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7/25/2019 Personalidad y Salud Humana
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REVISTA CUBANA DE PSICOLOGA
V o l . VII No- 2 , 1990
e r s o n a l i d a d y s a lu d h u m a n a
Fernando Gonzle z Re y, Facultad efe Psi colo ga . Univers idad de La Habana
R E S U M E N
Se presentan un conjun to de val oraci ones teric as sobr e la compleja
relacin entre salud y perso nalid ad, las cual es son el resultado de un
conjunto de investigaciones realizadas esencialmente en sujetos hipertensos
e infart ados. As como dist intp s nive les en que lo perso nolg ico afecta el
proceso de desarrolllo
d,e
la enfermedad somtic a, criticndose los enfoques
estticos que han preval ecido en el anli sis de la relacin entr e persona
lidad y enfer medad . Se describ en disti ntos mecan ismo s -psicolgicos gener a
dores de tensin emocional y se esta blec e .una difer enci a entre los meca
nismos,
formacio nes y sistem as de la personalida d y el papel del indivi duo,
como suje to, en la toma de deci sion es y valo raci ones que afectan su estado
emoci onal. Sobre la base de los res ul tad os obten idos se observan en los
sujetos enfermos un conju nto de indicador es muy rel acion ados entr e s, como
elevada rigi dez, baja capacidad para org anizar su co mport amie nto ante
situacio nes frus trant es, tendencia a los e ster eoti pos en la regulacin
moral,
pre domi nio del pres ente en su ori ent aci n temporal*, as como una
gran dependencia de c riter ios ext ern os. Una importa nte conclusi n del
trabajo, es que , sa bien los indicadores antes desc rito s, caractersticos
del nivel de regulacin de norm as y este reot ipos de la person alida d,
aparecen con una frecuencia elevada en las mues tras estu dia das , las enfer
medades cardiovasculares estn afectadas por mltiple s configuraciones
psicol'gics div ers as, lo que cons titu ye un verd ader o reto a la inves ti
gacin contempornea.
\
A B S T R A C T
This paper presents a.theoretical discu ssion of the complex relationship
health - perso nalit y, resulting from our researc h work using as subject s
patients suffering from hypertension and infarct diseases. In the paper are
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presented the diff eren t levels in which persono logical factors influence
develo pment of somatic dis eas es and a critical evalua tion of the static
appr oache s which have pre vailed in the analysi s of the rel ationship
disease personality is mad e. Different , psychological mechanisms
determining emotional tension are desc ribe d: A distin ction is made between
personality mec han ism s, formati ons and syste ms and the role of the
individual as a sub jec t, in the proce ss of evalua ting and decision making
which rompr omise his emotio nal stat e. Based on the obtained results a set
of very strongly attached indicators
are
observed in our pa tien ts: High
nig idit y, low capac ity for the organ izati on of behaviou r in frustrating
situations, steorot ypic tendency in moral reg ulat ion, prevale nce of the
present in temporal orie ntat ion and also a great depend ence on external
crit eria . An important concl usion of our work shows that not with standing
the high frequency , of appea ranc e of the above mentioned indi cato rs, which
characterize the normati vie - stereotyp e level of personality regulation,
car dio-vascular disea ses
are
influenced by mul tipl e psychological
conf igur atio ns which con stit ute s a chal lerg e to actual research in this
field
Durante much o tiem po, de forma expl cita o impl cit a, muchos de los
es tudio'.'.is de la salud hum ana han di vi di do a es ta , en fsica o so m ntic a, y
ment al, divisi n qu e; desd e nues tro punto de vis ta, se apoya en la esfera
particular donde se desa rroll an los snt omas de unos otro s tipos de
enfer medad es, desca nsan do, por tan to, en una concepcin sem iolgico-
descriptiva del proceso salud-enfermedad.
En los lti mos quinc e aos, cada vez mas se impone una concepcin
sist^mica del proceso salud- enferme dad, que integra los agentes externo s,
nocivos a 3a salud, ton el sistema de condicio nes internas que integral
mente enfrentan dichos age nte s, dependi endo el proceso de etiologa de la
enfermedad de esta compleja interaccin, cuyos procesos y regularidades son
oD.jetc de atencin creciente por los especialistas.
Dentro de los pro cesos intern os que definen la vulnerabi lidad del
organi smo para el desa rrol lo de cualqu ier enfe rme dad, se encuentran los
procesos psquicos.
