Características y Análisis Comparativo entre Jóvenes Inmigrantes y de Origen Inmigrante en República Dominicana según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) 2012
(In) Documentación de la Población de Origen Extranjero Haitiano (POEH) en República Dominicana según Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI-2012)
Año I N°4, Santo Domingo, D.N, abril 2015
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El Boletín Dominico-Haitiano (BDH) es una publicación mensual de la
Comisión Dominico-Haitiana (CDH), cuyos textos y datos editados son de
exclusiva responsabilidad de sus autores y, por consiguiente, no reflejan
necesariamente las posiciones y opiniones de dicho Boletín. Asimismo, se
permite, sin previa autorización, la reproducción de artículos, ensayos, avisos,
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una copia a nuestra redacción.
Consejo de redacción:
Lorenzo Mota King
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Luis H. Vargas
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Editor:
Luis H. Vargas
Comité Técnico:
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Comisión Dominico-Haitiana (CDH):
Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID)
Centro de Asesoría e Investigaciones Legales (CEDAIL)
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Características y Análisis Comparativo entre Jóvenes
Inmigrantes y de Origen Inmigrante en República
Dominicana según la Encuesta Nacional de Inmigrantes
(ENI) 2012
Por: Luis H. Vargas y Solange Jiménez.............................5
(In) Documentación de la Población de Origen Extranjero
Haitiano (POEH) en República Dominicana según Encuesta
Nacional de Inmigrantes (ENI-2012)’
Luis H. Vargas….…………….………………………………………… 16
Anexo:
La Situación de las Personas Afrodescendientes en Las
Américas………………………………………………………………..27
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Comisión dominico-HAITIANA
cdH
SEGUNDO FORO DOMINICO-HAITIANO
FDH (Foro de Organizaciones Cívicas de la Sociedad Civil, Instituciones Estatales, Públicas y Privadas y Entidades
Internacionales, radicadas en la República Dominicana, sobre el desarrollo y cooperación de los Estados y pueblos de Republica de Haití y República Dominicana, las Relaciones Dominico-Haitianas y la Protección de
Derechos de Inmigrantes Haitianos y Dominico-Haitianos)
PROGRAMA
Tema Central: “(In) Documentación de personas nacidas en territorio
dominicano de padres extranjeros’’
Expositor: Luis H. Vargas
Fecha: miércoles 15 abril 2015
Horario: 11:15 AM a 2:00 PM
Lugar: Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID), calle Luís E. Pérez 8, Ensanche. La Fe Santo Domingo, D.N., República Dominicana. Telf.:809-542-6050
SESIONES:
11:15-11:30 AM: Inscripción, orientación y bienvenida.
Primera Ronda: ponencia, preguntas y respuestas:
11:30AM -12:15 PM: Presentación en Power-Point, sobre la base del primer borrador del
ensayo en torno al tema central, a cargo del profesional-investigador.
12:15-12:30 PM: Preguntas y aclaraciones de los participantes.
12:30-12:45: PM: Respuestas del expositor a dichas preguntas y aclaraciones.
Segunda Ronda: debate y almuerzo:
12:45-1:45 PM: Comentarios, críticas, recomendaciones y propuestas de solución a
problemas y desafíos planteados, a cargo de los participantes del Foro.
01:45-2:00 PM: Resumen de principales conclusiones, acuerdos, desacuerdos, sugerencias
prácticas y opciones de solución.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Características y Análisis Comparativo entre Jóvenes Inmigrantes y de Origen Inmigrante en República Dominicana según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) 2012
Por: Luis H. Vargas y Solange Jiménez
INTRODUCCION:
El presente estudio sobre la población juvenil inmigrante transfronteriza y origen
extranjero de República Dominicana, comprendida entre 10 y 29 años, expone
algunas de las principales características de las condiciones de vida económicas y
socio-demográficas de este rango etario, desde una perspectiva comparativa y género,
entre las comunidades haitiana y originarias de otros países, a partir de la base de
datos fundamental aportada por la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes en la
República Dominicana (ENI-2012) (1), así como las informaciones clave brindadas
por la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) de 2012 y el IX Censo
Nacional de Población y Vivienda de 2010.
Esta comparación económica, social y demográfica de los jóvenes de la Población
Inmigrante Extranjera –compuesta por la Población Inmigrante Extranjera Haitiana
(PIEH) y la Población Inmigrante Extranjera No Haitiana (PIENH)- y la Población
de Origen Extranjero –repartida entre Población de Origen Extranjero Haitiano
(POEH) y Población de Origen Extranjero No Haitiano (POENH)- se realiza con el
propósito de servir de análisis complementario al marco de objetivos planteado en la
Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) de 2012, realizada por la Oficina Nacional
de Estadísticas (ONE), con la asistencia técnica y operativa del Fondo de Población
para las Naciones Unidas (UNFPA) y el apoyo moral y financiero de la Unión
Europea (UE).
El objetivo propio del estudio busca ahondar el conocimiento (2) sobre las
características sociodemográficas, laborales y remunerativas que perfilan la juventud
inmigrante e hijos (as) de inmigrantes, con miras a ayudar con informaciones fiables
y opiniones argumentadas a la toma de decisiones en materia de políticas públicas,
mediante la reelaboración de la base de datos derivada de la ENI de 2012
Mientras que el uso del método comparativo se justifica como el procedimiento a
través del cual se lleva a cabo la generalización empírica y la verificación de hipótesis
cuando existen dos o más grupos de poblaciones constituidos en ambientes distintos
o relacionados por interacciones, encuentros, intercambios o enlaces.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Tanto este objetivo como el método planteados se inscriben en las propias metas
perseguidas por la ENI-2012, las cuales se pueden resumir de la manera siguiente:
estimación del volumen de la población inmigrante internacional residente en
territorio dominicano, caracterización de las principales particularidades
demográficas y socio-económicas tal población y la determinación de las
contribuciones sociales y económicas tanto de los inmigrantes extranjeros al país así
como las efectuadas y vinculadas a las sociedades de origen (ENI, 2012: 27).
El conocimiento de los hechos y procesos de las población inmigrante transnacional
y de la situación y tendencia de la población de origen extranjero, especialmente
haitiano, en ambos casos mayoritariamente haitiana, contribuye indudablemente a la
profundización de exámenes de la economía y sociedad dominicanas y, en
consecuencia, a la formulación de propuestas y recomendaciones de políticas y
estrategias públicas, tanto sectoriales como nacionales según criterios de grupo etario
y género, en procura de mejorar el nivel y calidad de vida material y espiritual de estas
comunidades y todo el país.
En el caso del estrato poblacional juvenil, éste juega un rol estelar en la estructura y
dinámica de la población nacional, el desempeño y logro de las actividades
económicas y empresarias y la configuración y reproducción de los mercados
formales e informales de trabajo; al mismo tiempo que sobrevive en condiciones
deplorables de vida individual y familiar, circunstancias precarias de ocupación
laboral y remunerada y restricciones fuertes de acceso a los servicios colectivos de
salud, educación, habitación, recreación y cultura.
La enorme y creciente gravitación de los y las jóvenes en la composición de la
población genera recursos potenciales a la producción rentable, la productividad
laboral y las recaudaciones fiscales, tanto más se observa proporcionalmente un
constreñimiento de los niños y niñas en razón de la caída de la tasa de fecundidad, un
incremento de las personas de tercera edad por extensión de la esperanza de vida y un
aminoramiento de los adultos a causa de los procesos apuntados.
Cada vez más, la población etéreamente productiva se encuentra en capacidad de
sostener la etéreamente dependiente o, lo que es lo mismo, financiar por medio del
trabajo remunerado los programas de pensiones y jubilaciones, las atenciones
sanitarias y cuido de la población senil, así como las necesidades de nutrición, salud,
educación, habitación y cuidado de la población infantil.
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Los jóvenes se insertan frecuentemente en los mercados laborales de bajos salarios,
altos riesgos, empleos precarios y escasa instrucción, sin posibilidades de salir de este
circuito vicioso y encontrar nuevas alternativas de ocupación remunerada para
satisfacer las necesidades laborales y familiares.
Por caso, la cotización a bajo coste de la cuantiosa mano de obra juvenil crea
condiciones favorables para inflar la cuota de ganancia en el valor agregado y el
Producto Bruto Interno, al grado de provocar una diferenciación y polarización de la
renta nacional en provecho del gran capital industrial, comercial, agrario, bancario y
financiero.
Ante esta evolución de la distribución desigual de la renta y riquezas nacionales se
han propuesto innumerables opciones de solución sin resultados fructuosos en el
campo de la equidad, justicia e igualdad sociales, Por ejemplo, la propuesta de
¨autovalidamiento¨ (Sachs, 1982: 69) o de construcción de una autonomía socio-
económica y socio-demográfica de la sociedad, incluyendo la juventud, sobre la base
de generación de habilidades para resolver innumerables y diversos problemas y, más
aún, gestación de determinaciones para conseguir las soluciones aspiradas, en modo
alguno ha alcanzado un mínimo cumplimiento.
De hecho, en nuestro país, las potencialidades y capacidades ofertadas por los
jóvenes, especialmente por inmigrantes extranjeros –en gran mayoría haitianos-, y
los de origen extranjero -en gran cuantía también haitianos- al desarrollo nacional de
la sociedad, la reconstitución de un Estado democrático y la convivencia comunitaria,
basada en derechos de libertad y justicia, tienden a ser desconocidas en la medida que
el grueso de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos en República
Dominicana -incluyendo tales inmigrantes transnacionales y nacidos en el país- sufren
secularmente muchas veces los perjuicios provocados por el atraso económico, el
irrespeto de derechos consagrados en la Constitución y las leyes y la inequidad social
expresada en la acentuación y expansión de la indigencia y la pobreza.
