Módulo comunicación no verbal y cultura
Unidad I: Fundamentos teóricos de la comunicación no verbal
De la Interpretación a la Lectura Competente
El verdadero sentido de leer (o la interpretación) ha colmado largos
procesos, unos traumáticos y de paciente aquejado de ánimo. Otras veces,
desde la pedagogía tradicional y desde la evaluación misma, ha afectado su
comprensión, desarrollo y práctica; en otros momentos, la lectura se ha
desligado de la enseñanza-aprendizaje holística; otros, con el afán de
"comunicar" sus metalenguajes han diseñado juegos de interpretación que
impulsan -en los lectores- la dependencia y las técnicas desordenadas
transformando a los sujetos en espontáneos para la interpretación y,
además, siempre vigilados y protegidos constantemente por profesionales -
de disciplinas distintas a la lingüística o a la semiótica-, los que a su vez,
han negado variadas competencias para "pensar-actuar" el cómo confrontar
el sentido del texto.
Reconocernos como lectores o interpretadores de letras, ejemplo, sobre un
papel de libro, pared callejera o de baño, o pantalla de cine, televisión o
computadora, o cualquier cuerpo de la cultura, no es detentar sentido en la
lectura. Leer letras no es construir sentido, éste es mucho más. El sentido
se construye en el interior del lector mismo quien es el que asume la
responsabilidad de la interpretación. Si interpretamos es porque –también-
nos reconocemos como escritores y sería otro asunto aún tan complejo
como su par, el ser lector. El escritor está cobijado en nosotros mismos
como acechando –vigilante y encantador deseoso por abandonar su
penumbra - cómo actúa el lector nuestro.
Para desarrollar el verdadero sentido de leer, seleccionamos las formas de
interpretar –modos de leer- y las representaciones –escrituras- individuales
(propias, sociales-culturales), desde las cuales construimos signos-redes
que aportan comprensiones, contenidos, formas y significaciones a los
textos. Las iconografías o producciones de escrituras transforman y
expresan innumerables procesos mentales en los lectores-interpretadores,
y ocasionan en ellos nuevas configuraciones, conceptos, imágenes y
atributos. Leer construye nuevas formas imaginativas.
En el leer, el sentido interpretativo ocurre cuando representamos la cultura
ideal y espiritual en material, en escritura. Esto es así porque los sujetos de
las sociedades del conocimiento edifican sus pensamientos en el territorio
de sus mismos actos sentimentales, económicos, industriales, artesanales,
etc. La lectura enriquece la competencia social.
Leer no significa perdernos o deambularnos sin juicios y sin críticas en la
superficie del texto sino determinar posiciones personales en lo que vemos,
en lo que sentimos, en lo que palpamos, y en lo que oímos. Esto es así, si
lo personal es subjetivo y lo colectivo se erige objetivo; es cuando
interpretamos-representamos los signos y abandonamos la superficie del
texto mediante la construcción profunda de opiniones, comunicaciones y
modelos de lo que significa "comunitario"... así podemos crear la relación
objetivo-subjetivo cada vez que enunciamos palabra o leemos para
orientarnos cognitivamente en el mundo.
Leer no es hacer-leer lo obligatorio de la academia... nos parece que leer es
eso pero además tratar de leer los sentidos de nuestro entorno para pasar
de lo superficial o literal[1] a lo inferencial [2] y desde ahí a lo crítico[3] ; de
saber qué dicen (qué escritura tienen) los objetos y los sujetos en la
amplitud de sus representaciones individuales, objetuales y comunitarias.
Para la academia, leer es construir sentido y no buscarlo (el sentido no está
puesto en los textos, lo que está en su lugar son los indicios, en forma de
letras y en palabras, con sus respectivos contenidos y alusiones). Hay
docentes que se equivocan enviando a sus alumnos a buscar el sentido del
texto cuando eso no es posible: "busque ahí hermano que ahí está en los
textos, la información”. Si el alumno no responde tal cual dice el texto,
obtiene mala nota. Como vemos la invitación es contraria.
[1] Literalidad: lo obvio. Trabaja lectores que interpretan lo denotativo. Es una mera traducción por convención social y simbólica. Es la repetición de lo que veo. No se asume la imaginación para leer.
[2] Inferencial: la opción que tiene el lector para crear-plantear dudas al texto. Suponer, establecer riesgos en la interpretación, imaginar y sobre todo, hipotetizar el texto. Inferir es armar variadas direcciones de interpretación que puede utilizar el lector en este nivel. Inferir es darle al texto aspectos que no están explícitos para originar debate y argumentación. Ojo: no es inventar desde lo falso, sino hacer crisis con lo que nos da el texto.
[3] Crítico: es la postura que tomamos ante lo que el texto nos dice. Es el
nivel “ideal” que todo lector debe poseer. A través del uso que le damos al
texto, lo criticamos, lo relacionamos con otros textos (intertexto), le
construimos sus aportes, lo clasificamos, le ubicamos su alcance, etcétera.
Los textos apenas dicen lo que el autor ha leído de su realidad... entonces
la lectura significa una búsqueda reconstructiva y reinterpretat iva
(resignificativa) de lo que otros han dicho y de los cuales tú -lector-, puedes
contribuir a decirlo mejor o peor... aunque creemos que siempre será mejor
porque tranzas (¿trazas?) con el texto: dialogas, debates, niegas y afirmas.
Leer tampoco es leer sólo los diarios dominicales porque son los días en
que podemos sentarnos tranquilos a leer descansando en casa. Si bien es
cierto que hay una estrecha relación entre placer e interpretación, la lectura
no requiere de lectores gastronómicos -gloto-nes- y ocasionales solamente,
sino de sujetos que construyan a partir de que se reconocen portadores-
referentes de ser lectores "nutritivos" y que se permitan el hacer y el ser,
desde el reto de leer todos los días como si vivieran para enriquecerse, y
para que cada vez que se encuentren con alguien (conmigo, ell@s, él/ella,
nosotr@s) nos podamos brindar en la conversación del diario vivir
reinterpretado y argumentado... podamos brindar-nos-escuchar-nos
(emisores-receptores) de lo no inclusive, es decir, de lo que no han dicho
los periódicos, los profesores, los medios y que, obviamente, no está ni
implícito-explícito. Esta es una de las maneras exclusivas de formar
sociedad del conocimiento: reduplicando, interpretando y creando saberes y
referentes nuevos en función de la comunidad de hablantes-lectores-
escritores-inventores.
El lector crítico dice: leer es tomar posición frente a los textos armados y
configurados de complejos signos y códigos –inclusive- indescifrables.
Saber leer es interpretar el mundo registrado bajo códigos ¿imprecisos?...
lo que entendemos de esto es que a los malos escritores también es
nuestro deber leerlos y además, saber qué dicen y hasta desembrollarles la
argumentación; eso es tomar postura crítica y obstinada lo que nos llevaría
a clasificar a los textos en malos, buenos, regulares, aburridos, etc. Es que
nos hemos encontrado con amigos que dicen haber leído un libro o visto
equis película y los inventarían de malos o buenos pero al preguntarles los
porqués, no "pueden" argumentar... comprendemos entonces que no
"saben" interpretar el sentido de esos textos. ¿Se dejaron embrollar del
texto? Creemos que sí porque no tienen autonomía y mucho menos pasión,
las perdieron en la aventura de leer, por eso no tienen postura.
Sabemos también que leer por leer tampoco basta. Un artículo de Jorge
Orlando Melo acerca del Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas Leer Libera,
dice que la "biblioteca Luis Ángel Arango es la más visitada del mundo"... y
en otro aparte dice que "... el aumento de lectores en Sincelejo (de 30 mil a
300 mil), en Santa Marta (de 50 mil a 400 mil), Florencia o Buenaventura es
mayor, proporcionalmente, que en Bogotá" [1]. Llenarse de orgullo por
estas cifras puede ser ingenuo o en el peor de los casos una ficción para
vivir de ella tal como comprendimos (como cuando supimos-leímos) el
bautizo de la ciudad de Bogotá como la Atenas Sudamericana, o la
Barranquilla del Puerto de Oro de Colombia... aún lo creemos. De pronto
estas ciudades fueron orgullo de cultura y de industria respectivamente, ya
que es el signo histórico que aún se mantiene izado, pero lo válido del
ejemplo radica en su interpretación radical desde lo actual, lo crítico y lo
real de la información. Algo así como un hermeneuta que lee desde el
pasado para lo actual.
[1] “Silenciosa revolución de la lectura”. En El Tiempo. Magazín Dominical de 19 de septiembre de
2004. Pág. 2. Bogotá, D.C.
¿De qué nos sirven estas nomenclaturas que nos pintan de orgullo
histórico cuando no construimos valores propios ni mejoramos
nuestras actitudes y estrategias mentales, ni tampoco renovamos
nuestras posturas ante los textos, y menos cuando el Estado no crea
leyes arancelarias para importar del extranjero nuevos libros y nuevos
documentos... ni mucho menos creamos fuentes de financiación en
becas o investigaciones referidas a la lectura en el plano de lo
nacional-industrial-cultural?
Vivimos de fachadas, como cuando compramos libros por comprar
porque la carátula es bonita. Puede ser que esta elección estética
funcione como moda y sea útil para ciertos sectores estratificados de
la sociedad del conocimiento, pero siempre y cuando el libro adquirido
bajo esta proxémica sirva para enriquecernos mentalmente y no para
diseñar la biblioteca con colores acumulados. Pero tampoco
arreglando estas carencias creemos que se pueda "aprestar" la
lectura... o eso llamado sentido (o la dirección que toma el
entendimiento) para que podamos "entregarnos" a nosotros mismos en
el viaje de la lectura.
Así que direccionar el sentido puede ser como establecer una aventura
por medio de las letras-palabras-contenidos, de lo grande o pequeñas
que sean, de cuáles ideas representan o de qué mentiras nos estén
contando... asegurar el sentido de leer tampoco se logra porque leo
libros nuevos o porque leo en computadora o en periódicos
extranjeros... leer es poder manipular lo que leo y no dejar que la
escritura haga conmigo lo que su albedrío ideológico quiera. Excepto
cuando dejarnos "penetrar" o dejamos embriagarnos como ocurre con
los poemas, con el sonido de una guitarra o con lo emocionante que
puede llegar a ser una escena de teatro.
¿Por qué entonces no fructiferar la idea de que los textos científicos y
argumentativos nos convenzan pero sin que nos permitan perder la
conciencia? Hay lectores que prefieren temas novelescos por sobre
los científicos, eso hay que respetarlo porque ambas primacías
conllevan enriquecimientos humanistas pero con distintos fondos
estéticos y lingüísticos.
La lectura por novelas, noticias, imágenes, artículos, ensayos,
reseñas; informes de laboratorios, estadísticas, números, canciones,
poemas; leer cine, telenovelas, páginas de internet... es un derecho
pleno pero también es comprar una membrecía en un gran club, el de
la sobrevivencia en este mundo tan abundante de sellos, registros y
señales multi-identitarias, globalizantes-mundos. Asumimos que leer
(estrictamente) libros no es el fin del enriquecimiento personal y
comunitario, creemos que también habría que contener aquí la lectura
de imágenes, de cine, de la publicidad, de sujetos, de sus gestos y en
general de todos los objetos que nos rodean. Leer textos es entrar en
contacto con las pieles y los músculos de los sentidos de una cultura y
una sociedad, de la vida tecnológica y de la vida cotidiana. Leer
significa llevar a cabo la competencia interpretativa porque
decodificamos (traducimos) signos-mundos, y porque nos
preguntamos intrínsecamente: ¿Qué es? ¿Cómo es?, aquello que
nos "toca" o palpa a partir y a través de la percepción, de eso que
sentimos en nuestra sensibilidad. [1]
[1] Competencia es capacidad de hacer “algo” en contexto. Así, la C.
interpretativa asume la capacidad para saber cómo son los objetos,
qué son, qué representan y cuáles son sus características. Trabaja a
nivel denotativo lo que indica que desarrolla lo literal, lo descriptivo y
lo real. Identifica, nociona, conceptualiza, caracteriza, define, nombra,
dice. Dar cuenta de lo anterior es desarrollar la competencia
interpretativa.
Leer signos-mundos significa hablar del "por qué son así" los textos,
entonces ocurre la argumentación... transformamos lo que vemos o
sentimos con nuestros pre-saberes y le adjuntamos al signo-escritura
(lo que observamos en forma de letra o palabra) nuevas texturas y
sensaciones y así nos vamos enlazando a esa escritura con criterio.
Argumentar[1] es ampliar y solidificar nuestra postura mental y es un
hacer-ser inferentivo porque permite en nosotros robustecer los
textos, es decir, derivar en estados distintos psicológicos y estéticos.
Para la lectura, las competencias son básicas porque nos permiten
ser capaces de leer, de comprender sin riesgos los contenidos y las
formas de los textos.
Así, definimos a los textos como signos-objetos-mundos de la
sociedad del conocimiento y de la cultura industrial y natural del
planeta. En este sentido, nos atrevemos a re-definir el texto no sólo
como un libro sino también como palabra, como imagen o como la
curvatura de una autopista, o como el gesto de la presentadora de
televisión que tanto nos fascina. Pero los textos son también, las
tareas que coloca el profesor porque podemos derivar de ellas
algunas críticas pre-evaluativas y puedo hasta neo-negociar el
"sentido" de ellas porque "podría saber si nos sirven para"
desarrollar a la comunidad donde vivimos. Y si pienso así, es que
estoy en el lugar de la competenciapredictiva o propositiva[2] , porque
creemos que los textos "pueden servir para" modificar y enriquecer
al lugar de nuestros afectos, a nuestra local-idad.
[1] Argumentar es elaborar debate, es hacer crisis en los textos a
partir de los enunciados, de los contenidos, y de sus alcances. Es
estar de acuerdo o no con lo que se lee. Retoma las razones y la
lógica de lo que afirman los objetos informativos. Determina, infiere,
precisa, analiza, sintetiza, comprende, relaciona.
[2] La C. propositiva tiene como fin hacer cosas que sirvan para
cumplir roles, eventos, acciones o tareas en los variados campos o
disciplinas distinto al que se enuncia en el texto. Es como decir, que el
texto además de que sirve para informar, se puede usar para debatir,
para encantar, para aburrir, etc. Idear, proponer, expresar, probar,
diseñar, son algunas mediaciones verbales que le son propias a esta
competencia.
Con la lectura de los textos, podemos conocer la infinitud del universo
exterior y el interior para alcanzar altos niveles de tolerancia y de
solidaridad más coherentes con la diferencia que nos marcan las
obsoletas posturas de los medios errados, de los regímenes y de las
antipoéticas, es decir, de lo que es inexorable en el ser humano; de
aquello (o de eso) que tiene candado (estamos sin llave, sin clave) y
que es peor que la ceguera o la mudez... cuando queremos conocer la
verdad de las cosas.
¿Será que desarrollamos los anti-textos, cuando le cerramos a ellos
sus ventanas y puertas de conocimiento? ¿Llevamos adentro de
nosotros mismos las claves para formar sociedad-cultura del
conocimiento? ¿Cuál es tu clave como lector? ¡No la busques más,
constrúyela!
Competencias Literales, Inferenciales y Críticas
La lectura Literal se define como la decodificación en el texto de los
sentidos que permanecen en la superficie del mismo. Es el sentido del texto
que se observa de manera explícita. Sus sentidos, están ubicados en la
"localidad" del texto de tal manera que es la llave para entrar a
comprenderlo en primera instancia. Puedes empezar a aplicar esta lectura
cuando en el texto observas palabras de significado desconocido, entonces
te remites al diccionario; así mismo, reconoces objetos, eventos y
situaciones, entre otros elementos, que son portadores de sentido y que te
proporcionan un significado más o menos allegado a lo que el texto quiere
comunicarte.
La Lectura Inferencial se define como la actividad intelectual que elaboras
sobre el texto otorgándole cualidades, hipótesis, conclusiones y
comentarios que no están explícitos en él. En esta actividad, puedes
acercarte a afirmar que el texto posee una comprensión global de tipo tal o
cual, según tu criterio. También, aquí, debes reconocer las intenciones
comunicativas del texto (afirmar, negar, debatir, manipular); debes decir
cuál es el interlocutor y/o auditorio a quien es dirigido el texto (médico,
administrador, financista, mercadotecnista, etc.); y por último el tipo de texto
en cuestión: si es periodístico (una noticia, crónica, reportaje, etc.),
científico (argumenta una fórmula matemática, biológica, nos hace conocer
descubrimientos, etc.) y narrativo (un cuento, una historia, ficción), etc.
La lectura Crítica: Aquí, es cuando encuentras la intencionalidad del texto,
es decir, la verdadera razón del texto en cuanto al propósito y a la finalidad
del mismo. De igual manera, debes ubicar el intertexto: su contexto
histórico, ideológico, estético, etc., si lo posee claro está; debes indicar cuál
es.
Lectura crítica El lector comprende globalmente el texto, reconoce las
intenciones de autor y la superestructura del texto. Toma postura frente a lo
que dice el texto y lo integra con lo que él sabe. Es capaz de resumir el
texto.
Lectura inferencial Aporte de los saberes previos del lector. El lector lee lo
que NO está en el texto (aporta su 50% de interpretación). Hace
inferencias. Reconoce el lenguaje figurado.
Lectura literal
Comprensión lectora básica. Decodificación de palabras y oraciones. El
lector parafrasea: puede reconstruir lo que está superficialmente en el texto .
8
Para comprender qué es una investigación de campo, ver pag. 9 en la Guía de Actividades.
RECONOCIMIENTO
UNIDAD UNO. Capítulo 1: FUNDAMENTOS PEDAGÓGICOS DEL CURSO.
Situaciones pedagógicas de RECONOCIMIENTO. Objetivo: Comprender el sentido de un Proyecto (de vida o de aula).
• LECTURA TRES • “Ver, sentir, preguntar y organizar proyectos o informes de
investigación”.
Una de las cualidades más humanas y sencillas que poseemos los seres
humanos, es la manera cómo observamos. Y no se trata de observar el
como vemos solamente, sino que implica la integración de sentir, de hacer,
de tocar, de hablar, de degustar, de oír y de involucrar el cuerpo y el alma
en un todo sensible.
Observar es sinónimo de poner toda la sensibilidad corporal y mental en un
contexto social para auscultar y describir los objetos, fenómenos y sujetos
en acción. Consiste en “saber” qué siento, qué veo, pero de una manera
personal y válida cuyo resultado podrá parecerse al de otro sujeto quien
también observa. Observar es estar en el interior de lo que se ve.
Muchas culturas y sociedades han sido analizadas y explicadas, para luego
ser comprendidas, por medio de la observación; ésta parece ser el modo
metodológico de la investigación clásica, directo y claro para dar cuenta de
fenómenos, eventos y signos que ocurren, que han ocurrido e inclusive que
ocurrirán en una comunidad.
Empecemos a definir en qué consiste este procedimiento de investigación
útil para iniciar, procesar y concluir una investigación de campo8. Ante todo
es útil para escribir un proyecto y alcanzar medianamente su realización, y
también sirve para que ese proyecto sea de utilidad en la vida profesional
de alguien y pueda usarlo en campos sociales, comunicativos, educativos, y
otros.
¿Para qué sirve escribir un proyecto? Para registrar y conservar lo que
se observa y luego difundirlo en una comunidad de interés… comunicarlo,
darlo a conocer. En especial, y para este curso de COMUNICACIÓN NO
VERBAL es fundamental saber lo que es un proyecto. La etnoeduación vive
de realidades colectivas e individuales de una comunidad, ya sean ideales o
materiales, y que luego funcionan, si las consignas en textos (o proyectos) –
en dibujos o escritas-, para autoconocerse, para plantear empresas
educativas que vayan en construcción de una identidad para formar
cohesión y coherencia cultural. 11
¿Qué es coherencia y cohesión social o cultural? Son las maneras cómo los
individuos comparten y producen sus lenguajes culturales cotidianos e
históricos en forma de objetos, gestos, artesanías, arquitectura,
herramientas, modos de pensar y otras riquezas con el fin de formar gentes
con moral, valor ciudadano y espiritual entre todos los componentes de un
grupo social. Lo más sorprendente es que si se está de acuerdo con esta
actitud ante la cultura y sociedad, entonces es probable que se forme el
escalón para lograr la democracia o entendimiento local.
Así, un proyecto es una escritura que compromete a sus autores o escribientes
con la comunidad. Pero también proyecto es, la forma educativa de hacer
transformación y cambio social y cultural. ¿Cómo? Es que cuando se registran
los eventos o fenómenos culturales de una comunidad, se está haciendo
historia y a la vez, se construye la cultura y entonces la educación de la
comunidad valorará lo escrito en el proyecto para que así las nuevas
generaciones conozcan la “realidad” que otros han escrito y que han visto
como valiosa comunicar.
Para que un proyecto tenga validez, se hace necesario contemplar las
siguientes condiciones operativas, que sumadas a las de campo, constituyen
los caminos coherentes y metodológicos para iniciar un cambio, o construcción
y transformación social y étnica:
• La recolección de la información, así como la escritura de lo que vas
recogiendo –mediante la observación- es clave para conformar el texto o
proyecto y presentarlo en la comunidad.
• Cuando tengas el anterior material puedes enriquecerlo con la entrevista a
personas importantes y jerarcas de la comunidad con el fin de que te lo valoren
y puedas pulirlo y así empezarás a socializarlo y hacerlo conocer por tu gente;
después lo llenas de calidad con el análisis documental, es decir, tienes que
confrontar tu texto con otros textos para analizar si lo que estás investigando
otros ya lo han hecho o es nuevo, aunque puedes hacerlo si el proyecto
aunque existiera en otras partes, no importa porque en tu región es novedoso y
vale la pena.
• Dar a conocer a las autoridades jerárquicas de la comunidad con el fin de
que conozcan la transparencia en la gestión cultural y etnoeducativa que
realizas.
• Así, si la idea del proyecto es rechazada puedes pensar en otras ideas.
Discutirlo el por qué, el cómo puedes re-empezarlo o transformarlo.
• Mantenerte alerta sobre los cambios que ocurren en tu comunidad ya que
estos cambios pueden afectar tu texto.
• Llevar una libreta de campo para consignar (escribir) todo y si es posible,
dibujar todo lo que se ocurra y que sientas que sea importante para tu
proyecto.
• Tienes que diseñar el proyecto así: implica tener en cuenta lo anterior,
delimitar el campo de acción de las preguntas –o dudas- y de lo que vas a
investigar, antecedentes de lo que vas a investigar, libros que vas a utilizar,
preguntas centrales y laterales sobre la 12 temática, personajes que vas a
entrevistar, contextos (aulas, casas, campos, espacios, lugares donde creas
que tu problema a investigar o temática esté), aspectos de interés de las
personas que vayan a usar tus resultados si son profesionales, educadores,
administrativos, etcétera.
• Así mismo, la Descripción es básica para la escritura del proyecto: porque
ella te pone en consideración los datos en detalle y luego en general. En detalle
los organizas obteniendo conjuntos generales para luego formar reglas
generales o particulares así: ideas, conceptos, frases que luego conformas
grandes aspectos que “dicen” o que “dibujan” normas reales en la comunidad.
En la descripción, están los sentimientos, las lógicas y las motivaciones; es una
escritura práctica que revela orden y sentido a lo que observas. Ten fe que
describiendo le das carácter a tu texto-proyecto.
• Algunas veces encontrarás dificultad para comprender un fenómeno en la
comunidad la cual observas con detenimiento. Esta dificultad es tan compleja
que necesitas traducirla a un lenguaje sencillo ¿verdad?
• Pues, necesitarás Traducir para que tú y los demás participantes de la
investigación comprendan con sentido y lógica los resultados. Traducir significa
poner en consideración tus valores y tu percepción en los resultados, significa
usar tus habilidades etnoeducativas y comunicativas en función de los demás,
quienes te van a leer, te van a comprender y tú les vas a comunicar “lo que
ellos no ven” o lo que siempre han visto pero tú junto a la COMUNICACIÓN NO
VERBAL, necesitas explicarlo, decirlo sencillamente, educativa y
comunicativamente para que lo conozcan otros y las sociedades por venir.
Traducir entonces es poner tus conocimientos y tu disciplina, tu saber
etnoeducativo de la COMUNICACIÓN NO VERBAL, al servicio de las
sociedades contemporáneas, ajenas y obvio, propias para educar. Es buscar y
crear la mejor forma de decir las cosas, la mejor escritura o comunicación.
• Explicar es el otro paso que necesitamos para continuar con la escritura de
nuestro proyecto de vida o de aula. Es el fin y no el contar lo que veo; es decir,
es el para qué de la investigación. Es el cómo llego a considerar equis
fenómeno que antes no lo veía así; es el construir y reconstruir lo que observo.
De esta manera, la explicación me sirve para construir cultura, para llegar a
transformarla. Explicar por tanto es comparar, oponer los datos (genéticos,
históricos, educativos, estéticos, etc.) de la investigación con otros datos ajenos
para que así, la comunidad comprenda lo que somos y lo diferentes o iguales
que somos con otras comunidades.
• Y por último, la Interpretación que es el paso importante para lograr en
definitiva la “seriedad” del texto proyecto. Consiste en ofrecer coherencia-
cohesión a los resultados de forma natural y comprensible. Los recursos
lingüísticos y literarios si hay que 13
utilizarlos para lograr comprensión, hay que usarlos. Se trabaja con la
conciencia de los datos para que el uso que los usuarios del proyecto le vayan
a dar, sientan como fundamental la información que se les brinda… interpretar
es ponerse en los zapatos del otro. Es hablarle al otro, de la misma forma que
me hablarían a mí. Para este cometido hay que tener en cuenta también que la
información que presento debe ser leída y consumida por gentes que a lo mejor
tienen distintos códigos idiomáticos a los míos, lo que significa elaborar un
texto-discurso adecuado para esos posibles lectores.
De esta manera, escribir un proyecto de este modo te beneficiará a ti y a la
comunidad. El proyecto sea de vida o de aula, no es algo distinto a un informe
de investigación, es decir, informar tu investigación corresponde al diseño de
una perspectiva de tu percepción, o lo que es lo mismo, a la forma propia de
observación. Observar entonces -y para concluir-, es la forma de escribir que
has elaborado o elaborarás para dar a conocer tu mirada acerca del contexto y
de sus fenómenos de la COMUNICACIÓN NO VERBAL que has estudiado. De
hecho, tendrás que presentar unos resultados ya analizados y discutidos en la
comunidad y con tus participantes que te han colaborado; las conclusiones
con los hallazgos más importantes y significativos que también colocarás en el
informe; éste es un estudio singular o particular sobre un hecho de la cultura.
Por eso, colocarás allí, nuevos interrogantes, cuadros comparativos, resultados
por analizar, curiosidades que dejaste de analizar, contextos que te gustaría
investigar, comunicaciones no verbales que te faltaron incluir y mejoras de la
investigación. También tus aciertos y problemas que conseguiste a lo largo de
la investigación. De la misma manera, posibles espacios o contextos donde
puedes desarrollar otras investigaciones de este tipo.
¿Qué hacen distinguir un Proyecto de Vida (PV) a un Proyecto de Aula
(PA)? El Proyecto de vida es un informe de investigación que se define
como el contexto escrito (o texto) donde el YO individual es descrito como la
fuente o principio de la observación y el ambiente natural es modificado y a la
vez modifica al individuo. Es el individuo quien asume la escritura y a partir de
lo que observa va definiendo el entorno real con su opinión. Pero lo hace de tal
manera que sus apreciaciones son contundentes, en la medida de que lo real
se puede modificar desde su apreciación, o desde su mirada, o viceversa: en el
sentido de que el entorno real le modifica su personalidad.
Así va escribiendo su Informe de Investigación o su Proyecto de vida en la
medida y en el transcurso de los resultados que va recolectando primero para
después analizarlos e integrarlos al CUADERNILLO, objeto o producto final de
este curso. Entonces el PV es un escrito que distingue las cualidades del
individuo investigador que es un informador pero que va formando –educando-
a su comunidad, informando –comunicando- también, acerca de lo que a él le
ha parecido “hablar” o escribir sobre su comunidad; este es un rol funcional
principal del etnoeducador porque construye crítica, opinión y alienta a la
comunidad a hacer lo mismo. Esta es una manera de construir cultura. A partir
de una gestión individual, enseño a la comunidad a hacer lo mismo y el
resultado, es posible, que sea considerar a un LÍDER.
Y el Proyecto de Aula es parecido –porque surge también de un
etnoeducador- pero se distingue del primero, en el sentido de que desarrolla la
personalidad investigativa, creativa, cultural y profesional de todos sus
participantes: tanto docentes o etnoeducadores como estudiantes o
comunidad. En este proyecto hay libertad, igualdad y justicia porque todo lo
que se hace es por medio del acuerdo entre los participantes. El etnoeducador
del PA es un renovador de conceptos y un verdadero formador de principios
liberales entre los participantes, en él se deposita un líder educativo,
resignificador y proponente de gestiones culturales. Sabe inventar el aula y no
necesita de un cuarto o habitación de 4 x 4 para “enseñar”; el Proyecto de aula
no enseña unidireccional, sino multi y bidireccionalmente, es decir, es de doble
vía –o de muchas vías-, porque todo lo que aparece como interesante o “pobre”
en el “AULA” es consensuado o por acuerdo. Y lo que aparece es valioso y
tiene sentido para construir cultura y educación. .
Es ante todo un escritor de todo lo que observa: por eso pone en su texto todo
lo que siente él y su comunidad y lo convierte en tesoro para que las futuras
generaciones vean y sientan como ellos, actualmente, observen y sientan.
Todo lo que parezca a él y a su grupo como sensitivo lo lleva al papel sea en
escritura o en dibujos.
El Etnógrafo del aula –como se le conoce también- es un iluminador educativo
porque refresca e inaugura caminos y rutas desconocidos y trata de romper
desigualdades; es ético y democrático porque respeta a la comunidad y permite
sólo involucrar aquello que tiene sentido para la comunidad y todo lo que su
equipo de AULA recomienda. Entonces el Aula se considera el contexto -
socialcultural- total de la comunidad, así la gente y el pueblo en suma participa
de esta investigación. Entonces así, un CUADERNILLO puede resultar un
TEXTO de verdadera sociología llena de impactos antropológicos, estéticos,
lúdicos, cognitivos, y por supuesto educativos que de seguro favorecen a la
comunidad.
Lo que se desea es que produzcas un texto que dé cuenta de tu actividad
social y educativa con la COMUNICACIÓN NO VERBAL en el contexto social y
cultural que elegiste, ya sea para proyectarte como profesional o para proyectar
una comunidad de aula (educativa) con el conocimiento que te dan los signos
NO VERBALES.
Componentes de la comunicación no verbal
En general, la comunicación es el intercambio de mensajes cuyos
significados se basan en la existencia de un código o reglas de
interpretación que comparten el emisor y el receptor del mensaje. La
comunicación humana es compleja y múltiple por lo que compromete
diversos ámbitos del conocimiento. Desde la perspectiva de la semiótica
cultural, la comunicación humana se desarrolla mediante distintos sistemas
de signos como las palabras, los gestos, las imágenes, los sonidos, los
objetos, las distancias, los espacios, los olores, los sabores, las texturas y
otras formas que van desde la moda hasta los rituales.
La comunicación expresa la conducta del ser humano y las condiciones de
esa conducta que descansa en la persona. Las condiciones del
comportamiento comunicativo son tanto de naturaleza psíquica como social.
Es así como el sistema no verbal es importante para la psicología –como ya
dijimos en el protocolo- porque en cada persona la conducta con el lenguaje
es diferente ya que también, el consciente e inconsciente son igualmente
distintos en cada individuo
La comunicación no verbal es un subsistema adherido al mecanismo total de la
comunicación, pero autónomamente es un conjunto de operaciones sígnicas
que van más allá de las palabras dichas o escritas, para expresar consciente o
inconscientemente ideas, valores, creencias, necesidades, deseos y
emociones.
Sirve para añadir o matizar información al contenido o sentido de un enunciado
verbal; también para especificar el contenido de un enunciado verbal;
confirmar, reforzar, debilitar, contradecir, camuflar; regular la interacción,
subsanar las deficiencias verbales, favorecer las conversaciones simultáneas.
¿Qué componentes definen la COMUNICACIÓN NO VERBAL? Toda
comunicación debe tener propósitos definidos de tal manera que una
comunidad la pueda utilizar con criterios claros. Es la comunicación el punto
de partida para manifestar lo interno del ser humano, de una comunidad o
de un país. Cuando hablamos de los componentes que entran a formar
parte de la comunicación no verbal, pensaremos en lo que Sebastiá
Serrano dice (1994: 38-39): “La primera condición para que exista
comunicación es la presencia de un emisor (o sistema emisor) y un
receptor (o sistema receptor) (…) Emisor y receptor son pues los primeros
elementos del proceso de comunicación. (…) que exista también un
mensaje. Y para producir el mensaje es necesario un código conocido por
los seres que se comunican. El proceso de producción del mensaje por el
emisor se denomina codificación y decodificación es el uso del código por el
receptor para interpretar el mensaje. (…) La importancia relativa de los
canales es función tanto de la especie de los seres que se comunican,
como de las circunstancias precisas que condicionan la emisión de un
mensaje. En el caso de las personas, los canales más usados son el
auditivo y el visual. Para los animales de fácil desplazamiento en una selva,
por ejemplo, como aves o primates arborícolas, el canal auditivo les permite
el control de la dispersión tanto en la luz como en la oscuridad. El canal
olfativo ofrece la ventaja de signos que pueden persistir durante un cierto
tiempo y que funcionan en ausencia del emisor. (…) Se precisa también, en
estos casos, el uso de estrategias que favorezcan la memorización y esto
implica poner los ojos en el mensaje para hacerlo fácilmente almacenable.
