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REFORMA URBANA DEL SIGLO XX EN LA CIUDAD DE MURCIA:
PROBLEMÁTICA DE LA GRAN VÍA Y LOS BAÑOS ÁRABES
Guillermo Crespo Galiana (3º B)
Historia y gestión del patrimonio artístico
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INDICE
1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………… 3
2. ORIGEN Y DESARROLLO DEL URBANISMO……………………. 4 – 5
3. LA REFORMA URBANA DEL SIGLO XX…………………………..5 – 7
4. APERTURA DE LA GRAN VÍA…………………………………………7 – 8
5. LOS BAÑOS ÁRABES…………………………………………………….8 – 13
6. CONCLUSIONES………………………………………………………….13 – 14
7. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………….15
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REFORMA URBANA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX EN LA CIUDAD DE MURCIA, PRESENTANDO LOS CASOS DE LA GRAN VÍA Y LOS BAÑOS ARABES
INTRODUCCIÓN
En palabras de Chueca Goitia arquitecto y ensayista español, además de académico e
historiador “Murcia podía haber sido una de las ciudades más bellas e interesantes de
toda nuestra península si hubiéramos sabido conservarla como se merecía”
Y es que nos encontramos ante un flagrante caso de mutilación de patrimonio artístico
histórico en una ciudad, durante los años 60 y 70 del siglo XX , se produjo en Murcia
una reforma urbana que pretendía modernizar la ciudad, pero como se vio más tarde
la única meta era el dinero, y la construcción sin miramientos, sin sensibilidad histórica
ninguna, se taparon ruinas arqueológicas con cemento o se destruyeron con
nocturnidad y alevosía, por temor a ver paralizados los proyectos urbanísticos, se
acabó prácticamente con todo el
entramado urbano árabe . La
especulación urbanística finiquitó un
patrimonio material e inmaterial
conservado como un tesoro por
generaciones.
En la imagen vemos la gran via
murciana, para su construcción fue
necesario la demolición de parte del entramado histórico urbano, asi como la
destrucción por ejemplo de unos baños de época árabe, como veremos y
desarrollaremos más a delante.
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HISTORIA: ORIGEN Y DESARROLLO DEL URBANISMO EN LA CIUDAD DE MURCIA HASTA
EL SIGLO XX
La ciudad de Murcia tiene una larga trayectoria histórica, fundada hacia el año 825 por
el emir de al-Andalus Abderraman II, fue capital de distintos reinos taifas durante la
edad Media, el trazado de los distritos y las calles no estaba regido desde arriba,
primando las construcciones de las casas frente al tránsito, de ahí su típico entramado
laberintico árabe, las calles tenían la función de acceso, crecían de forma natural, sin
ningún tipo de planificación al estilo de la ortogonalidad romana, la continuidad de
este tipo de callejero y su permanencia fue increíble, absoluta, hasta el siglo XVIII o
XIX; Vemos en este plano de 1821 una ciudad auténticamente islámica.
El nuevo modelo de vida moderna surgido de los numerosos avances producidos
durante el siglo XIX hizo necesaria la construcción de edificios para albergar las nuevas
complejidades. Y no solo eso, era imprescindible también modernizar la estructura
urbana, mejorando las condiciones sanitarias e higiénicas, alcantarillados, calles rectas
y mas grandes… de suma importancia en una ciudad como Murcia asolada por
epidemias de cólera y paludismo casi cada año, buscando facilitar la vida a los
ciudadanos. Hasta la década de los de 1860 no va a empezar a cambiar la mentalidad
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urbana de los arquitectos locales (y cambia en unos más que en otros). El cambio
viene, probablemente por influencia de lo que se está haciendo ya por esas fechas en
Madrid y Barcelona. En tomo a 1890 se cuenta ya en Murcia con un Plano de Población
totalmente correcto técnicamente, antigua aspiración desde 1845, y con el primer
proyecto global de alcantarillado para la ciudad, ambos realizados por uno de los
mejores especialistas nacionales en el tema urbanístico, Pedro García Pascual Madoz..