Investi gacion es muy reci ente s demue stran la estrec ha relacin de lo
psquico con las funcion es regul adora s -de los sistemas nerv ioso s y
endo cri no, los cual es afectan todos los sist emas funcion ales somti cos del
orga nism o. Este desa rrol lo se refleja en la aparicin de nuev as ramas del
conocimiento como la psiconuroendocrinologa.
Entre las investigaciones recientes que ms han despertado el inters de
los esp eci ali sta s, se encuen tran las que relaciona n las varia cione s del
sistema inmunolgi co con los est ado s de stress del orga nism o, las cuales
tienen una enorm e importanci a para las invest igacio nes perspec tivas sobre
los aspectos psicosociales de enfermedad.
En senti do gen era l, el proces o de salud enfe rmed ad, es un proceso
integral de lo psqui co y lo som ti co, dond e ambos se afectan dentro de un
proceso cual itati vo nic o y sis tm ico . Esta relacin tiene varias vas de
manifes tacin, entre las que tenemos las Siguie ntes: 1) Lo psquico, est
present e en la etiolo ga de la m ayora de las enfer medad es som tica s,
variando su papel de acue rdo con mlt iple s fact ore s; 2) Todo trastorno
psquico tiene implicaciones somticas q ue, an cuando no
lleguen a
declararse como enfermedad semiolgic amente defin ida, implican estados
somticos no sa nos. A su ve z, las enfermeda des somticas presentan
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En nues tras investi gacion es y en la cons ulta con suje tos hipe rtens os e
infartados, hemos constatado que la mayora presentan aspe ctos inadecuados
en su regulacin psicolgi ca, necesitand o ayuda psicoter aputica . En los
sujetos hipertensos e infartados observamos con mucha frecuencia mecanismos
neurticos de regulacin que determinan estados emocion ales inadecuados y
permanentes.
En la literatura psicolgica y mdica, aparece cada vez con mayor -fuerza
el trmino, person alida d; sin emba rgo , la compr ensi n del mi smo y de su rol
en la enfermedad, tiende a ser demasiado est tic a, suponiendo la existencia
de tipos concr etos de pers onali dad, defi nido s por un conju nto de rasgos
universales,
como factor de riesgo a consecuenci a de determinadas
enfermedades. E j . Patrn A, patrn B, personalidad epilp tica.
El estado actual de nues tras invest igaci ones sobre la pers onal idad , nos
hace suponer que el estudio sobre su papel en la salud, exige de un enfoque
dinmic o, que tenga dos niveles de anl isis ; un primer niv el, relacionado
con partic ularid ades gene rale s de la personal idad (tipo, patr n, nivel de
regulacin) y un segundo nive l, relacionado con particularidad es espe ci
ficas, parciales de la personalidad, capaces de integrarse como un nivel de
respuesta de esta a factores que la afe cta n, como por ejem plo la insegu
ridad, los circuitos tensionales reverve rantes, indicadores neurticos del,
comportamiento emoci onal , sobre los que nos detendr emos ms a delante.
En cualquier person a pued e aparece r una forma de resp uesta psicolgica no
adecuada, que se consoli de en un determ inado sistema parcial de expresin
perso nolg ica, el cual sera responsable directo de la afectac in som tica
y psquica que se exprese en un individuo concr eto. No obst ante , estas
manifes tacion es psquic as parcia les que afectan la salud, guardan una
determinarla relaci n con los asp ect os ms gen era les que car act eri zan la
personal idad, pues el funcionam iento integral de es ta , uni do a la posicin
activa que el individuo asu me, mediantizan el senti do psicolgi co de los
diferentes elementos externos e internos que afectan al sujeta.
La relacin personalidad-salud, no puede continua rse buscando en
correlaciones entre indicadores personolgicos, que casi siempre son
tomados a partir de unidades del comportamiento y la presencia de.
enfermedades somticas concr etas. Es necesar io penetrar en el proceso
mediant e el cual aparecen esta dos psic olg icos que definen una mayor
vulnerabilidad del organismo a la enfermedad.
Las carac terst icas ms gener ales de la personali dad que se expresan en
sus nivele s de regulacin o en otro s tipos de cate gor as util izad as para
niveles complej os de su org ani zaci n, no se expresa n de forma directa e
inmediata en la regula cin del, com por tam ien to, cons titu yend o ms bien
potencial idades psquic as de las que dispo ne el individ uo en su condici n
de sujeto del comportamiento para regular este.
