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MensajeroAño 6 No. 168 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 23 de noviembre de 2014 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN IZCALLI ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Voz del Pastor

Pág. 2

¡¡BASTA YA!!Mensaje de los Obispos de México

“Hágase en mí según tu Palabra”

Págs. 6, 12, 13, 15 y 1698° Asamblea Plenaria de la CEM

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2 Mensajero

Muchas personas creen que la Santísima Virgen María fue una mujer tan ideal y espiritualizada que queda al margen de nuestra vida cotidiana por lo inalcanzable de su figura; por ello, en esta ocasión queremos insistir en que la Santí-sima Virgen, la Madre de Jesús, el Hijo de Dios Encarna-do, es y ha sido la persona más comprometida y ubicada en nuestras realidades humanas. Esto lo dice el verbo princi-pal que ella utilizó a lo largo de toda su vida, a lo largo de su misión y de su vida concreta. Cuando el ángel le anun-ció el proyecto de Dios, ella se ubicó y ofreció con un verbo para nosotros tan conocido y habitual: hacer; “Há-gase en mí según tu Palabra”. Este verbo rompe todo idea-lismo o propósito fugaz que pueda diluirse a la hora de la verdad. No es una promesa ni un propósito, sino un com-promiso. Hágase significa que la acción de Dios puede seguir su curso, que los proyectos de Dios van a encontrar un eco sólido en su persona. Que con la voluntad y decisio-nes de Dios no se juega. Que lo que Él piensa o decide, se hace. Hágase no sólo es una invitación, sino un compromi-so, una entrega.Las cosas de Dios deben ser inmediatas y puntuales. “Há-

gase ya”, “Hágase aquí”, “Hágase ahora”, y lo más impor-tante y que es lo que menos valoramos: “en mí”. En Méxi-co, hay un jugueteo tal vez simpático sobre la voluntad de Dios: “Hágase la voluntad de Dios en las mulas de mi com-padre”. En cambio, María, con toda claridad dice: “en mí”.No hay cosa más importante y valiosa que acoger la

voluntad de Dios. El universo de Dios, las decisiones de Dios en uno mismo. Cuántas veces pensamos con buen talante acerca de la acción de Dios en el universo como creyendo que con eso basta, que ese universo vago y difu-so es el mejor espacio para la voluntad de Dios. María, en cambio, nos enseña que para la obra de Dios no hay mejor espacio que la persona, que el corazón de uno mismo. María, Nuestra Madre, nos ayudó a entender ese giro mara-villoso del obrar de Dios: nuestros corazones.En el Antiguo Testamento, la acción del Espíritu se ve

espléndida en el universo, en la creación, pues el Espíritu llenó de hermosura todo lo creado; sin embargo, a partir de Cristo, el Hijo de Dios y de María, el lugar propio de la acción Divina, el lugar adecuado para la acción del Espíri-tu, será la persona, el creyente, el discípulo, el consagrado o la consagrada.En este año en que el Santo Padre ha querido dedicar la

vida de la Iglesia en la oración y en el afecto a la Vida Con-sagrada, nos dejamos iluminar por la figura de María Nuestra Madre, que en todos los instantes de su vida, en todas las expresiones de su alma, confesó, conjugó su verbo principal: “Hágase en mí según tu Palabra”; “Ha hecho en mí maravillas”; “Hijo mío, por qué nos has hecho esto?”; “Hagan lo que Él les diga”.Religiosas y religiosos, consagradas y consagrados, el

mejor itinerario personal, el mejor itinerario para la obra de Dios es nuestro corazón al estilo de María.

DIRECTORIO

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos

Obispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva

Obispo Emérito de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar

Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N.

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOSan�ago Ma�as

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación de

la Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla.

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia

Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la

Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Ecatepec, Texcoco, Teo�huacán,

Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

† Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

“Hágase en mí según tu Palabra”

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3Mensajero Editorial

Por: Comisión de ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

Es bien sabido que las próximas gue-rras serán por el agua. Todos conoce-mos que su control es estratégico para dominar poblaciones y vencer pueblos. Lo saben en Gaza y lo saben en Sonora. Hoy el precio de una botella de agua de un litro en las tiendas de conveniencia es más alto que el de un litro de gasoli-na. Las industrias consumen cantida-des inmensas de agua, particularmente las mineras (de extracción y de siderur-gia), mientras muchos pueblos son racionados del vital líquido. En México las batallas iniciaron desde hace tiem-po. Principalmente en las comunidades rurales, los pobladores ven cómo se secan sus lagunas, pues el agua se va a los pastizales y a la industria de la leche; la gente conoce bien cómo en nombre del progreso de la ciudad se despoja al campo de sus cuencas.Hoy los pobladores están dispuestos a

luchar por lo que consideran su último

bien, del cual no han sido despojados: el agua. El objetivo es cuidarla, tanto para consumo per-sonal como para producir los alimentos que come-mos. Los intereses que se manejan para otorgar licitaciones a las grandes industrias no son muy claros; lo que sí es muy evidente es la falta y esca-sez de agua que se vive actualmente en muchas regiones de nuestro país.En México existen mu-

chas fugas de este vital líquido, que desafortuna-damente hacen que se pierda hasta el 60 por ciento del agua. Debido a esto, no nos queda de otra que empezar a educarnos en su cuidado, comen-zando por nuestros hogares, y tratando de no desperdiciar lo que en el futuro

nos podría llevar a consecuencias ini-maginables. Contribuyamos al cuidado de este recurso natural, tan indispensa-

ble en nuestras vidas. Hagamos de nues-tro consumo un consumo consciente.

Muchos problemas nos aquejan. Tene-mos variedad de conflictos que enfren-tar para resolver, tanto a nivel personal como social. Sin embargo, no hemos de olvidar ni mucho menos postergar, nues-tra vocación original: La santidad.Un elemento trascendental para dar

solución a las dificultades sociales que nos circundan y en momentos nos roban la paz, es precisamente, responder al llamado de Dios a la santidad. Hoy, se requiere imperiosamente vivir confor-me a la santidad ontológica que hemos recibido en el bautismo.Les pido, hermanos, no duden de que

viviendo santamente aportaremos a la actual sociedad, una luz para dar solu-ción a las contrariedades que enfrenta-mos, aparentemente apocalípticas. Recuerden que la santidad no sólo apa-rece como vocación universal, también es un mandato divino, que como cre-yentes en Cristo, no podemos ignorar.¿Cómo ser santos hoy? Escuchando la

Palabra de Dios y practicándola. Ella nos ha mandado amar a Dios sobre

todas las cosas y a nuestro prójimo, como a nosotros mismos. ¡Hagámosle caso! Amar a Dios con todo nuestro ser significa andar por el camino seguro de la santidad. Por amor a nuestro Dios, manifestar el amor al prójimo con nues-tros actos, no dejando que se suponga.También la Palabra de Dios nos ha

enseñado: “Que cada uno se fije cómo va construyendo. Desde luego, el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto” (1Cor 3, 11). Hacernos santos, implica esfuerzo, requiere trabajo comprometido. Por ello, es necesario examinar cómo vamos construyendo nuestra propia vida, la de la comunidad y de la socie-dad en la que participamos. Tengamos en cuenta que hoy debemos enfrentar la enorme tendencia social de descalificar sin razón y con abismal prejuicio, nues-tra fe católica y a Jesucristo, como único fundamento para construir una existen-cia más justa, más equilibrada y en paz, en una palabra más santa.Levantémonos, vayamos, sin miedo, a

promover y propagar la santidad en nuestro entorno comunitario y social, acompañados por Jesucristo, que nos ha

prometido estar con nosotros hasta el final de los tiempos. ¡Dios los bendiga!

Hagamos de nuestro consumo un consumo consciente

Nuestra vocación original: La santidad

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4 MensajeroCaminar Diocesano

Por: Comisión de ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

Teotihuacán, México, 17 de noviembre de 2014.- En la Catedral del Divino Redentor se llevó a cabo la reunión de Animación del Plan de Pastoral de la Diócesis de Teotihuacán, con una asis-tencia de 250 personas, entre laicos y religiosos, provenientes de aproxima-damente 45 parroquias. La presenta-ción estuvo a cargo del padre Francisco Javier Rodríguez Trejo, Vicario de Pastoral de la Diócesis de Saltillo.

El objetivo fue dar a conocer el méto-do con el que se continuará el trabajo pastoral diocesano. El padre inició con una amplia explicación de lo que es un plan pastoral y cuáles son las fuentes que lo alimentan. Mencionó que un plan pastoral constituye un itinerario de tipo catecumenal, es decir, debe ir for-mando y madurando la fe, por medio de diferentes etapas, a fin de que una vez que los agentes de pastoral salgan a dar el mensaje a los más alejados, puedan dar razón de su fe, por medio de la acción y del testimonio, con alegría y dando lugar a los pobres, a los margina-dos, ya que los cristianos actualmente no dejamos participar ni damos oportu-

nidad a los que “no saben“ tanto como nosotros sabemos. Debe recordarse lo que nos enseña y anima el papa Fran-cisco: Ser una Iglesia de “salida” y basados en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.

