichas palabras.
Es incuestionable, que en inicio la comunicación limitada que los niños
tienen para con sus cuidadores y mucho más aún con quienes no conocen,
pareciera no aportar ningún elemento en el que se diga que responden a los
estímulos de enseñanza que se les aportan, pero esto se puede considerar como
parte normal de su desarrollo así como de su propia personalidad, no es nada
raro, encontrar sujetos más expresivos que otros, por ello “la perspectiva
sociocultural aporta elementos para comprender la relación entre la actividad
humana en el mundo social y los procesos de apropiación de las prácticas
~ 64 ~
sociales‖.43 En este caso se hace comprensivo que los niños mientras más
experimentan al convivir con sus iguales, más comprenderán su contexto y las
relaciones que se dan entre los elementos que en éste imperan.
En el caso de las palabras creadas en las situaciones sociales y su
publicación, el niño tiene la oportunidad de acceder a ellas de forma natural sin
que represente un desajuste de su desarrollo, mucho menos cuando la
convivencia con éstas es natural y no planeada por sus cuidadores, puesto que
debe de aceptarse que los textos ya existen desde antes de que el infante nazca y
ese uso que no se ha aprovechado, puede retomarse a partir de las edades en las
que el niño centra su atención aunque sea por periodos cortos en los objetos que
se le presentan.
Lo anterior, puede comprenderse cuando aceptamos que la mayoría de los
aprendizajes que tenemos han sido encaminados por otros y no necesariamente
creados por nuestra individualidad, ya que ésta por sí sola, como establecen las
teorías clásicas, no logra dominar los procesos de razonamiento, a través de la
internalización y la manipulación de estructuras, sino que como menciona ―la
teoría sociocultural ubica los procesos de aprendizaje en el contexto de la
participación en actividades sociales, poniendo atención en la construcción del
conocimiento mediado por diferentes perspectivas, saberes, y habilidades
aportadas por los participantes en los eventos de interacción‖,44 cosa tan clara
como la interacción dada en el juego, que posteriormente apoya al niño en la
aceptación de reglas sociales y el uso de instrumentos que permiten su desarrollo.
43 Judith Kalman (2004). Saber lo que es la letra, una experiencia de lectoescritura con mujeres de
Mixquic. México D.F. Ed. Siglo XXI. pág. 41 44
Judith Kalman. Ibídem. pág. 41
~ 65 ~
Si consideramos entonces que la interacción da a los sujetos la parte de
apropiación social que les es tan necesaria para acceder tanto a las costumbres
culturales como a las actividades propias de los demás sujetos que les rodean,
entre ellas las lecturas, podemos inferir que todos los actos comunicativos entre
ellos están dirigidos a la convivencia y predominio de la generación humana por lo
que “los eventos de lectura y escritura que surgen en la vida cotidiana… son
importantes contextos para la apropiación de los diversos usos de la cultura
escrita. Siendo precisamente a través de la participación en este tipo de eventos
donde el individuo aprende los usos no escolares de la lectura y la escritura‖,45
usos que como se ha ido comentando a lo largo de este trabajo son parte de la
naturaleza misma de la sociedad, se encuentran comprobados en los
innumerables productos y marcas de la tienda de abarrotes, en la etiqueta de las
prendas de vestir, en las credenciales de elector, trabajo y escolares, en los autos,
en los anuncios de ferias; lo cierto es que por más que en el presente quisiéramos
escaparnos de las letras e ir a encontrarlas con los más pequeños hasta el
preescolar, estaríamos negando que la comunicación escrita existe, de forma
equivoca, cuando hasta en la suela de nuestros zapatos esta impregnada, bien
sea en el número o la marca de estos, ofreciendo la oportunidad de ser retomados
para aprovecharse en la lectura guiada por los adultos, y aprovechada también
para la confirmación de que los niños pueden introducirse desde estas situaciones
en la lectura.
Si esta interacción con las situaciones escritas se aprovechara, sería básico
como mencionan Vigotsky y sus seguidores, Doman o Cohen, que la interacción
que se da con los adultos, sirve a los niños para lograr un acceso a la lectura de
forma natural y real a la vez, esto porque no se necesitaría inventar historias o
45
Judith Kalman. Ôp. cit. págs. 42-43
~ 66 ~
palabras tan fantásticas para interesar de nuevo al niño en esta actividad, como
generalmente se hace en los preescolares y en las primarias, sino que usando los
textos cotidianos y que a los niños en verdad les son familiares, se puede lograr
un acercamiento propio de las “situaciones colectivas, en las que varios
participantes aportan conocimientos, saberes, usan herramientas culturales
materiales y mentales y colaboran, de una manera u otra, para lograr un fin
comunicativo donde la lengua escrita tiene un papel central‖, 46 y que no es otro
más que mantener en el mismo dominio de los signos a todo un grupo y a sus
integrantes, al compartir todos la relación de significado que mantiene el texto o
palabra que se está leyendo.
Con la defensa del aprendizaje social, antes que buscar el cambio de los
sistemas educativos escolarizados, ya establecidos, se trata de informar a la
población que el acceso a la lectura es posible, en medida que se acepta que los
niños a estas edades son capaces de manipular la información que les rodea y
que a partir de las explicaciones que les dan quienes tienen mayor experiencia
sobre el uso y significados de ésta, es que la van entendiendo, así ―la participación
en actividades sociales media el desarrollo del conocimiento y es en el contexto
de la interacción que se construye el acceso a la cultura escrita y se hace posible
la apropiación‖, 47 a través de su lectura, y por ende de un aprendizaje no tan
cuadrado que pretende enseñar al niño con métodos delimitados, en edades
preestablecidas como las más adecuadas, cuando se deja a un lado el verdadero
potencial de los niños al presentar desde antes más necesidad de conocimiento.
46
Judith Kalman. Ôp. cit. pág. 43
47 Ibídem. pág. 44
~ 67 ~
Por tanto se puede proyectar un aprendizaje o acompañamiento global y
libre, si así se le quisiera decir, puesto que en consideración a que cada niño tiene
diferentes tipos de intereses, por este mismo hecho habrán de buscarse las
actividades que más le agraden y que mejores beneficios le den, para que con ello
no se le alteren desmedidamente, ni su proceso de aprendizaje, ni su naturaleza
de niño, que en principio encierra la mayoría de horas de juego y exploración y
solo unos cuantos minutos de atención directa a los adultos o a las mismas
actividades que realiza.
Los objetos que contienen textos o por lo menos palabras son tan variados
o más que las mismas combinaciones de colores, o alimentos con los que se
puede interactuar y son estos mismos contextos los que permiten a los ―lectores
manipulen ciertos documentos, de tal manera que el orden social no entre en
conflicto y que, en cierta medida, influyen en el desarrollo de algunas habilidades
de lectura‖,48 cuando por supuesto se logra acercar a los niños a su dominio, sin
hacerles ver que esto sea un acto difícil y mucho menos imposible para su edad,
ya que como se ha planteado, en la mayoría de los casos el pretexto para evitar
dar a conocer a los niños el significado de letras o palabras es que aún están
pequeños para saber ciertas cosas (en este caso las palabras).
Ya en este caso quienes ocuparían el rol de enseñantes, aún recibiendo
capacitación o no serian en principio los padres, puesto que es con quienes
conviven más tiempo los niños, sin embargo después de ellos, el resto de la
familia también podría apoyar en el acompañamiento al aprendizaje del niño, con
48
María Alicia Peredo Merlo (2003). Revista Mexicana de Investigación Educativa. Selección Temática:
Lectura. Vol. VIII, núm. 17, enero-abril. pág. 16
~ 68 ~
la única condición de que para hacerlo, deben de saber leer ellos también. Así la
metodología a seguir variaría, tanto desde las aplicaciones como por los modos de
entender del niño, es decir, se considerará que con algunas personas tiene mayor
libertad de expresión que con otras, y que aún así algunas son más pacientes con
el, y será desde ahí donde el niño reconozca, como deberían de hacerlo los
adultos que las formas de aprendizaje y acompañamiento son muy diversas, que
en todas ellas se puede incluir un individuo, pero que de unas obtendrá mejores
frutos que de otras.
Es precisamente en la idea de actualidad, que se le ha vendido a la
sociedad, de que es hasta el ámbito escolar donde deberá de enseñársele a los
niños a leer y no antes el que la mayoría de las familias dejan de participar en este
logro tan importante para los nuevos miembros de la sociedad, y de hecho
esperan a que sean las escuelas y los programas educativos quienes les indiquen
cuándo, cómo y qué, es bueno enseñar a los niños. Si de los diversos programas
que se han planteado y se ha obtenido buenos resultados se pudieran rescatar los
aspectos más simples del camino de la enseñanza y a la vez se pudieran utilizar
aplicando ideas acerca de los nombres, usos y características de los objetos, la
brecha entre la educación lectora y la comprensión se reduciría doblemente, sí,
por un lado considerando que el proceso de aprendizaje del niño sería más
temprano, además de que la participación y compromiso de los padres para
apoyar a sus hijos se vería más reforzada, propiciando mayor grado de unidad
entre los integrantes de la familia y por otra parte al lograr esa vinculación entre
palabras su significado para con los objetos, se adquiriría una excelente
comprensión de lo que se nombra a la vez que se lee.
~ 69 ~
Bien menciona Peredo Merlo, acerca de que “cada cultura y probablemente
cada contexto tiene diferentes prácticas de lectura e incluso conforman un
catálogo de textos que paulatinamente, se generaliza y estandariza, lo que
posibilita una economía de esfuerzo y tiempo‖,49 este hecho es innegable, como
también innegable es la necesidad en la actualidad de vincular más a los niños a
conocimientos tan prácticos como las lecturas, si no de textos completos, sí, por lo
menos de palabras cortas, que en cualquier parte habrán de hallarse, para que se
vea realmente el avance educativo en los países, sobre todo en los de tercer
mundo que prácticamente refieren alcances nulos (según pruebas como PISA) en
cuanto a la comprensión lectora de sus ciudadanos.
En tal sentido en cuanto a la experiencia que pueda lograrse transmitir a los
niños desde el contexto familiar al igual que el social, antes de caer en el escolar,
estar interviniendo de manera importante en la calidad de uso que tengan con
respecto a las letras y su unión en las palabras, es crucial ya que de manera
semejante a la que sucede en cuanto a los ámbitos laborales, los niños igual que
los adultos en medida de la acumulación de experiencias lectoras a las que tengan
oportunidad, “desarrollan algunas habilidades para hacer una lectura eficiente‖,50
por ello mismo Kalman sostiene que el “acceder a las prácticas sociales depende,
en gran medida, de la posibilidad de participar en su uso con personas que las
conocen y utilizan‖,51 y por tanto de esa misma participación se pueden obtener
conocimientos, en este caso acerca de la lectura, en principio de palabras y
posteriormente de textos más complejos, considerando la edad y el nivel cognitivo
que tenga por supuesto el niño.
49
María Alicia Peredo Merlo. Op. cit. pág. 31
50 Ídem
51 Judith Kalman. Op. Cit. pág. 39
~ 70 ~
CAPÍTULO 2.
CONCEPTOS ACERCA DE LA
LECTURA
Con respecto a las conceptualizaciones que se tienen de la lectura,
las hay tan diversas, como los modos de comprender este acto de comunicación,
y al igual que los niveles de comprensión y de expresión que las personas
tenemos, varían en su grado de aceptación, así por decir, en comparación con las
variantes que tenemos en nuestras expresiones en los diversos ámbitos sociales,
también en la aceptación de la lectura hay diversidad, hay autores que la
consideran como el mero hecho de pronunciar las palabras que están escritas en
determinados espacios, sin ver o dar la importancia al acto de comprensión que
debieran de asignarles, en tanto que los más exigentes investigadores de la
lectura, la hacen ver como un acto tan difícil de alcanzar que si no se pasa por un
excéntrico proceso, no podrá llamarse lectura.
En éste capítulo se retoman las ideas más aceptables acerca del hecho de
leer, por supuesto no son tan simples ni tan complejas, son entendibles y esto
basta, así como debiera bastar el reconocer que la lectura en la primera infancia
debería estar presente desde la aparición del lenguaje como el mismo hecho de la
comunicación y sus componentes, por un lado emisor y receptor y por otro el
mensaje; a la hora de hablar de inserción en la lectura, estaríamos planteando un
~ 71 ~
receptor (el niño), un mensaje (la palabra escrita) y un conductor (el decodificador
experimental) como se descubren estos elementos a partir de la interacción que
se tiene entre adultos, niños y textos en un ambiente.