As, cuando un sujeto presenta un conf lict o interpersona 1 en una esera
que le resulta muy rele van te, puede ser que oper e a un nivel con sci ente -
volit ivo, pero que , por la signi fica cin emocio nal del conf lic to para l y
por la forma en que conceptual iza y valo ra las con sec uen cia s del mi smo , lo
cual depe nde de factores muy di ve rs os , no sea capaz de ser flexible en las
altern ativas de enf ren tar lo, y raig a en un crcul o cer rad o que lo -conduzca
a un sistema personolgico parcial inadecu ado, definido por ansiedad,
inseguridad, u otros in dicadores.
Estas expres iones singul ares reflejan la multip licida d de alterna tivas
de lo general a nivel personol gico en los suje tos indiv idu ale s, repres en
tantes de uno u otro nivel de regulaci n general de la perso nalid ad. '
Hasta ahora , en las invest igacio nes que hemo s rea1
izado,
-se observa una
vulnerabilidad mucho mayor al stre ss en indiv iduo s que se caracteriz an
por el nivel de no rma s, este reot ipos y val ore s, lo cual es expli cabl e por
los propios indicadores funcionales que definen este niv el, los cua les,
ante determinadas situaciones objetivas o
af ec t i
vo-'v-alorat
i
vas que el
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sujeto enf ren ta, resultan menos adecu ados para la bsqueda de alternativa s
eficaces de regulacin.
Bin embargo, estos resultados no deben conducirnos a la -falsa conclusin
de que el nivel con sci nte -vo luti vo permite al sujeto una tota 1.invulnera-
blidad al str es s, pues debe mos partir de la natura leza mutideter minada y
compleja del fenmeno que analizamos.
En primer lugar, el nivel de regulac in represe nta la integracin nec e
sari a ,de un conj un to de in dic ado res -funcionales de la pers ona lid ad, del qu e
se derivan un conj unto de regu lari dade s gener ales de su funcin reguladora
y autorr egula dora sobre el comp orta mien to human o, pero en l no se agotan
todas las manifest aciones *de i ntegraci n person olgic a que ocurren en el
sujet o. Los indica dores func ional es que carac teriz an este nivel facilitan
el ejercicio de las funcione s regu ladora s por el indiv iduo , pero no absolu
tizan ni sus posibilidad es de xit o en la regulacin del comportami ento, ni
la integracin idnea de las disti ntas formaciones y sntesis reguladoras
de su personalidad.
Esto se ha demostrado en las distintas investigaciones (Z. Domnguez,
190/ y E. Prez, 1989>, en las que aparecen sujetos conscientes-volitivos
con hipertensi n ese nci al, coih cidi endo en ambos caso s la existen cia de una
autovai oraci n inadecu ada por sobre valor acion en los sujet os que presen
taron estos cuadros.
I
a presencia de la sdbrev a1ora cion, determina que ante determinadas
situac iones sin potencial estr esan te para otro s suj eto s, aparezcan en el
individuo que se sobr eval ora vive nci as de fracaso que conduce n a insegu
ridad, ansiedad y agresiv idad, crendose verdaderos sistemas parciales
generadores de stress en la propia personalidad.
Estos sistemas estresores asociados a la sobreva1orac
ion-,
determinan en
los sujet os una capacidad antic ipato ria inad ecua da, asociada con la
ansiedad y la inseguridad que man ifi est an, que los mant iene en constante
tensin alrededor de esp ecul acio nes o expe ctat ivas que nada tienen que ver
con los sucesos reales ocurrentes.
Creem os que para analizar al str es s, es nece sario tener muy en cuenta
ias cara cter sti cas de la personal idad en su relacin con las diferen tes
particularidades cualitat ivas del sistema de interreaciones sociales del
sujeto,
las cuales tendrn senti dos psicol gicos difer ente s para individuos
con diferentes caracterst icas de personalidad. A s, una situacin abie rta,
sin alter nativ as clar as que evide ncien la respuesta buena o mal a, o
situaciones que exijan respuestas alternativas rpidas o cambios en el
indivi duo, pueden tener un valor estre sante mayor para individ uos que se
arar.terizan por el nivel de n or ma s, ester eoti pos y val ore s.
Bin emb arg o, una situaci n que hace al individ uo exagera damente
depe ndien te de factores ext ern os para la realizac in de sus obj etiv os, o
que limita la expresi n ind ivi dua l, exigie ndo dem asiad a pasividad al
sujet o, puede ser much o ms estre sant e para un sujeto de nivel
consci
ente-
vol
i
tivo.