Un plan pastoral se alimenta de cuatro elementos principales: La Palabra de Dios, la doctrina del Concilio Vaticano II, los signos de los tiempos, y los recla-mos o necesidades del pueblo. Las claves principales que debe tener un plan pastoral son: comunión, participa-ción, misión y conversión. Las tres grandes etapas del Plan son: 1) Itinera-rio catecumenal, que inicia con la sen-sibilización a la fraternidad y termina con el compromiso de caminar en pequeñas comunidades a la luz de la fe. 2) Seguimiento de Cristo, que comien-za estudiando y viviendo la Historia de la Salvación, la persona de Jesús y los valores del Reino, terminando con una Profesión de fe. 3) El Misterio de la Iglesia, que pasa por la sacramentali-dad, la ministerialidad y termina con la Misión, que implica un proyecto comu-nitario.

Una vez concluida esta última etapa, se da paso a las diferentes fases del método prospectivo: modelo de situa-

ción, modelo ideal, modelo de diagnós-tico y modelo operativo. Los criterios de acción pastoral propuestos para este trabajo son: 1) Convocar a todos, que nadie quede afuera. 2) No partimos de cero, sino de lo que Dios ha sembrado. 3) Primero los pobres, desprotegidos, que todos se sientan como en su casa. 4) Abrir espacios para todos, que todos

hagan poco y no que pocos hagan todo. 5) Tomar en cuenta lo bueno, para que todos trabajemos por un objetivo común. 6) Caminar a paso lento, pro-gresivo y global.

Concluyendo que hay que convocar a todos los bautizados, a la espiritualidad de los agentes de pastoral y a la elabora-ción de los modelos prospectivos.

Por: Pastoral Juvenil Diócesis de Cuautitlán

El registro de los jóvenes comenzó alre-dedor de las 9:30 horas. Después de un breve refrigerio, el Señor Obispo les dio la bienvenida y les explicó que los encuentros se realizarán cada segundo sábado de mes, comenzando en enero del 2015, y que los objetivos primarios son: prepararlos para su vida, así como para el CONAJUM, a celebrarse en julio del próximo año.Alrededor de las 10:20 horas tuvo

lugar una dinámica de interacción entre los jóvenes asistentes; su objetivo: aprender a relacionarse con jóvenes nuevos más allá del grupo habitual de amigos. La dinámica consistió en bus-car a otro joven de una Vicaría diferen-te, presentarse, decir si se pertenece a una de las Comisiones Pastorales de nuestra parroquia, o si sólo se es asiduo a la Misa Dominical. Enseguida, con el nuevo amigo, se buscó a otra pareja para presentarlo. El ejercicio concluyó cuan-do un grupo de cuatro jóvenes buscaron a otros cuatro, repitiendo así la dinámi-ca. Posteriormente se prosiguió a la

entrega del Libro de los Evan-gelios: don Guillermo Ortiz Mondragón se los dio a los jóvenes que aún no lo tenían.Después de un momento

personal-comunitario con Jesús Eucaristía, hubo un rece-so de 30 minutos para dar paso a la proyección referente al t rabajo real izado por el DOMUND, así como a una presentación sobre la Pastoral Juvenil (logotipo, objetivo, dimensiones, metodología, procesos de educación en la fe), ésta fue explicada por el Pbro. Óscar Carrillo y la joven Cinthya Noguez. Después de la comida se les

ofreció un momento de anima-ción a los jóvenes con el grupo “Soldados de Dios”; termina-do éste, don Guillermo pre-guntó a los jóvenes si cono-cían a Jesucristo, y pasó a varios chicos de las tres vica-rías a que dieran su testimonio sobre la felicidad que Jesucristo nos ofrece.

El día concluyó con los avisos, recor-dándoles que los encuentros serán cada segundo sábado de mes a partir del 10

de enero de 2015 e invitándolos a la peregrinación al Cerro del Cubilete.

Encuentro de los jóvenes y su Obispo

Animación del Plan de Pastoralde la Diócesis de Teotihuacán

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5Mensajero Caminar Diocesano

Por: José Luis RamírezDiócesis de Nezahualcóyotl

Hace 10 años, la Diócesis de Nezahual-cóyotl inició un periodo de transforma-ción que denominó Renovación Pasto-ral y hasta la fecha no acaba de concre-tarse en su totalidad; sin embargo, se registran avances indudables. De esta manera comenzó la X Asamblea Dio-cesana con el eslogan la “Esperanza de las culturas para Ser Nuevas Creatu-ras”, el cual es ideal en estos momentos que vive el país, porque es más necesa-ria que nunca esta virtud teologal: la esperanza.

En la reunión se hizo una retrospectiva de los trabajos realizados, y una cosa quedó clara, que si bien faltan muchos detalles de esa renovación, cada día crece el número de católicos que están convencidos de la necesidad de cambiar.

Cambiar ha sido una de las palabras más recurrentes del papa Francisco. Por su parte, Monseñor Héctor Morales Sánchez la sigue retomando; pero falta que se sumen a esa transformación más

personas. Las familias, los jóve-nes, los servicios religiosos, los agentes de Pastoral deben com-prender y tomar como una bandera muy sentida la necesidad de transformarse para cambiar así la manera de hacer comunidad y evangelizar.

Hay obstáculos, pero también potencialidades, pues frente a posiciones individualistas, de desconfianza, violencia, desarti-culación o falta de formación, entre otros aspectos, existe en los católicos apertura, disposi-ción, constancia y un sentido emprendedor.

México se puede considerar como un lugar bendecido, pues a pesar de tener en su seno las cons-tantes tentaciones materialistas del norte y ser el paso de las nece-sidades del sur, se ha mantenido firme en sus tradiciones y cultura.

Todo esto debe ser reforzado con esa renovación pastoral que urge empren-der con mayor ahínco en todo el país.

La X Asamblea Diocesana de Neza-hualcóyotl tiene un enorme significado y debe ser reforzada, y que todos sus acuerdos sean llevados a la práctica; eso requiere el cambio de todos los

católicos de esta Iglesia local.

Visita el portal diocesano:www.diocesisdeneza.mx

Por: Dimensión Educativa de Tlalnepantla

El 14 y 15 de noviembre pasados, la Conferencia del Episcopado Mexicano organizó el Encuentro “Educar para una Nueva Sociedad”, que marcó el inicio de los preparativos del 50 aniversario de la Declaración Gravissimum Educatio-nis. El evento se llevó a cabo en el Audi-torio de la Universidad La Salle.

Al evento asistieron más 800 líderes educativos de la nación, representantes de 40 diócesis y más de 150 maestros, directores de instituciones educativas y padres de familia de la Provincia Ecle-siástica de Tlalnepantla.

Ante las reformas y nuevos retos que se presentan en nuestro país, la Iglesia se abre a la reflexión con todas aquellas personas de buena voluntad que com-parten la misión de educar.

El evento quiso ser un encuentro de la pluralidad para incitar el diálogo entre distintos líderes educativos de México, acerca del actual cambio de época y los desafíos que éste implica para la educa-ción.

Inauguraron el evento Mons. Melchor Sánchez Toca, Secretario del Consejo

Pontificio para la Cultu-ra, el Sr. Cardenal Fran-cisco Robles, Presidente de la CEM; el Sr. Carde-nal Norberto Rivera, Arzobispo Primado de México; Mons. Christop-he Pierre, Nuncio Apos-tólico de México; y Mons. Alberto Suárez Inda, Arzobispo de More-lia y Responsable de la Pastoral Educativa de la CEM.

Asimismo, participaron distinguidos especialis-tas y autoridades civiles y religiosas en materia educativa.

Los temas desarrolla-dos entre ponentes y par-ticipantes fueron: Ÿ Educar dentro del

contexto cultural de un cambio de época

Ÿ Reforma educativa mexicana, ¿ha-cia dónde va?

Ÿ Desafíos de la gestión educativaŸ Temas estratégicos de educación

El mensaje final presentó el compro-

miso de la Iglesia para promover la cul-tura del “encuentro” ante el cambio de época. Se recordó que la crisis de Méxi-co muestra la crisis en educación, por lo que se motivó a dar vida al mensaje del papa Francisco del 13 de febrero pasa-

do: “La educación es un acto de amor, es dar vida. El amor es exigente, pide encontrar los mejores recursos para despertar la pasión y comenzar un cami-no con paciencia junto a los jóvenes”.

