Historia Argentina de la Vivienda de Interés Social la Parte 1916-1943
Arqta. Mónica Buchler Arqto. Carlos Etchevest Arqto. Daniel Giglio Arqta. Liliana Langone
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Arqta. Marina Medina Arqto. Miguel Ortemberg Manuel Argueta Silvia Bojer
Aldo Chierzi Claudio Frassinelli María lder Trouboul
Hoy la vivienda de interés social es un hecho del pasado. No existe en ejecución_planificación alguna tendiente a resolver los acuc/ontes problemas que se derivan de un déficiz de más de dos millones y medio de viviendas, agravado por una ley de alquileres que oficializa la injusticia.
Déficit Inexplicable si se tiene en cuenta que en la Argentina sobran materiales, profesionales capacitados y mano de obra experimentada. Esto inscripto en un panorama de absoluto paralización de la construcción en todos los órdenes. Frente a esta situación, no son pocos los profesionales sumidos en una profunda crisis personal, que, obligados a abandonar el ejerci'cio profesional
para sostener a sus familias, se plantean como alternativa válida dejar el país. Otro tonto sucede a nivel estudiantil, pues si bien existen miles de jóvenes que están viviendo la "estudiantina adolescente", ajenos a las necesida·
des materiales y espirituales de su pueblo, también son miles los que debido a su sensibilidad las reconocen, o los que teniendo carga de familia trabajan para pagarse los estudios, asumiendo diariamente un alto sacrificio personal.
En este difícil contexto producimos el presente trabajo, aporte que, mas allá de su valor documental o científico, configura un testimonio y ratifica un compromiso: el de cultivar nuestra profesión de arquitectos hoy más que nunca.
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CON SI DERACION ES METODOLOGICAS
Cuando constituimos el grupo de trabajo sobre hi~storia de la vivienda de interés social, no éramos concientes de la comple-jidad del tema planteado. "
Luego de muchas horas de discusión empezaron a aparecer los problemas fundamentales que debíamos respondernos para poder encarar con alguna rigurosidad la investigación.
En el caso que nos ocupa, la "forma final construida" resulta de gran cantidad de condicionantes. Por un lado, la voluntad poi ítica e ideológica del gobierno; por el otro, las circunstancias económicas y técnicas y por último, la calidad de las propuestas profesionales.
El primer problema era: lcómo hacer para realizar GRUPALMENTE el trabajo? Pues éste suponía emitir juicios sobre hechos, acontecimientos y obras efectivamente construidas que fueron realizadas en situaciones muy disímiles.
lCómo hacer para distinguir buenos gobiernos de malos gobiernos?, lplanificaciones concebidas para el bien de la comunidad de otras realizadas para el enriquecimiento de unos pocos?
lCon qué parámetros juzgar la calidad urbanística y arquitectónica de las obras analizadas?, y mucho más, lcon qué criterios juzgar el trabajo profesional de hombres que produjeron desde supuestos políticos, estéticos y técnicos que en muchos casos desconocemos en absoluto?
Fue aUí donde tomamos concienciá de dos cuestiones fundamentales. Primero, de que se necesitaba, con una alta dosis de humildad encarar un estudio lo más riguroso posible, antes de emitir juicio crítico alguno. Y segundo, de que "ir a la historia" o "recurrir a la historia" de algo no configuraba una operación simple y poco riesgosa. Pues podrían plantearse las preguntas: lQuién o quiénes cuentan la historia?, ldesde qué posición política y profesional lo hacen y en función de demostrar qué tesis fundamentales?, ya en lo histórico político, ya en lo urbanístico, ya en lo arquitectónico.
Intentaremos entonces hacer explícitos en todo momento dichos supuestos, en función de que pueda juzgarse la coherencia intrínseca del trabajo, pues no pretendemos darle validez "universal" a cuanto en él afirmamos o negamos.
Metodológicamente, abordaremos primero el conocimiento de la situación histórica y de la planificación que en esa situación dio cada gobierno, en lo general y en el ár"'a "vivienda" específicamente, para luego conocer y abrir juicio crítico sobre las respuestas que los arquitectos dieron a esa planificación.
Esto desde el punto de vista de la "génesis de la forma", o sea, del estudio de aquellos elementos que hacen que las obras sean de tal o cual manera.
Pero simultáneamente intentaremos verificar la "permanencia" de la forma, la relación viva, histórica de cada hecho construido con su destinatario final: la concreta comunidad que lo habita.
Por último, sintetizaremos en las conclusiones finales de cada período los distintos niveles de estudio. Dentro de la definición "vivienda de interés social" podemos englobar desde la típica casa cajón, construida a partir de la dé
cada del cuarenta sobre la base de los créditqs del Banco Hipotecario Nacional, hasta conjuntos como Lugano 1 y 11, que por su magnitud plantean problemas de urbanismo de cierta envergadura.
Abordar el estudio de escalas muy distintas nos plantea desde el vamos, la necesidad de utilizar herramientas de análisis eficaces en cada dimensión.
Podríamos, decir sintéticamente, que estas herramientas son: una visión ejemplar de la ciudad, una visión de lo que debe ser la arquitectura argentina y una visión de la técnica.
Basta leer a Chueca Goitía para poder verificar que, form~lmente, la génesis de las ciudades es la resultante del accionar de toda una cultura durante cientos de años.
Modernamente este tema tiene sus antecedentes en el urbanismo de los utopistas, a fines del siglo pasado, y es retomado claramente por el movimiento moderno a partir de la Carta de Atenas.
Pero para nosotros, la cuestión no es simplemente determinar qué es la ciudad, sino qué es la ciudad argentina, o qué concepto de ciudad debe tener aquel que pretenda ejercer la arquitectura desde una óptica nacional.
Nos parece importante entonces, transcribir de aquí en más algunos párrafos de la "Declaración de San Juan y Boedo", dada a conocer en 19&3 y firmada por los arquitectos Mario Sabugo,R. Doberti, R. Iglesia, entre otros.
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-La ciudad propiamente dicha es la asociación humana constituida por los ciudadanos. La urbe es el conjunto de los espacios y construcciones que se disponen para el alojamiento de la ciudad. -La Ciudad (la asociación humana de los ciudadanos) se manifiesta bajo la forma de Instituciones que llevan a cabo las Actividades Rituales fundadas en los mitos, las tradiciones y las creencias colectivas. El resto de las actividades urbanas son los servicios, que están subordinados a las Actividades Rituales. -Los espacios y construcciones -que constituyen la Urbe- son instrumentos materiales de las Actividades Rituales y de los servicios. -La Ciudad tiende, en general, a la permanencia. Su dimensión específica es la memoria histórica. La formación de la Ciudad se basa en la relación del hombre con la cvmunidad. -La urbe tiende, en general, a la transformación. Sus dimensiones específicas son el espacio y el tiempo. La formación de la urbe se base en las relaciones del hombre y la comunidad con el territorio y los materiales. -Disponernos de una herencia ciudadana y urbanística que proviene de la cultura greco-romana, la que -embrionariamentecontenía todos los caminos evolutivos. Ya Hippodamos de Mileto comprendía la correlación entre la forma social y la forma física de la ciudad. Viejas verdades que nos llegan en su vertiente hispano-islámica y en las regulaciones de Indias. -A diferencia de los "técnicos" y "especialistas, son los hombres sabios, los artistas y los poetas, aquellos que han comprendido y expresado una visión integral de la ciudad, sintetizando $U sentido profundo y su forma visible. Cada ciudad tiene su propio Orden como realización o como posibilidad que resulta de la manera particular en que se combinan su forma institucional con su forma física.
Las ya tradicionales oposiciones ·entre "Racionalismo -Pintoresquis":Jo", "Estilo californiano- Estilo Moderno", "Techo inclinado símbolo de casa -Techo plano", etc ... , no han aportado nada significativo a la enseñanza de lo que debe ser la arquitectura argentina, y mucho menos a la comprensión profunda de lo que se ha generado arquitectónicamente en las últimas décadas.
Más bien, estas discusiones aparecen, desde el presente, como el resultado de una larga etapa donde la producción intelectual y artística estuvo signada por la "lucha poi ítica".
De allí que los "criterios de verdad" en los iuicios artísticosocientíficosestuviesen ordenados a la eficiencia en el accionar político de los diversos grupos profesionales.
Si no vamos a recorrer, caminos ya agotados, ¿cómo reconoceremos una buena obra de arquitectura en un contexto como el nuestro y en materia de vivienda de interés social?.
Reflexionar juntos sobre esta pregunta se torna imprescindible, si pretendemos abordar desde una postura claramente nacional, pero sin prejuicios políticos, ideológicos o estilísticos el tema en cuestión.
La arquitectura debe proteger física y psicológicamente al hombre, cobijarlo, darle escala y, por lo tanto, dominio físico y psicológico.
Una buena obra de arquitectura se realiza con los materiales adecuados a la escalá y a las exigencias de confort, y con una técnica constructiva coherente con el material elegido y con el contexto económico y social del cual emerge.
Aunque todo esto parezca obvio, en nuestro país no siempre ocurrió así: muchas veces, grandes obras de arquitectura fracasaron por una elección incorrecta e incluso "interesada" de una "técnica constructiva".
Debemos tener en claro que la elección de una técnica constructiva se relaciona con la forma como se producen los objetos en una comunidad.
Una obra donde las familias que viven en ella sufren frío y humedades en el invierno, calores sofocantes e·n el verano y falta de elementos mínimos de confort está lejos de ser una "buena obra de arquitectura", y esto es apriorístico a la valoración de la "genialidad espacial del partido ar~uitectónico", al estilo de sus fachadas o al grado de inclinación de sus techos.
Pues los conjuntos habitacionales -aunque a muchos colegas les pese-, son viviendas para seres humanos y no meros juegos plásticos y volumétricos.
Pero también puede ser que una obra de arquitectura prr. teja físicamente en forma correcta y permanente a sus habitantes, pero que sus espacios interiores y exteriores estén mal concebidos; que en vez de sugerir y promover el encuentro y la vida comunitaria, generen aislamiento y enemistad.
