Download - Relacion Popper Wittgenstein Chapa
UNIVERSIDAD DE NAVARRA
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
LA RELACIÓN CRÍTICA
DE KARL POPPER CON EL CÍRCULO
DE VIENA Y LUDWIG WITTGENSTEIN.
DATOS E INTERPRETACIONES
Luz María Chapa Azuela
Tesis doctoral dirigida por el
Prof. Dr. Jaime Nubiola
Pamplona, mayo 2004
Introducción
El presente trabajo ha consistido en la investigación de los datos
disponibles y de las interpretaciones más relevantes acerca de la
relación crítica entre Popper, los miembros del Círculo de Viena y
Wittgenstein por el interés del debate en sí mismo y para revalorizar la
contribución de Popper en la filosofía de la ciencia del siglo XX. Se
acude principalmente a los testimonios de Popper y a los de Kraft,
Carnap y Feigl que permiten situar el contexto en que se estableció la
relación crítica, los intereses e inquietudes que la motivaron, la
interpretación que cada uno hace de la mutua relación y de su
aportación a la filosofía, el impacto de los diferentes estilos personales
y de trabajo en la discusión filosófica e incluso los resultados
obtenidos con ocasión de los malos entendidos. Se llama la atención
sobre la figura de Wittgenstein, por su importancia en la primera fase
del Círculo de Viena y porque la crítica de Popper al positivismo
lógico se hizo a través de la crítica al Tractatus como punto de
referencia fundamental.
Popper escribió mucho acerca de su relación con el Círculo de
Viena y se dedicó a criticar las ideas y la persona de Wittgenstein
incluso durante sus años de exilio en Nueva Zelanda. Kraft trata
acerca de la influencia y relación del Círculo con Popper en su historia
del Círculo de Viena y en su contribución al volumen sobre la
filosofía de Popper editado por Schilpp en 1974. Carnap y Feigl
hablan de su relación con Popper y de la valoración de sus críticas en
sus cartas y comentarios dentro de sus escritos. Wittgenstein habló
poco y contundente acerca de la empresa del Círculo de Viena y de su
manifiesto programático, e hizo escasas referencias, no precisamente
elogiosas, acerca de Popper. En la actualidad el tema ha sido abordado
por Hacohen en su biografía sobre Popper y por Stadler en su amplio
y documentado estudio sobre los orígenes y el desarrollo del Círculo
8 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de Viena en donde sitúa la influencia de Wittgenstein y de Popper en
la fase inicial y en la fase pública del Círculo, respectivamente. El
único encuentro entre Popper y Wittgenstein causó gran expectación
en su momento y fue interpretado como símbolo dos reacciones
opuestas e irreconciliables al positivismo lógico. El debate fue
reabierto cincuenta años después por algunos testigos presenciales a
través cartas publicadas en el Times Literary Suplement e incluso
atrajo el interés periodístico de autores como Edmonds y Eidinow.
Magee, Bartley y Munz han analizado con profundidad la relación de
Wittgenstein y Popper desde ángulos diversos.
El tercer Simposium Internacional sobre Wittgenstein, celebrado
en Viena en agosto de 1978 tuvo como tema “Wittgenstein, el Círculo
de Viena y el racionalismo crítico” y refleja el interés de reunir a estos
autores sin pretender que los artículos recogidos formen una unidad
integrada acerca de la relación entre estas tres instancias.
Considerando que el encuentro entre Popper y el Círculo de Viena
marcó un antes y un después en los respectivos planteamientos
filosóficos o en su difusión, el Institut Wiener Kreis organizó en el
año 2002 un simposio especial como parte del Congreso del
Centenario de Karl Popper, durante las que fue patente el interés que
aún sigue despertando el diálogo crítico entre el empirismo lógico del
Círculo de Viena y el racionalismo crítico de Popper.
Mi interés por el pensamiento de Popper responde, en gran
medida, a la identificación personal con algunos aspectos de su
trayectoria intelectual: del gusto por las matemáticas, al interés por los
problemas de la educación, y finalmente al descubrimiento de la
filosofía. Mi ingreso en la Facultad de Ciencias se dio en un contexto
en que las matemáticas eran la clave de interpretación de la realidad.
Popper cuenta en su autobiografía “estudié matemáticas simplemente
porque quería aprender, y pensaba que en las matemáticas aprendería
algo acerca de los estándares de la verdad”. Otra coincidencia
interesante para mí se da en el tema de la tesis de licenciatura que
como la de Popper versa sobre geometría euclídea. Más tarde, mis
inquietudes teóricas por la educación se decantaron sobre el impacto
INTRODUCCIÓN 9
del cientismo positivista de Comte —de cuño físico-matemático— en
la educación, siendo mi país un caso particular de aplicación de este
proyecto.
Fui descubriendo que era la filosofía y no las matemáticas la
disciplina a que correspondía plantear e intentar dar respuesta a los
interrogantes más profundos acerca del mundo, del hombre y de las
diversas manifestaciones de la cultura, entre las que está la ciencia. De
aquí surgió también el interés por la relación de Popper con el Círculo
de Viena en cuanto que sus miembros también llegaron a la filosofía a
partir de la lógica, las matemáticas y la ciencia. El diálogo entre
Popper y el Círculo de Viena refleja dos formas distintas de dar
respuesta a los mismos interrogantes suscitados por las teorías
científicas, primero de la física —la teoría de la relatividad, la
termodinámica y la mecánica cuántica— y posteriormente de la
biología —las teorías de la evolución, la selección natural y la
genética—, con una misma actitud científica pero desde tradiciones
filosóficas distintas y aportando soluciones propias. La lectura de
Carnap, Feigl y Kraft produce el placer que dan la claridad y el rigor.
Se puede decir que Wittgenstein apareció en la investigación y no
tuve más remedio que enfrentarme al enigmático personaje con
admiración creciente. Me identifiqué con el Wittgenstein más
interesado en la antropología que en la ciencia y que tomó como
pretexto las matemáticas y la lógica para volcar su filosofía de la vida,
con el antiteórico, el místico, el artista, el que percibe la pobreza del
lenguaje científico a pesar de ser el único lenguaje legítimo porque
expresa lo que se puede decir.
El trabajo en el archivo de Popper, en el Hoover Institute de la
Universidad de Stanford y en el archivo de la London School of
Economics —donde Popper vivió sus últimos años como profesor, y
que contiene en microfilm los documentos del Hoover Institute— tuve
un contacto particular con la persona y el filósofo, a través de sus
discursos, borradores de libros, correspondencia, material para cursos
y documentos personales —curricula, cartas de recomendación,
grabaciones de conferencias y entrevistas, fotografías— contenidos en
10 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
cerca de seis centenares de cajas. Los distintos tipos de documentos
reflejan el modo como Popper abordaba los asuntos y trataba a las
personas; queda patente su laboriosidad, sus aficiones, las ideas y
anhelos directrices de su vida, también su profunda sensibilidad y su
talante puntilloso y perfeccionista. Resulta de particular interés la
correspondencia de Popper con Einstein y Russell y la que mantuvo
con algunos miembros del Círculo de Viena, particularmente con
Carnap, Feigl y Kraft y con miembros de otros grupos dentro del
movimiento de la filosofía científica. Es sabido que Popper no
mantuvo con Wittgenstein ningún tipo de correspondencia, sin
embargo su presencia en el archivo se trasluce en sus escritos y en sus
comunicaciones con otros filósofos y científicos.
En el año 2002 asistí a dos congresos internacionales sobre
Popper, de los muchos que se organizaron en distintas partes del
mundo con ocasión del centenario de su nacimiento: el primero en el
mes de abril en la Universidad Complutense de Madrid, y el segundo
en el mes de julio en la Universidad de Viena, ciudad natal de Popper.
En ambos foros tuve ocasión de comprobar que su filosofía convence
a algunos, suscita en otros profundas discrepancias, algunos le critican
“desde dentro” o partiendo de posiciones establecidas por él mismo
destacando las insuficiencias o proponiendo cambios más o menos
radicales pero ninguno acusaba a Popper de haberle hecho perder el
tiempo. De particular interés fue el contacto con quienes habían
tratado personalmente a Popper como alumnos, colaboradores,
anfitriones en seminarios y visitas académicas.
La fascinación de la Viena de fin de siglo para nuestros días está
en que sus tensiones prefiguran las que han dominado la historia de
Europa durante el siglo veinte. De esas tensiones surgen muchos de
los movimientos intelectuales y culturales que han dado forma a esa
historia. Fue, en frase de Karl Kraus, el “laboratorio de investigación
para la destrucción del mundo” de donde surgieron tanto el sionismo
como el nazismo, ahí desarrolló Freud el psicoanálisis, ahí Klimt,
Schiele y Kokoschka inauguraron el modernismo en arte, Schönberg
desarrolló la música atonal y Loos introdujo el desnudo funcional, un
INTRODUCCIÓN 11
estilo de arquitectura sin adornos que caracteriza los edificios de la
época moderna. En casi todos los campos del pensamiento y la
actividad humanos, lo nuevo estaba emergiendo de lo viejo, el siglo
veinte del diecinueve.
Karl Popper ha sido uno de los pensadores más influyentes del
siglo XX, que llevó a cabo importantes contribuciones —en algunos
casos revolucionarias— en campos muy variados: desde la filosofía de
la ciencia y la teoría del conocimiento, la filosofía de la física y la
biología, la lógica, la teoría de la probabilidad, pasando por la filosofía
social y política, la filosofía de la historia y la historia de la filosofía,
hasta el problema cuerpo-mente, la psicología y la música. Muchos
autores consideran que ningún otro pensador del siglo pasado ha
tenido el nivel de efectividad de Popper como destructor de algunos
mitos dominantes de su época entre los que están su demolición del
marxismo, su destrucción de las pretensiones de cientificidad del
psicoanálisis y su crítica aguda del positivismo lógico. Popper y
Einstein juntos hicieron más que ningún otro por destruir la visión de
la ciencia sostenida casi universalmente a inicios del siglo veinte, la
idea de que el conocimiento científico está construido sobre la base de
la observación directa, y que lo que lo hace especial es su certeza
absoluta.
En este trabajo se ha seguido una lógica „inductiva‟: al
acompañar a Popper en su crítica al positivismo lógico y desde su
animadversión por la filosofía y la persona de Wittgenstein arranca el
interés por dedicar la segunda parte de este trabajo al autor del
Tractatus. Al abordar los temas primero se ha dejado hablar a los
autores —sin interferencias y aunque se vuelvan cansinos, como es el
caso de Popper—, posteriormente se ha dado paso a la crítica
secundaria sobre todo a los autores que han analizado la relación de
Popper con el Círculo de Viena y con Wittgenstein, y sólo al final se
introduce una valoración más personal sobre el interés de la
recopilación de los datos y de las interpretaciones en sí misma y como
base para ulteriores investigaciones.
12 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
En el primer capítulo se aportan datos históricos sobre el Círculo
de Viena, y una descripción de los testimonios de tres miembros del
Círculo de Viena que tuvieron una relación personal más cercana con
Popper. Victor Kraft fue el primer miembro del Círculo que tuvo
contacto con Popper, es autor de la primera historia del Círculo de
Viena y de un ensayo crítico sobre la relación de Popper con el
Círculo de Viena. Rudolf Carnap fue el principal representante del
empirismo lógico del Círculo de Viena y el interlocutor-antagonista
más directo de Popper. Herbert Feigl fue miembro fundador del
Círculo de Viena, amigo personal de Popper y probablemente uno de
los que mejor entendió sus planteamientos.
En el segundo capítulo se incluye una breve biografía de Popper
y se analizan los principales escritos en los que Popper hace referencia
explícita a su relación con el Círculo de Viena. Los textos abarcan
sobre todo el período de su relación directa con el Círculo de Viena en
los años treinta, y su reflexión posterior cuando reanudó el contacto
con algunos de los antiguos miembros del Círculo que se encontraban
en Viena o dispersos en universidades de Inglaterra y Estados Unidos.
La última sección está dedicada a la entrevista que Popper concedió
en 1991 y que está centrada en su relación con el Círculo de Viena. Se
subrayan los aspectos históricos y la interpretación que Popper da al
estado de la cuestión en cada momento y a lo que él llamó la „leyenda
de Popper‟ sin entrar en el análisis de los contenidos de la discusión.
En el tercer capítulo se hace una breve descripción de los temas
que Popper consideró como el centro de su controversia con el Círculo
de Viena: su realismo frente al positivismo lógico del Círculo de
Viena, y su criterio de demarcación frente a los distintos criterios de
significado propuestos en el Círculo de Viena como respuesta a sus
críticas sobre el papel de la filosofía y la actitud dogmática de rechazo
de la metafísica. A continuación se incluyen algunas valoraciones
sobre la relación de Popper con el Círculo de Viena propuestas
recientemente por autores contemporáneos. Se destacan los estudios
de Friedrich Stadler, autor del estudio reciente más completo sobre el
INTRODUCCIÓN 13
Círculo de Viena y de Malachi Hacohen, uno de los biógrafos más
autorizados de Popper.
En el cuarto capítulo se presenta un breve perfil biográfico de
Wittgenstein en el que se identifican los eventos cruciales de su vida
intelectual y se esboza su influencia en el Círculo de Viena. Se relata
el único y mítico encuentro entre Popper y Wittgenstein en el Moral
Science Club de Cambridge. El episodio retrata tanto los mundos
como las concepciones de la filosofía que representaban cada uno de
ellos y desde el punto de vista documental es la única constancia de
Wittgenstein hablando de y a Popper. Al final del capítulo se incluye
la valoración que Popper hizo de este encuentro y dejó escrita en su
autobiografía intelectual.
En el quinto capítulo se acude a la discusión entre Popper y
Wittgenstein —conocida como el “episodio del atizador”— como
marco de referencia para analizar la lectura crítica de Popper al
Tractatus de Wittgenstein y que prácticamente aparece en todas sus
obras de epistemología y de filosofía de la ciencia y también en The
Open Society, que es una obra de carácter social y político. Se recogen
con detalle los principales textos —desde la carta al editor de
Erkenntnis de 1933 hasta la entrevista concedida en 1991— en los que
Popper subrayó los temas que consideró centrales en su controversia
con Wittgenstein y a la influencia de éste en el positivismo lógico del
Círculo de Viena.
En el sexto capítulo se analizan desde un punto de vista histórico
y temático los testimonios de Peter Munz y de Brian Magee, testigos
del encuentro entre Wittgenstein y Popper. A continuación se incluyen
las valoraciones de Stadler y Hacohen acerca del papel de
Wittgenstein en la relación de Popper con el Círculo de Viena.
Finalmente se hace una valoración más personal de las relaciones
entre Popper y el Círculo de Viena, y del impacto que en esta relación
tuvo la crítica de Popper al Tractatus y su actitud personal hacia
Wittgenstein y la simpatía de los miembros líderes del Círculo de
Viena hacia Wittgenstein. Se llama la atención sobre aspectos
concretos de las respectivas teorías filosóficas en los que hay que
14 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
ahondar y matizar para intentar superar la visión predominante
—elemental e injusta hacia Popper— en términos de desencuentros
personales.
La principal conclusión alcanzada en esta tesis es que la relación
de Popper con el Círculo de Viena es muestra de la apasionante
empresa de quienes abordaron los interrogantes filosóficos surgidos de
los desarrollos científicos del siglo XX y propusieron soluciones
audaces desde distintas tradiciones y enfoques filosóficos. Da cuenta
del alcance de la actitud científica, entendida como la conjunción de
rigor lógico, claridad conceptual y recurso a la experiencia aplicados a
la solución de los problemas planteados y de sus límites en la visión
cientista. Es evidente que hubo simpatías y antipatías que dificultaron
el diálogo, sin embargo no es fácil medir hasta qué punto los
problemas de relaciones humanas pesaron más que el contenido de las
discusiones y los argumentos. Hubiese sido deseable mayor apertura
al diálogo por parte de Popper y una menos dogmatismo
antimetafísico por parte del Círculo de Viena. Indudablemente esto
hubiera contribuido a enriquecer aún más el diálogo crítico entre estas
dos instancias de altísimo nivel. Sin pretender homologar las
respectivas valoraciones, Stadler, Hacohen y muchos otros autores
contemporáneos, dar por zanjadas las divergencias entre Popper y
Wittgenstein en términos de falta de entendimiento personal. Pero el
hecho es que Wittgenstein y Popper han ejercido una profunda
influencia en el modo en que abordamos las cuestiones fundamentales
de nuestra civilización, de la ciencia y de la cultura actuales y de aquí
surge la necesidad de reabrir el análisis en términos de contenido.
Debo agradecer a los profesores Joseph Agassi, Hans Albert y
Jeremy Shearmur, interlocutores directos de Karl Popper, su amable
dedicación de tiempo durante el Congreso del Centenario de Popper,
en Viena en julio del 2002 y al profesor Jaakko Hintikka, estudioso de
Wittgenstein, por la entrevista concedida durante el Congreso de
Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia, celebrado en Oviedo
en agosto de 2003 y a los profesores Johannes Friedl y Mathias Iven
miembros del Institut Wiener Kreis por los datos aportados.
INTRODUCCIÓN 15
Agradezco también al profesor Malachi Hacohen que tuvo la
amabilidad de analizar el esquema del trabajo y aportar valiosas
sugerencias y al profesor Peter Munz por compartir de manera
generosa e incondicional su experiencia como alumno y estudioso de
Popper y Wittgenstein. Mi agradecimiento particular se dirige al Prof.
David Miller, amigo y asistente de investigación de Popper, a quien
debo innumerables luces, documentación, comentarios y referencias.
Debo también gratitud al Director del Departamento, profesor
Fernando Múgica por su apoyo incondicional durante estos años de
trabajo, a Don Alejandro Llano por sus valiosos consejos para definir
el área de investigación, al profesor Mariano Artigas por su
disposición incondicional para compartir sus conocimientos y
contactos en la primera parte de este trabajo, al profesor Carlos Ortiz
de Landázuri por sus valiosas sugerencias, y de manera especial al
profesor Jaime Nubiola por su apoyo y experta dirección, por su
entrega sin límite y su profesionalidad sin los cuales el tejido de este
trabajo no hubiera sido posible.
Finalmente mi agradecimiento se dirige a mis padres, hermanos
y amigos por su cariño y cercanía en esta etapa de mi vida en
Pamplona.
Capítulo I
Popper desde la óptica del Círculo de Viena
Hablar de la relación de Popper con el Círculo de Viena es una
tarea compleja en sí misma, por los elementos contrastantes de
claridad y ambigüedad que caracterizaron el diálogo durante los años
de contacto más directo, entre 1930 y 1935, y porque a partir de la
emigración de Popper a Nueva Zelanda y de la mayoría de los
miembros del Círculo de Viena a Estados Unidos e Inglaterra, su
relación fue menos directa y sus respectivas posiciones fueron
evolucionando. En la primera sección de este capítulo se hace una
semblanza del Círculo de Viena, de sus orígenes, desarrollo y
disolución; también se da cuenta brevemente de las conexiones entre
los miembros del Círculo y la tradición pragmatista relevante en
Norteamérica. En la segunda sección se detallan algunos aspectos
importantes del encuentro de Popper con el Círculo de Viena a través
de los testimonios de Victor Kraft, Rudolf Carnap y Herbert Feigl.
1.1 El Círculo de Viena
El Círculo de Viena estaba constituido por un grupo de filósofos
con conocimientos científicos y de matemáticos, lógicos y científicos
—tanto de las ciencias naturales como de las ciencias sociales— con
intereses filosóficos fundado en la Viena posterior a la primera Guerra
Mundial. Fue el punto de partida de un movimiento filosófico
internacional que produjo una reforma del positivismo y preparó el
camino para la filosofía analítica y la filosofía de la ciencia
contemporáneas. Se le denomina ‗Círculo‘ por tratarse de un grupo de
filósofos que, sin constituir formalmente una escuela filosófica en
18 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
sentido tradicional, trabajaron filosóficamente sobre supuestos e
intereses comunes1.
El espíritu del Círculo de Viena se resume en el título de su
manifiesto programático dado a conocer en 1929: ―La visión científica
del mundo‖2, elaborado por Carnap, Hahn y Neurath en el que
exponían brevemente el origen, la actitud y los fines del Círculo, así
como una lista detallada de sus miembros y de sus aliados filosóficos
en Berlín y en otras partes. El documento es una declaración de
independencia de la filosofía tradicional y refleja la conciencia que
tenían los miembros del Círculo de Viena de estar jugando un papel
relevante en la historia. Estaban convencidos de que la concepción
científica del mundo —ajena a toda metafísica y a toda teología— no
conocería enigmas insolubles y estaba destinada a trascender los
límites de la discusión filosófica y académica porque contribuiría a la
transformación de la vida pública y privada, y a la renovación de la
educación y de la vida social y económica de acuerdo a principios
racionales. Quizás lo más importante del manifiesto programático era
que concebía la filosofía como “un trabajo intelectual de construcción
conjunta —análogo al que tiene lugar en las ciencias positivas— y no
la aceptación de las tesis de un maestro‖3.
1 Para esta presentación general del Círculo de Viena he utilizado las exposiciones
de: J. Ferrater Mora, voz ―Viena (Círculo de)‖, Diccionario de filosofía, Ariel,
Barcelona, 1994, 3694-3698; V. Kraft, El Círculo de Viena (Título original Der
Wiener Kreis. Der Ursprung des Neopositivismus. Ein Kapitel der jüngsten
Philosophiegeschichte, Vienna 1950), Taurus, Madrid, 1966; S. Sarkar (ed.),
Logical Empiricism at its Peak. Schlick, Carnap, and Neurath, Garland, New York,
1996; F. Stadler, The Vienna Circle. Studies in the Origins, Development, and
Influence of Logical Empiricism (Título original Studien zum Wiener Kreis.
Ursprung, Entwicklung und Wirkung des Logischen Empirismus im Kontext,
Vienna, 1997), Springer-Verlag, Wien, 2001.
2 Cf. H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World:
The Vienna Circle‖ (Título original Wissenschaftliche Weltauffassung: Der Wiener
Kreis, Wien, 1929), reimpreso en S. Sarkar (ed.), The Emergence of Logical
Empiricism. From 1900 to the Vienna Circle, Garland, New York, 1996, 321-340.
3 V. Kraft, El Círculo de Viena, 12.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 19
La publicación del manifiesto marca la transición del Círculo de
Viena de ser un grupo relativamente informal a transformarse en un
movimiento organizado y conocido públicamente. Los miembros del
Círculo diferían entre sí en puntos filosóficos y políticos importantes
pero todos coincidían en que era necesario superar los ―descarríos‖ de
la filosofía anterior edificando una filosofía científica acorde con una
―concepción científica del mundo‖. La nueva filosofía excluía todo lo
que no pudiera obtenerse por vía científica, de manera que la filosofía
dejaba de ser una sabiduría personal sobre el mundo y la vida y se
rechazaba cualquier búsqueda de principios ocultos o no
experimentables:
La clarificación de los problemas filosóficos tradicionales conduce o
bien a desecharlos como seudo-problemas, o bien a transformarlos en
problemas empíricos, susceptibles de ser sometidos al juicio de las
ciencias de la experiencia4.
La nueva filosofía era considerada ―científica‖ en un doble
sentido: se trataba de un nuevo modo de concebir la filosofía como la
clarificación de problemas y proposiciones a través del análisis lógico
del lenguaje y su objeto se reducía a los fundamentos de las ciencias
naturales y sociales. Los miembros del Círculo de Viena reconocían
que el análisis lógico era más difícil en el campo de la epistemología y
en el de las ciencias sociales que en el de las ciencias físicas pero no
lo veían imposible. Su propósito era la creación de un lenguaje
científico que, evitando todo seudo-problema, permitiera enunciar
pronósticos y formular las condiciones para su control por medio de
enunciados de observación.
Los miembros del Círculo de Viena desarrollaron un
positivismo que conectaba con el positivismo del siglo XIX en la
aceptación exclusiva de la verificabilidad empírica como criterio de
4 H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The
Vienna Circle‖, 328.
20 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
significado de las proposiciones y a la vez era distinto en cuanto al
papel central que otorgaron a la lógica formal. El criterio empirista de
significado propuesto en el Círculo de Viena, siguiendo a
Wittgenstein, era formulado de la siguiente manera:
Una proposición hace una afirmación cognitivamente significativa, y
por tanto susceptible de ser considerada verdadera o falsa sólo si es o
bien analítica o autocontradictoria o bien capaz, al menos en principio,
de prueba de experiencia5.
Este intento de unir el empirismo con los recursos de la lógica
simbólica, hizo que los miembros del Círculo de Viena fueran
llamados ―positivistas lógicos‖ —expresión difundida por Feigl para
las tesis capitales del Círculo— o ―neopositivistas‖6 o ―empiristas
lógicos‖7. La característica más conocida del Círculo —y la que
despertó mayor animadversión entre algunos críticos como Popper—
fue la oposición a toda ―especulación‖ y a toda ―metafísica‖, y por
tanto, a gran parte de la filosofía en especial a la filosofía idealista y
existencialista alemanas de la época.
5 C. G. Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,
Revue Internationale de Philosophie, 4, 1950, 41-63 reproducido en A. J. Ayer
(ed.), Logical Positivism, Free Press, London, 1959, 108.
6 Se usa el nombre ―neopositivismo‖ para distinguirla del positivismo desarrollado
en el siglo XIX por Augusto Comte y sus más o menos fieles sucesores. El nombre
―neopositivismo‖ no es mejor ni peor que muchos otros, pero podría ser objeto de
reparos cuando se usa para poner de relieve que se trata de una renovación del
positivismo ―clásico‖ comteano, o en un sentido despectivo no descriptivo.
7 El término ―empirismo lógico‖ toma en cuenta la síntesis de racionalismo y
empirismo y señala los dos elementos más importantes de la filosofía del Círculo de
Viena. La confluencia de las ideas de los positivistas lógicos de Austria, Alemania y
Polonia principalmente, con otras similares en Estados Unidos —sobre todo las
corrientes pragmatistas— y en Inglaterra —la tradición analítica de Russell y de
Cambridge— hicieron que se propusiera el término ‗empirismo lógico‘.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 21
Los miembros del Círculo de Viena pertenecían a un círculo
cultural, que abarcaba los países que componían el antiguo reino de
Austria-Hungría y partes de Polonia, dentro del que se habían
desarrollado corrientes filosóficas antiidealistas y antiespeculativas,
como la filosofía positivista, y antisustancialista de Ernst Mach (1838-
1916). Consideraban como sus antecesores remotos a los sofistas y a
los epicúreos, no a los platónicos ni a los pitagóricos, y ―a todos los
que tratan del ser terrestre y del aquí y ahora‖8. Se sabían parte de una
larga tradición empirista y nominalista, desde Occam hasta Russell y
destacaron el papel capital desempeñado por Hume, que había tratado
de eliminar todas las proposiciones que no pertenecieran a la lógica o
a las ciencias experimentales, basadas en observaciones y
descripciones de hechos. Los miembros del Círculo de Viena
intentaron paliar los defectos de la filosofía positivista de Mach,
especialmente la escasa atención prestada a la lógica y a las
matemáticas, y el excesivo peso dado al análisis de las sensaciones,
integrando elementos pragmatistas y convencionalistas desarrollados
por Poincaré y Duhem.
Consideraron que la reconstrucción positivista debía realizarse a
la luz de los Principia Mathematica de Russell y Whitehead, ya que la
lógica formal simbólica era el único instrumento para conseguir la
precisión necesaria para definir los conceptos, formular los
enunciados y formalizar los procedimientos intuitivos de inferencia
del pensamiento ordinario. El Tractatus Logico-Philosophicus de
Wittgenstein para quien la filosofía no se refiere a los hechos sino
que su objeto es ―la aclaración lógica del pensamiento‖9 fue una
obra de referencia fundamental en el Círculo de Viena.
Las discusiones epistemológicas y metodológicas surgidas del
desarrollo de la ciencia empírica —que replantearon los conceptos de
8 H. Hahn, R. Carnap y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The
Vienna Circle‖, 334.
9 L. Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus (Título original Logische-
philosophische Abhandlung, 1921 y publicado en edición bilingüe en 1922)
Alianza, Madrid, 1973, 4.112.
22 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
espacio, tiempo, sustancia, causalidad, probabilidad, etc.—, tuvieron
una influencia decisiva en el Círculo y Einstein fue considerado uno
de los principales representantes de la concepción científica del
mundo en el más pleno sentido. En 1922 Schlick fue invitado a ocupar
la cátedra de filosofía de las ciencias inductivas en la Universidad de
Viena10
. Se fue formando alrededor suyo un grupo, que se reunía los
jueves en el Seminario de Matemáticas de la Universidad para debatir
cuestiones lógicas y epistemológicas. En las discusiones participaban
intelectuales y científicos interesados por la filosofía como Neurath,
Feigl, Carnap, Waismann y Kraft. Al poco tiempo se incorporaron
Hahn, R. von Mises, Menger, Gödel, Schrödinger, dedicados
principalmente a la física y a las matemática
el economista Schumpeter, el abogado Kelsen y el sociólogo Zilsel.
Esta composición interdisciplinaria trajo consigo un nivel
particularmente elevado en las discusiones, y la orientación
matemática de muchos de sus miembros fomentó la tendencia al rigor
y pureza lógicos.
Entre los miembros del Círculo de Viena había consenso en
cuanto a las bondades del análisis lógico del lenguaje, la
epistemología falibilista, la visión científica del mundo y del
conocimiento en general. Al mismo tiempo existían diferencias
metodológicas dentro del Círculo: el ala ‗radical‘ alrededor de
Neurath, Carnap, Hahn y Frank sostenía la idea de una ciencia
físicalista unificada. Mientras que el ala ‗moderada‘ alrededor de
Schlick, Waismann, Feigl y otros —de hecho la mayoría—
enfatizaron el dualismo entre la ciencia y la filosofía. Esto les enzarzó
10
Esta cátedra es muestra de la larga tradición de una filosofía empirista en Viena.
Fue ocupada por Ernst Mach (1895 a 1901), L. Boltzmann (1902 a 1906) y
posteriormente por Adolf Stöhr. En 1922 fue ofrecida a Schlick. Todos habían
llegado a la filosofía desde la física, y se ocupaban de cuestiones relativas a los
problemas de la teoría del conocimiento y de la lógica relacionados con los
fundamentos de la física. Schlick destacaba con mucho por sus conocimientos
filosóficos y fue el primero en valorar filosóficamente la teoría de la relatividad. Cf.
V. Kraft, El Círculo de Viena, 11. Más adelante la cátedra le fue ofrecida a Popper
que no la aceptó por encontrarse ya establecido en Inglaterra.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 23
en distintos debates como el del lenguaje fenomenalista y el lenguaje
fisicalista; la coherencia y la correspondencia de las teorías con la
verdad; la sintaxis lógica del lenguaje y la semántica; la verificación y
la confirmación; los lenguajes ideales y naturales, entre otros. Existía
también un pluralismo heterogéneo en cuestiones éticas y políticas.
El Congreso organizado en Praga en 1929 por la Sociedad
alemana de Física y la Asociación de Matemáticos Alemanes dio al
Círculo de Viena la oportunidad de intervenir como grupo autónomo.
Simultáneamente los miembros del Círculo organizaron el Congreso
para la epistemología de las ciencias exactas en colaboración con la
Sociedad de filosofía empírica de Berlín, y esto significó la entrada
del Círculo en la vida pública. El Círculo de Viena dispuso también de
un órgano de difusión propio, la revista Erkenntnis, en los volúmenes
I a VIII, entre 1930-194011
. Además, Schlick y Frank dirigieron una
serie de libros titulada Schriften zur wissenschaftlichen
Weltauffassung (―Escritos para la visión científica del mundo‖), en la
que se publicaron obras de miembros del Círculo de Viena y la
primera obra de Popper.
Varios grupos de discusión filosófica europeos y
norteamericanos comenzaron a mantener relaciones estrechas con el
Círculo, principalmente el grupo de Berlín, fundado por Reichenbach
—que pronto se separó de las tesis más radicales del Círculo de
, Grelling y Dubislav miembros de la Asociación de
Filosofía Empírica, y más adelante C. G. Hempel. Algunos filósofos
norteamericanos, como Quine, Nagel y Morris viajaron a Viena a
establecer contacto con Schlick y Carnap. También Feigl se incorporó
al grupo. Pronto iniciaron relaciones asiduas con el Círculo de
11
Carnap y Reichenbach se hicieron cargo en 1930 de los Annalen der Philosophie,
que continuaron bajo el título de Erkenntnis. En 1938 se trasladó a La Haya, donde
tomó el título The Journal of Unified Science (Erkenntnis), pero en 1940 tuvo que
suspenderse su publicación a causa de la guerra. Después de la segunda Guerra
Mundial se dio una nueva etapa de la revista Erkenntnis, que entra más bien dentro
del marco de los trabajos realizados en la filosofía analítica, relativos a cuestiones
lógicas, metodológicas y metacientíficas, muchos escritos por miembros del Círculo.
24 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Varsovia, y con representantes del movimiento analítico británico
como Ayer, Braithwaite, Wisdom y Ramsey. Establecieron contactos
con intelectuales franceses como Rougier, Boll, y el General
Vouillemin, también con el lógico escandinavo Jørgensen y con los
grupos de Uppsala y Oslo12
.
A raíz del crecimiento del Círculo se convocó el Congreso para
la Ciencia Unificada en París en 1935, contando con el apoyo del
gobierno francés y de algunos institutos científicos internacionales con
sede en la capital francesa. La conferencia preliminar de este
Congreso, celebrada en Praga en 1934, reveló la proximidad del
Círculo de Viena y del positivismo lógico a lo que Morris llamó el
positivismo biológico de los pragmatistas13
; se intentaron unir las dos
corrientes proponiéndose la fórmula de ―empirismo lógico‖, que fue
adoptada sobre todo en Estados Unidos, donde las ideas del Círculo se
encontraron con tradiciones análogas y muy desarrolladas, como los
trabajos lógicos de Peirce, el pragmatismo conceptualista de C. I.
Lewis, la semiótica de Morris, la lógica formal del operacionalismo,
etc., que coincidían con el positivismo lógico en varios puntos
importantes. Ambos movimientos estaban centrados en el hombre,
tenían un carácter cooperativo y un talante empirista liberal en
oposición al análisis tradicional y a la metafísica especulativa14
.
La orientación del Círculo de Viena, que había encontrado
todavía una fuerte resistencia en Praga en 1929, fue ampliamente
reconocida en el Congreso de París. No faltaron advertencias acerca
de los riesgos de dogmatismo, de un nuevo escolasticismo, de
unilateralidad y de aplicaciones precipitadas del calificativo
12
Puede encontrarse una relación pormenorizada de los miembros del Círculo de
Viena y de su periferia en F. Stadler, The Vienna Circle, 580-581.
13 Cf. C. W. Morris, Logical Positivism, Pragmatism and Scientific Empirism,
Hermann, Paris, 1937, 4.
14 Cf. C. W. Morris, The Pragmatic Movement in American Philosophy, George
Braziller, New Yok, 1970, 147-149 y H. Feigl, ―The Origin of Logical Positivism‖
en R. Cohen (ed.), Herbert Feigl, Inquiries and Provocations. Selected Writings,
1929-1974, Reidel, London, 1981, 22.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 25
‗metafísico‘ pero el congreso se declaró dispuesto a promover y
colaborar en una ―Enciclopedia internacional de la ciencia unificada‖.
En junio de 1936 se celebró en Copenhague el Segundo Congreso
Internacional para la Unidad de la Ciencia, en el que participaron un
gran número de americanos. En París, en julio de 1937, tuvo lugar el
Tercer Congreso para la Unidad de la Ciencia, que sirvió para las
discusiones de la proyectada Enciclopedia. En 1938 se celebró el
Cuarto Congreso para la unidad de la ciencia en el Girton College de
Cambridge en Inglaterra. En 1939 tuvo lugar el Quinto Congreso para
la Unidad de la Ciencia en la Universidad de Harvard, y en septiembre
de 1941 se celebró en Chicago el Sexto Congreso aunque con muy
poca asistencia debido al estallido de la guerra15
.
El trabajo del Círculo de Viena no concluyó, sino que fue
interrumpido a raíz de la anexión violenta de Austria a Alemania
cuando se hallaba en su plenitud. Ya en 1931 Feigl había marchado a
Estados Unidos, Hahn murió inesperadamente en 1934 y Carnap se
marcharía a Estados Unidos en 1936. En ese mismo año Schlick fue
asesinado y a partir de ese momento cesaron las reuniones del Círculo.
Los miembros del Círculo de Viena habían ido moderando la excesiva
simplificación y el radicalismo de sus planteamientos iniciales como
las diversas formulaciones del criterio empirista de significado, la
interpretación de las teorías científicas, las tesis del fisicalismo o de la
unidad de la ciencia y otros puntos clave que fueron objeto de vivas
controversias. Es razonable suponer que de haber continuado el
trabajo hubiesen llegado a soluciones más maduras.
Los miembros del Círculo de Viena se dispersaron
principalmente por Inglaterra y Estados Unidos donde difundieron las
ideas del positivismo lógico y también recibieron influencia del
pensamiento norteamericano para el desarrollo de trabajos en las áreas
de lógica y semántica. Puede hablarse de un entrecruzamiento de
influencias en las que la concepción del Círculo de Viena quedó
fundida con orientaciones de tipo más amplio.
15
Puede encontrarse una relación pormenorizada de los seis congresos en F. Stadler,
The Vienna Circle, 339-393.
26 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
1.2 Testimonio de algunos miembros del Círculo de Viena acerca
de su relación con Popper
Las relaciones de Popper con el Círculo de Viena se dieron en el
marco de la filosofía de la ciencia, ese híbrido formado por cuestiones
epistemológicas y metafísicas surgidas a raíz del desarrollo de las
ciencias empíricas principalmente de la física, la biología y la
psicología. Popper tuvo relación con varios miembros del Círculo de
Viena entre los que estaban Carnap, Feigl, Frank, Gödel, Hahn, Kraft,
Menger, von Mises, Schlick y Waismann16
. En esta sección se
analizará con cierto detalle la relación de Popper con tres miembros
del Círculo de Viena con los que mantuvo un contacto más estrecho.
En el primer apartado se abordará la reseña histórica que hace Kraft de
la relación de Popper con el Círculo de Viena. En el segundo apartado
se dará cuenta de la opinión de Carnap, innovador y sistematizador del
programa del Círculo de Viena, acerca de su diálogo crítico con
Popper. En el tercer apartado se incluye la valoración de Feigl,
interlocutor y amigo personal de Popper, acerca del impacto que las
críticas de Popper tuvieron sobre las posturas inicialmente sostenidas
en el Círculo de Viena. Menger tuvo también una relación estrecha
con Popper pero no se incluye en este apartado porque, aunque
perteneció al Círculo desde 1927, a raíz de la publicación del
manifiesto programático de 1929, prefirió no ser considerado
miembro sino solamente intelectual cercano al Círculo de Viena17
.
16
F. Stadler, The Vienna Circle, 580-581.
17 Su desvinculación con el Círculo de Viena no impidió a Karl Menger (Viena
1902-Chicago 1985), ser un importante mediador en los estudios más recientes sobre
el Círculo de Viena y su periferia, llevados a cabo en Estados Unidos, a donde
emigró en 1936. Cf. K. Menger, ―Postscript to the English Edition‖ en Morality,
Decision and Social Organization, Reidel, Boston, 1974, 110-115. No es extraño
que Feigl –en 1969- se refiera a Menger como miembro del Círculo al relatar su
encuentro con él en Harvard porque en 1929 Menger todavía se consideraba parte
del Círculo de Viena. Cf. H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, en D. Fleming y
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 27
1.2.1 Kraft, primer contacto del Círculo con Popper
Víctor Kraft es conocido en los países de habla inglesa
principalmente por su historia del Círculo de Viena18
. Sus intereses
por los fundamentos del conocimiento y de la metodología científica
le llevaron a conectarse con el Círculo, llegando a ser uno de los más
asiduos participantes en las reuniones desde sus inicios hasta su
disolución, y uno de los pocos miembros del Círculo que permaneció
en Viena hasta su muerte. Kraft se interesó por la aplicación de los
criterios de racionalidad científica a problemas de la matemática y de
las ciencias naturales, pero su formación en las humanidades y su
amor por el arte le llevaron a centrar sus esfuerzos en el desarrollo de
una teoría de los valores con una base empírica de cuño totalmente
racional, libre de dogmas y artículos de fe de cualquier tipo y libre
también de propensiones emocionales que habitualmente juegan un
papel decisivo en la filosofía de los valores. En este sentido Kraft
disentía de la concepción del Círculo de Viena de que los juicios de
valor eran meras expresiones del sentimiento, carentes de contenido
cognitivo19
.
B. Bailyn (eds.), The Intellectual Migration. Europe and America, 1930-1960,
Harvard University Press, Cambridge (Massachusetts), 1969, 70. También se
explica que Stadler lo incluya en la lista de los miembros de mayor influencia del
Círculo de Viena, porque al mismo tiempo aclara que ―después de su regreso de
Amsterdam, Menger fue un miembro crítico y distante del Círculo de Schlick (junto
con su alumno Kurt Gödel) y también destacó como fundador y fuerza directora del
llamado Coloquio de Matemáticas (1929-1936), entre cuyos miembros estaban Kurt
Gödel, Abraham Wald, John von Neumann, Gustav Bergmann, Alfred Tarski, Hans
Thirring, Hans Hahn, Karl Popper, Olga Taussky. (F. Stadler, The Vienna Circle,
674).
18 En el presente trabajo usamos la traducción castellana de Francisco Gracia como
se señala en la nota 1.
19 Cf. E. Topitsch, ―Introducción‖ en H. L. Mudler (ed.), Victor Kraft. Foundations
for a Scientific Analysis of Value, Reidel, Dordrecht, 1981, xi-xvi y F. Stadler, The
Vienna Circle, 666.
28 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Simultáneamente a su pertenencia al Círculo de Viena, Kraft fue
miembro del Círculo de Gomperz y mantuvo contacto con la llamada
periferia del Círculo de Viena. Popper conoció a Gomperz y a Kraft
siendo un joven estudiante y tuvo la primera noticia del Círculo
precisamente a través de unas conversaciones con Kraft20
. En su obra
El Círculo de Viena Kraft habla explícitamente de la relación de
Popper con el Círculo de Viena. Se trata de la primera historia del
Círculo en la que expone los trabajos filosóficos del Círculo de Viena,
sus problemas y resultados, desde sus orígenes hasta su diáspora en
1938, añadiendo críticas en algunos puntos importantes. A este
respecto resulta interesante la puntualización del profesor Topitsch,
experto en la vida y obra de Kraft, cuando afirma que:
[Kraft] se opuso conscientemente a algunas tendencias radicales que
exhibían en ocasiones algunos de sus miembros. Prueba de esto es su
teoría de los valores (...) que de haber obedecido al criterio de
significado propuesto por Rudolf Carnap la hubiera considerado
carente de sentido...Kraft estaba protegido contra tales exageraciones
en virtud de que su educación le había proporcionado una sólida base
histórica y humanística. Al mismo tiempo su hábito crítico cuidadoso
y juicioso era contrario al dogmatismo y a las actitudes doctrinarias
que desfiguraron los escritos de algunos miembros del Círculo de
Viena. Era ya maduro, como hombre y como filósofo, cuando se
formó el grupo alrededor de Mortiz Schlick en los años veinte y había
ya desarrollado por sí mismo trabajos importantes. Por tanto, aunque
su estilo de pensamiento y los objetivos de su trabajo como filósofo
tenían muchos puntos en común con el neopositivismo, tenía la
independencia suficiente como para empezar de nuevo como
discípulo21
.
En 1974 Schlipp solicitó a Kraft un ensayo crítico para el
volumen The Philosophy of Karl Popper precisamente sobre la
20
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642
21 E. Topitsch, ―Introducción‖, xi. I
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 29
relación de Popper con el Círculo de Viena. En ambos escritos Kraft
destaca la importancia de las críticas de Popper al positivismo lógico y
no tiene dificultad en afirmar que Popper jugó un papel importante en
el desarrollo de Círculo de Viena y que también el Círculo de Viena
tuvo influencia en el propio desarrollo filosófico de Popper:
Popper nunca perteneció al Círculo de Viena, nunca tomó parte en sus
reuniones, y sin embargo no puede ser considerado fuera de él. De
hecho en mi trabajo de 1950 sobre el Círculo de Viena consideré
necesario referirme a él repetidamente. Por otra parte, el trabajo de
Popper no puede ser entendido en su génesis sin referencia al Círculo
de Viena22
.
En su ensayo crítico Kraft establece una serie de relaciones
históricas —que son las que interesan en este apartado—, y señala un
conjunto de temas que constituyeron la base del diálogo crítico entre
Popper y el empirismo lógico, mientras el Círculo funcionaba en
Viena, y posteriormente cuando Popper reanudó el contacto con
algunos de los antiguos miembros del Círculo al regresar de Nueva
Zelanda y establecer su residencia en Inglaterra.
Kraft destaca que Popper no participó en las reuniones del
Círculo de Viena pero mantuvo un contacto personal con algunos de
sus miembros. En 1928 ó 1929 tomó parte en el seminario de Carnap,
y tuvo relación estrecha con Feigl, Waismann, Menger, Gödel y Kraft
mismo23
. En 1931 ó 1932 el borrador del primer libro de Popper,
Logik Der Forschung, que estaba todavía sin publicar, fue leído y
discutido por algunos miembros del Círculo de Viena. En 1932
Popper pasó sus vacaciones de verano con Carnap y Feigl en el valle
de Ötz en el Tirol, y tuvieron ocasión de entablar largas discusiones
filosóficas. Popper participó en los congresos de París en 1935 y de
22
V. Kraft, “Popper and the Vienna Circle‖, en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy
of Karl Popper, Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 185.
23 Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 18, nota 13bis.
30 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Copenhague en 1936 sobre filosofía científica organizados por el
Círculo de Viena. Durante el primer encuentro Neurath lo llamó ―el
oponente oficial‖ del Círculo. Popper incorporó el concepto de ―rango
lógico‖ de Waismann para designar la clase de proposiciones básicas
admitidas por una proposición24
, o en que usó el símil de la neblina
ondulante para ilustrar un mundo sin estructura determinista como
había hecho Zilsel, miembro del Círculo25
.
El contacto directo de Popper con el Círculo de Viena duró sólo
hasta 1936, cuando se exilió en Nueva Zelanda donde le habían
ofrecido un puesto de senior lecturer en la Universidad de
Christchurch. A partir de entonces dejó de hablar del Círculo de Viena
durante dos décadas, con excepción de algunas observaciones críticas
sobre Wittgenstein y Schlick en su obra La sociedad abierta y sus
enemigos. Popper reanudó sus relaciones con algunos de sus
miembros en cuanto regresó de Nueva Zelanda y se estableció en
Inglaterra, y esto muestra que Popper se sentía vinculado a los
miembros del Círculo de Viena y que este contacto continuaba siendo
importante para él. Retomó el diálogo crítico sobre todo con Carnap
que había sido uno de los principales representantes del Círculo.
Popper realiza una crítica a fondo de la lógica inductiva de Carnap en
su ensayo ―Degree of Confirmation” de 195526
y responde gustoso a
la invitación que Schilpp le hace en 1964 para escribir una
contribución al volumen sobre la filosofía de Rudolf Carnap. Kraft
considera que una muestra particular de la estrecha relación de Popper
con el Círculo de Viena es la cantidad de veces que en su libro
24
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, (Título original Logik der
Forschung, Viena, 1934 y publicada por primera vez en inglés en 1959), Routledge,
London, 1997, 124, nota 1 en la que Popper da crédito a Waismann de haber
combinado las teorías del rango y la frecuencia y acuñado el término.
25 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 186.
26 K. Popper, ―Degree of Confirmation‖, The British Journal for the Philosophy of
Science, 5, 1954, 143-149 y ―‘Content‘ and ‗Degree of Confirmation‘: A Reply to
Dr. Bar-Hillel‖, The British Journal for the Philosophy of Science, 6, 1955, 157-
163.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 31
Conjectures and Refutations (1963) menciona al Círculo,
especialmente en el capítulo 11 cuando trata de la demarcación entre
la ciencia y la metafísica27
.
El contacto epistolar entre Kraft y Popper se mantuvo hasta la
muerte de Kraft. A este respecto Topitsch reseña, aludiendo a la salud
mental y a la creatividad intelectual de Kraft siendo un anciano, que
―el 2 de enero de 1975, un día antes de su muerte, envió un artículo
suyo a Sir Karl Popper pidiéndole sus comentarios‖28
. Al referirse a
que la disolución del Círculo de Viena en 1938, su orientación se
defendía en otros países europeos y en Estados Unidos, Kraft no duda
en afirmar explícitamente que Popper fue uno de sus continuadores en
Inglaterra ―donde vive Russell como antepasado de todo el
movimiento, el Círculo de Viena se continúa por Waismann en
Oxford y por Ayer y, en lo esencial, también por Popper en la
Universidad de Londres‖29
.
En cuanto a las relaciones temáticas entre Popper y el Círculo de
Viena, Kraft reconoce que algunos planteamientos iniciales del
Círculo fueron radicales y criticables. Al mismo tiempo señala que las
opiniones de los miembros del Círculo variaron reiteradamente, como
es el caso de Carnap, que en un momento dado superó la
consideración puramente sintáctica del lenguaje y se abrió a las
dimensiones pragmática y semántica del lenguaje. Kraft señala que
después de su disolución los que entonces pertenecieron al Círculo de
Viena no permanecieron en su antigua posición, sino que continuaron
avanzando y en buena parte la superaron:
De este trabajo conjunto se derivó un progreso tan rápido como el que
únicamente se produce en las ciencias especiales. Por tanto, resulta
natural que tal desarrollo tuviese como consecuencia varios cambios y
27
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, The Growth of Scientific Knowledge,
Rouledge, London, 1996, 253 y ss.
28 E. Topitsch, ―Introducción‖, xiii.
29 V. Kraft, El Círculo de Viena, 18.
32 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
que más de una concepción inicial demasiado simplista fuese superada
tarde o temprano30
.
Popper ayudó a entender mejor el realismo constructivo de Kraft
durante la fase pública del Círculo, a pesar de que su Grundformen
der wissenschaftlichen Methoden (―Formas básicas de los métodos
científicos‖) había sido publicada en 192531
. La orientación de Círculo
fue ampliamente reconocida durante el Congreso para la Ciencia
Unificada, celebrado en París en septiembre de 1935, pero al mismo
tiempo algunos participantes mostraron algunos desacuerdos. Kraft se
refiere a una serie de objeciones a distintos puntos de vista sostenidos
en el Círculo de Viena en la línea de las que Popper había planteado
desde el inicio de su relación con los representantes del positivismo
lógico:
La orientación el Círculo de Viena, que encontró todavía una fuerte
resistencia en el Congreso de Praga de 1929, fue ahora ampliamente
reconocida. Enriques y el general Vouillemin advirtieron del peligro
de dogmatismo y de un nuevo escolasticismo, Morris sobre la
unilateralidad y Reichenbach sobre el peligro de aplicar
precipitadamente a algo el calificativo de metafísica32
.
Por su parte Russell consideraba que el Círculo de Viena había
proporcionado un raro ejemplo de colaboración fecunda entre
filósofos y que era admirable su decisión de hacer filosofía
científicamente y su trabajo técnico en lógica, sintaxis y semántica. Al
mismo tiempo alertaba acerca de los peligros de dejarse llevar por
―una cierta estrechez y una cierta ceguera frente a algunos problemas
30
V. Kraft, El Círculo de Viena, 13.
31 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 208.
32 V. Kraft, El Círculo de Viena, 15.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 33
de considerable importancia, como respecto de la psicología, etc.‖33
.
Kraft sale al paso de algunos reproches de menosprecio de la filosofía
dirigidos al Círculo de Viena, diciendo que:
Es indudable que quien vea en la filosofía la confesión de una
sabiduría personal sobre el mundo y la vida o una interpretación
subjetiva sobre éstos, o quien busque en ella la construcción
especulativa de un principio oculto y no experimentable del mundo, o
la poesía conceptual de una novela cósmica, sólo podrá considerar
como degeneración la filosofía tal como la entiende el Círculo de
Viena. Pues en este sentido, la filosofía excluye todo lo que no puede
obtenerse por la vía científica, pero sólo entonces se puede superar la
diversidad y variabilidad subjetiva y sólo entonces se puede pretender
lograr generalidad y resultados duraderos34
.
Kraft sostiene que se fue dando un progresivo acuerdo entre
Popper y algunos miembros del Círculo de Viena. Deja claramente
asentado que Popper tenía ya en el momento de su contacto con el
Círculo de Viena —en los años veinte— una dirección independiente,
estaba centrado en el problema de la definición del carácter científico
de las teorías y lo había resuelto a través de su criterio de falsabilidad.
Popper fue el primero en confrontar al Círculo con sus ideas mediante
su actitud crítica. Aunque fue llamado el ―oponente‖ del Círculo de
Viena, su oposición descansa sobre una base común a partir de la cual
tuvo lugar la disputa. No sólo había cuestiones comunes que fueron
respondidas de manera diferente, sino también puntos de vista
comunes al abordar las respuestas35
.
Respecto al realismo Kraft reconoce que ―el problema de los
acuerdos y las diferencias entre Popper y el Círculo de Viena hasta
ahora se ha centrado en la cuestión de cómo puede ser conocida la
33
B. Russell, ―Logical Positivism‖, Polemic, 1, 1946, 7 y 12.
34 V. Kraft, El Círculo de Viena, 21.
35 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 187.
34 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
realidad‖36
, pero se limita a afirmar que aunque los puntos de vista
sobre el conocimiento de la realidad no eran uniformes, en el Círculo
de Viena dominó una visión idealista o ―fenomenalista‖, y que Popper
rechazó el idealismo y el instrumentalismo, y defendió el realismo,
pero ―de tal manera que, por la falta de verificabilidad de todas las
construcciones hipotéticas, nunca podemos saber cuándo hemos
captado el mundo real‖37
.
Respecto a la actitud ante la metafísica, Kraft no duda en
afirmar que los miembros del Círculo de Viena eran antimetafísicos
declarados y que Popper, por su empirismo fundamental, también
tiene una actitud antimetafísica en común con el Círculo de Viena, aun
cuando personalmente se declare defensor de la metafísica Popper
acaba rechazando igualmente la metafísica desde un punto de vista
diferente. Según Kraft Popper tampoco admite la metafísica como un
conocimiento válido, y prueba de ello es su interés por establecer una
demarcación clara entre la metafísica y el conocimiento científico38
.
En cuanto a la base empírica del conocimiento de la realidad,
Kraft sostiene que había terreno común entre Popper y el Círculo de
Viena. Kraft reconoce que en su historia del Círculo de Viena
consideró necesario referirse a Popper repetidamente, sobre todo en
los capítulos dedicados a los fundamentos de la verificación de los
enunciados empíricos39
. Los empiristas lógicos sostenían que el
conocimiento de la realidad depende de la experiencia y en ésta
descansa la base de su validez. Popper, por su parte, es
fundamentalmente un empirista, que simplemente rechazó un
empirismo total. Defendió el empirismo contra el instrumentalismo de
Duhem y contra el convencionalismo de Poincaré. Sin embargo
—sostiene Kraft— el componente empírico de la filosofía de Popper
se eclipsa por su insistencia en el componente racional del
36
V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.
37 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.
38 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 186-187.
39 V. Kraft, El Círculo de Viena, 131-176.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 35
conocimiento, y por esta razón su trabajo es dominado por la crítica
del empirismo representado por el Círculo de Viena. La experiencia
se difumina en el transcurso de sus publicaciones, porque Popper
estaba principalmente interesado en mostrar que existe un componente
racional del conocimiento. Es por esto que a veces parece como si
Popper estuviera señalando exclusivamente las insuficiencias de la
observación como fundamento del conocimiento, sin que haya
realmente una diferencia de fondo.
Kraft reconoce que si se establece la verificabilidad como
criterio de significado, se reduce el ámbito de las proposiciones con
significado al de las proposiciones empíricas, ya que sólo las
proposiciones empíricas son propiamente verificables. De aquí que
considere lógico que tal propuesta haya experimentado pronto una
crítica radical, tanto sobre algunas consecuencias insostenibles como
también sobre la limitación que operaría en la discusión filosófica.
Dedica a la crítica de Popper un lugar particular, afirmando que:
En su Logik der Forschung, de la que partieron muchos estímulos
importantes, hizo valer Popper contra la determinación entera del
significado el hecho de que se trataba de una decisión arbitraria. ―No
hay nada más fácil que desenmascarar un problema como
‗pseudoproblema carente de significado‘: sólo se necesita concebir el
concepto de ‗significado‘ de un modo suficientemente estricto, para
que se pueda decir de todo problema incómodo que no se le puede
encontrar ‗significado‘ alguno; y al aceptarse como ‗significativas‘ las
cuestiones de la ciencia empírica únicamente, todo debate sobre el
concepto de significado se convierte también en carente de
significado: una vez entronizado, este dogma del significado está libre
para siempre de todo ataque, es ‗intangible y definitivo‘, como dice
Wittgenstein en el prólogo de su libro‖ (K. Popper, The Logic of
Scientific Discovery, 51)40
.
40
V. Kraft, El Círculo de Viena, 49. Vid. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖,
189-190.
36 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El Círculo de Viena tuvo siempre presente como una tarea
fundamental la explicación del contenido de los conceptos mediante
su reducción a lo vivencialmente dado, y la explicación del contenido
y la validez de los enunciados empíricos mediante su reducción a
enunciados elementales, o proposiciones atómicas, o ―proposiciones
protocolares‖41
. Popper expuso un nuevo punto de vista al respecto:
En su importante libro Die Logik der Forschung, 1935, que ejerció un
influjo decisivo en el desarrollo intelectual del Círculo de Viena,
Popper planteó graves objeciones y expuso un nuevo punto de vista.
Popper opone a la concepción fundamental que encontró su expresión
en la doctrina de Wittgenstein de las proposiciones elementales y en la
de las proposiciones protocolares del Círculo de Viena una
concepción completamente nueva. Las proposiciones sobre las que ha
de construirse la ciencia y a las que ha de reducirse y que constituyen
su significado propio no son en modo alguno proposiciones singulares
sobre vivencias42
.
Para Popper toda proposición científica supera ampliamente lo
que sabemos con seguridad en virtud de vivencias inmediatas, ya que
utiliza conceptos generales, universales. Estos no son reducibles a
clases de vivencias, son indefinibles y sólo están fijados por el uso
lingüístico:
La concepción de Popper se separa del positivismo y también del
empirismo en que la aceptación de las proposiciones básicas no se
justifica mediante vivencias, siendo desde el punto de vista lógico
solamente una estipulación arbitraria, una decisión que sólo
psicológicamente está determinada por las vivencias43
.
41
Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 131 y 134.
42 V. Kraft, El Círculo de Viena, 140.
43 V. Kraft, El Círculo de Viena, 144.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 37
Kraft destaca tres rasgos esenciales en la relación de Popper con
el Círculo de Viena. En primer lugar, se trató de una relación de
naturaleza crítica, aunque no existió una oposición infranqueable, sino
más bien una base común: ambos afrontaron los mismos problemas
—los fundamentos del conocimiento empírico y el criterio de
cientificidad de las teorías— y tuvieron el empirismo como una
misma actitud básica. Abordaron estos problemas de manera
diferente: el Círculo de Viena estuvo influenciado por Mach y Russell
y sobre todo por el Tractatus de Wittgenstein. Popper desarrolló su
propia visión, pero a partir de cierto momento su filosofía procedió en
contacto y en disputa con el Círculo de Viena. En opinión de Kraft el
impacto del Círculo en el pensamiento de Popper ―no fue tan fuerte
como el impacto de Popper en el Círculo de Viena‖, y más adelante
llega incluso a afirmar que ―Popper reemplazó a Wittgenstein en
cuanto a su influencia en el Círculo de Viena‖44
.
En segundo lugar, el Círculo de Viena se benefició de la crítica
de Popper porque supuso una ocasión para que los miembros del
Círculo presentasen y confrontasen sus propios resultados, y llegasen
incluso a efectuar cambios considerables.
Se debe atribuir a esta influencia el rápido y productivo desarrollo que
tuvo lugar dentro del Círculo de Viena a través del cual se introdujo
un movimiento nuevo y fructífero en epistemología. El Círculo de
Viena debe a Popper gratitud por su contribución esencial en este
desarrollo que superó sus expectativas45
.
En tercer lugar, Kraft sostiene que se fue alcanzando acuerdo
cada vez mayor entre el Círculo de Viena y Popper de tal manera que
los desacuerdos iniciales desaparecieron en gran medida, no por
asimilación de Popper al Círculo de Viena sino en parte por la
44
V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.
45 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.
38 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
aceptación de las ideas de Popper y en parte debido al desarrollo
independiente del Círculo de Viena. Kraft señala tres puntos
importantes: se abandonó el criterio verificacionista del significado y
se adoptó el criterio de falsabilidad de Popper; se llegó por ambos
lados a la afirmación del carácter hipotético de los enunciados
empíricos; y la filosofía se consideró como lógica de la ciencia y
como teoría del conocimiento. Al mismo tiempo Kraft concluye su
ensayo con una afirmación que matiza dicho acercamiento progresivo:
Pero el acuerdo se alcanzó con sólo un ala del Círculo, la dirigida por
Carnap y Neurath. Schlick, por el otro lado, se movió menos de la
base original. Se aferró a su afirmación de la validez no hipotética e
indudable de la observación y admitió la filosofía sólo como la
clarificación de conceptos. Pero también con Carnap se mantuvieron
algunas diferencias; reconoció la falsación como válida pero continuó
manteniendo la verificación en una forma más débil: la
confirmación46
.
1.2.2 Carnap, protagonista del diálogo crítico con Popper
Rudolf Carnap nació el 18 de mayo de 1891 en Ronsdorf, al
noroeste de Alemania y murió el 14 de septiembre de 1970 en Los
Angeles, California. En la vida de Rudolf Carnap se dieron cita las
mismas coordenadas históricas que confluyeron en la formación del
Círculo de Viena: fue, más que ningún otro, la encarnación del
positivismo lógico, del empirismo lógico, del Círculo de Viena y de su
progresiva liberalización47
.
46
V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200-201.
47 Cf. M. Garrido, ―Introducción. Dos maneras de hacer filosofía‖ en R. Carnap,
Autobiografía intelectual, Paidós, Barcelona, 1992, 11, 17 y 21.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 39
En su autobiografía intelectual, que aparece al inicio del
volumen sobre su filosofía editado por Schilpp en 1963, Carnap
distingue cuatro etapas en el desarrollo de su pensamiento filosófico48
.
La primera corresponde a sus años de estudiante, en los que surgieron
sus intereses por la física, la filosofía, los fundamentos de la geometría
y más tarde por la lógica y en la que se fue gestando su actitud
antimetafísica y su rechazo de la teología. Carnap se definía a sí
mismo como un filósofo cercano a la ciencia experimental, no
interesado en comparaciones entre tendencias o escuelas filosóficas49
.
La segunda etapa corresponde al inicio de su trabajo filosófico
hacia 1919, primero en relativo aislamiento y más tarde en contacto
con Reichenbach y otros que trabajaban en la misma línea de la
filosofía científica. Carnap reconoce que ―mientras Frege tuvo la
influencia más fuerte sobre mí en los campos de la lógica y la
semántica, aprendí más de Bertrand Russell en mi pensamiento
filosófico en general‖50
. Ambas influencias fueron importantísimas
hasta el punto que convirtió en objetivo esencial de su filosofía la
aplicación de la nueva lógica, propuesta por Frege y Russell, al
análisis de los conceptos científicos y la clarificación de los problemas
filosóficos.
Carnap entró en contacto con Reichenbach y otros filósofos y
científicos que trabajaban en Alemania con la misma intención de
desarrollar un método firme y exacto en filosofía. Se fue
especializando en lógica y continuó su investigación sobre los
fundamentos de la física. Los teoremas de incompletez de Gödel y los
desarrollos de Menger sobre la posibilidad de aplicar la libertad de los
sistemas matemáticos para elegir las reglas y las proposiciones a otros
campos, fascinaron a Carnap que se propuso mostrar que cada uno es
libre de escoger las reglas de su lenguaje, y por tanto de elegir su
48
R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖ en P. A. (ed), The Philosophy of Rudolf
Carnap, Open Court, La Salle (Illinois) 1963, 3-84.
49 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 10-20.
50 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 13.
40 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
propia lógica51
. Carnap formuló su principio de tolerancia lógica o
principio del carácter convencional de las formas de lenguaje:
La actitud neutral hacia las diversas formas filosóficas del lenguaje,
basada en el principio de que cada uno es libre de usar el lenguaje más
apropiado a sus propósitos, permaneció invariable a lo largo de mi
vida, fue formulada a través del ―principio de tolerancia‖ en Logical
Syntax y todavía hoy la mantengo52
.
Al mismo tiempo fue desarrollando una postura antimetafísica
cada vez más radical:
En cuanto a la crítica a la metafísica tradicional, en el Aufbau
simplemente me abstuve de tomar partido; añadí que, quien procede
desde la discusión de las formas del lenguaje a la de las tesis
metafísicas correspondientes acerca de la realidad o irrealidad de
algún tipo de entidades, queda fuera del campo de la ciencia. Hablaré
más adelante del desarrollo de una posición cada vez más
radicalmente antimetafísica53
.
La tercera etapa se inicia en 1926 cuando Carnap se traslada a
Viena y participa en las sesiones del Círculo de Viena. En el verano de
51
Cf. K. Menger, ―Postscript‖, 110-111 y S. Sarkar, Logical Empiricism at its Peak,
xv.
52 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 18.
53 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 19. La posición cada vez más
radicalmente antimetafísica a la que se refiere Carnap queda evidenciada en su
artículo ―The Elimination of Metaphysics through Logical Analisis of Language‖,
Erkenntnis, 2, 1931, 219-241 reproducido en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at
Its Peak, 10-31.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 41
1924, a través de Reichenbach, conoció a Schlick y se incorporó como
profesor de filosofía en la Universidad de Viena.
Para mi trabajo filosófico el periodo en Viena fue uno de los más
estimulantes, gozosos y fructíferos de mi vida. Mis intereses y mis
puntos de vista filosóficos fundamentales eran más acordes con los del
Círculo que con ningún otro grupo que haya conocido jamás54
.
Carnap atribuye el éxito de la colaboración que se dio en el
Círculo de Viena a la amabilidad y buen hacer de Schlick y a su
―sentido común científicamente refinado‖55
, y también a la
familiaridad de los miembros con algún campo de la ciencia y la
lógica moderna, y el acuerdo por parte de la mayoría en rechazar la
metafísica tradicional:
Sin embargo, se gastó muy poco tiempo en la polémica contra la
metafísica. La actitud antimetafísica se manifestaba principalmente en
la elección del lenguaje usado en la discusión. Tratábamos de evitar
los términos de la filosofía tradicional y procurábamos en su lugar los
de la lógica, las matemáticas y la ciencia empírica, o los de aquella
parte del lenguaje ordinario que, siendo más vagos, todavía eran en
principio traducibles al lenguaje científico56
.
Afirma Carnap que ―Wittgenstein fue quizás el filósofo que,
después de Russell y Frege, tuvo la mayor influencia en mi
pensamiento‖57
. De él adoptó la concepción de que la verdad de las
proposiciones lógicas está basada sólo en su estructura lógica y en el
54
R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 20.
55 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 22.
56 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 21.
57 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24.
42 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
significado de los términos, independientemente de los hechos
contingentes del mundo. Otra idea que le pareció particularmente
sugerente fue la de que muchas proposiciones filosóficas,
especialmente en la metafísica tradicional, son pseudoproposiciones,
desprovistas de contenido cognitivo.
Carnap consideraba —al igual que Kraft— que Popper y los
miembros del Círculo de Viena compartían una misma actitud de
fondo y que su encuentro con Popper fue enriquecedor e importante:
Entre los filósofos en Viena que no pertenecieron al Círculo, el
contacto con Karl Popper es el que considero más estimulante,
primero a través de mi lectura del manuscrito de su libro Logik der
Forschung, y más tarde en discusiones con él. Recuerdo con placer las
conversaciones que tuve con él y Feigl en el verano de 1932, en los
Alpes tiroleses58
.
Feigl relata que fue precisamente la atención que Carnap
prestaba al enfoque de Popper acerca de muchos temas de interés
común lo que le animó a organizar aquellas vacaciones en el Tirol:
Carnap, a pesar de algunos desacuerdos básicos, apreciaba
profundamente la gran originalidad del enfoque con que Popper
abordaba muchos temas de interés común. Así fue cómo me encargué
de arreglar unas vacaciones de verano de varias semanas en 1932 en
el Tirol59
.
Con el paso de los años, Carnap manifestaría su alegría al saber
que Popper también recordaba con agrado aquella estancia: ―Cuando
leí tu contribución al volumen de Schilpp, me alegró encontrar tu
58
R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.
59 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 43
expresión de recuerdos felices de nuestras discusiones en aquellos
lejanos tiempos‖60
. Carnap reconoce que Popper tenía intuiciones
interesantes que eran tomadas en serio en el Círculo al menos a nivel
de llevarlas a la mesa de discusión, y muestra su admiración hacia
Popper que siendo un autor joven, produjo muchas ideas interesantes
que se discutieron en el Círculo. La influencia en su pensamiento fue
real y positiva, a pesar de los desacuerdos: ―no podíamos estar de
acuerdo con algunos de sus conceptos —afirma Carnap—, pero
algunos influenciaron positivamente mi pensamiento y el de otros en
el Círculo, especialmente de Feigl‖61
. Le parecen importantes las
aportaciones de Popper sobre todo en relación a los fundamentos del
conocimiento y al método científico, aunque no esté de acuerdo en
todo:
Desde el inicio de mi conocimiento del trabajo de Popper he
considerado que sus investigaciones sobre los fundamentos del
conocimiento y sobre el carácter del método científico son
interesantes y valiosas en general, especialmente aquellas sobre la
formación, prueba y confirmación de las hipótesis, aunque no puedo
estar de acuerdo en todos los detalles62
.
De hecho una de las mayores diferencias entre Carnap y Popper
era las respectivas ideas de confirmación y de corroboración. Aquí se
nota el antiautoritarismo de Popper, no sólo reflejado en su doctrina
social y política, sino en su rechazo a cualquier autoridad cognoscitiva
sobre la que podamos basar la verdad. Para Popper simplemente no
60
Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de noviembre de 1959 desde Los Angeles.
Popper Archives (282.24).
61 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32.
62 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖
en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Rudolf Carnap, Open Court, La Salle
(Illinois), 1963, 877.
44 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
podemos descansar ni siquiera sobre nuestras teorías mejor
corroboradas63
.
Cuando en 1937 Popper le solicita una carta de recomendación
como apoyo para su trámites de emigración, Carnap no duda en
hacerlo:
A quien corresponda: El libro ‗Logik der Forschung‘ del Dr. Karl
Popper es en mi opinión uno de los libros sobre epistemología más
valiosos de los últimos años. He hecho una reseña del mismo en
‗Erkenntnis‟, vol. V., 1935, pp.290-294. Durante el tiempo de mi
labor docente en la Universidad de Viena tuve frecuentes
oportunidades de hablar con el Dr. Popper y de escuchar sus
conferencias y sus observaciones en discusiones públicas, p.e. en el
Congreso Internacional de Filosofía en Praga en agosto de 1934, y en
el Congreso Internacional para la Unidad de la Ciencia en París en
septiembre de 1935. Sus exposiciones me han parecido siempre muy
buenas, esclarecedores y estimulantes incluso en puntos en los que no
hemos estado de acuerdo64
.
Carnap reconoce que su postura sobre las hipótesis científicas y
el método axiomático ―estaba influida por las conversaciones que
había mantenido con Gödel y Popper‖65
y también que las ideas de
Popper acerca del carácter no absoluto de las proposiciones
protocolares tuvieron un papel importante en el fortalecimiento de la
concepción fisicalista que estaba desarrollando junto con Neurath:
63
Cf. M. Notturno, ―The Open Society and Its Enemies: Authority, Community, and
Bureaucracy‖ en I. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper‟s Open Society after Fifty
Years. The Continuing Relevance of Karl Popper, Routledge, London, 1999, 47.
64 Carta de R. Carnap a Quien corresponda del 2 de octubre de 1936 desde Chicago.
Popper Archives (406.2).
65 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 58.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 45
Es el caso, por ejemplo de los puntos de vista de Popper sobre las
―proposiciones protocolares‖, es decir, aquellas proposiciones que se
confirman por observaciones más directamente que otras y sirven
como base para la confirmación de otras (...) Popper subrayó que
ninguna proposición protocolar puede ser considerada ―absoluta‖, sino
que toda proposición puede ser revisada bajo ciertas circunstancias.
Además señaló que las proposiciones acerca de eventos físicos
observables eran más apropiadas como proposiciones protocolares,
porque, al contrario de las proposiciones acera de experiencias
subjetivas, pueden ser refutadas intersubjetivamente. Estos puntos de
vista suyos ayudaron a clarificar y a fortalecer la concepción fisicalista
que desarrollé con Neurath66
.
A este respecto Feigl afirma que la segunda fase del positivismo
lógico surge como reacción al fenomenalismo (experimentalismo) de
la primera fase y añade:
Bajo la influencia de las sugerencias críticas de O. Neurath y K.
Popper, Carnap formuló su fisicalismo. Resultaba fácil una vez más
para los oponentes con mentalidad metafísica el malinterpretar esta
posición como una variante del materialismo ontológico. Pero la
intención de Carnap era también como en la fase anterior la de llevar a
cabo un análisis del lenguaje67
.
Carnap reconoce que la crítica de Popper influyó en la búsqueda
de un criterio de significado cognitivo más flexible que el de
verificabilidad, aunque en su opinión esta influencia no fue tan
esencial como Popper sostenía:
66
R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32.
67 H. Feigl, ―The Mind-Body Problem in the Development of Logical Empiricism‖,
Revue Internationale de Philosophie, 4, 1950, 286-301 reproducido en H. Feigl y M.
Brodbeck (eds.), Readings in the Philosophy of Science, Appleton, New York, 1953,
615.
46 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Las influencias que me llevaron a revisar mis puntos de vista vinieron
sobre todo de mis amigos de Viena, con quienes tuve muchas
discusiones, pero también de otros filósofos, entre ellos Popper.
Valoro la influencia de las ideas de Popper, pero no estoy seguro
sobre qué tanto hayan jugado el papel central en el desarrollo de mis
puntos de vista que él les atribuye. Propuse abandonar el requisito de
verificabilidad de Wittgenstein como condición de significado
cognitivo y reemplazarlo por el requisito de confirmabilidad en un
sentido más amplio, incluyendo la confirmación indirecta e
incompleta68
.
Carnap menciona la lógica inductiva entre los desacuerdos
temáticos claros y permanentes con Popper. Su desarrollo de la lógica
inductiva —a base de un examen de la probabilidad como grado de
confirmación y del supuesto de que todo razonamiento inductivo es un
razonamiento en términos de probabilidad— se enfrentó con el
‗deductivismo‘ radical de Popper:
Por otra parte, existieron algunas diferencias definitivas entre mis
puntos de vista y los de Popper. La más importante surgió más tarde
cuando empecé a desarrollar un sistema de lógica inductiva. Popper
rechazó, y todavía rechaza, la posibilidad de cualquier lógica
inductiva y mantiene por el contrario un ―deductivismo‖ radical69
.
Al mismo tiempo Carnap estaba convencido que Popper
sobreestimaba sus diferencias con el Círculo de Viena precisamente
en aquellos puntos de vista epistemológicos que de hecho estaban más
cerca de los suyos:
68
R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,
880.
69 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 32. Para un estudio técnico detallado
sobre esta cuestión Vid. A. Michalos, The Popper-Carnap Controversy, Martinus
Nijhoff, The Hague, 1971.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 47
Su actitud filosófica básica era bastante similar a la del Círculo. Sin
embargo, tenía la tendencia a sobrevalorar nuestras diferencias. En su
libro se presentaba como crítico de los ―positivistas‖, y parecía
referirse principalmente al Círculo de Viena, y por contraste,
enfatizaba su acuerdo con Kant y otros filósofos tradicionales70
.
El empeño de Popper por subrayar las diferencias despertó
antipatías entre algunos miembros del Círculo y contribuyó a crear
una real animadversión hacia Popper por parte de algunos miembros
líderes como Neurath y Reichenbach71
, e incluso de Schlick que se
distinguía por su cordialidad y capacidad de diálogo. Carnap
consideró que sus intentos conciliadores y los de Feigl resultaron
infructuosos: ―Feigl y yo —lamenta— tratamos en vano de propiciar
un mejor entendimiento mutuo y una reconciliación filosófica‖72
.
Después de estudiar el ensayo crítico de Popper —sobre la
controversia de la demarcación entre ciencia y metafísica— en el
volumen sobre su filosofía de 1963, Carnap refuerza su convicción de
que Popper exagera las diferencias, ya que en su opinión no existen
diferencias esenciales al abordar el problema de la demarcación entre
ciencia y metafísica:
la concepción de Popper sobre esta demarcación no es tan
fundamentalmente opuesta a mi concepción y a la de los empiristas
lógicos en general como él cree (...) Su principal tesis no es
incompatible con nuestra concepción porque nuestras respectivas tesis
se refieren a problemas completamente diferentes. Antes no era
consciente de esta diferencia, porque Popper siempre alegaba que sus
70
R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.
71 Propiamente hablando Reichenbach no era miembro del Círculo sino que
pertenecía a la llamada ‗periferia‘ del Círculo.
72 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 31.
48 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
tesis era opuesta a los puntos de vista sobre la metafísica sostenidos
por Wittgenstein y desarrollados en el Círculo de Viena73
.
El no haber tenido claro que ambas tesis se refieren a problemas
diferentes pero no necesariamente incompatibles, les llevó a múltiples
confusiones. Popper considera pseudocientíficas a las proposiciones
de la metafísica, y el Círculo de Viena las considera
pseudoproposiciones, pero finalmente ambos las despojan de todo
carácter científico y por esto —concluye Carnap— ―es más una
diferencia de énfasis que una diferencia fundamental de puntos de
vista‖74
. El contenido de esta controversia se analizará con cierto
detalle en el siguiente capítulo. Lo mismo ocurre en el caso de los
argumentos que Popper presenta para rebatir el concepto de grado de
confirmación de Carnap. Según Carnap la confusión básica sobre la
que se funda este malentendido es que Popper aplica sin darse cuenta
el principio ‗de la no distinción de lo distinto‘. Se hacen afirmaciones
verdaderas, pero se saca una conclusión falsa debido a que se usa el
mismo término medio —en este caso el de grado de confirmación—
pero con dos significados completamente diferentes:
Muchos de los puntos de vista que Popper me atribuye y luego critica,
me son no sólo ajenos sino incluso diametralmente opuestos a mi
punto de vista. Sucede con frecuencia que un filósofo malinterprete a
otro. Lo que es inusual en el caso de Popper es el hecho de que haya
persistido en su malentendido –en este caso se refiere a la discusión
sobre los conceptos de probabilidad e inducción- aún después de que
Bar-Hillel, Kemeny y yo subrayamos claramente sus errores 75
.
73
R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,
877.
74 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,
879.
75 R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,
995. Carnap remite a una serie de discusiones publicadas en el British Journal for
the Philosophy of Science entre 1954 y 1956.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 49
Carnap mantuvo una estrecha relación con el Círculo de Berlín,
del que era miembro Reichenbach, y con el grupo filosófico de
Varsovia, entre cuyos miembros destacaba Tarski. Consideró que los
filósofos polacos habían hecho un excelente trabajo en el campo de la
lógica y de sus aplicaciones a problemas de fundamentación de la
matemática, de la teoría del conocimiento y de la teoría general del
lenguaje76
. Fue uno de los responsables de la revista Erkenntnis que
inició en 1930. Entre 1931 y 1935 vivió en Praga, donde atendió una
cátedra de filosofía natural y mantuvo estrecho contacto con Frank.
Durante su estancia en Praga no descuidó la relación con los
miembros del Círculo de Viena a través de frecuentes visitas. En el
otoño de 1934 pasó algunas semanas en Inglaterra y conoció a Russell
cuya personalidad le produjo una honda impresión77
.
Con la instauración del régimen de Hitler en Alemania en 1933,
la atmósfera política, incluso en Austria y Checoslovaquia, se hizo
cada vez más intolerable, por esta razón Carnap hizo varios intentos
de marchar a Estados Unidos y lo consiguió en 1935. La última etapa
de su autobiografía intelectual corresponde a la vida de Carnap en
Estados Unidos78
. El contacto con Morris en la Universidad de
Chicago y con Quine en Harvard fueron importantes y enriquecedores,
y le dieron la oportunidad de conseguir una posición permanente en la
Universidad de Chicago, desde 1936 hasta 1952, y de convertirse en
profesor visitante en Harvard. A través de Morris entendió mejor la
filosofía pragmatista especialmente los desarrollos de Mead y Dewey.
Al poco tiempo consiguió que Hempel se trasladase a Estados Unidos
como investigador asociado.
Carnap se sorprendió por el interés que encontró en América por
una filosofía ―exacta‖ y durante el curso 1940-41 formó un grupo
para discutir problemas lógicos con Russell, Tarski y Quine
principalmente. También participó en algunas de estas discusiones
76
Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 29-30.
77 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 33.
78 Cf. R. Carnap,―Intellectual Autobiography‖, 34-43.
50 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Goodman, que acababa de defender su tesis doctoral en la que hacía
un análisis crítico del Der logische Aufbau der Welt de Carnap. De
especial interés resultaron las sesiones de discusión con Frank,
Richard von Mises y Feigl, que vivían ya en Estados Unidos. Queda
patente la interesante red de relaciones que estableció entre los
filósofos de su línea que trabajaban en las Universidades del más alto
nivel en Europa y Estados Unidos,79
.
A lo largo de los años Carnap continuó mostrando interés por la
crítica de Popper a sus escritos y también por conocer lo que Popper
estaba desarrollando, como por ejemplo cuando escribe:
mi libro sobre probabilidad está finalmente en la imprenta. Me
interesa mucho escuchar tu reacción a mi concepto de probabilidad y
semántica (…) y discutir contigo tus nuevas investigaciones en
lógica80
.
Carnap no sólo se preocupa de aspectos estrictamente
académicos, sino que también comenta y pregunta sobre cuestiones
relacionadas con los amigos: ―Nos apena saber de la muerte de
Waismann‖81
, y se interesa por aspectos más personales de la vida de
Popper en el exilio: ―¿cómo se ha desarrollado tu vida en Inglaterra,
personal y científicamente?‖82
. Se alegra ante la perspectiva de que
Popper tenga oportunidad de dar clases y conferencias en Estados
Unidos: ―mi enhorabuena por tu visita a América. De acuerdo con los
79
Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 35.
80 Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago. Popper
Archives (282,24).
81 Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de noviembre de 1959 desde Los Ángeles.
Popper Archives (282.24).
82 Carta de R. Carnap a K. Popper del 17 de noviembre de 1946 desde Chicago.
Popper Archives (282.24).
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 51
rumores, estás dando clases o has estado dando clases en Princeton‖83
,
―te estamos esperando en Los Ángeles‖84
. Carnap menciona a Popper
al relatar una conversación con Einstein, en la que le explica que en el
movimiento de filosofía científica habían abandonado la visión
positivista inicial, y superado la pretensión de encontrar una base
inamovible para el conocimiento, en parte porque Neurath siempre la
había rechazado y también debido a
la influencia del libro Logik der Forschung de Popper, (que) iba en la
misma dirección. Algunos de nosotros –especialmente Neurath, Hahn
y yo- llegamos a la conclusión de que debíamos procurar un criterio
de significado más liberal que la verificabilidad85
.
Entre las cosas que Carnap más apreció en el modo de hacer y
divulgar la filosofía en Estados Unidos era, por una parte, que la
lógica moderna era considerada por muchos como un campo
importante de la filosofía, o cuando menos era un asunto seriamente
discutido en todas partes86
. Por otra parte los movimientos filosóficos
más influyentes eran los que tenían una tendencia empirista en sentido
amplio, como el pragmatismo —principalmente en las versiones
derivadas de Dewey—, y el realismo crítico. Muchos rechazaban la
metafísica y enfatizaban la importancia de los modos científicos de
pensar en la solución de los problemas teóricos. Deja constancia en
1965 de que en los últimos veinte años las ideas de la filosofía
analítica habían ganado cada vez más aceptación, en parte a través de
83
Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago. Popper
Archives (282.24).
84 Carta de R. Carnap a K. Popper del 19 de marzo de 1962 desde Los Ángeles.
Popper Archives (282.24).
85 R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 57.
86 Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 39.
52 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
la influencia del empirismo lógico y también a través del movimiento
británico de Moore y Wittgenstein87
.
En 1954, a raíz de la muerte de Reichenbach, Carnap se hizo
cargo de la cátedra que éste ocupaba en la Universidad de California
en Los Ángeles, donde constató con gusto que el espíritu de la
filosofía científica estaba también muy vivo. Carnap trabajó
infatigablemente en lógica hasta su muerte, ocurrida en Los Ángeles
el 14 de septiembre de 1970, que le sorprendió cuando desarrollaba
una nueva versión de la lógica inductiva.
1.2.3 Feigl, encuentro decisivo para Popper
Herbert Feigl —uno de los principales difusores de las ideas del
Círculo de Viena en Estados Unidos— nació en Reichenberg, antigua
Austria-Hungría, hoy Chequia, en 190288
. Estudió matemáticas, física
y filosofía en la Universidad de Munich, en la que obtuvo el doctorado
en 1927. En 1922 se trasladó a Viena donde fue alumno de Schlick,
Hahn, Thirring y Bühler. Fueron Feigl y Waismann quienes sugirieron
a Schlick que organizara las reuniones que más adelante darían origen
al Círculo de Viena:
Empezando en 1924, Schlick organizó, por sugerencia de sus alumnos
Herbert Feigl y Friedrich Waismann, un círculo de discusión periódica
que se reunía primero de forma privada y después en el edificio
87
Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 40
88 Los datos biográficos de Feigl que se presentan a lo largo de la sección están
obtenidos principalmente de J. Ferrater Mora, Diccionario de filosofía, voz ―Feigl,
Herbert‖, 1228-1229. C. Fleming-B. Bailyn (eds.), The Intellectual Migration.
Europe and America, 1930-1960, 630-673 y 640, 646, 647 y 686-687 y F. Stadler,
The Vienna Circle, 624-630.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 53
trasero del Instituto de Matemáticas en la Boltzmanngasse 5 en
Viena89
.
Entre 1927 y 1930 Feigl fue profesor en institutos para la
educación de adultos en Viena. En 1930 emigró a Estados Unidos
debido a la falta de oportunidades profesionales en el mundo
académico austriaco por razones étnicas y políticas dado su origen
judío. Fue profesor en la Universidad de Iowa, entre 1931 y 1940, y de
la Universidad de Minnesota a partir de 1940. En 1953 fundó el
Minnesota Center for the Philosophy of Science que influyó en la
introducción del empirismo lógico y en el desarrollo y difusión de la
filosofía analítica en Estados Unidos. Feigl fue profesor visitante en
diversas universidades de Estados Unidos, entre 1943 y 1958. Tuvo
estancias académicas en universidades de México, Australia y Austria
entre 1964 y 1965. Feigl fue nombrado Presidente de la American
Philosophical Association y vicepresidente de la American
Association for the Advancement of Science. Murió en Minneapolis en
1988.
Los escritos de Feigl versan sobre temas diversos de carácter
filosófico, teológico, ético e histórico en el contexto de la visión
científica del mundo, aunque destaca entre los empiristas lógicos que
abordaron temas surgidos de la psicología. Su contribución filosófica
más reconocida es el análisis de la relación entre lo ―mental‖ y lo
―físico‖90
.
89
F. Stadler, The Vienna Circle, 723.
90 Las principales contribuciones de Feigl en el tema cuerpo-mente son H. Feigl,
―The Mind-Body Problem in the Development of Logical Empiricism‖,
―Functionalism, Psychological Theory, and the Uniting Sciences‖, Psychological
Review, 62, 1955, 232-235, y particularmente ―The ‗Mental‘ and the ‗Physical‘‖ en
H. Feigl, M. Scriven y G. Maxwell (eds.), Concepts, Theories, and the Mind-Body
Problem, Minnesota Studies in the Philosophy of Science, Minneapolis, 1958, 379-
497, y The „Mental‟ and the „Physical‟ with a Postscript after Ten Years, Minnesota
Studies in the Philosophy of Science, Minneapolis, 1967.
54 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Feigl defendió un monismo filosófico basado en supuestos
empíricos y científicos y fue un empirista lógico moderado, que
consideraba que la apertura mental era la única actitud fructífera en la
era de la ciencia, y que había que hacer las rectificaciones necesarias
ante los nuevos progresos tanto científicos como del análisis
filosófico91
. Los avances de la neurofisiología mostraban cada vez con
mayor claridad el carácter complejo de lo físico y le llevaron a superar
en buena medida el fisicalismo inicial —que identificaba lo físico con
lo mecánico—, en su explicación de la relación cuerpo-mente. Feigl se
acercó a una explicación más funcionalista y al mismo tiempo expresó
sus dudas acerca de la posibilidad de explicaciones físicas
satisfactorias de los fenómenos mentales, y reconoció que el problema
de la relación ―mental-físico‖ estaba aún lleno de interrogantes. Al
mismo tiempo Feigl insistió en que las herramientas de la lógica
moderna habían de ser empleadas sólo en donde fuesen
verdaderamente útiles, sin caer en una excesiva formalización en la
solución de los problemas de teoría general del conocimiento, de
filosofía moral e incluso de la misma filosofía de la ciencia. Su
moderación se refleja en lo que él mismo testimonia:
El poder del pensamiento positivista es, como lo veo, muy limitado:
voy a enfatizar la necesidad de revisiones incisivas y de amplias
liberalizaciones (...) fui un ardiente propagandista de la visión del
positivismo lógico al inicio de los años treinta (...) llegué a considerar
que nuestra filosofía era la ‗filosofía que terminaría con todas las
filosofía‘ (...) sin embargo esta fase iconoclasta pronto dio lugar a una
visión más moderada, ampliamente apreciativa y constructiva (...)
habiéndome estereotipado como un ‗positivista lógico‘, la etiqueta me
acompañó desde entonces. Sin embargo en 1935 abandoné la etiqueta
y me presenté como ‗empirista lógico‘92
.
91
Feigl sintetiza las conclusiones de su trabajo filosófico de casi medio siglo en H.
Feigl, ―No Pot of Message‖ en R. Cohen (ed.), Inquiries and Provocations, 11-19.
92 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖ en R. Cohen, Inquiries and
Provocations, 38.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 55
Feigl conoció a Popper a finales de los años veinte y
refiriéndose a su primer encuentro: ―le conocí un poco antes de mi
emigración. Debió ser en 1929 cuando dedicamos todo un día y buena
parte de la noche a discutir en el apartamento de mis padres‖93
. Casi
cuatro décadas después —en 1968— Feigl mantenía la amistad y
admiración hacia Popper, como ilustra el encabezamiento de su
ensayo en el volumen de la filosofía de Karl Popper editado por
Schilpp: ―nuestro querido amigo, Sir Karl, abordó en varios ensayos,
de una manera particularmente penetrante y desafiante, dos de los más
difíciles y controvertidos temas de la filosofía y de la ciencia
moderna‖94
.
Feigl compartía con Popper muchos puntos de vista y
consideraba que tenía una gran deuda intelectual con él,
particularmente su ‗vuelta‘ al realismo, como él mismo testimonia:
Bajo la influencia de Carnap y del primer Wittgenstein, Schlick y
Waismann se convirtieron a una especie de positivismo fenomenalista
a mediados de los años veinte. Sus brillantes y poderosos argumentos
me arrollaron temporalmente. Pero animado y sostenido por el apoyo
de Popper, Reichenbach y Zilsel, recuperé la confianza en mi realismo
anterior y lo desarrollé en mi primer libro sobre Theorie und
Erfahrung in der Physik (1929), y después en varios artículos escritos
durante mi carrera académica en Estados Unidos95
.