La función poética del lenguaje probablemente tiene este origen. El
lenguaje poético sería la estrategia más importante elaborada por diferentes
culturas, orales, de la humanidad con el fin de almacenar la mayor cantidad
de información. Es decir, de memorizar su concepción del mundo, sus
mitos, sus leyes, sus técnicas…”.
Y continúa: “Dado un canal, del tipo que sea, la producción de un mensaje
se hace de acuerdo con un código. El código hace pasar el contenido de la
información de un emisor (un sistema emisor) a un receptor (sistema
receptor) gracias a una transformación determinada, mediante un mensaje.
(…) En una situación comunicativa habitual de la vida cotidiana de las
personas confluye un haz de códigos de manera que las ejecuciones de
unos inciden sobre las de los otros (…).Existen unos elementos que forman
parte del proceso de comunicación y justamente ponen en contacto la
relación y la transmisión, son el contexto y el feed-back (retroalimentación).
El término contexto se refiere, en sentido amplio a la situación en que el
mensaje es producido por el emisor e interpretado por el receptor. El
contexto incluye un conjunto de factores de tipo psicológico, sociológico y
físico que configuran el entorno en que tiene lugar el acto (relación +
transmisión) comunicativo, incluye el contacto, es decir, condiciones que
hacen posible la comunicación, el referente, realidad objetiva a la que se
refiere el mensaje el entorno ecológico, biológico, sociológico y psicológico
de la relación.
El término contexto lo podemos utilizar como término vector resultante de la
composición de dos vectores que tiene su origen en el mensaje y dirigido,
uno a los elementos que entran en relación y otro a la realidad. (…) la
contextualidad de acción se refiere a la relación entre el mensaje, el emisor
y una realidad subyacente a ambos. Queremos decir que los fragmentos del
mensaje no son sólo modelados por el contexto de una cierta realidad
presupuesta, sino igualmente por la presencia de un emisor, un
<<enunciador>>, un actor, el que hace con el receptor, actor también, que
el proceso de comunicación sea una actividad. Esta presencia de los
actores constituye precisamente la contextualidad de acción
Así finalmente, definiremos el esquema de comunicación como sigue: Emisor-
receptor-mensaje-canal-referente-código. Todos estos factores cumplen
funciones vitales y recurrentes tanto en el lenguaje verbal como en el no-verbal.
Estas funciones son: para el emisor su función se denomina Emotiva, cuyo rol
consiste en colocar en la comunicación signos de inicio, deseos de producir
significados de acuerdo al contexto donde se halle; generalmente en su
expresión deja ver y sentir las huellas de un YO,
Funciones del lenguaje
El receptor cumple con la función denominada Apelativa cuyo rol es llamar la
atención de quien escucha o en este caso de la COMUNICACIÓN NO VERBAL
quien ve, siente o huele. Sí porque un receptor puede estar oliendo, viendo o
sintiendo (con el tacto) una expresión que se haga con la imagen, con un plato
de comida o con una caricia. La función que hace énfasis en el circuito
empleado para entablar la comunicación no-verbal, se denomina Fática… es
decir la que en el mensaje, los signos cuestionan, preguntan y presentan
significados a partir del canal.
Cuando el mensaje de la comunicación recae sobre el referente, la función
seria Referencial y cumple con ser llamado los objetos, personas y cosas
que reposan en el ambiente. Es de lo que hablas, o pintas, o expresas en
un objeto... es cuando expresas el contexto. Cuando expresas el mensaje
en el mismo mensaje, es decir, cuando te refieres al mismo mensaje, estás
en la función Poética, pero cuando te refieres en la COMUNICACIÓN NO
VERBAL al código la función se denomina Metacomunicativa.
La Kenésica De La Comunicación No Verbal
La COMUNICACIÓN NO VERBAL hace parte, como ya hemos afirmado, de
la comunicación general y comparte estructural y funcionalmente un lugar
con la comunicación verbal. En todo caso, la COMUNICACIÓN NO VERBAL
es rica en elementos y se incorpora a los estudios de la cultura de forma
compleja. Como hemos visto, la COMUNICACIÓN NO VERBAL maneja
simbolizaciones, índices e iconos. Éstos son códigos o unidades
mínimas de información textual, es decir, complementan la comunicación
verbal pero también son unidades comunicativas de fuerte protagonismo
cuando las comunidades los asumen como signos de transmisión de la
cultura, así se comprendería que los sistemas culturales de una comunidad
se construyen paulatinamente a través de estas unidades.
El proceso de adquisición de estas estrategias (símbolos, índices e iconos)
es gradual y se va interiorizando en la medida que la cultura los va creando
sea por necesidad o por creación, como hemos afirmado. Así, los gestos
por ejemplo, son signos índices que la comunidad incorpora y les va dando
estatutos de socialización y educación para circularlos y darlos por creado.
Los puede sancionar o validar según el significado o valor moral,
económico, etcétera que les den en sus contextos particulares.
Este lenguaje de gestos por índices es el llamado lenguaje kinésico y es
empíricamente demostrable su utilidad en la cultura. Un niño o un anciano
en una comunidad, deben emplear sus competencias gestuales para
pertenecer y sobrevivir en una comunidad, al igual que los adultos varones
y hembras; deben, todos, corresponder a un parámetro de identidad y de
distinción para entrar a formar parte de este lenguaje y concluir como
portadores de creatividad para los fines que persiga la comunicación en la
cultura.
Pero no sólo el gesto es anatómico, es también objetual arquitectónico.
Mediante un lenguaje material también otorga significación a la cultura,
veamos las siguientes imágenes y cómo las unidades Kinésicas dan
carácter:
Como se ve en la imagen de arriba, es una edificación para vivir, es decir
es un hogar, un lugar para vivienda. Las unidades kinésicas inscriben al
objeto en un tipo de vivienda particular y no permite ser comprendido de
otra manera distinta a una edificación hogar. En cambio, la de abajo, se
nota que es una edificación religiosa (una iglesia), es decir, un lugar que
por sus “componentes” y “formas” kinésicas se diferencia de su anterior y
tampoco admite duda como edificación para ritos religiosos.
Pero no sólo el gesto es anatómico como ya hemos dicho atrás, lo es
también en la moda, las señales de tránsito y otros objetos de la vida
cotidiana. Veamos estas imágenes:
imagen:està en ingles y significa pare
imagen: semaforo. sus colores significan : rojo=pare amarillo=prevencion verde=avanzar
Vemos la gran diferencia que hay entre estas dos herramientas: una se
denomina llave inglesa que sirve para funcionar con tornillos: apretar, sacar,
apretar; la otra imagen: es un martillo que sirve para: clavar clavos, sacar
clavos, golpear, etcétera. Ambas herramientas pertenecen a una clase de
objetos –herramientas de casa o taller- pero se distinguen por su función y
cada una de sus funciones permite generar formas y contenidos kinésicos
distintos. Cuando decimos funciones y contenidos nos referimos a las formas
que generan “apropiaciones” en la mano y en el cerebro de quien la usa, así
por lo tanto tendremos una ergonomía para agarrar uno y otro distintamente;
estas distinciones permiten comprender que para cada herramienta hay un
proceder.
En el caso de las profesiones, las hay también distintas y generan
significaciones y comunicaciones precisas. Por ejemplo un docente o profesor
quien con su pizarrón al fondo y su actitud muestra su papel de estar
comunicando algo; un obrero con un taladro en mano, etc. Todos estos oficios
se distinguen por su función y son visibles su significación y su comunicación
en el instante en que los vemos. Téngase en cuenta su ropa, su actitud
corporal, las herramientas que usan en sus oficios cotidianos, etc.
Estas unidades que nos permiten saber cómo usar, cómo comprender y
como están conformados los signos no verbales, se denominan “KINES” y
están ubicadas en el plano genético, biológico y psicológico de la cultura e
historia social del individuo. Heredamos de la cultura, del medio social
donde nacemos prácticas, tradiciones y formas de “ver el mundo”
específicos que se distinguen de otros pueblos y sociedades.
Estos Kines están alojados en un repertorio, al igual que se hospeda el
repertorio lingüístico cuando lo hemos creado: tenemos palabras,
significados oraciones y expresiones en nuestro acervo lingüístico, de la
misma manera poseemos un acervo no-verbal para usarlo cuando el
contexto y la situación comunicativos así lo ameriten. Creamos palabras,
modos para expresarlas, así mismo creamos gestos y formas para
representarlos. Los kines están alineados, ordenados para ser enviados al
exterior junto con la expresión NO VERBAL para que complementen la
verbalidad o, en caso contrario, cumplan el rol de mensajes directos de tipo
de COMUNICACIÓN NO VERBAL.
A veces no tenemos consciencia de qué acompaña a qué, si los signos no
verbales acompañan a la verbalidad (a las palabras) o viceversa. En todo
caso, ambos sistemas se apoyan para CREAR comunicación.
Hemos dicho atrás que los signos no verbales son un sistema articulado –
con forma y contenido- por su composición y además, contribuyen a crear
sentido –comprensión- en el sistema cultural de una comunidad. En este
caso, los KINES son considerados un sistema paralingüístico porque va
más allá de la palabra hablada, llega inclusive a reemplazarla… por eso
decimos: una imagen vale más que mil palabras. El cuerpo humano y la
naturaleza misma son capaces de producir infinidad de kinesias y utilizarlas
en los contextos que ameriten sus usuarios.
Se recomienda estudiar las competencias gestuales para dominar este
sistema de información, creación y producción constructiva de signos no
verbales. Esas competencias habría que precisarlas con el fin de conjuntar
y de explicar cuáles corresponden al inconsciente y cuáles al consciente,
dado que las primeras son causantes de “sorpresas” en la cultura porque
pueden ocasionar desajustes en la comunidad: chistes, burlas, conflictos,
problemas, equivocaciones… cuando no están en el plano de lo consciente
que, en este caso, sí son y están en el orden y dominio de los usuarios para
el logro de los mensajes no-verbales y para crear cultura y orden social.
Se dice que el rostro puede producir unos 250.000 gestos distintos (Davis:
1984:77). Así, leer mensajes en el rostro es descubrir a los demás y a sí
mismo en relación con ellos; es descubrir el “mundo ilimitado de kines”. Al
hablar usamos la verbalidad, lo cual va acompañada de kinesia facial,
manual, y corporal; lo extralingüístico se configura para dar sentido a los
mensajes. El hablar con calma, mover las manos, adoptar una postura de
paz cuando se habla acorde con el tema, y el manejo del rostro son pues
kines que la COMUNICACIÓN NO VERBAL porta cada vez que hacemos
uso de la comunicación.
Por otro lado, de hecho, la COMUNICACIÓN NO VERBAL es un sistema de
comunicación que obliga a usar la conciencia entre los seres humanos,
debido a que pertenecer a una comunidad, significa educarse ética,
biológica, social y comunicativamente porque nuestros padres y nuestra
madre cultura nos dicen cómo hay que “aprender” y cómo hay que
“enseñar”; igualmente aprendemos a ponernos de pie, cómo hablar, cómo
caminar, qué mover, qué “gestualizar” y dónde y cuándo hacerlo. De hecho,
cuando nacemos es básico saber cómo aprender a cómo ayudarnos a
andar, quién, inclusive, nos debe enseñar a caminar y hasta qué objetos
pisar… Saber manejar conscientemente los signos no verbales es contribuir
a la educación, es ser culto. Construir cultura a través de los signos no
verbales, no significa saber más de las cosas y de sus signos, sino saber
de éstos, y cómo usarlos en los contextos de la vida, en nuestra
cotidianidad.
El cuerpo no puede permanecer quieto ante el flujo de los mensajes y sus
significados en la comunicación. El entorno, el clima, el medio ambiente,
los movimientos que también hace el receptor, juegan roles vitales para
mostrar la efectividad de la COMUNICACIÓN NO VERBAL. Mentir, decir la
verdad, a veces los gestos nos delatan; vivimos la experiencia de la
expresión y el cuerpo con sus gestos es discurso. Esto quiere decir que la
comunicación no es sólo palabra, es la importancia del uso de la no
verbalidad.
También el cuerpo es mensaje, veamos: el cuerpo es idea cuando
negamos o afirmamos con la cabeza o con los dedos. El cuerpo es
emotividad cuando damos un beso, es afectividad cuando abrazamos, es
sentimiento cuando observamos una pareja cogida de las manos; es
actitud cuando fruncimos el ceño o sonreímos[1] .
Capítulo 3: Alcances De La Comunicación No Verbal Y Su Relación Con La Cultura
Lección 7
Lección 9 La mirada y la sonrisa "expresión facial"
Características del sistema no verbal
Cuando se habla de sistema en la COMUNICACIÓN NO VERBAL queremos
abarcar el proceso de comunicación relacionado con un riguroso orden, con
una disciplina de las ciencias sociales, y, sobretodo, con características que
se asocian y se relacionan entre kines. Sebastiá Serrano (1992: 83)
menciona las siguientes características:
a) La COMUNICACIÓN NO VERBAL es interdependiente de la
comunicación verbal.
b) Los mensajes de la COMUNICACIÓN NO VERBAL tienen más
significación que los verbales; las palabras a veces sobran.
c) Cuando hay silencio, o cuando vemos una página en blanco, la
COMUNICACIÓN NO VERBAL es inevitable, porque siempre están los ojos,
los labios y el rostro comunicando el vacío de la percepción. El contexto
también apoya.
d) La función expresiva predomina en la COMUNICACIÓN NO VERBAL.
e) La COMUNICACIÓN NO VERBAL es distinta en cada cultura
Cuando se habla de sistema en la COMUNICACIÓN NO VERBAL queremos
abarcar el proceso de comunicación relacionado con un riguroso orden, con
una disciplina de las ciencias sociales, y, sobretodo, con características que
se asocian y se relacionan entre kines. Sebastiá Serrano (1992: 83)
menciona las siguientes características:
a) La COMUNICACIÓN NO VERBAL es interdependiente de la
comunicación verbal.
b) Los mensajes de la COMUNICACIÓN NO VERBAL tienen más
significación que los verbales; las palabras a veces sobran.
c) Cuando hay silencio, o cuando vemos una página en blanco, la
COMUNICACIÓN NO VERBAL es inevitable, porque siempre están los ojos,
los labios y el rostro comunicando el vacío de la percepción. El contexto
también apoya.
d) La función expresiva predomina en la COMUNICACIÓN NO VERBAL.
e) La COMUNICACIÓN NO VERBAL es distinta en cada cultura
f) Las respuestas gestuales a preguntas de la cultura de una comunidad
como el saludo, despedidas, galanteos y gestos en el trabajo o en la
escuela se convierten en ritos, llegan a ser obligatorios.
g) Las ceremonias religiosas, pedagógicas, políticas, comerciales y
sexuales conforman un repertorio de muestras gestuales en la cultura de
una comunidad.
h) El beso, la despedida, las muestras de cariño a los niños, el modo de
llorar nuestros muertos, el hacer el amor, el estilo de pelar una fruta, el
sentarse en el piso, taburete o silla, podrían ser elementos para una
taxonomía por hacer en la etnoeducación…
Lo anterior hay que asociarlo con el acto kinésico en un contexto donde se
inscriban los gestos que da significado en la cultura. Es importante destacar
la kinésica en el bus, taxi, en la sala, en la cocina, en la cama, en el aula,
en la calle, en el campo, en la habitación, en la orilla de un río o mar, en la
copa de un árbol, y entornos a los sitios en los cuales el contexto de una
cultura significa.
Es normal, casi un deber, pensar antes de actuar; nos referimos a que
cuando estemos en un lugar sepamos conscientemente cuales gestos usar.
Así, por ejemplo, cuando llegamos a la iglesia nos persignamos o cuando
llevamos puesto el sombrero y entramos a una casa nos lo quitamos como
muestra de respeto.
De esta manera, el contexto nos hace producir kines de bienestar o de
malestar como experiencias comunicativas que salen del cuerpo prestas a
jugar roles comunicativos de importancia cultural. Es así, como las
personas también significan en el contexto: las que recién conocemos las
tratamos con cautela, pero las conocidas les damos un trato lleno de
confianza.
En el arte pictórico, las múltiples danzas, las literaturas y otras artes nos
escenifican el carácter de sus diferencias gracias a que también poseen
gestos dibujados, pintados, esculpidos, gestualizados y escritos, entre otros
kines.
Canasto de los indígenas Piapocos, pinta blanca encerrada en cuadrado negro: auri yavari o pata de
perro [1]
Los objetos físicos también comunican mensajes no Verbales
Los hay fríos y cálidos, unos lejanos y otros cercanos (proxémica); con
formas y colores unos y otros afines, amables o agresivos a nuestras
costumbres y tradiciones. Cada diferencia de objetos nos demuestra cómo
los kines también se posan en los objetos marcándoles diferencias en su
significación.
En el diseño industrial, el mango de la jarra (en el ejemplo visual) es un
indicador de uso-agarre, ahí está la COMUNICACIÓN NO VERBAL
“hablando”. Obsérvese el botón de prender la cafetera en visible color rojo
ordenado proxémicamente para el dedo pulgar, la boca (orificio) por donde
sale el líquido.
[1] Imagen tomada de la colección Geografía humana de Colombia, Tomo III volumen 2
Las artes plásticas occidentales son un arte que congela el gesto humano,
pero parecería que no porque justo lo que nos está escenificando es la
importancia del sujeto en la historia mediatizado por la capacidad y el
talento para “dibujar” el gesto no verbal: la mirada o la actitud, la libertad o
desnudez, la postura sedente en el vacío del espacio que se llena con su
presencia kinésica.
Y en cuanto a las regiones, la COMUNICACIÓN NO VERBAL juega un rol
distintivo en la cultura geográfica de Colombia: así, el territorio está
marcado en kinesias que expresan y representan para los extraños que lo
visitan un mensaje significativo y distintivo para cada grupo.
CARNAVAL DE BARRANQUILLA MUJER INDÍGENA CUNA
HOMBRES EN LA MINAS DE SAL DE LA GUAJIRA
El ser humano como algunos animales y ciertos objetos -y a veces sin explicación alguna- se arraigan en los territorios como si poseyeran un instinto kinésico, ese instinto es etológico y psicológico que se manifiesta en la cultura y su capacidad comunicativa es tan grande que da forma a una región, a una nación. Es así como en el territorio se dan relaciones sociales que dan fuerza para establecer fronteras y límites. Lo que queremos decir tiene que ver con el poder y el estatus que los individuos fundan en sus tierras como mecanismos de defensa e identidad con el espacio que habitan o con algún proyecto ideológico político.
Así mismo, en los espacios de la casa: la habitación matrimonial, la cocina, el estudio y la sala, los miembros empoderan espacios propios. Podemos
comprender el valor significativo que adquieren los objetos de acuerdo a la ubicación espacial, de acuerdo al poder que le imprime un individuo: el televisor de papá, el vaso del niño, la pala del campesino mayor, la olla de la negra matrona y la hamaca del abuelo.
“La proxémica es la disciplina que estudia el uso del espacio en las culturas y los procedimientos de delimitación territorial de naturaleza comunicativa”. Antonio Muñoz Carrión Tomado de: http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/C/comunicacion_corporal
Igualmente los grupos étnicos le imprimen significados particulares a cada espacio del lugar donde habitan, como la maloca:
Organización del espacio interior de la Maloca YuKuna [1]
En este sentido, la COMUNICACIÓN NO VERBAL participa otorgando al contexto correlaciones de significado que la cultura, nuevamente va expresando de acuerdo a la comunidad que los usa. De acuerdo a la distribución que tienen los usuarios acerca del espacio y la relación proxémica que establecen con los objetos, de acuerdo a la carga emocional que le imprimen a éstos cuando los usan.
En cuanto a la apariencia física estamos de acuerdo que la kinésica y proxémica también juegan en el sistema de comunicación extralingüístico un papel fundamental en la cultura de una comunidad. Es así como el cuerpo es sistema de signos: la belleza, la fealdad, ser alto o bajo, ser blanco o negro, rubio o castaño, gordo o flaco, etcétera, son valoraciones que juega el significado para persuadir, influir y modificar a los individuos. Esas diferencias que hablan de una pluralidad en la cultura humana nos permiten comprender gran parte de nuestras creencias, aceptabilidades y formas de rechazo hacia nuestros congéneres. En la vida urbana, sobretodo, las personas atractivas son más favorables visualmente que las no atractivas; pueden conseguir favores laborales, sexuales y políticos. Las mujeres hermosas son ejemplo de ello.
[1] Imagen tomada de la colección Geografía humana de Colombia, Tomo VII,
volumen I
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En el caso de la educación, un maestro que dicta su clase permitiéndoles a sus alumnos atractivos (físicamente hablando) la participación constante, recogerá afectos y respeto. Tradicionalmente hay profesores que les descargan desafectos y agresiones a estudiantes que son feos o que no preguntan alzando la mano o usando un gesto que él lee como descortés. Esto quiere decir que la COMUNICACIÓN NO VERBAL es una forma de comunicación muy importante y con mucho impacto en la sociedad y grupos humanos. Susan Sontag (1992: 45) dice que hay “una patología de la belleza cotidiana”; tener la cara limpia, uñas y cabello, la mujer transmite la pulcritud desde muy temprana edad en oposición al varón; se pretende con esto ubicar a la COMUNICACIÓN NO VERBAL también como un sistema que evalúa el género.
El atractivo físico va abriendo caminos, rompiendo esquemas y haciendo de los mensajes una forma de aceptación o rechazo. Si estoy mal vestido la actitud del receptor hacia mí lo obligará a modificar su comportamiento comunicativo; exteriorizar, poner en el cuerpo externo mi ideal significa condicionar o encuadrar mis relaciones interpersonales. Así entonces, decimos que un hombre alto con respecto a uno bajo será mejor atendido; es que los mensajes de la COMUNICACIÓN NO VERBAL no se emiten solamente desde el cuerpo, desde los objetos, ni tampoco desde el mundo de la fauna y de la flora, sino también, desde los medios de comunicación que son los que envían estereotipos y con ellos configuraciones morfológicas del cuerpo y modas a través de revistas, televisión: telenovelas y reality show. De igual manera los comerciales a través de la radio, la televisión y la prensa “educan” indicándonos cómo debemos ser sanos y hábiles, cómo ser fuerte y poderoso y para ellas, cómo ser lindas y sumisas. ¿Los mass media nos hablan de cualidades indígenas, negras y gitanas para ser copiadas? ¿Por qué no?
La persuasión entonces está presente en la COMUNICACIÓN NO VERBAL junto con el contenido de los mensajes que nos invoca la atracción sexual, la
autoafirmación, la autonegación, la identificación individual y grupal y la pertenencia a un espacio estatus o rol, así nos atrevemos a formarnos juicios a priori de una persona sólo por el mero hecho de la región de donde procede, o también si es amiga de fulanito de tal, o si antes nos la han presentado vía telefónica, o si tiene la piel negra o amarilla o posee ojos azules. Es así como la COMUNICACIÓN NO VERBAL juega un rol importante otorgándonos signos no verbales preconcebidos que actúan dándonos significación y configurándonos la comunicación y por ende construimos respuestas condicionadas y también estereotipadas.
Comunicación no verbal
La autoimagen es también un asunto psicocultural de la COMUNICACIÓN
NO VERBAL; vernos a nosotros mismos con base en un ideal cultural,
espiritual y estético dominante en la sociedad nos hace autosatisfacernos con
nuestro propio cuerpo… todo esto nos lleva a considerar que las expresiones
no verbales configuran nuestra cotidianidad y es un hecho que se da en todas
las sociedades y culturas, pero que sabemos, en cada una es distinta y
diversa.
De otro lado en cuanto al rostro, se ha determinado por parte de los
semiólogos de la cultura como Lotman, Eco y Levi-Strauss entre otros,
quienes dicen que es la zona más rica en significaciones no verbales; el
rostro no es sólo un canal sino también un emisor, porque expresa mensajes
con significados. El rostro dice si estoy sano o enfermo, si puedo hablarle a
alguien o no, si abro o cierro una comunicación, si estoy en un velorio o en
una fiesta. La cara es la primera fuente de información para construir juicios.
Y en el rostro se construye la mirada como un “escenario” rico en
significaciones NO VERBALES de la COMUNICACIÓN NO VERBAL en el que
se esconden sentimientos, actitudes, emociones: hay miradas amorosas,
inocentes, juguetonas, triviales, coquetas, sexuales, atrevidas, impertinentes,
secretas, cómplices… que intensifican una relación interpersonal. Entonces el
rostro puede ser máscara y es el ojo el centro de la COMUNICACIÓN NO
VERBAL.
Los psicólogos y psiquiatras han reconocido hace ya mucho tiempo, que la
forma de moverse de una persona proporciona indicaciones sobre su
carácter, sus emociones y sus reacciones hacia la gente que lo rodea.
Mucha gente, cuando se entera que la comunicación no verbal es una vía
de comunicación, toma conciencia de sí misma y esto se convierte en un
problema. Piénsese que puede significar para una persona consciente de la
importancia de la comunicación no verbal para dar señales de sus
sentimientos, cuando habla con un psicólogo al que atribuye una especial
capacidad lectora de esas señales.
Uno puede enfrentarse ante la comunicación no verbal, al menos de tres
formas (puede haber más). Uno puede intentar inhibir cada uno de la
comunicación no verbal que, de acuerdo a su conocimiento o creencia,
significan algo en la interacción que no quiere que se note o sepa. Este
comportamiento supondría iniciar cada interacción con mucha tensión, o de
una forma poco expresiva. Uno también puede sentirse liberado al
reconocer cómo deja traslucir sus emociones, darse cuenta de que la gente
conoce acerca de uno intuitivamente, mucho más de lo que uno mismo es
capaz de decir en palabras acerca de cómo se siente. Y por último, uno
puede sentirse simplemente despreocupado, al tomar conciencia de que es
inevitable comunicar algo, que ese algo se capta sobre todo, intuitivamente,
y que en realidad nadie mantiene una interacción pendiente de fijarse en
cada comportamiento no verbal y analizar su significado, a no ser que sea
un movimiento realmente inusitado.
No esta tan desarrollada la investigación no verbal como para poder hacer
afirmaciones claras en forma de recetas, respecto al significado emocional
indudable de cada comportamiento no verbal, pero estos si dan señales y
son expresión de intenciones emocionales, de ahí la importancia para un
psicólogo de comprender su papel en la interacción.
El análisis de la comunicación no verbal requiere al menos tener en cuenta
tres criterios básicos:
1.- Cada comportamiento no verbal está ineludiblemente asociado al
conjunto de la comunicación de la persona. Incluso un solo gesto es
interpretado en su conjunto, no como algo aislado por los miembros de la
interacción. Si es un gesto único asume su significado en cuanto gesto y en
un cuanto que no hay más gestos.
2.- La interpretación de los movimientos no verbales se debe hace en
cuanto a su congruencia con la comunicación verbal. Normalmente la
intención emocional se deja traslucir por los movimientos no verbales, e
intuitivamente somos capaces de sentir la incongruencia entre estos y lo
que verbalmente se nos dice. La comunicación no verbal necesita ser
congruente con la comunicación verbal y viceversa, para que la
comunicación total resulte comprensible y sincera.
3.- El último criterio de interpretación del sentido de la comunicación no
verbal, es la necesidad de situar cada comportamiento no verbal en su
contexto comunicacional.
No se pretende enseñara a interpretar la comunicación no verbal, sino a
tomar conciencia de su importancia en la interacción. Todo el mundo tiende
a interpretar lo que el otro ha querido realmente decir. El estudio de la
comunicación no verbal puede generar la sensación de que se está más
capacitado para acertar. Con esto se puede ceder ante la tentación de
interpretar cada gesto, e incluso se puede lograr captar pistas del
comportamiento de los otros. Pero, cuidado, hay que ser consciente, que
por mucho habilidad que se tenga en la observación de los otros, y un
psicólogo debe desarrollarla al menos cuanto está trabajando, es necesario
ser muy cauto en cualquier interpretación. La comunicación humana es
extremadamente compleja (no tiene reglas fijas y simples), y en ausencia
de reglas claras, todos tenemos tendencia a ver solamente lo que queremos
ver, y prestar atención a lo que nos interesa. Esto no debe negar, que si
después de la práctica y la experiencia, somos capaces de sentir
intuiciones sobre las intenciones emocionales de alguien, nos dejemos
llevar por esa intuición, sobre todo si somos capaces de especificar que
movimientos corporales nos ha llevado a esa intuición.
Existen tres ámbitos de estudio de la comunicación no verbal: kinesia,
paralingüística y proxémica. La kinesia se ocupa de la comunicación no
verbal expresada a través de los movimientos del cuerpo. La paralingüística
estudia el comportamiento no verbal expresado en la voz. La proxémica se
encarga de estudiar el comportamiento no verbal relacionado con el espacio
personal.
El estudio de los movimientos kinésicos se ha hecho aislando cada uno de
los posibles ámbitos de comportamiento kinésico, y estudiando sus
expresiones comunicaciones por separado. Así se las principales fuentes
de comportamiento kinésico estudiadas han sido: la postura corporal, los
gestos, la expresión facial, la mirada y la sonrisa.
Kinésica Postura corporal
La postura es la disposición del cuerpo o sus partes en relación con un
sistema de referencia que puede ser, bien la orientación de un elemento del
cuerpo con otro elemento o con el cuerpo en su conjunto, bien en relación a
otro cuerpo. En la interacción son
susceptibles de ser interpretadas las señales que provienen de la posición,
de la orientación o del movimiento del cuerpo.
Las posiciones corporales se definen por la disposición del cuerpo a aceptar
a otros en la interacción. Así se habla de posiciones más abiertas o más
cerradas. Una posición abierta implica que brazos y piernas no separan a un
interlocutor de otro, la posición cerrada implicaría utilizar las piernas, brazos
o manos bien en forma de protección bien del propio cuerpo bien en forma
sirva de barrera para que otro se introduzca en una interacción que
mantenemos (por ejemplo son posiciones cerradas cruzarse de brazos, o
sentarse para hablar con alguien, de forma que las piernas hagan una
barrera que dificulte la entrada de otra persona, simbólicamente.). Como
vemos la posición da señales que indican los dispuestos que estamos a
recibir, a interaccionar, con los otros.
La orientación es el ángulo con el que el cuerpo está dirigido a los demás
(uno puede ponerse frente a frente, en ángulo recto, o de espaldas). Cuánto
más de frente se sitúa una persona hacia los demás, mayor será el nivel de
implicación. Por otra parte se ha observado, que cuando las personas
esperan competir, generalmente se sientan enfrente; si esperan cooperar, lo
hacen una al lado de la otra, mientras que para conversar normalmente lo
hacen en ángulo recto. El ángulo de la postura al sentarse puede disuadir la
aproximación de otros, ya que, por ejemplo, éstos serán más recios a tener
que pasar por encima de unas piernas estiradas para acercarse a una
persona o introducirse en la conversación de dos personas o un grupo. El
ángulo de orientación puede regular el grado de intimidad de una
conversación. Por otra parte hay tendencia a mostrar una orientación directa
hacia el otro, no sólo cuando más nos agrada sino también cuando más
amenazante no resultado. Por el contrario, nuestra orientación tiende a ser
menos directa cuando tenemos intención de no continuar la interacción,
cuando la persona no nos agrada o cuando la percibimos como alguien
inferior o poco peligroso (ver más sobre orientación en proxémica).
El movimiento del cuerpo puede transmitir energía y dinamismo durante la
interacción, si bien cuando este movimiento es incongruente con el
contenido verbal o el contexto comunicacional, normalmente tiene el efecto
de distraer la atención del interlocutor. En este sentido, un exceso de
movimiento incongruente puede producir impresión de inquietud, o
nerviosismo, mientras que la escasez de movimiento incongruente puede
transmitir una impresión de excesiva formalidad.
Los gestos
El gesto es el movimiento corporal propio de las articulaciones,
principalmente de los movimientos corporales realizados con las manos,
brazos y cabeza. El gesto se diferencia de la gesticulación. La
gesticulación es un movimiento anárquico, artificioso e inexpresivo.