Encuentro Nacional “Educar para una Nueva Sociedad: Pasión que se renueva”

La Renovación Pastoral,un asunto de todos

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6 MensajeroIglesia Universal / Iglesia México

Los Obispos de México decimos: ¡Bas-ta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza. Compartimos como mexicanos la pena y el sufri-miento de las familias cuyos hijos están muertos o están desaparecidos en Igua-la, en Tlatlaya y que se suman a las miles de víctimas anónimas en diversas regiones de nuestro país. Nos unimos al clamor generalizado por un México en el que la verdad y la justicia provoquen una profunda transformación del orden institucional, judicial y político, que asegure que jamás hechos como éstos vuelvan a repetirse.Reunidos para reflexionar sobre los

desafíos actuales, vemos en esta crisis un llamado para construir un país que valore la vida, la dignidad y los derechos de cada persona, haciéndonos capaces de encontrarnos como hermanos.En el año 2010, en la exhortación pas-

toral “Que en Cristo nuestra paz, Méxi-co tenga vida digna” advertíamos sobre el efecto destructor de la violencia, que daña las relaciones humanas, genera desconfianza, lastima a las personas, las envenena con el resentimiento, el miedo, la angustia y el deseo de ven-ganza; afecta la economía, la calidad de nuestra democracia y altera la paz.Con tristeza reconocemos que la

situación del país ha empeorado, desa-tando una verdadera crisis nacional. Muchas personas viven sometidas por el miedo, la desconfianza al encontrar-se indefensas ante la amenaza de gru-pos criminales y, en algunos casos, la lamentable corrupción de las autorida-des. Queda al descubierto una situación dolorosa que nos preocupa y que debe ser atendida por todos los mexicanos, cada uno desde su propio lugar y en su propia comunidad.En nuestra visión de fe, estos hechos

hacen evidente que nos hemos alejado de Dios; lo vemos en el olvido de la verdad, el desprecio de la dignidad humana, la miseria y la inequidad cre-cientes, la pérdida del sentido de la vida, de la credibilidad y confianza necesarias para establecer relaciones sociales estables y duraderas.En medio de esta crisis vemos con

esperanza el despertar de la sociedad civil que, como nunca antes en los últi-mos años, se ha manifestado contra la corrupción, la impunidad y la compli-cidad de algunas autoridades. Creemos que es necesario pasar de las protestas a

las propuestas. Que nadie esté como buitre esperando los despojos del país para quedar satisfecho. La vía pacífica, que privilegia el diálogo y los acuerdos transparentes, sin intereses ocultos, es la que asegura la participación de todos con el fin de edificar un país para todos.Estamos en un momento crítico. Nos

jugamos una auténtica democracia que garantice el fortalecimiento de las insti-tuciones, el respeto de las leyes, y la educación, el trabajo y la seguridad de las nuevas generaciones, a las que no debemos negarles un futuro digno. Todos somos parte de la solución que reclama en nosotros mentalidad y cora-zón nuevos, para ser capaces de autén-ticas relaciones fraternas, de amistad sincera, de convivencia armónica, de participación solidaria.Nos vemos urgidos junto con los acto-

res y responsables de la vida nacional a colaborar para superar las causas de esta crisis. Se necesita un orden institu-cional, leyes y administración de justi-cia que generen confianza. Es indispen-sable la participación de la ciudadanía para el bien común. Sin el acompaña-miento y la vigilancia por parte de la sociedad civil, el poder se queda en manos de pocos.

Ante la situación que enfrentamos, los Obispos de México queremos unirnos a todos los habitantes de nuestra nación, en particular a aquellos que más sufren las consecuencias de la violencia, acom-pañándoles, en su dolor, a encontrar consuelo y a recuperar la esperanza.Jesucristo es nuestra paz. Él está pre-

sente en su Palabra, en la Eucaristía, en donde dos o más se reúnen en su nom-bre, en todo gesto de amor misericor-dioso y en el compromiso por construir la paz en la verdad y la justicia.Con esta certeza redoblaremos nues-

tro compromiso de formar, animar y motivar a nuestras comunidades dioce-sanas para acompañar espiritual y soli-dariamente a las víctimas de la violen-cia en todo el país. A colaborar con los procesos de reconciliación y búsqueda de paz. A respaldar los esfuerzos de la sociedad y sus instituciones a favor de un auténtico Estado de Derecho en México. A seguir comunicando el Evan-gelio a las familias y acompañar a sus miembros para que se alejen de la vio-lencia y sean escuelas de reconciliación y justicia.Agradecemos al papa Francisco su

cercanía y preocupación en estas cir-cunstancias. Unidos a él, celebraremos

el próximo 12 de diciembre la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, hacien-do una jornada de oración por la paz. Le pediremos su intercesión por la conver-sión de todos los mexicanos, particu-larmente la de quienes provocan sufri-miento y muerte.Que Santa María de Guadalupe,

Madre del verdadero Dios por quien se vive, que reclama a sus hijos desapare-cidos y ruega por la paz en México, interceda por nosotros para que una oleada de amor nos haga capaces reconstruir la sociedad dañada.

Por los obispos de México.

† José Francisco Cardenal Robles Ortega

Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la CEM

† Eugenio Lira RugarcíaObispo Auxiliar de Puebla y

Secretario General de la CEM

¡¡BASTA YA!!Mensaje de los Obispos de México

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7Mensajero Evangelización y Misión Continental

Por: CODIPACS, Valle de Chalco

Chalco, México, 17 de noviembre de 2014.- En un ambiente de alegría, el Sr. Obispo Víctor René Rodríguez Gómez celebró su aniversario de nacimiento con las comunidades religiosas de la Diócesis, reunidas en la Escuela Secundaria Juana de Asbaje.El Pbro. Rogelio Antonio Zamora

Rosales, Vicario Episcopal de Religio-sos, junto con el Consejo de la vida consagrada, organizaron la conviven-cia en la que estuvieron presentes reli-giosos y religiosas de la Diócesis, quie-nes manifestaron contento, fraternidad, comunión, y felicitaron a su Obispo en el día de su cumpleaños.La convivencia inició con la celebra-

ción eucarística presidida por el Obis-po, en la que dio gracias a Dios por el don de la vida, sus padres y su familia, quienes han estado presentes durante estos años de su existencia, de quienes ha recibido amor, cuidados y enseñan-zas, que le ayudaron a descubrir el infinito amor de Dios, su ternura, su misericordia y le han acompañado en su ministerio.

En su homilía hizo referencia a la lec-tura del Apocalipsis que dice: "Al ángel de la Iglesia de Éfeso escribe así:… Conozco tus obras, tu fatiga y tu aguan-te… Eres tenaz, has sufrido por mí y no te has rendido a la fatiga; pero tengo en contra tuya que has abandonado el amor primero". Mencionó que los con-sagrados se identifican con Éfeso porque cuando reciben el llamado y deciden seguir a Dios, tienen disposi-ción y gran entrega, pero cuando pasa el tiempo la respuesta no es la misma, se debilita; sin embargo, les hizo recor-dar que la vida consagrada debe carac-terizarse por la alegría, debe testimo-niar la alegría que proviene de la certe-

za de sentirse amado y de la confianza de ser salvados, como dice el Santo Padre en la Carta Circular dedicada a la vida consagrada: «Quería deciros una palabra, y la palabra era alegría. Siem-pre, donde están los consagrados, siem-pre hay alegría». Al terminar la Santa Misa algunas

comunidades religiosas presentaron bailes regionales, cantos, e incluso hubo una comunidad religiosa que le compuso una canción donde le expre-san su cercanía, su sencillez, su firmeza y sus sueños en los que invita a su Igle-sia diocesana a hacer presente el Reino de Dios.La convivencia concluyó con la comi-

da y la tradicional partida de pastel. El Señor Obispo agradeció a los religiosos diciendo: “Hoy comprobamos que los religiosos también saben bailar, saben gritar, saben echar porras y entusias-marse con los regalos de todos los días que Dios les da; sin duda es un testimo-nio que se debe fomentar en cada uno, porque esto nos ayuda a llegar a ese ideal que deseamos ser: la Diócesis más bella del mundo, estamos por ini-ciar el año de la vida consagrada, no sólo es para celebrar, más bien es para que nos animemos mutuamente y demos el justo valor que ustedes reali-zan en la vida de la Iglesia”.