Los acentuados y graves problemas económicos, sociales y demográficos contradicen
el respeto de los derechos humanos y migratorios, pese al reconocimiento y mandato
internacionales plasmados en una serie de tratados, convenios, pactos, convenciones,
declaraciones y cumbres (CEPAL/UNFPA, 2011: 12-13).
Entre los derechos de los jóvenes más relevantes se encuentran los siguientes: En
primer lugar, los derechos de las familias: la formación de una familia y concertación
de un matrimonio por medio del libre consentimiento, la garantía de un nivel
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adecuado de vida mediante la protección especial de la maternidad y la infancia y la
provisión del apoyo necesario en materia de nutrición, vestuario y vivienda, la
protección de las familias de las y los jóvenes, a través de medidas orientadas a la
conciliación del empleo y la vida familiar, la atención en los casos de enfermedad,
accidente laboral, invalidez, viudez y orfandad, o de reducción o falta de medios de
subsistencia y el acceso a vivienda digna, según la Declaración Universal de Derechos
Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la
Convención de los Derechos del Niño, la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad y la Convención Iberoamericana de Derechos de los
Jóvenes.
En segundo lugar, los derechos de educación: la gratuidad progresiva de la educación
secundaria y superior, la provisión de orientación y formación técnico-profesional, el
acceso igualitario sin discriminación por cuestiones de género, de grupo étnico o por
discapacidad, procurando reducir la deserción escolar femenina, la formación
orientadas al ejercicio de responsabilidades de cuidado compartidas y la superación
de todas las formas de discriminación de género, el acceso a educación sexual integral,
la educación que fomente la diversidad y el diálogo entre niños y jóvenes, el acceso
de las y los jóvenes indígenas a una educación adecuada en términos culturales,
mediante la protección especial de las jóvenes indígenas y afrodescendientes, de
conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; la Declaración de la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las
formas conexas de intolerancia; la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas; el Convenio 169 de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT); la Declaración Ministerial Prevenir con Educación, México 2008;
y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes.
En tercer lugar, los derechos de salubridad: la adopción de políticas de educación
sexual y de salud sexual y reproductiva, la de garantizar el acceso a servicios
amigables de salud sexual y reproductiva, el pleno acceso a los servicios de salud a
niños y adolescentes, incluidos los que tienen una discapacidad, y la disuasión del
consumo de alcohol, tabaco y drogas; conforme a la Convención sobre la Eliminación
de todas las formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención de los Derechos
del Niño; la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; la
Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes; y el Programa de Acción de
Cairo.
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En cuarto lugar, los derechos de participación democrática: el conjunto de derechos
civiles y políticos que resguardan la libertad de asociación y pensamiento; el Derecho
de los niños y jóvenes a la libertad de asociación y realización de reuniones pacíficas,
el Derecho de las y los jóvenes a la participación en la sociedad; de acuerdo a la
Convención de los Derechos del Niño; y la Convención Iberoamericana de Derechos
de los Jóvenes.
En quinto lugar, los derechos a la cultura e identidad: atención a las necesidades
lingüísticas de las y los jóvenes indígenas y garantía de existencia de mecanismos que
les permitan ejercer el derecho a la propia cultura, la progresiva eliminación de todas
las formas de discriminación étnica y racial, la garantía del mejoramiento continuo de
las condiciones económicas y sociales de las y los jóvenes indígenas y
afrodescendientes; acorde a la Convención de los Derechos del Niño; la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial; la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; y
el Convenio 169 de la OIT.
Y en sexto lugar, los derechos al trabajo: el Derecho al desempeño de un trabajo
libremente escogido, ejercido en condiciones satisfactorias y de igualdad con el resto
de los trabajadores, el fomento de la capacitación e inserción laboral, y del primer
empleo, la garantía del ejercicio de los derechos sindicales y protección contra el
desempleo, la protección de niños y adolescentes contra la explotación económica y
social, y los empleos nocivos y de riesgo para su moral y su salud la eliminación de
la discriminación de género en el plano salarial, y acceso a la protección social y a la
contratación, particularmente en el caso de las trabajadoras antes y después del parto,
la promoción del acceso igualitario al trabajo de las y los jóvenes que tienen alguna
discapacidad; según la Declaración Universal de Derechos Humanos; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; la Convención
de los Derechos del Niño; la Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad; y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes.
La Constitución de la República Dominicana de 2010 plantea en el artículo 55, acápite
13, que el ¨valor de los jóvenes como actores estratégicos en el desarrollo de la
Nación. El Estado garantiza y promueve el ejercicio efectivo de sus derechos, a través
de políticas y programas que aseguren de modo permanente su participación en todos
los ámbitos de la vida nacional y, en particular, su capacitación y su acceso al primer
empleo¨.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Asimismo, en el artículo 56, se manda que la ¨ sociedad y el Estado, harán primar el
interés superior del niño, niña y adolescente; tendrán la obligación de asistirles y
protegerles para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de
sus derechos fundamentales, conforme a esta Constitución y las leyes… La familia,
la sociedad y el Estado, harán primar el interés superior del niño, niña y adolescente;
tendrán la obligación de asistirles y protegerles para garantizar su desarrollo armónico
e integral y el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales, conforme a esta
Constitución y las leyes¨.
Por último, la Ley General de Juventud No.49-00 del país estipula en el artículo 2 que
¨La finalidad de la presente ley es propiciar el desarrollo integral de los y las jóvenes
sin distinción de género, de religión, política, racial, étnica u orientación sexual, y de
nacionalidad. Párrafo: La Ley deberá contribuir a la integración de los jóvenes a la
vida nacional en los ámbitos político, económico, social, y cultural, así como también
garantizar el ejercicio de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos y
sociales que permitan a los y las jóvenes su participación plena en el desarrollo de la
Nación.
En resumidas cuentas, nuestro estudio comprende tanto la reelaboración de datos e
informaciones -a partir principalmente de la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI)
de 2012 y en menor grado las Encuestas Nacionales de Fuerza de Trabajo (ENFT)
de abril y mayo de 2012 del Banco Central de República Dominicana (BCRD), la
Encuesta del Hogar (ENHOGAR) de 2011, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos
(ENIG) de 2011 y el IX Censo Nacional de Población y Vivienda de 2010 de la
Oficina Nacional de Estadísticas (ONE)- como la presentación de opiniones sobre la
precarización y desocupación de la mano de obra juvenil -ya sea inmigrante extranjera
u originaria en el extranjero, radicada en República Dominicana-.
En tal sentido, sostenemos que la adopción del enfoque de umbral y multidimensional
de la indigencia y pobreza ayudaría a explicar causalmente la baja renta personal y
familiar y, más aún, la incapacidad de satisfacción de las necesidades básicas sufridas
por las poblaciones inmigrante binacional y de origen extranjero, sobre todo cuando
el Estado no cumple en innumerables ocasiones con sus obligaciones constitucionales
y legales.
La promesa del Estado dominicano de cumplir los mandatos de garantizar la
integridad de la persona y familia y defender el ejercicio de los derechos humanos y
migratorios, mediante la promoción de la justicia y la libertad y la oferta de bienes y
servicios públicos relacionados con la salubridad, la instrucción, la transportación, la
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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vivienda, la cultura y la documentación de identidad individual todavía no se ha
materializado en la sociedad para las grandes mayorías nacionales e inmigrantes.
Por último, deseamos indicar que el contenido de nuestro trabajo será dividido a
continuación en los siguientes apartados: Primero: la anotación del contexto
coyuntural de realización de la ENI, comprendido entre julio y septiembre de 2012,
lapso en que las actividades económicas y financieras registraron un inusual
desempeño recesivo y las cuentas fiscales interiores y las corrientes de balance de
pago arrojaron respectivamente cuantiosos déficits con consecuentes endeudamientos
con acreedores nativos y foráneos.
Segundo: la exposición del perfil particular de cada una de las poblaciones juveniles;
vale decir los y las jóvenes de la Población Inmigrante Extranjera, distribuida en
Población Inmigrante Extranjera Haitiana (PIEH) y Población Inmigrante Extranjera
No Haitiana (PIENH)- y la Población de Origen Extranjero, dividida en Población de
Origen Extranjero Haitiano (POEH) y Población de Origen Extranjero No Haitiano
(POENH)-; así como del general del conjunto de tales poblaciones.
Tercero: la caracterización del mercado de trabajo como fuente de producción y
reproducción de las pobrezas relativa y absoluta de la gran mayoría de los jóvenes
inmigrantes transfronterizos y los originarios de países extranjeros, tomando en
cuenta el grupo etario y género de la juventud.
Cuarto, la determinación de los tipos de pobreza, de conformidad, por un lado, con
los umbrales de renta personales y consecuente comparación con los costes de las
canastas de consumación básica de bienes y servicios, los gastos por quintiles y los
niveles de salarios promedio nacionales y sectoriales y, por otro, con los criterio
multidimensional de insatisfacción de las necesidades vitales individual-familiares de
educación, salud y vivienda.
Y quinto: la presentación sucesiva de conclusiones finales, algunas sugerencias y
propuestas sobre la mejora de políticas y estrategias orientadas a incorporar a los
jóvenes a los proyectos y procesos de desarrollo nacional, régimen democrático y
convivencia familiar, notas bibliográficas y bibliografía.