Es en la primera década del siglo XX cuando comienza a gestarse, por iniciativa pública
o privada según los casos, un movimiento de renovación urbana global que culmina
con los Planes generales de ordenación urbana de Cesar Cort y, sobre todo, el de
Gaspar Blein, que cambiarán para siempre la fisonomía islámica del trazado urbano de
Murcia. Mucho antes podemos localizar un punto de partida para la evolución urbana
de Murcia hacia su modernización en la política mantenida hacia esta ciudad por
Floridablanca. Son mejoras y adelantos proyectados para Murcia dentro del programa
político del conde para la regeneración interna de España.
LA REFORMA URBANA DEL SIGLO XX
A partir de los años cuarenta surgen nuevos ante-proyectos y proyectos para planes
generales de ordenación urbana para Murcia. En todos se pone de manifiesto
continuamente la enorme dificultad existente para poder enlazar con rigor el núcleo
urbano antiguo con la ciudad nueva que se necesita. Destaca definitivamente el Plan
de Gaspar Blein entre 1942 y 1949. Se trata de un Plan de alineación, reforma y
ensanche de la ciudad de Murcia en el que propone un sistema de grandes rondas de
circunvalación articuladas en tomo a la Plaza Circular, y enlazando con las carreteras
hacia Madrid y Alicante. Retoma la idea de la «fachada representativa» dando sobre el
río Segura, y contempla la apertura de la Gran Vía Alfonso X, aunque desaparezca el
antiguo Palacio de los Vélez. Pero la gran actuación fue la propuesta de abrir el eje
norte-sur (la Gran Vía Salzillo, hoy) El nuevo trazado corría sobre terrenos yá
expropiados a órdenes religiosas, sobre huertos de las existentes, y sobre edificaciones
de menor valor salvo excepciones, como el cruce con la calle Platería. Aún así
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desaparecieron: el Convento Madre de Dios, el Convento de Capuchinas, el Convento
de Justinianas, el de Reparadoras, entre otros.
Convento Madre Dios durante el derrumbe
Para algunos simbolizó el afán de hacer prosperar a Murcia, modernizarla, sacarla de
su estancamiento, liberarla del pasado...Había sido una vieja aspiración de algunos
dirigentes políticos y económicos, incluyendo la iniciativa privada, también un deseo
largamente insatisfecho de estar a la altura de otras modernas capitales españolas.
Para la mayoría la apertura de la Gran Vía fue una actuación urbana traumática que
todavía hoy se recuerda con división de opiniones. El problema surgió con las
numerosas alegaciones en contra que se presentaron en el Ayuntamiento las cuales se
centraron en: a) el problema de vivienda al desalojar a tantas familias; b) el problema
económico por la pérdida de tantos negocios, comercios, talleres, y otros; c) el
problema de la destrucción de la vieja trama urbana islámica histórica tradicional de
Murcia donde se incluía el rechazo a la desaparición de los Baños Árabes, En 1952
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fueron iniciadas las obras de apertura de la Gran Vía que acabaría por cambiar la
fisonomía de Murcia para siempre.