Se han identificado o clasificado cinco tipos de gestos: a) gestos
emblemáticos o emblemas, b) gestos ilustrativos o ilustradores, c) gestos
que expresan estados emotivos o patógrafos, d) gestos reguladores de la
interacción, y e) gestos de adaptación o adaptadores..
a) Gestos emblemáticos o emblemas : Son señales emitidas
intencionalmente. Su significado es específico y muy claro, ya que el gesto
representa una palabra o conjunto de palabras bien conocidas. Por lo
tanto, son gestos traducibles directamente en palabras. Ejemplo serían
agitar la mano en señal de despedida o sacar el pulgar hacia arriba
indicando OK.
b) Gestos ilustrativos o ilustradores : Se producen durante la comunicación
verbal. Sirven para ilustrar lo que se está diciendo. Son gestos conscientes
que varían en gran medida en función de la cultura. Son gestos unidos al
lenguaje, pero a diferencia de los emblemas, no tiene un significado
directamente traducible, la palabra a la que van unidos no les da su
significado. Este tipo de gesto sirve a esa palabra no la significa. La forma
de servirla reside en su capacidad para recalcar lo que se dice, enfat izar o
imponer un ritmo a la palabra que esta por sí no tendría. Cualquier tipo de
movimiento corporal que desempeña un papel auxiliar en la comunicación
no verbal, es un ilustrador.
c) Gestos que expresan estados emotivos o patógrafos : Este tipo de gesto
cumple un papel similar a los ilustradores y por ello se pueden confundir.
Es similar en el sentido en que también acompañan a la palabra, y le
confieren un mayor dinamismo. Pero difieren en que este tipo de gestos
reflejan el estado emotivo de la persona, mientras que el ilustrador es
emocionalmente neutro. En este sentido, el ilustrador constituye una forma
de expresar cultural, mientras que el patógrafo es resultado del estado
emocional del momento. A través de este tipo de gestos se expresan la
ansiedad o tensión del momento, muecas de dolor, triunfo y alegría, etc.
d) Gestos reguladores de la interacción : Son movimientos producidos por
quién habla o por quién escucha, con la finalidad de regular las
intervenciones en la interacción. Son signos para tomar el relevo en la
conversación, que tienen también un importante papel al inicio o finalización
de la interacción (p.e. darse la mano en el saludo o la despedida). Pueden
ser utilizados para frenar o acelerar al interlocutor, indicar que debe
continuar o darle a entender que debe ceder su turno de palabra. Los
gestos reguladores más frecuentes son las indicaciones de cabeza y la
mirada fija. Las inclinaciones rápidas de cabeza llevan el mensaje de
apresurarse y acabar de hablar, mientras que las lentas piden que el
interlocutor continúe e indican al oyente que le parece interesante y le gusta
lo que se está diciendo.
e) Gestos de adaptación o adaptadores : Son gestos utilizados para manjar
emociones que no queremos expresar. Se utilizan cuando nuestra estado
de ánimo es incompatible con la situación interaccional particular, de forma
que tenemos no podemos expresar nuestras emociones reales
directamente con la intensidad con la que realmente las sentimos. Ante esta
situación se produce un situación incómoda, que necesitamos controlar, y
es cuando aparece el gesto como una forma de adaptarnos a esa situación.
Gestos de este tipo son pasarse los dedos por el cuello de la camisa
cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la situación, o cepillarnos
el pelo cuando nos sentimos nerviosos.
Expresión facial
La expresión facial es el medio más rico e importante para expresar
emociones y estados de ánimo, junto con la mirada. Principalmente, y
aparte de la expresión de emociones, la expresión facial se utiliza para dos
cosas: para regular la interacción, y para reforzar al receptor. No toda la
comunicación que se transmite a través de la expresión facial es
susceptible de ser percibida por el interlocutor conscientemente, sin
embargo si se sabe que las impresiones que obtenemos de los otros están
influidas también por los movimientos imperceptibles de la comunicación
verbal del otro. Así observamos que tienen tanta importancia para la
transmisión emocional y la captación de impresiones y juicios del otro, los
movimientos faciales perceptibles (cambio de posición de las cejas, de los
músculos faciales, de la boca, etc.) como de los imperceptibles (contracción
pupilar, ligera sudoración). Por otra parte se trata de movimientos muy
difíciles de controlar.
Los estudios realizados sobre como percibimos a los demás a partir de su
expresión facial, han intentado describir los rasgos fisonómicos de algunas
emociones. Estas investigaciones no han podido demostrar que existan
movimientos característicos de los músculos fáciles específicos para cada
una de las emociones. Sin embargo si se ha podido concluir lo siguiente:
a) a) Para una misma mímica existe un amplio abanico de interpretaciones
que se confirman unas a otras de forma muy coherente.
b) b) Si para cada palabra del vocabulario de los sentimientos intentamos
encontrar una manifestación facial correspondiente, en algunos casos la
encontramos muy fácilmente y en otros con gran dificultad.
c) c) Hay un número limitado de emociones que la mayoría de nosotros
puede reconocer con cierta fiabilidad.
La investigación ha determinado la existencia de seis expresiones faciales
principales, las cuáles son indicadores de emociones como: alegría,
tristeza, asco, enfado, temor e interés. Son prácticamente las únicas
emociones que tienen probabilidad de ser reconocidas por la mayoría de
nosotros cuando las vemos expresadas en los demás. Sin embargo la gente
evalúa rasgos como la criminalidad en función de la expresión de la cara.
Por otra parte, la expresión facial sirve para comunicar otras muchas cosas
no tan universales, y que dependen del contexto y del estado emocional de
la interacción. Así se ha observado que la expresión facial la utilizamos
para comunicar cosas como:
Estoy encantado de verte (rápido movimiento de subida y bajada de
las cejas acompañado de una sonrisa)
Expresar nuestro actual estado de ánimo
Indicar atención hacia otros
Nuestro disgusto por ver a alguien
Qué estamos de broma (una deja levantada y una mueca en la boca)
Qué estamos escuchando (cabeza inclinada de lado)
Qué alguien ha dicho algo fuera de lugar, un reproche
Sirven para reforzar la comunicación verbal (si una madre regaña a
su hijo, con la expresión facial le informa de la intensidad y veracidad
de su enfado)
Queda claro que la función principal de la expresión facial es la expresión
de emociones, pero además también comunicamos sobre la intensidad de
las mismas. Pero la expresión facial también ha sido estudiada como medio
de expresión de la personalidad, de las actitudes hacia los demás, la
atracción sexual y el atractivo personal, el deseo de comunicarse o iniciar
una interacción y el grado de expresividad durante la comunicación.
Expresión facial
Queda claro que la función principal de la expresión facial es la expresión
de emociones, pero además también comunicamos sobre la intensidad de
las mismas. Pero la expresión facial también ha sido estudiada como medio
de expresión de la personalidad, de las actitudes hacia los demás, la
atracción sexual y el atractivo personal, el deseo de comunicarse o iniciar
una interacción y el grado de expresividad durante la comunicación.
La expresión facial está en continuo cambio durante la comunicación. Entre
los cambios que las nuevas técnicas de investigación nos han permitido
identificar podemos citar las denominadas expresiones faciales
„micromomentáneas‟. Su duración es de una fracción de segundo y suelen
reflejar los verdaderos sentimientos de una persona. Por ejemplo, una
persona puede estar diciendo que está encantada de ver a alguien y quizá
incluso sonría, pero su verdadera actitud se reflejará en una expresión
micromomentánea
La mirada se estudia aisladamente, aunque forma parte de la expresión
facial por la gran importancia que tiene en la comunicación no verbal por s i
sola. Se le atribuyen un importantísimo papel en la percepción y expresión
del mundo psicológico. La variedad de movimientos posibles que podemos
llevar a cabo con los ojos y su área próxima resulta ínfima si la comparamos
con la de las expresiones faciales. Sin embargo, una elevación de cejas,
por ejemplo, es un acto físico localizado, que nace y muere en un área
física localizada. La mirada, aunque ubicada y originada en los ojos, no
muere en ellos, va más allá. Esa capacidad de proyección es la que
confiere tanta importancia a la mirada.
El estudio de la mirada contempla diferentes aspectos, entre los más
relevantes se encuentran: la dilatación de las pupilas, el número de veces
que se parpadea por minuto, el contacto ocular, la forma de mirar.
La mirada cumple varias funciones en la interacción, las más relevantes son
estas:
a) Regula el acto comunicativo: con la mirada podemos indicar que el
contenido de una interacción nos interesa, evitando el silencio.
b) Fuente de información: la mirada se utiliza para obtener información. Las
personas miran mientras escuchan para obtener una información visual que
complemente la información auditiva
c) Expresión de emociones: podemos leer el rostro de otra persona sin
mirarla a los ojos, pero cuando los ojos se encuentran, no solamente
sabemos cómo se siente el otro, sino que él sabe que nosotros conocemos
su estado de ánimo. Asociamos diversos movimientos de los ojos con una
amplia gama de expresiones humanas.
d) Comunicadora de la naturaleza de la relación interpersonal: al
encontrarse las miradas se dice el tipo de relación que mantienen, del
mismo modo que la intención de que no se encuentren
La mirada se estudia aisladamente, aunque forma parte de la expresión
facial por la gran importancia que tiene en la comunicación no verbal por
si sola. Se le atribuyen un importantísimo papel en la percepción y
expresión del mundo psicológico. La variedad de movimientos posibles
que podemos llevar a cabo con los ojos y su área próxima resulta ínfima
si la comparamos con la de las expresiones faciales. Sin embargo, una
elevación de cejas, por ejemplo, es un acto físico localizado, que nace y
muere en un área física localizada. La mirada, aunque ubicada y
originada en los ojos, no muere en ellos, va más allá. Esa capacidad de
proyección es la que confiere tanta importancia a la mirada.
El estudio de la mirada contempla diferentes aspectos, entre los más
relevantes se encuentran: la dilatación de las pupilas, el número de veces
que se parpadea por minuto, el contacto ocular, la forma de mirar.
La mirada cumple varias funciones en la interacción, las más relevantes
son estas:
a) Regula el acto comunicativo: con la mirada podemos indicar que el
contenido de una interacción nos interesa, evitando el silencio.
b) Fuente de información: la mirada se utiliza para obtener información.
Las personas miran mientras escuchan para obtener una información
visual que complemente la información auditiva
c) Expresión de emociones: podemos leer el rostro de otra persona sin
mirarla a los ojos, pero cuando los ojos se encuentran, no solamente
sabemos cómo se siente el otro, sino que él sabe que nosotros
conocemos su estado de ánimo. Asociamos diversos movimientos de los
ojos con una amplia gama de expresiones humanas.
d) Comunicadora de la naturaleza de la relación interpersonal: al
encontrarse las miradas se dice el tipo de relación que mantienen, del
mismo modo que la intención de que no se encuentren
La mirada
La dilatación de las pupilas es un indicador de interés y atractivo. Nuestras
pupilas se dilatan cuando vemos algo interesante. Además nos gustan más
las personas que tienen pupilas dilatadas que las que tienen pupilas
contraídas. De esta forma no sólo se puede establecer la actitud de una
persona hacia algo, ya que cuanto más favorable se la actitud mayor será
la dilatación de las pupilas, sino que es posible evaluar los cambios de
actitudes a través del tiempo mediante los cambios paralelos en las
respuestas de las pupilas. La fiabilidad de estas medidas tiene que ver con
el hecho de que no podemos controlar conscientemente la conducta de
nuestras pupilas.
El número de veces que se parpadea por minuto está relacionado con la
tranquilidad y el nerviosismo. Cuánto más parpadea una persona, más
inquieta se siente.
El contacto ocular consiste en la mirada que una persona dirige a la mirada
de otra. Aquí se estudian dos aspectos: la frecuencia con la que miramos
al otro, y el mantenimiento del contacto ocular. El feedback es muy
importante cuando dos personas hablan entre sí. Los que hablan necesitan
tener la seguridad de que alguien los escucha, y los que escuchan
necesitan sentir que su atención es tenida en cuenta y que el que habla se
dirige directamente a ellos. Ambos requisitos se cumplen con un adecuado
uso del contacto ocular. Por otra parte, la disposición de una persona a
brindar oportunidades de contacto ocular suele revelar sus actitudes con
respecto a ella. Las personas que se agradan mutuamente mantienen
mucho más contacto mirar a los otros sólo fugaz y ocasionalmente impide
recibir retroalimentación, reduce la credibilidad del emisor y da lugar a que
se atribuyan a éste características negativas ocular, que las que no se
gustan.
La frecuencia con la que miramos al otro es un indicador de interés,
agrado o sinceridad. La evitación de la mirada o el
La frecuencia de la mirada al otro aumenta cuando:
cuando están muy separados entre sí
cuando están hablando de temas impersonales o sencillos
cuando está interesada por el otro y sus reacciones
cuando ama o le gusta la otra persona
cuando intenta dominar o influir al otro
si es extrovertido
si depende de la otra persona y ésta no da señal de respuesta
La frecuencia con la que miramos al otro disminuye cuando:
si están muy juntos
si están discutiendo un asunto íntimo o difícil
si no está interesada en las reacciones de la otra persona
si no le gusta la otra persona
si el que mira tiene un status superior
si es un introvertido
si padece ciertas formas de enfermedad mental
Por otra parte se mira más cuando se escucha que cuando se habla, pero
además el contacto ocular indica el final de una intervención, como si la
persona que habla le pasara el relevo a la otra.
La sonrisa
Normalmente la sonrisa se utiliza para expresar simpatía, alegría o
felicidad. La sonrisa se puede utilizar para hacer que las situaciones de
tensión sean más llevaderas. Una sonrisa atrae la sonrisa de los demás y
es una forma de relajar la tensión. Por otra parte, la sonrisa tiene un efecto
terapéutico. Se ha observado que cuando se le pedía a personas que se
sentían deprimidas o pesimistas, que imitaran la sonrisa de los demás,
declaraban sentirse más felices. La sonrisa está, además, influida por el
poder que tiene lugar en una relación.
Aquí aparece un link para ir a esta dirección y ver sobre comunicación no verbal http://es.wikipedia.org/wiki/Comunicaci%C3%B3n_no_verbal de wikipedia.
COMUNICACIÓN NO VERBAL
Los psicólogos y psiquiatras han reconocido hace ya mucho tiempo, que
la forma de moverse de una persona proporciona indicaciones sobre su carácter,
sus emociones y sus reacciones hacia la gente que lo rodea. Mucha gente,
cuando se entera que la comunicación no verbal es una vía de comunicación,
toma conciencia de sí misma y esto se convierte en un problema. Piénsese que
puede significar para una persona consciente de la importancia de la
comunicación no verbal para dar señales de sus sentimientos, cuando habla con
un psicólogo al que atribuye una especial capacidad lectora de esas señales.
Uno puede enfrentarse ante la comunicación no verbal, al menos de tres
formas (puede haber más). Uno puede intentar inhibir cada uno de la
comunicación no verbal que, de acuerdo a su conocimiento o creencia,
significan algo en la interacción que no quiere que se note o sepa. Este
comportamiento supondría iniciar cada interacción con mucha tensión, o de
una forma poco expresiva. Uno también puede sentirse liberado al reconocer
cómo deja traslucir sus emociones, darse cuenta de que la gente conoce
acerca de uno intuitivamente, mucho más de lo que uno mismo es capaz de
decir en palabras acerca de cómo se siente. Y por último, uno puede sentirse
simplemente despreocupado, al tomar conciencia de que es inevitable
comunicar algo, que ese algo se capta sobre todo, intuitivamente, y que en
realidad nadie mantiene una interacción pendiente de fijarse en cada
comportamiento no verbal y analizar su significado, a no ser que sea un
movimiento realmente inusitado.
No esta tan desarrollada la investigación no verbal como para poder
hacer afirmaciones claras en forma de recetas, respecto al significado
emocional indudable de cada comportamiento no verbal, pero estos si dan
señales y son expresión de intenciones emocionales, de ahí la importancia
para un psicólogo de comprender su papel en la interacción.
El análisis de la comunicación no verbal requiere al menos tener en
cuenta tres criterios básicos:
1.- Cada comportamiento no verbal está ineludiblemente asociado al conjunto de la comunicación de la persona. Incluso un solo gesto es interpretado en su conjunto, no como algo aislado por los miembros de la interacción. Si es un gesto único asume su significado en cuanto gesto y en un cuanto que no hay más gestos.
2.- La interpretación de los movimientos no verbales se debe hace en cuanto a su congruencia con la comunicación verbal. Normalmente la intención emocional se deja traslucir por los movimientos no verbales, e intuitivamente somos capaces de sentir la incongruencia entre estos y lo que verbalmente se nos dice. La comunicación no verbal necesita ser congruente con la comunicación verbal y viceversa, para que la comunicación total resulte comprensible y sincera.
3.- El último criterio de interpretación del sentido de la comunicación no
verbal, es la necesidad de situar cada comportamiento no verbal en su
contexto comunicacional.
No se pretende enseñara a interpretar la comunicación no verbal, sino a
tomar conciencia de su importancia en la interacción. Todo el mundo tiende a
interpretar lo que el otro ha querido realmente decir. El estudio de la
comunicación no verbal puede generar la sensación de que se está más
capacitado para acertar. Con esto se puede ceder ante la tentación de interpretar
cada gesto, e incluso se puede lograr captar pistas del comportamiento de los
otros. Pero, cuidado, hay que ser consciente, que por mucho habilidad que se
tenga en la observación de los otros, y un psicólogo debe desarrollarla al menos
cuanto está trabajando, es necesario ser muy cauto en cualquier interpretación.
La comunicación humana es extremadamente compleja (no tiene reglas fijas y
simples), y en ausencia de reglas claras, todos tenemos tendencia a ver
solamente lo que queremos ver, y prestar atención a lo que nos interesa. Esto no
debe negar, que si después de la práctica y la experiencia, somos capaces de
sentir intuiciones sobre las intenciones emocionales de alguien, nos dejemos
llevar por esa intuición, sobre todo si somos capaces de especificar que
movimientos corporales nos ha llevado a esa intuición.
Existen tres ámbitos de estudio de la comunicación no verbal: kinesia,
paralingüística y proxémica. La kinesia se ocupa de la comunicación no verbal
expresada a través de los movimientos del cuerpo. La paralingüística estudia el
comportamiento no verbal expresado en la voz. La proxémica se encarga de
estudiar el comportamiento no verbal relacionado con el espacio personal.
Postura corporal Kinesia
El estudio de los movimientos kinésicos se ha hecho aislando cada uno
de los posibles ámbitos de comportamiento kinésico, y estudiando sus
expresiones comunicaciones por separado. Así se las principales fuentes de
comportamiento kinésico estudiadas han sido: la postura corporal, los gestos, la
expresión facial, la mirada y la sonrisa.
1) Postura corporal
La postura es la disposición del cuerpo o sus partes en relación con un
sistema de referencia que puede ser, bien la orientación de un elemento del
cuerpo con otro elemento o con el cuerpo en su conjunto, bien en relación a otro
cuerpo. En la interacción son susceptibles de ser interpretadas las señales que
provienen de la posición, de la orientación o del movimiento del cuerpo.
Las posiciones corporales se definen por la disposición del cuerpo a aceptar
a otros en la interacción. Así se habla de posiciones más abiertas o más
cerradas. Una posición abierta implica que brazos y piernas no separan a un
interlocutor de otro, la posición cerrada implicaría utilizar las piernas, brazos o
manos bien en forma de protección bien del propio cuerpo bien en forma sirva de
barrera para que otro se introduzca en una interacción que mantenemos (por
ejemplo son posiciones cerradas cruzarse de brazos, o sentarse para hablar con
alguien, de forma que las piernas hagan una barrera que dificulte la entrada de
otra persona, simbólicamente.). Como vemos la posición da señales que indican
los dispuestos que estamos a recibir, a interaccionar, con los otros.
La orientación es el ángulo con el que el cuerpo está dirigido a los demás
(uno puede ponerse frente a frente, en ángulo recto, o de espaldas). Cuánto más
de frente se sitúa una persona hacia los demás, mayor será el nivel de
implicación. Por otra parte se ha observado, que cuando las personas esperan
competir, generalmente se sientan enfrente; si esperan cooperar, lo hacen una al
lado de la otra, mientras que para conversar normalmente lo hacen en ángulo
recto. El ángulo de la postura al sentarse puede disuadir la aproximación de
otros, ya que, por ejemplo, éstos serán más recios a tener que pasar por encima
de unas piernas estiradas para acercarse a una persona o introducirse en la
conversación de dos personas o un grupo. El ángulo de orientación puede
regular el grado de intimidad de una conversación. Por otra parte hay tendencia
a mostrar una orientación directa hacia el otro, no sólo cuando más nos agrada
sino también cuando más amenazante no resultado. Por el contrario, nuestra
orientación tiende a ser menos directa cuando tenemos intención de no continuar
la interacción, cuando la persona no nos agrada o cuando la percibimos como
alguien inferior o poco peligroso (ver más sobre orientación en proxémica).
El movimiento del cuerpo puede transmitir energía y dinamismo durante la
interacción, si bien cuando este movimiento es incongruente con el contenido
verbal o el contexto comunicacional, normalmente tiene el efecto de distraer la
atención del interlocutor. En este sentido, un exceso de movimiento incongruente
puede producir impresión de inquietud, o nerviosismo, mientras que la escasez
de movimiento incongruente puede transmitir una impresión de excesiva
formalidad.
Los gestos
El gesto es el movimiento corporal propio de las articulaciones,
principalmente de los movimientos corporales realizados con las manos, brazos
y cabeza. El gesto se diferencia de la gesticulación. La gesticulación es un
movimiento anárquico, artificioso e inexpresivo.
Se han identificado o clasificado cinco tipos de gestos: a) gestos
emblemáticos o emblemas, b) gestos ilustrativos o ilustradores, c) gestos que
expresan estados emotivos o patógrafos, d) gestos reguladores de la interacción,
y e) gestos de adaptación o adaptadores.
a) Gestos emblemáticos o emblemas: Son señales emitidas intencionalmente. Su significado es específico y muy claro, ya que el gesto representa una palabra o conjunto de palabras bien conocidas. Por lo tanto, son gestos traducibles directamente en palabras. Ejemplo serían agitar la mano en señal de despedida o sacar el pulgar hacia arriba indicando OK.
b) Gestos ilustrativos o ilustradores: Se producen durante la comunicación verbal. Sirven para ilustrar lo que se está diciendo. Son gestos conscientes que varían en gran medida en función de la cultura. Son gestos unidos al lenguaje, pero a diferencia de los emblemas, no tiene un significado directamente traducible, la palabra a la que van unidos no les da su significado. Este tipo de gesto sirve a esa palabra no la significa. La forma de servirla reside en su capacidad para recalcar lo que se dice, enfatizar o imponer un ritmo a la palabra que esta por sí no tendría. Cualquier tipo de movimiento corporal que desempeña un papel auxiliar en la comunicación no verbal, es un ilustrador.
c) Gestos que expresan estados emotivos o patógrafos: Este tipo de gesto cumple un papel similar a los ilustradores y por ello se pueden confundir. Es similar en el sentido en que también acompañan a la palabra, y le confieren un mayor dinamismo. Pero difieren en que este tipo de gestos reflejan el estado emotivo de la persona, mientras que el ilustrador es emocionalmente neutro. En este sentido, el ilustrador
constituye una forma de expresar cultural, mientras que el patógrafo es resultado del estado emocional del momento. A través de este tipo de gestos se expresan la ansiedad o tensión del momento, muecas de dolor, triunfo y alegría, etc.
d) Gestos reguladores de la interacción: Son movimientos producidos por quién habla o por quién escucha, con la finalidad de regular las intervenciones en la interacción. Son signos para tomar el relevo en la conversación, que tienen también un importante papel al inicio o finalización de la interacción (p.e. darse la mano en el saludo o la despedida). Pueden ser utilizados para frenar o acelerar al interlocutor, indicar que debe continuar o darle a entender que debe ceder su turno de palabra. Los gestos reguladores más frecuentes son las indicaciones de cabeza y la mirada fija. Las inclinaciones rápidas de cabeza llevan el mensaje de apresurarse y acabar de hablar, mientras que las lentas piden que el interlocutor continúe e indican al oyente que le parece interesante y le gusta lo que se está diciendo.
e) Gestos de adaptación o adaptadores: Son gestos utilizados para manjar emociones que no queremos expresar. Se utilizan cuando nuestra estado de ánimo es incompatible con la situación interaccional particular, de forma que tenemos no podemos expresar nuestras emociones reales directamente con la intensidad con la que realmente las sentimos. Ante esta situación se produce un situación incómoda, que necesitamos controlar, y es cuando aparece el gesto como una forma de adaptarnos a esa situación. Gestos de este tipo son pasarse los dedos por el cuello de la camisa cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la situación, o cepillarnos el pelo cuando nos sentimos nerviosos.
2) Expresión facial
La expresión facial es el medio más rico e importante para expresar
emociones y estados de ánimo, junto con la mirada. Principalmente, y aparte de
la expresión de emociones, la expresión facial se utiliza para dos cosas: para
regular la interacción, y para reforzar al receptor. No toda la comunicación que
se transmite a través de la expresión facial es susceptible de ser percibida por el
interlocutor conscientemente, sin embargo si se sabe que las impresiones que
obtenemos de los otros están influidas también por los movimientos
imperceptibles de la comunicación verbal del otro. Así observamos que tienen
tanta importancia para la transmisión emocional y la captación de impresiones y
juicios del otro, los movimientos faciales perceptibles (cambio de posición de las
cejas, de los músculos faciales, de la boca, etc.) como de los imperceptibles
(contracción pupilar, ligera sudoración). Por otra parte se trata de movimientos
muy difíciles de controlar.
Los estudios realizados sobre como percibimos a los demás a partir de su
expresión facial, han intentado describir los rasgos fisonómicos de algunas
emociones. Estas investigaciones no han podido demostrar que existan
movimientos característicos de los músculos fáciles específicos para cada una
de las emociones. Sin embargo si se ha podido concluir lo siguiente:
a) a) Para una misma mímica existe un amplio abanico de
interpretaciones que se confirman unas a otras de forma muy coherente. b) b) Si para cada palabra del vocabulario de los sentimientos intentamos
encontrar una manifestación facial correspondiente, en algunos casos la encontramos muy fácilmente y en otros con gran dificultad.
c) c) Hay un número limitado de emociones que la mayoría de nosotros puede reconocer con cierta fiabilidad.
La investigación ha determinado la existencia de seis expresiones faciales
principales, las cuáles son indicadores de emociones como: alegría, tristeza,
asco, enfado, temor e interés. Son prácticamente las únicas emociones que
tienen probabilidad de ser reconocidas por la mayoría de nosotros cuando las
vemos expresadas en los demás. Sin embargo la gente evalúa rasgos como la
criminalidad en función de la expresión de la cara.
Por otra parte, la expresión facial sirve para comunicar otras muchas cosas
no tan universales, y que dependen del contexto y del estado emocional de la
interacción. Así se ha observado que la expresión facial la utilizamos para
comunicar cosas como:
- - Estoy encantado de verte (rápido movimiento de subida y bajada de
las cejas acompañado de una sonrisa) - - Expresar nuestro actual estado de ánimo - - Indicar atención hacia otros - - Nuestro disgusto por ver a alguien - - Qué estamos de broma (una deja levantada y una mueca en la
boca) - - Qué estamos escuchando (cabeza inclinada de lado) - - Qué alguien ha dicho algo fuera de lugar, un reproche - - Sirven para reforzar la comunicación verbal (si una madre regaña a
su hijo, con la expresión facial le informa de la intensidad y veracidad de su enfado)
Queda claro que la función principal de la expresión facial es la expresión de
emociones, pero además también comunicamos sobre la intensidad de las
mismas. Pero la expresión facial también ha sido estudiada como medio de
expresión de la personalidad, de las actitudes hacia los demás, la atracción
sexual y el atractivo personal, el deseo de comunicarse o iniciar una interacción
y el grado de expresividad durante la comunicación.
La expresión facial está en continuo cambio durante la comunicación. Entre
los cambios que las nuevas técnicas de investigación nos han permitido
identificar podemos citar las denominadas expresiones faciales
„micromomentáneas‟. Su duración es de una fracción de segundo y suelen
reflejar los verdaderos sentimientos de una persona. Por ejemplo, una persona
puede estar diciendo que está encantada de ver a alguien y quizá incluso sonría,
pero su verdadera actitud se reflejará en una expresión micromomentánea.
La mirada todo esto ya está atrás ojo ponerlo allá
La mirada se estudia aisladamente, aunque forma parte de la expresión
facial por la gran importancia que tiene en la comunicación no verbal por si sola.
Se le atribuyen un importantísimo papel en la percepción y expresión del mundo
psicológico. La variedad de movimientos posibles que podemos llevar a cabo
con los ojos y su área próxima resulta ínfima si la comparamos con la de las
expresiones faciales. Sin embargo, una elevación de cejas, por ejemplo, es un
acto físico localizado, que nace y muere en un área física localizada. La mirada,
aunque ubicada y originada en los ojos, no muere en ellos, va más allá. Esa
capacidad de proyección es la que confiere tanta importancia a la mirada.
El estudio de la mirada contempla diferentes aspectos, entre los más
relevantes se encuentran: la dilatación de las pupilas, el número de veces que se
parpadea por minuto, el contacto ocular, la forma de mirar.
La mirada cumple varias funciones en la interacción, las más relevantes son estas:
a) Regula el acto comunicativo: con la mirada podemos indicar que el
contenido de una interacción nos interesa, evitando el silencio.
b) Fuente de información: la mirada se utiliza para obtener información. Las personas miran mientras escuchan para obtener una información visual que complemente la información auditiva
c) Expresión de emociones: podemos leer el rostro de otra persona sin mirarla a los ojos, pero cuando los ojos se encuentran, no solamente sabemos cómo se siente el otro, sino que él sabe que nosotros conocemos su estado de ánimo. Asociamos diversos movimientos de los ojos con una amplia gama de expresiones humanas.
d) Comunicadora de la naturaleza de la relación interpersonal: al encontrarse las miradas se dice el tipo de relación que mantienen, del mismo modo que la intención de que no se encuentren.
La dilatación de las pupilas es un indicador de interés y atractivo. Nuestras
pupilas se dilatan cuando vemos algo interesante. Además nos gustan más las
personas que tienen pupilas dilatadas que las que tienen pupilas contraídas. De
esta forma no sólo se puede establecer la actitud de una persona hacia algo, ya
que cuanto más favorable se la actitud mayor será la dilatación de las pupilas,
sino que es posible evaluar los cambios de actitudes a través del tiempo
mediante los cambios paralelos en las respuestas de las pupilas. La fiabilidad de
estas medidas tiene que ver con el hecho de que no podemos controlar
conscientemente la conducta de nuestras pupilas.
El número de veces que se parpadea por minuto está relacionado con la
tranquilidad y el nerviosismo. Cuánto más parpadea una persona, más inquieta
se siente.
El contacto ocular consiste en la mirada que una persona dirige a la mirada
de otra. Aquí se estudian dos aspectos: la frecuencia con la que miramos al otro,
y el mantenimiento del contacto ocular. El feedback es muy importante cuando
dos personas hablan entre sí. Los que hablan necesitan tener la seguridad de
que alguien los escucha, y los que escuchan necesitan sentir que su atención es
tenida en cuenta y que el que habla se dirige directamente a ellos. Ambos
requisitos se cumplen con un adecuado uso del contacto ocular. Por otra parte,
la disposición de una persona a brindar oportunidades de contacto ocular suele
revelar sus actitudes con respecto a ella. Las personas que se agradan
mutuamente mantienen mucho más contacto ocular, que las que no se gustan.
La frecuencia con la que miramos al otro es un indicador de interés, agrado o
sinceridad. La evitación de la mirada o el mirar a los otros sólo fugaz y
ocasionalmente impide recibir retroalimentación, reduce la credibilidad del emisor
y da lugar a que se atribuyan a éste características negativas
La frecuencia de la mirada al otro aumenta cuando: cuando están muy separados entre sí cuando están hablando de temas impersonales o sencillos cuando está interesada por el otro y sus reacciones cuando ama o le gusta la otra persona cuando intenta dominar o influir al otro si es extrovertido si depende de la otra persona y ésta no da señal de respuesta La frecuencia con la que miramos al otro disminuye cuando: Si están muy juntos Si están discutiendo un asunto íntimo o difícil Si no está interesada en las reacciones de la otra persona Si no le gusta la otra persona Si el que mira tiene un status superior Si es un introvertido Si padece ciertas formas de enfermedad mental
Por otra parte se mira más cuando se escucha que cuando se habla, pero
además el contacto ocular indica el final de una intervención, como si la
persona que habla le pasara el relevo a la otra.
El mantenimiento ocular se refiere a cuánto tiempo prolongamos el
contacto de nuestra mirada con la de la otra persona. Las miradas
prolongadas sin parpadear se usan cuando se intenta dominar, amenazar,
intimidar o influir sobre otros. También las utilizan las personas que se
agradan mucho, pero en este caso la frecuencia de parpadeo es mayor. Un
prolongado contacto ocular se considera, generalmente como manifestación
de superioridad (o al menos la sensación de que así es), falta de respeto,
amenaza o actitud amenazante y ganas de insultar. Un contacto ocular poco
prolongado suele ser interpretado como falta de atención, descortesía, falta
de sinceridad, falta de honradez, inseguridad o timidez. El dejar de mirar a los
ojos, bajando la vista suele ser tomado como signo de sumisión.