Por supuesto, no podemos dejar de externar nuestro agradecimiento a la valiosa
colaboración prestada por innumerables personas a la realización de este trabajo de
investigación a través del suministro de comentarios, informaciones y
recomendaciones y/o asistencia técnica y operativa, entre las cuales se pueden
nombrar de manera especial a la Representante Auxiliar Sonia Vásquez y sus
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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colaboradores Jeremy Freehill, Elba Franco y Altagracia García del Fondo de las
Naciones Unidas para la Población (FNUAP), el decano del Área de Negocios
Diómedes Christopher y la directora del Departamento de Investigaciones
Científicas Andrea Paz del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
El encargado de la Gerencia de Censos y Encuestas Francisco Cáceres, el encargado
de la División de Procesamiento de Datos Leonel Sanlate y el muestrista Lalito Vargas
de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el investigador especialista en
migración Dr. Frank Báez Evertsz, el coordinador del Programa de Estudios Socio-
Demográficos Felipe Díaz del INTEC-FNUAP, el coordinador Cesar Cuello de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en República Dominicana (FLACSO-
RD), los investigadores de otros temas complementarios de la ENI-2012 Dra. Alicia
Maguid, Dr. Wilfredo Lozano y Dr. Martin Murphy, el director ejecutivo Lorenzo
Mota King y director de programas José Alberto Díaz del Servicio Social de Iglesias
Dominicanas (SSID), los dirigentes de organizaciones domínico—haitianas William
Charpantier de la Mesa Nacional para las Migraciones de la República Dominicana
(MENAMIRD), Cantave Auguste de Asociación para los Jóvenes Inmigrantes
Haitianos (AJIH), Pastor Moise Morales de Fundación Avanza por el Futuro por el
Desarrollo de los Niños Dominico-Haitianos, María N. Angomas de Confederación
Autónoma Sindical Clasista (CASC) y Pastor Miguel Sano en su condición de
colaborador del SSID, y los colegas investigadores Daniel de la Rosa y Vasti Canario
del Centro de Estudios Domínico-Haitianos (CEDH) del INTEC-SSID.
1.- CONTEXTO COYUNTURAL:
En el tercer trimestre de 2012, entre julio y septiembre, la realización de la ENI-2012
coincidió en línea general con dos importantes comportamientos de la economía
nacional: la bajada en picado de las tasas de las actividades productivas y laborales y
la subida al techo de los déficits de las cuentas fiscales interiores y las cuentas
corrientes de balance de pago, cubiertos con cuantiosos endeudamientos con
acreedores nativos y foráneos.
Por esta razón apreciamos que la data recopilada por la ENI-2012, sobre todo en torno
a los indicadores económicos y sociales, tales como empleo, ingreso y gasto, se
encuentra en cierta medida sesgada, a causa tanto de la fase de recesión económica
como por los monumentales saldos negativos registrados en las balanzas de las
cuentas interiores y exteriores del país.
De aquí la necesidad de tomar en cuenta esta coyuntura peculiar a los efectos de llevar
a cabo una ponderación analítica más objetiva sobre los procesos y flujos de la
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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migración plurinacional y las condiciones de vida de las personas nacidas en territorio
dominicano, pero hijo o hija de padre o madre o ambos extranjeros.
En el lapso del tercer trimestre de 2012, en comparación con el similar de 2011, el
Producto Bruto Interno (PBI) real registró una tasa negativa de crecimiento igual a -
1,98%, a raíz del desplome del sector agropecuario con -33,18%, incluyendo la rama
de cultivos tradicionales de exportación con -65,60%; el sector industrial con -6,96%,
exceptuando el ramo de la construcción con el elevado incremento de 2,83%; y el
sector de servicios con -4,82%, incorporando el subsector del comercio con -16,28%.
La relación en términos reales entre participación proporcional por rama en el PBI y
la aportación relativa por ramo al crecimiento de dicho producto computó también
signos negativos; toda vez que la primera sobrepasó con creces a la segunda en la
mayoría de los casos.
Por ejemplo, la gravitación de la ganadería, silvicultura y pesca rondó 3,32% del PBI,
pero sólo contribuyó con 2,38% al acrecentamiento de dicho producto; la ponderación
de la manufactura local alcanzó 17,00%, más apenas aportó 13,95% al aumento en el
margen; y, en tanto, el peso de comunicaciones osciló alrededor de 17,10%, casi
duplicó supuestamente su abono al incremento del PBI al declarar 31,14%.
Esta tendencia recesiva del ciclo de los negocios se confirma además por la rebaja del
8,28% del valor agregado del conjunto de los sectores productivos y la remonta a
14,8% de la tasa de desempleo; no obstante la inflamación extraordinaria de déficits
de las cuentas internas y externas, financiados con voluminosas contrataciones de
deuda interna y externa.
-70
-60
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-40
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Economía DominicanaTercer Trimestre 2012
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En efecto, en el tercer trimestre -en especial entre el 1 de julio y el 16 de agosto- de
2012 con respecto al de 2011, la administración gubernamental de Fernández erogó
astronómicas sumas de dinero para pagar cuentas tanto atrasadas como de próximo
cumplimiento hasta, el grado de computar la mayor brecha deficitaria del presupuesto
gubernamental conocida en toda la historia dominicana-
Este inaudito déficit escaló 74,48% a 140 mil 638 millones de pesos, cifra equivalente
a nada más y nada menos que el 186,18% de los ingresos fiscales, el 65,06% de los
gastos totales y el 25,11% del PBI.
Por igual, en este mismo periodo, el desequilibrio de la cuenta corriente de la balanza
de paga escaló al 10,34% del PBI, a raíz de los abismales saldos negativos sucesivos
de 17,15% de la balanza comercial de bienes y 5,85% de la balanza de renta de
inversión.
0.00% 50.00% 100.00% 150.00% 200.00%
Crecimiento Deficit
% Ingresos Fiscales
% Gastos Totales
% PIB
Deficit Gobierno CentralTercer Trimestre 2012
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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El desempeño trimestral de estos indicadores y variables macroeconómicas influyó
sustancialmente a su vez en los resultados negativos tabulados para todo el año 2012
en relación a 2011, tal y como se puede comprobar mediante la contracción de la tasa
de crecimiento a 3,9% de 4,5% del PBI, el salto a 15,1 de 14,6% de los desempleados
con respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), el encumbramiento a
6,64% de 2,62% del PBI del déficit de la administración del gobierno central, la
pesada gravitación de poco más o menos 7,40% del PBI de déficit de la cuenta
corriente externa…
Continúa en la siguiente publicación.
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Balanza de Pagos Balanza de Bienes Renta de Inversion
Resultado Balanza de PagosTercer Trimestre 2012
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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‘(In) Documentación de la Población de Origen Extranjero Haitiano (POEH) en República Dominicana según Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI-2012)’ Por Luis H. Vargas
El perfil de la Población de Origen Extranjero Haitiano por cohortes de edad,
número de personas, sexo, zona de residencia, región, entre otras.
Población de Origen Extranjero Total, Haitiano y No-Haitiano
La Población De Origen Extranjero Total (POET) se reparte entre la Población De
Origen Extranjero Haitiano (POEH): 209 mil 912 personas (85.98%) y la Población
De Origen Extranjero No Haitiano (POENH): 34 mil 239 personas (14.02%).
La POET equivale al 2.60% de la población total nacional, incluyendo la de origen
haitiano (2.21%) y no haitiano (0.39%).
* Economista, director e investigador del Centro de
Estudios Dominico-Haitianos (CEDH del
INTEC/SSID), coordinador y profesor de la carrera de
Economía del Área de Negocios del INTEC.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Estructura de la Población de Origen Extranjero Haitiano por Sexo
La Población de Origen Extranjero Haitiano está formada fundamentalmente de
personas de sexo masculino de edad comprendida en su mayoría de menos de 10 años.
Edades POEH POENH POET
Menos de 10 110,970 12,092 123,063
10-19 43,106 4,986 48,092
10-29 70,857 8,164 79,020
30-64 25,316 8,740 34,055
65 y más 2,600 5,026 7,626
Mas de 19 55,666 16,944 72,610
Sin información 170 217 386
Total 209,912 34,239 244,151
Poblacion De Origen Extranjero
2012
No de personas
85.98
14.02
Población De Origen Extranjero Total2012
%
POEH POENH
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
18
Masculinización de la Población de Origen extranjero Haitiano
La Población de Origen Haitiano está repartida principalmente en hombres (53.43%)
y mujeres (46.57%), de los cuales la mayoría tiene menos de 10 años de edad y está
concentrada en gran medida en el sector urbano (65.12%).
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Población de Origen Extranjero Haitiano por Zona de Residencia
La Población de Origen Haitiano se encuentra concentrada principalmente en la zona
urbana del país (66.77%).
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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La población de origen extranjero haitiano de 208,423 personas comprende el 85 %
de la población de origen extranjero total y se concentra fundamentalmente en
menores de 18 años según regiones de la siguiente manera:
•Menores de 18 años: 145,535 personas, un (60%) de la población total
•De 18 años a 29 años: 35,028, (14%) de la población total
•De 30 –64 años: 25,004, (10%) de la población total
•De 65 y más: 2,688; (1.11%) de la población total
•Sin información: 205; (0.07%) de la población total
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Gran
Santo
Domi
ngo
Ciba
o o
Norte
Sur
Este
Total
Gran
Santo
Domi
ngo
Ciba
o o
Norte
Sur
Este
Total
Gran
Santo
Domi
ngo
Ciba
o o
Norte
Sur
Este
Total
1) Me
nos 1
039
29
18
15
10
0
45
35
9
11
100
40
29
17
15
100
10-14
36
21
19
24
100
39
36
10
-
85
37
23
18
23
100
15-17
33
21
18
28
100
50
28
7
15
10
0
35
22
17
26
10
0
2) Su
btotal
I69
43
37
52
20
0
89
63
17
15
18
5
71
45
35
49
20
0
3) Su
btotal
II=1+
210
8
71
54
66
300
134
98
26
27
285
111
74
51
64
300
18-19
32
18
18
33
100
36
31
3
31
10
0
32
19
17
32
10
0
20-24
38
16
12
35
100
69
27
2
2
100
41
17
11
31
100
25-29
33
14
14
39
100
61
20
0
19
10
0
37
15
12
36
10
0
4) Su
btotal
III10
3
47
44
10
6
30
0
16
5
77
5
52
300
110
50
40
100
300
5) Su
btotal
IV=2+
417
2
90
81
15
7
500
254
140
22
68
485
182
95
74
149
500
6) Su
btotal
V=3+
421
1
11
9
98
17
2
600
299
175
31
79
585
221
125
91
163
600
30-64
39
8
11
42
10
0
55
25
4
16
100
43
13
9
35
10
0
65 y m
as22
8
16
54
100
47
26
9
18
10
0
39
20
11
29
10
0
7) Su
btotal
VI61
17
27
96
20
0
10
2
51
14
34
20
0
82
33
20
64
20
0
Sin
inform
ación
39
44
5
12
100
-
-
-
100
100
32
36
4
27
100
Total
311
179
130
281
900
401
226
45
213
885
335
194
116
255
900
2012
No. d
e per
sona
s
Edad
Po
blació
n de O
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Extra
njero
Haitia
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OEH)
Pobla
cion d
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Pobla
cion d
e Orig
en Ex
tranje
ro po
r Reg
ion Ge
ograf
ica
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(In) documentación de la Población de Origen Extranjero Haitiano
En general, casi la mitad de la Población de Origen Extranjero Haitiano (POEH) se
encuentra indocumentada: 71,199, 34% personas y bajo la clasificación de no
tenencia de documentos y no sabe: 102,510, 49% de la población total.