En ese sentido, a lo largo del trabajo intentaremos mostrar obras excelentemente constru ídas y que proponen espacios de una gran riqueza para la vida comunitaria.
Sin embargo, los arquitectura no sólo debe proteger al hombre y ofrecerle ámbitos ordenados a sus necesidades físicas y espirituales, sino que también le debe permitir vivenciar la belleza del bien que contiene. Es misión de la buena arquitectura,expresar, anunciar armónicamente su contenido. Aunque parezca obvio, una casa debe parecer lo que es.
En este orden, el del sentido y significado que las formas arquitectónicas proponen, diremos que "los arquitectos deberán concebir las formas no sólo en función de su sentir, sino del sentimiento colectivo que perdura entre todos y permite reconocer lo que es de todos". (1)
Entonces, en la crítica arquitectónica será nuestra intención, humildemente, la de reconocer las cualidades básicas de la buena arquitectura: la nobleza de sus materiales, la elección correcta de la técnica constructiva, la riqueza de sus espacios interiores y urbanos y la potencia simbólica de las formas expresando armónicamente su contenido.
Por último diremos que negar la existencia de nuestra arquitectura argentina supone por inclusión, negar la realidad de un arte nacional, pues siendo la arquitectura y el arte en general, tan sólo una parte del obrar de nuestro pueblo, es de hecho negar la existencia de la cultura nacional.
En nuestro país, la "cultura académica" desde siempre "consumió" formas traídas de otras cultur'8.s, pero eso no nos permite afirmar "livianamente" que la historia de nuestra arquitectura sea una mera copia de modelos ajenos o extraños. Pues mucho de lo construido evidencia una clara intención de responder a nuestro paisaje.
Y esto último configura en nosotros una "idea-fuerza". Intentaremos demostrar que, a lo largo de nuestra historia, los mejores arquitectos argentinos, incorporando lo mejor de lo que se producía internacionalmente, demostraron poseer la fuerza creativa y la sensibilidad suficientes como para dar respuestas coherentes a lo que su concreta cultura les proponía.
La historia de nuestra cultura arquitectónica, lejos de ser la "historia de la dependencia", es la historia de la construcción de una vigorosa cultura nacional, que, "abierta al mundo;'se ha demostrado capaz hasta el presente de no perder su contenido esencial.
NOTA: A los efectos metodológicos y para acotar el amplio campo sobre el tema, limitaremos el estudio a Capital Federal y Gran Buenos Aires.
(1) Ramón Carrillo. "La Teoría del hospital".
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SINTESIS HISTORICA 1880-1943
LA GENERACION DEL OCHENTA
Los prigwros proyectos que plantean una "cierta idea de nación" aparecen lue• go de las luchas por la emancipación.
Uno de ellos procura establecer vínculos con las grandes potencias hegemónicas, en la medida en que se consolide un orden interno que garantice la continuidad de nuestra cultura. Es el Federalismo de Dorrego y otros, que conduce políticamente Juan Manuel de Rosas.
El otro proyecto es el promovido por min-orías unitarias, que ponen el acento en la necesidad de acceder al mundo del "progreso" de la ciencia y de la técnica y la ciencia europeas, pero que, debido al apresuramiento con que quieren lograrlo, no toman en cuenta la realidad de la comunidad donde se encuentran.
El primero en intentarlo es Rivadavia, que tiene que dejarlo en manos militares, -Lavalle Paz-, debido a que es inoperante para contener la reacción popular que ha generado. La colisión de ambos proyectos produce largos. años de luchas intestinas: es la etapa de las guerras civiles.
Juan Manuel de Rosas es el verdadero organizador de la integración naéional, pero la instancia institucional va a quedar a cargo de los unitarios.
La prueba más clara de ello es que la Constitución Federal, por la que Rosas luchó toda su vida, fue puesta en vigencia por los unitarios en 1853.
El proceso que lleva a la práctica la propuesta unitaria se conoce como el Proyecto Liberal de la Generación del Ochenta. A través de él se incorpora el país al mercado mundial y se consolida definitivamente su institucionalización.
En lo cultural, el proyecto quiebra con la tradición hispánica representada por el caudillismo para tomar como modelo la cultura europea, bajo su forma anglo-francesa. Recién con Ricardo Rojas y luego con el Revisionismo histórico, empieza la revalorización de la hispanidad, de los caudillos, etc ...
A poco de andar el proyecto degenera en una gigantesca crisis, la del noventa, que marca el momento en que los hombres más preclaros de la generación plantean la rectificación del rumbo extraviado.
Esta rectificación será encabezada finalmente por el Dr. Hipólito Yrigoyen.
Habitualmente suelen confundirse los hombres de la generación del '37, Echeverría, Alberdi, Gutiérrez, Sarmiento, Mitre,
(2) Fernando Suárez. Curso de Historia Argentina.
con la generación del '80, de la que, entre sus más destacados integrantes podemos nombrar a Eduardo Wilde, Lucio Y. López, Lucio V. Mansilla, Miguel Cané, Miguel Angel Carcano, José Sixto Alvarez, Carlos Pellegrini, julio A. Roca, José Manuel Estrada, Pedro Goyena, etc ...
LA UNION CIVICA RADICALEL YRIGOYENISMO
El Yrigoyenismo no plantea una idea de nación contraria o esencialmente distinta de la concebida por la generación del '80; más bien se inscribe dentro de ella y representa a sectores sociales y poi íticos que surgieron como consecuencia directa de ese proyecto .. Pero su poi ítica de Democracia, de voto mayoritario y secreto, indica claramente que el Yrigoyenismo representa una corrección sustancial del proyecto elitista y autocrático liberal.
Y si decimos que esa correccion es sustancial, es porque el acceso a la participación poi ítica de las masas plantea los dos problemas fundamentales que siguen vigentes hasta _nuestros días: por un lado, el de la cultura nacional, y por el otro, el de la justa distribución de la riqueza, el problema de la justicia social.
Estos dos problemas poi íticos van a estar representados intelectualmente en esa época por el nacionalismo y por el movimiento socialista.
"El Radicalismo significaría la integración de lo nuevo que había producido la política de la generación del '80 (la inmensa masa inmigratoria europea) a la vida social y poi ítica del país." (2)
La promulgación de la Ley Saénz Peña expresa institucionalmente esa integración.
LA PRIMERA PRESIDENCIA DE YRIGOYEN
El Yrigoyenismo, primer movimiento nacional contemporáneo, accede democráticamente al gobierno en 1916.
En cuanto a poi ítica exterior, la Argentina ocupa un lugar en el mundo, al que ofrece una propuesta.
La neutralidad en la primera guerra mundial y el no plegamiento al tramposo "Panamericanismo" de los EE.UU., son una prueba de ello.
Yrigoyen plantea así un proyecto de nación independiente que cuenta con el apoyo entusiasta del pueblo.
Orientados desde este proy,ecto de Nación, la obra del gobierno en lo cultural, político, social y económic::o será trascendente.
Nos parece oportuno citar textualmente algunas palabras de Yrigoyen referidas al problema de la vivienda: "Subsiste una situación de inferioridad notoria en las condiciones de habitación, impuestas a los trabajadores por el desarrollo creciente de las ciudades en toda la República, en forma que el conventillo antihigiénico, y en general foco de enfermedades, sigue siendo la única habitación a su alcance, dentro de los recursos de su reducido presupuesto.
A salvar esta situación de verdadero desmedro para los trabajadores que con tan justo título pueden aspirar a gozar de una vivienda sana y hasta cierto punto confortable, tienden los proyectos que hoy, más que nunca, son de impostergable realización".
En esta línea de pensamiento se promulga en 1916 la Ley Cafferata, que "crea la Comisión Nacional de Casas Baratas, primer organismo estatal cuya acción estaba orientada a la provisión de viviendas al trabajador.
LA CRISIS DEL TREINTA
Terminado el período presidencial en 1922, Yrigoyen no designa sucesor como era "costumbre" de los gobiernos anteriores, y el comité de la U.C.R. designa a Marcelo Torcuato de Alvear.
En las elecciones nacionales· triunfa el Radicalismo.
Una vez en el gobierno, Alvear abandona la poi ítica exterior independiente, alineándose a los EE.UU. En el ámbito interno continúa con la costumbre de la oligarquía de formar un gobierno de "notables", hombres de prestigio intelectual, pero sin autoridad poi ítica.
Esta postura indign¡ a las bases radica-· les, que, fieles a la conducción de Yrigoyen, lo reeligen como candidato presidencial para las elecciones de 1927.
Es en este momento cuando Europa vive la llamada "Crisis financiera de los años treinta" que va repercutir en nuestro país, gobernado por Yrigoyen nuevamente, quien había triunfado con el 68% de los votos.
Las causas de la crisis se pueden rastrear hacia 1880, cuando en el marco de la economía liberal, las industrias europeas y· norteamericanas compiten entre sí.
Para abaratar costos amplían las industrias, requiriendo más capital financiero: "Se produce más de lo que se consume. Las empresas ineficientes cierran, se genera desoéfJpación y, por lo tanto, cada vez se consume menos, los bancos no recuperan los créditos porque las fábricas cierran y el sistema se derrumba en todas las naciones". {3)
Esto trae aparejado una gran concentración de capital y de allí en más, 1<~: li" bre competencia entre industrias será reemplazada por la planificación; muere el liberalismo clásico. Si no planifican los estados. lo hará el capital financiero por ellos". (3)
El concepto aún no había sido aplicado por los estados en la estructura económica liberal capitalista; recién luego de la crisis del treinta, las potencias europeas comienzan a planificar sus economías, tal como lo había hecho Stalin en la U RSS. El Nacionalsocialismo alemán y el Fascismo italiano utilizan este modelo. En los EE.UU. Roosevelt oa a conocer el New Deal, con el cual el capitalismo anárquico cede lugar a un capitalismo de rigurosa planificación, nunca más abandonada desde entonces.