El contacto ocular forma parte de la forma de mirar al otro. La forma de
mirar es una de las conductas más importantes para diferenciar a las
personas de status alto, dominantes y poderosas, de aquellas de bajo status,
sumisas y no poderosas. El interlocutor de menor poder mira más a la
persona poderosa en general. La persona menos poderosa tiene más
necesidad de vigilar la conducta del que tiene más poder. Esta vigilancia
puede proporcionar al que tiene poco poder información referente a las
actitudes de la persona de más poder., que puede utilizar para ajustar la suya
propia. Por otra parte así puede mostrar que está pendiente del que tiene
poder, de que le interesa lo que dice, y acepta su posición de status en la
interacción.
La comunicación entre dos personas será más efectiva cuando su
interacción contenga una proporción de contacto ocular que ambos
consideren apropiada a la situación. Y en esto hay que considerar que los
resultados que hemos ofrecido sobre la mirada, pueden cambiar o ser
matizadas en interacciones interculturales.
5.- La sonrisa Normalmente la sonrisa se utiliza para expresar simpatía, alegría o
felicidad. La sonrisa se puede utilizar para hacer que las situaciones de tensión
sean más llevaderas. Una sonrisa atrae la sonrisa de los demás y es una forma
de relajar la tensión. Por otra parte, la sonrisa tiene un efecto terapéutico. Se ha
observado que cuando se le pedía a personas que se sentían deprimidas o
pesimistas, que imitaran la sonrisa de los demás, declaraban sentirse más
felices. La sonrisa está, además, influida por el poder que tiene lugar en una
relación.
Paralingüística
El comportamiento lingüístico está determinado por dos factores: el código
y el contenido que se pretende comunicar. Sin embargo estos dos factores no
constituyen la totalidad del comportamiento ni verbal ni comunicativo. Existen
variaciones lingüísticas, entre las que se puede citar la elección del idioma, la
utilización de un lenguaje simple o elaborado, la elección de los tiempos
verbales, etc., y existen, por otra lado, variaciones no lingüísticas como el ritmo,
el tono y el volumen de la voz. Al estudio de las variaciones no lingüísticas se
dedica la paralingüística.
El tono: La cualidad del tono que interesa aquí es el tono afectivo, esto es,
la adecuación emocional del tono de voz utilizado en la conversación. El tono es
un reflejo emocional, de forma que la excesiva emocionalidad ahoga la voz y, el
tono se hace más agudo. Por lo tanto, el deslizamiento hacia los tonos agudos
es síntoma de inhibición emocional.
El volumen: quién inicia una conversación en un estado de tensión mal
adaptado a la situación, habla con un volumen de voz inapropiado. Cuando la
voz surge en un volumen elevado, suele ser síntoma de que el interlocutor quiere
imponerse en la conversación, y está relacionado con la intención de mostrar
autoridad y dominio. El volumen bajo sintomatiza la intención de no quiere hacer
el esfuerzo de ser oída, con lo que se asocia a personas introvertidas.
El ritmo: El ritmo se refiere a la fluidez verbal con que se expresa la
persona. Se ha estudiado en los medios psiquiátricos pues uno de los síntomas
de la tendencia al repliegue neurótico o psicótico, de la ruptura con la realidad,
es un ritmo de alocución átono, monótono, entrecortado o lento. En la vida
normal el ritmo lento o entrecortado, revela un rechazo al contacto, un
mantenerse a cubierto, un deseo de retirada, y frialdad en la interacción. El ritmo
cálido, vivo, modulado, animado, está vinculado a la persona presta para el
contacto y la conversación.
Uno de los ámbitos de estudio del paralenguaje más interesantes para la
práctica del psicólogo se refiere a los estudios que entienden el paralenguaje
como una manifestación del estado de la interacción. Estos estudios se
impulsaron para responder al problema planteado por el „efecto del
experimentador‟.
Los estudios del efecto del experimentador se iniciaron en un estudio
experimental en el que el investigador sospechó que algo especial estaba
sucediendo en la interacción sujeto-experimentador. Junto con el proceso de
instrucción y dirección, existía un sistema de comunicaciones encubiertas que
influía sutilmente en la ejecución del sujeto al transmitirle las expectativas del
experimentador. Los sujetos respondían a las expectativas comportándose de
acuerdo con ellas y con otras características requeridas por la situación.
Posteriores estudios concluyeron que, al establecer diferentes expectativas en
los experimentadores, la ejecución de los sujetos podría alterarse en relación
con esas expectativas, aún cuando la conducta manifiesta del experimentador no
parecía diferir entre los diferentes experimentadores. Este sistema de
comunicaciones ocultas parecía deberse a los canales paralingüísticos y no a los
verbales. Por ejemplo, las alteraciones sutiles de énfasis en las instrucciones
verbales, afectaban los resultados experimentales en la dirección esperada por
el experimentador.
El interés por la interacción entre el experimentador y el sujeto
experimental se extendió rápidamente en el mundo especializado al estudio de
otras díadas más comunes en la vida diaria. Los estudios se han centrado
principalmente en dos tipos de relaciones: relaciones de afecto y relaciones de
hostilidad. Y se han observado en dos díadas: doctor-paciente y madre-hijo.
En las díadas doctor-paciente se comprobó que los doctores cuyas voces
se clasificaron como menos irritantes y más ansiosas tuvieron más éxito en tratar
a nuevos pacientes alcohólicos. En las díadas madre-hijo, se comprobó que las
madres cuyas voces se clasificaban con un alto nivel de ansiedad y enfado,
recibían signos de irritabilidad de sus hijos, tales como gritos y trastornos en el
acto de la separación.
Proxémica
Se refiere al amplio conjunto de comportamientos no verbales
relacionados con la utilización y estructuración del espacio inmediato de la
persona. Hay dos principales ámbitos de estudios en la proxémica: a) estudios
acerca del espacio personal, b) estudios sobre la conducta territorial humana.
Estudios acerca del espacio personal: El espacio personal se define como
el espacio que nos rodea, al que no dejamos que otros entren a no ser que les
invitemos a hacerlo o se den circunstancias especiales. Se extiende más hacia
delante que hacia los lados, y mínimo en nuestras espaldas. El espacio personal
se estudia desde dos enfoques: la proximidad física en la interacción, y el
contacto personal.
Respecto a la proximidad existen diferencias no solo culturales, sino
también situacionales y personales. En general, cada uno de nosotros dispone
de una espacio personal alrededor, implícito, que cuando es roto por alguien en
la interacción, nos produce incomodidad, sensación de amenaza y/o tensión, a
no ser que se den circunstancias especiales que justifiquen la mayor proximidad
o nosotros la hayamos demandado. Tendemos a aceptar una mayor proximidad
de los otros, rompiendo nuestro espacio personal, en las aglomeraciones. Los
enamorados y las personas que se gustan, aceptan un mayor grado de
proximidad entre ambos. La proximidad física tiende a ser menor entre mujeres
que entre hombres.
La orientación corporal se suele emplear como „barrera territorial‟ para
impedir violaciones del espacio personal. Si alguien no deseado viola el espacio
personal de un grupo, los miembros del grupo se apartarán de él, pero seguirán
manteniendo una orientación directa entre sí, como queriendo indicarle que su
presencia no es grata y reanudarán sus posiciones anteriores tan pronto como
tenga la sensatez de marcharse. Si el intruso decide quedarse, los miembros del
grupo cambiarán de orientación para dejar aparte al intruso, mostrando así su
rechazo por la invasión. La gente suele evitar una orientación directa en los
ascensores, en los transportes públicos o en otros lugares donde no se puede
mantener el espacio personal normal. Cuando la aglomeración es tan intensa
que no se puede volver el cuerpo, se volverá la cabeza.
El contacto físico por otra parte, es más probable en unas situaciones que
en otras. Es más probable cuando alguien da información o consejo que cuando
lo recibe, al dar una orden más que al recibirla, al hacer una favor más que al
agradecerlo, al intentar persuadir a alguien más que al ser persuadido, en una
fiesta más que en el trabajo, al expresar entusiasmo más que al presenciarlo, al
escuchar las preocupaciones de los demás que al expresarlas. El contacto suele
ser iniciado con más frecuencia por los hombres que por las mujeres. En
general, suele iniciar el contacto físico la persona que en la interacción tiene más
status o tiene posición de dominio sobre el otro. Así es más probable que inicie
el contacto el jefe hacia el empleado, el viejo hacia el joven, el médico hacia el
paciente, que al revés. En general el contacto corporal fomenta el agrado mutuo,
por lo que es un modo de promover reacciones favorables en los demás.
Un tipo de contacto físico muy frecuente son los apretones de manos. La
mayoría de la gente prefiere un fuerte apretón de manos. El dar la mano
débilmente suele asociarse en los hombres con afeminamiento y con debilidad
de carácter. En las mujeres se acepta un apretón menos fuerte, pero cuando es
demasiado débil se asocia con poca sinceridad o reticencia a la interacción. En
este sentido, hay que tener en cuenta que el objeto de un apretón de manos es
saludar o despedirse de alguien, o consolidar un acuerdo. Para que pueda
cumplir su objetivo ha de ser muy positivo, cariñoso y cordial.
Las caricias con contactos corporales reservados para aquellos entre los
que existe una relación muy íntima. En la vida cotidiana solemos sustituir las
caricias físicas por caricias verbales. Estas caricias son muy importantes para
mejorar las relaciones interpersonales, y son las más adecuadas entre
desconocidos. Por otra parte, en general, dar una palmadita en la espalda es un
gesto de aliento y apoyo. Pasar nuestro brazo por encima de los hombros de
otra persona como gesto cordial o protector es una forma de indicarle que puede
contar con nosotros.
Tocar también es una forma de llamar la atención, y se puede emplear
para guiar o dirigir a otra persona hacia algún sitio.
Conducta territorial humana: Los estudios sobre el tipo de espacio que
necesita la gente para vivir razonablemente, se ha observado que ciertos
diseños de casas favorecen más que otros, las disputas entre vecinos. De este
tipo de estudios ha surgido el concepto de „espacio defendible‟, que es el
espacio que cada uno de nosotros necesita para vivir, y que defendemos contra
toda intrusión, no deseada, por parte de otras personas. Si los pisos son
demasiado pequeños, si están muy juntos o si hacen que la gente se aglomere
en determinados puntos, llegará un momento en que surgirán tensiones que
pueden desembocar en hostilidad abierta y en conductas agresivas.
http://www3.uji.es/~pinazo/comunica.html
PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN
INICIO ASIGNATURAS TEORÍA PRÁCTICAS DE AULA BIBLIOGRAFÍA
ASIGNATURA OBLIGATORIA
DE TERCER CURSO, EN PSICOLOGÍA
SI SILENCIO GUARDAS, COMUNICANDO ANDAS
PROGRAMA TEORÍA
TEMA 1: LA COMUNICACIÓN COMO TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN
1. Modelo lineal de la comunicación interpersonal
TEMA 2: ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN
1. Mejorar las habilidades de transmisión del emisor
2. Escuchar
3. Practicar feedback
TEMA 3: LA COMUNICACIÓN COMO EL ESTADO DE LA RELACIÓN
1. Axiomas de la comunicación interpersonal
TEMA 4: TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS
1. Definición de sistema
2. Características de los sistemas abiertos
TEMA 5: COMUNICACIÓN NO VERBAL
1. Kinesia
2. Paralingüística
3. Proxémica
TEMA 6: LA COMUNICACIÓN EN LA INTERACCIÓN SOCIAL
1. El nivel de control
2. Influencia social
3. Nivel de afiliación
TEMA 7: COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN
1. Comunicación formal
2. Comunicación informal
3. Métodos para estudiar la comunicación organizacional
TEMA 8: EL RUMOR
1. Condiciones para que surja el rumor
2. Actitudes de la audiencia ante el rumor
TEMA 9: COMUNICACIÓN DE MASAS
1. Naturaleza de la comunicación de masas
2. Funciones de la comunicación de masas
3. Efectos de la comunicación de masas
PRINCIPIO DE TODO PRINCIPIO DE AQUÍ, NO MÁS
SI CUENTAS LO QUE CREES, Y NO LO QUE ES.....
DE TU VOZ HACES FUELLE, Y UN RUMOR CRECER VES
PROGRAMA PRÁCTICAS DE AULA
COMUNICACIÓN NO VERBAL
El objetivo es aprender a identificar los diferentes tipos de gestos, y comprender su función en la comunicación interpersonal
Comunicar pesadumbre, es como cargar los escombros de una herrumbre
DIFERENCIAS EN LAS TEORÍAS DE COMUNICACIÓN
El objetivo es reflexionar sobre las diferencias en las consecuencias sobre la comprensión de la comunicación, derivadas de las teorías de comunicación: Teoría del proceso de la información, y Teoría de los sistemas de comunicación.
ANÁLISIS DE PATOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN Y SU EFECTO EN EL
DESARROLLO DE LA RELACIÓN
El objetivo de la práctica consiste en comprender el funcionamiento de la comunicación y sus efectos sobre patrones de comportamiento, a partir del análisis de los mismos desde la teoría sistémica de la comunicación.
Fácil es comunicarse con las tecnologías de gran alcance
COMUNICACIÓN ASERTIVA
El objetivo es la comprensión de las técnicas de comunicación asertivas, y de su utilidad en el entrenamiento de la competencia comunicativa.
ANÁLISIS INFLUENCIA SOCIAL
Análisis de las técnicas de influencia y persuasión utilizadas en el interrogatorio de prisioneros. El objetivo de la práctica es aprender a identificar los mecanismos de influencia que se desarrollan en la comunicación interpersonal.
Cuando con indio no entender, síntoma es los pelos
romper
COMUNICACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN
El objetivo es analizar las características de la comunicación de una organización laboral, centrándonos en las diferencias entre la comunicación formal e informal
ANÁLISIS DE LA COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL
El objetivo de la práctica es aprender a utilizar las técnicas de análisis de la comunicación organizacional, en situaciones que simulan una experiencia organizacional real.
RUMOR
El objetivo es lograr la comprensión del funcionamiento de las leyes del rumor.
qué agobio, tanta información, ¡saturado estoy¡
COMUNICACIÓN DE MASAS
El objetivo de la práctica consiste en lograr la comprensión de los fenómenos de la influencia social en la comunicación de masas.
PRINCIPIO DE TODO PRINCIPIO DE AQUÍ, NO MÁS
UN GRUÑIDO ES UNA METÁFORA DE AMOR.
PUEDE SER EL INICIO DE UN CAMBIO EN LA RELACIÓN
BIBLIOGRAFIA
¿Quién tiene tiempo para leer?
ALLPORT, G.W. y POSTMAN, L. (1967). Psicología del Rumor. Buenos Aires. Psique.
BASSAT, L. (1994). El libro rojo de la publicidad. Folio
CEREZO, M. (1993). Guía del redactor publicitario. Método para el análisis y la creación. Cuadernos Octaedro.
CIALDINI, R.B. (1990). Influencia. Ciencia y Práctica. Ed. Servicio Universidad
DANZIGER, K. (1982). Comunicación Interpersonal. Ed. El manual moderno.
DURAND, J. (1985). Las Formas de la Comunicación. Barcelona. Mitre.
GOLDHABER, G.M. (1984). Comunicación Organizacional. Mejico. Diana.
HEWSTONE, M. et al. (1990). Introducción a la Psicología Social. Barcelona. Ariel.
KAGELMANN, H.J. y WENNINGER, G. (1986). PSICOLOGÍA de los medios de comunicación
KELLY, J.A. (1992). Entrenamiento en las Habilidades Sociales. Biblioteca de PSICOLOGÍA. Bilbao
MORAGAS, M. de (1993). Sociologia de la Comunicación de Masas. II. Estructura, FUNCIÓNes y efectos. GG Mass Media
MORALES, J.F. (Dir) (1994). PSICOLOGÍA Social. McGraw Hill.
Espero que para esto sí tengas tiempo
MUSITU, G., BERJANO, E., GARCIA, E., GARCIA, F., MARTINEZ, J. y ESTARELLES, R. (1987). Psicología de la Comunicación. Nau Llibres. Valencia.
MUSITU, G. (Dir) (1993). PSICOLOGÍA de la Comunicación Humana. Ed. Lumen. Buenos Aires.
ORTEGA, E. (1987). La Dirección Publicitaria. Madrid. ESIC.
PEIRO, J.M. (1990). Psicología de las Organizaciones. Madrid. UNED. (4ª Edición).
SAUERMANN, P. (1983). Psicología del Mercado. Barcelona. Herder.
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FRITZEN, S. J. (1988): La ventana de Johari. Ed. Sal Terrae. Santander
VASQUEZ BRONFMAN, S. (1991): 'La Comunicación Potencia un nuevo Diseó Organizativo'. Alta Dirección, 158, pp. 71-84
WATZLAWICK, P., BEAVIN, J.H. y JACKSON, D.D. (1983). Teoria de la Comunicación Humana. Interacciones, Patologías y Paradojas. Barcelona. Herder.
WATZLAWICK, P., WEAKLAND, J.H. y FISCH, R. (1992). Cambio. Barcelona. Herder.
WINKIN, Y. (1984). La Nueva Comunicación. Barcelona. Kairos.
WOLF, M. (1991). La investigación de la Comunicación de Masas. Ed. Paidos
WRIGHT, Ch.R. (1989). Comunicación de Masas. Paidos Studio.
PRINCIPIO DE TODO PRINCIPIO DE AQUÍ, NO MÁS
CONTROL Y AFILIACIÓN,
PARA ESO DICEN QUE USAMOS LA COMUNICACIÓN
ACTIVIDAD 1
1. A partir de las temáticas expuestas en las lecturas haga un listado de signos
no verbales presentes en su comunidad: vestidos, arquitectura, utensilios,
bailes, pintura corporal, etc., que sean parte de una comunicación no verbal
propia de su cultura. Así podrá desarrollar comprensión, creación y
organización de signos no verbales y sus definiciones. (
2. Elaborar un proyecto de investigación que se trabajará a lo largo del curso
en donde se escojan una o varios signos de la comunicación no verbal
presentes en su comunidad o en la comunidad que está estudiando, y justifique
la importancia de investigar acerca de estos para la cultura.
3. Tome la lista de signos no verbales encontrados en su comunidad realizada
en el capítulo anterior. Analícelos bajo las características que se establecen en
las lecturas de este capítulo. Al frente de cada uno de los signos encontrados
en su comunidad identifique por lo menos tres de las características de la
Comunicación no verbal presentes en las lecturas.
4. Haga un ensayo argumentativo en grupo de un mínimo de 5 páginas
guiándose por las siguientes preguntas TRABAJO COLABORATIVO 1.
-¿Qué es la comunicación no verbal?
-¿Por qué es importante el lenguaje no verbal en la cultura?
-¿Cuáles son las principales características de la Comunicación no verbal?
-¿Qué tipos de comunicación no verbal existen?
-¿Qué es la Kinesis o kinética?
-¿Por qué resulta importante en una labor etnoeducativa el estudio de la comunicación no verbal?
Unidad II
La comunicación no verbal como construcción de la cultura. Ejemplificaciones
El gesto, un relato del cuerpo
Una de las formas, muy interesantes y prácticas, de comunicación que
existen entre los humanos y también entre los animales es el gesto.
A través de este medio expresamos y también, como es obvio,
manifestamos todo tipo de sentimientos, sensaciones, necesidades,
actitudes, emociones, relaciones, e incluso, aspectos y roles determinantes
del cómo percibimos el “mundo” o la cultura a la cual pertenecemos. En
este sentido el gesto es una categoría expresiva del cuerpo que nos lleva a
conocer y a enfrentar las diferentes “realidades” que percibimos en un
medio socio-cultural. Este tipo de categorización permite entender el gesto
como portador de una función semiótica que actúa diferentemente en cada
contexto humano colectivo y también en cada cuerpo individual.
Veamos los siguientes gestos:
El gesto acompaña una realidad originaria de quien lo porta, su enunciación
es determinada en el cuerpo del individuo como si fuera un signo que a su
vez determina un “algo” cognoscitivo y operativo. El conocimiento que porta
el sentido y la dirección que toma el gesto es el valor en el sintagma del
cuerpo, lo que da por descontado que el gesto es un campo sistemático y
semántico con propiedades organizadas que “hablan” acerca del “mundo”
cultural de los individuos. Aquí se exponen algunos gestos usados en el
contexto mundial y también caribeño. Se les examina mediante una
aplicación semiótica.
El gesto es semiótico y comunicativo
Por ser un tipo de código NO VERBAL, el gesto, es un suministrador de
sentidos y un co-ayudador del mensaje que posee el emisor, ante el
receptor. Cuando se está frente a alguien, hablándole sobre cualquier
asunto, siempre, y casi siempre, nos vemos obligados como
inconscientemente, en apoyar estrictamente lo V (verbal) ofreciéndole a
nuestro interlocutor significados e información anexa con el gesto, como si
las palabras que nos salen por la boca presentaran una insuficiencia
semántica para completar el sentido de nuestros mensajes.
El Gesto no es más ni es menos que la palabra hablada, ambos son efectos
y causas de la comunicación que posee un usuario. El gesto es preciso
comprenderlo desde el fenómeno del signo como ya hemos dicho. Es un
vehículo que designa un contenido en un movimiento corporal. Y en este
sentido nos obliga a ubicarlo en un lenguaje preciso con un alto grado de
comunicación. Es preciso plantearnos con urgencia muchas preguntas que
nos lleven a responder ¿Por qué utilizamos el gesto en la conversación
hablada?, ¿Es que, no nos podemos comunicar solamente con la palabra
hablada? ¿Por qué el gesto a veces, reemplaza a la palabra?
El asunto nos dirige a la efectividad del gesto en otros discursos ya no sólo
de vida cotidiana o de asuntos científicos, sino que nos transporta hacia el
arte y el deporte, entre otros campos en donde ha tenido un desarrollo
extraordinario y en donde ha sido explotado con fines estéticos o exquisitos
logrando altos grados de significación y, por supuesto, de comprensión y
comunicación.
El gesto en el arte
Ha sido llevado el gesto, a una categoría de arte universal a raíz de haber
sido un gran acompañante comunicativo de la pantomima, de la mímica y
de la poesía; y hay más: desde la oratoria. El gesto es una manera sígnica
de relacionarse con el arte dramático. Prueba de ello, la estética del actor,
litógrafo, bailarín y mimo francés, nacido en 1923 en Estrasburgo, Marcel
Marceau, ha ido siempre acompañado del gesto como su principal
herramienta para crear personajes y situaciones imaginarias y reales en su
actividad mundialmente aplaudida y reconocida como mimo. Jamás este
francés, ha utilizado la palabra verbal para comunicarse con su público
encima de unas tablas. ¿Es que entonces el gesto, solamente puede ser
efectivo cuando entra a ser utilizado con fines comunicativos en el seno del
arte solamente? ¿No puede ser usado en otros discursos como medio y fin
de una comunicación? ¿En la educación?
El poeta cuando canta sus versos mueve y “baila” con su cuerpo al son de
las imágenes estéticas que ha creado en el poema. Un poeta que coarte
esta facultad semiótica que posee el gesto permitirá ambientar una poesía
árida y poco funcional en cuanto a los valores primordiales de la literatura.
La expresión extra-poética o estética del poema -como un valor funcional de
la literatura- sería plana, mono-sensual, en cambio, usando el gesto en la
representación del poema se tornaría poli-sensual, le entregaríamos al
público un texto más rico en expresividad. Es así como lograríamos
armonizar los sonidos de las palabras verbales del poema con los
movimientos del cuerpo, llevando consigo una lectura equilibrada e
integralista en donde los aspectos lingüísticos y estéticos se pueden
conjuntar con grandes determinaciones para lograr un sentido, -igualmente
integral- del poema. Con los elementos musicales que hay en los ritmos
creativos que posee el poeta y de una manera inconsciente o consciente,
son puestos en el canto poético, permitiríamos introducir un gesto cuya
enunciación lograría crear aspectos rituales y culturales que Referenciémos
a Jorge Luis Borges cuando cantó un poema a su llegada al aeropuerto El
Dorado de Bogotá, en 1979. Dejó en el ambiente un signo imborrable, y que
gracias a un manejo del contenido sistemático de la exposición del gesto
poético, regaló un halo de belleza estética insuperable, más por la
gestualidad empleada que por la carga verbal expresada. Esa vez los
periódicos y noticieros de televisión elogiaron su gran poder de representar
el contenido del poema con los movimientos del cuerpo: en este caso, usó
los brazos y las manos que jugaban en el aire con las palabras,
acompañándolos con delicados movimientos de sus gruesos labios y con un
sello muy determinante de sus ojos.
O qué decir de los cantantes del folclor vallenato; piénsese en Diomedes
Díaz, quién utiliza la tarima como un espacio práctico para gestualizar su
folclor. La boca, -punto de enunciación del gesto facial- al expresar cada
verso con la palabra, es re-semantizada de una manera sensual, casi
pasional, sencillamente puede verse lo erótico de sus actuaciones; la boca
es utilizada como un instrumento innovador para expresar deseo. Los
gestos de Diomedes, son teatrales, aunque verídicos pero con un acento
operístico; son gestos que se enuncian para expresar el sentimiento de los
hombres enamorados hacia una mujer que espera ser amada porque así su
cultura y sociedad se lo ha in-concientizado y de hecho se observa cómo
los hombres costeños, son seres amorosos y hacen contacto con temas
muy humanos como el “amor”, “pasión”, “sensibilidad” y sin embargo no se
“pierde hombría”. “Sus brazos parecen que cobijan y aprietan”, como contó
una vez una muchacha que lloraba de alegría, en un concierto en los
carnavales de Barranquilla al escuchar a Díaz. Y no solamente Díaz, sino
muchos otros cantantes utilizan el gesto para reforzar y re-semantizar la
palabra hablada, la cantada. Polo, Durán, Los Zuletas, Los López, Orozco,
etc., son una muestra interminable. De esa manera le imprimen un carácter
vivo y real al folclor costeño. Es más: imaginemos un cantor vallenato que
no se mueva, ni siquiera sus brazos: sería terrible imaginarlo: es imposible.
La presencia del gesto en el vallenato, es en este caso, como lo influyen en
el proceso general de la exposición de un poema.
afirman expertos historiadores del vallenato, herencia del viejo Romancero
Hispano, y algunos mencionan también al juglar.
En este sentido el gesto está asociado al mito. Pero también hay elementos
africanos y en especial antillanos; su composición instrumental y melódica
es el tejido componencial que permite que el gesto en el vallenato sea muy
variado y sui generis. La enfatización del lenguaje verbal, con el gesto, se
hace patente con el verso de la canción “Bonita” de Diomedes Díaz: “oye
Bonita cuando me estás mirando / yo siento que mi vida cubre todo tu
cuerpooo.../.” Diomedes usa sus brazos y manos como si fuera un abogado
que está defendiendo su “verdad” ante la mujer amada. Es tanta la muestra
de amor que el contenido de las palabras se queda corto y hace uso,
entonces, del gesto para acompañar, para enfatizar su verdad de amor.
Está como rogando o rezando el amor por ella.
Está claro que el contenido semántico que transporta el gesto está
íntimamente ligado con la estructura semántica del género musical
interpretado. Es así como podemos observar al Grupo de rock Kiss
relacionado con los movimientos del cuerpo del cantante… parece que
música considerada “pesada” genera gestos pesados. La melodía del rock
está emparentada con el gesto. Pensemos en una pieza clásica, digamos
Wagner, interpretada dancísticamente por un par de bailarines, aquí el
gesto bien puede tomar la “forma” de la música y entonces, parecería que
hay algo de mimetismo entre el gesto y las bellas artes.
El gesto en el deporte
Existen otros discursos como el deporte, más exactamente el fútbol, en
donde el comportamiento de los jugadores y árbitros está totalmente
mediado o representado por el gesto. Así, un movimiento de un delantero
en la defensa del equipo contrario es interpretado por éstos, como
“peligroso” en la medida que el jugador puede llegar al gol, porque el
delantero está en una posición óptima para anotar. El movimiento del
cuerpo, especialmente de los pies que son las herramientas que conducen
el balón, es el de mayor observación por parte de los jugadores de campo,
jueces y público. Cuando en un encuentro de balompié, no hay faltas que
suelen interrumpir el juego y provocar discusiones entre jugadores y jueces,
el partido se realiza sólo con la base del lenguaje NO VERBAL, el del gesto;
pero existe la falta y se origina un caos: el gesto se articula al lenguaje
verbal.
La táctica de los equipos es asunto de un lenguaje secreto que comparten
los jugadores y que escenifican en el terreno de juego por medio de los
gestos: de los movimientos sobre el campo de juego, sobre los laterales y el
centro; también “hacen teatro” para confundir al juez y “gastar” tiempo
revolcándose en la grama: fingen a través del gesto, el dolor. Un
movimiento de un jugador corriendo sólo por la banda derecha sin balón, es
signo de un gesto para que otros jugadores deban cumplir con otra misión:
atacar por la banda izquierda del terreno, o atacar por el centro. Los goles
se celebran entre casi todos los 11 jugadores, unas veces con besos, con
abrazos, con coreografías originales: acordémonos de Bebeto, jugador de
Brasil, cuando en el Mundial de Fútbol USA 94, anotó un gol y lo celebró
ante la tribuna homenajeando el nacimiento de su hijo que horas antes
había nacido: sus brazos simularon cargar un bebé que lo mecía. Ahí en
ese instante, Bebeto, estaba “mintiendo”, pero bajo la protección del gesto
porque su representación era real, verdadera. Por otro lado, hay jueces que
no permiten emplear el lenguaje V en el campo de juego y lo sancionan con
tarjetas, excepto el capitán quien sí es el único que puede dirigirse a ellos
en forma oral. Los jueces de línea con un gesto de bandera en mano alzada
indican un fuera de lugar, una falta violenta o cualquier otra acción que el
juez central no haya visto; es más: el juez central utiliza un pito o silbato
para mencionar una falta y utiliza, además del sonido de éste, la mano y
brazo dirigida hacia el lugar donde ocurrió la falta.
Pensemos en el Pibe Valderrama, el conjunto de todo su cuerpo al verlo
jugar es una perfecta armonía gestual, es una figura que dibuja con belleza
y técnica futbolística el empleo del cuerpo. Usa el lenguaje del cabello
amarillo como “destello de luz”, de su correr corto, el de sus pases precisos,
el del “camina como baila”, etc. Él no necesita hacer tantas “driblings” en el
juego. La sola presencia de ese “cuerpo” sobre el césped del estadio es una
imagen de respeto y admiración. Su gesto, es tan grande que enuncia un
estilo latino, o si se quiere muy Caribe, muy colombiano. O Asprilla, o Fredy
Rincón, quienes a través de sus figuras en el campo de juego nos muestran
representando unas “gacelas” humanas de ébano corriendo.
El gesto en estos casos crea una estética muy colombiana y hace posible
comprender cómo el cuerpo es mensaje de una forma de “ver” el mundo.
Imagen muy nuestra y con rasgos posibles también de integrar una
identidad que involucra, como es obvio, una memoria cultural que atesora
experiencias o fases del sentido que poseen los individuos con respecto a
ciertos aspectos epistemológicos, acerca de la “belleza” o de la
“perfección”. Acerca también, por qué no, de cómo ellos -los jugadores de
fútbol colombianos- aman su propio cuerpo y lo usan para conseguir fines
comunicativos.
Y qué decir del béisbol, en donde el lenguaje secreto de los gestos tiene
una existencia interesante que lo asemeja a un argot del gesto. Veamos los
juegos de Las Grandes Ligas: el diálogo de gestos que llevan a efecto el
lanzador y el receptor al “trabajar” una bola “conveniente” para el bateador
de turno. Es un diálogo secreto entre receptor y lanzador. Lo mismo sucede
con la primera base y el paracortos, y si hay “hombre” enemigo en tercera
base la situación del lanzador se pone “peligrosa” y tiene que recurrir a todo
su inventario de “gestuabulario” para comunicarles a sus compañeros de
equipo lo que él va lanzar de manera que, todos tienen que estar
preparados, al lanzamiento de la pelota al plato.
El papel del lanzador, además de lanzar “buenas” bolas para ponchar a sus
contrincantes, es también manejar con exactitud el lenguaje de los gestos:
puede y debe usar las cejas, los ojos de un lado a otro, los dedos (mediante
un sub-lenguaje de micro-gestos que se enuncian el receptor y el lanzador),
los brazos, las piernas, el chicle que masca de determinada manera, todo
su cuerpo, etc. Además, con los dedos en determinada posición gestual, el
lanzador, puede lanzar la bola en curva para provocar un foult o un hit, etc.
Todos estos movimientos conducen a provocar una táctica escondida que
los managers y jugadores emplean para ganar los juegos.