No obs tan te, por la riqueza de recur sos de que disponen los sujetos que
expresan un nivel cons cient e-vol i tivo de regu laci n, siempre que no se
presenten sntes is p arcia les inade cuadas en su personalidad del tipo
descrito anteri orment e, su resistencia ante las situaciones de stress debe
ser sup erio r, de lo cual puede ser un ndice la presencia mucho menor de
estos sujet os entr e la poblaci n hiperte nsa e infartada que ha sido objeto
l*v nu estr os es tu di os .
fc.l anli sis de la / el ac i n entr e la personalida d y su sistema' de inter-
el'aciones rel eva nte s no pued e pres cind ir del individ uo en su condi cin de
-uieto,
tanto de su personalidad, como de su sistema de relaciones.
;
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La personalidad es la organ izaci n sistmi ca viva y relativa mente estable
de las distintas formaciones psicolgicas, sistemas de estas e integra
ciones
funcionales de sus contenidos
que participan activamente en las
funciones
reguladora y autorreguladora del
comportamiento, siendo el sujeto
quien ejerce estas funciones a travs de su personalidad.
Las deci sione s asumid as ante las /situaciones de la vid a, las est rate gias
ante ellas y la direcci n general que se le da al com por tam ien to, asumiend o
unas altern ativas y dese chan do ot ra s, son funcione s del suj eto , para las
cuales dispone de una personalidad, cuyo desarroll o facilita o dificulta
estas funciones, pero que , por mucho desarrollo que ella tenga, jams
sustituye el momento activo y permanente presente que implica el sujeto.
Este es otro importante factor que mediat iza el senti do estre sante de
cualquier asp ecto de la situaci n vital del sujet o en un momento dad o de su
vida.
Como elemento act ivo , pensante, y susc epti ble de una multiplicid ad de
vivencias present es, el sujeto , con sus determin antes perso nolgi cas, toma
decisio nes que expresan su esta do y su valora cin personal en el momento
en que las asu me, lo cual hace con sus recurs os perso nol gico s establ es
pero imprimindo le un sentido particu lar a la sit uac in , que definir las
consecuencias ulteriores de su decisin para la personalidad.
El momento del suj eto , del senti do qu e su mundo ti ene, sus valora ciones
y proy ecci ones , es fundamental en el diagn sti co psicolgic o que orientar
la labor teraputica con l.
El sujeto sinteti za la historicidad d su pers onal idad , con el momento
social en que se expre sa y, de esta perma nente relacin , aparecern las
mlti ples contr adicc iones y alter nativ as que exigen su posicin individua
lizada y activa, la cual, si bien se desa rrol la sob re la base de sus
recursos personol gicos implica decisio nes y cambi os que el sujeto debe
asumir a travs de loscuales se desarrolla su propia personalidad.
Por supu esto , no todo el sistema de influ encia s socia les se reduce al
momento conscien te-inten cional de expresi n del sujeto en su medi . Esta
relacin es sumam ente complej a y mucha s vece s el sujeto no puede conc ep-
tualizar asp ect os rel eva nte s d e su sis tem a de nter-relaciones qu e le
provocan estados de tensin.
El med io social acta tambin de forma permanent e sobre el individuo y,
este,,en su constante desarr ollo, va experimen tando con sentidos psicol
gicos diferentes hech os, evento s y relaciones, claramente conceptual izados
con otro sentido en momentos anteriores de su vida.
Este proceso es sumamente compl ejo, surgiendo muchas veces verdaderas
contradicciones entre valore s, creencias y princi pios conceptual izados por
el suje to, y las viven cias que ste exper iment a en cualqu ier esfera de su
vida.
Si el s ujeto no es capaz de identifi car las causa s de estas
contradicciones y orientarse hacia su solucin sin esquemas anticipatorios
rgido s, se converti r en obje to de las mis mas y aparece rn clar os estado s
de stress.
Las relacio nes del hombre con los dist into s sistemas de su medio social
se expresan en lo psqui co de- dos for mas fun dam ent ale s, en los concep tos y
las vive ncia s. Las cont radi ccio nes entr e ambos tipos de reflejo de la
realidad son un importan te dina mizad or del desa rro llo psq uico , pero a
partir de un determinado mome nto, cuando uno de dichos aspectos se
desarrolla progre sivame nte sin que exista n cambi os en el ot ro, aparecen
graves crisis en la personalidad, que pueden devenir estados permanentes de
stress.