En nuestro país, para resolver los problemas originados por la crisis, se debe contar con los funcionarios técnicamente más capaces. Todos ellos están del lado Afvearista, e Yrigoyen debe formar un gabinete de hombres inexpertos. La presión de la crisis agrava los problemas y el gobierno, sin solucionarlos, se ve inmerso
. en una momentánea parálisis. La situación es aprovechada por un
sector de las fuerzas armadas, que al mando del Gral. Uriburu dan el golpe militar del 6 de setiembre de 1930.
LA DECADA INFAME
El lapso que media entre el seis de setiembre de mil novecientos treinta. y el cuatro de junio de mil novecientos cuarenta y tres, se conoce como "la década infame".
Dos elementos definen esta época: La actitud de los gobiernos de acomodar la política interna a la planificación de los grandes centros de poder y la proscrip- ' ción del pueblo en el ejercicio de la democracia política, a través del fraude electoral.
Queda claro que en un país sin un plan propio y con el pueblo sin participar de las decisiones de gobierno, están
(3) Curso de Historia Argentina. lng. Carlos Gianella.
Don Hipó/ita Yrigoyen
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dadas las condiciones ideales para que se lleve adelante la pianificación de los imperialismos.
Dividiremos esta etapa en tres períodos:
a) El gobierno de Uriburu Uriburu pretende ganar el consenso del
pueblo mediante una administración eficiente por parte de los hombres más capaces. Convencido de que ganaría la confianza de la gente, llama a elecciones piloto en la Provincia de Buenos Aires, y a último momento permite que se presente el Yrigoyenismo. Pero el pueblo ha sabido mantener una tradición de lealtad forjada en cincuenta años de luchas políticas y elige a los candidatos de Yrigoyen.
Ante esta "anormal" situación, el gobierno anula las elecciones "por decreto". Este error le cuesta la pérdida de todo prestigio y credibilidad. Así, un sector de las Fuerzas Armadas, ideológicamente Ji. beral, conducido por el Gral. Justo, ocupa el vacío de poder. Plantea una salida electoral (con el vrigoyenismo oroscrioto) y mediante un evidente manipuleo de las urnas, catapulta al gobierno la fórmula Justo-Roca.
b) El gobierno de Justo-Roca
De aquí en más la oolítica externa de la nación sólo persigue acomodarse a las reglas impuestas por las potencias dominantes.
Esta "infame" situación se institucio· naliza al poco tiempo, cuando los gobiernos argentino y británico firman el Tratado Roca-Runciman. En él se acomoda la riqueza agrícola-ganadera argentina a la planificación del imperio inglés: exportamos carne e importamos productos industrializados del centro imperial, además de entregar el control de los transportes y de las inversiones financieras. Para esto fue creado el Banco Central, presidido por un funcionario inglés.
En Enero de 1935, la Convención Nacional de la Unión CÍvica Radical (conducida por el Alvearismo) levanta la "abstención revolucionaria" sumándose al Fraude Patriótico y en 1937 participa de la Concordancia, de donde surge el gobierno de Ortiz-Castillo.
La concordancia marca la "Traición manifiesta" del Radicalismo Alvearista a las banderas Nacionales y Democráticas lideradas por Yrigoyen.
Frente a esta situación los sectores intelectuales más jóvenes del Radica-
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lismo que habían fundado "Continuidad Jurídica" y la "Juventud del Sur" en el año 1930, dan a luz el 29 de Junio de 1935 FORJA: Fuerza de Orientación Radicattde la Joven Argentina.
Estableciendo de esa manera un hilo conductor desde el Yrigoyenismo hasta el surgimiento del Justicialismo en 1945.
Sus integrantes más destacados fueron: Jauretche, Dellepiane, Juan Al varado, Juan Molesteran, Conrado Miguez, Fleitas, Sanchez Uncal, Raúl Scalabrini Ortiz, Homero Manzione, etc.
Todos hombres del Radicalismo personalista, que ante la claudicación de su propio partido inician una lucha ideológica de indudable trascendencia para la Argentina.
"En cierta manera yo diría que la obra fundamental de Forja tiene cierta similitud con el Mitrismo, pero de signo inverso. Forja, que no se logró como formación poi ítica, triunfó -como aquel en el pensamiento de una época perimida-, en el pensamiento de un nuevo país.
EJ. enfrentamiento actual entre el pensamiento nacional y el de las minorías, al que concurrieron hombres y fuerzas
Conventillo suburbano: mistongómetro porteño, filomishio del ensueño, y el amor a contramano, colmena, nudo gordiano de cien insólitas vidas, club de las patrias perdidas, reópolis nacional, y auténtica sucursal de las Naciones Unidas.
O. M. Punzi
de distinto origen y procedencia, tuvo en Forja el instrumento centralizador y sintetizador". (Arturo Jauretche)
e) Gobierno de Ortiz-Castillo
Cuando en el año 1939 se inicia la 2da. guerra mundial, Ortiz propone decididamente aliarse a los EE.UU. y romper relaciones con el eje Roma-Berlín-Tokio.
El vicepresidente Castillo se opone, porque considera que el negocio de carnes con Inglaterra corre peligro dada la presencia de submarinos alemanes que hunden buques aliados.
Se hacen públicas las discrepancias y un .hecho fortuito determina los acontecimientos: Ortiz queda ciego y muere al poco tiempo.
Ya en ejercicio de la presidencia Castillo persiste en su neutralidad.
En 1943, ante el inminente acto electoral, Castillo decide "designar sucesor". Elige a Robustiano Patrón Costa, caudillo salteño famoso por la injusticia social que reinaba en sus ingenios del norte. Este hecho termina por indignar a la gente, y en este clima propicio, el 4 de Junio de 1943, las fuerzas armadas derrocan al gobierno de Castillo.
LA ARQUITECTURA
SITUACION URBANA EN BUENOS AIRES
Si consideramos que la relación entre el hombre y su circunstancia es análoga a la que une a la arquitectura con su situación y su momento, deberíamos hacer una salvedad en lo que ocurrió en Argentina a fines·del siglo pasado y principios del actual, fundamentalmente respecto del tema habitación para la gran masa de trabajadores e inmigrantes.
Ya sea por errores de previsión o por impotencia de la arquitectura de la época, el quehacer arquitectónico respondía al país ideal, antes que a la preocupación por resolver los problemas del país real. Los grupos que conducían la Nación limitaron sus programas a las obras de recreación y habitación de la élite, a las de administración del Estado y trabajo y a las de circulación y depósito de los productos de importación.
El proyecto liberal tenía como uno de sus objetivos básicos fomentar la inmigración europea, pero ésta, lejos de "poblar el desierto" tendió a superpoblar la ciudad, que naturalmente ofrecía las mejores posibilidades habitacionales -en términos de vivienda, servicios públicos, transporte, trabajo y recreacióntanto para los extranjeros como, aunque en menor medida, para los llegados del interior.
La Buenos Aires de los años ochenta (lo que actualmente es el centro) estaba conformada por las parroquias de Catedral, Montserrat, San Miguel, San Nicolás y Piedad, con arrabales que se extendían hacia el norte y el sur abarcando San Cristóbal, Balvanera, Corrales, Socorro, Pilar, Palermo, San Telmo, Concepción, San Juan Evangelista y Santa Lucía. En este marco urbano de caserones coloniales y quintas criollas comenzaron a estructurarse los fenómenos culturales, poi íticos, sociales y económicos que configurarían la nueva imagen urbana argentina.
De la Gran Aldea se pasa al mundo moderno, con el entusiasmo propio de un progreso sin pausa.
Surge la gran ciudad y con ella el alza vertiginosa del valor de la tierra urbana. Comienza el parcelamiento indiscriminado y la colocación de lotes al mejor postor. La fragmentación de la cuadra es llevada a su máxima expresión en los lotes de 1 O varas (8,66 m.) de frente.
Como ejemplo de la partición especulativa de la tierra encontramos la casa
"chorizo", cuyo origen se remonta a la división por el eje central de la vieja casa colonial de tres patios.
El litoral agreoexportador argentino conoce esta-.etapa de crecimiento demográfico urbano entre 1880 y 191 O, pero estos fenómenos ocurren con anterioridad al proceso de industrialización como consecuencia de la sustitución de importaciones. Como ejemplo pueden citarse a Rosario y Buenos Aires, aunque en el caso de esta última debe agregarse la instalación en ella del gobierno central como factor de crecimiento.
La particular génesis de nuestras ciudades está determinada, entre otras causas, por el papel asignado a nuestro país dentro de la división internacional del trabajo, al cual adhirió entusiastamente la élite dominante. Así, los nuevos temas en arquitectura surgen de la singular visión de la realidad que tenía el liberalismo.
La élite, como grupo institucionalizado en el poder, formula sus programas atendiendo más a valores de referencia que a exigencias funcionales. Se recrean los temas europeos: el palacio, el club, el teatro, la residencia de veraneo, la sede del diario, etc ...
El Estado realiza las obras que afirmen en el espacio los principios que la Constitución refiere en el papel: Casa de gobierno, la legislatura, los tribunales, la municipalidad, la biblioteca, el hospital, la escuela, el puerto, etc ...
Pero la inmigración reclama el tema universal, inmediato e indispensable, la vivienda. La multiplicación de las casas "chorizo", las viviendas de chapa de la Boca (resultado del esfuerzo propio del inmigrante) e incluso la casa de renta, no dan respuesta suficiente. El arquitecto está ausente, el gobierno apenas se ocupa del problema. Es entonces cuando surge ese peculiar producto cultural y socioeconómico: el legendario conventillo porteño con su antesala, el célebre hotel de inmigrantes.
Año Cantidad de Cantidad de conventillos habitaciones
1880 1.770 24.023 1883 1.868 24.465 1887 2.835 -1890 2.249 37.603 1898 1.914 1904 2.462 43.873
LA HABIT ACION POPULAR - EL CONVENTILLO
El conventillo es un tema absolutamente concreto y estrictamente racional, ya que surge como subdil(isión de la típica casa colonial hacia mediados de siglo XIX. Pero lo definimos como "producto cultural", porque por enCima de cualquier análisis técnico o arquitectónico que nos propusiéramos, emergerían valores como la solidaridad, que de un modo u otro estructura la idiosincrasia común de sus habitantes y además, caracteriza sus espacios.