Corral Villacastin denuncia que “saber leer es reconocer una palabra o una
frase. ya sea de forma global o segmentando sus componentes, relacionarla con
su significado para lo que se necesita no sólo tener la palabra en nuestro
vocabulario, sino también buscar o comprender la conexión con los demás
componentes de la oración, y extraer, por último, el mensaje para integrarlo en
nuestros conocimientos previos‖52. Con la descripción de lo que resulta ser la
lectura para la autora, se retomará para la edad que nos interesa abarcar en este
trabajo, la parte que refiere a saber el significado de la palabra y no solo tenerla en
el vocabulario, es decir, si se hace reconocer al niño en principio de que es de lo
que se le está hablando, podrá ser posible como lo menciona ya Vigotsky a partir
de la interacción con el ambiente y de la experiencia complementada por sus
congéneres adultos, que el niño haga una conexión entre el significado del objeto
que se le presenta y de la misma manera la asociación con las letras que ve
unidas, y que por obvias razones forman la palabra que esta escuchando o que
puede leer.
Así al asistir con papá, a comprar alguna herramienta o material para y
trabajar en casa, por ejemplo el niño escucha cuando se pide en la ferretería o
tienda de materiales, luego lo identifica al tenerlo frente a sus ojos y lo lee al hacer
en compañía de papá, la revisión de la nota de adquisición del producto.
52
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág. 68
~ 72 ~
Gastón Mialaret por su parte indica que “Saber leer…Es comprender el
contenido de un mensaje escrito; es ser capaz de juzgar y apreciar el valor
estético53 comprendiendo por supuesto en principio los signos, posteriormente lo
que se descifra (relacionándolo claramente a lo que significa la palabra en sí) y por
último reflexionándolo, en este sentido Mialaret, permite que la relación del
pequeño en el ambiente social le permita identificar en principio los significados
de cada una de las palabras de forma simple e interactiva y acompañado con el
uso de estas, comprender lo que se nombra al pronunciarlas en conjunto, y por
último poder dar la explicación y hasta en ocasiones la descripción del objeto,
situación o persona citados.
Un ejemplo, de lo anterior seria, cuando el niño identifica ya que diario
consume una bebida con lacto-bacilos de marca reconocida, después de varias
sesiones en las que puede jugar haciendo comparaciones entre lo que consume y
el nombre de otros productos, podrá identificar cuales son las letras que forman
dicho nombre del producto y entregarlo cuando se le solicite, además al solo
nombrar la bebida de lacto-bacilos podrá recordarla, tal vez, describir el sabor y la
figura del envase donde se contiene; esto claramente puede verificarse con otros
productos, como lo son las papas fritas de marcas reconocidas, las frituras,
galletas y demás pastelitos y golosinas, que los niños llegan a consumir.
María Montessori, dice: ―Para mí, leer es interpretar una idea a través de
signos gráficos. Mientras las palabras escritas no transmiten ideas al niño, no se
puede decir que el niño sabe leer‖.54 En este sentido Montessori, hace referencia a
53
Ana María Corral Villacastín. Op. cit. pág 68
54 María Montessori. “La descoberta de l'infant”. En Sebastián Gertrúdix (1992), Vamos a leer y
escribir, cuadernos Aula Libre, núm. 1. Fraga. Imprenta Coso. pág. 7
~ 73 ~
que a los niños deben de mostrárseles palabras que representen algo, que en si
conozcan, para que el traerlas a su mente, surtan un efecto de espejo, es decir
mientras se menciona por ejemplo un objeto, los niños lo traerán a sus recuerdos,
propiciando de dicha manera que les sean significativas las palabras que usan.
En este sentido dentro de las ideas que se manejan en esta tesina, no se
olvida nunca que en principio todas las palabras con las que convive el niño están
expresadas por un contexto de uso común, y que por ende es entendible, así si en
un anuncio de feria se hace referencia a un pueblo, todos los que lo leen, indican
que pueblo es y reconocen las palabras y las letras que la forman, al mencionarlo.
La pedagoga catalana Pía Vilarrúbies, nos define la lectura de la siguiente
manera ―Leer no es solamente saber dar el sonido correcto a unos grafismos, ni
hacer una correspondencia entre sonidos y grafías; leer es, sobre todo, adquirir un
conocimiento, es entender, comprender, interpretar el significado de un escrito‖. 55
En ello se rescata para este trabajo que aquel niño, que se diga lector, sea de
palabras o textos, deberá explicar a que representa cada palabra cuando se le
cuestione, ya que por un lado si se habla de los tomates del mercado, será claro
que el niño los reconoce y explica como son y para qué sirven, no solo se queda
con la palabra tomate, sino que además lo conoce y lo recuerda cuando escucha o
habla de él.
Georges Piaton, autor de un extenso estudio sobre la pedagogía de
Célestin Freinet, también nos da su opinión ―… se define sumariamente la acción
55
Sebastián Gertrúdix. Op. Cit. pág. 7
~ 74 ~
de leer como el hecho de conocer y saber combinar las letras. Esta definición,
aunque muy simple, no resulta satisfactoria, puesto que reduce la lectura a una
trivial composición de un todo a partir de los elementos que lo constituyen; en este
caso, la construcción de una palabra o de una serie de palabras a partir de las
letras que las componen. Pues bien, leer es mucho más que eso, y la actividad
relacionada con la lectura, llamada léxica, resulta inevitablemente compleja, ya
que conduce a asociar, íntimamente, un sonido y un significado a un signo gráfico.
Así, la palabra pájaro, por ejemplo, no será verdaderamente leída hasta que,
habiendo sido reconocido su dibujo, el niño sepa simultáneamente pronunciarla y
sobre todo darle una significación‖. 56 En cuestión a lo que se plantea en la
presente tesina, se va de acuerdo en que, leer significa más que descifrar los
signos gráficos o letras para reproducirlos en el sonido de una palabra, sino que
significa la traspolación de un objeto, situación o sujeto a la voz, entendiendo
claramente a qué se refiere, cuando es pronunciada dicha palabra.
Por lo que si reconocemos que el contexto nos ofrece en diversas
oportunidades y escenarios, palabras con significados concretos, su uso puede
apoyar a los niños en el manejo de significados valiosos para ellos. No habrá de
ser necesario enseñar primero que es lo que dicen las palabras, sino más bien
obtenerlas de sus mismos elementos de representación para darles uso, por
ejemplo, abordemos lo que son los pastelitos de chocolate, mejor conocidos con el
nombre de una ave acuática perteneciente a la misma familia que los patos y los
cisnes, así si el niño los conoce como tal y acostumbra a consumirlo, solo será
necesario que comience a reconocer la palabra y la constitución de ésta, para que
pueda referirlo o en su caso recordarlo al mencionársele, o bien buscarlo por su
56
André Dehant y Arthur Gille. “El niño aprende a leer”. En Sebastián Gertrúdix (1992). Vamos a leer
y escribir, cuadernos Aula Libre, núm. 1. Fraga. Imprenta Coso. pág. 8
~ 75 ~
nombre en una lista de productos, cuando ya reconoce las letras que conforman la
palabra.
Jean Foucambert pedagogo francés expone que: ―La lectura es
necesariamente una actividad estrechamente vinculada a la totalidad del individuo,
a lo que es, a lo que vive, a su proyecto actual. Leer es haber escogido buscar
algo; amputada de esta intención, la lectura no existe. Puesto que leer es
encontrar la información que uno escoge, la lectura es, por naturaleza, flexible,
multiforme, adaptada siempre a la búsqueda. No existen grados de lectura,
lecturas que sean mejores que otras; saber leer es poderlo hacer todo cuando uno
lo desea y el texto lo permite... Aprender a leer es, pues, aprender a explorar un
texto, lentamente cuando se desea, muy deprisa cuando se desea así: es
aprender a adaptar la propia búsqueda al propio proyecto. Esto no es un lujo que
se adquiere al saber leer, ya que es la lectura en sí misma”. En este sentido los
niños que no han sido escolarizados, pueden acceder a una lectura rápida a partir
de la vinculación nombre- objeto, cuando no han aprendido aún a identificar las
letras de un texto, por ejemplo si dentro de un mercado se le pide a un niño de tres
años, indique los nombres de los productos que ahí hay, se remitirá a verlos y
pronunciar sus nombres, la cuestión será correcta, y deberá de reforzarse
entonces, señalando, donde es que esta el nombre de dichos productos, para que
el niño lo identifique y lo observe con detenimiento por un momento, para que
después aún no estando el producto donde debe de estar (junto a su letrero), el
niño indique lo que dice el letrero.
Kenneth S. Goodman dice al respecto ―Aprender a leer implica el desarrollo
de estrategias para obtener el sentido del texto. Implica el desarrollo de esquemas
acerca de la información que es representada en los textos. Esto solamente puede
~ 76 ~
ocurrir si los lectores principiantes estén respondiendo a textos significativos que
son interesantes y tienen sentido para ellos‖.57 En definitiva, no habrá de
propiciarse una lectura de textos que ofrezcan más que palabras sin relación a lo
que vive el niño, por ello, habrá de hacérsele notar que todas aquellas palabras a
las que se le enfrenta tienen diferentes organización con respecto al acomodo de
las letras, pero además hace alusión a diferentes objetos, sujetos o actividades,
que en realidad ellos ya conocen. De esta manera las palabras guardarán un
significado para los lectores.
Antonio Blay, que ha escrito sobre el aprendizaje rápido de la lectura para
adultos, nos dice lo siguiente: ―No leemos las letras ni las sílabas: lo que leemos
son las palabras directamente, consideradas como un conjunto total. Por eso, los
más recientes métodos de enseñanza de la lectura para los niños, en vez de
comenzar por el aprendizaje de las letras y sílabas, presentan directamente al
alumno palabras enteras, acompañadas de su imagen o dibujo correspondiente.
Desde el punto de vista lógico parece que el orden a seguir debería ser: letras,
sílabas y palabras. Pero si tenemos en cuenta el funcionamiento psicológico de la
percepción, el orden correcto es el inverso: primero las palabras como algo que
tiene en sí un sentido completo, y sólo después es cuando podemos comprender
el por qué y el para qué de las letras‖.58 Esto por supuesto apoya lo que en la
tesina se expresa, ya que ciertamente, se pretende manejar una lectura de las
palabras y textos del contexto, como tales y no letra por letra, aunque se acepta
que el reconocimiento de estas unidades habrá de partir de una identificación que
habrá sido el resultado de una constante interacción, con objetos parecidos a
57
Emilia Ferreiro y Margarita Gómez Palacio. “Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura”. En: Sebastián Gertrúdix (1992), Vamos a leer y escribir, cuadernos Aula Libre, núm. 1.
Fraga. Imprenta Coso. pág. 10 58
Antonio Blay.” Lectura rápida”. En Sebastián Gertrúdix (1992). Vamos a leer y escribir, cuadernos
Aula Libre, núm. 1. Fraga. Imprenta Coso. pág. 8
~ 77 ~
dichas letras, pero que no forzosamente implicaron, años u horas de estar
sentados aprendiendo sino más bien, serán el resultado de la convivencia natural,
que los adultos hayan propiciado o no, y utilizado a la vez.
Y es que es un hecho, el ambiente de letras que la sociedad ha creado le
esta ganando en riqueza de usos a los ámbitos escolares, por lo que deben de
rescatarse las ideas de los autores que comprenden la lectura como un acto de
vinculación con situaciones, objetos y sujetos que son conocidos por los niños, y
este acto no posponerlo hasta la escolarización, sino darle entrada desde el
mismo seno familiar y ambiente social ya que en la actualidad “la cultura escrita se
vincula con la naturaleza del hombre; y precisamente, a la naturalidad, tenemos
que apelar cuando pensamos en estrategias y actividades para la formación de
lectores‖.59 Situación que sería algo tan fácil si se le diera el seguimiento necesario
y coordinado en los primeros años de vida de los pequeños.