Por: Abril Villanueva

La Diócesis de Texcoco llevó a cabo su

peregrinación anual a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en esta ocasión con un motivo muy especial:

pedir a los pies de Santa María de Guadalupe su intercesión por la paz en México y declarar la apertu-ra del Año de la Vida Consa-grada en nuestra diócesis.Durante la homilía, el Obis-

po de Texcoco comentó: “Que nuestra diócesis sea una diócesis vigilante, siem-pre inquieta, puesta, funcio-nal. (…) En nuestra diócesis seguiremos apostando por un Plan Diocesano de Pasto-ral bien hecho, bien organi-zado, funcional para el pue-blo de Dios, para las comuni-dades. Que a todos llegue la frescura, la atención, el men-saje que se da en los sectores, en las pequeñas comunida-des o casitas de oración. Que nuestros movimientos, que nuestras pastorales sigan

siendo ese Cristo que funciona para amar, para servir”.“Hoy precisamente, queridos herma-

nos, ponemos una lámpara preciosa en el corazón de la diócesis: la Vida Consa-grada. (...) ¡Cuánto han aportado ya! Esta iglesia nació de la Vida Consagra-da de aquellos grandes misioneros (...), y hasta la fecha los religiosos no nos han abandonado, pues con múltiples caris-mas siguen haciendo presencia en nues-tra diócesis. Estén atentos, valoren el don de Dios, la presencia suya entre la comunidad, entre el pueblo”.Y agradeció de manera detallada la

diversidad de carismas y congregacio-nes que enriquecen día a día la labor evan-gelizadora de la Diócesis de Texcoco.Concluyó señalando: “Mis queridos

hermanos, sacerdotes todos, ustedes saben que siempre pido por mis vica-rios, por mis decanos, párrocos, esos grupos tan bonitos y fuertes de sacerdo-tes jóvenes, esa legión tan preciosa de seminaristas. En Texcoco tenemos tres grandes e importantes seminarios bien llevados, dignos, siempre en búsqueda de una formación sacerdotal acorde con los tiempos de la Iglesia y las necesida-des del mundo”.

Iglesia, eres hermosa, eres rica,

Comunidades religiosas festejan a su Obispo

que seas capaz de amar

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8 MensajeroIglesia y Actualidad

Por: José de Jesús Arturo de Alba Monroy

Tuve la fortuna de estar presente e incluso participar en una conferencia que tuvo lugar en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, ya que al final de ésta se hizo manifiesta la inquietud que hay entre los jóvenes universitarios sobre lo que sucede en nuestro país, particularmente me refiero a las noticias que nos han ocupado desde hace más de un mes respecto a la desaparición de los jóvenes de la Nor-mal de Ayotzinapa. Pero no solamente eso, también podemos mencionar la cancelación del contrato del tren de alta velocidad a Querétaro, que se relaciona con la famosa “Casa Blanca” del Presi-dente y su esposa en la colonia Lomas de Chapultepec. Y así como esto, las fallas de la Línea 12 del Metro, la conta-minación de los ríos en Sonora y, en fin, distintas noticias económicas, sociales e incluso políticas.En la conferencia se dio la oportunidad

de participar con preguntas y respues-tas, y precisamente me referiré a la pre-

gunta de un joven, y que yo me permití también contestar. La pregunta fue: bueno, y frente a todo este entorno en el que estamos viviendo, ¿yo qué debo hacer? Yo comenté: como José de Jesús Arturo de Alba Monroy, en lo personal, me parece que lo que debo hacer es apro-vechar la oportunidad que tengo al vivir, al estar vivo cada día, para hacer algo, para actuar de manera que ese proceder de cada día, en mi cotidiani-dad, en mis cosas comunes y corrientes, en mis experiencias diarias: manejar, ser papá, ser amigo, ser empresario; en esas experiencias donde parece que lo que uno hace no es importante, en reali-dad sí lo es: actuar, actuar conforme a mis principios, conforme a mis creen-cias, a mis valores, y no solamente actuar, sino también ser.Sin duda es posible hacer algo, pero

conduciéndonos de acuerdo con nues-tros principios, con esa educación que cada quien recibe, ya sea en la familia, en la escuela, en los distintos ambientes donde nos desenvolvemos, de manera tal que el día a día no se convierta en una situación de desesperanza o en un factor

más de desaliento, de duda, de incerti-dumbre, sino al contrario, un día a día que se vuelva dinámico porque yo hago algo. No necesito llevar a cabo actos heroicos, simplemente hacer lo que me toca cada mañana, cada día, con los que están cerca de mí; es decir, ser con-

gruente, congruente con mis principios.Eso es lo que le contesté a este joven y

también es lo que quiero compartir con ustedes ¿Qué debo hacer? Algo puedo hacer. Quizá lo único que no debo hacer es no hacer nada.

Fuente: Yoinfluyo.com

El objetivo: tener un amor

Por: Comisión de ComunicaciónDiócesis de Teotihuacán

Toda persona o grupo humano debe tener bien claro qué es lo que busca, lo que desea alcanzar mediante la activi-dad que desarrolla a lo largo de su vida. El secreto del éxito radica en saber qué se quiere, cómo se alcanza, y en la dedi-cación y el empeño que pongamos para lograrlo, venciendo aquellas dificulta-des que normalmente presenta todo proyecto.La necesidad de estar bien orientados

es más urgente cuando, al querer alcan-zar un objetivo, intervienen personas de edad distinta, cultura, nacionalidad, educación, posición social, afiliación política, entre otras circunstancias que identifican a los distintos grupos huma-nos. En este caso son varios los peligros latentes, como la falta de continuidad, el “acomodar” las cosas a la medida de las personas o circunstancias, el enten-der el proyecto como cada quien puede, y elegir aquellos medios que son más del agrado personal, pero no muy con-

ducentes a lo que se quiere.Como miembros de esta sociedad,

cada uno de nosotros vamos buscando, a través de una variedad muy grande de actividades y a lo largo de la historia, una sola cosa: que Dios esté presente en el corazón de todo hombre y de toda sociedad, de modo que no nos deje olvidar quiénes somos y de dónde veni-mos, siendo así el punto de referencia de todo lo que sucede en el mundo.El distintivo al que debemos aspirar

quienes deseamos lograr nuestro obje-tivo no es la sabiduría de este mundo ni los títulos académicos, tampoco el poder político; no se trata de ostentar medallas, pues ni siquiera se distinguen debido al ruido que proviene de la publicidad en torno a las causas buenas y valiosas. No. El único distintivo es el amor, el buen trato a los demás, los sentimientos nobles, el espíritu positi-vo, la capacidad de entrega, de dona-ción. Alcanzar un título más elevado a los ojos de todos, aquel que tiene un amor más grande a los demás.

Ante la problemática nacional, ¿qué debo hacer?

más grande para los demás

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9Mensajero Celebremos la Fe

Por: Lic. Viviana Guadarrama

La festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, se celebra el 22 de noviembre y se recuerda conmemoran-do el gran amor y fe que tenía por Dios tras haberse convertido al cristianismo, motivo por el que fue una de las márti-res de la Iglesia Católica, habiendo sido decapitada.

Según se cuenta, los padres de Santa Cecilia la cedieron, cuando era niña, en matrimonio al que sería su esposo, quien aceptó que la virginidad de la menor fuera consagrada a Dios, lo cual significaba que no podría tocarla, porque un ángel estaría permanente-mente guardando su cuerpo. En caso de incumplir la promesa, el ángel se enfu-recería. En el año 1594 fue nombrada Patrona de la Música por el papa Gre-gorio XIII, adoptándose universalmen-te el día de su nacimiento como el Día de la Música.

La Candelaria Tlapala es un pueblo del municipio de Chalco, donde se celebra a Santa Cecilia. Cuenta con aproximadamente 40 agrupaciones de mariachis y desde hace poco más de 37 años se viene realizando un festival

donde los grupos de mariachi locales rinden homenaje a su Santa Patrona.

El primer mariachi comenzó por unos amigos que decidieron formar un grupo musical para divertirse; sin ninguna visión económica y sin saberlo, comen-zaron un legado que se transmite de generación en generación. Gracias a la música, Tlapala se transformó de un pueblo integrado por trabajadores del campo a un poblado de músicos, y de esta manera creció económicamente.

También este primer grupo de maria-chi se organizó y de forma altruista realizaron la decoración de lo que hoy es la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria. A través del tiempo han desarrollado proyectos para hacer una escuela y una plaza del mariachi que aún no se consolida, pero demuestra la visión emprendedora de los grupos de mariachis, ya que la mayoría del pueblo se ha ido involucrando en la música, que inició como un pasatiempo pero ahora ha llenado de satisfacciones a los habitantes, generando un posiciona-miento a nivel nacional.

Los músicos de esta comunidad acu-den año con año a su parroquia para dar gracias por el trabajo recibido durante

el año, siempre con la ayuda de Dios Nuestro Señor y por intercesión de Santa Cecilia.

La misa de gallo se llevó a cabo el 21 de noviembre a las 23:30 horas, cele-bración en la cual se prepararon para el gran día con las Mañanitas y conviven-cia. El 22 de noviembre fue la celebra-

ción solemne a las 12:00 horas, presidi-da por el Pbro. Héctor Huitrón Rodrí-guez, párroco de este lugar, donde los mariachis se reunieron y acompañaron con cantos litúrgicos. Posteriormente inició el festival en la plaza principal de la comunidad.

Por: CODIPACS Ecatepec

Celebramos una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, la fiesta de Cristo, Rey del Universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz. La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el papa Pío XI el 11 de marzo de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Jesús anticipa esta fiesta con sus mismas palabras al hablarnos del juicio de las naciones: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se senta-rá en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apar-tará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pon-drá las ovejas a su derecha, y los cabri-tos a su izquierda” (Mt 25 31-33).