Apertura de la Gran Via
APERTURA DE LA GRAN VÍA Y DESMOLICIÓN DE LOS BAÑOS ARABES
Dados los medios de los que se disponían en el s XX cualquiera hubiera imaginado que
se produciría un dialogo entre lo perteneciente a patrimonio ciudadano ya existente, y
la ampliación de una ciudad adaptada a las nuevas necesidades. Sin embargo, será´ en
este breve tiempo cuando se produzcan los grandes desastres urbanos, puesto que, a
pesar de los esfuerzos de la II Republica española en aplicar por primera vez en nuestro
país, el urbanismo como ordenación del territorio, en el “Plan Regional de Madrid” de
1933, de Zuazo, y el “Pla de distribución en zonas del territorio Catalá”´ de los
hermanos Rubio y Turidi de 1933, todo acabará con la Dictadura de Franco. Sera en los
60s, cuando la economía comience a resurgir a costa de una redistribución urbana
entre 1960-1975. La obra más importante de este momento fue la Gran Vía que
comenzó a realizarse en 1955, bajo el nombre de avenida de José Antonio , con la
urbanización y ensanche de la plazas y los proyectos de la Glorieta y el Arenal. Las
obras de la Gran Vía fueron decisivas, porque plantearon el difícil trazado de búsqueda
de la perpendicular en una ciudad tan condicionada por el río Segura como Murcia. Eso
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no hubiera sido un gran problema de no haber existido en el lugar trazado, los Baños
Árabes . Estos restos arqueológicos, estaban catalogados de interés histórico-artístico
pero ni esta importancia otorgada, ni las protestas de la dirección general de Bellas
Artes lograron parar a las autoridades, por lo que se llevó a cabo finalmente ( solo se
pudo rescatar unos restos en la calle de Madre de Dios n o 15 . La obra de La Gran Vía
creó un antes y después en la ordenación del territorio puesto que ya nada podrá
parar los fraudes especulativos, en la década de 1950, comenzaran a aumentar las
Sociedades Anónimas, que como su nombre indica , harán´ difícil el conocer los
nombres de los culpables de estos delitos.
LOS BAÑOS ARABES
Estaban ubicados en el número 15 –el 17 en el año de su desaparición de la calle
Madre de Dios. El edificio ocupaba una superficie aproximada de 808 metros
cuadrados, integrado por varias salas abovedadas, según la distribución que se observa
en el plano de planta realizado en 1932 por Torres Balbás.
De las cinco salas, a las que se accedía descendiendo desde el nivel de la calle, la más
interesante es la quinta o última desde su acceso, de cuatro por cuatro metros de lado,
cubierta por una bóveda desaparecida, que descansaba sobre cuatro grandes arcos de
herradura, a la que rodea cuatro galerías desiguales en longitud y anchura. Esta sala
cumpliría las funciones de baño. La obra de los muros era de argamasa y mampostería
de piedra de río y los arcos y bóvedas de ladrillo. Estas últimas eran de medio cañón, si
bien la segunda de las naves desde el acceso poseía dos cámaras con bóvedas
esquifadas de espejo, y probablemente, era de paños la quinta o última. Al exterior
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poseía una entrada de arco mixtilíneo bajo porche en el que se abría otro arco y en la
parte superior tenía dos ventanas, según descripción de Ivo de la Cortina.
La demolición es consecuencia de la falta de sensibilidad de todos aquellos que de
alguna manera tuvieron la obligación de proteger y salvar, en última instancia, este
vestigio único de nuestro pasado histórico más remoto. Ya en el año 1844, Ivo de la
Cortina, publicó dos artículos, en el Semanario Pintoresco Español, en los que describe,
con el apoyo de los dibujos, la situación de abandono del monumento: “¡Pero hoy¡
hundidos los techos, abandonados del lujo y de aquellos esplendentes moradores, sólo
dan albergue a la miseria, recuerdan lo pasado, señalándonos el triste porvenir de
todas las cosas terrestres”. Posteriormente, Rodrigo Amador de los Ríos, corría el año
1877, cuando en compañía del arquitecto don Ramón Berenguer visitó por primera vez
este edificio, lo calificó de ruinoso, realizando más tarde una descripción y dibujo de su
planta con ocasión de la publicación de la obra España. Su valoración, sobre el estado
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de conservación, así como, del conjunto de la obra, no puede ser más negativa,
calificándola de deforme ruina y de sencilla casa de baños que no se puede comparar
con las de Granada o Córdoba. No obstante, también daba la voz de alarma y
manifestaba: “De cualquier modo que sea, es digno de estima y debía procurarse la
conservación... a la cual los acomodamientos y las adulteraciones hacen cada día
perder mas de su carácter propio, que al fin desaparecerá no dejando en pos de si
huella ninguna.” Ya en el siglo XX, González Simancas, historiador y académico, fue
comisionado para la realización del Catálogo Monumental de la provincia de Murcia,
describiendo con gran detalle la que denomina “Casa de baños”.