Existen otros deportes que también usan estos movimientos gestuales de
un argot secreto, como el baloncesto, el boxeo, el balón volea, la caza y la
pesca, e incluso, se dice que hay un lenguaje manipulador de gestos entre
el torero y el toro que ambos comparten hacia un mismo fin: la muerte, pero
el hombre siempre gana la mayoría de las veces. En el juego de cartas,
cuando uno de los jugadores es tramposo, hace gala de cómplices que no
están en la mesa del juego, para ganarlo, utilizando un gesto-argot secreto.
El gesto es semiótico y comunicativo
Parece ser que el gesto como herramienta o instrumento semiótico que es,
permite, ser usado para comunicar lo mismo que se desea decir con las
palabras, pero dicho de otra manera, es decir, usando las formas típicas del
gesto, usando la plástica del cuerpo para decir, usando signos diferentes a
los hablados y que llevamos guardados en nuestra mente y que sabemos
naturalmente que los poseemos.
Cada movimiento del cuerpo es significativo y esto permite innovar, de
alguna manera nuestros actos cotidianos. Decir, no sólo es propiedad de la
boca, sino también del cuerpo, éste habla y lo hace en cada sociedad
diferentemente. Nuestra cultura nos ha enseñado a comunicarnos mediante
la verbalidad; lo primero que enseñamos a nuestros hijos es a decir
palabras y casi nunca nos apropiamos del gesto para enseñarle al niño el
mundo que le rodea. La Escuela tampoco fomenta este código. Sin
embargo el gesto está ahí, implícito en el diálogo, en la comunicación, en la
palabra, como si fuera un hermanito menor de la verbalidad. ¡Cuánta
potencia significativa, comunicativa y estética posee!
Si utilizáramos con mayor frecuencia el gesto en la vida cotidiana para
nuestras conversaciones con el servicio doméstico, con nuestros hijos, con
nuestra pareja, con el panadero, con el tendero, con el banquero, con el
maestro y los alumnos... la vida, estaremos seguros, se convertiría en una
apasionante muestra de amor y de afecto por nosotros mismos: mover el
cuerpo y contonearlo, mover los brazos, mover los dedos y las manos, las
cejas, los ojos, los hombros, los labios, las orejas, los glúteos, las piernas,
en fin, todo el cuerpo. Estamos seguros que así podríamos utilizar nuestro
cuerpo con un fin afectuoso porque estaríamos y seríamos amos del
relajamiento y del masaje corporal en el instante que expresamos nuestros
mensajes; así, cuerpo, mensaje, gesto y comunicación son elementos para
ejercitarnos estéticamente.
También el gesto permitiría mostrar a seres dotados de una inteligencia de
uso de código especial. Hay culturas que reprimen el cuerpo y su potencial
de mensajes, casos éstos, que están relacionados con los impulsos psico-
genéticos de las conductas culturales. Hay una relación estrecha entre
culturas evolucionadas con la promoción del gesto como signo conciente y
socializado de vehículo de mensajes entre los individuos e involución
cultural, a menor manejo del gesto del cuerpo.
La publicidad comercial utiliza el gesto de una manera desbordante y
explota esta facultad semiótica para el capital de sus inversiones
económicas. Nos venden gestos de cordura, de amor, de afecto, de
violencia, de paz, etc. Pensemos en el comercial el “Mundo Marlboro”, en
donde aparece visualmente -en una revista o T.V.- una pampa[1] con un sol
de seis de la tarde, unas vacas, un corral de caballos, y en la esquina del
recuadro, aparece un hombre “estereotipo del hombre varonil y vaquero”
(en close-up)[2] , (en el que se ve fumando el vaquero) echando humo por
la boca (pero nunca se muestra el cigarrillo) de forma placentera y se ve
muy tranquilo. Este gesto del vaquero: el estar tranquilo y disfrutar su
descanso (después de un día arduo de labores), en un mundo de estrés
llanero, es un artículo de primera necesidad para la compra; nos permiten
ver que ahí hay una venta y que nos están conduciendo a comprar y a
enviciarnos. Nos venden gestos y muchas veces los compramos sin darnos
cuenta. Imagínense cuántos gestos compramos y no nos damos cuenta. Al
respecto hay todo un sistema modalizante de significación que permite
existir gracias a los mass-media. Son modelos del gesto que poco a poco y
sin filtrarlos (sin analizarlos) adelante vamos incorporando en nuestra
sociedad. La etnoeducación debe estar alerta a estos mensajes porque
vehiculan la transferencia de cultura ajena, sin crítica, a las redes de
una comunidad que nunca los pidió por consenso para educarse.
Es en este sentido que entregamos nuestro cuerpo a formar parte de los
modelos de representación del gesto, pero “modelamos” gestos ajenos que
no nos pertenecen ni por tradición, ni por historia, ni por etnia, sino
exclusivamente porque somos susceptibles de facultar gestos que
transportan significados que no poseemos, que nos hacen falta porque
estamos y vivimos –quizás- en un estado de carencia estética. Los mass-
media son los encargados de hacernos el contacto respectivo para optar
“inconsciente o concientemente” por estos gestos. Somos modelos de
signos-gestos y los comunicamos. Y así vamos relatando cómo somos e
inclusive, cómo pensamos.
[1] Pampa: extensión de tierra típica para criar ganados en Argentina, Paraguay y Brasil. Podría ser un llano.
La semiosis del gesto
Entonces las posibilidades comunicativas del relato que ofrece el gesto son
innumerables. Decimos que el gesto existe mayormente cuando está la
palabra verbal ausente. Sabemos qué relatos y qué sentimientos y actitudes
pueden ser expresadas mediante el gesto; tiene tanta riqueza expresiva
como la posee la palabra, sin embargo ésta coarta muchas veces el
desarrollo de él. ¿Qué sería de un mundo humano, si se comunicara
mayoritariamente con el gesto? ¿Hay un modelo de significación en el
gesto?
Sí, lo hay y ya lo hemos afirmado. La semiosis es un proceso de
significación que deja huella o impronta en la mente y en el cuerpo, deja el
signo-gesto cada vez que es implantado en el cuerpo como un mensaje o
una imagen que puede reproducirse cada vez que hay comunicación. La
semiosis es un ejercicio infinito que todos hacemos porque todos poseemos
la facultad del lenguaje. Para que haya semiosis debe haber signos. Y un
signo es un modelocultural, o si se quiere -como dice Rolando Barthes- un
relatocultural. Un signo es una casa donde se aloja y circunscribe el ser
social. Con los signos no verbales se niega, afirma, se promete, se domina,
etc., así, un gesto como signo que es, permite relatar actividades humanas
y en muchos casos, como ya hemos afirmado muy arriba, construye
procesos de comunicación muy precisos. Un gesto como modelo de
significación, registra lo abstracto y lo concreto de la vida humana.
Recordemos un signo “familiar” del gesto: el logotipo; pensemos en los
anuncios de imagen que hay en las puertas de los baños públicos: una
figurita femenina para las mujeres y otra figurita masculina para los
varones. La competencia cultural y comunicativa que los individuos
poseemos, funciona para indicarnos en cuál de ellos podemos entrar a
efectuar nuestras necesidades fisiológicas, aunque también entramos a un
baño a satisfacer otras “necesidades” como el vernos el cabello,
maquillarnos, en fin.
Una semiosis del gesto es una operación que se juega al interior del signo-
gesto y cuya implicación práctica nos lleva a considerarlo como “situación
signo-gesto” en donde el contexto y los individuos lingüísticos y semióticos
juegan, también, un papel determinante en la interpretación y son: el tú, el
yo, el aquí, y el ahora. Todos estos acompañan al signo-gesto a
comprender cómo suelen ser interpretados en la semiótica.
El signo-gesto, en la semiosis, es una entidad constituida por dos factores:
Un Vehículo-señal (vs.) de otro signo. y por un Designado (D), que es a lo que el signo-gesto alude.
El gesto permite observar cómo es la cultura de los individuos. Porque
como código NO VERBAL posee un entramado sistema de significación.
Los comportamientos sociales y las tradiciones gestuales bien pueden
conjuntarse y en-red-arse para ofrecer significados. De la manera como
expresemos el cuerpo podemos significar lo que somos. El lenguaje NO
VERBAL, es decir: el de los movimientos del cuerpo, y de las expresiones
del rostro nos permiten saber cuáles son las circunstancias y los afectos de
los individuos.
· sintácticos : son los elementos que componen un gesto así como el
rostro, las cejas alzadas, la boca chueca, etc.; los semánticos que tienen
que ver con lo que significan: una boca chueca significa malestar, una ceja
alzada signo de interés, etc.; y los pragmáticos que son las actitudes,
sentimientos, intenciones comunicativas que coloca el emisor del gesto a un
receptor. .
Hay aspectos del gesto que permiten ver al cuerpo como al eje primordial y
protagónico porque hace nacer y evocar al homo-faber[1]. El incansable
fabricador de imaginarios. El lenguaje del cuerpo se vuelve necesario y
exclusivo, irreverente, artístico y misterioso. Es más: su código se torna
argot, y en este sentido es secreto porque enuncia significados que otros no
pueden interpretar; hay grupos profesionales en la sociedad que utilizan el
gesto como un código estrictamente jergal: los choferes de auto-buses
inter-ciudades, los pescadores, los homosexuales, las monjas y sacerdotes,
profesores, curanderos, etc., cuando emplean el gesto desde el interior de
sus grupos, los que están por fuera no entendemos sus contenidos.
También es claro ver y gozar el gesto como revelador de otras funciones
emparentadas con la lengua oral. Hay idio-gestos o formas de gestos
individuales o particulares, en oposición al socio-gesto que son,
obviamente, colectivos. De esta manera, bien puede jugar un papel muy
efectivo en la comunicación interlocutiva una psicosemiótica y una
sociosemiótica del gesto. Así, el gesto sirve para regulareldiálogo tanto
visual (semiótico) como oral (lingüístico). Un gran porcentaje del sistema de
significados del gesto, es puesto en las conversaciones orales. Miramos al
interlocutor de muchísimas maneras mientras le hablamos o le
escuchamos. Levantamos las cejas, nos agarramos la naríz, nos peinamos
con los dedos, nos agarramos el órgano sexual (generalmente los varones y
no en todas las culturas como acabamos de ver), nos tocamos y nos
acariciamos nosotros mismos y también al interlocutor cuando
establecemos comunicación. ¿Pero porqué hacemos esto?
Lafunciónreguladora en el gesto permite precisamente regular las
conversaciones. Éstas son tareas de investigación del gesto, que están por
hacerse.
[1] El hombre hacedor de cosas, de objetos, el fabricante sea de instrumentos o de ideas; es el hombre creador.
Otros aspectos del gesto
La cultura y la sociedad utiliza el gesto para establecer la existencia de
éstos en emblemas como el que acabamos de conocer y que son parte de
la identidad del hombre del Caribe colombiano. Hay emblemas que
llevamos prendidos a nosotros y que muy pocas veces reflexionamos sobre
ellos; los llevamos puestos y diariamente los usamos en nuestras
costumbres y tradiciones culturales. La permanencia del gesto en una
región, en un país, en un continente, con una extensa presencia temporal y
práctica humana, se hace emblema. Con ellos podemos ofender, agradar,
manipular y “relatar” la máscara que nos cubre lo más secreto que
atesoramos en nuestra inconsciencia.
Sin embargo, están presentes en todas las sociedades de todas las épocas
como la primera muestra de signo humano sobre la especie que pobló la
tierra. Primero fue el gesto, después la palabra hablada. Primero fue el
cuerpo, después el cuerpo y palabra, lenguajes hermanados.
En concordancia con el panorama de las ciencias sociales, la
COMUNICACIÓN NO VERBAL encuentra su punto más alabador cuando se
define como una disciplina estrechamente asociada a la cultura y en
especial a la etnoeducación; permite identificarse como un campo de la
epistemología que escenifica la tesis de que lo simbólico –o lo sígnico-
corresponde a una visión significativa y objetiva del mundo, pero también a
cómo los seres humanos y objetos, junto a los entornos divergentes,
construimos la vida.
Símbolo-gía, indica-ción y significa-ción constituyen alternativamente
funciones cognoscitivas, semióticas y estéticas que permiten comprender a
la cultura como un sistema constructivo de significados sociales. Esto es así
porque los humanos, en sentido estricto, viven alrededor de contenidos-
formas que las tradiciones y las costumbres les proporcionan cada vez que
tratan de significar, de comprenderse en la intercomunicación social e
individual.
En realidad, la construcción formal de la cultura es un acto espiritual,
intelectual en el que el pensamiento y los deseos del corazón se
materializan en hechos concretos como el lenguaje no verbal por ejemplo.
Entonces, es de esperarse que las leyes de una comunidad, así como sus
imaginarios y sus acciones reales se expresen en envolturas simbólicas
llamadas, sencillamente, signos.
El signo es el instrumento por medio del cual se comunica el contenido de
un pensamiento y es, también, el instrumento en el que dicho contenido se
constituye y define (Pardo: 1995: 28). La combinación de los signos es un
asunto que le da a la cultura la denominación “mecánica” y si es así, sus
resultados son de tipo operativo, metodológico, continuativo y procesal. Se
desprende entonces de la cultura una dimensión “constructiva” que opera
mediante signos portadores de información de la comunidad.
En este sentido la COMUNICACIÓN NO VERBAL cuando funciona con el
carácter “constructivo” significa que la cultura no es estática sino movible,
cambiante, transformadora, productora y creativa –sobre todo- a través de
la historia y de la educación de los significados. Esta dimensión
comprensiva nos aproxima a considerar que lo cultural es un sistema de
correlaciones existentes entre objetos naturales y artificiales; así va
formulando la cultura un universo inagotable y fenomenológico de
sustancias heredadas de la historia de sus tradiciones y de sus costumbres
-de las gentes y de sus objetos- y a través de los signos no verbales que
son los que representan a la cultura.
Se espera entonces comprender que la cultura como construcción es un
proceso dialógico, abierto, dinámico y transformador; todo ello se efectúa a
través de la significación que presentan los signos no verbales en la
comunicación. Esos signos están en relación estética y semántica con el
sistema de las tradiciones y costumbres, con el mundo imaginario de sus
habitantes y con el complejo proceso de significar y de comunicar.
Las relaciones que establecen los signos en la comunidad son de
interpretación, denominación (identificación) y de mediación… es necesario
que cada acontecimiento de la cultura se construya teniendo como base a
lasemiosis, mecanismo éste que consiste en la producción, circulación y
promoción de sentidos o significados.
La semiosis es el proceso por medio del cual, los signos NO VERBAL de
una cultura sobreviven en los contextos comunitarios educativos, porque su
típico estado de ser consiste en que los signos no verbales viven
constantemente cambiando, transformando los signos fijos o tradicionales
por otros nuevos funcionales.
Así pues, toda relación entre humanos, entre humano y objeto, entre
objetos y objetos, entre animales y objetos, y entre animales y seres
humanos, al igual que todos ellos con la fauna, serán relaciones sígnicas,
es decir representativas de una cultura dominada y operada bajo el carácter
constructivo de la semiosis. ¡Claro! Para que haya cambio, transformación,
creación y creatividad los signos no verbales han tenido que pasar por la
semiosis. Veamos un ejemplo de cómo una época cambió un instrumento
tan vital como la bicicleta, veamos sus cambios o semiosis:
Así, la COMUNICACIÓN NO VERBAL encuentra un piso básico para operar
en las ciencias sociales como un campo semiótico que permite
verdaderamente probar y desarrollar la tesis de que, en síntesis, este tipo
de comunicación es un paradigma de los estudios culturales. Aquí, la
educación de las etnias indígenas, afrocolombianas y metropolitanas hace
la diferencia por la búsqueda de aprendizajes y de enseñanzas “propias”
con lo cual se evidencia las propuestas de unas lógicas que pregonan el
pensamiento cosmogónico que los funda.
La etnoeducación, como la educación formal, los estudios a distancia y los
cursos virtuales -entre otras modalidades educacionales-, tienen que
considerar que la cultura humana es un crisol compuesta de signos
divergentes, que comparten aspectos en sus contenidos y formas, pero que
cada forma educacional también, tiene su estilo propio de pedagogía, es
decir: de aprender y de enseñar sus tradiciones y costumbres. Y no sólo en
la socialización, en una labor en el campo o en el hogar, o en un aula de
clase, sino en el concepto de lo que significa educar. Para esto, habría que
romper con los objetivos de cómo se educa, revisar quién es el quién
receptor y emisor y los contenidos y sobre todo el para qué se educa. Aquí
los pueblos pueden decidir cómo construir la cultura educativa, y así
encontrar los fines pragmáticos y funcionales para edificar estructuras de
acceso, de anexo y de identidad en la interculturalidad.
Es posible, entonces que lo “nacional” se resignifique trayendo como
consecuencia una interculturalidad verdadera, es decir, una relación
interétnica negociada y respetada entre las “naciones étnicas”, entre sus
lenguas y economías participantes y otros aspectos de la cultura material e
inmaterial. ¿Qué mejor escenario que la etnoeduación para lograrlo en este
presente o en el futuro?
“Albert Einstein afirmó que <<el problema del futuro es que se acerca
demasiado rápido>> entonces, ¡andemos a su ritmo!, mientras Albert
Camus solía decir que <<la mayor generosidad con el futuro es darlo todo
al presente>>, entonces ¡juntémonos y podría ser más fácil!”... Lo que
queremos decir, es encontrar una educación plural, también constructiva
como la cultura que permita abrir oportunidades. Es decir, una
etnoeducación que resignifique el sistema de la cultura de grupos
considerados marginados para objetivar bases sólidas entre los miembros
de esas comunidades (indígena, afro,), quienes estarán representados por
medio del uso de sus signos no verbales para con el fin de que nos susciten
prácticas de transmisión de una generación a otra en el interior de una
escuela intercultural.
Bastón de Jaibaná
La comunicación noverbal en el mundo indígena
La COMUNICACIÓN NO VERBAL en el mundo indígena marca la pauta
para el desarrollo de la antropología, de la comunicación en general y de la
semiótica en el seno de los estudios de la cultura. Básicamente, los
estudios de los grupos culturales tradicionales (o de los pueblos indígenas),
han tenido que fortalecerse a partir de la inclusión e importancia de los
estudios etnoeducativos en el plano de lo “aborigen” y esto implica el cómo
“penetro” esos grupos. El cómo “atravieso” un territorio simbólico distinto (al
mío) sin operar fisuras ni malestares -aunque de alguna manera se den-,
pero con posibilidades de “negociar” las “curas” entre los individuos como
componentes humanos (zoobotánicos y objetuales también) y constructores
de cultura y emisores-receptores de una etnoeducación.
Es preciso, para “entrar” en el mundo simbólico de estos pueblos
implementar una metodología de estudio que envuelva el desarrollo de la
empatía como el primer recurso humano pero también procedimental para
conocerlos, para disfrutarlos y sobre todo, apoyarlos en su evolución,
aunque este último no sea –en algunos casos- lo que “ellos” deseen.
La empatía no sólo es el pedir permiso sino el recoger los contenidos de los
signos con el fin de asociar y de tejer la comprensión de la cultura. Es en
suma, comprendernos en el dialogismo y en medio de la relación entre
contrarios, es el principio de la interculturalidad.
Es así como la COMUNICACIÓN NO VERBAL ha servido de método y de
herramienta para filtrarse, no sólo cognitiva sino éticamente en la
cosmogonía indígena. Conocer los signos NO VERBAL ha proporcionado al
“extranjero” las llaves para entrar con empatía al terreno del “otro” y de los
acontecimientos sociales: en el trabajo, en la escuela, en el hogar, en las
fiestas y eventos.
En la imagen anterior, por ej., se marca el sentido de como los indígenas
han, a su vez, penetrado en el medio “occidental”. La postura de su ser, de
su cuerpo marca la no verbalidad con un mensaje de serenidad muy poco
desarrollado en el mundo no étnico. Aquí el mensaje es claro: un cuerpo
tranquilo, un “estar” expectante, un “ser” escuchante y entonces la kinésica
es también clara. El dominio de sí mismo es un SIGNOS NO VERBALES
que alcanza trazos espirituales, es decir, armonizando su ser interior con el
exterior
La imagen habla por sí sola, no es más que una “copia”. Aunque el mensaje
kinésico es también, igual a los anteriores, tranquilidad y serenidad, hay un
comportamiento NO VERBAL simulado, “escenificado”… es una imagen a la
“buena” estética en el sentido de que muy bien puede competir con
imágenes de modelos de la cultura occidental.
Para algunos pueblos indígenas, la vitalidad pragmática de las imágenes es
el pan comunicativo de todos los días entre los usuarios de esas
comunidades; entre los Embera por ejemplo, Astrid Ulloa nos presenta la
recursividad y la comunicabilidad de los dibujos corporales que afirman
estar en manos de la COMUNICACIÓN NO VERBAL. Para la investigadora,
elaborar imágenes en el cuerpo corresponde a un modo particular de ver el
mundo. Es así como, “Las representaciones adoptan varias formas:
gráficas, musicales, coreográficas, literarias, etc. Para analizar un caso
concreto, tomaré el dibujo como la manera de representar, a través de
formas en un plano bidimensional, ideas, y valores asociadas a imágenes”
(Ulloa: 1992:33). Aquí vemos algunos dibujos que corresponden a la fauna
y a la flora… la COMUNICACIÓN NO VERBAL se despliega como recurso
no sólo reproductor de la cultura material sino también como producción de
creatividad o de construcción de comunicación cultural.
Pintura corporal emberà
/DAMAPÀ/ PINTURA DE CULEBRA
EL DISEÑO DE CULEBRA ES EXCLUSIVO JAIBANA Y PARA Y PARA EL CANTO DE /JAI/
Pintura corporal emberà
/BEDÀPA/ PINTURA DE PESCADO
Usada para los ayudantes del jaibana en las diferentes ceremonias
PINTURA CORPORAL EMBERÀ
/zagarápá/ Pintura de hacha.
Usada antiguamente para fiestas
Entonces es en el cuerpo que los Embera dibujan la COMUNICACIÓN NO
VERBAL (no solamente, claro) y permiten clasificarse y comprenderse. Es
así que Astrid Ulloa nos permite comprenderlos a partir de una análisis de
cuatro dimensiones así: la Perspectiva: “… consistente en determinar el
tamaño de un dibujo en el cuerpo, es decir, se marcan como importantes
los dibujos que son grandes y no aquellos por su ubicación…”; la
Simultaneidad: “Cuando en un mismo dibujo cada objeto es tratado desde
la perspectiva y proporciones distintas e independientes entre sí, se habla
de simultaneidad… este tipo de manejo espacial”; las Proporciones: ”las
figuras humanas pueden aparecer más grandes que los tambos, al igual
que los animales, como el fogón y las plantas”; y los Estereotipos:
“Cuando se dibujan seres humanos en temas como la familia, o casas
parafigurar un pueblo, o árboles para dar la idea de paisaje, y cada uno de
los elementos se representa bajo una misma forma, se considera que el
dibujante ha recurrido al estereotipo”. (Ulloa: 1992:39-44).
Aquí vemos la implementación de la COMUNICACIÓN NO VERBAL en el
cuerpo humano: observamos la competencia gráfica y la disposición del ser
humano por “portar” y por “transportar” los signos… representaciones con
sentidos culturales donde se involucran todos como seres simbólicos.
MOTIVOS UTILIZADOS POR LAS MUJERES EMBERÀ
O veamos la siguiente, elaborada en tela donde observamos la fauna y la
flora significando y combinándose -en el sistema no verbal- como una
comunicación que pone en el escenario de la cotidianidad los elementos
como –aquí- un “paisaje” que retrata a la comunidad Cuna, autora étnica de
esta obra estética. Sus líneas amarillas, azules, rojas, simbolizan los
laberintos de la selva, de los ríos, del peligro de las serpientes y el entorno
en el que el hombre y la mujer se mueven y que son capaces de significar
estilísticamente. En esta imagen están los elementos que Astrid Ulloa nos
ino verbalita a reconocer en todos los dibujos indígenas. Fíjense por
ejemplo los aspectos de Estereotipo, el de Perspectiva y Simultaneidad.
Apelar a la observación de los objetos de una comunidad, es ante todo, crear un sistema de entendimiento para leer comprensivamente lo que posee de COMUNICACIÓN NO VERBAL un grupo.
Observamos como los Embera diseñan marcas simbólicas cuyo ingenio es excepcional ya que, en primera instancia:
” la COMUNICACIÓN NO VERBAL para cumplir fines rituales, económicos, festivos.
es el cuerpo [1] el destino comunicativo que proyectan, segundo son dibujos NO VERBALES que se pueden categorizar en
clases, tipos, conjuntos. tercero, señalizan algún tipo de comunicación como lo puede ser el
poder y/o la admiración que le imprimen por ejemplo al tigre, a la serpiente, etcétera.
Y finalmente, estos dibujos vuelven al cuerpo que es el objeto de mayor envergadura representacional de los Embera por ser fuerte y sólido objeto de comunicación, que a su vez, mantiene la relación estética y simbólica con el mundo, el territorio donde se “luce
En este sentido, el cuerpo es un territorio, una superficie, una proyectación
que recae en un “objeto” no sólo material sino espiritual. Allí, son
escenificados los dibujos para señalizar un contacto (una relación) con la
naturaleza zoológica, vegetativa, asociación que en todo caso puede ser
mítica y funcional y de paso, estructura [1] la etnia indígena. Allí, son
puestos el poder, la trascendencia, la empatía con la naturaleza viva, allí
se asientan no sólo contrastes sino un conjunto de visiones ancestrales,
históricas y creativas para construir la importancia que el grupo le da a los
actos reales e imaginarios y para mantener el equilibrio y la armonía con
el mundo que habitan.
Así, la COMUNICACIÓN NO VERBAL va entregando en la cultura
colombiana, aspectos inherentes a su gran creatividad y capacidad para
construir signos NO VERBAL lo que significa que bien Colombia es un vitral
de comunicaciones. En ese sentido, existen otras comunidades con
referencias importantes acerca de la COMUNICACIÓN NO VERBAL: y nos
referimos a la cultura negra en Colombia, ésta posee contenidos culturales
en sus distintas estructuras políticas, artísticas, religiosas, económicas,
entre otras. Mediante un sistema de colecciones precisan sus enlaces para
generar, construir y ligar una cultura distinta de otras. Los aportes de la
etnia afro o negra en Colombia y en preciso en el campo de la
COMUNICACIÓN NO VERBAL, se nutrieron a partir del tránsito entre nudos
geográficos, en el entablamento y colecciones míticas con otras etnias y
como resultado crearon un sistema simbiótico.
[1] Estructurar significa aquí, organizar con coherencia los valores étnicos en unidades comunicativas: tales como el mito, la historia, el trabajo, los ritos, etc.
[1] Pensemos que el concepto de cuerpo no sólo es el que está compuesto por redes anatómicas, óseas, etcétera, sino que cuerpo es un territorio, un espacio y como tal por él, es posible construir ritos, ceremonias, carnavales, y obvio, ser objeto también de comunicación.
Los afros
Los Afros ganaron valor etnohistórico que generó folclor, arte, gastronomía,
religión, formas de mercadeo y hasta una pedagogía muy particular . En
todo caso, un sistema de signos no verbales y verbales para enfrentar el
rechazo o la aceptación de lo blanco. Sistema NO VERBAL que satisface
reglas contextuales que al cumplirse devienen objetos y componentes con
el fin de definir su identidad. Es así como el discurso acerca del negro en
Colombia se ha diseñado a la luz y sombra de la lucha de clases; la palabra
negro es terror, pero es discurso mismo: es el túnel de un lenguaje que
referencia mucha alegría, festividad y organización comunitaria que alcanza
ribetes de ghetos en algunas regiones colombianas.
El discurso negro en Colombia, como texto de la cultura no verbal, es
democrático y simbólico porque recoge lo material y lo espiritual de sus
expresiones dejando índices gestuales y kinésicos para construir lo negro
mismo.
Estos eventos sucedieron antes de la República y conforman una imagen
de un ente superior (lo blanco) en contraste con uno inferior: lo negro. Otro
aspecto ejemplifica la presencia de la construcción afro en el mundo de la
COMUNICACIÓN NO VERBAL: formas de caminar, de trabajar, de bailar e
inclusive de escribir; son formas simbólicas que transforman la realidad y
forman una red de experiencia humana que los signos no verbales
enfrentan cara a cara con las cosas del mundo envolviendo formas
artísticas, mitologías, etcétera.
Los afrocolombianos, al igual que otras comunidades son interculturales, se
relacionan y comparten experiencias con otras culturas afines a sus
símbolos: buscan signos ancestrales y los proponen como formas de
comunicación para “indicar” posturas políticas, por ejemplo. Los “niches[1]
” reciben signos no verbales de otras etnias y aportan saberes que en forma
de SIGNOS NO VERBALES, también, van tejiendo –construyendo- cultura.
Es común entonces escuchar a los Raperos [2] hacer aportes a la cultura
mediante “canciones” protestas, dichos o refranes en forma poética literaria
y musical, así va "impregnado" el panorama de la cultura occidental
[1] Es una palabra que aún no se le conoce el origen, es cariñosa y afectuosa para
con las negritudes quienes la viven como sinónimo de negro. No es palabra
despectiva. Tiene connotaciones móviles tales como: ser bailador, alegre, de
confianza.
[2] La palabra rapear es discursar, es hablar como cantando con poesía, generalmente
con rima semántica. Los raperos se han extendido universalmente: parece que en la vieja
ciudad de New Orleans, los negros iniciaron este movimiento más por necesidades
escénicas o económicas que por política; sin embargo en África, las Antillas en América y
en regiones colombianas es un forma de “hacer presencia” en el arte de la música, de la
política y un modo de hacer gestión cultural, como ocurre en la ciudad de Medellín, y en
barrios como Ciudad Bolívar y Kennedy en Bogotá.
De ahí que las comunidades colombianas construyan signos que precisen
identificar y apropiar ideales sociales, políticos, culturales, educativos, entre
otros. En todo caso, esos sectores de la población se van distinguiendo
particularmente por varias razones, las cuales obedecen a procesos
históricos, ambientales o ecológicos, forzados socialmente o simplemente
porque la presencia en esos territorios obedeció a afinidades
socioantropológicas.
El campesino
Es así como el mundo campesino, como universo de significación,
escenifica los SIGNOS NO VERBALES también con sumo conocimiento de
su entorno. Pone en la cultura elementos simbólicos que transcienden en la
historia colectiva e individual de sus individuos, objetos y en su relación con
los animales y las plantas. En este grupo, que es quizá el más numeroso –
con respecto a los indígenas y a las negritudes-, abundan las relaciones
simbólicas de tipo religiosas, en especial los altares que son escenarios de
los ritos católicos, por ejemplo, como el siguiente:
Estos altares se encuentran dispuestos sobre los caminos, sobre las
carreteras y sobre puentes, donde han acaecidos “desastres”
automovilísticos y donde es posible que ocurran; es posible encontrarlos,
en las entradas de las haciendas y fincas o en mitad del camino, vereda o
trocha. Parece que este tipo de “escenarios” rituales son de origen
campesino y tienen en la referencia católica, el sistema comunicativo que le
da fuerza simbólica e identitaria a este sector de la población colombiana.
Hay un pensamiento mítico y místico que recae sobre lo real y en esto el
campesino como las otras etnias colombianas poseen un “saber” que
escenifican con instrumentos NO VERBAL. Una flor como una cruz
significan fuertemente un sentimiento de “seguridad” o de “protección” cuya
comunidad convalida haciendo significativo el “objeto” ritual. Es así como
hay un consenso acerca de la validez –también de los SIGNOS NO
VERBALES- entre los individuos de la comunidad.
En este sentido, en regiones como Antioquia, Santander, Cauca, Valle,
Boyacá, Cundinamarca, Tolima, Huila, Costa Atlántica y los Llanos
Orientales conocen infinidad de signos que conjuntan sistemas de
COMUNICACIÓN NO VERBAL. La tradición popular, la tradición oral,
fiestas religiosas y ecológicas, iconografías numerosas y variadas
constituyen el amplio referente que se despliega para darnos a entender
que una Etnoeducación puede “recoger” estos indicios de SIGNOS NO
VERBALES para mostrar la vitalidad de los campesinos con este medio de
comunicación cultural.
Siempre se ha dicho que, los campesinos colombianos, son el grupo más
sabio en cuanto a la “lectura” que hacen del campo, de los siniestros
ecológicos y de la comunidad nacional. Un ingeniero, arquitecto o político
“tiene” –es su deber- que preguntar primero al campesino para después
construir un oleoducto, un puente o de lanzar campañas se trate. Aunque la
realidad nacional muestre –a veces lo contrario- terminan siendo
auscultados por el saber ancestral que poseen sobre sus campos y
parcelas.
Aunque muchos campesinos tienen un bajo nivel de desarrollo tecnificado -
lo que a su vez-, le da un bajo grado de desarrollo social, algunos se
encuentran en estado tardío de evolución industrial y tecnológico aplicado
al campo. Poseen una organización, en algunos casos tradicionales,
además de la producción material de artesanías, de productos agrícolas y
de otras manualidades le son indispensables para la sobrevivencia. Pero
esto no le quita el saber ancestral que tienen del cosmos, de la historia
colectiva trasmitida de generación en generación y de sus innumerables
conocimientos, también, que tienen de la comunicación entre sus
individuos, entre las relaciones que efectúan al interior y en los bordes con
la fauna y la flora que tanto y muy bien conocen.