Queda también claro en los textos de Feigl que Popper no
perteneció al Círculo de Viena pero que al inicio de los años treinta
tuvo intensos intercambios con los miembros del Círculo e hizo
críticas incisivas a Schlick, a Carnap y a Feigl96
. Feigl menciona que
93
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.
94 H. Feigl y P. E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖
en P. A. Schilpp, The Philosophy of Karl Popper, 520.
95 Cf. H. Feigl, ―No pot of message‖, 9.
96 Cf. H. Feigl, ―The Origin of Logical Positivism‖, 36.
56 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper y Zilsel estaban entre los más destacados intelectuales de la
periferia del Círculo de Viena que compartían una base común con el
discurso filosófico del Círculo de Viena:
Había dos mentes impresionantemente brillantes en Viena que,
aunque estaban cercanos a nosotros en su orientación filosófica, nunca
fueron miembros del Círculo: Edgar Zilsel y Karl R. Popper. Ambos
estaban convencidos de su independencia intelectual respecto a
nosotros, y trataron de preservar esa independencia permaneciendo
fuera del Círculo. En efecto, sentí que estos dos hombres, cada uno a
su manera, estaban entre nuestros críticos más valiosos y útiles.
Algunos de nosotros nos encontramos con ellos por separado en
reuniones privadas97
.
Algunos miembros del Círculo de Viena, entre los que Feigl se
incluye, estaban persuadidos de que las ideas de Popper eran
importantes, y fue esta la razón que les llevó a estimularle en
ulteriores desarrollos de su pensamiento:
Popper había leído mi tesis doctoral que trataba de problemas que él
había ya elaborado mucho de manera independiente. Sus desacuerdos
con mis puntos de vista, y también con los del Círculo –especialmente
con la epistemología de Carnap- estimularon el ulterior desarrollo de
su pensamiento98
.
Feigl pasó con Carnap y Popper aquel verano de 1932 en los
Alpes tiroleses, en el que sostuvieron largas discusiones filosóficas, y
que los tres recordarían siempre como interesantes y fructíferas.
Carnap y Feigl leyeron el manuscrito de Popper sobre los dos
problemas fundamentales de la epistemología, y fue precisamente
97
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 641.
98 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 57
Feigl quien le animó a publicar un libro con sus ideas y que de hecho
apareció en 1934 como Logik der Forschung. Por eso se comprende
su tono solidario al afirmar que ―Schlick finalmente lo invitó a
publicar una monografía en la serie de Frank-Schlick‖99
, llamada
Schriften zur wissenschaftlichen Weltauffassung (―Escritos acerca de
la visión científica del mundo‖). Feigl califica a Popper como ―el más
agudo y destacado crítico contemporáneo del positivismo‖100
.
A partir de la publicación de la Logik der Forschung, que ―fue
extraordinariamente exitoso‖ se sucedieron las discusiones con los
miembros del Círculo de Viena101
. Schlick al inicio mostró interés y
admiración por las ideas de Popper, sin embargo, y a pesar del
―carácter extremadamente humilde de Schlick, su gran modestia y
bondad‖102
las cosas no terminaron bien, en parte por la crítica
despiadada de Reichenbach que colocaba a Popper entre los
antagonistas del empirismo lógico:
Siguieron muchas discusiones con Schlick; y como sé por los
comentarios de Schlick (en Italia en 1935), Popper le impresionó por
su gran originalidad e independencia, y por su característica
‗intensidad‘ en la discusión. Para hacer las cosas peores, Reichenbach
criticó severamente las ideas de Popper (y quizás injustamente), de
manera que Popper quedó considerado como un crítico total, e incluso
un antagonista, de nuestro movimiento103
.
Carnap y Feigl lamentaban que Popper —pudiendo ser un
crítico sano del empirismo lógico— se estuviese convirtiendo en un
99
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642. La cursiva es mía.
100 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,
520.
101 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.
102 H. Feigl, ―Origen y espíritu del positivismo lógico‖, Teorema, 3-4, 9, 1979, 324.
103 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 642.
58 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
antagonista molesto, hasta el punto que algunos miembros líderes del
Círculo empezaban a vetarle en sus reuniones. Carnap y él intentaron
en vano convencer a Popper de que moderara su actitud al presentar
las críticas al empirismo lógico del Círculo de Viena.
Feigl critica que Popper se cerrara a cualquier consideración
acerca del papel de la inducción en el desarrollo del conocimiento, y
al mismo tiempo, con su apertura característica, acierta a identificar
elementos de la epistemología de Popper que le resultaron útiles
incluso para su tratamiento del tema de la inducción:
Karl Popper, profundamente impresionado por los argumentos de
Hume, abandonó todo esfuerzo por justificar la inducción. Incluso
negó la importancia, si no la existencia, de la inducción en el
desarrollo del conocimiento. Pero, siendo quizás el primero en criticar
la postura de Popper, yo planteo la cuestión crucial de por qué
debemos poner nuestra confianza en (o ‗apostar‘ por) las leyes, las
hipótesis y las teorías que, a pesar de las duras pruebas, no han sido
aún refutadas. A esta cuestión Popper no ha dado nunca una respuesta
satisfactoria104
.
Feigl estaba convencido de que el problema de la inducción en
su forma tradicional era un pseudoproblema, y sugirió que el principio
de inducción fuera interpretado simplemente como una máxima
pragmática u operacional relacionada con el tema de la
probabilidad105
. Encuentra una alternativa para esta relación en el
desarrollo de Popper sobre la interpretación del cálculo de
probabilidad en términos de propensión106
. Feigl reconoce que pudo
104
H. Feigl, ―No pot of message‖, 15.
105 H. Feigl, ―The Logical Character of the Principle of Induction‖, Philosophy of
Science, 1, 1934, 20-29, reproducido en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at its
Peak, 190.
106 K. Popper, ―The Propensity Interpretation of the Calculus of Probability, and the
Quantum Theory‖ en S. Korner (ed.), Observation and Interpretation, Academic,
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 59
formular más completa y adecuadamente su justificación de la
inducción gracias a una lección aprendida de la epistemología de
Popper, que a su juicio supera la reducción positivista de la ciencia y
del conocimiento:
Prácticamente todas las exigencias de nuestro conocimiento se basan
en teorías de fondo. Sólo dentro del marco de una serie de asunciones
acerca del espacio y del tiempo, acerca del lugar de la experiencia en
el mundo de la naturaleza, acerca de los mecanismos de percepción y
observación, etc. etc., podemos examinar (refutar) todas las exigencias
de conocimiento, sean descripciones totalmente específicas, o
hipótesis muy generales. La ciencia es (en contra del dogma clásico
del positivismo) no un sumario compilatorio y económico de la
experiencia, sino un intento de entender (explicar) los hechos de la
naturaleza por medio de leyes, hipótesis y teorías107
.
Feigl también estaba de acuerdo con las ventajas de correr el
riesgo epistemológico al que invitaba el racionalismo crítico de
Popper —conjeturar libre y audazmente, deducir vigorosamente y
refutar severamente108
— en virtud de que todo nuestro conocimiento
tarde o temprano exige trascender la evidencia:
Sostenemos firmemente (con Einstein y con Popper) que no existe un
camino recto que nos conduzca desde los datos de observación a una
teoría explicativa. En la construcción de teorías está a la orden del día
una gran ingenuidad, con todos los riesgos de ―conjeturar mal‖.
Muchos de nosotros estamos de acuerdo con Popper en que (...) si una
teoría sobrevive a los retos experimentales, puede ‗hasta nuevo aviso‘,
New York, 1957, 65-70 y reproducido en S. Sarkar (ed.), Logic, Probability, and
Epistemology. The Power of Semantics, Garland, London 1996, 135-140.
107 H. Feigl, ―No pot of message‖, 15.
108 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 50-51
60 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
ser considerada como corroborada (...) mientras surja una evidencia
que la refute109
.
Cuando en 1968 Schilpp le encargó un ensayo crítico para el
volumen sobre la filosofía de Popper, Feigl —junto con P. E. Meehl—
empleó el método sugerido por el racionalismo crítico:
Hemos intentado controlar su proceso cognitivo y el de los lectores
por el método que Sir Karl ha defendido tan bien en todos sus escritos,
el método del racionalismo crítico. Confiamos en que su propia
posición crecerá en claridad y profundidad como reacción a nuestras
críticas, como nosotros hemos sido impulsados (casi determinados) a
reflexionar de nuevo sobre la postura determinista como resultado de
sus objeciones110
.
En su ensayo crítico Feigl abordó dos problemas estrechamente
vinculados entre sí: la relación entre determinismo y libertad, y la
relación entre lo mental y lo físico, porque consideró que Popper había
propuesto soluciones audaces a ambos problemas, y los había tratado
a la luz de la ciencia moderna:
Nuestro querido amigo, Sir Karl, ha abordado de manera penetrante y
desafiante en varios ensayos dos de las más difíciles y controvertidas
cuestiones de la moderna filosofía de la ciencia (...) cómo explicar la
libre elección y la auténtica creatividad artística o científica (...)[y el
problema] de la relación de lo mental y lo físico. Estos problemas
están estrechamente relacionados, y ambos son considerados por
109
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 76-77.
110 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,
557. La cursiva es mía.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 61
Popper a la luz de la física, la biología, la psicología y la teoría del
lenguaje modernas111
.
Feigl afirma que está de acuerdo con Popper en muchos puntos
importantes, como por ejemplo en que la creatividad humana no
puede ser explicada sobre la base de una teoría del ―reloj‖ (simple
máquina) del funcionamiento cerebral, y otros que por razones de
tiempo y espacio no incluyó en su ensayo crítico:
No hemos tomado el tiempo del lector ni el limitado espacio del
volumen para enfatizar nuestros numerosos puntos de acuerdo con Sir
Karl (como por ejemplo la imposibilidad de sostener cualquiera de las
variedades turbias y malignas del determinismo social que tan
brillantemente refutó en The Poverty of Historicism y en The Open
Society and Its Enemies). Ni tampoco nos hemos prodigado en
encomios superfluos a este gran hombre112
.
Al mismo tiempo Feigl advierte que no existen soluciones
definitivas a ninguno de los dos problemas y hace una serie de
reflexiones críticas desde su determinismo (no radical) y desde su
monismo materialista abierto a la complejidad del mundo físico:
mientras que estamos de acuerdo con Popper en que ni la doctrina del
determinismo ni la del indeterminismo son conclusivamente
decidibles (...) sin embargo estamos en desacuerdo con Popper cuando
ve la imposibilidad de predicción de las condiciones iniciales y la
frontera de un sistema cerrado como argumentos contra el
111
H. Feigl y P. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,
520.
112 H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,
557.
62 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
determinismo. (...) y quizás esto revela que no somos tan radicalmente
anti-inductivistas como él113
.
Feigl se propone argumentar sobre dos cuestiones puntuales. En
primer lugar intenta mostrar que la influencia de factores de tipo
―nuboso‖, —como gráficamente denomina Popper a los sistemas
físicos irregulares, desordenados, inestables, más o menos
impredecibles, en oposición a los sistemas, regulares, ordenados y
altamente predecibles, parecidos al funcionamiento de un ―reloj‖—
sobre el mundo físico no implica necesariamente un indeterminismo
de base. En segundo lugar, Feigl sostiene que el papel que juegan los
significados y las razones en las funciones representativa y
argumentativa del lenguaje no necesariamente implican un dualismo
de mente y cuerpo, como se deduce de los argumentos de Popper.
Feigl concluye su argumentación diciendo que Popper sostiene una
visión rígida del determinismo a partir de la que intenta mostrar, sin
conseguirlo, que cualquier teoría del determinismo o
cuasideterminismo es incompatible con la falta de predictibilidad
práctica —la novedad creativa y la racionalidad— de los asuntos
humanos114
.
La apertura de Feigl para matizar sus posturas a la vista de
nuevos argumentos se refleja al tratar el principio más controvertido
del positivismo lógico, el ‗principio de verificabilidad‘ como criterio
de significado. Feigl contribuyó a la flexibilización de este criterio
empirista de verificación introduciendo la noción de ‗validez
semántica‘115
y reconoció la influencia de la crítica de Popper en este
refinamiento:
113
H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind Problems‖,
523.
114 Cf. H. Feigl y P.E. Meehl, ―The Determinism-Freedom and Body-Mind
Problems‖, 520 y 557-558.
115 Cf. J. Ferrater Mora, ―Feigl, Herbert‖, 1228.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 63
Según yo lo recuerdo, las primeras discusiones con Hans
Reichenbach, y un poco más tarde con Karl Popper, engendraron la
formulación más tolerante del criterio de significado en términos de
contrastabilidad (más tarde de confirmabilidad o falta de
confirmabilidad). Popper muy correctamente señaló que no puede
haber ninguna verificación concluyente de las hipótesis o teorías
científicas. En la medida en que éstas están expresadas en
proposiciones universalmente cuantificadas, son en el mejor de los
casos falsables, esto es, refutables116
.
Por otra parte Feigl es de los pocos que reconoce que la teoría de
la falsabilidad popperiana no se refiere a la cuestión del significado
sino a la demarcación:
Popper mismo usó la falsabilidad no como criterio de significado –
rechazó todos y cada uno de los intentos de formular criterios de
significado- sino como un criterio de demarcación permitiéndonos
distinguir entre proposiciones empíricas y no-empíricas117
.
Refiriéndose a las consideraciones de Popper sobre aspectos
filosóficos de la física cuántica, a sus ideas sobre la estructura en
niveles de las explicaciones científicas y a la aplicación popperiana
del método hipotético-deductivo en la teoría de la construcción en
general, Feigl afirma con sencillez ―anticipé de una manera muy
informal algunos de los puntos de vista desarrollados más
acabadamente por C.G. Hempel y Karl Popper años después‖118
.
En algunas cuestiones epistemológicas Feigl reconoce haber
estado más identificado con Popper que con Carnap:
116
H. Feigl, ―Origen y espíritu del positivismo lógico‖, 326-7.
117 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 43.
118 H. Feigl, ―No pot of message‖, 10.
64 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Los puzzles epistemológicos acerca del ‗mundo externo‘, de ‗otras
mentes‘, del pasado y futuro del universo, de la fiabilidad de la
memoria, de los procesos mentales inconscientes, de la existencia de
entidades no observables (como partículas subatómicas, fuerzas
nucleares, etc.) pueden ser resueltos afirmativamente. En estas
cuestiones me siento más cerca de las posturas de Reichenbach y
Popper (sus diferencias son irrelevantes en relación a esto) que a la
postura de Carnap119
.
Feigl comparte la valoración de Russell y de Popper acerca de
que la causa del éxito del nuevo enfoque del ‗lenguaje ordinario‘ del
último Wittgenstein era más una cuestión de carisma que de
contenido:
Como todo el mundo sabe, el regreso de Wittgenstein a Cambridge en
1929 y el desarrollo de su postura posterior –o método de filosofar-
ejercieron una influencia enorme en la filosofía inglesa, americana,
australiana y, más recientemente, también en la filosofía alemana. En
completo acuerdo con Bertrand Russell y Karl Popper encuentro poco
de verdadera importancia en el trabajo del último Wittgenstein. En mi
opinión fue más bien el poder hipnótico del hombre lo que creó toda
una corte de discípulos a su alrededor y lo que puso tan de moda su
enfoque del ‗lenguaje ordinario‘120
.
Feigl contaba a Popper entre los filósofos de la ciencia de la
nueva generación que tuvo el honor de acoger en el Minnesota Center
for the Philosophy of Science junto con Grünbaum, Putnam, Hanson y
Feyerabend entre otros:
119
H. Feigl, ―No pot of message‖, 14.
120 H. Feigl, ―No pot of message‖, 9.
POPPER DESDE LA ÓPTICA DEL CÍRCULO DE VIENA 65
En 1962-1963 el profesor Karl R. Popper fue profesor visitante en el
Centro por un semestre. Él, Paul Meehl, Grover Maxwell y yo
tuvimos discusiones privadas extraordinariamente fructíferas, además
del seminario programado sobre la filosofía de la física. En este
memorable seminaria tuvimos cinco profesores: Popper, Maxwell,
Feyerabend, Edward L. Hill (un físico teórico de la Universidad de
Minnesota) y yo, discutiendo unos con otros delante de una audiencia
de doctorandos y algunos miembros de la facultad. Una tarde vino el
físico teórico Alfred Landé (entonces en la Universidad Estatal de
Ohio, ahora retirado). Discutimos especialmente las cuestiones
filosóficas de la mecánica cuántica y algunos de los problemas
fundamentales de la teoría de la construcción en física. Esta fue
indudablemente una de las ocasiones cuando sentí que había
conseguido la alta calidad de discusión característica del Círculo de
Viena o su equivalente en Harvard en 1940121
.
Pasados los años, cuando Carnap y Feigl vivían en Estados
Unidos y Popper en Inglaterra coincidieron en Viena en el Institute for
Advanced Study and Scientific Research, auspiciado por la Fundación
Ford en 1963, y en el Forum Alpbach. Feigl recuerda ―disfruté una
reunión con Karl Popper, Hilary Putnam y Karl Menger ‖122
.
De la correspondencia entre Feigl y Popper también se deduce
que Feigl admiraba el trabajo de Popper, lo seguía comentando en su
correspondencia con Carnap y había creado un ambiente de interés y
expectativa ante la visita de Popper a Minesota y comprende que se
sienta académicamente aislado en Nueva Zelanda:
Querido Karl, aunque tengas noticias mías sólo cada cinco o diez años
debes saber que son un sincero admirador tuyo y estoy muy interesado
en tu trabajo...he estado usando con frecuencia en mis seminarios
sobre filosofía de las ciencias sociales tu artículo publicado en
Dialectica (...) Carnap me comentó del libro que estabas (¿estás?)
121
H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 91.
122 H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 87.
66 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
preparando ―¿Falsos profetas?‖ Me gustaría tenerlo (…) imagino que
toda la belleza natural de Nueva Zelanda no es suficiente para
compensar tu aislamiento académico ahí123
.
Más tarde y ante la perspectiva de un viaje a Austria Feigl busca
coincidir con Popper en algún momento para revivir viejos tiempos:
―por favor dime cuáles son tus planes para el verano en relación a los
nuestros y si podemos concertar un encuentro quizás en algún lugar de
los Alpes para recordar viejos tiempos‖124
. Algunos años después
Feigl comunica a Popper que le esperan con interés en Minneapolis:
―estamos deseosos de consultarte una serie de puntos, y estamos
seguros que el provecho será principalmente nuestro‖125
. En un
momento dado Feigl reconoce alguna mala interpretación que ha
hecho de The Logic of Scientific Discovery, y que Popper le había
señalado puntualmente en una carta, cuando escribe:
efectivamente te debo una disculpa por haber malinterpretado tus
puntos de vista, trataré de hacer las correcciones oportunas en el
futuro. Reconozco que tendría que haber releído tu libro (The Logic of
Scientific Discovery) más detenidamente126
.
En el capítulo siguiente se analizará la interpretación de Popper
sobre su relación con el Círculo de Viena en general y con Kraft,
Carnap y Feigl en particular.
123
Carta de H. Feigl a K. Popper del 12 de julio de 1945 desde Minneapolis. Popper
Archives (294.6).
124 Carta de H. Feigl a K. Popper del 11 de junio de 1954 desde Minneapolis. Popper
Archives (294.6).
125 Carta de H. Feigl a K. Popper del 6 de febrero de 1961 desde Minneapolis.
Popper Archives (294.6).
126 Carta de H. Feigl a K. Popper del 12 de junio de 1961 desde Minneapolis. Popper
Archives (294.6).
Capítulo II
El Círculo de Viena desde la óptica de Karl Popper
En este capítulo se analizará la interpretación que Popper hace
de su relación con el Círculo de Viena y de la transmisión de algunas
de sus ideas a través de los miembros del Círculo que emigraron a
Inglaterra y a Estados Unidos a finales de los años treinta. En la
primera sección se presenta un breve perfil biográfico de Popper, en el
que se identifican los eventos cruciales de su vida intelectual y se
esboza su encuentro con el positivismo lógico. En la segunda sección
se examinarán los principales textos en los que Popper se refiere a su
relación crítica con el Círculo de Viena y a su trato con Kraft, Carnap
y Feigl. Los textos reflejan los temas que Popper consideró centrales
en su controversia con el positivismo lógico y la conformación de la
‗leyenda de Popper‘ en el seno del Círculo. Se subrayarán los aspectos
históricos y la interpretación de Popper, sin entrar en el análisis del
contenido de la controversia expuesto en Logik der Forschung, que
fue en parte proyectado como una crítica al positivismo lógico.
2.1 Breve reseña biográfica de Karl Popper
Popper nació el 28 de Julio de 1902 en Himmenlhof en Ober St.
Veit en Viena, de padres eran judíos convertidos al protestantismo.
Las inquietudes filosóficas y sociales de Popper estuvieron presentes
desde muy pequeño en parte por influencia de su padre que era
abogado, hombre culto y comprometido con los problemas sociales. A
partir de 1917 Popper estuvo involucrado activamente en la política
progresista e incluso se consideró comunista por un breve periodo de
tiempo, ya que dos años más tarde Popper rechazó el marxismo
68 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
después de presenciar una matanza de manifestantes desarmados por
parte de la policía. Sintió repugnancia ante una doctrina que llevaba a
sacrificar vidas ajenas en aras de unos ideales abstractos1. En 1918
Popper abandonó el hogar paterno y la escuela secundaria para
estudiar en la Universidad de Viena como alumno no matriculado.
Entre sus profesores estuvieron Hahn, Menger, Bühler, Gomperz y
Schlick. La caída del Imperio austriaco y las consecuencias de la
primera Guerra Mundial en Viena destruyeron el mundo en que
Popper había crecido y como él mismo relata: ―la guerra terminó y la
revolución me incitó a armar mi propia revolución privada‖2.
Popper hacía compatible el estudio con el desarrollo de otras
actividades: intentó convertirse en trabajador manual y fue aprendiz
de carpintero pero al poco tiempo se convenció que estaba mejor
dotado para el trabajo intelectual. Trabajó en la clínica para niños
dirigida por Adler y más adelante colaboró como trabajador social con
niños abandonados. En 1923 obtuvo el certificado de profesor de
escuela primaria. En 1925 se dio cuenta que las circunstancias en
Austria no le permitirían obtener una posición oficial en la universidad
y decidió preparase para obtener un puesto en la escuela pública. A lo
anterior se unía el entusiasmo por la reforma educativa que se
desarrollaba desde el Instituto Pedagógico y en la que Popper tomó
parte3. En 1928 obtuvo el doctorado con una tesis ―Sobre el problema
del método en la psicología del pensamiento‖. Aunque algunas teorías
1 Para esta breve biografía de Karl Popper he utilizado las exposiciones de: M.
Hacohen, Karl Popper. The Formative Years, 1902-1945. Politics and Philosophy in
Interwar Vienna, Cambridge University Press, Cambridge, 2001; I. C. Jarvie, voz
―Popper, Karl Raimund‖, Routledge Enciclopedia of Philosophy, Routledge,
London, VIII, 1998, 262-265; D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper, 28 July 1902-
17 September 1994‖, Biographical Memories of Fellows of the Royal Society of
London, 43, 1997, 367-409 y K. Popper, Unended Quest. An Intellectual
Autobiography, Open Court, La Salle, (Illinois), 1990. Versión con ligeras
correciones del original publicado en P.A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Karl
Popper, Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 3-181. 2 K. Popper, Autobiography, 32.
3 Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 371 y M. Hacohen, The Formative
Years, 178.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 69
psicológicas del momento le resultaban atractivas Popper llegó a la
conclusión de que la lógica era la clave para comprender la psicología
y no al contrario. El conocimiento científico, aun siendo una creación
humana, es algo objetivo y debe ser analizado en términos objetivos4.
Desde 1919 la comparación entre la relatividad general con las
doctrinas pseudocientíficas —como el marxismo y el psicoanálisis—
le llevaron a la conclusión de que lo que distingue a las mejores
teorías científicas no es que sean siempre confirmadas por la
experiencia, sino que son siempre desafiadas por la experiencia que
las somete al riesgo de la falsificación. Consideró que la actitud de
Einstein era la clave de la actitud crítica o científica que faltaban al
marxismo y al psicoanálisis5.
Según la epistemología de Popper todo conocimiento tanto el
ordinario como el científico avanza según el mismo esquema básico:
ante una situación determinada —un problema— se propone una
teoría —una conjetura— que se somete a contrastación con la
experiencia, y a partir del choque de la teoría con la experiencia se
determinarán las sucesivas correcciones que deben introducirse en las
teorías —eliminación de error—, creándose así una nueva situación-
problema que dará lugar a otro proceso semejante, y así
sucesivamente. Popper se consideraba un kantiano no ortodoxo y
rechazó la creencia tradicional de que la ciencia avanza mediante un
proceso de inducción tanto psicológico como lógico. Popper propuso
el método de conjeturas y refutaciones como solución al problema de
la inducción, que identificaba como el problema kantiano de cómo se
integran los componentes intelectual (a priori) y experiencial (a
posteriori) del conocimiento humano. Entre l924 y 1925 Popper
sostuvo numerosas conversaciones a este respecto con Julius Kraft6.
El rechazo de la inducción no implica escepticismo ya que el
4 Cf. K. Popper, Objective knowledge: An Evolutionary Approach, Clarendon,
Oxford, 1979, 23-26. 5 Cf. K. Popper, Autobiography, 51-52. Vid. ―Science: Conjectures and Refutations‖
en Conjectures and Refutations, 33-65. 6 K. Popper, ―Julius Kraft 1898-1960‖, Ratio, IV, 1, Oxford, 1962, 9-16.
70 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
conocimiento puede crecer aun cuando no se exija la verificación de
las teorías sino sólo su corrección7.
En 1929 Popper obtuvo el certificado de profesor de ciencias en
escuela secundaria, continuó desarrollando sus ideas y escribiendo sin
descanso. Entre 1930 y 1936 ejerció como profesor de matemáticas y
física. En este tiempo conoció a varios miembros del Círculo de Viena
con quienes mantuvo contactos regulares e intensos aunque no
participó directamente en sus reuniones. Entre los miembros que más
trató se encontraban Kraft, Feigl, Frank, Hahn, Menger, von Mises,
Waismann, Gödel, Zilsel y principalmente Carnap.
El mejor modo de ‗localizar‘ a Popper es verlo como un
kantiano reconstruido, y aunque las ideas de Popper acerca de la
demarcación y la inducción se habían desarrollado en parte a través de
las discusiones con Julius Kraft, como extensión y corrección de las
filosofías de Kant8, Fries y Nelson, y no deliberadamente en oposición
a las ideas del Círculo de Viena, sabía de sobra que chocaban en
muchos puntos con las ideas de los positivistas lógicos. No compartió
la reducción que los empiristas lógicos hacían de la filosofía al
análisis lógico de la ciencia, ni su empeño por aniquilar la metafísica y
la teología como carentes de significado. Rechazó el criterio
positivista de verificación y la conexión que establecían entre
verificación y significado. Al mismo tiempo existía una notable
afinidad entre Popper y los miembros del Círculo en diversos
aspectos: el interés central por la filosofía de la ciencia, el papel
básico que en la filosofía de la ciencia otorgaban al análisis lógico, la
valoración del conocimiento científico como paradigma cognoscitivo
—considerándolo en cierto modo como grado supremo del desarrollo
del conocimiento—, el agnosticismo religioso. Pero lo que más le
7 Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 246.
8 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, Weidenfeld & Nicolson, London
1997, 194-195. El autor señaló al mismo Popper un pasaje (Cf. Conjectures and
Refutations, 190-192) en el que en el que describe su propia descendencia inmediata
—y también sus diferencias— con Kant.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 71
atrajo del Círculo, como él mismo explicó, era su actitud ―científica‖ o
como prefería llamarla ―racional‖9.
Ante la sugerencia de Feigl de publicar sus ideas Popper planeó
un enorme trabajo, Die beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie
(―Los dos problemas fundamentales de la teoría del conocimiento‖),
que fue recortado varias veces y que finalmente se publicó como
Logik der Forschung10
en 1934 (con fecha 1935) en la serie de
escritos sobre la visión científica del mundo editada por Schlick y
Frank. A raíz de esto Popper se dedicó profesionalmente a la filosofía,
aunque el hecho de que su libro apareciese en una colección dedicada
a publicaciones de los representantes del positivismo lógico y las
afinidades reales que existían ha llevado a algunos a considerarle
como un positivista lógico, pero Popper prefería ser considerado como
un crítico del Círculo de Viena. El alcance de esta relación en la mente
y los escritos de Popper será tema de la siguiente sección11
.
En The Logic of Scientific Discovery Popper expone su teoría de
la ciencia y su epistemología. Define su posición en debate y contraste
con las posiciones del positivismo lógico relativas al significado de las
proposiciones y también en debate con la concepción de la ciencia
—inductivista y convencionalista— de Poincaré y Duhem12
.
En la primera parte del libro se proponen las soluciones de
Popper a los dos problemas fundamentales del conocimiento la
inducción (sobre la relación que existe entre el conocimiento teórico y
la experiencia) y la demarcación (qué distingue la ciencia de la
9 Cf. K. Popper, Autobiography, 88-89.
10 La Logik der Forschung se publicó en inglés en 1959 como The Logic of Scientific
Discovery. En este trabajo citaré por la edición de Routledge, London 1997. 11
Cf. K. Popper, Autobiography, 8. 12
El convencionalismo es la estrategia desarrollada por los positivistas y empiristas
—principalmente por Poincaré, Hilbert, Carnap, Reichenbach y Ayer— para
resolver los casos en los que no es fácil encontrar evidencia observable, y no es
plausible postular modos específicos para el acceso intuitivo al fenómeno en
cuestión. La doctrina tuvo éxito entre los años 20 y 40 hasta que Quine puso una
serie de objeciones que no pudieron ser contestadas satisfactoriamente. De todos
modos algunos aspectos siguen siendo defendibles e interesantes.
72 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
metafísica y también de la lógica y las matemáticas). Popper muestra
que ambos problemas convergen: el conocimiento resulta cuando
aceptamos proposiciones que describen la experiencia que contradice
y por tanto refuta nuestras hipótesis; de esta forma surge una relación
deductiva y no inductiva entre el conocimiento teórico y la
experiencia, que nos enseña a base de corregir nuestros errores. Sólo
las hipótesis falsables por la experiencia deben ser tomadas como
científicas. El falsacionismo de Popper supone un giro de la visión
clásica de que la experiencia acumulada conduce a las hipótesis
científicas13
. Por el contrario, las hipótesis libremente conjeturadas
preceden, y son refutadas contra la experiencia. Las hipótesis que
sobreviven al proceso de refutación constituyen el conocimiento
científico de cada momento14
.
Logik der Forschung no fue la primera obra que rechazó el
inductivismo y abogó por el método hipotético-deductivo sino que ya
lo habían hecho Liebig15
y Bernard16
y Whewell17
. Sin embargo
Popper fue el primero en afirmar que el carácter hipotético de una
teoría es permanente con independencia de la cantidad y la calidad de
sus éxitos empíricos. Fue también el primero en confrontar al
inductivismo con una metodología alternativa sistemática en la cual la
evidencia no juega un papel positivo en el establecimiento de las
teorías18
.
Popper se empleó sin descanso en el desarrollo de su filosofía y
a través del Círculo de Viena empezó a asistir a congresos
internacionales, empezando por la conferencia preliminar de Praga en
13
Cf. D. MacKay, ―Review of Popper‘s Realism and the Aim of Science‖, Nature,
302, 1983. Llama la atención que en una revista científica se califique a Popper
como falsacionista no ingenuo que evita la pretensión de la completa falsabilidad
por la experiencia. 14
Cf. I.C. Jarvie, ―Popper, Karl Raimund‖, 534-535. 15
Cf. J. von Liebig, Induktion und Deduktion, Königl, Munich, 1865. 16
Cf. C. Bernard, Introduction à l’étude de la médecine experiméntale, Baillière,
Paris, 1865. 17
Cf. W. Whewell, Philosophy of the inductive sciences, Parker, London, 1840. 18
Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 376.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 73
1934, donde conoció a Tarski, cuya concepción semántica de la
verdad fue decisiva para su filosofía. Durante el curso académico
1935-1936 Popper abandonó su posición de profesor para aceptar
invitaciones para dictar conferencias en Londres, Cambridge, Oxford,
Bruselas, Utrecht y Copenhague19
. Ante la dificultad para encontrar
una plaza como profesor de universidad y el creciente antisemitismo
en Viena a finales de 1936 Popper decidió emigrar e hizo una solicitud
como profesor de filosofía en Nueva Zelanda. Su petición dirigida al
Departamento de Educación y Filosofía del Canterbury University
College, en Christchurch, estuvo acompañada por cartas de
recomendación de filósofos y científicos de prestigio que reflejan la
variedad y calidad de las aportaciones de Popper en los más variados
campos. La de Bühler afirma que ―las investigaciones en la línea de la
investigación de Popper prometen un progreso claro para la
psicología‖20
. La carta de Russell testifica que el ―Dr. Karl Popper es
un hombre de gran capacidad que cualquier universidad sería
afortunada en contar con él en su claustro‖21
. La carta de Carnap
pondera que Logik der Forschung es ―uno de los libros más valiosos
en la epistemología de los últimos años‖22
. La carta de Tarski subraya
el dominio de Popper del aparato de la lógica moderna —―por encima
de lo común— y la influencia de su análisis del método de
investigación tanto entre filósofos como en la comunidad científica23
.
En Christchurch, a donde había llegado en 1937, Popper era el
único filósofo activo y daba todas las clases de filosofía, colaboró en
otros cursos fuera de la universidad y su fama de expositor ―brillante,
19
Cf. M. Hacohen, ―Karl Popper in exile: the Viennese progressive imagination and
the making of The Open Society‖, Phil. Soc. Sci., 26, 1996, 452-492. 20
Karl Bühler letter of recommendation, Wien, 23 de octubre de 1936, Popper
Archives, (406.1). 21
B. Russell letter of recommendation, 12 de octubre de 1936, Popper Archives,
(406.4). 22
R. Carnap, letter of recommendation, 2 de octubre de 1936, Popper Archives,
(406.2). 23
Cf. A. Tarski letter of recommendation, Warsaw, s/f, Popper Archives, (406.5).
74 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
estimulante e inspirador‖24
se extendió por todo el país. J. Eccles —
futuro premio Nobel— se convirtió por influencia de Popper en uno
de los científicos que más abogó por el método de conjeturas y
refutaciones. Al estallar la segunda Guerra Mundial Popper consideró
que su contribución en el conflicto desde la distancia sería la de tratar
de explicar las bases teóricas del totalitarismo que era la ideología que
paralizaba cualquier intento humano de buscar una vida mejor25
.
Redactó dos libros sobre temas sociopolíticos en los que aplicó su
teoría de la ciencia a la historia y a la sociedad y criticó severamente
la noción de ley histórica. The Poverty of Historicism apareció
primero fragmentariamente en Economica en 1944 y 1945 y se
publicó como libro en 1957, contiene las críticas más analíticas y
metodológicas al historicismo. En el libro The Open Society and Its
Enemies, publicado en 1945, Popper hace una crítica a la filosofía de
la historia y de la política y denuncia las tendencias antidemocráticas
y anti-críticas de Platón, Hegel y Marx. Popper aplicó su racionalismo
crítico a la filosofía política y llevó al estudio de la sociedad el
antiautoritarismo radical que había llevado aplicado antes al estudio
de la ciencia.
Popper abogó por el pensamiento revolucionario en la ciencia
pero se opuso a la actividad revolucionaria en la sociedad y su
antiautoritarismo no implicaba el rechazo de la intervención del estado
cuando fuese necesario. Así como en el plano teórico Popper sostiene
que no pueden alcanzarse verdades definitivas y que el progreso del
conocimiento se realiza mediante la crítica de teorías conjeturales, en
el plano social propone renunciar a cualquier teoría que pretenda
poseer la verdad única acerca de los problemas prácticos evitando así
toda postura totalitaria. Una sociedad abierta prudentemente
24
Pro-chancellor of the University of New Zealand and late Rector of Canterbury
University College letter of recommendation, Christchurch, 7 de diciembre de 1943,
Popper Archives, (406.3). 25
Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 378.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 75
constituida cuenta con instituciones que aseguren que cualquier
régimen puede ser expulsado sin violencia26
.
Se trasladó a Inglaterra en 1946 donde ocupó una plaza como
lecturer de lógica y método científico en la London School of
Economics y en 1949 fue promovido a la categoría de professor.
Popper encontró sintonía con Russell y otros pocos filósofos, aunque
nunca aceptó la filosofía académica británica, particularmente la
filosofía del análisis del lenguaje de moda entonces, ya que
consideraba que los problemas no pueden se resueltos por el análisis
del lenguaje sino sólo con ayuda de nuevas ideas27
. En 1959 se
publicó la primera traducción al inglés de Logik der Forschung bajo el
título The Logic of Scientific Discovery incluyendo parte del material
escrito a lo largo de los veinte años de pensamiento transcurridos
desde la primera edición alemana de 1934. Otra parte se publicó en los
tres volúmenes del Postscript: After Twenty Years, que se publicó
hasta 1982 y 198328
. El trabajo representa la culminación de la
filosofía de la ciencia de Popper y contiene nuevos argumentos sobre
los problemas de la inducción y la demarcación, una defensa del
realismo, una crítica al instrumentalismo y un nuevo argumento contra
la identificación del grado de corroboración con la probabilidad.
Las ideas biológicas aparecen ya en las propuestas
metodológicas iniciales de Popper, en The Logic of Scientific
Discovery compara el aprendizaje por ensayo error al proceso
darwiniano de selección natural y la inducción al proceso lamarckinao
26
El libro de M. Hacohen, The Formative Years, está dedicado principalmente a la
filosofía social y política de Popper. 27
K. Popper, ―The philosophy of Russell: II. Discussion among Karl Popper, Peter
Strawson and Geoffrey Warnock‖ en B. Magee (ed.), Modern British Philosophy,
Secker & Warburg, London, 1971, 138. Cf. Autobiography, Capítulo 7. 28
Cf. K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics (publicado por primera
vez en 1981), Bartley III, W.W. (ed.), Rowman and Littlefield, New Jersey, 1982;
The Open Universe. An Argument for Indeterminism (publicado por primera vez en
1981), Bartley III, W.W. (ed.), Routledge, London, 1998 y Realism and The Aim of
Science (publicado por primera vez en 1982), Bartley III, W.W. (ed.), Routledge,
London, 1996.
76 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de instrucción. A partir de los años sesenta la epistemología de Popper
fue adoptando un carácter marcadamente ‗evolucionista‘. Subrayó la
semejanza entre las fases del aprendizaje mediante la solución de
problemas y el desarrollo biológico. Popper consideró que cualquier
conocimiento es siempre un proceso que parte de un problema, ensaya
soluciones, elimina los errores encontrados y descubre una solución, y
esto da lugar, a su vez, al planteamiento de un nuevo problema o de
una nueva serie de problemas. Este proceso de reacción a problemas
es propio de todos los organismos, que incorporan esquemas en
términos de los cuales se enfrentan con problemas. Popper comparó la
ciencia a un organismo humano exosomáticamente desarrollado y
sujeto a selección no natural sino crítica29
.
En 1965 Popper hizo pública su ―filosofía de los tres mundos‖
mediante la que se proponía explicar la libertad humana superando la
explicación reduccionista del determinismo físico30
. Concibió tres
dominios distintos: el físico (Mundo 1), el mental (Mundo 2) y el de
los productos de la actividad mental humana (Mundo 3), que es
producto del mundo 2 y actúa sobre el mundo 1 y que es donde se
encuentra el conocimiento objetivo. El Mundo 3 es autónomo: las
teorías, los problemas, las situaciones problemáticas, las situaciones
teóricas y los argumentos críticos tienen propiedades e interrelaciones
lógicas de las que carecen sus análogos físicos o mentales. A través de
su teoría de los tres mundos Popper pretendió también explicar su
visión de la fase actual de la evolución humana. Una vez que el
hombre ha adoptado conscientemente el método crítico, el proceso
evolutivo se proyecta en el modo como utiliza sus teorías: el método
de ensayo y eliminación de error viene a ser la selección darwiniana
proyectada sobre las teorías como medio para conseguir una
adaptación cada vez mayor a la realidad. A partir de estas ideas
Popper articuló toda su filosofía en una visión unitaria en clave de
evolución emergentista: la aparición del lenguaje humano permite al
29
K. Popper, ―Evolution and the Tree of Knowledge‖ en Objective Knowledge, 256-
284. 30
Cf. I.C. Jarvie, ―Popper, Karl Raimund‖, 535.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 77
hombre tener conciencia de la evolución, construir teorías para
acercarse a la realidad y criticar esas teorías para mejorarlas y que se
acerquen cada vez más a la verdad.
Durante los años sesenta y setenta Popper realizó algunas visitas
a Estados Unidos y participó en diversos congresos internacionales y a
partir de 1969 se retiró para dedicarse a escribir y dictar conferencias
por todo el mundo. Mantuvo siempre vivo el interés los problemas,
nuevos y antiguos y una dedicación completa a la búsqueda de la
verdad. Con frecuencia hablaba del deber de los intelectuales de ser
optimistas aunque no complacientes y les invitaba a adoptar el lema
del racionalismo crítico: ―puedo estar equivocado y tú puedes estar en
lo cierto, y con esfuerzo podemos acercarnos a la verdad‖31
. Murió en
Londres el 17 de septiembre de 199432
.
Popper produjo muchos escritos originales y sus libros han
tenido numerosas ediciones y traducciones, su archivo ocupa 583
cajas de documentos en la biblioteca de la Hoover Institution en la
Universidad de Stanford y recibió numerosas distinciones académicas
y civiles. La obra de Popper ha tenido una gran influencia en la
filosofía de la ciencia contemporánea y también ha sido objeto de
polémicas y ataques33
. Algunos autores han criticado a Popper desde
posiciones próximas al empirismo lógico y otros partiendo de
posiciones establecidas por él. Buena parte de la ―nueva filosofía de la
ciencia‖ —entre cuyos representantes están Lakatos, Kuhn,
Feyerabend— puede ser considerada como un desarrollo
postpopperiano elaborado en diálogo crítico con Popper.
31
K. Popper, The Open Society and Its Enemies (Publicada por primera vez en
1945), Princeton University Press, Princeton, 1971, 225. 32
Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 369. 33
B. Magee, Confessions of a philosopher, 211.
78 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
2.2 Testimonios de Popper sobre el Círculo de Viena
El contacto directo de Popper con el Círculo de Viena duró sólo
hasta 1936 en que se marchó a Nueva Zelanda. A partir de entonces
no se refirió al Círculo de Viena durante dos décadas con excepción
de algunas observaciones críticas sobre Schlick en el contexto de su
crítica a Wittgenstein en The Open Society and Its Enemies en 194534
,
y de su crítica de la lógica inductiva de Carnap en su ensayo ―Degree
of Confirmation” de 195535
. En esta sección se tratarán en orden
cronológico los principales textos en los que Popper se refiere a su
relación con el Círculo de Viena entre 1933 y 1991.
2.2.1 “Two Notes on Induction and Demarcation” (1933-34)
En este apartado se incluyen dos textos anteriores a la
publicación de Logik der Forschung: la carta al editor de Erkenntnis y
una intervención de Popper en la Conferencia Preliminar de Praga.
Ambos textos se incluyeron como anexos a The Logic of Scientific
Discovery bajo el título ―Two Notes on Induction and Demarcation,
1933-1934‖36
.
2.2.1.1 “A Criterion of the Empirical Character of Theoretical
Systems” (1933)
Es la primera publicación de Popper sobre filosofía de la ciencia
aparecida en la sección de cartas al editor de la revista Erkenntnis en
34
Cf. K. Popper, The Open Society and Its Enemies, principalmente notas 46, 51 y
52 al capítulo 11. 35
Cf. K. Popper, ―Degree of Confirmation‖, 143-149 y ―‘Content‘ and ‗Degree of
Confirmation‘: A Reply to Dr Bar-Hillel‖. 36
K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖ en The Logic
of Scientific Discovery, 311-317.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 79
1933 y en la que resume su revolución epistemológica37
. Popper
decidió escribir la carta porque ya entonces sus puntos de vista eran
discutidos en el Círculo —a raíz de que varios miembros del Círculo
de Viena, entre ellos Carnap y Feigl durante las vacaciones en el Tirol
en 1932, habían leído el manuscrito de lo que terminaría en Logik der
Forschung publicado en 1934 tras una larga historia de recortes y
ajustes por exigencias de los editores—, y empezaba a cundir el
malentendido de que estaba abogando por el reemplazo de la
verificabilidad por la falsabilidad como criterio de significado.
En la carta Popper también salió al paso de la afirmación
errónea de que había desarrollado sus ideas originalmente como una
crítica a Wittgenstein. Aclaró que había formulado el problema de la
demarcación y el criterio de falsabilidad en 1919, años antes de que
las ideas de Wittgenstein se convirtiesen en un tópico de discusión en
Viena38
. Según Popper ―esto explica por qué, tan pronto como escuché
hablar acerca del nuevo criterio de significado del Círculo (la
verificabilidad) lo contrasté con mi criterio de falsabilidad (el criterio
de demarcación)‖39
. En la carta al editor de Erkenntnis Popper
incluye una cuestión preliminar que se refiere al planteamiento de
Hume sobre el problema de la inducción y la interpretación de
Schlick:
El problema de la inducción de Hume –la cuestión de la validez de las
leyes naturales– surge de una aparente contradicción entre el principio
del empirismo (...), y la comprensión de Hume de que los argumentos
inductivos (o generalizadores) son inválidos. Schlick (Die
37
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖ (Título original ―Ein Kriterium des
empirischen Charakters theoretischer Systeme‖, Erkenntnis, 3, 1932-33, 426-427) en
The Logic of Scientific Discovery, Routledge, London, 1997, 312-314. 38
Era la primera publicación de Popper en la filosofía de la ciencia y constituía un
final y un comienzo. Cerraba el capítulo sobre la inducción y las leyes naturales y
abría el de la metodología falsificacionista. Hacohen considera que es históricamente
inexacta su insistencia en que formuló el problema de la demarcación en 1919 en
confrontación con el marxismo. Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 208. 39
K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖, 311-312.
80 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Naturwissenschaften 19, 1931, 7, 156), influenciado por Wittgenstein,
cree que esta contradicción puede ser resuelta suponiendo que las
leyes naturales ‗no son proposiciones genuinas‘, sino más bien ‗reglas
de transformación de las proposiciones‘ (...). Es decir, que se trata de
un tipo particular de ‗pseudo-proposiciones‘40
.
Popper critica el intento de Schlick de resolver el problema de la
inducción porque considera que, al igual que todos los intentos
anteriores, sostiene un apriorismo y un convencionalismo infundados.
No está de acuerdo en la afirmación de Schlick de que para toda
proposición genuina, deben ser lógicamente posibles tanto una
verificación empírica (final) como una falsificación empírica (final) y
propone la siguiente solución:
Si se rechaza esta afirmación entonces es posible resolver de una
manera sencilla la contradicción que constituye el problema de la
inducción. Podemos, de manera bastante consistente, interpretar las
leyes naturales o las teorías como proposiciones genuinas que son
parcialmente decidibles, es decir, que por razones lógicas no son
verificables sino que, de una manera asimétrica, son sólo falsables41
.
Popper considera que su solución al problema de la inducción
tiene la ventaja de preparar el camino para la solución del problema de
la demarcación, o de la teoría del método empírico, que para él es el
más fundamental de los dos problemas de la teoría del conocimiento.
El problema de la demarcación consiste en la búsqueda de un criterio
por medio del cual podamos distinguir entre afirmaciones que
pertenecen a las ciencias empíricas, y afirmaciones que pueden ser
descritas como ‗metafísicas‘. Popper crítica la solución propuesta por
Wittgenstein al problema de la demarcación en el Tractatus, según la
cual toda proposición con significado debe ser una función de verdad
40
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312. 41
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312-313.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 81
de proposiciones ‗atómicas‘, es decir, debe ser completamente
reducible desde un punto de vista lógico a (o deducible de)
proposiciones singulares de observación. Si una proposición dada no
puede ser reducible de esta manera entonces es ‗carente de
significado‘ o ‗sin sentido‘ o ‗metafísica‘ o ‗pseudoproposición‘:
Puede parecer que trazando esta línea de demarcación los positivistas
han conseguido aniquilar la metafísica de manera más eficaz que los
antiguos antimetafísicos. Sin embargo, no es sólo la metafísica la que
es aniquilada a través de estos métodos, sino también la ciencia
natural. Ya que las leyes de la naturaleza no son más reductibles a
proposiciones de observación que las expresiones metafísicas.
(¡Recordad el problema de la inducción!) Aparecerán, si se aplica de
manera consistente el criterio de significado de Wittgenstein, como
‗pseudo proposiciones carentes de sentido‘, y por tanto ‗metafísicas‘.
De aquí que el intento de trazar la línea de demarcación se viene
abajo42
.
Popper plantea la falsabilidad como criterio de demarcación
para reconducir la discusión sobre el carácter científico de las teorías
—proceso que fue aceptado por Carnap43
— y propone abandonar lo
que considera el pseudoproblema del significado:
El dogma del significado o sentido, y los pseudoproblemas a los
cuales ha dado lugar, puede ser eliminado si adoptamos, como nuestro
criterio de demarcación, el criterio de falsabilidad, es decir el de una
decidibilidad (al menos) unilateral o asimétrica. De acuerdo con este
criterio las proposiciones, o los sistemas de proposiciones,
proporcionan información acerca del mundo empírico sólo si son
capaces de chocar con la experiencia; o más precisamente, sólo si
42
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313. 43
Cf. R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖ (Título original ―Über Protokollsätze‖,
Erkenntnis, 3, 1932/33, 215-234) en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at its Peak,
89.
82 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
pueden ser refutadas sistemáticamente, es decir, si pueden ser sujetas
(según una ‗decisión metodológica‘) a pruebas que pueden llevar a su
refutación 44
.
Popper pretende haber resuelto los dos problemas fundamentales
de la epistemología, sobre todo el más fundamental y raíz de los
demás, que es el problema de la demarcación:
De esta manera, el reconocimiento de la existencia de proposiciones
decidibles unilateralmente nos permite resolver no sólo el problema de
la inducción (nótese que existe sólo un tipo de argumento que procede
de manera inductiva: el argumento deductivo modus tollens), sino
también el problema más fundamental de la demarcación, un
problema que ha dado lugar a casi todos los otros problemas en
epistemología. Porque nuestro criterio de falsabilidad distingue con
suficiente precisión los sistemas teóricos de las ciencias empíricas de
los de la metafísica (y de los sistemas convencionales y tautológicos),
sin afirmar la falta de sentido de la metafísica (que desde un punto de
vista histórico puede ser considerada como la fuente de la que han
surgido las teorías de las ciencias empíricas) 45
.
Un cuarto de siglo después —en 1959— Popper lamenta que su
carta sirviera de poco: ―parece que mis amigos positivistas todavía no
alcanzan a ver la diferencia‖46
.
44
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313-314. 45
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 314. 46
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 311.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 83
2.2.1.2 “On the so-called „Logic of Induction‟ and the „Probability
of Hypotheses‟” (1934)
La segunda nota recoge la contribución de Popper en la
discusión posterior a la intervención de Reichenbach durante la
conferencia preliminar al Congreso de Filosofía Científica de París,
celebrada en Praga en el verano de 1934 cuando Logik der Forschung
se encontraba en prensa. Fue publicada en Erkenntnis en 1935, bajo el
título ―Sobre las llamada ‗Lógica de la inducción‘ y la ‗Probabilidad
de las hipótesis‘‖47
. Su importancia documental reside en que Popper
aprovecha la ocasión para desmarcarse claramente de la postura
dominante entre los diversos grupos que abanderaban la visión
científica del mundo desde la perspectiva del positivismo lógico.
Empieza planteando su visión contraria al inductivismo:
Pienso que no es posible elaborar una teoría satisfactoria de lo que
tradicionalmente —y también en la visión de Reichenbach por
ejemplo— se denomina ‗inducción‘. Por el contrario, considero que
cualquier teoría de este tipo (...) debe por simples razones lógicas o
conducir a una regresión infinita u operar con un principio de
inducción apriorístico, un principio sintético que no puede ser
refutado empíricamente (...) por tanto una teoría de la inducción es
superflua y no tiene función alguna en la lógica de la ciencia48
.
Posteriormente Popper explica su visión deductivista de las
hipótesis científicas:
47
K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of
Hypotheses‘‖ (Título original ―‘Induktionslogik‘ und
‗Hypothesenwahrscheinlichkeit‘‖, Erkenntnis 5, 1935, 170-171) en The Logic of
Scientific Discovery, Routledge, London, 1997, 315-317. 48
K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of
Hypotheses‘‖, 315.
84 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Las teorías científicas nunca pueden ser ‗justificadas‘ o verificadas
(...) lo más que podemos decir de una hipótesis es que hasta ahora ha
sido capaz de mostrar su valor y ha sido más exitosa que otras
hipótesis (...) el valor de las hipótesis descansa exclusivamente sobre
sus consecuencias deductivas (o predicciones) que pueden ser
obtenidas de las hipótesis. No es necesario ni siquiera el mencionar la
inducción49
.
Popper concluye su intervención invitando a adoptar un nueva
manera de concebir la ciencia, frente a la postura del empirismo lógico
que consideraba la ciencia como un cuerpo de conocimientos, y que
las teorías científicas podían ser justificadas o verificadas o al menos
era factible determinar su probabilidad:
Pienso que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que no debemos
ver a la ciencia como un ‗cuerpo de conocimiento‘, sino como un
sistema de hipótesis, es decir, como un sistema de conjeturas o
anticipaciones que en principio no pueden ser justificadas, y con las
que trabajamos mientras sobrevivan a los intentos de refutación, y de
las que nunca podemos decir que son ―verdaderas‖ o ―más o menos
ciertas‖ o incluso ―probables‖50
.
La discusión entre Popper, Neurath y Reichenbach durante el
Congreso de Praga de 1934 polarizó la comunicación científica
posterior por varias décadas51
. La Carta al Editor de Erkenntnis y las
observaciones de Popper en la Conferencia Preliminar de Praga
contienen en resumen la esencia de la epistemología de Popper y la
sustancia de su crítica al positivismo lógico, que fue desarrollando a lo
49
K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of
Hypotheses‘‖, 315. 50
K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of
Hypotheses‘‖, 317. 51
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 362.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 85
largo del tiempo sin cambiar en los rasgos esenciales como se verá en
los textos siguientes.
Logik der Forschung (1934) estaba en parte concebido como
crítica al empirismo lógico del Círculo de Viena, de aquí que sea
objeto del discurso de Popper a lo largo de los diferentes capítulos en
los que expone su solución a los dos problemas fundamentales de la
epistemología: el problema de la inducción y el problema de la
demarcación. En Logik der Forschung se entra directamente en la
crítica al positivismo lógico pero no se ofrecen datos históricos
significativos y Popper habla de su interpretación acerca de su
relación con los miembros del Círculo de Viena sólo en contadas
ocasiones, por esta razón no se le ha dedicado un apartado específico.
La crítica de Popper al positivismo lógico en Logik der Forschung se
vehicula principalmente a través de la crítica a Carnap. Al desarrollar
los distintos temas se refleja el diálogo crítico con Carnap desde la
primera edición de 1934 y los desarrollos posteriores de los que
Popper va dejando constancia de la evolución del diálogo en notas con
asteriscos a pie de página, en los nuevos apéndices incluidos en la
primera edición en inglés en 1959 y en los añadidos a los apéndices en
las ediciones posteriores.
2.2.2 Conjectures and Refutations (1963)
La obra titulada Conjectures and Refutations. The Growth of
Scientific Knowledge es una compilación de ensayos y conferencias
—escritos entre 1940 y 1960, publicados por primera vez en 1963 y
corregidos y aumentados entre 1960 y 1989— alrededor de la tesis
epistemológica básica de Popper según la cual podemos aprender de
nuestros errores: nuestro conocimiento sólo crece a través de la
corrección de nuestros errores y el conocimiento científico crece a
través de conjeturas y refutaciones52
. Popper menciona al positivismo
52
En este trabajo usaremos K. Popper, Conjectures and Refutations. The Growth of
Scientific Knowledge, Routledge, London 1989.
86 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
lógico en general o al Círculo de Viena en particular en muchos de los
escritos compilados.
En la conferencia filosófica anual pronunciada ante la British
Academy el 20 de junio de 1960 titulada “On the Sources of
Knowledge and of Ignorance”, Popper se muestra convencido de que
nuestra percepción acerca del conocimiento y de sus principales
problemas —¿qué conocemos?, ¿qué tan cierto es nuestro
conocimiento?— son decisivos en nuestra actitud hacia nosotros
mismos y hacia la política, y en este sentido Popper denuncia los
inconvenientes teóricos y prácticos de declarar irrelevante la tarea
filosófica como hacen los positivistas lógicos:
Algunos filósofos recientes han desarrollado la doctrina de la
impotencia esencial y de la irrelevancia práctica de cualquier
filosofía genuina, y por tanto, podemos suponer, que de la
epistemología. La filosofía, aseguran, no puede por su misma
naturaleza tener consecuencias significativas y por tanto no puede
influir ni en la ciencia ni en la política. Pero yo pienso que las ideas
son cosas peligrosas y poderosas. En efecto, no dudo que esta nueva
doctrina acerca de la impotencia de cualquier filosofía es
ampliamente refutada por los hechos53
.
Popper afirma explícitamente que una parte de su conferencia
puede considerarse como un ataque al empirismo lógico y critica,
entre otras cosas, el excesivo peso que los positivistas otorgan a los
sentidos como fuentes de conocimiento:
El hecho de que los sentidos no son confiables fue conocido por los
antiguos incluso antes de Parménides (...) por eso es extraño que esta
enseñanza de la antigüedad pueda ser totalmente ignorada por los
empiristas modernos, incluyendo los fenomenalistas y los positivistas,
sin embargo es ignorada en la mayoría de los problemas planteados
53
K. Popper, Conjectures and Refutations, 5.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 87
por los positivistas y los fenomenalistas y en las soluciones que
ofrecen54
.
Popper considera que hay muchos tipos de fuentes de nuestro
conocimiento pero ninguna puede erigirse en autoridad, propone
reemplazar la pregunta por las fuentes de nuestro conocimiento por
otra pregunta totalmente diferente: ¿cómo podemos tener la esperanza
de detectar y eliminar el error? Y su respuesta es ―criticando las
teorías o las conjeturas de otros y criticando nuestras propias teorías y
conjeturas‖ y llama a esta postura ‗racionalismo crítico‘55
.
“Science: Conjectures and Refutations” es el texto de una
conferencia impartida en Peterhouse, Cambridge, en el verano de
1953, como parte de un curso sobre desarrollos y tendencias de la
filosofía británica contemporánea, organizado por el British Council, y
publicada en 195756
. El título original “Philosophy of Science: A
Personal Report” reflejaba la importancia de este escrito debido a que
Popper decidió hacer algo que nunca había hecho antes: una reseña
histórica de su trabajo en filosofía de la ciencia a partir del otoño de
1919 en que afrontó por primera vez el problema del carácter
científico de las teorías. Carnap basa en este escrito y en The Logic of
Scientific Discovery su réplica al ensayo crítico de Popper en el
volumen sobre la filosofía de Rudolf Carnap editado por P. A.
Schilpp.
Popper dedica las tres primeras partes a explicar su criterio de
demarcación de las teorías científicas, porque considera que su
solución es la clave de muchos de los problemas fundamentales de la
filosofía de la ciencia. El problema que Popper trató de resolver no fue
un problema de significado sino de demarcación entre las ciencias
empíricas y cualquier otro tipo de proposiciones:
54
K. Popper, Conjectures and Refutations, 17 y 24. 55
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 26. 56
Originalmente publicada como K. Popper, ‗Philosophy of Science: a Personal
Report‘ en C. A. Mace (ed.), British Philosophy in Mid-Century, London, 1957.
88 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El problema que traté de resolver proponiendo el criterio de
falsabilidad no era un problema de falta de significado o de
significado ni tampoco un problema de verdad o aceptabilidad. Se
trataba del problema de trazar una línea (en la medida en que fuera
posible) entre las proposiciones o sistemas de proposiciones, de la
ciencias empíricas, -y cualquier otra proposición, ya sea de carácter
religioso o metafísico, o simplemente pseudocientifico. Años más
tarde –debió ser en 1928 ó 1929- llamé a este primer problema el
‗problema de la demarcación‘57
.
En 1932 Carnap leyó el manuscrito de Popper de Die beiden
Grundprobleme der Erkenntnistheorie, y escribió un artículo sobre las
sentencias protocolares (Über Protokollzätse) en el que proporciona
un resumen de la teoría de la refutación crítica de Popper y la acepta.
Este es de hecho el primer reporte publicado de la teoría de Popper a
la que Carnap llama ‗procedimiento B‘ para distinguirlo de la visión
de Neurath a la que llamará ‗procedimiento A‘:
comenzando desde un punto de vista diferente al de Neurath,
Popper desarrolla el procedimiento B como parte de su sistema (...)
después de sopesar los variados arguentos aquí discutidos, me parece
que la segunda forma de lenguaje con el procedimiento B –en la
forma aquí descrita- es el más adecuado entre las formas de lenguaje
científico que se han exhibido hasta el momento (...) en la teoría del
conocimiento58
.
Pero sucedió que o bien Popper no se dio a entender claramente
o bien sus interlocutores no estuvieron en condiciones de comprender
su mensaje, lo cierto es que Popper lamenta que su contribución fuera
malentendida:
57
K. Popper, Conjectures and Refutations, 39. 58
R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖, 224.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 89
fue clasificada por miembros del Círculo como una propuesta para
reemplazar la verificabilidad como criterio de significado por la
falsabilidad como criterio de significado —que efectivamente no
tenía ningún sentido desde mi punto de vista. Mis protestas y mis
intentos de aclarar que estaba tratando de resolver, no su
pseudoproblema del significado, sino el problema de la demarcación
fueron inútiles 59
.
A la vez Popper se congratula de que sus críticas no fueron del
todo infructuosas, aunque lamenta haber ocasionado una confusión en
la que jamás hubiese querido verse envuelto y en la que no participó
directamente:
Después de todo mis ataques hacia la verificación surtieron algún
efecto. Pronto condujeron a una completa confusión en el campo de
los filósofos verificacionistas del sentido y del sinsentido. La
propuesta original de la verificabilidad como el criterio de
significado era al menos clara, simple y fuerte. Las modificaciones y
cambios que han sido introducidos ahora son el extremo opuesto.
Debo decir que esto es reconocido aun por sus defensores60
.
Popper señala que las modificaciones y cambios introducidos en
las propuestas verificacionistas del significado fueron perdiendo
claridad, sencillez y fuerza. Popper, finalmente, establece un
paralelismo entre actitud dogmática y verificabilidad y actitud
científica y falsabilidad:
La distinción entre el pensamiento dogmático y el pensamiento crítico,
o de la actitud dogmática y de la actitud crítica, nos reconduce a
nuestro problema central. Porque la actitud dogmática está claramente
relacionada con la tendencia a verificar nuestras leyes y esquemas
59
K. Popper, ―Science: Conjectures and Refutations‖, 40-41. 60
K. Popper, ―Science: Conjectures and Refutations‖, 41.
90 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
buscando aplicarlos y confirmarlos, hasta el punto de rehusar las
refutaciones, mientras que la actitud crítica se identifica con la
prontitud para cambiarlas, para probarlas, para refutarlas, para
fasificarlas si es posible. Esto sugiere que podemos identificar la
actitud crítica con la actitud científica, y la actitud dogmática con la
que se ha descrito como pseudocientífica61
.
“The Nature of Philosophical Problems and Their Roots in
Science” fue el discurso pronunciado en la reunión de la British
Society for the Philosophy of Science el 28 de abril de 195262
. Popper
remite a este texto en The Logic of Scientific Discovery al hablar del
criterio de demarcación y en su ensayo crítico en el volumen sobre la
filosofía de Rudolf Carnap. Popper se refiere al absurdo que supone
hablar de la falta de sentido cuando se siguen las reglas
convencionales de la costumbre y de la gramática:
Podemos decir incluso que los positivistas que nos dicen con aire de
sabios que estamos usando palabras carentes de sentido o que estamos
hablando sin sentido, literalmente no saben de lo que están hablando,
simplemente repiten lo que han escuchado a otros que tampoco lo
saben63
.
“Back to the Presocratics” recoge el discurso que Popper
pronunció en la reunión de la Aristotelian Society el 13 de octubre de
1958 e incluye también la respuesta a un artículo de Kirk sobre su
filosofía publicado en la revista Mind en 196064
en la que el autor
presenta acertadamente a Popper como un oponente del dogma del
inductivismo pero le atribuye desacertadamente una epistemología
intuicionista que ni los positivistas le habían atribuido:
61
K. Popper, Conjectures and Refutations, 50. 62
Publicado por primera vez en The British Journal for the Philosophy of Science, 3,
1952 y posteriormente incluido en Conjectures and Refutations, 66-96. 63
K. Popper, Conjectures and Refutations, 71. 64
Cf. G. S. Kirk ―Popper on Science and the Presocratics‖, Mind, 69, 1960, 318-
339.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 91
Como muchos filósofos estoy acostumbrado a ver distorsiones y
caricaturas de mis puntos de vista. Pero ésta difícilmente es una
caricatura, que debe siempre estar basada en una semejanza
reconocible del original. Puedo decir que ninguno de mis amigos
empiristas y positivistas, oponentes y críticos, me ha criticado jamás
por sostener o revivir una epistemología intuicionista y que, por el
contrario, suelen decir que mi epistemología no se separa
significativamente de la de ellos65
.
El artículo titulado “A Note on Berkeley as Precursor of Mach
and Einstein” publicado por primera vez en The British Journal for
the Philosophy of Science en 1953 trata acerca de algunas
aportaciones particularmente novedosas de Berkeley en el campo de la
filosofía de la física y que han sido reintroducidas por Schlick, entre
otros:
Sobre todo son ideas que han sido redescubiertas y reintroducidas en
la discusión de la física moderna por Ernst Mach (...) y por muchos
filósofos y físicos, algunos de ellos influenciados por Mach, como
Bertrand Russell, Philip Frank, Richard von Mises, Moritz Schlick,
Werner Heisenberg y otros. He de afirmar de una vez por todas que no
estoy de acuerdo con muchos de esos puntos de vista positivistas66
.
Popper consideró que la gran importancia histórica de Berkeley
radicaba en su oposición a las explicaciones esencialistas en la
ciencia, sin embargo no estaba de acuerdo con el positivismo o
instrumentalismo berkeleyano o machiano que entonces estaba de
moda. Popper consideraba que el rechazo del esencialismo no implica
la aceptación del positivismo y propuso una tercera opción:
65
K. Popper, Conjectures and Refutations, 156. 66
K. Popper, Conjectures and Refutations, 166.
92 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Esta tercera opción sostiene por una parte que la ciencia busca la
verdad de las teorías aun cuando no podamos nunca estar seguros de
que ninguna teoría particular es verdadera y por otra que la ciencia
puede progresar (y saber que progresa) inventando teorías que
comparadas con teorías anteriores pueden ser consideradas como
mejores aproximaciones a lo que es verdadero. De esta manera
podemos admitir, sin caer en el esencialismo, que en la ciencia
siempre tratamos de explicar lo conocido a través de lo desconocido
(...) al mismo tiempo podemos admitir, sin caer en el
instrumentalismo, que una cosa es llegar a leyes generales de la
naturaleza a partir de la contemplación de los fenómenos y otra
encuadrar una hipótesis y a partir de ahí deducir el fenómeno67
.
“Truth, Rationality, and the Growth of Scientific Knowledge” es
una conferencia, que Popper preparó para el Congreso Internacional
de Filosofía de la Ciencia en Stanford en 1960, pero debido a su
extensión sólo presentó una parte. El resto corresponde a su discurso
ante la British Society for the Philosophy of Science, pronunciado en
enero de 1961. Popper considera que el texto contiene algunos
desarrollos posteriores de las ideas de The Logic of Scientific
Discovery, entre los que estaba la idea de la verdad en la ciencia.
Popper había eludido el tema por su dificultad y lo afrontó cuando
conoció la teoría de la verdad de Tarski, que definió un determinado
concepto de verdad para un lenguaje formalizado determinado y
ofreció un método con el que podría ser definido este concepto para
una clase determinada de lenguajes formalizados. El intento de
Schlick por explicar la idea de correspondencia entre una proposición
y un hecho le pareció meritorio pero fallido:
Otro de estos intentos fallidos por explicar esta correspondencia se
debió a Schlick, que hizo una critica bellamente clara y
auténticamente devastadora de las diversas teorías de la
correspondencia —incluida la teoría de la imagen o proyección [de
67
K. Popper, Conjectures and Refutations, 174.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 93
Wittgenstein]— pero que lamentablemente produjo a su vez otra que
no era mejor. Interpretó la correspondencia en cuestión como una
correspondencia uno a uno entre nuestras designaciones y los objetos
designados, pero abundan los contraejemplos (...) que refutan esta
interpretación68
.
A continuación Popper hace unas observaciones en las que,
manteniendo su crítica, se refleja el respeto que siempre tuvo por los
argumentos de Schlick:
He dicho que la teoría de Schlick era equivocada sin embargo pienso
que ciertos comentarios que hizo acerca de su propia teoría arrojan
alguna luz sobre la de Tarski. Schlick afirma que el problema de la
verdad se parece al de otros problemas cuyas soluciones no se han
encontrado fácilmente porque se ha pensado erróneamente que dichas
soluciones estaban en un nivel más profundo, cuando de hecho eran
más sencillas y a primera vista nada impresionantes. La solución de
Tarski puede muy bien parecer poco impresionante a primera vista,
pero su fecundidad y su poder son sin duda impresionantes69
.
Popper afirma que una de las consecuencias del enfoque
subjetivista de la verdad es la teoría subjetivista de la probabilidad que
interpreta los grados de probabilidad como grados de creencia racional
y considera que Carnap está entre los autores que sostienen esta teoría
a pesar de haber aceptado la teoría de la verdad de Tarski y explica la
razón:
Sospecho que algunos de ellos han vuelto a la teoría de la probabilidad
con la esperanza que de les daría lo que originalmente esperaron de
una teoría subjetivista o epistemológica de alcanzar la verdad a través
de la verificación, es decir una teoría de la creencia racional y
68
K. Popper, Conjectures and Refutations, 223. 69
K. Popper, Conjectures and Refutations, 224.
94 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
justificable basada sobre instancias observadas (Cf. R. Carnap,
Logical Foundations of Probability, 1950, 177)70
.
Sin duda la teoría de la verdad de Tarski tuvo un impacto
importante en Popper y en Carnap pero no de la misma manera.
Popper fue uno de los primeros filósofos que tomaron en serio la
teoría de la verdad de Tarski. En muchas partes de sus escritos dejó
constancia del efecto liberador que le produjo esta teoría y cómo le
ayudó a darse cuenta de que la verdad no es un asombroso concepto
metafísico sino algo que ha sido dado por supuesto por la mayoría de
los realistas del sentido común. Carnap llegó a definir la verdad
adecuadamente para ciertos tipos de lenguaje pero fue incapaz de ver
la conexión con la verdad factual simple. Popper nunca estuvo
interesado en formular una definición de verdad71
.
Una consecuencia de la imagen equivocada que se tiene de los
filósofos falsificacionistas o falibilistas o críticos del conocimiento,
entre los cuales se cuenta Popper, es que se les considera
―negativistas‖ en contraste con los filósofos ―positivistas‖:
Considerando los diferentes puntos de vista acerca de la función
positiva o negativa de la argumentación en la ciencia, el primer grupo
–los justificacionistas– puede ser también apodados ‗positivistas‘ y los
segundos –el grupo al que yo pertenezco- los críticos o los
‗negativistas‘. Aunque esos son meros apelativos, sin embargo pueden
sugerir algunas de las razones de por qué algunas personas creen que
sólo los positivistas o verificacionistas están seriamente interesados en
la verdad y en la búsqueda de la verdad, mientras que nosotros los
70
K. Popper, Conjectures and Refutations, 227. 71
Cf. D. Miller, ―Popper and Tarski‖ en I. C. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper’s
Open Society after Fifty Years, 58. Para un análisis detallado sobre la contribución
del resultado de Tarski al problema filosófico de la verdad y qué significado tiene
esto en la teoría de la ciencia de Popper, Cf. G. Radnitzky, ―Entre Wittgenstein et
Popper. Philosophie analytique et théorie de la science‖, Archives de Philosophie,
45, 1982, 9-11.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 95
críticos o negativistas somos superficiales en la búsqueda de la verdad
y adictos a una crítica estéril y destructiva72
.
El escrito titulado “Language and the Body-Mind Problem” fue
publicado por primera vez en Proceedings of the 11th
International
Congress of Philosophy en 1953. Popper se remite a este texto en su
ensayo crítico en el volumen sobre la filosofía de Carnap y Feigl
acude también a este texto en su ensayo crítico en el volumen sobre la
filosofía de Popper. Respecto al problema cuerpo-mente Popper
rechaza tanto la explicación del problema en términos fisicalistas o
conductistas, como la tesis que considera la cuestión como carente de
sentido:
estamos ante la creencia positivista equivocada de que un hecho es (o
es reducible a) la suma total de la evidencia en su favor, es decir nos
encontramos ante el dogma de la verificabilidad como criterio de
significado73
.
2.2.3 “The Demarcation between Science and Metaphysics” (1963)
El ensayo crítico titulado “The Demarcation between Science
and Metaphysics” fue publicado en el volumen The Philosophy of
Rudolf Carnap en 1963. Popper había escrito su contribución en 1955
y en vista de que la publicación se atrasó, y contando con el permiso
de Schilpp, el texto fue distribuido en una versión en mimeógrado a
partir de junio de 1956 y en 1962 fue publicado en Conjectures and
Refutations. En 1963 Popper no hizo cambios en el texto, a pesar de
que durante ese tiempo había desarrollado algunos puntos en otras
72
K. Popper, Conjectures and Refutations, 229. 73
K. Popper, Conjectures and Refutations, 294.
96 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
publicaciones74
. Popper se propone discutir las diferencias con el
Círculo de Viena relativas al problema de la demarcación y mostrar
que no son exageradas sino reales y él mismo resume el contenido de
su ensayo de la siguiente manera:
Dicho en pocas palabras, mi tesis se resume en esto: los repetidos
intentos de Rudolf Carnap por mostrar que la demarcación entre la
ciencia y la metafísica coincide con la demarcación entre sentido y
falta de sentido han fracasado. La razón es que el concepto positivista
de ‗significado‘ o ‗sentido‘ (o de verificabilidad o de confirmabilidad
inductiva, etc.) es inapropiado para conseguir esta demarcación,
simplemente porque la metafísica no necesita carecer de significado
para no ser una ciencia. En todas sus variantes la demarcación por
medio de la falta de sentido ha tendido a ser demasiado estrecha y
demasiado amplia a la vez: porque, sin querer, tiende a excluir a las
teorías científicas como carentes de significado y no consigue excluir
aquella parte de la metafísica conocida como ‗teología racional‘75.
Popper recuerda sus primeros encuentros con Carnap y las
inolvidables vacaciones pasadas en el Tirol, junto con Feigl, en los
que discutieron muchos puntos interesantes:
74
Cf. K. Popper, ―Corroboration, the Weight of Evidence, and Statistical tests‖ en
The Logic of Scientific Discovery, 387-419; ―A Presumably False yet Formally
Highly Probable Non-empirical Statement‖ en Conjectures and Refutations, 248-
250; ―Probability Magic or Knowledge out of Ignorance‖, Dialectica, 11, 1957, 354-
374;―On Carnap‘s Version of Laplace‘s Rule of Succession‖, Mind, 71, 1962, 69-
73; ―The Mysteries of Udolpho: A Reply to Professors Jeffrey and Bar-Hillel‖,
Mind, 76,1967, 103-110; ―Theories, experience, and probabilistic intuitions‖ en I.
Lakatos (ed.), The Problem of Inductive Logic. Proceedings of the International
Colloquium in the Philosophy of Science, London 1965, 1968, 285-303; I. Lakatos,
―Changes in the Problem of Inductive Logic‖ en I. Lakatos (ed.), The Problem of
Inductive Logic, 315-417 y J. Watkins, ―Hume, Carnap and Popper‖ en I. Lakatos
(ed.), The Problem of Inductive Logic, 271-282. 75
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖ en P.A. Schilpp
(ed.), The Philosophy of Rudolf Carnap, 183.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 97
Escribir sobre Carnap —y criticar a Carnap— me trae a la memoria la
primera vez que me encontré con él, en su seminario, en 1928 ó 1929.
Me trae a la memoria aun más vivamente una ocasión posterior, en
1932, en las hermosas colinas tirolesas cuando tuve la oportunidad de
pasar parte de mis vacaciones en largas discusiones críticas con
Carnap y con Herbert Feigl, en compañía de nuestras esposas.
Tuvimos una feliz estancia, con mucho sol, y pienso que todos
disfrutamos muchísimo aquellas largas y fascinantes conversaciones,
compaginadas con un poco de alpinismo pero nunca interrumpidas por
esto. Estoy seguro de que ninguno de nosotros olvidará jamás cuando
Carnap nos llevó por una escarpada colina sin veredas, a través de un
hermoso bosquecillo de rododendros alpinos casi impenetrable y
cómo nos guió, al mismo tiempo, a través de un bosque hermoso y
casi impenetrable de argumentos cuyo tema indujo a Feigl a bautizar a
nuestra colina como ‗Semantische Schnuppe‘ (algo así como ‗Estrella
semántica centelleante‘), aunque algunos años tuvieron que pasar
antes de que Carnap, estimulado por la crítica de Tarski, descubriera
el camino que le llevaría de la sintaxis lógica a la semántica76.
Popper recuerda sus primeros encuentros con Carnap y afirma
que fue una de las personas más interesantes y admirables que conoció
en su vida por su apertura a la crítica y su capacidad de rectificación:
Me parece que Carnap no es sólo una de las personas más atractivas
que he visto jamás sino también un pensador completamente
absorbido por y dedicado a sus problemas y deseoso de escuchar las
críticas. Y por supuesto, entre algunas otras características que Carnap
comparte con Bertrand Russell —cuya influencia sobre Carnap y
sobre todos nosotros fue mayor que la de ningún otro— es su valor
intelectual para cambiar bajo la influencia de la crítica, incluso en
puntos de fundamental importancia para su filosofía77
.
76
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184. 77
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184.
98 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper acudió a las vacaciones en el Tirol llevando el
manuscrito de su libro Die beiden Grundprobleme der
Erkenntnistheorie (Los dos problemas fundamentales de la
epistemología), escrito entre 1930 y 1932, en el que trataba acerca del
problema de la inducción y del problema de la demarcación. El
manuscrito —parte del cual se incorporaría en forma abreviada a su
Logik der Forschung78
—, contenía entre otros muchos temas una
crítica detallada de la pretensión de Wittgenstein y de Carnap de
eliminar la metafísica por medio del análisis del significado. Popper
aclara que su crítica no está hecha desde un punto de vista metafísico,
sino desde el punto de vista ―de quien, interesado por la ciencia, teme
que esta doctrina, lejos de aniquilar al supuesto enemigo, la
metafísica, le proporcione las llaves de la ciudad asediada‖79
. Las
críticas de Popper se dirigían principalmente contra dos libros de
Carnap: Der logische Aufbau der Welt (La construcción lógica del
mundo)80
, cuya primera versión fue escrita entre 1922 y 1925 y
publicado en 1929, en la que Carnap trató de la teoría del
conocimiento, entendida como el problema de la reducción de unos
conocimiento a otros, a través de un sistema uniforme de reducción de
los conceptos tratados por la ciencia.
Carnap analiza la posibilidad de una reconstrucción racional de
los conceptos que se usan en todos los campos del conocimiento sobre
la base de conceptos que se refieren a lo inmediatamente dado. Intentó
de hecho construir un sistema de conceptos con ayuda de la teoría de
relaciones contenida en la lógica de Frege, Whitehead y Russell. En
Scheinprobleme in der Philosophie (―Pseudoproblemas en la
Filosofía‖)81
, redactado en 1927 y publicado en 1928, trata de la
78
La obra Die beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie se publicaría muchos
años más tarde en 1979 cuando Popper gozaba ya de prestigio y reconocimiento. 79
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184. 80
R. Carnap, La Construcción Lógica del Mundo, UNAM, México, 1988 (título
original, Der logische Aufbau der Welt, Verlag, Leipzig, 1928). 81
R. Carnap, Pseudoproblemas en la Filosofía. La psique ajena y la controversia
sobre el realismo, UNAM, México, 1990. (título original Scheinprobleme in der
Philosophie. Das Fremdpsychische und der Realismussterit, Verlag, Leipzig, 1928).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 99
eliminación de los pseudoproblemas en epistemología. Se proscriben
todas las tesis acerca de la realidad metafísica de forma más radical
que en Aufbau donde tales tesis se excluyeron sólo del dominio de la
ciencia, de acuerdo a la concepción de Wittgenstein de que las
proposiciones de la metafísica no tienen sentido dado que en principio
no pueden ser verificadas, radicalizada por el rechazo de Carnap de las
tesis acerca de la realidad. La crítica de Popper abarca también
algunos de los artículos de Carnap publicados en Erkenntnis.
Carnap aceptó parte de las críticas de Popper como consta en su
artículo acerca de las proposiciones protocolares (1932). Al abordar la
cuestión de las proposiciones protocolares dentro del lenguaje
fisicalista presenta dos alternativas: la de Neurath que postula que sólo
un determinado tipo de proposiciones concretas puede servir como
proposiciones protocolares, en contraste con la idea de Popper de que
cualquier proposición concreta puede ser considerada proposición
protocolar bajo ciertas circunstancias en virtud de que se trata de algo
convencional y no de un proceso que termine de forma natural:
Karl Popper me explicó la posibilidad de este procedimiento durante
una conversación personal. Es muy deseable que pronto puedan ser
publicados los resultados que me comentó sobre sus importantes
investigaciones acerca del ‗deductivismo‘ y el ‗inductivismo‘, ya que
suponen una contribución importante para la clarificación de la
acuciante cuestión actual de la lógica de la ciencia: el carácter de las
leyes naturales como hipótesis y métodos de comprobación empírica.
Procediendo desde un punto de vista distinto del de Neurath, Popper
ha desarrollado la opción B como un componente de su sistema.
Ambas interpretaciones me parecen básicamente semejantes a pesar
de que presentan algunas diferencias. En mi opinión el segundo tipo
de lenguaje [aquel que busca proposiciones protocolares como base de
comprobación de sistemas de proposiciones] puede comprenderse más
fácilmente usando la sugerencia de Popper82.
82
R. Carnap, ―On Protocol Sentences‖, 231.
100 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper acepta la reseña de Carnap sobre su teoría de las
proposiciones protocolares, excepto en algunos detalles sin
importancia: la sugerencia de que las proposiciones básicas (llamadas
por Carnap ‗proposiciones protocolares‘) son los puntos de partida
sobre los que se construye la ciencia, la observación de que una
proposición protocolaria puede ser confirmada ‗con tal y tal grado de
certeza‘, y el que ‗las proposiciones acerca de percepciones‘
constituyen ‗eslabones igualmente válidos en la cadena‘ y que son
estas proposiciones acerca de la percepción a las que ‗acudimos en
situaciones críticas‘ y aprovecha la ocasión para agradecer a Carnap
sus amistosas palabras acerca de su trabajo aún sin publicar83
.
Al mismo tiempo Popper lamenta que Carnap ―siente que yo he
exagerado las diferencias entre mis puntos de vista y los del Círculo
de Viena del que él fue un miembro líder‖84
, como queda de
manifiesto en la reseña crítica de Carnap sobre The Logic of Scientific
Discovery cuando señala que: ―Popper está muy cerca de los puntos
de vista del Círculo de Viena. El modo como presenta las diferencias
hace que aparezcan mucho más grandes de lo que son en realidad‖.85
La reacción de Popper a estas afirmaciones de Carnap fue la de
guardar silencio durante casi veinte años. El silencio de Popper
también se debía a que Carnap prestó mucha atención a las críticas de
Popper en su artículo Testability and Meaning (1937), aunque Popper
continúa lamentando que no se diera importancia a las diferencias:
Esto me hizo guardar silencio durante muchos años (...) no publiqué
nada ni siquiera aludiendo a estas diferencias de opinión durante los
primeros diez años posteriores a la publicación de mi L.Sc.D. (aunque
aludí a ellas en algunas conferencias): y casi nada durante los 10 años
siguientes, es decir, hasta que empecé el presente ensayo crítico –no
más, de todos modos, que unas pocas observaciones críticas sobre
Wittgenstein y Schlick (en mi Open Society, publicada por primera
83
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 1, 104. 84
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 184-185. 85
R. Carnap, ―Popper, Logik der Forschung‖, Erkenntnis, 5, 1935, 293.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 101
vez en 1945) (...) Sin embargo yo sentía todo el tiempo que las
diferencias entre nuestros puntos de vista estaban lejos de ser
imaginarias, y mi sentimiento de que eran importantes aumentó a raíz
de los artículos y libros más recientes de Carnap sobre probabilidad e
inducción86.
A esta luz se comprende que Popper haya considerado que la
solicitud de Schilpp para que escribiera un ensayo crítico sobre la
filosofía de Carnap, como una oportunidad para hablar claro y con la
perspectiva de los años acerca de las diferencias con el Círculo de
Viena, especialmente en lo relativo al problema de la demarcación:
El propósito de este ensayo es discutir estas diferencias en la medida
en que se relacionan con el problema de la demarcación. Me resisto a
exponerme una vez más a la acusación de exagerar las diferencias (...)
He aceptado sin embargo la invitación para escribir este artículo, y
esto no me deja más alternativa que la de tratar de caracterizar
nuestras diferencias tan clara y agudamente como sea posible. En
otras palabras, debo tratar de defender la tesis de que estas diferencias
son reales, tan reales al menos como me han parecido a lo largo de los
últimos 25 años87.
Y reconociendo que el tono usado en algunas ocasiones para
defender su postura había sido quizás demasiado apasionado Popper
aclara: ―espero que el Profesor Carnap no esté prevenido para abrirse
a la evidencia por la aprehensión de hacerme callar por el resto de mis
días: prometo ser más razonable esta vez‖88
. Popper procede a
explicar que su punto de vista respecto a la falsabilidad como criterio
de demarcación no ha cambiado respecto a lo que expuso desde 1932
en la carta al editor de Erkenntnis. Sin cambiar la postura esencial,
86
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185. 87
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185. 88
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 185.
102 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper introdujo en The Logic of Scientific Discovery89
su desarrollo
sobre los grados de testabilidad de las teorías científicas, refiriéndose
a que unas teorías se exponen a posibles refutaciones de manera más
audaz que otras. Sin embargo le parece que esto no ha quedado aún
claro para muchos:
Me vi obligado a subrayar este punto porque mi posición ha sido
frecuentemente descrita como una propuesta para tomar la falsabilidad
o la refutabilidad como el criterio de significado (no de demarcación),
o como una propuesta para excluir las proposiciones existenciales de
nuestro lenguaje, o quizás del lenguaje de la ciencia. Incluso Carnap,
que discutió mi posición en considerable detalle y la reseñó
correctamente, tiende a interpretarla como una propuesta para excluir
las proposiciones metafísicas de cualquier lenguaje90.
Aquí Popper cita un párrafo de Testability and Meaning91
uno
de los más famosos escritos breves de Carnap:
Podemos tomar el principio de falsabilidad de Popper como un
ejemplo de la elección de este lenguaje [se refiere a un lenguaje que
excluye las proposiciones existenciales como carentes de sentido]. Popper , sin embargo, es muy cauto en la formulación de su principio
de demarcación; no considera carentes de sentido a las proposiciones
[existenciales], sin solamente no-empíricas y metafísicas. (Quizás no
quiere excluir completamente del lenguaje las proposiciones
existenciales y otras proposiciones metafísicas, sino sólo del lenguaje
de las ciencias empíricas)92.
89
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, secciones 31 a 46. 90
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 188-189. 91
R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, Philosophy of Science, 3-4, 1936/1937,
reproducida en S. Sarkar (ed.), Logical Empiricism at Its Peak, 130-195 92
R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, 183.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 103
Popper está de acuerdo en la primera parte de la cita, pero no en
la afirmación entre paréntesis, que le lleva a preguntarse ―¿por qué
asume Carnap que yo voy a querer excluirlas de todo lenguaje, cuando
he afirmado repetidamente lo contrario?‖93
, y remata diciendo que:
es un hecho que desde mi primera publicación sobre este asunto [la
Carta al Editor de Erkenntnis], siempre desestimé el problema de la
falta de sentido como un pseudo problema, y siempre me opuse a la
idea de que fuese identificado con el problema de la demarcación.
Este sigue siendo mi punto de vista94.
Una de las teorías que Popper criticó en su manuscrito y más
adelante en The Logic of Scientific Discovery, era la afirmación de que
la metafísica carecía de sentido, que el Círculo de Viena atribuía a
Wittgenstein pero que según Popper se remontaba al menos a Hobbes
y a Berkeley y a otros nominalistas. De acuerdo con la terminología
de Wittgenstein, una expresión o un conjunto de palabras constituyen
una proposición con sentido si y sólo si todas las palabras que la
componen tienen sentido (sólo las palabras definibles empíricamente
tienen significado) y si todas las palabras que la componen se
relacionan unas con otras de manera apropiada. En otras palabras una
proposición tiene sentido si es una función de verdad reducible a
proposiciones elementales (o atómicas) que expresan observaciones o
percepciones. Popper afirma que el criterio de verificabilidad señalado
en las condiciones anteriores es inadecuado porque:
Este criterio excluye del campo de lo significativo a todas las teorías
científicas (o a las ―leyes de la naturaleza‖), ya que éstas no son
reducibles a reportes de observación como tampoco lo son las
llamadas pseudoproposiciones metafísicas. Por tanto el criterio de
93
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, nota 11, 189. 94
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 189.
104 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
significado conduce a una demarcación falsa entre la ciencia y la
metafísica95.
Popper denuncia que esta teoría tiene también efectos
deletéreos para la ciencia, debido a que la actitud antimetafísica a
ultranza obnubilaba la consideración de un criterio razonable para la
cientificidad de las teorías:
Más aún sus propagadores, en su afán por eliminar a la metafísica,
no repararon en que estaban eliminando todas las teorías científicas
en el mismo montón de basura que las teorías metafísicas ‗carentes
de sentido‘. Sugerí que todo esto era consecuencia de tratar de
destruir la metafísica en lugar de buscar un criterio de
demarcación96
.
Carnap aceptó esta crítica de Popper tanto en su Logical Syntax
of Language:
Al inicio mantuvimos que toda proposición, para ser significativa,
tenía que ser completamente verificable (...) Desde este punto de
vista no había lugar para la leyes de la naturaleza entre las
proposiciones del lenguaje (...) Popper hizo una crítica detallada de
este punto de vista según el cual las leyes no son proposiciones97.
Como posteriormente en Testability and Meaning aunque
Popper lamenta que su últimas teorías permanecen abiertas al criterio
de significado:
95
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 192. 96
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 189. 97
R. Carnap, The Logical Syntax of Language, Routledge, London, 1949, 321.
(Título original Logische Syntax der Sprache, Schriften zur wissenschaftlichen
Weltauffassung, Wien, 1934).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 105
La imposibilidad de una verificación absoluta fue puesta de
manifiesto y explicada con detalle por Popper (...) Popper explicó las
dificultades de la interpretación frecuencial de los grados de
confirmación de una teoría98
.