Entre las 208,424 personas documentadas: la declaración de posesión de
documentación sobresale una minoría con acta de nacimiento dominicana: 31,938
personas, un 15 %; Lo cual significa que solo una minoría de 15% del total de la
Población de Origen Extranjero Haitiano clasifica para adquirir la nacionalidad y, en
consecuencia, ciudadanía.
50.82 34.16
15.02
Población de Origen Haitiano por Documentación
Con Documentos Sin Documentos No Sabe
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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República Dominicana registra un serio problema de nacimientos de dominicanos
anuales, en razón de que hay una caída en picado en los últimos años. Por ejemplo,
del 2001 al 2010, el número de nacimientos desciende a 145,255 de 187,012 un 7%;
así como desde este ultimo año 2010 (ocurrencia del terremoto de Haití y consecuente
entrada masiva de Inmigrantes Haitianos a territorio Dominicano) baja de 145, 255 a
127,797 un 9%.
15.32 0.66 0.07
5.73 0.09 0.01 0.25 0.91
76.95
- 10.00 20.00 30.00 40.00 50.00 60.00 70.00 80.00 90.00
Acta de Nacim Dominicana
Pasaporte Dominicano
Acta y pasaporte dominicanos
Acta, Cedula y Pasporte dominicano
Otras combinaciones
POEH por tipo de documento
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Población de Origen Extranjero Haitiano, con Padre, Madre o Ambos Haitianos
Sin embargo, entre la población Dominico-Haitiana 149,246 o 71% de las personas
del total de la población Dominico-Haitiana declaran ser: hijos o hijas de padres
dominicanos 22%, madres dominicanas 28%; aunque hay que señalar que se haya
producido una confusión en torno a la nacionalidad entre los padres o madres
dominicanas y padres o madres extranjeras.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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Padre20%
Madre16%Ambos
64%
POEH por Padre y/o Madre
Padre Madre Ambos
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Anexo:
La Situación de las Personas Afrodescendientes en Las Américas
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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RESUMEN EJECUTIVO
1. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante, “la Comisión”, “la Comisión
Interamericana” o “la CIDH”) ha establecido que el principio de no‐ discriminación es uno de los
pilares de cualquier sistema democrático y que es una de las bases fundamentales del sistema de
protección de derechos humanos instituido por la Organización de los Estados Americanos (en
adelante “OEA”). A pesar de lo anterior, las personas afrodescendientes en las Américas han sufrido
históricamente, y continúan sufriendo la exclusión, el racismo y la discriminación racial, y han sido
invisibilizados, aun cuando constituyen la mayoría poblacional de algunos Estados de la región.
2. Con este informe, la Comisión busca dar una contribución a la apropiación de los derechos
humanos por parte de las personas afrodescendientes en las Américas, a su fortalecimiento, busca
entregarles una herramienta de empoderamiento; pero también, se propone que este documento sea
un reconocimiento a su visibilización frente a terceros, sensibilizando así a otras y otros sobre su
existencia vivencial y su contribución al desarrollo de sus propios Estados; la CIDH intenta que sea
un instrumento de búsqueda efectiva de dignificación plena de las y los afrodescendientes por parte
de los Estados: las niñas, los niños, las mujeres y los hombres, las personas mayores, las y los
discapacitados. Asimismo, la Comisión busca insistir en la inclusión del enfoque transversal étnico‐
racial en sus informes.
3. En consecuencia, este informe tiene como objeto destacar y visibilizar la situación de las personas
afrodescendientes, en el entendimiento de que la identificación de esta población y sus necesidades
‐ aún en los casos en que representan la mayoría poblacional de algunos Estados ‐ es el paso inicial
para poder construir categorías jurídicas apropiadas, y emprender las medidas jurídicas y políticas
necesarias para proteger y garantizar sus derechos humanos. En este sentido, la Comisión espera que
este informe contribuya de manera sustancial y positiva al respeto, avance y protección de los
derechos humanos de las personas afrodescendientes y constituya una herramienta útil tanto para la
protección de las personas afrodescendientes a nivel nacional, como para la utilización del sistema
interamericano de derechos humanos por parte de todos los usuarios. Adicionalmente, este informe
permitirá a la CIDH cumplir con el mandato encomendado por la Asamblea General de la OEA,
mediante el punto resolutivo 6 de la resolución AG/RES. 2606 (XL‐0/10) “Proyecto de Convención
Interamericana contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia”.
4. En este contexto, y en particular, en el Año Internacional de los Afrodescendientes, la Comisión
entiende que este informe regional representa una primera instancia de enfoque general y sistémico
respecto de la situación de las personas afrodescendientes en las Américas, que además permitirá
trazar diferentes líneas de trabajo hacia el futuro. De esta manera, el presente informe identifica las
principales tendencias en la región y formula recomendaciones, en pos de garantizar los derechos
humanos de las personas afrodescendientes.
5. Este informe es el resultado de la información que la Comisión ha analizado y sistematizado
respecto de la situación de las personas afrodescendientes en las Américas.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
29
Para ello, la Comisión Interamericana se ha valido de las respuestas al cuestionario publicado en el
mes de mayo de 2011, los insumos provenientes de la reunión técnica de expertos internacionales
celebrada los días 14 y 15 de julio de 2011, la información proporcionada por los Estados y la
sociedad civil en las audiencias temáticas celebradas ante la CIDH, los casos y peticiones presentados
ante el sistema interamericano de protección de derechos humanos, y los informes de país y temáticos
elaborados por la Comisión.
Asimismo, la CIDH ha utilizado decisiones internacionales y recomendaciones de organismos
internacionales especializados, en relación con la identificación de estándares en la materia.
6. Si bien los Estados han reconocido la persistencia del racismo y la discriminación racial en la
región y han comenzado a adoptar medidas en este sentido, las personas afrodescendientes en las
Américas todavía se ven afectadas por una situación de discriminación estructural.
7. A lo largo del informe, la Comisión analiza las cuestiones vinculadas con el auto identificación
racial y las condiciones de vida de la población afrodescendiente. Posteriormente, y a partir del
diagnóstico efectuado, la CIDH estudia la situación de discriminación estructural que padece la
población afrodescendiente, en el marco de las obligaciones estatales de garantizar la igualdad y no
discriminación.
Adicionalmente, la Comisión examina la dinámica que se verifica entre la población
afrodescendiente y la obligación de proveer garantías judiciales adecuadas, en sus dos vertientes: por
un lado, los obstáculos que enfrenta la población afrodescendiente en el acceso y obtención de
justicia, y por otro lado, el establecimiento de perfiles raciales y el sesgo racial en los sistemas de
justicia criminal.
En este informe, la Comisión Interamericana también da cuenta de las diferentes medidas que los
Estados de la región han adoptado para cumplir con sus obligaciones de garantía y protección.
En este sentido, se consideran los marcos legislativos en relación con la prohibición de discriminación
racial y se profundiza sobre las medidas positivas y medidas de acción afirmativa implementadas por
los Estados.
8. Finalmente, la Comisión formula las conclusiones y recomendaciones que considera pertinentes
para dar tratamiento adecuado a las cuestiones abordadas en el informe. Las recomendaciones están
orientadas a colaborar con los Estados de la región, en los procesos tendientes a la adopción de
medidas y políticas que permitan cumplir efectivamente con la obligación de protección y garantía
de los derechos humanos de las personas afrodescendientes en las Américas.
9. La CIDH advierte que, a pesar de que la población afrodescendiente representa alrededor del 30%
de la población de las Américas, la variable “afrodescendencia” no se ha incorporado en los censos
u otros mecanismos de relevamiento de la población sino hasta recientemente y que, además, esas
experiencias se ix han visto afectadas por ciertas dificultades técnicas, antes, durante y después de su
realización.
La Comisión valora las experiencias realizadas por los Estados de la región para incluir la variable
“afrodescendencia” en los censos, encuestas de hogares y otras instancias de relevamiento de la
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
30
población y advierte que los incipientes avances registrados en este sentido, confirman la necesidad
de profundizar estos procesos y mejorar su desarrollo.
10. La Comisión entiende que, en términos de buenas prácticas, los Estados deben celebrar consultas
con la sociedad civil, a través de mecanismos institucionalizados de colaboración, articulación e
incidencia, que reflejen sus expectativas, en punto al diseño y categorías utilizadas en las preguntas
de autoidentificación, a fin de contar con herramientas técnicamente adecuadas y fortalecer el proceso
de sensibilización, concientización y empoderamiento de las personas afrodescendientes en la región.
De manera complementaria, la CIDH estima que es necesario que los Estados lleven adelante
campañas de concientización y capacitación sobre las categorías de autoidentificación, que incentiven
a la población afrodescendiente a autoidentificarse y sensibilicen a los encuestadores.