Estas contr adicci ones entr e lo conceptual izado y viv enc ial , que pueden
expresa rse en disti ntas esfe ras de la activ idad hum ana, uno de cuyos
ejemplos es la contradiccin entre valores mor ale s, conforma dos en etapas
anteriore s de la vida y las nec esid ades crecie ntes del desar rollo
individual, son enfr enta das por el sujet o con los recur sos de que dispone
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como person alida d, es por ello que la relacin personalid ad-sujeto-m edio
social", con sti tuy e un sis tem a en el qu e la expre sin de cualq uier estado
depend e del comportam iento integrado de los tres factores.
En nuestra consult a e invest igacio nes con sujetos hipertens os e infar
tados, hemos obser vado que los sujet os que se caracteriza n por el nivel
cons cien te-v olit ivo expresan una tendencia activa a concienti zar los
aspectos
N
que les provocan vivencias negati vas, mantenindose permanente
mente elabo rando hipt esis y reflex ionand o sobre las posibles causas de
dicho s est ado s. Sin emb arg o, los sujet os de normas y este reot ipos , tienden
a
negar cualqui er vivencia que pueda.a fectar los principio s inmviles que
caracterizan su estabilidad em ocional .
Esta complejidad hace que las relaciones entre personalidad y enfermedad
som tica , debe estar regid a por un principi o dinm ico , que permita
comprender disti ntas alter nativ as que pueden conducir al stress psicol
gico , buscando la explica cin procesal de las mismas y sus relaciones con
nive les ms g ener ales de co ncept ualiza cin sobre la personali dad, que
puedan integrarse en verdaderos sistemas explicativos.
Entre las integrac iones expli cati vas parcial es que hemos podido
identificar como causa de stre ss psicolg ico (Z. Dom ngue z, F. Aday, E.
Prez y otros), corr elac iona das con indicador es de riesgo cardiovascular
estn las sig uien tes:
a) Indicador es pa tolg icos d e la regulacin psico lgica : Ins omnio,
ansie dad, hipoc ondri a, temor la muert e y depr esi n. Estos indicadores
caracter izan . a un grup o numeroso de los pacientes hipertens os estudia dos,
cuyos esta dos son franc amente no sanos o neu rti cos. Be caracter izan por
una insufic iente activacin para la activ idad, o bien por una anticipacin
ansiosa y derrotista, carente de objetivos definidos.
Este grupo nos demue stra que la dimisi n semiol gica entre enfermedad
psicos omtic a y neuro sis es inad ecua da, pues la tensin psquica es una
fuente permanente de stress , susceptible de expres in, somtica.
b> Suje tos cuyo conf licto central se expres a por el fuerte determinis mo
exte rno que carac teriz a su comp orta mien to. Determ inism o externo no debe
confundirse con locus de control.
Enten demos por deter minis mo exter no la dependenc ia que establece el
sujeto de los otro s para el dese mpe o de su compor tamien to personal . Estos
sujeto s estn cent rados en que los dem s los apru ebe n, los valoren y los
reconozcan, teniendo muy bajo nivel de autodeterminacin.
Para ell os cump lir con lo que se les est abl ece y no ser crit icad os es
una orienta cin obs esi va, hacia la cual manifiest an un comportamiento
ansios o y muy vulnera ble a l frustrac in.
Son individuos muy rgi dos, tpicos del nivel de nor mas , estereotipos y
val ore s, la mayo ra de los cua les expr esa un- nivel no conc ient izad o de
inseguridad en s mis mo s, la que
aparece
por la frecue nte vivenc ia de
fracaso que experim entan ante la influencia de juicios ajenos que son
incapaces de controlar o regular.
c) Suje tos impul sivo s, con muy bajo control emoci ona l, muy susceptibles
de respues tas agr esi vas , de las cuales se ar repie nten, experimentando
fcilmente stress psicolgico.
d) Sujetos con una autova loraci n inadecuada por sobreval oracin. Su
nivel de aspi raci n est cen tra do en estar por en cima de los de ms ,
resultando ajeno a los resulta dos de la actividad que des plieg an.
Los obje tivo s que se plantean no dependen de su esfuer zo personal, sino
de la val orac in de ot ro s, lo que implic a una situa cin de bajo control
para el los , muy vulne rable al stres s.