Carnap abandonó hace mucho tiempo su teoría ‗naturalista‘ del
sentido y la falta de sentido, expuesta en su Aufbau, y la reemplazó
por la doctrina más sofisticada de que una expresión dada es una
proposición con sentido en un cierto lenguaje (artificial) si y sólo si
cumple con las reglas para la formación de fórmulas o proposiciones
bien formadas en ese lenguaje. Popper considera que esto es un
desarrollo muy importante pero no deja de subrayar que no resuelve el
problema de fondo:
En mi opinión, el paso de la teoría ingenua o naturalista a la doctrina
más sofisticada era deseable y muy importante (...) supuso un
desarrollo muy importante que proporcionó la clave para resolver
muchos problemas interesantes. Pero deja el problema de la
demarcación entre la ciencia y la metafísica exactamente donde
estaba.99
.
Popper se refiere a los intentos de construir lenguajes libres de
metafísica para la ciencia intentados por Carnap. En su opinión la
tarea de construir modelos de lenguajes artificiales para el lenguaje de
la ciencia es interesante, pero el tratar de combinar esta tarea con la de
destruir la metafísica a base de volverla carente de sentido conducía al
desastre una y otra vez. Popper intenta mostrar que el prejuicio
antimetafísico es un tipo de prejuicio filosófico que impide a los
constructores del sistema llevar a cabo su tarea con propiedad y que
esto ocurre con la tesis del fisicalismo, que postulan un lenguaje
98
R. Carnap, ―Testability and Meaning‖, 134-135. 99
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 190 y 196.
106 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
unificado acerca de las cosas físicas y de sus movimientos en el
espacio y en el tiempo. Todo ha de ser expresable en este lenguaje o
traducible a él, especialmente la psicología en tanto que es científica.
Popper se había opuesto a la fundación de la llamada “Enciclopedia
internacional para la ciencia unificada” en el Primer Congreso de
Filosofía Científica en París en 1935 como él mismo testimonia:
En París me opuse a la fundación de la Enciclopedia. (Neurath me
llamaba la ‗oposición oficial‘ del Círculo, aunque nunca tuve la
fortuna de pertenecer a él) (...) Durante el Congreso de Copenhague en
1936, al que Carnap no asistió, traté de mostrar que la doctrina de la
unidad de la ciencia y de un lenguaje universal era incompatible con la
teoría de la verdad de Tarski100
.
Popper elogia el libro Logical Syntax de Carnap porque influyó
decisivamente en su pensamiento:
Es uno de los pocos libros filosóficos que puede considerarse de
primera importancia. Admitiendo que algunos de sus argumentos y
doctrinas han sido superados, debido principalmente a los
descubrimientos de Tarski (...) Si he de hablar de forma personal, el
libro (...) marcó el comienzo de una revolución en mi propio
pensamiento filosófico101
.
Y también porque acepta las críticas de Popper, aunque no de
manera suficiente como para abandonar la consideración de la
metafísica como carente de sentido:
Considero que desde el punto de vista del problema de la
demarcación se dio un importante paso adelante (...) se aceptaron
100
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, nota 44, 201. 101
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 203.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 107
algunas de mis críticas en el libro (...) aunque creo que Carnap no
aceptó mis críticas completamente (...) porque acabamos
encontrando una vez más la vieja tesis de la falta de significado de la
metafísica. pero mitigada102
.
Popper considera que el artículo Testability and Meaning tiene
un extraordinario valor en el campo de la filosofía de las ciencias
empíricas. Carnap es muy cuidadoso en la formulación de sus nuevas
ideas, reemplaza la ‗verificabilidad‘ por la ‗testabilidad‘ (o por la
‗confirmabilidad‘), continúa con la idea de excluir a la metafísica del
lenguaje de la ciencia (de las fórmulas bien-formadas de L) y tampoco
abandona la idea de un lenguaje para la ciencia, aunque admite que
podemos escoger nuestro lenguaje y que los científicos pueden
escogerlo de distintas maneras. Popper termina expresando que su
crítica es de fondo y que necesariamente provocará una respuesta en
Carnap:
Agradezco la oportunidad que se me ha dado de sacar todos estos
temas de mi cabeza, o de mi pecho como dirían los fisicalistas. No
dudo que, con otras vacaciones en el Tirol, y otra subida a la
Semantische Schnuppe, Carnap y yo podríamos alcanzar el acuerdo en
muchos de esos puntos, porque considero que ambos pertenecemos a
la fraternidad de racionalistas, a la fraternidad de los que están ávidos
por discutir y aprender unos de otros. Pero como la distancia física
entre nosotros parece insalvable por el momento le envío a través del
océano —sabiendo que pronto recibiré respuesta— mis flechas más
afiladas junto con mis más cordiales saludos fraternos103.
102
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 203-204. 103
K. Popper, ―The Demarcation Between Science and Metaphysics‖, 226.
108 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
2.2.4 Correspondencia entre Popper y Carnap (1932-1967)
En el archivo de Popper en la Hoover Institution se conservan
algunas cartas de la correspondencia entre Carnap y Popper entre 1932
y 1967. En estas cartas queda patente la relación académica y humana
a pesar de la distancia física y la divergencia de puntos de vista. Esto
se ve también en el obituario de Carnap escrito por Popper. Para
ambos la opinión del otro tiene particular peso y esto se refleja de
manera especial cuando intercambian sus publicaciones. Al enviar a
Popper su libro Introduction to Semantics recién salido de imprenta
Carnap pide su opinión sobre el libro y sobre la posible utilidad para
el trabajo de Popper:
Hace algún tiempo te envié un ejemplar de mi nuevo libro sobre
semántica. Me interesará saber no solo lo que piensas del libro
teóricamente sino también si los procedimientos y los conceptos sobre
semántica podrán ser de utilidad en tu propio trabajo104
.
Cuando Popper prepara la publicación de su The Open Society
solicita el apoyo de Carnap para que le recomiende ante los editores
americanos:
Estoy enviando el libro Falsos profetas: Platón, Hegel y Marx a
varios editores americanos y les he dado tu nombre como referencia
(...) no estoy suponiendo que conozcas el libro o que puedas hablar de
su posible valor. Lo único que digo es que me conoces105
.
104
Carta de R. Carnap a K. Popper del 17 de junio de 1942 desde Chicago, Popper
Archives (282.24). 105
Carta de K Popper a R. Carnap del 15 de octubre de 1942 desde Christchurch,
Popper Archives (282.24).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 109
Carnap no sólo se muestra dispuesto a dar las referencias
solicitadas106
, sino que aporta sugerencias prácticas para promocionar
el libro en Estados Unidos a través de los periódicos y revistas
especializados y él mismo ha promocionado ya el libro de Popper
entre sus colegas en la Universidad:
Estoy seguro de que tu libro despertará mucho interés entre los
lectores tanto de filosofía como de ciencias políticas en este país.
Pienso que es importante que se envíen copias para recensión a
muchas revistas (...) si me dices a qué revistas filosóficas de este país
ha sido enviado entonces quizás te pueda dar algunas sugerencias de
otras revistas que conviene tener en cuenta (...) estaba tan
entusiasmado con tu libro que enseguida llamé la atención de todo
nuestro departamento, y también de un grupo de profesores jóvenes de
ciencias sociales (...) supongo que tu libro despertará vivas
controversias (...) en este momento es más importante que el libro
capte la atención a que provoque aceptación107
.
En condiciones normales ambos admiten la crítica del otro con
serenidad y apertura. Carnap no duda en aconsejar a Popper mesura en
su crítica a Marx para no cerrar puertas a la aceptación de su The
Open Society:
Si algún editor me escribe estaré gustoso de poder ayudar
recomendándolo. Espero que seas cuidadoso en tu crítica a Marx para
no proporcionar argumentos a los que no sólo difieran de sus puntos
de vista sino incluso rechacen su finalidad. Es necesaria una cuidadosa
separación entre lo que es correcto y lo que es equivocado en sus
puntos de vista, como lo has hecho en tu artículo sobre ―Dialéctica‖,
106
Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago,
Popper Archives (282.24). 107
Carta de R. Carnap a K. Popper del 9 de febrero de 1946 desde Chicago, Popper
Archives (282.24).
110 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
que me ha gustado mucho (...) el libro será muy útil si tiene la misma
actitud crítica, cuidadosa y objetiva108
.
Popper responde aclarando que su crítica a Marx puede
considerarse objetiva y se muestra abierto a ulteriores consejos y
sugerencias por parte de Carnap:
Creo que el libro hace plena justicia a Marx, tanto en sus fines como
en sus aportaciones teóricas. Pero finalmente he presentado una crítica
(…) mi crítica de Marx es cuidadosa y detallada, y si mi artículo te ha
parecido ‗objetivo‘, entonces seguramente dirás lo mismo del libro [Popper menciona también que ha cambiado el título porque resultaba
muy provocativo] si me pudieras dar algún otro consejo o ayuda estaré
realmente agradecido109
.
Al mismo tiempo Popper no repara en reclamar cuando
considera que no se le ha dado el justo crédito en alguna aportación o
desarrollo. Sabe que cualquier error o imprecisión en la cita o
interpretación de sus ideas puede agrandarse precisamente por la gran
autoridad de los escritos de Carnap. Hace notar puntualmente a
Carnap que en un párrafo de Introduction to Semantics ha atribuido a
Wittgenstein algo que fue aportación suya:
Siento mucho que por error de memoria me refería a Wittgenstein en
al p. 151 en lugar de a ti. Corregiré el error en un lugar apropiado en
un volumen posterior110
.
108
Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago, Popper
Archives (282.24). 109
Carta de K. Popper a R. Carnap del 31 de marzo de 1943 s/l, Popper Archives
(282.24). 110
Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago, Popper
Archives (282.24).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 111
Carnap muestra total solidaridad y apoyo para que Popper
consiga salir de Nueva Zelanda dado su aislamiento académico.
Popper no dudó en acudir a Carnap para que le enviase algunas
publicaciones periódicas que le era difícil conseguir:
Una de mis dificultades aquí es que no puedo conseguir el Journal of
Unified Science. Ha fracasado mi intento de tenerlo en nuestra
biblioteca. Estoy totalmente fuera de contacto desde 1938. Si tienes
algunos números atrasados te los agradecería mucho111
.
Carnap se informó sobre posibles becas en Estados Unidos y
preguntó a Popper sobre la posibilidad de regresar a Viena:
La fundación Guggenheim me escribió respondiendo a mi pregunta
diciendo que sus becas son otorgadas solamente a personas que viven
en Estados Unidos. Lo siento mucho porque hubieses tenido ahí una
muy buena oportunidad. Si pudieras venir a este país por otros medios
(…) podrías desde aquí aplicar para una beca del Guggenheim. Mi
espalda está mucho mejor. Estoy caminando un poco sin el bastón y
no tengo dificultad para dar mis clases. Las noticias de Viena son
interesantes aunque escasas. ¿Has considerado la posibilidad de
regresar si te ofreciesen algún puesto ahí?112
.
Se entiende que Carnap haya sido uno de los primeros con
quienes Popper compartió su alegría de haber conseguido un puesto en
la London School of Economics, y le aclara que jamás volvería a
Viena:
111
Carta de K. Popper a R. Carnap del 15 de octubre de 1942 desde Christchurch,
Popper Archives (282.24). 112
Carta de R. Carnap a K. Popper del 30 mayo de 1945 desde Chicago, Popper
Archives (282.24).
112 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Me trasladaré a Londres (…) me han ofrecido una cátedra en lógica y
método científico en la London School of Economics y por supuesto
he aceptado. Estoy muy contento con este progreso. Me alegra saber
que tu espalda está mejor (...) espero que en verano estés todavía
mejor. Respecto a tu pregunta acerca de un possible regreso al
continente, mi respuesta es no, nunca. ¿La tuya es diferente?113
.
Carnap considera a Popper como un empirista y esta es la razón
por la que no ha conseguido que le inviten a dar conferencias a la
Universidad de Chicago que tiene otra línea filosófica en la que ven
con sospecha a los empiristas:
Desde hace varios años he tratado de que nuestro departamento te
invite (…) pero no he tenido éxito (…) la filosofía que prevalece en
nuestra Universidad va en la línea de Santo Tomás, Aristóteles y
Platón (...) por tanto es claro que todo empirista es visto con
sospecha114
.
En el intercambio epistolar relacionado con la publicación de
The Open Society, Carnap no deja de insistir en que sus discrepancias
son solo de matiz, en este caso las diferencias se refieren a la
posibilidad y utilidad que cada uno atribuye a la planeación en la
economía y la política115
. En una carta de 1947 Carnap aborda
directamente el tema de su diferente valoración de sus desacuerdos:
Es difícil decir hasta qué grado tú y yo vamos a llegar a un acuerdo en
cuestiones concretas (...) puedo estar de acuerdo con la mayoría de tus
113
Carta de K. Popper a R. Carnap del 23 de junio de 1945 desde Christchurch,
Popper Archives (282.24). 114
Carta de R. Carnap a K. Popper del 2 de enero de 1950 desde Chicago, Popper
Archives (282.24). 115
Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 9 de febrero de 1946 desde Chicago,
Popper Archives (282.24).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 113
afirmaciones, pero son necesariamente generales y teóricas. Quizás si
hubiésemos discutido con detalle problemas más concretos
encontraríamos que existen diferencias de grado (...) diferencias de
énfasis y de grado de apreciación más que diferencias
fundamentales116
.
Popper y Carnap reconocen que su ‗diálogo‘ crítico en The
Philosophy of Rudolf Carnap es fuerte. Carnap escribe a Popper
después de haber leído el ensayo crítico de Popper y manifiesta su
convicción de que la polémica se hubiese podido arreglar hablando:
En mis réplicas me mostré tan sin pelos en la lengua como tú en tu
crítica (...) sin embargo, mi actitud de fondo era conciliadora. Traté
de mostrar que respecto a ambos puntos [se refiere a la demarcación y
a la inducción] las diferencias entre nuestras posiciones no eran ni de
lejos tan grandes como tú las planteabas. Quizás los malentendidos
mutuos acerca de nuestras posiciones, y por tanto la polémica
innecesaria, hubiesen podido ser evitados si nos hubiésemos dado la
oportunidad de conversar117
.
Carnap muestra su pena de que Popper no le hubiera buscado
cuando estuvo en Chicago, expresa su frustración de que Popper no se
haya abierto a las razones que Bar Hillel y Carnap le expusieron, y
prácticamente se da por vencido porque ya no le interesa polemizar
con nadie:
Lamenté que no hubieses podido venir a Urbana a verme cuando
estuviste en Chicago (…) Quizás tu esperabas alguna palabra de mi
parte mientras que yo esperaba una palabra tuya (…) y nuevamente no
116
Carta de R. Carnap a K. Popper del 27 de mayo de 1947 desde Chicago, Popper
Archives (282.24). 117
Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de diciembre de 1959 desde Los Ángeles,
Popper Archives (282.24).
114 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
estoy seguro si en una discusión oral hubiésemos realmente llegado
entendernos (…) me refiero simplemente a haber despejado los
malentendidos y llegado a una visión más clara de la postura de cada
uno (...) a veces tengo la frustrante sensación de que nuestras
observaciones no te entraron en la cabeza (las de Bar Hillel y mías).
Estoy ahora en una edad avanzada y me parece mejor de ahora en
adelante concentrarme en trabajar sobre el esclarecimiento positivo y
la solución de problemas y evitar al máximo cualquier polémica con
oponentes. Esto no excluye, por supuesto, el mantener discusiones
fructíferas acerca de desacuerdos genuinos118
.
Carnap propone a Popper que se reúnan antes del congreso que
se llevará a cabo en Stanford119
. Popper promete no abordar temas que
no sean del interés de Carnap aunque no puede garantizar que no dirá
nada polémico durante sus intervenciones en el congreso:
Puedo prometer que no entraré en ninguna discusión que no te
interese, pero obviamente no puedo prometer no decir nada polémico
durante el congreso. Estoy seguro que existen muchas cosas de interés
común que no tienen por qué llevarnos a ninguna polémica120
.
Miller afirma que para hacer justicia a Popper hay que tener en
cuenta que a partir de julio de 1965 esperó mucho tiempo para se
publicara su artículo “The Mysteries of Udolpho”, aparecido en Mind
en 1967, en el que quería dar por terminada la discusión entre él y los
118
Carta de R. Carnap a K. Popper del 11 de diciembre de 1959 desde Los Ángeles,
Popper Archives (282.24). 119
Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 3 de abril de 1960 desde Los Ángeles,
Popper Archives (282.24). 120
Carta de K. Popper a R. Carnap del 23 de marzo de 1960 desde Penn, Popper
Archives (282.24).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 115
carnapianos (Jeffrey and Bar-Hillel)121
. Muestra de esto es la
observación de Popper en su respuesta al ensayo crítico de Bar-Hillel:
Espero que una mirada a mi lista de publicaciones mostrará cuánto
tiempo he gastado en controversias y cuánto tiempo he ahorrado
haciendo cosas más interesantes; y que el balance no será
desfavorable122
.
Existen siete notas sobre cinco años de discusión con Carnap y
Bar-Hillel acerca de la identificación inductivista de la probabilidad
con el grado de corroboración. En su artículo conjunto estos autores
aceptaron la doctrina de Popper acerca de la relación inversa entre
probabilidad y contenido, pero por separado se resistieron a la
conclusión de que la investigación empírica no está dirigida a hacer
más probables nuestras teorías123
.
Tras la muerte de Carnap el 14 de septiembre de 1970, el diario
The Times de Londres solicitó a Popper el obituario que fue publicado
tres días después. Popper se esmera en el texto y hace un bonito elogio
de Carnap, a la vez queda clara su valoración de la postura del Círculo
de Viena al reseñar el desarrollo filosófico del que considera ―uno de
los filósofos más influyentes de nuestro tiempo y el líder indiscutible
de su escuela llamada ‗positivismo lógico‘ o ‗empirismo lógico‘‖124
.
Después de hacer una breve reseña de la vida y obras de Carnap, de su
encuentro con el Círculo de Viena, de su marcha a Praga y finalmente
121
Cf. D. Miller, "Popper/Carnap‖, [email protected], Correo electrónico
personal, 19 de mayo de 2003. 122
K. Popper, ―Replies to My Critics‖ en P. A., Schilpp (ed.), The Philosophy of
Karl Popper, 1048. 123
Cf. R. Carnap y J. Bar-Hillel, ―Semantic information‖, British Journal of the
Philosophy of Science, 4, 1954, 145-157 y D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖,
383. 124
K. Popper, ―Obituary. Prof. Rudolf Carnap. One of the most influential
philosophers of his time‖, The Times, London, 17 de septiembre de 1970, Popper
Archives (282.24).
116 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
a Estados Unidos, Popper resume la tendencia fundamental de la
filosofía de Carnap, dejando claro que fueron varios intentos,
implicando en el fondo que ninguno funcionó satisfactoriamente:
La tendencia fundamental que confiere unidad a sus trabajos es el
rechazo de Carnap de toda filosofía especulativa o ―metafísica‖. Gran
parte de su trabajo está dedicado a la construcción de un lenguaje libre
de metafísica pero suficientemente rico para la formulación de la
ciencia. El primer intento fue su libro Der logische Aufbau der Welt
(...) bajo la influencia de Neurath lo reemplazó en su Logical Syntax of
Language (...) Carnap construyó varios ―lenguajes modelo‖ (...) pero
posteriormente (...) tuvo que conformarse con lenguajes modelo más
rudimentarios. Murió mientras trabajaba en una nueva versión de su
teoría probabilística de la inducción125
.
La hija de Carnap agradece las condolencias y el obituario con
palabras elogiosas hacia Popper, y muestra su sorpresa al conocer por
Popper que su padre y él tenían conflicto, porque siempre le había
oído referirse a Popper con afecto y admiración:
Es particularmente gratificante escuchar de un gran filósofo como
usted, que no sólo conoció la filosofía de mi padre sin también le
conoció como persona. He apreciado mucho su envío del obituario del
The Times de Londres que no me había enviado nadie. Muchos me
han pedido copia (...) Ciertamente aprecio lo que usted dice acerca de
su contacto con mi padre. Me ha dejado intrigada acerca del
distanciamiento entre ustedes dos, del que no sabía nada. Mi padre
siempre hablaba elogiosamente de usted. Recuerdo cuando estuve con
él en Europa en 1965 cuánto disfrutó de la visita que le hizo. Espero
que algún día pueda contarme más acerca del distanciamiento y del
estudiante a quién usted se lo atribuye. Sé por mi propia experiencia
de vivir con mi padre desde 1965 que podía ser apasionadamente
crítico y por otra parte tenía una gran necesidad de afecto y era capaz
125
K. Popper, ―Obituary. Prof. Rudolf Carnap‖.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 117
de ser amable y considerado. Me alegra haber tenido la oportunidad
durante el funeral de expresar mis sentimientos y experiencias
ambivalentes respecto a mi padre126
.
2.2.5 The Philosophy of Karl Popper (1974)
En 1974 fue publicado The Philosophy of Karl Popper como el
volumen 14 de la colección ―The Library of Living Philosophers‖. Por
primera vez en esta colección se trataba de una obra de dos volúmenes
lo cual da idea del interés suscitado por el pensamiento de Popper. La
primera parte comprende la autobiografía intelectual de Popper, la
segunda parte comprende 33 estudios de diversos autores sobre el
pensamiento de Popper y en la tercera parte Popper responde
ampliamente a cada uno de estos estudios127
.
2.2.5.1 La autobiografía intelectual de Popper
La autobiografía intelectual de Popper permite obtener una idea
del origen y desarrollo del pensamiento filosófico de Popper desde la
perspectiva de la madurez y tomando en cuenta que no escribió
ningún tratado sistemático sino que la mayoría de sus ideas filosóficas
se encuentran en artículos sobre temas concretos128
. Popper se refiere
en numerosas ocasiones al positivismo lógico y al Círculo de Viena,
126
Carta de H. Thost a K. Popper del 23 de enero de 1971 s/l y Carta de H. Thost a
K. Popper del 8 de abril de 1971 desde Los Ángeles, Popper Archives (282.24). 127
D. Miller relata que ―la revisión de la autobiografía intelectual y la preparación
de las réplicas durante el verano de 1971 fue una labor agotadora para todos: para
Popper, para su esposa y para mí‖ (Cf. D. Miller, ―Nada más por ahora‖,
<[email protected]>, Correo electrónico personal, 9 de abril de 2003. 128
Popper redactó su autobiografía intelectual, entre 1963 y 1969 aunque el volumen
The Philosophy of Karl Popper fue publicado hasta 1974. Posteriormente fue
publicada una versión con ligeras correcciones bajo el título Unended Quest. An
Intellectual Autobiography.
118 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
explicando que había seguido con interés lo que decían acerca de la
demarcación y llegado a la conclusión de que su solución era mejor.
Describe sus encuentros con los miembros del Círculo de Viena y con
la llamada periferia del Círculo, expone las consecuencias, positivas y
negativas de la publicación de su Logik der Forschung en la colección
editada por Schlick y Frank y hace un balance personal de su relación
con el Círculo de Viena129
.
Popper tuvo la primera noticia del Círculo de Viena a través del
interés que despertó en él un artículo de Neurath. Estudió con
profundidad el Tractatus de Wittgenstein y siguió con particular
interés todo lo que escribían los miembros del Círculo acerca de la
demarcación —de manera especial los escritos de Carnap—, e iba
sacando sus propias conclusiones:
Me resultaba claro que todas esas gentes estaban buscando un
criterio de demarcación, no tanto entre la ciencia y la pseudociencia,
sino entre la ciencia y la metafísica. Me resultaba claro también que
mi viejo criterio de demarcación era mejor que el de ellos130
.
Consideraba que el criterio de significado, mediante la
verificabilidad, que se proponía desde el Círculo de Viena no aportaba
nada nuevo de fondo, sino que era simplemente una modo distinto de
presentar el antiguo criterio de los inductivistas, y para Popper la
inducción era un mito explotado por Hume, y por esta razón seguía
prefiriendo sus argumentos y su solución. Popper había trabajado
mucho sobre los textos de Wittgenstein y de Carnap relativos a estos
temas, y llegó a la conclusión de que el positivismo era la causa de
que su solución no resultara convincente131.
129
Se puede encontrar un análisis crítico pormenorizado de la autobiografía
intelectual de Popper en M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, Emesa,
Madrid 1979. 130
K. Popper, Autobiography, 80. 131
Cf. K. Popper, Autobiography, 81.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 119
Gomperz era el único con el que Popper hablaba de estas ideas
y cuando le explicó su deductivismo —la idea de que las teorías eran
sistemas hipotético-deductivos, y que el método de la ciencia no es
inductivo— y sus intentos fallidos de encontrar críticos de la
inducción con una visión empirista, Gomperz le remitió al libro de
Kraft titulado Las formas básicas del método científico, en el que se
desarrollaba con gran fuerza y claridad una metodología científica no
inductiva132
. Popper estaba entusiasmado con el libro y Gomperz le
alentó a escribir a Kraft y solicitarle una entrevista. Popper relata su
encuentro con Kraft y la buena impresión que le causó la apertura de
éste a sus críticas al Círculo de Viena:
Victor Kraft (...) y yo nos encontramos varias veces en el Volksgarten,
un parque cercano a la Universidad. Victor Kraft fue el primer
miembro del Círculo de Viena que conocí (...) Se mostró dispuesto a
poner una atención seria a mis críticas al Círculo, más que muchos de
los miembros que conocí después. Pero recuerdo lo asombrado que se
quedó cuando predije que la filosofía del Círculo se convertiría en una
nueva forma de escolasticismo y de verbalismo. Pienso que esta
predicción se hizo realidad. Me estoy refiriendo a la visión
programática de la tarea de la filosofía como ―la explicación de
conceptos‖133
.
Refiriéndose a la famosa cátedra de filosofía de la ciencia creada
para Mach en la Universidad de Viena, y que Schlick ocuparía
después, Popper relata lo siguiente:
Boltzmann y Mach eran colegas en la Universidad de Viena.
Boltzmann era profesor de física ahí cuando Mach fue llamado, en
132
Cf. K. Popper, Autobiography, 81. Menger se refiere a este escrito de Kraft y
afirma explícitamente que Kraft en gran medida anticipó el deductivismo de Popper
(Cf. L. Golland, B. McGuinness y A. Sklar (ed.), K. Menger, Reminiscences of the
Vienna Circle and the Mathematical Colloquium, Kluwer, Dordrecht, 1994, 64-65) 133
K. Popper, Autobiography, 82.
120 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
1895, a ocupar una cátedra en filosofía de la ciencia, creada
especialmente para él. Debió ser la primera cátedra de este tipo en el
mundo. Más tarde Moritz Schlick ocupó la cátedra y después de él
Victor Kraft (...) Como este escrito es una autobiografía, debo quizás
mencionar que en 1947 ó 1948 recibí una carta de Victor Kraft, en
nombre de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Viena,
preguntándome si estaría preparado para tomar la cátedra de Schlick.
Respondí que no iba a dejar Inglaterra134
.
Otra posibilidad era que Popper ocupara la cátedra en
Cambridge a la que Wittgenstein había renunciado a finales de 1947.
Braithwaite parecía ser una de las varias personas en Cambridge que
recomendó a Popper aplicar para esta cátedra y le mantuvo al tanto de
lo que ocurría al respecto. Parecía que Braithwaite había sido un
admirador de Popper a partir de la charla de Popper en el Moral
Science Club en 1936.
Popper califica su encuentro con Feigl como decisivo para toda
su vida. Recuerda que, entre otros temas, hablaron del realismo,
recuerda que Feigl objetó su realismo porque en ese momento estaba a
favor de un ―monismo neutral‖, y se alegra al recordar que Feigl
volvió al realismo más tarde. Feigl le animó a publicar sus ideas,
contra el pesimismo de otros, como Gomperz, Kraft e incluso su
propio padre y de su esposa, que veían poco propicia la situación
política y económica de Viena para empeñarse en publicar nada:
En 1929 ó 1930 (...) conocí a Herbert Feigl, otro miembro del Círculo
de Viena. El encuentro, concertado por mi tío Walter Schiff, profesor
de estadística y economía en la Universidad de Viena, que conocía
mis intereses filosóficos, se volvería decisivo para toda mi vida (...)
Había recibido algún ánimo antes a través del interés manifestado por
Julius Kraft, por Gomperz y por Victor Kraft. Pero aunque sabían que
yo había escrito muchos artículos (sin publicar) —solamente había
publicado sobre temas educativos—, ninguno de ellos me animó a
134
K. Popper, Autobiography, 156 y nota 252.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 121
publicar mis ideas. Gomperz me había hecho ver que publicar
cualquier idea filosófica era enormemente difícil. Los tiempos habían
cambiado. Esto estaba basado en el hecho de que el gran libro de
Victor Kraft sobre los métodos de la ciencia había sido publicado sólo
gracias al apoyo de un donativo especial. Pero Herbert Feigl, durante
nuestra sesión que duró toda la noche, me dijo que no sólo le parecía
que mis ideas eran importantes, sino incluso revolucionarias, y que
debía publicarlas en forma de libro (...) Pienso que sin el ánimo de
Herbert Feigl jamás hubiera escrito un libro.135
.
Popper deja claro que no fue nunca invitado a las reuniones del
Círculo y que jamás intentó conseguir una invitación. Reconoce que le
hubiese gustado participar en alguna de esas reuniones que no tenían
por qué menoscabar su independencia, como había interpretado
Feigl136
.
Al poco tiempo Popper conoció a Waismann, que era el que
había formulado el criterio de significado, y que se mostró tan
interesado por las críticas de Popper que le invitó a exponerlas en
algún grupo de la periferia del Círculo de Viena. En 1936 Popper
cedió a Waismann el puesto que le habían ofrecido en la Universidad
de Cambridge como parte del programa de hospitalidad académica
para refugiados auspiciado por la Facultad de ciencias morales137
.
Cuando Popper vivía ya en Londres asistió junto con Waismann a
algunos congresos138
.
Como es natural Popper menciona las ideas de Carnap más que
las de ningún otro miembro del Círculo. Al explicar su teoría anti-
esencialista y su rechazo de las cuestiones acerca del significado de
las palabras Popper critica la reducción de la tarea de la filosofía a la
explicación de conceptos que hace Carnap139
. En el apartado que
135
K. Popper, Autobiography, 82. 136
Cf. K. Popper, Autobiography, 84 y nota 106. 137
Cf. K. Popper, Autobiography, 110-111. 138
K. Popper, Autobiography, 127. 139
Cf. K. Popper, Autobiography, 30.
122 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper dedica a la inducción, la deducción y la verdad objetiva no
faltan las referencias críticas a los argumentos de Carnap140
. Popper
afirma que Carnap prácticamente le da la razón de que no existen
reglas de inferencia inductiva al no poder exhibir un ejemplo de
inferencia inductiva:
Por cierto que Popper encuentra ―interesante‖ que en mi conferencia
haya dado un ejemplo de inferencia deductiva, pero ninguno de
inferencia inductiva. Pero como en mi concepción el razonamiento
probabilista (―inductivo‖) consiste esencialmente no en hacer
inferencias sino en asignar probabilidades, tendría que haber pedido
ejemplos de principios para la asignación de probabilidades. Y esta
petición, no hecha pero razonable, ha sido anticipada y satisfecha141
.
Schlick fue miembro del tribunal de uno de los dos exámenes
orales públicos de Popper para obtener el doctorado, y Popper
recuerda la benevolencia de Schlick a pesar de que su disertación
doctoral era una defensa de las ideas de Bühler contra las ideas
fisicalistas y asociacionistas de Schlick142
. Popper elogia la discusión
de Schlick sobre el problema cuerpo-mente por ser la primera desde la
de Spinoza y Leibniz, también le parece digno de encomio el
desarrollo de Feigl, aunque ninguna de las dos explicaciones le
parecen convincentes:
En la obra Erkenntnislehre de Schlick encontré una discusión acerca
de la relación cuerpo-mente, la primera desde las de Spinoza y
Leibniz, y que me fascinó. Era maravillosamente clara y estaba
trabajada con gran detalle. Fue brillantemente discutida y desarrollada
por Herbert Feigl. Pero aunque encontraba esta teoría fascinante, no
me satisfacía, y por muchos años continué pensando que nada se podía
140
R. Carnap, ―Inductive Logic and Inductive Intuition‖ en I. Lakatos (ed.), The
Problem of Inductive logic, 265. 141
R. Carnap, ―Inductive Logic and Inductive Intuition‖, 311. 142
Cf. K. Popper, Autobiography, 78.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 123
hacer acerca de este problema, excepto quizás por vía de crítica, por
ejemplo criticando los puntos de vista de los que piensan que todo el
problema se debe a un ―embrollo lingüístico‖143
.
Al responder al ensayo crítico de Feigl sobre el determinismo y
la relación cuerpo-mente Popper valora y agradece la crítica de Feigl,
pero afirma que incluye una serie de malentendidos que tienen como
base el reduccionismo propio de la visión fisicalista en su explicación
de la relación entre el cuerpo, la mente y los productos de la mente144
.
Popper conoce a Hahn como profesor de matemáticas de gran
prestigio. De hecho había dejado de asistir a las clases de historia,
literatura, psicología, filosofía e incluso algunas clases en la escuela
de medicina en la Universidad de Viena porque prefería leer los libros
de los profesores que asistir a sus clases. Sólo continuó yendo a clases
de matemáticas y de física: ―pronto dejé de ir a clases, con excepción
de las de matemáticas y de física teórica (...) sólo el departamento de
matemáticas ofrecía clases realmente fascinantes‖145
, entre las que
estaban las clases de Hahn, que al igual que otros profesores del
departamento eran matemáticos creativos de prestigio mundial, y de
quien más aprendió. En este mismo contexto del prestigioso
departamento de matemáticas de la Universidad de Viena Popper oyó
hablar por primera vez de von Mises146
. Popper reconoce el valor de
las explicaciones de Richard von Mises sobre el problema
determinismo-indeterminismo147
. Popper considera también que la
única interpretación objetivista de la probabilidad discutida a final de
los años veinte era la interpretación frecuencial que ―fue desarrollada
143
K. Popper, Autobiography, 188. Popper remite a dos obras suyas en las que
aborda el problema de la relación cuerpo-mente: ―Language and the Body-Mind
Problem‖, Proceedings of the XIth International Congress of Philosophy, 7, North-
Holland, Amsterdam, 101-107, y ―A Note on the Body-Mind Problem‖ en
Conjectures and Refutations, 299-311. 144
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1074. 145
K. Popper, Autobiography, 39. 146
Cf. K. Popper, Autobiography, 40. 147
Cf. K. Popper, Autobiography, nota 135, 95.
124 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
en distintas versiones por Venn, von Mises, Reichenbach y más tarde
por mí‖148
.
Popper también habla de los contactos que fue haciendo entre
los que se encontraban en la periferia del Círculo de Viena. Su
interpretación frecuencial de la probabilidad llamó la atención de
Menger, que había escuchado también en el Círculo de Schlick una
exposición de las ideas de Popper, quien le invitó a explicarla en su
Coloquio matemático149
. Popper describe su participación en otras
reuniones como las organizadas por V. Kraft y Zilsel. Incluso algunos
miembros del Círculo de Viena, como Hahn, Frank y von Mises, le
invitaron a discutir personalmente diversos temas150
.
Popper escribe sobre la importancia fundamental de su Logik
der Forschung en su relación con el Círculo de Viena. Popper intentó
proporcionar una nueva teoría del conocimiento y al mismo tiempo
elaborar un tratado sobre el método de la ciencia y reconoce que el
libro estaba concebido en gran parte como crítica del positivismo
lógico. El manuscrito fue leído y discutido con interés por varios
miembros del Círculo, primero por Feigl y después por Carnap,
Schlick, Frank, Hahn, Neurath y otros. El libro fue aceptado por
Schlick y Frank para ser publicado en la colección de libros sobre la
visión científica del mundo, de la que eran responsables, pero la
editorial indicó que tenía que ser abreviado radicalmente151
. Popper
era consciente y lamentó que su crítica al positivismo en Logik der
Forschung, no se veía clara al haber sido publicado en una colección
de libros predominantemente positivistas152
. El hecho tuvo una serie
148
K. Popper, Autobiography, 153-154. 149
Cf. K. Menger, ―The Formative Years of Abraham Wald and His Work in
Geometry‖, The Annals of Mathematical Statistics, 23, 1952, 18 y Cf. K. Popper,
Autobiography, 101. 150
Cf. K. Popper, Autobiography, 84. 151
Cf. K. Popper, Autobiography, 85. 152
En la colección de libros Schriften zur wissenschaftlichen Weltauffassung,
editada por Frank y Schlick, se llegaron a publicar once libros, cuyos autores, a
excepción del 7 de Otto Kant y el 9 de Karl Popper, eran todos miembros del
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 125
de consecuencias negativas, entre otras que Popper fue calificado
como positivista lógico:
Hasta su publicación en inglés en 1959 como The Logic of Scientific
Discovery, los filósofos en Inglaterra y América, con algunas pocas
excepciones (...) parecían haberme tomado por un positivista lógico, o
en el mejor de los casos por un positivista lógico disidente que
reemplazaba la verificabilidad por la falsabilidad. Incluso algunos
positivistas lógicos, recordando que el libro había sido publicado en
esa colección, prefirieron ver en mí un aliado, más que un crítico.
Pensaban que podrían prevenir mis críticas con algunas concesiones
—de preferencia mutuas— y algunas estratagemas verbales. (Estaban
persuadidos, por ejemplo, de que estaría de acuerdo en sustituir la
falsabilidad por la verificabilidad como criterio de significado) 153
.
Una segunda consecuencia es que los positivistas lógicos al no
entender la diferencia de fondo del planteamiento de Popper no
repararon en que su postura, en sí misma, estaba seriamente desafiada
por las críticas de Popper:
Como no insistí en mi ataque (ya que combatir el positivismo lógico
no era en modo alguno mi mayor interés) los positivistas lógicos no
sintieron que el positivismo lógico estuviese seriamente desafiado.
Antes, e incluso después, de la Segunda Guerra Mundial aparecieron
muchos libros y artículos que continuaron este procedimiento de
concesiones y pequeños ajustes. Pero para entonces el positivismo
lógico ya estaba muerto desde hacía algunos años154.
Círculo de Viena: Waismann, Carnap (dos libros), von Mises, Schlick, Neurath,
Frank, Schächter y Kraft. (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 605-605) 153
K. Popper, Autobiography, 87. 154
K. Popper, Autobiography, 87.
126 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper cayó en la ‗trampa‘ —que Menger supo evitar en su
momento— de publicar en la serie del Círculo de Viena, que le
acarreó ventajas claras y desventajas claras también. Menger, que
compartía la actitud antimetafísica del Círculo, no estaba de acuerdo
en puntos importantes: el manifiesto de Carnap, Hahn y Neurath de
1929 le parecía superficial, consideraba que el modo como se
abordaba —en 1930— la cuestión del significado corría el riesgo de
caer en un discurso metafísico, que era lo que precisamente se quería
evitar, y finalmente, no veía que el movimiento de unidad de la
ciencia pudiera reportar una utilidad clara para el desarrollo del
conocimiento. Por estas razones tuvo la visión de declinar la oferta de
Schlick de publicar su libro Morality, Decisión and Social
Organization en una colección de libros que se presentaban como
girando alrededor de temas sobre la ciencia unificada:
Cuando me devolvió el manuscrito (de este libro) Schlick se ofreció
a publicarlo en la serie de libros que estaba editando junto con Ph.
Frank y en la que se incluía su Problemas de Ética. Se lo agradecí,
pero por razones personales decliné el ofrecimiento. Schlick
entonces dijo que podía amablemente recomendar el mauscrito a
Julius Springer, en Viena, que publicó el libro al inicio del verano de
1934 bajo el título Moral, Wille und Weltgestaltung. Grundlegung
zur Logik der Sitten155
.
También Arne Naess, que se movía en la periferia del Círculo,
supo prever el riesgo de una posible absorción confusionista de sus
críticas al Círculo de Viena y evitó incluso el publicarlas, según él
mismo refiere:
Bertrand Russell y Karl Popper estaban cerca del Círculo, pero
disentían en una serie de puntos que ellos, pero no los líderes del
Círculo, consideraban centrales. Neurath, en particular, pero también
155
Cf. K. Menger, ―Postscript‖, 115.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 127
en cierta medida Carnap y otros, tenía cierta dificultad en comprender
el alcance de las diferencias entre su propio punto de vista y la de sus
simpatizantes (...) K. R. Popper fue especialmente desafortunado al ser
etiquetado como un pensador cuyas ideas diferían en puntos no
esenciales de las del Círculo. De hecho, hacia 1934 Popper era ya un
audaz y original pensador por cuenta propia. Mi propia experiencia
fue muy similar a la de Popper, pero nunca fui capaz de formular mis
puntos de vista con suficiente claridad. (La polémica en mi [libro
escrito entre 1937 y 1939] estaba planteada directamente contra
algunas tesis y tendencias fundamentales del Círculo, pero fue
entendido por Neurath como una propuesta de modificaciones que
habían sido aceptadas en principio y se harían oficiales en futuras
publicaciones. Ante tal seguridad renuncié a los planes de publicar el
trabajo)156
.
Popper mismo, con la objetividad que dan la distancia y la
madurez, afirma, que después del intento fallido de Gomperz, que
había enviado el manuscrito de su libro a una prestigiosa editorial de
Tubinga157
, vio en la aceptación de sus críticas por parte de Carnap su
gran oportunidad para exponer sus ideas precisamente ante el sujeto
principal de sus críticas:
Tenía entonces treinta años y a pesar de que había escrito mi primer
libro, no tenía quien me lo publicara (...) y jamás había publicado nada
sobre la materia. ¡Me encontré [se refiere a los elogios de Carnap
sobre sus puntos de vista en “Über Protokollsätze”] con grandes
alabanzas y con la aceptación del exponente máximo de la objeto de
mis ideas antipositivistas y objetivistas! Estaba entusiasmado pero
también en una situación difícil (...) esto me llevó a enfatizar lo más
pronto posible y con suficiente claridad mi oposición a la tesis de que
la metafísica carece de sentido. Lo hice en mi carta al editor de
Erkenntnis y, cuando finalmente salió a la luz, aún más agudamente
en mi Logik der Forschung (...) la tarea no era fácil debido a mi propia
156
A. Naess, Four Modern Philosophers, University of Chicago Press, Chicago,
1968, 13 y nota 13. 157
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1183, nota 29.
128 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
hostilidad hacia algunas formas de metafísica, especialmente a la
hegeliana aún en boga 158
.
Popper reconoce que se benefició de la sensación causada por el
artículo ―Sobre las proposiciones protocolares‖ de Carnap en el que se
alaba su teoría de la falsabilidad:
El artículo de Carnap de 1932, ―Sobre las proposiciones protocolares‖
creó en Viena un cierto revuelo local. Fui invitado a dar conferencias
en varios grupos filosóficos como el de Edgar Zilsel, y en ese tiempo
fui etiquetado por Otto Neurath como ―la oposición oficial del Círculo
de Viena‖159
.
Popper se atribuye la responsabilidad de la muerte del
positivismo lógico, aunque reconoce que en sus mismos principios
llevaba la semilla que conduciría tarde o temprano a su propia
destrucción. Popper matiza la ‗declaración de muerte‘ del positivismo
lógico citando a Passmore cuando afirma que ―el positivismo lógico
está muerto, o tan muerto como un movimiento filosófico que siempre
vuelve‖160
. Históricamente la desintegración del Círculo por la guerra
precedió a la de sus principios:
Todo el mundo sabe actualmente que el positivismo lógico está
muerto. Pero nadie parece sospechar que todavía hay una pregunta por
responder, la pregunta sobre ―¿quién es el responsable?‖ O, mejor, la
pregunta ―¿quién lo ha hecho?‖ (...) Me temo que he de admitir la
responsabilidad. Aunque no era ese mi propósito: mi única intención
era la de subrayar lo que me parecían una serie de errores. Passmore
correctamente atribuye la disolución del positivismo lógico a
158
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970. 159
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965. 160
J. Passmore, voz ―Logical Positivism‖, The Encyclopedia of Philosophy, Collier-
Macmillan, London, 1967, V, 56.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 129
dificultades internas insuperables. Muchas de esas dificultades fueron
señaladas en mis conferencias y discusiones, y especialmente en mi
Logik der Forschung. Muchos miembros del Círculo se vieron en la
necesidad de hacer cambios. Por tanto las semillas estaban sembradas
y condujeron en el transcurso de los años a la desintegración de los
principios del Círculo161
.
Popper atribuye también como causa de la desintegración del
positivismo lógico su excesivo escolasticismo162
. Popper elogia al
Círculo de Viena y considera que su disolución fue una gran pérdida,
a pesar de presentarse como el asesino del positivismo lógico y de
haber profetizado su caída en el escolasticismo. Quizás Popper
considera que la disolución del Círculo fue una pérdida muy seria,
pensando en la ―actitud científica‖ o actitud racional del Círculo con
la que se identificó plenamente y que fue sin duda lo que más le atrajo
del Círculo de Viena. Popper remite a las palabras de Carnap en el
prefacio a la primera edición de su libro más importante en las que
hace una a la racionalidad y a la responsabilidad intelectual163
. Su
petición de aprender del modo en que los matemáticos y los
científicos proceden en contraste con los deprimentes modos de los
filósofos, y remata diciendo:
Es en esta actitud general, la actitud de la ilustración, y en su visión
crítica de la filosofía —de lo que desafortunadamente es, y en lo que
debiera ser—, en lo que yo todavía me identifico con el Círculo de
Viena y con su padre espiritual Bertrand Russell. Esto explica quizás
por qué en ocasiones fui considerado por algunos miembros del
Círculo, por ejemplo por Carnap, como uno de ellos y como que
exageraba mis diferencias con ellos164
.
161
K. Popper, Autobiography, 88. 162
Cf. K. Popper, Autobiography, 90. 163
Cf. R. Carnap, La construcción lógica de mundo, vi-viii. 164
K. Popper, Autobiography, 89.
130 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper consideró siempre ―a Victor Kraft, y también a Schlick,
a Carnap y a Feigl, como filósofos extraordinariamente destacados‖165.
Popper reconoce sus deudas de gratitud con varios miembros del
Círculo en particular, y con el Círculo de Viena en general por haberle
dado ocasión de conocer a Tarski:
Personalmente tengo una deuda de gratitud con algunos de sus
miembros, especialmente con Herbert Feigl, Victor Kraft y Karl
Menger, por no mencionar a Philipp Frank y a Moritz Schlick, que
aceptaron mi libro a pesar de contener severas críticas a sus puntos de
vista. Además fue indirectamente a través del Círculo como conocí a
Tarski, primero en el Congreso de Praga en agosto de 1934, a donde
llevaba las pruebas de imprenta de Logik der Forschung, después en
Viena en 1934-35, y una vez más en el Congreso de Paris en
septiembre de 1935. Pienso que de Tarski aprendí más que de nadie
más166.
Sin embargo Popper no parece registrar ninguna influencia
significativa por parte de los miembros del Círculo de Viena, con
excepción de von Mises y su teoría de la probabilidad:
Pero en lo que a influencia se refiere, pienso que estuve más
fuertemente influenciado por Karl Bühler, el psicólogo miembro de la
escuela de Külpe, más que por algún miembro del Círculo, excepto
Richard von Mises, cuya teoría de la probabilidad traté de
remodelar167
.
165
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 976. 166
K. Popper, Autobiography, 88. 167
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 975-976.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 131
2.2.5.2 Las réplicas a sus críticos
Popper dedica su larga introducción a las réplicas a explicar lo
que denomina la ―leyenda de Popper‖ y refiere sus intentos vanos por
desarticularla. Popper considera que el centro de su controversia con
el Círculo de Viena está en el problema de la demarcación frente al
problema de significado, y en el realismo frente al positivismo, y
sostiene que los miembros del Círculo de Viena que equivocadamente
le consideraban muy cercano a su postura transmitieron la leyenda,
inconscientemente, por vía de autoridad, y que por el contrario
aquellos que acertadamente captaron las diferencias de fondo no
tuvieron el mismo eco. Popper resume en cuatro puntos los principales
hechos y la leyenda correspondiente que se ha formado alrededor de
esos hechos. En primer lugar sostiene que ha sido siempre un realista
metafísico y ha rechazado la concepción de la metafísica como carente
de sentido:
He sido siempre un realista metafísico. Por tanto, defiendo el punto de
vista que, a pesar de que algunos metafísicos han hablado quizás sin
sentido, como lo han hecho también algunos antimetafísicos, puede
mostrarse el significado de algunas ideas metafísicas (como el
realismo y el atomismo) a través de su influencia histórica en el
desarrollo de las teorías científicas. Por esta razón me he opuesto
siempre a quienes declaran que toda la metafísica es un
pseudodiscurso carente de sentido, y especialmente me he opuesto a
los intentos de los positivistas del Círculo de Viena que tratan de
sostener sus puntos de vista desarrollando un criterio de
significado168.
La leyenda dice que Popper fue (y quizá todavía lo es) un
positivista e incluso un miembro del Círculo de Viena169
. En este
168
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. 169
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.
132 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
contexto se explica que Popper se refiera a su relación con el Círculo
de Viena tratando de desmarcarse lo más posible:
No sólo no fui miembro del Círculo, sino que no sabía casi nada de él
fuera de lo que se podía encontrar en las publicaciones, pero nunca
había ni siquiera oído nada acerca del Círculo por parte de ninguno de
sus miembros hasta mi primer encuentro con Feigl. Para mí era una
especie de sociedad secreta a pesar de que estaba recibiendo mucha
publicidad. Algunos miembros del Círculo, especialmente los que
consideraban que mis ideas no eran incompatibles con las suyas y
pensaban que debía de ser admitido en el Círculo, pudieron haberme
visto como una especie de miembro cercano, como fue el caso de
Kraft y Feigl, y quizás de Carnap, Hempel y Waismann. Pero de
hecho nunca pensé que estuviera a tal grado de cercanía del Círculo170.
En segundo lugar, Popper califica de dogmatismo el intento de
establecer un criterio de significado, y considera que la verificabilidad
es un criterio inapropiado:
He criticado, en general, que la empresa de tratar de establecer tal
criterio de significado es una forma de dogmatismo, y he criticado en
particular como ―demasiado estrecho y demasiado ancho a la vez‖ la
propuesta de la verificabilidad como criterio de significado, ya que
excluye sin querer a las teorías científicas e incluye, como
significativo, también sin querer, algunas proposiciones existenciales
de la metafísica171
.
A este respecto la leyenda dice que Popper estaba a favor del
criterio de significado y de excluir a la metafísica como carente de
sentido172
.
170
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974. 171
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. 172
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 133
En tercer lugar, Popper señala que el empeño por encontrar un
criterio de significado, que a priori excluyese a la metafísica como
carente de sentido, era un pseudoproblema que desviaba la atención
del verdadero problema de la demarcación entre las proposiciones
empíricas y las proposiciones no empíricas:
Señalé que toda la empresa era un intento de resolver un
pseudoproblema (un intento de eliminar más que de reconocer a la
metafísica), y que este seudoproblema había usurpado el sitio lógico
que correspondía a un problema serio y real, cuya importancia me
había saltado a la vista años antes de que hubiese incluso oído hablar
del Círculo de Viena. Me refiero al problema de demarcar entre las
proposiciones empíricas o proposiciones de las ciencias empíricas por
una parte, y las proposiciones no empíricas por otra parte (...) llamé a
este problema el problema de la demarcación entre la ciencia y la no
ciencia, y expliqué por qué era el problema real oculto detrás del
(pseudo) ―problema del significado‖ de los positivistas. Mostré que
los positivistas estaban convencidos a priori de que el discurso
metafísico carecía de sentido, y por tanto asumía acríticamente que el
problema de la demarcación entre la ciencia y la metafísica tenía que
ser resuelto mediante la formulación de un criterio de significado173
.
La leyenda es completamente ciega a la distinción de vital
importancia —explica Popper— entre el problema de encontrar un
criterio de significado y el de encontrar uno de demarcación174
. Y
finalmente Popper expone nuevamente que su criterio de falsabilidad
soluciona el problema de la demarcación y abre el camino para la
solución del problema de la inducción:
También sugerí una solución al problema de la demarcación (pero por
supuesto no al pseudoproblema del significado), es decir, el criterio de
testabilidad o refutabilidad o falsabilidad. Y argumenté que, mientras
173
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963-964. 174
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.
134 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
el criterio de significado sugerido por los positivistas, es decir la
verificabilidad, conduce a consecuencias paradójicas y a una
demarcación equivocada, mi criterio de falsabilidad —tomado no
como criterio de significado, sino de demarcación— tiene muchas
consecuencias fructíferas. En especial, prepara el camino para una
teoría de la testabilidad y el contenido y para una solución al problema
de la inducción175
.
La leyenda cuenta que Popper emprendió una especie de
operación de rescate del criterio de significado introduciendo en su
lugar la falsabilidad como un nuevo criterio de significado176
. Popper
concluye que la leyenda ha hecho fortuna a través de una especie de
sofisma ad hominem, debido a que ha sido invocada por autores de
peso:
Me parece que la leyenda se ha extendido, aunque es difícil explicar
cómo una doctrina tan obviamente equivocada y tan ridícula haya
podido ser citada con tanta frecuencia. La explicación está, sin duda,
en que la leyenda parece contar con el soporte de las más altas
autoridades (...) Aquí solamente señalaré que podemos aprender de
esto a no atribuir demasiado peso ni siquiera al testimonio de los
testigos más sabios177
.
Popper sostiene que la leyenda de Popper surge esencialmente
de los intentos fallidos de Carnap y Hempel de construir un lenguaje
para la ciencia libre de metafísica y se ha transmitido, primero a través
de autores de la periferia del Círculo y posteriormente en libros y
artículos de divulgación. El primer intento aparece en el famoso
artículo de Carnap ―Testability and Meaning‖ (1936) en el que
propone construir un lenguaje para la ciencia que excluya a la
175
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964. 176
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964. 177
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 135
metafísica178
. La reseña más importante acerca de la falta de éxito de
la empresa de construir un lenguaje para la ciencia libre de metafísica
se encuentra en el igualmente famoso artículo de Hempel ―Problems
and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖. Popper dedica
toda la sección 3 de la introducción a las réplicas a dar los detalles de
los desarrollos de Carnap y Hempel, de las que se hacen eco Ayer y
Jørgensen.
El libro de Ayer, Language, Truth and Logic —obra muy
influyente, escrita en 1936, por medio de la que Ayer contribuyó a dar
a conocer al Círculo de Viena en Inglaterra y su vinculación con el
empirismo inglés—, parece ser la primera fuente impresa en la que el
criterio de demarcación de Popper fue presentado como un criterio de
significado, aunque Popper había argumentado en forma oral contra
esta falsa interpretación en algunas conferencias que dio en Viena
entre 1932 y 1935179
. Después de algunos argumentos contra la
adopción de la ‗verificabilidad conclusiva‘ como criterio de
significado Ayer afirma:
tampoco podemos aceptar la sugerencia de que una afirmación tenga
que ser considerada como significativa de hecho si y sólo si expresa
algo que es definitivamente refutable por la experiencia (...) esto fue
propuesto por Karl Popper en su Logik der Forschung180
Popper lamenta que casi un cuarto de siglo más tarde (en 1959)
en la colección de artículos más influyentes de los miembros líderes
del Círculo de Viena, titulado Logical Positivism y editado por Ayer
siguiera repitiéndose el error de considerar su criterio de falsabilildad
como un criterio de significado, además de la omisión que Popper
considera grave del artículo “Über Protokollsätze” de Carnap:
178
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 965. 179
Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1182, nota 18. 180
A. J. Ayer, Language, Truth and Logic, Gollancz, London, 1962,38 y nota 1.
136 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
[Popper] argumentó que además de la superioridad lógica, su criterio
era más acorde con la práctica científica (...) pero el criterio de Popper
tenía sus propios fallos (...) por estas y otras dificultades el punto de
vista que prevaleció entre los positivistas lógicos fue que las
condiciones para que una proposición fuese conclusivamente
verificable o conclusivamente falsificable, eran ambas demasiado
estrechas como criterio de significado [y más adelante en una
contribución suya Ayer afirma] esta asimetría lógica de la relación
entre las proposiciones universales y singulares ha conducido a
algunos filósofos —en especial a Karl Popper— a adoptar la
falsificación en lugar de la verificación como criterio de significado
empírico181
.
La relación entre Popper y Ayer era cordial en los años treinta
cuando Ayer invitó a Popper a una reunión en la Aristotelian
Society182
, y a finales de los años cuarenta cuando Popper regresó a
Inglaterra y participó en las reuniones de la Metalogical Society de
Ayer. No fueron buenas después a causa de algunas tensiones
suscitadas por Ayer que insistentemente se mofaba de el reclamo de
Popper de haber resuelto el problema de la inducción y afirmaba que
de cualquier manera el falsificacionismo estaba completo en Peirce183
.
Poco después de la publicación de Logik der Forschung, Popper
escribió a Jørgen Jørgensen en Copenhague, clarificando sus
objeciones al positivismo pero fue en vano184
. Jørgensen en su
narración histórica sobre el empirismo lógico da crédito a Popper de
su denuncia, en Logik der Forschung, de que el positivismo lógico
destruye no sólo la metafísica sino también la ciencia natural. A
diferencia de Ayer reconoce que Popper criticó el criterio de
verificabilidad. Sin embargo un párrafo más adelante afirma la
181
A. J. Ayer, ―Editor‘s Introduction‖, 14 y ―Verification and Experience‖, 229 y
nota 2 en A. J. Ayer (ed.), Logical Positivism. La cursiva es mía. 182
Cf. K. Popper, Autobiography, 109-110. 183
Cf. D. Miller, Critical Rationalism, Open Court, La Salle (Illinois), 1994, 17. 184
Carta de K. Popper a J. Jorgensen del 31 de marzo de 1935 desde Viena, Popper
Archives (313,23).
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 137
leyenda prácticamente sin ambigüedades, cuando dice que ante las
dificultades inherentes al criterio de verificabilidad no queda sino
corregir la teoría y considera que Popper se aplicó a esta tarea:
Una primera propuesta en esta dirección fue hecha por Popper en su
Logik der Forschung (1935) en la que usa como criterio de significado
de una proposición, no la verificabilidad sino la falsabilidad de la
proposición (...) a través de este criterio de significado propuso
distinguir las proposiciones científico-empíricas de las proposiciones
analíticas a priori (de la lógica y las matemáticas) así como de las
proposiciones no falsables de la realidad (metafísica)185
.
La leyenda está claramente implícita en diversos libros y
artículos de otros autores secundarios. El primer ejemplo que Popper
cita es un artículo de Ambrose, en 1967:
El Prof. Karl Popper trató de evitar (...) la dificultad presentada para el
principio de (...) verificabilidad por medio de un nuevo criterio, que
dice así: una proposición es considerada significativa si es en principio
falsificable186
.
Y continúa implícita en un par de libros sobre el problema
positivista del significado, uno sobre la filosofía de Carnap de Krauth
de 1970 en el que se afirma: ―Karl Popper fue quizás el primero en
sugerir que debíamos sustituir en lugar del principio de verificabilidad
un criterio alternativo de significado: el principio de falsabilidad‖187
.
El otro libro es de Kolakowski, publicado en 1972, que trata sobre la
185
J. Jørgensen, ―The Development of Logical Empiricism‖, International
Encyclopedia of Unified Science, 9, 1951, 72. La cursiva es mía. 186
A. Ambrose, ―On Criteria of Literal Significance‖, Crítica. Revista
Hispanoamericana de Filosofía, 1, 1967, 56. 187
L. Krauth, Die Philosophie Carnaps, Springer-Verlag, Vienna, 1970, 85.
138 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
filosofía positivista en general en el que claramente se cataloga a
Popper como positivista lógico y miembro del Círculo de Viena:
El centro más activo del positivismo lógico fue Viena donde, desde el
comienzo de los años veinte, funcionaba un grupo de especialistas de
las ciencias de la naturaleza y de matemáticos agrupados alrededor de
Moritz Schlick (1882-1936). Las más eminentes personalidades de
este grupo, conocido con el nombre de Círculo de Viena, eran Rudolp
Carnap (1891-1970), Karl Popper (nacido en 1902, actualmente en
Inglaterra). Otros sabios y filósofos de la misma tendencia trabajaban
en Berlín (...) y en otros países188
.
Al hablar del la búsqueda por parte de los ―nuevos positivistas‖
de un punto de partida epistemológico, se menciona explícitamente
entre las soluciones propuestas por ―otros protagonistas‖ el carácter
convencional de las proposiciones básicas propuesto por Popper. Al
hablar de la verificabilidad como ―otro tema de litigio entre los
empiristas lógicos‖ se incluye la teoría de la falsabilidad desarrollada
extensiva y coherentemente por Popper como un eslabón más de la
cadena de soluciones, iniciada por Neurath y Carnap y continuada por
Reichenbach189
. Finalmente al hablar de la relación de las ciencias
humanas y el mundo de los valores se afirma explícitamente que:
Popper, a su vez, emprendió la crítica de las teorías historiográficas
con un espíritu positivista (...) desde la sociología empírica de Neurath
hasta la Miseria del historicismo de Popper, cambió esencialmente la
relación entre el empirismo lógico y las ciencias humanas190
.
188
L. Kolakowski, La filosofía positivista, Cátedra, Madrid, 1979, 214-215. El título
original de la obra es Die Philosophie des Positivismus, Panstwowe Wydawnictwo
Naukowe, Warzawa, 1966 y la traducción al inglés a la que se refiere Popper es
Positivist Philosophy, Penguin, Harmondsworth, 1972. 189
Cf. L. Kolakowski, La filosofía positivista, 220-223. 190
L. Kolakowski, La filosofía positivista, 229 y 230.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 139
No sólo los representantes de la llamada Escuela Crítica ponen a
Popper —al principal crítico del empirismo lógico— lisa y llanamente
dentro del positivismo lógico sino que eso mismo hace la denominada
Escuela de Erlangen, así afirma uno de sus principales representantes:
Mientras la lógica se ha impuesto de nuevo y aproximadamente desde
1900, como disciplina fundamental, sobre todo de la matemática y de
las ciencias naturales (basta con recordar a Frege, Russell y al
empirismo lógico desde Carnap a Popper que los siguen191
.
En este contexto Popper menciona también un caso de inclusión
de sus críticas de manera superficial y sin el crédito correspondiente.
Se trata del artículo de Ashby en el que se afirma que ―en ocasiones se
ha sugerido que la falsabilidad conclusiva y no la verificabilidad
conclusiva debiera ser el criterio para que una proposición sea
cognitivamente significativa‖ 192
. En el artículo se discuten —en su
opinión de forma un tanto improvisada—, muchas de sus críticas,
tanto a la verificabilidad como al criterio de significado, sin embargo
Popper se queja de que no se le menciona, ni se habla del problema de
la demarcación ni se incluye su Logik der Forschung en la larga lista
de referencias que se ofrece al final. Hablando de las proposiciones
protocolares del lenguaje físico, que según Popper han de ser
estipuladas y no son nunca incontrovertibles, introduce a Popper
diciendo que es ―un crítico aunque también un aliado‖193
del
positivismo lógico.
Al sugerir que se podía resolver el problema de la demarcación
usando la falsabilidad o testabilidad, o los grados de testabilidad,
como criterio del carácter empírico de un sistema científico Popper
191
Cf. P. Lorenzen, ―Erlanger Schule der donstruktiven Wissenschaftstheorie‖,
Unikurier Erlangen, 14, 1977, 17. 192
R. W. Ashby, voz ―Verifiability Principle‖, The Encyclopedia of Philosophy,
Collier-Macmillan, London, 1967, VIII, 242. 193
J. Laird, Recent Philosophy, Oxford University Press, Oxford, 1936, 187.
140 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
señaló que no reportaría ninguna ventaja introducir el término
‗significativo‘ o ‗con significado‘ ni siquiera como un equivalente
emotivo de ‗testable‘, pero a pesar de esto lamenta que le atribuyan
con frecuencia la propuesta de adoptarla como criterio de significado,
como es el caso de la obra editada por M. Farber sobre el pensamiento
filosófico en Francia y en Estados Unidos194
.
Popper cita algunos textos que hablan correctamente de su
postura pero cuya autoridad no es comparable a la de los escritos de
los autores anteriormente citados. Popper destaca dos textos en los
que, con gran alivio, constata que le han entendido, aunque es
consciente que se trata de dos autores que no tienen suficiente peso
para contrarrestar la leyenda. Popper cita una enciclopedia italiana de
filosofía en la que se le atribuye la idea de falsabilidad:
El falsacionismo es una teoría del método científico, ligada sobre todo
a la formulación dada por Karl. R. Popper (...) en polémica con el
verificacionismo de cuño neoempirista (...) según el cual la ciencia
procede por medio de conjeturas y refutaciones195
.
La segunda afirmación, que Popper considera que no puede ser
más clara y más alejada de la leyenda es la descripción de su postura
hecha por Bernays —que no fue nunca un positivista sino un
kantiano— en su ensayo crítico sobre racionalidad en este mismo
volumen sobre la filosofía de Popper:
Uno de los escritos en los que habla sobre el desarrollo de sus ideas
filosóficas lleva el título ―La demarcación entre la ciencia y la
metafísica‖. En este escrito Popper explica el punto más importante de
su crítica altamente efectiva del positivismo. La filosofía positivista
194
Cf. M. Farber (ed.), Philosophical Thought in France and in the United States,
The University of Buffalo Publications, New York, 1950, 570. 195
N. Abbagnano, voz ―Falsificabilità‖, Dizionario di Filosofia, Unione
Tiporgrafico-Editrice Torinese, Turín, 1961, 368. Vid. también, P. Rossi, Dizionario
di Filosofia, La Nuova Italia, Firenze, 1996, voz ―Falsificazionismo‖, 133.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 141
declara carente de sentido todo lo que no sea científico. En un
argumento convincente Popper insiste en que nunca identificará el
criterio para distinguir lo que es científico con el criterio para
distinguir lo que tiene sentido. Todos los criterios restringidos de
significado propuestos por los positivistas se han revelado
inadecuados y Popper presenta un criterio de demarcación entre las
proposiciones científicas y no científicas que es bastante
independiente de la cuestión del significado196
.
Otro autor que entendió bien las cosas fue Weinberg, en
Inglaterra, porque además de reconocer explícitamente que el estímulo
de Popper jugó un papel claro en la transformación de ideas de los
miembros del Círculo de Viena, explica claramente que
el criterio positivista del significado incluye dentro de las
seudoproposiciones a todo principio prescriptivo y a toda teoría (...)
estoy convencido de que los positivistas no están dispuestos a admitir
todo esto (...) Véase sin embargo la comunicación de Karl Popper en
Erkenntnis [se refiere a la carta al editor de Erkenntnis], y su Logik
der Forschung (...) en la que se discute la misma cuestión197.
Popper hace un resumen de su relación con el Círculo de Viena
en términos de la leyenda. Primero habla de que no todos aceptaron
sus ideas de la misma manera:
Había entre los miembros del Círculo dos grupos: los que aceptaban
muchas o la mayoría de mis ideas y los que pensaban que esas ideas
eran peligrosas y tenían que ser rechazadas. Al primer grupo
pertenecían (en orden alfabético) Carnap, Feigl, Frank, Gomperz,
196
P. Bernays, ―Concerning rationality‖ en The Philosophy of Karl Popper, 597. Las
cursivas son de Popper. 197
Cf. J. R. Weinberg, Examen del positivismo lógico (Título original: An
Examination of Logical Positivism, Paul Kegan, London, 1936), Aguilar, Madrid,
1959, 265.
142 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Hahn, Hempel, Kraft, Menger, R. von Mises y Waismann. (Conviene
subrayar que algunos de los miembros de este grupo diferían uno de
otro radicalmente en varios puntos importantes, especialmente
Waismann de Carnap). Los miembros más importantes del segundo
grupo eran Otto Neurath, Reichenbach y Schlick198
.
Popper reconoce, a distancia de casi cuarenta años, que fueron
precisamente los miembros del Círculo de Viena que más se opusieron
a sus ideas, los que habían captado que Popper no era un positivista y
en cierta manera tampoco un empirista:
Tratando de echar la mirada atrás hacia aquellos días con una
distancia de casi cuarenta años, me parece que sólo Neurath y Schlick
tomaron en serio mi actitud hacia la metafísica y por tanto se dieron
cuenta de que yo realmente no era un positivista y en cierto sentido ni
siquiera un empirista sino más cercano a una postura que Neurath
llamó ―racionalismo‖ o ―pseudoracionalismo‖199
.
Por el contrario, subraya Popper, Carnap y Hempel critican sus
observaciones metafísicas pero no las toman muy en serio:
No aprobaban mis observaciones metafísicas, pero tampoco estaban
impresionados por éstas, y no las tomaron demasiado en serio. Como
consecuencia, no tomaron muy en serio mi distinción entre mi criterio
de demarcación entre la ciencia y la metafísica y su criterio de falta de
significado de la metafísica200
.
198
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970. 199
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 970-971. Popper se refiere a la reseña crítica
de Logik der Forschung de O. Neurath, ―Pseudorationalismus der Fasifikation‖,
Erkenntnis, 5, 1935, 353-365. 200
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 971.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 143
En síntesis la ―leyenda de Popper‖ es consecuencia de dos
cosas: en primer lugar de la calurosa acogida y la casi total aceptación
que su crítica al Círculo recibió por parte de muchos de sus miembros
líderes, y en segundo lugar, de que a pesar de haber quedado
convencidos por muchos de los argumentos de Popper continuaron
tratando de rescatar el dogma de la falta de significado de la
metafísica de una forma modificada:
Pero el hecho de que los positivistas usaran su criterio de
verificabilidad y significado también como un criterio de demarcación
les volvió sordos y ciegos ante el hecho de que yo usé la falsabilidad
como criterio de demarcación pero jamás de significado201
.
2.2.6 “Popper and the Vienna Circle. Excerpt from an Interview
with Sir Karl Popper” (1991)
Friedrich Stadler y Hans-Joachim Dahms entrevistaron a Popper
en su casa de Kenley, Surrey el 31 de agosto de 1991202
. Durante la
conversación fueron saliendo temas de la juventud de Popper, de su
camino a la filosofía, de su participación en el Círculo de Gomperz
—en el que se reflejaba el sentido de equidistancia de Gomperz entre
la filosofía metafísica tradicional y la concepción científica del mundo
del Círculo de Viena—, de su antagonismo con Wittgenstein y, sobre
todo, de su relación con el Círculo de Viena. El valor de la entrevista,
a pesar de que a Popper se le habían olvidado ya muchas cosas, es que
muestra sus valoraciones de fondo con la perspectiva de la distancia y
de la madurez, facilitada por el tono directo y cordial que los
entrevistadores lograron crear durante su conversación con Popper:
201
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 967. 202
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Popper and the Vienna Circle. Excerpt from an
Interview with Sir Karl Popper (1991)‖ en F. Stadler, The Vienna Circle, 474-497.
144 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
La entrevista publicado en el The Vienna Circle de Stadler, puede ser
una referencia en un estudio sobre la relación de Popper con el Círculo
de Viena, siempre y cuando se tengan en cuenta (a) que la memoria de
Popper no era ya del todo clara y (b) que la traducción al inglés está
poco cuidada en algunos detalles (...) Es claro que Stadler no la
hubiese publicado si considerase que no merece ser tomada en
serio203
.
Partiendo de que su encuentro con los miembros del Círculo de
Viena se dio en contextos diferentes a las reuniones del Círculo los
entrevistadores preguntan a Popper ¿cuándo fue usted consciente de la
existencia del Círculo de Viena como grupo? Popper cuenta que fue
―a través de un artículo de Neurath. No recuerdo dónde estaba
publicado, pero creo que era en un periódico‖204
. Este artículo
despertó el interés de Popper por encontrar en la nueva propuesta de la
filosofía científica del Círculo de Viena alguna crítica interesante
hacia el marxismo:
Esperaba que tratara de cosas que a mí también me preocupaban. El
antimarxismo era muy importante para mí y esperaba que estuvieran
seguros de descubrir que el marxismo carece de sentido pero me
desilusioné cuando vi que la crítica de Neurath a Marx estaba limitada
esencialmente al hecho de que quería reemplazar el materialismo con
el fisicalismo. Eso me desencantó205
.
Popper recuerda que conoció a Neurath aunque prácticamente
no tuvieron oportunidad de hablar con calma personalmente. Le vio
por primera vez en el café Akazienhof en el que Popper se reunía con
cierta frecuencia con algunos colegas. Asistió a una conferencia
dictada por Neurath que le gustó mucho, y le vio en algunas otras
203
D. Miller, ―Entrevista a Popper‖, <[email protected]>, Correo
electrónico personal, 12 de abril de 2003. 204
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 481. 205
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 481.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 145
ocasiones cuando iba con sus alumnos a visitar el Museo Social y
Económico. Uno de sus pocos contactos personales con Neurath se
dio poco después de la defensa su tesis doctoral. Popper reconoce que
gracias a Neurath fue invitado a participar en algunos de los congresos
organizados por el Círculo de Viena206
.
La siguiente pregunta se introduce recordando que cuando
Popper contactó con Feigl, Kraft y con otros miembros del Círculo,
estaba trabajando en Los dos problemas fundamentales de la
epistemología: ¿nos podría describir cómo fueron los primeros
contactos con miembros del Círculo de Viena en la fase de 1928 a
1930? Popper recuerda que desde su primera conversación con Feigl
—que fue su primer contacto personal con un miembro del Círculo de
Viena como tal— expuso su crítica a la postura de Carnap y que Feigl
se mostró impresionado:
Mi primer contacto con el Círculo de Viena se dio a través de Feigl: la
esposa de Feigl era amiga de unos primos míos, y Walter (Schiff) la
apreciaba mucho e invitó a Feigl a su casa y me preguntó si yo quería
ir. Mi tío (Walter Schiff) sabía que yo había criticado a Carnap y yo le
pregunté si podía mencionar esto en algún momento. [Feigl] estaba
absolutamente pasmado (...) pasamos toda la noche juntos, primero
dimos un paseo por Viena y luego fuimos a su casa. Pasamos toda la
noche discutiendo (...) -¿y él aceptó la crítica?- si, él la aceptó207
.
Cuando los entrevistadores centran el diálogo en el Círculo de
Gomperz salen a relucir Kraft y Zilsel, hacia quienes Popper tiene
palabras muy elogiosas208
. Popper mantuvo una relación estrecha con
206
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 480 y 489. 207
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 476-477. 208
Cf. H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 478. Es preciso
recordar que Feigl consideraba a Zilsel y a Popper como dos críticos especialmente
brillantes de la periferia del Círculo de Viena. Stadler incluye a Zilsel entre los
miembros del Círculo desde 1924, pero aclara que siempre mantuvo una distancia
crítica respecto a las posturas del Círculo.
146 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Kraft por considerarlo una persona abierta y sin prejuicios aunque no
fuese el más brillante. Aquí también falla un poco la memoria de
Popper al decir que Kraft lo incluye en su libro como uno de los
miembros del Círculo en su libro, quizás se refiere a que Kraft
considera que Popper fue uno de los continuadores del movimiento en
Inglaterra:
Traté a Víctor Kraft más que a ningún otro miembro. Con frecuencia
íbamos a caminar al parque en la Volksgarten y lo encontraba en la
biblioteca de la universidad. Le gustaba ir a caminar conmigo,
entonces fuimos muchas veces ahí y es probablemente la razón por la
que me incluye como miembro del Círculo de Viena en su libro.
Probablemente hablé de los problemas del Círculo de Viena con él
más que con cualquier otro miembro (...) era con mucho el más afín a
mis puntos de vista y, ¿cómo lo diré?, era también con el que más
fácilmente se podía hablar. No tenía prejuicios. No era tan penetrante
como Neurath (...) pero estaba interesado en el asunto en y por sí
mismo sin una mentalidad sesgada209
.
Popper recuerda que expuso personalmente su crítica a Carnap y
que este nunca la aceptó del todo: ―hablé a Carnap de esto y no tuvo
nada que objetar al respecto, sin embargo esto no lo detuvo en el
desarrollo de su teoría y la tradujo al inglés sin mencionar una palabra
acerca de mi crítica‖210
. Stadler acusa la falta de memoria de Popper
en este aspecto y le recuerda que Carnap sí rectificó su posición.
Popper se limita a exclamar: ―Carnap era una persona muy
agradable‖211
. Refiriéndose a otros miembros del Círculo de Viena,
Popper relata que su trato con Waismann fue muy bueno, ya que ―a
pesar de ser un wittgesteiniano declarado‖ tenía una mente amplia.
209
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482. 210
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 477. 211
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 477. De hecho
Popper mismo había hablado de la aceptación de sus críticas por parte de Carnap,
como consta en su ensayo crítico “The Demarcation between Science and
Metaphysics”.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 147
Recuerda que le vio después de la guerra y que le ayudó a trasladarse
a Cambridge, donde Wittgenstein le trató con indiferencia a pesar de
conocerle y saber que prácticamente estaba solo en el nuevo país212
.
Popper consideraba que Menger era una de las personas más valiosas
en la periferia del Círculo de Viena:
Karl Menger era quizá el más interesante de toda esa gente (...)
además a través de su Círculo hizo posible el desarrollo de las
matemáticas modernas y de la lógica en Viena, y Gödel no hubiera
sido posible sin Menger‖213
.
Cuando le mencionan su crítica a Reichenbach durante la
Conferencia preliminar de Praga214
Popper se apresura a decir
―verdaderamente me tenía aversión. (...) Cuando le vi por primera vez
en Praga en el congreso preliminar, Carnap me lo presentó, pero
rehusó estrecharme la mano como consecuencia de mi crítica‖215
.
Al hablar de su trato con Schlick Popper puntualiza ―tuve una
relación amistosa con casi todos los miembros (...), creo que era
menos amistosa con Schlick‖216
. Esto no quita que admirase
profundamente su libro General Theory of Knowledge y que
lamentase la mala influencia de Wittgenstein sobre Schlick reflejada
en su ensayo ―The Turning Point in Philosophy‖, y que Popper
considera un ―ensayo de mente estrecha y dogmática‖. Esto abre la
puerta a los entrevistadores para plantear una serie de preguntas más
comprometedoras acerca de la relación de Popper con el Círculo de
212
Cf. H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486. 213
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 496-497. 214
Cf. K. Popper, ―On the so-called ‗Logic of Induction‘ and the ‗Probability of
Hypotheses‘‖, 315-317 y H. Reichenbach, ―Über Induktion und Wahrscheinlichkeit.
Bemerkungen zu Karl Poppers Logik der Forschung‖ (―On Induction and
Probability. Remarks on Karl Popper‘s The Logic of Scientific Discovery),
Erkenntnis, 5, 1935, 267-304. 215
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 493. 216
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482.
148 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Viena. A la primera pregunta ¿por qué no fue usted invitado al Círculo
de Schlick? Popper responde yéndose por las ramas:
El Círculo de Viena consistía en un seminario al que Schlick invitaba
personalmente (...) No sé qué sucedió. Todo lo que sé es lo que he
dicho. Schlick invitaba a la gente personalmente a acudir a su
seminario. Conocí, ¿cómo lo diré?, a miembros importantes y no
importantes (...) [Schlick] me conocía poco. Pero creo que no estaba
escandalizado porque le hubiese criticado, pero me parece que estaba
muy identificado con Wittgenstein y esta era la razón217
.
A continuación los entrevistadores preguntan ¿por qué su libro
se publicó en la serie de libros sobre la concepción científica del
mundo editada por Schlick y Frank?, y Popper responde diciendo que
―fue Frank. Frank que era una persona muy agradable, era un
machiano, como usted sabe, pero muy abierto de mente. Y él
definitivamente quería publicarlo ahí‖218
. Los entrevistadores remiten
a una opinión divergente de Schlick en la que explica que fue él
mismo quien, con la opinión aprobatoria de Feigl y Carnap aceptó el
libro para su publicación, a pesar de algunas posturas críticas del
positivismo.
Las siguientes preguntas se refieren al trato de Popper con
Neurath: ¿llegó a hablar con Neurath sobre la etiqueta que le había
puesto de ―oposición oficial del Círculo‖? ¿respondió usted a la reseña
crítca de Neurath titulada ―Pseudo-Rationalism of Falsification‖?
Hablé con él de esto pero nunca tuvimos demasiado tiempo, nunca nos
sentamos a hablar al respecto. Yo no estaba descontento con la crítica,
no estaba insatisfecho porque tenía cierto sentido. Aunque también
consideré que podía llegar a modificar su opinión (...) Habíamos
217
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482 y 484-485. 218
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482.
EL CÍRCULO DE VIENA DESDE LA ÓPTICA DE POPPER 149
hablado de esto antes (...) pero nunca pensé que lo hubiese tomado tan
en serio como para llegar a publicar esta opinión219
.
Los entrevistadores introducen la siguiente cuestión hablando
del contacto que Popper mantuvo con el Círculo de Viena y sus
actividades y su participación en distintos congresos primero en Praga,
después en París y finalmente en Copenhague. Tomando en cuenta el
nivel de los participantes involucrados y el modo en que estaban
organizados: ¿no eran algo parecido a una especie reuniones
familiares de los positivistas lógicos? A lo que Popper responde ―sí,
sí, más o menos‖ y añade: ―me gustaban esas gentes‖220
. Por tanto
—insisten los entrevistadores— al aceptar esas invitaciones ¿era
usted, por decirlo de alguna manera, uno de ellos, un miembro de la
familia extensa adoptiva de los positivistas lógicos?
¿Cómo lo explicaré? Definitivamente hubiera asistido al seminario de
Schlick si me hubiese invitado ¿por qué no? Uno no quiere perderse
nada (...) no estaba ahí como espía (...) hubiera sido ridículo, pero el
hecho es que simplemente no estuve ahí, pero me hubiera gustado
ir221
.
Una vez analizados los testimonios de los miembros del Círculo
de Viena que más trataron a Popper y los principales textos en los que
Popper habla de su relación con el Círculo de Viena, desde el punto de
vista de los hechos y de su interpretación de los hechos, cabe presentar
algunas valoraciones recientes acerca de esta relación.
219
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 487. 220
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 489. 221
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 489.
Capítulo III
Hacia una cabal integración de la relación entre Popper y el Círculo de Viena
En este capítulo se abordarán brevemente las interpretaciones
propuestas por algunos autores contemporáneos a la luz de lo que
Popper definió como el centro de su controversia con el positivismo
lógico del Círculo de Viena. Se analizarán las valoraciones de
Stadler, autor del libro más actualizado y mejor documentado sobre el
Círculo de Viena, y la interpretación de Hacohen, autor del primer
estudio biográfico intelectual que se ha hecho sobre Popper y que
aporta numerosos datos hasta ahora desconocidos sobre las relaciones
entre Popper y el Círculo de Viena1.
3.1 El centro de la controversia con el Círculo según Popper
Popper consideró siempre que había dos aspectos fundamentales
de su crítica al Círculo de Viena. En primer lugar lo que más le
separaba del positivismo lógico eran la diferentes ópticas con las que
abordaron el conocimiento de la realidad: Popper sostuvo un realismo
metafísico en contraposición al fenomenalismo de los miembros del
Círculo de Viena. En segundo lugar Popper situaba el centro de la
controversia en las diferentes soluciones al problema del carácter
científico de las teorías: el criterio de demarcación que Popper
propuso como alternativa al criterio verificacionista de significado de
1 Cf. M. Artigas, ―Popper‘s Biography and Something More‖, Philosophy of the
Social Sciences, 32, 2002.
152 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
los positivistas lógicos. Esto implicó también distintas posturas acerca
del papel de la filosofía y diferentes actitudes con relación a la
metafísica.
3.1.1 La realidad y el realismo
Popper considera reales no sólo los cuerpos sino también los
distintos niveles de conciencia y las ideas objetivas o productos del
pensamiento y sostiene que estas realidades son principios de
cualquier filosofía sensata2. Popper advierte que su aceptación de la
existencia de un mundo físico no significa que sea materialista en el
sentido de que la materia sea la realidad última o el único tipo de
realidad:
Podría considerarme un materialista en cuanto que creo en la realidad
de la materia, pero enfáticamente no soy un materialista en el sentido
en el que el ‗materialismo‘ es la postura que sostiene que la materia
(extensa) es algo último e irreductible, o que sólo la materia es real3.
En el Círculo de Viena no se negaba propiamente la existencia
de una realidad extramental, independiente de la conciencia y de
hecho se rechazó la formulación utilizada por algunos positivistas
según la cual los cuerpos sólo son complejos de sensaciones, pero los
miembros del Círculo sostenían que la realidad es sólo empírica,
física. La pregunta por el absoluto o por cualquier otro tipo de
realidades era una pregunta metafísica y, por tanto, carente de sentido,
de manera que todas las tesis históricas sobre la realidad pretenden en
vano contestar una pregunta que cae fuera del campo de lo empírico:
2 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974.
3 K. Popper, Objective Knowledge, 323.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 153
el idealismo metafísico y el realismo metafísico, el fenomenalismo, el
solipsismo, y también el antiguo positivismo con su limitación a la
inmanencia de la conciencia, caen fuera del campo del conocimiento
empírico, pues quieren contestar una pregunta imposible4.
Popper subrayó que esta reducción no sólo es falsa sino también
absurda porque ―quita sentido a nuestras vidas al reducir a lo
irrelevante toda la actividad humana incluidas la ciencia y sus propias
discusiones escolásticas sobre la epistemología5. Popper se consideró
un realista metafísico porque además de aceptar la realidad del mundo
físico y a pesar de su oposición al esencialismo, aceptaba también la
realidad de las entidades teóricas:
Soy un realista en dos sentidos de la palabra. En primer lugar, creo en
la realidad del mundo físico. En segundo lugar, creo que el mundo de
las entidades teóricas es real (...) mantengo mi oposición al
esencialismo —a la realidad de los conceptos— pero afirmo la
realidad de los problemas, las teorías, los errores, etc.6.
Popper fue desarrollando su realismo metafísico a lo largo del
tiempo: al principio identificó lo científico con lo argumentable y
posteriormente elaboró una teoría en la que las proposiciones
metafísicas, aunque eran de suyo irrefutables, podían ser
argumentadas racionalmente7. Estaba persuadido de que el realismo es
4 V. Kraft, El Círculo de Viena, 198-199.
5 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 966-967.
6 Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 323 en que Popper remite a sus artículos
―Epistemology Without a Knowing Subject‖, ―On the Theory of the Objective
Mind‖ y ―A Realist View of Logic, Physics, and History‖ recogidos en los capítulos
3, 4 y 8 respectivamente de este libro.
7 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 252 e ―Indeterminism in
Quantum Physics and in Classical Physics‖, The British Journal for the Philosophy
of Science, I, 2, 1950-1951, 117-133; ―On the Status of Science and of Metaphysics‖
154 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
una doctrina metafísica de máxima relevancia, no sólo para la
epistemología sino también para la metodología y la ética e incluso
para toda visión sana de la vida humana8.
Las posiciones respecto al conocimiento de la realidad no eran
uniformes dentro del Círculo de Viena. Inicialmente dominó una
postura idealista o ―fenomenalista‖, como las que expusieron Russell9
y Carnap10
en la que se sostenía que los cuerpos físicos son sólo
construcciones lógicas de los datos de los sentidos y por tanto sólo son
reales los fenómenos experimentados. En esta línea Frank afirmó que
―las cosas que están constituidas mediante percepciones no
corresponden a ninguna realidad existente externa a esas
percepciones‖11
. Por otra parte Schlick explícitamente y sin
ambigüedades rechazó un idealismo epistemológico y abogó por un
realismo empírico, ya que estaba convencido que el positivismo
lógico y el realismo no eran antagónicos12
.
Kraft consideró ambiguo el realismo de Popper porque aunque
rechazaba el idealismo y abogaba por el realismo, la supuesta falta de
verificabilidad de las hipótesis hace que nunca podamos saber cuando
(1958) en Conjectures and Refutations, 184-200 y ―A Realist View of Logic,
Physics, and History (1966) en Objective Knowledge‖, 285-318.
8 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 966.
9 Cf. B. Russell, Our Knowledge of the External World as a Field for Scientific
Method in Philosophy, Routledge, London, 1995 en el que Russell intenta mostrar
por medio de ejemplos la naturaleza, capacidad y limitaciones del método lógico-
analítico en filosofía.
10 Cf. R. Carnap, La construcción lógica del mundo, en donde Carnap trata del
problema de la teoría del conocimiento entendido como el problema de la reducción
de unos conocimientos a otros con objeto de simplificar algunos problemas y
desenmascarar los pseudoproblemas.
11 Ph. Frank, ―Diskution über Kausalität und Quantennmechanik‖, Erkenntnis, 2,
1932, 186.
12 M. Schlick, ―Positivismus und Realismus‖, Erkenntnis, 3, 1932 y reproducido en
H. L. Mulder y B. van de Velde-Schlick (eds.), Moritz Schlick Philosophical Papers
(1925-1936), Reidel, Dordrecht, 1979, 259-284.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 155
hemos alcanzado el mundo real13
. Feigl reconoce que debe a Popper
su vuelta al realismo pero crítica el antiinductivismo radical de Popper
y su oposición —enfatizada con el tiempo— a cualquier tipo de
justificación14
. Carnap consideró que las tesis del realismo y del
idealismo no tienen contenido y que la pregunta por la realidad carecía
de sentido y por tanto la ciencia era ajena a cualquier posición al
respecto15
. Popper se queja de que Kraft no deja suficientemente claro
en su ensayo crítico sobre la relación de Popper con el Círculo de
Viena que el realismo fue lo que más le separó del positivismo
lógico16
. Le parece que la distinción entre su postura y el
fenomenalismo es fundamental porque pone en juego la admisión o
rechazo del realismo de sentido común17
.
Por lo que respecta a la verdad, Popper también fue
desarrollando su teoría o concepto de la verdad a través del tiempo. En
Logik der Forschung se refleja que Popper era un realista con una
―conciencia incómoda‖ de la verdad como él mismo reconoció18
. Por
una parte se limitó a describir lo ‗falso‘ como lo ‗no-verdadero‘ y lo
‗verdadero‘ como lo ‗no-falso‘ e incluso habló también de la
posibilidad de evitar el uso de los conceptos ‗verdadero‘ y ‗falso‘ en el
sentido de que su uso era inocuo y no susceptible de objeciones. Por
otra parte dejó asentado desde entonces el carácter conjetural del
conocimiento científico en el que no puede haber certeza ni
justificación, y definió la tarea del hombre de ciencia como la
permanente búsqueda crítica de la verdad:
13
Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 198.
14 H. Feigl, ―The Power of Positivistic Thinking‖, 50-51.
15 Cf. R. Carnap, Pseudoproblemas en la filosofía, 32-33.
16 Cf. V. Kraft, ―Popper and The Vienna Circle‖, 198.
17 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 974.
18 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 1001-1002.
156 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
La ciencia no es un sistema de proposiciones ciertas o bien
establecidas, tampoco es un sistema que avanza firmemente hacia un
estado de finalidad. Nuestra ciencia no es conocimiento (epistèmè):
nunca puede decir que ha alcanzado la verdad ni tampoco un sustituto
de ésta como puede ser la probabilidad (...) aunque nunca puede
alcanzar ni la verdad ni la probabilidad, la lucha por el conocimiento y
la búsqueda de la verdad siguen siendo los motivos más fuertes para el
descubrimiento científico (...) lo que hace al hombre de ciencia no es
su posesión del conocimiento, de la verdad irrefutable, sino su
persistente e incansable búsqueda crítica de la verdad19
.