También acompañaron al conventillo las casas de renta. Estas construcciones, destinadas a los sectores medios de la población, denotan la intervención del arquitecto en las elaboradas y casi siempre presuntuosas fachadas, pero sin que esto implique una mejor solución de sus espacios internos. Estas casas eran construidas por capital privado con el fin de alquilarlas, sin inscribirse dentro de un plan general.
En cuanto a los nativos llegados del interior, podemos decir que fueron los ranchos de la periferia de la ciudad, ubicados en las zonas bajas e inundables, su forma de asentamiento más frecuente.
Pero es el conventillo el que más auge tiene desde que se convierte en un negocio que deja excelentes ganancias, y al que forzosamente tiene que acudir el inmigrante de menores recursos como respuesta a su urgente necesidad de techo. En este aspecto es importante señalar que ninguna ley protegía a los locatarios, quienes pagaban casi un tercio de su salario por el alquiler de una habitación.
Una prueba elocuente de la importancia del conventillo como solución a la masiva demanda de vivienda y como determinante, en gran medida, de nuestra fisonomía urbana, lo da el siguiente cuadro de la situación poblacional en Buenos Aires: (4)
Cantidad de Población total habitantes de la ciudad
51.915 286.700 61.156
116.167 437.875 97.743
138.188 950.891
(4) Guillermo Rawson. "Escritos y Discursos". Estadísticas Municipales. Censo de 1904.
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ANTECEDENTES LEGALES Y ARQUI· TECTONICOS DE LA VIVIENDA DE INTERES SOCIAL
Hacia fines del siglo pasado, el grave fenómeno de concentración urbana experimentado en la ciudad y la existencia de insalubres conventillos, generó una situación de peligro desde el punto de vista de la salud pública.
En este contexto, no resulta casual que fueran Jos higienistas -al igual que en Europa- Jos primeros en preocuparse por el problema de la vivienda obrera en Buenos Aires. Como ejemplo pueden citarse los escritos de Samuel Gache, Guillermo Rawson y Eduardo Wilde, quienes se la· mentan de las malas condiciones sanita· rías y morales de Jos habitantes de con· ventillos y barrios marginales.
Pero detrás de sus ideas humanitarias, puede advertirse también el temor que representaba la existencia de focos de epidemia que podían difundirse a toda la población, afectando inclusive a las clases dominantes.
Por estos motivos llaman la atención de Jos poderes públicos para que interven· gan en favor de Jos desposeídos; aunque la ideología liberal de la generación del '80 se había pronunciado contra la me· diación del Estado en materia habita· cional.
El único antecedente previo al fin de siglo fue un conjunto de 60 unidades de viviendas para obreros que construyó la Municipalidad por iniciativa de Torcuato de Alvear. Pero esta propuesta no cumplió su cometido, ya que por el elevado precio del alquiler sólo estuvo al alean· ce de empleados de ingresos medios. Par· te de este barrio, el primero de viviendas económicas, se conserva detrás de la ac· tual Facultad de Ingeniería.
En 1905 se sanciona la primera Ley Nacional referida a la vivienda, según la cual se autoriza al Municipio de Buenos Aires a emitir títulos para la construcción de casas para obreros en terrenos fiscales.
Como resultado de la aplicación de es· ta ley se construyen dos barrios: el llamado "Barrio Bu teJer" (1907) y el barrio "Pa· tricios" (191 0). El primero de ellos, ubicado en la manzana de Cabo, Senillo· sa, Zelarrayán y Av. La Plata, cons· taba de b4 viviendas individuales. El se· gundo, ubicado entre las calles Cachi, Arena, Aconcagt,~a y San Francisco, se implantó sobre terrenos de propiedad mu-
nicipal y comprendía 116 viviendas indi· viduales. Estos barrios representan las pri· meras realizaciones del Estado en materia de vivienda popular, concretados a través de la ácción municipal.
También la Municipalidad firma en 1913 el primer contrato con la Compañía de Construcciones Modernas, según el cual debían construirse un total de 10.000 casas para ser vendidas a "empleados", obreros argentinos y obreros extranjeros".
La base del convenio estaba dada por la supresión de impuestos aduaneros para Jos materiales de construcción y por los préstamos otorgados por la Municipalidad.
Sin embargo, el Convenio no dio resultados concretos por incumplimiento de la Compañía, que sólo construyó 5.000 viviendas. (5)
Por otra parte, es importante mencio· nar la acc:ión de fomento a la construcción, desarrollada a través del Banco Hi· potecario Nacional. Esta se concreta a partir de la reforma a la Carta Orgánica, instituyéndose préstamos especiales de edificación para la construcción de vivien· das obreras. Los créditos fueron otorga· dos hasta 1915, momento en que las per· turbaciones económicas y financieras ori· ginadas por la 1 ra. guerra mundial, signi· ficaron la paralización de las actividades del banco.
Todos estos intentos aislados no resuelven integralmente el problema de la habitación popular, y por lo _tanto, resultan tímidas reformas frente a las luchas de Jos sectores obreros, que comienzan a incluir la vivienda como una más entre sus reinvindicaciones.
LA LEY CAFFERATA
En este contexto, surge la oportuna Ley Nacional de Casas Baratas, promulga· da en 1917, y puesta en vigencia en momentos de verdadera crisis de vivienda en el país, debida a su insuficiencia, a la ca· restía de la construcción y a la despreocupación pública por el tema.
La ley, originada en un proyecto del diputado católico Juan Cafferata, es clara en sus objetivos: dotar al obrero, al empleado y a Jos hombres de escasos recursos de una vivienda cómoda e higiénica, financiándoles un alquiler barato y aún la posible adquisición de la misma.
Sintetizando, el espíritu de la ley apunta a la dignificación de la familia, asegu-
randa a sus miembros un sano ambiente moral y físico como contrapartida a la vi· da en tugurios y conventillos.
La Ley Cafferata, en su 1er. artículo, establece la creación de la "Comisión de Casas Baratas", primer organismo oficial encargado de solucionar el problema de la vivienda popular.
Antes de explicar Jos alcances de esta ley, es necesario citar la definición que es· tablece su artículo 9: "Serán consideradas casas baratas a Jos fines de la ley 9.677, las casas individuales o independientes y las casas colectivas o departamentos que construya la Comisión Nacional de Casas B¡tratas o que se construyan por su orden, de acuerdo con las prescripciones de la ley 9.677 y de sus reglamentaciones" ...
Pero también la ley considera dentro de esta definición a las casas construídas por particulares o empresas que reúnan ciertas condiciones: que estén situadas en parajes cercanos o de fácil acceso a lu· gares de concentración obrera; que sean destinadas, alquiladas o vendidas a persa· nas establecidas por la ley; que el precio de venta o alquiler esté dentro del 1 ímite que fije la Comisión y, finalmente, que encuadren dentro de las prescripciones generales en cuanto a su construcción y explotación.
A este respecto, se establecen clara· mente en su articulado las características constructivas que deben reunir estas casas, puntualizando además la preferen· cia de emplazamiento en zonas provistas de la infraestructura necesaria (red cloaca! y aguas corrientes). En Jos casos en que dichos servicios no existan previamente, la ley especifica que deben realizarse a tal efecto.
La preocupación por determinar mate· riales, aislaciones, alturas y dimensiones mínimas, normas de ventilación e ilumi· nación convenientes nos remite a Jos prin· cipios higienistas europeos de siglo XIX y a la necesidad de implementar una edifica· ción barata, pero que responda satisfacto· riamente a dichos principios.
Podemos sintetizar las dos líneas de ac· cción previstas de la siguiente forma:
a) La acción directa, a través de la inver· sión de Jos fondos propios de la Comisión, destinados a la construcción de viviendas para ser vendidas ó alquiladas a "obreros, jornaleros y empleados de pequeños sueldos". (6) b} El estímulo a la iniciativa privada, a través de créditos y liberaciones impositi·
(5) Entre estas viviendas encontramos las de los barrios Segurola, Nazca, Tellier · Liniers, Parque Chacabuco, y Bonorino. Cuando en 1929 se rescinde el contrato entre la Compañía y la Municipalidad, estos barrios pasan a propiedad de esta ultima, directa ejecutora en materia de vivienda popular. Las viviendas de estos barrios hoy son conocidas, genéricamente, como "casas municipales".
(6) En este sentido, es importante remarcar las facilidades otorgadas a los interesados: la deuda se cancelaba en 23 años y 2 meses, es decir, 278 cuotas.
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vas, siempre que se ajustaran y contribuyeran a los fines'de la ley.
Los fondos con que contaba la Comisión para la realización de las obras provenían de los ingresos recaudados en las corridas de los días jueves en los hipódromos. La otra fuente de ingresos, el presupuesto nacional que debía ajustarse anualmente, resultó verdaderamente insuficiente.
Por este motivo, hacia 1923 los fondos propios de la Comisión se habían agotado con la construcción de los primeros conjuntos de viviendas: el barrio Cafferata y dos casas colectivas, Valentín Alsina y Bernardino Rivadavia.
Posteriormente, la acción de la Comisión Nacional de Casas Baratas siguió en un nivel de actividad mínimo y sin dotación de fondos para su desenvolvimiento.
Entre 1915 y 1943 había construido sólo 972 unidades, entre casas individuales y departamentos, además de las 5.000 viviendas municipales que se acogen al régimen de la ley 9.677.