Muchos de nuestros campesinos vienen de los grupos mayoritarios
indígenas americanos como los Chibchas, aunque con tanto “desuso”
(como diría el poeta Nicolás Guillén entre mezclas y mezclas con los
blancos y ante relaciones de transculturación) se fueron quedando sin
tierras y sin “identidad” definida y les quedó el destino de enfrentar el
campo con gestos de resocialización, de mendicidad y de retraso
tecnoindustrial, social y sobre todo, educativo.
Sin embargo, sus territorios, unos en medio de las montañas, otros entre
los llanos extensos, en las orillas de las costas y algunos en los desiertos,
han conformado un grupo humano fuerte y combatiente contra los males de
las economías y las políticas liberales o conservadoras que provienen del
estado miope en donde jamás les han preguntado si les conciernen o no un
“tratado” extranjero para “mejorar” su presente y su futuro. A pesar de este
panorama, han dejado huellas en muchísimos artefactos y artesanías, entre
otros. La educación campesina ha sido quizá la que con mayor ahínco ha
sido parte de la transmisión de signos a la cultura nacional; muchos
refranes, objetos y formas han salido de ellos para llegar al mundo de las
ciudades para contribuir a la educación nacional.
En las siguientes imágenes podemos hacer una lectura comprensiva de
como el mundo campesino construye relatos vivos de comportamiento no
verbal, para construir su cultura. Aquí vemos, la forma en que un campesino
se resguarda para cazar aves y para vigilar a los ladrones de vainilla en su
hacienda. Observe el objeto –NO VERBAL arquitectónico- que ha
construido para guardarse y para que no se percaten de su presencia
humana; en este escenario que es un observatorio, se encuentra el sujeto
agachado, armado y listo para intervenir. Es importante comprender cuáles
son los signos no verbales que están escenificando la comunicación NO
VERBAL. Tanto el objeto para esconderse como su comportamiento
corporal. Hay en la imagen el tono de juego –rol- entre la vida, la muerte, la
seguridad y la sobrevivencia; además de un saber comunicativo. [1]
[1] Imagen tomada de “Narraciones de El Soñador” , SEP, México, D.F. 1974
En las siguientes –primera- imágenes encontramos la relación humana
entre los jóvenes campesinos quienes con una actitud gestual –de ambos-
dan a entender el galanteo y la coquetería. En la subsiguiente, observamos
la forma cómo huyen cuando deciden “casarse” o “arrejuntarse”, práctica
muy común entre el campesinado; el comportamiento no verbal es diciente
y significa que lo están haciendo a escondidas. En esta misma imagen, se
nota cómo atrás -o a lo lejos- (proxémica) los persiguen en el momento de
la huída [1]
Posteriormente, observen el comportamiento no verbal de cómo se pide una
mano en el mundo maya (México). El novio y su padre, de pie, con
sombrero en mano como señal de respeto, y los padres de la novia
expectantes y prestos a escuchar la demanda y el pedido. La madre del
novio, no interviene.
En el siguiente caso, los campesinos, diseñan el entorno de una manera
organizada para brindar, una costumbre típica para llegar a acuerdos y a
compromisos en la economía, en la política, en la vida social, educativos,
etcétera. Fijémonos en el comportamiento no verbal: forma de sentarse,
rostros dirigidos al centro, las manos alzadas, el ambiente preparado
plácidamente…
[1] Ibíd. “El Soñador.
Algunas prácticas campesinas fueron trasladas a la ciudad: el mercado y el
transporte como se muestra en las imágenes 70 y 71. En la imagen 71, bien
podríamos comprender la existencia de este transporte llamado
comúnmente “zorra” tan útil para las clases populares y que se “fusiona”
entrando a la ciudad proveniente del mundo campesino. Es un signo no
verbal, que reconoce e identifica una manera de vivir, ya quizá, no un
campesino sino un hombre urbano de clase popular y en especial a los
recicladotes que tanto bien le hacen a las ciudades, a la industria y a la
sociedad formando economías de subsistencia dignas de destacar por el
carácter ecologista, creativo y transformador de productos desechadas y
por la estética tan peculiarmente folclórica de sus enunciaciones.
Así mismo, el mundo campesino va aportando a la ciudad formas estéticas
que se reconocen mediante el conocimiento de los sistemas no verbales.
Se comprende que la disposición de las frutas y verduras en los
supermercados e hipermercados de la ciudad, copiaron del mundo
campesino esas “especializaciones” y “estéticas de la organización” de los
productos naturales. Para nadie es un secreto que el mundo campesino
aportó signos no verbales que la ciudad acopló y acogió y volvió a
rediseñar.
En este sentido, la vida de las gentes en la ciudad es muy compleja al igual
que la de los otros grupos estudiados, tienen igualmente elementos de la
COMUNICACIÓN NO VERBAL muy interesantes que se destacan y que son
parte de la multiculturalidad [1] que en signos intervienen en el escenario
múltiple de la urbe. Justamente, esta característica de la sociedad, la
multiculturalidad llega a la ciudad porque las economías campesinas,
indígenas y afroamericanas llegaron a la ciudad enriqueciendo el vitral de la
economía urbana; el desplazamiento forzado y la expansión de la políticas
de mercado [1] fueron las que incitaron el “viaje” a las urbes y con ello
llegaron símbolos y significados que se fueron integrando la ciudad e
inclusive han saltado hacia la internacionalización, lo que significa que los
SIGNOS NO VERBALES, bien “escenificados” y en contextos
internacionales propicios pueden borrar imágenes negativas -como el
narcotráfico- y emerger como signos no verbales positivos.
[1] Multiculturalidad como el concepto que conjunta variadas razas, etnias,
comunicaciones, valores, etcétera que confluyen formando unidades
mezcladas, sincréticas, híbridas donde el “modo de ver” al otro se
dimensiona con el “todo” ético, respetuoso y sobre todo con la actitud de
“compartirse” mutuamente lo que se interrelaciona en la negociación de los
diferentes grupos implicados en la multiplicidad de relaciones. Para ampliar
el término en mención, véase http://www.google.com.co/ multiculturalidad.cl
Entonces las ciudades formaron espacios multiterritoriales[1] donde se
caracterizan por la abundancia de mensajes y de comunicaciones
enunciadas por la publicidad y su gran maquinaria consumista, por los
grandes medios de comunicación (TV, radio, cine, revista, graffitis,
mensajes visuales y otros), por la tecnología celular, computacional y
satelital, elementos tan necesarios, que dan forma a la metropolización de
las ciudades justamente por que en el uso de ellos subyace la distancia
como diseño contemporáneo (se habla de megaciudades, de ciudades
dormitorio[2] ) y los efectos de la polución (contaminación industrial
proveniente de las fábricas y de los automóviles), el arte moderno en todas
sus gamas y las tendencias rituales y estéticas contemporáneas
(manifestaciones populares, parques naturales, recreativos, tecnológicos,
temáticos, arte público).
Sabemos que las ciudades, en medio de esta dimensión real que viven hoy
en día, tienen una arquitectura diferente entre sí, y Colombia se da gusto
mostrando estas distinciones; inclusive, al interior de las mismas hay
diferencias que permiten comprenderlas como significativas en la
COMUNICACIÓN NO VERBAL. Y ejemplos de COMUNICACIÓN NO
VERBAL se dan cuando vemos los barrios altos, bajos, lejos del centro,
cercanos a los límites y galeras de las ciudades; dan significación distinta
cuando observamos barrios modernos con amplias avenidas y autopistas
que dan idea de progreso y evolución, en contraste con otros barrios
coloniales que dan el significado de ser tradicionales y atrasados o
turísticos; otros muy pobres conformados por casas de cartón y todo ello
habla de un lenguaje no-verbal que permite también obtener comunicación
y significación como, asunto también de la COMUNICACIÓN NO VERBAL.
El gesto como el principal signo
En la vida urbana se juegan interpretaciones o lecturas NO VERBALES
interesantes en cuanto que son sistemas de COMUNICACIÓN NO VERBAL
que comunican ideas, sentimientos y mensajes de cómo son las ciudades o
cómo es el “hombre” que las habita; entonces el arte público participa
teniendo como referente a la COMUNICACIÓN NO VERBAL, permite opinar
a su manera mediante la escultura y mantiene al gesto[1] como el
principal signo
que critica y estimula la liberación de los sentidos. Esa es la función social
del arte no verbal que se aplica en las urbes.
[1] Acordémonos que el gesto no sólo se define como un signo físico sino inmaterial, ético, actitudinal, etc. Es la forma, si se quiere, que adoptan los objetos: un rostro, una mano, en fin el cuerpo; pero también las cosas: los olores, los colores; las urbes en este caso, gestualizan un tipo de vida, es decir, le
dan forma a un estilo de vivir que posee el ser humano. Éste estilo es un lenguaje, es un gesto.
Desde esta perspectiva, entonces las ciudades no son sólo espacios para
vivir y habitar sino también, megasignos espaciales donde se adquieren
lenguajes nuevos, se transforman otros y siempre sus gentes, producen e
innovan signos. Esta vitalidad comunicativa, permite distinguir las ciudades,
en especial las colombianas, como divergentes y con caracteres
multiculturales, lo que significa que también, la cultura se construye, se
reconstruye y se intercomunica en función de las competencias ciudadanas
[1] que dominan para autobeneficiarse y permitir la evolución histórica en la
arquitectura, como argumento creativo para la identidad, aspecto de la
etnoeducación.
Es así como la COMUNICACIÓN NO VERBAL adquiere nuevos valores
semánticos e interpretativos, nuevas texturas como signos y potencializa el
saber y la educación de forma distinta a como se conoce en otros grupos
sociales que no habitan en las ciudades. Por ello, la COMUNICACIÓN NO
VERBAL se representa mediante signos distintos y propone otras
interpretaciones cuya esencia y “secretos” necesita de sujetos “muy”
educados que manejen competencias ideológicas [2] , cognitivas y
estéticas, las cuales son necesarias para comprender los sentidos y
comunicaciones de los signos NO VERBAL.
Prueba de ello, es la anterior imagen [1] , que muestra un signo NO
VERBAL diseñado en escultura; se muestra un hombre que se erige hacia
la altura majestuosa que la vista humana puede alcanzar, se muestra como
un rito contemporáneo cuya significación podría ser, la “grandeza” del
mismo “hombre”; también se puede comprender el “vacío” desde cuya
apertura se siente la sensación de “rapidez” y de “penetración” y de
“libertad” y de que cualquier ser humano puede pasar por allí y sentirse
“grande”, como si la actitud de apertura tejiera sentimientos de filtración
sensorial, de sensibilidad ilimitada y liberalidad. Estos significados, pueden
desprenderse de esta escultura y terminan siendo “lecturas” y “escrituras”
de las ciudades modernas y son efectivamente signos NO VERBAL. Nos
parece que el mensaje NO VERBAL es tan potentemente claro que nos dice
“siéntanse grandes que Uds. lo son”.
[1] Imagen tomada de Culturas Híbridas. Néstor García-Canclini. Edit
Vergara, México, D-F: 2001.
[1] Es el saber hacer “algo” en el contexto urbano; saber comportarse es
saber leer sus monumentos, saber tomar un transporte urbano, saber cuál
es el norte y el sur; saber responder éticamente ante otro sujeto con
cortesía, etc.
[2] Capacidad de análisis, síntesis y abducción, entre otras habilidades que
tiene por fin destapar el significado de los mensajes en los signos, en
distintos niveles semánticos. Posee crítica y reinterpretación de los signos.
Así mismo, se puede afirmar que en las ciudades, la COMUNICACIÓN NO
VERBAL ha necesitado de sujetos que la construyan permanentemente, es
que ella en la cultura citadina, crece y crea signos nuevos, los innova y le
da sentido a otros ya existentes. En este sentido, habrá gestos que se
representan como si fueran textos informativos y que no solamente son
originados por el cuerpo humano, sino por sus sujetos que se
autorepresentan ya sea mediante significados proporcionados por la
historia, por su pensamiento innovador y por la época de la modernidad, la
cual comparten con fuerza y vitalidad comunicativa.
Lo que se quiere decir, es que en los niveles de significación de los
mensajes predominan discursos divergentes: sean religiosos, artísticos,
cotidianos, jurídicos, políticos, deportivos, etcétera. Sólo que algunos están
presentes con mayor jerarquía que otros, y éstos (los otros), permanecen
pero subtextualmente teniendo un comportamiento de baja actuación con
respecto a los primeros. Por eso es que a veces, lo que un observador de
SIGNOS NO VERBALES cree entender es muy diferente a lo que otro,
entiende, del mismo mensaje. Ese es el poder del lenguaje connotativo.
Es común, entonces, que subsistan signos NO VERBAL en la
COMUNICACIÓN NO VERBAL de las ciudades, repletos de ambigüedad y
con amplia carga connotativa, son signos que hacen vivir la cultura entre
grupos distintos a los urbanos. Este comportamiento es igual en todas las
culturas pero depende de la efectividad semántica y del significante de los
signos, de los imaginarios y del compromiso de sus habitantes con los
signos en términos de sus competencias y también, depende del servicio
que los signos proporcionan para los contextos educativos, políticos,
etcétera. Veamos los siguientes signos NO VERBAL de un ciudadano que
bien puede ser urbano, indígena, campesino o afro y que bien pueden
incluirse en una cartilla educativa y comunicativa:
En verdad estos signos o gestos manuales pueden ser usados en
cualquier parte del país y poseen el mismo significado y cumplen con la
comunicación; otras veces, cumplen el rol de darles definición a los
individuos en las conversaciones por ejemplo entre sordomudos, o entre
gentes que necesitan comunicarse para ser comprendidos cuando las
lenguas verbales no son afines. Mostrar con las dos manos la “forma de un
libro” es muy recursivo, como lo es unir las manos cerradas en forma de
puños para indicar fortaleza y así sucesivamente.
Con esto queda claro que el cuerpo humano sirve como herramienta, como
objeto y –obvio- como alfabeto para crear no-verbalidad, para crear un
sistema perfecto de comunicación.
De otro lado, podemos también observar los grupos urbanos como los
jóvenes punks que a través de su postura y vestimenta, utilizan accesorios
y objetos para distinguirse de otros grupos. Son un grupo minoritario que
subsiste en la ciudad con opciones de vida alternativas a la establecida por
la sociedad mayoritaria. En este sentido son capaces de formar un
lenguaje con sus figuras que son escenificadas sobre sus cuerpos, como si
formaran un “teatro” de colorido. Son un grupo, igualmente, fuerte y seguro
porque en medio de la “normalidad” ciudadana, sobresalen con sus iconos,
símbolos e índices.
En general, lo que construyen estos grupos contemporáneos son
muchísimos mensajes que por sus influencias estéticas afirman un poder
simbólico y encuentran reconocimiento estructural en la sociedad.
O qué decir de la significación que sugieren estos dos modos de transporte
urbano: la tradicional Chiva y Transmilenio. Indudable significación distinta
que generan: la chiva da la idea de folclor, la otra de modernidad, una de
tradición, y la otra de evolución y desarrollo. Veamos las imágenes [1]
[1] La chiva es tomada de www.villadeleyva.com, la de Transmilenio de http://www.lafm.com.co/fotos/transmilenio-pp_lafm.jpg
Observemos los collares, los botones sobre las chaquetas, el pronunciado
color rojo y el maquillaje de los ojos, significan todos estos signos NO
VERBALES, la idea de prepararse a “entrar” en la percepción –en el ojo
comprensivo de quien los mira- de los receptores urbanos a una “obra” o a
una “escena” casi violenta, casi Kitsch [1] .
Siguiendo esta misma línea de objetos NO VERBALES urbanos (aunque
no solamente porque los hay en todas las culturas) tenemos los tatuajes.
La imaginería humana, que es el fundamento para una creatividad, tiene
en estas muestras el sentido recurrente del cuerpo como “papel”, como
superficie donde el gesto es escrito (si es que la escritura es dibujar) y ya
no nace desde él mismo. Aparece entonces la naciente escritura no como
palabra (aunque puede aparecer) sino como signo que participa de un
ideal de identidad, o como parte de un relato o narración tipo historieta (e
inclusive con tipografía de tendencia astrológica como la imagen de la
izquierda) que rebasa la misma imaginación para fundar nuevas creencias
y nuevas formas de presentar el cuerpo como objeto de la
COMUNICACIÓN NO VERBAL relacionado con las nuevas creaciones
estéticas y simbólicas o con lo existente.
[1] Entiéndase lo Kitsch como sinónimos de mediocre, sin gusto estándar, rudo, ramplón, ridículo.
O veamos este tipo de signos, que son en efecto, muestra de creatividad y
de representación mítica en el Carnaval de Barranquilla: la marimonda . Es
su significación, erótica, sexuada y cargada, también, de humor, de color y
fiesta. Las carrozas que son muestras NO VERBAL de escenarios
andantes y “altares” rituales donde la fiesta estética nos hace soñar con
signos no-reales.
O en las siguientes imágenes (92 y 93) veamos SIGNOS NO VERBALES,
donde la ciudad “diseña” rostros con distintos gestos, y actitudes
patológicas y depresivas, gestantes de otras actitudes y entonces el gesto
adquiere connotaciones disímiles de tipo psicológicas. Se combinan la
moral contemporánea con el conjunto de sistemas estéticos,
cuasireligiosos [1] y artísticos: el gesto es indudable que es otro, es un
signo que subterráneamente emerge para tocar el inconsciente de los
individuos y formar el caos emocional y la ambigüedad del sentido se
construye.
[1] Como mitos estéticos. Lo que piden los medios masivos que se convierta el cuerpo humano, en cliché de modelo, en figura visual; en un ser más “significante” que significado, se prima lo superficial y el sentido de la vida contemporánea se obvia y pasa a un segundo plano; sin embargo, es la retórica de la vida plástica lo que se propone aquí.
Son modelos “poster” o de afiche en los que la figura humana se erige
descompuesta como si su definición, se lograra comprendiendo la
multisignificación o las multicomptencias [1], en el sentido de que el ser se
desdobla (¿se fragmenta? [2]) llevándolo a la comprensión como versátil,
como generador y soporte de estéticas sin fin, ya que está inscrito en la
creatividad porque las tecnologías lo permiten y lo permutan en objetos de
“hombres” y de “mujeres” cada vez distintos, cada vez con múltiples
significaciones.
Se multiplican las ideas, se comercializa el gesto y se vende, se
mercantiliza para beneficio de la economía y de la sociedad capitalista. Las
maniquíes capturan la urbe a través de las vitrinas y permanecen
escondidos como aves nocturnas acechando la vida cosmopolita para
fomentar la sociedad de los géneros elegantes y plásticos: unos signos no
verbales que seducen hasta la histeria y el silencio como formas de soledad
urbana. Como formas de comportamiento no verbal en las ciudades.
[1] Ver un listado de cuántas competencias existen (pueden existir) en El Concepto de Competencia III de Guillermo Bustamante Z., Alejandría-SOCOLPE, 2003. Bogotá D.C.
[2] Ver el concepto de fragmentación en Habermas, por ejemplo en La
postmodernidad. Edit Antar. Barcelona. 1999. La fragmentación es una
característica para reconocer los objetos contemporáneos como lenguaje
O esta otra (imagen 93): donde la vitalidad de la diversidad metropolitana y
citadina juega roles que van más allá de los secretos interactivos del arte
callejero de esquina y ambulante, hasta la ideación –la construcción- de la
ley de los contrarios… Observemos cómo rivalizan la desnudez femenina y
su encanto erótico fuertemente comercializado en el mismo conjunto
espacial con el poder del vaticano. Dos iconos rivalizando en las calles
como dos signos no verbales urbanos y contemporáneos. Potentemente
paradójicos pero que el habitante de la ciudad les permite dialogar con
lúdica o con conocimiento de causa-efecto. Este tipo de lenguajes no
verbales suelen despertar el sentido de libertad y democracia, pero también
el “atrevimiento” moral.
Por supuesto que hay una crítica alta pero también una postura para
despejar las dudas que la hipocresía de los poderes ha instaurado. Ése es
el encanto de la comunicación no verbal en las ciudades modernas, la
construcción de una cultura como escenario donde se dialogan con facilidad
signos contrarios pero difíciles de soportarse por el concepto de la
moralidad vigentemente fuerte en la “vida de los objetos reales”.
La COMUNICACIÓN NO VERBAL ejerce la democracia y entonces es
opinión pública. Y he aquí el otro poder, el saber que la comunidad
manifiesta para conseguir fines y respuestas ante la epistemología, ante la
historia y por supuesto ante la estética y ante la ética dominante.
Lecturas Complementarias /están en la carpeta en pdf
Sistemas de Comunicación no verbal
Ejemplo de los sistemas de comunicacion
ACTIVIDAD 2
Simultáneamente comience a realizar su trabajo de campo intensivo para
desarrollar el proyecto de aula diseñado al principio de este curso. Éste
proyecto tendrá un fin eminentemente educativo que beneficiará a su
comunidad .
Para tener en cuenta:
Para realizar el trabajo de campo debe tener en cuenta los siguientes pasos:
Trascripción: Haga una lista, dibuje y describa cada uno de los elementos
elegidos de la comunicación no verbal presentes en su comunidad.
Re-escritura: Paralelamente al desarrollo del trabajo de campo analice los
dibujos que ha llevado a cabo, escriba sus explicaciones, teniendo en cuenta
las siguientes preguntas:
-¿Qué es lo que hace que estos signos pertenezcan a una Comunicación no
verbal?
-¿En dónde se aplican estos signos no verbales?
-¿Quién o quiénes hacen uso de ellos?
-¿Cuándo se usa esta comunicación no verbal?
-¿CUAL ES LA IMPORTANCIA DE ESTOS SIGNOS NO VERBALES PARA LA CULTURA DE LA QUE HACEN PARTE?
Unidad II: LA COMUNICACIÓN NO VERBAL COMO
CONSTRUCCIÓN DE LA CULTURA Y A TRAVÉS DE
EJEMPLIFICACIONES
Capítulo 7: Presupuestos Conceptuales
Lección 19: La Tradición
Lección 20: Porque canción que se graba, esa es canción que se
muere
Lección 21: Naturaleza Y Esencia De La Oralidad
La tradición
El hombre primitivo o troglodita que habitó en las cavernas, inició el proceso
de comunicación con sus semejantes recurriendo a gestos, ademanes y
actitudes, que en su conjunto constituían el mimo o la mimesis como la
llamaron los griegos; posteriormente este proceso escaló un peldaño con la
aparición de la voz humana o palabra hablada, no sin antes pasar por el
grito o lenguaje inarticulado, en su largo proceso de conformación, para
integrarse posteriormente con el mimo, y dar forma a la expresión
dramática.
Entre estudiosos e intelectuales no existe ninguna duda acerca de la
antecedencia que las formas orales (os-oris = boca) y habladas de la
literatura, tienen en relación con las escritas y por ello, las fábulas son
anteriores a las leyendas, de las cuales adquirimos conocimientos,
leyéndolas. De ahí que Esopo, el antiguo fabulista griego del siglo VII a. C.
no escribió, sino que únicamente habló sus fábulas, casi todas de animales,
las cuales fueron transmitidas por tradición oral desde hace mucho tiempo,
hasta cuando muchas de ellas fueron reescritas en verso por el poeta
griego Babrio, hacia el siglo II y I a. C. y en latín por el poeta romano Fedro,
en el siglo I d. C. las cuales fueron traducidas al castellano por Clara
Campoamor. Pero esta forma de oralidad llevada a la escritura, tendría
notable influjo en poetas posteriores, como La Fontaine ( s. XVII) y
Samaniego e Iriarte ( s. XVIII).
Igualmente, grandes personajes de la historia universal, como Sócrates o
Jesucristo, nunca escribieron y lo que enseñaron solo lo hablaron; sin
embargo, todas sus enseñanzas se conocieron para la posteridad porque
fueron escritas por sus discípulos y seguidores o por testigos de la época.
Por otra parte, es muy significativo el valor de supremacía que en la cultura
clásica de Grecia se daba a las artes, en relación con las ciencias, lo cual
se puede analizar teniendo en cuenta el papel asignado a las musas, esas
especies de deidades juveniles que actuaban como protectoras y
propiciadoras de las distintas ramas del conocimiento. De tal modo que a
las artes literarias las protegían cinco musas mientras que las ciencias
solamente contaban con dos [1].
La humanidad fue concibiendo desarrollos que muchos siglos después,
permitieron consolidar la escritura como una herramienta de trascendencia
en el desarrollo de la cultura, por la ventaja que representaba para la
conservación de la memoria de los pueblos, mediante fijaciones objetivas
de todo lo que producía el entendimiento humano. Así, los esfuerzos de los
chinos y egipcios, vieron su culminación en el invento de Johann
Gutemberg (1400), quien en 1450 inventó la imprenta, como arte de
trasladar en forma masiva signos o imágenes a un soporte, mediante la
invención de los tipos móviles metálicos, lo cual permitió superar la
elaboración manuscrita de libros, como hasta ahora se venía haciendo. A
partir de este momento los conocimientos se condensaron por escrito y la
literatura escrita se adueñó del mundo, proceso que mejoró con la invención
de la máquina de escribir y posteriormente con la luz eléctrica.
[1] Erato (la poesía lírica y amorosa), Polimnia (la poesía heroica y la
elocuencia), Calíope (para la épica), Melpómene (para la tragedia), Talía (para
la comedia). Euterpe (para la música) y Terpsichore (de la danza). Mientras que para la historia actuaba Clío y para la Astronomía Urania.
La importancia y la fuerza adquirida por el arte de escribir en la época
moderna, ha sido de tanta trascendencia, que hoy la historia y la literatura
parecen inseparables de la palabra escrita y como careciendo de sentido
sin ella. Aunque en los comienzos del siglo XXI, aún persisten en el mundo
muchas culturas que ni están organizadas, ni se transmiten por medio de la
escritura, sino por la oralidad, el pensamiento contemporáneo tiende a
reducir su historia y su literatura a meras manifestaciones de un folclor, al
cual se le mira con cierta condescendencia y no pocas veces se le
menosprecia, desconociendo la fuerza y el valor de otras formas de
manifestación.
El enfoque positivista de los estudios históricos, dominante en el panorama
académico de todo el mundo hasta bien avanzado el siglo XX, concebía a la
historia como una relación cronológica de hechos, o acopio de datos sin
explicación, pues según esta forma de pensar y actuar, los hechos y los
datos hablan por sí mismos y se explican solos.
Pero este paradigma, que ha dominado el panorama conceptual de la
época moderna, tiende a cambiar, cuando la llamada Galaxia de Gutemberg
[1] , ha sido aminorada por el auge de la galaxia de Marconi, pues después
de tres siglos de dominio, el descubrimiento de la luz eléctrica, la lámpara
incandescente, el telégrafo, el cinematógrafo, la radio y la televisión con
todos sus derivados, se ha ido dando una reconversión desde la literatura
escrita hacia la hablada. De esa manera, hoy nos vemos abocados cada
vez más, a enfrentar una situación en la que los medios de comunicación
de masa con una especie de venganza de la palabra hablada - que durante
siglos se mantuvo reprimida por el dominio de la escritura-, irrumpen en el
escenario general de la sociedad, rescatando así la importancia de la
oralidad cuando asociadas ambas galaxias, asistimos hoy a la nueva era de
las comunicaciones masivas o mass media.
La predominancia de los medios orales y visuales de imagen móvil, de
comunicación, como la televisión, la radio y el cine, con todos sus recursos
auxiliares, como el disco, el magnetófono, el compact, el teléfono
convencional , el celular, la multimedia y la Internet , han traído como
consecuencia una reivindicación de la palabra hablada y el resurgimiento de
las energías vocales humanas, después de ese largo periodo moderno en
que fueron desvalorizadas por la opinión general y por los investigadores,
historiadores y hasta por antropólogos y culturólogos.
[1] Expresión que ha sido utilizada para denominar la cadena de consecuencias
lógicas derivadas para la cultura a partir de la invención de la imprenta, con la producción de material escrito, imprentas y bibliotecas.
Inclusive, la irrupción del computador, con sus dictáfonos e identificadores
de voz y la Internet con todas sus aplicaciones al campo laboral e
intelectual, lo mismo que a las comunicaciones, han llevado a pensar en
una pronta desaparición de la escritura manuscrita, pues todas las formas y
soportes materiales que hasta ahora se habían empleado, han sido
descontinuados o entrado en desuso, lo cual lleva a creer, que en un futuro
corto, los procesadores pueden reemplazar la escritura manual, más no el
acto y la actividad de escribir en cuanto tal.
Señales del resurgimiento de la palabra hablada en todo el mundo, se
pueden percibir en la crisis - y en algunos casos desaparición- de grandes
periódicos y revistas de prestigio internacional, por el desbalance que se
presenta entre el incremento de lectores virtuales a través de la Internet y la
disminución del número de suscriptores o lectores en medio físico, que los
lleva a mantener permanentes y novedosas estrategias de mercadeo, que
les permitan conseguir o mantener sus lectores, y sostenerse en los
mercados[1] .
Igualmente se manifiesta esa actitud, en una apatía generalizada de los
jóvenes por la lectura y un marcado interés y florecimiento del arte de la
canción, como medio de expresión de una forma de pensar, e incluso, de
una visión del mundo, que ganó fuerza desde los años 50 del siglo XX, con
el progreso de los medios magnéticos de difusión y aún se mantiene
consolidada en nuestros días [2].
[1]. Dos ejemplos significativos en Colombia, hacen referencia a la desaparición
reciente del Diario del Caribe y la crisis y venta del periódico El Espectador a un pulpo económico; así como otros diarios de provincia
Sin embargo, con la llegada y posicionamiento de los medios de
comunicación en la sociedad, lo que quedó prácticamente extraviado o
malogrado, fue la presencia física, el peso específico, el volumen real, del
cuerpo del cual sale la voz, situación que comporta una mediatización, la
cual de alguna forma, implica su alienación, desencarnación y
despersonalización, que aunque se percibe de modo confuso, de todas
maneras está presente en el inconsciente de emisores y receptores.
Frente a esta tendencia alienante, representada por el avasallamiento que
significó la dominación de los medios, particularmente en el periodo que va
de los años 60 a los 80, hoy cuando soplan aires de postmodernidad,
parece aceptarse como indispensable el hecho de que la voz viva
experimente el deseo y la necesidad de retomar la palabra para restablecer
su fuerza y plenitud, como promesa de supervivencia de la renovación de la
historia y la tradición de los pueblos, tan amenazadas por la actitud de los
medios y la cuasi dictadura de la palabra escrita, imperante hasta ahora.
La fuerza de la oralidad, como testimonio vital de la presencia latente de la
historia y de la cultura de los pueblos, es pues, un buen punto de partida
para la investigación histórico-cultural, y para la recreación y producción
literaria, especialmente en este país tan diverso, como es Colombia, en
donde la fuerza de la oralidad, más que la de la palabra escrita, se
constituye en fundamento de la conservación de la sociedad y la cultura de
base que la identifica.
Las formas más representativas de la literatura y de la historia oral
colombiana, es la que corresponde a las épocas y regiones en donde la
mayoría de la población era ágrafa o analfabeta y no existía y no existían
formas escritas de comunicación [1].
La preocupación fundamental del historiador de formación académica, ha
girado en torno a la investigación basada en los documentos escritos,
muebles o monumentales, como fuente de datos para la construcción del
discurso histórico, e incluso, ha habido tendencia a establecer un
antagonismo radical, entre palabra hablada y escrita[2], lo cual no deja de
ser más que una tendencia basada en un modelo insuficiente y
esquemático de la realidad histórica y cultural, que no puede ser vista solo
desde la óptica del documento escrito, desdeñando todo el acervo y la
riqueza informativa representada por el texto oral.
[1] Cfr, ABADÍA MORALES, Guillermo. La literatura oral y el correo de las brujas. En: Revista Colombiana de Folclor. No. p. 21.
[2] . HENAO DELGADO, Hernán y VILLEGAS VILLEGAS, Lucely. Estudios de
localidades. Bogotá: ICFES, 1997, pp 33-35 y 85-96 y URIBE DE H., María
Teresa. Los materiales de la memoria. En: La investigación cualitativa. Módulo
5 curso de Especialización en Ciencias Sociales. Bogotá: ICFES-INER, 1993 pp 15-77.
La frontera entre la palabra hablada y la escrita ha sido siempre una
frontera permeable, pues entre ellas siempre habrá intercambio, propiciado
por el hombre mismo, creador de las fronteras, que en la mayoría de las
veces solo existen en su mente; y como señala el polígrafo mexicano,
Alfonso Reyes:
“La naturaleza está hecha de vasos comunicantes y no hay que temer al
libre cambio en el orden del espíritu. Toda cultura es siempre abierta al
cambio, pero al mismo tiempo resistente a él. Esta contradicción interna es
casi como una ley en el proceso de cambio cultural: La tierra no tiene
tabiques, mucho menos el pensamiento.”