El encuentro de Popper con Tarski fue decisivo para rehabilitar
la idea de sentido común acerca de la verdad y entender con mayor
claridad el papel de la verdad en la ciencia, en la filosofía de la ciencia
y en el conocimiento en general20
. Los positivistas lógicos, por su
parte, estaban más interesados en lo que podía ser justificado como
verdadero —conclusiva o no conclusivamente— que en lo verdadero
en sí mismo, en virtud de su exigencia de conocimiento y no de simple
opinión. De esta manera identificaban la verdad con lo conocido
refiriéndose a la verdad lógica de los enunciados:
La condición de verdad de los enunciados que tienen la forma más
sencilla puede formularse directamente: son verdaderos cuando al
objeto designado mediante el nombre le corresponde efectivamente la
propiedad o relación designada mediante el predicado21
.
Kraft critica la ambivalencia de Popper al hablar de verdad, ya
que por una parte habla de la verdad con gran seguridad psicológica
pero, al negar toda posibilidad de alcanzar la certeza, la justificación e
incluso la probabilidad, no deja lugar a una explicación convincente
19
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 278.
20 Cf. D. Miller, ―Sir Karl Raimund Popper‖, 375-376.
21 V. Kraft, El Círculo de Viena, 132.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 157
de cómo nos relacionamos con lo verdadero. Otros autores reconocen
las dificultades para mantener el equilibrio entre la postura falibilista
de Popper y el realismo de sentido común pero están convencidos de
que Popper fue un filósofo ‗con los pies en el suelo‘, que postuló un
realismo anti-idealista, objetivista y anti-instrumentalista22
.
3.1.2 La metafísica y el papel de la filosofía
Popper atribuye un papel a la metafísica en el desarrollo
científico en dos sentidos: como condición para entender el objetivo
de la ciencia que es encontrar explicaciones satisfactorias: ―la tarea de
la ciencia es la de encontrar explicaciones satisfactorias y no podrá ser
entendida si no somos realistas‖23
y como elemento importante en el
desarrollo de las teorías científicas en el sentido de que el realismo
metafísico, aunque no nos da ningún tipo de seguridad, puede darnos
un impulso intuitivo y una esperanza:
He sido siempre un realista metafísico. Por tanto sostengo la idea de
que, a pesar de que algunos metafísicos hayan hablado sin sentido
también lo han hecho algunos antimetafísicos, puede mostrarse el
significado de algunas ideas metafísicas (como el realismo y el
atomismo) por su influencia histórica en el desarrollo de las teorías
científicas24
.
22
Cf. J. Navarro, En contacto con la realidad. El realismo crítico en la filosofía de
Karl Popper, Cuadernos de Anuario Filosófico. Serie universitaria, 117, Pamplona,
2002, 95.
23 K. Popper, Objective Knowledge, 203.
24 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963. Vid. Objective Knowledge, 203-204.
158 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El Círculo de Viena rechazó por principio cualquier tipo de
metafísica al considerar que sus proposiciones no eran verificables y
por tanto carecían sentido cognitivo:
una pretensión de conocimiento no accesible a la ciencia empírica (...)
No puede indicarse ningún procedimiento de verificación de sus
proposiciones porque no son reductibles a lo experimentable. Por
tanto carecen de significado expresable. Son meras reuniones de
palabras que aparentan ser proposiciones significativas pero son meras
pseudoproposiciones25
.
Popper se opuso a esta visión de la metafísica como
pseudodiscurso carente de sentido cognitivo y reducida a simple cauce
para manifestar emociones y deseos. De aquí parte su rechazo de
cualquier intento de basar la demarcación en un criterio de
significado26
. Popper consideró que quienes reducen la filosofía al
análisis del lenguaje, dejan el avance del conocimiento en manos de
los científicos y despojan a la filosofía de la capacidad de contribuir a
nuestro conocimiento del mundo27
. Por su parte se resistió a dar una
definición de filosofía y prefirió limitarse a afirmar que la filosofía
plantea genuinos problemas acerca de las cosas y que su interés está
en las contribuciones que ha hecho a la ciencia:
creo que existe al menos un problema filosófico en el cual todo
hombre pensante está interesado. Es el problema de la cosmología: el
problema de entender el mundo, incluidos nosotros mismos y nuestro
conocimiento como parte del mundo. Pienso que toda la ciencia es
25
V. Kraft, El Círculo de Viena, 45-46.
26 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963 en donde Popper remite a su Carta al
Editor de Erkenntnis y a su intervención en la conferencia preliminar de Praga
recogidas en K. Popper, ―Two Notes on Induction and Demarcation, 1933-1934‖ en
The Logic of Scientific Discovery, 311-317.
27 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 19.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 159
cosmología y para mí el interés de la filosofía (...) está exclusivamente
en las contribuciones que ha hecho a la ciencia28
.
El Círculo definió la filosofía primero como lógica de la ciencia
y por tanto como sintaxis del lenguaje científico. Esta primera
definición sufrió una evolución al darse cuenta que esta
caracterización de la filosofía resultaba demasiado estricta Carnap
atribuyó a la filosofía un alcance más general definiéndola como el
análisis ―semiótico‖ –que abarca el análisis del lenguaje en su uso
(pragmática), en el significado de sus signos (semántica) y en sus
signos sin tomar en cuenta su significado (sintaxis)- del lenguaje de la
ciencia y de la parte teórica del lenguaje usual29
. gPor su parte
Schlick, al igual que Wittgenstein, había vinculado la filosofía al
significado de las proposiciones científicas: la filosofía tiene que
poner en claro el significado de palabras y enunciados, mostrando y
eliminando los que carecen de significado. De acuerdo con esto, la
filosofía no es un sistema de verdades y, por tanto, no constituye una
ciencia peculiar, sino es ―aquella actividad mediante la cual se fija o
se descubre el significado de los enunciados. La filosofía explica las
proposiciones, las ciencias las verifican‖30
.
28
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 15.
29 R. Carnap, Introduction to Semantics (Publicada por primera vez en 1942 como
Introduction to Semantics and Formalization of Logic), Harvard University Press,
Cambridge (Massachusetts), 1961, 245.
30 M. Schlick, ―The Turning Point in Philosophy‖ (Título original ―Die Wende Der
Philosophie‖, Erkenntnis, 1, 1930/31) en A. J. Ayer (ed.), Logical Positivism, 56.
160 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
3.1.3 El problema de la demarcación
En opinión de Feigl a Schlick, que no le convencían las
soluciones dadas al problema de la inducción, le hubieran interesado
los desarrollos de Popper en esta materia:
Schlick no confiaba en una solución global al problema de la
inducción. Fue por esto que abordó este tema más brevemente y con
más cuidado en la segunda edición de General Theroy of Knowledge
que en la primera. Seguramente hubiera seguido con gran interés el
trabajo posterior sobre este problema llevado a cabo por Hans
eichenbach, Carnap, Popper y otros, y hubiera estado entre los
primeros en estar de acuerdo que no se había conseguido todavía31
.
Feigl es de la opinión de que el análisis general acerca de la
naturaleza del conocimiento científico desarrollada por Schlick
preparó el camino para algunas reconstrucciones lógicas más
detalladas de las nociones científicas centrales como el método
hipotético-inferencia y la teoría de la probabilidad, entre las que
menciona las de Reichenbach, Popper, Hempel, Stgmüller y otros32
.
El criterio empirista de significado propuesto en el Círculo de
Viena, siguiendo a Wittgenstein, era formulado de la siguiente
manera:
Una proposición hace una afirmación cognitivamente significativa, y
por tanto susceptible de ser considerada verdadera o falsa sólo si es o
31
H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖ en M. Schlick, General Theory of
Knowledge (Título original Allgemeine Erkenntnislehre, Springer, Berlin, 1925),
Open Court, La Salle (Illinois), 1985, xx.
32 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xx.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 161
bien analítica o autocontradictoria o bien capaz, al menos en principio,
de test de experiencia33
.
De acuerdo a este criterio cognitivo muchas formulaciones de la
metafísica tradicional y muchas partes de la epistemología están
desprovistas de significado cognitivo, sin importar cuán ricas pudieran
ser algunas de ellas en contenido no-cognitivo por su atractivo
sensible o por la posible inspiración moral que sugieran. Kraft señaló
que el radicalismo inicial del Círculo de Viena respecto a las
exigencias de verificabilidad de las proposiciones fue superado
progresivamente, como es el caso de Carnap, que aceptó que la
definición del significado mediante la verificabilidad es demasiado
estrecha, e hizo una revisión a fondo de este concepto formulándolo
de nuevo en su trabajo Testability and Meaning, en el que superó la
consideración puramente sintáctica y se abrió a las dimensiones
pragmática y semántica del lenguaje34
.
Popper criticó siempre como una forma de dogmatismo —y un
pseudoproblema— el intento de buscar un criterio de significado:
Critiqué en general, como una forma de dogmatismo la empresa de
intentar establecer tal criterio de significado (...) subrayé que toda esta
empresa era un intento de resolver un pseudoproblema (un intento de
matar más que de reconocer a la metafísica) (...) mostré que los
positivistas estaban convencidos a priori que el discurso metafísico
carecía de sentido, y por tanto asumían acríticamente que el problema
de la demarcación entre la ciencia y la metafísica tenía que ser
resuelto a través de la formulación de un criterio de significado35
.
33
C. G. Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,
108.
34 Cf. V. Kraft, El Círculo de Viena, 13, 131-134.
35 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963-964.
162 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
En particular Popper calificó de inadecuado el criterio de
verificabilidad:
critiqué en particular como ‗demasiado estrecho y demasiado amplio‘
la propuesta de la verificabilidad como criterio de significado, ya que
excluía sin querer las teorías de la ciencia e incluía como significativa,
también sin querer, algunas proposiciones existenciales típicas de la
metafísica36
.
Popper consideró que además la búsqueda de un criterio de
significado distraía la atención de un problema serio y real como era el
de la demarcación:
este pseudoproblema había usurpado el sitio lógico que pertenecía a
un problema serio y real (...) me refiero al problema de demarcar entre
las proposiciones empíricas o proposiciones de las ciencias empíricas
por una parte, y las proposiciones no-empíricas por otra parte37
La solución que Popper propuso al problema de la demarcación
mediante el criterio de testabilidad o falsabilidad puede resumirse
diciendo que una teoría debe ser falsable en principio si ha de
pertenecer a las ciencias empíricas, si tiene algo que decir acerca del
mundo que experimentamos. Pero por supuesto, señala Popper, que es
necesario que, a pesar de los muchos intentos de falsificación, pueda
ser no falsada en la práctica. Si una teoría ha de ser informativa, debe
correr riesgos y si es correcta debe sobrevivir. La solución de Popper
al problema de la demarcación quedó firmemente asentada en la
primera parte de su Logik der Forschung y fue desarrollada en los
36
K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963.
37 K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 963.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 163
capítulos siguientes y aplicada a distintos problemas a lo largo de toda
su vida38
.
Popper reconoce la importancia de que Kraft haya dejado escrito
que en el Círculo de Viena se abandonó el criterio de significado del
conocimiento científico y se adoptó el criterio de testabilidad de
Popper implicando claramente que no se trataba de un criterio de
significado39
, sin embargo esto no le dejó del todo satisfecho porque
sabía que algunos miembros líderes del Círculo continuaban
manteniendo el criterio de significado y éste fue precisamente el
centro de la disputa:
no dudo que esta afirmación histórica de Kraft sea verdaderamente
suya y quizás de algunos otros miembros del Círculo, pero el que no
ha sido aceptada por algunos de sus miembros líderes, especialmente
por Carnap y Hempel, ha sido probado en la sección anterior: ellos no
abandonaron el criterio de significado40
.
Hempel analizó los problemas y cambios en el criterio empirista
de significado y llegó a la conclusión de que el criterio permanece
abierto a ulteriores revisiones si se descubre una manera más adecuada
de satisfacer sus exigencias pero no habla de abandonar el criterio41.
Carnap considera que tanto la solución de Popper como la del Círculo
no presentan diferencias fundamentales y llega a la conclusión de que
no están demarcando lo mismo y por tanto no existe una genuina
controversia como equivocadamente habían supuesto por mucho
tiempo:
38
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 34-39.
39 Cf. V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 201.
40 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 975.
41 Cf. C.G.Hempel, ―Problems and Changes in the Empiricist Criterion of Meaning‖,
125-126.
164 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El problema de demarcación de Popper consiste en la tarea de
explicitar la frontera entre la ciencia y la pseudociencia (astrología,
creencias mágicas, mitos, etc.). Por otra parte, nuestro objetivo es
explicar la frontera entre el mundo de lo empírico, que comprende
tanto a la ciencia como a la pseudociencia, y el mundo de las
pseudoproposiciones carentes de sentido. Obviamente estos problemas
se refieren a dos cuestiones completamente diferentes, que han de ser
investigadas de manera independiente42
.
Carnap sostiene además que en la práctica no hay absolutamente
ninguna diferencia en las cuestiones que ambos consideran con
significado y las que consideran carentes de significado. En definitiva,
Popper consideró que su criterio de demarcación era fecundo y que el
criterio de significado llevaba a consecuencias paradójicas y a una
demarcación equivocada. Por su parte Carnap consideró que la
falsabilidad era un requisito demasiado estrecho que podía ser
reemplazado por la refutabilidad en un sentido más flexible. Popper se
mantuvo en la convicción de que la diferencia entre los dos criterios
era esencial y Carnap consideró siempre que las diferencias eran de
matiz. Esto constituye el punto de referencia para analizar algunas
valoraciones actuales de esta controversia.
3.2 Algunas valoraciones recientes sobre la relación entre
Popper y el Círculo de Viena
3.2.1 Entre la demarcación y el aire de familia: Stadler
El criterio falsificacionista de demarcación de Popper como la
única alternativa (no-simétrica) posible al criterio verificacionista del
significado ha de verse como una expresión metodológica reforzada
42
R. Carnap, ―K.R. Popper on the Demarcation between Science and Metaphysics‖,
878.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 165
de su posición ―antilingüística‖. Esta posición, sin embargo, junto con
su antiinductivismo no fue vista como una crítica decisiva al
empirismo lógico por los miembros del Círculo de Viena43
. Al mismo
tiempo la influencia de Popper sobre Carnap es evidente: sus cuatro
grandes libros puedes ser interpretados como cuatro intentos sucesivos
de definir el concepto empirista de verificación, intentos obligados por
las críticas de Popper44
.
En su estudio sobre los orígenes y desarrollo del empirismo
lógico Friedrich Stadler integra la filosofía con la historia de la ciencia
y toma en cuenta los factores cognitivos y sociales. De esta manera
consigue que el Círculo de Viena aparezca más rico y diferenciado de
lo que aparecía en su propio manifiesto o, con algunas excepciones, en
la literatura especializada relevante. Por esta razón el pluralismo
filosófico del Círculo de Viena es la óptica desde la que Stadler valora
la relación con Popper:
No existía un Círculo de Viena cerrado que corporativamente
representase una escuela filosófica. El pluralismo de las posiciones
individuales era evidente (...) la base mínima compartida por este foro
abierto era la actitud crítica, científica, hacia las diversas formas de
sistemas filosóficos metafísicos y estructuras políticamente
autoritarias, una postura sostenida también por Popper en su tiempo.
Una diferencia entre ellos, en particular con la llamada ala ―izquierda‖
provenía del rechazo de Popper de la idea totalizante implicada en la
concepción científica del mundo con una orientación fisicalista y su
exigencia de reforma social45
.
43
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 448-449.
44 Cf. J. F. Malherbe, ―Interpétations en conflit à propos du ―Traité‖ de
Wittgenstein‖, 187.
45 F. Stadler, The Vienna Circle, 470.
166 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Unido al pluralismo filosófico del Círculo de Viena, Stadler
concede particular importancia a la progresiva evolución de las
posiciones radicales iniciales del positivismo lógico:
En el período entre 1927 y 1932 Menger, Hahn, Feigl y Carnap
modificaron gradualmente el criterio de significado y se alejaron de
una actitud antimetafísica. Este pluralismo también se reflejó en la
discusión sobre las teorías de la correspondencia y la coherencia, (...)
se volvieron menos radicales las posturas acerca de la oposición entre
las proposiciones analíticas y sintéticas, también las valoraciones
acerca del carácter científico de la ética (...) las discusiones sobre
―positivismo y realismo‖ y finalmente también la visión del mundo y
política46
.
Stadler sitúa a Popper en la tradición del empirismo lógico sin
solución de continuidad y le considera un innovador y un crítico en la
tradición de Russell, Wittgenstein, Einstein, Tarski y Quine. Stadler
afirma que el contacto del Círculo de Viena con Popper constituye una
referencia fundamental de la fase pública del Círculo —inaugurada en
1929 con la publicación del manifiesto programático—, de manera
semejante a como lo había sido Wittgenstein antes y lo sería Tarski
después y señala que por esta razón cualquier análisis histórico serio
acerca del empirismo lógico ha de dar importancia a este intercambio
de ideas47. Stadler reconoce que hubo distorsiones de forma en la
transmisión de la filosofía de Popper —con la consiguiente pérdida de
claridad, rigor y calidad— debido a que fue más conocida sobre todo a
través de los escritos de los miembros del Círculo de Viena48
. Para
analizar esta situación Stadler utiliza como falsilla la síntesis que
Popper hizo de la ―leyenda positivista‖49
.
46
F. Stadler, The Vienna Circle, 468.
47 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 474.
48 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 450-451.
49 Cf. K. Popper, ―Replies to My Critics‖, 964.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 167
En primer lugar Popper se consideró un realista metafísico, no
un positivista, y nunca fue miembro del Círculo de Viena; la leyenda
por el contrario dice que Popper fue un positivista e incluso un
miembro del Círculo de Viena. Stadler explica que, con excepción de
Neurath y Reichenbach, los miembros del Círculo de Viena no se
consideraron involucrados en una discusión entre rivales y
reaccionaron de formas diversas a las propuestas y a las críticas de
Popper:
Las soluciones propuestas por Popper en Die beiden Grundprobleme,
como la delimitación entre la metafísica y la ciencia y el rechazo de
tratar de alcanzar un conocimiento ―seguro‖ a través de la inducción
fueron criticados por algunos de sus miembros (Neurath,
Reichenbach), defendidas por otros (Kraft y Feigl) y vistas como una
muestra exagerada de autodiferenciación por otros (Carnap,
Schlick)50
.
Es necesario prestar especial atención al debate entre
Reichenbach, Neurath y Popper que polarizó la comunicación
científica durante varias décadas. Popper rechazó la teoría de la
inducción de Reichenbach y su concepto de probabilidad. Y es de
entender que dentro del cisma que se produjo acerca del problema de
la inducción Reichenbach, el editor de Erkenntnis, dedicara un
artículo completo a la Logik de Popper, especialmente a su tratamiento
de los problemas de la inducción y la probabilidad, calificando de
insostenibles sus argumentos y criticando a Carnap por su reseña
favorable en el mismo volumen. El asunto estaba lejos de haberse
solucionado como pronto quedaría de manifiesto en los siguientes
congresos para la unidad de la ciencia51
.
Stadler objeta que a pesar de que Popper desarrolló una
filosofía realista esto no le da derecho para adjudicarse el realismo en
50
F. Stadler, The Vienna Circle, 460. La cursiva es mía.
51 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 362-363.
168 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
exclusiva ya que algunos miembros del Círculo de Viena sostuvieron
también un tipo de realismo:
La posición de un ―realismo metafísico‖ que Popper se atribuye en
exclusiva estuvo también representada por Víctor Kraft, Karl Menger,
Kurt Gödel, Herbert Feigl y Moritz Schlick ante de que apareciese The
Logic of Scientific Dicovery52
.
Stadler no deja de matizar que se trataba de posturas realistas de
distinto cuño. En Kraft y Feigl se puede encontrar un realismo abierto
al método hipotético-deductivo con tendencia constructivista, mientras
que el principio del realismo metafísico formulado en la teoría de los
tres mundos de Popper tiene como antecedentes a Frege y a Bolzano.
Los miembros del Círculo de Viena sostuvieron un empirismo
fisicalista basado en el razonamiento inductivo y en la verificación.
Algunos se inclinaban por un empirismo probabilista mientras otros,
entre los que se encontraba Carnap, se inclinaron por buscar la
confirmación y la corroboración graduales. Popper era un empirista,
afirma Stadler, pero su empirismo se diluyó a través de una solución
convencionalista de los fundamentos de la ciencia empírica y a través
de una metodología falsacionista para refutar hipótesis. Stadler
reconoce que en este sentido el empirismo y el racionalismo tomaron
diferentes direcciones.
Respecto a la pertenencia o no de Popper al Círculo de Viena
Stadler considera que las fuentes biográficas y autobiográficas
disponibles confirman su hipótesis de que la relación de Popper con el
Círculo de Viena fue ambivalente y contradictoria53
. Stadler califica
52
F. Stadler, The Vienna Circle, 467.
53 Stadler se refiere a R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, V. Kraft, The Vienna
Circle y H. Feigl, Inquiries and Provocations y por parte de K. Popper, Objective
Knowledge, Autobiography y Sociedad abierta, universo abierto. Conversación con
Franz Kreuze, Tecnos, Madrid, 1988, entre otros textos.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 169
de fastidiosas las distintas versiones de Popper acerca de si perteneció
o no al Círculo54
. Stadler detecta ambivalencia cuando Popper afirmó
por una parte que el combate al positivismo lógico no era una
prioridad para él y por otra sostuvo que su Logik der Forschung estaba
concebida en parte para retar a sus amigos y oponentes positivistas55
.
Popper se autoproclamó ―asesino‖ del Círculo de Viena y al mismo
tiempo muestra un gran respeto por su víctima56
. Stadler califica esto
de ‗insulto narcisista‘ y de estrategia para subrayar su distancia
respecto al Círculo57
.
El núcleo de la cuestión en opinión de Stadler fue la disputa de
Popper con Wittgenstein, aunque la información disponible sólo
permite especular acerca de las razones que llevaron a Schlick a no
querer a Popper en su Círculo:
Popper mismo habla de las razones reales del ‗cisma‘ (...) de la
correspondencia se puede concluir tentativamente que se trató e una
diferencia de personalidades y de mentalidades entre Schlick y
Popper. Por parte de Schlick las diferencias con Popper no habían sido
motivadas principalmente por cuestiones de contenido, sino que su
diferente actitud hacia Wittgenstein parece haber sido la verdadera
razón de los problemas58
.
Popper defendió la idea de que, tanto en la ciencia como en la
filosofía nos enfrentamos con genuinos problemas, mientras que
Wittgenstein aseguraba que eran simples rompecabezas lingüísticos59
.
54
Cf. K. Popper, Sociedad abierta, universo abierto, 52.
55 Cf. K. Popper, Autobiography, 88-89.
56 Cf. K. Popper, Sociedad abierta, universo abierto, 52.
57 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, nota 16, 462.
58 F. Stadler, The Vienna Circle, 462 y nota 16.
59 Una crítica detallada a Wittgenstein puede encontrarse en K. Popper, The Open
Society.
170 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El famoso encuentro en el Moral Science Club de la Universidad de
Cambridge, la tarde del 25 de octubre de 1946, en el que por única vez
coincidieron Russell, Wittgenstein y Popper, ha sido interpretado de
muchas maneras, Popper lo incluye en su autobiografía
proclamándose vencedor del debate e invocando comentarios
posteriores de Russell acerca del incidente60
, algunos testigos han
valorado el incidente como prefiguración del choque entre las
opiniones filosóficas que desembocó en el declive del positivismo61
e
incluso ha despertado recientemente un interés periodístico62
. De esto
se hablará con más detenimiento en el siguiente capítulo.
En segundo lugar Popper consideraba que la metafísica tenía
valor heurístico en la ciencia; la leyenda por el contrario dice que
Popper abogó por un criterio de significado para excluir a la
metafísica como carente de sentido y que no tenía significado alguno
para la ciencia. Stadler sostiene que aunque Popper afirmó la
existencia de problemas filosóficos reales y mantuvo la distinción
entre filosofía y ciencia, sostuvo un nominalismo metodológico y una
postura antimetafísica que simplemente no radicalizó ni convirtió en
dogma como hicieron los positivistas lógicos. Popper optó por
transiciones graduales o demarcaciones tentativas entre las
proposiciones empíricas y las no empíricas63
. Al mismo tiempo
Stadler parece justificar, por vía de contexto histórico, la radicalidad
de la postura antimetafísica del Círculo, argumentando que no
procedía de la fría especulación sino más bien era un arma intelectual
contra el creciente irracionalismo, el idealismo y el universalismo
autoritario:
60
K. Popper, Autobiography, 122-125.
61 Cf. J. Watkins, ―Karl Raimund Popper 1902-1994‖, Proceedings of the British
Academy, 94, 1997, 660-663 y P. Munz, Our Knowledge of the Growth of
Knowledge. Popper or Wittgenstein?, Routledge, London, 1985.
62 Cf. D. Edmonds y J. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, Península, Barcelona,
2001.
63 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 171
En el periodo de entreguerras la actitud antimetafísica del Círculo de
Viena sirvió principalmente como arma intelectual en contra del
creciente irracionalismo y de la especulación idealista y la ideología
del universalimo autoritario (...) En un nivel diferente los sistemas no
empíricos como la teoría escolástica de las leyes naturales (...) fueron
criticados por medio del criterio de significado (...) que era entendido
más como una herramienta científica contra la especulación (...) no
sólo representaba la respuesta a un problema puramente filosófico64
.
En tercer lugar Popper consideraba que la distinción entre el
criterio de demarcación y el criterio de significado era crucial ya que
el fundamento y la corroboración de una teoría no tiene nada qué ver
con el criterio de significado; la leyenda por el contrario dice que no
hay diferencia entre el criterio de significado (de verificación) y el de
demarcación (falsificación) y que Popper reemplazó el criterio
verificacionista de significado por el nuevo de falsabilidad. Stadler
comenta que con el criterio de significado ocurrió algo parecido a lo
que ocurrió con la metafísica que fue entendida en el Círculo más
como herramienta científica contra la especulación que como solución
plenamente satisfactoria al problema del carácter científico de las
teorías.
Además, prosigue Stadler, la crítica de Popper al criterio de
significado debe ser revisada también a la luz del pluralismo filosófico
del Círculo de Viena y de su progresiva flexibilización, en parte
gracias a la crítica de Popper. Señala que los trabajos de Schlick,
Feigl, Kraft, Menger y Neurath no se limitaron a la justificación
inductiva sino que también estuvieron, en mayor o menor medida,
abiertos a la metodología hipotético-deductiva. Finalmente concluye,
de manera quizás un tanto simplista, que es necesario tomar en cuenta
que ambas propuestas tenían defectos y fueron blanco de críticas
mutuas:
64
F. Stadler, The Vienna Circle, 468.
172 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Visto a una distancia mayor, Karl Popper estuvo más cerca del Círculo
de Viena que lo que él se cuidó de admitir, mientras que los miembros
del Círculo de Viena no mostraron un contraste tan pronunciado. Sin
duda todos compartían el ethos científico (el pensamiento lógico
racional), el compromiso por la unidad de la ciencias pero también los
defectos del verificacionismo y del falsacionismo65
.
Stadler afirma que no fue solamente Popper quien criticó con
eficacia el verificacionismo del Círculo de Viena, sino que el
falsacionismo de Popper recibió también duras críticas por parte de
algunos miembros del Círculo de Viena y cita como ejemplo a
Neurath que consideró exagerada la importancia que Popper atribuía
al problema de la demarcación y a Ayer que criticó el
antiinductivismo radical de Popper afirmando que la negación de
cualquier proceso inductivo era una falta de sentido común y conducía
tarde o temprano al escepticismo66
.
En síntesis Stadler reconoce que Popper fue un innovador y un
crítico dentro de la tradición empirista y que tiene un lugar importante
pero no el de ―heroico demoledor y genio solitario sino el de pensador
independiente en la periferia del Círculo de Viena‖67
, refuerza la
opinión de Kraft de que se fue dando un acercamiento ―asintótico‖
entre las posiciones de Popper y las de los miembros del Círculo de
Viena y obtiene dos conclusiones principales: Popper englobó al
Círculo sin tomar en cuenta su pluralismo filosófico y su evolución y
de esta manera prácticamente se disuelven sus reclamos. Por otra parte
Stadler se muestra convencido que el núcleo de la animadversión
hacia Popper por parte de algunos miembros líderes del Círculo de
Viena, empezando por Schlick, fue el desacuerdo de ideas y modos de
ser entre Popper y Wittgenstein.
65
F. Stadler, The Vienna Circle, 472.
66 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 469.
67 F. Stadler, The Vienna Circle, 474.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 173
3.2.2 Desacuerdos paradigmáticos: Hacohen
Malachi Hacohen considera que tanto Popper como los
miembros del Círculo de Viena representaron una reacción ante la
filosofía académica de fin de siglo y de entreguerras, buscaron una
respuesta en la ciencia y estaban comprometidos en una ―operación de
salvamento‖ de la razón sobre una base científica. Hacohen, al igual
que Stadler, basa sus argumentos en el pluralismo del Círculo de
Viena:
Los historiadores parecen haberse inclinado por aceptar los
argumentos de los miembros del Círculo de que Popper exageraba sus
diferencias con el positivismo, pero la historiografía más reciente ha
pluralizado el positivismo lógico, dibujando un cuadro de filosofías en
competencia dentro del Círculo68
.
Pero a diferencia de Stadler, Hacohen muestra que el cuadro
plural del Círculo de Viena confirma que existen una serie de
diferencias paradigmáticas que llevan a concluir que Popper no
perteneció a este cuadro: Popper demarcó la ciencia de la metafísica
no cayó en el juego de atacar a la filosofía, se rehusó decididamente a
dar el giro lingüístico del positivismo lógico, se consideraba un
kantiano heterodoxo y consideraba el positivismo como una filosofía
precrítica69
.
En opinión de Hacohen tanto Kraft como Stadler pierden de
vista los desacuerdos paradigmáticos, están en lo cierto al decir que el
Círculo fue esencial en el desarrollo intelectual de Popper pero le
68
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 191.
69 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle y T. Uebel, Overcoming Logical Positivism from
Within, Rodopi, Ámsterdam, 1992.
174 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
sitúan en el espectro de opiniones dentro del Círculo y sin embargo
parecen pasar por alto las diferentes situaciones problemáticas que
estuvieron en la base de los desacuerdos70
. Popper por su parte
percibió desde el principio que había temas importantes que le
separaban de los positivistas lógicos:
Popper estaba contento de ser tachado de kantiano por un positivista
[se refiere a Neurath]. Por el contrario estaba preocupado por la reseña
favorable y ―oficial‖ de Carnap publicada en Erkenntnis en la que una
vez más se asimilaba su filosofía al positivismo. A Carnap y a Schlick
su metodología no les parecía revolucionaria (...) Neurath no pensaba
como ellos y tomó en serio sus diferencias metafísicas (...) Combatió
la leyenda del ―Popper positivista‖ con uñas y dientes desde el
principio71
.
Afirma Hacohen que Popper demostró que los positivistas no
podían hacer ciencia sin algún tipo de filosofía y que la filosofía
científica, tal como se entendía en el Círculo de Viena, se convertía en
el instrumento para excluir a la metafísica. Popper se percató de que la
única manera de evitar esto era volver a situar a la metafísica dentro
de la filosofía flexibilizando las fronteras entre ciencia y metafísica, y
fue lo que hizo gradualmente. La actitud de Popper hacia la filosofía
tradicional era más positiva que la intolerancia del Círculo:
Tanto el positivismo lógico como la filosofía de la Weltanschauung
(Heidegger, Jaspers, Scheler) desestimaron los esfuerzos para repensar
la filosofía tradicional y eran intolerantes (...) En contra de la moda
prevalente Popper mostró que era posible la reconstrucción científica
de la filosofía tradicional. En vez de declarar una (falsa) ruptura con
70
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, nota 114, 209.
71 M. Hacohen, The Formative Years, 262 y 269.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 175
ésta consideró sus problemas a la luz de la ciencia contemporánea
construyendo puentes con el pasado72
.
A pesar de que Popper consideró que el realismo fue lo que más
le separó del Círculo Hacohen es de la opinión que el realismo de
Popper no estaba entre las diferencias paradigmáticas con el Círculo
de Viena:
Popper tenía simpatías realistas en los años treinta y sus puntos de
vista sobre la metafísica eran más benévolos que los del Círculo, con
excepción quizás de Kraft. Lo que ocurre es que en Logik declaró que
su filosofía-metodología era metafísicamente neutral y su criterio de
demarcación buscaba distinguir claramente entre la metafísica y la
ciencia. Sólo más tarde lo que fue una posición inicial se convirtió en
una posición filosófica y la metafísica fue devuelta a la filosofía a base
de ser declarada criticable y por tanto parte de la discusión racional73
.
Hacohen afirma que los testimonios de los miembros líderes del
Círculo permiten conjeturar que Popper hubiese influido más en el
Círculo si su libro se hubiera conocido antes: Feigl consideraba que
una publicación más temprana de la Logik der Forschung o de alguna
otra versión de ‗Grundprobleme’ hubiera cambiado decisivamente la
historia del Círculo de Viena74
. Kraft estaba persuadido que Popper
había tomado el lugar de Wittgenstein como máxima influencia
externa del Círculo en los años treinta. Neurath le llamó la ―oposición
oficial‖ del Círculo y en años posteriores incluso hablaba de una fase
72
M. Hacohen, The Formative Years, 231.
73 M. Hacohen, ―Consulta K. Popper‖, <[email protected]>, Correo electrónico
personal, 27 de julio de 2002. La cursiva es mía.
74 Cf. P. Feyerabend, ―Herbert Feigl‖ en P. Feyerabend y G. Maxwell (eds.), Mind,
Matter, and Method, University of Minnesota, Minneapolis, 1966, nota 3, 7.
176 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper en la vida del Círculo, 1932-3575
. Carnap se mostró abierto y
absorbió su metodología aunque estaba lejos de cambiar el rumbo de
su proyecto lingüístico. Schlick admitió que la Logik der Forschung
era ―un trabajo excepcionalmente claro‖76
.
Hacohen sostiene que el Círculo de Viena fue un contexto
crucial para la filosofía de Popper y que el diálogo crítico que
mantuvo con el positivismo lógico impulsó su revolución
epistemológica de principio a fin. Considera que Popper hubiera sido
fácilmente olvidado como un comentador marginal en una tradición
kantiana en declive y que gracias a su encuentro con el Círculo se
convirtió en el más renombrado de los filósofos de la ciencia del siglo
veinte. Hacohen sostiene que ni Popper ni los miembros del Círculo
sospechaban lo que estaba ocurriendo: dos filosofías estaban en
diálogo. El Círculo negaba que fueran dos77
y estaban equivocados y
Popper creía que los positivistas habían plagiado su filosofía y
también estaba equivocado, ya que
la apropiación de las ideas de Popper por parte de los positivistas
lógicos era legítima y, salvo algunas excepciones, las acusaciones de
Popper de plagio reflejaban una incomprensión de la manera como las
ideas se mueven en el ámbito público, sin dejar de mencionar un toque
de paranoia78
.
75
En opinión de Hacohen, una competencia abierta entre las visiones no
fundacionistas de la ciencia de Popper y de Neurath hubiese evitado algunos desvíos
de la filosofía de la ciencia y proporcionado una alternativa al relativismo que
triunfaría dos generaciones más adelante. Cf. M. Hacohen, The Formative Years,
210.
76 V. Kraft, ―Popper and the Vienna Circle‖, 200.
77 Cf. R. Carnap, ―Besprechung: Karl Popper Logik der Forschung‖, Erkenntnis, 5,
1935, 293.
78 M. Hacohen, The Formative Years, 211.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 177
Respecto a la leyenda positivista, Hacohen señala una serie de
factores que hacían difícil que Popper pudiese ser considerado algo
más que un positivista: su Logik der Forschung fue publicado en una
colección del Círculo, abordó temas positivistas y provocó un debate
vivo en la red internacional del Círculo, entre su público no estaban
los críticos kantianos sino los positivistas y entró en la esfera pública
como un miembro de la vanguardia de los positivistas lógicos. Poco
pudo hacer Popper para esclarecer la situación, ya que en 1937 se
marchó a un exilio que duraría nueve años y mientras tanto el
positivismo lógico hacía fortuna en las universidades occidentales.
Muchas discusiones sobre Popper durante y después de la guerra
fueron transmitidas en reportes secundarios por los emigrantes del
Círculo, de tal suerte que el mito positivista se convirtió en una
convención79
. Esto distorsionó su filosofía para la siguiente
generación y oscureció sus implicaciones revolucionarias. Afirma
Hacohen que era comprensible el enfado de Popper relativo a la
―leyenda positivista‖ expresado continuamente y de manera explícita
y sistemática en la introducción a las réplicas a sus críticos80
. La
interpretación del Círculo acerca de su trabajo prevaleció sobre la
suya. El era uno y los miembros del Círculo eran muchos, y los de
fuera generalmente prefirieron la versión del Círculo. Hacohen hace
referencia a una serie de hechos en los que se trasluce que Popper
también contribuyó a la confusión:
La crítica de Popper al positivismo, Die beiden Grundprobleme, no
fue publicada hasta 1979 y entonces sólo en alemán. Su Autobiografía
aumentó la confusión al proporcionar una relato anacrónico de su
desarrollo intelectual. El debate sobre su identidad filosófica quedó
inconcluso. El público reconocimiento a su mensaje radical quedó
limitada. Su exasperación era evidente: ―estoy resignado al hecho de
79
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 211.
80 Cf. Popper, ―Replies to My Critics‖, 961-76 y M. Hacohen, The Formative Years,
211.
178 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
que (...) la etiqueta de positivista me acompañará hasta el final de mis
días‖81
.
Hacohen reconoce que la leyenda es una cuestión histórica, ya
que los positivistas lógicos, en cuanto principales interlocutores e
intérpretes de Popper durante los años treinta y cuarenta, influyeron en
la configuración de su herencia, y por tanto en una cierta
interpretación y distorsión de ésta. Advierte también que se trata de
una cuestión literaria en la medida en que las interpretaciones
deforman el legado y construyen mitos y previene de los riesgos de
conceder demasiado peso a la leyenda82. Hacohen tampoco se detiene
en ilustrar la enorme ambivalencia de Popper hacia el Círculo de
Viena:
Alegaba que ellos había malinterpretado sus posturas y distorsionado
su filosofía y al mismo tiempo, expresaba admiración por el Círculo,
agradeciéndoles su ayuda y reconociendo que compartían con él el
legado de la Ilustración. Reconocía que el Círculo hizo posible su
carrera, pero pensaba que había disminuido su hazaña. Sabía que era
superior como filósofo, y resentía tener que estar a su merced, sujeto a
su autoridad, suplicando que le publicaran. De alguna manera
esperaba ir detrás de ellos, señalando sus errores sin descanso, sin
prestar atención a las personas o al movimiento, y además quería que
le agradecieran su crítica. Nunca olvidó, o perdonó, el no haber sido
invitado al seminario de Schlick (...) De principio a fin, quiso ser
conocido como el filósofo que ―mató‖ al positivismo lógico83
.
Hacohen está convencido que la existencia de desacuerdos
paradigmáticos no significa que la colaboración entre Popper y el
81
K. Popper, Realism and the Aim of Science, 177.
82 M. Hacohen, ―Consulta K. Popper‖, <[email protected]>, Correo electrónico
personal, 27 de julio de 2002. La cursiva es mía.
83 M. Hacohen, The Formative Years, 212.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 179
Círculo fuera imposible, pero su personalidad dificultó la
colaboración:
brillante pero centrado en sí mismo, inseguro y arrogante, irascible y
rígido consigo mismo. No sabía escuchar y buscaba ganar las
discusiones a toda costa. No entendía las dinámicas de grupo y carecía
de habilidad para negociar84
.
Carnap y Kraft reflejaron que existía un problema de relaciones
y Feigl, que se tomó en serio la crítica de Popper también refleja esta
situación. Hacohen apunta refiriéndose a las largas conversaciones
que mantuvieron Popper y Feigl que: ―Popper se llevaba a casa cada
victoria intelectual. Feigl estaba impresionado pero exasperado‖ 85
.
Hacohen considera que la firmeza de Popper para resistir a las
presiones del Círculo hubiese sido admirable, pero Popper actuaba
como si no hubiese aprendido nada de ellos e insistía en su prioridad
sobre cada idea. Hablaba aprobatoriamente de filósofos con los que
quizás tenía poco en común pero destilaba sarcasmo contra el Círculo.
Más adelante admitió que ambos él y ellos eran los últimos bastiones
de la Ilustración, pero enfatizaba sus diferencias no su base común y
definió su misión como la de haber dado el golpe de gracia kantiano al
positivismo. Respecto a la actitud de los miembros del Círculo de
Viena Hacohen afirma que fue más abierta:
aunque no todos (...) estaban abiertos, o eran agradables, sin embargo
en cuanto miembros de un movimiento en batalla los positivistas
lógicos mostraron gran receptividad hacia su máximo crítico y su
tolerancia fue bien retribuida ya que la crítica de Popper les permitió
reformular sus posiciones86
.
84
M. Hacohen, The Formative Years, 210.
85 M. Hacohen, The Formative Years, 185.
86 M. Hacohen, The Formative Years, 212.
180 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Hacohen sostiene que Popper no fue el asesino del positivismo
lógico ni necesitaba tan dudosa distinción porque su filosofía era
suficientemente revolucionaria de suyo:
Con el paso del tiempo los positivistas lógicos llegaron a un callejón
sin salida y aunque Popper se había dado cuenta desde el principio que
no llegarían a ninguna parte, la muerte del positivismo lógico tuvo
poco que ver con su crítica. Además Popper no necesitaba la dudosa
distinción de ser un asesino intelectual para sentirse vengado porque
su crítica al positivismo dio lugar a una nueva filosofía que transformó
radicalmente la manera de ver el conocimiento humano: hipotético,
abierto al cambio y en continuo crecimiento87
.
A pesar de esto la colaboración entre Popper y el Círculo existió
ya que ambos partes reformularon sus posturas en respuesta a las
críticas mutuas. Hacohen considera que fue un ejemplo del modo
como la filosofía y la ciencia deben trabajar y lamenta que Popper no
lo viera así ya que consideraba que los positivistas, especialmente
Carnap, se habían apropiado de sus ideas y las habían usado para
lanzar su propio proyecto: un nuevo lenguaje científico, y no se daba
cuenta que él mismo había usado el positivismo para desarrollar su
filosofía:
Esto no era lo que Popper había pretendido, pero no tenía derecho a
lamentarlo. Si Carnap quiso usar la falsabilidad como un criterio de
significado, en lugar de uno de demarcación era asunto de Carnap.
Popper no tenía propiedad exclusiva de sus ideas y ninguno hubiese
aceptado que les impidiese usarlas88
.
87
M. Hacohen, The Formative Years, 212-213.
88 M. Hacohen, The Formative Years, 211.
INTEGRACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE POPPER Y EL CÍRCULO DE VIENA 181
Hacohen hace un balance de las actitudes por ambas partes
haciéndose eco de la respuesta de Tarski cuando, en los años
cincuenta, le preguntaron su opinión acerca de la controversia entre
Popper y Carnap. En aquella ocasión Tarski contestó que Popper tenía
mejores argumentos pero que la persona del otro bando era mucho
más agradable89
. Popper tenía un estilo de trabajo en solitario
aislamiento en contraste con el estilo de Círculo y al parecer no
resultaba fácil trabajar con él90
. Hacohen está persuadido que la
revolución epistemológica de Popper hubiese sido capaz de producir
un giro del positivismo lógico si se hubiese mostrado más congeniante
y hubiese participado en las reuniones del Círculo:
cambiar el curso de la filosofía científica requería tanto un político
como un filósofo. Fue un problema de relaciones humanas más que de
filosofía. Popper fue ingenioso en esto último, incompetente en lo
primero91
.
89
Cf. J. Watkins, ―Karl Popper: A Memoir‖, The American Scholar, 66, 1997, 215.
90 Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 209. Hacohen remite a J. Agassi, A
Philosopher‘s Aprentice, Rodopi, Ámsterdam, 1993.
91 M. Hacohen, The Formative Years, 211.
Capítulo IV
Ludwig Wittgenstein
El análisis de la relación de Popper con el Círculo de Viena
lleva a centrar la atención en Wittgenstein ya que fue objeto de gran
parte de las críticas de Popper al positivismo lógico y sujeto que
influyó en el desencuentro de Popper con el Círculo. En la primera
sección se presenta un breve perfil biográfico de Wittgenstein y una
síntesis de su primera y su última concepción filosófica destacando su
poderosa influencia. En la segunda sección se trata de la peculiar
relación de Wittgenstein con el Círculo de Viena y el papel del
Tractatus en la primera fase del positivismo lógico. En la tercera
sección se incluye un relato breve del único y polémico encuentro
personal entre Wittgenstein y Popper.
4.1 Vida e impacto de Wittgenstein
4.1.1 Breve perfil biográfico de Wittgenstein
Ludwig Wittgenstein nació en Viena el 26 de abril de 1889 y fue
el más joven de los ocho hijos de un magnate de la industria del hierro
y el acero y un gran patrón de las artes1. Su familia descendía de
1 Para esta breve exposición de la vida y obras de Wittgenstein se han utilizado
principalmente: W. W. Bartley III, Wittgenstein, Cátedra, Madrid, 1982; N.
Malcolm, Ludwig Wittgenstein: A Memoir, Clarendon, Oxford, 2001; B.
McGuinness, Wittgenstein. El joven Ludwig (1889-1921) (Título original,
Wittgenstein. A life. Young Ludwig (1889-1921), Duckworth, 1988), Alianza
184 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
judíos centroeuropeos convertidos al cristianismo. La casa de los
Wittgenstein era frecuentada por los más destacados intelectuales y
artistas de la época y al mismo tiempo Wittgenstein recordaba su
infancia y adolescencia como infelices por falta de calidez2. Fue
educado por tutores privados hasta que asistió a la escuela secundaria
de formación profesional (Realschule) en Linz. En esa época leyó
obras como Sexo y carácter de Weininger, los Principles of
Mechanics (―Principios de Mecánica‖) de Hertz y los Populäre
Schriften (―Escritos populares‖) de Boltzmann. En 1906 se matriculó
como estudiante de ingeniería mecánica en la Technische Hochschule
de Berlín. Dos años más tarde se trasladó a Manchester para estudiar
aeronáutica y llegó incluso a patentar un diseño3. Su interés por las
matemáticas lo llevó a involucrarse en temas de lógica y de
fundamentos de las matemáticas. Estudió los Principia Mathematica
de Russell4 y los Fundamentos de la aritmética de Frege
5.
Wittgenstein concibió la idea de escribir un libro de filosofía y
empezó a redactar sus pensamientos en cuadernos tratando de
conseguir la formulación más directa y clara de sus ideas a base de
seleccionar y arreglar sus observaciones una y otra vez sin quedar
Universidad, 1991; R. Monk, The Duty of Genius Monk, R., Ludwig
Wittgenstein. The Duty of Genius, Vintage, London, 1991 y G. H. von Wright,
Wittgenstein, University of Minnesota Press, Minneapolis, 1982.
2 El filósofo americano N. Malcolm, antiguo discípulo y amigo, testimonia que
Wittgenstein le comentó ―aunque no pueda dar afecto, tengo una gran necesidad de
él‖ (Cf. N. Malcolm en A Memoir, 51).
3 El 17 de agosto de 1911 fue aceptada la solicitud de Wittgenstein para la patente de
su diseño sobre ―Mejoras en los propulsores aplicables a máquinas aerostáticas‖ (Cf.
R. Monk, The Duty of Genius, 34).
4 Wittgenstein estudió en particular la teoría de tipos de Russell (Cf. A. Whitehead y
B. Russell, Principia Mathematica, II, Cambridge University Press, Cambridge,
1968 (Primera edición en 1910), 37-65).
5 Las tres ideas madre de la filosofía de Frege —centralidad del lenguaje, primacía
de las proposiciones y antipsicologismo— ejercieron una influencia decisiva en
Wittgenstein, Russell y Carnap. A través de ellos, estas ideas se divulgaron
ampliamente y llegaron a crear y a dar forma a la filosofía analítica.
LUDWIG WITTGENSTEIN 185
nunca satisfecho del todo. Wittgenstein no tenía interés por leer a
otros autores: su ignorancia y antipatía hacia los filósofos clásicos es
bien conocida. Nunca leyó una sola palabra de Aristóteles e incluso
parecía jactarse de que ningún asistant lecturer en filosofía en el país
había leído menos libros de filosofía que él. Decía que no había leído
a Hume porque le parecía una tortura6. En sus obras cita escasamente
a otros autores, con excepción de Frege y Russell cuya influencia en la
primera etapa de su pensamiento reconoce explícitamente, y
posteriormente hace referencia a las críticas del joven matemático y
filósofo Ramsey7 y a las observaciones del economista italiano
Sraffa8. Esto no significa que Wittgenstein negara haber recibido
influencias y tampoco pretendió nunca ser original ni dar origen
corriente de pensamiento alguna:
No creo que haya inventado una línea de pensamiento sino que
siempre he tomado alguna idea de otro, y simplemente la he tomado
6 Cf. K. Britton, ―Portrait of a Philosopher‖ en K. T. Fann (ed.), Ludwig
Wittgenstein: The Man and his Philosophy, Humanities Press, New Jersey, 1967,
60-61.
7 Ramsey fue uno de los que mejor entendió el Tractatus en Cambridge durante el
primer año de su publicación. Colaboró en la traducción inglesa del Tractatus y
cuando todavía era un alumno de 19 años le fue encargada una reseña del libro, que
es considerada una de las más fidedignas exposiciones y una de las críticas más
penetrantes del Tractatus. Ramsey alerta contra algunos malentendidos de la
introducción de Russell. Entre 1923 y 1924 sostuvo conversaciones periódicas con
Wittgenstein que resultaron fundamentales para su filosofía posterior al Tractatus.
(Cf. F. Ramsey, ―Critical Notice of the ‗Tractatus Logico-Phiosophicus‘ by Ludwig
Wittgenstein‖, Mind, 32, 1923, 465-478).
8 Piero Sraffa era un brillante economista italiano, que había llegado a Cambridge
poco antes que Wittgenstein volviese por segunda vez. Sostenía una clara línea
marxista y fue acogido en Cambridge tras ser expulsado de Italia por publicar en
contra de la política de Mussolini. Se convirtió en un buen amigo y crítico de
Wittgenstein. Al no ser filósofo ni matemático sus críticas no se referían a
cuestiones puntuales sino que sus observaciones ayudaban a Wittgenstein a revisar
sus planteamientos desde una perspectiva fresca (Cf. R. Monk, The Duty of Genius,
261).
186 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
con entusiasmo y la he aprovechado en mi trabajo de clarificación. Así
es como me han influido Boltzmann, Hertz, Schopenhauer, Frege,
Russell, Kraus, Loos, Weininger, Spengler, Sraffa9.
Wittgenstein visitó a Frege en Jena para pedirle consejo respecto
de su dedicación a la filosofía y éste le remitió a Russell. En 1911 se
presentó en Cambridge sin anunciarse previamente y fue aceptado por
Russell que vio reflejado en Wittgenstein su concepto de alumno
ideal: una mente rigurosamente lógica y una naturaleza impulsiva y
obsesiva. Entrevió también al posible continuador de su obra lógica10
.
En los primeros escritos de Wittgenstein se trasluce la influencia de
Frege y Russell —incluso algunos autores son de la opinión de que el
Tractatus no es más que la crítica del lenguaje de Wittgenstein dentro
de la estructura de las teorías lógicas de Frege y en una variante del
atomismo lógico de Russell11
— pero en el desarrollo posterior de sus
ideas se advierten progresivas diferencias respecto a sus maestros e
incluso fueron cambiando los papeles y Wittgenstein llegó a ser
maestro de Russell en materia de lógica12
.
En 1912 fue admitido en el Trinity College de Cambridge.
Asistió a las clases de G. E. Moore sobre psicología13
, leyó
9 L. Wittgenstein, Culture and Value, G. H. von Wright (ed.), Blackwell, Oxford,
1980, 19.
10 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 110-111.
11 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 71.
12 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 120-122.
13 G. E. Moore (1873-1958) fue uno de los filósofos británicos más influyentes del
siglo XX. Sus primeros escritos se caracterizaron por su rechazo de la metafísica
idealista y por su insistencia en la irreductibilidad de los valores éticos, y la
preeminencia de los valores del arte y el amor. Su trabajo posterior es también
famoso por su defensa del sentido común —enfatizó la profundidad del deber hacia
las creencias familiares—, y su concepción del análisis filosófico —en este aspecto
es de una notoria mente amplia en sus intentos por esclarecer el concepto de verdad.
Ejerció la mayor parte de su carrera en Cambridge donde fue amigo y colega de
Russell, Ramsey y Wittgenstein. (Cf. T. Baldwin, voz ―G.E. Moore‖, Routledge
Enciclopedia of Philosophy, VI, 494-495).
LUDWIG WITTGENSTEIN 187
Variedades de la experiencia religiosa de W. James y se convirtió en
un influyente miembro del Moral Science Club, grupo de debate
integrado por profesores y estudiantes de filosofía que se reunía
semanalmente en el King’s College. Visitó nuevamente a Frege en
Jena. Tras la muerte de su padre en octubre de ese año recibió una
cuantiosa herencia y decidió mudarse a Noruega con la intención de
construir una casa para estudiar y escribir en soledad unas notas sobre
lógica que remitió a Russell.
Wittgenstein insistió a Moore para que le visitara en Noruega y
finalmente éste aceptó permanecer dos semanas a partir del 26 de
marzo de 1914. Wittgenstein dictó a Moore unos apuntes sobre lógica
en los que se incluye una teoría del simbolismo alternativa a la teoría
de tipos de Russell. Wittgenstein deseaba que ese trabajo fuera
aceptado para obtener el grado de bachiller y encargó a Moore que lo
mostrara a Russell para que viese los progresos con relación a las
notas que Russell había leído anteriormente14
. Pidió también a Moore
que gestionara el asunto a su vuelta a Cambridge. Cuando Moore le
informó que el escrito no cubría los requisitos formales, Wittgenstein
reaccionó con furia y escribió una carta airada a Moore que puso fin a
su amistad y a sus esperanzas de obtener un grado en Cambridge15
. La
relación se reanudó cuando se volvieron a encontrar en Cambridge en
192916
.
En junio de 1914 Wittgenstein distribuyó una generosa cantidad
de dinero entre artistas necesitados como Rilke y Kokoschka. Tras la
declaración de guerra contra Rusia Wittgenstein se alistó como
voluntario en el ejército no tanto por motivos patrióticos sino porque
veía en la guerra una oportunidad de crecimiento. En el frente leyó la
edición de Tolstoy de los Evangelios y algunas obras filosóficas de
14
Las notas dictadas a Moore en Noruega fueron publicadas póstumamente en L.
Wittgenstein, Notebooks 1914-16, Blackwell, Oxford, 1961.
15 La carta de Wittgenstein a Moore desde Noruega fue escrita el 7 de mayo de 1914
y está publicada en L. Wittgenstein, Letters to Russell, Keynes and Moore,
Blackwell, Oxford, 1977, 150.
16 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 101-104.
188 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Emerson y Nietzsche, desarrolló su teoría pictórica del lenguaje y
comenzó a escribir el Tractatus. Wittgenstein fue condecorado en
varias ocasiones por servicios militares distinguidos17
. Terminó el
Tractatus y en noviembre de 1918 fue hecho prisionero en Italia hasta
agosto de 1919. Desde el campo de prisioneros envió el Tractatus a
Russell y a Frege y una vez puesto en libertad se entrevistó con
Russell en La Haya con objeto de leer juntos el libro párrafo por
párrafo. Wittgenstein había encontrado serias dificultades para la
publicación de su libro y Russell se ofreció a escribir una introducción
que facilitara su aceptación por parte de los editores. Algunos autores
sostienen que la introducción de Russell es la primera interpretación
del Tractatus y contiene mucho de buena filosofía mientras que otros
afirman que dicha introducción alentó el desarrollo de una
interpretación positivista del Tractatus. Wittgenstein, por su parte, la
consideró superficial e incomprensible18
.
Después de la guerra Wittgenstein consideraba que en el
Tractatus se había dicho todo lo que puede decirse en filosofía y que
él había agotado sus posibilidades filosóficas y decidió matricularse
en la escuela de preparación de maestros de Viena. Entre 1920 y 1926
ejerció como maestro de escuela primaria en tres poblaciones
pequeñas de la Baja Austria. Al hecho innegable de la vocación
educativa de los Wittgenstein existen diversas interpretaciones acerca
de las motivaciones de Wittgenstein para dedicarse a la enseñanza19
:
algunos autores afirman que Wittgenstein contrariamente a lo que se
ha dicho no abandonó la filosofía sino que estaba intentando llevar a
17
En 1916, en el frente ruso fue candidato a una condecoración en reconocimiento
―por su destacada conducta que ejerció un efecto calmante en sus camaradas‖ y fue
promovido rápidamente. En 1918, en el frente italiano, Wittgenstein destacó por ―su
excepcional valor, serenidad, sangre fría y heroísmo, que le ganaron la completa
admiración de las tropas‖ y le fue otorgada la Banda de la Medalla del Servicio
Militar con Espadas. Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 146 y 154.
18 Cf. A. Biletzki, (Over) Interpreting Wittgenstein, Kluwer, London, 2003, 2. Una
reseña histórica de la introducción de Russell y del rechazo de Wittgenstein a dicha
introducción ver B. McGuinness, El joven Ludwig, 380-387.
19 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 362 y 366.
LUDWIG WITTGENSTEIN 189
la práctica la parte ética del Tractatus y al mismo tiempo empezando a
formular los problemas que dominarían su filosofía posterior. Otros
autores son de la opinión de que los temas del movimiento de reforma
austriaco —la oposición al atomismo psicológico y lógico y el
convencionalismo lingüístico radical opuesto al esencialismo— fueron
erosionando sus antiguas creencias y los postulados fundamentales del
Tractatus 20
.
Todo lo que Wittgenstein trajo entre manos a lo largo de su vida
estuvo caracterizado por una búsqueda lineal de coherencia, con luces
claras de originalidad y excelencia y sombras de obsesión y
rigorismo21
. Wittgenstein era pesimista respecto de sí mismo y de la
humanidad y a lo largo de su vida sufrió frecuentes y profundas
depresiones. Consideró muchas veces la posibilidad del suicidio y
algunos rasgos de su carácter sólo resultan explicables apelando a que
vivió al borde de la locura22
. La inteligencia y personalidad de
Wittgenstein provocaron enorme atracción y al mismo tiempo era
difícil de tratar por su inclinación a tachar a los demás de superficiales
y deshonestos. Esto se reflejó tanto con sus alumnos de enseñanza
primaria como con sus discípulos y colegas universitarios de la elite
de Cambridge23
.
20
Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 25 y 152. Bartley analiza la profunda
influencia en Wittgenstein de Karl Bühler, psicólogo y principal teórico del
movimiento de reforma escolar y remite a su estudio ―Theory of Language and
Philosophy of Science as Instruments of Educational Reform : Wittgenstein and
Popper as Austrian Schoolteachers‖ en R. Cohen, M. Wartofsky (eds.),
Methodological and Historical Essays in the Natural and Social Sciences, Reidel,
Dordrecht, 1974, 307-337. Véase también Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de
Wittgenstein, Taurus, Madrid, 1998, 303.
21 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 32 y J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su
obra, Dopesa, Barcelona, 1980, 13.
22 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 216 y L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖
en L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, Tecnos, Madrid, 2003, 19.
23 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 13.
190 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Consiguió resultados pedagógicos brillantes e innovadores. En
1925 redactó el Wörterbuch für Wolkschulen (―Diccionario léxico
para escolares‖) con 5,700 palabras compiladas con ayuda de sus
estudiantes que estaba pensado como ayuda al aprendizaje activo de la
pronunciación y la gramática y que fue autorizado oficialmente por el
Ministerio de Educación24
. Su experiencia como profesor no fue
demasiado gratificante ni exitosa. Trató de despertar en sus alumnos la
vida del espíritu, la tarea de pensar por ellos mismos y sobre todo el
aprecio por la honestidad25
, tenía facilidad para establecer contacto
con los niños, especialmente con los más dotados, aunque también era
severo y llegó a aplicar castigos físicos. Por el contrario Wittgenstein
consideraba que los adultos eran gente mala y ruda y tenía aversión a
tratar con ellos y fue objeto de una oposición tenaz por parte de los
padres que acabó motivando su dimisión en abril de 192626
. Volvió a
Viena donde emprendió el proyecto y construcción de una casa para
su hermana, en colaboración con su amigo el arquitecto P. Engelmann
24
Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 117-120.
25 Bartley sostiene que la reforma escolar fue un encuentro en la vida de
Wittgenstein que cambió profundamente su pensamiento y a la vez Wittgenstein
innovó —no se sabe si intencionalmente o no— a esta con una práctica pedagógica
que considera ejemplo acabado de aplicación de los principios de ―actividad propia‖
(Selsbttatigkeit) e ―instrucción integrada‖ propios de la reforma escolar de Glöckel
en Viena (Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 87-142). Por su parte McGuinness no
ve tan clara esta relación y sostiene que Wittgenstein en la práctica ideó sus propios
métodos de enseñanza, claramente apartados de la tradición, pero al mismo tiempo
rechazaba muchos aspectos de la Schulreform, especialmente relacionados con la
disciplina y la participación de los niños en el funcionamiento de la escuela. (Cf. B.
McGuinness, El joven Ludwig, 369-370). Monk sostiene que Wittgenstein no estaba
inspirado tanto en el celo de la reforma educativa de Glöckel, aunque algunos de sus
métodos de enseñanza coincidieran con los de la reforma, cuanto en la idea
tolstoiana de vivir y trabajar entre los pobres y de cambiar sus condiciones internas
sin que abandonaran el mundo rural (Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 193-233).
26 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 123-135 y R. Monk, The Duty of Genius, 191.
LUDWIG WITTGENSTEIN 191
(discípulo del gran arquitecto modernista vienés A. Loos), y en la que
estuvo empeñado de manera casi obsesiva durante dos años27
.
Al poco tiempo de terminar el Tractatus Wittgenstein tuvo
graves dudas acerca de las ideas expresadas en el libro. Algunos
autores sugieren que Wittgenstein insistió en publicarlo como una
forma de cerrar la etapa precedente de su vida. Dejó la publicación del
Tractatus en manos de Russell y se retiró durante el verano trabajando
como ayudante de jardinero en un monasterio en un suburbio de
Viena —una vez más demostró su acostumbrada competencia en
tareas prácticas manuales— y trabajó intensamente todo el día como
una especie de terapia para combatir su infelicidad y desasosiego28
.
En 1921 se publicó el Tractatus en alemán bajo el título
Logische-philosophische Abhandlung como apéndice al último
número de los Annalen der Naturphilosophie editado por W. Oswald
y con la introducción de Russell. Al año siguiente el editor inglés P.
Kegan accedió a publicar el Tractatus en forma de libro en una
edición bilingüe con el título Tractatus logico-philosophicus, sugerido
por Moore y en noviembre Wittgenstein recibió el primer ejemplar29
.
27
Wittgenstein mostró siempre gran interés por la arquitectura y antes de la casa de
su hermana había diseñado mobiliario en Inglaterra y una cabaña en Noruega. El
proyecto de Wittgenstein llegó a despertar interés desde el punto de vista
arquitectónico como ejemplo de modernismo formalista y como reflejo de la cultura
vienesa de los años veinte. Algunos autores han visto en ese proyecto la
representación arquitectónica de las ideas lógicas, éticas y estéticas del Tractatus,
mientras que otros lo ven como el puente simbólico entre su primera y su última
filosofía (Cf. B. Leitner, The Architecture of Ludwig Wittgenstein: A
Documentation, Nova Scotia College of Art and Design Press, Halifax, 1973 y The
Wittgenstein House, Princeton Architectural Press, New York, 2000, además de P.
Wijdeveld, Ludwig Wittgenstein Architect, The Pepin Press, Singapore, 2000).
28 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 374 y 384.
29 En 1961 G. H. von Wright y G. E. M. Anscombe editaron y publicaron bajo el
título de Notebooks. 1914-1916, una serie de escritos que contienen versiones
preliminares de ideas que luego formaron parte del Tractatus y que resultan útiles
para entenderlo ya que contienen lo que se dejó fuera de la versión final,
extremadamente comprimida.
192 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El Tractatus es el más importante de los trabajos del primer periodo
de Wittgenstein y el único libro publicado durante su vida.
Wittgenstein presenta una imagen atomista lógica de la realidad y del
lenguaje y contiene también sus principales ideas cosmológicas,
epistemológicas y éticas30
.
Mientras Wittgenstein estaba ejerciendo como maestro de
escuela rural el Tractatus se había convertido en objeto de un gran
interés entre los filósofos de orientación positivista en Viena y entre
algunos académicos en Cambridge31
. Wittgenstein volvió a
Cambridge y a la filosofía como ocupación principal en 1929 en parte
a instancias de Schlick y de otros miembros del Círculo de Viena
sobre los que el Tractatus estaba ejerciendo una poderosa influencia32
,
en parte debido al impacto que le produjo asistir a la conferencia
dictada por el matemático holandés L. E. J. Brouwer en marzo de
192833
y en parte gracias a la insistencia de sus amigos de Cambridge
como Ramsey —que hizo largos e incómodos viajes al pueblo donde
Wittgenstein enseñaba— y sobre todo Keynes que insistió con
paciencia ante las negativas de Wittgenstein de volver a Cambridge34
.
A su regreso Wittgenstein empezó a trabajar en una serie de escritos
publicados póstumamente como Philosophische Bemerkungen o
Philosophical Remarks (―Observaciones filosóficas‖) en los que se
30
Algunos autores incluso han llegado a decir que el lenguaje del Tractatus —que
pierde al ser traducido— podría situar algún día a Wittgenstein entre los clásicos de
la prosa alemana. (Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 33). Otros autores consideran
que el estilo literario de Wittgenstein debe mucho a Lichtenberg y Goethe (Cf. G. H.
von Wright, Wittgenstein, 15-34 y M. W. Rowe, ‗Goethe and Wittgenstein‘,
Philosophy 66 (1991), 283-303.
31 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 213.
32 Cf. B. McGuinness (ed.), Wittgentein and the Vienna Circle. Conversations
recorded by Friedrich Waismann, Basil Blackwell, Oxford, 1979, 12.
33 Cf. H. Feigl, ―The Wiener Kreis in America‖, 639.
34 Keynes era un filósofo, economista, escritor y abogado de Cambridge que se
convirtió en una especie de gestor en la vida de Wittgenstein (Cf. L. Wittgenstein,
Letters to Russell, Keynes and Moore, 114-118).
LUDWIG WITTGENSTEIN 193
refleja su nueva concepción de la filosofía. Wittgenstein consideró
que las críticas de Ramsey y de Sraffa fueron los elementos clave que
le forzaron a cambiar radicalmente su manera de pensar35
. En el mes
de junio obtuvo el doctorado en Cambridge gracias a la intervención
de Russell y de sus poderosos amigos universitarios Moore y Ramsey
quienes lograron que el Tractatus hiciera las veces de tesis doctoral
aunque no cubriera los requisitos formales36
.
En 1930 fue nombrado fellow del Trinity College y empezó a
dar clases acerca de problemas lingüísticos, lógicos y matemáticos, en
las que se traslucía ya su nueva perspectiva filosófica y un cambio en
sus relaciones con sus antiguos maestros. Reanudó su participación en
las reuniones en el Moral Science Club. Ese mismo año se publicó el
texto de su conferencia titulada “Some Remarks on Logical Form”
(―Algunas observaciones sobre la forma lógica‖), que Wittgenstein
mismo calificó de poco convincente37
. El resto de los trabajos que
llevan el nombre de Wittgenstein son versiones tempranas o
intermedias de material dejado en sus escritos y editado y publicado
después de su muerte. Otras fuentes del pensamiento de Wittgenstein
son los apuntes de sus conversaciones y conferencias recogidos por
sus amigos y alumnos38
.
35
Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, Blackwell, 2001, (Publicado por
primera vez en 1953), x.
36 Una reconstrucción con notas interesantes de la defensa del Tractatus como tesis
doctoral ante Moore y Ramsey se puede encontrar en L. Goldstein, ―Wittgenstein‘s
Ph.D Viva. A Re-Creation‖, Philosophy, 74, 1999, 499-514.
37 Cf. L. Wittgenstein, ―Some Remarks on Logical Form‖, Proceedings of the
Aristotelian Society, 9, 1929, 162-171.
38 Cf. C. Barrett (ed.), Lectures and Conversations on Aesthetics, Psychology and
Religious Beliefs, Blackwell, Oxford, 1970, que es una compilación de notas
tomadas por Y. Smythies, R. Rhees y J. Taylor durante un curso en Cambridge en
1938; R. Rhees, ―Some Developments in Wittgenstein‘s View of Ethics‖,
Philosophical Review, 74, 17-26 y F. Waismann, ―Notes on Talks with
Wittgenstein‖, Philosophical Review, 74, 1965, 12-16.
194 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Wittgenstein estaba persuadido de que ni sus maestros Frege y
Russell, su colega Ramsey y su examinador Moore nunca entenderían
sus ideas, y con más razón no le entenderían el resto de sus lectores e
intérpretes que, según él, deformaban sus ideas ―mutilándolas o
disolviéndolas‖39
. Tampoco era afecto a los congresos ni a dar
conferencias a grandes auditorios sino que ―publicaba‖ sus ideas ante
el grupo selecto de alumnos y colegas que admitía a sus seminarios40
.
Por esta razón decidió publicar una carta al editor de Mind en la que
negaba cualquier relación entre su punto de vista y el que falsamente
le atribuía Braithwaite, siendo además que sus ideas todavía no habían
sido publicadas, ni lo serían en vida debido a su búsqueda siempre
inacabada de claridad (a su perfeccionismo). La carta refleja un
Wittgenstein no familiarizado ni con las publicaciones, ni con los
formalismos propios de la comunidad académica41
. En la misma
edición de Mind se incluye la disculpa de Braithwaite que no dejó de
añadir con sorna: ―qué tanto he malinterpretado al Dr. Wittgenstein no
puede juzgarse hasta que salga a la luz el libro que todos estamos
esperando con ansias‖42
.
Wittgenstein fue acusado de monopolizar el Moral Science Club
y por esta razón dejó de participar en las reuniones de modo activo por
algún tiempo. En Cambridge Wittgenstein maduró sus nuevas ideas y
39
L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x. El temor de Wittgenstein a que
se deformaran sus ideas hizo que se truncara la colaboración con Waismann iniciada
a principios de los años treinta (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 744).
40 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 275.
41 Cf. L. Wittgenstein, ―Letter to the Editor‖, Mind, 42, 1933, 415-416. Braithwaite
era un profesor de Cambridge y fue uno de los que introdujo el interés por el
Tractatus en Cambridge, aunque paulatinamente se fue deteriorando su relación con
Wittgenstein. Fue en el aula de Braithwaite en el King’s College donde tuvo lugar el
encuentro entre Wittgenstein y Popper que se reseña en la última sección de este
capítulo. Braithwaite había asistido a los seminarios que Wittgenstein había
impartido tras su regreso de Viena a Cambridge. En 1933 escribió un artículo en
University Studies en el que trataba de aclarar algunas de las ideas germinales de
Wittgenstein.
42 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 335.
LUDWIG WITTGENSTEIN 195
las expresó oralmente y fueron conocidas directamente o por la
circulación de mano en mano, incluso en Oxford, de los llamados The
Blue and Brown Books (―Cuaderno azul‖ y ―Cuaderno marrón‖) por el
color de sus portadas y que fueron preparados para ayudar a los
alumnos en 1933 y 1934 respectivamente. Los cuadernos contenían la
trascripción de conferencias y notas de clase dictadas a un selecto
grupo de alumnos, que profesaban hacia Wittgenstein una devoción y
lealtad extremas43
. En septiembre de 1935 Wittgenstein visitó la
Unión Soviética y durante en el período 1935-1936 impartió un curso
sobre ―Datos sensoriales y experiencia privada‖. Los apuntes de los
cursos serían publicados póstumamente como Lecciones y
conversaciones sobre estética, psicología y creencia religiosa.
Cuando concluyó la beca de investigación que había recibido en 1929
Wittgenstein regresó a Noruega y continuó trabajando en
Philosophical Investigations.
En 1931 regresó a Noruega y trabajó durante tres años en lo que
sería publicado póstumamente como Philosophische Grammatik o
Philosophical Grammar (―Gramática filosófica‖) y en donde
Wittgenstein trata ampliamente sobre lógica y matemáticas y aborda
temas como lenguaje y significado. En la obra estaban ya en ciernes
algunos temas centrales de su filosofía posterior. Wittgenstein no
estaba satisfecho ni con este escrito ni con Philosophical Remarks y a
partir de 1936 trabajó en varias versiones de lo que ahora conocemos
como Philosophische Untersuchungen o Philosophical Investigations
(―Investigaciones filosóficas‖) que esperaba que fuese la presentación
definitiva de su pensamiento. Remarks on the Foundations of
Mathematics (―Observaciones sobre los fundamentos de las
matemáticas‖) es un material editado en 1956 que recoge una
selección de los cuadernos y manuscritos de Wittgenstein entre 1937 y
194444
.
43
W. W. Bartley III, Wittgenstein, 183-184.
44 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 483-484.
196 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
En 1936 escribió una segunda confesión sobre lo que
consideraba que había hecho mal en su vida —la primera había sido
en 1931— y la distribuyó entre familiares y amigos45
. En 1938 decidió
solicitar la ciudadanía británica y una cátedra en Cambridge, dado el
peligro real que corría debido a su procedencia judía a raíz de la
anexión de Austria a Alemania (Anschluss)46
. A inicios de 1939 fue
elegido catedrático de filosofía para suceder a Moore y se le renovó su
adscripción al Trinity College. Wittgenstein reemprendió un papel
activo en el Moral Science Club. Haciendo uso de su pasaporte
británico viajó a Nueva York, Viena y Berlín intentando garantizar el
estatus de no judíos para su familia residente en Viena, el cual
consiguió a principios de 1940. El estallido de la segunda guerra
mundial supuso un nuevo paréntesis en la vida de Wittgenstein: los
dos primeros años de la guerra permaneció como profesor en
Cambridge a pesar de sus intentos de encontrar un trabajo relacionado
con el esfuerzo de la guerra. En 1941 trabajó en el dispensario del
Guy’s Hospital de Londres y después como ayudante de laboratorio en
el Royal Victoria Infirmary de Newcastle, mostrando una vez más su
compromiso y eficacia haciendo algunas innovaciones técnicas.
En marzo de 1944 se reincorporó a su cátedra en Cambridge y
se dedicó a escribir principalmente sobre psicología filosófica. Los
escritos de esta época se publicarían como Zettel en 1967, Remarks on
Colour (―Observaciones sobre el color‖) en 1977, y Culture and Value
(―Cultura y Valor‖), publicado en 1980 que incluye observaciones
sobre temas no filosóficos. Wittgenstein sucedió a Moore como
presidente del Moral Science Club y el 25 de octubre de 1946
45
Un relato sobre el móvil (recurso quirúrgico para extirpar la cobardía), los
destinatarios, la manera formal y lejana en que fue hecha y las reacciones de las
confesiones de Wittgenstein se puede encontrar en el capítulo dedicado a este tema
en R. Monk, The Duty of Genius, 361-384
46 Muchas de las clases, seminarios, tutorías eran impartidas no por catedráticos sino
por profesores más jóvenes, como había sido el caso de Wittgenstein hasta ese
momento.
LUDWIG WITTGENSTEIN 197
mantuvo la famosa confrontación con Popper. Al año siguiente
dimitió de su cátedra de Cambridge47
.
Entre 1947 y 1948 Wittgenstein pasó una temporada en Irlanda
en la que trabajó en Remarks on the Philosophy of Phsychology
(―Observaciones sobre la filosofía psicológica‖), publicado en 1980, y
en Last Writings on Philosophical Psychology I y II (―Últimos escritos
sobre psicología filosófica‖), publicados en 1982 y 1992. De regreso
en Cambridge trabajó en Ueber Gewissheit u On Certainty (―Sobre la
Certeza‖), que sería publicada en 1969. En 1949 visitó en Viena a su
hermana Hermine, aquejada de cáncer, y a su amigo Malcolm en
Estados Unidos. A su regreso a Inglaterra se le diagnosticó también un
cáncer. En 1950 viajó a Noruega por última vez, y de vuelta a
Cambridge siguió trabajando en On Certainty hasta su muerte el 29 de
abril de 1951.
4.1.2 Ideas filosóficas e influencia de Wittgenstein
Se suele distinguir entre dos períodos en el pensamiento de
Wittgenstein. El primer período corresponde a la filosofía del
Tractatus y el segundo período corresponde principalmente al
contenido de Philosophical Investigations. Ambas posturas se centran
en el lenguaje y conciben la filosofía como actividad clarificadora,
pero con matices y métodos completamente diferentes48
.
47
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 483. G. H. von Wright ocupó la cátedra en
sustitución de Wittgenstein.
48 Además de las obras citadas en apoyo al breve perfil biográfico de Wittgenstein,
se ha recurrido a las explicaciones sistemáticas de la filosofía de Wittgenstein en J.
Ferrater Mora, ―Introducción Ludwig Wittgenstein‖ en AA.VV, Las filosofías de
Ludwig Wittgenstein, Oikos-tau, Barcelona 1966, a J. Heal, voz ―Ludwig
Wittgenstein‖, Routledge Encyclopedia of Philosophy, Routledge, London, IX,
1998, 757-770 y a S. Lovibond, voz ―Wittgensteinian Ethics‖, Routledge
Enciclopedia of Philosophy, Routledge, London, IX, 1998,770-773.
198 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
En el Tractatus Wittgenstein sostiene que el mundo consiste de
un gran número de hechos independientes o atómicos, cada uno de los
cuales a su vez está compuesto por alguna combinación de objetos,
―cosas‖ o ―entidades‖simples. Estos objetos son nombrados por medio
de alguno de los elementos básicos del lenguaje. Existe una relación
entre las cosas y las palabras. Así como una combinación de ―cosas‖
es un hecho atómico, una combinación de palabras es una proposición
atómica. Las proposiciones atómicas ―representan‖ hechos atómicos
en el sentido de que las primeras son una representación, ―cuadro‖ o
―pintura‖ de los segundos.
La idea de que las proposiciones son pinturas de la realidad que
describen vino a la mente de Wittgenstein al leer en un periódico la
presentación en una corte de Paris de la reconstrucción de un
accidente de tráfico mediante un modelo a escala de los principales
elementos involucrados: casas, coches, personas. Wittgenstein
consideró que una proposición sirve como modelo, o pintura, de un
estado de cosas en virtud de la correspondencia o semejanza entre sus
partes y el mundo. El modo en que las partes de la proposición se
combinan —la estructura de la proposición— describe una posible
combinación de elementos de la realidad, un posible estado de cosas.
Las imágenes de la realidad reflejan las relaciones que existen en la
realidad, de manera que las proposiciones atómicas y los hechos
atómicos presentan una correspondencia isomórfica49
.
El lenguaje se convierte en una especie de mapa de la realidad.
Cada objeto tiene una forma lógica distintiva que le permite
combinarse sólo con determinados objetos. Las combinaciones de
proposiciones atómicas constituyen las llamadas ―funciones de
verdad‖. El lenguaje ordinario es engañoso en apariencia y necesita
ser analizado para descubrir el ―esqueleto lógico‖ o ―lenguaje ideal‖
que constituye su naturaleza esencial. Las proposiciones que se usan
para describir el esqueleto lógico del lenguaje no son ni proposiciones
atómicas ni funciones de verdad y por esta razón carecen de
49
L. Wittgenstein, Tractatus, 2.1.
LUDWIG WITTGENSTEIN 199
significado. Wittgenstein llegó a la paradójica conclusión de que
buena parte del Tractatus era un sinsentido o, en el mejor de los casos,
una especie de andamio que puede desecharse una vez construido el
edificio50
.
Las verdades profundas acerca de la naturaleza de la realidad y
de la representación propiamente no pueden ser dichas sino sólo
pueden ser mostradas. Afirma Wittgenstein que ―lo que se expresa
por sí mismo en el lenguaje, no podemos expresarlo mediante el
lenguaje‖, que equivale a decir que lo que se puede mostrar no se
puede decir. Wittgenstein consideraba que esta distinción era esencial
de manera que en el Tractatus no ha enunciado nada sobre el lenguaje
y el isomorfismo del lenguaje con la realidad sino que simplemente lo
ha mostrado.
Wittgenstein habla poco y al final acerca de la naturaleza del
valor, de la muerte y de lo místico, pero esto no significa en modo
alguno que otorgue escaso valor a estos aspectos, sino que
corresponden al ámbito de lo absoluto y por tanto de lo inexpresable,
de lo que escapa a la ciencia natural, al dominio de los hechos, a lo
que puede expresarse con palabras. Wittgenstein evitaba cualquier
explicación de ―por qué‖ algo es bueno, rechazando así todo super
intelectualismo que procede ―como si‖ pudiéramos dar razones sobre
qué es el bien.Para Wittgenstein ―el sentimiento del mundo como un
todo limitado es lo místico‖51
,
La pretensión de rebasar los límites del lenguaje conduce al
sinsentido, pero la inclinación a buscar algo indica algo y por eso
Wittgenstein animaba, parafraseando a San Agustín, a no temer hablar
sin sentido52
porque esa actividad es precisamente la ética. La ética no
tiene que ver con los hechos particulares sino con el modo en que la
50
Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 757.
51 L. Wittgenstein, Tractatus, 6.45.
52 Cf. F. Waismann, Wittgenstein and the Vienna Circle, Blackwell, Oxford, 1979,
68. Para un intento de entender las ideas de Wittgenstein acerca del sinsentido (Cf.
C. Diamond, ‗On What Nonsense Might be‘, Philosophy 56, 981, 5-22).
200 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
totalidad se nos presenta, y esto a su vez depende de la cualidad de
nuestra voluntad, pero no de la ‗voluntad‘ empírica reconocida por la
psicología, sino de aquella cuyo buen o mal ejercicio hace al mundo
‗crecer y disminuir como un todo‘. Este modo de explicar la ética
respondía al deseo de Wittgenstein de salvaguardar su naturaleza
privada y espiritual y evitar que fuese rebajada por el parloteo
filosófico.
El Tractatus deja traslucir un fuerte pesimismo hacia la
filosofía. El mensaje es que los problemas filosóficos no son otra cosa
que trampas que nos tiende el lenguaje, y las proposiciones que
expresan nuestro esfuerzo reflexivo para liberarnos de ellas son sólo
absurdos. Esto no quiere decir que carezcan de valor: nos ayudan a
alcanzar cierta paz de espíritu pero, una vez lograda, ya no nos son
útiles y debemos prescindir de ellas. Sobre los problemas que
realmente son importantes: el sentido de la vida, la muerte, los
valores, etc., sólo cabe el silencio53
. Esta conclusión puede tener una
lectura un poco menos pesimista. Wittgenstein defendió siempre que
la filosofía no era una teoría, sino una actividad y, como tal, produce
inmediatas consecuencias prácticas. La filosofía no puede ir más allá
de mostrar y por eso no es propiamente una ciencia sino una actividad.
Según Wittgenstein, la filosofía no ―dice‖ sino que ―aclara‖:
La filosofía no es una de las ciencias naturales. (La palabra ―filosofía‖
debe significar algo que está arriba o abajo, pero no junto a las
ciencias naturales). El objeto de la filosofía es la clarificación lógica
de los pensamientos. La filosofía no es una teoría sino una actividad.
Un trabajo filosófico consiste esencialmente de elucidaciones. El
resultado de la filosofía no es una cantidad de ―proposiciones
filosóficas‖ sino el hacer claras las proposiciones. La filosofía debe
hacer claras y delimitar claramente los pensamientos que de otra
manera son, como lo eran antes, opacos y oscuros54
.
53
Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 28.
54 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.111 y 4.112.
LUDWIG WITTGENSTEIN 201
Algunos autores han presentado estas conclusiones de
Wittgenstein como propias de un escéptico pirrónico, que considera
que la filosofía no es una teoría sino un método para vivir mejor,
aunque existe una diferencia fundamental entre Wittgenstein y los
escépticos clásicos, ya que los pirrónicos suspendían el juicio ante los
problemas filosóficos porque había un equilibrio entre los argumentos
a favor y en contra de cualquier solución, y lo que dice Wittgenstein
es más radical: los problemas filosóficos simplemente traspasan los
límites del significado —violan las condiciones generales de
representación— y no deben ni siquiera preocuparnos. El objeto de la
filosofía es hacer desaparecer los problemas filosóficos55
.
La filosofía del último período de Wittgenstein está contenida
principalmente en Philosophical Investigations. En la primera parte
del libro se encuentran las ideas centrales en cuyo contexto se pueden
ver sus ideas sobre la filosofía de la mente, las matemáticas y la
epistemología. Se señalan las dificultades del Tractatus y se incluyen
consideraciones acerca del significado, la comprensión, el seguir una
regla, la naturaleza de los estados mentales y otros temas.
Wittgenstein consideró que el Tractatus resultaba
completamente insatisfactorio, no porque hubiera encontrado nuevos
argumentos que echaran por tierra los postulados de su primera obra
sino porque había cambiado su modo de ver el papel del lenguaje. Su
nueva idea del significado, menos rígida, de manera que cada tipo de
palabra está ‗a gusto‘ en su propio juego de lenguaje porque ya no se
busca analizar las proposiciones en términos de hechos atómicos para
determinar su verdad o falsedad, sino de encontrar ―parecidos de
familia‖ o semejanzas entre los juegos del lenguaje que ―forman una
complicada red de semejanzas, superposiciones y
entrecruzamientos‖56
. Es equivocada la idea anterior de que toda
proposición con significado ha de ser verdadera o falsa como fruto del
55
Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 20 y 55-56.
56 L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 66.
202 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
análisis en términos de hechos atómicos. Lo mismo ocurre con su
visión de los simple y lo complejo que depende del contexto y de los
intereses sin las exigencias de exactitud que se le habían determinado
antes. A la luz de estas consideraciones la imagen de una estructura
detallada y cristalina inherente al mundo y al lenguaje aparece como
una ilusión. De aquí que el Tractatus llegó a parecer a Wittgenstein
una ―superstición‖ sobre el lenguaje de las que deberíamos
deshacernos.
De aquí se desprende un modo distinto de concebir la misión
―aclaradora‖ de la filosofía que ahora se comprende como el
instrumento para ayudarnos a rehuir ―el embrujamiento de nuestra
inteligencia mediante el lenguaje‖. Para conseguir liberarnos de esta
especie de trampa en que nos ha metido nuestra incomprensión del
funcionamiento de los lenguajes Wittgenstein propone dos cosas. En
primer lugar la renuncia a descubrir una esencia en el lenguaje y ver
que funciona en sus usos. Los juegos del lenguaje son el modo como
sirven en las ―formas de vida‖: ―el significado de una palabra es su
uso dentro del lenguaje‖57
, que son múltiples y variados. En segundo
lugar propone ver las palabras (no ya como recursos para nombrar
objetos) sino como ‗juegos del lenguaje‘. Wittgenstein pasa de
presentar el lenguaje como un marco fijo y perenne a presentar el
lenguaje como un aspecto vulnerable y cambiante de la vida humana.
No hay función común de las expresiones del lenguaje, sino que
existen innumerables clases de expresiones y de modos de usar las
palabras, incluyendo a las palabras mismas. Las perplejidades surgen
precisamente cuando se olvida que el lenguaje se reduce a uso, a
combinación de juegos, y cuando no se es consciente de que las
perplejidades no se resuelven sino que se disuelven58
.
Los ―problemas filosóficos‖ surgen de haberse hecho
demasiadas ilusiones sobre el lenguaje. Según Wittgenstein los
llamados ―problemas filosóficos‖ son del tipo ―no sé cómo salir del
57
L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 43.
58 Cf. J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 13.
LUDWIG WITTGENSTEIN 203
paso‖. Por tanto las perplejidades filosóficas no son problemas para
los que pueda encontrarse una solución descubriendo una nueva
realidad antes desconocida. En filosofía no hay nada oculto sino que
los datos del supuesto problema se hallan a nuestra mano, e incluso se
refieren a conceptos que dominamos fuera de la filosofía. Preguntar
qué hora es no causa perplejidades pero preguntar acerca de la
naturaleza del tiempo nos confunde. Trasladarse a otra ciudad no nos
sume en abismales paradojas pero meditar sobre la naturaleza del
espacio nos coloca en un laberinto en el cual no parece haber salida
más que la de liberarse de la superstición de que hay un laberinto y
esta es precisamente la nueva misión de la filosofía.
Esto no significa, como podría parecer, que las cuestiones
filosóficas son absurdas e inútiles. Muchas de las llamadas ―cuestiones
filosóficas‖ tienen un sentido e incluso un ―sentido profundo‖ que
consiste en mostrarnos las raíces de nuestra perplejidad y que tales
raíces se hallan muy fuertemente hincadas en nosotros. La razón por la
cual algunos hombres se han sentido fascinados por ―cuestiones
filosóficas‖ es que son en verdad ―fascinantes‖, ―embrujadoras‖.
Incluso podemos considerar que algunas de esas cuestiones son
consecuencia de las embestidas de nuestra inteligencia contra los
límites del lenguaje.
Para el primer Wittgenstein las cuestiones filosóficas no tenían
sentido y por el contrario sí la tienen para el último, que no se explica
el ―embrujamiento‖ que producen estas cuestiones si careciesen de
sentido. El segundo Wittgenstein tampoco cree que las cuestiones
filosóficas sean simples ―cuestiones lingüísticas‖. Las cuestiones
filosóficas emergen del lenguaje pero no son ―cuestiones lingüísticas‖:
son cuestiones acerca de realidades que nos sumen en confusión por
no saber cómo tratarlas adecuadamente, por no saber ver la
―cuestión‖. Por eso la filosofía tiene por misión hacernos ver y no
explicar ni deducir ni inferir nada, sólo ―poner a la vista‖ las
perplejidades en las que nos ha sumido la tenaz inclinación a olvidar
por qué usamos ciertos conceptos, a pensar que hay caracteres
comunes a las cosas, a creer que hay algo que pueda llamarse ―la
204 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
realidad‖. Y por eso la filosofía es una lucha, una lucha contra el
embrujamiento de nuestra inteligencia por el lenguaje.
Aquí parece entrar a Wittgenstein un pragmatismo que le hace
pasar del conocimiento al uso. Wittgenstein tenía duda incluso de sus
estatus como filósofo, cuando veía un problema estaba inclinado a
empezar a jugar el juego más que a escrutar sus reglas. Wittgenstein
llegó a pensar que en lugar de enseñar doctrinas y desarrollar teorías
habría que proporcionar una técnica para ganar claridad. Quería que
su filosofía fuera como la del hombre de negocios: ganar algo. Para
Wittgenstein ya no hay cuestión de meta-teorías o de teorías de
juegos, sino sólo juegos y jugadores, reglas y sus aplicaciones59
A pesar de que hay fuertes contrastes entre las primeras y las
últimas posiciones, y con razón Wittgenstein es famoso por haber
desarrollado dos visiones filosóficas marcadamente distintas, existen
también continuidades60
. El ―último Wittgenstein‖ es en gran parte
comprensible como una reacción contra el ―primero‖ sin el cual no
tendría sentido como Wittgenstein mismo establece:
Hace cuatro años [escribía desde Cambridge en 1945] tuve ocasión de
volver a leer mi primer libro (el Tractatus Lógico-Philosophicus) y de
explicar sus ideas a alguno. De pronto me pareció que debía publicar
todos estos viejos pensamientos y los nuevos juntos: que los últimos
podían ser vistos en la correcta luz sólo por contraste con y contra el
fondo de mi modo de pensar anterior61
.
En los dos períodos de su filosofía la preocupación central de
Wittgenstein fue el lenguaje. El Tractatus trata del lenguaje
independientemente de las circunstancias y la Investigations enfatizan
la importancia de la ―corriente de vida‖ que da su significado a las
59
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 297 y 308.