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CUADRO SINTETICO DE LAS OBRAS REALIZADAS
OBRAS DE LA COM ISION DE CASAS BARATAS
Nombre de la obra Tipo de vivienda Ubicación
Casa Vaf~tín Alsina Colectiva Caseros y 24 de Noviembre
2 Barrio Juan Cafferata Individual José M. Moreno, Estrada y Riglos
3 Casa B. Rivadavia Colectiva Defensa 767
4 Barrio M. T. de Alvear Individual Juan B. Alberdi, Directorio, Colectiva Lacarra y Olivera.
S Barrio G. Rawson Individual Tinogasta, Espinosa y Zamudio. Colectiva
6 Casa América Colectiva San Juan 270
7 Casa Patricios Colectiva 24 de Noviembre 2240
8 Casa M. Rodríguez Colectiva M. Rodríguez y Pedro de Men-doza.
OBRAS DE LA COMPAÑIA DE CONSTRUCCIONES MODERNAS
9 Barrio Emilio Mitre
1 O Barrio Varela-Bonorino
11 Barrio Tellier-Lin iers
12 Barrio Nazca
13 Barrio Segurola
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E. Mitre, Asamblea, Centenera y Zuviría.
Bonorino, Av. del Trabajo, Nepper, Santander, Navarro VioJa, Asamblea, Av. Varela, Renan, Av. del Trabajo, Pedernera, Rivera lndarte, Av. F. Bilbao y Espartaco.
Tellier, Falcón, El Mirasol, Palmer, Moreno, León Suárez y Boquerón.
Nazca, Jonte, J. A. García y Cuenca.
Segurola, César Díaz, San Bias, Sanabria y M. Cervantes.
OBRAS DE LA MUNICIPALIDAD
14 Barrio Los Andes Colectiva Leiva, Rodney, Concepción Arenal y Guzmán.
OBRAS DE ENTIDADES PRIVADAS
15 Barrio Arzobispo Espinosa (Acción Católica Argentina}
Colectiva Barrio de Barracas (Cap. Fed.}
16 Casa Colectiva en Flores Colectiva Gavilán y Verbal (Acción Católica Argentina)
17 Barrrio en Quilmes Individual Quilmes Pcia. de Bs. As. (Cervecería Quilmes}
18 Barrio en Remedios de Escalada Individual Remedios de Escalada Pdo. de (Ferrocarril del Sur} Lanús. Pcia. de Bs. As.
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Vista parcial de la fachada sobre A venida Caseros, con el arco monumental qúe enfatiza el acceso.
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o El esquema de partido en planta muestra
la imagen de la casa romana de dos patios. Estos últimos, no se hallan vinculados
visualmente, por lo que se observa la inexistencia de fluidez espacial.
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En este esquema de planta se verifica un eje de composición (pero no de simetría), que remata en la fachado principal de la escuela.
Aqul se observo la disposición de los viviendas y el remate del pasaje en lo fachado principal de lo escuela.
INTRODUCCION AL ANALISIS DE LAS OBRAS DEL PERIODO
CASA VALENTIN ALSINA (1919)
Es una vivienda colectiva de planta baja y 3 pisos altos con un total de 67 unidades e infraestructura comercial en el basamento.
Está implantada como un edificio exento con una. lectura de manzana independiente.
La planta ·responde al esquema tradicional de casa de dos patios, evidentemente extraído del catálogo tipológico de los manuales de la Academia.
Los enormes patios están concebidos con la proporción del edificio y sus solados son utilizables, en gran medida, para actividades recreativas y comunitarias.
La majestuosidad del acceso, la simetría: que ordena compositivamente el partido y la aplicación del repertorio de los órdenes clásicos, emparenta!) esta obra con la corriente eclecticista europea, introducida en nuestro país por la Generación del '80. Estas características hacen que la imagen se asocie a la del edificio público y hoy resulte difícil reconocerla como vivienda.
BARRIO JUAN F. CAFFERATA (1921)
Ubicado en el barrio de Parque Chacabuco, está delimitado por las calles Asamblea, José M. M.oreno, Riglos y Estrada. Es obra del Arq. Pirovano. Consta de 160 viviendas individuales, implantadas en loteos tradicionales.
El centro de la composición es una manzana ovalada donde predomina el verde y se ubica una escuela, construída en la misma época que las viviendas.
La Unidad de vivienda es de gran superficie propia. Está resuelta en dos plantas con tejados a varias aguas, jardines y fachadas que, en conjunto, refieren estil ísticamente al chalet de tipo inglés o normando, como imagen, casi obligada en aquella época, de lo que "debía ser" una casa digna.
CASA BERNARDINO RIV ADAVIA · (1922)
Es una casa colectiva de 41 departamento distribuídos en planta baja y tres pisos altos. La planta se desarrolla en tres bloques entre medianeras separados por exiguos patios de aire y luz.
Se detecta la intención de resolver cuantitativamente el problema de la vivienda de interés social: bloques compactos y escasas expansiones con el objetivo de lograr un mayor aprovechamiento del terreno.
La fachada, conformada por elementos del lenguaje académico, está resuelta compositivamente como basamento, desarrollo y remate.
BARRIO MARCELO T. DE ALVEAR (1923-1940)
Consta de 127 viviendas individuales, constru ídas entre 1923 y 1926, y de viviendas colectivas con 128 departamentos constru ídos entre 1939 y 1940.
Viviendas individuales: se trata de un conjunto de "chalets" implantados sobre un loteo tradicional. En él se diferencia netamente lo público (calle) de lo privado (fondo del lote); no existen espacios de orden comunitario. La configuración de las manzanas recuerda los planteos pintoresquistas ingleses.
Viviendas colectivas: Son bloques de planta baja y dos pisos altos reunidos en torno de un espacio semiprivado. Este espacio central posee una abundante y cuidada vegetación con lugares de estar y un tendedero común a todos los departamentos, que funciona como el corazón del conjunto.
Los bloques recuerdan estil ísticamente el premodernismo europeo, pero poseen detalles formales inéditos, como por ejemplo el tratamiento de las escaleras de acceso a los pisos superiores.
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Se verifico lo propuesto académico al destocarse el basamento comercial con un olmohodil/odo,
el desarrollo con tres niveles de viviendo y el remate con cornisas y frontis.
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Esto obro del Arq. Piro vano, construido en dos etapas, denoto lo variación del criterio urbanístico en lo disposición en tiro de los viviendas colectivos.
Izq. Lo unidad logrado está dado por los retiros uniformes de los cosos alineados. A su vez, lo diversidad es consecuencia del carácter propio otorgado por cado familia o su viviendo. Der. Visto de los fachados de lo viviendo colectivo, donde se denoto el carácter austero de los mismos.
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Arriba. Detalle de un pasaje donde aún se observan algunas viviendas originales.
Der. Detalle desde la pérgola hacia uno de los patios, al fondo un sector de las viviendas.
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1. Individuales
2. Colectivas
r-Vl(Ci.U 8 C OM U N 1 CAcn1litE~-La planta sugiere un planteo pintoresquista. Los límites del terreno determinan que las calles no tengan salida, lo que da al barrio condición de estanco. Nótese la disposición en tira de las viviendas colectivas.
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Izq. Detalle de vivienda individual en esquina donde se destaca el carácter suburbano dado por los jardines a la calle.
Der. Bloque de viviendas colectivas.
A la izquierda el tanque de agua que
alimenta el conjunto.
BARRIOS DE VIVIENDAS INDIVIDUALES DE LA COMP Al'iliA DE CONSTRUCCIONES MODERNAS (1920-1930)
Están ubicados en diferentes lugares de la Capital Federal. En todos ellos se repite la misma tipología de vivienda, conformando manzanas tipo "tallarín" y originando una particular fisonomía úrbana.
a) BARRIO TELLIER-LINIERS b) .BARRIO NAZCA. e) BARRIO V ARE LA BONORINO. d) BARRIO EMILIO MITRE. e) BARRIO SEGUROLA.
(En las sigyientes páginas de este trabajo se estudiará en profundidad esta tipología urbana en uno de los barrios detallados, análisis que se hará extensivo a los otros, ya que poseen similares características.)
BARRIO PARQUE LOS ANDES (1928)
(páginas más adelante se encarará el análisis .de este barrio en forma amplia y detallada.).
BARRIO GUILLERMO RAWSON (1928-1934)
Ubicado en el barrio de Agronomía, está delimitado por las calles Tinogasta, Espinosa y Zamudio. Es un barrio de 1 04 viviendas individuales construídas entre 1928 y 1933 y bloques de viviendas ~olectivas que totalizan 72 departamentos que datan de 1934.
La forma de las manzanas y la traza de las calles recuerdan también los esquemas pintoresquistas.
La viviendas individuales se resuelven en planta baja y un piso alto con techos a varias aguas, en clara alusión al "chalet" tipo inglés.
Los bloques de unidades colectivas son de formas cúbicas netas, con el acceso y un cuerpo saliente como centro de la composición de fachada.
CASA AMERICA (1937)
Es una vivienda colectiva de 95 unidades que presenta un partido simétrico clásico en forma de U abierta hacia la Avda. San Juan, siguiendo las líneas municipales y tomando las esquinas.
El espacio central que contiene los accesos a las vivie11das está parquizado y es como una prolongación del espacio urbano público en el interior del conjunto.
El criterio compositivo es académico {acceso principal en el eje de simetría) pero el lenguaje está emparentado con el expresionismo alemán, una de las corrientes que . dió origen al Movimiento Moderno.
CASA MARTIN RODRIGUEZ (1942)
Es una vivienda colectiva de 141 unidades en planta baja y 5 pisos altos con ascensor a partir del 1 o piso.
Presenta un partido de bloques "en peine" que da lugar a patios orientados al Noreste, donde se ubican los accesos.
Tiene departamentos amplios y en general bien iluminados. El lenguaje es propio del Movimiento Moderno pero la forma en que el edificio se inserta en lamanzana respetando sus 1 ímites, no coincide con los postulados urbanísticos de esta corriente arquitectónica.
Hasta aquí hemos abarcado muy sintéticamente la descripción e interpretación de la mayoría de las viviendas de interés social construídas en Buenos Aires en este período.
Pero para establecer en forma más clara la visualización de los supuestos que nutren este trabajo, resulta indispensable profundizar en algunos de los ejemplos antes mencionados.
Elegimos entonces dos obras significativas: el Barrio Segurola, como ejemplo de agrupación de viviendas individuales en una tipología urbana que está diseminada por toda la Capital Federal; y el Barrio Parque Los Andes, donde la resolución de una vivienda colectiva conlleva una interesante propuesta urbana y una particular creación arquitectónica.