Si comprendemos que el apoyo que pueden dar los adultos a los niños
desde su experiencia, indicándoles cuales letras compone una palabra o en suma
expresando que dice dicha palabra y a la vez los hacen recordar el objeto al que
se refieren, comprenderemos en conjunto que “la lectura es un acto de
reconstrucción‖.60 Tanto de significados como de situaciones que se viven
cotidianamente en los contextos donde cohabitan los individuos.
59 Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. Cit. pág. 20 60
Ibídem. págs. 20-21
~ 78 ~
Al considerar, pues, las diversas posturas con respecto a la lectura que se
han abordado, puede reconstruirse el siguiente concepto: la lectura es un proceso
de evocación de objetos, sujetos o acciones en el que interviene el lenguaje oral y
el pensamiento así como una contextualización de los elementos que se han
citado. Para hacerlo más entendible la evocación se refiere al reconocimiento de lo
que expresa una palabra que se pronuncia sea objeto, sujeto o acción; por ello no
se deja a solas el que se use la voz en su pronunciación, puesto que esto
representaría una debilidad, ya que si no hay una comprensión mental, así como
una ubicación de lo que se lee, difícilmente puede entenderse una palabra, frase o
texto.
El apoyo, que los adultos den a los niños, en lo que es la adquisición de la
lectura deberá partir del enfrentamiento a palabras reales, que podrán
desmenuzarse de acuerdo a las letras que las forman y además podrán refutarse
cuantas veces sea necesario, para asegurar una comprensión de éstas en el niño
~ 79 ~
CAPÍTULO 3.
LA INFLUENCIA SOCIAL EN LA
ADQUISICIÓN DE LA LECTURA
La existencia de un medio social resulta indispensable para el desarrollo de
un ser que es tan frágil cuando llega al mundo, debido a que no podría sobrevivir
sin que otros le prestaran una continua atención durante muchos años, estas
acciones están siempre mediadas por la cultura, de tal manera que la actividad del
hombre es siempre un complejo entramado de interacciones entre la naturaleza y
la cultura que con ella han creado, “así pues las propias formas de cuidar a los
niños y de impulsar su desarrollo son el resultado de su historia‖.61
El perfeccionamiento que cualquier ser humano presenta en un conjunto
cultural determinado, se ha inferido como un complejo sistema de socialización
que designan precisamente al ―proceso por el cual el individuo adquiere las
conductas, creencias, normas y motivos apreciados por su familia y por el grupo
cultural al que pertenecen‖,62 y que le admitirán en todas las formas desarrollarse
posteriormente dentro de esa sociedad a la que corresponde y seguir
reproduciéndola, de tal suerte que aunque cambie de ubicación contextual y
61
Juan Delval (2000). El desarrollo Humano. Mèx. Ed., Siglo XXI. pág. 23.
62 Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/CSMFP.pdf. 19 de marzo
del 2010.
~ 80 ~
adquiera otras normas, valores y costumbres, seguirá conservando las más
arraigadas de su contexto primero, entre ellas las formas de expresión, algunas
conductas, sentires y vínculos afectivos.
Con lo anterior el niño al interactuar con sus iguales y con personas más
experimentadas que él, se empapa de la ―diversidad de vocabulario, la
complejidad sintáctica y la riqueza semántica que se aprenden y que están en
gran parte condicionados por el lenguaje que se habla en su entorno,63 por ello no
cabe mayor duda de que todo ese complejo aprendizaje que puede alcanzar el
niño, tendrá su base en la interacción que logre con sus familiares más allegados
en un principio.
Al considerar que la sociedad actual se preocupa cada vez más por dar a
sus hijos una educación de calidad y de excelentes resultados, buscando en
ocasiones las mejores instituciones, pensando que ahí encontrarán todos los
conocimientos y con ello podrán tener también los mejores hijos. No se reconoce
previamente que desde el contexto social se podría dar a los infantes la mejor de
las educaciones, desde una perspectiva basada principalmente en la interacción
con el contexto, guiada básicamente por los adultos; que podrían recibir una
capacitación en programas de tipo comunitario y que abarcan la mayor parte del
territorio nacional, que les rodean en sus primeros años, y que por naturaleza
forman parte del complejo sistema en el que como seres humanos nos
desarrollamos y vamos reafirmando durante nuestro proceso de vida.
63
Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/CSMFP.pdf. 8 de mayo de
2010.
~ 81 ~
Esto sería parte de el mismo sistema de vida que se fuese formando en el
niño, puesto que al recibir influencias de lectura de quienes le rodean, en el
sentido de ver como algo, natural y cotidiano, la lectura de palabras, el
cuestionamiento de lo que dicen y representan para él, así como de las palabras
que las forman, le resultaría algo natural, y que como se menciona a los adultos y
niños que estén escolarizados y conozcan de lectura, no les seria difícil decodificar
las palabras y resolver las dudas que al niño le surgiesen, durante su interacción
con estas.
Además, se sostiene que los efectos del aprendizaje social, en lo que
respecta al sistema de lectura, podrían recoger sus frutos al llegar
aproximadamente a los cuatro años, para obtener de los pequeños los resultados
que cada padre sueña con tener, sin pensar inclusive que es hasta el arribo a las
escuelas donde se dará todo el conocimiento a los hijos y que a veces se quiere
que, sea ahí donde también, se formen los valores.
La ambición por tener los hijos más astutos e inteligentes seguro que está
en cada uno de los padres de nuestra sociedad, lo verdaderamente equívoco del
asunto es que la atracción por tener lo mejor del mundo sin hacer el mínimo
esfuerzo, está también en ellos, esperando sentados que sus vástagos sean y
crezcan siempre como unos triunfadores, sin preocuparse por salir a jugar,
caminar o simplemente ver qué ocurre fuera de su casa, para poder explicárselo y
con ello integrar un granito de arena en el inmenso mar de conocimientos que tal
niño podrá surcar.
~ 82 ~
Dentro de las situaciones que la sociedad tiene en la actualidad tal vez la
más problemática, complicada y hasta preocupante sea que dentro de las familias
que la conforman, el niño avance en las instituciones con un buen desempeño. Y
esto definitivamente tiene arreglo, incluso desde antes de la llegada a ellas, por lo
que al plantearse desde la perspectiva de aprendizaje social que un niño puede
aprender a leer, palabras e incluso textos, apoyándose en un ambiente lleno de
textos, así como de adultos y demás lectores que le rodean, pues le servirán de
decodificadores y de acompañantes, desde antes de los cuatro años, varios
padres comenzarán a pensar sobre la factibilidad de la situación, o en su caso por
lo menos lo arriesgado de la defensa a este asunto; que a varios más ha movido
ya anteriormente, entre ellos Bruner, Hunt, Bloom y otros psicólogos cognitivos
quienes expresan que ―el principal beneficio de la lectura precoz reside en el
desarrollo de los procesos lógicos implicados, que al ser activados, estimulan la
inteligencia del niño‖,64 de ahí que se mantenga la afirmación de los beneficios
que traería la lectura o su estimulación desde antes de la llegada a las
instituciones educativas, aprovechando el tiempo que el niño convive con adultos y
a la vez las relaciones de socialización y comunicación que se dan entre ellos.
Estableciéndose durante el contacto social el conocimiento de las reglas de
decodificación y el reconocimiento real de las letras y su despliegue en las
palabras, manejando entonces los símbolos que se dejan hasta la entrada al
preescolar, pudiendo elevar su reflexión, en razón a que el apoyo para la
identificación de estos símbolos que podrían ofrecer los padres le permitiría al niño
vincular todo el contacto con su medio, al uso del lenguaje escrito, y por ende, de
su verbalización, puesto que el mismo interés que tanto los pequeños como los
adultos presenten, para dar un uso a los textos que se tienen en la cotidianeidad,
64
Revisado en: http://www.todosleen.com.ar/lectprecoz/esposible.htm. 30 de noviembre de 2010.
~ 83 ~
serán los disparadores de actividades relacionadas a la lectura, tales como la
identificación, de las palabras de un anuncio político, o de el letrero de la tienda a
la que más se asiste a comprar productos básicos y que continúan teniendo letras,
precisamente para leer.
En estudios de psicología se ha identificado que “Los aprendizajes técnicos
comienzan con el uso de los instrumentos más antiguos de la civilización:
recipientes, vestidos, cuerdas y bastones, juegos de encajar, de amontonar,
ruedas, etc. desde los 15 meses, después de esta edad, la imagen provoca
reacciones de reconocimiento65‖ es entonces entendible que una vasta
información provocada por los familiares así como las personas que rodean al
niño, lo pueden hacer un ente más despierto y activo, al cual con el debido
enriquecimiento ambiental y más aún con el interés que se logre propiciar en
actividades cotidianas de reconocimiento para lograr poco a poco la identificación
de elementos necesarios en la lectura y la escritura como lo son las letras del
abecedario. De igual manera las relaciones que se le propongan desde el mismo
contexto familiar le apoyarán en la identificación de sus fonemas.
Posteriormente se indica que “Las construcciones, gracias a las cuales el
niño puede reproducir simbólicamente ciertas obras humanas, comienzan después
de los 18 meses: se insertan en juegos de ficción y, sometiéndose a reglas, las
más de las veces establecidas por el adulto‖66, en este caso uno o ambos padres,
familiares o personas con las que interactúe, cuestionándole acerca de los
65
Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/CSMFP.pdf. 23 de mayo de
2010.
66 Ibídem.
~ 84 ~
nombres de las letras, de sus sonidos y las más de las veces invitándole a hacer
comparaciones que hagan referencia a las formas ambientales y su similitud con
algunas letras.
Así la enseñanza que en las familias y en la sociedad se podría ofrecer a
los niños, evitaría luego fracasos escolares y sobre todo pérdida de tiempo en la
enseñanza de la lecto-escritura durante los tres años que abarcan, 2° y 3° de
Preescolar así como el primer año de Primaria, cuando no hasta el segundo grado
de esta. Pues es bien sabido que en la actualidad pocos niños alcanzan las metas
propias de su edad, lo cual los limita para alcanzar una enseñanza más amplia.
Sería de vital importancia aprovechar el rico potencial y la plasticidad del niño
antes de los cuatro años, que aprende de su contexto casi sin darse cuenta. Es
decir, las metas que de por si son irregulares, tanto por lo que plantean los
programas de preescolar y que no son tomadas en cuenta en la primaria, cuando
en el primero sólo se trabaja una pre-lectura y en la segunda los libros de texto
vienen con temas de lectura y escritura, atroces en comparación con lo que el niño
hacia en preescolar. Pero éstos se podrían tomar como algo simple, al ya tener el
niño un acercamiento desde el contexto social a la lectura, pudiendo incluso
pensarse, que en el caso de no existir educación preescolar, en donde se
desarrolle, ingrese a la primaria ya con nociones de lectura de textos, gracias a los
logros alcanzados, con el apoyo de los adultos que le rodean.
Es innegable que la influencia de las variables culturales en el desarrollo de
la personalidad también se puede considerar indirecta en el sentido de que,
especialmente en sus primeros años de formación, la exposición del niño a su
~ 85 ~
cultura se ve obstruida en gran medida por la acción del grupo familiar,67 pero esto
lejos de afectar el desarrollo cognitivo del niño le refuerza más ya que el sistema o
modelo familiar de aprendizaje no estaría tan elaborado en principio y no sería tan
difícil de entender para éste, como en el caso de que pudiera tener una enorme
influencia social y verbal que le cuestionase o que le invitase a actividades
diferentes como las que se desarrollarían dentro de su contexto familiar.
Como bien menciona Corral Villacastin, la mayoría de los niños, si no es
que todos “diariamente, se están enfrentando al lenguaje escrito sin que los
adultos seamos conscientes de ello. Somos asaltados por la publicidad en
televisión, por las vallas publicitarias en las calles, autobuses, metros, en las
etiquetas de los productos de consumo... Con sus palabras claras, impactantes y
letras grandes, acompañadas de una pronunciación clara y en voz bastante alta,
los niños, querámoslo o no, de forma inconsciente, están empezando a leer68.
Cosa que se ha hecho tan normal, dentro de la cotidianeidad que ninguno o muy
pocos de los adultos se interesa por aprovechar esta situación para dar un realce,
en la situación de aprendizaje de los niños.
La propuesta que se a abordado como eje central de discusión y análisis
en este trabajo es entonces fácil de entender ya que se plantea el que “los niños
aprendan a identificar palabras y reproducirlas verbal y conceptualmente, además
de sus unidades de formación que son las letras y que se lograran reconocer por
nombre, sonido y forma cada una, al interactuar con ellas como lo podrían hacer
67
Revisado en: http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/CSMFP.pdf. 27 de mayo de
2010.