60 Cf. J. Hintikka, On Wittgenstein, 58.
61 L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x.
LUDWIG WITTGENSTEIN 205
expresiones lingüísticas62
. Existe un ―modo de pensar‖ común a
ambos periodos, un tipo de filosofar característicamente
―wittgensteiniano‖: por una parte está la creencia de Wittgenstein que
los rompecabezas filosóficos tradicionales a menudo surgen de
imágenes (o pinturas) de las funciones del lenguaje profundamente
influyentes pero engañosas. Y por otra parte, su convicción de que las
ideas filosóficas no se adquieren construyendo teorías cuasi científicas
de fenómenos que nos producen perplejidad sino que se adquieren, si
acaso, buscando ser honesto intelectualmente y neutralizando así las
fuentes de confusión63
.
La palabra ‗filosofía‘ tiene para Wittgenstein dos sentidos. En
uno describe un cuerpo de expresiones y argumentos confusos, que
surgen en gran parte de malentendidos acerca del funcionamiento del
lenguaje, y en el otro describe una actividad de ayuda a la gente a
liberarse de los embrollos. Wittgenstein mantuvo siempre su
convicción de que no puede haber teorías filosóficas y que la utilidad
de la filosofía debe consistir solamente en hacer proposiciones sin
contenido, en describir y montar recuerdos (o recordatorios o avisos o
notificaciones) 64.
Wittgenstein ha dado lugar a dos ramas filosóficas que han
determinado poderosamente nuestro mundo cultural. El primer
Wittgenstein fue el padre del positivismo lógico o empirismo lógico
que jugó un papel importante durante la década anterior a la segunda
guerra mundial, mientras que el ―último Wittgenstein‖ ha sido el
padre de la llamada escuela de análisis de Cambridge, que después de
62
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 261.
63 Con la aparición del libro de G. Band, Los textos fundamentales de Ludwig
Wittgenstein (Título original: Die grundlegenden Texte von Ludwig Wittgenstein),
Alianza Universidad, Madrid, 1987, se ha hecho más patente que nunca que el
pensamiento wittgensteiniano tiene una unidad fundamentante. En el libro se
recogen temáticamente los aspectos relacionados de la obra de Wittgenstein y por
primera vez se destacan claramente los ―hilos conductores‖ o las ―líneas maestras‖
que unen y recorren toda la obra completa.
64 Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 757 y 768.
206 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
la guerra prevaleció en el movimiento llamado filosofía del lenguaje o
escuela de Oxford65
. Aunque es innegable que la influencia de
Wittgenstein ha sido considerable sobre estas dos líneas de
pensamiento filosófico, es necesario matizar esta valoración porque el
positivismo lógico tuvo también otras fuentes de inspiración además
del Tractatus y porque la filosofía del lenguaje tuvo también otros
modelos como Moore. Es en parte cierto que Wittgenstein rechazó los
resultados de su propia influencia y no participó en las discusiones
públicas a las que su trabajo dio origen66
.
No es fácil situar a Wittgenstein dentro de la filosofía analítica.
Por una parte se han destacado los elementos ―analíticos‖ de la
primera fase del pensamiento de Wittgenstein fruto de la influencia de
Frege y Russell en la formación de su pensamiento, y por otra está su
―singularidad‖ y la dificultad consiguiente para incluirlo en la filosofía
analítica en sentido amplio. Se han puesto de relieve ciertas
conexiones (interés por Kierkegaard, Schopenhauer o Freud), o
discutido ciertas similitudes (con Husserl o Heidegger), o destacando
aspectos que se salen de todo esquema ―analítico‖ (aspectos
metafísicos y aun místicos). Wittgenstein rechazó ser llamado
―positivista terapéutico‖67
aunque veía conexión entre su trabajo y el
de Freud. Pensaba que su modo de filosofar y el psicoanálisis
requerían habilidades semejantes aunque no fueran la misma técnica68
.
Refiriéndose al libro sobre la interpretación de los sueños de Freud
pensó que ―al fin existe un psicólogo que tiene algo que decir‖69
.
Aunque la mayor parte de las interpretaciones del pensamiento
de Wittgenstein, con independencia de la división que se haga de su
filosofía, se fundan en el papel que Wittgenstein ha representado en
65
Cf. J. Nubiola, ―Neopositivismo y filosofía analítica: balance de un siglo‖, Acta
Philosophica, 8, 1994, 207-209.
66 Cf. G. H. von Wright, Wittgenstein, 15.
67 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 48.
68 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 356-357.
69 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 356.
LUDWIG WITTGENSTEIN 207
dos momentos importantes en la historia de la filosofía analítica,
centrados uno en la noción de lenguaje ideal y el otro en la noción de
lenguajes corrientes y juegos de lenguaje. Resulta equivocado aplicar
a Wittgenstein esquemas tradicionales, sin embargo eso lo que se ha
hecho en la mayoría de los casos. Ha habido numerosos intentos de
poner la filosofía de Wittgenstein al servicio de muchas causas que no
sólo son ajenas a las de Wittgenstein sino que el mismo Wittgenstein
hubiera encontrado repugnantes70
.
Algunos autores consideran que Wittgenstein dio pie a distintas
interpretaciones al reconocer que ―lo que no puede decirse‖ es más
―importante‖ que lo que puede decirse y al subrayar la necesidad de
delimitar el campo de ―lo que puede decirse‖ justamente porque lo
―indecible‖ constituye la base para liberar la propia personalidad. De
hecho no resulta nada fácil subir por la escalera y arrojarla después en
este conjunto de ideas brillantes, fuerza comunicativa pero
incompletez y silencios.
Otros interpretan a Wittgenstein desde un contexto histórico
distinto del anglosajón proponen ver a Wittgenstein no sólo como
lógico y filósofo del lenguaje, sino también como vienés y como
estudiante de física teórica e ingeniería. Aquí también la historiografía
va matizando y proponiendo nuevos modos de ver a Wittgenstein, por
ejemplo los trabajos que desprenden a Wittgenstein de las corrientes
anglosajonas y le asimilan más a las corrientes y circunstancias de su
Viena natal basándose en que la vida cultural de la capital imperial
marcó decisivamente los años de formación de Wittgenstein71
.
Hay quienes le sitúan en ambos mundos considerando que e el
ambiente intelectual de Viena dio forma al carácter filosófico de
Wittgenstein, el conjunto de problemas lógico-filosóficos que se
discutían en Cambridge durante las primeras dos década del siglo XX
proporcionó la materia para dar expresión a su genio72
. Algunos
70
Cf. J. Hintikka, On Wittgenstein, Wadsworth, Belmont, 2000.
71 Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de Wittgenstein.
72 Cf. J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 13.
208 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
autores incluso han llegado a decir que la influencia de Wittgenstein
es más actitudinal que filosófica73
, aunque esto parece ser contradicho
por el reconocimiento de la influencia de Wittgenstein en áreas
concretas como la ética74
, el debate realismo-antirrealismo75
, la
filosofía de las matemáticas76
y la psicología77
.
4.2 Wittgenstein y el Círculo de Viena
Muchos historiadores discuten la relación entre Wittgenstein y
el Círculo de Viena en términos de una influencia unilateral de
Wittgenstein sobre el Círculo de Viena apoyada en la bibliografía
secundaria78
, que parece confirmarse en algunos escritos de miembros
del Círculo de Viena e incluso en el propio Manifiesto del Círculo
(1929)79
. Wittgenstein también ganó en su contacto con el Círculo de
Viena. No puede demostrarse aunque las conversaciones con Schlick,
Waismann y Feigl tuvieron una influencia indirecta80
. Su interés por la
filosofía profesional volvió a reavivarse, en parte como resultado de
73
Cf. L. Valdés Villanueva, ―Introducción‖, 57.
74 Cf. S. Lovibond, ―Wittgensteinian Ethics‖, 770.
75 Cf. E. Craig, voz ―Realism and Antirealism‖, Routledge Encyclopedia of
Philosophy, VIII, 119.
76 Cf. L. Wittgenstein, Remarks on the Foundations of Mathematics, Blackwell,
Oxford, 1956, principalmente el Apéndice de la Parte I. Una discusión interesante
del libro de Wittgenstein se encuentra en S.G. Shanker, Wittgenstein and the
Turning-Point in the Philosophy of Mathematics, State University of New York
Press, New York, 1987, vii-viii.
77 Cf. D. Braddon-Mitchell, voz ―Analytic Behaviourism‖, Routledge Enciclopedia
of Philosophy, I, 689-690.
78 Cf. R. Drudis-Baldrich, Bibliografía sobre Ludwig Wittgenstein. Literatura
Secundaria (1921-1985), Aporía, Madrid, 1992.
79 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422.
80 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 435.
LUDWIG WITTGENSTEIN 209
su amistad con Schlick, líder del Círculo de Viena‖81
y asistió a la
conferencia de Brouwer gracias a la insistencia de Waismann y
Feigl82
, que le causó un gran impacto y marcó en parte su regreso a los
intereses y actividades filosóficas83
. La fase verificacionista en
Wittgenstein —correspondiente a Philosophical Remarks— cuajó
como fruto de sus conversaciones con los miembros del Círculo de
Viena aunque fue pasajera y presentó diferencias en su uso y contexto.
El Tractatus recibió poca atención fuera del grupo positivista
que a su vez era una minoría en el área de habla alemana. Las
universidades austriacas (al contrario de lo que sucedía en Alemania
donde predominaban los enfoques neokantianos) estaban dominadas
por la escuela de Brentano, aunque la influencia de Mach era
considerable84
. Durante la conferencia de Praga en 1929, ocho años
después de publicado el Tractatus, algunos dudaban incluso de la
existencia de Wittgenstein asumiendo la posibilidad de que fuese un
sinónimo colectivo del Círculo de Viena debido a que sus miembros
fueron los primeros que estudiaron y divulgaron el contenido del
81
W. W. Bartley III, Wittgenstein, 22.
82 B. McGuinness (Ed.), Wittgentein and the Vienna Circle. Conversations recorded
by Friedrich Waismann, 16.
83 Brouwer, Luitzen. Rotterdam 1881-1966. Fue profesor en la Universidad de
Amsterdam. Realizó importantes trabajos en topología, pero sobre todo en su
fundamentación y desarrollo del intuicionismo en la matemática y en la
fundamentación y filosofía de la matemática. Sometió a crítica algunas ideas
consideradas inconmovibles en matemáticas y en lógica, como el principio del tercio
excluido. Se opuso a la teoría de conjuntos y al uso de pruebas no constructivas.
Contra los logicistas. Fundó la matemática intuicionista, no clásica y no logicista.
Cf. J. Ferrater Mora, voz ―Brouwer, Luitzen‖, Diccionario de filosofía, 431-433.
84 Actualmente se habla de dos "paradigmas" de la filosofía austriaca: la escuela de
Brentano (Brentano, Meinoing, Höfler, Kraus, Mally) y la escuela analítica del
lenguaje que tuvo su culmen en el Círculo de Viena (con Mach como importante
precursor aunque él mismo no se preocupó del análisis del lenguaje). Ambos
paradigmas tenían en común la oposición a Kant y a sus seguidores, aunque había
excepciones como Reininger, que era profesor en Viena al mismo tiempo que
Schlick (Cf. J. Friedl, ―Reception of TLP in Austria‖, <[email protected]>,
Correo electrónico personal, 1 de diciembre de 2003).
210 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Tractatus en Austria85
. Algunas interpretaciones más recientes sitúan
a Wittgenstein dentro de una filosofía austriaca unificada de carácter
empirista, crítico del lenguaje y antimetafísico independiente de la
filosofía alemana esencialmente idealista y en conexión con el
desarrollo de la filosofía analítica en Inglaterra, Estados Unidos y
Polonia86
.
4.2.1 Historia de una relación peculiar
En 1922 Hahn dirigió un seminario sobre el Tractatus, al que
acudieron Schlick y Reidemeister, entonces profesores jóvenes recién
llegados a Viena. Ambos quedaron profundamente impresionados y
Reidemeister en una intervención posterior habló por primera vez del
significado de Wittgenstein para la lógica moderna y la filosofía87
. El
impacto que el Tractatus causó en Schlick se refleja en la primera
carta que escribió a Wittgenstein en 1924 en la que expresaba su
admiración y solicitaba una entrevista y un ejemplar del Tractatus:
Como admirador de su Tractatus Logico-Philosophicus he intentado
muchas veces ponerme en contacto con usted (...) hay muchos aquí, y
yo me cuento entre ellos, convencidos de la importancia y corrección
de sus ideas fundamentales y que sentimos un gran deseo de tomar
85
Cf. Entrevista con H. Neider, miembro del Círculo en J. Ch. Marek (ed.),
Österreichische Philosophen und ihr Einfluß auf die analytische Philosophie der
Gegenwart, Innsbruck, München, Salzburg, Graz, Gießen, 1977, 35.
86 Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays
in Honor of Rudolf Haller, Kluwer, Dordrecht, 1997, x.
87 Cf. L. Golland, B. McGuinness y A. Sklar (eds.), K. Menger, Reminiscences of the
Vienna Circle and the Mathematical Colloquium, 89-103. J. Friedl colige —de la
carta de Schlick a E. Cassirer del 4 de marzo de 1927, Schlick Nachlass (94)— estas
sesiones de Reidemeister son lo que Feigl consideró la primera lectura exegética del
Tractatus en el Círculo de Viena. Cf. J. Friedl, ―Wittgenstein-Korrespondenz‖,
<[email protected]>, Correo electrónico personal, 30 de octubre de 2003.
LUDWIG WITTGENSTEIN 211
parte en la difusión de sus ideas (...) Sería para mí un placer
especialmente grande el conocerle88
.
Wittgenstein contestó que le gustaría verlo pero que ni siquiera
él tenía copia del Tractatus en el pueblo donde desempeñaba su labor
de maestro. Como consecuencia de la influencia de Wittgenstein sobre
Schlick el Tractatus fue discutido detalladamente en las reuniones del
Círculo de Viena89
. La entrevista con Schlick no fue posible hasta el
otoño de 1926 en que Wittgenstein regresó a Viena y se ocupaba de la
construcción de la casa de su hermana. La esposa de Schlick cuenta
que su marido se preparó con el espíritu de un peregrino y que volvió
con una actitud reverencial90
. Wittgenstein también tuvo una buena
impresión de Schlick y consideró que era un interlocutor educado e
inteligente91
. Schlick atribuyó a Wittgenstein ideas que él mismo
había formulado con mayor lucidez mucho antes de sucumbir al
hechizo casi hipnótico de Wittgenstein92
.
Existe una vinculación clara entre el cambio en las ideas de
Schlick y su modo de entender a Wittgenstein. Bajo la influencia de
Carnap y de Wittgenstein, Schlick abandonó el realismo crítico que
tan hábilmente había defendido en Allgemeine Erkenntnislehre,
rechazándolo como un pseudoproblema y apostando por una posición
88
Carta de M. Schlick a L. Wittgenstein, 25 de diciembre de 1924 desde Viena,
Schlick Nachlass, (123).
89 Cf. H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi. Carnap también testimonia este
hecho (Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24).
90 Cf. B. McGuinnes (ed.), Wittenstein and the Vienna Circle, Prefacio del editor.
91 P. Engelmann, Letters from Ludwig Wittgenstein with a memoir, Oxford
University Press, Oxford, 1967, 118.
92 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi-xvii. Feigl cita algunas ideas
fundamentales del Tractatus que fueron anticipadas en la epistemología de Schlick y
admite la posibilidad de que la filosofía de Russell haya servido como un conducto a
través del cual algunas ideas de Wittgenstein llegaran a Schlick antes de la
publicación de su Allgemeine Erkenntnislehre (―Teoría General del Conocimiento‖)
en 1918.
212 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
‗neutral‘ de orientación lingüística, ―para desilusión de muchos,
especialmente de Victor Kraft, Karl Popper, Edgar Zilsel y Herbert
Feigl‖93
.
Al mismo tiempo no sería justo hablar de una absorción total de
las ideas de Wittgenstein por parte de Schlick ya que tuvieron puntos
de vista diferentes en algunas nociones de ética y estética94
. Schlick, a
diferencia de Wittgenstein e incluso de otros miembros del Círculo de
Viena como Carnap y Reichenbach, consideraba que era posible
abordar temas normativos desde una perspectiva positivista y que la
ética podía tener contenido cognitivo. Muestra de esto fue el hecho de
publicar su libro sobre problemas de ética en la colección sobre la
visión científica del mundo de la que era editor. En su libro Schlick
intentó aplicar el método científico y la psicología a numerosos
problemas de la ética tradicional, como la motivación, la libertad y la
responsabilidad, el egoísmo, la fuente de los valores humanos, etc. Su
objeto no era amonestar o exhortar sino reunir, clarificar y analizar las
diversas cuestiones éticas95
.
Schlick siguió en contacto con Wittgenstein por correspondencia
y quizás en alguna otra entrevista personal y en la primavera de 1927
consiguió que Wittgenstein aceptara reunirse con otros miembros del
Círculo96
. Comenzó así un contacto conflictivo y excéntrico, con
distintos niveles de intensidad y frecuentes interrupciones entre
Wittgenstein y el Círculo de Viena que duró hasta el asesinato de
Schlick en junio de 1936.
A las reuniones celebradas entre 1927 y 1929 asistían además de
Schlick, Waismann —que era el más cercano a Schlick en ese
momento— Carnap, Feigl y algunos otros como Menger y nunca
93
H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvii.
94 Cf. B. McGuinness, Wittgenstein and the Vienna Circle, capítulo 10.
95 Cf. M. Schlick, Problems of Ethics (Título original Fragen der Ethik, 1939),
Dover, New York, 1962.
96 No es claro si estuvo o no presente en alguna reunión del Círculo de Viena como
conferenciante o como invitado (Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 438).
LUDWIG WITTGENSTEIN 213
fueron más de ocho97
. En los encuentros se trataban temas filosóficos
y no filosóficos. Algunas veces Wittgenstein prefería poner un poco
de distancia leyendo poemas, sobre todo de Rabindranath Tagore, y
habitualmente sentado de espaldas a la audiencia. En muchas otras
ocasiones hacía exposiciones largas de sus ideas que eran registradas
por los asistentes como iluminadoras y estimulantes. Esto se debió en
parte a que Wittgenstein estaba mentalmente centrado en su trabajo de
arquitecto y en parte su comportamiento oblicuo, indirecto y evasivo
respecto a los miembros del Círculo de Viena era una manera de
marcar distancia para que no le asimilaran a la tendencia positivista
del Círculo. Tampoco estaba dispuesto a ceder a la presión de quienes
querían que volviera a la escena filosófica, asistiera a reuniones y
proclamara su filosofía98
.
El año 1929 trajo considerables cambios para el Círculo de
Viena que publicó su manifiesto programático, y Wittgenstein se
trasladó a Cambridge para reanudar su dedicación completa a la
filosofía, su relación con Schlick era cordial y continuaba interesado
en seguir en contacto con los miembros del Círculo (a los que llamaba
la Mesa Redonda) 99
. Wittgenstein hizo una valoración negativa del
manifiesto del Círculo, le pareció que no había que hacer teorías ni
homenajes, como pretendían hacer con Schlick, sino que el maestro se
conocería por su trabajo y tampoco estaba de acuerdo con el nuevo
papel del Círculo de Viena como escuela filosófica. A partir de ese
momento aceptó encontrarse solamente con Schlick y Waismann y
rechazó todo tipo de reunión con otros miembros, Waismann escribió
las minutas de esas discusiones intentando proporcionar una versión
accesible de la filosofía de Wittgenstein a los miembros del Círculo.
Estas conversaciones se llevaron a cabo aprovechando las visitas
de Wittgenstein a Viena, entre 1929 y 1931, durante las vacaciones y
97
Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24-30.
98 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 65.
99 Cf. Carta de L. Wittgenstein a M. Schlick del 18 de febrero de 1929 desde
Cambridge. Schlick-Nachlass (123).
214 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
tuvieron un carácter más formal porque Wittgenstein tenía resultados
qué comunicar y porque, no sin considerable dudas, veía con buenos
ojos que sus ideas se propagaban en Viena por medio de los reportes
compuestos por Waismann y apoyaba el proyecto del libro de
Waismann Lógica, Lenguaje y Filosofía que pretendía ser una
introducción a las ideas del Tractatus. Wittgenstein fue creándose una
reputación de contribuyente de influencia —pero en la sombra— al
debate filosófico austriaco. Algunos lo consideraban el producto de la
imaginación de Schlick, un personaje mitológico inventado como
cabeza del Círculo100
.
Schlick y Waismann se fueron percatando de lo rápido y
radicalmente que estaban cambiando las ideas de Wittgenstein al ver
el retraso del libro de Waismann, programado para publicarse en 1929
y que inicialmente pretendía ser una introducción al Tractatus. Más
tarde se convirtió en una relación de los cambios y finalmente en un
proyecto de exposición de la nueva postura de Wittgenstein. El estilo
de escribir y siempre corregir y nunca estar satisfecho ni dar nada por
terminado llegó a exasperar a Waismann, y Wittgenstein había
perdido la confianza en que Waismann entendiera sus ideas. Sobra
decir que Waismann dejó de tener la responsabilidad de presentar las
nuevas ideas de Wittgenstein a los miembros del Círculo de Viena.
Wittgenstein y Waismann seguían involucrados en el intento de
publicar el libro en atención al entusiasmo de Schlick, que se convirtió
en mediador de las comunicaciones entre Wittgenstein y Waismann,
pero el desencuentro entre ambos era innegable.
A pesar de su desprecio por la profesión filosófica Wittgenstein
mantenía un mirada celosa y atenta al uso que sus ideas recibían por
parte de los filósofos académicos y en el verano de 1932 estuvo
involucrado en una disputa de prioridad con Carnap en relación al
contenido de un artículo publicado por Carnap en Erkenntnis y luego
100
Cf. H. L. Mulder, ―Wissenschaftliche Weltauffassung der Wiener Kreis‖, Journal
of the History of Philosophy, 6, 1968, 386-390.
LUDWIG WITTGENSTEIN 215
publicado en inglés como The Unity of Science101
. En su escrito
Carnap hacía una defensa del fisicalismo del que, según él, el
Tractatus no decía nada, Wittgenstein replicó que sí decía a pesar de
su forma abreviada. Wittgenstein se quejaba enérgicamente con
Schlick diciendo que se podía ser escrupuloso al citar las fuentes
como era el caso de Schlick, o por el contrario no tener ningún interés
en citar, como era la costumbre de Wittgenstein, pero lo que resultaba
moralmente inaceptable era citar selectivamente como lo había hecho
Carnap102
.
Este incidente precipitó el término de las conversaciones con
Waismann a quien Wittgenstein consideraba la fuente de donde
Carnap había tomado sus ideas mientras que Carnap las atribuía a
Neurath, el más positivista de los miembros del Círculo de Viena. Lo
único que Carnap reconoce de Wittgenstein en la introducción de la
versión en inglés fue el llamar ―sinsentido‖ a las proposiciones no
verificables y por tanto no científicas103
. Stadler considera que esta
inclinación egomaníaca de Wittgenstein condujo a la ruptura con
Carnap en 1932 y a un conflicto personal y filosófico entre dos
pensadores opuestos104
.
En 1932 Wittgenstein dio por terminadas las reuniones con el
Círculo de Viena que había sostenido por espacio de dos años a través
de Schlick y Waismann. Consideró que esta forma de difundir sus
ideas podía conducir a una publicación distorsionada y sin una
adecuada comprensión, y decidió distribuir privadamente sus notas
entre sus amigos. A partir de 1933 Wittgenstein aceptó reunirse sólo
con Schlick, pasaron el verano de 1933 discutiendo y trabajando
101
El estudio mejor documentado de la relación de Schlick y Wittgenstein desde el
punto de vista filosófico se encuentra en R. Cirera, Carnap and the Vienna Circle,
Rodopi, Amsterdam, 1994, 43-82.
102 Cf. L. Goldstein, Wittgenstein’s Ph.D Viva - A Re-Creation, nota 42.
103 Cf. R. Carnap, The Unity of Science, Thoemmes, London, 1995. (Título original:
―Die physikalische Sprache als Universalsprache der Wissenschaft‖, Erkenntnis, 2,
1931, 432-465 publicado en inglés en 1934), 28.
104 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 427-428.
216 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
exhaustivamente en unas notas dictadas por Wittgenstein a Schlick105.
En 1934 Wittgenstein propuso escribir un libro en coautoría con
Waismann. Wittgenstein proporcionaría el material y tendría el
control de la forma y la estructura y Waismann sería responsable de
redactarlo. Waismann era el miembro del Círculo de Viena más
influenciado por Wittgenstein pero debido a su timidez sus desarrollos
permanecieron en un segundo plano106
y concretamente este proyecto
no prosperó. Con cada nuevo arreglo la posición de Waismann era
peor y se quejó con Schlick de lo difícil que era colaborar con alguien
que seguía la inspiración del momento y demolía con inquietante
facilidad lo que antes había construido107
.
El asesinato de Schlick en 1936 hizo que el proyecto del libro
conjunto se extinguiese. Wittgenstein escribió una carta a Waismann
en la que expresaba su estupor y la gran pérdida que suponía la muerte
de Schlick para ambos. Le pide que exprese sus condolencias a la
familia de Schlick dudando en escribirles personalmente por que la
relación había terminado antes108
. La relación entre Wittgenstein y
Waismann no pudo acabar peor. Al poco tiempo de la muerte de
Schlick Wittgenstein acusó a Waismann de haber plagiado sus ideas
en su ensayo “On the Concept of Identity”, a pesar de que Waismann
reconocía en el libro la gran deuda que tenía con las conversaciones
con Wittgenstein109
. A finales de 1937 Waismann y su familia
huyeron de Viena en calidad de refugiados. Por mediación de Popper
pudo emigrar a Cambridge donde trabajó como profesor, sufriendo la
indiferencia y la sombra de Wittgenstein. Posteriormente se trasladó a
105
B. McGuinness (ed.), Wittgentein and the Vienna Circle, 11.
106 Cf. G. Baker, Wittgenstein, Frege and the Vienna Circle, Blackwell, Oxford,
1988, 230-235 y F. Stadler, The Vienna Circle, 427.
107 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 340.
108 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 49-50. El autor refiere que las relaciones con Schlick
se habían enfriado en los meses precedentes.
109 Cf. F Waismann, ―Über den Begriff der Identität‖, Erkenntnis, 6, 1936, 56-64.
LUDWIG WITTGENSTEIN 217
la Universidad de Oxford donde tuvo una existencia solitaria y a pesar
de todo contribuyó a introducir las nuevas ideas de Wittgenstein 110
.
4.2.2 Los temas de discusión
¿Cómo fue el diálogo entre el Wittgenstein que rechazaba el
Tractatus y el Círculo de Viena que lo tenía como inspiración
fundamental? La respuesta a esta pregunta es importante e interesante.
Por una parte Wittgenstein seguía considerando que el Tractatus era
una obra importante pero ya estaba en otra frecuencia filosófica, con
otra metodología y otros intereses muy distintos de los de los
positivistas lógicos111
. Por otra parte entre los miembros del Círculo
de Viena unos se subieron al nuevo barco de las ideas que se
publicarían después de la muerte de Wittgenstein en Philosophical
Investigations y otros se desmarcaron abiertamente. Las diferencias
personales y teóricas ente Wittgenstein y Carnap contribuyeron a una
recepción parcial de Wittgenstein por parte de otros miembros del
Círculo de Viena.
Feigl no tiene empacho en presentar a Carnap y a Wittgenstein
como dos hombres con personalidades diametralmente opuestas y con
puntos de vista filosóficos progresivamente divergentes112
. Carnap se
reunió con Wittgenstein en cinco ocasiones entre junio y agosto de
1927 que bastaron a Wittgenstein para considerarle non grato y
excluirle lo antes posible de las reuniones113
. En su autobiografía
intelectual Carnap relativizó los conflictos con Wittgenstein (no es
extraño tomando en cuenta que cuando se volvió mayor no quería ni
recordar ni tener problemas con nadie) aunque en un borrador no
publicado de su autobiografía intelectual escribe que nunca había sido
110
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 744.
111 N. Malcolm, A Memoir, 58.
112 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvi.
113 Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 65.
218 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
tratado con tan mala educación por nadie. Le parece que el caso es
para un psicoanalista, pero una vez más con su categoría característica
subrayó que esto no quita que Wittgenstein fuera un genio creativo al
que la filosofía debía mucho. Reconocía que debía a Wittgenstein la
orientación general de su filosofía pero no su desarrollo respecto a
cuestiones individuales114
.
Las observaciones de Wittgenstein acerca del pensamiento, del
‗sí mismo‘ y del valor fueron una fuente importante para el desarrollo
posterior de Carnap, a la vez que éste criticó duramente el misticismo
de Wittgenstein en su comentario a la proposición 6.522 del Tractatus
(‗En verdad existe lo inexpresable. Este se muestra a sí mismo, es lo
místico‘) 115
.
Entre los miembros del Círculo de Viena hubo un rechazo
general al misticismo del ―mostrar‖ y al dualismo entre lenguaje y
mundo, y se aceptaron el análisis lógico y la crítica del lenguaje como
elementos de la visión científica del mundo116
. Los positivistas lógicos
se concentraron en derivar las implicaciones antimetafísicas del
análisis lógico del lenguaje relativas a lo decible y procurando abstraer
el misticismo contenido en la propuesta de Wittgenstein117
.
Para Wittgenstein, a diferencia de lo que se afirmaba en Círculo
de Viena, no había que evitar hablar acerca del sinsentido, sino que
todo dependía del espíritu con que se hace. Monk describe las
perplejidades de Schlick y Waismann al oír a Wittgenstein hablar de S
Agustín, de Heidegger, de Kierkegaard, que eran discursos que ellos
intentaban condenar como carentes de sentido118
. Aunque aquí
también estaría Carnap explicando que el sinsentido lógico al que se
114
Cf. R. Carnap, ―Intellectual Autobiography‖, 24-29 y F. Stadler, The Vienna
Circle, 434.
115 Cf. R. Carnap, The Logical Syntax of Language, 313-314.
116 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 429, 434.
117 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 423.
118 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 282.
LUDWIG WITTGENSTEIN 219
refieren al hablar de las proposiciones metafísicas no se identifica con
el sinsentido psicológico, que cabe en el discurso no científico y puede
tener incluso un sentido muy profundo —pueden resultar ricamente
evocativas de asociaciones y sentimientos para los autores y los
interlocutores— para quien lo sustenta119
. Existe una semejanza entre
Wittgenstein y los miembros del Círculo de Viena en relación al
emotivismo asociado a lo ético y separado radicalmente de la ciencia,
aunque existen también diferencias claras: Wittgenstein postula una
ética de tipo místico, Schlick una ética científica y Carnap sitúa el
discurso ético en el ámbito de la subjetividad120
.
Los miembros del Círculo de Viena hicieron su propia
interpretación del Tractatus, y montaron su positivismo lógico sobre
una selección de los puntos concretos que más se adecuaban a su
postura. Feigl es consciente de que hablar de Wittgenstein en el
Círculo de Viena es hablar principalmente de la interpretación que los
miembros del Círculo de Viena, principalmente Schlick, hicieron de
Wittgenstein. Por eso al explicar las causas del cambio en la postura
de Schlick matiza diciendo ―influido por Carnap y Wittgenstein (es
decir, por Wittgenstein tal como era conocido por Schlick y por
muchos otros miembros del Círculo de Viena)‖ 121
.
Los miembros del Círculo de Viena –sobre todo el ala radical-
parafrasearon la proposición 4.116 del Tractatus (―lo que puede
decirse puede decirse claramente‖) para subrayar su objetivo
antimetafísico . La afirmación de que la visión científica del mundo no
conocería enigmas insolubles guió la recepción de Wittgenstein por
parte del Círculo122
. Wittgenstein rechazó esta interpretación, ya que
estaba empeñado en un proceso de análisis lingüístico y de
clarificación intelectual (orientada moral y terapéuticamente) en un
contexto sociocultural distinto. Buscaba un contrapeso tanto a los
119
Cf. R. Carnap, The Unity of Science, 27.
120 Cf. J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 767.
121 H. Feigl y A. Blumberg, ―Introducción‖, xvii. La cursiva es mía.
122 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422.
220 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
manierismos como a los elementos carentes de sentido en el lenguaje
ordinario y no pensaba ni de lejos en movilizar una especie de cruzada
antimetafísica. Intentaba demarcar el mundo de los valores y por tanto
de lo indecible e inefable (la ética, la religión, la filosofía, el arte e
incluso la literatura) del mundo de los hechos, de lo que se puede decir
(las ciencias naturales) pero no pretendía destruirlos o eliminarlos al
modo de los positivistas lógicos que consideraron el Tractatus
básicamente como una investigación de la lógica del lenguaje con
ciertas curiosas implicaciones relativas a los valores123
.
Los autores del manifiesto del Círculo de Viena toman como
punto de partida, y como elemento esencial de la concepción científica
del mundo, la idea de Wittgenstein de excluir los pseudoproblemas
con ayuda del análisis lógico y parafrasean a Wittgenstein cuando
escriben que ―la visión científica del mundo no conoce enigmas
insolubles‖124
. Wittgenstein abandonó la visión científica del mundo,
y de hecho se dedicó a combatirla en los últimos años de su vida,
mientras que algunos miembros del Círculo de Viena, como es el caso
de Carnap, postularon un humanismo científico en el que la ciencia
era el instrumento más importante para la democratización de la vida
ordinaria125
.
Wittgenstein es padre del positivismo lógico en una cuestión
fundamental: la perspectiva lógica en la explicación de los fenómenos.
Los miembros del Círculo de Viena explicaron los fenómenos
mediante consideraciones puramente lógicas (a la manera de
Wittgenstein) y no desde el prejuicio empirista como lo había hecho
Mach. Rechazo de cualquier pretensión de la ciencia de explicar los
fenómenos, si se entiende por explicación algo distinto de la
123
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 422-423.
124 R. Carnap, H. Hahn y O. Neurath, ―The Scientific Conception of the World: The
Vienna Circle‖, 328.
125 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 32-34.
LUDWIG WITTGENSTEIN 221
presentación de los fenómenos de una forma clara y fácilmente
aprensible126
.
Aunque el principio de verificación se haya originado con
Wittgenstein su intención no fue nunca la de presentarlo como base de
un edificio intelectual, ya que podía estar basado en un malentendido
y podía fallar al intentar aplicarlo a cuestiones todavía sin resolver127
.
Es innegable que existió una fase verificacionista en Wittgenstein (la
correspondiente a Philosophical Remarks) que cuajó como fruto de
sus conversaciones con los miembros del Círculo de Viena, pero que
además de pasajera presenta una diferencia grande en su uso y
contexto (más kantiano y fenomenológico) contrario al uso dogmático
que le daban los miembros del Círculo de Viena y Ayer128
.
Wittgenstein buscaba reemplazar la teoría del significado del
Tractatus con el proyecto pseudokantiano del análisis
fenomenológico. Abandonó pronto el proyecto y con él la insistencia
en el principio de verificación como criterio de falta de significado. En
Philosophical Remarks (verificacionista y fenomenológico) usa las
herramientas adoptadas por los miembros del Círculo de Viena para
una tarea diametralmente opuesta a la de éstos. Casi al mismo tiempo
que estas tesis se escribieron Wittgenstein se mostró insatisfecho con
su formulación que le parecía que importaban el equivocado
dogmatismo del Tractatus. De hecho estaba desarrollando una
concepción de la filosofía sin ninguna tesis129
.
Los miembros del Círculo de Viena explicaron, siguiendo a
Wittgenstein, su noción de filosofía como una actividad clarificadora
del significado de las proposiciones cuyo objetivo sería la eliminación
126
Cf. A. Blumberg y H. Feigl, ―Logical Positivism: a New Movement in European
Philosophy‖, Journal of Philosophy, 28, 1931, 282.
127 J. Heal, ―Ludwig Wittgenstein‖, 762.
128 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 285-288.
129 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 294-296.
222 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de las pseudoproposiciones carentes de sentido130
. Parece haber sido
esta la razón por la que Schlick y otros consideraban a Wittgenstein
como uno de los fundadores del positivismo lógico (aunque la primera
palabra no le cuadra muy bien) y conscientes de esto los miembros del
Círculo de Viena prefirieron denominarse empiristas lógicos131
.
4.3 El único encuentro personal entre Popper y Wittgenstein
A partir de la publicación de The Open Society en 1945 Popper
se convirtió en un autor conocido en la escena filosófica inglesa y a su
llegada a Londres en 1946 recibió invitaciones para impartir
conferencias en distintos sitios, entre otros en el Moral Science Club
de Cambridge el 26 de octubre. La actitud hacia Popper por parte de
los filósofos de Oxford —sobre quienes Wittgenstein ejercía una
influencia tremenda—variaba: fue ignorado por J. L Austin y por los
filósofos de la nueva ala del lenguaje ordinario pero algunos como
Hampshire, Hare, Kneale, Quinton, Robinson y Ryle le admiraban y
llegó a ser reconocido como parte de los líderes de la filosofía
británica. Su presencia era poco solicitada, pero sus escritos se leían
con interés y algunos fueron incluidos en prestigiosas antologías como
Contemporary British Philosophy (1956) y British Philosophy in the
Mid-Century (1957) y lo cierto es que Popper nunca se asimiló a la
llamada filosofía profesional británica.
130
Cf. A. Blumberg y H. Feigl, ―Logical Positivism‖, 269. En este artículo se define
por primera vez el movimiento de filosofía científica desarrollado en el Círculo de
Viena como ―positivismo lógico‖.
131 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 409.
LUDWIG WITTGENSTEIN 223
4.3.1 La relación de Russell con los dos filósofos vieneses
La presencia de Russell en la reunión del Moral Science Club
tuvo un peso específico en la disputa que tuvo lugar entre los dos
filósofos vieneses. Wittgenstein había sido descubierto y apoyado por
Russell, pero en ese momento su relación había terminado, mientras
que su relación con Popper era relativamente reciente y fue siempre
cordial pero nunca íntima. Russell fue, junto con Frege, un punto de
referencia fundamental para Wittgenstein tanto desde el punto de vista
de sus ideas como del apoyo académico y humano en los primeros
pasos de Wittgenstein en Cambridge. Russell fue testigo de sus
tormentos filosóficos y de conciencia, de su modo de vida y su
ascetismo132
. Como afirma Wisdom ―si no hubiera sido por
Cambridge y por Russell (...) es casi seguro que no se hubiera oído
nada de Wittgenstein‖133
y aunque Russell no comprendió del todo el
Tractatus reconoció públicamente su envergadura:
El Tractatus Lógico-Philosophicus del Sr. Wittgenstein,
independientemente de si es capaz o no de proporcionar la verdad
última sobre los temas que trata, ciertamente merece ser considerado
como un evento importante en el mundo filosófico por su extensión,
alcance y profundidad134
.
Se dio una colaboración intelectual abundante y fértil aunque
sus relaciones personales fueron tormentosas. Russell consideró que la
crítica de Wittgenstein a su teoría del conocimiento había sido un
evento de primera categoría en su vida y había afectado a todo lo que
132
Cf. B. Russell, Autobiography. 1914-1944 136-140.
133 J. O. Wisdom, ―Esotericism‖, Philosophy, 34, 1959, 349.
134 B. Russell, ―Introduction‖ en L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus
(1921), Routledge, London, 1997, ix.
224 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
había hecho a partir de ese momento135
. Al mismo tiempo a Russell le
preocupaba que Wittgenstein no fuera capaz de hacerse entender por
quien no compartía sus puntos de vista y que se negara a dar
argumentos por razones ―estéticas‖ y pensaba en su propio trabajo de
lógica que pasaría a las siguientes generaciones por las manos de
Wittgenstein a quien veía como sucesor y estaba persuadido de que
Wittgenstein tenía que hacer el siguiente gran paso en la filosofía.
Esto para Wittgenstein era fuente de satisfacción y de sufrimiento a la
vez136
.
En 1913 trabajaban en proyectos muy diferentes y con ópticas
muy diferentes y se puede decir que Russell había pasado el relevo a
Wittgenstein en el campo de la lógica y poco a poco el alumno se
convertía en el maestro137
. Al mismo tiempo las cartas de Wittgenstein
desde la prisión en Italia durante la guerra y desde Trattenbach cuando
obtiene una posición como maestro en septiembre de 1920 hasta
noviembre de 1921 reflejan que Russell continuaba siendo un
referente humano e intelectual para Wittgenstein138
. Distinguía entre
el trabajo de Russell en lógica matemática y los escritos relativos a la
ética y la política que consideraba que no deberían ser leídos por
nadie139
. Wittgenstein fue creciendo en el convencimiento de que
Russell ya no era serio y que ya había alcanzado lo que podía
alcanzar, y calificó de fraude el libro de Russell sobre matrimonio y
moral140
.
135
Cf. B. Russell, The Autobiography of Bertrand Russell. 1914-1944, (Publicada
por primera vez en 1951), Little & Brown, Boston, 1968, 66 y el capítulo dedicado
al impacto de Wittgenstein en B. Russell, My Philosophical Development, 82-94
136 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 54.
137 Un análisis profundo acerca de la transformación de Wittgenstein de protegido en
maestro de Russell puede encontrarse en R. Monk, The Duty of Genius, 36-90.
138 Cf. B. Russell, Autobiography. 1914-1944, 161-170.
139 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 471.
140 Cf. B. Russell, Marriage and Morals, Allen&Unwin, London, 1958.
LUDWIG WITTGENSTEIN 225
Por otra parte, Russell expresa en las cartas dirigidas a Lady
Ottoline la sensación de fracaso, que le producían las críticas de
Wittgenstein y cómo le chocó descubrir un místico en Wittgenstein
después de la guerra141
. En las cartas de Russell se trasluce claramente
que la segunda filosofía de Wittgenstein ya no le convence:
Yo admiraba el Tractatus de Wittgenstein pero no su obra posterior, la
cual me parecía que entrañaba una renuncia a su mejor talento (...) sus
doctrinas positivas me parecen triviales y sus doctrinas negativas
infundadas. No he encontrado en las Philosophical Investigations
nada que me pareciera interesante y no acabo de entender por qué toda
una escuela encuentra en sus páginas importante sabiduría142.
Russell criticaba de estrecho e incivil el que Wittgenstein no
abordara cuestiones políticas debido a su falta de habilidad o de
deseo143
. Wittgenstein por su parte evitó hacer comentarios sobre las
impresiones de su estancia en la Unión Soviética en 1935 porque no
quería que su nombre fuera usado para apoyar la propaganda
antisoviética como había permitido Russell que se usara el suyo a raíz
de la publicación de su libro sobre el bolchevismo144
. Era evidente que
estaban en distintas frecuencias: Wittgenstein estaba ocupado en
mejorarse a sí mismo y Russell en mejorar el mundo.
En 1944 Russell y Wittgenstein volvieron a encontrarse en
Cambridge después de una interrupción de casi catorce años y había
poca empatía entre ellos. Russell después de seis años en Estados
Unidos encontró que estaba pasado de moda entre los filósofos
académicos británicos entre los que Moore y Wittgenstein eran mucho
141
B. Russell, ―Introduction‖, xxi.
142 B. Russell, My Philosophical Development, (Publicado por primera vez por
Simon & Schuster, New York, 1959), Routledge, London, 1985, 159-161.
143 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 73.
144 Cf. B. Russell, Teoría y práctica del bolchevismo, Ariel, Barcelona, 1949.
226 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
más influyentes. A pesar del distanciamiento en las reuniones del
Moral Science Club Wittgenstein siempre tuvo una deferencia con
Russell como no tenía con ningún otro145
. En un artículo publicado en
Mind con ocasión de la muerte de Wittgenstein, Russell resume en una
breve frase lo que fue su contacto con Wittgenstein:
Conocer a Wittgenstein fue una de las aventuras intelectuales más
excitantes de mi vida. En los últimos años faltaba simpatía intelectual
entre nosotros, pero en los primeros estaba tan dispuesto a aprender de
él como él de mi (...) sobre el desarrollo de sus ideas después de 1919
no puedo hablar146
.
Popper nunca aceptó la filosofía académica británica, en
particular el análisis del lenguaje entonces de moda, pero encontró
sintonía con algunos filósofos en Inglaterra, entre los que Russell tuvo
un lugar especial: junto con Tarski y Einstein uno de los pensadores
más admirados por Popper147
. Sin embargo la relación entre Russell y
Popper no era simétrica. Durante un tiempo Russell no tuvo bien
identificado a Popper y parece que no había leído The Logic of
Scientific Discovery, ni antes Logik der Forschung, a juzgar por los
ejemplares del libro encontrados en el archivo de Russell con las
páginas aun sin cortar. Tampoco leyó The Open Society al momento
de recibir el libro de parte de Popper sino hasta después y quedó
sorprendido, recomendando vivamente su lectura en alguna
conferencia148
. Durante los últimos años de su vida Russell
145
Cf. N. Malcolm, A Memoir, 57.
146 B. Russell, ―Ludwig Wittgenstein‖, Mind, 60, 1951, 298. Resulta tan escueto el
artículo de Russell que el editor promete más artículos en memoria de Wittgenstein
solicitados a Moore, Wisdom y Waismann.
147 K. Popper, ―The philosophy of Russell: II. Discussion among Karl Popper, Peter
Strawson and Geoffrey Warnock‖ en B. Magee (ed.), Modern British Philosophy,
Capítulo 7.
148 Cf. J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 660-661.
LUDWIG WITTGENSTEIN 227
recomendaba en su correspondencia que se acercaran a Popper si la
consulta versaba sobre cuestiones filosóficas y remitía a Quine si se
trataba de temas de lógica. Los archivos tienen también dos cartas de
enero de 1959 de Popper a Russell en las que Popper acusa recibo de
My Philosophical Development y otra en la que comunicaba a Russell
su decisión de dedicarle el Postscript to The Logic of Scientific
Discovery149
.
En enero de 1947, poco después del encuentro en el Moral
Science Club Popper hizo una reseña elogiosa del libro A History of
Western Philosophy en la radio austriaca ponderando que se trataba de
un gran libro y que su grandeza radicaba en la grandeza del hombre
que lo había escrito. Considera que Russell es un gran filósofo que
puede situarse a la altura de Descartes, Locke, Hume o Kant, ya que
―gracias a él, afirma Popper, la tradición de la razón sobrevivió al
ataque de las filosofías de moda que buscaban más seducir que
ilustrar‖150
. Afirma que la lógica de Russell es la contribución más
importante desde Aristóteles y reconoce que lo que más admira en
Russell es que fue un filósofo que nunca se consideró infalible sino
que admitió abiertamente que podía equivocarse y de esta manera
demostró que lo importante era aprender, buscar la verdad.
Efectivamente la reseña está llena de adjetivos no muy comunes en
Popper. Hay que reconocer que el libro fue un éxito de ventas pero no
contribuyó a mejorar la reputación de Russell como filósofo151
.
Los estudios de Grattan-Guinness acerca de la relación entre
Russell y Popper, llevados a cabo cuando los archivos de ambos
quedaron abiertos al público, permiten seguir el hilo de su
correspondencia y esclarecer los puntos de acuerdo y las
discrepancias:
149 I. Grattan-Guinness, ―Bertrand Russell(1872-1970) After Twenty Years‖ en
Notes and Records of the Royal Society of London, 44 (1990), 303-304.
150 K. R. Popper, ―Broadcast Review of ‗History of Western Philosophy‘‖, Russell:
the Journal of the Bertrand Russell Archives, 12, 1992, 19-21.
151 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 471.
228 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Russell y Popper se cuentan entre los filósofos más influyentes de este
siglo. Aunque siguieron líneas y tradiciones sustancialmente
diferentes, especialmente en relación al conocimiento a priori, a los
objetos abstractos y al papel de la inducción en la ciencia, se tuvieron
en alta estima mutua y mantuvieron una larga correspondencia sobre
todo después de la Segunda Guerra Mundial152
.
En octubre de 1946 Russell estaba recientemente instalado de
nuevo en el Trinity College e invitó a Popper a tomar el te antes de la
reunión del Moral Science Club. Puede conjeturarse que durante la
conversación Russell previno a Popper del deterioro que se había
producido en su relación con Wittgenstein y de su profundo
desacuerdo acerca de sus nuevas ideas. Era un momento en que
Russell había dejado de ser el filósofo de moda y aunque seguía
teniendo peso, el antiguo alumno brillaba con luz propia, en este
sentido no sorprende que la reacción de Russell ante el debate
acalorado entre Wittgenstein y Popper haya sido favorable a
Popper153
.
4.3.2 La reunión en el Moral Science Club de Cambridge
Para algunos autores el episodio del atizador refleja y simboliza
la historia de un cisma en la filosofía del siglo XX sobre el significado
del lenguaje, una división entre quienes han determinado que los
152
I. Grattan-Guinness, ―Russell and Karl Popper: Their Personal Contacts‖,
Russell: the Journal of the Bertrand Russell Archives, 12, 1992, 3. Ver también I.
Grattan-Guinness, ―Karl Popper For and Against Bertrand Russell‖, Russell: the
Journal of the Bertrand Russell Archives, 18, 1998, 25-42.
153 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 296. Se puede
encontrar un interesante relato sobre el paso de Russell por el Trinity College en G.
H. Hardy, Bertrand Russell and Trinity, Cambridge University Press, Cambridge,
1970.
LUDWIG WITTGENSTEIN 229
problemas filosóficos tradicionales son meros embrollos o enredos
lingüísticos y quienes piensan que esos problemas trascienden el
lenguaje. Para otros autores el episodio no reviste particular interés
—se trata sólo de la discusión acalorada entre dos filósofos vieneses
que tenían ideas contrarias y un fuerte carácter germánico que chocaba
diametralmente con el cuidado británico de las formas— e incluso
consideran inexplicable que Popper le haya dedicado más de una
página en su autobiografía. Otros afirman simplemente que el choque
entre dos prima donnae vieneses resulta inevitable.
No existe acuerdo hasta hoy en relación a detalles importantes
de lo sucedido durante los diez minutos escasos que duró el encuentro.
Existen errores en las versiones, incluso en la de Popper, como por
ejemplo que las minutas oficiales dan la fecha equivocada, Popper
recoge mal el título de su intervención154
y no menciona que Russell
haya gritado a Wittgenstein y la mayoría de los relatos lo hacen155
.
Unos describen a Wittgenstein calmado en contra de la mayoría de los
relatos. Hay consenso en que se trató de un vehemente intercambio de
opiniones entre Popper y Wittgenstein acerca de la naturaleza de la
filosofía y de la existencia de genuinos problemas filosóficos, y para
el objetivo de este trabajo basta con esto.
Indudablemente la reunión del 25 de octubre de 1946 había
creado particular expectación, hubo más asistentes —30 contra los 15
habituales— y el seminario estaba ―desacostumbradamente cargado
de tensión‖ como registró el secretario. Es comprensible tomando en
cuenta que se trataba de dos filósofos vieneses en los que se podían
identificar paralelismos y contrastes importantes e interesantes, tanto
históricos como de personalidad, de familia, de estilo de pensamiento
y ámbito de influencia.
154
Cf. B. McGuinness y G. H. von Wright (eds.), Ludwig Wittgenstein; Cambridge
Letters, Oxford, 1995, 33-34.
155 Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge: Popper or
Wittgenstein?, 1985, 1-2.
230 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Entre Popper y Wittgenstein hubo falta de empatía desde el
primer momento: unos afirman que Wittgenstein se sorprendió
desagradablemente al ver que Popper estaba decidido a enfrentarle,
mientras que otros responden que Wittgenstein se desesperó al ver que
no había manera de entenderse con Popper. Popper había acudido a la
reunión resuelto a ―verse las caras‖ con Wittgenstein. Algunos relatan
que se notaba que medía las fuerzas del adversario, que tanto había
ocupado su pensamiento y al que no había visto nunca hasta entonces.
Wittgenstein, por su parte, estaba en circunstancias completamente
diferentes: en lo intelectual cultivaba una línea antiteórica y
anticientista de fe y amor. Estaba persuadido de que la cuestión del
sentido de las palabras, de las percepciones (como o bajo distintos
aspectos) y de la vida tiene consecuencias (la cuestión del ―cambio de
óptica‖ podía cambiar la vida156
), y en lo personal atravesaba un
momento de tristeza y sentía que se moría. Estaba particularmente
harto del ambiente de Cambridge, acusaba recibo de los desencuentros
con los demás, incluso con sus amigos académicos como Moore y
Sraffa y, en otro orden de cosas, con el joven B. Richards. A
principios de noviembre —disgustado por la vanidad y la estupidez
de su propia actuación en ese ambiente que le parecía ―miserable‖—
se preguntó si debería seguir dando clases. Al año siguiente renunció a
la cátedra.
Los testigos divergen no sólo de las interpretaciones sino
también de algunos hechos, aunque esto resulte difícilmente
concebible tratándose de relatos escritos por profesionales de la
epistemología. Ambos contaban con seguidores devotos, pero el
hechizo de Wittgenstein no tenía parangón y éste es un elemento a
tomar en cuenta al valorar estos relatos. En la disputa entre
Wittgenstein y Popper no hubo posibilidad de derrota ni victoria
simplemente porque no terminó pero el incidente no afectó en nada la
ferviente lealtad de muchos de los jóvenes filósofos de Cambridge
hacia Wittgenstein157
.
156
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 501.
157 Cf. O. P. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle, Macmillan, London, 1971,11.
LUDWIG WITTGENSTEIN 231
En general los profesores de filosofía de Cambridge en ese
momento, con excepción de Wisdom, tenían animadversión hacia
Wittgenstein y apoyaron a Popper, que había tenido trato con casi
todos, en la controversia. Algunos profesores rehusaban asistir a las
reuniones del Moral Science Club porque les molestaba el papel y la
actitud de Wittgenstein, como era el caso de Broad, miembro del
cuerpo docente de Cambridge, que anotó en su autobiografía
intelectual:
El único deber que yo rechazaba claramente era la asistencia semanal
a las reuniones del Moral Science Club (...) no estaba dispuesto a
pasar horas, cada semana, en una densa atmósfera de humo de
cigarros mientras que Wittgenstein, puntualmente, pasaba a través de
un cerco y los fieles, puntualmente, ‗se admiraban con cara entusiasta
de tontos‘158
.
La historia de Wittgenstein en el Moral Science Club había sido
larga y accidentada. Al principio mostró gran interés en asistir a las
reuniones del Moral Science Club: comenzó a participar en las
reuniones desde 1912 al poco de haber llegado a Cambridge y pronto
se convirtió en un miembro influyente. Propuso que se eligiese un
presidente para dirigir la discusión y que las exposiciones se limitaran
a siete minutos y otras medidas que sirvieron después para excluir al
mismo Wittgenstein acusado de monopolizar las discusiones. La
primera reunión bajo el nuevo plan se celebró en las habitaciones de
Wittgenstein presidiendo Moore159
. En 1930, al poco de haber
regresado a Cambridge después de un largo periodo alejado de la
academia, reanudó su participación en las reuniones del Moral Science
Club. En 1932 fue acusado de monopolizar las discusiones y se alejó
por un tiempo. En 1939 reemprendió un papel activo en las sesiones y
158
P. A. Schilpp (ed.), The Philosophy of C. D. Broad, Tudor, New York, 1959,
p.61.
159 Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 197-198.
232 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
en 1944 sucedió a Moore como presidente. En los últimos años las
reuniones del Moral Science Club le resultaban desagradables y
acudía sólo por sentido del deber160
.
En contraste con los académicos británicos que, brillantes o no,
en público ejemplificaban los modales y el comportamiento propios
de un caballero inglés (tenían en alta estima el principio de tolerancia
e intentaban ver las cosas desde el punto de vista del contrario,
hablaban en un tono cortés y mesurado y , si se enfadaban, raramente
alzaban la voz), Wittgenstein y Popper conocían la fuerte expresividad
vienesa y quizás estaban también acostumbrados a la complejidad y
tensión de las relaciones entre los filósofos vieneses a principios de
los años veinte. Los profesores británicos presentes debieron sentirse
incómodos y alarmados mientras asistían al enfrentamiento dialéctico
protagonizado por Wittgenstein y Popper161
.
La versión más documentada del encuentro entre Wittgenstein y
Popper es la que proporciona J. Watkins —sucesor de Popper en la
London School of Economics— y en la que trata de integrar los
diversos relatos del encuentro en el Moral Science Club y reconstruir
lo sucedido de la manera más cuidados posible:
El encuentro se celebró en el aula de Braithwaite en King‘s College.
Wittgenstein que presidía el encuentro se sentó al lado de una
chimenea encendida y Popper al otro lado. Russell estaba en una
mecedora de respaldo alto. Entre los presentes se encontraban
Elizabeth Anscombe, Richard Braithwaite, C. D. Broad, A. C. Ewing,
Peter Geach, Norman Malcolm, Margaret Masterman, Stephen
Toulmin y John Wisdom. Había también varios estudiantes. La
invitación enviada a Popper por el secretario incluía la experiencia de
que los ‗artículos breves, o el abrir con algunas observaciones acerca
de algún rompecabezas filosófico, producen en general mejores
discusiones que los escritos largos y elaborados‘. Popper empezó
160
Cf. N. Malcolm, A Memoir, 46.
161 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 74.
LUDWIG WITTGENSTEIN 233
expresando su sorpresa por la carta de invitación del Secretario (que
según recoge la minuta era la forma habitual de las invitaciones al
club). Parece que Wittgenstein interpretó las observaciones iniciales
de Popper como una queja contra el Secretario y salió en su defensa.
Pero Popper estaba tomando las palabras de la invitación como
expresando la tesis de Wittgenstein de que no existen genuinos
problemas filosóficos sino sólo rompecabezas lingüísticos; y se
proponía contrarrestar esta tesis proporcionando algunos problemas
reales162
.
A continuación Watkins refiere los ejemplos de genuinos
problemas filosóficos planteados por Popper:
Uno se refería a la inducción. Wittgenstein lo rechazó como un simple
problema lógico. Otro relativo a la cuestión del infinito actual como
distinto del mero infinito potencial. Una de las dos tesis en la primera
antinomia de Kant dice que el mundo debe haber tenido un comienzo
en el tiempo porque de lo contrario hubiera transcurrido un tiempo
infinito actual o completo. Popper había rechazado esto muchos años
antes [Cf. K. Popper, ―On the Possibility of an Infinite Past: a Reply to
Whitrow‖, The British Journal for the Philosophy of Science, 29,
1978, 47-48]. Wittgenstein lo rechazó como un problema matemático.
Como último ejemplo Popper planteó la cuestión de la validez de las
normas morales. Wittgenstein que había sostenido el atizador y había
estado jugando con él mucho tiempo pidió un ejemplo de una regla
moral, a lo que Popper replicó: ‗no amenazar a los conferenciantes
visitantes con atizadores‘. Hubo risas y Wittgenstein salió
violentamente declarando mientras se iba que Popper estaba
confundiendo los temas (...). Entonces Russell gritó ‗Wittgenstein
eres tú el que estás causando la confusión‘. Al día siguiente Russell
contó a McLendon que nunca había visto que se tratara tan rudamente
a un invitado, añadiendo que Popper tenía más conocimientos y
erudición que todos ellos163
.
162
J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 661-662.
163 J. Watkins, ―Karl Raimund Popper‖, 663.
234 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Finalmente Watkins recoge un fragmento de la carta que Russell
envió a Popper disculpándose de alguna manera por el mal rato que
había pasado en Cambridge:
estuve muy sorprendido por la falta de buenas maneras de parte de
Cambridge (...) yo estaba completamente de su parte pero no intervine
más en el debate porque usted estuvo suficientemente competente para
librar su propia batalla164.
Watkins no imaginó que su relato reabriría el debate sobre el
encuentro entre Wittgenstein y Popper más de medio siglo después, ya
que dio lugar a un mordaz intercambio de cartas publicadas en el
Times Literary Supplement de Londres entre los testigos
sobrevivientes. Ante la agresividad de la reacción de P. Geach, que
llegó a llamar a Popper mentiroso, Watkins retiró su opinión sobre el
momento preciso en que Wittgenstein abandonó la reunión aclarando
que se trataba de una cuestión ―de detalle‖165
. Watkins reconoció que
con la evidencia proporcionada por los testigos parecía haber más
consenso en que Popper formuló el principio del atizador, a petición
de Braithwaite, después de que Wittgenstein había abandonado
bruscamente la reunión y no antes y a petición de Wittgenstein como
Popper relató en su autobiografía intelectual166
.
164
Carta de B. Russell a K. Popper del 18 de noviembre de 1946 desde Cambridge,
Popper Archives (345,14).
165 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 15.
166 Los relatos de los testigos van desde el atizador como recurso didáctico
filosófico, pasando por el atizador como instrumento para amenazar, como recurso
para enfatizar los comentarios, hasta herramienta para desahogar su frustración, etc.
Cf. testimonios en orden cronológico descendente: P. Munz, ―Popper and the
poker‖, Times Literary Supplement del 27 de marzo de 1998; J. Watkins, ―Popper
and the poker‖, Times Literary Supplement del 13 de marzo de 1998; T. Smiley,
―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 13 de marzo de 1998; P.
Geach, ―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 6 de marzo de 1998;
J. Vinelott, ―Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 6 de marzo de
LUDWIG WITTGENSTEIN 235
Popper pudo haber maquillado el relato pero no mintió: quienes
le conocen afirman que no era su estilo faltar a la verdad. Una
explicación alternativa a la reacción de Wittgenstein es que no había
nada inusual en la conducta de Wittgenstein en esa ocasión. Por lo
visto Wittgenstein se había hecho el propósito de abandonar las
reuniones del Moral Science Club antes de que terminasen para evitar
caer en el monopolio de la discusión, y por otra solía caminar con un
tenso ímpetu y rara vez cerraba las puertas con cuidado. Por otra parte
no fue ni la única ni la primera vez que ocurrió algo parecido en una
reunión del Moral Science Club. Desplantes semejantes por parte de
Wittgensetin habían padecido también otros académicos en sus
comparecencias como había sido el caso de Moore, de I. Berlin y de
otros. Wittgenstein arremetió contra Moore que daba una conferencia
en el Moral Science Club en 1939. Malcolm relata que la reacción de
Wittgenstein fue la de un ―caballo de batalla‖ y cuando alguien le hizo
ver que había sido demasiado grosero con Moore, Wittgenstein
honestamente se lo cuestionó porque ni se había percatado167
. Otro
tanto le ocurrió a I. Berlin que acudi´desde Oxford a la Moral Science
Club a dar una conferencia. Wittgentein perdió la paciencia,
monopolizó la discusión y después de una hora abandonó la sala
seguido de sus acólitos168
.
1998; P. Munz, Memorando del 5 de marzo de 1998 en el que adjunta su carta no
publicada al Editor de Times Literary Supplement y remite a su Our Knowledge of
the Growth of Knowledge. Popper or Wittgenstein?, 1-2; J. Watkins, ―Wittgenstein,
Popper and the poker‖, Times Literary Supplement del 20 de febrero de 1998 y P.
Geach, ―Wittgenstein and Karl Popper‖, Times Literary Supplement del 13 de
febrero de 1998.
167 Cf. N. Malcolm, A Memoir, 31.
168 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 43.
236 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
4.3.3 Valoración del encuentro por parte de los protagonistas
Wittgenstein tuvo una reacción mínima frente a Popper en
general y escasa después del encuentro del Moral Science Club. Tres
semanas después del encuentro del atizador Wittgenstein se sintió en
la necesidad de responder a los argumentos de Popper y dio una
conferencia en el Moral Science Club sobre ―Lo que creo que es la
filosofía o ¿cuál es el método de la filosofía?‖169
. En una nota
manuscrita dirigida a Rhees, antiguo alumno y amigo, futuro traductor
de Philosophical Investigations, Wittgenstein habla de ―un seminario
horroroso (...) en el que el burro del doctor Popper, de Londres, dijo
más tonterías de las que he oído en mucho tiempo. Yo hablé mucho,
como de costumbre‖170
. Rhees había escrito un artículo en que atacaba
la reseña entusiasta de Ryle sobre The Open Society en la que Popper
pasaba a Platón, Hegel y Marx con el mismo rasero, tachándoles de
abogados del totalitarismo. Wittgenstein dijo a Rhees que estaba de
acuerdo con la línea de su artículo, pero le criticó por hacer muchos
ademanes y no atestar suficientes golpes:
bien sabes que la polémica o el arte de arrojar huevos requiere altas
destrezas como un trabajo como el de boxear (...) me gusta que arrojes
huevos a Ryle pero mantente derecho y arrójalos bien! Las dificultad
es: no hacer ruidos o gestos superfluos que no hacen daño al otro sino
sólo a ti mismo171
.
Algunos autores son de la opinión de que Wittgenstein no era
ajeno a las críticas de Popper, pero su silencio se puede atribuir al
169
Cf. Actas de la reunión del Moral Science Club del 14 de noviembre de 1946.
170 Cf. D. J. Edmonds y J. A. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 265.
171 Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 482 en donde remite a ―Polemic, or the art of
throwing eggs‖ en R. Rhees, L. Wittgenstein. Personal Recollections, Blackwell,
Oxford, 1981, 203.
LUDWIG WITTGENSTEIN 237
hecho de que no se sentía movido por esas críticas y a que no se
reconocía en ellas, como le había sucedido con Russell y con el
Círculo de Viena172
.
Popper, por el contrario, relató con bastante detalle el episodio
del atizador en su autobiografía intelectual integrando sus recuerdos,
su revisión de la minuta de la reunión y su manera un tanto lineal con
la que en su autobiografía fue integrando los hechos y el desarrollo de
sus ideas. El relato inicia con el efecto que le produjo la redacción de
la invitación a discutir sobre algún ―rompecabezas filosófico‖ y como
vio la oportunidad de argumentar frente a Wittgenstein la existencia
de genuinos problemas filosóficos:
Al inicio del año académico 1946-47 recibí una invitación del
Secretario del Moral Science Club de Cambridge para leer un paper
sobre algún ―rompecabezas filosófico‖. Era claro que lo había
formulado Wittgenstein y que detrás estaba su tesis filosófica de que
no existen genuinos problemas en filosofía sino sólo rompecabezas
lingüísticos. Como esta tesis estaba entre mis mayores aversiones
decidí hablar sobre si existen o no problemas filosóficos. Inicié mi
intervención (...) expresando mi sorpresa por haber sido invitado por
el Secretario para leer un paper que ―pusiera sobre la mesa algún
rompecabezas filosófico‖ y subrayé que, negando implícitamente que
existieran problemas filosóficos, quienquiera que hubiese escrito la
invitación toma parte, quizás sin darse cuenta en un asunto provocado
por un problema filosófico genuino173
.
Popper reconoció que la referencia a la redacción de la
invitación fue un recurso retador y ligero de iniciar la sesión
explicando que precisamente el retar a la audiencia forma parte su
método pedagógico y de su filosofía que es la de plantear continuos
172
Cf. P. Lucchetta, ―Popper Interprete di Wittgenstein‖, Sapienza, 30, 1977, 301.
173 K. Popper, Autobiography, 122.
238 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
retos, presentar problemas e invitar a encontrar la solución174
. A
continuación refiere que dio inicio a su argumento sobre la existencia
de genuinos problemas filosóficos e iniciaron interrupciones mutuas,
lo cual coincide perfectamente con la tendencia de ambos de dominar
en las discusiones:
Sin embargo continué diciendo que si pensara que no existen genuinos
problemas filosóficos ciertamente no sería filósofo, y que el hecho de
que mucha gente o quizás toda la gente, sin pensar adopta soluciones
insostenibles para muchos, o quizás para todos, los problemas
filosóficos proporcionan la única justificación para ser filósofo.
Wittgenstein saltó otra vez, me interrumpió, y habló largamente
acerca de rompecabezas y de la no existencia de problemas
filosóficos. En un momento que me pareció apropiado le interrumpí
dando una lista que había preparado de problemas filosóficos175
.
Popper enlista los ejemplos de problemas filosóficos que planteó
a Wittgenstein y, según él, cada ejemplo encontró la desestimación
por parte de Wittgenstein de que se tratara de un genuino problema
filosófico:
¿conocemos algo a través de los sentidos?, ¿obtenemos nuestro
conocimiento por inducción? Wittgenstein las rechazó por ser lógicas
y no filosóficas. Hice referencia entonces al problema de si existía el
infinito potencial e incluso el infinito actual, un problema que rechazó
como matemático. (Este rechazo se incluyó en la minuta). Entonces
mencioné los problemas morales y el problema de la validez de las
reglas morales176
.
174
Cf. K. Popper, Autobiography, 122 y 124.
175 K. Popper, Autobiography, 122.
176 K. Popper, Autobiography, 122-123.
LUDWIG WITTGENSTEIN 239
Según Popper Wittgenstein le amenazó con el atizador y le pidió
un ejemplo de principio moral. Cuando Popper formuló el ―principio
del atizador‖ Wittgenstein abandonó furioso la reunión:
En ese momento Wittgenstein, que estaba sentado cerca de la
chimenea y había estado jugando nerviosamente con el atizador, que
algunas veces usó como la batuta de un director para enfatizar sus
afirmaciones, me retó: ―¡dame un ejemplo de regla moral!‖ yo
respondí: ―no amenazar a los conferenciantes invitados con
atizadores‖. Entonces Wittgenstein, furioso, arrojó el atizador al suelo
y salió violentamente del aula, golpeando la puerta detrás de él177
.
La discusión posterior a la marcha de Wittgenstein discurrió con
normalidad y trató sobre el error de identificar un problema soluble
con un problema científico, destacó la presencia de Russell y el
cumplido de Braithwaite de que al fin había quien había logrado
interrumpir a Wittgenstein de la misma manera que él interrumpía a
los demás.
Finalmente Popper refiere que el encuentro fue objeto de todo
tipo de historias y deformaciones e incluso llegó a Nueva Zelanda la
versión de que había habido violencia física entre él y Wittgenstein178
.
H. Mellor —que en 1998 ocupaba la cátedra de filosofía que en su día
había ocupado Wittgenstein—, afirma que Popper en su autobiografía
discutió la historia del atizador como ejemplo de su propia tesis acerca
de la falibilidad de los reportes de observación179
. Popper valora el
incidente tanto desde las formas —en su opinión Wittgenstein
demostró muy poco sentido del humor y tolerancia a las bromas—
como desde el fondo: considera que independientemente de su recurso
177
K. Popper, Autobiography, 122-123.
178 Cf. K. Popper, Autobiography, 124.
179 Cf. H. Mellor, ‖The Popper Phenomenon‖, Philosophy, 52, 1977, 201.
240 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
introductorio, feliz o no, estaba hablando mucho más en serio que
Wittgenstein:
De verdad lamenté mucho lo sucedido. Admito que fui a Cambridge
con la esperanza de provocar a Wittgenstein por su defensa de que no
hay genuinos problemas filosóficos y rebatirle en ese punto. Pero
nunca intenté enfadarle y fue una sorpresa el verle tan incapaz de
captar una broma. Sólo más tarde me percaté de que él probablemente
se dio cuenta de que yo estaba bromeando y que esto fue lo que le
ofendió. Pero a pesar de que quise abordar mi problema de manera
ligera, estaba hablando en serio quizás más que el mismo
Wittgenstein, ya que, después de todo, él no creía que hubiera
genuinos problemas filosóficos180
.
En su relato sobre su ―tormentosa reunión‖ con Wittgenstein
Popper advierte que esta controversia ―tocaba los fundamentos‖181
. El
capítulo siguiente se dedicará al análisis de esta afirmación y del
contenido de la crítica de Popper a Wittgenstein.
180
K. Popper, Autobiography, 123-124.
181 K. Popper, Autobiography, 123-124.
Capítulo V
Popper lector crítico de Wittgenstein
En este capítulo se intenta resumir y evaluar lo que Popper
comentó y criticó acerca de la filosofía de Wittgenstein a lo largo de
su vida. En la primera sección se incluyen los textos de los primeros
escritos de Popper, cuando vivía en Viena, en la segunda sección se
resume la crítica de Popper en The Open Society, escrita desde el
exilio en Nueva Zelanda, en la tercera sección se incluye la crítica de
Popper en la colección de escritos que integran Conjectures and
Refutations y en la cuarta sección se destacan las menciones que
Popper hizo de Wittgenstein en su autobiografía y en diversas
entrevistas e intervenciones en medios de comunicación en los últimos
años de su vida.
5.1 Wittgenstein en los primeros escritos de Popper
5.1.1 Die Beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie
(manuscritos de 1930-1933)
El libro, publicado en 1979 con el título ―Los dos problemas
fundamentales de la epistemología‖ está basado en manuscritos de los
años 1930 a 1933 y forma una colección de los esbozos o trabajos
filosóficos iniciales de Popper algunos de los cuales, después de
numerosas transformaciones y abreviaciones, fueron publicados en
Logik der Forschung en 19341. Popper considera que su libro ofrece la
1 K. Popper, Die Beiden Grundprobleme der Erkenntnistheorie. Aufgrund von
Manuskripten aus den Janhren 1930-1937, Mohr, Tübingen, 1979. En esta sección
238 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
primera crítica al ―positivismo‖ moderno en general y al Tractatus de
Wittgenstein en particular, de aquí que además de Kant y Hume los
autores más citados sean Carnap, Schlick y Wittgenstein:
Por su problemática y su método este libro puede considerarse cercano
al ―positivismo‖ moderno, de orientación lógica (Bertrand Russell,
Moritz Schlick, Philipp Frank, Rudolf Carnap, Hans Reichenbach,
Ludwig Wittgenstein); pero justamente por esto el libro mantiene una
actitud crítica frente al positivismo e intenta poner al descubierto la
contradicción fundamental que lleva al positivismo al fracaso. Este
libro contiene la primera gran discusión del Tractatus Lógico-
Philosophicus de Ludwig Wittgenstein, libro al que podríamos
caracterizar como la Biblia del positivismo moderno. Otra de las
posiciones epistemológicas modernas con las que el libro se enfrenta
de manera crítica es el convencionalismo (Henri Poincaré, Hugo
Dingler)2.
La principal crítica de Popper es la sinrazón del Tractatus que
en virtud de su mismo principio —‗Ningún enunciado puede decir
algo cerca de sí mismo‘— se contradice a si mismo y hace que el
mismo Wittgenstein termine rechazándolo:
téngase en cuenta esta formulación —ella misma contradictoria— de
Wittgenstein: ‗Ningún enunciado puede decir algo acerca de sí
mismo‘ (Tractatus, 3.332). El enunciado de Wittgenstein es
contradictorio porque afirma algo acerca de todos los enunciados y,
por tanto, también ―acerca de sí mismo‖ en contraposición a lo que él
mismo asevera3.
utilizaremos la traducción castellana K. Popper, Los dos problemas fundamentales
de la epistemología. Basado en manuscritos de los años 1930-1933, Tecnos,
Madrid, 1980.
2 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 41-42.
3 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 78-79.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 239
Popper consideraba que la filosofía en ese momento estaba
marcada por la oposición entre los que defienden la metafísica y los
que la rechazan y que el centro de la polémica era la relación de la
filosofía con las ciencias empíricas. Por su parte el metafísico
considera que la crisis de la ciencia se debe al alejamiento de sus
fundamentos filosóficos:
En general, el metafísico mantiene una posición de distanciamiento
con relación a las ciencias empíricas. Para él las profundas
transformaciones que las ciencias han sufrido en el último tiempo
constituyen un síntoma alarmante de la crisis por la que pasa la ciencia
y que es, en su opinión, una consecuencia del alejamiento de la
investigación científica de su fundamento filosófico, ya que, en
definitiva, sólo la filosofía es capaz de proporcionar a la ciencia un
fundamento último4.
Entre los antimetafísicos sitúa a Wittgenstein que fue más allá
de Kant —que sostenía que no se puede enseñar filosofía sino que
sólo se puede enseñar a filosofar— al considerar que la filosofía no es
una doctrina sino una actividad que no busca imponerse ni crear una
doctrina nueva, sino construir un modo de pensar nuevo: hablar de lo
que se puede hablar; decir lo que es y lo que no es; callar ante lo
inefable:
el antimetafísico declara que la filosofía no es una doctrina, sino una
actividad (Cf. Tractatus, 4.112). Precisamente la tarea de esta
actividad filosófica es luchar contra la metafísica, contra la filosofía
entendida como doctrina. Lo que se busca no es la construcción de
una filosofía nueva, sino todo lo contrario, se lucha para que la
elaboración de nuevas doctrinas o teorías pase a ser tarea de la ciencia
empírica, exclusivamente (...) No se trata de imponer ni de crear una
doctrina nueva, sino de construir un modo de pensar nuevo: hablar de
4 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 479.
240 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
lo que se puede hablar; decir lo que es y lo que no es; callar ante lo
inefable5
Con la reducción de la filosofía a mera actividad clarificadora
del lenguaje, a un tipo de gramática en sentido amplio, a Popper no le
parece extraño el positivismo encuentre en una filosofía como la suya
—que acepta la existencia de genuinos problemas filosóficos por
resolver y tiende a la construcción de una nueva filosofía científica—
el fallo fundamental de toda la filosofía6.
Popper pondera las razones del positivismo moderno, y en
particular la postura de Wittgenstein, que les llevan a rechazar la
filosofía tradicional. Por una parte la filosofía tradicional ha tratado de
problemas genuinos que bien analizados no pertenecen a la filosofía
sino a lógica, a la matemática, a la física y a la psicología empírica.
Por otra parte se pueden identificar supuestos problemas filosóficos o
pseudoproblemas que no pueden ser ni siquiera planteados con
precisión. Por esta razón, dicen, la ―actividad‖ filosófica ha de
limitarse a descubrir y aclarar los errores lingüísticos que han sido la
causa de la confusión de pensar que la filosofía podía resolver esas
cuestiones.
Popper está persuadido de que el rechazo a priori y sin matices
de la metafísica tiene consecuencias negativas y propone ir al fondo
de la cuestión con argumentos y no sólo tachar de pseudoproblemas
algo de manera dogmática o psicológica. La comprobación de que un
problema es tan sólo un pseudoproblema tiene que acompañarse con
la búsqueda del problema genuino que subyace al primero (no del
problema psicológico sino del auténtico problema epistemológico):
no menos insuficiente me parece rechazar todo planteamiento de la
cuestión alegando que se trata de un pseudoproblema; aun cuando se
5 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 479-480.
6 Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 433.1
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 241
amplíe este procedimiento (que se remite a Wittgenstein, Tractatus,
6.53) mediante consideraciones psicologistas acerca de las causa
psicológicas que han podido motivar la aparición de estos
pseudoproblemas tradicionales. La comprobación de que un problema
es tan sólo un pseudoproblema tiene que acompañarse con la
búsqueda del problema genuino que subyace al primero (no del
problema psicológico sino del auténtico problema epistemológico)7.
Popper reconoce la influencia de Wittgenstein en su primera
formulación del principio de inducción: ‗existen leyes,
comportamientos regulares y universales que se expresan mediante
enunciados universales en sentido estricto‘, sin embargo más tarde se
dio cuenta que dicha formulación resultaba insuficiente, ya que se dio
cuenta de que no existe contradicción lógica al afirmar que toda
regularidad presenta lagunas:
La afirmación (...) de que hay leyes naturales, es decir, de que hay
regularidades válidas universalmente, sin excepción, regularidades en
las que se basa la formulación de pronósticos, es sin duda un juicio
sintético (Cf. Tractatus 6.31 y 6.36), ya que no es una contradicción
lógica sostener que no existen leyes de este tipo o, lo que es lo mismo,
admitir que toda regularidad que en apariencia no tiene ninguna
excepción presenta sin embargo lagunas8.
Popper sostiene que afirmar que el principio de inducción es un
juicio sintético a priori supone hacer una concesión al racionalismo,
en la que incurrió Russell pese a la observación de Wittgenstein en
Tractatus, 6.31:
7 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 318.
8 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 55-56.
242 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
¿Cómo se puede determinar si existe un principio de inducción
válido? De que exista un principio de inducción válido depende la
validez de todo proceso inductivo, que como tal presupone un
principio de inducción, y es lógicamente injustificable si no hay un
principio de inducción válido. Fácilmente se podría salir del paso
alegando que algunos de estos principios de inducción (...) son
necesarios, evidentes, en una palabra, válidos porque no se puede
dudar de su verdad. En este caso el principio de inducción vendría a
ser un juicio sintético a priori. No se nos escapa que esta
interpretación supone hacer una concesión realmente problemática al
racionalismo —y en sus comentarios de 1975 Popper añade— Esta
concesión la hizo el mismo Kant, al que siguió posteriormente, aunque
de manera inconsciente, Bertrand Russell, pese a la observación de
Wittgenstein en la proposición 6.31 del Tractatus9.
Popper sostiene que en la solución al problema de la
demarcación no debería aparecer ni siquiera la noción de inducción
porque en un sentido epistemológico no hay inducción:
el problema de la inducción surge a raíz del problema de la
demarcación cuando se intenta hacer del ―método inductivo‖ un
criterio de demarcación, cuando se pretende que es la aplicación del
procedimiento inductivo lo que caracteriza a las ciencias empíricas.
De esta manera el problema de la demarcación se convierte no sólo en
el único problema fundamental, que subyace al problema de la
inducción sino, tal y como lo vio Wittgenstein, en el único problema
fundamental de la epistemología en general. En una auténtica teoría
del conocimiento que va directa a su objetivo, tendrá que hablarse del
problema de la demarcación pero no será necesario que aparezcan ni
el problema de la inducción ni siquiera la noción de ―inducción‖: pues
en un sentido epistemológico no hay inducción10
.
9 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 82.
10 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 417.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 243
Según Popper Wittgenstein también consideró, a su manera, que
el problema fundamental de la epistemología era el problema de la
demarcación y hubiera pasado a la historia como el filósofo que de
manera más directa había puesto el problema de la demarcación (en
forma de ―problema del sentido‖) en el centro de sus reflexiones
filosóficas, si no fuera porque su tesis de que ―no hay problemas
filosóficos sino únicamente problemas científicos‖ ha ocasionado que
el análisis lógico del lenguaje (y con éste el positivismo lógico)
entrase continuamente en contradicción con la ciencia positiva y haya
tenido que revisar una y otra vez sus posiciones. En opinión de
Bartley fue el Círculo de Viena, aunque quizás coincidan ambos
porque claramente Popper está hablando del Wittgenstein del
Círculo de Viena11
.
El concepto de sentido del positivismo lógico se describe
siguiendo a Wittgenstein de la siguiente manera: todo enunciado
auténtico describe un estado de cosas y en esto radica su sentido (Cf.
Tractatus, 2.221). De aquí se desprende que si un enunciado no
expresa un estado de cosas es un pseudoenunciado carente de sentido,
que no hay estados de cosas universales y, por tanto, tampoco
enunciados universales y que todos los enunciados con sentido son
decidibles de manera terminante con un sí o un no12
.
Popper analiza la noción de sentido no en sí misma sino en
cuanto a su aplicación como criterio de demarcación y llega a la
conclusión de que si bien la noción de sentido no lograría resolver el
problema de la demarcación —ha desviado la discusión y evadido el
problema fundamental— haría desaparecer el problema de la
inducción ya que no cabe preguntarse por el valor veritativo de meros
pseudoenunciados:
11
W. W. Bartley III, Wittgenstein, 59.
12 Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 362.
244 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Quizás sería posible encontrar un criterio de demarcación más
apropiado, que hiciera justicia por completo a las leyes naturales (es
decir, que no excluyera las leyes naturales del ámbito de la ciencia),
sin que cambiara por ello el concepto de sentido en cuanto tal. En este
caso el ―sentido‖ no constituiría la frontera entre ciencia empírica y
metafísica, y las leyes, consideradas parte de la ciencia, seguirían
siendo ―pseudoenunciados sin sentido‖. Según esta interpretación, la
noción de sentido no lograría resolver el problema de la demarcación,
pero cumpliría, no obstante, una importante función metodológica, a
saber: haría desaparecer el problema de la inducción, ya que no cabe
preguntarse por el valor veritativo de meros pseudoenunciados13
.
Popper intenta probar el carácter dogmático del concepto de
―sentido‖ del positivismo lógico mediante un análisis de la noción
inductivista en sus dos interpretaciones posibles: en cuanto definible o
reductible a otros conceptos y en cuanto indefinible o concepto
primitivo. Acude a diversos lugares del Tractatus (Prefacio, 4.003,
4.031, 6.54) y llega a la conclusión de que las posiciones
pseudoenunciativas son tan irrefutables como infundamentables y por
tanto sólo pueden imponerse en forma dogmática:
Mi intento de llevar a cabo una crítica inmanente tenía que fracasar.
Sabemos que no hay ni puede haber una crítica inmanente de las
posiciones pseudoenunciativas; son tan irrefutables como
infundamentables. Protegidas por el criterio inductivista de sentido,
permanecen fuera del alcance e toda crítica, indiferentes a toda
argumentación. Al fin vemos arribar la nave del inductivismo, tras
algunos momentos tormentosos entre el Silla de la regresión infinita y
el Caribdis del apriorismo, al seguro puerto del dogma14
.
13
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 373-374.
14 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 384.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 245
Carnap afirma que no sólo las proposiciones filosóficas son
proposiciones semánticas sino también gran parte de los trabajos
científicos y con esto, afirma Popper, pone al descubierto el carácter
dogmático y destructivo para la ciencia del positivismo de
Wittgenstein:
Para Carnap, no sólo las proposiciones filosóficas son proposiciones
semánticas; por el contrario, una gran parte de los trabajos científicos
son de naturaleza semántica (...) Lo que hace valioso a este análisis de
Carnap es que pone al descubierto de manera decisiva el carácter
dogmático, destructivo para la ciencia empírica, del positivismo de
Wittgenstein: en efecto, el análisis de Carnap muestra que un trabajo
científico no consta sólo de enunciados empíricos ―con sentido‖
(enunciados singulares) y de leyes naturales que pertenecen a un tipo
superior al de los enunciados singulares, sino también de enunciados
de un tipo todavía superior, es decir, de enunciados que hablan de
leyes naturales, más exactamente de relaciones entre layes naturales
(...) aunque esto no significa que aceptemos totalmente la concepción
de Carnap15
.
Popper no comulga con el optimismo radical de Wittgenstein
que niega todo enigma:
La oposición entre nuestro punto de vista y el optimismo radical de
Wittgenstein, el cual, de acuerdo con el espíritu positivista, afirma, en
contra de toda forma de escepticismo: ‗el enigma no existe‘
(Tractatus, 6.5), es prácticamente irreductible16
.
Popper identifica la tesis del poder absoluto de la ciencia
racional de Wittgenstein con el principio de causalidad kantiano y
15
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 467.
16 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 157.
246 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
afirma que es falsa desde la perspectiva del principio de
indeterminación de Heisenberg:
La arrogante tesis —wittgensteiniana— del poder absoluto de la
ciencia racional (...) resulta ser completamente equivalente al
principio de causalidad kantiano. La tesis de Wittgenstein (Tractatus,
6.5) de que ‗si se puede plantear una pregunta se tiene también que
poder contestarla‘ es, desde la perspectiva de las relaciones de
indeterminación de Heisenberg, sencillamente falsa, porque la
pregunta por el movimiento exacto de un electrón no se puede
contestar. Lo mismo que para el principio de causalidad, también para
la tesis de Wittgenstein se puede encontrar una salida, si se considera
que es una aserción que no se puede contrastar, lo que equivale en el
fondo a afirmar que no dice nada17
.
Popper reconoce que nadie ha caracterizado el escepticismo
mejor que Wittgenstein:
Nadie ha expresado mejor que Wittgenstein (Cf. Tractatus, 6.51) la
situación del escepticismo general, del pesimismo epistemológico. ‗El
escepticismo no es irrefutable, sino absurdo: pretende dudar de
aquello por lo que ni siquiera cabe preguntar‘18
.
Popper admite un escepticismo relativo pero afirma que no es un
absurdo evidente como pretende Wittgenstein, ni en el sentido
socrático del ―sé que no sé nada‖, ni en la formulación clásica de que
―no hay un criterio universal de verdad‖. Se trata, sostiene Popper, de
una teoría verdadera de la que, sin embargo, no cabe inferir que no
haya progreso en la ciencia:
17
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 230.
18 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 148.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 247
―Yo sé que no sé nada‖ podría considerarse como una variante de la
paradoja del mentiroso (―lo que estoy diciendo en este momento es
falso‖). Se ha introducido el término ―casi‖ justamente para evitar la
aparición de la paradoja. No podría decirse, por tanto, que el
―escepticismo‖ (por lo menos en este sentido) sea ―un absurdo
evidente‖ como pretende Wittgenstein (Tractatus, 6.51). La misma
formulación clásica del escepticismo ―no hay un criterio universal de
verdad‖ está lejos de ser un sinsentido; es más, se trata incluso de una
teoría verdadera; de la que, sin embargo, no cabe inferir que no haya
progreso en la ciencia19
.
Popper coincide con Wittgenstein en la vinculación que existe
entre el conocimiento científico y la búsqueda de leyes:
La importancia biológica que el conocimiento tiene para nosotros,
como forma de adaptación que es, explica suficientemente nuestro
comportamiento práctico y nuestro afán de saber. Por lo que respecta a
la investigación científica, sistemática, debe contentarse con la tarea
que le señala esta definición trascendental: ‗Si quieres conocer, tienes
que ir a la búsqueda de leyes‘. Que lleguemos realmente a conocer es
algo que no se puede predecir, que sólo nos cabe esperar: eso ya se
verá. Wittgenstein escribe (Tractatus, 6.36): ‗de haber un principio de
causalidad, podría formularse de la siguiente manera: ―hay leyes
naturales‖‘. Pero naturalmente esto no puede decirse: ‗se muestra‘. Lo
que sí puede decirse es que si hay conocimiento lo hay por medio de
leyes naturales; y lo que sólo se ve es que hay conocimiento20
.
Sin embargo esta caracterización le parece insuficiente: Popper
considera acertada la descripción de Schlick siguiendo a Wittgenstein
de que las leyes naturales no son enunciados sino instrucciones para la
formación de enunciados, sin embargo le parece que no responde
acabadamente a la pregunta sobre qué son las leyes naturales. Popper
19
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 19.
20 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 162.
248 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
considera que las leyes naturales no son enunciados sino
prescripciones para la formación de nuevos enunciados que poseen
una serie de características específicas:
A la pregunta si las leyes naturales no son enunciados, ¿qué es lo que
son?, Schlick contesta: ―una ley natural no tiene el carácter de un
‗enunciado‘, sino que más bien representa una ‗instrucción para la
formación de enunciados‘‖ y añade ―debo a Ludwig Wittgenstein esta
idea y esta terminología‖. Por lo que sé, Wittgenstein no hizo pública
esta idea. (...) La idea de Wittgenstein como de Schlick de que las
leyes naturales son ―instrucciones para la formación de enunciados‖
me parece totalmente justa. Pero ¿es suficiente esta afirmación para
contestar satisfactoriamente a la pregunta; ―si las leyes naturales no
son enunciados, ¿qué es lo que son?‖ Mi opinión es que no21
.
Popper intenta reflejar lo que a su juicio quieren decir
Wittgenstein y Schlick cuando hablan de las leyes naturales como
‗instrucciones para la formación de enunciados‘: estas instrucciones
son útiles o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o
falsas:
Una posición empirista podría muy bien sostener la tesis de que las
leyes naturales son funciones proposicionales unidas a instrucciones
de tipo práctico sobre su uso o aplicación: las instrucciones de orden
pragmático impedirían dar a esta interpretación un matiz
convencionalista. No tendremos en cuenta una objeción que
fácilmente podría hacerse a esta posición en el sentido de que estas
instrucciones son posiblemente idénticas a las reglas de
correspondencia con lo cual las funciones proposicionales serían
enunciados auténticos, sino que vamos a suponer que esta concepción
es, como posición pseudoenunciativa, impecable. Así como las
funciones proposicionales (en tanto que esquemas) vendrían a ser una
especie de instrumentos, las instrucciones prácticas a las que van
21
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 227-228 y
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 249
conectadas hacen el mismo papel que las instrucciones que suelen
acompañar normalmente a cualquier herramienta o instrumento
explicando su uso y manejo. Como tales, estas instrucciones son útiles
o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o falsas. (Con
estas palabras intento reflejar lo que, a mi parecer, Wittgenstein y
Schlick quieren decir cuando hablan de ‗instrucciones para la
formación de enunciados‘)22
.