Para reconocer a Jesús como Rey del universo en nuestra vida, bastan cuatro pasos:

Primero: Conocerlo. La lectura y

reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros cora-zones a su amor. Hay que dar este paso de una manera experiencial y no sólo teológica.

Segundo: Acercarnos a la Sagrada Eucaristía, para recibir en abundancia a “Dios mismo”.

Tercero: Imitarlo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo; viviendo una vida de ver-dadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndo-lo y amándolo, entonces podemos expe-rimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros.

Cuarto: Un compromiso apostólico, que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a toda persona que nos rodea. “Por último se apareció a los once discípulos mien-tras comían y los reprendió por su falta de fe y por su dureza para creer a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: 'Vayan por todo el mundo y anuncien la

Buena Nueva a toda la creación'” (Mc. 16 14-15).

En estos momentos tan difíciles que vivimos en México, basta abrir nuestro corazón al llamado que Jesús nos hace y

unir nuestros sentidos en una sola voz: Justicia, Paz y Amor; y sobre todo: Reco-nocer a Cristo como Rey del universo; que como tal, sabe cómo guiar y conso-lar a su pueblo.

Mariachis de Tlapala no olvidan sus raíces

Cristo Rey del universo y Rey nuestro

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10 MensajeroFamilia

Por: Pbro. Roberto DelgadoDiócesis de Nezahualcóyotl

El Obispo de Nezahualcóyotl Héctor Luis Morales Sánchez encabezó la ceremonia de entrega de diplomas a 29 alumnos del Instituto Diocesano de Formación para Agentes Pastorales de la Salud, quienes finalizaron el plan de estudios, que les proporcionó la forma-ción de los laicos agentes de Pastoral de la Salud. En días recientes concluyó su diplomado en Tanatología, que inició a principios de este año, en la Capilla Jesús, Señor de la Divina Misericordia.

Las “Directrices” para la Pastoral de la Salud en México indican que “des-pués de una adecuada preparación, reciben un mandato específico por la comunidad eclesial: capellanes de hos-pitales, ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión (MEC), agentes visitadores, agentes de promoción de la salud, miembros de la Unión Enfermos Misioneros, etcétera”.

En ese sentido se espera que los sacer-

dotes den a los laicos capacitados un nombramiento específico para la aten-ción en materia de salud en su comuni-dad, ya que la finalidad del Instituto es apoyar a los sacerdotes en la formación y capacitación pastoral de sus laicos en las diferentes áreas de pastoral. Por lo tanto, para el próximo año se ofrecerá una beca por parroquia para los siguientes cursos 2015.

Los temas se impartirán de la siguien-te manera: Temas Selectos de Bioética de las 16:00 a las 19:00 horas del 14 de enero al 27 de mayo; Matrimonio y Familia de las 16:00 a las 20:00 horas, del 1° al 26 de junio; Espiritualidad y Psicología de las 10:00 a las 14: 00 horas, del 1° al 26 de junio; y Temas Selectos de Filosofía y Teología de las 09:00 a las 14:00 horas, del 13 al 31 de julio.

Cabe señalar que los cursos se impar-tirán en la Capilla Jesús, Señor de la Divina Misericordia (junto a la Univer-sidad La Salle, Neza) y para la beca se requiere que el agente pastoral preste

sus servicios dentro de una parroquia, así como una carta-presentación escrita por su párroco y dirigida al Instituto.

Los graduados pertenecen a las dióce-sis de Ecatepec, Texcoco, Valle de Chal-co y Nezahualcóyotl, quienes además

hicieron su servicio social en las mis-mas iglesias particulares.

Visita el portal diocesanowww.diocesiseneza.mx

Toda herencia es para disfrutarse en alguna época de la vida, sin importar que sea económica o un inmueble, pero llega el momento en que será de utilidad y beneficio para quien la recibe.Dios ha dado herencia a los hombres:

¡Los hijos! , para que en su vida los dis-fruten.Pero una herencia debe saberse admi-

nistrar, invertir, emplear en algo para sacar utilidad, ganancias, intereses de ella; de igual manera, todo padre de familia debe saber invertir en la forma-ción de los hijos para lograr una exce-lente recompensa el día de mañana.Un hijo es la fuerza motriz que mueve

al hombre a realizar satisfactoriamente su trabajo, pues el hombre lleva a cabo sus actividades, cumple sus compromi-sos y es responsable en su trabajo, siem-pre lleno de alegría, de felicidad, ya que sabe que su familia es la beneficiada.Tener un hijo es un gran incentivo para

ser el “mejor papá del mundo”, porque le interesa la opinión que su propio hijo tenga de él, y sabe que lo va a elegir como modelo a seguir. En los deportes elegirá al campeón, al exitoso; en los negocios, al rico, al poderoso; en la educación, al inteligente, al premiado;

pero en la vida, elegirá a su padre como modelo a seguir. He ahí la impor-tancia de ser un buen ejemplo, de ser un buen cristiano.Debe ser consciente de

la responsabilidad que ha adquirido, en sus manos está formar el carácter. Es el padre quien se sienta con su hijo y lo aconseja, lo educa, lo forma con valores morales para que sea un hombre de bien. Atender su actitud ante la vida, pues es quien orien-ta, motiva y siempre alienta a su hijo para no rendirse jamás, para siem-pre intentarlo una vez más, para siempre dar lo mejor de sí; para mostrar una actitud correcta ante cualquier circunstancia. Y vigilar la confianza en sí mismo; las palabras que exprese, los calificativos que le dé, la manera como se dirija a él va a determinar en el hijo si es una per-sona llena de confianza en sí mismo o

tímida e insegura.Un hijo es una persona que Dios ha

depositado en tus manos desde el momento que nace, para que lo ames, lo disfrutes, y le des una excelente forma-ción como hombre de bien. Todo padre

será el responsable de lograr ese noble propósito, es a él como hombre, como padre, que el Señor le ha dado tan enor-me papel, a nadie más.

Con información de: familiacristiana.com

Entrega Mons. Héctor Luis Morales Sánchez reconocimiento a estudiantes de Tanatología

La herenciamás exigente

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11Mensajero @joven

Por: Atzin Basurto Vázquez Pastoral Juvenil Diócesis Valle de Chalco

El caso de la desaparición de los jóve-nes normalistas en Ayotzinapa nos ha impactado de tal manera que hemos sentido una sensación de horror en su forma más cruda y vil, lo cual ha vuelto a poner sobre la mesa un tema muy sonado hace 40 años y que desde enton-ces es el eterno dolor de cabeza de nues-tros gobiernos: los jóvenes estudiantes.

Nosotros los jóvenes no somos el futuro de México, somos el presente de nuestro país, pero en los últimos días hemos visto cómo se entierra este “pre-sente”, debido al sentimiento de sentir-nos solos, sin ley, abandonados al capricho y humor de unos cuantos. Ahora bien, ser joven en México es ya complicado, y ser joven católico lo es más por los distintos prejuicios, decep-ciones y “escándalos” por los cuales se nos juzga a todos por igual; pero la Tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política, la Iglesia no

puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia; no debemos ence-rrarnos en un templo a gritar y exigir justicia.

Los “avances en las investigaciones” y las ruedas de prensa anunciadas con bombo y platillo, que luego son repeti-das en los noticieros como “discos rayados” atorados en una vieja can-ción, hacen que poco nos importe esta ficción barata transmitida por televi-sión. Lo que importa es tener paz y que se respete la dignidad que tenemos como pueblo, como hermanos.

Todos estamos llamados a preocupar-nos por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata el ser misionero; a eso se refería el Santo Padre Francis-co cuando dijo en la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil: “Hagan lío”, convocándonos a compartir el pensa-miento social de la Iglesia, que ante todo es positivo y propositivo, pues orienta hacia una acción transformado-ra, y en ese sentido es un signo de espe-ranza.

Al decir “compartir” me refiero a salir de nuestra zona de confort, de Face-book, donde todo es más fácil, y ser esa

luz de esperanza con nuestros herma-nos que están padeciendo por un Esta-do fallido. Es preciso llevar el mensaje de Jesucristo a donde se dialoga con balas, apoyar a los jóvenes que no tie-nen miedo de exigir justicia.

En la marcha pacífica del día sábado 8

de noviembre vi una manta que decía: ¿Si tú fueras el 44? Por eso los invito a reflexionar preguntándose: ¿de qué lado están, de quienes desde el templo gritan “Hagamos lío”, o de los que en verdad salen a hacer lío, llevando sin tapujos el mensaje de Cristo?

Por: Pbro. Óscar CamachoArquidiócesis de Tlalnepantla

En consideración al documento de Apa-recida que exhorta a: “Renovar, en estrecha unión con la familia, de manera eficaz y realista, la opción preferencial por los jóvenes, en continuidad con las Conferencias Generales anteriores, DANDO NUEVO IMPULSO A LA PASTORAL DE JUVENTUD en las comunidades eclesiales (diócesis, parroquias, movimientos, etc.)”, me permito aquí presentar a grandes rasgos el Proyecto de Revitalización de la Pas-toral Juvenil en América Latina.