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La particular parquización del patio hace que este conjunto sea identificado claramente en
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una imagen homogénea.
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A la izquierda, planta de ubicación donde se observa la inserción del barrio en el damero de Bs. As.
Abajo. Planta de techos de la manzana original dividida en 4 tiras típicas de viviendas apareadas.
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Se observa aquí la lectura de "calle corredor" y la "humanizada" escalo peatonal.
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BARRIO SEGUROLA:
El conjunto Segurola, ubicado en el barrio de Floresta, está delimitado por la Avda. Segurola y las calles César Díaz, Mercedes, San Bias, Sanabria y Magariños Cervantes.
Consta de aproximadamente 680 viviendas individuales de PB y 1 o Piso, que se repiten indiferentemente a_ lo largo de la cuadra e inclusive en los remates de esquina. Los lotes poseen una superficie de 75 m2. y 95 m2. en mitad de cuadra y esquina, respectivamente. Fue construído alrededor de 1926 por la Compañía de Construcciones Modernas, desconociéndose el/los profesionales intervinientes en el proyecto.
- Las dimensiones de los lotes son con-secuencia de la partición pragmática de la manzana tradicional de Bs. As. (6) con el solo objetivo de lograr un alto aprovechamiento del terreno en viviendas individuales.
Resultan entonces predios de 8,66 x 8,66 mts., alineados y separados también por la misma distancia entre ambas líneas municipales.
La yuxtaposición de las viviendas que conforman tiras, y la particular relación ancho - alto del espacio urbano (7) público originan la configuración de la"calle corredor': donde las hileras de árboles que otorgan escala peatonal y el perfil de fachada ordenado y continuo colabora a definir esta imagen. Creemos que esta caracterización espacial no ha sido propuesta como pauta de diseño por los proyectistas.
La calle es protagonista de la vida comunitaria, no por vía de la propuesta proyectual, sino porque las actividades sociales y recreativas se dan de hecho en ese lugar.
(6) La tradición de la trama urbana de Buenos Aires se remonta a las ciudades diseñadas por Hippodamos de Mileto en el siglo V A.C. para las colonias griegas del Asia Menor, pasando por el esquema axial de los Castro Romanos (Cardo y Decumano) que, introducido en España, llega a nuestras tierras a través de la reglamentación de las Leyes de Indias.
(7) Desde el punto de visto físico, entendemos al espacio urbano como el espacio libre contenido entre volúmenes edificados, ya sea éste público (en la calle) o privado (en el lote).
'Este protagonismo también es explica· ble si se tiene en cuenta la carencia do espacios apropiados para uso recreativo en el propio lote, ya que los patios del contrafrente, por su función, son sólo asi• milables a los .contemporáneos "aire Y luz" (estos patios significaron una impor· tante mejora en la calidad de vida, si los comparamos con las que ofrecían las ca• sas de rentas o los conventillos).
Este bar;rio, como otros similares, se integran paulatinamente al carácter de la ciudéld que va rodeándolo.
La aparición del automóvil con su carga de ruidos y contaminación no lo perturba, pues la estrechez de las calles y su condición de "cortac'as" reducen la velocidad de tránsito. Los colectivos no po· seen paradas en los pasajes, ni existen ac· tividades comerciales.
Por lo tanto, en la actualidad, el redu· cido flujo vehicular y peatonal ocasiona· do por las condiciones descriptivas no modifican ese clima tranquilo original, propio para el desarrollo de las relaciones comunitarias.
La armónica insen;ión en la trama y. e! tejido de Bs. As. y la recreación de la "calle corredor"'como características destacadas de estos barrios, están dando respuestas acertadas a nuestra particular forma de concebir el espacio urbano. Creemos que ésta es la razón que explica su vigencia actual.
La unidad de vivienda se repite cuatro veces mediante 2 operaciones geométricas: 1 o, por simetría especular y 2° por traslcrción. La macrocélula resultante vuelve a· trasladarse sobre un eje y desarrolla la tira de manzana. Los espácios urbanos internos que se generan son los patios de aire y luz, materializados por el aporte de los pequeños patios de cada. una de las unidades.
El agrupamiento de viviendas se percibe desde la calle como una sucesión de llenos y vacíos qlle reconstituyen virtualmente la tira.
Este ritmo es consecuencia de una intención de diferenciación volumétrica según una escala de valores. En la composición ctásica, los espacios se jerarquizan interna y externamente según su importancia significativa, por eso las zonas sirvientes (baño, cocina, habitación de servicio) poseen menos altura· y están retrasadas respecto a fa línea municipal, mientras que las zonas servidas (habitaciones) aparecen avanzando hasta la vereda y destacándose por su mayor altura y proporción.
Arriba. Apareamiento de 2 viviendas en esquino
Con sólo un giro de 9()1> respecto o Jos unidades de mitad de cuadro se
logro un aceptable remate de manzano.
Der. En lo viviendo se aprecio lo diferenciación
volumétrica entre espacias de uso y espacios de
servicio.
Abajo. Vista dr: lo calle Sanabria. 51! percibe Jo
rítmico secuencio volumétrico y lo
recomposición virtual del plano de fachado
sobre L.M.
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Vista parcial de la fachada donde se verifica el lenguaje austero_ que se ha utilizado.
Detalle de las rejas y la puerta de hierro forjado.
Viviendas en las que se han operado acentuados cambios estilísticos.
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El volumen de habitaciones presenta diversos remates que, tímidamente, intentan distinguir y otorgar identidad a cada vivienda.
Frontis o cornisas clásicas, barrocas, medievales, etc. que, conjuntamente con la incorporación de otros elementos como verjas, muros sobre L.M. etc., configuran un universo de formas y recursos que ofrecen referencias culturales tanto al por porteño como al extranjero integrante de la gran masa inmigratoria absorbida por la Argentina.
El lenguaje determinado por la utilización de técnicas y materiales está fuertemente condicionado por la reglamentación de la Ley Cafferata como respuesta a requerimientos de economía y sencillez constructiva. Se trata entonces de la implementación de un lenguaje de fachadas lisas, sin ornato y de volumetrías netas, ligado a la arquitectura utilitaria y emparentado a la práctica ingenieril.
No se evidencian dementas ni reglas propias de la composición clásica. (8)
La imagen de las casas se ha visto modificada en el tiempo por dos razones fundamentales: la primera es la consecuencia a nivel de la fachada de los cambios funcionales introducidos en el interior, y la segunda es la necesidad significativa de los sectores intermedios de la comunidad que van accediendo a la propiedad de unidades en este barrio.
Por esto último, encontramos materiales que aluden a cierto "prestigio" social. Ladrillo visto, piedra y maderas lustradas, se combinan recreando estilos "mediterráneos", "ingleses", "coloniales", o "modernos".
Pero, ya sea en la vivienda original o con modificaciones, no se ha alterado la imagen frente al tema. A ningún transeúnte, pretérito o presente, se le ocurriría pensar que estas construcciones no sean otra cosa que viviendas.
( 8) Por ej.: era norma en la composición clásica el uso de la simetría: Ubicado el acceso enfáticamente en el centro de la fachada el resto de los elementos se subordinaba a él.
( 9) Ley de Casas Baratas. Art. 10, Inciso 7: "La altura de los pisos será como mínimo 3,00 m, en los pisos altos. Los pisos bajos tendrán como mínimo 3,60 mts., en las casas colectivas y 3 mts. en las individuales." Art. 10, inciso 8: "las dimensiones de las habitaciones se determinarán sobre la base mínima de 6 m2. por cada persona adulta y 3 m2. por cada niño menor de 12 años que los ocupen, pero en ningún caso la superficie de cada habitación podrá ser inferior a 9 m2.
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Las dimensiones de los locales, las superficies y las alturas libres están reglamentadas por la Ley Cafferata (9) en función de establecer las condiciones mínimas para una vivienda digna e higiénica.
Ese esquema funcional de la vivienda se estructura sobre la base de una espina central circulatoria que sirve a locales yuxtapuestos ubicados a ambos lados de ella.
Permanecen aún las puertas entre locales, como opción de paso directo que prescinde de la circulación exterior a las habitaciones.
La existencia de la cocina y el baño en el interior de la vivienda sólo es posible gracias a la incorporación en la construcción de los avances científicos logrados entre fines de siglo XIX y comienzos del XX, en materia de mecánica de los fluídos, electricidad y química aplicada (aparición de inodoros sifónicos, calentadores eléctricos, etc.).
La flexibilidad funcional, debida a las importantes dimensiones de los locales y a la gran altura interna aprovechable, hace que una tipología de vivienda que data de otro tiempo y probablemente de otro medio, haya podido adaptarse a nuestros usos y costumbres. (10)
Los cambios y mejoras más usuales se pueden clasificar en: a) Cambios por reinterpretación de uso:
ampliación de la cocina para posibilitar que se coma en ella, no sólo se cocine, fusión del estar comedor en un solo espacio, incorporación de un baño en planta alta donde existía un pasillo, etc.
b} Cambios por crecimiento. Ampliación de la pequeña habitación del entrepiso; construcción de balcones y terrazas; ubicaCión de una escalera exterior para destinar cada piso a una vivienda independiente (2 familias) etc.
(1 O) Creemos que la cultura, en el ámbito espe, cífico de los usos y costumbres, debe calificar y definir las dimensiones y relaciones entre los ambientes. Podremos acceder al diseño de cualquier espacio habitable desde la determinación científica de las medidas y superficies necesarias. En este campo contamos con útiles ciencias auxiliares como la ergonomía y la ergonometría. Pe
·ro lo funcional, lo físico, no "es" en sí mismo, sino que está subordinado al orden cultural. Por eso, sólo la correcta interpretación de un modo de vida va a garantizar un óptimo resultado desde el punto de vista de la comodidad y la funcionalidad.
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Planto baja del paquete de 4 unidades de vivienda. La unidad de abajo izquierda es original. En la de arriba derecha se han ejemplificado los cambios más difundidos.