Popper trata los diversos procedimientos de fundamentación
utilizados en la ciencia y apuesta por el denominado ―método
trascendental‖ propuesto por Kant que trata del análisis del
conocimiento científico como un hecho objetivo, es decir, como la
búsqueda de regularidades, la formulación de leyes y su sometimiento
a contrastación sistemáticamente. Le parece que pocas veces se ha
aplicado este método de forma consecuente y que la propuesta de
Wittgenstein de analizar el lenguaje, por muy interesante que resulte
para algunos, no puede sustituir al método trascendental y está fuera
de lugar porque, entre otras cosas, no da cuenta del proceder real de
las ciencias:
Wittgenstein sustituye el análisis de la facultad del conocimiento
humano, por la reflexión sobre la esencia de la expresión, de la
representación, por una reflexión sobre la esencia de todo ‗lenguaje‘
en el sentido más amplio de la palabra. Sin embargo, por muy
interesantes que sean estos análisis, no pueden sustituir al método
trascendental. Si los ‗análisis‘ o ‗reflexiones‘ de este tipo conducen a
resultados que no dan cuenta del proceder real de las ciencias, no
tienen —lo mismo que el positivismo estricto— ningún interés
epistemológico y deben ser rechazados23
.
22
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 327.
23 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 107-108.
250 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El método trascendental de la filosofía se ha impuesto al análisis
del lenguaje y se presenta como el único válido para regular las
convenciones y dar significado a los términos, ya que el sentido o la
legitimidad de una expresión lingüística no es algo natural sino que se
basa en estipulaciones arbitrarias (―gramaticales‖, ―lógicas‖ o
―semánticas‖) que ha de tomar en cuenta las imprecisiones del
lenguaje ordinario y las necesidades y procedimientos de la ciencia:
La crítica del lenguaje como método, de Wittgenstein, se opone
directamente al método psicologista propio de la antigua teoría del
conocimiento. No obstante, señala Wittgenstein (Cf. Tractatus,
4.1121) con razón, que su método entraña peligros semejantes al
método antiguo. También este nuevo método se ve en peligro de
desviarse del camino principal, de olvidar la meta en aras de los
medios. Esta meta, este objetivo, lo constituye, tal y como lo ponen de
manifiesto el prefacio y el final del libro de Wittgenstein, el problema
epistemológico que aquí hemos denominado problema de la
demarcación24
.
El ver la filosofía como actividad encuentra una cierta
justificación en el método trascendental de la epistemología:
La tesis, tanto de Wittgenstein como de Schlick, de que la filosofía
consiste en una actividad, en la actividad de clarificar, de dar sentido,
etc., encuentra en el método trascendental de la epistemología una
cierta justificación. Pues ya se vio que sólo a través de su aplicación,
regulada por una serie de convenciones metodológicas, reciben los
términos científicos un ―significado‖ determinado (y con ellos, si se
quiere, que los enunciados reciben un ―sentido‖). De alguna manera
puede decirse que los enunciados metodológicos son actos, acciones
24
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 467.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 251
en cuanto que son estipulaciones o convenciones que tienen que ser
naturalmente justificadas de una manera deductivo-trascendental25
.
Wittgenstein señala con razón que su método —el análisis
lógico del lenguaje— corre el riesgo de olvidar el fin —resolver el
problema de la demarcación— en aras de los medios:
Continuamente los críticos del lenguaje entran en contradicción con la
ciencia positiva, y es esta misma contradicción la que los obliga a
desplazarse de una posición a otra. De esta manera se les impone el
método trascendental, pero, en lugar de ser conscientes de esto, se
aferran a la crítica del lenguaje aun cuando sea un método cuyos
fracasos de tipo trascendental son tan evidentes que han obligado a
esta filosofía a lo largo de su desarrollo a adoptar posiciones que
hagan mayor justicia a la situación real de la ciencia26
.
5.1.2 Carta al Editor de Erkenntnis (1933)
En esta carta dirigida al editor de la revista Erkenntnis cuando
Logik no había salido a la luz todavía, Popper sale al paso de la
afirmación errónea de algunos miembros del Círculo de Viena en el
sentido de que había desarrollado sus ideas originalmente como una
crítica a Wittgenstein. Popper aclara que su interés por el problema de
la demarcación y su esbozo del criterio de falsabilidad eran anteriores
al momento en que el Tractatus se convirtió en un tópico de discusión
en el Círculo de Viena27
. Popper recuerda que fue solamente el
interés por el problema de la demarcación lo que le hizo fijarse en la
25
K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología,469.
26 K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la epistemología, 468-469.
27 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 311-312.
252 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
idea de significado que Wittgenstein usaba como criterio para separar
las proposiciones científicas de las no científicas:
Personalmente nunca estuve interesado en el llamado problema del
significado. Por el contrario me pareció un problema verbal, un típico
pseudoproblema. Yo estaba interesado sólo en el problema de la
demarcación, es decir en encontrar un criterio acerca del carácter
científico de las teorías. Fue sólo este interés lo que me hizo ver
inmediatamente que el criterio de significado a través de la
verificabilidad propuesto por Wittgenstein pretendía jugar también el
papel de un criterio de demarcación, y lo que me hizo ver que, como
tal, era completamente inadecuado, incluso si se dejaban de lado todos
los reparos acerca del dudoso concepto de significado28
.
Al mismo tiempo Popper reconoce que al publicar sus ideas
acerca de la demarcación en Logik, e incluso ya desde Die Beiden
Grundprobleme sí las planteó como crítica al criterio de significado de
Wittgenstein al percatarse de su repercusión. Al principio consideraba
que el criterio de demarcación a través de la falsabilidad o
refutabilidad era obvio pero al leer el Tractatus se dio cuenta que no
era así:
Estaba convencido que mi problema (...) había inquietado también a
muchos científicos y a muchos filósofos que de seguro habían
alcanzado la misma solución bastante obvia. Me di cuenta que esto no
era así en el trabajo de Wittgenstein y en su repercusión. Entonces
publiqué mis resultados trece años después en forma de crítica al
criterio de significado de Wittgenstein29
.
28
K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.
29 K. Popper, Conjectures and Refutations, 39.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 253
Popper habla de la actitud crítica o racional de los presocráticos
de la escuela Jónica mediante la cual buscaban responder
principalmente a cuestiones cosmológicas y considera que estas
cuestiones y esta manera de abordarlas son fundamentales:
Las cuestiones que los presocráticos trataban de responder eran
principalmente cuestiones cosmológicas, aunque había también
cuestiones de la teoría del conocimiento. Estoy persuadido de que la
filosofía debe volver a la cosmología y a una teoría sencilla del
conocimiento. Existe al menos un problema filosófico en el cual todo
hombre pensante está interesado: el problema de entender el mundo en
que vive, y por tanto en nosotros mismos (que somos parte del
mundo) y nuestro conocimiento de él. Considero que toda la ciencia es
cosmología y para mí el interés de la filosofía, no menos que el de la
ciencia, radica solamente en su intento audaz de contribuir a nuestro
conocimiento del mundo y a la teoría de nuestro conocimiento del
mundo30
.
Popper tiene interés en Wittgenstein no por su lógica sino por su
cosmología:
Estoy interesado en Wittgenstein, por ejemplo, no por su filosofía del
lenguaje, sino porque su Tractatus es una tratado cosmológico
(aunque bastante tosco), y porque su teoría del conocimiento está
estrechamente vinculado a su cosmología31
.
Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que el mundo es la
totalidad de los hechos y no simplemente de las cosas:
30
K. Popper, Conjectures and Refutations, 136.
31 K. Popper, Conjectures and Refutations, 136.
254 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El descubrimiento de Heráclito de que el mundo no es la totalidad de
las cosas sino de los eventos o hechos no es en absoluto trivial; quizás
esto se puede comprobar en el hecho de que Wittgenstein consideró
necesario reafirmarlo recientemente: ‗El mundo es la totalidad de los
hechos, no de las cosas‘(Cf. Tractatus, 1.1)32
.
Popper está convencido de que su solución a los problemas de
inducción y de demarcación presentan ventajas evidentes respecto a
los intentos de solución de los positivistas bajo la influencia de
Wittgenstein. El problema de la inducción planteado por Hume se
centra en la cuestión de la validez de las leyes naturales y surge de una
aparente contradicción entre el principio del empirismo (el principio
de que sólo la ‗experiencia‘ puede decidir acerca de la verdad o
falsedad de una proposición sobre hechos) y la invalidez de los
argumentos inductivos o generalizadores. Popper considera que
Schlick, influenciado por Wittgenstein, no consiguió superar esta
contradicción porque lo intenta mediante un apriorismo infundado:
Schlick, influenciado por Wittgenstein, cree que esta contradicción
puede ser resuelta suponiendo que las leyes naturales ‗no son
proposiciones genuinas‘ sino más bien ‗reglas de transformación de
las proposiciones‘. Es decir, que existe un tipo particular de
‗pseudoproposiciones‘. El intento de Schlick de resolver el problema
comparte con todos los intentos anteriores, un apriorismo, un
convencionalismo, etc. una afirmación ciertamente infundada (en
cualquier caso la solución me parece verbal). Es la afirmación de que
todas las proposiciones genuinas han de ser, en principio,
completamente decidibles, es decir, verificables y falsificables; más
precisamente, que para toda proposición genuina, deben ser
lógicamente posibles tanto una verificación empírica (final) como una
falsificación empírica (final)33
.
32
K. Popper, The Open Society and Its Enemies, nota 2, capítulo 2.
33 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 312.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 255
Popper considera que es posible resolver la contradicción
simplemente rechazando la pretensión de que toda proposición
genuina ha de ser en principio completamente decidible. Esto permite
considerar que las leyes naturales o las teorías científicas son
proposiciones genuinas parcialmente decidibles, que por razones
lógicas no son verificables sino que de manera asimétrica sólo son
falsables. Considera que esta solución tiene la ventaja adicional de
preparar el camino para la solución del segundo y más fundamental de
los dos problemas de la teoría del conocimiento: el problema de la
demarcación, planteado por Kant como el problema acerca de los
límites del conocimiento científico y que puede ser definido como el
problema de buscar un criterio por medio del cual podamos distinguir
entre afirmaciones (proposiciones, sistemas de proposiciones) que
pertenecen a las ciencias empíricas y afirmaciones que pueden ser
descritas como ‗metafísicas‘34.
Popper crítica la solución propuesta en el Tractatus al problema
de la demarcación basada en la noción de significado según la cual
toda proposición con significado debe ser una función de verdad de
proposiciones ‗atómicas‘ reducible a proposiciones singulares de
observación, y toda proposición no reductible de esta manera será
‗carente de significado‘ o ‗metafísica‘ o ‗pseudoproposición‘:
De acuerdo a la solución propuesta por Wittgenstein, esta
demarcación habrá de conseguirse con ayuda de la idea de
‗significado‘ o de ‗sentido‘: toda proposición con significado o con
sentido debe ser una función de verdad de proposiciones ‗atómicas‘,
es decir, debe ser completamente reducible desde un punto de vista
lógico a (o deducible de) proposiciones singulares de observación. Si
alguna proposición dada no puede ser reducible de esta manera,
entonces es ‗carente de significado‘ o ‗no-significativa‘ o ‗metafísica‘
o ‗pseudoproposición‘. Por tanto la metafísica carece de significado35
.
34
Cf. K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.
35 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.
256 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper muestra que la solución propuesta por Wittgenstein al
problema de la demarcación basada en la idea de significado o sentido
no sólo aniquila a la metafísica sino también a la misma ciencia
natural, ya que de acuerdo al criterio de significado, las leyes de la
naturaleza resultarían un tipo de expresiones metafísicas carentes de
sentido:
Puede parecer que trazando esta línea de demarcación los positivistas
han conseguido aniquilar a la metafísica de manera más eficaz que los
antiguos antimetafísicos. Sin embargo, no es sólo la metafísica la que
es aniquilada a través de estos métodos, sino también la ciencia
natural. Ya que las leyes de la naturaleza no son más reducibles a
proposiciones de observación que las expresiones metafísicas.
(¡Recordad el problema de la inducción!) Aparecerán, si se aplica de
manera consistente el criterio de significado de Wittgenstein, como
‗pseudoproposiciones carentes de sentido‘, y por tanto ‗metafísicas‘.
De aquí que el intento de trazar la línea de demarcación se viene
abajo36
.
Como alternativa Popper sugiere la adopción del criterio de
falsabilidad que exige solamente una decidibilidad unilateral o
asimétrica:
El dogma de significado o sentido, y los pseudoproblemas a los cuales
ha dado lugar, puede ser eliminado si adoptamos, como criterio de
demarcación, el criterio de falsabilidad, es decir el de una
decidibilidad (al menos) unilateral o asimétrica37
.
36
K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.
37 K. Popper, ―Carta al Editor de Erkenntnis‖, 313.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 257
5.1.3 The Logic of Scientific Discovery (original 1934, en inglés
1959)
En The Logic of Scientific Discovery Popper trata de mostrar
que el método propuesto por Wittgenstein para la filosofía —el
análisis del lenguaje— conduce a una solución meramente verbal del
problema de la demarcación y no consigue la exclusión de la
metafísica ni logra una demarcación clara entre la filosofía y la
ciencia. Popper critica la propuesta naturalista de la teoría del método
en particular su negación de la existencia de problemas con sentido
fuera del campo de la ciencia ―positiva‖ y por lo tanto la posibilidad
de una epistemología o una metodología:
El positivista rechaza la idea de que puedan existir problemas con
sentido fuera del campo de la ciencia empírica ―positiva‖, problemas
que se puedan abordar mediante una genuina teoría filosófica.
Rechaza la idea de que pueda haber una genuina teoría del
conocimiento, una epistemología o una metodología. Desea ver en los
problemas filosóficos mencionados meros ―pseudoproblemas‖ o
―rompecabezas‖ (...) en los dos años anteriores a la primera
publicación de este libro la crítica de los miembros del Círculo de
Viena contra mis ideas era que una teoría del método que no fuese ni
ciencia empírica ni lógica pura era imposible: lo que estuviese fuera
de estos dos campos era puro sinsentido. La misma opinión era
mantenida por Wittgenstein en 194838
.
Popper plantea que no existe un único método en filosofía como
pretenden los filósofos del lenguaje sino que el único método si se
pudiera hablar así es el método crítico, y que el punto central es el
desarrollo del conocimiento que se puede estudiar mejor a través del
conocimiento científico y no a través del conocimiento ordinario
38
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 51.
258 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
como postulan los filósofos del lenguaje ordinario39
. A lo largo del
libro, tanto en la parte relativa a la lógica de la ciencia como en la
dedicada a la teoría de la experiencia, queda patente que Popper ha
estudiado el Tractatus a fondo y tiene puntualmente localizada su
influencia en Carnap. Popper lamenta que el Tractatus teniendo un
inicio prometedor arrojara por tierra las afirmaciones iniciales en su
última afirmación:
El prometedor inicio del Tractatus de Wittgenstein —―el mundo es la
totalidad de los hechos, no de las cosas‖ (Tractatus, 1.1) — fue
eliminado por su final que denunciaba al hombre que ―no había dado
significado a ciertos signos en sus proposiciones‖(Tractatus, 6.53) 40
.
Popper compara la autoeliminación que hace Wittgenstein del
Tractatus, a la que operó Hume con su Enquiry y a la que muchos
siglos antes llevó a cabo Sexto:
Por tanto Hume, como hizo Sexto (Cf. Adv. Log. ii, 481: Loeb edn. ii,
488), condenó su propia Enquiry en la última página, como más
adelante Wittgenstein condenó su propio Tractatus en la última página
(…) Wittgenstein al final del Tractatus (en que explica el concepto de
significado) escribe, ―Mis proposiciones sirven como elucidaciones en
el siguiente sentido: el que me entienda finalmente las considerará
carentes de sentido‖(Tractatus, 6.54)41
.
Popper está pensando en el solipsismo de Wittgenstein cuando
expresa su deseo de que sean superados los monólogos depresivos
considerados discusiones filosóficas. Hacer gala de solipsismo
39
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 13.
40 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 35.
41 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota *3, 35 y nota 2, 51.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 259
filosófico, afirma Popper, refleja un declive en la discusión racional y
mucha soberbia, ya que sólo en Dios cabría el solipsismo:
Algunos filósofos han hecho gala de hablar para sí mismos, quizás
porque sienten que no existe otro con quien valga la pena hablar. Me
temo que la práctica del filosofar en este plano algo exaltado puede ser
un síntoma del declive de la discusión racional. Sin duda Dios habla
principalmente consigo mismo porque no tiene nadie a quien merezca
la pena hablar. Pero un filósofo debe saber que no es más parecido a
Dios que los demás hombres42
.
Popper pretende haber resuelto el problema de la existencia de
‗otras mentes‘ y por tanto descartado el solipsismo. Al dialogar
asumimos que nuestros interlocutores hablan intencionalmente acerca
de las cosas y negar esta realidad, a la manera del solipsismo, resulta
contradictorio:
Si hablamos con otras personas, y especialmente si argumentamos con
ellas, asumimos (a veces erróneamente) que ellos también están
argumentando: que hablan intencionalmente acerca de las cosas,
deseando seriamente resolver un problema y no simplemente actuando
como si estuvieran resolviendo un problema. Con frecuencia se ha
visto que el lenguaje es un asunto social y que el solipsismo, y las
dudas acerca de la existencia de otras mentes, se vuelve
autocontradictorio si es formulado en un lenguaje43
.
Popper atribuye a Wittgenstein haber puesto en bandeja por
medio del criterio de significado el dogma que serviría a los
neopositivistas para eliminar la metafísica:
42
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 17.
43 K. Popper, Conjectures and Refutations, 297.
260 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Este deseo del positivista puede ser satisfecho siempre, ya que nada es
más fácil que desenmascarar un problema como
‖carente de significado‖ o de ―pseudoproblema‖. Lo único que hay
que hacer es fijar un significado suficientemente estrecho y enseguida
tendrás que decir de toda cuestión inconveniente que eres incapaz de
detectar ningún significado en ella. Más aún si admites como
significativas solamente los problemas de la ciencia natural (Cf.
Tractatus, 6.53) cualquier debate acerca del concepto de ―significado‖
se volverá también carente de significado. El dogma de significado,
una vez entronizado, queda para siempre fuera de discusión y no
puede ser atacado nunca más. Se ha vuelto (según las propias palabras
de Wittgenstein) ―inexorable y definitivo‖ (Cf. Tractatus, Prefacio)44
.
El criterio de significado de Wittgenstein coincide con el criterio
inductivista de demarcación si se reemplazan sus términos ―científico‖
o ―legítimo‖ por ―significativo‖. Es precisamente la óptica inductivista
lo que hace fracasar la solución de los positivistas al problema de la
demarcación: al pretender aniquilar a la metafísica, aniquilan también
la ciencia natural:
De acuerdo a Wittgenstein toda proposición con significado ha de ser
lógicamente reducible a proposiciones elementales (o atómicas), que
caracteriza como descripciones o ―pinturas de la realidad‖ (Cf.
Tractatus, 4.01, 4.03 y 2.221) (una caracterización que abarca a todas
las proposiciones con sentido). Aquí podemos ver que el criterio de
significado de Wittgenstein coincide con el criterio de demarcación de
los inductivistas, si reemplazamos sus términos ―científico‖ o
―legítimo‖ por ―significativo‖. Y es precisamente a través del
problema de la inducción como fracasa este intento de resolver el
problema de la demarcación: los positivistas, en su ansia por aniquilar
a la metafísica, aniquilan también la ciencia natural. Ya que las leyes
científicas tampoco pueden ser reducidas lógicamente a proposiciones
elementales de experiencia. Aplicado consistentemente el criterio de
significado de Wittgenstein rechaza como carentes de sentido aquellas
44
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 51.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 261
leyes naturales cuya búsqueda, como decía Einstein (Mein Weltbild,
1934, 168, traducida al inglés como The World as I see It, 1935, 125)
es ―la tarea suprema del físico‖: no pueden nunca ser aceptadas como
proposiciones genuinas o legítimas45
.
Popper apunta que la idea de considerar las leyes científicas
como pseudoproposiciones para resolver el problema de la inducción
que Schlick atribuye a Wittgenstein es en realidad muy anterior, pues
forma parte de la tradición instrumentalista que se remonta a Berkeley
y a otros autores46
. Popper critica la aplicación que hace Wittgenstein
del criterio de significado a las leyes naturales:
Es bastante cierto que una proposición como ―existen leyes de la
naturaleza‖ deba ser invocada si queremos justificar nuestra búsqueda
de leyes de la naturaleza, como hace Wittgenstein (Cf. Tractatus,
6.36): ―si existiera una ley de la causalidad debería decir: existen leyes
naturales. Pero esto claramente no puede decirse, se muestra a sí
mismo‖. En mi opinión lo que muestra en sí mismo, en todo caso, es
que esto claramente puede ser dicho: ha sido dicho por Wittgenstein,
por ejemplo. Lo que claramente no puede hacerse es verificar la
proposición de que existen leyes naturales (o incluso falsificarla). Pero
el hecho de que una proposición no sea verificable (o incluso que no
sea falsificable) no significa que carece de sentido, o que no pueda ser
entendida, o que ―claramente no puede ser dicha‖ como Wittgenstein
creía47
.
Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que la ciencia es un
sistema de proposiciones y no un sistema de conceptos pero rechaza el
instrumentalismo48
. Las teorías científicas carecen de sentido porque
45
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 36.
46 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota*4, 36.
47 K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 21, 437.
48 Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota*4, 36.
262 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
no son ‗verificables‘. El instrumentalismo de las teorías científicas
surge en el intento de resolver o ‗disolver‘ el problema de la
inducción: primero Berkeley que consideraba que las teorías
científicas eran simples instrumentos útiles, Poincaré y Duhem que las
consideraban convenciones, Mach resúmenes económicos e
instrumentos de predicción, J. S. Mill, y finalmente Wittgenstein y
Schlick que concebían las teorías científicas como
pseudoproposiciones que sirven como reglas de inferencia para hacer
predicciones:
Sin duda el instrumentalismo debe mucho al deseo de resolver o de
disolver el problema de la inducción. Berkeley creía en la inducción
de las generalizaciones simples (...) pero vio que una teoría ‗oculta‘ no
puede ser el resultado de la inducción. Sin embargo esto no presentaba
ninguna dificultad para él ya que sostenía que las teorías ‗ocultas‘, si
eran exitosas, no eran más que instrumentos útiles. La solución de
Berkeley al problema fue prácticamente olvidada pero fue
redescubierta por Mach que pensó que las teorías no eran más que
resúmenes económicos e instrumentos de predicción; por Poincaré y
Duhem que pensaron que no eran más que convenciones y por J. S.
Mill, Wittgenstein y Schlick (...) quienes afirmaron que no eran
proposiciones genuinas sino pseudoproposiciones cuya función era la
de servir de reglas de inferencia (o ‗billetes de inferencia‘), como
reglas para la transformación de las genuinas proposiciones de
observación en otras genuinas proposiciones de observación (es decir
en predicciones)49
.
Al tratar la cuestión de la simplicidad de las teorías científicas,
Popper hace notar que no pocos filósofos de la ciencia han atribuido al
concepto de simplicidad un lugar crucial en sus teorías sin percatarse
de las dificultades a que da lugar. Popper se pregunta si existe un
concepto de simplicidad que interese al lógico (una vez eliminadas las
ideas estéticas y pragmáticas simplicidad). Señala que la idea
49
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 117.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 263
epistemológica de simplicidad tiene un lugar especial en las teorías de
la lógica inductiva, por ejemplo, en relación al problema de la ―curva
más simple‖ y cita el Tractatus:
Wittgenstein, por ejemplo, dice: ―El proceso de inducción consiste en
asumir la ley más simple que pueda armonizar con nuestra
experiencia‖ (Tractatus, 6.363). Eligiendo la ley más simple, con
frecuencia se asume de manera tácita que una función lineal, digamos,
es más simple que una cuadrática, que un círculo es más simple que
una elipse, etc. pero no se dan razones para escoger esta jerarquía
particular de simplicidades sobre cualquier otra, o para creer que las
leyes ―simples‖ tienen ventajas sobre las menos simples, además de
las ventajas estéticas y prácticas (...) La observación de Wittgenstein
acerca de la simplicidad de la lógica (Cf. Tractatus, 5.4541) que
establece ―la regla de la simplicidad‖ no da ninguna pista50
.
Popper consideraba que las ideas acerca del contenido y del
grado de corroboración de las teorías científicas eran las herramientas
lógicas más importantes desarrolladas en The Logic of Scientific
Discovery. Popper sostiene un concepto holístico (en función del
contexto) del significado de una teoría que puede ser analizado y
clarificado en términos puramente lógicos con ayuda de la idea de
contenido de una proposición o de una teoría. Popper distinguió entre
el contenido lógico y el contenido informativo de una teoría. El
contenido empírico sería un caso particular de este último. Popper
considera que las proposiciones o teorías tienen mayor contenido
informativo, nos dicen más, en cuanto más prohíben o excluyen51
. De
aquí que no resulte extraño el golpe que le supuso leer a Carnap
atribuyendo su autoría o su inspiración a Wittgenstein:
50
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 138.
51 Cf. K. Popper, Autobiography, 26. Popper remite a la sección 6 de The Logic of
Scientific Discovery relativa a la falsabilidad como criterio de demarcación.
264 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Hasta donde yo se, el reconocimiento de la importancia del contenido
empírico o poder asertivo de una teoría, la sugerencia de que este
contenido aumenta con el tipo de falsificadores potenciales de una
teoría, es decir, con los estados de cosas que prohíbe o excluye, y la
idea de que el contenido puede ser medido por la improbabilidad de
una teoría no lo tomé de ninguna otra fuente sino que han sido ―todo
mi propio trabajo‖. Por tanto me sorprendí cuando leí en la
Introduction to Semantics de Carnap (...) en relación con su definición
de ―contenido‖: ―el poder afirmativo de una proposición consiste en su
exclusión de ciertos estados de cosas (Wittgenstein); cuanto más
excluye más afirma‖. Escribí a Carnap pidiendo detalles y
recordándole algunos pasajes relevantes de mi libro. En su respuesta
dijo que su referencia a Wittgenstein se debió a un error de memoria
pero que de hecho tenía un pasaje de mi libro en mente; y repitió esta
corrección en su Logical Foundations of Probability, 1950, 406.
Menciono esto aquí porque en muchos artículos publicados desde
1942, la idea de contenido —en el sentido de contenido empírico o
informativo— ha sido atribuida, sin ninguna referencia definida, a
Wittgenstein o a Carnap y algunas veces a Wittgenstein y a mí. Pero
no quisiera que ninguno pensara que la he tomado sin conocimiento
de Wittgenstein o de ningún otro: como estudioso de la historia de las
ideas, pienso que es muy importante referirse a las propias fuentes52
.
Carnap respondió que corregirá el error cometido en un párrafo
de su libro Introduction to Semantics en el que atribuye a Wittgenstein
algo que fue aportación de Popper53
. Sin embargo, a Popper no se le
fue de la memoria este incidente y lo recoge en su autobiografía
intelectual muchos años más tarde54
.
52
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, nota 8, 395.
53 Cf. Carta de R. Carnap a K. Popper del 29 de enero de 1943 desde Chicago,
Popper Archives (282.24).
54 Cf. K. Popper, Autobiography, nota 15.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 265
5.2 Desde el exilio: The Open Society and Its Enemies (1945)
Nueva Zelanda no era lo suficientemente lejana para que
Wittgenstein estuviera ausente de los pensamientos de Popper, sino
todo lo contrario: en The Open Society, escrito como una contribución
a la guerra desde el exilio, es un ataque a la tradición platónica y
aristotélica del esencialismo y a sus desarrollos modernos como los de
Hegel y Wittgenstein. Popper vuelca su crítica al Tractatus en largas
notas a pie de página en las que intenta mostrar el fracaso de
Wittgenstein en su intento de suprimir la metafísica, las
contradicciones de su teoría y las dificultades en la aplicación de su
método y el verbalismo y misticismo a los que da lugar.
5.2.1 Wittgenstein fracasa al intentar suprimir la metafísica
5.2.1.1 Contradicciones internas de la teoría
Popper analiza lo que llama el principio de Wittgenstein:
‗ninguna proposición puede enunciar nada sobre sí misma, puesto que
un signo proposicional no puede estar contenido en sí mismo‘ (Cf.
Tractatus, 3.332) y muestra que no es carente de sentido, como
Wittgenstein pretendía en la proposición 6.54: ‗Mis proposiciones son
elucidatorias en este sentido: aquel que me entienda finalmente las
reconocerá como carentes de sentido‘, ni genuinamente paradójica
como si lo eran las paradojas de Russell para cuya solución desarrolló
la teoría de tipos, sino sencillamente falsa55
.
Resulta difícil, dice Popper, tomar en serio una doctrina que se
contradice a sí misma y que descaradamente se presenta como carente
55
Cf. K. Popper, Open Society, capítulo 24, nota 8.
266 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de sentido. Wittgenstein exhibe una clara contradicción en el
Tractatus al decir que podemos comunicar pensamientos inexorables
y definitivamente verdaderos por medio de proposiciones que
abiertamente se admiten como carentes de sentido:
Consideremos una de las proposiciones de Wittgenstein, por ejemplo,
‗La filosofía no es una teoría sino una actividad‘ (Tractatus, 4.112).
Seguramente ésta no es una proposición que pertenece a ‗la totalidad
de la ciencia natural (o a la totalidad de las ciencias naturales)‘. Por lo
tanto de acuerdo con Wittgenstein no puede pertenecer a ‗la totalidad
de las proposiciones verdaderas‘. Por otra parte, tampoco es una
proposición falsa (porque si lo fuese, su negación tendría que ser
verdadera y pertenecería a la ciencia natural). Por tanto llegamos al
resultado de que debe ser „carente de significado‟ o „carente de
sentido‟ o „sinsentido‟; y lo mismo ocurre con muchas de las
proposiciones de Wittgenstein. Esta consecuencia de su doctrina es
reconocida por el mismo Wittgenstein cuando escribe: ‗Mis
proposiciones son elucidatorias en este sentido: el que me entienda
finalmente las reconocerá como carentes de sentido‘ (Tractatus, 6.54).
El resultado es importante. La propia filosofía de Wittgenstein carece
de sentido y lo admite. ‗Por otra parte‘, como Wittgenstein afirma en
su Prefacio, ‗la verdad de los pensamientos comunicados aquí me
parece inexpugnable y definitiva. Por tanto soy de la opinión de que
los problemas han sido finalmente resueltos en lo esencial‘. Esto
muestra que podemos comunicar pensamientos inexorables y
definitivamente verdaderos por medio de proposiciones que son
admitidamente carentes de sentido y que podemos resolver problemas
‗definitivamente‘ proponiendo el sinsentido56
.
Popper sostiene un racionalismo crítico, moderado y autocrítico,
y rechaza tanto el irracionalismo —aunque reclama una cierta fe
irracional en la razón para dar el paso al raciocinio y a la
experiencia— como el racionalismo no-crítico o comprehensivo
(basado en el principio de que toda afirmación que no pueda ser
56
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 267
fundamentada por argumentos o por experiencia debe ser descartada
como falsa o no científica o como carente de significado) en el sentido
del Tractatus de Wittgenstein. Popper afirma que este principio del
racionalismo no-crítico es auto contradictorio porque no puede
probarse mediante argumentos ni a través de la experiencia. Además,
considera Popper, si todo argumento debe proceder mediante
supuestos es imposible pretender que todos los supuestos deban estar
basadas en argumentos y por tanto el principio de evitar toda
presuposición no es una máxima de perfección sino una forma de la
paradoja del mentiroso y una auto-contradicción:
Algunos ejemplos de este tipo pueden encontrarse en el Tractatus de
Wittgenstein. Uno es la proposición de Wittgenstein: ‗la totalidad de
las proposiciones verdaderas es (...) la totalidad de la ciencia natural‘
(Tractatus, 4.11), y como esta proposición no pertenece a la ciencia
natural (sino más bien a una meta-ciencia, es decir a una teoría que
habla acerca de la ciencia) se sigue que afirma su propia falta de
verdad y por tanto es contradictoria. Más aún es claro que la
proposición 4.11 viola el mismo principio de Wittgenstein que
establece que ‗ninguna proposición puede decir nada acerca de sí
misma‘57
.
La doctrina de Wittgenstein carece de una base argumentativa
real e impone su doctrina mediante un dogmatismo reforzado que da
carta de ciudadanía a un nuevo tipo de sinsentido metafísico
―profundamente significativo‖58
que hace ―invulnerable‖ la teoría.
Popper compara la sociología del conocimiento, el psicoanálisis y
ciertas filosofías que pretenden desenmascarar la ‗falta de sentido‘ de
las posturas de sus oponentes mediante lo que califica de ‗dogmatismo
reforzado‘ y cita el ejemplo del hegelianismo y su visión acerca de la
fertilidad de las contradicciones, del psicoanálisis y su interpretación
57
K. Popper, Open Society, capítulo 24, nota 8.
58 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
268 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de cualquier objeción como fruto de la represión y de las filosofías del
significado que declaran carente de sentido cualquier postura
opuesta59
.
Los positivistas de acuerdo al Tractatus definen ‗significado‘ de
una forma arbitraria de tal manera que sólo las proposiciones factuales
son ‗significativas‘60
. Popper precisa que el uso del término ‗carente
de significado‘ o ‗sinsentido‘ propuesto por Wittgenstein coincide en
parte con el uso ordinario —en el que ‗carente de significado‘ se
identifica con ‗absurdo‘, que significa contradictorio o falso— pero es
más agudo:
Es importante notar que este uso de los términos ‗carente de
significado‘ o ‗sinsentido‘ en parte coincide con el uso ordinario, pero
es más aguda, ya que en el lenguaje ordinario con frecuencia
llamamos a las proposiciones reales ‗carentes de significado‘, por
ejemplo si son ‗absurdas‘, es decir si son auto-contradictorias o
evidentemente falsas. Por tanto una proposición que afirma acerca de
un cierto cuerpo físico que está al mismo tiempo en dos lugares
diferentes no es una proposición carente de significado sino falsa, o
contradictoria con el uso de término ‗cuerpo‘ en la física clásica.
Asimismo, una proposición que afirma de cierto electrón que tiene un
lugar y momento preciso no es carente de sentido, como algún físico
ha afirmado y como algunos filósofos han repetido, sino que
simplemente contradice a la física moderna61
.
Wittgenstein es un antimetafísico que trata de mostrar que la
metafísica carece de sentido e intenta establecer el límite entre el
sentido y la falta de sentido en el lenguaje:
59
Cf. K. Popper, Open Society, 216.
60 K. Popper, Open Society, capítulo 5, nota 5.
61 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 269
Wittgenstein es un antimetafísico: ‗El libro —escribe en el Prefacio—
trata de los problemas de la filosofía y me parece que muestra que la
manera como se formulan estos problemas descansa en el
malentendido de la lógica de nuestro lenguaje‘. Trata de mostrar que
la metafísica es un ‗mero sinsentido‘ e intenta establecer un límite, en
nuestro lenguaje, entre el sentido y la falta de sentido: ‗El límite puede
(...) establecerse en los lenguajes y lo que queda fuera del límite será
simplemente sin sentido‘ (Tractatus, Prefacio). De acuerdo al libro de
Wittgenstein las proposiciones tienen un sentido y son verdaderas o
falsas. Las proposiciones filosóficas no existen sino que tienen sólo la
apariencia de proposiciones pero de hecho carecen de sentido62
.
Con esta definición del significado se busca demarcar la ciencia
de la metafísica: la demarcación entre sentido y sinsentido coincide
con la demarcación entre proposiciones científicas y las
pseudoproposiciones filosóficas, ya que la filosofía limita la esfera de
la ciencia natural:
Wittgenstein busca una línea de demarcación entre el sentido y el
sinsentido y encuentra que esta demarcación coincide con la
demarcación entre ciencia y metafísica, es decir entre las
proposiciones científicas y las pseudoproposiciones filosóficas. (El
que equivocadamente identifique la esfera de las ciencias naturales
con la de las proposiciones verdaderas no nos preocupará aquí). Esta
interpretación de su propósito se corrobora cuando leemos: ‗La
filosofía limita la (...) esfera de la ciencia natural‘ (Tractatus, 4.113)63
.
El dogmatismo reforzado propuesto en el Tractatus mediante el
cual tiene graves consecuencias porque proporciona un mecanismo de
autodefensa mediante el cual se puede rechazar como carente de
sentido cualquier objeción o crítica a su postura. Ya en Logik Popper
62
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
63 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
270 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
había subrayado la eficacia del dogma de significado haciendo ver que
basta determinar el concepto de ―significado‖ de manera
suficientemente estrecha y decir de las cuestiones incómodas que no
tienen ningún ―significado‖ para disolver cualquier debate. De esta
manera el dogma de significado se vuelve ―inexorable y definitivo‖:
No niego que los pensamientos de Wittgenstein sean inexorables y
definitivos. ¿Pero cómo podemos atacarlos? Obviamente cualquier
cosa que se diga contra ellos será filosófica y por tanto carente de
sentido, y puede ser rechazado como tal. Nos enfrentamos por tanto
con esa clase de posición que he descrito en otro lugar, en conexión
con Hegel como un dogmatismo reforzado64
.
Popper considera que la doctrina de Wittgenstein echa por tierra
la labor esforzada de muchos filósofos a lo largo de la historia, que
han intentado combatir el sinsentido metafísico y que puede ahora
sostenerse cómodamente incluso admitiendo que se trata de un
sinsentido:
Considérese lo que esto significa. Significa que todo el sinsentido
metafísico contra el cual lucharon por siglos Bacon, Hume, Kant y
Russell puede ahora sostenerse cómodamente incluso admitiendo
francamente que es un sinsentido, como Heidegger hizo. A partir de
ahora tenemos un nuevo tipo de sinsentido a nuestra disposición, un
sinsentido que comunica pensamientos cuya verdad es inexorable y
definitiva, en otras palabras un sinsentido profundamente
significativo65
.
((añadir si viene al caso)) Popper criticó lo que consideraba el
lenguaje ―inflado‖ —el tipo de lenguaje que se asocia frecuentemente
64
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
65 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 271
con Heidegger y sus seguidores— y hace una bella disección de lo que
considera un tipo de metafísica criticable66
.
En opinión de Popper Wittgenstein no se caracteriza por
proporcionar argumentos criticables sino por imponer
dogmáticamente sus puntos de vista. La escuela wittgensteiniana, al
reducir el papel de la filosofía a la clarificación del significado de las
palabras con el objeto de purgar nuestro lenguaje y eliminar los
rompecabezas lingüísticos, no conduce a una cadena de argumentos
que puedan ser racionalmente criticados sino a una serie de
proposiciones dogmáticas dentro de un círculo esotérico de iniciados:
Parece que el irracionalismo en el sentido de una doctrina o credo que
no propone argumentos conectados y debatibles sino propone
aforismos y proposiciones dogmáticas que han de ser ‗entendidos‘ o
dejados de lado, tenderá generalmente a convertirse en propiedad de
un círculo esotérico de iniciados. Y por supuesto este pronóstico
parece estar parcialmente corroborado en algunas de las publicaciones
que proceden de la escuela de Wittgenstein67
.
Popper echa en falta en las publicaciones de la escuela de
Wittgenstein un problema serio por resolver, lo cual contrasta con su
denuncia inicial de la filosofía por la argucia estéril de sus intentos de
tratar acerca de pseudoproblemas. Recuerda que muchos sistemas
metafísicos han llevado a resultados científicos importantes y está de
acuerdo en combatir lo que pueda llevar a confusión, sea metafísico,
no metafísico o antimetafísicos pero tomándose la molestia de analizar
los argumentos con detalle, y no desautorizando dogmáticamente a los
66
Cf. K. Popper, ―Reason or Revolution‖, Archives Europeennes de Sociologie, 11,
1970, 252-262.
67 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.
272 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
oponentes, afirmando ‗que no entienden‘ y olvidando que podemos
entender y estar en desacuerdo68
.
5.2.1.2 Insuficiencia del criterio de demarcación
Popper considera que el problema de la demarcación
difícilmente podrá ser solucionado si se caracteriza a la metafísica
como carente de sentido porque se trata de términos más psicológicos
que técnicos (más subjetivos que objetivos) y porque de esta manera
el problema no se resuelve sino que simplemente se traslada:
En primer lugar porque estos términos son más acordes para
desahogar la indignación personal acerca de los metafísicos y de los
sistemas metafísicos que para una caracterización técnica de una línea
de demarcación. En segundo lugar porque el problema sólo se
traslada, ya que podemos preguntar: ‗¿Qué significa ‗con sentido‘ y
‗carente de sentido‘? Si ‗con sentido‘ es sólo un equivalente de
‗científico‘, y ‗carente de sentido‘ es un equivalente de ‗no-científico‘
entonces es evidente que no hemos hecho ningún progreso. Por
razones como estas sugerí que elimináramos todos los términos
emotivos de ‗significado‘, ‗significativo‘, ‗carente de significado‘, etc.
de la discusión metodológica69
.
Popper previno del riesgo de considerar el término
‗significativo‘ como el equivalente emotivo de ‗testable‘, ya que a
pesar de no haber inconveniente lógico para su uso, sin embargo
podría prestarse como realmente ocurrió:
68
Cf. K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.
69 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 273
Al recomendar que resolviésemos el problema de la demarcación
usando la falsabilidad o testabilidad, o los grados de testabilidad,
como criterio del carácter empírico de un sistema científico, sugerí
que no reportaría ninguna ventaja introducir el término ‗significativo‘
como un equivalente emotivo de ‗testable‘. A pesar de mi rechazo
explícito de considerar la falsabilidad o la testabilidad (o cualquier
otro) como ‗criterio de significado‘, veo que hay filósofos que con
frecuencia me atribuyen la propuesta de adoptarla como un criterio de
significado70
.
En su contribución al volumen sobre la filosofía de Carnap,
editado por Schilpp, Popper señala que en Die beiden Grundproblema
der Erkenntnistheorie y después en Logik der forschung hace una
crítica a la doctrina de Wittgenstein y de Carnap sobre la
‗eliminación‘ de la metafísica por medio del criterio de significado y
lo hace no desde un punto de vista metafísico sino desde una defensa
de la ciencia:
contenía entre otras muchas cosas una justa crítica a la doctrina de
Wittgenstein y de Carnap sobre la ‗eliminación‘ o ‗superación‘ de la
metafísica a través del análisis del significado. Critiqué esta doctrina
no desde un punto de vista metafísico sino desde el punto de vista de
quien interesado en la ciencia teme que esta doctrina, lejos de
combatir al supuesto enemigo —la metafísica—, le proporciona las
llaves de la ciudad sitiada71
.
Al aplicar el principio de verificación de Wittgenstein se
excluyen las hipótesis de la ciencia natural desde dos puntos de vista:
en primer lugar porque al identificar la totalidad de las proposiciones
verdaderas con la totalidad de la ciencia natural nunca podemos saber
si las hipótesis de la ciencia natural son verdaderas o no y por tanto
70
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
71 K. Popper, Conjectures and Refutations, 254.
274 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
nunca podemos saber si pertenecen o no a la ciencia natural. En
segundo lugar porque al aplicar el principio de verificación de
Wittgenstein las hipótesis de la ciencia natural quedan incluidas en el
campo de la metafísica, ya que estrictamente hablando las hipótesis no
son verificables:
Aunque eliminásemos toda referencia al ‗significado‘ o al ‗sentido‘ de
las teorías de Wittgenstein, su solución al problema de demarcar la
ciencia de la metafísica sigue siendo desafortunada. Desde el
momento que identifica ‗la totalidad de las proposiciones verdaderas‘
con la totalidad de la ciencia natural, excluye todas aquellas hipótesis
de ‗la esfera de la ciencia natural‘ que no son verdaderas. Y como
nunca podemos saber si una hipótesis es verdadera o no, nunca
podemos saber si pertenece o no a la esfera de la ciencia natural. El
mismo resultado desafortunado, de una demarcación que excluye
todas las hipótesis de la esfera de la ciencia natural y por tanto las
incluye en el campo de la metafísica, se consigue en el famoso
‗principio de verificación‘ de Wittgenstein, como señalé en
Erkenntnis, 3 (1933), p.427. (Ya que estrictamente hablando una
hipótesis no es verificable, y si hablamos libremente, entonces
podemos decir que incluso un sistema metafísico como el de los
primeros atomistas fue verificado).
Wittgenstein, de acuerdo con Schlick, concluyó que las teorías
científicas en realidad no son proposiciones y por tanto carecen de
significado. Popper sólo concibe que Wittgenstein haya excluido de la
ciencia nada menos que las más importantes expresiones científicas
suponiendo que pasó por alto el problema de la universalidad o
generalidad de las hipótesis científicas, como habían hecho los
positivistas anteriores:
Esta conclusión fue sacada en los últimos años por el mismo
Wittgenstein quien, de acuerdo con Schlick, afirmó en 1931 que las
teorías científicas ‗en realidad no son proposiciones‘, es decir no
significativas. Las teorías, las hipótesis, es decir, las más importantes
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 275
de todas las expresiones científicas, son de esta manera arrojadas del
templo de la ciencia natural, y por tanto puestas al mismo nivel de la
metafísica. La visión original de Wittgenstein en el Tractatus sólo
puede explicarse suponiendo que pasó por alto las dificultades
relacionadas con el estatus de una hipótesis científica que siempre va
más allá del simple enunciado de un hecho; pasó por alto el problema
de la universalidad o generalidad. En esto siguió las huellas de
anteriores positivistas, principalmente de Comte72
.
Popper considera que la teoría de Wittgenstein no resuelve el
problema de la demarcación sino que lo oscurece aún más con su
interpretación naturalista de la diferencia entre la ciencia natural y la
metafísica. Para Popper es claro que la tarea filosófica puede ser sólo
la de sugerir y disponer una demarcación útil entre ambas y le parece
que esto difícilmente puede hacerse si se caracteriza la metafísica
como carente de sentido:
La teoría de Wittgenstein no sólo invita a proponer cualquier tipo de
sinsentido metafísico como profundamente significativo, sino que
también oscurece lo que he llamado el problema de la demarcación. Y
esto por su idea inocente de que hay algo ‗esencialmente‘ o ‗por
naturaleza‘ metafísico y que es nuestra misión el descubrir la
demarcación ‗natural‘ entre éstas dos campos. El ‗positivismo‘, y me
cito otra vez, ‗interpreta el problema de la demarcación de forma
naturalista. En vez de interpretar esta cuestión como una que debe ser
decidida de acuerdo a la utilidad práctica, se pregunta por la diferencia
que existe ―por naturaleza‖, como si existiera, entre la ciencia natural
y la metafísica‘. pero es claro que la tarea filosófica o metodológica
puede ser sólo la de sugerir y disponer una demarcación útil entre
ambas. Esto difícilmente puede hacerse si se caracteriza la metafísica
como ‗carente de sentido‘ o ‗carente de significado‘73.
72
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
73 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
276 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
5.2.2 El método de Wittgenstein conduce al verbalismo y al
misticismo
Popper considera que el verbalismo esencialista de Aristóteles
ha tenido particular influencia en las escuelas filosóficas modernas.
Popper señala que la exigencia de definir el significado de todos los
términos en aras de la precisión ha sido fuente de confusión, e incluye
a Wittgenstein entre los que lamentablemente continúan padeciendo
este lastre intelectual:
El problema de las definiciones y del ‗significado de los términos‘ (...)
ha sido una fuente inagotable de confusión y de una clase particular de
verborrea (...) y es la fuente más importante de la lamentable
influencia intelectual de Aristóteles que aún prevalece, de todo el
escolasticismo verbal y vacío que se encuentra no sólo en la Edad
Media sino también en la propia filosofía contemporánea, ya que una
filosofía tan reciente como la de L. Wittgenstein padece (...) esta
influencia74
.
Popper trae a colación el dicho popular de que ―no debemos
intentar cruzar nuestros puentes antes de llegar a ellos‖ refiriéndose a
la excesiva preocupación por el significado de las palabras que, en su
opinión, tarde o temprano envuelve a los analistas del lenguaje en el
verbalismo.
Wittgenstein desprende la nueva función de la filosofía de la
necesidad de encontrar el límite entre el sentido y la falta de sentido,
que para él coincide con el límite entre la ciencia natural y la filosofía:
El límite entre el sentido y la falta de sentido coincide con el límite
entre la ciencia natural y la filosofía: ‗La totalidad de las
74
K. Popper, Open Society, 9.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 277
proposiciones verdaderas es la totalidad de la ciencia natural (o la
totalidad de las ciencias naturales). La filosofía no es una de las
ciencias naturales‘ (Tractatus, 4.11 y 4.111). Por tanto la verdadera
función de la filosofía no es la de formular proposiciones, sino más
bien la de clarificar las proposiciones: ‗El resultado de la filosofía no
es un conjunto de proposiciones filosóficas, sino el clarificar las
proposiciones‘(Tractatus, 4.112). Los que no se percatan de esto y
plantean proposiciones filosóficas hablan acerca de un sinsentido
metafísico75
.
La nueva función de la filosofía es la de mostrar al ‗metafísico‘
que está hablando sin sentido, ya que sólo se puede hablar con sentido
en el campo de la ciencia, no en el filosófico:
Wittgenstein supone que los términos o ‗signos‘ usados por los
científicos tienen significado, mientras que el metafísico ‗no ha dado
significado a ciertos signos en sus proposiciones‘ (Tractatus, 6.53) y
escribe: ‗El método correcto de la filosofía tendría que se este: no
decir nada excepto lo que puede decirse, es decir, las proposiciones de
la ciencia natural, es decir algo que no tiene nada que ver con la
filosofía: y entonces siempre que alguien quiera decir algo metafísica,
demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus
proposiciones‘ (Tractatus, 6.53) 76
.
Popper no está de acuerdo con el planteamiento de Wittgenstein
de que sólo la ciencia investiga cuestiones de hecho y que la filosofía
no puede formular proposiciones sino que su auténtica tarea es la de
clarificar las proposiciones de nuestro lenguaje:
Wittgenstein enseña en el Tractatus (...) que la filosofía no puede
formular proposiciones y que todas las proposiciones filosóficas son
75
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
76 K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
278 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de hecho pseudoproposiciones carentes de sentido. Estrechamente
relacionado con esto está su doctrina de que la auténtica tarea de la
filosofía no es la de formular proposiciones sino la de clarificarlas: ‗El
objeto de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. La
filosofía no es una teoría sino una actividad. Un trabajo filosófico
consiste esencialmente en elucidaciones‘ (Tractatus, 4.112)77
.
Popper está interesado en el lenguaje humano como institución
que ha hecho que el hombre trascienda a los animales pero no en el
análisis del significado de las palabras:
Estoy profundamente interesado en el lenguaje humano, que es, en mi
opinión, una de las cosas que nos hace humanos. Pero no estoy
interesado en hablar acerca de las palabras y de sus significados.
Discutir acerca de las palabras y los significados me parece no
importante (...) los problemas discutidos en mi Open Society son más
importantes y urgentes que los problemas acerca de las palabras y su
significado78
.
Tampoco está de acuerdo en que el método de la filosofía
consiste en ‗reducir‘ al metafísico a base de exigirle definiciones, y
muestra que el método puede fallar al ser aplicado, ante la posible
habilidad del filósofo al que se intenta reducir, o bien ante la
inhabilidad del científico para inquirir o mostrar el sinsentido del
filósofo:
En la práctica esto implica que debemos proceder preguntando al
metafísico: ‗¿Qué entiendes por esta palabra? ¿Qué entiendes por
77
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 51.
78 K. Popper, The Philosophy of Karl Popper, 1166. Popper remite a la sección 7 de
su autobiografía donde aborda el esencialismo como una cuestión que le separa de
muchos filósofos contemporáneos.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 279
aquella otra palabra?‘ En otras palabras le exigimos una definición, y
si ésta no existe, asumimos que la palabra carece de sentido. Esta
teoría (...) pasa por alto los hechos (a) que un metafísico ingenioso y
sin escrúpulos siempre que se le pregunte ‗¿Qué entiendes por esta
palabra?‘ rápidamente exhibirá una definición de manera que todo el
juego se convierta en un ejercicio de paciencia; (b) que el científico no
esté en una mejor posición lógica que el metafísico e incluso, si se
compara con una metafísico que carece de escrúpulos, en una posición
peor79
.
Popper considera que es un prejuicio empeñarse en que el
lenguaje puede ser más preciso mediante el uso de definiciones, ya
que de la misma manera que no se pueden probar todas las
proposiciones no se puede definir el significado de todos nuestros
términos y en ambos casos se corre el riesgo de una regresión infinita:
A partir de Aristóteles es ampliamente conocido que no se pueden
probar todas las proposiciones y que cualquier intento de hacerlo
fracasaría porque sólo conduciría a una regresión infinita de pruebas.
Pero al parecer ni él ni muchos escritores contemporáneos parecen
haberse dado cuenta que el intento análogo de definir el significado de
todos nuestros términos debe, de la misma manera, conducir a una
regresión infinita de definiciones80
.
Popper reconoce que Schlick se percató del problema de la
regresión infinita de definiciones en la teoría de Wittgenstein, pero
que su solución acudiendo a la semántica tampoco fue clara ni capaz
de resolver el problema de la demarcación:
79
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
80 K. Popper, Open Society, 16.
280 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Schlick en Erkenntnis 1 (Cf. ―Die Wende Der Philosophie‖,
Erkenntnis, 1, 1930/31, 8) cuando trata acerca de la doctrina de
Wittgenstein menciona la dificultad de una regresión infinita, pero la
solución que plantea (que parece fundamentarse en la línea de las
definiciones inductivas, o quizás en la del operacionalismo) no parece
clara ni capaz de resolver el problema de la demarcación. Pienso que
algunos propósitos de Wittgenstein y Schlick al exigir una filosofía
del significado se satisfacen en la teoría lógica que Tarski llamó
―semántica‖. Pero también creo que la correspondencia entre estos
propósitos y la semántica no llegan muy lejos, ya que la semántica
propone proposiciones y no sólo las ‗clarifica‘81
.
Popper considera que desde la época de Platón todos los
misticismos han presentado la tendencia a transferir el sentimiento de
la irracionalidad del individuo y de las relaciones entre individuos al
campo de los universales abstractos que es el campo de la ciencia. El
misticismo busca racionalizar lo irracional y al mismo tiempo busca el
misterio en el lugar equivocado. Considera que lo que subyace a esta
actitud mística es el deseo de regresar al abrigo de la casa patriarcal y
de convertir sus límites en los límites de nuestro mundo y esto es
irracional y equivocado. Para Popper el misticismo de Wittgenstein es
un misticismo típicamente holista y universalista que está fuera de
lugar:
‗El sentimiento del mundo como un todo limitado es el sentimiento
místico‘ (Tractatus, 6.45) afirma Wittgenstein. Pero este
irracionalismo holista y universalista está fuera de lugar. El ‗mundo‘ y
el ‗todo‘ y la ‗naturaleza‘, son abstracciones y productos de nuestra
razón. (Esto marca la diferencia entre el filósofo místico y el artista
que no racionaliza, que no usa abstracciones, sino que crea, en su
imaginación, individuos concretos y experiencias únicas). Para
81
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 46.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 281
resumir, el misticismo busca racionalizar lo irracional y al mismo
tiempo busca el misterio en el lugar equivocado82
.
Para Wittgenstein ―lo místico no es cómo es el mundo, sino el
que es‖ (Tractatus 6.44) y está vinculado con su admiración ante la
fragilidad de lo contingente que le lleva a abrirse a lo necesario e
incluso a lo religioso. Lo místico en Wittgenstein no se reduce a una
elaboración teórica contenida en el Tractatus al hablar de los límites
del lenguaje, sino que responde sobre todo a una convicción vital,
incluso religiosa aunque Wittgenstein no fuera un hombre religioso,
que tuvo un refuerzo importante durante su experiencia en la guerra y
fue creciendo progresivamente hasta el final de su vida83
.
Popper acude al modo de decir de Wittgenstein para ilustrar lo
inexplicable o lo místico aunque difiere de Wittgenstein a quien sitúa
en la postura idealista que sostiene que el intelecto impone sus propias
leyes a la naturaleza:
Se ha dicho con frecuencia que —para usar la expresión de
Wittgenstein— ‗Lo místico no es cómo es el mundo sino el que sea‘
(Tractatus, 6.44). Aunque nuestra discusión muestra que cómo es el
mundo —que tiene una estructura o que sus regiones inmensamente
distantes son sujetos de las mismas leyes estructurales— parece ser
inexplicable en principio y por tanto ‗místico‘, si queremos usar este
término. Esto de cualquier modo parece ser el predicamento en que se
encuentran los realistas. El idealista puede tener una manera de salir
de esto, una explicación a través de la cual puede reducir este misterio
al de la pura existencia del mundo. Ya que puede decir con Kant que
nuestro intelecto impone sus leyes sobre la naturaleza; o en palabras
de Wittgenstein, que ‗sólo las conexiones de tipo ley son pensables‘
(Tractatus, 6.361). Aunque el realista puede estar de acuerdo, al
menos en parte, con estos puntos de vista, no le ayudan en definitiva a
82
K. Popper, Open Society, 246.
83 N. Malcolm, A Memoir, 58-59.
282 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
explicar o a entender por qué, si tiene que haber un mundo, ha de ser
un mundo pensable, regulado por leyes, un mundo inteligible para
algún intelecto, un mundo habitable por la vida84
.
Popper remite a la crítica de Carnap al misticismo de
Wittgenstein en el que comenta el pasaje ‗En verdad existe lo
inexpresable. Este se muestra a sí mismo, es lo místico‘ (Tractatus,
6.522) 85.
Popper considera que ni la naturaleza ni la historia pueden
decirnos lo que debemos hacer sino que somos nosotros los que
damos fin y significado a la naturaleza y a la historia. El ‗sentido de la
vida‘ es algo que depende de nosotros cuando tenemos un propósito
en la vida y somos capaces de determinar nuestros fines, al contrario
de la visión mística de Wittgenstein para quien la pregunta sobre el
sentido de la vida se remite a lo inexorable e indecible y por tanto
queda sin explicación:
Esta visión del problema del ‗significado de la vida‘ puede ser
contrastada con la visión de Wittgenstein acerca de los problemas del
‗sentido de la vida‘ en el Tractatus: ‗La solución al problema de la
vida se ve en el desvanecerse de este problema.- (¿no es acaso ésta la
razón por la que los hombres para quienes después de muchas dudas
se esclarece el sentido de la vida y entonces no pueden explicar en qué
consiste este sentido?)‘86
.
84
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 150-151.
85 Cf. R. Carnap, The Logical Syntax of Language, 313-314.
86 K. Popper, Open Society, capítulo 25, nota 25.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 283
5.3 Escritos de Inglaterra
5.3.1 Conjectures and Refutations (1963)
El objetivo fundamental de la crítica de Popper está dirigida a la
postura antimetafísica de Wittgenstein, a su reducción de la filosofía a
clarificación del lenguaje, al método único para hacer filosofía, a la
ddemarcación toscamente verificacionista y finalmente a la teoría
pictórica del lenguaje
5.3.1.1 Crítica a la postura antimetafísica de Wittgenstein
Popper sostiene una postura moderada hacia la filosofía y
resume su convicción de que existen genuinos problemas filosóficos y
que siempre es posible al menos intentar encontrar solución a los
problemas planteados. Resume su postura al afirmar: ―no creo en las
esencias ni en Wittgenstein, la cuestión de cómo hacerse entender
mejor es una cuestión de pensamiento y de experiencia‖87. Popper
está convencido de que es posible encontrar soluciones sencillas a los
problemas filosóficos, sin evadir su solución tachándolos de carentes
de sentido y sin verlos como insolubles o demasiado arduos:
Wittgenstein y su escuela sostienen que no existen genuinos
problemas filosóficos, de lo cual se sigue claramente que no pueden
ser resueltos. Otros entre mis contemporáneos creen que existen
problemas filosóficos y los respetan, pero parecen respetarlos
demasiado, parecen creer que son insolubles, cuando no tabúes, y se
asustan y amedrentan ante la afirmación de que puede encontrarse una
solución simple, clara y lúcida a cualquiera de ellos. En caso de existir
87
K. Popper, Conjectures and Refutations, 273.
284 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
una solución, piensan, ésta debe ser demasiado profunda o al menos
complicada88
.
Por una parte considera innecesaria la controversia acerca de la
naturaleza de la filosofía e ingenua la afirmación de que existe la
―filosofía‖ como entidad con una esencia propia y por otra parte está
en desacuerdo con quienes bajo la influencia de Wittgenstein niegan la
existencia de genuinos problemas filosóficos:
¿Existen problemas filosóficos? Considero que la posición actual de la
filosofía inglesa (...) se origina en la primera filosofía del Profesor
Ludwig Wittgenstein en la que se sostiene que no existen problemas
filosóficos sino que todos los problemas genuinos son problemas
científicos; que los supuestos problemas de la filosofía son
pseudoproblemas; que las supuestas proposiciones o teorías de la
filosofía son pseudoproposiciones o pseudoteorías; de que no son
proposiciones falsas (porque en caso de que fuesen falsas, sus
negaciones serían proposiciones o teorías verdaderas) sino
estrictamente combinaciones de palabras carentes de sentido, no más
significativas que el balbuceo incoherente de un niño que todavía no
ha aprendido a hablar bien89
.
Wittgenstein no fue el primero en hablar de la metafísica como
carente de significado, como equivocadamente afirmaron Carnap y los
miembros del Círculo de Viena ya que esta idea se remonta al menos
hasta Hobbes y Berkeley, pero lo que es innegable es que Wittgenstein
concibió su teoría del significado con objeto de destruir la metafísica
de manera más radical y efectiva que antes, basado en una concepción
ingenua y ‗naturalista‘ del problema del significado además de que
operó una reducción arbitraria del método de la filosofía:
88
K. Popper, Conjectures and Refutations, 55.
89 K. Popper, Conjectures and Refutations, 67-68.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 285
Esta teoría estaba concebida para producir la ‗superación‘ de la
metafísica y para destruirla más radical y efectivamente que cualquier
filosofía antimetafísica anterior. Pero (...) estaba basada sobre una
concepción ingenua y ‗naturalista‘ del problema del significado (...)
siguiendo el Tractatus de Wittgenstein (...) Por teoría naturalista de la
falta de significado entiendo la doctrina de que toda expresión
lingüística que pretenda ser una afirmación tiene sentido o carece de
sentido, no por convención o como resultado de reglas que han sido
establecidas por convención, sino como una cuestión de hecho o
debida a su naturaleza (...) de acuerdo al famoso criterio de significado
mediante la verificabilidad de Wittgenstein (...) formulado en su
Tractatus: ‗El correcto método de la filosofía es este: cuando alguien
(....) quiere decir algo metafísico, para demostrarle que no ha dado
significado a ciertos signos en sus proposiciones‘(Cf. Tractatus
6.53)90
Popper explica que Wittgenstein aplicó la teoría de tipos de
Russell mediante la cual clasificaba las expresiones de un lenguaje en
proposiciones verdaderas, falsas y carentes de sentido —que en su
momento había permitido a Russell eliminar las paradojas lógicas que
había descubierto y que resultaban pseudoproposiciones carentes de
sentido—, sin embargo la aplicación de Wittgenstein, original e
ingeniosa, fue radical y se convirtió en la inspiración para la filosofía
analítica que heredó su creencia en que no existen genuinos problemas
filosóficos, además de presentar algunos errores lógicos de aplicación:
Wittgenstein fue más allá y llevado quizás por el sentimiento de que lo
que los filósofos estaban diciendo, especialmente los hegelianos, era
en cierta manera semejante a las paradojas de la lógica, usó las
distinción de Russell para denunciar a toda la filosofía como
estrictamente carente de sentido y como consecuencia no pueden
existir genuinos problemas filosóficos (...) La idea de Wittgenstein de
90
K. Popper, Conjectures and Refutations, 259.
286 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
erradicar la filosofía (y la teología) usando una adaptación de la teoría
de tipos de Russell era ingeniosa y original (y más radical incluso que
el positivismo de Comte al que se parece mucho). Esta idea se
convirtió en la inspiración de una poderosa escuela moderna de
analistas del lenguaje que heredaron su creencia de que no existen
genuinos problemas filosóficos y de que lo único que el filósofo puede
hacer es desenmascarar y disolver los rompecabezas lingüísticos que
han sido propuestos por la filosofía tradicional91
.
Por otra parte Popper intenta mostrar la contradicción en la que
Wittgenstein incurre al afirmar que los supuestos problemas
filosóficos no son tales sino que se trata de problemas lógicos o
matemáticos, científicos, mixtos o simplemente de pseudoproblemas y
al reducir la filosofía a mero esclarecimiento de las confusiones del
lenguaje y que es esencialmente la misma en sus dos períodos de
pensamiento. Popper señala que el defecto de la teoría de Wittgenstein
es que es en sí misma una teoría filosófica, que pretende ser verdadera
y significativa y esto implica una contradicción. Sin embargo Popper
mismo apunta dos posibles objeciones a esta crítica que llevan a la
conclusión de que si se considera una actividad y no una doctrina, una
cuestión empírica y no filosófica, acaba siendo impermeable a esta
crítica:
Es fácil detectar inmediatamente un defecto en esta doctrina: la
doctrina, puede decirse, es en sí misma una teoría filosófica que
pretende ser verdadera y no carente de sentido. Esta crítica, sin
embargo es quizás un tanto barata. Puede ser contrarrestada al menos
de dos maneras. (1) Se puede decir que la doctrina es efectivamente
91
―Considero además que incluso la adaptación original de Wittgenstein de la teoría
de Russell se basa en un error lógico. Desde el punto de vista de la lógica moderna
no parece haber ya ninguna justificación para hablar de pseudoproposiciones o tipos
de errores o errores de categoría en los lenguajes ordinarios, naturalmente
desarrollados (opuestos al cálculo artificial) en tanto se sigan las reglas
convencionales de la costumbre y la gramática‖ (K. Popper, Conjectures and
Refutations, 69-70).
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 287
una qua doctrina carente de sentido, pero no una qua actividad. Este es
el punto de vista de Wittgenstein, que dice al final de su Tractatus
Lógico-Philosophicus que quien entienda el libro ha de darse cuenta al
final de que ha sido carente de sentido y ha de ser descartado como se
descarta una escalera después de haber sido usada para alcanzar la
altura deseada. (2) Se puede decir que la doctrina no es filosófica sino
empírica, ya que establece el hecho histórico de que todo está
efectivamente conforme a las reglas inherentes en los lenguajes en los
que se ha formulado; que se vuelve imposible remediar este defecto, y
que cualquier intento de expresarlo con propiedad ha llevado a la
pérdida de su carácter filosófico (y los ha mostrado, por ejemplo,
como perogrulladas empíricas o como proposiciones falsas). Creo que
estos dos contra argumentos rescatan la amenazada consistencia de la
doctrina, que de esta manera en efecto se vuelve ‗inexpugnable‘ —
para usar el término de Wittgenstein— por medio de esta crítica92
.
Popper explica la negación de Wittgenstein de que existan
genuinos problemas filosóficos al clasificar los problemas de la
filosofía tradicional en alguna de las siguientes categorías: los que son
puramente lógicos o matemáticos y han de ser solucionados mediante
proposiciones lógicas o matemáticas y por tanto no filosóficas; los que
son factuales y han de ser solucionados mediante alguna proposición
perteneciente a la ciencia empírica y por tanto tampoco filosóficos; los
que son combinaciones de las clases anteriores y por tanto tampoco
son filosóficos, y finalmente los pseudoproblemas carentes de
sentido93
.
Sin embargo, la afirmación de Wittgenstein de que no hay
problemas filosóficos sino sólo enredos lingüísticos es en sí misma
una afirmación filosófica. Tal afirmación puede que sea correcta pero
Wittgenstein debe demostrarlo y no limitarse a realizarla. Al hacerlo
discutirá un problema real (el de justificar al posición exacta donde
sitúa la frontera entre lo que tiene sentido y el sinsentido). Entonces
92
K. Popper, Conjectures and Refutations, nota 6, 68.
93 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 69-70.
288 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
aunque la mayor parte de la filosofía tratase de puzzles o enredos más
que de problemas, debe haber al menos un problema filosófico
genuino incluso si todos los otros supuestos problemas fueran meros
puzzles.
Para Wittgenstein la filosofía no busca resolver problemas
filosóficos inexistentes sino que es una actividad dirigida a
desenmascarar el sinsentido filosófico. La negación de que existan
problemas filosóficos permanece inalterada a pesar del matiz que el
propio Wittgenstein introdujo al distinguir entre sinsentido relevante o
importante y sinsentido inútil o sin importancia:
Como consecuencia la filosofía no puede contener ninguna teoría. Su
verdadera naturaleza, de acuerdo a Wittgenstein, no es la de una teoría
sino la de una actividad. La tarea de toda genuina filosofía es
desenmascarar el sinsentido filosófico y enseñar a la gente a hablar
con sentido94
.
Popper refuta lo anterior diciendo que sólo en la medida en que
existen problemas filosóficos tiene sentido hablar de filosofía. Popper
reconoce que existen genuinos problemas filosóficos de máxima
importancia como el problema cuerpo-mente, aunque sea difícil
explicar, y critica a quienes reducen el problema cuerpo-mente a un
cierto ―embrollo lingüístico‖. Concede además que una de las tareas
de la filosofía es desenmascarar el sinsentido, pero también defiende
el que muchas cosas dichas quizás sin todo rigor valen la pena por su
fondo95
.
Popper cita el surgimiento del cálculo diferencial e integral
como ejemplo de un problema que estando en proceso de clarificación
hubiera carecido de sentido según los parámetros de Wittgenstein pero
que afortunadamente se ―salvó‖ de haber sido desechado como
94
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 68.
95 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 289
sinsentido y podemos contar con uno de los frutos más impresionantes
de la historia del pensamiento:
Puedo mencionar el cálculo diferencial e integral que, especialmente
en sus primeras formas, era sin duda completamente paradójico y
carente de sentido según los estándares de Wittgenstein (y de otros)., y
que sin embargo fueron fundamentados razonablemente bien como
resultado de varios cientos de años de grandes esfuerzos matemáticos,
y cuyos fundamentos incluso ahora siguen necesitando, y se
encuentran en proceso, de clarificación (...) Podemos recordar en este
contexto que fue precisamente el contraste entre la precisión
aparentemente absoluta de las matemáticas y la vaguedad e
imprecisión del lenguaje filosófico lo que impresionó profundamente
a los primeros seguidores de Wittgenstein. Pero si hubiese existido un
Wittgenstein que usara sus armas contra los pioneros del cálculo y
hubiera conseguido eliminar su sinsentido en aspectos en que sus
críticos contemporáneos habían fallado (como Berkeley que estaba
fundamentalmente en lo cierto), hubiese sofocado uno de los
desarrollos más fascinantes y filosóficamente importantes en la
historia del pensamiento96
.
Popper admite dos argumentos más con objeto de defender en
parte los puntos de vista de Wittgenstein. El primero es que los
genuinos problemas filosóficos están siempre enraizados en
problemas que surgen fuera de la filosofía y degeneran en la medida
en que se alejan de la situación real que los originó97
.
96
K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.
97 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 71-72.
290 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
5.3.1.2 Crítica a la reducción de la filosofía a clarificación del
lenguaje
Popper advierte que al menos en 1946 Wittgenstein sostenía esta
teoría y aclara que aunque nunca tuvo acceso a sus manuscritos puede
conjeturar que en este sentido su postura permaneció esencialmente la
misma en sus dos períodos de pensamiento:
Wittgenstein todavía sostenía la doctrina de la no existencia de
problemas filosóficos en la forma aquí descrita cuando le vi la última
vez (en 1946 en que presidió una tormentosa reunión en el Moral
Sciences Club en Cambridge, con ocasión de mi lectura del artículo
―Are there Philosophical Problems?‖). Como no he visto nunca
ninguno de sus manuscritos que fueron circulados privadamente por
algunos de sus alumnos me he preguntado si modificó lo que aquí
llamo su ‗doctrina‘; pero en relación a esto, la parte más fundamental
e influyente de su enseñanza veo que sus puntos de vista no han
cambiado98
.
Popper hace un análisis crítico de la doctrina de Wittgenstein de
que la filosofía es sólo una actividad y señala sus acuerdos y sus
desacuerdos. Considera que un filósofo debe filosofar, en vez de
hablar acerca de la filosofía, y debe empeñarse en contribuir a la
solución de algunos problemas filosóficos. Si, por el contrario,
Wittgenstein tuviera razón entonces habría que dejar de filosofar, lo
cual resultaría absurdo, y en su caso particular imposible ya que siente
el impulso de trabajar esforzadamente en la solución de algunos
problemas filosóficos:
Quisiera reafirmar mi convicción de que un filósofo debe filosofar:
debe tratar de resolver problemas filosóficos en vez de hablar acerca
98
K. Popper, Conjectures and Refutations, 70.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 291
de la filosofía. Si la doctrina de Wittgenstein es verdadera entonces
según yo nadie puede filosofar y si yo compartiera esta opinión dejaría
la filosofía. Pero sucede que no sólo estoy profundamente interesado
en algunos problemas filosófico (...) sino movido por la esperanza de
poder contribuir a su solución, aunque sea sólo un poco y a través de
un trabajo duro99
.
Popper reconoce que efectivamente muchos escritos filosóficos
contienen mucha verborrea y que es indudable que la influencia de
Wittgenstein y de los analistas del lenguaje contribuyó en parte a
evitar esto por algún tiempo:
Lo que quiero decir es, en primer lugar, que existen muchos escritos
filosóficos (especialmente en la escuela hegeliana) que pueden
justamente ser criticados de verborrea carente de sentido. En segundo
lugar, que este tipo de escritos irresponsables haya sido, al menos por
algún tiempo, frenado por influencia de Wittgenstein y de los analistas
del lenguaje, aunque la mayor influencia a este respecto fue el ejemplo
de Russell quien, a través de la incomparable atractivo y claridad de
sus escritos, estableció el hecho de que la claridad de contenido es
compatible con la lucidez y la falta de pretensiones en el estilo100
.
Popper insiste en su rechazo a la idea de que las dificultades
filosóficas se deben al mal uso del lenguaje y a sobrevalorar el análisis
del lenguaje y se opone tajantemente a la prescripción de que el
análisis del lenguaje sea la regla última de toda expresión correcta y
menos que constituya la esencia de la filosofía:
No puedo aceptar la prescripción de que lo que diga debe ser
traducible en un ‗modo formal de discurso‘ para tener significado (...)
99
K. Popper, Conjectures and Refutations, 68.
100 K. Popper, Conjectures and Refutations, 71.
292 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
sin duda debemos expresarnos lo más claramente posible (...) pero
¿por qué ha de preferirse un lenguaje formal? ¿acaso porque la
esencia de la filosofía es el análisis del lenguaje?101
.
Popper critica el conceder demasiado peso a la precisión en el
lenguaje. Popper añade que la historia del cálculo corrobora la
respuesta de F. Urbach al último punto del Tractatus (‗de lo que no
podemos hablar hemos de callar‘), acerca de la que afirmó: ‗sin
embargo es sólo aquí cuando vale la pena hablar‘102
. Popper sostiene
que se han dicho muchas cosas importantes e interesantes que no se
salvan de contener imprecisiones103
.
5.3.1.3 Crítica al método único para hacer filosofía
Popper critica a quienes creen que existe un único método en
filosofía, cuestión que para él además de irrelevante es falsa. Lo que
importa es no perder la capacidad de admiración y empeñarse en
solucionar los problemas:
En sus esfuerzos por resolver los problemas los filósofos se sienten
obligados a seguir algo así como un método o técnica filosóficos o una
clave infalible que les conducirá al éxito filosófico. Pero no existen
tales métodos o técnicas. En la filosofía los métodos no son
importantes y cualquier método es legítimo si conduce a resultados
capaces de ser discutidos racionalmente. Lo que importa no son lo
métodos o las técnicas sino la sensibilidad hacia los problemas y una
gran pasión hacia su solución, o, como decían los griegos, el don del
asombro104
.
101
K. Popper, Conjectures and Refutations, 273.
102 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, nota 10a, 70.
103 Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 71.
104 K. Popper, Conjectures and Refutations, 72.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 293
En este sentido elogia la alerta de Wittgenstein contra el riesgo
de confundir los pseudoproblemas con los problemas reales y a la vez
critica que Wittgenstein haya caído en la trampa de ver
pseudoproblemas donde hay problemas reales:
Hay quienes experimentan la urgencia de resolver un problema,
aquellos para quienes un problema se vuelve real, como un desorden
que han de quitar de su sistema, y pueden hacer una contribución
incluso si se limitan a un método o técnica particular. Pero existen
otros que no sienten esta urgencia, que no tienen un problema serio y
demandante por resolver y que sin embargo producen ejercicios con
los métodos de moda, y para quienes la filosofía es más una
aplicación (de alguna técnica) y no una búsqueda. Estos están
llevando a la filosofía al pantano de los pseudoproblemas y de los
rompecabezas verbales, ya sea ofreciéndonos pseudoproblemas como
si fuesen problemas reales (el peligro que Wittgenstein advirtió), ya
sea persuadiéndonos para concentrarnos en la tarea interminable e
inútil de desenmascarar lo que consideran, correcta o incorrectamente,
como pseudoproblemas o ‗rompecabezas‘ (la trampa en la que
Wittgenstein cayó)105
.
Popper admite que existen métodos de enseñar filosofía que,
salvo casos excepcionales, pueden conducir a una jerga sinsentido
como la que Wittgenstein denuncia. Piensa en el método de enseñar
filosofía que da a leer al principiante las obras de los grandes filósofos
presentadas con tal autoridad que le llevarán a hacer un esfuerzo para
ajustar su mente a lo que cree que ha de ser su modo de pensar,
aunque no las entienda o le sean irrelevantes:
A lo que me refiero con un ‗método prima facie de enseñar filosofía‘,
y lo que parece ser el único método, es el de dar a leer al principiante
105
K. Popper, Conjectures and Refutations, 72.
294 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
(a quien consideramos no familiarizado con la historia de las ideas
matemáticas, cosmológicas y otras ideas tanto de la ciencia como
también de la política) las obras de los grandes filósofos. Las obras,
digamos, de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibniz, Locke,
Berkeley, Hume, Kant y Mill. ¿Cuál es el resultado de tal curso de
lectura? Que se abre ante el lector un nuevo mundo de grandes
audacias y enormes abstracciones, de un altísimo nivel de dificultad.
Se le plantean ideas y argumentos que algunas veces no sólo son
difíciles de entender sino que le resultan irrelevantes porque no puede
ver lo que puedan tener de relevante. Sin embargo el alumno
considera que estos son los grandes filósofos y que este es el camino
de la filosofía. Entonces hará un esfuerzo para ajustar su mente a lo
que cree (erróneamente como veremos) que ha de ser su modo de
pensar (...) Considero que hay que respetar a quien haya puesto todo
su esfuerzo y consiga al final lo que puede describirse como la
conclusión de Wittgenstein; ‗He aprendido la jerga tan bien como
cualquiera. Es algo brillante y cautivador. De hecho es peligrosamente
cautivador ya que la simple verdad acerca de la cuestión es que existe
mucho alboroto acerca de nada, sólo mucho sinsentido‘106
.
Popper expone su preferencia por enfocar tanto la filosofía como
la enseñanza de la filosofía partiendo de las situaciones problemáticas
que les dieron lugar como mejor manera para que el alumno
comprenda el sentido del aparente sinsentido de muchas filosofías.
Popper reconoce que Wittgenstein está en lo cierto al calificar de
palabrería sin sentido a las filosofías que han olvidado sus raíces
extra-filosóficas y que son elaboradas por filósofos que ‗estudian‘
filosofía en lugar de acercarse a los problemas que les dieron lugar:
Como la filosofía está profundamente enraizada en problemas no
filosóficos, el juicio negativo de Wittgenstein es correcto, en términos
generales, en la medida en que se refiere a las filosofías que han
olvidado sus raíces extra-filosóficas, y en que estas raíces son
fácilmente olvidadas por los filósofos que ‗estudian‘ filosofía en lugar
106
K. Popper, Conjectures and Refutations, 71-72.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 295
de haber sido conducidos a la filosofía por el impulso de problemas no
filosóficos107
.
Popper sintetiza su opinión acerca de la doctrina de
Wittgenstein: concuerda con él en que no existen problemas
filosóficos ‗puros‘, y que entre más alejado de su contexto esté un
problema, más riesgo corre de degenerar en palabrería. Está en
desacuerdo con Wittgenstein en que no sólo existan genuinos
problemas científicos, sino que existen también genuinos problemas
filosóficos y que la frontera entre las ciencias no es rígida así como
tampoco tiene por que serlo la frontera entre la ciencia y la filosofía:
Mi opinión acerca de la doctrina de Wittgenstein puede resumirse
como sigue. Es quizá cierto, en términos generales, que no existen
problemas filosóficos ‗puros‘, ya que en efecto entre más puro se
vuelva un problema filosófico más se pierde su sentido original y su
discusión está más expuesta a degenerar en palabrería vacía. Por otra
parte no sólo existen genuinos problemas científicos sino también
genuinos problemas filosóficos. Incluso si después de ser analizados
se ve que estos problemas tienen componentes factuales, no por esto
han de ser clasificados como pertenecientes a la ciencia. E incluso si
han de ser resueltos, digamos, a base de medios puramente lógicos no
tienen por que ser clasificados como puramente lógicos o tautológicos.
En física surgen situaciones semejantes (...) como hemos visto la
solución de problemas puede rozar la frontera de muchas ciencias. De
manera semejante, un problema puede acertadamente considerarse
‗filosófico‘ si encontramos que aunque originalmente surgió en
conexión con, digamos, la teoría atómica está vinculado más
estrechamente con los problemas y las teorías que han sido discutidos
por los filósofos que con teoría s actualmente tratadas por los
físicos108
.
107
K. Popper, Conjectures and Refutations, 73.
108 K. Popper, Conjectures and Refutations, 74.
296 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper concluye afirmando que no importa qué clase de
métodos usemos para resolver un problema filosófico: pueden
emplearse métodos cercanos a las ciencias naturales o bien puede ser
resuelto mediante el análisis lógico. De aquí que la pretensión de que
la filosofía no puede ocuparse de objetos factuales es un dogma
epistemológico y por tanto de un dogma filosófico y no hay razón para
negar el atributo de ‗filosófico‘ a un problema soluble por medios
lógicos109
.
5.3.1.4 Critica a la demarcación por medio del criterio
verificacionista
Popper exhibe una serie de hechos de la historia de la ciencia en
los que queda patente que la frontera entre la ciencia y la filosofía no
está clara, ni parece deseable que lo esté, ni considera útil detenerse en
hacer esa ―disección‖ como Wittgenstein parece empeñarse en hacer
al proponerla como tarea del filósofo:
Los grandes físicos del Renacimiento —Copérnico, Galileo, Kepler,
Gilbert— que volvieron su mirada a Aristóteles y Platón intentaron
reemplazar las sustancias o potencias cualitativas de Aristóteles por un
método geométrico de cosmología. En efecto, es lo que significa el
Renacimiento (en la ciencia): un renacimiento del método geométrico
que fue la base de los trabajos de Euclídes, Aristarco, Arquímedes,
Copérnico, Kepler, Galileo, Descartes, Newton, Maxwell y Einstein.
Pero ¿puede este desarrollo ser considerado filosófico? ¿no pertenece
más bien a la física —a la ciencia factual— y a las matemáticas puras
—una rama de la lógica tautológica— como la escuela de
Wittgenstein argumentaría?110
.
109
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 73.
110 K. Popper, Conjectures and Refutations, 89.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 297
Popper compara la ―flexibilidad‖ de su criterio de demarcación
con el criterio de significado formulado en el Círculo de Viena bajo la
influencia de Wittgenstein:
El ejemplo de Wittgenstein de una pseudoproposición sin sentido es:
‗Sócrates es idéntico‘. Obviamente ‗Sócrates no es idéntico‘ debe ser
también un sinsentido. Por tanto la negación de cualquier sinsentido
será un sinsentido y la negación de una proposición con sentido será
una proposición con sentido. Pero la negación de una proposición
testable (o falsable) no necesita ser testable, como fue señalado
primero en mi L.Sc.D. (...) y después por mis críticos111
.
La doctrina de Wittgenstein es el resultado de la tesis de que
todas las proposiciones genuinas pueden ser clasificados en
proposiciones factuales (sintéticas a posteriori) que pertenecen a las
ciencias empíricas y las proposiciones lógicas (analíticas a priori) que
pertenecen a la lógica puramente formal o a las matemáticas puras, y
cualquier otro tipo de proposiciones serán carentes de sentido. Popper
considera que esta dicotomía, específicamente formulada para excluir
la existencia de problemas filosóficos con sentido, no consigue su
objetivo en virtud de que algunos problemas factuales o lógicos o
mixtos pueden convertirse dentro de ciertas condiciones en problemas
filosóficos:
La doctrina de Wittgenstein se revela como el resultado de la tesis de
que todas las proposiciones genuinas (y por tanto todos los problemas
genuinos) pueden ser clasificados en una dos clases exclusivas: las
proposiciones factuales (sintéticas a posteriori), que pertenecen a las
ciencias empíricas, y las proposiciones lógicas (analíticas a priori) que
pertenecen a la lógica puramente formal o a las matemáticas puras.
Esta simple dicotomía, aún siendo muy valiosa para una visión rápida,
se vuelve demasiado simple para muchos otros propósitos. Pero
111
K. Popper, Conjectures and Refutations, Nota 6, 40.
298 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
aunque fue específicamente formulada para excluir la existencia de
problemas filosóficos, se queda muy lejos de su objetivo, ya que
aunque aceptemos la dicotomía podemos todavía afirmar que algunos
problemas factuales o lógicos o mixtos pueden convertirse, dentro de
ciertas circunstancias, en filosóficos112
.
Popper crítica la reducción operada por Wittgenstein al
identificar proposición genuina con proposición de observación en su
intento de mostrar que las proposiciones filosóficas son
pseudoproposiciones:
Wittgenstein como todos saben trató de mostrar en el Tractatus (ver
por ejemplo sus proposiciones 6.53, 6.54 y 5) que las llamadas
proposiciones filosóficas o metafísicas eran de hecho
pseudoproposiciones carentes de sentido o de significado. Todas las
proposiciones genuinas (o con significado) eran funciones de verdad
de proposiciones elementales o atómicas que describen ‗hechos
atómicos‘, es decir, hechos que pueden en principio ser determinados
por observación. En otras palabras, las proposiciones con significado
eran completamente reducibles a proposiciones elementales o
atómicas que eran simples proposiciones que describían estados de
cosas y que podían en principio ser establecidos o rechazados por
observación. Si llamamos proposición a una ‗proposición de
observación‘ no sólo si establece una observación de hecho sino
también si establece cualquier cosa que puede ser observada, vamos a
tener que decir (de acuerdo con el Tractatus, 5 y 4.52) que toda
proposición genuina debe ser una función de verdad de y por tanto
deducible de proposiciones de observación. Cualquier otra
112
Popper explica que una teoría como la de Newton puede ser interpretada tanto
como factual o como constituida por definiciones implícitas. También subraya que
existen teorías no-analíticas que no son refutables y por tanto no a posteriori y que
han tenido una gran influencia en la ciencia, como por ejemplo la teoría atómica.
Llama a estas teorías ‗metafísicas‘ y afirma que no son carentes de sentido. Remite a
las críticas de Heinemann, Quine y White acerca del dogma de la simple dicotomía.
(Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 73-74).
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 299
proposición aparente será una pseudoproposición carente de sentido.
De hecho no será más que palabrería sin sentido113
.
Usando su propia terminología Popper afirma que el criterio de
demarcación de Wittgenstein es la verificabilidad o la deducibilidad a
partir de proposiciones de observación y considera que se trata de un
criterio demasiado estrecho porque excluye de la ciencia
prácticamente todo lo que es característico suyo ya que ninguna teoría
científica puede ser descrita como función de verdad de proposiciones
de observación, mientras que por otra parte resulta demasiado amplio
porque no acierta a excluir ciertas proposiciones de la astrología:
Esta idea fue usada por Wittgenstein para caracterizar la ciencia como
opuesta a la filosofía. Leemos (por ejemplo en 4.11 en donde la
ciencia natural se considera opuesta a la filosofía): ‗La totalidad de las
proposiciones verdaderas es toda la ciencia natural (o la totalidad de
las ciencias naturales)‘. Esto significa que las proposiciones que
pertenecen a la ciencia son aquellas deducibles de proposiciones de
observación verdaderas; son aquellas proposiciones que pueden ser
verificadas por medio de proposiciones de observación verdaderas. Si
podemos conocer todas las proposiciones de observación verdaderas
podremos conocer también todo lo que puede ser afirmado por la
ciencia natural (...)El criterio de demarcación de Wittgenstein —para
usar mi propia terminología en este contexto— es la verificabilidad o
la deducibilidad a partir de proposiciones de observación. Pero este
criterio es demasiado estrecho (y demasiado amplio): excluye de la
ciencia prácticamente todo lo que es característico suyo (mientras que
no acierta a excluir a la astrología). Ninguna teoría científica puede ser
nunca deducida de proposiciones de observación o ser descrita como
función de verdad de proposiciones de observación114
.
113
K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.
114 K. Popper, Conjectures and Refutations, 40.
300 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Wittgenstein y Schlick al ver que las leyes naturales eran no-
verificables concluyeron que no eran proposiciones genuinas pero
evitaron cuidadosamente llamarlas ‗pseudoproposiciones carentes de
significado‘:
Wittgenstein y Schlick al ver que las leyes naturales eran no-
verificables concluyeron que no eran proposiciones genuinas (pasando
por alto que estaban obligados a llamarlas ‗pseudoproposiciones
carentes de significado‘)115
.
Wittgenstein considera que la filosofía establece límites a la
ciencia natural pero que las hipótesis de la ciencia natural no tienen
nada qué ver con la filosofía: ―La teoría de Darwin no tiene más que
ver con la filosofía que cualquiera otra hipótesis de la ciencia
natural‖116
. Popper critica la interpretación instrumentalista de
Wittgenstein de las leyes naturales, desarrollada después por Schlick
quien ―bajo la influencia de Wittgenstein, sugirió una interpretación
instrumentalista de las leyes universales que era prácticamente
equivalente a las ‗hipótesis matemáticas‘ de Berkeley‖117
.
Al tratar del instrumentalismo en las teorías científicas Popper
remite a la formulación que Schlick siguiendo a Wittgenstein hizo de
las leyes universales como instrucciones para derivar proposiciones
singulares a partir de otras proposiciones singulares:
Esto puede ser expresando diciendo —como hizo Schlick siguiendo a
Wittgenstein— que una ley o teoría universal no es propiamente una
115
K. Popper, Conjectures and Refutations, 283-284.
116 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.1122.
117 K. Popper, Conjectures and Refutations, 166. Popper remite a M. Schlick,
Naturwissenschaften, 19, 1931, 151 y 156.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 301
proposición sino una ‗regla o conjunto de instrucciones para derivar
proposiciones singulares a partir de otras proposiciones singulares‘)118
.
Popper defendió, frente a las explicaciones esencialistas e
instrumentalistas de las teorías científicas, una visión intermedia de la
ciencia como la búsqueda cada vez más profunda pero nunca última
de explicaciones119
. Popper muestra su desacuerdo con el
esencialismo en que la ciencia busca explicaciones últimas, pero
concede al esencialismo que existen muchas cosas escondidas que han
de ser descubiertas, en contra de la afirmación de Wittgenstein de que
el enigma no existe:
Concedo al esencialismo que existen muchas cosas escondidas para
nosotros y que mucho de lo que está escondido ha de ser descubierto.