La Sección de Juventud del CELAM ha elaborado, en conjunto con un grupo de expertos y asesores, un Proyecto de Revitalización de la Pastoral Juvenil. Este Proyecto lo vemos como un momento de Gracia por parte del Espíri-tu que nos permitirá sentir el ardor del corazón como los discípulos de Emaús cuando escucharon las palabras del Resucitado.

La Pastoral Juvenil siente la necesidad de moverse al encuentro de estas situa-ciones vitales de la juventud, como Jesús en Emaús, para ponernos en cami-

no con ellos, escuchar de lo que van hablando, hacerles preguntas, cuestio-narnos con ellos y proponerles un encuentro que llene de sentido sus vidas.

Este camino está organizado en cuatro momentos que no son lineales, sino cíclicos y se cruzan entre sí. Son movi-mientos que nos invitan a entrar en sin-tonía profunda con la vida de la juven-tud en sus lugares vitales para con ellos descubrir la novedad de Dios, cómo Él se revela en la vida de los jóvenes de hoy, y así debemos encantar por su pre-sencia, invitándonos para la gran misión del anuncio de la vida.

Para que suceda este camino es nece-sario provocar, en un primer momento la fascinación producida por el llamado de Dios, que invitó a quien Él quiso y los llamó por su nombre, esto significa reconocer el llamado de Dios para el servicio de la juventud y dejarse fasci-nar por Él y por la juventud. El segundo es salir del lugar común y aproximarse a la realidad, y allí escuchar, ver, estar con y aprender a hablar el modo de la juven-tud actual. El tercer momento es discer-nir, desentrañar la historia recorrida por la acción pastoral junto a los jóvenes

desde la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia. El cuarto momento es el de la conversión, un cambio de mentalidad conforme nos recomienda el documen-to de Aparecida, se trata de ver con nue-vos ojos, de recorrer el mismo camino en la dirección de la comunidad, como

lo hicieron los discípulos de Emaús, identificando los desafíos y elaborando la acción.

No te pierdas la próxima edición donde te compartiré los beneficios que este nuevo proyecto pretende alcanzar.

Proyecto de revitalización de la Pastoral Juvenil

El joven católico antecuestiones sociales

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12 MensajeroDios te llama

Por: Comunicación Provincia de Tlalnepantla

Cuautitlán Izcalli, Méx.- En las instala-ciones de la Casa Lago de la CEM, del 10 al 14 de noviembre se llevó a cabo la XCVIII Asamblea Plenaria del Episco-pado Mexicano. El tema del encuentro fue “Encuentro, testimonio y diálogo en el continente digital. Hacia una cul-tura del Encuentro”. El objetivo de esta Asamblea fue el de promover los pro-cesos de comunicación, ad intra y ad

extra de la Iglesia en México, para lle-var a cabo una comunicación pastoral, y una pastoral de la comunicación y las nuevas tecnologías. Se contó con la presencia de los Obispos de las distin-tas Iglesias particulares de México, del Señor Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre; de Mons. Claudio María Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunica-ciones Sociales. La Asamblea estuvo coordinada por Mons. Luis Artemio Flores Calzada, Obispo de Tepic y Pre-

sidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación en la CEM (CEPCOM); su secretario ejecu-tivo, Pbro. Antonio Camacho Muñoz M. G.; y la presencia de responsables de la Pastoral de la Comunicación de las distintas Provincias Eclesiásticas de México.

Se abordaron temas muy importantes, como el “Itinerario para una Comuni-cación Dialógica”, por la Dra. Silvia Pellegrini (Universidad Católica de Chile); “Aspectos antropológicos de la Comunicación Humana”, por el Dr. Galo Pozo; “El Magisterio Pontificio sobre los Medios de Comunicación y la Nueva Evangelización”, de Mons. Claudio María Celli; y la intervención de la Dra. Susana Nuin, Secretaria Eje-cutiva de DECOS, quien expuso el tema “Experiencia DECOS-CELAM-RIIAL”.

También se compartieron las expe-riencias en el ámbito de la Pastoral de la Comunicación en México por parte del Centro Católico de Comunicaciones, del Arzobispado de Guadalajara; la

comunicación en una comunidad indí-gena del Arzobispado de Oaxaca; el uso de las “redes sociales” en la Dióce-sis de Culiacán; de las Obras Misiona-les Pontificio Episcopales de México: OMPE TV; la prensa escrita, experien-cia del Semanario Desde la fe; Nuevas tecnologías en la Arquidiócesis de Mon-terrey y los Comunicadores Parroquia-les de la Diócesis de Tenancingo. La televisión tuvo representación de María-visión, ESNE y KW tv.

Los Obispos intercambiaron expe-riencias y puntos de vista por Provin-cias Eclesiásticas. Nuestra Provincia de Tlalnepantla tuvo una participación activa de todos los Obispos, coordina-dos por Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla; y Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, Obis-po de Valle de Chalco y Responsable de la Pastoral de la Comunicación de nues-tra Provincia, quien presidió la Sagrada Eucaristía el viernes 14 y tuvo la mode-ración de los trabajos el 11 de noviem-bre en la Asamblea Plenaria.

Todos hemos pasado por la experiencia de ser los “nuevos” en algún lugar. Esto pudo haber sido en el trabajo, en la igle-sia, en la escuela, etc. Lo primero que hacemos en una situación así es presen-tarnos y decir nuestro nombre; algunos son fáciles de recordar; sin embargo, hay otros que son más difíciles de memorizar (producto de unos padres muy imaginativos).A medida que pasa el tiempo, vamos

conociendo a las personas, y al conocer-las se recuerdan cada vez más sus gus-tos, sus facetas y sus gestos. Principal-mente, su nombre. ¡Qué bonito es que te llamen por tu nombre! Saben, existe alguien que siempre nos ha conocido, nos ha acompañado desde que nacimos y nos ha amado desde entonces. ¡Ese alguien es Dios!: “Las ovejas escuchan su voz, las llama por su nombre y ellas lo siguen” (Jn. 10, 3).El Pastor es Dios, y te llama a ti porque

eres su oveja. Cuando nos encontramos en un lugar donde hay muchas perso-nas, eso es lo que vemos: personas. Vemos a un niño jugando por allá, a una mujer arreglándose el cabello, a un joven caminando por aquí, o a un hom-bre que va hacia su trabajo. Como huma-nos, nosotros simplemente vemos muchas personas. Pero ése no es el caso con Dios. ¡Claro que no! ¿Saben lo que Dios ve? Dios conoce la vida de cada uno de ellos. Él ve a Pedro, un niño que necesita amor de sus padres; ve a

Miranda, una mujer que está lidiando con problemas en su hogar; ve a Leonel, un joven que trabaja para poder estu-diar; ve a Luis, un padre de familia que se la ha pasado mal en su trabajo última-mente. Dios los conoce y sabe bien sus historias.Así que Dios sí sabe quiénes somos,

conoce lo que hemos pasado y quiere tener una relación personal con todos. El primer paso es aceptar su regalo de salvación, para que aquello que nos separa de Él, el pecado, ya no lo haga más. Dios nos amó tanto que dio todo para otorgarnos vida eterna. Una vez que entendemos lo que Jesús hizo por

nosotros en la cruz y lo aceptamos como nuestro salvador personal, es momento de comenzar a vivir lo que Él tiene pre-parado para nosotros. ¡Dios nos está llamando para comenzar a vivir de ver-dad! Ahora, ¿qué vamos a responder?

El pastor conoce a sus ovejas

La comunicación en la vida de la Iglesia: Asamblea del Episcopado Mexicano

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1Mensajero 3Iglesia y Cultura