68 Ana María Corral Villacastín. Óp. cit. págs. 74-75
~ 86 ~
con cualquier otro objeto, antes de los cuatro años”, para que junto con el proceso
de enfrentamiento a los textos, accedan a la lectura y porque no decirlo a la
escritura si sus habilidades motrices lo permiten. Esto por supuesto con la
intervención de la sociedad y de la familia encargada del niño, incluyendo como
objetos de interacción, en su contexto, las letras del abecedario (por supuesto de
formas interesantes y lúdicas), como si fueran cualquier otro juguete, utensilio de
cocina o herramienta de trabajo; ya que éstos son objetos que en un inicio para los
niños significan nada y que con sólo interactuar con ellos o ver el uso que les dan
sus padres, aprenden sus nombres, características y uso.
Y es que el razonamiento en el que se basa la hipótesis del reconocimiento
previo de las letras, es que: puesto que las palabras están formadas por un
pequeño conjunto de elementos visuales o grafemas, es natural considerar que el
reconocimiento de las palabras esta dado en la identificación preliminar de las
letras, una ventaja obvia de este supuesto es la económica, ya que basta con
disponer de los 28 grafemas en nuestra memoria para reconocer cualquier
palabra, 69 y es por ello que desde los planteamientos de este trabajo se
establece que el primer paso a dar en el acercamiento a la lectura será hacer que
dentro del contexto social se otorgue al niño la posibilidad de hacer una
separación de palabras en letras y darles un lugar especial, para así lograr su
reconocimiento y diferenciación dentro de las mismas palabras que se encuentren
en el contexto social.
Considerando pues que los niños establecen y describen diferencias entre
objetos cuando pueden hacer uso del lenguaje, en sí no se trata de enseñar a los
69
Fernando Cuetos Vega (2005). Psicología de la lectura. España. Ed. Praxis. pág. 28
~ 87 ~
niños a hacer una distinción, sino de hacerles tomar conciencia de una distinción
que ya saben hacer. Dicho en otros términos: no se trata de transmitir un
conocimiento que no tendrían fuera de este acto de transmisión, sino de hacerles
cobrar conciencia de un conocimiento que poseen, pero sin ser conscientes de
poseerlo,70 es decir, el acto de lograr que el niño reconozca cada una de las letras
dentro del ambiente social, se propiciaría al integrar las letras del abecedario como
parte de sus objetos de interacción, para poder distinguir su configuración; darse
cuenta de las diferencias que tienen una con otras, comprendiendo hacia donde
están las líneas curvas (derecha, izquierda, arriba o abajo), hasta donde se
encuentran las líneas verticales (derecha o izquierda, hacia arriba o hacia abajo).
Lo anterior sólo tendrá que reforzarse desde la pronunciación de los adultos
que rodeen al niño, haciéndole la indicación de qué letra es y cuál es el sonido que
la representa en las palabras, ya que el grafema estará siendo descubierto
directamente por el niño al lograr la identificación de las características de cada
una de dichas letras.
Es así como se puede entender que la interrelación que se manifiesta con
cualquier objeto y que queda de manera implícita en los conocimientos de los
niños, podría adecuarse ya no de manera convencional, a la situación del
abecedario, sus grafías, sus fonemas, uso en la lectura y hasta su escritura, sin
embargo el tipo de interacción que se propicie en la vida de los niños desde su
primera infancia, no sólo tendrá relevancia con su sentido a la lecto-escritura, sino
de igual manera al conocimiento del mundo y su actividad. Esta referirá un gusto o
aborrecimiento por la lectura si se trata de incluir en el desarrollo de los niños, bien
sea en forma divertida y que no parezca afectar ni distraerse de los intereses
70
Emilia Ferreiro y Ana Teberosky. Op. cit. pág. 26
~ 88 ~
propios de su edad, como lo es la investigación y experimentación a campo
abierto, o por el contrario si se trata de encasillar al niño, a una mesa, una silla y
material didáctico, como los lápices y los cuadernos.
Habrá de ser crucial entender que la postura filosófica de la personalidad
humana, es retomada desde el aspecto de la socialización que bien propone
Vigotsky, quien indica que el ser humano es un ser social por naturaleza y que al
interactuar con sus homólogos, quienes cuentan ya con experiencias dadas por su
relación previa con otros que llegaron a la vida antes que ellos, se forma a la
manera que éstos y a su vez podrá formar a los que le sucedan.
Como propone Vigotsky: “debemos abrir un puente entre ambos lenguajes,
el gráfico y el convencional‖,71 es decir se debe permitir al niño que por un lado
interactué desde pequeño con las grafías que hasta el ingreso a las instituciones
se ven de manera convencional planteando que lo convencional se refiere a lo
cotidiano, lo no relevante, lo que en todas partes existe, y lo que no es
específicamente elaborado para ser un ambiente usado para la pre lectura, para
que el niño acceda naturalmente a la comprensión del símbolo, puesto que este
puede ser reconocido desde antes de pisar una institución, en los espacios
públicos.
Por lo anterior la sociedad en la que se desarrolla cualquier niño, de forma
natural y cotidiana, puede dar uso a los elementos alfabetizadores, que incluyan
71
Tomado de http:www.todosleen.com.ar/lectprecoz/esposible.consultado el día 11 de septiembre
del 2009.
~ 89 ~
letras o elementos provechosos, siempre y cuando se lo proponga haciendo los
acercamientos al abecedario, su utilidad y propiciando que el niño encuentre la
relación entre su configuración individual y su uso variante al formar las palabras.
Al tener en cuenta que el conocimiento se construye con la experiencia,
habrá que entender de igual manera que el aprendizaje de la lectura se lograría
con la interacción y sin tener que conflictuar al niño hasta la llegada a las
instituciones donde más que ser para él algo interesante, se convierte en algo
atemorizante, pues si no lo aprenden son etiquetados hasta cierto punto como
irresponsables, ya que al llegar a la primaria o a cualquier institución, su único
compromiso es “estudiar” y esta consigna la respaldan los padres, tal vez por falta
de una capacitación o de interés por darles a sus hijos lo que en dichas
instituciones encontrarían; esto bajo el pretexto de que: para eso son las escuelas.
Por ello no se deberá de olvidar que el lenguaje del medio ambiente, con
sus significados estables y permanentes señala la dirección que seguirá la
generalización del niño. Pero, constreñido como está, su pensamiento avanza a lo
largo de un camino pre ordenado de un modo peculiar que corresponde a su nivel
de desarrollo intelectual. En donde el adulto no puede transmitir al niño su modo
de pensar, sólo puede suministrarle el significado ya hecho de una palabra,
alrededor de la cual éste forma un complejo, con todas las peculiaridades
estructurales, funcionales y genéticas del pensamiento de este tipo, aún cuando
su producto, de hecho idéntico en su contenido a una generalización, podría haber
sido formado por el pensamiento conceptual.72 Entonces, el niño de acuerdo al
avance de su lenguaje oral, psicológico y social, podrá interpretar las
72
Lev S. Vygotsky. Op. cit. pág. 87.
~ 90 ~
circunstancias de lectura a la que se le enfrenta, sea por un lado con la interacción
en las palabras y sus letras y posteriormente los textos, que en principio
lógicamente serán de pocas palabras; y que aumentaran conforme a la edad y
desarrollo lector que el niño vaya logrando.
Es así como, resulta determinante y necesario si realmente se persigue que
el niño avance en cuanto a su lectura, que en las palabras de su contexto, se
rescate también, el concepto que determina el nombre de cada una de las letras
gradualmente, haciéndole preguntas de reafirmación sobre estas, continuamente
durante horas diversas del día, para que aún a pesar de que el niño las integre en
principio dentro de un grupo de complejos, por las características similares que
presentan, posteriormente pueda acentuar las diferencias que en ellas encuentra y
expresarlas, tanto al preguntarle cuál es una y cuál es otra, así como al incitarle a
las comparaciones de dos o más.
~ 91 ~
CAPÍTULO 3.1
PRESENCIA DE UN AMBIENTE
ALFABETIZADOR EN EL CONTEXTO
Aunque se reconoce a la escuela como el lugar privilegiado para el
acceso a la lectura y la escritura, no se le identifica como el único… se tiene
acceso a la lengua escrita en situaciones de uso cotidiano. Ya que en toda
comunidad existen espacios donde la lectura y la escritura son prácticas
funcionales y engarzadas en el entramado de las prácticas sociales cotidianas,73
menciona Kalman; y esto en definitiva es cierto y es la parte central sobre la que
gira el planteamiento de este trabajo de investigación, en el que se expone que a
partir de la utilización de esa existencia de los espacios de lectura, se puede lograr
un acercamiento a ésta, considerando el apoyo de los adultos hacia los niños,
desde edades inferiores a los cuatro años, los infantes podrán lograr una lectura y
su comprensión por lo menos hasta la magnitud de la oración corta (tres palabras),
ya que se reconoce que la implicación de textos extensos podría ser demasiado
para niños de esta edad.
Y es que, efectivamente las situaciones de lectura y escritura pueden ocurrir
en distintos lugares o coincidir en uno solo, pues la noción de espacio se refiere
más a una situación interactiva que a un lugar geográfico o institución particular.74
73
Judith Kalman. Op. cit. pág. 48
74
Ibídem. pág. 50
~ 92 ~
Es decir no se plantea que la lectura pueda ser solamente con libro o papel de
texto en mano, sino que se puede localizar en todas partes recordando que hay
lectura de imágenes, textos, gestos y hasta movimientos, pero considerando que
lo que nos interesa es dar importancia a la lectura de palabras escritas, éstas las
podemos hallar si recorremos con la mirada nuestro entorno; en la placa de un
auto, en el letrero de la tiendita donde vamos casi a diario a comprar, en los
letreros de destino de los autobuses y taxis, en los comérciales de televisión, al
dar uso de los teléfonos móviles, y en infinidad de situaciones más.
La llegada de servicios públicos como la escuela, el correo y la biblioteca; el
uso de textos públicos, sobre todo en bardas y postes; la introducción y la
expansión de la venta de materiales impresos y el surgimiento de publicaciones
locales han cambiado el entorno geográfico de las poblaciones y los espacios para
la cultura escrita,75 debemos mostrarnos de acuerdo, en que se tiene por tanto
inmersos a los pequeños desde su nacimiento y en adelante en un contexto
educativo, que no es aprovechado aún por quienes estamos a su alrededor y que
dejamos que concurra hasta la incursión a las instituciones educativas, sean
preescolar o primaria, cuando no se tiene acceso al primero, que sea donde se
inicie una educación lecto- escritora, que bien podríamos promover desde que el
niño inicia a tener representaciones de los objetos que le rodean y de las palabras
que se le dicen o que escucha.
Como adultos tendríamos que reconocer que los nombres y los anuncios de
los establecimientos comerciales, y una considerable cantidad de letreros y avisos
comunitarios, adornan las calles. Estos grandes letreros (a veces casi murales)
75
Judith Kalman. Op. cit. pág. 51
~ 93 ~
que cubren las bardas de las principales calles son uno de los medios más
importantes para informar sobre fiestas comunitarias, bailes y peregrinaciones
religiosas, o para hacer propaganda partidista y promover productos comerciales y
servicios públicos. Pero estas bardas son también lugar para la expresión y la
comunicación de ideas alternas a las socialmente permitidas, pintas y graffiti con
contenido político e ideológico cubren algunas bardas, incluso tapando los textos
permitidos.76
Y que se les puede aprovechar para que se propicie en el niño la
identificación de cada uno de esos grafemas que se emplean para elaborarlos, se
estará incitando y favoreciendo el inicio a una lectura, si es que además de
explicarle lo que dicen o tratan de dar a conocer, se estimula en la misma medida
a que él haga ese análisis de las palabras y trate de reconocer tal vez su similitud
entre unas y otras, entendiendo que no siempre se usan las mismas letras para
escribir las palabras que se exponen en los textos, anuncios o letreros y que
además no se usan tampoco las mismas palabras en ellos, debido a que debe
haber una variabilidad de éstas para poder expresar una idea concreta.