(Estoy en profundo desacuerdo con el fondo de la afirmación de
Wittgenstein de que ―el enigma no existe‖.) (...) la doctrina
esencialista que estoy refutando es únicamente la doctrina de que la
ciencia busca explicaciones últimas120
.
Popper critica la orgullosa tesis de la ciencia racional donde el
enigma no existe y nunca puede haber sorpresas y cita varios párrafos
del Tractatus que refuerzan algunas doctrinas fundamentales del
positivismo. Así, a la proposición 6.1251 ‗En lógica nunca puede
haber sorpresas‘, Popper objeta que es abiertamente equivocada o, en
el mejor de los casos trivial si se reduce la lógica al cálculo
proposicional binario. Las proposiciones 6.1261 ‗En lógica el proceso
y el resultado son equivalentes‘ y 6.234 ‗Las matemáticas son un
118
K. Popper, Conjectures and Refutations, 108. Popper remite a The Logic, nota 7
de la sección 4 y a The Open Society, nota 51 al capítulo 11.
119 Publicado por primera vez en H. D. Lewis (ed.), Contemporary British
Philosophy, Allen & Unwin, London, 1956 e incluído en Conjectures and
Refutations, 97-119.
120 K. Popper, Conjectures and Refutations, 105.
302 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
método de la lógica‘, según Popper, eliminan el elemento de sorpresa
en el descubrimiento de la verdad y esto contradice el que casi todas
las pruebas matemáticas son sorprendentes y no fruto de un simple
procedimiento lógico y cita como ejemplo la admiración de Hobbes
cuando encontró por primera vez la derivación de Euclídes del
teorema de Pitágoras.
Popper exhibe un contraejemplo a la proposición 6.5 ‗El enigma
no existe. Si una cuestión puede ser planteada puede también ser
contestada (...) si una respuesta no puede ser expresada la pregunta
tampoco puede ser expresada‘ considerando que la pregunta puede ser
‗¿es esta afirmación demostrable (por ejemplo la conjetura de
Goldbach)?‘ y la respuesta verdadera puede ser ‗no lo sabemos y
quizás no podremos saberlo‘. Popper concluye diciendo que esta
doctrina de Wittgenstein —que Carnap denominó la ‗orgullosa tesis
de la omnipotencia de la ciencia racional‘— es superficial y
difícilmente sostenible121
.
Popper se pregunta ¿por qué no puede el mundo albergar
algunos secretos realmente difíciles, quizás incluso insolubles? Los
enigmas pueden existir y pienso que de hecho existen. Wittgenstein al
decir que ‗el enigma no existe‘ exageró el abismo entre el mundo de
los hechos (lo decible) y el mundo de profundo (lo indecible) ya que
existen grados entre el mundo de los hechos y lo profundo. De esta
manera Wittgenstein propone una solución fácil al problema de lo
profundo y une de manera poco convincente al Wittgenstein
positivista y a Wittgenstein el místico:
Wittgenstein (―El enigma no existe‖, Tractatus, 6.5) exageró el
abismo entre el mundo de los hechos descriptibles (―decibles‖) y el
mundo de lo que es profundo y no puede ser dicho. Existen grados,
más aún, el mundo de las cosas decibles no siempre carece de
profundidad. Y si pensamos en lo profundo, existe un abismo en
aquellas cosas que pueden ser dichas —entre un libro de cocina y el
121
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 270.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 303
De revolutionibus de Copérnico— y existe un abismo entre aquellas
cosas que no pueden ser dichas —entre una pieza con falta de gusto
artístico y un retrato de Holbein— y estos abismos pueden ser más
profundos que los que hay entre algo que es decible y algo que no lo
es. Es su fácil solución al problema de lo profundo —la tesis ―lo
profundo es indecible‖— que une al Wittgenstein positivista y a
Wittgenstein el místico122
.
5.3.1.5 Crítica a la teoría pictórica del lenguaje
En el artículo ―Truth, Rationality, and The Growth of Scientific
Knowledge‖ se refleja el importante paso que Popper dio en 1960 al
proporcionar una definición técnica de la ―verosimilitud‖ (o medida
de la proximidad a la verdad) distinta de la probabilidad (o medida de
la proximidad a la certeza). Popper calificó de ingenua la teoría
pictórica de Wittgenstein en la que se exige una semejanza entre la
representante y lo representado para hacer posible la representación, y
en la que las ―pinturas‖ pueden ser correctas e incorrectas, falsas o
verdaderas, de acuerdo a qué tanto consiguen representar la realidad:
el Tractatus de Wittgenstein con su sorprendentemente ingenua teoría
de la imagen o pintura, o teoría de la proyección, de la verdad. En este
libro se concebía una proposición como la pintura o proyección del
hecho que intentaba describir y como teniendo la misma estructura (o
‗forma‘) de ese hecho. Así como la grabación de un tocadiscos es la
pintura o proyección de un sonido y comparte algunas de sus
propiedades estructurales (Cf. Tractatus, 4.0141, 2.161, 2.17, 2.223 y
3.11)123
.
122
K. Popper, Autobiography, nota 301.
123 K. Popper, Conjectures and Refutations, 223.
304 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
En el contexto de la teoría de la verdad de Tarski que tanto
impacto causó en Popper aparece su crítica a la teoría ―pictórica‖ del
lenguaje de Wittgenstein como algo falso que no resuelve la cuestión
de la correspondencia entre las proposiciones y los hechos. Según
Popper sólo con un metalenguaje apropiado es posible explicar la
correspondencia con los hechos:
¿Cómo podemos tener la esperanza de entender lo que significa que
una proposición (o una ―frase con sentido‖, como la llamó Tarski)
corresponda a los hechos? Efectivamente parece que a menos que
aceptemos algo parecido a la teoría pictórica del lenguaje (como hace
Wittgenstein en el Tractatus) no podemos hablar de nada semejante a
correspondencia entre una proposición y un hecho. Pero la teoría
pictórica es definitivamente y de hecho flagrantemente equivocada, y
por tanto parece no haber posibilidad de explicar la correspondencia
de una proposición y un hecho (...) la correspondencia no involucra
una semejanza estructural entre una proposición y un hecho ni nada
parecido a la relación entre una pintura y la escena pintada. Una vez
que tenemos un metalenguaje apropiado es fácil explicar (...) lo que
entendemos por correspondencia con los hechos124
.
Sin embargo, la presentación que Popper hace de la teoría de la
correspondencia y de sus defectos no es demasiado reveladora;
desestima en pocas líneas las variantes propuestas por Wittgenstein y
Schlick, pero dice poco —fuera del estribillo de que la idea de
correspondencia no queda clara— para explicar por qué muchos
pensadores modernos y contemporáneos la han rechazado125
.
124
K. Popper, Autobiography, 141-142.
125 Cf. D. Miller, ―Popper and Tarski‖, 59.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 305
5.3.2 Postscript to The Logic of Scientific Discovery (1981)
En las revisiones y desarrollos de los temas principales de The
Logic of Scientific Discovery Popper critica un conjunto de filosofías
diferentes entre sí que tienen en común el considerar que la tarea de la
filosofía es la clarificación del significado de las ideas o de los
conceptos y tienden a combinar una interpretación instrumentalista de
las teorías con una interpretación esencialista de los conceptos.
Considera que los enfoques que integren estos tres elementos
difícilmente pueden decir algo que valga la pena. Dedica particular
atención a los desarrollos de Schlick bajo la influencia de
Wittgenstein:
Esta tendencia es ilustrada por un pasaje característico de Schlick en
el que expone ciertas ideas de Wittgenstein. Schlick nos dice que las
famosas preguntas del tipo ¿qué es? En los diálogos de Platón, así
como la pregunta ‗¿qué es la justicia?‘ planteada por el Sócrates de la
República muestra que la filosofía de Sócrates estaba dedicada a lo
que podemos llamar ―la búsqueda del significado‖ (...) Schlick resume
su posición diciendo que considera que ‗la ciencia debe ser definida
como la búsqueda de la verdad, y la filosofía como la búsqueda del
significado‘ (Cf. M. Schlick, Gesammelte Aufsätze 1926-1936
(publicado en 1938), p.126). La definición de Schlick acerca de la
naturaleza esencial de la filosofía es todavía muy influyente (...) no
pienso que tal definición pueda decirnos nada que valga la pena (...) la
creencia de que la filosofía debía analizar el significado de las
palabras o de los conceptos, que tenía que responder a las cuestiones
del tipo ¿qué es?, que debía proporcionar definiciones, deriva de la
metafísica platónica y aristotélica (...) y según se ve en el pasaje de
Schlick esta creencia no fue superada por los oponentes nominalistas y
positivistas del idealismo platónico y está presente en Berkeley,
Wittgenstein y sus seguidores126
.
126
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 263-265.
306 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
El asesinato de Schlick puede considerarse el punto de ruptura
del nexo de unión en Viena entre Wittgenstein y Popper127
.
Popper está de acuerdo con Wittgenstein en que muchos escritos
filosóficos son simple palabrería pero, a diferencia de Wittgenstein, lo
atribuye a que carecen de un problema genuino por resolver y no a
que toda producción filosófica o toda consideración metafísica sea
basura como pretende Wittgenstein:
Actualmente con frecuencia me impaciento leyendo escritos
filosóficos. Admito plenamente que muchos son poco más que basura:
filosofan sin problemas genuinos. Por tanto no estoy del todo en
desacuerdo con la tendencia del Tractatus de Wittgenstein.Pero como
veremos las expresiones metafísicas pueden muy bien ser
significativas e interesantes128
.
A Popper le interesaba el significado de las palabras y se
ocupaba de los malentendidos verbales sólo en la medida en que
obstaculizaban la comprensión del mundo, a diferencia del análisis del
significado introducido por Schlick bajo la influencia de Wittgenstein.
Popper considera que el científico está más interesado en las teorías y
en su verdad que en los conceptos y su significado, y las pinturas o
imágenes de la realidad no son tan importantes para la ciencia como
pensaba Hertz y repitió Wittgenstein:
Aunque los conceptos puedan tener un gran poder sugestivo y por
tanto puedan influir en el ulterior desarrollo de una teoría, no es el
sistema conceptual sino la teoría lo realmente importante para el
científico puro (...) En definitiva estamos más interesados en las
teorías y en su verdad que en los conceptos y su significado. Sin
embargo este punto difícilmente se ve. Heinrich Hertz dijo (y
127
Cf. Edmonds y Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 182.
128 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 307
Wittgenstein lo repitió) que en la ciencia nos hacemos „pinturas‟
(„Bilder‟) de los hechos, o de la realidad (...) pero las ‗pinturas‘ no son
importantes129
.
Popper comparaba a los filósofos del lenguaje ordinario con las
personas que están siempre de manera compulsiva limpiando sus
gafas en lugar de ver a través de ellas al mundo130
y denuncia la
interpretación errónea de que incluso Hume estaba centrado en el
análisis lingüístico:
Estoy interesado en el mundo de los hechos, sin embargo desde
Schlick (introdujo el análisis del significado en este campo bajo la
influencia de Wittgenstein), ha sido ampliamente aceptado que incluso
Hume estaba interesado en el análisis de los significados de las
palabras, pero esto es, desde mi punto de vista, un malentendido. No
dudo que también Hume haya estado interesado en la estructura de
mundo y que clarificó algunos malentendidos verbales sólo donde
pensó que obstaculizaban la comprensión del mundo131
.
El método ‗correcto‘ para hacer filosofía propuesto en el
Tractatus de limitarse a decir proposiciones científicas y evitar
afirmar proposiciones metafísicas por ser carentes de sentido dio
origen a todo un movimiento en filosofía cuyo objetivo era mostrar su
propia carencia de sentido:
Esta cita de uno de los últimos párrafos del Tractatus se convirtió en
el programa de un movimiento mundial en filosofía cuyo objetivo era
129
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 44-45.
130 Cf. B. Magee (ed.), Modern British philosophy, 131-149.
131 K. Popper, The Open Universe, 42.
308 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
mostrar su propia carencia de sentido: ¡la metafísica no tiene sentido!
¡la filosofía es basura!132
.
La excesiva preocupación por las pseudoproposiciones carentes
de sentido contribuye a confundir los problemas filosóficos:
Las leyes naturales prohíben cierto tipo de eventos y el principio de
Heisenberg también: ciertos eventos físicos lógicamente posibles (...)
van a contradecir la teoría. Ha habido siempre a quienes ha gustado
llamar ‗carentes de sentido‘ a dichos eventos prohibidos, pero esto es
un error. Ciertamente debemos distinguir al menos entre tres cosas
muy diferentes: eventos lógicamente posibles prohibidos por una
teoría; eventos lógicamente imposibles (o eventos prohibidos por
lógica) y pseudoproposiciones carentes de sentido. La preocupación
por éstas últimas estuvo muy de moda en los años veinte y principio
de los treinta, principalmente debido al Tractatus de Wittgenstein y a
su influencia en el Círculo de Viena. Sospecho que fue esta influencia
lo que impulsó a John von Neumann a construir un lenguaje cuya
lógica excluyera como carentes de sentido las fórmulas prohibidas por
Heisenberg. No veo de qué manera ese lenguaje es (o puede ser) útil,
o si es capaz de resolver algún problema físico, pienso que de esta
manera sólo se confunden los problemas filosóficos133
.
Wittgenstein y Popper tienen diferentes enfoques porque se
basan en conceptos distintos de lo metafísico: Popper considera
metafísico lo no testable empíricamente mientras que Wittgenstein
considera que lo metafísico es lo no completamente verificable y por
tanto lo que carece de sentido:
Por ‗metafísico‘ me refiero a algo como ‗no testable empíricamente‘.
Wittgenstein se refiere a lo ‗no completamente verificable‘ (...) de
132
L. Wittgenstein, Tractatus, 6.53.
133 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 18, nota 23.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 309
aquí se sigue que dos programas sugeridos por Wittgenstein están
equivocados: (1) las expresiones no verificables son carentes de
sentido porque violan las reglas gramaticales del lenguaje (Cf.
Tractatus 5.473 a 5.47321); (2) que son carentes de sentido porque
emplean palabras o expresiones aunque no se les haya dado ningún
significado (Cf. Tractatus 5.473 a 5.4733, y 6.53)134
.
Popper reconoce que la verificabilidad como criterio de
significado fue formulado por Waismann y adoptado en el Círculo de
Viena, pero sostiene que la idea como tal fue de Wittgenstein:
La formulación se debe a F. Waismann (...) pero me parece que puede
afirmarse que la idea es más o menos de Wittgenstein. Actualmente se
olvida con frecuencia que una expresión es considerada ‗carente de
significado‘ o ‗sinsentido‘ en el sentido más técnico en que lo estamos
tomando aquí, debido a Russell y aceptado por Wittgenstein y por el
Círculo de Viena, sólo si se trata de simple palabrería135
.
Popper considera que no es exacto decir que Wittgenstein fue
malentendido y malinterpretado por Schlick y Waismann, quienes
serían los formuladores del criterio de verificabilidad y se basa en el
hecho de que Schlick explícitamente atribuye esta teoría a la
comunicación personal con Wittgenstein y a que tanto Schlick como
Waismann de lo confirmaron personalmente en una conversación:
De acuerdo a algunas leyendas de moda, Wittgenstein nunca sostuvo
la verificabilidad como criterio de significado; fue malentendido y
malinterpretado por Schlick y por Waismann (que establecieron el
criterio de verificabilidad en Erkenntnis 1, 1930, 228ss.) Que la
leyenda es falsa puede verse mejor en el artículo de Schlick Die
134
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194.
135 K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 175.
310 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Naturwissenschaften 19, 1931, 145ff; especialmente en la p.156 donde
Schlick dice que una ley natural ‗puede ser modificada a la luz de
futuras experiencias‘ de manera que nunca puede ser verificada
conclusiva o absolutamente. Por tanto no ‗tiene el carácter lógico de
una proposición‘: no es una proposición sino (...) un billete de
inferencia. Schlick explícitamente atribuye esta teoría a la
comunicación personal con Wittgenstein y sin lugar a dudas obtuvo la
aprobación de Wittgenstein antes de publicar el importante pasaje de
su artículo. Esto muestra de todos modos que en 1931, la exigencia de
Wittgenstein para las ‗proposiciones genuinas‘ era que pudiesen ser
verificadas ‗conclusivamente‘ o ‗absolutamente‘. Todo esto puede
verse en las publicaciones de Schlick que fueron escritas bajo la
influencia directa de sus discusiones con Wittgenstein y aprobadas por
éste. (Puedo añadir que esto me lo confirmó personal mente Schlick
en una conversación en la que apasionadamente defendió la teoría de
Wittgenstein y la suya en contra de mi crítica). También fue
personalmente confirmado por Waismann136
.
Popper considera que la teoría del significado desarrollada por
Wittgenstein es fuerte, clara y retadora pero incompleta y que se
autodestruyó. Carnap intentó completarla sin éxito y los sucesivos
intentos de hacerlo condujeron a la desintegración tanto del
positivismo como de la teoría de Wittgenstein:
Wittgenstein en su Tractatus, como Berkeley, desarrolló una filosofía
del significado y la falta de significado, o del sentido y del sinsentido,
que fue vigorosa y clara. Por una parte estaban las proposiciones
empíricas informativas y por otra la pura basura, la simple verborrea;
pero simple verborrea que podía tener la apariencia de una
proposición empírica. Los signos constitutivos de las proposiciones
empíricas eran palabras a las que se había dado un significado
empírico: cada una estaba asociada, por el uso, con ciertas cosas o
eventos observables. La basura, por otra parte, era tanto no gramatical
(como en ‗Sócrates es idéntico‘) o contenía palabras a las que ‗no se
136
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 194-195.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 311
había dado un significado‘ . y la sola tarea de la filosofía era –de
acuerdo con Wittgenstein– la de ‗demostrar‘ a la gente que habla de
metafísica que están hablando sin sentido (Cf. Tractatus 6.53)137
.
5.4 Wittgenstein en los recuerdos de Popper
5.4.1 Unended Quest. Autobiografía intelectual (1974)
La autobiografía intelectual refleja la obsesión de Popper por
atacar a Wittgenstein desde distintos puntos de vista: su filosofía, su
persona y las repercusiones prácticas de su filosofía en diversas áreas.
Popper reconoce abiertamente su falta de integración en la
filosofía académica británica por incompatibilidad de modos de
pensar, intereses y problemas y por su crítica al positivismo y a la
filosofía del lenguaje y en este contexto se produjo su encuentro con el
influyente y controvertido Wittgenstein (cuyo relato detallado ha sido
recogido en el capítulo anterior):
Sin duda mi modo de pensar, mis intereses y mis problemas eran
completamente incompatibles con los de muchos filósofos ingleses.
Por qué era así no lo sé. En algunos casos pudo haber sido mi interés
en la ciencia, en otros pudo haber sido mi actitud crítica hacia el
positivismo y hacia la filosofía del lenguaje. Esto me llevó al
encuentro con Wittgenstein de quien había escuchado las más variadas
y absurdas referencias138
.
Popper habla de su dificultad para entender la tendencia de los
filósofos ingleses de coquetear con epistemologías no realistas:
137
K. Popper, Quantum Theory and the Schism in Physics, 214-215.
138 K. Popper, Autobiography, 122.
312 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Una de las cosas que en aquel tiempo me resultaba difícil de entender
era la tendencia de los filósofos ingleses de coquetear con
epistemologías no realistas como el fenomenalismo, el positivismo,
berkeleiano o humeano, o el idealismo machiano (el ―monismo
neutral‖), el sensacionalismo, el pragmatismo. Estos juegos de los
filósofos eran entonces más populares que el realismo. Después de
una cruenta guerra que duró seis años esta actitud era sorprendente y
admito que me sentía un poco ―fuera de moda‖139
.
Existen genuinos problemas filosóficos Interesante crítica al
tema de los puzzles y a la identificación arbitraria de ―problema
soluble‖ con ―problema científico‖:
Afirmé que existen problemas filosóficos e incluso que yo había
resuelto algunos. Hasta ahora había escrito en otro lugar que ―nada
parecía menos deseable que una solución simple a un viejo problema
filosófico‖. La opinión de muchos filósofos y al parecer
especialmente de los wittgenstenianos era que si un problema es
soluble no puede haber sido filosófico. Por supuesto que existen otras
maneras de acabar con el escándalo de un problema resuelto. Podemos
decir que todo esto es viejo HAT o que no toca el problema real. Y
después de todo seguramente esta solución debe ser totalmente
equivocada ¿o no? (Estoy abierto a aceptar que con frecuencia una
actitud como esta es más valiosa que la de un excesivo acuerdo)140
.
Popper estudió con profundidad el Tractatus y, desde que tuvo
noticia del Círculo de Viena, siguió con particular interés todo lo que
escribían sus miembros acerca de la demarcación. Carnap y
Wittgenstein eran los ―adversarios‖ a quienes Popper estudiaba con
más atención:
139
K.Popper, Autobiography, 125.
140 K.Popper, Autobiography, 124.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 313
leí el Tractatus de Wittgenstein algunos años antes de escribir mi tesis
doctoral y los libros de Carnap en cuanto se publicaban (...) escribí
(sin publicar) mucho sobre estos temas trabajando sobre los libros de
Carnap y Wittgenstein en considerable detalle‖ 141.
A diferencia de Wittgenstein y los miembros del Círculo de
Viena Popper enfocaba el tema de las hipótesis científicas desde una
perspectiva conjetural y ajena a cualquier método inductivo. Popper
estaba convencido de que la revolución einsteiniana había puesto de
manifiesto el carácter conjetural e hipotético de las teorías científicas
que no necesitan justificación en contraste con lo que afirmaban los
seguidores de Mach y de Wittgenstein:
Desde luego las teorías que consideramos que no son más que
conjeturas o hipótesis que no necesitan justificación (al menos no una
justificación a través de un ―método de inducción‖, del que nadie ha
dado nunca una descripción inteligente). Sin embargo algunas veces
podemos dar razones para preferir una de las conjeturas en juego a
otras, a la luz de su discusión crítica. Todo esto era claro y altamente
coherente, pero muy diferente de lo que decían los positivistas
machianos y los wittgensteinianos del Círculo de Viena‖142
.
Quizás basado en que Einstein fue positivista al principio y un
operacionalista dogmático, y aunque más tarde rechazó esta
interpretación el error se había popularizado y desarrollado en forma
dogmática por Wittgenstein y por el Círculo de Viena:
141
Cf. K. Popper, Autobiography, 80.
142 K. Popper, Autobiography, 80.
314 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Es un hecho interesante que Einstein mismo fue por años un
positivista y un operacionalista dogmático, aunque más tarde rechazó
esta interpretación (...) este error asumió una forma realmente seria en
su popular obra Relativity: The Special and the General Theory (...) en
otras palabras decía que un término ha de ser definido
operacionalmente o de lo contrario es carente de sentido. Aquí se
encuentra en pocas palabras el positivismo desarrollado
posteriormente por el Círculo de Viena bajo la influencia del
Tractatus de Wittgenstein y en forma muy dogmática143
.
Popper deploró la influencia de Wittgenstein en Schlick, tanto
en los cambios en su modo de pensar en la repercusión que su
desencuentro con Wittgenstein tuvo para que fuera excluido del
Círculo de Viena. Popper dedica la mitad del apartado en el que habla
de su llegada a Inglaterra y a su trabajo en la London School of
Economics y, como se ha analizado en el capítulo anterior, esto da
cuenta de la importancia que Popper otorgó a su único encuentro
personal con Wittgenstein en el Moral Science Club de Cambridge en
1946144
.
Popper considera que la extensa exposición de su postura
antiesencialista en The Open Society es la primera defensa de un
antiesencialismo no nominalista ni observacionalista. Lamenta que sus
críticas al Tractatus en este contexto hayan sido casi completamente
ignoradas por los comentadores de Wittgenstein‖145
, entre los que se
pueden mencionar Anscombe, von Wright, E. Stenius, M. Black y
otros146
.
143
K. Popper, Autobiography, 97.
144 Cf. K. Popper, Autobiography, 122-124.
145 K. Popper, Autobiography, 116.
146 Popper cita en concreto a E. Stenius, Wittgenstein‟s “Tractatus”, Basil
Blackwell, Oxford, 1960 y M. Black, A companion to Wittgenstein‟s „Tractatus‘,
Cambridge University Press, Cambridge, 1964.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 315
Al hablar de sus influencias tempranas y describir la riqueza de
la biblioteca de su padre en materia de filosofía, Popper hace alusión a
que contenía obras de Mauthner y Weininger dos autores que tuvieron
influencia en Wittgenstein. Popper no pierde ocasión de apuntar que
está de acuerdo con la valoración de Weininger acerca del análisis del
lenguaje: ―todos los zoquetes, desde Bacon hasta Fritz Mauthner, han
sido críticos del lenguaje‖147
y la vincula con la afirmación de
Wittgenstein: ‗toda la filosofía es una ‗crítica del lenguaje‘ (aunque no
en el sentido de Mauthner)‘148
.
Según Popper su crítica a estas filosofías: fenomenalismo,
positivismo, idealismo y subjetivismo tuvo algunos frutos que fueron
aprovechados por los filósofos del lenguaje ordinario, ya que la
filosofía del lenguaje pronto vino a defender el sentido común y esto
era una cosa positiva. Sin embargo el sentido común no es siempre
correcto o útil. La filosofía del lenguaje ordinario es conservadora y
en asuntos del intelecto nada es menos creativo que el
conservadurismo:
Sus intentos de adherirse al sentido común y al realismo eran en mi
opinión el mejor aspecto con mucho de la filosofía del lenguaje
ordinario. Pero el sentido común, aún cuando es con frecuencia
correcto (y especialmente en su realismo) no es siempre correcto. Y
las cosas se vuelven realmente interesantes sólo cuando el sentido
común se equivoca. Estas son precisamente las ocasiones que
muestran que tenemos una gran necesidad de ilustración. Existen
también ocasiones en las que los usos del lenguaje ordinario no
pueden ayudarnos. Para decirlo de otro modo, el lenguaje ordinario, y
con él la filosofía del lenguaje ordinario es conservadora. Pero en
asuntos del intelecto (en cuanto opuestas quizás al arte o a la política)
nada es menos creativo y más lugar común que el conservadurismo149
.
147
O. Weininger, Geschlecht und Charakter, Braumüller, Vienna, 1903, 176.
148 L. Wittgenstein, Tractatus, 4.0031.
149 K.Popper, Autobiography, 125.
316 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper resume su concepto acerca del sentido común y de la
filosofía del sentido común con unas palabras de Ryle en su reseña a
The Open Society:
La racionalidad del hombre no consiste en ser incuestionable en materia
de principios sino en nunca haber sido incuestionable. No en romper lo
axiomas reputados sino en no tomar nada por supuesto150
.
5.4.2 Entrevistas concedidas por Popper
En las entrevistas que Popper concedió y en sus intervenciones
en medios de comunicación a lo largo de los últimos años de su vida
invariablemente fue interrogado sobre su relación con Wittgenstein.
5.4.2.1 Diálogo radiofónico en la BBC
El 14 de mayo de 1970 Popper participó en una discusión
filosófica radiofónica para la BBC, centrada en la filosofía de Russell,
y en la que B. Magee moderaba el diálogo entre K Popper, P.
Strawson y G. Warnock151
. Al abordar la crítica de Russell a la
filosofía de Oxford, Popper manifiesta su desinterés por la filosofía
del último período de Wittgenstein y a diferencia de Russell, no
descalifica las Philosophical Investigations a priori sino que exhibió
un argumento para ese rechazo en coherencia con su racionalismo
crítico.
150
G. Ryle, ―Review of The Open Society‖, Mind, 56 (1947), 167-72, 167.
151 La entrevista fue publicada posteriormente en B. Magee (ed.), Modern British
Philosophy, Secker & Warburg, London, 1971, 131-149.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 317
A la pregunta de ¿por qué los filósofos se han interesado tanto
por el lenguaje? Popper responde que en gran parte porque algunos de
ellos han descubierto la necesidad de una crítica del lenguaje, y esto
constituyó un desarrollo interesante, sin embargo lamenta que los
filósofos del lenguaje además de mostrar muy poco interés por la
ciencia natural, que para él es paradigma de todo conocimiento, se
centraran solamente en los usos del lenguaje en cuanto tal:
Después de un cierto punto todos los filósofos del lenguaje,
incluyendo a Wittgenstein, fueron muy críticos del lenguaje, pero
después podemos ver un giro repentino: de pronto los filósofos del
lenguaje ya no eran críticos del lenguaje sino que estaban solo
interesados en los usos del lenguaje en cuanto tal, sin tratar de
criticarlo. Algunos incluso apelaron al lenguaje ordinario como un
tipo de autoridad. Este repentino giro llevó a Russell a observar que,
después de todo, el lenguaje común no es perfecto (...) y esta es una
posición que comparto totalmente152
.
Cuando Strawson le hizo ver que el análisis de los esquemas
conceptuales podía ser interesante e importante Popper replicó que no
se podía gastar la vida hablando acerca del lenguaje:
A esto sólo puedo decir que uso gafas y estoy limpiando mis gafas
ahora. Pero las gafas tienen una función, y funcionan sólo cuando te
las pones, que es ver a través de ellas el mundo. Lo mismo sucede con
el lenguaje. Es decir, no podemos gastar la vida en limpiar las gafas o
en hablar acerca del lenguaje, o en tratar de tener una visión más clara
del lenguaje, o de ‗nuestro esquema conceptual‘. La cuestión
fundamental de los lenguajes humanos es que pueden y deben ser
usados para describir algo, y este algo es, de alguna manera, el mundo.
Estar constantemente y casi exclusivamente interesados en el medio
–en la limpieza de las gafas– es el resultado de un error filosófico y
152
B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 135-136.
318 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
este error filosófico se puede con bastante facilidad remitir a
Wittgenstein153
.
De acuerdo a los contertulios Popper se libra de ser tachado de
descalificador gratuito, a la manera de Russell (y en otro sentido a la
manera de Wittgenstein, que según Popper rechaza dogmáticamente
los problemas filosóficos sin analizar los argumentos), porque aunque
rechaza las Philosophical Investigations al menos proporciona una
descripción del tipo de empresa que Wittgenstein pretendía acometer:
si se me obliga a punta de pistola a explicar en qué estoy en
desacuerdo con las Philosophical Investigations de Wittgenstein,
habré de contestar: ―en nada‖. Simplemente disiento de la empresa y
con ello quiero decir que no discrepo de nada de lo que afirma porque
no hay nada de lo que discrepar. Pero confieso que me aburro, me
aburro como una ostra (...) ¿cómo se puede estar en desacuerdo con
cosas tan vagas y tan triviales?154
.
La discusión se centró el las críticas de Russell a Wittgenstein
que cayó en descalificaciones de la última filosofía de Wittgenstein,
mostrando que no entendía cómo alguien podía proceder de esa
manera, cerrándose incluso al análisis de la lógica que pudo haber
conducido a Wittgenstein a su nueva postura. Popper no comparte con
Russell el que critique a Wittgenstein sin analizar cuidadosamente sus
ideas, pero comparte el fondo de su crítica a Wittgenstein, a quien
considera precisamente que es quien revolotea, en símil del mismo
Wittgenstein, como una mosca que busca salir del bote en el que se
encuentra atrapada:
153
B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 137.
154 B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 140.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 319
Wittgenstein muy acertadamente compara a cierto tipo de filósofos
con una mosca dentro de una botella, zumbando y revoloteando dentro
del bote. Pero pienso que es Wittgenstein mismo el que está dentro de
la botella y no encuentra nunca el camino de salida, y ciertamente no
pienso que él estuviese mostrando a nadie más el camino para salir del
bote. Esto es lo que pienso cuando usted dice que ‗Wittgenstein pensó
que era apropiado proceder de esta manera‘: ¡ni siquiera pensó que era
apropiado! Puedo conceder quizás que podemos revolotear de esta
manera digamos por una o dos semanas, ¡pero dedicar la propia vida a
eso! Lo encontraría terriblemente aburrido155
.
Cuando le preguntaron si se podía obtener alguna luz de
Philosophical Investigations Popper contestó que ni él ni Russell
habían obtenido ninguna idea del libro y que incluso consideraba que
quienes leyeran la obra pensando que habían sacado luces eran
víctimas de un tipo de ilusión. Popper considera que en el blanco de la
crítica de Russell se haya una doctrina epistemológica equivocada que
podría conducir con facilidad a un nuevo escolasticismo:
La verdadera cuestión como yo la veo es diferente: ¿tenemos una
filosofía del lenguaje que nos explica las funciones del lenguaje y que
nos ayuda a entender el significado del lenguaje humano (que es más
que u juego)? ¿Tiene usted una filosofía del lenguaje en este sentido?
Pienso que la tengo. No sé si Russell la tiene y no quiero hablar de mi
mismo, todo lo que quiero hacer aquí es defender las ideas de Russell
lo mejor que pueda porque considero que hay mucho en esto. Me
parece que detrás de este tipo de preocupación que trataba de combatir
hay una doctrina epistemológica equivocada, y también considero que
si continúa puede muy bien llevar a algo que podemos describir como
escolasticismo156
.
155
B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 136.
156 B. Magee (ed.), Modern British Philosophy, 139.
320 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
5.4.2.2 “Interview with Sir Karl Popper (1991)”
La entrevista está centrada en la relación de Popper con el
Círculo de Viena. Popper lamenta en general el retroceso en el trabajo
de Schlick por influencia de Wittgenstein y en particular habla de su
crítica al concepto de leyes naturales de Schlick y Wittgenstein, y
valora su contrastante relación con los wittgensteinianos del Círculo:
Schlick y Waismann.
El entrevistador comenta la impresión, no explícita en el trabajo
de Popper, de que se dio un retroceso en el trabajo de Schlick con la
influencia de Wittgenstein. Popper compara la primera obra de
Schlick General Theory of Knowledge con el artículo ―The Turning
Point in Philosophy‖ en el que se nota el efecto, deletéreo en su
opinión, de esta influencia de Wittgenstein:
El artículo es terrible y creo que, además de que estuviese
pasmosamente equivocado en sus predicciones, y que la filosofía sólo
degeneraba y no resolvía otros problemas, era un artículo de mente
estrecha y dogmática. Por el contrario en General Theory of
Knowledge se pueden encontrar muchas cosas acertadas157
.
Esta valoración de Popper se puede entender al leer el libro
General Theory of Knowledge, publicado en 1918 y reeditado con
correcciones en 1925, en el que aparecen numerosas referencias a
Kant, Hume, Mach y Russell y ninguna referencia a Wittgenstein.
Schlick hace aportaciones originales a la metafísica y deja claro que
en virtud de la conexión natural entre la filosofía y la ciencia natural el
verdadero gran científico es siempre al mismo tiempo un filósofo:
157
H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 484.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 321
La filosofía y la ciencia natural son perfectamente compatibles y
existe una conexión natural entre ellas (...) la filosofía no es una
ciencia separada que ha de ser puesta fuera o por encima de las
disciplinas particulares. Por el contrario el elemento filosófico está
presente en todas las ciencias, es su alma y sólo en virtud de ésta son
ciencias (...) Claramente el filósofo está llamado a empeñar todas sus
energías en el conocimiento de la naturaleza y del otro lado, el
científico se da cuenta de que sus problemas más importantes le
impulsan con fuerza hacia la teoría del conocimiento, ya que esos
problemas son de tal generalidad que su ciencia, al estudiarlos,
continuamente se introduce en el dominio de lo estrictamente
filosófico. Es claro que tiene que hacerlo así, porque de otra manera
no podría entender completamente el significado de su propia
actividad. El verdadero gran científico es siempre al mismo tiempo un
filósofo158
.
En contraste con lo que había expuesto en su General Theory of
Knowledge Schlick escribió un artículo breve pero sustancioso
((poner el título del artículo)) con el que abre un nuevo periodo de la
revista Erkenntnis. En el artículo Schlick expresó su convicción de
que el giro definitivo que se estaba operando en la filosofía tenía su
origen en la lógica de Leibniz, Frege y Russell pero sobre todo en
Wittgenstein que había dado el viraje decisivo en el Tractatus que usa
la lógica como instrumento del análisis del lenguaje:
Sólo ella (la lógica) es importante para el conocimiento (...) nos
permite librarnos de los problemas tradicionales de la ―teoría del
conocimiento‖ (...) Los que hasta ahora se han considerado así
[problemas insolubles] no son interrogantes auténticos sino series de
palabras sin sentido (...) que aparentemente satisfacen las reglas
habituales de la gramática, pero en realidad consisten en sonidos
vacíos, porque quebrantan las profundas reglas internas de la sintaxis
lógica descubiertas por el nuevo análisis (...) No hay pues otra
158
M. Schlick, General Theory of Knowledge, v-vi. La cursiva es mía.
322 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
prueba y confirmación de las verdades que no sea la observación y la
ciencia empírica159
.
((Aquí hay que hilar bien en el tema de las leyes naturales,
porque lo que se trataba antes era su abandono del realismo))
Stadler concede que el abandono del realismo por parte de Schlick y
su reorientación hacia las filosofías de Frege, Russell y Wittgenstein
no sólo fue lamentada por Popper y por Feigl, su estudiante favorito,
sino también por Einstein, quien le había considerado uno de los
mejores intérpretes filosóficos de la teoría de la relatividad, y por Max
Planck que acabaron criticando su trabajo como demasiado
positivista160
.
Stadler afirma que esta impresión de Popper se confirma en la
correspondencia de Schlick en la que calificó las críticas de Popper al
concepto de leyes naturales de Wittgenstein como fuera de lugar e
inapropiadas. Según Schlick, Wittgenstein nunca pretendió que las
leyes naturales fueran convenciones o pseudoproposiciones o
‗instrucciones‘ como erróneamente interpretaba Popper. Popper
muestra su desinterés por entrar en ese tema aunque una vez que se ha
traído a colación Popper confirma que nunca malinterpretó el
concepto de leyes naturales de Wittgenstein:
No supe exactamente lo que Wittgenstein decía y otros tampoco lo
sabían pero se publicó —Stadler apunta que fue en las discusiones de
Wittgenstein con Schlick y Waismann—Vi los escritos de Waismann
hace un año aproximadamente por primera vez y comprobé que
Wittgenstein expresamente decía que la verificación y la falsificación
son totalmente simétricas. Exigía de manera bastante explícita una
verificación completa. De manera que en ese punto dijo precisamente
lo mismo que en su momento yo interpreté161
.
159
M. Schlick, ―The Turning Point in Philosophy‖, 55-56.
160 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 174.
161 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 485.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 323
Popper intenta reflejar lo que a su juicio quieren decir
Wittgenstein y Schlick cuando hablan de las leyes naturales como
‗instrucciones para la formación de enunciados‘: estas instrucciones
son útiles o inútiles, prácticas o inadecuadas, pero no verdaderas o
falsas162
. Dahms considera que la fuente de la confusión surgió porque
Wittgenstein entendió todo el verificacionismo —‗el significado de una
proposición es el método de su verificación‘— como una teoría del
significado de las proposiciones matemáticas y al principio exigió la
completa verificación de las proposiciones matemáticas y después
parece que transfirió esto de alguna manera a las proposiciones
empíricas, lo que Popper replicó: ―todavía sigo sin entender cómo
hizo esto pero lo hizo163
.
En cuanto a su relación los miembros del Círculo de Viena más
cercanos a Wittgenstein, Popper reconoce que Schlick y él tuvieron
una relación menos amistosa y que no fue invitado a las reuniones de
Schlick debido a su mala relación con su admirado Wittgenstein:
[Schlick] me conocía poco y no creo que estuviese escandalizado por
mi crítica pero me parece que estaba muy identificado con
Wittgenstein y esta era la razón164
.
Popper relata que su trato con Waismann fue muy bueno ya que
―a pesar de ser un wittgensteiniano declarado‖ tenía una mente
amplia. La escuela wittgensteiniana conduce a una serie de
proposiciones dogmáticas dentro de un círculo esotérico de iniciados,
aunque existen excepciones como Waismann cuyos escritos son claros
y no dogmáticos:
162
Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales de la Epistemología, 327.
163 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 485-486.
164 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 482 y 484-485.
324 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
No quisiera generalizar, por ejemplo, todo lo que he visto en los
escritos de F. Waismann es presentado como una cadena de
argumentos racionales y extraordinariamente claros, y completamente
libres de la actitud del ‗tómalo o déjalo‘165
.
Popper recuerda que ayudó a Waismann a trasladarse a
Cambridge y le vio después de la guerra, añade con indignación:
Me marché a Nueva Zelanda y Wittgenstein le trató con frialdad (...)
en Cambridge. Y era la única persona —porque todavía Waismann no
hablaba mucho inglés— que conocía en todo el país y estaba en la
misma ciudad y en la misma universidad y nunca le permitió que le
visitara. Wittgenstein nunca vio a Waismann cara a cara. Decía a sus
alumnos: si acudís a Waismann entonces no podréis volver conmigo
nunca más166
.
Y refiriéndose a la versión popular del Tractatus que Waismann
había intentado publicar desde 1929 y que Wittgenstein siempre
rechazó, Popper prosiguió diciendo que:
Wittgenstein decía: ―publícala pero me suicidaré‖ y sin embargo el
libro de Waismann The Principles of Liguistic Philosophy es muy
bueno —Dahms apuntó— al menos más fácil de entender que el
Tractatus167
.
165
K. Popper, Open Society, capítulo 11, nota 52.
166 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486.
167 H. J. Dahms y F. Stadler, ―Interview with Sir Karl Popper‖, 486.
POPPER LECTOR CRÍTICO DE WITTGENSTEIN 325
5.4.2.3 “The Future is Open. A Conversation with Sir Karl Popper”
(1994)
A. Chmielewski, profesor de filosofía de la Universidad de
Wroclaw en Polonia, sostuvo una conversación con K. Popper en la
casa de éste en Kenley, Surrey, el 29 de julio de 1994 seis semanas
antes de la muerte de Popper y fue una de las últimas entrevistas que
concedió168. Durante la conversación se abordaron temas diversos
como los Presocráticos, Einstein, Tarski, cuestiones de epistemología
y temas de actualidad como la caída de los regímenes totalitarios y las
corrientes de la filosofía británica contemporánea. El entrevistador
comenta la fuerte influencia de Wittgenstein —―con quien usted ha
sido siempre muy crítico‖— que se sentía en muchas áreas de la
filosofía particularmente la filosofía de su último periodo. Popper
lamenta que la filosofía contemporánea está dominada por diferentes
modas por el peligro que supone sucumbir a las modas en la ciencia o
en filosofía. Para Popper existe un contraste entre el interés del
Tractatus aunque no estuviese de acuerdo en muchos puntos y
Philosophical Investigations. que le parece un libro extremadamente
aburrido:
Lamentablemente es verdad. Es terrible. En verdad pienso que
la filosofía británica contemporánea es muy mala (...) nada
interesante (...) aburrida. Es muy aburrida (...) el segundo libro
de Wittgenstein es extremadamente aburrido. Su primer libro,
Tractatus Logico-Philosophicus, era de una clase muy
diferente. En general la filosofía está dominada por diferentes
modas: historicismo, estructuralismo, nuevo historicismo, post-
estructuralismo, postmodernismo y otras, que no son más que
modas filosóficas. Pero una moda en ciencia o en filosofía es
168
A. Chmielewski y K. Popper, ―The Future is Open. A Conversation with Sir Karl
Popper‖ en I. Jarvie y S. Pralong (eds.), Popper‟s Open Society after Fifty Years,
28-38.
326 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
algo terrible. Está ahí y no podemos hacer nada, pero es algo
que debe ser despreciado y no seguido169.
Una vez compendiadas las principales críticas de Popper a la
filosofía de Wittgenstein llega el momento de valorar algunas críticas
que se han hecho y de retomar la relación de ambos con el Círculo de
Viena, que es el punto de partida de la comparación que se hace en
este trabajo.
169
A. Chmielewski y K. Popper, ―A Conversation with Sir Karl Popper‖, 33.
Capítulo VI
Hacia una valoración global de las posturas de Popper, el Círculo de Viena y Wittgenstein
Este capítulo final aspira a recoger las principales
interpretaciones y críticas acerca de la vinculación entre Popper y
Wittgenstein y a cerrar la discusión que tuvo como punto de arranque
el análisis de la relación de ambos con el Círculo de Viena. En la
primera sección se da cuenta de la actual discusión de la filosofía de la
ciencia como disputa entre las posturas de Popper y las dos filosofías
de Wittgenstein. En la segunda sección se describen las
interpretaciones positivistas del Tractatus: la lectura empirista del
Círculo de Viena y la crítica racionalista de Popper. Se mencionan
algunas dificultades derivadas de la interpretación de lo inefable en
Wittgenstein. En la tercera sección se analizan las dos interpretaciones
de la relación entre las posturas de Popper y Wittgenstein frente al
positivismo lógico: la primera caracterización como posturas opuestas
e irreconciliables y la segunda como posturas complementarias, sin
pasar por alto que las diferencias que prevalecen. Se incluyen las
valoraciones de algunos autores acerca de las respectivas
epistemologías no fundacionistas. En la cuarta sección se abordan los
principales obstáculos para el diálogo filosófico entre Wittgenstein y
Popper: las dificultades de interpretación del método de Wittgenstein
y los temperamentos no filosóficos de ambos autores. La última
sección se dedica a una valoración más personal.
336 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
6.1 Popper y Wittgenstein en la filosofía de la ciencia del siglo XX
Popper se sitúa entre los grandes filósofos del siglo XX junto
con Russell, Wittgenstein y Heidegger1 y algunos autores incluyen en
este elenco a miembros del Círculo de Viena como Schlick, Carnap, y
Neurath2. Wittgenstein y Popper tuvieron en común la fuerza teórica
de su pensamiento y dieron lugar a líneas importantes de
investigación: Wittgenstein al empirismo lógico y a la filosofía del
lenguaje y Popper a la nueva filosofía de la ciencia. Exhibieron
propuestas novedosas en el contexto histórico-cultural y desarrollaron
metodologías originales para la reconstrucción del conocimiento una
vez destruida la imagen positivista de la ciencia, de manera que la
actual discusión de la filosofía de la ciencia puede ser interpretada
como una disputa entre las posturas de Wittgenstein y de Popper3.
Popper criticó consistentemente las dos filosofías prohijadas por
Wittgenstein y Wittgenstein es también el inspirador de las críticas
más importantes a Popper dirigidas por Kuhn, Toulmin e incluso
Feyerabend: están influidos por la segunda filosofía de Wittgenstein
aunque no necesariamente sean conscientes de ello ni defiendan la
filosofía del lenguaje ordinario4. El enfrentamiento con la teoría de la
ciencia de Kuhn —centrada en los factores psico-sociológicos— es la
polémica más importante que ha habido en torno a la postura de
Popper, centrada en factores lógicos. Las ideas de Kuhn, aun
conteniendo numerosos puntos débiles, muestran con claridad las
1 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211, y W. W. Bartley III,
Wittgenstein, 12. 2 Cf. H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgenstein, The Vienna Circle
and Critical Rationalism”, Proceedings of the Third International Wittgenstein
Symposium, Vienna 1979, 15. 3 Cf. G. Radnitzky, “Tres estilos de pensar en la actual teoría de la ciencia. Sus
creadores: Wittgenstein I, Popper y Wittgenstein II”, Pensamiento, 35, 1979, 9-10. 4 Cf. T. Kuhn, The Stucture of Scientific Revolutions, The University of Chicago
Press, Chicago, 1996, 45 y 146-147, y The Essential Tension. Selected Studies in
Scientific Tradition and Change, The University of Chicago Press, Chicago, 1977,
121.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 337
amplias lagunas de la epistemología de Popper que deja de lado
factores importantes del desarrollo real de la ciencia5.
Wittgenstein y Popper son los antagonistas de mayor interés en
el cisma del empirismo lógico también debido a que llegaron a la
filosofía desde la lógica, las matemáticas y la física al igual que
algunos miembros del Círculo de Viena, a diferencia de la educación
filosófica sistemática de muchos de sus colegas británicos y a que
estuvieron más próximos al Círculo de Viena que a cualquier filósofo
de su tiempo6. Estuvieron más cercanos a Kant que los empiristas
lógicos y sus primeras experiencias filosóficas están relacionadas con
Schopenhauer. Magee sostiene que la revolución copernicana llevada
a cabo por Kant fue el giro más importante en la historia de la filosofía
y a través de Schopenhauer dio origen a tres líneas de pensamiento,
ajenas a la tradición del empirismo neo-humeano, representadas por
Nietzsche (y a través de él por el existencialismo moderno),
Wittgenstein (y a través de él por la moderna filosofía analítica) y
Popper (y a través de él por un racionalismo esencialmente crítico
basado en la ciencia)7. Wittgenstein y Popper fueron más atraídos por
el modelo de pensamiento de Boltzmann que del fenomenalismo
subjetivista de Mach, sin embargo ni Wittgenstein ni Popper fueron
capaces de ensombrecer la aceptación de Mach en el Círculo de Viena
de manera importante a pesar de las divergencias8. Ninguno de los
miembros del Círculo de Viena siguió el giro del último Wittgenstein
desde el lenguaje científico a los juegos del lenguaje9.
Popper desarrolló una fructífera e iluminadora teoría del
conocimiento empírico mediante la combinación de la visión kantiana
y el empirismo y fue el crítico más importante del Círculo de Viena.
5 Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 32-33.
6 Cf. H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgenstein, The Vienna Circle
and Critical Rationalism”, 15, B. Magee, Confessions of a Philosopher, 166 y 318-
319 y A. Wood, “Russell‟s Philosophy. A Study of its Development” en B Russell,
My Philosophical Development, 203. 7 Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 166.
8 Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 175-176.
9 Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 274.
338 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Su crítica se dirigió al criterio verificacionista de demarcación y
especialmente al ideal de ciencia del empirismo lógico; propuso un
nuevo ideal de ciencia y dio un giro copernicano en la metodología10
.
La lógica de las ciencias de Popper constituye una contribución de
primer orden no sólo para la epistemología sino también para la
ciencia —Popper motivó e integró más y mejor a los científicos que
Wittgenstein y el Círculo de Viena— y por esto ha sido considerado
uno de los más grandes filósofos de la ciencia:
Popper tiene derecho a reclamar su puesto en el panteón filosófico,
precisamente por haber sido capaz de elaborar todo un sistema
partiendo del siguiente destello: sólo podemos acercarnos a la verdad
guiándonos por su sombra11
.
El significado real del trabajo de Popper apenas ha empezado a
emerger. Las ideas de Popper llegaron a tal profundidad que el
carácter revolucionario de sus consecuencias no resulta obvio y es raro
encontrar buenos conocedores de sus ideas12
. Dice cosas mucho más
interesantes que otros filósofos, su estilo es transparente pero su
pensamiento es mucho más complejo de lo que parece a primera vista
entre otras razones porque su obra no es sistemática13
. Muchos
filósofos profesionales no han leído sus libros y piensan que saben de
Popper todo lo que necesitan saber y generalmente asocian dos o tres
grandes ideas con el nombre de Popper —la falsabilidad, la negación
de una lógica inductiva, las críticas a Platón y a Marx— pero el
conocimiento de su obra raramente va más allá. A esto debe añadirse
10
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211 y 457-458 y G. Radnitzky, “Tres
estilos de pensar en la actual teoría de la ciencia. Sus creadores: Wittgenstein I,
Popper y Wittgenstein II”, 5. 11
J. Arana, “Los dos problemas fundamentales de la filosofía de Popper. Libertad y
verdad en una sociedad abierta”, Atlántida, 10, 1992, 211. 12
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, x-xi y Philosophical
Darwinism. On the Origin of Knowledge by Means of Natural Selection, Routledge,
London, 1993, 12. 13
Cf. M. Artigas, Lógica y ética en Karl Popper, Eunsa, Pamplona, 1998, 11.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 339
que las polémicas acerca de su obra provocadas por los marxistas
durante varias décadas y por algunos de sus discípulos en otras
ocasiones, no han contribuido a clarificar las cosas. B. Magee fue
amigo y defensor de Popper y es uno de los filósofos que más se han
esforzado en promover la comprensión de Popper dentro de la
filosofía británica porque está persuadido que “la sustancia, el peso, la
originalidad y el rango del trabajo de Popper no se encuentran juntos
en ningún filósofo actual”14
.
Popper nunca estuvo de moda porque buscó nuevas ideas con
independencia de los principales sistemas de pensamiento en auge, y
por su estilo de atacar nunca fue popular a diferencia de Wittgenstein
que estuvo de moda y tenía verdaderos apóstoles. No obstante, el
interés por el trabajo de Popper ha permanecido a lo largo de medio
siglo y va en aumento: no hay debate sobre filosofía de la ciencia en la
actualidad en el que no se mencionen sus ideas, aunque con frecuencia
no se menciona su nombre15
.
Popper fue un autor de profunda originalidad que no se limitó a
criticar las ideas de otros sino que en cada caso ofreció una alternativa
al sistema de pensamiento que atacaba. Sus planteamientos han
recibido mucho menos atención que sus críticas y esto, en opinión de
algunos autores, no es sorprendente debido a que Popper ha sido un
formidable y efectivo crítico de varias ortodoxias a gran escala en el
siglo XX —entre las que se incluyen el positivismo lógico y la
filosofía del lenguaje—, y a que los filósofos del lenguaje
—convencidos de que la tarea de la filosofía es el análisis de los
conceptos— se muestran incapaces de desarrollar ideas positivas a
gran escala y se concentren casi completamente en las críticas16
.
Popper tuvo la particular desgracia de vivir la mayor parte de su
carrera, tanto en Austria como en Inglaterra, en tiempos y lugares
dominados por Wittgenstein. El Tractatus de Wittgenstein primero, y
posteriormente la filosofía orientada hacia el lenguaje ordinario, y con
14
B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211. 15
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 2. 16
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 211.
340 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
ello la última filosofía de Wittgenstein, encontró resonancia en
Inglaterra, durante muchos años la filosofía de Wittgenstein fue más
influyente que la de cualquier otro filósofo. Por el contrario, la
recepción de Popper en el mundo anglosajón se retrasó debido a su
exilio en Nueva Zelanda y a que The Logic of Scientific Discovery, se
tradujo por primera vez al inglés en 1959. Popper nunca se asimiló a
la llamada filosofía profesional británica precisamente por su defensa
de que existen genuinos problemas filosóficos, y en la filosofía
británica prevalecía la idea wittgensteiniana de que los problemas
filosóficos son meros rompecabezas lingüísticos17
. La filosofía de
Wittgenstein también fue la que se criticó con más fuerza y un caso
particular fue la crítica de Popper18
.
Estas son las principales razones del olvido del que Popper ha
sido víctima por parte de sus colegas, si se compara con la influencia
que ha tenido fuera de su profesión. Popper tuvo honores al final de su
vida y fue conocido en la esfera internacional —más fuera que dentro
de Inglaterra donde vivía— a diferencia de Wittgenstein que nunca
recibió honores y fue escasamente conocido fuera de la filosofía. La
influencia de Wittgenstein se dio entre filósofos y artistas y la de
Popper en esferas más prácticas como el mundo de los negocios, la
política y la ciencia.
Entre los defensores de Popper existe la persuasión de que el
momento de Popper en el mundo académico está por llegar como a
Wittgenstein ha llegado su momento: sus ideas son objeto de estudio e
incluso de especialización en universidades de todo el mundo medio
siglo después de su muerte19
. A pesar del retraso en la recepción de
Popper entre los filósofos ingleses y americanos, los temas de las
principales revistas especializadas y la acogida de los dos volúmenes
editados por Schilpp sobre la filosofía de Popper dan pie a suponer
que el influjo de la metodología popperiana podría acrecentarse en los
17
Cf. I. Grattan-Guinness, “Bertrand Russell After Twenty Years”, 303-304. 18
Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 149. 19
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 193-194.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 341
próximos años20
. Los estudios recientes de la literatura especializada
sobre totalitarismo y metodología de la ciencia le mencionan con más
frecuencia que a ningún otro filósofo incluyendo a Arendt,
Wittgenstein y Kuhn21
. Otros autores son menos optimistas al respecto
y reconocen que Popper es escasamente mencionado en los círculos
académicos y hablan incluso que Popper nunca vio florecer sus ideas
como merecían, de manera que el racionalismo crítico puede ser
calificado como una de las más grandes oportunidades intelectuales
perdidas de la segunda mitad del siglo XX22
.
6.2 Lecturas positivistas del Tractatus
Russell hizo una lectura logicista del Tractatus, —lo interpretó
en el sentido de su propio atomismo lógico y del trabajo de
Wittgenstein desprendía el principio de extensionalidad (todas las
proposiciones del lenguaje pueden ser construidas a partir de
proposiciones elementales) y el principio de atomicidad (todo juicio
acerca de lo complejo puede ser analizado mediante un juicio sobre
sus constituyentes y en las proposiciones que describen
completamente lo complejo)23
—, el Círculo de Viena incorporó el
Tractatus en clave empirista y Popper llevó a cabo una crítica
racionalista del Tractatus. Las tres lecturas tienen en común que son
interpretaciones positivistas de la primera obra de Wittgenstein sin
embargo no llegan a un acuerdo ni consiguen dar cuenta del conjunto
20
Cf. G. Radnitzky, “Entre Wittgenstein et Popper. Philosophie analytique et théorie
de la science”, 9. 21
Cf. P. Hedström, R. Swedberg y L. Udéhn, “Popper‟s situational Analysis and
Contemporary Sociology”, Philosophy of the Social Sciences, 28, 1998, 342-343. 22
D. Miller, Philosophy: Problems, Aims, Responsibilities. Conference to Mark the
10th
Anniversary of the Death of Karl Popper (1994-2004),
<http://ww2.warwick.ac.uk/fac/soc/philosophy/staff/miller/phpar/>, Primer anuncio,
2 de noviembre de 2003. 23
Cf. B. Russell, Logical Atomism en A. J. Ayer, Logical Positivism, 31-52.
342 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
del texto y, lo que es más importante, parece que no se percatan de las
verdaderas intenciones del autor al separar lo decible y lo indecible24
.
6.2.1 La lectura empirista del Círculo de Viena y la lectura
racionalista de Popper
La obra más citada en la literatura del positivismo lógico es sin
duda el Tractatus pero al mismo tiempo es quizás una de las menos
bien entendidas25
. Como se ha visto en el capítulo IV, los miembros
del Círculo de Viena interpretaron puntos del Tractatus en apoyo de
su postura antimetafísica y cientista sin tomar en cuenta que
Wittgenstein se mantuvo ajeno a cualquier cruzada antimetafísica y su
postura no fue nunca cientista como se verá más adelante. Los
empiristas lógicos vieron en el análisis lógico del lenguaje el
instrumento para eliminar el sinsentido cuando Wittgenstein había
propuesto el análisis lógico del lenguaje como elemento de
clarificación. Definieron el objeto en términos de experiencia sensible
del sujeto y Wittgenstein rehusó decir lo que entendía por objeto en el
Tractatus. Adoptaron la perspectiva lógica al abordar los problemas
filosóficos y la verificabilidad como criterio de significado mientras
que Wittgenstein se limitó a subrayar la imposibilidad de formular
enunciados con sentido que no sean figuras lógicas de los hechos.
Interpretaron lo no empírico o no lógico como carente de sentido
cuando Wittgenstein había propuesto más modestamente que todo lo
que no fuesen figuras lógicas de hechos no puede ser dicho. En estos y
otros puntos los positivistas lógicos erigieron en dogmas
24
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
180-204. 25
Cf. A. J. Ayer, Logical Positivism donde las referencias a Wittgenstein son incluso
más numerosas que las referencias a otros autores como Hume, Frege o Russell.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 343
epistemológicos lo que Wittgenstein consideró como simples
limitaciones de nuestro lenguaje26
.
Los miembros del Círculo de Viena hicieron una interpretación
demasiado simple de las ideas de Wittgenstein y subieron por la
escalera que ofrecía en el Tractatus pero no siguieron su consejo de
arrojarla después27
. J. Sádaba afirma que si se toma en cuenta además
que lo realmente importante en Wittgenstein fue lo que calló la
conclusión es que el Círculo de Viena “resbaló por Wittgenstein sin
enterarse”28
. Otros autores rechazan esta valoración y defienden los
elementos comunes profundos entre Wittgenstein y el Círculo de
Viena29
. Algo semejante ocurre con Popper: sus defensores consideran
que atacó consistentemente las dos filosofías de Wittgenstein en uno
de los elementos comunes esenciales a las dos filosofías de
Wittgenstein al subrayar que las discusiones acerca del significado de
las palabras no clarifican el pensamiento y corren el riesgo de alejarse
de los temas sustanciales. Popper estaba abierto a los innumerables
problemas de naturaleza genuinamente filosófica que el mundo nos
presenta y convencido que ningún problema de envergadura se podría
resolver mediante el simple análisis clarificador de nuestros conceptos
y nuestros métodos. Popper estaba persuadido de que ni él ni los
miembros del Círculo de Viena habían malinterpretado a Wittgenstein
que rechazó el Tractatus por errores acerca del significado que Popper
había denunciado antes30
.
Mientras que los defensores de Popper le consideran el
antipositivista decisivo que propuso los argumentos que conducirían a
la disolución del positivismo lógico31
, otros autores por el contrario
sostienen que la lectura racionalista que Popper hace del Tractatus
26
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
188-189. 27
Cf. M. Artigas, El desafío de la racionalidad, Eunsa, Pamplona 1999, 28. 28
J. Sádaba, Conocer Wittgenstein y su obra, 12. 29
Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays
in Honor of Rudolf Haller, xi. 30
Cf. B. Magee, Popper, Grijalbo, Barcelona, 1974, 52-53. 31
Cf. B. Magee, Popper, 48-49.
344 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
está limitada precisamente por elementos positivistas en su filosofía,
por haber criticado al Wittgenstein interpretado por el Círculo de
Viena y no haber reparado en los elementos antipositivistas del
Tractatus. La interpretación de Wittgenstein en relación a lo decible y
lo indecible no es fácil y tampoco resultó evidente para sus
contemporáneos la evolución de las ideas de Wittgenstein. El
racionalismo crítico de Popper comparte los presupuestos logicistas
del empirismo lógico especialmente el dualismo entre saber y acción,
separa las normas de los hechos, la ética de la ciencia, las cuestiones
lógicas de las cuestiones empíricas, psicológicas o sociales, y esto
constituye el núcleo de las dificultades de la filosofía de Popper.
Algunos autores sugieren que la resistencia de Popper a involucrarse
en la psicología del descubrimiento en aras de la lógica del
descubrimiento le convierte más en un positivista de lo que está
dispuesto a admitir32
.
Stadler sostiene que Popper mantuvo un dualismo entre filosofía
y ciencia pero no convirtió su posición antimetafísica en un dogma y,
a diferencia de Wittgenstein y de los miembros del Círculo de Viena,
se adhirió a transiciones graduales y a demarcaciones tentativas entre
las proposiciones empíricas y no empíricas33
. El diálogo de Popper
con los positivistas puede llevar a una falsa imagen de la filosofía de
Popper, atribuyéndole tesis positivistas que nunca compartió, pero al
mismo tiempo su defensa de la metafísica frente a los ataques
positivistas puede llevar a creer que Popper admite el valor de la
metafísica en su sentido tradicional, lo cual no es verdad. Popper se
limita a señalar que pueden existir y de hecho existen problemas que,
aunque no sean científicos, tienen sentido, y que se puede argumentar
acerca de ellos. La defensa de la metafísica que hace Popper en
realidad es una destrucción de la metafísica más profunda que la
32
Cf. A. Janik, “Review of Hacohen‟s Intellectual Biography of Karl Popper”,
Central European History, 35, 4, 2002, 613. 33
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 345
pretendida por los positivistas, porque está envuelta en un ropaje
equívoco que se presenta incluso como defensor de lo que destruye34
.
Desde el punto de vista de la estricta lógica del conocimiento,
Popper desplaza los problemas que advierte en el empirismo lógico:
sustituye las paradojas de la inducción y de la verificación y las
dificultades del psicologismo como fundamento epistemológico de los
enunciados de base por su paradoja de la corroboración de las
hipótesis falsificantes y las dificultades de su decisionismo crítico e
incurre en el dogmatismo que él mismo ha rechazado, ya que no
analiza las condiciones, lógicas o empíricas, bajo las cuales han de
tomarse estas decisiones35
. Popper no resuelve ningún problema real
acerca de la inducción, se limita a negar totalmente su existencia a
todos los niveles y a afirmar que, a pesar de ello, es posible solucionar
el problema de la demarcación, que tal como lo plantea tampoco es un
problema que corresponda a la realidad del conocimiento. Construye
un adversario —el “inductivismo”— y plantea un falso dilema. Se
limita a considerar las relaciones lógicas entre enunciados, deja fuera
la abstracción e ignora el papel fundamental de la inducción en el
conocimiento ordinario y en el conocimiento científico36
. Otros
autores reconociendo que el pensamiento popperiano marca un
progreso claro respecto del empirismo lógico, consideran que Popper
fue un neopositivista que opuso al empirismo lógico un racionalismo
no menos logicista que se ha mostrado fecundo en la medida en que se
le considera una autocrítica37
. Finalmente hay quienes tachan a Popper
de „supuesto antipositivista‟ y le acusan de contribuir a crear una
imagen estereotipada del Círculo de Viena38
.
34
Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 118-120. 35
Cf. J. F. Malherbe, La Philosophie de Karl Popper et le Positivisme Logique,
286-288. 36
Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 63-70. 37
Cf. J. F. Malherbe, La philosophie de Karl Popper et le Positivisme Logique,
capítulo 9. 38
Cf. K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present. Essays
in Honor of Rudolf Haller, xi.
346 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Por otra parte —continúan los críticos de Popper— su crítica no
se dirige al Wittgenstein real sino al interpretado por los positivistas
lógicos. Popper consideró que Wittgenstein junto con los miembros
del Círculo de Viena eran antimetafísicos y criticó el ataque cerril a la
metafísica occidental dirigida por ellos porque manifestaba un viejo
absolutismo filosófico y podía conducir a callejones sin salida39
.
Popper fue más duro que Wittgenstein en su crítica al neopositivismo
y salió vencedor pero golpeó al empirismo lógico precisamente en el
Tractatus hábilmente arrebatado a su autor y privado de su sentido
original. Al denunciar las tesis del Tractatus como fundadas sobre un
“dogmatismo reforzado” Popper no sólo criticó a los que fundaban sus
propias construcciones dogmáticas sobre la lectura incompleta, y por
tanto deformada, del Tractatus, sino que lamentablemente involucró
en la derrota al mismo Wittgenstein, haciendo así, en última instancia
aún más difícil la recuperación filosófica40
. Popper se quejó de que su
crítica no había sido tomada en cuenta por los comentadores de
Wittgenstein41
, pero si el Wittgenstein rechazado por Popper es el
“escritor sagrado” a quien el positivismo lógico atribuyó la redacción
de su biblia no es de extrañar que los exegetas del Tractatus no se
hayan preocupado en absoluto de las críticas de Popper al “primer”
Wittgenstein42
.
Popper no percibió los elementos antipositivistas del Tractatus
que se acercaban más a sus propias posiciones que a las de los
empiristas lógicos. Las “proposiciones elementales” del Tractatus
están más cercanas a los “enunciados básicos” de Popper que a los
“enunciados protocolares” de Schlick y Carnap. Popper opuso su
deductivismo al inductivismo del Círculo de Viena y el Tractatus es
una exposición de tipo deductivo43
. Aunque no se advierta un cambio
39
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 22. 40
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 327. 41
Cf. K. Popper, Autobiography, 93. 42
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
188-189 y 192. 43
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
190.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 347
formal entre el concepto de método científico del Tractatus44
y el de
Philosophical Investigations45
en los cuales Wittgenstein aparece
todavía casado con la perspectiva “inductivista” tradicional, su
concepción de la ciencia estaba lejos de ser “justificacionista”.
El inductivismo de Wittgenstein, quizás por influencia de Hertz,
fue siempre de tipo hipotético-deductivo, insistiendo en que las leyes
científicas eran esquemas lógicamente construidos que ayudan a
organizar y unificar nuestras proposiciones acerca de la experiencia46
.
Popper interpretó el tema de las leyes científicas en el sentido de los
empiristas lógicos y no en el sentido de Wittgenstein: ni las leyes ni
las teorías han de verse como generalizaciones empíricas sino como
reglas a priori que nos permiten formular descripciones de todos los
posibles hechos de un cierto tipo47
. Popper subraya que la distinción
wittgensteiniana entre lo que puede ser dicho y lo que no implica el
rechazo de lenguaje significativo de las hipótesis científicas y dirige la
misma crítica a Carnap que acaba rechazando la ciencia en su intento
por eliminar la metafísica48
. En efecto una hipótesis científica tiene
siempre la forma de enunciado universal y no se ve de qué manera un
enunciado de este tipo puede ser una función de verdad de
proposiciones elementales, que era la condición de Wittgenstein para
las proposiciones con sentido49
.
Wittgenstein no se consideraba positivista ni antimetafísico y
lamentaba que uno de los malos entendidos más importantes del
Tractatus era la idea de que es una obra escrita con espíritu
antimetafísico:
44
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.3 y 6.372. 45
Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, §§472-486. 46
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.341. 47
Cf. J. Griffin, Wittgenstein’s Logical Atomism, Oxford University Press, Oxford,
1964. 48
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 253-254. 49
Cf. K. Popper, The Open Society, II, 293-294.
348 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Toda mi inclinación, y me parece que la de cualquiera que trate de
escribir o hablar sobre ética o religión, es superar las fronteras del
lenguaje. Esta carrera contra los muros de nuestra prisión es
absolutamente inútil. La ética en cuanto surge del deseo de decir algo
acerca del sentido de la vida, el bien absoluto y el valor absoluto no
puede ser ciencia. Lo que dice no añade nada a nuestro conocimiento
en ningún sentido. Pero es un hecho la tendencia en la mente humana
que personalmente no puedo más que respetar profundamente y nunca
en mi vida voy a ridiculizar50
.
Wittgenstein pretendió a su manera que el Tractatus arrojara luz
sobre la metafísica, la ética y el significado de la vida51
. El Tractatus
no tiende a eliminar el discurso no científico aunque considera que la
actividad filosófica es un mal necesario o inevitable, una perversión
del lenguaje —las cuestiones tradicionales de la filosofía son un
discurso carente de sentido y por tanto parasitario— y una actividad
vana que nunca termina porque siempre van a surgir cuestiones
metafísicas. Al mismo tiempo la manifestación de su vanidad muestra
su importancia y envergadura porque en la impotencia filosófica se
manifiesta el elemento místico52
. Wittgenstein estaba persuadido que
los grandes problemas de la vida del hombre no pueden ser tratados
con un lenguaje que esté fuera de la historia, del ambiente social y no
cabe un lenguaje científico para estas materias53
.
La filosofía, según Wittgenstein, tiene por único objetivo
separar lo posible de lo imposible, delimitar el dominio de las
proposiciones con sentido (las de las ciencias) y rechazar cualquier
otra proposición54
pero intentar establecer los límites entre lo que tiene
50
Palabras de Wittgenstein durante la única conferencia „popular‟ que dio en su vida
en Cambridge en noviembre de 1929 recogidas en R. Monk, The Duty of Genius,
277. 51
Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 117. 52
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.421 y Philosophical Investigations, § 108. 53
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
203. 54
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.53.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 349
sentido y lo que no lo tiene significa traspasar esos límites y acerca de
esto es preciso callar55
. Respecto al estatus de la ciencia la posición
del Tractatus es doble: por una parte sólo la ciencia natural tiene valor
cognitivo y por otra no explica nada56
. El discurso físico (científico)
nunca es completamente satisfactorio y por eso el abundante bagaje de
instrumentos lógicos (neopositivistas) del Tractatus finalizan con un
sentido ético: la destrucción de la idolatría del lenguaje científico
basado en el reconocimiento de que existen problemas más
importantes57
.
55
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.522 y 7. 56
Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 408. 57
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
203-204.
350 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
6.2.2 La interpretación de lo indecible en Wittgenstein
En Wittgenstein existen muchos contrastes y con razón afirma
von Wright que él mismo es un enigma:
El autor de las proposiciones “El enigma no existe” y “todo lo que
puede decirse pude decirse con claridad” era él mismo un enigma, y
sus frases tienen un contenido que con frecuencia yace profundamente
bajo la superficie del lenguaje58
.
Esto explica en parte por qué los miembros del Círculo de
Viena, Popper e incluso sus primeros discípulos británicos se
inclinaron a pensar que al hablar de lo “indecible” Wittgenstein estaba
purgando el sinsentido metafísico con el objeto de construir un
lenguaje científico y no que estaba exponiendo la incapacidad del
racionalismo para abordar las cuestiones profundas de la vida59
.
¿Cuál era el significado de lo “indecible” o lo místico para
Wittgenstein? Ramsey sugirió que la metafísica para Wittgenstein era
“sinsentido pero un sinsentido importante”. Carnap reconoció la
predisposición del Círculo a descartar las dimensiones “metafísicas”
del Tractatus60
. Janik y Toulmin afirman que el Tractatus es un
escrito ético contrario a la recepción positivista61
, Malcolm, Pears y
muchos otros aceptan la lectura positivista62
.
Popper estudió cuidadosamente el Tractatus y lo rechazó como
una peligrosa combinación de racionalismo dogmático y misticismo63
.
58
G. H. von Wright, Wittgenstein, 34. 59
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 193. 60
Cf. R. Carnap, “Intellectual Autobiography”, 24-29. 61
Cf. A. Janik y S. Toulmin, La Viena de Wittgenstein, capítulos 6 a 8. 62
Cf. N. Malcolm, Nothing is Hidden: Wittgenstein’s Criticism of his Early
Thoughts, Blackwell, Oxford, 1986 y D Pears, Wittgenstein, Grijalbo, Barcelona,
1973. Ver también W. W Bartley III, Wittgenstein, especialmente el capítulo 2. 63
Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 1, secs. 43-46.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 351
Le parece que Wittgenstein exhibe una falta de lógica intolerable en
un filósofo digno del nombre cuando pretende por una parte que los
enigmas no existen y por otra enuncia un cúmulo de proposiciones
que son un “sinsentido profundamente significativo”64
. Popper
consideraba que las fronteras entre las ciencias y de éstas con la
filosofía no eran rígidas y afirmó que “Wittgenstein exageró el abismo
entre lo decible y lo indecible, entre la ciencia y la filosofía”65
. La
invitación de Wittgenstein al silencio en la última proposición del
Tractatus —“de lo que no podemos hablar es mejor callar"—
manifestaba el error de conceder demasiado peso a la precisión del
lenguaje. Popper sostenía que era precisamente al enfrentar el enigma
cuando más vale la pena hablar e ilustró con numerosos ejemplos de la
historia de la ciencia que se habían dicho muchas cosas importantes e
interesantes que no se salvan de contener imprecisiones y que
afortunadamente se habían „salvado‟ de Wittgenstein66
.
Wittgenstein tenía razones poderosas para disociarse de los
positivistas lógicos y no sería justo explicar su reacción
exclusivamente como exhibición del temperamento de un hombre con
tendencias de prima donna. Al mismo tiempo se entiende que hayan
existido muy distintas valoraciones de su última filosofía y que los
filósofos de tendencia empirista la valoraran de forma negativa e
incluso como un retroceso en las ideas. En abierto contraste con
quienes consideraban que la última filosofía de Wittgenstein era la
obra de un genio. Feigl comparte la opinión de Russell y de Popper
que atribuyen el éxito del nuevo enfoque del „lenguaje ordinario‟ a
una cuestión de carisma y no de contenido. Russell consideraba que la
última filosofía de Wittgenstein había surgido de un cansancio hacia el
pensamiento serio y que Wittgenstein había inventado una doctrina
64
Cf. K. Popper, The Open Society, II, 297. 65
K. Popper, Autobiography, nota 301. 66
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 70 y 71 nota 10ª.
352 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
que haría innecesaria esta actividad y quería hacerse notar por su
evasión de las paradojas67
.
Popper consideraba que la influencia del último Wittgenstein en
muchas áreas de la filosofía era una moda peligrosa y veía un
profundo contraste entre el interés del Tractatus —aunque no
estuviese de acuerdo en muchos puntos— y el tedio que le producía el
contenido de Philosophical Investigations. Concedía que el análisis
del lenguaje era algo necesario pero no estaba de acuerdo con los
filósofos del lenguaje que, además de mostrar poco interés por la
ciencia, abandonaron la crítica y cometieron el grave error de
concentrarse en los usos del lenguaje68
.
Al convertirse en juez severo del positivismo lógico
Wittgenstein dio pie a la interpretación de un “segundo” Wittgenstein
como si repudiara todo su pasado neopositivista69
. Por otra parte no
era fácil —y menos para los intérpretes positivistas del Tractatus—
percatarse de que Wittgenstein estaba proponiendo un método para
buscar las condiciones de significado del lenguaje ordinario y que
desde esta perspectiva los dos momentos de su producción intelectual
resultaban partes de un todo unitario70
. Wittgenstein era consciente
que esta unidad de su pensamiento no resultaba evidente y ofreció, en
forma privada, la clave para entender correctamente los puntos
oscuros del Tractatus:
La motivación principal del libro es ética. Alguna vez he pensado en
incluir en el prefacio alguna frase que no aparece ahora pero que
escribiré para usted aquí porque quizás puede ser una clave para su
67
Cf. K. Popper, P. Strawson y G. Warnock, “The philosophy of Russell: II.
Discussion among Karl Popper, Peter Strawson and Geoffrey Warnock” en B.
Magee (ed.), Modern British Philosophy, 142 y M. Dummett, Origins of Analytical
Philosophy, Duckworth, London, 1993, 166. 68
Cf. A. Chmielewski y K. Popper, “A Conversation with Sir Karl Popper”, 33 y B.
Magee (ed.), Modern British Philosophy, 135-136. 69
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 326. 70
Cf. J. F. Malherbe, “Interpretations en conflit à propos du Traité de Wittgenstein”,
192 y K. Lehrer y J. C. Marek (eds.), Austrian Philosophy Past and Present, xi.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 353
comprensión del libro. Lo que pretendí escribir entonces era esto: mi
trabajo tiene dos partes: la presentada aquí más todo lo que no escribí.
Y es precisamente esta segunda parte la importante. Mi libro traza
límites al ámbito de lo ético desde dentro y estoy convencido de que
esta es la ÚNICA manera rigurosa de trazar esos límites. En definitiva
considero que mientras hoy muchos se limitan a divagar, en mi libro
he conseguido poner todo firmemente en su lugar a base de callar al
respecto. Por esta razón, a menos que esté totalmente equivocado, el
libro dirá mucho de lo que usted mismo quiere decir, sólo que quizás
usted no verá que esté dicho en el libro. Por ahora le recomendaría que
leyese el prefacio y la conclusión porque contienen la expresión más
directa de la motivación principal del libro71
.
Philosophical Investigations se convierten en la verdadera obra
constructiva de Wittgenstein y el Tractatus es el pretexto.
Wittgenstein al afirmar que “la verdad de los pensamientos aquí
asentados me parece infalible y definitiva” y más adelante “quien me
entienda reconocerá finalmente que éstas (las proposiciones del
Tractatus) carecen de sentido”72
no expresa una extraña incoherencia
o una pretensión irracional y contradictoria, sino su proyecto lúcido y
premeditado de reducir el lenguaje lógico-científico a „poca cosa‟
precisamente a base de desarrollar y llevar hasta sus últimas
consecuencias sus aspectos más específicos y característicos: la
pretensión de correspondencia, la rígida consecuencialidad lógica, la
tautologicidad sustancial del lenguaje lógico-científico73
. El Tractatus
proporciona una especie de “negativo” de lo que quiere representar:
una obra coherente y racional cuyo sentido está “fuera”. El fallo del
lenguaje científico es la mejor introducción a la teoría del lenguaje
ordinario o al lenguaje como “forma de vida” de las Philosophical
71
Fragmento de una carta a Ludwig von Ficker, editor del diario Der Brenner, con
fecha probable entre septiembre y octubre de 1919, reproducida en P. Engelmann,
Letters from Ludwig Wittgenstein, 143-144. 72
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 6.54. 73
Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 408.
354 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Investigations, de aquí la persuasión de Wittgenstein de que las dos
obras debían ser publicadas juntas74
.
A la luz de la interpretación unitaria de la filosofía de
Wittgenstein, las críticas de Popper a la autorrefutación del Tractatus
resultarían injustas ya que las observaciones de Popper coinciden en
este caso, con las intenciones de Wittgenstein que acentúa y pone de
relieve el “dogmatismo reforzado” del lenguaje científico, mostrando
que la ciencia neopositivista más que colocarse como metafísica,
según su propia finalidad, se reduce a destruir el único instrumento de
progreso con que podía contar: las hipótesis científicas. Sin embargo
está lejos de ser evidente que Wittgenstein haya usado la teoría
neopositivista como una especie de artificio llegando cínicamente a
llevarla a sus consecuencias extremas autodestructivas. Los biógrafos
hablan de un Wittgenstein en proceso de cambiar sus ideas, basta con
pensar en Waismann y los sucesivos intentos fallidos, primero de
divulgar a Wittgenstein, más delante de dejar constancia de los
cambios en sus planteamientos y finalmente de escribir un libro
totalmente nuevo75
. Hintikka es de la opinión que debido al estilo de
filosofar peculiarmente dinámico de Wittgenstein incluso los más
cuidadosos estudios comparativos entre su primera y última filosofía
son sustitutos pobres de lo que sería una auténtica reseña del
desarrollo de los problemas que se planteó y de su evolución76
.
Popper no creía en la distinción entre un primer y un segundo
Wittgenstein en lo que le parecía ser el punto más importante del
Tractatus: la negación de la existencia de enigmas e identificaba
acertadamente que Wittgenstein no modificó en lo esencial su
concepción de la filosofía en ninguna de sus dos fases. Popper fue
consciente de que la negación de la existencia de genuinos problemas
filosóficos y la tarea clarificadora de la filosofía fueron una constante
74
Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, x. 75
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 284-285. 76
Cf. J. Hintikka, Ludwig Wittgenstein. Half-Truths and One-and-a-Half-Truths,
Kluwer, Dordrecht, 1996, 79-80 en donde el autor se refiere a estudios de expertos
como el de N. Malcolm, Nothing is Hidden.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 355
en el pensamiento de Wittgenstein: en el Tractatus la confusión se
despeja mostrando que una pretendida proposición filosófica no es
reducible a proposiciones elementales (que son pinturas de la
realidad), mientras que de acuerdo a su última filosofía la confusión se
aclara mostrando que se han aplicado mal las reglas de un
determinado juego de lenguaje, de manera que en este último caso se
da un paso más radical hacia el relativismo absoluto77
. Desde su
primer trabajo filosófico Wittgenstein incluía una serie de
observaciones que establecían de manera inequívoca su concepción de
la filosofía que permaneció invariable por el resto de su vida:
En filosofía no existen deducciones; es puramente descriptiva (...) la
filosofía no proporciona pinturas de la realidad y no puede ni
confirmar ni refutar la investigación científica. Consiste de lógica y
metafísica, la primera es su base. La epistemología es la filosofía de la
psicología. El recelo hacia la gramática es el primer requisito para
filosofar78
.
Popper parece creer en un único Wittgenstein, pero en el del
Tractatus que no obstante alguna actualización permanece
sustancialmente el mismo. La falta de elementos para una lectura de
Philosophical Investigations como „positivo‟ del Tractatus llevó a
Popper a tomar demasiado en serio los resultados lógico-científicos
del Tractatus sin darse cuenta que Wittgenstein estaba „bromeando‟ y
que el análisis riguroso del Tractatus se transforma en ironía del
lenguaje científico que poco puede hacer para resolver los verdaderos
problemas79
. Popper toma el Tractatus como clave de lectura para las
Philosophical Investigations pero no en el modo querido por
Wittgenstein, es decir como desarrollo y comentario del último
párrafo del Tractatus que había quedado aislado y como suspendido
77
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 69, nota 8. 78
L. Wittgenstein, “Notes on Logic” en Notebooks 1914-1916, 93. 79
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 321.
356 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
en el aire80
. Un ejemplo es la interpretación que Popper hace del “uso”
como “criterio” que no admite la búsqueda de un “criterio de
aplicación”. Popper no parece percatarse de que nada está más lejano
del Wittgenstein de las Philosophical Investigations que la rígida
formulación de un criterio y que la palabra no está ya determinada
sólo por una relación término-objeto, sino que los términos están
condicionados por las reglas del juego lingüístico81
.
Algunos autores, como Lucchetta, son de la opinión que Popper
sospechaba los cambios de Wittgenstein pero no indagó más porque le
resultaba más cómodo pensar que las tesis wittgensteinianas
permanecían inalteradas —y con ellas los errores—, y consideran que
esto constituyó un prejuicio para su interpretación del segundo
Wittgenstein82
. Otros autores —quizás más conocedores de Popper
como es el caso de Munz— afirman que el conflicto entre
Wittgenstein y Popper fue causado en parte, y ciertamente agravado,
por el hecho de que Wittgenstein no publicó después del Tractatus y
por tanto, fuera de Cambridge, no había manera de conocer los
profundos cambios operados en su pensamiento. De hecho los
contemporáneos de Wittgenstein discutieron siempre con el
“segundo”, el que veía con sospecha un lenguaje científico único y
exhaustivo, y este fue el caso de Popper que acudió a la reunión del
Moral Science Club con intención de polemizar con el Wittgenstein
del Tractatus83
.
Cuando en 1953 se publicó Philosophical Investigations Popper
había perdido todo interés en buscar una posible relación entre sus
ideas y las de Wittgenstein, aunque ciertamente cuidó de matizar su
crítica. En Logik der Forshung (1934) había calificado a Wittgenstein
como neopositivista —más precisamente como esencialista— y en
1959 añadió una nota en The Logic of Scientific Discovery donde le
80
Cf. L. Wittgenstein, Tractatus, 7. 81
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 323. 82
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 314 y 318-319. 83
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 1 y “KP/LW”,
<[email protected]>, Correo electrónico personal, 10 de marzo de 2004.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 357
califica como instrumentalista, deja de insistir en su crítica a la teoría
pictórica del lenguaje y le sitúa en el contexto de una teoría del
lenguaje relativista84
.
6.3 Popper y Wittgenstein frente al positivismo lógico
El accidente histórico que supuso la publicación tardía
—póstuma— de Philosophical Investigations reforzó por mucho
tiempo la convicción de que Wittgenstein y Popper eran antagonistas
por definición. Sin embargo, los estudiosos se fueron dando cuenta de
que era posible encontrar semejanzas importantes y aspectos
complementarios entre el pensamiento de Popper y la última filosofía
de Wittgenstein.
6.3.1 Primera interpretación. Dos reacciones opuestas al
positivismo lógico
Popper y Wittgenstein representaban los dos polos principales
en la filosofía „inteligente‟ del siglo XX. Durante mucho tiempo
existió la convicción de que no podía haber diálogo entre ellos porque
no había terreno común. Munz en su calidad de alumno de Popper y
Wittgenstein lleva a cabo una primera interpretación en la que el
encuentro del atizador aparece como símbolo de dos reacciones
opuestas al positivismo lógico del Círculo de Viena85
. Las reacciones
de Popper y Wittgenstein frente al empirismo lógico estaban centradas
84
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, 43. 85
Cf. P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, Proceedings of the
Centennial Popper Conference, Christchurch, 2002, 1 y “Transformation in
Philosophy through the Teaching Methods of Wittgenstein and Popper”,
Proceedings of the 10th
International Conference on The Unity of the Sciences,
Seoul, Korea, 1981, The International Cultural Foundation Press, New York, 1982,
1235-1262,
358 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
en la solución al problema de la inducción entendido como la cuestión
de la relación de las palabras y la experiencia, o como el problema de
la demarcación entre la ciencia y la no-ciencia, y parecían agotar las
alternativas al positivismo86
. Al inicio aparecían como mutuamente
incompatibles y directamente contradictorias.
Popper intentó salvar el racionalismo desarrollando una filosofía
orientada biológicamente que denominó epistemología evolucionista.
Popper considera que el conocimiento es relativamente absoluto, ya
que existe auténtico conocimiento pero nunca puede ser final o
absoluto sino solamente “verosímil”. Estamos frente a una postura
evolucionista e histórica87
. La propuesta de Popper permanece abierta
a la refutación y supone un paso serio en la discusión filosófica. Su
método es la refutación de teorías mediante una selección crítica. El
progreso en el conocimiento no se consigue por inducción, sino
proponiendo teorías al entorno y haciendo que el entorno refute
muchas de esas teorías mediante una selección crítica y conserve las
teorías que el entorno no ha refutado88
.
Por su parte Wittgenstein abandonó el positivismo y desarrolló
una filosofía orientada sociológicamente. Casi al mismo tiempo que
Popper y algunos años después de la publicación de su libro
Wittgenstein confesó que cuando escribió el Tractatus pensaba que
existía una „relación entre lenguaje y realidad‟ y no tenía claridad
acerca del análisis lógico y las definiciones ostensivas. Ahora
consideraba que si el conocimiento no puede justificarse apelando a
los instrumentos que usamos —a proposiciones protocolares, a
observaciones, a los datos de los sentidos, si no podemos tener
proposiciones elementales que son pinturas de hechos elementales—,
entonces podemos justificar el conocimiento mostrando que está
basado en las normas prevalecientes o los hábitos de lenguaje de una
determinada comunidad de hablantes. Wittgenstein sostuvo que en
86
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 3. 87
Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 91. 88
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Sección 30, Párrafo 2 y
Objective Knowledge, Capítulo 7.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 359
cualquier cosa que hacemos o decimos estamos jugando un juego de
lenguaje y que la verdad y el significado de todo lo que decimos es
relativo a esos juegos de lenguaje particulares89
. De esta manera
exhibió un nuevo método de justificación, ya no mediante una certeza
sensible o experiencial sino mediante los hábitos de lenguaje de la
comunidad en la que estamos insertos90
.
Según Popper existe auténtico conocimiento pero nunca puede
ser final o absoluto sino solamente “verosímil” y para Wittgenstein no
existe verdadero conocimiento acerca del mundo porque siempre es
relativo a las reglas el juego de lenguaje en el que se formula91
. Munz
resumió la oposición entre Popper y Wittgenstein con la fórmula:
“para Popper todo el conocimiento es relativamente absoluto, mientras
que para Wittgenstein todo el conocimiento es absolutamente
relativo”92
. En estas dos posiciones —mutuamente incompatibles y
directamente contradictorias— se agotarían las posibilidades después
de la caída del positivismo. Munz considera que la postura de Popper,
evolucionista e histórica abierta a la refutación, era un intento de
salvar el racionalismo y representaba la única alternativa seria al
positivismo, mientras que la de Wittgenstein era una posición
antihistórica y antievolucionista que pretendía auto validarse, y que
condujo al irracionalismo postmoderno93
.
89
Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, 83. 90
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 5-7. Para una crítica
más detallada acerca de los juegos del lenguaje en Wittgenstein, Cf. P. Munz,
“Popper and Wittgenstein” en M. Bunge (ed.), Critical Approaches to Science and
Philosophy, Free Press, London, 1964, 82-91. 91
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 18-19. Para una crítica
detallada al análisis del lenguaje como un procedimiento filosófico irracional y del
falsacionismo de Popper como una alternativa mejor porque es capaz de discusión
racional Cf. P. Munz, “Investigations of Philosophy”, Dialectica, 13, 1959, 57-80. 92
P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 6. 93
Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 91. Munz reconoce que cuando hizo esta
valoración estaba todavía polarizado y “amaba a Popper y odiaba a Wittgenstein”
(Cf. “KP/LW”, <[email protected]>, Correo electrónico personal, 10 de
marzo de 2004).