Sin embargo, en la cultura occidental - la que más ha contribuido a la
exagerada valoración de la escritura como fuente del discurso histórico y
literario y de la investigación, en detrimento de la palabra hablada-, parece
haberse olvidado por completo esa interdependencia que se manifiesta en
la historia general de la cultura, de su literatura y de su sensibilidad.
La voz, reprimida durante tanto tiempo, parece estar ahora comenzando a
hacerse sentir en el hemisferio occidental, largamente fascinado por el
hechizo de la escritura.
El texto, relato histórico y literario oral, tiene como característica primordial,
el hecho de ser un texto con el cual se identifica todo un pueblo, cuando no
es el último testimonio de una determinada cultura y vestigio de su
memoria, que muchas veces cundo se transcribe, pierde la fuerza
comunicativa original, como sucede con las canciones populares cuando se
graban - que pasan a ser una nueva forma de oralidad mediatizada -.
EL TESORO ESPIRITUAL COLECTIVO
El tesoro espiritual colectivo, que representa el patrimonio acumulado de
relatos orales, se encuentra amenazado, pues “cada anciano o narrador
que se muere, es un libro que se cierra” [1] . Se hace indispensable por
tanto, un conjunto de esfuerzos redoblados que contribuyan, no solo a su
conservación utilizando los medios técnicos disponibles, sino también a
imprimirles una nueva dinámica, lo cual implica inclusive, una redefinición
del concepto de comunicación cultural, que reconozca el valor creativo de la
palabra viva cuando lleva el sello identificador de su cultura de referencia, y
al mismo tiempo comprometa una actitud diferente del investigador y del
creador.
En la investigación histórica de las regiones del Caribe, así como en la
creación literaria, hay muchos ejemplos significativos de ese cambio de
actitud sugerido, en los cuales el investigador o el escritor se compenetran
con el narrador oral y referenciados en textos escritos y estructuras
formales y técnicas de la cultura oficial, logran la construcción de un
discurso o una obra más vital y en sintonía con la realidad, que de ese
modo, se siente reflejada en él.
[1] . Expresión de Manuel Zapata Olivella
A manera de ejemplos se pueden citar muchos casos como: la Historia
Doblede la Costa , de Orlando Fals Borda; el estudio de Historia Local,
adelantado por la Universidad de Cartagena con los auspicios de
Colcultura, PNUD y PNR[1] y los estudios regionales hechos por el
CORPES C.A. que concluyeron con el documento del Mapa Cultural del
Caribe Colombiano, en el campo histórico y en literatura, la colosal obra
de Gabriel García Márquez, uno de los escritores más leídos en todo el
mundo, traducido a más de veinte idiomas, la cual se alimenta en la fuente
primigenia de los relatos orales de sus abuelos y habitantes de Macondo.
Los tres primeros ejemplos, son clara muestra del papel que la oralidad
puede jugar cuando se trata de hacer investigación para construir el
discurso de la historia local y regional -especialmente la historia reciente- y
no se dispone de fuentes escritas, porque estas no existen en el contexto
de una cultura ágrafa que tiene las raíces de su memoria en las fuentes
orales de testigos, protagonistas y co-protagonistas , que a fuerza de
repetición y decantación, aún conservan viva la llama de sus recuerdos.
[1] . La metodología y experiencia de este estudio realizado en todo el país,
fueron recogidas en el libro “Contra el caos de la desmemoriación”,
Bogotá: PNUD-PNR-Colcultura, 1990.
En la creación literaria por su parte, el trabajo oral de contar la historia una
y otra vez, para irla decantando y afinando, juega un papel clave en la
calidad de la obra final. Al respecto, Gabriel García Márquez, dice que “Lo
que más me gusta, es inventar la historia y contarla. Escribirla es lo
más difícil y debería ser labor de otros, como ocurre en el cine”. Y
sobre esto mismo, uno de sus amigos y confidentes, el periodista José Font
Castro, comenta que: “La mayoría de sus libros han sido creados al lado de
Mercedes y en cierto modo enriquecidos por ella, que a veces conserva
más frescos algunos recuerdos de muchos de los dichos y de los mitos y
leyendas que ambos escucharon de labios de las viejas en los días de su
niñez”[1] .
Pero así como Gabo, muchos otros escritores contemporáneos, han
cimentado los fundamentos de su obra a partir de la oralidad de su medio,
que de alguna manera se ha visto recreada en cuentos, novelas, poesía,
ensayo, canciones, obras teatrales y muchas otras formas de escritura.
Patrick Chamoiseau, un joven escritor de Martinica, premio Goncourt 1992,
con su novela Texaco y autor de una obra profundamente representativa de
la cultura caribeña o antillana, que él califica en parte, como “teatro
contado”, se propone crear una obra literaria que contribuya a la
recuperación de los valores autóctonos de su cultura criolla; así lo demostró
en su obra ÉlogedeCréolité (elogio del criollismo, de ahí que su producción
literaria se enmarque en su contexto vivencial; permitiendo vislumbrar una
especial sensibilidad por la riqueza que encierra y por todo lo que
constituye la forma de vivir, de pensar, de actuar y de ver el mundo su
pueblo. Igual tendencia encontramos en su compatriota Édouard Glissant,
cuyas novelas se adentran en los caminos de la herencia caribeña y el
guadalupeño Daniel Maximin, quien a través de su obra explora aspectos
de la identidad negra.
[1] . Al respecto de la obra de García Márquez, como reflejo de la oralidad,
puede verse el artículo “Cien años de Soledad. Sorpresas y perpetuidad del
realismo mágico”, de Pedro Acosta, publicado EL HERALDO Dominical,
Barranquilla, 7 de septiembre de 1997 p.p. 8-9
Chamoiseau, trabaja referenciado por eso que se ha concebido en el marco
de la literatura francófona del Caribe, y acuñado bajo el término oralitura,
para referirse a la expresión artística de la literatura oral, representada en
los cuentos, proverbios, adivinanzas y relatos orales del pueblo; cuya
elaboración implica un trabajo arduo que permita llegar al lector sin
detrimento del sentimiento y la expresión criollas, por eso se revela fiel a sí
mismo, a su concepción de la realidad de su pueblo y a la búsqueda de su
identidad. Pero ante todo, en la obra de este joven autor, por su temática,
estructura y lenguaje, se da una conjugación de la oralidad con las técnicas
modernas de escritura, lo cual revela un camino a seguir en el proceso
reivindicatorio de este mosaico cultural que es el Caribe[1] .
Otro caso interesante en el área del Caribe es el del sociólogo y poeta
jamaiquino Linton Kwesi Johnson, quien a pesar de haberse trasladado a
Inglaterra desde la edad de 11 años, y haber desarrollado su formación en
el medio urbano londinés, ha desarrollado una significativa labor como
poeta en cuya obre sobresale la influencia de la oralidad y la presencia de
la música de su natal Jamaica. Johnson resalta el valor oral de la poesía y
sus vínculos con la música. Su obra le ha permitido la grabación de varios
discos y la participación en películas documentales.
[1]. CORTÉS R., Rosalía. De Solibó a Chamoiseau. De la oralitura a la literatura. En: EL ESPECTADOR, Magazín Dominical No. 683-16 de junio de 1996 pp 5-7.
El título de su obra principal es muy diciente respecto al significado que la
oralidad tiene en ella: "Voces de los vivos y los muertos". Acerca de la
influencia de la oralidad en su obra él mismo destaca que "mis poemas
pueden verse como chatos en la hoja. Bueno, esto se debe a que realmente
son poemas orales. Fueron escritos, en definitiva, para ser leídos en voz
alta, en la comunidad". La misma ortografía inglesa de sus poemas apunta
a denunciar su ligación con los usos coloquiales y la importancia concedida
a la música popular, como puede observarse en el siguiente fragmento:
"Outta dis rock / shall come/ a greena riddium/ even more dread/ dan what/
de breeze of glory bread" (de este rock/ saldrá/ un ritmo aún más verde/ y
meterá más miedo/ que aquel/ que provocó el soplo de la gloria).
La lógica seguida por Johnson en la estructuración de su obra, permite
recordar que la conciencia oral es de naturaleza holística y como tal,
adquiere capacidad organizativa del mundo como un todo. A diferencia de
la escritura, en ella el saber es colectivo e integrador, no es exclusivo de
una sola persona o de un grupo de personas; esto hace que el discurso
oral, de alguna manera, no esté conformado por una textualidad de carácter
conceptual que busque niveles de profundización y teorización abstracta,
pues esta es más apropiada a la escritura. La oralidad es más bien
anecdotizante, y se expone con sentido espontáneo y fluido, muchas veces
adecuando el discurso a las cambiantes circunstancias.
Por estas razones, la oralidad se sostiene sobre lo real concreto y privilegia
la memoria como uno de sus rasgos fundamentales; es dinámica e
incesante, permanentemente se está enriqueciendo y cambiando, como el
mar o el paisaje, no es como la fotografía, sino como la película, en
permanente movimiento.
Los grandes narradores, no escriben, confían a su capacidad nemotécnica
la permanencia y el flujo del discurso; igual ocurre con los grandes
cantores, poetas populares, y otros creadores y depositarios de la tradición
popular. Por eso, cuando ellos mueren, se va a la tumba un acervo de
información y sabiduría, que si no se recogió mediante algún medio
material, genera un vacío en la memoria colectiva.
Por otra parte, universalmente los mecanismos de aprendizaje de la
oralidad, se fundamentan en la repetición y en la redundancia, como
mecanismo de memorización, lo cual permite que el mensaje viaje de
generación en generación, mediante el canal de la tradición influyendo en
su propia estructura, de tal manera que, como señala Walter Ong, “La
redundancia mantiene eficazmente tanto al hablante como al oyente en la
misma sintonía. Las culturas orales estimulan la fluidez, el exceso y la
verbosidad”.
Pero cuando se trata de una oralidad mediatizada, como en el caso de la
canción folclórica, intervienen algunos elementos complementarios, que
como la consonancia, la duración y la particularidad vocal, que delatan
estructuras previamente concebidas. Estas estructuras aparecen o se
revelan como códigos fijos, con una significación especial. De tal manera
que, como señala el mismo Ong, en su obra Oralidad y Escritura “en la
oralidad las fórmulas ayudan a aplicar el discurso rítmico y también ayudan
a aplicar el discurso mnemotécnico, por derecho propio, como expresiones
fijas que circulan de boca en boca y de oído en oído.
Naturaleza y esencia de la Oralidad
Hay medios en donde domina la voz, los hay también en donde domina la
escritura. Y según estos dos modos, se construyen universos o mundos
culturales diferentes: El mundo engarzado en la oralidad, el otro en la
escritura y de esa manera, sus habitantes decantan la experiencia vital, a
partir de la tradición y la razón como soportes dando origen a los mitos,
leyendas, cantos y cantares, coplería, relatos, narraciones, proverbios,
dichos refranes y paremiología general por un lado y por el otro a la ciencia,
la historia, la literatura y la filosofía.
Pero ambas formas, oral y escrita, tienen una frontera común, que es la
realidad, por eso no pueden ser concebidos como dos compartimentos
estancos y aislados, sin solución de continuidad, sino como dos modos de
expresar o comunicar el mismo mundo concebido. Oralidad y escritura son,
por tanto, dos visiones complementarias de la misma realidad, aun cuando
cada una siga sus propias reglas y ritmos y por eso generan formas de la
realidad cualitativamente diferentes
Lo que se conoce como tradición (de trado-tradere = entregar, trasmitir) oral
u oralidad (de os-oris = boca), es decir, el conjunto de relatos trasmitidos de
boca en boca a través de generaciones sucesivas, en un grupo social
determinado - que en este caso actúa como cultura de referencia-, se basa
en la voz y tiene como condición o característica la fugacidad del sonido en
que se funda la palabra oral. Por eso se dice que la conciencia oral tiene
matices agonísticos, es decir, es de público, y como en el caso de las
competencias, requiere de escenarios en donde se interactúa con otros. No
tiene sentido pues, el habla, la oralidad para sí mismos.
El saber oral y el discurso que lo soporta, es por tanto, de carácter
colectivo, no exclusivo de una sola persona, como suele ocurrir con ciertos
discursos escritos, aunque cada cultura, teniendo en cuenta sus
mecanismos de funcionamiento, hace depositarios o portadores
privilegiados a individuos especiales, que por su posición, reciben la misión
de su salvaguarda y utilización de ciertos discursos en ocasiones
especiales.
En el discurso oral, por otro lado, prima lo anecdotizante y en él no existe
pretensión de teorizar la realidad o de trascendentalizarla, pues sus
características básicas son la espontaneidad, la fluidez y la rapidez con que
se produce. Este discurso da primacía a la acción y al personaje en
movimiento, como se refleja en los actos de narrar, contar o describir; y
muchas veces, cuando estos actos se fijan en algún medio, salen de
contexto y pierden el sentido originario que tendrían al estar en presencia
de sus creadores o portavoces. Los niveles de abstracción -propios del
pensamiento y el discurso escrito-, por tanto, no son su preocupación.
Por otro lado, el creador o compositor de discursos orales, especialmente
de carácter primario, es alguien concreto, que parte de imágenes
determinadas y específicas por eso para él, es muy importante el otro como
interlocutor y destinatario
En el discurso oral se privilegia lo mnemónico, mediante lo cual, utilizando
técnicas naturales, se aplican procedimientos de asociación mental para
facilitar el recuerdo; la memoria es pues su primordial instrumento.
De tal modo que, el pensamiento soportado y expresado en la oralidad, se
vuelve totalizador e incesante, es algo inacabado que permanentemente
puede tener modificaciones y de esa manera, el discurso en cada ocasión
adquiere formas diferentes, aunque la intención comunicativa sea siempre
la misma Se trata por tanto, de un discurso que no toma fotografías para
congelar la realidad de un hecho o momento sino que es como la superficie
del mar, está en perpetuo movimiento.
La oralidad en su conjunto, como componente intangible de la cultura está
conformada por un conjunto de textos, lenguajes, códigos e intercambios
hablados, ligados a comportamientos más o menos estandarizados o
codificados, cuya finalidad básica es mantener en el tiempo, una
determinada concepción de la vida, la experiencia colectiva y una visión del
mundo.
Vistos de otra manera, la tradición oral comprende un conjunto de
elementos culturales, sin los cuales el individuo estaría abandonado a su
propia soledad, a la ausencia de sí mismo y posiblemente al desespero
generado por el aislamiento y la ausencia, al carecer de elementos que le
pongan en comunión con otros, con quienes se comparte el sentido de las
cosas.
Gracias a la existencia de una tradición oral en las culturas de los pueblos,
se han mantenido vivos y transmitidos en la memoria colectiva, mitos,
leyendas, epopeyas e historias reales, así como la sabiduría popular que
alimenta las raíces del mundo de la vida. En medio de la cultura escrita de
la sociedad actual, esta tradición se mantiene mediante los cuenteros o
cuenta cuentos, los relatos infantiles y cuentos populares, los cantos y
cantares populares.
Estamos hablando naturalmente, de algunas culturas especiales del mundo
contemporáneo, como la caribeña y la andina, tan impregnadas de oralidad,
pues sin ella difícilmente subsistirían como cultura[1] . Culturas estas, que
aunque posean de alguna manera la escritura, ésta no ha logrado los
niveles de desarrollo requeridos para desplazar la oralidad, que ha
alcanzado formas elevadas, más allá de las simples expresiones primarias,
y ha construido particulares formas mediatizadas, como las canciones
populares, lo cual le da mayor fuerza y consistencia como parámetro
cultural.
Algunas de estas expresiones populares de la oralidad, que se mantienen
vivas en el mundo hispanoamericano, son por ejemplo: el punto cubano, el
galerón llanero, la guajira andaluza, el zapateao jarocho, la mejorana
panameña, el punto canario o la décima colombiana. En todas ellas está
vigente una forma de oralidad, que por ser tan local y específica, es decir,
tan identitaria de una cultura ancestral, no ha caído en manos de los
comercializadores de cultura o también sus creadores, con razones válidas
se resisten a comercializarla.
[1] En territorio del Caribe Colombiano, aun subsisten 13 etnias o grupos
indígenas, con una población equivalente al 5% del total regional, la mayoría de
las cuales conservan su lengua original, o sea que, el soporte de la transmisión
de su cultura es la oralidad, ya que son culturas totalmente ágrafas, aunque en
algunos casos comienzan a hacerse estudios sobre su gramática; pero son
pocos sus miembros que la saben escribir.
Se trata de culturas de un marcado conservadurismo, en las cuales la
fuerza de la repetición es lo que imprime la condición de permanencia a los
discursos y textos orales aprendidos, pues de otra manera desaparecerían
[1] . Toda innovación que no represente alguna utilidad para el colectivo es
rechazada, pues se considera un factor amenazante para la integridad e
identidad del grupo; estos pueblos sin escritura, o al menos sin dominio de
ella, no solo son tradicionalistas, sino altamente conservadores y por eso
confían más en la palabra hablada que en la escrita y de acuerdo con ella,
tratan siempre llevar el ritmo de su vida social.
Caso similar sucede en las culturas grafológicas, es decir, en aquellas en
las cuales predomina la palabra escrita como referente cultural. En ellas la
palabra hablada no tiene el carácter permanente que tiene en las culturas
orales y en torno a la palabra sin soporte material, se genera una aureola
de desconfianza y se le infravalora.
Sin embargo, vale la pena considerar aquí, el caso especial de una nación
incluida en la categoría de las grandes naciones civilizadas y con una
amplia tradición de cultura escrita, como lo es Francia. Allí las estadísticas
señalan que hacia 1980, se componían cerca de diez mil canciones por
año. Si cada canción dura en promedio tres minutos para ser escuchada,
esto significa 30.000 minutos, o sea, 500 horas, que equivalen a veinte días
largos de audición, equivalentes a una hora y 20 minutos diarios de
audición durante los 365 días del año, lo cual ya representa una masa
considerable de información oral, aunque por el disco, ya ha sido
mediatizada.
[1]. Cfr. al respecto: ONG, Walter. Oralidad y escritura. México: Fondo de Cultura Económica, 1987,
p 47.
A propósito de masa de información, la canción popular se convierte en los
últimos años en una forma viva y colectivamente funcional de oralidad; y
nada nos puede llevar a pensar que un país como Francia, con todo lo
civilizada que se pueda considerar, se sustraiga del manejo de esta forma
de oralidad o sea la excepción.
Frente a este panorama, qué decir de la vitalidad y funcionalidad de la
canción popular en regiones del mundo como el Caribe, tan rico en géneros
y variantes, que en el caso colombiano produce diversidad de géneros
como el vallenato, la cumbia, el porro, la tambora, las gaitas sabaneras y
serranas, el bullerengue, el chalupa e innumerables formas del canto de
laboreo y supervivencias indígenas, que aún se mantienen vigentes y
cumplen funciones múltiples en el marco contextual de la cultura de
referencia.
Desde la perspectiva académica, la realidad nos dice que entre el
investigador y la palabra viva parece que se hubiera establecido una
barrera infranqueable, o que el investigador y también el escritor
considerado académico, contagiados por la actitud clásica de la cultura
occidental, hubieran perdido la estimación, el respeto y el gusto por la
oralidad, apartándola de sus intereses intelectuales y académicos, como
referente de su personalidad básica de investigador o escritor , admitiendo
solo productos culturales, bajo la forma escrita, lo que le crea serias
dificultades para reconocer la validez lógica, ética y estética de todo aquello
que de intención o de hecho, no se encuentre bajo la forma escrita, pues
por el refinamiento de las técnicas de escritura en los últimos siglos, su
sensibilidad automáticamente rechaza cualquier aparente mediación de la
expresión verbal.
Se niega de esa manera la posibilidad de acudir y aprovechar un recurso
incalculable, cuya recreación por medio de la escritura, constituiría fuente
permanente de nuevas inspiraciones y creaciones. Porque la palabra
fundada en la voz, tiene una fuerza comunicativa que le otorga carácter
telúrico; es la vida misma puesta en escena; además de comprender todo
un mundo de representaciones y significados, que para la historia, por
ejemplo, posibilitan un acercamiento a la realidad, desde una óptica
diferente, pues a pesar de estar untada de lodo, de hierba y en general de
naturaleza, la palabra oral, es también aprehensión vivencial total, del
universo y en consecuencia, un modo particular de conocimiento, similar al
arte, la ciencia, la literatura y la filosofía, pero hecho con plena libertad, que
por ejemplo en el mito, le permite al hombre jugar a la plenitud en la vida
eterna, vencer a la muerte y construir su propia resurrección. Ninguna forma
de cultura escrita, ofrece al hombre tanta posibilidad de expresión libre y
creadora; además de aportar otros datos significativos y diferentes sobre lo
existente.
Reflexiones sobre la situación
Revaloración de la oralidad
Lo que se acaba de señalar, como revaloración de la oralidad en busca de
lograrle un posicionamiento de consideración en la cultura, antes que
epifenómeno circunstancial de una época, representa más bien un cambio
del paradigma que rige nuestra percepción y la evolución de nuestro
pensamiento.
Ya Marshall Mc Luhan, con su libro La Galaxia de Gutemberg, había
iniciado desde 1962 una reflexión sociológica y filosófica que más adelante
llamaría la atención de muchos investigadores sobre el asunto. Su punto de
vista para orientar la reflexión es bastante conocido y se condensa en el
principio de que:
“Un mensaje no se reduce a su contenido manifiesto, sino que
comporta otros contenidos latentes, que emanan de la propia
naturaleza del médium que lo transmite”.
Lo cual nos permite aseverar que la introducción y difusión de la escritura
en una cultura determinada, corresponde a un cambio simultáneamente
mental, económico y estructural, por tanto -y aquí nos acogemos al
postulado de Mc Luhan -, habría oposición entre la civilización de cultura
oral y la de cultura escrita[1] .
[1] Cf. ZUMTOR, Paul. Permanência da voz. En: A palavra e a escrita. O
Correio da Unesco. Ano 13 No. 10 Brasil 1985. pp 4-8
En la cultura oral el hombre mantiene contacto directo con los ciclos de la
naturaleza, interioriza su experiencia de la historia y conceptualiza su
contenido en una idea cíclica del tiempo, por eso sus acciones están
determinadas por las normas del grupo. Al mismo tiempo que traduce esas
experiencias en textos orales que construye y consume, como un medio
para satisfacer necesidades comunicativas íntimas de su espíritu individual
y colectivo, y en esa concepción cíclica de la historia, no hay disyunción
entre pensamiento y acción, ni abstracciones que debiliten el poder del
lenguaje, ni concepciones lineales del tiempo, individualismo, racionalismo
o burocracia, todo es unidad, totalidad.
La dicotomía entre lo oral y lo escrito para el investigador de hoy , solo se
puede sostener en la medida en que por contraste, se aclare la realidad
concreta, casi siempre colocada en un lugar intermedio entre los dos
extremos, que revelan en la práctica ser graduales, pues cada situación
cultural presenta sus propias características, lo cual no excluye la
posibilidad de acercamiento y colaboración entre quienes manejan los dos
tipos de expresión. "Tanto la tradición oral como la tradición escrita,
digamos aquí la literatura, acuden a la relación para decir el mundo,
decantar la experiencia de vida y dar lugar a la memoria[1] ".
[1] . VALENCIA CUELLAR, Jorge Iván. Oralidad y escritura. En Revista
Colombiana de Folclor, No. p. 171.
Desde el punto de vista metodológico, es muy importante
distinguir claramente la existencia de los diferentes tipos, niveles o
situaciones de oralidad, con el fin de prever el tratamiento formal
que le debe dar en razón del análisis real de su valor lógico como
fuente de información.
Al respecto anotamos que se pueden distinguir y señalar varias
situaciones, aunque la distinción entre ellas muchas veces no sea
tan clara. Básicamente y de modo general, se puede hablar de
cuatro tipos de oralidad:
· Oralidad Primaria:Es aquella que por no haber entrado en contacto con
ningún tipo de escritura o haber sido mediatizada por otros elementos, se
mantiene en estado primitivo, sin ningún tipo de elaboraciones,
evaluaciones conceptuales o tratamientos de uso técnico. Se le encuentra
en comunidades que han tenido un mínimo o ningún contacto con la cultura
de los textos escritos. Ejemplos de ello nos encontramos en la región en las
culturas aborígenes como la de los Kogui de la Sierra Nevada y los Yuppa
del Perijá, o la Embera Catío del Sinú; lo mismo que en muchas tribus de la
Amazonía y Orinoquía colombiana y suramericana.
La oralidad primaria es característica de una sociedad de cultura basada en
la voz, constituida como fuerza dinámica fundamental, con la función
esencial de crear y preservar los valores comunes. Los textos orales
producidos en estas culturas, no son fácilmente categorizables o
catalogables y el solo hecho de grabarlos o representarlos bajo cualquier
forma mecánica, ya altera su naturaleza, del mismo modo que la fotografía
de una persona representa un rostro vivo, pero de manera diferente a su
propia realidad.
Aun cuando la escritura se difunda en una sociedad, la oralidad primaria
puede seguir subsistiendo y evolucionar por mucho tiempo según sus
propias leyes. Un buen ejemplo de ello es lo que se percibe en la cultura
Caribe, en donde a pesar de todo, se mantienen vigentes las diferentes
formas de oralidad.
Oralidad Secundaria . Es aquella en la cual la palabra hablada se
desarrolla a partir de algún tipo de escritura, o sea que, la voz expresa lo
que ya de alguna manera estuvo escrito. En este caso, la palabra escrita
precede tanto en hechos como en imaginación a la palabra hablada. El
mejor ejemplo de ello lo encontramos en el poema épico de José
Hernández, Martín Fierro, que fue escrito como una obra erudita , pero que
el pueblo Gaucho -para el cual la oralidad es su principal fuente de
comunicación cultural -, lo convirtió en opera prima de su literatura
cotidiana; y ese clásico de la literatura latinoamericana, entra en el
repertorio de los payadores del Río de la Plata , quienes lo popularizan
entonando sus versos acompañados por la guitarra o en los narradores
campesinos de las pampas; un ejemplo bastante difundido en la región
Caribe, es el de las décimas, como La Gran Miseria Humana, que
inicialmente fue un texto escrito, del cual se apropiaron los decimeros y lo
popularizaron convirtiéndolo en un texto de amplia dinámica oral. Yo
recuerdo mucho al mejor cuentero y narrador oral de mi pueblo natal, era
ciego, pero en las noches de luna llena nos deleitaba a grandes y chicos,
refiriéndonos y recreando los interminables cuentos de Las Mil y una
Noche, que nunca logré saber cómo las aprendió, pues era ciego de
nacimiento; pero gracias a ello, varias generaciones de mi pueblo,
conocimos esta obra clásica de la literatura universal cuya traducción más
antigua data del siglo IX -origen estuvo en los relatos orales, cuentos,
anécdotas y fábulas de varios países, como India, Persia, Arabia y Egipto-,
mucho antes de tener la oportunidad de leerla en un texto escrito.
Oralidad Mixta: Es aquella que coexiste con la escritura en un contexto
sociológico en donde la influencia de esta es parcial, externa y de efecto
lento. Ejemplos de este tipo de oralidad es el que se encuentra en muchos
centros urbanos y ciudades, en donde se combinan o coexisten lo oral y lo
escrito en una simbiosis de mutuas influencias.
La oralidad mixta y la secundaria se subdividen en una diversidad de
matices, dependiendo de los grados de diseminación y del uso que se le
vaya a dar, lo mismo que de la diversidad social y cultural en la cual se
referencian.
· Oralidad Mediatizada: Es la que nos llega a través de los medios de
comunicación de masa y bajo formas técnicas o tecnológicas, de orden
magnético y electrónico como la radio, el disco, el cassette, el CD, que
posibilitan una coexistencia con la oralidad secundaria y la mixta. Algunos
ejemplos de ello están en El Flecha y El Pachanga, los cuentos de David
Sánchez Juliao; los videos y los programas de radio y de televisión a través
de los cuales llega una manifestación oral que ha sido fijada en un medio, a
públicos y auditorios diferentes al de su cultura de referencia; También se
incluyen aquí las innumerables canciones grabadas en compact disc,
cassettes, cintas y acetatos. En este sentido, la canción popular, es el mejor
ejemplo de oralidad mediatizada, que sin un soporte escrito, nos está
siendo ofrecida por el medio a cada instante.
La oralidad como fuente
Los textos escritos (documentos textuales o literales, marcas simbólicas,
máscaras, tatuajes, inscripciones, placas, petroglifos, emblemas sociales,
sellos etc.), tienen su propio valor como fuentes de información para la
investigación histórica.
Pero los textos y testimonios orales, también engendran, comportan y
revelan valores que en la interpretación se integran al sentido del texto
transmitido, lo enriquecen y transforman hasta el punto de llegar en muchos
casos a hacerlo significar más de lo que en realidad dice originariamente,
de acuerdo con la intención de su autor, pues se impone al destinatario con
una fuerza de choque no existente en el documento escrito.
Existe el riesgo si -y en esto hay que ser precavidos-, de que la voz, por ser
una imagen arquetípica en el inconsciente humano, imagen primordial y
creadora, energía y configuración de trazos que predisponen a las personas
a ciertas experiencias, sentimientos y pensamientos-, pueda alterar la
apreciación objetiva en el sujeto investigador, ya que por sus mismas
características, la voz o la palabra expresada, se convierte en algo que se
exhibe, y como tal, se entrega virtualmente erotizado, en un acto de
agresión o seducción que comporta la voluntad de conquistar al otro, quien
se somete a ella por el solo placer o el disfrute de la escucha.
Pero, a pesar de ese riesgo, que es necesario correr, el historiador hoy no
puede desdeñar el valor de las fuentes orales en el proceso de construcción
del discurso histórico; sobre todo cuando se trata de analizar la historia
reciente, en culturas como la colombiana, afianzada en su oralidad y
siempre desconfiada de la escritura -o, al menos resistente a someterse a
su dictadura -; en donde protagonistas y testigos de muchos procesos aún
conservan latente la llama de la memoria y la vitalidad de la palabra
hablada.
La oralidad en este microcosmos espiritual y cultural de las diferentes
regiones de Colombia, no solo es una característica de su cultura, sino un
medio de acercamiento a su realidad. El carácter lúdico de nuestra
cotidianidad, permite a la palabra hablada, fluir de modo exuberante y
mantener esa dinámica como garantía de permanencia de la cultura y la
sociedad en el tiempo.
El espacio vital de la oralidad comienza en el ámbito familiar, en donde se
recrea por el uso, hechos, acontecimientos, códigos y lenguajes y en una
circularidad concéntrica, acumulativa y expansiva, se va extendiendo a la
cuadra, la tienda, la calle, la esquina, la plaza, el café o la cantina, al bus,
espacios no restringidos a sus diferentes formas de expresión y en donde
bajo formas muchas veces anónimas, las personas proveen a sus
congéneres de un cúmulo de información que se va recreando, decantando
o enriqueciendo, con la repetición, como en efecto de bola de nieve.
Son espacios para la imaginación y la creatividad, que por fortuna, la
cultura dominante, globalizadora, homogeneizante y unificadora, aún no ha
podido absorber ni silenciar.
Tratamiento de las fuentes orales
La escasez o en muchos casos ausencia de fuentes escritas para historiar
nuestras regiones, especialmente en lo que concierne a épocas recientes,
nos lleva a pensar en la necesidad de acudir a ese gran reservorio de
información que es la oralidad, mantenida por la tradición, como punto de
partida para la recuperación, fortalecimiento y conservación de la memoria
colectiva.
La oralidad es una fuente viva y vital que de modo directo permite un
acercamiento a la cosmovisión, a la mentalidad, a los idearios, a la
fenomenología de la vida colectiva, de un modo diferente a como nos lo
permiten otras fuentes, especialmente las escritas. Por eso la oralidad es
fuente ideal para construir o reconstruir textos, hechos, sucesos y
acontecimientos sobre la historia de la cultura.
En nuestras regiones y en especial en los medios rurales -aunque los
citadinos no escapan de ello-, lo oral convive con la escritura y, aunque
entre estas dos fuentes se crean muchas veces conflictos, -como lo señala
Luis Alfonso Alarcón-, esto no es más “que una batalla simbólica por el
control de la memoria”[1] .
[1] . Cf. ALARCÓN MENESES, Luis Alfonso. Carnaval y tradición. En EL HERALDO Dominical. Barranquilla, 25 de febrero de 1996 pp 10-11.
Construir nuestro discurso histórico y cultural utilizando la oralidad como
fuente, implica un proceso metódico y riguroso, que recoja los testimonios,
los relatos, los textos, los recuerdos orales, los datos y la información
general que bajo diferentes formas nos pueda suministrar la realidad como
parte de su proceso dialogal entre el presente y el pasado y que tiende a
regenerarse y reelaborarse en una dinámica de enriquecimiento constante;
tarea esta que implica disciplina, esfuerzo mental, rigor crítico y
metodológico.