11. Asimismo, de acuerdo con la información disponible, de manera sistemática, las personas
afrodescendientes en la región habitan en las zonas más pobres y con menor infraestructura y se
encuentran más expuestas al crimen y la violencia. Asimismo, las (personas afrodescendientes)
enfrentan serios obstáculos para acceder a los servicios de salud y educación, como así también para
obtener una vivienda y acceder a empleos, especialmente en los niveles gerenciales y jerárquicos.
En este sentido, la Comisión concluye que las personas afrodescendientes enfrentan importantes
obstáculos en relación con el ejercicio y la garantía de sus derechos civiles y políticos, económicos,
sociales y culturales. Asimismo, la sub representación y escasa participación de la población
afrodescendiente en la esfera política demuestran impedimentos adicionales para acceder a las
estructuras del poder político y así tomar parte activamente en el diseño de políticas públicas
orientadas a mejorar su situación de discriminación estructural.
12. En virtud de lo anterior, la Comisión manifiesta su preocupación por que los principios de
igualdad y no discriminación todavía no se encuentran garantizados completamente para las personas
afrodescendientes de las Américas.
Más aún, las personas afrodescendientes se ven afectadas profundamente por la persistencia del
racismo, que les impide estratégicamente el goce y ejercicio de sus derechos humanos.
13. La Comisión también observa que la población afrodescendiente se ve afectada por múltiples
niveles de discriminación, teniendo en cuenta la estrecha relación que existe entre pobreza y raza y
entre raza y clase, y cómo estas categorías se entrelazan profundizando la situación de riesgo de la
población afrodescendiente.
En particular, la CIDH observa con preocupación la especial situación de riesgo de las mujeres
afrodescendientes, quienes han sufrido una triple discriminación histórica, en base a su sexo, pobreza
extrema y a su raza.
Esta situación puede agravarse en contextos sociopolíticos particulares, como es el caso de conflictos
armados, entre otros.
14. La Comisión Interamericana considera fundamental que los Estados reconozcan la situación de
múltiple discriminación que padecen las mujeres afrodescendientes, en función de su sexo y de su
raza, y recopilen información desagregada sobre la situación y condiciones de vida de las mujeres
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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afrodescendientes. Asimismo, la CIDH reitera que los Estados deben incorporar el enfoque de
género al momento de diseñar sus políticas públicas, tomando en cuenta las necesidades específicas
de las mujeres afrodescendientes y adoptando una visión integral para tratar los aspectos que las
afectan directamente.
15. La Comisión advierte que la situación de discriminación estructural que padece la población
afrodescendiente de las Américas también debe ser analizada a la luz de los obstáculos que enfrentan
estas personas para poder acceder a los mecanismos de justicia internos.
En este sentido, la CIDH reconoce como un paso positivo que, dado que las legislaciones orientadas
a combatir la discriminación racial son recientes es posible vislumbrar mejoras en el futuro, para lo
cual sería conveniente insistir en la adopción de medidas orientadas a su efectiva aplicación
progresiva.
Sin perjuicio de lo anterior, la Comisión observa que la imposibilidad de acceso a mecanismos de
denuncia y reparación, ya sean administrativos o judiciales, es un factor que contribuye a la
persistencia del racismo en la región.
Adicionalmente, la ausencia de garantías judiciales y la falta de sensibilidad de los operadores de
justicia en relación con la discriminación racial contribuyen a profundizar la resignación por parte de
los grupos discriminados y perpetuar patrones de segregación y exclusión.
16. Por ello, la CIDH estima que los Estados deben adoptar medidas jurídicas y políticas para adecuar
sus legislaciones y procesos internos y garantizar el efectivo acceso a la justicia de su población
afrodescendiente. Para ello, deben tenerse en cuenta los obstáculos materiales, económicos y
jurídicos, y la situación sistemática de exclusión que padecen las personas afrodescendientes.
17. En relación con el establecimiento de perfiles raciales, la Comisión Interamericana manifiesta su
preocupación por el hecho de que, independientemente de que se encuentre expresamente previsto,
el establecimiento de perfiles raciales como mecanismo selectivo y discrecional de detención e
investigación de personas continúa siendo una práctica extendida en la región, que afecta
directamente a la población afrodescendiente.
Al respecto, la CIDH advierte que es imprescindible que los Estados eliminen estas prácticas,
deroguen la normativa que la establezca, elaboren protocolos de actuación para las fuerzas de
seguridad que tengan en cuenta la diversidad étnica y racial, e implementen mecanismos adecuados
de seguimiento y control de la actividad de los agentes estatales, a fin de detectar y erradicar estas
prácticas en las agencias de seguridad.
Para ello, la Comisión considera fundamental tanto la modificación de los estereotipos
institucionalizados respecto de la población afrodescendiente como la adecuada sanción de los
agentes de seguridad que se basan en perfiles raciales.
18. Asimismo, la Comisión observa con preocupación la existencia de políticas de violencia
institucional focalizada respecto de la población afrodescendiente y considera indispensable que,
además de cumplir con los estándares de proporcionalidad en xi el uso de la fuerza, los Estados
eliminen cualquier tipo de consideración racista al momento de delinear sus políticas de seguridad.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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19. Adicionalmente, la CIDH advierte con preocupación el impacto del racismo en el sistema de
justicia penal en la región y reitera que la utilización de la raza y el color de piel como fundamentos
para establecer y graduar una condena penal se encuentran prohibidos por los instrumentos del
sistema interamericano de protección de derechos humanos.
20. La Comisión toma nota de la legislación adoptada por los Estados de la región para prevenir y
sancionar la discriminación racial y advierte que, en general, no se trata de normativa general que
expresamente se refiera a la discriminación racial.
La CIDH recuerda que los Estados están obligados a emprender una revisión integral de sus
ordenamientos internos, con el fin de: i) identificar y derogar aquellas disposiciones que entrañan
discriminación directa o indirecta, y ii) adoptar legislación que de manera expresa y comprehensiva
sancione la discriminación racial. Esta adecuación normativa, además de una obligación, constituye
un instrumento importante de visibilización de la situación de las personas afrodescendientes y
además, contribuye al proceso de concientización y modificación de patrones históricos de
segregación y exclusión.
21. La Comisión Interamericana valora la información aportada a través de las respuestas al
cuestionario y toma nota de las diferentes medidas llevadas a cabo para combatir la discriminación
racial y contribuir al mejoramiento de la situación de la población afrodescendiente en la región. En
términos de buenas prácticas, la información disponible revela que se ha avanzado en la
implementación de medidas de diversificación curricular promoviendo una educación más inclusiva,
y actividades de protección y promoción de la cultura afroamericana en sus diferentes
manifestaciones.
22. La CIDH considera imprescindible que los Estados de la región adopten medidas positivas para
erradicar la discriminación racial en el Hemisferio y garantizar efectivamente los derechos de las
personas afrodescendientes.
Para ello, es necesario contar con información adecuada y desagregada y destinar los recursos
humanos y financieros suficientes y específicos que permitan no sólo desactivar los prejuicios y
estereotipos raciales sino también mejorar las condiciones de vida de las personas afrodescendientes
en lo que se refiere a salud, vivienda, educación y trabajo, haciendo especial hincapié en la situación
de múltiple discriminación que padecen las mujeres afrodescendientes.
23. En particular, los instrumentos de derechos humanos, tanto en el sistema universal como en el
sistema interamericano han reconocido la necesidad de recurrir a medidas de acción afirmativa para
remediar o compensar situaciones estructurales de discriminación histórica contra ciertos grupos y
evitar que dicha discriminación se perpetúe.
A pesar de sus diversas denominaciones a nivel internacional (“medidas especiales de carácter
temporal”, “discriminación positiva”, “discriminación inversa”), los órganos de supervisión de
tratados internacionales, las han considerado medidas necesarias para garantizar la igualdad
sustantiva y el disfrute de los derechos xii fundamentales de las personas y grupos sociales en
situaciones de desventaja histórica o víctimas de prejuicios persistentes.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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24. En efecto, las medidas de acción afirmativa son una herramienta excepcional y temporal dentro
del campo de las medidas positivas, mediante las cuales se otorga un tratamiento diferenciado a un
grupo sistemáticamente desaventajado con el fin de corregir desigualdades estructurales y coadyuvar
a la superación de los obstáculos que les impiden el pleno goce de sus derechos humanos.
25. La Comisión observa que si bien es cierto que en algunos países las normas que establecen
medidas de acción afirmativa tienen jerarquía constitucional y legal no es menos acertado que la
adopción de este tipo de medidas no es una práctica extendida.
26. La CIDH reitera su compromiso de colaborar con los Estados de la región en la búsqueda de
soluciones a los problemas identificados.
Varias medidas adoptadas para hacer frente a esta situación ponen de manifiesto la comprensión y el
reconocimiento de la gravedad de los problemas existentes y el compromiso de los integrantes de los
sectores estatal y no estatal de abordar efectivamente los obstáculos que enfrenta la población
afrodescendiente.
En particular, la Comisión Interamericana resalta que el fortalecimiento de los mecanismos de justicia
internos y la adopción de medidas para superar los obstáculos en el acceso a las garantías judiciales,
constituyen la primera línea de defensa en la protección de los derechos humanos de la población
afrodescendiente
I. INTRODUCCIÓN
1. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante, “la Comisión”, “la Comisión
Interamericana” o “la CIDH”) ha establecido que el principio de no‐ discriminación es uno de los
pilares de cualquier sistema democrático y que es una de las bases fundamentales del sistema de
protección de derechos humanos instituido por la Organización de los Estados Americanos (en
adelante “OEA”. A pesar de lo anterior, las personas afrodescendientes en las Américas han sufrido
históricamente, y continúan sufriendo, la exclusión, el racismo y la discriminación racial, y han sido
invisibilizados.