Esta cita pone de manifiesto la importancia que estos baños tuvieron en la ciudad de
Murcia y, que a pesar de su abandono y de las viviendas que se construyeron sobre
ellos, el tiempo no pudo borrar completamente. En los años 30, será Leopoldo Torres
Balbás, insigne “conservacionista”, quien en su etapa de Arquitecto-Conservador del
Conjunto Monumental de la Alambra y el Generalife, de la voz de alarma en un artículo
titulado Paseos por la España Musulmana: Murcia, publicado en 1932, en el Boletín del
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Museo de Bellas Artes de Murcia. Veinte años después y, ante la proximidad del fatal
desenlace, una vez aprobada la apertura de la avenida de José Antonio (Gran Vía), el
propio Torres Balbás, clamará por su conservación, apelando a la sensibilidad y
conciencia histórica de todos aquellos que pueden evitarlo; en definitiva, apelando a
razones de orden espiritual, ya que sobre las de orden legal -había sido incluido entre
los monumentos tutelados por el Estado.
La aprobación del plan de apertura de la Gran Vía, por la Comisión Gestora del
Ayuntamiento, en el Pleno extraordinario de 22 de abril de 1949 y su remisión a la
Junta Provincial de Sanidad que lo autorizó el 28 de junio de 1950, fue el preludio de su
definitiva desaparición, a pesar de que la postura oficial era la de respetarlos,
dejándolos exentos en el centro de la nueva vía. Especial relevancia, en orden a su
desenlace final, tiene el informe de la Comisión Provincial de Monumentos de Murcia,
de 29 de septiembre de 1951, del que se entresaca, sin necesidad de comentario
alguno, los siguientes párrafos: ...Y estimando, de una parte, la cuantía económica
desproporcionada que requería la conservación (aunque fuese en su estado actual) o
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la restauración imposible “in situ” de los elementos arquitectónicos primitivos que
restan en dicho Monumento (que figura en el Catálogo de los declarados de interés
histórico artístico, entre los nacionales) y de otra parte, la dificultad casi insuperable de
poder corregir o evitar el avanzado estado de destrucción en que aquél se halla, esta
Comisión se ha preocupado durante largo tiempo, como así consta en las actas de sus
sesiones, de buscar la solución más viable a este problema de supervivencia...A tal
efecto, los que suscriben, tienen el honor de proponer..., dada la imposibilidad
material de llevar a cabo el desmonte, con vistas a una reconstrucción en otro lugar,...