Planta alta. Abajo izquierda es original. Arriba derecha es modificada.
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Como ya dijimos, el Barrio Segurola forma parte de un conjunto de 5 barrios con la misma tipología de vivienda y un mismo sistema constructivo: el tradicional.
Hay un primer intento, entonces, de aplicar una cierta racionalización al sistema constructivo tradicional, ya que el elevado número de viviendas hace posible la estandarización de elementos constructivos, logrando que el costo real sea consecuente con lo exigido por la Ley de Casas Baratas .
Se verifica esta intención en la elección de sólo dos modelos de carpínterías de madera, una exterior y otra interior, la adopción de perfiles 1 para las bovedillas en longitudes constantes, la repetición de estructuras de sostén para los solados de pinotea, las chapas de la cubierta, etc.
Además, el hecho de agrupar 4 unidades de vivienda en un solo paquete constructivo permite el aprovechamiento compartido de los muros.
En la vivienda, baño y cocina forman parte de un solo núcleo húmedo que contempla el conjunto de instalaciones de desagües cloacales, pluviales y de provisión de agua fría.
Sin la red de infraestructura de servicios urbana no hubiese sido posible plantear un uso intensivo del suelo sin caer en problemas de falta de higiene o de contaminación.
A diferencia de barrios construídos en períodos más cercanos a nosotros la economía de medios y la fabricación seriada de elementos constructivos no van en detrimento de las condiciones de habitabilidad sino que, por el contrario, han mejorado la calidad de vida de quienes habitan el conjunto.
Corte constructivo de la fachada de una de las viviendas mostrando variantes del sistema constructivo tradicional. Este "modo de construir" respondió a los materiales existentes con costos accesibles y perduró en el tiempo con algunos cambios. Ha llegado a nuestros días como una respuesta válida y vigente en la resolución de obras concretas.
BARRIO "LOS ANDES"
La Casa Colectiva Parque Los Andes, inaugurada a fines del año 1928, fue el único conjunto que llegó a construirse de los tres concursos municipales realizados entre los años 1924 y 1925 y ganados por el arquitecto Fermín Bereterbide. (11).
La obra se levantó en el barrio de la Chacarita, en una manzana de 13.188 metros cuadrados que lindaba originalmente con una planta incineradora de basura, frente a una enorme plaza que había servido como cementerio durante la epidemia de fiebre amarilla de 1872.
El barrio, emplazado en una zona casi rural que carecía de bordes residenciales, está hoy delimitado por las calles Leiva, Rodney, Concepción Arenal y Guzmán. Consta de doce cuerpos de planta baja y tres pisos, con un total de 130 departamentos (de 3, 4' y 5 habitaciones), cómo así también de 23 locáles comerciales, dos salones de fiestas, biblioteca, hemeroteca y auditorio, que configuran un basamento.
El planteo urbanístico responde al trazado en damero de la ciudad, ya que Bereterbide respeta la manzana como unidad básica de nuestro tejido. Es por esta causa que reconstruye la línea municipal por medio de la edificación· y materializa sus cuatro ochavas, dándole finalmente una forma y un carácter igual a cualquier otra manzana de Buenos Aires.
Esta primera decisión toma real importancia si aceptamos que e1 modelo de 1 íneas municipales continuas, determinadas por elementos arquitectónicos (muros, verjas, etc.), fachadas como telón (12) y fondos de manzana con patios y árboles constituye la matriz espacial tradicional de nuestro tejido urbano.·
Pero si bien Berterbide resuelve el edificio partiendo de ese esquema (bastante usual, por cierto, en esa época), es importante' destacar que su planteo no se agota en el respeto por una tradición urbanística. Existe además una inédita propuesta cuyo punto destacable es la particular resolución del centro de manzana, lugar que Bereterbide concibe como el gran espacio abierto de uso comunitario.
(11) Los otros dos barrios estaban ubicados en el bajo Flores, cerca de la quema, y en el barrio Las Cañitas, de Palermo. Todos respondían al mismo partido arquitectónico, con los ajustes correspondientes a cada emplazamiento y programa en particular.
(12) Se denomina "fachada telón" a la fachada continua y sin. resaltos, donde todos los paramentos llegan a línea municipal conservando. generalmente, alturas uniformes.
A la derecha, planta de ubicación del barrio con su
entorno inmedii:Jto.
·~
Abtljo. Planta de techos. Se aprecia claramente el partido
arquitectónico, con sus tr.es patios ordenados
secuencilllmente según un eje l S . compositivo. • lrno
5 25 50
Vista de una de los esquinas, donde se observa la continuidad de fachada.
0
35
Planto boja. 1- Patio central. 2- Fuente. 3- Pérgola. 4- Deportes. 5- Tendederos. 6- Locales- 7- Auditorio.
Planta alto. 1 -Circulación vertical. 2- Terrazas con pérgolas. 3- Unidad de 3 ambientes. 4 - Unidad de 4 ambientes. 5- Unidad de 5 ambientes.
0
5 25 50 m
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El conjunto responde a un esquema simétrico, cuyo eje principal (el N.E.) remata en una gran pérgola sobreelevada con respecto al nivel de la calle. Es a través de este elemento que Bereterbide relaciona el espacio colectivo del edificio con el Parque Los Andes que está enfrente. Este lado del conjunto no tiene salida por lo que la referencia es únicamente visual, ya que el basamento se mantiene a lo largo de todo el perímetro.
Aunque reconocemos la adhesión en Bereterbide, a la aplicación de algunos principios neoclásicos, fruto de su formación académica, podemos verificar que utiliza esas leyes simplemente como una herramienta para ordenar la composición.
Los diez accesos que posee el conjunto están distribuidos en su contorno y ninguno de ellos coincide, con el eje central de simetría. Por lo tanto, al no operar académicamente disponiendo una fachada principal, una de fondo y dos laterales, consigue que el edificio se inserte con naturalidad, manteniendo la misma secuencia urbana muro-portal presente en cualquier calle de la ciudad.
La simpleza formal de su· volumetría está enfatizada por la fachada continua que lo envuelve tanto hacia el exterior como hacia el espacio interior del conjunto.
Si bien podemos advertir un orden decididamente clásico (13) en la composición de la fachada, que se materializa a partir de un basamento uniforme de ladrillo a la vista, un desarrollo definido por muros lisos, ritmados con vanos de proporciones verticales, y un remate constituído por el tejado superior, el lenguaje utilizado no es precisamente académico.
Las rejas de los balcones, los aleros y las verjas que definen los accesos, los techos de tejas y los materiales empleados están ligados sin duda a nuestra tradición constructiva.
La imagen clara, perfectamente asociable al tema vivienda, hace que los habitantes se identifiquen con el barrio, y ésta es una de las causas del actual estado de conservación después de más de 50 años de vida útil.
Actualmente sólo algunos de los comercios de la planta baja están funcionando. Como no fueron planteados para el abastecimiento específico del barrio, al crecer la ciudad, la avenida Corrientes prácticamente absorbió toda la actividad comercial. Hoy podemos comprobar que los propietarios están "refuncionalizándolos" para transformarlos en viviendas.
(13) En la composición clásica la fachada debía presentar tres elementos: un basamento, de textura fuerte y maciza, un desarrollo, de menor peso visual; y un remate, culminación liviana de formas más libres. El ejemplo tradicional lo constituyen las fachadas de los palacios del Renacimiento italiano.
Arriba. El conjunto se abre hacia el Parque Los Andes, denotando una
clara intención de recuperar visualmente este espacio desde las
viviendas.
Vista desde Leiva. La homogeneidad formal del conjunto está enriquecida
por una sucesión de llenos y vacíos que configuran un ritmo, y por la utilización de un lenguaje directo
y contundente. El basamento oscuro de ladrillo marca la escala peatonal
y otorga tec tonicidad a la composición.
Abajo. En la composición de los accesos se verifican premisas
fundamentales de diseño. Por un lado, las pérgolas que
reconstituyen virtualmente el volumen actúan como transición
volumétrica entre el acceso propiamente dicho y los bloques edificados. En segundo lugar este escalonamiento permite una gran
apertura visual, y por último, se debe remarcar la escala controlada del
acceso.
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Visto del patio que se obre hacia lo plazo, destinado o juegos y deportes.
Patio central. Lo fuente, ubicado en el centro geométrico del conjunto, lo arboledo y el equipamiento definen un lugar acorde paro el encuentro comunitario.
Visto del tercer patio, con los tendederos de uso común delimitados por un cerco de vegetación.
Abajo izq. Pérgola frente al porque. Uno reminiscencia romántico en un elemento de gran valor plástico.
Abajo der. Acceso a los viviendas desde el patio interior.
El centro de manzana del Conjunto Los Andes está conformado por una serie de tres patios enmarcados por la volumetría construída y ligados a través de un sistema de veredas. La presencia de árboles geometricamente dispuestos, que van estableciendo la escala peatonal en todo el recorrido, la mayor proporción de solado frente a los canteros verdes y, sobre todo, la ubicación en el interior de los accesos a las viviendas verifican la intención de re-crear dentro del conjunto la situación de espacio urbano público. Pero esta vez sin los inconvenientes propios de la calle: "Los centros de nuestras manzanas cuadradas sirven inmejorablemente para plazas de juegos infantiles .... ; a cuántos niños les costó la vida jugar en el único lugar posible: la calle" (F. Bereterbide)
El mayor acierto de este pulmón radica en la propuesta comunitaria que conlleva y que refleja la actitud social de Bereterbide: el reconocimiento del espaciopatio como elemento de nuestro patrimonio arquitectónico, pero no encerrado en la individualidad de cada vivienda, sino común a todos sus habitantes.
Los patios están diseñados y equipados en función de un uso real, concreto, que posibilita el desarrollo de actividades colectivas diferentes. En el más asoleado orientado al N.E., juegos y deportes; en el central (definido por la plazoleta con la fuente) encuentro y reposo; y en el del fondo, principalmente funciones de servicio.