360 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Munz lamenta que ambas reacciones —el giro pragmático de
Wittgenstein y la epistemología evolucionista de Popper— han sido
oscurecidos por motivos diversos94
. La importancia de la alternativa
propuesta por Popper ha sido oscurecida porque el conocimiento que
se tiene de Popper se ha reducido muchas veces a que solucionó el
problema de la inducción y combatió los totalitarismos, y porque
incluso que se le considera como un filósofo de segunda categoría que
tuvo algunas disputas con Carnap acerca de la inducción y la
verificación. Y en el caso de Wittgenstein que su importancia real se
ha oscurecido precisamente por el efecto contrario, ya que se convirtió
en una figura de culto y muchos le citan sin entender el sentido de sus
palabras95
.
6.3.2 Segunda interpretación. Desarrollos complementarios
Bartley considera que existe una vinculación estrecha entre el
pensamiento de Popper y del último Wittgenstein en sus motivaciones
iniciales96
y para entender dicha vinculación es indispensable
entender, no sólo los movimientos científicos y filosóficos del mundo
inglés y americano, sino también el mundo cultural germano-
austriaco de principio de siglo y entreguerras, en particular la reforma
escolar de Glöckel, la escuela psicológica de Bühler —que tuvo
también implicaciones filosóficas— y el impacto que tuvo la
participación de Wittgenstein y de Popper en el movimiento de
94
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 18-19. Para una crítica
detallada al análisis del lenguaje como un procedimiento filosófico irracional y del
falsacionismo de Popper como una alternativa mejor porque es capaz de discusión
racional Cf. P. Munz, “Investigations of Philosophy”. 95
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 12 y 18. 96
W. W. Bartley III fue alumno y asistente de Popper en la London School of
Economics. Escribió una biografía de Wittgenstein, aunque no se consideraba
wittgensteiniano, y en 1980 emprendió la biografía de Popper pero murió en 1990 y
hasta donde se sabe el material no fue entregado a ningún otro experto. Cf. M.
Hacohen, The Formative Years, 11.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 361
reforma escolar en su respectivos planteamientos filosóficos97
.
Algunos miembros del Círculo de Viena estuvieron también
involucrados en el movimiento de reforma escolar98
. El mismo
Círculo de Viena, en su primer manifiesto se unía a los objetivos del
movimiento de reforma escolar (Cf. Manifiesto, 10)99
.
Bühler siguiendo a Külpe (el realista crítico que había criticado
el positivismo de Mach)100
, difería de Koffka, fundador de la escuela
de psicología de la Gestalt en algunos aspectos que les convirtieron en
rivales, pero compartía su oposición a la psicología asociacionista, al
reduccionismo, al conductismo, al positivismo y al atomismo
psicológico y rechazó la “teoría pictórica del lenguaje” o “atomismo
lógico”. La psicología asociacionista de Herbart veía la mente humana
como neutral y pasiva sin facultades innatas para producir ideas que
había llevado a una visión “atomista” del proceso enseñanza-
aprendizaje101
.
Wittgenstein se replanteó el atomismo lógico del Tractatus en su
contacto teórico-práctico con las ideas antiasociacionistas de la
reforma escolar. Bühler sugiere que el dibujo de representación es un
“juego de lenguaje” en el que el niño junto con otros niños están
involucrados. Este juego o actividad tiene su propias reglas que no son
las mismas del lenguaje verbal descriptivo de representación. Bartley
considera que Wittgenstein hizo psicología infantil desarrollada en
parte como polémica contra su atomismo inicial que era también
psicológico. El método pedagógico de Wittgenstein estaba en
consonancia con el espíritu de la reforma escolar, no porque estuviera
formalmente involucrado en la causa, sino porque aplicó dos
principios básicos que la animaban: el principio de “actividad propia”
—la gramática publicada por Wittgenstein es un ejemplo del intento
97
Cf. W.W. Bartley III, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 307-
337. 98
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 99
Cf. W. W. Bartley III, Wittgenstein, 94 y F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 100
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 313. 101
Cf. W. W. Bartley III, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”,
308.
362 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
de fomentar la “auto-actividad”— y el de la “instrucción integrada”
(integración de los contenidos con el contexto). El período docente de
Wittgenstein —comprendido entre la terminación del Tractatus y su
vuelta a Cambridge en 1929— ha sido poco analizado porque la época
docente de Wittgenstein ha sido interpretada muchas veces como una
interrupción de su actividad filosófica102
.
El pensamiento de Popper puede ser analizado como el de un
profesor de escuela y un psicólogo de la Gestalt neokantiano. Las
ideas de Bühler, como se refleja en su tesis doctoral que fue una
defensa de las ideas de Bühler contra de las ideas fisicalistas
asociacionistas de Schlick, representó uno de los puntos de partida
más importantes del pensamiento de Popper. Durante algún tiempo
Popper estuvo involucrado en el movimiento de reforma escolar
colaborando con Adler —fundador de la psicología individual—,
publicó en Die Quelle en donde esbozó algunas de sus ideas
posteriores103
. También publicó numerosas reseñas de libros y
artículos sobre psicología y educación que revelan una gran
familiaridad con las publicaciones de Adler y de Bühler104
.
La filosofía de la ciencia de Popper no puede ser adecuadamente
entendida sin algún conocimiento de su formación en psicología y
educación a los que correspondían sus intereses iniciales de su
investigación, y su permanente visión antipositivista105
. La crítica
básica de Freud y Adler en Popper se convirtió en su principio
antipsicológico que otorgaba prioridad a la “lógica del
descubrimiento” sobre la “psicología del descubrimiento” y que le
llevaron al objetivismo y al realismo106
. Algunos autores piensan, con
razón, que la postura de Popper estuvo condicionada por su afán de
102
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 315-319. 103
K. Popper, “Die Gedächtnispflege unter dem Gesichtspunkt der Selbsttätigkeit”,
Die Quelle, 81, 1931, 607-619. 104
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 320-321
y F. Toccafondi, “De Karl Bühler à Karl R. Popper”, Philosophiques, 26, 2, 1999, 3-
40. 105
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 308. 106
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 447.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 363
evitar todo lo que pueda parecer subjetivo ya que la consideración de
las convicciones personales de los sujetos y los estados subjetivos
referentes a la certeza no puede faltar al explicar la adquisición del
conocimiento. Además de que es posible en muchos casos justificar
adecuadamente la creencia107
. Los ataques de Popper al positivismo
pueden construirse como aplicaciones directas de los ataques de
Koffka y Bühler a los psicólogos asociacionistas. Incluso algunas de
sus ideas constructivas —incluyendo su énfasis en la refutabilidad en
conexión con el método hipotético deductivo— pueden encontrarse en
Gomperz. Bartley considera que el método de “making and
matching” de Bühler acerca de cómo enseñar a los niños a dibujar es
una propuesta virtualmente idéntica a la teoría popperiana de
conjeturas y refutaciones108
.
El análisis de Bartley muestra que el último Wittgenstein y el
Popper inicial comparten un convencionalismo respecto a las palabras.
Ambos ven las palabras como herramientas y en los dos —en
Popper de manera explícita y en Wittgenstein implícitamente— existe
un ataque al “esencialismo” respecto a las palabras. También
comparten un tipo contextualismo o configuracionismo. En
Philosophical Investigations, no tiene sentido hablar de una
correspondencia uno a uno entre los elementos del lenguaje y los
elementos de la realidad. Wittgenstein afirma que la simplicidad no es
asunto de absolutos sino que depende del contexto109
. Popper plantea
la cuestión de manera muy diferente pero se mantienen los parecidos
de familia. Lo relevante en el análisis de un objeto va a depender de la
teoría de la que nos ocupemos o estemos refutando. La red de
problemas, teorías y observaciones forman el contexto que determina
la simplicidad y complejidad relativas110
.
El análisis de los dos autores en este contexto permitió a Bartley
comprobar que último Wittgenstein y el Popper inicial están más
107
Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 84. 108
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 324. 109
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 326. 110
Cf. K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Appendix 10.
364 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
relacionados entre sí que con el Círculo de Viena al que influyeron, de
manera que en su opinión Popper y Wittgenstein se han vinculado al
neopositivismo sólo por vía de “leyenda” 111
. Stadler considera
excesivo pretender que la moderna filosofía analítica y el racionalismo
crítico se originaron de la reforma educativa austriaca aunque admite
que existen ciertas conexiones importantes112
.
Por parte de Munz, Popper y el último Wittgenstein sostuvieron
una epistemología no-fundacionista o no-justificacionista y esto era
una base común para analizar los desarrollos de sus maestros ante el
positivismo lógico. Sin pasar por alto las diferencias de matiz, estilo,
metodología propuesta, talante e impacto en el mundo filosófico y
científico se fue dando cuenta que las deficiencias de Popper podían
subsanarse con las ideas de Wittgenstein y viceversa, y llegaron al
convencimiento de que incluso se necesitaban el uno al otro de
manera que, en su opinión, el encuentro del atizador de 1946 debería
haber tenido un desenlace diferente y terminado con una confesión de
amistad y apoyo mutuo113
.
La epistemología falibilista y la metodología de ensayo-error de
Popper se complementan con su visión no-fundacionista en la
presencia constante de un cuerpo de creencias que pertenecen a la
propia tradición cultural y que son condición previa para la
adquisición de conocimiento114
. No existe un punto de partida firme e
inamovible del conocimiento: “cuando creemos que estamos pisando
suelo firme y seguro —dice Popper—, todas las cosas son en verdad
inseguras y se encuentran en estado de continuo flujo”115
.
Wittgenstein se dio cuenta de que el atomismo lógico no podía
ajustarse a un mundo en el que no existe un único conjunto de hechos
atómicos o de proposiciones elementales, y abandona la idea de que
nuestros significados y nuestros juicios están firmemente asentados en
111
Cf. W. Bartley, “Wittgenstein and Popper as Austrian Schoolteachers”, 308. 112
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 531. 113
Cf. P. Munz, Our Knowledge of the Growth of Knowledge, 1. 114
Cf. K. Popper, Conjectures and Refutations, 28. 115
K. Popper, “The Logic of the Social Sciences”, en T. Adorno et al., The Positivist
Dispute in German Sociology, Heinemann, London, 1976, 87.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 365
algo fuera de nosotros que se nos impone y nos mantiene en línea.
Wittgenstein exhortaba a tomar conciencia de nuestros juicios y del
modo de vida del que forman parte y a reconocer que no podemos
probar la corrección única de nuestra forma de vida ni de sus
conceptos asociados116
.
Popper y el último Wittgenstein rechazaron la noción de que el
conocimiento ha de ser probado y construido con relación a los
“fundamentos” proporcionados por la experiencia sensible o los
principios evidentes de la razón y consideraron que el conocimiento
humano es como una construcción que flota libremente, un producto
de la creatividad humana a lo largo de muchas generaciones, y que no
es necesario o quizás posible justificar pero que permite la adaptación
al entorno, la comprensión, control y configuración de la realidad en
la que se vive. Popper relaciona la tradición cultural con el método
científico y Wittgenstein con su concepto de “juegos de lenguaje” que
reflejan las “formas de vida” presentes en nuestra comunidad117
.
Para Wittgenstein la filosofía interviene cuando un término
falsea el juego. Empeñarse en mantener un significado fijo del término
representa un obstáculo epistemológico, y a veces no vale la pena
mantener un término, o el significado de un término, si hace imposible
el juego. Si se sustituye “juego“ por “conocimiento científico o
racional” y “término” por “teoría” aparece la teoría de la falsabilidad
de Popper: La filosofía interviene cuando una teoría falsea el
conocimiento científico o racional. Empeñarse en mantener un
significado fijo de la teoría representa un obstáculo epistemológico, y
a veces no vale la pena mantener una teoría, o el significado de una
teoría, si hace imposible el conocimiento científico o racional118
.
116
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 326. 117
Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper” en
H. Berghel, A. Hübner y E. Köhler (eds.), “Wittgesntein, The Vienna Circle and
Critical Rationalism”, 415-416.
118
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 326.
366 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper conserva la idea de “verdad objetiva” y la teoría de la
correspondencia como representando el conocimiento ideal119
.
Wittgenstein rompe totalmente con la idea de correspondencia y
reconoce que deben existir creencias de naturaleza empírica, bien
enraizadas, que estén fuera de duda y que formen el cauce de nuestros
pensamientos se trata de las proposiciones firmes de sentido común
que Moore pretendía conocer con certeza120
. En ambos casos se trata
de un punto de partida convencional aunque no arbitrario, al que
Popper se refería cuando escribió que “la estructura audaz de las
teorías científicas se parece a un edificio construido sobre pilares
[que] que se hincan desde arriba”121
, y Wittgenstein describía en
términos constructivos cuando confesaba: “llegué a los fundamentos
de mis convicciones y encontré que están totalmente soportados por la
casa”122
.
El sentido común es el punto de partida y el núcleo central de
toda la tradición del conocimiento humano. En la práctica algunas
creencias de sentido común deben ser infalibles para proporcionar la
firmeza necesaria para un punto de partida sólido en nuestra búsqueda
de la verdad. Moore y Wittgenstein no consiguen distinguir entre las
ideas que son propiamente de sentido común y por tanto inmutables
en la práctica y las que son sólo periféricas al sentido común123
.
Popper reconoce que el sentido común es el punto de partida pero lo
ve como algo “vago e inmutable, las intuiciones y opiniones de
algunos hombres que son a menudo adecuadas o verdaderas y a
menudo inadecuadas o falsas”124
.
119
Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper”,
417. 120
Cf. L. Wittgenstein, On Certainty, Harper, New York, 1972 donde aparece la
interpretación de la “Defence of Common Sense” de Moore. 121
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery, Sección 30, in fine. 122
L. Wittgenstein, On Certainty, 248 y Cf. P. Munz, <[email protected]>,
Correo electrónico personal, “Re: From Pamplona”, 1 de febrero de 2004. 123
Cf. J. Ross, “Rationality and Common Sense”, Philosophy, 53, 1978, 374-381. 124
K. Popper, Objective Knowledge, 33.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 367
Algunos autores interesados en el tema, como Munz y
Lucchetta, han exhibido ejemplos que ilustran la complementariedad
entre Popper y el último Wittgenstein relativos al lenguaje, al
significado de las palabras, al problema cuerpo-mente, etc. Popper
podría haber mejorado su comprensión del papel del lenguaje en la
formulación de las hipótesis previas a la observación usando las
Philosophical Investigations. Popper estaba convencido que gracias a
la evolución del lenguaje los seres humanos pueden formular hipótesis
y teorías, pero no se preguntó acerca de la posibilidad de un lenguaje
cuya semántica no dependiera de la ostentación. Wittgenstein explicó
que como los distintos significados del lenguaje humano no pueden
ser definidos ostensivamente debe existir una fuente distinta de
conocimiento: la capacidad de hábitos y de convenciones del ser
humano, sus “formas de vida”125
. A su vez Wittgenstein podía haber
mejorado su comprensión del papel de las comunidades lingüísticas,
los juegos del lenguaje y las “formas de vida” si hubiera puesto
atención al pensamiento social y político de Popper y a su importancia
para el desarrollo del conocimiento. Wittgenstein consideraba que
cada tipo de comunidad sería capaz de establecer las reglas para
formar proposiciones con sentido, pero no tenía nada que decir acerca
de la forma socio-política que debían adoptar tales grupos. Popper
distinguió cuidadosamente la constitución de estas comunidades: los
grupos cerrados y sin libertad se muestran incapaces de desarrollar un
conocimiento auténtico, ya que para que las hipótesis sean verdaderas
han de ser desarrolladas en una comunidad con un grado suficiente de
libertad capaz de examinarlas, y si es necesario, descartarlas y
reemplazarlas126
.
125
Cf. L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, §§ 148 y 192.
126 Munz considera que vistos en conjunción Wittgenstein y Popper arrojan más luz
que Popper y Eccles, que se adhirieron a un dualismo convencional que se refleja en
J. C. Eccles y K. Popper, The Self and Its Brain. An Argument for Interactionism,
Routledge, London, 1998. Una exposición detallada sobre este tema se puede
encontrar en P. Munz, Critique of Impure Reason. Neurons, Somatic Markers and
Consciousness, Praeger, New York, 1999.
368 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Con relación al significado de las palabras Popper recomendaba
no dejarse envolver en discusiones meramente verbales o en
cuestiones acerca del significado127
. Y Wittgenstein hace eco: “Se
dice: lo que importa no es la palabra sino su significado y al decirlo se
piensa en el significado como una cosa del mismo tipo de la palabra,
aunque distinta de ésta. Aquí la palabra, allá el significado. El dinero y
la vaca que se puede comprar con él. (En otras palabras: el dinero y su
utilidad)”128
.
En sus últimas reflexiones acerca del debate entre Wittgenstein
y Popper, próximas a ser publicadas bajo el título Beyond
Wittgenstein’s Poker. New Light on Popper and Wittgenstein129
, Munz
analiza la relación entre Wittgenstein y Popper en términos de rechazo
común del Tractatus precisamente en cuanto al papel de la experiencia
en el conocimiento. Popper y Wittgenstein rechazaron el Tractatus,
Popper desde el principio y Wittgenstein con el tiempo. En su lugar
propusieron dos alternativas diferentes que resultan complementarias:
Popper argumentó que no se puede empezar a partir de observaciones,
sino que primero hay que tener una hipótesis y Wittgenstein mostró
que no se puede acabar con observaciones: si se tiene una hipótesis
expresada con muchas palabras, el significado de esas palabras no
puede ser definido ostensivamente, es decir, no es posible recurrir a la
observación130
.
Gombrich buscó una posible complementariedad entre la lógica
de la justificación de Popper y la psicología del descubrimiento de
Wittgenstein, dejando de lado los problemas estrictamente
127
Cf. K. Popper, Objective Knowledge, 309-310. 128
L. Wittgenstein, Philosophical Investigations, § 120. 129
P. Munz, Beyond Wittgenstein's Poker. New Light on Popper and Wittgenstein,
(en prensa 2004). 130
P. Munz, "KP and LW”, <peter.munzuw.ac.nz>, Correo electrónico personal, 2
de septiembre de 2003.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 369
metodolóigcos y centrándose en la resolución de los problemas
culturales y artísticos131
.
6.3.3 Las semejanzas entre Wittgenstein y Popper no eliminan las
diferencias
Wittgenstein y Popper comparten la visión del conocimiento
humano como producto de la invención humana, que precede a la
experiencia y es adquirido en la tradición cultural a la que
pertenecemos, sin embargo difieren en muchos puntos como la actitud
hacia la naturaleza del pensamiento, el papel y alcance que otorgan a
la tarea filosófica y en su postura frente al escepticismo.
Popper concibe la relación entre conocimiento y realidad de
acuerdo a la visión del espectador en términos de modelo de “copia y
original”, mientras que Wittgenstein concibe la relación entre el
conocimiento humano y la realidad de acuerdo con la visión del
constructor, donde toda nuestra concepción de la realidad se convierte
en un producto del edificio del conocimiento que estamos
construyendo. El racionalismo crítico de Popper hace hincapié en la
falsabilidad pero usa la noción de “verdad objetiva”. Para Popper
nuestro conocimiento intenta representar los hechos y esto nos
proporciona solamente un entendimiento de lo que es la verdad pero
no un criterio de verdad. Somos buscadores de la verdad sin tener
manera de conocer nunca lo que es la verdad. Nunca seremos capaces
de saber que hemos alcanzado la verdad. Entre más avancemos en
nuestra construcción de conocimiento, dice Wittgenstein, más firme
será la realidad atrapada en nuestro edificio.
Popper sostuvo la teoría de la correspondencia de la verdad de
Tarski y Wittgenstein cambió la teoría de la correspondencia de la
131
Se puede encontrar un estudio pormenorizado de este intento en C. Ortiz de
Landázuri, Gombrich. Una vida entre Popper y Wittgenstein (I) y (II), Cuadernos de
Anuario Filosófico. Serie Estética y Teoría de las Artes, 6 y 7, Pamplona, 2003.
370 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
verdad y del significado del Tractatus por una perspectiva más
convencionalista y pragmática. Popper concibe el desarrollo del
conocimiento en términos de aumento de “verosimilitud” y sostiene
que la refutación de nuestras teorías equivocadas es nuestra única guía
para progresar. Wittgenstein sostiene que lo que hace crecer el
conocimiento es la aceptación de toda supuesta información existente
dentro de nuestro cuerpo de conocimiento y el hecho de que nuestro
cuerpo de conocimiento es el más útil, el más simple y el más
conveniente. Wittgenstein en ninguna parte parece aceptar la idea de
Popper de que la refutabilidad proporciona un contacto más firme con
la realidad que la verificación. Popper hace hincapié en la naturaleza
conjetural de nuestro conocimiento. Wittgenstein hace hincapié en la
naturaleza pragmática de la ciencia. Si nuestros esquemas no resultan
útiles, hemos de buscar otros. “El proceso de inducción es el proceso
de asumir la ley más simple que pueda armonizar con nuestra
experiencia”132
.
Para ambos filósofos la filosofía era una búsqueda sin término
con un punto de partida convencional, pero se trataba de dos
concepciones muy distintas de la tarea filosófica y de su posibilidad
de expresión y divulgación. Para Wittgenstein la filosofía era una
clarificación del sentido de nuestras palabras y para Popper una
búsqueda de solución de problemas. En el caso de Wittgenstein se
vuelve imposible escribir un libro de filosofía satisfactorio, en el caso
de Popper sí resulta posible hacerlo pero siempre tendrá un carácter
conjetural133
.
En este contexto también se pueden apreciar diferencias entre el
escepticismo pragmático de Wittgenstein y el escepticismo relativo de
Popper. Wittgenstein considera que el escepticismo es un problema
resuelto de manera simplista: rechaza el escepticismo como actitud
práctica, pero no ve claro que pueda haber argumentos fuertes para
132
L. Wittgenstein, Tractatus, 6.363 y Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational
Criticism. Wittgenstein and Popper”, 415-417. 133
Cf. J. J. Ross, “The Tradition of Rational Criticism. Wittgenstein and Popper”,
417.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 371
rechazarlo como postura teórica. Al escéptico le dice que conocemos
muchas cosas, aunque reconoce que esto no significa que todo lo que
decimos conocer sea igualmente fiable. A los filósofos que intentan
fundamentar la seguridad del conocimiento en proposiciones
absolutamente ciertas les echa en cara que tales proposiciones sólo
desempeñan una función normativa en el marco de creencias de
nuestra forma de vida: no expresan ninguna profunda verdad
metafísica. Son el punto final de cualquier explicación no porque su
autoevidencia y seguridad se impongan, sino porque nuestra práctica
de la explicación incluye que tales proposiciones sean su punto
final134
.
Popper consideró que Wittgenstein había expresado mejor que
nadie la situación del pensamiento epistemológico o del escepticismo
general al afirmar que “el escepticismo no es irrefutable, sino absurdo:
pretende dudar de aquello por lo que ni siquiera cabe preguntar”135
,
pero no por eso le concede razón ya que Popper no se considera un
pesimista epistemológico y, si bien admite un escepticismo relativo en
el sentido socrático del „sé que no sé nada‟, no considera que sea un
absurdo evidente como pretende Wittgenstein136
. Popper considera
que la formulación clásica del escepticismo de que “no hay un criterio
universal de verdad” no es un sinsentido sino incluso es una teoría
verdadera de la que sin embargo no cabe inferir que no haya progreso
en la ciencia137
. Al sustituir la “justificación” del conocimiento por la
“crítica” del conocimiento Popper intentó evitar la conclusión
escéptica, afirmando que es posible justificar racionalmente de algún
modo la preferencia por una teoría respecto de otra, pero si no hay
ninguna certeza en ningún conocimiento, no tiene sentido siquiera
hablar de crítica objetiva ni de preferencias y sería imposible evitar la
postura escéptica138
.
134
Cf. J. Heal, “Ludwig Wittgenstein”, 768. 135
L. Wittgenstein, Tractatus, 6.51. 136
Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 148. 137
Cf. K. Popper, Los dos problemas fundamentales, 19. 138
Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 80-81.
372 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
6.3.4 Algunas valoraciones acerca de las epistemologías de
Wittgenstein y de Popper
Los comentadores de Wittgenstein no acuden a las críticas de
Popper porque no las reconocen como dirigidas al Wittgenstein real.
Consideran que el pensamiento de Wittgenstein es permanente,
mientras que el de Popper es transeúnte. Las lacónicas exclamaciones
de Wittgenstein cuestionando nuestro pensamiento —a modo de
oráculo— continúan concitando la atención general. Por el contrario el
propio éxito de la empresa de Popper en cuanto a la política, la
comprensión de la historia y la metodología científica —escritas en
prosa sencilla y directa— le convierte en una figura que pertenece más
a la grandeza del pasado que a los factores de influencia del presente.
Hintikka afirma que Wittgenstein y Popper decían lo mismo pero
“Wittgenstein fue el gran filósofo”139
. Algunos autores califican de
„tema menor‟ uno de los desarrollos más importantes de la filosofía de
Popper (el Mundo 3) y al tiempo que alaban la advertencia de
Wittgenstein acerca de la necesidad de desmitificar el lenguaje y los
conceptos, hablan de “la figura marginal de Popper interponiendo su
Mundo 3 entre la experiencia subjetiva y el orden objetivo de las
ciencias”140
.
La búsqueda de los límites del conocimiento ha sido un tema
común a muchos filósofos desde Kant, fue el tema del Tractatus de
Wittgenstein, constituyó la preocupación central de los positivistas
lógicos, y fue objeto del último trabajo filosófico de Russell. Magee
considera que Popper era el único filósofo contemporáneo con la
habilidad necesaria para proponer una solución al problema de los
límites de la inteligibilidad141
. El problema de la racionalidad puede
139
Conversación personal con J. Hintikka durante el 12th International Congress of
Logic, Methodology and Philosophy of Science, Oviedo, 7 a 13 de agosto de 2003. 140
J. Margolis, “Vs. (Wittgenstein, Derrida)” en S. Teghrarian, Wittgenstein and
Contemporary Philosophy, Thoemmes, Bristol, 1994, 181. 141
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 204.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 373
enfocarse como el problema de los límites de la racionalidad al que se
ha dado respuesta en la línea del irracionalismo (escepticismo y
fideísmo) y en la línea de las teorías de la racionalidad. En nuestra
tradición filosófica la crítica está relacionada necesariamente con la
justificación. Popper mostró que era posible una teoría de la
racionalidad no autoritaria. La originalidad de la posición de Popper
radica en el hecho de que es la primera filosofía crítica no
justificacionista en la historia de la filosofía142
.
Sólo al final de la vida de Popper ha sido reconocido el valor de
su obra cuando resulta ya difícil ignorar la incapacidad de las dos
filosofías de Wittgenstein para satisfacer las esperanzas de sus
seguidores143
. Una vez que el fundacionalismo del empirismo lógico
se mostró insostenible, existían dos reacciones posibles: el
escepticismo u otra vía no escéptica como la que Popper ofreció. Es
un hecho que filósofos de tendencia empirista no siguieron a
Wittgenstein en su giro del lenguaje científico a los juegos del
lenguaje144
.
Del conjeturalismo popperiano arranca una de sus críticas más
demoledoras del positivismo lógico. Por ser lógicamente imposible
establecer la verdad de una teoría todo intento de hacerlo es un
intento de hacer lo lógicamente imposible, por tanto no sólo ha de
abandonarse el positivismo lógico por su verificacionismo sino
también ha de abandonarse toda filosofía y toda ciencia que involucre
la búsqueda de la certeza145
.
Los testimonios de algunos miembros del Círculo de Viena
permiten conjeturar que una publicación más temprana de la Logik der
Forschung o de alguna otra versión de „Grundprobleme’ hubiera
cambiado decisivamente la historia del Círculo de Viena si su libro se
142
Cf. W. W. Bartley, “Rationality versus the Theory of Rationality” en M. Bunge,
The Critical Approach to Science and Philosophy, 21-22 y 27. 143
Cf. B. Magee, Popper, 54. 144
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 274. 145
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 197.
374 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
hubiera conocido antes146
. En su opinión una competencia abierta
entre las visiones no fundacionistas de la ciencia de Popper y de
Neurath hubiese evitado algunos desvíos de la filosofía de la ciencia y
proporcionado una alternativa al relativismo que triunfaría dos
generaciones más adelante147
.
El realismo empirista de Popper —su solución al problema de la
inducción— fue superior a la del Círculo de Viena y no huyó del
problema como hizo Wittgenstein, que emprendió, al igual que
Mauthner, un proyecto emancipador encaminado a liberar el
pensamiento de la superstición verbal (religión y metafísica) pero
terminó en el misticismo y la llamada al silencio. Por el contrario, los
miembros del Círculo de Viena trataron de reconstruir el lenguaje
científico y Popper consideró que esto era un error, pero intentó
ofrecer una manera para eliminar la brecha entre la realidad y el
lenguaje. La experiencia (o el experimento científico), argumentó,
puede mostrar si el lenguaje (o la teoría) está equivocado. No
garantiza que siempre funcione pero podemos aprender del error148
.
Richard Rorty operó el giro postanalítico en Estados Unidos y
celebraba que la filosofía no fundacionista ya no buscara un
fundamento firme en verdades permanentes sino en convenciones
pragmáticas comunes149
. El no-fundacionismo reflejaba la crisis de la
representación, el reconocimiento de que el lenguaje no sólo describe
el mundo sino que también lo crea. Rorty acudió a Dewey, Heidegger
y Wittgenstein para ilustrar las alternativas nofundacionistas. Hacohen
y Munz están convencidos de que si Rorty hubiera acudido a Popper,
hubiera podido evitar algunas desviaciones de la cultura académica
contemporánea150
.
146
Cf. V. Kraft, “Popper and the Vienna Circle”, 200 y P. Feyerabend, “Herbert
Feigl” en P. Feyerabend y G. Maxwell (eds.), Mind, Matter, and Method, 7, nota 3. 147
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 210. 148
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 60. 149
Cf. R. Rorty, Philosophy and the Mirror of Nature, Princeton University Press,
Princeton, 1979. 150
Cf. P. Munz, “Transformation in Philosophy Through the Teaching Methods of
Wittgenstein and Popper” y M. Hacohen, The Formative Years, 2-3.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 375
Popper hizo un análisis profundamente original y
sustancialmente correcto de la naturaleza del conocimiento empírico
dentro del marco realismo empírico y del idealismo trascendente.
Desarrolló mejor una de las tareas que Wittgenstein intentó llevar a
cabo en el Tractatus, aunque Wittgenstein tuvo quizá una mayor
conciencia del amplio contexto en el cual se insertaba su trabajo151
.
Popper consideró que todo el conocimiento es conjetural, y por tanto
permanentemente revisable (nunca tenemos base para la certeza), pero
fue capaz de argumentar con éxito que ninguna otra teoría del
conocimiento nos da tampoco una base adecuada para la certeza (que
queda fuera de nuestro alcance). La naturaleza de la realidad está
permanentemente escondida para nosotros, en este sentido Popper es
un realista que considera que la realidad no es algo que podamos
„conocer‟ directamente, sino que nuestro conocimiento puede llegar
asintóticamente cada vez más cerca de ésta a través del tiempo. Este
es uno de los rasgos de su filosofía que da una profundidad
inalcanzable a muchas formas de empirismo: está enriquecida por
algunas de las ideas más valiosas del idealismo trascendental sin ser
un idealista. Esto la coloca en el extremo opuesto del positivismo
lógico en el espectro realista. El popperianismo es la forma de
realismo más cercana a la verdad, pero sólo porque Popper pasa por
alto el problema de nuestro conocimiento de los objetos materiales en
la percepción individual lo que le hace capaz de aferrarse a su idea de
sí mismo como un realista152
. La filosofía de Popper está llena de
expresiones que tienen un claro sentido realista: habla frecuentemente
de la verdad y falsedad en el sentido de correspondencia o no
correspondencia con los hechos, afirma que nuestro conocimiento
pretende alcanzar la realidad, etc. Sin embargo puede decirse que el
realismo de Popper queda en la intención de su autor —en una simple
afirmación de la existencia del mundo externo y de la intención
realista de nuestro conocimiento— sin que llegue a desarrollarse
coherentemente en una gnoseología realista en la que sea posible
151
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 201. 152
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 464-465.
376 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
afirmar que efectivamente conocemos la realidad tal como es, al
menos en parte y dentro de ciertos límites153
.
En el Tractatus Wittgenstein trató de separar la filosofía del
realismo empirista y protestó por lo poco que se iba a conseguir
cuando se hubiera hecho esto, pero en todo caso no lo hizo. El trabajo
de Popper estuvo más cerca del éxito y es superior al de Wittgenstein,
sin embargo él no se sintió inclinado a reconocer cuan poco se hubiese
hecho cuando esto se hubiese hecho, porque trata el mundo empírico
como si fuese la realidad total aunque no considera su conocimiento
como una tarea que se pueda llevar a cabo completamente154
.
Es de justicia reconocer que Popper, aun contando con las
herramientas para hacerlo no quiso o no se atrevió a escribir mucho
sobre las cuestiones más profundas como la religión, la libertad
humana, el sentido de la vida, la ética, etc, aun reconociendo su
importancia vital y desestimando con fuerza a quienes negaban su
significado filosófico, debido a su agnosticismo. Popper filosofó como
si el mundo empírico fuera lo único existente, ya que la cuestión
acerca de si existe algo más allá fue una cuestión que consideró
intrínsecamente incapaz de ser respondida155
. Popper es materialista
en cuanto al origen de las características humanas, aunque afirme que
esas características acaban trascendiendo lo material y su racionalismo
empirista le impide reconocer la continuidad entre el conocimiento
sensible y el intelectual156
.
6.4 Obstáculos para el diálogo filosófico entre Wittgenstein y
Popper
6.4.1 Dificultades de la metodología de Wittgenstein
153
Cf. M. Artigas, Karl Popper: Búsqueda sin término, 135-136. 154
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 465. 155
Cf. B. Magee, Confessions of a Philosopher, 204. 156
Cf. M. Artigas, Búsqueda sin término, 154 y El desafío de la racionalidad,
Eunsa, Pamplona 1999,18..
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 377
Wittgenstein desarrolló un método básicamente nuevo para
abordar los problemas filosóficos, con pocos precedentes en la
tradición filosófica occidental. Para Wittgenstein lo importante no era
el descubrimiento de los hechos, ni el encontrar inferencias
lógicamente válidas a partir de premisas aceptadas, y mucho menos la
construcción de teorías sino más bien el correcto punto de vista para
ver la salida de la confusión filosófica (la salida de la mosca del bote
de moscas) 157
.
Wittgenstein tenía una pasión antiteórica y resultaba inasible en
su método filosófico. El Tractatus desconcierta precisamente porque
lo principal se dice brevemente y al final o inclusive no se dice. Sólo
destruía argumentos pero no construía ninguno. Wittgenstein no da
explicaciones sino ejemplos, elucidaciones sobre el procedimiento de
clarificación y alertas contra posibles malos entendidos158
. Su rechazo
a dar cualquier tipo de conclusión general es lo que hace difícil
entenderle ya que es difícil ver el punto de sus observaciones.
Wittgenstein se negaba a dar argumentos también por razones
“estéticas”159
.
Wittgenstein no estaba contribuyendo a la solución de un
conjunto reconocido de problemas, sino que pedía un cambio total de
enfoque. No desarrolla un sistema lógico y matemático sobre una
nueva base, se contenta con la propia intuición pero una intuición
difícil. Además dice cosas atractivas pero obliga a aceptarlas160
. No
resulta extraño que su método filosófico existencial y a-histórico fuese
calificado de arrogancia y en muchos casos de autocontradicción161
. El
Tractatus es una obra de la que se ha hablado como de “un libro
extraño, la mitad de cuyo valor consiste en mostrar su propia falta de
157
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 316 y 366. 158
Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 405-406. 159
Cf. B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 187-188 y F. Ramsey, “Critical note on the
Tractatus”, Mind, 32, 1923, 465. 160
Cf. B. McGuinness, El joven Ludwig, 403. 161
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 497.
378 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
importancia”162
. Wittgenstein rompía sus propias reglas porque no
sólo hablaba de lo que insistía en que había que callar sino que
dominaba el discurso acerca de estas cosas163
. Este es uno de los
grandes contrastes con el modo de concebir el método de Popper que
consideró la tarea de los filósofos como la de identificar un problema
que valiera la pena y proponer una posible solución, percibir el mayor
número posible de consecuencias de su propuesta y tener en cuenta las
objeciones más fuertes posibles y proporcionar respuestas
convincentes a estas objeciones164
.
Comparado con la precisión y claridad de las clases de Popper,
Munz encontró confusas y decepcionantes las elucubraciones de
Wittgenstein. Wittgenstein contradecía puntos del Tractatus (sin decir
abiertamente que había cambiado de ideas y evadiendo cualquier
pregunta u objeción con un “¿qué quiere usted decir?”). Más adelante
se percató de que reflejaban su propia confusión y tristeza, aunque
muchos de sus alumnos creían ver un signo de la profundidad
sobrehumana de su maestro165
. Wittgenstein era consciente que sólo le
entendería quien estuviera involucrado en las mismas confusiones que
él y por tanto encontrara utilidad en las técnicas para intentar despejar
esas confusiones166
.
La crítica de Wittgenstein se dirigió contra formulaciones o
expresiones lingüísticas pero nunca contra ideas o teorías, y si la
crítica toma esa forma no cumple su efecto terapéutico e incluso tiene
un efecto pedagógico negativo. Las propuestas de Popper —al menos
en teoría— no se proponían como alternativas únicas o auto validadas
sino estaban abiertas a la discusión167
.
162
B. McGuinness, El joven Ludwig, 393. 163
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 257. 164
Cf. B. Magee, Popper, 50-51 y J. F. Malherbe, La Philosophie de Karl Popper et
le Positivisme Logique. Ver especialmente el capítulo 8 relativo a los grandes temas
de la teoría crítica. 165
Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 89. 166
Cf. R. Monk, The Duty of Genius, 366. 167
Cf. P. Munz, “Popper and Wittgenstein”, 88.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 379
Para Popper la crítica se convierte en el método y es condición
indispensable para la búsqueda de la verdad y la libertad y para
progresar en el conocimiento. La crítica, la invención y el
descubrimiento son los medios con que contamos para enriquecer la
herencia cultural que hemos tenido como punto de partida para el
conocimiento. La crítica es como la supervisora de la creatividad. Los
defensores de Wittgenstein sostienen que proporcionó un método, una
forma universal para abordar cualquier problema, mientras que Popper
no formó escuela y enfrentaba los problemas uno a uno168
.
Popper se enfrentó con el pasado de una manera que algunos
autores proponen como modelo para los intelectuales contemporáneos.
Rechazó por un lado la autoridad del pasado y de la tradición. Su
crítica a Platón lo destronó de un modo que las críticas recientes a la
metafísica occidental pueden sólo aspirar a emular. Rehusó a
emprender un rechazo global del pasado y de la tradición, porque un
tal rechazo inevitablemente envolvía la arrogante pretensión de
conocimiento. Popper consideraba que no sabemos y por tanto no
tenemos derecho a tratar a nuestros predecesores como si supiéramos,
como si tuvieran derecho a nuestra lealtad, sin embargo, podemos
enfrentarlos críticamente, y aprender169
.
La concepción de Wittgenstein de que las palabras no se usan
con significados “fijos” y de que los conceptos no tienen fronteras
fijas, cuando es asimilado impropiamente tuvo y sigue teniendo un
efecto desafortunado en los que experimentan su influencia, ya que
llevó a muchos a asumir que la precisión y la minuciosidad no se
requerían en sus propio pensamiento “y de esto no puede resultar más
que un trabajo filosófico desaseado”170
. Popper señala que la
exigencia de definir el significado de todos los términos en aras de la
precisión ha sido fuente de confusión, e incluye a Wittgenstein entre
168
Cf. D. Edmonds y J. Eidinow, El atizador de Wittgenstein, 228. 169
Cf. M. Hacohen, The Formative Years, 22. 170
N. Malcolm, A Memoir, 53.
380 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
los que lamentablemente continúan padeciendo este lastre
intelectual171
.
6.4.2 Temperamentos no filosóficos de ambos autores
Tanto Wittgenstein como Popper vivieron y trabajaron en
Inglaterra, ninguno era británico por nacimiento o por educación,
ambos habían venido de Viena y compartían una cultura y su
desintegración. A pesar de que se llevaban trece años de edad
sufrieron el impacto de la derrota en la Primera Guerra Mundial y
fueron testigos de la anexión de Austria a Alemania. Ambos era de
origen judío, tuvieron contacto con grupos culturales innovadores,
recibieron formación como maestros y participaron de alguna manera
en la reforma escolar austriaca.
Wittgenstein fue un hombre de una gran fuerza de voluntad que
exigía mucho a los que tenía alrededor debido a su casi infantil
linealidad172
. Resultaba siempre tenso estar con él no sólo por las
exigencias intelectuales de su conversación sino también por su
severidad, sus juicios despiadados, su tendencia a censurar y su
depresión. Incluso sus amigos tenían que tomar aire para estar en
condiciones de verle otra vez como fue el caso de Malcolm, Sraffa y
Moore173
. Existen grandes contrastes en la valoración de la persona de
Wittgenstein. Hay personas respetables y doctas entre las que le ven
como hombre grande y también entre quienes le tachan de
charlatán174
. Muchos de los jóvenes filósofos de Cambridge estaban
insanamente hipnotizados, como apunta Ryle al referir sus visitas
ocasionales al Moral Sciences Club en las que le molestó encontrar
que los alumnos de Wittgenstein estaban totalmente polarizados en lo
que dijera Wittgenstein de manera que se rechazaba o ridiculizaba la
171
Cf. K. Popper, Open Society, 9. 172
Cf. P. Wijdeveld, Ludwig Wittgenstein Architect, 48. 173
Cf. N. Malcolm, A Memoir, 53. 174
J. O. Wisdom, “Esotericism”, 349.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 381
mención de cualquier otro pensador. Esto le parecía insano para los
estudiantes y peligroso para Wittgenstein aunque fuera su amigo y un
genio175
.
La mutua antipatía entre Wittgenstein y Popper es testimoniada
por Munz. Al llegar a Cambridge Munz pronto se percató de que
Wittgenstein no parecía conocer a Popper, a pesar de ser ambos
vieneses, y recordó entonces los comentarios poco amigables de
Popper, en Nueva Zelanda, al referirse a Wittgenstein y al Tractatus:
Mencioné a Popper creyendo inocentemente que como ambos, él y
Popper eran de Viena podrían conocerse. Pero Wittgenstein gruño otra
vez: “nunca he oído hablar de él”. Recordé entonces que Popper había
admitido que conocía a Wittgenstein, pero lo había hecho en términos
poco amistosos. Me había dicho que al leer el Tractatus parecía como
si hubiese sido escrito en una cafetería. La esposa de Popper escuchó
por casualidad esta observación y le corrigió: “¡no Karl”, dijo, “fue
escrito en las trincheras de la Primera Guerra!”. Popper replicó con un
gesto despectivo de su brazo derecho: “puede ser, pero Wittgenstein
es el tipo de hombre que no puede hablar de la diferencia entre las
trincheras y un café vienés”. Me di cuenta más tarde que Popper había
sido muy injusto porque Wittgenstein se tomaba la vida aún más en
serio que Popper, lo que era mucho decir176
.
Popper rechazaba la preeminencia que se concedía a
Wittgenstein en muchas reseñas históricas de la Viena de fin de
siglo177
. Popper rechazó de entrada la fórmula de Munz —“para
Popper todo el conocimiento es relativamente absoluto, mientras que
para Wittgenstein todo el conocimiento es absolutamente relativo”—
175
Cf. O. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle, Macmillan, London, 1971,11. 176
P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 2. 177
De manera especial rechazó el libro de A. Janik y S. Toulmin, La Viena de
Wittgenstein, aunque Hacohen lo considera una gran contribución.
382 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
como demasiado simple pero le agradó que su objetivo fuera mostrar
que él estaba en lo correcto y Wittgenstein estaba equivocado178
.
Wittgenstein y Popper, a diferencia de Carnap y los demás
miembros del Círculo de Viena eran pensadores solitarios: “si bien la
discusión le ayudó y fue esencial para él, sus resultados y la mayor
parte de avances se produjeron realmente cuando pasó prolongados
períodos de reflexión solitaria”179
. Wittgenstein era un aforista
altamente escrupuloso con un profundo enfoque ético, mientras que
Carnap era un intelectual acostumbrado a trabajar en comunidad y con
inclinaciones prácticas y políticas: la visión científica del mundo era
medio para mejorar la vida humana y el mundo. El conflicto entre
Wittgenstein y Carnap no se debe sólo a elementos psicológicos sino
que representan el choque de dos estilos de pensamiento, colectivo e
individual180
.
Tanto Popper como Wittgenstein creían haber despejado los
errores del pasado y sentían responsabilidad de cara al futuro. Ambos
eran particularmente sensibles a ser malinterpretados. En Popper este
temor se reflejaba en su obsesión por el detalle en los análisis críticos
llegando a hacerse insoportable y Wittgenstein redujo cada vez más el
número de sus oyentes selectos. Wittgenstein se sentía con frecuencia
incomprendido y temía que se cayera en una confusión interpretativa
de su trabajo y lo que más temía era la posibilidad de que se diera un
“tratamiento” cultural de sus escritos —no digamos un tratamiento
periodístico— por parte de sus contemporáneos. La única carta al
editor que Wittgenstein publicó en una revista es una alerta respecto a
las malas interpretaciones de su filosofía por inexactitudes o
contradicciones.181
. Wittgenstein se jactaba de no haber leído casi a
ningún otro filósofo y en sus seminarios ridiculizaba tratando de
178
P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 6. 179
B. Mc Guinness, El joven Ludwig, 185. 180
Cf. F. Stadler, The Vienna Circle, 435 y W. W Bartley III, Wittgenstein, 62. 181
Cf. L. Wittgenstein, “Letter to the Editor”, 415-416.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 383
inauténticos a los filósofos y académicos que habían estudiado otras
filósofos182
.
Era proverbial la incapacidad de Wittgenstein para dialogar: no
tenía interlocutores sino siempre oyentes. Las conversaciones entre
Wittgenstein y los miembros del Círculo de Viena son un
extraordinario ejemplo de monólogos alternados183
. Wittgenstein
había comentado a Schlick que podía hablar sólo con quien “le tendía
la mano”184
y es fácil pensar que durante el incidente del atizador
cortó la discusión con Popper de manera violenta porque Popper no le
había tendido la mano ni con su actitud ni aceptando sus razones. De
hecho, Popper reconoció la posibilidad de que Wittgenstein no hubiera
entendido su recurso dialéctico y no se hubiera dado cuenta de que
estaba bromeando y pensó que se estaba burlando o quejándose del
secretario, y califica a Wittgenstein de poco agudo al no haberse dado
cuenta que detrás de la broma —atinada o no— se escondía un
argumento serio185
.
Munz reconoce que la vinculación que estableció entre Popper y
Wittgenstein fue más lejos de lo que ambos dijeron y que no
necesariamente estarían de acuerdo con su interpretación. Pero
subraya que mucho más importante que lo anterior es considerar las
consecuencias de la incapacidad de ambos filósofos, su falta de temperamento filosófico, para llegar a un acuerdo:
No puedo resistir la tentación de terminar diciendo cómo hubieran
respondido Popper y Wittgenstein a mi afirmación de que se
complementaban mutuamente. Popper hubiera dicho: “tu problema es
que no has leído lo que he escrito” y Wittgenstein hubiera negado con
la cabeza y refunfuñado incomprensiblemente: “¿qué quieres decir?”.
182
Cf. O. Wood y G. Pitcher (eds.), Ryle,11. 183
Cf. J. F. Malherbe, “Interprétations en conflit à propos du Traité de
Wittgenstein”, 187. 184
Cf. R. Carnap, “Intellectual Autobiography”, 28 y R. Monk, The Duty of Genius,
243. 185
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 319-320.
384 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Y por tanto la conclusión final debe ser que, a pesar de mi argumento,
ambos filósofos tuvieron temperamentos lo suficientemente no-
filosóficos para resistir a la filosofía. Porque hay que reconocer que la
filosofía no necesariamente hace filosóficos a los filósofos186
.
Tenían mucho que aprender uno del otro pero sus
personalidades les impidieron entender que estaban intentando lo mismo pero desde diferentes ángulos. Con razón expresa
Lucchetta que “si ajustamos las palabras de Popper a las de
Wittgenstein parece que asistimos a un diálogo entre personas que
dicen las mismas cosas o al menos muy semejantes pero que no se
escuchan”187
. En un libro próximo a ser publicado Munz reconstruye
imaginariamente un diálogo para mostrar cómo debía haber sido la
conversación aquella famosa tarde en el Moral Sciences Club en
Cambridge en 1946 y aventura la filosofía que hubiera resultado de
una síntesis de estos dos grandes hombres188
.
6.5 Una valoración más personal
La epistemología revolucionaria de Popper puede ser abordada
desde ángulos diversos y una manera interesante de hacerlo es a través
de su diálogo crítico con el Círculo de Viena que fue ocasión y cauce
para el desarrollo y divulgación de sus ideas. La crítica demoledora de
Popper a la visión de la ciencia del positivismo lógico —una
construcción elaborada a partir de la experiencia y con pretensiones de
certeza— pone de manifiesto el giro copernicano que su propuesta no
fundacionista y conjetural supuso para la imagen de la ciencia y de la
metodología científica y su actitud más abierta hacia la metafísica. El
Tractatus de Wittgenstein adoptado e interpretado como texto
fundamental del positivismo lógico fue el objeto central de las críticas
186
P. Munz, “My Adventure with Popper and Wittgenstein”, 13. 187
Cf. P. Lucchetta, “Popper interprete di Wittgenstein”, 323. 188
P. Munz, Beyond Wittgenstein's Poker.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 385
de Popper, y la persona de Wittgenstein fue el sujeto principal del
desencuentro entre Popper y la cabeza del Círculo de Viena.
La crítica de Popper al Tractatus tiene aciertos y limitaciones y
ha sido valorada de manera distinta por los defensores de cada una de
las instancias involucradas, pero lo interesante es que muchas de las
críticas de Popper al Tractatus coinciden con el rechazo que el mismo
Wittgenstein hizo de su primera obra en el segundo período de su
filosofía y que plasmó en Philosophical Investigations. En un
principio estas coincidencias no resultaban evidentes debido a que la
obra de Wittgenstein se publicó de manera póstuma y sobre todo a que
no hubo diálogo entre Popper y Wittgenstein como quedó de
manifiesto en el único encuentro personal que mantuvieron, de manera
que por mucho tiempo se asumió que las respectivas posiciones frente
al positivismo lógico eran opuestas e irreconciliables. Poco a poco los
estudiosos identificaron algunos elementos comunes entre las
epistemologías no fundacionistas propuestas por Popper y el último
Wittgenstein y, sin pasar por alto las diferencias, mostraron que se
trataba de posturas complementarias. La discusión actual en filosofía
de la ciencia es interpretada como disputa entre el primer
Wittgenstein, Popper y el segundo Wittgenstein.
Esta investigación no se ha centrado en el análisis de los
contenidos de la controversia entre Popper, el Círculo de Viena y
Wittgenstein en materia de epistemología, sino en los datos e
interpretaciones aportados por los mismos protagonistas y por sus
críticos respecto a las propias aportaciones y a las de los otros. El
objetivo ha sido situar el contexto en que se estableció la relación
crítica, los intereses e inquietudes que la motivaron, el impacto de los
diferentes estilos personales y de trabajo en la discusión filosófica e
incluso los resultados obtenidos con ocasión de los malos entendidos.
La principal valoración personal es que los datos e interpretaciones
recopilados son un ejemplo más de cómo todo genuino esfuerzo
intelectual tiene aspectos luminosos de los que se puede aprender: los
errores filosóficos ponen en marcha intentos de refutación, como fue
el caso del radicalismo inicial del positivismo lógico que dio lugar a
386 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
las críticas de Popper y del segundo Wittgenstein y al desarrollo de
sus respectivas epistemologías no fundacionistas, así como a la
progresiva flexibilización de las posiciones del Círculo que se hallaba
en plena actividad cuando fue interrumpido de manera violenta por la
guerra.
Las interpretaciones que Popper, los miembros del Círculo de
Viena y Wittgenstein hicieron del propio trabajo y del de los demás,
sus reclamos de originalidad y crédito no están libres de
extrapolaciones (lo mismo ocurre con las valoraciones de los
respectivos defensores) e ilustran cómo la historia de las malas
interpretaciones y la historia de la creatividad filosófica están
íntimamente ligadas. Popper, los miembros del Círculo de Viena y
Wittgenstein tenían en común su pertenencia a la Viena de
entreguerras —un foco cultural de primer orden— y compartían el
haber llegado a la filosofía desde la lógica, las matemáticas y las
ciencias y el intento de dar respuesta a los interrogantes suscitados por
las teorías científicas sirviéndose de los desarrollos de la lógica
formal. Estos rasgos comunes hacen interesante el análisis de las
diferencias de enfoques filosóficos, de estilos personales y de trabajo,
de modos de concebir la ciencia y su relación con la filosofía y la
vinculación de ambas con la vida práctica.
Los miembros del Círculo de Viena se preocuparon por
esclarecer los fundamentos del conocimiento dentro de la tradición
empirista machiana revisada a través de una perspectiva logicista y
abiertamente antimetafísica. Sostuvieron un ideal de ciencia que no
conoce enigmas insolubles, que procede por inducción y alcanza la
certeza, apostaban por un lenguaje unificado de tipo fisicalista para la
ciencia y estaban empeñados en un movimiento que impregnaría la
vida social con una visión científica del mundo. Los miembros del
Círculo de Viena demostraron un grado de claridad y rigor lógico sin
precedentes en la filosofía e intentaron aplicar el espíritu creativo
propio de las ciencias naturales a la filosofía y tienen el mérito
innegable de haber desarrollado un trabajo cooperativo infrecuente en
filosofía. Era un ejemplo particularmente interesante de
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 387
interdisciplinariedad, pluralismo, trabajo en equipo y
multiculturalidad. Constituyeron una comunidad de conocimiento en
sí misma y por su relación con otros grupos dentro del movimiento de
la filosofía científica, que facilitó en la coyuntura difícil del exilio,
que algunos miembros del Círculo de Viena fueran acogidos en
universidades de Estados Unidos, donde supieron aportar y
enriquecerse de la filosofía pragmatista prevaleciente en
Norteamérica.
Popper tuvo intuiciones profundas y originales e hizo críticas
agudas y concienzudas, aunque también en su filosofía aparecen
extrapolaciones de esas intuiciones parciales válidas solamente en
ámbitos determinados. Popper convirtió la crítica en el método para
progresar en el conocimiento a través de conjeturas y refutaciones y se
enfrentó a los clásicos —sin falsos respetos y aprendiendo— y a los
forjadores de los mitos más importantes de su época llegando a ser el
crítico más agudo del positivismo lógico. Consideró que la ciencia era
modelo de todo conocimiento, un proyecto aventurero y
revolucionario, expresión de nuestro deseo de saber, de nuestra
esperanza de emanciparnos de la ignorancia y de la mentalidad
estrecha, del miedo y la superstición. El racionalismo crítico de Popper
es indudablemente una filosofía del progreso científico pero estuvo
más conectada con la vida que la de los positivistas lógicos. En este
sentido Popper motivó e integró más y mejor a los científicos que
Wittgenstein y el Círculo de Viena. Popper fue un cientista que no se
dejó seducir por el dogma antimetafísico ni por la empresa de un
lenguaje unificado para las ciencias ni convirtió la precisión en una fin
y empleó los lenguajes formales sin desfasar su importancia. Su
entusiasmo por la ciencia no le impidió desmitificarla y alertar contra
los peligros de la tiranía de la ciencia que nos hace capaces de auto
derrotarnos.
Popper consideró que el progreso en el conocimiento se mide
por el grado de profundidad de los problemas que se intentan
solucionar y por eso criticó duramente el escolasticismo y la
superficialidad a que conducía el positivismo lógico. Estaba
388 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
persuadido de que la frontera entre lo decible y lo indecible, entre la
filosofía y la ciencia, entre lo explicable y lo inexplicable no era rígida
y defendió la existencia de genuinos problemas filosóficos en la
academia británica dominada por Wittgenstein. Aplicó
coherentemente su epistemología revolucionaria a los más diversos
campos y de manera particular a la vida social y política, hizo
planteamientos agudos y prometedores en campos como la libertad, la
sociedad abierta, etc. y su filosofía puede recordar a los grandes
filósofos de antaño por la amplitud de horizontes. Sin embargo aun
reconociendo la importancia de problemas humanos más profundos y
desestimando a quienes negaban su significado filosófico, y teniendo
la habilidad para proponer una solución al problema de los límites de
la inteligibilidad, Popper filosofó como si el mundo empírico fuera lo
único que existe, y consideró la cuestión acerca de si existe algo más
allá como intrínsecamente incapaz de ser respondida.
Respecto de Wittgenstein es indispensable tratar de entender
cuál fue realmente su pensamiento ya que presenta muchos contrastes
y con razón se ha dicho que él mismo fue un enigma. Wittgenstein no
era sólo ni principalmente un lógico ni un filósofo de las matemáticas,
a pesar de que la mitad de sus escritos versan sobre esto y de que sus
dos principales impulsos para iniciar y posteriormente para volver a la
filosofía estuvieron relacionados con las matemáticas. Wittgenstein
usó la lógica y las matemáticas como estructuras para volcar sus
verdaderos intereses que eran éticos y con el tiempo su filosofía se fue
volviendo más existencial y antropológica. Wittgenstein fue siempre
ajeno a poner el método científico como paradigma de conocimiento o
modelo para la filosofía y con el tiempo se fue volviendo anticientista.
Consideraba que la idolatría de la ciencia era uno de los síntomas del
declive de nuestra cultura y la nueva “metafísica” que había que
destruir. En su intento loable por combatir el cientismo Wittgenstein
eliminó también toda posibilidad de explicación racional de lo no
sensible y en este sentido parece acertada la crítica de Popper de que
exageró el abismo entre lo decible y lo indecible.
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 389
Wittgenstein tenía un proyecto emancipador pero no a través de
la ciencia, como era el caso de Popper, sino mediante la liberación del
pensamiento de la superstición verbal. Wittgenstein intentó exponer la
incapacidad del racionalismo para abordar las cuestiones profundas de
la vida, consideró que no eran asuntos que corresponden a la filosofía
—cuya tarea se limita a la clarificación: a hacernos ver la necedad que
supone pretender respuestas en este ámbito— e invitó al silencio.
Todo lo que Wittgenstein trajo entre manos tuvo el sello de la
intensidad y la brillantez, y no fue menos su batalla contra lo que
consideraba superficialidad y estupidez. Percibió la pobreza del
lenguaje científico y alertó contra el peligro de idolatrar la ciencia.
Haciendo gala de una pasión antiteórica y mística, se dedicó a
“disolver” montajes intelectuales y a gritar la necesidad de ir a lo
vitalmente importante, a diferencia de Popper que “destruyó” los
montajes intelectuales a base de analizarlos y proporcionar
argumentos y alternativas. Wittgenstein tuvo el acierto de ver la
filosofía como una confesión, como algo que reclama honestidad y
profundidad, sin embargo resultaba inasible en su método filosófico y
los interlocutores y críticos tenían “derecho” de exigirle una
inteligibilidad mayor.
Las interpretaciones que Popper, los miembros del Círculo de
Viena y Wittgenstein hicieron del propio trabajo y del de los demás no
están libres de extrapolaciones. Lo mismo ocurre con las valoraciones
de los respectivos defensores. Popper estaba persuadido de que su
crítica al Círculo de Viena provocó la muerte del positivismo lógico y
que en el seno del Círculo surgió una leyenda que le asimilaba al
positivismo. Los miembros del Círculo de Viena, salvo algunas
excepciones, permanecieron convencidos de que Popper exageraba
sus diferencias con el positivismo lógico y sin negar el impacto de la
crítica de Popper no la consideraron determinante. Los textos
analizados permiten conjeturar que ambas partes exageran la propia
visión y en cualquier caso parece haber más argumentos que apoyan la
versión de Popper. Stadler y Hacohen coinciden en que Popper no
necesitaba reclamar ese dudoso mérito dada la calidad de su
epistemología revolucionaria.
390 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Por otra parte Popper estaba convencido de que ni él ni el
Círculo de Viena habían malinterpretado a Wittgenstein. Sus
defensores sostienen que acertó en su interpretación de un “único”
Wittgenstein “enemigo” de la filosofía y que la solución de Popper al
problema de la inducción fue superior a la del Círculo de Viena y que
Popper no huyó del problema como hizo Wittgenstein con su
misticismo y su llamada al silencio. Por el contrario otros autores
afirman que la lectura racionalista que Popper hizo del Tractatus
constituye un prejuicio para entender la “última” filosofía de
Wittgenstein y que su crítica al empirismo lógico no logra todo su
efecto precisamente por los elementos positivistas de su filosofía que
no fue capaz de reconocer. Los partidarios de Wittgenstein están
convencidos de que proporcionó un método para abordar cualquier
problema, mientras que Popper enfrentaba los problemas uno a uno,
que la filosofía de Popper ha dado lo que tenía que dar y que sus
soluciones carecen de la perennidad de los aforismos de Wittgenstein.
Wittgenstein rechazó cualquier paternidad sobre el positivismo
lógico y su relación con el Círculo de Viena fue peculiar y ambigua
debido a su estilo de relacionarse con las personas, a su hermetismo
para expresar sus ideas y a su hábito de no proporcionar argumentos.
El diálogo entre Wittgenstein y el reducido grupo de miembros del
Círculo de Viena con los que accedió a encontrarse periódicamente ha
sido caracterizado con acierto como ejemplo de discursos paralelos
que se emiten al mismo tiempo y que no llegan nunca a un punto
común.
El diálogo entre Popper y el Círculo de Viena no surgió en un
momento mágico de „buenas vibraciones‟ sino como oposición crítica
un tanto acerba, sin embargo el acuerdo en la actitud de fondo (actitud
racional, científica) hubiera sido suficiente para establecer un diálogo
fructífero. El desacuerdo en tesis concretas y el distinto marco de
referencia hubieran podido ayudar a ampliar el horizonte e incluso a
lograr síntesis fecundas. Hacohen tiene sus razones al afirmar que para
cambiar el curso de la filosofía científica se requería tanto un político
como un filósofo y que a Popper le faltó lo primero, pero no es tan
HACIA UNA VALORACIÓN GLOBAL DE LAS POSTURAS 391
clara su conclusión de que se trató más de un problema de relaciones
humanas que de filosofía. La existencia de sentimientos positivos y
negativos fue obvia, pero no es fácil hacer especulaciones acerca de su
influencia en los resultados del debate.
Wittgenstein y Popper tenían mucho más para entenderse y
complementarse entre sí que con el Círculo de Viena —al que incluso
algunos autores califican como vinculación por vía de leyenda— pero
sus temperamentos no filosóficos impidieron el diálogo. El hecho de
que hayan enfrentado al positivismo lógico muestra que existen
elementos de acuerdo importantes. En el caso de Popper y
Wittgenstein se puede afirmar claramente que los estilos personales y
de trabajo impidieron el diálogo y determinaron la falta de acuerdo y
reconocimiento de los elementos comunes. Entre Popper y
Wittgenstein hubo más malentendido que desacuerdo y como
gráficamente se ha señalado parece que Wittgenstein tomó demasiado
en serio el recurso introductorio de Popper en su intervención durante
la reunión del Moral Science Club (hipersensible hacia la agresividad
de Popper que no le tendía la mano) y Popper tomó demasiado en
serio el Tractatus en el sentido de que lo interpretó literalmente y lo
rechazó mostrando que era autocontradictorio sin tener manera de
percatarse del recurso de Wittgenstein.
En conclusión se puede afirmar que ha merecido la pena el
intento de reunir los datos e interpretaciones más relevantes sobre el
debate entre Popper, el Círculo de Viena y Wittgenstein, tres
instancias cuyas relaciones fueron juegos entre proximidad y distancia
y donde las diferencias surgieron con más violencia precisamente por
estar entre familiares.
Conclusiones
La principal conclusión de este trabajo es que el diálogo crítico
entre Popper y el Círculo de Viena influyó en el desarrollo de sus
respectivas ideas en cuanto que Popper encontró en el Círculo de
Viena la plataforma para desarrollar y dar a conocer su filosofía y el
Círculo de Viena se benefició de la crítica de Popper para flexibilizar
algunas de sus posturas iniciales. El diálogo no fue fácil y las
interpretaciones acerca del mismo son opuestas: Popper consideró que
su crítica había causado la muerte del positivismo lógico y a la vez
lamentó que en el seno del Círculo se hubiese configurado una
leyenda en la que se le asimilaba al positivismo lógico. Los miembros
del Círculo reconocieron el valor de la crítica de Popper pero no todos
le atribuyeron un peso decisivo. Los autores contemporáneos
coinciden en que Popper y los miembros del Círculo de Viena
compartieron la actitud científica o racional y subrayan la necesidad
de tomar en cuenta el pluralismo del Círculo de Viena al valorar las
críticas de Popper.
El análisis de la relación de Popper con el Círculo de Viena
lleva a centrar la atención en el Tractatus como objeto de la crítica de
Popper al positivismo lógico y en la persona de Wittgenstein como
sujeto de las desavenencias de Popper con Moritz Schlick cabeza del
Círculo. Los estilos personales y de trabajo dificultaron el diálogo
entre Popper y algunos miembros líderes del Círculo de Viena. En el
caso de Popper y Wittgenstein la falta de apertura de ambos para el
diálogo impidió la colaboración y la identificación de elementos
comunes.
El Círculo de Viena estaba integrado por científicos, filósofos y
pensadores procedentes de diversas disciplinas interesados en
conformar una visión científica del mundo a través de una filosofía
390 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
científica por su método (el análisis lógico del lenguaje) y por su
ámbito (los fundamentos de las ciencias). Intentaban conjugar el
empirismo de tradición machiana con la moderna lógica formal
desarrollada por Frege y Russell. Encontraron en el Tractatus de
Wittgenstein el punto de referencia fundamental para su cruzada
positivista y antimetafísica, principalmente en la verificabilidad como
criterio de significado de las proposiciones. Entre los miembros del
Círculo existía un pluralismo en cuestiones metodológicas, éticas y
políticas, contaban con sus propios órganos de difusión a través de
publicaciones y de la organización de congresos internacionales. Sus
actividades se suspendieron a raíz de la anexión de Austria a
Alemania cuando se hallaban en plena actividad y la mayoría de sus
miembros se dispersaron por Inglaterra y Estados Unidos.
Popper estableció y mantuvo relación con varios miembros del
Círculo de Viena a raíz de su interés por los problemas de la inducción
y la demarcación, que consideraba los dos problemas fundamentales
de la epistemología, y que sabía que eran abordados en las reuniones
del Círculo aunque Popper nunca asistió a esas reuniones. En el
momento de su encuentro con el Círculo de Viena Popper había
desarrollado una epistemología propia y relativamente original. Fue el
primero en afirmar el carácter conjetural e hipotético del conocimiento
tanto ordinario como científico y el primero en confrontar al
inductivismo con una metodología alternativa sistemática, el
falsacionismo o racionalismo crítico, en donde la evidencia no juega
un papel positivo en el establecimiento de las teorías, sino que es una
instancia negativa para su refutación. Popper aplicó su modelo
epistemológico a otros ámbitos en particular a la filosofía política y
fue integrando toda su filosofía en un modelo que llamó evolución
emergentista.
Popper tuvo una peculiar relación amor-odio hacia el Círculo de
Viena. Por una parte se identificaba con el Círculo en el interés central
por la filosofía de la ciencia, en la visión de la ciencia como
paradigma de todo conocimiento y en que la metafísica no tenía
carácter científico. Por otra parte estaba en desacuerdo con la visión
CONCLUSIONES 391
inductivista y justificacionista de la ciencia propia del positivismo
lógico, con la reducción de la filosofía al análisis lógico del lenguaje y
con la actitud antimetafísica que llevó a los positivistas lógicos a
imponer el dogma del sentido y a establecer un criterio inadecuado de
demarcación entre la ciencia y la filosofía. Para Popper la metafísica
constituía un nivel de reflexión previo a muchas teorías científicas y
constituía un medio para abordar problemas cercanos a la vida
humana.
Popper consideró que el centro de su controversia con el Círculo
de Viena estaba fundamentalmente en la distinta solución al problema
de la demarcación. Popper propuso la falsabilidad como criterio de
demarcación entre la ciencia y la no ciencia y frente al problema
empirista del significado. Popper calificó de inapropiada en todas sus
variantes la búsqueda de un criterio de significado como solución al
problema del carácter científico de las teorías. Enfatizó siempre que
no era lo mismo buscar un criterio de demarcación y un criterio de
significado y por tanto que no estaba exagerando su oposición al
positivismo lógico como le acusaban algunos miembros del Círculo de
Viena. A este asunto Popper dedicó mucho tiempo y numerosos
escritos como se trasluce de los textos en los que Popper habla de su
relación con el Círculo de Viena: desde la carta al editor de Erkenntnis
de 1934, pasando por la recopilación de artículos en Conjectures and
Refutations de 1963 y su autobiografía intelectual de 1974, hasta la
última entrevista concedida en 1991 se trasluce que la crítica al
Círculo de Viena principalmente a través de la crítica al Tractatus fue
pauta fundamental en el desarrollo de sus ideas durante muchos años.
Los miembros del Círculo de Viena con que Popper trató más
fueron Kraft, Carnap y Feigl. Kraft aplicó el empirismo lógico
especialmente a la teoría de los valores y escribió la primera historia
del Círculo de Viena en la que queda clara su identificación con los
objetivos fundamentales del positivismo lógico y también su
oposición frente a la radicalidad de algunos planteamientos iniciales.
Kraft reconoció que Popper y el Círculo de Viena se influyeron
mutuamente y que la contribución de Popper fue mayor y su
392 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
influencia en la fase pública reemplazó a la que había tenido
Wittgenstein en la fase inicial del Círculo. Consideró que no existía
una oposición infranqueable entre las dos posturas que partían de una
misma actitud básica, la actitud científica, y afrontaron los mismos
problemas aunque los abordaron de manera distinta. Destacó las
insuficiencias del realismo de Popper y de su antiinductivismo radical
y estaba persuadido de que Popper fue fundamentalmente un empirista
moderado que también sostuvo una postura antimetafísica manifestada
en su interés por establecer una demarcación clara entre la metafísica
y el conocimiento científico. Según Kraft el empirismo de Popper
quedaba eclipsado por su insistencia en el componente racional del
conocimiento. Poco a poco se fue alcanzando un acuerdo cada vez
mayor entre Popper y un ala del Círculo de Viena no por la
asimilación de Popper al Círculo sino en parte por la aceptación de las
ideas de Popper y por los desarrollos independientes dentro del
Círculo. Kraft considera a Popper como uno de los continuadores del
movimiento de la filosofía científica en Inglaterra. Popper por su parte
consideró que Kraft era con quien mejor se podía hablar por su
apertura y ausencia de prejuicios, aunque no fuese quizás el más
brillante.
Carnap fue el principal representante del Círculo de Viena y de
la ulterior evolución del positivismo lógico. Aplicó la lógica de Frege
y Russell al análisis de los conceptos científicos y formuló el principio
de tolerancia lógica de los lenguajes aplicando los desarrollos de
Menger y los teoremas de incompletez de Gödel. Fue amigo y
oponente de Popper desde los años treinta hasta su muerte. El punto
crucial de la discusión entre Carnap y Popper fue primero el carácter
científico de las teorías (problema de la demarcación) y
posteriormente la lógica inductiva. Carnap precisó acertadamente que
Popper y los miembros del Círculo de Viena intentaron establecer la
demarcación entre cosas diferentes: Popper distinguió entre
proposiciones científicas y proposiciones pseudocientíficas (o no
científicas) y el Círculo de Viena buscaba la demarcación entre las
proposiciones (científicas o pseudocientíficas) y las
pseudoproposiciones en cuanto tales. Sin embargo Carnap pasó por
CONCLUSIONES 393
alto o minimizó que la disposición antimetafísica apriorística del
positivismo lógico se mantiene intacta y en este sentido resulta
precipitada su convicción de que Popper exageró sus diferencias con
el Círculo de Viena. Por su parte Popper demostró siempre admiración
y afecto hacia Carnap pero le quedó el sinsabor de que en el fondo
nunca había aceptado su crítica y que la leyenda que le asimilaba al
positivismo lógico había hecho fortuna a través de una especie de
sofisma ad hominem, debido a que había sido invocada por autores de
peso como Carnap y Hempel.
Feigl fue un empirista moderado que se interesó particularmente
por los temas surgidos de la psicología en el contexto de la visión
científica del mundo y fue uno de los principales difusores de las ideas
del Círculo de Viena en Estados Unidos. Feigl valoró las aportaciones
de Popper en epistemología y metodología y fue quien le animó a
publicar sus ideas en lo que sería Logik der Forschung. Feigl
contribuyó a la flexibilización del criterio empirista de verificación
introduciendo la noción de „validez semántica‟ y reconoció la
influencia de la crítica de Popper en este y otros refinamientos. Su
moderación y apertura le llevaron a entender mejor que ningún otro
miembro de Círculo que compartían una base común con Popper y
que a la vez existían diferencias en puntos importantes. Fue de los
pocos que se dio cuenta de que la teoría de la falsabilidad popperiana
no se refería a la cuestión del significado sino a la demarcación. Feigl
reconocía la deuda personal que tenía con Popper por haberle ayudado
a volver al realismo y al mismo tiempo no dejó de señalar los
inconvenientes del deductivismo radical de Popper y de su actitud
poco tolerante en las discusiones. Feigl atribuye la causa de las malas
relaciones entre Popper y Schlick a la crítica despiadada e injusta de
Reichenbach que situó a Popper como antagonista del empirismo
lógico e hizo que la cabeza del Círculo le mirara con prevención. Por
su parte Popper consideró que Feigl entendió sus críticas y las aceptó
y reconoció la deuda de gratitud que tenía con él por haberle animado
a publicar sus ideas.
394 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Popper reconoció que su encuentro con el Círculo de Viena le
había proporcionado la ocasión de publicar su primera obra, de
participar en congresos internacionales y de conocer a Tarski —cuya
teoría de la correspondencia tuvo una importancia decisiva en su
filosofía—, pero no parecía aceptar ninguna influencia significativa.
Había entre los miembros del Círculo dos grupos: los que aceptaban
muchas o la mayoría de sus ideas, aunque entre ellos diferían
radicalmente en varios puntos importantes, y los que pensaban que
esas ideas eran peligrosas y tenían que ser rechazadas. Entre estos
últimos estaba Neurath que calificó a Popper de “oposición oficial”
del Círculo. Popper aceptó la etiqueta porque consideró que reflejaba
que no era un positivista y en cierta manera tampoco un empirista. La
publicación de la obra fundamental de Popper sobre filosofía de la
ciencia, Logik der Forschung, en la colección del Círculo a la vez que
le dio a conocer dio lugar a un malentendido que Popper denominó
“leyenda positivista” que le absorbía de una u otra manera en el
positivismo lógico. Popper estaba persuadido de que su crítica fue
decisiva para la muerte del positivismo lógico y al mismo tiempo, y
no sin ambigüedad, calificó de gran pérdida su disolución. Reconoció
que Schlick era un filósofo destacado y que tenía una deuda de
gratitud con él por aceptar la publicación de su libro, pero reconoce
que tuvieron una relación menos amistosa y que no fue invitado a las
reuniones del Círculo debido a su mala relación con Wittgenstein.
Dos estudiosos contemporáneos de la relación de Popper con el
Círculo de Viena son Friedrich Stadler, autor del estudio más
actualizado sobre el empirismo lógico, y Malachi Hacohen, autor de
una de las principales biografías intelectuales de Popper. Stadler
afirma que Popper fue el referente crítico fundamental en la fase
pública del Círculo de Viena iniciada a partir del 1929 con la
publicación del manifiesto programático y equipara su influencia a la
de Wittgenstein y Tarski. Stadler considera que Popper englobó al
Círculo de Viena sin tomar en cuenta su pluralismo filosófico y su
progresiva evolución a partir de las posturas radicales iniciales y de
esta manera prácticamente se disuelve el reclamo de Popper en el
sentido de una diferencia sustancial de puntos de vista. Stadler
CONCLUSIONES 395
suscribe la valoración de Kraft de un progresivo acercamiento
“asintótico” de las posturas. Con excepción de Neurath y Reichenbach
los miembros del Círculo de Viena al referirse a Popper no parecen
considerarse involucrados en una discusión entre rivales. Stadler
concede un peso fundamental a la disputa de Popper con Wittgenstein
y conjetura que Schlick no invitó a Popper a participar en las
reuniones del Círculo por diferencias de personalidad y de mentalidad,
pero sobre todo por el rechazo sistemático de Popper hacia
Wittgenstein. Stadler llega a la conclusión de que entre las posturas de
Popper y el positivismo lógico del Círculo de Viena existían
diferencias reales pero no de fondo y que Popper estuvo más cerca del
Círculo de Viena de lo que fue capaz de admitir.
Por su parte Hacohen sostiene que tanto Popper como los
miembros del Círculo de Viena representan la búsqueda de respuesta a
los interrogantes planteados por la ciencia experimental moderna.
Igual que Stadler enfoca la cuestión a través del pluralismo del
Círculo de Viena pero, a diferencia de éste, lo utiliza para mostrar que
existieron una serie de diferencias paradigmáticas —Popper demarcó
la ciencia de la metafísica pero no rechazó la filosofía, rehusó dar el
giro lingüístico y se consideraba un kantiano heterodoxo— que
muestran que Popper no perteneció al variado cuadro del positivismo
lógico. Con base en lo anterior Hacohen sostiene que el diálogo crítico
con el positivismo lógico impulsó la revolución epistemológica de
Popper de principio a fin. Popper no fue el asesino del positivismo
lógico, pero su crítica al positivismo dio lugar a una nueva filosofía
que transformó radicalmente la manera de ver el conocimiento
humano.
Hacohen llega a la conclusión de que el Círculo de Viena, aun
habiendo sido un contexto crucial para la filosofía de Popper,
contribuyó a la distorsión del pensamiento de Popper y oscureció la
transmisión de sus implicaciones revolucionarias. Está convencido de
que se trató de dos filosofías en diálogo, pero el Círculo negaba que
fueran dos y estaban equivocados, y Popper creía que los positivistas
habían plagiado su filosofía y también estaba equivocado ya que no
396 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
tenía propiedad exclusiva de sus ideas. Hacohen llega a la conclusión
de que la existencia de desacuerdos paradigmáticos no significa que la
colaboración fuese imposible e incluso la revolución epistemológica
de Popper hubiese sido capaz de producir un giro del positivismo
lógico si se hubiera mostrado más congenial.
Wittgenstein imprimió su sello en todo lo que hizo: una
búsqueda lineal de coherencia, originalidad y excelencia unido a la
obsesión y al rigorismo, siempre bajo la sombra del pesimismo e
incluso al borde de la locura. Suelen identificarse dos momentos en la
filosofía de Wittgenstein: un primer período que corresponde al
contenido del Tractatus en el que ofrece la visión de un mundo
articulado en hechos que son la materia de estudio de las ciencias
naturales y una mente que confronta ese mundo y trata de reflejarlo en
sus pensamientos a modo de imágenes o pinturas de esos hechos.
Wittgenstein considera que las verdades profundas acerca de la
naturaleza de la realidad y de la representación no pueden ser dichas
propiamente sino sólo pueden ser mostradas. Estaba persuadido de
que en relación a los problemas realmente importantes sólo cabe el
silencio.
La segunda filosofía de Wittgenstein corresponde
principalmente al contenido de Philosophical Investigations y es un
rechazo del Tractatus no a través de nuevos argumentos sino a través
de un modo nuevo de concebir el lenguaje, que deja de ser expresión
de conocimiento —y por tanto búsqueda de la verdad o falsedad de las
proposiciones— y pasa a ser uso de las palabras mediante “juegos” de
lenguaje. En los dos períodos de su pensamiento Wittgenstein
concibe la filosofía por una parte como palabrería sin sentido y por
otra como actividad clarificadora de los embrollos lingüísticos, como
una técnica para ganar claridad acerca de las reglas del juego del
lenguaje y sus aplicaciones. En realidad, como muestra la
interpretación unitaria de los dos períodos de la filosofía de
Wittgenstein, el Tractatus y las Philosophical Investigations formaban
parte de un mismo proyecto de comprender las condiciones más
CONCLUSIONES 397
generales de posibilidad del lenguaje, y por tanto de la imbricación en
el lenguaje de pensamiento y realidad.
Wittgenstein no pretendió formar escuela y sólo transmitió sus
ideas a un grupo reducido de alumnos selectos. Tampoco participó en
las discusiones públicas a las que su trabajo dio origen, pero tuvo una
influencia decisiva en dos momentos de la filosofía analítica: el
empirismo lógico y la filosofía del lenguaje ordinario. Pertenece a dos
mundos: al anglosajón y al vienés e introdujo una metodología
novedosa. Algunos sostienen que su influencia es más actitudinal que
filosófica ya que no puso en boga nuevas ideas, sino un nuevo modo
de filosofar. Por esta razón sería un error aplicar a Wittgenstein
esquemas tradicionales al valorar su filosofía y al mismo tiempo se
comprende que no resulte fácil criticar a sus críticos ni
desautorizarlos.
El contacto entre Wittgenstein y el Círculo de Viena que había
adoptado y adaptado el Tractatus como inspiración fundamental fue
conflictivo y excéntrico, con distintos niveles de intensidad y
frecuentes interrupciones. Los empiristas lógicos hicieron una lectura
positivista y antimetafísica del Tractatus: adoptaron la perspectiva
lógica y el análisis del lenguaje como elementos de la visión científica
del mundo, rechazaron el misticismo e interpretaron el sinsentido
como argumento para rechazar todo discurso metafísico. Tuvieron una
valoración muy distinta de la ética. Las diferencias teóricas y
personales entre Carnap y Wittgenstein influyeron en la lectura
positivista y antimetafísica del Tractatus. Wittgenstein rechazó esta
interpretación porque estaba empeñado en un proceso de análisis
lingüístico y de clarificación intelectual, orientada moral y
terapéuticamente, y en un contexto sociocultural distinto. A esta luz se
entiende que los sucesivos proyectos para la divulgación de las ideas
de Wittgenstein a través del Círculo de Viena no progresaron y en
cierta manera también se explica el comportamiento oblicuo, indirecto
y evasivo de Wittgenstein ante los miembros del Círculo de Viena
como una forma de marcar distancia para que no le asimilaran al
positivismo lógico.
398 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
Existen diversas interpretaciones acerca del único encuentro
personal entre Popper y Wittgenstein en el Moral Science Club de
Cambridge en 1947 pero hay consenso en que se trató de un
vehemente intercambio de opiniones acerca de la naturaleza de la
filosofía y de la existencia de genuinos problemas filosóficos. Los
protagonistas valoraron el encuentro de manera opuesta: Wittgenstein
tuvo una reacción mínima desacreditando a Popper sin más, como era
su costumbre, y Popper consideró que independientemente de que su
recurso introductorio fuera acertado o no, estaba hablando mucho más
en serio que Wittgenstein ya que sus argumentos en apoyo de la
existencia de genuinos problemas filosóficos tocaba los fundamentos
de la controversia. La principal crítica de Popper al Tractatus es que
Wittgenstein fracasa en su intento de suprimir la metafísica, en primer
lugar porque se contradice a sí mismo (su doctrina no carece de
sentido sino que es falsa) y al carecer de base argumentativa real
impone su doctrina mediante un dogmatismo reforzado. En segundo
lugar porque su solución al problema de la demarcación es
insuficiente, ya que por una parte su doctrina del “significado” es un
término más psicológico que técnico y el problema simplemente se
traslada y, por otra parte, al identificar las proposiciones verdaderas
con las proposiciones científicas y al aplicarles el principio de
verificación acaba excluyendo las hipótesis científicas como carentes
de sentido.
El núcleo de la crítica de Popper a las dos filosofías de
Wittgenstein es su reducción de la filosofía a la mera clarificación del
significado de las palabras y la metafísica a sinsentido. Popper
reconoce la flexibilización del concepto de significado en
Wittgenstein, que en el Tractatus estaba polarizado en el sentido de
las palabras y en su última filosofía invitaba incluso a hablar sin
miedo acerca de cuestiones sinsentido que muchas veces corresponden
a las cuestiones más importantes de la vida. A nivel práctico Popper
muestra que el método de la filosofía propuesto por Wittgenstein es un
lastre aristotélico por la inapropiada centralidad que concede al
lenguaje que conduce al verbalismo, y también es un lastre platónico
que conduce al misticismo.
CONCLUSIONES 399
Bryan Magee, amigo y defensor de Popper en Inglaterra, afirma
que Wittgenstein y Popper son los únicos antagonistas de interés en el
cisma del positivismo lógico por su compromiso existencial con la
filosofía y porque a diferencia de los filósofos académicos británicos,
llegaron a la filosofía desde las ciencias. Popper desarrolló una
epistemología revolucionaria, fue el crítico más importante del
empirismo lógico y atacó consistentemente las dos filosofías de
Wittgenstein. Otros autores por el contrario consideran que la lectura
racionalista que Popper hizo del Tractatus está limitada por elementos
positivistas en su filosofía, en concreto su dualismo entre saber y
acción, porque su crítica se dirige al Wittgenstein interpretado por los
positivistas lógicos, porque no percibió los elementos antipositivistas
del Tractatus que se acercaban más a sus propias posiciones. Los
miembros del Círculo de Viena, Popper e incluso los primeros
discípulos británicos de Wittgenstein pensaron equivocadamente que
Wittgenstein estaba purgando el sinsentido metafísico con el objeto de
construir un lenguaje científico y no que estaba mostrando la
insuficiencia del racionalismo para explicar las cuestiones más
profundas.
Durante mucho tiempo se pensó que las posturas de Popper y el
último Wittgenstein agotaban las posibilidades de explicación del
conocimiento después de la caída del positivismo lógico y eran
incompatibles y contradictorias. Los defensores de Popper
consideraron que el intento de Popper de salvar el racionalismo y
representaba la única alternativa seria al positivismo y la propuesta de
Wittgenstein conduciría al irracionalismo. Más tarde los estudiosos
—entre los que destacan W. W. Bartley III como biógrafo de
Wittgenstein y asistente de investigación de Popper y Peter Munz en
su calidad de alumno de Popper y de Wittgenstein—, fueron
advirtiendo el carácter complementario de las críticas de Popper y del
último Wittgenstein al positivismo lógico.
Bartley considera que el análisis de los dos autores en el
contexto de la reforma escolar austriaca permite comprobar que
último Wittgenstein y el Popper inicial están más relacionados entre sí
en sus motivaciones iniciales que con el Círculo de Viena al que
400 POPPER, EL CÍRCULO DE VIENA Y WITTGENSTEIN
influyeron. Popper es heredero de la escuela de Bühler, de corte
antipositivista y esto queda oscurecido por su giro a la lógica del
conocimiento. La filosofía de la ciencia de Popper y su permanente
visión antipositivista no pueden ser adecuadamente entendidas sin
conocer sus intereses iniciales en psicología y educación. Por su parte
Wittgenstein se replanteó el atomismo lógico del Tractatus en su
contacto teórico-práctico con las ideas antiasociacionistas de la
escuela psicológica de Bühler que informaban la reforma escolar en la
época de su trabajo como maestro de escuela primaria en zonas rurales
de Austria. Esto ha sido poco analizado porque su etapa docente ha
sido vista como una interrupción de su filosofía.
Munz analiza y compara cuidadosamente la filosofía de Popper
y la del último Wittgenstein y muestra que comparten una
epistemología no fundacionista y no justificacionista, en la que el
conocimiento se concibe como producto de la invención humana, con
un punto de partida convencional, que se adquiere en la propia
tradición cultural y que permite la adaptación al entorno, la
comprensión y la configuración de la realidad en la que se vive.
Exhibe interesantes puntos de complementariedad entre las dos
posturas y lamenta que por falta de diálogo —debido a las dificultades
derivadas de la metodología de Wittgenstein y sobre todo a la falta de
temperamento filosófico de ambos— no haya sido posible entender
que estaban intentando lo mismo desde distintos ángulos y que era
posible una rica síntesis.
Al mismo tiempo Munz es consciente que las semejanzas entre
Wittgenstein y Popper no eliminan las diferencias. Popper hace
hincapié en la naturaleza conjetural del conocimiento y Wittgenstein
en su carácter pragmático. Popper la relaciona la tradición cultural con
el método científico y Wittgenstein con los “juegos de lenguaje”, para
Wittgenstein la filosofía era una clarificación del sentido de nuestras
palabras y para Popper una búsqueda de solución de problemas.
Popper admite un escepticismo relativo pero no lo considera un
absurdo evidente como pretende Wittgenstein.
Los defensores de Wittgenstein afirman que él y Popper decían
lo mismo pero que el gran filósofo fue Wittgenstein refiriéndose al
CONCLUSIONES 401
carácter universal de su método y a la perennidad de sus aforismos
que continúan suscitando la reflexión, al contrario de Popper que tuvo
su momento pero que de alguna manera se ha agotado ya. Los
defensores de Popper objetan que su solución al problema de la
inducción fue superior a la del Círculo de Viena y que no huyó del
problema como hizo Wittgenstein que terminó en misticismo y en
una llamada al silencio.
Algunos defensores de Popper como Magee y Hacohen
reconocen que Popper aun reconociendo su importancia y criticando
acerbamente a quienes como Wittgenstein negaban la existencia de
genuinos problemas filosóficos consideró que la cuestión acerca de lo
profundo era intrínsecamente incapaz de ser respondida. La
epistemología de Popper presenta intuiciones profundas y originales y
críticas agudas y concienzudas, sin embargo sus posibilidades y
aportaciones se ven limitadas por su empirismo y su agnosticismo y
por esta razón no es extraño que haya quien afirme que Popper tuvo
las piezas del puzzle en la mano pero no acertó a armarlas bien. En
cualquier caso, el significado real del trabajo de Popper apenas ha
empezado a emerger —la profundidad de sus ideas no resulta obvia,
nunca estuvo de moda ni fue popular, ha sido visto más como crítico
que como autor original y vivió la mayor parte de su carrera en
tiempos y lugares dominados por Wittgenstein— con frecuencia se
mencionan sus ideas pero no su nombre e incluso se habla de su
racionalismo crítico como de una de las grandes oportunidades
intelectuales perdidas del siglo XX que merece la pena rescatar.
En conclusión, los rasgos comunes de Popper, el Círculo de
Viena y Wittgenstein —su pertenencia a la Viena de entreguerras y el
haber llegado a la filosofía desde la ciencia— hacen interesante el
análisis de las diferencias de enfoques filosóficos, estilos personales y
de trabajo, modos de concebir la ciencia y su relación con la filosofía
y la vida práctica. Los datos e interpretaciones recopilados muestran
aspectos luminosos propios de todo esfuerzo intelectual genuino e
ilustran cómo la historia de las malas interpretaciones y la historia de
la creatividad filosófica están íntimamente ligadas.
Bibliografía
La bibliografía de este trabajo está ordenada en dos secciones
distintas. En primer lugar se relacionan por orden cronológico de
edición original los artículos y libros de Popper en las ediciones
consultadas y expresamente citadas a lo largo de este trabajo. Por la
naturaleza de la investigación se han citado por separado los artículos
posteriormente recopilados y publicados en forma de libro. Una
bibliografía completa hasta la fecha de su publicación puede
encontrarse en P. A. Schilpp (ed.), The Philosophy of Karl Popper,
Open Court, La Salle (Illinois), 1974, 1201-1297 y después en
http//www.univie.ac.at/science-archives/popper/biblio.html. En
segundo lugar se relaciona por orden alfabético de autores toda la
bibliografía general consultada y expresamente citada a lo largo del
trabajo. Los artículos y libros de Carnap, Feigl, Kraft, Schlick, Russell
y Wittgenstein se relacionan por orden cronológico de edición
original.
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