Al no olvidar que en el aprendizaje de la lectura, interviene en gran medida
el contexto sociocultural que rodea al niño y a la niña, es necesario partir de su
cultura, de lo más significativo y cercano a su vida, 77 y de hecho para ello, se
76
Judith Kalman. Op. cit. pág. 52
77Revisado en:
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:IQ_2CknIshwJ:www.educacion.objectis.n
et/primer-ciclo/produccion-academica/lenguaje/acercamiento-a-la-lectura-y-la-
escritura/doc+aproximaci%C3%B3n+a+la+lectura+y+la+escritura+en+el+primer+ciclo&cd=8&hl=es
&ct=clnk&gl=mx&client=firefox-a. 13 de octubre de 2009
~ 94 ~
podrá iniciar entonces con la revisión del entorno que lo rodea y al cual pertenece,
implicando, además de la presencia física de los materiales impresos, la
oportunidad para usarlos, la oportunidad de interactuar con otros lectores y
escritores, la posibilidad de construir una identidad lecto-escritora y ser
considerados por otros como una persona capaz de leer y escribir,78 para que
sientan la seguridad de poder interpretar las palabras que encuentra en su entorno
y con ello las letras que las componen, este hecho permitirá al niño hacer una
asociación correcta de las palabras con su significado, ya que el conocimiento de
su contexto podrá permitir el reconocimiento de los elementos de éste, que se
citen.
Precisamente la confianza que el niño desarrolle, tanto para poder expresar
lo que sabe, acerca de las palabras o los textos, como para tratar de informarse,
de aquellas que no conoce, partirá de la motivación que tenga de los adultos, ya
que estos son el principal motivo de expresión y represión que puede tener. Por un
lado quien le felicite por esforzarse y conocer más acerca de la lectura, le creará
un gusto por ésta, más no así quien le reprenda diciéndole que aún es muy chico
para saber eso, o que esta equivocado al tratar de indicar como dice una palabra,
sin ni siquiera corregirle.
Cuando se habla de la interacción con otros lectores y escritores, se hace
referencia a los hermanos que van a la escuela y hacen las tareas de lectura y
escritura, además de los padres que en ocasiones leen el periódico, libros o textos
informativos, de los cuales pueden compartir a los hijos el contenido. Al hablar de
la escritura, claro es que en la mayoría de los niños menores de cuatro años su
78
Judith Kalman. Op. cit. pág. 51
~ 95 ~
capacidad de manipulación de objetos como los lápices es aun deficiente, sin
embargo si se puede considerar que no por ello, no tienen la intención de escribir
o en su caso de representar letras de las que se han apropiado con su constante
interacción. De no ser así pueden acomodarlas, como ya se indicara, con
elementos de juego o material disponible del entorno, argollas, clavos y otros, con
los que al dar la forma de una letra, bien puede llamársele al niño, escritor,
considerando que la proyección de un texto o palabra, puede diferenciarse a partir
del autor de estas.
No es nada raro encontrar una puerta, que tenga algún apellido formado
con varillas y soldadura, un distintivo de alguna familia, hecha bien en metal o
barro, el nombre de algún cerro proyectado con piedras formadas y pintadas con
cal, el nombre de una persona, escrito en un pastel con crema o chantillí. Y son
cosas como éstas donde podemos encontrar las palabras, que se ofrecen a los
niños sin siquiera planearlo, además de aquellas que representan productos de
venta, exhibición o de uso cotidiano, sin olvidar los libros, cuadernos, documentos
y carteles que nos rodean, puesto que la exigencia de su uso en los anteriores
eventos, no propone ya el uso de dichas palabras para edades o personas en
especifico.
Y si bien, a la escritura dentro de este documento, no se plantea como la
meta, sí se reconoce que dependerá del niño y de sus capacidades manipulativas
en cuestión a la coordinación motriz fina, el manejo de su espacio y de su
ubicación temporal, para que pueda realizar la grafía como tal en cuadernos y
demás materiales donde se pueda escribir; más lo interesante de la presente
tesina es que se infiere que a partir de el conocimiento y uso práctico de las letras
en la lectura de palabras, será más fácil el lograr una escritura, pues bien ya se
~ 96 ~
conocerán las similitudes y diferencias de cada una de las letras que son usadas
en la comunicación.
No debemos olvidar, que antes de este re planteamiento, sobre el acceso a
la lectura a partir de los dos años, hay estudios como los de Moore, Doman,
Cohen, Corral y otros ya citados, que indican la posibilidad de aprender a leer en
los niños menores de cinco años y en los que en cierta manera se hace presente
la importancia de trabajar con ellos situaciones claras de su contexto, es decir, sin
alterarles con palabras que ellos aún no conocen, se les encausa su lectura (y
escritura) con palabras realmente importantes para ellos como lo son: mamá o
papá u otras que les sean familiares y que son parte de un escenario social,
económico y político donde se lee y escribe, y en el que ocurren los procesos que
dan lugar a la diseminación y al arraigo de la lengua escrita.79 Lo cual desde los
motivos que se plantean con este trabajo, se podrá hacer todavía más fácil que lo
que se ha logrado en los estudios y proyectos presentados, puesto que se abarca
un espacio social lleno de palabras que lógicamente reconocerían los niños en su
contexto desde sus primeros años, si la presencia de sus padres y demás
miembros de la sociedad les conducen en el conocimiento e identificación de tales
palabras que les rodean.
Puesto que como se ha venido indicando, en todo el escrito, no es raro
encontrar palabras en los lugares en los que los niños se desarrollan, y son estas
las que se deben de aprovechar, por ejemplo el que el niño reconozca su calle,
comunidad o numero de casa (en caso de tenerlo), puede ser de importancia y las
palabras que indican esto, pocas veces son cambiadas de lugar, es decir, el
79
Judith Kalman. Op. cit. pág. 29
~ 97 ~
nombre de la calle se ubica siempre en alguna de las esquinas donde termina la
cuadra que recorre dicha calle, y el nombre de la comunidad, aparece siempre en
una placa, sea como señalamiento o como simple indicación del lugar donde se
está. Con respecto a los letreros que podríamos encontrar en los mercados, no es
nada raro identificar los nombres de las frutas o legumbres en los banderines de
cada puesto. Así es como la realidad, proporciona las palabras, ya solo depende
de los adultos el explicarlas a los niños y el pedirles las recuerden o asocien al
preguntarles que es lo que dicen.
Si sabemos que un niño de dos años suele limitar su descripción a los
objetos que figuran en su ambiente, en cambio los niños de mayores edades
describen las acciones e indican las relaciones complejas entre los objetos
separados que aparecen en su ambiente80 es en estas edades cuando habrá de
explotársele para que en principio logren la identificación de las palabras y letras
que las componen, tanto dentro de forma inducida dentro del contexto familiar,
como de forma natural al vincularlas a cualquier construcción o elemento del
entorno del que se rodea el niño, más aún de las palabras que están presentes en
los anuncios de las tiendas, placas de carros, nombres de productos que casi
diariamente se consumen, otras tantas situaciones en las que se pueden
encontrar las letras del abecedario.
80
Revisado en
http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Programasacademicos/LIE/LIEAntologias/03semestre/DESAR
ROLLOINFANTIL.PDF. 14 de marzo de 2010.
~ 98 ~
Otra característica y ventaja que se puede encontrar en el contexto que
rodea al niño es que: la escritura de vía pública por así llamarla, no solo es
privilegiada por el lugar estratégico que ocupa su principal portador (las bardas y
los postes de la calle, lugar por donde diario transitan sus lectores potenciales, ya
sean expertos principiantes o legos en asuntos de lectura) al permitirle ser leída
sin ser buscada intencionalmente; también es privilegiada porque su condición
pública y comunitaria le da la posibilidad de ser una escritura que transita por la
oralidad de los habitantes; una escritura que es comentada y platicada por los
miembros de la comunidad a la que está dirigida,81 por ello con mayor razón
resultará un acto poco difícil el que el niño logre comprender la situación de la que
se le hace partícipe al explicarle o leerle cada una de las palabras o textos que él
se interesa por identificar o por captar desde la traducción del adulto.
Al proyectar el conocimiento de los niños acerca de algunas palabras
acertadas o familiarizadas a algún producto de los que les rodean y de los cuales
consumen, no es nada difícil preguntar a un niño acerca de qué come, utiliza o
reconoce por ejemplo de los productos enlatados, bien sabrá que marca comercial
son, pues como estudios prácticos han demostrado, ya saben mucho de la lectura
cuando a solas miran algún libro o revista, cuando al ver letreros por la calle nos
informan: ―ahí dice Tome Coca-Cola‖,82 y la mayoría de las veces aciertan,
coincidiendo entonces, el presente tema con la idea de que es posible lograr un
acceso a la lectura, sin siquiera tener una escolarización, solo partiendo del
contexto, se sigue reforzando el que los niños logran reconocer algunas
situaciones de los textos, que si se les apoya debidamente, provocaran una
revolución en su cognición y al interrogarles por un lado, que es lo que dicen cada
81
Judith Kalman. Op. cit. pág. 52
82 Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 25
~ 99 ~
vez mayor número de textos, ellos podrán ir afianzando mayor número de
palabras y reconociendo entre ellas las letras que las forman, haciendo un
entramado de letras con las que se escribe una mayor cantidad de palabras que
pueden o no ser conocidas por los niños, pero que se podrán consultar con los
adultos que los acompañan en el mismo momento de sus dudas.
Dentro de la riqueza de textos que podrán encontrar en casi todos lados los
niños identificarán que las mismas letras en forma alterada pueden formar nuevas
palabras y que de hecho no por existir las mismas letras en diferentes palabras el
significado de tales no será el mismo, por ejemplo saco y caso, y esto solo lo
lograran identificar con la experiencia que quienes les rodean (sean sus padres,
tíos, abuelos o hermanos), les ayuden a tener, tanto en la observación del
acomodo de las letras como de las situaciones en las que se manejan pues es
bien sabido y sobre todo comprobado hasta sin investigaciones exhaustivas que
los niños pequeños no solo son capaces de mirar imágenes, sino de registrar y
disfrutar la forma y el tamaño de las letras, así como de la distribución y la
organización del texto en la página y de las relaciones entre las imágenes y los
textos,83 con lo cual queda claro que en un texto, sus formas y variaciones en el
acomodo de las letras, propician en el niño diferentes perspectivas, que le apoyan
para reconocer e interpretar el significado de la o las palabras que está leyendo.
El apoyo que se pueda dar a los niños en este sentido por parte de los
adultos les hace sentir la seguridad para preguntar el significado de las palabras
que les interesan, sea por sus colores, formas o por las imágenes que se
encuentren cerca de ellas y es que “en nuestra sociedad, los niños esperan con
83
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 30
~ 100 ~
alegría la llegada del aprendizaje de la lectura y la escritura. Estos conocimientos
simbolizan, para ellos, el ingreso al mundo de los adultos,84 mundo que les puede
ser tan motivante cuando no se le niega el derecho de solucionar sus dudas en
cuanto a los textos o palabras que les interesan, o que en otro de los sentidos
pueden representar la posibilidad de sentirse en términos de igualdad, por saber
que comparten con las adultos una cultura escrita de la que pueden participar, tal
vez en sus formas más simples, pero que sin duda resulta un avance en cuestión
a los conocimientos que habrá de enfrentarse, ya en el ámbito educativo.
Cuando el adulto pone el ejemplo al niño acerca de la importancia de la
lectura en determinadas palabras, como pueden ser el nombre de los productos
alimenticios y que son de consumo diario, así como otras que representan el
destino a seguir tanto por las mañanas con rumbo a la escuela y el trabajo, como
por las tardes en el regreso a casa y lo hacen mencionando o decodificando en
voz alta las letras que conforman cada palabra, les están transmitiendo el sentido
real de las palabras ya que leer con la idea de escucha y habla vincula a este acto
con el concepto original de lectura e implica dinamismo entre la palabra de quien
pretende fijar el concepto y el que lo levanta,85 situando en esta realidad, que
quien fija el concepto es el adulto y que quien lo levanta es el niño, es decir se
hace referencia a los tres elementos de la comunicación o mejor dicho
transmisión de la experiencia lectora, que se configuran en la presente
investigación teórica: conductor (decodificador), mensaje (palabra), y receptor
(niño).