2. En la región, la Conferencia Regional Preparatoria a la Conferencia Mundial contra la
Discriminación Racial, el Racismo, la Xenofobia e Intolerancia Relacionada, realizada en Santiago,
Chile, en diciembre de 2000, provocó que los gobiernos de las Américas avanzaran sustantivamente
hacia el establecimiento de un esquema conceptual para aumentar la visibilidad de los
afrodescendientes, reconocer la persistencia del racismo, la discriminación racial, la xenofobia e
intolerancia relacionada que afectan específicamente a la población afrodescendiente, y al mismo
tiempo, formularan una guía para luchar contra la exclusión social y la discriminación racial en
nuestra región. Como resultado, la Declaración y el Programa de Acción de Durban (en adelante
“DPAD”) establecieron:
Consideramos esencial que todos los países de la región de las Américas […] reconozcan la existencia
de su población de origen africano […] y que admitan la persistencia del racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
34
3. La difícil situación que atraviesan las personas afrodescendientes en el Hemisferio, sumada a la
escasa importancia atribuida a esta problemática llevaron a que la Comisión ‐en seguimiento de otras
actividades emprendidas‐ elaborara este informe temático, con el objeto de realizar un diagnóstico
de la situación de las personas afrodescendientes que contribuya a superar la invisibilidad histórica
que padece este grupo en situación de riesgo. La Comisión nota que la situación de la población
afrodescendiente presenta características y aristas propias en los diferentes países de las Américas,
sin perjuicio de lo cual, es posible señalar una serie de cuestiones que pueden ser transversalizadas
desde una perspectiva regional, tales como la situación de discriminación estructural y las dificultades
de acceso a la justicia.
4. Asimismo, la Comisión considera que este informe es necesario para dar cuenta de la situación de
un grupo humano que representa un importante componente poblacional de la región y que, a pesar
de eso, se ve afectado sistemáticamente en el goce y ejercicio de sus derechos fundamentales. En este
sentido, la CIDH considera que es pertinente distinguir adecuadamente la situación de las personas
afrodescendientes, respecto de otros grupos objeto de discriminación racial, como así también
construir y delinear categorías jurídicas propias que permitan dar adecuado tratamiento a sus
necesidades y superar los obstáculos que los afectan, teniendo en cuenta que, inclusive dentro del
colectivo de personas afrodescendientes, es posible identificar grupos en particular situación de
riesgo, por factores combinados con su raza o etnia, como el sexo o la religión.
5. Con este informe, la Comisión busca dar una contribución a la apropiación de los derechos
humanos por parte de las personas afrodescendientes en las Américas, a su fortalecimiento, busca
entregarles una herramienta de empoderamiento; pero también, se propone que este documento sea
un reconocimiento a su visibilización frente a terceros, sensibilizando así a otras y otros sobre su
existencia vivencial y su contribución al desarrollo de sus propios Estados; la CIDH intenta que sea
un instrumento de búsqueda efectiva de dignificación plena de las y los afrodescendientes por parte
de los Estados: las niñas, los niños, las mujeres y los hombres, las personas mayores, las y los
discapacitados. Asimismo, la Comisión busca insistir en la inclusión del enfoque transversal étnico‐
racial en sus informes.
6. En consecuencia, este informe tiene como objeto visibilizar la situación de la población
afrodescendiente, en el entendimiento de que la identificación de esta población y sus necesidades ‐
aún en los casos en que representan la mayoría poblacional de algunos Estados ‐ es el paso inicial
para poder construir categorías jurídicas apropiadas y emprender las medidas jurídicas y políticas
necesarias para proteger y garantizar sus derechos humanos. En este sentido, la Comisión espera que
este informe contribuya de manera sustancial y positiva al avance y protección de los derechos
humanos de las personas afrodescendientes y constituya una herramienta útil tanto para la promoción
y protección de los derechos de las personas afrodescendientes a nivel nacional, como para la
utilización del sistema interamericano de derechos humanos por parte de todos los usuarios.
Adicionalmente, este informe permitirá a la CIDH cumplir con el mandato encomendado por la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, mediante el punto resolutivo 6 de
la resolución AG/RES. 2606 (XL‐0/10) “Proyecto de Convención Interamericana contra el Racismo
y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia”.
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7. A esos fines, el presente informe consta de cinco capítulos. En el primer capítulo, se abordarán las
actividades llevadas a cabo por la Relatoría en el marco del Año Internacional de los
Afrodescendientes y la importancia de este informe en el contexto de esas actividades. Asimismo, se
dará cuenta de la metodología utilizada para la elaboración de este informe. En el segundo capítulo,
se hará referencia a la situación de las personas afrodescendientes en las Américas, a partir de las
cuestiones que se vinculan con la autoidentificación racial y las condiciones de vida de la población
afrodescendiente. En el tercer capítulo, a partir del diagnóstico efectuado en el capítulo anterior, se
examinará la situación de discriminación estructural que padece la población afrodescendiente, en el
marco de las obligaciones estatales de garantizar la igualdad y no discriminación. Adicionalmente,
se analizará la dinámica entre la población afrodescendiente y la obligación de proveer garantías
judiciales adecuadas, en sus dos vertientes: por un lado, los obstáculos que enfrenta la población
afrodescendiente en el acceso y obtención de justicia, y por otro lado, el establecimiento de perfiles
raciales y el sesgo racial en los sistemas de justicia criminal. En el cuarto capítulo, se dará cuenta de
las diferentes medidas que los Estados de la región han adoptado para cumplir con sus obligaciones
de garantía y protección. En este sentido, se considerarán los marcos legislativos en relación con la
prohibición de discriminación racial y se estudiarán y profundizarán las medidas positivas y medidas
de acción afirmativa implementadas por los Estados. Finalmente, la Comisión formulará las
conclusiones y recomendaciones que considera pertinentes para dar tratamiento adecuado a las
cuestiones abordadas en este informe.
El informe regional en el marco del Año Internacional de los Afrodescendientes
8. Durante su 122° período ordinario de sesiones (23 de febrero al 11 de marzo de 2005), la Comisión
Interamericana creó la Relatoría sobre los Derechos de los Afrodescendientes y contra la
Discriminación Racial (en adelante “la Relatoría”)8, con el objetivo de promover el conocimiento
sobre las obligaciones de los Estados de respetar los derechos humanos de los afrodescendientes y la
eliminación de todas las formas de discriminación racial, como así también ampliar en la región el
conocimiento sobre las garantías y mecanismos que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos
ofrece para la protección de los derechos de los afrodescendientes.
9. El 18 de diciembre de 2009, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
aprobó la resolución A/RES/64/169, que proclama el año que comienza el 1° de enero de 2011 “Año
Internacional de los Afrodescendientes”, con miras a fortalecer las medidas nacionales y la
cooperación regional e internacional en beneficio de los afrodescendientes para el goce pleno de sus
derechos humanos. Asimismo, la Asamblea General de la OEA aprobó, el 8 de junio de 2010, la
resolución AG/RES. 2550 (XL‐O/10): “Reconocimiento del Año Internacional de los
Afrodescendientes”.
10. En ese contexto, el 14 de marzo de 2011, la Relatoría, con la colaboración de la organización
Global Rights – Partners for Justice y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para
las Naciones Unidas, celebró en la ciudad de Washington D.C., una conferencia regional sobre el
Año Internacional de los Afrodescendientes: La Situación de los Afrodescendientes en las Américas
– Perspectivas y Desafíos, con el objeto de difundir e identificar los principales desafíos de los
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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afrodescendientes en las Américas, y compartir buenas prácticas. Al día siguiente, la CIDH llevó a
cabo un “Taller de entrenamiento sobre el sistema interamericano de derechos humanos para líderes
afrodescendientes de las Américas”, a fin de capacitar a diferentes representantes de organizaciones
de la sociedad civil en relación con las herramientas que provee el sistema regional de protección de
derechos humanos para las personas afrodescendientes.
11. En ambas oportunidades, la Relatoría dio cuenta de la difícil situación por la que atraviesa la
población afrodescendiente en el hemisferio, la estrecha relación entre pobreza, raza y
discriminación, y los obstáculos que enfrentan estas personas para poder ejercer plenamente sus
derechos humanos y garantías fundamentales.
12. Como actividad inicial de preparación de este informe, en el mes de mayo de 2011, la CIDH
sometió a los Estados Miembros y a la sociedad civil, un cuestionario solicitando información sobre
la situación de la población afrodescendiente en el Hemisferio. El cuestionario estuvo dirigido a
identificar los principales logros y desafíos que enfrenta la población afrodescendiente en materia de
autoidentificación, discriminación racial, indicadores socio‐económicos, acceso a la justicia y
garantías judiciales, participación política, establecimiento de perfiles raciales, uso de la fuerza y
racismo, y racismo y sistema penal, entre otros. La Comisión recibió respuestas de 13 Estados
Miembro y 14 respuestas de la sociedad civil.
13. Las respuestas al cuestionario han sido un aporte positivo para la preparación de este informe.
Sin embargo, la Comisión advierte que el escaso número de respuestas recibidas confirma la
perpetuación de la situación de invisibilización de la población afrodescendiente, la baja participación
en la formulación de políticas y programas que los afectan a nivel nacional, y la poca importancia
asignada a esta grave problemática.
14. En seguimiento del proceso de elaboración de este informe, los días 14 y 15 de julio de 2011, la
CIDH convocó en su sede una reunión técnica de expertos y expertas internacionales, con el objeto
de intercambiar experiencias y analizar la información recopilada, en relación con los derechos
humanos de la población afrodescendiente. Los resultados de la reunión técnica constituyeron
insumos sustanciales para la confección de este informe, a partir de la identificación de los principales
desafíos y buenas prácticas adoptadas por los países de la región, como así también mediante el
examen de otras temáticas particulares –que si bien exceden el alcance de este informe– permitirán
orientar el trabajo futuro de la Comisión y su Relatoría.