También es necesario recurrir a muchas y diversas fuentes o informantes
que por acumulación cuantitativa permitan dar el salto cualitativo hacia una
información decantada y confiable, mediante una labor heurística que
posibilite llegar a trabajos de síntesis, después del análisis riguroso que
debe caracterizar a toda investigación histórica, porque lo que si no está
permitido en estos casos, es transcribir el texto oral sin beneficio de
inventario, es decir, sin la reelaboración teórica que suministran los
fundamentos filosóficos y epistemológicos implícitos en la formación
metodológica de todo historiador o investigador [1] .
En consecuencia, el testimonio o texto oral no puede asumirse puro, en su
forma original y sin ningún tipo de reelaboración, al contrario, este tipo de
discursos debe ser objeto de confrontaciones críticas, que posibiliten su
corroboración [2]. Y en una actitud de independencia frente a la esclavitud
que representa muchas veces la palabra escrita, se debe aplicar rigor
analítico, sin perder de vista el PARA QUÉ Y PARA QUIÉN es el
conocimiento o el discurso nuevo que se busca elaborar a partir del texto
oral.
[1] . Para ampliar estos conceptos y definir una metodología para la
investigación oral, puede consultarse el ensayo “Historias de vida e historia
oral”, de J.M. Delgado y J. Gutiérrez, incluido en: SANTAMARÍA, Cristina y
MARINAS, José Miguel. Métodos y técnicas cualitativas de Investigación en ciencias sociales. Madrid: Síntesis, 1994. pp 257-285.
[2] . En Colombia, tal vez el ejemplo más evidente de esta forma de
procedimiento, lo represente el sociólogo e historiador Orlando Fals Borda, con
su trabajo de recopilación Historia doble de la Costa , que en cuatro tomos,
recoge la historia del caribe Colombiano, la cual escribe en dos canales:
incluyendo las versiones orales recogidas in situ, y al mismo tiempo
desarrollando el análisis de las mismas, por eso cada página viene por
duplicado.
Si no se recurre a las fuentes orales en este proceso, difícilmente se podrá
llegar a una reconstrucción objetiva de la historia de este país, contada
hasta ahora solo desde la perspectiva triunfalista de los grupos de
dominación y de poder, en donde a los verdaderos protagonistas les son
negados sus derechos y su verdadero papel como actores principales. Una
historia reciente cuyos protagonistas aún viven, permite tener una
aproximación objetiva a la realidad, lo cual es pretensión o aspiración de
todo investigador. Porque oralidad no es mero recuerdo personal
individualizado.
Oralidad es masa de información socializada que, en
cantidades y formas específicas se transmite de generación
en generación, como un reflejo vivo de la realidad histórica
y cultural del pueblo que la soporta y le sirve de sustrato
material.
La historia de Colombia requiere y exige este tipo de enfoques, o el cambio
de perspectiva en la investigación que hasta ahora se ha venido haciendo,
como una manera de poder reconocer las particularidades reales del país y
sus regiones, en el proceso generalizado de búsqueda y construcción de
una identidad nacional, lo cual no ha sido posible gracias a la negación de
la verdadera historia y cultura de este país, hecha desde los círculos
academicistas en donde se ha hecho historia en este país; tendencia que
no solo las niega aquello que cobra fuerza como identidad afirmada desde
las regiones, sino que trata diluir todo intento por construir identidad desde
nuestras particularidades, con base en el sistema de poder que desde la
Constitución de 1886, nos presentó como una República Unitaria, en donde
lo que no contribuyera al concepto monolítico de nación que se pretendía
edificar, era excluido y sofocado como peligroso o sospechoso de atentar
contra la pretendida unidad nacional, pues ni siquiera se le reconoció como
parte de un todo indefinido y abstracto.
De esa manera, a las regiones colombianas se les negó en su verdadera
historia, su cultura, su cosmovisión, sus mentalidades y sus tradiciones
ancestrales, es decir, todo lo que constituye su verdadera identidad. De tal
modo que, en ese proceso de negación de la realidad histórica y cultural del
país desde sus regiones, a estas solo se les reconoció o aceptó, aquello
que sirviera a los intereses o permitiera consolidar las pretensiones
epopéyicas de los grupos de poder, especialmente si ellos tenían relación
de origen con las regiones tradicionalmente emparentadas con los grupos
dominantes, que siempre ha ejercido el poder.
De tal manera que, la reconstrucción de la historia y la cultura del país
desde la perspectiva de las regiones mismas, a partir de la utilización de las
fuentes orales vivas y vigentes en las mismas regiones, retroalimentando
sus tradiciones desde su propia realidad sociocultural, como fuente
insoslayable en el estudio de nuestro pasado, representa un cambio de
paradigma posibilitante de una nueva intelección del ser nacional, desde
perspectivas y caminos diferentes que necesariamente han de conducir a
una historia más objetiva, real, sentida y compartida; y solo una historia de
esta naturaleza, puede ser asimilada por el pueblo e incorporada como
factor de cambio y desarrollo social.
La evolución de la oralidad y la escritura
Desde la aparición del hombre este ha tratado de desarrollar cada vez más
sus métodos o medios de comunicación, por ejemplo, en la era rupestre
fueron los dibujos en las rocas, más adelante empezaron a emitir ciertos
tipos de sonidos hasta que finalmente lograron estructurarlos para así lograr
crear un lenguaje, también más adelante llego la escritura un sistema con el
que se puedo establecer una mejor vida ya que todo se podía estructurar de
una mejor manera también con esta forma de comunicación se pudo ir
archivando descubrimientos muy importantes y que finalmente es lo que
mantiene vivo todos los conocimientos que hoy sabe el hombre, como no se
hubiera podido haber hecho de manera oral, esto se debe, por que ningún
hombre es capaz de almacenar tanta información y con gran cantidad de
detalles, es por eso que aclaro que la escritura la consideramos como el
medio que dio los frutos para lo que hoy tenemos pero no podemos dejar
atrás que toda esta información se hubiera quedado estancada sino se
hubiera desarrollado una habilidad del habla, ya que esta facilitó mucho el
desarrollo del hombre y es así como todo se ha podido transmitir de
generación en generación.
Pero yo me pregunto ¿Cuál de estos dos medios de comunicación nos son
más importantes hoy en día? Con base en esta pregunta puedo asegurar
que no nos es posible escoger uno de estos medios como superior al otro
como suelen clasificarlos muchas personas, pero no es correcto
clasificarlos así por que considero que los dos son realmente muy
importantes para el desarrollo del hombre.
Existen otras formas de clasificar a estos medios como por ejemplo, el
pensamiento de Walter Ong acerca del medio oral que dice que: “existen
dos culturas dentro de esta misma y que son la cultura oral primaria, es
decir, una cultura sin conocimiento en absoluto de la escritura... y una
secundaria que es la que hoy en día llevamos...”
Mientras que por otro lado esta el pensamiento de Olson que dice que: “La
escritura es en principio metalingüística por cuanto es una representación
del lenguaje, y se puede usar un metalenguaje oral para referirse a ciertos
aspectos de la escritura. Y la escritura es metalingüística en el sentido de
que convierte al lenguaje en un objeto.”, podemos darnos cuenta que existe
el pensamiento de que una se da a través de la otra.
Para mi el hombre tiene todo este conocimiento en la medicina,
matemáticas, astronomía, en un sin fin de ciencias gracias no solo a un
medio de comunicación sino a la relación que tienen ambos medios.
Si podemos hacer memoria y recordar un poco de la historia del hombre en
general tanto en sus descubrimientos, en su evolución, como persona e
integrante de una sociedad, nos podemos dar cuenta que el hombre y sus
medios pasaron por varias etapas con las que podemos reflexionar y llegar
finalmente que no siempre fue una más importante que otra.
Por ejemplo el hombre inicio a transmitir información de forma oral y
empezó a establecer reglas de manera oral sin tener conceptos de lo que
transmitían hasta que finalmente llego la escritura y fue así como se tuvo
otro concepto de las cosas pero sin dejar atrás al medio oral que fue el que
logro influir en la vida de las personas de épocas antiguas, un ejemplo claro
podría se la etapa de la era cristiana, en esa época, desde mi punto de
vista la mayoría de las cosas se establecían de una manera oral sin pensar
mucho en lo escrito.
Otro ejemplo fue la creencia en Dios, su palabra era más que la verdad y
todo lo que él decía se creía o se hacia, no había razón de tener que hacer
creer a los demás por un medio de forma escrita para sus seguidores no
era necesario.
Otro claro ejemplo del uso de la oralidad fue la era medieval, en esta época
los integrantes del pueblo seguían lo que su rey les proclamará, sin
reclamar, ni oponerse, fue también aquí donde la escritura da a flote en la
vida cotidiana de las personas cambiando así el pensamiento del hombre
hacia las cosas y fue así como se dan cuenta que se podían estructurar
mejor a través de unas leyes fomentadas bajo una escritura y que
finalmente serviría para sacar a delante al pueblo.
Puedo resumir que los medios de comunicación evolucionaron junto con las
necesidades del hombre, un ejemplo pudiera ser a finales de la era
medieval, los reyes necesitaban informar o establecer los derechos que
tenían las personas o comprobar sus territorios, entre muchas cosas más y
fue así como el hombre empezó a olvidar la importancia de la oralidad que
viene siendo “un sistema simbólico de expresión, es decir un acto de
significado dirigido de un ser humano a otro u otros, y es quizás la
característica más significativa de la especie.” ( Alexandra Álvarez Muro )
Hoy en día las personas nos comunicamos de manera oral pero a lo que
más le damos importancia es a lo escrito, un ejemplo es que no solemos
creer en la palabra de otro hasta que no te firma un “papelito”, es
verdaderamente difícil de creer que el hombre haya perdido ese valor de
creer en los demás, sin embargo la oralidad sigue esperando a que le
demos otra vez esa importancia como la tiene hoy en día la escritura, por
eso quiero concluir que no hay uno más importante que el otro sino que se
nos ha olvidado de que también podemos retomar a la oralidad como un
medio más dentro de nuestra vida cotidiana, es importante considerar que
lo oral se da con bases en la escritura y viceversa así que no existe un
medio mejor otro.
La escritura como evolución
Nuestro tema de estudio es la Oralidad y la escritura y la relación entre
ambas. Seguimos para el presente trabajo los estudios de Olson y de Ong.
Siempre se ha creído que la escritura es una muestra más de la evolución
del hombre camino al conocimiento. La escritura, se cree comúnmente, ha
sido responsable, históricamente, de la evolución de nuevas formas de
discurso que reflejaban un nuevo enfoque o comprensión del lenguaje y una
nueva mentalidad, más subjetiva y reflexiva. Pero si consideramos la
escritura como un paso de esa evolución y celebrarla es a la vez considerar
la Oralidad como inferior, como algo que hay que superar y de ser
necesario erradicar.
En este tipo de pensamiento quedan encubiertos varios errores de fondo
con respecto al tema.
Se termina adjudicando a los que saben leer características "superiores"
que también están presentes en sociedades ágrafas.
Hay culturas que tienen escritura pero no está relacionada con la
modernidad ni considerada como superior a la Oralidad
No hay diferencias sistemáticas entre las estructuras léxicas, sintácticas o
de discurso de la producción oral y de de la escrita.
Si bien las premisas a partir de las cuales extraían conclusiones los
miembros de distintas culturas eran diferentes, los procesos lógicos en sí
mismos no lo eran, y la cultura escrita per se no tenía ningún efecto
apreciable sobre las soluciones propuestas para esos problemas.
Ong dice que es "tiempo de retirar la hipótesis de la cultura escrita" y por
eso se encarga de reformularla y limar sus asperezas para volverla
defendible en sus aciertos. Esta hipótesis de la cultura escrita no es sólo la
capacidad de leer y escribir de un individuo sino que es más general y se
refiere a la competencia general requerida para tomar parte en una
tradición de escritura. Las condiciones para que se concrete esta cultura
escrita incluyen cuatro factores:
- Debe haber algún mecanismo para "fijar" y acumular textos. El principal
medio para fijar textos es un sistema de escritura. Es cierto que los textos
pueden fijarse también mediante la Oralidad apoyándose en el ritmo, la
métrica y las expresiones formulares. Pero la escritura tiene una enorme
ventaja en tanto permite acumular una cantidad de textos que excede en
mucho la capacidad de almacenamiento de cualquier experto individual.
- Debe haber instituciones para usar los textos. El desarrollo de la cultura
escrita requiere algunas instituciones que utilicen los textos: la iglesia, la
corte, el gobierno, la academia, la familia. De hecho, la cultura escrita es un
factor de enorme importancia para la especialización y la diferenciación de
esas instituciones.
- Debe haber instituciones para incorporar aprendices a esas instituciones.
Entre éstas se cuentan la familia, la iglesia y, sobre todo en las sociedades
con cultura escrita, la escuela.
- El más importante de los factores es que debe desarrollarse un
metalenguaje oral, ligado a un "lenguaje mental", para hablar y pensar
sobre las estructuras y los significados de esos textos acumulados y sobre
las intenciones de sus autores y su interpretación en determinados
contextos. Este metalenguaje es el que permite a quienes hablan y escriben
referirse a un texto, a sus propiedades y su estructura, así como a su
significado y su apropiada interpretación. Ong plantea cuatro hipótesis
sobre el vínculo de la cultura escrita y el pensamiento
La hipótesis de la modalidad: ojo por oído
McLuhan (1962) fue uno de los primeros en opinar sobre este vínculo entre
cultura escrita y pensamiento. La escritura puso, según él, en juego una
modalidad sensorial estrechamente asociada con el espacio; el ojo venía a
sustituir al oído.
Se observó que cuando los niños empiezan a revisar sus textos, comienzan
a escribir de un modo más complejo. A partir de los 12 años las
producciones orales y escritas divergen, mostrando las escritas un mayor
grado de complejidad estructural, cuando hasta esa edad producían textos
orales y escritos en los que no había ninguna diferencia.
En adultos, la presencia del texto escrito permite repasar, releer, revisar.
Las revisiones sobre un texto leído van más a la estructura básica del texto
que las que se pueden hacer sobre un texto escuchado, que apuntan más a
lo superficial.
Estas observaciones hicieron suponer que la visión permitió un avance en
el tipo de pensamiento. En parte es cierto el cambio pero es falso el
avance. El pensamiento cambió su forma, mutó en otra cosa pero no por
eso es mejor. Es injusto, además, pretender estudios exhaustivos de un
discurso oral en una cultura como la observada que fue educada en esta
cultura escrita. Es muy diferente –y no por ello inferior - la estructura mental
de un pueblo oral de la de uno con cultura escrita.
Pero no está claro que existan efectos cognitivos específicos que se
asocien exclusivamente con los procesos visuales de leer y escribir. La
fórmula "ojo por oído" de McLuhan es una metáfora y no una explicación de
las implicaciones de la cultura escrita.
La hipótesis del medio: el habla y la escritura como formas distintivas
de discurso.
De acuerdo con esta hipótesis, las implicaciones cognitivas de la cultura
escrita surgen no sólo de usar el ojo (la modalidad) sino de aprender a
aprovechar los recursos de este medio de comunicación con sus géneros
especializados. Estos géneros se especializan para cumplir determinadas
finalidades:
- Alfabetización: para recuperar información,
- Categorías y listas: para organizar la información,
- Ficción: para entretener,
- Prosa ensayística: para examinar las implicaciones de una exposición,
otros.
Y además ha cambiado el destinatario de este discurso. Ya no se trata de
los primitivos auditorios orales sino de una extensa red de lectores, unidos
sólo por su acceso a estas formas de discurso.
Pero las funciones que cumplen estas formas de discurso, incluyendo las
de describir, explicar, ordenar, prometer, recordar y demás, tienden a ser
comunes a todas las culturas humanas, y las formas escritas especializadas
quizá tan sólo suministren otros medios posibles para alcanzar los mismos
fines.
La hipótesis de las destrezas mentales: aprender a pensar como un lector o
escritor
Esta hipótesis soslaya las objeciones formuladas a las dos anteriores pues
admite que esas destrezas son transferibles entre los distintos medios y
modalidades. Así, el conocimiento adquirido al leer y escribir puede
aplicarse al hablar y al escuchar; habiendo aprendido a descomponer en
letras las palabras escritas, uno podría pasar a dividir en sonidos las
palabras habladas. Habiendo aprendido a reconocer las palabras presentes
en textos escritos, se podría pasar a reconocer las palabras presentes en
su habla. Y habiendo aprendido a leer un texto y analizar sus implicaciones,
se podría llegar a tratar una emisión como si fuera un "texto" y someterla al
mismo tipo de análisis, y así sucesivamente.
Pero hoy en día está prácticamente confirmado que las destrezas de la
cultura escrita pueden ser transmitidas y adquiridas, al menos en parte,
oralmente. Las destrezas en cuestión, aunque propias de la cultura escrita,
se desarrollan a través del medio oral. Por ejemplo, los maestros emplean
un modo de hablar que contribuye a desarrollar una orientación propia de la
cultura escrita. Por consiguiente, el carácter directo del vínculo entre la
práctica concreta de leer y la adquisición de destrezas propias de la cultura
escrita es, por cierto, indirecto.
La hipótesis metalingüística: convertir al lenguaje en un objeto de
pensamiento y discurso
Si la capacidad de usar el lenguaje es la "capacidad lingüística", la de
reflexionar sobre el lenguaje usado es la "capacidad metalingüística". Si
hablar y escuchar son capacidades primariamente lingüísticas, entonces la
lectura, siendo una actividad secundaria, depende de la conciencia que
tenga el lector de esas actividades primarias.
El vínculo entre la cultura escrita y la conciencia metalingüística surge del
hecho de que al leer, y especialmente al escribir, el lenguaje puede
convertirse en objeto de pensamiento y análisis.
La cultura escrita y la metalingüística
La propuesta de Olson es que la escritura es, por naturaleza, una actividad
metalingüística.
Existe, además de las relaciones de representación entre el lenguaje y la
escritura, un metalenguaje oral que consta de términos como "letras",
"palabras", "oraciones", "relatos", "ensayos" y demás, para referirse a
aspectos de la forma escrita.
Hay cuatro niveles de análisis:
1. El mundo de los objetos
2. El lenguaje oral que toma al mundo como su objeto (forma
lingüística de conciencia del mundo)
3. La escritura que toma al lenguaje oral como su objeto
(conciencia lingüística)un metalenguaje oral que
4. Toma a la escritura o a cualquier otro aspecto de una
emisión o texto como su objeto (conciencia metalingüística).
La escritura es en principio metalingüística por cuanto es una
representación del lenguaje, y se puede usar un metalenguaje oral para
referirse a ciertos aspectos de la escritura. Y la escritura es metalingüística
en el sentido de que convierte al lenguaje en un objeto.
El metalenguaje oral puede dirigir la atención hacia las características de la
ortografía, convirtiéndola en un objeto de discurso, mientras que la
ortografía, por sí misma, convierte al lenguaje en un objeto del que se tiene
conciencia. Pero el metaleguaje oral tiene una ventaja adicional. El
metalenguaje oral no está limitado a la cultura escrita. Por ejemplo, existe
también un metalenguaje más complejo que se emplea para referirse al
lenguaje, parte del cual es compartido por el habla y parte del cual está
especializado para la escritura. Este metalenguaje incluye conceptos
verbales como contar, decir, preguntar, y conceptos nominales como
cuento, charla, canción y otros semejantes. Estos conceptos, de manera
similar a la escritura, convierten a algunas estructuras verbales en objetos
del discurso.
Olson introduce dos niveles de estructura metalingüística:
El sistema de escritura que marca, y por lo tanto representa, los aspectos
de la estructura lingüística. Incluye distinciones entre sonidos,
representados por letras; distinciones entre palabras, representadas pro
espacios; distinciones entre cláusulas, representadas por la puntuación;
distinciones entre elementos temáticos, representados por oraciones y
párrafos, y distinciones entre tipos de discurso, representados por géneros.
El metalenguaje oral para referirse al contenido del texto.
Pero hay que reconocer, dice Olson, que la escritura no es el único medio
de convertir al lenguaje en un objeto de discurso. Todo lenguaje contiene
un metalenguaje. Todas las lenguas poseen términos para referirse a lo que
se dijo y a las distintas formas de discurso como cuentos, plegarias y otros.
Pero si bien los conceptos metalingüísticos no son exclusivos de las
sociedades con cultura escrita, la escritura en estas sociedades tiende a
utilizarslos más que el habla.
La cultura escrita y el pensamiento
El lenguaje se usa para representar el mundo; permite refelxionar sobre el
mundo y tomar conciencia de él. La escritura se usa para representar el
lenguaje; permite reflexionar sobre el lenguaje y tomar conciencia de él. Al
manejar lenguaje escrito, ya sea al escribirlo o leerlo, se toma conciencia
simultáneamente de dos cosas: del mundo y del lenguaje.
La conclusión es que así como el lenguaje es un mecanismo para "fijar" el
mundo de un modo que lo convierte en objeto de reflexión, la escritura "fija"
el lenguaje de manera de convertirlo en objeto de reflexión
La Oralidad del lenguaje según Ong
La capacidad de leer y el pasado oral
El magno despertar al contraste entre modos orales y escritos de
pensamiento y expresión tuvo lugar no en la lingüística sino en los estudios
literarios, partiendo claramente del trabajo de Milman Parry (1920-1935)
sobre el texto de la Ilíada y la Odisea, llevado a su terminación, después de
la muerte prematura de Parry, por Alber B. Lord, y complementado por la
obra posterior de Eric A. Havelock y otros.
Pero antes de abordar los descubrimientos de Parry en detalle, es
necesario plantear por qué el mundo erudito tuvo que volver a despertar el
carácter oral del lenguaje. Parecería ineludiblemente obvio que el lenguaje
es un fenómeno oral. Dondequiera que haya seres humanos, tendrán un
lenguaje, y en cada caso uno que existe básicamente como hablado y oído
en el mundo del sonido. En todos los maravillosos mundos que descubre la
escritura, todavía les es inherente y en ellos vive la palabra hablada. Todos
los textos escritos tienen que estar relacionados de alguna manera, directa
o indirectamente, con el mundo del sonido, el ambiente natural del lenguaje,
para transmitir sus significados. Podemos llamar a la escritura un "sistema
secundario de modelado", que depende de un sistema primario anterior: la
lengua hablada. La expresión oral es capaz de existir, y casi siempre ha
existido, sin ninguna escritura en absoluto; empero, nunca ha habido
escritura sin Oralidad
Pero lamentablemente se ha tendido a considerar las creaciones orales
como variantes de las producciones escritas; o bien como indignas del
mundo especializado serio.
Salvo en las décadas recientes, los estudios lingüísticos se concentraron en
los textos escritos antes que en la Oralidad por una razón que resulta fácil
comprender: la relación del estudio mismo con la escirtura. Todo
pensamiento, incluso el de las culturas orales primarias, es hasta cierto
punto analítico pero el examen abstractamente explicativo, ordenador y
consecutivo de fenómenos o verdades reconocidas resulta imposible sin la
escritura y la lectura. Los seres humanos de las culturas orales primarias,
aquellas que no conocen la escritura en ninguna forma, aprenden mucho,
poseen y practican gran sabiduría, pero no estudian.
Cuando el estudio se hace posible con la incorporación de la escritura, a
menudo una de las primeras cosas que examinan los que saben leer es la
lengua misma y sus usos. Por ejemplo, la retórica en esencia se refería al
discurso oral, aunque siendo un "arte" o ciencia sistematizado o reflexivo,
la retórica era y tuvo que ser un producto de la escritura. Después de
pronunciar el discurso, no quedaba nada de él para el análisis. Lo que se
empleaba para el "estudio" tenía que ser el texto de los discursos que se
habían puesto por escrito, comúnmente después de su declamación y por lo
regular mucho más tarde.
La concentración de los especialistas en los textos tuvo consecuencias
ideológicas. Con frecuencia prosiguieron a suponer que la articulación
verbal oral era en esencia idéntica a la expresión verbal escrita con la que
normalmente trabajaban, y que las formas artísticas orales en el fondo sólo
eran textos, salvo en el hecho de que no estaban asentadas por escrito.
Tenemos un término como "literatura", que básicamente significa "escritos"
para cubrir un cuerpo dado de material escrito pero no contamos con
ninguna palabra o concepto similarmente satisfactoria para referirnos a una
herencia meramente oral.
Ong llama Oralidad primaria" a la Oralidad de una cultura que carece de
todo conocimiento de la escritura o de la impresión. Es "primaria" por el
contraste con la Oralidad secundaria" de la actual cultura de alta tecnología,
en la cual se mantiene una nueva Oralidad mediante el teléfono, la radio, la
televisión y otros aparatos electrónicos para que su existencia y
funcionamiento dependen de la escritura y la impresión.
La escritura hace que las "palabras" parezcan semejantes a las cosas
porque concebimos las palabras como marcas visibles que señalan las
palabras a los decodificadores: podemos ver y tocar tales "palabras"
inscritas en textos y libros. Las palabras escritas constituyen remanentes.
La tradicioón oral no posee este carácter de permanencia.
Aunque las palabras están fundadas en el habla oral, la escritura las
encierra tiránicamente para siempre en el campo visual. Una persona que
ha aprendido a leer no puede recuperar plenamente el sentido de lo que la
palabra significa para la gente que sólo se comunica de manera oral.
Por ello el término "literatura oral" es monstruoso. Hablar de "literatura oral"
es semejante a decir "escritura oral". No es lógico. No es posible describir
un fenómeno primario comenzando con otro secundario posterior y reducir
poco a poco las diferencias sin producir una deformación grave e
inoperante.
Lectura 1: Oralidad poner este link
http://www.monografias.com/trabajos6/ores/ores.shtml
Lectura 2: Oralidad y Cotidianidad
ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-35784-2001
Copyright: © Alexandra Álvarez Muro
1. 1. Oralidad y cotidianidad
La vida en sociedad ha requerido de un sistema eficiente de comunicación y
ha sido precisamente el lenguaje lo que ha promovido la socialización. A la vez,
es el lenguaje lo que distingue al hombre de los animales. Dentro de las formas
de lenguaje, es la oralidad la forma más remota y a la vez la que se adquiere,
individualmente, primero. La aparición de oralidad, como sistema de expresión,
es muy antigua y se corresponde con otras características de la especie
humana, tales como el andar erguido y el uso de instrumentos, todo lo cual
data de alrededor de un millón de años (Halliday, 1989).
El lenguaje ha sido definido como un hecho social por ser exterior con
relación a las conciencias individuales, en el sentido de que lo adquirimos como
algo que ya existe cuando nacemos y porque ejerce una acción coercitiva
sobre esas mismas conciencias, de modo que el adquirir una lengua y no otra
modela de alguna manera nuestra forma de pensar (cf. Dürkheim, 1974,1993).
Esto implica, para nuestra concepción de la oralidad, que ella sólamente puede
darse cuando existe un oyente individual o colectivo, real o virtual. También
implica que la lengua es dinámica y cambiante; Sin embargo, este cambio se
da en el colectivo y no por la acción de un solo individuo.
La oralidad es un sistema simbólico de expresión, es decir un acto de
significado dirigido de un ser humano a otro u otros, y es quizás la
característica más significativa de la especie. La oralidad fue, entonces,
durante largo tiempo, el único sistema de expresión de hombres y mujeres y
también de transmisión de conocimientos y tradiciones. Hoy, todavía, hay
esferas de la cultura humana que operan oralmente, sobre todo en algunos
pueblos, o en algunos sectores de nuestros propios países y quizás de nuestra
propia vida. Pensemos, por ejemplo, en la transmisión de tradiciones orales
como la de los cuentos infantiles en Europa, antes de los hermanos Grimm, o
en la transmisión de la cultura de los páramos andinos en Venezuela, o en las
culturas indígenas del país. Aún para los habitantes de la ciudad, la transmisión
de muchas esferas del saber se da por vía oral: los conocimientos culinarios
son una de ellas, a pesar de haber innumerables libros dedicados a la
enseñanza de la cocina. Prueba de ello es, quizás, la proliferación de los
programas televisados sobre este particular.
Para Casalmiglia y Tusón (1999), la función social básica y fundamental de la
oralidad consiste en permitir las relaciones sociales, pues la mayoría de las
actividades cotidianas se llevan a cabo a través de la oralidad; tanto que las
relaciones se interrumpen cuando se deja de hablar a alguien (Casalmiglia y
Tusón (1999:29)). Sin embargo, y a pesar de lo anteriormente dicho, la
escritura es el sistema de expresión que mayor prestigio tiene, sin tomar en
cuenta que los conceptos de oralidad y escritura hacen referencia sólamente a
dos modos distintos de producción del lenguaje, cada uno con sus
características y sobre todo con sus normas propias de funcionamiento. Ong
(1987) señala el hecho de que se considera prehistoria a todo aquello que
sucede antes de la aparición de la escritura. Por ello, al proponernos el estudio
de la oralidad llevamos con nosotros el prejuicio que implica el proceder de
culturas escritas, o de culturas no sólo orales.
El hecho de haber nacido en un medio en que la escritura es parte de
nuestra cotidianidad nos confiere una determinada estructura cognitiva de la
que no podemos deshacernos para comprender cabalmente la oralidad. En
otras palabras, a pesar de nuestros esfuerzos científicos por abarcar la
oralidad, no estamos limpios del vicio de la escritura. Ello tiene muchas
desventajas, pero tiene también una ventaja desde una visión etnográfica y es
que el proceder de la otra cultura, de la cultura escrita, nos permite cierta
distancia para estudiar la cultura oral. A los lingüistas nos persigue
particularmente el estigma de las definiciones de la oralidad como lo
secundario, como lo imperfecto.
Algunos de estos prejuicios se relacionan con el proceso mismo del estudio
de la lengua. Para estudiar el lenguaje distinguimos, desde Saussure, entre
lengua y habla: la primera social en su esencia e independiente del individuo y
la segunda, individual. La primera, un producto que el individuo interioriza
pasivamente y la segunda, un acto de voluntad y de inteligencia, de creación.
El conocimiento de la lengua no puede llevarse a cabo sin un proceso de
abstracción; para el conocimiento del habla, del uso tanto oral como escrito,
tenemos datos concretos. Es por esta razón, pienso, que cuando hablamos de
escritura tendemos a confundir o bien a relacionar la escritura con la lengua,
por el prestigio que tiene esta última, olvidándonos que tanto oralidad como
escritura son facetas del habla, no de la lengua, porque son instancias del uso
del lenguaje.
La abstracción de la competencia lingüística nos lleva a postular la
perfección del lenguaje, simplemente porque el análisis lleva a la simplificación
y la generalización que realizan tanto los lingüistas como los niños, es decir la
búsqueda del sistema subyacente de las reglas del lenguaje. Chomsky por
ejemplo, define el uso de la lengua como inacabado con respecto a su
conocimiento, debido al cúmulo de hesitaciones y errores que cometemos.
Distingue así entre la competencia, el conocimiento que el hablante-oyente
tiene de su lengua y la performancia, el verdadero uso del lenguaje en
situaciones concretas. Solamente en casos ideales, sería la performancia
reflejo ideal de la competencia (Chomsky, 1965:4).
Por alguna inexplicable confusión, la escritura toma el lugar del sistema en la
mente de algunos investigadores y no se sitúa en el lugar que le corresponde,
es decir, como una de las facetas del habla. De modo que, la escritura, por
estar despojada de una serie de características que provienen del sonido,
como son por ejemplo la entonación, el ritmo, las pausas y otros que forman
parte del sistema de la lengua, se interpreta como lo perfecto, y la oralidad en
lo imperfecto, problemático y difícil de estudiar.
Un ejemplo de esto es la idea de juntura en fonética. Se define juntura como
una pausa brevísima, imperceptible, que une dos "palabras" de la lengua. Se
diferencia que eso me gusta de queso me gusta, porque evidentemente hay
dos estructuras subyacentes distintas. Sin embargo, no hay que olvidar que lo
que percibimos es un alargamiento vocálico y acentos distintos, quizás, pero la
"juntura" en sí, la unión de dos palabras, se da porque la escritura nos dice que
hay elementos separados que en el sonido están juntos; porque tomamos lo
abstracto como el material primario. En otras palabras, el que junta o une es el
analista, no el hablante. Para él los elementos no se unen, están ya unidos.
Como señala Blanche-Benveniste (1998) la descripción del lenguaje oral no
es posible sin lo escrito, ya que mal podemos recordar grandes fragmentos de
oralidad sin recurrir al otro sistema. Además, porque el procedimiento de
descripción tiñe de escritura la gramática que elaboramos de la lengua oral.
Las categorías que atribuimos a la oralidad están transferidas de la escritura,
sin que se adecuen a menudo para describirla. Halliday, por su parte, afirma
que "estamos tan rodeados de la lengua escrita que apenas podemos concebir
la vida sin ella" (Halliday 1989:40, mi traducción).
Con relación a la supuesta imperfección de la oralidad y lo acabado de la
escritura, Blanche-Benveniste propone que los inacabamientos, titubeos,
repeticiones, etc. que pudieran aparecer a primera vista como apuros de la
producción pueden ser más bien reveladores de funcionamientos esenciales de
la lengua (Blanche- Benveniste, 1998: 28).
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ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-35784-2001
Copyright: © Alexandra Álvarez Muro