84
Ibídem. Pág. 39
85 Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 87
~ 101 ~
Puesto que, el adulto que es quien puede realizar la lectura directa de las
palabras, funciona como el decodificador, y al estarlas pronunciando genera lo que
sería el mensaje, hacia el receptor de dicha palabra, al cual representa el niño,
haciendo una triada de interacción entre lo que es experiencia (del adulto),
contexto (palabras) y lector iniciado (el niño no escolarizado).
Siguiendo la discusión de los elementos, de la transmisión del significado
de las palabras se puede detectar la importancia de la transmisión del sentido real
de éstas y se hace la consideración de que el niño ―les da crédito no sólo por
quien las dice, sino por el espacio en el que se escriben,‖86 es decir toma el
sentido e importancia a una palabra, cuando reconoce claramente de que objeto,
sujeto o situación trata y más aún en que espacio temporal se está planteando,
por un lado, reconocerá claramente cuando se trata de un personaje de cuento, de
un producto de consumo, de un juguete o de un letrero con el nombre de alguna
calle y por el otro, comprenderá a través de la voz del conductor de su aprendizaje
de la lectura, tanto la forma en que habrá de pronunciarse la citada palabra, así
como la importancia que representa tanto para la sociedad como para él mismo.
Comprendiendo lo antepuesto, reconoceremos que una palabra tiene para
el mismo grupo social un mismo significado y que su uso así como representación
a través de las letras es el mismo ya que “la lengua escrita es un objeto de uso
social, con una existencia social,‖87 pues bien se reconoce que si el pequeño de
dos años acompaña a su madre a comprar lechugas al mercado, por ejemplo, no
sólo ella pedirá lechugas al dueño del puesto de verduras, sino que todas las
86
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 102
87 Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 24
~ 102 ~
personas que empleen tal vegetal para hacer ensaladas, lo pedirá pronunciando el
mismo nombre y de hecho el punto será que este nombre estará escrito en el
letrero donde además habrá un precio, que referirá también algunos números que
ya pueden irse identificando desde este momento.
Con el apoyo, que en la situación citada, la madre ofrezca al niño para que
vaya logrando la identificación de las letras (y los números), así como el grado de
inferencias posteriores que pueda lograr a partir del mismo letrero cuando conozca
las letras que lo conforman se hace explicita la condición de la presencia de las
palabras en cada palmo de lo que el hombre ha creado y que es por tanto una
construcción social, además se confirma como ―el niño ve más letras fuera que
dentro de la escuela; el niño puede tratar de interpretar los textos que ve fuera y
dentro de la escuela.‖88 Por lo que se presenta otro motivo, para expresar que no
es necesario esperar a que el niño llegue a un contexto escolarizado, para
acceder a la lectura, puesto que es afuera donde las palabras y letras están
presentes, de tan diversas formas, que este mismo hecho les permitirá a los niños
reconocer desde ahí sus variantes usos y de la misma manera su diversidad, y
que en realidad cambian en algunas situaciones el sentido y significado de las
palabras, pero que al conocer bien el uso de dicha palabra, en el ámbito social, no
crea dudas en el niño.
En el conocimiento de que por supuesto no todo los ámbitos sociales son
iguales podemos considerar estas diferencias, para lo que nos interesa, solamente
en un par: riqueza o pobreza de palabras en el contexto; es decir ambientes
tapizados por doquier de situaciones escritas como lo son las zonas urbanizadas y
88
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 26
~ 103 ~
en contraparte zonas rurales que ofrecen poca combinación y presencia de textos,
pero que no por ello dejan de ser significativos los que ahí se encuentran, aún
siendo por lo general más permanentes el nombre del candidato de algún partido
político o del baile de feria anual, estos ya presentan diversidad de formas y
agrupación de las letras.
En este caso no es nada raro que el nombre propio que se usa en el
representante del partido político, sea similar al de algún miembro de la
comunidad y que es conocido por el niño, por lo que se puede hacer la indicación
de la persona a la que podría referirse el nombre escrito, de la misma manera el
apellido; en la situación de los anuncios de feria, por lo común los grupos
musicales pueden tomar el nombre de animales salvajes (alacranes, palomo,
coyote, potranca, toro, tigre, etc.), adjetivos calificativos (poder, macizo, norteño,
dorado, etc.), u otras situaciones, y estas por supuesto que pueden ser
aprovechadas por los adultos para indicar a los niños que es lo que esta escrito.
En el mejor de los casos y donde las posibilidades de acceso a la lectura
podrían ser excepcionales , el tiempo de los adultos es muy reducido, sin embargo
es de aceptarse que “cuando los niños habitan un ambiente urbano, encuentra
escrituras por todas partes (letreros en la calle, envases comerciales,
propagandas, carteles en la TV, etc.),89 lo cual acompañado de una buena
conducción del aprendizaje permitiría en los niños ese descubrimiento y uso de las
palabras que están presentes en su contexto y que significan para la sociedad y
hasta para ellos un estilo de vida, un encuentro con otras personas que han
tratado de expresar sus sentires, necesidades o solamente sus ideas, ya que
89
Emilia Ferreiro. Op. cit. pág. 25
~ 104 ~
dentro de tanto texto, ubicado por doquier, localizaremos objetos en venta,
solicitudes de compra y otras de pura expresión de nombres, que podrán
explicarse claramente a los pequeños.
Lo contrario a la presencia de tantos y tantos textos sería un mundo de
comunicación hablada, mímica, pictórica, pero en el mejor de los casos sólo esta
última podría permanecer en el tiempo para satisfacción de diversos lectores y de
quienes produjeran las imágenes, pero al aceptar que las palabras existen “nadie
puede impedir que el niño vea las letras y que se ocupe de ellas. Como tampoco
nadie puede honestamente pedir al niño que solamente a su manera pida
información a su maestra, sin solicitar jamás información a otras personas
alfabetizadas que pueda haber en su entorno (hermanos, amigos, tíos…),90
mostrándose de tal manera la real necesidad de permitir a la sociedad guiar el
aprendizaje de la lectura a los niños desde su edad más temprana, como algo tan
natural como la mismísima palabra que se pronuncia cotidianamente.
Entre ese contexto natural de lectores es de reconocer que tanto los niños
como los adultos tienen un ambiente que compartir, en el cual la presencia de las
palabras escritas no puede opacarse, por ello mismo la energía, gusto y hasta
ritmo que cada adulto suministre a las palabras que lee, para que le escuchen los
niños, les dará la seguridad de pronunciarlas cuando las conozcan bien y hasta les
propiciaran el deseo de buscar la forma de reinterpretarles y expresarlas ya que
“para fijar el concepto del escritor y que el lector lo levante es necesario vincular
la acción de leer con la de escuchar y la de hablar.‖91 En este caso el niño
90
Emilia Ferreiro. Op. cit. págs. 25-26
91 Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 48
~ 105 ~
comprenderá a los adultos y sus expresiones desde la perspectiva de los
creadores de las palabras, puesto que si lo hacen con buena entonación y
emoción, causaran en el niño la representación del verdadero significado que el
autor quiso proyectar para los lectores.
En el caso de querer convivir con mayor número de textos y de acercar a
los pequeños a la lectura, sin ser necesario de caer en el acercamiento a las
instituciones escolarizadas, usando un elemento del contexto que rara vez se
visita por gusto, se puede llevar a los pequeños a consultar en la biblioteca, lugar
donde podrán encontrar temas tan diversos y sin invertir económicamente en
ellos, a menos que los textos de las obras que ahí se encuentren sean
emocionantes para los niños, que los quieran tener en casa por siempre. El hecho
de que estos espacios públicos, no sean tan comunes en las localidades es
seriamente preocupante pues éstas al igual que las ―bibliotecas escolares en
ocasiones son, dotadas de cientos y, a veces, miles de volúmenes cuya existencia
real es ignorada por la mayoría de los miembros de la comunidad,92 dado que el
poco interés por la lectura se hace cada vez más evidente.
Al provocar en los niños ese deseo de asistir a investigar tanto en las
bibliotecas públicas como en el entorno que les rodea, la inmensidad de palabras
y de usos que la sociedad les da; los adultos estarán apoyando una cultura de
lectores que generará niños mayormente convencidos de que la lectura se puede
adquirir de forma tan simple como cualquier conocimiento sobre otras actividades,
considerando entonces que: esta diversidad de materiales y de contactos con ellos
muestra que el sentido de la lectura es abrirse a los otros, que se lee para
92
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 49
~ 106 ~
reconstruir las ideas que uno tiene de las cosas apoyándose en lo que se puede
conocer de las otras realidades,93 por lo que si la lectura se visualiza en la
diversidad de espacios del contexto, es también posible reconocer que la misma
tiene un sentido real, tanto para los niños como para los adultos que conviven en
una misma sociedad.
Con toda la experiencia que los adultos tienen sobre eventos de lectura, se
hace claro que solo ellos (aún en el papel de educadores) serán quienes puedan
propiciar en los niños tanto los deseos de aprender a través de la lectura, así
como de descubrir nuevos significados y nuevas palabras que podrán emplear
posteriormente considerando la experiencia que ya tienen sobre la relación que
ésta pueda establecer con respecto a sujetos, objetos u acciones, es así como se
hace importante precisar que “los tiempos de relación directa con los materiales
escritos, sin mediación, sin sugerencia alguna por parte de quienes se suponen
tienen más experiencia respecto de los actos de lectura son más que deseables,
son indispensables para los que están descubriendo las posibilidades, las
oportunidades y la eficacia de la palabra escrita para la recreación de la
experiencia personal,‖94 y por supuesto para acceder a un mundo de
comunicación que no debiera esperar hasta la llegada a la escuela, retrasándose
dos años o más a los que a los que se plantean como efectivos para el acceso a
una lectura comprensiva, aún en la decodificación de meras palabras en principio.
93
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 53
94 Ibídem. pág. 56
~ 107 ~
Con todo lo expuesto en este capítulo se establece que, dentro del contexto
que rodea al niño menor de cuatro años y que se supone no tienen experiencia
para lograr una adquisición a la lectura, hay todos los elementos que le podrían
permitir un acceso al dominio de diferentes palabras y su pronunciación por
unidades también llamadas letras, teniendo además la capacidad de reconocer de
que elementos se esta refiriendo cada una al reconocerlos ya, por la misma
experiencia que las personas mayores de su cultura les han apoyado a conocer,
pues es bien cierto que hacia los cuatro o cinco años, ya somos sujetos en plena
construcción cultural, y ya es posible encontrar diferencias notables de una
persona a otra en organización y en jerarquías de múltiples conocimientos. El
lenguaje, desde luego, no es la excepción.95
Por lo tanto, todo aquel niño que pueda manifestar sus sentires y dudas, y
al mismo tiempo recordar que significado tienen las palabras que reproduce o
recuerda esta en la posibilidad de dar un uso adecuado a la lectura que pueda
desarrollar a partir del apoyo que le dedicará su contexto considerando por un lado
las palabras que por doquier se encuentran y por el otro, las personas que pueden
apoyar al niño en la decodificación de estas palabras.
Es necesario, al igual que el reconocer la importancia del proceso de
socialización y de su influencia en los niños para favorecer su expresión oral que
“hacia los cuatro o cinco, las diferencias en relación con la recepción y ejecución
lingüística como uno más de los conocimientos socialmente adquiridos son
notables de comunidad a comunidad, de grupo a grupo, de sujeto a sujeto.‖96 ya
que en gran parte las habilidades que adquiera un niño con respecto a su
verbalización dependen, del grado de actividad comunicativa que se de en su
95
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit .pàg. 65.
96 Ídem.
~ 108 ~
contexto y además del bombardeo que den los diferentes textos insertos en dicho
ambiente, pues es bien cierto que en cuanto a las comunidades de orden rural, el
manejo de situaciones escritas y de comentarios de las personas puede ser bajo,
aunque no por ello nulo, en comparación con el contexto urbano, que se podría
decir esta inundado de información escrita así como de la verbal, tanto en los
medios de comunicación existentes como entre las personas que conviven en
tales zonas.