la obtención de unos vaciados moldes de escayola de las partes más interesantes del
semiderruido monumento, ...hechos con el mayor rigor técnico deberían ir
acompañados de toda suerte de datos planimétricos... y de fotografías Antonio
Martínez-Mena García 46 exactas... Esto,...permitiría en cualquier momento
proporcionar una idea lo más exactamente posible del referido documento, a la vez
que perpetuaría su destacado recuerdo pudiendo conservarse todo lo plástico y
gráfico, relativo al mismo, en las salas de la Sección correspondiente del museo
arqueológico de la ciudad, donde se debería dar una instalación digna y adecuada,
aclarada por una precisa y sucinta reseña… Desde que se aprobara la apertura de la
Gran Vía y hasta su derribo definitivo, la prensa local trata este tema ampliamente. Se
publican editoriales, artículos, se reclama la opinión de los ciudadanos, planteándose
en la inmensa mayoría de ellos la disyuntiva excluyente entre baños y nueva calle. Se
percibe, al menos en los artículos y declaraciones de los representantes políticos,
empresariales y culturales de la ciudad, que la decisión está tomada y que nada puede
evitar el derribo; las necesidades urbanas, la ubicación de los bancos, el
engrandecimiento de la población, su prestigio, su futuro está en juego. No obstante,
se encuentran algunas voces llenas de sensibilidad, inteligencia y sentido común, como
las de don Juan Antonio Sánchez La Orden, huertano, que no entiende nada de arte,
pero que firma un artículo titulado “Los Baños árabes y la huerta”, publicado en el
diario Línea del día 23 de septiembre de 1952, en el que dice: “Los huertanos de
Murcia, tenemos un gran concepto de los árabes y de sus obras. Diariamente los
admiramos cuando contemplamos nuestra hermosa vega, que a su esfuerzo e
inteligencia debemos. Nos maravilla, y seguirá maravillando a nuestros hijos, el
perfecto y a la vez sistema de riegos que nos dejaron y que aún perdura sin que a
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ningún huertano se le ocurra discutirlo, porque sabe que es imposible mejorarlo. Y se
pregunta: “...si son algo digno de tener en cuenta y de admirar como monumento
artístico, ¿Cómo nuestros antepasados no los respetaron y toleraron que se edificase
sobre ellos...? Ahora estos últimos años, ¿Por qué no se hizo nada por conservarlos...?
La respuesta no se hizo esperar y, en febrero de 1953 los baños fueron derribados,
abriéndose una profunda herida en la estructura de la vieja ciudad.
CONCLUSIONES
La demolición de los baños árabes en Murcia demuestra la importancia de una buena
educación que neutralice la indiferencia social, pues a pesar de todas las leyes
existentes para la defensa del patrimonio , si no hay una verdadera sensibilidad con el
tema y una auténtica concienciación de la importancia de conservar la memoria de un
pueblo o lugar, nunca se van a tratar como es debido unos bienes que ni siquiera nos
pertenecen, de nada sirven las leyes si el propio gobierno y sus organismos no
predican con el ejemplo, dejándose llevar por la especulación, y el dinero, ante una
sociedad que nada hace por evitarlo.
El caso de Murcia es un claro ejemplo de lo mal que se hicieron las cosas en un pasado
cercano, cuando el ansia de expansión y de construcción, fruto del boom inmobiliario,
hicieron que se llevaran por delante importantes vestigios del pasado, fue una
autentica escabechina no solo por los baños, sino porque se borró de un plumazo, una
parte importante de la historia de la ciudad.
Ha pasado un tiempo desde entonces, y han cambiado muchas cosas, evolucionando
por el buen camino, pero no hay que olvidar este tipo de actuaciones, es bueno
recordarlas, hemos de reflexionar y darnos cuenta de que no podemos bajar la
guardia, de que hay que seguir trabajando para dejar en las mejores condiciones a las
generaciones venideras todas esas huellas que dan sentido a nuestra historia, junto a
un mensaje de continuidad y buen hacer, y de lucha contra esos especuladores que
siempre existirán, para ello como ya he dicho es imprescindible la colaboración social,
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la buena educación en todos los ámbitos y edades, crear un mensaje que cale hondo
en la memoria del pueblo.
BIBLIOGRAFIA
- CREMADES GRIÑAN, Carmen María (1996) Urbanismo en la Edad Moderna : la
región de Murcia / Publicación: Universidad de Murcia
- ANDRES SARASA, José Luis (1995) Urbanismo contemporáneo, la región de
Murcia / Publicación: Universidad de Murcia, 1995
- MOLINA MOLINA, Angel Luis (1992) Urbanismo Medieval. La región de Murcia /
Publicació : Universidad de Murcia, Secretariado de Publicaciones.
- http://www.ub.edu/geocrit/b3w-1085.htm
- http://www.um.es/eubacteria/eu15/URBANIZANDO_MURCIA.pdf
- http://www.regmurcia.com/docs/murgetana/N109/N109_006.pdf