Por: Comunicación Provincia Eclesial de Tlalnepantla

En el marco de la XCVIII Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano, el Presidente de la CEM, el Emmo. Sr. Cardenal José Francisco Robles Orte-ga, Arzobispo de Guadalajara, dirigió un mensaje inaugural a la Asamblea de Obispos de México, en el cual dijo: “Al comenzar nuestra Asamblea (…) tam-bién venimos cargando sobre nuestros hombros la pena que agobia a muchos hermanos y hermanas de nuestra patria, víctimas de la injusticia, la inequidad, la miseria, la corrupción, la impunidad, la indiferencia y la violencia. Particu-larmente dolorosos han sido los repro-bables hechos de Tlatlaya y Ayotzina-

pa, así como los asesinatos de personas destacadas en el ámbito político y social, y el sufrimiento de muchos ciu-dadanos a causa de la galopante insegu-ridad que afecta la vida, la convivencia y el desarrollo de todos”. Continuó diciendo: “La Iglesia que peregrina en México expresa su total disponibilidad para contribuir, con lo que le es propio, a los cambios de fondo que fortalezcan las instituciones del país, convencida de que, como ha señalado el Papa, 'una auténtica fe implica un profundo deseo de cambiar al mundo'”. Y casi para concluir expresó: “Las gracias que Dios nos concede, los retos actuales y las oportunidades que se abren ante nuestros ojos interpelan nuestra mente y nuestro corazón de pastores para

tratar de conocer lo que el Señor nos pide en esta hora estupenda y dramática de nuestra historia, a fin de brindar al pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad las orienta-ciones que brotan del Evangelio”.Por otra parte, el Nuncio Apostólico

en México, Mons. Christophe Pierre, en su mensaje de apertura de la Asam-blea General de la Conferencia Episco-pal Mexicana, dijo: “Me congratulo con ustedes porque, en su caminar como Iglesia, han querido elegir para esta Asamblea la consideración de un tema que constituye para cada uno de nosotros un verdadero reto, ya que, en realidad, aún nos falta mucho por aprender en el arte de la comunicación y así poder corresponder a las exigen-cias de la auténtica misión. Además, en el contexto en el cual vivimos como Iglesia mexicana, tenemos que trabajar mucho para redescubrir los nuevos medios de comunicación y saber utili-zarlos, sin olvidar, por otra parte, que la libertad de comunicar es parte de aque-lla verdadera libertad religiosa con la que nosotros –pues es nuestra obliga-

ción– debemos siempre actuar y, si es necesario, reivindicar (…) Hoy la radio, la televisión y la prensa se ven acompañados, y en cierto modo hasta superados por las computadoras, el internet, los celulares; estamos de fren-te a una revolución que incide de un modo particular en mentalidades y estilos de vida. Pero, ¿en qué medida está la Iglesia facultada para entrar en diálogo con la cultura digital?” Conti-nuó exponiendo: “Alrededor de 1,500 millones de personas –pero podrían ser muchas más– habitan una de las más grandes redes sociales: Facebook, con-formando así uno de los 'países' más grandes del mundo sin fronteras nacio-nales. Muchos de ellos nunca entrarán a una iglesia, pero sin duda se trata de personas a quienes también debemos anunciar el Evangelio (…) los pastores deben evangelizar en internet”. Con-cluyó su mensaje diciendo: “Es necesa-rio renovarse a nivel personal y comu-nitario, con mayor coherencia entre ars orandi, y ars credendi y arte de comuni-car, vivir y testimoniar”.

Eminentísimos señores Cardenales, Arzobispos y Obispos, hermanos todos en la participación del sacerdocio bau-tismal, dando una breve mirada a nues-tro mundo podemos constatar que poca gente vive hoy una vida resuelta, comiendo y bebiendo, comprando y vendiendo como en los tiempos de Noé o en los tiempos de Lot; poca gente vive hoy disponiendo de guaruras que cuiden su vida, la de su familia o su patrimonio.

La mayoría de nuestro pueblo no tiene más que preocupaciones, pobreza, desempleo o trabajos mal pagados y muchas malas noticias, por lo que bus-can momentos de descanso, de diver-sión o de entretenimiento, o en el peor de los casos, reaccionan con agresivi-dad o resentimientos, generando accio-nes que lastiman a las personas, a las familias o a la comunidad.

De todos modos, quienes tienen la vida resuelta o viven con tantas caren-cias, son personas en búsqueda. Como decía San Juan Pablo II en la carta apos-tólica Novo Millennio Ineunte (NMI), son personas que, de manera consciente o inconsciente, están clamando “quere-mos ver a Jesús”.

Nosotros, los pastores de estas ovejas sin pastor, también estamos muy ocupa-dos sembrando y construyendo en dis-

tintos afanes, casi siempre relacionados con nuestro ministerio de pastores, pero no siempre logramos el énfasis suficien-te en el cuidado y las actitudes para que estos fieles nuestros lleguen a conocer a Jesús y a contemplar su rostro.

El Papa ha dicho a todos los bautiza-dos, muéstrenles ustedes el rostro de Cristo, ésta es la tarea permanente de la Iglesia, anunciar a Jesucristo; y con mayor razón esto nos concierne a los pastores.

Nosotros tenemos planes de pastoral, con metodologías actualizadas, con una clara eclesiología y espiritualidad. Dis-ponemos también de medios de comuni-cación con las nuevas tecnologías, pro-ducimos excelentes cartas pastorales y muchas horas de homilía, pero para qué sirve todo esto si nuestro rostro no refle-ja el resplandor del rostro de Cristo con toda su misericordia y cercanía.

El papa Francisco, en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, hablan-do de una Iglesia en salida, nos invita a “salir de la propia comodidad y atrever-nos a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”. Por algo lo dice, algo habrá visto en noso-tros. Una Iglesia en salida, dice tam-bién, es una Iglesia que primerea, se involucra, acompaña, produce y cele-

bra, ésta es la Iglesia que se nos ha con-fiado pastorear. Primerear –explica– significa tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de caminos para invi-tar a los excluidos, con un deseo inago-table de brindar misericordia.

Predicando no por oficio, no como quien transmite una doctrina debida-mente aprendida, sino como alguien que conoce a Jesús, que contempla con-tinuamente su rostro y se esfuerza por ser como Él, como quien siente las angustias y esperanzas de su pueblo, y se identifica con los sentimientos de Cristo, haciéndolo presente con actitud misericordiosa.

Como el Señor que se involucra e invo-lucra a los suyos, poniéndose de rodillas

ante los demás para lavarlos, pero luego dice a los discípulos: “Seréis felices si hacéis esto” (Jn 13,17). Achicando las distancias, acercándose, hasta ser un pastor con olor a oveja.

Si el Hijo del hombre se manifiesta constantemente es para que todos pue-dan ahora conocerlo, amarlo y servirlo, en una vida de comunión con Dios, cuya puerta de entrada es la fe.

Ésta es nuestra tarea, queridos herma-nos Obispos, que nuestro ministerio sea el medio para que esta manifestación del Señor llegue a todo su pueblo. Que el Señor, motivándonos en esta Asam-blea, nos impulse a dar testimonio con nuestra vida y con todos los medios que para la comunicación tengamos al alcance.

Homilía del 14 de noviembre de 2014, en la Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano, de Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, Obispo del Valle de Chalco

“Lo mismo sucederá el día en que el

Mensajes del Presidente de la CEM y del Nuncio Apostólico en México

Hijo del Hombre se manifieste”

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1 Mensajero4 Sección Infantil

Amiguitos este es un Caminito de Adviento, inicia donde está el pastorcito tocando alegremente su

flauta. Cada día vas a colorear una estrella después de que hayas realizado un acto de amor, como

ayudar a tu familia, a tus amiguitos, a una persona necesitada o compartir lo que tienes o sabes. A

medida que pasan los días verás cómo se va iluminando el camino con tus buenas acciones, hasta llegar al

nacimiento de Jesús.

¡MANOS A LA OBRA!

Caminito de Adviento

Nov

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Dic

1

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1Mensajero 5La Sal y Luz del mundo

Por: Pbro. Juan Nepomuceno Dionisio, Diócesis de Ecatepec

Con la acción evangelizadora se edifica el cuerpo de Cristo que es la Iglesia y se realiza el objetivo de Jesucristo, esta-blecer el reino de Dios y la llamada a la santidad. Al mirar hacia el Concilio Vaticano II y al analizar sus consecuen-cias para la vida de la Iglesia, inmedia-tamente nos damos cuenta de la “pro-moción del laicado”. La Constitución Dogmática, “Lumen Gentium”, dedica todo el capítulo IV a la doctrina sobre el apostolado de los laicos.Esta promoción del laicado no puede

llegar a su plenitud si el laico no renueva su encuentro con Jesucristo. Sólo gra-cias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nues-tra conciencia aislada y de la autorrefe-rencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que huma-

nos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdade-ro. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede conte-ner el deseo de comunicarlo a otros? (Evangelii Gaudium 8).El Decreto Apostolicam Actuositatem

habla explícitamente a los laicos: “El Sagrado Concilio ruega encarecida-mente en el Señor a todos los laicos que respondan con gozo, con generosidad y corazón dispuesto a la voz de Cristo y al impulso del Espíritu Santo. Aunque se atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura origi-

nal del Evangelio, brotan nuevos cami-nos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, pala-bras cargadas de renovado significado

para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva»” (EG.11).

Fundamentación de losMinisterios Laicales

Por: SesgoDiócesis de Nezahualcóyotl

En su 98 Asamblea Plenaria, los obis-pos del país analizaron el fenómeno de la comunicación digital dentro y fuera de la Iglesia. Dentro, en el sentido de las comunicaciones, utilizando la más amplia tecnología, y con estas mismas analizar las condiciones de la comuni-cación como presentación de la Iglesia.Muchas son las maneras de comunicar-nos, pero hoy en día las comunicaciones digitales han ganado presencia en esta área sin dejar de lado las actuales como: la TV, la radio y la prensa escrita, sim-plemente porque se han completado para la divulgación en este caso del Evangelio; esto se debe a que las redes sociales han probado su eficacia.