Considerando entonces dichos espacios tanto el urbano como el rural, no
se debe inferir que estos están desconectados de las oportunidades de lectura, ya
que aunque sea en mínimas situaciones habrá por lo menos un texto fuera de las
instituciones, y dentro de estas será evidente sus presencia, es decir “si en el
espacio escolar y en los ambientes sociales donde los niños y jóvenes desarrollan
su vida cotidiana se promueve el uso total de la palabra para todos- esto es el
lenguaje en todas sus manifestaciones, sin desprecios ni prohibiciones-, es
probable que se puedan percibir muchas formas de encuentros posibles entre las
palabras escuchadas, dichas, leídas o escritas.‖97 Estos encuentros posibles se
darán dentro del contexto social y por supuesto en el contexto familiar, con ello
nadie habrá de negar que los adultos son responsables de la educación de los
pequeños, así como también son los proyectores de los ejemplos que habrán de
seguir y posteriormente repetir para las generaciones que les reemplazaran.
El valor de la comunicación que se de entre los adultos y los niños, sean
estos de ambientes rurales o urbanos, sea bien sin pisar siquiera la escuela o ya
dentro de ella “puede darse sin violencia si prestamos a la oralidad la misma
97
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 68
~ 109 ~
atención que a la escritura, y si hacemos del uso total de la palabra para todos, un
acontecimiento cotidiano.‖98 Al interesar a los niños en el desarrollo de sus
lecturas, desde la simple vinculación de las actividades diarias, con el acto de leer,
el proceso de enseñanza surgirá como algo normal, y que no alterara los procesos
del niño, puesto que ya desde sus más tiernos tiempos, se le estarán dando
ejemplos de lo que se puede hacer con las letras, las palabras y los textos, desde
entonces el niño ya adquiere la noción de la comunicación escrita y reconoce la
necesidad de poder interpretar palabras y textos más grandes.
.
98
Ibídem. pág. 70
~ 110 ~
CAPÍTULO 3.2
ELEMENTOS DE IMPORTANCIA
PARA EL ACERCAMIENTO A LA
LECTURA EN EL HOGAR DEL NIÑO
Ya teniendo identificados en las calles los elementos que apoyan en el uso
del lenguaje escrito y su manipulación, en la formación y entrenamiento hacia la
lectura al niño, se habrá de reconocer que dentro del propio hogar también los hay
y éstos, que en su mayoría son documentos que pueden ser clasificados en
función del ámbito de la esfera familiar al que se refieren: cívicos, administrativos,
escolares, religiosos y de salud. Todos ellos están ligados a actividades sociales
en que los espacios generadores de lectura y escritura se hacen presentes,
involucrando a uno o más miembros de la familia.99
En este caso, al pequeño menor de cuatro años, ya que es quien pasa la
mayor parte del tiempo dentro del hogar intentando hacer descubrimientos nuevos
o reflexiones sobre lo que le rodea. Por lo que es de importancia otorgar unos
minutos a la presencia de la lectura, al principio, 3 veces al día, empezando a una
hora del día en que el niño esté descansado y de buen humor y evitando
distracciones. Se podrá presentar entonces la letra o palabra y decirle: " aquí
dice, o esta letra es…" sólo durante unos 10 segundos; se le permitirá jugar de
99
Judith Kalman. Op. cit. pág. 82
~ 111 ~
nuevo durante unos minutos a otra cosa y se la volveremos a presentar,100
haciendo entonces uso el mismo de su capacidad de memoria.
Otro elemento que se puede hallar en el interior de la casa es el instructivo
que como texto de utilidad práctica cotidiana, es asombrosamente frecuente,
aunque su uso sea muy puntual,101 sin embargo para cuando el niño se ha
interesado en todos los aspectos que contiene letras puede rebuscarse y
propiciarse su uso, por ejemplo en las indicaciones de armado de un juguete, en la
preparación de un postre, entre otros, aunque se deberá de entender que no se
usará en su totalidad, ya que esto aburriría al pequeño, sino que solo se usarán
algunas palabras que puedan ser significativas en la vida cotidiana. Por ejemplo
de los documentos como actas y boletas, puede rescatarse en principio solo el
nombre de las personas o de los lugares; en el caso de los instructivos, los
nombres de las piezas que mencionan y en cuanto a las recetas pues los
ingredientes que se usan, y que a están representando para el niño un elemento,
no solamente la palabra.
Los calendarios, proyectan en su mayoría los números entre uno y treinta y
uno, pero no dejen atrás las letras, que se ubican en los días de la semana y los
nombres de los meses, sin olvidar que algunos tienen además nombres de santos
y las conmemoraciones de los días festivos, algunas personas acostumbran
colocar cuadros con frases, poemas u oraciones, en los que hay palabras que
pueden irse leyendo para los niños.
100 Revisado en: http://mariadelosan.espacioblog.com/categoria/informaciain-padres-y-maestros. 24 de mayo de 2010.
101
Judith Kalman. Op. cit. pág. 86
~ 112 ~
Las oportunidades para leer y escribir también son espacios generadores
para la lengua escrita y se clasifican en tres tipos, en situaciones demandantes,
situaciones de andamiaje y situaciones voluntarias. Las primeras cuando alguien
requiere hacer un escrito largo o corto, por necesidad, la segunda se presenta
cuando un hermano ayuda a otro y la tercera se presenta cuando una persona lee
voluntariamente, una revista, un anuncio o un periódico, sin tener que moverlo o
llevarlo a casa.102 Entonces debemos de entender que el uso de la lectura en los
niños menores de cuatro años partirá del hogar, pues no se le habrá de forzar
durante tiempos extremos a tener una práctica de lectura y mucho menos de
escritura.
La motivación que se les de en casa permitirá que los niños lleguen a tomar
la iniciativa en algunas situaciones, de lectura simple (es decir en algunas
palabras) o por lo menos de interpretación, con tendencia a la familiarización, o se
atreverán a solicitar a los adultos que les rodean les lean algunos textos de su
agrado o por lo menos algunas palabras, ya que cuando se sienten seguros “ellos
deciden cuando quieren compartir cada una de esas acciones y son explícitos al
pedirlas,103 por tales razones es necesario darle la importancia real que tienen los
elementos de escritura que hay en el ambiente, para que en el momento en el que
los niños pidan, les sean decodificados, descritos y explicados para favorecer su
comprensión en ellos.
En suma, podremos ir arraigando ese hábito de lectura que se hace tan
necesario para el futuro de las sociedades, al mismo tiempo que influimos en que
102
Judith Kalman. Op. cit. pág. 96
103 Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 16
~ 113 ~
los niños pequeños logren crearse un familiarización con las letras, las palabras y
sus significados, de dicha manera, sin importar los tipos de palabras que
encuentren en su camino cuando comiencen a leer, no habrá impedimento en su
comprensión, puesto que ya el cúmulo de experiencias que los adultos, que les
rodean o cuidan, les logren transferir y crear con sus explicaciones,
acompañamiento así como motivación les darán las herramientas para
comprender su realidad, es esta una razón para que como adultos “mostremos
libros y narremos a partir de imágenes que ellos ofrezcan. Contemos o leamos la
historia original y, después, recreémosla abreviándola o extendiéndola con
absoluta libertad, sin ninguna preocupación si se altera el sentido original del
material,104 al igual que podemos hacerlo con las palabras sencillas y solitarias
que hay en los espacios sociales de lectura que han sido creados tal vez con el
objetivo de ser usados sólo por adultos, pero que como en párrafos anteriores
citara no se pueden negar a la vista y realidad de los más pequeños.
La motivación que los adultos empleen en sus lecturas, así como el gusto
con que lo hagan, permitirá que los niños intenten leer algunas palabras, o se
interesen por buscar estrategias de lectura, como lo son la repetición memorística
de los cuentos o de algunas historias que les son contadas por un adulto y que
les gustan, las palabras cortas en su caso también habrán de pronunciarse por
parte de los lectores decodificadores de forma dinámica y de acuerdo al texto y el
motivo en que se usa, por ejemplo al hablar de los nombres de las frutas o
verduras que serían cosas de las más comunes en los mercados puede leer:
¡jitomates¡ para la sopa que comerás, ¡mira tiene la letra “j” al inicio, la “i”, y la “t”
que parece una cruz¡, entre otras.
104
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 22
~ 114 ~
Con lo antepuesto los niños podrán ir haciendo asociaciones tanto con el
uso del elemento que la palabra representa, así como con las letras y sus
características, que componen a la misma palabra de ahí que se mencione que
“los niños aprenden a leer cuando miran que la madre, en la cocina, fija la vista
repetidas veces en un papel y, a partir de eso, mezcla ingredientes, los cocinan y
sirve la comida. Siguen aprendiendo a leer cuando el padre, el abuelo o el tío les
leen cuentos antes de dormir. Las lecciones de lectura continúan cuando ven a
sus hermanos que hacen la tarea escolar o que repasan la lección, porque, al día
siguiente, tendrán que rendirla a sus maestros‖,105 es decir, para los niños podrán
existir muchos ejemplos de lectura que podrán ser utilizados en su beneficio, de la
misma manera que lo hacen los adultos al entrar por ejemplo a ejercer un oficio
que aún no conocían; con el simple hecho de observar, atender las explicaciones
así como la misma práctica, el adulto adquiere las habilidades para desempeñar
las nuevas funciones de su oficio.
Siguiendo en el sentido de los ejemplos, al igual que de sus beneficios para
con los niños, si reconocemos que en el primer día de trabajo del adulto en el
oficio que él no conocía, puede identificar algunas de las herramientas que
empleara, aunque no retenga por el momento sus nombres, asimismo el niño
comprende que ―en los textos escritos, se dicen cosas y que, cada vez que sean
leídas en voz alta, serán dichas las mismas palabras; pero quizá no con la misma
emoción, ni con el mismo volumen, ni con el mismo tono,‖106 así con esa
experiencia, podrá acceder poco a poco a situaciones de reconocimiento de letras
y palabras que se usan en la lengua escrita, al igual que lo fue haciendo el adulto
con respecto a reconocer cada una de las herramientas que utiliza en su trabajo.
105
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 25
106 Ídem.
~ 115 ~
En este sentido es de asegurar que mientras más práctica haya, en los dos casos,
mayor será el acceso a las habilidades que cada uno de ellos plantean, y si como
menciona el refrán: si se aprende bien, no tendrá por que ser olvidado.
Si ponemos de manifiesto que por supuesto no a todas las personas nos
agradan las mismas actividades, las mismas modas o hasta las mismas comidas,
comprenderemos sin discusión que a los niños tampoco les agradaran los mismos
textos, sin embargo si queremos comenzar de lo más fácil en cuanto a lectura,
tendremos que encontrar aquellas palabras que les causa más placer leer, o que
les interesa identificar para poder hacer la indicación de, a qué objetos de su
entorno se refieren, además, de que éstas les serán de inmediato familiares,
considerando que sólo se agregaran como etiqueta a los objetos que citan en su
pronunciación y escritura (aunque esto no suceda de manera explicita), de hecho
“antes de su alfabetización, los niños saben que, cuando escuchan un texto
piensan, imaginan y se emocionan; y que eso que les pasa por la cabeza a veces
lo dicen y otras, no; y que, cuando lo expresan, se sienten muy satisfechos,‖107 por
lo que el explicar las situaciones de lectura con que se puede relacionar todo lo
que nos rodea, incluso lo místico, para los niños habrá de ser de gran importancia,
pues si bien no todas las veces o todo el tiempo citaremos actos de lectura, no
podemos negar que todo lo podemos relacionar a ella.
El hecho de comprender que todo se puede relacionar a la lectura nos hace
notar que para los pequeños que queremos iniciar en la lectura desde casa, será
importante variar los tipos de texto que puedan manipular y revisar; interactuarán
con libros que sólo tengan imágenes y no por ello se perderá el ejercicio de lectura
107
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 27
~ 116 ~
ya que si bien no es de palabras, lo es pictórica, cosa que abrirá una posibilidad
más, para que se motive al niño a identificar las palabras con las que por lo menos
podrá describir o citar los elementos de las ilustraciones que revisa. Además
también encontrará las más de las veces libros con imágenes y texto con variantes
en sus escrituras, lo cual propiciará la comparación entre diversas formas de
escribir y desde estas edades identificar diferencias y similitudes entre las letras
que forman cada una de las palabras, “estas diferencias les facilitarán ingresar en
el aprendizaje de la lectura‖.108
Con el acto de comprender que los dibujos se pueden interpretar pero no
leer al igual que un texto, los niños podrán “establecer distinciones entre el sentido
de las imágenes y el sentido de la escritura, de lo que intensifica y concientiza la
fantasía de saber leer y escribir,109 por ello mismo se plantea que habrá de existir
diversidad de materiales que puedan ser explicados en los hogares, además de
los que se hallan en el entorno y de los cuales se podría tomar aún mucha mayor
ventaja, ya que por ofrecer textos tan cortos, no se invertirían tantos minutos en
las aplicaciones de los actos constructores de la lectura en los niños, sino que
serían instantes, en los que se darían explicaciones cortas sobre la palabras y las
letras que las componen, de su significado y de sus características y no tendrían
por que extenderse esas explicaciones a cátedras completas de enseñanza.