15. En conclusión, este informe es el resultado de la información que la Comisión ha analizado y
sistematizado respecto de la situación de las personas afrodescendientes en las Américas. Para ello,
la CIDH se ha valido de las respuestas al cuestionario publicado en el mes de mayo de 2011, los
insumos provenientes de la reunión técnica, la información proporcionada por los Estados y la
sociedad civil en las audiencias públicas celebradas ante la Comisión Interamericana, los casos y
peticiones presentados ante el sistema interamericano de protección de derechos humanos, y los
informes de país y temáticos elaborados por la Comisión. Asimismo, la CIDH ha utilizado decisiones
internacionales y recomendaciones de organismos internacionales especializados, en relación con la
identificación de estándares en la materia.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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16. En este contexto, y en particular, en el Año Internacional de los Afrodescendientes, la Comisión
entiende que este informe regional representa una primera instancia de enfoque general y sistémico
respecto de la situación de las personas afrodescendientes en las Américas, que además permitirá
trazar diferentes líneas de trabajo hacia el futuro. En ese entendimiento, el presente informe pretende
identificar las principales tendencias en la región y formular recomendaciones en pos de garantizar
los derechos humanos de las personas afrodescendientes.
II. SITUACIÓN GENERAL DE LAS PERSONAS AFRODESCENDIENTES EN LAS
AMÉRICAS
17. De acuerdo con la información disponible, la población afrodescendiente en las Américas está
conformada por más de 150 millones de personas ‐cifra que equivale aproximadamente al 30% de la
población total‐, y se encuentra entre los grupos más pobres del continente. Los estudios elaborados
por el Banco Mundial revelan que la raza y la etnicidad son factores integrales en la medida de la
exclusión social y la pobreza a la que se enfrenta los afrodescendientes. Asimismo, es posible advertir
una fuerte correlación entre raza y etnicidad y acceso a servicios sociales vitales como educación,
salud y servicios de protección social.
18. En efecto, la Comisión ha advertido que, en Brasil, el 50% de las personas afrodescendientes
tienen una renta mensual menor de dos salarios mínimos, e inversamente, en los ingresos altos,
mientras 16% de blancos reciben más de diez salarios mínimos, esa proporción baja entre los
afrodescendientes al 6%. Adicionalmente, la CIDH ha indicado que, en Colombia, la tasa de
mortalidad infantil (niñas y niños menores de un año fallecidos por cada mil nacidos vivos) de los
niños y niñas afrodescendientes es aproximadamente el doble de la registrada para los niños y niñas
a nivel nacional y que en cuanto a la esperanza de vida al nacer, para los hombres afrodescendientes
es de 64,6 años, frente a 70,3 años para el total de la población. En el caso de las mujeres
afrodescendientes es de 66,7 años, frente a 77,5 años para las mujeres a nivel nacional.
19. En este contexto, los Estados de la región dieron un paso importante para abordar esta
problemática y afirmaron su compromiso con el combate y la erradicación del racismo en las
Américas en la Conferencia de Santiago en el año 2000, preparatoria de la III Conferencia Mundial
contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia en
Durban, Sudáfrica, en el año 2001. En esa oportunidad, los Estados Americanos acordaron la
definición del término “afrodescendiente” como aquella persona de origen africano que vive en las
Américas y en todas las zonas de la diáspora africana por consecuencia de la esclavitud habiéndoseles
denegado históricamente el ejercicio de sus derechos fundamentales.
20. Asimismo, los Estados de la región acordaron ciertas directrices y principios que debían ordenar
su actuación para dar tratamiento adecuado a la situación de los afrodescendientes en el Hemisferio.
21. No obstante lo anterior, la Comisión ha advertido que la población afrodescendiente se encuentra
marcada por una historia de invisibilidad, exclusión y desventajas sociales y económicas, que afectan
el goce de sus derechos fundamentales.
A. Identificación de la población afrodescendiente en las Américas
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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22. Desde el punto de vista sociológico, se ha sostenido que “[e]s precisamente en función de la
importancia económica y demográfica que tuvieron los esclavizados negros y sus descendientes para
el desarrollo de la región que sorprende la muy generalizada noción respecto de una supuesta ausencia
de este colectivo en la actualidad”.
23. A pesar de que la población afrodescendiente representa alrededor del 0,1%, 0,45%, 1,9%, 2,5%,
5%, 9,1%, 10,62%, 13,6%, 30,2%, 50%, 80% y hasta el 92% de la población total de algunos países,
no existe información sistemática y confiable sobre la autoidentificación y condiciones de vida de la
población afrodescendiente en las Américas.
24. En efecto, si bien hay población afrodescendiente en cada uno de los países del Hemisferio, las
preguntas que permiten identificar no sólo la ascendencia sino también la pertenencia de la población
afrodescendiente no han sido incluidas en los censos u otros mecanismos de relevamiento de
población sino hasta recientemente. Esta contradicción ha sido señalada como el mejor ejemplo de la
situación de invisibilización que padece este grupo poblacional en la región.
25. Asimismo, esta falta de información ha sido relacionada con la persistencia de la concepción de
las “democracias raciales” en la región. Así, se ha sostenido que es importante identificar y solucionar
el mito de la democracia racial que consiste en “la idea según la cual […] no hay racismo porque […]
todas las razas y culturas se fundieron para siempre en una síntesis feliz”.
26. En las recientes pruebas de inclusión de la variable “afrodescendencia” en los censos, se han
utilizado diferentes mecanismos para dar cuenta de la pertenencia étnica del encuestado, a saber: i)
la característica “voluntaria” de la pregunta, ii) la impresión de la persona que llena el formulario de
encuesta, iii) la auto identificación de la persona encuestada, y iv) la identificación por cultura, o
grupo étnico. La CIDH ha tomado conocimiento de las siguientes opciones exploradas hasta la fecha:
Pregunta 13. ¿Algún miembro de este hogar es o se considera afrodescendiente? Pregunta 14. ¿Sabe
Ud. o alguno de los miembros de este hogar si sus padres, abuelos, bisabuelos u otros ancestros son
de origen negro africano? Pregunta 15. ¿Algún miembro del hogar, de acuerdo a su CULTURA,
PUEBLO o RASGOS FÍSICOS, se reconoce como:…? 1. Negro 2. Kamba 3. Mulato 4. Pardos libres
5. Afrodescendientes 6. Kamba Cua 7. Kamba Kokue. Pregunta 16. Rasgos característicos (por
observación del entrevistador) Color de piel: pardo amarillento, castaño oscuro, negro ébano Color
de ojos: fluctúa entre castaño oscuro y negro Cuerpo: delgado, esbelto con espaldas anchas, caderas
chatas y escaso pelo en la piel Estatura: promedio 1,75 metros, mayor sudorización Cabeza: alargada,
frente vertical o ligeramente inclinada. Nariz: ancha, fosas nasales anchas, separadas por lomo
cartilaginoso, perfil recto o ligeramente cóncavo. Labios: gruesos, abultados, evertidos Cabello:
lanudo, crespo, generalmente corto, color negro Entrevistador: Observe algunas o una de estas
características para incluir o no a las personas como afrodescendientes37.
• Pregunta 44. ¿Cree tener ascendencia…? 1. Afro o negra 1 2 2. Asiática o amarilla 1 2 3. Blanca 1
2 4. Indígena 1 2 5. Otro 1 2 Si responde sólo a una, pasa a la pregunta 46. Si responde a más de una,
pasa a la pregunta 45. Pregunta 45. ¿Cuál considera principal de las declaradas? 1. Afro o negra 2.
Asiática o amarilla 3. Blanca 4. Indígena 5. Otro Pregunta 46. ¿A cuál considera pertenecer? 1. Afro
o negra 2. Asiática o amarilla 3. Blanca 4. Indígena 5. Otro….
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• ¿A qué raza cree Ud. pertenecer? (marcar sólo una) 1. Amarilla 2. Blanca 3. Indígena 4. Negra 5.
Mestiza Si la respuesta era “Mestiza”, se indagaba: ¿De qué razas cree Ud. tener sangre?
• ¿Cree tener ascendencia...? (pregunta de opción múltiple) 1. Afro o negra Sí No 2. Amarilla Sí No
3. Blanca Sí No 4. Indígena Sí No 5. Otro…. Sí No (Especificar) 6. No sabe Sí ¿Cuál considera la
principal de las declaradas?
• De acuerdo con su cultura, pueblo o rasgos físicos, es o se reconoce como: a) Indígena (¿A cuál
pueblo indígena pertenece?); b) Rom; c) Raizal del Archipiélago de San Andrés y Providencia; d)
Palenquero de San Basilio; e) Negro(a), mulato(a), afrocolombiano(a) o afrodescendiente; Ninguna
de las anteriores”.
• Se reconoce como: Negra/negro Afrodescendiente Morena/Moreno Indígena Otra. ¿Cuál?
Pertenece… a la cultura: 1. Indígena 2. Afrocostarricense o negra 3. China 4. Ninguna de las
anteriores.
• ¿Es usted: a) 1. Blanco, 2. Mestizo (mezcla de blanco con indígena), 3. Indígena (RESPONDE b)
4. Negro (de raza), 5. Otros. b) Si Ud. es indígena ¿a qué grupo pertenece? b) 6. Lenca 7. Kakawira
(Cacaopera) 8. Nahua‐Pipil 9.Otro (Especifique)?
• ¿A qué grupo étnico (pueblo) pertenece? En el listado se incluye garífunas, ladino y otros.
• ¿A qué grupo poblacional pertenece? 1. Garífuna 2. Negro inglés 3. Tolupán 4. Pech (Paya) 5.
Miskitu 6. Lenca 7. Tawahka (Sumo) 8. Chortí 9. Otro.
• ¿(Nombre) es náhuatl, maya, zapoteco, mixteco o de otro grupo indígena? Sí No.