Muchas diócesis tienen acceso a estas comunicaciones, sin embargo, muchas más no tienen acceso a dicha infraes-tructura, debido a la falta de recursos económicos, pero el esfuerzo está en marcha y es necesario continuarlo.

Los obispos han dado recomendacio-nes para seguir esforzándose en cuanto a las comunicaciones digitales en las diócesis, pero son necesarios los recur-sos económicos y humanos para llevar a buen fin la propagación del Evangelio. Saber llevar la evangelización y el mane-jo de los equipos de comunicaciones digitales es un buen augurio para com-pletar la misión de todo cristiano: dar testimonio del Señor.

Romper con los vicios en el fenómeno de la comunicación también es un buen paso para hacer efectiva la comunica-ción quitar vicios en el sentido de llevar una información precisa y concreta de evangelización que algún día será la

primera y más efectiva comunicación en el mundo.

Un último aspecto a considerar en el tema de las comunicaciones es la mane-ra de proyectar los contenidos para hacerlos más atrayentes, debido al inge-

nio de los comunicólogos para presen-tar sus espacios y más dentro de la Igle-sia en donde es necesario tener ingenio para presentar los temas, sería la clave para hacer una evangelización más atractiva, proyectiva y dinámica.

La Asamblea de las Comunicaciones

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Por: Mons. Luis Martínez FloresCODIPACS, Ecatepec

El miércoles 12 de noviembre de 2014, Mons. Claudio María Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, concedió una entrevista a Mensajero con motivo de la XCVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Epis-copado Mexicano, en Lago de Gua-dalupe, Estado de México.

Mons. Luis: ¿Qué importancia tiene que una Asamblea de Obispos tome como punto de referencia en su refle-xión la Pastoral de la Comunicación?

Mons. Claudio: Me parece que es una gran señal, significa que los Obispos son siempre más concientes de que mediante las tecnologías actuales de la comunicación se abren posibilidades enormes para nuestro testimonio, inimaginables antes; usted sabe que hoy en día las nuevas tecnolo-gías han creado un particular ambiente de vida, ya no son solamente instrumen-tos de comunicación, más bien han dado origen a un continente digital, a un espacio donde hoy los hombres y las mujeres viven, habitan, y me parece importante tomar conciencia de que en este continente, en este ambiente de vida, estamos llamados a dar testimonio de nuestra pertenencia a Jesús, de nues-tra fidelidad a su palabra, a su Evange-lio. Papa Francisco lo dice claramente: no debemos bombardear este continen-te, este ambiente de vida con mensajes religiosos, sino más bien tenemos que dar un testimonio auténtico de vida, porque para dar solamente mensajes religiosos bastaría una computadora, la cual cada determinado tiempo envía en el circuito de la red un mensaje religio-so, pero en la actualidad, lo recordaba ya Paulo VI: “los hombres de hoy son más sensibles a los testigos que a los maestros”, y si prestan atención a un maestro, es porque es testigo también, y éste es el desafío nuestro de hoy. Me parece que a los obispos mexicanos, al trabajar durante algunos días en esta temática, demuestran que han tomando conciencia de lo que está aconteciendo y de cómo todos estamos llamados a anunciar el Evangelio en esta realidad. Hay otro problema muy ligado a esto: el tema del lenguaje. Es indudable, hay un lenguaje antropológico; significa que cuando yo tengo que hablar, una cosa es hablar a los niños y otra es hacerlo con los jóvenes, también es distinto hablar con personas mayores. ¿Por qué? Por-que cada uno tiene situaciones de vida

distintas; diferente es, por ejemplo, la vida del niño de primera comunión, o la de un joven de 20 años, o de un hombre maduro que ya está enfrentando la vida en su dimensión profesional, en su fami-lia y con situaciones semejantes; así que indudablemente hay ser muy cuidado-sos con el lenguaje. Los jóvenes tienen su propio lenguaje, nosotros los mayo-res tenemos el nuestro, a su vez, la Igle-sia tiene el suyo, y a veces el riesgo que corremos es el de emplear un lenguaje que los hombres y las mujeres de hoy no entienden más. El papa Francisco, en su primera Exhortación Apostólica Evan-gelli Gaudium, dedica muchas páginas al tema del lenguaje, y creo que éste es uno de los desafíos de la Iglesia hoy: ¿Qué lenguaje emplear? ¿Con cuál idioma nos comunicamos los hombres de hoy? Y ésta es una temática muy profunda, pues exige de todos regresar a los valores fundamentales y a compren-der lo que es esencial para las personas actualmente, así que la temática de la comunicación es delicadísima, porque, como deben imaginar, la Iglesia vive para comunicar, no (se) comunica a sí misma, comunica a Jesucristo, comuni-ca su Evangelio. Es una Iglesia que no solamente es jerárquica, sino más bien una Iglesia integrada por todos los dis-cípulos del Señor que lo han acogido en su corazón, e intentan vivirlo en la coti-dianidad de la vida: en la familia, en el trabajo, en el mundo y sus relaciones humanas, así que éste es el gran desafío.

El gran documento de Aparecida, del Episcopado Latinoamericano, nos recuerda que cada discípulo es misione-ro; es necesaio regresar nuevamente a esto, a compartir lo que hoy significa ser misioneros en el mundo, como anunciar a Jesucristo, con un lenguaje pertinente,

pero al mismo tiempo sabiendo que en las redes sociales, donde “viven” cien-tos de miles de mexicanos, cada uno es un discípulo del Señor. Mediante esta red, es posible dar testimonio de Jesús, lo cual representaría un gran avance si cada uno toma esta responsabilidad en el contexto de amigos, dando testimo-nio de su pertenencia a Jesús.

Mons. Luis: Excelencia, han habido testigos muy importantes en la Iglesia, me refiero a San Juan Pablo II, a Bene-dicto XVI, al papa Francisco. ¿Qué importancia tiene para los sacerdotes, ordenados y futuros, en la formación del Seminario, el tema de la comunica-ción? ¿Qué aprender de estos pastores que han sido testigos dentro del mensaje del Evangelio en torno a la Pastoral de la Comunicación?

Mons. Claudio: Usted toca un tema muy delicado. Ya lo estamos discutien-do con el CELAM. ¿Cómo preparar a los futuros sacerdotes en el tema de la comunicación? ¿De qué modo ayudar-les a comprender lo que significa comu-nicar hoy? Esto no es un asunto tecnoló-gico, sino más bien se trata de ir a lo más profundo de nuestro anuncio, y yo creo que lastimosamente hemos hecho poco. Los señores Obispos deberán prestar mucha atención a cómo preparar a los futuros sacerdotes para ser auténticos comunicadores. Pero como le decía hace un momento: para mí el desafío no es solamente de los sacerdotes, corres-ponde también a los laicos que viven en este mundo, en este ambiente. Ahí está la tarea grande de los sacerdotes: ayudar a los laicos a ser testigos auténticos, propositivos del Evangelio. Es una manera nueva de ser misioneros; en su íntimo más profundo, es siempre lo mismo: anunciar a Jesucristo; pero es

indudable que hay que conocer también el lenguaje típico de estos medios de comunicación modernos, de las nuevas tecnologías. Yo lo diría así: no se puede poner vino nuevo en odres viejos. Yo no puedo aspirar a estar presente en estos nuevos espacios de vida con una visión antigua, pues ahora hay que tener el Evangelio en el corazón, pero al mismo tiempo es preciso saber y conocer el lenguaje típico de este ambiente.

Mons. Luis: Por último, Excelencia, Mensajero es un periódico que llega a ocho diócesis conurbadas de la Ciudad de México, que forman la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla; ¿puede dar un mensaje para nuestros lectores?

Mons. Claudio: Mire, yo creo que todos ustedes deben ser mensajeros de Cristo Señor, ¿qué quiero decir? Hay que decir siempre la verdad sobre Dios, acerca del hombre. La Iglesia una vez venía definida como “experta en huma-nidad”, yo creo que ser Mensajeros significa decir siempre la verdad sobre Dios en nuestra vida y al mismo tiempo sobre el hombre: cómo se defiende al hombre, cómo se le protege, ya que el hombre tiene una vocación impresio-nante, grandiosa: la de ser hijo de Dios, y esto hay que hacerlo siempre como Cristo Señor: amando a cada uno de los hombres y las mujeres de hoy. La Igle-sia en su mensaje, en su servicio a la verdad, debe siempre recordar esto: ¡Cómo Jesús ama a cada uno de estos hombres y mujeres!, para que su mensa-je se sintonice con este amor profundo que el Señor Jesús tiene para cada uno de nosotros. Buen trabajo.

Mons. Luis: Muchas gracias, Exce-lencia.

Mons. Claudio: ¡Encantadísimo!

16 Mensajero

Entrevista a Mons. Claudio María Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales

La Misión de la Iglesia:Comunicar el Evangelio

Mons. Celli, Pbro. Beramendi y la Dra. Susana Nuin con el Equipo de Apoyo de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación


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