Cada uno posee su individualidad, aunque podemos decir que la característica que los enlaza es promover la comunicación. Casilleros postales, tendederos, pérgolas, fuente, rincones con asientos, están colocados alternativamente en uno y otro patio, proponiendo el uso total del espacio y, en última instancia, el encuentro de sus habitantes.
Aunque en los últimos años se fueron perdiendo algunas costumbres, en sus orígenes, el patio de "La Colectiva" (14) era un verdadero lugar de reunión vecinal, donde frecuentemente se realizaban bailes y fiestas.
Por todo lo antedicho, no resulta difícil reconocer que la calidad lograda en este centro de manzana sólo fue posible a partir de considerar el espacio comunitario como protagonista del conjunto, y no como residuo del espacio privado.
(14) Conversando con sus ocupantes en nuestras visitas al barrio, notamos que familiarmente se lo conoce como·"t..a Colectiva".
Los cuerpos de viviendas están resueltos mediante un esquema lineal con doble orientación, que posibilita la ventilación cruzada de las unidades.
Sus espaciosos cuartos poseen una altura uniforme de 3 metros {establecida en las bases del concurso) y dimensiones proporcionadas que le otorgan una escala apropiada. Podemos decir que está ampliamente estudiado el volumen que debe tener cada habitación para que no le falte el aire y la luz, principios básioos del programa y de toda la arquitectura higienista que Beterbide representa.
La primitiva indefinición funcional de los locales fue asumida por los propietarios, quienes equiparon los departamentos de acuerdo con sus necesidades particulares.
Actualmente podemos notar que, en general, las modificaciones interiores no afectaron esencialmente la estructura funcional (15) de la vivienda; siendo las más usuales el cerramiento del lavadero·y la eliminación de muros interiores con el .fin de ampliar ambientes.
Constructivamente, el conjunto fue resuelto con materiales y técnicas tradicionales (muros portantes de ladrillo, cubierta de tejas, fundaciones de mampostería, etc.) que no insumieron altos costos de construcción. Pero además, se advierte la aplicación de criterios racionales en el sistema constructivo empleado.
Un claro ejemplo es la utilización de losa cerámica nervurada, que permitió, en aquel momento, resolver los entrepisos a pie de obra, sin necesidad de recurrir a la importación de perfiles (16) de uso obligado en las bovedillas.
La adopción de baldosas de gres cerámico de iguales dimensiones y color tanto para el núcleo húmedo de los departamentos (cocina-lav-baño) como para las veredas y patios interiores, verifican nuevamente la aplicación de criterios de normalización.
La actitud clásica del arquitecto respecto de las instalaciones se verifica en dos detalles importantes que evidencian el sentido plástico con que fueron proyectadas: la ubicación de los tanques de reserva y la resolución de las canaletas de desagües pluviales. Los primeros quedan ocultos entre la losa del último entrepiso y el techo de tejas. En cuanto a las canaletas, si bien son exteriores, penetran en el muro a la altura de planta baja para no interrumpir la continuidad del basamento de ladrillo, y por ende, la lectura uniforme de la fachada.
·Por último podemos destacar la prolijidad de las terminaciones manifiesta sobre todo en la excelente resolución de los detalles.
(1 S) La disposición de las habitaciones nos recuerda la estructura funcional de la casa chorizo, fundamentalmente en las unidades de más de 2 ambientes.
(16) Recordemos que en aquella época no existía una industria nacional, por lo tanto, la mayoría de los componentes constructivos como chapas de acero, hierro en barras, cerámicas, etc. deberían importarse de Europa.
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HAIITACIIIH
Pkmtrl or/g/ntll de una unidad de v/vlendll de 5 ambientes en esquino. En la actualidad
se ha cerrado el balcón del lavadero en algunos cosos yfo demolido uno pared
intermedio poro obtener un estor comedor más amplio.
Otro de Jos accesos interiores. En estos se ha considerado el sentido de lo
individuai.Treilloges, rejos, muros bajos, coadyuvan o lograr la identidad particular
de codo vivienda.
Abajo izq. Aproximación o uno de Jos entrados al conjunto, donde se
observan los materiales empleados: ladrillos visto con junto enrasado, tejos
coloniales, etc .•.
Der. Visto del interior de los patios. Se evidencio lo calidez y riqueza de Jo
arquitectura factibles o partir del amor y cuidado que lo gente les dedico.
HABITACION
HAIITACION HABITACION
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CONCLUSIONES Los comienzos del período estudiado (1916-1930) están determinados políticamente por el primer Movimiento Nacional con
temporáneo, encarnado en el Dr. Hipólito Yrigoyen y expresado en la consigna de la Democracia Política. En la acción del Estado se instrumentan efectivamente medidas de gobierno en el ámbito social y económico que dan cuenta
de las necesidades concretas de la comunidad, soslayadas hasta ese momento por el liberalismo. Recordemos que es en 1917 cuando se concibe la Ley Cafferata que, de una u otra forma, va a influir sobre todas !as obras en
materia de vivienda de interés social durante casi treinta años. La segunda etapa, O 930-1943), está caracterizada por gobiernos subordinados al poder internacional, en una Nación que pier
de su independencia económica y su soberanía política. Poco se puede decir sobre iniciativas de índole social en estos últimos años. Desde el punto de vista de los logros en política habitacional, diremos que sus resultados cuantitativos son magros, pero que
cualitativamente algunos ejemplos deberían ser seriamentes reconsiderados desde el presente. La accesibilidad a la adjudicación de una propiedad se limita a los solicitantes con un empleo estable -condición poco frecuen
te en la época- y por lo tanto, los beneficiarios real~ de esta acción son, en su gran mayoría, empleados públicos y obreros calificados. Es por este motivo, quizás, que no se verifique una marcada reducción del número de habitantes de los conventillos, quienes constituyen el sector más afectado del problema.
Si bien la intervención del Estado implica un evidente progreso, se carece todavía de una planificación a escala nacional tendiente a resolver la aguda crisis habitacional del período.
Debemos recordar que el déficit habitacional no es tan sólo un problema urbano sino también un problema rural. Es en este nivel que encontramos una ausencia totai de propuestas en el mencionado período.
Las obras desarrolladas entre 1916 y 1943 poseen como factor común el uso del sistema constructivo tradicional. La prédica del higienismo se hace presente en la vivienda a través de eficaces sistemas de provisión de agua, red cloacal y desa
gües, y en seguros sistemas eléctricos de iluminación y energía ad-hoc. (Barrios Segurola, Tellier, Nazca, etc.}. En la Argentina de 1920-30, con una industrialización incipiente, es común adquirir en Europa perfiles de acero, cerámicos,
chapas, etc. Este hecho no es de ninguna manera compatible económicamente con la intención de construir viviendas baratas a gran escala.
En otro orden, diremos que recién sobre fines del período se desarrolla en el país la técnica del hormigón armado, que hubiese permitido la ejecución de obras en altura de gran densidad.
Ambos factores coartan notablemente la posibilidad de la producción masiva de viviendas. Es evidente entonces que no hay ·resolución técnica totalizadora al problema de la vivienda de interés social. Será recién a me
diados de la década del '40 cuando comiencen a aplicarse los conceptos de racionalización funcional y constructiva.
En las obras estudiadas se reconocen fundamentalmente criterios de composición clásica entre los elementos arquitectónicos. Esto es verificable en las plantas, por el empleo de ejes compositivos y tipologías geométricas predeterminadas. (Casas Valen
tín Alsina, B. Rivadavia, América, etc.) En los esquemas funcionales aún no se detecta la incorporación del concepto de diseño mecánico o industrial propio del Racionalismo.
Recién en las fachadas de las últimas obras del período (Casa América, M. Rodríguez) aparecen algunos elementos utilizados por esa corriente arquitectónica, pero sin que ésto tenga consecuencias directas en la forma de concebir los espacios.
Conviven entonces dos posturas; por un lado la académica, retórica e inmutable, y por el otro una más racional y científica identificada con los postulados del Movimiento Moderno, que va ganando rápidamente adeptos.
En esta etapa, la influencia de la producción arquitectónica internacional es evidente en nuestro medio. Sin embargo en muchos casos las propuestas no se trasladan literalmente.
En algunos ejemplos existe una transcripción casi textual, (Casa Valentín Alsina) mientras que en otros se incorporan elementos que nos hablan de una sana digestión, con la consecuente readaptación a nuestro contexto físico y cultural como el Barrio Parque Los Andes.
Dentro del conjunto de las obras del período, pueden establecerse algunos elementos comunes en cuanto a su resolución dentro del ámbito de la ciudad.
Se pueden distinguir, según la escala respectiva, dos formas de relación con el medio. En las casas, se verifica una inserción en la manzana tradicional a través de una actitud "neoclási.ca" dado que sus volumetrías tienden a recomponer virtual o concretamente la línea municipal, a la vez que materializan y enfatizan la situación de esquina (Casa Alsina, América, Martín Rodríguez).
En los barrios desarrollados en una o más manzanas, la postura es integrarse a la trama urbana existente y tomar como referencia las vías circulatorias predominantes. (Barrios Nazca, Segurola, Tellier, Los Andes, Rawson, Cafferata)
El espacio urbano presenta variadas situaciones. La calle corredor (Barrios Segurola, Nazca, Varela, etc.), espacios parquizados centrales, (Casa América, Barrio M. T. de Alvear) o los patios (Casa M. Rodríguez, V. Al si na, l-os Andes) configuran diversas formas de definir espacios controlados por la arquitectura, de uso frecuente cuando se trata de dar un marco propicio para las actividades comunitarias. En este contexto, se pueden encontrar distintos grados de calidad resolutiva. Estos van desde la tímida propuesta de la Casa Martín Rodríguez, pasando por la más elaborada de la Casa América, hasta el diseño altamente integrado de Bereterbide para el Barrio Parque Los Andes. .
Quizás la conclusión más importante es que, en la mayoría de los casos, el espacio urbano no es considerado como remanente del espacio arquitectónico por los proyectistas. Su tratamiento evidencia una clara intención de diseño, donde lo público ordena Jo privado y lo comunitario a lo individual.
BIBLIOGRAFIA
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