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Son sujetos n o i n t e resados por la calidad de sue j e c ucin en las
actividades q u ed e s a rrol lan, siendo s u fuente vivencial esencial e l x i t o ,
valorado siempre a travs d e criter ios extern os*
Estos individuos experimentan c o nmu ch a -frecuencia vi ve nc ia s d e fracaso,
loq u e se explica por su necesidad d e estar p o re*hcima d eo t r o s en la v a l o
racin social, lo cual n o s i e m pre e s p o s i b l e , a n con una ejecucin
exitosa. L a frecuencia d e v i v e ncias d e fracaso losc o n d u c e a u na i n s e gu
ridad
n o
c o n c ientizada
e n si
m i s m os.
Estos resultados estn avalados
p o r
i n v e stigaciones realizadas
n o
slo
en hip ert ens os, sino tambin
e n
e s c o lares,
e) Sujetos c o npobres recursos person olgic os para eld e s a r r o l l o de las
funciones reguladoras
y
a u t o rreguladora
de su
persona lidad. Estos indi
viduos viven
en una
d i m e nsin pres ente, inmediata,
c o n muy
poca ela bora cin
sobre
s u
posicin
en< la
v i d a .
., . ,
Tienen serias dificultades en laj e r a rquizacin d e o b j e tivos y en la
toma
d e
deci sion es, procesos afectados
por la
propia inmediatez
de su
accin temporal.
Ante.s i t u aciones q u e exigen d e e l l o s la prioridad d e unas cosas y la
subondinacin d ootras ^f dadoq la m u t iplicidad d e
e x i gencias qu e les
atofcaugar.soh ci n qa pa Ge s de dt om ar de ci si on e s
y
quieren responder
a
todo
d e
forma
t
simultnea apareciendo;situaciones extremadamente tensionantes
q u e
seroBcapanJ denBucapacidadrreguladora.. " p^ .>,;.LM, ..i.>,-ie
.
,: tf- ..
;>-. c--'
,--id v
*
:
-
r r , , - . v i
,
>
Los circui tos tensionales reverbe rant es, a d i f e rencia de las ideas
obsesivas' .... *.
La cont radic cin ent re lo vivenc ial y lo conc eptu al izado es una de las
contradicciones esencia les d4 desa rrol lo^h uman o, sin emb arg o, cuando yno
de tloS polos experimenta cambi os agudos,' sin que se refleje en el otr o,
aparecen serios estados tens iona les* susce ptibl es de expr esars e en hiper
tensin u otros indicador es de riesgo a divers as enferme dades som tica s.
t e n s
:
t o t r
c ~
. < i , ' .i t
::
. : i < i . ; / > ? < -
;.''- / . . > ] .
. -
.
.:
. -.-. - .,'"
Este tipo de contradic cin aparece en mucho s de los confl icto s que
experimenta el sujeto en dist intasr esfera s de sui activi dad.
y > . . j P ' i ( ( i e n t u -:
.
;... o r .
.-
>
.t;. :. *
A r. - : ? - . . : :;-\ : i v
:
,-:.
La aparicin de viviencias negativas expresa contradicciones, las que en
ocasiones respondentai la aparch de nuevas neces idade s que np son justi-
icadas*ni con el comportami ento, ni con el sist ema de val ores act ual es del
S U J B i t O i P >:.-vi
-
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embargo,
estas vi venci as man tienen su potencial dinmic o que , al no
expre sarse en compo rtami entos conc reto s orie ntado s a la solucin de los
factores que las provocan, alcanzan una expresin somtica.
Esta contradic cin como agente estresor la hemos obser vado en sujetos
que manifiestan un nivel de regulacin d e normas y este reot ipos , sobre todo
en individuos muy orientados por el determinismo externo sobre su comporta
miento. ,
Es indiscu tibl e que el an lis is sobre el papej de la personali dad en la
enfermedad somt ica, implica considera r mlti ples alternat ivas simultneas
que participan en l proceso pers onol gic o, cuya s regularidade s psicol
gicas debemos seguir desentraando, as como la integracin sistmica de lo
per son ol gic o, lo social y el papel activo del individ uo com o sujet o de su
actividad.
En prximos artcul os presen tarem os resultados concret os que se han
obtenid o sobre esta base ter ica, as como las formas de acccin terapu
tica que estamos utilizando con estos pacientes.
O I B L I Qt3F fM I f
Bages,
R..