• ¿Se considera perteneciente a un pueblo indígena o a una etnia? 1. Sí. 2. No. Para los que responden
Sí: P7 ¿Cuál de los siguientes pueblos indígenas o etnia perteneces P7 Se listan 13 categorías de
pueblos indígenas, afrodescendientes (creole y garífuna) y otros grupos étnicos?
• ¿Usted o alguna persona de este hogar es afrodescendiente o tiene antepasados de origen
afrodescendiente o africano (padre, madre, abuelos/as, bisabuelos/as? Sí (Indique el No. de personas)
No Ignorado.
¿Cuáles son los orígenes étnicos o culturales de los ancestros de esta persona? ¿Esta persona es?
China Sur Asiática Negra Árabe Oeste Asiática Filipina Sudeste Asiática Latinoamericana Japonesa
Coreana Islas del Pacífico.
• ¿Cuál es la raza de esta persona? Blanca Negra, Afroamericana, o “Negra” Indígena o Nativa de
Alaska Indo asiática Japonesa Hawaiana China Coreana Chamorra Otros Asiática Vietnamita Filipina
Samoana Islas del Pacífico.
27. Asimismo, además de las instancias censales, en la región se han registrado algunas experiencias
orientadas a dar cuenta de la variable “afrodescendencia” en los ámbitos educativos, de salud, al
momento de la defunción, especialmente en los casos de muertes violentas, y en general, se ha
establecido que la auto identificación sea plasmada en documentos de identificación con validez
legal.
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28. Durante la reunión técnica, las y los expertos abordaron diferentes aspectos vinculados con los
procesos de auto identificación de la población afrodescendiente. Por un lado, en relación con el
diseño y formulación de la pregunta de auto identificación, los expertos señalaron la confusión de
variables étnico‐raciales en las categorías oficiales e indicaron la conveniencia de distinguir las
preguntas étnicas de las preguntas raciales, en punto a identificar la centralidad del “color” como base
de las desigualdades sociales. Asimismo, las y los expertos hicieron referencia a ciertas limitaciones
que presentaría el término “afrodescendiente” ‐ ya que se verificaría poca apropiación por parte de
los individuos ‐ y los reclamos de la sociedad civil vinculados con la necesidad de que los censos
incluyan categorías que faciliten la auto identificación tales como “negro”, “negro latino”, “moreno”
59 o “mestizo” y categorías que muchas veces sólo tienen alcance regional o local dentro de un país,
como “renacientes” o “libres” en el Pacífico Sur Colombiano. En punto a la situación en el Caribe,
los expertos manifestaron que si bien la población afrodescendiente en estos países es en general
mayoritaria, también se verifican dificultades en relación con la inclusión de la variable
“afrodescendencia” y las categorías utilizadas.
29. Por otro lado, respecto de la ubicación de la pregunta de auto identificación, las y los expertos
mencionaron los problemas de validez que conlleva la inclusión de esta pregunta en los formularios
ampliados, en cuanto al establecimiento adecuado del universo de muestreo. Por ello, consideraron
que la mejor práctica consiste en incluir la pregunta de auto identificación en los formularios básicos
y en los primeros órdenes, a fin de otorgarle la notoriedad correspondiente.
30. En relación con las condiciones previas a la celebración del censo, las y los expertos subrayaron
la importancia de crear condiciones e incentivos que favorezcan y estimulen el auto identificación de
la población afrodescendiente. La Comisión ha recibido información sobre la falta de campañas o
difusión de las campañas de sensibilización y socialización de las categorías censales, con el fin de
promover el auto percepción.
31. En cuanto el proceso de realización del censo, las y los expertos destacaron que, en algunos casos,
la pregunta de auto identificación no se formula (por considerarla poco importante o por considerarla
“ofensiva”) o directamente es el encuestador, según su propio criterio y sin formular la pregunta al
entrevistado, quien la responde. Puntualmente, las y los expertos hicieron referencia al impacto que
tiene el color de la piel del encuestador, en la respuesta a la pregunta de auto identificación por parte
del entrevistado. La CIDH también ha recibido información sobre la falta de financiamiento para
incluir la pregunta de auto identificación en los censos, fallas en los equipos electrónicos, errores
técnicos, y falta de capacitación de los encuestadores.
32. Con relación a los resultados de estas experiencias, las y los expertos señalaron las diferencias
que existen entre los porcentajes de población afrodescendiente, si se comparan los resultados
provenientes de la pregunta de auto identificación y las características fenotípicas observadas por el
encuestador, y resaltaron la importancia de conducir estudios post‐censales, a fin de contar con
instancias de difusión y análisis de los resultados obtenidos.
33. Las y los expertos reiteraron que, además de las instancias censales, es imprescindible que los
Estados recojan sistemáticamente la variable “afrodescendencia”, de manera desagregada, en cada
uno de los registros y entidades públicas.
Boletín Dominico-Haitiano, BDH, Año I, Nº4, Santo Domingo, D.N., abril 2015,
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34. En punto a estas cuestiones, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las
Naciones Unidas (en adelante “CERD”) ha constatado “la considerable disparidad existente entre la
información disponible sobre el porcentaje de la población que se identifica como [afrodescendiente]
y observa que los resultados del censo […] difieren de otras encuestas de población”.
35. En el mismo sentido, la Comisión ha sostenido que “cuando se investiga la variable raza o color,
la respuesta del entrevistado está condicionada a diversos factores, como por ejemplo los niveles de
ingresos y educacionales, la conciencia de la negritud, la tendencia al ‘auto blanqueamiento’, todo lo
cual dificulta o imposibilita la comparabilidad de datos entre países”.
36. En términos de avances, los expertos reconocieron que, en algunos países, el progresivo aumento
del porcentaje de población que se identifica como afrodescendiente ‐ que no se explicaría por
variaciones demográficas ascendentes similares‐, revelaría las perspectivas de mejora de estos
procesos. Asimismo, los expertos concluyeron que para dar cuenta de la variable “afrodescendencia”,
el auto identificación es la mejor alternativa, ya que otros mecanismos implicarían la adopción de
posiciones estatales paternalistas.
37. La CIDH valora las prácticas adoptadas por los Estados de la región para incluir la variable
“afrodescendencia” en los censos, encuestas de hogares y otras instancias de relevamiento de la
población. La Comisión advierte que, de acuerdo con lo reseñado, los incipientes avances registrados
en este sentido, confirman la necesidad de profundizar estos procesos y mejorar su desarrollo.
38. La Comisión considera que los Estados deben implementar mecanismos adecuados para favorecer
el auto identificación de la población afrodescendiente, independientemente de que ese grupo
poblacional sea mayoritario o no. Así, la Comisión ha sostenido que “el problema de las cifras es
fundamental. Sin datos confiables, sin indicadores y mediciones periódicas es imposible tomar
decisiones políticas destinadas a enfrentar el problema de la discriminación. Las cifras además tienen
un innegable componente político, pues para los afectados significa la visibilizarían de su situación
así como una forma de reconocimiento frente a los otros”.
39. La Comisión Interamericana entiende que, en términos de buenas prácticas, los Estados deben
celebrar consultas con la sociedad civil, a través de mecanismos institucionalizados y sostenibles de
colaboración, articulación e incidencia, que reflejen sus expectativas, en punto al diseño y categorías
utilizadas en las preguntas de auto identificación, a fin de contar con herramientas técnicamente
adecuadas y fortalecer el proceso de sensibilización, concientización y empoderamiento de los
afrodescendientes en la región. De manera complementaria, la Comisión estima que es necesario que
los Estados lleven adelante campañas de concientización y capacitación sobre las categorías de auto
identificación, que incentiven a la población afrodescendiente a auto identificarse y sensibilicen a los
encuestadores.
40. Asimismo, la Comisión es de opinión que, respecto de los censos, la pregunta de ascendencia y
pertenencia de la población afrodescendiente debe incluirse en el formulario básico, dentro de las
primeras preguntas, y debe responderse exclusivamente, en función del auto identificación de la
persona encuestada.
41. La CIDH reitera que la captación de la variable “afrodescendencia” en instancias educativas, de
salud, laborales y estatales, entre otras, es una obligación estatal de acuerdo con el Plan de Acción de
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Durban. Adicionalmente, la identificación y transversalización de la variable afrodescendencia
precisamente contribuye a la visibilización y concientización de este grupo y además, constituye
información indispensable para la actuación de los Estados, en términos de sus obligaciones de
promoción y protección de derechos humanos, teniendo en cuenta sus necesidades concretas y el
porcentaje de población que representan. La Comisión también recuerda que los Estados deben cuidar
de que esa información, sumamente valiosa a los fines estadísticos y de diseño de políticas públicas,
no sea utilizada para estigmatizar y revictimizar a la población afrodescendiente.
Comisión Dominico-Haitiana (CDH)
Comisión Dominico-Haitiana (CDH): organismo de coordinación y
concertación de organizaciones cívicas de la sociedad civil de la Republica
Dominicana sobre el desarrollo y cooperación entre los Estados y pueblos de la
Republica de Haití y la Republica Dominicana, las relaciones dominico-haitianas
y la protección de derechos de inmigrantes haitianos y dominico-haitianos en
territorio dominicano. Esta comisión está compuesta por las siguientes
instituciones: Servicio Social de Iglesias Dominicana (SSID), Centro de Asesoría
e Investigaciones Legales (CEDAIL), Mesa Nacional de Migraciones de República
Dominicana (MENAMIRD), TÚ, MUJER (TUMUJER), Federación Dominicana
de Organizaciones Comunitarias Independientes (FEDOCOMIN) y Centro de
Estudios Dominico-Haitianos (CEDH del SSID/INTEC).
Próximo Número
- Continuación de:
Características y Análisis Comparativo entre
Jóvenes Inmigrantes y de Origen Inmigrante
- Dependencia Energética Haitiana
Año I, N°5, Santo Domingo, D.N., mayo 2015
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