Download - Historia de Durango
Los primeros habitantes de la ciudad
fueron los nahuas, nómadas
procedentes del norte del continente,
hace dos mil años. Durante el período
postclásico la ciudad fue ocupada
por naturales zacatecos y sus
contemporáneos tepehuanos,
desde el sureste del
valle del Guadiana,
hasta Nombre de
Dios.
El conquistador español Francisco de Ibarra realizó viajes de exploración en el año de 1554, y descubrió una gran extensión de territorio de la parte noroeste de la Nueva España y fue nombrado gobernador de Provincia por el Virrey Don Luis de Velasco el 24 de julio de 1562.
Alonso de Pacheco, ateniéndose en
todo a las órdenes recibidas de
Ibarra, procedió a señalar el sitio
donde debía de quedar la Plaza de
Armas, centro de la Nueva Villa. Al
norte señaló el asiento para la
primera iglesia, que fue la de la
Asunción, y al sur el del palacio de los
gobernadores. Al oriente y al
poniente, los solares fueron repartidos entre los primeros vecinos.
Como ignoraba Alonso de Pacheco el nombre que Ibarra pretendía dar a la nueva Villa, empezó a llamarla "de Guadiana" por el valle en que estaba fundada.Ibarra no quiso que en la nueva ciudad hubiera elementos que estorbaran su progreso. Por eso, haciendo uso de su talento y espíritu cristiano y humanitario tendió la mano a los naturales dándoles ropa y alimentos, además les invitó para que ayudaran a levantar las casas de la villa e hicieran una acequia para llevar el agua desde los Ojos de Agua, situados al poniente del valle. Todo este trabajo Ibarra lo remuneró a los indios y a los vecinos que le ayudaron.
Desde ese día la Villa se llamó
"Durango", en recuerdo de la patria
de su fundador. Su nombre quiere
decir "más allá del agua".
Durango es hoy un lugar digno en el
cual se puede vivir; cuenta con un
rico pasado histórico
y retos que motivan
para un futuro mejor,
es por lo mismo un
lugar de amplias
posibilidades.