Si consideramos que en su mayoría los niños son muy vivaces y que en las
cosas que realmente les interesan no pierden detalle, además de señalar todo lo
que a ellos les parece dudoso, acertaremos en demostrar que “la capacidad de
108
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 28
109 Ibídem. pág. 29
~ 117 ~
observación de los niños les permitirá ir distinguiendo los rasgos de las letras y su
distribución en la página. También suelen hacer asociaciones simpáticas de las
líneas escritas al decir: parecen filas de hormigas o elefantitos enlazados por sus
trompas y sus colas‖,110 o sin ser ten exigentes y pedir que al instante logren
reconocer las diferencias en los textos extensos, lo hagan desde las palabras
solas, que será más facial para la edad que se maneja en este trabajo.
El tiempo que sea dedicado a los niños para la explicación de sus dudas,
para la motivación, ejemplo de lectura, además de la creación de conflictos para
que identifiquen diferencias tanto en las letras como en las palabras, favorecerá
que también comprendan “la dirección de la escritura y, desde luego, esto, como
los descubrimientos anteriores, ocurre a partir de la experiencia social de la lectura
y la escritura,‖111 situación que como se ha venido señalando a lo largo de éste
trabajo, no tendría por que postergarse, hasta que los niños llegan a las
instituciones educativas, donde son aplicados métodos de lectura que no son nada
naturales ni medianamente progresivos en su desarrollo, ya que desde que
presentan las letras a los niños tratan de que éste las memorice, de formas que
alteran su tenue desarrollo, o por lo menos aceleran al proceso de enseñanza
aprendizaje, pudiendo ser éste más sutil y mayormente productivo con la
enseñanza social de la lectura.
Para dicha enseñanza, sólo tendremos que recordar, todos los sujetos
capaces de decodificar las letras de las palabras que ―las prácticas y habilidades
de la lectura de los adultos con los que el niño convive no solo motivan a los niños
110
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 29
111 Ídem.
~ 118 ~
a la lectura, sino que enseñan de manera natural cómo y para qué lee‖.112 Si tan
solo nos preocupamos por motivar con nuestro ejemplo a los pequeños para que
adquieran el habito de la lectura, pero más aún en las edades entre los dos y
cuatro años por comprender la formación de las palabras, su interpretación y su
pronunciación, la situación ahora expuesta, se podrá hacer realidad, los niños
interactuarán libremente en un contexto lleno de palabras que ya serán
comprendidas a partir de su lectura y que no tendrán por que esperar ser
descubiertas en las instituciones escolarizadas, cuando sabemos que el
aprendizaje de la lectura parte de la identificación de las letras que componen las
palabras y no es cosa tan complicada, como los experimentos que tienen que ser
supervisados por los adultos que han cursado una educación profesional.
112
Gerardo Cirianni y Luz María Peregrina. Op. cit. pág. 30
~ 119 ~
CONCLUSIONES
Los desajustes que sufre el niño, con respecto a la lectura, alterada por una
memorización de letras solas, al llegar al preescolar, indican que hay una enorme
distancia por recorrer entre los dos y los cuatro o cinco años de edad en la
adquisición de los procesos de pensamiento indispensables para la instrucción
formal. Ya que en la actualidad no se ha aceptado que los niños menores de
cuatro años se convierten poco a poco en personas realistas que forman
conceptos y muestran un excelente desarrollo de la oralidad, que se podría
aprovechar, junto con sus ganas de saber más, del mundo que les rodea, para
inculcarles el habito de lectura.
Lo dicho, por supuesto no requerirá de horarios de trabajo o de materiales
concretos como lo serian libros, lápices o cuadernos; sino que es preciso,
solamente de unos cuantos minutos de atención por parte del adulto, un vistazo al
entorno donde haya escrita alguna palabra y como elemento básico, una
comunicación oral, en la que el adulto informe al pequeño, sobre lo que dice, tal o
cuál palabra, cuestionándole posteriormente, sobre esa información dada, ¿Dónde
fue encontrada?, ¿Qué decía?, ¿a cuál se parece?, para que, de esta manera se
fomente un análisis de palabras.
La interacción que se lleva en casa entre los familiares más cercanos y el
niño es prácticamente directa y de uno a uno, lo cual no sucede en la escuela, en
donde el maestro tiene un alto número de alumnos con los que ha de
~ 120 ~
comunicarse casi al mismo tiempo. Por ello la vinculación que en el hogar se
pueda dar al niño, así como la educación con respecto a la lectura le estará siendo
de gran importancia, ya que al llegar al preescolar podrá haber entendido de una
representación más personalizada la función, uso y más aún, la forma de las letras
así como la lectura de algunas palabras, y esto, hasta representaría para el
profesor un avance en cuestión a las actividades de aprendizaje grupal que realiza
con sus alumnos.
Ya estando cerca de la llegada a la institución educativa donde se pretende
insertar al niño para que curse su educación a partir del segundo grado de
preescolar, es decir a los cuatro años, podrá entonces comenzarse a pedir al niño
a escribir las palabras formadas por letras, si ya cuenta con la manipulación
motriz necesaria y por supuesto los conocimientos sobre estas, sus fonemas y
grafías, y se tendrá de recordar que antes se habrán practicado con él, se le
habrá permitido la manipulación de colores, lápices y otros elementos con los que
el niño haya desarrollado la pinza fina y su expresión grafo motora.
El adelantarnos entonces con la adquisición de la lectura apoyándose del
ambiente que rodea al niño, así como de sus construcciones sociales en las que
figuran las palabras, será algo que le permitiría, evitarse problemáticas referidas a
la presión de tiempo para aprender a leer o a escribir bien, cuando estas son
desencadenadas básicamente por la poca intención de los padres o cuidadores de
brindar un tiempo para que el niño interactué con las palabras y letras que las
forman, esperando que esta función la cumplan los educadores que laboran en las
instituciones.
~ 121 ~
Lo anterior con una buena estimulación por parte de la sociedad y el
ambiente en el que se desarrolla el infante, hasta antes de ingresar a la institución
de preescolar, acelerará el proceso de lectura y se encarnará en el niño, sin tener
alteraciones excedentes en su desarrollo y mucho menos le creará conflictos de
personalidad e inseguridad, puesto que lo que él aprenda con respecto a las
palabras e incluso a los textos, formará parte de su diario vivir, ya que estará
siendo una lectura comprensiva, basada en el reconocimiento de elementos reales
que el niño percibe y conoce, por lo que al configurar un texto o frase, podrá
comprender su contenido y las relaciones que se establecen entre las palabras
que lee.
Es así como este trabajo logra cubrir sus objetivos puesto que por una parte
reproyecta diversas investigaciones de hace más de cuatro décadas, en las que
el aprendizaje de la lectura antes de los cuatro o cinco años había sido ya
defendido y se venía convirtiendo desde entonces en un asunto de discusión que
pocos se atreven a defender. Y por otra parte, hace la confrontación de los datos
que aportan los investigadores con la realidad contemporánea y cotidiana,
logrando sostener que la iniciación de la lectura en los niños que aún no ingresan
a las instituciones puede generarse desde los procesos de desarrollo social y
cognitivo, que va teniendo a partir de su nacimiento, mayormente con la aparición
del lenguaje hablado; que se entrelazan con el contexto en el que las palabras y
las letras aparecen de manera desintencionada, así como con las personas que le
rodean y que obviamente tienen conocimientos de algún tipo sobre las palabras y
las letras que las conforman, pudiendo decodificarlas a los niños que aún no leen.
~ 122 ~
Por lo anterior, se debería reconocer la importancia de los elementos del
contexto que contienen palabras o letras, para qué, al compartirlos con los niños
se propicie un adelanto cognitivo referido a la lectura, y que en ningún momento
alterara negativamente sus condiciones, puesto que las letras se hallan en todas
partes, aunque en la mayoría de las veces, se espere a que los niños ingresen a
las instituciones escolarizadas para que sea ahí donde se les ofrezca conocer sus
nombres y usos en primera y posteriormente su lectura ya en las palabras.
~ 123 ~
BIBLIOGRAFÍA
FUENTES PRIMARIAS
CIRIANNI, Gerardo y Peregrina, Luz María (2007). Rumbo a la lectura. Quinta
Reimpresión. México. Ed. IBBY.
CORRAL Villacastín, Ana María (1997). El aprendizaje de la lectura y escritura en la
escuela infantil. Madrid. Servicio de Publicaciones Universidad Complutense de
Madrid (UCM).
CUETOS Vega, Fernando. (2005), Psicología de la lectura. Cuarta edición. España.
Editorial Praxis.
DAMIÁN Díaz, Milagros. (2007), Desarrollo del lenguaje y la comunicación en la
primera infancia. México D.F. Editorial Trillas, S.A. de C.V.
DELVAL, Juan (2006). El desarrollo Humano. Duodécima reimpresión. Mèx. Ed.,
Siglo XXI.
FERREIRO, Emilia y Teberosky, Ana. (1989). Los sistemas de escritura en el
desarrollo del niño. Decimo primera edición. México. Editorial Siglo XXI.
FERREIRO, Emilia. (2002). Alfabetización teoría y práctica. Quinta Edición. México
.Ed. Siglo XXI.
FREIRE, Paulo y Macedo, Donaldo (1989). Alfabetización, Lectura de la palabra y
lectura de la realidad. Primera edición. Barcelona. Ed. Paidos.
~ 124 ~
GERTRÚDIX, Sebastián (1992). Vamos a leer y escribir, cuadernos Aula Libre. Fraga.
Imprenta Coso. núm. 1.
KALMAN, Judith. (2004), Saber lo que es la letra, una experiencia de lectoescritura con
mujeres de Mixquic. Primera edición. México D.F. Editorial Siglo XXI.
PEREDO Merlo, María Alicia (2003). Revista Mexicana de Investigación Educativa.
Selección Temática: Lectura. Vol. VIII, núm. 17, enero-abril. México.
VIGOTSKY , Lev. S (1988). El desarrollo de los procesos Psicológicos superiores.
Barcelona. Ed. Grijalbo.
VYGOTSKY, Lev S. (2008). Pensamiento y lenguaje. Decima edición. México D.F.
Editorial Quinto Sol.
FUENTES SECUNDARIAS
http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Programasacademicos/LIE/LIEAntologias/03s
emestre/DESARROLLOINFANTIL.PDF.
http://licenciaturas.upnlapaz.edu.mx/Programasacademicos/LIE/LIEAntologias/03s
emestre/DESARROLLOINFANTIL.PDF.
http://mariadelosan.espacioblog.com/categoria/informaciain-padres-y-maestros.
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:IQ_2CknIshwJ:www.edu
cacion.objectis.net/primer-ciclo/produccion-academica/lenguaje/acercamiento-a-la-
lectura-y-la-
escritura/APROXIMACION%2520A%2520LA%2520LECTURA%2520Y%2520LA%
~ 125 ~
2520ESCRITURA%2520EN%2520EL%2520PRIMER%2520CICLO.doc+aproxima
ci%C3%B3n+a+la+lectura+y+la+escritura+en+el+primer+ciclo&cd=8&hl=es&ct=cl
nk&gl=mx&client=firefox-a.
http://www.angelfire.com/space2/sisedform/ESCRITO_PAGINA_WEB_OK.htm
http://www.cnice.mec.es/recursos/rec-fp.htm.
http://www.estimulacionprenatal.com.mx.html
http://www.guiainfantil.com/blog/71/hablar-con-el-bebe-durante-el-embarazo.html.
http://www.todosleen.com.ar/lectprecoz/esposible.htm.
http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/ADDIT.pdf.
http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/7s/CSMFP.pdf.
http://www.upn081.edu.mx/antologias/antologias/lie/8s/2.pdf.
http:www.todosleen.com.ar/lectprecoz/esposible.
www.fundacionpobreza.cl/ herramientas/educacionnoformal.pdf.